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EDICTO DE CIRO

(Esd. 1:1-11)
Fondo histórico.
1 El primer año de Ciro: el año 538 a.C., es decir, un año después de la conquista de Babilonia en el 539 a.C.
Despertó Jehová el espíritu: expresión que designa un impulso o inspiración proveniente del Señor. Al atribuir esta
decisión política de Ciro a una inspiración divina, el texto muestra no solo que el Señor es el Dios de Israel, sino
también que el mundo entero está bajo su dominio. Cf. Is. 41:25; 44:28; 45:1, 13. Este decreto fue proclamado en
todos los lugares donde había comunidades de exiliados judíos. Tal edicto concordaba con la política persa de
respeto por los cultos nacionales, siempre y cuando no comprometieran la lealtad al imperio. En Esd. 6.3-5 se
encuentra otra versión de este decreto, redactada en arameo.
1 Ciro, rey de Persia. Aunque Ciro II (“el Grande”) llegó a ser rey de los medos y persas en el 559 a.C., en sus
documentos fechó su reinado desde la conquista de Babilonia, que ocurrió en octubre del 539 a.C., y su primer año
completo como rey empezó en marzo del 538 a.C. Isaías llamó a Ciro pastor y ungido del Señor (la palabra ungido
es la usada para Mesías en Is. 44:28; 45:1). para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías.
Jeremías había profetizado que la ruina de la tierra de los israelitas y su esclavitud bajo el rey de Babilonia duraría
setenta años (Jer. 25:11, 12; 29:10–14). hizo proclamar. Probablemente mensajeros fueron enviados a cada
provincia para hacer una proclamación oral y dejar una copia de la orden (Ester 3:12, 13). Se usaban muchos
idiomas y sistemas de escritura en el imperio pérsico, pero el idioma principal era el arameo.
Ciro (559-530 a.C.). Esta es una referencia al 538 a.C., el primer año de su reinado sobre Babilonia. Para que se
cumpliese la palabra de Jehová, es lo que explica lo que estaba detrás de los acontecimientos históricos de aquella
época. Por boca de Jeremías es probablemente una referencia a la mención que hace el profeta de los 70 años de
cautividad babilónica. Si se toma el 538 a.C. como el año inaugural de la primera deportación (que se prolongó
durante 70 años), la fecha del año 538 a.C. representaría el año 67 del exilio. Esto indicaría que o los 70 años de
Jeremías no deben ser tomados literalmente, o que Dios en su misericordia redujo la cautividad en tres años.
2 Así dice Ciro. Los versículos 2–4 se dan como el decreto de Ciro. Por razones políticas, él trataba de complacer a
los dioses de las naciones que Babilonia había capturado al permitir que los ciudadanos regresaran a sus hogares. El
SEÑOR, el Dios de los cielos. Este título para Dios revela que El es soberano sobre toda la creación. todos los reinos
de la tierra. En su propia historia Ciro escribió, “Todos los reyes del mundo entero”, pero limitó sus referencias a las
naciones alrededor y por tanto no se declaró gobernante de todo el planeta. Tales expresiones, tanto en la Biblia
como en las escrituras extrabíblicas, ayudan a comprender el uso limitado de la palabra todo. para que le edifique
una casa. La política de Ciro era reconstruir los templos y promover la religión nacional de las naciones que
capturaba. Pero desde el punto de vista de los israelitas, esto no era más que el resultado de que Dios cambiara el
corazón de Ciro. Jerusalén, que está en Judá. Judá llegó a ser prominente después del destierro asirio; este nombre
fue el oficial para la región cuando los judíos regresaron del destierro. El término judío viene de Judá y se refiere al
pueblo de Dios, desde el destierro a Babilonia hasta la época del segundo templo y aún hasta el día de hoy.
3 Que suba a Jerusalén. Ciro se daba cuenta de que algunos judíos regresarían y otros no (ver v. 4). Un grupo
grande de judíos permaneció en Babilonia, cuya descendencia produjo el Talmud babilónico muchos años después.
SEÑOR, Dios de Israel…en Jerusalén. El hebreo YHWH (Yahveh, traducido SEÑOR) es el nombre del Dios de Israel.
Ciro le consideraba como uno de los varios dioses locales (así como Marduc era el dios de Babilonia), y más tarde le
identifica como el Dios que está en Jerusalén.
4 El v. 5 relaciona a estos sobrevivientes con las familias de Judá y de Benjamín. Hay que notar, sin embargo, que
antes y después de la destrucción de Samaria (cf. 2 R. 17.1-6) se habían incorporado a la tribu de Judá miembros
de otras tribus y familias israelitas (1 Cr. 9:3).
5 los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín. Una casa paterna era todos los miembros de una familia,
con el de más edad como jefe de la familia. Benjamín, cuya frontera con Judá nunca estuvo bien definida, formaba
parte del reino del sur (2 Cr 11:12). los sacerdotes y los levitas. Levitas eran los que descendían de Leví; pero,
sacerdotes, sólo los levitas descendientes de Aarón. Los dos grupos serían necesarios para restablecer de nuevo el
ritual del templo en Jerusalén (Nm. 3:17–39). todos aquellos cuyo espíritu Dios había movido. La voluntad
todopoderosa de Dios se expresa fuertemente en estos versículos.
7 los objetos de la casa del S EÑOR. Como no había dioses que Nabucodonosor pudiera llevarse a Babilonia, se llevó
objetos sagrados del templo, al igual que otros habían hecho antes (2 R. 24:13; 25:13–17; 2 Cr. 36:7; Dn. 5:2).
8 Sesbasar dirigió el primer grupo de exiliados que regresaron de Babilonia a Jerusalén y puso los cimientos para la
reconstrucción del templo de Jerusalén. Algunas veces se lo ha identificado con Senazar, el hijo de Jeconías, rey de
Judá (cf. 1 Cr 3.18), y otras, sin ninguna prueba convincente, con Zorobabel (cf. Esd. 2.2; 3.8; 4.2; 5.2). Como
aparece mencionado muy pocas veces (Esd. 1:11; 5:14, 16), es difícil saber a ciencia cierta quién era Sesbasar y
qué papel desempeñó en la restauración de Israel después del exilio.
8 Mitrídates…Sesbasar. Mitrídates significa don de Mitra, un dios persa. El transfirió la custodia de los tesoros a
Sesbasar, que a menudo es identificado con Zorobabel, gobernador de Judá (5:14; cp. Hag. 1:1) y puso los
cimientos del templo (3:2; cp. Hag. 1:14; Zac. 4:6–10). Sin embargo, hay dificultades con esta identificación y es
posible que Sesbasar, una persona nombrada por el rey persa, sea la misma persona que Senazar (1 Cr. 3:18), hijo
de Joaquín y tío de Zorobabel. Es una figura misteriosa, mencionada cuatro veces en Esdras, pero que no aparece
en ningún otro lugar del AT. Su nombre es babilonio, aunque obviamente se trataba de un judío. El término
príncipe define con ambigüedad una posición de autoridad, que en 5.14 se señala como la de gobernador.
11 Nótese la diferencia entre la suma de los utensilios devueltos y el resultado total. Esta diferencia podría
explicarse por la manera como el autor utilizó su fuente de información: en los versículos 9-10 incluyó solo una
parte del inventario completo, mientras que en el v. 11 puso el total, que daba cinco mil cuatrocientos.
11 los objetos…cinco mil cuatrocientos. Este número no concuerda con el total de los objetos mencionados en los
versículos 9 y 10 (2,499). No es probable que Esdras no contara correctamente algo tan obvio. Tal vez Esdras
mencionó sólo los más grandes e importantes en los versículos 9 y 10, e incluyó a todos los objetos aquí.

COMENTARIO BÍBLICO MATTHEW HENRY

v. 1-4. El Señor despertó el espíritu de Ciro. Los corazones de los reyes están en la mano del Señor. Dios gobierna
al mundo por su influencia en los espíritus de los hombres; cualesquiera sea el bien que hagan, Dios estimula sus
espíritus para hacerlo. Durante el cautiverio de los judíos, Dios los empleó principalmente como medio para llamar
la atención de los paganos hacia Él. Ciro dio por sentado que entre los judíos capaces, habría quienes ofrecieran de
su libre voluntad ofrendas para la casa de Dios. Él también haría que los abastecieran desde su reino. Los que
desean bien para el Templo, deben ser los benefactores del Templo.
v. 5-11. El mismo Dios que despertó el espíritu de Ciro para proclamar la libertad a los judíos, despertó sus espíritus
para aceptar el beneficio. La tentación de algunos fue quedarse en Babilonia, pero otros temían no retornar y fueron
sus espíritus los que levantó Dios, por su Espíritu y gracia. Cualquiera sea el bien que hagamos, se debe a la gracia
de Dios. Nuestro espíritu por naturaleza se inclina hacia esta tierra y a sus cosas; si se mueven hacia lo alto, en
cualquier buen afecto o buena acción, es Dios que los levanta.
Las llamadas y ofrendas del evangelio son como la proclama de Ciro. Los que están atados por el poder del pecado
pueden ser libertados por Jesucristo. A quien desee, arrepentido y por fe, volver a Dios, Jesucristo le abre el camino
y le eleva de la esclavitud del pecado a la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Muchos de los que oyen este sonido
alegre optan por quedarse quietos en Babilonia, enamorados de sus pecados no se aventuran a una vida santa;
pero algunos irrumpen por entre todos los desalientos, cualquiera sea el costo; esos son los espíritus que Dios ha
levantado por encima del mundo y la carne, a quienes Él ha dado una buena disposición. Así se llenará la Canaán
celestial, aunque muchos perezcan en Babilonia; y la ofrenda del evangelio no habrá sido en vano. Traer de vuelta a
los judíos del cautiverio representa la redención de los pecadores hecha por Jesucristo.

Ecbatana. Los griegos la suponen capital de Media, y le atribuyen su fundación a Deyoces, de quien se dice que en
su palacio rodeado con siete muros concéntricos de diferentes colores. Situada a los pies del Monte Elvend, se
convirtió en una residencia de verano. Más tarde, se convirtió en la capital de los reyes partos, fue la principal casa
de moneda para los partos, ahí se produjeron dracmas, tetradracmas, y otras variadas denominaciones en bronce.
También es mencionada en la Biblia por su nombre arameo: Acmeta

Primer regreso y reconstrucción con Zorobabel (Esdras 1-6).


Además de relatar la historia de este período, estos capítulos deben haber animado a los lectores originales de
Esdras en cuanto reanudar la adoración en el templo. Al ir leyendo acerca del proceso de reconstrucción, se dieron
cuenta de los grandes sacrificios personales que habían hecho sus antepasados para restaurar el templo. Eso debe
haberles infundido valor para participar con más ahínco en las actividades del templo y estar más cerca de Dios
siguiendo el ejemplo de algunos de sus antecesores.
HOJA DE TRABAJO
EDICTO DE CIRO
(Esd. 1:1-11)
Verdad central: Dios gobierna al mundo por su influencia en los espíritus de los hombres; cualesquiera sea el bien
que hagan, Dios estimula sus espíritus para hacerlo.
Lee tu Biblia y responde:
1. El decreto de Ciro, Esd. 1:1-4.
Estos versículos son casi idénticos a los dos últimos versículos de 2 Cr., lo que indica que la historia de Esdras inicia
donde termina la historia de Crónicas. Ciro, rey del gran reinado persa, emitió un edicto que permitía a los israelitas
regresar a su tierra para reconstruir su templo (v.2) “Jehová el Dios de los cielos me ha mandado que le edifique
_____ en Jerusalén, que está en Judá”. Esa proclamación la hizo en el primer año de su reinado (538 a.C.) que fue
el primer año que gobernó sobre Babilonia, pero ya había sido rey sobre otros territorios por más de 20 años.
Ciro había visto, probablemente por medio de Daniel, su venerable primer ministro y favorito, aquellas profecías en
las cuales fueron claramente predichos, doscientos años antes que él naciera, su nombre, su carrera victoriosa y los
servicios importantes que prestaría a los judíos (Is. 44:26-28; 46:1-4). La existencia de estas predicciones le hizo
reconocer que todos sus reinos eran dones que le fueron conferidos por “Jehová Dios de los cielos”, y le incitaba a
que cumpliera el deber que le había sido impuesto mucho tiempo antes de su nacimiento. Esto fue la iniciativa y el
origen del gran favor que hacía a los judíos. El título “El Dios de los cielos” aparece nueve veces en Esdras, dos
veces más que en cualquier otro libro de la Biblia. Esa expresión indica que Dios es soberano. Él hizo los cielos y
reina desde su trono en el cielo (Is. 66:1). A pesar de que Ciro era monarca de un imperio muy extenso, Jehová es
mucho mayor, pues reina desde los cielos.
El cumplimiento de las palabras de Jeremías (29:10, 25:11-12) era totalmente obra de Dios. Los 70 años de
cautiverio de los judíos en Babilonia estaban por finalizar. La primera deportación de los judíos había ocurrido en
605 a.C. El decreto de Ciro en 538 se promulgó 67 años después. Para cuando el pueblo hubo regresado y
reconstruido el altar en 536, estaban por cumplirse los 70 años. La frase hebrea que se traduce por “despertó su
espíritu” (v.___) era una expresión común entre los escritores bíblicos del período postexílico. Esto demuestra que
la mano soberana de Dios interviene en los acontecimientos de la historia.
Parte del decreto de Ciro se registra en 2 Cr. 36:23. También se archivó en Ecbatana donde lo encontró Darío aprox
520-518 a.C. (Esd. 6:1-5). Dios había prometido al remanente judío que utilizaría a Ciro como siervo suyo para
restaurar la capital de su pueblo escogido (Is. 44:28, 45:1, 13). Bajo la guía del Espíritu Santo, el profeta Isaías se
refirió a Ciro por nombre casi 150 años antes de que el rey promulgara el decreto. Josefo escribió que a Ciro le
habían mostrado esta profecía de Isaías y quiso cumplirla.
El énfasis de Esdras capítulo 1 respecto a la casa de Dios (el templo), marca la pauta de éste y otros libros
postexílicos. El templo era de vital importancia en la vida del pueblo de Israel. Sin él, no podía existir el sistema de
sacrificios, que era el centro mismo de su relación con Dios.
El decreto de Ciro también era para los vecinos del pueblo que regresaba, a quienes les dio instrucciones de que les
dieran dinero (plata, oro), o sus equivalentes, como bienes materiales, ganados y ofrendas voluntarias (v.___).
Estas eran para la casa de Dios y los demás regalos era para la gente. Eso evoca lo que ocurrió cuando el éxodo de
Egipto, los egipcios les dieron regalos de plata, oro y vestidos (Éx. 3:22, 11:2, 12:35). La nación había estado en
esclavitud en Babilonia por no cumplir sus obligaciones pactadas, las cuales Moisés decretó en el primer éxodo. Una
vez más, el Señor obró milagrosamente en la vida de la nación.
2. El regreso a Jerusalén, Esd. 1:5-11.
Los líderes religiosos (sacerdotes y levitas) así como los jefes de las dos tribus (Judá y Benjamín) que habían sido
llevadas al exilio por los babilonios, tuvieron la iniciativa de regresar a Israel para reconstruir el templo. El número
de judíos que regresaron fue de (2:64-65): ________.
Los vecinos que estaban en sus alrededores obedecieron el decreto real y les ayudaron (v.___). Aun Ciro contribuyó
al regreso dándole los utensilios de la casa de Jehová. Fue Nabucodonosor quien los sacó del templo de Jerusalén
de 605-586 a.C. Los había puesto en la casa de sus dioses en Babilonia, posiblemente en el templo de Esaglia que
construyó en honor del dios Marduk. Todo fue coordinado por (v.8) _________ que era el tesorero.
En los v.9-10, la suma de los utensilios es de _________, pero en el v.11 el total de los artículos de oro y plata es
de ________. ¿A qué se debe la diferencia? La mejor explicación es que Esdras mencionó en primer lugar algunos
de los artículos, quizá los más grandes y valiosos y después anotó el total, incluyendo los grandes y valiosos, pero
también los más pequeños e insignificantes.
APLICACIÓN DEL ESTUDIO.
Cualquiera sea el bien que hagamos, se debe a la gracia de Dios. Nuestro espíritu por naturaleza se inclina hacia
esta tierra y a sus cosas; si se mueven hacia lo alto, en cualquier buen afecto o buena acción, es Dios que los
levanta.
COMENTARIO BÍBLICO JAMIESON-FAUSSET-BROWN

CAPITULO 1
1-6. EDICTO DE CIRO PARA LA EDIFICACION DEL TEMPLO.
1. Y en el primer año de Ciro rey de Persia—El Imperio Persa, que incluía Persia (hoy Irán), Media, Babilonia y
Caldea, con muchas dependencias más pequeñas, fue fundado por Ciro en el año 536 a.C. (Hales). para que se
cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, —(Véase Jer. 25:12; 29:10). Está referencia es una
afirmación entre paréntesis del historiador, y no formaba parte del edicto de Ciro.
2. Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra—Aunque esto está en el estilo oriental de
hipérbole (véase también Dn. 4:1), fue literalmente la verdad que el Imperio Persa era el poder gobernante más
grande del mundo de aquel entonces. me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén—La fraseología de este
edicto independientemente del expreso testimonio de Josefo, nos proporciona la prueba indisputable de que Ciro
había visto, probablemente por medio de Daniel, su venerable primer ministro y favorito, aquellas profecías en las
cuales fueron claramente predichos, doscientos años antes que él naciera, su nombre, su carrera victoriosa y los
servicios importantes que prestaría a los judíos (Is. 44:28; 46:1-4). La existencia de predicciones tan maravillosas le
hizo reconocer que todos sus reinos eran dones que le fueron conferidos por “Jehová Dios de los cielos”, y le
incitaba a que cumpliera el deber que le había sido impuesto mucho tiempo antes de su nacimiento. Esto fue la
iniciativa y el origen del gran favor que hacía a los judíos. La proclamación, aunque salió “en el primer año de
siguiente.
3. ¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo?—El intento del decreto fue el de conceder pleno permiso a todos
los desterrados judíos, en todas las partes de su reino, quienes así deseasen, para regresar a su propio país, como
también el de recomendar a los compatriotas de ellos que quedaban, que ayudasen a los pobres y debilitados en su
camino, y que contribuyesen liberalmente para la reedificación del templo.
5, 6. Entonces se levantaron los cabezas de las familias, etc.—Naturalmente tomaron la delantera en este
movimiento los jefes paternales y eclesiásticos del cautiverio último, los de las tribus de Judá y Benjamín, con
algunos de las otras tribus (1Cr. 9:3), quienes conservaban su afecto por el culto puro a Dios, y el ejemplo de
aquéllos fue seguido por todos los compatriotas cuya piedad y cuyo patriotismo eran bastante poderosos para que
ellos hiciesen frente a los distintos desalientos inherentes a la empresa. Los que regresaban, eran ayudados por
multitudes de sus compatriotas cautivos, que, nacidos en Babilonia, o cómodamente establecidos allí por vínculos de
familia o por la posesión de propiedades, optaron por quedarse. Parece también que sus amigos y vecinos asirios,
sea por una disposición favorable para con la fe hebrea, o por imitación del proceder de la corte, mostraron
entusiasmo, buena voluntad y gran liberalidad en ayudar y alentar los propósitos de los emigrantes.
7-11. CIRO DEVUELVE LOS VASOS SAGRADOS.
7. Ciro sacó los vasos de la casa de Jehová—Aunque se dice en 2 R. 24:13 que estos vasos fueron quebrados en
piezas, eso no se haría con los vasos grandes y magníficos, y, si éstos habían sido partidos, las partes podrían ser
juntadas. Pero es de dudarse que la palabra hebrea traducida como quebrados en piezas, signifique meramente
separados del uso posterior en el templo.
11. Todos los vasos de oro y de plata, cinco mil y cuatrocientos—Los vasos aquí mencionados ascienden al número
de 2.499. Por lo tanto es probable que no se mencionen sino los vasos más grandes, mientras que el inventario de
todo, incluyéndose grandes y pequeños, alcance la suma total indicada en el texto.
8. Sesbasar príncipe de Judá.—es decir, Zorobabel hijo de Sealtiel (cf. cap. 3:8; 5:16). Nació él en Babilonia, y se
llamaba por el nombre de su familia Zorobabel, que quiere decir “extranjero o desterrado en Babilonia”. Sesbasar,
“adorador del sol”, era su nombre dado en la corte, como así otros nombres fueron dados a Daniel y sus amigos.
Entre los desterrados era reconocido como príncipe hereditario de Judá.
11. los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén.—No todos los desterrados judíos abrazaron el
privilegio que el rey persa les concedió. Muchísimos de ellos, nacidos en Babilonia, prefirieron continuar en sus
hogares cómodos a emprender un viaje largo, costoso y peligroso a una tierra desolada. Tampoco fueron de una
vez los que regresaban, pues la primera compañía de ellos fue con Zorobabel, otros más tarde con Esdras, y un
gran número con Nehemías en una fecha todavía más tarde.

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