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2018

Las Garantías

TEORIA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES


UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

Autor: Carlos José Peña Jiménez


Hugueisy Maryan Figueroa Figueroa
Yusbely Del Tovar Bastidas
Pablo Alejandro Vitanare
María José Gómez Ramírez
Asignatura: Teoría general de las obligaciones

Cabudare, Abril 2018


LAS GARANTÍAS
Conceptualización de garantías

Las Garantía, en Derecho civil, es un mecanismo jurídico para proteger o asegurar el


compromiso de que una determinada obligación será cumplida en tiempo y forma.
Esas garantías pueden consistir en obtener la ventaja de que responda de la obligación
no sólo el deudor, sino también otras personas, con lo cual aumenta el número de
patrimonios afectados al cumplimiento de la obligación como es el caso de las
garantías personales; o en obtener la ventaja de adquirir para seguridad de su crédito
un derecho real accesorio sobre un bien o varios bienes determinados (del deudor o
de un tercero), que al darle el derecho de preferencia y de persecución, lo aseguren
contra el riesgo de tener que concurrir con otros acreedores o de que a consecuencia
de actos de enajenación no pueda ejecutar el bien por haber salido del patrimonio del
deudor; como en el caso de las garantías reales.
Las garantías personales pueden constituirse mediante la adición de deudores
principales o mediante la adición de deudores subsidiarios. Los principales casos de
las garantías personales son lasolidaridad pasiva y la indivisibilidad.
Las garantías reales en nuestro Derecho son la prenda y la hipoteca. El principal caso
de las garantías reales, es la fianza.
Una garantía es un mediante el cual se pretende dotar de una mayor seguridad
cumplimiento de una obligación o pago de una deuda.

Garantía para el consumidor

Permiten tener la certeza de que, en caso de vicios o defectos que afecten el correcto
funcionamiento del producto, los responsables se harán cargo de su reparación para
que el producto vuelva a reunir las condiciones óptimas de uso

.Existe también la garantía contractual, adicional a la anterior, que es la que


voluntariamente ofrece el productor o vendedor, y que generalmente suele ser de seis
meses, un año, o más. Es muy importante. al ser voluntaria, conocer sus condiciones,
alcance y extensión. Esto surge de la propia oferta y del certificado de garantía que
obligatoriamente se le debe suministrar al comprador.

Garantía sobre servicios


También está previsto en la Ley de Defensa del Consumidor que todos los servicios
de reparaciones en general, mantenimiento, acondicionamiento, limpieza o similares
gozan de garantía legal, cuando dentro de los treinta días siguientes a la conclusión
del servicio se evidencien deficiencias o defectos en el trabajo realizado.
La garantía sobre la prestación de un servicio debe documentarse por escrito y
contener la descripción del trabajo, un responsable y el tiempo de vigencia de la
misma.

Tipos de Garantía
· Garantía personal: como, por ejemplo, un aval. Mediante la garantía personal una
persona garantiza el pago de una deuda comprometiéndose a pagar ella en el caso de
que el deudor principal no cumpliese con su obligación.
· Garantía real: como la prenda o la. El deudor garantiza con un bien el pago de
una deuda. En el caso de incumplir, el podrá vender el bien y saldar la deuda con el
dinero obtenido, devolviendo al deudor el excedente (si lo hubiese).
· Garantía Constitucional: derecho reconocido a todos los ciudadanos por la
Constitución política de un Estado Derechos, Deberes Y Garantías En Venezuela

Garantías reales
Comenzaremos definiendo el termino Garantía, como la seguridad que se ofrece
para el cumplimiento de una obligación, ya sea mediante una tercera persona
(garantía personal: fianza) o ya sea mediante una cosa o bien determinado (garantía
real), que puede ser sobre un bien mueble o sobre un bien inmueble.
En base a esto entendemos como garantías reales aquellas con las cuales se
asegura el pago de la obligación principal con uno o varios bienes, que pueden ser del
deudor o de un tercero.
En la garantía real el acreedor tiene un derecho de preferencia sobre el bien o bienes
afectados, para el cumplimiento de la obligación principal. En la garantía real no hay
patrimonio afectado, lo que hay son bienes específicos afectados, sobre los cuales el
acreedor tiene ventajas con respecto a otros acreedores del deudor.
Las garantías reales aumentan el poder de agresión del acreedor insatisfecho:
por una parte, el acreedor garantizado, gracias a su derecho de preferencia, escapa a la
ley de concurso con todos los acreedores, y por otra parte, en virtud de su derecho de
persecución, puede ejecutar el bien aunque no se encuentre en el patrimonio del
deudor. En ellas se afecta el cumplimiento de la obligación de un bien determinado,
sea mueble o inmueble, en virtud de lo cual se otorga al acreedor el derecho de
perseguir ese bien, en manos de los terceros que se encuentra.

Efectos de las garantías reales

El efecto fundamental de las garantías reales es el de transformar a los


acreedores garantizados en acreedores preferenciales. En tal sentido, satisfacen su
crédito antes que los acreedores desprovistos de garantía. Esto es posible mediante la
derogación e inaplicación del principio según el cual todos los acreedores gozan de
derechos iguales sobre los bienes de su deudor común, es decir, que mediante los
derechos reales de garantías se deroga el principio general de igualdad en el pago,
consagrado por la ley. Pero es bueno aclarar que el bien o bienes afectados a un
crédito siguen siendo la prenda común de todos los acreedores, porque en caso de
incumplimiento del crédito garantizado este bien o bienes serán rematados para el
pago de todos los acreedores, solo que los acreedores que tienen garantía real
cobraran primero que el resto de los acreedores que no tienen garantías, es decir, que
estos acreedores cobraran su crédito de la parte restante que quede después de haberse
satisfecho el pago de los acreedores preferenciales.
Garantías Personales (la fianza) La Fianza: del Código Civil Artículo 1804.-
Quien se constituye fiador de una obligación queda obligado para con el acreedor a
cumplirla, si el deudor no la cumple.
Garantías reales (la prenda y la hipoteca)
Prenda: del Código Civil Artículo 1.837.- La prenda es un contrato por el cual el
deudor da a su acreedor una cosa mueble en seguridad del crédito, la que deberá
restituirse al quedar extinguida la obligación.
La hipoteca: del Código Civil Artículo 1877.- es un derecho real constituido sobre los
bienes del deudor o de un tercero, en beneficio de un acreedor, para asegurar sobre
estos bienes el cumplimiento de una obligación. La hipoteca es indivisible y subsiste
toda ella sobre todos los bienes hipotecados, sobre cada uno de ellos y sobre cada parte
de cualquiera de los mismos bienes. Está adherida a los bienes y va con ellos,
cualesquiera que sean las manos a que pasen.

ANÁLISIS DE SENTENCIA

A continuación se realizará el análisis de una sentencia que nos ayudará a entender de


forma más profunda cómo funciona la garantía real de la hipoteca donde el Demandante
es el Banco Provincial S.A., BANCO UNIVERSAL, SOCIEDAD MERCANTIL. Y el
demandando, en condición de deudor y garante hipotecario, C.N.O.M.G., titular de la
cédula de identidad N° 6.452.402. El motivo por el cual se lleva a cabo la demanda es
la EJECUCIÓN DE HIPOTECA MOBILIARIA.

La presente acción persigue la ejecución de la hipoteca legal que pesa sobre el


C.N.O.M.G., titular de la cédula de identidad N° 6.452.402, en su condición de
deudor y garante hipotecario en virtud de la apelación interpuesta en fecha 01 de
junio de 2006, por el abogado C.E.C., con el carácter de apoderado judicial del
BANCO PROVINCIAL S.A., contra la decisión dictada por ese Juzgado el 30 de
mayo de 2005, que declaró con lugar la solicitud de suspensión del procedimiento y
ordenó a las partes hacer de mutuo acuerdo y con base a la tasa de interés que haya
aprobado el Banco Central de Venezuela, el recalculo del financiamiento otorgado
mediante documento de crédito con garantía de Hipoteca cuya ejecución se demanda
en la presente causa.-
Ahora bien, de la síntesis de la controversia y siguiendo la corriente doctrinaria
dominante, se ubica la hipoteca dentro de los derechos reales de garantía, por cuanto
“no se trata de un derecho que otorgue a su titular el uso, goce o disposición sobre
ningún bien. De esta carencia de facultades a favor del titular para el
aprovechamiento del bien y dada su finalidad específica, se lo ha llamado derecho de
garantía en contraposición a los de goce.
En tal sentido, el artículo 1.877 del Código Civil establece: que la hipoteca es
un derecho real constituido sobre los bienes del deudor o de un tercero, en beneficio
de un acreedor, para asegurar sobre estos bienes el cumplimiento de una obligación.
La hipoteca es indivisible y subsiste toda ella sobre todos los bienes hipotecados,
sobre cada uno de ellos y sobre cada parte de cualquiera de los mismos bienes. Está
adherida a los bienes y va con ellos, cualesquiera que sean las manos a que pasen.
El tribunal para resolver observa, en autos ha quedado plenamente probado
tratándose de un préstamo con garantía hipotecaria mobiliaria, con características
plenas de ser un crédito lineal con cuotas fijas y que fue otorgado para ser destinado
como capital trabajo y nunca para la adquisición del vehículo sobre el que se
constituyó la garantía, amén de que quedó demostrado que el demandado había
adquirido con anterioridad el vehículo al préstamo y que declaró ser su propietario, la
demanda debe declararse con lugar por los motivos que se expusieron, con previa
declaratoria de con lugar del recurso ejercido por la representación de la
demandante.-
Alegan que por documento debidamente protocolizado por ante la Oficina
Subalterna del Primer Circuito de Registro Público del Municipio San Cristóbal del
Estado Táchira, en fecha 23-04-1998 el Banco le concedió al deudor un préstamo a
interés, por la cantidad de Bs. 46.000.000,oo, que recibió en dinero en efectivo, a la
firma del contrato de préstamo, cantidad que le sería abonada a la cuenta corriente N°
010-0-040167-7, en fecha 24-04-1998; convino que el préstamo sería destinado a
capital de trabajo y que el mismo quedaría sometido al régimen de interés variable o
ajustable periódicamente; hacen mención al resto de lo acordado en dicho documento.
Asimismo, que el demando se obligó a devolver al banco la cantidad recibida
en préstamo, en el plazo de 3 años, contados a partir de la fecha valor, en 36 cuotas
mensuales y consecutivas, siendo las 35 primeras cuotas de Bs. 1.278.000,oo cada
una y la última de Bs. 1.270.000,oo; el primer pago tuvo como vencimiento al primer
mes contado a partir de la fecha valor y las 35 cuotas restantes en igual fecha de los
meses siguientes, sin perjuicio de que el deudor pudiera pagar anticipadamente; que
el deudor autorizó al Banco para debitar en cualquiera de las cuentas que tuviera en el
banco, las cantidades que le adeudare del documento de préstamo así como las
adeudadas derivadas de obligaciones exigibles que tuviera con el Banco.
Además, se obligó a mantener asegurado contra todo riesgo el vehículo
afectado con la garantía hipotecaria, hasta que quedaran canceladas todas las
obligaciones derivadas del préstamo; declaró bajo fe de juramento que sobre el
vehículo dado en garantía hipotecario no existe gravamen distinto al constituido, que
el precio de adquisición estaba totalmente satisfecho y que se comprometió el mismo
a sufragar los gastos necesarios para su mantenimiento y conservación; convino en
que el banco tendrá derecho a dar por vencido el plazo concedido para que el deudor
pague el préstamo y a solicitar el pago del saldo que para entonces estuviese
pendiente y ejecutar las garantías constituidas.
Para garantizar al banco el pago del capital que le fue prestado, el pago de
intereses convencionales y/o moratorios, los gastos de cobranzas judicial incluidos
honorarios de abogados, fijados en la cantidad de Bs. 13.800.000,oo, el pago de los
impuestos nacionales o municipales y en general, el pago de cualquier otro gasto
derivado del documento contentivo de préstamo y de la garantía, el ciudadano
N.O.M.G. constituyó a favor del Banco hasta por la cantidad de Bs. 81.420.000,oo
hipoteca inmobiliaria sobre un vehículo de su propiedad cuyas características indican.
Todo ello conforme se constata a su vez que la Sociedad Mercantil EXPRESOS
ALIANZA C.A., representada por los ciudadanos A.C.P.R. y J.L.P.M., P. y Tesorero,
se constituyó fiadora solidaria y principal pagadora de todas y cada una de las
obligaciones asumidas por N.O.M.G., para con el Banco, declarando que la garantía
abarca tanto el pago del capital prestado, el pago de intereses convencionales y/o
moratorios, así como el pago de cualquier otro gasto derivado del documento, y que
la fianza se mantendría en vigencia hasta tanto el referido ciudadano haya dado cabal
cumplimiento a todas las obligaciones derivadas del contrato y el banco haya
comunicado a las fiadoras la liberación definitiva de su responsabilidad.
De todo lo analizado en la valoración probatoria, se pudo extraer convicción
suficiente acerca de que quedo establecido que el Banco no quedaría obligado a
comunicarle a las fiadoras la mora del deudor, ni las prórrogas que le concedan y
expresamente renunciaron a los beneficios concedidos en los artículos 1.815 y 1.836
del Código Civil y a los beneficios de excusión y de división; que en los mismos
términos y condiciones el ciudadano J.R.A.P., se constituyó F.S. y Principal Pagador
de todas y cada una de las obligaciones contraídas por el demandado según el
contenido del mismo documento anteriormente mencionado; que los fiadores
autorizaron al Banco para cargarles, en cualquier cuenta que mantuvieran con el
mismo, las cantidades de dinero que adeudase al Banco con motivo del contrato de
préstamo.
De la hipoteca que se constituyó por concepto de capital del préstamo a interés
de marras garantizado con la señalada hipoteca según la variabilidad de las tasa de
interés y de acuerdo a lo pactado garantizados con la hipoteca mobiliaria, y en los
informes rendidos ante esta Superioridad, primeramente los apoderados de la parte
demandante refieren que en la causa que aquí se ventila, se está frente a un
procedimiento especialísimo de Ejecución de Hipoteca Mobiliaria preceptuado en la
Ley de Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin Desplazamiento de la Posesión, en donde,
dicen, no se admite interpretaciones por ser su normativa específica, así como
tampoco admite incidencias para suspender su ejecución. Expresan igualmente, que el
crédito cuyo pago se demanda, es un préstamo de dinero a interés sin modalidad
específica alguna, salvo que fue garantizado con Hipoteca Mobiliaria sobre un
vehículo autobús identificado de manera plena en los documentos fundamentales así
como en la demanda y sin que se trate de un crédito para adquisición de vehículo bajo
la modalidad de venta con reserva de dominio ni crédito indexado con “cuota balón”.
Que el crédito que aquí se cobra no resulta amparado por el dispositivo de la
sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del 24 de Enero
de 2002, donde sí se trató y se decidió sobre ese tipo de préstamos hipotecarios para
adquirir vivienda en el marco de los “créditos mejicanos” o créditos indexados con
“cuota balón”, al igual que para la adquisición de vehículos con reserva de dominio,
indexados o con “cuota balón”.
Ya en la segunda parte de lo expuesto en los informes ante esta Alzada, los
apoderados demandantes refieren las razones por las que – dicen – insisten en develar
las falsas afirmaciones del demandado en la “contestación de la demanda”, ya que el
préstamo a interés no fue concedido “para el pago del vehículo a ser utilizado como
instrumento de trabajo” pues de acuerdo a lo que declaró bajo fe de juramento el
demandado, “… el vehículo dado en garantía hipotecaria mobiliaria, estaba pagado
totalmente.”
Continuando con lo anterior, señalan que no es cierto que las cuotas mensuales
fijadas pudieran sufrir “un ajuste hacia arriba o hacia abajo” según las variaciones de
las tasas de interés, pues – dicen – que las cuotas se mantenían fijas pues con el
monto de las cuotas no se pagaban intereses y que estos se liquidaban y pagaba sobre
saldos de capital pendientes. Así mismo exponen que en el crédito objeto de este
litigio, préstamo a interés, no es cierto que produjera indexación y cuota balón.
Al efecto, al referirse a lo de la tasa variable pactada en el préstamo que se
otorgó, los demandantes señalan que no hay prohibición alguna para ello, que es
producto de la autonomía de la voluntad de las partes al contratar y que, por otra
parte, no existe obligación alguna para la banca de fijar una tasa fija en todos sus
contratos. En cuanto a la fijación de un monto por concepto de honorarios a ser
garantizados con la hipoteca constituida lo cual convertiría la contrato en un contrato
de adhesión, los representantes de la parte demandante señalan que es necesaria, “…
para la correcta constitución del gravamen hipotecario, LA DETERMINACIÓN no
solo del bien objeto de la garantía sino, además, la determinación de lo garantizado
con esa hipoteca”, con lo que se cumple con la normativa especial de la materia.
En cuanto a la motivación para decidir, el Tribunal estimó obligatorio decidir
en forma preliminar acerca de la tercera denuncia de los apelantes relativa a que
habría motivación contradictoria en el fallo recurrido, que de resultar procedente
acarrearía la declaratoria de nulidad de la apelada.
En el caso específico los apelantes indican a este Tribunal, el particular del fallo
recurrido que en su criterio se encuentra inficionado del referido vicio, localizado en
el folio 144 del expediente, en los cuales el Juzgador de instancia textualmente
señaló:
A la luz de la verdad y luego del examen minucioso del documento de crédito
hipotecario, el cual no ha sido reestructurado, y apartándose del criterio antes
sustentado, se arriba a la conclusión, de que si bien es cierto, que se trata de un
crédito lineal, también es igualmente cierto, de que el mismo es un contrato de
adhesión, estandarizado correspondiente a operaciones de los años 1996, 1997, 1998
y 1999, los cuales fueron declarados nulos por la sentencia dictada por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 24 de enero de 2002 y sus
posteriores aclaratorias, en concordancia con la resolución No 187 de fecha 21 de
agosto del 2003 dictada por el Ministerio de Producción y Comercio, porque además
de prohibir los créditos indexados, y el financiamiento para la adquisición de
vehículos bajo la modalidad de la denominada cuota balón, también dijo que estaban
prohibidos los préstamos similares, en los cuales en opinión de quien juzga entra el
préstamo a interés con hipoteca mobiliaria, ya que a través de estos contratos tanto los
Bancos, como los particulares habían incurrido en usura.
La lectura del contenido del párrafo de la recurrida transcrito precedentemente,
deja en evidencia la contradicción de los motivos alegada por los recurrentes en el
caso de autos, pues, por una parte se señala que constituye un crédito lineal, esto es,
un préstamo a interés garantizado con hipoteca (en este caso mobiliaria), y más
adelante concluye asimilándolos a los créditos de cuota balón, caracterizados por una
cuota mensual que paga el deudor, formada por amortización de capital, tasa de
interés variable y comisión de cobranza.
Así las cosas, evidenciada y confirmada la motivación contradictoria alegada
por la parte recurrente en el caso de autos, como lo concluyó la Sala, no puede el
Tribunal más que declarar la procedencia de la presente denuncia, por infracción del
ordinal 4º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil y en ese sentido, en
atención a lo preceptuado en el artículo 244 eiusdem, se declara la nulidad de la
sentencia apelada. Así se decide.
En el caso que se resuelve, dentro de los recaudos acompañados junto al libelo
de la demanda está el instrumento fundamental de la demanda, esto es, el contrato de
préstamo, folios 11 al 22, ambos inclusive, donde el demandado declara en forma
expresa que la parte demandante le otorgó un préstamo que aceptó y que asciende a la
suma de Bs. 46.000.000,00 y que el mismo tiene como objetivo ser destinado para
“capital de trabajo”, (folio 11, renglón 17). Observa este sentenciador que en el
documento no se pactó que pudiera ser para la adquisición del vehículo.
En el documento figura también la garantía que constituyó el aquí demandado a
favor del banco para así respaldar el préstamo y como tal fue constituida hipoteca
mobiliaria sobre el vehículo y del que alude le pertenece por haberlo adquirido de la
sociedad mercantil “MONO BLOCK, S.A., ENSAMBLADORA DE VEHÍCULOS
COMERCIALES”, conforme a la “Factura Nº 0483, de fecha 27 de Octubre de 1.997
y Certificado de Origen Nº L0896255 06 19287, emitido por la Asociación
Latinoamericana de Integración” (Folio 14, renglones 60, 61, 62 y 63), de lo que se
desprende que tiene como fecha de adquisición el día “27 de Octubre de 1.997”, esto
es, anterior a la fecha del contrato de préstamo con la garantía hipotecaria de carácter
mobiliario que se constituyó.
En consideración al análisis expuesto, con los fundamentos fácticos y de
derecho, no existe la menor duda para quien juzga DECLARA CON LUGAR la
demanda interpuesta por ejecución de hipoteca mobiliaria, por los abogados J.C.G. y
C.E.C.C., con el carácter de apoderados judiciales del BANCO PROVINCIAL S.A.,
BANCO UNIVERSAL Sociedad Mercantil, anteriormente identificados, contra el
ciudadano N.O.M.G., también identificado, en su condición de deudor y garante
hipotecario. En consecuencia, en la parte dispositiva, se ordena continuar el
procedimiento conforme a las normas establecidas en la Ley de Hipoteca Mobiliaria.
Así se establece.

DECISIÓN Nº 130 DEL JUZGADO SUPERIOR TERCERO EN LO CIVIL,


MERCANTIL, DEL TRANSITO, BANCARIO Y DE PROTECCIÓN DEL
NIÑO Y DEL ADOLESCENTE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL
ESTADO TÁCHIRA. S.C.,
Nueve (09) de Octubre de Dos Mil Seis (2006). 196° y 147°

DEMANDANTE: BANCO PROVINCIAL S.A., BANCO UNIVERSAL,


SOCIEDAD MERCANTIL, inscrita ante el Registro de Comercio por el entonces
Juzgado de Primera Instancia en lo Mercantil del Distrito Federal (hoy Distrito
Capital) y Estado Miranda, el 03-12-1952, bajo el N° 56, Tomo 337-A Pro., y
estatutos vigentes registrados el día 17-07-2002, bajo el N° 113-A Pro.

APODERADOS DEL DEMANDANTE: Abogados J.C.G. y C.E.C.C., inscritos en el


Inpreabogado bajo los Nos. 15897 y 48291, en su orden.

DEMANDADO: C.N.O.M.G., titular de la cédula de identidad N° 6.452.402, en su


condición de deudor y garante hipotecario.

APODERADOS DEL DEMANDADO: Abogados ORLANDO LAGOS, K.M.S.,


Z.G.C., F.A.B. GUERRA inscritos en el Inpreabogado bajo los Nos. 27.617, 104.653,
48.546 y 104.544, en su orden

MOTIVO: EJECUCIÓN DE HIPOTECA MOBILIARIA – Incidencia -Apelación de


la decisión de fecha 30-05-2005.

En fecha 28 de junio de 2006 se recibió en esta Alzada, previa distribución,


expediente inventariado con el N° 30126 procedente del Juzgado Primero de Primera
Instancia en lo Civil, M. y del Tránsito de esta Circunscripción Judicial, con motivo
de la apelación interpuesta en fecha 01 de junio de 2006, por el abogado C.E.C., con
el carácter de apoderado judicial del BANCO PROVINCIAL S.A., contra la decisión
dictada por ese Juzgado el 30 de mayo de 2005, que declaró con lugar la solicitud de
suspensión del procedimiento y ordenó a las partes hacer de mutuo acuerdo y con
base a la tasa de interés que haya aprobado el Banco Central de Venezuela, el
recálculo del financiamiento otorgado mediante documento de crédito con garantía de
H.M. cuya ejecución se demanda en la presente causa.

En fecha 14 de julio de 2006 oportunidad para la presentación de informes ante esta


Instancia, los apoderados judiciales la parte demandante y el de la parte demandada,
presentaron escritos contentivos de sus alegatos.

En la oportunidad de presentar observaciones a los informes de la contraria, ambas


partes hicieron uso de ese derecho.

Cumplidas las etapas del proceso, estando en término para decidir, se observa de las
actas del expediente, necesarias para el presente asunto, que:

Se inicia el presente juicio de ejecución de hipoteca mobiliaria por demanda


presentada para distribución en fecha 16 de julio de 2003, por los abogados J.C.G. y
C.E.C.C., con el carácter de apoderados judiciales del BANCO PROVINCIAL S.A.,
BANCO UNIVERSAL Sociedad Mercantil, contra el ciudadano N.O.M.G., en su
condición de deudor y garante hipotecario, a fin de que pague las cantidades de
dinero que describe por los conceptos de capital del préstamo a interés garantizado
con la hipoteca mobiliaria, intereses de mora causados y devengados durante el
período que menciona, gastos de cobranza incluyendo honorarios de abogados.
Solicitaron la indexación monetaria; demandaron los intereses que se sigan causando
desde la fecha en que se liquidaron en la presente demanda hasta la fecha del
definitivo pago de lo debido y demandado, pidiendo que la liquidación de dichos
intereses se haga por experticia complementaria del fallo; solicitó se decretara medida
de secuestro del bien dado en garantía sobre el bien hipotecado. Entre los hechos que
narra, señala las razones por la que su representada es titular de todos los derechos
que corresponden o pudieran corresponderle a la Institución Bancaria Banco de
Occidente C.A.. Alegan que por documento registrado por ante la Oficina Subalterna
del Primer Circuito de Registro Público del Municipio San Cristóbal del Estado
Táchira, en fecha 23-04-1998 el Banco le concedió al deudor un préstamo a interés,
por la cantidad de Bs. 46.000.000,oo, que recibió en dinero en efectivo, a la firma del
contrato de préstamo, cantidad que le sería abonada a la cuenta corriente N° 010-0-
040167-7, en fecha 24-04-1998; convino que el préstamo sería destinado a capital de
trabajo y que el mismo quedaría sometido al régimen de interés variable o ajustable
periódicamente; hacen mención al resto de lo acordado en dicho documento. Además
que el demando se obligó a devolver al banco la cantidad recibida en préstamo, en el
plazo de 3 años, contados a partir de la fecha valor, en 36 cuotas mensuales y
consecutivas, siendo las 35 primeras cuotas de Bs. 1.278.000,oo cada una y la última
de Bs. 1.270.000,oo; el primer pago tuvo como vencimiento al primer mes contado a
partir de la fecha valor y las 35 cuotas restantes en igual fecha de los meses
siguientes, sin perjuicio de que el deudor pudiera pagar anticipadamente; que el
deudor autorizó al Banco para debitar en cualquiera de las cuentas que tuviera en el
banco, las cantidades que le adeudare del documento de préstamo así como las
adeudadas derivadas de obligaciones exigibles que tuviera con el Banco; se obligó a
mantener asegurado contra todo riesgo el vehículo afectado con la garantía
hipotecaria, hasta que quedaran canceladas todas las obligaciones derivadas del
préstamo; declaró bajo fe de juramento que sobre el vehículo dado en garantía
hipotecario no existe gravamen distinto al constituido, que el precio de adquisición
estaba totalmente satisfecho y que se comprometió el mismo a sufragar los gastos
necesarios para su mantenimiento y conservación; convino en que el banco tendrá
derecho a dar por vencido el plazo concedido para que el deudor pague el préstamo y
a solicitar el pago del saldo que para entonces estuviese pendiente y ejecutar las
garantías constituidas. Para garantizar al banco el pago del capital que le fue prestado,
el pago de intereses convencionales y/o moratorios, los gastos de cobranzas judicial
incluidos honorarios de abogados, fijados en la cantidad de Bs. 13.800.000,oo, el
pago de los impuestos nacionales o municipales y en general, el pago de cualquier
otro gasto derivado del documento contentivo de préstamo y de la garantía, el
ciudadano N.O.M.G. constituyó a favor del Banco hasta por la cantidad de Bs.
81.420.000,oo hipoteca inmobiliaria sobre un vehículo de su propiedad cuyas
características indican. Agregan que la Sociedad Mercantil EXPRESOS ALIANZA
C.A., representada por los ciudadanos A.C.P.R. y J.L.P.M., P. y Tesorero, se
constituyó fiadora solidaria y principal pagadora de todas y cada una de las
obligaciones asumidas por N.O.M.G., para con el Banco, declarando que la garantía
abarca tanto el pago del capital prestado, el pago de intereses convencionales y/o
moratorios, así como el pago de cualquier otro gasto derivado del documento, y que
la fianza se mantendría en vigencia hasta tanto el referido ciudadano haya dado cabal
cumplimiento a todas las obligaciones derivadas del contrato y el banco haya
comunicado a las fiadoras la liberación definitiva de su responsabilidad. Se dejó
establecido que el Banco no quedaría obligado a comunicarle a las fiadoras la mora
del deudor, ni las prórrogas que le concedan y expresamente renunciaron a los
beneficios concedidos en los artículos 1.815 y 1.836 del Código Civil y a los
beneficios de excusión y de división; que en los mismos términos y condiciones el
ciudadano J.R.A.P., se constituyó F.S. y Principal Pagador de todas y cada una de las
obligaciones contraídas por el demandado según el contenido del mismo documento
anteriormente mencionado; que los fiadores autorizaron al Banco para cargarles, en
cualquier cuenta que mantuvieran con el mismo, las cantidades de dinero que
adeudase al Banco con motivo del contrato de préstamo. Manifiestan que el
demandado solo ha cancelado 14 cuotas de las 36 pactadas, es decir, las cuotas
vencidas entre la fecha valor y el 24 de julio de 1999; pagó las 13 primeras cuotas y
para la cuota vencida el 24 de julio de 1999 el demandado hizo un depósito en su
cuenta corriente N° 0108 0366 77 0100000114 el 14-10-2002, reanudando así los
pagos que dejó de efectuar. Dejó de pagar en su oportunidad las cuotas que vencieron
el 24-08-1999 y las vencidas en igual fecha de los meses siguientes, hasta la última
que venció y debía pagar el 24-05-2001, o sea que el deudor está en mora desde la
fecha 24-08-1999. Se le ha exigido al demandado en reiteradas oportunidades el pago
del capital adeudado y de los intereses causados, resultando a su decir, infructuosas
las diligencias realizadas por el Banco para el pago antes referido, adeudándole el
demandado al Banco las siguientes cantidades: Bs. 28.108.000,oo, por concepto de
capital del préstamo a interés de marras garantizado con la señalada hipoteca y la
cantidad de Bs. 52.292.591,67 por concepto de intereses de mora, causados y
devengados durante el período comprendido entre el 16-08-99 hasta el 12-05-2003,
calculados según la variabilidad de las tasa de interés y de acuerdo a lo pactado y la
cantidad de Bs. 13.800.000,oo garantizados con la hipoteca mobiliaria, por concepto
de gastos de cobranza judicial que incluye los honorarios de abogados. Fundamentó
la demanda en los artículos 1.264 y 1.167 del Código Civil; artículos 69 y siguientes
de la Ley de Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin Desplazamiento de Posesión; artículo
529 del Código de Comercio en concordancia con el 1.277 del Código Civil. Refieren
como se fija la tasa de interés y su basamento legal. Anexo presentaron recaudos.

Como podrá observarse en el fallo o que declaró con lugar la solicitud de suspensión
del procedimiento y ordenó a las partes hacer de mutuo acuerdo y con base a la tasa
de interés que haya aprobado el Banco Central de Venezuela, el recálculo del
financiamiento otorgado mediante documento de crédito con garantía de H.M. cuya
ejecución se demanda en la presente causa, recurrido se configuró el vicio de omisión
de pronunciamiento o incongruencia negativa, debido a que no emitió ningún tipo de
criterio sobre los planteamientos o alegatos formulados por los apoderados judiciales
del BANCO PROVINCIAL S.A., BANCO UNIVERSAL Sociedad Mercantil, contra
el ciudadano N.O.M.G., en su condición de deudor y garante hipotecario, en la
oportunidad de los informes, concretamente, sobre el alegato de la infracción que
para efectos de los artículos 1.815 y 1.836 del Código Civil, en el sentido, aun cuando
la hipoteca pueda garantizar una o más obligaciones, éstas deben estar debidamente
determinadas en el documento registrado y en aplicación del principio iura novit
curia, además solicitó se decretara medida de secuestro del bien dado en garantía
sobre el bien hipotecado. Agregan que la Sociedad Mercantil EXPRESOS ALIANZA
C.A., representada por los ciudadanos A.C.P.R. y J.L.P.M., P. y Tesorero, se
constituyó fiadora solidaria y principal pagadora de todas y cada una de las
obligaciones asumidas por N.O.M.G., para con el Banco, el Banco y sus abogados de
la recurrida ha debido concluir que, en el caso de hipoteca, no existía garantía
hipotecaria, en virtud, que las letras de cambio acompañadas con el documento de
crédito hipotecario, por ser de valor entendido, no están causadas con dicho
instrumento público y por tal razón, no existe obligación principal que quede
garantizada con la referida hipoteca, por lo que no existe garantía hipotecaria que
ejecutar.

Tal alegato, no fue valorado por la recurrida configurándose una


incongruencia negativa y resuelve dentro de los recaudos acompañados
junto de la demanda está el instrumento fundamental de la demanda, esto
es, el contrato de préstamo en los cuales se incluyen y donde el
demandado declara en forma expresa que la parte demandante le otorgó
un préstamo que aceptó y que asciende a la suma de Bs. 46.000.000,00 y
que el mismo tiene como objetivo ser destinado para capital de trabajo,
por tal modus observa este sentenciador que en el documento no se pactó
que pudiera ser para la adquisición del vehículo. infringiendo el ordinal
5° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil en concordancia
con el artículo 12 y 15 eiusdem , por omisión de pronunciamiento...” Para
decidir, se observa:
En primer lugar, luce inadecuada la denuncia, que el crédito indexado que
aquí se cobra no resulta amparado por el dispositivo de la sentencia, donde sí se trató
y se decidió sobre ese tipo de préstamos hipotecarios para adquirir vivienda según los
mencionados créditos indexados igualmente que para la adquisición de vehículos con
reserva de dominio, indexados o con “cuota balón”, no haciendo caso omiso de los
artículos 15 y 244 del Código de Procedimiento Civil, por incongruencia negativa.
Por otra parte, el artículo 1.877 del Código Civil establece: que la hipoteca es un
derecho real constituido sobre los bienes del deudor o de un tercero, en beneficio de
un acreedor, para asegurar sobre estos bienes el cumplimiento de una obligación. La
hipoteca es indivisible y subsiste toda ella sobre todos los bienes hipotecados, sobre
cada uno de ellos y sobre cada parte de cualquiera de los mismos bienes. Está
adherida a los bienes y va con ellos, cualesquiera que sean las manos a que pasen, son
los siguientes:

"...Cuando en los escritos de informes sólo se sinteticen los hechos


acaecidos en el proceso y se apoye la posición de la parte informante en
razonamientos, doctrina y jurisprudencia aplicables a su juicio al caso,
tales alegatos no son vinculantes para el Juez, en el sentido de que no está
obligado a pronunciarse particularmente sobre todos ellos. Su
contestación verás referente al BANCO PROVINCIAL S.A., contra la
decisión dictada por ese Juzgado el 30 de mayo de 2005, que declaró con
lugar la solicitud de suspensión del procedimiento y ordenó a las partes
hacer de mutuo acuerdo y con base a la tasa de interés que haya aprobado
el Banco Central de Venezuela, el recálculo del financiamiento otorgado
mediante documento de crédito con garantía de H.M alegando que por
documento debidamente protocolizado por ante la Oficina Subalterna del
Primer Circuito de Registro Público del Municipio San Cristóbal del
Estado Táchira, en fecha 23-04-1998 el Banco le concedió al deudor un
préstamo a interés, por la cantidad de Bs. 46.000.000,oo, que recibió en
dinero en efectivo, a la firma del contrato de préstamo, cantidad que le
sería abonada a la cuenta corriente N° 010-0-040167-7, en fecha 24-04-
1998; convino que el préstamo sería destinado a capital de trabajo y que
el mismo quedaría sometido al régimen de interés variable o ajustable
periódicamente; hacen mención al resto de lo acordado en dicho
documento.
El alegato planteado por el formalizante como silenciado por la recurrida,
en torno a la hipoteca y la validez de las mismas en el procedimiento, no
atiende a una situación procesal que pueda surgir después de la
oportunidad en que se configura la contradicción al derecho del actor,
vale decir, oposición o contestación de la demanda. Una vez cumplidas
estas etapas, puede surgir una situación posterior, como sería la cosa
juzgada sobrevenida, la confesión ficta o la perención de la instancia, y
por éllo es de obligatorio análisis para el Juez.

Asimismo, que el demando se obligó a devolver al banco la cantidad recibida en


préstamo, en el plazo de 3 años, contados a partir de la fecha valor, en 36 cuotas
mensuales y consecutivas, siendo las 35 primeras cuotas de Bs. 1.278.000,oo cada
una y la última de Bs. 1.270.000,oo; el primer pago tuvo como vencimiento al primer
mes contado a partir de la fecha valor y las 35 cuotas restantes en igual fecha de los
meses siguientes, sin perjuicio de que el deudor pudiera pagar anticipadamente; que
el deudor autorizó al Banco para debitar en cualquiera de las cuentas que tuviera en el
banco, las cantidades que le adeudare del documento de préstamo así como las
adeudadas derivadas de obligaciones exigibles que tuviera con el Banco.

En realidad, el alegato es una típica defensa de fondo la cual tiene un momento de


alegación con carácter preclusivo, distinto a la oportunidad de los informes. Esto
quiere decir, que de no alegarse tal defensa dentro de la oportunidad pertinente, el
Juez de instancia no está obligado a pronunciarse en torno a élla. No obstante, se
observa que la recurrida sí tomó en cuenta ciertos alegatos defensivos del demandado,
en torno a la hipoteca acompañada de dichas cuotas balón indexadas y a la solicitud
de ejecución de hipoteca, y los fue desestimando.

Además, se obligó a mantener asegurado contra todo riesgo el vehículo


afectado con la garantía hipotecaria, hasta que quedaran canceladas todas
las obligaciones derivadas del préstamo; declaró bajo fe de juramento que
sobre el vehículo dado en garantía hipotecario no existe gravamen distinto
al constituido, que el precio de adquisición estaba totalmente satisfecho y
que se comprometió el mismo a sufragar los gastos necesarios para su
mantenimiento y conservación; convino en que el banco tendrá derecho a
dar por vencido el plazo concedido para que el deudor pague el préstamo
y a solicitar el pago del saldo que para entonces estuviese pendiente y
ejecutar las garantías constituidas.
Para garantizar al banco el pago del capital que le fue prestado, el pago de
intereses convencionales y/o moratorios, los gastos de cobranzas judicial
incluidos honorarios de abogados, fijados en la cantidad de Bs.
13.800.000,oo, el pago de los impuestos nacionales o municipales y en
general, el pago de cualquier otro gasto derivado del documento
contentivo de préstamo y de la garantía, el ciudadano N.O.M.G.
constituyó a favor del Banco hasta por la cantidad de Bs. 81.420.000,oo
hipoteca inmobiliaria sobre un vehículo de su propiedad cuyas
características indican.
Dentro del término señalado en el artículo 663 del Código de
Procedimiento Civil, la parte demandada hizo oposición con fundamento
en el numeral 6° del mencionado aspecto hipotecario, alegando que la
obligación principal la constituyen las obligaciones aceptadas, las cuales
no tienen validez porque la obligación está extinguida por haberse
operado la confusión, porque los créditos indexados a lugar no contienen
una orden pura y simple de pago y alega también la inexistencia de la
hipoteca por falta de consentimiento, conforme se constata a su vez que la
Sociedad Mercantil EXPRESOS ALIANZA C.A., representada por los
ciudadanos A.C.P.R. y J.L.P.M., P. y Tesorero, se constituyó fiadora y
principal pagadora de todas y cada una de las obligaciones asumidas por
N.O.M.G., para con el Banco, en efecto, la recurrida en su parte motiva
expresó lo siguiente:
“...que el crédito que aquí se cobra no resulta amparado por el dispositivo
de la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
del 24 de Enero de 2002, donde sí se trató y se decidió sobre ese tipo de
préstamos hipotecarios para adquirir vivienda en el marco de los “créditos
mejicanos” o créditos indexados con “cuota balón”, al igual que para la
adquisición de vehículos con reserva de dominio, indexados o con “cuota
balón”.
Ejusdem, en virtud de las garantías, constituyó el aquí demandado a favor
del banco para así respaldar el préstamo y como tal fue constituida
hipoteca mobiliaria sobre el vehículo y del que alude le pertenece por
haberlo adquirido de la sociedad mercantil “MONO BLOCK, S.A.,
ENSAMBLADORA DE VEHÍCULOS COMERCIALES”, conforme a la
“Factura Nº 0483, de fecha 27 de Octubre de 1.997 y Certificado de
Origen Nº L0896255 06 19287, emitido por la Asociación
Latinoamericana de Integración” (Folio 14, renglones 60, 61, 62 y 63), de
lo que se desprende que tiene como fecha de adquisición el día “27 de
Octubre de 1.997”, y a efectos de la demanda se hace conforme al
contrato de préstamo, dado que no existe demanda por ejecución que
fundamenta la ejecución del crédito hipotecario, esto es, anterior a la
fecha del contrato de préstamo con la garantía hipotecaria de carácter
mobiliario que se constituyó. Para finalizar analizando la demanda
hipotecaria propuesto y expuesto dado los factores de derecho y de hecho
sin que exista ommisis; para quien juzga DECLARA CON LUGAR la
demanda interpuesta por ejecución de hipoteca mobiliaria, por los
abogados J.C.G. y C.E.C.C., con el carácter de apoderados judiciales del
BANCO PROVINCIAL S.A., BANCO UNIVERSAL Sociedad
Mercantil, anteriormente identificados, contra el ciudadano N.O.M.G.,
por tal motivo sin garante deudor del mismo, acatando el carácter
legítimo de deudor, para así se declara según código civil, se extiende el
procedimiento según lo estipula la ley conforme a las normas establecidas
en la Ley de Hipoteca Mobiliaria, por otra parte debe observarse que el
documento fundamental de la demanda es el documento registrado
constitutivo de la hipoteca, es éste el que prueba plenamente la obligación
garantizada con éste, por tal razón no pueden considerarse que forman un
todo con dicho documento y que los apoderados judiciales del BANCO
PROVINCIAL S.A., BANCO UNIVERSAL Sociedad Mercantil aplica
tal sentencia, y que por el contrario se procede continuar con la misma, en
conclusión, puede reputarse como nula por genérica una hipoteca por el
hecho de que genere créditos indexados, y menos excluir o invalidar la
garantía que respalda a las obligaciones futuras que dan vida al crédito
mismo, por el simple motivo de que se produzcan, como es natural en
este tipo de operaciones bancarias, con posterioridad a la constitución
misma de la garantía.

www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Mayo/961-240502-01-1274.htm

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