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LESION DEL NERVIO AXILAR O CIRCUNFLEJO

El nervio axilar o circunflejo es un nervio mixto de las ramas nerviosas del plexo braquial. Su origen
se encuentra en el fascículo posterior, de donde también nace el nervio radial (C5-C6) y ambos van
juntos por debajo de la clavícula en dirección al brazo. El nervio axilar se diferencia del radial a una
distancia intermedia entre la tercera costilla y el cuello del húmero, y se dirige hacia la parte
posterior de éste, pasando inferior a la
cabeza del humero, enrollándose alrededor
de su cuello quirúrgico y acabando en los
músculos deltoides y redondo menor, a los
que proporciona inervación. El nervio axilar
discurre junto con la arteria circunfleja
humeral posterior por el espacio
cuadrilátero delimitado por la cabeza larga
del tríceps braquial, el borde inferior del
músculo redondo mayor, el cuello
quirúrgico humeral y el borde superior del
músculo redondo menor. Inerva a los
músculos redondo menor y deltoides y
después da la rama cutánea lateral del
brazo que inerva la cara lateral del brazo
por encima del músculo deltoides. Además,
el nervio axilar tiene un ramo sensitivo
llamado nervio cutáneo lateral superior del brazo que inerva sensitivamente la cara antero-lateral y
posterior del hombro.
 Trastornos motores:

Deltoides
Origen: Espina de la escápula, acromion y 1/3 externo distal de la clavícula.
Inserción: Tuberosidad deltoidea del húmero.
Acción:
Porción anterior: Antepulsión de hombro y rotación interna de húmero.
Porción media: Abducción de hombro.
Porción posterior: Retropulsión y rotación externa de húmero.
De los tres movimientos, el deltoides efectúa con mayor fuerza la abducción de hombro.

Parálisis o debilidad del deltoides: Una parálisis o debilidad del deltoides produce una
incapacidad para elevar el brazo en abducción contra la acción de la gravedad lo que
provoca impotencia funcional, y pérdida del contorno y la forma del hombro. Pero como el
deltoides no trabaja solo en el movimiento de abducción, pueden existir compensaciones
por parte del supraespinoso (también abductor de escápula; no afectado, pues está
inervado por el N. Supraescapular). En el caso de que se afecten tanto el deltoides como
el supraespinoso, el húmero tiende a subluxarse hacia abajo si el brazo permanece sin
apoyo, en posición colgante. En los casos de implicación del N. axilar, en los cuales el
deltoides es débil y el supraespinoso no está afectado, la relajación de la articulación no es
tan acentuada, pero tiende a progresar si no se recupera la fuerza del deltoides. La atrofia
del deltoides produce una disminución de volumen y contorno del hombro (apariencia
aplanada). Aparece un aplastamiento sobre la cara lateral del hombro ("signo de
charretera"). Además los contornos del acromion y la cabeza humeral se hacen más
visibles.
Redondo menor
Origen: 2/3 superiores del borde externo de la escápula.
Inserción: Troquíter del húmero.
Acción:
Rotación externa de hombro
Estabiliza la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea durante los movimientos de la
articulación glenohumeral.
Debilidad o parálisis del redondo menor: La parálisis o afectación del redondo menor
producirá la debilidad en la rotación externa del hombro, compensada por la acción del
infraespinoso (también rotador externo, inervado por el N. Supraescapular).

 Trastornos sensitivos:
Se genera una pérdida o alteración de la sensibilidad en la cara lateral y posterior del
hombro, por daño en el ramo sensitivo llamado nervio cutáneo lateral superior del brazo.

 Causas:
La lesión del nervio axilar suele estar asociada a fracturas de cuello de húmero y a luxación
anterior de la articulación glenohumeral (articulación del hombro), producidas debido a un
traumatismo directo. Otro mecanismo de lesión es, a su paso por el espacio cuadrilátero,
por trauma repetitivo en atletas o por el llamado síndrome cuadrilátero que asocia oclusión
vascular de la arteria circunfleja con la abducción y rotación externa del brazo. Es frecuente
que dicho nervio también pueda lesionarse en cirugías de hombro, debido a que pasa a
muy poca distancia de la cápsula inferior del mismo.
La lesión del nervio axilar, así como otras ramas del plexo braquial en traumatismos directos
que producen fractura del cuello del húmero o luxación de la glenohumeral tiene una
incidencia de al menos el 45%, aumentando esta probabilidad en individuos de más de 50
años.
 Tratamiento:
El tratamiento a realizar dependerá del grado de lesión del nervio y del grado de
discapacidad que ésta produzca. Cuando sólo ha habido una neuroapraxia, es decir, una
compresión importante del tejido nervioso, los síntomas suelen desaparecer con el tiempo.
En estos casos, el uso de la fisioterapia y de un protocolo de terapia activa que evite
movimientos compensatorios lesivos y mejore la estabilidad del complejo escapulo-humeral
ayudará a evitar que aparezcan patologías asociadas en el hombro. Cuando la lesión del
nervio axilar es más grave, y se produce una rotura parcial o total del mismo, el pronóstico
es menos favorable. En estos casos, el tratamiento a elección suele ser quirúrgico, y se
realiza un injerto nervioso utilizando otras ramas del plexo braquial para intentar conseguir
una reinervación y reestablecer la función motora del nervio axilar. Una vez que la
intervención quirúrgica ha terminado satisfactoriamente, es necesario un trabajo exhaustivo
de fisioterapia para reestablecer la función del miembro superior.

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