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EGIPTO EN EL III MILENIO a. n. e.

Antecedentes: el Neolítico (5500-3000 a. n. e.)

Período tinita (3000-2654 a. n. e.).


Dinastías I y II

Reino Antiguo (2654-2130 a. n. e.).


Dinastías III-VI

1er período intermedio (2130-1991 a. n. e.).


Dinastías VII-X
El Neolítico
En el Neolítico egipcio (5500-3000 a.C.) nos encontramos un paisaje poblado de pequeñas
aldeas a lo largo del ancho cauce del Nilo.
Al poseer más recursos agrícolas, el Bajo Egipto estará mucho más desarrollado culturalmente
que el Alto Egipto.
Grandes yacimientos, pero muy distantes entre sí. Según los arqueólogos durante este
período se dieron amplios grupos familiares con muy poca capacidad de creación de
excedentes.
El yacimiento más antiguo y mejor conocido es el de El Fayum (4700-3800 a.C.), en el Bajo
Egipto. La sociedad de El Fayum era una sociedad agrícola y ganadera principalmente,
aunque se ha podido saber que también practicaban la caza y la pesca. Asimismo, se han
encontrado restos de actividades artesanales como la cerámica o la cestería.
En el Alto Egipto destaca el yacimiento de El Badari (Predinástico Antiguo) La cultura
badariense estaba conformada por grupos de sedentarios que conocían el metal. Asimismo, se
cree que estos grupos tenían relaciones con el Reino de Punt (actual Somalia) a través del
Mar Rojo. Su producción se centraba en la agricultura y en la ganadería.
Posteriormente en el Predinástico Medio, también llamado período Amratiense, se desarrolla
la cultura de Nagada I. Encontramos una mayor variedad de cerámica procedente de una
mayor especialización. Será en este momento según algunos autores cuando empieza a surgir
el Estado en Egipto.
Oasis de El Fayum Cultura de Nagada I
Nagada II o período geerziense (3500-3000 a. n. e.)

Al final de esta etapa se ubica la llamada “dinastía 0” (Predinástico Tardío).

Maza del rey escorpión (hacia 3200 a. n. e.)

Encontrada en Hieracómpolis.

Este rey se identifica con Horus Escorpión II, de mediados de la dinastía 0, cuya culminación
viene dada por el reinado de Narmer, a caballo con la Dinastía I del período tinita.

Durante este período surgen pequeñas unidades protoestatales que en siguiente milenio darán
lugar a distintos nomos, cada uno con su propa cosmovisión.
Corona blanca del Alto Egipto o hedjet

Corona roja del Bajo Egipto o deshret


Período tinita
(3000-2654 a. n. e.)

El nombre de esta etapa lo debemos al historiador griego Manetón, quien situó la


capital de Egipto en Tinis.
El el período de consolidación de un Egipto ya unificado.
El primer documento acerca de la unificación es la Paleta votiva de Narmer, donde
aparece este faraón ya con la tiara de ambos territorios.

Cuatro nomos importantes: Menfis, Hermópolis, Heliópolis y Hieracómpolis. Sus


cosmovisiones se van unficando igualmente en una única visión del mundo egipcia.
Dinastías I y II
La figura de Narmer no está del claro. En base a lo que
dice Manetón, el primer faraón egipcio es Menes. Los dos
nombres se referirían al mismo monarca.

Su sucesor es, según las listas reales de Abidos, Aha.

Como característica general de la dinastía I destaca que los


enterramientos tienen lugar en Abidos, en el Alto Egipto,
cerca de Tinis, la supuesta capital

Algunos faraones de esta dinastía construyen también


tumbas en Sakkara, en el Bajo Egipto.

Los numerosos enterramientos en el entorno de Menfis


hacen pensar que ya desde estos momentos la ciudad se
está erigiendo en el principal centro político egipcio durante
este III milenio a. n. e.

Durante la dinastía II, de hecho, los faraones dejan de


enterrarse en Abidos para hacerlo exclusivamente en el
Bajo Egipto.

En el período tinita se consolidan también las bases


económicas del Antiguo Egipto. El faraón es el último
responsable de la producción, teniendo capacidad para
centralizarer el excedente y distribuirlo.

Los nomos, a cuyo frente estaban los nomarcas,


contribuyen al Estado con fuerzas regulares que conforman
el ejército.

Los templos, mantenidos por el Estado, dan legimitad al


faraón.
El faraón es ya la máxima autoridad, identificada desde pronto con
la divinidad, en estos momentos Horus, aunque luego será Ra y
posteriormente Amón.
Reino Antiguo
(2654-2130 a. n. e.)
El Reino Antiguo se inicia con la dinastía III, en la cual destaca el faraón Zoser (2635-2615 a. n. e.).

La capital se traslada definitivamente a Menfis.

Primeras pirámides.

Pirámide escalonada de Zoser


Necrópolis de Sakkara

A partir de una sucesión en


altura de mastabas.
IV Dinastía
Destacan los siguientes faraones:

Snefru.

Kheops.

Kefrén.

Mikerinos.

Snefru es el primer faraón de esta dinastía. Inicia una política de expansión hacia Libia, Nubia y el Sinaí.
Construye monumentos conmemorativos por todo el territorio. Primer faraón en erigir una pirámide regular.

En este período la figura del visir se institucionaliza. Mayor centralización: custodio del tesoro, máximo
representante de la producción agrícola… Tenía a su servicio muchos altos funcionarios, entre los cuales
destacan los escribas.

A Snefru le sucede su hijo Kheops (2553-2530 a. n. e.), quien construye la Gran Pirámide. Revela la enorme
riqueza socio-económica y la capacidad aglutinadora del Estado egipcio. La piedra llegará a través del Nilo
desde lugares muy lejanos.
V Dinastía
A partir de la dinastía V se dan una serie de transformaciones ideológicas en el Antiguo Egipto. Ra se erige
como el dios principal del panteón egipcio. Eso hace que se producan cambios en la propia titulatura del
faraón, que pasa a denominarse ahora “Hijo de Ra”.

Gran poder del clero de Heliópolis.

El primer faraón de la dinastía V es Userkaf (2463-2455 a. n. e.), quien concederá importantes privilegios a
los templos solares.

Los nomarcas son también recompensados por el faraón, lo cual tendrá repercusiones posteriores en
momentos de crisis. Estos llegarán a actuar como verdaderos soberanos independientes sobre sus
dominios territoriales.

Se consolidan las fronteras y se llega al país del Punt, de donde se obtienen ricos y exóticos objetos.
VI Dinastía
Destacan dos faraones:

Teti, el primero de la dinastía.

Pepi II, el último.

Durante el reinado de este los nomarcas debilitan finalmente el poder del faraón, contribuyendo ello a una
quiebra temporal del Estado egipcio.
Primer período intermedio
(2130-1991 a. n. e.)
Se desarrolla entre la VII y la X dinastía. Supone un
perído de transificón hacia la posterior nueva unificación
durante el Reino Medio.

Existe, no obstante, continuidad dinástica.

VII y VIII dinastías – capital en Menfis.

IX y X dinastías – capital en Heracleópolis.

Hay mucha inestabilidad interna. Las lamentaciones del


sabio Ipuer describen una situación caótica en el país:
saqueos, revueltas, pérdida de poder del faraón…

Al mismo tiempo, durante esta etapa comienzan a llegar


a la zona del Delta poblaciones desde Asia, que se
aprovechan de la fragilidad del Estado egipcio.

El faraón es incapaz de controlar a los nomos, que


luchan además entre ellos por concentrar poder y
territorios.

En las últimas décadas, como consecuencia de todo


esto, la capital egipcia se traslada a Tebas, al final de la
X dinastía. Se empieza así la lenta reunficación.

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