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Ondas S
Ondas superficiales
Cuando las ondas internas llegan a la superficie, se generan las
ondas L, que se propagan por la superficie de discontinuidad de la
interfase de la superficie terrestre (tierra-aire y tierra-agua). Son las
causantes de los daños producidos por los sismos en las
construcciones. Estas ondas son las que poseen menor velocidad de
propagación a comparación de las otras dos.
Oscilaciones libres
Se producen únicamente mediante terremotos muy fuertes o de gran
intensidad y pueden definirse como vibraciones de la Tierra en su
totalidad.
Ondas de Love
Artículo principal: Ondas de Love
Las ondas de Love son ondas superficiales que producen un
movimiento horizontal de corte en superficie. Se denominan así en
honor al matemático Augustus Edward Hough Love del Reino Unido,
quien desarrolló un modelo matemático de estas ondas en1911. La
velocidad de las ondas Love es un 90 % de la velocidad de las ondas
S y es ligeramente superior a la velocidad de las ondas Rayleigh.
Estas ondas solo se propagan por las superficies, es decir, por el
límite entre zonas o niveles, por ejemplo la superficie del terreno o
la discontinuidad de Mohorovičić.
Este invento fue creado en el año 1842 por James David Forbes, un importante
físico escocés.
Desde su invención los sismógrafos han sido de gran utilidad para poder llevar
un registro de la intensidad con la que se presentan los sismos o terremotos
alrededor del mundo con el paso de los años.
De este modo te contamos que el instrumento para medir la intensidad de un
terremoto se conoce con el nombre de sismógrafo.
VI. MEDICION DE LOS SISMOS
La escala sismológica de Richter, también conocida como escala de
magnitud local (ML), es una escala logarítmica arbitraria que asigna un
número para cuantificar la energía que libera un terremoto, denominada
así en honor del sismólogo estadounidense Charles Francis Richter.
La sismología mundial usa esta escala para determinar las fuerzas de
sismos de una magnitud entre 2,0 y 6,9 y de 0 a 400 kilómetros de
profundidad. Aunque los medios de comunicación suelen confundir las
escalas, para referirse a eventos telúricos actuales se considera
incorrecto decir que un sismo «fue de magnitud superior a 7,0 en la
escala de Richter», pues los sismos con magnitud superior a 6,9 se
miden desde 1978 con la escala sismológica de magnitud de momento,
por tratarse esta última de una escala que discrimina mejor en los
valores extremos.
La mayor liberación de energía que ha podido ser medida fue durante
el terremoto ocurrido en la ciudad de Valdivia (Chile), el 22 de mayo de 1960,
el cual alcanzó una magnitud de momento (MW) de 9,5.
A continuación, se describen los efectos típicos de los sismos de diversas
magnitudes, cerca del epicentro. Los valores son estimados y deben tomarse
con extrema precaución, ya que la intensidad y los efectos en la tierra no solo
dependerán de la magnitud del sismo, sino también de la distancia del
epicentro, la profundidad, el foco del epicentro y las condiciones geológicas
(algunos terrenos pueden amplificar las señales sísmicas).
Efectos típicos de los sismos de diversas magnitudes
Magnitud
(MW=Mayores
Frecuencia de
de 6,9 Descripción Efectos de un sismo
ocurrencia
ML=De 2,0 a
6,9)
Movimiento de
objetos en las
habitaciones que
4,0-4,9 Ligero 6 200 por año.
genera ruido. Sismo
significativo pero con
daño poco probable.
Pueden llegar a
6,0-6,9 Fuerte destruir áreas 120 por año.
pobladas, en hasta
unos 160 kilómetros a
la redonda.
En la historia de la
humanidad (y
desde que se tienen
Legendario o registros históricos
10,0+ Nunca registrado.
apocalíptico de los sismos)
nunca ha sucedido
un sismo de esta
magnitud.
En Bolivia hay seis zonas con amenaza sísmica y el lugar más vulnerable está
en el centro y oeste de Santa Cruz, según el Observatorio San Calixto (OSC).
Esta entidad ha analizado información del comportamiento de suelos, fallas
geológicas y recurrencia de sismos.
La semana anterior se registraron tres sismos: uno en cercanías de Zongo y
otro en la provincia Pacajes, ambos en La Paz, y otro en Sur Lípez, Potosí. No
hubo daños personales ni materiales debido a la leve intensidad del
movimiento, pero la recurrencia alerta a los expertos.
Para una mejor evaluación del fenómeno, el OSC creó un mapa de amenazas
sísmicas en las que se evidencian seis zonas: la primera, en el departamento
de La Paz, la segunda en la parte central de Oruro, la tercera en el oeste de
Potosí; el norte de Cochabamba y el sur de Beni ocupan la cuarta zona, la
quinta está en el sur de Cochabamba, Chuquisaca y el oeste de Tarija, y la zona
seis en el centro y oeste de Santa Cruz.
Las áreas han sido identificadas de acuerdo con el comportamiento de los
suelos y su dinámica, explica la directora del observatorio, Estela Minaya,
quien dice que se tomó en cuenta la recurrencia de sismos.
La zona seis es, recalca Minaya, la más propensa a presentar el fenómeno por
las fallas geológicas que la caracterizan y por el hecho de que hace bastante
tiempo no ha sufrido un sismo de alta magnitud. “Por la recurrencia de sismos,
vimos que esta zona tiene más amenaza”.
Programa. Las zonas fueron identificadas gracias al Programa de
Fortalecimiento para la Capacidad de Evaluación de la Amenaza Sísmica y
Sismovolcánica en Bolivia, del OSC, con la ayuda del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).
El sismo es un temblor del suelo, producido por una brusca liberación de
energía en el interior de la tierra. Bolivia no está al margen del riesgo, explicó
Minaya. “En el país tenemos zonas inestables donde aún no se ha liberado la
energía y esto tiene que pasar en algún momento, sí o sí”. “Eso no se puede
predecir”, alega Marcelo Badani, presidente de la Sociedad de Ingenieros de
Bolivia (SIB), quien dice que el país no es sísmico.
“No estamos preparados para un fenómeno de gran magnitud: pero tampoco
es un país donde estos fenómenos sean recurrentes. Recordemos que se han
previsto sismos desde hace 30 años y hasta ahora no pasa nada porque no se
puede predecir”, insiste Badani.
Minaya explica que la idea no es predecir sino prevenir y para ello se identifica
las áreas sísmicas. Además, “no existe un área cien por ciento estable debido
a la constante dinámica del planeta”.
Los registros del OSC revelan que de enero a agosto se suscitaron en el país
107 sismos mayores a tres grados de magnitud en la escala de Richter. Esa
actividad se revistó sobre todo en Potosí (44 eventos) y Cochabamba (30).
Luego aparecen La Paz con 12, Oruro con 11, Sucre con 4 y Tarija y Santa
Cruz con 3, respectivamente. En Pando y Beni no se reportaron estos
fenómenos.
El Observatorio maneja una fórmula para establecer posibles años de sismos
con alta magnitud, según la recurrencia de fenómenos en cada lugar. La
primera probabilidad es para 1946-2012y la segunda para 1955-2021.
Influencia de suelos
Cuando el tipo de suelo es de roca dura, la onda sísmica no afecta a la
superficie; pero si es blando, dicha onda se amplifica. Bolivia tiene una
combinación de ambos tipos de suelo.
Los sismos no pueden ser previstos - Marcelo Badani
Los movimientos sísmicos se dan por el movimiento y encuentro de dos placas
de la corteza terrestre (capa externa de la tierra) y Bolivia no está situada
encima de ninguna placa; si se produce algún movimiento telúrico, éste tuvo
que haber sido de mucha profundidad. Por estadísticas, hay cierta tendencia
de que un sismo se da de acuerdo con la recurrencia de los últimos, pero
nadie puede predecirlo en el mundo. Esto lo intentaron los chinos, que
hicieron estudios incluso con el comportamiento de animales, del mar y otros,
y no lo lograron. Todo el mundo ha intentado y no se puede; como ejemplo
está Japón, que siendo un país de-sarrollado no pudo prevenir el terremoto
que registró.
Entonces, considero que hay que estar preparados para un sismo, pero no
exagerar. En el caso de La Paz y El Alto, podemos decir que no son ciudades
sísmicas, pero por impacto de algunas ondas que vengan del exterior podrían
producirse daños. Escuché que la zona de Tembladerani de La Paz se llama así
porque la gente que vive ahí asegura que siente temblores y por eso la
llamaron así. Sin embargo no hay tal, eso no tiene ningún fundamento.
Marcelo Badani es presidente de la SIB.
Comisión elabora norma para enfrentar los sismos
Un proyecto de norma sísmica es elaborado por una comisión conformada por
instituciones ligadas al tema de actividad sísmica. El país no tiene ninguna ley
referente a sismos. “En Bolivia no tenemos códigos sísmicoresistentes, que
significan hacer un diseño que permita que las construcciones por lo menos
duren hasta que las personas salgan de la edificación”, indicó la directora del
Observatorio San Calixto (OSC), Estela Minaya.
En Bolivia, el terremoto de mayor magnitud ocurrió en 1998 en Aiquile y
Totora, Cochabamba, con 78 muertos. En la región, los casos más
devastadores son los de Haití y Chile. Este año se formó una comisión que
trabaja en el proyecto cuyo objetivo es enfrentar este fenómeno y prevenirlo
con la construcción de edificios sismoresistentes, que son infraestructuras
reforzadas con acero y otros materiales para evitar daños.
La norma también prevé solicitar datos estadísticos para crear medidas de
seguridad e implementar la especialidad de sismología en las universidades,
entre otros. La comisión está compuesta por el OSC, la Sociedad Boliviana de
Ingenieros (SIB), el Colegio de Arquitectos, las universidades y otras
instituciones vinculadas.
El presidente de la SIB, Marcelo Badani, mencionó que la Alcaldía paceña
emitió hace años una recomendación para la construcción de los edificios
sismoresistentes, que se cumple en algunos casos, aunque no existe la
obligatoriedad. “Para tener un mecanismo de seguridad tiene que haber
estadística y datos que determinen el nivel que se necesita”, dijo. En el país
hay tres tipos de sismos: superficiales, que son de leve intensidad;
intermedios, relativamente medianos; y profundos, con movimientos muy
fuertes.
En Aiquile y Totora, un terremoto causó 78 muertes
El 22 de mayo de 1998, Aiquile y Totora (Cochabamba) fueron sacudidas por
un devastador terremoto de 6,8 grados en la escala de Richter. El movimiento
telúrico causó la muerte de 78 personas, numerosos heridos, 385 viviendas
desplomadas completamente, 312 viviendas parcialmente destruidas y 315
viviendas calificadas de alto riesgo.
El más fuerte en el país fue de 8,4 grados Richter
El terremoto de mayor magnitud en el país fue registrado el 9 de junio de 1994
con 8,4 grados en la escala de Richter. El sismo se produjo a 600 kilómetros de
profundidad y sobre el municipio de Rurrenabaque (Beni), razón por la que no
dejó víctimas, pero provocó rajaduras en paredes. Fue sentido en varias
capitales de Sudamérica.
Sismo de Haití causó la muerte de 316 mil personas
Como consecuencia de un sismo que alcanzó una magnitud de 7 grados en la
escala de Richter, Haití registró a 316 mil personas muertas, 350 mil más
quedaron heridas y más de 1,5 millones sin hogar. El temblor fue el 12 de enero
de 2010 y es considerado una de las catástrofes humanitarias más graves de la
historia del mundo.
SITIO DE LOS SISMOS
HISTORIA DE LOS SISMOS
Con un terremoto que se sintió en Potosí en 1581 se inició la historia sísmica
de Bolivia. En esa época no se contaban con equipos de medición sismológica
ni instituciones a cargo de este tipo de trabajo.
En ese mismo departamento cinco terremotos más fueron sentidos entre los
años 1662 y 1851.
La bóveda de la Catedral de Chuquisaca fue destruida por un terremoto en
noviembre de 1650, y en 1845 otro terremoto en Santa Cruz causó daños en
las construcciones de adobe.
En Villa Tunari, en el año 1871, otro terremoto causó daños cerca del pueblo.
Según datos históricos, en 1887 y 1899 dos fuertes terremotos se produjeron
en Yacuiba. El último ocurrido un 23 de marzo con una magnitud de 6.3 en la
escala de Richter y una intensidad de VIII grados en la escala de Mercalli, que
dejó tres personas muertas y varias heridas, además de destruir y afectar las
casas de ese municipio tarijeño. Este sismo también afectó varias localidades
de la provincia Salta en Argentina.
En el último siglo, unos 49 sismos causaron daños en la región central y
occidental de Bolivia.
El terremoto más devastador de la historia del país por los daños materiales y
la pérdida de vidas fue el 22 de mayo de 1998 en la zona de Totora, Aiquile y
Mizque.
El primer sismo del año se registró en la localidad de Sur Chichas, Potosí, con
una magnitud de 5.1 en la escala de Richter. El segundo el 9 de febrero en el
Gran Chaco, Tarija, con una intensidad de 4 grados, por su profundidad este
último no fue sentido por la población.
Según San Calixto, uno de los últimos temblores, en lo que va de este año, se
produjo el 13 de mayo en Capinota,