LIBROS / NOVEDADES
Río, luego pienso
DISCÍPULOS DE DEMÓCRITO
¿Quién dijo que el humor estaba reñido con la filosofía? Estaba equivocado.
Presentamos algunos libros donde se analiza seriamente este fenómeno o se
utiliza para divulgar contenidos filosóficos.
L
os filósofos suelen
ser personas más
bien serias y, salvo
raras excepciones,
no suelen ser muy aficiona-
dos a las risas, los chistes o
las anécdotas graciosas.
Por eso tienden a no tomár-
selas en serio y minimizan
su significación filosófica.
De ahí que aparte de La risa
(Alianza, 2008) de Bergson
y El chiste y su relación con
el inconsciente (Alianza,
2008) de Freud, práctica-
mente no se haya escrito
nada sobre esta cuestión
desde principios del siglo
pasado. Hemos tenido que
esperar hasta hoy, como
quien dice, para leer algo
que se parezca mínimamen-
te a una filosofía del humor.
Nos referimos al riguroso
Sobre el humor (Quálea,
2010), de Simon Critchley,
que aunque a veces puede
resultar un poco aburrido
y pedante (por sus citas en
alemán y por su estilo), es
el único intento serio hasta
el momento de comprender
filosóficamente el comple-
jo fenómeno del humor.
Porque, como dice Vittorio
Hösle en Woody Allen: filo-
sofía del humor (Tusquets,
2002), “el humor es la serie-
dad oculta tras la broma”.
L
o que sí podemos
encontrar, sin em-
bargo, son libros
que apuestan por
divulgar la filosofía con
ciertas dosis de humor y
defienden que la risa es uno
de los mejores medios para
introducirse en esta discipli-
na. Desde el mítico Pienso,
luego río (Cátedra, 1987) del
matemático John Paulos,
que una verdadera anto-
logía del humor filosófico,
hasta Platón y un ornitorrin-
co entran en un bar: enten-
der la filosofía a través de los
chistes (Planeta, 2009), de
Thomas Cathcart y Daniel
Klein, que consigue la inau-
dita proeza de explicar filo-
sofía partiendo de una serie
50 • Filosofía Hoy
LIBROS 2-FILO15.indd 50
Política para bufones
Pedro González Calero
Editorial Ariel
16, 15 E (aprox.)
de chistes. De hecho, estos
dos herederos de Demócrito
(pues la tradición considera
a este filósofo griego como
el paradigma del filósofo
que ríe, en contraposición a
Heráclito, a quien se pinta
como un filósofo melancó-
lico y tristón) han tenido
tanto éxito con este primer
libro que han continuado
la serie con otros dos más:
Aristóteles y un armadillo
van a la capital: las mentiras
de los políticos analizadas
con humor (Planeta, 2011) y
Heidegger y un hipopótamo
van al cielo: la vida, la muer-
te y el más allá estudiados
con filosofía y mucho humor
(Planeta, 2012).
E
sta tradición bur-
lona e irreverente,
que prefiere las
anécdotas chis-
posas a los mamotretos
filosóficos, tiene su repre-
sentante más destacado
en nuestro país en Pedro
González Calero, que como
buen discípulo de Diógenes
Laercio, el erudito del siglo
III que escribió las célebres
Vidas y opiniones de filóso-
fos ilustres (Alianza, 2007,
edición de García Gual), ha
decidido elevar la anécdota
a categoría filosófica. Prime-
ro lo hizo con Filosofía para
bufones, publicado por Ariel
y que constituye un recorri-
do por la historia del pensa-
miento a través de algunas
de sus anécdotas más re-
presentativas –y que acaba
de ser reeditada–. Después
siguió con La sonrisa de
Voltaire (Ariel, 2008), y aho-
ra acaba de publicar Política
para bufones (Ariel, 2012).
En esta tercera entrega
–que ojalá que no sea la
última– el autor selecciona
las anécdotas más jugo-
sas de los filósofos rela-
cionadas con la política
mientras hace un repaso a
la historia del pensamiento
político. Y es que Calero sa-
be que una anécdota puede
compendiar o refutar toda
una filosofía y que, como
dice el filósofo francés Mi-
chel Onfray, “es la vía regia
que conduce al epicentro de
un pensamiento”.
C
omo buen discí-
pulo de Diógenes
el cínico, este “ba-
rrendero y titiritero
frustado” (pues según la
solapa del libro, estos son
algunos de los oficios que
ha ejercido el autor, además
de profesor de filosofía) nos
recuerda que la burla sirve
para ridiculizar los argu-
mentos de los poderosos
y dejar en evidencia a los
déspotas. De entre todas
las anécdotas que Calero
ha espigado entre los más
de 60 libros en los que ha
investigado, nos quedamos
con la de Alcibíades, que le
cortó el rabo a su estrambó-
tico perro para que la gente
hablase de ello y desviar la
atención del pueblo de los
asuntos verdaderamente
importantes. Seguro que
en alguna ocasión han
sentido que algo así estaba
sucediendo. Y es que 25
siglos más tarde parece que
las cosas no han cambiado
tanto. Por eso sigue siendo
necesario que alguien nos
recuerde que el rey va des-
nudo. ฀Gabriel Arnaiz
Siempre a la contra
Un jugoso inventario de quienes con sus ideas, sus
libros, su música o su vida se atrevieron a decir "no".
E
l capitalismo se ha
convertido en un
juego del que todos
formamos parte.
Numerosas vías de disen-
sión han sido absorbidas
por él o malversadas. Y
a pesar de ello, las voces
discrepantes siempre han
existido. En ocasiones de
manera monstruosamente
silenciosa, como explicaba
Unamuno en En torno al
casticismo; en otras, en for-
ma de declarada revolución.
Desde los tiempos de los
faraones, pasando por la
Esparta del siglo II a. C.,
hasta llegar a las primeras
revueltas que propiciaron la
revolución rusa de 1917 y a
los movimientos ciudadanos
de los últimos meses, distin-
tas iniciativas disidentes han
intentado despertarnos de
un sueño del que solo conse-
guimos zafarnos cuando un
Sócrates (que no dudaba en
autodenominarse “tábano”)
viene a agitar las tranquilas
aguas en las que nadamos.
QUÉ CUENTA
El libro de la disidencia se
inicia con El cuento del cam-
pesino elocuente, en el que
se relata lo que le pasó a un
egipcio que, tras ser enga-
ñado para que su burro co-
miera del grano de un noble
(con el consiguiente castigo
físico), no dudó en acudir al
faraón para presentarle una
denuncia. En el alegato del
campesino leemos: «El Sin
Voz, que recurre a vos para
comunicaros sus cuitas, no
tiene miedo a presentáros-
las […]. ¿Acaso está inclina-
da la balanza de la justicia?».
La cita resume dos de la
notas características de la
disidencia: la dificultad para
hacerse notar (el grito del
“Sin Voz” es silenciado) y la
voluntad de hacerse escuchar
a pesar de todo.
POR QUÉ HAY QUE LEERLO
Por mucho que sea «más
peligroso cerrarle la boca a
la gente que represar un río»
(Liu Xiaobo), ¿ha terminado
por extinguir el sistema
toda forma posible de disi-
dencia? En este libro encon-
traremos material suficiente
para reformular las reglas de
este juego al que todos juga-
mos llamado capitalismo, de
manos de Platón, Salustio,
Tácito, John Milton, John
Lennon, Thomas Jefferson,
Sade, Simón Bolívar, Lord
Byron, Naomi Klein y un
larguísimo etcétera…, para
reconfigurar nuestra pers-
pectiva y dejar de ser peones
para convertirnos en caba-
llos, torres y alfiles.
฀Carlos J. González
El libro de la disidencia.
De Espartaco al lanzador
de zapatos de Bagdad
Andrew Hsiao y Audrea Lim (eds.)
Akal
19,50 E
14/9/12 12:42:48
 PREGUNTAS DIDÁCTICAS

DE COMPRENSIÓN

1. ¿Qué significan las siguientes palabras que aparecen en el artículo:

proeza, mítico, inaudito, paradigma, ornitorrinco, armadillo,
melancólico, irreverente, mamotreto, regia, epicentro, titiritero,
déspota y estrambótico (incluye también las subrayadas en esta
página)?
2. ¿Qué célebre frase se parodia en el título del artículo?
3. ¿Qué quiere decir eso de que “el humor es la seriedad oculta tras la
broma?
4. ¿Por qué son tan importantes las anécdotas para Onfray?
5. ¿Qué nos enseña la anécdota de Alcibíades?
6. ¿A qué hace referencia las tres últimas palabras de la reseña?

DE AMPLIACIÓN

7. ¿Quién era Diógenes Laercio, qué famoso libro escribió y por qué se
dice que el autor de Filosofía para bufones es su discípulo?
8. Según la tradición, ¿quién es el filósofo más risueño? ¿Y el más
llorica? Busca las razones y algunos aforismos o anécdotas suyas que
justifiquen esta idea.
9. ¿Quién sería para ti el filósofo con más gracia? ¿Por qué?
10. Encuentra varias frases humorísticas de Woody Allen (entre tres y
cinco) y de Groucho Marx (otras tantas). ¿Qué es lo que tienen de
gracioso?
11. ¿Por qué se dice de un bebé “¡qué gracioso es!” cuándo lo que se
quiere decir en realidad es que es muy guapo o muy lindo?
12. Según Bergson, ¿por qué nos reímos?
13. De los cínicos (especialmente de Diógenes, pero también de otros
como Crates) se cuentan varias anécdotas muy graciosas. ¿Con
cuáles te quedas? (A mí me encanta la del pedo de Metrodoro).
14. ¿Por qué le fascinaban tanto los chistes a Freud?
15. Busca al menos una viñeta de cuatro humoristas gráficos célebres.
16. Busca tres-cinco anécdotas graciosas de Nasrudín y sácales la
moraleja.
17. ¿En qué se parece Nasrudín a Torrente (el de la peli)? ¿Qué crees que
ha querido hacer su director con este personaje, ensalzarlo o
criticarlo? ¿Qué paradójico efecto ha producido su éxito?
18. Una de las primeras anécdotas del primer filósofo griego implica la
risa. Cuéntala e interprétala. ¿Cómo se vengó luego este pensador
con otra anécdota?
19. ¿Qué es un arquetipo? ¿Qué personajes literarios graciosos podrían
ser arquetípicos?
20. Busca cinco sinónimos de humor (su familia semántica) con sus
respectivos matices.
21. ¿Qué relación tiene al humor con el absurdo? El programa Para todos
la 2 dedicó uno de sus debates filosóficos a analizar esta cuestión.

Gabriel Arnaiz
DE PROFUNDIZACIÓN

22. ¿Por qué la risa puede ser un buen medio para iniciarse en la
filosofía?
23. ¿Qué pueden tener las anécdotas graciosas de los filósofos de
instructivas? ¿A qué otro género literario te recuerdan?
24. ¿De qué podría tratar una “filosofía del humor”? ¿Por qué crees tú
que los filósofos son unos “tipos tan serios”? ¿Y por qué le suelen
hacer tanta gracia al pueblo, a las clases bajas, al vulgo?
25. ¿Por qué se ríe Sancho Panza de Don Quijote? ¿Quién es más
ridículo de los dos?
26. ¿Qué tienen los chistes de filosófico?
27. Wittgenstein escribió se podría escribir un libro entero de filosofía
sólo con chistes. ¿Cuáles elegirías tú (de dos a cinco) y por qué?
28. ¿Se puede reír uno de todo? Argumenta tu respuesta.
29. Busca algunos chistes tabú: machistas, macabros, racistas, sobre
judíos, sobre terrorismo, homófobos, etc.
30. ¿Qué relación tienen las viñetas de humor (especialmente de los
periódicos) con la filosofía?
31. ¿Para qué sirve la burla? ¿Y la ironía? ¿Y la parodia?
32. Elige tus diez anécdotas favoritas de Calero y analiza un par de
ellas.

Gabriel Arnaiz