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Bulas Papeles

Bulas Alejandrinas es el nombre colectivo que se da al conjunto de documentos


pontificios que otorgaron a la Corona de Castilla el derecho a conquistar América y
la obligación de evangelizarla, emitidos por la Santa Sede en 1493 a petición de
los Reyes Católicos, cuya influencia ante el Papa Alejandro VI (de la valenciana
familia Borja o Borgia) era lo suficientemente poderosa como para conseguirlas.

Fueron cuatro documentos: el breve Inter caetera; la bula menor también llamada
Inter caetera, que es la más conocida y la que menciona por vez primera una línea
de demarcación en el Atlántico; la bula menor Eximiae devotionis y la bula Dudum
siquidem

La llegada de Cristóbal Colón a América causó más que una molestia en Portugal,
pues según su rey Juan II se había pasado a llevar el tratado de Alcacovas-Toledo.
Los españoles, por su parte, argumentaban no haber violado dicho tratado, pues
Colón no había invadido el espacio marítimo situado al sur de las Canarias al
navegar hacia el oeste. Se sucedieron entonces las reuniones diplomáticas, pero
sin resultados. En 1493, los Reyes Católicos acudieron al papa Alejandro VI, para
que mediara y pusiera fin a la controversia que se había generado.

El tratado de Tordesillas

El Tratado de Tordesillas, 7 de junio de 1494, se inscribe en una larga serie de


acuerdos entre los reyes de Castilla y de Portugal que se remontan al siglo XII y si
nos referimos a la limitación fronteriza tenemos como ejemplos más antiguos el
tratado de Badajoz de1267 y el de Alcañices en 1297. En Tordesillas los dos
reinos dividieron el océano Atlántico por medio de una raya trazada de polo a polo,
370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, quedando el hemisferio oriental
para la Corona de Portugal y el hemisferio occidental para la Corona de Castilla.
Así los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal acuerdan las conquistas que
podrán realizar ambos estados en relación con el mundo recién descubierto. Por
primera vez se establece una frontera que divide tanto el mar como la tierra, y la
nueva concepción de división territorial va a determinar la actual configuración de
América del Sur.

“Hay efectivamente una historia diplomática muy antigua entre los reinos aunque
nos restringimos al momento en el que la Corona de León y de Castilla se unen,
en 1230. El Tratado de Tordesillas es uno de los momentos de esa tradición y no
será el último”, explica a ABC Hermenegildo Fernandes, profesor del Centro de
Historia de la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa. “Este tratado es
global, su característica más destacada, e individualizador, puede alcanzar
potencialmente el mundo. Pero a pesar de ser global se realiza con una
arquitectura mental que son del mundo anterior, que no era global”, afirma en su
interpretación de este acuerdo. Los dos reinos querían repartir el espacio que
todavía no se había conquistado. “Hay un concepto central que es el de repartir el
espacio a conquistar. El espacio exterior es de conquista y hay noción de que dos
reinos pueden cogerlo y dividirlo entre sí”, recuerda el historiador luso. “Es un
concepto del mundo de la vieja Hispania, de los reinos de la reconquista que se
construyeron militarmente contra Al – Al-Ándalus y que crecieron a costa de su
conquista”.

En la época medieval hubo un sistema de alianzas con el deseo de unir ambas


coronas“Estamos en una época primitiva de diseño de identidades nacionales y
estos reinos son hispánicos, hay concepto de Hispania y tienen una matriz de
identidad: la lucha contra el Islam y la lucha de demarcación territorial “, subraya
Hermenegildo Fernandes. Importante es recordad la cuestión del parentesco entre
las familias de ambas coronas. “En el interior de la monarquía castellana,
aragonesa y portuguesa hubo durante toda la época medieval un sistema de
alianzas que permite que las casas reales estén interconectadas por lazos muy
próximos, estrategia que seguirán en el siglo XVI”, apunta el historiador luso para
quien “no podeos hablar de dos casas reales separadas, son de hecho la misma
familia”. Considera que entre finales del siglo XV y el siglo XVI hay una única
familia real y “lo que ocurre en 1580 con la ascensión legítima de Felipe II al trono,
porque era sobrino del Rey, podía haber ocurrido varias veces antes”. Es decir, la
unión de los dos reinos estuvo cerca de ocurrir en anteriores ocasiones, una de
ellas, poco después de Tordesillas, con el nacimiento del infante don Miguel de la
Paz, primer heredero del rey Don Manuel y la infanta Isabel de Aragón, entonces
Princesa de Asturias y presumible heredera de las coronas de Castilla y Aragón.
Llegó a ser jurado primer heredero de la corona de Portugal, Castilla y Aragón
pero murió sin cumplir los dos años en 1500. “Es evidente que el problema
diplomático es también fuertemente condicionado por el juego de alianzas
dinásticas que tienen como objetivo unir las corona”, comenta el historiador.

La década de los 90 del siglo XV

El Tratado de Tordesillas ocurre en una década que concentra grandes


acontecimientos. “La década de los 90 del siglo XV es extraordinaria, con la
conquista de Granda en 1492, que es más importante que la llegada a América
ese mismo año, desde el punto de vista de la época. Luego se producirá el tratado
y en el 98 se descubre la India y en 1500 Brasil. En ocho años pasó de todo y
parece muy claramente conectado con este cambio de estrategia en la política de
alianzas”.

"Un reparto equilibrado porque contempla los intereses de ambas partes"Pero los
lazos familiares y el espíritu de conquista de los dos reinos no facilitaron las
negociaciones del acuerdo. “Juan II negoció el tratado con extrema dureza y con
un comportamiento muy florentino”, afirma Hermenegildo Fernandes. “Es un
reparto equilibrado porque contempla los intereses de ambas partes y permite
entender cuál será la configuración del reparto entre los reinos que se
comportaron de forma astuta”. Y Tordesillas tiene consecuencias “sobre las cuales
las personas no meditan” que se extienden hasta el periodo contemporáneo y
sobre todo ocurre en una década que tiene una “concentración fenomenal de
acontecimientos, es tal vez una de las décadas en la que más acontecimientos
ocurren para la historia humana”.

El requerimiento

El Requerimiento, o Requerimiento de Palacios Rubios, fue un texto español,


creado en el contexto de las Leyes de Burgos y usado durante la conquista de
América, que debía ser leído a viva voz por los conquistadores a grupos,
asambleas o autoridades de los pueblos indígenas, como procedimiento formal
para exigirles su sometimiento a los reyes españoles y a sus enviados (los
conquistadores). Esta exigencia a los indígenas era argumentada en el texto
apelando al derecho divino, que de acuerdo a las creencias católicas, se había
oficializado con la entrega de las tierras americanas a la monarquía española por
parte del papado.
Por medio de éste, el conquistador debía informar a los indígenas de que Dios ,
creador de los primeros hombres, había elegido a San Pedro y a sus sucesores de
Roma como monarcas del mundo, superiores en autoridad a todos los príncipes
de la Tierra. Un Papa posterior, Alejandro VI, había conferido la posesión de los
indios al rey de Castilla. Por consiguiente, los indios recibían la orden de
reconocer su autoridad y quedar como sus súbditos libres, cristianos. Toda
negativa o toda tardanza en aceptar estas demandas entrañarían la guerra
inmediata (Guerra justa), haciéndoles reos de muerte o de esclavización como
rebeldes. La lectura terminaba con la amenaza de tomar los bienes de los
oyentes, y de esclavizar a sus mujeres e hijos, y hacerles "todos los males y daños
que pudiere" si no cumplían con este mandato o requerimiento.

Con el mensaje del Requerimiento surge la discusión entre Castilla y Portugal


sobre la posesión de las tierras descubiertas y la titularidad de las zonas de
expansión en el Atlántico. Esto se resuelve en 1494 con el Tratado de Tordesillas.
De igual forma, el Requerimiento da lugar a un debate político y moral, sobre los
derechos de los indígenas y su condición de hijos de Dios. Mientras los españoles
someten a los indios y los convierten al cristianismo surge la preocupación moral
sobre la vida y condición de los indios. Es importante resaltar que este
planteamiento surgió de los propios españoles, como por ejemplo Bartolomé de
las Casas iniciándose así una importante corriente pensadora.

En 1511 el dominico fray Antonio de Montesinos también trata esta cuestión.


Dirigiendo un sermón a sus fieles de La Española denuncia el mal trato de los
indios, lo que provoca al año siguiente en Burgos una junta de teólogos y juristas
para discutir el problema. Esta junta reconoce que los indios son hombres libres,
pero que deben someterse a la Corona de España en virtud de las bulas.

Teólogos y juristas piensan que deben ser instruidos en la fe, que tengan casas y
haciendas propias y que trabajen a cambio de un salario. Se cree que estos
ignoran la concesión del papa a los reyes de Castilla por ello, deben de explicarse
a través de una declaración que debe ilustrar la existencia de dios, de cómo
Jesucristo concedió el principado al papa y de cómo unos de los pontífices hizo
donación de sus tierras a los españoles y que en consecuencia son dueños de
esas tierras . Esto es lo que contenía esa explicación de pertenecimiento de la
India a España recogida en el requerimiento.

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