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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

“EL ESTUDIO DEL ARTE”

INTEGRANTES:
 Rony Ronaldiño Yucra Lerma 2017057974
 Maricielo Huaraca Paria 2017057296
 Naisha Diaz Flores 2017057261
 Luis Juli Linares 2017057998
 Brady Fernando Noguera Flores 2017057986

PROFESOR:
Lic. Manuel Morales Pacheco

CURSO:
Lengua Española II

SECCIÓN:
“D”- 205

TURNO:
Mañana

TACNA-PERÚ
2017
VIGENCIA DEL ARTÍCULO 71 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ

1.1.- EL ARTÍCULO 71° DE LA CONSTITUCIÓN, AL QUE HACE


REFERENCIA LA INVESTIGACIÓN, SEÑALA:

Artículo 71°.- Propiedad de los extranjeros: En cuanto a la propiedad, los


extranjeros, sean personas naturales o jurídicas, están en la misma condición
que los peruanos, sin que, en caso alguno, puedan invocar excepción ni
protección diplomática.

Sin embargo, dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras, los extranjeros no


pueden adquirir ni poseer por título alguno, minas, tierras, bosques, aguas,
combustibles ni fuentes de energía, directa ni indirectamente, individualmente ni
en sociedad, bajo pena de perder, en beneficio del Estado, el derecho así
adquirido. Se exceptúa el caso de necesidad pública expresamente declarada
por Decreto Supremo aprobado por el Consejo de Ministros conforme a ley.

1.2.- LA NECESIDAD PÚBLICA Y LAS RAZONES DE SEGURIDAD EN EL


ARTÍCULO 71 DE LA CONSTITUCIÓN:

La necesidad pública es un concepto jurídico indeterminado o cláusula normativa


abierta, porque su contenido será delimitado y dependerá de cada caso concreto
atendiendo a los criterios de interpretación. En términos generales, denota un
altísimo interés de todo el Estado.
El concepto de “necesidad pública” también se utiliza en el contexto de la
normativa aplicable a las expropiaciones. En ese caso, la interpretación del
término debe ser restrictiva, ya que bajo el esquema constitucional peruano, la
expropiación es un recurso de última ratio. Ello concuerda con la lógica del
régimen económico consagrado en la Constitución bajo el cual la propiedad es
inalienable, pues se busca incentivar la inversión privada y así el desarrollo
económico.
En el caso del artículo 71, ante el concepto de necesidad pública no se aplica la
excepción (basada en motivos de defensa externa) al régimen general de
propiedad. Ello busca reducir el régimen excepcional al mínimo indispensable
para que no se afecte la iniciativa privada. La necesidad pública se colocó en el
artículo 71 para permitir que los extranjeros sigan invirtiendo en la frontera. Ese
es el alto interés del Estado que constituye la necesidad pública del artículo 71:
la promoción de la inversión extranjera.

Suárez, O. (1997). Instituto para la Integración de América Latina. (Empresa


Editora Caretas S. A.), Boletín informativo. (556. 19-25).Lima, Perú: Editorial.

Suárez, O. (1997). “….Dentro de esa delimitación, el sector público y las


empresas del Estado deben mantener y extender sus actividades, es decir, se
estima y se espera que la participación activa de empresas extranjeras en el
Perú con la finalidad de: crear sectores de importancia estratégica, etcétera. La
empresa privada, en la medida en que efectivamente lo quiera, puede conservar
un amplio campo de acción y participación favoreciendo a la economía del país.
Se busca dar un mayor espacio a la iniciativa privada con criterio empresarial
promoviendo la inversión extranjera de otras empresas privadas.”
Se entiende por razones de seguridad nacional las requeridas para garantizar la
independencia, soberanía e integridad territorial de la República, así como el
orden interno, conforme a lo prescrito en el artículo 275 de la Constitución de
1979.
“Artículo 34.- La adquisición de los bienes a que se refiere el artículo 32 del
presente Decreto Supremo o la transferencia de la posesión o propiedad de
dichos bienes que realicen los inversionistas extranjeros a otros inversionistas
extranjeros, que no cuenten con la correspondiente autorización previa, serán
sancionadas con la pérdida para el inversionista del derecho adquirido en el
beneficio del Estado, conforme a lo prescrito en el artículo 126, de la Constitución
de 1979.
Cuando la transferencia de los bienes a que se refiere el artículo anterior se
realice a inversionistas nacionales, sólo requerirá ser comunicada al Ministerio
del Sector correspondiente.”

1.3.- EL PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY:

La igualdad como derecho fundamental está consagrada por el artículo 2º de la


Constitución de 1993, de acuerdo al cual: “(...) toda persona tiene derecho (…)
a la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza,
sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole”.
Contrariamente a lo que pudiera desprenderse de una interpretación literal,
estamos frente a un derecho fundamental que no consiste en la facultad de las
personas para exigir un trato igual a los demás, sino a ser tratado de igual modo
a quienes se encuentran en una idéntica situación.
Constitucionalmente, el derecho a la igualdad tiene dos facetas: igualdad ante la
ley e igualdad en la ley. La primera de ellas quiere decir que la norma debe ser
aplicable por igual a todos los que se encuentren en la situación descrita en el
supuesto de la norma; mientras que la segunda implica que un mismo órgano no
puede modificar arbitrariamente el sentido de sus decisiones en casos
sustancialmente iguales, y que cuando el órgano en cuestión considere que debe
apartarse de sus precedentes, tiene que ofrecer para ello una fundamentación
suficiente y razonable.
Sin embargo, la igualdad, además de ser un derecho fundamental, es también
un principio rector de la organización del Estado social y democrático de Derecho
y de la actuación de los poderes públicos. Como tal, comporta que no toda
desigualdad constituye necesariamente una discriminación, pues no se proscribe
todo tipo de diferencia de trato en el ejercicio de los derechos fundamentales; la
igualdad solamente será vulnerada cuando el trato desigual carezca de una
justificación objetiva y razonable.
Si bien se establece como regla general la igualdad de condiciones entre
peruanos y extranjeros a efectos de la titularidad del derecho de propiedad, así
como a la legitimidad de su ejercicios, la Constitución precisa un supuesto de
excepción a esa regla, que es la prohibición para que los extranjeros pueda
acceder, bajo cualquier título, la propiedad o posesión dentro de los cincuenta
kilómetros de las fronteras. Se desprendo de ello que no puede adquirir ni poseer
directa ni indirectamente y a las restricciones legales, es decir, queda excluido
hacerlo a través de sociedades u otras personas jurídicas, o de interpósita
persona; pues dichos actos adolecerían de simulación y fraude inconstitucional.

El primer párrafo del propio artículo 71 aplicable al régimen económico de la


propiedad, por ejemplo, es una de ellas.
Sin perjuicio de ello, la cláusula o norma general se encuentra recogida en el
Artículo 2, inciso 2, de la Constitución que señala lo siguiente:

“Artículo 2.- Toda persona tiene derecho:


[…]
2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra
índole.”
El principio de igualdad ante la ley es de alta relevancia para el régimen
económico de la Constitución que pretende garantizar la libre iniciativa privada y
la inversión privada basadas en el juego de la oferta y la demanda.
1.4.- DEL DECRETO SUPREMO AUTORITATIVO SEÑALADO EN EL
ARTÍCULO 71 DE LA CONSTITUCIÓN:

El artículo 13 del D. Leg. 757 que establece la regulación a nivel legal de la


adquisición de propiedades y derechos dentro de los 50 km de la frontera para
los extranjeros.
Dicha norma establece lo siguiente:
“Artículo 13.- De conformidad con lo prescrito en el último párrafo del artículo 126
de la Constitución Política, declárase de necesidad nacional la inversión privada,
nacional y extranjera, en actividades productivas realizadas o por realizarse en
las zonas de frontera del país.
En consecuencia las personas naturales y jurídicas extranjeras podrán adquirir
concesiones y derechos sobre minas, tierras, bosques, aguas, combustibles,
fuentes de energía y otros recursos que sean necesarios para el desarrollo de
sus actividades productivas dentro de cincuenta kilómetros de las frontera del
país, previa autorización otorgada mediante Resolución Suprema refrendada por
el Ministro que ejerza la Presidencia del Consejo de Ministros y el Ministro del
Sector Correspondiente. Dicha Resolución Suprema podrá establecer las
condiciones a las cuales se sujeta a la adquisición o explotación.
Las autoridades sectoriales competentes otorgarán las concesiones y otras
formas de autorización para la explotación de recursos naturales ubicados dentro
de cincuenta kilómetros de las fronteras del país en favor de las personas
naturales o jurídicas extranjeras que lo soliciten, previo cumplimiento de las
disposiciones legales aplicables y luego de verificar que se hayan expedido la
resolución suprema a la que se refiere el párrafo anterior.”

1.5.- DEROGACIÓN Y MODIFICACIÓN DE LA LEY:

Se denomina derogación, en Derecho, al procedimiento a través del cual se deja


sin vigencia a una disposición normativa, ya sea de rango de ley o inferior. La
derogación es, por tanto, la acción contraria a la promulgación; se reconoce las
siguientes formas:
1) Derogación propiamente dicha o derogación stricto sensu: consiste en dejar
parcialmente sin efecto una ley.
2) Modificación o reforma: consiste en dejar sin efecto una parte de una ley
reemplazarla por otro texto.
3) Abrogación: consiste en dejar sin efecto totalmente una ley. Sin embargo, en
la práctica, este vocablo es reemplazarlo por la expresión derogación total y, aún
más simplemente, por derogación.
4) Subrogación: consiste en la sustitución de un texto legal integro, por otro.
1.6.- EL ARTÍCULO 13 ° DEL DERECHO LEGISLATIVO “LEY MARCO PARA
EL CRECIMIENTO DE LA INVERSIÓN PRIVADA”:

1) TÍTULO I: DE LOS ALCANCES DE LA LEY:


Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto garantizar la libre iniciativa
y las inversiones privadas, efectuadas o por efectuarse, en todos los sectores de
la actividad económica y en cualesquiera de las formas empresariales o
contractuales permitidas por la Constitución y las Leyes.
Establece derechos, garantías y obligaciones que son de aplicación a todas las
personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, que sean titulares de
inversiones en el país. Sus normas son de observancia obligatoria por todos los
organismos del Estado, ya sean del Gobierno Central, Gobiernos Regionales, o
Locales, a todo nivel.

2) TÍTULO II: DE LA ESTABILIDAD JURIDICA DEL REGIMEN


ECONOMICO
Artículo 2.- El Estado garantiza la libre iniciativa privada. La
Economía Social de Mercado se desarrolla sobre la base de la libre competencia
y el libre acceso a la actividad económica.
Artículo 3.- Se entiende por libre iniciativa privada el derecho que tiene
toda persona natural o jurídica a dedicarse a la actividad económica de su
preferencia, que comprende la producción o comercialización de bienes o la
prestación de servicios, en concordancia con lo establecido por la Constitución,
los tratados internacionales suscritos por el Perú y las Leyes.
Artículo 4.- La libre competencia implica que los precios en la
economía resultan de la oferta y la demanda, de acuerdo con lo dispuesto en la
Constitución y las Leyes. Los únicos precios que pueden fijarse
administrativamente son las tarifas de los servicios públicos conforme a lo que
se disponga expresamente por Ley del Congreso de la República.
Artículo 5.- El Estado garantiza el pluralismo económico. Toda
empresa tiene el derecho de organizarse bajo cualquier forma empresarial en la
legislación nacional. No puede limitarse el acceso directo o indirecto de los
inversionistas o las empresas en que estos participen a actividades económicas
específicas, en función a la forma empresarial que adopten.
Están exceptuados de esta disposición el sistema financiero de acuerdo a la Ley
que lo regula, y las excepciones que en el futuro se establezcan por Ley del
Congreso. Queda derogada toda disposición legal que contravenga lo dispuesto
en el presente artículo. En los casos en que la Ley establezca que la explotación
de los recursos naturales o la prestación de los servicios públicos deba realizarse
mediante concesiones u otras formas de otorgamiento a los particulares, se
respetará lo dispuesto en el presente Decreto Legislativo en lo que no
contravenga la legislación sectorial.
Artículo 6.- Queda derogada toda reserva en favor del Estado, ya sea
parcial o total, para la realización de actividades económicas o la explotación de
recursos naturales, con excepción a las referidas a las áreas naturales
protegidas. Tales reservas sólo procederán por causa de interés social o
seguridad nacional, y deberán ser dispuestas expresamente mediante Ley del
Congreso de la República o conforme a lo establecido en el artículo 54 del
presente Decreto Legislativo. De conformidad con el artículo 285 de la
Constitución Política, la fabricación de armas de guerra podrá realizarse por
empresas privadas solamente al amparo de convenios que celebra el Estado con
dicha finalidad.
Artículo 7.- Cuando una misma actividad económica es realizada por
el estado y por empresas privadas, iguales condiciones son aplicables a ambos.
En ningún caso se otorgará a las empresas del Estado atribuciones de imperio
o propias de la Administración Pública con excepción de las facultades que el
Estado delegue para la cobranza coactiva de tributos.
Artículo 8.- El Estado garantiza la propiedad privada sin más límites
que los que establece la Constitución Política. En aplicación del artículo 131 de
la Constitución Política, que reconoce la libertad empresarial, y en concordancia
con las disposiciones contempladas en el presente capítulo, el Estado no
expropiará empresas ni acciones o participaciones en ellas, salvo los casos de
interés nacional debidamente sustentados mediante Ley del Congreso de la
República.
Artículo 9.- De conformidad con lo prescrito en los artículos 130 y 131
de la Constitución Política, toda empresa tiene derecho a organizar y desarrollar
sus actividades en la forma que juzgue conveniente. Queda derogada toda
disposición legal que fije modalidades de producción o índices de productividad,
que prohíba u obligue a la utilización de insumos o procesos tecnológicos y, en
general, que intervenga en los procesos productivos de las empresas en función
al tipo de actividad económica que desarrollen, su capacidad instalada, o
cualquier otro factor económico similar, salvo las disposiciones legales referidas
a la higiene y seguridad industrial, la conservación del medio ambiente y la salud.
Artículo 10.- El Estado garantiza el derecho a las empresas, cualquiera
que sea la forma empresarial que adopten, a acordar libremente la distribución
del íntegro de las utilidades o dividendos que generen y el derecho de los
inversionistas a recibir la totalidad de los que les correspondan, inclusive los
referidos al ejercicio en curso de acuerdo a balances periódicos, sin perjuicio de
las obligaciones concernientes a la participación de los trabajadores, la reserva
legal y las responsabilidades del caso conforme a lo establecido en la Ley
General de Sociedades, siempre que se cumplan con las obligaciones tributarias
pertinentes. La distribución de utilidades de las empresas del sistema financiero
se rige por la Ley de la materia.
Artículo 11.- El Estado asegura la prestación de servicios públicos
básicos promoviendo la participación del sector privado, a fin de mejorar la
calidad de los servicios.
Artículo 12.- El Estado no establece tratamientos discriminatorios ni
diferenciados en materia cambiaria, precios, tarifas o derechos no arancelarios,
entre los inversionistas y las empresas en que éstos participen ni basándose en
sectores o tipo de actividad económica o en la ubicación geográfica de las
empresas. Tampoco podrá establecerlos entre las personas naturales
nacionales o extranjeras. Ninguna autoridad, funcionario o empleado del
Gobierno Central, Gobiernos Regionales o Locales en cualesquiera de sus
niveles, ni empresas del Estado, podrá establecer o aplicar tratamientos
discriminatorios ni diferenciados, de conformidad con lo dispuesto en el presente
artículo, bajo responsabilidad.
Artículo 13.- De conformidad con lo prescrito en el último párrafo del
artículo 126 de la Constitución Política, declárase de necesidad nacional la
inversión privada, nacional y extranjera, en actividades productivas realizadas o
por realizarse en las zonas de frontera del país.
En consecuencia, las personas naturales y jurídicas extranjeras podrán adquirir
concesiones y derechos sobre minas, tierras, bosques, aguas, combustibles,
fuentes de energía y otros recursos que sean necesarios para el desarrollo de
sus actividades productivas dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras del
país, previa autorización otorgada mediante resolución suprema refrendada por
el Ministro que ejerza la Presidencia del Consejo de Ministros y el Ministro del
Sector Correspondiente.
Dicha resolución suprema podrá establecer las condiciones a las cuales se
sujeta la adquisición o explotación. Las autoridades sectoriales competentes
otorgarán las concesiones y otras formas de autorización para la explotación de
recursos naturales ubicados dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras del
país en favor de las personas naturales o jurídicas extranjeras que lo soliciten,
previo cumplimiento de las disposiciones legales aplicables y luego de verificar
que se hayan expedido la resolución suprema a la que se refiere el párrafo
anterior.

Cuando se aprobó esta ley, el Perú se encontró en pleno proceso de


liberalización de la economía, privatización de empresas estatales, flexibilización
laboral, sustitución de importaciones por exportaciones y la premisa de que la
inversión privada traerá prosperidad, eficiencia, empleo y desarrollo económico.
En dicho contexto se aprueba la mencionada norma que busca eliminar las
trabas y distorsiones legales y administrativas que entorpecen el desarrollo de
las actividades económicas y restringen la libre iniciativa privada, restando
competitividad a las empresas privadas.

No obstante todas las facilidades que se brindaron a los inversionistas en


la década de los noventa del siglo pasado, el artículo 9º del Decreto Legislativo
Nº 757 puso como limite a la libertad de la empresa el cumplimiento de la las
disposiciones legales referidas a la higiene y seguridad industrial, la
conservación del medio ambiente.

Finalmente debemos señalar que actualmente casi en su totalidad los


temas ambientales abordados por la norma bajo comentario se encuentran
regulados por normas específicas tales como la Ley del Sistema Nacional de
Evaluación Ambiental, Ley General del Ambiente, Ley de Áreas Naturales
Protegidas, etc. El punto importante es que si el Estado decide aplicar la
derogación de la LEY MARCO PARA EL CRECIMIENTO DE LA INVERSIÓN
PRIVADA, DECRETO LEGISLATIVO Nº 757 se estaría estimulando la
incompetencia económica del país, cuando en realidad, el verdadero motivo por
el cual se expidió esta ley fue porque se necesitaba y requería una ley que
contenga las disposiciones requeridas para el crecimiento de la inversión privada
en todos los sectores de la economía del Perú; que para cumplir con dicha
finalidad resulta indispensable eliminar todas las trabas y distorsiones legales y
administrativas que entorpecen el desarrollo de las actividades económicas y
restringen la libre iniciativa privada, la que es totalmente esencial para una
exitosa inserción en el mercado internacional.

Meaño, F. (1993). Factores estructurales de la competitividad y la inversión


beneficiosa de empresas extranjeras. (Empresa Editora Oficina de IICA en el
Perú.), La competitividad del sector agropecuario peruano en el mercado
subregional andino. (203. 11-12).Lima, Perú: Editorial.

Meaño, F. (1993). “….Las tendencias que se observan en el plano del comercio


internacional, indican que los procesos de conformación de bloques económicos
y comerciales toman cada vez mayor impulso. Los procesos de liberación de las
economías, en general y los de conformación de zonas de libre comercio en
particular exponen a los países subdesarrollados, a una competencia
internacional o lo que es lo mismo, a la internalización creciente de los patrones
de desarrollo económico, donde los procesos productivos nacionales están
completamente subordinados a las reglas del mercado mundial. En este sentido,
nuestro país están enfrentándose al nuevo desafío de que para crecer hay que
ser competitivo en el mercado internacional. Para ello es necesario la inversión
extranjera que implica innovación tecnológica para lo cual es necesario atraer
inversión directa.”
1.7.- NORMAS DE DESARROLLO CONSTITUCIONAL:

Ese tipo de las leyes son concebidas como normas jurídicas que, en el sistema
de fuentes del derecho, se ubicarían en un lugar intermedio entre la Constitución
y las leyes ordinarias. Su principal función sería servir de instrumento técnico
para descargar la Constitución de normas de carácter reglamentario que la
hacen perder coherencia en su contenido, que alteran su carácter de norma
general suprema, que obligan a la incesante modificación de sus preceptos y
que limitan su adaptación a las necesidades y exigencias de una sociedad
dinámica.
Conforme a la Octava Disposición Final y Transitoria de la Constitución, el
concepto de ley de desarrollo constitucional es equivalente al de ley orgánica
previsto en el artículo 106° de la Constitución, el cual se refiere a las normas que
"regulan la estructura y funcionamiento de las entidades del Estado previstas en
la Constitución", y cuyo proceso de aprobación es distinto a la ley ordinaria. En
la doctrina nacional se considera, igualmente que las leyes de desarrollo
constitucional son en esencia las leyes orgánicas.
DESARROLLO ECONOMICO

1. INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DESARROLLO ECONÓMICO:

Una de las características más notables de la actual etapa de globalización es la


importancia que fue cobrando en todo el mundo la Inversión Extranjera Directa
(IED). La Quinta Edición del Manual de Balanza de Pagos del FMI (2004) define
a la IED como una de las cuatro categorías de transacciones financieras entre
residentes y no residentes que constituyen la inversión financiera internacional.
La inversión directa es la categoría de inversión internacional que refleja el
objetivo, por parte de una entidad residente de una economía (inversor directo),
de obtener una participación duradera2 en una empresa residente de otra
economía (empresa de inversión directa). La inversión directa comprende tanto
la transacción inicial que establece la relación entre el inversor y la empresa
como también todas las transacciones que tengan lugar posteriormente entre
ellos.
Esto encierra un concepto más amplio que una mera transacción financiera,
implica el acceso directo a la tecnología, a las nuevas técnicas de producción y
a las prácticas de gestión más avanzadas empleadas en el exterior. Los
recientes avances que se han llevado a cabo en la teoría del crecimiento
económico, también llamada Nueva Teoría del crecimiento o Teoría del
crecimiento endógeno, proporcionan líneas de investigación sugerentes para el
estudio de la Inversión Extranjera Directa como uno de los determinantes del
crecimiento económico de los países.

2. ANTECEDENTES TEÓRICOS:

La abundante literatura sobre el desarrollo económico que comenzó a florecer a


mediados de los ochenta subrayó el importante rol del progreso técnico
endógeno como uno de los principales motores del crecimiento económico. Sin
embargo la posibilidad de acceder a los inventos y a los nuevos diseños no es
igual para todos los países. Algunos cuentan con la capacidad de innovar y de
producir su propia tecnología, mientras que otros, generalmente conocidos como
países en desarrollo, deberán beneficiarse a partir de la difusión de la tecnología
que se produce en otros lugares. De esta manera, las tasas de crecimiento
económico en los países en desarrollo son, en parte, explicadas por el proceso
de “catch up” (alcance) en el nivel de tecnología.
La difusión tecnológica puede darse a través de diversos canales como: la
transmisión de ideas y nuevas tecnologías, la importación de productos
altamente tecnológicos, la adopción de tecnologías extranjeras y la capacitación
del capital humano en el exterior. Además de estos canales, en las últimas
décadas, la literatura ha señalado que a través de la IED que realizan las grandes
corporaciones multinacionales, la tecnología puede ser transmitida desde los
países avanzados hacia los menos desarrollados, permitiendo a estos últimos
crecer a tasas mayores. Algunos trabajos recientes sobre el crecimiento
económico destacan el rol de la IED en el progreso tecnológico de los países en
desarrollo.
Findlay (1978), por ejemplo, sostiene que la IED eleva la tasa de progreso
técnico en el país receptor a través del efecto contagio de tecnologías más
avanzadas, técnicas de manejo, etc., que aplican las empresas extranjeras.
Durante las décadas de 1950 y 1960, varios autores consideraban que la IED
afectaba negativamente el crecimiento de los países en desarrollo.
Afortunadamente, gracias al desarrollo económico alcanzado en la segunda
mitad del siglo XX, esta discusión se modificó dando lugar a las Nuevas Teorías
del crecimiento. Estas teorías permitieron analizar el problema desde otra
perspectiva y brindaron un marco adecuado para poder analizar la relación
existente entre la IED y el crecimiento económico. El papel que interpreta la IED
en el marco de la teoría del crecimiento variará dependiendo del tipo de modelos
bajo el que se estudie el proceso.
Si su marco de actuación se enfoca dentro de los modelos neoclásicos al estilo
de Solow (1956), su efecto Las otras categorías son: inversión de cartera, otras
inversiones y activos de reserva. El concepto de participación duradera implica
la existencia de una relación a largo plazo entre el inversor directo y la empresa
y un grado significativo de influencia del inversor en la dirección de la empresa.
3 sobre el crecimiento del output estará limitado por la existencia de rendimientos
decrecientes del capital físico. Por lo tanto, la IED tendría un efecto nivel sobre
la renta per cápita, pero no un efecto tasa, no alterando la tasa de crecimiento a
largo plazo del output per cápita.
Si la IED se estudia en el contexto de la Nueva Teoría del Crecimiento puede
afectar a la tasa de crecimiento de un país de forma endógena. Esto resulta
posible si se producen rendimientos crecientes en la producción a través de los
efectos difusión (spillover) o externalidades. De esta forma, la IED consigue
generar crecimiento económico a largo plazo. En este contexto, las
externalidades, el capital humano y los efectos “learning by doing” y “learning by
watching” son los elementos complementarios a los tradicionales (progreso
tecnológico y acumulación de capital físico) que promueven el crecimiento
económico de forma endógena.
Por lo tanto, la mayoría de los factores identificados dentro de la Nueva Teoría
del Crecimiento como motores del mismo, pueden incluirse como efectos que
provoca la IED en el país receptor de la inversión.
La IED se considera el principal vehículo transmisor de tecnología en los países
en desarrollo (Borensztein, De Gregorio y Lee (1998)). Varios autores coinciden
en que la influencia de IED en la tasa de crecimiento del producto bruto real
interno en términos per cápita se ejerce de dos formas:
• En primer lugar, a través del proceso de acumulación de capital que origina la
entrada de este flujo de capitales en el país receptor. La IED impulsa el
crecimiento incorporando nuevos inputs de tecnología más moderna en la
función de producción de la economía receptora.
• En segundo lugar, influye en el crecimiento a través de la transferencia de
conocimientos. Con frecuencia la IED incrementa el stock de conocimientos de
la economía beneficiaria, e introduce nuevas técnicas de organización
empresarial, programas de aprendizaje, técnicas de marketing y otra serie de
activos intangibles.
Por su parte, Romer (1993) señala que, además de estas dos formas, mayores
flujos de IED pueden contribuir a una aceleración del crecimiento económico en
los países en desarrollo a través de las mayores entradas de divisas que
contribuyen a aliviar los desequilibrios externos y, por lo tanto, a atenuar los
efectos nocivos de aquellos sobre el crecimiento. Como se observa, la Nueva
Teoría del Crecimiento proporciona motivos poderosos para considerar la IED
como un factor a tener en cuenta en el proceso de crecimiento.
Ahora bien, el uso adecuado de este factor requiere de la existencia de cierto
clima de estabilidad económica. Sin la existencia de este clima propicio la IED
puede ser contraproducente; en lugar de estimular el crecimiento, servirá para
impulsar la tasa de repatriación de la inversión por compañías extranjeras
ocasionando beneficios sociales no apreciables en la economía receptora de la
inversión. Uno de los primeros trabajos teóricos que incorporan la IED como
proxy del desarrollo tecnológico (y no como otra forma de capital) en un modelo
de crecimiento fue el de Malley y Moutos (1994). En su modelo la tasa de
progreso tecnológico solo afecta al nivel de ingresos de la economía debido a la
presencia de rendimientos decrecientes.
El trabajo de Borensztein, De Gregorio y Lee (1998) es interesante por el modelo
teórico que desarrolla, dado que ha sido tomado posteriormente por la mayoría
de los economistas o analistas que se interesaron por la relación entre el
crecimiento económico y la Inversión Extranjera Directa.
El análisis empírico se inicia a partir de un modelo de crecimiento endógeno, en
el cual la tasa de progreso tecnológico es la principal determinante de la tasa de
crecimiento de largo plazo del ingreso. El progreso técnico se da por medio de
un proceso de ampliación del capital (capital deepening) que se verifica a través
de la introducción de nuevas variedades de bienes de capital.
Este efecto de la IED sobre la tasa de crecimiento de la economía está
positivamente asociado con el nivel de capital humano en la economía receptora,
lo cual implica que cuanto más alto sea el nivel de capital humano en la economía
receptora, 6 mayor será el efecto de la IED sobre la tasa de crecimiento de la
economía. El stock de capital humano en el país receptor limita la capacidad de
absorción de un país en desarrollo. Como puede apreciarse, el modelo destaca,
por un lado, el rol que juega la introducción de tecnologías más avanzadas y, por
otro, los requerimientos de la capacidad de absorción en la economía receptora,
como determinantes del crecimiento económico. Por otra parte, también analizan
como el ingreso de capitales extranjeros desplaza a la inversión doméstica, es
decir, investigan el efecto de la IED con respecto a la inversión doméstica. En
principio este efecto puede ser ambiguo.
Por una parte, puede ser que las empresas multinacionales desplacen a las
domésticas a través de la competencia en los productos y en los mercados
financieros. Por otra, la IED puede favorecer la expansión de las empresas
domésticas por medio de la complementariedad en la producción o aumentar su
productividad a través del efecto derrame de tecnología (spillovers effects). Sus
resultados muestran un efecto “crowding in” (empuje): si el ingreso neto de la
IED aumenta en un dólar, la inversión total de la economía receptora se
incrementará en una cuantía mayor que un dólar.
Por lo tanto, además del efecto que la IED genera en cuanto al progreso técnico,
contribuye al crecimiento económico aumentando la acumulación total de capital
en la economía receptora. Jones (1995) critica los modelos de crecimiento
endógeno basados en procesos de investigación y desarrollo como fuente de
crecimiento, ya que considera que estos no tienen en cuenta los efectos escalera
en el sentido desarrollado por Schumpeter (1934). La duplicidad de esfuerzos
destinados a procesos de desarrollo puede producir rendimientos decrecientes
en los recursos destinados a la investigación y desarrollo e impedir el crecimiento
endógeno.
Pero bajo la existencia de complementariedad, las innovaciones incorporadas en
los procesos de IED pueden crear en lugar de reducir los beneficios procedentes
de la tecnología obsoleta. Alternativamente, De Mello (1999), observa que la
convivencia de tecnologías innovadoras junto con las obsoletas, en los países
en desarrollo, sugiere una menor eficiencia en la utilización de la tecnología
avanzada, o que la tecnología moderna es menos productiva que la ya existente.
En conclusión, la dotación de factores de la economía actuará como
determinante del proceso de inversión foránea, disminuyendo el efecto de
difusión tecnológica internacional de la IED. Como se ha visto hasta aquí, existe
actualmente un cuerpo teórico, es decir, una parte de la literatura, que se dedica
a analizar el efecto de la IED sobre el crecimiento económico. Pero también
existe otra parte que se ocupa de evaluar el efecto derrame de conocimiento
(knowledge spillovers) por parte de las corporaciones multinacionales hacia las
empresas domésticas, y que se considerará a continuación. Durante el siglo XX,
en el contexto de la Guerra Fría, la visión tradicional de occidente sobre el
impacto de la IED en los países huéspedes fue excesivamente favorable, basada
con frecuencia en el supuesto de que tales efectos serían automáticos y
evidentes.
La crítica original a esta concepción se fundaba en que el impacto era por
definición negativo, pues se trataba de una manifestación del imperialismo o del
neo-colonialismo. En este sentido, el debate original sobre los efectos de la IED
estuvo sujeto a consideraciones más ideológicas que científicas. Sin embargo,
en la actualidad esto ha cambiado. La vertiente más conocida de la visión de
occidente se sustenta en la literatura original sobre derrames o spillovers de la
inversión extranjera. El concepto de derrame sugiere que una vez que los flujos
de inversión extranjera hacia la economía huésped han alcanzado un cierto nivel,
una serie de beneficios, tales como transferencias de tecnologías,
encadenamientos productivos, capacitación de recursos humanos y desarrollo
empresarial local, se “derramarían” en la economía local del mismo modo que el
contenido de un vaso se derrama cuando rebasa el borde. Esta idea de
beneficios automáticos y efectivos dominó durante mucho tiempo, pero en la
actualidad ya no es así.
Una completa reevaluación de la literatura sobre los efectos derrame de la IED,
a partir de trabajos empíricos, ha llevado a 4 De acuerdo con sus estudios este
incremento es aproximadamente entre 1,5 y 2,3 veces el incremento inicial en la
IED. 7 nuevas conclusiones que sugieren que los impactos no son
exclusivamente (e incluso no necesariamente) positivos. En estos nuevos
estudios, en los que se aplicaron metodologías mejoradas, se plantea que con
mucha frecuencia los efectos de la inversión extranjera han sido neutros o
negativos o, en el mejor de los casos, la situación resultante es poco clara,
especialmente cuando se trata de países en desarrollo y economías en
transición.
Chudnovsky, López y Rossi (2003) consideran justamente esta posibilidad de
que las corporaciones transnacionales generen spillovers hacia las empresas
domésticas. Las empresas transnacionales tienen, por lo general, ciertas
ventajas propias que les permiten competir con éxito en los mercados
domésticos donde invierten. Estas ventajas se deben a diferentes causas
(nuevas tecnologías, mejor organización y sistemas de marketing, capacidad de
innovación, etc.), sin embargo, no siempre las corporaciones multinacionales
pueden lograr todos los beneficios que implican tales ventajas. Es así como
distintos spillovers pueden afectar a las firmas domésticas. Los mismos pueden
llegar a producir un aumento en el stock de capital humano doméstico debido a
las mejoras en la destreza de trabajadores, técnicos e ingenieros, que son
entrenados por las filiales multinacionales.
Este tipo de efectos aparecen cuando la demanda de trabajo calificado se
encuentra en aumento y llega al punto en que el personal capacitado por las
corporaciones transnacionales es posteriormente empleado por empresas
locales o deciden abrir su propio negocio. Las empresas transnacionales
generalmente cuentan con una mayor productividad que las empresas
domésticas con quienes compiten. Los spillovers horizontales o intra-industriales
aparecen cuando las empresas domésticas son inducidas a incrementar su
productividad o mejorar la calidad de sus productos a través de la innovación o
de la adquisición de maquinarias, equipos y ciertas tecnologías.
A veces los derrames de conocimiento (en el área de organización del proceso
productivo, diseño del producto, marketing, etc.), que pueden ayudar a las firmas
domésticas a incrementar su productividad, provienen de la presencia de
transnacionales a pesar de que éstas últimas, muchas veces, se ven motivadas
a evitarlos. Contrariamente al caso anterior, puede suceder que las empresas
transnacionales se encuentren incentivadas a promover los spillovers verticales
o inter-industriales. La difusión de conocimientos entre sectores puede
probablemente no representar una pérdida de beneficios para las grandes
empresas y hasta puede llegar a ser positiva en cuanto que puede contribuir a
mejorar la competitividad y eficiencia de sus clientes y proveedores. Por otra
parte, Aitken y Harrison (1999) consideran que las corporaciones
transnacionales pueden generar spillovers negativos cuando las empresas
domésticas se ven forzadas a reducir su producción (causando esto una menor
productividad en sus establecimientos en el caso de que trabajen con altos
costos fijos) o a abandonar el mercado como consecuencia del aumento de la
cantidad de firmas extranjeras.
Chudnovsky, López y Rossi (2003) señalan que una importante aclaración debe
hacerse al respecto. Ellos consideran que si los spillovers se asocian con un
cierto efecto derrame de conocimiento hablar de spillovers negativos no tiene
sentido. Si se considera, en cambio, a los spillovers de la IED en un sentido
amplio (incluyendo todos los efectos derivados de la competencia que las
corporaciones transnacionales generan sobre las firmas domésticas), entonces,
será posible encontrar spillovers positivos tanto como negativos.

3. LITERATURA EMPÍRICA:

Como se ha indicado en la sección anterior, los recientes modelos teóricos


sugieren que la IED es un importante determinante del crecimiento económico.
Con respecto al efecto de la IED sobre el crecimiento económico, los trabajos
empíricos recientes arrojan diversos resultados. Una cierta cantidad de estudios
sobre el tema ha señalado que el efecto de la IED sobre el crecimiento
económico en países en desarrollo es insignificante.
Al respecto Singh (1988) encontró, en un ejemplo de setenta y tres países en
desarrollo, que la IED tiene leves o prácticamente nulas consecuencias sobre el
crecimiento económico. Fry (1992), por su parte, examina el rol de la IED y trata
de ver si ésta promueve o no el crecimiento, en un modelo macroeconómico.
Para ello realiza un análisis cross-section y toma como muestra dieciséis países
en desarrollo en el período 1966-1988.
Los países que incluye son Argentina, Brasil, Chile, Egipto, India, México,
Nigeria, Pakistán, Sri Lanka, Turquía, Venezuela y cinco países de la cuenca del
Pacífico: Indonesia, Corea, Malasia, Filipinas y Tailandia. Él encuentra que, para
su ejemplo, no existe una diferencia significativa entre el efecto de la IED y el de
la inversión financiada domésticamente sobre la tasa de crecimiento de la
economía. Por otra parte, también observa que la IED tiene un significativo efecto
negativo sobre la inversión doméstica, lo cual sugiere una especie de efecto
crowding-out (desplazamiento). Pero, de alguna manera, este efecto varía a lo
largo de los diferentes países. En los de la cuenca del Pacífico, en cambio,
pareciera que la IED, genera un efecto crowding-in (empuje) sobre la inversión
doméstica.
De Gregorio (1992), a diferencia de los resultados sugeridos por los estudios
mencionados anteriormente, ha encontrado un impacto positivo y significativo de
la IED sobre el crecimiento económico en un panel de doce países
latinoamericanos entre los años 1950 y 1985. BlomstrÖm, Lipsey y Zejan (1992)
comparten la idea de que el crecimiento económico de un país atrasado depende
de la transferencia de tecnología por parte de los países líderes y de la eficiencia
con la cual se absorbe y difunde tal tecnología. La tecnología puede ser
transmitida a los países en desarrollo (o a cualquier otro país) a través de una
variedad de canales. IED llevada a cabo por las grandes corporaciones
multinacionales es comúnmente sugerida como un vehículo para lograr tal fin.
Esto se debe a que las corporaciones multinacionales han asumido un rol
fundamental en lo que respecta a la investigación y desarrollo a nivel mundial, y
en la actualidad controlan las tecnologías más avanzadas. Los países en
desarrollo cuentan con una escasa capacidad, que no les permite invertir en
investigación y desarrollo, lo cual los hace depender cada vez más, de las
corporaciones multinacionales para poder acceder a la tecnología moderna.
Para analizar la influencia de la IED sobre el crecimiento económico efectúan un
análisis cross-country sobre una muestra de setenta y ocho economías en
desarrollo. A partir de ello afirman que el impacto de la IED sobre el crecimiento
es mayor en aquellos países que muestran un nivel de ingreso per cápita más
alto.
Balasubramanyam, Salisu y Sapsford (1996) examinan, dentro del marco de la
Nueva Teoría del Crecimiento, el papel que desempeña la IED en el proceso de
crecimiento económico de los países en vías de desarrollo, caracterizados por
diferentes regímenes de política comercial. Estos autores prueban la hipótesis
planteada por Jagdish Bhagwati, la cual sostiene que el efecto benéfico de la
IED sobre el crecimiento es más fuerte en aquellos países que persiguen una
política comercial orientada hacia fuera, que aquellos otros que optan por la
orientación hacia adentro. Con este fin, llevaron a cabo un procedimiento cross-
country para analizar cuarenta y seis países en desarrollo entre 1970 y 1985.
Sus resultados sugieren que la IED contribuye al crecimiento en aquellos casos
en los 9 que el país receptor adopta políticas de liberalización de su economía.
Argumentan que los países pertenecientes a los Tigres Asiáticos, así como
también, Kenya y Chile, se han beneficiado mucho más de la IED que Indonesia,
Filipinas, Moroco, Nigeria, Perú y Uruguay, que optaron por una estrategia de
sustitución de importaciones. Para estos autores un régimen liberal en lo que
respecta al comercio y la inversión, que permita la competencia entre empresas
domésticas y extranjeras, promueve la innovación, permite que se verifique el
efecto “learning by doing” y contribuye a la adquisición de ciertas habilidades.
Estos son, según los mencionados autores, algunos de los aspectos a través de
los cuales las empresas extranjeras contribuyen al proceso de crecimiento
económico. Por otro lado, Zhang (2001) muestra un resultado similar.
Borensztein, De Gregorio y Lee (1998), luego del desarrollo teórico realizado,
prueban el efecto de la IED sobre el crecimiento económico realizando un
análisis cross-country. Para ello, utilizan los datos sobre el flujo de IED de países
industrializados a sesenta y nueve países en desarrollo, entre los años 1970 y
1989.
Sus resultados sugieren que la IED es un importante canal para la transmisión
de tecnología y que contribuye en mayor medida que la inversión doméstica al
crecimiento económico. Encuentran también que existe una fuerte
complementariedad entre la IED y el capital humano. Esto significa que la
contribución de la IED al crecimiento económico se relaciona con la interacción
entre ésta y el nivel de capital humano del país receptor. Los resultados
empíricos a los cuales arriban demuestran claramente que la IED es más
productiva que la inversión doméstica solo en aquellos países receptores que
cuentan con un cierto nivel mínimo de capital humano.
De Mello (1999) emplea en su análisis series de tiempo y un panel de datos.
Toma una muestra de quince países desarrollados y diecisiete países en
desarrollo en el período 1970- 1990, donde un grupo de estos países pertenece
a la OCDE mientras que otro no. Sus estimaciones sugieren que el efecto de la
IED sobre el crecimiento varía enormemente entre los diferentes países, pero
muestran un impacto positivo de la misma, tanto en los países desarrollados
como en los países en desarrollo. A partir de los resultados obtenidos, este autor,
infiere que la medida en que la IED afecta o se relaciona con el crecimiento
económico depende del grado de complementariedad que existe entre la
inversión extranjera y la doméstica. El grado de sustitución entre capital
doméstico y extranjero parece ser mayor en las economías tecnológicamente
más avanzadas. Los países en desarrollo, por otra parte, muestran cierta
dificultad en el uso y difusión de las nuevas tecnologías que emplean las grandes
corporaciones multinacionales.
Los hallazgos de Xu (2000) sobre la IED de Estados Unidos a cuarenta países
en el período 1966-1994 corroboran los resultados de De Mello, con respecto a
que la transferencia de tecnología a través de la IED contribuye al crecimiento
económico en los países en desarrollo. Xu atribuye esto al hecho de que los
países cuentan con un nivel de capital humano adecuado. Kumar y Pradhan
(2002) analizan el efecto de la IED sobre el crecimiento en un panel de datos
actualizados.
Para ello toman una muestra de ciento siete países en desarrollo durante el
período 1980-1999. Estos autores adoptan una función de producción como la
de Solow, donde el producto de la economía depende del capital, el trabajo, el
capital humano y la productividad, especificando por separado el capital
doméstico y el extranjero. Consideran una función Cobb-Douglas como la
siguiente: α λ β γ Yt = AitKditK fit Lit Hit Donde Y es el producto, Kd y Kf
representan el stock de capital doméstico y extranjero respectivamente, L el
trabajo y H el capita humano. α, β,λ y γ representan las elasticidades producto
del stock de capital doméstico, del stock de capital extranjero, del trabajo y del
capital humano. Teóricamente, se espera que α,β y γ sean positivas mientras
que el signo de λ dependerá de los efectos de la competencia y de los
compromisos, así como también de otras externalidades que IED genera en los
países.
Alfaro (2003) considera la relación entre la IED y el crecimiento económico
examinando el rol que la IED juega en los distintos sectores de la economía. Es
decir, trata de observar si la IED promueve el crecimiento económico en el sector
primario, en el manufacturero y en el de servicios.
Siguiendo la metodología de Borensztein, De Gregorio y Lee, realiza un análisis
empírico usando datos cross-country de cuarenta y siete países para el período
1981-1999. Los resultados demuestran que el flujo de IED en los diferentes
sectores de la economía genera distintos efectos sobre el crecimiento
económico. En el sector primario tiende a producir un efecto negativo sobre el
crecimiento, mientras que en el sector manufacturero el efecto es positivo. La
evidencia respecto del sector servicios es ambigua. La idea principal de Alfaro
es demostrar que no todas las formas de IED son favorables para la economía
receptora, a diferencia de lo que sostiene casi toda la literatura macroeconómica.
De esta forma, sugiere, por una parte, la aplicación de distintos esfuerzos
orientados a la atracción de aquellos tipos de IED que generan efectos positivos
sobre el crecimiento y, por otra, la consideración de incentivos negativos para
otros tipos, como por ejemplo la inversión en recursos naturales. Este autor
también señala que la naturaleza de la economía receptora es un factor muy
importante al momento de tomar las decisiones respecto de los incentivos a
aplicar.
M. Bengoa y B Sánchez-Robles (2003) analizan la relación entre crecimiento
económico e IED a partir de un simple modelo teórico inspirado en los aportes
de Romer (1990), Rebelo (1991), Barro y Sala-i-Martin (1997) y el reciente
trabajo de Borensztein, De Gregorio y Lee (1998). Este modelo considera que la
producción total de la economía es elaborada tomando como input el stock de
capital doméstico junto con el capital acumulado a través de la IED que entra al
país; la movilidad del capital es imperfecta, por ejemplo, por la existencia de
controles de capital.
Esta restricción, muy común en los países en desarrollo, implica que los agentes
no pueden convertir moneda local en divisa a la tasa oficial o que si bien pueden
hacerlo, existen ciertas limitaciones al respecto. Como consecuencia de esto,
existe una cuña entre la tasa de interés doméstica y la internacional. Por lo tanto,
mantener altas tasas de retorno en los países receptores atrae flujos de inversión
extranjera directa hasta que ambas tasas coinciden. Finalmente se supone que
IED implica la entrada de bienes de capital de mayor tecnología en el país. El
progreso técnico en este modelo se relaciona precisamente con esta forma de
inversión.
La tasa de crecimiento en la economía está inversamente relacionada con el
costo de oportunidad de invertir en los mercados de capital internacionales (rw).
Por lo tanto, altas tasa de interés mundiales desalientan los flujos de IED entre
países, reduciendo la tasa de crecimiento en los países en desarrollo. 3. La tasa
de crecimiento está positivamente relacionada con el costo que las firmas
extranjeras deben afrontar para ingresar al país, Φ. La política económica puede
influenciar el monto de los capitales que ingresan al país alterando este costo.
El parámetro Φ será menor en países orientados hacia afuera, los cuales
eliminan las regulaciones que impiden la entrada de la inversión extranjera
directa y facilitan los trámites necesarios para que las firmas extranjeras puedan
ingresar.
La atracción de la IED será un objetivo a lograr en estas economías y esto les
permitirá crecer a mayores tasas. En cambio, los países orientados hacia
adentro, establecerán altos valores para Φ, lo cual hará menos atractivas a las
inversiones extranjeras y el crecimiento se registrará a una menor tasa. Estos
autores tomaron una muestra de dieciocho países de América Latina, entre 1970
y 2000. Observaron que efectivamente la IED es significativa y está
positivamente correlacionada con el crecimiento económico en todas las
estimaciones, con lo cual pudieron confirmar la hipótesis planteada al comenzar
su investigación: “la IED genera crecimiento endógeno”. Como se mencionó
anteriormente, se han realizado también una serie de estudios que analizan los
spillovers de la IED sobre el crecimiento económico.
Estos estudios emplean diversas técnicas y metodologías, y se han aplicado
tanto a países desarrollados como a países en desarrollo, donde en algunos
casos han recibido importantes flujos de IED y en otros no. Consideran períodos
muy diferentes y usan tanto variables endógenas como exógenas. Algunos
señalan la presencia de spillovers positivos, algunos otros negativos y el resto
ha encontrado resultados condicionales o mixtos. Chudnovsky, López y Rossi
(2003) los clasifican en tres grupos. En el primero incluyen los estudios recientes
que utilizan datos cross-section en un determinado año y que encuentran
spillovers positivos.
Los trabajos pioneros de Caves (1974) en Australia, Globerman (1979) en
Canadá y BlomstrÖm y Person (1983) en México, señalan la presencia de
spillovers positivos y significativos en el sector manufacturero. Otros estudios
realizados posteriormente en el sector manufacturero mexicano, por BlomstrÖm
y Walff (1994), sobre la IED de Estados Unidos en el sector manufacturero de
Francia, Alemania y Japón por Nadiri (1991) revelan la presencia de spillovers
positivos sobre la productividad de las firmas domésticas. BlomstrÖm y SjÖholm
(1998), en un trabajo sobre Indonesia, encontraron que la productividad de la
mano de obra en las empresas domésticas estaba positivamente correlacionada
con la presencia de empresas extranjeras en el sector. En el segundo grupo
incluyen estudios recientes que emplean paneles de datos y encuentran
spillovers negativos.
Destacan aquí el trabajo de Aitken y Harrison (1999) que analiza 400
establecimientos en el sector manufacturero de Venezuela entre los años 1976
y 1989, y observa que la presencia de corporaciones multinacionales afecta
negativamente la productividad total de los factores. Otros estudios que
consideran la existencia de spillovers negativos son: el de Djankov y Hoeckman
(2000) sobre 500 firmas en la República Checa entre 1992 y 1996; el de Hadad
y Harrison (1993) en el sector manufacturero de Moroco en el período 1985-
1989; el de Kathuria (2000) en el sector industrial de la India entre 1976 y 1989;
y otro de Konings (2000), quien utiliza un panel de firmas pertenecientes a
Bulgaria, Polonia y Rumania entre 1993 y 1997. Finalmente, en el tercer grupo,
se refieren a trabajos que arriban a resultados mixtos o condicionales. Una
primera clase, dentro de esta categoría, incluye trabajos que destacan la brecha
tecnológica y de productividad existente entre las empresas domésticas y las
extranjeras. Mientras que una amplia brecha puede significar una gran
posibilidad de aprendizaje para las empresas domésticas, una brecha
demasiado profunda puede llegar a obstaculizar el efecto de los spillovers.
Esto se debe a que las empresas domésticas no serán tan atractivas para los
proveedores, como las transnacionales, o a que no serán 12 capaces de
aprovechar los beneficios derivados del derrame de conocimientos o de
incrementar su competitividad modernizándose tecnológicamente. Uno de los
trabajos pioneros en el área es el de Cantwell (1989), quien se interesa por el
impacto de la creciente presencia de empresas norteamericanas en Europa,
desde mediados de 1950 hasta 1970. El análisis señala diferencias sustanciales
entre los sectores y las firmas. La respuesta de las empresas europeas al “talento
norteamericano” fue superior en aquellas actividades donde confiaron en la
significativa capacidad tecnológica. El resto de las firmas, se vieron forzadas a
abandonar el mercado o a concentrarse en otras actividades no atractivas para
las norteamericanas.
Posteriormente, en un estudio cross-section sobre el sector manufacturero
mexicano, Kokko (1994) concluye que es menos probable encontrar spillovers
en aquellos sectores donde las empresas extranjeras tienen una importante
porción de mercado y usan tecnologías muy superiores a sus competidores
locales. En 1996 Kokko junto con Tansini y Zejan, analiza el efecto de la
presencia de firmas extranjeras, en el sector manufacturero uruguayo, sobre el
desempeño de las locales (que cuentan con más de 100 empleados).
Encuentran evidencia de spillovers positivos solo en aquellos casos en los cuales
la brecha de productividad entre firmas domésticas y extranjeras es moderada.
En otro estudio Tansini y Zejan (1998), con datos sobre el sector manufacturero
uruguayo entre 1988 y 1990, hallan spillovers positivos para toda la muestra y
especialmente para las empresas domésticas más pequeñas.
Contrariamente, en este caso, observaron que no existían spillovers donde la
brecha tecnológica era moderada y que solo eran significantes en aquellos casos
donde la brecha era amplia. Analizando un panel de firmas españolas, francesas
e italianas entre 1993 y 1997, Castellani y Zanfei (2001) llegaron a que la
combinación de una gran brecha entre la productividad total de los factores y el
nivel de productividad de las corporaciones multinacionales generaba efectos
positivos.
Girma, Greenaway y Wakelin (2000), en cambio, basándose en un panel de
4.000 firmas británicas, entre 1991 y 1996, observaron que las empresas
domésticas se beneficiaban con la presencia de transnacionales siempre que la
brecha de productividad total de los factores fuera pequeña. Un estudio realizado
por Hanskel, Pereira y Slaughter (2002) se encuentra entre los que destacan la
noción de brecha de productividad y los que se refieren al rol de la capacidad de
absorción de la economía doméstica.
Utilizan un panel de datos sobre firmas británicas, entre 1973 y 1992, y estiman
el impacto de lo que ellos denominan “capacidad de absorción”, la cual se mide
como una combinación de tres variables: el nivel de empleo, la productividad
total de los factores y la intensidad de las capacidades. Encuentran que es más
probable que existan spillovers positivos cuando la brecha es grande. Estos
autores combinan una medida de la brecha tecnológica con otra relacionada con
la capacidad de absorción dificultando así el entendimiento de los resultados a
los cuales arriban.
Más allá de los resultados del mencionado trabajo anterior, la teoría aceptada
actualmente sugiere que para que los spillovers lleguen a las empresas
domésticas es necesario que éstas cuenten con una significativa capacidad de
absorción, que les permita beneficiarse con los conocimientos que poseen las
multinacionales. Tales capacidades también son necesarias si las empresas
locales optan por otras vías de modernización tecnológica (como la importación
de bienes de capital, licencias, etc.) y dependen, entre otras cosas, de la
competencia técnica, de la magnitud y naturaleza de las actividades innovadoras
que llevan a cabo las firmas domésticas, etc. Chudnovsky et al (2003) analizan
en su trabajo el flujo de IED en el sector manufacturero en Argentina entre los
años 1992 y 1996. Observan que las empresas transnacionales contaban con
niveles de productividad mucho mayores que los de las firmas domésticas. Pero,
a pesar de ello, la mayoría de las firmas no recibieron spillovers positivos sino
negativos.
Sólo unas pocas empresas se beneficiaron a partir de la presencia creciente de
filiales extranjeras en la economía local y fueron aquellas que contaban con una
alta capacidad de absorción. Finalmente, estos autores, concluyen que tales
capacidades son determinantes al momento de analizar las posibilidades de
crecimiento de las empresas domésticas en los países en desarrollo. Otro
estudio en el que se trabaja con el concepto de capacidad de absorción es el
realizado por Barrios, Dimelis, Louri y Strobl (2002), empleando información de
un grupo de empresas de Grecia, Irlanda y España. Observaron que los
spillovers positivos dependen generalmente de la capacidad de absorción de las
firmas domésticas. Barrios (2002), basándose en un panel de datos de firmas
españolas entre 1990 y 1994, también destaca el rol de la capacidad de
absorción como promotora de los spillovers positivos.
Otros trabajos se focalizan en el impacto sobre los sectores donde existen
spillovers y, por lo tanto invierten las empresas transnacionales, bajo el supuesto
de que en los sectores donde el gasto en actividades de investigación y
desarrollo es alto, es más probable que aparezcan spillovers positivos. Al
respecto, Kinoshita (2000), analizando un panel de firmas Checas entre 1995 y
1998, encuentra spillovers positivos solo aquellos sectores en los que los países
receptores son intensivos en investigación y desarrollo.
Mientras que todos los aportes mencionados hasta ahora se concentran en el
estudio de los spillovers intra-industriales, los de trabajos de Schoors y Van Der
Tol (2002) y Kugler (2000) tratan de identificar spillovers inter-industriales. Los
primeros emplean un panel de datos de empresas húngaras entre 1997 y 1998,
así como también datos sobre los insumos y productos, y observan spillovers
positivos. Sostienen que los resultados dependen de la capacidad de absorción
y del grado de apertura del sector. Kugler, en cambio, trabaja con un modelo
dinámico de equilibrio general y emplea un panel de datos de firmas colombianas
entre 1974 y 1998.
No encuentra evidencia sobre spillovers intra-industriales y agrega que éstos
están limitados por la baja capacidad de absorción de las empresas locales. Pero
a nivel inter-industrial encuentra que son positivos y significativos. Por lo tanto,
el ingreso de corporaciones transnacionales podría llegar a tener un efecto
positivo sobre sus proveedores y clientes.

Extraído del repositorio de la PUCP:


http://www.aaep.org.ar/espa/anales/works06/Elias_Fernandez_Ferrari.pdf
http://repositorio.pucp.edu.pe/index//handle/123456789/11885
LA INVERSIÓN EXTRANJERA EN FRONTERA Y
EL ANACRÓNICO ARTÍCULO 71° DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ

Como es de conocimiento público, el Ministerio de la Producción dejó sin efecto


el proyecto de Decreto Supremo (promovida su publicidad en virtud de la
Resolución Ministerial N° 334-2017-PRODUCE) que buscaba autorizar a dos
empresas nacionales de capitales extranjeros a comprar terrenos para
destinarlos a las actividades comerciales propias de su giro empresarial,
(Centros Comerciales) y así dinamizar la actividad económica de Tacna.
Pero, ¿cuál es el meollo del problema? El problema radica en el artículo 71° de
la Constitución Política del Perú (C.P.P). Analicemos el mencionado precepto.
El artículo 71° de la C.P.P., establece una prohibición para la adquisición y
posesión, por parte de extranjeros, de determinados bienes dentro de los
cincuenta kilómetros de las fronteras. El artículo constitucional tiene el siguiente
texto:
“En cuanto a la propiedad, los extranjeros, sean personas naturales o jurídicas,
están en la misma condición que los peruanos, sin que, en caso alguno, puedan
invocar excepción ni protección diplomática. Sin embargo, dentro de cincuenta
kilómetros de las fronteras, los extranjeros no pueden adquirir ni poseer, por título
alguno, minas, tierras, bosques, aguas, combustibles ni fuentes de energía,
directa ni indirectamente, individualmente ni en sociedad, bajo pena de perder,
en beneficio del Estado, el derecho así adquirido. Se exceptúa el caso de
necesidad pública expresamente declarada por decreto supremo aprobado por
el Consejo de Ministros conforme a ley.”
La regulación constitucional plantea resolver las siguientes cuestiones:
¿Qué se entiende por extranjeros?
En palabras del profesor Víctor García Toma, se debe denominar extranjeros a
aquellas personas naturales o jurídicas sujetas a una soberanía distinta a la del
Estado peruano.
En base a dicha definición se puede señalar que la sujeción a la soberanía de
un Estado es determinada por la nacionalidad de la persona. En ese sentido,
serán extranjeros, por interpretación contrario sensu del artículo 52° de la C.P.P.,
aquellas personas de padres no peruanos que no han nacido en el territorio de
la República del Perú. Por su parte, en el caso de las personas jurídicas, serán
extranjeras, aquellas que se constituyen con arreglo a las leyes de su país de
origen y que se inscriben en el Perú (Registro de Personas Jurídicas Extranjeras
del Registro de Personas Jurídicas) para el ejercicio de las actividades que
corresponden a su objeto social.
De acuerdo con lo señalado, en principio, toda persona jurídica constituida en el
Perú estaría fuera de la prohibición regulada en el segundo párrafo de la norma
constitucional en mención, pues no puede considerársela como persona jurídica
extranjera en la medida que ha sido constituida con arreglo a las normas y leyes
de la República del Perú. Sin embargo, a efectos de afirmar categóricamente
que, en efecto, una persona jurídica nacional se encuentra fuera de dicha
prohibición, será preciso referirse a los modos de adquisición contemplados por
el texto constitucional, lo que nos lleva a plantear la siguiente cuestión:
¿Qué se entiende por adquisición y posesión directa, indirecta, individual o en
sociedad a que se refiere el segundo párrafo de la norma constitucional?
El concepto de adquisición o posesión directa no plantea mayores dificultades
pues habrá adquisición o posesión directa cuando un extranjero, sea persona
natural o jurídica, conforme a los criterios antes señalados, haya adquirido a título
personal derechos sobre bienes ubicados dentro de los cincuenta kilómetros de
la zona de frontera, sin que en la relación que lo vincula con el bien se susciten
injerencias de terceros en el proceso de toma de decisiones del titular sobre el
destino del bien. En igual forma, el concepto de adquisición o posesión individual
estará referido a titularidades que recaen en la esfera jurídica de un solo sujeto.
El tema se complica cuando se está frente a formas de adquisición o posesión
indirecta pues, en este caso, no se trata de la adquisición contando con el
concurso de un tercero (como el supuesto de la representación por cuanto ella
es también una adquisición directa en la medida que la titularidad del derecho se
insertará en la esfera del representado y no del representante); sino de aquel
supuesto en que la adquisición del derecho es efectuada por una persona
jurídica vinculada a otra persona (natural o jurídica) extranjera que la controla.
En consecuencia, habrá propiedad indirecta de bienes ubicados dentro de los
cincuenta kilómetros de la zona de frontera, cuando una sociedad peruana sea
formalmente la propietaria de dichos bienes, pero en su composición accionaria
resulte vinculada a otra persona (natural o jurídica) o grupo económico extranjero
que ejerza su control por recaer la titularidad del mayor porcentaje de acciones
o participaciones precisamente en extranjeros. Aquí, la prohibición constitucional
se fundamentará en el hecho que una persona extranjera titular de un mayor
porcentaje de acciones de la sociedad peruana tendrá mayor poder decisión al
momento de deliberar sobre el destino que se le dará al bien.
Adviértase que, en cuanto a los modos de adquisición y posesión, el texto
constitucional en comentario establece dentro de la prohibición a las
adquisiciones que las personas extranjeras hagan en sociedad. Al respecto, se
considera que el concepto adquisición o posesión en sociedad, por una parte,
precisa el de adquisición directa en el sentido que, además de aquellas
adquisiciones directas e individuales, se encuentran dentro de la prohibición
aquellas efectuadas directamente por personas jurídicas extranjeras. Sin
embargo, cabe preguntarse si con el concepto adquisición en sociedad la norma
constitucional ha querido significar, además, aquellas adquisiciones que se
hagan en copropiedad o comunidad. De ser afirmativa la respuesta – conclusión
con la que coincidimos – quedarían dentro de la prohibición aquellas
adquisiciones de bienes ubicados dentro de los cincuenta kilómetros de la
frontera efectuadas por sociedades conyugales en la que uno de los cónyuges
es extranjero o por grupos de personas naturales que integra nacionales y
extranjeros, aun cuando en este último supuesto corresponda a la persona
extranjera solamente la titularidad de derechos y acciones del bien.
Por último, una tercera cuestión que se plantea es la del carácter de los bienes
que son objeto de la prohibición, y específicamente, si la prohibición comprende
a la de propiedad predial. Al respecto, el artículo 71° de la C.P.P. se refiere a las
minas, tierras, bosques, aguas, combustibles y fuentes de energía como bienes
comprendidos dentro de la prohibición, lo que lleva a pensar que la prohibición
está vinculada a la titularidad de derechos que permitan la explotación de
recursos naturales los cuales son patrimonio de la nación correspondiendo al
Estado soberanía en su aprovechamiento (artículo 66° C.P.P.). Sin embargo,
adviértase que la norma incorpora en su texto el concepto “tierras” cuya latitud
hace que se comprenda en el mismo a los predios urbanos, rurales y rústicos.
Así pues, la prohibición del artículo constitucional alcanzaría a la posibilidad de
que una persona extranjera ejerza la propiedad o posesión bajo cualquier título
(uso, usufructo, superficie, arrendamiento, etc.) sobre predios ubicados dentro
de los cincuenta metros de la zona de frontera.
Con respecto a lo señalado en el párrafo anterior, conviene referirse a la
Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 13 de abril del 2009 recaída en el
expediente N° 4966-2008-PA /TC que declaró infundada la demanda interpuesta
por un ciudadano italiano ante el Tribunal Constitucional contra la resolución de
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Tacna, de fecha 11 de junio de
2008. En este proceso, un ciudadano italiano solicitó a la Oficina Registral de
Tacna la inscripción de la traslación de dominio de un inmueble a su favor y de
su hermano al haber sido declarados sucesores de la otrora titular registral
(ciudadana italiana madre del demandante). El registrador tachó el título en
mérito del cual se solicitó la traslación de dominio.
En ese mismo sentido, el Tribunal Registral por encontrarse la adquisición dentro
de la prohibición del artículo 71° de la C.P.P. confirmó dicha tacha. El Primer
Juzgado Civil de Tacna, mediante resolución de fecha 6 de diciembre de 2007,
rechazó la demanda de amparo interpuesta por el ciudadano italiano
declarándola improcedente, por considerar el Juzgado que la vía del amparo no
resultaba ser la idónea por tratarse la controversia del cuestionamiento de la
validez de actos administrativos, materia propia del proceso contencioso
administrativo.
En igual sentido se expresó la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Tacna, mediante resolución de fecha 11 de junio de 2008. El Tribunal
Constitucional declaró infundada la demanda con el siguiente razonamiento: “En
consecuencia, este Tribunal considera que la presente demanda debe
desestimarse toda vez que las autoridades de la SUNARP obraron en el
adecuado ejercicio de sus atribuciones [artículo 42º, literal a), del Reglamento
General de Registros Públicos], al declarar improcedente la inscripción de la
transferencia de dominio sobre un predio, inscripción que resulta inviable de
conformidad a lo previsto en el artículo 71° de la Constitución.”
Consecuentemente, debo señalar que casos como el mencionado en el párrafo
anterior o el pronunciamiento del Ministerio de la Producción me ayudan a
confirmar mi opinión: estamos ante una norma constitucional anacrónica, por eso
es necesario promover una iniciativa legislativa para modificar el artículo 71° de
la C.P.P., si es que se quiere tomar el rumbo correcto en la política nacional de
desarrollo fronterizo.

Extraído de: http://agnitio.pe/articulos/la-inversion-extranjera-en-frontera-y-el-


anacronico-articulo-71-de-la-constitucion-politica-del-peru/pdf

INTEGRACIÓN FRONTERIZA COMO COOPERACIÓN ECONÓMICA E


INTERCAMBIO SOCIAL Y CULTURAL:

Las fronteras latinoamericanas deben ser áreas de encuentro e intercambio


entre los países, por lo tanto, la integración fronteriza constituye un proceso
espacialmente delimitado, que debe promover la cooperación económica así
como el intercambio social y cultural. Por supuesto, se parte de la premisa que
el crecimiento económico y social de las zonas fronterizas debe descansar
fundamentalmente en el esfuerzo nacional y, complementariamente, en las
relaciones cooperativas que un país establece con sus vecinos.
Las políticas de integración fronteriza vienen a ser el conjunto de medidas y
acciones que un Estado se propone ejecutar, de acuerdo con su vecino limítrofe,
para un sector de su frontera común. Como tal, se manifiestan bajo la forma de
entendimientos de nivel gubernamental, de decisiones en cada nivel nacional, o
por las actividades que se promueven o permiten en torno a aquellos límites. Sin
embargo, debe distinguirse la política nacional relativa a las áreas de frontera,
de la política de integración fronteriza. La distinción básica reside en que la última
se da en un contexto de articulación binacional.
En América Latina, las políticas nacionales de frontera, desvinculadas
completamente de las adoptadas por el país vecino, han demostrado cierta
insuficiencia para mejorar la calidad de vida de las poblaciones circundantes,
aun cuando se haya contribuido a consolidar el ámbito de soberanía nacional.
Por eso es que las relaciones binacionales, basadas en acciones articuladas y
conjuntas, pueden muy bien sostener la solidez de las medidas adoptadas por
cada uno de los países para sus áreas fronterizas.
En consecuencia, en el marco de una integración bilateral, urja política fronteriza
se orientará a tornar más fluidas las relaciones de vinculación: en lo económico,
a liberalizar el intercambio de alcance local y agilizar y facilitar el comercio
internacional que transita por el punto fronterizo. En el campo social, a promover
los vínculos entre las comunidades vecinas, a cooperar en asuntos sanitarios,
educativos, a procurar un manejo racional del medio ambiente, ya dar vitalidad
a las expresiones culturales de ese ámbito.

En todos los casos, al determinarse la necesidad Conveniencia de la integración


fronteriza debe reconocerse objetivos que son propios de las comunidades
locales y de la relación binacional y, asimismo, estrategias de competitividad que
deben consolidar el desarrollo de las zonas de frontera contiguas.

COMPETENCIA ECONÓMICA:

En el contexto de la globalización de la economía mundial, las políticas


nacionales de frontera de los países, generalmente, privilegian la competitividad
de sus zonas fronterizas y, prestan menor atención, a las posibilidades de
complementación que existen entre dichas áreas. Evidentemente, los intereses
de cada nación prevalecen desmesuradamente sobre los intereses
integracionistas de la Gran Patria Latinoamericana.
Además de las ventajas comparativas que exhiben cada uno de los países en
sus zonas de frontera, hay una preocupación por generar ventajas competitivas
que les permitan mejores condiciones de desarrollo para dichas zonas; ventajas
que devienen en varios casos, en relaciones de «agresión» «dependencia»
económica en favor de la frontera de un país, pero en claro perjuicio para la del
país vecino.
Un caso típico de lo señalado lo constituyen las relaciones fronterizas de Perú y
Chile, y concretamente, entre las ciudades de Tacna y Anca separadas apenas
por 50 Km. de distancia, pero unidas por un permanente tránsito de personas y
de bienes que dinamizan las economías de ambas localidades. Las relaciones
de competitividad entre una y otra zona de frontera se han basado en programas
de crecimiento económico unilaterales que ejecutan cada país y que
supuestamente contribuyen a la seguridad y soberanía nacionales.

FRONTERA NORTE DE CHILE:

En las últimas décadas, el Estado chileno ha procurado el desarrollo económico


de su frontera norte a través de diferentes medidas tendientes a dotarle de
mejores condiciones para competir, especialmente ofreciendo estímulos de
carácter tributario, para atraer mayores inversiones en Anca y contrarrestar los
beneficios otorgados a Tacna en el otro lado de la frontera. Entre otros incentivos
a los sectores industrial y comercial destacan los siguientes:
a) Régimen de Zona Franca.
Las normas que rigen las zonas francas en Chile, se encuentran contenidas en
el Decreto No.341 de 1977. El Artículo 27 de la Ley de Zonas Francas señala:
«El régimen preferencial establecido para la Zona Franca de Iquique será
aplicable a las empresas industriales manufactureras instaladas o que se
instalen en Arica».
Los principales beneficios tributarios de la Zona Franca en Anca son los
siguientes:
- La exención del pago de aranceles de importación, del impuesto al valor
agregado (IVA) y del impuesto de primera categoría que grava las utilidades de
las empresas.
- No pagan IVA las materias primas nacionales que ingresen a zona franca
industrial para su transformación.
b) Ley Arica.
Se ha formulado un Plan Estratégico de Desarrollo de Anca y Parinacota
(provincias fronterizas con Perú) y se ha promulgado en 1995 la Ley Anca, la
misma que establece incentivos para las mencionadas provincias, tal corno:
- Crédito Tributario a la Inversión deducible del Impuesto de Primera
Categoría, equivalente al 20% hasta el año 2020.
- Centros de Exportación, áreas que gozarán de extraterritorialidad
aduanera, lo que implicará devolución de impuestos a las ventas y aranceles a
los productos chilenos, y suspensión de derechos e impuestos para mercancías
de origen sudamericano.
- Autorización para la adquisición de inmuebles ubicados en la Comuna de
Anca por nacionales de países limítrofes.
- Autorización para que las industrias acogidas al régimen de Zona Franca,
puedan recuperar el IVA que se les hubiera recargado al utilizar suministros y
servicios.
- Aumento del tope máximo de compra exenta de impuestos para viajeros
procedentes de Zonas Francas de Extensión.

FRONTERA SUR DEL PERÚ

El Estado peruano también ha dictado una serie de medidas orientadas a


potenciar la competitividad de Tacna, como centro de atracción de inversiones
nacionales y extranjeras, y contrarrestar a las aplicadas en Anca, poniendo
énfasis en incentivos tributarios para las actividades económicas y comerciales,
entre las que destacan las siguientes:
a) Zona de Tratamiento Especial Comercial de Tacna (ZOTAC)
La ZOTAC fue creada en 1989 e inició sus operaciones en 1990, con el objetivo
de promover el desarrollo socio-económico de la región Moquegua - Tacna -
Puno, mediante el fomento de las actividades comerciales, industriales y
turísticas.
Sin embargo, el 29 de agosto de 1996 se ha creado sobre la base del área e
infraestructura de la ZOTAC, el Centro de Exportación, Transformación,
Industria, Comercialización y Servicios (CETICOS de Tacna).
Los principales beneficios que otorgaba la ZOTAC, eran los siguientes:
- Régimen Comercial ZOTAC.
La comercialización de mercancías se realizaba en los depósitos francos y en
la Zona de Tratamiento Especial (venta al detalle) Los usuarios de los depósitos
francos estaban exonerados de todos los tributos existentes mientras que los
usuarios de la Zona de Tratamiento Especial estaban exonerados del Impuesto
General a las Ventas, Impuesto Selectivo al Consumo y solamente pagaban un
arancel especial de 10%
- Inversión Extranjera en Zonas de Frontera.
Se ha declarado de necesidad nacional la inversión privada nacional y extranjera,
en actividades productivas realizadas o por realizarse en las zonas de frontera
del Perú. Asimismo, las personas naturales y jurídicas extranjeras podrán
adquirir concesiones y derechos sobre minas, tierras, bosques, aguas,
combustibles, fuentes de energia y otros recursos que sean necesarios para el
desarrollo de sus actividades productivas, dentro de los 50 Km de las fronteras
del Perú, previa autorización de las instancias correspondientes.
- Incentivos por Zona de Frontera.
La Ley de Industrias No. 23407 establece la exoneración del Impuesto General
a las Ventas a las empresas industriales instaladas en zonas de frontera.

COMPLEMENTACIÓN ECONÓMICA:

Sin duda alguna, cada Estado tiene el legítimo derecho de promover el desarrollo
de sus áreas de frontera, pero también es importante el fomento de relaciones
de cooperación y complementación económica que redunden en beneficios
recíprocos de las zonas fronterizas de países limítrofes.
Las estrategias de desarrollo de las respectivas zonas de frontera debieran
considerar, no solamente medidas desde 'dentro', sino también desde fuera',
propiciando las condiciones institucionales, económicas, sociales y culturales
para una estrecha interrelación e interdependencia beneficiosa para ambas
partes.
En el caso de Perú y Chile, las ciudades de Tacna y Anca debieran consolidar
su espacio fronterizo común, mediante acciones conjuntas y coordinadas,
orientadas a un desarrollo mutuo, en vez de mantener latentes, antiguos
«resentimientos» patrióticos que son utilizados para otros fines, distintos a los de
la integración fronteriza.
Ambas fronteras se encuentran conectadas por la carretera Panamericana, con
un servicio eficiente de transporte de carga y de pasajeros entre ambos países
y, por vía ferroviaria, a cargo de la empresa estatal peruana ENAFERPERU.
En los últimos años, se han venido ejecutando una serie de acciones que, en
algún modo, han servido para fomentar la integración y cooperación entre las
ciudades fronterizas de Tacna y Anca, entre las cuales destacan las siguientes:
- Existen acuerdos y convenios que regularmente se discuten a nivel de la
subcomisión mixta peruano-chilena, integrada por las autoridades
representativas de Tacna y Mica, referidos especialmente al tránsito de
mercaderías, vehículos y personas.
- Por parte del sector privado, se han organizado algunos encuentros
empresariales que han mostrado la buena voluntad e intención de fomentar la
interrelación productiva y comercial entre los distintos sectores económicos que
operan en las zonas de frontera.
- Asimismo, se han efectuado eventos de intercambio cultural y ferias
artesanales, denominados Semana de Tacna en Anca y Semana de Anca en
Tacna, los cuales se llevan a cabo anualmente.
- En el campo de la salud, se han celebrado reuniones y acuerdos
bilaterales sobre la prevención y control de enfermedades infectocontagiosas,
como por ejemplo, el caso del cólera.
- De otro lado, se ha venido impulsando la cooperación policial en materia
de 'contrabando', a través de la cual, los cuerpos policiales de ambos países
coordinan acciones para un efectivo control y represión del internamiento ilegal
de productos por la frontera. Dicha cooperación se extiende a un convenio para
combatir el tráfico ilícito de drogas por la línea de frontera.
- Otro avance importante se da en la cooperación en materia de control tito
y zoosanitario. Destaca el convenio MOSCAMED para combatir la mosca de la
fruta que viene obteniendo buenos resultados.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Erasmo Mario Lombardi Perazzo presentó una acción de garantía contra la


decisión de la SUNARP de rechazar la inscripción de la herencia dejada por
su madre; decisión fundada en el artículo 71 de la Constitución Política que
impide que extranjeros registren terrenos o posean minas, tierras, bosques,
aguas, combustibles ni fuentes de energía, directa ni indirectamente,
individualmente ni en sociedad; HABIENDO RESUELTO EL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL DECLARAR INFUNDADA SU DEMANDA
CONFIRMANDO LA DECISIÓN DE LA SUNARP; con lo que este ciudadano
chileno se encuentra imposibilitado de acceder a su herencia.
En el ámbito comercial La penetración de centros comerciales es intensa;
habiendo llegado al 66% en Lima; incluso este nivel podría ser mayor si se toma
en cuenta que al interior del país no hay presencia de operadores de retail o,
solo hay uno. En este último grupo encaja Tacna, donde a la fecha solo opera
Supermercados Peruanos con su formato Plaza Vea.
La región es atractiva para Parque Arauco y Grupo Falabella, pero sus proyectos
no se concretan debido al artículo 71 de la Constitución Política. Según Aldo
Fuster, Presidente De La Cámara De Comercio, Industria Y Producción De
Tacna “Parque Arauco compró un terreno de cinco hectáreas para levantar un
mall, hotel 5 estrellas y un casino; sin embargo, no puede alquilar espacios para
tiendas anclas porque la Constitución lo limita”.
“En el caso de Falabella -que planearía ingresar con Saga, Tottus y Sodimac-
Registros Públicos de Tacna no inscribió sus propiedades por ser de capitales
extranjeros, específicamente de chilenos”, dijo. La misma enfrentaría el grupo
inmobiliario Los Portales, que tras comprar tres terrenos (que suman 19
hectáreas) con miras a desarrollar proyectos habitacionales, no podría registrar
dichas propiedades porque el 50% de participación es del Grupo ICA de México.
La limitación a la inversión privada que provoca la vigencia del artículo 71 de
la Constitución Política Del Estado es innegable; habiéndose formado grupos
de apoyo a favor de la modificación, derogación, o la implementación de
normas de desarrollo constitucional de la norma; como también grupos que
apuestan por la permanencia de esta norma; por lo que es necesario conocer
si la población está debidamente informada para tomar decisiones sobre el
tema; pues se corre el riego de que estas decisiones se sustenten en el
desconocimiento o el aprovechamiento de grupos económicos que actúan en
función a intereses particulares.
Cornejo, A. (2004).La realidad de las inversiones extranjeras. (Empresa Editora
Caretas S. A.), Caretas: Ilustración peruana (12. 25-26).Tacna, Perú: Editorial.
Cornejo, A. (2004). “… La inversión extranjera en el Perú sobrepasó los US$
10000. En el Perú operan, por lo tanto, una diversidad de empresas extranjeras
generando una diversidad de productos y servicios.
La presente investigación es necesaria pues; para conocer detalladamente los
alcances del artículo 71 de la Constitución Política Del Estado, el nivel de
información de la población sobre el tema; así como su conocimiento sobre
las consecuencias y soluciones al problema de la norma constitucional; con la
finalidad de promover soluciones eficientes, por lo que la investigación de esta
problemática ayudaría a conocer: ¿COMO INFLUYE EN LAS POSIBLIDADES
DE DESARROLLO ECONOMICO DE TACNA LA VIGENCIA DEL ARTICULO
71? ¿EN QUÉ PROPORCIÓN LAS INVERSIONES EXTRANJERAS
FAVORECEN AL DESARROLLO ECONÓMICO DE TACNA? Y ¿CÓMO SE
DESARROLLA LA POLÍTICA FRONTERIZA EN LA CIUDAD DE TACNA?;
todo ello con la finalidad de que las alternativas que se darán a conocer
correspondan a la solución de la problemática existente.

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