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A partir de la existencia de la trasmisión mortis causa, surge el derecho sucesorio, que constituye
el conjunto de reglas o normas jurídicas que regulan la trasmisión de bienes y derechos que
pertenecen a quienes fallecen. Es decir, “aquella rama jurídica que disciplina el sentido, alcance y
efectividad de las relaciones surgidas con motivo de la muerte de una persona”.
Se dice “con motivo”, porque el derecho sucesorio actual tiene un alcance más amplio que
involucra a otras cuestiones que se encuentran, directa o indirectamente, relacionadas con la
muerte, por ej: la planificación sucesoria, los temas relativos a la vivienda en las uniones
convivenciales luego de la muerte de uno de los convivientes. En estos temas, como se advierte,
no hay trasmisión hereditaria en el sentido estricto.
Con la sanción del nuevo código civil y comercial, podemos hablar de la “constitucionalización del
derecho sucesorio”, lo cual es una novedad para esta rama del derecho privado. Este supone
ahondar en los fundamentos constitucionales de los derechos resultantes de la apertura de una
sucesión y en particular meritar los derechos humanos o fundamentales que podrían verse
implicados en una relación sucesoria en concreto, en relación con sujetos vulnerables.
El régimen de fuentes del derecho privado gira en torno a la constitución nacional y a los tratados
de derechos humanos. De esta manera, el operador jurídico, debe construir la respuesta jurídica
del caso concreto a partir de la debida ponderación de las normas fundamentales implicadas.
Se construyen soluciones concretas y de fuerte sesgo social sobre la trasmisión hereditaria, como
la protección de la empresa familiar frente a los riesgos derivados de la muerte de su propietario,
mediante el pacto de familia o la atribución preferencial del establecimiento, evitando la
destrucción de la unidad empresarial. Otra motivación aquí, podría ser el mantenimiento de los
puestos de trabajo por sobre las disputas entre los herederos.
Lo mismo sucede con las claves constitucionales que protegen a la vivienda. Su afectación
impacta en el derecho sucesorio, con algunas restricciones propias y protectorias. Por ej, el art.
250 CCYC, así como el amparo al cónyuge o conviviente supérstite del que deriva el derecho real
de habitación. En ambos casos, este instituto los resguarda frente a los herederos del cónyuge o
compañero del fallecido.
También podemos mencionar el derecho del niño a ser oído o de nombrar su propio abogado,
instrumento importante en el derecho sucesorio, sobre todo cuando asistimos a las
incompatibilidades de intereses entre el padre heredero o socio de una comunidad de ganancias
y su hijo como coheredero de la misma sucesión.
Por último, no se puede dejar de mencionar que el desconocimiento o la negación de los
derechos fundamentales autorizan vías recursivas de control de constitucionalidad y
convencionalidad.
El CCYC ha decidido jerarquizar a los principios generales del derecho, a los cuales referencia de
modo particular en el título preliminar, no solo como criterio de interpretación de la ley, sino
también en ocasión de la regulación del ejercicio de los derechos. Los principios están tipificados,
en especial los de buena fe, abuso del derecho y orden público, y conviven con los principios
propios de cada disciplina.
A diferencia de lo que acontece con otras disciplinas, el nuevo código casi no concreta, en el
apartado sobre derecho sucesorio, aplicaciones particulares de los principios generales. Solo
observamos dos casos de excepción: art. 2315, referido a los actos del heredero aparente, y 2443
relativo a los derechos del Estado en la herencia vacante.
En el primer supuesto nos encontramos ante una típica manifestación de la buena fe subjetiva,
que torna validos los actos de disposición a título oneroso en favor de terceros que ignoran la
existencia de herederos de mejor o igual derecho que el heredero aparente, o que los derechos
de este están judicialmente controvertidos. El segundo, alude a un supuesto en el cual se
considera al Estado como poseedor de buena fe.
Resulta imprescindible concluir la consideración de los principios, con la relevancia que en esta
disciplina cobran la autonomía privada y el orden público. Del dialogo de estos principios resulta
el equilibrio del derecho privado, porque hay áreas de mayor autonomía y otras de creciente
reconocimiento del orden público. En sucesiones, la autonomía contaba en el código derogado
con márgenes estrechos de actuación ante la presencia de herederos forzosos. Aunque la
situación en partes se mantiene, es evidente que el legislador ha querido flexibilizar al orden
público sucesorio, fundamentalmente a través de la disminución de los montos de la legítima
hereditaria, la mejora a favor del heredero con discapacidad, la prescripción adquisitiva que
puede oponerse a la acción de reducción y a los pactos de familia.
La sucesión mortis causa se conceptualiza como “la subrogación de una persona en los bienes y
derechos trasmisibles, dejados a su muerte por otra; y por yuxtaposición de sus dos modalidades
de sucesión universal y sucesión particular, podríamos definirla como la sustitución de una
persona en el conjunto de relaciones jurídicas transmisibles, que correspondían, al tiempo de su
muerte, o en bienes y derechos determinados dejados por el difunto”.
Los criterios más usuales de clasificación de la sucesión mortis causa son dos: el origen o fuente
de la vocación hereditaria, y el objeto sobre el que recae la sucesión. En el primer caso, hablamos
de sucesión intestada o testamentaria; en el segundo caso, de universal o singular.
a) La voluntad de la ley
b) La voluntad de la persona expresada en un testamento
c) Los contratos o pactos sucesorios.
Nuestro derecho admite solo las dos primeras, y prohíbe la última. Aunque existen excepciones
que constituyen una herramienta de planificación sucesoria.
ARTÍCULO 2277.- Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa la
apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por
el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el resto de la
herencia se defiere por la ley.
ARTÍCULO 2444.- Legitimarios. Tienen una porción legítima de la que no pueden ser privados por
testamento ni por actos de disposición entre vivos a título gratuito, los descendientes, los
ascendientes y el cónyuge.
El artículo siguiente agrega quienes tienen derecho a la legítima y cuáles son los respectivos
montos: La porción legítima de los descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes de un
medio y la del cónyuge de un medio. La contracara de la legítima es la porción de libre
disposición o porción disponible, que puede ser utilizada por el futuro causante con total libertad.
No existiendo herederos forzosos la ley autoriza al futuro causante a disponer libremente de los
bienes.
El art. 2424 organiza las sucesiones expresando que “Las sucesiones intestadas se defieren a los
descendientes del causante, a sus ascendientes, al cónyuge supérstite, y a los parientes
colaterales dentro del cuarto grado inclusive, en el orden y según las reglas establecida en este
Código.”
A su vez, a los efectos de organizar la sucesión, la ley crea reglas basadas en el afecto presunto.
La primera de ellas, es la preferencia por líneas mediante la cual le otorga prioridad a los
descendientes, luego a los ascendientes, y finalmente a los colaterales. El cónyuge, al no
pertenecer a ninguna línea, importa una excepción, por lo que concurre con descendientes,
ascendientes, y desplaza a los colaterales. La segunda regla de la sucesión ab intestato, es la
preferencia por grados (el grado más próximo excluye al más lejano), y reconoce el derecho de
representación como excepción.
ARTÍCULO 2426.- Sucesión de los hijos. Los hijos del causante lo heredan por derecho propio y
por partes iguales.
ARTÍCULO 2427.- Sucesión de los demás descendientes. Los demás descendientes heredan por
derecho de representación, sin limitación de grados.
ARTÍCULO 2431.- Supuestos de procedencia. División. A falta de descendientes, heredan los
ascendientes más próximos en grado, quienes dividen la herencia por partes iguales.
ARTÍCULO 2439.- Orden. Los colaterales de grado más próximo excluyen a los de grado ulterior,
excepto el derecho de representación de los descendientes de los hermanos, hasta el cuarto
grado en relación al causante. Los hermanos y descendientes de hermanos desplazan a los
demás colaterales.
La tercera regla es la que surge del artículo 2425, que expresa: En las sucesiones intestadas no
se atiende a la naturaleza ni al origen de los bienes que componen la herencia, excepto
disposición legal expresa en contrario.
Los testamentos pueden tener por objeto no solo la institución hereditaria, sino la posibilidad de
inclusión de disposiciones extrapatrimoniales.
De la norma se extrae que el heredero es aquel que toma la herencia como un todo, en un
bloque; la adquiere de manera indivisa en todo o en parte, sea se trate de un heredero único o de
pluralidad de herederos.
ARTÍCULO 2277.- Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa la
apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por
el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el resto de la
herencia se defiere por la ley.
Cuando hablamos de sucesores universales, estos pueden serlo tanto por actos entre vivos como
por mortis causa, por lo tanto quedarían incluidos los herederos como los cesionarios de
derechos hereditarios.
El rasgo que caracteriza al sucesor universal es la adquisición de manera indivisa del patrimonio
de otro, y que por adquirirlo de manera indivisa, no se debe atender de manera especial a la
adquisición de los bienes singulares que componen el patrimonio, ya que se adquiere como un
todo o en bloque.
La vocación universal, o derecho a acrecer, no es una característica propia del sucesor universal,
sino del heredero. Si bien todo heredero es sucesor universal, no todo sucesor universal es
heredero.
Los sucesores particulares, son los legatarios particulares; es la figura del heredero de cuota. A
este se transmite una fracción de la herencia, y no tienen vocación a todos los bienes de la
herencia, excepto disposición contraria del causante en el testamento.
ARTÍCULO 2488.- Herederos de cuota. Los herederos instituidos en una fracción de la herencia
no tienen vocación a todos los bienes de ésta, excepto que deba entenderse que el testador ha
querido conferirles ese llamado para el supuesto de que no puedan cumplirse, por cualquier
causa, las demás disposiciones testamentarias. Si la adición de las fracciones consignadas en el
testamento excede la unidad, se reducen proporcionalmente hasta ese límite. Si la suma de las
fracciones no cubre todo el patrimonio, el remanente de los bienes corresponde a los herederos
legítimos y, a falta de ellos, a los herederos instituidos en proporción a sus cuotas.
H. forzosos o legitimarios: aquellos llamados por ley que no pueden ser privados ni siquiera por el
causante de una porción hereditaria, salvo por alguna causa excepcional establecida por la ley
(indignidad). Son los descendientes, ascendientes, y el conyuge (2444).
H. legitimos o no legitimarios: aquellos llamados por ley, cuya vocación es siempre supletoria, ya
que concurren a la herencia solo a falta de herederos forzosos o herederos testamentarios. Son
los parientes colaterales hasta el cuarto grado.
Pueden nombrarse algunas diferencias entre ellos (ab intestato/testamentarios): como por
ejemplo, que el heredero ab intestato siempre tiene acrecimiento a la totalidad de la herencia,
mientras que los testamentarios dependerá si han sido instituidos como universales o de cuota
(solo tienen derecho los universales).
El heredero testamentario no tiene derecho de representación, mientras que los ab intestato
algunos lo tienen y otros no. Los tienen los descendientes y colaterales (solo los descendientes
del hermano del causante hasta cuarto grado), pero no el conyuge ni los ascendientes.
El derecho-deber de colacionar lo tienen los herederos forzosos, dentro de los ab intestato, pero
no los colaterales ni testamentarios.
Con respecto a la investidura de la calidad de heredero, dentro de los ab intestato solo los
forzosos la tienen de pleno derecho, pero los colaterales y los testamentarios requieren la
declaración judicial de su carácter de heredero.
Legatario:
ARTÍCULO 2278.- Heredero y legatario. Concepto. Se denomina heredero a la persona a quien
se transmite la universalidad o una parte indivisa de la herencia; legatario, al que recibe un bien
particular o un conjunto de ellos.
Se trata de un sucesor particular que únicamente nace por voluntad del testador y no sucede la
posición jurídica del causante. En cuanto a su responsabilidad por deudas, es indirecta o
subsidiaria, en proporción al legado recibido y siempre limitada, ya que jamás responde con su
patrimonio personal. La limitación a la responsabilidad es de una doble perspectiva. La primera,
en el sentido de la extensión de la responsabilidad, a la que jamás llega a su propio patrimonio.
La segunda tiene que ver con una limitación temporal: los acreedores del causante tienen acción
contra los legatarios hasta el valor de lo que reciben; esta acción caduca al año contado desde el
día en que cobran sus legados. Es la clara diferencia con los herederos, dado que el único límite
temporal que los acreedores encuentran contra ellos es que de la prescripción de su crédito.
ARTÍCULO 2277: (…) La herencia comprende todos los derechos y obligaciones del causante
que no se extinguen por su fallecimiento.
ARTÍCULO 2280.- Situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los herederos
tienen todos los derechos y acciones de aquél de manera indivisa, con excepción de los que no
son transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo que el causante era poseedor.
Podemos distinguir tres categorías: los derechos y obligaciones que se transmiten con la muerte,
los que se extinguen con la muerte o no son transmisibles y los que nacen con la muerte (no
nacen en el marco de la transmisión hereditaria, si no que se generan por el acontecimiento).
Derechos extrapatrimoniales: por regla no se trasmiten. Pero esto no debe confundirse con las
consecuencias patrimoniales derivadas de su lesión.
Contratos en general, se extienden activa y pasivamente a los sucesores, excepto que las
obligaciones que de él nazcan sean inherentes a la persona (por ejemplo, el contrato de
mandato), o que la transmisión sea incompatible con la naturaleza de la obligación (por ej. Si se
contrata a una persona por sus cualidades artísticas). También puede pactarse la
intransmisibilidad por alguna clausula en el contrato.
Caso especial de la locación: se trasmite a los herederos, tanto en los casos en que fallece el
locador como cuando fallece el locatario.
ARTICULO 1189.- Transmisión por causa de muerte. Enajenación de la cosa locada. Excepto
pacto en contrario, la locación: a) se transmite activa y pasivamente por causa de muerte; b)
subsiste durante el tiempo convenido, aunque la cosa locada sea enajenada.
ARTICULO 1190.- Continuador de la locación. Si la cosa locada es inmueble, o parte material de
un inmueble, destinado a habitación, en caso de abandono o fallecimiento del locatario, la
locación puede ser continuada en las mismas condiciones pactadas, y hasta el vencimiento del
plazo contractual, por quien lo habite y acredite haber recibido del locatario ostensible trato
familiar durante el año previo al abandono o fallecimiento. El derecho del continuador de la
locación prevalece sobre el del heredero del locatario.
Se trata de un derecho que beneficia: 1) a quien habita el inmueble locado 2) recibe del locatario
ostensible trato familiar durante un año previo al abandono. Se requiere que la locación sea sobre
un inmueble o parte material de él y que este destinada a la habitación. En caso de que no se
hubiera incluido en el contrato ningún destino, se aplica el artículo 1194.
ARTICULO 1194.- Destino de la cosa locada. El locatario debe dar a la cosa locada el destino
acordado en el contrato. A falta de convención, puede darle el destino que tenía al momento de
locarse, el que se da a cosas análogas en el lugar donde la cosa se encuentra o el que
corresponde a su naturaleza. A los efectos de este Capítulo, si el destino es mixto se aplican las
normas correspondientes al habitacional.
El derecho nace en cabeza de quien invoca la norma (continuador de la locación), lo tiene por
derecho propio y no por derecho hereditario.
No debe pensarse que es exclusivo del conviviente si no también, puede tratarse de un hermano,
hijos, etc.
En caso de disputa es importante la justificación de las razones del pedido, las que, por lo demás,
de tener un contenido constitucional o se vean involucradas personas vulnerables como niños,
no hay dudas de que primaran.
En el tiempo que dure la disputa el responsable del canon es quien habite durante ese lapso, la
garantía propietara, si la hubiere, y también la sucesión como responsables directos de las
obligaciones contraídas por el causante, con la salvedad de que los herederos podrán repetir los
canones pagados del continuador de la locación, si este hubiera permanecido en la vivienda.
En síntesis se trata de dos regímenes que coexisten cuando fallece el locatario: la transmisión del
contrato por derecho hereditario a sus herederos, o la continuación de la locación, a la que se
accede por derecho propio.
Responsabilidad por los actos ilícitos: Tiene que ver con la transmisibilidad de las acciones del
causante. Debe distinguirse la participación por derecho propio y la participación por derecho
hereditario. En este último caso debe acreditarse la calidad de heredero (herederos forzosos solo
con partida, el resto necesita declaratoria).
El articulo 73 enumera los delitos de acción privada, y en el último párrafo, establece la cuestión
sobre calumnias e injurias: “… podrá ser ejercitada solo por el ofendido y después de su muerte
por el cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes. En los demás casos, procederá únicamente
por querella del agraviado o de sus guardadores o representantes legales”.
De la redacción surge que estos lo inician no en el carácter de herederos, sino por la propia
habilitación que esta norma les da. Es decir, por derecho propio. Si el ofendido ha iniciado la
acción en vida sus herederos, podrán continuarla, ejerciéndola en este caso, por su derecho
hereditario.
Con respecto a los daños patrimoniales y no patrimoniales; las consecuencias resarcibles si bien
son iniciadas por derecho propio, son transmisibles a los herederos, estos podrán continuarla y
también iniciarlas, por derecho hereditario. A diferencia del daño patrimonial, las consecuencias
no patrimoniales, no se trasmiten: la acción solo se inicia por derecho propio por el damnificado
directo. Se establece que si del hecho resultara la muerte, están legitimados para demandar los
ascendientes, descendientes, cónyuge, y quienes convivían con él y recibían trato familiar. Esta
acción debe ser iniciada por derecho propio y no por derecho hereditario.
Derechos que nacen en ocasión de la muerte de una persona:
Son derechos que no forman parte del contenido de la herencia porque no existían en el
patrimonio del causante durante su vida. Ocurre que la muerte les genera, a determinadas
personas, un derecho propio. Por ejemplo: continuación de la locación; pensiones; seguro de
vida; derecho real de habitación del cónyuge supérstite.
Diferencia con la sucesión contractual: estos pactos son contratos concernientes a bienes de
sucesiones no abiertas. El pacto sobre herencia futura o pacto sucesorio debe ser diferenciado de
la sucesión contractual. Es más, esta última importa una subespecie de pacto sucesorio.
El pacto sucesorio es la convención por la cual el causante organiza su sucesión de acuerdo con
otros interesados, o éstos, estipulando por sí, en vida del causante, transfieren o abdican sus
derechos.
Prohibición: El código prohíbe los pactos sobre herencia futura. El art 1010 expresa “la herencia
futura no puede ser objeto de contratos ni tampoco puede serlo los derechos hereditarios
eventuales sobre objetos particulares, excepto lo dispuesto en el párrafo siguiente u otra
disposición legal expresa”.
Para cuando se avanza sobre un acto prohibido, el código determina una sanción: la nulidad
absoluta. El fundamento es la prohibición expresa del objeto, y la vulneración del orden público
sucesorio. Estas consecuencias también se aplicaran en los supuestos de simulación.
Excepciones: para que las excepciones no traigan aparejada la sanción de nulidad es necesario
que se cumplimente con todos los requisitos.
a) Mejoras por actos entre vivos: implican un plus para el heredero forzoso, que se toma de la
porción disponible del futuro causante. Debe ser expresa y realizarse por testamento
(regla), pero también por actos entre vivos.
ARTICULO 2248: Mejora a favor de heredero con discapacidad. El causante puede disponer, por
el medio que estime conveniente, incluso mediante un fideicomiso, además de la porción
disponible, de un tercio de las porciones legítimas para aplicarlas como mejora estricta a
descendientes o ascendientes con discapacidad. A estos efectos, se considera persona con
discapacidad, a toda persona que padece una alteración funcional permanente o prolongada,
física o mental, que en relación a su edad y medio social implica desventajas considerables para
su integración familiar, social, educacional o laboral.
La norma no determina si debe ser contractual o testamentario, por lo tanto, caben ambos. Cabria
la opción de realizar esta mejora a través de un fideicomiso contractual, que resulta, así, un pacto
permitido.
Por lo tanto los allí nombrados colacionaran el valor de los bienes donados luego de la muerte del
donante, salvo que exista una dispensa (mejora). Cuando dicha mejora se hace por actos entre
vivos (donación) está permitida. Si la mejora se realiza por testamento, no hay pacto.
c) Transmisión de bienes con reserva de usufructo, uso, habitación o renta vitalicia:
ARTICULO 2461.- Transmisión de bienes a legitimarios. Si por acto entre vivos a título oneroso el
causante transmite a alguno de los legitimarios la propiedad de bienes con reserva de usufructo,
uso o habitación, o con la contraprestación de una renta vitalicia, se presume sin admitir prueba
en contrario la gratuidad del acto y la intención de mejorar al beneficiario. Sin embargo, se deben
deducir del valor de lo donado las sumas que el adquirente demuestre haber efectivamente
pagado. (…)
El art. 2414 “en la partición, el ascendiente puede mejorar a alguno de sus descendientes o al
cónyuge dentro de los límites de la porción disponible, pero debe manifestarlo expresamente”.
Significa que pueden realizarse mejoras en favor de los herederos forzosos mediante cualquiera
de las dos formas de partición por ascendiente que el código autoriza, por donación o por
testamento.
Sin embargo, únicamente importa un pacto sobre herencia futura permitido cuando la mejora se
realiza a través de la partición donación por ascendiente.
Es a los efectos de dividir todo o parte de una herencia no abierta mediante una donación.
Los fines son variados, pueden ser, evitar contiendas relativas a la formación de lotes, permitir a
los ascendientes dar a cada uno lo que pueda necesitar y evitar que la suerte sea la que decida la
adjudicación, etc.
ARTICULO 2415.- Objeto. La partición por donación no puede tener por objeto bienes futuros.
Puede ser hecha mediante actos separados si el ascendiente interviene en todos ellos.
ARTICULO 2416.- Derechos transmitidos. El donante puede transmitir la plena propiedad de los
bienes donados, o bien únicamente la nuda propiedad, reservándose el usufructo. También
puede pactarse entre el donante y los donatarios una renta vitalicia en favor del primero.
ARTICULO 2417.- Acción de reducción. El descendiente omitido en la partición por donación o
nacido después de realizada ésta, y el que ha recibido un lote de valor inferior al correspondiente
a su porción legítima, pueden ejercer la acción de reducción si a la apertura de la sucesión no
existen otros bienes del causante suficientes para cubrirla.
ARTICULO 2418.- Valor de los bienes. En todos los casos, para la colación y el cálculo de la
legítima, se debe tener en cuenta el valor de los bienes al tiempo en que se hacen las
donaciones, apreciado a valores constantes.
ARTICULO 2419.- Garantía de evicción. Los donatarios se deben recíprocamente garantía de
evicción de los bienes recibidos. La acción puede ser ejercida desde que la evicción se produce,
aun antes de la muerte del causante.
ARTICULO 2420.- Revocación. La partición por donación puede ser revocada por el ascendiente,
con relación a uno o más de los donatarios, en los casos en que se autoriza la revocación de las
donaciones y cuando el donatario incurre en actos que justifican la exclusión de la herencia por
indignidad.
e) Pacto de familia:
ARTICULO 1010: (…)Los pactos relativos a una explotación productiva o a participaciones
societarias de cualquier tipo, con miras a la conservación de la unidad de la gestión empresarial o
a la prevención o solución de conflictos, pueden incluir disposiciones referidas a futuros derechos
hereditarios y establecer compensaciones en favor de otros legitimarios. Estos pactos son
válidos, sean o no parte el futuro causante y su cónyuge, si no afectan la legítima hereditaria, los
derechos del cónyuge, ni los derechos de terceros.
Los requisitos que deberán cumplirse, son; respecto al objeto, el pacto debe referirse a una
explotación productiva, o participaciones societarias de cualquier tipo. No siempre se puede
utilizar el pacto de familia, sino solo cuando exista la división de una explotación productiva o
participación societaria. Por lo tanto si la persona tiene propiedades aisladas, podrá recurrir a otro
tipo de pacto, pero no a éste, bajo pena de nulidad. “Explotación productiva”, no tiene un
contenido jurídico preciso, parece que el CCYC quiere referirse a la empresa individual o familiar
en la que trabajan padres e hijos, muchas veces de manera informal, y que constituye la fuente
de sustento familiar.
Otro requisito es que la finalidad del pacto sea la conservación de la unidad de gestión
empresarial o la prevención o resolución de conflictos.
Requisito subjetivo, pueden ser realizado entre los herederos, con o sin la participación del futuro
causante y su cónyuge.
Con respecto al contenido, no solo incluyen la posibilidad de disponer de los derechos
hereditarios relativos a la empresa, sino también la de compensar a aquellos herederos que no la
reciban o que reciban menor porción.
En cuanto a la forma de celebración, el código no ha condicionado la autonomía de la voluntad de
los interesados, por lo cual acepta diferentes modalidades bajo los cuales el contrato pueda ser
concertado. Por ejemplo, convenirlo como negocio sujeto a condición suspensiva.
Estos pactos, excepto que comprometan derechos intuito personae, obligan a los herederos de
los firmantes a su cumplimento.
Limitaciones que reconocen estos pactos: no puede vulnerarse la legítima hereditaria, los
derechos de terceros, ni los del cónyuge.
ARTICULO 2277.- Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa la
apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por
el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el resto de la
herencia se defiere por la ley. La herencia comprende todos los derechos y obligaciones del
causante que no se extinguen por su fallecimiento.
Cuando la persona fallece, todos sus sucesibles tienen vocación hereditaria (llamamiento). Pero
solo para aquellos que se encuentran más cercanos del causante funciona la delación
(ofrecimiento de la herencia en concreto). Ofrecimiento que deberán aceptar, o renunciar.
Convirtiéndose en herederos solo si aceptan.
En síntesis: primer paso, la muerte del causante; segundo la delación; tercero aceptación o
renuncia; cuarto si aceptan, se convierten en herederos, si renuncian es como si nunca hubieran
sido herederos.4
Vocación hereditaria actual y eventual: Tienen vocación todos los llamados a suceder. Todos
coexisten simultáneamente, pero solo tienen vocación actual como derecho concreto, con la
posibilidad de aceptar o renunciar, los más cercanos. El resto tienen una vocación eventual. La
vocación hereditaria es presupuesto de la delación.
La hipótesis debe resolverse mediante derecho de representación. Si Raúl tiene dos hijos, Juan y
Pedro, y a su vez, Pedro tiene dos hijos, Mario y Marco, y en un accidente de transito fallecen
Pedro y su padre, sin poder establecerse quien falleció primero, la cuestión hereditaria se
resuelve de la siguiente manera:
Mario y Marco: heredan a su padre por derecho propio.
A Raul, lo heredan, Juan, por derecho propio porque es su hijo, y sus nietos, Mario y
Marco, por derecho de representación, ya que configura un caso de premoriencia (el hijo
fallece “antes de tiempo”, “prefallecio”).
Los bienes tienen que inscribirse en los registros correspondientes pero con una prenotación, y si
bien la norma permite realizar la partición, no permite enajenarlos ni gravarlos. Luego de 5 años
de la fecha presuntiva de fallecimiento, o de 80 años desde el nacimiento de la persona, la
prenotación queda sin efecto y se puede disponer libremente de los bienes.
2.- Ley que rige la sucesión. Principios de la unidad y de la pluralidad de sucesiones. Ley
que rige la capacidad. Reglas de derecho intertemporal o transitorio aplicables en
sucesiones: análisis del artículo 7 del CCC.
Ley aplicable: ARTICULO 2644.- Derecho aplicable. La sucesión por causa de muerte se rige por
el derecho del domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento. Respecto de los bienes
inmuebles situados en el país, se aplica el derecho argentino.
Es decir, resulta aplicable la ley argentina cuando la persona ha fallecido en el país, y también
cuando, aunque no hubiera fallecido en el país, existan bienes inmuebles aquí. Se entiende que
también se encuentran incluidos los muebles registrables.
Si una persona fallece en otro país, pero tiene bienes inmuebles en diferentes provincias de
argentina, la jurisdicción se resuelve mediante el art. 2643, que expresa que son competentes
para entender en la sucesión por causa de muerte, los jueces del último domicilio del causante, o
los del lugar de situación de los bienes inmuebles en el país respecto de estos. En consecuencia,
la sucesión podría ser iniciada en cualquier domicilio con el requisito de que allí se encuentre
ubicado alguno de los bienes. Pero se inicia un único proceso sucesorio.
ARTICULO 7°.- Eficacia temporal. A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes. La leyes no tienen efecto
retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en contrario. La retroactividad
establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías constitucionales. Las
nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución, con excepción
de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.
Competencia. Para determinar el domicilio del causante debe atenderse el art. 73 del CCYC que
expresa “la persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual”. En caso de
que haya tenido varios domicilios alternativos, será competente el juez del domicilio donde se
encuentre la mayor parte de los bienes y el asiento principal de negocios.
Si mudara su residencia será aplicable el art. 77 y 78. Es decir, que el cambio de domicilio se
verificara instantáneamente por el solo hecho de trasladar la residencia de un lugar a otro con
ánimo de permanecer en ella. La elección de un domicilio determinara la competencia.
Casos especiales. En los cuales se presenta alguna alteración del juez que debe entender.
-Simultaneidad de sucesiones: Varios interesados inician de manera más o menos simultánea
procesos sucesorios. Deben acumularse frente a un mismo juez.
-Otra situación es la de acumular sucesorios de diferentes personas: cuando coinciden
prácticamente los mismos herederos y el acervo es común. Esta opción solo es posible si se
altera la competencia de turno y siempre que no haya partición. Razones: economía procesal.
-Ultimo domicilio en el extranjero con bienes en la república: no puede determinarse el ultimo
domicilio en Argentina, de allí que la jurisdicción la tendrá el juez que corresponda según la
ubicación de los bienes inmuebles.
Caso del heredero único: art 2336 último párrafo: si el causante deja solo un heredero, las
acciones personales de los acreedores del causante pueden dirigirse, a su opción, ante el juez
del último domicilio del causante o ante el que corresponde al domicilio del heredero único.
Solo las acciones de los acreedores, no el juicio sucesorio puede iniciarse en el domicilio del
heredero único. El acreedor deberá probar que se trata de un heredero único, y que ese juez es el
que corresponde al domicilio del heredero.
Fuero de atracción: segundo párrafo del 2336: el mismo juez conoce de las acciones de petición
de herencia, nulidad de testamento, de los demás litigios que tienen lugar con motivo de la
administración y liquidación de la herencia, de la ejecución de las disposiciones testamentarias,
del mantenimiento de la indivisión, de las operaciones de partición, de la garantía de los lotes
entre los coparticipes y de la reforma y nulidad de la partición.
El fuero de atracción es la virtualidad que tiene un juicio sucesorio de atraer, para ser resueltas
por un mismo juez, un sinnúmero de acciones que suponen procesos contenciosos vinculados a
la transmisión sucesoria. De ahí el carácter universal del juicio sucesorio.
Los fundamentos son la economía procesal, y a los efectos de evitar perjuicios derivados de la
dispersión de pleitos.
Asimismo, aun cuando la sucesión es demandada, no todas las acciones quedan atraídas. Están
excluidas las acciones reales, la expropiación, la usucapión, y las penales.
El fuero de atracción cesa con la partición hereditaria o la adjudicacion de los bienes, en el caso
del heredero único.
1.- Capacidad para suceder. Concepto. Distinción con la vocación hereditaria. Capacidad
para suceder y personas nacidas mediante técnicas de reproducción humana asistida.
La capacidad para suceder es la aptitud para ser sujeto pasivo de una transmisión mortis causa.
Hay que contraponerla al concepto de “vocación hereditaria”, que importa un llamamiento
concreto a la sucesión. Así podemos decir que todos tenemos capacidad para suceder, pero solo
aquel que perdió a un familiar tiene vocación hereditaria, es decir, llamamiento concreto a dicha
sucesión.
ARTICULO 2279.- Personas que pueden suceder. Pueden suceder al causante: a) las personas
humanas existentes al momento de su muerte; b) las concebidas en ese momento que nazcan
con vida; c) las nacidas después de su muerte mediante técnicas de reproducción humana
asistida, con los requisitos previstos en el artículo 561; d) las personas jurídicas existentes al
tiempo de su muerte y las fundaciones creadas por su testamento.
ARTICULO 561 “La instrumentación de dicho consentimiento debe contener los requisitos
previstos en las disposiciones especiales para su posterior protocolización ante escribano publico
o certificación ante la autoridad sanitaria correspondiente a la jurisdicción. El consentimiento es
libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona o la
implantación del embrión”.
En principio heredan los nacidos por técnicas de reproducción asistida siempre que la
implantación del embrión se haya producido en la vida del causante, en tanto el embrión in vitro
no implantado no es persona a los efectos civiles para el ordenamiento jurídico argentino.
Otros sostienen que el embrión es una persona en evolución, un ser humano concebido, al igual
que el embrión en el seno materno, consideran que tienen derecho a la vida, a continuar con su
desarrollo, a nacer, por lo tanto no se puede negarle a la mujer el derecho a solicitar su
implantación cuando su marido haya fallecido sin la autorización respectiva. Y si nace con vida,
se deberá reconocer la filiación paterna y vocación sucesoria, porque ya estaba concebido
cuando falleció el hombre que suministro el material genético.
Con respecto a las personas jurídicas, del inciso d) pueden ser sujeto pasivo en la sucesión, solo
si es vía testamento, con lo que se puede advertir la limitación que sufre su capacidad para
suceder.
ARTICULO 2281.- Causas de indignidad. Son indignos de suceder: a) los autores, cómplices o
partícipes de delito doloso contra la persona, el honor, la integridad sexual, la libertad o la
propiedad del causante, o de sus descendientes, ascendientes, cónyuge, conviviente o
hermanos. Esta causa de indignidad no se cubre por la extinción de la acción penal ni por la de la
pena; b) los que hayan maltratado gravemente al causante, u ofendido gravemente su memoria;
c) los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito penado con prisión o reclusión,
excepto que la víctima del delito sea el acusador, su cónyuge o conviviente, su descendiente,
ascendiente o hermano, o haya obrado en cumplimiento de un deber legal; d) los que omiten la
denuncia de la muerte dolosa del causante, dentro de un mes de ocurrida, excepto que antes de
ese término la justicia proceda en razón de otra denuncia o de oficio. Esta causa de indignidad no
alcanza a las personas incapaces ni con capacidad restringida, ni a los descendientes,
ascendientes, cónyuge y hermanos del homicida o de su cómplice; e) los parientes o el cónyuge
que no hayan suministrado al causante los alimentos debidos, o no lo hayan recogido en
establecimiento adecuado si no podía valerse por sí mismo; f) el padre extramatrimonial que no
haya reconocido voluntariamente al causante durante su menor edad; g) el padre o la madre del
causante que haya sido privado de la responsabilidad parental; h) los que hayan inducido o
coartado la voluntad del causante para que otorgue testamento o deje de hacerlo, o lo modifique,
así como los que falsifiquen, alteren, sustraigan, oculten o sustituyan el testamento; i) los que
hayan incurrido en las demás causales de ingratitud que permiten revocar las donaciones. En
todos los supuestos enunciados, basta la prueba de que al indigno le es imputable el hecho
lesivo, sin necesidad de condena penal.
Inc. A) debe tratarse de delitos dolosos cometidos contra la persona, el honor, la integridad
sexual, etc. No es necesaria la sentencia penal para que sea viable la acción civil, por lo tanto
basta con probar la causal en el propio juicio de indignidad.
Inc. B) esta causal necesitará la apreciación y valoración de los magistrados. Los jueces no
podrán valorar solamente que el maltrato o la ofensa sea grave (mirando solo lo gramatical), sino
también atendiendo la finalidad de la norma, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de
los tratados de DD.HH, de modo coherente con el ordenamiento. El maltrato es tanto físico como
psíquico. El hecho de no dirigirle la palabra por años al causante, o no ocuparse de durante su
vejez, son supuestos de maltrato? Resulta indispensable la valoración general, que incluya
también el contexto social, familiar, económico, y todo lo necesario para formar una opinión en
concreto.
Inc. C) el fundamento es que la animosidad que ha tenido contra el causante es incompatible con
que se beneficie de la herencia luego. Siempre que no sea la víctima, en esos casos estamos
frente a un ejercicio legítimo de derecho, no ante animosidad. No se requiere sentencia, basta
con la denuncia.
Inc. D) Se entiende que quien se beneficia de la sucesión debe propender a la búsqueda de la
verdad sobre la muerte, cuando fuera dolosa. La indignidad solo se verifica si, aun sin contar con
conocimientos técnicos, para el sujeto era evidente que no hubo muerte natural o culposa del
causante.
Inc. E) No cabe distinguir si la obligación de alimentos es de origen legal o convencional.
Inc. F) La causal requiere el reconocimiento voluntario del hijo durante la minoría de edad, lo que
excluye el reconocimiento mediante sentencia judicial y al reconocimiento voluntario realizado
cuando el reconocido ya es mayor de edad. ¿Qué ocurre si el hijo no fue reconocido por su
padre, pero recibió trato de hijo de su parte? ¿y si no lo reconoció porque desconocía de su
existencia o que era hijo suyo? En el primer caso, el padre no debiera ser alcanzado por la causal
si es que se prueba que ha cumplido con todas las obligaciones que le son propias. En el
segundo caso, tampoco hay motivos para sancionar al padre con la pérdida de la vocación
hereditaria: desconocía que tenía un hijo.
Inc. G) se trata de una integración de normas. ¿Qué sucede si el fallecimiento del hijo sucede una
vez rehabilitada la responsabilidad parental? Alcanza con la sentencia de privación de
responsabilidad para que se haya alcanzado la indignidad. Dada la gravedad de las causas de la
privación, no se subsana con la cesación posterior.
Inc. H) La persona que altera un testamento no necesariamente queda alcanzada por la
indignidad, ya que puede obrar por pedido del testador. Sin duda, la prueba es difícil en muchos
de los supuestos analizados. Dada la gravedad el interesado no puede valerse solo de testigos.
La acción de indignidad debe entablarse ante el juez del último domicilio del causante.
ARTICULO 2283.- Ejercicio de la acción. La exclusión del indigno sólo puede ser demandada
después de abierta la sucesión, a instancia de quien pretende los derechos atribuidos al indigno.
También puede oponerla como excepción el demandado por reducción, colación o petición de
herencia. La acción puede ser dirigida contra los sucesores a título gratuito del indigno y contra
sus sucesores particulares a título oneroso de mala fe. Se considera de mala fe a quien conoce la
existencia de la causa de indignidad.
Puede ser demandada a instancia de quien pretende los derechos atribuidos al indigno. Esto
quiere decir que para que una persona pueda iniciar esta acción tiene que beneficiarse de los
derechos hereditarios que pierde el indigno, al haber sido declarado tal.
Los legitimados pasivos, son los que han incurrido en alguna de las causales del 2281: Herederos
ab intestato, con la limitación del art. 2429 ya que los descendientes del indigno pueden tomar la
herencia por derecho de representación, salvo que el representante sea indigno de suceder en la
sucesión de quien representa. “la representación tiene lugar en caso de premoriencia, renuncia o
indignidad del ascendiente. No la impide la renuncia a la herencia del ascendiente, pero si la
indignidad en la sucesión de este”. Es decir, si Juan es indigno de suceder a su padre Pedro,
Matias, hijo de Juan, puede heredar a su abuelo por representación, salvo que Matias sea indigno
en la sucesión de Juan.
Herederos testamentarios.
Legatarios
Donatarios
También puede demandarse a los sucesores particulares a titulo oneroso de mala fe del indigno,
según los precisa el artículo:|
ARTÍCULO 2283.- Ejercicio de la acción. La exclusión del indigno sólo puede ser demandada
después de abierta la sucesión, a instancia de quien pretende los derechos atribuidos al indigno.
También puede oponerla como excepción el demandado por reducción, colación o petición de
herencia. La acción puede ser dirigida contra los sucesores a título gratuito del indigno y contra
sus sucesores particulares a título oneroso de mala fe. Se considera de mala fe a quien conoce la
existencia de la causa de indignidad.
Este supuesto se presenta cuando el indigno no solo ha logrado convertirse en heredero, sino
que además transfirió los bienes a terceros (adquirente a titulo oneroso).
Deberá ser necesario acompañar como documentación fundante de la demanda, prueba que
demuestre la mala fe del sucesor particular.
Si bien el Codigo habla de acción de indignidad, el caso del tercero se refiere a una variable
restitutoria, dado que es impensable demandar por indignidad a quien resulta ajeno a la herencia.
La regla entonces es que el perdón hace cesar la indignidad. Puede hacerse de cualquier
manera. También agrega que la existencia de un testamento a favor del indigno y que sea
posterior a la ofensa, importa como perdón, salvo que pueda probarse que el causante no
conocía la ofensa.
Este perdón no podrá ser utilizado en las causales contenidas en los incisos h) y d) del 2281
(coartar la voluntad del testador; omisión de la denuncia de muerte dolosa).
Enajenación de bienes hereditarios por parte del indigno cuando todavía no había sido excluido
mediante sentencia.
Hay que resolver dos cuestiones, por un lado, la validez de los actos y la oponibilidad al heredero
real; y por otro la validez de las transferencias realizadas por el indigno a un tercero y su
oponibilidad.
Cuando el indigno enajene los bienes a un tercero, a titulo oneroso, de buena fe, la venta queda
firme, no puede ser atacada, y el bien hereditario no puede serle devuelto. Encontramos la
solución en el régimen del heredero aparente, el 2315 en su segundo párrafo expresa: “El
heredero aparente de buena fe debe restituir al heredero el precio recibido; el de mala fe debe
indemnizar todo perjuicio que le haya causado”. Al ser el indigno, de mala fe, debe restituir el
precio percibido al heredero real, con más la indemnización del perjuicio causado. Si no se
cumplieran los requisitos de validez de los actos, el acto podría ser atacado, por lo tanto el bien
debería ser devuelto.
Los actos de administración y su oposición al heredero real no se regulan en el régimen de
indignidad, aunque si en el del heredero aparente (2215 primera parte), que resultaran aplicables
de haberse entablado la acción de petición de herencia.
ARTÍCULO 2315.- Actos del heredero aparente. Son válidos los actos de administración del
heredero aparente realizados hasta la notificación de la demanda de petición de herencia,
excepto que haya habido mala fe suya y del tercero con quien contrató.
Son también válidos los actos de disposición a título oneroso en favor de terceros que ignoran la
existencia de herederos de mejor o igual derecho que el heredero aparente, o que los derechos
de éste están judicialmente controvertidos.
UNIDAD IV: ACEPTACION Y RENUNCIA DE HERENCIA.
Como se interpretan: la libertad de aceptar o renunciar la herencia, del art. 2287, con el art. 2280
que dice que los herederos son propietarios de los derechos desde la muerte de la persona. No
cabe duda de que el heredero puede aceptar o renunciar a la herencia, y esto es un acto
trascendental para la consolidación o no de llamado a suceder. Por lo tanto, por más que algunas
normas parecieran expresar que se es heredero desde la muerte del causante, la propiedad de
los bienes no se consolida hasta tanto no se acepte la herencia. De allí la importancia del derecho
de opción, según el cual, “el derecho de aceptar la herencia caduca a los 10 años de la apertura
de la sucesión”.
ARTÍCULO 2287.- Libertad de aceptar o renunciar. Todo heredero puede aceptar la herencia que
le es deferida o renunciarla, pero no puede hacerlo por una parte de la herencia ni sujetar su
opción a modalidades. La aceptación parcial implica la del todo; la aceptación bajo modalidades
se tiene por no hecha.
Es un plazo de caducidad, el derecho se extingue por no ejercerse. De allí que si guarda silencio,
una vez vencido el plazo, se transforma en renunciante.
De manera excepcional para el caso en que se plantee una exclusión hereditaria, el plazo
comenzará a contarse desde que esta última quede firme.
Este derecho de opción forma parte del contenido de la herencia, y por lo tanto se transmite a los
herederos.
ARTÍCULO 2290.- Transmisión del derecho de opción. Si el heredero fallece sin haber aceptado
ni renunciado la herencia, el derecho de hacerlo se transmite a sus herederos. Si éstos no se
ponen de acuerdo en aceptar o renunciar la herencia deferida a su causante, los que la aceptan
adquieren la totalidad de los derechos y obligaciones que corresponden a éste. La renuncia de la
herencia del causante fallecido sin aceptar ni renunciar una herencia a él deferida, implica
también la renuncia a ésta.
Con respecto a los efectos: ARTÍCULO 2291.- Efectos. El ejercicio del derecho de opción tiene
efecto retroactivo al día de la apertura de la sucesión.
Por lo tanto, si el heredero acepta la herencia, se entiende que es heredero desde el mismo
momento de la muerte del causante. Lo mismo sucede si ha renunciado: desde la muerte del
causante se considera al renunciante como un extraño a la herencia.
Forma: debe realizarse judicialmente y tramita ante el juez del último domicilio del causante.
Primero se debe acreditar el interés del sujeto que intima y los datos de los herederos que se
quiere intimar. La actuación del juez en este incidente, termina una vez que se ordena
judicialmente la intimación y se diligencia.
Plazo: No puede ser menor ni mayor a tres meses. Se trata de días corridos.
Una vez vencido el plazo estipulado pueden presentarse tres situaciones:
- Que el heredero acepte.
- Que el heredero renuncie. Mediante escritura o acta judicial
2.- Aceptación de la herencia. Formas: expresa, tácita y forzada. Actos realizados por el
heredero que importan aceptación; Actos que no implican aceptación. Aceptación por una
persona incapaz o con capacidad restringida. Nulidad de la aceptación.
La aceptación de herencia es un negocio jurídico por el que se manifiesta la libre voluntad de ser
heredero. Es unilateral, voluntario, entre vivos, irrevocable, indivisible y no sujeto a modalidades,
retroactivo.
ARTÍCULO 2287.- Libertad de aceptar o renunciar. Todo heredero puede aceptar la herencia que
le es deferida o renunciarla, pero no puede hacerlo por una parte de la herencia ni sujetar su
opción a modalidades. La aceptación parcial implica la del todo; la aceptación bajo modalidades
se tiene por no hecha.
La herencia puede aceptarse a partir de la muerte del autor de la sucesión.
ARTÍCULO 2277.- Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa la
apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por
el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el resto de la
herencia se defiere por la ley.
La herencia comprende todos los derechos y obligaciones del causante que no se extinguen por
su fallecimiento.
ARTÍCULO 2321.- Responsabilidad con los propios bienes. Responde con sus propios bienes por
el pago de las deudas del causante y cargas de la herencia, el heredero que:
a. no hace el inventario en el plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios lo
intiman judicialmente a su realización;
b. oculta fraudulentamente los bienes de la sucesión omitiendo su inclusión en el inventario;
c. exagera dolosamente el pasivo sucesorio;
d. enajena bienes de la sucesión, excepto que el acto sea conveniente y el precio obtenido
ingrese a la masa
En principio se aplican las reglas generales de la capacidad, el artículo 23 establece que toda
persona puede ejercer por si misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente
previstas en el código y una sentencia judicial. El 24, que refiere a las personas incapaces de
ejercicio, las personas por nacer, la persona que no cuenta con grado de madurez y edad
suficiente, la persona declarada incapaz por sentencia judicial. Por lo tanto los incapaces de
ejercicio deben valerse de un representante legal a los efectos de aceptar la herencia. Los actos
de aceptación por parte de incapaces de ejercicio no requieren autorización judicial, a diferencia
de lo que ocurre con la renuncia.
Respecto a los inhabilitados habrá que estar a la sentencia de inhabilitación.
La diferencia es que en la expresa se configura cuando el presunto heredero toma dicho carácter
de manera explícita, la tácita cuando realiza un acto sin mencionar su carácter de heredero, pero
que no podría realizarlo sino en el carácter de tal.
Actos que implican aceptación de herencia: el art. 2294 enumera los actos, pero esta
enumeración no es taxativa, puede haber otro tipo de actos que también impliquen aceptación.
Aceptación forzada:
ARTÍCULO 2295.- Aceptación forzada. El heredero que oculta o sustrae bienes de la herencia es
considerado aceptante con responsabilidad ilimitada, pierde el derecho de renunciar, y no tiene
parte alguna en aquello que ha sido objeto de su ocultamiento o sustracción. En el supuesto de
que no pueda restituir la cosa, debe restituir su valor, estimado al momento de la restitución.
La norma requiere de algunos requisitos para su aceptación: que la persona tenga llamamiento
hereditario a su favor; que haya ocultado o sustraído sus bienes de la sucesión (no se trata de
que porque tome un bien le acarree una consecuencia dolosa. Debe probarse la intención
fraudulenta en la ocultación o sustracción)
Las consecuencias, son que la ley sanciona al heredero: quitandole la posibilidad de renunciar a
la herencia, considerándolo aceptante, es decir que tiene que tratarse de un heredero que se
encuentre bajo periodo de opción.
Agravando su responsabilidad hereditaria, en cuanto se extiende la responsabilidad por deudas a
su patrimonio personal.
La priva del derecho a tomar parte de aquello que ha sustraído u ocultado.
Le obliga a restituir el bien o su valor equivalente.
Los actos que realice el presunto heredero y que estén incluidos en esta lista no implican
aceptación de la herencia. De todos modos no puede tomarse los ejemplos enumerados de
manera taxativa. Estos tampoco pueden interpretarse de manera aislada, sino en consonancia
con los artículos 2393 y 2394, para poder discernir si los actos importan o no la aceptación de la
herencia.
Nulidad de la aceptación.
Dado que es un acto jurídico voluntario tienen que aplicarse los principios en materia de nulidad,
vicios de la voluntad e inobservancia para suplir la incapacidad o capacidad restringida, como
ocurre con cualquier otro acto jurídico. No hay ninguna norma específica de nulidad de
aceptación, por lo que corresponde aplicar la nulidad de los actos jurídicos en general. Puede ser
nula tanto la aceptación expresa como tacita.
La nulidad puede ser solicitada por el propio aceptante, sus sucesores universales y los
acreedores personales vía subrogatoria.
Dado que se trata de una nulidad relativa deberá atender el art. 388 del CCYC: la nulidad relativa
solo puede declararse a instancia de las personas cuyo beneficio se establece. Excepcionalmente
puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha experimentado un perjuicio importante.
En cuanto a los cesionarios de derechos hereditarios no parece lógico que tengan legitimación, ya
que el pedido de nulidad podría operar de manera contraria a sus intereses.
La renuncia es unilateral, gratuita, indivisible, lisa y llana (no puede ser sometida a modalidades),
expresa y formal, tiene efectos retroactivos.
ARTÍCULO 2287.- Libertad de aceptar o renunciar. Todo heredero puede aceptar la herencia que
le es deferida o renunciarla, pero no puede hacerlo por una parte de la herencia ni sujetar su
opción a modalidades. La aceptación parcial implica la del todo; la aceptación bajo modalidades
se tiene por no hecha.
Forma: ARTÍCULO 2299.- Forma de la renuncia. La renuncia de la herencia debe ser expresada
en escritura pública; también puede ser hecha en acta judicial incorporada al expediente judicial,
siempre que el sistema informático asegure la inalterabilidad del instrumento.
La escritura pública ha sido la forma que siempre se ha establecido para efectivizar la renuncia a
la herencia. No requiere para su oponibilidad de la incorporación en el expediente sucesorio.
Podría ocurrir que el presunto heredero no cumpla con la escritura pública ni tampoco con el acta
judicial y redacte su renuncia en instrumento privado; puede reconocerse la validez de la misma?
Es aplicable la regla de los actos jurídicos en general, del 285, que expresa que el acto que no se
otorga en la forma exigida por la ley no queda concluido como tal mientras no se haya otorgado el
instrumento previsto, pero vale como acto en el que las partes se han obligado a cumplir con la
expresada formalidad, excepto que ella se exija bajo sanción de nulidad. Dado que la forma de la
renuncia no es exigida bajo sanción de nulidad, entendemos que quienes justifiquen interés
legítimo en que la renuncia opere pueden reclamarle al renunciante la elevación a la forma.
Interés legítimo tienen los acreedores de la sucesión, acreedores personales del heredero, los
coherederos, y los cesionarios de derechos hereditarios, entre otros.
El hecho de renunciar a una herencia no importa que el renunciante no pueda aceptar un legado,
o aceptar el cargo de albacea si asi lo designa el testador. Tambien puede retener las donaciones
que le fueron realizadas hasta el limite de la porción disponible. No está obligado a colacionar.
Nulidad: Le son aplicables todos los principios en materia de nulidad, e inobservancia para suplir
la incapacidad, o capacidad restringida. En cuanto al incumplimiento de la forma de renuncia, se
debe requerir su elevación para la forma ordenada por la ley.
La nulidad puede ser pedida por el propio renunciante, sus sucesores universales, y sus
acreedores personales. Es una nulidad relativa.
Los efectos de la nulidad, es que recupera el derecho de opción es decir, la posibilidad de aceptar
o renunciar.
Forma: No exige ninguna forma, por lo que podría optarse por la libertad de forma, o mediante
analogía
UNIDAD V: Responsabilidad de los herederos y legatarios. Pago de deudas y legados.
1.- Responsabilidad ultra vires e intra vires. Beneficio de inventario y el Código Civil y
Comercial de la Nación
La responsabilidad del heredero por la sucesión puede ser: ultra vires o intra vires.
El régimen del CCYC aborda por un lado la responsabilidad de los herederos y legatarios, y por
otro regula el pago de deudas y legados, haciéndolo dentro del proceso sucesorio.
El artículo 2280 en su último párrafo tiene un principio general en su último párrafo, cuando
dispone que “en principio, responden por las deudas del causante con los bienes que reciben, o
con su valor en caso de haber sido enajenados”.
2- La responsabilidad de los herederos una vez enajenados los bienes hereditarios y ante la
presentación de acreedores tardíos, pueden presentarse tres situaciones:
ARTÍCULO 2321.- Responsabilidad con los propios bienes. Responde con sus propios bienes por
el pago de las deudas del causante y cargas de la herencia, el heredero que:
a. no hace el inventario en el plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios lo
intiman judicialmente a su realización;
d. enajena bienes de la sucesión, excepto que el acto sea conveniente y el precio obtenido
ingrese a la masa.
2.-Principio de la responsabilidad intra vires. Responsabilidad con los propios bienes;
concurrencia acreedores personales del heredero y acreedores hereditarios. Acción contra
los legatarios
ARTÍCULO 2316.- Preferencia. Los acreedores por deudas del causante y por cargas de la
sucesión, y los legatarios tienen derecho al cobro de sus créditos y legados sobre los bienes de la
herencia, con preferencia sobre los acreedores de los herederos.
ARTÍCULO 2317.- Responsabilidad del heredero. El heredero queda obligado por las deudas y
legados de la sucesión sólo hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios recibidos.
En caso de pluralidad de herederos, éstos responden con la masa hereditaria indivisa.
Los acreedores por deudas del causante o deudas generadas en la sucesión, como así también
los legatarios, tienen preferencia de cobro sobre los bienes hereditarios. Los acreedores de los
herederos pueden cobrar solo después de satisfacer a los acreedores hereditarios y legatarios.
ARTÍCULO 2329.- Frutos. Los frutos de los bienes indivisos acrecen a la indivisión, excepto
que medie partición provisional. Cada uno de los herederos tiene derecho a los beneficios y
soporta las pérdidas proporcionalmente a su parte en la indivisión.
No hay dudas de que pueden ser atacados por los acreedores de la sucesión.
b) Valores colacionables. No pueden ser atacados por los acreedores de la sucesión, porque
han salido del patrimonio del causante antes de la muerte de la persona, por ejemplo, por
medio de una donación.
El art. 2317 se limita a especificar la responsabilidad del heredero, expresando que el heredero
queda obligado por las deudas y legados de la sucesión solo hasta la concurrencia del valor de
los bienes hereditarios recibidos. En caso de pluralidad de herederos estos responden con la
masa hereditaria indivisa.
Del articulo surge la diferencia entre la responsabilidad según se trate de herederos plurales o
único. La primera parte de la norma se refiere al H. único. Este queda obligado por las deudas y
legados solo hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios recibidos. Es decir, que la
responsabilidad es limitada y la modalidad es pro viribus hereditatis, o por el valor de los bienes.
En caso de pluralidad de herederos, responden con la masa hereditaria indivisa. Esto significa
que los acreedores sucesorios solo pueden atacar los bienes recibidos.
Perdida de la responsabilidad limitada.
Hay ciertos casos en que la responsabilidad puede agravarse y extenderse al patrimonio del
heredero como consecuencia de ciertos. Esta responsabilidad el código la denomina
“responsabilidad con los propios bienes”.
ARTÍCULO 2321.- Responsabilidad con los propios bienes. Responde con sus propios bienes por
el pago de las deudas del causante y cargas de la herencia, el heredero que:
a. no hace el inventario en el plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios lo
intiman judicialmente a su realización;
d. enajena bienes de la sucesión, excepto que el acto sea conveniente y el precio obtenido
ingrese a la masa.
La agravación de la responsabilidad se complementa con una norma que tiende a evitar conflictos
derivados de la puja que puede darse entre acreedores del heredero y acreedores hereditarios.
ARTÍCULO 2322.- Prioridad de los acreedores del heredero sobre los bienes del heredero. En los
casos previstos en el artículo 2321, sobre los bienes del heredero, los acreedores del heredero
cobran según el siguiente rango:
a. por los créditos originados antes de la apertura de la sucesión, con preferencia respecto de los
acreedores del causante y de los legatarios;
b. por créditos originados después de la apertura de la sucesión concurren a prorrata con los
acreedores del causante.
ARTÍCULO 2319.- Acción contra los legatarios. Los acreedores del causante tienen acción contra
los legatarios hasta el valor de lo que reciben; esta acción caduca al año contado desde el día en
que cobran sus legados.
Se trata de un legado cuyo objeto es una universalidad. Es decir, un legado de cosa determinada.
Por ejemplo, un fondo de comercio. La diferencia es que en el legado de universalidad se
transmiten también las deudas. El legatario responderá hasta el valor de los bienes recibidos,
incluyendo también las deudas asumidas por el objeto legado. Es decir, debe pagar las deudas
que asumió al aceptar el legado, por tratarse de una universalidad además responderá en los
términos del 2319.
ARTÍCULO 2320.- Reembolso. El heredero o legatario que paga una porción de las deudas o de
los legados superior a su parte tiene acción contra sus coherederos o colegatarios por el
reembolso del excedente, y hasta el límite de la parte que cada uno de ellos debía soportar
personalmente, incluso en caso de subrogación en los derechos del que recibe el pago.
3.- Pago de deudas y legados. Orden de pago. Procedimiento de pago. Legítimo abono:
concepto y consecuencias. Masa indivisa insolvente.
ARTÍCULO 2356.- Presentación de los acreedores. Los acreedores hereditarios que no son
titulares de garantías reales deben presentarse a la sucesión y denunciar sus créditos a fin de ser
pagados. Los créditos cuyos montos no se encuentran definitivamente fijados se denuncian a
título provisorio sobre la base de una estimación
Es decir, que los acreedores de la sucesión deben presentarse al expediente sucesorio y formular
lo que en el código derogado se llamaba “oposición”. Surge de la norma la obligación de
denunciar el crédito en el expediente. Una vez presentados, el administrador de la sucesión debe
seguir los pasos estipulados en el 2358, que ordena el pago según el rango de preferencia de
cada crédito, conforme lo establecido en la ley de concursos.
Pagados los acreedores, los legados se cumplen, en los límites de la porción disponible, en el
siguiente orden:
Ese rango de preferencia solo se respetará si los acreedores se presentan al mismo tiempo. Caso
contrario, se debe pagar a medida que se presenten. Para evitar estas situaciones se debería
recurrir a la verificación de créditos.
En cuanto a los legados, también se establece un orden de pagos en la última parte del 2358.
Legitimo abono:
Se trata de una presentación judicial con los requisitos de una demanda, en la cual el acreedor
justifica su crédito. Debe correrse traslado de esta presentación a todos los herederos. Corrido el
traslado los herederos pueden reconocerlo o no, en toda su extensión o solo en algunos
aspectos. También puede ocurrir que los herederos no contesten traslado y guarden silencio, que
rechacen el pedido, o que algunos consientan y otros no. Una vez vencido el plazo para
expedirse, solo el juez podrá declarar el crédito como de legitimo abono, en tanto y en cuanto se
trate de un reconocimiento expreso y unánime de todos. De lo contrario no podrá declararlo como
tal.
En caso de que no se logre la declaración, no corresponde cargar con las costas a los herederos.
No corresponde declarar como legitimo abono a las sentencias que requieran su ejecución. Estos
son créditos que ya están reconocidos. Basta que se presenten en el sucesorio para que deban
ser pagados.
Los acreedores que logren la declaración, obtendrán como ventaja la aplicación del 2359:
ARTÍCULO 2359.- Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión. Los acreedores del
causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios pueden oponerse a la entrega de
los bienes a los herederos hasta el pago de sus créditos o legados.
UNIDAD VI: INVESTIDURA DE LA CALIDAD DE HEREDERO.
Investidura de pleno derecho: los herederos forzosos no requieren formalidad para ejercer sus
derechos hereditarios.
ARTÍCULO 2337.- Investidura de pleno derecho. Si la sucesión tiene lugar entre ascendientes,
descendientes y cónyuge, el heredero queda investido de su calidad de tal desde el día de la
muerte del causante, sin ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque ignore la
apertura de la sucesión y su llamamiento a la herencia. Puede ejercer todas las acciones
transmisibles que correspondían al causante. No obstante, a los fines de la transferencia de los
bienes registrables, su investidura debe ser reconocida mediante la declaratoria judicial de
herederos.
Solo le basta con justificar la muerte del causante y el vinculo que tenía con él. La única
excepción tiene que ver con la transferencia de bienes registrables, para lo que es necesario la
declaratoria de herederos.
Investidura judicial: Los colaterales y los herederos testamentarios necesitan un juez que los
declare herederos para ejercer los derechos derivados de la sucesión. Dicha declaración obra en
una sentencia que se denomina declaratoria de herederos.
La norma regula el inicio del trámite, para ello debe justificarse la muerte de la persona y el
derecho que le asiste al sucesor. Se prueba la muerte y el vínculo con las partidas. Quien se
presente tiene que denunciar si su derecho es exclusivo o existen coherederos y en este caso
informar sus domicilios a los efectos de que sean notificados. También es ordenada la publicación
de edictos para la citación de herederos, acreedores, y todos los que tengan un derecho sobre los
bienes de la sucesión. La citación de edictos no surtirá efectos si se tiene conocimiento del
domicilio de los herederos. Aquellos a los que va dirigido el edicto deben acreditar su derecho
dentro de los 30 días, esto no quiere decir que pierden su derecho, sino que durante esos 30 días
no se dictará declaratoria de herederos.
ARTÍCULO 2339.- Sucesión testamentaria. Si el causante ha dejado testamento por acto público,
debe presentárselo o indicarse el lugar donde se encuentre.
Si el testamento es ológrafo, debe ser presentado judicialmente para que se proceda, previa
apertura si estuviese cerrado, a dejar constancia del estado del documento, y a la comprobación
de la autenticidad de la escritura y la firma del testador, mediante pericial caligráfica. Cumplidos
estos trámites, el juez debe rubricar el principio y fin de cada una de sus páginas y mandar a
protocolizarlo. Asimismo, si algún interesado lo pide, se le debe dar copia certificada del
testamento. La protocolización no impide que sean impugnadas la autenticidad ni la validez del
testamento mediante proceso contencioso.
La sucesión testamentaria coincide con la intestada en cuanto a que también debe justificarse la
muerte de la persona para que se abra el juicio. Se diferencia, lógicamente, en que no hay que
justificar vínculos, entre el peticionante y el causante. El derecho hereditario se obtiene a través
del testamento, que puede ser por acto público u ológrafo. En cada caso el proceso es diferente.
En el primero, no requiere formalidades, una vez probada la muerte y presentado el testamento
se dicta declaratoria.
Es la acción que se concede al dueño de una herencia para reclamarla total o parcialmente contra
aquellos que la poseen invocando el falso titulo de herederos, o parcialmente de aquellos que
siendo herederos rehúsan reconocerle el mismo carácter. Se asemeja a una acción
reivindicatoria.
ARTÍCULO 2310.- Procedencia. La petición de herencia procede para obtener la entrega total o
parcial de la herencia, sobre la base del reconocimiento de la calidad del heredero del actor,
contra el que está en posesión material de la herencia, e invoca el título de heredero.
Esta acción procede a los efectos de obtener la entrega total o parcial de la herencia. La acción
requiere que tanto sujeto activo como pasivo tengan reconocida su calidad de herederos, ya sea
con vocación actual, o eventual porque al presentarse un heredero con mejor derecho quedará
desplazado de la sucesión.
El juez competente es el de la sucesión.
Con respecto a los efectos, la petición de herencia tiene por objeto la restitución de los bienes de
la herencia.
Por lo tanto la restitución abarca, todos los bienes recibidos sin derecho, provenientes de la
sucesión; las cosas de las que el causante era poseedor; la indemnización de daños, en caso de
imposibilidad de devolución en especie de los bienes hereditarios; la herencia aun en el caso de
que haya sido objeto de un contrato de cesión de herencia.
La ultima parte del 2313 expresa, ARTÍCULO 2313.- Reglas aplicables. Se aplica a la petición de
herencia lo dispuesto sobre la reivindicación en cuanto a las obligaciones del poseedor de buena
o mala fe, gastos, mejoras, apropiación de frutos y productos, responsabilidad por pérdidas y
deterioros. Es poseedor de mala fe el que conoce o debió conocer la existencia de herederos
preferentes o concurrentes que ignoraban su llamamiento.
La inacción del heredero mas próximo, que no se presenta a la sucesión, sigue posicionando al
heredero aparente como de buena fe, en tanto pueda mostrar que aunque el heredero no se
presentó, no ignora la apertura de las sucesión.
La buena fe se presume.
Frutos y productos: el poseedor de buena fe hace suyo los frutos percibidos y los naturales
devengados no percibidos. El de mala fe debe restituir los percibidos y los que por su culpa deje
de percibir. Los frutos pendientes corresponden a quien tiene derecho a la restitución de la cosa.
2.- Heredero aparente. Concepto. Actos realizados por el heredero aparente con terceros.
Consecuencias de la buena o mala fe del poseedor.
El heredero aparente es aquel que ha aceptado la herencia y actúa como heredero real, aunque
en verdad no lo es, dada la existencia de herederos de igual o mejor derecho que él que se han
presentado a la sucesión en busca de su porción burlada. Es decir, tiene apariencia de heredero
real, pero no detenta el derecho tal como lo ostenta.
Cuando se aborda la problemática del heredero aparente en si, lo que se estudia es la relación
del heredero aparente con los terceros, y la oponibilidad o no de la sentencia de petición de
herencia a esos terceros que contrataron con el aparente. Si nos guiamos por el principio de que
nadie puede transmitir un derecho mejor o mas extenso del que tiene, la respuesta es negativa,
no serían validos los actos.
ARTÍCULO 2315.- Actos del heredero aparente. Son válidos los actos de administración del
heredero aparente realizados hasta la notificación de la demanda de petición de herencia,
excepto que haya habido mala fe suya y del tercero con quien contrató. Son también válidos los
actos de disposición a título oneroso en favor de terceros que ignoran la existencia de herederos
de mejor o igual derecho que el heredero aparente, o que los derechos de éste están
judicialmente controvertidos. El heredero aparente de buena fe debe restituir al heredero el precio
recibido; el de mala fe debe indemnizar todo perjuicio que le haya causado.
Con respecto a los actos realizados con terceros, el 2315, dispone como regla general que son
validos los actos de administración realizados hasta la notificación de la demanda de petición de
herencia. Esta regla cede si se prueba que los actos fueron realizados de mala fe por el tercero y
el heredero aparente.
La doctrina dice que son validos los actos de administración ordinarios (pagar impuestos), los
extraordinarios (por ejemplo, pagar deuda) no lo serían porque se necesita una facultad expresa.
Los pagos realizados por el deudor al heredero aparente, dependerá de si el deudor hereditario
actúa de buena fe y resulte verosímil el derecho invocado.
Actos de disposición: 2315, se desprenden los requisitos para la validez del acto de disposición
del heredero aparente con terceros. Debe tratarse de:
a) Actos de disposición. La norma no especifica que a que bienes se refiere. Se necesita
declaratoria para que sean validos.
b) A titulo oneroso.
c) Que los terceros con los que contrato el heredero aparente ignoren la existencia de
herederos de mejor o igual derecho, o que los derechos se encuentran judicialmente
controvertidos. Es decir, que sea de buena fe.
Si se cumplen los tres requerimientos, el acto es válido y oponible al heredero real, quien podrá
dirigirse solo contra el heredero aparente para recuperar el precio obtenido del acto o el precio de
los daños, según sea de buena o mala fe.
UNIDAD VIII: CESIÓN DE HERENCIA.
1 Cesión de herencia. Caracteres del contrato. Formalidades. Oportunidad. Momento en
que comienza su eficacia. Contenido de la cesión; derechos y obligaciones comprendidos
y excluidos. El cedente y el cesionario y la declaratoria de herederos.
No hay cesión cuando: la sucesión no esté deferida al heredero o no este abierta; cuando un
coheredero vende bienes que le hubieran sido adjudicados en una partición, ya que en ese caso
puede recurrir directamente a la venta singular de los bienes; cuando su objeto sea un conjunto
de bienes determinados, es decir, no sean vendidos como una universalidad; cuando comprenda
una sola clase de bienes excluyendo a otros.
Forma: Debe ser realizado por escritura pública. Si se otorgara por acto privado, las partes
quedan obligadas a cumplimentar la forma.
Objeto: No son bienes determinados o derechos, sino todo o una parte de la alícuota. Se cede
una universalidad, sin consideración al contenido particular de la misma.
El objeto de la transferencia jamas puede incluir a la calidad de heredero, ya que una vez
adquirida no puede enajenarse ni perderse. Una vez heredero, siempre se es heredero.
La cesión de herencia, puede ser total o parcial. Se da el primer caso cuando el heredero cede la
totalidad de su porción; el segundo se da cuando la cesión se limita a una parte de la cuota del
heredero.
Sujetos: Son el cedente, heredero, y el cecionario, que puede ser tanto un coheredero como un
tercero extraño a la sucesión.
Tanto los herederos ab intestato como testamentarios pueden ceder sus derechos hereditarios.
Dentro de los testamentarios pueden hacerlo el universal y de cuota.
Puede cederlo todo mientras dure el estado de indivisión, ya que, una vez aprobada la cuenta
particionaria, los actos que se celebren con relación al acervo hereditario escapan a esta figura.
Debe tratarse de una sucesión abierta, si no sería un pacto sobre herencia futura prohibido
(1010).
No existe impedimento para que el heredero ceda sus derechos antes de aceptar la herencia, ya
que la cesión importa un acto de aceptación.
Es posible que en caso de heredero único, este ceda sus derechos hereditarios.
En el caso de heredero aparente, si este cede los derechos hereditarios, las consecuencias para
el cesionario se rigen por el 2312, “el cesionario de los derechos hereditarios del heredero
aparente está equiparado a este en las relaciones con el demandante”. Esto significa que el
cesionario deberá devolver los bienes a quien resulte heredero real, conforme surge de la primera
parte de la norma.
Oportunidad: La herencia puede ser cedida desde el momento del fallecimiento del causante. La
posibilidad de cesión es absoluta, pues son de ningún valor las disposiciones del testador que
declare inajenable todo o parte de la herencia. Y puede ser cedida hasta la partición de la
herencia, momento reconocido como límite máximo para la concreción de un contrato de cesión.
Este límite no se altera en el supuesto del heredero único por el hecho de la inexistencia de
partición. En este supuesto, la cesión de herencia puede ser realizada hasta la adjudicación de
los bienes al heredero único.
Contenido: El cedente está obligado a entregar la herencia cedida tal como la recibió. Quedan
comprendidos todos los bienes y cargas patrimoniales existentes al momento de la muerte de la
persona.
ARTÍCULO 2303.- Extensión y exclusiones. La cesión de herencia comprende las ventajas que
pueden resultar ulteriormente por colación, por la renuncia a disposiciones particulares del
testamento, o por la caducidad de éstas. No comprende, excepto pacto en contrario:
a. lo acrecido con posterioridad en razón de una causa diversa de las expresadas, como la
renuncia o la exclusión de un coheredero;
b. lo acrecido anteriormente por una causa desconocida al tiempo de la cesión;
c. los derechos sobre los sepulcros, los documentos privados del causante, distinciones
honoríficas, retratos y recuerdos de familia.
ARTÍCULO 2304.- Derechos del cesionario. El cesionario adquiere los mismos derechos que le
correspondían al cedente en la herencia. Asimismo, tiene derecho de participar en el valor íntegro
de los bienes que se gravaron después de la apertura de la sucesión y antes de la cesión, y en el
de los que en el mismo período se consumieron o enajenaron, con excepción de los frutos
percibidos.
Terceros. Son considerados todos aquellos que sin haber intervenido en la cesión se ven
afectados por ella. Los acreedores del causante, acreedores del heredero, coherederos.
Garantía de evicción: En la parte general de los contratos del CCYC esta legislada la parte de
saneamiento que comprende la responsabilidad por evicción y vicios ocultos. La cesión de
herencia es un contrato aleatorio, lo que significa que los derechos cedidos pueden sufrir
alteraciones por el alea. Por ejemplo, puede aumentar o disminuir el pasivo.
En qué casos responde el heredero cedente? Hay que distinguir entre el alea asumida, que es
aquella que las partes deben soportar y no da lugar a reclamo alguno por la variación sufrida (por
ejemplo aumento o disminución del pasivo) y alea no asumida que por el contrario, impone
responsabilidades (por ejemplo, la alteración de la alícuota por la aparición de un hijo
extramatrimonial).
ARTÍCULO 2305.- Garantía por evicción. Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza al
cesionario su calidad de heredero y la parte indivisa que le corresponde en la herencia, excepto
que sus derechos hayan sido cedidos como litigiosos o dudosos, sin dolo de su parte. No
responde por la evicción ni por los vicios de los bienes de la herencia, excepto pacto en contrario.
En lo demás, su responsabilidad se rige por las normas relativas a la cesión de derechos.
De este artículo surge con claridad la diferencia en cuanto a la evicción según la cesión sea
gratuita u onerosa.
Cuando la cesión es onerosa, el cedente garantiza al cesionario:
1) Su calidad de heredero: esto significa que será responsable si es excluido de la sucesión
por perder su calidad de tal.
2) La parte indivisa cedida. Garantiza la medida de la cuota parte cedida. Si son tres los
herederos y una realiza una cesión total de su tercio, y luego aparece un cuarto, deberá
responder por la diferencia.
El cedente no es responsable en cambio, si cedió los derechos como litigiosos y sin dolo
de su parte.
El cedente no se libera de responsabilidad, en cambio, si actuó con dolo. Por ejemplo si
tuviera conocimiento de un juicio de filiación.
De modo excepcional la responsabilidad por evicción puede alcanzar a los gratuitos, lo que se da
bajo ciertos presupuestos en la cesión de herencia. En este caso el cedente solo responde en los
casos en que el donante es responsable. Su responsabilidad se limita al daño causado de mala
fe. Es decir, que por regla no responde por evicción en los casos en que la cesión sea gratuita,
salvo que tuviera conocimiento de que lo donado no le pertenecía y el donatario lo ignorara. La
responsabilidad surge del 1557, que obliga al donante a indemnizar al donatario por los gastos en
los que incurrió por causa de la donación. Si la evicción es parcial, el resarcimiento se reduce
proporcionalmente. Por ejemplo, si un heredero de tres dona sus derechos hereditarios sobre su
tercio de la herencia, sabiendo que existe un cuarto heredero e ignorándolo el cesionario, su
responsabilidad es proporcional.
La comunidad hereditaria es una indivisión que se origina con la muerte de una persona y termina
con la partición.
Masa hereditaria: La masa es el conjunto de bienes que se reúnen para un fin determinado. Ese
conjunto constituye un todo sometido a reglas propias y se forma con tales o cuales bienes,
según sea el propósito que se tenga en vista. Hay tantas masas como fines se persiguen al
crearlas. La masa hereditaria, aglutina el conjunto de bienes que componen la herencia. Es decir,
que incluye todos los bienes que se transfirieron por causa de muerte a los herederos. Se
denomina así porque está constituida por los bienes de toda la herencia y sirve de base o de
núcleo para la formación de otras masas, que también existen.
La masa que se forma para determinar la porción de un heredero es la que se compone por la
masa herediaria, a la que se le adiciona el valor de los bienes colacionables.
Para determinar la legítima hereditaria de los herederos, no basta con agregar a los bienes de la
herencia lo que deba colacionarse, sino que se constituye una nueva masa integrada por los
bienes hereditarios, lo que se deba colacionar, y por las donaciones hechas a terceros.
ARTÍCULO 2328.- Uso y goce de los bienes. El heredero puede usar y disfrutar de la cosa
indivisa conforme a su destino, en la medida compatible con el derecho de los otros copartícipes.
Si no hay acuerdo entre los interesados, el ejercicio de este derecho debe ser regulado, de
manera provisional, por el juez.
El copartícipe que usa privativamente de la cosa indivisa está obligado, excepto pacto en
contrario, a satisfacer una indemnización, desde que le es requerida.
El artículo plantea una regla: el heredero puede usar y gozar de la cosa indivisa conforme a su
destino y de manera gratuita mientras exista una actitud pasiva del resto de los herederos.
En caso de que no haya acuerdo decide el juez, de manera provisional (por el periodo de
indivisión). Y si algún heredero usa de manera exclusiva un bien se le puede exigir una
compensación económica. Esta indemnización se debe desde que el heredero es intimado y
hacia el futuro. Solo debe pagarle a quien se la requirió. Con respecto al pago de impuestos del
bien que se está usando, para algunos debe ser pagado por el heredero que está habitando, y
para otros tiene que soportarlo la comunidad.
En caso que el coheredero no cumpla con la indemnización cabe la acción de colación por
deudas.
Propiedad y posesión de los bienes en estado de indivisión: Los coherederos tienen la propiedad
de una cuota parte de los bienes hereditarios en el estado de indivisión. En cuanto a la posesión,
todos la tienen por el todo. El 2280 incluye tanto a la posesión como a la propiedad.
ARTÍCULO 2280.- Situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los herederos
tienen todos los derechos y acciones de aquél de manera indivisa, con excepción de los que no
son transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo que el causante era poseedor.
Si están instituidos bajo condición suspensiva, están en esa situación a partir del cumplimiento de
la condición, sin perjuicio de las medidas conservatorias que corresponden. En principio,
responden por las deudas del causante con los bienes que reciben, o con su valor en caso de
haber sido enajenados.
La posesión es un hecho material que no permite ser dividido. Algunos poseen por los otros. Hay
posibilidad de que el heredero intervierta su titulo y comience a poseer como dueño del bien de la
sucesión, que se encuentra en estado de indivisión. El art. 2368 dice:ARTÍCULO 2368.-
Prescripción. La acción de partición de herencia es imprescriptible mientras continúe la indivisión,
pero hay prescripción adquisitiva larga de los bienes individuales si la indivisión ha cesado de
hecho porque alguno de los copartícipes ha intervertido su título poseyéndolos como único
propietario, durante el lapso que establece la ley.
Frutos: ARTÍCULO 2329.- Frutos. Los frutos de los bienes indivisos acrecen a la indivisión,
excepto que medie partición provisional. Cada uno de los herederos tiene derecho a los
beneficios y soporta las pérdidas proporcionalmente a su parte en la indivisión.
La ultima parte dispone que si los frutos le pertenecen a la masa indivisa y los coherederos
pretenden apropiárselos, no hay otra forma para dividirlos que recurrir a un acto particionario.
Ergo, los frutos habidos luego de la muerte de la persona deben ser incluidos en la denuncia de
bienes o en el inventario de la sucesión. La excepción al mencionado acrecimiento es la partición
de uso y goce, supuesto en que los frutos no incrementan la masa, si no que ingresan al
patrimonio del heredero. Queda incluida toda clase de frutos.
3.- Administración de la herencia extrajudicial. Concepto. Aplicabilidad. Medidas urgentes.
Actos conservatorios, de administración y de disposición. Actos otorgados en
representación de heredero ausente o impedido transitoriamente. Responsabilidad del
administrador extrajudicial.
Los requisitos que la norma prevé para la administración extrajudicial son los siguientes:
Consentimiento de todos los herederos; informalidad en la designación. De allí que su actuación
puede resolverse mediante: mandato a terceros o coherederos; mandato tácito; facultades
expresas. A su vez, el código diferencia dos situaciones: actos conservatorios y medidas
urgentes; y actos de administración.
Dentro de los primeros, art. 2324, 2327: ARTÍCULO 2324.- Actos conservatorios y medidas
urgentes. Cualquiera de los herederos puede tomar las medidas necesarias para la conservación
de los bienes indivisos, empleando a tal fin los fondos indivisos que se encuentran en su poder. A
falta de ellos, puede obligar a los coherederos a contribuir al pago de los gastos necesarios.
ARTÍCULO 2327.- Medidas urgentes. Aun antes de la apertura del proceso judicial sucesorio, a
pedido de un coheredero, el juez puede ordenar todas las medidas urgentes que requiere el
interés común, entre ellas, autorizar el ejercicio de derechos derivados de títulos valores,
acciones o cuotas societarias, la percepción de fondos indivisos, o el otorgamiento de actos para
los cuales es necesario el consentimiento de los demás sucesores, si la negativa de éstos pone
en peligro el interés común.
Asimismo, puede designar un administrador provisorio, prohibir el desplazamiento de cosas
muebles, y atribuir a uno u otro de los coherederos el uso personal de éstas.
La diferencia entre ambas normas reside en la intervención judicial. Es decir, el 2327, aborda la
problemática de actos urgentes que necesitan contar con la intervención del juez, mientras que el
otro son actos que, aunque también son urgentes, pueden realizarse sin la intervención del juez.
Todos estos actos deben ser tomados como una excepción a la regla que surge del 2325, según
el cual, “los actos de administración y de disposición requieren el consentimiento de todos los
coherederos”.
La justificación de la urgencia requiere de mucha rigurosidad. Debe tratarse de situaciones límites
que no admitan espera o la decisión del resto de los comuneros. Por ejemplo, necesidad de
trasladar animales ante una inundación; pago de tributos, etc.
El 2324, además de abordar los actos urgentes, también incluye los conservatorios. Es un acto de
conservación que debe revestir además el carácter de urgente. Caso contrario (falta de urgencia)
deberá requerirse la unanimidad, y si no se logra, intervenir judicialmente.
Actos otorgados por un coheredero en representación de otro que está ausente: ARTÍCULO
2326.- Ausencia o impedimento. Los actos otorgados por un coheredero en representación de
otro que está ausente, o impedido transitoriamente, se rigen por las normas de la gestión de
negocios.
Solo podrán realizarse cuando sean de índole ordinaria, no extraordinarios. En este ultimo caso,
deberá suplirse conforme a las reglas generales y con atención en concreto de cual es la
incapacidad o la situación en la que se genero la ausencia. En cuanto a los actos conservatorios y
urgentes, los puede realizar y no quedará comprendido en la gravosa responsabilidad de las
normas de gestión de negocios.
Administración judicial:
A diferencia con la extrajudicial, se desarrolla en sede judicial y con parámetros específicos sobre
todo en relación con el nombramiento de administrador.
El nuevo código además, suma otra variante del administrador provisional, art. 2351. Tiene una
naturaleza diferente, se lo designa para el caso de remoción del administrador, cuya causa es de
tal gravedad que impide que siga en el cargo mientras se sustancia el incidente para removerlo.
Por tal motivo el juez puede excluir inmediatamente a quien pretender remover, y nombrar a uno
provisional hasta que se resuelva.
Nombramiento del administrador definitivo. Este se produce después de la declaratoria de
herederos, participan todos los nombrados como tales, incluso el cesionario de derechos
hereditarios.
Quienes primordialmente tienen derecho a elegir son los coherederos. Pueden presentarse
judicialmente y pedir la designación de una persona determinada, que cuente con el aval de la
mayoría. Cuando se cuenta con la mayoría, la propuesta puede recaer sobre el cónyuge, un
coheredero o un tercero. A falta de mayoría, decide el juez.
Con la entrada en vigencia del CCYC existen algunas discordancias con los códigos procesales,
¿Quién tiene prioridad o preferencia para ser administrador ante una contradicción entre las
normas? Si bien varios de los CP optaron por la preferencia del cónyuge para desempeñar el
cargo de administrador, otros se inclinan por el criterio de la idoneidad (por ej. En santa fe).
b) Designación judicial. Los herederos pueden recurrir al juez para la designación, cuando la
persona que proponen cuenta con la mayoría, para controlar esas mayorías; y cuando no
se ponen de acuerdo con la persona del administrador y ninguno de ellos obtiene la
mayoría necesaria para su nombramiento. El nombramiento de terceros puede responder a
propuesta de los coherederos o de oficio. El nombramiento de oficio tiene que ser solo en
situaciones límites.
El conflicto suscita porque la norma llama de manera indistinta administrador, albacea, etc. Pero
esto no significa que deba interpretarse en ese marco, se trata de situaciones diferentes, y cada
una tiene su propia regulación.
Es posible dejar sin efecto el nombramiento? Creemos que la única manera será mediante
acuerdo unánime de todos los herederos. Pero si alguno se opone o no presta conformidad, el
juez no puede apartarse del testamento.
La labor del administrador debe ser remunerada, conforme surge del 2349.
ARTÍCULO 2349.- Remuneración y gastos. El administrador tiene derecho a que se le
reembolsen los gastos necesarios y útiles realizados en el cumplimiento de su función. También
tiene derecho a remuneración. Si no ha sido fijada por el testador, ni hay acuerdo entre el
administrador y los copropietarios de la masa indivisa, debe ser determinada por el juez.
ARTÍCULO 2351.- Remoción. Todo interesado puede solicitar al juez la remoción del
administrador si existe imposibilidad de ejercer el cargo o mal desempeño de éste. Mientras
tramite el pedido, que se sustancia por la vía más breve que permite la legislación procesal,
continúa en el ejercicio de sus funciones si el juez no resuelve designar un administrador
provisional.
Hay que destacar la diferencia de este articulo con el 2346. El primero, prevee la remoción del
administrador, y el ultimo, el reemplazo.
La norma no estipula la forma de rendir cuentas, de todos modos se requerirán los comprobantes.
Los tramites de impugnación serán de acuerdo a las normas procesales de cada provincia.
Estas rendiciones de cuentas son parciales. Por más que queden todas aprobadas o consentidas,
el administrador no quedará liberado de la responsabilidad por su desempeño, hasta tanto no se
encuentren aprobadas las cuentas definitivas.
Conforme al art. 2361, concluida la administración judicial debe presentarse la cuenta definitiva.
Esta rendición es la que permite la liberación del administrador.
ARTÍCULO 2362.- Forma de la cuenta. Si todos los copropietarios de la masa indivisa son
plenamente capaces y están de acuerdo, la rendición de cuentas se hace privadamente,
quedando los gastos a cargo de la masa indivisa. En caso contrario, debe hacerse judicialmente.
De ella se debe dar vista a los copropietarios de la masa indivisa, quienes pueden impugnarla.
A diferencia del supuesto anterior este es un contrato, realizado entre los coherederos, en el que
acuerdan una indivisión total o parcial.
Puede pactarse concomitante con una partición provisional, conforme surge del artículo. Esta
última consiste en distribuirse entre los herederos solo el uso y goce de los bienes, pero no el
dominio.
Estos convenios pueden ser realizados por personas incapaces o con capacidad restringida. En
estos casos se requiere homologación judicial. Fuera de esto, no se impone forma alguna, ni que
sean presentados ante el juez del sucesorio.
Cualquiera de los herederos puede solicitar la partición antes del vencimiento del plazo por
razones justificadas.
El cónyuge solo podrá solicitar estas indivisiones si cumple con los requisitos que cada una de
ellas requiere. Además, carece de este derecho si la indivisión solicitada recae sobre un bien que
puede ser adjudicado en su hijuela.
El caso de la indivisión sobre el bien que constituyo residencia habitual de los cónyuges, es
bastante similar al derecho real de habitación. La norma no estipula que el uso deba ser gratuito,
con lo que se podría pedir una indemnización por el uso. Para el caso del cónyuge con
dificultades económicas, puede resultar pertinente la aplicación del beneficio de competencia,
“pagar lo que buenamente puedan, según las circunstancias y hasta que mejore su fortuna”.
Cumplida esta carga, mientras dure la indivisión, los acreedores personales de los herederos no
podrán ejecutar los bienes indivisos ni tampoco una porción ideal. Solo podrán cobrar sus créditos
con las utilidades de la explotación que corresponda. En cuanto a los acreedores de la sucesión,
la indivisión les resulta inoponible y no les impide el cobro de sus créditos sobre los bienes
indivisos.
ARTÍCULO 2334.- Oponibilidad frente a terceros. Derechos de los acreedores. Para ser oponible
a terceros, la indivisión autorizada por los artículos 2330 a 2333 que incluye bienes registrables
debe ser inscripta en los registros respectivos. Durante la indivisión, los acreedores de los
coherederos no pueden ejecutar el bien indiviso ni una porción ideal de éste, pero pueden cobrar
sus créditos con las utilidades de la explotación correspondientes a su deudor. Las indivisiones no
impiden el derecho de los acreedores del causante al cobro de sus créditos sobre los bienes
indivisos.
UNIDAD X: PARTICIÓN HEREDITARIA.
Una vez identificados los herederos, se pasa a la segunda parte del proceso, denominado “juicio
sucesorio propiamente dicho”, el que se subdivide en inventario y avaluo; y partición.
El inventario es la operación que permite determinar los bienes del sucesorio. Consiste en la
enumeración, identificación e individualización de los bienes, con una descripción de los títulos y
el estado en que se encuentran.
ARTÍCULO 2341.- Inventario. El inventario debe hacerse con citación de los herederos,
acreedores y legatarios cuyo domicilio sea conocido. El inventario debe ser realizado en un plazo
de tres meses desde que los acreedores o legatarios hayan intimado judicialmente a los
herederos a su realización.
La norma guarda relación con el 2321 inc a) por ende no es que para la realización del inventario
resulta imprescindible la intimación a los acreedores y legatarios, o que debe ser confeccionado
con la citación del resto de herederos, dentro del plazo de tres meses.
El inventario y avaluo pueden realizarse de forma judicial, privada o mixta. Para los dos últimos es
necesario que todos los herederos sean capaces y estén de acuerdo.
ARTÍCULO 2342.- Denuncia de bienes. Por la voluntad unánime de los copropietarios de la masa
indivisa, el inventario puede ser sustituido por la denuncia de bienes, excepto que el inventario
haya sido pedido por acreedores o lo imponga otra disposición de la ley.
ARTÍCULO 2343.- Avalúo. La valuación debe hacerse por quien designen los copropietarios de la
masa indivisa, si están de acuerdo y son todos plenamente capaces o, en caso contrario, por
quien designa el juez, de acuerdo a la ley local. El valor de los bienes se debe fijar a la época más
próxima posible al acto de partición.
El inventario y avaluo mixto o privado, el exclusivamente privado es utilizado en muy pocos casos.
En general siempre se requiere un reflejo judicial. En cuanto al mixto se trata de un instrumento
privado presentado al juez de la sucesión que se denomina denuncia de bienes.
Impugnación. Tanto el inventario como el avaluo pueden ser impugnados. La impugnación puede
ser total, o parcial.
Respecto del inventario puede tratarse de incidentes que versen sobre la inclusión de bienes
hereditarios que no se encontraban en su nomina o sobre la exclusión de bienes inventariados
por considerar que no pertenecen al acervo.
Lo mismo el avaluo. El heredero puede impugnar el valor a uno o varios o a todos los bienes.
Los legitimados a impugnar no siempre pueden hacerlo, dependerá del tipo de avaluo e
inventario. Los copropietarios de la masa indivisa podrán impugnar cuando se trate de un
inventario y avaluo judicial. No podrán hacerlo si hubieran formalizado una denuncia de bienes.
En cambio si puede impugnar el heredero que no participo de la denuncia de bienes. Los
acreedores y legatarios podrán impugnar siempre y cuando se trate de un inventario y avaluo
judicial. Por lo tanto la vía para los acreedores es atacar el inventario y avaluo judicial o oponerse
a la forma privada o mixta.
El art. 2368 expresa que: ARTÍCULO 2368.- Prescripción. La acción de partición de herencia es
imprescriptible mientras continúe la indivisión, pero hay prescripción adquisitiva larga de los
bienes individuales si la indivisión ha cesado de hecho porque alguno de los copartícipes ha
intervertido su título poseyéndolos como único propietario, durante el lapso que establece la ley.
Es decir, que por mas que la acción de partición de la herencia resulta imprescriptible, ello no
obsta el derecho de un heredero que, mediante la intervension de su titulo, deja de poseer como
heredero para hacerlo como exclusivo dueño e intenta una prescripción adquisitiva sobre algún
bien singular de la herencia.
El art. 2374, expresa como principio general que ARTÍCULO 2374.- Principio de partición en
especie. Si es posible dividir y adjudicar los bienes en especie, ninguno de los copartícipes puede
exigir su venta. En caso contrario, se debe proceder a la venta de los bienes y a la distribución del
producto que se obtiene. También puede venderse parte de los bienes si es necesario para
posibilitar la formación de los lotes.
Sin embargo, hay bienes que quedan excluidos. Respecto de los sepulcros se ha decidido como
principio la indivisión a menos que haya acuerdo entre los coherederos porque no han sido
adquiridos con ánimos de lucro, ni de acrecentar el patrimonio de sus dueños. Tampoco están
incluidos los bienes a titulo honorifico o con un contenido afectivo. 2379 “(…)Los objetos y
documentos que tienen un valor de afección u honorífico son indivisibles, y se debe confiar su
custodia al heredero que en cada caso las partes elijan y, a falta de acuerdo, al que designa el
juez. Igual solución corresponde cuando la cosa se adjudica a todos los herederos por partes
iguales.”
Hay que hacer referencia a los herederos condicionales, según el 2336 “los herederos instituidos
bajo condición suspensiva no pueden pedir la partición mientras la condición no esté cumplida,
pero pueden pedirla los coherederos, asegurando el derecho de los herederos condicionales. Los
instituidos baja condición resolutoria pueden pedir la partición, pero deben asegurar el derecho de
quienes los sustituyen al cumplirse la condición”.
Los acreedores personales de los herederos pueden pedir la partición vía subrogatoria, ya que
durante la indivisión no puede atacar los bienes hereditarios singularmente.
También están legitimados los beneficiarios de legados o cargos. Se necesita para que puedan
pedir la partición, que el objeto del legado o cargo resulte directamente relacionado con la
adjudicación singular de un bien o varios de ellos. De lo contrario, y por regla, el legatario no
puede pedir la partición, ya que no tiene interés en hacerlo.
ARTÍCULO 2363.- Conclusión de la indivisión. La indivisión hereditaria sólo cesa con la partición.
Si la partición incluye bienes registrables, es oponible a los terceros desde su inscripción en los
registros respectivos.
Garantías. Los artículos 2404 al 2407 obligan a los coherederos a garantizarse mutuamente por
la evicción y defectos ocultos los objetos adjudicados en sus lotes. Este derecho se funda en el
derecho a la igualdad. Resultan aplicables los artículos de obligación de saneamiento, de manera
supletoria.
ARTÍCULO 2405.- Extensión de la garantía. La garantía de evicción se debe por el valor de los
bienes al tiempo en que se produce. Si se trata de créditos, la garantía de evicción asegura su
existencia y la solvencia del deudor al tiempo de la partición.
ARTÍCULO 2406.- Casos excluidos de la garantía. La garantía de evicción no tiene lugar cuando
es expresamente excluida en el acto de partición respecto de un riesgo determinado; tampoco
cuando la evicción se produce por culpa del coheredero que la sufre. El conocimiento por el
adjudicatario al tiempo de la partición del peligro de evicción no excluye la garantía.
ARTÍCULO 2407.- Defectos ocultos. Los coherederos se deben recíprocamente garantía de los
defectos ocultos de los bienes adjudicados
El heredero responde por evicción cuando el adjudicatario sufra alguna turbación del derecho. Si
se trata de créditos la garantía de evicción asegura no solo la existencia del crédito, sino su
solvencia.
En tal caso cada heredero responde en proporción a su parte. El heredero vencido también
responde soportando la evicción. En caso de insolvencia el resto debe cubrirlo.
Ninguno de los herederos puede excusar su responsabilidad por haber perecido los bienes
adjudicados en la partición, aunque haya sido por caso fortuito. La garantía de evicción no tiene
lugar cuando es expresamente excluida, mediante una clausula, en el propio acto de partición.
No resulta viable la exclusión de la garantía de forma genérica y menos aun sobre la totalidad de
los bienes. Tampoco resulta viable extender la responsabilidad a los herederos cuando la evicción
se produce por culpa del coheredero que sufre.
Al art. 2407 referido a los vicios ocultos, le son aplicables las reglas de la extensión de la garantía,
la indemnización, la situación de insolvencia, y demás previstas para la evicción.
Con respecto a la prescripción, el plazo es de 5 años, excepto que este previsto un diferente.
ARTÍCULO 2367.- Partición parcial. Si una parte de los bienes no es susceptible de división
inmediata, se puede pedir la partición de los que son actualmente partibles.
Esto significa que el estado de indivisión cesa para algunos bienes y para otros no.
Para recurrir a la partición privada hay que cumplir con determinados requisitos:
a) Todos los herederos declarados tienen que estar presentes.
b) Deben ser capaces. De lo contrario será judicial.
c) Deben acordar por unanimidad sobre todos los aspectos relativos a la partición.
La partición privada es aquella que se realiza por escritura pública mientras que la mixta es el
convenio privado presentado ante el juez de la sucesión.
Forma: Libertad de formas. Escritura pública; instrumento privado acompañado al juez de la
sucesión; instrumento privado.
Oponibilidad: el 2363 dice “(…)Si la partición incluye bienes registrables, es oponible a los
terceros desde su inscripción en los registros respectivos.”
En este tipo de particiones los herederos deciden con libertad como partir, así podrían adjudicar
los bienes en condominio, vender algunos para compensar valores de los lotes, etc.
Cabe aplicar la figura de lesión cuando por ejemplo un heredero incita a otro a llevar a cabo una
partición, aprovechándose de su necesidad, debilidad psíquica o inexperiencia, y que así obtiene
una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación. El 2410 expresa:
ARTÍCULO 2410.- Casos en que no son admisibles las acciones. Las acciones previstas en este
Capítulo no son admisibles si el coheredero que las intenta enajena en todo o en parte su lote
después de la cesación de la violencia, o del descubrimiento del dolo, el error o la lesión.
Los acreedores personales de los herederos pueden oponerse a que se realice la partición
privada o mixta. 2371 inc. B “la partición debe ser judicial si: (…) inc. B) si terceros, fundándose
en un interés legítimo, se oponen a que la partición se haga privadamente”. En caso de que no
hubieran planteado la oposición en el expediente sucesorio, y la partición se hubiera realizado
igual, le queda todavía al acreedor personal la acción de fraude.
Partición Judicial: La partición judicial es la que se lleva a cabo a través de un perito inventariador
y partidor. Este define y decide la partición. Los herederos tienen escasa participación. Requiere
una mirada minuciosa del juez que debe controlar todas las operaciones de inventario, avaluo y
partición.
ARTÍCULO 2373.- Partidor. La partición judicial se hace por un partidor o por varios que actúan
conjuntamente. A falta de acuerdo unánime de los copartícipes para su designación, el
nombramiento debe ser hecho por el juez.
Casos en los que procede: 2371: ARTÍCULO 2371.- Partición judicial. La partición debe ser
judicial:
a. si hay copartícipes incapaces, con capacidad restringida o ausentes;
b. si terceros, fundándose en un interés legítimo, se oponen a que la partición se haga
privadamente; (acreedores personales de los herederos).
c. si los copartícipes son plenamente capaces y no acuerdan en hacer la partición privadamente.
Procedimiento: Una vez determinada la masa partible, el perito está en condiciones de dividir los
bienes. La partición debe ser realizada en especie, salvo que sea antieconómica.
ARTÍCULO 2374.- Principio de partición en especie. Si es posible dividir y adjudicar los bienes en
especie, ninguno de los copartícipes puede exigir su venta. En caso contrario, se debe proceder a
la venta de los bienes y a la distribución del producto que se obtiene. También puede venderse
parte de los bienes si es necesario para posibilitar la formación de los lotes.
ARTÍCULO 2375.- División antieconómica. Aunque los bienes sean divisibles, no se los debe
dividir si ello hace antieconómico el aprovechamiento de las partes. Si no son licitados, pueden
ser adjudicados a uno o varios de los copartícipes que los acepten, compensándose en dinero la
diferencia entre el valor de los bienes y el monto de las hijuelas.
ARTÍCULO 2376.- Composición de la masa. La masa partible comprende los bienes del causante
que existen al tiempo de la partición o los que se han subrogado a ellos y los acrecimientos de
unos y otros. Se deducen las deudas y se agregan los valores que deben ser colacionados y los
bienes sujetos a reducción.
El perito debe conformar los lotes haciendo hincapié en la situación de cada heredero. Puede o
no que los lotes sean todos iguales. Debe reservarse bienes para el pago de deudas y cargas de
la sucesión. Otras pautas a tener en cuenta: escuchar a los herederos. Respetar el principio de
igualdad.
Una vez terminados los trabajos el perito debe presentar al juez la cuenta particionaria que consta
de seis partes:
1. Los prenotados: un resumen detallado del proceso sucesorio.
2. El cuerpo general de bienes: se transcribe el inventario y el avalúo.
3. Las bajas comunes: el pasivo de la herencia
4. El liquido partible: que se conforma con los bienes que deben dividirse. Lo que queda
después de la deducción de deudas y cargas.
5. La división: en donde se determina la parte alícuota de cada heredero.
6. La adjudicación: en donde se forman las hijuelas, con detalle de los bienes que se incluyen
en cada una de y sus valores.
Estas cuentas se pondrán de manifiesto, luego se aprueba por el juez y se transfieren los bienes.
Lo que persigue la norma tiene que ver con la conservación de la empresa. En el mismo sentido
el 2377 inc. A habla de evitar parcelamientos de inmuebles y división de las empresas.
También puede ser ejercido por los herederos como por el cónyuge. Puede ser solicitada
respecto de:
- El inmueble que sirve de habitación, si tenía allí su residencia al tiempo de la muerte y de
los muebles que existen en el.
- Local de uso profesional.
- Conjunto de cosas muebles necesarias para la explotación de un bien rural.
En este caso, la persona fallecida, durante su vida, explotaba un bien rural en el carácter de
arrendatario o aparcero. Si el heredero continua el contrato o celebra uno nuevo con el mismo
arrendatario, se genera a su favor el derecho de atribución preferencial.
ARTÍCULO 2382.- Petición por varios interesados. Si la atribución preferencial es solicitada por
varios copartícipes que no acuerdan en que les sea asignada conjuntamente, el juez la debe
decidir teniendo en cuenta la aptitud de los postulantes para continuar la explotación y la
importancia de su participación personal en la actividad.
Es decir, que pueden recurrir a la partición por ascendientes los que tienen descendientes, por un
lado, y por el otro, todos los descendientes. Si la partición es relativa a bienes propios, deberá
incluirse al cónyuge.
También existe la posibilidad de que lo que se divida sean bienes gananciales. En este caso debe
realizarse de manera conjunta por ambos cónyuges.
Es un instrumento por el cual pueden realizarse mejoras por actos entre vivos cuando es
realizada por donación (lo que implica un pacto sobre herencia futura autorizado) o por
testamento.
Deben ser tenidas en cuenta las donaciones colacionables si se desea utilizar este instituto.
Partición donación por ascendientes: Es una mezcla entre donación y partición hereditaria. El
descendiente omitido puede ejercer acción de reducción si no existen bienes suficientes luego de
la muerte del donante para cubrir su legitima; también la garantía reciproca de evicción entre los
coparticipes de la partición se efectiviza aun antes de la apertura de la sucesión.
Con respecto al ascendiente casado, se ordena incluir al cónyuge en la partición por donación de
bienes propios, sin indagar en que régimen matrimonial patrimonial se encuentran, en este
sentido el 2411 expresa “si es casada, la partición de los bienes propios debe incluir al cónyuge
que conserva su vocación hereditaria”.
ARTÍCULO 2415.- Objeto. La partición por donación no puede tener por objeto bienes futuros.
Puede ser hecha mediante actos separados si el ascendiente interviene en todos ellos.
- Partición donación con transferencia de la propiedad plena, solo de la nuda propiedad con
reserva del usufructo o propiedad plena con constitución de una renta vitalicia a favor del
donante. En donante puede transferir la propiedad plena, reservarse el usufructo o pactar
con el donatario una renta vitalicia (a favor del donante).
ARTÍCULO 2416.- Derechos transmitidos. El donante puede transmitir la plena propiedad de los
bienes donados, o bien únicamente la nuda propiedad, reservándose el usufructo. También
puede pactarse entre el donante y los donatarios una renta vitalicia en favor del primero.
- Partición donación de la totalidad de los bienes o de solo algunos de ellos. Es decisión del
donante incluir la totalidad de los bienes o solo algunos de ellos, y dejar la división de los
restantes para la sucesión, conforma a las reglas de la sucesión ab intestato.
ARTÍCULO 2412.- Bienes no incluidos. Si la partición hecha por los ascendientes no comprende
todos los bienes que dejan a su muerte, el resto se distribuye y divide según las reglas legales.
Partición donación con fines de constituir una mejora. La herramienta puede ser utilizada con
fines de mejora
ARTÍCULO 2416.- Derechos transmitidos. El donante puede transmitir la plena propiedad de los
bienes donados, o bien únicamente la nuda propiedad, reservándose el usufructo.
También puede pactarse entre el donante y los donatarios una renta vitalicia en favor del primero.
ARTÍCULO 2418.- Valor de los bienes. En todos los casos, para la colación y el cálculo de la
legítima, se debe tener en cuenta el valor de los bienes al tiempo en que se hacen las
donaciones, apreciado a valores constantes.
ARTÍCULO 2420.- Revocación. La partición por donación puede ser revocada por el ascendiente,
con relación a uno o más de los donatarios, en los casos en que se autoriza la revocación de las
donaciones y cuando el donatario incurre en actos que justifican la exclusión de la herencia por
indignidad.
Partición por testamento: La partición por testamento es un acto mortis causa mediante el cual el
testador divide sus bienes a través de una disposición testamentaria. En caso de que vendiera
alguno de ellos, no afecta su validez, salvo que se encuentre comprometida la legítima
hereditaria. Los herederos no pueden renunciar a ella luego de la muerte, salvo acuerdo unánime.
Esta partición reconoce los mismos efectos que la practicada entre los herederos.
Garantía de evicción.
ARTÍCULO 2423.- Garantía de evicción. Los herederos se deben recíprocamente garantía de
evicción de los bienes comprendidos en sus lotes. La existencia y legitimidad de los derechos
transmitidos se juzga al tiempo de la muerte del causante.
ARTÍCULO 2421.- Enajenación de bienes. La partición hecha por testamento es revocable por el
causante y sólo produce efectos después de su muerte. La enajenación posterior al testamento
de alguno de los bienes incluidos en la partición no afecta su validez, sin perjuicio de las acciones
protectoras de la porción legítima que pueden corresponder. Sus beneficiarios no pueden
renunciar a ella para solicitar una nueva partición, excepto por acuerdo unánime.
ARTÍCULO 2422.- Efectos. La partición por testamento tiene los mismos efectos que la practicada
por los herederos.
Los principios de la partición en especie y de igualdad de lotes que sean vulnerados no pueden
dar lugar a nulidad en el caso de la partición privada o mixta, dado que la autonomía privada
dispensa la obligación de cumplir con estos principios. Diferente es la situación de la partición
judicial, en la cual el perito se encuentra obligado a respetar a ultranza estos principios, salvo las
autorizaciones expresas en contrario, y exclusivamente en cuanto a la partición en especie. En
caso de ser vulnerados, procede también la nulidad de la partición.
En cuanto los vicios de la voluntad o la lesión, la figura del perito y el control del juez alejan a
estas posibilidades.
Nulidades procesales: Puede ser atacado en las etapas procesales, ya sea el inventario, el
avaluo, o la partición. Si la nulidad no es deducida en el plazo correspondiente, el acto queda
purgado por estar consentida: “la preclusión impedirá su posterior impugnación. Ademas la
resolución judicial que aprueba la partición adquiere, una vez firme, carácter de cosa juzgada
material, por lo que no será susceptible de impugnación judicial”.
Reforma: La reforma es una operación de ajuste. Tiene lugar en los diferentes supuestos que
rompan la igualdad de las hijuelas, obligando a una nueva redistribución. No supone la revisión de
la partición misma, si no que se satisface con la inclusión de bienes omitidos y su posterior
distribución.
ARTÍCULO 2408.- Causas de nulidad. La partición puede ser invalidada por las mismas causas
que pueden serlo los actos jurídicos. El perjudicado puede solicitar la nulidad, o que se haga una
partición complementaria o rectificativa, o la atribución de un complemento de su porción.
El CCYC se refiere a esta en el 2277: “la muerte real o presunta de una persona causa la
apertura de la sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por
testamento o por ley”.
Esta sucesión tiene lugar cuando: la persona no ha testado; el testamento ha resultado nulo,
revocado, etc.; cuando el heredero testamentario renuncia a la herencia; cuando se resuelve la
vocación testamentaria por alguna causal como la indignidad; cuando el testamento se limita a
instituir legados, reconocimiento de un hijo, o una mejora.
ARTÍCULO 2424.- Heredero legítimo. Las sucesiones intestadas se defieren a los descendientes
del causante, a sus ascendientes, al cónyuge supérstite, y a los parientes colaterales dentro del
cuarto grado inclusive, en el orden y según las reglas establecidas en este Código. A falta de
herederos, los bienes corresponden al Estado nacional, provincial o a la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, según el lugar en que están situados.
Reglas de la sucesión ab intestato: Esta regida por algunos principios que le son propios y que
determinan el sistema sucesorio actual. Estas reglas son las encargadas de organizar la
transmisión hereditaria, y son tres:
- Preferencia por líneas: se prefiere a la línea descendiente sin límite, luego a la
ascendiente, y finalmente a la colateral hasta el cuarto grado. El cónyuge constituye una
excepción a la regla, ya que no es pariente. Sin embargo concurre con los descendientes y
los ascendientes y excluye a los colaterales.
- Preferencia por grados: Una vez elegida la línea, dentro de la misma pueden coexistir
parientes de diferentes grados. Dentro de la línea siempre serán elegidos los de grado mas
próximo, que excluye a los mas lejanos. Aquí tenemos una excepción, el derecho de
representación.
- Una vez determinados los sucesores se aplica la tercera regla, que se ocupa de los bienes.
No se atiende al origen de los bienes. Esto significa que el patrimonio del causante se
transmite a sus herederos sin indagar la causa de la adquisición.
ARTÍCULO 2425.- Naturaleza y origen de los bienes. En las sucesiones intestadas no se atiende
a la naturaleza ni al origen de los bienes que componen la herencia, excepto disposición legal
expresa en contrario.
Esta regla también reconoce dos excepciones. La primera, relativa a la sucesión del cónyuge y a
los bienes gananciales. Resulta importante indagar el origen de los bienes en este caso, dado
que cuando son gananciales, el cónyuge supérstite toma el cincuenta por ciento como socio de la
comunidad de ganancias; en cuanto al cincuenta por ciento que le corresponde al causante, lo
herederá o no, según las concurrencias y exclusiones que se den en el caso concreto. La
segunda excepción, es relativa al caso de la adopción:
ARTÍCULO 2432.- Parentesco por adopción. Los adoptantes son considerados ascendientes. Sin
embargo, en la adopción simple, ni los adoptantes heredan los bienes que el adoptado haya
recibido a título gratuito de su familia de origen, ni esta hereda los bienes que el adoptado haya
recibido a título gratuito de su familia de adopción. Estas exclusiones no operan si, en su
consecuencia, quedan bienes vacantes. En los demás bienes, los adoptantes excluyen a los
padres de origen.
Es el derecho por el cual los descendientes de un grado ulterior ocupan el lugar de su antecesor,
a fin de herederar lo que a ese le hubiera correspondido. Se trata de una vocación indirecta. Es
decir, que los herederos por representación accederán a la herencia con preferencia al grado, a la
calidad parental y a la cuantía de los bienes de quien representan.
Resulta operativo cuando el representado no pueda o no quiera aceptar la herencia, sea por
fallecimiento o por otro motivo.
Diferente sería el supuesto en que el testador hubiera instituido como herederos a quienes
igualmente lo sucederían ab intestato. La respuesta a esta problemática la encontramos en el
último párrafo del art. 2429 del CCYC: se aplica también en la sucesión testamentaria, si el
testador se limita a confirmar la distribución a la herencia que resulta de la ley”.
Sin embargo existen precisiones que realizar: si una persona instituye como herederos
testamentarios a sus tres hijos, pero solo a uno de ellos mejora con la porción disponible y este
fallece, los herederos del fallecido accederán por derecho de representación (por tratarse de
herederos en grado sucesible) pero no podrán valerse de la mejora, ya que ella si encuentra su
sustento en el testamento, no surgiendo por tanto, de la voluntad de la ley.
Acceden a la herencia por derecho propio o por derecho de representación según el caso:
- Por derecho propio: 2426 “los hijos del causante lo heredan por derecho propio y por
partes iguales”
- Por derecho a representación: heredan los demás descendientes que no son hijos. El
derecho de representación en los descendientes funciona sin limitación alguna. Para que
opere debe haber fallado una vocación sucesoria, lo que puede ocurrir, según la primera
parte del 2429: “… en caso de premoriencia, renuncia o indignidad del ascendente” a la
que debe adicionarse la conmoriencia.
El art. 2429 expresa que no podrá ejercerse el derecho de representación si existe una exclusión
por indignidad del representante para con el representado. Es decir, si no puede heredarse a una
persona, tampoco podrá representársela.
El CCYC se ocupa de uno solo de sus efectos, cual es la división por estirpe, y expresa que el art.
2428 que “en caso de concurrir descendientes por representación, la sucesión se divide por
estirpes como si el representado concurriera. Si la representación desciende un grado, la
subdivisión vuelve a hacerse por estirpe en cada rama. Dentro de cada rama o subdivisión de
rama, la división se hace por cabeza”.
La representación en la sucesión testamentaria, por regla, no puede ser, por dos razones:
Primero porque se presupone que el testador desea beneficiar a una persona determinada, pero
no a su familia. Segundo, la muerte del beneficiario antes que la del testador no importa una
causal de caducidad del testamento.
Se reconocen sin embargo, excepciones en el CCYC, en el art. 2429 último párrafo, determina
que el derecho de representación se aplica también en la sucesión testamentaria si el testador se
limita a confirmar la distribución a la herencia que resulta de la ley.
Caso de adopción: 2340 determina que el adoptado y sus descendientes tienen los mismos
derechos hereditarios que el hijo y sus descendientes por naturaleza y mediante técnicas de
reproducción asistida.
Se refiere al caso de la adopción simple y también a la integración.
Sucesión de los ascendientes: A falta de descendientes, heredan los ascendientes mas próximos
en grado, quienes dividen la herencia por partes iguales. Art. 2431.
Los ascendientes siempre heredan por cabeza, es decir, por partes iguales. Desplazan a los
colaterales, pero concurren con el conyuge.
Concurrencia con el conyuge. Si el fallecido no tuvo hijos, pero se encontraba casado al momento
de su muerte, el conyuge supérstite concurre con los ascendientes, según el art. 2334 “si heredan
los ascendientes, al conyuge le corresponde la mitad de la herencia”. La cuota que le
corresponde a los ascendientes cuando concurren con el conyuge se reconoce como una porción
fija. Esto significa que no se altera según que los ascendientes sean uno o dos.
En este supuesto se debe distinguir dos masas de bienes, una conformada por bienes que el
adoptado haya recibido a título gratuito de su familia de origen, y la segunda, bienes que haya
recibido a título gratuito de su familia de adopción. Los adoptantes no heredan de la primer masa,
y los de origen no heredan de la segunda. Antes que para el estado, se ha preferido que los
bienes queden para los adoptantes o para los parientes de la familia de origen.
3.- Sucesión del cónyuge. Determinación de sus derechos en concurrencia con otros
herederos; Impacto del régimen patrimonial matrimonial. Nulidad de matrimonio. Bigamia.
La derogación de la figura de la nuera viuda sin hijos. Exclusión hereditaria conyugal.
En caso de que se encuentren bajo el régimen de comunidad, los bienes son gananciales. Como
la muerte extingue la comunidad, el conyuge tomara el 50% como socio, en cuanto al cincuenta
restante, su derecho respecto de ellos dependerá de si hay otros herederos, y de ser asi, de cual
sea la categoría a que pertenezcan.
De los bienes gananciales toma el 50%. Y por el 50 restante, la mitad en carácter de heredero.
Exclusión de los colaterales: ARTÍCULO 2435.- Exclusión de colaterales. A falta de
descendientes y ascendientes, el cónyuge hereda la totalidad, con exclusión de los colaterales
Carencia de derecho de representación: no juega en este caso el derecho de representación.
Requisitos: 1) El fallecimiento tiene que darse dentro de los 30 días de celebrado el matrimonio.
Contados de corrido. 2) El fallecimiento debe haberse producido por una enfermedad conocida
por el supérstite. Este requisito es importante ya que la finalidad de la norma es evitar la
captación dolosa de la herencia.
La exclusión no opera si la muerte fue precedida por una unión convivencial. Deberan reunirse
todos los requisitos que el código exija para las uniones convivenciales.
Con respecto a la separación de hecho, sin voluntad de unirse, importa una causal de exclusión
hereditaria conyugal. Basta con que se encuentren separados, para que la ley autorice.
El derecho hereditario del colateral encuentra limite en el cuarto grado. El cuarto grado por
derecho propio llega hasta el primo hermano, y por derecho de representación, hasta el sobrino
nieto.
Cuando accedan por derecho propio la dividen por cabeza, es decir, por partes iguales. Si lo
hacen por derecho de representación, lo harán por estirpe.
No todos los colaterales tienen derecho de representación. Solamente pueden hacerlo los hijos y
descendientes de los hermanos del causante.
Quien denuncia no es parte legitima en este proceso. Luego, el juez deberá publicar edictos, por
un dia, y esperar 30 dias. Si en ese plazo nadie se presenta, el juez puede dictar el auto de
declaración de vacancia, lo que habilita el nombramiento de un curador, y a la inscripción
respectiva.
La legítima hereditaria es aquella parte de los bienes de la herencia de la que no pueden ser
privados los herederos forzosos. La legítima y la porción disponible, son las dos partes del todo,
la herencia.
Características:
-Inviolabilidad: el testador no puede imponer gravamen ni condición alguna a las porciones
legitimas, si lo hace, se tiene por no escritas. ARTÍCULO 2447.- Protección. El testador no puede
imponer gravamen ni condición alguna a las porciones legítimas; si lo hace, se tienen por no
escritas.
-Irrenunciabilidad: no es posible renunciar a la legítima de una sucesión no abierta. ARTÍCULO
2449.- Irrenunciabilidad. Es irrenunciable la porción legítima de una sucesión aún no abierta.
Porción disponible: Con la porción disponible, el autor de la sucesión puede realizar la liberalidad
que desee: mejorar a un heredero forzoso, realizar legados, instituir a un heredero de cuota,
realizar donaciones a terceros.
Mejora: consiste en un legado o en una donación que se hace por el causante al heredero
legítimo, tomada de su porción disponible: lo mejora con relación a otros herederos.
Siempre debe ser expresa, y puede formalizarse a través de un testamento, que constituye la
regla, o por actos entre vivos mediante los pactos de herencia futura, excepcionalmente
permitidos.
Mejora al heredero con discapacidad: El causante puede disponer de cualquier forma, incluso a
través de un fideicomiso, además de la porción disponible, de un tercio de las porciones legítimas
para aplicarlas como mejora estricta a descendientes o ascendientes con discapacidad.
La forma de disponer la mejora es “por el medio que estime conveniente” dice la norma. De allí
que puede efectivizarse a través de donaciones, legados, fideicomisos, o cualquier otro
instrumento.
Esta mejora solo es aplicable al ascendiente y descendiente, no al cónyuge. Porque tiene otro
tipo de protecciones, tales como el derecho real de habitación, o la opción del régimen de
comunidad de ganancias.
Esta mejora solo puede ser utilizada de manera total cuando el causante no hubiera dispuesto de
otras liberalidades para coherederos o terceros. En su defecto, corresponde la reducción.
Deberían reducirse solo las liberalidades de los terceros o coherederos, dejando siempre a salvo
la protección al vulnerable.
ARTÍCULO 2448.- Mejora a favor de heredero con discapacidad. El causante puede disponer, por
el medio que estime conveniente, incluso mediante un fideicomiso, además de la porción
disponible, de un tercio de las porciones legítimas para aplicarlas como mejora estricta a
descendientes o ascendientes con discapacidad. A estos efectos, se considera persona con
discapacidad, a toda persona que padece una alteración funcional permanente o prolongada,
física o mental, que en relación a su edad y medio social implica desventajas considerables para
su integración familiar, social, educacional o laboral.
ARTÍCULO 2462.- Testamento. Las personas humanas pueden disponer libremente de sus
bienes para después de su muerte, respetando las porciones legítimas establecidas en el Título X
de este Libro, mediante testamento otorgado con las solemnidades legales; ese acto también
puede incluir disposiciones extrapatrimoniales.
El 2445 determina que la porción legítima de los descendientes es de dos tercios, la de los
ascendientes de un medio y la del cónyuge de un medio. Estas porciones han sido disminuidas
con relación al código de Vélez, lo que expresa una flexibilidad del orden publico sucesorio. Al
aumentarse la porción disponible, se autoriza a una mayor autonomía de la voluntad en cuanto a
la realización de liberalidades de aquel futuro causante que tiene herederos forzosos que lo
sucedan.
3.- Calculo de la porción disponible y la porción legítima. Bienes que forman la masa para
su determinación. Deudas que deben deducirse; modos de deducción. Constitución de
usufructo; uso o habitación o renta vitalicia. Transmisión de bienes a legitimarios: Análisis
del Art. 2461CCC; Presunciones e imputaciones.
El 2445 determina el procedimiento para calcular la legítima. ARTÍCULO 2445.- Porciones
legítimas. La porción legítima de los descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes de
un medio y la del cónyuge de un medio. Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor
líquido de la herencia al tiempo de la muerte del causante más el de los bienes donados
computables para cada legitimario, a la época de la partición según el estado del bien a la época
de la donación. Para el cómputo de la porción de cada descendiente sólo se toman en cuenta las
donaciones colacionables o reducibles, efectuadas a partir de los trescientos días anteriores a su
nacimiento o, en su caso, al nacimiento del ascendiente a quien representa, y para el del
cónyuge, las hechas después del matrimonio.
1) Se calcula el valor de la totalidad de los bienes dejados por el causante. Dentro de los
bienes se encuentran los legados. Los valores se determinan al momento de la muerte del
causante. Debe destacarse que el avalúo realizado por los coherederos dentro del proceso
no produce efectos con relación a este cálculo.
2) Luego se descuentan las deudas. Dentro de esto deberán incluirse las cargas, es decir,
aquellas “deudas” generadas luego de la muerte del causante, como los gastos funerarios,
de mantenimiento y administración de los bienes hereditarios, etc.
3) Debe adicionarse el valor de las donaciones. Sin embargo, hay una particularidad: el valor
debe tenerse en cuenta a la época de la partición, según el estado del bien al momento de
la donación. Por ejemplo, si el donatario recibió una casa que requería un reciclado y fruto
de este se convirtió en una propiedad magnifica, ese valor debe ser computado, según el
estado del bien al tiempo de la donación.
4) Deberán considerarse para el computo de la porción de cada descendiente solo las
donaciones colacionables o reducibles efectuadas a partir de los 300 días anteriores a su
nacimiento, o en su caso, al nacimiento del ascendiente a quien representa. Respecto del
cónyuge, solo cuentan las donaciones hechas después del matrimonio.
En principio todos los bienes tienen que incluirse en el cálculo de la legítima. Hay algunos que
están excluidos:
a) Los créditos incobrables, ya sea porque estén prescriptos o por insolvencia del deudor.
b) Los frutos o rentas de los bienes hereditarios, ya que, por más que acrezcan a la masa, no
se transmitieron por derecho hereditario.
c) Los seguros de vida.
Transmisión de bienes: ARTÍCULO 2461.- Transmisión de bienes a legitimarios. Si por acto entre
vivos a título oneroso el causante transmite a alguno de los legitimarios la propiedad de bienes
con reserva de usufructo, uso o habitación, o con la contraprestación de una renta vitalicia, se
presume sin admitir prueba en contrario la gratuidad del acto y la intención de mejorar al
beneficiario. Sin embargo, se deben deducir del valor de lo donado las sumas que el adquirente
demuestre haber efectivamente pagado.
El valor de los bienes debe ser imputado a la porción disponible y el excedente es objeto de
colación.
Esta imputación y esta colación no pueden ser demandadas por los legitimarios que consintieron
en la enajenación, sea onerosa o gratuita, con algunas de las modalidades indicadas.
Este artículo configura una excepción a la prohibición de los pactos sobre herencia futura, porque
en definitiva valida una mejora efectuada mediante un acto entre vivos.
La norma contempla el siguiente supuesto: a) la concreción de un acto entre vivos a titulo oneroso
entre el causante y los legitimarios, o uno o algunos de ellos. B) mediante este acto se trasmite la
propiedad de los bienes. C) la trasmisión se realiza con reserva de usufructo, uso o habitación o
contra el pago de una renta vitalicia. Ante esto la ley establece dos presunciones: a) que el acto
es una liberalidad b)que la intención del causante es la de mejorar a ese legitimario. El valor debe
ser imputado a la porción de este último, desde que lo recibe como plus. Se trata de una dispensa
de colación por actos entre vivos, o una mejora por actos entre vivos. Del valor del bien hay que
descontar lo que efectivamente se haya pagado, a los efectos de calcular la porción disponible y
evitar que se exceda.
Esta norma tiene coherencia con el artículo 2391 que expresa “los descendientes y el cónyuge
supérstite obligados a colacionar también deben colacionar los beneficios recibidos a
consecuencia de la convenciones hechas con el difunto que tuvieron por objeto procurarles una
ventaja particular, excepto dispensa y lo dispuesto para el heredero con discapacidad”.
En caso que se trate de una trasmisión gratuita por actos entre vivos del futuro causante al
legitimario con reserva de usufructo, uso o habitación, debe interpretarse, sin admitir prueba en
contrario que se trata de una mejora por actos entre vivos. Los legitimarios que acepten la
enajenación renuncian a las acciones futuras de colación o reducción. El código ha flexibilizado el
orden público sucesorio.
La regla parte de considerar que la legítima forma parte de los bienes. Por ende, no es necesario
consolidar el carácter de heredero para tener derecho a exigirla, puede recibirla a través de un
titulo diferente, por ejemplo: legitimario donatario (recibe su legitima a través de donación),
legitimario legatario (que recibe a través de un legado) legitimario preterido (recibe como heredero
de cuota), legitimario beneficiario de un cargo (recibe a través de un cargo impuesto por el
testador).
Por ende, cuando nos encontramos con estos casos, donde no llegan a cubrir su porción legitima,
pueden valerse de la acción de complemento para completarla.
Reducción de disposiciones testamentarias y de donaciones: Los actos que caen bajo la acción
de reducción, son las donaciones y los legados, o sea cualquier liberalidad entre vivos o por
causa de muerte. Aunque no debe limitarse la búsqueda solo en donaciones o legados. Hay otros
supuestos que pueden aparecer. Por ejemplo, la interposición de personas, donde se disimula al
beneficiario real de la liberalidad. El beneficiario aparente es una persona interpuesta, a través de
una simulación oculta. Deberían iniciarse las acciones de simulación o fraude de manera conjunta
con las acciones de protección de legitima. Donaciones simuladas, que están encubiertas bajo la
máscara de otro acto. En este caso también se puede accionar por simulación y protección de
legítima. Donaciones indirectas, que se trata de un acto a titulo oneroso desequilibrado o de un
acto neutro (ni gratuito ni oneroso), no revela ser una donación, por ej. La partición de un
condominio en donde se le adjudica la totalidad de la parte indivisa a uno de los condóminos y al
otro nada.
Es el caso en donde el causante tiene herederos forzosos y deja una disposición testamentaria en
las que instituye heredero de cuota o legados que excedan la porción de libre disposición del
testador. La reducción de las disposiciones testamentarias puede usarse como acción o como
excepción. Los bienes no han salido del acervo para no pagar los legados o impedir el
reconocimiento del heredero de cuota se requiere el ejercicio de esta acción.
Esta acción puede ser iniciada vía subrogatoria por los acreedores personales de los herederos.
En cuanto a la renuncia de la acción, mas allá de la forma expresa, el pago de los legados que
afecta a la legítima puede importar una renuncia tácita a esta acción.
Efectos con relación a terceros. No existe dificultad en cuanto a los efectos con relación a
terceros, dado que los bienes no han salido del patrimonio del causante.
Una vez reducidas la totalidad de las disposiciones testamentarias, si la legítima sigue vulnerada,
deberá recurrirse a la reducción de las donaciones.
Resulta condición de ejercicio de esta acción, primero atacar y agotar las disposiciones
testamentarias si existieran; la razón es intentar salvar la legítima con bienes que todavía no
salieron del patrimonio del causante.
Se presupone que las ultimas donaciones son las vulneran la legítima y así hasta que la misma
queda cubierta.
Podría ocurrir que al atacar la última donación el donatario resultara insolvente. ARTÍCULO
2456.- Insolvencia del donatario. En caso de insolvencia de alguno de los donatarios e
imposibilidad de ejercer la acción reipersecutoria a que se refiere el artículo 2458, la acción de
reducción puede ser ejercida contra los donatarios de fecha anterior.
ARTÍCULO 2457.- Derechos reales constituidos por el donatario. La reducción extingue, con
relación al legitimario, los derechos reales constituidos por el donatario o por sus sucesores.
Se trata de una suerte de saneamiento del título del bien donado a través de la prescripción
adquisitiva, en beneficio de quienes lo hayan poseído durante diez años contados desde la
adquisición de la posesión. Corresponde oponer ante una demanda de reducción la prescripción
adquisitiva. No se trata de un acción liberatoria de la acción de reducción, si no de la prescripción
adquisitiva en el sentido del saneamiento del título. También se aplica para la acción
reipersecutoria.
Los herederos que están obligados a colacionar son los descendientes y el cónyuge. Para el
resto, puede ser aplicable la acción de reducción pero no la de colación.
Momento a determinar el valor: Se debe tener en cuenta el valor del bien al momento de la
partición, según su estado en la época de la donación.
Dispensa: La norma propone formas de dispensa de la colación o mejora.
Cuestiones sobre la sucesión testamentaria: Por más que los herederos ab instestato aparezcan
instituidos como testamentarios, no se los releva de colacionar; porque no deja de ser heredero
forzoso para convertirse en testamentario. Por otro lado, en el supuesto de legado, es
considerado como una mejora, excepto que expresamente el testador haya manifestado lo
contrario.
Modos de colacionar: Existen dos maneras de hacer efectiva la colación: la ficta y la real. La
primera consiste en computar los valores colacionables en la masa hereditaria para disminuirlos
de la hijuela del heredero que los recibió, mientras que la segunda consiste en agregar a la masa
los mismos bienes recibidos. El código se enrolo en la primera. Es decir, que la colación se
efectiviza con los valores recibidos, y se evitan así, todos los problemas derivados de la
revocación de la donación, que podrían afectar eventualmente a terceros. No se traen los bienes
en especie al sucesorio.
Computación e imputación. La colación obliga a sumar a los bienes dejados por transmisión
hereditaria el valor de los donados, imputando estos últimos a la hijuela del beneficiado. Por esto,
la partición se realiza sobre una masa formada por los bienes dejados por herencia más el valor
de los donados. El producto de esta suma es el que se divide por la cantidad de herederos.
El donatario no recibe su porción únicamente sobre la base de los bienes dejados por causa de
muerte, sino que también comprende los recibidos en vida.
Puede suceder que:
El valor de los bienes donados supere el del lote que le corresponde, con lo cual queda obligado
a devolver en dinero lo que obtuvo en mas. Esta situación puede agravarse si los bienes no
alcanzan para cubrir la hijuela, o si no quedan bienes en el acervo, ya que nada se llevará. En el
primer caso puede al menos tomar algunos bienes de la herencia, pero en el segundo no. En
cualquier caso el donatario debe pagar con dinero la compensación. La solución contraria, es
decir no colacionar, importaría no hacer efectiva la colación, o lo que es peor, consagrar una
mejora hereditaria de hecho.
Que se encuentre compensado el valor de los bienes donados con el del lote final. En este caso
el heredero no tomara ninguna porción de los bienes del acervo.
Que todavía le reste cupo a su lote, por lo que se le adjudicaran los bienes sucesorios suficientes
para completar la porción que le corresponde. Es decir que la hijuela quedara cubierta con bienes
donados y el resto con bienes del acervo.
Una vez computado el valor de los bienes donados y ampliada la masa por dividir, la partición se
realizará como en cualquier otro supuesto. Cuando la donación se hace con ánimo de mejora, se
imputa a la porción disponible. Si se trata de un simple adelanto, debe imputarse a la legítima.
Presupuestos:
- Muerte del donante.
- Pluralidad de herederos
- Quien deba colacionar sea descendiente o cónyuge
- Que el autor de la sucesión haya realizado donaciones durante su vida a un descendiente
o al cónyuge
- Ausencia de dispensa de colación (no mejora)
- Exigencia por parte perjudicada: debe ser instada a petición de parte. No funciona de pleno
derecho. Si el heredero perjudicado no la deduce, los bienes se dividirán sin computar el
valor de lo donado, y se beneficiara, por tanto, el donatario. Esto también presupone la
divisibilidad de la acción, puede que algunos la interpongan y otros no, esto generara
diferentes situaciones:
- El donatario dependerá del valor de lo donado y la ampliación de la masa para conocer si
se le adjudican o no bienes relictos.
- La cuota del hermano que no exige colación solo estará compuesta por los bienes del
acervo en igual proporción que el donatario
- La cuota del hermano que exige la colación se calculara incluyendo en la masa el valor de
lo donado.
Valores colacionables: El valor se determina a la época de la partición según el estado del bien a
la época de la donación. El cálculo podrá mejorar o perjudicar al donatario o al acreedor de la
colación.
Cuando las alteraciones al valor se deben al estado del bien, el mismo debe ser tenido en cuenta
para su tasación, lo que implica valuar al momento de la partición, según el estado del bien al
momento de la donación. En cambio, cuando dichas alteraciones son ajenas al estado del bien se
procederá a tomar su valor exclusivamente en el momento de la partición.
Las cargas no deben ser descontadas antes de la colación, se dividen en proporción a lo que
cada heredero efectivamente toma del sucesorio.
Con respecto a las donaciones inoficiosas, se consideran tales las que cuyo valor excede la parte
disponible del patrimonio del donante.
ARTÍCULO 2386.- Donaciones inoficiosas. La donación hecha a un descendiente o al cónyuge
cuyo valor excede la suma de la porción disponible más la porción legítima del donatario, aunque
haya dispensa de colación o mejora, está sujeta a reducción por el valor del exceso.
Donaciones remuneratorias y con cargo: las primeras son las realizadas como recompensa por
servicios prestados al donante por el donatario, apreciables en dinero y por los cuales el segundo
podría exigir el pago. El cargo es lo que se imponen en la donación relativos al empleo o al
destino de la cosa donada, o a que consistan en una o mas prestaciones. En estos supuestos, y a
los fines de la colación, deberá atenderse al alcance de la onerosidad en cada caso en concreto.
No se colacionan cuando sean onerosas. Si son consideradas gratuitas son alcanzadas por la
colación.
Convención comprende todo acuerdo que proporcione beneficios a una persona obligada a
colacionar. Quedará habilitada la colación ante cualquier tipo de acuerdo que reconozca ventajas
particulares. Se trata de un anticipo de herencia realizado por diferentes formas que no son
donaciones. Por ej: fideicomiso contractual, constitución de una sociedad entre alguno de los
herederos y el futuro causante en que el aporte sea exclusivamente realizado por este, etc.
ARTÍCULO 2393.- Perecimiento sin culpa. No se debe colación por el bien que ha perecido sin
culpa del donatario. Pero si éste ha percibido una indemnización, la debe por su importe.
Donación con dispensa de la colación: Puede ser dispensada a través de una mejora por la que
se le permite imputar el valor de lo donado a la porción disponible. En este caso, se altera la
igualdad por decisión expresa del donante. Puede realizarse por testamento o en el acto mismo
de la donación (por ej. En la propia escritura). Esta funciona hasta el límite de la porción
disponible. En caso de que se exceda se aplica el 2386.
Acción de colación y reducción: La colación busca la igualdad entre los coherederos y se basa en
la interpretación presunta de que no se ha querido mejorar a ninguno. La de reducción, tiene por
objeto disminuir las donaciones que desborden la porción disponible de la persona en mengua de
la legítima. Es decir, que ampara la legítima sin indagar en las desigualdades de los herederos.
El 2386 es contundente en este sentido:”La donación hecha a un descendiente o al cónyuge cuyo
valor excede la suma de la porción disponible más la porción legítima del donatario, aunque haya
dispensa de colación o mejora, está sujeta a reducción por el valor del exceso.” Con esta norma
se clausura toda posibilidad de intentar la recomposición de la legítima hereditaria, cuando los
donatarios involucrados en la vulneración de la misma sean ascendientes y descendientes,
mediante la colación.
Legitimación activa: ARTÍCULO 2395.- Derecho de pedir la colación. La colación sólo puede ser
pedida por quien era coheredero presuntivo a la fecha de la donación. El cónyuge supérstite no
puede pedir la colación de las donaciones hechas por el causante antes de contraer matrimonio.
Sujetos que carecen de legitimación: los acreedores de la sucesión, los legatarios, ni los
herederos instituidos o colaterales.
No es heredero, por lo tanto no debe colación. Solo podrá ser demandado por reducción si estas
exceden la porción disponible.
Los herederos que no eran herederos presuntivos al momento de la donación, pero que después
lo fueron, no deben colación. Al igual que el cónyuge no debe colacionar lo donado antes del
matrimonio.
Plazo: se aplica el 2560. Mientras no se encuentre prescripta puede ser iniciada en cualquier
momento, antes de consentido el inventario y avalúo.
La sentencia de colación debe individualizar cuales son los bienes que conforme a la prueba
resultaron colacionables y el valor de cada uno de ellos, sobre todo cuando debe referirse al
estado que tenía el bien al momento de la donación. Una vez obtenida la sentencia debe
realizarse la partición. Si se retrasara podrá recurrirse al 2343 a los fines de actualizar los valores
“el valor de los bienes se debe fijar a la época más próxima posible al acto de partición”.
Colación de deudas: La colación de deudas funciona de manera similar a las donaciones. Ante
una deuda generada por el heredero y a favor del causante durante su vida, o durante el estado
de indivisión con sus coherederos, el código habilita a colacionarlas en su hijuela de modo que
hay que entregarle menos al heredero deudor.
ARTÍCULO 2397.- Deudas que se colacionan. Se colacionan a la masa las deudas de uno de los
coherederos en favor del causante que no fueron pagadas voluntariamente durante la indivisión,
aunque sean de plazo no vencido al tiempo de la partición.
Se incluyen las deudas surgidas durante la indivisión, cuando el crédito es relativo a los bienes
indivisos, excepto que los segundos perciban el pago antes de la partición.
Presupuestos:
- Que haya muerto el acreedor
- Que haya pluralidad de herederos
- Que exista una deuda generada por el heredero a favor dl causante durante su vida o con
sus coherederos como consecuencia de los bienes indivisos
- Que quien deba sea descendiente o el conyuge
- Exigencia de la deuda por los coherederos respecto del heredero deudor
- Que la deuda no se encuentre prescripta
Modo de colacionar: el art. 2402 dispone que “La colación de las deudas se hace deduciendo su
importe de la porción del deudor. Si la exceden, debe pagarlas en las condiciones y plazos
establecidos para la obligación. La imputación de la deuda al lote del coheredero deudor es
oponible a sus acreedores.”.
Las deudas colacionables generan intereses. ARTÍCULO 2400.- Intereses. Las sumas
colacionables producen intereses desde la apertura de la sucesión si el coheredero era deudor
del difunto, si no los devengaban ya con anterioridad, y desde el nacimiento de la deuda si ésta
surge en ocasión de la indivisión.
La norma indica dos supuestos; si la deuda no generaba intereses, estos se producen desde la
muerte del causante; si los generaba con anterioridad, deberá atenerse al contenido del
instrumento de deuda.
Las que surgen de bienes en estado de indivisión, generan intereses desde su nacimiento.
ARTÍCULO 2398.- Suspensión de los derechos de los coherederos. Los coherederos no pueden
exigir el pago antes de la partición.
Para que proceda la colación de deudas al igual que la colación de las donaciones, se requiere la
exigencia. Es decir: o bien acuerdan entre los coherederos o en su defecto, procede la acción de
colación de deudas. No es que la deuda se descuenta sin posibilidad alguna de que el heredero
deudor se defienda.
El art. 2402 dispone “la imputación de la deuda al lote del coheredero deudor es oponible a sus
acreedores”
Con independencia a la solvencia o insolvencia, la colación de deuda es oponible a los
acreedores personales de este.
UNIDAD XIII: SUCESIÓN TESTAMENTARIA.
1.- Sucesión testamentaria. Concepto. Testamento. Concepto y caracteres. Elementos
intrínsecos y extrínsecos. Capacidad para testar. Inhabilidad para suceder por testamento.
Contenido del testamento. Reglas de interpretación de los testamentos. Ley que rige la
capacidad, la forma, la validez y el contenido del testamento.
Caracteres:
- Es un acto jurídico. 2463: las reglas establecidas para los actos jurídicos se aplican a los
testamentos en cuanto no sean alteradas por las disposiciones de este título. El testamento
no pierde su unidad ni su naturaleza como tal por contener diferentes y variadas
disposiciones patrimoniales o extrapatrimoniales.
- Es escrito: no existen los testamentos verbales.
- Es personal: solo puede ser realizado por el testador, quien no puede delegar esta
potestad en mandatarios ni dejarla al arbitrio de terceros.
- Solemne: la omisión de cualquiera de los requisitos que determina el código lo priva de
efectos.
- Unilateral: la voluntad del testador no puede estar supeditada a otra voluntad. De allí la
prohibición de los testamentos conjuntos.
- Revocable: Conforme al 2511: el testamento es revocable a voluntad del testador y no
confiere a los instituidos derecho alguno hasta la apertura de la sucesión. La facultad de
revocar el testamento o modificar sus disposiciones es irrenunciable e irrestringible.
- Puede incluir tanto disposiciones extrapatrimoniales como de bienes.
- Produce efectos solo después de la muerte del testador. No atribuye ningún tipo de
derecho durante la vida del testador.
- Es uno de los instrumentos paradigmáticos de la planificación sucesoria.
Se exige la manifestación directa o expresa del testador en la materia: según el 2465 “las
disposiciones testamentarias deben ser la expresión directa de la voluntad del testador y
bastarse a si mismas. La facultad de testar es indelegable. Las disposiciones testamentarias
no pueden dejarse al arbitrio de un tercero”.
Modalidades:
- Cargo es una obligación accesoria del acto jurídico, puede ser establecido en favor de la
memoria del testador (por ej. Monumento); o del propio heredero o legatario (por ej. Un
legado para que estudie); o con un propósito de bien público. La regla general es que
puede reclamar el cumplimiento todo el que tenga o represente un interés legítimo. Si es el
primer caso, puede ser demandado, por los herederos, por el albacea, y por algunos
interesados indirectos en que se cumpla la voluntad del causante. Si el cargo es a favor de
terceros, puede exigirlo, por el que hubiere sido favorecido; por el albacea; los herederos;
los acreedores del beneficiario del cargo. Si es establecido con un fin de beneficencia, por
el albacea, los herederos y el ministerio fiscal en representación del gobierno nacional o
provincial. En el caso de que sea a favor del mismo heredero a quien se le impone, nadie
puede exigir el cumplimiento de la carga, es de carácter personal.
El 2468 afirma que: “las condiciones y cargos constituidos por hechos imposibles, prohibidos por
la ley, o contrarios a la moral, son nulos pero no afectan la validez de las disposiciones sujetas a
ellos”. Lo único nulo es la modalidad, pero no la disposición en si misma.
Ineficacia y nulidad de los testamentos: el art. 2467 precisa que la nulidad puede atacar a la
totalidad del testamento o solo a alguna o algunas disposiciones testamentarias.
Si existe un vicio de forma, la nulidad afecta al testamento en su integridad. Si solo alguna de las
disposiciones es prohibida, solo alcanzara a dicha disposición, siendo validas las restantes.
Casos de nulidad:
- Por violar una prohibición legal: por ejemplo, delegar la facultad de testar.
- Defectos de forma: por ej. Falta de testigos en el testamento por acto público.
- Por haber sido otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar: la
norma agrega que la falta de razón tiene que ser demostrada por quien impugna el acto.
- Por haber sido otorgado por persona jurídicamente declarada incapaz: de todos modos la
norma aclara que sin embargo, esta puede otorgarlo en intervalos lúcidos que sean
suficientemente ciertos como para asegurar que la enfermedad ha cesado por entonces.
- Por ser el testador una persona que padece limitaciones en su aptitud para comunicarse
en forma oral y además, no saber leer ni escribir, excepto que lo haga por escritura pública,
con la participación de un intérprete en el acto.
- Por haber sido otorgada con error, dolo, violencia: debe tratarse de un error esencial. Con
respecto a la violencia tiene que haber perdurado hasta el momento de la muerte, si ceso
antes no hay nulidad porque es evidente que el testador no deseaba revocarlo.
- Por favorecer a persona incierta, a menos que por alguna circunstancia pueda llegar a ser
cierta.
ARTÍCULO 2469.- Acción de nulidad. Cualquier interesado puede demandar la nulidad del
testamento o de alguna de sus cláusulas a menos que, habiéndolo conocido, haya ratificado las
disposiciones testamentarias o las haya cumplido espontáneamente.
La acción no suspende el sucesorio, por lo que resulta conveniente trabar medidas cautelares
sobre los bienes en juego. Tienen legitimación activa todos aquellos que resulten interesados
La sentencia que hace lugar a la nulidad priva al testamento de efectos. Si ya fue ejecutado hay
que efectuar las restituciones correspondientes.
ARTÍCULO 2485.- Casos especiales. La institución a los parientes se entiende hecha a los de
grado más próximo, según el orden de la sucesión intestada y teniendo en cuenta el derecho de
representación. Si a la fecha del testamento hay un solo pariente en el grado más próximo, se
entienden llamados al mismo tiempo los del grado siguiente.
La institución a favor de simples asociaciones se entiende hecha a favor de las autoridades
superiores respectivas del lugar del último domicilio del testador con cargo de aplicar los bienes a
los fines indicados por el causante.
La institución a los pobres se entiende hecha al Estado municipal del lugar del último domicilio del
testador o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su caso, con cargo de aplicar los bienes a
fines de asistencia social.
La institución a favor del alma del testador o de otras personas se entiende hecha a la autoridad
superior de la religión a la cual pertenece el testador, con cargo de aplicarlos bienes a sufragios y
fines de asistencia social.
Solo deben interpretarse aquellos aspectos del testamento que resulten oscuros, ambiguos o
contradictorios. Si las disposiciones testamentarias son claras, deben ser entendidas como la
auténtica voluntad del testador.
No solo debemos guiarnos por una interpretación gramatical, el método de la razonabilidad o
lógico como medio de clarificar la voluntad también es válido cuando las expresiones del testador
tienen vario sentidos. Debe optarse por el que resulte mas razonable, conforme con la disposición
o el testamento en su conjunto.
Resulta importante el principio favor testamenti (o principio de conservación del acto), que resulta
de aplicación en casos que sea razonable hacerlo. Cuando una cláusula permite dos
interpretaciones de las cuales una significa la nulidad del acto y otra su validez, es menester
preferir la ultima y hacerle producir sus efectos.
Capacidad para testar: ARTÍCULO 2464.- Edad para testar. Pueden testar las personas mayores
de edad al tiempo del acto.
2.- Formas de los testamentos. Eficacia de los diversos tipos de testamentos. Reglas
comunes. Escritura. Firma. Confirmación de testamentos nulos por defectos de forma.
Testamento ológrafo. Requisitos. Protocolización. Testamento por acto público.
Requisitos. Testigos. Supresión del testamento cerrado en el Código Civil y Comercial de
la Nación.
El testamento es un acto solemne. El incumplimiento de las formas establecidas acarrea la
nulidad del acto.
ARTÍCULO 2472.- Ley que rige la forma. La ley vigente al tiempo de testar rige la forma del
testamento.
En cuanto a los testamentos otorgados en el extranjero, hay que recurrir al art. 2645 conforme al
cual el testamento otorgado en el extranjero es válido en la república según las formas exigidas
por la ley del lugar de su otorgamiento, por la ley del domicilio, de la residencia habitual, o de la
nacionalidad del testador al momento de testar o por las formas legales argentinas.
Hoy existen solo dos formas de testar, el testamento ológrafo, o por acto público. La elección es
libre para el testador.
ARTÍCULO 2473.- Requisitos formales. El testamento puede otorgarse sólo en alguna de las
formas previstas en este Código. Las formalidades determinadas por la ley para una clase de
testamento no pueden extenderse a las de otra especie. La observancia de las solemnidades
impuestas debe resultar del mismo testamento, sin que se pueda suplir por prueba alguna.
Requiere ser realizado por escritura pública, deberán adicionarse las formalidades de la escritura.
Debe contar con la presencia de testigos hábiles, la intervención de los testigos resulta ineludible,
desde que aseguran la regularidad del acto, atestiguando lo sucedido durante su otorgamiento y
que el testador ha expresado con libertad su voluntad. Los testigos deben ser capaces al tiempo
del otorgamiento. Si son incapaces o inhábiles, el testamento no resultara valido.
UNIDAD XIV: INSTITUCION Y SUSTITUCION DE HEREDEROS Y LEGATARIOS.
1.- Institución de heredero. Principio general. Forma. Casos especiales. Herederos
universales. Herederos de cuota. Derecho de acrecer. Eliminación de la figura del legatario
de cuota en el Código Civil y Comercial de la Nación.
ARTÍCULO 2484.- Principio general. La institución de herederos y legatarios sólo puede ser
hecha en el testamento y no debe dejar dudas sobre la identidad de la persona instituida.
Se trata de la designación realizada por el testador en la totalidad de los bienes, en una parte o
en un bien determinado.
La institución de un heredero deberá ser realizada a través de cualquiera de las formas de los
testamentos que el código habilita. No se requiere que todos los testamentos contengan
indefectiblemente la designación de un heredero. Pero se requiere necesariamente que la
institución se encuentre expresada de manera escrita en un testamento. La institución no requiere
ninguna forma. Lo fundamental es la voluntad. Si una persona es llamada a suceder por todos los
bienes, es universal. Si el llamamiento es a una cuota, entonces se trata de un heredero de cuota.
Si la disposición recae sobre un objeto determinado, tendremos un legatario.
ARTÍCULO 2485.- Casos especiales. La institución a los parientes se entiende hecha a los de
grado más próximo, según el orden de la sucesión intestada y teniendo en cuenta el derecho de
representación. Si a la fecha del testamento hay un solo pariente en el grado más próximo, se
entienden llamados al mismo tiempo los del grado siguiente.
La institución a favor de simples asociaciones se entiende hecha a favor de las autoridades
superiores respectivas del lugar del último domicilio del testador con cargo de aplicar los bienes a
los fines indicados por el causante.
La institución a los pobres se entiende hecha al Estado municipal del lugar del último domicilio del
testador o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su caso, con cargo de aplicar los bienes a
fines de asistencia social.
La institución a favor del alma del testador o de otras personas se entiende hecha a la autoridad
superior de la religión a la cual pertenece el testador, con cargo de aplicar los bienes a sufragios y
fines de asistencia social.
Heredero Universal: ARTÍCULO 2486.- Herederos universales. Los herederos instituidos sin
asignación de partes suceden al causante por partes iguales y tienen vocación a todos los bienes
de la herencia a los que el testador no haya dado un destino diferente. Si el testamento instituye
uno o varios herederos con asignación de partes y otro u otros sin ella, a éstos corresponde el
remanente de bienes después de haber sido satisfechas las porciones atribuidas por el testador.
Si éstas absorben toda la herencia, se reducen proporcionalmente, de manera que cada heredero
sin parte designada reciba tanto como el heredero instituido en la fracción menor.
ARTÍCULO 2489.- Derecho de acrecer. Cuando el testador instituye a varios herederos en una
misma cuota o atribuye un bien conjuntamente a varios legatarios, cada beneficiario aprovecha
proporcionalmente de la parte perteneciente al heredero o legatario cuyo derecho se frustra o
caduca. Los favorecidos por el acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones y cargas que
pesaban sobre la parte acrecida, excepto que sean de carácter personal. El derecho de acrecer
se transmite a los herederos.
Esto quiere decir que si el testador dispone a varios herederos en una cuota (herederos de cuota)
los sucesores podrán acrecer.
Estas formas pueden aparecer en la misma disposición o en disposiciones diferentes. Por tanto,
generaría el mismo efecto de acrecimiento el hecho de que el estamento estipulara en una
primera disposición “instituyo como heredero a Pedro en un medio de mi herencia”. A renglón
seguido realiza otra disposición que dice “asimismo instituyo como heredero a Juan en un medio
de mi herencia”. Las palabras asimismo, o igualmente, generan el llamamiento conjunto que
requiere la norma.
Lo que no resultará posible es atribuir partes, dado que cercena el derecho de acrecer: “instituyo
como heredera a Juana en un medio de la herencia y a Julieta en un diez por ciento de la
herencia”. La atribución de las partes excluye el derecho de acrecer.
Hasta aquí se trata de una voluntad implícita. Pero también el testador puede, expresamente,
otorgar o privar el derecho de acrecer. En caso que coexistan una voluntad expresa y otra
implícita (instituyo como heredera a Juana en un 30% de la herencia y a Julieta en 20% con
derecho a acrecer entre ellas) prevalecerá la voluntad expresa. En este sentido ha sido regulado
el legado de usufructo.
ARTÍCULO 2490.- Legado de usufructo. La muerte del colegatario de usufructo, posterior a la del
testador, no produce el acrecimiento de los otros colegatarios excepto disposición en contrario del
testamento.
Efectos del derecho de acrecer: “los favorecidos por el acrecimiento quedan sujetos a las
obligaciones y cargas que pesaban sobre la parte acrecida, excepto que sean de carácter
personal”:
Clases: El art. 2491 expresa que “la facultad de de instituir herederos o legatarios no importa el
derecho de imponer un sucesor a los instituidos. La disposición que viola esta prohibición no
afecta la validez de la institución, y tiene eficacia si puede valer en alguno de los dos casos del
párrafo siguiente. El testador puede subrogar al instituido para el supuesto de que este no quiera
o no pueda aceptar la herencia o el legado. La sustitución establecida para uno de esos casos
vale para el otro”.
Sustituciones permitidas:
-Sustitución vulgar: cuando el testador instituye heredero o legatario para el caso en que el
instituido no pueda, o no quiera aceptar la herencia. Sería “instituyo como heredero a Juan. Si
éste no quiere o no puede aceptar mi herencia, lo designo a Pedro”.
Art. 2491: El testador puede subrogar al instituido para el supuesto de que éste no quiera o
nopueda aceptar la herencia o el legado. La sustitución establecida para uno de esos casos vale
para el otro.
Podría ser voluntad del testador realizar sustituciones múltiples, que a un heredero lo sustituyan
varios, o al revés, que a varios instituidos lo sustituya uno solo.
Una vez abierta la sucesión al sustituto le cabe el derecho de solicitar la indignidad del primer
instituido, como también tiene la posibilidad de intimar al primer instituido en los términos del 2289
(intimación a aceptar o renunciar).
El heredero o legatario sustituto queda sujeto a las mismas cargas y condiciones impuestas al
sustituido, salvo que surja claramente que el testador quiso limitarlas al llamado en primer
término.
La sustitución vulgar se extingue por: a) todas las causas que producen la extinción de la
institución hereditaria; b) por la aceptación del primer instituido; c) por la premoriencia del sustituto
con relación al instituido heredero.
Sustitución prohibida:
Puede reconocer tres formas: Sustitución fideicomisaria típica; la sustitución de residuo; la
sustitución recíproca.
Sustitución fideicomisaria: La disposición por medio de la cual una persona instituida en primer
término, queda obligada a conservar durante su vida los bienes recibidos, para que pasen
después de su muerte a la persona llamada en segundo lugar bajo la condición de que esta
sobreviva.
Sustitución recíproca: Una variante de la fideicomisaria. Por ejemplo cuando Juan lega un campo
a Pedro y a José, estipulando que, ante la muerte del primero, su parte deberá ir para el
sobreviviente. Si falleciera Pedro, mediante esta cláusula, José tomaría lo que corresponde a
Pedro (en vez de que hereden sus sucesores).
Una excepción a esta prohibición surge del ARTÍCULO 2490.- Legado de usufructo. La muerte
del colegatario de usufructo, posterior a la del testador, no produce el acrecimiento de los otros
colegatarios excepto disposición en contrario del testamento.
Fideicomiso testamentario:
ARTÍCULO 2493.- Fideicomiso testamentario. El testador puede disponer un fideicomiso sobre
toda la herencia, una parte indivisa o bienes determinados, y establecer instrucciones al heredero
o legatario fiduciario, conforme a los recaudos establecidos en la Sección 8º, Capítulo 30, Título
IV del Libro Tercero. La constitución del fideicomiso no debe afectar la legítima de los herederos
forzosos, excepto el caso previsto en el artículo 2448.
Realiza una remisión al título de los contratos especiales. Allí el art. 1699 dispone “el fideicomiso
también puede constituirse por testamento, el que debe contener, al menos, las enunciaciones
requeridas por el art. 1667. Se aplican los art. 2448 y 2493 y las normas de este capítulo, las
referidas al contrato de fideicomiso deben entenderse relativas al testamento”. A su vez el art.
1700 establece que “es nulo el fideicomiso constituido con el fin de que el fiduciario esté obligado
a mantener o administrar el patrimonio fideicomitido para ser transmitido únicamente a su muerte
a otro fiduciario de existencia actual o futura”. La prohibición alcanza al fideicomiso constituido
mediante un testamento.
El fideicomisario también es un sucesor mortis causa, será universal o particular. Pero entre si, el
fideicomisario y el fiduciario no son sucesores. Solo son del testador.
Forma: el fideicomiso testamentario debe realizarse por alguna de las formas de testamento que
el código autoriza.
Con respecto a la forma de transmisión de los bienes fideicomitidos, dependerá del tipo de
testamento otorgado (ológrafo o por acto público). Iniciado el proceso se acompañara el
testamento que justifica el carácter de fiduciario.
Dado que se trata de un fideicomiso el fiduciante no estará obligado a respetar las disposiciones
de los art. 2341 a 2344, ya que el inventario deberá resultar del propio testamento. Los herederos
y los que demuestren interés podrán impugnarlo.
Por último, se realiza una hijuela de propiedad fiduciaria a favor del heredero sujeto a condición o
a plazo, se la transfiere y se deja constancia en el registro que corresponda, de acuerdo con la
naturaleza de los bienes.
En caso del legado, deberá librarse un oficio a los efectos de inscribir la propiedad fiduciaria.
Una vez cumplido el plazo o condición, el fiduciario deberá volver al proceso sucesorio a los
efectos de presentar la documentación que justifique los extremos. Rendirá cuentas, si se lo
solicitan, y procederá nuevamente a un inventario a los efectos de trasnferir los bienes en
propiedad definitiva a quien se indique en el testamento: al fideicomisario, beneficiario, o
fiduciante (que vendrían a ser sus herederos). En caso de pluralidad de sujetos, que reciban los
bienes, deberá recurrirse, ahora si, al inventario, avaluo, y partición. No será asi si se trata de un
legado.
De todos modos el acreedor puede trabar una cautelar para impedir la transferencia de los bienes
en propiedad fiduciaria hasta que no se le pague. Pero que sucede si el acreedor llega tarde y los
bienes ya fueron transmitidos al fiduciario? Podrá ocurrir que haya fraude y se interponga la
acción correspondiente. O quizás podrá configurarse un abuso de derecho, lo que habilitara la
puesta en funcionamiento de los medios de tutela previstos en esta norma.
También puede suceder que no haya abuso de derecho ni fraude, de ser así, los acreedores se
verán impedidos de cobrarse. Si el testador hubiera estado vivo y hubiera constituido fideicomiso
contractual, habría podido transferir los bienes al fiduciario y los acreedores no habrían podido
cobrarse sobre los bienes fideicomitidos. No hay razón para que los acreedores se encuentren en
mejor situación porque el deudor ha fallecido.
3.- Legados. Concepto. Objeto de los legados. Bienes que pueden legarse; Legado de cosa
cierta y determinada. Estado en que debe entregarse. Legado de cosa gravada. Legado de
inmueble. Legado de género. Legado con determinación del lugar. Legado de crédito.
Legado de liberación. Legado de cosa ajena. Legado de un bien en condominio. Legado de
alimentos. Legado de pago periódico. Legados de universalidades jurídicas.
El legado es una liberalidad dispuesta por el testador que transmite derechos patrimoniales sobre
objetos particulares. Aunque no siempre es una liberalidad.
Art. 2494, “el heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el testador conforme a lo
dispuesto en este código sobre las obligaciones en general, excepto disposición expresa en
contrario”.
Ante la existencia de herederos forzosos, los legados no pueden ir más allá de la porción
disponible del testador, salvo lo dispuesto para el heredero con discapacidad. En caso de que
excedan de esta porción, podrán ser reducidos total o parcialmente según el exceso.
Sujetos: a) El testador; que es quien crea la vocación del legatario. Debe tener aptitud para
disponer mortis causa. B) El legatario; que es quien recibe el legado. Puede ser cualquier persona
que tenga capacidad para recibir por testamento, siempre y cuando se encuentre determinada. El
art. 2495 agrega que “el legado no puede dejarse al arbitrio de un tercero ni del heredero”. C) Los
que deben cumplir el legado; por ejemplo los herederos universales. En este sentido el art. 2494
expresa que “el heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el testador conforme a lo
dispuesto en este código sobre las obligaciones en general, excepto disposición expresa en
contrario en este capitulo”.
Objeto.
ARTÍCULO 2497.- Bienes que pueden ser legados. Pueden ser legados todos los bienes que
están en el comercio, aun los que no existen todavía pero que existirán después. El legatario de
bienes determinados es propietario de ellos desde la muerte del causante y puede ejercer todas
las acciones de que aquél era titular.
De la norma se infiere, a contrario sensu, que no pueden legarse las cosas que están fuera del
comercio. Al respecto, el art. 234 expresa que están fuera del comercio los bienes cuya
transmisión está expresamente prohibida por la ley, por actos jurídicos, en cuanto este código
permite tales prohibiciones.
El objeto del legado debe tener un valor patrimonial y tratarse de una prestación materialmente
posible.
Situaciones especiales: el art. 250 relativo a la afectación de viviendas, estipula que el inmueble
afectado no puede ser objeto de legados o mejoras testamentarias, excepto que favorezcan a los
beneficiarios de la afectación prevista en este Capítulo. Si el constituyente está casado o vive en
unión convivencial inscripta, el inmueble no puede ser transmitido ni gravado sin la conformidad
del cónyuge o del conviviente; si éste se opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la
transmisión o gravamen deben ser autorizados judicialmente.
Diferente es la situación del legado de servicios de un tercero. Lo que no podría hacerse es que el
testador legara el encargo del cuadro que le hubiera hecho un tercero al testador, puesto que en
ese caso podríamos encontrarnos ante obligaciones intuito personae, que son intrasmisibles.
El testador solo puede legar bienes que son de su propiedad. Se excluye la posibilidad de ordenar
al heredero la adquisición de una cosa ajena, para entregarla al legatario. En este caso no debe
ser confundido con el del legado de cosa ajena.
Aunque al momento de la muerte del causante el legado se encuentre en poder del legatario,
igualmente deberá solicitar la entrega del legado. Los legados de liberación están exentos de esta
carga. De todas maneras el legatario puede exigir que se le devuelva el titulo de la deuda. El
testador puede haberlo liberado de todas las deudas anteriores al testamento o solo de las que
allí indiquen.
Puede reivindicar la cosa legada que se encuentra en poder de un tercero, con citación de los
herederos, luego del pedido de la entrega del legado.
En cuanto al lugar de pago, la norma no dice nada. No se exige formalidad alguna en la entrega.
Los gastos de la entrega son a cargo de la masa. Entendemos que se refiere a la entrega
material. No están incluidos los honorarios profesionales del representante del legatario ni los
gastos judiciales, que deben ser solventados por el propio legatario, dado que son tareas
particulares en cuanto a la distribución de costas.
En caso de deterioro o pérdida, el art. 755 expresa que “el propietario soporta los riesgos de la
cosa. Los casos de deterioro o perdida, con o sin culpa, se rigen por lo dispuesto sobre la
imposibilidad de cumplimiento”. A su vez, el 955, determina que “la imposibilidad sobrevenida,
objetiva, absoluta, y definitiva de la prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor,
extingue la obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas
imputables al deudor, la obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una
indemnización de los daños causados”-.
El heredero tiene la posesión de la cosa y como guardián de ella tiene la obligación de
conservarla, y responde por los deterioros y la pérdida que esta sufra por su culpa. El régimen al
que esta norma remite de manera expresa es el de las obligaciones de dar cosa cierta. A partir de
ello debe distinguirse si los herederos están o no en mora: si no están en mora y la cosa se pierde
sin su culpa, se pierde para su dueño, o sea, el legatario; si la cosa se deteriora, se entrega en el
estado en que se encuentre. En caso de que la cosa estuviera asegurada, el legatario puede
reclamar la indemnización correspondiente. En ningún caso el legatario está sujeto a reclamar la
reparación por medio de los herederos o por subrogación en los derechos de ellos, ya que recibe
la propiedad vía recta del causante. Si se pierde o deteriora con culpa, aunque no estén en mora,
son responsables. Por lo tanto, los legatarios podrán reclamar su equivalente más daños.
También podrán solicitar la cosa en el estado que se encuentra, con el agregado de daños. Si los
herederos estaban constituidos en mora, responden siempre: asumen el riesgo por caso fortuito.
Pero se libera de responsabilidad si probara que la cosa hubiera perecido igual aunque se
hubiese encontrado en poder del legatario. Para que se constituya la mora debe haber intimación.
Garantía de evicción: El legatario de cosa cierta no tiene garantía de evicción, porque adquiere su
propiedad vía recta, sumado a que esta es la regla en las trasmisiones a título gratuito. Esto varia
cuando se trata de legados de cosas fungibles, o alternativos. ARTÍCULO 2503.- Evicción en el
legado de cosa fungible y en el legado alternativo. Si ocurre la evicción de la cosa fungible
entregada al legatario, éste puede reclamar la entrega de otra de la misma especie y calidad. Si
el legado es alternativo, producida la evicción del bien entregado al legatario, éste puede pedir
alguno de los otros comprendidos en la alternativa.
La cosa se transmite en el estado jurídico y material en que se encuentra. La norma expresa que
el heredero no carga con la liberación del gravamen. La cuestión radica en que esta regla incluye
tanto las restricciones al dominio como también la disminución del legado por el pago de una
deuda, por ejemplo la constitución de hipoteca.
Se plantea una doble interpretación del artículo, cuando el gravamen no es de garantía, no hay
dudas de que pesa sobre el legatario, ya que debe transmitirse con dicha carga, pero no es
pacifica la opinión cuando se trata de una garantía. Hay quienes opinan que, si bien el heredero
no debe liberar del gravamen a la cosa, eso no significa evadir su responsabilidad por las deudas
de la sucesión que tiene el heredero, por lo que, una vez que la misma sea exigible, deberá
pagarla. Lo que no puede exigir el legatario es la cancelación inmediata y antes de su
vencimiento. Esta corriente doctrinaria apoya la fundamentación de que el gravamen pesa sobre
el heredero.
Otros autores sostienen que la deuda pesa sobre el legatario. En este caso, si el valor de la
deuda excede la cosa, dicho excedente pesa sobre los herederos.
Legado de inmueble.
ARTÍCULO 2501.- Legado de inmueble. El legado de un inmueble comprende las mejoras
existentes, cualquiera que sea la época en que hayan sido realizadas. Los terrenos adquiridos por
el testador después de testar, que constituyen una ampliación del fundo legado, se deben al
legatario siempre que no sean susceptibles de explotación independiente.
Se trata de un legado de cosa cierta con particularidades específicas, como es la existencia de
mejoras existentes a la hora de la ejecución del legado, que no existían cuando se realizó el
testamento.
Legado de género.
ARTÍCULO 2502.- Legado de género. El legado cuyo objeto está determinado genéricamente es
válido aunque no exista cosa alguna de ese género en el patrimonio del testador. Si la elección ha
sido conferida expresamente al heredero o al legatario, éstos pueden optar, respectivamente, por
la cosa de peor o de mejor calidad. Si hay una sola cosa en el patrimonio del testador, con ella
debe cumplirse el legado.
En el legado de cosa indeterminada, el testador no es quien transmite la cosa, sino que lo legado
es un crédito o un derecho que se le exige al gravado de la cosa legada. Esto determina las
siguientes consecuencias: a) el legatario no adquiere la propiedad de ella desde el momento de la
muerte, como ocurre en el caso de cosa cierta, sino a partir de que el heredero se la entrega; b)
los frutos los recibe recién a partir del momento en que constituye en mora al heredero; c) el
heredero debe la cosa aunque ella no exista en el patrimonio del causante; d) el heredero no
puede alegar perdida de la cosa porque el género jamás perece.
En cuanto a quien elige la cosa, puede que el testador haya atribuido la elección expresamente al
heredero o al legatario. En este caso, el elector puede optar respectivamente, por la cosa de peor
o de mejor calidad. Estas reglas resultan de la aplicación tanto para el caso en que los bienes
estén en el acervo como si el gravado debe buscarlo afuera.
La norma no dice quien tiene derecho a elegir cuando el testador no determina si la facultad la
tiene el legatario o el heredero. Nos inclinamos a pensar que la facultad le corresponde al
heredero.
Con respecto a la entrega de sumas de dinero, se encuentra dentro de esta especie de legado.
No puede sustituir la moneda extranjera por una nacional, excepto acuerdo con el legatario. Le
corresponde pagar el legado aunque en la herencia no haya dinero en efectivo. En el único caso
en donde le heredero podría pagar en moneda de curso legal seria aquel en que pudiese
demostrar que circunstancias ajenas a su voluntad impiden obtener la moneda indicada en el
testamento.
Procede la actualización de la suma legada en el testamento, como consecuencia de la
depreciación monetaria por el transcurso del tiempo? Hubo posturas encontradas durante la
vigencia del código de Vélez, pero lo importante es interpretar la voluntad del testador a los
efectos de actualizar o no la suma legada y depreciada. Por ejemplo, si lego y luego tuvo una
enfermedad que le impidió modificar su testamento a los efectos de actualizar el legado, podría
admitirse la actualización, y no en caso contrario. Igualmente si existieran parámetros que
permitan recomponer la suma legada por ejemplo, realizar un posgrado en el exterior, habrá que
actualizar en relación a esos parámetros.
Si bien el pago puede exigirse al momento de la muerte del causante, también puede quedar
supeditado al pago de las deudas o cumplimiento de la legítima hereditaria de los herederos que
no se encuentre cubierta.
En este caso el legado deja de ser fungible, para convertirse en uno de cosa cierta y determinada.
La individualización se obtiene a partir del lugar en que se encuentra.
La relación que existe entre los dos legados es en cuanto a que el testador es titular de un
crédito. Cuando dicho crédito es contra el legatario al que beneficia, toma la forma de liberación
de deudas, cuando es contra un tercero, de crédito.
El heredero debe entregar al legatario las constancias de la obligación que el testador tenía en su
poder. No se requiere de ningún trámite extra, dado que el legatario obtiene el derecho vía recta
del causante. No obstante, debe pedir a los herederos el objeto legado.
Legado al acreedor.
ARTÍCULO 2506.- Legado al acreedor. Lo que el testador legue a su acreedor no se imputa al
pago de la deuda, excepto disposición expresa en contrario. El reconocimiento de una deuda
hecho en el testamento se considera un legado, excepto prueba en contrario. Si el testador
manda pagar lo que erróneamente cree deber, la disposición se tiene por no escrita. Si manda
pagar más de lo que debe, el exceso no se considera legado
De la norma puede interpretarse que el legado de cosa ajena no es válido, sin embargo pueden
darse distintas situaciones:
- Un legado que al momento de la redacción del testamento puede resultar de cosa ajena
pero que se convalida si antes de su muerte el testador adquiere la cosa legada.
- Es válido un legado en el cual el testador le impone al heredero la obligación de adquirir
una cosa para que se la entregue al legatario o, en su defecto, a pagarle a este su justo
precio si no puede obtenerla en condiciones razonables.
-
Si la cosa legada ha sido adquirida por el legatario antes de la apertura de la sucesión, los
herederos deberán pagarle a este el precio justo de la cosa. Pero el legado quedara sin efecto si
la adquisición del legatario fuera gratuita.
Legado de alimentos.
ARTÍCULO 2509.- Legado de alimentos. El legado de alimentos comprende la instrucción
adecuada a la condición y aptitudes del legatario, el sustento, vestido, vivienda y asistencia en las
enfermedades hasta que alcance la mayoría de edad o recupere la capacidad. Si alcanzada la
mayoría de edad por el legatario persiste su falta de aptitud para procurarse los alimentos, se
extiende hasta que se encuentre en condiciones de hacerlo. El legado de alimentos a una
persona capaz vale como legado de prestaciones periódicas en la medida dispuesta por el
testador.
Se configura cuando el legado tiene alimentos por objeto, pero además, realizado a favor de una
persona menor de edad o que, alcanzada la mayoría, no puede procurárselos. Por otro lado se
considera de prestaciones periódicas al legado de alimentos a una persona capaz.
Tres situaciones: legado de alimentos hasta la mayoría de edad; legado luego de alcanzada la
mayoría de edad pero a una persona que no puede procurárselo; y el legado a una persona
capaz.
La característica principal es que no se estipula una prestación pecuniaria o en especie, sino que
atiende a la necesidad alimentaria dentro de las reglas interpretativas que marca la norma.
En cuanto al monto de los alimentos, la suma deberá ser fijada. El plazo de duración del legado,
es de aplicación supletoria. El testador podría haber indicado uno superior o inferior. Lo que
importa aquí es cumplir la voluntad del testador. Una vez cumplido el plazo, el legado caduca.
Consisten en el pago de una suma periódica por cada periodo fijado por el testador. Debe
diferenciárselo del legado que ordena el pago de una suma fija en dinero, pero en cuotas, ya que
en este último caso existe un solo legado, mientras que en el de prestaciones, cada periodo
constituye un legado. A los efectos de proteger la legítima hereditaria el art. 2460 dispone “si la
disposición gratuita entre vivos, o el legado son de usufructo, uso, habitación, o renta vitalicia, el
legitimario o en su caso, todos los legitimarios de común acuerdo, pueden optar entre cumplirlo o
entregar al beneficiario la porción disponible”.
El legatario adquiere el derecho a que se le pague toda la cuota íntegra si sobrevive al comienzo
de él. Asimismo, la cuota es debida desde la muerte del testador.
El derecho del legatario a reclamar el pago prescribe, conforme lo dispuesto al art. 2562
“prescriben a los dos años….. el reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos periódicos
más cortos, excepto que se trate del reintegro de un capital en cuotas”.
4.- Adquisición y entrega del legado. Adquisición del derecho y del objeto legado. los
legados. Acciones que pueden ejercer los legatarios. Su intervención en el juicio
sucesorio. Responsabilidad de los legatarios por las deudas y cargas de la sucesión. El
legatario y el derecho de acrecer.
Según el art. 2496 “el derecho al legado se adquiere a partir de la muerte del testador, o en su
caso, desde el cumplimiento de la condición a que está sujeto”.
El legatario tiene desde la muerte del testador la facultad de renunciar o de aceptar el legado, en
este último supuesto, concretará la adquisición. Este derecho se transmite a los sucesores
universales del legatario, en caso de fallecimiento. Debe fallecer primero el testador, y luego el
legatario. De lo contrario se configurara una causal típica de caducidad de la disposición.
Al igual que con la adquisición por parte del legatario, el derecho de pago del legatario nace
también desde la muerte del causante, teniendo en cuenta los días de luto y llanto. La excepción
a esta regla es el legado sometido a termino o condición. Es prudente que, para proceder a la
entrega del legado, los herederos que no tengan posesión judicial de la herencia la obtengan.
El pago del legado no está supeditado a la partición, aunque en numerosos fallos se sostuvo que,
previamente, debía valuarse el monto de las deudas y pagarse la legítima. En caso de que el
pago se realice con posterioridad a la partición, pueden darse dos supuestos: a) que el objeto
legado sea adjudicado en su hijuela a uno de los herederos, de modo que ese es quien deba
pagarlo, o b) que se hayan reservado fondos para que el legado sea pagado, en ese caso el
legatario deberá pagar en proporción a su alícuota a cada heredero. El legado se recibe vía
directa del causante.
Aceptación y renuncia: el art. 2521 determina que “el legatario puede renunciar al legado en tanto
no lo haya aceptado. Cualquier interesado puede pedir al juez la fijación de un plazo para que el
instituido se pronuncie, bajo apercibimiento de tenerlo por renunciante”.
A diferencia de los que ocurre para el caso del heredero, el legatario no tiene plazo para optar.
El interesado debe presentarse en el expediente y solicitar que se fije un plazo a los efectos de
que el legatario acepte o renuncie. La intimación debe contener el apercibimiento de la norma:
que si no lo hace se lo tendrá por renunciante. El apercibimiento debe estar contenido en la
cédula de notificación.
La renuncia puede operar como consecuencia del silencio, de forma tacita. También puede ser
expresa. El art. 2522, dispone que la renuncia no puede ser parcial, “si se han hecho dos o mas
legados a una misma persona, uno de los cuales es con cargo, no puede renunciar a este y
aceptar los legados libres”. Esto obedece a que no parece justo que el legatario solo elija aquello
que le beneficia y rechace lo que le genera sacrificio.
Entrega: El legado se adquiere ipso iure, sin embargo resulta necesario el pedido de entrega a los
obligados. Es la posibilidad para que los herederos puedan oponer sus defensas en caso de
vulneración de la legítima hereditaria o por cuestiones derivadas de la nulidad del testamento.
Por regla el legado se entrega en el estado en que se encuentra. Sin embargo, como lo dispone
el artículo 2517 “si la cosa legada se pierde o deteriora por el hecho o culpa de los herederos,
solo responde del legado el heredero por cuya culpa o hecho se ha perdido o deteriorado” . La
medida de la responsabilidad es el valor del objeto en cuestión. De lo anterior se desprende de
que si se pierde o deteriora por caso fortuito, los herederos no son responsables y el perjuicio lo
absorbe el legatario.
Con respecto a la garantía de evicción, el legatario de cosa cierta no tiene garantía de evicción
porque adquiera la propiedad vía recta del causante. La solución varia cuando se trata de legado
de cosa fungible, o alternativos. El art. 2503, expresa que “si ocurre la evicción de la cosa fungible
entregada al legatario, este puede reclamar la entrega de otra de la misma especie y calidad. Si el
legado es alternativo, producida la evicción del bien entregado al legatario, este puede pedir
alguno de los otros comprendidos en la alternativa”.
UNIDAD XV: INEFICACIA DEL TESTAMENTO Y DE LAS DISPOSICIONES
TESTAMENTARIAS.
1.-Nulidad del testamento y de las disposiciones testamentarias. Casos. Condición y
cargos prohibidos: consecuencias de su inclusión en un testamento. Acción de nulidad del
testamento o disposición testamentaria.
Ineficacia y nulidad de los testamentos: el 2467 precisa que la nulidad puede atacar a la totalidad
del testamento o solo a alguna o algunas disposiciones testamentarias.
Si existe un vicio de forma, la nulidad afecta al testamento en su integridad. Si solo alguna de las
disposiciones es prohibida, solo alcanzará a dicha disposición, siendo válidas las restantes.
Casos de nulidad:
- Por violar una prohibición legal: por ejemplo, delegar la facultad de testar.
- Defectos de forma: por ej. Falta de testigos en el testamento por instrumento publico
- Por haber sido otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar: la
norma agrega que la falta de razón tiene que ser demostrada por quien impugna el acto.
- Por haber sido otorgado por persona jurídicamente declarada incapaz: de todos modos la
norma aclara que sin embargo, esta puede otorgarlo en intervalos lucidos que sean
suficientemente ciertos como para asegurar que la enfermedad ha cesado por entonces.
- Por ser el testador una persona que padece limitaciones en su aptitud para comunicarse
en forma oral y además, no saber leer ni escribir, excepto que lo haga por escritura pública,
con la participación de un intérprete en el acto.
- Por haber sido otorgada con error, dolo, violencia: debe tratarse de un error esencial. Con
respecto a la violencia tiene que haber perdurado hasta el momento de la muerte, si cesó
antes no hay nulidad porque es evidente que el testador no deseaba revocarlo.
- Por favorecer a persona incierta, a menos que por alguna circunstancia pueda llegar a ser
cierta.
ARTÍCULO 2469.- Acción de nulidad. Cualquier interesado puede demandar la nulidad del
testamento o de alguna de sus cláusulas a menos que, habiéndolo conocido, haya ratificado las
disposiciones testamentarias o las haya cumplido espontáneamente.
La acción no suspende el sucesorio, por lo que resulta conveniente trabar medidas cautelares
sobre los bienes en juego. Tienen legitimación activa todos aquellos que resulten interesados
La sentencia que hace lugar a la nulidad priva al testamento de efectos. Si ya fue ejecutado hay
que efectuar las restituciones correspondientes.
En cuanto a la prescripción, si la nulidad es absoluta, la acción es imprescriptible. En cambio, si la
nulidad es relativa, y proviene de un vicio del consentimiento, prescribe a los dos años, si es por
otra causa a los 5.
Esta causal de caducidad opera en los legados de cosa cierta y determinada. La norma prevé dos
supuestos:
a) Cuando el perecimiento total de la cosa se produce antes de la muerte del causante o del
cumplimiento de la condición suspensiva.
b) Cuando perece por caso fortuito después de la apertura de la sucesión o del cumplimiento
de la condición.
Además dispone que, en el supuesto de que el perecimiento haya sido parcial, el legado vale por
lo que se conservó.
También la revocación puede ser total o parcial. Es total cuando abarca la totalidad del
testamento, es parcial cuando solo ataca uno o varias disposiciones testamentarias.
Propia e impropia: la revocación propia es aquella que realiza el testador e impropia a la realizada
cuando el legado es revocado a instancia de los interesados conforme surge del art. 2520.
ARTÍCULO 2520.- Revocación del legado por causa imputable al legatario. Los legados pueden
ser revocados, a instancia de los interesados: a. por ingratitud del legatario que, después de
haber entrado en el goce de los bienes legados, injuria gravemente la memoria del causante; b.
por incumplimiento de los cargos impuestos por el testador si son la causa final de la disposición.
En este caso, los herederos quedan obligados al cumplimiento de los cargos.
Con respecto a la revocación impropia, los interesados a los que alude la norma son los sujetos
gravados, los obligados al pago. Son ellos los que pueden iniciar la demanda de revocación.
La norma habilita dos motivos, a) por indignidad del legatario luego de haber recibido los bienes,
la que se configura con una injuria grave a su memoria. Resultan supletorias las normas sobre la
revocación de las donaciones. B) por incumplimiento de los cargos impuestos por el testador si
son la causa final de la disposición. El solo incumplimiento de los cargos no habilita esta
herramienta, se requiere que el cargo constituya la causa final de la disposición. La causa final
de la disposición se configura cuando el testador ha hecho su legado para beneficiar al titular de
la carga.
Debe acreditarse la mora en el cumplimiento. Si el cumplimiento del cargo ha sido parcial,
quedara al arbitrio del juez, quien evaluara si el incumplimiento es de tal gravedad como para
acarrear la revocación del legado. En ambos casos la demanda debe ser iniciada ante el juez del
último domicilio del causante y debe llevarse adelante mediante proceso ordinario. En el segundo
caso además, los herederos quedan obligados al cumplimiento del cargo.
Hay autores que sostienen que ante la ingratitud, el gravado puede optar entre la indignidad o la
acción de revocación de testamento. No compartimos ese criterio. La acción de indignidad se
circunscribe a ofensas realizadas por el causante durante su vida, mientras que en el caso que
analizamos las ofensas se producen luego de su muerte.
El incumplimiento de un cargo siempre habilita para iniciar una acción de cumplimiento, pero solo
puede dar lugar a la revocación del legado cuando el cargo resulta ser la causa final de la
liberalidad.
La norma expresa como regla que el testamento posterior revoca al anterior. Basta la existencia
de un nuevo testamento para que opere la revocación. Esta regla reconoce excepciones:
a) Cuando el testamento contiene una confirmación expresa del testamento anterior.
b) Cuando de la voluntad del testador expresada en el segundo testamento se infiere su
deseo de mantener al primero en todo o en parte.
Cancelación o destrucción del testamento: Cuando es realizada por la propia voluntad del
testador o por una persona ajena a quien este le encomendó dicha tarea, importa una causal de
revocación tácita de testamento.
Sin embargo podría suceder que suceda por el hecho de un tercero, por accidente o por caso
fortuito o fuerza mayor, pero sin la participación o voluntad del testador. En este caso, no es una
causal de revocación.
Cancelación o destrucción por voluntad del testador: refiere a una causal de revocación tácita.
2515: “el testamento ológrafo es revocado por su cancelación o destrucción hecha por el testador
o por orden suya”.
2515: “cuando existen varios ejemplares del testamento, este queda revocado por la cancelación
o destrucción de todos los originales, también cuando ha quedado algún ejemplar sin ser
cancelado o destruido por error, dolo, o violencia sufridos por el testador”
Cancelación parcial por voluntad del testador: Cuando se cancela solo una parte del testamento y
se deja intacto el resto de las disposiciones. Se interpreta revocado solamente lo cancelado.
Únicamente podría quedar revocado la totalidad del testamento cuando no existiera un nexo
lógico entre las partes que no han sido suprimidas.
Puede ser realizada por el testador o un tercero, el 2515 expresa “si el testamento se encuentra
total o parcialmente destruido o cancelado en casa del testador, se presume que la destrucción o
cancelación es obra suya, mientras no se pruebe lo contrario”. En caso de que el testador lo
hubiera entregado bajo custodia a un tercero, se invierte y se presume que fue obra del tercero.
Alteración, cancelación, o destrucción del testamento que no fue realizada por el testador:
El art. 2525 expresa que “las alteraciones casuales o provenientes de un extraño no afectan la
eficacia del testamento con tal de que pueda identificarse la voluntad del testador por el
testamento mismo”. En este caso no se trata de una revocación porque las alteraciones no fueron
realizadas por el testador, sino por el hecho de terceros o por “alteraciones casuales”, por ej. Una
inundación.
Destrucción o cancelación con posterioridad a la muerte del causante: Hay que diferenciar dos
situaciones: la destrucción o perdida posterior a la muerte; y la ejecución del mandato otorgado
por el testador a un tercero para la destrucción del testamento con posterioridad a la muerte del
testador. En ambos casos hay una base jurídica común que tiene que ver con que el
fallecimiento del testador sella la posibilidad de considerar como revocación a estos actos, y el
acto jurídico de testar de manera definitiva obtiene eficacia. En el primer caso el 2515 establece
“no se admite prueba alguna tendiente a demostrar las disposiciones de un testamento destruido
antes de la muerte del testador aunque la destrucción se haya debido a caso fortuito”. En cuanto
al segundo supuesto resulta inadmisible que el mandatario ejecute dicho mandato con
posterioridad a la muerte del testador, por ende, si no lo destruyo durante la vida de su mandante,
el testamento será plenamente eficaz.
Tres situaciones:
- La transmisión del legado: la transmisión del objeto legado importa una causal de
revocación tacita. A esos efectos, no resulta de interés si la misma es a título gratuito u
oneroso. Tampoco si fue voluntaria o forzosa en cuanto a sus efectos inmediatos. Lo
importante es el cambio de la voluntad del testador que demuestra a través de sus actos.
Esta es la base sobre la cual se debe interpretar, no solo los actos descriptos en la norma
sino todos los posibles.
A priori se trata de una causal de revocación que opera solo para los legados de cosa
cierta, y queda equiparada a esta situación el supuesto del legado de un crédito que luego
es cobrado por el testador. El legado se revocara parcialmente si solo se cobró una parte.
Es necesario que la cosa haya perdido su forma y su denominación anterior. Por ejemplo si
se hubiera legado lana y luego el testador la convierte en género.
- Constitución de gravámenes: La última parte de la norma resalta un acto que no constituye
revocación. Por supuesto que, si luego una hipoteca se ejecuta, eso si importa una causal
de revocación de testamento.
El 2500 expresa “el heredero no está obligado a liberar la cosa legada de las cargas que
soporta. El legatario responde por las obligaciones a cuya satisfacción está afectada la
cosa legada, hasta la concurrencia del valor de esta”.
ARTÍCULO 2514.- Revocación por matrimonio. El matrimonio contraído por el testador revoca el
testamento anteriormente otorgado, excepto que en éste se instituya heredero al cónyuge o que
de sus disposiciones resulte la voluntad de mantenerlas después del matrimonio.
En caso de nulidad del matrimonio, la causal de revocación no operará. Sin embargo debe
encontrarse firme la sentencia que así lo declare.
UNIDAD XVI: ALBACEAS.
Concepto: El albacea es un ejecutor testamentario. El testador puede designar mediante
testamento a una persona de su confianza a los efectos de hacer cumplir luego de su muerte, sus
disposiciones de última voluntad.
ARTÍCULO 2523.- Atribuciones. Las atribuciones del albacea designado en el testamento son las
conferidas por el testador y, en defecto de ello, las que según las circunstancias son necesarias
para lograr el cumplimiento de su voluntad. El testador no puede dispensar al albacea de los
deberes de inventariar los bienes y de rendir cuentas. Si el testador designa varios albaceas, el
cargo es ejercido por cada uno de ellos en el orden en que están nombrados, excepto que el
testador disponga el desempeño de todos conjuntamente. En tal caso, las decisiones deben ser
tomadas por mayoría de albaceas y, faltando ésta, por el juez.
ARTÍCULO 2526.- Deberes y facultades del albacea. El albacea debe poner en seguridad el
caudal hereditario y practicar el inventario de los bienes con citación de los interesados.
Debe pagar los legados con conocimiento de los herederos y reservar los bienes de la herencia
suficientes para proveer a las disposiciones del testador dándoles oportunamente el destino
adecuado. Debe demandar a los herederos y legatarios por el cumplimiento de los cargos que el
testador les haya impuesto.
La oposición de los herederos o de alguno de ellos al pago de los legados, suspende su ejecución
hasta la resolución de la controversia entre los herederos y los legatarios afectados.
El albacea está obligado a rendir cuentas de su gestión a los herederos.
ARTÍCULO 2527.- Responsabilidad. El albacea responde por los daños que el incumplimiento
de sus deberes cause a herederos y legatarios.