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Capítulo 1: DERECHO
El Derecho
Introducción:
Conceptualizar al Derecho es una tarea compleja. Diversos autores según la concepción ideológica a
la que adhieren han ensayado una aproximación a la idea de Derecho. Existiendo una, que en
principio, es común a casi todos, el Derecho es una construcción cultural. Hay dos aceptaciones de la
palabra “Derecho”. Como conjunto de preceptos, reglas o leyes que gobiernan la actividad humana
en la sociedad mediante la coacción. Y también, como facultad o prerrogativa perteneciente a un
individuo y de las cuales puede prevalerse respecto de sus semejantes en el ejercicio de su actividad.
El derecho en sentido objetivo y subjetivo:
Las “normas jurídicas” constituyen lo conocido como derecho en sentido objetivo: “conjunto de
principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas en toda sociedad civil, y
a cuya observancia pueden ser compelidos los individuos por la fuerza”. Sin embargo, la misma
palabra derecho, en su sentido subjetivo, tiene un significado diferente, y es la facultad o
prerrogativa de hacer o exigir algo que la ley reconoce o estable en nuestro favor. Podemos asimilar,
entonces, al derecho en sentido objetivo, con la idea de norma (“el Derecho obliga a los padres al
cuidado personal de sus hijos”, “el Derecho reprocha el usurpar bienes ajenos”. En cambio, el
derecho en sentido subjetivo, alude a la noción de facultad, y es la que encontramos al decir, “que
todo propietario tiene derecho de usar y gozar la cosa”. Ambas ideas del derecho en sentido
objetivo y subjetivo no son antagónicas, sino que se complementan entre sí.
Derecho positivo: Distinción entre derecho público y privado. Ramas.
Se llama derecho positivo al conjunto de normas vigentes de un país. Puede clasificarse en dos
grandes ramas o categorías; derecho público y derecho privado. Se puede decir que la distinción
entre ellos se centra en el sujeto de la relación: si interviene el Estado como poder público, estamos
en presencia de una norma de derecho público; si intervienen sólo los particulares, o el Estado en su
carácter de simple persona jurídica, se trata de derecho privado. Modernamente se agrega que, en
el derecho público una de las partes tiene relación de superioridad respecto de la otra (existe
subordinación de un sujeto respecto del otro en esa relación jurídica). En cambio, en el derecho
privado, las relaciones jurídicas quedan siempre establecidas en base a la coordinación o igualdad de
sujetos.
Las ramas más importantes del derecho público son las siguientes: Derecho Constitucional, Derecho
Administrativo y Derecho Penal, entre otras. Las ramas más importantes del derecho privado, que
encontramos más desarrollada debido a que es el que estudia la materia, son las siguientes:
· Derecho Civil: el sector del derecho privado, que se ocupa del hombre como sujeto de derecho sin
distinción de calidades accidentales, y de las relaciones jurídicas patrimoniales y familiares que
tienen como sujeto, regulando las instituciones básicas y sirviendo por tanto como punto de
conexión de las demás ramas del derecho privado. Hoy, está destinado a regular las personas y las
múltiples relaciones que ellas establecen en el entramado de sus vínculos personales, familiares o de
consumo. Resguardando siempre a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad o de
desigualdad estructural, excluyendo toda conducta discriminatoria. Este Derecho ha evolucionado y
en la actualidad reconoce que la persona humana tiene carencias, limitaciones, inferioridades e
inexperiencias y desde que se coloca a la persona humana en el centro de la preocupación jurídica,
la preocupación por éste desplaza a la preocupación por el patrimonio, que fue el centro de las
regulaciones del Siglo XIX.
· Derecho Comercial: el derecho comercial es el derecho de la empresa y del sujeto que la ejercita –
el empresario- es el protagonista de la materia. Es el derecho del empresario y que esa materia debe
incluir la normativa del empresario, de sus bienes materiales como inmateriales y de su actividad de
producción e intercambio de bienes y servicios orientados al mercado. Sumado a esto, podemos
decir que el contenido de la materia comercial queda delimitado por la inclusión de la regulación del
empresario, su estatuto, contratos, regímenes especiales y microsistemas.
· Derecho del trabajo: es el conjunto de principios y normas jurídicas que regula las relaciones –
pacíficas y conflictivas – que surgen del hecho social del trabajo dependiente, y las emanadas de las
asociaciones profesionales – sindicatos y cámaras empresariales – entre sí y con el Estado.
Nociones generales:
La palabra fuente refiere al lugar de donde surgen los derechos. Entonces, podemos decir, que, las
fuentes son normas de manifestación del derecho que dan respuesta a los interrogantes que plantea
la vida jurídica. Siguiendo la tradición romanista de la enumeración de las fuentes, históricamente
han sido: la ley, la costumbre, la jurisprudencia y la doctrina. Si repensamos el tema hoy y teniendo
presente el nuevo Código Civil y Comercial, podemos decir que la ley sigue siendo nuestra principal
fuente de derecho. Pero al tener actualmente un código de “principios”, donde los jueces tienen
mayor margen de libertad para sus decisiones, porque existen normas abiertas; la jurisprudencia va
cobrando cada vez mayor relevancia como fuente.
Fuentes:
El art. 1 del nuevo Código, bajo el epígrafe “Fuentes y aplicación” establece: “Los casos que este
Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme con la
Constitucional Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal
efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres vinculantes
cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o a situaciones no regladas legalmente, siempre
que no sean contrarios a derecho.”
· La Ley (remisión): El artículo antes indicado es la base de todo el sistema y nos conduce a; cómo los
casos que se presenten a los jueces deben ser resueltos conforme a las fuentes. Destacando en
primer lugar a la “ley”, que resulta la más importante, pero no la única. Así el sistema nos obliga a
aplicar todo el Derecho para la resolución de un caso.
· La Constitución Nacional: cuando se hace mención a la Constitución, se referencia a ella y al
“bloque de constitucionalidad”, que está constituido también por los tratados de derechos
humanos. Este bloque es fuente de Derecho en dos sentidos: directa, a través de normas que se
aplican en las distintas relaciones jurídicas e indirecta, porque modifica el espíritu informador del
derecho, cambiando los principios generales. El Código innova al receptar la constitucionalización del
Derecho Privado, estableciendo una comunidad de principios entre la Constitución, el Derecho
Público y el Derecho Privado. Puede decirse que existe una reconstrucción de la coherencia del
sistema de derechos humanos con el Derecho Privado.
· Jurisprudencia: la jurisprudencia, como fuente, es el producto de la labor de los jueces en el
dictado de sentencias, donde sientan doctrina al decidir casos concretos que se les presentan. En sus
sentencias interpretan y aplican leyes; y a falta o insuficiencia de éstas también fijan criterios para la
resolución de los conflictos. La jurisprudencia adquiere mayor relevancia cuando los fallos se van
reiterando de manera uniforme. En general un solo fallo no sienta jurisprudencia, la reiteración la
fortalece. También cobra relevancia el tribunal del cual emana, no se constituye con las decisiones
de tribunales inferiores sino con las decisiones de las Cámaras de Apelación, Cortes o Superiores
Tribunales Provinciales y de la Corte Suprema nacional. Además, la jurisprudencia como fuente
enriquece al Derecho, muchas veces su doctrina es fuente inspiradora para las reformas legales.
· Usos, prácticas y costumbre: la costumbre está situada en el área de la sociedad y con una
gestación lenta (a diferencia de la ley). Consiste en la observancia constante y uniforme de un cierto
comportamiento de una sociedad con la convicción de que responde a una necesidad jurídica. Para
que exista costumbre, son necesarios dos elementos:
- El material, que consiste en una serie de actos repetidos de manera constante, no interrumpida y
uniforme, no es indispensable el largo uso, porque hay usos de formación reciente.
- El psicológico, consiste en la convicción de que esa práctica responde a una necesidad jurídica, es
decir que el uso es jurídicamente obligatorio.
Atendiendo a la relación que tiene la costumbre con la ley, podemos encontrar tres especies:
- Secundum legem: esta clase de costumbre existe cuando el legislador remite la solución del caso a
la costumbre o las mismas partes lo hacen.
- Praeter legem: es la costumbre que se aplica cuando no existe la ley exactamente aplicable al caso.
- Contra legem: es la costumbre contra la ley, hoy rechazada por nuestro ordenamiento normativo.
· Doctrina: la doctrina es la opinión de los distintos autores, expresada tanto en sus obras como en
Congresos y Jornadas. Sirve de pauta orientadora en la interpretación y aplicación de las romas
como así también es tenida en cuenta para la elaboración de las mismas. Esta clásica fuente carece
de obligatoriedad, por lo que no se encuentra nombrada en el artículo 1 del Código. Las funciones
que cumple son: busca soluciones jurídicas a fin de mantener el equilibrio social, actúa como agente
del desarrollo y del cambio frente al desajuste entre el derecho plasmado en la ley y la realidad
social, entre otros.
Para estar frente a una real evolución del Derecho debe haber comunicación entre las diversas
fuentes tradicionales, doctrina, jurisprudencia, costumbre y ley, una debe iluminar a las otras,
porque todas cumplen en forma armónica una vital función en el desarrollo de nuestra ciencia y en
el de una sociedad democrática.
La ley
Conceptos básicos:
La ley es un precepto general obligatorio y justo, dictado por una autoridad legítima y competente
para regular conductas sociales. Entre los caracteres de la ley encontramos: justicia, autenticidad,
generalidad y obligatoriedad.
¿Qué ocurre si ignoramos la ley? La ignorancia de leyes no sirve de excusa para su cumplimiento, si
la excepción no está autorizada por el ordenamiento normativo. Es cierto que hay muchas personas
que no conocen las leyes y que en realidad es imposible conocerlas todas. Sin embargo, apartarse de
esta regla abriría las puertas a un mundo incierto en el cual tanto los que conocen como los que no
conocen podrían argumentar desconocimiento.
Clasificación
· La ley en sentido material y en sentido formal: la ley, en su sentido material, es toda regla social
obligatoria emanada de autoridad competente con carácter de generalidad. En esta categoría
quedan incluidas las constituciones, los tratados internacionales, ordenanzas municipales, etc. En su
sentido formal, son leyes solo las normas emanadas de los órganos legislativos, Congreso nacional o
legislaturas provinciales, con los procedimientos fijados por las Constituciones, tanto nacional como
provinciales.
· Leyes imperativas y supletorias: normas legales imperativas, son aquellas que prevalecen sobre la
voluntad de los particulares, ellos no pueden alejarse de sus previsiones. Dentro del derecho privado
las encontramos en materia de familia, sucesiones y derechos reales. Así las normas son supletorias
cuando los particulares en sus propias regulaciones de derechos pueden apartarse de sus
prescripciones. Se denominan supletorias porque suplen la voluntad de los particulares en caso de
silencio; es decir que las partes nada han previsto en relación a algún tema, ellas se vuelven
obligatorias para ese supuesto jurídico. Se encuentran por ejemplo en obligaciones y en contratos.
Interpretación de la Ley:
En el Art. 2 del Código Civil y de Comercio se establecen las reglas de interpretación de la ley dirigida
hacia los jueces quienes serán los encargados de aplicar el Derecho: “Interpretación. La ley debe ser
interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones
que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo
coherente con todo el ordenamiento.”
· Interpretación gramatical: toda interpretación de un texto comenzará con el sentido literal, o sea,
el significado de una expresión o una frase en el lenguaje general.
· Interpretación teleológica: es el fin que encierra la norma, que busca esta norma o quién protege la
misma.
· Las leyes análogas: es el método a través del cual se extiende la regulación de un supuesto legal, a
otro que no cuenta con dicha regulación.
· Las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos: los tratados internacionales
cumplen con una doble función, de fuente de acuerdo al art.1 del C.C y C, pero además, cuando se
interpreta una norma, tienen especial relevancia. Porque proveen un contenido valorativo que se
considera relevante para el sistema.
· Los principios: son normas abiertas, indeterminadas, que obligan a cumplir un mandato en la
mayor medida posible. Son guías para el razonamiento legal y ordenan que se cumplan lo máximo
posible.
· Valores jurídicos: los valores mencionados en la Constitución y en las leyes son citados con
frecuencia en las decisiones judiciales: “afianzar la justicia”, el “bienestar general”, la “solidaridad”,
etc.
· Interpretación sistemática: al momento de interpretar una norma se debe conectar con el sentido
de todo el orden jurídico. Esto permite superar la limitación derivada de una interpretación
meramente exegética y dar facultades al juez para recurrir a las fuentes disponibles en todo el
sistema. La interpretación debe partir de las palabras de la ley, pero deber ser armónica,
conformando una norma con el contenido de las demás y debe cuidarse de no alterar el equilibrio
del conjunto.
Límites impuesto por el Art. 7 al legislador para el dictado de una ley retroactiva: el régimen vigente
no prohíbe la retroactividad de la ley, sino que establece una serie de límites a los fines que una
nueva ley dictada por el legislador pueda ser retroactiva. Dichos límites son:
- En primer lugar, debe establecerse una disposición expresa de que la nueva ley sancionada tendrá
carácter retroactivo.
- En segundo lugar, la nueva ley sancionada podrá ser retroactiva siempre y cuando no afecte
derechos aparados por garantías constitucionales.
· Efecto ultractivo o supervivencia de la ley antigua:
Este efecto implica que la ley supletoria antigua que se deroga, suprime o modifica va a seguir
vigente para los contratos en curso de ejecución. Es decir, que no se van a aplicar conforme el efecto
inmediato, las nuevas leyes supletorias a los contratos en curso de ejecución. El efecto ultractivo o
supervivencia de la ley antigua es una excepción al efecto inmediato antes analizado.
En la última parte al establecer el efecto ultractivo o supervivencia de la ley antigua, agrega una
excepción: “…Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución,
con excepción de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.”.
Los efectos de la conducta abusiva por ser ilegítima, es decir contraria al derecho son:
a) El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo (tutela preventiva).
b) Si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización por
todos los daños sufridos, procurando alcanzar una reparación integral (tutela resarcitoria).
Derechos y Bienes:
Conceptos generales de Bienes:
Los bienes entendidos en “sentido amplio” abarcan las cosas (objetos materiales) y los derechos
(objetos inmateriales) con valor económico. No obstante, la nueva legislación expande el concepto
de tal forma que, actualmente, los bienes en sentido “amplio” comprenden también: los derechos
individuales que la persona posee sobre el cuerpo humano o sus partes; los derechos de las
comunidades indígenas sobre bienes comunitarios; por último, los derechos de incidencia colectiva.
Una de las innovaciones del nuevo código, es la incorporación de una nueva categoría de objeto de
derechos, que no tiene valor económico, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social
(que son los derechos sobre el cuerpo humano o sus partes antes mencionados).
Art. 18 del CC y C: Las comunidades indígenas reconocidas tienen derecho a la posesión y propiedad
comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan y de aquellas aptas y suficientes para el
desarrollo humano según lo establezca la ley.
· Cosas divisibles e indivisibles: Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales
sin ser destruidas. Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en
antieconómico su uso y aprovechamiento.
· Cosas principales y accesorias: Son cosas principales las que pueden existir por sí mismas. Son
cosas accesorias cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa de la cual dependen o
a la cual están adheridas.
· Cosas consumibles y fungibles: Son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el
primer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas se
hace, aunque susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo. Son cosas
fungibles aquellas en que todo individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma
especie, y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad.
· Frutos y productos: los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se altere o
disminuya su sustancia se denominan frutos. Y los objetos no renovables que separados o sacados
de la cosa alteran o disminuyen su sustancia se llaman productos.
· Bienes inenajenables: están fuera del comercio los bienes cuya transmisión está expresamente
prohibida por la ley o por los actos jurídicos, en cuanto a este Código permite tales prohibiciones.
Capítulo 2: PERSONA
Persona
Persona Humana:
El actual Código Civil y Comercial de la Nación refleja en forma clara la noción de que es persona por
el solo hecho de ser humano. Desde una perspectiva moderna, supone abandonar el concepto de
persona tradicional como “el ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones” para
enfocarse en la “personalidad”, comprensiva del complejo de derechos que el ordenamiento jurídico
le reconoce al hombre por el solo hecho de serlo.
Personas Jurídicas (art. 141 del C.C y C):
Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para
adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su
creación. La persona jurídica tiene una responsabilidad distinta de la de sus miembros y estos
últimos no responden por las obligaciones de la persona jurídica.
Cuando una entidad dotada de personalidad jurídica contrata y adquiere bienes, resulta obligada o
favorecida por las consecuencias del contrato y propietaria de los bienes que adquiere. Por ejemplo,
las instalaciones de un club deportivo son de la entidad y no de los socios o asociados que solamente
tienen la posibilidad de usarlas conforme a la reglamentación interna establecida por la propietaria
de los bienes, o sea la entidad.
Por aplicación de la regla de la distinta personalidad, dado un conflicto que requiere intervención
judicial, corresponde demandar a la persona jurídica como tal y no a los miembros que la componen,
ni a los individuos que integran sus organismos directivos, aun cuando la notificación de la demanda
deba hacerse en la persona de quien ejerce la representación de la entidad.
El principio de separación de la personalidad no es absoluto. Cuando la persona jurídica es usada
para obtener finalidades distintas de aquellas para la cual ha sido creada, y por ello provoca perjuicio
a un tercero, resulta licito indagar qué hay detrás del ente creado e imputar la responsabilidad
directamente a sus integrantes (socios, asociados, miembros, etc.).
Clasificación:
Las personas jurídicas son públicas o privadas. Para ubicarlas en uno u otro sector, la doctrina ha
tenido en consideración diversos elementos: el origen estatal; la finalidad pública o el interés
público; el control del Estado; la afectación de rentas públicas para el logro de su actividad; y por
último, la atribución de potestad de imperio.
Son personas jurídicas públicas:
· El estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios, etc.
· Los Estados extranjeros.
· La iglesia Católica.
Son personas jurídicas privadas: las sociedades, las asociaciones civiles, las simples asociaciones, las
fundaciones, las iglesias o entidades religiosas, las mutuales, las cooperativas, entre otras.
Persona humana. Períodos de su existencia:
Persona por nacer
El Código Civil y de Comercio establece en su art. 19 que la existencia de la persona humana
comienza con la concepción. Define el momento desde el cual se considera que es persona humana
como centro de imputación de efectos – derechos y deberes – jurídicos en el ámbito civil. Para la
Corte IDH la existencia de la persona humana comienza con la implantación del embrión y, por ende,
el embrión no implantado no es persona humana.
El artículo 20 del C.C y C establece: “Época de la concepción es el lapso entre el máximo y el mínimo
fijado para la duración del embarazo. Se presume, excepto prueba en contrario, que el máximo
tiempo del embarazo es de trescientos días y el mínimo ciento ochenta, excluyendo el día del
nacimiento.”. Para computar estos plazos se toma el día de nacimiento, desde ese punto de partida,
sin computarlo, se cuenta para atrás ciento ochenta días y trescientos días, tomándose los ciento
veinte días que quedan en el medio como época de la concepción. Desde ese momento se concibe la
existencia de la persona y, por lo tanto, se considera que ésta puede adquirir derechos.
El artículo 21 del C.C y C establece: “Los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la
mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida. Si no nace con vida, se considera que la
persona nunca existió. El nacimiento con vida se presume.”. La personalidad reconocida al sujeto
concebido es condicional. Es decir, la persona por nacer puede adquirir derechos desde la
concepción, pero los mismos se resuelven en el caso de que no se produzca el nacimiento con vida.
Nacer es salir del vientre de la madre y para que los efectos jurídicos se produzcan debe existir vida
independiente y autónoma aunque se solo por un instante después de estar completamente
separado de su madre. Producido el nacimiento, se consolidan definitivamente los derechos
adquiridos en el período anterior y se opera su transmisión.
A continuación, algunos supuestos jurídicos sobre adquisición de derechos:
a) Bienes adquiridos por donación o herencia: la persona por nacer tiene capacidad de derecho para
recibir bienes tanto por donación como “por herencia”.
b) Alimentos: la persona por nacer puede demandar alimentos de personas obligadas a prestarlos.
c) Seguros: la persona por nacer puede ser beneficiaria de un contrato de seguro de vida, así como
de cualquier otro derecho que emane de estipulaciones hechas por terceros.
d) Acciones de años y perjuicios: si se comete un hecho ilícito contra una persona obligada a prestar
alimentos a la persona por nacer, ésta adquiere legitimación para accionar a fin de obtener el
resarcimiento correspondiente.
Mayoría de edad
Cumplidos los 18 años de edad, la persona humana puede ejercer por sí mismo todos los derechos,
es un sujeto plenamente capaz de ejercicio. Pero existen casos donde el juez puede restringir dicha
capacidad para determinados actos de una persona si esta padece una adicción o una alteración
mental, siempre que estime que el ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su
persona o a sus bienes.
Capacidad
Capacidad. Capacidad de derecho y de ejercicio:
Capacidad es la aptitud de los sujetos para adquirir derechos y contraer obligaciones (art. 22). La
capacidad puede referirse tanto a la posibilidad de ser titular de derechos subjetivos y en dicho caso
hablamos de capacidad de derecho; y por el otro al ejercicio de los derechos subjetivos y aquí nos
referimos a la capacidad de ejercicio o de hecho.
La capacidad de derecho refiere a la posibilidad de ser titular de derechos, al goce de los mismos y
como se encuentra ínsito en la idea de persona la aptitud de ser titular de derechos y deberes, no
podrían existir sujetos a quienes se les limite por completo esta capacidad, porque se perdería la
calidad de persona. No existe la incapacidad de derecho absoluta, ya que llevaría al individuo a la
muerte civil; situación suprimida en todas las legislaciones modernas.
En cuanto a las incapacidades de derecho, encontramos que el art. 22 en la segunda parte reza: “La
ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos
determinados”. El fundamento de dichas limitaciones obedece a la protección del interés general. En
los casos típicos de incapacidades de derecho encontramos entre otros:
· No pueden contratar en interés propio los funcionarios públicos, respecto a bienes de cuya
administración o enajenación están o han estado encargados.
· No pueden contratar en interés propio los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia de bienes
relacionados con procesos en los que intervienen o han intervenido.
Los funcionarios públicos podrían burlar al Estado y los jueces y abogados podrían sacar ventaja de
su posición. Las incapacidades de derecho son excepcionales, tienen como finalidad preservar el
orden público, por lo tanto si son burladas, dichos actos padecen de nulidad absoluta y dichas
incapacidades no pueden salvarse a través de la representación en forma válida.
La capacidad de ejercicio o de hecho, es la posibilidad del sujeto de ejercer por sí mismos sus
derechos. La finalidad de las incapacidades o restricciones a la misma, es la protección del individuo,
no al resto de la comunidad; es decir, se han establecido en interés de aquel. Contrariamente a lo
que sucede con las incapacidades de derecho.
El nuevo código regula las limitaciones a la capacidad de ejercicio en tres variantes según la causa
que la origina:
1. Personas incapaces de ejercicio (art. 24):
- Personas por nacer.
- Personas que no cuentan con la edad y grado de madurez suficiente.
- Personas declaradas incapaces por sentencia judicial.
2. Restricciones a la capacidad (art. 31): personas mayores de 13 años que padecen una adicción o
una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que se estime que
del ejercicio de su plena capacidad pueda resultar un daño a su persona o a sus bienes.
3. Inhabilitación (art. 48): procede en el caso de prodigalidad únicamente.
Emancipación:
La emancipación es una institución jurídica que coloca a los menores en un régimen de capacidad
civil adelantada aunque no plena como los mayores, sino con restricciones; siendo la única causal de
emancipación, el matrimonio. Los artículos 27 complementados con el artículo 404 rezan lo
siguiente: “… el menor de edad que no haya cumplido la edad de 16 años puede contraer matrimonio
previa dispensa judicial. El menor que haya cumplido la edad de 16 años puede contraer matrimonio
con autorización de sus representantes legales. A falta de esta, puede hacerlo previa dispensa
judicial…”.
Actos prohibidos: los menores emancipados no pueden ni aun con autorización judicial:
· Aprobar privadamente cuentas documentadas de los tutores ni darles finiquito.
· No puede hacer donaciones de cualesquiera bienes (o su valor) que hubiere recibido a título
gratuito. Los bienes (o su valor) adquiridos con su trabajo son susceptibles de ser donados
libremente.
· No puede formar parte de sociedades que impongan a los socios responsabilidad ilimitada y
solidaria por las deudas que aquella contraiga ni constituir derechos reales de garantía sobre
obligaciones ajenas.
Apoyos:
En el artículo 43 se definen los apoyos como “cualquier medida de carácter judicial o extrajudicial
que facilite a la persona que lo necesite la toma de decisiones para dirigir su persona, administrar sus
bienes y celebrar actos jurídicos en general”. El o los apoyos tienen como función promover la
autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión y la manifestación de voluntad de la persona
para el ejercicio de sus derechos.
Nombre y Domicilio
Nombre
El nombre es uno de los atributos esenciales de las personas y por el cual se permite identificar a la
misma en relación a las demás. Está compuesto por un prenombre y un apellido, técnicamente el
nombre es la unión de ambos. La regla para la elección del prenombre es la libertad. El art. 63 CCyC
estable las limitaciones para su elección, siendo estas escasas: no pueden inscribirse más de tres
nombres, primeros prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos y tampoco
pueden inscribirse prenombres extravagantes.
En cuanto al apellido podemos destacar dos ramas: hijos matrimoniales y extramatrimoniales. En el
caso del hijo matrimonial lleva el apellido de alguno de los cónyuges; en caso de no haber acuerdo,
se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. A
pedido de los padres, o del interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar el apellido
del otro. Todos los hijos de un mismo matrimonio deben llevar el apellido y la integración
compuesta que se haya decidido para el primero de los hijos.
El hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial lleva el apellido de ese progenitor. Si la filiación de
ambos padres se determina simultáneamente, se aplica como un hijo matrimonial. Si la segunda
filiación se determina después, los padres acuerdan el orden; a falta de acuerdo, el juez dispone el
orden de los apellidos, según el interés superior del niño.
En caso de hijo adoptivo por adopción plena, por lo general se aplican las reglas generales relativas
al apellido de los hijos matrimoniales antes desarrolladas. El adoptado puede pedir agregar o
anteponer el apellido de origen al del adoptante. Si el hijo adoptivo se encuentra en adopción
simple, el adoptado que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente o los adoptantes, puede
solicitar se mantenga el apellido de origen, sea adicionándole o anteponiéndole el apellido del
adoptante o uno de ellos; si no existiera esta petición expresamente, la adopción simple se rige por
las mismas reglas de la adopción plena.
Domicilio
El domicilio es “la sede legal de la persona”. Es establecido por la ley, para la producción de los
efectos jurídicos que surgen de sus relaciones jurídicas, y el mismo será, según el caso, fijado por la
ley tomando diversos elementos de hecho como la residencia, el cargo público que desempeña, etc.
La clasificación se divide en dos clases de domicilio, el domicilio general u ordinario, para la
generalidad de las relaciones jurídicas de una persona; y el domicilio especial, que por el contrario
rige para ciertas relaciones jurídicas.
Domicilio especial:
a) Domicilio convencional o de elección: es el domicilio que eligen las personas libremente cuando
celebran un contrato o en general un negocio jurídico, a fines de hacer posible el cumplimiento de
sus obligaciones.
b) Domicilio procesal o “ad-litem”: al momento de iniciar una acción judicial ante Tribunales, los
Códigos Procesales establecen una carga al litigante, cual es, la de constituir un domicilio procesal o
“ad-litem”. Los efectos de este domicilio es que se constituye en un juicio, es que en este preciso
domicilio, serán válidas todas las notificaciones judiciales referidas a ese juicio puntal y determinado.
Hechos Jurídicos
El código define al hecho jurídico en su artículo 257 y dice que, es el acontecimiento que, conforme
al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas. El hecho debe ser recogido por la norma para que o modifique una
consecuencia jurídica. La fuente productora de efectos tiene por único fundamento el
“ordenamiento jurídico” que abarca no sólo la ley, sino a las otras fuentes del derecho objetivo. Es el
ordenamiento el que establece cuáles son los hechos que le van a interesar y cuáles no.
Los hechos jurídicos pueden provenir de la naturaleza (el granizo que destruye la cosecha) o pueden
consistir en hechos humanos. También los estados psíquicos pueden constituirse en hechos
jurídicos, en tanto se exterioricen o puedan ser exteriorizados.
El nuevo código solo enuncia los conceptos de dos hechos humanos. En primer lugar se ocupa delos
simples actos lícitos y luego conceptualiza el acto jurídico:
Los simples actos lícitos es la acción voluntaria no prohibida por la ley, de la que resulta alguna
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas. Un ejemplo de esta es
quien escribe una canción por placer no piensa que el ordenamiento legal protege su creación
intelectual. El otro hecho humano es el acto jurídico, también llamado por la doctrina negocio
jurídico, definido por el art. 259 como el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
Una aclaración que podemos hacer es que las situaciones jurídicas pueden ser unisubjetivas,
refiriéndose a las personas en sí mismas o con relación a los bienes; o también pueden ser
plurisubjetivas, actúan más de una persona y a éstas se las denomina relaciones jurídicas.
Vicios de la voluntad
La ausencia de uno de los elementos internos, antes señalados, torna involuntario el acto. Vale
aclarar que la falta de discernimiento no trae aparejada las mismas consecuencias que si se
encuentran afectas la intención o la libertad. Cuando falta discernimiento, no existe en absoluto un
acto voluntario. En cambio, cuando se encuentran afectadas la libertad o la intención, la voluntad
interna, aunque viciada existe.
Podemos encontrar tres vicios de voluntad diferentes: error, dolo y violencia.
- Error: el error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto es bilateral o
unilateral recepticio, el error debe, además ser reconocible por el destinatario para causar la
nulidad. El error esencial existe cuando es móvil determinante de la voluntad, es decir que, si esa
equivocación no hubiera estado presente en el sujeto, no habría celebrado ese negocio. El error es
reconocible cuando el destinatario de la declaración lo pudo conocer según la naturaleza del acto,
las circunstancias de la persona, tiempo y lugar.
- Dolo: consiste fundamentalmente en realizar una maniobra engañosa o incurrir en una omisión o
reticencia que produzca el mismo efecto. La característica del dolo como vicio de la voluntad radica
en el engaño que se emplea para lograr que otro celebre un acto jurídico. La omisión dolosa tiene los
mismos efectos que la acción. El dolo debe ser “esencial” (sin ese engaño el acto no se hubiera
realizado), grave (idóneos de provocar daño) y debe haber provocado un “daño importante”, en
caso de no haberse provocado un daño significativo, la victima podrá reclamar la reparación de los
daños y perjuicios sin necesidad de invalidar el acto jurídico. Por último, la norma establece un
requisito negativo, que es que “no haya dolo de ambas partes”, si las partes se han engañado
mutuamente, el ordenamiento normativo se desinteresa de ellas.
- Violencia: el código denomina a este vicio, comprendiendo dentro de ella a la fuerza física e
irresistible y también a las amenazas (intimidación) como causas que atentan contra la libertad,
entendida como el elemento interno del acto voluntario. Para que la fuerza física constituya causal
de nulidad del acto es preciso que sea su causa determinante, es decir, que el negocio no se hubiera
realizado de no haber existido dicha acción. En cuanto a las amenazas, el supuesto jurídico es
completamente diferente. Aquí sí hay una voluntad pero la misma se encuentra viciada. Su libertad
no ha sido suprimida pero sí gravemente condicionada. La amenaza debe importar “el temor de
sufrir un mal inminente y grave”, si la amenaza no infunde temor no se encuentra afectada la
voluntad. Las amenazas pueden recaer tanto sobre la persona como sobre sus bienes y además de
sanción de nulidad (que tiene como finalidad la restitución de las cosas al estado anterior) se puede
accionar por los daños y perjuicios sufridos.
Acto jurídico
El acto jurídico es el acto voluntario licito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas. El acto jurídico es la base de la autonomía privada. El
derecho reconoce a las personas la posibilidad de regular por sí mismas sus propios intereses
pudiendo además crear reglas de conducta en las relaciones con otros, y enlaza esos efectos
conforme a la función económica y social que caracteriza su tipo.
Caracteres:
1. Acto voluntario (manifestación de voluntad): el acto o negocio jurídico pertenece al género de los
actos voluntarios, donde se exige que se haya ejecutado con discernimiento, intención y libertad,
que debe ser exteriorizada para que produzca efectos jurídicos.
2. Licitud: el campo de lo lícito comprende a los actos permitidos por el ordenamiento jurídico.
Existe ilicitud cuando el ordenamiento jurídico prohíbe el acto en forma expresa o implícita,
imponiendo una sanción.
3. Fin inmediato de producir efectos jurídicos: debe existir en las partes el “propósito de
autorregulación de intereses”, este carácter es el específico de los actos jurídicos y el que permite
distinguirlo frente a los simples actos lícitos.
Clasificación:
a) Actos unilaterales y bilaterales: son unilaterales cuando basta para formarlos la voluntad de una
sola parte (emisión de un testamento). Son bilaterales cuando necesita de la voluntad de dos partes
(contratos).
b) Actos entre vivos y de última voluntad: se tiene en cuenta el momento en que los actos producen
efectos principales. Son actos entre vivos aquellos cuya eficacia no depende del fallecimiento de
aquellos de cuya voluntad emanan (contratos). Por lo contrario, cuando no deben producir efectos
sino después del fallecimiento de aquellos cuya voluntad emana, se denominan, actos de última
voluntad (los testamentos, disposición de órganos).
c) Actos de disposición, de administración y de conservación: son actos de disposición los
susceptibles de comprometer seriamente el patrimonio del sujeto en razón de que disminuyen o
modifican sustancialmente la estructura del mismo o comprometen su porvenir por largo tiempo,
como por ejemplo la donación de un inmueble o una hipoteca. Los actos de administración son los
que tienen por fin de hacer producir beneficios a los bienes que componen el patrimonio,
respetando su naturaleza y destino y que por lo tanto, no afectan seriamente la estructura de los
bienes de capital de patrimonio. Finalmente, los actos conservatorios son, en puridad, actos de
administración que tienen por finalidad concreta conservar un bien de importancia, en peligro de
perderse.
Elementos:
Se consideran elementos esenciales de los actos jurídicos aquellos componentes que resultan
imprescindibles para la existencia como tal. Ellos son: sujeto, objeto, causa fin y forma.
- Sujeto del acto jurídico: el sujeto de un acto jurídico es la persona, ya sea física o jurídica,
interesada en el acto. Este sujeto conforma una parte o también denominada como centro de
interés. Las partes son los sujetos interesados en el acto, es decir, quienes ejercen una prerrogativa
jurídica propia y a quienes se imputan las situaciones y las relaciones jurídicas que el acto tiene por
finalidad establecer. Para la información y validez de un acto jurídico no sólo se hace necesario que
emane de una persona o sujeto de derecho, sino además que ella sea capaz de cambiar el estado de
su derecho.
Es las personas físicas la regla es la capacidad y sólo excepcionalmente y cuando la ley lo establece
se las reputará incapaces. En las personas jurídicas su capacidad no sólo surge de la ley sino también
y estrictamente de sus estatutos o contratos sociales.
- Objeto del acto jurídico: el objeto del acto jurídico es la materia (bienes, cosas o hechos) sobre la
que recae el acto jurídico y a la que tiende la voluntad del sujeto o de los sujetos intervinientes. Las
restricciones que pone el código se dividen por hechos y por bienes. En los hechos (lo que estos no
deben ser) se encuentran: hechos imposibles, prohibidos por la ley, contrarios a la moral y buenas
costumbres, hechos lesivos de los derechos ajenos. En cuanto a los bienes y las cosas, no deben ser:
bienes prohibidos por algún motivo especial.
- Causa fin del acto jurídico: es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido
determinante de la voluntad. También integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean
lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para
ambas partes.
- Forma de los actos jurídicos: el art 284 del CCyC establece: “Si la ley no designa una forma
determinada para la exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen
conveniente…”. Los actos se pueden clasificar:
· Actos no formales (de forma libre): aquellos que no requieren ninguna forma especial y quedan
librados al principio general de libertad de formas, como por ejemplo contratos de transporte o de
depósito.
· Actos formales (de forma impuesta):
¬ Formales no solemnes (actos con formalidad relativa): en estos cuando falla la norma impuesta, el
acto no puede producir sus efectos propios, pero vale como acto por el cual las partes se obligan a
otorgar el instrumento indicado, es decir, se pueden convertir a la forma debida. Ej: cesión de
derechos hereditarios.
¬ Formales solemnes (actos con formalidad absoluta): en esta clase de actos, el incumplimiento de
las formas da lugar a la sanción de nulidad porque este requisito es inexcusable. Ej: el matrimonio.
Instrumentos
Instrumentos públicos:
Es todo instrumento redactado con las formalidades legales por un tercero imparcial, a quien la ley
le confiere facultades para autorizarlo. El código hace una enunciación amplia de los mismo y dice:
“son instrumentos públicos: a) las escrituras públicas y sus copias o testimonios; b) instrumentos que
extienden los escribanos o funcionarios públicos; c) los títulos emitidos por el Estado nacional,
provincial o la C.A.B.A, conforme a las leyes que autorizan su emisión”.
Los elementos constitutivos o requisitos de estos instrumentos públicos se podrían agrupar así:
a) Legitimación del oficial público derivada de su nombramiento. Es presupuesto para su validez de
los instrumentos que el oficial se encuentre efectivamente en funciones.
b) Competencia tanto material como territorial. La actuación del oficial público en los límites de sus
atribuciones tanto por la naturaleza del acto como del territorio designado. Ej: un escribano no
puede celebrar un matrimonio.
c) Cumplimiento de las formalidades legales establecidas para cada especie de instrumento, en
particular la firma del oficial público, de las partes intervinientes, y en su caso, de sus
representantes.
Instrumentos particulares no firmados
Una aclaración que hay que realizar es que los instrumentos particulares se dividen en “firmados”,
llamados instrumentos privados y en “no firmados”, que adoptan ese mismo nombre.
Los instrumentos particulares no firmados son aquellos que carecen de firma de las partes pero son
representativos de un acto de voluntad y por lo tanto idóneos para acreditar la existencia de un
hecho o acto. Los impresos, los registros visuales o auditivos de la cosas, las grabaciones, son
ejemplos de estos instrumento, de esta forma abarca una importantísima gama de documentos que
hacen a la vida cotidiana.
Ahora cabe preguntarse, qué valor probatorio tiene este tipo de instrumentos. Ejemplificando, no es
lo mismo un ticket de supermercado, que no acredita la identidad del comprador, frente a uno de
estacionamiento donde, por ejemplo, podrían constar los datos del dominio del vehículo.
Instrumentos privados (Instrumentos particulares firmados)
Se denominan instrumentos privados a aquellos documentos escritos en soporte papel otorgados
por los interesados sin intervención de un funcionario público y que llevan la firma de las partes. El
requisito esencial de este tipo de instrumentos es la firma de las partes. La firma prueba la autoría
de la declaración expresada en el texto al cual corresponde. La firma debe consistir en el nombre del
firmante o un signo. Su esencia e importancia radica en la manifestación habitual de la
individualidad de quien la estampa y debe estar puesta con el fin de expresar voluntad de adhesión
al texto en el que la misma se inserta.
Fraude
Los acreedores tienen ligada la suerte de sus créditos al estado de la fortuna del deudor; de allí que
se les concede la posibilidad de deducir una acción revocatoria de aquellos actos de sus deudores
realizados en perjuicios o en fraude a sus derechos. Se trata de actos de deudores que tienen a
producir insolvencia de su patrimonio, logrando, como resultado, perjudicar la seguridad de cobro
del crédito de su acreedor, que frente a esta nueva situación dispone, una vez cumplidos los
requisitos necesarios, de la mencionada acción revocatoria. Requisitos:
a) Que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya actuado con
el propósito de defraudar a futuros acreedores.
b) Que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor. Si dicha insolvencia se produce
con posterioridad al acto, no dará acción para solicitar declaración de inoponibilidad.
c) Que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que el acto
provocaba o agravaba la insolvencia. El acto fraudulento supone que se verifique la intención del
deudor y adquiriente de defraudar.
Lesión
Elementos de la lesión: el negocio afectado por el vicio de lesión se realiza con discernimiento,
intención y libertad. Para que ésta exista, la lesión exige la concurrencia de tres elementos: dos de
naturaleza subjetiva y uno objetivo.
Elementos subjetivos:
1. Estado deficitario del lesionado, por encontrarse en una situación de necesidad, debilidad psíquica
o inexperiencia.
2. Explotación de alguna de estas situaciones deficitarias, por el lesionante.
Elemento objetivo:
1. Desproporción en las prestaciones, no justificada. Obtención de una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación.
Acciones disponibles: la víctima puede elegir entre la acción de nulidad y la de reajuste. El
demandado, en tanto, solamente tiene a su disposición la acción de reajuste de las prestaciones.
Esta última implica que la parte que sacó ventaja ofrece un plus para expurgar la inequidad
producida por la explotación del estado de inferioridad del actor y equilibrar las prestaciones.
Ineficacia
Introducción
Imposibilidad o privación que tiene el acto o negocio jurídico de producir los efectos propios y
normales del tipo y de satisfacer los intereses buscados por las partes otorgantes. El nuevo código
incorpora la “Teoría General de la Ineficacia”, entiendo a la ineficacia como género y la nulidad como
una categoría de ésta, quizás la más importante. Así en su art. 382 establece: “Categorías de
ineficacia: los actos jurídicos pueden ser ineficaces en razón de su nulidad o de su inoponibilidad
respecto de determinadas personas”.
Capítulo 4: Obligaciones
La obligación de dar es de género (art. 762) si recae sobre cosas determinadas sólo por su especie y
cantidad. Las cosas debidas en una obligación de género deben ser individualizadas. La elección
corresponde al deudor, excepto que lo contrario resulte de la convención de las partes. La elección
debe recaer sobre cosa de calidad media, y puede ser hecha mediante manifestación de voluntad
expresa o tácita. En las obligaciones el pago nunca se juzgará imposible, ejemplo: si una banda de
ladrones fuertemente armados me roban todos los caballos de mi corral, deberé comprar los
caballos para entregar al acreedor y cumplir mi deuda. Se aplica también a las obligaciones de dar
cantidades de cosas y a las obligaciones de dar sumas de dinero (el deudor no se libera de su deuda
si le roban todos sus ahorros).
Obligaciones de cantidad: se llaman obligaciones de cantidad aquellas cuyo objeto es dar cantidades
cosas muebles, se llaman así en obligaciones a las cosas muebles fungibles. En el derecho comercial
y en la técnica contable se las conoce como Mercaderías. Se aplica el principio ya visto de que el
pago nunca se juzgará imposible, o sea que el deudor no se liberará por caso fortuito.
El acreedor tiene la facultad ante la mora del deudor de reclamar judicialmente la entrega de una
cantidad igual a la incumplida o aceptar el cumplimiento por un tercero o reclamar al deudor una
indemnización por daños y perjuicios.
Obligaciones alternativas y facultativas. Obligaciones simplemente mancomunadas y solidarias.
Obligación alternativa: es aquella que tiene por objeto una de entre muchas prestaciones
independientes y distintas las unas de las otras en el contrato, pero el deudor se libera cumpliendo
solo una de ellas. Son obligaciones de igualdad entre sí y sujetas a una elección posterior, dicha
elección la puede realizar el deudor, el acreedor o un tercero y, ésta debe realizarse en el plazo
convenido. Si nada se conviene la elección le corresponde al deudor. Una vez efectuada la elección,
se concentra el vínculo obligacional en dicha prestación como si fuera de objeto singular.
Obligación facultativa: es aquella obligación que, teniendo una sola prestación, le otorga al deudor la
facultad de sustituir esa prestación por otra en el momento del pago. Por ejemplo: de acuerdo al
contrato estoy obligado a entregar un caballo, pero tengo la facultad de cambiar dicha prestación,
dando una suma de dinero.
En caso de mora del deudor, no puede reclamar judicialmente la prestación facultativa, debiendo el
acreedor reclamar la indemnización de daños y perjuicios.
Obligaciones mancomunadas simples: son obligaciones de sujeto plural, en alguna de sus tres
variantes:
A) Dos o más acreedores y un deudor.
B) Dos o más acreedores y dos o más deudores.
C) Un acreedor y dos o más deudores.
Estas obligaciones tienen su causa fuente en el contrato o en el hecho jurídico de la muerte del único
deudor, cuando deja más de un heredero. El objeto de la obligación debe ser divisible:
habitualmente obligaciones de dar sumas de dineros u obligaciones de dar cantidades de cosas.
La característica principal es que el crédito y la deuda se dividen entre los acreedores y los deudores.
Si en el contrato no se pactaron partes desiguales, entonces como norma supletoria, se dividen por
partes iguales. Otra consecuencia importante de estas obligaciones es la independencia de diversos
efectos de las obligaciones:
A) Constitución de mora: la constitución en mora de un deudor, cuando es por interpelación, no
constituye en mora a los demás. Cuando es mora automática, todos quedan constituidos en mora
porque el vencimiento es el mismo para todos.
B) Interrupción del plazo de la prescripción liberatoria: la demanda judicial del acreedor contra uno
solo de los deudores, interrumpe el plazo de la prescripción liberatoria solamente para el deudor
demandando.
C) La mora de un codeudor sólo hace responsable por los daños moratorios al deudor moroso, no
extendiéndose dicha responsabilidad a los deudores no morosos.
D) El codeudor que por error paga la totalidad de la deuda tiene derecho a reclamarle al acreedor lo
pagado en exceso a su parte o puede optar por reclamarle a los otros codeudores la parte de cada
uno de ellos por haberlos beneficiado frente al acreedor.
Obligaciones mancomunadas solidarias: en el derecho comercial y bancario es muy importante
porque el acreedor refuerza su garantía o dicho de otro modo, disminuye el riesgo de incobrabilidad
cuando tiene varios deudores solidarios. Ejemplo: la tarjeta de crédito y su extensión (el usuario de
una extensión de la tarjeta de crédito y el titular de la misma responden por la totalidad de la deuda
que generen ambos).
La solidaridad nace:
A) Del contrato.
B) De los actos ilícitos. Todos los responsables de un delito civil y de un cuasidelito civil son obligados
solidarios frente al acreedor.
C) De la ley: en las obligaciones tributarias, la ley de procedimiento tributario tiene diferentes
supuestos de solidaridad.
En estas obligaciones el acreedor tiene dos deudores, que responden por la totalidad de la deuda,
cada uno de ellos, en la que todos son obligados por propia deuda frente al acreedor. En las
obligaciones solidarias cuando paga un deudor, la obligación se extingue, quedando un problema de
contribución interna entre los deudores, de igual modo el deudor que pagó la deuda tiene derecho a
reclamar a los otros codeudores.
La solidaridad puede ser activa o pasiva. Se llama activa cuando hay dos o más acreedores y pasiva
cuando hay dos o más deudores, pudiendo ser la solidaridad pasiva y activa a la vez.
En la solidaridad activa cada acreedor puede reclamar la totalidad del crédito, pero cuando un
acreedor cobró la totalidad del crédito, la obligación se extinguió y queda pendiente el tema de
distribución interna entre el acreedor que cobró y los coacreedores. En la solidaridad activa el
deudor puede efectuar el pago a cualquiera de los acreedores, si uno de los acreedores lo demanda
y notifica a juicio al deudor, éste debe pagarle al que inició el juicio.
En la solidaridad pasiva el acreedor puede reclamar la totalidad del crédito a cada uno o a todos los
deudores, pero tiene derecho a cobrar solo una vez.
Una aclaración importante del vínculo solidario es que no se trasmite por herencia.
Medidas cautelares
Tenemos como accesorio a los juicios anteriores las medidas cautelares, que tienen como finalidad
el cumplimiento de la futura sentencia favorable al acreedor. Las medidas cautelares son: el
embargo sobre los bienes embargables del deudor, el secuestro de una o más cosas del deudor, etc.
Capítulo 5: Obligaciones
El anatocismo
El anatocismo consiste en el interés compuesto. Es decir, en pactar la capitalización de intereses
que, agregados al capital, vuelven a producir a su vez nuevos intereses.
El nuevo Código admite pacto de intereses compuesto cuando:
- Una cláusula compuesta expresa autorice la acumulación de los intereses al capital con una
periodicidad no inferior a seis meses.
- La obligación se demande judicialmente; en este caso, la acumulación opera desde la fecha de la
notificación de la demanda.
- La obligación se liquide judicialmente.
- Otras disposiciones legales prevean la acumulación.
Si hay o no usura, se verá en cada caso concreto según los criterios que expondremos a
continuación.
El interés y la usura
El interés, como todo lo jurídico, para ser tal debe ser justo. Si el acreedor abusa de los intereses,
estamos en presencia de lo que se llama usura. En principio, rige la tasa en la que acreedor y deudor
se han puesto de acuerdo. Sin embargo, la posible situación de desigualdad entre ellos puede
prestarse a situaciones de abuso o explotación, vulnerando así los límites de la moral y la buena fe
que deben regir las convenciones particulares.
En el examen de la tasa deberá tenerse en cuenta que la misma debe absorber tanto la depreciación
monetaria como el interés puro, el factor de riesgo y demás componentes analizados, no obstante,
no puede llegar a configurar una abusiva explotación (usura) de la situación del deudor. De ser así,
procedería la nulidad parcial de la cláusula que los establece en cuanto exceda el límite que se
juzgue legítimo y ético.
Facultades judiciales
Los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la
capitalización de intereses excede, sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del
dinero para deudores y operaciones similares en el lugar donde se contrajo la obligación.
La relación causal
El Código Civil y Comercial Nacional ha optado por una teoría llamada de la causalidad adecuada.
Artículo 1739. Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o
indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida de chance es indemnizable en la medida en
que su contingencia sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho
generador. Un ejemplo sería: Un gestor avisa por teléfono a su cliente que el trámite terminó y está
por empezar a cobrar la jubilación. El anciano se llena de alegría, con la emoción tiene un paro
cardíaco y muere. No causó el gesto la muerte, porque normalmente nadie se muere porque le den
una buena noticia.
Factor atribución
El factor atribución tradicional y genérico es la culpabilidad. El estudio acerca de si hay o no
culpabilidad, supone otro previo, el de la imputabilidad del agente (la capacidad para ser culpable).
Son inimputables las personas por nacer, los menores de 10 años y los dementes.
Hay dos versiones de la culpabilidad: en sentido amplio el dolo y la culpa en sentido estricto. El dolo
es la intención de dañar a la persona o los derechos del otro. La culpa, en sentido estricto, se da
cuando no hay dolo, sino simplemente negligencia, imprudencia, impericia. Negligencia alude a
quien ha hecho menos de lo que debía hacer; imprudencia es la actitud de quien hace más de lo que
debe hacer; y por último, impericia es el que osa hacer aquello para lo que no está capacitado.
Artículo 1724. Factores subjetivos. Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. La culpa
consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias
de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el
arte o profesión. El dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o con
manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.
Es importante señalar que los jueces para apreciar el grado de culpabilidad de la persona que causó
el daño, tendrán en cuenta el grado de conocimiento que tiene de las cosas o de la situación. Ej: es
más grave si el consejo jurídico lo dio un abogado que un estudiante de derecho.
Artículo 1725. Valoración de la conducta. Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno
conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible al agente y la valoración de la previsibilidad
de las circunstancias.
Hay veces donde se obliga indemnizar a personas que no han incurrido en culpa alguna. Son los
factores objetivos de atribución, también denominada responsabilidad objetiva.
Capítulo 7: Obligaciones
¿Qué se debe pagar? El objeto del pago consiste en la cosa, el hecho o la abstención debida por el
deudor. A continuación desarrollamos los principios de identidad, integridad, puntualidad y
localización.
- Principio de identidad: el acreedor no está obligado a recibir y el deudor no tiene derecho a
cumplir una prestación distinta a la debida, cualquiera sea su valor. El deudor debe satisfacer la
misma e idéntica prestación a la cual se obligó. Por supuesto que el acreedor puede aceptar el
ofrecimiento del deudor de recibir una prestación distinta a la prometida. Este acuerdo se llama
dación de pago.
- Principio de integridad: el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición
legal o convencional en contrario. Si la obligación es en parte líquida y en parte ilíquida, el deudor
puede pagar la parte líquida. Si la obligación es de dar una suma de dinero con intereses, el pago
sólo es íntegro si incluye el capital más los intereses.
Hay algunas excepciones al principio de integridad. Una es lo que se llama pago con beneficio de
competencia. El deudor invocando el beneficio de competencia, puede exigir al acreedor que le
reciba la parte que él buenamente puede pagar, y con cargo de pagar el resto cuando mejore su
fortuna (se utiliza normalmente en los negocios de familia).
- Principio de puntualidad: el artículo 871. Tiempo del pago. El pago debe hacerse:
a) Si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento de su nacimiento.
b) Si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su vencimiento.
c) Si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según su naturaleza y circunstancias de la obligación,
debe cumplirse.
d) Si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez, a solicitud de cualquiera de las partes,
mediante el procedimiento más breve que prevea la ley local.
Artículo 872. Pago anticipado. El pago anterior al vencimiento del plazo no da derecho a exigir
descuentos.
- Principio de localización: Artículo 873. Lugar de pago designado. El lugar de pago puede ser
establecido por acuerdo de las partes, de manera expresa o tácita.
Artículo 874. Lugar de pago no designado. Si nada se ha indicado, el lugar de pago es el domicilio del
deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor tiene derecho a
exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el
lugar de pago sea el domicilio del acreedor.
Esta regla no se aplica a las obligaciones:
· De dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente.
· De obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, el lugar de pago es
donde debe cumplirse la prestación principal.
Dación en pago
La obligación que se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago una prestación
diversa a la adecuada. La dación en pago se rige por las disposiciones aplicables al contrato con el
que tenga mayor afinidad. El deudor responde la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado;
los efectos no hacen renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de
terceros.
Un ejemplo de dación en pago es: el acreedor concurre a cobrar al negocio del deudor, éste le
manifiesta que no posee dinero en efectivo, pero en cambio tiene mercadería para ofrecerle. El
acreedor, antes de quedarse sin nada, acepta, y eso es una dación en pago.
Pago indebido
Hay pago indebido en los siguientes supuestos:
1. Si el solvens no es deudor, salvo que actúe como tercero pagador.
2. Si el accipiens no es acreedor.
3. Si se paga algo distinto de lo debido y no hay acuerdo en la sustitución.
4. Si carece de causa-fuente.
5. Si carece de causa-fin.
Como principio general, el pago indebido deja expedita la acción para reclamar la repetición de lo
pagado contra quien recibió el pago (solvens), teniendo en cuenta la buena o mala fe (el
desconocimiento o no del verdadero estado de las cosas) de éste para graduar las consecuencias.
Jurídicamente “repetir” lo pagado significa pedir devolución, reclamar reintegro de lo pagado
indebidamente, o sea no se aplica el significado de “repetir” que uno utiliza cotidianamente.
Conceptos de novación (Resumen desde el artículo 933 al 941)
La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada a
reemplazarla. La voluntad de novar es un requisito esencial de la novación. En caso de duda, se
presume que la nueva obligación contraída para cumplir la anterior no causa su extinción.
Existen dos tipos de novación: por cambio de deudor o por cambio de acreedor. En cuanto a la
novación por cambio de deudor requiere el consentimiento del acreedor, y viceversa cuando es por
cambio de acreedor.
La novación extingue la obligación originaria con sus accesorios. El acreedor puede impedir la
extinción de las garantías personales o reales del antiguo crédito mediante reserva; en tal caso, las
garantías pasan a la nueva obligación sólo si quien las constituyó participó en el acuerdo novatorio.
Distinguimos ahora las dos clases de novación:
- Novación objetiva: cuando la nueva obligación ha cambiado el objeto debido (prestación) o la
fuente de la obligación.
- Novación subjetiva: cuando en la nueva obligación se ha operado un cambio de acreedor, de
deudor o de ambos.
Remisión
La remisión es un acto jurídico que se rige por las mismas condiciones y caracteres que la renuncia,
con una salvedad: sólo se concibe la remisión a título gratuito. La remisión puede resultar de una
declaración expresa del acreedor no sujeta a formalidad, o bien, de un comportamiento del acreedor
del cual pueda conocerse con certidumbre su voluntad de remitir, por ej: cuando el acreedor
entregue voluntariamente el documento original en el que se conste la deuda.
Imposibilidad de pago
Se admite imposibilidad de pago cuando la prestación que forma la materia de la obligación, viene a
ser física o legalmente imposible sin culpa del deudor.
1. La prestación debe ser de ejecución imposible, sea material (el pianista contratado para un
concierto, que en un accidente pierde un brazo) o legalmente (la expropiación de un inmueble
prometido en venta).
2. Debe tratarse de una imposibilidad sobreviviente a la constitución de la obligación pues si fuera
anterior o simultánea no habría nacido la obligación por falta de objeto. Habría una falla originaria, y
estaríamos ante un problema de nulidad.
3. La imposibilidad de pago debe haberse originado en el dolo o culpa del deudor.
Prescripción liberatoria. Noción. Plazo normal y algunos plazos especiales (Resumen desde el
artículo 2532 al 2564)
La ley define la prescripción liberatoria como el medio de liberarse de una obligación por el
transcurso del tiempo y la inacción del acreedor. Se distingue de la prescripción adquisitiva o
usucapión, pues está consiste en la adquisición de un derecho real, por la continuación de la
posesión durante el tiempo fijado por la ley (más la inacción del propietario). Por ejemplo, quien ha
poseído un inmueble durante 20 años, aunque sea de mala fe, adquiere el derecho de dominio.
La prescripción liberatoria reúne los siguientes caracteres:
A) Tiene su origen en la ley, que es la que regula las condiciones para que se produzca sus efectos,
iniciación del curso y extensión de los plazos.
B) El interesado puede renunciar a los beneficios de la prescripción ya ganada pero no puede
renunciar anticipadamente a invocarla
C) La prescripción no puede declararse de oficio por los jueces. Debe oponerse por el interesado al
contestar la demanda o en la primera presentación en un juicio que haga quien intente oponerla.
D) La obligación prescripta aún subsiste como obligación natural en los alcances que ya hemos visto.
En cuanto a la duración de los plazos de prescripción la ley establece un principio general que
también funciona como regla subsidiaria: toda acción personal por deuda exigible se prescribe por
cinco años, salvo disposición especial que fije un plazo menor. La regla básica es que el plazo
comienza a correr desde que la acción ha nacido, o sea, desde el momento en que el acreedor puede
exigir (iniciar demanda judicial). Pues, solamente, puede hablarse de inacción del acreedor cuando
éste puede presentar la demanda judicial y no lo hace.
El pazo de prescripción comienza a correr. ¿Qué puede ocurrir con ese transcurso del plazo? Hay que
distinguir suspensión e interrupción de tal plazo de prescripción:
La suspensión de la prescripción consiste en la paralización del curso de la misma en virtud de
causas existentes o sobrevivientes al momento de la constitución de la obligación. La suspensión
impide que siga corriendo el curso de la prescripción, a través del tiempo, mientras subsista la causa
que dio lugar a ella; en caso de que se reanude el curso de la prescripción se computará y sumará
como válido el plazo que hubiera transcurrido hasta la suspensión. Las causas de suspensión de la
prescripción son las siguientes:
· El matrimonio entre acreedor y deudor mientras subsista vínculo conyugal. La norma comprende
aun las acciones que hubiesen de recaer solo sobre uno de ellos.
· La aceptación de herencia con beneficio de inventario suspende la prescripción de los créditos del
heredero contra la sucesión y viceversa mientras subsista el beneficio.
· La querella criminal deducida en sede penal suspende la prescripción de la acción por
responsabilidad civil hasta la terminación del proceso penal. Entre otras causas.
Cuando hay interrupción de la prescripción, el plazo que está corriendo se detiene, y cesado el
hecho interruptivo, vuelve a arrancar el plazo desde cero. Es como un “borrón y cuenta nueva”. No
se tiene más en cuenta el tiempo que había comenzado a correr. Las causas de interrupción de la
prescripción son las siguientes:
· Demanda judicial contra el deudor, aunque sea interrumpida ante juez incompetente o fuere
defectuosa y aunque el demandante no haya tenido capacidad legal para presentarse en juicio. La
interrupción de la prescripción se tendrá por no sucedida en los siguientes casos:
a) si el demandante desiste de ella
b) si se opera la caducidad de la instancia
c) si se rechaza la demanda.
· Compromiso arbitral, entre acreedor y deudor, que es un convenio posterior al nacimiento de la
obligación y por el cual deudor y acreedor convienen en someter a un árbitro, que ellos eligen, para
resolver diferencias, evitando el juez natural.
· El reconocimiento expreso o tácito de la deuda por parte del deudor.
Contratos preliminares
Los contratos preliminares son aquellos que obligan a celebrar un contrato definitivo, y que generan
una obligación de hacer. Para que sea eficaz tiene que poseer los elementos del contrato definitivo.
El plazo de vigencia de las promesas previstas es de un año, o uno menor si así lo convienen las
partes, quienes pueden renovarlo a su vencimiento.
El pacto de preferencia puede considerarse un contrato preparatorio, ya que el definitivo se
celebrará si el dador de la preferencia decide hacerlo y si el beneficiario también acepta, y genera
una obligación de hacer a cargo de una de las partes, autorizándose la opción recíproca en algunos
casos especiales.
Causa
La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la
voluntad. No obstante la ley no ha establecido correctamente la obligatoriedad de la causa, el art.
1013 determina que ella “debe existir en la formación del contrato y durante su celebración y
subsistir durante su ejecución”. Concluyendo en la necesidad de su existencia en todos los contratos.
Falta de causa: dispuesto en el mismo artículo 1013, la falta de causa dará lugar, según los casos, a la
nulidad, adecuación o extinción del contrato.
Presunción de causa: aunque la causa no esté expresada en el acto se presume que existe mientras
no se pruebe lo contrario. El acto es válido aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra
causa verdadera.
Falsa causa: la falsa causa está presente cuando las partes hagan figurar en los negocios que
realizan, causas que no son las verdaderas. El acto será igualmente válido aunque la causa sea falsa,
siempre que se fundamente en otra que sea real y verdadera. Se produce una situación que se
conoce como inversión de la carga probatoria e implica concretamente que en estos casos quien
pretenda mantener la validez del acto deberá demostrar no solamente que existe una causa
verdadera, sino que además es una causa lícita.
Causa ilícita: la causa es ilícita si es contraria a la moral, el orden público o las buenas costumbres. En
la actual regulación se marca una diferencia según una sola de las partes o ambas hayan realizado el
negocio por un motivo ilícito. Cuando ambas partes participaron de la ilicitud, el contrato será
totalmente nulo. Pero si la conducta ilícita es claramente atribuible a una sola de las partes, ésta no
podrá hacer valer el acto frente a la otra, en cambio quien ha obrado de buena fe y sin conducta
ilícita tiene el derecho de reclamar la devolución de lo que hubiere entregado, sin la carga de
cumplir con aquello a que se hubiere obligado.
Forma: el principio general que establece el Código Civil y Comercial en el artículo 1015 es el de la
libertad de formas, y excepcionalmente serán formales si alguna norma así lo establece. Esto implica
que a la hora de celebrar cualquier contrato (salvo los excepcionalmente formales) las partes tienen
una gran libertad a su disposición en cuanto a la elección de las formas. Es muy recomendable
celebrarlos como mínimo por escrito, con detalle de las condiciones acordadas y con tantos
ejemplares como partes intervengan, además obviamente de no incluir cláusulas ilícitas o contrarias
a la moral, el orden público y las buenas costumbres.
En cuanto a las modificaciones del contrato, para el nuevo contrato existe la obligación de celebrarlo
con las mismas formalidades que el anterior, así, si el contrato originario se había celebrado por
escrito, las modificaciones deberán seguir idéntica modalidad.
Como una excepción al principio general de libertad en las formas, la ley prevé que ciertos contratos
deben celebrarse por escritura pública: los relacionados a inmuebles y todos los actos que sean
accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública.
Prueba
Todo medio eficiente será válido para probar el contrato de que se trate, estableciéndose como
únicas excepciones que cuando se hubiere previsto un medio de prueba específico la norma no será
aplicada, y que si el contrato de que se trata es de uso frecuente realizar mediante algún
instrumento no podrá ser probado solamente con testigos.
Obligación de saneamiento
La doctrina ha definido al saneamiento como una forma de amparar al comprador a título oneroso,
de los defectos ocultos que tenga la cosa adquirida (vicios redhibitorios) y(o de la turbación sufrida
en el ejercicio de sus derechos por parte de terceros. Son consideradas cláusulas naturales en todos
los contratos onerosos, ya que existirán aunque no se los estipule expresamente. En cuanto a los
contratos de título gratuito, el adquiriente podrá ejercer en su provecho las acciones de
responsabilidad que correspondan a su antecesor en el derecho.
Vicios redhibitorios: es una garantía de los contratos onerosos que permite al adquiriente de un
bien, devolverlo al vendedor si presenta vicios que lo hacen impropio para su fin, o exigir una
disminución proporcional al precio. Deben ser materiales y ocultos, por lo que si eran visibles no
podrán luego reclamarse.
Quienes están obligados: Están obligados al saneamiento:
a) el transmitente de bienes a título oneroso;
b) quien ha dividido bienes con otros;
c) sus respectivos antecesores, si han efectuado la correspondiente transferencia a título oneroso.
Subcontrato
El artículo 1069 lo define como un nuevo contrato mediante el cual el subcontratante crea a favor
del subcontratado una nueva posición contractual derivada de la que el primero tiene en el contrato
principal. Debe reunir todos los requisitos generales y especiales de aquel del que depende.
Es una conexión unilateral, porque es el nexo de una parte, por ejemplo en el caso del locatario que
se convierte en sublocador, subalquilando a un tercero el mismo inmueble del cual él es inquilino,
siempre por supuesto que esta sublocación no esté prohibida en el contrato original.
Contratos conexos
Se trata de un grupo de contratos, cada uno con su propia tipicidad, causa y objeto, pero existe una
operación económica superior a ellos que los conecta y les brinda un sentido único. Son contratos
autónomos que interactúan y funcionan entre ellos, y el fracaso de uno puede determinar el fracaso
del grupo o sistema. Estos contratos tienen que tener autonomía, estar vinculados entre sí, poseer
una finalidad económica en común y que haya dos o más contratos.
La conexidad debe estar previamente establecida, por convenio de las partes, por la ley o por los
hechos. Un ejemplo común es la compra de bienes a través de tarjetas de crédito.
Boleto de compraventa
El boleto de compraventa es la forma de adquisición de inmuebles por instrumento privado. En el
caso de compraventa de inmuebles el comprador de buena fe tiene prioridad sobre los terceros que
hayan trabado cautelares sobre el inmueble vendido cuando: a) el comprador contrató directamente
con el titular registral; b) pagó por lo menos 25% del precio antes de la traba de la cautelar; c) el
boleto tiene fecha cierta; d) y que tenga publicidad suficiente ya sea registral o posesoria.
Permuta
Hay permuta si las partes se obligan recíprocamente a transferirse el dominio de cosas que no son
dinero. Los gastos, salvo pacto en contrario son soportados por los contratantes en partes iguales.
Locación
Hay contrato de locación si una pate se obliga a otorgar a otra el uso y goce temporario de una cosa,
a cambio del pago de un precio en dinero. Toda persona de 18 años puede celebrar un contrato de
locación con las limitaciones establecidas en el código para la persona incapaz o con capacidad
restringida. La forma es por escrito y hay trasmisión por causa de muerte, excepto pacto en
contrario.
El artículo 1190 establece el continuador de la locación diciendo: si la cosa locada es inmueble o
parte material de un inmueble, destinado a habitación, en caso de abandono o de fallecimiento del
locatario, la locación puede ser continuada en las condiciones pactadas y hasta el vencimiento del
plazo contractual, por quienes lo habiten y acredite haber recibido del locatario ostensible trato
familiar durante el año previo al abandono o fallecimiento. El derecho del “continuado” en la
locación prevalece sobre el del heredero del locador.
Objeto y destino
Toda cosa presente o futura cuya tenencia este en el comercio puede ser objeto de contrato de
locación. Debe ser determinable aunque sea solo en especie. El destino de la cosa locada debe
establecerse en el contrato, si no se conviene puede darse el destino que tenía antes del contrato
según el lugar y su naturaleza. En este caso se aplican las normas de la locación habitacional. Si el
destino es habitacional no se puede requerir al locatario el pago de alquileres anticipados por
período mayor de un mes, depósitos de garantías por más de un mes por cada año, etc.
Tiempo de locación
El Código Civil y Comercial establece un plazo máximo de 20 años para destino habitacional y de 50
años para otro destino, el plazo mínimo cualquiera sea su destino es de 2 años. Este plazo mínimo
legal para locación de inmuebles tiene excepciones en caso de:
· Sede de embajada, consulado u organismo internacional.
· Habitación con muebles que se arrienden con fines turísticos, descanso, similares.
· Guarda de cosas.
· Exposición u ofertas de cosas o servicios en un predio ferial.
Obligaciones de las partes
- Del locador:
a) Entregar la cosa conforme a lo pactado, en estado apropiado y la excepción está dada si el
locatario conoce sus defectos.
b) Conservar la cosa con aptitud para el uso convenido, efectuar a su cargo las reparaciones que
exija el deterioro en su calidad por su propia culpa, la de sus dependientes, hecho por terceros o
caso fortuito. Si la reparación produce o interrumpe su uso y goce como fue convenido, el locatario
tiene derecho a una reducción de precio.
- Del locatario
a) Prohibición de variar destino contratado, no lo puede hacer ni aunque no cause perjuicio al
locador.
b) Debe conservar la cosa en buen estado, responde por los daños que ocasionen los visitantes, o
sus dependientes, responde por destrucción por incendio no originado por caso fortuito.
c) Pagar el canon locativo asumido convencionalmente y toda prestación también convenida.
d) Pago de cargas y contribuciones de la actividad.
e) Restituir la cosa en el estado en que la recibió salvo deterioros propios del transcurso del tiempo y
uso regular de la cosa.
Régimen de mejoras
El artículo 1211 del CCyC establece como regla que el locatario puede realizar mejoras en la cosa
locada, excepto que esté prohibido en el contrato, alteren su forma o haya sido interpelado a
restituirla. El locatario no tiene derecho a reclamar el pago de las mejoras útiles y de mero lujo pero
sí las mejores necesarias que hubiere hecho.
Cesión y sublocación
Cesión: cualquiera de las partes puede trasmitir a un tercero su posición contractual, si las demás
partes lo consienten antes, simultáneamente o después de la cesión. La cesión que no reúna estos
requisitos viola la prohibición de variar el destino de la cosa locada. Si se prohíbe ceder se prohíbe
sub-locar y viceversa.
Sublocación: el locador puede dar en sublocación parte de la cosa locada sino hay pacto en
contrario. Comunicar en forma fehaciente al locador su intención de sublocar, el nombre, domicilio
de la persona que propone contratar y el destino que se le dará, el locador se puede oponer
comunicando de forma fehaciente dentro del plazo de 10 días desde que fue notificado. El silencio
del locador importa su conformidad. La sublocación contratada en oposición del locador o con
apartamiento de los términos que le comunicaron viola la prohibición de variar el destino de la cosa
locada.
El locador tiene acción directa contra el sublocatario para cobrar el alquiler adecuado por el
locatario, en la medida de la deuda del sublocatario. También puede exigir de éste el cumplimiento
de las obligaciones que la sublocación impone. Recíprocamente, el sublocatario tiene acción directa
contra el locador para obtener a su favor el cumplimiento de las obligaciones asumidas en el
contrato de locación.
Obra y servicios
El servicio es un hacer específico, brinda una función intangible ya que es una actividad que
involucra una obligación de hacer. La obra es el resultado producible de una actividad y su entrega.
La obra se pretende un resultado.
Hay contrato de obra o de servicios cuando una persona, según el caso el contratista o el prestador
de servicios, actuando independientemente, se obliga a favor de otra, llamada comitente a realizar
una obra material o intelectual o a proveer un servicio mediante una retribución.
Referido a los Medios utilizados: a falta de ajuste sobre el modo de hacer la obra, el contratista o
prestador de los servicios elige libremente los medios de ejecución del contrato y también pueden
solicitar cooperación de terceros cuando no haya sido elegido por sus cualidades para realizarlos
personalmente todo o en parte.
El contrato de obra puede ser ajuste alzado o retribución global, por unidad de medida, por coste y
costas o por otro sistema convenido por las partes, con o sin provisión de materiales, en terreno del
comitente, de un tercero y la forma de retribución si la obra se contrata a coste y a costas se
determina el valor de los materiales, de la mano de obra o indirectos.
La parte de los contratos de servicios se remite a las obligaciones de hacer distinguiéndose los casos
de mera actividad, de los otros en los que se promete eficacia. Esto se debe a la diversidad de las
actividades profesionales lo que hace difícil cuadrarlas en un solo tipo especial.
Diferencias con el contrato de trabajo: la definición de contrato de obra comienza señalando que se
actúa independientemente, primera división porque el contrato de trabajo es dependiente, se
trabaja en relación de dependencia. Además el prestador autónomo tiene discrecionalidad técnica
para elegir los medios que le permiten ejecutar el contrato, el trabajador recibe directrices, órdenes
para ejecutar su trabajo.
Familias
La familia llamada tradicional, es una familia matrimonializada, paternalizada y patrimonializada,
sacrializada y bioligizada, viene sufriendo cambios. Esos cambios son producto de: la desaparición de
la economía agraria como forma de la subsistencia y el traslado de grandes masas de población del
campo a las ciudades; la revolución industrial, el acceso a la mujer a las fuentes de trabajo, su
emancipación, la creciente intervención del Estado para atender a la educación de los niños, etc.
En la segunda mitad del siglo XX se pasó de un modelo cerrado de familia, centrado en la figura del
pater familia a otro abierto, con diversos protagonistas, portadores de nuevas necesidades y nuevos
derechos. En consecuencia el vocablo familia, dejó de aludir a un grupo homogéneo en su
configuración, fundado con exclusividad en el matrimonio heterosexual o en la filiación para dar una
cierta heterogeneidad.
Matrimonio
Para la existencia del matrimonio es indispensable el consentimiento de ambos cónyuges expresado
personalmente y conjuntamente ante la autoridad competente para celebrarlo. Tanto el Código Civil
de Vélez Sarsfield, como las leyes 2393 y 23515 consideraban que el matrimonio se celebraba entre
hombre y mujer. A partir de la ley 26.618 se incorpora el contraído por personas del mismo sexo,
como consecuencia de que las personas que pertenecían a una misma orientación sexual,
empezaron a reivindicar sus derechos.
Los esposos que se comprometen a desarrollar un proyecto de vida en común basado en la
cooperación, la convivencia y el deber moral de la fidelidad. Deben prestarse asistencia mutua.
El matrimonio se disuelve por: la muerte, sentencia firme de ausencia con presunción del
fallecimiento y el divorcio declarado judicialmente.
Parentesco
Es el vínculo que existe entre personas en razón de la naturaleza, el uso de las técnicas de
reproducción humana asistida, la adopción y la afinidad. El parentesco por naturaleza es el que
vincula a las personas que descienden unas de otras o de un antepasado común.
En el parentesco por adopción debemos distinguir:
· La adopción simple el adoptado es integrado como un hijo biológico de aquél o aquellos, pero no
crea vínculo de parentesco con el resto de la familia de los adoptantes.
· La adopción pena constituye una filiación que se sustituye a la de origen, por la cual el adoptado
queda emplazado con los mismos derechos que un hijo biológico, con vinculación con toda la familia
de los adoptantes.
El parentesco por técnicas de reproducción humana asistida se da cuando el niño/niña crea vínculo
de parentesco asimilable a la filiación por naturaleza.
Filiación
La filiación tiene su origen en tres fuentes:
- Por naturaleza: se origina en el acto sexual y, por ende, en el elemento biológico; se generan
vínculos entre el hijo engendrado, con su padre y madre, existe una identificación cromosómica
entre padres e hijos.
- Por técnicas de reproducción humana asistida: se funda en el acto médico y, como consecuencia de
ello, con independencia del dato biológico o genético. Lo que hace nacer la filiación es la voluntad
procreacional conjuntamente con el consentimiento informado.
- Por adopción: A diferencia de las TRHA donde la voluntad debe ser manifestada con anterioridad a
la gestación, en la adopción la voluntad se expresa respecto a una persona ya nacida, o sea, el
vínculo surge con posterioridad al nacimiento.
Disposiciones comunes
Bajo la denominación “disposiciones comunes” el Código recepta un régimen que en doctrina se
llama “estatuto patrimonial de base”, “régimen patrimonial primario”, entre otros, que está
conformado por un grupo de normas, referidas a la cuestión económica del matrimonio, que se
aplican en forma imperativa en todo el régimen.
El objetivo de estas disposiciones es asegurar un sistema solidario y asociativo que obligue a ambos
cónyuges a satisfacer las necesidades del hogar y asegure a los acreedores que esas deudas serán
solventadas con el patrimonio de los dos esposos, por un lado, pero también para proteger la
vivienda familiar y los bienes que la componen. Los caracteres de estas disposiciones son:
imperativas, inderogables, permanentes y de orden público.
El régimen patrimonial primario contiene normas que se refieren a:
- Determinar cómo deben contribuir los cónyuges a solventar las necesidades del hogar: los
cónyuges deben contribuir a su propio sostenimiento, el del hogar y el de los hijos comunes, y de los
menores de edad con capacidad restringida, o con discapacidad, de uno de los cónyuges, que
convivan con ellos y en proporción a sus recursos. Esto se realiza a través del sostenimiento
recíproco de los cónyuges, el de los gastos del hogar y el de la crianza y educación de los hijos
comunes convivan o no y los hijos incapaces de uno de los cónyuges que convivan con ellos.
- Establecer la responsabilidad de los cónyuges frente a los acreedores: el acreedor podrá atacar
todos los bienes de cualquiera de los cónyuges, siempre y cuando se trate de deudas para solventar
las necesidades ordinaras del hogar o el sostenimiento o la educación de los hijos comunes. Se
denomina contribución solidaria.
- Fijar normas para proteger la vivienda familiar y los bienes que la componen: la vivienda familiar
tiene protección constitucional y de tratados internaciones con jerarquía constitucional.
- Disponer el asentimiento para los actos de disposición de vivienda común y los bienes que la
componen: los actos que requieren asentimiento son todos aquellos que impiden o restringen el uso
de la vivienda por los cónyuges. El artículo exige a cada uno de los cónyuges obtener asentimiento
del otro para disponer de los derechos sobra la vivienda familiar, así como para disponer y
transportar los muebles indispensables de ésta.
- Prever la forma en que se suplirá el asentimiento en caso de ausencia, negativa injustificada o
impedimento voluntario o involuntario de uno de los cónyuges o con el objeto de proteger los
intereses familiares, dicha autorización debe ser judicial, siendo oponible al cónyuge sin cuyo
asentimiento se le otorgó, sin derivar ninguna obligación a su cargo. El fin de la autorización es
superar un conflicto entre cónyuges, que ha de resolverse, conforme al interés familiar.
- Establecer la ineficacia de los actos realizados sin asentimiento: el acto otorgado con autorización
judicial es oponible al otro cónyuge sin que ello le imponga obligación personal alguna a su cargo.
- Otorgar medidas precautorias para impedir que se defraude el régimen.
- Mandato entre cónyuges: rige la libertad de contratación entre marido y mujer, autorizándose el
contrato del mandato de uno de los cónyuges a favor del otro para ejercer los poderes que al
mandate corresponden.
Régimen de comunidad
El Código Civil y de Comercio opta por un régimen de comunidad de ganancias de carácter supletorio
cuya característica es la formación de una masa de bienes que a la disolución debe dividirse entre los
esposos o entre estos y sus herederos, por partes iguales. El régimen supletorio de la comunidad es
el que mejor protege al cónyuge que no trabaja fuera del hogar o que tiene menores recursos,
porque permite quien no genera ingresos adquirir la mitad del patrimonio ganancial a la disolución
del matrimonio.
Bienes conyugales
En el régimen de comunidad de bienes se clasifican en bienes propios y bienes gananciales,
constituyendo el capital del régimen.
Los bienes propios son: los bienes aportados al matrimonio; bienes adquiridos a título gratuito; los
adquiridos por subrogación real con otros bienes propios; los adquiridos por título o causa anterior
al matrimonio; los adquiridos por accesión; los bienes propios por su naturaleza y los de la
propiedad intelectual.
Los bienes gananciales: son los adquiridos a título oneroso durante el matrimonio; los adquiridos
por hechos de azar, lotería, juego y apuestas; los frutos naturales, civiles, industriales de los bienes
comunes y de los propios de cada cónyuge; los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o
industria de cada uno u otro cónyuge; lo devengado durante la comunidad como consecuencia del
derecho de usufructo de carácter propio, entre otros.
Responsabilidad – Deudas de los cónyuges
Los cónyuges responden solidariamente por las obligaciones contraídas por uno de ellos para
solventar las necesidades ordinarias del hogar o el sostenimiento y la educación de los hijos. Cada
uno de los cónyuges responde frente a sus acreedores con todos sus bienes propios y los gananciales
por él adquiridos. El principio se refiere a que cada cónyuge responde por las obligaciones que
contrae en forma personal, con la totalidad de sus bienes que están bajo su titularidad. No responde
por las obligaciones contraídas por el otro. Existen dos excepciones: a) las deudas contraídas por
cualquiera de los cónyuges para satisfacer las necesidades ordinarias del hogar; b) el sostenimiento y
la educación de los hijos comunes que convivan con ellos y sean menores de edad, con capacidad
restringida, o con discapacidad.
Las deudas de una persona casada bajo el régimen de ganancialidad se clasifican en personales,
solidarias y concurrentes:
· Son personales: todas aquellas contraídas por los cónyuges durante el matrimonio. Podemos
sostener que son personales: todas las deudas de origen contractual, las derivadas de honorarios en
el juicio de divorcio, las que surjan de la conservación de los bienes propios del cónyuge, etc.
· Son solidarias: las de la contribución a las cargas del hogar y a la educación y mantenimiento de los
hijos.
· Son concurrentes: las contraídas para la conservación y reparación de los bienes gananciales.
Recompensa
El artículo 468 establece que cuando una deuda personal de un cónyuge es solventada con fondos
gananciales, se debe recompensar a la comunidad; y si se solvento con fondos propios una deuda de
la comunidad, se debe recompensar al cónyuge que la solventó con propias deudas de la
comunidad. El fundamento de las recompensas es mantener la integridad del patrimonio de los
esposos para lograr que la partición de la comunidad sea justa y conforme a su finalidad.
Los que deben pagarla son los cónyuges o sus herederos. El pago de las recompensas debe encararse
como la satisfacción de una relación crédito-deuda entre el cónyuge acreedor y el cónyuge deudor, o
entre uno de ellos y los herederos del otro.
Gestión
El Código Civil y Comercial sostiene que cada cónyuge, tiene la libre administración y disposición de
todos los bienes que son de su titularidad, excepto si se trata de la vivienda familiar y los muebles
que la integran, donde se requiere asentamiento para disponer de ellas y los límites al poder
dispositivo trazados en el régimen de comunidad.
En cuanto a los bienes gananciales la administración y disposición de los mismos corresponde al
cónyuge que los ha adquirido. El principio general es la libre administración y disposición de los
bienes gananciales por parte del cónyuge titular conforme a la libertad contractual que rige en
materia patrimonial. Hay excepciones, que tienen lugar por finalidad evitar que la libre
administración se convierta en un instrumente de fraude en detrimento del otro, privándolo de la
mitad que le pudiera corresponder al momento de la disolución de la comunidad. Alguna de ellas
son:
· Bienes registrables.
· Las acciones normativas no endosables y no cautelares.
· La participación en sociedades no exceptuadas, se requerirá contar con la conformidad del
consorte para disponer de las participaciones gananciales en las sociedades de un solo socio, en las
de capital e industria, en las colectivas, en las comanditas por acciones, como así también en las
sociedades irregulares o en formación.
· Los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.
En cuanto a los bienes adquiridos conjuntamente “la administración y disposición de esos bienes,
corresponde en conjunto a ambos, cualquiera sea la parte correspondiente a cada uno de ellos. En
caso de disenso entre ellos, el que toma la iniciativa del acto puede requerir que se los autorice
judicialmente.
Extinción de la comunidad
La disolución del régimen de gananciales se produce en el momento en el que concluye la
comunidad dinámica de bienes y se transforma en una comunidad estática pendiente de liquidación
y partición.
Son causales de extinción:
- La muerte comprobada o presunta de uno de los cónyuges.
- La anulación del matrimonio putativo (matrimonio anulado contraído de buena fe por ambos y
cuando fue contraído por buena fe de uno y mala fe del otro).
- La sentencia de divorcio produce la extinción de la comunidad de pleno derecho.
- La separación judicial de bienes.
- Por último, la modificación del régimen matrimonial convenido.
Los ejemplos de extinción extrajudicial es la muerte y la modificación del régimen, y judiciales son el
divorcio, la nulidad, la separación judicial de bienes.
Indivisión poscomunitaria
Es la situación en que se halla la masa de bienes gananciales desde la disolución de la sociedad
conyugal hasta la partición. Los cónyuges pueden acordar las reglas de administración y disposición
de los bienes indivisos, previéndose expresamente el deber de informar un cónyuge al otro su
intención de otorgar actos que excedan la administración ordinara con una antelación razonable,
pudiendo el otro oponerse judicialmente. Ambos cónyuges tienen derecho a continuar usando y
gozando de los bienes gananciales, pudiendo reclamar una indemnización si alguno los utiliza de
forma distinta a la acordada.
El activo de la indivisión está formado por:
· Los bienes gananciales existentes en el momento de la disolución de la comunidad.
· Los adquiridos después por título o causa anterior a la disolución.
· Los que los sustituyeron por subrogación real.
· Los frutos, rentas y productos de los bienes gananciales.
El esposo que usa esos bienes debe rendir cuenta al otro por sus actos de administración posteriores
a la disolución de la comunidad.
Liquidación – Partición
La liquidación es la etapa que sigue a la extinción. Dentro de esa etapa se producen las recompensas
que resuelve que cada cónyuge responde con sus bienes propios y la porción de gananciales que se
hayan adjudicado, por las deudas contraídas después de la extinción y antes de la liquidación.
Las recompensas serán debidas entres los cónyuges cuando se den los siguientes supuestos:
· La comunidad haya acrecido o se haya beneficiado con valores en su origen propio de cualquiera de
los cónyuges.
· El patrimonio de uno de los cónyuges haya acrecido o se haya beneficiado con valores gananciales.
La última etapa de la liquidación de la sociedad conyugal es la partición, período en el que se
convierte el derecho en expectativa a la mitad indivisa que cada cónyuge tenía en una suma de
valores concretos de su absoluta propiedad.
No habrá partición cuando:
· No haya bienes
· Cuando la disolución es por muerte y el cónyuge supérstite es el único heredero.
· Cuando existía un supuesto de indivisión forzosa, establecido por el testador o por los terceros.
El saldo partible queda determinado por la suma de todos los bienes gananciales, más los créditos y
valor de las mejoras, restándole las deudas y cargas que correspondieren. La masa común es la que
en definitiva se dividirá en partes iguales y los cónyuges podrán dividirse y adjudicarse los bienes de
la forma y modo que crean pertinente, ya que durante este período rige entre las partes el principio
de libertad contractual.
Apertura de la sucesión
El artículo 2277 establece que la muerte de una persona causa la apertura de la sucesión y la
trasmisión de la herencia. En cuanto a la apertura establece tres principios generales para la
interpretación y la aplicación de la sucesión:
1. La muerte, real o presunta determina la apertura de la sucesión.
2. El fallecimiento produce la trasmisión inmediata de los bienes de la persona fallecida a sus
sucesores.
3. Se trasmite la totalidad del patrimonio, excepto los derechos en consideración de la persona.
La muerte, la apertura de la sucesión y la trasmisión de la herencia se producen en el mismo
momento, aun cuando los herederos o legatarios no supiesen de la muerte del causante.
La trasmisión de la herencia de las personas llamadas a suceder puede tener su origen en el
testamento o en las disposiciones de la ley, ésta última llamada sucesión intestada.
Heredero y legatario
El artículo 2278 menciona y define las formas de ser llamado a la sucesión. Se distingue:
- En relación al contenido de la trasmisión: al heredero, heredero de cuota y al legatario.
- Por la forma de ser llamado puede ser: heredero o legatario.
Heredero o sucesor universal es aquel a quien se le trasmite la universalidad o una parte indivisa del
patrimonio del causante. Bajo esta concepción el “heredero de cuota” es también considerado un
heredero universal. El heredero instituido en un testamento puede ser llamado a la universalidad de
la herencia, o, a una parte de cuota de ella (heredero de cuota). Ocupa la posición jurídica del
causante como consecuencia, en principio, adquiere los bienes del causante, asume sus deudas y
adquiere la posesión de las cosas.
La diferencia entre el heredero universal con el heredero de cuota, es que el primero tiene derecho
de acrecer.
Legatario es aquel que recibe un bien particular o conjunto de ellos. No sucede la posición jurídica
del causante, sino que efectúa esencial y directamente una adquisición.
Diferencia entre heredero y legatario:
El heredero responde por las deudas del causante y queda investido como heredero, sin
intervención judicial, desde la muerte del causante. Mientras que el legatario no responde por las
deudas, a no ser que se lo designe como: legatario universal; se le impongan las cargas del legado; se
trate de un legado de cosas gravadas; y por último, debe solicitar la entrega del legado al: heredero,
al albacea o al administrador.
Renuncia
La renuncia manifiesta su voluntad de no ser heredero. Los caracteres de renuncia son:
· Debe ser expresa: no se presume.
· Es unilateral: depende únicamente de la voluntad del renunciante.
· Es formal: pues debe ser expresada en escritura pública o en acta judicial incorporada al expediente
judicial, siempre que el sistema informático asegure la inalterabilidad del instrumento.
La renuncia es retractable siempre que no haya caducado su derecho de oposición, es decir:
- Cuando no pasaron los diez años de la apertura de la sucesión.
- Si la herencia no ha sido aceptada por los otros herederos.
- Si se ha puesto al Estado en posesión de los bienes.
Producida la renuncia opera el derecho de representación.
Sucesiones intestadas
Teniendo en cuenta el origen del llamamiento a la sucesión, esta puede ser: testamentaria o
intestada (ab intestato). La primera se produce cuando existe un testamento, mientras que la
intestada es la deferida por ministerio de la ley, a falta, ineficacia o insuficiencia de las disposiciones
testamentarias.
La legislación convoca, en primer término, a los descendientes, no habiéndolos, llama a los
ascendientes, ambos órdenes de descendientes y ascendentes, concurren con el cónyuge supérstite,
quien a su vez, hereda como único sucesor universal ab intestato cuando no sobrevivan al causante
descendientes, ni ascendientes, excluyendo los colaterales, estos últimos son solamente llamados en
ausencia de descendientes, ascendientes y cónyuge.
Sucesiones ascendientes
Los ascendientes heredan a falta de descendientes. Los ascendientes concurren con el cónyuge
sobreviviente y excluye a los colaterales. Si los ascendientes concurren solos a la sucesión del
causante parten la herencia por cabeza o la recibe el único ascendiente sobreviviente más próximo.
Si concurren con el cónyuge comparte con este el haber hereditario por mitades, una parte para el
supérstite y la otra para los ascendientes, cualquiera sea su número.
En el régimen separación de bienes: la herencia se encuentra constituida por todos los bienes del
difunto, sin distinción alguna.
En el régimen comunidad de bienes: todos los bienes gananciales que le hayan sido adjudicados en
la división del régimen patrimonial, se dividen por mitades.
del causante.
Cuando el causante no deja ni descendientes ni ascendientes que actualicen su vocación sucesoria,
el cónyuge hereda la totalidad de los bienes.
Declaración de vacancia
A pedido de cualquier interesado o del Ministerio Público, se debe declarar vacante la herencia si no
hay herederos aceptantes ni el causante ha distribuido la totalidad de los bienes mediante legados.
La herencia se encuentra vacante cuando se ha producido el fallecimiento del causante sin que haya
acreditado su vocación hereditaria ningún sucesor legítimo o testamentario, o cuando las
disposiciones testamentarias no cubren toda la herencia y no existen herederos legítimos. En esos
casos los bienes se le atribuyen al Estado.
Porción legítima
Tiene una porción legítima de la que no pueden ser privados por testamentos ni por actos de
disposición entre vivos a título gratuito, los descendientes, los ascendientes y el cónyuge. La legítima
es una institución del derecho sucesorio, cuyas normas imperativas imponen un límite legal y
relativo a la libertad de disponer por testamento o donación, reconociendo a los herederos
legitimarios el derecho a determinada porción de la herencia, o de los bienes de la cual no pueden
ser privados por el causante.
El incumplimiento de este deber impuesto por la ley otorga a los legitimarios la facultad de utilizar
las vías legales protectoras a fin de asegurar sus derechos.
La porción legítima de los descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes de un medio y la
del cónyuge de un medio. Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor líquido de la herencia
al tiempo de la muerte del causante más el delos bienes donados computables para cada legitimario,
a la época de la partición según el estado del bien a la época de la donación.
Respecto a la época de valuación de los bienes: el artículo instala un doble parámetro:
A) el valor líquido de la herencia se valúa al tiempo de la muerte del causante.
B) los bienes donados computables para cada legitimario se valúan a la época de la partición según
el estado del bien a la época de la donación.
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