El modelo que se propone para abordar dichas necesidades y áreas de oportunidad de
la empresa es el Modelo de Porras y Robertson, que interviene en los sistemas organizacionales, creando cambios en los componentes de la misma, que a su vez resulta en cambios en las conductas de trabajo de los miembros de la organización, que es algo que requiere la organización para mejorar su ambiente de trabajo, ya que las relaciones interpersonales en el área laboral constituyen la actividad primordial del desarrollo organizacional. Porras y Robertson señalaron que las actividades deberán basarse en la información sobre:
1. Los aspectos estructurales que pueden cambiarse.
Como ya se mencionó anteriormente en el análisis, existen aspectos que deben modificarse dentro de la forma de trabajo y resultan a partir de un consenso y análisis de resultados, sin embargo a pesar de tener el conocimiento de esta necesidad, no se implementan frecuentemente los cambios acordados y por lo contrario se sigue laborando con las estrategias que ya todos conocen y con las que se llevan trabajando.
El lugar que se le da a las personas en la empresa es adecuado en el sentido que
permite que todas las personas se sientan útiles dentro de ésta, al mismo tiempo que pueden desarrollarse y sacar su creatividad a través de las decisiones que pueden tomar.
3. Los mecanismos causales con los que se consiguen dichos resultados.
Por lo que a través del análisis de la organización y aplicación de las propuestas de trabajo, se podrá además se designarán tareas específicas al personal, de tal manera que la distribución del trabajo y puestos estará enfocada de manera estratégica y con base al cumplimiento de ciertos criterios o requisitos. Es necesario formalizar cada puesto (realizar perfiles) y a partir de allí que cada persona tenga funciones y tareas específicas.
4. Las contingencias de las que depende un cambio exitoso.
Se hará una evaluación de los resultados y estadísticas que faciliten nuevas propuestas de mejora.
Los autores, resaltan además que la clave es el cambio de conducta de los
integrantes, ya que esta le permite a la organización seguir creciendo y fomentar un cultura adecuada para que el personal se encuentre agusto en su lugar de trabajo y esto a su vez genera un mejor desempeño laboral; lo cual es necesario en la empresa, porque a falta de una cultura organizacional bien definida, los integrantes de la empresa en la actualidad no cuentan con una referencia con respecto a lo que la empresa es en la actualidad, lo que quiere ser, los valores de ésta, etc. Esto a su vez, ayudaría a resolver muchos de los conflictos que actualmente se presentan, pues ya habría referencias claras con respecto a cómo proceder ante diferentes situaciones.