El recurso hídrico de esta obra se utiliza solo en los cultivos
de arroz y caña de azúcar. La obra fue inaugurada en 1969 y hasta la fecha no ha cumplido con su cometido. En la región Lambayeque existe una de las reservas de agua más importante de nuestro país: Tinajones. Una obra construida hace 35 años que, pese a las múltiples necesidades por el recurso hídrico que hay en el norte, no está cumpliendo con su cometido y, por el contrario, está en mala situación por el uso inadecuado que se hace de ella. "Tinajones se construyó para tener un mejor dominio sobre el agua y para que proporcionara beneficios a los agricultores y a la sociedad. Además, la propuesta era ir reduciendo los cultivos de arroz y caña de azúcar, por tratarse de sembríos que no son adecuados para este tipo de suelos, pues utilizan mucha agua", explica Armando Orosco Quiñones, ingeniero agrónomo que durante años ha estudiado el problema del reservorio. El especialista explica que el proyecto contemplaba impulsar el cultivo de otras especies que utilicen menos cantidad de agua y que no agoten el recurso en una sola cosecha al año, como ocurre actualmente con los más de 300 metros cúbicos de agua que almacena la represa. DESTRUCCION DE LA TIERRA . Orosco sostiene que otro problema que se presenta por el cultivo de arroz y la caña de azúcar en esta parte del país es la salinización del terreno. "Cuando se hizo Tinajones, en 1969, existía 15 mil hectáreas de suelos salinizados en Lambayeque. Actualmente llegan a 50 mil hectáreas los terrenos que tienen este problema y 20 mil ya son irrecuperables", señala. Por otro lado, manifiesta que, debido al desperdicio del recurso, la hidroeléctrica de Carhuaquero -que forma parte del complejo- no cumple con su función. Tampoco lo hacen las otras dos centrales más pequeñas construidas, justamente, para aprovechar el agua. "La historia de Tinajones, desde su nacimiento, es una muestra de cómo la burocracia y la falta de interés pueden llevar una obra importante prácticamente al fracaso y, en lugar de beneficiar a la población, se termina generando daños, quizá irreparables", puntualizó.