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Un total de 33 personas muertas, en Valparaíso, Viña del Mar, San Antonio y Quillota; por lo menos
300 personas heridas y daños en la propiedad pública y privada que aun[sic] no pueden estimarse
con exactitud, fue el saldo general del terremoto que afectó ayer a la zona.
En un comunicado oficial entregado anoche por la Intendencia Regional se señala que en San
Antonio se registraron 15 víctimas fatales en la comuna de Valparaíso 9 personas, de las cuales 6
son adultos y 3 menores y en la comuna de Viña del Mar, 8 víctimas, 6 adultos y dos menores. En
Quillota murió una persona debido a un infarto.
Desde las provincias de Los Andes y San Felipe no se reportaron mayores novedades.
En todo caso, es posible que tanto el número de víctimas como el de heridos pueda aumentar, ya
que desde algunas[sic] puntos no se tenía información oficial, debido a las dificultades de
comunicación.
En forma extraoficial se dijo que en la comuna de Quilpué también se había registrado una víctima
fatal.
El comunicado oficial de la Intendencia Regional señala además que la zona más amagada es el plan
de Valparaíso, donde se registraron graves daños con derrumbes que afectaron a muchas
residencias y edificios públicos.
Añade que la situación general del puerto se vio agravada con un violento incendio que se produjo
en la sección de química de la Compañía Chilena de Tabacos, cuyo alto grado de combustibilidad
había convertido el siniestro en un grave problema para Bomberos.
Decenas de muertos y varios centenares de heridos dejó como saldo una colisión frontal de trenes
de pasajeros ocurrida alrededor de las 19.45 horas en la curva Queronque, de la vía férrea que une
a Valparaíso con Santiago, entre las estaciones de Peñablanca y Limache.
Extraoficialmente se estimaba en cuatrocientos, el número de pasajeros heridos y más de 40 los
fallecidos hasta las 02.30 horas de esta madrugad, cifra esta última que podría variar.
Según funcionarios de Ferrocarriles del Estado el de ayer fue el peor accidente de los últimos años
en la empresa.
El automotor AES-9 que se dirigía desde Los Andes a Puerto con tres vagones, y el automotor AES-
16, Expreso, que corría entre Puerto y Mapocho, también con tres vagones, se estrellaron a
velocidad normal en el centro de la curva, sin tener tiempo sus maquinistas de frenar los convoyes.
El automotor que se dirigía a Puerto se incrustó en el interior del primer vagón del tren opuesto,
introduciéndose en este como un dedo al interior de un guante, triturando a los pasajeros que
viajaban en los asientos delanteros de los respectivos convoyes.
El Expreso, que lucía los colores rojo anaranjado de los Ferrocarriles del Norte, se montó sobre el
convoy opuesto y quedó convertido en una masa informe de fierros retorcido. Entre los restos
metálicos quedaron atrapados heridos y cadáveres en medio de un panorama dantesco.
Las causas que originaron el accidente no han sido establecidas, pero de acuerdo a versiones de los
heridos que llegaron hasta la Estación de Limache, se habrías originado en una falla humana, al
permitirse la circulación de uno de los trenes, desconociéndose el paradero del segundo convoy.
Cabe señalar, que en el lugar existía solo una vía férrea para la circulación de los trenes que corrían
en ambos sentidos, ya que el puente Queronque cercano al sitio del accidente estaba siendo
sometido a reparaciones a raíz de un atentado terrorista perpetrado hace un año, y que le había
causado graves daños.
Gabriel González Orellana, uno de los pasajeros que sólo resultó con contusiones, dijo a “El
Mercurio” que el Expreso permaneció en la Estación de Peñablanca por más de 15 minutos en
espera de que llegase a la misma el convoy procedente de Los Andes,
“Nadie entregó ninguna explicación de las razones por las que el tren estuvo detenido por tanto
rato -dijo-, pero se sabía que nos cruzásemos allí con el otro tren. Luego, se autorizó la salida del
Expreso hacia Santiago.
Viajábamos a velocidad, diría yo, moderada, no como era lo habitual, al parecer porque estaba por
delante la incógnita del paradero del tren de Los Andes. Escuché a alguien decir en el andén “ya no
viene el otro automotor” y algunos minutos después nos movilizamos. Con mi señora, que está
herida, y un hijo, viajábamos en el coche del medio.
De pronto sentimos el choque, sin chirriar de frenos precio ni evidencias de detención. Simplemente
fue el tremendo golpe, seco. Todo salió por los aires. Fue un caos dentro del vagón. Delante de mí
quedó un herido grave. Pero cuando nos bajamos del tres vimos los cadáveres de muchísimas
personas que quedaron aprisionadas entre los fierros. Fue un espectáculo terrible. Creo que no
exagero si le dio que por lo menos hay treinta muertos, por parte baja”
Un estudiante que viajaba en el mismo tren y que fue llevado posteriormente hasta la Estación de
Limache, no pudo contener el llanto al recordar la experiencia vivida. “¡Cómo poder olvidar lo que
pasó si uno de los cadáveres cayó sobre mí!”.
Hospital de Emergencia
En este primer viaje, fueron transportados hasta Limache alrededor de 120 heridos. Una hora
después, el convoy salió nuevamente en dirección al lugar del accidente para recoger a otros
heridos.
En el intertanto, decenas de ambulancias de los más variados servicios, transportaron heridos desde
los mismos instantes de ocurrida la tragedia.
Fallecidos
De los fallecidos, sólo se supo la identidad de cinco de ellos en los primeros momentos. Fueron los
maquinistas Oscar Catalán y Fernando Rodríguez, además de los policías, cabo de Carabineros Luis
Cortés y carabinero Dante Silva, de la dotación de Limache. También se supo del deceso de uno de
los conductores de los convoyes.
Dificultades
Las difíciles condiciones topográficas del sector dificultaron las labores de rescate de las víctimas y
atención de los heridos.
Para poder llegar a las ambulancias, carros de Bomberos y otras reparticiones de emergencia, fue
necesario internarse por un camino de fundo y sortear el lecho de un río para llegar al sitio de la
tragedia. El área fue iluminada por generadores de bomberos y ferrocarriles desde una cuadra de
distancia, aproximadamente.
Hasta el lugar Ferrocarriles transportó equipos de acetileno para cortar los fierros que atraparban
cuerpos de heridos y muertos. Una pasajera, desde la presión de fierros retorcidos, dirigió
personalmente las labores de su propio rescate.
Los asientos de los trenes salieron de sus ubicaciones y los equipajes de pasajeros se confundían
con los restos metálicos. Se pensó en un principio separar los dos trenes mediando el apoyo de
explosivos, pero esta medida fue desechada mientras permanecieran entre los restos metálicos
cuerpos de las víctimas.
En el recinto de la Estación de Limache se agolparon familiares de personas que viajaban en el tren,
y al llegar el tren con los primeros heridos evacuados, se produjeron escenas desgarradoras al
conocerse el estado en que llegaban sus familiares.
Situación similar se vivió en los restantes hospitales a los que fueron trasladados los heridos.
Alrededor del Hospital de Limache se agolparon no menos de 80 vehículos y una cantidad apreciable
de personas.
Todos los hospitales de la zona no dieron abasto para atender a los heridos y hasta las 05 horas de
esta madrugada continuaban llegando lesionados de consideración a los centros asistenciales de
Valparaíso y Viña del Mar.
En el sirio del accidente se hizo presente el Intendente Pablo Wunderlich, como asimismo los
magistrados de Limache y Villa Alemana, quienes deberán estableces competencia para la
investigación.
Biblioteca Nacional, Catálogo Bibliográfico, Sala Periódicos y microformatos.
Viernes 22 de Noviembre de 1996. Diario El Mostrador de Quillota (Día del casamiento por el civil
de mis papás)
Se han iniciado las actividades de la Fundación “Presidente Augusto Pinochet Ugarte”, una de cuyas
28 filiales se constituirá en Quillota, teniendo por objetivos contribuir a iniciativas destinadas al bien
común del país y “el fomento de ideas, principios y valores vinculados a un orden social libre, que
constituyen el aporte histórico que Augusto Pinochet ha efectuado al país”, según señalan sus
organizadores.
La directiva de la filial quillotana, compuesta por nueve miembros, está presidida por el abogado
Enrique Araya Castillo, y sus labores de organización se iniciaron hace algunas semanas y ahora se
ha dispuesto la inauguración de sus actividades oficiales el miércoles 27 de noviembre, a las 19:15
horas, en los salones de la Universidad Regional El Libertador, ubicada en Diego Echeverría N|51 de
Quillota.
Agregan que “la realización de obras de ayuda social en beneficio de personas, el desarrollo y
difusión de la cultura y la colaboración a otras personas o entidades que persigan el mismo objetivo,
son parte, además, de los principios y tareas de esta Fundación”.
Domingo, 21 de agosto de 1983. Diario El País de España (Noticia que contextualiza el regreso de
los padres de mi madrina -prima hermana de mi mamá e hija de un dirigente sindical exiliado- a
Chile el año 1984, luego de que Pinochet publicara lista de exiliados que podían retornar al país.
Mi tío no estaba en esa lista, sin embargo, la situación era un poco más favorable para retornar.)
SEGÚN LAS ORGANIZACIONES QUE DEFIENDEN LOS DERECHOS HUMANOS, LOS CHILENOS
EXILIADOS SUPERAN EL MEDIO MILLÓN
En esta lista, entregada el viernes, por ejemplo, se autoriza el regreso de Alejandro y de José
Jiliberto, hijos del dirigente socialista Alejandro Jiliberto, cuyo retorno sigue estando prohibido. El
mismo caso se ha producido con Janina Cademártori, hija del ex diputado comunista José
Cademártori.
Entre las personalidades cuyo derecho a vivir en su patria ha sido reconocido, además de Jaime
Castillo Velasco, están Alberto, Jerez, ex senador de la Izquierda Cristiana (un partido de cristianos
de izquierda); Víctor Barberis y Gerardo Espinosa, ambos dirigentes socialistas; George David Lebón,
dirigente de un pequeño partido de centro izquierda; Alcalauz Coronel y Renato Aguirre, dirigentes
del Partido Radical (de izquierda, integrante de la Unidad Popular). También se incluyen periodistas
de izquierda, como Mario Inzulza, Fernando Ribas Sánchez, Guillermo Ravest y otros.
En relación con sus futuras actividades, Castillo Velasco manifestó que no tiene en este momento
un plan especial, si bien señaló que ejercerá su profesión de abogado. Castillo Velasco es, además,
presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos y está exiliado en Venezuela, desde donde
regresará a su patria, según declaró, dentro de los próximos 10 días.
Por otro lado, el sacerdote católico irlandés Liam Jierar Rolokan entabló una disputa a golpes con
dos carabineros que intentaron detenerle durante una manifestación callejera, cuando el sacerdote
estaba tomando forografías en un enfrentamiento entre policías y manifestantes.
Archivo Fotográfico
Fotografía de mi
abuelo paterno,
Alberto Astudillo,
ejerciendo su oficio
de sastre en su
taller. (Valparaíso, c.
60’)
Fotografía de mi mamá (María Eugenia Astudillo,
segunda de izquierda a derecha), dos de sus
hermanas y una de sus primas hermanas que es, al
mismo tiempo, mi madrina (de izquierda a
derecha; Patricia Astudillo, Amanda Astudillo y
Sandra Montoya). Este año es importante ya que la
familia de mi madrina logró retornar a Chile luego
de 12 años de exilio en Canadá, al ser el padre de
Sandra dirigente Sindical en 1974. (Viña del Mar,
1986)
Parte de una sesión de fotos que un amigo de la familia
les hizo a mis padres, María Eugenia Astudillo y Pedro
Prado, para su parte matrimonial. (Valparaíso, 1996)
De izquierda a derecha:
Gladys Prado (tía paterna),
Diego Astudillo (primo
hermano materno), yo, mi
papá, en primera plana
Ximena Castro (prima
hermana materna), Gladys
Verdejo (abuela), de
espalda, mi tía Verónica
Lorca, y sentados mi abuelo
y mi tía Patricia Astudillo
Fotografía de mi hermana, Virginia Prado, a días de
su nacimiento. (Limache, 2002)