Adriana Wild Ramírez

Historia de la Arquitectura VII

Departamento de Arquitectura
Universidad de Guanajuato

El Contextualismo
La superación del método contextualista en arquitectura
Mauricio Gobbi

El Contextualismo consiste en la relación entre el edificio y el lugar preexistente. Estas ideas

empiezan a surgir en la segunda mitad del s. XX y alcanzaron su auge en la década de los setentas y
ochentas. El ensayo de Mauricio Gobbi explica claramente, con el ejemplo de San Sebastián, como
se enriquece el método proyectual manteniendo el lugar como uno de los temas centrales del
proceso del proyecto.

El arquitecto Roberto Fernández explica en sus escritos el método contextualista. El principio

consiste en “lugares deducidos de lugares”, es decir, proyectos arquitectónicos derivados del
contexto preexistente. Este proceso deductivo nos invita a ver el proyecto como un punto de
llegada, una conclusión. La cual solo podemos obtener a partir de principios generales, desde lo
macro (la ciudad o estructura territorial preexistente). El contexto no son solamente aspectos físicos
y espaciales del entorno, en el se incluyen los valores culturales particulares de cada lugar.

En el proyecto San Sebastián varios arquitectos se basan en las ideas contextualista para sus
propuestas y la ganadora fue la de Moneo, que de alguna manera rompe con estos paradigmas. Este
arquitecto propuso dos rocas gigantescas que quedaron varadas en la desembocadura del Rio
Urumea, no pertenecen a la ciudad, pero son parte del paisaje. Esta respuesta esta mas ligada al
pensamiento poético que al deductivo.

De alguna manera este método deductivo se vuelve una especie de garantía en la arquitectura que
pretende dictar lo que esta bien y lo que no, basada en las tradiciones distintivas del lugar. Pero qué
pasa cuando el entorno es de mala calidad. Si utilizamos el lugar como único componente
proyectual, entonces la arquitectura también será de mala calidad. Moneo pretende reconocer el
sitio, evaluarlo y usarlo de materia prima, no simplemente repetirlo. De esta manera la arquitectura
se va puliendo logrando que el objeto arquitectónico se vuelva parte del lugar y a su vez el lugar se
transforma por esta nueva intervención.