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IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN

La globalización tiene una influencia directa en la educación ya que se orienta a


unos intereses particulares. Por un lado se puede pensar que la globalización
contribuye con la educación, permite mayor acceso a la información y al
aprendizaje masivo, revierte y transforma el concepto de aprendizaje dejando
atrás las aulas y pasando a ser flexible y más universal. “El fenómeno
denominado globalización impone a la educación, en particular a la Educación
Superior, el reto de reconceptualizar profundamente todo su quehacer ya que la
tecnología de información como instrumento de la ampliación y universalización
de la misma cambia el rol del docente, pasando a ser un productor de
conocimiento y un profesional capaz de convertir la voluminosa información en
conocimiento útil “.

Por otro lado se puede predecir una ingrata influencia en la pérdida de la


identidad debido a los procesos de globalización, la identidad como valor
general, como identificación, realmente se opone de forma excluyente a la
globalización. Si “identidad” es identificarse con un grupo, con unos valores, con
una individualidad, entonces el proceso generalizador de la globalización se
entiende como una amenaza. Siendo así, mediante procesos de globalización
se tienden a perder los valores culturales, y la identidad de los pueblos en aras
del consumo, la masificación y el enriquecimiento de los países hegemónicos.

Pero entre más acomodos para encajar dentro de un concepto globalizado


de educación, se hace más visible la exclusión y también la perdida de
nuestra entidad. Dos caras de la moneda. Por un lado, la globalización
trae consigo la ilusión de poder tener todo, de mejorar nuestros sistemas
d educación, de repensar los currículos y la misma forma de enseñar y de
aprender. La información en tales cantidades, al servicio de los
educadores y de los educandos con criterio y responsabilidad.
Pero también existe el gran riego de la pérdida de la identidad, somos del
“mundo”, pero sacrificamos nuestra cultura, aprendemos tal vez algo que
no beneficia a nuestro entorno, ni a nuestra comunidad. Perder la
identidad es perder valores y cultura.

La globalización es un fenómeno mundial y al cual no vamos a poder


escapar. Políticos y pensadores deben propiciar desarrollos que en un
mundo global propicien una buena educación respeten las culturas y de
ese modo se evite la exclusión, la desigualdad y derivado de eso el
confrontamiento y la guerra.

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