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MAREA DE NAVIDAD

Por Richard, Duc de Palatine

Traducido por Frater Lucis Fiducius

Este artículo fue publicado en 1959, y como se nos pidió repetirlo y lo hemos
hecho así, hemos añadido algunos detalles adicionales para actualizarlo.

Dentro de unos pocos días entraremos en las Festividades de lo que se conoce


como Navidad en lo que ha sido tradicionalmente aceptado como la fecha del
nacimiento de Jesús Cristo en Palestina hace alrededor de 2000 años. Ya sea
que Jesús realmente nació en Palestina o no, eso no invalida en significado
interior de la Navidad, un evento que ha sido celebrado por cada antigua
religión como el Nacimiento del Sol dentro del hombre.

Este evento no solamente concierne el nacimiento del Salvador Mundial en


tiempo y espacio sino también alude a la expresión cósmica y mística de la
Vida de Dios en la materia. El evento histórico aceptado y su significado es tan
bien conocido que dejaremos este aspecto y nos concentraremos sobre el
Cristo Cósmico y Místico. Pero antes de tratar con esto, recordamos a nuestros
Lectores de la indefinición del nacimiento real del Jesús tradicional de los
Evangelios, y les pedimos comparar la historia con el nacimiento de Jeshu Ben
Pandira en el año 125 A.C., quien permaneció en este cuerpo por alrededor de
30 años, y que luego fue entregado al Señor Cristo Mismo quien lo usó por tres
años.

El Cristo es la expresión más completa del desarrollo del Alma Divina, justo
como usted tiene a los Maestros que se encuentran como la realización de la
evolución humana, así el Cristo permanece como un testigo de la realización
de la evolución del Alma Divina de cada uno de nosotros.

Sin embargo, el Cristo descendió dentro del Alma humana de Jesús hasta que
Jeshu se volvió un Mediator entre el hombre y su Dios Residente. Jeshu fue
enviado a los hombres para enseñar una nueva Dispensación que reveló los
hechos de la Naturaleza Divina del hombre y los poderes inherentes en él. Este
evento del descenso de Dios el Hijo, un aspecto del Dios Desconocido, ocurre
una vez cada 25.860 años al principio de un Ciclo Mayor. Tal ciclo mayor es
luego dividido en 12 ciclos menores de 2.155 años, significando que allí
desciende sobre la tierra una manifestación de Dios el Espíritu Santo 12 veces
durante un ciclo mayor de tiempo. Incidentalmente, el Mensajero que se dará a
conocer en 1975 se volverá la encarnación de Dios el Espíritu Santo dentro del
marco mortal del Mensajero, esto significa el Espíritu Inmortal (Espíritu Santo),
el Alma Divina (Cristo) y el Alma humana serán mezcladas juntas dentro del
cuerpo mortal del Mensajero, él podrá ser llamado la “Luz enviada por el Padre
para morar entre nosotros”.

Así la Navidad celebra el descenso de Dios el Sol en la materia, él se vuelve el


Cristo Cósmico “asesinado desde las mismas bases del mundo, muriendo en
verdad para que podamos vivir”. Este gran evento está simbolizado por la
disminución de María representativa de la Madre Virgen del Universo, por el
Espíritu Santo, el Tercer Aspecto de la Trinidad Supernatural. El aspecto
Cósmico de este drama se vuelve claro al estudiante. Es el Tercer Aspecto de
la Trinidad quien prepara primero el campo de evolución listo para el descenso
o emanación de Dios el Hijo. Así se verá que el Tercer Aspecto prepara el
campo, impregna a la Materia Virgen o la disminuye, el Segundo Aspecto dota
de alma a esta materia y es nacido de la Madre Supernatural y el Primer
Aspecto lo dota con Consciencia a través de la Estrella de Su Consciencia.

Vemos el escenario para este drama, el descenso de los dos Principios de Vida
y forma- José y María a través de las diversas regiones de la materia. Durante
este descenso María, la Materia Virgen, es permeada con el Tercer Aspecto de
la Deidad y cuando ellos alcanzan la Cueva de Luz, el símbolo del reino
mineral, el Segundo Aspecto entra en la Virgen María y nace en el reino
humano. Usted verá que los tres reinos inferiores también están representados
en este drama, las rocas-mineral, árboles y paja – el reino vegetal, y la oveja y
la vaca- el reino animal, la presencia de los Ángeles completa los reinos, los
ángeles son el Ser Espiritual.

Luego tenemos la Estrella en el Oriente, que tiene dos significados, el primero,


es siempre el símbolo del Gobernador Divino del Imperio Invisible de la Luz y
segundo, el Espíritu Inmortal del Hombre que siempre brilla sobre el Alma
humana del hombre. El símbolo de los Tres Sabios es también dual, ellos
simbolizan las tres principales razas de la humanidad que han aparecido sobre
la tierra, los reyes siendo negro, rojo y otro blanco, es decir las razas
Lemuriana, Atlante y Aria. Los tres reyes también simbolizan las tres vestiduras
del hombre, indicando así que el hombre tiene que evolucionar a través de las
tres razas del hombre y en cada una desarrollar las facultades inherentes. Esto
luego es brevemente la historia del Drama del Cristo Cósmico de la Creación.

Cuando llegamos al Cristo Místico, este drama tiene muy profundas


implicaciones para cada uno de nosotros. José y María simbolizan los aspectos
Divino y humano del hombre. El ensombrecimiento del Espíritu Santo simboliza
el descenso del Espíritu Inmortal del hombre dentro de las condiciones
terrenales. La Virgen simboliza el Alma Divina al inicio de su carrera del alma,
ella el Alma da nacimiento a su hijo, el Alma humana, y aún así permanece
siendo una virgen. Esto muestra que el Alma del Hombre es la Siempre Virgen
del Mundo.
La Materia Virgen del cuerpo futuro es una parte de la Materia Cósmica del
Universo, y cuando el Espíritu Inmortal desciende dentro del Alma Divina, Sofía
nace, el alma es formada y cuando el Alma de nuevo desciende en el cuerpo
mortal- la Vestidura del Alma, que es María, ella es concebida por el Espíritu
Santo y da nacimiento al Niño, el Alma humana, dentro del Pesebre de la
Cueva del Cuerpo.

La Estrella en el Oriente siempre simboliza el Espíritu del Hombre que siempre


brilla o incuba sobre el Alma Divina y está ligada con la Estrella de su Ser
Espiritual. Debemos realizar que el Espíritu da su vida por el Alma, mientras
que el Alma da su vida por el Alma humana, este proceso del descenso del Ser
Espiritual dentro de la humano toma muchas encarnaciones y el hombre tiene
que pasar a través de muchos aspectos de la Naturaleza antes que pueda
retornar a su Estado original de Bendición Espiritual.

Por lo tanto, podemos ver inmediatamente dónde los Tres Reyes caen dentro
de este drama, ellos son los repositorios de todas las experiencias acumuladas,
y cuando el Alma despierta a su real naturaleza, las Vestiduras del Rey ofrecen
sus dones al Alma Divina. Se vuelve claro que las rocas, la vegetación, los
animales y los ángeles representan los primeros tres reinos a través de los
cuales el Alma divina tiene que pasar con el objeto de individualizarse como un
Alma Divina separada.

Cuando llegamos al nacimiento del Alma humana dentro del cuerpo del niño,
los dos aspectos- vida y forma preparan el campo, ellos son los padres reales
del niño futuro. Justo como el Drama Cósmico de la Creación es formado por la
fusión de la vida en la materia, la potencia masculina proyecta su vida o semen
dentro de la Materia Virgen de Espacio, el Padre fertiliza el Huevo del Universo
y la madre lo recibe y da a la Semilla las condiciones para su futuro
crecimiento. Así, María y José representan el Padre y la Madre del Alma
Divina.

La Estrella dentro del hombre simboliza el Alma divina y los Rayos significan
que lo divino y su contraparte humana están siempre vinculados juntos, en
efecto, si no fuera por el poder y vida siempre fluyendo de lo Divino dentro de lo
humano, el humano seguramente moriría. Por lo tanto lo Divino es “la Luz del
Mundo”. Los Tres Hombres Sabios también simbolizan los tres Elementales
que proporcionan el material para la construcción de la nueva forma y traerán
con ellos sus propios dones de pasadas encarnaciones, las capacidades,
cualidades y carácter. Las rocas, plantas y animales simbolizan las etapas a
través de las cuales la esencia elemental que construye el cuerpo mortal del
hombre ha sido construido.

Hay todavía otro aspecto de la Navidad que es poco conocido, este es el


proceso de Iluminación, cuando el Alma humana, siendo purificada de todo lo
grosero en su naturaleza, permite al Ser Divino renacer dentro de la
personalidad. Cuando el Alma humana dentro de la tumba de la personalidad p
ataúd de carne ha purificado las vestiduras a tal extensión que todas las
barreras entre el Alma divina y su Gemelo humano son parcialmente puestas a
un lado, lo Divino es ahora capaz de causar una intensificación del Rayo que
une lo humano con lo divino, haciéndolo así un claro canal a través del cual lo
divino puede descender y orar dentro del tabernáculo humano.

Debe ser recordado, en esta etapa en la evolución humana del hombre que
este descenso de lo Divino es parcial solamente. El Alma humana, aunque ha
completado las calificaciones preliminares demandadas por la Disciplina
Arcana, no puede permitir la constante presión del Ser Divino para permanecer
dentro del cuerpo mortal por mucho tiempo, la cantidad de tiempo depende de
la estructura biológica, sicológica y fisiológica del individuo.

Por lo tanto, tenemos el Cristo Cósmico y su descenso en las limitaciones de la


materia y encajándose en la materia. Por este descenso forma por sí mismo un
centro de consciencia a mitad de camino entre el cielo y el infierno, el infierno
significando el mundo físico. Él ahora forma el Alma de Cristo del Hombre. Para
completar este descenso de la Vida de Dios dentro de la materia, el Cristo
ahora desciende en la materia y forma el Alma humana del Hombre. Este Rayo
está simbolizado por el Rayo viniendo de la Estrella y entrando en el Pesebre
donde el Alma humana está naciendo.

Luego tenemos la historia de la primer Gran Iniciación del Alma humana que le
hace un Miembro del Imperio Invisible de la Luz, a partir de ese momento el
individuo comienza el proceso de cementar el vínculo entre lo Divino y lo
Humano, haciendo del hombre un Illuminatus. El Alma humana ahora se vuelve
Iluminada por el poder del Alma Divina y él se vuelve un INTRUCTOR DE
DIOS, y finalmente tenemos la historia dramatizada del nacimiento del Alma
humana en los confines del cuerpo mortal.

El hombre o mujer que desee experimentar el tremendo poder y oportunidades


dadas al hombre en cada Marea de Navidad será muy sabio en atenerse a las
enseñanzas del Pleroma. No haríamos esta afirmación a menos que
tuviéramos excelentes fundamentos para esto, pero tenemos el testimonio de
las vidas y logros de las Grandes Almas para mostrar que el sistema
presentado por el Pleroma asiste a los hombres y mujeres para alcanzar el
primer gran paso a lo largo del Sendero de la Luz.

Se requiere un poder de voluntad superhumano para dejar ir todos los


prejuicios, todas las nociones preconcebidas, desnudar la mente de toda
superstición y dogma. El Estudiante debe evitar los esfuerzos restringentes de
las opiniones de los hombres y permitir a la mente ser absolutamente libre de
toda cadena antes que pueda permitir que el Poder y Conocimiento de la
Fuente Divina fluya a su mente y corazón. Él debe aprender a pensar por él
mismo, él debe estar preparado a dejar todo bien en pistas de conocimiento y
dar un paso fuera de los surcos estrechos hacia una concepción más amplia y
universal de la vida. Él debe aprender a juzgar por sí mismo y luego entrar en
un nuevo camino en alguna nueva dirección hacia la Luz.

La humanidad, hasta el presente, ha estado siempre deseosa de seguir a un


líder, un obispo, un filósofo, un maestro o guía, pero ahora ella debe aprender a
seguir al Rey interior, Profeta y Sacerdote- el Cristo Divino e Inmortal dentro de
su propia Naturaleza Divina- este es el real significado de la Navidad para
usted y para mí y para toda la humanidad, entonces el hombre entrará en una
Nueva Dispensación.

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