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Sandra Bueno Perucha

A partir de las aportaciones de los distintos grupos y lo debatido en clase acerca de


las necesidades de innovación, es importante detenerse a reflexionar sobre aquellas
cuestiones que se consideran más relevantes en relación con los diversos aspectos:
finalidades, metodología, contenidos y recursos.

Comenzando con la finalidad que responde a la pregunta de para qué innovar, cabe
destacar una afirmación muy interesante y acertada por parte del grupo que presentó este
aspecto: "es importante innovar para que el alumno aprenda de manera natural y sin darse
cuenta de los fundamentos lingüísticos y literarios necesarios para aproximarse a la
literatura y lingüística comprensivamente tanto oralmente como por escrito es muchos
contextos". Esto es vital porque si aprehende conocimientos de una forma natural quiere
decir que los contenidos no se imponen y se presentan de una manera tediosa.

Pasando al cómo innovar, es decir, qué metodología seguir, me han parecido muy
interesante diversas cuestiones que planteó el grupo. La primera de ellas es el concepto de
"clase invertida", creo que es importante que los alumnos también sean capaces de
reflexionar por ellos mismos y que sean capaces de tomar protagonismo durante la clase
relegando al profesor a un segundo plano y ejerciendo un papel de mero guía mientras que
los propios discentes sean los que vayan construyendo el conocimiento. La segunda
afirmación con la que estoy totalmente de acuerdo es: "Se debe potenciar el trabajo en el
aula y no mandar demasiados deberes". Es importante que durante las sesiones se trabajen
aspectos tanto teóricos como prácticos, ya que esto favorecerá que se asienten mejor los
conocimientos porque el profesor está presente para ayudar en lo que requieran.

Continuando con los contenidos, es cierto que estos vienen marcados y fijados por
el currículo y los Decretos, pero es necesario saber qué contenidos hay que acercar a los
alumnos y cómo adaptarlos a las necesidades de los alumnos. Por ello, creo que trabajar
aspectos de la comprensión escrita son fundamentales y, sobre todo, se debería darle más
importancia a la opinión personal y la reflexión, tal y como afirman las integrantes del
grupo.

Finalmente, al igual que desde el grupo de recursos expusimos, lo más importante


es el alumno y para poder atender a las necesidades de estos y a la situación educativa
actual, es necesario innovar cambiando y adaptando tanto la finalidad, como la
metodología, los contenidos y los recursos.
Andrea Merino Ortiz

A raíz de la segunda actividad, de los comentarios generados en clase y viendo


las aportaciones realizadas en los blogs sobre las necesidades de la innovación, es
conveniente realizar una relación entre cada una de las cuestiones que se han tratado:
recursos, metodología, finalidades y contenidos.

En realidad, todos hemos llegado al mismo punto: EL ALUMNO. Desde el


grupo de recursos planteamos al alumno como recurso principal y esto no puede ser
posible si no cambiamos el método y dirigimos los contenidos a un mismo fin.

El enfoque educativo tiene que ser un modelo centrado en el alumno. La


finalidad no es solamente que el alumno adquiera una serie de conocimientos, sino
también que desarrolle procedimientos autónomos de pensamiento. Por esto mismo, me
parece muy relevante la idea planteada desde el grupo que abordó la finalidad, cuando
dicen: “para aumentar la autoestima del alumno”. Pues, no comparto que sea tanto “para
conseguir la autonomía real de los centros o pedagógica”, pero sí Para que el alumno
aprenda de manera natural y sin darse cuenta los fundamentos lingüísticos y literarios
necesarios para aproximarse a la literatura y a la lingüística comprensivamente tanto
oralmente como por escrito en muchos contextos”. Si el alumno realmente ve una
aplicación en lo que hace, si llegamos a hacerles conscientes de que realmente aprender
nuestra lengua y saber de nuestra historia literaria sirve para algo, el alumno estará más
motivado y se dará cuenta de que todo está centrado por y para ellos.

A partir de esta idea, llegamos a la metodología. Tratar de combinar clases


tradicionales, donde los alumnos puedan recibir unas pautas por nuestra parte, con
“clases invertidas” es fundamental. Los alumnos no están sujetos a una monotonía y se
dan cuenta del aprovechamiento del tiempo a la hora de estudiar de distintas maneras.
Esto supone una motivación diaria para el alumno (similar a lo que han dicho los
compañeros de finalidades). El estudiante ve la oportunidad también de desarrollar su
pensamiento crítico, se le tiene en cuenta por distintas vías y niega posibles
frustraciones al no conseguir los objetivos de una sola forma.

Finalmente, nada de esto es posible si no partimos de los contenidos: ¿qué


tenemos que enseñar?, ¿qué debemos trabajar y potenciar en el alumno?... Por mi parte,
el currículo debe cumplirse, pero siempre siendo de manera realista y adaptada a los
alumnos. Sin duda, existen distintos intereses y ritmos de aprendizaje. Pero sin duda, la
expresión oral y la expresión escrita deben de ser los factores que potenciar.
Álvaro Gallardo López

ME QUEDO CON…

Metodología.

Trabajo en el aula. La importancia de trabajar con los alumnos en el aula y que no


todas las actividades queden destinadas para realizarlas en casa. Esta metodología
permite al profesor estar al tanto de que los alumnos trabajan y estos, a su vez, pueden
apoyarse en el profesor en caso de cualquier tipo de duda.

Para qué.

Cambiar el punto de vista del alumnado hacia la lengua y la literatura. La


necesidad de cambiar el punto de vista de los alumnos hacia la lengua y la literatura es
fundamental si queremos obtener algo más que buenos resultados, lo principal es que
los alumnos aprendan. Nuestra labor como profesores de Lengua es defender nuestra
materia y ayudar a que el alumnado la vea como una herramienta y un tesoro que
debemos cuidar día a día, no como una enemiga.

Contenido.

La importancia que tiene el hecho de motivar al alumno con la lectura y no hacer


de ella una obligación. No podemos pretender que los alumnos sientan que la lectura es
una obligación, este proceso debe ser lineal. Debemos ser capaces de ponernos en la piel
del alumno y ayudar a que este se sienta motivado e identificado con la lectura. De esta
forma, con el paso del tiempo, el alumno será capaz de decidir por sí mismo qué quiere
leer y con qué tipo de lecturas se siente identificado.

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