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Nota:
Esta es solo la primer parte del “libro”, la segunda la subiré después. Es un borrador,
asi que tiene miles de errores.
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Straw
By: Straw♥
“Desilusión”
El celular sonó de nuevo, ya era la quinta vez que la llamaban, así que decidió
apagarlo, pero en cuanto vio quien era se sorprendió un poco.
¡Rayos!, le estaba llamando Alex, un amigo suyo, así que, como eso era poco usual, la
curiosidad le gano, rompió su palabra de desconectarse del mundo entero (era ya el
segundo día), y le contesto.
-¿Que pasa, Alex?- le dijo algo irritada, y a la vez desconcertada.
-Eh, hola Carol, me entere de que estabas algo mal... hummm... ¿Estas bien?
"¿Que no acababa de afirmar que estaba mal?", pensó ella, arrepintiéndose de su
decisión.
-Pues no, no estoy nada bien, Alex- le dijo Carol con amargura.
-Bueno, pues aquí estoy, cuéntamelo todo, sácalo.
"¿De verdad quería que le contara la historia?" A ella se le hacia ya bastante raro que
le llamara, y encime, el quería oír por que ella no se sentía nada bien.
-De verdad no creo que...
-Mira- la interrumpió el-, ya sabes que en mi puedes confinar, eh, así que suéltalo y no
olvides los detalles, ¿esta bien?- por su tono no le dejaba otra opción.
-Bien- le contesto Carol sin ganas-, te lo voy a contar.
-¡No! Espera, voy por ti en media hora, así salimos y me lo cuentas todo, es mejor que
por teléfono, ¿te parece?
-Mira, siendo sincera no quiero salir por... - una vez más la interrumpió Alex.
-Te veo en media hora, adiós.- Y le colgó.
Media hora después, tocaron el timbre de su casa, y Carol, muy enojada, fue a abrirle
a Alex.
-Hola, ¿nos vamos?- "como siempre tan directo", pensó Carol.
-Bien.
Subieron al auto y en el camino Carol comenzó a contar la historia.
-Yo lo conozco desde que entre en la universidad. Al principio era solo una pequeña
atracción, pero aunque nunca llegue a cruzar palabra con el, logre enamorarme como
una tonta. Lo veía ir y venir, y no sabes lo mucho que me dolía el pensar que el jamás
se iba a dar cuenta de mi existencia, y pues mucho menos de mis sentimientos. Un
día, cuando iba saliendo de clases, alguien tomo mi brazo derecho. Cuando me di la
vuelta para saber quien era, me encontré con la cosa más irreal. Cristopher me
sonreía encantadoramente. Y yo, como toda una tonta, lo único que hice fue
quedarme con la boca abierta del puro desconcierto. Charlamos un poco cuando logre
reponerme. En ese momento en lo único que podía pensar era en lo “afortunada” –le
dio una especial entonación a la palabra- que era yo al tenerlo frente a mi… hablando
conmigo… las cosas pasaron tan rápidamente, que cuando pude tomar cuenta de la
realidad ya había pasado mas de una semana desde mi primera experiencia con
Cristopher –Carol hizo una pausa al ver la cara de Alex y se apresuro a aclarar las
cosas-. ¡Hey, ni creas que me refiero a tener relaciones!
Mientras ella le contaba, trataba de no ponerse a llorar, por que en realidad estaba tan
enamorada que la canallada que le había hecho la había herido mas que nada-. Cada
vez que el me besaba, yo tocaba el cielo. No se como pude llegar hasta ese punto,
pero créeme, que el día que me entere de… que me entere de… bueno, todo, sentí
como si tuviera un gran hueco en el estomago… me estaban sacando las entrañas, o
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Straw
En su auto, Alex iba repasando la cena, todo lo que le dijo ella, y se sintió bien por que
la vio mejor, pero inmediatamente se pregunto si ella solo lo estaba fingiendo.
Una llamada interrumpió sus pensamientos.
Ana. Genial. Por unas horas, y gracias a Carol, se había olvidado de todo lo que le
había pasado en la tarde, así que pensó que fue una gran idea lo de sacar a cenar a
Carol...mientras duro.
Ahora tenia que enfrentarse con su propia realidad y sus problemas, empezando por
contestarle a Ana.
-Hola- le contesto con voz monótona.
-Hola, amor, ¿como estas?- le pregunto Ana algo preocupada; después de todo, no se
habían visto en todo el día pues ella no estudiaba en la misma universidad de Alex.
-Hummm..., bien, supongo. ¿Que querías? -pregunto Alex con algo de impaciencia. -
¿En que te puedo ayudar, ¿Ana?
-Este... quería que vinieras a mi casa en este momento, si no te parece muy tarde.
-¡¿Tarde?! -dijo con el tono mas sarcástico, tanto como el aburrimiento le dejo
expresar. -¿No, como crees?
-Ash, en verdad odio cuando te portas así, así que no te lo diré una vez más. Te quiero
en mi casa en media hora, ¿entiendes? Y créeme que me vale un reverendo
cacahuate donde estas... -y la línea se corto.
Fue todo lo que término escuchando Alex.
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Sin más preámbulos, decidió irse a la casa de Ana; en la siguiente desviación, doblo a
la derecha, y le piso al acelerador. Los ciento veinte kilómetros le permitieron llegar al
fraccionamiento mas rápido de lo que jamás lo hubiera hecho, ya que aunque siempre
andaba en el Volvo, ni en los días que mas prisa llevaba por ir a ver a Ana, tardaba tan
poco.
"Uf, bien, ya estoy aquí, cuanto antes mejor, al mal paso darle prisa", pensaba Alex,
que en cuanto salio del carro, seme tío por la puerta principal, que ya estaba abierta.
"Vaya, vaya, con que con mucha prisa, ¿eh?”
Esto le sorprendió sobremanera, ya que ni en los días que estaban ansiosísimos por
verse (por no decirlo de otra manera), le había dejado abiertas las puertas.
-Ana. -grito para que lo pudiera oír; tal vez estaría ella en su habitación.- ¿Donde
estas?
-Ya voy, espérame. Estoy aquí en la cocina. -Y dicho esto salio de allí. Ella ni siquiera
lo podía ver a los ojos, pero esto no le sorprendió a el; al fin y al cabo, ella le había
mentido descaradamente mas de una vez, y el ya estaba acostumbrado a sus
excusas, pero pensó un poco mas alegre que tal vez esta seria la ultima de todas.
-Quiero hablar contigo, Alex.- le dijo ella, al fin levantando la mirada, muchísimo, ya
que ella era bajita y el alto.
-Pues tú dirás. -"Hablar conmigo, bah no se cuantas veces eh escuchado ese cuento".
-Alex, creo que esto ya no esta llendo nada bien, nos la pasamos discutiendo como
perros y gatos. Ya no puedo aguantar más esto -le dijo esto con una falsa cara de
tristeza. Alex se preguntaba hasta donde podría llegar su cinismo, pero a pesar de
esto y consiente de ello, dijo las mejores palabras para conseguir humillarse mas ante
sus ojos.
-Ana... yo, no creo que debamos terminar, ¿sabes? Las cosas ya estaban llendo muy
bien entre los dos, por favor, piénsalo bien, te lo prometo que no te voy a presionar.
Solo piénsalo, nena, ¿quieres?
"Muy bien, eres un imbecil. Una vez mas le vuelves a rogar"
-¡Ya estoy harta! -le dijo Ana levantando la voz, muy por encima de su típico tono. -De
verdad, ya no seas patético, Alex, tu muy bien sabes, incluso mejor que yo, que esta
relación se termino desde hace mucho tiempo. Así que te voy a pedir que te olvides de
mí.
-¿Por que no le dijiste al imbecil de Carlos que viniera y te ayudara a cortarme?
Hubiera sido mucho más fácil para ti, ¿no? Además, no se porque armaste tanto rollo,
solo me haces gastar gas.
Alex esperaba que sus palabras la hirieran y por la fea mueca de la cara de Ana,
pensó que logro su cometido.
-Bien, entonces ya lárgate, no tienes nada más que hacer aquí. -Hizo como que iba a
ir a acompañarlo a la puerta, pero el se apresuro a detenerla.
-No, ni siquiera te molestes, me se el camino hacia la puerta mejor que tu misma
-pensó en todas as veces que había ido a su casa, y de noche.- Después de todo, dos
años de ir y venir de tu cuarto a la calle en a las 2 de la mañana, sirvieron para que
supiera de memoria el camino -y le mostró una encantadora y cegadora sonrisa.
Si, el sabia muy bien como hacer enojar a Ana, y, una vez mas, lo consiguió.
Ella, echando lumbre por los ojos, tomo un jarrón del mueble mas cercano que se
encontró, y lo lanzo a la puerta, pero el ya había salido. De todo esto, lo que mas rabia
le había causado, era que el sabia perfectamente que esas palabras eran suficientes
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Straw
-No puede ser, -se dijo a si mismo Alex en el auto. -¿Como me atreví a decirle que lo
pensara bien? Oh, que idiota, y pensar que me pudo haber dicho que lo intentaría, así
si que no me hubiera podido zafar.
Bueno, después de todo tenia que decir que el, por una estupida y extraña razón,
nunca hubiera podido haber terminado con la relación y todo por que para el dos años
no habían pasado así, nada mas. Ella había sido la primera chica en su vida (aunque
no la única, hasta el momento), así que eso para el era mas que suficiente.
Siguió el camino a su casa y cuando llego, lo único que hizo fue echarse a dormir. Ya
no quería pensar en nada, o en nadie, al menos por el momento.
“Ups”
A las 6 de la mañana sonó la alarma del celular de Carol. Era un día más de escuela, y
aunque la verdad no le gustaba para nada esa idea, tenía que ir.
A ella le parecía imposible esto. Cuando abrió su celular para quitar la alarma, vio que
tenía un mensaje de Alex. Este decía:
“Carol, ahora si todo termino con mi novia, me siento mal, por favor, llámame.”
Pensó que ya era demasiado tarde, así que no le llamo, ni le envío ningún mensaje.
Se levanto y comenzó a buscar ropa para cambiarse.
-Mama, ¿dónde esta mi blusa morada?- le pregunto Carol a su mama, ya un tanto
exasperada, ya que llevaba mas de quince minutos buscándola y se le estaba
haciendo tarde para su primera clase.
-No lo se hija, ¿donde la dejaste?
Se estaba hartando, así que decidió no contestarle y siguió buscando. Media hora y
varios berrinches después, la dichosa blusa morada apareció, y como era de
esperarse, a Carol se le hizo tarde, así que el maestro de la primera clase no la dejo
entrar. Se sentó en una mesa, afuera de la cafetería, y allí se tomo un café. Justo
estaba revisando una tarea, cuando una voz familiar la desconcentro.
-Hola -le dijo Alex, que ya estaba sentándose a su lado en la mesa.- ¿Te llego mi
mensaje?
-Si, pero lo leí hasta hace rato.
-Umm, pues hace rato me hubieras contestado.
-Lo siento. -fue todo lo que pudo decir, no se le ocurría nada.
Largo silencio.
-¿Y como paso todo?- intento de nuevo Carol.
-Pues me hablo después de dejarte en tu casa. Me dijo que había algo urgente que me
tenia que decir, y pues fui a la suya.
-Entonces te corto ella- le dijo Carol. No era una pregunta.
- Pues si, me dijo que ya no aguantaba esta situación.
Alex le contó, exactamente, como estuvo todo, desde la primera infidelidad, hasta la
última. Ella se intereso en como estaba Ana, y el ni se molesto en contestarle.
-Lo mejor de todo esto es que así están las cosas mejor- dijo Alex con alivio.
-Bueno, si tú lo dices.
En toda la plática, Carol se mostró un poco distante, y esto no le paso desapercibido a
Alex.
-Hey, Tierra llamando a Carol… ¿Qué te pasa?
-¿Eh? Ah, no, nada, es que estaba pensando que es posible que el maestro de
matemáticas me repruebe, hoy no me dejo entrar en su clase, y todo por que llegue
diez minutos tarde- y con este comentario, por fin sonrío. Después de dos días
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“Disculpas”
El trabajo se le hacia súper enfadoso, y mas ese día, ya que casi no había gente.
Carol ya había disculpado a Kenya por lo que había pasado en la mañana con Alex,
así que se la pasaron juntas el resto de la mañana.
Por otro lado, no estaba preocupada por lo que pudiera pasar con Alex, ya que en
realidad no eran muy buenos amigos; es mas, el ni siquiera se había molestado en
hablarle en la universidad, o al menos, una llamada en la tarde.
Al rededor de las seis de la tarde sonó el teléfono de Carol en el tono que tenia
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La tarde pasaba un poco más rápido, así que Carol se sintió un poco mas aliviada.
Últimamente había estado pensando mucho en lo que había pasado, y la verdad era
que no se arrepentía de haberse “metido” con Cristopher; de lo que se arrepentía era
de haber dejado que jugara con ella.
Se sentía muy mal, pero pensó que lo mejor era ya olvidarse de el por completo, estar
pensando en el no era nada sano para ella.
Sonó su celular.
-¿Hola?- Contesto algo distraída; ni siquiera se fijo en quien la llamaba.
-Hola Carol, ¿paso por ti a tu trabajo?
"Hay Alex, que terco, no entiendes con nada", pensó Carol, "la verdad era mejor para
mi que ya no me hablara, ¿y ahora que quiere?”
-¿Recogerme en el trabajo? ¿Como para que?- la verdad no le disgustaba nada la
idea, aunque, viniendo de el, ya era otra cosa. Aun estaba muy enojada por lo de la
mañana, pues Alex la había ofendido de verdad con su comentario.
-Mira, no puedo, tengo que irme a recoger a una prima ahorita que salga del trabajo,
así que no. Aparte, si me llamas para disculparte...
La interrumpió.
-¿Disculparme? No, nada de eso.- su voz delataba una sonrisa.- Llego a tu trabajo
veinte minutos antes de que salgas, ¿esta bien? Nos vemos.
-Pero si ni siquiera sabes...-se apresuro a decir Carol, pero Alex ya había colgado.
Ahora si que estaba enojada. Ya la ofendió, no le pidió disculpas, y encima, le habla y
se reia de ella. "Que ni crea que me voy a ir con el."
Diez minutos antes de las ocho de la noche, Carol vio llegar un carro que se le hacia
familiar. Había creído que Alex solo bromeaba, pero al verlo bajar del carro, se
convenció de que a el no le importaba lo que le había dicho.
Carol estaba atendiendo a algunos clientes, así que Alex se tuvo que esperar afuera
del local y hasta que se fueron los clientes, se le acercó.
-Hola- le dijo Alex muy feliz a Carol. Definitivamente se convenció de que no tenía
vergüenza.
-Llegas tarde- comento Carol entre dientes, un poco sarcástica.
-Jaja, es que se me hizo algo tarde. ¿Ya nos vamos?
-Todavía no es la hora de que cierre, por si no te habías dado cuenta.
"Dios, ¿como se atreve? Sin vergüenza". Carol ya estaba lo suficientemente enojada
como para ponerse a gritarle a Alex, pero por algo no lo hizo.
-¿A donde vamos a ir a recoger a tu prima?- esta vez se le acercó mucho a Carol,
tanto que solo diez centímetros separaban sus narices. El la noto nerviosa y empezó a
reírse.
-¡Quítate! LA TENGO QUE RECOGER- se apresuro a decir sin a agregarlo a el- YO,
en el aeropuerto.
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Pasaron la mayor parte del camino en silencio, hasta que el decidió que la tenia lo
suficientemente acorralada como para que no lo mandara a la goma si le pedía
disculpas.
Otra vez se río.
-Carol- dijo un poco vacilante-, te quiero pedir disculpas por el comentario que hice en
la mañana. Yo no lo decía por burlarme de ti.
Volteo a ver la mueca en la cara de Carol y lo pensó mejor.
"Rayos, Alex, debes decir mejor las cosas", se dijo a si mismo.
-Mira, no lo decía con la intención de molestarte ni ofenderte, solo lo hacia para
divertirnos un rato, pero ya veo que no lo dejaste pasar.
"Maldición - pensó Carol-, claro, me trae en su carrito para pedirme disculpas y que no
lo pueda mandar al demonio. Muy listo Alex, muy listo".
-¿Que dices? ¿Me disculpas?- volteo con Carol y le mostró una bella sonrisa.
Carol no sabía ya como decirle que no lo disculpaba. En realidad el no le interesaba,
pero a alguien con esa cara y esos ojos, no le podía negar ser disculpado.
(Silencio incomodo.)
-Si lo vuelves a hacer, te juro que no te vuelvo a hablar el resto de mi vida eh, tarado.
-Jaja, lo sabia, me tenías que perdonar. Nadie me niega nada, lo se, soy irresistible.
-Me bajo aquí- dijo Carol.
-Hey ya, es broma.
-Jaja, tonto, aquí es la entrada del aeropuerto.
-Jaja, de verdad. Hay en realidad ya lo sabia eh, solo...
-Si claro- lo interrumpió.
Entraron en el aeropuerto, y después de algunos minutos de estar buscando, por fin
Carol encontró a su prima.
Abrazos, gritos, presentaciones y risas después, salieron al carro y se fueron camino a
la casa de Carol.
-No inventes, que padre que ya regrese- le dijo Charlotte a Carol.
-Ya se. El tiempo se me hacia eterno, jaja.
-Bueno y, ¿qué me querías contar?- Charlotte ni siquiera se fijo en Alex, así que no le
importo preguntarle eso a Carol.
Ella le mandaba miradas gélidas como de ¡CALLATE! y ¡TE VOY A MATAR SI
SIGUES ABRIENDO LA BOCA! Charlotte entendió muy tarde el mensaje, tanto que
Alex se dio cuenta de todo.
El decidió no decir nada, al menos hasta que Charlotte ya hubiera entrado a su casa y
ellos estuvieran solos.
-Bueno, Alex- le decía mientras el sacaba su maleta de la cajuela del Volvo-, muchas
gracias por el aventón. Humm, Carol, te espero adentro. Adiós.
A Carol no se le paso desapercibida la cara que puso Alex cuando Charlotte por fin los
dejo solos.
-¿Y ahora que tienes?- le pregunto interesado. Esperaba que de verdad le dijera lo
que tenia.
-No, nada.- Escondió la cara.
-Hay Carol, no creas que me haces tonto eh, me di cuenta de lo que dijo Charlotte.
-Nada, de verdad, es solo que le tengo que contar lo que paso. A ella le cuento todo-
trato de hacer una cara lo suficientemente convincente como para zanjar el asunto.
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“Encuentro”
Otra noche sin poder dormir. A pesar de que estaba feliz por la llegada de Charlotte,
Carol no podía dejar de llorar. Sentía un hueco en el estomago, era como si estuviera
hueca.
"Maldito, no sabes como te estoy odiando". Es lo que pasaba por la mente de Carol.
No sabia como se podia amar y odira a una persona con la misma intendad, pero si
antes le parecia algo lejano, ahora no sabia como enfrentarlo.
En parte, se sentia como aliviada por que por fin habiasacado todo lo que sentia; pero
en realidad ese era el verdadero problem. Habia dejado que todo se desataray si,
habia llorado, pero no con esa magnitud, estaba casi callendose a pedasoz, y sabia
que Charlotte estaba preocupada, muy perocupada por ella.
Mientras pensaba en esto, por fin, el sueño se apodero de ella.
"Otravez no", se deia Carol. Ahora sonaba su cancion favorita, la tenia como alarma.
Alargo la mano y presiono el boton de apagar. Su movil quedo como muerto y ella se
acomodo entre las almohadas y las cobijas. Para ella, ese no era dia de ir a la escuela,
no se sentia nada bien, asi que mando lejos a los maestros.
Se uqedo dormida, pero no mas de media hora despues, una llamada la desperto.
Otra vez su cancion favorita estaba sonado.
Ya eran más de las nueve de la mañana.
-Carol, ¿no vas a venir a la escuela?- ella rapido reconocio su voz.
-Hola Keny, si, llegare a la proxima clase.
-Ok, pero vienes, ¿eh? No tardes.
-Ok.
Colgo.
Se fue a bañar, se arreglo y salio hacia la escuela.
Carol llego a la cafeteria, iva a comprar algo, cuando alguien le toco la espalda.
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Se quito los audifonos y volteo. Era alex. Justo la ultima persona a laque queria ver.
-Hey floja, ¿por que tan tarde? -como siempre, mostraba su bonita sonrisa.
-Humm
-Humm,- penso una rapida respuesta- se me hizo algo tarde.- se volteo, se pusoo un
audifono y sigui su camino rumbo a la fila. Compro una barra integral y un jugo y
camino hacia afuera de la cafeteria, rumbo a una mesa en donde estaban sentados
unos amigos suyos, ademas de Kenya. Alex iva detras de ella.
-Hola- saludo a todos y le devolvieron el saludo.
-Carol, ¿porque no llegasta antes?-le pregunto su amiga Andres algo preocupada.-
Teniamos el examen de mate y sabes que era super importante.
De repente Carol se acordo. El examen de matematicas. Mala idea haber faltado a el.
-¿Que voy a hacer? si no hago ese examen me va a quedar la materia, no manches
me voy a morir.
-Hay Carol, metiste la pata- le dijo Kenya y a Carol le pasó por la mente matarla. En
ese momento, lo último que necesitaba eran pensamientos pesimistas.
-¡Tengo una idea!- le dijo Tamara, otra de sus amigas.-Mira, ahorita la maestra de
mate va a hacer el examen en el salon quinientos cuatro, ¿porque no vas y le dices
que te lo hagaa ti tambien?
A Carol la idea no le parecio tan descabellada.
-No manches, de verdad. Muchas gracias, me voy.-Se levanto y miro a Tamara como
diciendo eres una genio, se despidio y corrio hacia el salon quinientos cuatro.
Llego un poco cansada por la corrida maratonica. vio que los chavos de esa clase ya
estaban entrando, reso en silencio por que la maestra se apiadara de ella, y justo
cuando iva entrando en el salon, recordo algo.
"Noooooooooooooooo", dijo su voz interior.
Hay, sentado en la última fila, pero totalmente visible, como si estubiera iluminado por
alguna maldita luz especial, estaba Cristopher. Sarcasticamente, Carol penso que en
ese salon estaba el infierno. Las palabras examen de matematicas, sumadas con la
presencia de Cristopher, le resultaban imposibles.
"Maldita sea". Lo en que podia pensar era en no pensar en Cristopher.
Unas risas la sacaron de sus pensamientos. Habia chocado contra el escritorio de la
maestra, y ella la miraba como con u signo de interrogacion en la cara.
-Maestra- dijo Carol. Apenas podia recordaba en donde estaba, asi que hizo un
esfuerzo.
-Que pasa Carol.
-Humm, me preguntaba, si...eh-"solo dilo Carol", se dijo asi misma- ¿me puede hacer
el examen?
-Hay Carol, esta bien, pero para otra ocasion, te recomiendo que llegues temprano,
¿esta bien?-le dijo la maestra, que no sonaba nada contenta.
-Perfecto.
-Bueno, toma un examen mientras veo en donde te vas a sentar.
Mientras que Carol tomaba un examen, la maestra tomo una decision.
-Carol, te vas a sentar en la iltima butaca de la cuarta fila.
Carol rapido volteo a ver su lugar. Queria asegurarse de que no....Un momento,
repaso la informacion y...Cristopher estaria justo a su lado.
-Maestra, yo...
-Ya ve a sentare, Carol.- por su tono, la maestra no aceptaba ni una objecion.
Camino volteando hacia el suelo. Su corazon latia a mil por hora, y tenia la sensacion
de que todos los que estaban en el salon podian oirlo.
Lentamente y sin hacer ruido llego y se sento en la butaca. Mientrascaminaba hacia
ella, vio que Cristopher no le quitaba los ojos de encima, asi que eso hizo que ella se
coibiera.
Tratando de pensar solo en su examen, obedecio la orden de la maestra de
comenzara contestar.
Solo recordaba su nombre y el resultado de la suma de dos mas dos. El tiempo se le
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pasaba super lento, y ella sentia la tencion que habia en el espacio donde se
encontraban el y Cristopher.
Justo en el momento menosesperado, el timbre sono y ella se dio cuenta de que casi
no habia contestado el examen.
Justo cuando estaba recogiendo sus cosas, y mientras los demas alunmos salian del
aula, escuchoa alguin hablandole a sus espaldas.
-Carol- inmediatamente reconocio su voz.
Sintio como que el mundo se le vino abajo y salio corriendo, antes que la rabia saliera
de ella y, o se pusiera a llorar, o se pusiera a gritarle en la cara que era un imbecil.
Cuando se reunio con sus amigos, trato de aparentar calma y lo logro. No hubo ni una
pregunta de su estado, solo de como le habia ido en el examen, y ella las contestaba
de manera normal.
Sin embargo, estaba como ida. Habia sido muy fuerte para ella haber visto a
Cristopher; siempre habia tratado de ignorarlo y sacarle lavuela. Pero ese encuentro
habia superado sus espectativas, ya que el hasta le hablo, el muy sin verguenza. Y tal
como habia imaginado que se sentia, comenzaria a caerse a pedazos de un momento
a otro.
Lo unico por lo que ahora rogaba, era que la mañana se pasara volando para poder
salir de la escuela.
Carol ya estaba en su trabajo. Le habia resultado ese el dia mas largo de toda su vida,
y eso que apenas habia pasado la mañana. No podia recorda cuando se habia sentido
asi, o cuantas veces antes. Tal vez fue cuando tenia doce años y se murio su perro.
Rapido aullento ese recuerdo de su mente. No habia nada más desagradable que
pensar en eso. Ademas, eso habia pasado ya hace años, y ella solo erra una pequeña
niña. Ahora ella tenía dieciocho, y esto era el verdadero mundo.
Todo era sumamente monotono, asi como llegaban los clientes e ivan. Practicamente,
todo se vendio solo. Era como si hubiera ingerido alguna clase de droga y estubiera en
otro mundo.
"Me hablo". Carol no dejaba de pensar en el, aunque no lo admitiera. Y esto era como
una maldita tortura.
Miro por enecima ves su relog, y gracias a dios, ya eran las ocho.
"Genial- penso- ya sali del trabajo, ahora si no tengo nada que hacer, mas que pensar
en lo uqe paso".
Esto era lo que mas odiaba. Aborrecia mas que nada los ratos de ocio; la dejaban
pensar.
Caminaba lentamente por la calle, sin fijarse en nada.
Su celular sono y lo dejo timbrando. No esta de animos para hablar con nadie. Dejo de
sonar. Bien, ya no la molestarian mas. Deberian de imaginarse que queria estar sola.
Sigui caminando como si nada, y maldijo cuando su celular comenzo a sonar de
nuevo.
Sin fijarse contesto y antes de que pudiera proferiri cualquier tipo de palabra ofenciba,
la interrumpieron.
-¿Donde estas?-le dijo Alex algo extrañado -Estoy afuera de tu trabajo y no hay nadie.
-Humm, por si no te acabas de dar cuenta, ya son casi las ocho y media.- dijo una muy
molesta Carol.-Ya casi llego a mi casa, asi que no te ,molestes y vete a la tuya.Adios.
Justo cuando iba a cerrar el celular, Alex le hablo de nuevo.
-¿Donde estas?- pregunto de nuevo.
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ayudarte en lo que necesites, y lo que ahora necesitas esdesahogarte, asi que tu...
-Carol lo interrumpio.
-Es que tú de verdad no entiendes, no quiero ya hablar de eso.
-Pero vas a hacerlo,- le decia Alex a ella- te lo exijo. -Cada vez levantaba más la voz.
-¡Ya deja de presionarme, no lo soporto!- le grito Carol.-
-¡Dime! Me tienes que decir.
Carol no soporto mas, asi que salio del auto y empezo a caminar hacia un gran arbol.
Iba llorando descontroladamente. Alex la segui muy de cerca.
Carol sigui llorando, no sopartaba que la vieran llorar, asi que se hizo un obillo y se
tapo la cara con las manos. Paso media hora, y todo estaba muy callado, solo se oian
sus suspiros y sollozos cada vez mas apagados. Carol queria pensar que Alex ya la
habia dejado sola, pero sabia que el no haria eso. Y silenciosamente se lo agradecio.
Se levanto, se arremango las mangas de su blusa ya mojada de tantas lágrimas, y
comenzo a buscar en el lugar, hasta que vio a Alex. El le sonrio levemente. Carol
camino hasta alcamzar a Alex, y juntos llegaron al auto.
Entraron y Alex lo puso en marcha.
-Estoy llena de hojas y tierra- dijo un poco como disculpandose.
-No te preocupes.
-Alex... - dijo Carol vacilando.- Te lo agradezco muchisimo, de verdad.
Alex solo le mostro su bella sinrisa, tan tipica.
Llegaron a la casa de Carol, se despidieron brevemente, Carol salio del auto y Alex se
fue hasta que ella estubo dentro de su casa.
Ella pensaba en todo lo que le habia ayudado. Penso que si no hubiera hecho eso
Alex, ella se sentiria la persona mas miserable del mundo, exactamente como lo hacia
horas antes.
"Como caido del cielo", penso Carol. Se puso la pijama y se durmio.
“Cambio”
Alex llego a su casa. En cuanto su madre supo de su llegada, rápido salio a recibirlo.
Esto le pareció raro a Alex, ya que no había hecho nada, ni había llegado tarde. Así
que se limito a preguntar.
-Hola mama, ¿Qué sucede? – le dijo notándola algo nerviosa.
-Umm....., hijo, alguien vino a visitarte…- fue todo cuanto le dijo su madre.
-¿Quién?- ahora si que estaba ansioso por saber, su mama despertó su curiosidad.
Al ver que su mama no le respondía, entro rápido en la casa. Se llevo una gran
sorpresa.
-wo0w… -fue todo lo que pudo decir. La rabia y el enojo rápidamente superaron a la
gran sorpresa que sintió al ver a Ana plantada en medio de su sala. Ella se veía
tranquila, por lo que a Alex se le calentaron mas lo ánimos.
Ahora solo existía una sola pregunta: ¿qué rayos quería?
-Hola Alex. ¿Cómo estas?
Alex no lo creía, así que fue directamente al grano:
-¿Qué es lo que quieres, Ana? – ni siquiera se esforzó por ser cortés.
-Alex, no deberías tratarla así, sabes, ella..- le dejo su madre a Alex, pero el la
interrumpió.
-Mama, ya no me ayudes mas, quieres, ya tengo suficiente con que la dejaras entrar.
Así que ahora, te voy a pedir que nos dejes solos.- volteo a verla con una mirada que
no aprobaba mas comentarios. Su mama salia silenciosamente de la sala, mientras
que Alex se sentaba en un sillón, justo enfrente de donde estaba Ana.
-Alex, no se por que te pones así -le decía Ana a el, mientras que tenia la cabeza
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“Mentiras”
-Hola, Carol- le dijo Kenya. Carol acababa de llegar a la escuela. Ahora se veía mucho
mejor que en días pasados, y fuera cual fuera la causa, lo agradecía muchísimo.
-Hola, Kenya. ¿Cómo estas?- le mostró Carol una pequeña sonrisa, y Kenya confirmo
que estaba mejor.
-Muy bien, gracias. Tú también te ves mejor.- Kenya le mostró una gran sonrisa a la
que Carol correspondió.
Ya eran las ocho de la mañana, así que juntas se fueron hacia la clase de teoría del
estado
La mañana iba transcurriendo con cosas triviales. Carol había pasado un rato con sus
amigas en las canchas de futbol, mientras unos cuantos de sus compañeros jugaban.
Sus amigas Kenya, Daniela, Tamara, Claudia, y otras más, estaban echándoles porras
a los chicos. Ellos iban jugando muy bien. Era un día soleado, y todo apuntaba a que
su equipo volvería a ganar.
Llego el final del primer tiempo y hubo cambio de jugadores. Mientras que el
entrenador escogía a dos de los que iban a entrar y a los que iban a salir, sus amigos
Alfonso, Marco y Pepe se acercaron a las animadoras.
-¿Que hay, chicas?- les dijo Marco, que era el típico apasionado del futbol, que no se
perdía ni un juego. Los demás saludaron después de el.
Alfonso se sentó junto a su novia Daniela, y Pepe llego a sentarse a un lado de Carol.
-Hola niña linda. ¿Cómo estas?- le pregunto a Carol que en ese momento estaba
pensando en la inmortalidad del cangrejo.
-¿Uh? –dijo Carol, algo sacada de onda. Vio a Pepe a su lado y le sonrío. Se apresuro
a saludarlo.- Hola, Pepe, ¿cómo estas?
-Bien, gracias. Aunque creo que tu no estas muy bien, ¿cierto? Estos días te eh
notado muy mal.- le dijo Pepe a Carol. Ella no supo que hacer, ni que decirle.- ¿Esto
esta relacionado con Cristopher?- la pregunta dejo a Carol perpleja.
¿Como demonios sabia el eso?
Al ver a Carol un poco mas seria ante su pregunta, Pepe pensó que había dado en el
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clavo. “No puede ser- se decía Pepe-, ¿entonces Cristopher si se metió con ella?
Nunca creí que Carol fuera de se tipo de mujeres.
-No, no tiene nada que ver con el, ¿por?- le dijo Carol esperando que Pepe le creyera.
“Seguro, que dedo que chupo”. Pepe sabía que era mas frecuente hoy en día
encontrar a chicas así, que fueran fáciles, pero otra cosa era pensar que Carol, la
chica que ante todos se daba a respetar y que tenia toda una reputación, se hubiera
metido con Cristopher. “Ja, que afortunado”.
Pepe le echo una mirada a Carol sin que ella se diera cuenta. Pensó que tal ves
Cristopher si se hubiera divertido un poco con ella. Al fin y al cabo, Carol no estaba
nada mal, pero había mejores que ella en la universidad.
-¡Chicos!- los llamo el entrenador, sacando a Pepe de sus pensamientos.
Los tres se alejaron hacia la cancha, y rápido, comenzó el segundo tiempo del partido.
Carol no sabia que pensar. Si Cristopher se había atrevido a mentirle así a ella, se
imagino que con los demás había sido mas fácil, y mas con los idiotas de sus amigos.
Genial. Ahora, de seguro gracias a el, ella era la tipa más fácil de todo el campus. No
iba a dejar que esa noticia se difundiera, ya que sabía que los hombres son mucho
más chismosos que las mujeres, y sobre todo tratándose de sus conquistas.
Sabía que tenía que hacerlo. Tenia que ir a hablar con Cristopher. Y aunque sabia que
se moriría del coraje al verlo, como el otro día, lo que de verdad le daba miedo es
sentir lo mismo de hace tiempo.
Recordaba perfectamente bien que siempre que lo veía no podía evitar reír, se sentía
de repente la mujer más feliz del mundo, y todo se tornaba color de rosa. Pero bien
sabia, también, que no se olvidaría del todo lo que había hecho. Y por eso le daba un
miedo espantoso; sentir todo ese odio y todo ese amor a la vez. Vaya tonta.
Kenya bajo de su nube.
-Hey, Carol, ya termino el partido. Vámonos.
Mientras Carol seguía a Kenya, esta le estaba contando algo de su tía. Carol no le
estaba prestando atención para nada. Todos sus pensamientos se estaban yendo
hacia la persona que tenia exactamente al frente como a unos cincuenta metros.
Cristopher.
Estaba totalmente decidida a ir a hablar con el, hasta que un tonto se les atravesó en
el camino. Carol estaba tan ensimismada en sus pensamientos, que no se dio cuenta
de que el tonto que se atravesó era Alex. Solo lo supo hasta que las saludo.
“Vaya, no había pensado en el en toda la mañana”. Y era la verdad. Carol estaba lo
suficientemente ocupada como para haber olvidado lo que había pasado anoche
después de que Alex la llevara a su casa. La llamada telefónica que habían tenido.
-Hola, mensas- les dijo Alex a Kenya y a Carol con su bella sonrisa. Kenya le contesto
con un sape y Carol con un movimiento de cabeza. Estaba realmente distraída.
Carol ya estaba por dejarlos solos; Cristopher estaba frente a ellos y ella tenia que
hablar con el urgentemente.
En ese momento, Alex le estaba extendiendo la mano a Carol para darle su cartera,
mientras que Cristopher se estaba quedando solo. Sus amigos se estaban yendo. Esa
era su oportunidad de oro.
Carol ya se estaba moviendo en la direccion hacia donde estaba Cristopher, y eso a
Alex no le paso desapercibido. Intuyendo por que queria ir con el, tomo a Carol del
brazo y la hizo darse la vuelta. Le hizo una seña a Kenya de despedida y se llevo a
Carol de allí.
Carol se lleno de coraje.
-¡Alex, sueltame en este momento!- le dijo Carol, mientras que voleaba a donde
estaba Cristopher y lo veia alejarse de donde estaba. Esa habia sido su oportunidad
de oro, y gracias a ALEX, se le estaba llendo.
Sin hacer caso a la sarta de tonterias que Carol decia, se encamino hacia su auto.
Decidio que ese era dia para llevar a Carol a su trabajo.
Carol no se resignaba a no hablar con Cristopher, asi que luchaba para que Alex la
soltara, pero al parecer, eso no era lo que haría.
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Carol no se resignaba a no hablar con Cristopher, asi que luchaba para que Alex la
soltara, pero al parecer, eso no era lo que haría.
Yan setaban en el estacionamiento.
-¡Ya sueltame, Alex!- le decia Caroll, que ya no aguantaba las ganas de pegarle a
alguien. Alex la habia hecho enojar muchisimo.
Asi que Carol empezo a decir una sarta de maldiciones.
-Hey, Carol, ya tranquila. ¿Por que te pones asi?
-Alex, tenía que hablar con Cristopher, y gracias a ti, ahora ya no voy a poder,
¡maldicion!
-Haber, mientras te subes al auto dime que le ibas a decir.
Resongando, Carol subio al auto junto a Alex.
Carol decidio que lo iva a castigar con su silencio, pero lo tubo que romper, cuando vio
hacia donde ivan.
Hamm, oye, ahora no trabajo.
-Ah.- fue toddo lo que dijo Alex.
Carol penso que ahora el era el que estaba enojado, asi que se apresuro a pedirle
disculpas por su actitud.
-Alex, escucha. Yo...este...perdon por mi comportamiento, si te molesto de verdad
disculpame.- como Carol veia que la actitud de Alex no cambiaba con sus disculpas,
empezo a sospechar que algo tramaba, o algo sabia.
-¿Alex?
-¿Para que querias hablar con Cristopher, Carol?
Alex le dijo esto muy serio, vastante serio, asi que Carol se empezo a preocupar.
-Es que en la mañana que estaba con Kenya y las demas chavas, en el partido, Pepe
me pregunto que si estaba bien, y que si estaba relacionado con Crittopher...-Alex la
interrumpio.
-...asi que tu quieres saber si el dijo algo.- completo la frase.
-Asi es.
-Ah- menos mal, se decia Alex- bueno, pues creo que eso podia esperar para luego.
-Pero es que estaba solo y...- una ves mas la interrumpio Alex.
-...es mas, no se por que quieres preguntarle eso a Cristopher. Deverias dejarlo
pasar...y ya.
Mientras Alex hablaba, jamas volteo a ver a Carol, asi que aumentaron sus recelos.
-Alex, ¿que tienes? Estas nervioso.- al ver que Alex no le contestaba, continuo
hablando Carol.- Si quieres yo me voy sola a mi casa eh, no te molestes...
De repente todo estubo claro.
Mientas Alex rogaba silencioamente que Carol no se diera cuenta de lo que el sabia,
Carol ataba cabos.
Huebo un silencio incomodo.
"Maldicion, ya se dio cuenta" Ahora si, Alex se empezo a preocupar de verdad.
-Carol, ¿estas bien?
-Tú ya sabes, ¿verdad?
-¿De que hablas? ¿Sabes que?
-Alex, no te hgas el desentendido, por favor, y dime que es lo que sabes.
Alex estaba acorralado. Ahora si, tenia que pensar muy ien en lo que iva a decirle.
-Hay no, por favor, no me digas...que tu...sabias-la voz se le iva apagando mientras el
entendimiento le llegaba. Era muy simple. Alex ya sabia todo lo que habia dicho
cristohper de ella, por eso no le pareecio raro que ella dijera lo de Pepe.Y Alex no le
dijo nada a ella.
--¿Que es lo que sabes, Alex?- le dijo Carol, sumamente seria.
-Carol, yo...no creo que sea adecuado que te lo diga...-Alex solo queria llegar a la casa
de CArol. Ya estaban doblando en la esquina y Alex sintio alivio.
-Ya llegamos- dijo con algo de alivio y con la sonrisa mas finjida que pudo haber echo.
-Alex, no me haces tonta eh. Dime, en este momento, que-es-lo-que-sabes.
Otro silencio.
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-Hay, ya, por dios, que tan malo puede ser lo que...-Alex comenzo a hablar, asi que
Carol se callo.
-Cristopher dijo que...dijo que...se habia acostado contigo. Que habia jugado contigo a
su antojo, y que tu le habias creido hasta la mas minima de las mentiras que te dijo.
...
Carol no lo podia creer.
Se apresuro a salir del auto, ni siquiera veia por donde caminaba, lo unico que queria
era llegar a la puerta.
Al ver la reaccion de Carol, Alex se dio de topes por haberle dicho. Salio
apresuradamente del auto para seguirla, pero Carol ya se habia detenido y se estaba
volteando hacia el.
-Jamas pense que TU, el que decia que era mi amigo, y quien mas me estaba
apoyando, me hiciera esto.-Carol hizo una pausa, mientras que levantaba la mano, y
lñe daba una cachetada a Alex.- ¿como pudiste hacerme esto? Has estado
bueralndote de mí, ¿no? anda Alex, habla.
-Carol, si no te lo dije fue por que no queria que estubieras mas erida, por eso no
hable.
-Si, claro, y por eso no me defendiste enfrente de todos, ni me lo dijiste en cuanto te
enteraste, ¿o no? De verdad, pense que eramos amigos.
Se dio la media vuelta, y se metio a su casa. Le cerro la puerta en la cara a Alex.
"Estupido, estupido, estupido, estupido"
Alex no lo podia creer, habia traicionado a Carol, y sabia que ella no lo perdonaria, o al
menos, no muy facilmente. De repente, su orgullo pudo mas que el. Penso en la
cachetada que le habia dado y se enfurecio. El habia tratado de protegerla, ¿no? Y
ella le pago con una cachetada.
-Que tonta- se decia a si mismo, mientras prendia el auto- no se como no puede
apreciar mi esfuerzo por que ella estubira bien, y si no le dije, fue por eso, por que se
como es, y no quería que hiciera nada tonto.
Salio de la calle de Carol echo una fiera y con el orgullo por lo alto.
Una ves mas, el orgullo le gano y lo sego. Asi, no estaba viendo todo lo que le habia
echo a Carol. Pero mientras pensaba, su enojo comenzo a enfriarse, y se dio cuenta
de todo el mal que le habia echo a Carol, asi que esquivando a los autos que ivan por
la avenida, rapido llego al retorno, y regreso a la casa de Carol.
Estaba más que dispuesto a regresar esa tarde a su casa, con las cosas aclaradas.
El unico problema ahora seria si le abriria la puerta Carol.
“Recapacitar”
Alex llego a la casa de Carol ehco una exalacion. Esperaba que por obra del espiritu
santo, Caqrol le abriera la puerta cuando el tocara.
Estaciono el Volvo enfrente de su casa y rogo silenciosamente.
Toc toc
Espero a que abrieran la puerta; pasaron los segundos y no huebo respuesta.
Toc toc
Toco de nuevo.
Esperaba que Carol lo escuchara. "Carol, Carol, se que estas ahi, por favor, abreme".
Espero unos minutos mas, pero no hubo respuesta.
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En ese momento sintio una mano en el hombro. Un poco espantado, volteo a ver
quien era.
"Espero que sea Carol", pensaa Alex, mientras se volteaba. Pero valla desepcion se
llevo, cuando vio que no era ella.
-Compermiso, voy a pasar.- le dijo el joven que ahora estaba frente a la puerta.-
¿Buscas a alguien?
-Hamm, si. Busco a Carol.
Mientras el joven abria la puerta, le dijo:
-Dejame ver si esta, si quieres pasate. Voy a buscarla.
Alex le agradecia, mientras lo seguia a dentro de la casa y se acomodaba en la sala.
-Ah por cierto, soy Rodrigo, mucho gusto.
-Igualmente- dijo Alex al tiempo que le mostraba suhermosa sonrisa. Ahora, si que
estaba de un mejor humor, por que sabia que el tal Rodrigo le traeria a Carol. Y ella no
tendria escapatoria.
Alex se instalo comodamente y, a sus anchas en el sillon mas grande, mientras que
Recorria la casa en busca de Carol.
"Por fin", se dijo Alex, cuando escucho murmullos en la ultima habitacion donde habia
entrado Rodrigo.
Alex vio que venia Rodrigo hacia la puerta, asi que levanto a su encuentro, a la espera
de una respuesta. Alex iba a hacerle una pregunta, pero Rodrigo le adelanto de la
respuesta.
-Ya viene.- le dijo Rodrigo con una ronrisa muy amable.- Bueno, ya me tengo que ir.
Mucho gusto en conocerte...
-Alex, me llamo Alex.- le dijo el con torpeza, mientras veia como se alejaba Rodrigo.
-Nos vemosz luego- le dijo Rodrigo a Alex con un movimiento de mano. A
continuacion, cerró la puerta y se fue.
Alex volvio a tomar su lugar en el sillon, mientras esperaba a Carol. Despues de
algunos minutos, la vio venir.
Carol se via realmente molesta, asi que Alex decidio que la trataria con suavidad.
Carol tomo aire y hablo:
-¿Que quieres, Alex?- le dijo con un tono de voz bastante amargo.
-Hola- le contesto Alex, y su timpica sonrisa, que nunca podia faltar, se hizo presente.
Pero eso a Carol no le importo. Es mas, ni siquiera la vio.
Repitio la pregunta:
-¿Que es lo que quires, Alex?
-Pues hablar contigo, tonta- le dijo Alex muy quitado de la pena. -Bueno, mira. En
primer lugar, - puso una falsa cara de enojo- vengo a reclamarte por lo de la
cachetada, y en segundo lugar- suaviso el gesto de su cara,- vengo a pedirte
disculpas.- Miro a Carol esperando a que ella dijera algo. Alex se paro y se le acerco.
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Straw
Carol estaba enfadada de esto. Ademas, ni siquiera sabia que decirle a Alex. Ella
sabia que habia hecho mal por haberle dado una cachetada, pero es que de verdad se
le merecia...o al menos eso pensaba ella.
-Carol, - Alex siguio hablando- por favor, estoy hablando en serio, de verdad te pido
disculpas.- Espero otro momento, pero Carol no dijo ni pio, asi que continuo.-Ok, mira,
se que fue un error de mi parte no haberte dicho lo de Cristipher, pero si no lo hice, fue
por que en verdad queria que te olvidaras de todo esto. Asi que, que me dices, ¿me
disculpas?
Por fin, Carol hablo.
-Es que, no estan facil. Yo confie en ti, te dije todo lo que habia pasado y como me
sentia, e inclusive, tu me viste como estaba y no e dejsate sola en esos momentos.
Pero hacer rato cuando supe la verdad, senti que todo lo que me habias dicho fueron
solo palabras huecas.-Carol veia a Alex a la cara, sin vacilaer en lo que le decia.- Yo te
consideraba mi amigo, pero ya me di cuentas de que solo me escuchabas...o mejor
dicho, tan solo me oias. Pero ¡felicidades!, eres muy bueno escuchando a las
personas.
Carol comenzaba a sentirse un poco menos molesta, pero no por eso, triste por lo de
Alex. Su voz la saco de sus penamientos.
-Hey, pero es que si me importas. Bueno...es que, de verdad, no te quise decir nada
por que supuse como te pondrias.
Carol solo escuchaba a medias a Alex.
Hubo un silencio incomodo.
-Yo tambien te considero mi amiga- dijo Alex, apenado.
-Si eh, que bien lo haces notar- le dijo Carol con sarcasmo.
Carol se quedo callada una vez mas, asi que Alex penso que por el momento era inutil
seguir insistiendo. Dio media vuelta y camino hacia la puerta.
Mientras tanto, Carol estaba viendo como se iba. Sabia que algun dia tenia que
perdonarlo, pero tambien sabia que aunque lo hiciera, no se iva a olvidar de lo que
habia pasado. Ella era muy rencorosa, aunque no del tipo de persona que busca
vengarse.
Carol se levanto del sofa y fue tras de Alex. Lo tomo del brazo y lo jalo.
Le daba algo de pena, pero hablo.
-Estas disculpado- le dijo viendo hacia el suelo.
-Hamm, gracias. Despues de todo me lo merecia.
Carol lo miro a la cara como diciendole si no te callas te voy a matar.
-Esta bien, me callo.
De nuevo, el silencio incomodo.
Bueno, me tengo que ir...
-Ah, si, yo tengo mil cosas que hacer, Alex.
Bueno, nos vemos.- Alex salio e la casa y CArol iva atras de el. Alex llego a donde
estaba el Volvo. Abrio la puerta y se metio, pero rapido volvioa salir.-¡Oye!- le dijo.
Carol ya estaba entrando en su casa, asi que se detubo a oirlo. -Mañana paso por ti
para llevarte a laescuela, ¿te parece?
"Trata de comprarme recogiendome en su Volvo?...Ja, buen intento.
-Como quieras.
Bueno, adios Carol.
Carol no le contesto. Solo vio como se metia en el carro, arrancaba y se alejaba.
Despues se metio a su casa.
“Ella”
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Ya era sabado. Carol no tenía nada que hacer, asi que le llamo a Kenya haber si habia
algun plan:
-¿Hola?- le contesto Kenya medio dormida.
-Hay, no invetntes, wey, ya son las diez de la mañana y tu getona.
-Hay wey, pues que querias que hiciera, ¿levantarme a las siete, como diario?
-Jajajaja, pues no, pero…
-Bueno- ahora si, Kenya estaba medio molesta.- ya dime ue quieres.
-Bueno, pues ya essabado, y es dia de salir, ¿por que no vamo a algun lado?
-¿Como a donde?- le dijo Kenya a CArol, algo impasiente.
-Pues a una plaza o algo. Vamos de comprars, ¿ok?
-Va, pero pasas por mi, ¿ok?
-Ok, voy para tu casa.
Toc toc
Tocaban y tocaban a la puerta.
Eso ya tenía desquiciado a Alex. Sabía que no estaba su mama, asi que habia dejado
que siguieran tocando. Al fin y al cabo, era sabado y el tenia que dornir hasta tarde.
Toc Toc
"Demonios"
Ya que, se tuvo que levantar a abrir. Solo se puso una bata sobre el cuerpo (ya que
andaba en boxers), se acomodo un poco el cabello frente al espejo de su baño, y bajo
a la sala de su casa. Se habia tardado unos cuantos minutos en arreglarse, pero se
dijo que si ya habia estado esperando tanto, unos cinco minutos no le afectaria en
nada al que tocaba.
Toc Toc
-Ya voy- dijo Alex con la voz un poco ronca debido a que se acababa de levantar.
Se acerco a la puerta y la abrio.
-Hola- le dijo la linda chica que estaba parada frente a su puerta.-Humm, supongo que
tú eres Alex, ¿no?
-Si- le dijo con su sorprendente sonrisa.
-Hola, soy Edith, mucho gusto- se le acerco y le dio un beso en lamejilla.
-Encantado.
Alex no lo podia creer.Esa chica era muy bonita. Tenía algo que llamaba mucho la
atencion, ademas de su figura y sus finas facciones.
-¿En que te puedo ayudar, Edith?
-Humm, pues tu mama mando estas cosas- le mostro una bolsa que venia cargando-.
Tu mama es amiga de mi mama, asi que nos visito, y mi mama le regalo unas cosas.
Tu mama invito a comer a la mia, y a mi memandaron a traer esto para el almuerzo.
-Haaa, ya veo. Bueno, tu tambien te quedas, ¿no?
-Claro,- le dijo ella sin pensarlo dos veces. Alex era irresistible. Con esa sonrisa, le
podia gustar a cualquier chica, ademas de que le daba un aspecto de mucha felicidad.
Alto y delgado, y con esos ojos color miel...
"Wow, ademas se ve lindo recien levantado", pensaba Edith. En ese momento, Alex la
estaba ayudando con la bolsa que traia. Se la estaba llevando a la cocina.
-¿Te ayudo a meter las bolsas al refri?
-¿Es comida?- le pregunto, como haciendose el menso.
-Pues claro que es comida- le contesto ella.
Mientras metian las bolsas a el refrigerador, llegaron la mama de Alex y la de Edith, la
señora Julia.
-¡¡¡¡¡Alex!!!!!- entro su mama a la cocina y descubrio a Alex y a Edith riendo muy
felices.
"Vaya, vaya, que bien que se entienden".
-Hola niños.
-¿Que ahy, mama?- le dijo Alex a su madre.
-Oye, no me digas que te acabas de levantar eh, Alejandro.
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Carol y Kenya estaban en una tienda de moda, probandose algunos vestidos, cuando
CArol vio llegar a Alex. Pensaba que se iva a tradar mas y eso le daba un respiro.
Aun estaba un poco enojada con el. Por que el que lo hubiera perdonado, no disminuia
su colera. Ella perdona, pero no olvida.
Alex se acerco sigilosamente a ellas para asustarlas. Se dio cuenta de que CArol ya lo
habia visto, asi que solo se dirigio a Kenya.
Se coloco frente a su espalda, mientras que ella tomaba un vestido y se lo pegaba al
cuerpo, haber si le quedaba. Alex se le acerco mas y le tapo los ojos con las manos.
-¡Ayy!- Kenya solto el bestido de sopeton, dejandolo caer en el suelo.
Rapido, por accion reflejo, sus manos se fueron a sus ojos, donde estaban las grandes
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“Me gustas”
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Esbozo su per sonrisa, se dio la vuela y camino hacia donde estaban las chicas.
Todas se quedaron como con cara de wow cuando lo vieron. Y m,as por esa sonrisa
tyan bella, que bien y facilmente podia pasar como una sonrisa seductora.
Ellas no sabian que hacer. Ahora, la unica que miraba a Alex era Edith.
-Hola- dijo Alex en tono despreocupado.
-Hola, Alex. Te voy a presentar a mis amigas. Ella es Cami,- dijo señalando a una
chica de cabello castaño claro, muy bonita. Edith continuo.- Karla, Yaneth y Angy- las
ultimas tres eran todas de cabeñllo negro, lacio y con exceso de maquillaje, como Alex
pudo notar.
-Mucho gusto- les dijo a todas tomando su mano y besando una de sus mejillas.
-Bueno, vamos a comer, ¿no?
-Si- dijo Edith al tiempo que se levantaba. Las de más los siguieron, mientras que Alex
y ella hablaban animadamente.
La comida paso muy lenta. Alex se dio cuenta de que las amigas de Edith no estaban
muy comodas, asi que se lo hizo saber a Edith.
-Humm, oye- se acerco a su oido para susurrarle. Ella se unio un poco mas a el.- creo
que tus amigas estan un poco enfadadas.
-Ya lo se, pero es que si se van ellas me voy yo. Es que vamos a ir a un antro, y la del
auto es Yaneth.
-Humm- Alex trato de pensar en algo rapido. No queria que Edith se fuera, se la
estaba pasando muy bien con ella. Fue entonces cuando algo se le ocurrio.- Oye- ¿y
si me invitas al antro y yo te llevo? Asi se podrian ir tus amigas. Digo para que no
aburran.-agrego al final cuando vio la cara que ponia Edith. Lo ultimo que queria era
que pensara mal de el.
-Humm, es que no se. Mira, te vpy a ser sincera. Tal vez vea a mi ex haya...no quiero
que te vayas a incomodar. Mejor asi.
Eso fue suficiente poara que Alex se desilucionara. Vaya, el no sabia lo de su ex, pero
no se desanimo. "Todo puede pasar", se dijo. Ademas, ya habia dado su propuesta, y
como buen caballero, no se echaria para atras.
-Oh, no te preocupes por mí, ya te dije. Si quieres que te lleve, te llevo, y despues si
asi lo deceas, te regresar con tu ex.
Edith no lo podia creer. Era Alex tan lindo...pero ella queria a su ex todavia, y aunque
en estas ultimas horas se la habian pasado tan bien, no se podia olvidar de Alan. Con
el habia pasado momentos inolvidables.
-Bueno- dijo Edith viendo a sus amigas.- Deja les digo.
-Ok.
Edith se alejo hacia donde estaban sua amigas. Ellos habian estado platicando cerca
de la piscina y sus amigas se habian quedado en la terraza.
Mientras Alex observaba la piscina, su celular conemso a sonar. Era una cancion tipo
electro que a aElax le gustaba mucho. La tocan en su antro preferido.
Saco el celular de la bolsa derecha de sus vermidas y lo abrio para contestar, sin
antes ver quien lo llamaba.
-¿Alex?- dijo una voz masculina del otro lado de la linea. Esa voz era inconfundible.
Cristopher.
-Si, ¿que pasa?
-Pues te hablaba para saber que haremos hoy en la noche.
"Maldicion". No sabía ni que hacer. No estaba totalmente seguro de que si salia con el
era como una traicion para Carol. Era lo último que queria. Al fin y alcabo, el no tenia
nada contra el. A pesar de que era un idiota (eso se arranco una pequeña sonrisa a
Alex), a el no le habia echo nada.
-Pues estoy biendo si salgo con una amiga.
-Todavia no confirmo, pero yo te aviso. Asi, si no tengo algo yo, tú me invitas.
-Ok, estamos en contacto.- Cristopher colgo.
Alex estaba por guardar su celular, cuando vio venir a Edith. Tenía una gran sonrisa
en la cara. Alex pensaba que se veia muy bonita.
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Edith se le acerco, y por segunda vez en la noche, los calidos y carnosos labios de
Alex tocaron los de Edith. El beso comenzo coon calma, pero poco a poco se fue
intensificando. Mientras tanto, el corazon de Alex se desvocaba emocionado, y su
mente volaba imaginando a Edith en mil y una formas con el.
Rapido aparto esa idea de su mente, antes de que fuera demaciado tarde, y se
despego de Edith rapido, pero suabemente.
-Vaya, creo que nos pasamos- dijo Edith con la voz un poco temblorosa, mientras que
Alex no podia contener la respiracion.
-Bueno, ya que iba a ser el último, tenia que ser muy bueno- le puso una cara de angel
a Edith y las comisuras de sus labios se elevaron con una sonrisa traviesa.
-Ja-ja, que gracioso eres eh. Bueno, ahora si, me voy.
Edith salio del Volvo de Alex y se alejo un poco de el para que arrancara. No entro a
su casa hasta que el se hubo ido.
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Cristopher llevaba solo unos momentos de retraso, pero aun así, corrió para llegar un
poco más a tiempo.
Hacia un poco de calor, por lo que sudo un poco, pero eso no hacia que dejara de
verse mas atractivo. Era totalmente al contrario.
Llego a la cancha y se puso a saludar a sus amigos. Mientras chocaba las palmas,
buscaba a su gran amigo Alex… Llego con su grupo de amigos. Mientras saludaba a
los primeros, los demás se pusieron a hablar en voz baja, lo que provoco recelo en el.
-¿Qué les pasa a ustedes?- les dijo algo gruñón.
-Jaja, no me vas a decir que no sabes que chica esta en la cancha en este preciso
momento, ¿o si?
En ese momento, Alex se encontraba de espaldas a la cancha. Se preguntaba por que
sus amigos le prestaban tanta atención a alguien así, y mucho menos a una chica…
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claro, a menos que la chica fuera un monumento viviente, o alguna súper modelo, por
poner algún ejemplo Así que la curiosidad pudo mas que el, y se dio la vuelta.
Lo unico que vio a lo lejos fue a tres chicos jugando con los que parecía… ¿una chica?
Wow, y que chica. Vaya, vaya. Hasta que tenían un buen publico.
La chica llevaba puesto un pequeño short de mezclilla oscura, con una blusa blanca
que acentuaba sus curvas.
Después de estar un rato viéndola, esperando que volteara, reparo en su demás
compañía.
Los demás eran Alex, Fernando y Mateo. Bueno, pero si que Alex nunca perdía el
tiempo. Esa clase de mujer era el tipo de las que Alex siempre estaba acompañado. Y
una vez más, después de pensar en esto, Cristopher recordó a Carol.
Bueno, ahora no era momento de pensar en ella, si no de ver a la hermosa chica que
tenia a unos metro de el.
Bien pudo haberse quedado horas ahí viéndola jugar así con el balón, cuando de
repente entendió quien era. De repente recordó esa misma figura en otra chica, que
desde hacia tiempo lo había vuelto loco. Eso lo había llevado a hacer una locura, de la
cual no se arrepentía, y que incluso, volvería a hacer.
Carol.
Sin duda era ella.
-Hey, tierra llamando a Cristopher… ¡ya despierta!- le dijo alguien de los presentes.
El estaba como ido, pero poco a poco recobraba la compostura.
-¡Cristopher!- le grito alguien más.
-¿Que quieren?- pregunto el, furioso.
-Pues tal parece que la chica si te gusta, después de todo, ¿no?
El no lo podía creer. ¿Que de verdad le gustara Carol? Vaya broma. Eso era otra
cosa. El solo se quiso divertir por un momento.
-No, simplemente que desde que la deje se ve mejor.
-Pues claro, y no se de verdad como Alex no sale con ella.
-¡No puede!
Cristopher sintió como se le ponía caliente la cabeza de puro coraje, tan solo de
imaginárselos saliendo. Pero Alex no le podía hacer eso a el.
-No puede.-repitió Cristopher antes de que alguien hablara para preguntar por su
anterior tono de voz.- Alex sabe lo que le hice. El nunca querrá salir con Carol.
Además, eso no se hace entre verdaderos amigos.
Bien. Eso le pareció comentario suficiente como para que dejaran de hablar. Así que
se conformo con eso.
Por fin aparto los ojos de Carol.
“Suficiente de verla…por ahora”.
Del otro lado del campo, Carol estaba bromeando con Alex. Platicaban animadamente,
cuando de repente Alex se dio cuenta de que Cristopher llego.
Maldición. Se había olvidado por completo de el. Ahora solo esperaba que Carol no se
enojara con el. Suficiente había pasado ya, como para que volvieran a esta mal.
-Carol.
Carol escucho su nombre, así que levanto la vista y vio a Alex con cara de suplica.
-¿Y a ti que te pasa?
-Umm..... Espero que no te moleste, pero yo… Hamm, voy a saludar a Cris.
-Ah, lo dices por eso. Si ve.
Carol no mostraba estar molesta, por lo que Alex pudo respirar con alivio. Pero esto le
pareció muy raro.
-¿Sabias que el iba a venir?
Jajaja. Carol comenzó a reírse a carcajadas. Eso era obvio.
-Alex, estos son los partidos de la universidad. Obviamente iba a estar aquí. El es tu
amigo, lo entiendo, así que puedes ir sin remordimientos.
“Vaya, que razonable se estaba volviendo esa chica”, pensó Alex.
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piernas bien trabajadas. Continuaron subiendo ella y su vista, hasta quedar viéndole el
abdomen. Lo primero que había pensado, era que Alex ya estaba frente a ella, pero
sus dudas quedaron desmentidas cuando continúo subiendo la vista, hacia la altura de
los brazos, hasta llegar un poco mas lentamente a la cara. El tipo que estaba frente a
ella era aproximadamente de la misma estatura que Alex. Al principio no lo vio bien,
por la luz del sol, que la encandilaba, pero después su vista se aclaro un poco,
dejándola ver frente a ella, el guapo rostro de Cristopher.
Todos los músculos se le agarrotaron.
“¿Esta llorando? Eso saco a Cristopher de combate. De verdad la sola idea de que
eso ocurriera. Lo dejaba perplejo, pero no por eso iba a dejar de jugar.
-Toma la pelota.- le dijo estirándole la mano y ofreciéndole el balón.
“¡Cristopher!”, le gritaba Alex internamente, mientras que volteaba a ver a Carol y
localizaba en sus mejillas las pequeñas lagrimas corriendo. “Maldición”.
Mientas tanto, Cristopher veía las reacciones de Carol, y como luchaba por no dejar
mostrar el dolor interno.
El no entendía nada. Pero le gustaba.
Alex noto lo que sucedía y rápido se puso entre los dos, mirando a Cristopher directo a
los ojos. Mientras lo veía, sintió como Carol recargaba su cabeza en la espalda de
este, como si estuviera cansada. Y el bien sabia por que lo hacia, y que si no la
sacaba en ese momento de ahí, terminarla muy mal. Tania que actuar rápido. Si por el
fuera, en ese mismo momento se la llevaría directo a su casa, pero tenia un partido
pendiente, y no era justo dejar solo a su equipo.
-Carol, llego el momento de que vayas a sentarte- lo dijo muy serio, mientras le
quitaba las lagrimas con el dorso de la mano y la veía con una mirada que no podía
esconder la pesadumbre.- No llores, por favor. Sabes que no lo merece.
Carol entendió el mensaje, asintió con la cabeza y le deseó suerte en un tono que solo
el lo oiría. No quería que nadie más compartiera la escena, y mucho menos que
pensaran que se estaba quebrando tal como indicaba el tono de su voz. Pero al
parecer, si hubiera habido un partido en la cancha al mismo tiempo que ellos estaban
ahí, era segurísimo que les hubieran puesto más atención que al mentado partido.
Pero fue justo lo que vio Alex.
A pesar de que los chicos no entendían, más que la mitad de lo que pasaba frente a
ellos, no dijeron palabra alguna. Pero Cristopher sabía perfectamente lo que Alex
hacia, así que se quedo callado.
“Ya llegara el momento en que no tengas a tu hermanito Alex cerca de ti, Carol”, le dijo
a la chica interiormente, mientras que todo, menos Alex, la veían de forma rara. El
tenía una mirada más paternal que nada.
El partido comenzó con vítores de parte de algunos del público. Carol solo se sentía
con amigos suficientes para dormir, razón por al cual se perdió de la mitad del primer
tiempo.
En ese tiempo, también había entablado conversación con un chico que estaba
sentado junto a ella. Platicaban de cosas triviales, y de vez en cuando, el le hacia
comentarios acerca del partido, de los cuales Carol solo entendía la tercera parte.
-¿Oye, sabes donde esta el baño?- le pregunto a su compañero de asiento.
-Esta hacia allá- le dijo apuntando al otro lado de la cancha.
-OK. Gracias.
Carol se puso de pie y se dirigió hacia los baños.
Cristopher iba llegando a donde minutos antes ella había estado sentada. Era esa su
oportunidad de oro.
Oh, Oh.
Ella ya no estaba sentada ahí.
¿Y Ahora donde demonios se metió?
Llego al lugar y le pregunto al chico que estaba ahí, si no la había visto.
-Fue al baño. Pero creo que se va a perder.- le dijo mostrándole una cara de
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escepticismo.
-No hay problema, yo la alcanzo y le digo donde están. Gracias por al información.
Hizo un movimiento de mano y se alejo de ahí, casi corriendo.
Carol estaba algo perdida. Bueno, mas bien, muy perdida. El chico al que le había
pedido la información, solo le había dado una indicación.
Rayos.
Caminaba sin saber exactamente hacia donde ir, cuando de pronto vio algo mas
parecido a unos baños.
Iba a entrar a investigar, cuando algo la hizo detenerse.
-Esos son los vestidores de los hombres.
Oh, Oh.
De nuevo esa voz.
Sintió que la jalaba hacia atrás fácilmente, aunque ponía un poco de resistencia. Para
lo único que tenia cabeza en ese momento, era para rogar que la tierra la tragara.
-¿Por que estabas llorando?- le dijo con ese tono seductor que recordaba que utilizaba
cuando estaba con ella.
Carol se quedo callada, mientras el la observaba abiertamente.
-¿Ya ni siquiera me vas a dirigir la palabra?
Alex estaba muy desconcertado. Estaba totalmente seguro de donde estaba sentada
Carol, pero ahí no había nadie.
Rápido busco al chico con el que la había visto hablar durante el partido y camino
hacia el.
El le dijo que se había ido al baño. Alex le alego que se pudo haber perdido, el lugar
era enorme, pero el chico le dijo que no se preocupara, que un chico alto la había
acompañado para enseñarle el camino.
Eso fue suficiente para Alex, así que sin dejar terminar de hablar al chico, salio
corriendo, tan rápido cono sus piernas se lo permitieron.
Estuvo buscando por unos minutos.
Rogaba para que Carol hubiera encontrado los baños, así que se dirigió a ellos.
Lo que vio al llegar ahí lo sorprendió sobremanera.
Cristopher estaba parado frente a Carol, mientras que ella parecía petrificada.
Cristopher estaba levantando lenta y deliberadamente la mano para una mejilla de
Carol, pero, en ese momento, Alex lo jalo hacia atrás.
Carol se quedo como estupefacta y se sentía con ganas como de besar a Alex para
agradecerle.
Cuando Alex hubo soltado a Cristopher, los dos se quedaron viendo directamente a
los ojos. Parecía como si fueran a matarse de tan enojados que se veían.
Ese, fue el primer momento que Cristopher deseó poder golpear a su amigo.
-¿Cómo se te ocurre siquiera dirigirle la palabra?
-Esto no te interesa Alex, no solo por que ella sea tu amiga, quiere decir que te tienes
que meter en nuestra relación.
-¿Su relación?
¿Qué demonios le pasaba a Cristopher? Ellos no habían tenido una relación, ni
siquiera cuando la engatuso. Alex estaba que hervía del coraje.
-Cristopher, eres mi amigo, y lo sabes, pero si sigues haciéndole esto, te lo juro que no
voy a responder de mis actos.
-Ja- Cristopher soltó una carcajada cargada de rabia.-Bueno, al parecer ahora no
pudimos hablar, Carol, pero espero que después lo podamos hacer… claro, si es que
nuestro amigo Alex te deja.
Mientras hablaba, no dejaba de ver a Alex. Le dirigió una pequeña mirada a Carol y se
alejo.
Alex lo siguió con la mirada hasta que desapareció de su vista. Dejo salir un largo
suspiro y miro a Carol.
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Justo iba a empezar a disculparse, cuando Carol entro en los vestidores tocando las
paredes de las manos, como sosteniéndose para no caer.
Alex se alarmo muchísimo. Rápido la siguió hasta alcanzarla a unos metros de la
puerta. Parecía como si se fuera a derrumbar en cualquier momento. Estaba llorando
peorque cuando la llevo al parque. La otra vez la dejo llorando sola, pero esta vez no
podia hacerlo. Además de que sentía la necesidad d estar en ese momento con ella,
no la podia dejar pues tenia miedo de que hiciera algo descabellado.
Camino hacia ella y la abrazo por detrás, rodeándola con sus brazos y sosteniendo
todo su peso.
Mientras ella sufría de espasmos por los sollozos, el le susurraba palabras al oído.
Poco a poco, Carol se fue tranquilizando, así que Alex tomo una de las sillas que
había por ahí i la hizo sentarse. El se puso de cuclillas frente a ella.
-¿Te sientes un poco mejor?
Carol ni siquiera podía mirarlo a la cara. Además de que se sentía muy mal, tenía una
vergüenza horrible. El nunca la había visto así, y ella hubiera preferido que así se
quedaran las cosas.
-Perdón- dijo ella por primera vez, levantando la mirada, hasta que las de los dos se
cruzaron. El la miraba intensamente, con esa extraña expresión paternal, o como si
ella fuera su hermana. Se aclaro un poco la voz y siguió hablando.- Hubiera preferido
que no me hubieras visto llorar. Me hubieras dejado sola.
-Ni lo pienses tontita. Me necesitas en este momento. Los dos lo sabemos.
Carol asintió con la cabeza.
-Al menos espero que se te olvide muy pronto.
-Jajajaja, como quieras.
Carol mostraba un mejor semblante, pero alex la conocia. Sabia que hacia eso para no
preocuparlo.
“Pobre”.
Carol estaba distraida jalando un hilo de cu playera, cuando Alex pregunto:
-Aun lo quieres, ¿verdad?
Volteo y lo vio con la vista en el hilo de su playera. Ella lo imito.
-No lo quiero. Lo amo.
“¿Por qué no lo puede olvidar?”. Definitivamente, Alex no entendía por lo que Carol
estaba pasando.
Silencio incomodo.
No hubo más comentarios, hasta que Alex decidió romper el silencio.
-Humm… este. Los chicos y yo nos vamos a reunir en mi casa. Te llevaría, para que te
olvides de esto aunque sea por un momento, pero hay un enorme problema llamado
Cristopher.
-Va a estar ahí- afirmo Carol.
-Así es.
-Alex, no me le voy a estar escondiendo por siempre.
-Tienes razón.
-Entonces vamos.
-OK, me quito esta ropa y nos vamos.
Oh, si quieres me puedo salir y…
-No, me cambio en las regaderas, no hay problema. Además, prefiero que te quedes al
alcance de mi vista.
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bien, si algún día saliéramos… Mientras que ella, no mostraba desagrado alguno; es
más, le gustaba.
Edith se alejo a la mesa de la comida. Cuando iba caminando hacia aya, vio a
Cristopher cerca. Sus miradas se cruzaron, y por extraño que pareciera, esta vez Edith
vio algo en Cristopher que le gusto.
A Cristopher le había gustado Edith desde que la vio en el auto de Alex. Si ese día se
le había echo bonita, ahora pensaba otra cosa. Se veía realmente bien.
Camino hacia ella y mientras los dos tomaban comida, entablaron una muy interesante
conversación. El utilizaba las típicas frases de conquista: linda, me gustas, te ves muy
bien, si algún día saliéramos… Mientras que ella, no mostraba desagrado alguno; es
más, le gustaba.
La tarde se termino, y el sol se metió. Habían llegado ya más chicos a la reunión, así
que el ambiente estaba al máximo. Risas, broma, gritos y música; todo eso era el
conjunto perfecto de la reunión.
Después de haber hablado con Cristopher, Edith le había prometido otro encuentro,
pero esta vez, dentro de la casa, así que se disculpo con el grupo de amigos con los
que estaba, incluyendo a Alex, y se fue hacia dentro de la casa, diciendo que la quería
conocer.
Momentos después, Cristopher entro en la casa.
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suelo. Ella no era agresiva, pero imaginarse de momento así, era divertidísimo.
“Bueno, ¿en que estábamos?
Siguió observando. Cristopher se le acercaba cada vez más a Edith. Ella no se oponía,
así que el coloco una mano en su pierna desnuda y la fue levantando poco a poco
hasta dejarla bajo la falda. Edith solo lo miraba con una sonrisa de deleite.
Carol se hizo para atrás para no seguir viendo, y sin hacer ruido, dio media vuelta para
regresar por donde vino.
Así que tratando de sacar esas imágenes de su mente, comenzó a bajar las escaleras,
pero justo se topo con Alex.
-¿A dónde vas, Alex?
-¿A dónde vas, Alex?
Si Carol dejaba que Alex subiera, se iba a encontrar a Cristopher y a Edith juntos asi
que por una razón que ella misma ignoraba, se propuso no dejar subir a Alex.
-Arriba, necesito unas cosas.
-Humm, ven necesito decirte algo.
-Pero es que de verdad necesito eso….
-Vamos, dije.
Carol lo jalo para que se diera vuelta y lo condujo para abajo.
-Esta bien, ya, no me regreso. Haber, ya, ¿Qué es lo que me ibas a decir?
“¿Qué le iba a decir? Piensa rápido Carol.”
-Humm… pues… ya se me olvido.
-Ja, bueno pequeña pinocho, ahora tú me tienes que decir algo a mí.
-¿Qué?
-¿Qué te parece Edith?
“Ah, esa zorra.”
-Humm, no lo se.
En ese momento iban ya hacia el jardín. Se detuvieron en las escaleras, mientras
Carol le respondía.
-¿Cómo que no lo sabes? Tienes que saber.
-Jaja, si bueno- dio Carol bromeando un poco. Después, su cara se volvió súbitamente
seria.-Pues la verdad, no me da muy buena espina, eh.
-¿Por qué piensas eso?- dijo Alex haciéndole una leve mueca con la boca.
-Cosas de mujeres.
Al decir esto, Carol se volteo a las escaleras y empezó a bajar.
-Que loca- se dijo Alex a si mismo, cosa que le saco una carcajada. Bajo hasta
ponerse al lado de Carol y juntos llegaron con su grupo.
Momentos después, Edith apareció bajando las escaleras. Le dedico una pequeña
sonrisa a Carol, y después se dirigió a Alex.
-Disculpa la molestia. Ya se que aun es temprano, pero, ¿serias tan amable de
llevarme a mi casa?
-Claro- le dijo un Alex fascinado por la idea.
-Gracias-Edith se despidió de los ahí presentes y se alejo un poco para despedirse de
algunas personas mas.
Carol escuchó la conversación entre Alex y Edith, así que pensó que podrían darle un
aventón.
-Alex, ¿me podrías llevar a mi casa, también?
-¿Tan temprano?
-Pues, si ya la vas a llevar, ahí que aprovechar la vuelta.
-Humm, no, no me parece. Mejor te llevo al rato, ¿si?
-Bueno, si quieres estar solo con ella, me hubieras dicho desde el principio.
-¡No! No es eso, mensa, solo que no quiero que te vayas todavía.
-Ah, ya entiendo.
-Yo te llevo después, ¿si?
-Esta bien.
-Ya me despedí de todos. ¿Nos vamos?- le dijo Edith al regresar. Alex volteo con ella.
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“A punto de…”
Carol se había quedado con unos chicos que le había presentado Alex, con motivo de
que no se quedara sola.
-Entonces, Carol, estudias con Alex, ¿cierto?
-Si, pero solo compartimos algunas clases. No somos de la misma carrera.
-Ah, ya. Que bien.
-Si, ya lo se.
Carol había tratado de portarse lo mejor posible con el, a pesar de que ya la tenia
harta. No tenía un buen tema de conversación, y por más guapo y ojos verdes que
tuviera, no encajaban para nada. Ella solo le mostraba sonrisas corteses, y el se las
regresaba; tomaba de su bebida, y hacia una nueva pregunta, pero igual o mas tonta
que la anterior.
Después de haber sobrevivido unos minutos más en compañía de aquel tipo, Carol
comenzó a despedir a los invitados. Todos ya se estaban yendo. Cuando se hubo ido
el último, se propuso ir a ver televisión.
Podría estar muy cómoda en la sala, pero tenia mucha curiosidad de conocer la
habitación de Alex.
Así que subió las escaleras y comenzó a abrir puertas, esperando encontrar fácilmente
su habitación. Pero esto no le fue del todo difícil, ya que la habitación de Alex tenía su
toque.
Exactamente como le gustaban las cosas. Para empezar, la reconoció por el
abundante color rojo, combinado con el blanco y algunos detalles en negro. Y por si le
quedaba alguna duda, vio un estante donde había una infinidad de discos, además de
un reproductor de CD muy sofisticado y una televisión de pantalla plasma.
Entro a la habitación y se percato de que tenia alfombra blanca. Se quito los tenis y los
calcetines, y recorrió descalza la habitación sintiendo la suavidad de la alfombra en las
plantas. Tocaba los muebles con la yema de los dedos, hasta que llego a uno que
quedaba exactamente enfrente de la colosal cama.
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Vaya, si que era hermosa. Con un edredón blanco y muchísimos cojines, se veía
comodísima.
Se acerco a la cama y se dejo caer, con brazos y piernas extendidos. Se encontró muy
a gusto, pero antes tenia que prender la televisión o poner un CD; así estaría mejor.
Rápido cruzo la habitación y llego a donde los discos y películas. Tomo el primer CD
que se encontró y lo puso en el reproductor, en un nivel no tal alto, para poder
disfrutarla. Se acostó en la cama y cerró los ojos para relajarse.
Después de unos minutos, se quedo dormida.
Ya casi llegaba a la casa de Alex. Al fin había dejado a la chica: había resultado todo
un estorbo. Aunque a decir verdad, en toda la tarde no le hizo caso.
Entro en la calle de Alex sin una excusa por haber regresado, pero se relajo y se dijo
que después pensaría en algo. Estaciono en auto en la acera fuera de su casa y salio
de el con rumbo a la puerta de la cochera. Muchas veces la dejaban abierta, y
esperaba que esta fuera una de ellas.
Así que encontró la puerta abierta y entro. Se dirigió a la puerta principal y la encontró
cerrada. Alex ya le había dicho donde estaba la llave, así que la tomo y entro en la
sala.
Se le hizo rarísimo no escuchar música ni ver autos estacionados afuera, pero cuando
reviso el jardín, confirmo que todos ya se habían marchado.
No encontró a nadie en la parte de abajo de la casa, así que subió al segundo piso
esperando ver a alguien. Sabía que Alex no estaba en la casa; su auto no estaba
afuera ni adentro en el estacionamiento.
Pero escucho música en su habitación. Le pareció bastante raro, así que se asomo al
cuarto de su amigo.
Nada podía sorprenderlo después de lo que acababa de ver.
Era ella, y estaba dormida en la cama. Justo como la había imaginado infinidad de
veces.
Mientras se debatía entre irse y quedarse a ver a ese ángel mientras el momento
precioso durara, observo el cuarto y vio los zapatos de Carol tirados en el piso casi
junto a la cama.
Camino inconscientemente hacia la cama. Se posiciono a un lado de ella, mientras
observaba como dormía Carol.
Sin duda, agradecía que nunca antes la había visto así, pues de lo contrario su juego
se hubiera vuelto contra el y Cristopher hubiera quedado atrapado.
Vaya embrollo.
Se sentó en la cama con todo el cuidado del mundo, mientras veía el suave sube y
vaya del pecho de Carol, resultado de su acompasada respiración. Cada vez estaba
más cerca de su rostro. Levanto su mano y la llevo a una de las mejillas de Carol. La
toco levemente, suficiente como para que no despertara. Hizo pequeños movimientos
en círculos tocando su piel y después la puso en su clavícula, posando ahí la palma de
su mano.
Con la otra mano se apoyo en el colchón para no perder el equilibrio.
Estaba perdido. Se acerco cada vez mas a ella, poniéndose como si estuviera encima
de ella pero sin tocarla, y justo cuando iba a rosar sus labios con las de ella, Carol se
movió en sueños.
Otra vez intentado hacer tonterías. Vaya que el no aprendía. Debía salir a la voz de ya
de esa habitación, pero opto por quedarse y cantarle una canción, aunque ella no se
diera cuenta.
Eligio una que sabia ella adoraba. Era una canción en ingles de uno de sus grupos
preferidos.
La tarareo y sin pensarlo, se quedo embobado viéndola.
-Carol, ¿por que no te puedo alejar? Eras tan común como las demás chicas que
conozco. No se por que demonios pienso así, pero eres tan bonita… yo… bah, no lo
se. Es solo que siento que todas las demás chicas están huecas, pero tú eres la
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excepción. Tú si eres linda y te preocupas por los demás. No se por que hice lo que
hice, pero necesito que me disculpes.
Carol despertó.
Se quedo petrificada, pues la voz de Cristopher la había despertado. Abrió un poco los
ojos, solo para confirmar sus sospechas.
Cristopher estaba casi sobre ella.
“No, vete de aquí.”
Carol no sabia que hacer. Mientras Cristopher seguía hablando, ella trataba de no
moverse. El tenia que seguir pensando que todo el tiempo Abia estado dormida.
-No se que me esta pasando contigo, linda… mi excepción. Eres como un punto y
aparte. La demás nunca llegaran a ser tan bellas o lindas como tu. Tienes la figura
perfecta, unos ojos hermosos, eres tan delicada…
“¿Y ahora, después de todo lo que hizo, me dice que de verdad me quiere?”
Entupido.
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Al dia siguiente, con las primeras luces de la mañana, Alex se levanto a bañarse. La
noche anterior habia sido lo bastante agutada, como para que el tiempo se pasara
volando. Ademas, no habia dormido correctamente: habia extrañado su cama.
Al rededr de una hora despues, fue a su habitacion con el proposito de levantar a
Carol, por si no habia sonado su alarma, pero cuando entro encontro la habitacion
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Straw
El otoño estaba dando paso al invierno. Hacia ya más de dos meses que había
pasado lo de Cristopher y Alex y Carol se habían propuesto olvidarse de eso por la
paz.
Para Alex, las cosas con Edith cada vez se ponían mejor, mientras que a Carol trataba
de olvidarse de lo que había visto.
Esto iba a ser tarea difícil, pero no imposible. El comportamiento de Edith era cada vez
un poco mas distante de con Carol. Al principio, no se llevaban tan bien, por los
recelos de Carol, pero después, se fueron cayendo bien. Ahora, Edith era la celosa,
cosa que no entendía para nada Carol. Y Alex ni siquiera se daba cuenta.
Hombres.
Ya eran más de las once de la mañana. Los padres de Carol acababan de llegar de un
viaje de negocios. Mientras, en el día de su cumpleaños, Carol seguía dormidísima.
Estaba agorada. El día anterior, se la había pasado hablando por teléfono con su
prima.
Toc toc.
Sonó la puerta más de cinco veces, hasta que sus papas decidieron entrar y
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El otoño estaba dando paso al invierno. Hacia ya más de dos meses que había
pasado lo de Cristopher y Alex y Carol se habían propuesto olvidarse de eso por la
paz.
Para Alex, las cosas con Edith cada vez se ponían mejor, mientras que a Carol trataba
de olvidarse de lo que había visto.
Esto iba a ser tarea difícil, pero no imposible. El comportamiento de Edith era cada vez
un poco mas distante de con Carol. Al principio, no se llevaban tan bien, por los
recelos de Carol, pero después, se fueron cayendo bien. Ahora, Edith era la celosa,
cosa que no entendía para nada Carol. Y Alex ni siquiera se daba cuenta.
Hombres.
Ya eran más de las once de la mañana. Los padres de Carol acababan de llegar de un
viaje de negocios. Mientras, en el día de su cumpleaños, Carol seguía dormidísima.
Estaba agorada. El día anterior, se la había pasado hablando por teléfono con su
prima.
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Toc toc.
Sonó la puerta más de cinco veces, hasta que sus papas decidieron entrar y
despertarla. Se acercaron un poco a la cama, mientras comenzaban a cantarle las
mañanitas.
Carol no respondía, así que sus papas la tiraron de la cama, cayendo de lleno sobre
su espalda.
-¡¡Ah!! ¿Qué les pasa?
-Jaja, ya no seas floja, Es el día de tu cumpleaños, hija.
Abrazaron a Carol y le dieron sus regalos. Ella veía como hacían gestos, como de
extrañez.
-Que, ¿tengo morado el cabello?
-No. Simplemente nos preguntamos donde esta Alex.
-No lo se.
Carol se estaba preguntado eso mismo. Ni si quiera le había mandado un mensaje de
texto. Ella había estado esperando que llegara a su casa. Aparte de que estaba súper
cansada, tenia la idea de que el la iba a despertar temprano, como lo hacia otros días
que llegaba a su casa sin avisar. Pero se había equivocado. El era la persona a quien
mas le hubiera gustado ver.
Después de haber aseado un poco su casa, (cosa que no hacia muy frecuentemente),
sus padres la llevaron a comer. Ya no había tocado el tema de Alex. A todos les
parecía sumamente rara su ausencia.
Se hicieron las cinco. El día había trascurrido entre visitas de amigos y felicitaciones.
Había sido muy solicitada. Parecía que todos sus amigos se habían puesto de acuerdo
para felicitarla en su casa, mientras que otros, los que estaban lejos, le mandaban
mensajes de texto o le llamaban al móvil.
Kenya había estado un rato en la tarde en casa de Carol, después de que todos sus
demás amigos se habían ido.
En un momento, había recibido una llamada. Kenya vio visto la pantalla de su celular y
se puso un poco rara, a opinión de Carol. Kenya salio corriendo de donde estaban y
contesto la llamada. Carol no hizo el menor esfuerzo por escuchar; eso no le
importaba. Después, Kenya regreso corriendo, tomo sus cosas y se despidió de Carol,
saliendo como rayo de su casa.
Los papas de Carol habían salido en cuanto habían regresado de llevarla a comer. Se
fueron a trabajar a España, de donde habían venido. Hacia una semana que estaban
allá, y aun les faltaba tiempo para regresar, pero como era el cumpleaños de Carol,
habían ido con ella en un viaje relámpago. Ella era su única hija, y la más consentida.
Bien. Ahora si estaba completamente sola.
Carol puso palomitas en el microondas y, mientras se hacían, escogía una película.
En ese momento, tocaron a su puerta. Se le hizo un poco raro, por que según ella,
literalmente, ya había venido media ciudad a visitarla.
Fue lentamente a la puerta y sin más, la abrió. Se llevo una gran sorpresa, al ver que
su mejor amigo estaba del otro lado de la puerta, con su gran sonrisa característica, y
un gran ramo de flores.
-Wow. No se que decir.
Alex soltó una carcajada.
-Solo dame las gracias, mensa.
-Jaja, OK. Gracias.
Carol tomo las flores de los brazos de Alex y se las llevo a la mesa del comedor;
mientras, Alex la seguía de cerca. Ella dejo las flores en la mesa, y Alex la tomo de los
hombros, la volteo, y le dio un abrazo. Más de una vez habían echo eso. El contacto
había sido el mismo; sin embargo… la sensación no.
Era algo totalmente diferente. Se sentía realmente bien. Los dos estaban tan a gusto,
que los minutos pasaban, y no se soltaban.
-Ejem…Alex, ya puedes soltarme.
-Jaja, no quiero.
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Después de haber acomodado todo en su cuarto, Alex y Carol por fin salieron. Ella no
tenía ni la menor idea de a donde se dirigían, así que se limito a ver el camino.
Tampoco iba a preguntar; Alex no iba a soltar nada.
Tiempo después, entraron a un fraccionamiento.
-¿Qué hacemos aquí?
-Hay un mirador. Se ve toda la cuidad. Vamos a aprovechar que ya oscureció y nos
vamos a poner a ver las estrellas.
-Jaja, OK.
El camino era cada vez mas en ascenso, mientras Carol veía las casas. Todas eran
muy hermosas y grandes .Ese era el tipo de lugar donde podría vivir alguien millonario,
pensó ella.
Pronto llegaron al mirador. Carol nunca había visto algo así, así que en cuanto bajo del
auto, se recargo contra el barandal que los separaba del abismo que se cernía bajo
ellos.
-Es muy hermoso.
-Ya lo se- dijo Alex mirándola.
-Humm, bueno, este es el mejor lugar al que me han llevado, pero creo que se veria
mejor dentro del carro.
-Jaja- Alex la miro tratando de encontrar la causa de su repentino cambio de ánimo.
Noto que comenzaba a llover.-Ah, tienes frío. Puedes ponerte mi chamarra si
quieres…
-No, te va a dar frío a ti también. Mejor vamos a entrar al auto.
Carol lo tomo de la mano y caminaron al Volvo. Alex le abrio la puerta a Carol para
que entrara y una vez dentro ella, corrió para meterse también.
-Wow, aquí si que esta caliente.
Alex se limito a mostrarle su encantadora sonrisa.
Los minutos pasaban y ellos hablaban de cualquier cosa. Reían y reían de puras
tonterías que se inventaba Alex. Carol no se cansaba de decirle que le había
encantado su sorpresa y que ese lugar era fantástico. Y el no se cansaba de
escucharla. Era solo deleite para sus oídos.
De pronto, los dos se quedaron el silencio. Afuera se escuchaban las gotas de la
lluvia, cada vez más fuerte. Carol había estado observándolas. De pronto, volteo a ver
a Alex y se encontró con su mirada. Era diferente, menos fraternal, mas de hombre,
como si de pronto, dejara de verla con los mismos ojos, y la viera con los del Alex
conquistador.
Ninguno de los dos sabia que pasaba. Alex ni siquiera sabia por que la veía así, pero
es que de repente, la vio tan…tan…suya.
Los vidrios cada vez se empañaban mas, fruto de sus respiraciones, pero ninguno de
los dos le puso atención.
Saltaban chispas a su alrededor, pero nadie se dio cuenta. Comenzaron a acercarse.
Alex levantaba lentamente su mano, con dirección a la mejilla de Carol, mientras ella
era atraída hacia el espacio personal de el. Por fin, la mano de Alex se poso en la
mejilla de Carol, y ella cerro los ojos lentamente. Alex comenzó a hacer movimientos
en círculos por su mejilla, recorriéndola delicadamente. Para Carol, el tacto de Alex, de
esa manera, era algo que jamás había sentido; era genial, placentero. Se pregunto por
que no lo habían echo.
Alex disfrutaba tanto como ella. Además de tocarla, le gustaba observarla con los ojos
cerrados. Veía sus parpados, su nariz, la línea de su mentón, y por ultimo, se detuvo
en sus labios. Los deseó.
Cada escaso centímetro que separaba sus labios, estaba desapareciendo. Carol lo
sentía venir hacia ella. Ninguno de los dos pensaba en más que ellos mismos, en ese
momento. Sus respiraciones chocaban y rozaban su piel. Se sentía muy bien.
Alex serraba los cada vez más, conforme se acercaban.
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Sus labios apenas se tocaron. Fue algo calido y fuerte. Pronto, los dos desearon más
de eso. Alex subió otra mano a la cara de Carol, imitando a la primera. La tomo con
firmeza por ambos lados y la acerco mas, mientras Carol permanecía con los brazos a
los costados.
Para Alex, los labios de Carol tenían un roce como de terciopelo. Eran muy dulces y
suaves. Eso lo llevo a tomarla con más fuerza.
Carol comenzaba a marearse. No era completamente conciente de lo que estaban
haciendo, pero eso no le importo y se dejo llevar. Sintió la necesidad de tener muy
junto el cuerpo de Alex, así que subió sus manos al cuello de el, haciendo una llave
perfecta de la que Alex no se soltaría fácilmente.
Sus labios se rozaron nuevamente. Los dos abrieron los ojos y se vieron por un
momento. Alex la tentaba: se acercaba a ella, y después se alejaba un poco. Eso
desquicio un poco a Carol, por lo que metió los dedos en su cabello, por la parte de la
nuca, y lo atrajo a si.
Roce a roce, los dos se sentían en la gloria. Las manos de Alex habían optado por
comenzar a recorrer las curvas de Carol. Ahora se sentía algo resentido. Siempre las
había tenido a una minima distancia, pero nunca habían sido tan suyas como en esa
ocasión. Así que lentamente, bajo la mano derecha trazando su contorno. Bajaba
lentamente del hombro hasta la cintura, hasta que llego a sus caderas. Se volvía loco
por bajar un poco más la mano, pero antes, tenia que utilizar la otra. Esta, la coloco en
su cintura, mientras el se volteaba hacia ella, para estar un poco mas cómodos. Así
que le importo un comino que estuviera el freno de mano y la palanca de velocidades,
y ellos siguieron en lo suyo.
Pero todo eso no paraba allí. Los dos tenían la sensación de que el auto estaba en
llamas. Cada uno lo sentía en la piel del otro. Sentían como pequeños calambres
recorrían sus cuerpos, llegando a cada parte de ellos.
Alex estaba impaciente y Carol mas.
No les vasto su cercanía, así que Alex tomo a Carol de las caderas y con un
movimiento fluido la subió a sus piernas, quedando ella frente a el.
Extrañamente, el mareo de Carol se esfumo, dejando un sentimiento de lucidez, que
jamás había sentido. Ahora, ya estaba total y completamente consiente de lo que
hacia, y del placer que sentía por ello. Acariciaba a Alex de la cara, y cada vez que
sentía la necesidad de respirar, tomada el cabello de Alex y jalaba su cabeza hacia
atrás para poder hacerlo. Si por el fuera, en ese momento los dos ya estuvieran
muriendo por la falta de aire. Así que tomaron aire, y de nuevo comenzaron a besarse.
Alex ya estaba tan conciente como Carol, pero le dio rienda suelta a lo que hacían.
Sentía como ella se movía sobre el, y como a veces llegaba a tocarlo: lo hacia
desquiciarse.
Jamás se había dado cuenta de todo el tiempo que la había deseado, hasta ese
momento. En un intento por explorar una nueva parte de ella, introdujo su lengua en la
boca de Carol, dibujando antes el contorno de sus labios, mientras ella los separaba
dejándolo entrar. Sus lenguas comenzaron a jugar. Era un juego totalmente frenético.
Carol comenzó a sacarse de Alex, pero el la sujetaba mas fuerte. Ella bajo sus manos
del cuello de Alex, y quito sus manos de su cintura; se levanto un poco y con rapidez,
dirigió a la parte de atrás del auto, tomando a Alex de la camisa para que lo siguiera.
El lo hizo gustoso.
Carol se recostó sobre el asiento, mientras Alex se ponía sobre ella, entre sus piernas.
Sentían como que algo les estorbaba, así que Alex comenzó a quitarle a su
compañera la playera. Ella trato de facilitarle el trabajo, y levanto los brazos. La
playera voló. Carol no sintió el frío que estaba haciendo, por el calor de la situación.
Comenzaban a sudar y eso a el le parecía muy sexy. Sus cabellos estaban
empapados.
En ningún momento hacían cesado se besarse, pero Alex sintió el impulso de mirarla.
Corto el beso y la miro fijamente. Jamás la había visto tan sudada ni despeinada,
como en ese momento, pero había algo más: ella se veía hermosa. La cosa mas linda.
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Como hermanos.
Como si nada hubiera pasado.
“¿Verdadera amistad?”
El centro comercial estaba casi repleto de gente. Sin embargo, a Carol y a Alex les
encantaba andar así. Los dos con sus lentes de sol, el mucho mas alto que ella, a una
distancia minima. Todo era como si no hubiera pasado nada. Era realmente
sorprendente, pero, más que sorprendente, genial.
Seguían con las mismas bromas, los empujones y los mimos. De vez en cuando, Alex
le pasaba la mano por el cabello a Carol, como despeinándola.
Ya más de una vez le había dicho que este le encantaba. Le fascinaba verla con el
cabello suelto, sobre los hombros y la espalda de Carol. Además, su hermoso cabello
tenía algo de bucles, y lo tenía casi hasta la cintura.
Entraron a una tienda departamental.
Carol estaba viendo los zapatos, mientras Alex se perdía en el área de caballeros. Por
más que fueran los mejores amigos, casi hermanos, Alex no soportaba a las mujeres
de compras. Solo se quedaba al lado de ella el tiempo suficiente como para que Carol
viera su cara de aburrimiento y le permitiera hacer sus cosas; siempre y cuando no se
alejara.
Carol ya había escogido todo lo que se iba a llevar. Un par de zapatos y unas cuantas
blusas y pantalones que traía cargando. Todo eso le tapaba la vista.
Justo iba pasando por uno de los pasillos en busca de Alex, cuando se topo con
alguien.
Se armo, por supuesto, un caos de ropa tirada por todas partes. Carol se disculpaba
por su torpeza, siempre viendo al piso. Cuando por fin recogió unas cuantas prendas,
solo las que las grandes manos no habían alcanzado, miro al chico que tenía enfrente.
Le dio mas pena cuando vio al guapo joven que la miraba muy divertido.
-Oh, lo siento tanto...
-Esta bien, ya me pediste disculpas al menos un millón de veces. Es justo lo que
pedía. Estas perdonada.
-Gracias.
-Bueno, ya se como se me va a olvidar esto. Puedes darme tu nombre y numero de
celular.
"¿Para que?"
Carol se los dio.
-Bueno, Carol, fue un placer chocar contigo. Estas cosas no pasan a diario, sobre todo
co chicas como tú.
-¿Como yo?- dijo Carol esperando que completara la frase.
-Lindas y bonitas.
-Ah- no puedo evitar sonrojarse- Humm. Mi hermano me espera.
-OK. Espero vernos en otra ocasión.
"Si, mientras no vuelva a cometer una tontería", pensó Carol.
-Esta bien...-dejo la frase inconclusa, esperando que el chico le dijera su nombre.
-Oh, perdón. Me llamo Eduardo, pero puedes llamarme Eddie... si así lo prefieres.
-Jaja, OK, Eddie.
-Nos vemos- le dijo el dando media vuelta y alejándose de ella.
Carol por fin encontró a Alex. Estaba viendo unos tenis. En cuanto ella llego a su lado,
le pidió su opinión.
Después de decidir llevárselos, pagaron todas las prendas y se fueron directo a un
restauran. Los dos morían de hambre.
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Después de haber comido, los dos salieron rumbo a la casa de Carol. El Volvo estaba
repleto de bolsas con ropa, zapatos, playeras, camisas, accesorios, en fin, todo para
Carol y Alex.
Ya pasaban de las nueve de la noche, así que en cuanto el auto estuvo estacionado,
Carol salio corriendo de ahí, dejándole todas las bolsas a Alex, que las bajo gustoso.
Todo por llegar y dormir. Dejo todas las bolsas en la sala y subió al segundo piso en
busca de Carol. Sabía que ella había corrido a su cama, así que el también corrió y la
encontró acostada y, ya dormida.
El aprovecho y se fue a bañar. Dejo que el agua caliente le corriera por la espalda,
mientras quitaba el jabón de su cabello.
Cuando salio de la ducha, se cambio rápido en la que ya era como su habitación, una
de las habitaciones de huéspedes. Llego adonde estaba Carol, esperando que
estuviera despierta para poder conversar un momento con ella.
La encontró dormida de nuevo, en posición fetal, en el lado derecho de la cama. La
televisión estaba prendida, y había un de esos programas donde salen anuncios de
reducción de tallas.
Alex apago la televisión y sin más que hacer, se quedo mirando a Carol.
Acostado aun lado de ella, observándole la cara, Alex recordó el día anterior. Lo veía
mas claro que nada, como si estuviera pasando en ese momento. Todo ese día,
habían actuado como si nada pasaba, ignorando como por acuerdo mutuo, algo que
los dos sabían no quedaría ahí.
Dio un suspiro profundo y se bajo de la cama. Dejo a Carol ahi acosatada. Le dio un
utlimo beso de las buenas noches, en la frente, y se fue muy agotado a dormir.
“La celebracion”
Era dia de partido, y este comenzaba a las once de la mañana. Se levanto medio
dormido y fue a la habitacion de Carol, para despertarla.
Ella seguia dormidisima. El se acosto a su lado y la movio un poco.
-Despierta, bella durmiente.
Carol ni siquiera se inmuto. Alex siguio insistiendo, con voz muy ronca por el sueño.
Apenas podia hablar.
-Carol, despierta. Hay partido a las once.
-Mmmm.
-Anda, floja.
-Que te vaya bien.
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Lo unico que Carol hizo fue ponerse del lado opuesto de donde estana Alex. Queria
seguir durmiendo.
-Carol... anda.
-Suerte. Adios-le dijo Carol colocandose una almohada ensima de la cabeza.
Al ver que Carol no respondia, alex se dejo llevar por el sueño. So acomodo un poco
en la cama y se quedo profundamente dormido, pensando que despertaria con el
timbre de la alarma.
Diez de la mañana. Sono de nuevo la alarma y Alex apenas se dio cuenta. Solo Carol
se desperto, trato de mover un poco a Alex para que despertara, pero al ver que el no
daba señales de querer pararse, ella se volvio a acomodar.
A las once, el despertador volvió a sonar, pero esta vez, el que desperto fue Alex. Se
sorprendio muchisimo al ver la hora, y por el apuro, de un brinco salio de la cama.
-¡Carol! Es bien tarde.
-¿Uh?- le dijo Carol despertando. Al instante comprendio las palabras de Alex, asi que
tambien se levanto de la cama y los dos se quedaron mirandose las caras como
tontos.
-¡El partido!- dijeron al unisono. A continuacion, los dos comenzaron a correr por toda
la habitacion, sin un rumbo fijo. Carol fue la primera en detenerse y pensar.
-Hey, si no nos cambiamos llegaremos tarde.
-Tienes razon... No nos cambiaremos.
Alex 3staba de verdad desesperado.
-¡No! No voy a salir de esta casa- continuo Carol- en estas fachas. Voy a cambiarme.
-¡No! Te tardaras años.
-Claro que no, solo escojo algo rapido y salimos volando.
-Ok, cambiate.
Para el asombro de Carol, Alex salio de la habitacion y regreso en cinco minutos ya
cambiado. ¿De donde saco la ropa? Mientras, Carol habia estado mirando la suya
para escoger que ponerse.
-¿no te has cambiado?
-Esto es dificil, ¿entiendes? No me voy a poner cualquier cosa.
-Hay Carol- le dijo Alex muy desesperado. A continuacion, tomo algunas prendas y un
par de tenia y saco a Carol de la habitacion tomada de la mano, casi arrastrandola.
Carol no sabia que pretendia el. Si era verdad que queria que lo acompañara, deveria
dejarla cambiarse.
Se detubieron en la sala, frente a la puerta de la entrada.
-Toma, cambiate.
"¿Que me cambie?"
-¿Que?
-Ponte esta ropa- dijo Alex tomando la perilla de la puerta y abriendola.- Mientras, yo
voy a calentar el auto. No te puedes tardar mas de diez minutos.
-¿Pretendes que me ponga esto?
-Si. Apresurate.
Alex salio de la casa. Mientras, Carol comenzo a ver la roipa que le habia vajado.
Puso una cara de horror al ver la ropa que tenia en las manos, con la cual Alex
pretendía que se "vistiera". Eran una falda de mezclilla que apenas le tapaba un
pedazo de las piernas, los tenis blancos y una blusa de pequeños tirantes, blanca.
Esta como loco si pretende que me ponga esto. Me voy a ver más que ridícula... estos
zapatos con esta ropa... ni que estuviera ciega.
en ese momento, Carol escucho el sonido de la voz de Alex que la llamaba. Carol
asomo la cabeza por la puerta, que había abierto.
-¿no te has cambiado? Carol, este partido es muy importante. Si nos vamos ahora,
con suerte me van a dejar jugar en el segundo tiempo. Por favor, apresúrate.
Todo esto se lo dijo con una cara como de perrito, muy tierna.
Carol no le dijo nada. Metió la cabeza y pensado lo mas positivamente que podía, se
empezó a cambiar. No quería ni imaginarse lo que dirían todos acerca de como lucia.
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Esta blusa, para su parecer, enseñaba más de lo que ella podría desear. Nunca se
había puesto algo tan escotado. Trato de hacer que la blusa se alargara un poco para
cubrirse una parte de los senos descubiertos, pero lo único que consiguió fue que se
jalara de la parte de abajo, y descubriera una parte de su abdomen. No estaba gorda,
ni mucho menos, pero le daba mucha pena andar así. Así que bajo la blusa y trato de
acomodarla soo un poco.
Salio de la casa despues de calsarse los tenia, viendo hacia abajo. En cuanto cerró la
puerta del auto, hubo un gran silencio.
-¿Que?- le dijo a Alex volteando a verlo.
-Veo que estas incomoda... tengo aqui una camisa que te puedes poner... si quieres.
-Humm, si. No me gusta mucho andar asi.
Alex paso una mano a la parte de atras de los asientos traseros, tomo una camisa y se
la dio a Carol.
-Es la de repuesto, siempre traigo una.
Le mostro su perfecta sonrisa.
-Aunque de verdad,- continuo Alex- no se como no te gusta andar asi. No te ves mal.
-Ja-ja-ja... eres graciosisimo eh.
Carol se puso la camisa mientras Alex arrancaba. Como siempre, en el camino nadie
hablo. Cuando llegaron, el primer tiempo no acababa aun, asi que Alex quiso darse
prisa.
Estaciono como pudo el auto y salio corriendo, con Carol pisandole los talones. Ella
iba caminando.
-¡Vamos Carol! Se hace mas tarde.
Se regreso por ella y la hizo correr junto con el. Carol solo se habia limitado a hacerle
una mala cara, pero comenzo a correr a su lado, con las manos enlasadas.
Entraron en la cancha exaustos, casi sin aire. El partido El partido estabapor terminar,
asi que todos estaban regados por la cancha, y en las gradas, la gente estaba ansiosa
por que comenzarael medio tiempo. Comenzaron a caminar hacia las gradas, tomados
aun de las manos, hasta que se dieron cuenta de que algunos los miraban y otros
coomenzaban a cuchichear. De inmediato, parecia que ellos mismos eran el partido,
ya que todos los miraban, menos los mismos jugadores. El primer tiempo termino y los
jugadores ivan camino a la banca, cuando se dieron cuenta de quienes acababan de
llegar.
Entraron en la cancha exaustos, casi sin aire. El partido estabapor terminar, asi que
todos estaban regados por la cancha, y en las gradas, la gente estaba ansiosa por que
comenzarael medio tiempo. Comenzaron a caminar hacia las gradas, tomados aun de
las manos, hasta que se dieron cuenta de que algunos los miraban y otros
coomenzaban a cuchichear. De inmediato, parecia que ellos mismos eran el partido,
ya que todos los miraban, menos los mismos jugadores. El primer tiempo termino y los
jugadores ivan camino a la banca, cuando se dieron cuenta de quienes acababan de
llegar. La gente empezo a hablar de ellos, pero ellos solo se soltaron de las manos y
comenzaron a caminar hacia donde estaban sus amigos.
-Hola- saludaron todos los del equipo de Alex a Carol. Se les notaba el interes. Jamas
la habia visto tan "sexy", asi que esto era cosa nueva para ellos. Carol los saludo
como siempre, mientras Alex les echaba miradas asecinas como diciendoles que si no
la dejaban de mirar los mataria.
Las chicas no le dijeron nada a Carol hacerca de lo que acababa de pasar. Se
limitaron a platicar acerca de ropa, zapatos y cosas triviales de ese estilo. Pero los
hombres, no dejaron que Alex se les escapara vivo. Algunos le preguntaron cosas
como que si andaba con ella, o hicieron comentarios hacerca de lo bien que se veia...
algunos no tan de caballeros, a lo que Alex les respondia con golpes.
La bulla se hizo más grande cuando algunos lo tacharon de celoso, de "hermano
sobreprotector".
El partido comenzo de nuevo. Alex sentia la adrenalina en las venas. Sabia que tenian
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que mantener el legado de ser los mejore s en la cancha, asi que puso todas sus
ganas. Sin embargo, el gusto no le duro mucho tiempo, ya que aprosimadamente a los
quince minutos de iniciado el partido, uno de los jugadores se leciono, provocando que
lo sacaran del juego. Todos se preocuparon, ya que habia mas jugadores, pero no
mas camisetas. Las reglas eran estrictas y señalaban que sin camiseta del equipo, era
imposible que un jugador entrara en el partido.
Reunidos en medio de la cancha, los jugadores tramaban estrategias.
-¿como le vamos a hacer?- se decian todos muy preocupados.
Despues de varios minutos de silencio, alguien tuvo una idea.
-Ya se. Alex, ¿traes la camisa de repuesto?
Todos sabian que para Alex era sumamente importante "su equipo", asi que siempre
estaba llevando cosas por si algo salio mal... como camisa de repuesto.
-Claro- dijo no muy seguro de sus palabras, y sabiendo la localizacion de esa camisa.
-Muy bien- le dijo el capitan y amigo de ALex. Traela, Alex.
La voz del capitan sonaba segura, casi orgullosa de tener en su equipo a un jugador
de ese tipo: comprometido con lo que hacia.
-Humm... La camisa la trae puesta Carol. No se la puedo quitar.
-¡¿Que?!- fue un grito grupal.
En ese momento todos voltearon a ver a CArol. Pero claro, ¿como no se les habia
ocurrido? La traia puesta desde que llegaron.
-¿No trae nada abajo o que?- dijo alguno de los chicos, un tanto molesto, pero feliz tan
solo por la idea.
-Pues si, pero eso seria descortes- le contesto Alex con mirada de asesino.
Alex sonaba muy seguro de lo que decia, pero eso solo era por fuera. Se moriria si no
ganaban ese partido.
-Alex- le dijo un muy serio capitan- tienes que recuperar esa camisa, ¿entiendes?
Ademas, solo es eso: una camisa. Anda, ve.
-OK.
Alex se dirijio a donde estaba Carol. Ella lo vio venir, mientras platicaba con unas de
sus amigas, ahi, sentadas en las gradas.
-Carol... quiero hablarte un segundo- dijo Alex con aspecto de estar apenado.
-OK.
Carol se separo de las chicas y se encontro coon Alex.
-¿Que pasa?
-Me vas a matar por esto... pero es que...-levanto Alex un dedo y señalo hacia la
camisa- la necesito.
-¿Que cosa?- dijo Carol viendose al pecho.
-La camisa.
Carol abrio la boca como para decir algo, pero se quedo con la palabra en la boca.
-Por favor- Alex le dijo poniendo cara de perrito- sin la camisa no se puede meter otro
jugador, y si no se mete, no habra juego, y si no hay juego... perdemos.
-Pero es que yo...
Al ver la cara que ponia ALex, y lo qe significaba para el aquel maldito juego, se
decidio a quitarse la camisa lo más pronto posible: entre mas rapido lo hiciera, menos
notaria la diferencia. Se moriria de la verguenza, pero ya nimodo.
Carol levanto las manos, mientras Alex veia como se le ponia la cara, mas roja qe a un
tomate en bueisima temporada. Le dio un poco de risa, pero al instante se puso serio y
se acomidio a ayudarla a sacarse la camisa del cuerpo.
Todos veian asombrados como ALex le ayudaba a Carol a quitarse la camisa. Al
principio solo se fijaron en la proximidad de sus cuerpos, pero despues, eso paso a un
segundo plano por lo que Carol mostraba.
Ahora se les hacia mas evidene lo que casi todos habian pensado cuando vieron llegar
juntos a Carol y a Alex. Primero, los dos venian tomados de las manos, y Carol traia
puesta una camisa de ALex. Ademas, la gota que derramo el vaso, fue un comentario
que Alex haria a continuacion.
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Para todos los demas, esto ya estaba más claro que el agua. Sin embargo,
inconcientemente, Alex y Carol se negaban en reparar en esto... habia algo mas que
amistad entre ellos.
El partido se reannudo y como siempre, el equipo de Alex gano. Y sobre todo, para no
salir de lo mismo, hubo reunion en casa de Alex. Todos se dirijieron ahi con gusto,
auunque, claro, despues de desacerce en elogios con Carol. Todos repetian cosas
como "gracias, sin ti no lo hubieramos logrado", aunque, obviamente, la mayor parte
del tiempo se quedaban observandola.
Pero habia alguien que por ensima de los demas se habia pewrcatado de todo el
asunto, y era nada mas y nada menos que Cristopher, que desde que llegaron no les
quito la vista de ensima, pues al igual que los demas se dio cuenta de lo que sicedia.
Una vez más confirmo su sospecha.
Su mejor amigo le estaba quitando al amor de su vida. Y esta expresion para el no era
mas que la pura verdad, ya que desde hace tiempo habia notado que lo que habia
pasado con Carol ya no era solo un juego. Mas de una vez habia tratado de acercarse
a ella, pero como siempre estaba en compañia de Alex, ni siquiera el intento habia
echo.
En fin. El tenia que hacer algo.
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Carol se habia parado a la pista a bailar con unas chicas algunos de los presentes,
amigos y amigas de la universidad.
La musica llenaba por completo sus oidos.
De pronto, sintio como vibraba su celular en la bolsa de atras de la falda. Se apresuro
a meter la mano y sacarlo de donde estaba, y como tantas otras veces, ni siquiera se
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Alex se dio cuenta de cuando Carol llego con su "amiguito". Ella no lo busco para
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presentarselo, asi que el se molesto un poco. Dejo que pasara un tiempo, y despues,
en compañia de Edith, fue a donde estana sentados.
-Hola, Carol- dijo con la voz unas octabas arriva de las necesarias.
Carol se llevo un susto. Estaba tan ensimismada en la patica que, en cuanto escucho
la voz de Alex, sintio que casi se le salia el corazon.
-Hola Alex- le contesto el saludo-. Te presento a Eddie. Eddie- volteo a verlo-, el es mi
mejor amigo Alex.
Le dirijio una mirada y una sonrisa a Alex, que el penso que deveria haber mas. Lo
dejo pasar. no importaba. Eddie se puso de pie e igualo la altura de Alex. Le extendio
una mano y le dijo:
-Un gusto en conocerte Alex.
-Igual. Mira, ella es Edith.
-...
-¿Edith?
Ella estaba medio pasamada viendo a Eddie. No le cabia en la cabeza como podia
existir un chico tan guapo. Le entro una gran envidia hacia Carol. "Ella siempre
comsigue lo mejor... ¿como le hara?"
-Ah, perdon- se disculpo y saludo.
Alex decicio sentarse un momento, dalegando que ya estaba cansado, mientras que
Carol y eddie salieron a la pista a bailar, a peticion de el.
Alex no les quitaba la mirada de encima. Vio como aumentaba la musica y Carol y
Eddie se perdian entre la gente.
En la pista, Carol comenzo a moverse de manera experta y fluida. A Eddie no le
impresiono, ya que ella le dijo que bailaba. Tambien por eso le habia pedido un baile.
Los dos se divertian, mientras veian como todos los demas reian y sehacian bromas.
De ves en cuando, los demas chicos de la fiesta le mandabanmiradas llenas de
curiosidad. Todos pensaban que los dos, Carol y Alex, estaban juntos, pero el hecho
de que los dos terminaran con parejas diferentes al final del dia, era todo un caso.
Despues de varios minutos, Alex y Edith los alcansaron en la pista.
Alex estaba un poco mas que mlesto. No le gustaba la forma en que Carol se movia, y
menos estandocon ese “tipo”. Edith no dejaba no le pedia nada a Carol en cuanto al
baile, solo que el suyo era un poco mas sensual… por decirlo asi. Todos miraban
asombrados la manera de moverse de Carol, pero Edith la opacaba por la forma en
que hacia que su cuerpo se pegara al de Alex.
Pronto de fue haciendo mas tarde. Cuando Carol se fijo en su celular, ya pasaban de
las once de la noche. En todo ese tiempo transcurrido, ella y Eddie no habian dejado
de bailar. Para ese momento, Alex y Edith habian desaparecido de donde estaban y
Carol ni cuenta se habia dado.
-¿Que hora es?- le pregunto Eddie a Carol.
-Ya pasan de las once- respondio ella pensando donde podria estar Alex.
-Oh- dijo Eddie-. Humm- se detuvo-, creo que me tengo que ir. Ya es un poco tarde y,
aunque me gustaria quedarme, mañana tengo que ir a trabajar.
-Claro, esta bien.
-¿Tu no te vas? Yo te puedo llevar. Asi sabre la direccion de tu casa- el le sonrio
calidamente.
-¿Yo?- "humm, ¿me ire?". Carol no sabia que hacer. Lo primero que penso fue que
Alex la llevaria mas tarde a su casa; incluso, que se quedaria con ella. Pero la realidad
era que el, en este presiso momento estaba en una especie de cita con Edith.
Ademas, la fiesta era en su casa, y no podia dejar s los invitados ahi. Opto por dejar
que Eddie la llevara-. Esta bien. Solo me despido y te alcanso.
-Despideme de los demas, por favor.
-OK. Ya voy.
Eddie se fue al auto, y Carol se apresuro a despedirse. Mientras caminaba, busco a
Alex con la mirada, pero nolo vio. Sabía que Eddie la esparia esperando, asi que dio
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Alex salio de nuevo al patio. Se paro en medio de las escaleras y les grito a los chicos
desde ahi.
-¡Hey!
Todos voltearon.
-¿Que pasa?- le dijo Fernando a Alex, un poco preocupado. Al parecer, se habia
llevado una impresion diferente.
Ja, ja, ja. Tranquilo, Fernando. Es solo que los dejo. Tengo que ir a con Carol.
"Ah, Carol. Pero claro. Que bien se ven", pensaba Fernando.
-A, OK. Yo les diigo.
-Bueno, adiosz.
Alex dijo esto y dio media vuelta. Salio lo mas rapido que pudo de su casa, con tal de
llegar rapido con Carol.
Tomo el camino mas corto y revaso unos cuantos carros a una velocidad un poco mas
que rapida. Al parecer, si que tenia prisa.
Cuando llego, todas las luces estaban apagadas, o al menos las de las habitaciones
de enfrente, ya que se veia una luz un poco distante; Alex se imagino que seria la de
la cociona.
Carol estaba cenando cereal en uno de sus tazones favoritos. Le encataba por que
estaba replreto de estrellas de colores perla y rosa pastel: justo como le gustaban.
Comia con lentitud, ya que tenia prendida la pequeña television de la cocina, y estaba
viendo un programa que se habia encontrado ahi, con algo referente a actores de
hollywood.
Se espanto un poco cuando escucho un ruido proveniente de la calle. Por momentos
creyo escuchar que tocaban la puerta. Envez de seguir ahi, viendo haber ue pasaba,
se fue a la habitacion de sus papas a ver un pelicula. Ahi sus padre tenian una
television enorme de plasma, justo en dodne le gustaba ver su pelicula favorita: "Amor
imposible".
Por momentos, se le escapo una pequeña sonrisa, por loque Alex pensaba acerca de
su pelicula. Ridicula, simplemente la catalogaba como ridicula.
Dejo el tazon en el fregadero y se fue al cuarto de sus padres.
Se dejo caer justo en medio de la cama, donde más le gustaba acostarse. Prendio la
television al igual que el DVD, con el control remoto y puso su pelicula, que ya estaba
metida ahi.
Mientras veia la pelicula, un poco despues de los creditos, una sombra en la puerta de
la habitacion le llamo la atencion. Cuando la vio caminar hacia ella, comenzo a gritar
como frenetica.
-¡AAAAH!
-Tranquila, loca, solo soy yo- le dijo Alex al instante, con la voz un poco ronca por el
disgusto disimulado. ¿Acaso estaba enojado?, fue lo primero que penso Carol
despues de haberlo escuchado.
-¿Que haces aqui?- le dijo Carol un poco mas calmada.
-Pues vine a cuidarte, que mas.
De verdadque Alex estaba enojado. Tenía el seño muy marcado, ademas de la
expresion un poco hostil de sus ojos. Carol casi se persino antes de volver a hablar.
-¿Estas enojado?
-¿Tu que cres?
Hizo una pequeña pausa.
-¿Por que?
-Carol... ¿Como se te pudo ocurrir venirte sola?
-No me vine sola.
Carol ya habia entendido el punto de Alex. Asi que se acomo de nuevo en los cojines y
comenzo retrocederla pelicula, para ver la parte que se habia perdido con el susto.
Eso a Alex le calento mas los animos. Sintio que a Carol no le importaba nada de lo
que le decia, asi que se puso entre la television y ella, y la mro directoa los ojos.
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“Regalos”
Ya eran más de las diez de la mañana cuando las voces inconfundibles de los padres
de Carol la despertaron. Se habian quedado dormidos en la habitacion de sus padres,
asi que antes de que pasara cualquier otra cosa, Carol se paro en la ventana con el fin
de verificar. Cuando asomo un poco la cabeza por la ventana, se puso casi blanca del
puro susto.
Sus papas estaban bajando sus cosas de un auto y ella y Alex estaban dormidos en
su habitacion.
Mala idea.
Sin pensarlo dos veces, corrio a la cama y empezo a mover a Alex.
-¡Alex!- susurraba ella con fuerza.
El ni se inmuto. Bien pudo haber estallado una guerra a su lado y Alex no se hubiera
movido... claro, si no es por que Carol lo tumbo de la cama con tanto movimiento.
Desperto al instante que su cuerpochoco con el suelo alfombrado.
-Ouch. Al menos hay alfombra- dijo sobandose la espalda y levantandose del suelo
para volverse a acomodar en la cama.
-No Alex. Mis papas ya regresaron.
-¡¿Que?!
Inmediatamente se levanto y tomo su ropa. Estaba toda regada por la habitacion.
-Vete a la habitacion de huespedes, mientras yo acomodo la cama-Carol estaba ya
tendiendola, mientras Alex terminaba de tomar su ropa y salia corriendo de ahi.
Cuando Carol hubo acomodado todo, rapido se fue a su habitacion y se tiro a la cama.
Lo que despues escucho fue las voces de sus papas mientras subian por las
escaleras.
Se hizo la dormida, mientras su mama entraba en su habitacion y despues, ella no
supo como, se dio cuenta de que ALex estaba en la de huespedes, a la izquiera de la
suya.
-¡Aaaah!- entro coeriendo al cuarto de Carol y comenzo a sacudirla, como una loca-.
Hija, hay un hombre en esta casa.
-¿Uh?- Carol fingio la voz pasatosa, como si si hubiera estado dormida.
-Que hay un hombre en la casa.
-Si, Alex- le contesto Carol.
Su madre se calmo.
-¿Alex?
-Si, ayer se quedo aqui porque... estabamos hablando y se nos paso rapidisimo el
tiempo. Cuando vimos el relog, ya eran mas de las... las... tres, si, tres de la mañana y,
como me preocupaba que se fuera a esa hora, le pedi que se quedara.
Carol se mordio la lengua, esperando que su mama se tragara todo el cuento. Y al
parecer, asi fue, pues no dijo nada mas, solo le mostro una amplia sonrisa y a
continuacion le dijo:
-OK, hija. Que bueno que le pediste que se quedara. Bueno, voy a llamarlo para
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Straw
Carol iba en el auto con su padre. Estaba emocionada por el regalo que le daria a Alex
a continuacion. Sabia que le gustaria, y muchisimo. Era justo su tipo.
Cuando ella y su padre llegaron a la puerta de la escuela, Alex los estaba esperando
ya.
El padre de Carol se detuvo para que ella bajara. Alex se acerco a saludarlos, y el
padre de Carol inicio una conversacion con el. Carol veia su relog, mientras Alex
buscaba como desafanarse de la conversacion. Hasta que faltaban casi cinco minutos
para que comenzara la clase de Carol, ella decidio hablar.
-Papa, se nos hace tarde- le dijo con voz muy baja.
-¿Que?- parecia como si estubiera en otro mundo.
-Si papa- subio a un tono un poco más elevado-. Nos tenemos que ir- Carol no veia
que su padre quisiera dejarlos ir, asi que continuo-. Ya.
-OK. ¿Cuando vas a visitarnos, Alex?
-Amm, no lo se. Tal vez hoy pase un momento, despues del trabajo de su hija.
-Ah, esta bien. Me parece perfecto.
Carol pudo bajar por fin del auto y juntos, Alex y ella, esperaron hasta que el padre de
esta se alejara. En cuanto se fue, se tomaron de la mano y corrieron para que Carol
llegara.
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Straw
Pasaron corriendo como balas, y no pararon hasta que estubieron exactamente frente
a la puerta de la clase de Carol. Justo en ese momento, el maestro que ya estaba
adentro nombrando lista, dijo su nombre.
-Carol...
-Presente- grito ella desde la puerta, levantando su mano y la de Alex, que seguian
juntas. Al moento, toda la clase se dio cuenta del gesto y ellos mismos tambien, razon
por la cual se soltaron.
-Carol, lo lamento. Se que es la primera vez que llegas tarde, pero no te puedo dejar
pasar.
-¡¿Que?!- ella no lo podia creer. Esa seria la primera vez que algo asi le ocurria.
-Como ya lo dije, lo siento.
-Pero maestro, fue mi culpa que ella llegara tarde.
Toda la clase se quedo mirandolos como si fueran fenomenos cuando Alex dijo esto.
El cacto la sintonia de los pensamientos de los demas, a la par que Carol y como acto
reflejo sus ojos se encontraron para despues separarse rapidamente.
Como al parecer su maestro no se iba a echar para atras Carol dio media vuelta, con
cara como de traumada y se alejo, enojada.
-Carol...Solo es una clase- le dijo Alex tratando de tranquilizarla.
-Pero es la primera vez que pasa. Demas, solo fueron dos minutos lo que me tarde. Es
injusto que haga esto.
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Straw
-¿Que haces?
-Nada- el se puso rojo.
-Hay, bueno- continúo Carol-, ya me convenciste. Que tal que después me enfermo
por no comer lo suficiente...
Alex puso los ojos el blanco, mientras se tragaba la carcajada que estuvo a punto de
soltar.
-OK.
Despues de comer, Carol aprovecho para darle un regalo a Alex. Ella sabia que el era
el tipo de chico que no aceptaba regalos, pero el se lo merecia.
-Alex- se dirijio a el-. Necesito que me acompañes al estacionamiento.
-¿Estacionamiento? ¿Para que?
-cuando mi papa me traia a la escuela me dijo que pasaria mas tarde alguien para
dejarme el auto.
-Ah. Esta bien. Vamos entonces- los dos comenzaron a caminar, cuando a Alex se le
vino algo a la mente-. Oye, ¿como abriras el auto?
-Papa me dijo que le dejaria las llaves al señor de vigilancia. El me conoce y conoce a
mis padres.
Carol le sonrio y se adelanto y Alex aprovecho para ver la ropa que traia puesta. Ella
vestia unos shorts de mesclilla y una blusa gris con un estampado un tanto
psicodelico, como a el le gustaban. Lo demas que traia puesto, como acsesorios y
esas cosas, incluyendo los zapatos, eran cosas que el no podia describir. Tipico en
hombres.
Mientras veía su blusa, aprovecho para darle un breve vistazo a todo lo demás. Vaya.
Si que le lucia esa ropa. "Se ve realmente... bella."
Cuando llegaron al estacionamiento, Carol busco el auto de sus padres con la mirada.
Alex la alcanzó corriendo un poco. Minutos después, Carol localizo el auto, y mientras
caminaban hacia el, el señor encargado de la vigilancia se les acerco.
-buenos dias- los saludo.
-Buenos dias- contestaron Carol y Alex al unisono.
-Aqui tengo las llaves de su auto, señorita Carol- le dijo acercandose todavia a ella y
metiendo la mano derecha a unade las bolsas traseras desu pantalon. Saco las llaves
y en cuanto la tuvo mas a su alcanse, se las tendio a Carol.
-Ah- dijo Carol recibiendolas, como si no se lo esperara-. Gracias.
-De nada señorita. Hasta luego- dijo y dio media vuelta para alejarse.
Carol se acomodo las llaves en la mano y presiono el boton de la alarma, a lo que el
auto pito.
-Oye- pregunto Alex-, ¿porque te trajeron el auto tus papas?
-Porque yo se los pedi. Ademas, trae algunas cosas muy importantes... para ti.
Carol ya habia llegado al auto, mientras Alex seguia caminando hacia ahi, pensado en
lo que le dijo. "¿Algo para mi?... Esta loca."
Carol habrio una puerta de la parte de atras del auto y saco una bolsa negra de papel.
Se volvio a Alex y se la tendio.
-¿Que es eso?- Alex le hizo una mueca.
-Es un regalo de mis padres, para ti.
-Carol, de verdad no se porque lo hacen, pero sea lo que sea- retrocedio unos cuantos
pasos-, no es necesario... para nada.
Carol puso los ojos en blanco.
-No seas testarudo y tomalo.
Su voz sonaba con desicion.
-Hay, esta bien. Pero deves decirles que no se molesten comprandome cosas. No es
necesario.
-Hay, Alex. No s posibles que hables asi. Es como si no conocieras a mis padres.
-Bueno si- Alex comezo a abrir la bolsa-, pero es que...
Se le acabaron las palabras en cuanto vio lo que la bolsa contenia.
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Straw
Era una playera gris, del mismo estilo que la de Carol. Las dos de cuello en "V", solo
que la de Alex con las mangas un poco más largas.
-No inventes. ¡Esta genial!- exclamo Alex, super emocionado.
Mientras, Carol veia con satisfaccion que el regalo que sus padres le habia traido de
Europa le habiagustado a su amigo.
-Trajeron las dos iguales.
-Ya vi- Alex solto una hermosa carcajada.
-Entonces de verdad te gusta...- no era una pregunta.
-Pero claro. Esta muy cool.
-Cool- repitio Carol. Alex asintio.
-bien, entonces, como te gusto el primer regalo, ahora va el mio.
-El tuyo... ¿Este no es tambien tuyo?
-Claro que no. yo te tengo...- Carol dejo la frase en el aire. Saco algo mas del auto, de
aspecto raro y lo acomo en sus brasos-. Esto- finalizo. Le tendio el regalo a Alex y el lo
tomo. Como estaba envuelto con papel, Alex lo rompio y puso cara de perplejidad al
ver el regalo, super regalo de Carol.
-Ca…Carol- su voz teblaba-. No puede ser. Es un balon... auntografiado por...
-El equipo que te gusta. Lo se.
Ella le sonrio.
-¡Pero si devio contarte una fortuna!
Alex no cabia de la impresion.
-Hay, solo utilice mis ahorros.
-Pues aunque lo hayas echo, esto es demasiado.
Por un momento Carol dudo. Alex lo noto.
-Es decir- agrego-, no es que no me guste, solo que... Es solo que jamas me lo
imagine.
Alex se callo y se acerco a Carol. Puso el balon sobre la cajuela y la tomo a ella por la
cintura. Le dio un gran beso en la mejilla y la abraso fuertemente. Ella le respondio el
abrazo de igual manera.
-Muchas, muchas gracias, de verdad- continuo diciendole Alex, mientras la soltaba.
-Ya esta bien de tanto agadecer.
-Oye, ¿te molesta si te dejo? Tengo que enseñarles esto a los chicos.
-OK. Nos vemos mas tarde.
Alex salio corriendo y Carol, despues de guardar la camisa en el auto, siguio el mismo
camino, hacia adentro de la escuela.
Alex llego corriendo a donde estaban sus amigos, compañeros de salon y de equipo.
-¿Que traes ahi?- le pregunto uno de ellos.
-A que no imaginan- les dijo muy emocionado.
Por el tono, los chicos pensaron que Alex parecia niño chiquito con dulce nuevo.
Todos rieron.
Mientras todos lo ebservaban, Alex abrio la caja del balon
en cuanto lo saco, todos pusieron cara de tontos, como si el balon fuera el mismisimo
sol y sus ojos nunca lo hubieran visto. Exactamente asi.
-¿Y bien, que les parece?
-Esta genial- grito Franco, tambien miembro del equipo, y que estaba a unos metros
de ellos. Llego en un minuto y le quito el balon a Alex.
-¡No puede ser! Esto es imposible. Totalmente imposible.
-Ja, ja, ja. Imposible y todo mio.
-No inventes- intervino Fernando-. Esto esta carisimo. Es demasiado.
-¿Quien te lo dio?- le pregunto Jaime, otro de los chicos.
Alex puso expresion de suficiencia.
-Pues Carol, quien mas.
Al instante, los pensamientos de todos se fueron por otro lado.
-¿Pues que le has dado?- le dijo Fernando, claro que en tono de broma. Alex lo sabía.
-Pues ella y sus papas me recompensaron por haberme quedado a cuidarla.
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Straw
-¡NO!- Franco hizo una extraña y divertida expresion trajica-. ¿Solo por eso te dieron
esto?
-Si, y tambien una platera- les mostro su super sonrisa.
-No inventes, Alex. En tonces, si solo por eso te regalan cosas, yo me apunto para
cuidarla la proxima ves.
Alex miro a Franco con ojos asecinos. Sabia que lo que el decia no era completamente
en broma. Paso la broma por alto y continuo biendo su nuevo balon autografiado.
-Es genial. Es la mejor cosa que me han dado.
¿Y tu que le vas a dar?- dijo Fernando.
"Es verdad. ¿Que demonios le voy a dar a cambio?"
Alex se ensimismo tanto en ese pensamiento que, no vio las expreciones picarescas
de sus amigos. Recobro la conciencia cuando vio que Fernando les daba unos
cuantos golpes en la parte de atras de la cabeza a algunos.
"Excelente", se dijo Alex.
Acababa de tener una idea buenisima. Sabia que le encantaria a Carol, asi que se
sonrio a si mismo y se alavo silenciosamente.
-¿De que te ries?
-Tengo algo que hacer. ¿Los veo luego?
Pero no alcanso a oir respuesta. Se fue, asi sin más, corriendo rumbo a su salon.
Ya era la hora de salida y Carol caminaba rumbo a su auto. Estaba emocionada, pues
recordabacuando sus padres le dijeron que ya no trabajaria mas. Ese seria el último
dia.
Le gustaba su trabajo, si, pero eso aveces interneferia con la escuela. Habia algunas
tareas que no llegaba ni a comenzar por el simple echo de que estaba cansadisima
por la jornada de trabajo, y si a eso le sumavamos las clases de hip-hop, se podia
decir que Carol quedaba echa trisas.
Cuando llego a su trabajo, su jefa la resivio con una mirada de reproche. Ya habia
hablado con ella del sunto y de echo, ese dia lo estaba trabajando solo por que su
ahora ex-jefa no tenia una suplente.
Pero eso a Carol no le interesaba.
Comenzo a hacer sus cosas, como si fuera un dia normal. Atendio a los clientes y
regalo unas cuantas sonrisas a los chicos que entreban a la tienda para verla... igual
que todos los días.
Esto le provocaba mucha risa. No sabía que le veían. Si acaso, tenía alguna gracia: el
baile. Pero era obvio que esos chicos jamás la habían visto bailando... a menos que se
hubieran parado frente a la tienda mientras ella limpiaba.
En su casa Alex salía del baño. Acababa de tomar una ducha caliente, como siempre.
Tenía los nervios a flor de piel, y esperaba con ansias que llegara la noche. Termino
de vestirse y miro su reloj.
"Genial, es la hora".
Salio casi corriendo de su casa, apenas dándole un rápido beso a su madre en la
mejilla.
-Gracias por su compra- le dijo Carol a la chica que se alejaba ya del mostrador, con
una bolsa en la mano. Le regalo una ultima sonrisa y se despidieron.
Carol estaba anotando su última venta en una pequeña libreta rosa.
Mientras escribía cada palabra, pensaba en Alex. No lo había visto en toda la mañana,
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Straw
al menos no después de que le dio el balón y la playera. Sus piro con algo de nostalgia
y frente a ella, alguien carraspeo.
-Ejem... disculpe señorita. ¿Puede usted atenderme?
Carol levanto la vista lentamente y vio frente a ella al hombre de sus pensamientos.
Estaba más guapo que nunca.
-¡Hola!- lo saludo Carol eufórica por la emoción.
-Wow- Alex soltó una carcajada-, si que te gusta verme. Que bueno.
-Pues claro tonto.
Por un momento se quedaron viendo. Ales estiro sus manos y tomo las de Carol por
encima de la mesa.
-Estas helada. ¿Quieres un suéter?
-no, estoy bien- le contesto ella ruborizándose. Alex movió la cabeza a los lados.
-¿Por que estas vestido así?
"Vaya, que curiosita", se dijo Alex a si mismo.
-Voy a ver a una chica. Una chica muy linda, en realidad.
-Oh.
-¿Solo dirás eso?
-Amm, ¿a donde llevaras a tu linda chica?
-No lo puedes saber. Ni siquiera ella lo sabe.
Alex la miro profundamente. ¿Se dará cuenta que es ella "mi" linda chica? Alex quiso
pensar que si.
-Bueno, pues que te diviertas.
Carol soltó las manos de Alex y se pudo a escribir una vez más en la libreta. sto
arranco una carcajada a Alex, que tomo de nuevo las manos de Carol, no sin antes
tomarla del mentón y hacer que volviera a el sus ojos.
-¿Estas celosa, jovencita?
Carol blanqueo los ojos.
-No se por que debería estarlo.
-Ah, no, pues por nada. ¿Sabes? Quiero muchísimo a esa chica... A la que le daré la
sorpresa- agrego.
-Ah, que bueno- Carol bajo la vista de nuevo y se ruborizo, pero esta vez de coraje.
Alex lo noto, por supuesto.
-Carol...
-¿Mmm?
-Mírame.
Ella lo hizo.
Esperaba que te dieras cuenta por ti misma... Tu eres "mi" chica linda- le decía
moviendo desaprobatoriamente la cabeza.
-¿Que?- dijo Carol poniendo los ojos como platos.
-Así como lo oyes. En cuanto salgas del trabajo, te levare conmigo.
-Hay, ¿pero como se te ocurre? ni siquiera me avisaste. Mira nada más como estoy
vestida.
Carol se echo una mirada.
-Así estas perfecta.
-Bueno, si tú lo dices...
-Ja, ja. Eres sumamente cómica. Hay, mensa.
Alex le saco la lengua y se le paso una mano por el cabello, despeinándola.
Cuando Carol salio del trabajo, Alex la ayudo a subir a su auto. Ninguno de los dos
pronuncio palabra alguna, como siempre. De pronto, Alex paro el auto y Caro volteo a
verlo.
-¿Dónde estamos?- le pregunto.
-Es un restauran, de comida italiana…- volteo a verla a los ojos-. La que te encanta.
-Ah- Carol desvío la mirada y miro el restauran. Todo estaba iluminado de una manera
exquisita, justo como a ella le gustaba-. ¿Cómo lo supiste?
-¿Qué cosa?- pregunto el saliendo del auto. Rápido llego a su lado y le abrió la puerta.
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-Pues esto me encanta. Me fascina la decoración ¿Cómo lo supiste? Por que no creo
habértelo dicho alguna vez.
Carol volteo a ver a Alex y el le guiño el ojo.
Entraron al lugar y pasaron directamente a la mesa.
-¿Qué pasa?- pregunto Carol al ver todas las atenciones que les daban.
-Lo que pasa es que ya tenia todo planeado- le sonrío.
-¿Y que es todo, si se puede saber?
-Espera y veras.
Se sentaron en una mesa para dos, apartados de los demás. El mesero les trajo vino y
le dio un menú a cada uno. Espero un momento y después hablo.
-Quello sta andando chiedere i signori?- dijo el mesero.
Carol no sabia que les estaba diciendo. Volteo a ver su menú todo lo vio en un idioma
diferente… ¿Italiano?
-¿Qué?- pregunto Carol, que no entendía nada de nada. Era obvio que era italiano, y
ella no sabia ni una palabra-. Alex…- dijo viéndolo.
El la interrumpió. Levanto su mano, como en señal de alto y miro al mesero.
-Panzerotti al Romano…- Alex hizo una pausa, miro el menú de nuevo y siguió-.
Spaghetti a Carbonara, Estremità del torello alla fornace, e delle carote di sostegno a
scapece. Per entrambi per favore ed il vino migliore che ha.
-Con gusto, signore. In un istante il relativo ordine è arrivato- contesto el mesero y
enseguida se fue.
¿Qué?- pregunto Carol, de nuevo. Esta vez, Alex si le contesto.
-Italiano. Este restauran es uno de los mejore. Solo se habla italiano aquí.
-Ah… ¿Qué le estabas pidiendo?
-Lo que vamos a comer.
-Ah. Esta bien- concluyo ella dejando el menú en la mesa y mirándose las uñas.
¿Estas enojada?- pregunto Alex con un punto de ansiedad en la voz.
-Ah, no, nada de eso. Es solo que… no lo se, esto es muy raro, ¿sabes? Jamás me
habían traído a un lugar así- Carol miraba a todos lados, encantada-. Es
simplemente…- fija de pronto su mirada en Alex- Es perfecto.
-Que bueno que te gusta.
La música comenzó. Carol aguzó el oído y escucho el piano con claridad. Miro a su
alrededor y encontró el piano en el otro extremo del lugar. Este, era negro y se
encontraba sobre una tarima de madera muy oscura.
Alex siguió la mirada de Carol y vio también el piano. Sin más, se levanto de su
asiento, ante la mirada de duda de Carol. Se dirigió al piano y cuando llego toco uno
de los hombros del hombre sentado frete al piano. Este, dejo de tocar y se levanto,
poniéndose cerca de la pared, mientras que Alex se sentaba y comenzaba a tocar.
Carol estaba con la voca abierta, cuando Alex comenzo a tocar su cancion
favorita…”River flows in you”. Los ojos se le llenaron de lágrimas, mientras veina como
Alex tocaba las teclas y estas emitian el sonido más hermozo conocido para ella. Se
quedo petrificada.
(http://www.youtube.com/watch?v=rhN7SG-H-3k)
Alex tocaba de tal manera que se veía que disfrutaba con cada roce que las yemas de
sus dedos daban en las teclas.
Carol se levanto de su asiento y camino al piano. Hizo ademán de sentarse y Alex le
hizo un espacio. Se puso a tocar junto a el.
(Nota de la autora: no se ustedes, pero para cuando termino, yo ya estaba llorando
T.T)
Cuando terminaron de tocar, Alex tomo la mano de Carol y la apretó con mas cariño
que fuerza. Carol lo sintió, y no pudo evitar que una lágrima corriera. Sus miradas se
unieron y así permanecieron por algunos minutos.
Solo se dieron cuenta de donde estaban cuando la gente comenzó a aplaudir. Los dos
sonrieron y se levantaron. Dieron las gracias con un gesto y así, tomados de las
manos aun, se fueron a sentar.
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Cuando llegaron a sus asientos, escucharon como el músico comenzó a tocar una
nueva pieza, del mismo intérprete, “Kiss the rain” (http://www.youtube.com/watch?
v=jCSe66pWNmc&feature=related)
La comida ya estaba en sus sitios, así que ambos, callados y sin verse a los ojos,
comenzaron la cena.
El silencio que se dejo caer sobre ellos, se hizo mas pesado conforme os minutos
pasaban. Aunque no estuvieran diciendo ni una palabra, ellos no lo sentían así. Era
como si con su silencio se comunicaran, algo diferente, y muco más efectivo. Con el,
no había explicaciones de nada, solo lo esencial, que era el sentimiento que,
involuntariamente, ya los unía.
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Straw
-¡Papa, vamos a llegar tarde!- gritaba desde el asiento del copiloto del auto de su
padre.
-Ya voy, hija- grito el desde dentro de la casa. Aun arreglaba unas cosas para el viaje,
pero se estaba haciendo un poco tarde.
Por fin, salio y Carol pudo respirar mejor.
-Por favor, date prisa.
Carol le dijo adiós a su madre que estaba parada en la puerta de su hogar y salieron
como balas rumbo a la universidad.
Cuando llegaron, Alex los esperaba de nuevo.
Los saludo con la mano y se acerco al auto en cuanto el padre de Carol lo estaciono.
-¿Cómo estas, hijo?- dijo el padre de Carol, y como era de esperarse, encontró al
forma de enfrascarse en una conversación con Alex.
Carol lo miraba sacando chispas de los ojos.
-Papa- pronuncio entre dientes.
-¿Qué pasa, hija? ¿Qué no ves que estoy hablando?
Pues si, y lo siento- Alex soltó una risa-. Pero si sigues hablando, llegaremos tarde a
clases… de nuevo- agrego.
-¿Tarde? Pero si te traigo con tiempo.
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Straw
-Claro que no. Mejor me voy ya. Así sigues arreglando tus cosas. Ya sabes como es
mama al respecto.
Ambos se quedaron callados. Sabían como era.
-OK. Me voy. Alex- lo miro-. Se que no tengo que pedirte que cuides de mi pequeña- le
jalo una majilla. Alex soltó otra risa.
-No señor. No la dejare ni a sol ni a sombra.
-Esta bien.
Carol bajo y su padre se fue.
Como sabían que ya no alcanzaban clase, se fueron a la cafetería.
-¿Qué vas a pedir?- pregunto Alex por enésima vez. El ya tenia su plato de hot-cakes
frente a el y, por mas que había insistido, aun no lograba que Carol probara bocado.
-Hay, no tengo ni hambre.
-Carol…
-¿Qué pasa?
-Ya se que es lo que te pasa. No tienes por que ponerte así.
Carol no lo miraba a los ojos, así que el la tomo del mentón e hizo que los de ambos
se encontraran.
-¿Me escuchaste, jovencita?
-Si- dijo Carol sin ganas.
-Carol. Sabes que tus papas hacen todo eso por ti, porque esperan que tengas lo
mejor.
-Ya se- prenuncio ella arrastrando las palabras-. Pero es que no sabes cuanto los
extraño.
-Pues no, no lo se- Alex dejo caer su mano en la mesa-. Pero al menos se que me
sentiría contento por ellos. Hacen lo que les apasiona.
-Estas haciendo que me sienta mal. Si eso es lo que pretendía, lo estas logrando.
-No, no es eso. Lo que busco es que de alguna manera te sientas mejor, pero por lo
visto, ni a mi me harás caso- se recargo en su silla y tomo el tenedor-. Mejor sigo
comiendo.
-Esta bien, voy a pedir algo.
Carol se levanto sin ganas, a pedir algo de comida. Alex compuso su perfecta sonrisa,
esta vez cargada de victoria y comenzó a “tragar”.
Cuando Carol llego a la mesa, Alex casi terminaba su desayuno.
-Eres rápido- le dijo.
-Ja, ja. No tanto como tu.
Carol movió la cabeza y comenzó a comer también.
Las clases habían terminado y Carol caminaba hacia la salida, con toda la intención de
llegar a su casa caminando.
Detrás de ella, alguien pito y ella se volvió.
-Sube- le grito Alex, que conducía el Volvo. Ya había abierto la puerta del copiloto.
Carol subió.
-¿Qué no tenias cosas que hacer?
-Si, pero el deber es primero.
-¿El deber?- pregunto Carol, extrañada.
-Claro- dijo el como si fuera la cosa mas obvia del mundo-. Tengo que cuidarte, y
como no traes el auto, te llevo a casa. Después me iré.
Carol miro a Alex y este le guiñó el ojo. Ella bujo y el rió por lo bajo.
Alex dejo a Carol en su casa.
Carol tomo una de sus bolsas y metió en ella algunas prendas apropiadas para el baile
y una botella grande de agua.
Mientras encendía el auto, recordó lo que le había dicho a Alex… “Veré a Eddie… Ja.
Que mentirosa, Carol.”
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Pero eso podía cambiar. Tomo su celular y comenzó a marcar. Para cuando llego al
estudio de baile, su llamada se había convertido solo en el recuerdo.
“Te veo a las siete… Te veo a las siete… Te veo a las siete…”
Como siempre, mientras bailaba, Carol dio lo mejor de si. Después de todo, no en
balde era una de las mejores bailarinas de su clase, y eso lo había logrado gracias a
barias horas de sudor y practica, combinadas por la ran pasión que sentía por la
danza.
Para Carol, esto era lo mejor.
Adoraba sentir el aire en cada pirueta, como sus músculos se movían en cada paso y
mientras todo esto pasaba, ella se imaginaba en un gran escenario, frente a miles de
personas… bailando…
-Muy bien chicas- dijo su entrenadora-. Es todo por hoy. Nos veremos la semana
entrante-. Dijo acercándosele-. Carol, lo hiciste espectacular- la tomo de un hombro-.
Pero…
Carol sabia lo que le diría a continuación.
-Ya deja de soñar- termino ella la frase.
-Se que esa es la base de todo logro, pero seria mejor que, aunque bailas de manera
fenomenal, no te la pases soñando despierta mientras lo haces.
Carol soltó una risita, como una niña pequeña.
-Esta bien, Lizzie, nos vemos.
Se alejo, hacia los vestidores, pero alguien la llamo.
-¡Carol!- grito alguien en la puerta.
Ella se volvió. Y ahí estaba Eddie. Tan encantador y guapo como siempre.
Carol le mostró una sonrisa radiante.
-¿Qué tal?- corrió hacia el, que le tendía los brazos.
-Estoy perfecto, igual que tu.
Se abrazaron.
-Bailas magnifico- agrego el.
-¿Estuviste viéndome?- ella se separaron un poco para verle la cara.
-Si, y debo decir que valió la pena.
-Ja, ja. Como digas. Oye- lo soltó por completo-. Voy a Cambiarme porque…
-Solo ve por tu bolsa. Hoy comeremos en tu casa. La quiero conocer.
Carol estuvo a punto de abrir la boca para protestar, pero el agrego:
-Y nada de peros.
Ella dio media vuelta, sin rezongar y después de tomar su bolsa, salio a donde la
esperaba Eddie.
Como Carol había llevado su auto, Eddie la siguió hasta su casa. Cuando llegaron, se
pusieron a cocinar.
Comiendo en la cocina, un rico pollo acompañado de algunas copas de vino.
-Ja, ja, ja- reía Carol.
-Te ríes del chiste, ¿o de mí?
-Del chiste, claro.
-OK.
-Vayamos a la sala.
Carol tomo a Eddie de la mano y lo llevo hasta un sillón. Juntos se tumbaron ahí, y se
quedaron hablando por horas.
Nada los interrumpió, hasta que vieron a alguien entrar.
-Hola- dijo Alex con voz profunda y no muy amable.
-Hola Alex, saludo Carol sin moverse.
-Hola- saludo también Eddie-. Soy Eddie… ¿me recuerdas?
-Perfectamente.
“¿Por qué Alex tiene esa actitud altiva?”, se pregunto Carol. “Deben ser los celos”,
bromeo consigo misma, sin saber que esa era la razón exacta.
-Son más de las once- dijo Alex.
-¿Tan tarde?- Carol había perdido la noción del tiempo.
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-Tengo sueño- decia Carol mientras salia de su casa junto con Alex.
-No seas floja- la ataco Alex.
-No soy floja. Solo estoy cansada.
-Como sea- dijo Alex. Carol lo fulmino con la mirada.
Alex se paro a un lado de su auto: en el lado del copiloto, y apremio a Carol a que se
fuera al que debia ser su lugar. Ella estaba parada, simplemente no sabia que
pretendia Alex.
-¿Qué?- pregunto ella.
-Toma- el le lanzo las llaves y Carol las atrapo ágilmente.
-¿Y esto?- Carol levanto las llaves hasta dejarlas a la altura de sus ojos, como viendo
a traves de ellas.
-Tú manejas hoy- dijo Alex. Acto seguido, se metio dentro del auto y Caroo comenzo a
dar saltitos de felicidad.
-Noooo- alargo ella la palabra, mientras encendia el auto-. ¡Me encanta como suena!
-Lo se- Alex estubo de acuerdo-, y quiero seguir escuchando ese agradable sonido, al
menos hasta que tenga treinta.
-Oye, soy excelente manejando.
-Bueno, no me quiero quejar ahora- Alex solto una carcajada por su broma-. Mejor
vayamos a la escuela.
-Toma- le dijo Carol a Alex depositando las llaves en sus manos-. Gracias por dejarme
conducir.
-Si, de nada.
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La sonrisa de Alex era cada vez mayor. Se sentia tan bien que era capaz de besar a
cualquiera que se pusiera frente a el… y Carol estaba frente a el…
-¡Hey!- dijo ella exasperada; Alex se quedo soñando despierto-. Me voy, tengo clases.
-Nos vemos en el receso.
Carol dio media vuelta. Mientras ella caminaba hacia la puerta, Alex tomo una
desviación y se dirigio a donde los chicos, quienes tenian en las caras expresiones de
tarados.
-¿Qué les pasa?- Alex los evaluo.
-¿Por qué Carol venia manejando tu auto, Alex? ¿Qué acaso te volviste loco?
-No- contesto el aludido-. Simplemente no me ieron ganas de manejar hoy, y como ella
sabe…
-Me voy- dijo la profunda voz de Cristopher. Alex no se habia percatado de que ahí
estaba. Pero Cristopher no espero porque alguien le dijera adios, simplemente se
alejo, asi, sin mas.
-Vamos adentro.
-Oye- comenzo Pepe, mientras caminaban- ¡en que terminos estas con la chica de la
fiesta?
-¿Chica de la fiesta?- repitio Alex.
-Si.
-¿Cuál?
-Edith, creo que se llama Edith.
-Ah, ella.
-Esta que arde. Oye, ¿Dónde las consigues?- pregunto Pepe.
Alex solo solto una risita.
-¿No la haras tu novia?
-No lo habia pensado asi…
-Alex…- Pepe paro y todos los demas tambien. Todos miraban a Pepe y a Alex-. Te
conozco. ¿Hay alguien que te… amm,… agrade?
-Buano…- Alex lo penso por un momento. Si decia algo, ellos serian los primeros en
saber lo que ocurria, y los planes que el tenia-. Les contare algo, porque se que son
mis amigos de verdad y me apoyaran.
-Di- lo apremiaron.
-Me gusta Carol.
…
Nadie dijo nada.
-¿Qué piensan?
Alex volteo a ver a todos sus “amigos”. Nadie se movia.
-Alex- Pepe rompio el silencio-. Soy tu amigo, y porque lo soy te dire algo… Yo opino
que deverias estar con Edith. Todos sabemos como es Carol y lo bien que esta,
pero… Ella no es para ti.
Alex se sintio confundido.
-Endonces… ¿Edith?
-No, no sabes lo que tendrias si la hicieras tu novia. Estoy seguro de que…- no
terminaron la frase, pero Alex si entendio lo que dijeron.
-Edith, esta buenisima…
Alex no sigui escuchando todo lo que los demas decian. Sabía en la posición en que
eso lo dejaba. Se conocia perfectamente bien como para saber lo que a continuación
haria, aunque fuera la cosa mas estupida.
A Alex le importaba mucho la opinión de sus amigos, por lo tanto, sabia lo que le dirian
si pasaba algo con Carol… Ademas ellos eran amigos, solo amigos, y asi deban
permanecer las cosas.
Al menos este ultimo pensamiento fue lo que reconforto a Alex, y con lo que en cierta
manera, se justifico.
-Chicos, tengo algo que hacer- se excuso Alex y se alejo de los chicos.
82
Straw
-Carol- susurro alguien detrás de ella-. Ya pon atención a la clase. El maestro te esta
viendo.
Ya no aguantaba las ganas de salir del salon de clases. Ademas de que tenía
muchisima ambre, habia una razon más.
Alex.
Mientras el maestro hablaba como loco al frente de la clase, ella llevo sus
pensamientos a otro lugar.
Pensaba en el rumbo que inesperadamente habian tomado las cosas.
83
Straw
La vio, mientras ella lo buscaba. Soporto mientras veia como la cara de Carol se
descomponia. Al igual que ella, el sentia la necesidad de estar a su lado. Conocia a la
perfeccion esa sensación, justo como la que experimentaba en ese momento.
La vio salir de la escuela, y tampoco se movio hasta que estubo varios metros por
delante. En ese momento ella se volvio. El corazon de Alex comenzo a latir
fuertemente, pues penso que lo habia visto caminar tras de ella, pero descarto la idea
en cuanto Carol volvio la vista al camino, con la misma expresión en la cara.
No lo vio.
Por el camino, Alex llego a desear con todas sus fuerzas poder correr y alcansar a
Carol, decirle lo que estaba pasando, y lo mas importante… Lo más importante es que
tenía miedo.
Alex dejo a Carol cuando vio que ella llego a salvo a su casa. No todo el dia podia
estar detrás de ella, cosa que no le gusto, pero al menos se aseguro de que habia
llegado bien. Cuando Carol cerró la puerta, Alex paso frente a la casa por la acera de
enfrente deseando que por algo Carol tuviera que salir de su casa y lo viera.
Jamas salio.
-¿Dónde estas?-
-En el café, esperandote donde acordamos.
-Esta bien… Voy para alla.
Cerró el telefono y entro en el auto.
Tenia la mente completamente cerrada; todo le parecia extrañamente borroso.
¿Habia cometido una estupidez al alejarse de Carol? ¿O estaba haciendo lo correcto
al marcar distancia?
Se repetia una y otra vez que las cosas asi estaban mejor. Quiso pensar en que estar
como amigos seria lo mejor, como al principio.
Mientras manejaba, a velocidad mas alta de lo normal recordo aquella noche dentro de
su auto, en el mirador.
Jamas se habia detenido a hacerlo.
De pronto, fue como si aun estubiera tocando su piel, como si aun la tuviera contra los
labios y la estubiera oliendo. Sintio su sabor en la lengua y se lamio los labios.
Solo un largo suspiro y tratando de controlarse, opto por prender la radio.
Llego al café y estaciono el auto. Se apresuro a la entrada y la busco con la mirada. El
verla ahí, tan linda le gusto mucho y en cierta manera lo reconforto, pues antes que su
nueva conquista ella era su amiga… pero claro que no de la misma clase que Carol.
Ademas, sonaba ilógico que le hablara de la chica a la que queria si iba a declararsele.
Tomo aire y saludo.
-Hola linda- le dio un beso en la mejilla-. Disculpa la tardansa.
-No te preocupes- ella le tendio la mano sobre la mesa. El la tomo- .¿Que te ocurre,
Alex?
-Nada- sonrio-. ¿Pedimos?
-Claro.
Despues de que trajeron sus bebidas, Alex tomo la decisión de arribar el tema por el
cual se habia reunido con Edith.
-Edith- le dijo mirándola a los ojos-. Se que tenemos poco tiempo de conocernos,
pero…- se detubo.
¿Realmente era necesario? Si. Para lograrlo tal ves tenia que mentir un poco…
-Me gustas- solto de pronto.
-¿Qué?- Edith abrio los ojos y la boca.
-Me gustas. Quiero que seas mi novia… si quieres….
…
No supo Alex en lo que se metia hasta que ella contesto. Todo el mundo se le callo
ensima, se arrepentia tantoo que…
-¿Si, quiero!- Edith se le abalanzo y aplasto sus labios sobre los de Alex… y el le
siguió el beso.
84
Straw
Carol asomo la cabeza por una de las ventanas de su casa. Aun mantenia la
esperanza de que Alex llegara por ella. Cuando ya no puedo mas, salio rumbo a la
escuela y llego casi tan rapido que estaba segura, fue la primera en el lugar.
El dia se puso peor, ya que no lo vio en todo el dia.
Carol estubo buscando a Alex como loca. Nadie sabia del paradero de Alex. ¿Donde
se metio ese dia? Todos se preguntaban lo mismo. Carol llego a asomarse a su salon
mas de tres veces, y cada vez que lo hacia, los mismos contestaban que no lo habian
visto. Algunas veces, cuando tenia suerte, alguien le decia que se acabava de ir; Carol
salia corriendo por la direccion señalada, pero nunca lo encontraba.
-¿Qué te pasa?- pregunto Kenya a Carol, al ver la cara que traia.
-No eh visto a Alex en toda la mañana. No se que le pasa…
-Tal vez este ocupado.
-Si, tal vez- eso esperaba.
Ring Ring
El timbre de la salida sono.
“¿Se esta escondiendo de mi?”, repetia eso en su cabeza una y otra vez.
Para cuando se hizo el viernes, Carol se sentia tan mal… le hacia falta “su Alex”.
Necesitaba mirar sus ojos y…
” ¡LO EXTRAÑO!”, gritaba interiormente.
“Somos novios”
“No quiero ir a la escuela- repetia Carol una y otra vez-, pero lo que me mueve es
saber que posiblemente lo vere…”
Se levanto y se vistio.
Llego a la escuela con renovadas esperanzas. Se prometio no alvergar ningun tipo de
pensamiento pesimista; todo lo contrario, le parecio mejor pensar en la cara que le
pondria al verlo, si seria lo adecuado mlestarse con el por no ponerse en contacto…
Pero no. No habria espacio para tanto, solo para mirarlo.
¿Por qué habia querido evadir durante tanto tiempo este sentimiento? Carol se sentia
tan bien, tan enamorada que supo que si en ese momento el chico elegido hubiera
llega a parase frente a ella no vacilaria en decir que queria… no, que necesitaba pasar
el resto del tiempo con el.
-Hola- saludo a sus amigos, sentados en las bancas del salon.
-¿Cómo estas Carol?- pregunto Kenya, con mala cara.
-Yo bien- la engaño-. ¿Qué te pasa a ti?
-Nada. Tengo algunos problemas en mi casa, pero hasta que no me digas que es lo
que TU tienes no dire ni una palabra.
¿Por qué la conocia tan bien?
-No eh hablado con Alex.
-¿Y eso?- “¿Se refiere a mi actitud por no poder hablar con el o a que le podria
pasar?”
-Amm, pues en realidad no lo se… eh estado pensando en lo que ayer me dijiste…
-Que esta ocupado- Kenya termino su frase.
-Eso.
-Bueno dias jóvenes- entro la maestra de matematicas.
-Mejor nos callamos o nos saca- Carol se propuso poner atención en la clase, pero era
evidente que no podia dejar de pensar en el chi que del otro de la escuela, tampoco
dejaba de pensar en ella.
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Siguio caminando, sin siquiera imaginar que si estaba siendo observada, y no solo
eso, si no que tambien la seguían…
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Cinco minutos antes del tiempo acordado, Carol estaba frente a una de las ventanas,
observando para afuera. Alex la observaba.
El acababa de llegar, y en vez de salir, penso en hacer sonar la vocina del Volvo.
Carol salio de la casa y Alex la espero dentro.
Cuando Carol abrio la puerta del copiloto, Alex la pudo observar entera.
Lo que veia tenia un aspecto mas parecido a un angel, la cosa ma bella que podria
existir. ¿Era posible que su afecto creciera con la distancia? Bueno, pues pareciaq ue
asi era.
-Hola- la voz de Carol hizo que Alex casi cerrara los ojos, para concentrarse mejor en
ese sonido, pero en vez de eso, se quedo mirandola.
-Hola… “mi amor”- dijo con voz baja, para que ella no lo escuchara.
-¿Qué dices?- “¿me escucho?”
Alex le sonrio con aquella sonrisa, cosa que provoco una igual de grande en Carol.
-Que te ves bien.
-Muchas gracias.
Alex tomo rumbo al antro. Como era costumbre, el yCarol se mantubieron callados en
el auto, solo que esta vez les costaba tanto trabajo, que los dos tenia que fruncir los
labios para no soltar nada.
Alex habia pensado decirle tantas cosas, pero tal vez la emocion causo que las
olvidara. No podia estar con ella sin pensar en lo que hizo, y mas de una vez tuvo que
quedarse callado. Simplemente se volvia a verla. Ella esperaba algun comentario, una
pregunta, eso se notaba, pero el no llego a soltar ni una silaba.
Llegaron al lugar, y como siempre, estaba abarrotado. Pasaron por entre la gente,
esquivando cuerpos y miradas. Cuando encontraron la mesa, Carol se llevo la primera
sorpresa de la noche.
Ahí estaba Kenya.
-Alex- se dirigio a el-. Pense que jamas llegarian.
El solo sonrio leventente, casi sin ganas.
-¿Donde esta ella?- pregunto a uno de sus amigos. Este, señalo una direccion y sin
decir nada, Alex se alejo siguiendola.
-Carol, te ves hermosa- de pronto alguien dijo a su espalda.
Ella se volvio y encontro la sonriente y feliz cara de Fernando.
-¡Fer!- lo abrazo-. Que bueno que estas aquí.
-Y que bueno que te alegra verme.
-Ja, ja. ¿Cómo no va a ser asi?
-Vamos a bailar- dijo alguno de los chicos del monton. Todos se dirigieron a la pista, y
claro, Carol buscaba a Alex con la mirada.
Comenzaron a bailar, todos juntos haciendo una rueda.
La musica se encontraba at tope. Carol se llevo una de las manos al vientre. Comenzo
a sentir un poco de dolor. Mientras veia entre toda la gente, tratando de localizar a la
persona mas importante, le entraron unas ganas fuertisimas de correr.
-Ahora vuelvo- dijo safandose de Frenando y Kenya.
Corrio al baño, que estaba a unos cuantos metros. Sintio ganas de vomitar. Tal ves
fueron los nervios, pero en cuento estubo frente al baño, se fueron de imediato.
El estomago le dolia, como si algo le hubiera caido mal.
Los nervios.
Regreso al lugar de sus amigos. A algunos cuantos pasos, escucho su voz.
El estaba ahí, dandole la espalda y tomando a una chica. Se apresuro a pasar la
barrera de gente para poder verlo.
Cuando estubo lo suficientemente cerca para poder verlo, se llevo una gran
impresión… Alex estaba besando a una chica. Ella, baja de estatura y ropa cara, se le
hizo muy conocida a Carol, hasta que su mente logro reconocerla.
Carol tenía frente a ella a Edith. Edith era a la que Alex besaba, y no era un beso
cualquiera. Ya llevaban ams tiempo del devido, y Carol sintio celos. Pero habia algo
mas… Una inmensa desepcion.
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Straw
-Carol- Edith sonrio con suficiencia cuando por fin dejo que Alex respirara y se volvio a
verla.
Alex se quedo helado. No se habia percatado de que Carol ya habia vuelto. Ahora, no
habia mas que hacerle frente a la situación.
-Carol- ni siquiera la miraba a ella a los ojos. Miraba a Edith-. Te presento a mi novia.
Carol los contemplo a ambos, como si eso fuera una broma y una de malisimo gusto.
-¿Novia?- repitio y la voz le fallo algunas veces.
-Si- contesto Edith-. ¿Verdad baby?
¿Qué Alex no odiaba que ella lo llamara asi? ¿Acaso el podria ser tanhipócrita como
para estar con ella a pesar de eso?... O es que le habia mentido a ella.
-¿Carol?- pregunto Alex, ansioso.
-¿Estas bien?- pregunto Edith.
-Si… si estoy bien.
¿Qué mas podia hacer ella en esa situación? Se sentia una copleta idiota, pues
alvergo iluciones falsas.
Junto todo el aplomo que le quedaba y con la frente en alto, los felicito.
-Espero que duren muchisimo tiempo- pronuncio entre dientes. Mostro la sonrisa mas
forzada de su vida y dio media vuelta.
-No le cayo bien la noticia- escucho decir a Edith detrás de ella, con su voz tan
horrible.
Carol comenzo a caminar. Queria salir de ahí, pero solo logro dar vueltas en circulos.
Se fue al baño de nuevo y ahí espero largo tiempo.
Cuando volvio a salir, recorrio el lugar con la mirada. Estaba tan triste... pero al menos
no perdio la amistad de su mejor amigo. ¿Qué cosa peor podia pasar? Solo eso, ya no
poder contar con el, y aunque sabia que ahora si no habia esperanza (porque por algo
habia escogido a otra que no fue ella), al menos sabia que la queria, como a una
amiga.
Comenzo a caminar hacia la barra. Una pareja que se encontraba a la vuelta del baño,
pegada a la pared y tocandose llamo su atención.
-Busquen una habitacion- susurro y siguió caminando. Pero algo le parecio demasiado
familiar…
¡Era Edith! Se estaba besando con un tipo que no era su mejor amigo. Ella dejaba que
el la tocara gustosa, se le veia en la cara.
Aunque no le importaba ella un reverendo cacahuate, lo hizo por su amigo. Camino
hacia ella y la jalo de un brazo.
-¿Qué demonios estas haciendo con el?
Edith se puso blanca del susto. Al parecer la habia descibierto Carol.
-Contestame, caray.
-A ti no te importa.
-Claro que me importa, y asi es porque estas engañando a mi mejor amigo con este-
dijo con todo el asco del que fue capaz-. Sabía que eras una basura. Lo supe desde
que te vi con Cristopher en casa de Alex. No vales nada… Esto lo tiene que saber
Alex.
Edith abrio los ojos desmesuradamente, y cuando Carol se dio la vuelta y comenzo a
caminar, la sujeto de un brazo.
-Tu no vas a hacer eso, entrometida. Lo que tu tienes es que estas celosa, de que
Alex si me hizo caso a mi, y no a ti- hizo una pausa y la miro de arriba abajo-. ¿Y
sabes porque ni siquiera te vio a ti?... No vales ni la pena.
Las palabras de Edith hirieron a Carol, sin embargo…
-Pero si le digo, el me va a creer a mi, antes que a una ramera como tu.
Edith estubo a punto de darle una cachetada a Carol, pero ella la detubo.
-Ya veras.
Carol salio de alli aprisa. Tenia que encontrar a Alex a como diera lugar. Tenía que
decirle lo que estaba pasando, que su muñequita lo estaba engañando. Tenia que…
89
Straw
-Alex- lo tomo por el hombro e hizo que se diera la vuelta para encararla-. Tengo algo
importante que decirte.
-¿Por qué estas tan agitada?- Alex frunzo el ceño.
-Es que- demasiado tarde.
-Baby- intervino Edith que ahora se encontraba al lado de Alex. Lo tomaba de la mano.
-Esta te engaño. La vi besandose con un tipo fuera de los baños. Es una maldita
que…
-¿Qué dices?... ¿Qué dijo?- se dirigio a Edith.
-Eso no es cierto amor. Lo que pasa es que Carol esta celosa de nuestra relacion. Es
una mentirosa. Siempre lo ah sido. Me dijo que se encargaria de separarnos.
Alex cada vez entendia menos.
-Eso no es cierto. La mentirosa eres tú. Alex- exigio la mirara- Esta no fue la primera
vez que lo hace. El dia que me la presentaste, yo la vi besandose con Cristopher. No
siquiera lo conocia y ya dejaba que la tocara-. Esta vez miro a Edith-. No dudo que el
tipo con el que estabas haciendo tus tonterias sea alguien que acabas de conocer,
porque tu…
-¡Basta!- grito Alex-. Edith, ¿es cierto esto?
-No, no es cierto.
Ella hizo uso de todo su potencial. Carol estaba segura que si algun dia pedia algun
papel como actris se lo darian sin vacilar.
-Carol… Me cuesta creer que tú inventes algo, que me mientas, a Mi.
-Pero si no te estoy mintiendo.
Un momento…
-¿Alex? Me crees, verdad?
Alex vacilo.
-Edith… creeme amor. Sabes que te amo más que a nada.
Alex tomo aire. Miro a Edith s los ojos y ella comenzo a sonreir.
-Me crees…- no era una pregunta.
-Carol, lo siento pero no puedo creerte. Siento mucho esto, porque te pensaba mi
mejor amiga. Pense que mi relacion con Edith te pondria contenta, pero…
-¿Alex?- Carol comenzo a undirse. ¡Alex no le creia!
-¿Cómo te atreves a difamarla?- señalo a Edith.
-¡Yo te estoy diciendo la verdad!- Alex bajo la vista-. Hey, ¡mirame! Te digo la verdad
porque eres mi amigo y te quiero. Me preocupas.
-Lo siento- levanto la vista y dejo que todo el peso de su mirada recayera sobre Carol,
como si fuera la verdadera culpable, la mentirosa.
-Eres un estupido. No deberias creerle a ella. Es una zorra.
-No llames de esa manera a mi novia. Te lo prohivo.
Edith sonrio con suficiencia, y por primera vez, aun con su baja estatura, le parecio
alguien colosal a Carol. Ella solo iba hacia abajo.
-No te entiendo- Carol luchaba contra las lágrimas. Lo ultio que devia hacer era
ponerse a llorar frente a ellos-. Estas hechando a la basura nuestra amistad. No es
justo. Deverias escucharme.
-Ya di mi última palabra.
¿Por qué Alex se mostraba tan frio con Carol?
-¿Qué pasa aquí?- Kenya acababa de llegar. Nadie respondio su pregunta.
-Te odio- Carol hablo de nuevo. Alex no dijo nada-. Por un momento crei que…
-¿Qué creiste? Que caeria en tu farza, ¿no?
-¡Te odio!- pronuncio cada palabra con más fuerza.
-No me digas eso, por favor…- Alex hablaba con desprecio.
-¡TE ODIO ALEJANDRO!- grito Carol y tomo mundo se volvio a mirarlos.
-Carol no…
-¡Eres un estupido! Te vas a arrepentir. ¡TE ODIO ALEJANDRO! ¡Jamas quiero volver
a verte, en…- se formo un nudo en su garganta- en… mi vida!
Dio media vuelta y comenzo correr. Kenya fue tras ella y la alcanso.
90
Straw
Dentro del lugar, Alex se dio la vuelta y se interno en el lugar. Sentia un nudo en la
garganta. No podia imaginar como su mejor amiga le habia mentido de esa manera.
Jamas solto la mano de Edith.
“Destrullendo almas”
Kenya dejo a Carol fuera de su casa. Estaba tan asustada por ella que dudaba si era
algo bueno dejarla sola.
En el camino a su casa, no dijo ni una palabra. Kenya penso que una vez dentro del
auto Carol se soltaria a llorar, pero no ocurrio nada de eso.
Carol parecia una zombie.
Cerro la puerta tras de ella y avento los zapatos. En cuanto se sintio segura bajo esas
cuatro paredes, se solto a llorar como jamas lo habia hecho. Sentia como los
espasmos movian su cuerpo mientras subia las escaleras, en repetidas veces estubo
a punto de caer. Se sujetaba fuertemente el abdomen, como si en cualquier instante
fuera a irse de su lugar por el moviemiento.
Cuando llego a su habitacion, lo primero que vio fue su el tapete, ahí tirado en el suelo.
Se tiro sobre el y con coraje comenzo a gritar, mientras se sujetaba con fuerza de las
ebras rosas del enorme tapete.
Le dolia estar sobre el, pero no tenia fuerzas ni animos para moverse ni un apice. La
garganta le ardia por los alaridos que salian de ella. El pecho le molestaba y sobre
todo, sentia como un hoyo en el corazon.
Jamas imagino que esto seria asi. Incluso llego a pensar en repetidas ocaciones que
cuando las personas en las historias exagerabancuando describian el dolor de las
personas y como vivian ese momento.
Le aterraba la realidad de lo que paso. Su mejor amigo prefirió a Edith. No le creyo a
ella, después de todo lo que habian pasado juntos, ¡prefirió creerle a Edith! Esperaba
que con el tiempo se diera cuenta de la basura de novia que tenia.
Pero aunque se moria de ganas, sabia que no lo haria. Ella no habia engatuzado, el
jamas la dejaria.
Ahí, tirada como una marioneta sin quien le diera control, se dejo llevar por el
sufrimiento. Recordo la exprecion trinunfal de Edith y estuvo segura de que si en ese
momento la hubiera tenido cerca. Le hubiera retorcido el cuello con las manos. No
exageraba.
Pero ella no tenia toda la culpa. El culpable mayor era Alex, por no habir los ojos.
Seguia llorando, recordando las palabras de Alex y su frialdan.Sintio el dolor tan fuerte
que se pregunto si podria ser posible quedar inconsciente.
¿Cómo llego esto tan lejos?
Con la cara mojada y fuertes espasmos por los sollosos, Carol conseguia dormir por
pequeños intervalos de tiempo.
Cuando quedo arta de la situación, se levento un poco y puso algo de musica.
Ni siquiera movio el canal del radio, dejo que sonara por horas y horas, solo para no
sentirse tan sola.
Eso era lo peor, que no habia nadie en ese momento que pudiera o quisiera
consolarla. Se sentia mas sola que nunca, pero por todos los medios, evito pensar mal
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Straw
de sus padres. No queria culparlos de no haber estado con ella, pero asi era la
realidad. Ellos jamas estaban ahí.
Cuando pudo escuchar algo mas que sus lamentos, una cancion comenzo en la radio.
No la recordaba, jamas la habia escuchando. La cancion comenzo.
Cuando escucho mejor, no puedo más que ponerse a llorar. ¿Por qué una cancion asi
habia sido escrita? No soportaba escucharla.
Se levanto y apago el aparato.
Volvio a tumbarse sobre el tapete y esta vez si puedo conciliar el sueño, solo que no
uno muy tranquilo, pues no dejaba de moverse.
Ya pasaba de las once de la mañana. Charlotte llego muy contenta, pues después de
mucho tiempo volveria a ver a su prima más querida.
No le sorprendio encontrar la puerta sin el seguro. Entro y dejo su maleta en uno de
los sofas. Comenzo a gritar el nombre de su prima pero ella no contestaba.
¿Dónde estaba Carol?
Subio corriendo a su cuarto y cuando abrio la puerta, se llevo la mano a la boca.
Carol se veia tan palida que daba miedo. Estaba acostada sobre el gran tapete que le
habian dadod de regalo. Lo peor de todo es que no se encontraba en una posición
muy comoda que digamos. Se acerco a ella y se inco para quedar a su altura. La
movio un poco y logro que Carol pronto abriera los ojos.
-Carol…- hablo con aprencion.
Lo unico que hizo esta fue agarrarse lo más fuerte que pudo de su prima. Sentia que la
vida se le iba, y lucho por recuperarla aferrandose a lo mas cercano que tenia de la
paz.
Nunca penso en verla ahí, a su confidente después de todo. Al parecer el cielo no se
olvido de ella y no la dejo sola, tal vez imaginando que podria a comenter tonterias si
se encontraba sola.
Comenzo a sentir lo salado de sus lágrimas y la cara mojada. Los sollozos se
volvieron aullidos de dolor y Charlotte se asusto más.
-¿Que te pasa?- pregunto a Carol.
-No me preguntes ahora- dijo ella como puedo.
Charlotte dejo que sus lágrimas la mojaran. La presion que Carol hacia contra ella era
cada vez mayor. Estaba deshecha.
Tiempo después, Carol comenzo a calmarse. Charlotte logro que la soltara e hizo que
se acostara sobre su regazo. Le acaricio el cabello y Carol volvio a dormir.
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Mientras que en la casa de Alex, todo era felicidad por parte de Edith. Estaban
comiendo en la mesa del jardin, los padres de Alex y ellos.
Su madre estaba actuaba un poco de manera cortante. Al parecer, Edith no le habia
caido nadabien, ahora que sabia que era la novia de su hijo.
Alex sabia que preferia mil veces a otra chica.
Cada cinco minutos, Alex checaba el celular. Se encontraba en el mismo estado que
Carol. El no habia llorado, todo se lo trago, pero si estaba bastante mal por la supuesta
“traicion” de su mejor amiga.
Cuando la velada termino, Alex llevo a Edith a su casa. Ella se mostraba un poco
precavida, pero Alex no mostro interes. Para nada salio el tema del viernes, pues tanto
ella como el sabian que eso era material delicado. Se evadio por completo.
El lunes por la mañana, Alex esperaba que Carol aguardara por el en la entrda del
estacionamiento. De lejos vio su auto estacionado. Debia de andar por ahí.
Entro en la escuela y de inmediato la localizo, pero estaba totamente diferente.
Ahora usaba ropa un poco más sensual, porque no decirlo, y se arreglaba mas.
Eso molesto a Alex, pues ella no necesitaba de esas cosas para parecer hermosa, ella
ya lo era.
Ademas, podria despertar el interes de cualquier otro estupido…
“Tranquilo Alex”.siguio caminando, pero extrañamente, ella parecia un iman para su
mirada y pensamientos.
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Straw
“¡Sal de mi cabeza!”
-¡Carol!- grito Kenya, desde la mesa a la que Carol estaba a punto de llegar.
-Hola- saludo a su amiga con un beso en la megilla y a los demas presentes con un
movimiento de mano.
-¿Cómo estas?
-Excelente. Gracias, ¿y tú?
-Tambien, gracias. Oye, necesito hablar contigo. Vamos al salon.
-Esta bien.
Ambas se levantaron de sus acientos y salieron de la cafeteria.
-¿Qué es lo que pasa?- pregunto Carol como si nada.
-Ahora si puedes dejar de fingir. ¿Cómo te sientes?
Carol agacho un poco la cabeza y dijo:
-Mejor. Ya no me siento como una mentirosa.
Sonrio sin ganas.
-Yo se que no eres una mentirosa.
-¿A ti quien te conto todo?
Fernando estubo ahí. Le exigi, mas que le pedi, que me dijera cada palabra y gesto.
Me preocupas. Cuando te deje en tu casa…
-Espera- Carol la interrrumpio-. Por favor, olvida que esto sucedió, ¿si? Solo es un
chico y una amistad rota. No más. A nadie le importa.
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una chica sumamente carismatica y linda. Se sentia muy contenta por la felicidad de
su amigo.
La parte mala de todo esto, esque Eddie llego a conocer todo hacerca de Carol. Ella le
conto todo lo que paso con Alex y Eddie no dijo nada. Simplemente estubo ahí para
consolarla siempre que lo necesito y Carol lo agradecio infinitamente.
Un dia, iban paseando solo ellos dos por un centro comercal. Habian hecho una
parada para comprar helados.
Mientras los comian, pasaron por una tienda de ropa para dama y caballero. Entraron
en ella y mientras Carol veia unas prendas, se topo con algo desagradable.
-Amor- al instante reconocio el tono meloso-. Comprame esta.
Carol se quedo con los ojos desorbitados, completamente, mientras agusaba el oido,
esperando escuchar la voz de su acompañante. Ella era Edith.
-Gracias- al parecer su acompañante no llego a articular palara, o Carol no le puso la
sficiente atención. Obviamente ella esperaba escuchar la voz de alguien más… de un
chico.
-Toma esta tambien.
Se quedo helada, pues la voz del hombre con quien Edith iba era la voz de alguien
que definitivamente no era Alex.
Respiro hondo por algunos momentos antes de decidir que hacer. Por ultimo, tomo la
decisión y asomo la cabeza por un lado de las prendas que le tapaban la vista.
-Gracias corazon- Edith besaba la boca de un hombre que no era Alex. El le devolvia
el beso gustoso, mientras le tocaba la cintura y bajaba un poco la mano…
Que asco.
-Carol- ella dio un saltito pues se asusto. Se volvio vio a Eddie que la miraba
frunciendo el seño-¿Que te pasa?
-La…- la voz se le cortaba a Carol del puro coraje-. La zorra de Edith. Le… le esta
poniendo… el cuerno otra vez a Alex…
-¿Quién que a quien?- al parecer Eddie no entendio las entrecortadas palabras de
Carol.
Ella se explico mejor y Edi8ie entendio a la perfeccion.
-La voy a ma…
-Tú no vas a hacer nada- Eddie la sujeto de la cintura-. Te vasa quedar aquiconmigo y
vas a dejar que ella siga con su vida. Si quiere engañar a Alexy si el no quiere abrir los
ojos. No son más tu problema. Alla ellos.
A Carol le diolio escuchar esas crudas palabras, pero eran verdad. Ella ya no entraba
mas en ese circulo, y por mas que fuera a decirle a Alex lo que pasaba, estaba mas
que claro que el no le pondria la mas minima atención. Preferiria por sobre todo a su
querida noviecita…
-Pqueña, ven aca- Eddie la abrazo-. No llores, por favor.
¿De verdad llorara Carol?
Se limpio la cara con el dorso de la mano y compuso una linda sonrisa.
-Asi me gusta- Eddie le susurro y le dio un beso en la frente-. Vamonos de aquí.
Despues del episodio vivido ese dia, Carol no volvio a ver a Edith, al menos por un
tiempo.
Ya se sentia un poco mejor, pero su vacio seguia presente. Era como si apartir de ese
momento algo de ella hubiera quedado hueco, y ese espacio no lo podia llenar nada ni
nadie.
“Confia en mi…”
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“They come and go, but they don´t know, that you are my beautiful…”
El celular de Carol comenzo a sonar. Dejo de arreglar la cama y avento las almohadas
sobre ella.
-Hola- hablo una voz ronca y gruesa, se escuchaba muy varonil. Carol lo reconocio al
instante.
-Hola, Cristopher.
-¿Cómo estas Carol?
-Bien, gracias.
“Bueno, dejando a un lado la sorpresa por tu llamada, bien, gracias”, penso.
-Bueno, hmm, ya ha pasado mas de un mes después de salir de la universidad.
-Si- Carol suspiro y se dejo caer sobre la cama-. Ya fue mucho.
-Bueno, me preguntaba si sabias que este fin de semana Tamara hara una fiesta en
su casa.
-Amm, si- Carol lo recordo-. Me invito la semana pasada.
-Entonces si iras…- dejo la frase al aire.
-Pues creo que si.
-Bueno, pues yo tambien ire y… ¿Quieres-ser-mi-pareja?- hablo bastante rapido.
-¿Ah?
-Que si quieres ser mi pareja.
-Si, lo entendi pero… me parace bastate raro esto…
-Acepta, por favor- uso todo el poder de su voz. ¿Tiene en cuenta que hace que la
carne se me ponga de gallina cuando hace eso con su voz? Si asi es, que bien sabe
emplearla”, se dijo Carol.
-¿Que tal si mejor nos vemos alla?- se salio por la tangente.
-Bueno- sono desepcionado-. Ya que. Te veo alla…-añadio seductoramente- Carol…
-Adios.
Se apresuro a colgar. Su llamada ya era bastante rara, y encima que se portara asi
con ella, era demasiado. Se sintio extraña.
El dia de la fiesta seria al dia siguiente, asi que junto con Kenya, Carol fue a comprar
algo de ropa. En el camino, hablo acerca de la extraña llamada de Cristopher y Kenya
estallo en carcajadas.
-¿Quieres hacer el favor de parar?
-Ja, ja, ja- no podia-. OK, lo siento, pero me da un poco de risa.
Carol ni siquiera pregunto.
Todo estaba listo.
El dia de la fiesta, Carol se arreglo como nunca. El vestido rojo le quedaba justo por
ensima de la rodilla y los tacones altos y aretes largos, junto con el cabello callendo en
bucles y ligero maquillaje, hicieron que Carol luciera despampanante.
Todo mundo estaba en esa fiesta. Mientras caminaban, algunos, conocidos y no
conocidos saludaban a Kenya, Carol y las demas chicas que iban acompañandolas.
La musica estaba tan fuerte que la gente tenia que estar muy cerca para poder
esuchar lo que se decia. Todos bailaban con los cuerpos juntos, a un mismo ritmo y
los cuerpos sudados.
Habia mesas en las orillas de las habitaciones con bebidas con alcohol o sin el y
botanas.
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Straw
-Hola- susurro la profunda voz de un hombre el oido de Carol. Los bellos de los brasos
y la nuca se le erizaron.
Ella se volvio y se encontro frente a Cristopher. Se veia guapisimo asi vestido, jeans,
camisa de vestir negra y zapatos geniales.
-Que bien te ves- la miraba de una forma que hacia que ella quedara embobada.
-Gracias. Tú te ves excelente.
-Jaja- el rio un poco.
-¿Quieres algo de tomar? Justo iba por algo. Vamos juntos.
-Esta bien.
¿Cómo sucedió eso? ¿Por qué de pronto Carol actuaba como si Cristopher nunca le
hubiera hecho algo? Y Cristopher actuaba de una manera que… Jamás lo había visto
así.
Llegaron a una de las mesas y se sirvieron.
-¿Qué deseas?
-¿Sabes preparar una margarita?
-Lo que sea para ti.
Cristopher mostro una gran destreza al momento de preparar la bebida. Cuando le
paso la copa a Carol, le cerro un ojo y estuvo bien seguro de que sus manos se
tocaran. Vaya coqueto.
-¿Y bien?
-Esta buenisima. Gracias- Carol le regalo una sonrisa y Cristopher la devolvió.
-¿Bailas?
-En realidad no estoy…
Se detubo.
Del otro lado de la sala, vio entrando a la última persona que hubiera imaginado. Al
parecer, en esa fiesta ¡SI QUE ESTABA TODO EL MUNDO!, pues Carol vio como
entraban Edith y Alex, tomados de la mano y ambos sonriendo.
98
Straw
ultima vez, que su cuerpo ansiaba su presencia, la pedia a gritos. Comenzo a ponerse
un poco frenetico, ya que no encontraba el blanco de su busqueda.
Para cuando localizo a Cristopher del otro lado de la sala, supo que ahí se encontraba
ella tambien. Cerró un poco los ojos y comenzo a caminar, cada vez mas lento, hasta
situarse a unos tres metros de donde la pareja bailaba.
Lo que vio lo sorprendio: un angel vestido de rojo rodeaba el cuello de Cristopher con
ambos brazos. El sujetaba su cintura fuertemente, como si se fuera a desvanecer en
cualquier momento.
Verla ahí, bailando con el no le importo. El punto de la situación era que después de lo
que le parecieron años acababa de verla, y su cuerpo automáticamente sufrio un
cambio, fue como si hubiera estado tenso durante todo ese tiempo y ahí, se relajo.
Sonrio un poco y comenzo a caminar hacia atrás, sin dejar de verla. De pronto, ella se
volvio y su mirada se encontro.
Todo se puso en camara lenta. Carol dejo de sentir los grandes brazos de Cristopher,
que la sostenian con fuerza por la cintura. Si hizo un poco más de precion o algun
movimiento seductor sobre esta, ella no llego a percatarse.
Todo su mundo quedo centrado en una sola persona; era como si de el saliera un luz y
ella se viera obligada a apreciarla, mas que solo mirarla.
Estaba más guapo que nunca, más que eso, hermoso.
Abrio un poco la boca, aun sin dejar de bailar. Estubo a punto de correr y saludarlo,
pero se quedo ahí plantada, en los brazos de Cristopher.
Ninguno se movio.
Carol fue la primera en desviar la mirada. No supo si Alex se quedo ahí parado o
simplemente siguió caminando, como si nada.
-Cris…
-¿Si?
-Voy con mis amigas. Nos vemos mas tarde.
-Esta bien.
Se acerco rapidamente, pero Carol fue más rapida. Cristopher solo consiguió besarla
en la mejilla. Carol salio de ahí con las piernas apenas respondiendole.
-Kenya- susurro.
-Ya lo viste, ¿verdad?
-Y el me vio a mi.
-¿Cómo? ¿Qué te dijo?
-Nada, cuando lo vi iba caminabdo hacia atrás, como si estubiera huyendo… Lucia
hermoso… No lo puedo soportar. Quiero correr a donde el esta y besarlo. Tengo
tantas ganas de tomarlo y besarlo…- se mordio los labios.
-Carol, ya entendi…
-Si supieras como lo amo y en que medida… Me vuelvo loca, Kenya, me vuelvo loca.
Voy al baño a mojarme la cara. Haber si asi se me bajan las ganas…- dejo la frase en
el aire y Kenya se carcajeo.
En el camino, volvio a buscar a Alex. Ya no estaba en esa habitacion, tal vez habia ido
al lado de su noviecita. Hizo una mueca y entro en otra habitacion, un poco, mas
oscura y con mas gente. Se abrio camino por entre la multitud y choco con alguien,
bastante metido en su jueguesito con una…
-¡Edith!- ella otra vez, engañando a Alex y con el mismo chico con el que la vio en la
tienda de ropa.
-¡Carol!, respondio ella cínicamente sonriendo, dejo de besar al susodicho. Lo unico
que le faltaba para verse más corriente era limpiarse el labial corrido.
Carol comenzo a atar cabos… El, el chico, no solo era el del centro comerciar, si no
tambien el del antro…
-¿Qué estas haciendo?
-Es obvio, ¿no?
-¿Desde cuando engañas a Alex?
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Straw
Carol casi volvio a caer al suelo. Lloraba y lloraba. Se sentia explotar. Alex no le creyo
de nuevo, y eso era lo peor que habia sentido jamas, como si con la primera que vez
que sucedió no hubiera tenido suficiente.
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Straw
Ella siguió llorando. La hacerco más a el y la abrazo. Asi permanecieron hasta que
Cristopher se fue agachando, acercandose cada vez mas a ella…
-¿Cómo…?
En cuanto Alex estubo plenamente seguro de que su “novia” besaba a otro se acerco
a separarlos. Parecia que Edith tenía enfrente al mismisimo diablo. Alex estubo a
punto de golpear al hombre, pero se contubo. No valia la pena.
-Alex- hablo Edith con su voz melosa-. Yo…
Estaba atrapada.
-Eres una…
Edith abrio los ojos como platos y se quedo con la boca abierta.
-No vales ni la pena- hablo Alex con amargura. Todo el mundo los miraba-. No puedo
creer que desperdicie tiempo de mi vida contigo, y menos aun que por ti perdi la cosa
mas importante para mi…
“Carol”
Una luz prendio en su mente.
Se dio la vuelta, esperando que ella no huebiera decidido irse.
Edtih lo llamaba, pero el no contesto.
Cuando salio de la habitacion, aguso la vista. Ahora mas que nuca necesitaba del
tiempo, asi que se dio prisa. A todo mundo le pregunto si la habian visto, hasta que dio
con la persona correcta.
-¡Kenya!- hizo que ella se sobresaltara.
-La estas buscando, ¿o no?- al parecer ya estaba enterada.
-Dime, por favor. ¿Dónde esta?
-Ya la hiciste sufrir demasiado. Ademas…- dudo un poco-. Ella ya esta algo
ocupada…- Kenya desvio su vista de Alex y la fijo en otro punto, dentro de la sala
misma.
Alex siguió su mirada y la encontro.
¡Seguia ahí!
-¡Carol!- le grito a pesar del volumen de la musica.
Cuando pudo acercarse un poco más, sintio que la sangre casi huyo de su cuerpo.
Carol estaba en los brasos de Cristopher, y sus labios estaban solo a centímetros.
-Carol- volvio a llamarla, ya mas cerca de ella.
Cristopher cada vez se acercaba más, hasta que Alex llego y con un moviemiento
brusco se la saco de los brasos.
-¿Qué ibas a hacer, Carol?
-¿Eh?- al parecer ella estaba en otra dimension.
-Alex…-Cristopher sonaba furioso, pero Alex no le tomo importancia.
-¡Dejame en paz Alejandro! Ya has arruinado lo suficiente mi vida. ¡Dejame en paz!-
repitio.
El se la llevo de ahí a jalones, mientras ella despotricaba contra el.
-Carol- hablo un poco mas tranquilo.
-Sueltame- se le safo.
-¿Por qué lo ibas a besar?
-No te interesa. Esta es mi vida y yo elijo ejercerla como se me venga en gana, asi sea
aventandome de un risco o besando a Cristopher.
-Carol, perdon por no creerte.
-¡Me ignoraste! Me hiciste sentir que no valia nada. No me creiste, ni siquiera me diste
el beneficio de la duda. ¿Cómo piensas que debo sentirme?
-¡Carol, por favor, escuchame!
Ella lo miro a los ojos.
-Se que me porte como un tremendo imbecil- ella comenzo a llorar, lo que le dificulto el
habla a Alex. Lo destrozaba verla asi-. Pero de verdad, estoy arrepentido.
Completamente arrepentido.
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Straw
-Es tarde para eso. Ya has tenido mucho tiempo para pensarlo. Es que es increible,
que yo vi a tu “novia” besandose con el mismo tipo TRES- señalo con los dedos-, tres
veces, y una más con Cristopher.
-Espera- Alex hizo una pausa. -¿Tres veces?
-La primera en el antro, la segunda en un centro comercial hace como dos semanas y
esta…
-¿La viste hace dos semanas haciendo lo mismo? ¿Y dejaste que me siguiera viendo
la cara? ¿Por qué no me dijiste?
-¡PORQUE NO ME IBAS A CREER!
-Pero tú debiste…
-Alex, Alex. Es completamente imposible hablar contigo y con tu gran orgullo. Es inútil.
Mejor dejalo asi…
“¿Qué?” Alex la miro alejarse. Llamo a sus amigas y salio de la casa. El sabia que
devia correr, pero hasta que no asimilo mejor las palabras de ella, fue cuando corrio
para alcansarla.
Trataba de salir de ahí, y si por el fuera no le importaría pasar por encima de nadie
que ahí se encontrara, con tal de salir rápido del lugar. Al llegar a la puerta de la casa,
localizo la abriendo la puerta del auto de Kenya.
-¡Carol, espera!- grito tan fuerte que el pecho le dolio; sin embargo, todos lo miraron,
excepto ella.- ¡Carol, no te vayas, te amo!
Y con esas palabras, ella se detuvo un instante, ocacion que Alex aprovecho para
acercarse un poco mas.
-Escuchame por favor… Se que cometi un error muy grave, y entiendo que estes
enojada… y dolida… pero te amo, Carol. Todo el tiempo lo supe y no quise darme
cuenta, pero esto es mas grande que yo.
Sus pasos lo llevaron hasta quedar justo detrás de ella. Carol analizaba sus palabras y
algo muy dentro le dijo que no podía estar mas tiempo lejos de el, y que ya no
importaba lo que había sucedido. Simplemente las cosas asi eran.
Asi que, tratando que el la escuchara, y tomando fuertemente una de las esquinas de
la puerta del auto, giro su cara sobre su hombro para conseguir ver a Alex y susurro…
-Yo también te amo…
El, en shock por esas palabras, y sin ninguna cosa más que decir, se acerco a ella y la
tomo por la cintura; ella seguía dándole la espalda, pero se pego a ella tanto como
pudo. Recargo su menton en el hombro y la beso, sin siquiera hacer que se volteara.
Ella respondio a su beso y sus labios se tocaron tierna y suavemente.
Alex un sujetandola de la cintura y después de cerrar la puerta la recargo contra el
auto. Las manos de el sobre su cuerpo no hacían mas que acercarlos, y acorralarla a
contra el auto, mientras que las manos de Carol seguían en el aire, hasta que optaron
por rodear su cuello. El beso se volvio salado por las lagrimas de ella, pero un poco
mas frenetico, hasta que sus respiraciones fallaron y se separaron un poco.
-Te amo- susurro ella.
-Yo tambien.
Se abrazaron y asi estubieron por un momento, hasta que alguien carraspeo.
-Ejem… Creo que ya no te iras con nosotras Carol.
Ella dijo no con la cabeza y la recargo en el pecho de Alex. Juntos, sin despegarse ni
un poco, se alejaron del carro, y después de despedirse, vieron como se iban.
Nadie hablo.
Alex llevaba a Carol entre sus brazos. Ella suspiraba un poco, pero ya no seguia
llorando. El se sentia tan bien… Siempre habia esperado eso, y fue lo mejor que le
pudo haber pasado.
-Carol…- la miro directo a los ojos-. No se como…
-Sh- ella puso su dedo indice sobre los labios de Alex-. No digas nada. Ya no importa.
El beso su dedo. Carol sonrio deslumbrantemente y Alex mostro tu tipica y perfecta
sonrisa.
-Te amo- susurro sobre sus labios y la volvio a besar.
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Straw
Despues de haberse declarado, no volvieron a ver a Edith, y que bueno, pues Carol
seguia tan enojada con ella que era bien capaz de ponerse a gritarle a la cara unas
cuantas verdades.
Ya no sentia ese hueco dentro de ella, pues ya estaba bien con Alex, y ahora no solo
eran amigos, si no que los dos se habian dicho que se amaban.
Carol no estaba segura de que las cosa pudieran funcionar, pero al menos eso era lo
que esperaba. Alguna vez llego a imaginar como seria si ella i Alex se besaran de
nuevo y se declararan y lo que paso anteriormente no se le parecio nada.
Todo fue completamente magico, aunque las palabras de los dos hubieran sido algo…
¿Cómo decirlo? Falto algo, pero eso no le quito lo bueno al asunto.
Por momentos, Carol sonreia y Alex la miraba por el rabillo del ojo. Le encantaba verla
asi, y mas porque ahora estaba ella sentada en el auto y no Edith.
-Carol- la llamo Alex al momento en que quitaba su mano de la palanca de
velocidades y la depositaba sobre su pierna-. Tal vez no me creas pero… Soy el
hombre más feliz del mundo en este momento.
Aunque no volteo a verla, Carol sintio todo el peso de sus palabras.Se puso super feliz
y sonrio. Se acerco y le dio un beso en la mejilla.
-Llegamos- susurro el.
-Gracias por traerme…- estubo a punto de repetir “amor”, pero algo estupido la detubo.
“¿Y si le molesta que le diga asi?”.
-Fue un completo placer-hizo una pausa y sonrio deslumbrantemente-. Amor.
Carol mordio su labio y se acerco a Alex mirando sus labios. Bacilo un poco, mientras
sentia la respiración de Alex y l miraba directo a los ojos. El la tomo de la nuca y la
beso como nunca.
Sus labios chocaban fuertemente, mientras sus lenguas jugaban. Pero mas que solo
algo fisico, ese beso significo todo lo que en mucho tiempo no pusieron decirse.
¡Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo! Era como si ambos lo
estubieran gritando.
-tienes que irte- dijo Alex aun con sus labios sobre los de Carol.
-Lo se.
Alex se recargo en su asiento y Carol hizo lo mismo.
-Tal vez deberia…
Carol entendio el mensaje.
-Mañana. Por esta noche es suficiente. Demasiadas emociones.
-Lo se- Alex solto una carcajada-. Eres muy enojona.
-Cuido lo que es mio. Me voy a dormir- le dio un beso rapido y el le guiño el ojos.
-Cuidate, amor.
-Tu tambien, por favor.
Carol entro en su casa sin otra cosa en que pensar. Aun sentia los labios de Alex
sobre os suyos. Era una sensación tan placentera, que podria pasarse asi todo el dia.
Su celular comenzo a bibrar cuando ni siquiera llegaba a su habitacion.
“Duerme bien hermosa, mañana paso por ti tempraño, recuerda que hay juego. Te
amo. Alex.”
A la mañana siguiente Carol se encontraba apuradisima. No encontraba que ponerse.
Entro de nuevo a su closet, pero una mano la jalo.
-Hey, ya se esta haciendo tarde- Alex señalo la muñeca de su mano, a pesar de que
no habia un relog en ella-. Asi estas perfecta. Con todo lo estas. ¿Ya nos podemos ir?
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-Es que no me gustan estos pantalones- el la tomo de la mano e hizo que se diera la
vuelta completa.
-Te quedan muy bien, te ves linda asi.
Carol acepto y salieron corriendo de la casa. Alex tuvo que pisar el acelerador para
poder llegar a tiempo.
Cuando entraron en la cancha, Alex iba abrazando a Carol por la espalda, rodeandola
con los brazos y susurrandole cosas al oido. Las caras de todos se quedaron en
blanco cuando los vieron.
-Hola chicos- saludo Alex aun sin soltar a Carol.
-Hola Carol- la saludaron todos. Al parecer todos querian de vuelta a Carol por ahí, en
vez de tener que verle la cara a Edith.
-Hola chicos. Alex- el la solto y la volteo para tenerla de frente-. Voy a sentarme.
-Kenya esta por haya- le dijo Fernando y señalo un punto en las gradas.
-Esta bien. Gracias- volvio su atención a Alex y se depisio-. Suerte amor. Te amo.
Dio media vuelta y salio en busca de Kenya.
La localizo en la primera fila de las gradas, con otro grupo de chicas. Carol no conocia
a ninguna, pero al parecer ella si, pues la saludaron con muhas ganas.
-Je, je. Hola Kenya.
-Hola Carol.
Se sento a su lado y quedaron viendose, ambas con una gran sonrisa en la boca.
-Tengo algo que contarte- soltaron las dos al unisono.
-Tu primero-dijo Kenya.
-No, mejor tu- dijo Carol.
-Esta bien…- hizo una pausa mientras se veia las manos. Despues, busco la mirada
de Carol y casi grito:
-¡Fernando y yo somos novios!
-¿De verdad?- Carol ni siquiera llego a imaginarlo.
-Si, es genial. Estoy tan feliz…-bajo de su nube y miro a Carol-. ¿Y tu?
-Pues yo y Alex… Ya sabes.
-Ja, ja. Es evidente eh. Ya se veia venir.
-Se tardo.
-Si- Kenya estubo de acuerdo.
Ambas rieron y vieron como sus novios jugaban.
Para no perder la costumbre, el equipo en el que Alex jugaba gano. Como siempre,
hicieron una reunion en casa de Alex y todo el equipo se congrego ahí.
Alex y Carol bailaban alrededor de todos, mientras algunas parejas hablaban y otros
nadaban en la picina.
-¿Alex, donde tienes la botana?
-¿Uh?- el y Carol estaban besando se cuando uno de los chicos llego y los
interrumpio-. Esta en la cocina… Yo voy por las bolsas.
-Esta bien- contesto el chico.
-Te acompaño, Alex.
El le mostro una bella sonrisa y caminaron tomados de las manos.
-¿Sabes que te amo?- le susurro Alex a Carol en el oido. A ella se le puso la carne de
gallina e hizo la cabeza un poco hacia atrás, para poder besar a Alex.
-Yo más a ti- dijo separandose.
Subieron las escaleras y llegaron a la cocina.
-Deja busco las bolsas de papas.
Alex se alejo de Carol y se posisciono frente a la alacena.
-¿Te ayudo?
-Si, por favor. Busca los platos desechables…- se quedo pensativo por un momento-.
Estan por ahí- señalo unos estantes.
-Esta bien.
Carol se puso a buscar. Un momento después, saco los platos y Alex las pasas.
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A la mañana siguiente, Alex recibio una llamada de Fernando. Dijo que iban a tener
otro partido, esta vez amistoso y que esperaba que el pudiera asistir. A Alex le encanto
la idea, por supuesto, pero habia un problema.
Carol.
La llamo y cruzando los dedos, pidio a los cielos que aceptara acompañarlo…
-Hola amor-saludo ella muy contenta.
-Hola vida mia. ¿Cómo dormiste?
-Estupendamente, gracias.
-¿Y tu?
-Genial…
Carol capto.
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-Alex, que bueno que llegaron- Mateo les sonrio tan calidamente y Carol le contesto.
Se acerco a el y lo abrazo brevemente.
-¿Cómo estas?- pregunto ella.
-Muy bien, emocionadisimo. Espero que podamos ganar.
-Claro que ganaremos- dijo Fernando acercandose y dandole una pequeña palmada
en la espalda a su amigo.
-¡Hola Fer!- Carol no oculto la emocion y tambien lo abrazo.
-¿Cómo estas, pequeña? Alex te trata bien, ¿cierto?
-Claro.
Carol sonrio y tomo a Alex de la mano. Todos se encaminaron hacia el area de juego y
con un apretón de manos, Alex se despidio de Carol. Buena suerte, le dijo ella
moviendo los labios, mientras veia como se iba con sus amigos y saludaba a algunos
con la mano. A un lado, estaba Cristopher.
El juego comenzó y como siempre les iba de maravilla. Después de unos cuantos
pases, ya llevaban más de dos goles. Esos chicos eran buenos en verdad. Para los
últimos minutos del partido, los chicos estaban casi molidos, pues los del equipo
contrario eran realmente buenos manejando el balón. Estaban empatados, asi que
antes de que el árbitro diera el silbatazo que terminaría con el partido, había mucho
que hacer. Con un nuevo movimiento, uno de los jugadores logro anotar un nuevo gol,
dejando a todos atónitos y a más de uno del equipo contrario con la boca abierta. El
entrenador se levanto del asiento y comenzó a saltar y gritar emocionado por el
triunfo. ¡Excelente!, les gritaba, sonriendo tanto que casi parecía que su cara se
rompería.
Alex estaba feliz de verdad, así que en cuanto se safo corrio en busca de su chica, y
cuando la tuvo en sus brasos la estrecho con tanta fuerza y ternura.
-Felicidades- dijo Carol.
-Gracias. Fue un trabajo en equipo- sonrio con suficiencia.
-¡Alex!- lo llamaron- ¿Podrias traer las botelas de agua? Estan en los vestidores.
-¿Me acompañas?- pregunto el expectante.
-Vamos.
Tomados de la mano llegaron. Alex comenzo a buscar las botellas como loco, pero no
encontraba nada. Al ver que no podia hacerlo solo, Carol se le unio y rapido las
encontro, justo al lado de donde se encontraba el.
-Ya las habia visto, es solo que tambien te queria poner a buscar a ti.
-Ja-ja- se burlo-, claro.
Alex se acerco a ella y la tomo de la cintura. Se acerco tanto a ella, como para besarla
y Carol paro los labios, pero el se alejo. Rio bajo y la llevo con el, hacia las bancas,
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