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una gra barrerapor muchas decadas pasaron ingrese a estudiarar lo bastante bien para

explicarme adecuadamente lo que yo pretendi decir acercfa del tema. pero necesario
tener mas estudios profecionales y esto me llevo un buen tiempo. es lo puedria
realixzar ream4ente. Pero ese momento yo no podia pporque mi Paralicis Cerebral me lo
inpeddian en aquellos años " Mis aspiraciones eeran demaciado grandes en ese tiempo.
Yo estudie la carrera de psicologia porque yo sentia lo deseos de explorar mi
enfermedad y el idioma ingles y luego comenze a escribir libro en donde la gente mee
losd compraba. continua.............se tranformaron en una realidad cooncreta.,años mas
adelante cuaando yo estuve estuve estudianfdo la carrerra de filosofia y asi fue pero tuve
ser paciente. pñara ser una persona demaciado capAZ Y SER INDEPENDIENTE
COOMPLETAMENTE. reconovcido en Ciudad natal de Tampico. y desde hace por buen
tiempo tenia esa gran ilucion de poder trasmitir esas ideas de superacion y de aliento a
esas gente qure se seanjh dado por bvencidos con gran facilidad por las circuntancias tan
adversas de la vida.No es tan fsaacil vencer a tu rival si no conoces el pocder de tu
controcante requieres de estudios para que tu cappacidad pueda crecer
compleetamente.
Descansa
Alberto
ok
Visto por Josefina Collado Zurita a las domingo 23:41
18:21

alberto lo que b usco es:


bUSCA EN TU INTERIOR LO MAS VALIOSO QUE PUEDE TENER EXISTENCIA EN TU VIDA, Y
JAMAS CLAUQUES ,BUSCA, BUSCA Y BUSCA .Mucha gente cree en la suerte para jamas
que en superior quien le va ofrecer esa riquezxza espiritual que se supone que se
handa b8uscandoEXISTE EN TYI.+
No busques cargas ecxcternas.
Somos los arquuitectos de nuestra prpopia existenvcvia.
Soy Alberto.Naci con paralisis Cerebral hace muchksimos años y si8endo una gran
barrera para poder sobresalir en mi vida.Donde no me sentia libre ,me sentia marginado
por esa enfermedad en donde yo mew sentia indefrenso como si estuviera atado de pies
y manos.

y el estudio me motivo grademente.Apesar de toda sus aveniencias me pude superar


habra muchos totos o bpendeejos quienes sasestudie psicologia desde 19976 hasta el
1980 .No claudique mi fuerza de sobrevivior era cada dia mas grande y estudia me dio
una fina educacion paara poderme abrir vcaminos en donde existe de demaciada
riqqueza intagible buenos principios y valores que no hacen transeder en esta vida.la
universidad me saco pero mas Enbargo todos los años que estuve estudiando me
sirvieron para abrirme camino por la vida ,han trancuvcurrido muchos años.Ahora a los
60 año9s de edad me siento satifecho por esa gran lucha que emprendi y me siento un
ser libre indepedirente me converti un escritor y en un autodista desde muy pequño y
sueño era ser una persona sobresaliente pero su familia y sobre todo sus primos los
primos los Camacho lo miraban con desprecio por su discapñacidad ellos e3ra gente
demaciado pedante asae creia mucho pero no tenian nada.Alberto al onservar esto, a el
le daba demaciado demaciado coraje.
Cuando se tidene ese coraje del bueno de querer sobresalir en tu vida.Tu eres capaz de construiur tus propios
castillos aqui en la tierra.Cuando te das cuenta que puedes ese empuje te hace crecer todavia mas cada dia que
pasa.

Si el coraje que traigo por mis venas


me pone en accion para poder avan
zar por los caminos mas escaqbrosos
de mi exisstencia .
Es un cofraje que da ganas de poder
crear y de construir mas de mil cosas
con esfuerzo humano.

y en Esos momentos de angustutia y deseperacion por ser un sujeto ejemplar fueron


en mi años que dure en la secundaria y en la preparatoia y en aquellos años el estme
sirvio muchisimo de unma manera psicologica y que graccias a ese ptroceso
socializzzacion era EKL ADECUADA Paaara m,i bienestar y eraa bastante claro ese
pogreso que tuve en el aquel tiempo.

me hicieron un hombre inquieto sin miedo dispuesto a frointar todas las cosos adversas
de la vida y ese coraje me me daba grandes impulsos para poder avanzar todabiea mas .

Dice Alberto.Que cada quien tiene en la mente una idea de la busqueda consatante,tal
vez de encontrar una ersperanza para que me diera esa capacidad y esa fuerza para
mantenerme de pie .La cual Alberto en los libros él encuentra esa inspiracion de lograr
con doble esuerzo humano.Esa llave secreta de su feliocidadd completa.
alberto . Se educo en buenos Colegio de la Ciudad de Tampico QUE SE LLAMO Colegio que estaba
ubicado en la calle Colon enm el Centro de la ciudad. En esa secundaria ogio Cervantes fue ahi en se
inicio como escritor de poemas y versos y tuvo como amigo a marco Antonio Flores Torres El cronista
de Tampico .Es doctortado en historia actuammente.

Albeto - Estudio la carrera de psicologia 1776 hasta el año 1980 en la univrsdida del Noreste de
tampico .Fue ahi en donde se dio a conocer como una persona de lucha incansable .
: ‫أنا‬despues de dejar el negocio de los quesos .En donde me hioce muy conocido en la
Cuidad Tamp0ico por mis grandes venmtas porquie era un negocio muy propero se ganaba
bien y era un buen vendedor porque me nacia vender mas que nada.Yo hice una buena
cartera de clientes.Y ME ENTRO LA inquietud de reagresaar v a la
univversidaaad pero me daba cuenta que eso no era lo mio.
Ahora qwe he abierto mis ojos yy me dy cuentas que vida gira mut rapido que todo cambia hasta la
mkoral humabna.EL MUNDO NO CAMBIA el qure cambia la concviencia dwelo ser humano..Es una depoca
de descontrol en que cohexisiubn indivi8dualismo completo. Eso destruya a t oda organizacion
social/el hombre nno se preocupa por el projjimo.es un problema que no tiene remadio.

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alberto @alberto39349429 ahora
Más
Creo que la Epoca de la disdcrimionacion racial . Tuvo su Epoca en donde se pensabe¿a
que el hombre de color era inferior que el blanco .Ahora no es asi.pensaba menos .
.Porque el mexicano segjuridad su religiosidad no lo deje avanzar y asi tener un espiritu
de pogreso ya esta estamos marcadoos a no tener exito completol.
The Age New persigue el individualismo y desintigracion de las comunidades.

La Nueva era los jovenes viven una vida vaga y difusa de eesa realidad dudosa en que la
compentencia es enorme y no ven lo que pueda pasar en el futuro.
Y e n que piensan ellos .me pregunto.s que ahora que ha pasado dem,aciado tirempo ellos
pertenecen a una frustrada tasn miseraable vañlio la pedna q ue yo

LA POSMODERNIDAD
Son muy las personas que saben quue es la Epoca posmoderna es
llamada tasmbien la nueva era the new age que tuvo sus comienzos
en la segunda Guerra mudial en el año 1947 EAn paria un Flosolofo frances
que era un colaborador del gruiupo Socialismmoo Barbaria,sus obrass
seuduomarxista(discursos)1971A partir de Marxy freuid Critico a de la razon
iilustrada.La condicvion posmodena
Las creecias de las personas se ven ccontamidas por varias creecias
como la oriental .El ser humano en esta epoca esta en la busqueda de
experimentarnuevas corrientess filosofiacas y todo esto ,conlleva a un
teosofismo y esto no se da cuentas hombnre porque ya no tiene
conciencia de la reraliidad.
guerra mundial.
SEMBLANZA
Jean-François Lyotard

De formación fenomenológica, después de ejercer como profesor


durante algunos años en institutos y de practicar el activismo político
y teórico con el grupo Socialismo o Barbarie, impartió clases de
filosofía como profesor ayudante en la Sorbona y en la Universidad de
Nanterre. En su primera obra, La fenomenología (1954), entabló una
polémica con las teorías semióticas y estructuralistas.

Lyotard criticó la supremacía que toda la tradición filosófica occidental


desde Platón ha concedido al discurso. En Discurso, figura (1971)
mostraba la existencia de un espacio alternativo al discursivo-
representativo: se trataba de un espacio figurativo en el que la
esencial opacidad de las imágenes que lo constituyen oponía
resistencia a cualquier intento de traducirlas en términos discursivos y
comunicativos. Esta irreductibilidad de lo figurativo, que emerge con
particular energía en el arte moderno, se halla relacionada con la
necesidad de una nueva formulación del fenómeno de la modernidad.

A través del análisis de este fenómeno, mediante un pensamiento


afirmativo basado en el deseo (Economía libidinal, 1974), se hace
explícita su crítica a la teoría de Marx sobre la alienación que produce
el capitalismo. De hecho, no se trata de buscar una alternativa única a
la constante y progresiva desnaturalización generada por el capital,
sino de demostrar cómo, debajo de este último, actúa una economía
del deseo que da lugar a varias pulsiones.

Con La condición postmoderna (1979), superó este planteamiento: la


época posmoderna se caracteriza por la decadencia de la legitimación
de varios niveles de existencia a través de los "grands récits" y por la
emergencia de una multiplicidad de lenguajes irreductibles entre sí. A
través de la elaboración de una teoría del lenguaje que se basa en la
constatación de la inconmensurabilidad de los múltiples juegos
lingüísticos, llegó a defender la necesidad de formular una nueva
teoría del juicio de valores, partiendo del modelo kantiano. Otros
títulos de su producción son A partir de Marx y Freud (1973),
Instructions païennes (1977), Au just (1979, en colaboración con
Thébaud), El desacuerdo (1983), El entusiasmo (1986) y Moralidades
posmodernas (1993).
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 1 INTRODUCCIÓN: PSICOLOGÍA Y PENSAMIENTO
POSMODERNO Luis Botella y Sara Figueras Las teorías psicológicas así como sus formas de aplicación a la
práctica de la psicoterapia, en cuanto que productos culturales, no son ni han sido ajenas a los debates
y discursos prevalentes en cada momento de su ya centenaria historia. Como afirmábamos en otros
trabajos relacionados con este (Botella y Figueras, 1995; Botella, Pacheco y Herrero, 1999) la forma tradicional
de presentar y evaluar los diferentes enfoques psicoterapéuticos se ha centrado en sus aspectos formales y
teóricos, tales como conceptos básicos, estructura de la personalidad, visión de la psicopatología o concepción
del cambio terapéutico. Dicha presentación fomenta la visión de los modelos psicológicos y
psicoterapéuticos como si se tratara de descubrimientos objetivos sobre el ser humano, evaluables en
cuanto a su contenido de verdad y aislados de su contexto cultural y socio-político. Sin embargo, y como
correlato de la emergencia de la conciencia posmoderna, tanto las denominadas ciencias duras como la
filosofía de la ciencia hace tiempo que reconocen la influencia del contexto social sobre sus teorías (véanse por
ejemplo los trabajos clásicos de Kuhn, 1970, o las propuestas aún más radicales de Feyerabend, 1989). En este
sentido, una forma alternativa de abordar los enfoques psicoterapéuticos es atender a su naturaleza
discursiva en cuanto que construcciones sociales, preguntándose por ejemplo en qué tipo de corriente
cultural pueden enmarcarse o cuál es el zeitgeist que explícita o tácitamente están revelando. Este capítulo
trata de la influencia que han ejercido los planteamientos posmodernos propios del contexto cultural
contemporáneo sobre la psicología en general y la psicoterapia en particular. En primer lugar se presenta
una síntesis de la emergencia de la condición posmoderna en sus diferentes aspectos sociales, culturales
e intelectuales como causa y a la vez como alternativa a la crisis de la Modernidad. Posteriormente se
discute una aproximación constructiva al pensamiento posmoderno, como alternativa a algunos
planteamientos radicales que parecen abocados al nihilismo. A continuación se incluye una sección sobre
los enfoques psicológicos más
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 2 directamente arraigados a la condición posmoderna:
constructivismo, construccionismo y psicología narrativa (que son los que inspiran los trabajos incluidos
en este volumen). El capítulo acaba con algunas consideraciones sobre las implicaciones de tales enfoques
en el ámbito del conocimiento, la investigación y la práctica de la psicoterapia, con especial énfasis en
aquellas orientaciones terapéuticas en las que parecen haber tenido más eco: las terapias sistémicas y las
terapias cognitivas. 1. La Crisis de la Modernidad En su documentada revisión histórica, Toulmin (1990) data
los inicios de la Modernidad (etapa previa a la posmodernidad) en el siglo XVII. Según este autor, la
reformulación del escepticismo clásico en la Apología de Montaigne provoca la respuesta de Descartes en
sus Meditaciones Metafísicas. A partir de ese período, la noción de Cosmópolis cautiva la mente humana
hasta bien entrado el siglo XX. Es la visión de una sociedad ordenada racionalmente según los principios de la
física de Newton; una sociedad que encaja en categorías delimitadas y precisas. Las preocupaciones
humanistas del Renacimiento se dejan de lado ante la búsqueda desesperada de la exactitud y la certeza,
como única respuesta concebible a una Europa en crisis y guerra permanente. La Modernidad se
caracteriza así por la búsqueda de la racionalidad estricta, no mancillada por sentimientos o emociones;
por la autonomía de la nación-estado, el concepto de hombre económico y los sueños de la ingeniería social y
la sociedad sin clases. La Humanidad se concibe como una abstracción teórica descarnada y
descontextualizada. Sin embargo, según Toulmin (1990): Este intento de descontextualizar la filosofía y la
ciencia natural tiene su propio contexto social e histórico, que requiere de examen. El anhelo de fundamentos
ciertos para nuestras creencias ha perdido, en el siglo XX, su atractivo inicial, aunque sólo sea porque en la
Búsqueda Racionalista de la Certeza había más cosas en juego de las que se reconocen en las historias
habituales sobre la ciencia y la filosofía, o de las que hay en la filosofía contemporánea ahora que nos
encontramos donde nos dejaron los humanistas. (pág. 44).
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 3 En este sentido, la epistemología de la Modernidad
encontró su expresión más articulada tres siglos más tarde, en el programa del Círculo de Viena y su
intento de renovación de los fundamentos epistemológicos del positivismo. El positivismo como doctrina
filosófica se inicia en el siglo XIX a modo de reacción precavida y conservadora al idealismo. Aliado con la
sociedad industrial y con la consigna general de ésta, orden y progreso, proscribe la metafísica como
explicación, e intenta erigir sistemas de pensamiento científico positivo basados en la comprobación
experimental; no se trata de definir esencias sino de establecer hechos y las leyes que los regulan. Entre los
primeros defensores de dicha doctrina se cuentan August Comte, Emile Durkheim, Lucien Lévy-Bruhl, Ernst
Laas, John Stuart Mill, Herbert Spencer, Richard Avenarius y Ernst Mach. También se cita entre estos autores
(por motivos cronológicos) a Hans Vaihinger si bien sus planteamientos lo convierten en un precursor del
constructivismo. Avenarius y Mach constituyen el puente entre el positivismo decimonónico y el positivismo
lógico o neopositivismo del Círculo de Viena. El neopositivismo reaviva los postulados del positivismo
del siglo XIX, incorporando los planteamientos de la lógica formal renovada por Frege, Russell y Whitehead.
El Círculo de Viena fue fundado en 1924 por Moritz Schlick y contó entre sus asiduos con Rudolf Carnap, Hans
Reichenbach, Karl Popper y Viktor Kraft (así como, mediante su influencia indirecta, Ludwig Wittgenstein). Las
reuniones y congresos periódicos del Círculo facilitaron la difusión de sus ideas entre científicos,
pensadores y filósofos alemanes (C. Hempel), escandinavos (J. Jorgensen), norteamericanos (E. Nagel, W.V.
Quine), británicos (G. Ryle, A.J. Ayer) y polacos (J. Lukasiewicz, A. Tarski). El positivismo recoge el legado
fundamental de la Modernidad, y ha dominado con especial tenacidad la psicología durante los últimos
70 años (Stiles, 1991). En esencia, y tal como lo describen Lyddon (1988), Novak (1988) y Polkinghorne
(1984), el positivismo mantiene la premisa de que el significado de una afirmación radica en las
operaciones empíricas destinadas a contrastarla. El positivismo equipara el conocimiento científico (como
opuesto a la mera opinión) a su fundamento observacional y asume que el conocimiento del mundo es
producto de la inducción a partir de la observación directa--o vinculado deductivamente a conocimientos
anteriores. Acepta que la meta de la
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 4 teoría científica es una red de afirmaciones conectadas
por la lógica deductiva y basadas en el reflejo o representación de la realidad. El conocimiento verdadero
es universal y se corresponde linealmente con la realidad; la meta del conocimiento científico es llegar a
revelar esta realidad. Cuando la realidad se desconoce o no es alcanzable, el discurso científico es vano y
metafísico; en esos casos, y según la conocida expresión de los planteamientos iniciales de Wittgenstein,
"sobre lo que no se puede hablar, más vale callar". Paradójicamente, los esfuerzos del Círculo de Viena por
elucidar la base epistemológica del conocimiento científico favorecieron el auge del post-positivismo,
contribuyendo literalmente a socavar los fundamentos que buscaban. Así, ya desde sus inicios el tema
subyacente al surgimiento de la conciencia posmoderna refleja las nociones de pérdida de fe
(Polkinghorne, 1992), incredulidad (Lyotard, 1993), ambivalencia (Bauman, 1993) y descreimiento
(Anderson, 1990) hacia el programa de la Modernidad. En términos generales, y si bien guiado por la loable
intención de buscar un orden en una realidad social que de otra forma aparecía caótica, el programa de
la Modernidad lleva a sus propias perversiones por exceso de rigor lógico. Se basa en un intento de
establecer como discurso dominante aquel basado en una sola forma de legitimación: la lógica y el método
científico visto desde una comprensión positivista. 2. El Auge de la Condición Posmoderna El anuncio del
dramaturgo y expresidente de la República Checa, Vaclav Havel (1995), de que la Era Moderna había llegado
a su fin (o al menos al principio del fin), hacía referencia a un cambio de cosmovisión. La conciencia
posmoderna trata de moverse fuera de la lógica de la Modernidad, en un intento de atribuir significado
a una nueva condición creciente después de la liquidación del proyecto de la Modernidad (Lyotard, 1993). De
la ambigüedad que puede desprender cualquier discurso introductorio a la posmodernidad surge la
necesidad de distinguir y aclarar los distintos usos del término posmoderno. Como propusimos en un
trabajo anterior (Botella, 1995), se pueden discernir tres usos de dicho término, discutidos también por
Kvale (1992a): posmodernidad, posmodernismo y
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 5 pensamiento posmoderno. El primero,
posmodernidad hace referencia a las condiciones sociales e históricas de la etapa posmoderna; el
segundo, posmodernismo, a las expresiones culturales en la etapa posmoderna; y el tercero,
pensamiento posmoderno, al discurso filosófico y científico de dicha etapa. La utilidad de discernir los
tres usos del término (si bien no son completamente independientes entre sí) procede de nuestro
intento de no incrementar la creciente confusión al respecto, dado que habitualmente se utilizan de
forma intercambiable. 2.1. Posmodernidad La posmodernidad no constituye un periodo histórico concreto,
ni una tendencia con características bien definidas (Heller & Fehér, 1989); se trata más bien de una
condición (Lyotard, 1993), una conciencia cada vez más extendida y generalizada de desencanto ante
nociones como Razón, Historia, Progreso y Emancipación que durante la Ilustración habían dirigido
firmemente a la humanidad hacia un fin (Mardones, 1994). La complejidad que conlleva la caracterización de
la posmodernidad es el resultado directo que se deriva de esta situación. La dificultad no sólo parte de la
novedad que supone el término, o la condición que pretende explicar (Urdanibia, 1994), sino también de
los distintos diagnósticos a los que se ha sometido esta nueva situación. Desde esta perspectiva, algunos
autores han identificado y evaluado la posmodernidad de maneras muy diversas. Mientras algunos la
entienden como una continuación de la Modernidad, apelando al carácter inacabado del proyecto
moderno (por ejemplo Habermas), otros autores más radicales inspirados en La Estructura de las
Revoluciones Científicas (Kuhn, 1970), entienden la posmodernidad como una ruptura radical con el antiguo
paradigma de la Modernidad. No se trata de un abandono del proyecto de las luces o de una época nueva,
sino de una conciencia de que el proyecto de la Modernidad está liquidado (Lyotard, 1993). Es el nacimiento de
un nuevo zeitgeist. A la distinción terminológica lejos del consenso hemos de sumarle el equívoco que
supone el prefijo post en los usos del término posmoderno (Urdanibia, 1994). Puede llevar a pensar en
una temporalización histórica, un
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 6 después de la Modernidad en el sentido más lineal. Sin
embargo, esta idea no corresponde en absoluto al sentido histórico de la posmodernidad. Según todo lo
dicho hasta este punto, del origen del término no se deduce otra cosa que el origen complejo del
discurso acerca de la posmodernidad. Después de todo lo expuesto, no resulta extraño que Eco (1984)
en sus apostillas a El Nombre de la Rosa afirmase que desgraciadamente posmoderno es un término
que sirve para cualquier cosa. Elemento por elemento, va constituyéndose una sintomatología difusa de
la naturaleza caótica de la posmodernidad. Vistas las dificultades que se nos presentan al intentar
caracterizar la posmodernidad o la condición posmoderna, quizás sería más útil analizar los orígenes de esta
nueva condición. ¿Por qué entran en crisis las grandes nociones y narrativas?, ¿qué es lo que ha provocado
un cambio de zeitgeist?, ¿qué ha cambiado en el mundo o en nosotros mismos? La naturaleza de la
posmodernidad ha sido tratada de forma divulgativa en bestsellers como Reality isn’t what it used to be
(Anderson, 1990), The Truth about the Truth (Anderson, 1995) o Powershift (Toffler, 1990). Según este
último, el poder en las sociedades occidentales contemporáneas ha derivado de la recompensa económica o
el uso de la violencia represiva a la producción y consumo de conocimiento. El paso de una economía
industrial “de chimeneas” a una economía post-industrial “súper simbólica” (Toffler, 1990, pág. 10) es el
correlato de un proceso general de descentralización y deconstrucción--no sólo en política y economía, sino
en la ciencia, la filosofía y las artes. Así, la posmodernidad abandona la búsqueda ilustrada de una Verdad
sobre la que erigir sistemas de creencias incuestionables (Toulmin, 1990). Según O’Hara & Anderson (1991,
pág.20), la conciencia posmoderna ha surgido del “efecto acumulativo del pluralismo, la libertad religiosa,
el consumismo, la movilidad y el acceso creciente a la información y el ocio”. Como consecuencia de esta
creciente conciencia global, se hace cada vez más difícil negar que existen diferentes visiones del mundo, y no
queda claro por qué la propia debería ser la mejor. Por otra parte, la desaparición de la frontera entre realidad
y ficción llega a ser un hecho habitual en los informativos de
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 7 televisión y los reality shows, y la creciente
popularización de la realidad virtual (curioso oxímoron posmoderno) y las tecnologías de las
telecomunicaciones (Internet, redes multimedia, telefonía móvil...) acabará disolviendo las pocas
distinciones que se mantienen entre hecho y ficción (Gergen, 1991). Así, no sólo es innegable que hay
múltiples visiones del mundo, sino también que ninguna se basa en un acceso privilegiado a la realidad (sea
lo que sea lo que signifique realidad). En este sentido, la mayoría de autores coincide en atribuir un papel
determinante al desarrollo de los mass media en el surgimiento de una sociedad posmoderna (Vattimo,
1989). Ante el impacto de las innovaciones de los medios de comunicación el self no queda neutro, pasivo.
Todo este despliegue tecnológico tiene consecuencias psicológicas; el self se encuentra de forma
imprevisible frente a situaciones, imágenes e informaciones completamente nuevas y potencialmente
infinitas que tiene que asumir e interiorizar. Según Gergen (1991), el incremento de estimulación social a la
que estamos expuestos cada uno de nosotros (y la sociedad en general) es tan exagerado que se produce
un estado de saturación social. Nuestro sentido familiar del self llega a estar tan superpoblado de roles
sociales (a veces no directamente compatibles) que se llega inevitablemente a un estado de
fragmentación. El self integrado, coherente y consistente al que aspiran algunas teorías psicológicas no
deja de ser un sueño (o una pesadilla totalitaria) desde la perspectiva de la posmodernidad. En resumen,
los efectos de la posmodernidad podrían equipararse a una saturación social debida a un exceso de
estimulación por parte de los medios de comunicación y de las tecnologías de las telecomunicaciones y
transportes. Vattimo (1989), en la misma línea que Gergen (1991) analiza las consecuencias de las
revoluciones tecnológicas de nuestro siglo para buscar el origen de la posmodernidad. Los medios de
comunicación de masas se han convertido en componentes de una explosión y multiplicación generalizada
de Weltanschaungen, de visiones del mundo ya no sólo referidas a las distintas culturas del planeta, sino
también a las múltiples subculturas dentro de una misma cultura. Se facilita la liberación de las
diversidades, de los dialectos (Vattimo, 1989). Culturas y minorías se hacen públicas, encuentran su turno
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 8 para hablar, exponen su perspectiva ante la
perplejidad y extrañamiento (Vattimo, 1989) de los que viven en una cultura mayoritaria. Con ello, llega el
principio de su reconocimiento. Como afirma Villegas (1992): A quinientos años de los viajes transoceánicos
de los navegantes españoles y portugueses, que marcaron el inicio de la era moderna y la aparición de los
grandes imperios, la Tierra vuelve a ser un mosaico de culturas, lenguas y creencias, de múltiples discursos que
pugnan por ser oídos en un contexto de multidiversidad. (pág.6). ¿Qué es lo que cambia en la sociedad con esta
nueva situación de multi-exposición de perspectivas suscitada por las tecnologías de la saturación social?
Ante dicha situación la sociedad no se caracteriza por ser más transparente, más consciente de sí misma,
más iluminada, sino por una mayor complejidad e incluso un cierto caos, al contrario de lo que preveía Adorno
en su Dialéctica de la Ilustración, cuando creyó ver en la radio y posteriormente en la televisión un efecto
homologador general (Vattimo, 1989). Recogiendo lo antedicho sobre el proceso de saturación social y la
sociedad caótica (como resultado de la multiplicación exagerada de distintas visiones del mundo), no
resulta atrevido deducir que se ha producido un cambio en las características del self y, por lo tanto,
un cambio en las características de una sociedad súper-estimulada (Anderson, 1990; Gergen, 1991;
Capítulo 2 de este volumen; Gonçalves y Gonçalves, Capítulo 1 de este volumen; Botella, Capítulo 3 de este
volumen). Este self posmoderno tiene unas características totalmente distintas a las del sólido self de la
Modernidad. El self compacto, capaz de descubrir las verdades del mundo a través de la razón y gracias a
la aplicación del método científico, que tiene como máximo defensor a Descartes con su cogito ergo sum,
queda diluido y constituido en la posmodernidad por un conjunto de voces en constante construcción y
reconstrucción dialógica, en un communicamus ergo sum (Gergen, 1994). Es precisamente de este estado
de construcción y reconstrucción continua de donde surge la sensación de transitoriedad, desorden y caos
como un estado aceptable y necesario dentro de la condición posmoderna. Esta situación de caos entra en
contradicción con el afán y necesidad de orden, de control y de
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 9 equilibrio impulsados por Newton como exponente
de la cosmovisión mecanicista del siglo XVII. Es aquí cuando empiezan a surgir las inquietudes de los que
vivimos en la posmodernidad. La realidad ya no parece ser constante y objetiva, sino constituida en el
lenguaje y producto de una construcción social guiada por unas coordenadas temporales y espaciales
desde donde interpretamos cada realidad. Esta realidad o, mejor, estas realidades socialmente construidas
están formadas por un conglomerado de imágenes, vivencias e interpretaciones que nos predisponen a un
estado constante de construcción y reconstrucción. La verdad, por lo tanto, no deja de ser una forma de
ficción. Como apunta Vattimo (1989): La intensificación de las posibilidades de información sobre la realidad
en sus más diversos aspectos vuelve cada vez menos concebible la idea misma de una realidad. Quizá se
cumple en el mundo de los mass media una profecía de Nietzsche: el mundo verdadero, al final, se
convierte en fábula. (pág. 81). La dicotomía realidad versus ficción se disuelve. Todo se convierte en ficción.
Sin embargo, la raíz etimológica de ficción que deriva del latín facere, es decir, hacer, construir, permite intuir
que tal disolución no tiene por qué ser un trauma si se utiliza como forma de adquirir conciencia sobre la
naturaleza construida de la mayor parte de lo que llamamos realidad. Volveremos sobre este punto con más
detalle en la sección sobre metateoría constructivista. 2.2. Posmodernismo El posmodernismo como
expresión cultural y artística de la era posmoderna constituye un constructo tan laxo y permeable que
abarca prácticamente todos los fenómenos culturales de las últimas décadas. El arte pop de Andy Warhol, los
videos de rock (Kvale, 1992b), la arquitectura de Las Vegas (Venturi, Scott Brown, & Tzenour, 1972) e
incluso el punk rock (Anderson, 1990), junto con un conglomerado de formas culturales (o
contraculturales) poco relacionadas entre sí han sido caracterizados de posmodernos. Tal laxitud y
permeabilidad puede ser una de las características del fenómeno al que el término se refiere.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 10 En este punto revisten especial interés los
desarrollos de la literatura posmoderna, debido a las conexiones entre psicología y literatura
(especialmente narrativa) que tan populares se han vuelto--véase la segunda parte de este volumen. De
nuevo, no es fácil definir qué es la literatura posmoderna o qué período constituye. En su exhaustiva
investigación de los usos del término, Bertens (1993) menciona no menos de 10 nociones diferentes
utilizadas por críticos literarios relevantes. Sin embargo, como advierte Fowler (1989, pág. 366), "lo que
distingue a gran parte de la ficción posmodernista es la conciencia de que el simple realismo deja mucho
por explicar y que presupone un sinfín de convenciones sobre qué constituye lo real". Tal abandono de la
meta modernista de la literatura como imitación de la realidad deja libres a los escritores posmodernos para
experimentar con formas narrativas alternativas. Es el caso, por ejemplo, de las intromisiones autoriales de
John Fowles en La Mujer del Teniente Francés, el pastiche irónico de estilos y falsas citas latinas de Umberto
Eco en El Nombre de la Rosa o de la multiplicación de versiones de la misma narrativa de Lawrence
Durrell en El Cuarteto de Alejandría. Según Durrell, la forma intercalada de su Cuarteto de Alejandría tenía
como analogía las proposiciones de la Teoría de la Relatividad de Einstein. El conjunto de las cuatro novelas
representa un reto a la novela convencional saturada temporalmente; se le deja al lector la tarea de dar
sentido a diferentes visiones y revisiones de acontecimientos que tienen lugar en la misma dimensión
temporal. La multiplicación de voces narrativas que emplea Durrell lleva al lector a una visión de la realidad,
tal como expresa uno de sus personajes, que es todo un manifiesto posmoderno: Vivimos vidas basadas en
ficciones selectivas. Nuestra visión de la realidad está condicionada por nuestra posición en el espacio y
el tiempo--no por nuestras personalidades como nos gusta creer. Toda interpretación de la realidad se
basa en una posición bastante única. Dos pasos al Este o al Oeste y toda la escena cambia. (Durrell, 1988,
pág. 210). Este recurso narrativo de Durrell se asemeja a la novela polifónica de Dostoievsky, es decir, una
narrativa en la que no hay un autor único sino que manifiesta diferentes voces autoriales que expresan
diferentes puntos de vista.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 11 Hermans, Kempen, & van Loon (1992) propusieron la
novela polifónica como una metáfora del self. Según ellos, el Yo tiene la capacidad de ocupar diferentes
posiciones en el espacio del self, y de relacionarse dialógicamente con otras posiciones posibles (como
diferentes autores que hablan entre sí). Estas voces diferentes, que podrían verse como selves posibles
(Markus & Nurius, 1986), "intercambian información sobre sus respectivos personajes y sus mundos, lo
que resulta en un self complejo narrativamente estructurado" (Hermans, Kempen, & van Loon, 1992, págs.
28-29). Spivey (1997) menciona otros ejemplos de transgresión posmodernista de las normas implícitas de la
creación literaria: la novela de Italo Calvino If on a Winter's Night a Traveler empieza con diez capítulos iniciales
de otras tantas novelas, todas en idiomas diferentes y con un contenido harto banal. En la novela de
John Barth Lost in the Funhouse, el narrador pierde repentinamente el hilo de la narración y empieza a divagar
sobre la obra de Aristóteles, Joyce, y Dos Passos. En Long Talking Bad Condition Blues de Suzenick se incluye
una frase que ocupa doce páginas. Sin embargo, incluso tras la aparente transgresión sistemática de la
literatura posmodernista (o quizá precisamente debido a ella) parece haber algunas convenciones que
permiten aproximarse a dicho sistematismo. Spivey (1997) se refiere a algunas de esas convenciones que,
dicho sea de paso, pueden resultar de interés desde una lectura centrada en los correlatos psicológicos
de la condición cultural posmoderna: (a) Contradicción: un mismo párrafo o incluso una frase contiene partes
que se contradicen entre sí, clausurándose mútuamente. (b) Permutación: una misma narrativa puede
presentar múltiples líneas argumentales alternativas. (c) Discontinuidad: fragmentación de la coherencia
temporal o semántica del texto mediante el recurso a espacios en blanco, cambios de tono narrativo o
alusiones directas al lector. (d) Aleatoriedad: inclusión de fragmentos de otros textos de modo
impredecible. (e) Exceso: especificidad extrema en el detalle o extensión de una metáfora hasta su
saturación paródica.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 12 (f) Corto circuito: ruptura súbita de la separación entre
el mundo intra y extratextual mediante el recurso a estrategias como por ejemplo la exposición de las
reglas de estilo, las intromisiones autoriales o la combinación de narrativa de ficción y ensayo. Tales
estrategias de creación literaria posmodernista sólo desconciertan a quien espera que no se produzcan, es
decir, al lector de narrativas convencionales que siguen un orden predecible y que mantienen intactas y
ocultas sus propias condiciones de producción. El efecto de la ruptura sistemática de tales convenciones
clásicas, a la larga, consiste en dar un tono irónico a la pretensión de representación de la realidad que
comporta el realismo literario clásico. La conciencia de que las normas de construcción del texto pueden ser
rotas en cualquier momento no impide disfrutar de la lectura, igual que la conciencia de que Disneyworld es
un parque temático no impide disfrutar de sus atracciones. Dicha desmitificación de los procesos de
construcción de la realidad literaria y artística tiene también su correlato en el mundo intelectual. A ello se
dedica el siguiente apartado de este trabajo. 2.3. Pensamiento Posmoderno La mayoría de autores cifran
las raíces intelectuales del pensamiento posmoderno en la confluencia del post-estructuralismo y del post-
positivismo. El post-estructuralismo surge de la crítica a Saussure en un contexto fundamentalmente
francófono. La figura más citada del post-estructuralismo es Jaques Derrida. El post-positivismo, por contraste,
es básicamente anglosajón y se centra en un rechazo al proyecto positivista de hacer más preciso el
lenguaje con la finalidad de aproximarlo al cálculo lógico. Una figura clave en dicho movimiento es Ludwig
Wittgenstein, ya que su paso del positivismo del Tractatus Logico Philosophicus al post-positivismo de las
Investigaciones Filosóficas es ejemplar de todo el movimiento en general. Polkinghorne (1992) define el
pensamiento posmoderno como una reacción a los límites de la epistemología propia de la Modernidad.
Según él, la Modernidad se alineaba con una visión del mundo basada en la metáfora de un universo ordenado,
regido por unas leyes matemáticas que a la larga podrán ser descubiertas por la ciencia empírica. Esa es justo
la visión del mundo que
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 13 post-positivistas y post-estructuralistas contribuyeron
a deslegitimar tan convincentemente. La crisis de credibilidad de la imagen de un mundo ordenado según las
leyes de la física y accesible mediante la lógica y el método científico conlleva la crisis del Ideal, de lo
Universal. Esa verdad que tenía que guiar a la humanidad, tan anhelada y perseguida por los empiristas del
siglo XVIII y XIX, que habían creído encontrar en el método científico el camino más válido y fiable hacia el
esclarecimiento de las leyes que regían el universo ordenado de Newton, queda configurada a partir de
ahora de manera muy diferente. La verdad parece ser una cuestión de perspectiva, y ésta producto de
intercambios y consensos sociales, es decir, construida en los sistemas de comunicación social (Gergen,
1991). Paralelamente se empieza a dudar de la confianza, quizás exagerada e idealizada, en las posibilidades
que se le habían otorgado a la razón en los siglos XVIII y XIX y principios del XX. Durante la
Modernidad primaba la suposición básica de la emancipación y progreso a través de la razón y de la ciencia.
El progreso era entendido en un sentido acumulativo; como acumulación de saber y de tecnología. Pero
pronto se observa que una mayor acumulación de conocimiento no implica necesariamente que el ser
humano sea más sabio. Nunca hemos acumulado tanto saber y tanta ciencia como en el siglo XX, y sin
embargo nunca nos habíamos autodestruido tan a conciencia; el siglo ya acabado pasará a la historia como el
de la Era Espacial (entre otros grandes logros), pero también el de Auschwitz, Hiroshima o el 11-S (entre otras
grandes atrocidades). Frente las inquietudes anteriores, surgen la reflexión y la crisis sobre uno de los pilares
de la Modernidad: la legitimación. Este vacío legitimizante nos devuelve la esperanza en la recuperación del
sujeto, que la Modernidad había olvidado en favor de la razón. La crítica a la legitimación es fundamental en la
cultura posmoderna. Con la pérdida de los sistemas generales de legitimación, los grandes metarrelatos que
justificaban y contenían en ellos mismos un poder legitimizante, universal y necesario, ya no justifican las
acciones por un sistema mayor o por la idea de progreso. Así, se recupera el sujeto como último
responsable de sus acciones morales, negándole la comodidad y seguridad
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 14 que suponían un Bien y un Mal universales.
Paradójicamente, el relativismo posmoderno conduce directamente a poner en primer plano la ética de
la acción y del discurso. Tras la expulsión del paraíso epistemológico de la Modernidad, el ser humano
se enfrenta a la necesidad de justificar sus acciones en sus propios términos, y no mediante el recurso
a sistemas supuestamente trascendentes. Esta necesidad, como afirma Ibáñez (Epílogo de este volumen):
(...) nos aleja de la pretensión de poder emitir el discurso de la Verdad. Esto nos vuelve a situar como
“simplemente humanos” y puede dañar la autoestima de quienes desean ser tan absolutos como los Dioses. Es
sin duda un paso costoso. La pérdida de fe y la incredulidad llevaron a algunos autores posmodernos a
una forma radical de relativismo que negaba cualquier posibilidad de conocimiento. La doctrina de la
deconstrucción (véase Derrida, 1976) ha sido interpretada por algunos críticos (por ejemplo, Melichar, 1988)
como una ideología de la desesperación. El mismo término deconstrucción es un híbrido entre destrucción y
construcción, que deja traslucir la idea de que cualquier texto puede ser desmantelado y considerado como
contradictorio. En otras palabras, analizar un texto es, desde esta postura, "poner de manifiesto los discursos
que operan en él o bien los mecanismos retóricos y lingüísticos utilizados en su construcción” (Burr, 1995,
pág. 173). Al crear un texto, su autor está—inevitablemente—seleccionando aquellos argumentos que
sustentan la versión de los hechos que desea transmitir a su comunidad de interlocutores y dejando de lado
aquéllos que no encajan con su relato. Deconstruir un texto es precisamente sacar a la luz este proceso de
selección que se da en toda narración y revelar las contradicciones que aparecen de manera más o menos
explícita en el mismo. De este modo deconstruir un texto implica leerlo tan detenidamente (y tan
críticamente) como para ser capaz de captar lo que se esconde en él o los elementos que están ausentes. Es
llevar a cabo una tarea de destrucción partiendo de la premisa de que todo texto se sirve de intenciones
justificativas. La práctica de la deconstrucción expresa la incredulidad posmoderna hacia las
metanarrativas: ya que no existe un
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 15 fundamento último en el que basar nuestro discurso,
cualquier construcción no es más que una ficción caprichosa. Un buen ejemplo de este método es la
deconstrucción de los relatos autobiográficos de Freud y Jung llevada a cabo por Steele (1986). Steele
concluyó que ambas biografías estaban llenas de inconsistencias, suavizaciones narrativas narrative
smoothing, omisiones, distorsiones y sesgos ideológicos--algo que, por otro lado, puede encontrarse en
mayor o menor medida en cualquier texto autobiográfico. Una omisión particularmente significativa es la
exclusión de Antonia Wolff, la amante de Jung durante 30 años, de su autobiografía. Aparentemente, el
apoyo de Wolff fue primordial para Jung durante su confrontación con Freud entre 1912 y 1915. Sin embargo,
en el libro Confrontations with the Unconscious (véase Jaffe, 1973) Jung transformó a Antonia Wolff,
mediante el uso conjunto de la omisión y la suavización narrativa, en una serie de figuras espirituales,
sueños y fantasías que le guiaban y le introducían en los misterios del inconsciente y de los arquetipos
(véase Steele, 1986). Además del trabajo con autobiografías, también se han deconstruido y revelado
inconsistentes toda clase de textos, desde el Walden Pond de Thoreau hasta la Constitución Americana
(véase Anderson, 1990). Como consecuencia de su radicalismo, la posición filosófica de Derrida ha sido
denominada posmodernismo eliminativo (Griffin, 1996), y resumida irónicamente por Anderson (1990,
pág. 87) como "te equivocas pienses lo que pienses, a menos que pienses que estás equivocado, en cuyo
caso podrías estar en lo cierto pero, de todos modos, no quieres decir lo que crees que quieres decir". La
principal dificultad de esta forma de pensamiento posmoderno eliminativo proviene de su estancamiento
en la celebración última de la incredulidad. El relativismo radical lleva al desencanto, a la falta de
compromiso personal y a una especie de parálisis epistemológica, ya que cada manifestación o afirmación
se considera como contradictoria en sí misma. Así, algunos enfoques posmodernos, como la deconstrucción,
acaban cayendo en su propia trampa y "se encuentran en la posición de afirmar (y desear) algo que a la vez
afirman que es imposible alcanzar" (Natoli & Hutcheon, 1993, pág. 200). La traducción de este callejón
posmoderno sin salida a áreas como la
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 16 psicoterapia o la educación podría fácilmente llevar
a los psicoterapeutas y educadores posmodernos a ser incapaces de relacionarse significativamente con
sus clientes—después de todo, ¿cuál es la utilidad de la psicoterapia o de la educación si cualquier
construcción de la realidad es tan válida como cualquier otra? Como afirma Griffin (1996) esta clase de
pensamiento eliminativo posmoderno—si bien motivado en algunos casos por el loable interés en
resistirse a sistemas ideológicos totalitarios—deriva en el nihilismo. Este pensamiento podría
denominarse ultramodernismo, en el sentido que lo que elimina proviene de llevar las premisas de la
Modernidad hasta sus últimas consecuencias lógicas. La clase de posicionamiento posmoderno que nosotros
defendemos (véase Botella, 1995; 1998; Botella y Figueras, 1995; Botella, Pacheco y Herrero, 1999) puede
ser denominado, por contraste, constructivo (Anderson, 1995; Griffin, 1996). 3. Aproximación Sintética al
Pensamiento Posmoderno Constructivo La tesis del pensamiento posmoderno constructivo no es la del
todo vale, sino más bien la de que todo es contingente; no se trata de que no existan reglas válidas, sino de
que las reglas que existen están "situadas histórica y culturalmente" (Gergen, 1985, pág. 273) y son
eminentemente susceptibles de revisiones potencialmente interminables (más que verdades esenciales
localizadas en un contexto metafísico). Desde esta perspectiva, no se postula una naturaleza humana pre-
existente que configura el mundo, y menos aún un conjunto de criterios objetivos para descubrir esa
naturaleza. En efecto, esos criterios explicativos en sí mismos derivan y son explicados por la historia y la
cultura que los configura. Todo conocimiento es condicional; todas las identidades son provisionales. Así,
el pensamiento posmoderno constructivo no rechaza el conocimiento científico como tal; rechaza el
cientificismo según el cual los datos de los discursos positivistas y objetivistas sobre la ciencia son los únicos
autorizados a contribuir a la construcción de nuestra visión del mundo. El motivo de este rechazo no es
tanto que las metodologías tradicionales de investigación científica (por ejemplo los diseños estadísticos)
no aporten aspectos interesantes sobre los procesos psicológicos humanos, sino que, de
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 17 mantenerse como las formas dominantes de
investigación psicológica, pueden obstaculizar el desarrollo de metodologías más adecuadas para este fin. Con
anterioridad a la popularización del término posmodernidad, Perry (1970) señaló que, en el desarrollo
intelectual durante el paso de la adolescencia a la edad adulta, el relativismo tenía un efecto
paralizante a menos que fuera superado por lo que él denominaba compromiso (commitment), y definía
como: Una afirmación de valores personales u opciones personales en el relativismo. Un acto consciente
de realización de la identidad y la responsabilidad. Un proceso de orientación del self en un mundo
relativo. (Perry, 1970, pág. 258). La noción de compromiso de Perry es especialmente relevante en este
contexto pues se concibe como un avance frente al relativismo. En nuestra opinión, el compromiso tal
como lo define Perry es un elemento esencial en el pensamiento posmoderno constructivo. También Efran &
Clarfield (1992) sostienen una postura similar cuando afirman que: En nuestra interpretación, el enfoque
constructivista insiste en que (1) todos tenemos preferencias personales, (2) la gente tiene derecho a
expresar tales preferencias y (3) dichas elecciones no deben disfrazarse como verdades o realidades objetivas.
Para nosotros, una verdad es un conjunto de opiniones ampliamente compartidas. (pág. 201). A pesar de que
no se puede ignorar que “las verdades son ilusiones cuya naturaleza ilusoria se ha olvidado” (Norris,
1988, pág. 14), cuando hacemos referencia al término verdad nos estamos refiriendo a las
construcciones sobre las que existe un consenso entre aquellos que forman parte de la misma comunidad
discursiva. Es decir, la verdad es el producto de un consenso social contingente a la comunidad discursiva
en la que se considere como tal. De nuevo aparece la idea del conocimiento como local y contingente. La
definición que hace Polkinghorne (1992) del pensamiento posmoderno difiere del nihilismo al incluir
criterios neopragmáticos de elección entre las afirmaciones de conocimiento y constituye la base de
nuestra comprensión del pensamiento posmoderno constructivo. Éste incluye los
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 18 siguientes cuatro temas básicos: (a) ausencia de
fundamento, (b) fragmentariedad, (c) constructivismo y (d) neopragmatismo. La noción de ausencia de
fundamento se opone frontalmente al fundacionalismo que caracterizaba al pensamiento positivista.
Desde la perspectiva positivista toda afirmación debe basarse en otra anterior y más simple. En último
término todas ellas deberían estar basadas en unas cuantas verdades apodícticas, es decir, verdades
establecidas con absoluta certeza y sin posibilidad de error. Sin embargo, según Polkinghorne (1992), los
seres humanos no pueden acceder directamente a la realidad, sino sólo al producto de sus propias
construcciones, teniendo en cuenta que toda construcción está influida necesariamente por la propia
actividad constructiva de quien la ha generado (Feixas y Villegas, 1990; Neimeyer & Mahoney, 1995).
Así, el conocimiento humano es inevitablemente especulativo pues no disponemos de un fundamento
epistemológico claro en el que basarlo. Esta noción abre un nuevo dominio de uso del término
deconstrucción, que puede ser entendido ahora como el intento de demostrar y vivenciar la naturaleza
construida de conceptos que damos por supuestos. El objetivo de tal deconstrucción (que va más en la
línea de la finalidad terapéutica que Wittgenstein atribuía a la filosofía que en la post-estructuralista de
Derrida) es liberadora, no destructiva. Por ejemplo, podemos hacernos conscientes de la naturaleza
construida del self mediante un ejercicio inspirado en la meditación budista: si nos detenemos un momento y
nos preguntamos ¿quién soy yo? es posible que nos demos cuenta de que todas las respuestas que se nos
ocurren (incluido nuestro nombre) revisten una naturaleza convencional que no señala a ninguna esencia
trascendente, sino a un aquí y ahora sostenido relacionalmente. Sin embargo, esta experiencia no busca
hacernos abandonar el sentido familiar de identidad, sino incrementar nuestra conciencia sobre su
naturaleza de construcción y, por tanto, potencialmente mutable y dinámica. En cierto sentido nos permite
pensar más creativamente sobre el fenómeno deconstruido; más que una ideología de la desesperación es
una ideología de la emancipación por la conciencia reflexiva. La fragmentariedad hace referencia al énfasis
posmoderno en lo local y situado, en lugar de en lo general y totalizante. De acuerdo con Polkinghorne
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 19 (1992, pág. 149), "el conocimiento debe interesarse
por estos acontecimientos locales y específicos, no por la búsqueda de leyes generales libres del
contexto". La noción del self como una narrativa polifónica es un buen ejemplo de este énfasis local. En este
sentido todos estamos compuestos por varias voces en función de nuestra participación en diferentes
contextos relacionales; voces que si bien no son idénticas sí configuran una polifonía que contribuye al
producto final. En nuestra opinión, Odin (1996) acierta al postular un self social, múltiple y temporal; un self
"fluido, abierto, descentrado, variable y siempre cambiante en función del contexto" (pág. 4) o, mejor
dicho, en función de las relaciones que establece. En este sentido, se desafía la idea tradicional de
continuidad del self para afirmar más bien su discontinuidad tal y como ya proponían Berger & Luckman
en 1966. Volviendo a Polkinghorne, de hecho la noción de leyes generales descontextualizadas carece de
sentido en la epistemología posmoderna debido a la fuerte influencia post-estructuralista. El constructivismo
entendido en el sentido en que Polkinghorne (1992) utiliza este término, está estrechamente relacionado
con la ausencia de fundamento y hace referencia a la noción de que: El conocimiento humano no es un reflejo
especular de la realidad: ni de la de un caos superficial ni de la de (en caso de existir) estructuras
universales. El conocimiento humano es una construcción erigida a partir de procesos cognitivos (que operan
principalmente fuera de la conciencia) y de las interacciones con el mundo de los objetos materiales, de
los otros y del self. (pág. 150). Polkinghorne señala acertadamente que los tres temas de la ausencia de
fundamento, la fragmentariedad y el constructivismo generan, de nuevo, una epistemología relativista. Hasta
este punto, es posible afirmar que ningún conocimiento puede ser privilegiado, pero este relativismo nos
deja incapaces de actuar sobre el mundo, de hacer elecciones, de tomar posiciones. De este modo, para
evitar el solipsismo y el nihilismo hay que incluir un cuarto tema: el del neopragmatismo. El neopragmatismo,
de acuerdo con Polkinghorne (1992), se concentra de nuevo en el conocimiento local y aplicado. El énfasis de
Polkinghorne en el conocimiento pragmático y situado es común a los demás autores que
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 20 proponen una psicología posmoderna tales como
Gergen (1992) y Kvale (1992c). La cuestión neopragmática no consiste en si una determinada proposición
es cierta (es decir, si es una representación precisa de la realidad) sino en si el hecho de aceptarla como si
fuera verdadera nos conduce a un resultado satisfactorio. Por ejemplo, como terapeutas podemos (de
hecho, debemos) plantearnos a qué nos conduce aceptar las etiquetas diagnósticas psicopatológicas como
si fueran ciertas e inmutables y, más aún, si esa aceptación conduce a un tipo de relación con nuestros
clientes en que se abran el máximo de espacios posibles para el cambio. El vínculo entre el neopragmatismo
y el pragmatismo americano (especialmente en la versión de William James) es obvio; James equiparaba la
verdad con la satisfactoriedad y la satisfactoriedad con la utilidad predictiva (véase Suckiel, 1982). Sin
embargo, el neopragmatismo difiere del pragmatismo en que el primero no sostiene que el
conocimiento pueda acumularse y progresar hacia un estado final—tal proposición resultaría inconsistente
con la ausencia de fundamento, la fragmentariedad y el constructivismo posmodernos. Esta forma de
neopragmatismo podría también relacionarse con los planteamientos de Wittgenstein (1953) respecto a la
naturaleza constitutiva (y no representativa) del lenguaje. Según esta línea de pensamiento, la función del
lenguaje no es representar la realidad, sino constituirla en el seno de juegos de lenguaje. Wittgenstein se
refiere a que las palabras obtienen su significado a través del sentido con que se las usa en las formas de
relación social de una cultura. Por tanto, tales juegos de lenguaje pautan formas de vida (equiparables a estilos
de relación social). Por ejemplo, dar órdenes y obedecerlas constituye una forma particular de juego de
lenguaje, que da lugar a una forma de vida centrada en la autoridad y la obediencia. En este sentido, evaluar
el conocimiento en función de su utilidad significa plantearse qué tipo de juegos de lenguaje y formas de
vida posibilita, tanto desde su dimensión ética y política (por ejemplo, ¿contribuye a dar voz a los discursos
oprimidos por otras formas de conocimiento?) como estéticas (por ejemplo, ¿contribuye a la
constitución de formas de vida más bellas?).
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 21 Desde la perspectiva del pensamiento posmoderno
constructivo, y por oposición a las formas de legitimación totalizantes de la Modernidad, cobran
relevancia prácticas alternativas basadas en una actitud dialógica (versus monológica) que facilite y
fomente la emergencia de voces discordantes. Se busca el consenso espontáneo por medio del diálogo
abierto, mediante la creación de zonas fronterizas (Lyotard, 1993) definidas como espacios
conversacionales que permitan el encuentro entre diferentes formas de inteligibilidad. Incluso si el
consenso no emerge espontáneamente, se fomenta la conversación paralógica entendida como un diálogo
transformativo en que los interlocutores negocian y definen los términos empleados de forma contingente a
la propia conversación. Para ello es fundamental una actitud de escucha (y/o lectura) generosa entendida
como opuesta a la escucha crítica, es decir, como una forma de escucha que intenta respetar los significados
divergentes entre los interlocutores y que se dirige a la comprensión en lugar de al juicio basado en la búsqueda
de falacias. Más adelante nos ocuparemos de la relevancia de tales conceptos para la práctica de la
psicoterapia y para el área de la integración entre diferentes orientaciones terapéuticas; en ambos casos
resulta casi imposible proceder si no se adopta la actitud antedicha. 4. Posmodernidad, Constructivismo,
Construccionismo y Psicología Narrativa La búsqueda de conexiones entre constructivismo,
construccionismo, psicología narrativa y pensamiento posmoderno es una tendencia relativamente
reciente. La perspectiva construccionista de Gergen (1991) sobre el self saturado generó un interés creciente
por el pensamiento posmoderno y sus implicaciones para la psicología. En algunos de los trabajos surgidos
de dicho interés se exploraba explícitamente la relación entre constructivismo y pensamiento
posmoderno, particularmente en McNamee & Gergen (1992) y Kvale (1992a). 4.1. Metateoría
Constructivista Esta sección se centra en la discusión de los principales rasgos metateóricos del
constructivismo y en ella nos referiremos a la obra de autores
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 22 contemporáneos más que al de antecesores históricos
del constructivismo tales como Vico, Kant o Vaihinger--en los trabajos de Mahoney (1988, 1991) se puede
encontrar esta discusión histórica. La metateoría constructivista ha sido caracterizada por Mahoney (1988,
1991) como organizada alrededor de tres temas relacionados: (a) cognición proactiva, (b) estructura
nuclear morfogénica y (c) desarrollo autoorganizado. Si bien estos tres temas son comunes a la mayoría de
teorías constructivistas, nos gustaría enfatizar la diferencia entre teoría y metateoría y sugerir que los temas
de Mahoney pertenecen más al ámbito teórico que al metateórico. Estamos de acuerdo con Chiari &
Nuzzo (1996) en que la definición de Mahoney es tan comprehensiva que podría caracterizar a enfoques
teóricos tan divergentes entre sí como la psicología analítica junguiana, las teorías humanistas de la
personalidad y algunos enfoques de la psicología cognitiva. Básicamente el prefijo meta indica un bucle
reflexivo. Así, por ejemplo, metaciencia se refiere a la ciencia del conocimiento científico (véase Houts,
1989) y metaaprendizaje se refiere al aprendizaje sobre el aprendizaje (véase Novak & Gowin, 1984). En este
sentido, una metateoría debería ser una teoría que tratase de la naturaleza de las teorías, es decir, de la
naturaleza de las premisas epistemológicas implícitas en la construcción de teorías. Esta definición es
equiparable a la de paradigma de Guba & Lincoln (1994) en el sentido que: Puede ser visto como un
conjunto de creencias básicas (o metafísicas) que tratan de principios primeros o últimos. Representa una
cosmovisión que define, para quien la mantiene, la naturaleza del mundo, el lugar del individuo en él y el
rango de posibles relaciones con ese mundo y sus partes, igual que hacen, por ejemplo, las cosmologías o
las teologías. (Guba & Lincoln, 1994, pág. 107). Así, las metateorías son supraordenadas al contenido de
cualquier teoría en concreto e incluyen, como mínimo, dos conjuntos de premisas básicas sobre (a) la
naturaleza del conocimiento y (b) los valores epistémicos. Por lo que respecta a la naturaleza del
conocimiento, la metateoría constructivista asume que éste es una construcción hipotética anticipatoria,
alejándose de la concepción objetivista tradicional del conocimiento como una
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 23 representación internalizada de la realidad. El
origen de esta premisa epistemológica constructivista se puede encontrar en la filosofía de Kant y en la noción
de Popper (1974) de que la pura observación no puede generar conocimiento porque todo acto de
observación está cargado de teoría. Los valores epistémicos, según Howard (1986) son "criterios empleados por
los científicos para elegir entre explicaciones teóricas en competencia" (pág. 135). En la metateoría
objetivista raramente se plantean cuestiones sobre valores epistémicos, dado que el conocimiento se
considera una representación de la realidad y, en consecuencia, las afirmaciones teóricas se eligen según su
valor de verdad--es decir, según su correspondencia con la realidad externa que se supone que representan.
Las concepciones objetivistas del conocimiento y de la verdad están muy ligadas y, como advirtió Mahoney
(1991) imbuyeron a la ciencia de justificacionismo, es decir de la dependencia de la autoridad de los hechos
para justificar cualquier afirmación teórica. El constructivismo no puede depender de la metáfora de la
correspondencia entre original y copia, dado que se aparta de una visión representacional del
conocimiento. La justificación mediante la autoridad de la verdad se considera una ilusión, un "ideal
inalcanzable o concepto-horizonte" (Howard, 1986, pág. 134). Esta posición no-justificacionista deja a la
metateoría constructivista frente a la tarea de articular un conjunto alternativo de valores epistémicos,
teniendo en cuenta que los valores son, por definición, preferencias subjetivas. Aunque los valores
epistémicos constructivistas varían según las diferentes teorías, todos ellos son alternativas a la postura
justificacionista. Como destacan Guba & Lincoln (1994) la finalidad general de la investigación desde un
paradigma constructivista es la comprensión y reconstrucción de las construcciones que la gente (incluyendo al
investigador) mantiene inicialmente, aspirando al consenso pero abiertas a nuevas interpretaciones a medida
que se incrementa su grado de información y sofisticación. El criterio de progreso consiste en la idea de
que, con el tiempo, todo el mundo formula construcciones más informadas y sofisticadas y se hace
consciente del contenido y significado de sus alternativas.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 24 Dos de los conjuntos más prevalentes de valores
epistémicos en la metateoría constructivista corresponden a (a) la utilidad pragmática de las afirmaciones
teóricas (es decir, su capacidad predictiva, viabilidad y fertilidad) y (b) su coherencia (es decir, consistencia
interna y externa y poder unificador). Algunas teorías constructivistas, sin embargo, han incorporado
valores epistémicos tradicionalmente ajenos al razonamiento científico. Por ejemplo, la psicología narrativa y,
hasta cierto punto, el construccionismo social adoptan criterios estéticos y retóricos para evaluar la
calidad de las afirmaciones teóricas. Diferentes dominios de conocimiento (por ejemplo, la ciencia, la
política, las artes, la ley) incorporan diferentes criterios convencionales, es decir, diferentes valores
epistémicos, para evaluar si un argumento está bien construido. En el razonamiento histórico, por ejemplo,
una afirmación teórica determinada se prefiere si ayuda a explicar los hechos retrospectivamente. En la ficción
literaria, las narrativas que se ajustan a una buena forma narrativa se prefieren a las que no. En la filosofía y la
ley, los argumentos se evalúan según sus cualidades retóricas. En la música, la poesía y las artes visuales el
impacto emocional de una obra determinada se suele usar como criterio de calidad. El conocimiento científico
no se ve desde la metateoría constructivista como un medio privilegiado y exclusivo de acceso a la
realidad. En consecuencia, algunas teorías constructivistas equiparan metafóricamente todo conocimiento al
conocimiento científico—como por ejemplo la Psicología de los Constructos Personales (PCP; Kelly,
1955/1991; véase Botella y Feixas, 1998)--o el conocimiento científico con otras formas de conocimiento--
como por ejemplo la noción de Gergen & Gergen (1986) del conocimiento científico como construcción
narrativa. De estas premisas epistémicas básicas se pueden derivar varias series de corolarios. De hecho, las
diferentes teorías constructivistas enfatizan diferentes corolarios posibles. Este énfasis diferencial ha
llevado a la proliferación de lo que Neimeyer (1993, pág. 224) llamó "las variedades de la experiencia
constructivista". El constructivismo radical tal como se presenta en la obra de Maturana & Varela (1987), von
Foerster (1984), y von Glaserfeld (1984) rechaza la posibilidad de un conocimiento objetivo, dado que "todo
conocimiento depende
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 25 de la estructura del sujeto" (Maturana & Varela,
1987, pág. 34). Así, la distinción entre sujeto y objeto es una construcción (u operación) del observador,
y no una entidad existente de forma independiente. Incluso si existe una realidad ontológica, sólo
podemos conocerla evaluando hasta qué punto nuestro conocimiento encaja con ella. Von Glaserfeld (1984)
clarificaba la noción de encaje mediante la metáfora de una llave y una cerradura; incluso si la llave abre la
cerradura no podemos estar seguros de que se corresponda con ella; probablemente podríamos encontrar
otra llave (o una ganzúa) que también la abriera. El constructivismo radical ve el conocimiento como
una construcción en lugar de como una representación internalizada de una realidad existente
independientemente. Según Maturana & Varela (1987) los seres vivos son sistemas autopoyéticos
(autocreadores o autoproductores) en el sentido de que son capaces de mantener "su propia
organización de forma que la organización que se desarrolla y mantiene es idéntica a la que lleva a cabo el
desarrollo y el mantenimiento" (Andrews, 1979, pág. 359). La noción de autopoyesis es similar al concepto de
Mahoney (1988) de estructura nuclear morfogénica y se apoya en la idea de von Foerster (1984) de que el
sistema nervioso central actúa como un sistema cerrado organizado para producir una realidad estable. Los
organismos interactúan por medio de acoplamientos estructurales, es decir, co-derivando y estableciendo las
condiciones para la acción efectiva, que Maturana & Varela (1987) equiparan a la supervivencia. La conciencia y
el lenguaje emergen de la experiencia del acoplamiento estructural y la acción efectiva; de aquí que "vivir
es conocer (la vida es acción efectiva en la existencia como ser vivo)" (Maturana & Varela, 1987, pág. 174).
Al equiparar el conocimiento con la acción efectiva (Maturana & Varela, 1987) o con la viabilidad (von
Glaserfeld, 1984) el constructivismo radical suscribe el segundo tema de la metateoría constructivista--es decir,
el rechazo del justificacionismo epistemológico. El construccionismo social se centra explícitamente en el
rol de los procesos sociales en la construcción de significado. En un sentido amplio, el construccionismo
social implica una orientación concreta hacia el conocimiento; un modelo epistemológico que sostiene que lo
que conocemos y los discursos
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 26 sobre ello (y sobre lo que desconocemos) son
artefactos (es decir, construcciones) derivadas de un proceso de diálogo público y social. En un sentido
más estricto, el construccionismo social se ocupa de especificar los procesos psicológicos particulares
mediante los que describimos, explicamos o damos cuenta de nuestro mundo y de nosotros mismos como
forma de acción conjunta. En consecuencia, el construccionismo social (por ejemplo en la obra de Gergen,
1982; 1985; 1994) rechaza tanto las epistemologías endogénicas como las exogénicas. Las epistemologías
endogénicas son aquellas que enfatizan el rol de la mente individual en la construcción de significado,
mientras que las exogénicas son las que enfatizan el rol de la realidad externa. El construccionismo social no
ubica el conocimiento ni dentro ni fuera de las mentes individuales, sino entre las personas. En otras
palabras, el conocimiento se genera en la interacción y negociación colectiva de significados compartidos.
Al rechazar la noción objetivista del conocimiento como representación interna el construccionismo social
comparte la visión del conocimiento como construcción--en este caso una construcción social. Gergen &
Gergen (1986) afirman que: Los objetos o acontecimientos del mundo no pueden ser identificados
independientemente de los conceptos con los que se enfoca su comprensión. Los conceptos deben
preceder a la observación, en lugar de derivar de ella. (pág. 23). La cuestión de cómo elegir entre afirmaciones
teóricas ha evolucionado en los planteamientos de los construccionistas sociales. En su trabajo de 1992, Gergen
incluía tres criterios diferentes; (a) la contribución al desarrollo tecnológico, (b) la contribución a la
crítica cultural, y (c) la contribución a la construcción de nuevos mundos. El primer criterio incluye
"predicciones seguras y habilidades personales en diferentes entornos prácticos" (Gergen, 1992, pág. 26),
y se ve como el menos significativo. El segundo enfatiza el papel del conocimiento en cuanto que liberación
de los efectos paralizantes de las formas de comprensión cultural cosificadas, y es un criterio
fundamentalmente político y axiológico. El tercero se basa en la noción de teoría generativa, es decir,
"una teoría diseñada para cuestionar el
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 27 pensamiento convencional y para abrir nuevas
alternativas al pensamiento y la acción" (Gergen, 1992, pág.27). En cualquier caso, los tres criterios propuestos
por el construccionismo social pueden verse como tres ejemplos del uso (social y político) del conocimiento y
comparten el rechazo constructivista al justificacionismo. En un trabajo más reciente, si bien en la misma
línea, Gergen (1997) propone como funciones de la crítica construccionista las siguientes: (a)
Desnaturalización, reflexión y democratización: Se trata de contribuir al desenmascaramiento ideológico de
las formas en que la propia psicología describe la acción humana. Fundamentalmente es una estrategia
de deconstrucción de los recursos literarios y retóricos que permiten hacer aparecer las afirmaciones de la
psicología como hechos. (b) Revitalización y enriquecimiento: Aquí se trata de ampliar los límites de la
interpretación para explorar nuevas formas de inteligibilidad emergentes pero aún no articuladas. Con ello
se espera que se puedan fomentar nuevas formas de vida más prometedoras y satisfactorias que las que
actualmente damos por incuestionables. En este punto ya no preocupa la descripción científica de
hechos, sino la contribución a modificarlos. La observación deja paso al activismo. (c) La reconstrucción
social de la mente: Se trata de abrir camino a lo social frente a lo individual. Se presta una atención especial a
fenómenos como el lenguaje, el diálogo, la negociación, las prácticas sociales, el posicionamiento
conversacional, los rituales, las prácticas culturales y la distribución del poder. Si bien tanto los
construccionistas como los constructivistas radicales comparten su crítica al representacionismo y el
justificacionismo, la diferente nomenclatura que utilizan acentúa sus diferencias mutuas. Hoffman (1992)
destaca que, mientras que el constructivismo radical tiende a fomentar una imagen del sistema nervioso
como una unidad cerrada, el construccionismo social ve el conocimiento como emergente en los
intercambios sociales y mediado por el lenguaje. La psicología narrativa tal como la plantea Sarbin (1986)
propone el entramado narrativo como principio organizador de la construcción proactiva de
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 28 significado. De hecho, Sarbin parte de la propuesta
de Gergen (1973) de considerar la psicología social como historia, y equipara la historia al acto
narrativo, pues ambos tienen aproximadamente la misma estructura semántica. Esto le lleva a considerar la
psicología social como narrativa y, dado que aparte de la psicología fisiológica todas las demás áreas de ésta
pueden considerarse equivalentes a la psicología social (Sarbin, 1986), acaba concluyendo que toda la
psicología es una disciplina narrativa. Así, según Sarbin (1986) los seres humanos damos sentido a
acontecimientos que de otra forma aparecerían desconectados mediante la imposición de una estructura
narrativa. Según él "el ser humano piensa, percibe, imagina y determina sus opciones morales según
estructuras narrativas" (pág. 8). Por ejemplo, si se nos presentan dos o tres imágenes, tendemos a
desarrollar una historia que las relacione de alguna forma y que nos ayude a predecir cómo evolucionará. El
entramado narrativo, por tanto, equipara el conocimiento a la construcción anticipatoria de significado
narrativo. De esta forma, Sarbin pretende eludir la vía muerta de escoger principios organizativos
mecanicistas (tales como impulso, energía, estímulo, input) que presuponen que el ser humano necesita
fuerzas externas o internas que le hagan moverse. Sarbin coincide con Kelly en la concepción del hombre
como una forma de movimiento en sí mismo. Tanto Sarbin (1986) como Spence (1986) propusieron la
suavización narrativa como el criterio tácito mediante el que elegimos una determinada afirmación
teórica. En su trabajo sobre el autoengaño, Sarbin (1986) destaca cómo la gente es capaz de mantener
narrativas sobre sí misma que son aparentemente contrafactuales, fenómeno que se ha explicado
tradicionalmente mediante el recurso a constructos mecanicistas tales como la represión o la disociación.
Cuando se utiliza la suavización narrativa como principio explicativo, sin embargo, tales constructos
resultan innecesarios. La psicología narrativa propone que la gente edita tácitamente sus narrativas sobre
sí misma (eliminando la información inconsistente) "para que el self como figura narrativa resulte protegido,
defendido o resaltado" (Sarbin, 1986, pág. 17). Así, la psicología narrativa comparte la crítica
constructivista a la justificación del conocimiento mediante su correspondencia con la realidad objetiva.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 29 La formulación teórica de Sarbin contiene algunos
de los principios del construccionismo social (por ejemplo, la noción de narrativa como principio
organizativo de la atribución de sentido a la experiencia), pero no ubica la totalidad del proceso de
construcción de las narrativas personales en la interacción social. Este hecho se evidencia, precisamente,
en la explicación del fenómeno del autoengaño a la que me refería en el párrafo anterior. Según el
planteamiento de Sarbin (1981, 1984, 1986), de cara a mantener el sentido personal de identidad (la
estructura de rol nuclear según Kelly, 1955/1991), la persona se narra historias a sí misma y a su
público. El mantenimiento de la coherencia narrativa cuando el self es un personaje de la propia historia
se consigue mediante la eliminación de los episodios de inconsistencia y la inclusión de los consistentes. De
esta forma Sarbin reconoce simultáneamente el rol del self como autor y como personaje de sus narrativas
que, en último término, son autoconstruidas. La PCP (Kelly, 1955/1991; véase Botella y Feixas, 1998) se
puede definir como una teoría constructivista en la medida en que se acepte la caracterización de la
metateoría constructivista comentada en párrafos anteriores. La PCP fue el primer intento histórico de
diseñar una teoría de la personalidad y la psicoterapia basada en un modelo formal de la organización del
conocimiento humano. La filosofía kelliana del alternativismo constructivo se basa en la noción de que la
realidad puede ser objeto de diferentes construcciones alternativas, dado que no se nos revela
directamente sino a través de los constructos que creamos y que intentamos aplicar al mundo. La concepción
constructivista del conocimiento como una construcción anticipatoria se hace explícita en el postulado
fundamental de la PCP; los procesos de una persona se canalizan psicológicamente mediante las formas en
que anticipa los acontecimientos. La PCP también comparte la noción constructivista de la capacidad
predictiva como valor epistémico. Adams-Webber & Mancuso (1983) advirtieron como, en términos de
la PCP, la cuestión no es si nuestras construcciones son ciertas o falsas, sino si son útiles para trazar cursos de
acción alternativos y para dar sentido al feedback procedente de la experiencia.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 30 4.2. ¿Es Posmoderno el Constructivismo? Los
principales intentos de relacionar la metateoría constructivista con el pensamiento posmoderno proceden de
los enfoques construccionistas y narrativos (por ejemplo, Kvale, 1992a; McNamee & Gergen, 1992). Las
visiones positivistas del conocimiento científico se equipararon a la psicología de la Modernidad (Gergen,
1992) y, en consecuencia, su abandono o superación se ha denominado psicología posmoderna. Así,
dado que la alternativa principal al positivismo es el constructivismo, resulta tentador concluir que la
metateoría constructivista incorpora una visión posmoderna. De hecho, el constructivismo incorpora las
características de la terapia posmoderna tal como la define Friedman (1996): (a) la realidad se considera
una construcción social, (b) cliente y terapeuta co-construyen el significado en la conversación, (c) se
pretende desintegrar la jerarquía y respetar las diferencias, (d) se reconoce el poder de las conversaciones
para liberar voces o narrativas oprimidas, (e) el cliente se considera un experto en el sentido que terapeuta y
cliente co-construyen las metas de la terapia de forma negociada, (f) el terapeuta se centra en descubrir los
recursos y puntos fuertes del cliente en lugar de la patología o un diagnóstico rígido, (g) se emplea un
lenguaje accesible al cliente en lugar de la jerga técnica, (h) la terapia se orienta al futuro y a la promoción del
cambio, e (i) se enfatizan los procesos propios de la conversación y contingentes a ella. Sin embargo, el
uso indiscriminado del término posmoderno puede tener consecuencias controvertidas para el
constructivismo a menos que se adopte una definición más restrictiva como la de Polkinghorne (1992). Efran &
Clarfield (1992) lamentan que algunas nociones constructivistas (particularmente las del trabajo de Maturana &
Varela) hayan sido ampliamente malinterpretadas por psicólogos posmodernos como una invitación a la
mentalidad del todo vale. Maturana y Varela (1987) afirman, entre otras cosas, que la interacción instructiva es
un mito del observador si se tiene en cuenta que los cambios viables en los estudiantes vienen determinados
por su propia organización y estructura. Sin embargo, ello no implica que la educación sea una tarea
imposible; Efran & Clarfield (1992) señalan acertadamente que "dado que los estudiantes están
estructurados de una forma similar y comparten
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 31 comunalidades en el lenguaje y la herencia,
también habrá puntos de intersección en sus experiencias" (pág. 206). El hecho de que el
constructivismo radical no implica una mentalidad del todo vale se hace evidente en la metáfora de
Maturana & Varela (1987) de la odisea epistemológica como una travesía entre Escila (las rocas del dogma) y
Caribdis (el remolino del solipsismo)—metáfora ilustrativa de todas las teorías constructivistas. Hasta
cierto punto, el construccionismo social y la psicología narrativa podrían también ser tragados por la
Caribdis del relativismo nihilista posmoderno si no articularan los valores epistémicos que las informan.
Sin embargo, los trabajos de Gergen citados antes (1992, 1997) pueden ser vistos como tal articulación.
También, como destacamos en una sección anterior, en el enfoque narrativo se encuentra implícita la
búsqueda de la coherencia y de "significados cada vez más abarcadores" (Gonçalves, 1994, pág. 115), cosa que
puede ser vista como una salida constructivista a la parálisis epistemológica posmoderna. La PCP, por su parte,
nunca ha sido una teoría relativista en el sentido nihilista. Kelly (1955/1991) no dejó espacio a la actitud del
todo vale cuando, en las páginas introductorias de su obra, afirmó que: Consideramos un constructo como
una representación del Universo, erigida por una criatura viva y contrastada contra la realidad de dicho
Universo. Dado que el Universo es básicamente un curso de acontecimientos el contraste de un constructo
es un contraste respecto a acontecimientos subsecuentes. En otras palabras, un constructo se contrasta en
términos de su eficacia predictiva. (pág. 9). Si bien alinearse con una versión eliminativa del pensamiento
posmoderno puede llevar al constructivismo a un nihilismo innecesario, esto no es así si se adopta una
definición positiva tal como la de Polkinghorne (1992). Los cuatro rasgos que incluye dicha definición son
compatibles con las teorías constructivistas. Tanto la ausencia de fundamentos como, obviamente, el
constructivismo (tal como lo define Polkinghorne) son característicos del constructivismo radical, el
construccionismo social, la psicología narrativa y la PCP. La
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 32 discusión de la naturaleza del conocimiento según
estos enfoques, que hemos presentado en los párrafos anteriores, demuestra como todos ellos se apartan de la
concepción objetivista y moderna del conocimiento como representación de una realidad independiente del
sujeto. La fragmentariedad definida como el interés por el conocimiento específico y local en lugar de
por leyes generales descontextualizadas es también característico del construccionismo social y de la
psicología narrativa. Ambos enfoques equiparan el conocimiento psicológico al conocimiento histórico
(véase Gergen, 1973; Sarbin, 1986) y se centran en las circunstancias contextuales de sus propias
investigaciones. Así mismo, como comentábamos en otro trabajo (Botella, 1995), la PCP comparte el interés
posmoderno por la fragmentariedad del conocimiento por lo que respecta al contenido de las
construcciones, aunque trasciende la fragmentariedad en cuanto a los procesos de construcción. El
neopragmatismo es un rasgo compartido por todos los enfoques constructivistas. Todos ellos rechazan el
criterio justificacionista de verdad y lo reemplazan por un conjunto variable de valores epistémicos que tienen
relación con la viabilidad, adaptabilidad, coherencia, capacidad predictiva o efectos sociales del
conocimiento--es decir, con su utilidad en lugar de su veracidad. Como comentábamos con anterioridad, el
neopragmatismo genera una epistemología positiva en lugar de negativa, y ayuda al pensamiento
posmoderno a trascender el relativismo radical implícito en algunas formas de filosofía posmoderna. Si se
incluyen criterios neopragmáticos como valores epistémicos, el constructivismo encaja cómodamente en el
marco de lo que se ha denominado una psicología posmoderna (véase Kvale, 1992a). El propio Gergen (1994;
McNamee & Gergen, 1992) destaca que construccionismo y constructivismo comparten el
cuestionamiento del dualismo sujeto-objeto, así como la crítica a la postura de superioridad
epistemológica evidente, por ejemplo, en las relaciones entre experimentador y sujeto o terapeuta y
cliente. Sin embargo, el tema de hasta qué punto es el construccionismo social compatible con otras
teorías constructivistas sigue provocando discrepancias. En las páginas que siguen se enfoca esta cuestión
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 33 centrada, en concreto, en las similitudes y diferencias
entre construccionismo y PCP. 4.3. Construccionismo Social y Psicología de los Constructos Personales Un
análisis comparativo del núcleo duro (Lakatos, 1970) de premisas metafísicas de la PCP y el
construccionismo social revela, simultáneamente, una similitud y una diferencia fundamentales. La similitud
entre ambas formulaciones teóricas radica en su identidad negativa (Neimeyer, 1998; Stam, 1998); es
decir, en su rechazo a la visión objetivista y positivista del mundo y del conocimiento propia de la
Modernidad y su adhesión compartida a una concepción constructivista. Tanto Gergen (1985; 1994) como
Kelly (1955/1991) parten de la premisa de que el ser humano no accede directamente a la realidad--y, por
lo tanto, a su conocimiento--sino que necesita erigir dimensiones interpretativas para atribuirle
significado. Compárense, a este respecto, las siguientes afirmaciones de ambos autores: La experiencia del
mundo no dicta en sí misma los términos en los cuales entenderlo. (...) Desde una perspectiva
construccionista el proceso de comprensión no se concibe como producto automático de las fuerzas de la
naturaleza, sino como resultado de los esfuerzos activos y cooperativos de personas en interrelación. (Gergen,
1985, pág. 268). El hombre contempla su mundo a través de patrones o plantillas transparentes que crea e
intenta luego superponer a las realidades de las que el mundo se compone. La superposición no siempre es
muy buena. Pero sin esos patrones el mundo aparece dotado de tal homogeneidad indiferenciada que
resulta imposible atribuirle ningún sentido. Incluso una superposición defectuosa es mejor que ninguna en
absoluto. (Kelly, 1955/1991, pág. 7). La diferencia fundamental entre ambos enfoques se deja adivinar también
en las citas anteriores, y proviene de su identidad positiva (Neimeyer, 1998; Stam, 1998), es decir, no ya de
qué discursos pretenden diferenciarse sino qué los constituye como formas de inteligibilidad propias y
diferenciadas. Mientras que el construccionismo social concibe la construcción de la realidad como función de
la
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 34 interacción social, la PCP hace mayor énfasis
(aunque no exclusivo) en sus aspectos personales. Según Gergen & Gergen (1984): La construcción narrativa
no es nunca enteramente privada. Al depender de un sistema simbólico para relacionar o conectar los
hechos, participamos en un acto implícitamente social. Un concepto adquiere estatus de símbolo en virtud
de su capacidad comunicativa; es decir, su posición en un sistema de significado debe ser compartida por al
menos otra persona. (...) En efecto, las narrativas como mecanismo lingüístico son un producto inherente a las
personas en interacción, no a los individuos. (pág. 184). Mientras que Kelly (1955/1991) afirma: Cuando se
concibe la cultura en términos de similitud de expectativas, se puede proceder en una de dos direcciones.
Se pueden considerar las expectativas de los demás como estímulos a los que toda persona está sujeta; o
se puede entender la similitud cultural entre las personas como una similitud en lo que perciben que se
espera de ellas. Este último enfoque devuelve el énfasis al punto de vista de la persona individual. Es, por
supuesto, el tipo de enfoque que se puede esperar de quien emplee la PCP. (pág. 65). Este énfasis diferencial
en la construcción social versus personal de la realidad es explicable en términos del propio desarrollo de
ambas teorías. Gergen formula sus propuestas como intento de superar el punto muerto al que había
llevado a la psicología social la aplicación de premisas positivistas (véase Gergen, 1984). Esta superación,
según la concibe Gergen, implica la reintroducción de la noción de psicología social como disciplina histórica.
En este sentido, y como consecuencia de dicho análisis histórico, Gergen (1984) critica el exceso de importancia
atribuido al individualismo en psicología social tradicional que, según él, descuida la comprensión de cómo la
persona es una derivación del contexto social en pleno. La PCP tal como la formula Kelly, sin embargo,
parte del intento de superar una situación diferente a la anterior. Kelly (1969a) se planteó cómo salir de la
dicotomía en la que se encontraba la psicología clínica y de la personalidad en los años en que tomó contacto
con ella (la década de los 30). Kelly se sentía
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 35 incómodo con el paradigma de estímulo-respuesta
y con el psicoanálisis freudiano por la misma razón: ambos negaban al ser humano la cualidad de
agente y lo convertían en víctima de sus circunstancias (ya fueran estímulos externos o pulsiones
internas). Su solución a este conflicto fue la propuesta de la comprensión del ser humano como científico, es
decir, como alguien que intenta activamente dar sentido a su experiencia y que utiliza la conducta no
como respuesta sino como forma de plantear preguntas. Esta postura le comprometía con: ...una psicología
del hombre y no de sus circunstancias. Una psicología comprometida con lo que hacemos y porqué lo
hacemos, más que con un intento de delimitar los hechos que fuerzan a los demás a hacer lo que no han
escogido hacer. (Kelly, 1969a, pág. 49-50). La postura del construccionismo social llevada al extremo
conduciría a negar cualquier posibilidad de acción o iniciativa personal: "Encuentro el lenguaje como una
facticidad externa a mí y cuyo efecto resulta coercitivo. El lenguaje me fuerza a entrar en sus patrones"
(Berger & Luckman, 1966, pág. 53). Sin embargo, los intentos de darle un mayor peso a los aspectos
sociales en la construcción de la realidad son cada vez más frecuentes en la PCP (algunos ejemplos del
diálogo entre PCP y construccionismo social se encuentran en Botella, 1995; Harré & Gillet, 1994;
Mancuso, 1998; Neimeyer, 1998; Stam, 1998). Por ejemplo, Mascolo (1994) aboga por esta dirección
futura en el desarrollo del constructivismo kelliano, pero advierte de las dificultades implícitas en una
adopción directa de los modelos del construccionismo social. Según él: Aunque atractivas y dignas de seria
consideración, estas teorías suelen infravalorar el papel del individuo en favor de los procesos sociales en la
construcción del significado. El foco en la construcción personal constituye, por supuesto, la fuerza del
constructivismo de Kelly. Una psicología neo-kelliana enfocaría la intersección de los procesos constructivos
individuales y sociales sin ignorar la contribución de ninguno de ambos. (...) Así como los kellianos pueden
beneficiarse de la elaboración de los orígenes sociales de las modalidades de construcción personal, los
construccionistas sociales pueden aprovechar la consideración de las
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 36 formas en que los individuos participan en la
construcción común del significado. (Mascolo, 1992, págs. 424-425). Un avance interesante en esta dirección
es la propuesta de Balnaves & Caputi (1993). Estos autores incorporan la noción de Hindness (1988) del
actor como sede de decisión y acción; es decir, como agente. Dado que la capacidad de actuar como agente es
una cualidad intrínseca a lo que se denomina actor, se puede plantear también el concepto de actores
corporativos, tales como, por ejemplo, empresas, asociaciones, partidos políticos, o claustros de
profesores. Por lo tanto, es posible concebir los constructos corporativos como aquéllos que caracterizan la
acción de dichos actores corporativos. Los constructos corporativos, según Balnaves & Caputi (1993),
dependen de su comunicabilidad y su criterio de uso público. El concepto de constructo corporativo es similar
al del contenido del Mundo 3 según Popper (1972): el mundo de los contenidos discursivos de los libros,
bibliotecas, ordenadores, etc. Es decir, el mundo de las teorías, conceptos, narrativas, leyes y convenciones
sociales. La introducción de dicho concepto permite reconocer, por una parte, que los constructos
corporativos son creaciones de la interacción de personas individuales, abriendo así la posibilidad al estudio
de los procesos de negociación interpersonal del significado implícitos en su creación desde una
perspectiva kelliana. Por otra, también pone en evidencia que, una vez creados, adquieren una cualidad de
supraordenación que les hace limitar la posibilidad de aplicación de otros constructos (personales o
corporativos) subordinados a ellos. Por ejemplo, tras la negociación y aprobación de los estatutos de
una sociedad (constructo corporativo), la libertad para actuar en su seno queda constreñida a aquéllas
acciones que no los contradigan. En este sentido, también se puede abordar el estudio de los
mecanismos de mantenimiento de la construcción negociada de la realidad desde una perspectiva
constructivista. La utilidad de un enfoque de este tipo viene avalada por la aplicación a la terapia familiar
de la noción de constructo familiar (Procter, 1978, 1981), que podría considerarse una modalidad de
constructo corporativo en la que el actor es el sistema familiar; Feixas (1992) presenta una detallada
discusión de dicho enfoque y otros compatibles.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 37 En resumen, si bien existen importantes diferencias
ente el construccionismo social y la PCP, ambas comparten un área de consenso epistemológico. Este
consenso hace posible (y deseable) la incorporación de conceptos de cada una de ellas a la otra. 5.
Implicaciones del Pensamiento Posmoderno para la Psicología Llegados a este punto el lector se puede estar
preguntando cuáles son las implicaciones prácticas de todo lo antedicho. En esta sección intentaremos elucidar
algunas de las contribuciones potenciales del constructivismo y el construccionismo a la agenda de una
psicología posmoderna. Esta sección se organiza en tres áreas principales de la psicología que ya están
siendo afectadas por la condición posmoderna y por el auge de posiciones constructivistas: el
conocimiento psicológico, la investigación psicológica y la práctica de la psicoterapia. Nuestra intención es
demostrar cómo un giro posmoderno en todas ellas es compatible con el constructivismo en general. 5.1. El
Conocimiento y la Investigación Psicológica Como comentábamos en una sección anterior, el conocimiento
psicológico desde una perspectiva posmoderna debería evolucionar de la búsqueda de leyes generales
descontextualizadas hacia el interés por conocimientos locales y relevantes. El conocimiento psicológico no
sólo debería ser relevante para la práctica, sino también para lo que Gergen (1992) llama la
construcción de nuevos mundos, es decir, la apertura de nuevas alternativas y posibilidades de pensamiento y
acción, tanto en lo social como en lo individual. La construcción de nuevos mundos tiene una dimensión
inevitablemente axiológica, dado que implica vincular el conocimiento psicológico a valores morales y
políticos. Mahoney (1991) destaca que cualquier intento de convertir el conocimiento científico en
neutral es en último extremo autocontradictorio, dado que la neutralidad es un valor en sí misma. El
constructivismo lleva a la conclusión de que "el conocimiento no se puede separar del proceso de
conocer, y todo conocimiento humano está basado en procesos axiológicos" (Mahoney, 1991, pág. 451).
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 38 Un segundo desarrollo de una aproximación
posmoderna al conocimiento es el paso del estudio de los procesos cognitivos a la epistemología del
conocimiento que se busca (Kvale, 1992a). Este giro posmoderno se hace eco de la afirmación
constructivista de Mahoney de que "es imposible separar el conocimiento humano del sujeto
cognoscente" (Mahoney, 1989, pág. 138). Así, la psicología se convierte en sinónimo de la epistemología, no
concebida como el estudio del procesamiento de información, sino de la construcción de significado. De
nuevo, el constructivismo aparece como la vanguardia potencial de un giro posmoderno en psicología. Un
tercer ítem en la agenda posmoderna del estudio del conocimiento es la continuidad entre la psicología
académica y fuentes de conocimiento relacionadas. Kvale (1992b) destaca que la antropología, las ciencias
sociales, las artes o la crítica literaria aportan intuiciones provocadoras sobre la condición humana actual,
a veces más provocadoras que la propia psicología. El constructivismo ha sido una fuerza de vanguardia en
la construcción de puentes entre la psicología y otras disciplinas. Por ejemplo, los enfoques narrativos en
psicoterapia son frecuentes entre autores constructivistas (véase la sección sobre el giro narrativo en
Neimeyer & Mahoney, 1995, así como la segunda parte de este volumen). También, siguiendo la
comparación kelliana del buen científico y el buen novelista (Kelly, 1969b), algunos autores de la PCP han
equiparado la psicología a la narrativa (Mair, 1990) y han explorado el uso de técnicas autobiográficas en
psicoterapia (Botella y Feixas, 1993). La llamada a una mayor apertura en cuanto a las metodologías de
investigación es común a los proponentes de una psicología posmoderna (véase Kvale, 1992a) así como
a un gran número de académicos y profesionales. El giro de una concepción del aprendizaje y la verdad
moderna a una posmoderna ha llevado a una reevaluación del rol de la investigación psicológica. En
términos posmodernos la investigación no se ve como el trazado de mapas de una realidad objetiva,
sino como una co-construcción interactiva del tema investigado (Kvale, 1992b). Esta visión conversacional e
interpretativa de la investigación psicológica requiere un enfoque multi-
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 39 metodológico que fomente el uso de metodologías
cualitativas, hermenéuticas, fenomenológicas y narrativas además de las más tradicionales. De nuevo, el
constructivismo parece estar óptimamente preparado para seguir la corriente posmoderna en la
investigación psicológica. Por ejemplo, Mahoney (1991) incluye como prioridad de investigación en la
psicología constructivista la expansión de "las metodologías tradicionales de investigación para incluir medidas
cualitativas y sensibles al proceso" (pág. 451). De modo similar, Howard (1986, pág. 172) abogaba por el
uso de metodologías cualitativas y "técnicas que preserven el significado de la acción para la persona
(como opuestas a técnicas que se centren en el constructo favorito del experimentador)" como ítem en la
agenda de los próximos cien años de investigación psicológica. En resumen, el constructivismo parece
estar óptimamente preparado para satisfacer las demandas e intereses generados por el giro posmoderno en
psicología. Este giro incorpora el cuestionamiento de visiones modernas y objetivistas tales como la
naturaleza representacional y acumulativa del conocimiento, la visión justificacionista de la verdad, el rol
pasivo y de procesamiento de la cognición humana, y la naturaleza neutral de la investigación
psicológica. Este reto posmoderno está implícito en el núcleo metateórico de las teorías constructivistas.
5.2. La Práctica de la Psicoterapia En muchos sentidos, la psicoterapia es un logro cumbre de la Modernidad.
Tanto si se inspira en una tradición romántica como racionalista, es un excelente ejemplo de lo que Derrida
(1976) denomina logocentrismo; es decir, la afirmación de que los individuos poseen poderes de
razonamiento capaces de generar el lenguaje y su significado por sí solos. En las teorías de la psicoterapia
que reflejan una visión romántica de la persona y de la existencia es frecuente el uso de conceptos de difícil
concreción, inspirados en la idea Bergsoniana de un élan vital o tendencia innata y trascendente
encaminada a la consecución de una finalidad existencial. Son modelos que enfatizan aspectos
inconscientes, innatos o esenciales del ser humano, dando primacía a una visión dramática de la vida.
Las terapias
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 40 humanistas y el psicoanálisis son ejemplos clásicos de
modelos psicoterapéuticos románticos. Las terapias humanistas se insertan en una visión trascendente, e
incluso cuasi-religiosa de la persona (como por ejemplo la logoterapia de Frankl, 1985). Conceptos tales como la
tendencia innata y esencial al crecimiento, el desarrollo personal o la autoactualización reflejan el énfasis
romántico en todo aquello que no es directamente observable y que, desde esta concepción, forma parte
inextricable del hecho humano. El psicoanálisis freudiano en su formulación original comparte esta visión
trascendente de la persona, si bien el tipo de conceptos que crea enfatizan más bien aspectos oscuros,
conflictivos y contradictorios. La mente humana se concibe como el escenario de luchas sin tregua entre
fuerzas opuestas, y el drama de la vida psíquica adquiere tonalidades épicas. Con todo, el interés inicial
de Freud por demostrar (o justificar) la cientificidad del psicoanálisis y sus bases funcionales lo convierte en
un híbrido entre los modelos románticos y los racionalistas. Los modelos racionalistas implican un cambio
radical respecto a los románticos. La sensación (justificada o no) de inutilidad pragmática y falta de
fundamento empírico generada en ciertos ámbitos por el énfasis en lo no observable dio lugar
históricamente a un interés en la refundación científica de la psicología y la psicoterapia. Dicha refundación
debía basarse en principios opuestos a los anteriores y de acuerdo con el espíritu de la época. Ya no
interesaba lo trascendente y esencial sino lo observable, contrastable y empíricamente verificable. Si la
psicología y la psicoterapia aspiraban a ser ciencias, debían reflejarse en las ciencias duras tradicionales:
especialmente en la física. La ironía, una vez más, es que la física en que se inspiraban los modelos psicológicos
racionalistas de los años 50-60 era el modelo newtoniano, cuestionado desde hacía décadas por los
propios físicos. El intento de aplicar tales modelos racionalistas (especialmente el conductismo) de forma
ortodoxa llevó históricamente a una reducción al absurdo basada en la imposibilidad de negar los procesos
psicológicos y discursivos humanos por no ser observables. Tal como afirmó William James reflexionando
sobre el funcionalismo americano, cuando la psicología abandonó la mente perdió la cabeza. Del intento
de escapar de tales limitaciones proceden los
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 41 modelos cognitivo-conductuales que, sin embargo,
conservan algunos de los sesgos epistemológicos de los modelos conductuales que les dieron lugar. Otra de
las orientaciones que intentó escapar de los sesgos iniciales de la mayoría de teorías psicoterapéuticas fue la
terapia sistémica. A ellas dos se dedica lo que sigue de este capítulo. 5.2.1. Terapias Cognitivas: El Asedio a la
Fortaleza Cartesiana Las terapias cognitivas han experimentado su propia evolución en la revolución como
consecuencia, en muchos casos, del asedio posmoderno a los planteamientos excesivamente simplistas,
lineales, racionalistas, mecanicistas e intrapsíquicos que las caracterizaban en los años 70. En este trabajo
tomaremos como ejemplo de este asedio las críticas, algo sobregeneralizadas pero convincentes, de Kenneth
Gergen desde su posicionamiento construccionista posmoderno a algunas de las bases de la psicología
(y psicoterapia) cognitiva de las primeras generaciones. En concreto, consideraremos dos de las
afirmaciones más populares en las primeras formulaciones del modelo cognitivo: (a) no son los hechos los
que nos afectan, sino el significado personal atribuido a ellos (véase Beck et al., 1979), y (b) el organismo
humano está compuesto por una serie de subsistemas relacionados entre sí (afectivo, comportamental,
fisiológico y cognitivo) y es el cognitivo el que regula los demás en función del significado personal que
otorga a la información que recibe (véase Beck, Emery, & Greenberg, 1985). Siguiendo los argumentos de
Gergen (1994), cabe plantearse lo siguiente en cuanto a la afirmación (a): si bien puede parecer una
idea innegable y casi de sentido común, seguirla hasta sus últimas consecuencias lleva a una visión del mundo
solipsista e irresponsable en extremo. Esta visión legitima afirmaciones tan monstruosamente ridículas como
por ejemplo que, a las víctimas de la limpieza étnica serbia no es la violencia lo que les afecta, sino el
significado que le atribuyen a ésta. Si seguimos la noción cognitiva de que lo que determina nuestras
emociones y acciones no es el mundo, sino nuestras cogniciones sobre el mundo, el mundo en sí deja de
ser objeto de interés—ni terapéutico, ni ético, ni político, ni social, ni científico. Es cierto que la crítica de
Gergen se basa en un dualismo cognición/realidad muy poco
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 42 posmoderno, pero se tiene que entender como
reducción al absurdo del razonamiento cognitivo. Obsérvese que dicha crítica no se aplica a los
planteamientos constructivistas que consideran que la realidad es inseparable de las construcciones
mediante las que se le da sentido. Por tanto, elegir como objeto de conocimiento las prácticas sociales que
configuran (y son configuradas por) las prácticas discursivas de construcción de la realidad es estudiar la
realidad. Dicho de otra forma, si se abandona el dualismo cognición/realidad, estudiar las prácticas sociales
y discursivas de legitimación del uso de términos tales como limpieza étnica en lugar de lisa y llanamente
genocidio (empleando el ejemplo anterior) es estudiar el genocidio, dado que, extendiendo los
argumentos post-estructuralistas, se postula que el estatus ontológico del genocidio deriva de las
prácticas discursivas que lo posibilitan y legitiman. En cierto sentido, hay muchas maneras de eliminar a un
grupo étnico; las balas y las deportaciones masivas son una, pero la legitimación discursiva de su uso es casi
igual de letal. Por otra parte, la afirmación (b) que postula la primacía cognitiva nos lleva de inmediato a uno
de los problemas que ha hecho verter ríos de tinta a psicólogos cognitivos y epistemólogos en general
(véase, por ejemplo, Kornblith, 1985): el problema del origen de la cognición (¿de dónde provienen los
esquemas, constructos, conceptos o como quiera llamárselos?, ¿cómo se pasa de ver un animal determinado
a deducir que es un perro? ¿cómo pueden los términos que utilizamos tener un estatus ontológico ajeno a ellos
mismos si la propia naturaleza de lo que llamamos realidad depende de su cognición?). Si se postula un sujeto
cognoscente en una situación de soledad epistemológica, como es el caso cuando se concibe la cognición
como un producto intrapsíquico individual, resulta imposible responder a tal interrogante. Afirmar que un
concepto (por ejemplo, perro) proviene de un concepto evolutivamente anterior (por ejemplo, guau-guau) o
lógicamente supraordenado (por ejemplo, animal) sólo nos lleva a un ciclo sin fin en el que la pregunta
puede seguir planteándose ad nauseam. Dicho en otros términos, un niño abandonado en una isla desierta
(en el improbable caso de que lograse sobrevivir) podría pasarse toda su vida contemplando una palmera
y no llegar nunca a deducir
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 43 que es una palmera. Gergen (1994) acierta al
afirmar que el origen de la cognición no puede entenderse ni explicarse sin hacer referencia a la cultura, la
interacción y el lenguaje. Sin embargo, exagera el argumento cognitivo, pues psicólogos cognitivos como
Nisbett & Ross (1985) aceptan el origen cultural de las teorías personales y el origen interaccional de
ciertos sesgos de razonamiento. Obsérvese, de nuevo, que esta crítica no se aplica a las posturas
constructivistas más ajenas a los argumentos cognitivos ortodoxos. Tales posturas han incorporado
tradicionalmente el reconocimiento del papel constitutivo del lenguaje, la cultura y la interacción en la
construcción del conocimiento. Por citar dos ejemplos, Kelly (1969a) reconoce la inspiración del trabajo de
Korzybski (1933) sobre semántica general al afirmar que los términos que utilizamos para referirnos a las
cosas expresan la estructura de nuestro pensamiento y, especialmente, que aquéllos referidos a nosotros
mismos expresan la estructura de nuestra personalidad. El desarrollo de dichas estructuras depende de
un proceso de validación inevitablemente intersubjetivo, es decir, de la compatibilidad percibida entre
nuestras anticipaciones y el resultado de nuestras acciones. Justamente en esta intersubjetividad reside la
dimensión social, discursiva y cultural de los constructos que utilizamos, aunque su uso pueda ser personal
e incluso idiosincrásico. Estos constructos forman parte de narrativas y discursos preexistentes en los
que las personas se posicionan utilizándolos de tal forma que acaban sintiéndolos como suyos. Por otra
parte, si bien Maturana & Varela (1987) defienden la idea de que el establecimiento de una distinción es una
operación del observador, también manifiestan que "todo lo que se dice, se dice desde una tradición" (Varela,
1979, pág. 268). En este sentido, el conocimiento no es ni subjetivo ni objetivo, sino participativo, es decir,
producto de nuestra participación en comunidades lingüísticas unidas por una forma común de trazar
distinciones. La combinación de las nociones de primacía cognitiva y racionalidad llevaron a los
terapeutas cognitivos clásicos como Beck o Ellis a equiparar la salud mental a la capacidad individual de
interpretar la realidad de forma consistente con los axiomas aceptados del pensamiento racional a
modo de científico idealizado que contrasta empíricamente sus inferencias sobre el
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 44 mundo1 (véase Lyddon & Weill, 1997; Neimeyer,
1993). El problema de esta postura desde la perspectiva posmoderna es que choca de plano con sus dos
pilares básicos: post-estructuralismo y post-empirismo. Desde la perspectiva post-estructuralista se
problematiza la distinción saussureana entre significante y significado, asumiendo en su lugar que: Un
significante lleva a lo que parece ser su significado, pero que resulta ser un significante otra vez y llevar a otro,
que lleva a otro, que lleva a otro… En lugar de un significado final ligado a algo en el mundo real, se da una
regresión infinita en el propio lenguaje (Spivey, 1997, pág. 112). La cuestión de cómo determinar qué es lo
racional mediante el recurso a supuestas reglas de racionalidad que trasciendan al lenguaje es sencillamente
incomprensibe desde este planteamiento. En cuanto al post-positivismo, incluso contemplando la evolución
intelectual de uno solo de sus representantes (Wittgenstein) se observa como pasó de buscar los
fundamentos lógicos y ciertos del lenguaje (Tractatus Logico Philosophicus) a abandonar esa posibilidad y
equiparar el significado al uso, de forma mucho menos fundacionalista y mucho más pragmática
(Investigaciones Filosóficas). Ambas críticas combinadas plantean serias dudas sobre cómo puede el terapeuta
cognitivo establecer con tal claridad qué es racional y qué no lo es, cuando tras dos milenios de historia de
la filosofía esta cuestión continúa siendo objeto de acalorados debates. A dichas voces críticas se suma la
del construccionismo social con su insistencia en que las definiciones y el uso de los términos que
empleamos tienen una raíz interpersonal, es decir, se legitiman en su uso social. Desde este punto de vista,
la racionalidad no deja de ser una forma socialmente consensuada de organizar las prácticas discursivas
humanas, pero mucho menos trascendente de lo que un terapeuta cognitivo de los años 70 se imaginaba.
1 Sin embargo, es de justicia reconocer que Ellis (1997) se define a sí mismo como constructivista,
construccionista y posmoderno y afirma que ha abandonado sus posturas de los años 70: En la actualidad
soy en algún sentido un construccionista y posmodernista. La Terapia Racional Emotiva Conductual sostiene, en
la actualidad, que las creencias racionales e irracionales no existen en sí mismas, sino que van unidas a los
objetivos y valores humanos que no son intrínsecamente buenos o malos, sino en su mayoría elegidos. (pág.
95).
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 45 Críticas como las antedichas han llevado a las
psicoterapias cognitivas a superar su racionalismo cartesiano inicial y a buscar inspiración en la
epistemología constructivista (aunque algunos autores prefieran denominarla post-racionalista). Así, por
ejemplo, Lyddon & Weill (1997) proponen incorporar a la práctica de las terapias cognitivas conceptos de
inspiración posmoderna tales como la construcción social de las realidades humanas, la consideración de
diferencias sexuales y étnicas, y la focalización de la terapia en el intento de fomentar la igualdad entre
terapeuta y cliente así como la emancipación final de éste. Gonçalves (1997) por su parte reclama la mayor
consideración del lenguaje como constitutivo y de criterios neopragmáticos que permitan superar los rigores
del positivismo. Hasta qué punto las terapias cognitivas puedan responder a los retos de la condición
posmoderna está por ver. Autores como McNamee (1997) y Russell & Reppmann (1997) lo consideran casi
imposible al presentar el origen racionalista e individualista de la terapia cognitiva como un impedimento que
la constituye como una forma de inteligibilidad inconmensurable con la posmoderna. En cualquier caso, el
diálogo que se ha ido generando en el intento de adaptar las terapias cognitivas a un marco menos
estrecho que el original ha sido claramente generativo y, como decía al principio de este párrafo, las ha
hecho avanzar hacia planteamientos abiertamente constructivistas. 5.2.2. Terapias Sistémicas: de la
Pragmática a la Semántica Las distintas escuelas de Terapia Familiar Sistémica (TFS) se apoyan en una
epistemología rica, aunque no siempre homogénea debido a que algunos de sus conceptos básicos provienen
de ámbitos relativamente independientes. Esta epistemología se nutrió inicialmente de tres fuentes; (a) la
Teoría General de Sistemas (von Bertalanffy, 1954), (b) la Cibernética (Wiener, 1948) y (c) la Teoría de la
Comunicación (Watzlawick, Beavin, & Jackson, 1967). Además, los conceptos procedentes de enfoques
evolutivos (por ejemplo, Haley, 1981) y estructurales (por ejemplo, Minuchin, 1974) resultan claves para la
concepción sistémica de la familia. La resultante de estas aportaciones teóricas aplicadas a la psicoterapia
familiar constituye el denominador común de la TFS.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 46 El desarrollo y maduración de la epistemología
sistémica en terapia familiar dio lugar a la emergencia del constructivismo como tendencia que se
manifiesta con fuerza creciente en publicaciones, congresos y prácticas psicoterapéuticas familiares. El
uso del término constructivismo (y su vinculación al interés por las narrativas en terapia familiar)
arranca de las propias raíces de la terapia sistémica. Keeney & Ross (1985), por ejemplo, utilizan el
término para referirse a la afirmación de que “el observador participa en la construcción de lo observado”
(pág. 24). Esta afirmación constituye el núcleo de los planteamientos de autores como Humberto Maturana,
Francisco Varela, Heinz von Foerster, Ernst von Glaserfeld, Paul Watzlawick, o Gregory Bateson, quien ya en
1972 afirmaba que: Creamos el mundo que percibimos, no porque no exista una realidad externa (…) sino
porque seleccionamos y remodelamos la realidad que vemos para conformarla a nuestras creencias acerca
de la clase de mundo en el que vivimos. (Bateson, 1972, pág. 7). También la cibernética, especialmente la de
segundo orden, se inspira en una postura epistemológica constructivista. Mientras la cibernética de primer
orden se basaba en la premisa de que el sistema observado podía considerarse separado del observador
la de segundo orden enfatiza el rol del observador en la construcción de la realidad observada. De ahí que la
realidad no se conciba como independiente de los procesos de organización del observador. En este
sentido, la coherencia epistemológica con los postulados del constructivismo es evidente (véase Botella, 1995,
para una discusión de las bases epistemológicas constructivistas de diferentes teorías psicológicas
contemporáneas). El interés por el constructivismo en terapia sistémica ha sido documentado
ampliamente. Por ejemplo, el monográfico de Marzo de 1982 de Family Process estuvo dedicado a una serie
de críticas epistemológicas a la terapia familiar sistémica que invocaban el constructivismo de la obra de
Bateson. El monográfico de Septiembre/Octubre de 1988 de The Family Therapy Networker llevaba el
provocador lema de ¡Llegan los constructivistas! y en él aparecían contribuciones de algunas figuras
capitales del constructivismo en terapia familiar, tales como Karl Tomm, Steve de Shazer,
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 47 Carlos Sluzki o Lynn Hoffman. Resulta significativo que
una de las obras que marca la maduración del constructivismo como epistemología aplicada a la clínica
(Neimeyer & Mahoney, 1995) incluya una sección sobre perspectivas sistémicas y psicosociales con
contribuciones de Jay Efran, David Epston, Michael White y Guillem Feixas--precisamente este último ha
sido uno de los pioneros de la exploración de la conexión entre constructivismo y sistémica en nuestro idioma
(véase por ejemplo Feixas, 1991). También uno de los monográficos de 1991 de la Revista de Psicoterapia (nº 6-
7) dedicado a la terapia sistémica evidencia el giro constructivista en artículos de autores como Harlene
Anderson, Harold Goolishian, Harry Procter o Valeria Ugazio. El trabajo de esta última es un excelente
ejemplo de la tendencia que parece seguir la terapia familiar sistémica recientemente: la relativa
desvinculación de la Teoría General de Sistemas y la adopción de conceptos basados en el
construccionismo social. En este sentido, el título de la obra de McNamee & Gergen (1992) resulta
clarificador: La Terapia como Construcción Social. Esta perspectiva, asociada a posturas posmodernas en la
práctica terapéutica y en la reflexión intelectual, implica la redefinición de la psicoterapia como la
génesis intencional de significados y narrativas que puedan transformar la construcción de la experiencia de
los clientes mediante un diálogo colaborativo (Botella, 1999; Kaye, 1995). La reivindicación de la dimensión
semántica en la compresión de la interacción humana se puede considerar una reacción a la lectura
excesivamente pragmática de la terapia sistémica en su primera época. Por otra parte, el rechazo de los
conceptos mecanicistas subyacentes a la Teoría General de Sistemas y el re-descubrimiento de la importancia
de la dimensión histórica, narrativa y lingüística en terapia sistémica responden quizá a las mismas causas.
Este giro discursivo, semántico y narrativo es propio de toda la psicología contemporánea y, como
documentábamos en otro lugar (Botella y Feixas, 1998), ha sido destacado por autores como Bruner
(1990) en su denuncia al paradigma del procesamiento de la información por haber descuidado lo que
es más característicamente humano de tal proceso: la atribución de significado a dicha información.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 48 Las implicaciones del construccionismo social para la
práctica de la terapia familiar son, sobre todo, de orden epistemológico y ético, y sólo secundariamente técnico.
Si asumimos que la construcción de narrativas es la forma generalizada de atribución de significado a la
experiencia, podemos considerar a la familia como un grupo de (co)autores de tales narrativas, y al
terapeuta del mismo modo. La concepción tradicional de la psicoterapia desde el modelo médico ha
fomentado la práctica de la sustitución de la narrativa del cliente (familia o individuo) por la del
terapeuta, de forma unilateral y psicoeducativa. Tanto el psicoanálisis como las terapias conductuales y
cognitivo-racionalistas se dirigen a la iluminación del cliente por parte de un terapeuta investido del poder
curativo que le confiere su rol, convirtiéndose en manifestación de la ética intelectualista de la Modernidad
(Gergen & Kaye, 1992). La perspectiva constructivista y construccionista, por el contrario, se halla
vinculada a la posmodernidad y reconoce que la descripción lingüística de una realidad no se puede
confundir con dicha realidad, sustituyendo el criterio de verdad por el de utilidad. Aplicado al dominio de
las narrativas del self, esto implica que: Las historias sobre el propio self--sus fracasos, límites y
potencialidades--son esencialmente ordenamientos de palabras (generalmente asociados a movimientos
corporales). En este sentido, son candidatas al significado en el seno de uno o más juegos de lenguaje, de una o
más danzas culturales. Si han de ser útiles, es en los confines de una contingencia particular de ellas. Sólo
hay descripciones de la verdad en el seno de diferentes conversaciones, y ninguna de ellas constituye
una conversación privilegiada. (Gergen & Kaye, 1992, págs. 179-180). Por lo que respecta a la práctica
clínica, esta perspectiva convierte al terapeuta en un editor de las historias de la familia, que colabora con
ella en la construcción conjunta de una narrativa más bella, más optimista, con más significado, más
esperanzadora, más digna, más justa... pero no necesariamente más verdadera. La adopción de técnicas tales
como la actitud de no-saber o el uso de equipos reflexivos fomenta esta co-construcción de nuevas
narrativas y devuelve a la práctica clínica su dimensión más plenamente ética: dado que las creencias y
valores no pueden justificarse remitiéndose a su valor de verdad,
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 49 terapeuta/s y cliente/s deben aprender a hacerse
plenamente responsables de los postulados fundamentales desde los que escogen construir su historia: A la luz
de lo anterior, debería quedar claro que rechazamos la adopción de la reconstrucción o sustitución
narrativa como metáfora guía de la psicoterapia. Defendemos, por el contrario, la introducción del énfasis de
la narrativa y el pensamiento narrativo en un compromiso más amplio con la génesis de significado vía el
diálogo. Esto implica una re-concepción de la relatividad del significado, la aceptación de la
indeterminación, la exploración generativa de múltiples significados, y la comprensión de que no hay
necesidad de adherirse a una historia invariante o de buscar una definitiva. (Gergen & Kaye, 1992, pág. 181).
Por ejemplo, desde la perspectiva constructivista de la PCP hemos explorado repetidamente la utilización
terapéutica de las narrativas autobiográficas en grupos de ancianos (Botella y Feixas, 1991, 1993). De forma
coherente con los planteamientos del constructivismo y del construccionismo, en nuestros propios trabajos
(véase Botella y Feixas, 1993) proponemos como metas de este tipo de terapia (a) la promoción de la
autoconciencia, (b) la promoción de la autoapertura, y (c) la promoción de una visión alternativa de la propia
biografía. En consecuencia, las intervenciones del líder o líderes grupales se dirigen a fomentar un
cambio epistemológico (y no meramente conductual o cognitivo) en los participantes, facilitando el
reconocimiento de que existen múltiples interpretaciones para cualquier experiencia, y que la mejor es la
más predictiva y coherente con las demás narrativas y constructos personales. La aplicación del
construccionismo social a la psicoterapia conduce al mismo tipo de intervenciones, subrayando una vez
más el consenso potencial entre constructivismo y construccionismo. Como era de esperar, tal redefinición
de la terapia familiar no ha despertado un entusiasmo unánime entre los terapeutas familiares, y algunos
de ellos (por ejemplo Jay Haley o Salvador Minuchin) se oponen a la postura posmoderna
constructivista/narrativa por lo que ellos entienden que tiene de excesivamente igualitaria en cuanto a la
difusión del poder del terapeuta. En este sentido, como afirman Feixas y Miró (1993) citando a Anderson
& Goolishian (1988), es posible que el modelo sistémico se encuentre
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 50 … en una encrucijada entre aquellos que entienden
la organización familiar en términos de alianzas de poder y conductas encadenadas funcionalmente y los
que consideran la familia como un sistema de creencias compartido en el cual tiene sentido el síntoma.
(pág. 283). La confluencia en la evolución sistémica y cognitiva hacia posicionamientos posmodernos,
discursivos, narrativos, constructivistas y/o construccionistas constituye un panorama enormemente
fructífero para explorar posibilidades de integración entre enfoques compatibles. 6. Reflexiones Finales:
¿Cómo Continuamos? El proyecto de la Modernidad, con sus asépticas promesas de orden, progreso,
cultura, riqueza, racionalidad y bienestar creciente para (casi) todos, era un hermoso sueño del que nos ha
costado despertar. En este capítulo hemos intentado pasar revista, aunque sea sintéticamente, a algunas de
las tradiciones más significativas desde las que se han ido generando críticas a dicho proyecto, inacabado
según unos, liquidado según otros. Post-estructuralismo, post-positivismo, post-fundacionalismo y toda una
polifonía creciente de voces críticas que se definen por lo que son o por lo que han dejado de ser han
contribuido a que, en los inicios de un nuevo siglo y milenio, la crisis de legitimación de los fundamentos
culturales que caracterizaron a Occidente hasta bien entrado el siglo XX sea grave y profunda. Las
reacciones a la crisis de legitimación del proyecto de la Modernidad no se han hecho esperar. Anderson (1995)
menciona cuatro formas diferentes de posicionarse ante dicha crisis, que definen cuatro tradiciones y toda
una pléyade de movimientos socioculturales bastante reconocibles. Por una parte, el neocientifismo
racionalista basa su discurso en la deslegitimación de cualquier crítica posmoderna por considerarla banal,
filosófica, irrelevante, artificiosa y, en último término, ociosa. La pretensión de quienes se posicionan en su
seno es la de que la Ciencia y la Razón siguen intactas, y que finalmente revelarán la Verdad Absoluta
sobre cualquier fenómeno a pesar de los cantos de sirenas de la posmodernidad. El neotradicionalismo basa
su discurso en un regreso a los valores de antaño, que sus proponentes perciben como injustamente
maltratados por la crítica posmoderna. La Familia, la Patria, la Religión, la Disciplina, el
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 51 Sacrificio y otros conceptos de la misma órbita
semántica son los puntales de sus prácticas discursivas. Sin embargo, su definición de dichos conceptos
resulta a menudo tan excluyente y fundamentalista que no deja espacio para el diálogo sobre visiones
alternativas. El neorromanticismo implícito en movimientos como el de simplicidad voluntaria,
neohippismo, new age, neotribalismo o biorregionalismo representa un intento de superar la crítica
posmoderna retrotrayéndose incluso a etapas anteriores a la Modernidad. Su reivindicación de prácticas como
el downshifting, el regreso a los orígenes, la estética rural o abiertamente tribal… todo ello sugiere una
nostalgia reivindicativa de épocas idealizadas en las que (sólo aparentemente) todo era más simple. Por
último, el nihilismo absoluto de la celebración última del "no hay futuro" neo- o ciberpunk representa la cara
más llamativa, adolescente y comercializada de los efectos de la crítica posmoderna. Si bien no tan tenebrosa
como sus proponentes quisieran aparentar, ha copado a veces la atención del público llegando a confundirse
con la única reacción coherente a la posmodernidad. Sin embargo, aquéllos que desde posturas
neocientifistas, neotradicionalistas o neorrománticas acusan a la posmodernidad de fomentar el nihilismo
ocultan hábilmente que también sus posiciones preferidas son reacciones a la crisis de legitimación de
la Modernidad. En último término, la creciente acumulación de -ismos, con sus consecuentes estereotipos
cruzados y acusaciones mutuas corre el riesgo de llevarnos a lo que algunos autores ya denominan
guerras culturales. Desde nuestro punto de vista en este contexto quedan dos alternativas básicas como
huida del nihilismo. La primera es la de someter el contexto cultural posmoderno a un diagnóstico apocalíptico,
del tipo crisis de valores, llevarse las manos a la cabeza exclamando ¡dónde iremos a parar! y aliarse con
alguna de las tres primeras reacciones que comentaba en los párrafos anteriores. La principal dificultad de
tal estrategia es que, citando a Wittgenstein de nuevo, una vez se ha descubierto la trampa de un juego es
imposible volver a jugar a él pretendiendo que no se conoce el truco. Ignorar o descalificar el cuerpo creciente
de producciones culturales críticas con la Modernidad y desviar la mirada hacia otro lado parece difícil e
impropio de académicos e intelectuales. La segunda alternativa, por su parte, consiste justamente en lo
contrario; no sólo no desviar la
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 52 mirada sino abrir genuinamente el diálogo a la
pregunta ¿cómo continuamos? ¿Hacia dónde vamos (y cómo) ahora que la crítica posmoderna nos ha dejado
sin otro fundamento que el que sepamos constituir como fruto de nuestras propias relaciones y
conversaciones? Es en el contexto de esa segunda alternativa, claramente progresiva (vs. regresiva) respecto
a la crítica posmoderna donde se encuadra nuestra propuesta del pensamiento posmoderno constructivo y
del constructivismo relacional. El intento explícito de tales propuestas así como del resto de las que
componen este volumen es el de sumar nuestra voz al fomento de la recuperación de un sentido compartido
de dirección, o cuando menos el de contribuir a la producción de teorías generativas que abran espacios
para el diálogo, la reflexión y la acción conjunta en un momento de la historia cultural de Occidente que
parece invitarnos más a ser creativos y atrevidos que conservadores y cautos.
Introducción: Psicología y Pensamiento Posmoderno 53 Referencias Adams-Webber, J.R., & Mancuso, J.C.
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Las principales características del pensamiento posmoderno son:

Antidualista: Los posmodernos aseveran que la filosofía occidental creó dualismos y así excluyó del
pensamiento ciertas perspectivas. Por otro lado, el posmodernismo valora y promueve el pluralismo y la
diversidad (más que negro contra blanco, occidente contra oriente, hombre contra mujer). Asegura buscar los
intereses de "los otros" (los marginados y oprimidos por las ideologías modernas y las estructuras políticas y
sociales que las apoyaban).

Cuestiona los textos: Los posmodernos también afirman que los textos ―históricos, literarios o de otro tipo―
no tienen autoridad u objetividad inherente para revelar la intención del autor, ni pueden decirnos "que
sucedió en realidad". Más bien, estos textos reflejan los prejuicios y la cultura particular del escritor.

El giro lingüístico: El posmodernismo argumenta que el lenguaje moldea nuestro pensamiento y que no puede
haber ningún pensamiento sin lenguaje. Así que el lenguaje crea literalmente, realidad.
La verdad como perspectiva: Además, la verdad es cuestión de perspectiva o contexto más que algo universal.
No tenemos acceso a la realidad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a lo que nos parece a
nosotros.

Muchas personas piensan o cren tal vez que toodabia estamos en la


modenidad pero eso no es asi y esta termino concluyo en la segundo
guerra mundial.Quien le ajudico el nombre jhon liyotard y lugar que
tuvo inicio fua en California-Y porque es importante saber este hecho.
que estas en la modernidad pero eso no es asi la modernidad
vcomenzxo con rene descartes y termino enm rel año 1947
Cuuando era un estudiante de ScudariAa aferradoo al estuddio por las
cienciasw biologicas .Cuando yo estaba en la secudaria tomando
clases de biologia con un profesor chino apehidaaaado Chong Lara y
el me motivo a estudir y a investigar cosas que estan pasando en el
mundo. En donde existe una carencia de valos res que
fundamentales para el pogreso de humanidad.Es mi propia manera de
pensando en vez de avanzar cada dia que va pasando vamos en
retroceso. Y edsto noo es ahorita porque ya tiene demacoiiados años
el avanmdono del humanismo.-de las naturalezzza humana..Y luego
realice estudio de psicologia durante cuatro año .Fue ahi donde
aprrendi analizar el comportamiento del hombre y pude comprender
mas aun mi ebnnfermedad y asi pude darme .Qudres por mi propia cuenta pude
pogresdar y salir aflote logrando safarme de esa ankle demaciado pesada que me
smergia y me llena de una agusdtia terrible que no dejaba actuar con libertad absoluta.
de que m anera yo iba a reahibiblitaarme
Alberto es un jo0ven que tienme una discapacidad pero el no xse da por vencido y se ha
esforzzado en tener sus estudios universitarios dejandolos hace dos años. Ahora escribe
edste libro de pos modernismo.Que va a marcar la la pauta a ´poder nuevos libros mas
adelante.profrecionalñes en Colegios de una excelenmtwe calidad educativa.El estudio en
el i.e.s.t. de Altamira por largo tiempo.
Alberto.Fue en ese plantel que escribio sus primeros libros en donde da conocer sus
inquietudes y sus aspiracionewes que tiene en su vida.,sus pensxamiento a acerca del
mundo en q ue vimos ,y cual es lla postora drel ser humano en la posmordernnidad,
En aquellos mi inquietud era estudiar medixcinA pero por desgraci9a yo estaba baste
imposiblidtado fisicamente.Pero esoji la carrera de psicolovgia
La libertad hay ocacviones que se confunde con libertije.Nos da fuerza y poder pero todo
en demacia es malo porque ingnoramos las consecuenciaas futuras
Lops pueblos mas arraigados por la religines de cualquier idola son los mas pobres

Jamas dudes de tu capacidad cada cada que pasa descubrimos un talemnto y una
d4estreza y esa habiblidad de poder crear y contruir cosas utililes para nuestra vida.
que es novedoso npara nosotros mismos.

la ffellicidad ess gozo que dura unn lapdo de tiempo de nuestras vbvidas y nada mas y
en seegundl s fduua varios segundos de nestra vida.
hace varias decada en que viene hablando de ese concapto de calidad ya sea en el
trabajo en la mano de obra y hassta en los objetos adquisicvos que se commpran
que son de mala calidad hoy en dia. Porque hace saños atras se compraba una calidad
que era excelente hoy 4existe una desconfianza d7udosa y los productos de
calidad son muy costosos pero antes la diferencia dee camjbio era mminima a
comparavcion de nnuestras dias.La nueva era a dado un giro muy radical demaciado
grande has dar una inflacion en la econopmia mundial.

LOS EXPONENTES MAS IMPORTANTES DE LA NUEVA ERA

Las personas de nuestro caennnn en un estado de Amenecis en donde el recuerdo del


ayrer no abate .y el concepto fde amanesis significa recoleccoion " reminicencia y en
generalapunta a traer al presente los recuerdos del pasado, recuperar la información
registrada en épocas pretéritas. En Wikipedia, este término puede aludir:
Siendo es un movimiento de caracter intricico .El cual enmana del ser humano es la
misma esencia de la vida humana. y tiene vcomo funcion en concretizar en la moral que
cada moral civilizacion ha adoptando en su epoca ,o sea bien que va a valorar la vida
del y no es de una nueva concepcion de @page_princess11nuestro mundo. dentro de la
creacion federico niche nmos regala ("moral del rebaño9superhombre y dicha excprecion
es una de las peor entendidas ,y consecuencia,peor valoradas. que no atiende a ninguna
transedencia mas alla del hombrede la vida no hay Dios .Dice el que la vida del hombre
no se obra de Dios, ni la vida, quee es pura manifestacion sensible. ,lo que cuenta para
el, es el aqui y el ahora,esta vida que vivimosd que es manifestsacion de una voluntad de
poder
En unm sentido estricto la naturaleza de la voluntad del podre del mundo de la vioda de
un aspecto ontologico esta consebido como la uunica realidaad. que nos refiere su ser en
un sent9ido de concervacionacrecimiento de la vida humana. y la voluntad se objetiva
de la fijacion de un roll defivnido de valores que determinan la vida social y politica
Índice [ocultar]
1 En medicina y en enfermería
2 En nutrición
3 En filosofía
4 En psicopedagogía y psicología
5 En teología
6 En cultura la amanenecis puede representar una coonversacioon entre medico y
paciente en el realiza pregfuntas la historia clinica los habitos de vida para estsablecer
un diagnostico fasctico o copnfiablñe y seguro.,
Nietzsche: La voluntad de poder y El eterno retorno
Segun para federico Nietzscha que es un intento de explorar dicho, explicar el
estado de toda la vida humanaSCHOPENHAVER ESTABA DEMostrando el impulso
vital fundamentalen todas la criaturas es la voluntad de vivir y segun para Federico
N.afirmo que cualquier arriesguedeliberadamente su vida estaria negandola voluntafd de
viviren tal situacion,esa criatyiura demuestyrtaalgo fundamental la voluntasd de poder.
Mas de una vez me preguntaron.Q ue cual era elo color de la vida y respodi
.QWue la vida pose un Collor tan opaco que la relidad se distorciona por el
mismo pensamiento que virene didsrado con el temor que alguien nos escuche y no le
paresca .La realidad es masd csubjetiiva que concreta.El color de la vida tiene dos
mati8ces y dos caras
7Tromp arremren te con su propia pais al pretenndrer el servici8o medico a 28 mil
personas de escazoas recursos economicos.No es en contra de la comunidad latina sino
tambien en su propia nacion.
Sobre este tema.El twinter y como otros medios de comunnicacion se me impiddde cdar
una informasciopn completa ,sobre esta asdun gtromp.-No existe la libertad de
exprecion pensartia .

Trivalente AP Inyectable (Hidroxocobalamina, Tiamina y Piridoxina)


Una Guerra se aproxima.Por asuntos no se que idoole me pregunto .
La trerquedad de tromp en const6ruir el mundo en eminente sigue terco con esa idea
de construir ese muro.Aparentasndo un guerra fria con mexico.

Escatología (del griego antiguo éskhatos: ‘último’ y logos: ‘estudio’) es el conjunto de


creencias religiosas sobre las realidades últimas.1

Se divide en:

Escatología general o anteposhistórica (que quiere decir, antes del fin de la historia). Se
ocupa del destino final de la humanidad y del destino final del universo.
Escatología particular o posmortuoria. Se ocupa del estado del ser humano después de su
muerte.

he pretendo con este escrito en tratar el tema de un cultura que son mis conocimientos de una larga dedicacion
de estudios constantes los estoy compartiendo con Usted amigos mios Una tema bastante interesante que es el
posdernismo.
Ya afirmando lo que es la cosmovicion que es la creencia que una persona o un grupoi 5tiiene sobre la realidad o
sdea bien como es la manera de pervirla sien un con junto de presuposiciones o ansuncion que unm grupo de lde
gente sostiene y practica y mantiene sobre el mundo.Como funciona el unicverso segun Conrad Kottak lo llama
la forma cultural que tiene de percibir ,interpretar y de expplicar el mundo en que vivimos.
El ritmpo de la posmodernidad
Como es el pensamiento en el siglo xxi es mas egosentrista y nilista y que signififica nilismo )( pensar en estos
tiehilismo es un término que proviene del latín nihil, que significa “nada”. Se trata de la negación de todo principio
religioso, social y político. El término fue popularizado por el novelista Iván T
t Iván Turgenev
iempos yu fue acuñññaña dicho termino por elo filosogfo do por Federico Ni bnbnitche pos.,como va va
cambiando el pesamiento para empeorar y desahacer esa sinergia hhumana en de construir se va separando
poco a poco elo 4esfuerzo humano que estuvo unificado se va desaaaaciendo de manera pogresica.pero eso no
logra captar la humanidad.
que esxistia anteriormente ,no hay unidad .Ahora cada quiiwn lo lo suyo.Que exisan barreras en tre ambos pai
ses mexico y E.E,UU
Por comflicts ade racismo por un hombre quien no sanbe lo q1ue es la politica y la relacion internacionales." es
un tema tan criticado por todo el mundo.Poque antenta al valor y a la dignidad humana
se hacen
55 73 55 88 79, no te arrepentir+
llos caminos se hacen con voluntad y esfuerzo humano ,con ese impulso que damos y con esa energia que
rebabaza horizontes mas lejanos y para poder llweghar hasta ellos no es facil tanmn facil ,porqwue cuesta
un tyremendo sacrificio .
La gran mayoria de las personas toman los caminos de maneera tan espontanea sin pensarlo de una manera
detenisda sin pensar que consecuencias pueda sucreder ,no somos previsorios;nos mas actuan provocaNDO
DAÑOS que no tienen remedio alguno. mas fiaxciles tomando modelos de vida de otras personas que tienen
exito. Pero desconocren su origen
Y otras personas que el exito esta en tener dinero y esto es falso
o estoy en una equivocacion .La verdad si tomamos eorrecto un ejemplo la felicidad es una riqueza invaluable
,estando en paz consigoo mismo me doy poy bien servido..
que aun desconocenpero ´para poder riufar y tener un exito rotundo es algo que les nasca del alma.
sobrehumano.Como es evidente si cuando podemos y tenemos las ganas de sobresalir en la vida. los estudios
esa capacidad que nos permite ofrecer un verdadero trabajo de calidad y lo sabemos pero no lo hacemos parece
que tenemos fobia a los libros ,y creo que la gran mayoria lo tiene porque es mas adiccto a leer revistas que no
deja nada bueno, malas ideas tonas. la practica y mas si tenemos ese interes de sobresalir en nuestra vida
persona podemos triunfar en todos los aspectos . y lo que hacemos nosotros mismos con nuestras decisiciones
las cuales no deben ser apresuradas sino pensadas de manera prudente. Y con el tiempo las vamos cada y
travez de los años y con la marcha constante de nuestro trabajo se logra aprender mas cosas aun, y cada uno de
nosotros a cierta edad tomamos nuestra direccion o desiciones personales. y ccon el largos de los años .Pero
uno mismo si tiene esa voluntad tiwene esa capacidad de poder cear a su libre adveldeldrio todos las cosas
que soñamos.
Es por eso que recomiendo que debemos de creaarnos habitos y costumbrespara tener algo desde muy
tamprana edad .

labramos a travez de los años con nuestros esfuerzos tratando de


construir el mundo ideal .Y con nuestras accionnes que son dirigidas
por la mano de Dios gra cia el he logrado mis conquistas y esos suños
que lo he tranformado en una realidad .Una realidad hecho de
esfuerzo constantespalpable.Como haber publicado un Libro y luego
mas fue muy importante eso para mi esto me me motivo a crecer
todos los los dias.Con este ejemplar me di a conocer
puiblicamente.,en vverad que asi fue un exito.otro masque estan
llenas dde voluntad guiadas por nuestras inteligenxccia con esas
virtudews que cada ser humano pósee en el alma y que uno trata de
explotarlas a travez de los años las externa de uina manera tan
espontaneas :Es cuando demuestra su propia capacidad para actuar
con eficacia.--Debemos usar nuestro criterio personal. con el proposito
de conducirnos aun mejor cada dia que pasa .En dobde la busqueda
es permante. ,por encontrar ese sueño que uno anhela de nuestras
vidas..
Yo hice el intento de buscar Dinero solamente.Pero me di cuenta que
dinero es importante en muchos casos de la vida.Mucha gente lucha
pero si dan golpe alguno y hay otras personas quienes ganan lo
sufivcientee bien peron de lo gastan esa una obsecion tan negativa de
comprar por comprar para trener mas que nada lpara algunas cosas y
bno para todas pero si nos puede ser servir para llevar un estilo de
calidad .as buenas relaciones ,buenos amigos y buenas amistades
acomodadas es unma de las claves pppara tener ese exito que para
mi significa dinero y poder sobre aquellas personas genntes hacen lo
mismo pero otrros metodos y tecinicas que estan en los libros de
renobrados eempresarios que son famosos

Este Libro .Les puedo narrar como fue esfuerzso humano para poder
alcanzar mis aspiraciones que pasan por mi mente a cada instante de
mi vida .Como un hijo de familia , como un estudiante y como asi
tambien un hombre entuciassta quien mira a la vida como un aplio
terreno en donde debemos debemos de caminar de manera prudente
vigo rosa y usando la inteligencia .Yo creci lleno de voluntad y con
una fe tremenda para vencer barreras y tanta gente se pregunta
como lo logre ,con muchos sacrifiocios y todos los sueños que tenia
trabajando por ellos .
Yo creo . Que los sueños algunos se esfuman y otros es una parte
de nuestras vidas .Pero sueños para se haga una realidad debemos de
tomar una gran desicion hasta llegar a la maeta deseada por uno
mismo.
Yo me dí ha conocer por medio de mis escritos con ese entuciasmo y
con ese carater que yo proyectaba cuando yo era estudiante de
filosofia .Cuando comprendi que la edad no importaba para proseguir
estudiando n la universidad.Porque yyo pensaba que no capaz de
convivir con jovenes que les llevaba mas de 35 años de edad. Yo creia
que estaba mal y comprendi que la edad no importa para proseguir
preparadose. y por ser un estudiante no tan estdioso pero fuyi a
buenos ccccccolegios de paga de los mejores de la ciudad de
Tampico.Y casi siempre estuve besado por la unive rsidades de la
region tamaulipeca Me conocen por Beto Ahora que termine mi
ultima carrera de filosofia me doy por satifecho ,yo creo que esta
oporunidad no se dan a nadien y una gfgente bendiosa me saco de
estudiar pues ni modo mi vida continua sembrando exitos porque no
me doy vencido
Irenismo, en filosofia refiere a una forma de relativismo que se infiere desde el consenso
y la participación. La pacificación es el presupuesto necesario en la relación de los
congéneres aunque estos no estan obligados al descubrimiento de la verdad. El sofisma
estructura sus presupuestos discursivos de esta forma.

Autor: Anónimo
Valóralo aquí
El irenismo es algo parecido; ¿eirene¿, en griego, significa ¿paz¿. Una actitud irenista es
la de aquel que intenta crear o conservar la paz por la vía fácil de evitar las
confrontaciones. Es algo así como una tolerancia irresponsable y más bien cómoda

Autor: Anónimo

Yo deseba sert un escritor reconovcido en Ciudad natal de Tampico. y desde hace por
buen tiempo tenia esa gran ilucion de poder trasmitir esas ideas de superacion y de
aliento a esas gente qure se seanjh dado por vencidos con gran facilidad por las
circuntancias tan adversas de la vida.No es tan fsaacil vencer a tu rival no existen esda
voluuntad tuya por bsobresalisalier emnm en tu viada.
Descansa
Alberto
ok
Visto por Josefina Collado Zurita a las domingo 23:41
18:21

Alberto un ansiano con demaciada experiencia me conversaba a diariio su sabias


an3ectotas y experiencias .Que uno pone esa atencion de los consejos de los adultos
"qque cada se aprende algo nuevoo de esas gentes que nos tra nsmiten sabiduria.
Como si fuera un gran luz de un faro que no guia el camino correto.
bUSCA EN TU INTERIOR LO MAS VALIOSO QUE PUEDE TENER EXISTENCIA EN TU
VIDA, Y JAMAS CLAUQUES ,BUSCA, BUSCA Y BUSCA .Mucha gente cree en la suerte
para jamas que en superior quien le va ofrecer esa riquezxza espiritual que se supone
que se handa b8uscandoEXISTE EN TYI.+
No busques cargas ecxcternas.
Somos los arquuitectos de nuestra prpopia existenvcvia.
de la humanidad quienes hemos buscado durante años el saber del

entendimiento.

y nuestros pensamientos de esas mentes quien nos conducen por la via

del bien comun. .

. 197779idea
Lunes 12 de julio de 2017
En la Ciudad de Tampico ,tamalipas.Mexico
Esta Obra fue escrita en la C iudad de Tampico .Por Alberto Javier Oropeza
BNorrego.

Es un gran reto actual para la iglecia una nueva forma esppiritualidad misticaaaa
por Por:Raul Berzosa
la nueva era se le conmoce tambien como the new age y sus seguiidores dde esta
corriente lo llaman " La era de AAAAAcuario " y Edad de Oro.
sus origenes

a
Los tes Maestros de la sospechaApareciendo por primera vez
Marx.Feud .Nitzsche1965 v RICOEUR DIO QUE LA La dominacion la
escuela de la isospecha y elos consideraronpor la reprecion del
inconciente y nitche por el recentimiento debilnterpretacion
El hombre posmoderno se olvidado de su paso y de su origen y cae
tambien en un individualismo y diciendo que toas las cosas las puede
hacer el. Pero esto es algo imposible porque se requiere una
organizacion social .Estos cuatro Filosofos sospechanban de la
concienciase podria determinar que´sospechaban de la
moral.especifimente de la moral cristiana En donde era unas moral
ipocrita que como unn disfras para ocultutar las verguenzas
determinadas tendencia o interesesocultos y a menudo inconcientes
ibnconfesablesY esto se da sospecha tenian algop de verdad Los
seresd humanos que tienew sobre la realidad o sea como la persiben
Documento escrito por la Sante sede sobre la Nueva Eras Por Gorge Rivero

• Es un poderoso impulso de un mooviento religioso que ttiende a sustuir a


DiosEsta energia es con el proposito para poder lograr la Auto reallizacion yt
con esta proposito de nuevas creencias y ideologia en la nueva era en que se
enhcuentran vinculadas los siguientes temas.Angelogia ,Adivinaciones
,conmnovimientos ancentraless,Energia,Metafisica,ibros Sagrados
La nueva era es un movimiento religioso que por lo general sustituye a Dios por ".
Esta energía se pretende utiliñar para lograr la auto realiñación. Con este fin cada
cual adopta creencias y prácticas de entre una multitud de posibilidades
derivadas de todas las religiones existentes y de nuevas ideas que surgen
continuamente. La nueva era se encuentra con frecuencia vinculada con los
siguientes temas: Angelología, Autoayuda, Adivinación, Conocimientos
Ancestrales, Energía, Espiritualidad,

Definición y Críticas de Posmodernidad según Autores

Jürgen Habermas
Este autor ha sido el principal crítico de las nuevas corrientes posmodernas. Para este
autor, la posmodernidad en realidad se presenta como antimodernidad. Él define a los
posmodernistas como 'jóvenes conservadores' y dice que estos recuperan la experiencia
básica de la modernidad estética; reclaman como suyas las confesiones de algo que es
subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta experiencia dan
un paso fuera del mundo moderno. Este autor defendía la diversidad de las diferentes
culturas bajo el primado de los derechos humanos como base normativa de "una vida
libre de dominación". Ello supone llevar a cabo una segunda Ilustración de la
modernidad, que corrija sus fallos, al tiempo que preserve sus logros ciudadanos y
democráticos.

Jean-François Lyotard
Este autor criticó la sociedad actual posmoderna por el realismo del dinero, que se
acomoda a todas las tendencias y necesidades, siempre y cuando tengan poder de
compra. Criticó los metadiscursos: idealistas, iluministas, el cristiano, el marxista y el
liberal, incapaces de conducir a la liberación. La cultura posmoderna se caracteriza por
la incredulidad con respecto a los metarrelatos, invalidados por sus efectos prácticos y
actualmente no se trata de proponer un sistema alternativo al vigente, sino de actuar
en espacios muy diversos para producir cambios concretos. El criterio actual de
operatividad es tecnológico y no el juicio sobre lo verdadero y lo justo. Defendía la
pluralidad cultural y la riqueza de la diversidad.

Andreas Huyssen
Para este autor, existe una relación entre modernismo estético y el posestructuralismo
(que es una variante de modernismo confiado en su rechazo de la representación y la
realidad en su negación del sujeto, la historia, etc.) Este autor defiende que la cultura
posmoderna debería ser captada en sus logros y sus pérdidas, en sus promesas y
perversiones e intenta defender con sus obras (Dialecta Escondida, Guía de la
Posmodernidad...) que si las vanguardias intentaron cambiar el mundo, más lo hizo la
tecnología, la industria cultural. El surgimiento de la cultura posmoderna se debió a las
nuevas tecnologías que se apoyan en el lenguaje: los medios de comunicación y la cultura
de la imagen. Según Lyotard, las tecnologías comunicativas han producido una sociedad
de la información.

Gianni Vattimo
Para Vattimo, hemos entrado en la posmodernidad, una especie de ‘babel informativa’,
donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central. La posmodernidad
marca la superación de la modernidad dirigida por las concepciones unívocas de los
modelos cerrados, de las grandes verdades, de fundamentos consistentes, de la historia
como huella unitaria del acontecer. La posmodernidad abre el camino, según Vattimo, a
la tolerancia, a la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las
cosmovisiones filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al pensamiento
débil, a una modalidad de nihilismo débil, a un pasar despreocupado y, por consiguiente,
alejado de la acritud existencial. Para Vattimo, las ideas de la posmodernidad y del
pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario
multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y
relaciones. Con base en el trabajo de ese autor se han realizado múltiples trabajos en la
teoría de los medios de comunicación en la posmodernidad.

Rosa María Rodríguez Magda


Para esta autora, si la posmodernidad postulaba el fin de los Grandes Relatos, ahora
habríamos entrado en una nueva etapa que denomina Transmodernidad, caracterizada
por la aparición de un nuevo Gran Relato: La globalización. Este paradigma debe
recuperar los retos de la Modernidad, asumiendo las críticas posmodernas. Su teoría se
inscirbe en la línea de las aportaciones realizadas por Baudrillard, Bauman y Zizek.
Publicado por Eloy Martinez Hernandez en 16:56
Etiquetas: Antimodernidad, Metadiscursos, Metarelatos, Transmodernidad
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Son muy las personas que saben quue es la Epoca posmoderna es llamada tasmbien la nueva era
the new age que tuvo sus comienzos en la segunda guerra mundial.
Muchas personeas piensan que estas en la modernidad pero eso no es asi la modernidad vcomenzxo
con rene descartes y termino enm rel año 1947

Cuuando era un estudiante de ScudariAa aferrado a ser una persona con una
vicion demaciasdoo profunda sobre la vida y bastante dedicado al estuddio desde
muy pequeño desde su infanciapor las cienciasw biologicas en aqyuellos tiempos
de mi kjuventud y fue una epoca verdaderando muy bonita que todabia la
recuerdo hoy en dia. .Cuando yo estaba en la secudaria en la Secudaria
Cervante en la ciudad de tampico., tomando clases de biologia con un
profesor DE DESENCIA JAPOnesa y otyros profesor apehidado cento quienes eran
muy dedicados a la educacion en el Colegio Cervantes.Y fue en erl año 1977
,cuando cursabe el segundo año de Secun daaria.chino apehidaaaado Chong Lara
y el me motivo a estudir y a investigar cosas que estan pasando en el mundo. En
donde existe una carencia de valos res que fundamentales para el pogreso de
humanidad.Es mi propia manera de pensando en vez de avanzar cada dia que
va pasando vamos en retroceso. Y edsto noo es ahorita porque ya tiene
demacoiiados años el avanmdono del humanismo.-de las naturalezzza
humana..Y luego realice estudio de psicologia durante cuatro año .Fue ahi donde
aprrendi analizar el comportamiento del hombre y pude comprender mas aun
mi ebnnfermedad y asi pude darme .Qudres por mi propia cuenta pude pogresdar
y salir aflote logrando safarme de esa ankle demaciado pesada que me smergia
y me llena de una agusdtia terrible que no dejaba actuar con libertad absoluta.
de que m anera yo iba a reahibiblitaarme

Alberto es un joven que tiene una discapacidad pero el no se da por vencido


gfacilmente ,porquue cquiza el vivio una infacia baste ddifijicil cre el por e´l se
aferra a laa vida y logra sus objativos mas aun cada vez apremientes.Todo su
juventud se dedico a superarse para ser una persona independiente. casi
siempre .y se ha esforzzado en tener sus multiples estudios en la universidades
dre de tampico. Y grzacias a esos estudios adquiridos a cada dia que transurre
se supera mas aun.

Ahora escribe edste libro de pos modernismo.Que va a marcar la la pauta en su


xistenmcia que hace impulsarse por si mismo a indigar el temas del posmodertmismop
con una tremenda pacion.-a ´poder nuevos libros mas adelante.profrecionalñes en
Colegios de una excelenmtwe calidad educativa.El estudio en el i.e.s.t. de Altamira por
largo tiempo.
Alberto.Fue en ese plantel que escribio sus primeros libros en donde da conocer sus
inquietudes y sus aspiracionewes que tiene en su vida.,sus pensxamiento a acerca del
mundo en q ue vimos ,y cual es lla postora drel ser humano en la posmordernnidad,
En aquellos mi inquietud era estudiar medixcinA pero por desgraci9a yo estaba baste
imposiblidtado fisicamente.Pero esoji la carrera de psicolovgia
La libertad hay wen ocacviones que se confunde dicho concepto con un libernaje que ser
humano se apodera de esa libertad confundida enm el siglo xxi se incremkenta al ver4
una gran debliodad de los valores de cada ppersona. con libertije.Nos da fuerza y poder
pero todo en demacia es malo porque ingnoramos las consecuenciaas futuras
Lops pueblos mas arraigados por la religines de cualquier idola son los mas pobres
/
Jamas dudes de tu capacidad cada cada que pasa descubrimos un talemnto y una
d4estreza y esa habiblidad de poder crear y contruir cosas utililes para nuestra vida.
que es novedoso npara nosotros mismos.

la ffellicidad ess gozo que dura unn lapdo de tiempo de nuestras vbvidas y nada mas y
en seegundl s fduua varios segundos de nestra vida.
hace varias decada en que viene hablando de ese concapto de calidad ya sea en el
trabajo en la mano de obra y hassta en los objetos adquisicvos que se commpran
que son de mala calidad hoy en dia. Porque hace saños atras se compraba una calidad
que era excelente hoy 4existe una desconfianza d7udosa y los productos de
calidad son muy costosos pero antes la diferencia dee camjbio era mminima a
comparavcion de nnuestras dias.La nueva era a dado un giro muy radical demaciado
grande has dar una inflacion en la econopmia mundial.
Definición y Críticas de Posmodernidad según Autores

Jürgen Habermas
Este autor ha sido el principal crítico de las nuevas corrientes posmodernas. Para este
autor, la posmodernidad en realidad se presenta como antimodernidad. Él define a los
posmodernistas como 'jóvenes conservadores' y dice que estos recuperan la experiencia
básica de la modernidad estética; reclaman como suyas las confesiones de algo que es
subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta experiencia dan
un paso fuera del mundo moderno. Este autor defendía la diversidad de las diferentes
culturas bajo el primado de los derechos humanos como base normativa de "una vida
libre de dominación". Ello supone llevar a cabo una segunda Ilustración de la
modernidad, que corrija sus fallos, al tiempo que preserve sus logros ciudadanos y
democráticos.

Jean-François Lyotard
Este autor criticó la sociedad actual posmoderna por el realismo del dinero, que se
acomoda a todas las tendencias y necesidades, siempre y cuando tengan poder de
compra. Criticó los metadiscursos: idealistas, iluministas, el cristiano, el marxista y el
liberal, incapaces de conducir a la liberación. La cultura posmoderna se caracteriza por
la incredulidad con respecto a los metarrelatos, invalidados por sus efectos prácticos y
actualmente no se trata de proponer un sistema alternativo al vigente, sino de actuar
en espacios muy diversos para producir cambios concretos. El criterio actual de
operatividad es tecnológico y no el juicio sobre lo verdadero y lo justo. Defendía la
pluralidad cultural y la riqueza de la diversidad.

Andreas Huyssen
Para este autor, existe una relación entre modernismo estético y el posestructuralismo
(que es una variante de modernismo confiado en su rechazo de la representación y la
realidad en su negación del sujeto, la historia, etc.) Este autor defiende que la cultura
posmoderna debería ser captada en sus logros y sus pérdidas, en sus promesas y
perversiones e intenta defender con sus obras (Dialecta Escondida, Guía de la
Posmodernidad...) que si las vanguardias intentaron cambiar el mundo, más lo hizo la
tecnología, la industria cultural. El surgimiento de la cultura posmoderna se debió a las
nuevas tecnologías que se apoyan en el lenguaje: los medios de comunicación y la cultura
de la imagen. Según Lyotard, las tecnologías comunicativas han producido una sociedad
de la información.

Gianni Vattimo
Para Vattimo, hemos entrado en la posmodernidad, una especie de ‘babel informativa’,
donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central. La posmodernidad
marca la superación de la modernidad dirigida por las concepciones unívocas de los
modelos cerrados, de las grandes verdades, de fundamentos consistentes, de la historia
como huella unitaria del acontecer. La posmodernidad abre el camino, según Vattimo, a
la tolerancia, a la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las
cosmovisiones filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al pensamiento
débil, a una modalidad de nihilismo débil, a un pasar despreocupado y, por consiguiente,
alejado de la acitud existencial. Para Vattimo, las ideas de la posmodernidad y del
pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario
multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y
relaciones. Con base en el trabajo de ese autor se han realizado múltiples trabajos en la
teoría de los medios de comunicación en la posmodernidad.

Rosa María Rodríguez Magda

ERA fin de los metarratoss y asi entrando en una nueva Era que se le denomina transfmodernidad de se
caracteriza mas que nada por la aparicioon de un nuevo Gran Relato.La GlobalizacionEste paradigma debe de
su'perardebe de superar los restos de laq Modernidad,asumiendo criticas posdmodernas.Susd teoria incribe en
la publicacion blínea de las aportaciones realizadas por Baudrillard, Bauman y Zizek.
Publicado por Eloy Martinez Hernandez en 16:56
Etiquetas: Antimodernidad, Metadiscursos, Metarelatos, Transmodernidad
No hay comentarios:
------------------ 197779idea
Lunes 12 de julio de 2017
En la Ciudad de Tampico ,tamalipas.Mexico
Esta Obra fue escrita en la C iudad de Tampico .Por Alberto Javier Oropeza BNorrego.

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