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VINCENT PRICE
“LA OPINIÓN PÚBLICA”
Price hace un recorrido para ver como se llega a lo que conocemos hoy por Opinioó n
Puó blica.
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Tambieó n surge un nuevo concepto que es CIUDADANO que es una minoríóa porque
quienes podríóan opinar sobre los asuntos puó blicos eran quienes teníóan conocimiento.
A lo largo del siglo XVIII empezaron a florecer los cafeó s, salones, etc. Sitios de reunioó n
donde la argumentacioó n reemplazoó la autoridad conferida por un tíótulo (elite). Era
libre intercambio de informacioó n y críótica. Asíó, la opinioó n puó blica comenzoó a
consagrarse como autoridad políótica.
Esto, sin embargo, no significoó tanta igualdad como uno pudiera suponer, ya que los
gobernantes y elites, vieron en la opinioó n puó blica una forma de legitimar sus objetivos,
en conocerla e influirla fue en lo que se abocaron a partir de este momento.
Si bien la concepcioó n de OP parte de estos albores, tambieó n influyeron en la
concepcioó n actual escritos posteriores a la democracia representativa, como los de
teoó ricos UTILITARISTAS. De acuerdo a esta corriente la OP esta mejor definida como
la reunión de intereses de los hombres de una comunidad. En este sentido apelan
a que los individuos quieren satisfacer sus propios intereses y que siendo los intereses
de todos dispares deben armonizarse, naciendo la idea de gobierno de la mayoríóa.
Aunque sabemos que esto deja a las minoríóas no escuchadas.
Hacia el siglo XIX la OP se encontroó con los crecientes anaó lisis sistemaó ticos y el
empirismo, donde los escritores estaban intrigados por la “nueva fuerza” de la OP en la
sociedad, que parecíóa ir ganando poder y expandirse. En la uó ltima parte de siglo ya se
comenzaba a investigar sobre la conducta imitativa y el contagio emocional de las
multitudes.
Aquíó empiezan a haber maó s implicaciones socioloó gicas y psicoloó gicas con la OP, que de
corte políótico o filosoó fico. Ahora se empieza a orientar sobre aspectos sociales y
conductas.
A comienzos del siglo XX aparecieron diversos miedos y preocupaciones relativas a la
OP y el puó blico. Relacionados a la tiraníóa de la mayoríóa, la propaganda o persuasioó n de
masas y hacia una sutil dominacioó n por parte de las elites minoritarias.
1) Se haboó de falta de competencia del puó blico respecto a la capacidad para dirigir
asuntos puó blicos. Ellos no se interesan por todos los asuntos ni actuó an o se enteran de
todos ellos. Las personas en general no tienen mucho intereó s en la políótica.
2) Críóticos posteriores hablaron de falta de recursos, es decir, no es que el puó blico
fuera incompetente, sino que maó s bien habíóa una falta de meó todos eficientes para la
comunicacioó n puó blica. Pensemos en los medios de comunicacioó n de masas, como
propaganda, radio, y maó s recientemente TV, que son formas de comunicacioó n
unidireccionales.
3) Un peligro en el que se ha hecho hincapieó es en la tiraníóa de la mayoríóa. Donde las
personas que no se sienten representadas por lo que piensa la mayoríóa, terminan en
una “espiral del silencio” por la presioó n que se ejerce sobre ellos. Y sus intereses pasan
desapercibidos.
4) Tambieó n fue importante la susceptibilidad del puó blico a la persuasioó n. En otras
palabras, a los llamamientos altamente emocionales y no racionales. En este sentido
han sido de amplio anaó lisis los regíómenes fascistas.
A lo largo del siglo XX aparecieron las investigaciones funcionalistas preocupadas por
la persuasioó n y la OP, las investigaciones “administrativas” dirigidas por elites que
queríóan aprender a persuadir a las masas.
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5) En este sentido, una uó ltima problemaó tica a resaltar es el dominio de las elites.
Aunque algunos temieron en demasiado poder en manos del puó blico, a muchos otros
les preocupoó que sea demasiado poco.
A partir de los medios masivos, se puede ver como por ejemplo, la poblacioó n
americana habíóa sido convertida por los medios de comunicacioó n de masas en un
“mercado” que consume, maó s que un puó blico que produce ideas y opiniones.
EL CONCEPTO DE PÚBLICO
Los primeros e incluyentes tratamientos del puó blico fueron concepciones que
identificaba a la OP como bastante proó xima a la conducta colectiva, y la enfocaba
baó sicamente explicando la naturaleza socioloó gica del puó blico como un grupo
estructurado imprecisa y transitoriamente.
Se presta una especial atencioó n al concepto de ASUNTO, “al debate de un asunto”. En
este sentido, el puó blico se forma a traveó s del tiempo, por medio de argumentos
espontaó neos, discusioó n y oposicioó n colectiva respecto a un asunto. Hay puó blico porque
hay un problema y hay OP porque hay un debate.
Hoy en díóa se puede decir que se equipara maó s a la OP a una unioó n de opiniones
individuales, lo que intenta medir el sondeo de opinioó n. La aparicioó n de las encuestas
de OP y los sondeos en el siglo XX tuvo consecuencias, redirigieó ndose los intereses
ampliamente socioloó gicos y colocando los problemas de medicioó n a escala individual
en el centro del campo.
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El puó blico va mutando de acuerdo a los asuntos que estamos debatiendo, de acuerdo al
grupo en el que nos movemos o en la realidad en la que vivimos. PERO LOS MEDIOS
SON LOS QUE PLANTEAN LOS TEMAS DE DEBATE, LOS ASUNTOS.
La concepcioó n de OP hoy en díóa estaó asociada a la suma de opiniones individuales.
Cuando comparamos esta nocioó n con las que prevalecíóan a principios del siglo XX, el
contraste es impresionante. La OP era considerada como una clase especial de
producto social, no como una coleccioó n de OP diversas, sino como la opinioó n de un
puó blico.
Los miembros del puó blico no tienen status fijos, el puó blico es una especie de grupo
amorfo cuyo tamanñ o y nuó mero de miembros varíóa seguó n el asunto.
La diferencia central del PUÓ BLICO con la MULTITUD Y LA MASA es la racionalidad.
* MULTITUD:
Entonces una multitud es baó sicamente un grupo de personas que se reuó nen por una
emoción compartida y desaparece cuando esta termina.
Caracteríósticas:
1. El anonimato: esto relaja las limitaciones que sienten las personas.
* MASA:
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Conjunto de individuos que son diferentes, independientes, anoó nimos y que actuó an en
respuesta a sus propias necesidades.
Se distingue por haber una interaccioó n y comunicacioó n entre sus miembros muy
pequenñ a, es un concepto asociado a los medios de comunicacioó n de masas, y al puó blico
como un ente pasivo que recibe la informacioó n maó s bien de forma unidireccional.
Ademaó s, la masa es HETEROGENEA, e incluye personas de todos los estratos de la
sociedad y de todas las profesiones.
Tambieó n es muy dispersa geograó ficamente, lo que alimenta esa falta de comunicacioó n
entre los miembros.
La masa se distingue en varias formas de la multitud y el puó blico: Estaó maó s organizada
que la multitud o el puó blico, y sus miembros son incapaces de actuar concertadamente.
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- Fase de valoracioó n (se realizan evaluaciones de la efectividad de la políótica llevada a
cabo)
Por otro lado, el puó blico cambia de tamanñ o. Cambia tambieó n en su composicioó n.
Distinguimos los actores son aquellos que intentan influir en el curso de los asuntos
políóticos. Se dan cuenta de los problemas, proponen soluciones, e intentan persuadir a
los demaó s de su punto de vista.
Los espectadores componen la audiencia de los actores, siguiendo sus acciones con
diversos grados de intereó s y actividad.
La distincioó n entre actores y espectadores es confusa puesto que hay una mezcla de los
dos tipos de conductas: los actores de un determinado asunto son espectadores en
otro, y los hombres pasan continuamente de uno a otro lado.
Burocraó ticas
Grupo de intereó s
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Comunicacioó n (que incluye no solo a los medios sino tambieó n a los líóderes de
opinioó n).
CONCEPTUALIZACIÓN DE OPINIONES
OPINIONES Y ACTITUDES
Los teó rminos opinioó n y actitud se utilizan, a menudo, de forma intercambiable.
Pero, ambos ocupan posiciones conceptuales de alguna forma diferentes en tres
maneras:
1. Las opiniones se han considerado habitualmente como observables,
respuestas verbales ante un asunto o cuestioó n, mientras que una actitud es una
predisposición secreta o una tendencia psicoloó gica.
Así se considera a las actitudes más bien como la materia prima, los bloques de
construcción, esquemas, orientaciones posiblemente permanentes favorables o
desfavorables en respuesta a algo. Y sobre esto se forman las opiniones.
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LOS VALORES, ACTITUDES E IDENTIFICACIÓN DE GRUPO, todos se refieren a
estructuras de información que reflejan diferentes aspectos del proceso de información
que puede influir en la expresión de opiniones.
- Valores: son creencias evaluadoras, respecto a lo deseable, sea como un fin o como un
estado. Son pautas que guían la acción personal.
- Identificaciones de grupo: están relacionadas al autoconcepto, que en gran medida se
da en las diversas identificaciones de grupo de la persona. Estos conceptos generan una
identidad social, compuestas de creencias sobre la propia pertenencia a varios grupos o
categorías sociales (soy católico, soy padre). Esto se relaciona a la OP ya que uno puede
implicarse o no en un determinado asunto público por sus pertenencias de grupo.
CAPITULO 5
Los aspectos colectivos e individuales de la OP nunca se han podido separar faó cilmente
en la investigacioó n.
Ha habido sin duda un cambio general de la postura colectiva a la individual, como un
alejamiento de nociones abstractas y difíóciles de investigar. Se busco una aproximacioó n
maó s manejable con una muestra representativa de opiniones individuales.
La mayoríóa de los investigadores actuales reconocen el valor de los datos de opinioó n de
nivel individual conseguidos a traveó s de investigaciones de sondeo como un uó til
primario para estudiar la OP. Sin embargo no se puede dejar por fuera el amplio
proceso colectivo dentro del cual las opiniones individuales se forman y expresan.
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Hay discusiones informales, dispersas y no demasiado frecuentes entre miembros
individuales del puó blico.
Los grandes puó blicos requieren medios de intercambio de ideas maó s sistemaó ticos y
existe una dependencia de los medios de comunicacioó n y sus intermediarios.