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gompetencta
comiJnicativa
v ensenanza
delalengua

CarlosLomas
AndrésOsoro
D AmparoTusón
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Q-zazá.¡
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Paidós
PAPELESDE PEDAGOGIA/ 13 Carlos Lomas
Andrés Osoro
l E. Barrdgán - La eilucación sexual. Guía teórica y práctica Amparo Tüsón
2. E. Basseáasy otros - Intentención educatfud y di'agnóstico
psicopedagógico
3 . J. Delval - Crecery Pensar
4 . C. Coll - Psicobgla Y cutículum
5 . E. del Río - Formación Y emPlec
o . I. Tnlla - Et profesor y los valores controvertidos
7. P. Tschorne y otro s - Paáres y madres en la escuela
8. J. Ferrés - Vídeo y educación
Cienciasdel lenguaje,
L. Molina y N. Jirrrénez - kt escuela infantil competencia comunicativa
10. F. Hernández v J. M. Sancho - P¿r¿enseñarno basta con y énseñanzade la lengua
saber la asignatura
11. F. Imbernón - La fotwiación del profesorado
12. M. López Melero y J. F. Gterrero - I"ecturassobre
integración escolar Y social
13. C. L.-omas,A. Osoro y A. Tusón - Ciencias del lenguaie,
competencil comunicatiua y enseñanza de la,lengua
14. C. Lámas y A. Osoro (compiladores) - El enfoquecomu-
nicativo de In enseñanza de la lengua
15. A. J. Colom y J.-C. Mélich - Despuésile la modemidad
1ó. J. A. Jordán - kt escuelnmulticuhural
17. J. Franch y A. Martinell - Animar un proyecto de educa-
ción social
18. J. Ferrés - Telettisióny eilucación
1,9. C. Maza - Aritmético y representa.ión
20, J. M. Calvo - Educación y filasofía en el aula
21. J. M. Esteve - El mnlestar docente
22. J. F. Guerrero - Nuevas perspectivas en la educación e in-
tegración de los niños con síndtome de Down
23. L:Sánchez C orral - Literatula infantil y lenguaje literario
24. J. Parejo - Comunicación no verbal y eáucación
25. C. Izquierdo - I'a teunión de profesores
2ó. A. Válquez Bronfman e I. l/artínez - I'a socialización en
la escuela
29. J.-C. Mélich - Antropología simbólica y acción educatipa
30. J. M. Puig Rovira - In constn'rcción de fuipersonalidad
tÍ)raL
3 1 . F. Bello - El comentario il'e textos üterarios
L. Molina - Participar en contextos de aprendizgie y desa-
rrollo
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(iirrr,i,í$, .; SUMARIO

Prólogo 7
Introducción 11
El estudio de la lengua l6
l. Estructuralismo,generatiüsmoy enseñanza
Cubierta de Ferran Cartes de la lengua 23
Los enfoques pragmáticos, sociolingúísticos y
1."edición, 1993 cognitivos 29
1."reimpresión,1997 2.1. La pragmática: juegos de lenguaje, actos
de habla y principio de cooperación 3Z
Ouedan risúosamenre prchibid6, ín l¡ auroriación escnra de Io. riluláre= del 2.2. Entre la antropología y la sociología:
.coDrishi,,.baio 16 errablecidA en.la'_leye".la ¡ep, odu..,on rotalo pd.-
'ancro¡es melo.loo prcceormenlo,.Ómpreno)qos ra reprogEna
c¡al de esla obE Dorcualqu'er sociolingúística, etnografía de la
y el rraramierc,i;lomari-co. \ lá di'ribution de eicmPlares de ella medianre álqurler
o presramo puoncos. comunicación, etnometodología e
interaccionismo simbólic<.r
2.3. Lingüística del texto, an¡álisisdel discurso,
@ de todas las edicionesen castellano, sociolingüística interaccional, semiótica
Ediciones Paidóslbérica, S. A., textual 42
Mariano Cubí, 92 - O8O2lBarcelona 2.4. Psicología del aprendizaje y psicolingtiística 52
y Editorial Paidós,SAICF,
3. La enseñanzade la lengua 59
Defensa,599 - BuenosAires 3.1. Los fines socialesde la enseñanza
de la lengua 59
ISBN: 84-7509-892-4 3.2. Los niveles de planificación y el papel
Depósitolegal: B-1.288I 1997 del profesorado 62
3.3. La planificación didáctica de la lengua 70
Impreso en Hurope, S. L.,
Recaredo,2 - 08005Barcelona Conclusiones 107
Refe¡encias bibliosráfi cas 109
Impreso en España- Printed in Spain

I
"l-'i; ¡'
-:, ¡'
PRÓLOGO

Narra el famoso antropólogo Marvin Harris la historia


real de un matrimonio de sordomudos norteamericanos que
tuvo un niño oyente, pero que, por padecer asma, debió per-
manecer en casa y sólo se pudo relacionar con los amigos
de sus padres, también ellos sordos. Ante esta situación, los
padres decidieron que la criatura había de ver la televisión
varias horas al día ion el fin de que así pudiera acceder a Ia
lengua inglesa. Pero, a los tres años, el niño manejaba con
soliura eñistema de comunicación gestual de los sordos y
no pronunciaba ni una sola palabra en inglés.
b,sta anécdota, por sí misma, ilustra de manera elocuen-
te sobre una verdad largamente olvidada: que las lenguas
humanas no son nada, o casi nada, fuera de su ámbito na-
tural de uso que es la conversación' la interacción comuni-
cativa, el traó verbal cotidiano. Verdad largamente olvida-
da, porque más de dos milenios de reflexión lingülstica y de
p.áiti.i do"".tt" centraron sus esfuerzos en la escritura ol-
vidando, incluso, los hallazgos excelentesde la vieja retóri-
ca que implicaba directamente la dimensión primaria del
lenguaje; es decir, la dimensión oral.
-Pero,
ademfu, la práctica docente (la tradicional y la mo-
derna) concedió un peso excesivo a las excelencias de la ex-
presión escrita y desiuidó los usos de cada día, el habla pre-
cisa, vivaz y espontánea, por considerarla, acaso, plebeya,
informal y carente de interés.
Con tódo, el cuadro esbozado hasta aquí queda incom-
pleto porque, además, la práctica docente, ürigida e inspi-
rada por las obras gramaticales, otorgó una importancia
desmesurada a la reflixión expllcita sobre las unidades y las
estructuras de la lengua, cosa que, de una parte, restó un reflexión profunda y eficaz sobre las condiciones del uso y
tiempo precioso a las prácticas del uso (incluso del escrito) sobre la responsabilidad de los docentes en la promoción de
y, por otro lado, introdujo una serie de procedimientos (de- esas habilidades comunicativas que, en definitiva, han de
finiciones y anrálisis)que en la mayoía de los casos estaban estar al alcance de los destinatarios últimos del esfuerzo do-
muy por encima de las capacidades ocasionales de los alum- cente.
nos. Éstos se velan obligados a memorizar (que no a enten- Hay aún en esta obra otros rasgos valiosos que merecen
der), con lo cual la enseñanza de la gramática introdujo la ser destacados,Quienes la han escrito son personas con am-
solemne aberración de establecersecomo la adquisición de plia experiencia en la práctica docente, en la reflexión sobre
un conocimiento per se, desvinculado, incluso, de la propia los contenidos y formas de esta práctica y también en el es-
lengua. Casi nunca la enseñanza de la gramática redundó en tudio de los vínculos que unen los mecanismos del razona-
la mejora del instrumento expresivo. miento y los mecanismos de la expresión. Pero, además, su
Y la incorporación de los nuevos métodos elaborados experiencia no es la propia de quienes viven en un ámbito
por la lingülstica moderna no vino a resolver los problemas. cerrado, y por eso incorporan a su propuesta educativa los
Cabe decir enérgicamente que ni el estructuralismo, ni la hallazgos más recientes de las ciencias cognitivas, de la psi-
gramática generativa, se constituyeron en teorías del len- copedagogía,de la lingüística textual (ésta sl, aplicable a la
guaje con la esperanza de verse reflejados, algrln dla, en la enseñanza), del análisis de la interacción comunicativa, de
docencia primaria y secundaria. Pero un extraño afán con- la pragmática y de todo un amplio arco de investigaciones
dujo a muchos a adaptar de forma apresurada Io que era que dan al trabajo la solidez derivada de toda visión pro-
inadaptable, y el mundo de la docencia tuvo que sufrir cam- piamente y productivamente interdisciplinaria.
bios vertiginosos de terminologÍa y de métodos que, en el Hoy, en momentos de reforma es ésta una obra impor-
fondo, volüeron a dejar las cosas como ya estaban: apren- tante, llamada a ser punto de referencia inexcusable para to-
dizaje de definiciones rara vez entendidas, práctica del aná- dos aquellos que, contra demasiados vientos y mareas, cree-
lisis y descuido casi total de los aspectos típicamente co- mos que la enseñanza es aún una vía privilegiada, abierta al
municativos. Con este panorama a la vista, las voces que conocimiento, a la convivencia y al enriquecimiento de las
regularmente se alzan para denostar la pobreza de los usos Dersonas.
lingüsticos de nuest¡a juventud tendían que saber ya, y
con exactitud, hacia dónde deberían dirigir sus críticas. JEsúsTusóN
Ciencias del bnguaje, competencia comunicath)a y ense'
ñanza de ln lengua es el toque de atención necesario. Y es,
sobre todo, un muy elaborado programa de principios y de
trabajo para enderezar las actividades sobre la lengua en eI
ámbito de la escuela. El enfoque comunicativo-funcional
parece ser hoy la única vÍa transitable, si de lo que se trata
es de evocar y convertir en realidad las capacidades expre-
sivas de los alumnos, de potenciar su competencia comuni-
cativa, de alcanzar cotas razonables de eficacia en la pro-
ducción de los actos verbales, de saber modular la lengua,
en suma, adaptándola constantemente a la gama variadísi-
ma de las situaciones de uso.
Pero esta obra no se quiere limitar a proponer un direc-
torio o vademécum de ideas prácticas para incidi¡ en las ac-
tividades lingülsticas del aula. Es, muy principalmente, una

8
INTRODUCCION

La aparición del Diseño Cuticular B¿s¿ (MEC, f989)


para la enseñanzaobligatoria supuso en su momento la po-
.iUilidua de disponer de un documento significativo y rele-
u".rt" u l. hora de conocer y evaluar, en una lectura inteli-
gente capaz de dotar de sentido a lo que a vecesperrnanece
6.ulto.n la tupida retórica de la prosa curricular, cufes
eran las intenciones esgrimidas por la Administración para
iustificar la reforma del sistema educativo, qué concepcio-
nes psicopedagógicas,sociológicas y disciplinares se argu-
como rltiles o adecuadas a los tiempos que vivi
-"r,-tubutt
mos v, en consecuencia, qué grado de ruptura o de respeto
a la tiadición escolar era posible advertir en la formulación
áe los objetivos, conteniáos y orientaciones didácticas de
cada uná de las etapas y áreas de conocimiento'
Si el diseño curricular era en principio un texto para el
debate en el seno de la comunidad educativa, los decretos
que fiian las enseñanzas mínimas en las etapas de Ed"fa-
.i¿n p.i.*iu v Secundaria(MEC, l99la y 1992a)y regulan
los contenidos, objetivos y criterios de evaluación de las áreas
en el ámbito de actuación del Ministerio de Educación y
Ciencia (MEC, lgglb y 1992b) y en los territorios de las
administraciones autónomas con competencras en eouca-
ción, constituyen un referente inmediato e inexcusable, por
su carácter piescriptivo, a la hora de analizar los enfoques
teóricos y didácticos adoptados a partir-de las opciones dis-
ciplinarei y psicopedagógicasque, de forma m,ás 9 T"1"'
expresa, se defienden como apropiadas para el dlseno oe las
programaciones de área y, en consecuencia, para el trabajo
educativo en el aula-
11
En el área de Lengua y Literatura el enfoque comunica- la adquisición de las normas, destrezasy estratcgias asocltt'
tivo y funcional asumido tanto en el diseño curricular como das aia producción de textos orales, esc tos e iconoverba-
en los decretos citados debe suponer, más allá de las inco- lcs, v en consecuencia a la apropiación de los mecanismos
herencias que en algunos momentos se observan entre unos pragmáticos que consolidan la competencia comunicativa
objetivos formulados en términos de competencia discursi- ie É" ,lstutioi en situaciones concretas de interacción (Lo-
va y de mejora del uso comprensivo y expresivo del alum- mas y Osoro, 1993).
nado y unos bloques de contenidos en los que a veces el En este sentido, en el campo de la enseñanzade las len-
peso de lo morfosintáctico y la visión sacralizada de lo lite- guas -incluida, naturalmente, la lengua materna- se-está
rario contradicen el giro pragmático adoptado (Fidalgo y irocediendo de forma casi continuada desde la década de
otros, 1989; Lomas y Osoro, 1991), una revisión en profun- ios sesentaa una revisión de las concepciones sobre la len-
didad de las bases teóricas (lingüísticas y literarias) en las gua y la comunicación y de los problemas implicados en la
oue se ha sustentado nuestra formación inicial como filólo- órr..iiuttru de las mismas. Esta revisión, que de un modo u
gos y en las que en líneas generales nos hemos apoyado en otro arranca de los planteamientós de Noam Chomsky, ha
el trabajo de aula quienes enseñamos lengua y literatura provocado que el campo epistemológico en nuestra área
En efecto, las teorÍas gramaticales (estructuralista y ge- ósté sometido a una perrnanente interrogación y sea, si no
nerativista). con su visión inmaneritista de los fenómenos un campo de Agramante, sí un terreno de debate que está
lingüísticos y su preocupación por el sistema absffacto de la abierto a la influencia de disciplinas diversas En esta revi-
lengua o por la construcción de un modelo formal que dé sión han tenido una influencia capital los interrogantes so-
cuenta de la competencia lingüística del hablnntdoyente ideal, bre diversos aspectos del uso de las lenguas a los quela teo-
no pretenden analizar de forma sistemática y rigurosa los ti- rfa eramatical -saussuriana o chomskiana- no podía dar
pos de prácticas discursivas que de forma habitual consti- una-respuesta adecuada: son los problemas del significado
tuyen la comunicación verbal y no verbal de las personas. lingulstico, de los procesos psicológicos que ll.evana ! nr!-
Por su parte, la aproximación historicista y formal a los tex- duición v a la comprensión de un mensaje, de la variación
tos literarios, dominante aún en la investigación filológica, social y contextual de las producciones lingúísticas, de la
ha sido puesta en tela de juicio por su inadecuación como manera en que se organiza y funciona una conversación y
criterio ordenador de una enseñanza de lo literario orienta- de la función que en eüa cumplen las presuposiciones e im-
da ahora hacia una comprensión cabal de la plurifunciona- plicaturas, del papel, en fin, de los elementos paralingülsti-
lidad del discurso literario y por tanto de las determinacio- cos v no verbales en los intercambios comunicativos Podría
nes de diversa índole que condicionan la producción y ."ru-ir.. la cueslión diciendo que los interrogantes sobre
receoción de los textos. los usos lingüísticos dan lugar a la aparición de nuevas dis-
Es innegable el interés de los enfoques gramaticales si de ciplinas -i las que más adelante nos referiremos- que in-
lo que se trata es de dar cuenta de algunos aspectosdel sis- tentan dar respuistas a los clamorosos silencios de las teo-
tema de la lengua, como los fonológicos o los morfosintác- rfas gramaticies sobre estos usos.
ticos, pero parece obvio que la significativa desatención de Lá noción de aso aparece así como el eje de enfoques
estas escuelasal estudio de las modalidades de uso, su olvi- pragmáticos, sociolingúísticos y discursivos.sob.rela lengua
do intencional de los ¿cfos de habla o de las normas socio- y licomunicación que entienden la actuación linguística y
culturales que rigen los intercambios comunicativos y su es- ias prácticas comunicativas en general com-oun conjunto de
casa contribución al análisis de los procedimientos de ,ro.inu. y estrategias de interacción social orientadas a la
creación del sentido, constituyen insuficiencias más que evi- negociación cultural de los significados en el seno de situa-
dentes si de 1o que se trata es de entender la enseñanza de ciones concretas de comunicación. Asistimos, Pues, a un
la lengua orientada a una mejora de las capacidades de uso vasto paisaje científico, proteico e interdisciplinar, que con
comprensivo y expresivo de los aprendices que les permita su estudio áe los fenómenos reales del lenguaje y de la co-

t2 13
usos lingúísticos.ytgTu-
Drensión,y de reflexión sobre los
municación está influyendo poderosamente en las posicio- l" p..-itu" una utilización adecuada de los
il;rl;;.,'q,.,.
."U." la enseñanáa de lás lenguas, sus métodos y los lingülsticos v no lineüísticos disponibles
en
""r 1 il;;;;iü;.; [or-
modelos de Planificación. coridiferente grado de
propo- situaciones v contextos varlaoos,
No debe interpretarse, sin embargo, que estamos orales y cs-
la enseñanza de la lengua qrre malización ó planificación en sus produccrones
niendo un giro mecánico en 'las
las referencias gramaticales por critas.
'""3j'..tu-o.
a"
"ustit,rit eb- de acuerdo en que ésta es la finalidad básica
orientaciones p¡agmátjcas o discursivas' Ni se trata de
""-il-i* didáctrca a las ca-
que pueden resultar úliles para de la enseñanzalingüística, la atención
t .".."i'"iplicuti,ros de"ta lengua supone tomar corr.rolefe,re¡;
de ;"td;;;;;."
la descripción en el aula de algunos aspectosdel sistema
-it- principal el concepto de competencia comuntaltva-
(¡et
las descripciones gtamaticales cia
en este sentido
la leneuá -y
y ?,"""¿iendo ésta como-el co-njuntt d" Pi?:::.:,v
ouedá ser Lrrorrn.-".tt" útiles en su estudio sincrónico "oti"Jit,
conocimientos de diverso tipo -lingüÍsticos'
soclollngulsu-
;;;;. del sistema lingiilstico- ni de olvidar otras fuen- hablante/ovtitt^1:-
al menos, como las disci- ;;;;;,*&i..t v discursivos-, que el
tes de decisión tan importantes, poner en juego para producrr o com-
critorÁectoi deberá
epistemológicas. Como señala Bronckart' la pe- y al contexto oe
ofi"Á"
" a ir.nd.. dit.,rttos adicuados a la situación
árg"ei. ¿" f". lengual ha estado -y está aún- sometida :;;;i;;; ul grado de formalización requerido' La no-
doi tintaciones contrapuestas: la de hacer psicopedagogía así Ia noción
;¿;-l;;;;p;r"nclia comunicatit¡a trasciende
aolicada o la de hacer lingüística aplicada' El camino co- - --entendida ésta
(1985: I l0-l I I ) chomskian^ de competencia üngüística,
ácto parece ser el que el propio Bronckan ."*o lu .upu.iaad dil oyentahablante ideal para reconocer
apunta-: cántidad de oraciones a partir d€.un
;;;d".i;;;;i;Ánita
'",fiiil'fi"ili" y reglasen una comunidadlin-
La didácticade la lenguase propone( ) volvera utilizar lo ""i¿.a*
(Chomsky' l9ó5)- y süpone conceDrna
en homogénea
oedasósicoen primer plano,analizarlas finalidadessociales túistica el clo-
i*.o-.ií, tunto'u nivel de oficiales
discursos como de las prác- !"-á *"" dJ la competenciacuhural' es decir' como
normas y estra-
iii^ de la clase,y adaptara esteanálisislos trabajos u l" posesión de los procedimientos'
de enunciados adecua-
de renovaciónde los programasy de los métodosde enseñanza'
".iua"t -inl"
;#i;. il ñ.."" pá.iur" la emjsión
que los
i,r-r i^ rti"".iánes y sit,,atio"es comunicaüvas
parece " viven y protagonizan en contextos diversos'
En el caso de la enseñanza de la lengua materna- interlocutores
haber, felizmente, un acuerdo entre lo que soJr las-hnallda- Si los paradigmas, en fin' en que nos hemos lormaqo
áes re.ogldas en las disposiciones oficiales sobre el currícu- .orno en lengua y literatura parecen cuanto
que po- de slntoruzar
io, u tutiu. aludimos ul ittitio de estas lfneas' las menos iásuficientes o inadecuados a la hora
"rpé"idi.ás
de la lengua y
;;; ¿;;t^" de planteamientos ns especializados sobre i-t'i* de la enseñanza
""f"qJfuncionales centrado.en capacida-
la conveniencia de desarrollar las capacidades expresivas ;;; ;; ;.üi. didáctico de objetivos
y expresivo del alum-
v comprensivas del alumnado, y lo que manifiestan espe- des oraqmáücas de uso comprensivo
comunrca'
Liuli.tu..tt asuntos lingüísticoscuando hablan de la ense- nadá orlentadas a.l desarrollo de su competencta
Po-
áunlá iáio-au.^ en ni'ieles obligatorios de escolaridad'
esas posiciones' la
dríamos decir que, como corolario de El de competehci,cotuunicatieafu" *"1{:, oi:-';J'
finalidad principal de la enseñanza de la lengua materna se- ." iái"i'*; ;'""9T:d,',pi1fl1T-áj
o'á0"3r'il1"'ií'i'.J"'
"or,""o,o
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Anrhropoto'
ría dotar h alumnado de los recursos de expresión y com- ililffü'"í¿;;;;,¿"-r' p"Éi"¡" e¡ te64ei American
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r..n""¡¿n.n tomo a las implicaclones de los diversos enfoques
((lli(ll)llttul cs, sociopedagógicosy sociolin-gülsticos)a la hora de Ia
Fl rllhÉrlr)rrill,llcrl.u cn r'l aula de lengua
llWl I r rn tl I rlllr r lr t 1 ¡ lc t ' ¡ t c libr o
puede encontrarseen usorc ,¡nW*:fffi
ll981).

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l¿va, entonces habrá que rastrear en el panorama de las de Cuvier como componente, entre otros factores, de un cli-
ciencias del lenguaje y de otras disciplinas afines aquellas ma de opinión que será el caldo de cultivo de la obra saus-
aportaciones que, pese a no haber penetrado aún, por razo- suriana, que debe también mucho a las aportaciones socio-
nes diversas que sería prolijo ahora intentar justificar pero lógicas de Durkheim, etc.
que sin duda tienen poco que ver con la lógica interna de Especulación, descripción y prescripción en los es-
las disciplinas, en los muros de la inmensa mayoría de las tudios lingüísticos han sido -y son- diversas orientacio-
escuelasde formación del profesorado y de las fucultades de nes que han convivido -de mejor o peor grado- a lo lar-
filología de este pals, sin embargo han ido creando a lo lar- go de la historia de la reflexión lingüística (Tusón, 1980,
go de las últimas décadas tn corpus estimable de investiga- 1987).
ción en torno a los usos comunicativos que inlenta dar las nmiradasn de que han sido objeto el lenguaje y las
cuenta, desde perspectivas teóricas, ámbitos de actuación y lenguas han tenido procedencias y enfoques diversos. Ya en
presupuestos teóricos diversos, de la variedad de usos ver- la Grecia clásica encontramos tres tiDos de acercamiento al
bales y no verbales que los interlocutores utilizan mediante fenómeno lingüistico que, en un sentido fundamental, se
acciones desplegadascon finalidades muy precisas en situa- mantendrán a lo largo de la historia del mundo occidental.
ciones concretasde comunicación. En primer lugar, la filosofía se ocupaba de las relaciones en-
tre el lenguaje y el pensamiento y, a tavés de é1,de la con-
cepción del mundo (Platón y los estoicos, muy especial-
El estudio de la lengua mente); en segundo lugar, la gramática sertía de clave para
la comprensión de textos de autores antiguos que más ade-
A 1o largo de la historia de la humanidad, el hecho lante serían propuestos como modelos del buen escribir; y,
lingüístico ha sido uno de los interrogantes que ha desper- por último, la retóica, el arte de la persuasión a través del
tado un interés constante. Desde los primeros filósofos has- discurso, proponía modelos del buen decir enlos ámbitos de
ta los actuales investigadores en inteligencia artificial, pa- la vida pública. Estas tres maneras de tratar el lenguaje y las
sando, naturalmente, por filólogos y lingúistas, a lo largo de lcnguas pasarán al mundo latino (Donato, Prisciano, Cice-
nuestra historia ha habido personas, disciplinas, escuelas rón, Quintiliano).
que han tratado de entender la enorme complejidad del len- Vaie la pena que nos detengamos unos momentos en
guaje. lcvisar brevemente las aportaciones básicas de la retórica
Los estudios sobre el lenguaje y las lenguas han ido pro- clásica porque, como veremos más adelante, algunos de
gresando, cambiando de orientación, diversificándose, en sus planteamientos son de una gran modernidad. Aristóte-
función de los diferentes estadios del desarrollo científico e fcs definió \a retórica como nel arte de descubrir los me-
intelectual, de los diferentes objetivos que los propios in- clios de persuasiónr y Cicerón la vinculó a la dialéctic4
quc trata de la acción humana, y a la intención del ha-
vestigadores se proponían alcanzar y de las iecesidades que
el desarrollo social exigía.aPrueba de ello son, por ejemplo, blante en presencia de un auditorio. En los tratados de re-
los trabajos d.e los modistae (Thomas de Erfurt, Martin de tórica de estos autores, y de otros como Quintiliano, en-
('()ntramos numerosas alusiones a las partes del discurso v
Dacia, Siger Courtrai...) situando la gramática en las coor-
denadas de la filosofía escolástica medieval; la Grammaire una reflexión sistemática sobre las tipologías discursivas
quc proponen. Este último autor, al que podríamos consi-
de Port-Royal en el ámbito del cartesianismo; los desarro-
llos del historicismo (en especial, Scheicher); el organicismo tlclar como el primer didacta de la lengua del mundo oc-
ciclcntal, considera que la educación de la capacidad dis-
t ttrsiva es una parte fundamental de la fornación del buen
4. Para una visión completa del desarrollo del pensamiento lingüísti_ cirrdadano para la que todos están, por naturaleza, prepa-
co, se pueden consultar Robins, R. H. (1967), Sampson, C (1980) y Tusón,
J. (1987).
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El nacer algunos rudos e incapacesde enseñanza,tan con- dillac, Rousseau)y, ya a finales del siglo xü, de los estudios
tra lo natural es como lo son los cuerpos gigantescosy mons- dialectológicos y también de la fonética.
tmosos, que son muy raros. Pmeba es que en los niños asoman En las enseñanzas no univérsitarias, que en este siglo
esperanzasde muchísimas cosas;las que si se apagan con la
empiezan a extenderse hacia toüs las capas de la población
edad,es cla¡o que faltó el cuidado,no el ingenio (Quintiliano,
págs.4l-42). en los países occidentales, perviven los modelos tradiciona-
les de la enseñanza de la gramáfica entendida como el oarte
A través de la romanización, los planteamientos clásicos de hablar y escribir correctamente una lengua,.
sobre el lenguaje llegarán al resto de los países del occiden- La gramática tradicional ha sido objeto de múltiples crf-
te europeo, y compondrán uno de los pilares (el Trivium) en ticas basadas. sobre todo. en las inconsistencias e incohe-
los que se sustentará la enseñanza durante la Edad Media rencias de sus presupuestos teóricos (o en la ausencia de
(el o¡ro, el Quadrivium, estará compuesto por las disciplinas ellos), en la rnezcla de criterios (nocionales, formales, fun-
científicas). Las gramáticas latinas servirán posteriormente, cionales) a la hora de definir las unidades de análisis, en la
en el Renacimiento, de modelo para la elaboración de las confusión, muy extendida dentro de esta corriente, entre
gramáticas de las nuevas lenguas, y unas y otras seguirán descripción y prescripción, y en haberse basado para sus
formando parte de las enseñanzas en los monasterios y en análisis en la lengua escrita ----especialmente la literaria-,
las universidades. La retórica continuará teniendo un lugar olvidando la primacía de la lengua oral.
especial -aunque también será objeto de enconados deba- Ello, con ser cierto, no debiera impedir apreciar las in-
tes religioso-filosóficos- en el ámbito de la vida pública, so- negables aportaciones que ciertos gramáticos tradicionales
bre todo dentro del mundo eclesiástico.Asimismo, la espe- han proporcionado sobre el hecho lingüístico (por ejemplo,
culación filosófica sobre la naturaleza del lenguaje tomará los excelentestrabajos de Bello, dentro del ámbito de la len-
nuevos rumbos (Julio César Escalígero, Petrus Ramus, el gua española). Por oÍo lado, el caudal de datos empíricos
Brocense, Port-Royal, etc.) y configurará una fecunda co- recogidos por los estudiosos tradicionales ha sido una base
rriente de pensamiento lingüístico que correrá en paralelo sin la cual difícilmente hubieran podido aparecer y desa-
con la descripción de las lenguas. rrollarse otras corrientes evidentemente más científicas.
Curiosamente, la primera -y única- de estas tradicio- Son, también, de gran valor los trabajos que, nacidos de
nes que quedará relegada al olvido hasta hace bien poco las escuelas comparatistas y neogramáticas, se han dedica-
será la retórica, que en el siglo xur desaparecerá de los pla- do al estudio de la lengua desde una perspectiva externa. La
nes de estudio franceses y, a ffavés de la influencia que du- gramática histórica y la dialectología se han desarrollado
rante esa época ejercerá Francia sobre los demás países eu- básicamente gracias a estas corrientes y, si bien los nuevos
ropeos, también en éstos quedará relegada a ciertos ámbitos avances de la lingüística y de otras disciplinas afines permi-
de la vida religiosa y jurídica. ten hoy enfocar el problema de la variación desde perspec-
Durante el siglo xx, todas las ciencias experimentan no- tivas más cientÍficas y coherentes, sería injusto no valorar el
tables avances. Viajes, descubrimientos y desarrollo tecno- trabajo realizado desde finales del siglo xx en esos campos.
lógico son factores que contribuyen decisivamente a este he- Desde el punto de vista de quien se plantea la enseñan-
cho. Los estudios lingüÍsticos no quedarán al margen. El za de la lengua, quizás el enor más grave, por sus conse-
descubrimiento del sánscrito a finales del siglo anterior y el cuencias prácticas, que se ha cometido en nombre de la
interés, tan propio de la ideología romántica, por el conoci- <gramática" resulta de la confusión, a la que aludíamos an-
miento de los propios orígenes influirán en el nacimiento de tes, entre descripción y prescripción. Las clasesde la lengua
la gramática histórica y comparada (R. Rask, F. Bopp, J. quedaban reducidas a clases de normativa gramatical en las
Grimm), de la neogramática (A. Leskien, K. Brugmann, H. que el concepto de nbuen uso" equivalla, muchas veces, a
Osthoff, H. Paul), del desarrollo de las especulaciones sobre <único" uso aceptable en cualquier ocasión, y este (único
el origen del lenguaje, iniciadas en el siglo xuII (Vico, Con- uso) tenía como sola referencia el uso escrito. Se desore-

20 2l
ciaba -implícita o explícitamente-, de esta manera, cual- I
quier uso que se desviara de la norma dictada por la auto-
ridad de la Real Academia de la Lengua Española, colo- ESTRUCTURALISMO, GENERATI\TSMO
quialismos o errores propios del proceso de aprendizaje de Y ENSEÑANZA DE LA LENGUA
una lengua. La clase de gramática quedaba, así, divorciada
del-propio uso que los alumnos hacían constantemente de
su rengua.
Efectivamente, los estereotipos basados en el uso lin-
güístico han llegado, en gran parte a través de la enseñan-
za, a la conciencia del ciudadano de a pie pero, desgracia-
damente, también han alcanzado el pensamiento de ciertos
ilustres filólogos que no han podido sustraerse a la tenta-
ción de manifestar sus actitudes respecto a determinados
usos. En los albores del siglo xx, la aparición de la lingüística
estmctural cambia radicalmente la forma de acercarse al
hecho lingüístico. Los estructuralistas se esforzarán por su-
perar los defectos y las contradicciones en que habían incu-
rrido los gramáticos tradicionales, los comparatistas y los
neogramáticos.
El estudio de la lengua en sí misma, considerada de una
tlna;oeraautónom¿, entendida coÍro ún sistemo social y abs-
tracto (Saussure, 191ó), cuyos elementos se han de analizar
en función de su pertenencia al sistema y desde una pers-
pecfiva sincrónica, proporcionará un marco teórico de gran
productividad analítica. El sistema lingüístico se concibe es-
tructurado en niveles y el análisis de las unidades de cada
nivel se realiza a partir de criterios formales (paradigmáti-
cos) y funcionales (sintagmáticos).
Las diversas escuelas estructuralistas que aparecen duran-
te la primera mitad del siglo >q (la escuela de Praga, la de Co-
penhague, la americana, la francesa, etc.) producen análisis y
trabajos de excelente calidad (especialmente en el terreno de
la fonología, aunque también en el de la morfología y la sin-
taxis y en algunos intentos en el campo de la semántica).
En el área de la filología española, el estructuralismo
no tarda en encontrar seguidores que aplican la teoría de
esta escuela al análisis de la lengua española. A partir de
los años cincuenta,s aparecen estudios, tanto de fonologla

5. El máximo exponente del estnrctumlismo aplicado a la lengua espa'


ñola es, sin duda, E. Alarcos Llo¡ach. También resultan muy interesantes los
trabajos reallzados por A. M. Bairenechea y M. v. Manacorda de Rosetti.

22 23
como de gramática, que abordan los problemas del español prender mejor el complejo proceso del aprendizaje de ia lec-
desde la perspectiva teórica y metodológica del. estmctura- tura y la escritura.
lismo. Pero también es cierto que el estructuralismo ha produ-
Durante los años setenta, y a{partir de la reforma que se cido una especie de deslumbramiento de efectos negativos.
inicia con la promulgación de la Ley General de Educación, En muchos casos, el análisis gramatical ha llenado un
el estructuralismo pasa a los libros de texto de la Enseñan- espacio desmedido en la enseñanza de la lengua y se ha
za General Básica, dd la Formabión Profesional y del Ba- descuidado, en su nombre, el objetivo fundamental 'de la
chillerato. En un afán de renovación pedagógica, los auto- escuela que, como.ya hemos repetido en varias ocasiones,
res de' estos libros intentan adaptar el nuevo mddelo de debiera ser el proporcionar al alumno instrllmentos para
.análisis de lq lengua a las necesidadesedupativas. En los li- desarrollar sus destrezascomunicativas.Puesto que el es-
b¡os de texto de esta.época se habla dé
"sistema,, de
<es- tructuralismo excluye el habla de su ámbito de .estudio, ya
tructura), y aparecen.nuevos términos para las unidades de que la considera asistemática por estat sujeta a la üáriación
los diferentes niveles de anrílisis lingüístico. Desgraciada- individual, en las clases de lengua también se ha descuida-
rnente, la falta de coordinación entre los autores y entre las do el ¡.co. Resulta evidente que esta relación de chusa-efec-
editoriales y la ausencia de unas directrices generales sobre to es una falacia, ya que la teoúa estructr¡ralista no se de-
enfoques y metodologías provocan la profusión de terrnino- sarrolla con fines didácticos sino con el objetivo de llegar a
loglas diferehtes que, en muchos casos, confunden a alum- una mejor comprensión de la estructura de' las lenguas.
nos y a profesores. Es de todos conocida la existencia de va- Pero, desgraciadamente,en muchas escuelas el trabajo so-
rias generaciones de estudiantes que, a lo largo de su bre la producción lingüística ha quedado limitado casi ex-
escolarida{ han tenido que aprender tres o cuatro sistemas clusivamente al comentario de textos literarios o al de algún
terminológicos diferentes. que otro texto periodístico. Es cierto que en casi todos
Nos encontramos de nuevo ante el problema de la adap- los libros de texto se dedican algunas lecciones al tema de
tación diiláctica dd una teorÍa lingüística. Con el estructu- la comunicación, pero el uso que se ha hecho de las ideas
ralismo, las clases de lengua dejan de ser un espacio en el de Jakobson (1963) sobre ese tema ha sido,'casi siempre,
qué se repiten listas de reglas y excepcionesy en el que se mecánico, insuficiente y producto de una mala compren-
aprgnden dé memoria paradigmas verbales, para convertir- sión de este autor.
se en un lugar en el que, desde edades muy tempranas, se La teoría estmcturalista ha sido criticada desde la lin-
analizan fiases en nsintagmaso o <conjuntos" usando ufle- gúística en muchos sentidos. La filosofía mecanicista y con-
chas,, ubandejas', (cajas> u otros gráficos similares. ductista que subyace a ella, la separación de los diferentes
No es de extrañar el éxito que ha tenido el estructuralis- niveles del estudio lingüístico, el hecho de que sólo opere
mo en el ámbito de la enseñanza de la lengua. Si se com- con la oración dada, en el nivel -superficial, hacen imposible
para con los procedimientos anteriores (los propios de la la explicación de grandes parcelas del sistema lingüístico.
gramática tradicional), esta escuela ofiece ventajas innega- La gramática generativa intentará superar, desde su na-
bles, ya que permite un análisis cabal de las oraciones cimiento, a mediados de nuestrb siglo," todas esas deficien-
-siempre, naturalmente, que éstas se presenten debida- cias. Lo que se ha dado en llamar el-cambio de paradigma
mente (preparadas> y que no ofrezcan las dificultades que en lingúÍstica propone, en efecto, una vlsión radicalmente
la propia teoría estructuralista no llega a explicar-, análi- diferente del lenguaje y las lenguas. El lenguaje es conside-
sis que permite al alumnado observar las relaciones que rado como una caoacidad innata d,e la esoecie humana
mantienen entre sí los diferentes constituventes de una ora-
ción y su estructura jerárquica. Por otro lado, el desarrollo
ó. Se suele tomar como fecha de nacimiento de la gramática genera-
de los estudios estnicthralistas en los campos de la fonolo- tiva 1957, fecha en la que N. Chomsky publicó Syntactic Structures (¡rad.
gÍa y la fonética ha ayrdado también enormemente a com- cast.. Estructuras sintácticas, México, Siglo XXI, 1974).

24 25
que se actualiza en el proceso de adquisición de una lengua evidente que esta teoría ofiece un marco de refledón lin-
determinada, y ese proceso de adquisición no se ve ya como gúística altamente productivo. Desde el punto de vista de la
algo mecánico sino como la apropiación, por parte del inü- formación del docente, la gramática generativa puede ser
viduo, del sistema de reglas de una lengua, entendida como útil básicamente en dos sentidos. En primer lugar porque,
un aparato formal. En consecuencia, la tarea del lingii,ista ha gracias a su rigor teórico y metodológico, permite un acer-
de consistir en la construcción de .un modelo que pueda dar camiento al estudio de la lengua, desde un punto de vista in-
cuenta de la competencia lingüística del individuo, de esa terno, serio y basado en una reflexión desprovista de pre-
competencia que explica la creatividad y la capacidad del ha- juicios. En segundo lugar, los conceptos de innatismo y
blante para discernir entre la gramaticalidad y la agramati- creatividad lingúística, así como la idea de que todas las len-
calidad de cualquier secuencia lingüísüca producida en su len- guas son iguales en cuanto a su potenciaiidad como apara-
gua. El objetivo riütimode .lalingüÍstica, asÍ entendida, es el de tos formales, proporciona una üsión filosófica del lenguaje
&scubrir,"superando las diferericias entre las lenguas --que se y de las lenguas en la que no caben estereotipos ni actitudes
entienden como accidentales-, la grqmótica uniyersal. acientlficas que valoren una lengua o una variedad por en-
Puesto que la forma en que se manifiestan las lenguas es cima de otra u otras, y esta actitud abierta, seria y cientlfi-
diversa y heterogénea, la teoía generativa parte de l4 ,a!-s-;, ca tendría que constituir uno de los pilares de la formación
trácc-ión de con3iderar tt hnblante-oyente ideal. esto es, ple' inicial y de la práctica profesional de los docentes.
namente competente, miernbro de una comunidad lingülsti- Los límites de la teorla generativa, como de la estructu-
cá hóniogénea. Los eitudios- generativos no se ocuparán,j¡g¡' ral, se nos presentan en sus propips presupuestos teóricos.
tanto, de la actuación, de la producción concreta d9 pnun- Así como los estructuralistas excluyen el habla de su campo
ciados que realizan los hablantes concretos, sino del conjun- de estudio, los generatiüstas éxcluyen la actuación. Sin.
to de reglas que posee ese hablante-oyente ideal y que le embargo, la tarea fundamental de quienes enseñamos len-
permite producir y comprender, de forma creativa, cualquier gua en la etapa obligatoria ha de ser la de potenciar las ca-
oración gramaticalmente posible. Acotado de esta manera su pacidades lingúísticas y comunicativas de los alumlos, que
campo de estudio, la teoría generativa ha ido construyendo son hablantes concretos, que hacen un uso concreto, diver-
diversos modelos --perif dicamente revisados y puestos al so y heterogéneode su lengua o sus lenguas. Porque,.si bien
día- de gran potencial explicativo que aventajan claramen- todos los humanos somos iguales en lo que se refiere a
te las posibilidades desciiptivas de la teoría estructuralista. nuestra capacidad innata para el lenguaje, la adquisición de
La gramática generaüva supera la idea de que Ia lengua una lengua está sujeta a restricciones de tipo social y criLltu-
está dividida en niveles estancos y propone una üsión mo- ral, y esto nos hace diferentes a unos respecto a offos (Tu-
dular mucho más integrada, en la que la lengua aparece ar: són, 1991a).Las lenguas existen en su uso y los usuarios de
ticulada en diferentes componentes entre los que el compo- las lenguas no somos homogéneos ni uideales,, sino miem-
nente sintáctico ocupa el lugar central. La importancia de bros de comunidades basadas en la desigualdad y en la di J -.
esta nueva forma de acercarse al hecho lingüístico es inne- versidad. Así pues, la formación de los docentes y su"traba-
gable, y su influencia ha excedido el marco de la lingüísti- jo didáctico exige un paradigma más amplio que per.mita
ca para llegar a otros campos, como el de la psicología. dar cuenta también del uso lingüístico y que ofrezca instm-
Dentro del paraügma generativo se han producido tra- mentos teóricos y metodológicos para enfrentarse a la tarea
bajos de gran interés pplicados a la lengua española7 y es de formar individuos competentes en el uso del lenguaje.

7. Los estudios de grarrática generativa aplicados a la lengua españo-


la son numerosos, Autores de consulta obligada son F. Lázaro Carreler, H.
Contreras, I. Bosque, M. A. Martín Zorraquino, M. L. Hernanz, J. M. Bm-
cait, V. Sánchez de Zabala, V. Demonte, entre otros.

26 27
LOS ENFOQUES PRAGMÁTICOS,
soclollNcüÍsrrcos Y coGNITIVoS

Durante el presente siglo -y' en parte, debido a.los


avances experimentadospor la ciencia lingüÍstica-,- han
sido muchás las disciplinas que han incluido dentro de su
espacio de interrogantes la reflexión sobre el lenguaje' Ac-
i,.ril-.nt., algunal de estas disciplinas han llegado a resul-
tados en sus investigaciones que iluminan de forma enri-
ouecedora nuestra visión de la lengua y de su uso y que, a
iuestro juicio, no pueden obviarse tanto en la formación
inicial dá quienes ánseñan lengua como en un trabajo di-
dáctico orientado a Ia mejora del uso expresivo y compren-
sivo del alumnado.
Las diversas disciplinas a que nos referimos podrían
agruparse dentro de tres grandes bloques:,en primer lugar'
li tiiosofia analítica o piagmática filosófica, que aborda
el estudio de la actividad lingüística entendiéndolacomo
una parte esencial de la acción humana; en segundo lugar'
la aitropología lingüística y cultural, la sociolingüística
y la sociologit inteiaccional, que se-ocupan de la lengua
Ln relación ion sus usuarios entendidos como miembros
de una comunidad sociocultural concreta; en tercer lugar,
la ciencia cognitiva (tanto los estudios en psicologla como
en inteligencia artificial) que se ocupa de los procesos cog-
nitivos q:ue subyacen a la adquisición y al uso de las len-
guas,
Actualmente, las aportaciones de este conjunto de disci-
plinas tienden a integrarse en propuestas teóricas J.meto-
áológicas que intentan ser capaces de dar cuenta del com-
plejo- mecanismo que subyace a la producción y a -la'
coáprensión linguíitica y no lingüística contextualizada'
29
t

Así, la lingüística textual, el análisis del discurso, la so- cedentes de estos enfoques comunicativos y funcionales de
ciolingüística interaccional o la semiótica aparecen ante la lengua y de este interés creciente por el análisis del uso
nuestros ojos como disciplinas de gran interés a la hora de en sus contextos de recepción y producción existen ya,
abordar un planteamiento globalizador en la enseñanza de la como hemos apuntado, en un pasado remoto con los anti-
lengua. Estos enfoques tienen al menos dos puntos de guos retóricos.
coincidencia que les configuran como una perspectiva su- Ya en el siglo ror, en su primera mitad, asistimos, tal y
gerente y útil al acercarse a los fenómenos lingüísticos y co- como hemos señalado, a la hegemonla de las teorías g4a-
municativos, y en consecuencia al programar acciones di- maticales, con su preocupación por la descripción sincróni-
dácticas en el aula de lengua orientadas al logro de las ca, autónoma y científica de la lengua como sistema ideal e
finalidades descritas en los objetivos generales del área (la institución social. En Europa, el peso de lenguas con amplia
competencia de uso comprensivo y expresivo de los apren- tradición escrita y siglos de refleúón gramatical acentúa
dices): esta visión inmanentista de los aspectos formales de la len-
gua (de ahí las prioridades otorgadas por el estructuralismo
- Po¡ una parte, su voluntad de centrar el estudio lin- europeo a la fonología y a la morfosintaxis) aunque se ob-
güístico en unidades discursivas que no se limiten al marco serven ya abundantes excepciones en su seno. Así, ya en
oracional por considerar que no es la oración el núcleo a 1929, los lingüistas de la Escuela de Praga afirman en su
partir del cual es posible entender los fenómenos comuni- pdmera tesis que la lengua es un sistema funcional deter-
cativos. minado por la intención del hablante. En consecuencia, nen
- Por otra, la atención a los aspectospragmáticos de la e-lanálisis lingüístico debe uno situarse en el punto de vista
comunicación que ligan el discurso oral, escrito o iconográ. de la función" (Trnka y otros, 1971:31). Bul er (1934) y Ja-
fico a sus contextos de producción y recepción. kobson (19ó3) insisten en este enfoque funcional al referir-
st*a-la multifuncionalidad del uso lingüístico (funciones
Estas aproximaciones funcionales al estudio del lenlua- referencial, conativa, emotiva, poética, fática y metaiin-
je presuponen que comunicarse es hacer cosas con deter- güística). Durante los años treinta, Bakhtin, para quien nla
minadas intenciones en situaciones concretas. No estamos interac¿ión verbal constituye la realidad fundamental de la
ya ante sistemas abstractos de signos ajenos a la voluntad lengua, (Voloshinov, 1929), trabaja sobre el carácter dialó-
de los usuarios, sino ante prácticas comunicativas en las gico y polifónico del discurso, y más tarde Benveniste (19óó,
que nel lenguaje, la acción y el conocimiento son insepara- 1974) pone las bases de la teoría de la enunciación, desa-
bles' (Stubbs, 1983). Y si de lo que se trata es, desde un rrolladas luego por Ducrot (1984), se!ún la cual el enuncia-
punto de vista educativo, desde la intervención didáctica en do cobra sentido a partir del reconocimiento de una inten-
el aula de lengua, de mejorar la competencia comunicativa ción en el enunciador.
(de uso socioculturalmente adecuado a los diversos contex- En Estados Unidos, por el contrario, la necesidad de es-
tos y situaciones de comunicación) del alumnado, entonces tudiar las lenguas amerindias, sin tradición escrita y gra'
habrá que asurnir los llmites e insuficiencias de las teorlas matical, lleva a un gmpo de antropólogos como Boas, Sa-
gramaticales al acercarse a los fenómenos de la significa- pir o Whorf al estudio de los usos comunicativos, al
ción y de la comunicación y ampliar los horizontes teóricos descubrimiento de estrechas relaciones entre lengua, cul-
de nuestra formación disciplinar con aquellas visiones que, tura y comunidad y al reconocimiento del papel que juega
desde enfoques cognitivos, sociolingúÍsticos y pragmáticos, el lenguaje en la construcción sociocultural de los pueblos.
entienden el discurso como <un lugar de encuentro se- Estos investigadores seguían, de hecho, las ideas que res-
miótico entre las diversas manifestaciones textuales y las va- pecto a la relación entre lengua y pensamiento y lengua
¡iables de orden situacional y contextual que regulan los in- y cultura habían planteado anteriormente Herder y Hum-
tercambios comünicativos) (Lomas y Osoro, 1991: 24\. Pre- boldt.

30 31
2,1. La pragmática: juegos de lenguaje, Wittgenstein (1953) parte de la crítica a la concepción,
actos de habla y principio de cooperación largamente mantenida en la historia de la filosofía, de la se-
paración entre lenguaje y pensamiento. Niega la existencia
Si la semántica se plantea la pregunta u¿Qué quiere de- de un espacio interior, privado, donde el pensamiento se or-
cir X?", la pragmática intentará responder (Calsamiglia y dena antes de ser expresado a través del lenguaje. Para Witt-
Tusón, 1991) a preguntas del tipo : genstein, el lenguaje se ordena de acuerdo con las reglas de
uso priblico, el significado de las palabras reside en su uso
1. "¿Qué quieres decir con X?, cultural, regulado y público y, por lo tanto, es la cultura, las
2. ofoirnas de vida> *concepto paralelo al de njuegos de len-
"¿Cómo hemos de decir X para hacer lo que quere-
mos?n guajeo-, la que confiere significado a los enunciados. En Ia
3. proposición 23 leemos: ul-a expresión juego de lenguaie ha
"¿Qué hacemos al deci¡ X?o
4. <¿Quéprincipios/mi4ximas/reglasde juego regulan nues- de subrayar aqul que hablar es una parte de una actiüdad
tra actividad lingúística?o o de una forma de vidao.
5. *¿Qué diferencia hay entre lo que queremos decir, lo que El juego de lenguaje es el uso reglamentado del lenguaje
decimos y lo que decimos sin querer?o (Reyes, 1990) y las reglas se constituyen en la publicidad del uso lingüís-
tico. En el proceso de adquisición de una lengua lo que se
El punto de partida de la pragmática es la consideración son, precisamente, esas reglas de uso socialmen-
-adquieren
de nel hablaru como (un hacer,. La lengua es su uso, y ese te marcadas que debemos aprender a usar en diversas si-
uso es siempre contextualizado. Como señala Leünson tuaciones y contextos y que, si bien son implícitas, están en
(1983)¡ pragmática es el estudio de la capacidadde los el propio uso, ni están por debajo de él ni son diferentes a
"la
usuarios de una lengua para asociar oraciones a los contex- é1. En la citada proposición 23 Wittgenstein presenta una
tos en que dichas braciones son apropiadas n. El objeto de la lista, a modo de ejemplo, de la multiplicidad de 1osjuegos
pragmática será el estudio de la lengua en su contexto de del lenguaje. Entre otros, cita los siguientes: dar órdenes y
producción. Desde esta perspectiva, se entiende por contex- actuar siguiendo órdenes, describir un objeto por su aspec-
to no sólo el nescena¡io" físico en que se realiza una expre- to o por sus medidas, fabricar un objeto de acuerdo con una
sión sino también el bagaje de conocimientos que se asume descripción, relatar un suceso, hacer conjeturas acerca de
como compartido entre los participantes en un encuentro un suceso, formar y comprolar una hipótesis, hacer un
comunicaüvo. Ese conocimiento compartido es el que ase- chiste y contarlo, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, re-
gura el entendimiento de los hablantes y permite poner en zar... Así pues, el lenguaje no es, según Wittgenstein, un
funcionamiento todo un juego de presuposiciones. El acto simple in5tmmento para expre'san lo que uno piensa, sino
comunicativo. no se entiende como algo estático, ni tan si- una forma de actividad, regulada y pública.
quiera como un proceso fineal, sino como un proceso coo- La teoúa de los actos de habla, formulada por Austin
perativo de interpretación de intenciones. Al producir un (1962) y desarrollada especialmente por Searle (1964, 1969,
enunciado, el hablante intenta hacer algo, el interlocutor rn- 1975), propone una explicación del uso lingüÍstico basada
terpreta esa intención y sobre ella elabora su respuesta, ya en la obsewación de que cuando producimos un enunciado
sea lingüística o no lingúística. Tanto el proceso de mani- se realizan simultáneamente tres actos: el acto locutivo -la
festación de intenciones como el'proceso de interpretación expresión de una oración con un sentido y un referente de-
exigen que los inte¡locutores compartan una serie de con- terminado, el significado literal-, el acto ilocutivo -la pro-
venciones qu€ permitan otorgar coherencia y sentido a los ducción de una entrnciación, una promesa, una orden, etc.,
enunciados que se producen, sentido que va más allá del en virtud de una fuerza convencional oue se asocia a la ex-
significado gramatical de las oraciones, como se pone de presión, la fuerza ilocutiva- y el acto perloculiyo -el efec-
manifiesto en los enunciadosindirectos. to que se produce en la audiencia.

32 JJ
El centro de atención para el analista de los actos de ha- 3. Relación: Sé pertinente.
bla es la fuerza ilocutiva, ya que un mismo acto locutivo
puede, dependiendo del contexto, poseer fuerzas ilocutivas 4. Modo: Sé claro.
diferentes; así, una pregunta puede ser simplemente una pe- 4.1. Evita la oscuridad en la exoresión.
tición de información o una orden, un n¡ego, etc. La inter- 4 .2. Evira la ambigúedad.
pretación correcta de los actos de habla indirectos se basa, 4.3. Sé breve.
precisamente, en el reconocimiento de esa fuerza asociada 4.4. Sé ordenado.
al acto locutivo y que difiere de su significado literal. Tanto
el hablante como el oyente confían erLlas presuposiciones, Grice observa que, si bien estas máximas son conven-
que hacen referencia al conocimiento del mundo comparti- ciones que regulan los intercambios comunicativos, en mu-
do por ambos, para que los enunciados que producen sean chas ocasiones se transgreden o se producen desajustes.En
interpretados con éxito. De la misma manera que Wittgens- esos casos, los participantes en el intercambio realizan un
tein señala que no se puede hablar del lenguaje desligándo- proceso de implicatura para que quede a salvo el principio
1o de su uso, Austin obser-vaque, excepto en contadas oca- de cooperación. Así como en la teoría de los ¿clos de habla
siones, no se puede decir de los enunciados que son se distingue entre el significado literal y la fuerza ilocutiva,
verdaderos o falsos, sino que son "afoftunados, o "desafor- desde la teoría del principio de cooperación se estableceuna
tunados,, en viftud del contexto en que se producen y de los diferencia entre "lo que se diceo y nlo que se implicata".
efectos que provocan. Para Levinson (1983: 97), el concepto de implicatura es al-
Grice (1975) plantea que el intercambio conversacional tamente interesante porque nes un ejemplo paradigmático
es similar a cualquier transacción contractual en la que los de la naturaleza y el poder de las explicaciones pragmáticas
participantes tienen un objetivo en común, sus actuaciones de los fenómenos lingüísticos. Se puede mostrar que el ori-
son mutuamente interdependientes y existe un acuerdo tá- gen de estos tipos de inferencia pragmática residen fuera de
cito para que la transacción continúe hasta que ambas par- la organización del lenguaje, en algunos principios genera-
tes decidan terminarla de común acuerdo. Esta concepción les de.ia interacción cooperativa y, sin embargo, permeabi-
le llevará a formular el principio de cooperación como prin- lizan la esrmctura del lenguaje...
cipio regulador de todo acto comunicativo: (Haz que tu Posteriormente, Sperber y Wilson (1986) han señalado
contribución a la conversación sea la adecuada, en el mo- que se puede considerar la máxima de relación o pertinen-
mento en que se produce, para la finalidad aceptada del in- cia como el principio fundamental del que dependerían las
tercambio conversacional en el que estás participando, demás máximas. Plantean que, desde un punto de vista cog-
(1975: 45-46). Este pdncipio se completa con las siguientes nitivo, la producción y la interpretación de los enunciados
c]u.atromáx¡mas: se basan en elegir aquel que se considera más pertinente
para la situación concreta de comunicación en que se da, es
l. Cantidad: decir, aquel que puede ser interpretado con un mlnimo cos-
1.1. Haz que tu contribución sea tan informativa como te de procesamiento. Esta cáracterística del mecanismo cog-
lo exijan los propósitos del intercambio. nitivó es la que justificaría que a menudo se transgredan
1.2. No hagas tu contribución más informativa de lo que otras máximas.
se exija. También muy interesantes resultan los trabajos sobre la
coftesía, enlenclida como otro de los principios biísicqs..que
2. Calidad: Trata de que tu contribución sea verdadera. regulan el uso comunicativo de las lenguas (Brown y Levin-
2.1. No digas lo que crees que es falso. son, 1987). Si partimos de la idea de que la lengua es un
2.2. No digas aquello fara lo que careces de evidencia conjunto de opciones ligadas al contexto y que tienen un
adecuada. significado social (Gumperz, 198ó), convendremos en que la

34 35
elección de una opción no se produce al azar sino que exis- que constituyen el repertorio verbal de cada comunidad de
ten restricciones de tipo sociocultural e interpersonal que
habla y en las determinaciones socioeconómicas que condi-
nos conducen a hacer esa elección y no otra. Entre esasres-
cionan el accesoa los registros de uso (Tusón, 1991a:51-53)
tricciones se sitúa lá cortesía, la relación entre la imagen
así como a los filt¡os culturales que determinair un acceso
que tenemos del otro y la que queremos dar de nosotros
desigual a los usos "legítimos' de la lengua -aquellos que
mismos; imágenes que construimos -o activamos- a tra- generan beneficios en el mercado rle los intercambios comu-
vés de la elección que hacemos entre las posibilidades que
nicativos- y relegan las variedades ilegítimas a las posicio-
nos ofrece la lengua. Pensemos, por ejemplo, en las dife- nes más bajas de la jerarquía de los estilos expresivos(Bour-
rencias que nos sugieren -en cuanto a la relación que exis- dieu. 1982).
te entre los interlocutores- los dos enunciados siguientes,
-ambos Durante los años sesentase desarrollan, dentro del mar-
utilizados para conÁeguir que alguien cierre una
co de la sociolingüística, estudios de orientación propia-
puerta:
mente sociológica sobre la situación lingüística en naciones
en vlas de desarrollo,e especialmente sobre la planificación
1. ¡Cierra la puerta, carayl
lingüística, tema en el que convergen otros muchos proble-
2. Por favor, ¿sería tan amable de cerrar la puerta? mas, como los criterios que se usan para decidir qué lengua
o variedad se propone como lengua oficia1 o variedad es-
tándar, la elaboración de una normativa, el establecimiento
2.2. Frrrtre la anlropología y la sociología: sociolingiiÍs- de una política lingúística, etc. La sociolingúística demues-
üca, etnografía de la comunicación, etnometodología tra que esas acciones no son neutras sino que presuponen
e interaccionismo simbóüco determinados valores y posturas ideológicas por parte de los
planificadores. Se observa que el estudio de los procesos de
La sociolingüÍstica empieza a desarrollarse en los años estandarización de las lenguas puede ayrdar a entender el
cincuenta con los trabajos de Weinreich sobre las conse- lugar que ocupa la lengua como símbolo de identidad na-
cuencias del contacto de lenguas, los de Haugen sobre el
cional.
comportamiento de los inmigrantes bilingües en Estados También durante los años sesenta comienzan los traba-
Unidos, los primeros análisis de Gumperz sobre la situación jos de otra corriente sociolingüística, en cierto modo here-
sociolingüística en la India y la presentación, por parte de dera de la dialectología, que hoy conocemos como (teoría
Ferguson, de la distribución social de las variedades lin- de la variaciónu.lo Los trabaios de Labov sobre el BfurckEn-
güísticas.'
glish Vemacularrr demuestrán que la variación no es caóti-
El objeto de la sociolingüística es el uso lingüístico. EsIo ca, sino que sigue unos patrones y que, por lo tanto, puede
implica que se presta una atención especial a los agentes de ser descrita sistemáticamente. Actualmente, la teoría de la
ese uso -los hablantes-. Los usuarios de la lengua son variación *o sociolingüística correlacional- ha desarrolla-
considerados como miembros de comunidades de habla, y do una metodología muy eláborada que, a partir de unas re-
una de las caracteÍsticas esencialesde la comunidad de ha- glas dé variancia, permite analizar y predecir las restriccio-
bla es su diversidad lingúística; se parte de la idea de que sus nes de carácter social y cultural a que está sujeta la variación
miembros pueden hablar más de una variedad o más de una
lingüística.
lengua. La totalidad de los recursos lingüísticos de ios ha- La etnografía de la comunicación -corriente antropoló-
blantes constituye su repertorio t¡erbal. La sociolingüística,
pues, centra su interés en la diversidad de usos lingüísticos
9. Fishman, J. A., C. Ferguson y J. Das Gupta,'comps. (1968); Fish-
man. J. ( I975).
8. wein¡eich, V. (1953);Haugen, E. (1953), (196ó);Ferguson,C. A.
(r9s9). 10. Labov, W. (1972a\, (1972b); Sankoff, D., comp. (1978).
11, Labov, w. (t969).

36 37
gica que se ha desarrollado a partir de los años sesenta-r2 riendo a lo largo del proceso de socialización y, por lo tan-
parte de los trabajos que habían realizado investigadores to, está socioculturalmente condicionada. Los antropólogos
como Boas, Sapir y Maiinowski, quienes habían demostra- lingüistas han demostrado que las normas comunicativas
do, como ya señalamos anteriormente, la relación existente varían de cultura a cultura, e incluso dentro de una misma
entre la lengua y la cultura de los pueblos que habían estu- cultura de un gmpo a otro fióvenes/adultos,hombres/muje-
diado. El significado no es para estos autores una relación res, etc.). A medida que nos vamos relacionando con diver-
unlvoca enffe un referente y la palabra que lo designa sino sas personas, en contextos diversos, hablando sobre temas
entre ésta y un contexto cultural. Analizando el comporta- diferentes, vamos descub¡iendo y apropiándonos de las nor-
miento comunicativo de una comunidad de habla es posi- mas que son adecuadas para las diferentes situaciones co-
ble, a su juicio, entender el mundo cultural de un grupo so- municativas en que nos encontramos. Así, vamos distin-
cial determinado. guiendo cuándo es apropiado hablar de una manera formal
Los primeros etnógrafos de la comunicación (Gumperz o informal, con quién podemos nchismorrear, y con quién
no (y cómo se
y Hymes) configuran esta disciplina en torno a su objeto de "chismorrea',), delante de quién podemos de-
estudio: la competenciacomun¡caliva. Este térrnino necesa- cir "palabrotasn y delante de quién no, cuando es preferible
damente remite al concepto chomskiano áe competencia que nos mantengamos en silencio, etc. La noción de com-
lingüística. Gumperz (1972: vll) explica así su concepción de petencia comunicativa lÍasciend,e así su sentido de conoci-
la competencia comunicativa: miento del código lingúlstico para entenderse como la ca-
pacidad de saber qué decir a quién, cuándo y cómo decirlo
[La competenciacomunicativa]es aquelloque un hablante y cuándo callar (Cots y otros, 1990: 55).
necesitasaberpara comunicarsede manera eficaz en contextos Al aprender a hablar, pues, no sólo adquirimos la gra-
culturalmente significantes. Como el término chomskiano so- mática de una lengua (aquella que se habla en nuestro en-
bre el que se modela, la competenciacomunicativa se refiere a torno) sino que también aprendemos sus diferentes regis-
la habilidad para actuar. Se hace un esfuerzopara distinguir tros y la manera apropiada de usarlos según las normas de
entre lo que un hablantesabe-sus capacidadesinherentes-
nuestro ambiente sociocultural. El concepto de competencia
y la maneracomo se comportaen situacionesparticulares.Sin
comunicativa se refiere tanto a la competencia lingüística
embargo,mientras que los estudiososde la competencialin-
güística tratan de explicar aquellos aspectosgramaticalesque (en el sentido chomskiano) como a la competencia pragmá-
se creencomunesa todoslos humanos,independientemente de tica: el componente sociolingüístico, que nos permite reco-
los determinantessociales,los estudiososde la competenciaco- nocer un contexto situacional determinado, distinguirlo de
municativa consideran a los hablantescomo miembros de una otros y, por lo tanto, seleccionar las norrnas apropiadas de
comunidad,como exponentes de funcionessociales,y tratan de comporlamiento comunicativo, la variedad o variedades
explicarcómo usanel lenguajepara autoidentificarse y llevar a lingüísticas adecuadas, etc.; el componenle discursivo, que
cabosus actividades. rros permite construir enunciados coherentes en coope-
lrción con el interlocutor, y el componente estratégico,
Para los etnógrafos de la comunicación, la competencia gracias al cual somos capaces de reparar los posibles con-
comunicativa es un conjunto de normas que s9 va adqui- llictos comunicativos e incrementar la eficacia de la inte-
I cción.
12. Con la publicación citada en la nota 2 se inician los estudios de la Las normas comunicativas abarcan, pues, conocimien-
etnografía de la comunicación. Una revisión y puesta al día de esta disci- lr¡s verbales y no verbales (cinesia y proxemia), normas de
plina se puede encontrar en Saville-Troike, M. (1982). Una propuesta de ir¡tcracción y de interpretación, estrategias para conseguir
trabajo en el aula en torno a los usos orales de la lengua desde la etnogra-
lls linalidades que se persiguen y conocimientos sociocul-
fía de la comunicación la encontramos en Tusón, A. (1991a). Sobre los usos
orales en la escuela nos parecen útiles las apo¡laciones de Calsamiglia, H. Irrrirlcs (valores, actitudes, relaciones de poder, etc.). Lógi-
(199 1)y Nussb au m .L. ( 1991) . crrrcntc, cuando en un encuentro comunicativo los inter-

38 39
v

locutores poseen nonnas diferentes pueden producirse con- Los etnometodólogos consideran que los tuntos de pala-
flictos comunicativos y malentendidos (Tusón, 1988). bra son eI principio órganizador de Ia conversación (como
El interés de la etnografía de la comunicación reside en de muchas otras actividades: juegos, tr:áfico, compras, tra-
que presenta un marco teórico que sitúa en su justo lugar bajos en gnrpo...). El análisis de las conversaciones espori-
las diferentes habilidades que un individuo necesita conocer táneas demuistra que la organización de los turnos de pa-
y dominar para compofarse de manera compelente,es d.e-. labra esá suieta a unas reglas y que, a la vez, sirve para
Lit, od""uoáo, en cualquier situación. Él conocimiento del estructurar 1á conversación. Así, la coherencia temática en
código -la competencia lingúística- queda integrado junto una conversación se va construyendo de manera articulada
con la competenciapragmáüca y deja de ser una pura abs- mediante la colaboración de los participantes. Estudiando
lracción. Asimismo, el conocimiento de la normativa ad- la forma como se organizan los turnos se pueden descubrir
quiere sentido ya que cualquier indiüduo ha de saber que, los procedimientos que se utilizan para <manejar> o <ges-
en determinadas situaciones y para conseguir ciertas finali- tionar> la conversación (conversational management), para
dades, su utilización de la lengua, ya sea oral o escrita (espe- iniciar, cambiar o mantener un tema, para cambiar eI tono
cialmente si es escrita), deberá adaptarse a las normas aca- de la interacción, para reformular la constelación de los par-
démicas si quiere que su actuación comunicativa sea eficaz' ticiDantes, etc.
En los últimos quince años, dentro del marco de la so- Los etnometodólogos establecenuna diferencia entre las
ciología ha ido creciendo el interés por el estudio de-la in- conversacionesespontáneas-su objeto de estudio- y otros
teracéión humana. Tanto la etnometodología como el inte- tiDos de interaccionescomunicativas,como las que se pro-
raccionismo simbólico ofrecen en sus estudios aportaciones ducen e., el aula, en una sala de un juzgado, en un debate
teóricas y metodológicas que pueden ser de gran interés con moderador, etc. Estas otras interacciones están también
para el estudio del uso lingüístico. sujetas a unas reglas, pero son de índole diferente' Por ejem-
Los etnometodólogost3se han ocupado especialmentedel pló, una regla fundamental de las conversaciones esPontá-
análisis de la conversación espontánea entendida como una .t"u. q,r", si quien tiene el uso de Ia palabra no seleccio-
actividad social más. Parten de la idea de que las actividades "t
na al próximo participante, cualquiera de los presentes
cotidianas que realizan las personas son métodos que sirven puede autoseleccionarse pero, en cambio, la aplicación de
oara dar sentido a las diversas situaciones en que se en- Lsta regla podría resultar del todo inconveniente en el trans-
cuentran, y consideran que el lenguaje es un instmmento curso de un juicio.
privilegiado para dar sentido a una situación. Así, pues, El interés de la perspectiva etnometodológica reside,
árientan su estudio hacia el descubrimiento de las vías a tra- precisamente, en que presenta las interacciones comunica-
vés de las cuales los significados emergen de una situación ' tivas como actividades sociales estructuradas y sujetas a re-
concreta, los métodos con los que los actores interpretan su glas que se adquieren a través de la experiencia interactiva
entorno de una manera significativa. Uno de los presupues- y q,r" considera el uso del lenguaje como el mecanismo
tos teóricos de la etnometodología consiste en la considera- ".r
iundame.ttal con el que producimos sentido en esas activi-
ción de que la realidad no se descubre, sino que se int€rpre- dades.
ta, es decir, que se construye, se negocra y se.manúene a El interaccionismo simbólicola considera que las inte-
través de las interacciones en las que participamos Adüer- racciones son semejantesa los rituales y, por lo tanto, están
ten que la conversación, como cualquier otra actividad pro- altamente estructuradas. Los participantes, al iniciar una in-
pia del comportamiento humano, es racional y está sujeta a tcracción, establece4 tn compromiso conversacional (con'
reglas que provienen de nuestro bagaje de experiencias y que t)ersational invol\tement) qtse deberán mantener a lo largo de
constituyen la propiedad estructur-al de los actos sociales' todo el encuentro y que romperán al final de común acuer-

13. Attewell, P. (1974); Garfinkel, H. (1967) 14. Gofftnan,E. (1959),(1974)y (1981).

40 41
do. Cada participante se presenta a la interacción con una las palabras, pronto surgieron cuestiones como la existencia
imagen (face) determinada y durante el transcurso de Ia in- de un plan textual subyacente (Van Dijk), los mecanismos
teracción irá negociand.ocon el resto de los participantes el de cohesión (Dressler, Halliday), los mecanismos de cohe-
mantenimiento o e1 cambio de esa imagen así como la rencia (Coseriu) y la coincidencia de emisión-recepción
orientación de la propia interacción (el tema, el tono, etc.). (Schmidt) que exigían un tratamiento pragmático y, a la
Para entender cómo funciona ese proceso de negociación es vez. la recuperaciónde los trabajos de retórica.r6
fundamental el concepto de posición (footing). Las diversas Mientras que la lingüística oracional considera el len-
uposicionesnque adoptan los participantes en un encuentro guaje como un sistema de signos, como un aparato formal,
comunicativo se manifiestan a través de señaleslingüísticas la lingüística textual lo considera como una forma de acti-
y no lingüísticas, como la prosodia, la elección del registro, vidad humana, como un proceso. El texto es un artefacto
los gestos, la mirada, etc., y cada cambio de posición es un planificado con una orientación pragmática. Para Beau-
índice que sirve para descubrir cómo la interacción se or- grande (1981) son siete las características básicas de la tex-
ganiza en diversas secuencias que provienen de la aplica- tualidad: dos de ellas ---<ohesióny coherencia- son nocio-
ción de unos marcos (frame) determinados. Los marcos son nes centradas en el texto, propiamente dicho; las otras cinco
patrones tipo de actuación interactiva, de carácter social y -intencionalidad, aceptabilidad, infonnatiuidad, situacionq'
cognitivo y que fundamentan la idea de considerar la inte- lidad e intertextualidad- son nociones centradas en los
racción como un ritual, usuarios de la lengua. Estas siete características son, para
este autor, principios constitutivos de la comunicación tex-
tual que actúan junto con tres principios reguladores ---zf-
2.3. Lingúística del texto, análisis del discurso, socio- ciencia, eficacia y adecuación-. Beaugrande (1981: 31) ve
lingüística interaccional, sernióüca textual... así la relación entre Io textual y lo pragmático:

Los avances teóricos y metodológicos de las disciplinas Nuestrasnocionesde cohesióny coherenciapuedenser úti-
les para estudiarel texto sólo si con ellasnos referimosa cómo
que acabamos de comentar han contribuido en gran medi- comuni-
seestablecen las conexionesentrelos acontecimientos
da a que desde la lingüística se haya planteado el estudio de cativos. Las preocupacionesde la pragmática se tienen en
unidades supraoracionales como objeto central de investi- cuentaal explorarlas actitudesde los productores(intenciona-
gación. La lingüística del texto, el análisis del discurso y la lidad) y de los receptores(aceptabilidad)y las situacionesco-
sociolingüística interaccional coinciden en proponer el es- municativas(situacionalidad).
tudio sistemático de la producción lingüística contextuali-
zada, si bien cada una de estas corrientes ha puesto el acen- La lingüística del texto estudia la organización del len-
to en unos aspectos determinados de ese udo y presenta guaje más allá del límite arbitrario de la oración en unida-
particularidades metodológicas y analíticas propias. des lingüísticas mayores, como la conversación, investigan-
La lingüística del textors comienza en el punto en que do el uso del lenguaje en el contexto de la interacción social.
la lingülstica oracional deja de proporcionar explicaciones Se suele hablar de texto {Teffie a discurso, y referirse a
adecuadas a los fenómenos lingüísticos. Si en sus comien- ambos como discurso interactivo. Utto de los lingüistas del
zos se ocupó del análisis de cierlos aspectoslingüísticos que texto más notables, Van Dijk (1977, 1,980),utiliza el térmi-
operan en la constrr¡cción de los tiempos verbales, el uso del
artículo, los elementos deícticos situacionales, el orden de 16. -La recuperación de la retórica clásica en nuestro siglo tiene su má-
ximo exponente en la obra de Perelman y Olb¡echts-Tyteca(1958). De gran
15. Para una hjstoria de los inicios de la lingüística dcl texto, véaseRi- interés son también 1ostrabajos de Muryhy (1974), el Grupo m y Mortam
gau, G. (1981). Una aproximación al análisis textual curopeo lo encontra- Garavelli (1988). Una introducción a la retórica hecha en nuestro país se
puede encontrar en el libro de Albaladejo (1989).
mos en Bernárdez,E. (1982).

42 43
\o texto para referirse al constructo teórico y abstracto que lación al texto en su conjunto. Por ello se habla de estruc-
se realiza en el discurso: el texto es al discurso lo que la ora- turas globales, a diferencia de las estructuras locales o zi-
ción es al enunciado; para otros autores, sin errlbargo, texcto croestructuras del nivel oracional. Si decimos de un texto
es el producto meramente lingülstico de un intercambio co- que se trata de una narración, estamos caracte¡izando el
municativo mientras qulediscurso es ese texto contextualí- texto globalmente, y no a las oraciones que 1o componen.
zado, tomando en consideración todos los elementos que in- Las superestructuras permiten concebir el texto como un ¿s-
tervienen en el acto de comunicación. quema.
Siguiendo el pensamiento textual de Van Dijk, así como La lingülstica del texto y la pragmática coinciden nece-
una oración es más que la simple suma de una serie de pa- sariamente én su concepción del juego de la acción comu-
labras, también un texto es una estructura superior a la sim- nicativa: el lenguaje jamás se produce aisladamente, sino.en
ple secuencia de oraciones que satisfacen las condiciones de relación con los factores no lingüísticos, en el marco de los
conexión y cohe¡encia. Este autor establece una diferencia procesos interactivos de la comunicación.
entre macroestructuras, microestructuras y superestructuras. La mayor diferencia que existe entre el anrálisis lingüís-
Las macroestructuras son estructuras textuales globales de tico oracional y el pragmático textual radica en la conside-
naturaleza semántica. La macroestructura de un texto es ración del papel de los interactuantes en la situación co-
una representación absüacta de la estructura global de su municativa: su mutua contribución a la constmcción del
significado. Mientras que la secuencia de oraciones debe sentido y el manejo competente de los contextos comunica-
cumplir la condición de coherencia lineai, el texto debe tam- tivos son esencialespara entender los mecanismos que rigen
bién cumplir la condición de coherencia global. Cada ma- la producción y la comprensión lingüística. La teoría que es-
croestructura debe cumplir las condiciones de conexión y tudie la comunicación lingúÍstica deberá investigar el len-
coherencia semánticas en los niveles microestructurales guaje en su funcionamiento real -no simulado arbitraria-
para que un macronivel pueda ser, a su vez, micronivel en mente- en el contexto comunicativo,
otro texto. Las macroestructuras tienen un decisivo papel La tarea de la lingüística del texto consiste en desarro-
cognitivo en la elaboración y en la comprensión,del texto. llar una teoría explícita que dé cuenta de la producción y re-
Sin macroestructura, al oír una serie de enunciados nos se- cepción de textos lingülsticos en el marco de los procesos
rla imposible comprenderlos. La existencia de las macroes- comunicaüvos. Por lo tanto, del rnismo modo que recupera
tructtrras es lo que nos permite resumir el contenido de un la retórica, integra las aportaciones que la pragmática, la
texto: producir otro de extensión menor que guarde relacio- antropología y la sociología oftecen en este terreno.
nes.macroestmcturales con el original, Tomando como punto de partida la tradición de la lin-
Mientras que las macroestructuras semánticas explican güística funcional -lambién hoy llamada lingüÍstica sisté-
el significado global de un texto, las superestructu,,4s son es- mica-, cuyo5 máximos representantes son Firth (19ó8) y
tructuras textuales globales que caracterizar. el tipo de tex- Halliday (1.973, 1978 y 1985), se ha desarrollado, básica-
to: una estructura narrativa es una superestructura, in- mente en Gran Bretaña, una corriente conocida con el nom-
dependientemente del contenido (macroestructura) de la bre de aruilisis d.eldíscurs. Para Brown y Yule (1983), .el
narración. Si la macroestructura es el contenido del texto, an¡ílisis dei discurso es, necesariamente, el análisis del len-
la superesüuctura es st fonna. Las superestructuras son.ne- guaje en su uso, Como tal, no puede restringtse a la des-
cesarias para adecuar el contenido del texto al contexto co- cripción de las formas lingülsticas independientemente de
municativo. Para Van Dijk, las superestructuras fundamen- los propósitos o funciones, que esas formas desempeñan en
tales son la narración y la argumentación. los asuntos humanoso. Y, bomo postulado metodológico, tal
Lo que tienen en común las macroestructuras y las su- y comb señala McCarthy (1991), descripción del lengua-
"la
je más allá de la oracióno y el interés por y
perestructuras es que no se definen en relación a oraciones "el contexto las
o secuencias de oraciones aisladas de un texto, sino en re- influencias culturales que afectan al uso del lenguaje".

L¿. 45
Los analistas del discurso establecen una diferencia en- Uno de los aspectos de especial interés de esta escuela
tre texto y discurso, el texto sería el producto meramente lin- para nuestros propósitos es que ha tomado como uno de sus
güístico mienúas que el discurso setía ese texto contextua- campos de estudio el discurso escolar. Los trabaios de Sin-
lizado. Parten de datos naturales procedentes del lenguaje clair y Coulthard(1975),Srubbsfl97ó), Edmonson(1981),
ordinario con el objetivo de descub¡ir regulaidndes y des- entre otros, ofrecen un modelo de análisis que permite en-
cribirlas. Se considera el discurso como el resultado de un tender las características específicas de este tipo de discur-
proceso activo (el compdrtamiento lingüístico-comunicati- so Frenteal discurso espontáneoo a otros discursos más
vo) que para su aniálisis exigirá, por lo tanto, que se tomen formales. Otras de las preocupaciones de los analistas
en consideración las restricciones de la producción y de la del discurso -derivada de su interés por el discurso esco-
recepción textual. Bror,rmy YuJe (1983: 3ó) presentan de este lar- ha sido la de esrablecerlas difirencias formales.
modo el trabajo del analista del discurso: funcionales,siluacionalesy estrucrurales- entre el discur-
so oral y el discurso escrito. En este campo son de esoe-
EI analistadel discursotrata sus datoscomo la representa- cial interés los trabajos de Brown y yule itg8¡) y peróra
ción auténtica(texto)de un procesodinámicoen el que un ha- (1984).
blante/escritorusa la lenguacomo un instrumentode comuni- La sociolingüística interaccional arranca de la tradición
cación en un contextopara expresarsignificadosy conseguir
antropológicolingüística de la etnografía de la comunica-
sus intenciones(discurso).Trabajandocon esos'datos,el ana-
lista trata de describirlas regularidades
de las realizaciones ción e incorpora las aportaciones de la pragmática filosófi-
lin-
güísticasque usa la gentepara comunicaresossignificadosy ca, la psicologÍa social de orientación cognitiva, la sociolo-
esasintenciones. gía interaccional, el análisis del discurso y los estudios de
inteligenciaañificial que puedan ayudar á la comprensión
La noción de contexto abarca tanto el contexto cosnitit)o del uso lingüístico situado. Los estudiosos que s" enmar"a.,
-la experienciaacumuladay estructuradaen la memoria- dentro de esla corriente, cuyo miiximo ;epresentantees
como el contexto cuhural -las visiones del mundo comoar- Gumperz (1982a, 1982b),consideran la lensua como uno de
tidas por los participantesen una interacción- y el conrex- los elementosque constituyen la realidadlocial y cultural
to social -los aspectosinstitucionales e interactivos que nos de fos grupos humanos. A la vez, consideranque il uso lin-
permiten identificar y definir situaciones y acciones-. La güÍslico es expresión) síntoma de esta realidad,puesto que
referencia al contexto es la que perrnite explicar las presu- el mundo socio-cultural se consullye, se mantrene v se
posiciones y las inferencias en las que se basan la produc- transforrna a través, en gran parte, de las interaccioneJ co-
ción y la comprensión discursivas. municativas.
Para el an¡ílisis del discurso resultan centrales, también, Puesto que su objeto de estudio es el uso lineüístico
las nociones de cohesión y coherencia. La cohesión remite situado, proponen un análisis que se caracterice por su
al texto, mientras que la coherencia es la característica fun- mu llidimensionalidad;un modelo que dé cuenta de la
damental que perrnite interpretar el discurso. Para el estu- producción lingüÍstica debe integrar los factores verbaies
dio de la coherencia discursiva, los analistas del discurso re- y no verbales de la comunicación así como los facto-
curren a la teoría de los ¿clos de habla y a las aportaciones res cognitivos, situacionales v socioculfurales. En un en-
de los estudios de inteligencia artificial. Así, hacen interve- cuentro comunicativo, los participantes deben poner en
nir en su análisis conceptoscomo marcos,guiones,escena- funcionamiento múltiples competencias que abarcan todos
nos v esouemas-' esos faqtores y que constituyen su competencia comuni-
catrva.
17. Un excelente libro sobre la importancia de los avances en Inleli- Desde esta perspectiva, la interacción comunicativa se
gencia Artificial para la enseñanza de la lengua es el de Schank, R. C. puede considerar como un tipo específico de texto en el que
(1982). la coherencia se construye a través de la cooperación cón-

46
versacional entxe los parficipantes. El análisis de la cohe- que son específicos de cada tipo de texto, ya sea oral o
rencia textual se lleva a cabo a través del estudio de \a infe' escrito.iE
rencia conversacional, entendida, en palabras de Gumperz, La semiótica, en fin, en cuanto teoría general o ciencia de
como .el conjunto de procesos a través de los cuales los par- los Signos, ha sufrido también en los ultimos años un giro
ticipantes en una conversación llegan a interpretar de una pragmático dando lugar a enfoques textuales o discursivos en
manera situada, contextualizada, las intenciones comunica- los que la atención se centra
tivas de los otros participantes y, a partir de aquí, constru- "más en lo que los signos hacen
que en lo que los signos representan>(Lozano y otros, 198ó:
yen sus respuestas'(1978:395). Esta inferencia se basa en 1ó). En este senüdo, el objeto de una semiótica de raiz prag-
las convencionescontextualizadorasque son un conjunto de mática sería el de disponer de uuna teoría sobre los modos
pbtas o indicios lingnísticos y no lingúísticos que sirven socioculturales de producción y recepción de los discursos
para manifestar que los conversadores están de acuerdo en usados en las interacciones simbólicas, que estudie ulos pro-
mantener la interacción en unos determinados términos. cesos culturales como procesos de comunicación entre inter-
Las convenciones contextualizadoras pueden ser la entona- locutores que presuponen y comparten un sistema de códigos
ción, el ritmo, el tono de voz, las pausas, los gestos,los rui- determinado a través del cual construyen el conocimiento (...)
dos de asentimiento o extrañeza, 1oscambios de lengua o de y supone entender los fenómenos culturales (desde el uso de
registro, etc., y permiten que a lo largo de la ponversación objetos y el intercambio de bienes y servicios hasta la ico-
se vaya negociando su propia estructura y coherencia (man- nosfera visual y los intercambios verbales) como un comple-
tenimiento o cambio de tema, organización de los turnos de jo sistema de significaciones, (Lomas, 1991: 31 y 32). Desde
palabra, orientación intencional, etc.). la semiótica textual (Greimas y Courtes, 1979; Eco, 1976 y
Ei interés de este tipo de análisis para las tareas didác- 1979) es posible dar cuenta de las formas y estrategiasdis-
ticas es múltiple. Apuntaremos sólo tres aspectos a modo cursivas a t¡avés de las cuales los sujetos (enunciadores y
de ejemplo. En primer lugar, permite la formación de in- enunciatarios) se inscriben en el texto y del itinerario de sen-
dividuos competentes oralmente a través del trabajo sobre Í#o que recorre éste al seryicio del hacir persuasiyo.reEl tex-
el discurso oral, proponiendo situaciones comunicativas to así entendido ----oral, escrito, iconoverbal, obietual- con-
diversas en las que se hayan de poner en juego habilidades tiene, junto a los valores semánticos de los enunciados,
verbales y no verbales específicas, partiendo de la reflexión instrucciones de,uso lector *indicaciones concretas en la fuse
sobre los diferentes elementos que intervienen en su pro- de .enunciación- que actúan como huellas del sujeto enun-
ducción. En segundo lugar, permite tomar conciencia de la ciador asl como presuposiciones con respecto a la fase de re-
existencia del currlculo (oculto> dentro del discurso peda- cepción que consagran estereotipos de enunciatarios y for-
gógico, poniendo de relieve la importancia del autoanálisis mas concretas de percibir el entorno (Lomas, 1991).
para los enseñantes con el fin de conocer los modelos que, Especialmente útil nos parece la semiótica en su afán de
consciente o inconscientemente, proponen a través del dar cuenta de los procedimientos iconoverbales de creación
propio comportamiento comunicativo. Y. en tercer lugar.\.
ayuda a comprender la compleja relación que existe entre
el uso oral y escrito de una lengua al analizar los diferen- 18. Pa¡a un análisis de las interferencias de 1o oral en los textos ex-
positivos escolares,véase Tusón, A. (1991b).
tes mecanismos que se usan para la construcción, produc-
19. Una aplicación al trabajo educativo de los enfoques de la sernióti-
ción, expresión y comprensión de la coherencia discursi- ca textual la,hallamos referida a los textos literarios en Usandizaga, H.
va o textual (aspectos gramaticales, prosódicos, léxicos, (1991) y (1993). Una aproximación semiótica a los textos iconográficos la i
etc.). Es evidente que para un tratamiento adecuado de
todo el proceso de aprendizaje del texto escrito hemos
de conocer mejor las características específicas del discur-
encontramos en Lomas, Carlos (1990). Desde una semiótica de orientación
pragmáüca en Lomas (1991) se analizan las bases para un trabaio escolar
sobre el discurso publicitario. Desde el mismo enfoque, véaie Lomas
(1993).donde se jusiiftca la convenienciadel trabajo diáácticoen el aula
I
so oral espontáneo, ya que esto permitirá ver los aspectos de lengua con los usos iconoverbales de la comunicación. I

48
V

y transmisión del sentido utilizados por las industrias cul- cursiva, sociocultural, espectatorial...) mediante la cual los
turales de la comunicación de masas. La mirada semiológi- alumnos y las alumnas entiendan la comunicación icono-
ca de autores como Barthes (1957 y 19ó5)o Eco (19ó5) so- verbal como un complejo proceso de producción de sentido
bre los fenómenos dé la cultura de masas (Eco escribirá orientado a producir determinados efectos culturales (Lo-
jugosas páginas sobre la televisión, el cómic o la publicldad, mas, 1993).
mier:rtrasBarthes hará lo propio con la moda, la fotografía Por ello 'parece cuanto menos razonable incluir como
o el sistema de objeios) abre el camino a una perspeitiva de contenidos de una enseñanza de la lengua orientada al de-
análisis que trasciende metodologías de origen lingüístico sarrollo de la compétencia comunicativa del alumnado, tal
obsesionadaspor el puro inventario de recursos for¡nales y y como se hace en los documentos que regulan el currículo
atiende al estudio de los significados trasladados por la vía del área (MEC, 1991a, 1991b y 1,992a),este tipo de prácti-
de la connotación y al análisis de las estrategias de enun- cas discursivas (el discurso del cómic, del cine, de la pren-
ciación desplegadasen situaciones culturalmente determi- sa, de la televisión, de la publicidad...) que se articulan a tra-
nadas. vés de un uso combinado de sistemas icónicos y verbales de
Los mensajes simbóiicos de la cultura de masas son así comunicación y que, emitidas por las industrias culturales
susceptibles de ser leídos desde la semiótica como usos es- mediante eficacísimos resortes tecnológicos de naturaleza
pecíficos de los diversos sistemas de signos: la persuasión electrónica o fotográfica, constituyen el fenómeno cotidiano
publicitaria, el discurso del cómic, ei lenguaje cinematográ- de los mensajes de la comunicación de masas.
fico, el sistema de objetos, las crónicas de la prensa o los di- Desde el aula, y desde tempranas edades,la escueladebe
versos géneros televisivos constituyen textos iconoverbales incorporar a sus programaciones didácticas actiüdades de
que denotan la mitologíacontemporáneay connotanformas enseñanza y aprendizaje orientadas a eütar, en la medida
concretas de percibir el entorno sociocultural. La realidad de lo posible, que los teleniños y los depreda.doresaudiovi-
se coristruye y se mantiene así al dictado de sistemas tec- suales que anidan en las aulas de la escolaridad obligatoria
nológicos de comunicación que permiten una difusión a caigan en la ilusión de lo real y en una alienación percepti-
gran escala y un alto nivel de iconicidad en la representa- va que les impida una comprensión cabal del entorno en el
ción medial, y mediatizada, del espacio real mediante com- quq viven (Lornas, 1992 y 1993). No hemos de olvidar que
plejas maniobras retóricas y elaboradas estrategias estilísti- el ámbito escolar es con frecuencia el único escenario en el
cas orientadas a producir determinados efectos éticos y que es posible crear un tiempo y un espacio de enseñanzay
pragmáticos traducibles en pautas colectivas de acción. Los aprendizaje dirigido al desarrollo de una competencia co-
usos iconoverbales, insettos en las industrias audiovisuales municativa de los alumnos y de las alumnas que integre, en-
de la comunicación de masas, contienen en su estructura tre otras destrezas discursivas, estratégicas y sociocultura-
formal y temática instrucciones de uso puestas en juego con les, la competenciaespectatoial.
arreglo a normas sintácticas y estratagemasdiscursivas muy De ahí la urgencia por abordar_enel aula de lenguaje, tal
precisas que generan la ilusión d¿ lo real (el efecto de real! y como no sólo sugerimos sino como ahora prescriben las
dad, la confusión entre las imágenes de la realidad y la rea- disposiciones oficiales ya citadas, el análisis de las estrate-
lidad de las imágenes) hasta crear en los destinatarios un gias discursivas de la comunicación iconoverbal con el fin
flujo hipnótico que deviene con fi:ecuencia en discursos de impulsar desde tempranas edades un aprendizaje lector
como el publicitario o el televisivo en eficacísimo recurso de de los códigos de la persuasión de masas y del uso que de
persuasión ideológica (Lomas, 1990 y 1991). esos códigos se hace en sus contextos sqciales de recepción
Desde la escuela es preciso ir produciendo, a lo largo de y producción. Un saber escolar en torno a los usos icono-
toda la educacióir obligatoria, un saber comprensivo y me- verbales (un saóer hacer y w saber cómo se hacen) capaz d.e
tacomunicativo en torrlo a los mensajes de la persuasión de impulsar una competencia espectatorial dirigida a una com-
masas, es decir, una competencia lectora (lingüística, dis- prensión cabal de la iconosfera en'la que viümos paralela a

50 )t
la competencia lingüística del aprendizaje lectoescritor que adulto en las diversas situaciones de comunicación que sean
la escuela ha asumido tradicionalmente desde temnranas creadas con estos fines.
edades. La concepción mecanicista del aprendizaje que subyace
a los modelos conductuales sobre la adquisición y desarro-
llo de1 lenguaje pronto fue adoptada por los lingüistas que
2.4. Psicología del aprendizaje y psicolingiística desde los diversos estructuralismos elaboraban métodos
para la enseñanza de la lengua. El aprendizaje debía limi-
Unas breves frases para referirnos a las aportaciones de tarse entonces a la apropiación de hábitos fonológicos, mor-
la psicolingüística (y, más concretamente, a los enfoques fológicos y sintácticos mediante metodologías que relega-
cognitivos) y de la psicología del aprendizaje. La primera, ban al olvido los aspectos semánticos y pragmáticos de la
nacida en buena medida como consecuencia de la búsque- comunicación y la consideración por tanto de que el signi-
da de explicacionesválidas sobre la adquisición y el dÁsa- ficado de los enunciados se construye en el uso lingüístico.
rrollo del lenguaje y sobre su uso (Vila, 1993), ofrece el in- A principios de los años sesenta,los enfoques racionalis-
terés didáctico de ocuparse de los procesos cognitivos tas, con la irupción de las ideas de Chomsky como punto de
implicados en los momentos de la comprensión o de la pro- partida, insisten en atribuir a factores biológicamente innatos
ducción de los mensajes. De hecho, si observamos con de- los procesos de desarrollo del lenguaje en los niños y en las
tenimiento los diversos cambios metodológicos a los que se niñas. Con la publicación en 1957 de su tesis doctoral (Syn-
ha visto sometida la didáctica de las lenguas en las últimas tactic Structures) Chomsky inaugura la hegemonía de la gra-
décadas, es fácil rastrear en ellos casi siempre una traduc- mática generativa y en consecuencia una visión forrna.l del
ción casi literal de las concepciones psicolingüísticas domi- lenguaje que le lleva a rechazar que éste se adquiera, como
nantes en cada momento y una voluntad por tanto de tras- seña.labala tradición conductista, mediante estímulos y re-
ladar al campo de los métodos pedagógicoslas visiones que fuerzos. La adquisición del lenguaje es ante todo, a juicio de
sobre la adquisición y el desarrollo del lenguaje han ido te- los psicolingüistas de orientación generaüva, la adquisición
niendo lugar en los últimos tiempos. La segunda, a través de de unas reglas gramaticales-(competence) que son las que ha-
los distintos enfoques integrables en una visión constructi- cen posibles las emisignes lingüísticas del uso Qxrfonnarrce).
vista de los procesos de enseñanza (Coil, 198ó, 1990), pro- Chomsky (1957 y 1965) pafte pues como hipótesis de
porciona una base para entender los mecanismos del apren- trabajo de la afirmación dela existencia de una gramática
dizaje y de la construcción del conocimiento y, más indi- innata, universal, común a todos los seres humanos, enten-
reciamente, los implicados en el aprendizaje lingúístico. dida como un mecanismo genético (ktnguage Acquisition
Por lo que se refiere a los estudios psicolingüísticos so- Device) que les permite descubrir las unidades, estructuras
bre adquisición y desarrollo del lenguaje, el panorama has- y reglas de combinación del lenguaje. El lenguaje, así en-
ta los años sesenta refleja el dominio de los modelos con- tendido, es un sistema de reglas para cuyo manejo el ser hu-
ductistas. El paradigma conductual insiste en que el apren- mano está dotado en condiciones normales de desarrollo.
dizaje de una lengua se logra con la formación de hábitos Ello explica una concepción psicolingüística de la creativi-
lingúísticos mediante la repetición y el refuerzo. En sintonía dad lingüística concebida como la capacidad natural de la
con las corrientes lingüísticas de signo estructuralista do- raza humana para comprender y producir un número infi-
minantes entonces en los ámbitos anglosajones,se defiende nito de enunciados a paftir de un número limitado de reglas
que la adquisición y dominio de una lengua se consigue me- combinatorias. De forma innata, los niños y las niñas ela-
diante el refuerzo de emisiones verbales correctas y eI re- boran hipótesis sobre las formas lingüísticas que van desa-
chazo de las expresionesincorrectas. El aprendizaje lingúís- rrollando y éstas, al ser contrastadas con los principios
tico será pues un proceso de adaptación del niño o de la gramaticales universales, se acaban interiorizando en es-
niña a los estímulos externos de corrección v repetición del tructuras sintácticas.

52 53

i
)
Chomsky, en su rechazo de las concepciones conductis-
tas sobre la adquisición del lenguaje, defiende por tanto una-'
Y
# aprendizaje del lenguaje revisten un interés innegable para
una didáctica de las lenguas orientada al desarrollo de la
noción del lenguaje como sistema gobernado por reglas y competencia comunicativa del alumnado. Así, por ejemplo,
unos procesos de adquisicióp lingüística guiados por la in- desde las visiones cognitivistas (Piaget e Inhelder, 19ó9), se
teriorización de dichas reglas (véase capítulo 1 de este trata de atender, junto a los aspectos in¡ratos derivados del
libro). De ahí el rechazo generativista de una tradición'di- equipamientd genético de los seres humanos, a los procesos
dáctica earacterizada por la imitación, la repetición siste- cognitivos y funcionales implicados en la adquisicién y el
mática, la memorización o la descontextualización de los desarrollo de la lengua ya que en el curso de su relación con
enunciados y la propuesta, a nuestro juicio insuficiente, de el medio los niños y las niñas van desarrollando procesos en
una metodologÍa de la enseñanzade las lenguas orientada a los que superan el contenido particular de los ob¡etoso de
la puesta en marcha de una serie de prácticas didácticas las acciones para dotarlos de función simbóIica o semiótica,
centradas en las estn¡cturas de la lengua y en el retorno al es decir, de una capacidad que <consiste en poder repre-
estudio de la gramática como principio rector de la activi- sentar algo (un significado cualquiera: objeto, aconteci-
dad pedagógica. El propio Chomsky (1974: 155-15ó) resu- miento, esquema conceptual...) por medio de un significan-
mía así las consecuencias didácticas de sus concepciones te diferenciado y que sólo sirve para esa representación:
teóricas: "... ciertas tendencias y planteamientos en lingüís- lenguaje, imagen mental, gesto simbólico... etc., (Piaget e
tica y psicología pueden tener un impacto potencial en la Inhelder, 1969: 59). El desamollo en el niño o la niña de la
enseñanza del lenguaje. Creo que éstos pueden ser sinteti- función semiótica engendra los símbolos (la imitación dife-
zados de una manera práctica bajo cuatro epígrafes: el as- rida, el juego simbólico, la imagen gáfica, el recuerdo...),
pecto creativo del uso del lenguaje; la naturaleza abstracta ql:.e son motivodos, y el signo que, (como convencional, ha
de la representación lingüística; la universalidad de la es- de ser necesariamente colectivo: el niño lo recibe oor el ca-
tructura lingüística subyacente; el papel de organización in- nal de la repetición, pero esta vez como adquisicidn de mo-
trÍnsecade los procesoscognitivosn. delos exteriores" (Piaget e Inhelder, 1969: 64). El niño o la
En este intento de demostrar la existencia de procesos niña aprenden pues una lengua en su interacción con el me-
universales en la adquisición y desarrollo de |a competencia dio físico a la vez que construyen su inteligencia y elaboran
lingüktica del hablante ideal, se inician las investigaciones eshategias de conocimiento y de resolución de problemas.
sobre las gramáticas infantiles y la aparición de las deno- El lenguaje forma parte asÍ de las funciones semióticas su-
minadas gramdticas pivot. Estas, al no atender a los proble- periores del ser humano y tiene por endé una dimensión
mas de la producción del significado, olvidaban algunos esencialmente representativa.
aspectos cognitivos implicados en la codificación del cono- Especialmente sugerentes nos parecen las concepciones
cimiento por parte del niño o de la niña. El relevo lo asume psicolingüísticas que ponen el acento en el origen sociocul-
la sem¡ántica,que proclama que el niño o la iiña no sólo co- tural de los procesos psicológicos superiores (Vygotsky,
nocen palabras aisladas sino las relaciones semánticas sub- 1977 y 1979',Luria, 1979) y en la ligazón ente aprendizaje,
yacentes a las estructuras superficiales dei discurso y por desarrollo y contextos de relación interpersonal. Estas vi-
tanto el sentido de los enunciados. La gramática del caso siones que ligan la adquisición y el ddsarrollo de una lengua
(Fillmore, 1968) estudiará en términos de significados las a las situaciones socioculturales en que tiene lugar el uso
estructuras semánticas de las frases nominales en relación comunicativo contribuyen al giro copernicano que desde la
con las verbales. De ahí sus trabajos sobre las relaciones se- filosofía del lenguaje (la teoría de los ¿clos de habla de At-ts-
mánticas de los primeros enunciados de las habias de los ni- tin y Searle), desde la antropología lingüística (en especial,
ños y de las niñas y en consecuencia sobre los condicio- desde la etnografía de la comunicación de Gumperz y Hy-
nantes previos que permiten la aparición del lenguaje. mes) y desde las diversas sociolingüísticas estaba teniendo
-
Algunos enfoques actuales sobre la adquisición y el lugar en los estudios sobre el lenguaje (ver en este sentido

\¿ 55
I
pragmáticos al estudio de la lengua traerá como conse-
los capítulos 2.1,2.2 y 2.3 de este volumen). Es a nuestro
juicio evidente la solidaridad entre estas teorías funcionales cuencia una nueva perspectiva de acercamiento a los fenó-
menos de la significación y de la comunicación y en conse-
sobre la adquisición y el aprendizaje del lenguaje y las con-
cepciones pragmáticas con su énfasis en las determinacio- cuencia un nuevo paradigma en el campo de la didáctica, el
denominado nenfoque comunicativo, de la enseñanzade las
nes culturales del uso lingúístico. Hablar una lengua no es
lenguas (ver a continuación el capítulo 3 de este volumen).
sólo conocer las reglas del lenguaje sino saber usarla de for-
El acento puesto por estos enfoques pragmáticos, sociolin-
ma adecuada en sus contextos de producción y recepción (la
gtiísticos, discursivos y psicolingüísticos en la descripción
competencia lingüística como parte de la competencia co-
de los usos ve¡bales y no verbales de Ia comunicación, de los
municativa). Al insistir en el uso verbal como :una acción
procesos implicados en la comprensión y en la producción
orientada a producir efectos en situaciones de comunica-
de los mensajes y de las determinaciones socioculturales
ción concretas, las ciencias del lenguaje de orientación prag-
que regulan la expresión y la recepción de los discursos su-
mática iban a coincidir en sus postulados con los derivados
pone sin duda un marco teórico atractivo para un trabajo
de la revolución iniciada con la publicación de las obras de
en el aula de lengua orientado al desarrollo de la compe-
Lev S. Vygotsky. Para el psicólogo ruso, el lenguaje es antes
tencia comunicativadel aiumnado.Lo que sigue es un in-
comunicación que representación y el desarrollo del cono-
tento en este sentido de extraer alqunas consecuencias
cimiento humano está íntimamente condicionado por los
didácticas que orienten las tareas de quienes en-
intercambios comunicativos. "r.ó1u...y desáe esrasfi-
Como demuestran los estudios de psicolingüística y psi- señamoslengua desde estos presupuestos
nalidades.
cología evolutiva de las últimas dos décadas, el lenguaje no
sólo requiere bases cognitivas sino sobre todo situaciones
comunicativas. Las interacciones ve¡bales en este sentido
ndesempeñan un papel esencial en la organización de las
funciones psicológicas superioreso facilitando el desarrollo
de "las formas más puramente humanas de la inteligencia
práctica y abstracta" (Vygotsky, 1979: 47 y 48). No estamos
ya tan sólo ante estructuras innatas sino ante instn-rmentos
que regulan conductas y controlan los intercambios comu-
nicativos. Estos enfoques sociocognitivos dan un valor rele-
vante a los factores socialesque determinan el desarrollo del
lenguaje. Éste es entendido como una acción sociocomuni-
cativa que es fruto de 1a interacción entre el organismo y el
entorno cultural. El ser humano construye, en su relación
con el medio físico y social, esquemas de representación y
comunicación que ponen las bases para el desarrollo de las
funciones psíquicas superiores mediante una interiorización
gradual que a la postre deriva en pensamiento. O dicho de
otra manera, "las relaciones sociales, o relaciones entre per-
sonas, subyacen genéticamente a todas las funciones supe-
riores y a sus relacioneso (Weftsch, 1988:77).
Tras el fracaso de los modelos innatistas y sintácticos, el
auge de los enfoques sociocognitivos sobre la adquisición
del lenguaje y la incorporación de los aspectos semánticos y

56 57
V

3
LA.T,NSEÑANZADE LA LENGUA

A lo largo de la exposición realizada hasta aquí se han


ido atisbando algunas relacionesentre la evolucián del co-
nocimiento sobre la lengua y la comunicación y su ense-
ñanza. Esas relaciones se han movido, en muchos momen-
tos, tal y como hemos señalado al comienzo de este libro,
entre la tentación de hacer lingüística aplicada y la de hacer
psicología aplicada (Bronckart, 1985). Al hilo de esa refle-
xión, hacíamos nuestra la propuesta del lingüista suizo de
buscar un espacio específicamente pedagógico para plan-
tear las relaciones entre las ciencias del lenguaje y la didác-
tica de la lengua. Ese espacio se dibuja a partir de la consi-
deración de los fines sociales que se atribuyen -por agentes
diversos* a la enseñanza de la lengua y del cotejo entre
esos fines y la realidad de los prográmas, los métodos y los
sistemas de control y evaluación que se aplican en las aulas.

3.1. Los fines sociales de la enseñanza de la lengua

Señalábamos al comienzo de este libro que. a nuestro


juicio, existeuna notablecoincidenciaentre los fines oue las
disposicionesoFicialesarribuyena nuestraárea (formuJados
en términos de objetivos de Lengua y Literatura para la
Educación Primaria y Secundaria Obligatoria) y los que
proclaman especialistasen asuntos lingüísticos o, incluso, la
opinión común no especializada.Y esos fines no son otros
que el desanollo de la competencia comunicativa de los
aprendices, entendida como conocimiento del sistema lin-
güístico y de los códigos no verbales y de sus condiciones de
uso en función de los contextos v situaciones de comunica- anglosajón se produjo ya hace decenas de años, tomando
ción r del diversogrado de planilicación y lormalización de como referencias contrapuestas las aportacio¡s5 de Labov
esos usos concretos. (19ó9) y Bernstein (1972, 1973 y 1975), recosidas v con-
Pero, como adverlimos anteriormente, esos fines deben trastadas con lucidez por Stubbs (197ó) con reflrencia a las
ponerse en relación con los programas concretos de Lengua situaciones comunicativas en la escuela.20 Más recientemen-
y Literatura y, sobre todo, con los métodos, sistemas de re, Bourdieu (1982) ha señalado el lugar de las diferencias
aprendizaje, modelos de planificación didáctica y recursos de estilos lingüísticos en el marco más amplio de las dife-
de seguimiento y evaluación de ese trabajo didáctico. Por- rencias socialesy el papel reproductor y sancionador oue la
que, en cuestión de fines, nadie negará que el más univer- escuela ha desarollado tradicionalmente respecto a;stas
sal, hablando de lengua y de su enseñanza,es el de lograr el diferencias. Por desgracia, entre nosotros no es frecuente
dominio de los recursos de expresión y comprensión habla- esta discusión, al menos cuando pasamos del campo lin-
da y escrita, y seguramente un análisis detallado de los su- güístico o sociolingúístico al de la enseñanza de la lineua.
cesivos programas o leyes sobre educación confirmaría la Pero, a nuestro entender, la reflexión sobre esta cuestión v
relativa inmutabilidad de esa finalidad. Pero habrá que re- las relacionesque implica deberiaconstituir el eyqa¡-py6p6,5
conocer que ese fin omnipresente se hace corresponder su- de cualquierintenrode organizacióno programaciónde la
cesivamente -seguimos hablando de disposiciones oficia- enseñanzade la lengua. Lo que parece claro, volviendo a
les- con una selección de contenidos muy diversa y con Bourdieu, es que la capacidad de uso de los recursos de ex-
orientaciones metodológicas y de evaluación que, en oca- presión y comprensión está desigualmente distibuida. v
siones, parecen profundamente divergentes. Si del Bole- que el valor social de esos usos se debe
tín Oficial pasamos a la diversidad de las prácticas didácti- "al hecho de que ta-
les usos tienden a organizarseen sistemasde diferincias
cas, la divergencia de métodos, materiales, actividades o en- (...) que reproducen en el orden simbólico de las seDaracio-
foques se amplía hasta límites sorprendentes.Queremos de- nes diferenciales el sistema de las. diferencias slociales"
cir que no basta, pues, con determinar unos fines con (Bourdieu, 1982[1985:28]). Si esadiferenciaes real. se oro-
respecto a los cuales se da un notable acuerdo social y has- duciría, para buena parte de la sociedad, un fenómená de
ta una cierta tradición escolar: el problema reside en la plas- oalienación" expresiva, en la medida en que hablan una len-
mación de esos fines en los dos niveles de planificación gua y utilizan determinados recursos expresivos sin tener el
que desde siempre han existido: los programas o currículos control del conjunto de medios y recursos que esa lensua
oficiales y su concreción y desarrollo por parte del profe- ofrece. Sin caer en el tan denostado vicio de proclamai la
soraqo. tarea redentora de la escuela, permítasenos, al menos, en-
Una buena razól para la existencia de esa diversidad en tender que una lectura correcta de esos fines generalmente
la interpretación de unos fines aparentemente comunes es admitidos para la enseñanza de la lengua sería la que esta-
que los fines socialesque se atribuyen a la enseñanzade una bleciera como objetivo de la misma el avanzar hácia una
lengua (o de cualquier materia escolar) no son, por ser so- ndesalienación expresivau de los futuros ciudadanos, en el
ciales, opciones neutras sin significación sociológica o so- sentido de que logren (los alumnos y las alur¡¡¿5; un¿ g¿-
ciopolítica. ¿Qué quiere decir nlograr el dominio de los re- pacidad comunicativa suficiente para producir discursos
cursos de expresión y comprensión hablada y escrita"? adecuados a las diversas situaciones de comunicación en las
Habrá quien no lo piense dos veces: <conocer la norma lin- que puedan encontrarse, con el nivel de cohers¡sia y for-
güística". Entraríamos con ello en la discusión sobre el sen- malización requerido por esa situación,y puedan entender-
tido de la norma y, si logramos ir más allá, en un debate so- los de fonna crítica.
bre el origen social de esa normativización de los usos y sus
consecuenciasen el aprendizaje escolar de la lengua. Es una 20. Una síntesisde las posturas de ambos autores está ¡.ecoqidaen dos
discusión conocida, pero sin duda necesaria. En el mundo ártículos sucesivosen Giglioli (1972).

ó0 61

I
Como veremos con mayor detenimiento más adelante, este porque ese carácter oficial no les dota de coherencia o soli-
problema de los fines de la enseñanza de la lengua es indi- dez si originalmente carecen de esas virtudes.
sociable del relativo a las concepciones sobre los modos de En relación con los decretos que aparecieron durante el
organizar esta área para su enseñanza y ambos no pueden año 1991 como desarrollo de la LOGSE (MEC, 1991a y
separarse de la üsión que se mantenga en relación con los 1991b) ya hemos expuesto en otro lugar un análisis porme-
fenómenos de la comunicación verbal y no verbal. Natu¡al- norizado del que corresponde a Lengua y Literatura (Lomas
mente, los fines que se atribuyan al sistema educativo o, lo y Osoro, 1991), en el que destacábamosla notable coheren-
que es lo mismo, la concepción sobre el papel social de la es- cia entre la concepción de la enseñanza del iírea y los obje-
cuela es el nivel más amplio que explica esas concepciones tivos de la misma, la menor coherencia de algunos de los
o fines particulares. En cualquier caso, la plasmación de esos bloques de contenido (especialmente de los referidos a la re-
fines en los programas de enseñanza, criterios y medios de flexión sobre la lengua y a lo literario) y la enorme incohe-
evaluación y materiales o enfoques didácticos está condicio- rencia de unos criterios de evaluación que ni se justificaban
nada por el marco general de la planificación didáctica y por en sí mismos ni respondían de forma adecuada al plantea-
las opciones que tomemos ---en los márgenes que se nos per- miento general del área y a los fines de su enseñanza, ade-
mita o en los resquicios que enconffemos- en ese marco. más de condicionar en cierto modo determinadas opciones
metodológicas frente a otras también legltimas.
El profesorado del área, que debe, según la ley, planificar
3.2. Los niveles de pl,anificación y el papel del profesorado a partir de ese currículo un proyecto curricular y unas pro-
gramaciones de aula que lo desarrollen, se encuentra, pues,
Hablábamos antes de la existencia de dos niveles de pla- con dificultades derivadas de las contradicciones oue se dan
nificación que han existido siempre, con independencia de ya en el primer nivel de planificación. Pero esasmilmas con-
la ley o de la regulación que el Estado adopte para la ense- tradicciones pueden convertirse en argumento para justificar
ñanza: el nivel de los. programas o currículos oficiales y el métodos o programas que intenten recuperar la coherencia
de las programaciones en que el profesorado concreta, de- entre la concepción general del área y los fines sociales de su
sarrolla o matiza esos curriculos oficiales. enseñanza, por una parte, y el resto de los elementos del cu-
En el primer nivel de planificación -el programa o cu- rrículo, por otra. Si además pretendemos que el proceso de
rrículo oficial- las administraciones se han reservado tra- planificación sea un proceso consciente que conduzca pau-
'latinamente a una udesalienación, del trabajo del profesor,
dicionalmente la delimitación de objetivos y contenidos y,
casi siempre, la de las normas, criterios y hasta instrumen- en el sentido apuntado por Rozada (1989),la brlsqueda de la
tós para la evaluación del alumnado, acompañados normal- coherencia entre los elementos del cr¡rrícultr, las disüntas
mente por indicaciones u orientaciones sobre métodos di- fuentes y los diversos niveles de planificación !e convierten en
dácticos. Cada programa o currículo de Lengua y Literatura una exigencia inexcusable. Pero, antes de desarro[ar estas
responde. siempre -como en cualquier otra área- a la con- ideas referidas específicamente a nuestra área, veamos qué
cepción que mantenga el planifiiador sobre su enseñanza y concepto de currÍculo es el que se nos presenta, qué lugar se
al conocimiento -o a las opciones de escuela- sobre las atribuye en él al trabajo de planificación del profesorado y
ciencias del lenguaje y el aprendizaje, además, claro está, de qué alternativas podemos plantear si pretendemos mantener
mantener una coherencia con los postulados ideológicos ge- la coherencia con nuestras posiciones de partida y persegui-
nerales que inspiran una determinada ley educativa o las mos, como decíamos antes, que el proceso de planificación
normas que la desanollan. Los problemas comienzan a apa- seá un proceso consciente que permita avanzar hacia el con-
recer desde el momento en que lo que es una visión parti- trol de nuestros medios de producción como docentes.
cular, más o menos documentada, pero siempre discutible, El Real Decreto l345ll99l (MEC, 1991b) que establece
se conüerte en materia preceptiva en un Boletín Oficial, el currículo de la Educación Secundaria Oblisatoria define

62 ó3
como elementos integrantes del mismo u...los objetivos edu-
cativos, los contenidos, los criterios de evaluación y la meto- DECRETO QUE ESTABLECE EL CURRICULUM
dologíao y así en su articulado establece los objetivos de la
etapá y en los anexos los principios metodológicos- generales, Establece, con carácter prescriptivo:
los objetivos y bloques de contenidos de cada una de las áreas . Finalidades generales de Ia etapa.
y los criterios de evaluación final de la etapa que corres- . Objetivos generales del área.
ponden a cada una de ellas. El propio decreto indica que el . Contenidos del área (bloques).
óurrículo debe tener posteriores niveles de concreción que . Criterios de evaluación del iírea en la etapa.
deben desarrollar los equipos docentes y cada profesor indi-
vidualmente. A los primeros les atribuye la elaboración de Io
que denomina (proyectos curriculares de carácter general;
en los que el currículo establecido se adecue a las circuns-
tancias del alumnado, del centro educativo y de su entorno
socioculturalo. A cada profesor o profesora, por su parte, le¡
encomienda la elaboración de programaciones oen el marco
PROYECTO CURRICULAR DE ETAPA
de estos proyectos,. En esquema, los niveles de planificación
y el contenido de cada u¡o seúan los siguientes: Concreta para cada centro;
. Objetivos del área por ciclos.
. Secuencia de contenidos por ciclos.
. Criterios de evaluación por ciclos.
. Criterios metodológicos generales.
. AdaDtaciones curriculares.

PROGRAMACIÓN DE CADA CURSO

Especifica:
. Objetivos por curso y á!ea.
r Secuencia de contenidos por curso.
. Criterios de evaluación por curso.
. Materiales didácticos.
¡ Unidades didácticas (secuenciade
actiüdades de enseñanza-aprendizaje).

Figura 1

64 ó5
Examinemos ahora la cuestión desde el punto de vista Al comentar los niveles de planificación que figuran en
del profesorado: éste se encuentra con una deterrninada el Real Decreto antes citado (MEC, 1991b), hemos visto que
concepción de una área en el marco de una etapa educati- el segundo nivel es el que corresponde a lo que allí se de-
va con características propias, la de la Educación Secunda- nomina Proyecto Curricular de Etapa. El proyecto curricu-
ria Obligatoria.'zrDe esa concepción se derivan determina- lar, así entendido, es, en el mejor de los casos, un mero ins-
das prescripciones en forma de bloques de contenidos, trumento técnico que puede resolver de modo eficaz el
objetivos del área en la etapa y criterios de evaluación. Ade- problema de la planificación desdelas disposiciones más ge-
más, se le pide que, de modo cooperativo, adecue esaspres- nerales sobre el currículo a la programación de un curso
cripciones al alumnado concreto que tenga y a su contexto concreto. Su finalidad no es otra que la de que el profeso-
educativo y sociocultural. Nada se dice respecto al modo de rado de un centro adecue unas disposiciones más generales
hacerlo y los instntmentos de planificación que se citan y dé lugar a programaciones de aula coherentes con lo dis-
(proyecto curricular y programación) no se describen con puesto en el currículo oficial. Esta forma de entender el pro-
detalle y son susceptibles, por ello, de interpretación por yecto curricular responde a lo que Cascante(1989) denomi-
parte del profesorado. Este debe, por lo tanto, y ateniéndo- na currículos entendidos como producto, en los que el papel
se a los mínimos impuestos por el marco legal, realizar una del profesorado es el de mero consumidor o adaptador de
tarea de planificación de su práctica docente de manera dichos cunículos. Con esa concepción, el papel del profeso-
contextualizada. rado sigue siendo, como en otras épocas, el de quien aplica
Este trabajo de planificacion no es nuevo para una par- de modo mecánico o reahza matizaciones o pequeñas adap-
te importante del profesorado. Los profesores y profesoras taciones en propuestas didácticas que han sido eiaboradas
siempre han tenido que seleccionar y organizar contenidos, por otros, al menos en los aspectos fundamentales. Le que-
establecer actividades de enseñanza-aprendizaje, secuen- da la posibilidad de uadecuarn (con las dificultades que
ciarlas y evaluar, en ocasiones de un modo más mecánico, plantea adaptar algo que es preceptivo) esas disposiciones
seleccionando determinado libro de texto. o de otra forma. más generalesal contexto escolar inmediato y a su aula con-
de un modo más autónomo, elaborando y construyendo sus creta. En este marco, la programación didáctica propia-
propios programas. De una u otra manera, estos procesos mente dicha pertenece a un nivel inferior a los anteriores
están condicionados por las ideas o concepciones del profe- niveles de decisión (el del currículo y el del proyecto curri-
sorado respecto a la enseñanzay el aprendizaje en general, cular) y es una adaptación individual, con un pequeño mar-
las relaciones entre escuelay sociedad, la propia concepción gen de maniobra, de decisiones sobre contenidos, objetivos,
de la función docente y la visión o concepción concreta del métodos y criterios de evaluación tomados por otros en esos
área específica y de su enseñanza, porque, aunque parezca niveles anteriores.
una perogrullada, conviene recordar, como hace Nunan, Cabe, sin embargo, manejar otro concepto más ambi-
que <aunque no sea inmediatamente evidente, todo lo que cioso de lo que es un proyecto curricular. Se puede enten-
hacemos en la clase está basado en creencias sobre la natu- der éste, como lo hace entre otros Cascante(1989), no como
raleza del lenguaje y sobre el aprendizaje de la lengua' (Nu- producto, sino como proceso, Con esta concepción, el pro-
nan. 1989:12). yecto curricular se entiende como un instrumento para
producir conocimiento en los alumnos, pero también en
el propio profesor sobre cómo se están produciendo los pro-
21. A Io largo de toda la exposición tomaremos como referencia la eta- cesos de enseñanza,de modo que pueda modificar su prác-
pa de Educación Secundaria Obligato a por ser ésta común a la experien- tica continuamente y modifique, incluso, el instrumento del
cia de los actuales profesores y profesoras de EGB y de Enseñanza Secun-
que dispone. Además, el proyecto curricular debe permitir
daria y por darse la circunstancia de ser, por una pane, la última de la
educación obligatoria y, por otra, por tr-ata¡sede una etapa en la que ya la relación entre pensamiento general, pensamiento educa-
cabe hacer un planteamiento especlfico o diferenciado en un área. cional y tecnologías adecuadas a las opciones que se tomen

ó6 67
en el propio desarrollo del proyecto. De este modo, el pro-
Y
{
ha disc¡rtido,.cotr r^zón, la separación tradicional entre la
¡
fesorado podrá ir avanzando en el dominio de los instru- definición de contenidos de la enseñanza,atribuida oor con-
mentos de su trabajo y ejercerá un control de las relaciones vención a los diseñadores del currÍculo, y la definición de
entre la teorÍa y la práctica y entre los diversos momentos una metodología, reservada tradicionalmente a las progra-
de ia planificación y su práctica real de aula. maciones del profesorado. Y esta separación entre diseño
El proyecto curicular así entendido difiere, pues, sus- curricular y programaciones no es muy distinta a lo que po-
tancialmente de lo que en el Real Decreto (MEC, 1991b) se demos encontra¡ en el cu¡rículo actualmente visente del Es-
denomina del mismo modo. Hablamos de proyecto curricu- tado español, con la distinción ya citada entre dlisposiciones
lar como instrumento de trabajo cooperativo de los profe- oficiales (MEC, 1991b) y prograrnaciones de aula, que con-
sores, pero no para cumplir simplemente un requisito ad-
ministrativo, sino como un instrumento de aprendizaje y
IT cretan la metodología que se ha de emplear.
Conüene ¡ecordar aquÍ la apofación de Postman y
control sobre el propio trabajo, como un mecanismo de de- Weingertner: nEl contenido realmente importante de cual-
sarrollo del currículo y como un recurso para la innovación quier experiencia de aprendizaje es el méiodo o proceso a
y la investigación docente. Frente a la concepción de Pro- través del cual el aprendizaje tiene lugar (...); lo que impor-
yecto Curricular que aparecía en el Real Decreto, en el que, ta no es lo que cuentas a la gente; es lo que tú les obligas a
so capa de respeto a la autonomía de los centros, se poten- hacer" (citados por Breen, 1987a).La tendencia, pues, al ha-
ciaba el simple papel adaptador o nconsumidoro de pro- blar de planificación es entender que ésta afecta tanto a los
puestas administrativas del profesorado, surge el término objetivos como a los contenidos, la metodología y la eva-
homónimo entendido como un instrumento de aprendizaje luación de los programas. El diseño de programas debe ser,
y desarrollo e innovación curricular, pero también como un por tanto, parte integrante del desarrollo de un currículo de
instrumento de planificación de la práctica diaria que per- rengua.
mite establecer relaciones entre esa práctica y los funda- En el trabajo de planificación didáctica, entendido ya
mentos teóricos, explícitos o impllcitos, de la misma. Del como un instrumento de reflexión sobre su propia práctica
mismo modo, f¡ente a la programación individual, entendi- del profesorado, cabe'distinguir tres momentos o niveles re-
da como último .nivel de concreción" de un diseño cu¡ri- lacionados entre sí, de acuerdo con lo sugerido por Cascan-
cular en vertical, surge la idea de programación como ele- te (1989): un primer nivel corresponde a la definición de un
mento de planificación más próximo a la acción práctica, método general, en el que, partiendo de los fines que se asu-
pero íntimamente ligada a las decisiones teóricas y a las men para la enseñanza del área y de una concepción gene-
concepciones,conocimientos, fuentes utilizadas u opiniones ral de la misma -de car^cter, por tanto, pedagógico-, se
de un colectivo de profesores y profesoras que pretenden toman decisiones a la luz de las distintas fuentes (sociolin-
romper esa dinámica de simple consumidores semiincons- gúÍsticas, psicolingüísticas, disciplinares y psicopedagóg!
cientes de programas o currículos elaborados por expertos cas) en relación con un modelo diüctico descriptivo de los
ajenos a esas concepciones u opiniones y al contexto con- procesos de enseñanza y aprendizaje. El segunáo nivel co-
creto de la enseñanza. Con esta visión, además, la progra- rresponde a la planificación estdcta de la práctica, en el
mación no consiste únicamente en adaptar, con estrecho que, de acuerdocon el método preüamente diseñado,se to-
margen de maniobra, decisiones sobre contenidos, objetivos man decisiones sobre la estructura general de las lecciones
o evaluación tomados en un nivel anterior de planificación. o unidades didácticas que, organizadas en secuencias de
La concepción que defendemos es la de la programación aprendizaje, darán lügar a las distintas programaciones del
como un nivel más próximo a la práctica, pero equivalente curso, ciclo o etapa de que se üate. Finalmente, el tercer ni-
en importancia a las decisiones más generales o más teóri- vel supone la previsión de los mecanismos de seguimiento y
cas, pues, como veremos, se da entre esos dos niveles una evaluación del propio proyecto didilctico, que deben permi-
dependencia recíproca y una estrecha relación. Además, se tir establecer relaciones entre el método, las programacio-

ó8 69
lr
I
nes y los resultados de la práctica diaria, de modo que sea los usos comunicativos, verbales y no verlales, contextuali-
siempre posible una revisión de cualquiera de estos instru- zados.
mentos -o de todos ellos- en función de ese análisis de Conüene, pues, antes de seguir adelante, señalar cuáles
sus relaciones. Un planteamiento semejante encontramos en son las características del enfoque que asumimos como
Candlin (1987) cuando plantea la existencia de una relación nuestro, puesto que de esa definición dependerá en buena
dialéctica entre dos niveles tradicionalmente separados:las medida el tipo de decisiones que tomemos en los diversos
directrices del currículo y el diseño de programas, que para niveles de planificación. Breen (1987a) realiza ún análisis de
este autor'están íntimamente ligados a través de la evalua- la evolución de las tendencias en el diseño de programas de
ción de proyectos didácticos o programas. lenguas, en el que alude a un tipo de programas de apren-
dizaje, denominados forwnles o nocionales, que correspon-
den a la década de los sesenta. y se asocian a una concep-
3.3. La planificación didáctica de la lengua ción de la lengua y de su enseñanzade tipo formal, centrada
en el conocimienlo del sistema lingüÍstico.En los años se-
Pretendemos presentar a ienglón seguido algunas suge- tenta la influencia de la filosofía del lenguaje a través de la
reniias para la planificación didáctica que resulten cohe- teoría de los ¿cfos de habla, junto con una interpretación
rentes con el enfoque de tipo comunicativo que adoptába- restringida del concepto de competencia comunicativa, da
mos en las primeras páginas de este libro, con la pretensión lugar a los programas de tipo funcional, que hacen hincapié
pedagógica de desarrollar la competencia comunicativa del en un repertorio de ejecuciones comunicativas, interpretan-
alumnado. A nuestro entender es fundamental respetar la do el componente comunicativo de la propuesta de Hymes
coherencia entre las decisiones que se toman en los diver- y Gumperz en términos de exponentes lingüísticos de las
sos niveles de planificación, la expresión de los fines gene- funciones sociales del lenguaje. Siempre según Breen, a me-
rales del rírea y el enfoque general que hayamos adoptado diados de los ochenta se empiezan a manifestar los sínto-
para su enseñanza. mas de la aparición de un nuevo paradigma en el diseño de
Como señala Vila (1,989),la pretensión de desarrollar un programas de lenguas. Este paradigma, que ya puede lla-
enfoque comunicativo para la enseñanza de la lengua re- tnarse comunicariro en sentido estricto, se caracteriza por
quiere no quedarse en la mera etiqueta, pues'bajo la deno- los siguientes rasgos: centran su interés en el desarrollo de
minación de oenfoquescomunicativo-funcionalesu se escon- la competencia comunicativa del aprendiz, ponen el énfasis
den propuestas muy diversas y hasta co¡tradictorias. En el en lós procedimientos más que en el producto, integran el
mismo sentido afirma Nunan22que uhay algo erróneo en ha- conocimiento formal del ienguaje y el instrumental y adop-
blar [e enfoque comunicativo cuando se trata de un conjun- tan una perspectiva cognitiva. Estas señas de identidad, jun-
to de enfoques, cada uno de los cuales'se proclama comu- to con los fines señalados, constituyen las líneas básicas
nicativo (¡es difícil encontrar enfoques que afirmen no ser sobre las que desarrollaremos nuestra propuesta de planifi-
comunicativos!)o (Nunan, 1989: 12). Si adoptamos esa vi- cación para la enseñanza de la lengua.
sión para la enseñanza de nuestra área, junto con unos fi- Aun a riesgo de ser reiterativos, y antes de entrar plena-
nes generales como los expuestosmás arriba, las decisiones mente en la propuesta de planificación, queremos volver a
que tomemos en cada nivel de planificación deberán respe- formular la finalidad esencial de la enseñanza de la lengua
tar el principio general de coherencia al que nos referíamos. en los niveles no universitarios: desarrollar la competencia
Y esa coherencia debe manifestarse, entre otras cosas, en comunicativa de los alumnos y de las alumnas, entendida,
la selección de fuentes lingüísticoJiterarias que puedan tal y como señalábamos al comienzo de este libro, como el
apofar procedimientos, contenidos o apreciaciones sobre conjunto de procesos y conocimientos de diverso signo
-lingüísticos, sociolingúísticos, estratégicosy discursivos-
22. La traducción, como en todas las citas de NunaD, es nuestra. que el hablante deberá poner en juego para producir o com-

70 7l
I
prender discursos adecuados a la situación, al contexto de El tercer y último nivel del proyecto cur¡icular es el co-
comunicación y al grado de formalización requerido. rrespondiente al seguimiento y evaluación del proyecto y a
la posibilidad de comenzar verdaderos procesos de investi-
gación en el aula. Este último nivel es el que determina la
3.3.1. I-os elementosde la planificación validez del proyecto curricular como instmmento de rela-
ción entre la teoría y la práctica. El seguimiento de los pro-
Indicábamos antes tres niveles o tres momentos (puesto cesos,mediante los instrumentos adecuados,permitirá revi-
que no tienen un carácter jerárquico o, sobre todo, pertene- sar la validez de las decisiones tomadas en el método, la
cen al mismo nivel de decisión: el del colectivo de profeso- viabilidad del diseño del programa de enseñanza(marco ge-
res que desarrolla conjuntamente un proyecto curricular en- neral de programación de unidades didácticas) que hemos
tendido como proceso). adoptado y la adecuación de las programaciones a las que
El primer nivel (el de la estrategia, en palabras de Cas- esos niveles hayan dado lugar.
cante [1989]) es el del método: se entiende por tal el resul- Si intentamos representar gráficamente los distintos ele-
tado de tomar decisionessobre los distintos elementos y sub- mentos de la planificación y laS fuentes de decisión a las que
elementos de tn modelo riiddctico descriptivo de los podemos acudir, tendremos el siguiente esquema:
procesos de enseñanza y aprendizaje. Tales decisiones de-
ben responder a una integración coherente de las diversas
aportaciones de las diferentes fuentes a las que podemos re-
currir (pedagógicas,sociológicas, psicológicas y epistemoló-
gicas o disciplinares). El conjunto de decisiones tomadas en
este apartado configuran un primer nivel de organización
general de un área: al elaborar el método decidimos sobre
aspectos tales como la concepción de los objetivos y su se-
lección, la organización y secuencia de contenidos, los tipos
de actiüdad, su organización secuenciaday su relación con ü
la evaluación... En otras palabras, establecemossimultánea-
mente el marco general de la enseñanzadel área en una eta-
l'
f
pa y los principios de actuación que-nos permitirán poste- I
fiolmente diseñar y evaluar la planificación más detallada
del trabajo en el aula.
rl
El segundo nivel es el más próximo a la planificación de
la práctica diaria én el aula. En el diseño del programa de
enseñanzase incluirá tanto la estructura general de una uni-
dad didáctica como la explicación del proceso seguido por
el profesorado para elaborar dicha unidad. Huelga decir que
debe darse necesariamente un alto srado de coherencia en-
tre lo que hayamosacordado en el método y las decisiones
que tomemos en el nivel de la organización de la unidad di-
dáctica. En este nivel se toman las últimas decisiones sobre
la planificación de la práctica que darán lugar a la elabora-
ción de unidades didácticas y, mediante la articulación de
éstas, a plasmar de modo detallado una programación.

72 73
Veamos ahora con más detalle cada uno de estos ele-
mentos en la planificación de la enseñanzade nuestra área.

3.3.1.1. La selecciónde un modelo didáctico

Al definir el método como el primer componente del


proyecto curricular decíamos que por método se entiende el
resultado de la toma de decisiones en el marco de un mo-
delo didáctico y a la luz de las distintas fuentes curriculares.
Debemos entonces delimitar qué se entiende por modelo di-
dáctico y qué opción u opciones tomamos entre los varios
MODELO
DIDÁCTICO
modelos que citan los diversos autores.
Por modelo didáctico se entiende un modelo descriptivo
de los elementos que intervienen en un proceso de ense-
ña\za y aprendizaje. Según Gimeno Sacristán (1981), un
modelo didáctico debe reunir dos características'.ser omni-
comprensivo (es decir, incluir todos los aspectos relevantes
de los procesos de enseñanzay/o aprendizaje) y ser sistémi-
co (o sea, que sus elementos estén interrelacionados). Son
Mélodooarala enseñanza
de Lensuav Litemtum muchos los modelos didácticos que ofi:ecendiversos autores
y que cumplen las dos característicasexigidaspor Gimeno
(1981). Este estableceun modelo con seis elementos(obje-
tivos, contenidos, relaciones de comunicación, organiza-
ción, medios técnicos y evaluación), cada uno de los cuales
se subdiüde a su vez en varias dimensiones, que son los as-
Concepcionessobre pectos relevantes de cada uno de ellos, con respecto a los
la programación
en cuales se deberán toma¡ decisiones. Un modelo semejante,
enseñanza delenguas pero más simplificado, es el que ofrece V. Benedito (1987),
en el que los cuatro elementos principales (objetivos, conte-
nidos, evaluación y medios) se organizan en torno a un
quinto elemento, que es central, y que él denomina ovida del
aulan.
En todo caso,como señalaArrieta (1989: 48), "los dife-
rentes modelos didácticos resaltan el papel de ciertos ele-
mentos sobre los re;tantes en función de las concepciones
educativas y curriculares de las que partenr. El mismo au-
Diseñodelprograma
de enseñanza tor señala que (como las decisiones relativas a las fuentes y
a los elementos de la enseñanza dependen de valores y su-
puestos siempre susceptibles de deliberación (...), no existe,
ni puede existir, un modelo de diseño y desarrollo curricu-
Figura 2 lar superior en eficacia, rigor y/o nivel de cientificidad a

74 75
otro> (1989: 47). Parliendo de esta consideración, añadiría- 3.3.1.2. La definición de un método para la enseñanza de
mos otra característica a las dos que exigía Gimeno (1981) la lengua
para un modelo didáctico: que, además de omnicomprensivo
y sistémico, sea manejable, én el sentido de que su tamaño Antes de entrar en la discusión sobre el tipo de decisio-
permita una planificación de la práctica que no resulte engo-
nes que cabe tomar en un modelo didáctico como el que se
rrosa para el profesorado. Elló será posible si el profesorado representa en la figura 3, conviene señalar qué alcance y qué
puede manejar un número no demasiado elevado de varia-
sentido tiene una propuesta de método en un litiro de estas
bles, de modo que el trabajc; de planificación no consuma un caracteústicas. No es éste un libro de didáctica del lengua-
esfuerzodesmesuradoy permita avanzar,efectivamente,en el je, entre otras cosas porque, como plantean Gil y Gené
control de los procesos de enseñanza-aprendizaje. (1987), las didácticas específicas están aún por constn¡ir y
De acuerdo con las conside¡aciones anteriores, oDtamos lo que cabe hacer es entenderlas como "dominios específi-
por un modelo didáctico simplificado. como el que ofoece
cos de investigación y docencia". Nuestra pretensión es más
Rozada (1991) para la enseñanza de las Ciencias Sociales. modesta: dar cuenta de la evolución reciente de las ciencias
Este modelo contempla únicamente tres elementos: finali- del lenguaje señalando su relación con el concepto central
dades (objetivos), contenidos y actividades de enseñanza- de competencia comunicativa y procurando establecer algu-
aprendizaje. Con este modelo no quedan fuera otros ele- nas conclusiones válidas para construir propuestas didácti
mentos como los contemplados por Gimeno, puesto que, cas coherentes con el fin de desarrollar en los alumnos y
por ejemplo, a la hora de decidir sobre tipos o secuenciasdé
alumnas esa competencia comunicativa. No pretendemos,
actividades habrá que hacer referencia necesariamente a por tanto, definir un método de validez general para la en-
cuestiones como los modos de relación, los medios técnicos señanza de la lengua y de la literatura en cualquier nivel,
que se han de utilizar o la relación entre las actividades y la
sino ilustrar posibles soluciones a los problemas de la pla-
evaluación. El modelo, ya adaptado al d.elengua y lite- nificación didáctica desde la perspectiva de la adopción de
ratura, tendría estos elementos v dimensiones:
^rea un enfoque comunicativo para la enseñanza de la lengua
materna. Entiéndase, pues, lo que sigue como una tentativa
de establecer un método, seguramente entre otros posibles
ELEMENTOS Y DIMENSIONES DEL MODELO DIDACTiCO o alternativos, como una de las etapas o momentos en el tra-
bajo de planificación didáctica que tienen que realizar todos
Objetivos Contenidos Actividades los profesores y profesoras de nuestra área,
- Concepcióndelos - Tiposdecontenidos. - Tiposdeactividades. En el epÍgrafe anterior habíamos optado por un modelo
objetivos. - Seleccióndeconte- didáctico simplificado de tres elementos: finalidades u obje-
nidos. - Oryanización
y se- tivos, contenidos y actividades. Decíamos allí que tal mode-
- Secuencia deconte- cuencia
deactivi" lo suponía una elección, entre otras posibles, de los ele-
nidos. dades. mentos que nos parecían relevantes a la hora de tomar
- Losobjetivos
decisiones sobre la planificación didáctica. Y justificábamos
comunlcatlvosen
esa elección por la necesidad de contar con un modelo ex-
la enseñanza
dela lengua. plicativo suficiente y a la vez que fuese asequible para el
- Relacionesenhecon- - Actividades,
segui- profesorado, de modo que la deliberación sobre los elemen-
tenidosy evaluación. mientoy evaluación. tos del modelo no consumiera un esfuerzo excesivo y supu-
siera una complicación téónica insuperable. Si pretendemos
que todo el profesorado pueda acceder a esa manera de tra-
bajar, elaborando y desarrollando un proyecto curricular
Figura 3 propio, habrá que recurrir a modelos que eviten caer en un
76
nuevo tecnicismo de programación compleja y abstmsa. En Concepción de los objetivos
todo caso, queda dicho que ese modelo no desconocela re-
levancia de otras decisiones como las relativas a organiza- A ouienes nos hemos formado didácticamente en la tra-
ción, medios técnicos o relaciones de comunicación. Sim- dición de la tecnología educativa que aranca del conduc'
plemente, esas decisiones corresponden a un nivel diferente tismo en cuanto a sus bases psicológicas y que se inscribe
-el del diseño del programa de enseñanza- y están de al- en la perspectiva técnica del currículo en cuanto a su ca-
gún modo subordinadas a las elecciones que se hagan al racterización en el campo de la teorÍa curricular (Kemmis,
configurar el método. 198ó: Rozada, 1989), nos han dicho en muchas ocasiones
Veamos ahora, pues, qué decisiones cabrla tomar en que los objetivos eran especificación de las metas a las que
cada uno de esos tres elementos para configurar ese primer debla llegar el aprendizaje del alumnado' Aprendíamos, ade-
nivel de la esffategia en el que las fuentes que se reflejan más, una compleja tipología de objetivos que distingula di-
en la figura 2 se ponen en relación con el modelo didácti- versos niveles jerarquizados, según su Iugar en el proceso de
co de la figura 3. Veremos sucesivamente cada uno de losi planificación y su relación más o menos directa con las ta-
tres elementos y discutiremos tanto las dimensiones o ieas de evaluación de los alumnos. En esa misma tradición
aspectos particuiares sobre los que habría qud tomar de- de corte tecnicista las decisiones sobre objetivos generales
cisiones como las opciones concretas que, a la luz de las correspondían a los planificadores del currlculo mientras
fuentes y de los fines que perseguimos con la enseñanza los profesores y profesoras se ocupaban de delimitar el con-
de la lengua, podremos tomar en cada una de esas dimen- tenüo de los objetivos de menor rango. En cuanto a su for-
siones. mr¡lación. por la base psicológica que tenían como referen-
cia más o menos remota, se redactaban en términos de
conductas observablesque se esperabancomo consecuencia
Objetivos del aprendizaje. Ello suponía una estrechísima relación con
las tareas de evaluación de los alumnos, puesto que la ade-
A los objetivos corresponde convencionalmente en la cuación o no de las conductas a 1o deseable era un criterio
planificación la misión de establece¡ los fines o metas que preferente de evaluación. Este lugar privilegiado de los ob-
se-persiguen con un proceso de actuación determinado. Lo jetivos en el proceso de planificación dio lugar a un tipo de
mismo ocurre cuando el proceso de acción que se planifica enseñanza-la denominada npedagoglapor objetivoso- en
es el de enseñanza y apreidizaje, en este caso de la lengua. la que la consecución de aprendizajes concretos, predeter-
Al hablar de objetivos para énseñar lengua en la educa- minados con exactitud, condicionaba el proceso de planifi-
ción secundaria (o en cualquier otra etapa educativa) con- cación did¡íctica en sí mismo y las decisiones que se pudie-
üene reflexionar, al menos, sobre dos aspectos:por una par- ran tomar en relación con otros elementos' Huelga decir
te, qué papel atribuimos a los objetivos o finalidades en el que el papel del profesorado en esa tradición tecnicista era,
proceso de planificación didáctica, de qué naturaleza son y én teoría, el de un simple reproductor de métodos de plani-
qué relación tienen con el desarrollo y, sobre todo, con la ficación y de enseñanzaideados y diseñados por otros, y so-
valoración del proceso de enseñanzay aprendizaje; por otra, bre los cuales se le instrula en los cursos de capacitación o
,,qué tipos de objetivos podremos formular para una ense- aptitud pedagógica.'z3
ñanza de la lengua que asume como referencia el enfoque El lugar que ocupan hoy los objetivos en los nuevos cu-
comunicativo que caracterizábamos anteriormente. Esta- rrlculos (MEC, I99la, l99lb y 1992a) que han entrado en
mos, por tanto, ante dos dimensiones o dos campos de de-
cisión en relación con los objetivos: la concepción misma 23. Pata úna caracterización de las implicaciones que tienen las pro-
que de ellos tenemos y la selección de objetivos comunica- puestas o peGpectivas técnicas sobre el currículo se pueden ver las obras
tivos para la enseñanza de nuestra área. de Kemmis (198ó) y de Gimeno Sacristán (1982).

78 79
vigor como desarrollo de la LOGSE es bastante diferente. Por otra parte, hay que considerar el tipo de fines que se
Por parte de los planificadores del currículo se establecen desprenden de la adopción de un enfoque comunicativo
los objetivos generales de cada una de las etapas, que se para la enseñanzade la lengua. Ya hemos dicho que el más
concretan para cada área curricular en unos objetivos gene- general es el de desarrollar la competencia comunicativa de
rales de área. Unos y otros están formulados en términos de cada alumno y alumna, de modo que sean capaces de in-
capacidades que el alumnado debe alcanzar como conse- terpretar y producir discursos adecuados a las distintas si-
cuencia de los aprendizajes realizados en la etapa corres- tuaciones y contextos de comunicación y con un grado di-
ponüente. Además, se indica que los óbjetivos deben ser ve¡so de planificación y formalización en función de cada
contextualizados o adecuados a las circunstancias concretas situación comunicativa.. Una finalidad de este tioo es difí-
del centro y del alumnado de cada aula o nirlel. Dejando ' cilmente diseccionableen finalidadesparciales,a más corto
aparte las dificultades reales que plantea la adaptación de plazo o con un mayor grado de concreción. El aprendizaje
objetivos que, ademfs, son prescriptivos, sl es cierto que se de las destrezas discursivas es un proceso que arranca de la
reconoce al profesorado de un centro la posibilidad de competencia ya adquirida por el alumno o la alumna y au-
oreinterpretar,' esos fines. menta progresivamente su grado de complejidad, formali-
Haciendo uso de esa posibilidad de reinterpretar los zaciórr o necesidad de planificaiión de las diversas manifes-
objetivos, podemos recurrir a las abundantes críticas que, taciones discursivas a medida qué se plantean nuevas
tanto desde la perspectiva práctica del currlcuio como des- necesidades de comunicación derivadas de situaciones o
de la denominada (crítica), se hán apuntado sobre las con- contextos también nuevos. Los propios documentos minis-
secuencias de conceder a los objetivos un papel predomi- teriales hablan del carácter ucíclicou e oen e5piralo que de-
nante en la planificación. Una línea de argumentación ben tener esos aprendizajes, remitiendo asÍ a la idea de un
común en esas críticas es que los procesos de enseñanza y proceso rlnico sucesivamentemás complejo. Ese proceso de
aprendizaje, por pertenecer al amplio campo de la activi- aprendizaje se puede, sin duda, planificar, puesto que se
dad humana, están afectados por un alto grado de impre- , debe ordenar el acceso a las estrategias, recursos y procedi-
dictibilidad o incertidumbre, puesto que en r4ultitud de mientos discursivos que sean necesarios en cada caso, pero
ocasiones se producen efectos no buscados y no se logran esa planifióación no debe hacerse, a nuestro entender, en el
los fines que expresamente se buscaban. Además, y a pe- nivel de delimitación de unos objetivos generales, sino en
sar del refinamiento'de las más recientes teorías sobre el otras dimensiones del método (como la secuencia de conte-
aprendizaje, el campo de la psicología sigue sin propor- nidos o el'tipo y secuencia de los aprendizajes) o en el di-
cionar un conocimiento cientlfico sólido e incontrovertible seño del programa de enseñanza. En este rlltimo nivel sÍ
sobre cómo se produce ese fenómeno que denominamos será posible, como veremos, establecer fines concretos para
(aprender>. cada unidad de aprendizaje, en términos de las capacidades
Por las razones expuestas,preferimos concebir los obje- qué debe lograr cada alumno y alumna para desempeñar co-
tivos al modo en que lo hace Rozada (1991) al definir un rrectamente la tarea que se le presenta.
método para la enseñanzade las Ciencias Sociales, es decir, Insistimos, pues, en que p¿rranosotros la expresión de
como una explicitación de los fines más generales que se los objetivos no tiene más sentido que la plasmación de los
persiguen con la planificación didáctica o como una mani- fines que persiguen los profesores y profesoras que elaboran
festación de las intenciones genéricas del profesor o colecti- y desarrollan un proyecto curricular y en este nivel apenas
vo de profesores que realizan esa planificación, pero te- cabe otra cosa que señalar como fines los que se despren-
niendo en cuenta que sobre esos finei no se tiene más den del que hemos citado como fin más general: el desa-
certeza "que la suposición de que ciertos contenidos y acti- rrollo de las capacidades de expresión y comprensión de
vidades de enseñanza pueden favorecer la consecución de mensajes.producidos en situaciones y contextos diversos y
tales intenciones" (Rozada, 1991). la capacitación simultánea para la reflexión sobre esos men-

80 8l
sajes y sobre los procedimientos discursivos que los con-
forman.
r ,:)

Para desarrollar esascompetencias que constituyen con-


juntamente lo que denominamos <competencia comunicati-
va,, e1 hablante/oyente/lector/escritor tendrá que desarro-
llar, entre otras capacidades,las de reconocer los elementos
Los objetivos comunicativos en.la enseñanza de la lengua característicos de la situación de comunicación y del con-
texto en que ésta se desarrolla. Deberá también conocer, re-
Partiendo de las consideraciones que hemos hecho en el conocer y ser capaz de utilizar registros y estilós diversos,
párrafo anterior sobre la naturaleza y el modo de entender que configuran tipologías específicas del discurso oral, es-
los objetivos, trataremos, al discutir esta dimensión del mé- crito e iconográfico. Ello requiere un co¡ocimiento textual
todo, de identificar qué tipo de objetivos o finalidades son o lingüístico, pero también sociocultural y pragmático,
los más acordes con unos fines genéricos como los que he- puesto que, como señala Breen (1987a), las capacidades de
mos expuesto reiteradamente y con el enfoque que hemos interpretar y expresar significados residen en la capacidad
asumido para la enseñanza de nuestra área. básica de negociar el significado, tanto a nivel público o in-
Si aceptamos la convención de définir los objetivos en terpersonal como a nivel intrapersonal. De las fuentes disci-
términos de capacidades, tendremos que delimitar cuáles plinares podemos, pues, derivar algunas capacidades que
son las que debemos desarrollar en el alumnado para poder darán pie a formular objetivos comunicativos coherentes
incrementar, en los términos descritos, su competencia co- con el enfoque adoptado.
municativa. Para ello deberíamos recurrir a las distintas La fuente psicológica, por su parte, nos ofrece la inter-
fuentes que ponemos en juego al definir el método: las psi- pretación de Vygotsky (1979) sobre el lenguaje como ins-
colingüísticas, las sociológicas y sociolingüísticas y las en- tmmento de mediación semiótica de los procesos psicológi-
tendidas en un sentido estricto como disciplinares. cos superiores, con él énfasis en el origen social de esos
Un buen punto de partida puede ser el análisis que rea- procesos y mecanismos semióticos y en las funciones intra
liza Hymes (1984) de las competencias o subcompetencias e interpersonales de dichos procesos. De estas aportaciones
que se integran en el concepto de competencia comunicati- surgen otro conjunto de capacidades, muy próximas, sin
va: las denominadas lingüística (que se refiere al conoci- embargo, a las citadas en el párrafo anterior y que hacen re-
miento del sistema de la lengua), sociolingüística (que pro- ferencia a la capacidad de usar la lengua como instrumen-
porciona mecanismos de adecuación a 1a situación y el to de las relaciones personales, como recurso para la cons-
contexto), discursiva (que rige la coherencia y cohesión de trucción del propio pensamiento, como mecanismo de
los diversos tipos de discurso) y estratégica (que regula la conocimiento e interpretación de la realidad extralingüísti-
interacción y permite reparar o contralrestar las dificulta- ca y como instrumento de mediación e intercambio social.
des o mpturas en la comunicación). Este conjunto de com- Por último, las fuentes sociológica y sociolingüística nos
petencias o de saberes,referidos Ianto al saber como al sa- permiten volver a insistir en la necesidad de la "desaliena-
ber hacer, no están muy lejos de los tres tipós de cono- ción expresiva, de los hablantes de una lengua y de desa-
cimiento que cita Breen (1987a [1990: 10]), cuando, al ha- rrollar, por tanto, las capacidades de producción e interpre-
blar de los retos del diseñador de programas que pretende tación de discursos adecuados a Ia diversidad de situaciones
moverse en el nuevo paradigma, dice que éste nno sólo ne- y contextos, asociada a la capacidad de reconocer el valor y
cesita reinterpretar diversas descripciones del conocimiento el origen y funciones sociales de las prácticas discursivas so-
del lenguaje -lingüístico, sociolingüístico y pragmático- cialmente clasificadoras o diferenciadoras (Bourdieu, 1982).
en función de un plan pedagógico, sino que también está Antes de terminar con este apaftado dedicado a los ob-
obligado a representar las capacidades que subyacen al co- jetivos, quizá convenga inclui¡ un juicio sobre los que apa-
nocimiento y no simplemente los resultados superficiales recen en las disposiciones oficiales sobre nuestra área.
que se derivan de ellos,. Como hemos comentado en otro lugar (Lomas y Osoro,

82 83

t,
1991), este nivel de formulación de obietivos es en el oue el pos distintos de contenidos: en prirner lugar, los hechos,
currlculo oficial resulta más coherente con su dechrlción principios y conceptos; en segundo lugar, los procedimien-
preliminar de adopción de un enfoque comunicativo. Por tos; por ultimo, las actitudes, los valores y las normas. Esta
ello, no es fácil discrepar con los que allí se plantean. En distinción supone la superación de la identificación tradi-
todo caso, esa coherencia con el enfoque adoptado también cional entre contenidos y conceptos y el reconocimiento de
por nosotros permitirá que la tarea de uadecuación, de los que en el aprendizaje no sólo es importante el saber, sino
objetivos oficiales al contexto escolar concreto se haga con también el saber hacer y los aspectos relativos a los valores,
referencia a las capacidades que hemoJ ido- señalando en individuales y sociales, asociados a esos saberes o a deter-
esta dimensión. minados hechos.
En el caso de la enseñanza de la lengua ya hemos dicho
que el desarrollo de la competencia comunicativa precisa
Contenidos tanto del conocimiento lingüístico y literario cómo del do-
minio de determinados procedimientos discursivos, asl
La selección y organización de los contenidos constitu- como del conocimiento sociolingüístico, asociado a la refle-
ye, con independencia de los enfoques adoptados para ello, xión sobre las normas y las actitudes necesaria para ser
un elemento de importancia decisiva en la planificación di- competente en términos de adecuación.
dáctica. Se trata de dilucidar qué tipo de saberes es desea- Podría decirse que, de acuerdo con el concepto de com-
ble que adquieran los alumnos y cómo organizar esos sabe- petencia comunicativa que hemos incorporado a los fines de
. res para favorecer'su aprendizaje. Por otra parte, el con- la enseñanzadel área, hay dos macrocontenidos que defini-
junto de sabe¡es de cualquier área de conocimiento es de- rlan el campo de actuación didáctica: los usos comunicati-
masiado vasto para quedar recogido en el currículo escolar. vos, diversos en complejidad, formalización, planificación y
Ni siquiera el conjunto de contenidos que aparecen en las condiciones de situación, y la reflexión sistemática sobre
disposiciones oficiales son, muchas veces, desarrollados en esos usos. Los tipos de contenidos asociables al primer blo-
su totalidad. Por ello, el profesor o colectivo de profesores que son, principalmente, los procedimientos, que en nues-
que planifica la actividad de enseñar y aprender debe pro- tro caso deberán entendersecomo comoetencia en el uso de
ceder, además, a seleccionar, de entle ese coniunto de sa- la diversa tipologia de discursos orales, escriros e iconográ-
beres, aquellos que mejor se adecuan a los finei que se per- ficos y de las convenciones socioculturales y reglas de tipo
siguen y a la situación de los alumnos y de las alumnas con pragmático en la producción y recepción de tales discursos.
que trabaja. Finalmente, habrá que reflexionar sobre las re- La reflexión sobre la lengua yla comunicación, por su par-
laciones que conviene (o no) establecer entre los contenidos te, remite fundamentalmente a los principios, los conceptos
y la evaluación. y los valores y las normas, en tanto que recursos para for-
Trataremos, entonces, sobre cuatro dimensiones: las de- malizar el conocimiento que es producto de esa reflexión y
cisiones sobre los tipos de contenidos que debemos seleccio- para emitir juicios consistentes sobre las producciones con-
nar, las fuentes para la selección de esos contenidos, los cri- cretas, verbales o no verbales, orales o escritas, literarias o
terios para organizar la secuencia de esos cbntenidos y, por no literarias, planificadas o espontáneas.
último, la ya citada relación entre contenido\y evaluación. Los tres tipos de contenidos citados tienen, para noso-
tros, la misma relevancia, pues sólo de la asociación entre
conocimientos y destrezas múlüples puede surgir la capaci-
Decisiones sobre los ripos de contenidos dad para ser competentes en la comunicación. Sin embar-
go, como veremos al hablar de otras dimensiones de los
Una de las caracterlsticas más novedosasdel nuevo mar- contenidos, mientras en otros campos del saber los conte-
co curricular es la distinción que se establece entre tres ti- nidos conceptuales o factuales ocupan una posición de re-

84
levancia, por razones epistemológicas, en nuesho campo, ejemplo, aquellos elementos definidores de la situación con-
entendido al modo en que aquí lo hacemos, esa primacía co- versacional que parezcan relevantes de acuerdo con los fi-
rresponderÍa, al hablar de criterios'para organizar los pro- nes y el enfoque adoptado. Habrá, por tanto, que decidir
cesos de aprendizaje, a los procedimientos. Además, en qué contenidos, de todos los referidos en potencia a cada
nuestra área se dan peculiaridades que incitan a matizar la uno de los bloques, son relevantes para nuestros fines y
pretensión de establecer métodos o principios uuniversales" nuestro entoque.
para el aprendizaje. Porque eI conocimiento requerido para Además de esta primera selección de contenidos, habrá
ser conecto, adecuado y coherente en\a comunicación re- que proceder a otra de distinto rango. Nos referimos a la ne-
quiere poner en juego no sólo conceptos, principios, valores cesidad de organizar jerárquicamente los contenidos, en
y procedimientos directamente relacionables con la lengua cuanto que habrá algunos más amplios o integradores o que
y su uso, sino también estrategias, nonnas y reglás de ori- sean de mayor relevancia según la concepción de la ense-
gen sociocultural que regulan multitud de aspectosde la co- ñanza de la lengua que defendamos
municación como los turnos de conversación. la cortesía, Tanto para una como para oÍa tarea, el profesorado ten-
los aspectos proxémicos o las presuposiciones e implicatu- drá que contar con criterios y fuentes de decisión que le per-
ras conversacionales. Si bien muchos de estos aspectos se mitan realizar esa selección. Esos criterios deberán venir
aprenden en situaciones sociales, fuera del aula, sf es cierto dados por el conjulto de fuentes que mencionábamos ante-
que son, al menos, contenidos para las actividades de refle- riormente.- Al hacerlo, planteábamos que la principal eran
xión, si queremos llevar hasta sus últimas consecuenciasel los fines que perseguíamos con la enseñanza de la lengua, y
tomar la comunicación como eje o foco del aprendizaje en de acuerdo con estos fines habÍamos definido. en la dimen-
nuestra área. sión anterior, dos grandes tipos de contenidos: ios referidos
al uso de la lengua y los relativos a la reflexión sobre el uso.
En ei sentido señalado, usar la lengua en relación con
Fuentes para la selección de contenidos distintas situaciones y contextos supone actualizar en cada
caso competencias discursivas específicas. La competencia
Puede parecer extraño introducir esta dimensión al tra- discursiva requiere la capacidad de codificar o decodificar
tar sobre los contenidos cúando éstos vienen ya fijados, de mensajes atendiendo a,las finalidades de la comunicación,
modo prescriptivo, por los decretos que establecen el cu- la situación comunicativa que se presenta ante el hablan-
rrlculo del área (MEC, 1991a, l99lby 1992a).Sin embargo, teloyente,4ector/escritor, las condiciones impuestas por los
la formulación que tienén esos contenidos en los decretos contextos lingüístico y extralingüÍstico, las disponibilidades
citados es, en la rnayoría de las ocasiones, muy genérica. Por del código expresivo que se utiliza y los valores pragmáticos
poner un ejemplo (MEC, 1991b), en el primer bloque ("Usos implicados en cada uno de esos niveles. La interrelación de
y formas de la comtrnicaciónoral,), aparecen,en el aparta- todas esas dimensiones define una tipología de los discursos
do de conceptos, tres grandes epígrafes: ul-a comunicación en la que pueden quedar englobados todos los aspectos so-
oral: elementos y funciones", <Tipos y formas del discurso bre los que nos interesa trabajar desde el enfoque comuni-
en la comunicación oral, y "Diversidad lingüística y varie- cativo que hemos adoptado.
dades dialectales de la lengua oralo. Para cada uno de estos Los tipos de discursos son, pues, un elemento básico en
epígrafes aparecen un conjunto de ítems que no agotan el el conjunto de contenidos posibles en el área, que aglutinan
contenido que corresponderla a ese epígrafe. Por ejemplo, además aspectos conceptuales, procedimentales y actitudi-
en el segundo de los citados, se incluye un ítem ¡edactado nales. En este sentido, las prácticas discursivas que confi-
del siguiente modo: ul-a conversación, el coloquio, el deba- guran la comunicación cotidiana son de una extraordina¡ia
te, la entreüsta, etc.). Parece evidente que el desarrollo de diversidad, por lo que es conveniente, desde un enfoque fun-
tales contenidos exige la selección de, por seguir con el cional agrupar los variados tipos de discurso que pueden y

8ó 87
deben ser tratados en el aula. Habrá que efectuar una se- ción de merca.d.olingüístico remite a los conceptos del valor
lección de tipos discursivos susceptibles de ser tratados en de cambio simbólico de la capacidad de producción lingüís-
la doble vertiente de uso lingüístico y reflexión metalingüís- tica del individuo y, por tanto, alos benefícios de distinción
tica, teniendo en cuenta no sólo criterios disciplinares (a asociados a la valoración social concedida a esos usos. Por
partir de opciones concretas en el campo de las teorías del- tanto, un contenido expreso en la reflexión sobre la carac-
lenguaje, en la línea señalada en la primera parte de este li- terización de los diversos tipos de discurso deben ser esos
bro), sino también criterios psicopedagógicos y sociológi- aspectosde valoración social. De este modo, el carácter fun-
cos, ya que se trata de partir del desarrollo psicosocial del cional que pretendemos darle a la enseñanza de nuestra
alumnado (que muestra situaciones asimétricas en sus com- área no lo será sólo en relación con los intereses de domi-
petencias discursivas) para realizar aprendizajes significati- nación simbólica de los grupos sociales hegemónicos, sino
vos que modifiquen sus esquemas cognitivos. De lo anterior que adquüirá una dimensión cítica en la medida eue Der-
se deduce la conveniencia de abordar en el aula los discur- -dis-
mila al alumnado llegar a la constatación de que ios
sos de índole práctica, sin relegar por ello el trabajo con dis- cursos reales están socialmente umarcadosov que de esa va-
cursos más formalizados o teóricos, propios de los usos loración social se deriva en buena medida la ubicación
escolares,con los discursos literarios o, en fin, con los dis- social del hablante.
cursos iconoverbales insertos en los media. El trabajo rigu- Antes de terminar con esta dimensión conviene volver a
roso y sistemático en el aula con diferentes tipos de prácti- la distinción que planteábamos entre los tres tipos de con-
cas discursivas nos permite, pues, recorrer una amplia gama tenidos. Decíamos alll que optábamos por una organización
de situaciones de comunicación y de usos especfficos del de los contenidos que ponía en primer lugar a los de tipo
sistema de la lengua y abordar, en consecuencia,la reflexión procedimental. Ello se explica no sólo por el hecho de que
educativa sobre las variables lingüísticas y extralingúísticas la competencia comunicativa es, principalmente, competen-
insertas en cada acción comunicativa.2a cia de uso y, por lo tanto, tn saber hacer, sino también por-
La opción por la tipología de los discursos como conte- que, por razones pedagógicas elementales, el uso debe pre-
nidos preferentes en la organización didáctica del área pre- ceder a Ia reflexión sobre el mismo. De aquÍ puede derivárse
senta implicaciones en relación con los aspectos sociológi- un tercer y último criterio para la selección de contenidos,
cos y sociolingüísticos que habíamos citado como otra pues si optamos por decidir en primer lugar qué contenidos
fuente de decisión. Pues si el adiestramiento en los distintos procedimentales queremos abo¡dar, las decisiones sobre los
tipos de discurso implica sobre todo el ejercicio de conteni- conceptosy valores requeridos para la reflexión vendrán, en
dos de tipo procedimental, la reflexión sobre las condicio- cierto modo, dadas por el tipo de procedimiento que haya-
nes y consecuencias del uso de esos diversos tipos de dis- mos elegido.
curso supone entrar de lleno en el apartado de valores. Y en
este sentido deben considerarse las aportaciones que se pue-
den hacer desde la reflexión sociolingülstica. Criterios para una secuencia de contenidos
En relación con los diversos tipos de discurso, Bourdieu
(1982 [1985: 13]) apunta que ulo que circula en el mercado Antes de aludir a los criterios que nos parecen más opor-
lingüístico no es l¿ lengua, sino discr¡rsos estilísticamente tunos para abordar la tarea de establecer secuencias de con-
caracterizados", y ya hemos visto que para este autor la no- tenidos, tal vez sea conveniente una reflexión sobre la ubi-
cación en el proceso de planificación del tema denominado
ya habitualmente (la secuenciación>. En los documentos
24. Un desarrollo amplio y riguroso sobre la organización del área ba-
sada en Ia tipología de los discursos se puede encontrar en Alcalde, Gon- emanados de la administración se establece la oblisatorie-
zález Nieto y Pérez (en prensa). Los párrafos que preceden a esta nota son dad de plasmar en el denominado (Proyecto Curriciular de
deudores en buena medida de las ideas que en este documento se exponen. Etapa> la secuencia de objetivos y contenidos por ciclos,

88 89
It

primer paso de ese proceso de organización de contenidos ducen los aprendizajes, y otras más específicas referidas a
que se completa en las programaciones al establecer la se- la adquisición y el desarrollo del lenguaje. En el primer as-
áuencia para cada curso (MEC, 1992c). Incluso se ofrece pecto es relevante la interpretación que hace Vygotsky
una propuesta de secuencia para cada área, con carácter (1979) de la construcción de los procesos psicológicos su-
norientadorr, pero con la advertencia de que pasará a ser periores (en los que la lengua, como instrumento de media-
norrnativa .en la hipótesis de que (...) un equipo docente no ción, es un elemento fundamental). Para Vygotsky, tal y
llegue a diseñar su propio proyecto curricular" (MFC, como señalamosal referir-nosa los enfoques sociocognitivos
\gg2c; 2). Se r''uelvea repetir aquí el esquema de desanollo de la psicolingüística (véaseapanado 2.4 del capítulo 2), el
del currículo entendido como producto al que aludíamos desarrollo psicológico es un proceso fundamentalmente so-
unas páginas más atrás, mediante la separación de las deci- cial: los signos externos se
"internalizano en un proceso de
siones que corresponden ¿ 6¿d¿ "nivel de concreción', de control de los mismos, a partir de su conocimiento y mane-
modo que al profesor o profesora que realiza una pro-gra- jo en el medio social.La internalizaciónde un signo (o de
maciórr no le quedan sino pequeños ajustes. Y por si falla un complejo sígnico estructurado) supone una reformula-
ese nivel inierrnedio, el legislador, siernpre desconfiado, pre- ción completa de las estructuras mentales en que se inscri-
vé convertir en norma Io que antes era odentación. be ese signo, de modo que la explicaciónde la situación an-
Por otra pafte, parece discutible que la secuencia princi- terior al aprendizaje no es válida para la posterior. La
pal de la programación sea la que se ocupe de los conteni- creación de estmcturas más complejas exige el dominio pre-
áo., y .ro la de los aprendizajes. Aunque pueda resultar una vio de las más sencillas y anteriores. De ello podemos de-
discusión bizantina, no podemos olvidar que una fuente ducir un primer criterio general, común, por lo demás, a
principal de decisión es la posibilidad de que, en un mo- cualquier teoda del aprendizaje: la presentación de conteni-
mento determinado, los alumnos y las alumnas sean capa- dos tendrá que moverse desde lo general y simple hacia lo
ces de desarollar deterninado aprendizaje y eso tiene que particular y complejo.
ver, principalmente, con la realización de aprendizajes pre- Otra consecuenciase puede derivar de la explicación psi-
vios, aunque, naturalmente, esos aprendizajes versarán so- cológica de la construcción de los aprendizajes: si la cons-
bre algún contenido esPecífico. trucción de aprendizajes significativos supone la nreordena-
En todo caso, cuando adoptamos la perspectiva del pro- ciónu del conocimiento anterior, con vistas a la integración
yecto curricular entendido como proceso, la- secuencia de en nuevas estmcturas explicativas de los nuevos conoci-
tontenidos pertenece, en sentido estricto, a 1o que hemos mientos, ese conocimiento anterior será el Dunto de oartida
denominado odiseño del programa de enseñanzan, puesto necesariopara el aprendizaie.Por tanto, nueslra seóuencia
que esa secuencia es, en definitiva, un elemento constituti- de aprendizajes debería partir de aquellas prácticas discur-
uo d. lu ptog.u-ación. Lo qreecabe hacer en el nivel del mé- sivas más próximas al alumno, las que mejor domina, y so-
todo en que nos encontramos es establecer criterios genera- bre las cuales puede tener, con los apoyos adecuados, ma-
les para elaborar esassecuenciasen el nivel de planificación yor capacidad de reflexión para avanzar progresivamente
Dosterior. hacia forrnas discursivas más complejas, elaboradas y des-
Para nosotros los criterios que podemos utilizar para es- contextualizadas. En otras palabras, se trata de partir del
tablecer esa secuencia son, princi.palmente, dos: la atención uso y de la reflexión sobre los discursos prácticos y de los
al punto de partida del alumnado y al modo en que supo- media, más habituales en el entorno comunicativo del alum-
nemos que se producen los aprendizajes, por una parte, y la nado, para proporcionar los apoyos (y retirarlos después)
lógica de desarrollo de los contenidos que hayamos selec- que permitan iniciar de forma gradual el trabajo de pro-
cionado en la dimensión anterior, por otra. ducción, comprensión y reflexión de discursos más fo¡ma-
La fuente psicológica tiene, en este asunto, varias apor- les, teóricos y literarios, más cercanos a la nor.rna culta y al
taciones que hacer. Unas, referidas al modo en que se pro- beneficiosocial derivado de su uso.

90 9l
ff

En el campo de las fuentes disciplinares es necesario Como comentaremos después, al hablar más detenida-
también tomar decisiones relativas a la secuencia de los mente de la evaluación en relación con las actividades, la
contenidos. En efecto, no basta como único criterio con evaluación concreta del alumnado, especialmente si se en-
optar por abordar inicialmente las prácticas discursivas tiende por tal sólo la evaluación sumativa con carácter san-
más habituales, más cotidianas o más sencillas para pro- cionador, no forma parte de los intereses del profesorado
gresar después hacia formas más complejas de discurso. Al que pretende reflexionar sobre su práctica con el instru-
abordar las prácticas discursivas habrá que considerar los mento del proyecto curricular como mediador. En todo
dos tipos de actividad que habíamos señalado como ejes caso, esa exigencia de evaluar al alumnado es algo que vie-
del trabajo en el área de lengua: el uso (comprensión y ex- ne dado por otras consideraciones, como su relación fun-
presión) y la reflexión, teniendo en cuenta, además, que cionarial o laboral con las estructuras educativas. Pero dado
ambos deben ser funcionales. es ilecir, al servicio de las que nuestro interés principal es evaluar el valor de nuestro
necesidades de comunicación de los alumnos y de las proyecto a través de nuestra propia práctica, lo fundamen-
alumnas. Quiere ello decir que habrá que tomar decisiones tal será ante todo recoger datos relativos a los aprendizajes
producidos en relación con las finalidades que pretendÍa-
relativas al modo en que deben alternarse los aspectos lin-
güísticos y metalingúísticos, y al momento en que se in- mos, los contenidos que seleccionamos y las actividades
troducen los distintos niveles de reflexión en relación con de aprendizaje que llevamos a cabo. Posteriormente, y con
el tipo de discurso de que se trate: situación de comunica- caráctersubsidiario,podríamosutilizar esosdarospará eva-
ción, elementos de la comunicación, lenguajes y paralen- luar los avances individuales de cada alumno o alumna
guajes utilizados, organización textual, aspectos pragmáti- con la pretensión de que esa información contribuya a
cos, etc. su proceso individual de aprendizaje, pero sin establecer
una relación directa entre obietivos, contenidos v evalua-
ción.
Contenidos y evaluación

La aparición de esta dimensión de los contenidos no es Actividades


tanto una exigencia del método que intentamos diseñar
como una decisión impuesta, por un lado, por la tradición El tercer elemento del método presenta algunas dificul-
escolar, que tiende a unir evaluación de alumnos con con- tades a la hora de ser abo¡dado, puesto que los límites en-
secución de objetivos y contenidos; por otro lado, por los tre el nivel estratégico que ese método pretende cubrir y los
planteamientos que aparecen tanto en los decretos que es- de la planificación concre(a de actividadesde aprendizaie
tablecen el cur.rículo (MEC, 1991a, 1991b y 1992a) como en no resultan a vecesclaros. Digamos,como en los elementós
las orientaciones didácticas y para la evaluación que hizo anteriores, que en el método sólo se pretende definir crite-
públicas la misma Administración (MEC, 1992d). Estos do- rios generalesy que la decisión concreta sobre la realización
cumentos relacionan, en diversos momentos, Ia evaluación de esta o aquella actividad corresponde al segundo nivel o
del alumnado con la consecución de determinados objeti- componente del proyecto curricular, el diseño del programa
vos, expresadosen términos de capacidadesque nno son di- de enseñanza.
rectamente, sino indirectamente, evaluables" a través de los Mientras a los otros elementos del método corresDon-
oindicadores oportunos). Esas capacidades se manifiestan dian las decisionessobre los fines y sobre los saberesnece-
en determinados aprendizajes y el concepto de aprendizaje sarios para la consecución de esos fines, a las actividades
que manejan los documentos del Ministerio de Educación y corresponden las decisiones relativas a cómo lograr esos fi-
Ciencia remite finalmente a la adquisición significativa de nes y la adquisición de esos saberes mediante las activida-
los contenidos. des de enseñanza y aprendizaje más adecuadas para ello.

ot 93
Estamos, por tanto, en el elemento del método más directa- ya posee el alumno o la alumna, será necesario Drever. al co_
mente relacionado con los problemas metodológicos. mienzo de cada bloque temático, unidad o leciión, una ac_
En este campo tres son, a nuestro entender, los asuntos tividad de prospección de las ideas o concepciones previas
sobre los que hay que tomar decisiones: los criterios para relativas a esos temas, que no debería limitarse a una sim_
decidir qué tipo de actividades son más acordes con los fi- ple prueba objetiva, sino que debería contribuir a la propia
nes que perseguimos y con los contenidos que hemos selec- autoconciencia de alumnos y alumnas. Además, como vere_
cionado, los criterios para organizar esas actividades de mos al tratar del diseño del programa de enseñanza,un pre_
modo que se produzca un recorrido de aprendizaje en el supuesloprincipalen el buen éxilo de un programabasado
sentido deseado y, por último, las relaciones que podemos en un enfoque comunicativo es la necesidad dé implicar ac_
establecer entre las actividades, la evaluación de los alum- livamenrea los alumnos en las tareasde aprendizaje,de
nos y de las alumnas y el seguimiento y evaluación del pro- modo que se creen verdaderas situaciones de comunicación
pio proyecto didáctico. que tengan sentido por sí mismas o que se refieran al pro_
pio proceso de aprendizaje.Aunque para ello se puedá re_
currir a técnicas de negociación de contenidos o actividades
Criterios para la selección de las actividades con el alumnado, las dificultades que plantea en ocasiones
esa negociación pueden hacer aconsejable que se recurra a
Si hemos eniendido los procesos comunicativos como la explicitación y discusión con alumnos y alumnas de sus
actiüdades en las que los usuarios de diversos sistemas síg- conocimientos previos, y ello puede ser un elemento imDor_
nicos ponen en marcha procedimientos, estrategias y accio- tante lanto para la motivación como para hacer realidad,y
nes orientadas a la producción y comprensión de una am- no puro nominalismo,las lareasde auroevaluación.
plia gama de discursos en situaciones y contextos concretos Al examinar las implicaciones del enfoque comunicativo
con arreglo a finalidades específicas, entonces el objetivo en relación con los contenidos habíamos delimitado dos ti_
central del trabajo didáctico en el área de Lengua y Litera- pos básicos de actividad: el uso lingüístico y la reflexión me_
tura (el desarrollo progresivo de la competencia comunica- talingüístjca. Es necesario, por tanto, p.eue. ,rna tipología
tiva) requiere una serie de nociones y destrezas orientadas de actividades que supongan para el alumno situaciónesáe
a la cualificación del alumnado para planificar y crear sus comunicación en las que se impliquen los procesos de ex_
propias producciones textuales, orales y escritas. Se trata, presión¡ comprensióny sobre las que quepan momentosde
por tanto, de establecer un conjunto de actividades en las retlexión.La relaciónentre uso y reflexión (y, por ranlo, en_
que los alumnos puedan poner en juego norrnas y procedi- tre las actividades relacionadas con uno y ot¡o asunto) de-
mientos estratégicos orientados a un uso textual que aúne b-eriaconsiderar la explicación que proporciona Vygotsky
la expresión, la comprensión y la reflexión, permitiendo in- (Wer-tsch, 1988) en relación con la apropiación de io" ins--
tegrar -interiorizar- sus propias prácticas discursivas, con trumentos de mediación: el signo mediador aparece prime_
arreglo a principios como los de coherencia, adecuación y ramente contextualizado, lingüística y socialmente, y su
cohesión, en sus acciones cotidianas de interacción comuni- apropiación requiere un proceso de progresivadescontex_
cativa. Este enfoque implica que la reflexión sobre el uso no tualización hasta llegar a dominar la capacidad de recon-
supone tanto dar prioridad al aprendizaje de procedimien- tcxtualización en situacioneso estrucluras dilerentes a la
tos o técnicas de análisis de los elementos del sistema cuan inicial. Habrá entonces que prever actividades diversas que
to a la adquisición de estrategias que les permitan la com- p('rmitan, debidamenteorganizadas,el recorrido señalaáo.
prensión de los aspectossemánticosy pragmáticos implicados Por otra parte, para que las actividades de reflexión o me_
en cualquier práctica comunicativa. taljngüísticas tengan sentido en un proceso que se proclama
En primer lugar, si hemos planteado, al tratar de los (()municativo, no pueden presentarse de manera desgajada
contenidos, la necesidad de partir de los conocimientos qur' tlc aquellas otras que tienen por fin una actividad de lomu_
OA
nicación. La reflexión tiene sentido si ayuda a mejorar las genético como en lo ontogenético, va de lo social a lo indi-
capacidades de corrección, cohesión, coherencia o adecua- vidual, en un proceso de internalización. Podemos deducir
ción. Como veremos al tratar sobre el diseño del programa de ello que tendremos que prever actividades de presenta-
de enseñanza,la relación entre unas y ofas actividades ten- ción de problemas, explicación, discusión colectiva, trabajo
drá oue darse en el marco de unas lecciones o unidades di- cooperativo, etc., que favorezcan el desarrollo posterior de
dácticas que tendrán por fin último la realización de una ta- otras en que los conceptos, las capacidades o los procedi-
rea de comunicación. mientos en juego se apliquen de modo individual a la reso-
Ya queda dicho que por actividades de uso se entienden lución de tareas o situaciones distintas.
básicamente las de expresión y comprensión referidas al La opción anteriormente realizada por una organización
tema de que se trate en cada caso. Para dilucidar qué tipo del área centrada en la tipología de los discursos supone
de actividadesfavorecen uno ) olro proceso puede sernos también la necesidad de considerar actividades relativas a
útil la explicación que ofrece Luria (1979) del proceso psi- los distintos elementos de génesis,enunciación, transmisión
cológico que se sigue en cada caso. Para explicar el proceso y recepción del discurso, planteando situaciones de apren-
de exoresión. Luria establece tres momentos diferenciados: dizaje en que el alumnado se vea obligado a desplegar en su
la mátivación,o estímuloque lleva al hablantea mani[es- totalidad las estrategias discursivas más adecuadas a la si-
tarse oralmente o por escrito, la elaboración de los núcleos tuación, finalidad y contexto de la comunicación.
semánticos, que serían los elementos básicos del discurso Para terminar con esta dimensión, conviene hacer refe-
que se va a comunicar y, finalmente, la comunicación ver- rencia a las implicaciones, también citadas, de las decisiones
bal desplegada,que constituye el acto propiamente dicho de tomadas en relación con la fuente sociológica. Si pretende-
la elocución. En cuanto al proceso de comprensión, esta- mos que los alumnos desarrollen capacidades interpretativas
blece cuatro momentos o situaciones: la comprensión del y actitudes críticas en el nivel pragmático, habrá que concre-
sentido generaldel texlo o mensaiede que se trate en cada tar qué tipo de actividades pueden favorecer, en cada nivel de
caso, la detección de las ideas clavejsobre las que se consti- la planificación, el desarrollo de tales capacidadesy actitudes.
tuye orgánicamente el texto, la comprensión del significado
de las palabras, dotadas de sentido o desprovistas de ambi-
güedad significativa por esa comprensión previa del sentido Criterios para la organización de las actividades
general y de las ideas clave y, por último, la captación de lo
que Luria denomina usubterlou,que no es otra cosa gue la Buena parte de las decisiones que se han de tomar en esta
identificación del sentido último del texto en relación con dimensión vienen dadas por lo que se dijo en el aparlado ante-
los fines de quien lo emite y con la situación y el contexto rior respecto a los tipos de actividades. Así, parece claro que
en que se da esa emisión (Luria, 1979).Si el proceso des- toda unidad, lección o bloque de actiüdades debe comenzar
critó es efectivamente como 1o plantea el psicólogo soviéti- por la detección de ideas previas. El principio de progresiva
co, habrá que prever actividades diferenciadas que favorez- descontextualización implica también el respeto a la secuencia
can, en cada momento, el logro de esa comprensión o de la contextualización-descontextualización-recontextualización que
comunicación verbal desplegada.El modo de hacerlo podrá hemos seña.lado.El mismo cariícter secuencial se debería man-
hallarse en los criterios para la organización de las activi- tener en la planificación de los procesos de expresión y com-
dades y en los referidos a la organización de las unidades ¡.rrensióny, finalmente, en el orden actiüdades colectivas-acüü-
didácticas, cuando tratemos dei diseño del programa de en- dades individuales que marca el proceso de internalización.
señanza. La interrelación entre dos de los conceptos ya maneja-
La fuente psicológica nos sirve, por último, si conside- d<¡s,el de ozona de desarrollo próximo' y el del principio de
.clcscontextualización' de los instntmentos de mediación,
ramos la progresión, ya señalada, en la apropiación de los
( s pcrlinente para delimitar aspectos diversos en la organi-
instrumentos semióticos de mediación que, tanto en lo filo-

96
I 97

I
zación de las actividades. Uno de ellos es ei papel que juega Indeoendientemente de su uso (evaluación formativa o
en el proceso de aprendizaje la figura del profesor o de la evaluación sumativa), la evaluación del trabajo y de los
profesora. Si la nzona de desarrollo próximoo se definía avances o dificultades de los alumnos no debeia requerir
como el espacio entre Ia capacidad autónoma del aprendiz pruebas específicas o actividades especiales, al margen de
y 1o que podía realizar recibiendo apoyos especlficos, el ia. qr" cada unidad se prevean como actividades de
"tt
aprendizaje. Dicho de otro modo, las actividades deben es-
tránsito por esa zona deberá contar con la ayrda que en este
proceso presten el profesor o la profesora, principalmente, tar diseñadas de tal forma que permitan al profesor o pro-
y los compañeros y compañeras. Pero como la figura del fesora recoger datos de los procesos de aprendizaje que se
profesor o profesora forma parte también del contexto del producen en cada unidad. Por ello es importante que los as-
aprendizaje, el proceso de descontextualización supone la iectos relativos a la evaluación del alumnado queden in-
autonomía pro.gresiva del alumnado y la consiguiente dis- Lluidos claramente en las tareas o actividades que consütu-
minución gradual de los apoyos prestados por los docentes. yen globalmente una unidad o lección. Si ésta está bien
En todo caso, la organización de las actividades suele ton"t-idu, debería proporcionar información variada y su-
presentarse, al menos ante los alumnos, como un conjunto ficiente para que el profesor o profesora e incluso cada
de ejercicios, tareas o problemas integrados en una lección alumno o alumna pueda valorar los logros o aprendizajes
que producido.
o unidad üdáctica. No es éste el momento de ent¡ar en una - se hayan
discusión pormenorizada sobre el modo de elaborar esas Esos datos pueden y deben ser utilizados también para
unidades o lecciones, pues de ello nos ocuparemos en se- realizar la valoración de la unidad o lección de que se trate
guida- Sin embargo sí puede adelantarse que las decisiones y del proyecto cu¡ricular en su conjunto Los datos a que
que tomemos a este respecto deben responder no a la intui- nos referimos son tanto de carácter cuantitativo, como, so-
ción o a la costumbre, sino a criterios coherentes con los fi- bre todo, cualitativo. Este segundo tipo de datos requiere la
nes que perseguimos y con el enfoque que hemos adoptado. previsión de instrumentos especlficos para su recogida. Si-
guiendo lo sugerido por Cascante (1989), habrla que dispo-
ner, al menos, de un odiario de claseu, para anotar todas
Actividades, seguimiento y evaluación aouellas incidencias, comentarios, etc., que surgen de modo
imprevisto en cada acüvidad y de un ufichero de observa-
De la evaluación del alumnado, como exigencia del sis- ciones,, en el que se anotaían de modo m¡ássistemático los
tema organizado de educación, ya hemos apuntado algunas asDectos referidos a los elementos del modelo didáctico y
cosas al tratar de los contenidos. Decíamos allí que nuestro sus dimensiones, es decir, lo miás sistematizado o previa-
interés principal no era el sancionar los logros o.insuficien- mente planificado del proceso. La reüsión de la unidad o
cias del alumno o alumna con una nota concreta, aunque del proyecto curricular, a la luz de esos datos o de la infor-
nos veíamos obligados a ello por la institución escolar en mación derivada de registros de nobservación exterrra) rea-
que se desarrolla nuestro trabajo. lizados por otros docentes, habría de debatirse colectiva-
Cosa distinta es la detección de los logros o insuficiencias mente én el grupo o seminario que sea autor de la
en los aprendizajes, tanto a nivel indiüdual como colectivo, propuesta. De ese contraste de experiencias deberían surgir
con fines distintos a los de la mera calificación. Esos fines óonólusiones suficientes para vaiidar o reformular el proyecto.
est¡án relacionados con lo que se suele denominar "evalua-
ción formativa", que tiene como finalidad poner en conoci-
miento de cada alumno o alumna cuál es su proceso perso- 3.3.1.3. Diseño del programa de enseñanza.
nal de avance o aprendizaje, contribuyendo de este modo a
la autoevaluación del mismo y a la aparición de actitudes o A lo largo de nuestra exposición hemos comentado en
estrategias personales para superar las dificultades. varias ocaslones cómo la evolución de los estudios relacio-

98 99
nados con la comunicación, el lenguaje y la literatura
estiá cipal, sus rasgos son el énfasis en los procedimientos, la in-
siendo acompañada por una e"oluéión plaa, J" iá"
cepcionessobre la enseñanzade la lengujL.V..tó. ' tegración del conocimiento formal del lenguaje con su co-
"""_
n""uá,
planteamientos no afectan sólo al nivei €ór-t";-;; nocimiento instrumental y la adopción de una perspectiva
l;;;; cognitiva que atribuye un papel relevante a los aprendices
h_emos denominado método o aspectos estratégicos
de la en la construcción de sus propios aprendizajes. Este con-
planificación. Los diseñadores a. prog.u-u..-.;;-;;;;;
o nprácücoso empeñados en el desarrollo ¿el cur¡culo junto de rasgos coincide, como se ve, con lo que hasta aquí
áe hemos venido propugnando como rasgos definitorios de
lenguas, han explorado también en los úlümos años
las con_ nuestra concepción de la enseñanza de la lengua. t
secuencias de esa evolución en el campo de la elaboración
de programas y materiales de enseñanza.25a"rifrr"¿" Antes de seguir adelante con esta exposición sobre los ti-
¿", pos de programas procesuales,tal vez convenga salir al paso
evolución, Breen (1987a) relata cómo, en cuanto u
ciones sob¡e la enseñanzade la lengua,," tu pu.uáo,.r ";;.;;:iá. de una crítica que un lector avezado puede formular en
últimos 30_q{rs, de los enfoques foimal_es cualquier instante: los autores que estamos citando (Breen,
; ñ; Candlin, Nunan.-.) y los planteamientos que comentamos
ru_nclenalgl de éstos a los comunicativos -J;;;;;,
(véase capítuló
J sobre enseñanza de las lenguas pertenecen al campo de
2, apartado 2.4). TGFtoif dós grándes móclos d. ;.";;il;i;
enseñanza de una lengua (el nocional_fun.ional, por la enseñanza de segundas lenguas, y surgen, especlficamen-
un' te, del campo de la enseñanza del inglés para extranjeros. Es
lldolJ el comyllcativo, por otro) corresponden,según
Breen, cierto, pero no parece objeción suficiente para no aplicar
dos trpos también diversos de programas: los proposiciona_
/es, asociado-s al planteamientos semejantes al aprendizaje de la propia len-
enfoqrie, j t"" pr"Áí"íír;;;d_
-primer
nables con el enfoque gua, porque si el concepto de competencia comunicativa es
comunicativo.
. Los programas de üpo proposicional buscan universal, es decir, si el dominio de una lengua supone la
. u¡r conoci_ adquisición de ese conjunto de capacidadesque se engloban
mrenlo de tipo esencialmente lingüístico, bien per
se, como bajo esa etiqueta, el enfoque didáctico definido por los ras,
conocimiento del sistema formal de la lengua, o como
do_ gos que hemos citado en el párrafo anterior tendrá el mis-
minio de la.sfunciones que ésre cumple de.modo
más hJl_ mo carácter universal. La diferencia entre el aprendizaje de
rual, entendtendo por función el exponente lingüÍstico
de la una nueva lengua y el de la materna no reside en el enfoque
supuesta función social. Los nocionales d*,i""1"e*
u didáctico sino en el diferente grado de dominio o conoci-
cicios de conocimiento y uso de los paradigmas
i.áo-¡* "i..a-. miento inicial. de la misma, en la distinta competencia de la
una rengua y de la diversidad de estructuras sintáóticás y
re_ que parte el aprendiz. Cuando el objeto del aprendizaje es
cursos léxico-sem¡ínticos de la misrna. Los funcionales
ius_ la lengua materna, el aprendiz ya domina, al menos, el léxi-
carán la repetición sistemática, en diversos
á;-i;. co básico, el sistema fonológico (o un subsistema del mis-
estructuras sintácticas correspondientes a la"o"t;;;,
fu¡ción que se
intenta adouirir. mo), un buen número de estructuras sintácticas y multitud
L:. de reglas y convenciones necesarias para su comunicación
, .plo.tluTas de üpo procesua.l,en cambio, entienden habitual. Pe¡o no tiene el mismo dominio de los recursos de
ra aoquls¡clon de una lengua como apropiación de
un con_ expresión y comprensión para situaciones de comunicación
capacidad€s o competencias diversas 0ingüísticas,
lrn]o,S.
socrotingüÍslicas,discursivas,pragmáticas...).Su-fin, que no le son habituales, para un uso adecuado de discur-
poi sos más formalizados, mr4s complejos y que requieren un
tanto, €s el desar¡ollo de la competencia comunicativa
del grado más alto de planificación y estmcturación. No pre-
aprendiz. Además de caracterizarse por esa finalidad
orin_ tendemos enseñarle a un adolescente español cómo hablar
con sus amigos (aunque la conversación puede y debe ser
25.
Un panorama ampjio, con ar
p""",*
a.t ll.io..áil i;ffi";;,fr:fÍ::"J,?:-:ff::j'J,
ffrJ#/"d
objeto de anrálisisy reflexión en el aula de lengua), pero sí
cómo participar en un debate, como elaborar una instancia,
de Comunicación, l¿nguaje y educación (i99oi.
realizar un informe, redactar una monografía o acceder a la
100
101
comprensión crítica de una obra literaria o de los mensaies del método. En efecto, tanto el tipo de conocimiento que se
delos med.ia.Lo que cambia. pues, es el nivel del que parri- requiere para la comunicación (textual, interpersonal e idea-
mos, los aspectos concretos de la competencia comunicati- cional) cómo Ia distinción entre tareas comunicativas y me-
va que pretendemos desarrollar, pero no la propia concep- i.comunicativas, Ia voluntad de contemplar relacionada-
ción de la enseñanza de la lengua y el enfoque adecuado mente ambos tipos de tareas o la secuenciación que parte
para lograr esos fines. de lo más habitual o conocido a lo menos y de lo general a
Volvamos, pues, tras este inciso largo pero necesario, al Io oanicular, coincide con decisiones tomadas por nosotros
análisis de los tipos de programas que son coherentes con aI áefinir el método'
esos fines y ese enfoque didáctico. En el artículo de Breen
que citábamos antes, este autor distingue dos tipos de pro-
gramas dentro de la tendencia de programaciones proce- Programación basada en tareas
suales: los programas basados en tareas y los denominados
procesuales en sentido estricto (Breen, 1987a).La diferencia Para asumir el proceso de programación basada e¡ ta-
básica entre los dos tipos de procedimientos procesualesci- reas debemos tener clara la definición del concepto de ta-
(cualquier activi-
tados por Breen reside en que el segundo tipo constituye rea. Para Breen (1987b: 23) una tarea es
una programación permanentemente abierla a la negocia- dad estructurada de aprendizaje de una lengua que tiene un
ción con los alumnos de contenidos, procedimientos y tareas, obietivo paficular, un contenido apropiado' un procedr-
ofleciendo en todo momento una serie de tareas o activida- di rrabaio especffico y una serie de soluciones posi-
des alternativas para adecuarlas a la situación o deseos de -i"ntopara aquelios que realizan la tarea'' Para Nunan' en
bles
los alumnos. Su objeto no es sólo la comunicación y el tu tiea coirunicativa es .una parte del trabajo d:
aprendizaje, sino también el proceso de comunicación aula que implica a los alumnos en la comprensión' mani-
"uÁÉi",
grupal en el aula. El programa céncreto de enseñanza se oulación, püducción d interacción en la lengua objeto'
'-i"""ut t" atención se dirige principalmente al sigrrificado
construye a través de la negociación entre alumnos y profe-
sor. El programa mlnimo del que perte éste estiá constitui- q.r" a la forma, (Nunan, 1989: 10)' Podemos asumir
do por un plan sobre las decisiones que deben tomar alum- esta úitima definición, con la salvedad de que es vi4lida para
-á"
nos y profesores y por un banco de actividades de clase, que lo que llamamos tareas de comunicación, pero debe-mati-
son conjuntos o bloques de tareas categorizadas. Una pro- ,;t:;;;; Ias tareas de tipo comunicativo, pues en ellas la
gramación de este tipo lleva, desde luego, a sus últimas con- át".,"iá.t se centra a la vei en el significado y en los aspec-
secuencias los principios que inspiran el enfoque comu- tos formales.
nicativo de la enseñanza de la lengua, y resuelve adecuada- ói- u.p""ro que debemos considerar es el de los ele-
mente el problema de la motivación de los alumnos y del mentos que integran una tarea, definida de a3ue1{9^99n, la
trátamiento de la diversidad en el aula (puesto que se pue- q"" á.ubu*ot de citar' Para Candlin (1987)' los
den disponer tareas alternativas para un mismo fin). elementos dá una tarea son el imput' los papeles o roles de
"""."p.i0"
y
Sin embargo, muchos profesores y profesoras, especialmen- los parricipantes, los escenarios (organización espacial
te si se están iniciando en un nuevo esquema de planifica- temporal), las acciones (procedimientos para la compren-
ción de su trabajo, encontrarán excesivamente complejo sión, ejecución y finalización de una tarea), la corrección
Fines'
programar de ese modo. Por ello, parece más adecuado es- io"i¿" v q"e corrige), los resultados, expresadoscomo
v'el teediack, a rávés de la evaluación A pesar de su ex-
tudiar la posibilidad de adaptar la llamada programación
"hurrtiit quizá por ella, la definición de una tarea con-
basada en tareas al campo de la enseñanza de la lengua ma- idud, o
terna. creta con este ásquema se hace demasiado engorrosa' Por
La programación basada en tareas coincide casi plena- eio prefe¡imos la que ofrece Nunan que, adaptada, respon-
mente con los planteamientos que habíamos hecho al tratar de al siguiente esquema:

t02
103
\

Finalidad Papeldel profesor 3 . Trabajo sobre e1texto o datos iniciales (en activida-
a , des comunicativaso metacomunicativas).
\/ ,l
Actividades de comunicación (expresión-/compren-
\, sión) que permitan manipular los contenidos pro-
Datos >TAREA <- Papel del alumno
oios de la tarea.
iroducción oral o esc¡ita (individual o grupal) de
tipo comunicativo y/o metacomunicativo
xr¡uia^a./ \organización
La olanificación de una lección o unidad didáctica su-
Figura 4 oone ei establecimiento de una serie de tareas con un obje-
iivo, formulado en términos de tarea final global, y un tema
común. La secuencia de tareas debe represent4r la corres-
pondiente a los aprendizajes que deseemos alcanzar con el
Los datos (imput) para Nunan pueden ser nverbales(por áesarrollo de esa lección o unidad. Para la elaboración de la
ejemplo, un diálogo o un pasaje de lectura) o no verbales unidad didáctica puede seguirse el esquema que ofrecen Es-
(por ejemplo, una secuencia de imágenes)n (Nunan, 1989: taire y Zarrórl (1990: ó6), que podemos adaptar del siguien-
l0). En definitiva, cualquier material que permita una acti- te modo:
vidad sobre él y que prefigure la acción que los aprendices
han de realizar.
De acuerdo con lo que planteábamos en el método, son
dos los tipos de tareas que debemos planificar: las comuni-
cativas y las metacomunicativas. Las primeras coinciden en
su denominación con la que les dan Estaire y Zanón (1990)-
Deben ser representativas de procesos reales de comunica-
ción, formar una unidad de aprendizaje y tener una finali-
dad, una estructura y una secuencia de trabajo. Las tareas
comunicativas, como decíamos al hablar del método, se
ocupan preferentemente de los contenidos procedimenta-
les. Las tareas metacomunicativas (o posibilitadoras, como
las denominan Estaire y Zanón) tienen por objeto los con-
tenidos (conceptuales,procedimentales o actitudinales) que
se requieren para la realización de las tareas de comuni-
cación.
La organización del trabajo en la resolución de la tarea
puede presentar variaciones en función del tipo de tarea (de
entre los dos señalados) y del objeto concreto de la misma.
En todo caso, podemos proponer la siguiente secuencia de
trabajo como el proceso más común:

1. Presentación de la tarea.
2. Comprensión del texto (o de las instrucciones para
la realizaciónde la rarea).

104 105

¡
T
{\ CONCLUSIONES
Elecéión de tema /
área de interés

Esoecificación de fi nalidades

Programación de tareas finales (comunicati-


vas o metacomunicativas) que demuestren la
consecución de lás finalidades
a partf de
En este trabajo2óhemos intentado mostrar'
;:l,l:qf:x';tPq-
Especificación de componentes temáticos y de con-
tenidos (conceptuales, procedimentales, actitudi-
"-,::*:*;l*:¿*;'St
iJ¿u¿-Jrieu,"¡",laconveniácia*""1"i:i:t::iXü:#?
nales) necesariospara realizar las tareas finales I3:#mtnt3"H*ilffii expresivas
comprensivas, v
*;;";;ñ;.dem";o'auzli:2ry:'";::i"::\iJf;,{:,
metacomunicativas del alumnado

de los aprendices hemos acud


Planificación del proceso: secuenciación de pasos a
seguir a través de tareas comunicativas y metaco-
municativas
ffi,."¿ltq'4iü1;r:T"',.x..
señalando el ilterés de Ia tradi
É:l:rqi5ii
l,ffit* ;H:n:':n';üi'""ñi
ili1:
:il;ln;i:l3i::sfl :'"1i';x'x
Evaluación incorporada como
pane del proceso de aprendizaje 'il":':*l::1?:lT:'i.f
;#áffi;;l;. ;::'t:.^b*iJJLn:t3:nl#l1J*'ff
-
:T:::ff"'ffH:"ü"ii'i'l''iH;'riáá¿"', alavezquepor
Adaptadode Estaircy Zanón(1990).
Figura 5 inS:'*il:';:
:*;;*:H:if'.'iuru::".31i:'J:ffi
Un intento de aplicación de este enfoque al trabajo di- --lc- uluu",,¡ón *'
breve
más
dáctico en Lengua Española puede verse en Cueto y otros (19!;i,lf:loiTJ'"':"lo;: l,:i1:.":;i.::
(1ee3).
¡*;g',¡"+ ,**fi
trarse en Lomas, Osoro Y Tusón

t*n:r'*xi*t":*¡q, :i3is,.frff
sociolingülsticas, literarias y semiót

:**:;*i""'.x;x','J:::?fi:i[il.'?T,"Jn.'::#.il:ll
contenidos del área.

107
106
dos en la comprensión y producción de los mensajes y de REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
los factores socioculturales que regulan los intercambios co-
municativos.
Finalmente hemos insistido en la utilidad pedagógica de
las aportaciones de estas disciplinas a la hora de la planifi-
cación educativa en el aula de lengua, en el papel que ha de
cumplir todo proyecto curricular como instrumento de re-
flexión teórica sobre los procesos prácticos de enseñanza y
aprendizaje,en la convenjenciade disponer de un modeló
didáctico que ayrde a la descripción de los elementos que
intervienen en el trabajo escolar y en la necesidad de dispo-
ner de una concepción global del área que dé sentido al di-
seño didáctico de los objetivos, los contenidos de enseñan-
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