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FORTALECIMIENTO DE HABILIDADES SOCIALES PARA EL AUTOCONTROL

DE COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS EN ADOLESCENTES


INSTITUCIONALIZADOS DE ALDEAS INFANTILES S.O.S EL ALTO.

CAPITULO I Títulos con mayúscula

1. INTRODUCCION Subtítulos en minúscula

La institucionalización se ha considerado como una solución rápida para el


abandono, o desprotección de niños, niñas y adolescentes. Se caracteriza por y
Está caracterizada para proteger a estos individuos restaurando sus y restaurar
derechos básicos como la alimentación, la salud, la educación, la protección y
contar con un hogar. Sin embargo, la precariedad que se presentan en estos
hogares de acogida es de consideración, por la falta de personal para cuidar y
atender sus necesidades, el poco presupuesto económico, tener que además de
lidiar con la historia familiar que el sujeto conlleva puede presentar, el hecho de
aceptar el abandono de sus progenitores, o el hecho de reconocer que son
apartados de sus familiares por negligencias en su cuidado, etc., Todo ello puede
provocar que en la etapa de la adolescencia, la cual se encuentra llena cambios
bilógicos y de una construcción social, psicológica personal, se llegue a pueden
presentar ciertas fijaciones en comportamientos poco adaptativos; es decir,
comportamientos agresivos.

Los problemas que se mencionan con frecuencia por parte de las educadoras de
estos los hogares de acogida, son los comportamientos agresivos de los
adolescentes:, malas contestaciones, peleas entre ellos mismos los adolescentes,
evasión de evadir los deberes, discusiones, insultos, huidas, entre otros, etc, que
son muy dificultosos de sobrellevar, debido a que las educadoras tienen más
niños, niñas y adolescentes a los cuales se los tiene que atender.

Entonces, el El adolescente institucionalizado puede llegar a presentar


comportamientos agresivos y al mismo tiempo a la par carencias con respecto a
las habilidades sociales, debido a la precariedad que existe se exhiben en las
instituciones de acogida y la historia familiar del sujeto. Esto Lo que fomentara a

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que presenten conductas inapropiadas, comportamientos agresivos, como ser:
agresiones físicas, agresiones verbales, hostilidad, hostiles, actitudes negativas,
ignorar órdenes, difusión de información falsa (mentiras), sarcasmo, golpear
golpeando puertas, paredes, etc., lo que resultara en un problema en para el
medio donde se desenvuelvan.

Sin embargo, el adolescente también aprenderá a emplear herramientas para


poder controlar sus comportamientos agresivos, lo que le permitirá adaptarse
mejor al medio donde vive o se desenvuelve socialmente; y una de estas
herramientas son las habilidades sociales. Es por ello que los autores como
Roncero y Villareal (2012) mencionan que los comportamientos agresivos en
adolescentes pueden considerarse un problema grave para nuestra sociedad, y el
objetivo debe ser, esclarecer los procesos implicados y de desarrollar programas
de prevención e intervención eficaces, ya que. Porque si los comportamientos
agresivos se siguen dando, desarrollando pueden obstaculizar el desarrollo de los
y las adolescentes, limitando sus capacidades, la realización de sus metas, crear
nuevos lazos afectivos, y ser propensos a tomar malas decisiones.

Por lo anterior mencionado, el El presente estudio planteará planteó un programa


de fortalecimiento de habilidades sociales. Para que coadyuven coadyuvar al auto-
control de los comportamientos agresivos en adolescentes institucionalizados de
aldeas infantiles S.O.S de la ciudad de El Alto.

“Es conocido que las habilidades sociales hacen referencia a aquellos


comportamientos o conductas específicas y necesarias para interactuar y
relacionarse con el otro, de forma efectiva, satisfactoria y exitosa socialmente”
(Muñoz; Crespí; Angrehs 2011), además de permitir a los sujetos de responder
adecuadamente a situaciones conflictivas. Estas habilidades pueden ser
aprendidas o reforzadas mediante la observación, el modelaje, etc. y ser
empleadas en cualquier etapa de la vida. Pero es necesario señalar nuevamente
que la etapa de la adolescencia es muy significativa para el ser humano por la
modificación y desarrollo de conceptos, pensamientos, valores, por tal razón se ve
la necesidad de hacer un reforzamiento o reaprendizaje de dichas las habilidades

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sociales, en esta fase, para así poder brindar al adolescente herramientas para su
desenvolvimiento social.

Goldstein (1980) refiere que “un adolescente debe poder ser capaz, de convivir y
dominar, una serie cada vez más compleja de problemas personales e
interpersonales, en el hogar, en la escuela, en el trabajo, con las autoridades y en
la comunidad, en el amor, con los superiores, requieren determinadas habilidades
sociales”. Además, que se encuentran con las demandas más frecuentes de poder
utilizar habilidades, así como de manejar la agresividad propia y la de los demás.
En estas situaciones deben aprender a dominar el autocontrol, la negociación y el
enfrentarse a las presiones del grupo.

Entonces, se puede podemos decir que los comportamientos agresivos de los


adolescentes son considerados poco adaptativas, e incompetentes, debido a la
carencia de presentar conductas adecuadas, interpretaciones incorrectas de las
señales sociales, etc. (Ruiz; Díaz; Villa Lobos 2012), y están relacionadas con a la
precariedad de las habilidades sociales, las cuales nos brindan el desarrollo de
comportamientos adaptativos, que nos ayuden a sobrellevar de manera exitosa
nuestras relaciones sociales interpersonales. Es decir, si se fortalecieran las
habilidades sociales, existiría un autocontrol en los comportamientos agresivos, y
de este modo, se observaría que se podrán observar en la reducción de los
mismos cuando el adolescente socialice en su medio.

Sobre esta base, el objetivo de esta investigación será explicar el efecto que tiene
el fortalecimiento de habilidades sociales, sobre el autocontrol de
comportamientos agresivos, mediante la aplicación de un programa de talleres de
habilidades sociales en adolescentes institucionalizados en aldeas infantiles S.O.S
El Alto.

En este sentido, la La población tomada de dicha institución en aldeas infantiles


S.O.S El Alto consistirá consiste en 79 participantes, tomando en cuenta entre
niños, niñas y adolescentes, entre 3 años y 18 años de edad, en la gestión 2016.
La muestra que presenta el estudio se escogió es de tipo no probabilística, debido

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a que se desea trabajar con adolescentes (entre 15 y 18 años de edad) que sean
parte participantes de aldeas infantiles S.O.S EL ALTO.

Asimismo, la La presente investigación es de tipo explicativo, con un diseño cuasi-


experimental. Esto Nos permitirá explicar la influencia del fortalecimiento en
habilidades sociales (como variable independiente) sobre el autocontrol de
comportamientos agresivos (como variable dependiente), presentando como
tratamiento un programa de talleres de habilidades sociales. Además, que este
diseño nos permitirá permite tener un grupo control y un grupo experimental, para
verificar la eficacia del programa.

Posteriormente, los Los resultados que se pretenden encontrar de en esta


investigación son, por un lado, de poder explicar la influencia de las habilidades
sociales sobre el autocontrol de comportamientos agresivos en adolescentes
institucionalizados. Por otro lado, Además de complementar estos los datos,
identificando la existencia de un déficit de dichas habilidades sociales en los
adolescentes, y asimismo, identificando la existencia de comportamientos
agresivos de la muestra., También, con la implementación de un programa de
fortalecimiento de habilidades sociales a los adolescentes, se identificará
identificando la presencia del un incremento de las mismas habilidades sociales, y
al mismo tiempo, la reducción de comportamientos agresivos en los adolescentes
institucionalizados de aldeas infantiles S.O.S El Alto.

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. Subtítulos en minúscula

En este estudio se busca explicar la influencia del fortalecimiento de las


habilidades sociales sobre el autocontrol de comportamientos agresivos, por lo
cual en adolescentes institucionalizados. Este estudio se lo realizará con
adolescentes institucionalizados de aldeas infantiles S.O.S El Alto.

Como se conoce, la La adolescencia es una etapa de cambios físicos,


psicológicos, y sociales, poniendo fin a la niñez y entrando a la transición de ser
adulto. Entonces, la construcción de identidad, personalidad, el donde pertenecer,

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y que roles se debe tener, empiezan a ser descubiertos en esta fase etapa, en la
cual y todo esto estará influido por el medio donde el adolescente vivirá, y con las
personas con quienes se relacionará. y así también Al mismo tiempo empezarán a
manifestar conductas hostiles, agresivas, negativas, desafiantes que por lo
general irán disminuyendo con el tiempo en la mayoría de los sujetos.

Para un desarrollo óptimo y sin mucha dificultad el adolescente, éste debería ser
parte de un núcleo familiar estable, con relaciones fortalecidas, a con el fin de ser
apoyado apoyar en cada cambio durante de la transición de esta etapa. No
obstante, existe una la realidad donde numerosos adolescentes no cuentan con
una familia y se encuentran en albergues, hogares de acogida, donde y son
llamados “sujetos institucionalizados”..Los adolescentes institucionalizados
carecen de un ambiente familiar y se encuentran en contextos ambientes
estresantes, conflictivos, con una insuficiente calidad de cuidado. Esto Lo que
influirá a en que el sujeto presente comportamientos agresivos, como tanto
agresiones físicas, como agresiones verbales, actitudes negativas, hostilidad,
entre otros y la disminución de estos comportamientos con el tiempo se tornará
más compleja. Es así que Smyke (2007) observaron en su estudio que “el
comportamiento negativo de los menores estaba asociado a la poca calidad en los
cuidados recibidos” (P. Fernández- Daza; Fernández- Parra 2013).

En este sentido, “los adolescentes institucionalizados pueden presentar


dificultades de relacionamiento con su medio, tendencia al aislamiento,
indiferencia, uso recurrente de la agresión física y verbal, presentan problemas de
conducta como las malas contestaciones, no cumplir con las reglas”, (Di Iorio
2010). De la misma manera, Fernández; Fernández (2013) apoyan esta
descripción mencionando que “los sujetos institucionalizados pueden presentar,
alteraciones emocionales, conductas desafiantes y comportamientos agresivos”.

Goldstein (1989) se refiere al adolescente agresivo no sólo es violento, se pelea y


tiene en general actitudes antisociales, sino que además carece de capacidad
para ejercer control sobre sí mismo, negociar, pedir permiso, evitar situaciones

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conflictivas, comprender los sentimientos de los demás y enfrentarse con
reacciones negativas.

Sin embargo, pese a este contexto complejo en el que se desarrolla el


adolescente institucionalizado, aprenderá herramientas para poder controlar sus
comportamientos agresivos, lo que le permitirá adaptarse mejor al medio donde
vive y se desenvuelve. Esto se logrará mediante distintos diferentes referentes que
tengan un significado para el sujeto, los cuales estos pueden ser amigos, pares,
padres, adultos y etc.; a estas herramientas se las denominara habilidades
sociales. ¿Qué es lo que sucede con un sujeto que no pude lograr controlar sus
comportamientos agresivos? se vuelve en un incompetente social.,

Según Goldstein y colaboradores (1980) la incompetencia social, “engloba


conductas específicas como pelear, molestar, destruir, ostentación de problemas
con la autoridad, búsqueda inadecuada de atención, etc.” (Roth 1986). Según
Quay (1966) “lo esencial de este modelo es una agresividad antisocial activa que
inevitablemente se traduce en conflictos con los padres, compañeros e
instituciones sociales. Los niños y adolescentes que se ajustan a esta descripción
en extremo pueden tener problemas con los tribunales y las instituciones para
delincuentes” (Goldstein 1989).

Entonces, se puede decir que la La realidad de los adolescentes


institucionalizados puede llegar a limitar su el contar con un repertorio de
habilidades sociales adecuadas, debido a las condiciones en las que viven, la gran
cantidad de niños, niñas y adolescentes con los que tienen que convivir, el poco
personal para atender sus necesidades, además de diversos factores que pueden
existir en la institución de acogida y de la misma historia familiar que arrastran. “El
adolescente institucionalizado por lo general puede provenir de familias
sumamente violentas, con adicciones, abuso físico, abuso sexual, negligencia
parental y maltrato emocional” (Musitu; Clemente; Escarti; Ruiperez; Roman
1990), lo que puede influir en la ausencia de bases adecuadas de lo que son
habilidades sociales.

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Según Peres (2009), “la privación de cariño, el maltrato, las condiciones de
pobreza y la desestructuración familiar que obligan a la institucionalización del
niño, niña y adolescente todos estos factores inciden con un desarrollo escaso de
habilidades sociales, lo cual impide una interacción eficaz con sus pares, adultos y
el medio en el que se desenvuelve”. Es por ello esto que los adolescentes
institucionalizados tienden a pueden presentar mayor dificultad en desarrollar
habilidades sociales y como resultado, no poder controlar de manera adecuada
sus comportamientos agresivos.

“Probablemente a consecuencia de los comportamientos agresivos, el adolescente


experimentará una total desaprobación del medio donde coexiste, lo que implicará
interacciones inadecuadas, fallidas, deficientes con sus pares, adultos y entorno.
Teniendo como resultado interacciones sociales infructuosas y la probabilidad que
el sujeto desarrolle cogniciones orientadas al fracaso y ansiedad anticipatoria al
afrontar situaciones para cuyo manejo eficaz no se sienta preparado” (Jeffrey a.
Kelly 1987). Esta realidad compleja llevará a un círculo de interacciones ineficaces
y se reforzará más su comportamiento agresivo, entonces todo su repertorio de
habilidades sociales que debería estar reforzándose y desarrollándose se verá
opacado cada vez más, entonces y esto se ira dificultando una vez que el
adolescente salga de la institución y se enfrente a una sociedad poco tolerante.

En Bolivia hasta agosto del 2014 existían existen aproximadamente 30.000 niñas,
niños y adolescentes que se encontraban encuentran en casas de acogida, tanto
públicas como privadas en todo el país (Defensoría Del Pueblo 2015), de una
población de que 1.334.899 adolescentes, en un rango de edad 12 a 17años y un
399.036 entre niñas y niños según el censo del 2012 (INE 2015). Lo que significa
que la cantidad de niñas, niños y adolescentes, que se encuentran
institucionalizados, es considerable y presentan el riesgo de manifestar
comportamientos agresivos.

Aldeas infantiles S.O.S. trata de contrastar estas situaciones creando una


estructura de funcionamiento de simulación a una familia real, teniendo una madre
sustituta que está a cargo de aproximadamente de 9 sujetos que comprenden

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entre niñas, niños y adolescentes de diferentes edades, que pueden o no tener
relación de consanguinidad. Sin embargo, como toda institución de acogida
pueden presentar sus limitaciones, es decir, el hecho de que una madre se ocupe
de 9 sujetos y la posibilidad de que ésta le madre sustituta se vaya, ya es son una
limitante., Debido debido a que estos crecerán, y necesitarán de una atención
individualizada y de acompañamiento necesario en su desarrollo y si éste no
llegara a existir, existe el acompañamiento necesario puede existir la posibilidad
de que los sujetos presenten comportamientos agresivos se incrementará y por
otro lado, el fortalecimiento de habilidades sociales se encontrará encuentre
limitado, lo que provocara una mala relación con sus pares, adultos y su entorno,
presentando probablemente comportamientos agresivos.

De acuerdo a esto, cabe Cabe preguntarnos: ¿Será que el fortalecimiento de las


habilidades sociales, influye en la mejora del autocontrol de comportamientos
agresivos en adolescentes institucionalizados de aldeas infantiles S.O.S. El Altos?

A partir de este cuestionamiento, surgen también las siguientes preguntas


secundarias, asociadas con la población involucrada:.

¿Existe déficit de en las habilidades sociales en los adolescentes


institucionalizados de aldeas infantiles S.O.S. El Alto?

¿Los presenta comportamientos agresivo?

¿La implementación de un programa de habilidades sociales, fortalecerá las


habilidades sociales adaptativas y favorecerá en la reducción de comportamientos
agresivos en los adolescentes institucionalizados de aldeas infantiles S.O.S. El
Alto?

2.1. JUSTIFICACION. Subtítulos en minúscula

El presente proyecto de investigación busca explicar el efecto que existe entre el


fortalecimiento de las habilidades sociales sobre el autocontrol de
comportamientos agresivos, en adolecentes institucionalizados, en aldeas
infantiles S.O.S El Alto. En esta línea, Por otro lado pretende el contribuir a la

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comprensión sobre la importancia de reforzar las habilidades sociales para
contrarrestar ciertos comportamientos poco adaptativos en adolescentes
institucionalizados. Además, intenta de ampliar el conocimiento sobre esta
alternativa para tratar los comportamientos agresivos, a pesar de debido a que en
Bolivia existen se presentan muchos estudios sobre la importancia de las
habilidades sociales, pero ninguno es específico o parecidos sobre a éste, que
abarca los comportamientos agresivos en adolescentes institucionalizados.

La vivencia de los adolescentes institucionalizados en el hogar, empezará a


describirse desde la logia del déficit, tanto en la infraestructura, como en el
personal especializado que se requiere y en las dificultades de en la interacción
social, la tendencia al aislamiento, la indiferencia, el uso recurrente de la agresión
física, malas contestaciones, no cumplir reglas (Di Iori; Seidman 2012) . Es
necesario poder reconocer las precariedades y limitaciones que se viven en una
institución de acogida para la comprensión del déficit de habilidades sociales que
pueden manifestarse.

Además que estos sujetos no presentan un grupo de contención adecuado, que


por lo general es son la familia, y de preferencia mejor si es una familia nuclear,
es decir, que no presente negligencia parental, violencia y adicciones de consumo.
Sin embargo, estos Estos requisitos son realmente escasos en la actualidad,
considerando que los adolescentes institucionalizados fueron institucionalizados
porque presentaban algún tipo de violencia por parte de la familia, sea esta: física,
verbal, sexual, negligencia o precariedad económica, lo cual que implica que no
tuvieron un modelo adecuado de habilidades sociales a seguir como referente.
Igualmente se debe hay que tomar en cuenta que “en la adolescencia se presenta
un periodo crítico y el incremento de problemas de comportamiento”, (Sanabria y
Uribe 2009).

Es un hecho que en En Bolivia existen alrededor de 30.000 niños, niñas y


adolescentes institucionalizados, tanto en centros estatales como privados y se
identificaron alrededor de con 76 centros de acogida en todo el país, esto según
datos del Defensor del Pueblo hasta el año 2014,. Es así que se observaron

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observó también casos extremos donde una educadora tiene a su cargo 60 niños,
niñas y adolescentes (Defensoría del pueblo 2015). Se conoce que De la misma
manera existieron denuncias de casos de violencia física e incluso violencia sexual
contra niñas, niños y adolescentes en estos hogares, los cuales fueron cometidos
por otros adolescentes que viven allí mismo y han sido casos reportados en los
departamentos de La Paz y Chuquisaca (Defensoría del Pueblo 2015). Lo Esto
indica que se presentan comportamientos inadaptables, agresivos, antisociales en
los sujetos adolescentes institucionalizados.

Es así que aldeas infantiles S.O.S no se encuentra muy lejos de esta realidad, a
pesar de que aunque intentan la simulación de tener una familia, los adolescentes
en su desarrollo van asimilando de van dando dé cuenta de la situación en la cual
viven, es decir, que son personas adolescentes que pertenecen a un hogar de
acogida y que lo que tienen no es una “familia normal” y por lo cual, algunos
empiezan a tener conductas hostiles, groseras, no respetan horarios,
comportamientos abusivos con los niños que recién ingresaron, o con el personal
que trabaja en el lugar, como ser: las madres de aldeas infantiles, las tías y
asesores. de Aldeas Infantiles.

Roncero Villareal (2012) mencionan que los comportamientos agresivos pueden


considerarse un problema grave para nuestra sociedad y el objetivo debe ser,
esclarecer los procesos implicados y de desarrollar programas de prevención e
intervención eficaces. Es por esta Por dicha razón, que es necesario poder
trabajar con el fortalecimiento de habilidades sociales para así y de esta manera
poder brindar a los adolescentes institucionalizados las herramientas necesarias
para un desarrollo óptimo, para ellos mismos, él como sujetos sociales y como
para su entorno social en el que se desenvolverán, tanto dentro como fuera de la
institución de acogimiento.

Por lo tanto, Es así que las habilidades sociales son un conjunto de


comportamientos aprendidos que poseen la virtud de poder hacer que el sujeto se
comporte eficazmente en las relaciones interpersonales, facilitando su trato,
relación aceptando así los derechos de los demás como los de ellos uno mismos.

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El sujeto, al poseer estas capacidades, evita al sujeto ponerse ansioso ante
situaciones difíciles y novedosas, facilitando la comunicación emocional y la
resolución de problemas.

Entonces, el El hecho de poder instruirse con respecto a las habilidades sociales,


nos permite ver que todo ser humano es sociable, además de poder reconocer el
déficit de habilidades sociales que puede tener un individuo y de qué manera esto
puede afectar en su comportamiento, en su capacidad cognitiva, su identidad, su
autoestima, etc. De este modo, Y así poder tomar medidas para fortalecer los
estos aspectos deficientes que puede presentar y convertirlos en eficientes.

“El entrenamiento en habilidades sociales consistirá en intentar aumentar la


conducta adaptativa y prosocial enseñando las habilidades necesarias para una
interacción social exitosa” (Caballo 2007).

El aporte que es más significativo sobre la institucionalización y las habilidades


sociales en adolescentes institucionalizados, proviene de la Dra. Ximena Pérez, en
el 2009, donde proporciona la información de que los sujetos institucionalizados
presentan una dificultad en las relaciones interpersonales, los cuales que están
acompañados de conductas poco adaptativas y comportamientos destructivos.
Esto en En su investigación sobre de “habilidades sociales en adolescentes
institucionalizados para el afrontamiento con su entorno inmediato”, realizado en
la ciudad de La Paz con adolescentes entre 17 y 19 años.

Sin embargo, solo conocemos sobre la existencia de comportamientos agresivos


en sujetos institucionalizados en Bolivia, esto por parte de la defensoría del pueblo
en el año 2015, que en su informe sobre los hogares de acogida, hace una
referencia breve:, que en las instituciones de acogida existe violencia entre niños,
niña y adolescente (Defensoría del Pueblo 2015).

Con la obtención de los resultados de una posible influencia entre el


fortalecimiento de las habilidades sociales sobre el autocontrol de
comportamientos agresivos, se pretende iniciar será como un punto referencial
para en un futuro realizar más programas o formas de intervención en los cuales

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se desarrollen más alternativas, maneras, y formas para el autocontrol de
comportamientos agresivos, y que estos sean introducidos en las instituciones de
acogida, no solo para adolescentes si no también para niños y niñas que sean
participantes del hogar.

Finalmente, dará paso a nuevas investigaciones donde se plantaran nuevas


herramientas que ayuden a los adolescentes a poder sobrellevar, autocontrolar, y
regular sus comportamientos agresivos.

Para citar libros, tomar en cuenta la página de donde se extrajo la cita, ejemplo:

(Apellido, inicial del nombre año Nº de página)

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