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vneot tii Max Weber fundada por Antonio Truely See 1911 Director: Eloy Garcia Los fundamentos racionales y socioldgicos de la musica Presentacion de TAVIER NOYA Estudio y edicién musicoldgica de ELENA QUEIPO DE LLANO. Estudio sociol6gicn de ARTURO RODRIGUEZ MORATO. ‘Traduccién y revision de JAVIER NOYA y MIGUEL SALMERON tejos Disc de eben: Dieta, 8, “eso puen oinuete como apie» Kron» Sociedad Parsetaclison sha hese por pera wer un ao dean ncalpea en opal, Reservas odo losdesshos El conoid de sts oes nt proteido PorlaLy qucase ene psn yomuhasasomsedetancrms- Fonsi tensennes or Sor peu pare lene ro ‘ieren,plgiendbapeten 9 cataiuenplcament ca to fen prt na she estes acento a rannormacon, Inert jean aie fae cane tp de soporte ‘omens de cng meds a receptive autora, 1 Prsetacion de avr Nova 2013 ‘© ata y isin manos de Erste Quito De Liat, 2015 ‘Fst socloca de Avione Roaours Mono, 213 ‘© Trade y evn de Jantn Nowy Mico Suna 2018 ‘SEDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAA, S.A). 2013 "gol Lica de Ten, 15-2027 Madd ‘ages Grip Anaya SBN. 974-308-6000 Depsto Lega 239072014 Pre Spain iNDICE PRESENTACION: 100 ANOS DE UN CLASICO, or Javier Noy. sn Pl ESTUDIO MUSICOLOGICO: MAX WEBER: LO RACIONAL Y LO IRRACIONAL EN LA MUSICA, por Bla Que de ane. ESTUDIO SOCIOLOGICO: MAX WEBER Y LA SOCIOLOGIA DE LA MUSICA, por Amira Rodhigues Morais . SOBRE LA TRADUCCION Y OTRAS EDICIO- INES, por Javier Noyay Aiuel Sabneria LOS FUNDAMENTOS RACIONALES "Y SOCIOLOGICOS DE LA MUSICA 1. Ano u00Ia como RAcTORES BELA RACO- T,.Sitscci nvreshatca MARA LA CONSERUCCION DE 11, Mopauiop y Toxauban. Arpananes ¥ p= vay 1x xi xevit cLxx 7 3 VIL inovce IV, Dernocion y nro.oalas ne LA PotroMta. Con JONES SHEP MARA DASHA TA ‘inca occa {Sis pe sscAtAs: RACINALIACION ERAN Seat t nermamusent. Texrenaateron VL Mosicos & InstRuMENIOs, Asvictos rien, ot ss PRESENTACION 100 ANOS DE UN CLASICO, por Javier Noya Grupo de investigacin MUSYCA-UCM Hace 100 aiios Weber abord6 su primera aproxi« ‘macidn en profundidad a la sociologia de la cultura Y lo hizo en un campo que, como buen burgués ale- ‘min, amaba profundamente: la misiea Desafortunadamente, no le dio tiempo a acabar cl ensayo y se publicé péstumamente en la recopila- mn editada por su viuda bajo el titulo de Economia -y Sociedad. As{ vio la luz el texto en espaitol. Evidentemente, Ia inclusién en un volumen con dicho titulo no ayudé a su difusién. ¥ asies un texto pricticamente desconocido para los lectores hispa- nohablantes ‘Tampoco contribuyé a su lectura la ausencia de una edicién musicolégiea, en un texto cuya com- wa X vier Nora prension exige necesariamente conocimientos de ar- ‘monia y otras ramas de la miisica. Como comprobi- rel lector, Weber hace gala de una erudicién en esta Area, similar a la que exhibi6 en el anslisis de la reli= si6n, la economia, etc Por estos motivos, consideré necesario proceder a una nueva traduccién y, sobre todo, una edicion mus sicoldgica del texto, que ha llevado a cabo con gran eficacia y cuidado Elena Queipo de Llano, también autora de un predmbulo que sefiala los logros —también los problemas— de la contribucién de ‘Weber. Con esta concienzuda tarca pienso que, por fin, es posible para el lector hispanohablante leer al clisico en condiciones. Yes queen el mundo germanoparlante y anglos- {jn el trabajo sia tenido una ciertainfluencia, consi- derdndose una de las grandes aproximaciones no ya s6lo a la sociologia de la misica, sino de la cultura en ‘general!. La presencia de Weber es evidente en Ios tra bajos de Blaukopf, Silbermann, etc. en los ats sesen ta, cuando se recupera la figura de Weber. Y desde centonces ha sido objeto de estudio y debate® Por los motivos ya sefialados, en Eypaiia la recep cidn fue escasa y difusa. S6lo Arturo Rodriguez Mo- rat6 se atrevi6, con un andlisis profundo y arriesga- do, que publics en la revista Papers ahora hace veinte afios. Su calidad le merecié una amplia difusién en clexterior, legando a ser citado como referencia en el prestigioso New Grove Dictionary of Music and Ta loaatios incuentae lev a cabo na eicin dl texto en inglés bajo la drecion de Don Martindale in Ia bibliograiaadjunta se mencionan ls trabajos mis importantes presexracion XI ‘Musicians, de obligada consulta para cualquier me- Iémano y music6logo. Por ello también pensé que ‘era de justicia recuperar el trabajo de Arturo para ‘esta edicién, con el objetivo de que Weber y Rodri- jguez Moraté recuperasen Ia proyeccién que mere- cian en nuestro pais. ‘Vivimos tiempos de crisis y extravio en la sociolo- fa, devastada por el ciclén postmoderno que ha arrasado los fundamentos de Ia disciplina, especial- mente en el campo del aniiisis de la cultura. Los «cultural studies» han desvirtuado el enfoque socio~ logico al despreocuparse de las variables clisicas de la disciplina, En este contexto, la actualizacién del texto dal clisico que siempre seri Max Weber espero que opere como revulsivo. Es un Faro que debe orien- tar la buena sociologia de la cultura, y de la misica en particular, REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Beas, Christoph: Max Webers Musiktoriolgi, Laave-Ver- Tag Laaver, —cGrenzen der Ratio, Green dr Sozologie: Anmerkungen ‘am "Musksorioloyen” Max Weber, Arh flr Muses Sense, Stn 1 (1994): 1-25 — hax Weber und die Suche nach dem musksovoloyschen “Grlndervatern en Wege seiner ner Sela der ue ‘aslolgie, ed. Irmenrd Hootinek (MU, Viena, 1996) 9-147 Beats, Christoph y Matis, Reinhard: «Torso und Synthe: fe Zu Max Webers "Musiksozolope”», Mustibere, 5 (0), 125, ‘Det Grosso Desens, Lug wMan Weber ela sociolgin deli ‘ica, Stud dt ocolgien, 20, 2° 1 (1982). 5-02 XII savteR wove om, Guard: Zur Aktualitit der Mussorologe Max “Webus,fteraton! Rew of te dete and So- logy en? unio 131) 7 reson Peer: whapedte der Reteption von Max Weber NMiksoisogn den Versio Stata, em Mani Gestion 2 (stand der Wesenchafichon Ger Shatlon Otic Vin, 196) 15-38 am Foren ebr andthe Raton of Mas, ‘eration Juma of Pollen. Care an Soc, (Wher en 397-152 Jawa, Hirsh eRaonalaton of Musi: Webel Sosology ‘of Music and he Dual Ratioalitin of Movrn Ms, apaene Secttolea Review (Sokaga Hyon), 3a iio 203) 90-0) Moto, ea: Sociol dle Musique de Max Webr pam en, Ree de Sys, 19m 3 an S309, Mone, Fini: Maso eresionalizssione by Max Weber: ra ‘Romanian esol Vana (on! Senin la itn, Males 1959, Novhorh He Raonntiigrade ode Rationality Zar "Kn von Max Weber Mustsrologen, Maserions haf ote Kant hele ind Exponent: Feet Str ga det Move Hers 0 eburag e.Kor Pic Rimigahanen and Nest, Wincor 998) 411. br role, Bnmanec «socio de a mas selon Max "Neier Unewcolgehstrgue ds condone deste {sta musique, Laas rgd des cence ft derscenes oles 2997) 3.12 Sensor, Antonis «Mix Weber La oa dela sin ome Send oh raven, ter © ori 1 C99 Fis, aati Sonn, Hel-Dister «Max Webirs musksoziolgache Stu ic, drht far uloriconche, 322 GORE) P38 Testo Haber ern Yi Were “Assen” issih cine ngewohnlche“Enedung” verbo, Sime Nowe fen? (Winter 1958 16410 ‘Waza, os eh Weber and Mestoogy Dsaing on Shaky Foundation, Phe teal Quarry 98 C010) ESTUDIO MUSICOLOGICO MAX WEBER: LO RACIONAL Y LO IRRACIONAL EN LA MUSICA por Elena Queipo de Llano 1. INTRODUCCION Este titulo alude a la concepeién de la miisica de este excepcional socidlogo aleman, que ademis de en su propio ambito, le sociologia, destacé como ‘eran pensador y conocedor en profundidad acerca de las mas diversas disciplinas. Lo que no es tan co- nocido de Max Weber es que fue un gran amante de la mmisica; su ensayo, Los findamentos racionales y sociolégicos de fa misica, contiene un nivel de cono- cimientos musicales extraordinario. Por ello, su es- tudio debe tomarse en todo caso, no s6lo como una obra sobre la que reflexionar, sino como una refe~ rencia y punto de partida de futuras investigaciones, xi XIV Lexa quatro pe LL4No En su opGisculo, lamentablemente inacabado, abor- dda los procesos de racionalizacién de la misica, tan to de mtsicas occidentales como no occidentales. De centre la extensién de temas, podremos encontrar ‘desde un analiss del sistema tonal clisico, los siste~ mas intervilicos modales, los procesos de afinacién y los temperamentos; el acercamiento a determina- das realidades especiticas sociales de los misicos, asi como un estudio sobre instrumentacién o determi- rnados métodos compositivos. La relevancia de su ensayo estriba en escribir so- bre la racionalizacion para resaltar precisamente lo irracional. El lector podré encontrar concisas argu- ‘mentaciones sobre cada una de las materias de las. ue escribe. Aborda el estudio de Ia tonalidad, para sefialar cémo la armonia no puede justificar deter- minadas realidades melédicas del sistema; eseribe sobre los sistemas melédicos que emplean intervili- ca racionalizada para seiialar que también hacen uso de intervalos irracionales; describe cémo en la ‘iisica occidental hemos empleado el temperamen- to igual, para indicar que existen otras afinaciones y ‘que nuestra sensibilidad moderna occidental no las coultiva, y corre el riesgo de perder esas potenciali- dades. Es decir, que Weber nos muestra que todo siste- ma racional, lleva inherente elementos itracionales, aque resultan, ademas, ser esenciales ‘Cuando hacia 1911 eseribe este conjunto de no- tas, el ambiente cultural europeo vive ain bajo un influjo que oscila entre el clasicismo de Mozart y Beethoven, y el post-romanticismo de Wagner. Es también la época en que se comienzan a desarrollar esrupio musicouoaico XV las llamadas vanguardias artisticas, que suponen una revision de posticas y lenguajes tanto en las ar- tes literarias, igurativas como musicales. Por mu- cchos motivos, 1911 es un aio para recordar: muere el compositor G. Mablet', A. Schénberg? eseribe su ‘Tratado de armonia, I; Stravinsky* compone su ba- Tet Petrushka; y M. Ravel los Valses nobles y senti- ‘mentates. Sobre el interés que tenia Weber por el arte, y las distintas manifestaciones culturales, es su esposa Marianne quien nos ilustra con diversos pasajes en su Biografia, Desde las reuniones que tenian con ‘amigos, inteleetuales, o artistas; sobre os conciertos a los que acudian, las exposiciones que visitaban, 0 naba de un artista determina- fs intimo, nos des- cribe los estados animicos de Weber: En ef verano de 1911 los Weber trataron de asimilar por primera vez Tos tesoros de Minnich, Se pusieron en manos de su ‘amigo el doctor Gruhle, femiliarizado con el arte mo- cderno, El doctor conocia todo y sabia hacer aecesibles ‘hasta las cosas mis nuevas y extrafas con sélo unas cuantas indicaciones, como, por efempla, las pinturas de Scholle. Por entonces, las artes plasticas,influidas Miso post-romntica, na de las cumbres el snfonis- ‘mo ocsdentl social decadeatino de pinspios de sil, Ensi faceta de diretoy a se debe el esteno de obras lave 2"El gran compositor que abanderara las primerasvanguar- ia dl Siglo xy sera objeto del andl ya alabanza del so- cdalogo (tambien mixieo) TW Adorn, "Otro de los compostores delay primerasvanguaedas fr damental en Ta storia del silo 2 "paste ao Reel tambign compone Daisy Cle por en cargo de Daghile XVI BLENA QUEIPO DE LLANO por Hildebrand, se esforzaban por alcanzar la lneas ‘mas sencilla, arquitectonicamente completas de los ‘modelos clisicos, mientras que en la pintura, la princi- pal corriente consideraba todo lo objetivo, incluso la Figura humana, s6lo como portador de fal y el color, y rechazaba cualquier otro contenido significativo [..-] Enel teatro, las Weber gozavon de la ingeniosa e indnica frivolidad de una farsa de Schnitzer y a sen- suaidad de bacanal de una opereta de Offenbach [..] (Marianne Weber: Max Weber Biography, tra. inglesa H. Zohn. 1. Wiley and Sons, Nueva’ York, 1975: 467). ‘Algunos de los pasajesdescriben sus gustos acer- ca de os pintores del Impresionismo, o de las prime ras obras postimpresionistas: Lo que Weber habia visto en Minich habla side el mejor preludio para este ‘otro mundo, més extrafo y més vasta. Ely Marianne pronto adaptaron su gusto a las obras maestras de ‘Monet y Manet, Degas, Renoir y las demés,y después se enfientaron a Cézanne, Gauguin y Van Gogh, que les parecié dificil pero el més conmovedor. No supie~ von si aceptar como expresion del mundo los colores chillantes, los espacios introducidos en una superficie plana, las ramas de los drboles, que ver, que reflejaban 1a condensacién més negra y un sufrimiento indecible [on] (M. Weber, 1975: 467 58) entre esas piginas encontramos, desde sus in- dquietudes por abarcar émbitos muy diversos del conocimiento, como algunos rasgos de su carécter descritos por su esposa: Max muestra ilimitada re- ceptividad y entusiasmo. Casi siempre hice que me le- sara eonsigo —por é, no por los objetos— es dect, para sentir que mi alma vibraba junto a fa suya Es esrupio musteouoarco XVUL ‘maraviloso por su fescura y su voraided intelectual. Peroca veces oirvita un poco la Titeke der Objekte (la ‘alicia de los objetosinanimades); el tranvia que no viene cuando se necesita, el lento servicio de las ves- taurantes,y cosas similares [...] (ML. Weber, 1975 467s), Sobre el origen de Los findamentos... de Weber, el siguiente fragmento ilustra la intencionalidad de su proyecto, Weber sentia la necesidad de escribir so- bre las artes y de hacer una sociologia que abareara no sé la risica, sino el conjunto de todas las ar- tes: [...] Si, Weber, a menudo se impacientaba, pues deseaba vero y asimilaro todo: la musiea (pues esta- +a pensando ensu trataio de sociologia de a misica), Ja pintura y ta esculsura pues en algin momento fuse ro escribiria una sociologia que abarcara todas la ar- tes (M. Weber, 1975: 491 ss). Aunque no hayamos podido tener esa soviotogia de las artes, si nos ha quedado este ensayo, que consiste en un eonjunto excepcional einsdito de apuntes, ycuyo destino iba 4 ser una sociologia dela musica, II FACTORES DE LA RACIONALIZACION MUSICAL. LA ARMONIA CLASICA. YY LOS FUNDAMENTOS DELA TONALIDAD En las primeras paginas de Los fimdamentos..., Weber expone los factores que desencadenan 10s pprocesos de racionalizacién del material sonoro, Es- tos factores le llevan a realizar un andlisis y una comparacién de los distintos sistemas musicales, XVII szeNa oveiro ve LLAxo tanto de misicas ocidentaes como no occidentale, ‘Aborda la msic riga drab, indi china, asta ta'misics oceidenta, en dtntospesodos histor- oa En ena seectonsealza la complica tarea de fscrbir une sates, como 4 india, alicia, de tno de los méltipls sistemas musta: tonalidad ‘isin ex diy el dstema dela misic que ae ha de- sarollid en Ocsdent,bisicamentecntrelos silos ry 2m que conoos eon el pombre de tonal Gad lise, o armonta tonal La finaidad en este primer euptulo es lade de- mosrar que racionalzacion deta misica contor- meas afmonlay ex como toda rsionalizici, i Completa, y problematic, Por ott lado el objetivo tectmprover ambitn que tod sister tna, no sélo conine intringecamente elementos que eca- pan toda tconalzacion, sno que denos elemen- fos que podmos llama iraconaes son, sin em barge eonclles Te armonta, ademés de ser l fundamento del sistema musteal occidental al que Weber dedica 53 rimers paginas, yal que not referitmos en eta SeeciOn, tiene ottas acepeiones Estas remiten a la Atigtodad,y sabre ells vamos adetnernos bre- vemente El sigaiieado orginaro de la palabra ar- mania ya aparece en la Osea de Homero, con cl Winifcado de conexion (Comot, 1986.50). Pith- gorasy au cuca arbuyen un orden armétieo al oomosa través de proporcones mimesis, nae Rungue et periodo dea armonia tonal se dasreolla desde 1 Rarroco hasta ben entrado el Romanticism, priodosante- Fioresyposteroness dis pocas han podidocmplearelemen- tos de eae sistema srupio.musiconbarco XIX turaleza de fa armonia y del niamero se revelaatra- résde la misica. Asi fa misica es armonia de con- inavios, unificacion de muchos. consonancia de disonancias (Diels-Kranz en Fubini, 1997: 49), Pla- t6n, en el Timeo, trata sobre la armonta del cosmos yen la Repiblica, a través del mito de Er, deseribe in musica de las esferas como un conjunto de circu- Tos coneéntricos, ue generan en su movimiento un sonido arménieo Parte de esa tradiciOn de la Antitiedad, se con- servacen la teovia dela misica de épocas posterior, como la medieval y la renacentsta’. Boeco,fl6sofo y matemitico del siglo vi, en su Tratado De Institue Tone musica, espone que la musica esciencia eim- plica el conocimiento numérico de los sonidos: no debe uno contentarse con el deleite que nos procuran las melodias sin Hegar a un conocimiento de las pro- porciones que sedan en tas relaciones de unas sonidos ‘uno de estos ocho circles, habia una siena que sirmba cn haciendo oir una sola nota desu voz, siempre eon I mismo tone, de suerte que de ests ocho notas diferentes re Sultaba'un acorde perfecto, Pat, Libro X dela Reiblica (ira east de PAzehrate ed. 1 Mesias, Madd, 2006, 373). " Aumgue también en el Romantsimo eae asp Sicacion: W Sclling en su lola del arte, evcribi: Como primera de las aves reals, lamseaes la més ongiariade todas [lagu refleje tos aspeces mis profes y primitives del ate Taleza cesar de aparecer como (ands astacta einai {Los elementos bsieas de Ta misiea responder alas Tse finda ‘mentale del nero: lito ex ef apc ea la modi e! Idea» la armonta la sitet (W. Schelling: Fasofta del ate, studi, traduccion y nots de V. Léper-Domingez,Tecnos ‘Madi, 2006, XXXV), Por otra parte, algunos compositores elsiglo x intvoducenrferencassleonnos para a creadibn de ‘su camtsicasrmenican como poedan ser Ligeto Xenakis XX ELENA QUEIPO DE LLANO con otros. De la subdivision que realiza de la misica en mundana, humana e instrumentalis, es la llamada ‘misica mundana, 1a misica de las esferas, aguella que a través de la armonia, une las partes del alma; To racional con lo irracionsl, Posteriormente, en el Renacimiento, uno de los mas importantes tedricos de la miisiea, G. Zarlino, tratard sobre el nuevo concepto de armonia, Reto- ma, como sefila Fubini (1997: 128-131), la con- cepeién de la miisica celeste entendida como rela- ciones numéricas y fundamentos de la armonia, sserd uno de fos tedricos que otorgue un valor privile- ‘lado al fendmeno de fos arménicos, o que le llevd a teorizar sobre la nueva armonta, sobre dos modos, ‘mayor y menor, en lugar de sobre fa plurimodalidad gregoriana. Ademis, en su tiempo, se va arraigando el empleo de ta tercera y la quinta como fundamento del acorde perfecto mayor. Los arménicos permiten demostrar la existencia natural del acorde. En este recorrido por las diversas concepeiones de la armonia, legamos hasta el siglo xvi, en que desta- Tae del unre, que hay que estar sabre todo en los cil es resultado de lawton defor elemento de a var cin de las estaciones [7 a pesar de qe fasion lege Invest oo. Relment sia eerta armani no wes a orentes conv potencias de fos cuatro elementos ema po- ‘han formar undnimemente cad cuerpo y organs? f-] Todos ‘eden comprender lo que sign la mist humana exanine flseasimismes. Bt efect, 4u8 une a enero la incorpea it Tide fo ments ino ana felacion anda, como ste tata ‘deuna usta combinacin de sonas graves) aguas para prods {2h inant consonanci?¢Quépoda asta entre lay partes ‘el aa, ta cual™segn le docrina de Arteler es euta {ela fsin defo rational eon lo raion Boece: De Institut tne musia (ext proveniente de Cat, 1987. 16-165) srupio musiconbaico XX1 ca Ta teoria de J. Ph. Rameau, a la que Weber alude directamente en Los fundamentos... El objetivo de ‘Rameau era demostrar que la armonia se fandamen- ta sobre un principio natural basado en la ciencia, {que es la teoria de los arménicos, de la que se tratar, ‘mas adelante. El elemento principal de la musica es, seqtin Rameau, el acorde perfecto mayor que se obti rng en los arménicos cuarto, quinto y sexto, Weber, en esta primera parte de Los fundamen- 108... trata de mostrar como el sistema arménico nunca logra absorber por completo todas las reali- dades melédicas, ni como tampoco, desde la fisica del sonido queda resuelto dicho sistema, Este sera el primero de los anzlisis que muestre los limites de la racionalizacién, Comienza seftalando los factores que desencade- nan el proceso de racionalizacién del material sono- 10, Estos remiten a dos cuestiones de la teoria musi cal y dela acistica, especificamente ala intervélica y 2 los procesos de afinacién. El primero de ellos, es el hecho de que el intervalo de octava sélo puede des- ‘componerse en dos intervalos desiguales por medio de fracciones propias, y el otro factor es, que en el célculo intervilico, por el procedimiento del eireulo de quintas’, no se coincide nunca en uno y el mismo * Se mele utlizareltémin de ceul de gina para hacer referencia'a uno dels modos convencionals par i constr ‘inde la escalay el eel interven, Se toma de hase i in Teralo, ea este caso le uint, cuyarlacion de frccvenia se ‘exprest 3:2 Los sonide se an obleniendo por el encadenae imlnto de dicho intervalos de quinta. Tambien puede hacese ‘con encadenamieatos de otositervalos En cali cat, de fo que se trata es de poner dereleve que unease obtiene el mis: ‘mo resultado exacto. Como sefila Weber, no eollde mime XXII eves oURIPO DE KLAN. tono por mucho que se prolongue el procedimien- 0, Ambos hechos desencadenan el proceso de ra- cionalizacién. ‘A partir de estos dos hechos, Weber emprende et aanilisis del sistema de la armonia tonal. Explica los Tundamentos y realiza una exhaustiva deseripeién de los elementos fundamentales, desde los simples a Jos complejos: notas,intervalos, escalas, acordes, mo- dulacién o las funciones arménicas". Weber quiere subrayar, y ésta es una de las primeras conclusiones importanies de su ensayo, cémo la misica de acor~ ds vive «en conflicton frente a las realidades melo dicas, La racionalizacién de la misica conforme a ‘acordes vive siempre no s6loen tensién constante fren tea las realidades melédicas «fas que no logra nunca absorber por completo, sino que contiene también, en ‘Grama. ean ton a polongar el procediniont. ésta sok tino de ls actors dlerminantes del proceso de raionaliza- ‘ion musical We Eneonere, la décinosepunda guint exacta (29) es més jst en una coma pitagéic, que la Séptima octava (172). La oma es dfereacia de alta menor que el temitono. La coma ptugirica tesla de Ia comparecon de dos aot iamediats {ue forme enarmonia, que se obtene por el encadenamiento ernment, sino del todo sistema anterior. Ademis ay sos ovedosos en instrumentor convencionaes tenia de ful ‘on insrumentos de vento o gltonde, emnicosY college srupio musicoubarco LXXI Iucién de la misica clectrénica, que podia romper, 1no s6lo con determinados aspectos del sistema tonal clasico, sino también con la idea de temperamento, ‘muchos compositores trataron de encontrar otros ‘caminos distintos del sistema de la tonalidad clisica © del temperamento igual, inspirindose también precisamente en otras culturas, cuyas afinaciones sonaban tan distintas, y cuyos timbres podian resul- tar fascinantes*. El temperamento igual es el punto (Goear con fa parte de madera del arco) en ls cverdas, elu {era eromiticos o bandas de sonidos para cuerdas o voces que "mpleam como emisin de sonidos habladosorusbrados ant por yoralsts como por insiumentisas, que emplean compo ‘ores como Nenakis Pandoreckto Nono.Instrumentos nue ‘vos com el vibrifoney las Ondas Martenot gparecieron en ‘rquest, o perusiones de tradicion oriental. E. Varese es uno {clos compostoree que s interes por Ins novedades de im bre; los sonidos come components sirdctraeseseniles de Iris, ms qu la meledta, el imo o la rmonla, Por otra parte fos euros clectnicos permian le posbilidad deem par sonidos producidoy, o manipular los gue s procestbaa, ‘ectonicamente; esto ese que seha denominado con el nom- bre de misieaconeeta hain finales de los os cusrent era, folns musiales «otros sonidos naturales que eran manipula dos ytransformados electnicuente para reproducrioe con ‘ints magnetia. Adem Jos sonidos tambia podiangenerar- Se elettnicamente en un estudio, toque no séloponiaencucs- 'Nénia notacién convenional, sino el propio pup! del interpre te, que se enfrenaba a ciestones antes mpensables citar temples De mado que cuando a principios del siglo co ‘enzaron # dsarollars aueae eenooglas, sl coo lenden tes como la Hamada ineferminaion 0 aleatoiedad, nos en fontramos un choque mis evidente con muchas cuestiones, pero querlamos agui destacar especialmente los planteamien- for que hubo por romper con e lemperamento igual (vase Grout Palisea, 2001 962-968), “ Mucsea de interés hacia otras cultura, dbressonori- dads, afigasioneso mos son alguns de as obras de Debussy LXXIT £12N4 ouetPo pereano de llegada tras una larga experimentacién acerca de dliversos tipos de afinacién. Implicaba, como bien setiala Weber, miltiplesvirtudes, una libertad antes impensable en la tonalidad, pero se perderia enton- es la sensibilidad hacia otras afinaciones. Este es un sjemplo mis de los limites que implica la racionali- VIL. SOBRE MUSICOS E INSTRUMENTOS Las sltimas paginas del ensayo de Weber estin dedicadas alanis de las condiciones socials y esonbimicas de Tos isis, si como al descrip. cid del oxigen y Tos proexos de tansfornacion de tos instramentos mascales Fn esta secon encon- tearemos ambi algunas rflxiones sobre el papel del misio en la sociedad ys poscion nestle ao largo deta historia, Sobre la msca instrumental y fs instumentos Weber desrrolia un acsramient tao desde on punto de vista des desrpciony transformacion 'Eenicas, como del pape qu los instrumentos han tenido en el prose de raionalizacion musical, El autor detalla como han sido eficaces medio para la investigacion y Ia experimentacon intervie, as como pare la Bisgueda y sistematizaion dela fina «dn; del papel determinante en el acompatamiento woes ode danza, des funcion en i ensetanza, © @ Recon misc oral onto de tos lirics de Us trop dl ats renctcmos lindane ae tok o Stravinsky. en _Esrupio austooLoaico LXXIL ‘como importantes vehiculos de sensibilizacién hacia uunas determinadas cualidades sonoras 0 timbricas Por otro lado, la bisqueda del sentido idiomatico de cada instrumento, o la exploracién de los recursos téenicos son algunas de las cuestiones que encontra- remos en Los funidamentos... Destaca por ello la re- Jevancia que atribuye a los compositores, inténpretes y teéricos en la evolucién de los instrumentos y de lt ‘misica instrumental, tanto por el desarrollo de un tipo de escritura como por las distintas concepcio- nes sobre la interpretacion instrumental, destacando también algunas de las mas importantes contribu- ciones ala historia de la composicién, En esta tltima seecion de Los fundamentos.... el autor se detiene en algunos puntos de a realidad so- cial especifiea del misico, y no s6lo en cuestiones técnicas como los fundamentos tonales, la investiga- ci6n intervélica, la actstica ete, Es decir, que aborda Jas condiciones sociales y econdmicas de los msi cos: si tuvieron libertad para la composivién, si de- pendian de centros cortesanos o religiosos y que st ponia ello en su labor como creadores o intérpretes. ‘Weber eseribe sobre el eambio que supuso el paso de Jas economias con bases de organizacién gremial y de congregaciones, a las condiciones capitalistas de mercado, aludiendo a los procesos de industrializa- ci6n tanto en la construccién de instrumentos, como en la creacién de editoriales, espacios de concierto, cic,,y de como ello influye en la realidad de los com- positores e int&rpretes, ‘Acerea de la consideracién del instrumentista como artista, asf como de la fijacién del rango social de los distintos misicos, escribe: ef tatedor de laid, LXXIV szENA guErPO DELLANO Aebido a que este instrumento lo tocaban también tos aficionados de la corte, ozaba de consideracin s0- cial, y sus honorarios eran en una orquesta de la rina Isabel el triple de as violinists. Al organisa, por su parte, se le consideraba como artista, El-virtuaso del violin, habia de empezar por conguistarse una pos idm semejante, y no fue sino después de habero con- seguido sobre todo con Corel, cuando empezé tam- bign a desarrollarse una literatura mas abundante en relacin con ls instrumentos de euerda, Es decir, que cuestiones como la consideraci6n y el rango socal, la situacién econémica, las posibi lidades de creacion o de interpretacion son temas a los que Weber dedica cierta atencién. Recordemos ‘que seri principalmente en la época del Renaci- Iiento cuando se empiece a conformar una nueva valoracién del misico, especialmente del misico prictico, es decir, del intérprete, Como indica Fubi- ni (1997; 134), el perfeccionamiento de los instru. rmentos alo largo del Renacimiento, y durante el Barroco, asi como el desarrollo de la msieainstrte ‘mental, conllevaba el nacimiento de wna nueva con- cepcién de la misica. Comenzaban a instaurarse un ‘nuevo tipo de relaciones entre la teoria y la prctca ‘musicales, y puede afadirse, asi como entre la concepeién y valoracién del misico especialmente 4el misico prictico. Durante la Edad Media, esta- ‘ba muy extendida una concepeién del misico préc- tico con un cariz negativo. Esa vision provenia en parte del filésofo y matemético Boecio®, que con- = Bowo, politico, sof matemtco del siglo v1 foe et autor de De hstutione muse, punta de referees absolute de Te tratadistica mele, Acer Jelo que es un misico esrb ESTUDIO MusICOLbGICO LXXV cebia al miisico como aguel que se dedica al conock- miento de la misica, no con la esclavitud de la ac cid, sino con ef seforio de la especulacién. Esa rnocién negativa del misico préctico puede vincu- latse ademis, con la diferencia, evidente ya en la Edad Media y el Renacimiento, entre artes liberales y artes mecdnicas. Esta distinci6n se basaba princi ppalmente en la consideracién de las artes o bien en- tendidas como ciencias, vineuladas alo intelectual, ‘ bien como las llamadas artes manuales o artesa- rales, Vinculadas al trabajo manual. Ademés de Fray qr consieror que odo ate (as) a qual que toda dcp tna then por natraeza propl, meyor digndad que cualuier ‘tre efleo (arieum) qe se realize con a actividad manual de ‘jeetante. En eect er mucho ms elevadoy noble conocer logue ‘ince alguien que hacer naottar mina To gue agnor cance dsr que fa habia mara se como un eel, nntat qu la rash orena con na sor) le mano no ejectase To qu lt racin decide, harla iit eas, Canta mena ex portato Ta efncia de la misiea, ene como conociniento teria que hacer slo com a obra y fs gests. £1 isco es agg se ‘dia a conocient de a mse no con la evel dela a= ‘tn io com el elo del expendi (Cat, 1987: 168). "La division de las ates en les y placentas, en Nera ymecinisas mentatesy manaes perdu basta bien entra ct ‘Renacimiont, Pero a pastirds ese period y dante! Barroco se comenad a realizar ota dstineonentelas artes, Com sea 4a Tatarkiewice 2001 82-9), algunas de elas ocupactan un ‘garespecil yuna valoracion distin pintur,escaltur, poe Y mish paraaslalas como grupo determinado del resto deas {res cieclas y actesanis Tree divest posbiidades F Bacon proponta un grupo de dsiplina que nose basa en a a Como ls cienciay nen ln memora eomo la histor, ino en Imaginaién, pro para 6 es blo lo pod catatrizato la poe- sla Seth en la poe dea Tsracio, cuando se establece la di- Tereneackin como Bellas Artes con Battezux en 747, cou su ‘bra La ela artes edd aun miso prince sis, Poe LXXVI zens guerra pe Lano los miisicos, también los artistas plisticos del Re- nacimiento exigirin la inclusion de su arte entre las artes liberales, es decit, las ciencias, vinculadas al pensamiento y no sélo'a la accién fisica. Algunos de los pintores como Leonardo, lucharon por ele- var su obra al rango de arte liberal, de rango inte- lectual, y no como una mera actividad manual. En cualquier caso, la miisica se valoraba en esa época si se concebia como ciencia, pero no si se entendia como miisica practica. Por eso el surgimiento de In aisica instrumental, y la figura del intérprete fue fundamental para alcanzar una nueva valoracion del milsico prictico, cuyo arte no requiete tinica- ‘mente la fisicidad, sino que pertenece también al Ambito intelectual y espiritual La concepcién sobre la miisica fue transforman- dose a To largo de la época renacentista de un interés mas especulativo hacia otro més prietieo: ¢...] La risica podia ser cultivada theoretice o practice. BL verdadero misico en la Antigiiedad y sobre todo en el ‘Medievo no era el compositor ni el virtuoso, sino el estudioso de la musica, el que conocia lt misica mun- dana. Después los propios tebricos dejaron de intere- sarse tanto por la armonia abstracta y se fijaron mas en la misica sonora, cantada y ejecutada. Abando- nando en cierto modo la misiea del cosmos por lami sia del hombre ...] Ya.en los silos xm y xv a miisiea debe ser ad delectationen sensus [...]. El paso de la Sia intra, ecalturay danza; todas proponian sgrada ei {ar la naturales, Su rn ora deletar feat tla dea de ul dda, Poro arguitecturay reece formabin parte de los dos ‘rupos,aungue la division entre mimetics o inventivas oda Femontare als Antigueda srupio mustcotooico LXXVI primacia de la teoria a la prictica artistica, ex statu scintiae in statum arts se da en cl Renacimiento», Ta- tarkiewicz (2001: 89), Peto ese proceso no resulté sencillo. Como sefiala L, Bianconi (1986: 85-87), y que seria extensible no s6lo al Barroco sino a otros muchos periodos artsti- cos, «ambivalente y problematica es la figura del ins- trumentista del siglo xvn, Un recorrido tortuoso une Ja emancipacién en el siglo xvi de la misica instra- ‘mental de la vocal [..] Con la dignificacién clasicista de la composicién instrumental emprendids en Ia Europa de comienzos del siglo xvur, principalmente alrededor del modelo, vuelto normative, del Op. 6 dde Corelli, 1a naturaleza del instrumentista es fluc- twante ejecutante, a veces virtuoso, a veces compositor [-p. Por eso es importante resaltar que Los finda ‘mentos... aborda esta tematica de especial trascenden- cia para la comprension de lo que ha supuesto la valo- racién de los artistas como estudiosos, compositores e intéspretes, ‘Weber realiza un recorrido sobre el origen y las transformaciones que han tenido los instrumentos CComienza tratando en primer lugar los instrumentos de cuerda, desde los otfgenes orientales, su expansion, y los cambios que fueron sucediéndose. Escribe sobre Tos antecedentes del violin, con caja de resonaneia, ‘como elemento decisivo, o de una sola pieza (como la lira) o de vats piezas (como la viela o el crwth gal co) hasta legar a los instrumentos modernos como el viola, la viola yel violoncello. Nos recuerda la imp tancia de los conocidos centios de Brescia y Cremona, " parte porgue come bien fine auto, xen la cuy- 1a entrocurpea y sobre todo ela del los pales del noted LXXX arena qusiPo DELANO ‘como un auténtico entusiasta y amante de la mit 6a, Conoce a historia del instrament ls obras us para dsc han esto, sabe tuto eh el cents ds tna epoca en aque conv con aus alecxeres on momentos de plena experimentacion, Deeb no poco convula etapa de creacion, primero coma Obra de rtesaniay ms tarde como objeto etco de consumo a pai dei industraznton,Eseribe acetea delas primers composiions pa plane, de Tas imbuidas en eles gatante, 0 enel epi de Sturm and Drang sas plo Romantime mss revolcionaloy ascent scribe sobre To que él piano ha supocsto para misia sobre ss fess, Y algunas sombras ‘Nos zecuerdaqueel piano es heredero det dl eleviondio yd clivecin,y quel posibdad de ex. liza dings (piano y forte) es su primera rain de ser. B. Cristoori eat del mectnamo Bice del piano, desrrollé hacia 170 en Fovenca un in trumento gue poi elie gradaions de intent dd sonora desde bu (denominado plana) hast aint Gor) on elnombre de ratomi (col plano e fort, dsc, lavcordo eon Pao forte” pate ‘dresul6 ns naturale piano, por razones de ime Histo- ‘hr on ones desu ones dst be el piano irentad all nose propage tan rapidamente como entre ‘emma Cnn pe menor cn ete seca emg temidad dura niga Paro uesieteene ra GSitbermann adapts el meeanismo de Cistofor os prime rstupto musicoLosico LXXX1 Weber sefiala la obra de Chamboniéres”, como primer ereador de obras especificamente destinadas al piano, y la escritura virtuosistica y experimental para teclado de D, Scarlatti como uno de los pri- ‘meros sintomas de una nueva sensibilidad y tipo de ‘técnica que serd fundamental para el piano. Algunos. autores atribuyen a G. Ludovico las primeras obras ‘compuestas para un piano Cristofori. Datan de 1731, y se publicaron en Florencia con el titulo de Sonata da ‘eembalo di piano e forte, y serian las piezas mis anti= ‘euas que conserven indicaciones dindmicas para te~ lado, Es interesante resaltar lo que apunta Levai- Hant (1998: 32): sin embargo, todo ef mundo las ha ‘olvidado, mientras que todos los pianistas han tocado wun dia w otro agin fragmento del Clave bien tempera- do de J. S. Bach. Los factores mas relevantes que son sefialados en Los fundamentos.,. como aquellos que permiticron {os panos que fabri con su hermano en Dresde a comienzos detosatis trina, J'C. Chambonnies (1601-1672). Compository caves nist francs, uno de los mayors exponents def escuela fran tesa clavecnistie, Seqin Blanoni (1986: 68) eel autor de as primertseolecones de wifes cobalisicasinitando el exo ‘dela mises para Ind, en acordesarpegiados, elas mis de quinientas sonatas pat tclado de D Sar tt, slo teint fuoron pubicadas en vids, Se conocen como Esser per Grovicembalo (Londres, 1738). No se conseevan ‘manuserifos aunque su obra nos ha legado ata de copia, ‘ue hizo entre 1742 y 1757 Sus sonatas extn pensadas para ‘prendiaj,y par el pacer tanto del dlertant como de profe- Sonal Se sirao de esa forma para reaizar muchas novedades {enieasa nivel vrtosistico: pases de gran velocidad erceras Ysenas paral un abundente nimero de saltosy de ere ‘emanos fo que supuso una navedud para la poss, Dp, Levallant entre otos LXXXIT sens ousivo vB LLANO cl triunfo definitivo det piano moderno de macillos son entre otros, ef virtuosismo internacional de Mo- art, lanecesidad de mayor actividad tanto de los edito- 72s como de los empresavios de concierto, ol ereciente ‘consumo ce misica de acuerdo con las condiciones de ‘mercado y de la masa, Frente ala construccién artesa- ‘nal que fenia ugar alo largo del siglo xv, en la que los instrumentos, incluso los mas extravagantes, se realizaban por encargo, sefala Weber que la produc- cidn mecdnica se apoderd del instrumento primero en Inglaterra (Broadwood) y después en América, De ‘mado que en el siglo x1x se convierte en articulo de eo- ‘merco, con la competencia entre fabrieas yejecutantes, Prensa, exposiciones salas de concierto, Potia fechar- sea lena industiaizacién alrededor del afio 1830" ‘De mayor interés musical resulta Ia investigacién sobre las posibilidades del instrumento, en cuanto a calidad sonora y posibilidades de expresion, Las ca- pacidades timbricas, de dindmica, de pulsacién, etc., ‘eran determinantes en su desarrollo, Es sin duda re- setiable la ansiada perfeccién 0 ideal téenico y sono- ro que se exigia del instrumento, asi como la impor- tancia de satisfacer las demandas, cada vez mayores, ddice Weber, de los compositores, asi como de los in- Lérpretes, De ahi que encontremos en Beethoven all paradigma del miisico anhelante: en sus ditimas so- natas, los instrumentos de la época no habrian estado 4 la altura. Segiin parece, Beethoven no veré nunca satisfecha su ambicién de novedad en términos de test- 7 Ta casa de pianos Bechstein firme en 1870 su piano vi mero 4196yen 1810 constraye veint veces mis. Yaen 1864 hay tis de 450 marcas de panes diferentes en Alemania (Leva- Haat, 198: 23, ESTUDIO MusteoLdaico LXXXI ‘ura, potencia, rapides de mecanismo y color (Levai lant, 1998: 36) Abordaremos a continuacién las lineas que We= ber dedica a los compositores, pero previamente ha- cemos un pequeiio inciso sobre lo que en Los funda ‘mentos..encontraremos sobre la idea del artey dela estética, Weber defendié siempre la necesidad de se- parar hechos y valores, es decir, tratar la técnica y los procesos de racionalizacién no enfocindolos desde la subjetividad y la estética sino desde una visién y planteamiento técnicos. A pesar del andlisis plantea- do desde In objetividad, como podré apreciarse, no ‘son pocas las referencias y argumentaciones que rea- liza el autor desde el Ambito estético, ‘Cuando Weber trata de los modos griegos, escribe acerea de la concepeién de Platén 0 Atistételes: el ethos de cada melodia, el poder de la misica sobre el ccaiiter. Plat6n dej6 constancia en la Reptbliea (Li- bro IIL) de eémo el modo lidio transmitia un caricter linguido y timido; o Aristételes, ademés de la fun- cidn dela Katharsisen su Poétiea,transmitié las ideas de eémio y qué conviene en la misica en su Politica (Libro Vill): 0 entusiistico, lo prictico 0 lo ético, Por otta parte, a pesar de la abrumadora aten= cin que Weber presta al cileulo intervilica, y al ‘mero en cuestiones de acistica en su proceso de racionalizacién, alude al sentido simbélico, migico ‘0 imaginativo de esos nimeros, y de como esos sig nificados han ejercido influencia hasta quedar esta blecidos en un determinado sistema musical, Baste recordar desde la nocién pitagérica del miimero y la armonia como expresién del cosmos, de c6mo en el arte drabe, las cuerdas del lai invocan los estados LXXXIV suv gustro pentano el alma, los humores, los planetas 0 los earacte- res, 0 de e6mo la misica china establece asoc cones entre sonidos y fundaciones de sistemas po- liticos ete. Es decir, quo el arte, la misica en este caso, en su racionalizacin, se basa ademés de en razones lo cas, también en cuestiones estétieas, flosoficas, 0 politcas Sobre la concepcidn del art, el gooeestticoy su relacién con el proceso de racionalizacién, Weber scribe lo siguiente: Hemos de recordar al hecho so- ioldgic, que a misica primitiva fue en buena parte susiraida muy tempranamente al puro goce esto y sometida a fines prctcos, ante tado magicos, en par- ticular apotropecos (relatives a culto) y exorisicos {médicos), con fo que se vio enmaraada en aguel dee sarrollo estereotipizante al que se hallan inevitable. ‘mente expuestos tanto todo acto migico como todo ‘objeto mgicamentesgnificaiv, ya se trate de las ar- tes plastica 0 de medios mimicos 0 rectativos, or ‘questales o del canto para infuir a fos doses y demo- nias. Es decir, las funciones de culto 0 religiosas se interpretan como una fase previa al sentido esttico En todo caso, queda abiera ala reflexin dl lector lo que pueda considerarse el arte yen qué términos lo concebimos. Acerca del momento clave en el que comienza la racionalizacin, Weber eseribe: Con el desarrollo de a misica hacia wn arte de estamento —ya sea sacer- dotalo aoidico—; con extenderse mis al del uso me- ~~ Sobre este tema véase la compilacion de 1. Godwin: Le armani cde as exforas, Relat, 2009, -srupio musicoLoaico LXXXV ramente prictico de formulas tradicionales, 0 sa, con cel despertar de necesidades puramente estéticas, se inicia regularmente su vacionalizacion propiamente dicha, Se concluye que las necesidades puramente estéticas se plantean desde un punto de vista kant no, esto es, como el de goce o la contemplacién des- interesada. Es, en todo caso, una de las concepeio- nes clisicas del pensamiento estético, Por iiltimo, Weber introduce una de las catego ras estéticas novedosas que fueron surgiendo a lo largo de la Tustracién, y especialmente durante el Romanticismo: lo interesante, entendido como lo peculiar, lo extrafio y no necesariamente bello”, ‘Cuando Weber trata de la disolucién de la tonalidad, o hace justificindoto como producto de la westética de lo interesante». Hacia finales del siglo xvi al ideal de belleza y al sentido clasicista del arte, que se fundamentaba én nociones como armonia, simetti ocquilibrio, se van aiadiendo otras categorias como Ja delo sublime, lo pintoresco, o lo interesante, Deciamos que en Los fundamentos... podcemos leer un breve pero conciso recorride por los gran- des compositores que ha tenido el piano y sus ante- ccedentes, Un easo especial es el de la figura de J. S, Bach, que destaca, ademis de por ser uno de los mis grandes miisicos de todos los tiempos, como autor de una obra para teclado que supone una de las cumbres de la Historia de la misica. De su in- ‘mensa obra, baste slo nombrar las Partitas, las Suites, o las Variaciones Goldberg, asi como el cita- 7 Como lo esublimer o lo ubelon, fo witeesante es una ‘de as cateorias qu se extudian en a eon entea, LXXXVI ELENA Qusipo DELANO do antetiormente Clave bien temperado como mues- tra de su genio, Estas obras, en cualquier caso, no estaban destinadas al piano. Bach las compuso para instrumentos como el clave o el érgano”, A pe sar de ello, su obra se ha interpretado y se sigue ha ciendo, tambign en el piano. Es bien conocido eémo hhubo un encuentro entre JS. Bach y el constructor G. Silbermann, yal parecer a Bach no le terminé de convencer el mecanismo del piano, aunque poste- riormente se mostré mas partidario, Es decir, que Bach padre conocié el piano en su etapa de «gestae idm», en la que el mecanismo no estaba desarrolla- do o perfeccionado del todo; la sonoridad parece que era desequilibrada; y la pulsacién, imprecisa. Enel periodo en el que conwvivian clavicordio, ela- vecin y pianoforte, debe destacars a uno de sus hijs; Caxl Philipp Emanuel Bach (1714-1788). Conocido por encarmar el llamado estilo sentimental (Empfind- samkeit), escribfa: Un muisico no puede emocionar a os demnis si no se emaciona é mismo, Es indispensi- ble que sienta todas las emociones que espera hacer surgir en sus oyentes, porque de esta manera, la reve- lacién de su sensiilidad estinularé en los demés una sensibilidad semejante”. Sera ademas quien eseriba Porcitar slo un empl, Las Partita aparece con ls sunt ndicacin: pars a prin del lve, consstente en re Tio, Allemandes, Couranes, Sarabandes, Gigues, Mietesy otras galanterias, compuestas para el placer) dskte de Ios amantes dela mise, E31 * Esas palabras aparccan en su ensayo Versi dber die sie Art das Klavier zu Spelen, 1753 y 1762 (Sobre verdadero arte de tocar lela). Emote parte escibe sobre importa ta de a expresion en fa interpretation: en dd unpre pensar que elmer de qulen toe instruments detect conite esrupio musicoxoaico LXXXWIT sobre qué instrumento es mis adecado a cada mii- sica en ese interesante perfodo en el que convivian todos los instrumentos de teclado, y no se especifica- ‘ba en las partituras a cual de ellos estaba destinada a misica, o si podia interpretarse en cualquiera de ellos Igualmente fascinante y complicado es hacer una breve referencia a las obras de otro de los grandes compositores de la misica, como es W. A. Mozart, al que Weber atribuye ef don del virtuosismo interna cional, y puede afiadirse una genialidad universal Su obra para piano, que abarca sonatas, fantasias, variaciones, entre otfas, supone el paradigma del (Clasicismo: emocién y contencién, pathos y equilibrio, Desde un estilo sentimental, a una fase expresiva bajo influjo de Mannheim, su eseritura contrapuntistica le revela como hijo privilegiado del Barraco, pero sus formas le sitian como un clasicista. En cualquier ‘caso, su obra para teclado, cuya técnica y origen son clavecinisticos, encuentra en el piano una sonoridad nueva, cantabile, y lena de dramatismo". Su sonata ‘arlamera velocidad. Un efecutante pede tener los dedos mist esl mud, posee el re simple dbl dominate deka dlitactim tomar dint 0 doceavas [.) 9 mis ovas ain pose dtd esto maser wn itrprete reariente clara aradable @ ioclonante [Al pues: en qué consate ana buena eee ‘Un? Ni mds ni menos queen la facia de hacer qu el oo se elie ante el verdadero contenido expresiv dana compost. ‘ 'X Morar lesedujo la mecinice dels escuela vienes, por _queperitla un contol ms prio y refinado de a pul, SLASieia, constructor eon su firma en As, dap a mc nica de Cistfor, con un apapador independiente pura cada nota. Aumentaba asl igereza dl tad y velocidad de rx puesta (Levallant, 1998: 3). LXXXVIIE 512% vei pELLANO esrupIo musicoudaico LXXXIX en Do m, o su Fantasia en Do m son claro ejemplo de su genialidad. Por otro lado, Weber muestra lo esencial de cada periodo de la miisica. Se dice que el piano es el ins- teumento romantico por excelencia. Su sentido y su cexploracién mayores, parecen haberse dado en ese tiempo, del mismo modo que la eseritura que desa- rrollan’ los compositores del Romanticismo esta pensada y concebida para y desde el piano, Weber destaca a sus dos compositores esenciales, a los que mejor representan el espiritu del Romanticismo: F. Chopin y F, Liszt. Destaca a Chopin, por ser el compositor que se concentra pricticamente en ex- clusiva al piano. Su obra encarna intimismo y esplri- ‘tu revolucionatio; el ideal melédico y una técnica ‘mueva para toda la imaginacién arménica que se en ‘cuentra en los siudios, en las obras de evocacién como los Nocturnos 0 las Baladas. Sobre Liszt, que- da subrayado que no nos encontramos s6lo ante el virtuoso en estado puro, en lo que se puede llamar la «léenica trascendentaly de sus Estudios; las cotas ar- tisticas alcanzadas en obras como Después de uma Jecsura de Dante o los Sonetos de Petrarca demucs- ‘ran que la téenica siempre debe estar al servicio de Ja misica, La posicién que ocupa el piano es comparada en Los fundamentos... con la que tenian otros instru= ‘mentos de épocas més antiguas. Escribe Weber: st posicién inconmovible actual descansa en la universa- Tizacién de su wtilizacién para la apropiacion domésti- cea de casi todos los tesoros de fa miisica, Es decit, que el piano, ademas de tener su literatura propia, se ha ‘empleado y se continia haciendo, para la compos cidn, para transcripciones de misicas eseritas para foros instrumentos, para interpretar melodias de ‘pera, o redueciones de orquesta. Su universalidad queda reflejada en el empleo como instrumento de acompaiiamiento y de ensefianza, para aquellos que estdin a él plenaménte dedicados, © para los diletan- tes: Como instrumento de ensenanza, el piano ha veem- plazado a fa antigua ettara, al monocordio, yal érga- no primitivo de las escuelas monacales; en cuanto insirumento de acompafiamiento al autos de la Anti _giedad, al drgano y a los primitives instrumentos de ‘uerda de la Edad Media y al laid de época venacen- sta. En cuanto a instrumento de capas sociales altas, ¥ asociado a los aficionaios y diletantes, ha reempla- zado a la cltara, al arpa dél norte o al latid del si ‘lo xv Sobre la difusién del piano, Weber nos muestra no s6lo sus Tuces, sino que nos advierte de que nos hemos habituado tanto a su afinacién temperada, y ‘su funcién arménica, que se ha corrido el riesgo de perder la sensibilidad hacia otras afinaciones, y ha- cia otras disposiciones. Nuestra educacién exclusiva ‘en la musica arméniea moderna se basa esencialmente «en el piano, pero en su aspecto negativo también, en el sentido de que el temperamento ha despojado segura- ‘mente a nuestto odo, desde el punto de vista meladico, dde una parte de aque sensiilidad que imprinié al refinamiento de la cultura musical antigua, su seo ine confundible. XC evans QuEtPo DE LLANo BIBLIOGRAFIA, 1. FUENTES CONTEMPORANEAS" -Kusrwerren R.G. 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Revista de Sociologia (." 29, 1985). Abi Formaba parte de un artiule Gue abordaba un tere mas ampio(eLa trassendenca teorica dela socologia de la misica. Hl aso de Max Weber»), Paras inclusinen este volume el texto a sido revinda liinando ‘de lias inevitablesincongruecias qu paso de fos ao ye huevo context provocatan, La tension, tn enbaro, apna hha ido mis ald no ha afeiado en cas an al contenido ms ‘mo del trabajo No ha sido nessarioentraren mayores honda "4 porgue Ta problematica dele que se abla a taterpeta in dela socologia de Ta msin Weberiana en el comexto xv XCVIIL srruRo ropRicuEZ MoRATO de susesctitos metodol6gicos, leacreditan como el «ti sico» por antonomasia Su influencia en la historia pos- terior dela disciplina ha sido enorme, hasta el punto de ‘que un ejrcito de exegetas desu obra se ha ido pasando el testigo de generacidn en generacién desde el mismo _momento de su muerte Sus trabajos han servido de ins- piracién en los mas diversos campos y constituyen una referencia permanente en las disputas teéricas 0 meto- dol6gicas, Se ha llegado incluso a dectarar que «la ciologia weberiana” se confunde en tltimo término con Ja sociologia misma» (Alexander, 1983, p. 130) Pero al tiempo que se coincide en seialar Ia tremendainfluen- cia de su obra, también se ha constatado a menudo la ausencia de una verdadera cescuela weberiana» (An- ‘dreski, 1984, p. 4). Y es que, de hecho, a Weber se le ha criticado o reivindicado desde casi todas las posiciones (Alexander, 1983, pp. -2)-Sumetodologia ha sido vista ‘como hermenéutica por unos (Howe, 1978) y como po- ela obra general desu autor— no ha expeimentado cambios ‘nifcauves en los vent aos tanscurtdos por el lado de ‘nisi dela obea wederiang, i porel desu socologa deta mal- Sica (aunque en este caso hay ue citar el importante libro de Christoph Braun, de 1992 Ma Webers eMurkwsilogen, Eaaber Verh, Lasber), Las ittducions Ia obra spare ddasentetanto en otras lnguas (como la de Leopoldo Waizbort, para la edicion bras, de 1995, 0 [a de Emmanuel Peder pars Ia france, de 1998), conser valotas no aportanelemen {os nuevos Eseocaimente, fos términos de lt dscusién no bas ‘sao y en et sentido no parce que a planteamiento de ‘misma ge agus hace precede una crpeal actual Unico afaidosubstantivo ha so, pues, ln reezeacia a Sch citer (1985), porque através de ela hemos podido matizar us punta denies argument, Ts referencia al texto de Weber de Los foment. rantieen egtin a ediidn de FCE (Economia y Soctedadh, ssrupio socrotoaico XCIX siivista por otrs (Runciman, 1972), y sus estudios substantivos shan calificado tanto de comparativos (Bendix y Roth, 1971; Bendix, 1970) como de evout- vos (Tenbruck, 1980), Esta polivalencia de la obra de ‘Weber no es en modo alguno casual, sino que reside en Ia esencial multidimensional de todos sus estos, queen conjuntoconsttuyen, como bien read itulode la monografia que le dedicéIefrey Alexander, da ten- tatvaclisica de sintsistebrica» (Alexander, 1983) En «sta versatlidadestiba también, puss el seBalado inte- rés que oftece la contrastacion de la socologia de la _misica weberiana con el esto de la obra del autor La trayectora intelectual de Weber, como es sa bido, tiene un punto de inflesion en su crisis nervio- sa de 1897, ala muerte de su padre, La larga enfer- medad que siguié a ese sueeso, y que le mantuvo alejado de toda actividad académica durante casi seis afos,establece con nitidez la existencia de dos épocas en su obra. Una primera en In que ss inte- reses se limitaban a I economia y al derecho, y otra posterior en la que éstos se ampliaron hasta abarcar todo elcampo dela cultura. Enel primer escrito tras su recuperacion —«La objetividad del conacimiento cn las ciencias y la politica sociales» (Weber, 1971 (1904), Weber ya aborda fs problemas metodo os de una deiencia de la cultura» en sentido am- plo Unos alos mis tr haia TT, cere Los Judamentos racionales y socolégicos de la mica. Juzgado a menudo como escasamente sociolégico (izkom, 1964; Del Grosso, 1968), este ensayo es HE Engl tpn nega rtundamente que el taba pueda , Malhotra es capaz de com rar pot eomplo las capacdades expresivas y erotivas de fa tsi javanesa y Ia misca atonal occidental en funcion de presencia mayor 0 menor degisasdos No ereemos, desde ue- 0, que el programa weberiano ropendascometr tle babi Fidades yes por ello que pensamos queel dctamen de Serve ‘a sipue plenament gente psrupio sociovdarco CVIL delos temas musicales en ella, mientras que el andlisis. desde la perspectiva socio-musicolégica no aleanzard sino a sefialar el obvio engarce con la problemitica de Ja «racionalizaciony, o la genérica familiaridad con los conceptos mas asequibles: «tipo ideab», «accién ignificativan, etc.’. Es preciso, por tanto, reencon- trarlas coordenadas que orientan y articulan Ia obra cde Weber, para poder asl entender y valorar adecua- de los virtuosos", Lo que en este contraste se pone de manifiesto, en efecto, es la distancia que va de una situacién —esa de los mon- jes occidentales— en la que un curso profundo de racionalizacién, dotado de una «ompulsién inhe- rente> que lo mueve, es verificado «inconsciente- ‘mente» por sus actores,respecto a otra en que, a fal- ta de logica interna, el proceso que conforma ta accién es dirigido «deliberadamente» por ellos. En esto consiste, precisamente, el poder de las «ideas» Bs efialar queen Las findamentor. com especto alo que ocure en HI send. el efass puesto, en este nivel exp ‘ive reulta mucho menor. En este hecho radia la diferencia ‘sencial entre os planteumientos que se hacen en uno y ote ‘rit, ustien por mismo nesta afirmacon de que wel to elo 'de tres mvees» no es aplable al primero de ellos (vease ss arb) Yeas mas ava ee ssruprosocioLoaico CLI sobre los «intereses», lo que para el caso representa, cl «programa minimo de la teorla evolueionista» presente en la racionalizacién musical occidental, ‘A pesar de la relativamente escasa relevaneia que se le otonga a los estratos racionalizadores en Los Jundamentos... no han de olvidarse algunos aspec- {os y casos importantes que alli se consignan y que, por lo escueto, no caben en el resumen de EI senti- do... En primer lugar, la elaboracién teérica, que es valorada por Weber como una ingluencia no desde- fable en el curso del proceso de racionalizacién, al ‘menos en dos casos: los monjes de Ia Europa septen- trional, ya citados, y, por lo que hace a la misica moderna de acordes, Rameau y los Enciclopedistas. Mas importante result6 a sus ojos, con todo, la acti- vidad prictica, y hasta experimental, de los laicos «que hasta el siglo xin se fueron haciendo cargo de la construccién de Grganos y de la definicion de los problemas de afinacidn, Andando el tiempo —se se fiala en La ciencia como voeacién—, los emiisicos ex- pperimentales» tendrian una influencia decisiva en el nacimiento de la tradicin cientifica experimental (Weber, 1972, p. 204). El hecho es importante, sobre todo, por respecto a su conocida tesis segtin la cua consumado el proceso de desencantamiento religi so en Occidente, otras esferas de vida toman el rele- vo como instancias racionalizadoras, entre las cun- les sefialadamente a ciencia, Asi, frente este punto, frente al legado indirecto de la religién, nos encon: {ramos con una directa fecundacién por parte de la iiisiea. Ser, por lo demés, ta Gnica influencia ra- ionalizadora fuera de su propio ambito que Weber le reconoce. CLIV anruno ropedauez wonaré srupio socio.oaico CLY Con lus circunstancias ecesisticas que rodearon Poresta via se le atribuye, asi un pape destacado 1 proceso racionalizador —Weber dice «permitie- en la difusion de la sensibilidad arménica moderna, ron aparscen seguidamente las «condiciones po- ‘cuestin tan importante en el terreno musical como litcas», que constituyen en el esquema de Treiber el | [oes la «rutinizacién» de las ideas en otros ambitos. segundo nivel explcativo, Como cab esperar tam- Por otta parte, el tono de la mencién que aparece en bign en este caso, estos fuetores tienen una presencia EL sentido. invita a considerar su relacion con la uty poco relevante en Los fundamentas... donde no cultura septentrional europea en términos de «afini- ‘ocupan un lugar definido, sino que actéan como dad electivan; pero es preciso resistirse a esta tent condicionantes esporddicos. ¥ del mismo géner0 es, cidn, pues nose trata ali, en realidad, de una vineu- por otra part, la referencia a determinadas formas Jacién simbolica en ningin sentido, sino tan s6lo de de la vida renacentistay (Factor del desarrollo del | uma adecuacién a unas circunstancias materiales es- paso de danza ala sonata), de la que no encontra- pecifcas: el predominio de la vida hogareia®. El ‘mos tampoco mayor explicitacién en el otro texto aso del piano, por éltimo, puede servir también de (118%. indice respecto a la consideracién que le merecen a Por contraste con los factores sociales y politicos | Weber en este campo los condicionantes econémi- ‘que acabamos de mencionat, al piano se le dedica ‘cos —tercer nivel explicativo en el esquema de Trei- gran atencién en Los fundamentos... Principalimente ber—. En efecto, las detenidas explicaciones de We- en funcién desu condicion arquetipica como instru | ber en Los fundamentos.., sobre la introduccién de mento wesencialmente burgués la dindmica capitalsta en este campo, no encuen- tran acomodo alguno en la mencién contenida en el Su posicién inconmovible actual —dice Wee ‘otro texto, y ello no puede deberse sino al escaso po- tber—deseansa en In universalidad de su utliza- tencial explicativo que se les atribuye respecto al cur cidn para Ia apropiacin doméstica de casi todos | $0 profundo del desarrollo musical, los tesoros de la misica, en la inmensa profusion | __ Para acabar, conviene referirse a una cuestién de si lteratura propia y, Finalmente, en su peculia que tampoco aparece en la cita origen de nuestros Fidad como insteumento universal de acompalia- | comentarios, pero cuya ausencia se justifica en esta rmento y de ensefianza (p. 1183). ‘ocasién por no cuadraral argumento alli planteado; Dado que no parse razonable poner que a winvestign- ‘no, descc luego, por su poca importancia. Con ello, clés sobre stor puntos hubjea progzesado signfcativarneate ——__ ‘eon aos (entre IDI y 1913), leaders a creer que su apa © Respecto a las distnts caractrsticas del concepto de ‘Sn enelexqenst de znd. supoue la referencia amie- | afinidad lectva,yéase mis area, ‘os edalos, sino mas bin a deliberada adopein de los nies "De eho, st papel en este caso se limita a propia ta ‘aplctvosutlzads en ia sociologa de a tlgion yen la s0- sustitucin del clavicorda por el piano (p. L180) yw aseyurar Solon del derecho, 4 expansion de este tian (p 1182) CLVL anruno Ropaiouez MORATO el paralelismo respecto a la esfera religiosa adquirird ‘una nueva y iltima dimensién. Se trata de la conoct- dda opinidn de Weber segiin la cual todo proceso de radical racionalizacién conduce indefectiblemente la inracionalidad, Pues bien, ese «destino inclucta- ble» (Loewith) también se encuentra apuntado para cleaso de la miisiea en las piginas de Los fundamen tas... Lo reconocemos en el paradjico resultado det temperament, «en el sentido de que... ha despoja- do seguramente a nuestro ofdo... de una parte de faquella sensibilidad que imprimio al refinamiento dela cultura musical antigua su sello inconfundible» {p. 1183), y todavia mas, en «los desarrollos mas mo~ dernos de la miisica, que précticamente se mueven ‘de modos miiltiples en direccién de una desintegra- cin de fa tonalidad, fruto, segiin Weber, tanto de eve efecto “embotante” del temperamento, como del “uso muy abundante en la musica moderna de los ‘cambios arménicos"» (p. 1172) II, EL PLANTEAMIENTO DE WEBER VISTO A TRAVES DE SU SOCIOLOGIA DE LA MUSICA. LIMITACIONES, SILENCIOS Y ANOMALIAS ‘Alo largo de los dos puntos anteriores hemos po- ido comprobar el alcance tebrico de los escritos We- berianos sobre masica. En particular, Los fundamen- @ Siesto pense Weber a Ia altura de 1911, y sin tener en cuenta sige os progreros de Te atonalidad schoenbergiana (Honigahein, jue no uber dicho de a evolcibn posterior! esrupiosocrorocico CLVUL (os. prsisamente por no constituir mds que una colecténordenada Ge apuntescuyo dsting huble- fa debido serel serve de ermen para a claboracion de una verdadrssoclogia del miso, pon de Imanfesto con particular nitidez los obeivon et ors den deprisidades ya extrateia expat detodo el programa de Weber. Y elo, por otra parte, en] momento en de en ga st ampiiacin omic, por inclusién det proceso de desencantamiento que mtdolpin, como roladoddimpeeenenen ducolaapaiin de un nico evolution su obra Es en realidad exe trabajo la primer stan en gue se revela esa ansformacton el punto de ie Mexia, por tant, que la determina. En ell adicn el carter exratépico ae le atbuimon, és es ct motivo también pore cual desiamos al comisnso Que sblo puede entenderseadecundamente ala iz del conju de la obra Ta tascendencia ‘erica de la sciloga dela imisea weberiana viene dada tambien por Ta espe- Gil claridad on In queen ella se maniestan las Principals intaciones de su plantamienta, En Primer lugar, po To que se refer als limites de Srolcacin,agulparticlarmente events, En tl sentido, puede recordar el echo yt sebilado deque durante primera etapa del proceso de obje tvacion dl material musical la estereotipacion motivea— Tos factoes que se mencionan com Be neradores dels primerasreglaridades son te or den fisiolgico, eato x, que la explcnion que se proponecs decortenatralsta, La ieapacdad pars ofrecer en ese caso una verdaderaexplacion socio: CLVIIL 4eruRo noonicurz Monaro ssrupio socioLoaico CLIX Jogica es consecuencia directa de la concepeién we- clamoroso, el que afecta a a dimensién simbolica de beriana de la accidn aunque del mismo modo po- a mtsia, que Weber pasa completamente por alto, dria relacionarse con la estricta dicotomia entre Esta ausencia de los aspectos simb6licos en el andli- hecho y valores en el sentido de que, como hechos sis determina In insuficiencia detectada en el caso independientes, los motivos estreotipados no pue- del concepto de «sensibilidad» y permite entender den propiamenteexistir (desde el punto de vista del_ | _las dificultades con las que se encuentra Weber a la actor), en tanto no haya tenido lugar la escision de Ins esferas de valor. Otra radical insuficiencia apare- : «= con la nocién de «necesidades expresivasy, que | __provoea el abandono de problemiticas slo esporidi- figura a menudo en el andlisis, aunque siempre con ‘camente mencionadas: caso de las «ideologias» m= un eardcter limite, es decir, como un concepto inex- sicales (el wagnerismo) o las dimensiones simbélicas rutuble, y cuyo uso, por lo tanto, resulta arbitraro, | de'losinstrumentos”, Pero es especialmente a falta La raz6n de esta autolimitacion no ofrece dudas de toda consideracién respecto al ambito de la re- tampoco, pues es un corolario directo del principio ceepeién musical lo que supone el reeorte mis grave sobre la independencia de las esferas de valor. Por Esto ha sido sefalado en mumerosas ocasiones y otto lado, en el parrafo dedicado a Ia misica en BI puede decirse que en este puto el consenso es muy sentido..., encontramos esbozado el niicleo del me- E amplio, pues hasta un intérprete tan cercano a We- ceanismo ‘desencadenante de la racionalizacion ar- beer como Weiss da la razén en este caso a lac miénica occidental, que se sta en el problema de la _—marxista de Lunacharskij. Aun asi, Weiss no admiti- interpretacion arménica de la tercera (Weber, 1971, ra aque desde la perspectiva de la racionalizacién 1.136) La aparicién de esa inteypretacén, sin em | __sélo pueda logicamente tratarse el lado intelectual y bargo, no seri explicada en ningin momento, ni si téenico, y que las condiciones afetivas de a produc- aquiers en Los findamentos... En relacion con esta cin delas obras de arte, y sobre todo dela recepcion, misma limitacion apareceri, por otra part, la falta ‘dcban necesariamente exeluirse de la investigacion» de explicitacién del concepto de sensibilidad (armé- . (Weiss, 1986, p, 103). Desde luego, estamos de acuer- nica 0 polifénica), conospto que aun formando par do en que esas cuestiones no han de eseapar al te del andlisis en diversas ocasiones, resulta tan a lisis, pero diserepamos en cuanto a la posibilidad de lo» como el de enecesidades expresivas | plantearlas a partir del stricto marco weberiano Los dos iltimos casos etados plantean un nuevo De hecho, Weis confia en esa posibilidad porque tipo de insufiiencias en el planteamiento weberia- considera que la teoria de la accidn de Weber abarca no, Son os wilencios» de Weber Entre ells el mis en general las «relacionessignificativas», y que éstas Vea mis arco. Vea mts avi CLX anruno xooniousz Monavo srupio soctoroc1co CLXT participan en el proceso total de racionalizacion, anterior a Ia etapa migica habria servido al «puro evolucionando en el sentido de una mayor elaridad y goce estéticon®. Un corolario mis grave, aunque tina mayor consstencia, En contra de esta opiibn, Guizd menos lamativo, sera el silencio respecto a la sin embargo, puede aducirse el fracaso de la «teoria constituciOn socal del valor estétco, tema que aun ho oficial» de la accion, especifcada por Haber- estando muy cereano a la problemitea analzada ‘mas, Elmismo Habermas justiica su abandono de por Weber, no aparecer munca en sus escritos Jos parmetros weberianos por no ser és capaces ‘De la mayor importancia resulta asimismno, el si- de caplar la racionalizacion de los «mundos de la | __Ienciorespecto a posibles cafnidadeslectivasy entre vide» (Schutz), es deci, de los entramados implici- Jn esfera mnsicaly otros Ambitos de a racionaiza- {os de significado, Y es que Weber, en realidad, no cin, Lo més que podemos encontrar en este sentido comprendié nuica el cardcteresencialmente social es aquella teoriainédita, amontonada entte los re- del significado”. A partir de abi, y com la limitada ‘eerdos de Honigsheim, sobre un posible vinculo en ptica de la accibn teleol6gica, las dimensiones sim- trela concepciéneristiana del cuerpo la eliminacion bolicas de In misica habrian de quedar necesar 4c la danza en el culto y el consiguiente predominio mente excluidas de la melodia”, aungue también pudiera ser que al- ‘Otro wsilencion de Weber, esta vez plenamente sno de ls Factores thistorio-teligiososy a los que deliberado,alcanza a toda la esfera de valor esttco. se hace referencia en el resumen de £1 sentido. fuera En este caso se trata de una aplicacin directa del | desta indole”. En cualquier caso, esl certo que s presupuesto epistemoldgico de independenci entre algin valor explicativo se les asigna a estas cores- hechos y valores, por el cual la estética determinaria = pondencias es siempre respecto a la influencia que Jos objetivos para in cencia dela cultura, al mismo | Sobre la racionalizacién musical hubiran podido te- tiempo que permanecera a resguardo de sus apre- ner otros dominios insttucionales. Por otta part la ciaciones. Este planteamiento se aplica a toda la so- naturaleza de la relacin que se establee en eso ca- ciologia de la cultura weberiana, pero en el easo de fa musica algunas de sus consecuencias e ponen es- MEN — La fasdcompleta de Weber x ctlemotde corr aqu pecialmente de manifiesto. Por ejemplo, la trascen- teat solo dg min a fu Bsns fentalizacion de les esferas de valor, que, superpo- | partesstalda may empranament al puro gos etic 0. eta cl aadinns Meanie aa eae bltde a Ietda a fines prdticon, ante todo magicos (Weber, 1968, niéndose al anilisis histérico, da lugar a ideas tan 13.1131). La posterior constitucin de una esfea atistca no su peculiares como la de que una «amisica primitivay Pond propiment atone] nacmiona de una esr est= seuss {ee pus represcotare en ald un uc aia Vs tues comentaion en. Elemente miewo en ex nivel se edo sep Waa 2 Vea Habermas 9B p37 | Saepenar de neces porament eens (op. 11) % Leen do Wich on ete puto —ya ico resulta Pine mat aoa ‘notable (Win 972 pp. 108-10. ] > Vane mis aria

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