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El estrés y sus consecuencias se hacen cada vez más presentes en las empresas. Abordarlo y
tratarlo se hace urgente, pero no sólo para mejorar la calidad de vida de las personas, sino
porque también incide gravemente en el rendimiento de las organizaciones.
A menudo escuchamos que nuestro país tiene malos índices en salud mental. Algunos síntomas como insultarse
cuando se está conduciendo un vehículo por una calle atestada de autos, o la eterna prisa que caracteriza a miles de
transeúntes son habituales en Santiago. Pareciera ser que no hay tiempo para nada y que el estrés se ha convertido
en un fenómeno omnipresente en nuestros lugares de trabajo. Está claro que esto incide en una mala calidad de vida,
¿pero qué tiene que ver esto con el rendimiento en las empresas?
Bueno, según muchos estudios, el estrés tiene graves consecuencias en la productividad y los ambientes laborales.
Además, hemos visto que la gestión del estrés es una de las competencias básicas del liderazgo. A pesar de ello, es
un tema que rara vez se conversa directamente en los lugares de trabajo, ya que hablar de estrés se considera un
signo de debilidad y de no ser capaz de afrontar el trabajo. En esta clase intentaremos abordar cómo un directivo
puede lidiar con el estrés propio y el de sus colaboradores.
¿Y cuáles son estas exigencias que causan estrés? Hay exigencias de varios niveles:
Individual: puede producir estrés una sobrecarga de funciones, estar a cargo de personas o trabajar en un
lugar físicamente poco cómodo o agradable, como por ejemplo con poca luz o lleno de papeles tirados.
También puede producir estrés tener una ambigüedad de roles, es decir, no tener claro cuáles son las
funciones que se deben desempeñar.
Grupal: puede producir estrés el que exista un conflicto en el grupo, la falta de cohesión grupal o un liderazgo
deficiente del jefe.
Organizativo: puede provocar estrés un mal clima organizacional, malos estilos de dirección, o la
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Gestión del Talento
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Existen exigencias a varios niveles que puede causar estrés: Individual, Grupal,
Organizativo y Extraorganizativo.
Además, suele producir errores en la toma de decisiones, falta de concentración y pérdida de memoria. Finalmente, el
estrés también afecta la salud física de las personas, pudiendo causar hipertensión arterial, aumento del colesterol y
enfermedades cardiovasculares, como infartos cardíacos.
Lo anterior se refleja en importantes costos para la empresa: la productividad disminuye considerablemente al tener
empleados con falta de creatividad e iniciativa; que producen menos en cantidad y calidad; y que son rígidos a la hora
de tomar decisiones. Además, al estar más irritables, causan conflictos interpersonales que pueden ocasionar estrés
a otros.
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¿Qué hacer?
Álvaro Espejo: Gestión del Estrés
Dados los problemas del estrés ¿qué podemos hacer para afrontarlo? Recordemos que una de las competencias
críticas de liderazgo es el control y manejo del estrés. Así, un directivo tiene la responsabilidad de detectar no sólo las
señales de agotamiento en sus colaboradores, sino que sus propios síntomas.
Un jefe puede tomar medidas para controlar el estrés de sus colaboradores. Si un jefe observa que los empleados
están al límite de sus capacidades debe investigar las posibles causas. Es importante tener espacios para hablar del
tema con el supervisor durante la evaluación de desempeño.
También es fundamental tener un entorno de trabajo adecuado y una cultura de apertura y respeto. Es importante
definir claramente las funciones del cargo, así las personas tendrán claro qué hacer y qué no. Cuando las funciones,
por su naturaleza, deben ser ambiguas, el directivo debe asegurarse que la persona es capaz de lidiar con dichas
ambigüedades. No todos los trabajadores son iguales y hay personas que toleran mejor la ambigüedad que otras.
La gestión del estrés está íntimamente ligada con la gestión del tiempo. Es importante detectar las funciones
prioritarias, las rutinarias, etc. Por ejemplo: tareas más rutinarias como revisar correspondencia o hacer llamadas
telefónicas se pueden dejar para horas de menor concentración, mientras que las más creativas o las reuniones se
pueden realizar cuando hay mayor concentración.
También es fundamental que los directivos fomenten un buen equilibrio en la relación trabajo-familia. Para esto es
bueno separar los ámbitos de la casa y el trabajo. También es conveniente buscar espacios de recreación que no
estén relacionados con el trabajo, como por ejemplo realizar deportes o practicar algún hobbie.
Finalmente, una de las formas más efectivas de controlar el estrés es contar con una red de apoyo social, amigos con
quienes conversar los problemas tanto en la familia como en el trabajo.
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En Resumen...
El estrés tiene graves consecuencias en la productividad y los ambientes
laborales.
El estrés es una reacción tanto física, como psíquica y conductual a un
desequilibrio entre las exigencias del entorno y la capacidad de resistencia
individual.
Existen varias causales de estrés: Individual, Grupal, Organizativo y
Extraorganizativo.
El estrés produce insatisfacción laboral, disminución del rendimiento, ausentismo
laboral, irritabilidad, humor deprimido, abuso de alcohol.
A nivel organizacional, el estrés provoca un aumento de la rotación y de los
accidentes laborales.
Una de las competencias críticas de liderazgo es el control y manejo del estrés.
Es fundamental tener un entorno de trabajo adecuado y una cultura de apertura y
respeto.
Para Reflexionar…
¿Qué entendemos por estrés?
¿Por qué es dañino el estrés?
¿Cómo se puede evitar el estrés?
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