Sermón

¡AVANZA! No te detengas

I. INSATISFACCIÓN Y UNA ORDEN DIVINA (JACOB Y DIOS) (GÉNESIS 31:2-3)

- Jacob había vivido años en la tierra en la que se halla actualmente, sin embargo las cosas
habían cambiado. A través de su vida había venido la prosperidad en la tierra de su tío
Labán, no obstante los hijos de Labán habían comenzado a hablar mal de él. Aun Labán era
hostil para con Jacob.
- Uno de los detonantes de este conflicto fue el hecho de que Jacob se enriquecía, ya que
tenía el favor de Dios, esto provoco envidia en el corazón de los hijos de Labán. A veces es
muy difícil ser feliz cuando a otros les va mejor que a nosotros. Comparar nuestros éxitos
con el de los demás es una forma peligrosa de juzgar la calidad de nuestra vida. Al
compararnos con los demás podemos estar dándole pie a la envidia. Evitaremos la envidia
si aprendemos a regocijarnos con el éxito de los demás.
- No tengas envidia del progreso del prójimo, gozáte con él. Esto va a hacer que no seas
usado por el enemigo en contra de la vida de tu hermano, y al mismo tiempo te va ayudar
a ser feliz con lo que Dios te ha dado
- El tío de Jacob fue injusto con él, le había cambiado el salario 10 veces (vv.7), lo había
engañado, sin embargo Dios lo prosperaba. Aun cuando Labán trató a Jacob injustamente,
Dios siguió prosperando a Jacob. El poder de Dios no se limita por la falta de integridad de
un hombre. El Señor tiene poder para suplir nuestras necesidades y hacernos prósperos
aun cuando los demás nos traten injustamente. Ceder a la tentación de pagar con otra
injusticia es no ser diferentes a nuestros enemigos.
- No cambies tu forma recta de conducirte debido a las injusticias que cometan en tu
contra, deja de Dios abogue tu causa. En sus manos y no en la de los hombres, está tu
bendición.
- Por diversos motivos existen momentos en la vida donde nos encontramos de la misma
manera, las cosas han cambiado no son iguales a tiempos pasados.
- En el caso de Jacob él había huido del lugar de la promesa su vida se encontró en peligro
debido al problema que tuvo con su hermano. Creyó haber encontrado el lugar de paz
definitiva, pero su lugar no era allí, no era en las tierras de su tío. El cumplimiento del
propósito se daría en Canaán.
- Muchas veces necesitamos conflictos, de otro modo no saldríamos de nuestra comodidad.
Y Dios necesita que estemos en el lugar de la promesa, para allí cumplir su propósito en
nuestras vidas. Es el lugar donde seremos plenos.
- Como le dijo a Abraham “Vete de tu tierra y de tu parentela… a la tierra que te mostrare”
(Génesis 12:1)
- En el caso de Jacob, si pensamos humanamente, Dios le pide un acto suicida, ya que
justamente se hallaba en la tierra de su tío porque su hermano quería matarlo. Cuando al
fin encuentra paz, surgen nuevos conflictos ahora es con el tío y sus hijos. Y la palabra que
Dios le da no es ningún tipo de consuelo, es casi introducirle en un conflicto aún mayor.
 Dios podría haberle dicho, ve a otra tierra yo te la mostrare (como a Abraham), Sin
embargo, Jacob ya tenía un lugar al que pertenecía, y allí Dios lo quería. En el lugar de la
promesa, y si era necesaria una sacudidita para moverlo, así iba a ser.
- Dios no olvida el voto que con El, sigue siendo el Dios de Betel (casa de Dios) (Génesis
28:10-22)
“Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham
tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu
descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al
occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y
en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y
volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he
dicho”
(Gen 28:13-15 RV60)
- Era tiempo de regresar a su tierra, Dios no lo iba a dejar. Le dijo una vez más en Gn. 31:3
Lo que le hablo en Bete-el “YO ESTARÉ CONTIGO”
- Amados eso es lo único que necesitamos para avanzar, la promesa de la Presencia de Dios
con nosotros.

II. PEQUEÑEZ Y UNA FE QUE TODO LO PUEDE (ELÍAS, UN HOMBRE COMO YO); (SANTIAGO
5:17-18)
¿Quién fue Elías? ¿Qué milagros hizo? ¿Qué tipo de ministerio llevo a cabo?
Destacado profeta de Israel, del s. IX a.C., nativo de Tisbi de Galaad (1 R 17.1).
Constantemente se opuso a Acab por permitir el culto a Baal (1 R 18; 2 R 1–2). Fue
arrebatado al cielo en un torbellino, cuando un carro de fuego se interpuso entre él y
Eliseo, su sucesor (2 R 2). Se predijo que habría de regresar para dirigir a Israel (Mal 4.5–
6), expectativa que se cree halló su cumplimiento en el ministerio de Juan el Bautista (Mt
17.10–12). Elías y Moisés se le aparecieron a Jesús en el monte de la transfiguración (Mt
17.3).
Milagro: de multiplicación, resucita un joven muerto, hace que llueva.
Este es el ministerio de Elías.
Si pensásemos en alguien a quien Dios oye, este es Elías. Un hombre lleno del Espíritu de Dios.
Empero el vers.17 dice Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras…
jomoiopathes y significa de sentimientos o pasiones semejantes.
De sentimientos semejantes a los nuestros. Sufriendo lo mismo que otro. De sentimientos
o afectos similares. Afectado similarmente.
A pesar de su grandeza, Elías sufrió y estuvo sujeto a las mismas sensaciones y flaquezas
que todos experimentemos. La oración eficaz, la que produce milagros, no es un privilegio
de unos pocos, como los apóstoles y los profetas. Todos los creyentes pueden orar «unos
por otros» (v. 16) con los mismos resultados
Cuando la idolatría cubre la tierra, cuando hay sequía, cuando hay muerte y destrucción. Dios
llama a los Elías. La pregunta de Dios hoy es: ¿DÓNDE ESTAN LOS ELIAS? Personas normales, hijos
de un Dios sobrenatural. El poder reside en El. No en nosotros, la gloria es suya no nuestra.
Rogó con oración—Hebraísmo que significa “oró intensamente”.
Dios nos llama a avanzar, a hacer llover, a multiplicar, a resucitar.
La mano de Dios no se ha acortado. Jeremías 32:27: “He aquí que yo soy Jehová (El eterno, me he
manifestado, me manifiesto, me volveré a manifestar) Dios de toda carne; ¿Habrá algo difícil para
mí?