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EL CONFLICTO EN LA ESCUELA
DEV011
El Bullying en la Escuela y su Relación con las Drogas
SEGUNDA UNIDAD
EL CONFLICTO EN LA ESCUELA
Los conflictos deben ser vistos como una oportunidad para que los individuos nos
desarrollemos social e individualmente. En realidad sin la presencia de conflictos
entre las personas y los grupos, la vida relacional sería tediosa y paralizante, sin
opciones para catapultarse y desarrollarse sin reconocer límites.
3. ¿POR QUÉ EXISTEN Y OCURREN LOS
CONFLICTOS?
Los conflictos expresan esencialmente las
diferencias entre las personas que son, a su
El
La La La
El Bullying absentismo
indisciplina disrupción delincuencia
escolar
De ellos el Bullying es el que ocupa el primer lugar, sin que se señalen porcentajes, lo que
es innecesario si conocemos los estragos que causa el Bullying entre niños y
adolescentes, amén de las repercusiones en el rendimiento escolar y los aprendizajes. La
disrupción, según Vallés, es el conflicto que ocupa el segundo lugar. Consiste en las
frecuentes interrupciones a los dictados de clase del profesor por parte de los estudiantes
y que supone distracciones para el docente y para los estudiantes y representa muchas
horas de pérdida de clases y, en los docentes, un condicionante esmerado para la
aparición del desgaste emocional conocido como síndrome de Bernout, entre cuyos
efectos está el de desensibilizar al maestro en sus relaciones interpersonales con los
estudiantes.
Sobre la violencia y agresión en la escuela, debemos considerar los siguientes aspectos:
Las conductas agresivas y de violencia existen en los centros educativos, sin excepción
alguna.
La violencia que ocurre en los centros educativos, sin embargo, no es la misma que los
niños y jóvenes experimentan en otros contextos. La escuela da origen a formas de
violencia específica a tono con el tipo de relaciones que allí existen
Las conductas agresivas y de violencia existen en los centros educativos, sin excepción alguna.
La violencia en lla escuela no es la misma que niños y jóvenes experimentan en otros contextos.
La escuela origina formas de violencia específica a tono con el tipo de relaciones que allí existen
Los conflictos pueden llegar a ser de mucha utilidad e importancia para las partes cuando
impera entre ellos un clima de confianza y voluntad de diálogo. Sin embargo también
ocurren los casos en que, ante los mismos conflictos, la voluntad de las partes para
dialogar y consensuar acuerdos es negativa y sus vínculos personales tienden a
deteriorarse y llegar a desacuerdos que se antagonizan y escalan a la violencia.
Los conflictos no se solucionan por sí mismo, tampoco permanecen estancados y
estables, por lo que siempre deben ser gestionados para una solución satisfactoria para
las partes involucradas.
7. ¿EL CONFLICTO Y LA VIOLENCIA TIENEN UNA RELACIÓN DE CONTINUIDAD Y
SON EQUIVALENTES?
En la cotidiana práctica social los conflictos están asociados a situaciones de violencia,
este burdo pragmatismo prolijamente recreado por los interesados en esta óptica apuntala
la visión negativa que se tiene del conflicto que se hace muy consistente hasta en los
círculos profesionales e intelectuales. Abordamos esencialmente los conflictos derivados
de las relaciones interpersonales, aunque ellos se encuentran relacionados de modo
inseparable con los contenidos sociales y culturales dentro de los que están inmersos y
mediante los cuales se dinamizan y actúan como agentes mediadores de gran relevancia
en la vida de los individuos. La tendencia de la psicología de cuño conservador, que es la
dominante en nuestro medio, se ha encargado de privilegiar la individualidad de la psiquis
humana y su entraña agresiva y violenta, con lo que ponen a salvo las cuotas de
responsabilidad del sistema social en la cultura de la violencia institucionalizada. Esta
propuesta también ignora o descalifica la relevancia que el factor social tiene sobre los
comportamientos de los individuos en una doble dimensión:
En estas condiciones el conflicto viene a ser una oportunidad para relacionarnos en forma
más próxima e íntima, para conocernos mejor e insertarnos en forma constructiva y
satisfactoria con nuestro entorno, en donde precisamente y gracias a la contradicción de
necesidades, intereses, expectativas, actitudes o niveles cognitivos, los individuos suelen
envolverse y desarrollarse de modo inseparable e inevitable superando las
contradicciones que se mantendrán siempre durante el ciclo vital de los individuos.
Una de ellas tiende a caracterizarse por poseer una estructura relacional entre las partes
mucho más próxima y acaso con menor riesgo de llegar a ser de confronte y crítica por el
Las conductas agresivas y de violencia existen en los centros educativos, sin excepción
alguna.
Los docentes y las autoridades de los centros educativos, además de sus estilos
relaciones basados en la inequidad, están convencidos de que su papel en la escuela
frente a los estudiantes es el de una autoridad que debe regular la disciplina y el
orden, asumiendo así una actitud de verticalidad que fácilmente se convierte en
violencia.
La violencia que ocurre en los centros educativos, sin embargo, no es la misma que los
niños y jóvenes experimentan en otros contextos. La escuela da origen a formas de
violencia específica a tono con el tipo de relaciones que allí existen .
Reconocer que la escuela es un Los estudiantes, profesores y Cada uno de los agentes
lugar en donde ocurren autoridades llevan a la escuela educativos tiene un bagaje de
prácticas de violencia no sus estilos de vida basados en la experiencias en su vida
equivale a afirmar que ella –la agresión y la violencia, los que interpersonal que no escapan a
violencia- es un producto de la han sido adquiridos en sus estilos de agresión y violencia
escuela. respectivos contextos de vida. en sus relaciones.
La escuela busca la
La escuela promueve
homogenización de los La escuela tiene sus propias
imperativamente la
estudiantes, acto de violencia contradicciones que dan lugar a
individualización y, con ello, la
hasta hoy invisibilizado, y que estilos de violencia que solo
confrontación entre
daña la creatividad de que son pueden existir en ese contexto.
estudiantes.
portadores los estudiantes.
La escuela sigue ajena a las propuestas de las inteligencias múltiples e impone a todos el modelo de
enseñanza basado en dos clases de inteligencia.
La escuela, institución que reproduce las jerarquías y los estilos de relación fundados en el poder
vertical y el autoritarismo. La violencia de la escuela como institución social no proviene de nadie en
especial, es propia a la naturaleza de su institucionalidad pues la escuela tiene sus mecanismos de
violencia que se sobreponen a los que existen en los individuos.
Como lo recalcara Castro Santander (2004), la forma en que las instituciones utilizan la prevención
es solo para evitar a través de normas que los hechos ocurran, pero esto no modifica en las personas
la conducta violenta.
Allí es donde los estudiantes pasan el mayor tiempo conviviendo entre sí y es la oportunidad para
que se pongan de manifiesto sus conflictos y diferencias.
La mayoría de los estudios afirman que el aula es el lugar elegido por los acosadores para maltratar
a sus víctimas.
Los riesgos son mayores cuando los estudiantes están solos en el aula, pero también ocurre la
violencia con la presencia del docente.
El aula sirve de escenario para que los docentes ponderen a los buenos estudiantes y denosten
contra los malos estudiantes, lo que es un germen para celos, rivalidades y enemistades entre
estudiantes.
La gestión de la disciplina:
Esta selección de los alumnos con mejor rendimiento es injusta y antipedagógica porque ignora la
diversidad de rendimientos y tiempos de aprendizaje diferentes entre los estudiantes, además de
desconocer la importancia de otras competencias y habilidades sociales para la vida que otros
estudiantes han desarrollado en mejor forma.
El Género:
Las relaciones interpersonales de los niños y jóvenes difícilmente ocurren sin la presencia de conflictos
agresivos y violentos, y se espera que ellos (los varones) los afronten solos y sin debilidades.
Cuando se producen respuestas de temor e inseguridad, los otros varones y los propios adultos
cuestionan sus reacciones calificándolas de debilidades, características propias de las mujercitas.
Los varones deben reaccionar con audacia, energía y violencia rechazando la intimidación porque esa es
la reacción propia de los varones. Cuando no actúan de esta forma son calificados de cobardes.
resto de la población escolar que los estudiantes hacia los docentes y que no se
limita a actos disruptivos, como antaño, sino
está comprometida.
que ahora han pasado a modalidades más
directas de carácter intimidatorio y física.
La familia y la escuela tienen muchas reglas y códigos que las regulan y que son
respetados, aunque se desconozca su esencia, meticulosamente sin poner en
cuestión su contenido ético. La obediencia es la cualidad que se enseña en estos
casos y, como se sabe, la obediencia es un patrón de conducta que se basa en
la dependencia y la sumisión. Se dice que hay que respetar la familia y la
escuela como instituciones de gran valor social, pero no se enseña cuáles son, o
deberían ser, los valores y principios por los que deben ser respetadas y
tuteladas.
de la violencia real.
Pero no pasemos por alto que la existencia de la violencia simbólica es menos impactante
o dañosa que las otras formas de violencia, ya que se trata de un ejercicio de
sometimiento y alienación que anula y destruye la capacidad de los individuos de tener
ideas y acciones que sean consonantes a su visión social, lo que no puede ocurrir porque
se les ha limitado precisamente ese derecho.
El concepto de alienación que hemos mencionado se refiere a que las personas son
cosificadas por el sistema social y cultural y se les mutila desde muy temprano su función
crítica y reflexiva del entorno en donde habita.
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