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JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA PENAL, NARCOACTIVIDAD Y DELITOS

CONTRA EL AMBIENTE DE COATEPEQUE.


OFFIR ROMEO PEREZ LOPEZ, de datos personales y generales de ley conocidas en el expediente arriba
identificado; actúo con la dirección y auxilio del abogado Carlos Eleazar Caballero Velásquez quien
sustituye al abogado anterior; señalo como lugar para recibir notificaciones la segunda calle ocho guión
quince de la zona dos de esta ciudad. Conforme la normativa procesal penal comparezco para interponer
RECURSO DE APELACION por motivos de forma y de fondo, con base en las siguientes argumentaciones
jurídicas:

DE LA FECHA DE LA ULTIMA NOTIFICACION: Fui notificado legalmente de la resolución impugnada el día


viernes veintiocho de noviembre de dos mil catorce a las quince horas.
DE LA SENTENCIA IMPUGNADA. La sentencia dictada dio por acreditados los hechos que la acusación
promovida por el Ministerio Público en su oportunidad sirvió para incoar el encausamiento de mi persona
como supuesto autor responsable del ilícito de agresión sexual.

I.- DE LOS MOTIVOS DE FORMA QUE CAUSAN INEFICACIA DE LA SENTENCIA DICTADA:

De conformidad con el artículo 5 del Código Procesal Penal el objetivo medular del proceso penal es el
establecimiento de los hechos y circunstancias que permitan determinar el grado de responsabilidad del
sindicado, las sanciones aplicables y los daños o perjuicios ocasionados.
El hecho concreto y sus circunstancias sometido a prueba nunca fue delimitado apropiadamente por el
Ministerio Público.
En la denuncia inicial ante el Ministerio Público la niña refiere diversas fechas. Delante de la psicóloga
forense la niña dijo no recordar la fecha. En la Prueba Anticipada relató diversos hechos. La niña nunca
pudo precisar con claridad una fecha. Objetivamente el Ministerio Público promueve una acusación en una
fecha dubitable.
Los hechos que debían probarse en el debate eran los siguientes:
a) La existencia de la supuesta tienda ubicada en la casa de habitación del sindicado. En ningún momento
se demostró que el sindicado hubiese tenido una tienda como tampoco se evidenció en qué casa
habitaba el sindicado. El álbum fotográfico incorporado en el debate simplemente muestra una casa,
que puede ser cualquier casa y no evidencia absolutamente nada relacionado con una tienda. El
álbum fotográfico no prueba ningún hecho vinculado con el caso.
b) La existencia de una refrigeradora. Nunca se demostró la existencia del objeto electrodoméstico que
respaldara la tesis del Ministerio Público.
c) La frase “sin extraerse su pene de su vestuario y lo puso en contacto físico en medio de las piernas” es
imprecisa, anticientífica y no define con propiedad una conducta ilícita. “Poner el pene en medio de
las piernas” no es una descripción que pueda ser demostrada porque es físicamente imposible. Lo que
sí es probable es que el cuerpo de un varón sea comprimido contra el cuerpo de otra persona
ejerciendo una fuerza compelente con la parte genital del agresor y ésta puede darse en la parte
anterior de los muslos si las piernas están unidas, en la parte interna de un muslo de cualquiera de las
dos piernas si están semi abiertas, y, si fuere el caso, en la parte genital de la víctima si las piernas
estuviesen a horcajadas. Poner el pene en medio de las piernas con el vestuario puesto es físicamente
imposible.
d) En ningún momento se demostró qué clase de blusa vestía la niña y si físicamente era posible que un
varón de 1,57 metros de altura alcanzara a domeñar los brazos de una niña con 1,63 metros de altura,
así como “besar por encima de la blusa” es una frase ambigua e imprecisa. Por otra parte “tocar” y
“acariciar” son dos acciones totalmente incongruentes. Acariciar es una acción que supone suavidad,
tiempo, reiteración y dedicación. En las circunstancias descritas por la niña una acción similar es
materialmente imposible. El punto es que ninguno de los hechos descritos en la acusación fueron
inexpugnablemente demostrados.
e) Por último el hecho de ofrecer diez quetzales a la niña para consumar una relación sexual tampoco fue
demostrado en el debate. Este dato no tuvo sustentación científica y contextualmente incorporado no
favorece la credibilidad del evento supuestamente acaecido.

De la lectura cuidadosa de la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y
Delitos contra el Ambiente de Coatepeque, en el apartado del análisis, valoración y razonamiento de
la prueba diligenciada en el debate, los medios de prueba aportados fueron:
a)Prueba pericial. Comparecieron el perito médico y la perito psicóloga quienes ratificaron sendos
informes periciales. Según el juzgador los peritos “prestaron declaración” en el debate y
consecuentemente le confiere valor probatorio tanto a las declaraciones de los peritos como al dictamen
indicado y el informe psicológico. El criterio decisional ponderativo estima que “CON LOS MISMOS SE
LOGRA DETERMINAR LA COHERENCIA QUE HACE TANTO EN SU DECLARACION LA VICTIMA ASI COMO LO
DECLARADO POR LA TESTIGO MADRE DE LA MISMA Y QUE SON CONGRUENTES”. El informe pericial
médico claramente expone que no existe ningún indicio científico de lesiones o alteraciones físicas en el
cuerpo de la niña, por lo que, consecuentemente, el mismo no hace prueba en ninguno de los hechos
imputados. En cuanto al informe psicológico en ninguna parte indica o establece con claridad indubitable
que la causa del estado postraumático de la niña haya sido o el jalón, o el constreñimiento contra la pared,
o el “colocar en medio de las piernas” el pene del sindicado. Fueron tres hechos concatenados que tienen
impactos sicológicos distintos. La sentencia viola la garantía constitucional del debido proceso, así como los
principios procesales de legalidad y objetividad.
b) Declaraciones testimoniales. En la declaración de la niña en la prueba anticipada incorpora datos
y elementos que configuran una maraña de información que resulta imposible de creer. Una frase
que rompe con cualquier posible credibilidad es cuando la niña afirma que “me los empezó a
sobar con sus dos manos varias veces” habiendo afirmado antes que con una mano le tapó la
boca. Luego hubo una supuesta conversación con él “mientras le mostraba su pene” en la que ella
manifestó que se negaría a consumar una relación sexual. No hace falta ser sicólogo para
encontrar anomalías serias en la declaración de la niña. El uso de su imaginación es extremada y
compleja. En cuanto a la declaración de la madre la misma es referencial y contiene tantas
contradicciones en fechas y actos que es imposible darle credibilidad. A dichas declaraciones
increíblemente el señor Juez les concede fuerza probatoria. En un proceso penal objetivo y
científico no se puede aceptar como única prueba la historia o historias fincadas por las víctimas
o la víctima, y menos cuando son contradictorias. Se trata de la vida y la libertad de un ciudadano
y el juzgador deberá velar para que los medios de prueba sean inextricables, inexpugnables,
contestes e irrebatibles. Esto no sucedió en el debata de mérito en el que se dicta una sentencia
a todas luces insustentada y anticientífica.
En el proceso penal la declaración de la agraviada sobre hechos ilícitos en su contra deberá ser
fortalecida por los medios de prueba idóneos cuya contundencia es absolutamente inexpugnable.
Sustentar una sentencia única y exclusivamente sobre la declaración de la víctima es totalmente
contrario a la justicia y el derecho.
El señor Juez argumenta que la declaración de la madre e hija son coincidentes y contestes sin
tomar en consideración que los hechos relatados por separado son contradictorios en cuanto al
tiempo, lugar, modo y forma. Se violenta así el principio de objetividad garantizado por el código
procesal penal en los artículos 5 y 81.
c) Prueba documental. El señor Juez afirma que la prueba documental se incorporó en el debate
celebrado en la fecha señalada. Al álbum fotográfico le otorga valor probatorio en cuanto
demuestra el lugar en donde supuestamente sucedió el hecho y que el mismo “fue reconocido
por la víctima en el debate respectivo”. ¿A qué debate se refiere? La víctima no estuvo presente
en el debate y en la prueba anticipada no se incorporó esta prueba porque la prueba anticipada
fue exclusivamente para la declaración de la víctima. En consecuencia se violó la garantía
constitucional de legalidad al considerar el álbum con la categoría de órgano de prueba.

II.- DE LOS MOTIVOS DE FONDO


El Código Penal en el artículo 173 bis expone claramente que comete el delito de Agresión Sexual quien
con violencia física o sicológica realice actos con fines sexuales o eróticos a otra persona, al agresor o a sí
misma, siempre que no constituya delito de violación. Siempre se comete este delito cuando la víctima sea
una persona menor de catorce años de edad.

Durante la celebración del debate respectivo en ningún momento se aportaron los órganos de prueba
idóneos y suficientes que evidenciaran:
a) Violencia física (lo descartó el informe médico forense)
b) Violencia sicológica (el informe de la psicóloga forense no estableció ninguna relación de causalidad
entre los hechos denunciados y el estado sicológico de la niña en forma científica e indubitable)
El tipo penal configurado en la Normativa Sustantiva penal comprende como premisas sine qua non la
existencia de violencia sicológica o violencia física. Al no demostrarse la existencia de ninguna de las dos
premisas previas en el hecho imputado al ahora condenado todo lo demás cae por su propio peso.

La sentencia no describe en apartado alguno que se evidenció la existencia de violencia física. La sentencia
no considera en apartado alguno que se evidenció la violencia sicológica. Estas causales constituyen en el
tipo penal el medio inescindible para la materialización del ilícito imputado. Lo que se evidenció en el
debate es un conjunto de contradicciones e imprecisiones que debieron desembocar inexcusablemente en
una absolución del sindicado puesto que la dubitabilidad engendrada en torno a su inocencia por la
denuncia planteada no pudo ser científicamente corroborada. El derecho es una ciencia y como tal no
puede llegar a conclusiones a partir de aseveraciones subjetivamente consideradas.

III.- DE LOS AGRAVIOS OCASIONADOS.

a) Se violentó gravemente el artículo 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala puesto


que al haber sido citado y oído no fui vencido en el juicio programado. No se dieron los órganos de
prueba idóneos para decretar una sentencia condenatoria. El juzgador en su valoración debió respetar
el debido proceso constitucionalmente garantizado y ante la falta de evidencias consistentes e
inexpugnables debió dictar SENTENCIA ABSOLUTORIA a favor de Offir Romeo Pérez López.
b) Se violentó gravemente el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el
artículo 10 del Pacto de San José que claramente establece que nadie podrá ser condenado sin antes
haber sido citado, oído y vencido en debido proceso legalmente establecido. El agravio ocasionado
lesiona mi derecho a la libertad plena, mi derecho a vivir con dignidad como ciudadano y mi derecho
de acceso a la justicia plena. Se ha cometido una notoria injusticia en mi contra.
c) Se violentó gravemente el principio de legalidad en virtud que los hechos denunciados no
corresponden al tipo penal legalmente establecido por el artículo 173 bis del Código Penal
guatemalteco. En ningún momento se cometió violencia física o violencia sicológica como medio para
alcanzar fines sexuales o eróticos.
d) Se violentó el principio de inocencia constitucionalmente garantizado ocasionando innumerables
daños morales, sicológicos, familiares, económicos y sociales.
e) Se ha violentado el principio de justicia distributiva con la sentencia dictada al no observar el principio
de proporcionalidad cuantificada entre el hecho denunciado y la sanción penal de privación de libertad
impuesta. La desproporcionalidad impuesta también incluye la supuesta reparación digna puesto que
en ningún momento se demostró con el estudio socioeconómico respectivo que el imputado tiene la
capacidad de pago necesaria frente a las posibilidades financieras y patrimoniales de las supuestas
víctimas.
f) Se ha violentado gravemente el principio de aplicación excepcional de la medida de privación de
libertad regulada por el artículo 89 del Código Procesal Penal puesto que el imputado gozaba de un
privilegio procesal y sin existir elementos o datos que generasen dubitación en su observancia el
juzgador las revocó sin referencias objetivas, imponiendo al contrario su percepción personal subjetiva.
DE LA SENTENCIA QUE DEBIO EMITIRSE
La sentencia dictada por el Juez Unipersonal es notoriamente injusta y, consecuentemente subyace de
ineficacia en su ejecutoriedad. La misma deberá ser revocada totalmente y dictarse en su lugar una
sentencia absolutoria por no haberse producido en el debate de mérito los órganos probatorios idóneos y
pertinentes, dejando sin efecto las demás declaraciones concomitantes, y, ordenándose la inmediata
libertad del ahora privado de libertad.

FUNDAMENTO DE DERECHO

Artículo 309 del Código Procesal Penal.

PETICION
a) Se admita para su trámite el presente memorial mandándose articular la pieza respectiva
b) Se tenga como abogado director al propuesto en sustitución del abogado anterior y como lugar para
recibir notificaciones el señalado.
c) Que estando en el plazo legal y sin señalarse previo alguno se eleven las actuaciones a la Sala de
Apelaciones que corresponda notificándoseme de la misma en la dirección señalada.

Adjunto siete copias del presente memorial. Coatepeque, 6 de diciembre de 2014.

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