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“TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL”

RUBÉN DARÍO VÁSQUEZ LARA

UNIVERSIDAD DEL SUR

ÁREA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

MATERIA: PSICOPATOLOGÍA II

ASESOR: NOÉ DE JESÚS VÁZQUEZ PÉREZ

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS 2018


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Tabla de Contenido

Tabla de Contenido ......................................................................................................................... 2


1. Trastorno De Personalidad Antisocial: Causas, Síntomas Y Tratamiento ................................. 3
1.2 Trastorno de personalidad Antisocial .................................................................................... 3
1.3 Principales síntomas del Trastorno Antisocial de la Personalidad ........................................ 4
1.4 ¿Cómo se diagnostica el Trastorno Antisocial de la Personalidad? ...................................... 5
1.5Las causas del Trastorno Antisocial de la Personalidad ........................................................ 5
1.6 El tratamiento del Trastorno Antisocial de la Personalidad .................................................. 5
Referencias ...................................................................................................................................... 7
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1. Trastorno De Personalidad Antisocial: Causas, Síntomas Y Tratamiento

La mayor parte de la gente utiliza la palabra antisocial para referirse a las personas a las que les
cuesta, no les gusta o no parece gustarles relacionarse. Básicamente se emplea como sinónimo de
persona retraída y selectiva.

Sin embargo, en psicología el término antisocial se emplea para designar algo completamente
diferente, un tipo de trastorno conocido como trastorno de personalidad antisocial que tiende a
vincularse a comportamientos contrarios a las normas sociales e incluso a las leyes, ignorando
los derechos ajenos en favor de los propios.

1.2 Trastorno de personalidad Antisocial

El trastorno de la personalidad antisocial es un patrón de comportamiento caracterizado por la


inatención y violación de los derechos ajenos en favor de los propios, que aparece antes de los
quince años de edad. Este desprecio puede manifestarse a partir de conductas de diverso tipo,
incluyendo comportamientos criminales penados por ley.

A nivel de personalidad se observa que quienes presentan este trastorno suelen tener un bajo
nivel de amabilidad y de responsabilidad, cosa que de manera conjunta facilita que se metan en
disputas con otros individuos y con el sistema.

Por lo general, estas personas son ambiciosas e independientes; se trata de individuos con poca
tolerancia a la frustración, poca sensibilidad a los sentimientos de los demás y un muy elevado
nivel de impulsividad. Actúan sin pensar en las consecuencias de sus actos tanto para ellos
mismos como para los demás.

“Al igual que ocurre con los psicópatas, muchos de ellos son personas extravertidas y tienen un
considerable encanto y facilidad de relación, pero solo a nivel superficial. Tienden a poseer
características narcisistas, considerando su bienestar por encima dell resto, y es frecuente que
usen el engaño y la manipulación para conseguir sus objetivos.

Estas personas tienen un estilo de vida inestable, debido a que tienen grandes para hacer planes
de futuro y considerar las repercusiones de sus acciones. Es por ello que en general son
irresponsables y les cuesta hacerse cargo de aquello que suponga un compromiso, cosa que junto
con el resto de características antes mencionadas provoca que las personas con trastorno de la
personalidad antisocial presenten graves problemas de adecuación a la sociedad teniendo
dificultades a nivel personal, laboral y social” (Merican Psychiatric Association. (2013).
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Todo ello provoca que sea frecuente que padezcan problemas depresivos, tensiónales y
adicciones a diferentes sustancias o actividades. Si bien este trastorno facilita la realización de
conductas criminales, es necesario tener en cuenta que esto no implica que todos los criminales
sean antisociales ni que todos los antisociales sean criminales.

El Trastorno Antisocial de la Personalidad se caracteriza por un patrón de larga duración de


abuso de los derechos de otras personas, manipulación y conductas delictivas en general. Se
diagnostica a partir de los 18 años, pero se estima que muchos de los síntomas se desarrollan en
edades anteriores. Cuando se detecta sintomatología similar antes de los 15 años, aunque
normalmente no sea de forma tan acentuada, entonces estaremos hablando del Trastorno
Disocial de la Personalidad.

Una persona con Trastorno Antisocial de la Personalidad (TPA) a menudo siente poca o nada de
empatía hacia los otros y no ve problema alguno en transgredir la ley para su propio beneficio.

Tienden a mostrarse insensibles, cínicos y despectivos hacia los sentimientos, derechos y


sufrimiento de los demás. Pueden tener una auto-valoración inflada y arrogante (por ejemplo,
sienten que el trabajo es algo que no se encuentra a su altura, carecen de una preocupación
realista acerca de sus problemas actuales o sobre su futuro) y pueden ser excesivamente
obstinados, seguros de sí mismos e incluso engreídos. Son superficiales, volubles y al hablar
utilizan habitualmente la jerga verbal para impresionar a quien no está familiarizado con sus
hábitos.

1.3 Principales síntomas del Trastorno Antisocial de la Personalidad

El Trastorno Antisocial de la Personalidad se diagnostica cuando se produce un patrón de


comportamiento antisocial que incluye la mayoría de los siguientes síntomas:

“Falta de conformidad con las normas sociales y quebrantamiento habitual de la ley. Engañar,
mentir y estafar a otros para beneficio propio o simplemente por placer. Impulsividad y fracaso
para planificar el futuro. Irritabilidad y agresividad, incluyendo peleas físicas repetidas y
agresiones. Indiferencia imprudente hacia la seguridad propia y de otros. Irresponsabilidad
habitual, como incapacidad de mantener un trabajo estable o mantener las obligaciones
financieras. La falta de remordimientos e indiferencia hacia los sentimientos de los demás. Según
el DSM-V, Trastorno Antisocial de la Personalidad no se puede diagnosticar en personas
menores de 18 años de edad” (Merican Psychiatric Association. (2013).

El Trastorno Antisocial de la Personalidades es un 70% más frecuente en hombres que en


mujeres. Según la investigación, la tasa de prevalencia de este trastorno se encuentra entre 0,2%
y 3,3% de la población general.
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Al igual que la mayoría de los trastornos de la personalidad, Trastorno Antisocial de la


Personalidad a menudo disminuye de intensidad con la edad.

1.4 ¿Cómo se diagnostica el Trastorno Antisocial de la Personalidad?

La gran mayoría de personas con Trastorno Antisocial de la Personalidad no buscan tratamiento.


Este es un rasgo muy común en las personas con trastornos de la personalidad, que por lo general
no buscan ayuda hasta que la enfermedad comienza a interferir de manera significativa su vida y
la de sus allegados. Esto suele ocurrir cuando sus recursos de afrontamiento ya no pueden hacer
frente a los distintos eventos conflictivos de la vida.

Un diagnóstico de Trastorno Antisocial de la Personalidades debe realizarse por un profesional


de salud mental capacitado, comparando sus síntomas e historia de vida con los que se enumeran
aquí.

1.5 Las causas del Trastorno Antisocial de la Personalidad

Los investigadores de hoy no saben qué causa el Trastorno de Personalidad Antisocial. Hay
muchas teorías sobre las posibles causas. La mayoría de los profesionales está de acuerdo con un
modelo biopsicosocial de la causalidad, es decir, las causas de son probablemente debidas a
factores biológicos, sociales (por ejemplo, cómo una persona interactúa en su desarrollo
temprano con su familia y amigos y otros niños), y psicológicos (factores de la personalidad y el
temperamento del individuo, moldeados por su entorno). Esto sugiere que un solo factor no es
responsable, más bien es la naturaleza compleja y probablemente entrelazada de los tres factores
los que desencadenan este trastorno.

Si una persona padece un trastorno de la personalidad, se ha observado que existe un ligero


aumento en el riesgo de que dicho trastorno se transmita a sus hijos.

1.6 El tratamiento del Trastorno Antisocial de la Personalidad

Como ya hemos dicho, las personas con Trastorno de Personalidad Antisocial no admiten que
tengan un problema, y mucho menos que necesiten ayuda ni tratamiento. Por este motivo es
imprescindible que exista un estímulo externo lo suficientemente fuerte o importante que les
ayude a aceptar dicha condición. Esto puede venir de la propia familia o incluso de la justicia,
que le ordene tomar tratamiento.
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No es extraño que este trastorno se agrave debido al consumo de drogas, algo relativamente
habitual en estos individuos. Por este motivo en muchas ocasiones la terapia debe abordar ambos
problemas. La terapia grupal puede ser clave para hacer entender a la persona que puede
interactuar con los demás sin necesidad de violencia o desprecio. La terapia de cognitivo-
conductual ayuda a modificar los patrones disfuncionales de pensamiento y a estimular los
comportamientos positivos en sociedad.

En psiquiatría se utilizan medicamentos para combatir síntomas específicos, como la agresividad


y la irritabilidad. Los fármacos conocidos como “antipsicóticos” han demostrado tener éxito en
el tratamiento de este trastorno. Si bien se presupone que el TPA es una enfermedad crónica,
algunos síntomas -especialmente el comportamiento criminal- pueden ir disminuyendo poco a
poco con el paso del tiempo y un tratamiento adecuado.
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Referencias

 Merican Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los


trastornos mentales. Quinta edición. DSM-V. Masson, Barcelona.

 Davidson, K.M. & Tyrer, P. (1996). Cognitive therapy for antisocial and borderline
personality disorders. Single case study series. British Journal of Clinical Psychology, 35
(3), 413-429.

 Quiroga, E. & Errasti, J. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para los trastornos de
personalidad. Psicothema, Vol. 13, nº 3, pp. 393-406. Universidad de Almería y
Universidad de Oviedo.

 Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ; Sanz, L.J.; de los Ríos, P.; Izquierdo, S.;
Román, P.; Hernangómez, L.; Navas, E.; Ladrón, A y Álvarez-Cienfuegos, L. (2012).
Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR, 02. CEDE. Madrid.

 Morrison, J. (2015). Dsm-5: guía para el diagnóstico clínico. Retrieved from


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