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Mucho tiempo después, en el año 642 a. C. los persas invadieron la India, de la que adoptaron
el cultivo de la caña. Por el año 510 a.C. los soldados del rey persa Darío se referían a ella como
esa caña que da miel sin necesidad de abejas.
Su cultivo se siguió extendiendo: en el siglo VII d. C. los árabes conquistaron lo que fue Persia
y, tan aficionados al dulce, llevaron el azúcar a otro de sus territorios conquistados: el norte de
África y fue ahí donde los químicos egipcios perfeccionaron su procesamiento y la empezaron
a refinar.
El azúcar llegó a Europa en la Edad Media, donde se usó para condimentar toda clase de
alimentos. Los boticarios la utilizaron en la preparación de pócimas y medicinas, además, la
recomendaban para curar toda clase de males, incluido el mal de amor.
La sal de la India.
El lugar de origen de la caña de azúcar está situado en Nueva Guinea. Desde allí su cultivo se
extendió a China y al cercano Oriente en el año 4.500 a.C.
Siglo IV a.C. La primera noticia escrita que se tiene en Occidente sobre la caña de azúcar
procede de un almirante de Alejandro Magno que la conoció en la India, y de la que decían
"Existe una clase de caña que produce miel sin la intervención de las abejas".
Siglo I d.C. Los griegos y los romanos conocían el azúcar y lo denominaban "Sal de la India".
El origen de la guerra fue el intento por parte de la Argentina de recuperar la soberanía
de las islas, a las que las Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre
Argentina y el Reino Unido, aunque este último los administra y explota. Su
descubrimiento es motivo de controversias; fueron ocupados en forma sucesiva por
España, Francia, Argentina y el Reino Unido (en la actualidad). Argentina considera que
estos territorios se encuentran ocupados por una potencia invasora, y los considera
parte de su Sur. El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares
argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
Luego de más de tres décadas de acaecido el conflicto, las Naciones Unidas continúan
considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios con
soberanía aún no definida, entre Argentina y el Reino Unido.