Professional Documents
Culture Documents
1.- ¿Qué es un ensayo? Es un escrito en prosa con una característica que resultan particulares en
grado sumo.
Tiene la objetividad de la ciencia y la subjetividad del arte. Es siempre el fruto de una profunda
reflexión, reflexión que en muchos casos abre las puertas a la curiosidad del lector.
2.- Describe el papel de las funciones denotativa y connotativa del lenguaje en el ámbito del
ensayo.
3.- El ensayo es una reflexión personal del autor. Sin embargo, se recomienda hacer una
documentación del tema antes de empezar a escribir. ¿Por qué?
Son muchas las razones por las que procede la delimitación del tema a tratar. Según Félix
Fernández sugiere que se aprovechen en primer lugar las coyunturas naturales que presentan los
hechos es decir causas, consecuencias presente, pasado y futuro etc.
-generalmente breve sin que haya regla que regulen su extensión. Cada ensayista define sus
propios límites.
-abarca una gran variedad de tema desde los científico hasta lo literario pasando por lo filosófico,
lo económico o lo social.
-tono diverso: profundo a veces entretenido o superficial otra; satírico si se quiere y puede;
siempre polémica o casi…
Entre otro.
II.- Lee detenidamente el siguiente ensayo. Responde las interrogantes que aparecen al
pie del mismo:
La substancia puede ser de índole muy variada; substancia de pensamiento, substancia de cosas o
substancia de emoción. En otras palabras: el escritor se pone ante la cuartilla como un meditador,
como un “reportador” o como un poeta…aunque sea en prosa. Obviamente, el trance menos
severo es el del que llamo “reportador”. Tiene éste el mundo, o una parcela de él, frente a sí. Las
cosas que se propone entresacar de él y revelar o destacar al lector están ahí: es sólo cuestión de
elegirlas con acierto, por lo que tienen de insólitas o, al contrario, de características; por lo que
tienen en todo caso, de significativas. Si no ve eso, no vale la pena que escriba. El escritor es por
definición, un señor que cree ver más o mejor que los demás. No hay modo de quitarle al oficio
esa vanidad. Y ya el ver claras las cosas significativas, el verlas con su propio perfil, no es poca
substancia. De los buenos informadores, entran pocos en libra.
Otro modo de substancia es la emoción que se experimenta ante las cosas o por la ausencia y
nostalgia de ellas. Es la materia del poeta; del escritor de sensibilidad o el escritor de fantasía. El
primero es el que se conmueve con presencias; el segundo, el que se emociona con ausencias.
Aquél podrá informar primero de las cosas que le impresionan, como en el caso del cronista o del
narrador, pero lo más importante de su materia será siempre la herida que ellas hacen en su
sensibilidad, y su acierto expresivo consiste en respirar por esa herida. El segundo se crea un
mundo a su gusto o su angustia. Tendrá que ser un mundo interesante, un mundo en que el aleteo
de su fantasía sea bastante vigoroso para despertar la fantasía que los demás hombres llevan
dormida.
Vaya usted a saber de qué depende eso. A lo mejor, de una buena digestión, de una víspera de
sueño reparador. O tal vez de un culto destilamiento que lentamente se le ha ido produciendo
entre los cuarzos del espíritu.
La inspiración, pues, es un estado de gracia. Lo mismo le puede sobrevenir al escritor novicio que
al veterano. Los poetas dependen casi enteramente de ella (por eso escriben tan poco…si son
poetas de verdad). Los demás, no pueden depender de cosa tan adventicia, sobre todo si son
escritores profesionales. Cuando las imágenes y las ideas no hallan su camino de por sí, no hay
más remedio que abrírselo. Esto es lo que se llama metodizar la exposición. Método significa,
como es sabido, camino.
Permítaseme tomar el ejemplo que me es más cercano en este momento. Mientras esto escribo,
ando un poquillo afortunado. Mal que bien, esto va saliendo con cierto orden, sin que yo hiciera
demasiado plan previo de expresión. Sencillamente, antes de ponerme a escribir, puse en una
cuartilla, a la carrera, diez o doce renglones de tipo telegráfico, con las ideas y las fórmulas
verbales que de entrada se me ocurrieron acerca del tema. Como no tenían orden espontáneo
alguno, se lo he ido dando al escribir. Pero mucho más a menudo ocurre que uno no está tan “de
vena”; y entonces sí hace falta un esquema previo de lo que se va a decir, un “esqueleto” en que
los conceptos se jerarquizan y articulan lógicamente. He aquí, pues una primera recomendación
para el novicio que quiera irse habituando a la expresión ordenada, sobre todo en el campo de las
ideas. Solamente cuando uno ya se ha disciplinando un poco en eso, puede confiarse con alguna
soltura “a lo que salga”.
Pero nunca hay que confiarse demasiado. “Lo que sale” es, frecuentemente, lo que cuesta menos
trabajo. Aquello de la línea de menor resistencia también opera en esto de escribir. Cierto
abandono ha sido característico del escritor hecho. Como el elegante de raza, éste lleva sus
prendas con naturalidad y soltura, hasta con cierta displicencia. El “empaque” es una calamidad,
en el escribir como en todo; la retórica no es otra cosa que el estilo de “empaque” o
empaquetado. Pero no hay que exagerar la cosa. No hay que olvidar, sobre todo, que para poder
llegar a esa soltura y abandono, es necesario haberse formado antes, por la disciplina, por la
vigilancia severa de la propia expresión, una especie de instinto de lo que está bien. Nada hay más
peligroso para el novicio que querer escribir “fácilmente” antes de tiempo. De ahí proceden a
menudo la vulgaridad, la superficialidad, el simplismo, el contentarse con lo que buenamente
“sale”. Decía un buen pintor español Casado del Alisal, que “el poco más o menos nunca ha hecho
buenos artistas”.
Ejercicios
La substancia puede ser de índole muy variada; substancia de pensamiento, substancia de cosas o
substancia de emoción. En otras palabras: el escritor se pone ante la cuartilla como un
meditador, como un “reportador” o como un poeta…aunque sea en prosa. Obviamente, el trance
menos severo es el del que llamo “reportador”. Tiene éste el mundo, o una parcela de él, frente a
sí. Las cosas que se propone entresacar de él y revelar o destacar al lector están ahí: es sólo
cuestión de elegirlas con acierto, por lo que tienen de insólitas o, al contrario, de características;
por lo que tienen en todo caso, de significativas. Si no ve eso, no vale la pena que escriba. El
escritor es por definición, un señor que cree ver más o mejor que los demás. No hay modo de
quitarle al oficio esa vanidad. Y ya el ver claras las cosas significativas, el verlas con su propio
perfil, no es poca substancia. De los buenos informadores, entran pocos en libra.
Otro modo de substancia es la emoción que se experimenta ante las cosas o por la ausencia y
nostalgia de ellas. Es la materia del poeta; del escritor de sensibilidad o el escritor de fantasía. El
primero es el que se conmueve con presencias; el segundo, el que se emociona con ausencias.
Aquél podrá informar primero de las cosas que le impresionan, como en el caso del cronista o del
narrador, pero lo más importante de su materia será siempre la herida que ellas hacen en su
sensibilidad, y su acierto expresivo consiste en respirar por esa herida. El segundo se crea un
mundo a su gusto o su angustia. Tendrá que ser un mundo interesante, un mundo en que el
aleteo de su fantasía sea bastante vigoroso para despertar la fantasía que los demás hombres
llevan dormida.
3.- ¿De qué manera hace convivir la denotación y la connotación para lograr sus fines?
Ilustra con ejemplos. De manera en armonía, comprensión, y finalmente, está el escritor cuya
materia es el pensamiento. Se parece mucho al escritor emotivo; sólo que en él la sensibilidad es
de la inteligencia y de la conciencia, y consiste en la aptitud para reaccionar
con ideas ante las cosas del mundo, o ante las ideas mismas de él y de los demás
5.- Interpreta en tu propio estilo por lo menos tres de sus recomendaciones; escribe un párrafo
breve de cada una.
-Es necesario haberse formado antes por disciplina, por la vigilancia severa de la propia expresión,
una especie de instinto de lo que está bien.
-El escritor es por definición, un señor que cree ver más o mejor que los demás.
-La cultura contribuye a esa dotación, pero si no va acompañada de sensibilidad, la cultura por sí
sola no vale.
-Tener sensibilidad al escribir, tener una buena inspiración ya que es propia del escritor.
III.-Elige un tema de tu interés, cuyas vivencias y posteriores impresiones sean para ti tan
relevantes que quieras compartir con otros tus consideraciones al respecto. Elabora un ensayo
de cuatro párrafos, por lo menos. Cuida la ortografía, la estructura y el estilo.
La deforestación en nuestro país es debido a las tala de árboles sin control, los cuales son
utilizados para maderas y para carbón vegetal, entre otras cosas. Estas personas sin conciencia
que los cortan no se dan cuenta que si no lo reponen llegara el día q nos quedemos sin bosques y
al mismo tiempo sin fauna.