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LOS EJERCICIOS
DE S A N I G N A C I O
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p o GUILLERMO UBILLOS. S» J.
EL M EN SAJERO DEL CO RA ZO N DE JE S U S
A partad o 7 3 .— B I L B A O
IM P R IM I P O T E S T :
R u f u s M k n d i z a b a l , S .J .
Praep, Prov. Cast.
N ÍH IL O B S T A T :
R f.MIG US VlLARIÑO, S . j .
1M P R IM A T U R :
MATTH/KUS, Epi.se. Victo nen.sis.
15 Agosto 1934
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PRIMERA SEMANA
Día primero
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Heditqc86n primera (
p rin c ip io t - fu n d a m en to '(
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El hombre es criado para alabar, hazer reuerencia y seruir a
Bios nuestro Señor y mediante esto salbar su ánima, (
P U N T O P R IM E R O
“ EL HOMBRE ES C R IA D O ”
P U N T O SEGU N D O
“ FAJELA A LAB AR , HAZER REU ER EN CIA ¥ SER U IR
A D IO S N U ESTRO SE Ñ O R "
“ E l h o m b re es c r i a d o ” ,— Y a conocemos el principio, el
punto de partida. ¿ Y cuál es el fin, el término de nuestro viaje?
¿E s, por ventura, la vanidad que hincha, el placer que huye,
el interés que mata, la criatura que muere? N o ; el fin del
hombre es más noble, es el mismo Dios. “ Y o soy — dice el
Señor— el alfa y la o mega, el primero y el novísimo, el prin
cipio y el f i n ” (i).
Este principio se deduce obviamente del principio anterior:
si Dios es el Señor y el hombre el siervo, el siervo es todo
para el Señor.
Si Dios es el Señor esencial, prirqero, único, universal,
eterno, y el hombre el siervo omnímodo, incondiciona1, excito
sivo, absoluto, perpetuo, por consiguiente, el hombre es per
petua, absoluta, exclusiva, omnímoda e incondicionalmente para
D ios; así lo enseña la fe. “ Universa propter semetipsnm ope-
ratus est D om inus” (2). A sí lo confirma la experiencia. “ Fe-
(1) Jac., i - i2 .
(2) A p o c., n - i o .
(3) P r o v . 21-2 1.
(4) E d e c c s ., 24-31.
(5) R om ., 6-22.
FítiNCIPlO Y FUNDAMENTO 15
('
10 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DIA PRIMERO V
P U N T O P R IM E R O
“ LAB O T E A S C O S A S SO BR E LA H AZ DE L A T IE R R A
■ SON C R IA D A S ”
(1) P s . 8-8.
(2) C f . D en is, hoc. loco.
20 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.-HDÍAv-PRIMERO
i .° Q ue son de Dios.
2.0 Que no son D ios.
3.0 Q u e son para Dios.
r
a) L as criaturas nos están clamando que son: de D ios.
Q ue venga un botánico eminente. Q ue me haga, no y a un'
monte ni una selva, sino una amapola que flamea en los trigales;,
una m argarita que fosforece en la espesura, y me responderá
que le ,e x ijo una insensatez.
Q ue venga un naturalista afamado. Q ue me haga, no ya
un monstruo marino ni un águila caudal, sino un insectillo que
se pierde entre la grama, una mariposilla que se esconde en el
cáliz de las flores. M e dirá que le exijo una. insensatez.
Q ue venga un astrónomo eximio. Q ue me haga, no ya un
sol ni una estrella de primera magnitud, sino un asteroide, un
bólido perdido en el polvo de las nebulosas; me dirá que le
exijo una insensatez.
¿ Y qué significa esto? E s que todas las criaturas, aun las
más pequeñas e insignificantes, están clamando que son de
Dios. E stá clamando que es de D ios la alegre mañana, con
sus perlas de rocío y racimos de rosas; está clamando que es
de D ios el triste crepúsculo, con sus sanguinolentas nieblas y
mortecina lum bre; está clamando que es de D ios el risueño'
■valle, con sus fértiles sementeras y feraces huertas; está cla
mando que es de Dios la ardua sierra, con sus raudas cataratas
y misteriosas gru tas; está clamando que es ele D ios la noche
oscura, con sus fúlgidas nebulosas y sartas de estrellas. Y los
huracanes, y las brisas, y los ríos, y los mares, y las nieves, y
las lluvias, y los peces, y las aves, y las criaturas todas, están
SIN ®E ;LA S:C RI ATURAS
PU N TO TERCERO
“ BE D O N D E SE S IG U E QUE E l H OM BRE T A N T O A B E
V S A R D E B IA S Q U A N TO LE A Y U D A N P A R A SU
F IN , Y T A N TO D EUE Q U IT A R SE D E B IA S
Q U AN TO P A R A ELLO LE IM P ID E N ”
Proceder insensato a ):
Q ue desordena al hombre con respecto a las criaturas. E l
hombre no es hecho para las criaturas, sino las criaturas ■
para
3ÍIS .DE LA$ .CRIATURAS
Proceder insensato b) :
Que desordena a la criatura con respecto -al hombre. L as
criaturas son para el uso, no para el abuso; para el orden, no
para el desorden; para la gloria divina, no para la ofensa del
Señor. P or eso el hombre, al abusar de las criaturas, las vio
lenta, las desencaja, se hace reo de la misma criatura. Y éste
es pensamiento frecuentado de los santos. “ Todas las criaturas
— dice San Buenaventüi*á:— protestan a su manera y reclaman:
¡éste es el que abusó de nosotros! L a tierra dice: ¿por qué no
le trago? E l agua dice: ¿por qué no le ahogo? E l aíre dice:
¿por qué no le asfixio? E l infierno dice: ¿por qué no le devoro
y atorm ento?” (i). San Ignacio, espantado del desorden de la
criatura, prorrumpe así: " E l quinto, exclamación admirativa
con crecido afecto, discurriendo por todas las criaturas cómo
me han dejado en vida y conservado en ella; los ángeles, como
sean cuchillos de la justicia divina, cómo me han sufrido y
guardado y rogado por m i; los santos, cómo han sido en inter
ceder y rogar por m í; y los cielos, sol, luna, estrellas y elemen
tos, frutos, aves, peces y animales, y la tierra, cómo no se ha
abierto para sorberme, criando nuevos infiernos para siempre
penar en ellos” . Y el santo Duque de Gandía, presa el alma
de confusión y vergüenza, caminaba encogido y teineroso, y
le parecía que las gentes le miraban, y se maravillaba cómo los
obreros y menestrales no se le oponían al paso y le arrojaban
los instrumentos, del trabajo y le gritaban: ¡al infierno, al in
fierno! (2),
M editación te rcera
I M B l F E H E H e i A
P U N T O P R IM E R O
HsitiaraSl©M süe te i ndife renci ai
( i) C f, R o o th . h o c loco. ■
TEí DIÍEKENCÍA 29
PU N TO SEGU N D O '
Extensión de la Indiferencia
“ EN T A L MANERA QUE NO Q U ERAM O S B E N U E S T R A
PARTE M A S SALU D QUE EN FERM EDAD, R IQ U E Z A
' QUE P O B R E Z A , H O N O R QUE DESSONOK,
V ID A L A R G A QUE C O R T A , V P O R
C O N SIG U IE N T E EN TO D O .
LO D E M A S ”
PUNTO TERCERO
¡Ni@£esIdea¡íS¡ d e Isa Iwdliiff®s,®s3ei«s
(1) M e sc h ler. . I ;
(2) B in , nota. '
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO— DÍA PRIMERO
H edifaclén cuarta
0 1 L P B á P O
L a primera semana comienza propiamente con el ejercicio
de los tres pecados, porque la consideración del fin del hombre,
como el mismo título lo indica, más que parte integrante de la
(1) A n n o t. 4-ft
(2) C f. A n n o t. 4.“, D i r e c t 0 n - i .
(3) Annot 4.“
(4) 2.0 e je r., 3.
(5) D ire ct. 11-4.
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA PRIMERO
P U N T O P R IM E R O
El gseead!© @ss ©3 €Se¡©
PU N TO SEGU N D O
El peetsd!© @1 . pgaraüs©
b) S u caída.
L a serpiente, dice la Escritura, era el animal más astuto en
tre todos los animales de la tierra (5), y como viera a la m ujer
que vagaba solitaria en derredor del paraíso, se llegó a su encuen
PU NTO TERCERO
era lea tierres
“ El tercero: así mismo frazer otro tanto sobre el tercero
pecado p articu lar de cada vno Que por vn pecado m ortal es yd©
al infierno y otros m uchos sin cuento por menos pecados que
yo he hecho. Digo hazer otro tanto sobre el tercero pecado p a r
ticular trayendo a la m em oria la gravedad y m alicia del pecado
contra su C riador y Señor, y discurrir con el entendim iento cómo
en el pecar y liazer contra la bondad infinita, justam en te a sido
condenado p ara siempre, y acabar con la voluntad como está
dicho*\
(1) P s . 118-125.
(2) A c t ., 9-6.
(3) P s. 142-10.
(4) N o n e ll. ars. ign., 4.
52 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA PRIMERO
lu s fr ia c c ié g a p r i m e r a
ANOTACIONES
“ Arniotaciones para tom ar alguna inteligencia en los e je r
cicios spirituales que se siguen, y para ayudarse así ei que los
ta de dar, como el que los a de recib ir” .
(1 ) C f . A tu ií 19. ‘ ' -
(2) A n n . 20.
■
INSTRUCCIÓN PRIMERA.— ANOTACIONES 55
(1) M iq ., 6-8.
■INSTRUCCIÓN PRIMERA.— ANOTACIONES 57
(I) R e fo r m a de la vid a.
(2) Sum n. R e g . 14.
( 3) R e g la s de esp irit. i . a sem ana 12.
( 4) T ítu lo de los e je rcicio s,
( 5) E ccli., 2-1.
(ó) E ph., 6-12.
(7) M a t , 11-12 .
(8) D e u t , 31-23.
(9) M e sch ler, h o c loco.
(10) D eut., 20-8.
■INSTRUCCIÓN PRIMERA.— ANOTACIONES 59
“ Sin hacer otra cosa más que sancionar con nuestra su
prema autoridad lo que estaba en el común sentir de los pas
tores y de los fieles , correspondiendo a los ardentísimos
deseos y votos de los prelados de casi todo el orbe católico,
por nuestra constitución apostólica “ Summorum Pontificum
25 julio 1923” , declaramos y constituimos a San Ignacio
de Loyola celestial patrono de todos los ejercicios espiritua
les y, por consiguiente, de iodos los institutos, asociaciones,
congregaciones de cualquier clase, que ayuden y atiendan
a la práctica de los ejercicios” .
T al es la eficacia de los ejercicios, tanta la virtud santifi
cado ra de los ejercicios ignacianos que el Santo Padre quiere
que se extiendan y se difundan en todos los géneros de per
sonas y a todas las clases sociales” ; en la muchedumbre obre
r a ..., en los propagandistas católicos..., en lo s sacerdotes de
uno y otro clero..., en múltiples centros y casas de ejercicios,
verdaderos oasis en el desierto de la vid a..., y para preceder
a todos con su paternal ejem plo y apostolado, ordena que se
64 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA PRIMERO
dispongan todas las cosas para que cada año se practiquen los
ejercicios en los Palacios vaticanos.
Día segundo
5
66 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDO
P R IM E R P U N T O ■
E l ÍNfámer© d e l o s r e c o d o s
SEGU N DO PU N TO
L@ á©i gs©€®d®
TERCER PUNTO
isa m alicia del pecad©
“ E l tercero, ponderar los pecados, mirando la malicia que
cada pecado mortal tiene, por los males sin número que trae
al alma, que la turba, la esclaviza y ¡n a ta l
a) E l pecado turba al alma
L a paz, aspiración común de los buenos y de los malos, de
los justos y de los pecadores, reflejo y anticipo del cielo, cíelo
mismo de la tierra, la turba el pecador: “ Ñ o hay paz para los
im píos” , dice el Señor (9). “ A l pecador le agita el pavor y le
consume la tristeza” (10). “ E l remordimiento, como espina le
(1) R e liq u it ilkim in m anum con silii sin. A n te hom inem bonum et
m alum quod p lacu erit eí d a b ítu r ilÜ. E ccL , 15 -14 .
(2) E ceq ,, 18-30.
(3) Ps., 13-3'
(4) E c c l., 19-3.
(5) Deut, 17-8.
(ó). Is., 66-24.
(7) R o m , 8-21.
(8) Eccl., 15-18.
(9) N o n est p a x írapiis d ícit D om in us. Is., 57-21.
(10) S i au d ire n olu erís vo cem D o m in í d ab it tibí co r p avidum et anl-
m ám consum ptam m oerore. D eu t., 15-65.
I'.OS PECADOS PROPIOS n
(1) In sudore tuo ve sceris pane doñee reverta ris ad terram , de qua
assum ptus es quia p td vis es et in p u lverem reverteris. G en., 3-19.
(2) E t per p eccatum m ors. E t íta in om nes m ors pertran síit. in quo
om nes p eccaveru n t. R o m ., 5-12.
74 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA ' SEGUNDO
Meditación s e x to
m t E Z k B E l PE C A D O R
M I B E L A T IV A E X IG Ü ID A D
PU N T O SEGU N DO
“ M I INTRÍNSECA PEQUENEZ”
(“ M IR A R T O B A M I C O R R U P C IÓ N Y FEA BB A D C O R P Ó R E A ” )
(1) Is ta tria in m ente sem p er habeas quid fu isti quid e rís, et quid
es. (S . B ern d . In fo rm . hom v it a .)
(2) 'Gén., 29.
(3) T o b ., 14-4.
(4) 2. M a c., 2-28.
(5) H e rb a s et arb o res in v e s tig a : i l l a de se p roducunt flores effundunfc
oleum , vín um et baísam um i l l a de se sp iran t su a vítatis odorem é t tu
de te reddis abom inationem f a t o r is . L it 8 D e con tem p latione m undi.
(6) G én., 3-19.
(7) Q u id superbit té r ra et cin is. E ccle s., 10-9.
(8) P u tre d in i d ix i pater m eus es, m a te r m ea, et s o ro r m ea verm ib u s.
Job., 17-14.
(9) S i quis e x istim a ! esse aliqu íd cum n ih il sit, ipse se sedu cit.
G a la t, 6-3.
T.OS PECADOS PROPIOS 8l
6
$2 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDO
PU NTO TERCERO
“ M I N A D A EN COMPARACIÓN D E DIOS”
sép^Bffigg
P E L i l F I E I H O
(Pena de sentido)
P R IM E R P U N T O
SEGU N D O PU N T O
PUNTO TERCERO
P U N T O Q U IN T O
Meditación octava
p e í i n f i e r n o
(Pena de daño)
(1) D e u t , 32-13.
(2) C f . N o n e ll, A r s . ign. p. 66.
96 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDO
P U N T O P R IM E R O
P U N T O SEGU N DO
(1) S ic e rít in con sum m ation e ssecu li: exib u n t a n g elí et sep arab u n t
m alos de m edio ju sto ru m et m itten t eos in cam inum ign is. M t. 13-49.
(2) In im icitias ponam in ter te et m ulierem et sem en tuum et sem en
illiu s : ipsa co n teret caput tuum . G en., 3-15.
(3) É t d ix it e i : V o c a nom en eju s absque m ise rico rd ia ; quia non addam
u ltra m is e re n dom ui Israe l, sed o blivion e o b íivisca r eorum . O se a s, 1-6»
(4) V o c a nom em eju s non populas meus quia vo s non popu lu s m etis
et ego non ero vester. O seas, r-g.
(5) Quse enim p articip a tio justicise cum in iqu itate? quse societas lu cís
ad ten ebras? quse autem con ventio C h risti ad B e lia l? 2 C o r., 6 -14 -15 .
(6) , E g o sum v ía v e rita s et vita . Joan., 14-6.
(7) In quem desid eran t a n g elí p rospicere. 1 P e t. 1, 12.
102 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDO1
PU NTO TERCERO
Instrucción segundo
del m Am m p a r tic u la r y g e n e r a l‘
de c o n c ie n c ia
Concepto
Exam en es lo mismo que probación, cuenta, experimento,
y así- se examina el saber, la salud, la suficiencia.
Particular, que se contrapone al general y al sacramental.
E l examen sacramental, examina todo el hombre, es como sí
dijéram os, la luna de cuerpo entero. E l examen general exami
na la mitad del día: lo podremos comparar con el espejo de
medio cuerpo. E l examen particular examina un sólo defecto
o v irtu d : es a1go así como el espejuelo de bolsillo, que la dama
frecuenta muchas veces entre sus manos para esconder una mota
o defecto que le afea, para mirar un adorno, un rizo, que signi
fic a 1mucho en su tocado y hermosura'; esto es. examen de una
virtud o defecto particular. E s el pan nuestro de cada día; no
puede dejarse, como el alimento, a la mañana ni a la noche:
“ dos veces exam inarse". Y ya aquí, en el mismo título ocurre
p regu n tar: ¿ Cuál es más expediente: el examen negativo de
extirpar un defecto o el examen positivo de cúltivar una virtud?
Q uizá a los comienzos de la vida espiirtual, cuando son frecuen
tes las caídas, sea más provechoso el primer procedim iento; pero
de suyo es más expediente y más diametral el segundo género
de examen: “ Evita el mal y hag el bien", dice el Salmista (2).
P o r sola la vía negativa nunca llegaréis a la cumbre de la per
fección. A sí como un labrador — dice el Padre Rodríguez— no
se contenta con escardar, sino que siembra, así nosotros no nos
Tiem pos
Importancia
Materia
(1) C f . S u á re z D e re lig io n e S ., L . 9, E . 6, A . 5.
io 8 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO-— DIA SEGUNDO
r Duración
(r) R e g ., I, 22-31.
(2) Job, 7 -1.
(3) I P e t , 5-8.
(4) M t , 13-25. ;
lio EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDO
Adiciones
(i) P s. 123-7.
.112 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDO
Omisión
Y , por el contrario, no hay mal más peligroso en un varón
espiritual que descuidar la práctica del exam en; es un comercio
que no se administra, una casa que no se repara, un navio que
no se achica, un campo que no se escarda. E l librito del exa
men abandonado, es el más mullido almohadón donde descansa
el enemigo (1).
E l Padre L a Palma, especialista en esta materia, estudia las
causas de la omisión del examen, y las reduce a tres: “ E s la
prim era — dice— plantarse en la virtud y contentarse con la vu l
garidad, con gran riesgo de perdición, porque el que desprecia
3o pequeño, poco a poco caerá (2), y el que nada agua arriba
tiene que forcejear, y “ el no adelantar en el camino del cielo
«es retroceder” .
L a segunda causa es el desaliento. L a debilidad de nuestras
fuerzas, la experiencia-.de nuestras caídas, nos incitan a desistir
de la lucha y desesperar de la victoria. A éstos hay que decirles
que se reporten y fortalezcan. Que empiecen poco a poco, paso
a paso, que cercenen las caídas, que escarden al menos cada día
el espacio donde se tienden a descansar. Que es una milicia
nuestra vida y los que se hacen violencia arrebatan el reino de
los cíelos (3). Y los que perseveren hasta el fin, éstos serán
salvos (4).
L a tercera causa es el querer valerse solamente para la per
fección de procedimientos su a ves: la oración, el apartamiento,
la contemplación, omitiendo lo que es principal: el vencimiento,
la abnegación, la mortificación, y por haberla omitido han dado
tan terribles caídas almas que parecían contemplativas.
El ser santo a nadie puede excusar de la práctica del exa
m en; “ el que es santo que.se santifique más” , dice el Señor (5).
Santo fué San Ignacio, y perseveró en la práctica del examen
hasta la muerte.
L a libertad de espíritu menos nos excusa de la práctica del
exam en, porque nos conduce a ella, librándonos de la servidum-
00 C f . M e sc h ler. E je r c ic io s . E x a m e n ,
(2) E c c li., 7 -1.
(3) M a t , 11-12 ,
(4) M a t., io~22.
(5) A p o c., 2 2 -11.
S
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEGUNDÓ
repite todos los días y dos veces al día la práctica del examen
general, tiene dispuesta su _alma para confesarse .mejor. .
Después del título del examen agrega San Ignacio algunos:,
preliminares .sobre la naturaleza de la culpa por el pensamiento,.,
palabra y obra, que remitimos a la siguiente instrucción.
(
/'
\.
va**'
í
(
v.
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D ía te rc e ra
Meditación
DE LA ETERNIDAD
L os preludios, los mismos que en las dos meditaciones an
teriores.
P U N T O P R IM E R O
(1) Parce mihi, nihií enim sunt dies mei. Job, 7, 16.
X.22 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO
PUNTO. SEGU N DO
8.a eternidad del infierno
(1) Tune dicet et his qui a sínistris erunt: discedite a me, maledícti
in ígnem aeternum1.., Et ibunt hi in supplicium aeternum, justi autem in
vitám aaternam. Mt., 25-41-46.
(2) “ Ubi vermis eorum non moritur et ignis non extinguitu^.” Mar
cos, 9-47.
(3) Qui talia agunt regnum Dei non consequentur. Gal, 5-19-21.
(4) Fumus tormentorum eorum ascendet in ssécula saeculorum.
Apoc., ■
14-11.
12 4 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO.
S% daa.
S u permanencia.
S u perpetuidad.
(1)
Cf. Beraza. De novissimís. 1.001-1.002.
(2)
Horrendum est mcidere in marras Dei víventís. Hebr. 10-3;.
(3)
Terratn míseriae et tenebrarum ubi timbra tnortis et nullus ordo
(4) Ligatis manibus et pedibus. Mt., 22-13. Qui facít peccatum ser
vus est peccati. Job, 8-34.
3EN LA ETERNIDAD 125
(1) Quis poterit habitare de vobis cum igne devorante? quis habítabit
ex vobis cum ardoribus sempíternis? Is., 33-14.
(2) Responsorio de difuntos.
126 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO.
PU N TO TERCERO
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P U N T O P R IM E R O
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PU N T O SEGU N D O
i© maserte
PUNTO TERCERO
L a sepaaltiarcs '
Meditación andécima
ir) Cf. M t, 25-31-45; 16-27; 13-41. Act., 10-42; 17-31. Rom., 3-5;
6-2. 2 Cor., 5-10. Tira, 4-1. Jud., 1-4. Is.> 13-9; 76-15. Dan., 7-9, Joel, 2-1.
Sap., 1-14. Mal., i-r»
'1 3 8 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DIA TERCERO.
P U N T O P R IM E R O
(1) Venít hora in qua. omnes quí in monumentís sunt audíent vocem
,filii Deí et procedent qui bona fecerunt in resurrectionem vitge qui vero
mala egerunt in resurrectionem judicii. Jo., 5, 28-29.
(2) Tune dúo erunt ín agro; unus assumetur et unus relinquetur. Dusa
molentes in mola na assumetur et una relinquetur, Mat. 24 40-41.
. 3) Qui reformabit corpus humilitatís nostrse configuratum corpori
claritatis su^e. Philip., 3-21. Cum apparuerit símiles ei erimus. Jo., 3-2.
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.-— DIA TERCERO.
gloria (i). Seas mil veces bendita, alma mía,, vida mía; señora
m ía — le responderá el cuerpo— . T ú moderaste mis apetitos, tú
refrenaste mis sentidos, tú castigaste mis excesos. T uyo es ei
merecimiento, tuya la gloria, tuya la corona; mil veces seas
bendita. Y como se unen y enlazan en perfumados haces las
blancas azucenas, así el cuerpo y. alma se unirán y enlazarán
para gozar eternamente en el cielo (2).
(1) Tune stabunt justí in magna constantia adversas eos, qui se angu-
stiaverunt et abstulerunt labores eorum. Sap., 5-1,
(2) M a t, s, 3-11.
(3) Et congregabuntur ante eum omnes gentes, et separabit eos ab
invícem sicu't pastor segregat oves ab hsedis; et statuet oves quidem a
destrís suis haedos autem a sinistris. Mt., 25, '32-33.
(4) Tune parebit signum filn homínis in coelo. Mat., 24-30.
142 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO.
dos de arm iño; los abades, los patriarcas, los profetas, muche
dumbre innúmera que nadie puede contar de todas las gentes y
tribus y pueblos que están delante de Dios, vestidos de blancas
vestiduras y orlados de triunfantes palmas.
Y en pos de los ángeles y de los hombres, entre nubes de
incienso y cánticos de armonía, rodeada de ángeles y circundada ;
de querubes, vestida del sol y orlada de la luna, toda h erm osa.
e inmaculada, aparecerá en el ■ cielo la Prim ogénita del Todo- .
poderoso, la más perfecta de todas las criaturas: la Santísima
V irgen M aría. ' '
PU N TO SEGUNDO
I I líaselo
(1) Sicut fulgur exit ab oriente :et paret usque ad occidentem íta erit
adventus filii hominis. M t, 24-27. Thronus ejus flammae tgnis rotse ejus-
ignís accenstis. Dan,, 7-9,
(2) Ut in nomine Jestt omne genu flectatur coelestium terrestrmm et
ínfernorum. Philip, 2-10.
(3) Astitit Regina a.dextrís tuls in vestitu deaurato circumdata va-b
ríetate. Ps.} 44-20. ■* R
DEL JU IC IO UNIVERSAL 143
PUNTO TERCERO
Lea sesit©M®B«a
Los comentaristas de- los ejercicios recomiendan que estas
meditaciones de la primera semana, ya que son las únicas en
que no nos lleva de la mano el autor de los ejercicios, se expon
gan singularmente, según los métodos de orar ignacianos. Este
tercer punto se presta a meditarlo según el segundo método de
órar, y se presta de tal manera a esto, qué parece que no se
puede explanar de otra manera.
(1) Benedíctus Deus et Pater domíni nostri Jesu Christi qui benedixít
nos in omní benedictíone spirituali in coelestibus in Christo, sicut eíegit
nos ín ipso ante mundi constitutíonem ut essemus sancti et inmaculati in
conspectu ejus in chántate. Ad. Eph., 1, 3-4.
(2) Oculus non vidit nec auris audívít nec ín cor hominis ascendit
quss prseparavit Deus iis qui díligunt ilíum. I Cor., 2-9.
(3) Haec est dies quam fecit Domínus: exultemus et Isetemur, in ea,
Ps. 117-24.
(4) Dignus est agnus qui ocissus est, accípere virtutem et divínatem,
et sapientiam, et fortítudínera, et honorem, et gloriam, et benedíctionem.
Apoc., 5-12.
DEL' JU IC IO UNIVERSAL 147
cía por la malicia de los m alos; que el infierno eterno fue todo
preparado por sus pecados. “ Q uod fiaratum est diabolo et ange-
Us e ju s ” . N o preparé — dice el Señor— el infierno para los
réprobos, sino para los dem onios; pero porque seguisteis a los
demonios, porque servísteis a los demonios, porque fuisteis de-'
monios, os envolvisteis justamente entre las llamas, preparadas
para los demonios. “ Discedite a me maledicti in ignem seternum,.
.quod paratum est diabolo et angelis e ju s” .
(i) Esurívi enim, et non dedistis míhi manducare; sitivi, et non de
sistís míhi potum: hospes eram, et non collegístís me; nudus, et non coope-
ruistis me; inf irmus, et in carcere, et non visitastis me. Tune respondebunt
eí et jpsí, dicentes:. Dominí, quando te vidimus esurientem, aut sitientem,
a u t' hqspíte'm, aut nñdum, i aut ipfir mura,;aut in carcere, et non ministra-
fíSiP ;Mt.p25; ifézkf' f . r ‘hS'fN-.'Ó'.-
DEL H IJO PRÓDIGO
L os puntos serán t r e s :
P U N T O P R IM E R O
sgslidsi del prédif®
( i) Eph., 3-15.
254 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO.
Esos sueños que sueñas son reales, esas ilusiones que fantaseas
tienen consistencia. Ea, abre los ojos, dilata la m irada; m ira
qué perfum ados valles, qué risueñas campiñas, qué rosadas lon
tananzas, qué vaporosos horizontes (x). ¿Q ué.hacés, en qué te
detienes?, por qué vacilas? para qué son los ojos, sino para ver?
¿ P a ra qué los sentidos, sino para sentir? ¿P ara qué el corazón,
sino para amar? ¿P a ra qué la juventud, sino para gozar? (2)
S iega a manojo las precoces flores, teje en ramilletes las nacien
tes rosas. N o haya capricho que no cumplas, ni placer que no
satisfagas, ni deleite que no pruebes, ni dulzura que no gus
tes (3). Ea, llama a tus amigos, convoca a tus cortesanos, que
se agite en tu derredor la dorada rueda de tus aduladores; que
es dulce la embriaguez de la lisonja y divino el incienso de la
adulación.
(1) Mat., 4-9. Hsec omnía tibí dabo, si cadens adoraveris me.
(2) Sap., 2-8. Coronemus nos rosis antequam marcescant.
(3)E cl, 2-1. Vadam ét affíuam delíciis.
. (4) Sap., 2-9. Hsec est pars nostra, et hsec sors.
156 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO.
(1) Ps- 38-7. Quo ibo a facie tua, et quo a spiritu tuo fugiam?
(2) Joann.,^3-19*
(3) Joan., 4-10.
DEL H IJO PRÓDIGO
157
-en don de Dios, llorarías sin consuelo! ¿ Y cómo no llorar pér
dida tan irreparable? Cuando muere tu amigo, lloras la muerte
de tu am igo; cuando pierdes tu padre, lloras ante da tumba de
tu padre; cuando pierdes tus riquezas, lloras el quebranto de
tu fortuna; ¿ y cómo no llorar la enemistad del Señor, la orfan
dad de Dios, el infortunio sempiterno? Sí, lloremos sin con
suelo la pérdida de la gracia, y no demos descanso a nuestro
llanto ni término a nuestras lágrimas.
E l pródigo perdió la soberanía de la razón. H ay en el hom
bre dos enemigos que luchan entre sí con lucha intestina e irre
conciliable: el apetito y la razón. A la razón le conviene man
dar, al apetito obedecer (1). L a razón no manda al apetito con
dominio despótico, como esclavo, sino con dominio político,
como se manda al vasallo; pero si la razón, en vez de mandar
al apetito le obedece, si en vez de castigarle le acaricia, enton
ces las pasiones desenfrenadas se levantan en motín, y se ense-:
‘ ñorean de la razón, y la despojan de su cetro y realeza, y la
degradan y envilecen hasta precipitarla en los últimos extre
mos de la insania y el frenesí (2),
E l pródigo perdió la salud y la fortuna. ¡Q u é sano salió el
hijo pródigo de la casa de su p ad re! Sus ojos eran vivos, su
risa franca, su tez sonrosada, el andar firm e, los músculos vigo
rosos, y todo el continente revelaba vida y juventud; mas ahora
la color .se quiebra, la frente se nubla, la vista se apaga, el
andar vacila y la flor de la juventud se marchita al soplo hela
do de una vejez prematura.
¿ Y qué fué del patrimonio tan insolentemente reclamado?
I Qué fué del florido parque, y la villa ostentosa, y los ricos
trenes, y la mesa espléndida, y los vinos regalados, y las músi
cas, y las fiestas, y los aduladores? “ Dissipavit stibsfantiam
suam viven-do h i x u r i o s e T od o lo perdió en el libertinaje. “ E t
postquam omnia consumasseí facta est fames valida in regione
illaA
e) Y después que lo consumió todo en los vicios y la diso
lución, se hizo en aquella lejana región una grande carestía y
el pródigo comenzó a sentir el hambre. ¡ Oh, qué hambre, y qué
PU N TO SEGU N D O
TOelte del
PUNTO TERCERO
E l reeilhiimeBatQ d e l gsródig#
* * * . *■
.........
( 1) Ps. 55-s.
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA TERCERO.
Instrucción teneres
mmwEsmm g e n e r m m m i k mnmmmm
L a confesión es el término y remate de la primera semana.
L a primera semana se propone por fin inmediato reform ar lo
deformado, y la deformación espiritual en la providencia ordi
naria tan sólo se reform a “ in re vel in v o to ” por la confesión
CONFESIÓN GENERAL CON LA COMUNIÓN
K>E L A OB$E[A. Tom ando por! obieto los diez m andam ien
tos y ios preceptos de la Y g lesia y enmendaciones de los supe
riores, todo lo que se pone en obra contra alguna destas tres
partes, según m ayor o m enor calidad, es m ayor o menor pecado.
Entiendo com endaciones de superiores, así como bullas de c ru
zadas y otras indulgencias, como por pazes, confessando y to
m ando el Sanctíssim o Sacram ento; porque no poco se peca e n
tonces en ser causa o en hazer contra tan pías exortaciones y
com endaciones de nuestros m ayores” .
SEGUNDA SEMANA
¡til!» HE CRISTO
P ara demandar hay que querer, y para querer tiene que pre
venirnos la gracia; y la gracia que quiero y pido es que 110 sea
sordo a su llamamiento, mas presto y diligente en cumplirlo.
U nos cierran sus oídos para no escuchar el divino llam am iento;
otros lo escuchan, pero tardan y difieren el cumplirlo. San Igna
cio pide, no sólo oír el divino llamamiento, sino también cum
plirlo, y 110 sólo cumplirlo de cualquier manera, sino con pres
teza y diligencia. Y este fervor y prontitud y esfuerzo y gene
rosidad eñ cumplir el divino llamamiento, cualquiera que sea,
que sería prematuro todavía el inquirirlo, constituye la gracia
que se pide en este preludio (1).
“ P R IM E R P U N C TO . El prim er puncto es poner delante de m y
vn rey hum ano, elegido de m ano de Dios nuestro Señor, a quien
h azen reberencia y obedeseen todos los príncipes y todos los hom
bres xpianos” .
„ : (1) Monje de San Galo, De fjactis jCaroli Magni apud. Ces. ,Cantó,
tomo 4.0, cap. 20. ' ‘ ’'
<2) Judit, 2, 2-3. ‘
(3) -,Cf. Manresa, Rey. temporal, punto, primero.; .. . u. , : g : n*
DEL REINO DE CRISTO 183
(1) P a te r, quos dedísti m ihi, v o lo ut ubi sum ego, et illi sint m ecum :
u t videant cla rita te m m eam quam dedísti m ihi. Joan., 17-24.
(2) E t ego dispono vobis sicut disposuit m ihi P a te r m eus regn um ,
u t edatis et bibatis sup er m ensám m eam in regn o m e o ; et sedeatis
su p er thronos ju d ica n tes duodecím trib u s Israel. L u c., 22, 29-30.
l8 4 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA CUARTO
¡¡í ^
Esto es, consiste en comparar rey con R ey, empresa con em
presa, enemigos con enemigos, trabajos con trabajos, guerras
con guerras, victorias con victorias, triunfos con triunfos, que
.P R IM E R P U N T O
SEGÚ N D O PU N TO
TERCER PUNTO
(1) F o rm u la v o to ru m S . J,
(2) Ib id
13
2 94 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DIA CUARTO
(
P E LA ENCARNACIÓN m
(O E x ., c. 4, núm . 46.
(2) C f . M e sc h le r, lo co cítato.
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA CUARTO
DE- LA ENCARNACIOM
Com o nos enseñó San Ignacio a orar orando, así nos ense
ñó a contemplar contemplando. Y como nos inició en la prime
ra semana en el ejercicio de las tres potencias, nos inicia en la
segunda semana en la triple vena de la contemplación ignacia
na: “ V er las personas} oír sus palabras, considerar sus accio
nes*7. N o señala San Ignacio más que estas tres fuentes; pero
éstas no excluyen — al decir del Directorio— ■otros títulos de
la devota contemplación'-: - L os pensamientos, afectos, virtudes
de las personas ;el modo, fines, causas, tiempo de los misterios
y otras circunstancias que se entrañan en las tres primeras y
de ellas fluyen y se derivan (r).
E sta triple iniciación no significa el orden que ■ hemos de
seguir, sino la vena que hemos de beber, el raudal que tenemos
que gustar, el venero más límpido 3' abundoso de la ignaciana
contemplación. Contemplación simplicísima, que se aprende en
dos solas lecciones y que en adelante la practica el ejercitante
sin más iniciación que una breve sinopsis del misterio (2).
(1) G én ., ó - 12.
(2) S e g u n d o preám bulo.
(3) H a b ita b a tq u e Ju d a e t Is ra e l absque tim o re ú llo un usquisque sub
v ite sua et sub ficu sua. I I I R e g ., 4, 25.
DE LA ENCARNACIÓN 201'
PU N TO SEGU N DO
“ Segundo punto. El segundo punto, oyr lo que hablan las
personas sobra ¡a haz de la tierra, es a saber: cómo hablan v e l o s
con otros, cómo iuram y blasfem ian etc.; asimismo, lo que
dizen las personas diurnas, es a saber: “ Hagam os redem pción del
género hum ano, etcétera” ( 5). Y después lo que hablan el ángel
y n uestra Señora, y reflectir p ara sacar prouecho de sus p a lab ras” ,
PUNTO TERCERO
Meditación decimoquinta
del MAummmm
L A SEG U N D A CONTEMPLACIÓN E S D E L NASCIMIENTO
losa blanca adornada con una estrella, se leen en latín estas pala
bras : “ A q u í nació Jesucristo de la Virgen M aría” .
“ T ER C ER P R EÁ M B U LO . E l tercero será el m ismo y por la
m ism a forma, que fu é en la precedente contem plación” .
Com o San Ignacio — según convienen los comentaristas—
no trata aquí de imponernos el orden de meditar, sino de abrir
nos las fuentes de la contemplación, aplicaremos sus raudales,
según lo explana el Santo al final de los ejercicios en “ los mis
terios de la m da de Cristo nuestro S eñ or” .
P U N T O P R I M E R O (x)
P U N T O SEGU N D O
(i) Joan., i - n .
d e l n a c im ie n to 213
j : ■
■
■ :'ñlíum'-'sáüra prim ogehituín’’ e t ' pannis eura Irivoívit1"et
recünavit eum in praésepio.'- Lüc., 2-7. ' ’ •
(2) A d ó ra te , eum om nes an gelí e ju s.' P s . 96-7. '
(3) Mt., 11-29. ..unrv. >
DEL NACIMIENTO ■215
■P U N T O TERCERO
a) L le g ó s e una m u ltitu d d e l e jé r c it o c e le s t ia l, q u e - d e c í a ;
G l o r ia s e a a D i o s e n T b V c ie lo s .
El S eñ o r, que v ió a su H i j o h u m illa d o en u n p e s e b r e , lo
q u is o e n c u m b r a r e n l a G lo r ia , y “ así al introducir a su Prim o
génito en la tierra, dijo'P Que le adoren los ángeles deí cié
lo ” ( 1 ) . Y lo s á n g e 'e s d e l c ie lo , p o s tr a d o s a su s p la n ta s , le
a d o r a r o n , y d e s p u é s d e e n to n a r c á n tic o s d e g lo r i a , se e x t e n d ie
r o n p o r la s c e r c a n ía s d e l p o r ta l, p a r a a n u n c ia r el n a c im ie n to d e l
S eñ o r.
H a y a d o s k iló m e t r o s al o r ie n te d e B e lé n u n a f e r a z lla n u r a ,
a b u n d a n te e n s a lu d a b le s p a s to s . Y lo s p a s to r e s e n a q u e lla r e g ió n
p a s to r e a b a n s u s r e b a ñ o s . “ Y he aquí que un ángel del cielo com
pareció a sus ojos, y Jes circundó la claridad de D ios/ y temie
ron con grande espanto” (2 ). N ó se a p a r e c e el á n g e l a ló s q u e
d u e r m e n , s in o a lo s q u e v e l a n ; n o a lo s r ic o s , s in o a lo s p o b r e s ;
110 a lo s m a g n a t e s , s in o a lo s p a s to r e s . “ Y o te glorifico, oh P a
dre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas' cosas
a los sabios y prudentes, y las revelastes' a tos ipequeñuelos” .
“ lía , P a ie r : quoniam sic fu it píacitum ante te” (3 ). . -.
(1) E cce enim evangelizo vobís gaudium magnum quod erít omnl
populo: Q uia natus est vobís hodíe S aívator, qui est Christus Dom ínus,
in civitate D avid. Luc., 2, 10-11.
(2) Segunda Contemp. del Nacim iento. P . 3.0
(3) H o c vobís sign u ra: Inveníetís infantem pannis involutum et
positum in praesepio. Luc., 2-12.
(4) E ste himno de los ángeles lo traspone San Ignacio al portal,
porque sin obstar a la narración evangélica, ilustra y resume el m is
te rio ; nosotros, que no hacemos otro ejercicio que la adoración de los
pastores, lo añadimos en el tercer punto de esta meditación. H um m e-
lauer. M editationes S. Xgnatii, páginas 191-192,
DEL. NACIMIENTO 217
M editación d e c iM s e & ta
DE LA AD O R ACIO M - 0 E LO S MmOS .
B e los tres Reyes magos escribe Sant M aiheo en el capítulo
segundo, líttera A.
Prim ero. líos tres Reyes Magos, guiándose por la estrella,
vinieron a adorar a Jesú, diziendo: “ Vim os la estrella dél en
oriente y venim os a ad orarle” f l ) .
Segundo, “ Be adoraron y le offrescieron dones” : “ Frustrándose
por tierra, lo adoraron y le presentaron dones, oro, encienso y
m irra ” .
Tercero. “ Rescibieron respuesta estando dorm iendo que no
tornasen a Herodes y por otra vía tornaron a su región ” .
L a sólita oración preparatoria.
E l prim er preludio será la historia: Cómo los Reyes magos
emprendieron el camino de la Palestina para adorar al recién
nacido R ey de los judíos, y cómo lo encontraron en Belén y le
ofrecieron sus presentes, oro, incienso y mirra, y amonestados
en sueños que no volviesen a H erodes, por otra vía se volvieron
a su tierra. ... ■
(i) (M ateo, 2, 2.) “ M agorum adventüm et' adorationem ponit Igna-
'tius post circumcisidnem et ante prsesentationem secundum sententíam
$uo tempore pervuígatam . Recentíores -vero' .fere omnes censent venísse
magos biennio fere póst Christum natum. C f . Knabenbauer S. J. Com -
mentarius in Tatthaeum , ed. a1t. P arisiis, 1903, pp-, 77-79. Cornely,
.3 .. J,é íntroductio specíalia. ín síngtalos no.vi téstámenti libros. Parisüs,
18Ó6, pp. 203-205.. Popularem opinionem etiam -sequttur sanctus Pater cum
illos M agos et tres fuisse -et reges apellat. Qusé dúo tamen- certa non
sunt. C f. Knabenbauer, 1. c. p. 81-5* 'Francisco Javier Patritius, de
evangelüs discusio X X V I I c. 2, F rib u rg i B risg. 1853, pp. -318-325.
3DE -LA' ADORACIÓN' -DE LOS' MAGOS 2IQ
P R IM E R P U N T O
■PUNTO S E G U N D O
( i) I R eg./ 10 .
224 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— d ' a CUARTO
PU ÑTO TERCERO
a) L a naturaleza.
b) L a práctica.
c) L o s efectos de la penitencia.
íffi LA PENITENCIA ”229
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Din quinto
de ik p u r ific a c ió n
P r im e r o : L a Purificación de la Virgen.
Segun do: La Presentación del Señor.'
T ercero : La profécía de Simeón.
L a oración preparatoria, la ■acostumbrada.
E l primer preludio será la historia. Cóm o cumplidos los
cuarenta días del nacimiento, partió la Sagrada Fam ilia de Belén
a Jerusalén, para cumplir con la ley de la Purificación de la
P U N T O P R IM E R O
Pearifksaeüési d© Sea V¡rg©ta S a n t í s i m a
PU N TO SEGU N DO
«I®! 8$ai©
(i) Jota tmum aut unus apex non praeteribit a lege doñee omnía
fiant. M t, 5-18.
DE LA PURIFICACIÓN 343
PÜ N TO TERCERO
P r o fe o ® d e l gmoem® Pffltrmresa S w e é s t
(1) Qui non est tnecum contra me est, et qui non colfigit mecum,
dispergit. Luc., 11, 23.
(2) Si dederit mihi Balac plenam domum suam argentí et auri, non
potero prseteríre sermonem Domini Dei mei. Nun., 24-13.
(3) Secuentia Dolorum. B. M. V .
DE LA VIDA OCULTA DEL SEÑOR 247
P U N T O P R IM E R O
“ Y VINO A N A ZA R E T"
PU N TO SEGU N DO
“ APROVECHABA* JEN S A P IE N C IA , EDAD V G R A C IA í?
(1) I s ., 9 -6 .
(2) M t., 18-3.
(3) Luc., 1-80.
(4) Col., 2-3.
(5) Joan., 1-14.
2$2 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DIA QUINTO
PÜÑTO TERCERO
“ PAR ECE QUE E J E R C IT A B A LA A R T E D E C A R P IN T E R O
CO M O M U E S T R A .-S IG N IF IC A R SAN M A R C O S EN
E L C A P ÍT U L O V I: P O R V E N T U R A ¿ES
E STE A Q U E L C A R P IN T E R O ? ”
(1) M arc,, 9, 4. , -
DE LA . VIDA OCULTA DEL SEÑOR 255
d ftC im O I O V e M
m -la m m m m m&m a i t e m p lo -
CU AN D O ERA DE DOCE A Ñ O S '
P R IM E R P U N T O
fUa id® @1
(1) Luc., 2, 42 .
(2) Ps., 121, I.
17
2$8 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO,— DÍA QUINTO
(1) E t ut app rop in qu avit, víd en s civ ita tem , fiev ít sup er illam . L u c.,
X I X , 4 1.
(2) S i CGgnovisses et tu, et quidem in h ac díe tua, quse ad p acem tibí,
, nunc autem ab scon díta su n t a b ocu lís tuis. L u c,, X I X , 42, '
(3) E c c e ascendítnus J ero so íy m a m et F ílíu s bom ínis tra d e tu r p rín -
cipíbus sacerd otu m et scrib is, et condem nabunt eum m orte, et trad en t
eum gen tib u s ad illudendum , et fiagellan d u m ,' e t cru cífigen d ú m , et te rtia
die re su rg et. M a t t , X X , 18.
(4) E t ípsí nihil h o ru m ín tellex eru n t, et era t verb u m istud abscon-
ditum ab eis. L uc^ X V I I I , 34.
■
DE LA VENIDA DE JE SÚ S-A L TEAÍPLO 359
SEGU N D O PU N TO
J&s&s ©sa el temple
TERCER PUNTO
EU ®ss«ss®&tr®B8 @1 templ®
m m s B m n m h s
(1) Salmerón, com., in Ev., tomo III, tratado 47. pág. 444.
(2) San Agustín de Civitate Dei, I, 14, c, 1, M . I., 41-403. -
(3) San Agustín, de catech. rud., c. 19, n. 31, M . L., 40-333-
(4) Bucceroni. Ejercicios, día 5.0. Denis exercitia, 5.° dies. Root, de
duobus vexílis.
DE DOS'BANDERAS
P U N T O P R IM E R O .
é® lu feusrssfer® 4® Lucifer
(1) I s . 9-6.
(2) M ich ., 5-2,
DE DOS BANDERAS
(1) M a t , 7-13.
(2) M a t., 23-6. L u c.,' 11-43. M a rc., 12-59. '
(3) P s ., i - i . ■" •
(4) S a n A g u s tín , P s., i ~i -, M , L ., 37-1659.
( 5) Job, 4 1-12 . :
(6) ‘ S a n G re g o rio M agn o’. M o ra l, I, 35, c. 39, n. 68. M . L ., 76-716.
(7) D e naribus eju s p ro ced it fu m m u s sicut ollge succensse atque
ferv e n tís. S a n A g u s tín , in ps., 36, serm . 2, n. 12, M . L ., 36-370. G
(8) S a n G re g o rio M a gn o . M o ra l, I 33, c. 36, n. 61-64. M . L ., 76 -71-
712 , c. 714 , * : ■ ' -6
272 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA QUINTO
b e ” (5)*
L a Escritura llama al demonio “ martillo” : “ ¿Cóm o ha sido
quebrado y roto — exclama pro fóticamente Jeremías— el mar
tillo de la tierra? ” (6). Y el libro de Job: “ su corazón se en
durecerá como la piedra, y se aguzará como el yunque del que
martilla” , y será “ el martillo como la estopa en su compara
ción” (7). "
L a Escritura llama al demonio “ seductor” : “ L a serpiente
me sedujo” , dice la m ujer (8), y San Pablo: “ L a serpiente se
dujo a la m u jer” (9 ).'Y ' el Apocalipsis: “ L a serpiente sedujo
a todo el orbe” (10). “ Y el Señor maldijo a la serpiente” (11).
“ Y el Señor precipitó a la serpiente” (12), Y el mismo nombre
de serpiente tan frecuentado en la Escritura, entraña seducción,
porque en el lenguaje de la Escritura, la astucia de la serpiente
se contrapone a la simplicidad de la paloma (13). Y la serpiente
misma es la más astuta entre todos los animales de la tierra (14).
(1) N o n n eo fitu m , ne in superbíam eíatus in cidat in indicium díaboli.
I , T ira ., 3-6. ^ .
(2) D ia b o lu s stet a d e x tr is e ju s. Cura ju d ica tu r e x e a t con dem n atus.
P s . 108, 6-7.
(3) M ich a e l et a n g elí e ju s p raeliab an tu r cum dracone. A p o c,, 12-7.
(4) E t app rehen d it d raco n em ... et lig a v ít eum . A p o c., 20-20.
(5) E t p ro jectu s est d raco Ule m agnus, serpens antíquus, qui v o c a tu r
D ia b o lu s et S a ta n a s, qui seducít u n iversu m orbem , A p o c., 12-9.
(6) Q uom odo co n fra c tu s est et con trictus raalleus universas terree ? J e -
' rem ías, 50-23.
(7) C o r e ju s in d u rabitu r tanquam lapís, et s trín g e tu r quasí m a ñ ea-
to ris incus. Q u a si stipulam asstim abit m aíleum . Job., 41, 15 et 20.
(8) S e rp en s d ecep it m e. G en. 3-13.
(9) Serp en s E v a m sed u xit. 2. C o r., 11-3.
(10) Q u i sed u cit u n iversu m orbem . A p o c., 12-9.
(1 1 ) M a íed ictu s es ín ter om n ia aniraantia. G en., 3-14,
(12) E t p ro je ctu s est d raco ille m agn us, serpens antíquus. A p o c., 12-9.
(13) E s to te e rg o prudentes sicu t serpentes et sim plices sicu t columbas.
M a t., 10-16.
(14) S e rp en s e ra t ca llíd ío r cun ctís anim antibus térras. G en., 3 -1.
1S
274 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO,— DIA QUINTO
P U N T O SEGU N D O
PU N T O TERCERO.
Instrucción quinta
DE Ik OÜACIOIT
a) Los místicos y ascetas, al tratar de la oración, común
mente exhortan más que instruyen, se extienden largamente en
alabanza de 1a oración y brevemente en su práctica. San Igna
cio, por e1 contrario, nos enseña expresamente su práctica con
tan preciosos documentos, que parece haberlos aprendido más
288 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA QUINTO
(1) A d ic ió n segunda.
(2) A n . 20,
( 3) A d . 7.
( 4) A d . 9.
( 5) A d . 8.
(ó) A n . 11.
(? ) A n . 5.
(8) A n . 5.
(p) D is c r e c ió n de esp íritus, 12.
<IO) A d ic ió n 10.
19
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA QUINTO
(1) E je r c ic io d e p e r fe c c ió n T „ V . ca p . 11.
(2) A d ic ió n cu a rta .
BE XA ORACIÓN 293.
a) particulares,
b) sólidos y
c) humildes,
<i) P r im e r e je rc ic io , coloquio.
(2) T ercera semana. P rim era contemplación. . .
PE LA ORACIÓN
295
(1) A d ic . 5. !
(2) V ida devota, I I , 7,
{3) M eschler, Ejercicios. M odos de orar. N o ta del traductor.
296 EJERCICIOS m SAN IGNACIO .— DÍA QUINTO
(1 ) P s ., 118-10 3.
(2) C a n t , 2 -14 . i
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA QUINTO-
(1) Cant., 1 , 3 -
(2) 2 Cor., 2-15.
(3) C ant, 8, 1,
(4) O sc u le tu r me ose ido o ris su i. C an t., 1-1.
DE DA ORACIÓN 399
Dice San Ignacio que esta primera manera de orar, más bien
que form a y modo de orar, es modo y form a de preparar el áni
ma para que los ejercicios y la misma oración sean provechosos
y agradables delante del Señor; pero aunque no sea oración tie
ne su form a como la acreditan los preludios y el coloquio. E l
fin que parece haberse propuesto el Santo en esta manera de
oración fué preparar la confesión con la consideración y dolor
sincero de los pecados (i). Y a esto concurren la petición, el
examen de los preceptos, los sentidos, .las potencias y el colo
quio. De aquí que esta manera de oración sea muy apropiada
para los ejercicios.de la primera semana; pero fuera de los ejer
cicios es también recomendable, no solamente a los doctos, sino
a los más rudos e ignorantes, porque apareja “ para la confe
sión” , aprovecha “ para el arrepentimiento” , y “ hace acepta la
oración con el ejercicio de la humildad” . E sta manera de ora
ción la predicó San Ignacio desde los comienzos de su conver
sión, como puede verse en sus procesos de A lcalá (2). Esta ma
nera de oración la recomendó a todos, aun a los rudos e incul
tos, junto con el examen, como consta en las anotaciones (3);
esta manera de oración finalmente ía legó piadosamente a los
hijos de la Compañía, y así San Francisco Javier la frecuentó
con tanto encarecimiento hasta imponerla por penitencia en las
confesiones (4).
(1) Ad, 4*
(2) P r im e r a n ota. ; , , t
DE LA ORACIÓN 301
(1 ) D i r 0, 37-4.
(2) D ir .0, 37- 3-
30 2 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— -DIA QUINTO
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DE LA ORACIÓN
II ■
II I
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DE LA ORACIÓN
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Día sexto
segunda bandera
E L P R IM E R P U N T O
(1) P a cifica n s p er sangum em cru cis eju s, sive quae in terris, siv e
q u a e in co elis sunt. C o l., 1-20,
(2) F r a y L u is de L eó n . V id a del C íe lo ,
(3) 'Et vid i coelum novum , .et terram novam . E t ego Joannes vid i
sanctam civitatem Jerusaíem. E t audivi vocem m agnam de throno dicentem :
ecce tabernaculum D ei cum hominibus, et habitabis cum eís. E t ipsi popuíus
'e ju s erunt, et ipse Deus cum eis erít eorum Deus, A poc., 21, 1-2-3, ■
(4) D e duob. v e x ., 56.
312 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
(1) Q uod- audivim us, quod vid ím u s o cu íis n ostris, quod p ersp exim u s,
et m anus n ostrae co n trecta ve ru n t de ve rb o vita e. 1 Joan., 1, 1.
(a) In ipso v ita erat. Joan., 1-4.
' (3) V it a n ostra e st abscon dita cu m C h risto . Col., 3, 3.
(4) H a e c est autem vita a e te r n a : u t co g n o scan t te solum D eum veru m
et quem m isisti je s u m C h ristu m . Joan ., 17-3.
(5) E g o su m vía, et va rita s, et v ita . Joan ., 14, 6.
(Ó) E r a t lu x ve ra . Joan., 1, 9.
(7) M e d ia to r D e l et hom inum . 1 T o m ., 2, 5.
(8) Scim u s quia hic est v e re S a ív a to r m undi. Joan., 4, 42,
(9) Q u o n iam occisus est, et red em isti nos D e o in san gu ine tuo.
A p o c ., 5, 9-
(10) Q u i cum sit splendor g lo ria e , et fig u r a su b stan tiae eju s. H sebr., 1, 3.
(1 1 ) A p p a ru it enim g r a tia D e l S a lv a to r is n ostri. T ít., 2, 11.
(12) P len u m g r a tia e et ve rita tis, Joan ., 1, 14.
(13) T a n to m e lio r a n g eíis e ffe c tu s quanto d iffe r e n tiu s prae filis nom en
h a e re d ita v it. H sebr., 1,. 4.
(14) Q u i etiam p ro p río filio suo non p epercit, sed p ro nobis óm nibus
tra d id it illum . R om ., 8, 32.
(15) V id im u s g lo ria m eju s g lo r ia m quasi u n igen iti a P a tre . Joan., 1, 14.
(x'6) D e u m veru m de D e o v e ro . .S iym b , C on st.
(17 ) L u c., 2-29.
(18) M a rc ., 1, 27.
(19) Joan., 21, 20.
(20) M a t., 17, 4.
(2.1) 1 C o r., 16, 22.
3*4 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
PUNTO SEGUNDO
í(El segundo, considerar cómo el Señor de todo el mundo escoja
ta n tas personas, apóstoles, discípulos, etc., y los em bía por todo
eí m undo, esparciendo su sagrada doctrina por todos estados y
condiciones de personas” .
(1) Q uasí si non esset homo pútrido et filius hominis' verm is. San
Bernardo, in Ps., 90.
(2) P rim a secundae 113, art. 9, ad. secundum.
318 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
los apóstoles, los mártires, los penitentes, las vírgenes, los doc
tores, los p o n tífices; allí ni uno solo de los vicios, ni las debi
lidades que deshonran la humanidad; allí al contrario, todas
las virtudes elevadas hasta el heroísm o” ‘ (i). Y como lucen en
'el cielo diferentes grupos sidéreos y diversas celestes constela
ciones, así se agrupan en torno del sol de justicia, Jesucristo,
las diferentes vocaciones y órdenes y estados.de la Iglesia; y
unos proclaman la pobreza, otros la contem plación; éstos la pu
blicidad, aquéllos el apartam iento; los hospitalarios sirven los
hospita1es, los eremitas pueblan los desiertos, los mendicantes
practican la limosna, los misioneros profesan el apostolado; y
en los desiertos y en las urbes, y en los cenobios y en las uni
versidades, y en la prensa y en la educación, y en los pulpitos
y en las cátedras, y en todas las gentes y grados de profesio
nes, promueven la gloria de Jesucristo, y hermosean la vestidu
ra de su esposa, en infinita variedad, con el oro de la doctrina
y la nieve de la inocencia, ía aureola de la caridad y la púrpura
del martirio.
“ Y vi, dice el vidente del Apocalipsis, el número de los es
cogidos, ciento cuarenta y cuatro mil escogidos de todas las tri
bus de Israel” (2). Y después añade: “ v i una grande muche
dumbre que nadie pudiera contar de todas las gentes y tribus, y
pueblos, y lenguas, que estaban delante del trono, en presencia
del cordero, vestidos de blancas estolas y con palmas en sus ma
nos” : esta preclara muchedumbre, flor y nata de la humanidad,
primicias del cordero, escogida grey de Jesucristo, nos presenta
San Ignacio en esta meditación en torno del Salvador.
Y aunque nada dice San Ignacio de los ángeles, como anota
devotamente el Padre Roothaan (3), bien podemos contraponer
a los ángeles malos los ángeles bu enos; más numerosos son,
más fuertes, más solícitos de nuestra salvación, que los demo
nios de nuestra ruina. “ Todos son ministros de nuestras almas,
enviados por Dios para guardar nuestros caminos. ¿Q u é hemos
de temer con tales protectores? N o pueden ser vencidos ni se
ducidos, 11Í mucho menos seductores. Son fuertes, son pruden-
patria todas las patrias, por nación todas las naciones, y por
frontera de sus apostólicas conquistas, los confines todos de la
tierra (i).
PU NTO TERCERO
d es” y las dejaron, así en todos los tiempos llama y elige a sus (
apóstoles. M as ¡ay de aquellos que se hacen sordos al divino ^
llam amiento; ay de aquellos que oída la divina vocación, faltos
de generosidad, se retiran tristes corno el adolescente del Evan- v
gelío! (i). D e verdad os digo, que “ más fácilmente entra un (
camello por el foramen de una aguja, que un rico semejante ^
en el reino de los cielos” (2).
(
seg u n d a bandera 323
r
y
r
SEGUNDA BANDERA 325
dría por dónde co gerle; eí atado es el r ic o ; la servidumbre, el
oro, las fincas, los negocios, los cuidados, los infortunios que le
implican y le hacen por mil maneras capturable, Y nadie más
rico que el voluntariamente pobre, que es más rico que el mis
mo rey, porque el rey se sirve de muchos, y necesita a muchos,
mientras que el pobre lo tiene todo en abundancia, sin necesitar
de nadie. ¿ Y quién es más rico, el que ansia procurarse muchas
cosas y que ninguna le falte, o el que no le falta nada, ni cuida
de cosa alguna? E l pobre voluntario lo tiene todo en abundan
cia ; y aunque no cure los enfermos, ni resucite los muertos,
tiene lo que es más que todo esto, la confianza en Dios, de
cuyos labios ha de escuchar aquella beatísima alabanza. i(V enid3
benditos, y gozad el reino que os tengo preparado” (1).
San Ignacio de Loyola le decía a la pobreza su m adre;
San Francisco de A sís le llamaba su dama, y San Juan Grí-
sóstomo la compara a una niña bella y en gran manera galana
y herm osa; a la avaricia a un V estiglo, Scyla, H yd ra u otro
monstruo semejante.
“ ¿Q ueréis saber el precio de la pobreza actual?, termina
San Juan Crisóstom o; oídlo de los labios del Salvador. Se llega
a E l un joven y le pregunta: ¿Q u é me falta para la p erfec
ción? (2). L o cual Índica que el corazón del joven aspiraba a
cosas más grandes; le parecía poco cuanto había hecho para
colmar sus deseos. ¿ Y qué le responde Jesucristo? L e previene
la recompensa para animarle a la lu ch a : S i quieres ser perfecto,
ve y vende cuanto tienes, dalo a los pobres y tendrás un tesoro
en los cielos (3). Como quien d ic e : ; M ira qué palestra, qué
triunfo, qué palmas, qué coronas 1 L e estimula con el premio,
le encubre el trabajo, lo remite todo a su voluntad. A l oírlo,
el joven se fué triste (4). Y no sin causa, como lo significó eí
Evangelista: E ra muy rico (5). N o así se ven implicados los
pobres como los ricos. L as riquezas, nunca me cansaré de repe
(
c
SEGUNDA BANDERA 329
He^iteciéü wjg®&igfa@g©fa8nd€a
B E
C^ssi©^», Pa 355}
P U N T O P R IM E R O
(1) í!E t e rit stcut hodie, síc et eras, et m ulto a m p liu s ” . Is., 56, 12. (
(2) L o n g a y e . L e s tro is -classes. P . 361. f
(3) V u lt et non v u lt p ige r, P r o v . 13, 4- "
(4) C o g ita tio n e s m eae dissípatae sunt to rqu en tes co r m eum . Job, /
17, 11. ■
(3) D e sid e ria occid u n t p lgru m . P r o v . 2 1, 25. ‘ (
(6) M eschler;. T r o is classes, 268.
(7) S í non ven íssem et locutus fu issem ets, p eccatu m non h a b eren t;
(8) S i c o g n o v is s e s ... quae ad pacem tib í! nunc autem abscon díta (
n unc 'autem éxcu sa tío n em non habent de p eccato suo. Joan, X V , 22.
sun t ab o cu lis ■lu is ... quod non co gn o verís tem pus v is ita tio m s 1tu á e. L u c ., (
19, 42 et 44.
DE BINARIOS 341
(1) G en ., 4, 7.
(2) Q u í am at p ericulum , ín illo p eribit. E ccli, 5, 27.
(3) F a c ü m s e st enim caraelum p e r fo ra m en acus tra n siré quam di»
H t e m ín tra re in regn u m D e i. L u c ., 18, 25.
(4) V ir t u t is quidem n u llu m sig n u m va íu im u s os ten d e re ” . Sap ., .5, 13.
L o n g a y e , B in ,
(5) R iv ad e n eira . V id a de S a n Ig n a cio . L ib r o quinto, cap. 6.®
(ó) In itiu m enim illiu s v e rissim a e st d iscip lin an concupiscencia»
S a p ., 6, 18.
(7) Q p ta v i et datus est m ihi sensus. S a p ., 7 7.
342 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
(1) Vigilate itaque, quia nescitis díeni, ñeque horam. Mat, 25, 13*
(2) Longaye, P, 363, second point,
(3) Arregui. Summarium Theoíog, Mor. N. N. 24 et 586, 5,0
(4) Non potestís Deo servíre et mammonae. Mat,, 6, 24,
(5) D ire t. X X I X 7; D e n is I I 268.
344 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
( 3 !
a) E l primer binario ‘e s un caso de veleidad estéril; el se- |
gundp, un caso de volición dimidiada; el tercero, es la prontitud (
y la energía y la generosidad; por eso el estilo ignaciano, ceñí- ( fj
do y breve, se torna en este lugar redundante y pleonástico ( i ) ; ^ r¡
es que el santo esfuerza los rasgos y sobrecarga las tintas, para
expresar en su plenitud la entereza y el vigor de una volun- (;'"Y|i
tad adulta y soberana.
E l caso es sencillo y fácil de explicar — dice el Padre Lon-
gaye (2)— . Estos binarios no tienen más que una idea fija : !a
asecución de su fin ; todo lo demás le está subordinado, incluso
la propiedad de los diez mil ducados que quieran renunciar o í ó
retener, según que les conduzca o aparte de su fin. Esto tratan
de inquirir; pero la elección ha de ser noble e imparcial. L a ^
balanza ha de mantenerse en el fiel. Y porque las aficiones y (
la propiedad misma inclinan la voluntad, el ejercitante no sólo ^
depone sus aficiones, sino que renuncia anticipadamente la pro
piedad y hace cuenta que deposita los ducados, no ya en la cuen- t
ta corriente de algún consignatario, sino en las manos mismas (
del Señor.
E s tan efectiva esta renuncia y de tal manera se refleja en
todo el contexto este concepto ignaciano, que el Padre Roothaan, (
al comentar aquellas palabras: “ Y entre tanto quiere hacer cuen- ^
ta que todo lo deja en a fecto ’’, sospecha vehementemente alguna
alteración del original o error de copia (3). U na más moderna
critica rechaza-esta sospecha (4); pero la tesis rootliaaniana (
persevera: L a renuncia afectiva eficaz, importa la renuncia f
efectiva hipotética y anticipada. ^
E í dinero, por consiguiente, ya no es suyo, sino de Dios, ^
E l ejercitante ya no es poseedor; sino depositario. Lejos de sí (
reclamar lo que no es suyo, lejos de sí retener lo que es de ^
Dios. Estos son los que aspiran aí fin, procuran los medios,
“ hallan en paz a D ios, quitan de sí la gravedad de la cosa acqui- '
sita” (5); éstos, “ hacen oblaciones de mayor estima, ofrecen sus (
personas al trabajo, se quieren afectar y señalar en todo serví- /
(r) P o n le v o y , p. 208, ■ (
(2) L o n g a y e , p. 368-3. (
(3) N o n possum tam en quin irrep sisse h o c loco e rro rem suspicer, et
scrip tu m p rím ítu s a S . P . n ostro fu isse ex istim em u r ín e fe c h i. R oot., n. 67. '(
(4) 'M onum enta ign atian a, S e rie segun da, p.3Ó0 N , 1, '
(5) Segundo preám bulo. (
(
c
DE BINARIOS 34?
H eáitecléii w¡^es¡n©t©r&era
grad o s de mumíiba®
(
GRADOS DE HUMILDAD 351
por.m ás en ellas le imitar, sólo que las pueda pasar sin. pecado
de ninguna persona, ni displacer de su divina M ajestad5’ (i).
Y en el ejercicio de los tres binarios, insiste San Ignacio “ aun
que sea contra la carne” en los mismos tres coloquios de las dos
banderas, corregidos y aumentados con la insinuante nota ya
explicada (2).
(1) E x ., c, 4, n. .44.
{2) Nota tercera del día 12.
(3) Direct, X X IX , 8.
(4) N ota tercera del día 12.
(5) T res maneras de humildad. Nota.
.*? 1
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
(ó) A u tó g ra fo , p. 3Ó8,
3óo EJERCICIOS DE SAN IGNACIO,— DÍA SEXTO-
P U N T O P R IM E R O
I® gsfiwB®rs.-iM«ist©r«i.íSe , la y s ó l i t o !
miserias, cuán ingrato con Dios, como quien de sí nada es, nada
tiene, nada puede, sino que todo y siempre depende de Dios, cual
la imagen del objeto, el peso de la mano» la lumbre del sol, la-
sombra del cuerpo, y que sin el asiduo concurso del Señor, vol
veríamos de muevo a nuestra nada.
Y este conocimiento tiene que procurarse en el acatamiento
del Señor, porque a los resplandores de aquella lumbre verací
sima, al decir de San Bernardo, se conoce el hombre con clari
dad, y se discierne sin engaño, como si alguien se expusiera a.
la claridad solar, reconociera clarísimamente todas las lacras de-
su cuerpo (x).
Sí la humildad supone el conocimiento propio, y el conoci
miento propio presupone el conocimiento de Dios, y si al conoci
miento propio sigue la humildad, y al conocimiento de D ios la
caridad, dedúcese de aquí que la humildad y la caridad son vir
tudes conjuntísimas, y con cuánta razón exclama el doctor de
la gracia, San A g u s tín ; Conózcate a ti, y conózcame a mí, p a r a .
que te ame a ti y me desprecie a mí (2), y con cuánta eficacia-,
y suavidad San Ignacio, por la triple y mística escalá de las tres
maneras de humildad, se eleva del conocimiento práctico' de
nuestra nada al fastigio y extrem a cumbre de la más sublime y '
abrasada caridad.
(1) Sine fide autem impossibite est placeré D eo. H aeb., 11, 6.
h) In captivitatem redigentes omnem intellectum in obsequium Chris-
ti. I I , C or.. X . 5.
(3) Si autem vis ad vitam ingredí, serva m andata. M a t., 19, 17.
(4) S. T h om ., 2.a~2.ae q. 161, a. 1, ad. 5.
(5) N isi paenitentiam habueritis omnes sim iíiter períbitis. Luc,, 13, 3.
(6) N is i co n ve rsi fu e ritis et e ffic ia m im sícut p arvu lí, non en trabitis
in regnum coelorum . M at., 18, 3.
(7) M a t,, 1 1 , 26.
TRES MANERAS DE HUMILDAD
PU N TO SEGU N DO
(1) C f . B e r a z a .^ D e g r a d a , p. 257.
(2) C f . M e rc ie r, 2 7 1 ; P o n le v o y , 231.
‘ {3) M isterio s, p rim e ra . a parició n .
:TRJ5S MANERAS DE HUMILDAD
PUNTO TERCERO
¥@r«©ra iüüróleteá
(i) Tentatum autem per omnia pro. similitud me, absque peccato.
H aebr., 4, 15.
tres m aneras de h u m il d a d
373
(1) P ro em io , C o n s t, n. 1.
(2) Ibid .
(3) In b o c ig ítu r tertio hu m ilitatis m odo culm en est exercitiorum.-'
et culm en etiam ípsius san ctitatis. D en is, I I I , 29.
(4) P o n le v o y , p. 232-233.
(5) D o n u m ením est stn gulare datum vere optimuiri, dónum p er fe —
ctum quod de sursu m est, nec nísi m ulta et hu m ílí p rece obtmendnm,.
P o o t., n. 78.
TRES MANERAS DE HUMILDAD 3777
INl@ái©& p a r a « a te m g w ©I t® m m g m i® ú® ta a n iy im l
P U N T O P R IM E R O
A quiénes H um é e l Señor
PU N TO SEGU N D O
A qué los (Ustisé
PU NTO TERCERO
C ém © los Ustm®
1nstrUCCÍ6n
DE I A E 1 1 CCIOM
Primera: Su planteamiento.
Segunda: L a discusión.
Tercera: L a solución.
PBEM EBA P A K T E . E L P LA N T E A M IE N T O
tera; hay otras que caen debas o de elección mutable, assi como-
son tomar beneficios o dexarlos, tomar bienes temporales o lan- ■
zallas' \
San Ignacio reduce la elección a dos extremos. Elección.,
mutable o elección inmutable E n este último extremo, el cui
dado y diligencia de la elección tiene que ser mayor, porque si.
se hace mal la elección, queda inmutablemente mal hecha, y toda,
la máquina y trabazón de los ejercicios va enderezada a evitar'
al ejercitante este yerro, tan transcendental e importante para,
la vida eterna.
“T ercer punto. E n la elección inmutable, si ya una vez-
se ha hecho elección, no hay más que eleg irp o rq u e np se puede-
desatar, así como es matrimonio, sacerdocio, etc. Sólo es de mi
rar, que si no ha hecho elección debida y ordenadamente sin
affecciones desordenadas, arrepintiéndose procure hacer buena
vida en su elección, la cual elección no parece que sea vocación:
divina, por ser elección desordenada y oblica. Como muchos en:
esto yerran, haciendo de oblica o de mala elección, vocación di--
vina: porque toda vocación divina es siempre pura y limpia,,
sin -mixtión de carne ni de otra affección alguna desordenadaA
E l ejercitante que verificó la elección inmutable con desorden,,
no tiene que desesperar, dice San Ignacio, sino arrepentirse y'
hacer buena vida en la elección. A la vez que el santo anima
al ejercitante, le amonesta para que sea cauto, ya que ha errado*
en caso de tanta importancia.
Distingue San Ignacio en este tercer punto la vocación de
la elección. L a vocación es de Dios, la elección de la criatura.
L a elección es el fruto de la vocación y no la vocación el fru to -
de la elección.
“ La vocación divina es pitra y limpia” ; la vocación humana,,
como enseña la experiencia, se mezcla no pocas veces con la
carne y sangre hasta tener por vocación divina Ió que sólo es
elección humana.
“ C u a r t o p u n t o .: S i alguno ha hecho elección debida y orde
nadamente de cosas que están debajo de elección mutable y no-
llegando a carne ni a mundo, no hay para qué de nuevo haga
elección, mas en aquélla perficionarse cuanto pudiereA
L a elección mutable ordenada, dice San Ignacio, no hay
por qué repetirla, pero si se mezcla desorden en la elección^
394 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEXTO
(i) Dir., X X V .
INSTRUCCIÓN SEXTA.— DE LA ELECCIÓN 395
.1de un peso, para seguir aquello que sintiere ser más en gloria
y alabanza de D ios nuestro Señor y salvación de mi ánima” .
E l segundo punto verifica en los términos que se discuten
una doble operación. Primeramente elimina de ellos toda afición
desordenada, y hecho esto, los reduce a la denominación única y
común del ordenamiento de la divina voluntad.
A sí preparada la elección, resta para proceder a su discusión
implorar la luz del cielo que ilumine nuestro entendimiento;
impetrar el auxilio de la gracia, que mueva e incline la voluntad.
Y a esto nos invita San Ignacio en el tercer punto de la elección.
“ Tercer puncto. Tercero: Ped ir a D ios nuestro Señor quie
ra mover mi voluntad y poner en mi ánima lo que yo debo hacer
acerca de la cosa proposita, que más su alabanza y gloria sea,
discurriendo bien y fielm ente con mi entendimiento y eligiendo
conforme su sanctíssima y beneplácito voluntad
En este momento de la elección, el más importante quizá
de nuestra vida, nos encarece San Ignacio la práctica que nos
previno en la anotación décimosexta.
“ Cuarto puncto. Cuarto; Considerar raciocinando cuántos
cómmodos o provechos se me siguen con el tener el officio o
beneficio propuesto, para sola la alabanza de D ios nuestro Señor
y salud de mi ánima; y por el contrario, considerar assimismo
los incómodos y peligros que hay en el tener. Otro tanto ha
ciendo en la segunda parte: es a saber, mirar los cómodos y
provechos en el no tener, y asimismo, por el contraído, los incó
modos y peligros en el mismo no tener” .
L os tres puntos precedentes, son los prolegóm enos; el cuarto
punto discute ía elección.
E l ejercitante escribe las ventajas y los inconvenientes que
se le ofrecen en orden a la salvación eterna y la gloria del Señor.
E stas razones han de ser espirituales; las razones temporales
espiritualizadas pueden servir para confirmarle en su elección.
L A SO LU C IÓ N
San Ignacio añade al primero otro modo que, más bien que
distinto procedimiento de elegir, contienen en sí las reglas pru
dentes con que se ha de proceder en el tercer tiempo de elección.
wPrimara regla. La primera es que aquel amor p e i e mueve
y me haze eligir la tal cosa, descienda de arriba del amor de
Dios, éb forma que el que elige sienta primero en sí, que aquel
amor más © menos que tiene a la cosa que elige, es sólo por su
Criador y Señor.
Segunda regla. La segunda, mirar a vn hombre que nunca
he visto ny eonóscido, y desseando yo toda su perfectión, consi
derar lo que yo le diría que hiziese y eligiese para mayor gloria
de Dios nuestro Señor, y mayor perfeetión de su ánima, y hazien-
do yo asimismo guardar la regla que para el otro pongo.
Tercera regla. La tercera, ponsiderar como si estuuiese en el
artículo de la muerte, la forma y medida que entonces querría
haber tenido en el modo de la presente elección, y reglándome por
aquélla, haga en todo la my determinación.
Cuarta regla. La cuarta, mirando y considerando cómo me
hallaré el día del juizio, pensar cómo entonces querría aber deli
berado acerca la cosa presente, y la regla que entonces querría
auer tenido, tomarla agora, porque entonces me halle con entero
plazer y gozo.
(i) Directorio, X X I, 3.
-'400 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DIA SEXTO
(i) Atm., 5.
INSTRUCCIÓN SEXTA.— DE LA ELECCIÓN 4Q 3
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Din séptimo
TERCERA SEMANA
M®üteeiég§ w§ies¡m@^iggiBto
m tk Q um m m d e l h u e rto .
(x) T e r c e r a nota,
(2) A d ic ió n segunda.
(3) A d icio n e s, nota prim era.
(4) D ire c to rio , X X X V .
(5) M a t., 26, 30-56; M r., 14, 2 6-52; L u c., 22, 3 9-54; Joan., 18, 1-13 .
EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SÉPTIMO''
iosap h ar, desando los ocho en vn a parte del valle y los otros tres
en vn a parte dél huerto, y poniéndose en oración, suda sudor-
com o gotas de sangre, y después que tres veres hizo oraeión al
Pad re y desperté a sus tres discípulos, y después que a su voz.-
cayeron los enemigos, y Judas, dándole la paz, y San Pedro derro
cando la ©reja a M alcho, y X po poniéndosela en su lu gar; seyen-
do preso com o m alhechor, le llefean el valle abajo y después la
cuesta arriba, p ara la casa de Anás.
Segundo preám bulo. E l segundo es ver e l lugar; Será, aquí con
siderar el cam ino desde M onte Sión a l valle de Josaphar, y ansi-
m ism o el huerto, si ancho, si largo, si de vn a m anera, si de;
ete»*\
T ercer preám bulo. ES tercero -es dem andar lo que quiero, lo>-
qual es propio ’de dem andar en la passión, dolor con X p o dolo
roso, quebranto con X p o quebrantado,, lágrim as pena interna;
de ta n ta pena que Cristo passó por m y ’\
P U N T O P R IM E R O
é® In ©rggelép
PU N TO SEGUNDO
PUNTO TERCERO
C w s lg u á e s a f e s d a la ©rcselésa
M e d ite e ié g a
EL P R O C E S O DEL S E Ñ O R
E l sanedrín judío.
E l pretor romano,
E l tetrarca Herodes.
E l sanedrín lo condenó por Dios, el pretor por Rey, el te
trarca por loco. V am os a recorrer este triple tribunal en los tres
puntos de esta meditación.
L a oración preparatoria, la acostumbrada.
E l primer preámbulo es la historia. Cómo el Señor fué con
ducido ál sanedrín, y del sanedrín al pretorio, y del pretorio
al tetrarca, y del tetrarca otra vez al pretor, quien por miedo'
de los judíos lo condenó a la muerte.
I
& pr®«@$© «Sai
II
III
El á© Plintos
m c r u z A CUESTAS
“ De los m isterios hechos desde ía casa de F iíato hasta la
Cruz inclusíue (3).
Prim ero: F ilato sentado como juez, les cometió a Jesús para
que le crucificasen, después que los iudíos lo auían negado por
rey diziendo: “ No tenem os rey, sino a C ésa r **.
Segundo: d e v a n a la cruz a cuestas, y no podiéndola llevar,
fué constreñido Sim ón Cirenense p ara que le leuase detrás de Jesús
Tercero: 13o crucificaron en m edio de dos ladrones, poniendo
este títu lo: “ Jesús Nagareno, Rey de los Judíos” .
L a oración preparatoria, la acostumbrada.
(1) Nos íegem habemus, et secundum legem debet morí, quia filium
Dei se fecít. Joan,, 19, 7.
(2) C u m e rg o 1 audisset P ila tu s hune serm onem , m agis tim uit. Joan,.
19, 8,
(3) U n d e es tu ? Joan., 19, 9.
(4) M ih i non lo cu e ris? , n e s c is 'q u ia potestatem babeo c r u c ifig e re te
et potestatem habeo d im itiere, te ? P e sp o n d it J e s ú s : N o n haberes p ote
statem adverstím m e u llam nísi tibí datum esset >desuper. Joan,, 19, l O - m
43.6 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA SEPTIitO
II
(1) Innocens ego sum a sanguine justi hujus, vos videritis. M at.,
27, 24.
(2) Tune erg o tradidit eís illum ut c r u c if ígeretur. Joan, 19, 16.
I.-A CRUZ A CUESTAS
437
II I
i® srtaeifixióii
“ Lo crucificaron en Medio de dos ladrones, poniendo este títur--
le : “ Jesús N azareno Rey de los judíos'*.
NedStqcién
“ Prim ero: Habló siete palabras en la C ruz; rogó por los que
le erucificauan; perdonó al ladrón; encomendó a San Joan, a- su
Madre y a la M adre a San Joan; dixo con alta voz: “ Sitio; y
díéronie hiel y vinagre: dixo que hera desam parado; dixo: Acabado
es; dixo: Padre, en tus m anos encomiendo mi espíritu.
P U N T O P R IM E R O
PU N TO SEGU N DO
Sufrim ientos d© C r is ti en In
PUNTO TERCERO
El sfesi£smp®r@ d e l 5© sw ets Ice C r e s
(1) Cor Jesti saturatum opprobriis, miserere nobís. Cor Jesu contrí-
tum propter scelera nostra, miserere nobis. Cor Jesu víctima peccatorum,
;miserere nobis. Litanise. S. Cordis Jesu.
29
452 EJERCIO tOS DE KAN IGNACIO.— DIA SÉPTIMO
0 ) Philip., 2, 6.
(2) Cf. Reino, de Cristo. Dos Banderas. Contemplación para at-
. canzar amor.
(3) Cf. segunda semana. Primera contemplación. Contemplación
para alcanzar amor.
D.E LA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN '455
ñora (i). San. Ignacio, que hizo los ejercicios .antes de escribir
los, practicó, a no dudarlo, esta oración antes de .enseñarla, y
quizás fueron fruto de su ejercicio aquellas reglas admirables
de la modestia, que le costaron, at decir de sus biógrafos, tanta
oración y tantas lágrimas. E l Santo quiere que “ imitemos en
el uso de nuestros sentidos a N uestra Señ ora” , que oigamos
como N uestra Señora, que miremos como Nuestra Señora,- que
sintamos y gustemos y conversemos como N uestra Señora.
Somos los hijos de M aría, nos engendró en- la Cruz con sus
dolores: la generación incluye semejanza. L a madre se honra
de que el hijo se le asemeje, y el hijo se gloría de asemejarse
a su madre. El Santo, con su acostumbrada sobriedad, 110 dice
en qué se ha de reponer esta espiritual sim ilitud; pero hay dos
rasgos imprescindibles en que, según el espíritu de los ejerci
cios, nos tenemos todos que señalar: el primero es especifica
tivo de M aría, y el segundo característico de cada ejercitante.
M aría es la V irgen, la Purísim a, la Inmaculada. Y esta
inocencia y entereza virginal constituye su carácter y fisonomía.
P ura es su frente, puros sus ojos, puros sus labios, puro su co
razón, pura su alma, pura str-vida, pura su muerte, pura su
maternidad, puro su nacimiento, su concepción pura y sin man
cha. Y de esta pureza inmaculada fué devotísimo San Ignacio,
y la defendió en Trento, y la impuso en sus escuelas, y la pre
dicó en las congregaciones, y la legó a sus hijos como herencia
sagrada de familia y ornamento preclaro de su Compañía. •
Y esta nota especificativa ele M aría, singularmente 'amada
de San Ignacio, según el espíritu de los ejercicios, la tenemos
todos C[ue im itar: “ Procurando imitar la puridad angélica con
la limpieza del cuerpo y mente” (2).
Tenem os que imitar a la V irgen en su pureza, que es como
el rasgo característico de su excelsa santidad; pero juntamente
tenemos que imitar cada uno a la V irgen en el propio venci
miento, que es la divisa de los ejercicios y el rasgo caracterís
tico de nuestra propia santificación.
M aría vestida de azul, coronada de estrellas, circundada de
querubes, quebrantó con sus plantas triunfadoras al dragón in
fern al; nosotros también vestidos de pureza, emuladores de los
CUARTA SEMANA
Meditación vigeslmonovenq
I k R E SU R R E CC IO N
m m ü E s m m i e e i M b e cm sm
(1) Ps., 15, 10; Zach., 9, 11; M t, 12, 40; A ct, 2, 31; 13, 35; Eph.,
4, 8-9; 1 Petr., 3, 18-19. Cf. Sanctí Thomae Summam, III. L, art. 2
et 3. LII, art, 3, 4, 5; et Suárez, De Mysteriis vitae Christi. Disp., 43.
Sect, 3, a 3*
(2) Cf. Ogara, Vida de la Santísima Virgen.
LA RESURRECCIÓN 403
P U N T O P R IM E R O
«i© tu ü e s s s r r e e e l r á
P U N T O SEGU N DO
39
466 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
(1) V ís tis est C ep h ae et post hoc u n d ecim : deinde visu s est plus a u a m
^íJÍngentis fra trib u s sim ul, e x quibus m uítí m anent usque adhuc, qa..-
d a ^ autem d o rm ieru n t; deinde vísu s est Jacobo, deinde a o o s to lk ó m n ib u s:
novissim e autem om nm m , tanquam a b o rtivo , vísu s est m ihi. E g o enim
sum minsmus apo sto íoru m quí non sum d ign us v o ca rí a p o sto lu s quia p er-
secutus sum E c c le sía m D e í. 1 C o r., 15, 3-9.
(2) E t v i rtu te m a gn a reddebant apostoli testim oníu m re su r rectíonis.
A c t’ 4’ 3.3*
(3 S í autem C h ristu s non re s u r re x it, inanis est e rg o p raed icatio
n ostra, inanis est et fídes ve stra . 1 C o r., 15, 14.
(4) P s., 15, 10 ; A c t , 2, 31.
(5) H e b r., 11, 1 9 ; Jon ás, 2.
(ó) M t., 17, 2 2 ; 20, 19.
óÓ G en eratío m ala et a d u ltera sjgn um q u a e r ít : E t sign um no$
ctabitur eí nisí sign um Jon ae prophefae. S ic u t enim fu it Joñ as Ín ven tre
cetí trib u s díebus et trib u s noctíbus sic e rit ífiius hom inis ín cord e te r ra e
trib u s díebus et trib u s n octíbu s. M t , 12, 39-40.
3LA RESURRECCIÓN 46?
PU NTO TERCERO
L© ®psr¡€i@ei es les- SMíSsim® Virgen
(1) Q uom odo C h rístu s s u rre x it a Vmortui per g ío ria m P a tris , Vita et
n os in n o v itate v ita e am bulem us. R om ., 6, 4.
. (2) M iste rio s de la vid a de C risto nuestro S e ñ o r. . . . ',
(3) M a t., 15, 16.
(4) S e g u n d o preám bulo.
470 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
M editación trigésim o
LO S D IS C IP U L O S DE iI I M I S
E l camino.
E l término.
L a manifestación. '-
P U N T O P R IM E R O
El @gag&iga®
.ím ierto” (i). 44Y he aquí, añade, que han pasado tres días de
.su m uerte" (2); cierto que unas mujeres fueron al sepulcro;,
' nos sobresaltaron con la noticia de la ausencia, de que el cuerpo.
.del Señor no estaba en el sepulcro, y que los ángeles les anun
ciaban la-resurrección, y alguno de los nuestros lo ha com
probado.
Todas ías palabras de los discípulos rebosan la duda y el
/pesimismo. Les preocupa el plazo del tercer día, les inquieta
el anuncio de las m u jeres; dicen que no esperan, y los hechos
acreditan que esperan. E ra necesario despertar a los discípulos
de aquel letargo peligroso, de aquella crisis de escepticismo y
desesperación. Y así el Señor íes reprende claramente su incre
dulidad. u O h necios y tardos de corazón, les dice, para creer
■Cuanto han escrito los Profetas, ¿por ventura no convenía que
Cristo padeciese, para que así entrase en la gloria?" Convenía
=que Cristo padeciese, porque así lo anunciaba la Escritura, lo
■exigía nuestro rescate, lo necesitaba nuestro ejemplo, lo recla
m a b a la gloria de Dios, Esta lección divina, no tan sólo se re—
rfíere a los peregrinos de Emaús, sino a todos los mortales que
peregrinamos en la tie r r a ; huimos de la Cruz, tememos la hu
millación, repugnamos el trabajo, y 110 hay más camino de la
‘gloria .que la C ruz, la humillación y^ el trabajo.
<CY empezando por M oisés y los profetas les interpretaba
<cuanto de sí mismo estaba escrito" (3). Aquella interpretación,
auténtica y divina, que maravilló antes en el templo a los doc
tores, suspendió-el án im a'd e los discípulos con celestial dul
cedum bre. L a larga jornada se hizo un soplo: así estaban sus
pendidos de sus labios.
PU N TO SEGU N D O
£1 4 érraiB®:-y'v’
PU NTO TERCERO
Lea ¡ n s n i f e s i a e i o n
m l a A scm sm m be c h i s t o
N U E STR O SE Ñ O R
P U N T O P R IM E R O
Pre«si®6i1e$ de Iss
la h o r a d e l p r e m io ,.s in o d e l t r a b a jo , al p e r s u a d ir s e d e la r e a lid a d
d e la a s c e n s ió n y d e l a le ja m ie n t o y la o r f a n d a d d e l S e ñ o r s o b r e
l a t i e r r a ; o tr a s p a la b r a s b r o t a r ía n d e su s la b io s m á s ín tim a s y
d e s in te r e s a d a s . La V ir g e n S a n tís im a , in fla m a d a de a m o r, ar
d ie n d o e n d e s e o s v e h e m e n te s d e ju n t a r s e c o n su a m a d o , le r e
p e t ir ía r e s ig n a d a su p r e f e r i d a a s p ir a c ió n : “ fíat mihi secunclum
verburn tuum” ( i ) . S a n P e d r o , h e c h o s fu e n te s d e lá g r im a s s u s
o jo s , e x c la m a r ía : “ ¿A quién iremos? Tienes palabras de vida-
eterna” (2 ). “ Tú eres Cristo el hijo de Dios” (3 ). S a n J u a n ,
c o m o ta n t a s v e c e s en el E v a n g e lio , r e c la m a r ía el a b r ig o d e su
c o r a z ó n , la p r e f e r e n c i a de su a m o r (4 ). S a n to Tom ás cu ra d o
d e in c r e d u lid a d , p r o t e s t a r ía e m b r ia g a d o d e d u lc e d u m b r e , u n a y
m uchas veces: “ Dominus meus et Deus )neus, Señor mío y '
Dios mío” ( 5 ) . L o s d is c íp u lo s d e E m a ú s a r d ie n d o d e a m o r ,
m á s q u e h a b ía n a r d id o e n el c a m in o , m u r m u r a r ía n e n lo in t e
r io r d e s u c o r a z ó n ( ó ) : “ Quédate, Señor, con nosotros, que
anochece” ; y la M a g d a le n a , p u r i f i c a d a .d e s u s c u lp a s , “ quia di~
texií mulíum” ( 7 ) , se e n g o lf a r ía en la s d e lic ia s d e la c o n t e m
p la c ió n , y M a r t a , s o líc ita y d ilig e n te (8 ), se o f r e c e r í a a l s e r v i
c i o d e S e ñ o r h a s t a la m u e r te . C o n e s te c é lic o c o n c ie r to d e s u s
p i r o s y a n h e lo s y v o to s y lá g r im a s y d e s p e d id a s , h e d e j u n t a r
m is s u s p ir o s , m is a n h e lo s y m is lá g r im a s , y d e m a n d a r d e l S e ñ o r
lo q u e q u ie r o y d e s e o , “ y será aquí pedir gracia■
r e s u c it a d o '
para me alegrar y gozar intensamente de tanta gloria y gozo de
Cristo nuestro Señor” ,
c) C o n s id e r e m o s la s a c c io n e s , d e C r i s t o y d e lo s a p ó s to le s .
C r is t o n o e n c u b r e s u g lo r ía , a n te s al c o n t r a r io , el g e s to , la
m ir a d a , la a c t it u d , r e v e la n el r e s p la n d o r d e la d iv in id a d . C r is t o ,
c o n s u m a d a la m is ió n te m p o r a l d e la r e d e n c ió n , c o m ie n z a su e t e r
na f u n c ió n d e c o n s o la d o r . L e s m u e s t r a a lo s d is c íp u lo s , e n tr e
“ para m ás atentam ente m irar a cuál parte caía la señal del pie
derecli,® y a cuál l& de5 izquierdo que en la piedra quedaron señ a
ladas
(1) N o íite tim ere, p usillus g r e x , quia com plaéuit P a tr i vestro daré
vo b is regn um . L u c., 12, 32.
(2) Ipse enim P a te r ama.t v o s : qui a vo s m e am astis. Joan., 16, 27.
(3 P a te r sánete, in nom ine tuo, serva eos quos dedisti m ihi. Joan*
17, i r . N on pro eís autem ro g o tan tum , sed et pro eis qui chred itu ri sunt
p er verbu m eorum in m e : ut om nes unum sint, sicut tu, P a te r, in me,
et ego in te, ut et ipsí in nobis unum sint. Joan., 17, 20-21.
(4) E t-ip s i adoran tes re g re ssi sunt ín Jerusalem eum gaudio m agno,
L u c., 24, 52,
4S6 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
P U N T O SEGU N D O
isa Ascensión
(1) N o n dim íttam te, nisí b en ed ixerís m ihi. G en., 32, 26. N u m qu id
non re s e rv a s tí et m íh i benediction em ? G en., 27, 36.
(2) Jub e dom ne benedicere. P e r V irg in e m M a tre m con cedat vobis
D o m ín u s salu tem et pacem . O fficm m B . M , V .
(3) Mr*, 16, 19.
(4) 4 Peg., 2, 11. _
(5) M e d ita ció n p rim era, p. 4.
(6) E t resplan duít fa c ie s eju s sícut s o l; vestim en ta autem eju s fa c ta
sunt alba sícut nix. M at., 17, 2.
(7) O ff ic iu m A scen sio n is.
OE LA ASCENSIÓN DE CRISTO NUESTRO SEÑOR 487
PU NTO TERCERO
Cssstisigafl I e r a í e s d e Ira Ascensión
(1) N os autem sperabam us quia ipse esset redem pturus Isra e l. L iíc.„
24, 21.
(2) In quo habem us redem ptíonem . E p hes., 1, 7.
(3) M itta m eum ad vos, Joan., id , 7.
(4)’ E c c e eg o vobiscu m sum. M t , 28, 20.
490 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
P r e li s í B iM r e s d® lu s o sitien» piase i r á
(1) R o o t , 3 17 -1.
(2) C o n tem p lació n núm . 1, p. 426.
(3) N o ta p rim era. E11 ias contem placiones siguien tes, se p roceda p o r
todos los m isterio s de la R e su rrecció n , de la m an era que a b a jo se sigue-
b asta la A sc e n s ió n in clusive.
(4) D a d o que para los e je rcicio s siguientes se tom an cuatro sem anas,,
p o r co rresp o n d er a cuatro p artes en que se dividen los e je rcicio s, es a.
s a b e r: la p rim era, que es la con sideración y co n tem p lació n de los p eca
d o s ; la segun da, es la vid a de C ris to nuestro S e ñ o r, h asta el do m in go d e
R e su rre cc ió n in c lu s iv e ; la tercera, k pasión de .C risto n uestro S e ñ o r ;
la cu a rta , la R e s u rre cció n y A scen sió n , poniendo tre s modos,' de o ra r.
■CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR 493
(1) A m e n dico vobis quam diu fe c is tí uní e x fra trib u s m inim is,
m íhi fecístís. M t , 25, 40.
(2) Q ui nunc gau d eo ín passionibus pro vobis et adím pleo ea quae
desunt passionum C h rís ti in carn e m ea p ro co rp o re eju s quod est eccle-
sía. C o r. i, 24.
(3) U t exh ib eret ípse sibí eccíesiam g lo rio sa m non habentem m acu-
"lam aut ru ga m aut ííiqutd hu ju sm od i sed u t sít san cta et im m aculata.
'.Eph., 5, 27.
(4) L a P alm a, ib.
(5) R ein o de C risto . T e r c e r 1-punto. T r e s binarios. Segu n d o preám bulo.
CONTEMPLACIÓN'-PARA ALCANZAR AMOR 491
(1) S a n Juan, 4, 8,
(2) Joan., 17, 3-
(3) 1 Cor., 13, 7.
32
4 q8 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
P R IM E R F U R T O
t i ) Job, 1, 8.
(2) 2 P et., 1, 4.
(3) M a jo re m hac diíectionem nomo habet ut anim an suam ponat
qúis pro am icís suis. Joan., 15, 13.
(4) Q u id est quod debui u ltra la c e re vin eae m eae et non fe ci e í?
Isa ías, 5-4. Q u í etíam prop río filio suo non pepercit sed pro nobis ó m n i
bus trad id it iílu m : Q uom odo non etiam cum ilio orania nobis d o n av it?
P o m ., 8, 32.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR
PU N TO SEGU N DO
1) De su propia mano,
2) Con su inmediata y mediata operación.
3) Por su infinita bondad.
PU NTO TERCERO
(1) R o o t, 326-12.
(2) E x ., c. 1, n. 2.
(3) Root. ib.— Durand, p. 578.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR 5 13
PU N TO CU ARTO
(i) Ps., 8, 7.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR 5*5
heroísmo de los evangélicos consejos, la pobreza, la castidad,
la obediencia, la abnegación de los confesores, el candor de las
vírgenes, la constancia de los m ártires? Nada hay más grande
ni perfecto sobre la tierra, pero toda su grandeza y perfección
no es más que un pálido destello de la perfección divina, Ipse
fecit nos.
Instrucción octava
DE LA DEVOCION A l S A t U A l i S m O
corazón be JE sys
1 ,
Su fcBSí&rm.
(1) C a n t, 4, 9.
(2) Cant., s, 8.
(3) C an t., 8, 1.
520 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
Ií
Meetzamhez® de éste dero&Iéss
á) E s Jesús amable. f.
b) Jesús amante. . i
c) Jesús amado. {
d) Jesús amor. j--
1) E n el cuerpo. ' (
2) En el alma.
3) E n la divinidad de Cristo. ■
C
(1) Ps., 50, 19, ,
(2) 1 R eg., 13, 14.
(3) Heg., I I I, 4, 29. (
(4) M t , i r , 29.
c
DE LA DEVOCIÓN A L SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS 523
(1) C ant, 2, 8.
DE LA DEVOCIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS 527
I1I
SU
(1) A c t , 9, 1.
(2) Tremens ac stupens dixit: Quid me vis facere? Act., 9, ó.
D E L A DEVOCIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESUS 529
id) Sub umbra ¡tllius qíiam desíderaveram sedi, et fructus ejus dulcís
gutturí meo. Cant., 2, 3.
530 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
(1) A u to b io g r a fía , V I I .
(2) Joan,, 19, 34.
532 EJERCICIOS DE SAN IGNACIO.— DÍA OCTAVO
(1) T ira ., 2, 5.
(2) Joan., 16, 24.
(3) C a rta 51, p.-324.
(4) C a rta 59, .p.344.
(5) V id a y o b ras, id., 3, to aio I I , p arte p rim era, ca rta 132.
DE LA DEVOCIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS 535
IV
d® «siea dew@<si®ss
La corona.
La cruz.
La herida de la lanza,
(1) A p o s,, 4, n .
(2) L u c ., 2, 14.
(3) 1 T im ., i , 17. ; .
DE LA DEVOCIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS 53?
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A. P E .N D I C E PRIMERO
LECTURAS
L E C T U R A S DÉ' É JE R Q C & O S
1
L e c t u r a d e r e f e c t o r i o (P , G ra n a d a )
Lectura particular
El P. L u is de la P a lm a : “ C am in o e s p iritu a l” .
El P . C . R o s ig n o ü : “ V e r d a d e s E te r n a s ” .
El P . R . V ila r if io : “ C am in o s de V id a ”,
El P , L . V e le c io : “ E je r c ic io s e sp iritu a le s” .
El P . N . B u c c e r o n i: “ E je r c i c i o s ” (señala lecturas).
35
- 546
APENDICE SEGUNDO
HORARIOS
■ H o ra rio d® l a C a s a d e l o s P P , d e t e r c e r a p r o b a c i ó n d e M a n r e s a
M añana T arde
H o r a r io d e l N o v ic ia d o d e L o yo la
M añana ’ T arde
M añana T arde
M añana T arde
9- L e c tu r a . ■5 M erien d a. P a se o en silencio.
9>30 T ie m p o libre. ó M ed ita ció n .
10 M ed ita ció n . 7,45 R o sa rio .
11 T iem p o libre. 8 C ena. V is ita .
12 C o m id a. V is ita , D escan so.
I N D I C E
Páginas
P rólogo ........................................................................................................................ 5
P R IM E R A S E M A N A
primer®
M editación 1®— Principio y fundam ento .................................. 8
Id. 2 — Fi n de las criaturas ........................... 17
Id. 3.a— Indiferencia .........................................................................................27
Id . 3.“— Del pecado ....... 36
Instrucción i.,a— Anotaciones .......................... v .................... 52
©fea s o m e t e
M editación 5.“— L os pecados propios ............................................................ 65
Id. 6.a— Vileza del pecador ................................................................ 75
Id, 7.a— D el infierno ......................................................................... 83
Id . 8.a-— D el infierno ........................................................................... ■ PS
Instrucción 2.a— Del examen particular y general de conciencia ......... io 4
,¡Mea fereer©
M editación p,®— De ¡a eternidad ................... 119
Id. xo.a— M editación de la muerte .............................. 127
Id . 11.a— D el juicio universal ................................ 137
Id . i2 .B— Parábola del hijo pródigo ......................................................... 151
Instrucción 3.a— Confesión general con la com unión ............................... 164
SEG U N D A SEM A N A
Dfa «ararte
M editación 13®— D el R eino de Cristo .................................................. 173
Id. 14 a— D e la Encarnación .............................................................. *97
Id , 15.®— D el N acim iento ...................................................................... 206
Id . i ó,®— D e la A doración de los M ago s .............. 218
Instrucción 4®-— D e la penitencia .................................................................... 227
— 550 —
Dfa
íeditación 21.a— Segunda bandera .................................... 3^9
Id. -22.a— De binarios ................................................ 33°
Id. 23.a— Grados de humildad ........ 349
Id. 24.'*— 'Del llamamiento de los Apóstoles ............................... 383
istrucción 6.a— De la elección .......... 388
Dio ©épfliífis©
íeditación 25.a— Oración del huerto ...................... 405
Id. 2ó;a— El proceso del Señor ................................................. 419
Id. 27.“— La Cruz a cuestas................ 433
Id. 20?— L os misterios hechos en la Cruz ................................. 441
nstrucción 7.a— De la devoción a ia Santísima Virgen ..................... 45* .
©Isa octavo
Meditación 29.a— La Resurrección ............................. 459
.Id. 30.a— Los discípulos de Emaús ................ 473
Id. 31.a— De la Ascensión de Cristo Nuestro Señor ............... 480
Id. ■ 32.a— Contemplación para alcanzar amor ........................... 49*
instrucción 8.a— De la devoción alsacratísimo Corazón de Jesús ... 517