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INTRODUCCIÓN
Las levaduras son particularmente importantes en enología.
Saccharomyces cerevisiae es la especie imprescindible que realiza la fer-
mentación alcohólica. Brettanomyces sp. es una levadura responsable de
frecuentes desviaciones organolépticas. El seguimiento de estas levaduras
no es corriente.
Los análisis automáticos han permitido el seguimiento físico-químico en
enología, pero el control microbiológico ha evolucionado poco en compa-
ración. Esta paradoja para un producto fermentado se explica porque el
vino, por sus características propias está protegido de gérmenes patóge-
nos y por lo tanto no hay exigencias para el control microbiológico. Pero,
con el doble objetivo de mejorar la calidad y controlar costos de produc-
ción, el control microbiológico debe ser reconsiderado. El costo analítico
debe ser entonces tenido en cuenta.
La citometría de flujo no es una técnica nueva. Los progresos actuales en
electrónica y óptica permiten proponer aparatos de gran eficacia adapta-
dos a los laboratorios enológicos. El IFV ha desarrollado un método de
conteo de levaduras vivas utilizando la citometría de flujo. Se han aborda-
do diferentes posibilidades de aplicación práctica considerando tanto vinos
obtenidos por bodegas como aquellos experimentales.
MATERIALES Y MÉTODOS
El aparato utilizado es un modelo Cyflow SL (Sté Partec), equipado de un
láser azul y dos captores (tamaño de partículas y fluorescencia). El análisis
propiamente dicho consiste en mezclar 0.4ml de vino, 0.4ml de solución
patrón específica y 8µl de fluorocromo (Fluoresceína di-acetato, FDA), al
cabo de 10 minutes se inyecta el preparado en el clitómetro de flujo. El
conteo de levaduras se obtiene en menos de 15 minutos. En una hora se
pueden realizar 14 análisis. El rango de conteo va de 100 a 1 millón de
células por mililitro, sin preparación previa de la muestra. Estos valores
pueden variar luego de una concentración por centrifugación o dilución.
Este método, no específico, es aplicable tanto para el conteo de
Saccharomyces, como de Brettanomyces. Salvo caso particular, estas dos
levaduras se suceden en la fermentación: Saccharomyces predomina
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Seguimiento de una fermentación alcohólica. Un mosto de Chardonnay es
repartido en tres lotes: testigo; con agregado de fosfato de potasio (40 g/hl
después de una pérdida de 25 puntos de densidad); con adición de fosfa -
to de potasio (como en
el lote precedente) y de
activador complejo (20
g/hl después de perder
5 y 25 puntos de densi-
dad). La población de
levaduras vivas es
seguida por citometría
de flujo. El crecimiento
es rápido luego del
agregado de levaduras
(Figura 1). La fase esta-
cionaria se establece
Figura 1: Evolución de la densidad de levaduras vivas en el transcurso de la fermentación entre 60 y 70 millones
alcohólica de un mosto de chardonnay.
el mosto 2, la dosis de
100 mg/l de SO2 elimina la población de levaduras. Para el mosto 3 (el más
avanzado en la fermentación alcohólica), la dosis de 50 mg/l de SO2 pro-
duce un efecto limitado, y la dosis de 100 mg/l elimina la población. Las
determinaciones realizadas 24 y 48 horas después del 3 "mutage" son
similares.
La citometrîa de flujo permite realizar pruebas o test previos al "mutage" de
vinos licorosos, a fin de precisar la dosis de SO2 necesaria para el trata-
miento. Esta técnica puede ser una alternativa a los test de combinación
de SO2. También puede ser interesante para controlar la eficacia de un
"mutage" a posteriori.
Tabla 4: Determinación de la población de levaduras vivas en 43 vinos blancos de botellas que presentaron alguna alteración
CONCLUSIONES
Los trabajos presentados muestran que múltiples aplicaciones enológicas
son hoy posibles con la citometría de flujo. El método propuesto es simple
y rápido. El hecho de no ser específico de una especie de levaduras puede
ser una ventaja. Cuando la citometría de flujo indica la presencia de una
población por debajo del límite de detección (200 células /ml o menos), la
cuestión de la especificidad no se plantea. Cuando la citometría indica la
presencia de una población de levaduras vivas, es interesante tener infor-
mación complementaria sobre el producto analizado para interpretar
correctamente el resultado: desarrollo de la fermentación alcohólica y
eventualmente maloláctica, sulfitados,… Si aparece una duda, siempre es
posible recurrir a técnicas más específicas (Cajas de Petri, PCR cuantitati-
va).
Un citómetro de flujo dedicado a aplicaciones enológicas ha sido desarro-
llado (Oenolyser, Sté Partec), como así un kit de detección que retoma el
método de análisis desarrollado por el IFV (Kit OenoYeast). El Cyflow SL,
utilizado para los trabajos presentados, y el Oenolyser han sido compara-
dos para conteos en 30
vinos diferentes (10
blanco y 20 rojos). Los
resultados obtenidos
con los dos aparatos
son muy próximos Tabla 6: Comparación de la citometría de flujo para el recuento de la población de
levaduras vivas en 30 vinos tintos y blancos
desde el punto de vista
microbiológico (Tabla 6).
La citometría de flujo está hoy a disposición de los laboratorios enológicos.
Esta técnica no necesita un medio ambiente específico. Sin embargo da
una información microbiológica que demanda una interpretación propia de
su dominio. Las condiciones de realización de las muestras a analizar son
determinantes e imponen la puesta en práctica de un procedimiento estric-
to. La citometría de flujo ofrece nuevas posibilidades para el desarrollo de
la enología predictiva y preventiva.
BIBLIOGARFÍA
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