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Antígona de Jean Anouilh.

Convergencias y divergencias
desde el punto de vista
de la obra de Sófocles

María Inés Saravia de Grossi [IdIHCS – Universidad Nacional de La Plata]


[marinesaravia@yahoo.com.ar]

ntígona de Jean Anouilh

A
Resumen: Este artículo compara las secuencias
compositivas de la Antígona del escritor Jean Anouilh
en relación con la pieza homónima de Sófocles. Se vivifica su teatralidad
analizan las confluencias y los aspectos divergentes
entre los personajes protagónicos y secundarios de después de más de se-
ambas creaciones y se menciona la función del coro.
Finalmente se exponen las conclusiones, y se subraya
tenta años de su pri-
el tono fundamentalista que el personaje de Creón mera representación. El
adquiere en el final de la obra.
autor interpreta el mito
Palabras clave: Antígona; Sófocles; Anouilh; violencia;
responsabilidad
de la hija de Edipo de
una manera novedosa y la calidad de
su literatura dramática todavía causa
Jean Anouilh’s Antigone.
Convergences and divergences from asombro y estupor al mismo tiempo.
the point of view of Sophocles’ play
A pesar de que la obra se estrenó en
Abstract: This article compares the compositional 1944, estudiosos como Mee y Foley
sequences of the Jean Anouilh’s Antigone in relation
with the homonym Sophoclean play. Convergences (2011)1 y también Deppman (2012),
and divergent aspects between the protagonists and
secondary characters of both plays are analyzed
vuelven una y otra vez sobre la recep-
and also the role of the Chorus is mentioned. ción del mito que el autor de posgue-
Finally conclusions are presented, highlighting the
fundamentalist tone which Creon acquires at the end rra planteó. Actualmente nuevas gene-
of the play.
raciones interpelan en las representa-
Keywords: Antigone; Sophocles; Anouilh; violence; ciones −muchas veces con variantes
responsibility
osadas− a una joven que no sabe ceder
frente al cinismo de un Creón moder-
no, que expone una novedosa manera
de ser de la perversidad y sobre quien
ponemos el foco en las conclusiones.

1 Cfr. El capítulo de H. Foley “Millennial


Antigone in the USA: Anouilh Revisited”
en Mee y Foley (2011: 373-391).

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La posguerra del siglo XX ha quiebra la ilusión teatral de la cuarta
sido un momento político interesan- pared2.
te por la crisis de valores que generó, En la pieza de Anouilh no habrá
como había sucedido en la Grecia de sorpresas, ni en cuanto a los personajes
Pericles en el siglo V a.C. Anouilh ni al destino que tendrán; se nos pone
expone la idea de ‘alienación’ en sus sobre aviso que aquellos, forzosamen-
obras, de tal modo que los dos temas te, desempeñarán un determinado
fundamentales de su teatro han lle- papel. No obstante, queda un margen
gado a ser la rebeldía y la soledad. de ambigüedad cuando el προλογίζω
En este sentido, Antígona se dirige realiza esa afirmación en el comienzo,
contra un universo absurdo que ha momento en el que la obra muestra
perdido el sentido de las relaciones ‘su trastienda’. Los límites entre el arte
humanas, ahogado por el culto del dramático y la vida subsisten endebles
dinero, la forma moderna de desig- en este momento de inicio y no está
nar el destino. claro quién jugará su papel, si se trata
Lesky (1966: 156-168) afirma que del actor o del personaje. Anouilh, en
tanto Antígona de Sófocles como la su obra, provoca la ruptura de aquello
pieza moderna tienen la misma ac- que la Poética de Aristóteles sugiere
ción dramática, pero se mueven en que un dramaturgo no debe hacer, es
dos niveles distintos. El autor francés decir, la presentación narrativa de los
presenta un caso interesante de pato- personajes3; en cambio, el autor mo-
logía moral: su Antigone trata de los derno expone un racconto del pasado
últimos problemas fundamentales de mítico de Los siete contra Tebas de Es-
nuestra existencia, de toda nuestra quilo, cuando se produjo el enfrenta-
realidad. Y es precisamente por esas miento de los hermanos en las puertas
respuestas verdaderas con la vida que de la ciudad (p. 13)4.
esta pieza llega a ser, también, autén- La soledad de la heroína moderna
ticamente griega. Desde este punto de se manifiesta semejante a la que pre-
vista establecemos la comparación de senta Sófocles en sus propios héroes.
ambas creaciones. En ese contexto, es diseñada como la
Formalmente, Antigone ha sido joven a quien no se la ve como una
escrita como una obra en un acto. El más sino que se destaca por su feal-
προλογίζω, el actor que más tarde dad, acaso poco femenina y para nada
actúa como coro, presenta a los per- divertida, sino ensimismada, desarrai-
sonajes como en el teatro de Eurípi- gada de la situación. La rivalidad entre
des, donde con frecuencia una deidad
expone discursivamente el conflicto 2 Como en Seis Personajes en Busca de Autor
dramático, por ejemplo en Troyanas de L. Pirandello (2008).
o Bacantes. Asimismo la influencia 3 Cfr. Aristóteles. Poética 6.1450a, 15.1454a 34.
de Pirandello se hace evidente, en 4 Para las citas empleamos la obra de Anouilh
(1947). Para las citas del texto de Sófocles,
tanto los caracteres requieren para su seguimos la edición de Pearson (1928).
existencia un autor, es decir, la obra Las traducciones nos pertenecen.

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las hermanas se limita a lo físico: una (atemporal desde el punto de vista
es fea; la otra, hermosa (p. 10). cronológico –como un aoristo–) al
A continuación, las acotaciones presente de su época. La carencia de
escénicas indican que ‘comienza’ el arquetipos en el mito admite su pre-
desarrollo de la obra. sencia en cualquier tiempo histórico8.
La primera escena ofrece el diálo- En la segunda escena –que en Só-
go de la Nodriza y Antígona, en un focles equivale al Prólogo− regresa
tono cariñoso e íntimo. La familiari- Ismena. Entre las hermanas prevale-
dad en el trato mutuo no excluye ni ce la ternura en el trato, mientras en
lo conmovedor ni la dulzura. En el Sófocles sólo la última muestra afec-
mismo tenor, Anouilh exhibe la an- tividad. El leit motiv coincide con el
gustia existencial del personaje cuan- del autor clásico. Ismena expresa: “Tu
do quiere disfrutar un poco más de la es malade?”, “¿Estás enferma?”, “Tu
noche y sentir el aire que la golpea5. es folle”, “Estás loca” (pp. 22 y 24)9, y
No es un invento de Anouilh mostrar el tema reaparece en el diálogo con
al personaje en esa desesperación. Creón: “Tu es folle, tais-toi” (p. 99)10.
Sófocles coincide con esta actitud, En Sófocles Ismena llama ánous, “in-
por ejemplo en el final del prólogo, sensata” (v. 99), a Antígona e insiste
cuando la joven habla con ahogo6, y mientras expresa amechánon erâs,
varias veces durante el κόμμος del IV “amas lo imposible” (v. 90), debido a
Episodio (vv. 806-882). que Antígona ratifica su propósito de
Algunos estudiosos hablan de los realizar el funeral. No obstante, An-
anacronismos, tanto en el prólogo tígona ya sabe ‘su papel’ (p. 70 ss.).
como, más adelante, en la escena de Además del motivo de la locura, se
los guardias7. Desde nuestro punto halla el motivo del comprender.
de vista, observamos que toda la obra
se sitúa en el siglo XX y no se vislum- Antigone: Comprendre…Vous n’avez
bra ningún dato que nos remonte a la que ce mot-là dans la bouche, tous,
vida social o política del siglo V a.C. depuis que je suis toute petite. Il fallait
comprendre qu’on ne peut pas toucher
Anouilh transporta el tiempo mítico
à l’eau, à la belle eau fuyant et froide
parce que cela mouille les dalles, à la
5 Monférier (1981: 53) considera que la terre parce que cela tache les robes. Il
angustia existencial se interpreta por medio fallait comprendre (p. 27)11.
de esas referencias al tiempo.
6 Cfr. Saravia de Grossi (2007: 79). La 8 Las variantes y divergencias míticas surgen
falta de acentuación en la negación ou deja a la vista con respecto a la obra de Sófocles,
ver el ahogo. pero tampoco necesariamente resulta la
7 Uno de ellos, por ejemplo, es Monférier única fuente.
(1981). Si hablamos de anacronismos refe- 9 “¿Estás enferma?”, “Estás loca”. Seguimos la
rimos la obra como un intertexto de la pieza traducción de A. Bernárdez (1956).
de Sófocles, pero el autor moderno escribe
sobre un mito que permite ser transportado 10 Dice Creón: “Estás loca, cállate” (p. 101).
al presente sin degradarse y en ese sentido 11 Dice Antígona: “Comprender… Es la única
el anacronismo queda incongruente. palabra que tenéis en la boca, todos voso-

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Antígona rechaza no sólo el abra- francés. Hemón dice: “C’ est plein
zo de Ismena: “Ah, non! Laisse-moi! de disputes un bonheur” (p. 40)15.
Ne me caresse pas! Ne nous mettons Cuando finaliza la escena, Antígona
pas à pleurnicher ensemble, mainte- habla con su thumós: “Voilà. C’est fini
nant […]” (p. 30)12, sino también, los pour Hémon, Antigone” (p. 47)16. En
argumentos de que las mujeres no este punto se percibe su debilidad y,
pueden luchar como hombres: asimismo, se nota la interpretación
romántica del personaje, la que no
Ismena: Antigone! Je t’en supplie! C’est aflora en Sófocles. Temas como la fe-
bon pour les hommes de croire aux licidad, la vida y el amor se sugieren
idées et de mourir pour elles. Toi tu es en el diálogo.
une fille (p. 30)13.
La quinta escena se desarrolla
muy breve, como una transición en-
En la tercera escena, nuevamente, tre Ismena, Antígona y el Guardia.
aparece la Nodriza que trae el desa- La primera habla de Polinices como
yuno para Antígona, como un signo el hermano malvado, no querido.
del encanto de la infancia. La nana Antígona responde: “C’est trop tard.
la llama “mon pigeon”, “ma petite Ce matin, quand tu m’as rencontrée,
colombe”14. Rememora el pasado de j’en venais” (p. 48)17, por el hecho de
la joven como una madre a su hija. pretender convencerla en tomar otra
Antígona pone en manos de la mujer postura, renunciar al funeral simbóli-
el cuidado de su perrita Dulce (pp. co del hermano, lo que constituye un
35-36). Recomienda que, en caso de tema fundamental en Sófocles. An-
que no se acostumbre a su ausencia, tígona confiesa que lo ha realizado e
habría que sacrificarla. Ismena se va18.
A continuación, en la cuarta es- En la sexta escena el Guardia Jo-
cena, aparece el hijo de Creón, y el nás llega frente a Creón y se presenta.
encuentro de los enamorados in- Dice quién es y cómo vive, qué hace,
corpora una innovación del autor sus referencias: “Avec Jonas on est tran-
tros, desde que soy muy pequeña. Había
que comprender que no se puede tocar
el agua, el agua hermosa, fugitiva y fría, 15 Dice Hemón: “La felicidad está llena de dis-
porque moja las losas, ni la tierra porque putas” (p. 80). Estas palabras evocan remi-
mancha los vestidos. ¡Había que compren- niscencias del mito de los toneles en Ilíada
der…!” (p. 76) 24. 525-533.
12 Dice Antígona: “¡Ah, no!¡Déjame! ¡No me 16 Dice Antígona: “Ya está. Acabamos con He-
acaricies! No nos pongamos a lloriquear món, Antígona” (p. 83).
juntas ahora” (p.77). 17 Dice Antígona: “Es demasiado tarde. Esta
13 Dice Ismena: “¡Antígona! ¡Te lo suplico! mañana, cuando me encontraste, venía de
Está bien para los hombres creer en las allí” (p. 83).
ideas y morir por ellas. Pero tú eres una 18 Antígona transforma su gesto en una ver-
mujer” (p. 77). dadera revuelta anarquista contra todos
14 Dice la Nodriza: “mi palomita”, “mi tortoli- aquellos que imponen obediencia. Cfr.
ta” (p. 78). Monférier (1981: 49).

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quille” (p.51)19. El hombre habla de sí hombres, se vale, tan luego, de una
para darse confianza y asegurar que ayuda para vivir en clara contraposi-
no se apartará de la verdad. Creón se ción con la conducta de aquel Creón.
impacienta como en el Episodio I de En Anouilh esta reminiscencia de
Antígona, cuando el Guardia ofrece aquello otorga una bocanada de fun-
excesivos reparos, con muchas vuel- damentalismo político-religioso al es-
tas antes de transmitir la noticia. tatuto del personaje, una simbiosis de
Como entonces, el temperamento Creón-Tiresias sin ningún atisbo me-
del hombre retarda la acción, y Creón tafísico, pero con la pretensión –no
insiste por medio de reiteraciones: muy inconsciente– de tener todo bajo
“Qu’as –tu à me dire?... Parle…Parle control. El gobernante es caracteriza-
[…] Vas-tu parler enfin?” (pp. 50 y do en mangas de camisa, arremanga-
51)20. A continuación, el hombre pro- do, como un ícono del fascismo.
nuncia su discurso. Menciona los ras- Un solo actor representa el Coro
tros del hecho, por ejemplo una palita –el mismo que antes se desempeñó
vieja oxidada de niño, y las huellas como προλογίζω– y en esta instancia
resultan más sutiles que la de un ave. irrumpe en la trama como el epicen-
La secuencia, en Sófocles, equivale al tro dramático y establece la diferencia
Episodio II (vv. 407-440). entre la tragedia y el drama. Este últi-
Creón responde con reflexiones mo brinda posibilidades de salvación
y sospechas de una rebelión interna. como ‘destellos de esperanza’. El dra-
Luego ordena guardar silencio del ma no adquiere un carácter determi-
acontecimiento pues, si la ciudad se nista, lo que facilita que el hombre se
enterara, los propios guardias serían debata por dónde seguir:
castigados con la muerte. Creón cie-
rra esta escena junto al niño que ac- Le Choeur: Dans le drame, on se débat
túa como un ‘lazarillo’, lo acaricia y parce qu’on espère en sortir. C’est igno-
le habla tiernamente: “Viens, petit. ble, c’est utilitaire (p. 58)22
Il faut que nous allions raconter tout
cela maintenant” (p. 56)21. El hecho En cambio la primera, es decir la
de requerir a un niño a modo de guía tragedia, se define por su determinis-
actualiza con nitidez la llegada de mo, no admite ninguna esperanza.
Tiresias (vv. 988-990). En Sófocles El Coro habla del sentido del destino
muestra un ejemplo de cómo el adi- ineluctable como una emboscada en
vino, un ser destacado entre todos los la cual uno cae como una rata:

19 Dice el Guardia: “‘Con Jonás se está tran- Le Choeur: Et puis, surtout, c’est repo-
quilo’” (p. 84). sant, la tragédie, parce qu’on sait qu’il
20 Dice Creón: “¿Qué tienes que decirme?...
n’y a plus d’espoir, le sale espoir; qu’on
Está bien. Habla […] ¿Hablarás de una
vez?” (pp. 83-84). 22 Dice el Coro: “En el drama el hombre se
21 Dice Creón: “Ven, pequeño. Ahora tene- debate porque espera salir de él. Es innoble,
mos que ir a contar todo esto…” (p 86). utilitario”.

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est pris, qu’on est enfin pris comme un mo I de Antígona (vv. 332-375 más el
rat, avec tout le ciel sur son dos, et qu’on σύστημα), donde se enumeran las ini-
n’a plus qu’à crier,-pas à gémir, non, pas ciativas humanas y el empleo del verbo
à se plaindre, à gueuler à pleine voix ce ἐδιδάξατο (“se enseñó a sí mismo”, v.
qu’on avait à dire, qu’on n’avait jamais
356), en voz media, corrobora el es-
dit et qu’on ne savait peut-être même
pas encore. (p. 58)23. fuerzo que demandó al hombre vivir
civilizadamente. Los únicos dos lími-
En efecto, este constituye el nervio tes que no puede avasallar el impulso
teórico de la obra y explicita el pensa- motriz de la humanidad se hallan en
miento del autor24. La mención a una los dioses y la muerte (vv. 361-363)
rata otorga al texto un aire de familia (Saravia de Grossi 2007: 81 ss.).
con la metáfora moderna que designa Después del Coro en Antigone,
la contaminación incontrolable y que las escenas se extienden más prolon-
por lo tanto, impide todo proyecto. La gadas respecto de la primera parte.
descripción de Tiresias encuentra su Varias secuencias marcan una transi-
equivalente en “La peste en la ciudad” ción entre Creón, el Guardia, Antígo-
(Oliveras 2007: 81-85). na y luego Ismena.
El punto de vista que manifiesta La escena 7º equivale al Episodio II
el coro moderno se opone al Estási- de Antígona, cuando el Guardián regre-
sa exultante porque con su presa –Antí-
23 Dice el Coro: “Y además, sobre todo, la tra- gona– recupera su seguridad. Conside-
gedia es tranquilizadora porque se sabe que ramos los diversos momentos:
no hay más esperanza, la cochina esperanza;
porque se sabe que uno ha caído en la tram-
pa, que al fin ha caído en la trampa como
a) El Guardia, que ha recuperado su
una rata, con todo el cielo sobre la espalda, y aplomo, asevera: “Allez, allez, pas
que no queda más que vociferar –no gemir, d’histoires! Vous vous expliquerez
no, no quejarse-, gritar a voz en cuello lo que devant le chef. Moi, je ne connais
tenía que decir, lo que nunca se había dicho
ni se sabía siquiera aún” (p. 87).
que la consigne” (p. 59)25. Con la
24 Esta presencia, que se ubica intencionada-
última afirmación, que no cono-
mente fuera de la acción, tiene un paralelo ce sino la consigna, responde al
preciso en las parábasis de Aristófanes, las modo de la obediencia debida y
que interrumpen la acción dramática por no plantea ninguna cuestión de
las consideraciones de orden literario, po-
lítico y de actualidad. Steiner (1992: 133)
legalidad, si la conducta de An-
afirma que el comentario sobre la acción, los tígona correspondía o no, si aca-
intercambios de palabras importantes con so no sería un acto correcto: “s’il
Antígona, las premoniciones, los pronun- fallait écouter les gens, s’il fallait
ciamientos que Sófocles confía al coro de
los ancianos están distribuidos por Anouilh
essayer de comprendre, on serait
entre Le Prologue, que puede considerarse propres. Allez, allez! Tenez-la, vous
como el director del coro, los Guardias y el
Choeur mismo, cuyo tono es el de un frío
testigo, levemente interesado. Lo que se pier- 25 Dice el Guardia: “¡Vamos, vamos, nada de his-
de en todas estas variantes es el foco lírico y torias! Se explicará usted delante del jefe. Yo no
el aliento de la tragedia de Sófocles. conozco otra cosa que la consigna” (p. 87).

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autres, et pas d’histoires!” (p. 59)26. no era una persona anónima y
Nuevamente aparece el tema del que se escudaba en ser la hija de
comprender, en este caso como Edipo (p. 71).
una imposibilidad del personaje. Antígona responde –con suavi-
Antígona se irrita por el contacto dad inquebrantable– como en
físico con estas custodias: “Je veux Sófocles, que Polinices era su her-
bien mourir, mais pas qu’ils me mano. Creón pregunta si sabía
touchent!” (p. 60)27. todo lo que estaba promulgado
Los otros dos guardias se llaman y si había leído “l’affiche sur tous
Boudouse (el de primera clase) y les murs de la ville” (p. 71)30. La
el tercero Durand. La festejos: “Le imagen impacta por moderna; en
Garde: Dis, Boudousse, qu’est–ce cambio, Antígona responde, cada
qu’on va se payer comme gueuleton vez, con el pensamiento ancestral
tous les trois, pour fêter ça” (p. 61)28. de los griegos: “Je le devais”, “Je le
devais tout de même” (p. 70 ss.)31.
b) El Guardia y Creón dialogan y el
primero realiza el racconto de los d) El discurso de Creón instala di-
hechos (p. 66). Creón se dirige a versos tópicos; el más importante
Antígona pero responde el Guar- llega a ser aquel que niega el he-
dia. roísmo. Para él, esto no existe y
el peso de la historia se vuelve un
c) Creón y Antígona dialogan y lue- absurdo:
go se suma el Guardia. Por medio
de la confidencia, Creón requiere Créon: L’humain vous gêne aux en-
información, como en Sófocles tournures dans la famille. Il vous faut
(vv. 441-449 ss.). Si su rebeldía se un tête-à tête avec le destin et la mort.
Et tuer votre père et coucher avec votre
consumó en soledad, él podría ha-
mère et apprendre tout cela après, avi-
cer desaparecer a los testigos: “Je dement, mot par mot. Quel breuvage,
ferai disparaître ces trois hommes” hein, les mots que vous condamnent?
(p. 69)29. La imagen del ‘desapare- … Eh bien, non. Ces temps son révolus
cido’ social actualiza la dictadura pour Thèbes. Thèbes a droit maintenant
argentina (1976-1983). Creón à un prince sans histoire. (p. 73)32.
emplea el argumento de que An-
tígona se sintió aristocrática, que 30 Dice Creón: “¿Leíste el cartel en todas las
paredes de la ciudad?” (p. 91).

26 Dice el Guardia: “¡Vamos, vamos! ¡Sujeta- 31 Dice Antígona: “Tenía que hacerlo”, “Te-
dla, vosotros, y nada de historias!” (p. 87). nía que hacerlo, a pesar de todo” (91). Cfr.
Deppman (2012: 532): “Like her Sopho-
27 Dice Antígona: “Acepto morir, pero no que clean precursor, she uses the language of
me toquen” (p. 87). duty to explain why she tried to bury her
28 Dice el Guardia: “¡Boudousse, la comilona que brother”.
haremos los tres para festejar esto!” (p. 88). 32 Dice Creón: “Lo humano os estorba en la
29 Dice Creón: “Yo hare desaparecer a esos familia. Necesitáis una conversación íntima
tres hombres” (p. 90). con el destino y la muerte. Y matar a vues-

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¿Sin ‘historia’ implica un gober- Antigone: Faites comme moi. Faites
nante suspendido en el aire, sin ce que vous avez à faire.
tradiciones, sin pasado y por tan- Mais si vous êtes un être humain, fai-
to sin futuro? Esta pretensión de tes-le vite (p. 78)34.
Creón suena como un adýnaton
homérico, como la formulación de La tesis de Anouilh se expresa
una poética de la imposibilidad. en la posición de Antígona “Il fallait
dire non, alors!” (p. 83)35. Los jóvenes
e) En el diálogo de Antígona y saben imponer sus propios límites.
Creón (pp. 75-86) se discute el Continuar admitiendo otras cues-
sentido del heroísmo. Creón lo tiones implicaría pactar con aquello
ratifica como un valor absurdo. que tiene de relativo la vida. Los jó-
Lesky (1966) afirma que Creón venes, con estas actitudes, son redi-
en Anouilh quiere salvar a Antí- midos por el autor y prometen una
gona pero pierde tiempo para eso. esperanza.
Él está acostumbrado a la absurdi- Según la propia Antígona, Creón
dad de este bajo mundo, pero en- le teme; además, afirma de sí misma
cuentra muy paradójico sacrificar, “moi je suis reine” (p. 86)36, a pesar de
sin necesidad y por razones de es- los golpes como el de afrontar a un
tado, una vida tan querida. Para el hombre poderoso. En oposición, el
gobernante, un sacrificio de este poder real de Creón produce dolores
tipo resulta grotesco. Por su afán y temor en el gobernante. Antígo-
para recuperarla, él le abre los ojos na con una ironía salvaje disputa su
sobre el otro mundo, aquel que muerte a Creón, quien finalmente re-
subsiste bajo las ruinas, el mundo nuncia a luchar por la vida de su pro-
de la mezquindad, de los límites. tegida. Esta contienda no evidencia
Antígona responde que es preciso sólo un conflicto generacional. Ellos
hacer lo que se debe. Creón sólo la se comportan y se sienten extranjeros
domina en la condena a muerte, uno de otro, separados por un abis-
como ella asegura: “Vous pouvez mo.
seulement me faire mourir” (p.
79)33, pero aquel no domina ni su f) Esta instancia despliega uno de
pensamiento, ni sus sentimientos, los discursos extensos de Creón,
ni su decisión. en el que reitera el tópico del com-
prender:
tro padre, y acostaros con vuestra madre, y
saberlo todo después, ávidamente, palabra
por palabra. ¡Qué brebaje, ¿eh?, las palabras 34 Dice Antígona: “No se enternezca conmigo.
que os condenan! […] Bueno, pues no. Esos Haga como yo. Haga lo que tiene que hacer.
tiempos se han acabado para Tebas. Tebas Pero si es usted un ser humano, hágalo en
tiene derecho ahora a un príncipe sin histo- seguida” (p. 94).
ria” (p. 92). 35 Dice Antígona: “¡Había que decir que no,
33 Dice Antígona: “Lo único que puede es entonces!” (p. 96).
condenarme a morir” (p. 94). 36 Dice Antígona: “yo soy reina” (p. 96).

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Mais, bon Dieu! Essaie du comprendre la tempête. Est-ce que tu le comprends,
un minute, toi aussi, petite idiote! J’ai cela?” (p. 88)39. Pero Antígona res-
bien essayé de te comprendre, moi. Il faut ponde enfatizando su convencimien-
pourtant qu’il y en ait qui disent oui. Il to una vez más:
faut pourtant qu’il y en ait qui mènent
la barque. Cela prend l’eau de toutes
Je ne veux pas comprendre. C’est bon
parts, c’est plein de crimes, de bêtise, de
pour vous. Moi je suis là pour autre cho-
misère… et le gouvernail est là qui ballot-
se que pour comprendre. Je suis là pour
te. L’équipage ne veut plus rien faire, il ne
vous dire non et pour mourir (p.88)40.
pensé qu’à piller la cale et les officiers sont
déjà en train de se construire un petit ra-
deau confortable, rien que pour eux, avec Al mismo tiempo, el gobernante
toute la provision d’eau douce pour tirer confiesa su sorpresa por su ‘enemigo’,
au moins leurs os de là (p. 87)37. calculaba que un hombre de su talla
hubiera intentado matarlo 41. La es-
Creón alude a la imagen tradicio- cena se mantiene muy afín a lo que
nal de la nave del estado38, pero en expone Sófocles, sin exégesis ni ate-
este caso la nave hace agua por todas nuantes y regida por un diálogo de
partes, está llena de crímenes, de ne- sordos, como en aquellas obras, don-
cedad y de miseria, repleta de pestes de tampoco existe la persuasión42.
sociales y, en consecuencia, el timón
vacila. La secuencia muestra la con- 39 Dice Creón: “Y tú tampoco tienes nombre,
ducta titubeante, ambigua o confusa aferrada a la caña del timón. Sólo el barco
tiene nombre y la tempestad. ¿Lo compren-
de los totalitarismos. Antígona no
des?” (p. 97).
quiere comprender las justificacio-
40 Dice Antígona: “No quiero comprender.
nes que expone Creón, como si esta Eso está bien para usted. Yo estoy aquí para
acción implicara un acto contami- otra cosa que para comprender. Estoy aquí
nante. En el final del discurso Creón para decirle que no y para morir” (p. 97). A
prosigue: “Et toi non plus, tu n’as plus propósito de decir que no y decir que sí, la
disyuntiva recuerda una obra de G. Gam-
de nom, cramponné a la barre. Il n’y a baro, Decir sí, donde se expone el proceso
plus que le bateau qui ait un nom et de la sumisión al régimen por medio del te-
mor. También en Sófocles, Creón pregunta
37 Dice Creón: “¡Pero Dios mío! ¡Trata de al guardián: ἦ καὶ ξυνίης καὶ λέγεις ὀρθῶς
comprender un minuto tú también, chi- ἃ φής; (“¿En verdad comprendes y dices
ca idiota! Yo he tratado de comprenderte. correctamente lo que declaras?”, v. 403).
Tiene que haber quienes digan que sí. Tie- Creón no duda de que Antígona decodifica
ne que haber quienes gobiernen la barca. lo que el edicto y él mismo exigen.
Hace agua por todas partes, está llena de 41 En Sófocles, Creón hubiera esperado un
crímenes, de necedad, de miseria… Y el adversario poderoso como él mismo y apa-
timón vacila. La tripulación ya no quiere rece una jovencita desprotegida (v. 401).
hacer nada, sólo piensa en saquear la cala El autor nos pone a prueba sorprendiendo
y los oficiales están ya construyendo una nuestras expectativas. En esta obra el hom-
balsa cómoda, sólo para ellos, con toda la bre también señala esa disparidad entre las
provisión de agua dulce, para salvar por lo expectativas y la realidad.
menos el pellejo” (97). 42 Los diálogos de sordos entre los obsesiona-
38 Cfr. Sófocles. Antígona 163, 178-79. dos y los razonables también son frecuentes

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Creón se explaya en lo que sig- plifica lo dicho con un relato equiva-
nifica, según su opinión, el hecho de lente al mito del caldero, en el sentido
decir que sí o que no. Decir que sí im- de aquello que se roe al sol:
plica someterse a la relatividad de los
afanes humanos. Decir que no supo- Créon: La vie n’est pas ce que tu crois.
ne no contaminarse pero, en ese caso, C’est une eau que les jeunes gens laissent
tampoco uno puede proyectarse. Con couler sans le savoir, entre leurs doigts
ouverts. Ferme tes mains, ferme tes
imágenes de animales itinerantes y
mains, vite. Retiens-la. Tu verras, cela
árboles amontonados, fijos a la tierra deviendra une petite chose dure et simple
y prestos para las emboscadas, Creón qu’on grignote, assis au soleil (p. 98)43.
expone su visión de cómo los hom-
bres deberían vivir y, si caen, luego Como hemos señalado, los discur-
otros los sobrepasarán (pp. 88-89). sos extensos están en boca de Creón.
Otra metáfora para ejemplificar los Antígona no se retrasa en prolongados
totalitarismos del siglo XX. parlamentos pero, luego, como en una
Pronto Creón declara la verdad segunda parte de esta gran escena, las
sobre los hermanos en su cuarto intervenciones de la hija de Edipo apa-
discurso extenso (p. 94 ss.) y con un recen más expandidas, de alguna ma-
sarcasmo: en la tierra de nadie los nera impone sus argumentos.
cuerpos insepultos pronto quedan
reducidos a una industria de papilla g) Ismena y Antígona aparecen
o amasijo. No hay manera de diferen- como en el final del Episodio II,
ciar entre Etéocles y Polinices, entre el cuando Antígona se opone a que
presunto traidor o desertor y el solda- Ismena participe de los ritos fúne-
do desconocido honrado por la llama bres. Ella proclama:
eterna (Steiner 1992: 113). Lo dicho
sobre el heroísmo queda ejemplifica- Tu l’entends, Créon? Elle aussi. Qui
do con los hermanos. sait si cela ne va pas prendre à d’autres
El gobernante no confiere ningu- encore, en m’écoutant? Qu’est-ce que tu
na importancia a los ritos fúnebres; attends pour me faire taire, qu’est –ce
él los desvaloriza porque no cree en que tu attends pour appeler tes gardes?
ellos, simplemente, considera que Allons, Créon, un peu de courage, ce
n’est qu’un mauvais moment à passer.
debe mostrar al pueblo de Tebas la
Allons, cuisinier, puisqu’il le faut! (pp.
suerte disímil reservada a los revolu- 105-106)44.
cionarios y, por otro lado, a los trai-
dores a la patria. 43 Dice Creón: “La vida no es lo que tú crees.
Acto seguido Creón defiende la Es un agua que los jóvenes dejan correr sin
vida, cree que Antígona se arrepintió saberlo, entre los dedos abiertos. Cierra las
de haber procedido así (p. 96). Ejem- manos, cierra las manos, rápido. Reténla.
Ya verás, se convertirá en una cosita dura y
simple que uno roe sentado al sol” (p. 101).
en la escena francesa, por ejemplo en el Mi- 44 Dice Antígona: “¿La oyes, Creón? Ella tam-
sántropo de Molière. bién. Quién sabe si no se contagiarán otros al

68 María Inés Saravia de Grossi / Antígona de Jean Anouilh. Convergencias y divergencias...


Abundan metáforas de la cocina y Il faudra bien que tu acceptes, Hé-
de la epidemia (pp. 103, 104)45. Creón mon. Chacun de nous a un jour, plus
imparte la orden de detención de An- ou moins triste, plus ou moins loin-
tígona: “Gardes! […] Emmenez-la” (p. tain, où il doit enfin accepter d’être un
homme. Pour toi, c’est aujourd’hui …
106)46. Luego él profiere un oxímoron
(p. 110)49.
al modo de Sófocles: “Que veux-tu
que je fasse pour elle? La condamner
La situación refleja la idea de Só-
à vivre?” (p. 107)47. Ismena asegura a
focles, en su primera etapa de crea-
Creonte que al día siguiente ella será
ción dramática, en la que acentúa que
quien salga furtivamente de la ciu-
una jornada, tal vez, dirime la vida de
dad para dar sepultura a Polinices. Al
los hombres. Un día señalado cam-
abandonar la escena pronuncia dos
bia nuestra percepción de tal modo
veces el nombre de la condenada An-
que aquello que considerábamos de
tígona.
un modo positivo se vuelve del signo
Cuando Hemón ingresa, comien-
opuesto. Las experiencias van faci-
za la escena octava y la equivalencia
litando la intelección de la totalidad
se halla en el Episodio III de Sófocles.
del conflicto.
Tras su llegada, él se expresa como
Hemón, a su vez, asume que él
lo hace en Sófocles: πάτερ, σός εἰμι
mismo debe morir: “C’est déjà fini”
(“padre, soy tu hijo”, v. 635), aquí sólo
(p. 111)50. Él no reconoce al padre
exclama: “Père!” (p. 108) a los gritos.
adorado de su infancia con ese que
Creón afirma: “Antigone nous a déjà
está adelante. La disparidad de antes
quittés tous” (p. 110)48. Como en el
y de ahora llega a ser frecuente en
Episodio III (v. 709), Hemón señala
todas las obras de Sófocles51. Ante el
al padre la vacuidad en la que aquel
hijo, Creón deja oír:
vive, pero Creón contesta:
On est tout seul, Hémon. Le monde est
escucharme. ¿Qué esperas para llamar a los nu. Et tu m’as admiré trop longtemps.
guardias? Vamos, Creón, un poco de coraje, Regarde-moi, c’est cela devenir un
no es más que un mal rato. ¡Vamos, cocinero, homme, voir le visage de son père en
ya que no hay más remedio!” (p. 104). face, un jour (p. 112)52.
45 Recuerda vivamente a Rinoceronte de Io-
nesco, donde todos padecen ‘rinoceritis’, la 49 Dice Creón: “Tendrás que aceptar, Hemón.
enfermedad contagiosa que se propaga en Cada uno de nosotros tiene un día, más o
forma alarmante. La plaga que vuelve a to- menos triste, más o menos lejano, en que
dos homogéneos en su conjunto representa debe aceptar ser un hombre. Para ti, ha lle-
una metáfora de la masificación y de los to- gado hoy…” (p. 105).
talitarismos del siglo XX. 50 Dice Hemón: “Ya se acabó” (p. 105).
46 Dice Creón: “¡Guardias! […] Llevadla” (p. 51 Por ejemplo, en Electra 723-724.
104).
52 Dice Creón: “Estamos solos, Hemón. El
47 Dice Creón: “¿Qué quieres que haga por mundo está desnudo. Y me has admirado
ella? ¿Condenarla a vivir?” (p. 104). demasiado tiempo. Mírame, esto es conver-
48 Dice Creón: “Antígona ya nos ha abando- tirse en un hombre: ver un día, de frente, el
nado a todos” (p. 105). rostro del padre” (p. 106).

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A modo de reconocimiento trá- –que en verdad se trata de una la-
gico, la constatación del desapego a pidación– y recapacita acerca del
todo se vuelve evidente. Hemón debe- trabajo que significa para ellos. La
ría comprenderlo, según su padre53. soledad de Antígona resulta más
El Coro prudente advierte con te- denigrante que entre los animales,
mor, a propósito de la ira del joven, los que se apretarían entre sí para
que salió como un loco (p. 113). La darse calor55.
actitud del Corifeo se ve muy atinente,
como en el Episodio III (vv. 766-767). c) La escena novedosa de la carta de-
El Episodio IV tiene su equivalen- dicada a Hemón. La joven pagará
te en la escena novena: Antígona que al custodio con un anillo de oro
no quiere ver a nadie más, aparece por escribirla. El guardia reitera
acompañada por los guardias; lue- las palabras que Antígona dicta
go, uno solo de ellos permanece a su como un modo de ridiculizar lo
lado. En el discurrir de las secuencias, trágico56. Ella afirma: “Je ne sais
hay variaciones: plus pourquoi je meurs […] J’ai
peur” (124)57. Con esta declara-
a) Diálogo Antígona-Guardia: la jo- ción, renueva el discurso del Epi-
ven se interesa por él, pero no hay sodio IV (vv. 920 ss.), en medio de
reciprocidad. El Guardia no puede la incomprensión de los ancianos
comprender, resulta problemático y del carcelero. Luego, los otros
ponerse en el lugar del otro54. asistentes estorban y llega el mo-
mento crucial (p. 126). El coro in-
b) Segundo momento del diálogo gresa súbitamente y expresa: “Là!
(p. 114). Antígona habla de la C’est fini pour Antigone. Mainte-
muerte; el Guardia, de la guerra. nant, le tour de Créon approche. Il
Nuevamente queda plasmado va falloir qu’ils y passent tous” (p.
el problema de la comunicación 126)58. Podría inferirse una suge-
como una escena disuasiva, como rencia a la composición de díptico
un diálogo de sordos del estilo de de la creación de Sófocles, en la
Sófocles. Antígona se despide al cual en la primera parte predo-
modo del Episodio IV en Antígo-
na de Sófocles y el Guardia piensa, 55 La imagen de los animales confundidos en
un abrazo recuerda la imagen del último
en voz alta, acerca de este entierro regreso de Filoctetes junto a Neoptólemo
mencionada con la metáfora de los leones
53 Queda descripta la idea del dolor visceral (vv. 1436-1437).
que la ruptura del sujeto del expresionismo
y del surrealismo plasmaron tanto en la 56 El efecto de lo goloioespudaion de Bachtin
pintura como en la música y la literatura. (1990 passim).
54 Etimología de σύνειμι, “ir con”, “acompa- 57 Dice Antígona: “Ya no sé por qué muero
ñar”, por extensión, “seguir o comprender […] Tengo miedo” (p. 110).
un razonamiento”. En la obra de Sófocles, 58 Dice el Coro: “¡Bueno! Se acabó con Antí-
Creón no sabe ponerse en lugar del otro. gona. Ahora se acerca el turno de Creón.
Cfr. Saravia de Grossi (2007: 381, n. 13). Tendrán que pasar todos” (p. 110).

70 María Inés Saravia de Grossi / Antígona de Jean Anouilh. Convergencias y divergencias...


mina Antígona y, en la segunda, su manera, el apremio de sus obliga-
Creón. ciones, luego se retira como Tiresias,
acompañado de su lazarillo:
La escena décima comienza con
la llegada del mensajero, que irrumpe Je vais te dire à toi. Ils ne savent pas,
gritando (p. 127) y equivale al Éxodo les autres; on est là, devant l’ouvrage,
de Sófocles. Este relata la muerte de on ne peut pourtant pas se croiser les
bras. Ils disent que c’est un sale besog-
Antígona, después de ser arrojada
ne, mais si on ne la fait pas, qui la fera?
al foso para su lapidación. A su vez, (p. 130)62.
refiere también la muerte de Hemón
dentro de la misma cavidad. Creón La escena décimo segunda elabo-
ordena sacar las piedras. El rey ayuda ra una reflexión final, el Coro habla
sudoroso con las manos sangrantes. de la tranquilidad, a pesar de todo:
Antígona pende de su cinturón y su
novio llora a sus pies. Le Chœur: Et voilà. Sans la petite An-
En la décimo-primera escena, tigone, c’est vrai, ils auraient tous été
aparecen Creón y el page (p. 128). El bien tranquilles. Mais maintenant, c’est
Coro advierte al gobernante sobre la fini. Ils sont tout de même tranquilles.
posible decisión de Eurídice, este ha- Tous ceux qui avaient à mourir sont
bla acerca de ella y la caracteriza por morts […]. Morts pareils, tous, bien
medio de una descripción: raides, bien inutiles, bien pourris63.

Une bonne femme parlant toujours La deixis espacio-temporal voilà


de son jardin, de ses confitures, de ses y maintenant “aquí y ahora” vuelve a
tricots, de ses éternels tricots pour les
pauvres (p. 129)59. reflexiona: “Vivir, dormir, tal vez soñar”, en
el tercer monólogo de Hamlet.
A continuación el Coro relata los 62 Dice Creón: “Voy a decírtelo a ti. Los otros
pasos previos a la muerte de la esposa no lo saben; uno está aquí, delante de la ta-
rea, y no puede cruzarse de brazos. Dicen
quien, al enterarse de la muerte de su que es una cochina faena, pero si uno no
hijo, dejó las agujas juiciosamente (p. la hace, ¿quién la hará?” (“Un sale besogne”,
129)60. Tanto el coro como Creón afir- “una cochina faena”, es decir, sucia); ade-
man que todos duermen, que podría más, la faena refiere a carnear un cerdo. Cfr.
Calin (1967: 76-83, especialmente p. 79)
creerse que duermen (p. 130)61. Este para las imágenes en la obra.
intensifica su aislamiento y explica, a 63 Dice el Coro: “Y es así. Sin la pequeña Antí-
59 Dice Creón: “Una buena mujer que siempre ha- gona, es cierto, todos hubieran estado tran-
bla de su jardín, de sus dulces, de sus tejidos, de quilos. Pero ahora se acabó. A pesar de todo,
sus eternos tejidos para los pobres” (p. 111). están tranquilos. Todos los que tenían que
morir han muerto […] Muertos parecidos,
60 Eurídice teje tiempo. Dejar las agujas en el todos, bien rígidos, bien inútiles, bien po-
prólogo implica constatar, por anticipado, dridos” (p. 112). En Antígona de Sófocles, el
su deceso. mensajero anuncia: τεθνᾶσιν (“han muerto”,
61 Este enunciado evoca el comportamiento v. 1173). El verbo en perfecto logra un impac-
propio del barroco cuando el protagonista to más efectivo por el proceso que implica.

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plantear la ambigüedad del prólogo, (p. 14)64. Para Deppman, esto la hace
en cuanto no queda claro qué espacio una extranjera entre los demás; el crí-
y tiempo se señala, si acaso no queda tico admite que la joven hija de Edipo
involucrado el de los espectadores. guarda afinidad con Meursault en El ex-
La escena final trae reminiscen- tranjero de A. Camus, más aún que con
cias del Episodio V de Antígona de lo propuesto en “El mito de Sísifo”65. En
Sófocles con la intervención de Tire- ambos personajes se exterioriza la con-
sias, por el sentido fundamentalista ciencia del absurdo. La disyuntiva capi-
del régimen que Creón inviste. Los tal se dirime entre alienación o pureza.
guardias han ido entrando: barajan Creón representaría el primer concep-
las cartas, juegan con una botella de to; Antígona, el segundo.
vino en la mesa y mastican cebollas, En el autor griego, los personajes
como signo teatral de su vida ano- se comportan como seres dotados de
dina, recinto donde no se percibe la razón y libre albedrío, pero los resul-
catástrofe. tados de sus actos permanecen des-
conocidos para ellos, inesperados e
A modo de conclusión inapelables. En la obra de Anouilh, los
caracteres no poseen el poder de de-
l Coro se muestra como un per- cisión de los antiguos y ya saben, an-

E sonaje que interactúa con los de-


más e, inclusive, con el público.
De este modo debilita los límites de la
tes de vislumbrar una iniciativa, qué
fin les corresponde; se desenvuelven
conscientes de jugar un determinado
ficción dramática y, consecuentemen- papel (p. 9) y se desempeñan con una
te, abandona a los personajes hacia calma meditativa. Un hallazgo de la
más soledad. El coro nunca acompa- creación moderna gira alrededor de
ña, sólo expresa, como en una nota al este tempo existencial y de la familia-
margen, el pensamiento del autor. ridad en el trato.
La motivación interior de los pro- Con Creón se expone el tema de
tagonistas se activa totalmente diver- la responsabilidad. Este concepto al-
gente en ambos autores. Sófocles di- canza sesgos de leit motiv. Este asu-
rime la lucha y el sacrificio de la vida me la ingrata tarea de gobernar y se
de la joven hija de Edipo por la ley comporta como tal, afirma varias ve-
eterna de los dioses. Anouilh elabora ces que debió aceptar su papel. Inclu-
una Antígona que no se aviene con la so toma la vida como una puesta en
realidad de este mundo y quien, por
su sed de absoluto, desencadena la 64 Dice la Nodriza: “¿De dónde vienes?” (p.
tempestad trágica y se sacrifica. La he- 71). Coloquialmente diríamos: “¿De dónde
roína sofóclea concibe a la perfección saliste?”.
ese ideal, su característica intrínseca, 65 Cfr. Deppman (2012: 531). Para el crítico,
y la protagonista moderna la refleja. tanto Antígona como Creón y también el
Coro exponen líneas de pensamiento ni-
La Nodriza pregunta a Antígona no hilista; en ese sentido, hay un sustrato de
bien comienza la obra: “D’où viens-tu?” pensamiento nietzscheano.

72 María Inés Saravia de Grossi / Antígona de Jean Anouilh. Convergencias y divergencias...


escena y se resigna ante el imperativo La perversidad se presenta con
del compromiso (p. 83). El ejercicio un dejo de bonhomía, como si Creón
de la responsabilidad, acaso, consti- fuera el hombre sacrificado. A me-
tuye una de las dolencias más impla- nudo insiste en que ‘debe hacerlo’ y
cables del siglo XX. se muestra comprensivo con el niño
El personaje representa lo relativo que remeda el lazarillo de Tiresias. Su
y, por lo tanto, lo corrupto. No se hace camisa arremangada lo expone como
ilusiones sobre los efectos de su go- ‘un hombre de trabajo’. Está lejos la
bierno, programa introducir un poco imagen del energúmeno que el man-
más de inteligencia en la estructura datario alcanzaba en la obra de Sófo-
de este mundo y agrega –escéptico– si cles. En el autor griego, podríamos
es posible (Lesky 1966: 156-168). afirmar que el devenir dramático de
El funcionario trata –aparente- Creón muestra el proceso autodes-
mente– de fomentar la comprensión, tructivo de un obsesivo; en Anouilh
la consonancia entre los hombres, muchos lectores o espectadores lo-
pero de un modo absolutamente se- grarían confundirse por su compor-
lectivo, es decir, siempre y cuando el tamiento relativamente sosegado.
otro concuerde con el régimen im- Físicamente este no presenta alte-
perante, de modo que no admite la raciones, deformaciones o falencias.
polifonía del disenso, como queda Intelectualmente o espiritualmente él
demostrado en los pseudo-diálogos. no asume su deseo o vocación asesina,
En un siglo XX que alterna entre no interpreta o racionaliza el sentido
escepticismos descarnados y feroces de la vida propia y la de los demás. No
dogmatismos, el gobernante siempre se hace responsable de ninguna, ni si-
se pone en marcha junto con su la- quiera de las jóvenes vidas de su fami-
zarillo, como Tiresias en Antígona y lia, y cree asumir que nada depende de
Edipo Rey, lo cual señala el tono fun- su voluntad. Desde este punto de vista,
damentalista del personaje. Su con- confirmamos que este dirigente carece
ducta equivale a un sacerdote-rey pa- de conciencia, de subjetividad, la que
gano, por tanto, un ser superior que los personajes de las tragedias se esfor-
imparte una palabra sagrada. zaron por visualizar en su esquivo e in-
La obra muestra alegorías al cipiente sentido de la interioridad. En
modo de Eurípides, o de la comedia ese aspecto, el personaje de Anouilh
política de Aristófanes y al modo, a
su vez, del teatro medieval, si el nuevo encierra a Antígona en una caverna. Agre-
gobernante representa a un Hitler y gamos que tampoco existe, a posteriori, el
arrepentimiento y el reconocimiento de los
Antígona la resistencia y los Guardias errores que expone el éxodo de Antígona de
concuerdan con la Gestapo66. Sófocles, en el que Creón se siente una nada
(v. 1325). Con el punto de vista de Depp-
66 Cfr. Deppman (2012: 524). Tanto Poujol man disiento, en cuanto Creón exhibe una
(1952) como Calin (1967) interpretan que resignación al status quo acomodaticio y,
el personaje de Creón está más humanizado por tanto, muestra la perversidad de los dé-
en Anouilh, que no llega a ser la bestia que biles, otra variante de la maldad.

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resulta primitivo, y más aún, no pro- ausencia de arquetipos, un grito que
yecta su vida hacia ninguna entidad promueve el desconocimiento de una
metafísica, siquiera para experimentar autoridad impuesta. El autor moder-
la otredad; sólo trasunta la instancia no estudia a Sófocles, va más allá y,
del poder, arrollador y negligente. en la línea histórica de su itinerario,
Este modo de la perversidad, acer- interpela fulminante a su época por el
ca del cual Anouilh indaga, podemos atropello a la libertad.
asimilarlo a lo que Hannah Arendt
denomina como “La banalidad del
mal”67. El gobernante de Anouilh se
escuda en lo que debía hacer, en su
sentido de la responsabilidad –insis- Bibliografía
to–, por lo que recuerda los argumen- Ediciones y traducciones
tos o razones que Eichmann esgrimía
ante el tribunal: que él obedecía ór- Anouilh, J. (1947). Antigone. Paris: La
denes, que él no odiaba a los judíos, Table Ronde.
que su voluntad no dictaminaba sus Anouilh, J. (21981). Antigone. Extrait sé-
decisiones y demás. Este hombre ne- lectionnés. Avec une notice sur la vie
fasto, que no se permite sobresaltarse de Jean Anouilh, une étude générale
ante las experiencias tremendas que sur son oeuvre, une analyse méthodi-
provoca, actúa como si efectivamente que de la pièce, des notes, des ques-
fuera la mano ejecutora de una vo- tions, des jugements et des sujets de
réflexion par J. Monférier. Paris:
luntad ajena a la propia que, no obs-
Bordas (11968).
tante, debe obedecer ciegamente. El
Anouilh, J. (1956). Nuevas Piezas Ne-
personaje de Creón parece inspirado
gras. Traducción de A. Bernárdez.
en aquellos personajes históricos. Buenos Aires: Editorial Losada S.A.
Anouilh, como otros tantos au- (1 1952).
tores modernos del siglo XX, en sus
Pearson, A. C. (ed.) (1928). Sophoclis,
universos recrea el mito pero no, Fabulae. Oxford: Oxford University
necesariamente, la literatura consa- Press.
grada. En un tiempo de rupturas ta- Saravia, M. I. (2012). Antígona. Sófocles.
jantes, como sucede en el corazón del Traducción, notas y estudio prelimi-
siglo XX, la recurrencia a los mitos nar. La Plata: Edulp.
habla de la liberación agitada por la

67 Cfr. Arendt (2006 passim). Eichmann


Bibliografía citada
fue teniente coronel de la SS y uno de los
mayores criminales de la historia. La autora Arendt, H. (1999). Eichmann en Jeru-
comenta en otras páginas: “Así vemos cómo salén. Barcelona: Editorial Lumen
Eichmann tuvo abundantes oportunidades (11963).
de sentirse como un nuevo Poncio Pilatos y,
a medida que pasaban los meses y pasaban
Bachtin, M. (1990). La cultura popular
los años, Eichmann superó la necesidad de en la Edad Media y el Renacimiento.
sentir, en general”. Madrid: Alianza.

74 María Inés Saravia de Grossi / Antígona de Jean Anouilh. Convergencias y divergencias...


Calin, W. (1967). “Patterns of Imagery
in Anouilh’s Antigone”. En The French
Review; 76-83.
Deppman, J. (2012). “Jean Anouilh’s Anti-
gone” en Ormand, K. (ed.). A Com-
panion to Sophocles. Oxford: Wiley-
Blackwell; 523-537.
Lesky, A. (1966). Gesammelte Schriften.
Aufsätze und Reden zu antiker und
deutscher Dichtung und Kultur, hg. v.
W. Kraus. Bern, München: Francke.
Mee, E. B. y Foley, H. (eds.) (2011). Anti-
gone on the Contemporary World Sta-
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Oliveras, E. (2007). La metáfora en el
arte. Retórica y filosofía de la imagen.
Buenos Aires: Emecé editores.
Poujol, J. (1952). “Tendresse et cruauté
dans le theatre de Jean Anouilh”. En
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Saravia de Grossi, M. I. (2007). Sófocles.
Una interpretación de sus tragedias. La
Plata: Edulp.
Steiner, G. (21991). Antígonas. Barcelo-
na: Gedisa (11984).

Recibido: 08-12-2014
Evaluado: 02-03-2015
Aceptado: 12-03-2015

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