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ABEJAS, AVISPAS Y HORMIGAS

¿Qué son?

Las abejas, avispas y hormigas (Orden Hymenoptera) son un grupo que incluye a la mayoría de los
insectos sociales. Muchos son polinizadores de las plantas con flor y las especies parásitas son
importantes agentes de control biológico de numerosas plagas de insectos. Su nombre proviene del
griego hymen que significa membrana, y pteron alas, es decir “alas membranosas”.

Se les divide tradicionalmente en dos grupos (subórdenes): Las avispas portasierra y avispas de la
madera (Suborden: Symphyta, que quiere decir “crecer como un solo tallo”), son consideradas los
miembros más primitivos del orden y no tienen la “cintura de avispa” característica. Las abejas,
hormigas y avispas verdaderas (Suborden: Apocrita) son un grupo más diverso, aproximadamente
el 95% de las especies, que incluye a numerosas especies parásitas (Anento y Selfa, 1997).

¿Cuántas hay?

Existen aproximadamente 197,750 especies descritas de abejas, avispas y hormigas, por lo que son
el tercer grupo más diverso de insectos después de los escarabajos y mariposas (Sharkey, 2007).

¿Cómo son?

Son insectos de tamaño pequeño. Su cuerpo se divide en cabeza, tórax y abdomen. Entre estos
últimos segmentos, la mayoría tiene un estrechamiento característico conocido como “cintura”.

Su aparato bucal es básicamente del tipo masticador, pero en muchas especies está adaptado para
lamer el néctar de las flores. Tienen dos pares de alas membranosas que utilizan para volar, con
excepción de las hormigas obreras y soldados que no tienen alas (son ápteros, de a, sin y pteros, ala)
y no vuelan. El abdomen de las hembras tiene en su extremo posterior un órgano generalmente
alargado con el cual depositan los huevos (ovipositor), que en muchas especies está modificado en
forma de aguijón.

Los miembros de este grupo atraviesan por varias etapas (metamorfosis); pasan de huevo a larva,
después a pupa y finalmente se convierten en adultos, etapa en la cual adquieren las características
físicas que les conocemos.

¿Dónde viven?

Debido a la gran diversidad de especies de himenópteros, los hábitats que ocupan son igualmente
diversos. Las abejas y avispas son los principales polinizadores de las flores, por lo que se
encuentran prácticamente en cualquier lugar donde haya plantas con flor. Por su parte, las hormigas
son más abundantes en las regiones tropicales y subtropicales, viven en el suelo, la hojarasca y los
árboles. Algunas hormigas conocidas como “zompopos” o “arrieras” son grandes defoliadoras, es
decir, cortan las hojas de arbustos y árboles, por lo que son muy importantes en la ecología de los
bosques tropicales. Las hojas son transportadas a sus hormigueros en donde las utilizan como
composta para cultivar hongos que son su alimento.
¿Cómo viven?

Muchas hormigas, avispas y abejas son insectos sociales que forman colonias muy numerosas,
altamente organizadas y divididas en “castas”, donde cada miembro tiene una función específica
que permite la división del trabajo dentro de la colonia. Por ejemplo, en una colonia de abejas, la
reina está especializada en la reproducción, los machos o “zánganos” se encargan de fecundarla y
las obreras tienen a su cargo tareas como la búsqueda de alimento, el cuidado de las larvas y
defensa de la colonia.

También existen especies solitarias y parásitas. Cuando las hembras de himenópteros parásitos van
a reproducirse buscan una larva de otro insecto, le inyectan una sustancia que la paraliza y sobre
ella depositan los huevos. Cuando los parásitos llegan al estado adulto ya no se alimentan del
insecto, sino del néctar de las flores u otra parte de la planta.

Muchas especies son importantes polinizadores de las plantas, es decir, transportan el polen pegado
a su cuerpo de flor en flor cuando están buscando alimento, de esta forma ayudan a la reproducción
de las plantas que polinizan.

¿Cómo lo utilizamos?

En varios estados del país se utilizan como fuente de alimento: se come el insecto completo ya sea
en estado adulto o inmaduro. Por ejemplo, de las hormigas se consumen las larvas, mejor conocidas
como “escamoles”, o las hormigas adultas, conocidas como “chicatanas”.

Las abejas son tan importantes que desde hace siglos se ha desarrollado la “apicultura”, la cual es
una actividad bastante difundida en el mundo dedicada al cultivo y aprovechamiento de las abejas.
Los mayas utilizaban a un grupo de abejas conocidas como “meliponas” en la producción de miel.
Actualmente, las abejas europeas (Apis mellifera) han sido introducidas en todos los rincones del
mundo con este objetivo debido a su alta productividad. Su pariente africano se introdujo
accidentalmente en 1957 en Brasil y desde ahí se dispersó a todo el continente americano. Estos
parientes con mayores capacidades de dispersión y más agresivos afectaron fuertemente la
producción de miel en todos los países que han colonizado.

Los principales productos de la apicultura son la miel y la cera, pero también se comercializa el
propóleo y la jalea real. En los sistemas de producción agrícola, los polinizadores son vitales para la
reproducción de los cultivos, mientras que las especies parásitas se usan como agentes de control
biológico de plagas.

¿Cómo puedes ayudar?

Cuando salgas a pasear no dañes los nidos de hormigas ni las colmenas de abejas o avispas, ya que
estos insectos son importantes para el mantenimiento y dinámica de los ecosistemas. Si consumes
productos derivados de la apicultura, trata de que provengan de lugares donde el cultivo ha sido el
adecuado, así ayudarás a fomentar esta actividad y a conservar estables las poblaciones de abejas.

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