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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

ESTUDIOS GENERALES LETRAS

TRABAJO INDIVIDUAL

Título: «Luchando por su libertad: Incorporación al ejército y cimarronaje


como mecanismos de libertad que aprovechó la población negra esclava
durante el proceso de la independencia del Perú en las zonas costeras entre
1800 y 1824»

Nombre: Adriana Velásquez

Tipo de evaluación: Trabajo Final

Curso: Investigación Académica (INT124)

Horario: 0678

Comisión: 0678A

Profesor: Miguel Costa

Jefe de Práctica: Eduardo Barriga

SEMESTRE 2017-1
Resumen

La presente investigación tiene como propósito demostrar que la participación de la población


negra esclava de las zonas costeras en el proceso de la Independencia del Perú permitió la
desintegración del sistema esclavista entre el periodo 1800 - 1824. Cabe resaltar la importancia
de las ideas abolicionistas en el bando patriota influenciadas por la constitución de la Corte de
Cádiz, lo cual, hizo más atractivo la causa libertadora para los esclavos afroperuanos,
concentrados en la costa, que se iniciaron militarmente en las milicias del virreinato. Además, la
guerra creó una inestabilidad que permitió a muchos afroperuanos esclavos, rebelarse y mejorar
sus condiciones de vida. Este trabajo analiza, primero, el sistema esclavista a principios del siglo
XIX en la costa, los antecedentes de la preparación militar de los esclavos afroperuanos y el
reclutamiento de estos en los bandos realista y patriota. Posteriormente, se analiza si la
participación de los esclavos y cimarrones en el bando patriota fue recompensada, con el
cumplimiento de las promesas hechas en los inicios de la guerra. Para ello se ha realizado una
búsqueda bibliográfica de investigaciones. En ese aspecto, investigaciones de autores como
Carlos Aguirre, Christine Hünefeldt, Alberto Flores Galindo, entre otros, han sido fundamentales

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Tabla de contenidos

Introducción

Capítulo 1
Contexto social y militar de la población negra esclava en la costa a inicios de siglo XIX.
1.1. Relaciones sociales, trabajo e ideales de libertad
1.1. Diferencias en las relaciones amo-esclavo entre esclavos domésticos y de hacienda.
1.1.2. Formas de alcanzar la libertad y la reducción de la población esclava en la costa
1.2. Las milicias del virreinato entre finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX
1.2.1. Características y organización de las milicias
1.2.2. Entrenamiento y desempeño de afroperuanos esclavos en las milicias
1.3. Una aproximación a los inicios de la guerra de la Independencia
1.3.1. Antecedentes de la lucha por la emancipación
1.3.2. Ideales abolicionistas en la visión de los independistas

Capítulo 2
Afroperuanos esclavos costeños en la guerra por la independencia y sus efectos
2.1. Reclutamiento y participación de esclavos negros en los bandos realista y patriota
2.1.1. Ejercito libertador: Esclavos afroperuanos y el concepto de ciudadanía
2.1.2. Las promesas del virrey: participación de los esclavos negros en el bando realista
2.2. Autonomía fugitiva: Cimarronaje durante la guerra independista en la costa
2.2.1. Cimarrones, bandoleros y guerrillas
2.2.2. Castigo y represión de esclavos fugitivos durante la guerra
2.3. La crisis del sistema esclavista a finales del proceso de independencia
2.3.1. Proclamación de la libertad de vientres y nuevas libertades
2.3.2. Postergación de la abolición de la esclavitud por la oposición de las clases dominantes

Conclusiones

Bibliografía

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Introducción

En julio de 1821 José de San Martín proclamó la independencia del Perú en la capital del
virreinato, a pesar de la conmemoración de esta fecha significativa, la guerra no concluyó aquel
año. Pero para esa época el ejercito libertador empezaba a superar en número y fuerza a los
realistas, por lo que fue en 1824, cuando oficialmente obtuvieron la victoria en la guerra. Sin
embargo, esto no hubiera sido posible sin la participación de los pobladores en las milicias y
guerrillas, entre ellos, los esclavos afroperuanos que regidos bajo el fin de obtener su libertad se
unieron a las filas de ambos bandos con preferencia por la causa independista. Por otro lado, no
se puede menospreciar la incorporación de cimarrones, inicialmente sin bando, a las guerrillas y
la justicia social que impartían durante este proceso. El problema que busca esclarecer esta
investigación es la manera en la que los esclavos afroperuanos costeños aprovecharon el proceso
de independencia para obtener su libertad mediante la incorporación al ejército y cimarronaje
entre 1800 y 1824.

Se debe destacar la importancia de la investigación de este tema, debido a que revalora la


participación de población afroperuana en la emancipación del Perú y en los inicios de la

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construcción de una república. A comienzos del siglo XIX, la población esclava en la costa estaba
dividida por su ubicación: en zonas urbanas y en zonas rurales. Esta división por zonas tambien
les atribuía un tipo de labor entre las dos que más destacan: servicio doméstico y trabajo en
haciendas respectivamente. A partir de esto, establecían relaciones con sus amos, de las cuales
los esclavos buscaban beneficiarse. Por otro lado, los amos no se libraron de esclavos fugitivos
llamados cimarrones que subsistían agrupados dedicándose a la delincuencia. Por más diferente
que fuera la situación de un esclavo tenía como fin único la libertad. Dentro de esta búsqueda de
la libertad, un factor importante que intensificó este anhelo con la promesa de la defensa de los
intereses de los esclavos, fue el impacto del proceso de independencia. Tanto el bando libertador
como el bando realista reclutaron esclavos negros costeños asegurándoles obtener la libertad.
Aunque no era la primera vez que negros esclavos formaban parte de las milicias, esta vez su
participación en las guerras independistas era importante para la progresiva desintegración del
sistema esclavista.

Este trabajo está dividido en dos capítulos. En el primero se pretende analizar el contexto
social y militar de los esclavos en las primeras décadas del siglo XIX hasta la llegada de José de
San Marín al Perú. Conjuntamente, se determina vincular las relaciones sociales de esclavos
afroperuanos y su experiencia en el ámbito militar con la forma en la que decidían obtener su
libertad en los albores de la guerra. Así, se analizará primero, las relaciones amo-esclavo según
el contexto laboral del afroperuano para el acceso a manumisiones. Después se analiza la historia
de la formación de milicias y la integración de los esclavos negros a estas. Finalmente, se
analizarán las causas que dieron origen a la guerra independista, agregando, los hechos históricos
correspondientes a antes de la llegada de San Martín.

El segundo capítulo se va a analizar la participación de los afroperuanos costeños en la guerra por


la independencia y el efecto que tuvo en torno a la abolición del sistema esclavista que se dio años
después. Analizando, en primer lugar, el reclutamiento del bando patriota y el bando realista de
negros esclavos ofreciéndoles la libertad por el cumplimiento de un respectivo servicio militar.
Realizando algunas comparaciones sobre las estrategias de reclutamiento de cada uno de los
bandos. Después se analizará tambien el aumento de esclavos cimarrones y la incorporación de
estos a las guerrillas. Y, por último, se presentarán los intentos abolicionistas después de la
proclamación de la independencia, intentando resolver la interrogante sobre la postergación de la
abolición de la esclavitud.

Hay tres tradiciones historiográficas dentro de esta investigación: sobre el estudio de la


sociedad negra esclava en la costa, el proceso de la guerra por la independencia y el paulatino
proceso de la abolición de la esclavitud. En cuanto a la primera, resaltan investigadores como
Carlos Aguirre con su libro Dénle duro que no siente: Poder y transgresión en el Perú

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republicano, y Alberto Flores Galindo con su libro Aristocracia y plebe: Lima, 1760-1830
(Estructura de clases y sociedad colonial). Dentro de la segunda tradición se destacan las
investigaciones de Christine Hünefeldt en su texto Cimarrones, bandoleros y milicianos: 1821, y
Cristina Mazzeo con Los nudos de la desunión: conflictos y divergencias en la dirigencia del
ejército realista durante la emancipación del Perú, 1810-1824. Y finalmente, sobre la abolición
de la esclavitud, principalmente, las investigaciones de John Rodríguez en su texto El discurso
abolicionista en la prensa peruana, 1800-1850: Una aproximación al tema, y Jean-Pierre Tardieu
con su libro El decreto de Huancayo: La abolición de la esclavitud en el Perú, 3 de diciembre de
1854. Tambien mencionar investigadores como Sales de Bohigas, De Vinatea, Espinoza, entre
otros, han sido esenciales para la elaboración de este trabajo.

El tema de la presente investigación estuvo motivado por el interés acerca de la vida de los
esclavos afroperuanos muchas veces presentada en películas y novelas históricas, donde se
visualizan principalmente escenas de sufrimiento e injusticia representadas en los castigos de
amos hacia sus esclavos. Si bien el tema sobre castigos y exclusión social para la población negra
esclava motivo esta investigación, esta no pretende enfocarse en este, sino en cómo estas
situaciones de castigo, injusticia, represión y exclusión vividas por los esclavos desde siglos
anteriores los impulsó a enfrentarse a las penurias de la guerra para lograr ser libres. Por otro lado,
resulta conveniente explicar el uso único de fuentes secundarias para la elaboración de este trabajo
de investigación.

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Capítulo 1
Contexto social y militar de la población negra esclava
en la costa a inicios de siglo XIX.

En las primeras décadas del siglo XIX, la población esclava negra costeña se encontraba dispersa
en la costa peruana desempeñando distintas actividades y esforzándose por sobrevivir en un
ambiente laboral hostil. Sin embargo, fue en esta época que, con las dificultades en la trata de
esclavos, el sistema esclavista empezó a desintegrarse. Sumado a esto las concesiones que
lograron obtener los esclavos pudieron recurrir a las leyes para conseguir la libertad. Por otro
lado, los actos de rebeldía de algunos de ellos permitieron la reivindicación de su cultura a través
de la vida en comunidad. Los esclavos costeños negros tenían un solo fin en sus vidas, conseguir
la libertad de la manera necesaria. Con los ideales independistas, los anhelos de libertad por parte
de este grupo se acentuaron. Para este momento, los esclavos afroamericanos ya tenían
preparación militar desde siglos anteriores. Pero será en este periodo cuando su participación en
milicias será trascendental para su lucha por la libertad. En el presente capitulo analizaré las
relaciones sociales de los esclavos afroamericanos tras la configuración del sistema esclavista en
la costa a partir de ese siglo, además de los antecedentes de estos esclavos dentro de las milicias
del Virreinato. Y finalmente, analizaré tambien la situación de la población esclava
afrodescendientes en los inicios de la guerra por la independencia del Perú.

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1.1. Relaciones sociales, trabajo e ideales de libertad
A inicios del siglo XIX, el sistema esclavista estaba en decadencia debido a un mayor acceso a la
libertad por parte de la población esclava afrodescendiente en la costa. Esto cambio las relaciones
que tenían estos esclavos con negros libertos y con las otras castas, además de transformar la
relación amo-esclavo. Aunque no se debe dejar de lado las diferencias que existían entre esclavos
afrodescendientes con respecto al género, ubicación, oficio y su red familiar en el proceso para
obtener su libertad. Sin embargo, estas diferencias dispersaban a la población negra por lo que no
había una cultura o identidad definida como en otros países. “[…] los esclavos eran una minoría
a escala del virreinato, fragmentada en ocupaciones múltiples en la costa central, en el interior de
un sistema que no estaba precisamente en expansión como en el Caribe.” (Flores Galindo:
1984:137) Por lo tanto, dificultaba la idea sobre una rebelión masiva negra más no impidió que
ocurrieran actos de rebelión contra el control del sistema.

1.1.1. Diferencias en las relaciones amo-esclavo entre esclavos domésticos y de hacienda.


Las ocupaciones más comunes en las que se desempeñaban los esclavos afroperuanos en la costa
eran las labores domésticas y el trabajo agrícola. El primero se desarrollaba en zonas urbanas y
correspondía a los deberes dentro de un hogar y ofrecer distintos servicios a una familia. Mientras
que los esclavos agrícolas trabajaban dentro de haciendas o chacras, y convivían en grandes
grupos con otros esclavos en zonas rurales. Cada oficio desencadenaba un tipo de relación amo-
esclavo diferente por sus características, aunque también involucraba otros factores como la
condición económica del amo y a que clase social pertenecía.
Para los esclavos el trabajo doméstico resultaba la actividad menos degradante y
explotadora, por ello, muchos preferían laborar en casas o en conventos antes que en haciendas.
“[…] alrededor del 66% de la población esclava de Lima estaba ocupada en el servicio
doméstico.” (Aguirre 2008:30) La demanda por este servicio era mayor ya que, tener un esclavo
en el hogar mejoraba el estatus de la familia. La propiedad de esclavos domésticos no era
únicamente característica de familias adineradas, había quienes se esforzaban para poder invertir
en al menos la compra de un esclavo. “The kind of work slaves assumed in the owner's households
was closely linked to the owners social status. A greater number of slaves meant not only higher
social status for owners and slaves (and division of daily chores among the slaves) but clearly
understood boundaries between owners and slaves as well.” (Hunefeldt 1994:130) Los esclavos
más privilegiados en cuanto a beneficios materiales que cubrieran sus necesidades básicas eran
aquellos de amos con buena posición económica, a diferencia de quienes su amo de clase media
no podía abastecerlos con lo necesario.
Para los esclavos domésticos la relación con su amo era usualmente paternalista debido a
la cercanía con los familiares que tenían dentro del hogar. La convivencia diaria generaba en
algunos casos, los esclavos se unieran al ámbito familiar y se formaran relaciones más afectivas.

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Sin embargo, no excluye relaciones abusivas entre amo-esclavo. “La aparición simultanea de
ambas no resulta inusual: amos “buenos” solían también castigar a sus esclavos tal como lo
mandaban las convenciones de la época.” (Aguirre 2008:32) Los castigos eran parte de estas
relaciones por más paternalistas que sean los vínculos, aunque variaba la violencia con la que
estos se ejercían.
Las relaciones eran más afectivas entre amos y esclavas mujeres porque estas suplantaban
a las esposas en sus deberes del hogar y menesteres sexuales. “Emotional closeness between
masters and slaves was greater when the master was a bachelor or lived apart from his wife.”
(Hunefeldt 1994:132) Las esclavas mujeres aceptaban este tipo de tratos con sus propietarios
debido a que les traería una serie de beneficios como mejores vestimentas, alimentos y
distribución del trabajo. Además, que era para ellas muy difícil rechazar las proposiciones de sus
amos por el poder que tenían sobre ellos. “In the context of domestic service, emotional and social
blackmail often became the basisfor negotations for the journey toward freedom.” (Hunefeldt
1994: 129) Sin embargo, las promesas de libertad de los amos, en muchos casos, no se cumplían
por lo que las esclavas recurrían a juicios acusándolos de violadores. Muchas esclavas usaban la
vía judicial para demandar las provocaciones de sus amos. Según Rosario Rivoldi, era usual para
esclavas que buscaban cambiar de amo, apelar a causa de “servicia espiritual” debido a que si este
acto era comprobado el amo tenía que extender la boleta de compra. (2002:161) Muchas esclavas
fueron efectivamente ultrajadas en contra de su voluntad; sin embargo, también hubieron esclavas
que contaban a sus vecinos y familiares de los amoríos con sus amos para que si lo acusaba por
servicia, hubieran testigos de estos actos.
Los esclavos domésticos además eran más independientes por el ambiente en el que
vivían que les permitía socializar y poder ganar su sustento económico. “Los esclavos domésticos
se encontraban en un ambiente de libre movilización, por ser la calle donde se desenvolvían
diariamente.” (Ortega 2007:253) Así podían socializar con otros esclavos, negros libertos y otras
castas, además de tener otros oficios fuera de las labores domésticas. Según Flores Galindo, los
amos con menores ingresos mandaban a sus esclavos a trabajar para recuperar la inversión que
habían hecho en ellos, de esta manera, estos eran a su vez, jornaleros que proveían de una cierta
cantidad de dinero diaria o semanalmente a sus propietarios. (1984:122) Para ellos no era común
el control excesivo de sus amos en su vida diaria, sin embargo, no significaba que estuvieran
libres de abusos físicos en los castigos, excesivo trabajo o de carencias materiales.
Por otro lado, los esclavos agrícolas solían vivir en grandes grupos en las haciendas lo cual
dificultaba la formación de relaciones paternalistas con los amos y autoridades. Según María
Angela Morales, la relación entre el hacendado, el mayordomo, el administrador y el caporal con
las centenas de esclavos era distante, y violenta por parte de estos dos últimos. (2008:170) La
violencia y control por parte de las clases dominantes se reflejaba con frecuencia en la vida diaria
de un esclavo que trabajaba en haciendas y chacras. Su labor era agotadora y en muchos casos

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extenuante, teniendo a la mayor parte de esclavos trabajando en el cultivo del campo. Las extensas
jornadas laborales les impedía acceder de ciertas libertades que gozaban los esclavos domésticos
ya que, a diferencia de estos, el control de sus amos era mayor y constante.
Una forma de controlar el comportamiento se reflejaba en los galpones que eran habitaciones
dentro de la casa hacienda donde se alojaban los esclavos divididos entre hombres y mujeres.
Aguirre compara estas habitaciones con una cárcel en la que se impedía la comunicación con el
exterior y en determinadas horas, entre ellos mismos; por lo tanto, no buscaban la comodidad de
los habitantes sino el control y disciplina. (1995:120) Sin embargo, Morales, quien también
analiza la cita de Aguirre, señala que este control era desde afuera porque, a pesar de que, las
condiciones precarias de estas habitaciones producían conflictos grupales y promiscuidad, con el
tiempo lograron convertirse en espacios de reunión y relajación. (2008:175) Es decir, el hecho de
que los esclavos que laboraban en haciendas estuvieran bajo un control más estricto y violento de
administradores y caporales no significó que no tuvieran la oportunidad de sociabilizar entre ellos.
No obstante, a pesar de considerar “cárceles” a los galpones es importante indagar sobre el
verdadero espacio de castigo y reclusión dentro de las haciendas. Las cárceles eran un elemento
imprescindible en estas ya que eran parte de la disciplina que se le proporcionaba al esclavo
rebelde u holgazán. “En la hacienda San Juan, la cárcel estaba próxima a las habitaciones y en
Collique, debajo del mirador, junto a la sala y el corredor delantero de la casa, de manera tal que
todos podían estar enterados de su existencia: como una amenaza latente.” (Flores Galindo
1984:109) Esta cercanía de las cárceles con los galpones era parte del control constante sobre el
esclavo quien debía acatar las órdenes del caporal para no sufrir de un castigo que consistía
principalmente de múltiples azotes en la espalda.
Las diferencias entre el trato del propietario que desencadenaba cada oficio hacia el esclavo
tambien definirá que método utilizaron estos para obtener su libertad posteriormente. Es
importante analizar las relaciones amo-esclavo ya que explicaran la actitud de los esclavos al
intentar librarse de su control. Mientras una parte de los esclavos seguirá fiel a su amo en la espera
de su liberación a la muerte de este, otros preferirán utilizar las concesiones que obtuvieron desde
finales de siglo XIX para ser manumitidos y finalmente, otro grupo decidirá oponerse al sistema
de manera violenta y criminal.

1.1.2. Forma legal e ilegal de alcanzar la libertad y la reducción de la población esclava en


la costa
A finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, el sistema esclavista en la costa peruana
experimentó la disminución de la población esclava afroamericana. Esta disminución implicaba
la progresiva desintegración de este sistema, ya que para los esclavos empezaba a ser más viable
conseguir ser liberados ya sea legal o ilegalmente como era el caso de los cimarrones. Según
Carlos Aguirre, en 1792 los esclavos negros representaban el 25% de la población en la capital,

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pero en 1812 decreció al 21.8%, y 15.9% entre el periodo de 1818 y 1820. (2008:30) Este
decrecimiento poblacional continuaría debido a las diversas formas en las que los esclavos
afroamericanos obtenían su libertad las cuales dependían de las relaciones sociales entre ellos y
con sus amos.
Dentro del marco legal de la época, los esclavos afrodescendientes podían obtener su libertad de
tres maneras: manumisión, matrimonios a distancia y en juicios contra sus amos por alguna
irregularidad. En estos tres mecanismos de liberación se involucraba no sólo al esclavo de manera
individual sino a todo su conjunto de familiares o amigos cercanos que favorecían la liberación.
Un ejemplo de esto es la relación que tenían los esclavos afroamericanos con los negros libertos
que a pesar de ya no ser parte del sistema esclavista seguían estando excluidos de la sociedad
colonial. “Asimismo, los negros libres constituían una porción numerosa de las clases populares
y marginales en la ciudad.” (Ortega 2007:252) Sin embargo, tanto negros libres como esclavos se
apoyaban en su lucha por la libertad de distintas maneras. Ya sea como testigos en juicios o
prestamistas para el pago de libertades, las personas cercanas al liberado participaban del proceso
de liberación. “En el proceso de liberación de un esclavo y de su familia intervienen las
autoridades municipales, el notario, el administrador de las Cajas Reales, el cura local y los
amigos y compadres generalmente propietarios de tierras y de tiendas en la ciudad [..].” (Espinoza
Claudio 2012:260) La sociedad de negros en la costa a pesar de estar dispersa se reunía en
momentos de celebración como lo era la liberación de un esclavo.
Nos centraremos en las manumisiones, por el impacto que tuvieron las cifras demográficas de la
población negra esclava, se pueden dividir en dos clases: por compra y por gracia del amo. La
manumisión por compra consistía en que el esclavo pagara a su propietario el monto por el cual
lo había adquirido. En cuanto a la manumisión graciosa, se otorgaba para premiar la fidelidad y
el extraordinario trabajo que había realizado un esclavo por su amo durante todo el tiempo que
estuvo bajo su protección y era usual darlas en testamentos para lo cual la relación entre el amo y
el esclavo poseía lazos afectivos muy fuertes, algunos por el largo tiempo de convivencia eran
considerados miembros de la familia. Podía suceder entre amos cuyas esclavas cumplieron
funciones de madre. Aunque podía otorgarse también cuando el esclavo por vejez o enfermedad
dejaba de ser útil para su amo, y así no asumir la responsabilidad de sus gastos. “En ambos casos
las cartas de libertad eran registradas ante un Notario Público, quien entregaba al flamante liberto
una boleta de certificación de su libertad.” (Aguirre 1993:214) Sin embargo, era más fácil poder
acceder a la manumisión por compra sobre todo para los esclavos jornaleros debido a que sus
labores extra le daban una pequeña ganancia que podían acumular hasta conseguir la cantidad
necesaria.
Las manumisiones graciosas se realizaban con menor frecuencia, por consiguiente, la compra de
libertad era más común; “23,8% de hombres recibieron la libertad como una gracia del amo,
mientras 76,2% tuvieron que comprarla; en el caso de las mujeres las cifras son 27,7% contra

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72,3%.” (Aguirre 1993:217) El hecho de que mayor cantidad de mujeres accedieran a las
manumisiones graciosas se debe en parte a las relaciones que las domesticas tenían con sus
propietarios como se mencionó anteriormente. Por otra parte, en la compra de manumisión se
puede apreciar el apoyo de otros negros esclavos o libertos con sus familiares o amigos. Aguirre
analiza que de 958 esclavos libertos el 371 fueron liberados por una compra ajena; y de estos 225
eran mujeres. (1993:219) Esta cifra implica no sólo prestamos de dinero entre compañeros u
amigos ya liberados, sino la compra de familiares, muchos esclavos preferían liberar a sus madres
o hijas antes que ellos. Esto último se explica por el mayor número de mujeres liberadas por
compra ajena que de hombres.
Al contrario de estos mecanismos de liberación legales, el cimarronaje fue un acto de rebeldía
que, si bien libraba al esclavo del control del amo durante el tiempo en el cual permanecían
prófugos, no los liberaba legalmente. Así, escondidos en lugares poco accesibles de la naturaleza
conocidos como palenques, los cimarrones tenían la oportunidad de reconstruir la cultura que
tenían en común. “En los palenques se congregaron grupos étnicos de distintas procedencias
tribales y a pesar de ello pudieron superar las barreras de contención idiomática y religiosa para
lograr una unidad cultural que les permití afirmar y recrear su identidad africana.” (Kapsoli
1990:7) La vida en comunidad era importante para la sobrevivencia de estos esclavos y para
reafirmar su oposición al control que ejercían sobre ellos. “En efecto, se trata de una modalidad
de protesta social negra por la cual un grupo de esclavos, hombres y mujeres, buscaban un lugar
apartado donde, protegidos por muros de caña y barro, intentaban reproducir sus formas
tradicionales de vida.” (Flores Galindo 1984:119) Había una organización dentro de los palenques
que les permitía mantenerse en la clandestinidad y con la ayuda de algunos esclavos que se
mantenían en las haciendas.
El esclavo prófugo o cimarrón era buscado por su amo (o por un encargado de él) el cual lo
esperaba para propiciarle un respectivo escarmiento. Los cimarrones eran principalmente
esclavos agrícolas que por algún exceso de su amo decidían huir de su control, viviendo con otros
fugitivos o entre esclavos manumitidos. Según Flores Galindo, el esclavo optaba por el
cimarronaje cuando tenía un conflicto con los administradores de la hacienda o estos le descubrían
algún crimen como un robo. (1984:117) La severidad de los castigos que recibían al regresar con
su amo, por voluntad propia o al ser capturado, dependía de las acciones que estos hubieran
cometido antes y durante su escape. En muchos casos los condenaban a muerte debido a los
crímenes que habían cometido en conjunto con otros cimarrones y bandoleros en su fuga. Para
Kapsoli, las bandas estaban dirigidas por un capitán, un observador, tres atacantes y un
chequeador de asaltos. (1990:6) Se organizaban para cometer crímenes violentos como asaltos y
asesinatos, por esa razón, era importante entre los grupos de bandoleros el uso de armas. Esta
habilidad de los bandoleros con las armas será atractiva para los grupos de guerrillas durante la
independencia.

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Tanto de la forma legal o de la forma violenta, los esclavos negros demostraban su rechazo por el
sistema esclavista; pero fue en los inicios del siglo XIX la libertad de negros era más usual que
en siglos anteriores. El sistema estaba en decadencia por los problemas en la trata de esclavos y
el hecho de que los esclavos empezaban a liberarse dejaba unos escases de mano de obra negra
en la costa. Esto generó cierto temor en la población por la idea de una revolución de negros en
el Perú como había sucedido en Haití años atrás. Sumándole a esto la influencia de las ideas
independistas en este periodo.

1.2 El ejército del virreinato: las milicias entre finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX
Las milicias eran grupos de hombres que defendían al monarca, esta fuerza estuvo presente desde
comienzos del virreinato del Perú. Sin embargo, según analiza Natalia Sobrevilla, fue a finales
del siglo XVIII cuando estas tomaron importancia con la promulgación del virrey Manuel de
Amat y Juniet del reglamento de fusileros en 1762.” (2012:252) Reglamento que aseguraba
privilegios para los soldados y oficiales de estaba forma lograba reclutar mayor cantidad de
milicianos. Los altos cargos le correspondían a hombres fuertes y blancos, de preferencia
españoles antes que criollos. Por otro lado, los negros tambien formaron parte de estas milicias,
divididos en batallones según sean mulatos o pardos, sean libres o esclavos. Los batallones
conformados por negros fueron aumentando en número a finales del siglo XVIII, exigiendo ser
reconocidos como otros grupos de milicias ante las autoridades del virreinato que los denigraban.
Años más tarde tuvieron un papel importante en la guerra por la independencia, cuando se
incentivó el trabajo militar como una vía para conseguir la libertad.

1.2.1. Las milicias en la colonia: características, organización y debilidades


Es a finales del siglo XVIII cuando las milicias empiezan a ganar importancia con el cambio en
el sistema militar, ser parte de ellas se convierte en una función esencial y honorifica (aunque sólo
para las elites) más aún con el comienzo del siglo XIX, cada vez más cercana la independencia
del Perú. Por ello, se debe analizar las características y funciones de los hombres que
pertenecieron a estas fuerzas, además de los motivos que tuvieron para integrarlas. Por lo cual, se
debe partir desde el momento histórico en donde se decidió reformar el sistema. Tras la rivalidad
entre España e Inglaterra en la Guerra de los siete años, los ingleses tomaron La Habana
demostrando la debilidad militar española en las colonias de América.
Con la amenaza británica, España decidió mediante las reformas borbónicas consolidar mejor el
sistema militar incentivando a grupos de ciudadanos ser entrenados militarmente para proteger
los territorios de América que estaban bajo dominio español. Según Ángel Luis Guerrero, había
dos tipos de milicias: provinciales y urbanas, ambas conformadas por vecinos, pero las primeras
eran instruidas de modo habitual mientras que las urbanas no solían ser adiestradas ni armadas
porque difícilmente ocurrían situación de peligro en la ciudad; las reformas borbónicas permitían

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una participación más activa. (2007:17) Los cambios obtenidos por las reformas permitían la
participación de más ciudadanos sobre todo de las clases altas debido a que esto les otorgaba
beneficios.
Para una mayor participación de hombres en el servicio militar se incentivaba a estos con
una serie de beneficios, así como ser honorados por servir a su Rey. “A cambio de pagarse su
propio uniforme, además de su escopeta sable, caballo y pólvora y balas, los miembros de este
cuadro de élite recibían un entrenamiento militar cuando se pasaba revista y tenían derecho al
fuero militar, así como privilegios de nobleza.” (Sobrevilla 2012:253) La idea de pertenecer a la
élite militar siendo soldado u oficial resultaba atractiva, sobre todo porque se le ofrecía a cambio
de ser adiestrados en las técnicas de combate y uso de armas, el derecho al fuero militar. “El fuero
estaba compuesto por una serie de normas y privilegios que regulaban la situación jurídica de los
militares, un auténtico corpus legal que eximia a los miembros del ejército y de las milicias de la
justicia civil u ordinaria. (Guerrero 2007:18) Ser eximidos de los tributos y, los beneficios
jurídicos para los familiares del militar y para este mismo eran algunos de estos privilegios que
se les otorgaban en el fuero.
Sin embargo, al ser un gran número los hombres que se inscribían a las milicias, el fuero
se convirtió en un impedimento para implantar justicia. Para guerrero, la justicia civil ignoraba
los privilegios que otorgaba el fuero, por lo que los milicianos aprovecharon para cometer excesos
y abusos a ley sin ser condenados, dificultando la aplicación de la justicia. A pesar de que las
milicias contaban con gran cantidad de hombres gracias al incentivo que les daban, no estaban
bien adiestrados y entrenados. Eran muchos en número, pero los sucesos posteriores demostraron
que su habilidad militar no era eficiente.
La revuelta de Túpac Amaru demostró la debilidad e inutilidad de las milicias, que sólo
se lucían con sus uniformes y altos cargos más no en habilidad en el combate, según narra
Sobrevilla, cuando un visitador de nombre Juan Antonia de Areche al ver el desconocimiento de
las milicias peruanas sobre táctica militar prefirió utilizar soldados limeños por tropas organizadas
por oficiales de la Corona. (2012:255) Esto fue consecuencia del fuero como incentivador para la
reclusión de milicianos, los ciudadanos solo se inscribían para evadir los tributos y el sistema
judicial, más no se preocupaban por el nivel del entrenamiento que estaban recibiendo. Tras la
revolución de Túpac Amaru hubo un esfuerzo por los oficiales a entrenar mejor a sus
descendientes en el servicio militar.
A pesar de que, los varones de casta española se vieron interesados en ser parte de las milicias no
significó que otras castas no formaran parte de ellas. Había diferencias entre los hombres de las
milicias, no sólo la edad era un factor importante ya que “se les clasificó de muchas formas: por
tipo de armamento, por grados de instrucción y equipamiento y por último de acuerdo al criterio
social imperante: la raza.” (Oré Caballero 2001:109) Como se mencionó anteriormente, los altos
cargos eran dirigidos por hombres principalmente de casta española o en algunos casos, criolla de

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esta manera impedían que las milicias de negros se tornaran independientes. “Las autoridades
coloniales, para impedir que estos cuerpos adquirieran demasiada autonomía, trataron siempre de
que los altos puestos de mando estuvieran a cargo de blancos, y mejor aún sí eran españoles.”
(Hünefeldt 1979:71) Incluso cuando un negro o mestizo tuviera la misma capacidad y habilidad
física que un blanco, no podía aspirar a ser un oficial. La superioridad de castas tambien influía
en el ámbito militar, siendo el blanco español como en muchas cuestiones en el periodo colonial,
el que obtenía el poder sobre los otros.
La exclusión de ciertas castas tambien se reflejó en el concepto de ciudadanía incorporado
en la constitución de Cádiz en 1812. Asumiendo que solo los de origen español eran ciudadanos,
aunque Sobrevilla indica que la constitución se puede interpretar de otras formas permitiendo a
negros, indígenas y mestizos ser parte de este concepto, lo más relevante era la conexión de
milicias formadas por ciudadanos debidos al territorio mas no al rey. (2012:260) Sin embargo, la
interpretación que realiza Christine Hünefeldt a través de este concepto es que tanto negros como
indios, y sus respectivos descendientes serían considerados españoles; y en base a este concepto
de ciudadanía se proyectaba la abolición de la trata de esclavos. (1979:73) Esto desencadeno la
idea de un patriotismo que se fue desarrollando lentamente, ya que aún se concebía la idea de
lealtad al rey. Los conceptos de ciudadanía y patriotismo fueron tomando forma mientras el
momento de la independencia se acercaba.
1.2.2. La organización de los batallones de “naciones”: negros en las milicias del virreinato
Entre los últimos años del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX, aumentó el número de negros
en las milicias siendo su fuerza más trascendental dentro del sistema militar. Muchos de ellos,
incorporados por el ideal de ser privilegiados por el fuero, otros que eran esclavos lo hacían
obligados por sus propietarios. La cantidad de afroamericanos que incrementaban rápidamente;
“El batallón de Pardos Libres […] fue creado en 1698 y para 1803 contaba ya con 1498 hombres
organizados en once compañías.” (Sobrevilla 2012:253) Además, en cuanto a distribución
geográfica, había una gran cantidad de negros milicianos distribuida en la costa sobre todo en la
capital, Hünefeldt da una cifra aproximada de 53% de los milicianos eran negros, mulatos y
pardos. (1979:4) Considerando que los negros eran un equipo mayoritario en las milicias es lógico
que las elites sociales vieran con temor la idea de una revolución por parte de ellos.
Los afroperuanos conformaban parte de batallones de infantería y caballería divididos por casta
dentro de estos tambien se encontraban esclavos que eran forzados por sus amos hacendados a
adherirse a las milicias coloniales, sin excusarlos de sus deberes dentro de los campos. Guerrero
agrega que los hacendados tambien incorporaban a sus cientos de trabajadores en las milicias ya
que de esta manera desplazaban la relación entre patrón a peón por una de oficial a soldado
reafirmando su supremacía. (2007:24) Por otro lado, Hünefeldt describe otra situación en la que
el hacendado junto a su familia se encontraba protegida por sus esclavos armados y entrenados
por el estado colonial, y que los podía defender de ataques bandoleros. (1979:72) Más aun con la

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fuerza libertadora cada vez más cercana al momento de la independencia, eran importante para
los hacendados estar resguardado de ellas.
En el anterior punto se destacó la ocupación de cargos altos por parte de españoles, esto
no fue diferente en la organización que tuvieron los regimientos de pardos y morenos. El
regimiento de caballería que refiere al conjunto de milicianos que se transportaban en caballo
hacia sus misiones y el regimiento de infantería que agrupados se establecían en el lugar que
correspondía a su misión. Como analiza Oré Caballero, cada regimiento se dividía en dos
batallones mínimo, y estos a su vez se fraccionaban en múltiples compañías. También menciona
que sólo el comandante de cada regimiento y el cuadro de veteranos eran españoles, el resto
variaba entre mulatos y negros libres. (2001:110) Lo máximo a lo que podían aspirar los
afroperuanos milicianos, por lo tanto, era ser oficial. En un análisis en comparación a las milicias
conformadas por la elite costeña, los afroperuanos tuvieron más movimiento y actividad en las
misiones militares, en contraste con los blancos que portaban sus atuendos y armas mientras
desfilaban con presunción más no servían para desenvolverse en el ámbito militar. Aun así,
gozaban inclusive de más privilegios que los afrodescendiente por el fuero,
Como se narró anteriormente, las elites en las milicias destacaban más por la manera en
la que se presentaban bien uniformados más que por su táctica de combate, lo que se demostró
con la revolución de Túpac Amaru desde 1780, el suceso donde, según narra Fernando Oré
Caballero, fueron las milicias de pardos, morenos e indígenas alcanzaron el triunfo español al
mando del Mateo Pumacahua. (2001:110) Sin embargo, a pesar de la gran destreza que
demostraban estos batallones, fueron designados inferiores al imponerles medidas que los
desfavorecían. Por ejemplo, la introducción de una contribución militar en Lambayeque la cual
los negros, pardos y mulatos se negaron a pagar, en este hecho Hünefeldt describe el temor del
Virrey ante el alzamiento de este grupo por esa razón, decide exonerarlos de estos tributos.
(1979:72) Los grupos de negros tanto libres como esclavos que conformaban las milicias
empezaban a emanciparse, debido a que ellos resultaban mejor adiestrados que milicianos de otras
castas. Esto asustaba a la población por la idea de que los negros se sublevarían y tomarían acción
contra la colonia.

1.3. Una aproximación a los inicios de la guerra de la Independencia


Si bien el presente trabajo se centra en el periodo marcado desde 1800 hasta el año 1824 cuando
termina finalmente el dominio español en el Perú (aunque diversos autores señalen que este
perduró durante unos años más) sería prácticamente imposible narrar los inicios de la guerra de
la independencia sin tomar en cuenta los eventos históricos ocurridos siglos antes; sin desviarnos
de los protagonistas de este trabajo: los esclavos afrodescendientes costeños. Se partirá con las
causas de la independencia y se finalizará con la llegada de San Martin. Para Luis Durand, uno
de los factores determinantes de la independencia de las colonias de España fue la desarticulación

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del poder político y económico en los inicios del siglo XIX, a lo que se agregó la invasión
napoleónica. (1984:178) Los problemas de administración política y económica que trajo consigo
la rivalidad de España con Inglaterra, permitieron que los bandos libertadores ganaran fuerza ante
un dominio español que se descomponía.

1.3.1. Antecedentes de la lucha por la emancipación


Al narrar los inicios de la lucha por la libertad del Perú que durante mucho tiempo estuvo bajo
dominio español, no se debe detener únicamente en unos años antes de la llegada de San Martín,
y, por lo tanto, tampoco marcar el final del proceso de independencia con la proclamación del 28
de julio de 1821. Luis Durand, al puntualizar una serie de hechos históricos anteriores a la
independencia recalca la importancia de que:

[El Perú] entienda que los héroes de su independencia no debe buscarlos entre los años 1820 a
1824, sino siglos atrás, desde que Manco Inca Yupanqui, en 1536, emprendió la guerra de
reconquista para echar de nuestro suelo a los invasores extranjeros. Nuestros héroes los que
siguieron inmolando sus vidas por la Patria, en los siglos XVII y XVIII y XIX. De los cuales
Manco Inca, Túpac Amaru Inca (1572); J.S. Atahualpa (1742-1752); los Túpac Amaru (1780-
1783); con los Pumacahua y los Angulo (1814-1815), ocupan un lugar de honor en la historia
universal […] (1984:437)

Las rebeliones de todos estos héroes marcaron la historia del Perú hasta llegar a la tan anhelada
independencia. En el anterior subcapítulo se mencionó como las milicias defendieron los intereses
de la Corona Española ante la rebelión de Túpac Amaru, en donde sobresalieron las milicias de
negros, es este uno de los hechos más importantes y cercanos a la independencia. Además, para
Sobrevilla, cambio la militarización de las elites del sur del Perú que habían estado más al
pendiente de representar la imagen militar antes que combatir. Así que mandaron a sus hijos a
formarse militarmente en la Península donde obtuvieron experiencia de las guerras contra el
imperio de Napoleón (2012:256) Hubo una trasformación de las milicias a partir de ello porque
los nuevos milicianos empezaban a ganar experiencia y disciplina.
Sin embargo, la situación en la capital con respecto a los militares continuaba por la falta de
sucesos que trastoquen a los milicianos. Los enfrentamientos se dieron en la sierra y en el sur del
país principalmente. Mientras que, en la Península, Sobrevilla narra la dominación de Napoleón
sobre el territorio en el cual público un texto sobre milicia cívica que no tuvo mayor relevancia
en 1811, ya que un año después este texto competiría con la Constitución de Cádiz, que como se
mencionó en el anterior subcapítulo, tuvo gran repercusión al incorporar nociones de ciudadanía
y patriotismo, que posteriormente inspirarían a ciertos grupos a luchas por la independización de
la patria del control español.

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La independencia se dio cuando España estaba en un contexto crítico, en el exterior por la
dominación de Napoleón que puso a la madre patria en una crisis administrativa y económica; y
en el interior del País por las sucesivas rebeliones contra la Corona española que se daban en los
Andes. Agregándole el fortalecimiento disparejo de las milicias en ciertas zonas del país, mientras
los alrededores de la capital las milicias no estaban bien equipadas ni armadas.

1.3.2. La visión de la libertad: ideales abolicionistas en la visión de los independistas


Aunque los esclavos negros formaran parte de las milicias del Virreinato no significó que hayan
permanecido estáticos en el mismo bando. Cada vez más cerca las fuerzas libertadoras iban
pregonando los planes abolicionistas que tenía este bando, atrayendo a la población negra tanto
esclava como libre, ya que como se hiso hincapié en el primer subcapítulo, los negros libertos
estaban en un ambiente de constante sociabilización con los esclavos.
Muchos de ellos eran amigos o familiares que aún no lograban obtener la libertad. Según
Hünefeldt, San Martin ya había reclutado personas para su Expedición Libertadora en Buenos y
Chile antes de llegar al Perú, entre los años 1815 y 1817, de las cuales dos tercios eran negros
manumitidos. (1979:73) Agregando lo mencionado por Jean-Pierre Tardieu quien tambien cita a
Hünefeldt, a estos negros se les unieron algunos negros de haciendas costeñas entre libertos y
esclavos que posteriormente, por su gran número, desempeñarían un rol esencial en la
independencia del Perú. (2004:24) Pero antes de analizar la incorporación y participación de los
esclavos afroperuanos costeños en las guerras independistas, se deben analizar las razones de San
Martín para incluir los ideales abolicionistas a su causa.
El Perú fue uno de los pocos países que aún mantenía el sistema esclavista, aunque estaba
en decadencia, por ello, la integración de los ideales de libertad no sólo libertad de la Corona
Española sino tambien la liberación de quienes no fueron considerados personas, mucho menos
ciudadanos a lo largo de la historia. Aunque José de San Martín, no haya tenido fijas sus ideas de
como decretar la abolición del sistema esclavista sin que afectara a otros miembros del bando
libertador, el hecho de que haya incluido estas nociones de esclavos negros como ciudadanos de
una patria como se había planteado en la constitución de Cádiz, hiso atractivo su lucha para gran
parte de la población esclava negra.
Estas ideas tambien fueron incorporadas a este bando por la imagen del esclavo negro
como víctima de abusos por parte de los españoles, una imagen de humanos tratados como
animales. Para Tardieu, la filantropía abolicionista puede surgir de la representación del esclavo
negro trabajando excesivamente, mal alimentado y expuesto a enfermedades. (2004:28) Era
lógico que al combatir los esclavos en la guerra que pretendía liberar a la patria, hacia al esclavo
parte de ella. No se puede concebir la idea de un ciudadano que no tiene libertad, contradeciría el
plan de formar una república independiente con ciudadanos libres dedicados a su patria.

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Era un incentivo muy idealista que, según Oré Caballero, las milicias de negros acogieron
y se unieron a la causa libertadora, incluso sin ser abolida la esclavitud, negros libres y esclavos
fugitivos se unieron a este bando. (2001:111) No se pretende hacer generalizaciones afirmando
que todos los negros costeños se incorporaron a la causa de San Martin, ya que el bando realista
tambien realizara, mediante decreto del Virrey Pezuela, promesas de libertad comparables con el
fuero militar. Sin embargo, será el bando libertador el que tome más protagonismo por ser el
ganador de la guerra y el que después de muchos años cumplirá una promesa de libertad.

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Capítulo 2
Afroperuanos esclavos costeños en la guerra
por la independencia y sus efectos

Para el siglo XIX los afroperuanos tanto libertos como esclavos ya eran una fuerza representativa
en las milicias. Por ello, fueron requeridos cuando comenzó la guerra por la independencia del
Perú, y tuvieron participación en ambos bandos, pero destacando en el que les otorgaría la libertad
años después. Para Alejandro Reyes Flores, la guerra de la independencia proporcionó a los
esclavos un ambiente de libertad el cual aprovecharon, por ello, en el periodo de 1821 hasta 1824
los amos notan un cambio en sus esclavos considerándolos exigentes e insolentes. (1987:55)
Dentro del contexto de la guerra, hubo conflictos entre amos y esclavos, ya que los primeros se
negaban a dejar su inversión en mano de obra que representaba este último. Esta situación se
presentaba tanto dentro del bando realista como del bando patriota puesto que ambos ofrecieron
a los esclavos la oportunidad de conseguir su manumisión, aunque de distintas maneras. En el
presente capitulo analizaré el reclutamiento de esclavos afroamericanos en las zonas costeras por
parte de los bandos realista y patriota, además de la incorporación de negros en las guerrillas en
especial esclavos cimarrones. Por último, analizaré la crisis del sistema esclavista y los hechos
históricos que desencadenaron, en años más tarde, la abolición de la esclavitud.

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2.1. Promesas de libertad: Reclutamiento y participación de esclavos negros en el bando
realista y patriota durante la guerra de la independencia del Perú
En la guerra por la independencia se formaron dos bandos: el realista y el patriota. El primero
defendía a la autoridad y representatividad de la Corona Española, siendo dirigidos por el virrey
y el segundo buscaba la emancipación de América del dominio español. A los inicios de la guerra,
los negros en las milicias lucharían con los realistas en favor del Virreynato, ya que las milicias
surgieron en este. Sin embargo, el bando patriota había logrado reclutar gran número de esclavos
antes de llegar al Perú, lo cual lograron prometiéndoles la libertad por combatir por la causa
independista, esto lo aplicarían tambien en territorio peruano. Los realistas imitaron aquella
acción, pero sin fines abolicionistas para aumentar el número de soldados esclavos. “[…] los
reclutadores sabían que, ofreciéndoles la libertad a cambio de su participación, no solo podían
atraerlos a sus filas, sino eventualmente también crear un sentido de lealtad a la respectiva causa.”
(Hünefeldt 2010:279) Por esta razón, era importante que los esclavos se interesaran e identificaran
con la causa para que estuvieran motivados en defenderla. En este interés, como se verá
posteriormente, es tambien influenciado por los amos.

2.1.1. Ejercito libertador: Esclavos afroperuanos y el concepto de ciudadanía


La llegada de José de San Martín ocurrió un 08 de septiembre de 1820, cuando desembarcó en
Paracas para iniciar su expedición que tenía como fin independizar al Perú del control español.
Ya desde antes se estaba propagando las ideas emancipadoras de la causa patriota en el Perú. La
propaganda dirigida hacia los esclavos afroperuanos consistía en explicar los beneficios que
obtendrían al pelear por la causa independista, de lo cual destacaba ser considerados ciudadanos
y, por lo tanto, ser libres. No obstante, los esclavos afroamericanos no estaban seguros de
incorporarse a esta causa o algunos eran impedidos por sus amos quienes los tenían escondidos.
Como narra Hünefeldt, cuando San Martin desembarcó en Pisco para reclutar negros de haciendas
encontró estos lugares despoblados porque los hacendados resguardaron a sus esclavos de la
amenaza que representaba para ellos los ideales patriotas; más tarde, en marzo de 1821, San
Martin enviaría comisionados para leer los bandos a los negros, sin lograr reclutar si quiera una
cantidad considerable. (1979:74-75) A través de esto, no se puede asumir que los afroperuanos se
resistieran a ser parte de este bando, sino que ellos estaban bajo la influencia y represión de sus
amos al momento de asumir una posición.
Sin embargo, esto no significó que los esclavos negros no se integraran al bando patriota
ni que la propaganda haya sido deficiente. María Julia de Vinatea afirma que una de las razones
por la que fracaso en un inicio el reclutamiento de esclavos fue la progresión lenta de la
propaganda retrasada por la negociación entre autoridades de la colonia que dio tiempo a los
propietarios de huir junto a sus esclavos, y destaca, al igual que Hünefeldt, el caso de Pisco.

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(2014:197) Al inicio el reclutamiento fue paulatino y sin resultados efectivos, pero fue cuestión
de tiempo para que los esclavos se adhirieran a la fuerza libertadora.
Como se mencionó en el capítulo anterior, para este siglo la población afroperuana se
concentraba en la costa trabajando en haciendas en zonas rurales o en casas en zonas urbanas, así
que fueron estos los espacios donde los patriotas esperaban reclutar más soldados. “Decenas de
esclavos abandonaron haciendas y las casas de sus amos para alistarse en las huestes libertadoras.”
(Reyes Flores 1987:57-58) Una razón por la cual los esclavos decidieron incluirse de manera
repentina a las filas patriotas podría ser, como explica Oré Caballero, con la inclusión de ideas
abolicionistas en la propaganda realizada por los libertadores, los esclavos afroperuanos
acogieron los ideales patriotas por identificar sus intereses que se complementaban con los de la
causa. (2001:111) Más aún, cuando la victoria independista se veía más cercana y posible. Cabe
resaltar que para este periodo y más aún en este bando, las milicias tendrían una transformación,
según Sobrevilla, la relación dejo de establecerse entre un vasallo con el Rey y pasó a identificarse
como una relación en la que un ciudadano defiende su patria. (2012:269) El cambio de estas
relaciones influenciadas por la mencionada Constitución de Cádiz hiso más atractivo defender el
patriotismo.
No hay una fecha en la que se pueda precisar este cambio repentino en los resultados de
la propaganda patriota en el reclutamiento de negros. Pese a ello, Tardieu detalla que, el 21 de
marzo de 1821, el general John Miller sumó a su ejército 30 esclavos pertenecientes a la hacienda
Caucato. (2004:25) Las promesas de libertad hacia los esclavos se expandieron y cobraron fuerza
haciendo atractiva la oferta del bando patriota motivándolos a luchar por una nación y su
ciudadanía que no podía ser concebida sin la libertad, se deseaba esto no sólo para ellos sino
tambien a sus descendientes.
No se puede omitir la influencia que tuvieron los propietarios en la decisión de los
esclavos de adherirse al ejercito independista, ya que, si bien los esclavos empezaban a ser más
autónomos en este siglo, seguían bajo la autoridad de su amo. “[…] los que reconocieron “la
libertad” y “la ciudadanía” como ideas interesantes y defendibles fueron aquellos esclavos y
negros libres que habían tenido experiencias de artesanos, de cofrades, incluso experiencias
gremiales, y eventualmente habían convivido largo tiempo como sirvientes domésticos con amos
que durante la cena y en sus dormitorios habían comenzado a murmurar el ideario de liberal.”
(Hünefeldt 2010:271) Por ello, a través de las relaciones de fidelidad entre amo y esclavo se daba
un influjo de ideas emancipadoras sobre los afroperuanos desde antes de la llegada de San Martin
por esto, se unieron no sólo esclavos sino tambien libertos que en su antigua condición de esclavos
habían sido dominados por los ideales de su propietario.
Aunque muchos esclavos se incorporaron al ejercito independista por voluntad propia,
los patriotas no estuvieron satisfechos con aquella cantidad, necesitaban más soldados para
enfrentar a los realistas, y para adherir más esclavos negros decidieron, afirma Tardieu, apelar al

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patriotismo de los amos limeños imponiéndoles la entrega de algunos de sus esclavos entre 12 y
50 años a la causa emancipadora con la posibilidad de sustituirlos, y otorgándole la potestad a los
esclavos para que denuncien la negativa de sus amos ante estas medidas. (2004:41-42) Aquí se
demuestra una separación de las ideas abolicionistas con la causa libertadora puesto que hay una
objetivación del esclavo al involucrarlo en un préstamo con fines militares. Esta medida afectaba
a muchos hacendados que claramente se opusieron. Y a pesar de que, explica Tardieu, el decreto
fue anulado al poco tiempo por la oposición, un decreto similar por parte de José Bernardo de
Tagle y Portocarrero se visualizaría el 8 de marzo de 1822, esta vez con el fin de preparar
militarmente a los esclavos y, beneficiar al esclavo cuyo amo se niegue. (2004:45) En este decreto
tambien se ignoran las ideas abolicionistas y se demuestra que la abolición de la esclavitud no era
un fin principal de la guerra independista. Por ello, con el fin de la guerra seria ignorado en los
posteriores gobiernos.
Las promesas que se les hicieron a los esclavos negros no se cumplieron inmediatamente,
requería que se realizara un trabajo duro combatiendo contra el bando realista. Según Sobrevilla,
a pesar de que los independistas incluyeran esclavos manumisos desde sus comienzos tanto el
ejército como las milicias, no les concedió la libertad automática, incluso después de la guerra,
algunos esclavos recurrieron a la vía legal para reclamar sus derechos por participar en esta.
(2012:270) Esto ocurrió en muchos casos por el desacuerdo de algunos miembros del bando
independista que no querían dejar ir a sus esclavos, como mencionamos anteriormente, ya sea por
factores económicos como perder la inversión realizada en dicho esclavo, o social por no querer
ser considerado al mismo nivel de un esclavo afroperuano.
En cuanto a la participación de los esclavos afroperuanos costeños, pudieron desarrollarse
en la artillería mejorando el uso de armas y en la caballería aprendiendo montar a caballo,
habilidad no accesible para indios según narra Hünefeldt, al tener mayor experiencia militar los
negros sentían cierta superioridad sobre los indios. (1979:78) Las destrezas militares se
perfeccionaban durante el combate, pero los esclavos estuvieron expuestos a las penurias y
violencia que trae consigo una guerra. A pesar de los obstáculos que tuvieron en el proceso para
lograr ser liberados, los esclavos no se rindieron y lucharon por la causa patriota.
No es difícil entender por qué muchos desafiaron a sus amos uniéndose a este bando.
Como se analizó anteriormente, los esclavos sufrían de diversos abusos por parte de sus
propietarios y muchas veces no contaban con lo necesario para subsistir. Según Tardieu, muchos
amos no podían proporcionar siete raciones de comida cada semana a sus esclavos, tampoco les
daban mudas de ropa y estaban expuestos a diversos tipos de enfermedades. (2004:27) Al vivir
en estas condiciones era claro que tenían un motivo por el cual se disponían a enfrentar las
peripecias de la guerra con tal de obtener el único fin de un esclavo, ser libre.

2.1.2. Las promesas del virrey: participación de los esclavos negros en el bando realista

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Durante los inicios de la guerra, el virrey Joaquín de la Pezuela se percató de los intentos patriotas
de incorporar esclavos a su ejército, ante esto, tomaría una decisión que a los antiabolicionistas
de su bando no apoyarían. El fin era que los esclavos optaran por defender a la Corona Española
peleando contra los patriotas. “[El virrey Pezuela] Para atraerles a sus filas realistas les dirigió
[…] una proclama paternalista en que les prometió la libertad a cambio de cinco años de servicio
en contra del enemigo de la nación española que intentaba embaucarles.” (2004:26) Por esta
razón, los esclavos afroperuanos tambien optaron por la opción realista que resultaba más fiable
en cuanto a otorgarles la libertad. Como se desarrolló antes, al igual que en el bando patriota, los
esclavos tambien motivados por la fidelidad a sus amos se unieron a al ejército y milicias realistas.
El bando realista al inicio contaba con afroperuanos combatiendo a su favor, sin embargo, con la
expansión de la propaganda emancipadora en la costa, la situación se invirtió.
Por otro lado, en enero de 1821, el virreinato del Perú experimentó un cambio que no fue
favorable para la situación de los realistas. El virrey hasta entonces, Joaquín de la Pezuela, fue
sustituido por el conde José de la Serna y Martínez de Hinojosa, según Cristina Mazzeo, entre
Pezuela y de la Serna existieron conflictos desde antes que este último tomara el poder,
mencionando uno de ellos, el desacuerdo entorno a la ubicación que debía tener el Ejército de
reserva. (2009:122) José de la Serna era general del Ejército del Alto Perú y el virrey Pezuela era
la máxima autoridad en el ejercito realista, por este motivo, entre ellos había discordancias en
cuestiones militares. La destitución de Pezuela narra Mazzeo, se realizó el 28 de enero de 1821
cuando los oficiales de la Junta Directiva de Guerra junto a diversos generales enviaron al virrey
una carta justificando la decisión de destituirlo para que La Serna tomara el poder. (2009:124)
Este cambio de representación española en el virreinato significó un obstáculo para el ejército y
milicias realistas.
A pesar de que muchos esclavos afroperuanos dejaron las fuerzas realistas para
incorporarse en la causa patriota, hubo esclavos que permanecieron en este bando luchando
tambien por la libertad prometida mediante el servicio militar, Y La Serna, al igual que su
antecesor, tuvo que reclutar y dirigir grandes cantidades de esclavos en la defensa de los realistas.
Aunque la fuerza numérica de esclavos con la que contaban se había reducido drásticamente,
optando la mayoría de afroperuanos por unirse al ejército y milicias de San Martín. “El virrey La
Serna, recientemente en el poder por un golpe de Estado, invocó el apoyo de los propietarios
agrarios con esclavos para que enviaran a sus esclavos a las filas del ejército, pero con poco éxito.
En julio de 1821 se vio obligado de evacuar Lima.” (2010:286) Esto debido al rápido avance de
las fuerzas libertadoras, cuando San Martín entra a Lima de manera exitosa y proclama la
independencia del Perú aún no termina el proceso de independencia, la guerra sigue y se requieren
más soldados.

2.2. Autonomía fugitiva: Cimarronaje durante la guerra independista en la costa

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El proceso de la guerra de Independencia del Perú generó una inestabilidad que permitió a los
esclavos huir del dominio de sus amos. No con el fin de unirse necesariamente a uno de los bandos
de la guerra, pero si aprovecharon el caos ocasionado por el reclutamiento sobre todo en las
haciendas para fugarse. Sin embargo, los cimarrones tuvieron una intervención durante los años
de la guerra hasta incluso participar activamente en las guerrillas. Pero tambien desataron el terror
sobre todo entre las clases altas por los actos violentos que cometían en muchas ocasiones contra
estos. “Con el aceleramiento de la convulsión social debido a las guerras anticolonistas, las fugas
de los esclavos se incrementan.” (Reyes Flores 1987:61) Muy pocos de ellos fueron encontrados
por estar resguardados en los palenques los cuales eran difíciles de acceder por el peligro de esas
zonas. Los esclavos cimarrones que logran ser encontrados son reprimidos con severos castigos.

2.2.1. Cimarrones, bandoleros y guerrillas


Para hablar de afroperuanos cimarrones durante la guerra independista reafirmaremos la premisa
de que fue el reclutamiento, especialmente el patriota, responsable de una mayor cantidad de fugas
de esclavos de las haciendas costeñas. Con el orden restablecido, dice Aguirre, los amos lograron
encontrar y recuperar a sus esclavos (1993:245) Esto no refiere a que el cimarronaje fuera
consecuencia de la guerra o que iniciara con ella, el cimarronaje existe prácticamente desde que
existen esclavos y a él se complementa el bandolerismo necesario para la subsistencia del fugitivo.
Como se presentó en el capítulo anterior, el bandolerismo es lo que caracteriza usualmente a
cimarrón, le atribuye una figura violenta que provoca temor por su oposición al sistema esclavista
y a la jerarquización de clases sociales, y le permite sobrevivir en comunidad con otros fugitivos.
Las nociones de libertad extraídas de la Constitución de Cádiz y presentadas en la propaganda de
los patriotas, según Aguirre, tambien influenciaron en los esclavos con la idea de que su situación
de oprimido no era definitiva y podía variar, este mensaje se introdujo en lo profundo de algunos
esclavos. (1993:255) Lo que postula Aguirre es la principal causa del aumento de fugas de
esclavos que ya se consideraban libres.
El proceso de independencia tambien ocasiona otro cambio en los grupos de esclavos
cimarrones en cuanto a organización. Christine Hünefeldt afirma que las bandas de cimarrones
crecieron adquiriendo consistencia y autonomía. (1979:82) Hay toda una relación en todo lo
mencionado, las fugas de esclavos aumentan, por lo tanto, hay más cimarrones que se dedican al
bandolerismo y al ser mayor numéricamente son más poderosas, de esa forma más consolidadas
e independientes. Sin embargo, estos son tan sólo pequeños detalles históricos porque la verdadera
importancia de analizar a los cimarrones en el periodo de la guerra independista peruana es el
papel que estos desempeñaran en el en las guerrillas de una manera informal.
No sólo actuaron dentro del bando libertador, también participaron al ejercito realista. “La
coyuntura de la independencia representó un reforzamiento de las actividades de las partidas de
bandoleros, quienes participaron en las guerras de independencia en ambos ejércitos,

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beneficiándose del clima de inestabilidad y malestar en que se vio inmersa la región y ejerciendo
el robo en nombre de ideales políticos.”(1993:257) El hurto les ayudaba a obtener recursos que
les ayudarían en su sobrevivencia, y al referirse a los ideales políticos refiere a la idea de no robar
a los compañeros de bando sino a aquellos contra quienes se lucha.
Pudieron existir muchas más razones por las cuales los cimarrones decidieran participar
en la guerra, pero analizaremos dos razones que Hünefeldt menciona en su texto, primero, permitir
el hurto de pertenencias del enemigo para compensar el hecho de que no contaran con un salario
por no estar enlistados formalmente; en segundo lugar, al percatarse del buen uso de armas por
parte de los bandoleros era usual acusarlos por delitos que hayan cometido y así reclutarlos
forzosamente. (1979:82-83) Ya sea por cuestión de sobrevivencia o por imposición, los
cimarrones fueron parte de guerrillas, estas eran grupos de hombres con alguna instrucción militar
que defendían y ocupaban pequeños espacios. Si bien las guerrillas contaban al inicio con un
número reducido de hombres fue incrementándose. Según Dunbar, la composición numérica de
las guerrillas variaba de una a otra hasta que en 1834 ya se consolidaba grupos de guerrillas más
numerosas contadas por centenas; y en la ocupación de Lima participaron más de 3000
guerrilleros. (1984:457) Aunque no se sabe con exactitud quien era cimarrón entre tantos
guerrilleros.
En las guerrillas, los hombres variaban en diferentes castas prevaleciendo la preferencia
de los blancos, lo cual generó al inicio discusiones sobre la composición étnica de las guerrillas.
“Hubo jefes patriotas, como el coronel Deza, opuestos a que se recibieran negros en las guerrillas
que “eran puramente de blancos”, lo que suscitó una polémica con el jefe de partidas, Toribio
Dávalos, el cual contaba en sus filas con muchos de ellos.” (Dunbar 1984:472) No se podía negar
la gran habilidad de los afroperuanos en el manejo de armas sobre todo por parte de cimarrones
ya que al haber cometido delitos dentro de las bandas era muy probable haber necesitado en alguna
ocasión el uso de un arma. No obstante, al finalizar la guerra muchos esclavos fueron devueltos a
sus dueños y esclavos cimarrones encontrados, y se vieron obligados a cumplir los duros castigos
que le tenía destinado su amo.

2.2.2. Castigo y represión de esclavos fugitivos durante la guerra


Como se ha desarrollado al inicio del trabajo, los eslavos sufrían abusos por parte de sus amos
incluso en relaciones paternalistas. En este caso, las relaciones entre esclavos cimarrones y
propietarios se encuentra un exceso que haya motivado al esclavo a huir. El cimarrón tiene claro
que regresar con el amo abusador no es una opción pues este será despiadado en el castigo. Según
n menciona Hünefeldt, el castigo variaba según la gravedad del delito siendo lo más común El
envio a las panaderías. (1979:82) Las panaderías eran lugares donde los esclavos “rebeldes” eran
enviados con el fin de reformarlos, ese asemejaba e incluso era considerado por los esclavos como

25
una cárcel en donde eran obligados a trabajar arduamente y maltrataban sádicamente hasta poder
propiciarles la muerte, en los castigos físicos o por algún conflicto con otro esclavo.
Las situaciones que experimentaban los esclavos podían llegar a traumatizarlos y hacerlos
más violentos. Pero era esencial para los amos castigar las conductas rebeldes de sus esclavos ya
que el Cimarronaje expresaba una oposición a las relaciones de poder más aún en un contexto
donde las ideas libertadoras estaban propagándose entre los afroperuanos. “[…] el Cimarronaje
como una forma de resistencia legítima y además eficaz contra la dominación: permitía a los
esclavos el disfrute fe ciertas ventajas y ejercía contra los amos efectos perniciosos que
contribuían a debilitar la institución esclavista”. Esto era un rechazo individual del sistema y que
entre esclavos simbolizaba el poder y autonomía de rebelarse y fugarse de la protección del amo
para protegerse a sí mismos.

2.3. La crisis del sistema esclavista a finales del proceso de independencia


Con la proclamación de la Independencia el 28 de julio de 1821, más no la victoria patriota
definitiva, se esperaba al menos una pequeña materialización de lo prometido al inicio de la
guerra. Los esclavos querían que aquel motivo que los incitaba a luchar a pesar de las dificultades
en la guerra se empezara a hacer efectivo. No obstante, la abolición del sistema esclavista estaba
lejos de concretarse aún, incluso después de la victoria oficial de los independistas, quienes no
cumplieron las promesas de libertad de manera inmediata. Es usual preguntarse por el espacio de
treinta años entre el final de la guerra independista hasta el momento de la abolición de la
esclavitud en el Perú. Para María Julia de Vinatea, la abolición del sistema esclavista paso a tener
menor relevancia en aquellos años y no fue por falta de insurrección o pronunciamiento por parte
de los esclavos, sino del poco interés de los gobiernos de caudillos, ninguno de ellos abolicionista.
(2014:202) A esto se le suma factores económicos en cuanto al reclamo de hacendados de una
indemnización, la cual es Estado no podía efectuar rápidamente.

2.3.1. Proclamación de la libertad de vientres y nuevas libertades


El mismo año en el que San Martín proclamó la independencia, promulgó dos decretos que
parecían cumplir con las promesas de libertad que habían hecho los patriotas a los esclavos. El
primero fue la llamada “Libertad de vientres” proclamada el 12 de agosto en el que San Martín
anunció, narra John Rodríguez, la libertad de los hijos de esclavos nacidos después del día de la
proclamación de la independencia y que se les consideraría ciudadanos peruanos; además de
abolir la trata de esclavos y la manumisión a esclavos que se incorporaran al ejercito patriota.
(2003:152) Aunque San Martín se encontró con la oposición de propietarios y de personajes
antiabolicionistas y retrocedió en estas decisiones. Como narra De Vinatea, con la retirada realista
San Martin dejo sin efecto los decretos ya mencionados, pero para evitar sublevaciones esclavas

26
decidió ofrecer sorteo de manumisiones. (2014:198) Pero tal sorteo tenía la condición de realizar
un servicio militar de un largo periodo en las filas patriotas, lo cual no era lo que prometieron los
libertadores en un comienzo.
Si bien lo decretado por San Martín no contó con la suficiente solidez como para proseguir
con la abolición del sistema esclavista, algunos esclavos afroperuanos partieron de estas ideas
liberales para reclamar su libertad ante los abusos de sus propietarios. César Espinoza analiza
casos de esclavos negros de Piura que basados en los decretos de José de San Martín exigían que
se les otorgara la libertad por los maltratos que sus propietarios efectuaban sobre ellos. (2012:267-
269) Aunque no en todos estos casos se haya efectuado la libertad del esclavo, el hecho de que
estos esclavos se basaran en lo dicho por San Martin, refleja la esperanza y ansias de ser libres
gracias a las fuerzas patriotas.
Pero lo decretado por San Martin no quedaría inconcluso, es parte de una cadena de eventos que
componen el proceso hasta la abolición del sistema esclavista en el Perú. Hubo avances y
retrocesos en este proceso, un ejemplo de esto es lo que narra Sales de Bohigas, sobre la ley
dictada el 24 de noviembre de 1821 del artículo 124 la cual prohibía la trata de esclavos se
derogará casi veinte años más tarde. (1974:127) Pero si contamos los avances en este proceso es
importante mencionar cuando San Martín deja el Perú y Simón Bolívar que, según De Vinatea,
corroboraba la inclinación antiesclavista de la incipiente republica que se refleja en la constitución
de 1823. (2014:198) y estas ideas planteadas en la constitución eran similares a lo decretado por
San Martín en 1821. Por lo que se puede afirmar que los decretos fueron la base de lo que se va a
buscar en las posteriores constituciones y decretos.

2.3.2. Postergación de la abolición de la esclavitud por la oposición de las clases dominantes


Ante lo presentado sigue sin explicarse por qué después de vencer el dominio español seguía
prevaleciendo la esclavitud en el Perú. El final del proceso de independencia no se matizó con la
proclamación sino hasta tres años después. (Incluso hay quienes afirman que aún permanecían
autoridades españolas hasta 1826). Las victorias decisivas para la guerra, según Sales de Bohigas,
serán la de Junín el 6 de agosto de 1824 y la de Ayacucho el 9 de diciembre de mismo año. La
victoria patriota es festejada y engrandecida, se enaltece a los principales dirigentes, el Perú es
libre e independiente más no lo son todos sus ciudadanos. Sin embargo, los planes abolicionistas
dejaron de ser relevante para la sociedad, sin dejarlos por completo, pero avanzando
paulatinamente.
Una de las razones de porque ni José de San Martin ni Simón Bolívar pudieron abolir
definitivamente la esclavitud después de la independencia fue por el cuestionamiento de los
propietarios. Para Rodríguez, no sería fácil que los hacendados renuncien la inversión en mano
de obra que representaban sus esclavos. (2003:152) Además que el país no contaba con la
posibilidad económica de pagar los propietarios una indemnización por cada esclavo que tuvieran.

27
Pero otro factor ya mencionado fue el de la perdida de interés por parte de los gobernantes en
conceder la libertad a todos los esclavos. Para Rodríguez, el interés en este tema regresó a partir
de 1841 cuando se debatía si era permisible el acceso de esclavos al Perú teniendo en cuenta que
la constitución no permitía el ingreso de una persona con condición de esclavo al país. (2003:156)
En este debate se presentaban la influencia del sector agricultor costeño. Había un impedimento
aún para abolir la esclavitud.
Fue un 3 de diciembre de 1854 cuando Ramón castilla obtuvo la victoria sobre el gobierno del
general Echenique, aunque para Rodríguez puede haber confusiones por parte de seguidores de
Echenique sobre cuál de ellos le otorgó la libertad a los esclavos por la cercanía que él declaró la
abolición a la fecha en que Ramón Castilla lo había hecho, reafirma que fue Castilla quien abolió
la esclavitud en el territorio peruano y esto se presentó en la prensa de la época. (2003:162) Hay
una competencia muy grande entre estos gobernantes y ejemplo de ello es lo que narra Aguirre
sobre que Castilla dejo en claro que no otorgaría la libertad a los esclavos que defiendan en la
lucha a Echenique. (1993:299) Aquel momento histórico que fue esperado por los afroperuanos
durante mucho tiempo al fin estaba concretada y a pesar de que muchos esclavos que participaron
en la independencia del Perú no pudieron ver en concreto este hecho, sus descendientes sí
pudieron festejarlo.

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Conclusiones

La presente investigación se ha propuesto resolver una pregunta principal: ¿de qué manera la
población negra esclava aprovechó el proceso de independencia para obtener la libertad a través
de la incorporación al ejército y cimarronaje en las zonas costeras del Perú entre 1800 y 1824? A
partir de esto, se concretó una respuesta sobre que el proceso de independencia del Perú trajo
consigo una inestabilidad del control español por los sucesos en Europa y en el resto de
Sudamérica durante este periodo, la noción de ciudadanía incluyendo la libertad como
característica fundamental de esta, y la concesión de manumisiones que decretaron las autoridades
de cada bando a los esclavos que hicieran servicio militar por una determinada cantidad de años.
Ante esto, los afroamericanos esclavos cuya meta principal en su vida es lograr obtener su libertad
decidieron ser parte activa en este proceso de independencia esperando posteriormente la promesa
abolicionista. Si bien la abolición no fue inmediata al final de la guerra, fue la participación de
afroperuanos en condición de libertos, cimarrones, esclavos, etc. Factor determinante para la
abolición de la trata y el decreto de la libertad de vientres, hechos históricos que ocasionarían la
progresiva decadencia del sistema esclavista.
Por otro lado, la motivación de los esclavos afroperuanos para dejar la defensa de la
Corona realista por integrarse a las milicias patriotas se dio con la admiración e ilusión sobre los
conceptos de ciudadanía y libertad expresados en la constitución de Cádiz de 1812 y difundidos

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por el bando patriota, gran parte de ellos decidieron luchar no por una libertad individual sino por
una libertad colectiva posible para sus descendientes, demostrado por las relaciones familiares y
amicales entre esclavos. Sin embargo, quienes optaron por el bando realista tambien aprovecharon
el contexto de guerra debido a que, si bien los realistas proponían una libertad más individualista,
era conveniente para ellos incluso más seguro pues los realistas afirmaban que los patriotas no
podrían cumplir con lo acordado, por esta razón aceptaron unirse a sus filas. En conclusión, la
importancia de una libertad colectiva basada en las relaciones sociales prevaleció en la mayoría
de afroperuanos.
Sumando a esto la intervención de los cimarrones, quienes tambien aceptaron ser parte,
informalmente, de las guerrillas. La razón de esto es que el modo de vida que llevaban dentro de
las guerrillas no variaba mucho al estilo de vida de un cimarrón, de esta forma, le otorgaba una
oportunidad de subsistencia mediante el hurto al enemigo. Se puede concluir lo fundamental que
fue la participación de un grupo marginal pero significativo por su valentía entre sus compañeros
esclavos. Los cimarrones representaban el deseo de justica social y oposición al sistema esclavista
que atemorizaba a la elite social, pero al involucrarse en esta guerra toman la característica de
defensores de una patria. Incluso se debe acotar su labor como integradores de una cultura
africana que a pesar de sus distintas variantes culturales puede agruparse viviendo en una
comunidad. Por lo tanto, los esclavos no negaban ser cimarrones pues no sentían ser algo de lo
cual sentir vergüenza, más si tenían temor a las consecuencias que traería ser atrapados bajo esa
condición.
Otro aspecto a concluir en torno am tema es sobre el repentino crecimiento del ejercito
libertador anteriormente rechazado por los esclavos negros, puesto a que algunos investigadores
sólo mencionaban el éxito de San Martin en el reclutamiento de esclavos, otros indicaban un
fracaso en la llegada. Ante esto se concluyó que el fracaso se dio inicialmente hasta que la
expansión de los ideales independistas lograron incorporar más esclavos. No podría ser contrario
el orden de los acontecimientos ya que no explicaría el éxito de los patriotas frente los realistas
gracias a esta incorporación. Así, ante esta amenaza los realistas se vieron en la necesidad de
ofrecer manumisiones a cambio de servicio militar. Además, se recuerda que, si bien los esclavos
se iniciaron en las milicias del virreinato en batallones, no eran lo suficientemente reconocidos
por las autoridades representantes de España a diferencia de las milicias de blancos eran inferiores
a los afroperuanos combatiendo. La búsqueda por un reconocimiento mayor pudo ser otra de las
razones por las cuales los afroperuanos decidieron cambiarse al bando patriota.
En cuanto a lo fundamental que resultó para esta investigación, describir primero las
relaciones amo-esclavo, permitió entender cómo influyeron en la decisión de estos para
incorporarse a un bando. Para esclavos con relaciones más paternalistas eran influenciados en
cuestiones políticas de manera que asumían de manera más personal los ideales de la causa. A
diferencia de esclavos que tenían conflictos con sus amos pues por cuestiones de rebeldía

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procedería a ir en su contra con la esperanza de conseguir su libertad y dejar la tutela de su amo.
Se concluye que las ideas políticas de los amos influenciaron las decisiones de los esclavos con
respecto a la guerra, más aún en el caso de quienes escondían a sus esclavos.
Además, mediante al análisis de los sucesos después de la victoria del ejercito patriota
hasta el decreto de la abolición del sistema esclavista el 3 de diciembre de 1854 se puede concluir
que existieron tres factores que impidieron la abolición de la esclavitud después de la
independencia del Perú: el desinterés en los gobiernos de caudillos sobre el tema, la oposición de
los hacendado por perder su principal mano de obra y la imposibilidad de la emergente republica
de poder conceder indemnizaciones por esclavos a todos los amos. Aunque el primer factor
variaba según los años por los esfuerzos de los antiabolicionistas de conservar la esclavitud.
Fueron treinta años donde la abolición se sentía próxima y en algunos momentos lejana, no
obstante, los esfuerzos de los esclavos negros por lograr ser manumitidos y entablar juicios para
que les otorguen la libertad por el servicio militar propiciaron la decadencia del sistema esclavista.
Se concluye que el fin fundamental de la causa independista no era la abolición de la
esclavitud porque fue dejado de lado en el intento de construir una república. Aunque se tenía
claro la imposibilidad de poder llevar a cabo esto sin darles a todos los ciudadanos la característica
esencial, ser libres. No se puede hablar de una verdadera republica puesto que parte de los
peruanos seguían sin ser ciudadanos por no ser libres. Seguían siendo propiedades, bienes que
ofrecían un servicio y seguían bajo el control de amos en una situación humillante. Aunque se les
otorgaran concesiones y libertades para sus descendientes, no estaban exentos de la exclusión y
explotación. Se puede concluir que la proclamación de la libertad de vientres y la abolición de la
trata de esclavos fueron avances importantes en el proceso de abolición del sistema esclavista,
pero se proclamaron más con un fin pacificador y para evitar revueltas. Es decir, había un latente
temor de las clases altas por una rebelión de negros, más aún por la instrucción que estaban
teniendo en armas.
Las descripciones visuales o escritas sobre los castigos que se les propiciaba a los esclavos
afroperuanos presentes en películas, novelas históricas u obras literarias no son una exageración,
los castigos brutales fueron parte de la vida cotidiana de los esclavos. Incluso para amos
afectuosos los castigos seguían siendo normales para controlar el comportamiento de los esclavos
que eran propensos a rebelarse más aun con el ambiente de libertad que propicio la guerra por la
independencia. Incluyendo a estos las humillaciones, violaciones y atribución de delitos sin
pruebas son cosas que sucedían en el entorno de un esclavo y que variaban según fuera mujer u
hombre, doméstico o de hacienda, etc.
Los esclavos afroperuanos participaron activamente en la guerra de la independencia,
principalmente, para conseguir su libertad; sin embargo, esto no significó que defendieran la
patria únicamente en beneficio propio. Por ello, deben ser reconocidos como quienes
heroicamente lucharon por una nación de ciudadanos libres e independientes que con el tiempo

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fue reconfigurándose hasta la nación que tenemos actualmente. Un país donde perdura la
discriminación y exclusión de afroperuanos, que, aunque libres, siguen sufriendo rechazo más
aún por la serie de características atribuidas racialmente. El origen y la transformación de estos
estereotipos actuales podría vincularse con la imagen que tenían los cimarrones ante las clases
altas ya que, uno de los estereotipos más marcados es la relación de afroperuanos con
delincuencia. Esto puede llevar a una nueva investigación en donde la pregunta central seria: ¿De
que manera el estereotipo actual del afroperuano dedicado a la delincuencia se vincula con la
imagen negativa del cimarrón que tenían las elites en la colonia? De tal forma que se partiría de
la concepción violenta del cimarrón en la sociedad colonial, que realizaban a veces por justicia
social y otras, para subsistir.

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