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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE

MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y


SOCIALES

LICENCIATURA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y


ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

UNIDAD DE APRENDIZAJE: ADMINISTRACIÓN


PÚBLICA COMPARADA

DR. JOSÉ CHANES NIETO

ALUMNA: IVONNE MERCADO FONSECA


TASAS DE NUPCIALIDAD EN MÉXICO DURANTE LOS PERIODOS DE
1980-1992 Y 2000-2016
CONOCER
Según el diccionario de la Real Academia Española el matrimonio es definido
como:

1. Unión de hombre y mujer, concertada mediante ciertos ritos o formalidades


legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses.

2. En determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo,


concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y
mantener una comunidad de vida e intereses.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2013) afirma que la


familia es:

“el ámbito donde los individuos nacen y se desarrollan, así como el


contexto en el que se construye la identidad de las personas por medio de
la transmisión y actualización de los patrones de socialización”

En los años 80 el matrimonio podía considerarse como la manera adecuada para


salir de casa de los padres, pues era una época donde de ese modo te podías
“independizar” porque te daba la oportunidad de formar tu propia familia e irte de
tu casa. En este tiempo las familias mexicanas tenían la visión del matrimonio
como símbolo de felicidad y como una forma de auto realizarse plenamente,
significaba tener y ser compañía de alguien para toda la vida, esto como norma
y creencia cultural siendo la razón principal para que el divorcio fuera mal visto
ante la sociedad. Antes los roles eran muy rígidos ya que estaban bien definidos
para cada sexo; el esposo era el encargado de proveer, era quien trabajaba y la
mujer se dedicaba al hogar y al cuidado de la familia, es decir, a los hijos y a su
educación; eran muy pocas las mujeres que incursionaban en el ámbito laboral
y las que trabajaban tenían salarios injustos. Se idealizaba mucho el matrimonio
porque era una institución íntimamente relacionada con la religión y con las
costumbres de nuestra sociedad; la función principal del matrimonio era la de
tener descendencia; lo ‘adecuado’ era tener una sola pareja con la cual te ibas a
casar y a la que debías servir y acompañar por el resto de tu vida, pues si bien
era dicha la frase “hasta que la muerte nos separe” en el caso del matrimonio
religioso, éste era acompañado del matrimonio civil, se tenía un ideal de que las
parejas debían estar casadas por “las dos leyes”.

Los matrimonios han disminuido; parte del problema radica en que los modelos
de convivencia actuales son distintos a los que tradicionalmente se tenía donde
los jóvenes decidían casarse para poder formar una familia. Gran parte de ellos
ahora están solteros y el arco de sus vidas se ha modificado ya que prefieren
dejar el matrimonio a un lado para ser independientes, exitosos laboralmente y
económicamente, al ser personas más ocupadas invierten menor tiempo a sus
vidas amorosas lo que conlleva al fracaso en sus relaciones y disminuye la
probabilidad de que contraigan matrimonio. Algunos otros factores que influyen
a la postergación del matrimonio son: la participación de la mujer en el ámbito
laboral, mala economía, que las personas consideran que la sociedad en la que
vivimos no es la más sana y la educación entre los jóvenes está pasando por un
cambio cultural.

Con el cambio cultural referido al matrimonio se ha observado un aumento en el


número de divorcios a nivel nacional, por cada 100 parejas que decidieron dar el
"Sí" durante 2012, se registraron 17 que se arrepintieron y se divorciaron. En los
últimos años el número de divorcios en México aumentó considerablemente. De
acuerdo con datos del INEGI, en 2009 se registraron 84 mil 302, en 2010 la cifra
creció a 86 mil 42 y en 2016 a 139 mil 807. De hecho, en 1980 por cada 100
matrimonios había cuatro divorcios; en 1990 y 2000, se elevó a poco más de
siete; para 2005, a 12 y en 2011, a 16.

Según reveló un estudio publicado por el Sunday Times, realizado en la


Universidad de Nottingham, las mujeres tienen un 40% menos de probabilidad
de casarse si son exitosas laboralmente y han cursado una licenciatura o
posgrado. En caso inverso, se descubrió que los hombres, mientras mayor
coeficiente intelectual y estudios tienen, aumenta en un 35% la probabilidad de
que se casen y busquen a la mujer ideal para ser la madre de sus hijos, una
mujer que se quede en casa mientras ellos salen a trabajar. Por lo general, se
casan con una mujer de menor coeficiente intelectual.
COMPRENDER

En los 80's las familias eran tradicionales integradas, por madres y padres
heterosexuales con hijos y el divorcio no era algo común pues era malo ante las
críticas de la sociedad, la presencia de la mujer se basaba en relación con otras
personas, por ejemplo la madre de, la esposa de, la hija de; mientras que los
hombres tenían una presión social porque el hombre adecuado o modelo era
aquel que tenía una esposa, un hogar e hijos como símbolo de estabilidad, en la
mayor parte de los matrimonios la fuente de recursos provenía del padre,
mientras que gran parte de las mujeres realizaban tareas en el hogar, como
consecuencia de esto ellas eran dependientes económicamente debido a que no
tenían cierto nivel de educación para poder desarrollarse profesionalmente ni
crecer económicamente, las que trabajaban tenían un salario injusto, carecían
de las mismas oportunidades de las que gozaban los hombres, la remuneración
no era igual y no siempre tenían un trato digno; antes las infidelidades no eran
muy cuestionadas pues al ser el hombre el jefe de familia y ésta regirse bajo un
sistema patriarcal, se acataban sus acciones y reglas sin ser cuestionadas, y por
la dependencia económica que existía estas infidelidades eran perdonadas, los
divorcios no eran la solución ni el camino “adecuado”, las parejas preferían
mantener su imagen y frecuentemente las mujeres eran quienes se sacrificaban
por sus hijos rechazando el divorcio como una opción.

El 27 de diciembre de 1974, días antes del Año internacional de la Mujer, el


Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos expidió dos decretos
relativos a la igualdad jurídica de la mujer, que reformaron y adicionaron tres
códigos, cuatro leyes y la propia Constitución de la República, éstos entraron en
vigor el último día del año.

Estas reformas modificaron los siguientes artículos constitucionales:

1. a) Artículo 4: Incorporó la igualdad jurídica entre mujeres y hombres al


señalarse que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”; además
reconoció el derecho a decidir de manera libre, responsable e informada
sobre el número y esparcimiento de los hijos.
2. Artículo 5: Estableció la libertad de todas “las personas” a dedicarse a la
profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode.

3. Artículo 30: Permitió que también las mujeres pudieran transmitir el


derecho de la nacionalidad mexicana a sus descendientes cuando
contrajeran matrimonio con extranjeros.

4. Artículo 123: Estableció la igualdad entre la mujer y el hombre, al eliminar


restricciones que les limitaba a desarrollar algunos trabajos, además se
estableció la protección de la mujer durante el embarazo, el derecho a los
descansos para maternidad y lactancia

En 1981 entra en vigor la CEDAW (Convención Sobre La Eliminación De Todas


Las Formas De Discriminación Contra La Mujer – ONU) y en su artículo
11 reconoce, ampliamente, el derecho al trabajo como un derecho humano,
obviamente de carácter inalienable lo que da apertura a una mayor participación
laboral de las mujeres dentro de los próximos años.

En los diez años de la década de los ochenta (de 1980 a 1989), el promedio en
porcentaje de la población integrada por mujeres en las licenciaturas de la
universidades e institutos tecnológicos en México fue del 34.38% (ANUIES,
2003).

Aunque se tuvo un desarrollo importante, esto no implicaba un acceso equitativo


a derecho y oportunidades para las mujeres, por lo que las mujeres siguieron
buscando mecanismos para lograr un país más igualitario, próspero y
democrático.

En los 90’s existieron cambios respecto de la libertad personal, ellas eran un


poco más tomadas en cuenta, de 1980 a 1990 los matrimonios aumentaron en
un 29% y el divorcio seguía siendo mal visto pero ya era más frecuente, se
multiplicaron a más del doble pues en 1980 había 21,548 mientras que en 1990
fueron 46,481. Se comenzaban a dar uniones libres, pero el padre seguía siendo
el jefe de familia, la edad para contraer matrimonio era más estricta; en México
se acentuó la incorporación de las mujeres al trabajo en esta década; la
participación laboral registrada en la actividad económica pasó del orden de
16.4% y 19.6% durante 1970 y 1990 respectivamente, las mujeres en promedio
constituyeron el 44.31% de la población que estudiaba en universidades e
institutos tecnológicos de México, y esto tiene un efecto en la maternidad por lo
que se empezaba a retrasar, la edad promedio al momento del matrimonio es de
24 años y tienen, también en promedio, tres hijos, el 40% de las mujeres son
solteras al momento de tener a su primer hijo.

De acuerdo con Rendón (2003), durante 1990, se aceleró el antes paulatino


proceso de feminización de la fuerza de trabajo en México, lo que acentuó el
incremento de la participación laboral femenina. Por su parte, la incorporación
masiva de la mujer en edad reproductiva al trabajo fue posible debido al
descenso de la fecundidad.

Este proceso de independencia de la mujer apenas comenzaba, pero más


adelante en los años 2000’ significará un proceso de cambio respecto a los
porcentajes de matrimonios y divorcios porque las condiciones culturales,
económicas y sociales de las familias irán cambiando al paso de los años.

“Al encontrarnos ante una institución apegada sobremanera al ser humano, se


ve afectada de lleno por los cambios sociales y por las creencias
religiosas.”(Abundis, 2010, p.33)

2000

Es más común y normal ver que las mujeres trabajen por su creciente
participación en el mercado laboral, se cuestiona el perfil tradicional de la
identidad femenina y la división del trabajo por género que antes englobaba a la
mujer al hogar, la maternidad y el cuidado de la familia.

En México, la participación de las mujeres en el mercado laboral se ha


incrementado en los últimos años al pasar del 33% al 38.8% de la Población
Económicamente Aviva (PEA) entre 1995 y 2012. (INEGI, 2012a).

Ahora ambos padres trabajan para el sustento de la familia, ya hay más familias
nucleares monoparentales (1 sólo padre e hijos) o nuclear simple (sin hijos), los
matrimonios no persiguen la meta de sólo casarse para tener hijos, ahora se
tienen funciones de crecimiento personal y unidad económica, las familias ya no
tienen una jerarquía donde el padre predomina, ahora los hijos y todos los
miembros de la familia pueden opinar democráticamente, el divorcio es una
opción libre para la familia moderna y ya existen más facilidades, las relaciones
familiares y los matrimonios se basan más en el respeto y en la igualdad, el
feminismo tiene mayor presencia por lo que las ideologías y roles han cambiado
un poco; el trabajo, la crianza de los hijos, las tareas domésticas y las decisiones
son compartidas por los esposos, ahora ya la planificación familiar es más
consiente, existen matrimonios que viven muchas años sin hijos, los niveles de
educación han aumentado considerablemente por lo que el matrimonio ya no es
una prioridad, ahora los hijos aportan al hogar, la madre ya no tiene el papel
principal de ama de casa.

Las parejas homosexuales tienen mayor aceptación, así como también sus
matrimonios (para cierta parte de la sociedad) ya que tienen los mismos
derechos y capacidades que las parejas heterosexuales. En los 200 existieron
fechas clave para la comunidad LGBTTI en México en 2003 se adopta la primera
Ley Contra la Discriminación, que prohíbe la discriminación por orientación
sexual, en 2010 se establece la adopción del matrimonio gay en el DF.
COMPARAR

1980-1992

AÑOS POBLACIÓN TOTAL MATRIMONIOS DIVORCIOS

1980 66,846,833 493,151 21,548


1981 500,955 22,989
1982 528,963 25,901
1983 507,550 29,427
1984 498,698 32,170
1985 569,146 34,114
1986 579,887 38,827
1987 617,248 45,323
1988 630,106 47,464
1989 632,020 46,039
1990 81,249,645 642,201 46,481
1991 652,172 50,001
1992 667,598 51,953

2000-2016

AÑOS POBLACIÓN TOTAL MATRIMONIOS DIVORCIOS

2000 97 483 412 707,422 52,358


2001 665,434 57,370
2002 616,654 60,641
2003 584,142 64,248
2004 600,563 67,575
2005 595,713 70,184
2006 586,978 72,396
2007 595,202 77,255
2008 589,352 81,851
2009 558,913 84,302
2010 122 336 538 568,632 86,042
2011 570,954 91,285
2012 585,343 99,509
2013 583,264 108,727
2014 577,713 113,478
2015 119 938 473 558,022 123,883
2016 543,749 139,807
Graficas

MATRIMONIOS

1980-1992:

2000-2016:
DIVORCIOS

1980-1992:

2000-2016:
CONCLUSIÓN

La familia como institución de convivencia actualmente podría ser cuestionada,


debido a que ya existen otras instituciones que cumplen con esa función. En los
últimos años se registra una mayor indiferencia a la institución del matrimonio
como reguladora de la vida en pareja; la unión del matrimonio se ha postergado
por diversos factores y estos residen en la vida de los jóvenes, de los millennials
que son las personas nacidas entre 1980-2000, son una generación digital,
desarrollada entre la tecnología y con valores sociales y éticos distintos a los de
las épocas anteriores. Los jóvenes que deciden no casarse y no formar una
familia han aumentado en comparación con generaciones anteriores, la
importancia del matrimonio ha disminuido debido a que éstas nuevas
generaciones están mejor preparadas y educadas, tienen mayores aspiraciones
para el futuro y en efecto, se omiten éstos planes.

Existiendo diversos factores visibles para esta toma de decisiones, entre los que
podemos destacar la desigualdad económica que provoca empleos mal pagados
y que los jóvenes no se sientan con la capacidad de cubrir ciertos gastos que se
exigen al contraer matrimonio porque los sueldos no alcanzan, angustia por el
mundo y su futuro hablando del medio ambiente, en materia económica y
demográfica; al ser una generación más educada analizan con más cuidado los
beneficios y las pérdidas que provocaría el casarse o tener hijos y deciden
disfrutar de su juventud priorizando su diversión y su vida laboral dedicándose a
lo que les gusta y de tal manera nadie depende de ellos, ahora la vida sexual y
amorosa comienza a temprana edad y anteriormente esto iniciaba en una etapa
donde se tenía una pareja formal. En ocasiones el contexto familiar influye
fuertemente porque al tener una mala relación o considerar que no se tiene una
vida adecuada los jóvenes eligen no repetir estás acciones para evitar la misma
situación y probablemente el factor más importante son las tradiciones, se han
roto, se han formado nuevos modelos del matrimonio y la familia; en algunos
lugares ya se aprobó el matrimonio entre parejas homosexuales, la vida en
pareja no depende de una celebración de forma legal para que se considere un
matrimonio, hay más uniones libres, madres solteras y padres solteros
aumentaron considerablemente, ahora las orientaciones sexuales son diversas
por tanto el modelo tradicional de familia y pareja ha cambiado.
FUENTES DE CONSULTA

 Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Consultado 26-03-


2018 en http://www.beta.inegi.org.mx/temas/nupcialidad/
 Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Consultado 26-03-
2018 en
http://internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/productos/prod_serv/c
ontenidos/espanol/bvinegi/productos/historicos/181/702825470395/7028
25470395_1.pdf
 Abundis María. (2010). Matrimonio y divorcio: antecedentes históricos y
evolución legislativa. México: Universidad de Guadalajara Centro
Universitario de la Costa.
 Gutiérrez Capulín, Reynaldo; Díaz Otero, Karen Yamile; Román Reyes,
Rosa Patricia El concepto de familia en México: una revisión desde la
mirada antropológica y demográfica Ciencia Ergo Sum, vol. 23, núm. 3,
2016 Universidad Autónoma del Estado de México Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10448076002
 Barrios Alma, Barrios Oscar. (3 Septiembre 2016). Participación femenina
en el mercado laboral de México al primer trimestre de 2016. Revista
Economía Actual, 3, 5. 22 Marzo 2018, De Economía Actual UAEM Base
de datos.
 Bernal Beatriz, La Mujer y el cambio constitucional en México, el Decreto
de 31 de diciembre de 1974.

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