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INTRODUCCIÓN AL PARADIGMA DE LA ETNOBIOLOGIA

por Germán Escobar Berón, Etnobiólogo, Universidad del Valle

UNA REALIDAD APARTE


En los últimos años, en nuestro país y el mundo entero se presenta en el campo científico una
transformación del conocimiento. Aparece una nueva mirada donde la ciencia, lo científico no es
el único modelo teórico-práctico de asumir la verdad, la realidad.

Otras realidades, otras verdades, otras formas de conocer, manejar, utilizar, visualizar,
percibir y soñar la naturaleza han permanecido, en espacios no científicos, se han transmitido
de generación a generación, milenio a milenio, pueblo a pueblo, persona a persona.

Otras realidades, otras verdades se conjugan, prevalecen, mantienen, reproducen y dan origen a
nuevos conocimientos, a nuevas percepciones y cosmovisiones sobre el mundo, la vida y la
naturaleza.

El (re)surgimiento de “viejos” nuevos gestores y portadores de conocimiento, la (re)valoración


de estos conocimientos en espacios de convivencia locales, la permanencia de estos
conocimientos y su validación como “saberes tradicionales”, “saberes populares”,
“conocimientos tradicionales”, “conocimientos populares” son la otra realidad.

Realidades, conocimientos, “cosmovisiones” que los científicos no pueden negar, a pesar de


siglos de oscurantismo, inquisiciones, imposiciones, dictaduras de verdades oficiales: religiosas
y científicas.

Estos conocimientos “reconocidos” como saberes populares o conocimientos tradicionales,


producto de espacios y construcciones colectivas, específicos e interdependientes, que se
articulan con todos los procesos vitales y culturales de los grupos humanos que los conllevan,
son ahora alternativas de conocimiento para los objetivos de estudio de casi todas las disciplinas
de la “ciencia”.

Es el área de las ciencias naturales donde más se están desarrollado estas alternativas de
conocimiento, ya antes áreas del conocimiento como la Etnografía, la Etnología, la Antropología
y la Sociología se habían introducido en el estudio de los pueblos y sus conocimientos asociados.

Es así que el prefijo ETNOS hace referencia a los aspectos humanos y conocimientos
específicos de pueblos o etnias, es decir a los “conocimientos” de agrupaciones naturales de
individuos de igual cultura.

Ahora bien, por ser consultados estos “saberes”, generalmente a nivel de intereses específicos o
sectoriales de cada disciplina y no sobrepasar más que ciertos aspectos complementarios, la
coherencia y racionalidad del “conocimiento tradicional” de sectores o grupos humanos, se
puede perder en la segregación que de él se hace.

Por ejemplo, la botánica retoma estas fuentes de saber y da forma y sentido a muchos de estos
conocimientos en botánica económica, en medicina, en agricultura, en ecología y se transforman
generando nuevos campos de investigación, surgiendo así la Etnobotánica, la Etnomedicina, la
Agroecología, la Etnoecología y paralelamente en otros campos las otras llamadas “etnociencias”
o las “etno-cualquier-cosa”como lo plantea la Escuela Francesa.

Los grupos humanos, principalmente las etnias, no aíslan sus conocimientos, no lo parcelan ni
sectorizan, todo hace parte de un todo, de una cosmovisión integral del mundo, no presentan
una visión unilateral o bidimensional del mundo, es una cosmovisión multidimensional que
une el pasado con el futuro, lo inerte con lo vivo, lo material con lo espiritual, enlazan
normas, valores, naturaleza, costumbres, la salud, la enfermedad y muchos otros
conceptos, con lo mágico, las leyendas, y los mitos que son parte indisoluble de sus
conocimientos y prácticas cotidianas.

Precisamente esa visión holística del mundo no opone naturaleza y cultura, ambas, naturaleza
y cultura son parte integral e integradoras de la cosmovisión indígena, contrario a como rige para
nosotros en nuestra visión occidental de mundo.

Los conocimientos de las comunidades indígenas y locales entonces son una acumulación
dinámica, son patrimonio colectivo, son un sistema organizado de investigación y
descubrimientos, con experiencias milenarias de practicar, mirar, aprender, probar,
asumir y transformar esa realidad. Dada su estrecha y continua inter-relación hombre-
naturaleza, las formas de uso y las técnicas de manejo de los recursos, responden a un
conocimiento profundo e integral de ese medio, responden a una visión particular de mundo.

Por intermedio de la práctica-selección-práctica es que han producido y siguen produciendo


conocimientos especializados e innovaciones para la supervivencia de sus comunidades y de su
entorno, de ellos como grupos y del planeta.

El “saber tradicional” es el conocimiento práctico de etnias o comunidades locales, es el


sentido común como fundamento y base metodológica de sus conocimientos que a su vez se
basan en experiencias acumuladas y seleccionadas durante miles de años, para obtener los
mejores resultados en el aprovechamiento de los recursos naturales y su supervivencia.

LA ETNOBIOLOGÍA Y SUS ENFOQUES

El papel de las etnos como “ciencias”, disciplinas, áreas métodos o herramientas son el
estudio de las otras realidades, del conocimiento de las relaciones e interacciones, del uso y
manejo de los recursos naturales por las comunidades locales a través del tiempo, de todos
los procesos culturales involucrados en las relaciones pueblos-naturaleza.

Pero están planteadas tres vertientes contrastantes bién importantes:

La planteada por la S.Tyler (1969), con la Antropología Cognitiva, al plantear las Etnociencias
como el estudio del discurso nativo, más no para encajarlo dentro un orden científico occidental,
sino para reforzar la capacidad que tienen las comunidades de producir conocimientos y
reflexiones acerca del entorno donde residen.

Las etnociencias como la comprensión cultural que tiene la gente del mundo: sus modelos
conceptuales del mundo: sus COSMOVISIONES.

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Comprende las diferentes etnociencias y todo el conocimiento definido desde el punto de vista
de los pueblos y/ etnias. Planteado en términos antropológicos una visión emic, o sea la visión
de los aborígenes, como modelos únicos de conocimientos en contraposición con el modelo
occidental dominante.

La otra vertiente sustentada por Darrel Posey (1986, 1988) e igual dentro de la antropología
cognitiva, como uno de los fuertes impulsores del estudio de la etnobiología y sus aplicaciones
actuales, pero con la diferencia de una etnobiología como orientadora de estudios, realizados
dentro de parámetros de la ciencia occidental. Visión etic, desde los parámetros
antropológicos.

Posey resalta la importancia de las historias (relatos, mitos) como responsable de la


transmisión de conocimientos sobre el ecosistema donde residen. El conocimiento como una
integración de creencias y prácticas.

El tercer y mayor polémico enfoque tiene que ver con el enfoque utilitarista, que puede
plantear el rescate, la revaloración científica de estos sistemas de conocimientos, un rescate y
valoración que sólo busca la posibilidad de usufructuar lo que pueda servir para plantear
innovaciones y/o soluciones a problemas concretos, y sobre todo la posibilidad de patentar
grandes descubrimientos a partir de los conocimientos y biodiversidad sustentados por las
comunidades locales. Enfoque que irrespeta y niega todos los principios éticos en torno a
conocimientos creados y transmitidos colectivamente. Enfoque que produce resultados privados
a partir de expropiaciones ilegales de la herencia cultural e intelectual de las comunidades
indígenas y locales.

El rescate y revaloración de las prácticas tradicionales no implica “cientifizar” el saber


tradicional para incorporarlo a nuevos paquetes de conocimiento, sino reorientar los
esfuerzos de investigación, articulando el saber comunitario con la ciencia, en un proceso de
investigación participativa que recree el saber con las propias comunidades y les devuelva un
saber enriquecido, asimilable, reapropiable por las mismas comunidades para fortalecer su
capacidad de autogestión de sus recursos productivos (Leff y Carabias, 1993).

LA ETNOBIOLOGÍA Y SU QUEHACER

Javier Caballero (1999) reconoce que durante la corta historia de esta disciplina se han
desarrollado diversos enfoques. Esta heterogeneidad teórica y metodológica está relacionada con
las diferentes orientaciones académicas de los etnobiólogos, sea en Biología, en Antropología o
en otras ciencias afines. Bajo esta variedad de enfoques es posible reconocer tres dominios
básicos en el quehacer etnobiológico:

a) La percepción cultural y la clasificación de organismos

b) Los aspectos biológicos y culturales de la utilización de plantas y animales, y

c) Las bases culturales y las consecuencias biológicas del manejo de los recursos
biológicos por los seres humanos a lo largo del tiempo

La etnobiología como el estudio de la interrelación directa entre grupos locales humanos y


los recursos naturales se concibe como un complejo pueblos-biodiversidad desde

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perspectivas ecológicas, genéticas, evolutivas, cognoscitivas y simbólicas basadas en las
tendencias que tienen o tenían los grupos humanos para:

1) Conocimiento y adaptación a los ciclos productivos del bosque (abundancia y o escasez


de frutos, épocas de reproducción de la fauna) y desarrollo de técnicas de subsistencia en
respuesta a la capacidad de regeneración de los ecosistemas en que han habitado, por
ejemplo: recolección, agricultura itinerante, tala selectiva del bosque, chagra, milpa, cultivos
múltiples, agrosilvicultura, agroecología, caza y pesca estacionales.

2) Catalogación o inventario de especies y de usos, así como la narración de métodos


empleados para el mantenimiento, la recolección y propagación de las especies útiles.
Carácter descriptivo de estudios tradicionales, con especial énfasis en las relaciones que
existen entre las prácticas de uso y manejo de las especies y las características ecológicas de
los ecosistemas.

3) Sistemas de etnoclasificación y jerarquización taxonómica: Las comunidades locales,


tradicionales o etnias presentan y han construido nomenclaturas coherentes sobre plantas o
animales, suelos o paisajes que descubren y/o les han encontrado determinados usos o
valores, para lo que han requerido de concientes procesos reflexivos y experimentales.

4) Procesos de acumulación y transmisión de CONOCIMIENTOS (información) a las


generaciones futuras (herencia cultural) sobre las posibilidades de aprovechamiento y
manejo de la biodiversidad y el medio ambiente. El conocimiento es dinámico y contínuo, en
relación con la naturaleza y a través de los procesos de aprendizaje y adaptación.

Estos conocimientos tradicionales se han ido conservando o produciendo de generación en


generación y ha permitido el desarrollo de valiosa información para el desarrollo de la
humanidad. Mucho del "conocimiento científico" ha sido producido o reelaborado a partir de
conocimientos tradicionales o locales. Los sistemas de conocimientos de todas las culturas
comprenden aspectos lingüísticos, botánicos, zoológicos, artesanales y agrícolas que han sido
producto de la interacción de sus individuos y el medio ambiente y transmitidos por medios
orales de una generación a la siguiente.

5) Procesos de autonomía frente a los recursos biológicos mediante la manipulación,


manejo y uso de los recursos básicos para su subsistencia y protección, por ejemplo:
suelos, plantas, animales de caza y pesca, vivienda, lo cual incluye reubicación, atracción,
protección, cultivo, transplante, semidomesticación y domesticación.

6) Procesos de intervención y la influencia del hombre en el uso, manejo y conservación de


los sistemas ecológicos. Tanto el uso y manejo, como la conservación responden a una
cosmovisión, a una lógica interna, propia de cada cultura o etnia, así como a un ordenamiento
del mundo bajo el cual relacionan los recursos biológicos integralmente. Subyacente a cada
cosmovisión, existe entonces un complejo sistema de simbolismos y significados de orden
socio-cultural, que se traducen en exítosas adaptaciones y en estrictas normas de control
ecológico.

7) Procesos de evolución y cambio de las interacciones pueblos-naturaleza, ya que la


complejidad de los ecosistemas tropicales ha demandado el desarrollo de culturas aptas para
utilizar y transformar, elaborar y perfeccionar técnicas de uso y manejo de los recursos. El
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tiempo ha desempeñado un factor esencial en este proceso, pues se requieren muchos años
para simplemente “conocer” y manejar la biodiversidad.

8) Procesos de valoración de conocimientos e importancia cultural relativa de los recursos


biológicos, pues cada grupo, sociedad o individuos conocen por separado, distintos eslabones
sobre el funcionamiento y utilización de los recursos biológicos, cada grupo humano tiene
contacto con hábitats y ecosistemas muy diferentes. Para cada etnia, grupo tradicional o
local el conocimiento es relativo. De aquí la importancia invaluable de estos conocimientos
y culturas. Esto ha contribuido a mantener, incrementar y favorecer la biodiversidad.

¿Podrá, por ejemplo subsistir el bosque sin las culturas que lo sustentan?

9) Análisis de los patrones de variación biológica y cultural, incluyendo la variación en el


conocimiento biológico tradicional debida al genero, al parentesco, división del trabajo,
empleo, escolaridad y otros factores sociales

10) Profundizar las relaciones entre biodiversidad y grupos locales o tradicionales, el llegar
a conocerlas en su complejidad contribuye a enriquecer el marco teórico y práctico de las
estrategias de uso, manejo y conservación de los recursos biológicos y de las culturas que los
sustentan.

LA ETNOBIOLOGÍA Y SUS PERSPECTIVAS


1. La etnobiología puede contribuir de manera importante a la conservación y uso
sustentable de los recursos biológicos y a la permanencia de las culturas asociadas a
ellos. Sin embargo, para comprender de una manera global el complejo pueblos-
biodiversidad se requiere de una aproximación holística que incluya tanto la
investigación para el uso, manejo y conservación de la biodiversidad, cuanto para el
desarrollo socioeconómico y sustentable de los grupos humanos locales y/o tradicionales.

La pérdida de especies y conocimientos (grupos étnicos) ha generado la necesidad de recopilar,


cuanto antes, la información cultural que los pueblos locales y/o tradicionales poseen sobre sus
recursos, con el fin de aportar (rescatar) conocimientos que probablemente serán útiles para el
manejo sustentable de los ecosistemas.

Se ha propuesto documentar sistemáticamente cada detalle sobre los conocimientos


tradicionales, para asegurar así la conservación de esta sabiduría. Pero este “saber” tradicional
así realizado es meramente referencial (documentos, textos, videos, herbarios). Este “saber”
tradicional sobre la biodiversidad, sobre los recursos naturales requiere de la existencia de
estas etnias y comunidades, de esta biodiversidad y estos recursos. Sin las culturas, sin los
conocimientos estos recursos pierden valor y sin estos recursos las etnias y culturas
desaparecen.

2. Los modelos de los conocimientos tradicionales y de los científicos occidentales


generalmente son incompatibles. En estos estudios se enfrentan dos modelos de
interpretación que se basan en búsquedas diferentes.

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Por ejemplo, el Quimico-farmaceuta busca principios activos de plantas contra ciertas
enfermedades, mientras el chamán o curandero busca una planta (o mezcla de plantas) únicas
contra el sufrimiento de una persona específica; el médico busca curar la enfermedad, el indígena
(prevenir) la fuente de la enfermedad.

Así muchos de los criterios de evaluación no son interpretables por botánicos, farmacéutas,
médicos, agrónomos, por que estos hacen parte de una cosmovisión, de una visión integral del
conocimiento (mitos, rituales, tradiciones), casi siempre esta perspectiva es diferente a la de
las ciencias positivistas y este hecho de ser diferente no hace que sea menos válida para los
portadores de estas culturas.

Por la misma razón, la evaluación que hagamos desde nuestra visión occidental sólo podrá tener
importancia para la ciencia occidental pero no para las comunidades tradicionales. Por eso tal
vez la ciencia muestra muy poco interés y respeto por la cosmovisión de las comunidades o
etnias locales, pero si encuentra elementos biológicos y conocimientos tradicionales asociados
de mucho interés científico y principalmente utilitarista, sobre todo, por compañías
alimentarias, semillistas, farmacéuticas y biotecnológicas que han descubierto que si los recursos
genéticos estaban acompañados por conocimientos tradicionales, sus inversiones y riesgos
disminuyen, ganan tiempo y esfuerzo en encontrar nuevos productos potenciales.

3. La etnobiología busca la integridad del conocimiento, no a la parcialización de las


otras realidades para acceder a ellas fragmentariamente, desde la mirada específica de
cada disciplina, de cada quehacer. Se precisa entonces que cada etnia, comunidad o
grupo sea garante del mantenimiento (“reagrupación”) y conservación de su
conocimiento, del manejo integral y complejo de su cosmovisión.

Presentar un compartimento del conocimiento de una comunidad determinada no es hacer


etnobiología porque al parcelar el conocimiento estamos fragmentando una cosmovisión, ya que
no se toma en cuenta las formas simbólicas de comunicación, formas de vida, sus tradiciones, sus
costumbres, etcétera. La etnobiología respeta y reconoce los contenidos filosóficos y
espirituales de las comunidades locales y/o tradicionales.

La etnobiología es la búsqueda de nuevos caminos de interacción armónica entre la cultura y la


naturaleza, y sobre todo reconociendo los bastísimos conocimientos presentes en todas las
comunidades locales y/o tradicionales.

4. Los etnobiólogos más que depositarios de la información debemos ser catalizadores


de la misma. Debemos ayudar a las comunidades, colectivos a registrar su información,
proporcionarle las herramientas y el apoyo adecuado a la recuperación y registro de sus
conocimientos.

La etnobiología es pues una nueva disciplina a jugar un papel importante en el diálogo de


saberes, en conocer, interpretar, en ser el puente entre las cosmovisiones locales y tradicionales y
las ciencias académicas y el país nacional.

Y es principalmente en los aspectos culturales donde debe hacer mayor énfasis, ya que entre los
seres vivos, él que más incide sobre su medio para explotarlo, mantenerlo, trasformarlo o
alterarlo, es el hombre y este actúa mediado por la cultura. En efecto, cada cultura inculca
en sus poseedores una forma particular de ver el mundo, no sólo para conocerlo, sino
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también para actuar en dentro de él. Definida la cultura como un conjunto de valores, de
formaciones ideológicas, de sistemas de significación, de técnicas y prácticas productivas, de
estilos de vida.

De esta manera, la cultura condiciona el comportamiento de la gente en cualquier espacio de la


vida cotidiana y por lo tanto su comportamiento dentro de su ambiente natural. La cultura es una
variable fundamental en los estudios etnobiológicos, de allí su diferencia con las parcelas de
etnociencias, dedicadas más a productos o resultados en campos específicos.

5. La etnobiología como área en formación, es un terreno nuevo en disputa entre los


científicos de las ciencias sociales y las biológicas. Esta situación ha provocado que sus
metodologías de trabajo sean muy diversas y como consecuencia los resultados muestran
ambigüedad metodológica.

Así por ejemplo los estudios etnobotánicos realizados por científicos sociales dan importantes
resultados en cuanto al concepto sociocultural referente a la enfermedad y la forma de uso de las
plantas medicinales, pero son cuestionables sus resultados en relación con la taxonomía y las
condiciones naturales de distribución de los recursos. Situación contraria sucede con las
investigaciones dirigidas por investigadores de las ciencias biológicas, en donde la información
sociocultural que acompañan los resultados es escasa o poco convincente.
De aquí la importancia de la construcción de la ETNOBIOLOGÍA como una nueva corriente
de acción y pensamiento, independiente, diversa y compleja que abarque no sólo lo
biológico y todos los aspectos relacionados con los organismos vivos, el ambiente y los
agroecosistemas, sino además todos los aspectos sociales, todos los aspectos del
conocimiento y la cultura ligados a la naturaleza. No solamente Biólogos haciendo etnología,
o antropólogos haciendo biología, sino la formación de investigadores formados integral y
transdisciplinariamente como etnobiólogos.

La realización de estos objetivos sólo se logra transdisciplinariamente con el aporte de diferentes


ciencias como la antropología, biología, botánica, etnografía, historia, farmacología, geografía,
sociología y demás, y los grandes aportes de sabiduría, lógica, sentido común, empirismo,
filosofía, humildad y sencilléz del conocimiento tradicional.

6. Entonces el papel de la etnobiología no es la recopilación y sistematización e


interpretación de nuevos “viejos” conocimientos para el beneficio del mundo
moderno, sino que radica en una manera profundamente diferente de ver la
realidad, de vivir en relación con la naturaleza, de entender y reconocer que la sabiduría
tradicional y local puede caracterizar y aportar en un proceso de desarrollo sostenible y
sostenido sobre casi toda la tierra.

De todas maneras el conocimiento tradicional tiene un gran valor, no sólo por la cultura en que
desarrolla y se conserva, sino también por los beneficios que puede brindar a otros pueblos del
mundo. Muchos científicos y personas valoran este conocimiento local, lo hallan sumamente útil
para resolver problemas complejos de salud, agricultura, educación y del ambiente en muchos
pueblos y países, eso sí haciendo los salvamentos éticos e intelectuales (por ejemplo respeto por
sus culturas y derechos intelectuales, el no patentamiento ni de recursos ni de los conocimientos).

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7. La etnobiología ante todo fortalece y apoya la gestión y el desarrollo local
comunitario. Hoy, la base del conocimiento tradicional tiene tanto riesgo de desaparecer
como la flora y fauna silvestre. De aquí la importancia de revertir, devolver, retornar los
resultados. Estos estudios deben afianzar, y no debilitar las cosmogonias de los
pueblos, además deben de servir para su bienestar comunitario, conservación de sus
culturas y biodiversidad en el tiempo y espacio.

La diversidad del conocimiento tradicional y su diversidad biológica, se deben preservar y


favorecer pero no solamente en textos escritos, electrónicos, videos o bibliotecas. Una meta
importante puede ser la conservación de este conocimiento en formas sencillas, ágiles y lenguas
de las comunidades, además de usar este conocimiento tradicional para reforzar la calidad
de vida de quienes lo han generado y sustentado.

La Etnobiología, como todas las etnociencias son disciplinas que se centran en los
encuentros, así nos lo recuerda Amaya Aldabe (1999):

a) Diálogo de saberes: porque se encuentran culturas y lógicas distintas y por lo tanto


modos de crear y obtener conocimiento distintos.

b) Transdisciplinariedad: porque se encuentran distintas áreas del conocimiento, lo que


permite mayor amplitud y una mejoría en la calidad de la investigación y el trabajo.

c) Teoría y práctica: se encuentra el conocimiento abstracto y el estudio de éste con la


aplicación concreta de los conocimientos.

d) Multiverso: (diversidad biológica y cultural) porque permite, en resumen, unir


muchísimas maneras de ver el mundo. La Variación cultural, tanto inter como
intraculturalmente, incluyen variaciones en el conocimiento biológico como resultado de
diferencias de usos y manejo, diferencias de genero, edad, parentesco, división del
trabajo, religiosidad, escolaridad y otros factores sociales.

Patton (1993) dice que la diversidad en las culturas rurales es lo que ha permitido el
óptimo y racional aprovechamiento de sus recursos. La diversidad, el éxito adaptativo y
el compromiso al medio inmediato es lo que le dá un valor común de tanta importancia.

e) Resolución de problemas: La búsqueda del conocimiento en base a la resolución de


problemas, las muchas áreas del conocimiento que intervienen no como campos de
conocimiento aislados, sino como un conjunto de herramientas para solucionar problemas
más generales, el sentido de la cooperación y el encuentro.

f) Principios éticos: esto implica, también, que el estudiar otras culturas debe suponer un
reto al investigador que va más allá de la ciencia, pues éste tiene que ser capaz de
proponer sin imponer, de respeto, de aprender sin juzgar y de trabajar en cooperación con
otros hombres, compartiendo lo que se aprende en beneficio de todos.

Muchas de estas culturas heredan sus conocimientos de manera práctica, efectiva e


integral; su educación lleva implícita una actitud etica sólida, por mencionar algún
ejemplo.

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Por otro lado, las culturas que nutren de conocimiento a la Etnociencias, están
desapareciendo de manera continua y creciente, debido a la pérdida de su hábitat y a la
pobreza y miseria en la que se ven sumidas gracias al “desarrollismo” de la cultura
occidental, que las empuja a convertirse a su manera o desaparecer.

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