Resumen del Capítulo: “¿Cuándo se invento la escuela?” en Gvirtz, Silvina y
otros (2008). La educación ayer, hoy y mañana. Editorial Aique. Buenos Aires.
La escuela es una institución educativa que se caracteriza por ser una
organización que posee una estructura jerárquica, procesos de aprendizaje y una dinámica que permite el accionar de todos los actores que participan en ella y que cumple, entre otras, con las funciones de reproducción y producción de saberes, de la reproducción y producción de cultura y de la socialización secundaria.
La naturalización de la escuela actual está vinculada con las prácticas y
con el tipo de escuela que hoy conocemos. Si bien se cree que la escuela fue tal como lo es en la actualidad, el análisis histórico demuestra que existieron diversos modelos hasta llegar al del presente que lo aceptamos como natural y que se cree el único posible.
En ocasiones se piensa que hay cosas que no pueden cambiarse. A pesar
de desearlo resulta muy difícil concebir estrategias para modificar esas cosas, como por ejemplo la presencia de las aulas, los bancos, los horarios, las materias, los guardapolvos, el patio y la bandera. Por esto la posibilidad del cambio se presenta como impensable porque si la escuela existió siempre y en todas partes, no solo está justificado que siga existiendo sino que su universalidad y eternidad la hacen tan natural como la vida misma.
Es importante considerar que la escuela no es un fenómeno natural sino
que constituye un fenómeno histórico y social y por lo tanto no es eterna sino contingente de los cambios sociales, políticos y económicos que se suceden.
En la escuela diariamente se producen prácticas cotidianas y rutinarias
que pierden sentido y significación en el actuar educativo.
Se cuenta con un edificio con ciertas características, aulas, patios
cubiertos y descubiertos, de usos múltiples, bibliotecas, mástil, timbre, alumnos, docentes, porteros, cuadernos de clase, pizarrones, libros, manuales, planificaciones, entre muchos otros. Estos actores y elementos escolares cumplen tareas cotidianamente y la mayoría se realizan en forma permanente y sin cambios sin pensar que existen otros modelos y prácticas diferentes.
Bregar por la desnaturalización de las prácticas educativas es pensar en
un cambio necesario para la escuela actual ya que no es posible construir un cambio escolar sin cuestionar su forma, sus prácticas, sus relaciones y sus fines.
A través de la historia hubo distintos modelos de institucionalización de la
educación, se puede mencionar:
Escuelas sobre alfombras en oriente: los niños y los maestros sentados
sobre alfombras en el piso aprendían la herencia cultural y complementaban la educación familiar. La escuela del ciudadano en Atenas: la educación era para las élites. Los niños estaban a cargo de un preceptor y posteriormente de un pedagogo que les brindaban los conocimientos acordes con las necesidades políticas y culturales de la civilización. Roma: sillones y castigos: el maestro ocupaba un sillón, los niños en el suelo y tenían rollos de pergamino donde estaban escritos los trozos de lectura. La autoridad del maestro se relacionaba con la aplicación de castigos corporales. La educación en casa de príncipe: los preceptores enseñaban a príncipes y nobles en el interior del palacio. Ambos estaban sentados en sillas, el príncipe escuchaba atento la lección rodeado de personas que realizaban distintas tareas. La didáctica moderna: Comenio (1592-1670) creó un cuerpo de principios teóricos y de propuestas prácticas para organizar la educación. Sostuvo los siguientes postulados: la educación debe ser única e igual para todos, universal, debe enseñar artes, ciencias, costumbres, lengua y religión, deben actualizarse las propuestas educativas y la escuela debe estar correctamente organizada. La escuela del padre La Salle (1651-1719). El modelo del padre La Salle se estructura en dos ejes: el orden y el control que se aplican mediante la simultaneidad de la enseñanza. Un grupo de alumnos recibe la misma instrucción al mismo tiempo a través de un único docente. De esta manera se homogeniza la educación conduciendo a los grupos en torno a la figura del líder. Se incorporan en la escuela los niños pobres. La escuela de Lancaster. Surge a fines del siglo XVII. En un galpón reunía a cientos de alumnos de diferentes niveles sentados en bancos. Se disponían en fila en cuyo extremo se ubicaba el alumno monitor. En el frente, sentado el maestro solo trabajaba en forma directa con los monitores quienes a su vez repetían el proceso con los alumnos a cargo. El decurión y las hiper-aulas jesuíticas: los jesuitas propusieron que los alumnos se sentaran en el aula enfrentados en dos bandos simétricos distribuidos en forma de fila. Cada una de estas era llamada de curia. Cada alumno tenía su par en la fila contraria y con este par debía desarrollar las argumentaciones en los términos propuestos para la clase. Cada bando tenía un monitor (decurión) que los presidía. El docente se ubicaba en un lugar central como juez y hacía un seguimiento personalizado y permanente de los alumnos. La escuela disciplinada y disciplinadora: este proceso se construyó como un entramado en el que se reconocen dos vertientes. Una de ellas es institucional y se relaciona con el nacimiento de las primeras fábricas y la necesidad del disciplinamiento social y, por otro, con las ya existentes escuelas de origen religioso, las clásicas y las municipales. La escuela moderna surge en el marco de cuatro procesos fundamentales: la revolución agrícola, la revolución industrial, la idea de ciudadano y la revolución tecnológica. El estado y la simultaneidad sistémica: la masividad de la escuela comenzaba hacer cada vez más una necesidad de las sociedades modernas. Ya no bastaba con tener escuelas en los municipios o maestros que enseñaban en las casas, la educación debía impactar en toda la población para unificar la lengua, la historia y la cultura. El gran invento de esta época fue la simultaneidad sistémica. Se homogeniza la actividad escolar para un tiempo y un espacio político determinado, es decir enseñar a todos mediante métodos efectivos y uniformes que apliquen una tecnología de disciplinamiento social al servicio de la educación. La educación sin escuelas: Iván Illich (1926-2002): Sostiene la propuesta desintitucionalizadora. Consideró que la escuela es masificadora ya que no podría formar futuras generaciones en una tecnología y en un progreso al que no todos tendrían posibilidades de acceder. Proponen liberar la educación de la escuela de manera que la gente pueda aprender la verdad acerca de la sociedad en que vive. La escuela liberadora: Paulo Freire (1921-1997): No propone una no pedagogía sino una nueva pedagogía, destinada a los oprimidos. Su método procura dar al hombre la posibilidad de redescubrirse y concretizarse para que las personas aprendan a ejercer su libertad y a practicarla. La pedagogía freireana favorece la práctica de la libertad y es ante todo una escuela de la vida, La escuela en casa: homescholing: Surge en Estados Unidos debido a que los padres no acordaban con la educación tradicional que las escuelas brindaban a sus hijos. El desafío para esa postura es como enfrentar los grandes pilares de la escuela moderna, el lugar de la autoridad del maestro, la simultaneidad sistémica, el vínculo familia escuela y la socialización secundaria. ¿Y ahora qué?: Hoy se necesita una escuela centrada en el alumno, gradual, con un funcionamiento uniforme y con un conjunto de reglas de funcionamiento que brinden contenidos y prácticas educativas adecuadas a las transformaciones que sufre la sociedad.