You are on page 1of 71

Historia Antigua de la Península Ibérica

MARÍA DE LOS
ÁNGELES COELLO
FERNÁNDEZ
MARIÁN FERRO
EL EJÉRCITO ROMANO EN HISPANIA
GARRIDO
El ejército romano en Hispania

Índice:
1. Introducción

2. Fuentes clásicas para el estudio del ejército

3. El ejército romano

3.1. Introducción

3.1.1 Evolución del ejército romano


- La monarquía
- La República
- El Imperio

3.2. El ejército romano en Hispania

3.2.1. Evolución del ejército romano en Hispania

3.2.2. Presencia de indígenas en el ejército

3.2.3. Las legiones en Hispania

4. La Religión en el ejército romano en Hispania

4.1. Dioses y cultos militares

4.1.1 Los signa militaría

4.1.2. Divinidades grecorromanas

4.1.3. El culto imperial

4.1.4 Divinidades y cultos no romanos

4.2. Elementos rituales

5. Arqueología militar en la Península Ibérica

5.1. El papel constructor del ejército

5.2. Campamentos y asentamientos

5.2.1. Establecimientos militares temporales

5.2.2. Fortificaciones permanentes

5.2.3. Arquitectura del campamento


5.3. Armamento/ Equipamiento

5.3.1. Armamento

5.3.2. Armadura

6. Las tácticas del ejército romano

7. Conclusiones

8. Bibliografía

9. Apartado gráfico

1. Introducción del trabajo


En este trabajo pretendemos explorar y conocer el ejército con bastante
profundidad. Se trata de un tema muy amplio y complicado debido a las numerosas
divisiones y subdivisiones que existían en el ejército. También trataremos cuestiones
como la religión, el armamento, el equipamiento o su papel constructor. Tratamos de
centrarnos sobre todo en el caso de Hispania poniendo algunos de los numerosos
ejemplos que existen.

2. Fuentes clásicas para el estudio del ejército


Para conocer el ejército, podemos recurrir a diferentes fuentes clásicas, como los
autores, Polibio, Salustio, César, etc… Las fuentes para el conocimiento de los
campamentos nos la suministra Polibio para la época republicana, con algunas
observaciones útiles por parte de César y Tito Livio; además de los proporcionados por
el español Higinio para tiempos del principado.

Polibio dedica quince capítulos de su libro sexto a la descripción del


campamento de los romanos tal y como los construían en su época gloriosa y en los
tiempos anteriores. Otros escritores importantes fueron Polibio e Higinio, los cuales
compilaron información acerca de los campamentos militares; a pesar de que sus obras
se hayan separadas por tres siglos. Polibio muestra un campamento de planta cuadrada
mientras que Higinio lo muestra rectangular. Para Vegecio sin embargo el campamento
era una ciudad armada. Lo mismo pensaba Flavio Josefo que añadía la existencia de
oficinas y mercados.

En cuanto a la ubicación de los campamentos romanos en periodo republicano


Polibio muestra algunos en sus Historias III y X; Tito Livio en Arb Urbe Condita XXI,
XXII y XXXIV. Apiano en Iberia 45-92; y Salustio en Historiae II.

- César en Hispania:

Para conocer el número de efectivos que había en la Peninsula durante la época de


César, tenemos una relación que el propio César nos hace. César1 nos relata que tres
eran las legiones de Afranio, dos la de Petreyo: además cerca de cuarenta cohortes de la
provincia citerior, con escudos y de la Hispania ulterior con rodelas, y alrededor de
5000 a caballo de una y otra provincia. Cesar había destacado en Hispania seis
legiones, unos 6000 auxiliares a pie, 3000 de a caballo. (Lérida).

“Bruto era inferior, con mucho, en numero de naves; pero César había asignados
a aquella escuadra hombres escogidos, los mas esforzados de entre todas las legiones,
soldados de choque y centuriones: todos ellos habían sido voluntarios para aquel
cometido. Habían estos preparado garfios de hierro y garrochas, y se habían pertrechado
con gran cantidad de dardos, jabalinas y demás proyectiles.”2

- Apiano nos relata la situación en el Cerco de Numancia3:

Dos campamentos próximos a Numancia y al frente de uno de ellos a Máximo y


él del otro. Siete fuertes en torno a la ciudad, zanja y empalizada. (24 estadios) . La
señal en caso d ataque de día debían indicarla con un trapo rojo en la punta de una alta
1
Imágenes 1 y 2 apartado gráfico
2
57,2 Libro I César
3
90-99 Sobre Iberia, Historia Romana. Apiano.
pica, y de noche con fuego. Otro foso más con empalizada, y un muro de ocho pies de
ancho y diez de alto sin contar las almenas. Como intentaban escapar buceando colocó
dos torreones a cada lado de la orilla con una cuerda con tablones que dejaba flotando
para descubrir a los que buceaban o navegaban. Catapultas y maquinas de lanzar
piedras, jabalinas, piedras, dardos, honderos y arqueros. Ejercito de 60.000 hombres
incluyendo fuerzas indígenas. 20000 debían combatir desde los mundos, otros 10000
construirían un cuerpo de reserva de estos.

Para las tácticas, tenemos diversos autores, como Salustio en su libro sobre la
Guerra de Jugurta, César en de Bello Gallico, Tácito en los Annales y Vegecio en su
libro Epitoma rei militaris.

3. El ejército romano

3.1 Introducción

3.1.1 Evolución del ejército romano


- La monarquía

El origen de la formación del ejército se debió a la proximidad de Roma de


pueblos extranjeros que pudieran codiciar los bienes que iban reuniendo poco a poco
Roma. Para ello, se necesitaba a un cuerpo de hombres equipados, organizados y
ejercitados (exercitus) para la defensa, y éstos, debían ser escogidos (legio) de entre los
demás, aunque todos debían de estar preparados para servir en momento de necesidad.

A medida que los ciudadanos aumentaban, también lo hacían el número de


soldados pero no todos tenían que participar en todas las acciones militares, cuando el
rey llamaba a las armas, cada gente se reunía con las del pequeño cantón en que
habitaban. Las gentes que formaban la curia se agrupaban entre si, luego se reunían las
curias de una misma tribu y la reunión de éstas formaban la legión.
La caballería se conformaba de manera similar, cada gente presentaba un caballero, los
diez caballeros de la curia formaban la escuadra o decuria y las diez decurias formaban
una centuria.

Quien determinaba el número de infantes y de caballeros para cumplir el número


exigido por el rey era el jefe de la gens.

La experiencia, la habilidad y la pericia lograda en combates precedentes eran


las únicas razones por las que algunos ciudadanos se veían puestos al frente de las
tropas de a pie (tribunus militum4) o de caballería (tribunus celerum).

Como jefe del ejército iba el rey, que era conducido al lugar de la batalla y luego
combatía a pie. Lo más que tenían los caballeros romanos era un caballo, en el que
rápidamente se trasladaban de un lugar a otro (celeres) pero luego desmontaban y
combatían a pie como hoplitas. Su armadura era pesada y completa. Los infantes debían

4
Imagen 3 anexo de imágenes
equiparse por su cuenta y la condición y la calidad de sus armas dependían de su
fortuna.

Estos soldados celeres serían instituidos ya por Rómulo, según Tito Livio,
aunque seguramente, este cuerpo es de origen etrusco que vinieron a Roma por
Lucumón para ayudar a Anco Marcio o a Tulo Hostilo en la guerra contra los Sabinos.
Éste último los conservo a sueldo como guardia personal suya y fuerza principal de su
ejército. El comandante o jefe superior de los celeres desempeñó a partir del reinado de
Tulio Hostilio un papel preponderante en Roma. También el jefe de la cohorte pretoria
no tardo en ser prácticamente el jefe de todas las tropas, tanto de a pie como a caballo.
Convertido en lugarteniente del rey, tuvo derecho de hacer levas de soldados, de reunir
los comicios y se sentaba en las asambleas junto a las altas dignidades del sacerdocio.

No se sabe nada de la organización del cuerpo de céleres en centurias, solo que


era un cuerpo destinado a luchar tanto a pie como a caballo al igual que los legionarios,
es por ello por lo que pudo constituirse como se organizó después la cohorte.

De 300 a 500 hombres formaban parte de los céleres. Los céleres desaparecerán
con el último de los Tarquinios y reaparecerán en el Imperio con Augusto, siendo éstos
la guardia personal del emperador.

- La organización de Servio Tulio

El reclutamiento

Éste organizó todo el pueblo como si fuera un cuartel, tomando como base los
bienes que cada uno tenía. La fortuna determinaba las clases en las que el pueblo queda
dividido y cada clase según el número de habitantes ofrecerá más o menos centurias.

Los individuos que se sacaban se podían equipar de dos caballos y mantenerlos a


su costa mientras estuviesen en activo.

Las cinco clases siguientes servirían a pie, pero sus condiciones variaban según
su categoría, marcada por el censo. La primera clase presentaba 20 centurias de iuniores
y otras tantas de seniores. La segunda, la tercera y la cuarta 30 centurias en conjunto de
cada clase. La quinta 15 centurias de cada especie, además de todas estas había 5
centurias de armeros, carpinteros, artesanos y músicos. Servio Tulio tendió a crear un
ejército mixto de patricios y plebeyos y un cuerpo de reserva para la guardia de la
ciudad, para cuando hubiese que luchar en las fronteras del Estado.

También diferencias entre los jóvenes y mayores: los hombres entre 17 y 40


años formaran las centurias de iuniores y los que pasaban de los 40 las de los seniores.

A parte de luchar en primera línea, había que proteger la retaguardia y no


paralizar la vida civil y económica. Los iuniores preferentemente serán empleados en el
servicio exterior, mientras que los seniores montarían guardia en el interior del Estado
pero también se encargaran de cultivar los campos propios y la de los iuniores que lo
necesitaran.

Organización de la falange
La unidad militar siguió siendo la legión, pero organizada en falange a la manera
dórica.

Cada legión se dividía en 42 centurias de 4.200 hombres, 3.000 eran hoplitas, de


éstos, 2.000 eran de la primera clase, 500 de la segunda y otros 500 de la tercera. Y los
últimos 1.200 eran vélites (infantería ligera), 500 eran de la cuarta clase y 700 de la
quinta.

Se organizaban en 6 filas, con un frente de 500 hombres con armas pesadas. Las
cuatro primeras filas las ocupaban los hoplitas, con armadura completa. En la quinta y
sexta fila iban los de la segunda y tercera clase. Como tropa auxiliar iban 1.200 vélites,
formando la última fila y si era necesario se desplegaban con los 300 caballeros para
envolver al enemigo. Eran los encargados de abrir el combate y de escaramucear.

Organización de los jinetes

Permanecieron las seis centurias primitivas pero fueron compuestas esta vez por
seniores que se llamarán los sex suffragia. A ellos se añadían 12 nuevas centurias
integrafas por iuniores, que formaban la caballería activa, porque las primeras formaban
la reserva.

A partir de aquí hasta el Imperio habrá 18 centurias de quites y no se cambiará ni


la forma de elegirlos, ni su numero, ni la organización.

Organización de los caballeros

Para formar parte de la caballería había que reunir ciertos requisitos (que los
revisaba un censor) como la edad (no podían ser menores de 17 años), físicamente
debían ser fuertes (por lo que no se servía en este cuerpo más de 10 años), la
honorabilidad (que eran un cuerpo de selectos), la fortuna (durante la monarquía y
principios de la República, estos debían alcanzar una cantidad determinada de bienes.
Las centurias de caballeros se forman con los ciudadanos con mayor fortuna (censu
máximo), pero pronto se elegirán jinetes entre los ciudadanos voluntariamente
presentados), nacimiento (ser hijo de padres libres, aunque había predilección por las
familias más antiguas). Los sex suffragia eran patricios al principio.

Una vez ya elegido caballero, el jinete debía de comprarse el caballo y el equipo,


pues el Estado solamente les indemnizaba al empezar el servicio con un donativo (aes
equestre) y un tanto anual para alimentar el caballo (aes hordearium). Este dinero
procedía de los impuestos a las viudas, huérfanos y célibes.

Los caballeros se distribuían en turmas de treinta hombres y cada una se


componía de tres decurias de diez hombres. A la cabeza de cada decuria iba un decurión
que mandaba sobre sus 9 compañeros. Éstos eran elegidos por los censores. A su vez,
cada decurión tenía un optio elegido por él.

Parece ser que en los primeros tiempos los caballeros combatían en luchas
singulares seguidas de desafíos como en la Edad Media.

- La República
> (Desde Camilo a Mario)

Se caracteriza por la mejora de técnicas militares y armamentos que tomarán los


romanos de los demás pueblos con los que combatían. Estas mejoras acontecieron
sobretodo a partir de las guerras con los galos.

Al implantarse la República y haber dos jefes con toda la autoridad cada uno, se
desdobló el ejercito en dos divisiones consulares, capitaneada cada una por un cónsul,
que de ordinario estaría bajo el nombre de Praetor. Los dos cónsules mandaban el
ejército entero, pero como había veces en alas que había que luchar en dos frentes, se
organizo todo el ejército en dos cuerpos, que podrían separarse para luchar en los
lugares que les correspondiesen.

Durante la monarquía, la guerra duraba una campaña por lo que las centurias
luchaban durante parte del año pero luego volvían para atender los trabajos de sus
haciendas, pero a partir de la lucha de Roma contra los Etruscos, las legiones romanas
pasan inviernos y veranos enteros en campañas y es el Estado el que sostiene
económicamente las campañas y dan muchas veces una paga fija a los soldados.

Además, se reformará el armamento y el ejército se organizará en unidades más


pequeñas, los manípulos.

La legión

La falange en la que estaba organizada el ejercito les era poco útil contra los
galos, pues aunque era buena para recibir un empuje de frente, tenia muy poca amplitud,
además de que solo las primeras filas estaban bien armadas y los de atrás sin escudos ni
casco y solo armados con lanzas y venablos.

Ante esto, Furio Camilo decide introducir una unidad táctica, el manípulo, que
está formado por dos centurias. A su vez dividirá la legión en 30 manípulos, que
dispuso en tres líneas: los hastati5 (los jóvenes), los príncipes (varones robustos) y
triarii (los veteranos), en función de la capacidad combativa dé cada orden, la edad y el
armamento que llevaban. Los hastati, 10 veces 120 hombres forman la primera línea,
los príncipes 10x 120 la segunda y los triarii 10x60 la tercera.

Cada manípulo formaba un orden cerrado, pero entre uno y otro quedaba un
espacio libre para moverse con agilidad. Los hastati, los príncipes y los triarii estaban
dispuestos en forma de quicunce.

A todos ellos se les unían 1.200 vélites y los antiguos rorarii que se reparten en
números iguales entre todos los manípulos.

También era importante la defensa de las insignias, que se le confiaba a los


soldados mas experimentados, eran los llamados antesignani. A veces el jefe se servía
de ellos para emprender alguna operación difícil. El águila era confiada al primer
manípulo de los triarios y después a la primera cohorte. Pero cada cohorte tenía una
insigna particular, que se situaba durante el combate en el centro de las tropas. El
5
Imágenes 4 y 5.
antesignani que lo defendía se colocaba cuando los soldados estaban en formación, en
frente de las tres líneas. Los postsignani, eran en cambio los soldados que ocupaban los
últimos puestos en cada manípulo o cohorte.

Otro cambio fue que cada soldado llevaba tanto armas defensivas como
ofensivas.

El número de los soldados variaba según las circunstancias, al principio tenían


4.200 hombres que a las veces subía a 5.000 o a 6.000. Pero muchas veces los cuadros
reales no coincidían con los nominales, debido a las dificultades de reclutamiento, bajas
producidas o al operar lejos de las bases. Este número permitía manejar a la legión con
más facilidad lo que daba la posibilidad de superponerla a otras unidades básicas.

La legión estaba formada por 3.000 hombres de infantería de línea que eran la
esencial masa de batalla, 1.200 vélites6 o infantería ligera y 300 jinetes. Iban en tres
líneas para tener mayor movilidad. Cada línea estaba articulada en 10 manípulos y 20
centurias.

Las antiguas centurias de los fabri y los musici quedaron encuadradas en la plana
mayor de la legión y los accensi uelati siguen en la retaguardia como administradores e
intendentes.

Al ejército les seguía además, una multitud de ayudantes de los soldados (que
eran en realidad sus siervos). En conjunto se llamaban seruitia pero según el servicio
que prestaran tenían diferente nombre (calones, agasones, muliones…).
Luego están los lixae que eran personas libres que seguían al ejercito como cantineros,
cocineros, panaderos, cómicos o llevando a cabo actividades comerciales relacionadas
con el ejercito.

Después de las derrotas infligidas por Aníbal, el ejército tuvo que reclutar
soldados de entre los esclavos y rebajar el censo para la admisión de ciudadanos.

La caballería sigue formándose con los más ricos pero el Estado es quien paga
los gastos con la aes equestre y el aes hordearium. Más tarde incluso le darán los
caballos. Esta caballería iba perdiendo importancia hasta que Aníbal consiguió muchas
de sus victorias por la caballería, así que Roma comienza a reforzar este cuerpo con
contingentes de aliados (los que estaban más habituados a tratar con caballos) como los
númidas, moros, etolios, tesalios, tracios… La legión se irá perfeccionando con el paso
de las guerras (sobretodo la anibálica). A pesar de todo conservarán la táctica de las
pequeñas unidades.

Reclutamiento y efectivos

Según la ley, cada ciudadano a partir de los 17 años podía ser llamado a servir en
15 campañas en la infantería o 10 en la caballería. Los cónsules elegían a su gusto cada
año los hombres que debían formar su ejército. También podían pedir a sus aliados y
amigos un contingente de hombres y éstos combatían junto a las legiones.

6
Imágenes 6, 7, 8 y 9.
El soldado debía proveerse de armas, que se les descontaban del salario.
El peso de la guerra caía sobre la clase media de los campesinos y pequeños
propietarios.

De ordinario se reclutaban 4 legiones cada año. Con la 2º guerra Púnica las


necesidades eran mayores y se reclutan a 25 legiones cada año hasta el 167.
Después de Cannas se organizan dos legiones de esclavos voluntarios, cedidos por sus
dueños al Estado y podían ser manumitidos si mostraban buena conducta, pero
finalmente se prefirió recurrir a los aliados y a mercenarios.

Los auxiliares

Formado por provincianos que se inscribían al ejército como voluntarios o


mercenarios. Llegados al campamento formaban con ellos cuerpos especiales, los
auxilia. Esto tiene ligar cuando Roma saca sus ejércitos de fuera de la Península itálica
(durante las guerras púnicas). Por ejemplo, P. Cornelio Escipión enroló en el ejército de
España a jóvenes de la Celtiberia para luchar contra Asdrúbal. En la reorganización del
ejército, Mario introdujo a todos los ciudadanos romanos en la infantería y suprimió los
vélites, dejándole los servicios que estos hacían a los reclutados de pueblos sometidos
(cretenses, númidas, honderos baleares). La infantería ligera de César y Pompeyo la
formaban la mayor parte extranjeros. Los auxiliares de a pie formaban cohortes
auxiliares o socias, que sustituían a la infantería ligera, como llevaban un escudo ligero
(cetra) se les conocía como cohortes cetratae. Cada cohorte de las auxiliares solía
formarse con individuos del mismo pueblo por la lengua, carácter y para que usaran
armas especiales. Eran mandadas por un prefecto.

Como el número de auxiliares de cada legión aumentaba, se hizo preciso ampliar


los campamentos. Con ellos, la clase rica pudo escapar del servicio militar para ser
sustituidos por los pobres que se alistaban como forma de ganarse la vida. Así el
ejército deja de ser un cuerpo de ciudadanos para convertirse en un ejército pagado.

Los auxilia pasaran de ser un cuerpo ocasional a permanentes hasta que el en el


Bajo Imperio se fusionan con las legiones romanas.

> Desde Mario a Augusto

I. Época de Mario

- Reformas en el ejército

Por él, el ejército romano se renovó casi completamente. Los cambios que
introdujo fueron los siguientes:

El sistema de reclutamiento

La alta tasa de mortandad por las batallas contra Aníbal, hicieron que se
despoblase casi Italia de hombres hábiles para la infantería por eso hubo que rebajar la
cantidad exigida en el censo y se alistaron esclavos como legionarios. Además, los
recursos humanos tras la conquista de oriente quedaron casi agotados por lo hubo que
rebaja también mucho el censo para mantener la infantería de las legiones y aun así no
se llenaban los efectivos. Mario trajo al ejercito a los pobres y proletarios. Se prescinde
de la posición crematística y cada cual según sus condiciones personales será vélite,
legionario o caballero.

Desde ahora los soldados quedan al servicio directo del general que les paga. Ya
no hay distinción entre las cuatro clases de soldados, hastati, príncipes, triarii, uelites,
todos son iguales y las legiones se forman de cuerpos homogéneos y las antiguas
clasificaciones quedan relegadas a los centuriones. A partir de ahora tampoco se exigirá
censo ninguno para servir en las legiones.

Sustitución de los manípulos, como unidad táctica, por la cohorte

Ahora ya no es el censo ni la edad la que dice a que sección debían pertenecer


sino que ahora todos podían entrar en cualquier sección según la dispusiese su jefe,
todos debían tener la misma formación y llevar las mismas armas, ahora muy
mejoradas.

Estos soldados además, tendrían una nueva organización en vez de tener 30


manípulos de infantería pesada, ahora se formarían 10 cohortes, compuestas por 6 o 5
centurias. Así se elevó el número de soldados de la legión, de 4.200 a 6.000 soldados.

Cada cohorte consta de 3 manípulos de 2 centurias cada uno y estos aparecen


uno al lado del otro, llevando a la derecha a los triarios. Se conservarán las 3 líneas
pero formadas a base de cohortes.

Asimilación de los socii a las legiones

Los socii,7 que son itálicos que no tenían la ciudadanía, se habían adscrito a cada
legión aunque en un principio se organizaron en alae (que tenían la misma disposición
que la legión).

Los aliados con su guerra social, consiguieron al fin que a estos socii se les
concediese la ciudadanía y así se dejaron de formar las alae y toda Italia podía entrar
como reclutas en las legiones.

Desaparición de los vélites y los equites

Tantos los vélites como la caballería quedaran sustituidos por los auxilia, que
provenían de provincias fuera de Italia. Éstos constituían la infantería ligera, arqueros,
honderos y caballería de Numidia, Tracia, Germania…

Introducción del águila como insignia de la legión.

Se suprimen las 4 insignias de las antiguas divisiones de la legión (el lobo, el


jabalí, el minotauro y el caballo). La legión pasa a tener solo una insignia, el águila, de
plata al principio y después de oro.

Reforma del armamento y del equipo militar

7
Imagen 10 y 11.
> Época de Pompeyo y de César

Básicamente se dedicaron a perfeccionar algunos detalles de la organización de


Mario, sin cambiar esta sustancialmente.

- La caballería, fuerza de apoyo

Aunque la caballería ciudadana no se restaura, el contingente de jinetes de cada


legión aumenta. Estos se dividen el alae o turmae y cada uno se designan por el nombre
del pueblo del que procede (ej. Ala Hispana).

Son comandadas por los praefecti equitum, que suelen de la misma nación.

- Los auxiliares

Los fabri que servían en el ejercito, aunque no eran soldados, desde el s. I a. C,


en el que es accesible para todas las clases servir en las legiones, estos pasan a
integrarse en el ejercito ya no como obreros, sino como soldados.
Los fabri son legionarios pero de ordinario sirven como herreros, albañiles, carpinteros,
etc…

▪ El Imperio
> Reforma de Augusto

- Bases y principios del servicio militar

Debido a la extensión y variedad del Imperio, la longitud de sus fronteras y


proximidad de vecinos, se hizo necesario un cambio en el reclutamiento, las estructuras,
conservación y empleo.

Como el ejército resultaba muy costoso para el Imperio, se pasa a reclutar a


hombres de las provincias, de entre los socios e incluso entre los extranjeros. El ejército
ya no dependía del Senado ni del pueblo, sino del emperador.

Augusto consigue darle una seguridad al soldado que no consiguieron ni Mario


ni Cesar, el soldado se enganchaba en el ejército durante un número determinado de
años y el Estado lo mantiene en él todo ese tiempo ya sea época de paz o de guerra.

- El reclutamiento

Durante el Imperio, solo el emperador poseía el summum imperium y solo él


tenía la facultad de reclutar soldados. El ejército ya es permanente, constituyendo una
profesión.

Las legiones seguían formándose de ciudadanos romanos, aunque venían de


todos los rincones del Imperio, pero los esclavos no se admitían dentro de ella.
También se exigía una edad mínima aunque no se conoce exactamente cuál era aunque
se estipula que oscilaba entre los 14 y los 16 años.

Dentro del reclutamiento provincial, se distinguen 3 periodos:


- De Augusto a Vespasiano: Es Italia quien suministra los soldados para la parte de
habla latina del Imperio. Se utilizaba Egipto, Asia y países danubianos para los soldados
de la parte oriental.
- De Vespasiano a Adriano: Se prefieren a los hombres de las provincias más
occidentales relegando a los italianos de las legiones. África es quien se encargaba de
Oriente.
- Después de Adriano: Se conseguía de cada provincia un contingente de legionarios (ej.
Las legiones de Hispania provenían casi todas de la tarraconense.
A los italianos se les empleaba para proveer de centuriones a la mayor parte de las
legiones del Imperio.

Los voluntarios eran inscritos todos, pero antes debían ser examinados no fueran
a resultar malhechores.

- Los efectivos militares

Augusto se preocupó por regular los efectivos según dos principios; las
necesidades militares y las posibilidades financieras.

Éste además, siguió manteniendo los dos elementos principales en el ejército


republicano, la legión y las tropas auxiliares, pero añadió uno más, la guarnición de
Roma, formada por auxiliares especiales.

La legión con Cesar y Pompeyo comprendía solo la infantería pero Augusto


añade a la caballería e infantería auxiliar mezclada con la caballería. La infantería estaba
formada por 5.500 hombres, divididos en 10 cohortes, la primera de 1.000 hombres
(miliaria) y las 9 siguientes de 500 (quingenaria). Cada cohorte era de 3 manípulos y
cada manipulo de 2 centurias a su vez. La caballería, destinada sobre todo a la
exploración, estaba formada por 120 hombres divididos en 4 turmae.

En la legión no entraban los servicios auxiliares como músicos, euocatio,


príncipes aliados, artillería, ingeniería… que formaban parte de la plana mayor del
general en jefe del ejército.

Los auxilia eran de dos clases, la infantería (cohortes) y caballería (alae) y


grupos mixtos de ambos.

Los alae según el efectivo se dividían en alae miliariae (960 hombres divididos
en 40 turmae), los quingenariae (480 hombres divididos en 30 turmae).
La infantería auxiliar se dividía en cohortes miliariae (10 centurias), cohortes
quingenariae (6 centurias) y las cohorte mixtae que mezclaba a ambos tipos.
Las unidades auxiliares constituían una brigada con las legiones que estaba bajo el
mando de un jefe común, el legado de la legión.

A la muerte de Augusto había 25 legiones, en época de Trajano 30, con Adriano


28 y Marco Aurelio crea 2 nuevas y Septimio Severo 3.

Las legiones quedaban situadas donde hiciesen faltan.


> El ejército después de Augusto

- Las reformas de la dinastía Julio-Claudia

Tiberio8

El sistema de reclutamiento seguirá siendo el mismo que a finales de la


República, pero seguía habiendo insuficiencia de efectivos, por lo que muchas veces
hubo que recurrir a extranjeros, barbaros, y a esclavos o gladiadores.

Vespasiano9

Este introducirá en las legiones elementos provinciales, constituyendo así las


legiones con los mismos elementos que los auxilia haciendo que todos fuesen iguales
aunque los nombres y la organización distintiva continúan.

- Las reformas de la dinastía Severa

Septimio Severo10

- Con él las legiones aumentan a 33.


- Se eleva el sueldo
- Liberación de tributos y cargas municipales a los veteranos.
- Derecho de los soldados a contraer matrimonio legitimo (que tuvo repercusiones
disciplinares en los campamentos)
- Reorganización de la guardia pretoria.
- Formará el ejército a base de bárbaros.

Antonio Caracalla11

Con la constitución del 312 concederá la ciudadanía romana a todos los hombres
libres del Imperio, por lo que ya no hay clases de legionarios y auxiliares, aunque
pervive la nomenclatura y la organización.

Entre sus reformas destacan, la eliminación de los senadores en los altos


mandos, siendo sustituidos por oficiales profesionales y se crean fuertes columnas
móviles que acuden a las ordenes del emperador o de legados adictos donde el enemigo
los está atacando.

Galieno12

Organizará grandes contingentes de caballería para dotar de mayor movilidad a


estas columnas. La legión sigue formada por cohortes, manípulos y centurias pero se le
añade unas turmae de caballería legionaria.

8
Imagen 12
9
Imagen 13
10
Imagen 14
11
Imagen 15
12
Imagen 16
Cada legión lleva también artillería, un carrobalista por centuria y un onager
por cohorte.

Surgen también cohortes equitatae formadas por infantes y jinetes.


La caballería pasa a ser considerada como muy importante en el ejército, debido a las
grandes distancias que a veces hay que atravesar.

El ejército permanece obligatorio aunque a veces se levantaba una leva de


ciudadanos que a cambio de un precio podía redimirse de entrar en él.

- Reformas del Bajo Imperio

Diocleciano13
- Aumentará enormemente los efectivos militares y reforzará la disciplina.
- Separará el mando militar del gobierno político.
- Crecerá el número de barbaros en el ejército.
- Disminuirá los enganches voluntarios.
- Subirán las contrataciones de mercenarios.

Constantino14

Completará el sistema defensivo de épocas anteriores. El ejercito se dividirá en


dos partes, la 1º el ejercito de fronteras con la organización y nomenclatura que ya tenía
y la 2º el ejercito de campaña, formado por las legiones acampadas en lugares
estratégicos, pero muy reforzadas. Este 2º ejército está formado por los Palatini, guardia
de la corte del emperador, y los comitatenses que acompañan al emperador y a sus altos
jefes en sus expediciones.

Los rangos
- Mandos superiores

General en jefe

- Durante la monarquía, el rey.


- En la Republica los dos cónsules (praetores)
- Dictador, en momentos críticos, sucede a los cónsules
- Procónsul, manda en el ejercito de su provincia.
- Durante el Principado, es el emperador quien lo lidera a través de legados.
- Época Domiciano, el ejercito provincial lo dominan los duces.
Oficiales
- Cuestores, administradores y superintendentes de las legiones.
- En época de Constantino, el magister peditum praesentalis15 y el magister equitum16
praesentalis, mandan en todo el ejercito menos en la guardia imperial.

13
Imagen 17
14
Imagen 18
15
Imagen 19
16
Imágenes 20, 21 y 22.
Duces, comités, etc.
- En campaña el ejercito es mandado por duces y comités.
- Tribuni militum, jefes intermedios, llevan la administración de las legiones.
- Legati, jefe único y permanente, que trata de hacer de la legión una extensión de su
personalidad al servicio del emperador.
- Dux, jefes de las tropas de una provincia fronteriza, si es una región mas dilatada se
les denomina comes (condes).
- Praefectus, cargo administrativo de la legión.
- Magistri equitum, encargados para la infantería y la caballería.
Suboficiales
- Beneficiarii, llevaban las misiones de mayor compromiso.
- Stratores, ayudantes o escuderos.
- Commentariensis, cronista oficial de la legión que archivaba y anotaba los sucesos
del día.
- Cornicularius, jefe de los contables.
- Quaestionarii, informaban al jefe de los sucesos disciplinarios de la legión.
- Capsarius, guardaba en un cofre los documentos y papeles sobre la legión que le
entregaran.
- Praefectus castrorum: mando especial surgido cuando el Imperio se establece sobre
campo fijo. Es el encargado del campamento.

- Mandos subalternos

Centurión/Decurión

El 1º para la infantería y el 2º para la caballería. Es el eje de la legión, con


contactos con los soldados y con los jefes. Tiene el mando administrativo y táctico de su
centuria. También nombra a los oficiales inferiores, a los soldados de guardia, vigila los
campamentos, las maquinas de guerra e instruye a las tropas en los ejercicios militares y
en la disciplina.

- Campidoctor: encargado de repartir el trabajo y preparar a los soldados para el campo


de batalla.
- Signifer: Llevaba el estandarte del manipulo.
- Aquilifer: Portaba el águila legionaria.
- Optio: ayudante del centurión, puede mandar pequeños grupos de tropa y descarga al
centurión de sus funciones administrativas.
- Tesserarius, recibe diariamente el santo y seña de los jefes y la comunica a través de
una tésera escrita. Había uno por centurión
- Strator, un ordenanza.
- Librarius y Notarius, llevan la contabilidad.
- Immunes y principales, forman la compañía de destinos.
- Praefectus alae, mandaban sobre la caballería auxiliar.
- Praefectus cohortis, lo hacían sobre la infantería auxiliar.
- Tribunos, mandaban a las cohortes miliariae.
3.2 El ejército romano en Hispania.

3.2.1 Etapas
- Los ejércitos republicanos

Los contingentes militares romanos llegaron por primera vez a la Península por
el enfrentamiento de Roma con Cartago.

Cuando estos llegaron no venían con pretensión de conquista, pero una vez
Escipión abandonó la Península, vieron en ella una fuente de recursos muy valiosa, lo
que explica que se quedaran y que permaneciese el ejército en la Península desde finales
del s. III a. C. Este permaneció debido a la necesidad de hacer frente a la multitud de
frentes de batallas, la falta de fronteras estabilizadas y su excesiva extensión.

Aunque la Republica nunca conto con ejércitos permanentes de ocupación, en


Hispania se podrían considerar así a las fuerzas que acompañaban a los magistrados de
las dos provincias hispanas.

Efectivos

Estos cuerpos de ejército estaban bajo las órdenes del gobernador o propraetor y
constaban de una legión, formada por 4.000/5.000 ciudadanos romanos la infantería
pesada, apoyada por 300 jinetes e infantería ligera, los socii ordenados en cohortes y
jinetes de cobertura de 500 a 1.000 hombres que formaban la alae. En total, el ejército
situado en Hispania oscilaba entre los 20.000 y 25.000 hombres. Llegando en momentos
de campaña, a aumentar el número con indígenas en la caballería e infantería ligera, los
auxilia, alistados en orden a los pactos con Roma de las tribus aliadas o conseguidos
mediante reclutamiento voluntario mercenario. Pero estos eran disueltos cuando
finalizaba la campaña.

Los veteranos y la colonización de la Hispania republicana

El ejército romano en Hispania, tuvo un importante papel en la transformación


de estructuras socioeconómicas indígenas en su romanización.

Los legionarios y aliados itálicos, cuando acabaron su servicio, muchos no


volvieron a Italia, sino que se establecieron en la Península como colonos agrícolas. El
gobierno apoyo y regularizo este fenómeno mediante la creación de núcleos urbanos
donde pudiesen asentarse, el primero de estos, fue Itálica fundada en el 206 a.C.
Siguieron en el siglo II a. C, Carteia, Corduba, Palma y Pollentia. En la primera mitad
del s. I, Caecilia Metellinum, Ilerda, Pompaelo y Munda.

- El ejército Imperial

Guerras cántabras y el ejército de ocupación

Una vez finalizada la conquista de la Península tras las guerras Cántabras., no se


retiraron las fuerzas que habían intervenido en la conquista. Así se le confío al ejército
tareas de vigilancia, supervisión de los territorios recién conquistados y la implantación
de una infraestructura básica para la administración de la explotación de recursos. Para
ello, se crearon allí los primeros establecimientos urbanos, con marcado carácter
militar, aprovechando los campamentos de campaña de conquista. En Cantabria
surgieron las ciudades de Iuliobriga y Segisama Iulia. Y en Asturias, Asturica.

El papel del ejército hispánico

Tras la conquista del noroeste por Augusto, una de sus principales


preocupaciones era la mina de oro que se encontraba en el Bierzo, que fue la principal
fuente de recursos en el noroeste peninsular. La relación del ejército con la explotación
de estas minas fue muy importante, existen documentos epigráficos que testiguan que la
legión VII Germina y varios cuerpos auxiliares como el ala II Flavia, la cohorte I
Gallica y la I Celiberorum, estaban presentes en los cotos mineros. Estos contribuían a
la supervisión y a la producción.

El papel del ejército durante el s. II no se limito solamente a esto, también se


utilizaron sus recursos para el servicio del gobierno de Tarraco, donde se enviaban y se
empleaban regularmente soldados de la legión VII. Documentos epigráficos dicen que
aunque su cuartel general estaba en León, se les utilizo por toda Hispania mediante
destacamentos o vexillationes, enviadas a los puntos necesarios, no solo para la
explotación minera sino para la represión del bandolerismo y ayudar a las provincias
vecinas cuando la situación fuese critica.

Otras milicias

El cuerpo militar de la Península se completaba con una serie de milicias


provinciales o municipales. Entre ella destacan las cohortes orae maritimae, al mando
de un prefecto, que se encargaban de la protección de la zona costera mediterránea
peninsular. Hay algunas evidencias de que hubo milicias en la Bética, que podrían haber
sido la cohors Baetica17 y la cohors Servia Iuvenali18 .

Las reformas de Septimio Severo

En una época en la que estaba surgiendo una crisis económica y social y con
proliferación de bandidos y bandoleros, el ejército se encargó de la defensa loca, la
movilización de hombres, armas y dinero y de concentrar la autoridad civil,
convirtiéndose así en el apoyo de las clases dominantes que necesitaban de su ayuda.

Las canabae legionis

El ejército también tenía un papel en la economía del Imperio. En el noroeste de


Hispania, los conventus 19tenían un creciente florecimiento económico. Esto se refleja
en las canabae, conjunto de edificaciones de civiles que el ejército tenía a su lado. Aquí
había también ciudadanos romanos, agrupados jurídicamente en una corporación
(consistentes ad canabas) en los que se encontraban veteranos. Entre ellos se escogían a

17
Según un epígrafe
18
Atestiguada en Cástulo
19
Imagen 23: conventus mapa
los magistrados que administraban las canabae, que funcionaban como una especie de
ciudad con características especiales. Con el tiempo, estas canabae fueron aumentando,
añadiendo cementerios, talleres, templos y albergues con lo que durante el s. III y las
reformas de Severo, a muchos de ellos se les llegaron a otorgar el estatus municipal o
colonial. Este es el caso de la legión VII Gemina, que sus canabae en el s. III se
convirtieron en una civitas que ya en el s. IV se había convertido en una sede episcopal
propia.

3.2.2 Presencia de indígenas en el ejército


- Los auxiliares indígenas en los ejércitos de conquista

La primera constancia de la presencia indígena en el mundo clásico viene del s.


V a. C, con su introducción en el ejercito púnico con los cartagineses. Estos seguían el
modelo del Mediterráneo oriental. Estos pertenecían a un contingente de tropas
mercenarias que en el caso de Hispania, los escogían baleares e iberos.
Esto se debe a la influencia púnica sobre el territorio y el espíritu bélico de los
indígenas.

Durante la Segunda Guerra Púnica, fue muy importante la participación hispana


en el ejército tanto cartaginés como romano. En un principio fue más abundante el
contingente de mercenarios hispanos en el ejército cartaginés que en el romano, pues
estos dominaban prácticamente toda la Península, pero los romanos tenían a su favor la
diplomacia, que hizo que consiguiesen poco a poco la confianza de los indígenas.

Tras conseguir que estos los apoyasen, la manera que tenían los romanos para
atraer a más era prometiéndoles un trato igualitario en el reparto del botín, premiar a los
aliados, utilizar propaganda anticartaginesa entre los aliados hispanos, aumentando el
descontento por el trato púnico de los jefes indígenas… aunque también se sirvieron de
la utilización de rehenes y reclutamientos por la fuerza.

Pero la presencia de tropas indígenas no cesaría con la expulsión cartaginesa. En


los años de conquista, Roma recurrirá a ellos aprovechándose de la enemistad de las
tribus peninsulares. El primer caso de indígenas aliados de Roma que recurren a su
ayuda en contra de otros indígenas, fue con los ilergetes haciendo que Catón en el 195
se enfrentase a la rebelión de la Citerior. Y éste utilizara a un grupo de suessetanos para
la conquista de Iacca, ciudad de los iacetanos.

Los ejércitos de conquista que provenían de Roma hacia la Península, estaban


formados por romanos y socii itálicos, que se reforzaban regularmente con auxiliares,
que se alistaban temporalmente para las campañas. Estos auxiliares eran tratados de
diferente manera según las relaciones que tuviesen las tribus con Roma, podían ser
exigidos, comprados o convencidos por estos. Su utilización fue cada vez ampliándose
más llegando a casi institucionalizarse. Algunas, veces, el aumento de las exigencias de
hombres por parte de Roma, provocó revueltas.

Así, durante la primera etapa de dominio romano hasta la conquista de


Numancia, la presencia de indígenas en el ejército siguió aumentando, formada por
grupos étnicos y armamento autóctono y como consecuencia de su sumisión a Roma y
los pactos (foedera) regulados con los diferentes grupos étnicos-sociales.

- Las primeras promociones de soldados hispanos: la turma Sallvitana

La Guerra Social que enfrento a Roma y a sus aliados itálicos en el año 91 a. C


tuvo importantes consecuencias en el modo y volumen de utilización de auxiliares
hispanos en el ejercito. Tras el reconocimiento como ciudadanos romanos a los antiguos
aliados itálicos y su derecho a servir como legionarios, hizo necesario buscar más
contingentes de soldados para cubrir sus huecos, especialmente en la caballería que
hasta el momento había sido cubierta casi en su totalidad por ellos. Por eso, los
auxiliares regulares eran proporcionados por las provincias.

Pruebas documentales de esto, tenemos el Bronce de Ascoli, que muestra lo


temprano que se recurrió a los provinciales hispanos no solo para cubrir las necesidades
del ejército en Hispania, sino también fuera de ella. Este bronce también habla sobre la
existencia de un escuadrón de caballería, la turma Sallvitana, formada por jinetes
hispanos que venían del Alto Ebro y que formo parte de las tropas que combatieron en
el lado romano en el sitio de Ascol, durante la Guerra Social. A estos integrantes se les
concedió la ciudadanía romana.

- Soldados hispanos en los conflictos civiles de la República

Hay más ejemplos durante la Republica de indígenas, como los 2.500 hombres
que recluto Licinio Craso en el 87, o los jinetes celtibéricos enviados a Mario por los
pretores de las provincias hispanas en el 82. Con el traslado de estos enfrentamientos a
Hispania, se hizo aun mas imprescindible recurrir a los hispanos y que se uniesen a uno
u otro bando de los optimates y populares. Sertorio contó con muchos apoyos de
lusitanos y celtiberos pero también el ejercito senatorial conto con ayuda de los
provinciales.
La guerra civil entre Cesar y Pompeyo, tendría aquí uno de los más importantes
escenarios. En alguno de los casos, como las áreas meridionales y orientales con la cuña
del valle del Ebro, se puede hacer una distinción entre los soldados de origen hispano y
las comunidades envueltas en la guerra, pero en el resto de la Península es imposible
hacer esta identificación.

Por primera vez aparecen legionarios hispanos e incluso legiones completas


formadas por indígenas como la legio Vernacula. Estos solo podían proceder de
regiones donde el proceso de romanización estaba muy avanzado.
El resto se incluyeron en unidades tumultuarias con armamento propio o como guardias
personales de los jefes de ejercito pero su pertenencia a estas no se debía por apoyar una
u otra causa, sino por los pactos con los generales romanos y la institución de la devotio
o simplemente para obtener beneficios económicos.

- La reorganización de Augusto: legionarios y auxiliares hispanos

Augusto, estableció ahora de forma permanente como ejército de ocupación a


unos contingentes militares en la Península, haciendo distinción entre los hispanos con
ciudadanía, que pasaron a formar parte de las legiones y los recién sometidos, que
pasaron a formar parte de cuerpos auxiliares. Con Augusto, las tropas auxiliares toman
su forma definitiva, formando una caballería imprescindible desde que Cesar empezó a
utilizarla y una infantería ligera uniforme, que según las circunstancias debían
transformarse en infantería pesada.

Durante el Alto Imperio, estos cuerpos auxiliares tomaran una especial


relevancia, debido primero, por lo temprano de la intervención armada en Hispania en la
política y segundo por el carácter aun precario que tenían las fuerzas auxiliares en el
ejército imperial. Esto explica la gran cantidad de auxilia procedentes de Hispana
durante época julio-claudia en comparación con otras regiones.

- Los cuerpos auxiliares regulares de procedencia hispana

Augusto además introdujo otro cambio, mientras que hasta el reclutamiento


había tenido un carácter transitorio, con armamento y tácticas propias de los indígenas,
ahora estas tropas auxiliares pasan a ser profesionales y recibirán una organización
homogénea.

Sobre su procedencia, seguramente provendrían de la Lusitania y la


Tarraconense. A estas unidades de origen hispánico, se le añadieron tras la conquista
levas llevadas a cabo en los territorios sometidos que darán la mayor contribución a las
tropas auxiliares reclutadas en Hispania. Las unidades auxiliares de nombre étnico
hispano de época imperial son las siguientes:

- Arevaci, alas durante época julio-claudia


- Astures, alas y cohortes hasta época trajano-adrianea.
- Astures et Gallaeci, unidos en época julio-claudia.
- Ausetani, cohortes.
- Baleares insulares, cohorte de época julio-claudia mezclada con lusitani.
- Bracari y Bracaraugustani, cohortes de época julio-claudia, también de época
trajano-adrianeos.
- Campagones, ala de la segunda mitad del s. II.
- Cantabri, cohortes de época flavia.
- Carietes, cohorte.
- Celtiberi, cohortes de época trajano-adrianea.
- Gigurri, ala en Hispania.
- Hispani, alas y cohortes de los tres primeros siglos del Imperio.
- Lemavi, ala y cohortes de época flavia.
- Lucenses o Gallaici lucenses, cohorte de época julio-claudia y flavia.
- Lusitani, cohortes de época julio-claudia y flavia.
- Varduli, cohorte en Britania de época flavia o trajano-adrianea.
- Vascones, cohortes de época flavia.
- Vennenses, cohorte.
- Vettones, ala de época julio-claudia.
Pero Hispania perderá pronto el papel importante en las fuerzas de guarnición y
las levas que se llevan a cabo desde entonces, son destinadas a unos ejércitos
provinciales, en bloque o por unidades y que llevan el nombre del distrito donde se hizo
la leva. Y los ejércitos de guarnición (que son menos de 5.000 hombres en total) se
nutren de reclutamientos individuales, que seguramente se realizaba en las ciudades o
comunidades cercanas.

Esta necesidad de tropas auxiliares continuó bajando hasta que no se hizo


necesaria la creación de nuevas unidades solo en momentos especiales (ej. Cohortes de
vascones reclutadas por Galba en su marcha a Roma). El lugar al que fueron enviadas
estas tropas en un principio fue el frente del Rin y el Danubio. Mas tarde, la mayoría
pasó a formar parte del ejército africano. Esto se debía a que África era una
prolongación del ejército hispano. A partir de la 2ª mitad del s. II a. C, apenas hay
nuevas tropas formadas por hispanos. Las unidades existentes se renuevan con sus filas
y las necesidades urgentes se resuelven con levas de extranjeros, los numeri, que cada
vez se hacían mas frecuentes y a los Hispania apenas los nutría.

- El exercitus hispanicus: la conscripción local

Aunque la presencia de soldados hispanos en las unidades auxiliares


disminuyera, en la Península seguía habiendo el ejército de ocupación, que tomará sus
efectivos de indígenas integrados en sus unidades, tanto legionarias como auxiliares.

Los soldados legionarios de Hispania sufrieron una evolución similar que la de


otras provincias. Durante el s. I se exigió a los legionarios la doble calificación de
origen ciudadano y nacimiento libre. Tras un primer momento de preponderancia de
soldados itálicos, empezaron a llenarse los huecos de las filas de legionarios
establecidos en Hispania, con contingentes de soldados indígenas que cumplieran con
los requisitos. Las comunidades ciudadanas de Hispania, destacando la Baetica, que
había experimentado un gran aumento con la obra de Cesar y Augusto, los
proporcionaron. Este hecho tuvo como consecuencia el proceso de provincialización
que sufren las legiones y que hacen que el número de efectivos itálicos se reduzcan
enormemente en ellas. La mayoría de los legionarios de legio VII Gemina eran ya de
origen hispánico.

Es la conscripción local de Adriano, que se convertirá en regla desde el s. II.


Y este será el ejército que se mantendrá hasta su disolución con la llegada de las
invasiones germánicas a comienzos del s. V.

3.2.3 Las legiones en Hispania


De las 7 legiones que participaron en la guerra cántabro-astur, solo
permanecieron 3 como fuerzas de guarnición en la Península. En la zona del cantábrico,
fue asentada la IIII Macedónica, aunque no se sabe con certeza donde se situaba el
campamento, pero se cree que estaba el Iuliobriga (Santander). Sus fines era proteger el
valle del Pisuerga, que era la llave de acceso de la Meseta a Cantabria.
Las dos que protegían la zona astur, era la VI Victrix y la X Gemina, que
seguramente compartía campamento común o estaban muy próximas por evidencias
arqueológicas halladas que pueden probarlo. Seguramente se situaban en el sur de
Astorga. Su misión era supervisar el área recién conquistada y proteger las minas de
oro.

Estas legiones además tenían cuerpos auxiliares como la ala Tautorum Victrix
civium Romanorum, la cohors IIII Thracum (en Cantabria) y en Asturica-Gallaecia, las
alas II Gallorum y Gigurrorum y la cohorte IIII Gallorum, situada en Rosinos, en el
valle de Vidriales.

- La reducción de efectivos de época julio-claudia

La primera reducción fue durante el reinado de Claudio, el peso estratégico del


Imperio estaba en reforzar las tropas de Germania. Las consecuencias que tuvo esto en
Hispania fue la marcha de la legio IIII Macedonica y sus auxilia en el 39.
Luego, en el año 63 fue la legio X Gemina la que se marcho hacia el limes danubiano.

Hasta la guerra civil del 68, el ejercito hispánico conto únicamente con una
legión, la VI Victrix y su cuerpo auxiliar de dos alas y tres cohortes.

- El exercitus hispanicus en la guerra civil del 69

Tras la muerte de Nerón, Galba, gobernador de la citerior, recluto en su


provincia una nueva legión, la VII, junto con algunos cuerpos auxiliares y acudió con
ella al norte de Italia. Y tras ocupar el trono, devolvió a la Península a la legio X
Gemina, que había sido trasladada y ahora sustituida por la VII peninsular.
Tras morir este y su sucesor Otón, Vitelio que lo sustituyó, añadió a las legiones VI y X,
la I Adiutrix.

- La reorganización de Vespasiano

Con su subida al trono, realizo una organización del Imperio, para el ejercito
peninsular supuso el traslado de sus legionarios a las fronteras septentrionales del
Imperio, donde había estallado la rebelión de Iulius Civilis. En el 74, Hispania recibió
como única tropa legionaria a la legion VII Gemina, que se acuarteló en la región astur.

A partir de aquí, será la única legión con la que contará Hispania hasta la caída
del Imperio junto con sus cuerpos auxiliares. Durante el Alto Imperio se conocen el ala
Flavia Hispanorum civium Romanorum, las cohortes I Celtiberorum, I Gallica y III
Lucensium (procede de Lugo).

4. La Religión del ejército romano en Hispania

4. 1. Dioses y cultos militares


4.1.1. Los signa militaría
- Los signa: su valor religioso

Los signa son ante todo unas señales que se transmiten a distancia. Vegecio20
distingue tres partes al hablar de su descripción: vocalía: dados por la voz humana o
escritos, semivocalia: son los que se dan por medio de instrumentos sonoros (bocina,
cornu, tuba) y muta: entre los que podemos distinguir los emblemas figurados sobre los
escudos, las enseñas y los estandartes.

Tertuliano21 manifiesta la visión que constituían los estandartes en el siglo III


dentro del marco religioso militar. Señala con reverente temor cristiano la importancia
que los soldados concedían a los estandartes de sus respectivas unidades militares.

Hay que tener claro que los signa no son dioses, aunque Dionisio de Alicarnaso
los considere de naturaleza sagrada y los equipare con el mismo rango que las estatuas
de los dioses. Los estandartes son los numina de las diferentes unidades militares.22Son
por lo tanto un objeto de culto religioso protector de las unidades militares.

Los signa poseen su propio Genius según atestiguan varias inscripciones


localizadas en Britannia. En el siglo III se observa un considerable aumento en las
manifestaciones de su culto a través de las dedicaciones el Genius Signorum. Se tiene
constatación de que los signa recibían sacrificios, aunque no se puede determinar si eran
(junto con los altares) simplemente honoríficos o no.

Los signa reflejaban la continuidad y la historia de las diferentes unidades


militares que representaban; eran únicos e irremplazables, los hombres que servían en
las diferentes unidades hacían posible su existencia; en contrapartida, los estandartes,
como pago a su lealtad, les hacen pasar a engrosar la historia de sus hazañas, comparten
su fama y la entrada a la inmortalidad.

- Los signa y sus clases

Se duda de la existencia de las enseñas de las cohortes. Los historiadores se


dividen por lo tanto entre los que si admiten su existencia (Veith, Lo-Looz, Rüstow,
Marquardt, Stoffel) y los que no la admiten (Domaszweski, Fröhlich; Parker, Passerini
Y Marín y Peña). Sólo hay un texto en el que aparecen mencionadas, un pasaje de
César.23 Pero se suda también de la existencia de signum en las centurias.

Descripción de los signa militaría24

- El signum del manípulo tendría un origen real. Los textos clásicos señalan que
Rómulo dividió a sus compañeros en grupos de 100 hombres, dotándoles de una
enseña, la cual estaba constituida por una vara que en la parte superior

20
Vegecio, Epit.3.5
21
Tertuliano, Ad. Nationes. 1,12
22
Tácito, Ann.2.17
23
César B.G. 2.25,1
24
Imágenes 25, 26 , 27 y 28
empuñaba un haz de hierba, generalmente de heno. Más tarde, en tiempos del
ejercito censitario, se añadirá en la punta del asta una mano metálica abierta,
mano que vendría a representar a la del centurión.25
En la época de las cohortes seria sustituida la mano por la punta de una lanza26,
con una pequeña traversa donde se situaban antas estrechas de púrpura,
terminadas en hojas de hiedra realizadas en plata.
No es la única decoración que puede aparecer en el signum. Se pueden distinguir
diversas condecoraciones: phalerae- emblemas con representaciones de
animales protectores; y otros adornos. El portador de esta enseña es el signifer.
- El draco aparece en el Bajo Imperio como insignia de cohorte. Fue usada por
los auxilia palatina y, probablemente, por la pequeña legión de 1.000 hombres,
constituida en tiempos del emperador Constantino. Sus portadores son los
draconarii.
- El Aquila, ya durante la República, se convirtió en la enseña por excelencia de
la legión y subsistirá en el bajo Imperio. Ella representaba a esta unidad militar y
recibía la veneración propia de tal honor. Las aquilae eran de plata o de bronce
plateado o dorado; generalmente, no llevaban ningún tipo de decoración, las
coronas eran el único adorno que solía acompañar a las figura del águila. Al
igual que los anteriores, poseía su propio portador: el aquilifer.
- Una enseña exclusiva del Imperio fue la imago, portada por el imaginifer y con
constatación en todas las unidades militares. Los pretorianos incorporaron la
imagen del emperador a sus propios signa, tanto los divinizados como los
reinantes. A veces incorporaban otros motivos decorativos como
condecoraciones u otro tipo de adornos. Este tipo de enseñas desaparecerán con
la llegada del cristianismo como religión oficial del Estado.
- Los vexilla eran las enseñas propias de las alas y las turmas, siendo uno de los
más antiguos estandartes del ejército romano. Estaban compuestos por un trozo
cuadrado de tela, que pendían de una traversa. A veces el asta tenía forma de
lanza. Su portador era el vexillarius.
- El labarum era más bien un distintivo de las nuevas corrientes que se
extendían por todo el Imperio y por el ejército con la llegada del cristianismo
defendido por Constantino. A partir del siglo V será sustituido por una cruz o
cruz crismada, significando la cruz la lanza y el estandarte un único objeto que
asegurará la victoria. La Victoria será sustituida por un ángel.

El número de enseñas que podemos encontrar en una legión es muy numeroso.


Esta unidad estaba compuesta por 10 cohortes, cada cohorte contaba de 3 manípulos, y
cada manípulo se dividía en dos centurias. La legión contaba con 10 turmas de
caballería.

La legión estaba provista de Aquila e imago, cuyos portadores 27 pertenecían a la


primera cohorte. Habría que añadir los signa de los manípulos28, y cada turma contaba

25
Harmand señala que a principios del siglo I a.C, este símbolo era ya bastante extraño.
26
Arma del dios Marte
27
El aquilifer y el imaginifer.
28
Estos eran llevados por un signifer.
con un vexallium y un vexillarius. En cuanto a los cuerpos auxiliares podemos
distinguir:

- las alas, las cuales podían ser miliaria o quingenaria, de 24 y 16 turmas


respectivamente. Había un signifer por turma y cada ala poseía un imaginifer y
un vexillarius.

- Las cohortes mixtas, miliaria o quingenaria, de 10 y 6 turmas respectivamente.


Un vexillarius por turma, y de 8 ó 4 centurias con un signifer por cada una, al
igual que contaban con dos imaginifer, uno para lo equites y otro para los
pedites. Los equites tenían una vexilla y vexillarius por turma.

- Los numeri, además de contar con un imaginifer, contaban para cada turma con
un vexillarius, mientras que la infantería disponía de la figura del signifer.

- Vexillationes: creadas a partir de un cuerpo de la legión, en cuyo caso contaban


con un signifer o un imaginifer, bien de un grupo formado por hombres
pertenecientes a una unidad auxiliar, que tendrían un imaginifer.

- Los veteranos también cuentan con su propio vexillum, portado por un


vexillarius veteranus legionis.

- La decoración de los signa y su historia

La decoración de los Signa Militaria se puede sistematizar en dos grandes grupos:

a) Las que pertenecen a la categoría de dona militaría.

a.1) La mano de bronce, de la que lo romanos pensaban que antiguamente había


llevado un haz de heno. 29

a.2) El vexillum es una bandera de tela de forma cuadrada. Se sujeta a una traversa,
que se unían al asta en cruz, de tamaño no muy largo en relación con su anchura.
Solían llevar inscripciones. Debían de medir aproximadamente de 50 cm a 1 m.
Preferentemente eran de color rojo, aunque no todos eran del mismo color.

En época imperial se podían adornar con el empleo de pesadas franjas de oro, en


cuales, a veces se bordaba el nombre de la unidad en el vexillum. En algunos de
ellos el asta terminaba en una punta de lanza, y otras en corona, imágenes de dioses,
un águila etc. En la zona media del asta puede aparecer un creciente invertido. En
ocasiones se observa como la bandera está decorada con flecos o por hojas de
hiedra. Puede representarse aislado o acompañado por una divinidad.

a.3) Tábula. Generalmente de madera y con forma rectangular, donde se inscribía el


nombre de la unidad a la que pertenecía. Alguna vez pudo ser remplazada por un
medallón.

a.4) Coronae. Vexillum terminado en corona o coronas de tamaño decrecientes.


Dependiendo de su función estas podían ser de laurel, de roble, murales, rostrales,

29
Imagen 24
classicae o vallares. Cuando se trataba de torques es que eran ornamentos distintivos
de la guardia durante el Bajo Imperio. Otras veces la corona se relaciona con
animales, siendo el más común el águila portando la corona en su pico. Cuando se
trata de otros animales simbolizaban la unidad que se describe en la inscripción.

a.5) Phalerae. Distinguiendo entre las que son solo discos de plata, sin otra
decoración que un botón y las que llevan retratos u otro tipo de decoración. El
número de phalerae que ostenta un signum puede variar de dos a seis.

b) Las que consisten en representaciones de animales, apotropaea.

4.1.2. Divinidades grecorromanas


- Divinidades capitolinas

El culto oficial romano está encabezado por la Tríada Capitolina, cuyo templo se
ubicaba en el capitolio, centro urbano de Roma y de las ciudades provinciales. A partir
de la segunda mitad del siglo II, también los municipios y no sólo las colonias podrían
tener Capitolio.30

Las divinidades de la Tríada Capitolina son Júpiter, Juno y Minerva, pudiendo ir


acompañadas de diferentes epítetos e incluso de otros dioses y diosas. El culto
capitolino revela también una mayor aproximación a Roma y al emperador,
desarrollándose en ambientes romanos o con fuerte acción romanizadora.

Júpiter Óptimo Máximo31

Las inscripciones dedicadas a Júpiter son muy numerosas y entra en fuerte


competencia con las dedicaciones dirigidas a Marte. El carácter de Júpiter es como
protector supremo del ejército romano, con un importante componente socio-político.
Es el dios principal del panteón romano oficial venerado por el propio ejército.

Muchas veces esta acompañado de la Tríada Capitolina u otras divinidades. En


principio los dedicantes proceden de todos los estratos que forman el ejército romano.
Normalmente se encuentran cerca de los destacamentos militares o bien en sus
proximidades.

Juno32

El culto a Juno esta caracterizado principalmente por la individualidad de las


dedicaciones. Hay pocas fuentes epigráficas encontradas en la Península Ibérica.
Prevalece sobretodo en el campo político, sobretodo en el que preside toda la Tríada
Capitolina. Juno mantiene en Hispania un doble carácter, siendo considerada por un
lado como reina político-religiosa a la que se le añade su posición como madre, y por
otro lado mantiene un fuerte carácter guerrero como madre de Marte, según la leyenda
clásica.

30
Ejemplos: Hispalis, Iliberris, Asturica Augusta, Clunia, Tarraco, Emerita Augusta y Baelo.
31
Imágenes 29, 30 y 31
32
Imágenes 32, 33 y 34
Minerva33

Con ella también hay escasez de testimonios epigráficos. Se exaltaba sobretodo su


carácter más bien político. Minerva reúne en si misma diferentes funciones. Como
integrante de la Tríada Capitolina adquiere un fuerte contenido político. Es protectora
de las artes y del arte de la guerra, sobretodo de los oficios concretos del ejército
romano.

- Dioses guerreros

Tradicionalmente Marte, Hércules, Minerva y los Dióscuros han sido


relacionados con la guerra. El Hércules romano se relaciona con una divinidad fenicia
de Gades, el Hércules gaditano, aunque la mayoría de las inscripciones se refieren al
Hércules romano.

Marte también aporta sus propios problemas de identificación, con doble


carácter agrario y guerrero. Los caracteres votivos no son muy frecuentes.

4.1.3. El culto imperial


En el entramado de relaciones establecidas entre el ejército romano y el
emperador, interviene de forma especial la divinización del mismo tanto después de
muerto como durante su vida.

El culto imperial no sólo tenía fuerte contenido propagandístico y político, sino


que contaba además con una predisposición especial por parte de los individuos que lo
van a practicar para que fuese realmente efectivo.

En Hispania al principio se realizan manifestaciones espontáneas, pero más tarde


hay una perfecta organización a nivel provincial. Hay que hacer referencia no solo a
factores ideológicos, psicológicos y culturales, sino también de tipo socio-económico.
Incluso se producían ascensos sociales a partir de la ocupación de un cargo religioso al
servicio del culto del emperador.

Los primeros testimonios referentes al culto en Hispania se remontan a los


comienzos del principado, coincidiendo con la política de pacificación llevada a cabo
por augusto en todo el Imperio.34 El ejército es un importante difusor del culto imperial.
A pesar de la devoción personal manifestada por los soldados romanos y por los
pueblos hispanos al emperador, las expresiones culturales proceden de un medio oficial,
de las altas esferas político-militares, cuya intervención resulto decisiva.

Las aras son un importante testimonio sobre los inicios del culto imperial, sobre
todo en la Tarraconense. Casi todas la inscripciones iniciales corresponden al
principado de Augusto. Diferentes autores creen que la actitud de los dedicantes al
levantar estos primeros monumentos a Augusto se enmarca dentro del programa
personal del emperador, admitiendo que serían los primeros vestigios del culto imperial
en Hispania, concretamente en la zona noroccidental.
33
Imágenes 35,36, 37 y 38.
34
Altares honoríficos a Augusto, dentro de la Tarraconense: Arae Sextianae.
El culto imperial está sometido a cambios relativos a sus difusores, a diferentes
expresiones y a momentos de crisis, tal y como sucede con la religión oficial y con el
Imperio.

En el año 74 la reorganización del ejército formaba parte de las medidas para


Hispania adoptadas por Vespasiano, entre las que se incluyen la división conventual y el
controvertido otorgamiento del ius Latii a sus ciudades. Vespasiano había dado un
nuevo impulso al culto imperial, confiándolo en el noroeste a los sacerdotes Roma et
Augusti, y en el Bética introduciendo el culto provincial; por otro lado, con los Flavios
se pasa de lo singular a lo colectivo.

En el año 79 se observa el resultado de las medidas tomadas por el emperador: la


integración entre el ejército y las ciudades se demuestra en forma de dedicación
colectiva. La dinastía Flavia introdujo además un cambio en el objeto del culto
imperial: los divi. La época de la dinastía de los Antoninos supone un auge en las
manifestaciones públicas de lealtad y devoción al emperador.

En el siglo III se habla de crisis a todos los niveles; respecto a la situación


religiosa, está no hace más que reflejar los cambios que se producían a nivel político.
Sin embargo, no parece que se pueda hablar de decadencia en lo que a religión romana
se refiere.

Las inscripciones de carácter honorifico en las que encontramos al emperador o


a algún miembro de su familia no son el único medio utilizado para expresar fidelidad y
lealtad hacia ellos; hay otras formas que de una manera indirecta transmiten un mismo
mensaje, y una de las más efectivas es a través de divinidades asociadas a las que se
realizan votos pro salute Imperiatoris, o por algún familiar del mismo. La asociación
entre emperador e imperio se atenúa en tiempos de paz pero se intensifica en tiempos de
crisis. Esta ideología se desarrolla en los diferentes centros de poder, que a veces queda
expresa en las propias inscripciones cuando se ruega pro aeternitate Imperii. Desde
instancias oficiales se promueve un tipo de fórmula votiva en la que se mencionan una
serie de divinidades, siempre muy relacionadas con la casa imperial, pero cuya
intención real está puesta en un propaganda imperial concreta. Hay un grupo de
divinidades pertenecientes al panteón romano que prácticamente durante todo el alto
imperio son considerados dioses oficiales, como los capitolinos. Hay otros dioses
específicos vinculados con un emperador concreto y por una causa determinada. Las
formas de expresar ese vínculo son dos principalmente, por un lado se ruega a una
divinidad pro salute Imperiatoris y, por otro lado se puede añadir el epíteto Augusto/a a
la divinidad en cuestión.

El dios que se erigió como representativo del Imperio y del emperador fue
Júpiter Optimo Máximo. Primeramente se aseguraba la legitimidad del emperador a
través de una teología que asociaba a Júpiter al poder, que fue asumida por Antonino
Pío y Marco Aurelio. Se ofrecen vota pública a Júpiter con una intención muy concreta
y expresada de forma directa: pro salute Imperioatoris.

A principios del siglo III se mencionan a Juno y a Minerva, durante los primeros
años de la dinastía severiana.
Uno de los mayores reflejos de lo que significó el culto imperial lo encontramos
en la proliferación de dedicaciones y templos dirigidos a las llamadas “virtudes
imperiales”. Alguna de ellas como Pax, Victoria, Fortuna, están especialmente
relacionadas con el lado militar del emperador, en Hispania, sólo se encuentra un
testimonio que alude directamente a la aeternitas Imperii.

Marte sustituyó a las divinidades que tradicionalmente han sido elegidas para
hacer los vota por miembros de la familia imperial, vinculando especialmente esta
divinidad a la dinastía Severa, y por otro a esta misma dinastía la relaciona
estrechamente con el ejército, a través de los títulos imperiales y de Marte. Se establece
un triángulo cuyos vértices son: casa imperial-ejército-religión.

4.1.4 Divinidades y cultos no romanos


- Las divinidades indígenas

Blázquez y González-Conde Puente asimilan Ataecina35 a la diosa romana


Proserpina36 mediante el fenómeno de interpretatio. Hay representaciones que
acompañan a esta divinidad tales como cipreses o exvotos de bronce representando
cabras, lo que parece apoyar el carácter infernal de la diosa que el agrícola.37 A veces
aparece mencionada como Dea Turibrigensis, o como Ataecina Turobrigensis38.

Se puede llegar a considerar a Ataecina como una Magna Mater importante, con
atributos de una divinidad tutelar, suministradora de bienes terrenales, de agua y de
minerales, y tutelar de los muertos39.

En el templo de Santa Lucía del Trampal, en Alcuéscar (Cáceres) se ha encontrado


un rico conjunto epigráfico en el que prevalecen las ofrendas a esta diosa, y que vincula
el área de culto a esta zona y plantea la posibilidad de que en las proximidades se
encuentre el antiguo núcleo de Turobriga/Turibriga.

Se ha encontrado una vinculación especial entre Bandua y Marte40, considerando


como cierta la inscripción hallada en Rairiz de Veiga41. También se relaciona Bandua a
Cosus y al Marte Indígena. Los tres nombres serían una única divinidad, puesto que
aparecen asociados en algunas inscripciones. Se relacionan simbólicamente con el toro
y su localización geográfica coincide con lugares en los que en la edad moderna se
registran los “ritos del Toro de San Marcos”.

Cohventene, Coventina o Conventina es el nombre de una ninfa acuática que recibió


culto en Procolitia, una statio del Vallum Hadriani, en Britannia. Algunos consideran

35
Imagen 39
36
Imagen 40
37
No existen imágenes seguras de la diosa pero varios autores han querido identificar una estatua
hallada en el Cerro de San Albín con esta divinidad. Una diosa entronizada en cuyo escabel hay flores de
cuatro pétalos y por los laterales trepan dos serpientes. De han perdido cabeza y manos.
38
Este nombre podría indicar que la diosa recibió culto originalmente en la ciudad de Turobriga.
39
Identificada con Proserpina invicta y victoriosa.
40
Imagen 41
41
Vinculación expresada: Martis socio Banduae.
que también es una diosa autóctona de la Península Ibérica. Se discute su vinculación
con el medio acuático, con la vegetación y con el aspecto profético de la ninfa.

La diosa Nabia o Navia recibió un culto importante en el noroeste peninsular. Nabia


podía ser la palabra que indica corriente de agua, o podría tener un papel cósmico,
siendo una divinidad asimilable a Diana42. Podía ser también una divinidad de primera
función sacerdotal, o una de segunda función con caracteres guerreros y encargada de la
protección de la tribu.

El dios Larouco esta relacionado con el culto a los dioses de las montañas43. Se
manifiesta asimilación con Júpiter44 como divinidad a la que se le rinde culto en lugares
elevados, incluso cuando la figura del Emperador es relacionada con Júpiter. Sin
embargo otros creen que Larouco no existiría y no sería más que el topónimo del
conocido dios Reve.

- Los cultos orientales

Existe un grupo de divinidades de procedencia oriental que fueron formando parte


de forma paulatina de la religión romana. Al principio, las principales diferencias
culturales que separaban los ritos orientales de los romanos relegaron a la práctica de los
mismos al ámbito privado e incluso secreto. El ejército, los mercaderes y los esclavos
fueron los encargados de difundir los nuevos cultos conocidos.

Mitra45 seria el genio protector de los ejércitos que luchaban al lado de Mitrídates
Eupator contra Roma. Seguiría en el mundo latino como el dios “invencible”, el dios
tutelar de los ejércitos, honrado sobre todo por los soldados. La inscripción hallada en
San Juan de la Isla (Asturias), adjudicada a Mitra, no es seguro que la realizaran
militares.

Cibeles es también llamada Magna Mater deum Idaea. Su difusión destaca en la


provincia de Lusitania frente al resto de la Península Ibérica. Se asemeja a Ataecina. Su
culto es de carácter público, reconocido por Roma.

4.2. Elementos rituales


- El calendario religioso-militar romano

Las manifestaciones religiosas de carácter público y oficial del ejército romano


siguen un programa político fijado por Roma, que en el Imperio aúna la tradición
republicana con la propaganda imperial y tienen su reflejo en determinadas fiestas del
calendario militar.

El calendario festivo respetado por el ejército romano durante el Imperio mantiene,


respecto al republicano, unas festividades concretas e incorpora otras nuevas

42
Ara aparecida en El Gaitán (Cáceres)
43
Inscripción conocida como Pena Escrita hallada en Vilar de Perdizes, muy próximo a la Serra do
Larouco, Chaves y Xinzo de Limia.
44
Dos inscripciones dedicadas a Júpiter Máximo Anderon y a Júpiter Ládico.
45
Imagen 42
relacionadas con el emperador. La movilidad de las fiestas es más acusada ya que el
cambio continuo de poder en la casa imperial obliga a ello y por otra parte, es muy
probable que se pueda hablar de cierta uniformidad en la adjudicación de las fiestas para
todas las tropas estacionadas a lo largo del territorio imperial.

El Feriale Duranum46

Es el principal documento para conocer el calendario, encontrado en las


excavaciones llevadas a cabo en el Éufrates, concretamente en Dura-Europos. El
documento corresponde al officium de la cohors XX Palmyrenorum. La fecha en que
fue usado puede situarse durante el reinado de Severo Alejandro y concretamente entre
el 225 y 227, tras el cual fue desechado.47

Constituye una lista de celebraciones seleccionadas que contiene únicamente


diez festi, sin mención de otros días. Su carácter oficial lo sugiere el tipo de letra, capital
y cuadrada, y la lengua empleada, el latín. Al igual que queda confirmado por el
contenido de la lista, donde se hallan incluidos todos los elementos de la religión oficial
a que corresponde.

Respecto a su carácter estándar, conviene indicar que no se trata de una lista de


fiestas destinadas a un cuerpo concreto del ejército, al contrario, no hay referencias
locales ni particulares, por lo que puede bien ser considerado valido para el resto de las
divisiones del ejército, salvo escasas variables locales.

En cuanto a su carácter tradicional se fueron añadiendo o sustituyendo fiestas.

Se considera que aunque el texto estuviese prescrito desde Roma, no sería


redactado allí, donde únicamente se realizarían las copias completas de las listas
revisadas al comienzo de cada reinado y enviadas a los gobernadores de las provincias
militares. Las alteraciones o adiciones a lo largo del gobierno de cada emperador serían
comunicadas por carta. Las nuevas listas con los cambios serían redactadas en los
despachos de los gobernadores y enviadas a los comandantes de las guarniciones.

En referencia a la religión oficial, sorprendió la aparición en el Feriale de


distintas fiestas, consideradas feriae publicae: Quinquatria48, Vestalia49, Neptunalia50 y
Saturnalia51. Se creía que su celebración estaba restringida a la población civil y no
formaba parte de la vida religiosa de los militares.

46
Imágenes 43 y 44
47
Bien porque se encontraba muy estropeado por el uso, o bien por los acontecimientos que se
sucedían en la casa imperial y que obligaban a continuas revisiones.
48
Xiii kal(endas) apriles ob diem quinq[u]a[trio]r[um] suppl[ic]atio.
49
[v] id[us i]unias ob vestalia Veste supplicat[io].
50
[x kal(endas) augus]tas ob diem neptunaliorum supplicatio [i]mm[o]latio.
51
[xvi k]a[l(endas) ianuar]ia[s---]…[---sup]pli[c]ati-[o]/[i]n x [kal(endas)eas]dem[..
En este caso la festividad no se encuentra reflejada explícitamente.
Existe en el Feriale un espacio importante destinado a celebraciones
relacionadas con el culto imperial. El culto de cada divus encontró un lugar en el ámbito
militar, de igual modo que lo tuvo en el calendario civil; fue Augusto quién inauguró el
culto de los divi en el ejército. La vida militar requiere celebraciones religiosas propias,
como auspicia, lustratio, evocatio, devotio. Hay que tener en cuenta que el Feriale no
era totalmente religioso, ni tampoco constituía toda la religión de los soldados.

Aparecen una serie de fiestas vinculadas con la purificación del ejército como
los Quinquatria y el Armilustrium, fijadas en el 19 de marzo y octubre respectivamente.
Otras fiestas, las Rosaliae Signorum, se hallan vinculadas al culto dirigido a los
estandartes. Son mencionadas dos veces: una primera celebración corresponde un día
entre el 9 y el 11 de Mayo52 y la segunda al 31 del mismo mes.

Las fechas dedicadas a divinidades pertenecientes al panteón oficial romano son


las siguientes: Marte se encuentra dedicado el 1 de Marzo, a Vesta el 9 de Junio, a
Neptuno el 23 de Julio y a Salus el 5 de Agosto. En ellas se ofrecen votos y animales a
dioses aun más relacionados con el poder central de Roma: Júpiter Óptimo Máximo,
Juno Regina; y Minerva53.

Dura Europos54

Entre los días señalados como festivos, figuran los nombres de personajes ajenos
a la familia imperial reinante en ese momento, pero con lo que se pretendía entroncar
ideológicamente por su gran prestigio como gobernantes y como militares, así como por
su contribución a la expansión y consolidación del Imperio. La celebración se una
supplicatio por la memoria de Germánico de fija el día 24 de Mayo. Septimio Severo
aparece mencionado como conquistador de Partia, emulando a Trajano; los días 24 y 28
de Enero. Se mencionan además Trajano, Antonino Pío y Caracalla.

Una fiesta militar: la celebración del dies natalis aquilae. Las enseñas militares.

En el calendario oficial que las tropas romanas seguían en cada uno de los
lugares que ocupaban se encontraban unos días dedicados a conmemorar la fundación
del cuerpo de que se trate, legión o unidad auxiliar. En el día de la creación del cuerpo
se entregaban los estandartes o insignias que identificaban a dicho cuerpo y todos los
años se festejaba ese día en concreto.

El culto se sustituye a partir del siglo III por el Genius signorum55. La


importancia religiosa de los signa que estaban adquiriendo por sí mismos, y la
necesidad de animar y personificar cultos abstractos según los gustos que se imponían
en ese momento.

5. Arqueología militar en la Península Ibérica

5.1 El papel constructor del ejército


52
La fecha exacta no se puede leer claramente, cualquiera de los tres días, el 9, el 10 y el 11, pueden ser.
53
Los dioses capitolinos.
54
Imagen 45
55
Imagen 46
El Estado se preocupaba por mantener todo lo que se podría necesitar; por lo que
siempre había fabri en el ejército, para toda clase de obras de ingeniería. Servio Tulio
los organiza en dos centurias. No son considerados soldados, por lo que no van
armados, no son artilleros y no luchan. Los frabri tignarii56 se reducen a una centuria, y
los fabri aerari57 a otra.

Su cometido era construir los campamentos de invierno, reparar las máquinas de


guerra y fabricar armas. Además transportaban las máquinas, según Tito Livio;
formando convoyes con los materiales y herramientas. No pertenecían a legiones
concretas u compañías militares. Dependían del general a través del praefectus fabrum.

Los accensi uelatise adscribían a las legiones como suplementarios, yendo a la


guerra sin armas. Los uestiti inermes remplazaban a los muertos o enfermos en el campo
de batalla. En Roma formaban una centuria especial con voz y voto en los comicios.

Desde el siglo I a.C los fabri se convierten en obreros y soldados. Son


legionarios que sirven en compañías de destinos debido a que prestan un servicio
especializado.

En las campañas de César realizaron servicios extraordinarios como fabricar


torres de madera, puentes y naves.58 En estos grupos se hallaban los herreros,
carpinteros, albañiles, caldereros, canteros, pizarreros y tejeros, enterradores, leñadores,
carboneros, caleros, fabricantes de máquinas, carros, cascos, etc. Los mineros
preparaban las galerías en el asedio de las ciudades.

En la marina los fabrii se hallaban entre los duplicarii al recibir doble jornal. Los
fabrii acaban por desaparecer, pero el praefectum fabru, sigue figurando en su estado
mayor como título de honor, formando parte de la cohorte pretoria y dirigiendo las
obras de ingeniería y de mecánica.

En tiempos de paz el ejército se dedicaba a diversos trabajos como la


construcción de campamentos, puentes, muros de piedra, fosas, castillos, torres, vías
militares. En cuanto a construcciones civiles se dedicaban a edificar templos, arcos de
triunfo, acueductos, edificios públicos, puentes, canales, explotación de canteras y
minas, etc. También desecaban marismas, y plantaban viñas.

-La legión y las zonas mineras

La inclusión de las minas y las canteras en el fiscus a partir del período imperial
llevó aparejada su administración por los servicios financieros del Estado. Se
dispusieron a los agentes imperiales todos los medios disponibles para una explotación
más racional de unos recursos esenciales para el funcionamiento del sistema imperial.

El noroeste

56
Carpinteros.
57
Herreros
58
César; B.G. 5,11.
Hay una importante presencia de testimonios de la VII Gemina en los
alrededores de Astorga y en torno a la región portuguesa de Trêsminas, zonas donde se
encontraban las principales explotaciones auríferas del área noroccidental peninsular.
Trêsminas se sitúa muy cerca de la actual localidad portuguesa de Vila Pouca de
Aguiar. En estas zonas los campamentos eran permanentes debido al método de
extracción minera.

El sureste

En el sector oriental de Sierra Morena, zona tradicional de explotación de plata,


se encontraba la antigua localidad de Castulo. A estos territorios se vinculan tres
epígrafes de la legión, dos de los cuales presentan a soldados en activo, y el otro a un
veterano cuya identidad se desconoce. La datación de los documentos a lo largo de los
siglos II y III indica la presencia continuada en la región de efectivos militares.

5.2 Campamentos y asentamientos


Cuando el ejercito de desplaza construye y fortifica todas las tardes sus
campamentos; aunque no sospeche de la proximidad de su enemigo. Era algo tan
regular que incluso marcaba las distancias por campamentos, por jornadas de marcha.
Era también una forma de mantener la disciplina entre las tropas. El trabajo de montar
el campamento ordinario empleaba a todo el ejército dos o tres horas en terreno fáciles
de trabajar.

Schulten excava una serie de campamentos a principios del siglo XX


(Numancia, Aguilar de Anguita, Caceres el Viejo, Renieblas).Posibles campamentos
tardorrepublicanos : Vila Joiosa (Alicante), Puebla de Don Fadrique (Granada),
Campamento del Gandul (Alcalá de Guadaira, Sevilla), etc.

5.2.1. Establecimientos militares temporales


Los romanos contaban con campamentos temporales como los castra aestiua, castra
hiberna o hiemalia. Los campamentos diarios disponían de un foso de menos
profundidad que en los campamentos definitivos (fossa); con la tierra extraída se
realizaba un parapeto pequeño (agger), coronado por empalizadas (uallum); y si se
temía un ataque brusco, el parapeto se formaba de césped o un material fácil de quitar,
para salir rápidamente. El terraplén podía formarse con piedras, troncos, ramajes, etc.
Sobre el agger solían plantarse empalizadas para elevar la fortificación y poder observar
el terreno. El foso solía ser en forma de triángulo o con una pared vertical y otra
inclinada. La anchura mínima es de cinco pies, y la profundidad de tres. Los ángulos del
uallum se hacen en redondo para evitar que quede espacio alguno sin cubrir por la línea
defensiva.

- En época republicana

En las excavaciones de Schulten nunca se tuvo en cuenta las estratigrafías,


perdiendo muchos datos cronológicos. Sus dataciones se basan principalmente en las
indicaciones proporcionadas por los textos clásicos sobre el periodo de las conquista de
la antigua Hispania.
Los campamentos republicanos suelen estar construidos con materiales perecederos,
por lo que resultan más difíciles de identificar que los recintos imperiales, cuyas
estructuras constructivas fueron habitualmente más duraderas.

Los campamentos romanos republicanos suelen encontrarse en actuales


despoblados. Ni en Cáceres el Viejo ni en el resto de los campamentos republicanos
documentados por Schulten se han realizado excavaciones arqueológicas durante estos
años.

Hay que tener en cuenta las fuentes clásicas de historiadores como Polibio, tito
Livio, Apiano o Salustio. las citas literarias suelen ser breves y concisas. La excavación
del asentamiento tenía una importancia secundaria, destinada a confirmar la atribución
erudita del historiador.

La construcción de un recinto militar de carácter temporal era un hecho tan habitual


que solo en ocasiones especiales es mencionado de forma especifica en los textos
clásicos.

- Los primeros asentamientos militares romanos (219-195 a.C)

Aguilar de Anguita (Guadalajara59)

El asentamiento de “La Cerca”, situado a unos 20 km al este de Sigüenza, se ubica


en un cerro con meseta, a cuyos pies discurre el camino natural que asciende por el valle
del Jalón, hacia la Meseta. Desde su descubrimiento y excavación por el Marqués de
Cerralbo en 1912, ha sido considerado un campamento de época republicana, asociado a
la campaña de Catón en tierras de la Celtiberia.

Se trata de un campamento de planta irregular, extendiéndose el perímetro por una


superficie de 12,4 hectáreas. Las excavaciones entre 1913 y 1915 dejaron al descubierto
toda la muralla en sus dos caras. El lienzo, de unos dos metros de espesor, se hallaba
jalonado por torres cuadradas dispuestas en su cara interna, con acceso mediante
escaleras de piedra. Se excavaron cuatro puertas, dos de ellas de forma desencajada, con
un estrecho pasillo de acceso entre ellas.60

Schulten opina que el campamento sería de la época de Catón, establecido con


ocasión del intento de tomar Segontia (Sigüenza) al regreso del cónsul de su expedición
al Mediodía en el 195 a.C Sin embargo Sánchez- La Fuente considera que las
dimensiones y la técnica constructiva empleada no se corresponden a un campamento
temporal. Lo interpreta más bien como un campamento-base desde donde se habrían
iniciado las hostilidades contra los segontinos.61

Emporion (Girona)
59
Imagen 47
60
Sánchez- La Fuente identifica la técnica de construcción de las puertas como de origen indígena,
consistente en realizar desmontes al lienzo perpendicular.
61
Los materiales procedentes de las excavaciones desarrolladas por el Marqués de Cerralbo no se han
hallado, por lo que no resulta posible establecer su datación arqueológica.
A pesar de que el primer desembarco romano en suelo hispano se produce en la
colonia griega de Emporion en el 218 a.C62, momento en el que se debieron instalar
recintos militares junto a esta polis. La primera mención a la existencia de campamentos
en este lugar se retrasa hasta la campaña de Catón, en el 195 a.C, momento de intensa
actividades militar dentro del proceso de conquista de la Península.

Las fuentes clásicas informan de un campamento de invierno a tres millas de la


ciudad, pero se duda de si era un campamento o dos.63 Sanmartí considera que el
campamento debió instalarse en la parte alta de la colina, dominando la ciudad griega y
la bahía. Las diferentes localizaciones carecen de apoyo arqueológico.

Las excavaciones desarrolladas en el área del foro proporcionaron la clave para la


localización del campamento republicano.

Tarraco (Tarragona)

Según las fuentes clásicas el lugar donde más tarde se asienta la ciudad de Tarraco
parece constituir el primer asentamiento militar romano en la península ibérica. Se
trataba de una base naval de interés estratégico, a la vez que era un campamento de
invierno.

Tarraco desempeña un papel fundamental en la estructura militar, civil y económica


del Estado Romano en Hispania. Plataforma estratégica frente a Carthago en principio,
y mas tarde punto de partida para le penetración peninsular. Se instala un praesidium64,
primera base militar permanente en Hispania.65

- Campamentos de la Guerra contra Numancia (154-133 a.C)

Almazán (Soria)

Ocupa una terraza fluvial situada junto a la antigua ribera meridional del río
Duero, sobre un antiguo meandro del río, actualmente a unos 350 metros y a unos 3kms
río arriba de la localidad soriana de Almazán. Debido a una gravera y una repoblación
forestal de pinos han hecho desaparecer todo resto, haciendo que resulte difícil
identificar el lugar que ocupó en la topografía del terreno.

Las excavaciones sucesivas han revelado una muralla con un doble paramento
exterior con un núcleo relleno con guijarros. En 1912 la muralla conservaba casi un
metro de alzado, aunque fue prácticamente destruida a partir de esa fecha. Presenta una
planta aparentemente rectangular, con esquinas en ángulo recto. Sus lados miden 810,7
m el mayor y 497,8 m el menor, con una superficie de unas 38 ha. Se han perdido casi
por completo los lados sur y este del perímetro. En el lado oeste hay restos de foso y
puerta. Ambos accesos se hallaban protegidos mediante tituli o muros transversales
avanzados. Del lienzo situado en el norte parte un muro que se prolonga unos 252 m, a

62
Polibio, Historias III, 76,1.
63
Livio (Ab Urbe Condita XXXIV, 11 y 13); Frontino (Stragemata I, 2,5)
64
Asentado en la parte más alta de la colina que preside la posterior ciudad de Tarraco.
65
Véase apartado de fortificaciones permanentes
la manera de un branquion. No se conserva resto alguno de las construcciones
interiores.

Schulten databa el recinto del 153 a.C y lo consideraba un campamento temporal


de Nobilior, algo que apoyan los restos materiales recuperados en las excavaciones de
Gamer y Ortego.

- Campamentos de circunvalación de Numancia (Garray, Soria)

Las guerras y asedios contra Numancia transcurrieron entre el 154 y el 133 a.C.
Concentran la mayor cantidad de referencias a recintos militares en todo el proceso de
conquista romana de la Península. Se cuenta además como fuente básica con la
experiencia directa de Polibio, que participó en el sitio desde el propio campamento de
Escipión y contempló el asedio de la ciudad, aunque los pasajes de su obra dedicados a
este episodio se han perdido.66

Los campamentos fueron excavados en el 1906 y 1908 por Schulten, y sus


materiales depositados en su mayor parte en el Römisch-Germanisches Zentralmuseum
zu Mainz. Se descubrieron siete recintos militares de diferente tamaño: Castillejo67,
Travesadas, Valdevorrón, Peñarredonda, Raza, Dehesilla y Alto Real, además de dos
castillos ribereños: Vega y Molino.

Schulten llega a la conclusión de que son tres campamentos superpuestos, que


corresponden a diferentes momentos. El primero es atribuido al cónsul Marcelo, quien
inverna junto a Numancia en el 152-151; mientras el segundo correspondería a
Pompeyo (141-140 a.C). En cuanto al tercer y último campamento, aquel del que se
conservan más restos, correspondería al cuartel general del propio Escipión y a la
campaña de los años 134-133 a.C. Este último recinto es de forma poligonal,
comprendiendo una superficie de unas 6 ha., resultando muy fácil de defender debido a
que cuenta con un solo acceso practicable, en la cara norte; que se abre en dirección
opuesta a la que se encuentra la ciudad de Numancia.

En el lado norte la muralla se encuentra edificada mediante dos muros paralelo


de un metro que constituyen el paramento exterior y un relleno interno de guijarros.
Alcanza el 5,50 m de anchura, protegido mediante una doble fosa de 10,5 m de ancho.
En los lados este y sur, la muralla fluctúa entre los 1,5 y los 2 metros de anchura y está
realizada con piedra calcárea. En el lado oeste no se conserva muralla ni foso. La porta
decumana tenía 8 metros de anchura flanqueada por dos torres de flanqueo cuadradas
construidas con sillares muy bien escuadrados. El espacio anterior a la puerta estaba
dividido en dos sectores mediante un muro longitudinal llamado titulum. En su interior
se documentaron las construcciones correspondientes al praetorium, fórum, y
quaestorium, así como horreum y numerosos contubernia de tropa de forma
rectangular.

Renieblas (Soria)

66
Otros autores clásicos: Apiano (Iberia 90-92)
Floro: Epitome res gestae romanae I, 34, 11.
67
El campamento principal, en el cual se asentó Escipión. Al norte de la ciudad arévaca.
Identificados por Schulten en 1908, y ubicado 6 km al este de la ciudad de
Numancia, las excavaciones arqueológicas se desarrollaron entre 1909 y 1912,
reconociéndose la mayor parte de los muro a flor de tierra, lo que permitió levantar
planos directamente. El campamento V se extendía en su mayor parte por la zona llana,
tuvo que se excavado completamente. Se exhumaron los restos de al menos cinco
campamentos superpuestos que se extendían por toda la ladera de la colina. El
campamento I es el más reducido, extendiéndose por una superficie de unas 12 ha. al
norte de la colina y presenta planta irregular de tendencia poligonal. El perímetro se
halla delimitado por un muro de piedra de 2 a 2,5 m de espesor, jalonado por torres
cuadrangulares.

El campamento III es el mejor conservado, cuya planta es de tendencia


poligonal, con ejes mayores de 970 x 730 y abarca 45,3 hectáreas, con murallas de 4 m
de anchura y 5 m de espesor en algunos tramos. Los lienzos están construidos mediante
dos paramentos paralelos de aparejo irregular con grandes bloques de piedra calcárea de
hasta 2 m de largo por 1 m de alto, con un relleno interno compuesto de guijarros con la
técnica de emplecton. Se conservan 27 torres de planta cuadrangular interiores a lo largo
del perímetro, con espesor y anchura variables, así como dos torres semicirculares. Se
conservan 6 puertas del recinto con vanos de 3 m, aunque la decumana, principales
dextra y quintana sinistra no se conservan bien.68

- Las guerras Lusitanas

Alpiarça (Santarem)69

En el “Alto do Castelo” de Alpiarça se identificó una fortificación de contorno


poligonal consistente en una doble fosa, la exterior de perfil en U y la interna con perfil
en V, además de un terraplén realizado con la tierra extraída de los fosos y restos de una
empalizada sobre aquel.

Se encierra un área de unas 20 ha. por dos de sus lados mientras los otros dos se
encuentran protegidos por la propia elevación del terreno. Los materiales extraídos
durante la excavación no permiten datar al campamento pero se han encontrado ánforas
de la segunda mitad del siglo II a.C que han llevado a datar la construcción de este
recinto en la época en que D. Junio Bruto llevó a cabo sus campañas contra los lusitanos
(138-136 a.C).

5.2.2. Fortificaciones permanentes


Los romanos contaban con campamentos fijos o permanentes: castra statiua o
stationes, o mansiones. El agger cuenta con mayores proporciones y se añaden otros
reparos y defensas como los cippi (estacas ramosas entrelazadas), los cerui (ramas de
68
Salustio, Historiae I, 94.
Apiano, Iberia, 46-47.
69
Imagen 48
árboles a semejanza de cuernos de los ciervos), los lilia (agujeros con obstáculos), los
stimuli (trampas erizadas de puntas), los stili (pequeñas aberturas para que se hundan los
pies); etc.

- Posterior planificación de época augustea.

Muralla de Tarraco: 70

Primera muralla con numerosas poternas y reducida altura correspondiente a la


fase “escipiónica” del final del siglo III a.C. Fase inmediata con adición de torres con
capacidad para artillería pensada para una guarnición más reducida. Los trabajos
aparecidos en las últimas décadas confirman la existencia de dos fases constructivas en
la obra defensiva. Una primera fase encerraría un pequeño recinto de unas 5-6 ha. Que
se suele identificar con el campamento de los Escipiones, y que parece corresponder
más a un fuerte que a un gran campamento legionario.

Durante la segunda fase, el circuito se amplió, mientras la muralla anterior sufría


un proceso de esfuerzo y recrecimiento. El primer recinto correspondería a la
petrificación del campamento escipiónico, fechada al 200 a.C, mientras a la segunda
fase se le atribuye una cronología variable, que abarca un arco cronológico entre el 180
y el 125 a.C.

Segunda muralla: de lienzos rectilíneos sin torres pero mucho mas alta y con
partes de relleno en adobe hacia mediados del siglo II a.C, quizá en relación con las
guerras numantinas.

5.2.3 Arquitectura del campamento


- Distribución y función71

Las puertas y los ángulos se fortalecían más, incluso a veces con torres. La
tienda del jefe se situaba en el punto de cruce de dos calles principales y se veía desde
todo el campo. Alrededor estaban los altares, las imágenes de los dioses, y todo lo
necesario para los sacrificios. Junto al pretorio se alzaba también el tribunal militar, el
lugar en donde se dirigían las alocuciones, se daban órdenes generales, y se ordenaba el
servicio de cada día. El praetorio ocupa el lugar más alto del campamento. Higino dice
que el lugar más apropiado es un suave pendiente, un lugar llano, una colina o un
monte.72 A falta de esos lugares adecuados se establecen donde se puede y se llaman
castra necessaria.

Después se hallaban las tiendas de los jefes inmediatos al general (legados,


cuestor, tribunos, y los primeros centuriones), siendo los intermediarios entre el jefe y
las tropas que debían acampar en medio.

Cerca se colocaban las tropas elegidas, los primeros manípulos de las legiones y
de los aliados., y las primeras turmas de la caballería. Cuando el emperador estaba allí

70
Imagen 49
71
Imágenes 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, y 60
72
Higinio. De Munitione castorum, o De Metatione castrorum.
se colocaba su corte cerca del pretorio. La caballería ocupaba el centro del campamento,
protegida por la infantería. Los caballeros no se empleaban ni en el atrincheramiento, ni
en las guardias; siempre estaban dispuestos para salir cuando las circunstancias lo
permitían.

César describe que los campamentos deberían estar un poco elevados, de frente
al enemigo; dejando una leve pendiente donde formar el ejército. La elección del lugar
solían hacerla los centuriones y los exploradores. Tras esto se media la extensión
necesaria (castra metiri) y se señalaban los puntos para el praetorio, etc.

Las tiendas de los doce tribunos se abren al lado opuesto de la calle principal,
hacia el frente del campo. Las tiendas se colocan separadas unas de otras en disposición
de que llenen toda la longitud de ese lado del campo. Tras esto se miden 100 pies hacia
delante de todas las tiendas de los tribunos; a partir de la línea que sirve de límite a este
espacio sobre toda su longitud y se traza paralela a estas tiendas; a partir de ella empieza
el lugar de las legiones.

Dicha línea se divide en dos mitades, se forman dos lados con una perpendicular
que viene a dar exactamente al praetorio, con una anchura de 50 pies, e inmediatamente
a los lados de esta vía (Decumana) se sitúan las tiendas de los caballeros.

La forma de las tiendas es cuadrangular y se abren hacia el lado de las calles que
las separan y la longitud que ocupan es de 100 pies. Ordinariamente se procura que el
fondo también tenga la misma profundidad.

Los príncipes so colocan frente a los triarios a 50 pies. A su espalda y tocando


sus tiendas por la espalda se colocan los astados. Se compone de diez manípulos. Todas
la calles tienen la misma longitud. Tras los astados se deja un intervalo de 50 pies donde
se colocan los caballeros aliados cuya izquierda y derecha se encuentra sobre las líneas
mismas que las de las legiones romanas.

El terreno que se encuentra detrás de los tribunos y toca al pretorio a la izquierda


y a la derecha se destina el uno al Foro y el otro al cuestorio con toda la intendencia.

Sobre el lado superior de la vía principia sociorum acampan los caballeros


extraordinarios, mirando al foro, del pretorio y del cuestorio. Detrás se coloca la
infantería extraordinaria, mirando hacia el atrincheramiento y hacia la parte posterior
del campo. El espacio libre de cada lado y próximo a los flancos del campamento se
destina a los extranjeros y a los auxiliares.

El campamento tiene planta de cuadrángulo equilátero y por la distribución de


sus calles y de sus tiendas da el aspecto de una ciudad simétrica. En todo el
atrincheramiento está separado de las tiendas por un espacio de doscientos pies, que
resulta muy útil para las entradas y salidas de las tropas. De noche se ponen en él las
acémilas73 y el botín cogido al enemigo. El campamento contaba con cuatro puertas. La
principal era la Porta Praetoria, la cual estaba situada frente al enemigo.

73
Según la RAE: Mula o macho de carga, asno o cierto tributo que se pagaba antiguamente.
La distancia evita que el enemigo, en un ataque nocturno pueda llegar a las
tiendas, ni el fuego ni los dardos arrojados desde fuera.

- Tiendas

Las tiendas de los campamentos fijos (castra statina) como los del invierno y los
que se establecían a lo largo de las fronteras, estaban prefabricadas sobre planchas
(tabulae) formando barracas. Tiene normalmente la configuración de casas con techos
a dos vertientes y formando un frontón. La cubierta se sostiene por unos listones por
unos listones trabajados deprisa y entrecruzados, y la entrada se cierra con una cortina.
Todas la tiendas eran de la misma configuración, pero la que formaba el pretorio era
mucho mayor y más lujosa, las de los jefes, mejor trabajadas.

En los campamentos eventuales las tiendas eran más ligeras y normalmente de


piel de cabra, de donde permanecer en el campamento se decía sub pellibus esse o
habere milites. Se les daba el nombre de papilio por cierta semejanza de sus cortinas
recogidas en la puerta de entrada con las alas de las mariposas.

La tienda del general o ducis tabernaculum o praertorium; en los campamentos


fijos reproduce el antiguo atrio de la casa romana. En cada tienda se alojaban diez
soldados, que formaban un contubernium. En ella dormían, comían y eran atendidos si
se encontraban enfermos; a menos que fuera algo grave en cuyo caso se trasladaban al
ualetudinarium o enfermería.

- Espacios y construcciones de componente sagrado

El autor de “Roman Army Religion” J. Helgeland afirma que el campamento y las


fortalezas militares son un microcosmos religioso.74 Al parecer se producían sacrificios
de purificación en los campamentos tras la construcción del mismo. Lo mismo sucedía
en otras construcciones como puentes, etc. El sacrificio se denomina como Consecratio.

A veces existía un depósito de fundación ritual, guardado en el centro del


campamento, en la entrada del patio de los Principia. Se ha encontrado material
carbonizado cubierto con sedimentos limpios.

Principia75

Se trata de un foco religioso y jurídico-administrativo. En campaña se trata de un


espacio abierto frente a los estandartes y a la tienda del comandante. No hay dos
principia iguales, pero todos tienen elementos o características en común. Se trata
entonces de una disposición tripartita: un patio rodeado de columnas o ambulatorio con
un pozo76 o fuente en una de sus esquinas77. Una serie de oficinas y una nave elevada o
basílica.

74
ANDRÉS HURTADO, Gloria. “Los lugares sagrados: Los Campamentos militares.”
75
Imágenes 62 y 63
76
Imagen 61
77
En A Cidadela (A Coruña) se encontró una arqueta con agua de reserva que servía a la hora de realizar
sacrificios.
En esta zona se han encontrado bases de estatuas, altares y capillas. Hay una
estructura abierta en la mayoría de los principia. Se trata de una nave con sólidas
puertas. Tras la basílica hay una serie de habitaciones, normalmente cinco. Capilla se
llama aedes o sacellum. Entre las habitaciones de la oficina hay una cámara acorazada,
armamentaria y tabulorium.

Delante del aedes de piedra se realizan ceremonias religiosas en un altar78. En él


se conservaban los signa militaria.

La profanación o violación de un lugar sagrado implicaba la aplicación de un


castigo. La aedes tenía un estatus de inviolabilidad y derecho de asilo, no se podía
entrar ni con armas ni a la fuerza.

En el sacellum se hallaba la caja de regimiento con parte de la paga de los


soldados. En el período de los severos se fue sustituyendo el pozo por una cámara
79
acorazada con escaleras. El sacellum también tenía un papel vigilante.

Las murallas80

Se comparaba el campamento como una ciudad por lo que todo dentro de los muros era
considerado como un espacio religioso.

- Templos

En Hispania poseemos pocos ejemplos y éstos han sido constatados gracias a la


epigrafía, ya que la arqueología aun no ha aportado suficientes datos.

Ejemplos:

León: Tres inscripciones dedicadas a las ninfas.

Ourense: Santuario dedicado a las ninfas en Aquae Quarquenae81. Inscripción a las


ninfas y a Marte.

- Castellum

Castellum es el diminutivo de castrum, lo que indica un reducto o fortificación


pequeña, ya sea pasajera o permanente. Estos reductos se construían cuando un jefe
quería conseguir el dominio de una altura que dominaba sus campamentos, o que tenía
mucha importancia estratégica, para garantizar la defensa de cabezas de puente, pasos
vitales o lugares a donde tenía que ir a procurarse el agua o el forraje, etc; los mismo
que para fortificar trincheras demasiado largas, o unas líneas de comunicación.

Si el uso o la utilidad de estos fuertes era pasajero se contraían de tierra muy


deprisa, llamándose castellum tumultuarium o tumultuarium opus.

78
En Priaranzade Valduerma (León) se conserva un altar elevado en honor a Júpiter Óptimo Máximo,
con un águila representada sosteniendo los rayos sagrados de Júpiter en sus garras, y con las alas
desplegadas. Se encontraba en un nicho sagrado. En el lado derecho hay un vexillum.
79
Imagen 66
80
Imagen 64
81
Imagen 65
Los castella destinados a defender un camino o fortaleza, o una ciudad se contraían
fuertes, de piedra en alturas y se llamaban castela murata. Dotados de una guarnición
no muy numerosa y frecuentemente solo de caballeros llamados castellani. Según
Vegelio los más pequeños se llamaban burgi.

- Otros campamentos:

Los lunata para los asedios.

Los náutica que alojaban marineros en tierra.

Los peregrina en el monte para alojar a los soldados y viandantes extranjeros.

Los rauennaticum donde se hospedaban los marineros de la escuadra de Rávena.

Los castra peaetoria urbana para alojar a los soldados de Roma.

5.3 Armamento/Equipamiento

5.3.1. Armamento
- Armas Ofensivas

El hasta82

Es el arma tradicional. En sabino es llamada curis. Sus portadores son hastati o


portadores del asta. En un principio estaba desprovista de metal, y se trataba de un
venablo endurecido al fuego. La lanza estaría dotada de un asta o palo largo con un
hierro puntiagudo y cortante en forma de cuchilla, el venablo es corto y arrojadizo. Más
tarde se les añade el ammentum o amentum una correa que se les ataba para lanzarlos
con mayor fuerza y a mayor distancia.

Las puntas encontradas son de bronce o hierro, cuyo tamaño medio es de 25 o 30


cm.

El pilum83

Pertenece sobre todo a la infantería romana. Unos le dan procedencia sabina,


etrusca o samnita; pero muchos la hacen romana. Se trata de una vara puntiaguda en la
cual se fija una punta con forma de hoja. El mango se une en la longitud del hierro, que
puede ser redondo, hexagonal o rectangular. Cada soldado llevaba dos pila, uno pesado
y otro ligero.

Las armas halladas en Schulten fueron fundamentales en la discusión sobre el


origen y desarrollo del pilum y otras armas romanas. Algunos de los pila pesados más
antiguos conocidos, como los de Castellruf en Gerona, datables a fines del siglo III a. C,
muy anteriores a los numantinos. Los pila ligeros y pesados de La Caridad (Teruel), de

82
Imagen 67
83
Imágenes 68 y 69
la primera mitad del siglo I a.C, se asocian a todo tipo de armas (cascos de tipo
Montefortino, umbos de scutum, espadas e incluso una catapulta).

Interacción de las armas peninsulares de los siglos III y II a.C, con las armas
republicanas en relación con el abastecimiento de armas del ejército romano
republicano en Hispania, insistiendo en la esencial compatibilidad de muchos tipos de
armas indígenas como las pila y soliferrea, espadas y puñales, con las formas de
combate romanas. En torno a la segunda mitad del siglo III a.C y principios del siglo II,
la mayoría de los cascos se localizan en contextos funerarios indígenas ibéricos del
sureste; a partir de principios del siglo II a.C se aprecia el avance del ejército romano
por el valle del Ebro y la Meseta Oriental, existiendo algún casco con epígrafe latino.

La falárica84

Es un arma arrojadiza que se lanza desde los falis, desde los lugares edificados.
La fala es una torre de madera usada en el asedio a las ciudades. Tito Livio 85 la describe
como un arma arrojadiza usada por los saguntinos, de abeto y redonda menos donde se
le aplicaba el hierro. Esa zona era cuadrada, rodeada de estopa y untada de pez. Se
lanzaba con la mano o con la ayuda de máquinas. Servía para el ataque de una ciudad
que para su defensa. Se usaba también para la caza.

El uerutum 86

Es un dardo arrojadizo de la falange serviana.

El gaesum87

Aparece en el año 340, en el 225 se nombra por primera vez hasta uelitaris.

El gladius88

En los tiempos más remotos solo los guerreros de alto rango disponían al mismo
tiempo de lanza y espada. Se usan dos tipos de espadas: las largas y de tajo al principio
de bronce, luego de hierro. Las cortas con frontón de origen micénico vienen de Italia
por mar.

Las tres primeras filas de la falange serviana llevaban una espada corta para la
lucha cuerpo a cuerpo. La espada corta con el nombre de hispana y el sable que
desaparece tras los tiempos de Servio, siendo reservado a los altos jefes.

La gladius hispaniensis es la versión local de la antigua espada de gala de La


Tène I, con hoja larga de entre 60 y 65 cm de longitud, y fuerte punta aguzada, que se
usó en Iberia cuando en la Galia hacía tiempo que había sido sustituida por espadas más
largas y de punta roma, de uso exclusivamente tajante.

84
Imagen 70
85
Tito Livio. 21, 8, 10-12.
86
Imágenes 71 y 72
87
Imágenes 73 y 74
88
Imágenes 75, 76 y 77
La vaina metálica de lámina de hierro con suspensión vertical de la cintura
mediante un “pontet” de las espadas galas, fue sustituida en Iberia por una vaina de
armazón metálico con placas de madera y cuero, y suspensión mediante anillas móviles
para un tahalí cruzado sobre el pecho, modelo que sería adoptado por ejército romano.

Resulta indudable que el pugio romano alto imperial deriva del puñal de
empuñadura biglobular celtibérico, quizá adoptado originalmente como pieza atractiva
de botín en época de la guerra de Numancia o sertoriana.

Clava y hacha

Era seguramente el arma de los asccensi uelati que no podían comprarse armas
metálicas. En la columna de Trajano figuran los cluatoreso soldados equipados con
mazas. Era un arma primitiva y barata.

Honda (funda)89

Plinio atribuye a los fenicios su invención. Las hondas más simples consistían en
una cinta de cuero, de lino o de crin. En su parte central contaba con un dispositivo más
ancho para recibir la piedra. Uno de sus extremos se sujetaba a la mano o a un dedo,
quedando el otro simplemente apresado entre los dedos.

Según la honda variaba la forma o el peso del proyectil. Además de los cantos,
se inventaron proyectiles de arcilla del tamaño de un huevo de gallina, que enrojecido a
fuego podría prender llama en lugares secos. Incluso se realizaron balas metálicas, en
bronce o plomo.

Los proyectiles de honda (glandes de plomo y quizá esferas de arcilla e incluso


cantos rodados) y puntas de flecha son demasiado numerosos como para hacer un
recuento. Los glandes de La Caridad presentan la particularidad de estar todavía con
rebabas, recién salidos del molde de fundición. En los campos de batalla de
Baecula(Jaén) quizá de la segunda guerra púnica y de Andagoste (Navarra)(datable
quizá hacia el 40-30 a.C) se han hallado numerosos glandes de plomo.

- Armas defensivas

Galea90

Los cascos protectores debían ser de piel fresca o cuero antes de que en metal. El
casco de cuero era la galea. Las primeras galeae se formaron con la piel de la cabeza de
un animal que se adaptaba a la cabeza del guerrero. Lo usaban guerreros débiles
económicamente. A veces se reforzaban con cascos de metal.

Cascos bivalvos

89
Imágenes 78 y 79
90
Imagen 80
Dos piezas que se unen en el vértice superior con molduras convenientes para
que se adapten a la cabeza como una cofia. Su forma más simple es un cono sin cresta, o
incrustando en las junturas de sus bordes una cresta cónica o piramidal. Otra forma más
complicada es la hemisférica u ojival, cuya cresta, bastante alta presenta una doble
curvatura elegante.

Cascos de una sola pieza

Presentan una técnica más avanzada y una forma hemisférica u ojival, en la parte
superior llevan un tubo terminado en botón.es un caparazón completo en el que
solamente los ojos y la boca quedaban sin protección. Era usado por los reyes y
guerreros pudientes. Se decoraban con cresta y un par de cuernos o plumas.

Los cascos de tipo Bugennum, ya de época cesariana, se concentran en zonas del


Suroeste, mientras que en la etapa augustea se fechan imitaciones locales del área
galaica.

Flechas, arco, ballesta, fustíbalo91

Hasta le época de Maximiano siempre fueron usadas por los grupos especiales.
Son armas para combatir a distancia. Junto a los arqueros estaban los honderos y los de
tregularii o ballesteros. Las flechas más grandes se lanzan con ballestas, arcuballista,
manuballista. El fustíbalus era un palo de unos cuatro pies de largo, que tenía en el
centro una honda de cueto y se manejaba con dos manos.

Scutum92, clipeus93

El escudo era un pieza rectangular, oblonga u ovalada, de madera o mimbre


entretejido, recubierto con piel y con un saliente de hierro en el centro: umbo; que puede
ir unido a un soporte en forma de cruz o de triangulo para darle fortaleza en el centro.

Los umbos metálicos de scutum no son frecuentes, pero han aparecido asociados
a armas romanas en los yacimientos de La Azucarera, La Caridad y La Almoina, todos
de finales del siglo II o principios del I a.C. Son placas férreas con aletas trapezoidales,
distintas de las aletas rectangulares típicas en yacimientos de influencia celta en el
nordeste peninsular.

El clipeus era redondeo de bronce. Es de procedencia griega. Podía ser de


madera o mimbre, cubierto en el exterior de una plancha de bronce. Su tamaño era de
unos 90 cm de diámetro.

Los caballeros llevan su escudo redondo de bronce, llamado parma, que será de
cuero; menos ovalado que el escudo de la infantería y protegido también con su umbo.
Los infantes de la segunda, tercera y probablemente también los de cuarta clase llevan
el escudo ovalado.

91
Imágenes 81, 82, 83, 84 y 85
92
Imágenes 86 y 87
93
Imágenes 88 y 89
El escudo ovalado, scuta pro clipeis, era convexo, hecho de madera cubierta de
una tela fuerte, y sobre ella cuero de buey. Lleva también un umbo metálico, quizás
rodeado por una arandela de bronce. Según Polibio era de 120 x 75 cm.94

Ejemplos:

Numacia: elementos de artillería, proyectiles de piedra, pila, equipo equino, y personal.

Cáceres el Viejo: guerras sertorianas (87-72 a.C). dos yacimientos diferentes: uno
referente a las panoplias propias de las tropas de caballería e infantería romanas, y otro a
las piezas indígenas.

La Azucarera: Alfaro, La Rioja. Espadas, dagas, umbos de escudo y los restos de un


casco del tipo “Montefortino”. Seguramente una ofrenda votiva esta datado en la
segunda mitad del siglo II a.C.

5.3.2. Armadura
La armadura esta definida para tres aspectos fundamentales: garantizar la protección
ante las armas de los enemigos, poseer flexibilidad suficiente como para permitir la
necesaria libertad de movimiento, y ser lo suficientemente ligera. Estos aspectos
influyen en la evolución de la armadura romana resultando un equilibrio entre
movilidad y protección. Gracias a dichos avances la armadura romana comenzó a
realizarse en materiales más ligeros y resistentes.
- Armadura segmentada95
La lorica segmentata es el prototipo mejor conocido de todos los empleados por el
ejército romano. Se trata de una coraza formada por láminas de hierro articuladas. En su
interior cuenta con tiras de cuero que unen las diferentes placas. En la zona externa
cuenta con una serie de accesorios de bronce/cobre que sirven para articular o abrochar
las diferentes secciones.
Se ha llegado a creer que este tipo de defensas eran características de ciertas
legiones., como las que tenían que batallar con enemigos como los celtas. En esas
ocasiones requería mayor protección en la zona de la cabeza y los hombros de los
soldados de infantería.96
Otra particularidad de esta armadura es que era más ligera que otros protectores.
Armadura del tipo <<Kalkriese>>97
Es el protector segmentado más antiguo que se conoce. Entre los vestigios más
antiguos se encuentran los de Dangstetten (Alemania) datados alrededor del 9 a.C. Son
muy escasos en la península ibérica, y su presencia se reduce a la presencia de una serie
de bisagras. Los perfiles de las bisagras «Kalkriese» son bastante simples, pudiendo
presentar un par de lóbulos dentro de la estructura rectangular de la pieza, o contar con
un remate apuntado. El ejemplar más antiguo está asociado al campamento de la
legio X gemina en Astorga (León)98 y fechado en época augusteo-tiberiana. Otra bisagra
fue encontrada en Veleia (Iruña de Oca, Álava) datada en la segunda mitad del siglo I.
94
Liu. 44, 33, 9; 9, 19; 21, 19.
95
Imagen 90
96
El casco romana desviaba el golpe hacia los hombros, por lo que se sobreprotegía dicha zona.
97
Imagen 91
Armaduras de tipo <<Corbridge>>99
Son muy conocidas debido a la abundancia de hallazgos y a su amplia dispersión
geográfica. Son una evolución de las Kalkriese en un momento indeterminado de la
etapa tiberio-claudia. Son representativas de los contingentes que invadieron Britania.
Los primeros usos conocidos de esta armadura en Hispania son los correspondientes a
las legio VI en León, cuya evidencia más antigua es un gancho encontrado en un
vertedero tiberio-neroniano de La Palomera.
Se localizaron más de 20 grupos diferentes de flejes de hierro, entre los que
podemos identificar varias láminas de hombreras y una plancha correspondiente a la
faja. En el valle del Ebro también se tiene constancia temprana de estas corazas, como
podemos comprobar gracias a una hebilla documentada en Celsa (Zaragoza), datada en
la primera mitad del siglo I.
Armaduras del tipo «Newstead»100
Son el modelo culminante de las corazas segmentadas. Datan de la primera mitad
del siglo II hasta casi la tercera centuria. Una de las características principales que
define a las lorigas «Newstead» es el modo de abrochar los flejes de la faja, mediante
anillas de cobre/bronce que se hacen pasar por sendos orificios rectangulares
enmarcados por placas también de bronce
La presión ejercida sobre tales anillas durante los movimientos del soldado
prodigaba la rotura de las mismas, causa que justifque su abundancia en el registro
arqueológico. Otro elemento específico son las bisagras lobuladas de gran tamaño,
cuyos extremos son apuntados. Respecto a los discos que las decoran, éstos son lisos y
no repujados. Finalmente, otro rasgo propio es el enfundado de la parte baja del faldón
con tiras de cobre/bronce dobladas en forma de «v».
Se hallan asociadas al fuerte de la legio VII de León, y al campamento de Herrera de
Pisuerga.

- Armadura de escamas
La lorica squamata101 puede que sea una de las más usadas. Con una serie de
estructuras de láminas de hierro o cobre/bronce unidas mediante ligaduras de alambre,
cosidas posteriormente a una tela fuerte. Hay dos tipos de corazas. La flexible fue la
más usada del Imperio Romano, tratándose de pequeñas láminas que sólo se unían
horizontalmente. La variante semirrígida se popularizó a partir de la época antonina,
consistiendo en escamas alargadas unidas entre sí por sus cuatro lados; pero limitaba los
movimientos en el plano vertical. El tamaño de las láminas y su morfología abarcan un
amplio rango de perfiles y secciones, desde las más comunes con puntas redondeadas
hasta las de remate puntiagudo. Normalmente se recubrían de estaño, lo cual retrasaba
la corrosión del metal y evitaba que se pudrieran las costuras.
Muchos autores la consideran inferior a la cota de malla en cuanto a su calidad
defensiva. Eran muy populares debido a que su fabricación y reparación era muy
sencilla.
98
Descubierto en las excavaciones de la Plaza de Calvo Sotelo, 10
99
Imagen 92
100
Imagen 93
101
Imágenes 94 y 95
Los restos encontrados en Hispania conforman escamas sueltas siendo el testimonio
más antiguo un fragmento de lámina de cobre/bronce aparecida en León, concretamente
en Santa Marina correspondiente a la segunda fase del campamento de la Legio VI de
época tiberio-neroniana. También de León, pero asociadas al taller de la legio VII
datado a finales de la tercera centuria, son dos escamas sueltas fabricadas en
cobre/bronce y un bloque unido aún por sus eslabones, hallados en la Plaza del Conde
Luna.
Pertenecientes al campamento de la cohors I Celtiberorum en Cidadela (A Coruña)
son también una serie de vestigios, hallados en el nivel de relleno originado tras
abandonar el establecimiento militar, para el que se utilizaron tierras sacadas del propio
campamento y de la cannaba, cuyos materiales arqueológicos han de fecharse a finales
del siglo II y en especial en el siglo III. Se trata de siete fragmentos de láminas, algunas
de las cuales aún se encuentran unidas por alambres.

- Cotas de malla

El origen de la lorica hamata102 esta ligado al mundo celta, de donde se habría


transmitido a la metalistería romana. La armadura consiste en una serie de anillas
encadenadas, de modo que cada una de ellas está unida a otras cuatro, dos
correspondientes a la fila superior y dos a la inferior. Dichas anillas se confeccionaban
en aleación cobre/bronce o en hierro, siendo su tamaño sorprendentemente pequeño,
pues algunas apenas alcanzan los 3 mm de diámetro.
El tipo más habitual poseía mangas cortas o carecía de ellas, siendo mucho más rara
la manga larga. Los hombros eran objeto de una especial protección, reforzando su
defensa mediante unas hombreras abrochadas al frente de la camisa gracias a un doble
gancho articulado que descansa sobre el pecho. Durante la tercera centuria, dichos
ganchos fueron sustituidos por uno o dos pectorales repujados con idéntica función.
La lorica hamata presenta una serie de ventajas y desventajas ante el combate. Las
anillas proporcionan una excelente defensa contra los cortes y también son eficaces
contra los golpes de espada, pues son armaduras muy flexibles capaces de absorber las
estocadas. Sin embargo se muestran vulnerables ante las flechas, cuyas puntas podían
penetrar a una profundidad letal para el soldado.
Existen pocos restos en Hispania, y sus inicios datan de la época Republicana.

- Pectorales repujados103

Este tipo de piezas se usaban sobre distintos tipos de armaduras, pero sobretodo en
las armaduras de escamas, facilitando la entrada de la cabeza por la abertura que
flanqueaban. Dicha abertura se cerraba mediante el solapamiento de placa sobre placa.
Su rasgo más especifico es la magnifica decoración repujada con la que contaban.
En Hispania únicamente conocemos un par de ejemplares, ambos localizados en el
entorno del campamento de la legio VII gemina en León. Uno de ellos se localizó en las
excavaciones de Legio, concretamente en el vertedero de Santa Marina, en un contexto
datado en los inicios del siglo IV d.C. De Puente Castro (León) procede otro fragmento
de pectoral.
102
Imágenes 96, 97 y 98.
103
Imágenes 99 y 100
- Protectores parciales para brazos y piernas104
Son los guardabrazos, guardamuslos y espinilleras; fabricados tanto en metal como
en cuero.
El brazo se hallaba protegido mediante láminas de hierro o cobre/ bronce imbricadas
entre sí. A esta protección se la denominaba manica. Sólo cubrían el brazo de la espada,
ya que el otro quedaba resguardado por el escudo. Los restos relacionados con Hispania
se encontraron en León.
Respecto a los protectores para las piernas, Polibio105 sugiere que sólo se usaba una
espinillera ubicada en la pierna izquierda, dado que la otra se defendía con el escudo.
Las espinilleras encontradas no podrían estar relacionadas precisamente con el uso
militar sino que podían pertenecer a gladiadores.

- Equipo equino106
Estas armaduras tenían dos funciones distintas: la protección facial en los
enfrentamientos deportivos y la protección integral durante la batalla. El equipo para la
hippika gimnasia de los siglos I-II cubría solamente la cabeza del caballo, mediante una
máscara de cuero. Después se evoluciono cubriendo al caballo totalmente para
protegerlo de las flechas de los arqueros.

6. Tácticas del ejército en marcha


- Partida del campamento en época manipular107

Para levantar el campamento se daban 3 señales: la 1º se recogían las tiendas, a


la 2º se cargan las acémilas (uasa colligere) y la 3º se emprende la marcha. Mientras se
realiza todo esto se emiten ruidos intensos pero si se quería hacer sin que el enemigo se
enterase, se hacia en absoluto silencio. Entre la 2º y 3º señal, los soldados se alineaban
en torno a su respectivo signum y así quedaba constituido el agmen (ejército en
marcha).

- El agmen pilatum y el agmen quadratum

Polibio describe a dos tipos de agmina, el agmen pilatum, cuando no se teme el


asalto de ningún enemigo durante la marcha y el agmen quadratum, cuando se temía el
ataque de un enemigo.

- Triplex acies108

Pero César cambiará esta disposición y la dividirá en tres columnas: la 1º a la


derecha se componía de las cohortes 1, 5, 8, la 2º las cohortes 2, 6 ,9 y la 3º las cohortes
4, 3, 7, 10. Entre las columnas se dejaba el espacio necesario para realizar sus
movimientos Desplazándose estas cuando llegaba el enemigo.

104
Imágenes 101, 102, 103, 104 y 105
105
(6.23)
106
Imagen 106
107
Imagen109
108
Imagen 107
Estas disposiciones dependen mucho de los lugares por donde se van pues el
caminos difíciles el ejercito puede tener la necesidad de separarse en unidades lo que
aumentaría el peligro si acechase el enemigo. Pero en cambio en los terrenos anchos
pueden marchar manteniendo estas disposiciones sin separarse.

Dentro de las columnas, se distinguen tres partes: el agmen primun


(vanguardia), agmen médium y agmen nouissimum (retaguardia), cuyas ultimas filas se
llaman agmen extremum. Esta formación también la hubo durante el imperio.

- Formación en Orbis

Se reservaba para las retiradas, cuando el enemigo acechaba por todos los
flancos. Los jefes y los impedimenta se sitúan en el centro y se trata de impedir que el
enemigo penetre en el círculo.

- Duplex acies109

Cuando el número de soldados era inferior al de la triplex acies, los soldados


colocados en dos aces y en el medio se situaban las tropas auxiliares.

- Formación en cuña

Útil para evadirse de un cerco o romper las líneas enemigas por el medio

- Las 7 tácticas de Vegecio


Orden paralelo:

Formar un rectángulo alargado presentando al enemigo uno de los lados


alargados.

Orden oblícuo:

Formación oblicua, reservando el ala izquierda y atacando con la derecha, donde


se colocaban las mejores tropas.

Formación oblicua, pero atacando con el ala izquierda, muy peligrosa pues le
presentaba al enemigo el lado derecho que no estaba protegido por el escudo.
Atacar por las dos alas:

Atacar al enemigo por las dos alas, dejando el centro del ejército al descubierto.
(Escipión en Ilinga y Anibal en Cannas).

Reforzar el centro en el momento en que las dos alas atacan.

Atacar por su derecha dejando el centro de la columna y la izquierda desplegada


detrás de él, pero colocada paralelamente al enemigo para caer sobre el si este se mueve.

Apoya a una de las alas en un obstáculo natural (monte, rio…)

Disposición en cuneus

109
Imagen 108
Ataque en cuña, los soldados se lanzaban formando un triangulo que trataba de
perforar y dividir al enemigo.

Disposición en globus

Pequeños pelotonoes de soldados que se encargaban de hostigar al enemigo y


hacerlo volver.

Disposición en serra
Serie de ataques y golpes de mano sobre la línea enemiga, atacando y
retirándose según conviniese.

Disposiciones de los emperadores León y Mauricio


- Escítico: línea continuada y las alas se inclinan hacia delante para envolver al
enemigo.
- Alánico: Toda la primera línea avanza para atacar, dejando intervalos para
poder retirarse.
- Africano: El centro queda inmóvil y el avance lo hacen las alas.
- Italiano: El ejercito forma dos líneas, formando dos cuerpos separados para
cubrir los flancos y tener un cuerpo de reserva para acudir a donde haga falta.

- Monarquía

Los caballeros ordinariamente combatían en masa e iniciaban el combate,


cargando contra el enemigo desde los flancos, para que la infantería pudiese atacar
desde el centro. Era normal también que se bajasen del caballo y lucharan a pie como
los demás. A partir de la Segunda Guerra Púnica, se cambia la táctica y los caballeros
permanecerán siempre sentados.

Para la carga la caballería se ordenaba en filas cerradas. Esta táctica si bien


muchas veces resultó efectiva, otras como en la batalla de Tesino y Cannas fue
desastrosa para el ejército.

- La República

Los hastati que eran los que comenzaban el combate, cuando estaban cansados,
se retiraban por los espacios vacíos de la segunda línea y entonces los príncipes
avanzaban. Si éstos se cansaban, los triarios se adelantaban por los huecos que dejaban
los príncipes y entonces las tres líneas combatían en filas cerradas. Esta evolución de la
lucha está descrita por Tito Livio.

En la legión, cada línea entra en combate en orden y están colocados en damero


y cada manipulo se mueve según las circunstancias y se desplaza para apoyas a sus
vecinos o aprovechar los accidentes del terreno y las debilidades de la fisura de las filas
enemigas.

Con César la unidad táctica de la caballería es la turma de 32 hombres, mandada


por un prefecto y dividida en decurias con sus decuriones. Las turmas a veces formaban
alas.
7. Conclusiones
- Conocemos muchos yacimientos, y el funcionamiento del ejército gracias a las fuentes
clásicas y a las posteriores excavaciones.
- Gracias a su estancia en Hispania se excavaron y explotaron numerosos yacimientos
mineros con lo que la península ganó importancia y prosperó. Además destaca su papel
constructor al ser el principal desarrollador de vías, constructor de puentes, acueductos,
etc.
- Destaca su papel como difusor de la religión y el culto, puesto que no sólo difundían el
suyo sino que también exportaban e importaban el de otras culturas al tener soldados
pertenecientes a ellas. Eso quiere decir que también provocaban la fusión de algunos
elementos como dioses, cultos, rituales, etc.
- En cuanto al armamento y al equipamiento cabe decir que no sólo desarrollaban sus
propias armas sino que adoptaban y adaptaban las armas de os pueblos que invadían y
con los que tenían luchas continuas. Las armaduras se adaptaban al terreno y al tipo de
lucha, al igual que las armas y la maquinaria.

8. Bibliografía
MORILLO, ANGEL: “El ejército romano en Hispania: guía arqueológica”, León,
Universidad de León, 2007.

GUILLÉN CABAÑERO, JOSÉ: “Urbs Roma: vida y costumbres de los romanos”,


Salamanca, Sígueme, 1980.
RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, JULIO: “Historia de las legiones romanas: Tomo I”,
Madrid, Signifer Libros, 2001.

RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, JULIO: “Historia de las legiones romanas: Tomo II,”


Madrid, Signifer Libros, 2001.
ROLDÁN HERVÁS, JOSÉ MANUEL: “Historia antigua de España”, Madrid,
Universidad Nacional de Educación a Distancia, D.L, 2001.
SANTOS YANGUAS, NARCISO: “El Ejército romano y la romanización de los
astures”, Oviedo, Asturlibros, D.L, 1981.

ROLDÁN HERVÁS, JOSÉ MANUEL: “Los Hispanos en el ejército romano de época


republicana”, Salamanca, Universidad, 1993

AURRECOECHEAL, Joaquín. “Las armaduras romanas en Hispania: protectores


corporales para la infantería y la caballería”. GLADIUS110 XXX (2010).

LÓPEZ GARCÍA, Isabel. “El armamento romano-republicano en la iconografía de la


Hispania Ulterior: el relieve de los soldados de estepa (Sevilla)”. Baética. Estudios de
Arte, Geografía e Historia. 2009, Málaga.111

110
Estudios sobre armas antiguas, arte militar y vida cultural en oriente y occidente. Pp. 79-98
111
Universidad de Málaga. Campus de Teatinos.
PABLOS MORENO, José María. “La religión del ejército romano: Hispania en los
siglos I-III”. SIGNIFER Libros, Madrid. 2001.

MORILLO, Ángel; CADIOU, François; MOURCADE, David. “Defensa y territorio en


Hispania de los Escipiones a Augusto”. KADMOS, Salamanca. 2003.112

PALAO VICENTE, Juan José. “Legio VII Gemina (PIA) Felix: Estudio de una legión
romana”. Ediciones Universidad Salamanca. Salamanca. 2006.

MANGAS, Julio; PLACIDO, Domingo. “La Península Ibérica en los autores griegos:
de Homero a Platón”. Fundación de Estudios Romanos, D.L. Madrid. 1998

Colección hispánica de autores griegos y latinos. “César: Guerra Civil”. Ediciones


Alma Mater S.A. Barcelona. 1959.

SANCHO ROYO, Antonio. “Historia Romana I. Apiano”. Editorial Gredos. Madrid.


1980.

Artículo: ANDRÉS HURTADO, Gloria. “Los lugares sagrados: los campamentos


militares”113

9. Apartado gráfico
Imagen 1: César Imagen 2: Busto de César

Imagen 3: Tribunus militum Imagen 4: hastati

112
Universidad de León, Casa Velázquez.
113
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&sqi=2&ved=0CDAQFjAA&url=h
ttp%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F838064.pdf&ei=Kfa7UJrjEcuV0QXdpoDID
g&usg=AFQjCNEbd9a26OjTbkY5Oz80L1e-pyyLhQ&sig2=d-7mJpR--JeLuckAK-eK1A
Imagen 5: hastati Imagen 6: Vélites

Imagen 7: Vélites Imagen 8: Vélites

Imagen 9: Velites Imagen 10: Socii


Imagen 11: Socii

Imagen 12: Tiberio Imagen 13: Vespasiano Imagen 14: Septimio Severo

Imagen 15: Antonio Caracalla Imagen 16: Galieno


Imagen 17: Diocleciano Imagen 18: Constantino

Imagen 19: Pedites Imagen 20: equites

Imagen 21: equites Imagen 22: equites


Imagen 23. conventus

Imagen 24: signum del manípulo Imagen 25: signa militaria

Imagen 26: signa militaria Imagen 27 signa militaria


Imagen 28: signa militaría

Imagen 29: Júpiter Imagen 30: Júpiter Imagen 31: Júpiter

Imagen 32: Juno Imagen 33: Juno Imagen 34: Juno


Imagen 35: Minerva Imagen 36: Minerva Imagen 37: Minerva

Imagen 38: Minerva Imagen 39 Ataecina Imagen 40:Proserpina

Imagen 41: Marte Imagen 42: Mitra Imagen 43: Feriale Dunarum

Imagen 44: Feriale Dunarum Imagen 45: Dura Europos


Imagen 46: Genius signorum

Imagen 47: Aguilar de Anguita Imagen 48: Alpiarça

Imagen 49: muralla de Tarraco Imagen 50: campamento

Imagen 51: Campamento Imagen 52: Campamento


Imagen 53: Campamento Imagen 54: Campamento

Imagen 55: Campamento Imagen 56: Campamento

Imagen 57: campamento Imagen 58: Campamento

Imagen 59: Campamento Imagen 60: Campamento

Imagen 61: pozo principia Imagen 62: principia


Imagen 63: Principia Imagen 64: muralla y foso

Imagen 65: Aquae Quarquenae Imagen 66: Cámara

Imagen 67: Hasta Imagen 68:Pilum Imagen 69: Pilum


Imagen 70: falárica Imagen 71. Uerutum

Imagen 72: Uerutum Imagen 73: gaesum

Imagen 74. Gaesum Imagen 75: gladius

Imagen 76: gladius Imagen 77. Gladius hispaniensis

Imagen 78: honda Imagen 79: proyectil de honda


Imagen 80: Galea Imagen 81: arco

Imagen 81: flechas Imagen 82. Ballesta Imagen 83: Ballesta

Imagen 84: ballesta Imagen 85: ballesta

Imagen 86: Scutum Imagen 87: Scutum


Imagen 88. Clipeus Imagen 89: clipeus

Imagen 90. Lorica segmentata Imagen 91: Kalkriese

Imagen 92: Corbridge Imagen 93: Newstead


Imagen 94: lorica squamata Imagen 95: lorica squamata

Imagen 96: lorica hamata Imagen 97: lorica hamata Imagen 98: lorica hamata

Imagen 99: pectorales Imagen 100: pectorales Imagen 101: guardabrazos


Imagen 102: manica de cuero Imagen 103: espinilleras

Imagen 104: protectores Imagen 105. protectores


Imagen 106: equipo equino Imagen 107: Triplex acies

Imagen 108. Duplex acies

Imagen 109: Táctica del manipulo

You might also like