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El devenir del cheque en Inglaterra se puede observar con los siguientes antecedentes:
“Parece ser que los ingleses, especialmente los orfebres u orífices, depositaban sus metales
preciosos en la Casa de Moneda, con sede en la Torre de Londres. En el año 1640, el rey
Carlos I Estuardo, confiscó la totalidad de los depósitos en beneficio de la Corona. Después
de tan arbitrario proceder, los orfebres decidieron custodiar sus metales preciosos. Poco a
poco se fue generalizando la costumbre de entregar a los orfebres el dinero y metales
preciosos para su custodia, hasta que llegaron a alcanzar el papel de verdaderos banqueros.
Contra los depósitos recibidos, los orfebres entregaban a sus clientes unos títulos
denominados Goldsmith-Notes (posteriormente Banker ́ sNotes), que eran prácticamente
verdaderos billetes de banco, al portador y pagaderos a la vista”, sin embargo, posterior
mente el parlamento inglés prohibió la creación de bancos, concentrando las actividades en
el Banco de Inglaterra fundado en 1694; dice Bouteron, en su obra Le Chéque, que de esa
prohibición nació el cheque, pues los bancos abonaban en la cuenta del depositante los
depósitos efectuados y los autorizaban a disponer sobre la misma cuenta. Fue hasta la
segunda mitad del siglo XVIII cuando la disposición de los fondos de la cuenta se realizó por
medio de los cheques que en libretas o talonarios el depositante recibió del Banco.
Respecto del origen del cheque, el maestro Eduardo Pallares sostiene: “Lo cierto es que el
cheque ha tenido en los países anglo-sajones un desarrollo considerable y esto fue debido a
que tanto en Inglaterra como en EstadosUnidos, existen numerosos bancos de depósito a la
sombra de los cuales se ha extendido la costumbre de usar poco el numerario en las
transacciones de la vida diaria y pagar por medio de cheques, lo que en otros países se paga
con dinero en efectivo. De esta costumbre muy generalizada se deriva el siguiente principio:
‘el cheque es un instrumento de pago y no de crédito,mediante el cual se dispone de una
cantidad depositada en un banco’.4 No obstante la citada afirmación, nosotros consideramos
que el cheque es un documento de crédito de igualares características, pues si bien el
librador al expedirlo lo hace para realizar un pago, el artículo 7o. de la ley de la materia
indica: “Los títulos de crédito dados en pago, se presumen recibidos bajo la condición ‘salvo
buen cobro’”, lo que significa que la simple entrega del cheque por sí misma no constituye el
pago y en consecuencia la liberación de la obligación que se pretende cubrir con tal entrega
del cheque, pues desde el momento en que expide hasta su cobro, el tenedor tiene la
credibilidad de que les será pagado; es decir, el cheque no pierde su naturaleza de ser un
título de crédito, pues el acreedor, hasta en tanto no le sea pagado, lo recibe ‘salvo buen
cobro’ y al obtener del banco la cantidad consignada en este documento, puede decirse que
se ha cumplido la obligación adyacente.
La aparición del cheque en nuestro país fue “... en la segunda mitad del siglo XIX, justamente
con los primeros grandes bancos y muy especialmente con el Banco de Londres, México y
Sudamérica. El Código de Comercio Mexicano de 1884 fue el primero que en nuestro país
reguló esta materia. Sus disposiciones pasaron sin modificaciones al Código de Comercio
de1889, que ha estado en vigor en este punto hasta que la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito reguló el cheque de acuerdo con nuevas y más modernas
orientaciones”.
La Ley Uniforme de Ginebra, aprobada en 1931, fue sin duda fuente de influencia para la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito que entró en vigor el 15 de septiembre de 1932,
por lo que la regulación del cheque en ambas disposiciones guarda íntima concordancia.
La Ley de Ginebra en su artículo 3o. establece que “el cheque ha de librarse sobre un
banquero que tenga fondos a la disposición del librador y de conformidad con un convenio
expreso o tácito, según el cual, el librador tenga derecho a disponer por cheque de aquellos
fondos. Sin embargo, en caso de inobservancia de estas prescripciones, el instrumento es
válido como cheque”. Nuestra legislación, influenciada por dicho precepto, no da un concepto
de cheque, sino que se limita a dar sus características y elementos; al respecto el artículo
175 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito establece:
El cheque sólo puede ser expedido a cargo de una institución de crédito. El documento que
en forma de cheque se libre a cargo de otras personas, no producirá efectos de título de
crédito.
El cheque sólo puede ser expedido por quien, teniendo fondos disponibles en una institución
de crédito, sea autorizado por ésta para librar cheques a su cargo.
La autorización se entenderá concedida por el hecho de que la institución de crédito
proporcione al librador esqueletos especiales para la expedición de cheques, o le acredite la
suma disponible.
Dicho precepto no encierra precisamente un concepto, pero de los elementos que
proporciona podemos elaborarlo de la siguiente forma:
Cheque al portador.
1.- Que sea librado en favor de persona determinada, en oposición al cheque al portador.
2.- Que el emisor lo inscriba en sus registros, restringiendo con ello su circulación, ya que
sólo reconocerá como el titular del derecho aquí en figure como tal en el documento yen el
registro, por ejemplo, el cheque de caja y el cheque de viajero, ya que el librador, que es la
propia institución de crédito, anotará en sus registros el nombre del tenedor beneficiario y en
el caso del cheque de viajero, también lleva el registro de la firma del beneficiario, pues
incluso, quien pague el cheque deberá verificar la autenticidad de la firma del tomador,
cotejándola con la firma que aparezca certificada por el que haya puesto en circulación tal
cheque. (artículo 203, LGTOC).
A la orden.
El chequee así expedido también se hace en favor de persona determinada, pero no existe
un libro de registro en el que se haga constar el nombre del beneficiario, de tal forma que el
tenedor-beneficiario del título podrá cobrarlo, depositarlo o endosarlo. En el primer supuesto
basta identificarse con el cajero y si el cheque tiene fondos, le será pagado; en el segundo
supuesto, basta endosarlo para su depósito y posteriormente,si tiene fondos, le sea abonado
a su cuenta; en el tercer supuesto, si el beneficiario desea transmitirlo a tercera persona,
basta el endoso y entrega del título al endosatario para así legitimarlo y éste a su vez pueda
cobrarlo o transmitirlo a tercera persona, por ejemplo, el cheque ordinario, que al librarse se
hace en favor de una persona específica quien podrá cobrarlo o hacerlo entrar en circulación
mediante el endoso y entrega del mismo, ya que los títulos de crédito, dada su naturaleza
jurídica, están destinados a circular.
1. Mención de ser cheque inserta en el texto del documento. Esla “contraseña formal” por
medio de la cual se denota claramente la intención del suscriptor de obligarse en un
documento cuya naturaleza trae aparejada ejecución, así como eliminar la posibilidad de
confusión respecto de otra clase de títulos de crédito. El documento que carezca de la
mención expresa de ser cheque, no puede considerarse como tal y, por consiguiente, no
surtirá efectos como título de crédito, de conformidad con el artículo 176 de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito, de ahí que este requisito sea una cláusula
esencial de la cual dependerá que surta efectos como título de crédito, de tal forma que si
llega a omitirse, el documento así expedido no será considerado cheque.
5. El lugar de pago. Este requisito establece la circunscripción territorial en donde debe ser
pagado el che- que,al respecto,el artículo 180 establecer que el cheque debe ser presentado
para su pago en la dirección en él indicada, y a falta de esa indicación, debe serlo en el
domicilio del librado tenga en el lugar del pago.
Precisando el lugar de pago, el artículo 177 de la ley de la materia, menciona que para los
efectos de la fracción V del artículo 176, y a falta de indicación especial, se reputará como
lugar de pago el indicado junto al nombre del librado; si se indican varios lugares, se
entenderá designado el escrito en primer término, y los demás se tendrán por no puestos.
Si no hubiere indicación de lugar, el cheque será pagadero en el domicilio del librado y si
tuviera varios establecimientos, se reputará pagadero en el principal establecimiento del
librado.
6. La firma del librador. El librador es la persona que ha celebrado con el librado el contrato
de depósito bancario de dinero para disponer total o parcialmente de la suma que él
deposita, mediante cheques librados a cargo del mismo depositario.
La firma del librador da autenticidad al contenido del título, por lo que la falta de ésta equivale
a que en realidad no nazca el cheque. La firma así considerada debe ser puesta en el
momento en que sea expedido, por así desprenderse del texto del artículo 176 de la ley de la
materia.
Los requisitos y menciones del artículo 176 deben constar necesaria- mente en el
documento, ya que su omisión, si bien puede no afectar la validez del acto o negocio jurídico
que le dio nacimiento, no surte efectos como cheque, mientras que la falta de otros requisitos
y menciones,al ser presumidos expresamente en la norma jurídica, son suplidos por la ley, tal
y como se desprende de lo señalado en el artículo 14 de la ley de la materia. Con el fin de
identificar y distinguir los requisitos y menciones esenciales, de los que no lo son, a
continuación se presenta el siguiente cuadro comparativo:
Ahora
bien, el artículo 15 delaLeyGeneral de Títulos y Operaciones de Crédito autoriza a quien
debió haber plasmado en el documento las menciones y requisitos necesarios para su
eficacia, pero que omitió indicarlos, a que los escriba siempre y cuando sea antes de la
aceptación del título o para su pago.
BIBLIOGRAFIA