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ANALISIS DE LA LEY ORGANICA DE MUNICIPALIDADES Y LEY DEL PROCEDIMIENTO

ADMINISTRATIVO GENERAL CAÑETE, 08 y 09 MARZO 2007

TEMA : “Análisis de la Ley Nº 27444, Formación del Proceso


(Silencio Administrativo) de los Sujetos del
Procedimiento Administrativo, Iniciación del
Procedimiento, Recurso Impugnativo”.
EXPOSITOR : Dr. Oscar Zegarra Guzman
FECHA : Marzo 2007

(Este texto no fue publicado en el Diario Oficial “El Peruano”, su publicación ha sido autorizada
por el autor)

Artículo incorporado en el SPIJ el 16 de marzo de 2009

La Administración Pública tiene la capacidad del manejo del poder. Esta teoría francesa,
relacionada al poder constituyente y, el poder constituido, esta reflejado en la Administración
Pública, porque los administradores son los que se encargan del manejo del poder, como
consecuencia de la delegación de facultades, ya sea por elección popular, designación,
nombramiento, o cualquiera de estas formas que realiza el pueblo.

Entonces tenemos a los Administradores Públicos como el reflejo de esta delegación de


facultades, donde se otorga esta capacidad, donde se maneja la capacidad del uso del poder,
pero entiéndase de un poder de servicio a la comunidad. Que no se cumpla con esto se debe a
que el Administrador Público en la mayoría de los casos no esta suficientemente preparado para
el ejercicio de sus funciones y segundo hasta antes de la creación de leyes para la
Administración Publica no había el control que existe hoy en día, de tal forma que este manejo
se realice dentro de los parámetros que la ley obliga y sobre todo teniendo en cuenta la
necesidad que los administrados o sea el ciudadano común y corriente, es decir todos, tenemos
la necesidad de vincularnos con la Administración Pública, y esta vinculación puede ser
voluntaria, y también involuntaria, como por ejemplo quien nace tiene que acudir la
Administración Pública para poner en conocimiento tal situación al Registro Civil a través de la
Municipalidad para que se realice el acto de reconocimiento, para que se emita la partida de
nacimiento respectiva, y se registre el nombre.

Uno no es consciente de eso, alguien lo hace por nosotros, es una representación de


carácter legal. A lo largo del tiempo, si es que tenemos algún desarrollo personal o, profesional y
queremos realizar una actividad económica, también tenemos que tener una vinculación
necesaria con la Administración Pública para pedir autorización, licencia, o si tenemos alguna
propiedad tenemos que declararla ante la Administración Pública para que se nos reconozcan
nuestros derechos o se nos cobren los impuestos pertinentes, o tener la posibilidad de trasladar
por ejemplo los arbitrios si es que tenemos un predio urbano alquilado con lo cual se transfiere la
capacidad de pago.

Existe una vinculación con la Administración Pública y esta vinculación va a permitir que
el Estado este en la obligación de establecer las pautas y normas que deben regir esta relación,
entre el administrador que es el que maneja el poder y el administrado que somos nosotros, que
estamos en la facultad de solicitar algo a la Administración Pública que puede ser el
reconocimiento de algún derecho, o pedimos una autorización, o solicitamos que nos concedan
algún beneficio, etc. Esta es la relación entre un administrador y un administrado, lo que ha
venido sucediendo a lo largo del tiempo, es que la posición del administrador, ha sido entendida
literalmente como una función de servicio, manteniéndose el mismo concepto en la actualidad es
decir que, el administrador debe estar al servicio de la comunidad.

Pero existe en la actualidad una gran diferencia, porque las normas que a lo largo del
tiempo han regulado la actuación de la Administración Pública y su relación con los
administrados han cambiado mucho. En la década del 60, el Decreto Supremo 006-67, que se
encarga de ver todo lo relacionado con la Administración Pública, en donde el administrador era
quien manejaba todos los pasos dentro de un procedimiento administrativo. Posteriormente con
la dación del Texto Único Ordenado, el Decreto Supremo 02-90 en la década del 90, habla sobre
la Administración Pública, y el Procedimiento Administrativo genera un avance, porque junto con
los dispositivos de aceleración de procesos, se empieza hablar del “Silencio Positivo”, quizá ese
puede ser un avance en la posibilidad que se tiene, por parte del administrado, de ejercer función
en la Administración Pública.

Para que funcionen los silencios positivos, en busca de la simplificación administrativa,


debe tomarse en cuenta el comportamiento de administrador, pero igual la función del
administrador siempre ha sido una función única, definitivamente tiene dos vertientes, esto
funciona, porque la ley lo obliga y porque hay voluntad en el propio servidor. Esta es una de las
lógicas posiciones que tiene el administrador pero, lamentablemente la segundo no ha sido
cumplida y no ha habido mas alternativa que tratar de buscar textos normativos incluyendo la
verificación y adecuación en el Derecho Comparado, por el que se obliguen al administrador
público a cumplir con los fines de servicio.

Esta ley, y me refiero a la 27444 que es una ley sumamente interesante, porque nos ha
dado pautas que vamos a desarrollar, por las cuales tenemos la posibilidad y en muchos casos
el derecho de poder condicionar el comportamiento del administrador. Esta ley por primera vez
trae consigo lo que son principios de procedimiento administrativo, y en la parte inicial de esta
norma hay un capitulo sobre principios del Derecho Administrativo, y estos principios son el
fundamento sobre el cual se sustenta esta ley, son la parte sobre la cual nosotros tenemos que
desarrollar como administradores públicos y es la misión que deben tener los administradores
dentro de su vinculación con los ciudadanos y la colectividad en general, que se acerca para el
cumplimiento de sus fines o derechos. Esto deviene en un factor determinante, y aparecen como
normas de principio básico, pero lo que nosotros vamos a ver es la parte dispositiva es decir son
normas imperativas que van a obligar a que se cumpla esta función de servicio, para lo cual
haremos mención de algunos de estos principios generales y que permiten cumplir con este
propósito.

Principio de informalismo; si revisamos el Art. 1.6 de la Ley 27444, se norma el principio


de informalismo, el cual establece: “Que las normas de procedimiento deben ser interpretadas en
forma mas favorable a la admisión y decisión final”. Aquí se habla de una interpretación favorable
en función a lo que solicita el administrado ante la Administración Pública. El Principio de
Informalismo, busca que se decida en base a lo que es materia de la solicitud del interesado, que
la interpretación que tiene que hacer el administrador de un dispositivo legal, para efectos de
generar un derecho, tiene que ser siempre buscando lo favorable de la persona que esta
haciendo uso de su derecho de petición de acuerdo al mandato constitucional. Tenemos casos
en los cuales quizás han habido problemas, porque se busca interpretar las cosas a favor de la
Administración Pública, de los intereses supremos del Estado, perjudicando a los particulares, la
interpretación que resulte más favorable al administrado es la que debe prevalecer. El
administrado cuando las reglas, o las normas de la administración estén dadas, no es
responsable de los errores que cometan administración, para ser mas claro en lo que respecta a
este principio de informalismo podemos ejemplificar el mismo con lo siguiente: En algún
momento en una Municipalidad distrital en la ciudad de Lima una administrado solicito se le
otorgue una copia simple de un documento el cual le era necesario para completar el tramite que
estaba realizando y en el “TUPA”, Texto Único de Procedimientos Administrativos, de esa
Municipalidad no aparecía el costo, referido al otorgamiento de copia de un documento simple,
razón por la cual la autoridad municipal no le entrego el documento que era materia de lo
solicitado aduciendo en la resolución denegatoria que lo solicitado no estaba contemplado como
tramite en el “TUPA” de dicha entidad administrativa.

Hoy en día con la aplicación de la ley del Procedimiento Administrativo General


encontramos que si existe alguna duda en un asunto interpretativo en una toma de decisiones de
la Administración Pública con lo que es materia de la petición del administrado, se debe
interpretar esto en favor del administrado, no porque se le ocurra al administrador, o al servidor
público, sino que la ley lo obliga y si no lo hace asumirá la sanción correspondiente, entonces
encontramos una primera posibilidad de establecer una obligación con carácter legal que tiene
una sanción en caso de incumplimiento cuando la función de servicio por parte del servidor
público se incumple.

El principio de informalismo obliga también a subsanar cualquier defecto de forma desde


el ingreso de los documentos o solicitudes desde mesa de partes, es decir que no podrá
tramitarse ninguna solicitud incompleta o defectuosa, lo que no implica que no se reciban los
documentos, lo que sucede es que debe notificarse al recurrente para que subsane cualquier
defecto formal antes de ser tramitada su solicitud.

Principio de Veracidad, este es un principio determinante que ha permitido hablar de los


silencios positivos dentro de la Administración Pública. A lo largo del tiempo la Administración
Pública se ha encargado desde su mesa de partes el solicitar determinado tipo de documentos
para seguir un procedimiento administrativo y algunos deben recordar que antes no había “Texto
de Procedimientos Administrativos”, y cada administración determinaba sus reglas. El “TUPA”
aparece peregrinamente en la Municipalidad Metropolitana de Lima, cuando decidieron
regularizar la licencia de construcción y crearon un Texto de Procedimiento Administrativo
aprobado por el Concejo Metropolitano bajo condiciones especificas que establecía que “el que
quiere acogerse a la regularización tiene que presentar tales documentos”, y a reglón final decía:
“Las Municipalidades de Lima que tienen interés en adecuarse a esta norma lo podían hacer
teniendo como referencia el procedimiento aprobado por Lima Metropolitana”, por ello tres o
cuatro municipios lo hicieron, hoy resulta una falta grave que una institución pública no tenga
aprobado y publicado su TUPA.

Antes cuando se presentaban los documentos tenían que ser estos originales, o debían
tener fe pública, después esto cambia y podía presentarse una fotocopia autenticada por un
Notario Público, después eso avanza y se permiten copias pero fedateadas y la entidad
administrativa nombra con resolución a su fedatario y eso fue lo mas importante que se
consiguió, esto por una sencilla razón, porque siempre se ha pensado que el administrado
cumple con la ley, que actúa de buena fe, es una presunción. La ley establece la buena fe de la
gente, es decir de los administrados”, el principio viene a ser el reconocer la validez y veracidad
de los documentos, así como el dicho del administrado se entienden por ciertos, entonces se
cambio en 180 grados del concepto originario respecto al accionar y el comportamiento
procedimental del administrado, no porque al administrador se le ocurrió y es bueno, sino porque
la ley lo obliga pues ella contempla “Que no puede entenderse que el administrado no se sujeta
a esta a la presunción de veracidad”, y resumiendo el administrado dice la verdad conforme lo
establece el artículo 1.7 de la ley materia de comentario, bajo el criterio de principio de
veracidad.

En tal sentido en la tramitación de un procedimiento administrativo, se presume que los


documentos y las declaraciones formuladas por los administrados en la norma prescrita por la
ley, responden a la verdad de los hechos y los documentos son verosímiles. Este es un principio
general y si nosotros queremos llevarlo a lo que es realmente el procedimiento administrativo, es
decir al aspecto practico nos encontramos con lo que determina el artículo 41.1.1, de la ley del
procedimiento administrativo que habla de los documentos y ¿Cuales son estos?, copias
simples, copias autenticadas por fedatarios y que cumplen la función de reemplazar a los
documentos originales. Los principios generales tienen un correlato normativo en esta misma ley
en donde se esta obligando al administrador público a servir y si no tiene vocación de servir va a
tener que aprender, porque si no va a tener problemas y hablamos de los trabajadores, desde el
encargado de mesa de partes quien tiene que ser no una persona amable, si no que tiene que
conocer la ley, no tiene que ser abogado, solo tiene que conocer el “TUPA” de su institución,
para que sea útil este dispositivo y orientar al contribuyente, porque si no lo orienta y el resultado
del pedido se pierde en la formalidad y no en lo que realmente se ha solicitado, existe
responsabilidad administrativa de conformidad con lo que establece el Art. 130, de la ley cuando
trata lo que corresponde a la responsabilidad en la autoridad, y en el personal al servicio de
Administración Pública, el cual incurre en falta administrativa, “Las autoridades y personal al
servicio de las entidades, independientemente de su régimen laboral y contractual incurren en
falta administrativa”. Nosotros sabemos, que de conformidad con el mandato constitucional.
“todo lo que no esta prohibido esta permitido”, pero en la administración pública, en lo que
respecta a la aplicación de las leyes “lo que no esta permitido esta prohibido”, entonces la ley
tiene que ser muy clara y cuando hay un margen de interpretación, tiene que ser en favor del
administrado, que además hay que sustentarlo, hay que tener la documentación que se solicita,
hay que tener archivos actualizados y bien cuidados, hay que darle la orientación necesaria y
eficiente al administrado para que no haya un pronunciamiento diferente a lo que se pide, de tal
manera que la administración se pronuncie sobre el fondo del asunto y no sobre aspectos
formales.

EL SILENCIO ADMINISTRATIVO

El silencio ha sido una manifestación de voluntad negativa, el Código Civil establece que
el silencio no es manifestación de voluntad, es decir el que calla guarda silencio no otorga nada,
como coloquialmente se expresa, eso no funciona en el Derecho, solo será manifestación de
voluntad cuando así lo determine la ley, y la ley ha establecido a lo largo del tiempo en la vía
administrativa el silencio siempre es negativo. La administración pública se ha vanagloriado de
esto, ha hecho y generado perjuicios en el administrado con este silencio negativo. Algo que es
sabido es que por decir “no” nadie es sancionado. Entonces el decir “no” o no decir nada, no
genera mayor responsabilidad, pero de pronto aparece una corriente y dice que la administración
pública es muy ineficiente, nunca contesta, se agotan las vías administrativas y luego voy a
terminar en el Poder Judicial en una acción Contencioso Administrativo, o en una Acción de
Amparo para que me den la razón, y hemos encontrado una serie de excesos como la apertura
de locales, en sitios que no son permitidos con licencias de funcionamiento otorgadas por la
acción de amparo y entonces ¿Quién da las licencias?, las Municipalidad, pero como la
Municipalidad nunca contesto y ese simple hecho es interpretado como silencio negativo,
reconsidero, no contestan, apelo, no contestan, acudo al Poder Judicial y este Poder del Estado
me da la razón y obtengo por esta vía autorización de funcionamiento y funciono con eso.
Entonces, quien es competente para otorgar una autorización no la otorga, la otorga otra
institución, un Poder Público, el Poder Judicial, entonces se ve la necesidad de tratar el “silencio
administrativo” positivo.

La Ley de Simplificación Administrativa trae a la legislación nacional el “silencio positivo”


precisando que si a los 60 días útiles el órgano competente de la administración no responde lo
solicitado el silencio será positivo”, eso creo una gran necesidad de dar respuesta a lo que es
materia de solicitud por parte del administrado, es decir que si no contesto, en 60 días se genera
un derecho. Con el tiempo el termino original que dio la ley se redujo a 30 días, y recientemente
el Presidente de la República pone en conocimiento de la ciudadanía que el termino se reduce a
15 días, hay una reconsideración normativa, es decir el silencio negativo como respuesta
permanente del administrador frente al pedido del contribuyente ahora se convierte en silencio
positivo, antes para solicitar algo tenia que tener la conformidad de la Administración Pública de
manera positiva y expresa ahora se puede acoger al silencio positivo.

Hoy en día existen diferentes formas de tratar el silencio y estas formas van desde el
silencio positivo automático, el silencio positivo con trámite previo, el doble silencio negativo que
se convierte en positivo y el silencio negativo.

El no responder oportunamente la Administración Pública frente al pedido del


administrado, o el no verificar oportunamente los documentos que se presenta para efectos del
silencio positivo genera un derecho, que es materia de la solicitud presentada y en consecuencia
el contribuyente o el administrado esta en condiciones de poder realizar su actividad económica
Esta ley habla de licencias, autorizaciones, concesiones, que permite acogerse al, silencio
positivo automático. El silencio positivo automático significa que con la sola presentación de
documentos que aparecen determinados en el “TUPA”, y con el cargo de presentación en la
mano el contribuyente se están generando derecho para efecto de la actividad económica. Hoy
en día el administrador tiene que ser diligente, tiene que contestar afirmativa o negativamente,
dentro de los plazos que la ley determine, o caso contrario su silencio genera derechos y esos
derechos son oponibles frente a terceros.

El silencio positivo automático, se utiliza para licencias, autorizaciones, concesiones, y


cada autoridad administrativa esta en la obligación de establecer en el “TUPA”, cuales son los
requisitos que van a ser necesarios de presentarlos, para poder adquirir este derecho, es un
procedimiento muy sencillo para el solicitante, por muy complejo para la Administración, porque
esta generando una autorización, pero lo importante es cuando en la declaración jurada no dije
la verdad, si bien es cierto por la presunción de veracidad procedieron y creyeron en mi y se me
genero el derecho y la autorización, la autoridad administrativa debe fiscalizar y esta fiscalización
tiene que ser y de creerlo conveniente de manera inmediata, para que si es que lo que he dicho
no es cierto, se cierre el local, se clausure temporal o definitivamente y se ponga la multa
respectiva y además se denuncie a quien presento la declaración jurada, por delito contra la
administración pública, es decir esta es la otra parte, la otra cara de la moneda dentro de esta
ley, la diligencia del Administrador Público va a permitir que en el caso de incumplimiento por
parte del administrado tenga que cumplir una sanción y además puede ser denunciado
penalmente. Lo mismo pasa con el silencio positivo con tramite previo, hay algunos casos en los
cuales no vasta la presentación de documentos, sino que además la administración tiene que
revisar estos documentos básicamente nos referimos a licencias de construcción, hay planos
que presentar, la administración tiene que revisarlos y tiene que existir una Comisión especial
que se encargue de esa verificación, tiene que establecerse los usos de los retiros, tiene que
determinarse los espacios libres, las zonas que son públicas, etc., además se le otorga a la
administración un plazo de 20 días para evalué, y ahora son 15 días para la evaluación, los
documentos que se han presentado para otorgar la autorización o denegar si es el caso, si
transcurrido los 15 días la administración no se pronuncia el silencio es positivo.

El Art. 33 de la Ley de Procedimiento Administrativo se refiere a los Procedimientos de


evaluación previa con silencio positivo, y establece: “Que los recursos destinados a cuestionar la
desestimación de una solicitud cuando el particular haya optado por la aplicación del silencio
administrativo negativo”, se convierte en positivo, es decir el doble silencio negativo se convierte
en positivo. Para que se pueda ejercer el silencio positivo tiene que existir una doble inacción por
parte de la administración, en el caso del silencio positivo automático no es necesario
pronunciamiento porque objetivamente se acredita que se ha cumplido con lo que me solicita el
“TUPA”.

El silencio negativo, este silencio se mantiene para casos que establece la ley, en el Art.
34 el cual expresa que: “Cuando la solicitud verse sobre asuntos de interés público, incidiendo
en la salud, medio ambiente, recursos naturales, la seguridad ciudadana, el sistema financiero y
de seguros, el mercado de valores, la defensa nacional, y el patrimonio histórico cultural de la
nación”, si versa sobre estos temas el pedido, el silencio será negativo.

El silencio positivo es la reacción normativa que tiene la ley para que el servidor público
conteste, sino lo hace dentro de los plazos que la ley establece, su silencio que puede ser un
silencio doloso, genera un derecho, además de responsabilidad a la administración, entonces
resulta claro que con presunciones de veracidad, con capacidad de fiscalización, con la
capacidad de control previo, con el principio de predictibilidad, con la capacidad de información,
con la necesidad que se tiene de una interrelación que resulte mas favorable al contribuyente o
al administrado, las funciones de la administración publica van a ser mas eficientes y no es por
sola voluntad del administrador sino por impulso de la ley.

Recursos Impugnativos,

Sobre este tema hay cuatro cosas que son importantes destacar:

El Derecho de Petición, este es un derecho constitucional importante, dentro de lo que


es la actividad de las personas que están sujetas a estas normas, nosotros podemos pedir a la
Administración Pública toda la información que deseemos, la diferencia esta que esto se nos
otorgue, hoy en día solicito algo y no me contesta es silencio positivo o puede ser silencio
positivo, y se generan responsabilidades de carácter administrativo y esto es importante.

Ahora la Administración Pública frente a ese ejercicio del Derecho de Petición tiene que
contestar oportunamente, sino empiezan a funcionar los silencios que son formas de crear
derecho por incapacidad de respuesta de la Administración Pública. Este Derecho de Petición,
del que puede hacer uso cualquiera, debe tener respuesta de la Administración Pública positiva,
o negativa, porque yo puede pedir algo o lo pueden negar o lo pueden permitir íntegramente o
permitir en parte, entonces en los casos que sean una respuesta negativa a mi solicitud o una
repuesta afirmativa parcial a mi pedido, voy a interponer recursos impugnativos, esto también es
importante Impugnar significa decirle al administrador que no se esta de acuerdo con su
decisión, con lo que resuelve y la ley plantea posibilidades de hacerlo corregir en base a
condiciones, formalidades y plazos, y lo importante es que si la entidad administrativa corrige la
resolución impugnada, no incurre en responsabilidad.
La ley plantea tres recursos:

1.- Recurso de Reconsideración,


2.- Recurso de Apelación,
3.- Recurso de Revisión

Como recursos impugnativos se plantean estos tres y permitiéndose la posibilidad de un


recurso de nulidad que no es un recurso impugnativo, sino un recurso que se acompaña con
cualquiera de los dos anteriores o el recurso de apelación para que sea visto por el superior
jerárquico.

El recurso de reconsideración es visto o resuelto por la misma autoridad que emitió la


primera resolución. La reconsideración es hacerle ver a la autoridad administrativa que ha
cometido un error al momento de resolver, quizás porque no ha visto bien los documentos que se
han presentado o porque al momento de solicitarlos no se ha sido suficientemente claro en
expresar lo que estoy pidiendo y mejor mi pedido acompañando pruebas y hacemos énfasis,
porque la ley anterior decía que el recurso de reconsideración tenia que ser acompañado por
prueba indumentaria nueva, pero esta ley dice que tiene que ser acompañada por una nueva
prueba y el Art. 166 y 169 dice cuales son las pruebas aparecen documentos, inspecciones
oculares, aparecen testimoniales y se presentan cualquiera de estas pruebas para el recurso de
reconsideración, porque cuando se solicita que reconsidere el recurso de nulidad, lo que es
impredecible que los hechos que son materia del impedido y ahora de mi reclamo póngalo en
reconsideración le estoy aclarando con el documento que estoy presentando y si realmente esta
aclarado la autoridad debe modificar su resolución y darme su autorización o declarar
procedente mi pedido, el hecho que se cambie la decisión de improcedente o infundado a
procedente o fundado, no genera responsabilidad, mas bien generaría responsabilidad la
terquedad de no dar autorizaciones por no reconsiderar lo pedido que hace con las pruebas
suficientes, entonces la reconsideración implica:

1.- Que sea por escrito,

2.- Que tenga que se interponga en quince días útiles,

3.- Que se acompañe prueba nueva,

4.- Que lo resuelva la misma autoridad, que emitió la resolución que es materia de la
impugnación.

En los casos referidos a aspectos formales, no deben ser discutidos, ya que la


resolución que se ha emitido debe versar sobre el fondo del pedido. Los afectos formales
básicamente se solucionan en trámite documentario, ahí se define. No puede existir una
resolución que declare improcedente un recurso de reconsideración por no tener firma del
Letrado, si es que en mesa de partes no notificaron al administrado otorgándole el plazo de dos
días para que subsane el defecto y si no se produce esta situación hay nulidad de todo el
proceso. En la reconsideración se discuten hechos que debe acompañarse con las pruebas
cualquiera esta sea a criterio de quien reconsidera y lo resuelve la misma autoridad. Es del caso
que el recurso de reconsideración es optativo, es decir puedo interponer directamente el recurso
de apelación saltando la reconsideración, porque en el recurso de apelación hay que discutir
asuntos de pleno derecho; en la apelación no necesito pruebas, porque no hay que presentar
pruebas lo que se hace en la apelación es quizás discutir legalmente las pruebas que ya existen,
en los actuados, pero yo no discuto hechos, se discute derechos y en la discusión del derecho,
puedo tener una alternativa eficiente para poder conseguir lo que estoy pidiendo.

Lo que sucede es que el recurso de apelación lo ve el superior jerárquico, se presenta a


la misma autoridad, pero es elevado al superior jerárquico para que este se pronuncie en el
recuso de apelación. En el caso de Municipalidades, en primera instancia es las gerencias
municipal a las que les dieron facultades por desconcentración de poderes y la última instancia
es el Alcalde; esto a diferencia de la ley anterior, donde la última instancia era el Concejo, con lo
cual se agoto la vía administrativa y en el caso de gobiernos locales y gobiernos regionales la
última instancia es autoridad administrativa es el Presidente de la Región o el Alcalde en cada
uno de los casos. No hay recurso de revisión en asuntos Municipales, ni Regionales.

El recurso extraordinario de revisión solamente se produce en los casos en que las


autoridades tienen jurisdicción nacional, por ejemplo: CONSUCODE, Poder Ejecutivo, Consejo
de Notariado, Seguro Social, entre otros.

El recurso de nulidad se presenta con el recurso de apelación, porque en la nulidad se


discute derecho por las causales que la propia ley establece, que fundamentalmente están
dirigidas a la violación de derechos o al debido procedimiento.

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