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ABREVIATURAS USADAS EN ESTA OBRA

AFP : Administradora de Fondos de Pensiones


CAP : Corte de Apelaciones
CC : Código Civil
COMPIN : Comisión Médica de Medicina Preventiva e Invalidez
CP : Código Penal
CPR : Constitución Política de la República
CPC : Código de Procedimiento Civil
CPP : Código de Procedimiento Penal
CT, C del T : Código del Trabajo
CSJ : Corte Suprema de Justicia
DL : Decreto Ley
DFL : Decreto con Fuerza de Ley
ES, EU, EUS : Escala de Sueldos, Escala Única, Escala Única de Suel-
dos
ISAPRE : Instituto de Salud Previsional
LOAFE : Ley Orgánica de Administración Financiera del Estado
LOCBGAE : Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado
LOCGR : Ley Orgánica Constitucional de la Contraloría Gene-
ral de la República
LOCGAR : Ley Orgánica Constitucional de Gobierno y Adminis-
tración Regional
LOCM : Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades

VII
Párrafo 5º
De las prohibiciones

Artículo 84. El funcionario estará afecto a las siguientes pro-


hibiciones:
a) Ejercer facultades, atribuciones o representación de
las que no esté legalmente investido, o no le hayan sido de-
legadas;
b) Intervenir, en razón de sus funciones, en asuntos
en que tengan interés él, su cónyuge, sus parientes con-
sanguíneos hasta el tercer grado inclusive o por afinidad
hasta el segundo grado, y las personas ligadas a él por
adopción;
c) Actuar en juicio ejerciendo acciones civiles en con-
tra de los intereses del Estado o de las instituciones que de
él formen parte, salvo que se trate de un derecho que ata-
ña directamente al funcionario, a su cónyuge o a sus pa-
rientes hasta el tercer grado de consanguinidad o por
afinidad hasta el segundo grado y las personas ligadas a él
por adopción;
d) Intervenir ante los tribunales de justicia como parte,
testigo o perito, respecto de hechos de que hubiere tomado
conocimiento en el ejercicio de sus funciones, o declarar en
juicio en que tenga interés el Estado o sus organismos, sin pre-
via comunicación a su superior jerárquico;
e) Someter a tramitación innecesaria o dilación los asun-
tos entregados a su conocimiento o resolución, o exigir para

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ARTÍCULO 84

estos efectos documentos o requisitos no establecidos en las


disposiciones vigentes;
f) Solicitar, hacerse prometer o aceptar donativos, ven-
tajas o privilegios de cualquier naturaleza para sí o para ter-
ceros;
g) Ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de
trabajo o utilizar personal, material o información reservada
o confidencial del organismo para fines ajenos a los institu-
cionales;
h) Realizar cualquier actividad política dentro de la Ad-
ministración del Estado o usar su autoridad, cargo o bienes
de la institución para fines ajenos a sus funciones;
i) Organizar o pertenecer a sindicatos en el ámbito de la
Administración del Estado; dirigir, promover o participar en
huelgas, interrupción o paralización de actividades, totales o
parciales, en la retención indebida de personas o bienes, y en
otros actos que perturben el normal funcionamiento de los
órganos de la Administración del Estado;
j) Atentar contra los bienes de la institución, cometer ac-
tos que produzcan la destrucción de materiales, instrumen-
tos o productos de trabajo o disminuyan su valor o causen su
deterioro, y
k) Incitar a destruir, inutilizar o interrumpir instalaciones
públicas o privadas, o participar en hechos que las dañen.

Interpretación

84.1) La Ley Nº 19.653, de 14 de diciembre de 1999, en su artículo


5º, Nº 3, modificó la letra c) de este artículo, en la forma que aparece
en el texto, con el objeto de precisar que la prohibición que contiene
está referida a acciones de carácter pecuniario, salvo norma especial
en contrario.
El Segundo Informe de la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado señala que esta modificación tuvo
por objeto aclarar “el sentido y alcance de esta prohibición, recogien-
do la interpretación de la Contraloría General de la República en or-
den a que para transgredir este deber de abstención, ‘es menester que
haya una contienda jurisdiccional en que pueda resultar comprome-
tido el interés pecuniario del Estado o de las entidades que integran
el sector público (dictamen Nº 79.895, de 1976)’”.

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ARTÍCULO 84

Letra a)

84.2) DICTAMEN Nº 51.088, DE 1971

En conformidad al artículo 63 de la Ley Nº 10.336, de 1964, Orgánica


de la Contraloría General, y al artículo 84, letra a), del Estatuto Ad-
ministrativo, el funcionario que se atribuye la representación del Fis-
co o repartición en que labora y contrae compromisos que afectan la
responsabilidad de esos entes, sin hallarse debidamente autorizado
para hacerlo, es el único responsable ante los acreedores por la obli-
gación civil originada por el acto ejecutado sin autorización previa.

84.3) DICTAMEN Nº 32.306, DE 1978

Según un principio básico de derecho público, la autoridad y sus ór-


ganos no pueden ejecutar más actos o celebrar más contratos que aque-
llos para los cuales las leyes los hayan facultado expresamente o, en
defecto de norma expresa, en virtud de una delegación de atribucio-
nes dispuesta por autoridad competente.
Este principio encuentra su consagración legal en dos preceptos:
en el artículo 84, letra a), del Estatuto Administrativo, según el cual
ningún funcionario puede tomar la representación del Fisco o del ser-
vicio al cual pertenece para ejecutar actos o celebrar contratos que ex-
cedan sus atribuciones o que comprometan el erario nacional, salvo
que una disposición legal o una orden de autoridad competente lo
hubiera facultado para ello, y en el artículo 63 de la Ley Nº 10.336,
LOCGR, que expresa que “ningún funcionario podrá contraer deudas
o compromisos de cualquier naturaleza que puedan afectar la respon-
sabilidad fiscal, sin que previamente haya sido autorizado por decreto
supremo tramitado con las formalidades legales”.
De estas disposiciones se desprende, pues, que para la validez de
cualquier acto que implique contraer deudas o compromisos de res-
ponsabilidad fiscal, es necesario que exista una disposición legal ex-
presa que así lo permita o bien que se haya conferido previamente al
empleado, mediante el acto administrativo correspondiente, la respec-
tiva autorización.

84.4) DICTAMEN Nº 31.837, DE 1982

El contrato de arrendamiento celebrado por el jefe superior de un ser-


vicio para habilitar un inmueble que servirá de sede a un organismo
en proceso de formación, es inoponible a este último una vez que se
halle en funcionamiento, habida consideración a que ha surgido a la

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ARTÍCULO 84

vida jurídica con posterioridad a la celebración del respectivo contra-


to, sin haber sido parte de él.
Tampoco ese contrato de arrendamiento puede obligar al orga-
nismo del cual el funcionario era efectivamente jefe superior, por cuan-
to el acuerdo de voluntades no se celebró a su nombre, ni se
cumplieron las exigencias legales prescritas por su válida celebración,
antecedentes que lo harían exigible para él.

84.5) LOCBGAE, ARTÍCULO 41

Artículo 41. El ejercicio de las atribuciones y facultades propias podrá


ser delegado sobre las bases siguientes:
a)La delegación deberá ser parcial y recaer en materias específicas;
b) Los delegados deberán ser funcionarios de la dependencia de
los delegantes;
c)El acto de delegación deberá ser publicado o notificado según
corresponda;
d) La responsabilidad por las decisiones administrativas que se
adopten o por las actuaciones que se ejecuten recaerá en el delega-
do, sin perjuicio de la responsabilidad del delegante por negligencia
en el cumplimiento de sus obligaciones de dirección o fiscalización; y
e)La delegación será esencialmente revocable.
El delegante no podrá ejercer la competencia delegada sin que
previamente revoque la delegación.

Letra b)

84.6) CP, ARTÍCULO 240

Artículo 240. El empleado público que directa o indirectamente se in-


teresare en cualquiera clase de contrato u operación en que deba in-
tervenir por razón de su cargo, será castigado con las penas de
reclusión menor en su grado medio, inhabilitación especial perpetua
para el cargo u oficio y multa del diez al cincuenta por ciento del va-
lor del interés que hubiere tomado en el negocio.
Esta disposición es aplicable a los peritos, árbitros y liquidadores
comerciales respecto de los bienes o cosas en cuya tasación, adjudica-
ción, partición o administración intervinieren, y los guardadores y al-
baceas tenedores de bienes respecto de los pertenecientes a sus pupilos
y testamentarías.
Las mismas penas se impondrán a las personas relacionadas en este
artículo, si en el negocio u operación confiados a su cargo dieren in-
terés a su cónyuge, a alguno de sus ascendientes o descendientes legí-

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ARTÍCULO 84

timos por consanguinidad o afinidad, a sus colaterales legítimos, por


consanguinidad hasta el tercer grado inclusive y por afinidad hasta el
segundo también inclusive, a sus padres o hijos naturales o ilegítimos
reconocidos.

CONCEPTO DE INTERÉS EN EL ARTÍCULO 84

84.7) DICTAMEN Nº 7.276, DE 1982

Mediante dictámenes Nos 58.952, de 1962, y 53.474, de 1979, entre


otros, se concluyó que el vocablo “interés” que emplea el artículo 84,
letra b), dice relación con beneficios de cualquier orden que pueda
obtener el empleado o sus parientes próximos del asunto de que se
trata, de modo que el funcionario debe abstenerse de intervenir o de
participar en actos que puedan reportar a él o a sus familiares alguna
ventaja, entre las que, obviamente, se encuentra el goce de las remu-
neraciones inherentes al ejercicio de un empleo determinado.

84.8) DICTÁMENES NOS 58.952, DE 1962; 21.941, DE 1964

La frase “en asuntos en que tengan interés”, contenida en el artículo


84, letra b), debe ser interpretada en el sentido de que comprende
no sólo situaciones en que tenga lugar el uso de una potestad discre-
cional del funcionario, especialmente en materias de tipo económi-
co, que pueda implicar un beneficio directo para el tercero que
contrata con la institución, sino, en general, de todas aquellas que re-
presentan un beneficio de cualquier orden para las personas que en
ella se indican.

EL PRINCIPIO DE LA PROBIDAD ADMINISTRATIVA

84.9) EL PRINCIPIO DE LA PROBIDAD ADMINISTRATIVA SE HALLA


REGULADO, EN GENERAL, EN EL TÍTULO III DE LA LOCBGAE,
INCORPORADO A ELLA POR EL ARTÍCULO 2º DE LA L EY Nº 19.653, DE 14
DE DICIEMBRE DE 1999

84.10) DICTAMEN Nº 68.648, DE 1962

En el artículo 84, letra b), no sólo se contempla una prohibición que


obliga al empleado público a abstenerse de intervenir en asuntos que

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ARTÍCULO 84

le interesan, sino la aplicación de un principio administrativo, el prin-


cipio de la probidad administrativa, que debe guiar todas las activida-
des que realicen los servidores de la Administración Pública.

84.11) DICTAMEN Nº 27.939, DE 1964

El principio de la probidad administrativa constituye uno de los fun-


damentos básicos de la función pública y tiene por objeto asegurar el
correcto y fiel desenvolvimiento de los agentes de la Administración
en el ejercicio de sus cometidos.

84.12) DICTAMEN Nº 26.854, DE 1983

La observancia del bien jurídico de la probidad funcionaria que pro-


tegen los artículos 61, letra g), y 84, letras b) y c), es un principio ad-
ministrativo básico, de rango esencial dentro de la Administración.

84.13) DICTAMEN Nº 7.276, DE 1982

Un jefe superior de servicio no puede contratar como coordinador de


los Servicios de Educación que tiene a su cargo, a su hermano paterno.
Ello, por cuanto es aplicable al caso el artículo 84, letra b), y se-
gún los artículos 27 y siguientes del CC, los hermanos están en segun-
do grado de consanguinidad en línea colateral, regla que no exige que
los hermanos deban necesariamente serlo de padre y madre.

84.14) DICTAMEN Nº 64.788, DE 1975

Una reiterada jurisprudencia administrativa ha señalado, entre otros,


por dictámenes Nos 66.135, de 1961, y 81.250, de 1968, que un funcio-
nario puede concurrir como simple particular a una propuesta, siem-
pre que no le corresponda ninguna actuación directa o indirecta en
la resolución de ella o en los trámites, informes o actuaciones relacio-
nados con la materia.
Asimismo, por dictamen Nº 41.100, de 1962, se concluyó que los
funcionarios públicos pueden interesarse en la adquisición de mate-
riales en desuso y útiles dados de baja por el servicio al cual pertene-
cen o de otro distinto, siempre que no concurran las circunstancias
previstas en el artículo 84 del Estatuto Administrativo.
A su vez, por dictamen Nº 14.866, de 1966, se expresó que aun-
que no existen normas legales que prohíban la concurrencia de un

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ARTÍCULO 84

empleado público a la enajenación en pública subasta de especies da-


das de baja por la Dirección de Aprovisionamiento, existe jurispruden-
cia que exige a los empleados abstenerse de tomar interés aun en
asuntos en que por razón de sus funciones le corresponda sólo una
participación indirecta. Por tanto, aun cuando no se configure en el
hecho la situación prevista por el artículo 84, letra b), en caso de dar-
se esa participación existe transgresión a los deberes de probidad que
el ordenamiento vigente impone a los funcionarios públicos.
De esta manera, pese a que la reclamante, por su cargo en la Di-
rección de Aprovisionamiento del Estado, no tiene participación di-
recta en la preparación del proceso de subasta de los vehículos que
ordena vender el DL Nº 534, de 1974, no podría adjudicarse para sí
algunos de dichos vehículos, debido a que en este preciso caso es su
cónyuge quien tiene a su cargo la preparación de dicho proceso. En
caso de hacerlo, infringiría los principios generales de probidad ad-
ministrativa en los términos antes indicados.

84.15) D ICTÁMENES NOS 40.156, DE 1961; 22.110, DE 1964; 56.475,


DE 1969

De acuerdo con lo prescrito por el artículo 84, letra b), es improce-


dente arrendar el vehículo de propiedad del empleado para que éste,
haciendo uso de él, desempeñe una comisión de servicio o un come-
tido funcionario.
Lo anterior, sin perjuicio de que el funcionario pueda usar su au-
tomóvil en las labores propias del servicio que le ordene realizar la
superioridad, y que en tal evento se le reembolsen los gastos de com-
bustible o lubricantes, debidamente acreditados, en que haya incurri-
do en caso de haber utilizado un automóvil de su propiedad para
desempeñar aquella comisión o ese cometido, conforme a lo señala-
do por la letra f) del artículo 98 del Estatuto Administrativo.

84.16) DICTÁMENES NOS 46.238, DE 1980; 761 Y 3.737, DE 1999

No se ajusta a derecho el convenio suscrito entre la Empresa Nacio-


nal del Petróleo y la Comunidad de Servicios “HEXA”, en virtud del
cual aquélla entrega a ésta el derecho a comercializar para terceros
los recursos computacionales que eventualmente tenga disponibles,
representados por equipos y programas de su propiedad que arren-
daría a la Comunidad, obligándose ésta a pagar por el uso de tales
elementos el 50% del valor total de los resultados operacionales que
produzca su gestión económica, porque, como se informara por dic-
tamen Nº 16.505, de 1978, el hecho de que la empresa se rija en par-

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ARTÍCULO 84

te por normas propias del sector privado no significa de modo algu-


no que se halle marginada del sector público al que pertenece, de ma-
nera que le son aplicables, además de sus normas propias, aquellas que
toda empresa autónoma del Estado debe necesariamente observar y
cumplir.
Según el principio de la probidad administrativa, aplicable en toda
la Administración del Estado, los personales de la Empresa Nacional
de Petróleos se encuentran inhabilitados para constituir una comuni-
dad cuyo objeto sea comercializar y optimizar los recursos computa-
cionales de aquélla, y, por tanto, para celebrar un convenio con dicha
entidad con ese preciso fin, atendida la posición que en ella ocupan
los comuneros, ya que según consta en la documentación acompaña-
da, la Comunidad HEXA está constituida por funcionarios del Centro
de Computación de la referida empresa (46.238/80).
Tampoco se ajusta a derecho la actuación de un funcionario de la
Dirección de Vialidad que actuaba como mandatario general y admi-
nistrador de una empresa de transportes de su cónyuge y su cuñado,
que prestaba servicios a contratistas adjudicatarios de contratos de
obras públicas, en las que actuó como inspector fiscal, razón por la
cual se justifica aplicarle la medida disciplinaria de destitución (3.737/
99), ni el hecho de que los examinadores internos del Departamento
de Propiedad Industrial del Ministerio de Economía actúen en la tra-
mitación de privilegios solicitados a ese servicio elaborando informes
periciales remunerados por los peticionarios, porque a ellos correspon-
derá después, en ejercicio de sus funciones, practicar un estudio pre-
liminar de las respectivas solicitudes (761/99).

Letra c)

84.17) La modificación introducida a la letra c) de este artículo 84


por el artículo 5º, Nº 3º, de la Ley Nº 19.653, de 14 de diciembre de
1999, tuvo por objeto precisar el alcance de la jurisprudencia sentada
en esta materia por la Contraloría General de la República, y estable-
cer que la conducta prohibida por el Estatuto Administrativo era úni-
ca y exclusivamente la actuación directa en juicio ejerciendo acciones
civiles, circunscribiendo la prohibición estatutaria a una actuación di-
recta, eliminando la expresión indirecta que contenía la letra c), y a
acciones civiles, lo que significa excluir de la prohibición toda acción
de otra naturaleza.
La letra c) del artículo 84 del Estatuto Administrativo constituye
una norma estatutaria de carácter general, por lo tanto, no obsta a la
aplicación de las normas especiales que regulen esta materia en cier-
tos y determinados casos.

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ARTÍCULO 84

84.18) DICTAMEN Nº 25.575, DE 1975

El artículo 84, letra c), del Estatuto Administrativo establece que el empleado
no podrá actuar directa o indirectamente contra los intereses del Estado o
de las instituciones que de él formen parte, salvo que se trate de un dere-
cho que le atañe directamente a él, a su cónyuge o parientes cercanos.
La reiterada jurisprudencia recaída en esta disposición ha soste-
nido que “los intereses del Estado o de las instituciones que de él for-
men parte”, son intereses de carácter pecuniario, de manera que los
abogados funcionarios están facultados para patrocinar todo tipo de
gestiones y presentaciones ante las autoridades administrativas, con
excepción de aquellas causas en que exista la posibilidad de que se
condene pecuniariamente a un organismo público y en aquellas re-
presentaciones de personas que ocurren a los Tribunales Ordinarios
o Administrativos en materias litigiosas de índole patrimonial, en que
la contraparte sea un Servicio de la Administración, como se dijo en
dictámenes Nos 79.705, de 1966, y 40.022, de 1971.
Debe agregarse que en el proceso penal, el más amplio interés del
Estado radica en obtener una sentencia justa, sea condenatoria o ab-
solutoria, por lo cual no puede contrariar dicho interés superior la
actividad profesional del abogado, en la medida que ella está precisa-
mente destinada a auxiliar a los Tribunales en la obtención de dicho
pronunciamiento.

84.19) DICTAMEN Nº 41.612, DE 1977

La jurisprudencia administrativa, contenida, entre otros, en los dictá-


menes Nos 91 y 79.895, de 1976, ha señalado que según lo dispuesto
en el artículo 84, letra c), a los abogados funcionarios sometidos al
Estatuto Administrativo no les está permitido asumir la representación
de personas que ocurran a los Tribunales de Justicia en materias liti-
giosas de índole patrimonial en las que sea contraparte un Servicio
de la Administración.
Por lo tanto, esa jurisprudencia ha concluido que para transgredir
el deber de abstención que impone el artículo 84, letra c), del Estatuto
Administrativo, es menester que haya una contienda jurisdiccional y que
en ella pueda resultar comprometido el interés pecuniario del Estado
o de las entidades que integran el sector público.

84.20) DICTAMEN Nº 79.895, DE 1976

La verdad es que la reiterada jurisprudencia administrativa, v. gr., en


los dictámenes Nos 79.705, de 1966, y 40.022, de 1971, ha esclarecido

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ARTÍCULO 84

suficientemente el exacto sentido y alcance que corresponde atribuir


al artículo 84, letra c), del Estatuto Administrativo, haciendo uso de
las facultades de interpretar ese Estatuto Administrativo que privativa-
mente compete a este Organismo de Control.
Es del caso reiterar aquí que la referida jurisprudencia adminis-
trativa ha subrayado que la inteligencia del citado precepto no puede
limitarse al solo sentido de la frase “intereses del Estado” que él em-
plea, ya que de atenerse a esa sola frase sería forzoso concluir que los
funcionarios públicos estarían impedidos de actuar en todo asunto en
que existiese de por medio una decisión administrativa, en circuns-
tancias que dentro de una interpretación sistemática del ordenamiento
jurídico no puede admitirse que éste, que garantiza de partida el li-
bre ejercicio de toda profesión, oficio, industria o comercio, pueda
por otra parte impedir el desarrollo de una profesión por el solo he-
cho de darse la presencia del Estado o de un ente público cualquiera
como segundo sujeto de una relación de derecho.
Por ello, el exacto sentido y alcance del artículo 84, letra c), debe
buscarse en la prohibición de actuar contra los intereses del Estado
que establece, porque proceder contra los intereses de alguien cierta-
mente implica la idea de una posibilidad de perjuicio, y para que esta
posibilidad exista es necesario que se trate de una materia de índole
patrimonial y que haya un tribunal con atribuciones para obligar a los
organismos administrativos a dar cumplimiento a la decisión que pue-
de causar este perjuicio.
Sobre esta base, los referidos dictámenes han concluido que para
transgredir el deber de abstención que prescribe el artículo 84, letra c),
del Estatuto Administrativo, es menester que haya una contienda ju-
risdiccional en que pueda resultar comprometido el interés pecunia-
rio del Estado o de las entidades que integran el sector público. Así,
pues, los abogados funcionarios están obligados a inhibirse de patro-
cinar causas –civiles– en las cuales exista la posibilidad de una conde-
na pecuniaria que afecte a un ente público o de asumir la defensa de
personas que deben concurrir a estrados jurisdiccionales, teniendo
como contraparte a un Servicio de la Administración, en un asunto
litigioso de naturaleza patrimonial.
En un proceso por delitos de tráfico de elaboración de estupefa-
cientes no existe posibilidad de que se condene pecuniariamente a al-
gún ente público, ni se trata por cierto de un asunto litigioso de índole
patrimonial que impida la participación de un abogado funcionario
actuando en función particular.
Una situación legal distinta plantearía el caso hipotético de un abo-
gado del Ministerio de Salud Pública que patrocinara una causa por
estupefacientes, por cuanto en esa eventualidad afectaría a dicho ser-
vidor la inconciliabilidad que prevé el artículo 56 de la LOCBGAE, en
atención a que el artículo 18 de la Ley Nº 17.934 establece que el Di-

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ARTÍCULO 84

rector del Servicio Nacional de Salud con sólo apersonarse en este tipo
de juicio figurará como parte de ellos, sin necesidad de formalizar que-
rella. De esto se sigue que en este específico caso los abogados de di-
cho Ministerio no pueden patrocinar reos en tales causas, pues su
actuación sería inconciliable con la posición que ocupan dentro de la
Administración, ya que eventualmente podrían tener que litigar con
el Director General del Servicio Nacional de Salud, organismo rela-
cionado con dicha Secretaría de Estado.
Por la misma razón, no podrían actuar en dichos procesos, entre
otros, los abogados del Servicio Nacional de Salud, así como tampoco
los abogados del Consejo de Defensa del Estado, de Investigaciones
de Chile y del Servicio de Aduanas.

Letra d)

84.21) DICTAMEN Nº 38.680, DE 1962

El artículo 163 del DFL Nº 338, de 1960, exigía que la comunicación


que en este caso debe dirigir el funcionario público a su superioridad,
fuera elevada al “Jefe Superior del Servicio” (no “a su superior jerár-
quico”, como lo ordena el artículo 84, letra d) (38.680/62).
De acuerdo con el artículo 84, letra d), si los funcionarios comu-
nican previamente a su superior jerárquico el hecho de intervenir
como parte, testigo o perito, o declarando en un juicio en que tenga
interés el Estado, pueden hacerlo legítimamente, según lo dispuesto
en este artículo del Estatuto Administrativo.

Letra e)

84.22) LOCBGAE , ARTÍCULO 8º

Artículo 8º. Los órganos de la Administración del Estado actuarán por


propia iniciativa en el cumplimiento de sus funciones, o a petición de
parte cuando la ley lo exija expresamente o se haga uso del derecho
de petición o reclamo.
Los procedimientos administrativos deberán ser ágiles y expeditos,
sin más formalidades que las que establezcan las leyes y reglamentos.

84.23) DICTAMEN Nº 28.233, DE 1990

Debe instruirse sumario para determinar la responsabilidad adminis-


trativa que pueda afectar a los funcionarios que informaron a un con-

657
ARTÍCULO 84

tribuyente que no podía acogerse a una condonación del 70% de su


deuda CORA, sino sólo a la de un 40%, por haberlo inducido a error,
actitud tanto más agraviante para el particular cuanto que a raíz de
esta mala información no pudo obtener que se le devolviera la dife-
rencia que podía favorecerlo, ya que al pagar ese 40% ejerció su de-
recho conforme a la ley y extinguió la obligación que se hallaba
pendiente.

84.24) CP, ARTÍCULOS 241, 256 Y 257

Artículo 241. El empleado público que directa o indirectamente exigie-


re mayores derechos de los que le están señalados por razón de su car-
go, o un beneficio económico para sí o un tercero para ejecutar o por
haber ejecutado un acto propio de su cargo en razón del cual no le es-
tán señalados derechos, será castigado con inhabilitación absoluta tem-
poral para cargos u oficios públicos en cualquiera de sus grados y multa
del duplo al cuádruplo de los derechos o del beneficio obtenido.
Artículo 256. En iguales penas incurrirá todo empleado público del
orden administrativo que maliciosamente retardare o negare a los par-
ticulares la protección o servicio que deba dispensarles en conformi-
dad a las leyes y reglamentos.
Artículo 257. El empleado público que arbitrariamente rehusare
dar certificación o testimonio, o impidiere la presentación o el curso
de una solicitud, será penado con multa de seis a diez sueldos vitales.
Si el testimonio, certificación o solicitud versaren sobre un abuso
cometido por el mismo empleado, la multa será de once a veinte suel-
dos vitales.

Letra f)

84.25) CP, ARTÍCULOS 248, 248 BIS, 249, 250 Y 251

Artículo 248. El empleado público que solicitare o aceptare recibir ma-


yores derechos de los que le están señalados por razón de su cargo, o
un beneficio económico para sí o para un tercero para ejecutar o por
haber ejecutado un acto propio de su cargo en razón del cual no le
están señalados derechos, será sancionado con suspensión en cualquie-
ra de sus grados y multa de la mitad al tanto de los derechos o del
beneficio solicitados o aceptados.
Artículo 248 bis. El empleado público que solicitare o aceptare reci-
bir un beneficio económico para sí o un tercero para omitir o por ha-
ber omitido un acto debido propio de su cargo, o para ejecutar o por

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ARTÍCULO 84

haber ejecutado un acto con infracción de los deberes de su cargo, será


sancionado con la pena de reclusión menor en sus grados mínimo a
medio, y además, con la pena de inhabilitación especial absoluta para
cargos u oficios públicos temporales en cualquiera de sus grados y mul-
ta del tanto al duplo del provecho solicitado o aceptado.
Artículo 249. El empleado público que solicitare o aceptare reci-
bir un beneficio económico para sí o para un tercero para cometer
alguno de los crímenes o simples delitos expresados en este Título, o
en el párrafo 4 del Título III, será sancionado con la pena de inhabi-
litación especial perpetua e inhabilitación absoluta temporal, o bien
con inhabilitación absoluta perpetua para cargos u oficios públicos, y
multa del tanto al triplo del provecho solicitado o aceptado.
Lo establecido en el inciso anterior se entiende sin perjuicio de
la pena aplicable al delito cometido por el empleado público.
Artículo 250. El que ofreciere o consintiere en dar a un empleado
público un beneficio económico para que realice las acciones o incu-
rra en las omisiones señaladas en los artículos 248, 248 bis y 249, o
por haberlas realizado o haber incurrido en ellas, será castigado con
las mismas penas de multa e inhabilitación establecidas en dichas dis-
posiciones.
Tratándose del beneficio consentido u ofrecido en relación con
las acciones u omisiones señaladas en el artículo 248 bis, el sobornan-
te será sancionado, además, con la pena de reclusión menor en su gra-
do medio.
Tratándose del beneficio consentido u ofrecido en relación con
los crímenes o simples delitos señalados en el artículo 249, el sobor-
nante será considerado inductor de acuerdo al artículo 15 Nº 2.
Artículo 251. Los bienes recibidos por el empleado público caerán
en comiso.
En el caso del artículo 249 y del artículo 250, inciso segundo, para
la aplicación de las penas de suspensión o inhabilitación que corres-
pondieren en calidad de accesorias a penas privativas de libertad se
estará a las siguientes reglas:
1º. Si las penas accesorias fueren más graves que las establecidas en
el artículo 249, serán impuestas las primeras, en su grado máximo, y
2º. Si las penas establecidas en el artículo 249 fueren más graves
que las penas accesorias, serán impuestas aquéllas en toda la exten-
sión que no sea inferior al grado máximo de las accesorias.

84.26) DICTAMEN Nº 75.758, DE 1960

Bien puede un funcionario de la Dirección del Trabajo publicar folle-


tos de divulgación sindical. Sin embargo, no puede financiarlos con avi-

659
ARTÍCULO 84

sos económicos colocados en la empresa privada, porque ello implica-


ría transgredir el artículo 84, letra f), del Estatuto Administrativo.

84.27) DICTÁMENES NOS 60.192, DE 1969; 19.280, DE 1970

El profesor que solicita préstamos en dinero a sus subordinados y alum-


nos, infringe el artículo 84, letra f) (60.192/69); igual reproche me-
rece el abogado funcionario que ofrece a un particular sus servicios
remunerados para realizar una gestión interna dentro del mismo ser-
vicio, que no requería intervención alguna de abogado (19.280/70).

Letra g)

84.28) CP, ARTÍCULO 246

Artículo 246. El empleado público que revelare los secretos de que ten-
ga conocimiento por razón de su oficio o entregare indebidamente
papeles o copia de papeles que tenga a su cargo y no deban ser publi-
cados, incurrirá en las penas de suspensión del empleo en sus grados
mínimo a medio o multa de seis a veinte sueldos vitales, o bien en am-
bas conjuntamente.
Si de la revelación o entrega resultare grave daño para la causa
pública, las penas serán reclusión mayor en cualquiera de sus grados
y multa de veintiuno a treinta sueldos vitales.
Las penas señaladas en los incisos anteriores se aplicarán, según
corresponda, al empleado público que indebidamente anticipare en
cualquier forma el conocimiento de documentos, actos o papeles que
tenga a su cargo y que deban ser publicados.

Letra h)

84.29) LOCBGAE , ARTÍCULO 19

Artículo 19. El personal de la Administración del Estado estará impe-


dido de realizar cualquier actividad política dentro de la Administra-
ción.

Letra i)

84.30) CPR , ARTÍCULO 19, Nº 16, INCISO 6º

Artículo 19. La Constitución asegura a todas las personas:

660
ARTÍCULO 84

Nº 16: La libertad de trabajo y su protección.


Inciso 6º. No podrán declararse en huelga los funcionarios del Es-
tado ni de las municipalidades.

84.31) DICTÁMENES NOS 20.986, DE 1990; 8.140, DE 1993

Los trabajadores de los servicios públicos regidos por los artículos 21, in-
ciso 1º, y 43, inciso 2º, de la LOCBGAE, y 1º del Estatuto Administrativo,
esto es, quienes se desempeñan en los servicios centralizados y descentra-
lizados del Estado, no pueden organizar ni pertenecer a sindicato alguno
dentro del ámbito de la Administración Pública, dada la prohibición es-
tablecida por la letra i) del artículo 84 de la Ley Estatutaria (20.986/90).
Los trabajadores de las empresas estatales, cualquiera sea su
calidad jurídica, tienen derecho a constituir sindicatos, con la sola
condición de sujetarse a la ley y a los estatutos de los mismos.
Así se desprende del Código del Trabajo, que reconoció ese dere-
cho y derogó toda norma legal o reglamentaria que dispusiera otra cosa,
y de la Ley Nº 19.069, que en su artículo 1º reafirmó el derecho de sin-
dicalización de los dependientes de las empresas estatales (8.140/93).

84.32) DICTAMEN Nº 36.605, DE 1995

El artículo 212 del Código del Trabajo sólo reconoce el derecho a cons-
tituir sindicatos a los trabajadores del sector privado y de las empre-
sas del Estado.
Por lo tanto, el personal de un liceo particular no puede conti-
nuar en el sindicato al cual pertenecía una vez que la Universidad Me-
tropolitana de Ciencias de la Educación, que es un servicio del Estado,
asumiera su administración.
Ello sin perjuicio del derecho que les reconoce la Ley Nº 19.296 a
constituir una asociación de funcionarios o a integrarse a la ya exis-
tente en esa Casa de Estudios.

Letra j)

84.33) DICTAMEN Nº 31.211, DE 1990

Es deber de todo órgano público cautelar el patrimonio estatal y exi-


gir que se rindan las cauciones establecidas por la ley.

661
ARTÍCULO 85

Párrafo 6º
De las incompatibilidades

Artículo 85. En una misma institución no podrán desempeñar-


se personas ligadas entre sí por matrimonio, por parentesco
de consanguinidad hasta el tercer grado inclusive, de afini-
dad hasta el segundo grado, o adopción, cuando entre ellas
se produzca relación jerárquica.
Si respecto de funcionarios con relación jerárquica entre
sí, se produjera alguno de los vínculos que se indican en el
inciso anterior, el subalterno deberá ser destinado a otra fun-
ción en que esa relación no se produzca.
Esta incompatibilidad no regirá entre los Ministros de Es-
tado y los funcionarios de su dependencia.

Interpretación

LAS INCOMPATIBILIDADES SON DE DERECHO ESTRICTO

85.1) DICTAMEN Nº 8.871, DE 1998

La reiterada jurisprudencia de la Contraloría General, contenida, v. gr.,


en el dictamen Nº 3.823, de 1998, ha informado que en el ámbito del
Derecho Público las incompatibilidades proceden sólo en los casos en
que el legislador las ha contemplado expresamente, de modo que la
compatibilidad constituye la regla general, sea para el ejercicio simul-
táneo de empleos públicos, sea para la percepción simultánea de re-
muneraciones u otros beneficios legales.

EL ARTÍCULO 85 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

85.2) La Ley Nº 19.653, de 14 de diciembre de 1999, en su artículo


5º, Nº 4, suprimió en este precepto la palabra “directa”, que sucedía a
la expresión “relación jerárquica”, en ambos incisos del artículo 85.
Según el Segundo Informe de la Comisión de Constitución, Le-
gislación, Justicia y Reglamento del Senado, “el sentido de la –modifi-
cación– es el de ampliar la incompatibilidad a todos los casos en que
exista relación jerárquica, sea directa o indirecta”.
“La Comisión dejó expresa constancia de que la relación jerárquica
que prohíbe esta norma no se refiere al solo hecho de que en la res-
pectiva planta o escalafón uno de estos familiares se encuentre en un

662
ARTÍCULO 85

lugar inferior a otro que está en un lugar superior, sino a que medie
en la relación de trabajo una suerte de autoridad y dependencia, co-
rrelativamente, entre ambos funcionarios”.

85.3) DICTÁMENES NOS 10.787, DE 1993; 9.295, DE 1996

La incompatibilidad regulada por el artículo 85 comprende toda si-


tuación de dependencia que se produzca entre funcionarios ligados
por matrimonio o por uno de los grados de parentesco allí señalados,
cualquiera que sea la condición en que se desempeñen los cargos:
como titular, suplente, subrogante o a contrata, por lo que el subal-
terno debe ser destinado a cumplir otra función en que no se pro-
duzca esa relación de superior a inferior.
En efecto, el artículo 85 prohíbe la “relación jerárquica”, sin re-
parar en la calidad que invistan los funcionarios a quienes afecta.

85.4) DICTAMEN Nº 28.446, DE 1997

Para que se produzca la incompatibilidad del artículo 85, debe darse


una relación jerárquica en la situación de que se trata. No constituye
una relación de este tipo la que se produce entre un jefe de servicio y
una profesional que depende directamente de otra jefatura.
No concurre la incompatibilidad del artículo 85, por consiguien-
te, entre el Director de Recursos Humanos de la Junta Nacional de
Jardines Infantiles y su cónyuge, educadora de párvulos, que tra-
baja bajo las órdenes de la Directora del Departamento Técnico del
servicio.

85.5) DICTAMEN Nº 32.246, DE 1989

El vínculo de parentesco que une a una persona con el jefe superior


del servicio no puede impedirle postular a un cargo público en el or-
ganismo a su cargo, puesto que al hacerlo está ejerciendo un derecho
garantizado por la CPR. Ello sin perjuicio de que deba cumplir, como
es natural, con los requisitos de ingreso a la Administración prescri-
tos por la ley.
Esta conclusión es válida siempre que el jefe superior se abstenga
de participar, tanto en el acto de nombramiento cuanto en las etapas
previas a este acto, y en la medida en que en el desempeño posterior
del postulante designado no se produzca la relación de superior a in-
ferior que prohíbe el artículo 85, inciso 1º.

663
ARTÍCULO 86

Artículo 86. Todos los empleos a que se refiere el presente Es-


tatuto serán incompatibles entre sí. Lo serán también con
todo otro empleo o toda otra función que se preste al Esta-
do, aun cuando los empleados o funcionarios de que se trate
se encuentren regidos por normas distintas de las contenidas
en este Estatuto. Se incluyen en esta incompatibilidad las fun-
ciones o cargos de elección popular.
Sin embargo, puede un empleado ser nombrado para
un empleo incompatible, en cuyo caso, si asumiere el nue-
vo empleo, cesará por el solo ministerio de la ley en el car-
go anterior.
Lo dispuesto en los incisos precedentes será aplicable a
los cargos de jornada parcial en los casos que, en conjunto,
excedan de cuarenta y cuatro horas semanales.

Interpretación

INCISO PRIMERO

86.1) DICTÁMENES NOS 12.623, DE 1990; 4.125, DE 1996

Los artículos 85 y 86 de la Ley Estatutaria contienen normas genera-


les de incompatibilidad similares a las que contemplaba el DFL Nº 338,
de 1960 (12.623/90).
Según estos artículos, todos los cargos a que se refiere el Estatuto
Administrativo son incompatibles entre sí y con todo otro empleo o
labor que se preste al Estado, aun cuando no se rija por las normas
contenidas en él (4.125/96).

86.2) DICTÁMENES NOS 58.800, DE 1960; 36.230, DE 1975

El artículo 86 del Estatuto Administrativo establece una incompa-


tibilidad entre todos los empleos a que se refiere dicho Estatuto;
además, con todo otro empleo o función que se preste al Estado,
aun cuando los empleados o funcionarios de que se trate se encuen-
tren regidos por normas distintas de las contenidas en dicho Esta-
tuto (36.230/75).
En efecto, el vocablo Estado que usa dicho precepto comprende
a todo órgano estatal, cualquiera sean las normas por las cuales se rija
su personal (58.800/60).

664
ARTÍCULO 86

86.3) DICTÁMENES NOS 28.009, DE 1995; 1.473, DE 1998

La norma de incompatibilidad establecida en el artículo 80 del Esta-


tuto Administrativo se aplica a los empleos públicos, por lo que no
alcanza a los empleos del campo privado.
En efecto, este precepto no contempla una incompatibilidad en-
tre cargos de la Administración del Estado y empleos en entidades del
sector privado, sin perjuicio de que el funcionario público deba ob-
servar las disposiciones que lo rigen en su carácter de tal, entre las
que se halla la de cumplir cabalmente con su jornada de trabajo y res-
petar el principio de la probidad administrativa (28.009/95).
En estos casos cobra plena vigencia el principio de la libertad de
trabajo consagrado en el artículo 19, numeral 16, inciso 4º, de la CPR
(1.473/98).

86.4) DICTÁMENES NOS 17.759, DE 1990; 10.249 Y 25.465,


DE 1992; 4.259, DE 1993

El otorgamiento de un permiso sin goce de remuneraciones no obsta


a la aplicación de las reglas sobre incompatibilidades, desde el momen-
to que dichos permisos no rompen el vínculo estatutario que une al
funcionario con la Administración del Estado.

86.5) DICTÁMENES Nº 10.193, 30.802 Y 34.238, DE 1996; 1.473, DE 1998

El artículo 86 se aplica a todo empleo público o función que se pres-


te al Estado, por consiguiente, alcanza también a las personas contra-
tadas a honorarios por el Ministerio de Obras Públicas con cargo a la
glosa 01 de la partida 12 de la Ley de Presupuestos, porque conforme
a ella, quienes sean contratados en esa forma y para tales fines, ten-
drán la calidad de agentes públicos (10.193/96)
Son incompatibles, asimismo, los cargos de Jefe de Departamento
del Servicio de Gobierno Interior con los de paradocente de estable-
cimientos traspasados al municipio, pues este desempeño simultáneo
no está consultado en las excepciones que contempla el artículo 81
del Estatuto Administrativo (30.802/96).

86.6) DICTÁMENES NOS 29.303, DE 1995; 4.125, 35.637,


DE 1996; 1.473, DE 1998

De conformidad con lo preceptuado por el artículo 86 de la Ley Esta-


tutaria, todos los empleos a que se refiere son incompatibles entre sí,

665
ARTÍCULO 86

salvo las excepciones contempladas en el artículo 87. Por consiguien-


te, el empleado a contrata que es designado suplente, incompatibili-
za su desempeño anterior, cesando en la contrata por el solo ministerio
de la ley (35.637/96).
No procede dar curso al nombramiento de un profesional en la
planta de la Subsecretaría de Educación, porque el interesado desem-
peña un cargo de profesor en una municipalidad, produciéndose, de
este modo, la incompatibilidad de funciones prevista en el artículo 80
del Estatuto Administrativo.
No altera esta conclusión el hecho de que el funcionario esté
gozando de un permiso sin goce de remuneraciones, pues durante
este permiso mantiene su carácter de empleado público afecto a
las normas del Estatuto, entre ellas, al mencionado artículo 80
(29.303/95).
Similar objeción cabe formular respecto de un funcionario del
Ministerio de Relaciones Exteriores al cual se le otorga un permiso
sin goce de remuneraciones para que asuma funciones en una re-
presentación diplomática de Chile en el extranjero, pues esta segun-
da designación incompatibiliza la mantención de su cargo anterior
(4.125/96).
Tampoco cabe aceptar el nombramiento de un funcionario a con-
trata como titular de un cargo de planta, pues esta situación no está
prevista como un caso de excepción a la regla general de la incompa-
tibilidad de su artículo 80 del Estatuto Administrativo, en el artículo
81 (34.238/96).
También son incompatibles los empleos de auxiliares y técnicos
de un Servicio de Salud con los cargos y funciones en entidades pú-
blicas que desarrollen acciones de salud (1.473/98).

86.7) DICTAMEN Nº 31.759, DE 1992

La incompatibilidad regulada por el inciso 1º del artículo 86 del Esta-


tuto Administrativo incluye todos los cargos o funciones que se pres-
ten al Estado, entre ellos los de elección popular.
Sin embargo, no se aplica a los funcionarios de planta o a contra-
ta de los Ministerios que sean elegidos concejales de alguna munici-
palidad, porque la letra b) del inciso final del artículo 75 de la LOCM
establece expresamente que a los concejales no les será aplicable esta
disposición.

86.8) DICTAMEN Nº 79.330, DE 1970

El acto de nombramiento, en cuanto medio de provisión de funcio-

666
ARTÍCULO 86

nes públicas, aunque formalmente quede perfeccionado una vez que


se encuentre tramitada la resolución que lo materializa, exige, ade-
más, la concurrencia de un elemento de hecho para producir ínte-
gramente sus efectos jurídicos, pues requiere que la persona
designada asuma el empleo dentro del plazo de 3º día que la ley es-
tablece con ese objeto en el artículo 14, y si esta condición no se cum-
ple, dicho acto de nombramiento pierde su eficacia (de pleno
derecho).
En estas condiciones, la circunstancia de que la persona desig-
nada en un cargo no tome posesión del mismo dentro del plazo
fijado por la ley, implica, en definitiva, que se ha desistido de su
propósito inicial de servir la plaza, manifestado en el acto de pos-
tulación, y que por ende no tiene la voluntad de ocuparla, lo que
hace desaparecer una condición esencial para adquirir la calidad
de funcionario.
Las consideraciones anteriores resultan plenamente aplicables en
el caso de las incompatibilidades previstas en el artículo 86, inciso 1º,
del Estatuto Administrativo.

86.9) DICTAMEN Nº 15.307, DE 1990

El funcionario que acepta ocupar un empleo incompatible debe en-


viar una carta de deferencia a su jefe superior de servicio, comunicán-
dole el hecho de la aceptación del nuevo empleo, ya que si bien es
cierto que no es un trámite legalmente exigible, no es menos verdad
que es aconsejable por razones de deferencia y buen orden adminis-
trativo.
Copia de esta carta debe acompañarse al decreto o resolución de
nombramiento.
(En el caso previsto en el inciso último del artículo 88, debe acom-
pañarse, además, el oficio de aceptación del jefe superior del respec-
tivo servicio.)

86.10) DICTAMEN Nº 34.099, DE 1988

Un abogado de la Secretaría Regional de Planificación y Coordinación


no puede desempeñar, además, la función de Secretario Ejecutivo de
un ex COREDE, por cuanto el primero de esos cargos se rige por el
Estatuto Administrativo, cuerpo legal que incompatibiliza los empleos
públicos con todo otro cargo o función que se preste al Estado, aun
cuando se trate de empleos o funciones regidos por normas diferen-
tes a las del Estatuto, como ocurre en este caso.

667
ARTÍCULO 86

INCISO SEGUNDO

86.11) DICTÁMENES NOS 15.906, DE 1981; 35.637, DE 1996

De acuerdo con el inciso primero del artículo 86 del Estatuto Admi-


nistrativo, todos los empleos son incompatibles entre sí y con todo otro
empleo o función que se preste al Estado.
Ello determina, según el inciso 2º, que el empleado nombrado
para desempeñar una plaza incompatible cesa, por el ministerio de la
ley, en el cargo anterior, una vez asumido el nuevo cargo.

86.12) DICTÁMENES NOS 80.789, DE 1963; 69.210, DE 1977

Conforme a una reiterada jurisprudencia, la calidad de empleado no


se adquiere por el solo acto formal de nombramiento notificado a la
persona interesada, sino que requiere la concurrencia de un elemen-
to de hecho, esto es, que la persona designada asuma el cargo dentro
del plazo que la ley establece con ese objeto.

INCISO TERCERO

86.13) DICTAMEN Nº 12.201, DE 1992

El artículo 86 del Estatuto Administrativo regula la incompatibilidad


entre los cargos públicos, de modo que se extiende también a los em-
pleos de jornada parcial a que se refiere el artículo 65, en los casos
que en conjunto excedan de 44 horas semanales.
De ello se deduce que no existe incompatibilidad en el ejercicio
simultáneo de dos cargos, cuando la suma de ambas jornadas está den-
tro del límite señalado, aunque uno de ellos no esté regido por la Ley
Estatutaria. De los incisos 1º y 3º del artículo 86 aparece que bien pue-
de, uno de los cargos, estar sujeto a un estatuto distinto del aprobado
por esa ley.

LAS INCOMPATIBILIDADES INCORPORADAS


A LA LOCBGAE POR LA LEY Nº 19.653, DE 1999

86.14) LOCBGAE, ARTÍCULO 56

Artículo 56. Todos los funcionarios tendrán derecho a ejercer libremen-


te cualquier profesión, industria, comercio u oficio conciliable con su
posición en la Administración del Estado, siempre que con ello no se

668
ARTÍCULO 86

perturbe el fiel y oportuno cumplimiento de sus deberes funcionarios,


sin perjuicio de las prohibiciones o limitaciones establecidas por ley.
Estas actividades deberán desarrollarse siempre fuera de la jorna-
da de trabajo y con recursos privados. Son incompatibles con la fun-
ción pública las actividades particulares cuyo ejercicio deba realizarse
en horarios que coincidan total o parcialmente con la jornada de tra-
bajo que se tenga asignada. Asimismo, son incompatibles con el ejer-
cicio de la función pública las actividades particulares de las
autoridades o funcionarios que se refieran a materias específicas o ca-
sos concretos que deban ser analizados, informados o resueltos por
ellos o por el organismo o servicio público a que pertenezcan; y la re-
presentación de un tercero en acciones civiles deducidas en contra de
un organismo de la Administración del Estado, salvo que actúen en
favor de alguna de las personas señaladas en la letra b) del artículo 54
–cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de con-
sanguinidad y segundo de afinidad inclusive– o que medie disposición
especial de ley que regule dicha representación.
Del mismo modo son incompatibles las actividades de las ex auto-
ridades o ex funcionarios de una institución fiscalizadora que impli-
quen una relación laboral con entidades del sector privado sujetas a
la fiscalización de ese organismo. Esta incompatibilidad se mantendrá
hasta seis meses después de haber expirado en funciones.

LA COMPATIBILIDAD DE LA LEY Nº 19.863, DE 2003, ARTÍCULO 8º

86.15) DICTAMEN Nº 16.301, DE 2003

Aplicando lo dispuesto en el artículo 56 de la LOCBGAE y en la Ley


Estatutaria, el dictamen Nº 42.819, de 2002, concluyó que los funcio-
narios públicos sólo pueden desarrollar “labores docentes” en estable-
cimientos privados de educación en tanto ellas no coincidan con la
jornada administrativa de trabajo.
Sin embargo, el 6 de febrero de 2003 entró en vigencia la Ley
Nº 19.863, que en su artículo 8º dispuso que “independientemente del
régimen estatutario o remuneratorio, los funcionarios públicos podrán
desarrollar actividades docentes durante la jornada laboral, con la obli-
gación de compensar las horas en que no hubieren desempeñado el
cargo efectivamente y de acuerdo a las modalidades que determine el
jefe de servicio, hasta por un máximo de doce horas semanales. Ex-
cepcionalmente, y por resolución fundada del jefe de servicio, se po-
drá autorizar, fuera de la jornada, una labor docente que exceda dicho
tope”, modificando, por consiguiente, el artículo 56 de la LOCBGAE y
autorizando a los funcionarios públicos para desarrollar actividades
docentes durante su jornada laboral, con la obligación, por cierto, de

669
ARTÍCULO 87

compensar las horas ocupadas en esas labores, y solucionando el pro-


blema que se les presentaba a las Universidades privadas, que son la
mayoría, y que contrataban para sus cuadros docentes a profesores de
Universidades estatales afectos a la incompatibilidad estatutaria.
La autorización del jefe superior de servicio que ese artículo 8º
permite otorgar a los funcionarios que se encuentran en esta situa-
ción para trabajar en estas labores fuera de la jornada de trabajo, bus-
ca evitar que el desarrollo de esas actividades docentes pueda afectar
el buen desempeño del cargo que ejerce en la Administración, así
como velar por el debido cumplimiento de la respectiva jornada com-
pensatoria, autorización que deberá considerar criterios de racionali-
dad que tengan en cuenta los intereses generales de la Administración
y los imperativos de continuidad, permanencia, eficiencia y coordina-
ción que dan carácter a los servicios públicos.

Artículo 87. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior,


el desempeño de los cargos a que se refiere el presente Esta-
tuto será compatible:
a) Con los cargos docentes de hasta un máximo de doce
horas semanales;
b) Con el ejercicio de funciones a honorarios, siempre que
se efectúen fuera de la jornada ordinaria de trabajo;
c) Con el ejercicio de un máximo de dos cargos de miem-
bro de consejos o juntas directivas de organismos estatales;
d) Con la calidad de subrogante, suplente o a contrata;
e) Con los cargos que tengan la calidad de exclusiva con-
fianza y con aquellos cuyo nombramiento sea por plazos le-
galmente determinados, y
f) Con los cargos de directivos superiores de los estableci-
mientos de educación superior del Estado, entendiéndose por
tales los que señalan los estatutos orgánicos de cada uno de
ellos.

Interpretación

87.1) Este artículo fue modificado, en la forma que aparece en el tex-


to, por la Ley Nº 18.899, de 30 de diciembre de 1989, artículo 63, le-
tra b), que sustituyó su letra e), y por la Ley Nº 19.154, de 3 de agosto
de 1992, artículo 2º, Nº 7, que agregó la letra f).

670
ARTÍCULO 87

compensar las horas ocupadas en esas labores, y solucionando el pro-


blema que se les presentaba a las Universidades privadas, que son la
mayoría, y que contrataban para sus cuadros docentes a profesores de
Universidades estatales afectos a la incompatibilidad estatutaria.
La autorización del jefe superior de servicio que ese artículo 8º
permite otorgar a los funcionarios que se encuentran en esta situa-
ción para trabajar en estas labores fuera de la jornada de trabajo, bus-
ca evitar que el desarrollo de esas actividades docentes pueda afectar
el buen desempeño del cargo que ejerce en la Administración, así
como velar por el debido cumplimiento de la respectiva jornada com-
pensatoria, autorización que deberá considerar criterios de racionali-
dad que tengan en cuenta los intereses generales de la Administración
y los imperativos de continuidad, permanencia, eficiencia y coordina-
ción que dan carácter a los servicios públicos.

Artículo 87. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior,


el desempeño de los cargos a que se refiere el presente Esta-
tuto será compatible:
a) Con los cargos docentes de hasta un máximo de doce
horas semanales;
b) Con el ejercicio de funciones a honorarios, siempre que
se efectúen fuera de la jornada ordinaria de trabajo;
c) Con el ejercicio de un máximo de dos cargos de miem-
bro de consejos o juntas directivas de organismos estatales;
d) Con la calidad de subrogante, suplente o a contrata;
e) Con los cargos que tengan la calidad de exclusiva con-
fianza y con aquellos cuyo nombramiento sea por plazos le-
galmente determinados, y
f) Con los cargos de directivos superiores de los estableci-
mientos de educación superior del Estado, entendiéndose por
tales los que señalan los estatutos orgánicos de cada uno de
ellos.

Interpretación

87.1) Este artículo fue modificado, en la forma que aparece en el tex-


to, por la Ley Nº 18.899, de 30 de diciembre de 1989, artículo 63, le-
tra b), que sustituyó su letra e), y por la Ley Nº 19.154, de 3 de agosto
de 1992, artículo 2º, Nº 7, que agregó la letra f).

670
ARTÍCULO 87

87.2) DICTÁMENES NOS 30.802 Y 34.238, DE 1996

El artículo 87 del Estatuto Administrativo contempla las excepciones


legales a la incompatibilidad de empleos y funciones establecida por
el artículo 86, permitiendo el ejercicio simultáneo de los que indica
en sus letras a) a f) (30.802 y 34.238/96).
Estas excepciones, por tanto, se refieren a los empleos regidos por
el Estatuto y a los sometidos a otras disposiciones especiales, lo que
obliga a concluir que en el segundo caso, cuando el empleo o fun-
ción esté sometido a otras reglas, distintas de las estatutarias genera-
les, sólo habrá compatibilidad en la medida que la causal esté
establecida expresamente en las respectivas normas especiales.
Por lo tanto, tratándose de empleos que no se hallan regidos por
el Estatuto Administrativo, no basta con invocar una causal de com-
patibilidad del artículo 87; será necesario, además, que esas otras dis-
posiciones regulen expresamente la compatibilidad invocada por el
interesado.
Como el Código del Trabajo no contempla reglas sobre compati-
bilidad, es improcedente designar en calidad de paradocente de un
establecimiento educacional traspasado a un municipio a un Jefe de
Departamento del Servicio de Gobierno Interior (30.802/96).

87.3) DICTAMEN Nº 35.637, DE 1996

De conformidad con lo previsto en el artículo 86 del Estatuto Admi-


nistrativo, todos los empleos regidos por sus normas son incompati-
bles entre sí.
Las únicas excepciones que admite esta regla general son las esta-
blecidas por el artículo 87.
Como entre estas excepciones no se consulta el desempeño simul-
táneo de un empleo a contrata y de otro en calidad de suplente, estos
cargos son incompatibles entre sí.

Letra a)

87.4) DICTAMEN Nº 7.053, DE 1995

La compatibilidad establecida en el artículo 87, letra a), se refiere a


cargos docentes, o sea, a actividades que se realizan en el campo de la
docencia.
Por eso, no puede invocarse para la realización de cursos de ca-
pacitación que se impartan en los servicios públicos, pues al tenor de
lo prescrito por el artículo 28 del Estatuto Administrativo, los estudios

671
ARTÍCULO 87

de educación básica, media o superior y los cursos de posgrado con-


ducentes a la obtención de un grado académico, no se considerarán
actividades de capacitación.

Letra b)

87.5) DICTAMEN Nº 38.647, DE 1996

La letra b) del artículo 87 del Estatuto Administrativo se refiere a la


prestación de servicios a honorarios en la Administración del Estado
que sean compatibles con el desempeño de un cargo público regido
por sus normas.
No abarca las actividades particulares que desarrolle un funciona-
rio de planta o a contrata.

87.6) DICTAMEN Nº 38.647, DE 1996

La letra b) del artículo 87 del Estatuto Administrativo parte del supues-


to de que la prestación de servicios a honorarios en la Administración
es aquella relativa a los servicios que sean legalmente compatibles con
el desempeño de un cargo público, de modo que se ajusta a derecho
la medida de destitución aplicada a un empleado a contrata por ha-
ber celebrado un contrato a honorarios con un particular contravinien-
do las normas prohibitivas que afectan a los funcionarios del Servicio
de Impuestos Internos.

87.7) DICTAMEN Nº 31.379, DE 1997

La Universidad de Los Lagos puede contratar a honorarios al Rector


de esa Casa de Estudios y a su cónyuge, en la medida que dicha con-
tratación se disponga por otras autoridades competentes y se ajuste a
lo dispuesto por la letra b) del artículo 87 del Estatuto Administrati-
vo, lo que significa, entonces, que los trabajos se realicen fuera de la
jornada de trabajo, como en este caso, en que se llevarán a efecto en
días sábado y domingo.

87.8) DICTAMEN Nº 23.869, DE 1990

No cabe designar a contrata a profesionales contratados a honorarios


asimilados a grados de la EUS, porque esta situación no se encuadra
dentro de la letra b) del artículo 87, que compatibiliza las funciones a

672
ARTÍCULO 87

honorarios sólo con aquellas que se efectúan fuera de la jornada or-


dinaria de trabajo.

87.9) DICTAMEN Nº 8.289, DE 1993

A los funcionarios designados a contrata, como suplentes o en car-


gos de confianza exclusiva, manteniendo su cargo titular, se les apli-
ca el artículo 40, según el cual conservan su calificación anterior
cuando no desarrollan su cargo por lo menos durante seis meses,
y su antigüedad en el cargo se computa desde que ingresaron a ese
empleo.

Letra d)

87.10) DICTAMEN Nº 35.637, DE 1996

La excepción a la incompatibilidad general entre empleos o funcio-


nes públicas establecida en la letra d) del artículo 87 del Estatuto Ad-
ministrativo, se aplica al titular de un cargo de planta que accede a
una subrogación, suplencia o contrata, como aparece claramente del
inciso 2º del artículo 88, que remitiéndose a ella dispone la manten-
ción, por parte de esos subrogantes, suplentes o a contrata, de la pro-
piedad del cargo de que sean titulares (35.637/96).
Atendido lo expuesto, el funcionario a contrata que es designado
suplente, y acepta este reemplazo, incompatibiliza la contrata, por lo
que debe cesar en ella.

87.11) DICTAMEN Nº 19.310, DE 1995

Al tenor de lo dispuesto por la letra d) del artículo 87 del Estatuto


Administrativo, el personal que se desempeña a jornada completa en
la Administración del Estado puede ser designado en un empleo a con-
trata, porque este precepto declara compatibles estos cargos, sin per-
juicio de lo dispuesto en el inciso 4º del artículo 88 de la misma ley
estatutaria.

87.12) DICTAMEN Nº 22.237, DE 1995

Todos los empleos de la Ley Estatutaria son incompatibles entre sí.


Sin perjuicio de esta regla general, el artículo 87, letra d), estable-
ce una excepción a esa norma, al permitir que el titular de un cargo

673
ARTÍCULO 87

pueda desempeñar una subrogación, suplencia o cargo a contrata, si-


tuación en la cual el inciso 2º del artículo 88 previene que los funcio-
narios designados en alguna de estas modalidades “conservarán la
propiedad del cargo o empleo de que sean titular”, agregando el inci-
so 4º de este artículo 88 que la remuneración que se perciba será sólo
la del cargo a contrata.

Letra e)

87.13) DICTAMEN Nº 23.679, DE 1999

El Presidente del Consejo de Defensa del Estado es designado por el


Presidente de la República y según el artículo 17 de la Ley Orgánica
de ese organismo dura tres años en sus funciones, pudiendo renovar-
se su nombramiento.
Luego, se trata de un cargo cuyo nombramiento es por plazo
determinado, de los contemplados en el artículo 87, letra e), del
Estatuto Administrativo, lo que le permite, en cuanto funcionario,
conservar la propiedad del empleo de que es titular, debiendo op-
tar, al asumir la Presidencia, entre las remuneraciones propias de
su cargo y las del nuevo empleo que pasa a ejercer, en conformi-
dad con lo dispuesto por los incisos 2º y 3º del artículo 88 del Esta-
tuto Administrativo.

87.14) DICTAMEN Nº 318, DE 1996

De acuerdo con el artículo 87, letra e), de la Ley Estatutaria, los em-
pleos regidos por el Estatuto son compatibles con los que tengan la
calidad de exclusiva confianza.
Como este precepto no distingue entre la naturaleza de los car-
gos a que se refiere y el artículo 88 agrega que dándose el supues-
to regulado en dicho artículo 87 el funcionario designado conserva
la propiedad del empleo de que es titular, el empleado que desem-
peña un cargo de confianza exclusiva y es designado en otro em-
pleo de igual naturaleza, conserva la titularidad del anterior,
debiendo optar, al momento de asumir el nuevo cargo, por la re-
muneración de uno u otro.
Si por el tiempo transcurrido se diere la circunstancia de no po-
der reintegrarse al cargo del cual era titular, correspondería nombrarlo
a contrata, asimilándolo a un nivel remuneratorio similar al de la pla-
za cuya titularidad mantenía.

674
ARTÍCULO 88

87.15) DICTÁMENES NOS 21.864, DE 1990; 30.750, DE 1992; 27.997,


DE 1993

La regla especial del artículo 87, letra e), y 82, inciso 2º, en lo relativo a
la compatibilidad de un empleo regido por el Estatuto Administrativo
con un cargo de confianza exclusiva, parte del supuesto de que ambas
plazas se rijan por la Ley Estatutaria, ya que de lo contrario sería nece-
sario que la otra normativa también admitiera dicha compatibilidad.
Como el Estatuto Administrativo de los Funcionarios Municipales
no lo hace, el secretario municipal, actual alcalde subrogante, no pue-
de acogerse al artículo 87, letra e), para desempeñarse como subro-
gante de un Secretario Regional Ministerial de Justicia (21.864/90),
ni un funcionario público para hacerlo en un cargo de confianza ex-
clusiva del alcalde (30.750/92).
En efecto, un funcionario de planta puede ser nombrado, según el
artículo 87, letra e), en un cargo de confianza exclusiva, sin que pierda
la propiedad de aquél, como lo consagra el artículo 88, inciso 2º, com-
patibilidad que puede mantenerse por tiempo ilimitado, toda vez que
la ley no ha señalado ningún plazo para su duración (27.997/93).

Letra f)

87.16) DICTÁMENES NOS 21.113, 23.625, 23.722, 24.992, 28.239,


DE 1990

Procede cursar los decretos del Ministerio de Educación que designan


a las personas que en cada caso indican como rectores de Universida-
des del Estado, con el alcance de que según lo prevenido por la letra f)
del artículo 87, los designados mantienen la titularidad de los cargos
de jornada completa que desempeñan en la respectiva Universidad,
mientras ejercen el rectorado de esas Casas de Estudios Superiores.

Artículo 88. La compatibilidad de remuneraciones no libera


al funcionario de las obligaciones propias de su cargo, debien-
do prolongar su jornada para compensar las horas que no
haya podido trabajar por causa del desempeño de los empleos
compatibles.
En los casos de las letras d), e) y f) del artículo anterior,
no se aplicará lo dispuesto en el inciso precedente, y los fun-
cionarios conservarán la propiedad del cargo o empleo de que
sean titulares.

675
ARTÍCULO 88

Tratándose de los nombramientos a que se refieren las dos


últimas letras del artículo anterior, el funcionario, al asumir
el cargo, deberá optar entre las remuneraciones propias de
éste y las del empleo cuya propiedad conserva.
La remuneración en el caso de nombramiento a contrata
será exclusivamente la del empleo que desempeñe a contra-
ta, y en el evento de la subrogación o suplencia, será sólo la
del empleo que desempeñe en esta calidad, cuando proceda
conforme a los artículos 4º y 82 y siempre que la remunera-
ción sea superior a la que le corresponde en su cargo como
titular.
Los nombramientos en calidad de suplente o a contrata
que se efectúen en otra institución, requerirán que el funcio-
nario cuente con la aprobación del jefe superior de la insti-
tución en la cual ocupa un cargo como titular.

Interpretación

88.1) ARTÍCULO MODIFICADO, EN LA FORMA QUE APARECE EN EL TEXTO,


POR EL ARTÍCULO 2º, Nº 7, LETRA B), DE LA LEY Nº 19.154, DE 1992,
QUE REEMPLAZÓ LOS INCISOS 2º Y 3º

INCISO PRIMERO

88.2) DICTÁMENES NOS 78.345, DE 1968; 41.819, DE 1975

El artículo 88 del Estatuto Administrativo establece que la compatibi-


lidad de remuneraciones no libera al empleado de las obligaciones
propias de su cargo, razón por la cual el funcionario debe prolongar
su jornada de trabajo para compensar las horas que no haya trabaja-
do por el desempeño de los empleos compatibles.
De no ser ello posible, debe proceder a descontársele el tiempo
no efectivamente trabajado en el empleo por estar desempeñando el
otro cargo que ejerce.

88.3) DICTÁMENES NOS 19.480, DE 1993; 28.707, DE 1995

Si bien es cierto que la LOCM permite el desarrollo simultáneo de em-


pleos regidos por el Estatuto Administrativo y los de concejales, éstos
sólo están facultados para ausentarse transitoriamente del desempe-

676
ARTÍCULO 88

ño de su cargo público con el fin de atender las obligaciones edili-


cias, para lo cual las jefaturas correspondientes deberán otorgarles las
facilidades que sean necesarias.
Esta autorización no significa que tales funcionarios puedan sus-
traerse al cumplimiento del número de horas de trabajo que confor-
ma la jornada de trabajo fijada por el artículo 65 del Estatuto
Administrativo. El tiempo que dediquen a la función municipal no
puede estimarse como trabajado en el servicio para los efectos de com-
putar dicha jornada, por lo que deben compensar esas horas a través
de un horario adicional flexible de recuperación de inasistencias. Si
el favorecido falta reiteradamente y sin causa justificada a la obliga-
ción de compensar sus horas de ausencia, procederá ordenar el des-
cuento de sus remuneraciones de acuerdo con la pauta dada por el
artículo 72 (19.480, de 1993).
La implementación del sistema de jornada continua no altera el
derecho que tienen los empleados de ejercer funciones compatibles,
correspondiendo al jefe superior de servicio regular los horarios que
los servidores públicos que se encuentren en esta situación, a fin de
que recuperen las horas de inasistencia en que incurran en virtud de
la compatibilidad, en un sistema de horario adicional.
Ello, porque según el artículo 72 de la Ley Estatutaria no se pue-
den percibir remuneraciones por el tiempo que no se haya traba-
jado efectivamente, salvo excepción legal, la que en la especie no
existe.
Por esta razón, procede descontar de las remuneraciones del Di-
rector Regional de Servicio Electoral el tiempo no trabajado en dicho
servicio por su desempeño como abogado integrante de la Corte de
Apelaciones de Talca, ya que la compatibilidad de labores autorizada
por el inciso 1º del artículo 82 del Estatuto Administrativo no signifi-
ca marginar al empleado de la normativa que rige su empleo en la
Administración, ni eximirlo del cumplimiento de la jornada de traba-
jo prevista en el artículo 59 de dicho Estatuto (28.707, de 1995).

88.4) DICTAMEN Nº 40.413, DE 1960

Como la compatibilidad de funciones no libera al funcionario de las


obligaciones propias de su cargo, desde el momento que según el ar-
tículo 88 del Estatuto Administrativo el empleado debe prolongar sus
funciones diarias para “compensar las horas que no ha podido traba-
jar por causa del desempeño de los empleos compatibles”, debe desa-
rrollar diariamente las labores propias de su cargo, sin perjuicio de
cumplir la compensación diaria.
Esta compensación sólo puede ser de “horas” diarias; no puede
extenderse a días completos.

677
ARTÍCULO 88

88.5) DICTAMEN Nº 44.170, DE 1975

Si bien los jefes superiores de los servicios públicos se encuentran fa-


cultados, al tenor de lo prescrito por el Decreto Nº 1.897, de 1965, del
Ministerio del Interior, para establecer horarios especiales de trabajo en
casos calificados, como, por ejemplo, tratándose de estudiantes o de fun-
cionarios que desempeñan empleos compatibles, a esas jefaturas sólo
les está permitido establecer excepciones a los sistemas generales de
horario de trabajo del personal de su dependencia, sin que le sea lícito
dispensar por esa vía a determinados servidores del deber de cumplir
íntegramente las jornadas ordinarias de trabajo, puesto que según el ar-
tículo 88 del Estatuto, la compatibilidad de remuneraciones no libera
al empleado de las obligaciones propias de su cargo, debiendo prolon-
gar su jornada con el objeto de compensar las horas que no haya podi-
do trabajar a causa del desempeño del empleo compatible.
De este modo, si en la práctica algún empleado que goza de un
horario especial de trabajo no labora la totalidad de la jornada que
debe desarrollar legalmente, deberá experimentar las deducciones que
sean pertinentes de acuerdo con lo previsto por el artículo 72 de di-
cho Estatuto Administrativo.

88.6) DICTAMEN Nº 43.538, DE 1971

El artículo 56 de la LOCBGAE reconoce a los empleados públicos el de-


recho a desarrollar profesiones, industrias o comercio de carácter par-
ticular. El ejercicio de este derecho se halla condicionado, entre otras
circunstancias, a que su ejercicio no importe una perturbación del fiel
y oportuno cumplimiento de las obligaciones funcionarias, entre las
cuales se encuentra la de servir el cargo público durante toda la jor-
nada de trabajo.
Las disposiciones del artículo 87 conciernen sólo al desempeño de
otros cargos de la Administración del Estado por parte del funcionario
público. No se refieren, por tanto, al ejercicio de actividades privadas.
En consecuencia, se conforma a derecho la resolución adoptada
por la autoridad administrativa al negar al funcionario el permiso para
desempeñar un trabajo particular durante seis horas semanales com-
prendidas dentro de su jornada ordinaria de trabajo.

INCISO SEGUNDO

88.7) DICTAMEN Nº 34.238, DE 1996

El inciso 2º del artículo 88 dispone que el funcionario que se encuen-

678
ARTÍCULO 88

tra en las situaciones que describe, conservará la propiedad del cargo


de que es titular.
De este modo, expresa claramente que su preceptiva está refirién-
dose al empleado titular que, hallándose precisamente investido de
esta calidad, pasa a desempeñarse como subrogante, suplente o a con-
trata en otro empleo, es designado en un cargo de confianza exclusi-
va o para ocupar una plaza de directivo superior en alguno de los
establecimientos de educación superior del Estado.

88.8) DICTÁMENES NOS 754, DE 1991; 34.238, DE 1996

Atendido lo dispuesto por el inciso 2º del artículo 88, los empleados


a contrata, aun cuando conserven la propiedad de sus cargos, deben
ser considerados dentro de la limitación del 20% establecida por el
artículo 9º, inciso 2º.
En efecto, la limitación se establece sobre la base de una relación
entre personas contratadas y cargos de planta, independientemente
de si los empleos están vacantes o provistos, servidos o no.

LA INCOMPATIBILIDAD FÍSICA

88.9) DICTÁMENES NOS 36.230, DE 1975; 15.906, DE 1981; 1.551,


DE 1990

Una reiterada jurisprudencia ha establecido que al margen de lo pres-


crito por el artículo 87, es necesario que el desarrollo conjunto de los
empleos sea físicamente posible.
De este modo, si el cargo de asistente social del Servicio de Me-
nores exige desarrollar una jornada de trabajo de 44 horas sema-
nales, y si el de asistente social de Carabineros de Chile demanda
cumplir una jornada de 33 horas a la semana, ello implica que es
físicamente imposible desempeñar los dos empleos (15.906/81).
El Estatuto Administrativo permite a los funcionarios ejercer car-
gos compatibles, siempre, naturalmente, que los horarios fijados a los
dos cargos no coincidan total o parcialmente, puesto que en tal caso
serían incompatibles por existir imposibilidad física de desempeñar-
los (36.230/75).

LA REMUNERACIÓN DEL SUPLENTE

88.10) DICTAMEN Nº 21.844, DE 1996

Según el inciso 4º del artículo 88 del Estatuto Administrativo los

679
ARTÍCULO 88

suplentes sólo pueden percibir el sueldo del empleo en que suplen,


siempre que sea superior al que le corresponde como titular.
Por consiguiente, la supervisora titular de un cargo de grado 21
EUS que ha sido nombrada en calidad de suplente en una plaza de
jefe de sección grado 16 EUS no tiene derecho a percibir la asigna-
ción de producción, porque este estipendio constituye una remune-
ración y no es sueldo.

88.11) DICTAMEN Nº 10.197, DE 1991

Los suplentes pasan a percibir las remuneraciones que son propias del
empleo en que suplen, pero no las personales del titular ausente o
impedido de ejercer su cargo.
Por esta razón, un suplente no tiene derecho a que se le pague la
diferencia de remuneraciones que por planilla suplementaria perci-
be el titular.

LOS CARGOS DE CONFIANZA EXCLUSIVA

88.12) DICTÁMENES NOS 12.367, DE 1990; 8.549, DE 1992

El funcionario que acepta un cargo de confianza exclusiva debe diri-


gir una carta de deferencia al jefe superior del servicio en que se des-
empeña, en que le comunica haber aceptado el empleo. En ella debe
ejercer el derecho de opción que le confiere el inciso 3º del artículo
88. Este documento debe acompañarse al decreto o resolución de
nombramiento (12.367/90).
Este derecho a optar por determinada remuneración no se pier-
de por el hecho de haberse ejercido una vez, ya que esta elección está
establecida en interés del funcionario y no mira al interés público. Con
todo, esta posibilidad de escoger sólo se plantea frente a futuras re-
muneraciones, esto es, a estipendios no devengados (8.549/92).

88.13) DICTAMEN Nº 21.725, DE 1990

Nada obsta a que el funcionario titular de un cargo de confianza ex-


clusiva acepte otro empleo del mismo carácter, ya que según el inciso
2º del artículo 88 puede mantener la titularidad del cargo que ocupa,
sujeto a la confianza de la autoridad que lo haya designado. Según el
inciso 3º, debe acompañar la carta de deferencia con el ejercicio del
derecho de opción.

680
ARTÍCULO 88

Ello porque el artículo 87, letra e), establece que son compatibles
los empleos a que se refiere el Estatuto Administrativo con los “car-
gos que tengan la calidad de exclusiva confianza”, sin formular distin-
gos entre tipo alguno de empleos.

88.14) DICTÁMENES NOS 4.393, 3.340, 11.827 Y 13.736, DE 1992

En virtud de estas normas, un empleado titular no puede mantener


la propiedad de su cargo mientras se desempeña a contrata en el mis-
mo servicio público, pues se encuentra suspendida la compatibilidad
prevista en el artículo 87, letra d), del Estatuto Administrativo (4.393
y 11.827/92). La suspensión sólo afecta a las contratas, no a las suplen-
cias (3.340 y 13.736/92).

88.15) DICTÁMENES NOS 14.852, DE 1990; 27.997, DE 1993

El Estatuto Administrativo permite la designación como suplente o a


contrata de quien es titular de un cargo de planta, como lo dicen los
artículos 87, letra d), y 88, inciso 2º. Para ello, el interesado debe acom-
pañar al nuevo nombramiento la carta de deferencia en que comuni-
ca al jefe superior de su servicio el hecho de la aceptación y su derecho
de opción en materia remuneratoria, al tenor de lo dispuesto en el
inciso 4º del artículo 88.
De conformidad con el inciso último de dicho artículo, se debe
acompañar también al decreto o resolución de nombramiento el ofi-
cio de aceptación de esa jefatura superior (14.852/90).
Esta norma no se aplica en los casos en que un funcionario de
planta sea designado titular de un empleo de confianza exclusiva, pues
sólo rige tratándose de suplencias y contratas (27.997/93).

88.16) DICTAMEN Nº 12.962, DE 1990

La designación a contrata en un servicio es compatible con el cargo


titular que se desempeña como oficial administrativo en otro, en vir-
tud de lo prevenido por el artículo 87, letra d), y 88, inciso 4º, pero
debe acompañarse carta de deferencia y oficio de aceptación.

88.17) DICTAMEN Nº 9.000, DE 1993

La Contraloría General no puede dar curso regular a un nombramien-


to en otro servicio si no se acompaña la aprobación del jefe superior

681
ARTÍCULO 88

del organismo a que pertenece. Esta aprobación es un requisito fun-


damental del nuevo nombramiento, según el inciso 5º del artículo 88
del Estatuto Administrativo.
Lo anterior, independiente de que el funcionario esté ejerciendo
efectivamente su cargo o se halle con permiso sin goce de remunera-
ciones.

682
TÍTULO IV

DE LOS DERECHOS FUNCIONARIOS

Párrafo 1º
Normas generales

Artículo 89. Todo funcionario tendrá derecho a gozar de es-


tabilidad en el empleo y a ascender en el respectivo esca-
lafón, salvo los cargos de exclusiva confianza; participar en
los concursos; hacer uso de feriados, permisos y licencias;
recibir asistencia en caso de accidente en actos de servicio
o de enfermedad contraída a consecuencia del desempe-
ño de sus funciones, y a participar en las acciones de capa-
citación, de conformidad con las normas del presente
Estatuto.
Asimismo, tendrá derecho a gozar de todas las prestacio-
nes y beneficios que contemplen los sistemas de previsión y
bienestar social en conformidad a la ley y de protección a la
maternidad, de acuerdo a las disposiciones del Título II, del
Libro II, del Código del Trabajo.

Interpretación

LA CARRERA FUNCIONARIA

89.1) TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, SENTENCIA ROL Nº 239, DE 1999

Considerando 8º. Que, conforme al artículo 38, inciso primero, de


la Constitución, es materia reservada a la ley orgánica constitucio-
nal garantizar “la carrera funcionaria y los principios de carácter
técnico y profesional en que deba fundarse, y asegurará tanto la

683
ARTÍCULO 89

igualdad de oportunidades de ingreso a ella como la capacitación


y el perfeccionamiento de sus integrantes”.
La denominada “carrera funcionaria” en la Administración del
Estado, que es el derecho fundamental de los funcionarios públicos,
implica para que sea operativa, según lo dispone la propia Carta Fun-
damental, la estabilidad en la función o empleo, la promoción, es
decir, la posibilidad de ir ascendiendo grado a grado en ese cursus
honorium que es la carrera funcionaria, y que conlleva el derecho a
que se respeten las reglas del ascenso (o promoción); la calificación
en el desempeño de sus cargos, que hace posible la promoción, y la
capacitación y perfeccionamiento, que permiten el mejor desempe-
ño en la función, una mejor calificación funcionaria y la consecuen-
cial posibilidad de promoción.
Este cuádruple mecanismo –que la Constitución prevé de mane-
ra muy certera– configura la carrera funcionaria, materia que ha sido
reservada a la regulación que de ella haga una ley orgánica constitu-
cional.

EL MANDATO DE LA LOCBGAE

89.2) LOCBGAE, ARTÍCULO 46, INCISO 1º

Artículo 46, inciso 1º. Asimismo, este personal –el referido en el artícu-
lo 21, inciso 1º–: gozará de estabilidad en el empleo y sólo podrá ce-
sar en él por renuncia voluntaria debidamente aceptada; por jubilación
o por otra causa legal, basada en el desempeño deficiente, en el in-
cumplimiento de sus obligaciones, en la pérdida de requisitos para ejer-
cer la función, en el término del período legal por el cual se es
designado o en la supresión del empleo. Lo anterior, es sin perjuicio
de la facultad que tiene el Presidente de la República o la autoridad
llamada a hacer el nombramiento, en relación con los cargos de su
exclusiva confianza.

LOS DERECHOS ESTATUTARIOS

89.3) DICTAMEN Nº 56.279, DE 1970

Las normas generales que regulan las relaciones de los funcionarios


con la Administración del Estado se traducen en derechos y obliga-
ciones correlativas.

684
ARTÍCULO 89

89.4) DICTAMEN Nº 19.812, DE 1988

El ejercicio y goce de los derechos consagrados en el Estatuto Admi-


nistrativo no puede afectar la calificación de un funcionario público,
como lo dispone expresamente el artículo 118 de la Ley Nº 16.250.
Así, el hecho de haber gozado de licencias médicas durante el año
calificatorio no autoriza afectar el rubro asistencia al trabajo.

89.5) DICTAMEN Nº 4.955, DE 1995

La autoridad administrativa no puede poner término a los servicios a


contrata que presta un funcionario del Servicio de Salud del Ambien-
te, atendido el hecho de que cumple con los requisitos establecidos
por la Ley Nº 19.308 para ser encasillado en las nuevas plantas del ser-
vicio.
No puede sostenerse en abono del término de la contrata que la
Ley Nº 19.308 aún no se ha materializado y que por no haber recibi-
do aplicación ha sido imposible que configurara derecho alguno para
los funcionarios que están y mantienen esa calidad en tanto no se ma-
terialice efectivamente la ley, porque atendidos los términos imperati-
vos de su artículo 2º, la resolución que materialice sus disposiciones
tendrá un carácter meramente declarativo, en tanto y en cuanto ne-
cesariamente debe designar en un cargo de la planta al empleado a
contrata que cumpla con las exigencias legales, caso en el cual se en-
cuentra el afectado.
Por tanto, y como el funcionario de que se trata adquirió el dere-
cho a ser nombrado en un cargo de la nueva planta –al encontrarse
en servicio al 1º de julio de 1994 y acreditar el cumplimiento de los
requisitos establecidos para ello por la Ley Nº 19.305– por medio de
una resolución simplemente declarativa de la autoridad, ha sido im-
procedente poner término a su contrata, como se hizo, por lo que debe
ser dejado sin efecto el acto que así lo dispuso.

89.6) DICTAMEN Nº 56.279, DE 1970

De acuerdo con las normas generales que regulan las relaciones de


los funcionarios con la Administración, que se traducen en derechos
y obligaciones correlativas, no es dable aceptar que los empleados pue-
dan ejercer unilateralmente y gozar por iniciativa propia de un dere-
cho estatutario.
Por el contrario, el ejercicio de tales derechos precisa ser someti-
do a la decisión de la autoridad competente, pues corresponde a ésta
resolver acerca de su conveniencia y oportunidad.

685
ARTÍCULO 89

En efecto, los funcionarios encuentran condicionado el goce de


sus derechos a la decisión de la autoridad, la que precisamente, por
la facultad que el ordenamiento legal le confiere, es la que puede lle-
gar a validar una situación de hecho no imputable al funcionario ni a
la jefatura misma, que de no producirse, haría imposible el goce jurí-
dico de una determinada franquicia.

89.7) DICTAMEN Nº 42.830, DE 1988

La ley no consulta entre los derechos funcionarios la asistencia del


servicio en la compra de elementos necesarios para atender a su
salud.
Por lo tanto, sería improcedente adquirir la prótesis que requiere
un empleado para implantar quirúrgicamente en su cadera.

89.8) DICTÁMENES NOS 17.909, DE 1992; 9.318, DE 1999

En el régimen estatutario, que es de Derecho Público, no existen de-


rechos adquiridos; por lo tanto, la funcionaria que ocupaba un cargo
de jefe de departamento y pasó a ser encasillada en un cargo profe-
sional del mismo grado, perdió su carácter de empleada de confianza
exclusiva y los derechos y deberes que en tal carácter pudieron corres-
ponderle (9.318/99).
Respecto de un empleo, no pueden existir derechos de carác-
ter patrimonial susceptibles de adquirirse por la prescripción, en
cuanto modo de adquirir el dominio por el transcurso del tiempo
y concurriendo las demás condiciones que exige el Código Civil
(17.909/92).

LA ASUNCIÓN DEL EMPLEO

89.9) DICTÁMENES NOS 67.509, DE 1962; 29.483, DE 1964; 33.016,


DE 1975; 65.326, DE 1978; 21.885, DE 1983

Una persona inviste la calidad de funcionario público desde el día en


que se le notifica el decreto o resolución de nombramiento y ha asu-
mido el cargo respectivo.
La asunción de funciones es el elemento de hecho que perfeccio-
na la relación de empleo público.

686
ARTÍCULO 89

EL DERECHO A LA ESTABILIDAD EN EL EMPLEO

El derecho al cargo y a la función

89.10) DICTÁMENES NOS 62.267, DE 1968; 20.132, DE 1992; 7.034,


DE 1996

Los funcionarios públicos se encuentran amparados por el derecho a


ocupar el empleo, que consiste en no poder ser alejados de sus cargos
ni modificados sus grados, sino en virtud de alguna de las causales lega-
les de expiración de funciones que contempla expresamente el Estatu-
to Administrativo en su artículo 146 (62.267/68, 20.132/92, 7.034/96).
Lo anterior es sin perjuicio de la facultad del Presidente de la Re-
pública o de la autoridad llamada a extender el nombramiento para
pedir la renuncia no voluntaria a quienes ocupen cargos de su exclu-
siva confianza (20.132/92).

89.11) DICTAMEN Nº 7.034, DE 1996

Según los artículos 89 y 146 del Estatuto Administrativo, desde que


legalmente entra a desempeñar su cargo, todo funcionario tiene de-
recho a permanecer en él, en tanto no concurra una causal legal de
expiración de funciones.

89.12) JUAN ANDRADE HERNÁNDEZ CONTRA CONTRALOR REGIONAL


DE COYHAIQUE, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN DE
PROTECCIÓN , 18 DE AGOSTO DE 1998, R OL Nº 2.429-98

5º. Que al respecto cabe tener presente que la estabilidad en el em-


pleo es un principio consagrado en la CPR, en su artículo 38, inciso
1º, que también se encuentra reconocido en la Ley Orgánica de Ba-
ses de la Administración del Estado, Nº 18.575, y expresado estatuta-
riamente en el denominado “derecho a la función”, y que puede
definirse como el derecho a permanecer en el empleo a que se ha
accedido legalmente mientras no medie una causal legal de expira-
ción de funciones, de donde resulta que la garantía para el funciona-
rio consiste en que la cesación de sus labores no queda entregada a la
discrecionalidad de la Administración, sino que a lo que la ley deter-
mine, y en este sentido es un derecho comprendido entre los que ga-
rantiza el Nº 24 del artículo 19 de la Constitución.
(En iguales términos: Claudio Kappes Ojeda contra Director del
Hospital de Ancud, Corte Suprema de Justicia, apelación en protec-
ción, 25 de mayo de 1999, Rol Nº 1.316-99, Puerto Montt.)

687
ARTÍCULO 89

89.13) EDGARDO SEPÚLVEDA TORDECILLA CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE EL BOSQUE, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
APELACIÓN EN PROTECCIÓN, 26 DE MAYO DE 1998, ROL Nº 1.035-98

2º) Que cabe tener presente que la estabilidad en el empleo es un


principio consagrado en la CPR, en su artículo 38, inciso 1º, que tam-
bién se encuentra reconocido en la LOCBGAE , Nº 18.575, y expresa-
do estatutariamente en el denominado “derecho a la función”, que
puede definirse como el derecho a permanecer en el empleo a que
se ha accedido legalmente, mientras no medie una causal legal de
expiración de funciones; de modo que la garantía para el funciona-
rio consiste en que la cesación de sus labores no queda entregada a
la discrecionalidad de la Administración, sino a la determinación de
la ley, y en este sentido es un derecho incorporal que la ley otorga,
comprendido entre los que garantiza el Nº 24 del artículo 19 de la
Constitución; pero la propiedad no recae sobre el cargo o empleo,
sino sobre el derecho a permanecer en él en tanto no se produzca
una causal legal para la cesación de sus funciones, y no deriva de un
contrato sólo extinguible por acuerdo de las partes, sino que se con-
tiene en un “status” funcionario de naturaleza legal al que se incor-
pora el interesado por un acto unilateral, “status” en que están
predeterminados los derechos, obligaciones, responsabilidades y cau-
sales de cesación de funciones.

89.14) HELIA DEL C ARMEN MANSILLA C HÁVEZ CONTRA CONTRALOR


REGIONAL DE AYSÉN , CORTE DE A PELACIONES DE A YSÉN,
PROTECCIÓN , 7 DE JULIO DE 1998, ROL Nº 23-98, CONFIRMADA POR
LA C ORTE S UPREMA DE J USTICIA EL 28 DE JULIO DE 1998,
R OL Nº 2.300-98

Duodécimo: Que –no– es admisible la alegación del señor Contralor


Regional en cuanto a que el acto reclamado no puede ser ni arbi-
trario ni ilegal atendido que fue ejecutado por la Contraloría en
ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, ya que el ob-
jetivo de la acción de protección es precisamente mantener el ne-
cesario equilibrio, requisito de todo Estado de Derecho, entre el
poder y el deber, y evitar, por este medio, que la autoridad admi-
nistrativa, legislativa y aun en ciertos casos la judicial, incurra en
actos u omisiones ilegales o arbitrarios, prive, perturbe o amenace
el legítimo ejercicio de los derechos establecidos en la Constitución
Política, sea que tal situación se genere por carecer de atribucio-
nes para ello quien actúa o por excederse en aquellas que le otor-
gan las leyes, pues no existe organismo ni persona alguna que goce
del poder de la infalibilidad y siendo el error una posibilidad cier-

688
ARTÍCULO 89

ta y muchas veces frecuente de los seres humanos, ello implica que


las instituciones u organismos por éstos integrados también son sus-
ceptibles de equivocación.
Decimotercero: Que, finalmente, no es tampoco sostenible la afirma-
ción de Contraloría en cuanto a –que– su accionar, en la medida que
se realiza en el ejercicio de sus potestades constitucionales y legales,
no puede ser objeto ni materia de un recurso de protección, toda vez
que esta acción de carácter tutelar y cautelar a la vez, es admisible con-
tra todo acto u omisión de la autoridad pública o de un particular,
que en forma actual e inminente lesione, restrinja, altere o amenace
con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta los derechos o garantías re-
conocidos por la CPR.
La disposición constitucional contenida en el artículo 20 de ella,
es de carácter amplio y hace procedente el recurso de protección
contra todo acto u omisión arbitrario o ilegal que afecte los dere-
chos que ella misma indica, independientemente que tal acción u
omisión emane de personas naturales o jurídicas, de autoridades
políticas, administrativas, legislativas, diplomáticas y aun judiciales
en ciertos casos, y de tal forma no existe autoridad ni persona al-
guna que no pueda ser sometida al control jurisdiccional que nace
del recurso o acción de protección respecto de las garantías y de-
rechos que este mismo ampara, de forma tal que desde el Presiden-
te de la República en adelante, toda magistratura, autoridad,
organismo o dependencia queda sujeto al procedimiento señalado,
incluidas las gestiones de administración y actos que dicte o emita
la Contraloría General de la República o una Contraloría Regio-
nal, pues, en primer término, expresión alguna del texto constitu-
cional establece tal pretendida inmunidad de jurisdicción, la que,
por otra parte, sería aberrante en un Estado de Derecho, que no
podría tolerar la existencia de alguna institución por encima y al
margen de sus reglas y dotada, por ende, de un poder omnímodo,
criterio que por lo demás fue el que tuvo en vista la comisión re-
dactora de la Constitución Política de 1980, al decir el señor Ortú-
zar Escobar, en la sesión Nº 214, que “le parece conveniente que la
disposición sea amplia y no sólo comprenda los actos u omisiones
arbitrarios de la autoridad política o administrativa, sino de quien-
quiera, como expresa el proyecto”.
(Se declara: “I. Que el oficio Nº 2.530/30.12.97, de la Contraloría
Regional de Aysén, es arbitrario e ilegal y perturba y amenaza la ga-
rantía constitucional del derecho de propiedad en el empleo de la re-
currente. II. Que … no puede ser removida de su empleo si no es por
causa legal”.)

689
ARTÍCULO 89

89.15) JULIA ÁLVAREZ ARCE Y OTROS CON CONTRALOR GENERAL DE


LA REPÚBLICA Y OTRO, CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO,
PROTECCIÓN, 28 DE SEPTIEMBRE DE 1998, CONFIRMADA POR LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA EL 9 DE NOVIEMBRE DE 1998, ROL Nº 3.462-98

7º. Que en lo relativo al fondo de la cuestión planteada, sólo basta pre-


cisar que al decidir esta Corte en sede de protección que se deja sin
efecto un acto administrativo, dicho acto no puede hacerse revivir
mediante un nuevo acto de la Administración, a pretexto del efecto
relativo de las sentencias judiciales, por cuanto la declaración de nuli-
dad de un acto administrativo produce efectos erga omnes; lo que es
nulo en derecho público, es nulo absolutamente. Por tanto, no pudo
la Contraloría aclarar lo que es nulo, y al hacerlo mediante el dicta-
men impugnado se excedió en sus facultades;
8º. Que el dictamen Nº 5.061, de 1998 –que insistió en el criterio
de un dictamen anterior dejado sin efecto por sentencia judicial, y de-
volviendo nuevamente sin tramitar el decreto de nombramiento de
los recurrentes, argumentando el efecto relativo de los fallos judicia-
les–, constituye por lo tanto un acto arbitrario e ilegal que ha afecta-
do el derecho de propiedad de los recurrentes a mantener la
estabilidad en el goce de sus respectivos cargos, derechos que esta Cor-
te por imperativo constitucional debe proteger.

89.16) JUAN A NDRADE HERNÁNDEZ CONTRA CONTRALOR REGIONAL DE


C OYHAIQUE, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN EN PROTECCIÓN,
18 DE AGOSTO DE 1998, ROL Nº 2.429-98

1º. Que del contexto del libelo deducido se desprende que la arbitra-
riedad e ilegalidad se encontraría en el contenido de la resolución en-
viada al Alcalde de la Municipalidad de Coyhaique por medio de la
cual se le comunica que se registra el decreto de nombramiento del
recurrente y además se le ordena la invalidación del llamado a con-
curso del cargo en que incide dicho nombramiento bajo los apercibi-
mientos que señala;
2º. Que, en síntesis, al informar la recurrida señaló que su enti-
dad se encuentra facultada para ejercer el control de la legalidad de
los actos que no están sujetos al trámite de toma de razón, como ocu-
rre en el presente caso, para que la autoridad municipal ejerza las atri-
buciones que en esa materia le competen;
3º. Que el control de la constitucionalidad y legalidad de los ac-
tos de la Administración por la Contraloría General de la República
se realiza por el trámite de toma de razón, que difiere del mero regis-
tro, por cuanto este último importa sólo la anotación en un determi-
nado libro o archivo de la constancia de haberse dictado el acto sujeto

690
ARTÍCULO 89

a este trámite. La diferencia que existe entre estos dos trámites y el


hecho de que las municipalidades estén exentas de la toma de razón
en sus resoluciones, deja sin sustento jurídico el “control de legalidad
de los decretos municipales sometidos a registro” que ha efectuado la
recurrida;
4º. Que en el recurso de protección se expresó que se había vul-
nerado el derecho de propiedad que tendría el recurrente sobre el
empleo, desde el momento que se le notificó el decreto de su nom-
bramiento;
5º. Que al respecto cabe tener presente que la estabilidad en el
empleo es un principio consagrado en la CPR, en su artículo 38, in-
ciso 1º, que también se encuentra reconocido en la LOCBGAE ,
Nº 18.575, y expresado estatutariamente en el denominado “derecho
a la función”, que puede definirse como el derecho a permanecer
en el empleo a que se ha accedido legalmente, mientras no medie
una causa legal de expiración de funciones; de donde resulta que la
garantía para el funcionario consiste en que la cesación de sus labo-
res no queda entregada a la discrecionalidad de la Administración
sino que a lo que la ley determine, y en este sentido es un derecho
comprendido entre los que garantiza el artículo 19, Nº 24º de la
Constitución;
6º. Que en el presente caso, la recurrida, careciendo de faculta-
des, procedió a dar por establecidas las supuestas infracciones, así como
para formular el requerimiento –de invalidación– incurriendo en un
acto ilegal que perturba la garantía constitucional contemplada en el
artículo 19, Nº 24, de la CPR (por lo que se declara que está a firme y
ejecutoriado el decreto que nombró al recurrente en su empleo, sin
que pueda ser removido de su cargo si no es por causa legal).

89.17) RODRIGO JARAMILLO CONTRERAS CONTRA A LCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE LUMACO, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN
EN PROTECCIÓN, FALLO CONFIRMATORIO DE 5 DE DICIEMBRE DE 2005,
ROL Nº 5.909-05

Considerando 2º. Que (…) como se ha dicho por esta Corte debe enten-
derse que la propiedad tiene relación con la función y no con el cargo
mismo. En efecto, la estabilidad en el empleo es un principio reconoci-
do y desarrollado en el Título I de la Ley Orgánica Constitucional de
Bases Generales de la Administración del Estado, en el párrafo 6º de la
Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, en especial –en cuan-
to– expresa que “el personal gozará de estabilidad en el empleo”, agre-
gando que sólo podrá cesar en él por las razones que en –ella– se
indican; en el artículo 5º letra e) de la Ley Nº 18.883 sobre Estatuto Ad-
ministrativo para Funcionarios Municipales, que señala que uno de los

691
ARTÍCULO 89

principios en que se funda la carrera funcionaria es la estabilidad en el


empleo, añadiendo el artículo 87 de la misma legislación que “todo fun-
cionario tendrá derecho a gozar de estabilidad en el empleo…”. Todo
lo anterior constituye lo que se ha venido en denominar el “derecho a
la función”, que puede definirse como el derecho a permanecer en el
empleo a que se ha accedido legalmente, mientras no medie una cau-
sal legal de expiración de funciones y, ya está dicho, la esgrimida por el
alcalde recurrido no corresponde aplicarla al caso de autos, por lo que
se la ha estimado ilegal y arbitraria.
(En marzo de 2005, el alcalde de Lumaco puso término a los ser-
vicios de una profesora municipal imputándole “falta de probidad” por
haber contraído matrimonio el año 2003 con el alcalde entonces en
funciones, en circunstancias que la Ley Nº 19.653, de 1999, modifica-
toria de la Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Admi-
nistración, consultó como causal de inhabilidad para “ingresar” a la
Administración el ser pariente en alguno de los grados que esa ley se-
ñala, o cónyuge de las autoridades y funcionarios directivos hasta el
nivel de jefe de departamento del respectivo servicio, inhabilidad en
la cual, a juicio del alcalde, habría incurrido la docente por el solo
hecho del matrimonio, tesis que rechaza la Excma. Corte.)

89.18) DICTÁMENES NOS 25.021, DE 1983; 17.440, DE 1993

Atendido lo prescrito por los artículos 73 y 75 de la Ley Estatutaria, el


jefe superior del servicio no puede alterar las funciones propias del
cargo que desempeña un empleado público (25.021/83).
Según el Estatuto Administrativo, a los funcionarios públicos no
puede ordenárseles el desempeño de funciones que no sean propias
del cargo que ejercen, a menos que se trate de comisiones de servicio
o cometidos funcionarios (17.440/93).

89.19) DICTÁMENES NOS 61.789, DE 1969; 559, DE 1984

Los artículos 89, 73 y 75 consagran el “derecho a la función”, es decir,


la facultad que asiste al empleado legalmente investido de su empleo
a permanecer en él y a desempeñarlo conforme a los principios que
rigen el ejercicio del empleo público en nuestra legislación (559/84).

89.20) DICTAMEN Nº 20.166, DE 1998

El artículo 25 de la Ley Nº 19.296 dispone en su inciso primero que


los dirigentes de una asociación de funcionarios gozan de fuero des-

692
ARTÍCULO 89

de la fecha de su elección y hasta seis meses después de haber cesado


en su mandato, agregando su inciso segundo que durante dicho lap-
so no pueden ser trasladados de localidad o cambiados de la función
que desempeñan, sin su autorización.
El término función que emplea el inciso 2º de ese artículo 25 no
puede entenderse referido a las labores que correspondan al cargo que
ocupa el dirigente, puesto que por naturaleza los empleados deben
desarrollar las labores propias del empleo –como lo disponen los ar-
tículos 46 de la LOCBGAE y 73 y 75 del Estatuto Administrativo–, sino
que ha de interpretarse en sentido restringido, más acorde con su ca-
rácter conformador del fuero gremial, como aquellas tareas o activi-
dades que estaba realizando efectivamente al momento de ser elegido.
Déjanse sin efecto los dictámenes Nos 35.120 y 35.127, de 1997, y
cualquier otro que sea contrario a lo expresado anteriormente.

89.21) DICTAMEN Nº 61.789, DE 1969

Las medidas que el Estatuto permite adoptar para remover a un em-


pleado de las funciones que está legalmente desempeñando, pueden
consistir en actos de la autoridad, en los que no interviene la volun-
tad del afectado (sanciones disciplinarias, comisiones de servicio, etc.),
o en actos en que dicha voluntad juega un rol preponderante (nom-
bramientos, permutas, renuncias).

REQUISITO BÁSICO PARA EJERCER EL DERECHO

89.22) DICTÁMENES NOS 66.963 Y 84.443, DE 1963; 43.549, DE 1968;


85.090, DE 1969; 11.666, DE 1981

El derecho al cargo y a la función sólo corresponde al empleado que


legalmente ha entrado a desempeñar el empleo, y no impide, por lo
tanto, invalidar su nombramiento si su designación ha adolecido de
un vicio de ilegitimidad.

LA CAUSAL DE CAMBIO DE FUNCIÓN

89.23) DICTÁMENES NOS 18.338, DE 1961; 87.360, DE 1965; 64.089,


DE 1979

La destinación importa el desarrollo de un cargo en un lugar es-


pecífico fijado por la autoridad; el cometido funcionario, el cum-
plimiento de labores inherentes al cargo, dentro o fuera de la re-

693
ARTÍCULO 89

partición de que se trata, y la comisión de servicios, el ejercicio de


ciertas funciones ajenas al empleo que se ocupa, pero propias del
organismo en que trabaja el empleado y para las cuales ese servi-
dor posee conocimientos que lo habilitan para realizarlas en for-
ma adecuada.

89.24) DICTAMEN Nº 12.614, DE 1978

Una reiterada jurisprudencia, representada, entre otros, por los dic-


támenes Nos 70.928, de 1968; 74.610, de 1972, y 37.963, de 1973, ha
manifestado que la característica substancial de las comisiones de ser-
vicio, que las distingue de la destinación y del cometido funcionario,
radica en que mediante ellas puede ordenarse y debe cumplirse una
labor distinta de la que corresponde desarrollar al agente público de
acuerdo con el acto de nombramiento.

LA PROTECCIÓN DE LA MATERNIDAD

89.25) DICTAMEN Nº 27.252, DE 1997

Según el artículo 89, inciso 2º, del Estatuto Administrativo, el régimen


de protección a la maternidad que regula el Código del Trabajo inte-
gra el sistema normativo de los servidores públicos.
(Véanse los párrafos 111.18 y siguientes.)

EN PRINCIPIO, EL FUNCIONARIO PÚBLICO TIENE


UN DERECHO AMPARADO POR EL RECURSO DE PROTECCIÓN

89.26) VÉASE LA JURISPRUDENCIA CITADA EN LOS PÁRRAFOS 125.52


Y SGTS.

89.27) JUAN CASTILLO M ORA CONTRA ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD


DE CONSTITUCIÓN, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN EN
RECURSO DE PROTECCIÓN, SENTENCIA DE 11 DE MAYO DE 1993,
ROL Nº 20.800

Considerando 3º. Que la parte recurrida ha sostenido que el derecho a


la propiedad del empleo que se ha estimado vulnerado, no se encon-
traría amparado por el artículo 19, Nº 24, de la Carta Fundamental,
por cuanto, como lo ha destacado un fallo de la Corte Suprema, no
tendría el carácter de “expropiable”, requisito que estima debe tener

694
ARTÍCULO 89

el derecho de propiedad para quedar comprendido en la disposición


constitucional.
Considerando 4º. Que si bien es claro que han existido fallos que
han sustentado el criterio aludido en la motivación precedente, tam-
bién los hay en sentido contrario y, sobre el particular, esta Corte,
considerando que dados los términos amplios en que está redacta-
do el inciso primero del número 24 del artículo 19 de la Constitu-
ción Política del Estado, que garantiza el derecho de propiedad en
sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o incor-
porales, concluye que el derecho de propiedad sobre el empleo es
susceptible de ser amparado por el recurso de protección, por cuan-
to tal derecho afecta incuestionablemente un bien de carácter in-
corporal, de tipo patrimonial con contenido económico, sin que
altere tal posición el que pueda o no ser expropiado, pues tal con-
dición no ha sido considerada por el legislador en forma expresa
e indiscutible.

89.28) M ARIELA BRAVO VERA CON CONTRALORÍA R EGIONAL DE LOS


LAGOS Y MUNICIPALIDAD DE VALDIVIA, CORTE DE A PELACIONES DE
VALDIVIA, RECURSO DE PROTECCIÓN, SENTENCIA DE 17 DE AGOSTO DE
1993, ROL Nº 4.775-93, CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA EN FALLO DE 2 DE SEPTIEMBRE DE 1993, ROL Nº 21.594

Decimoséptimo: Desde que Mariela Elena Bravo Vera se incorporó a la


Administración Pública adquirió el derecho a gozar de estabilidad
en el empleo y no puede ser removida de él sino que por causa ex-
presamente contemplada en la ley. De tal estabilidad, que vale erga
omnes, incluso la misma Administración, dependen no sólo la susten-
tación espiritual y moral del trabajador sino que también su ingreso
económico y condiciones materiales de su vida. Así, el empleo pú-
blico pasa a ser un bien que pertenece al trabajador. La ley estatuta-
ria dice: “adquiere el derecho”. En tal carácter está protegido por la
Constitución, que en su artículo 19, Nº 24, garantiza la propiedad
en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales e in-
corporales.
Decimoctavo: La aseveración genérica que hace el informe de
fs. 55 del Contralor Regional, en el sentido de que en Derecho
Público no cabe hablar de derechos adquiridos sino que de me-
ras expectativas, no resiste ante lo que disponen los artículos 48
de la Ley Nº 18.575 –de Bases Generales de la Administración– y
87 de la Ley Nº 18.883 –precepto igual al artículo 83 de la Ley
Nº 18.834–, sobre la adquisición del “derecho a gozar de la esta-
bilidad en el empleo”.

695
ARTÍCULO 89

89.29) SERGIO DIEZ BARDELLI CON ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD DE


RECOLETA, CORTE DE A PELACIONES DE SANTIAGO , RECURSO DE
PROTECCIÓN, SENTENCIA DE 2 DE SEPTIEMBRE DE 1993, ROL Nº 1.748-93,
CONFIRMADA POR LA CORTE S UPREMA DE JUSTICIA EN SENTENCIA DE 22
DE SEPTIEMBRE DE 1993, ROL Nº 21.717

Considerando 4º. Que la disposición legal antes citada –que es similar


al artículo 83 de la Ley Nº 18.834– importa consagrar un derecho al
goce legítimo del cargo, derecho que debe entenderse incorporado y
amparado a través del recurso de protección.

LAS PROTECCIONES FORALES

89.30) DICTÁMENES NOS 16.746, DE 1981; 18.676, DE 1983

Una jurisprudencia uniforme e invariable ha sostenido que la atribu-


ción de poner término a los servicios de los funcionarios, que diver-
sas disposiciones legales radican en las autoridades administrativas,
debe ejercerse respetando las normas sobre inamovilidad en el em-
pleo, salvo en aquellos casos de cargos que por mandato constitucio-
nal o legal tengan la calidad de exclusiva confianza de la autoridad.

89.31) DICTÁMENES NOS 3.244 Y 16.938, DE 1982

En relación con las protecciones legales al derecho de estabilidad en


el cargo, la jurisprudencia, contenida, v. gr., en los dictámenes
Nos 39.166, de 1977, y 13.883, de 1980, ha declarado que aun cuando
las facultades para encasillar se otorguen a la autoridad administrati-
va en el carácter de discrecionales, su ejercicio no permite vulnerar
las normas sobre fuero o inamovilidad, a menos que la ley haya mani-
festado expresa o implícitamente lo contrario.

89.32) DICTÁMENES NOS 40.934, DE 1995; 5.218, DE 2000; 10.189, DE 2001

Según la jurisprudencia sentada por la Contraloría General de la Re-


pública los ceses de servicio que dispone la ley prefieren a las normas
de inamovilidad, de modo que permiten, en todo evento, poner tér-
mino a las labores de un empleado.
Las normas de inamovilidad afectan los ceses de funciones que
emanan de facultades discrecionales de la autoridad, que en ciertos y
determinados supuestos se encuentra autorizada para poner término
a las funciones de los empleados de su dependencia por disposición

696
ARTÍCULO 89

de su sola voluntad, situación en la cual debe renovar el nombramiento


a contrata o disponer una nueva designación.
En estas circunstancias, se ajustó a derecho el término de funcio-
nes de una empleada suplente en razón de haber vencido el plazo de
la suplencia, aunque se hallare gozando de licencia maternal, porque
tal cesación de servicios deriva directamente de la ley y no de la vo-
luntad de la autoridad administrativa llamada a extender el nombra-
miento (40.934/95).
En efecto, para ella, los ceses de servicio que dispone la ley ope-
ran con prescindencia de las normas sobre inamovilidad en el empleo,
ya que éstas sólo juegan en relación con la eventual facultad de po-
ner término a las funciones de un empleado, pero no alcanzan a aque-
llas situaciones en que es la ley misma la que ordena el alejamiento
de un servidor público (5.218/00, 10.189/01).

EL ESTATUTO ADMINISTRATIVO APROBADO POR LA LEY


Nº 18.834, DE 1989, DEROGÓ LOS DERECHOS GREMIALES; LA
LEY Nº 19.296, DE 14 DE MARZO DE 1994, LOS REPUSO

89.33) DICTAMEN Nº 5.109, DE 1993

Los dirigentes gremiales de la administración pública carecen actualmente


de los beneficios que les otorgaba el antiguo Estatuto Administrativo apro-
bado por el DFL Nº 338, de 1960, ya que el artículo 157 de la Ley Nº 18.834,
aprobatoria del Estatuto Administrativo General, derogó expresamente
aquel DFL, sin contener normas similares a las abrogadas.

89.34) LEY Nº 19.296, DE 14 DE MARZO DE 1994, ARTÍCULOS 1º, 25 Y 31,


INCISO 1º

Artículo 1º. Reconócese, a los trabajadores de la Administración del Es-


tado, incluidas las municipalidades, el derecho a constituir, sin autori-
zación previa, las asociaciones de funcionarios que estimen
conveniente, con la sola condición de sujetarse a la ley y a los estatu-
tos de las mismas.
Esta ley no se aplicará, sin embargo, a las Fuerzas Armadas, a las
Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, a los funcionarios de las em-
presas del Estado dependientes del Ministerio de Defensa Nacional o
que se relacionen con el Gobierno a través de éste, ni a los trabajado-
res de las empresas del Estado que, de acuerdo con la ley, puedan cons-
tituir sindicatos.
Artículo 25. Los directores de las asociaciones de funcionarios
gozarán de fuero, esto es, de inamovilidad en sus cargos desde la

697
ARTÍCULO 89

fecha de su elección y hasta seis meses después de haber cesado su


mandato como tales, siempre que la cesación en él no se hubiere
producido por censura de la asamblea de la asociación o mediante
aplicación de la medida disciplinaria de destitución, ratificada por
la Contraloría General de la República. Del mismo modo, el fuero
no subsistirá en el caso de disolución de la asociación, cuando ésta
derivare de la aplicación de las letras c) y e) del artículo 61, o de
las causales previstas en los estatutos, siempre que, en este último
caso, las causales importaren culpa o dolo de los directores de las
asociaciones.
Asimismo, durante el lapso a que se refiere el inciso precedente,
los dirigentes no podrán ser trasladados de localidad o de la función
que desempeñaren, sin su autorización por escrito.
Igualmente, no serán objeto de calificación anual durante el mis-
mo lapso a que se refieren los incisos anteriores, salvo que expresa-
mente la solicitare el dirigente. Si no la solicitare, regirá su última
calificación para todos los efectos legales.
Los directores de las asociaciones de funcionarios tendrán dere-
cho a solicitar información, de las autoridades de la institución corres-
pondiente, acerca de las materias y de las normas que dijeren relación
a los objetivos de las asociaciones y a los derechos y obligaciones de
los afiliados.
Las autoridades de la institución deberán recibir a los dirigentes
y proporcionarles la información pertinente.
Igualmente, tendrán derecho a solicitar participación en el estu-
dio de las políticas relativas a los derechos y obligaciones del personal
de la institución respectiva.
Artículo 31, inciso 1º. La jefatura superior de la respectiva repar-
tición deberá conceder a los directores de las asociaciones los per-
misos necesarios para ausentarse de sus labores con el objeto de
cumplir sus funciones fuera del lugar de trabajo, los que no podrán
ser inferiores a 22 horas semanales por cada director de una aso-
ciación de carácter nacional, ni a 11 horas por cada director de una
asociación de carácter regional, provincial o comunal o que tenga
como base uno o más establecimientos de salud y por cada direc-
tor regional o provincial elegido conforme al inciso segundo del
artículo 17.
(El artículo 32 regula los permisos adicionales a los señalados
en el artículo 31 y el artículo 33 la posibilidad de convenir permi-
sos sin goce de remuneraciones por el tiempo que acordaren; con-
sagra, también, permisos con goce de remuneraciones para asistir
a “eventos que trataren materias relacionadas con la función pú-
blica”.)

698
ARTÍCULO 90

LOS DERECHOS POLÍTICOS

89.35) DICTAMEN Nº 24.350, DE 1988

Conforme a los artículos 13 y 19, Nº 12, de la CPR, los funcionarios


públicos, como ciudadanos que son, tienen, en plenitud, los derechos
cívicos y libertad de opinión sobre materias políticas.
Por tanto, fuera del servicio, sin estar en el desempeño de su car-
go, están habilitados para ejercer los derechos políticos consagrados
en el artículo 13 antes mencionado, pudiendo emitir libremente sus
opiniones políticas y realizar actividades de esta índole, afiliarse a par-
tidos políticos, integrar Juntas Inscriptoras Electorales y desempeñar-
se como vocales en las mesas receptoras de sufragios.
Pueden también desempeñar actividades político-partidistas, ob-
servando los deberes a que están permanentemente obligados, como
son los de lealtad a la Administración, reserva y comportamiento dig-
no, según el principio de la probidad administrativa.
Ello salvo texto legal que disponga lo contrario respecto de deter-
minadas dotaciones, como las pertenecientes al Servicio de Registro
Electoral, por ejemplo.

Artículo 90. Los funcionarios tendrán derecho, además, a ser


defendidos y a exigir que la institución a que pertenezcan per-
siga la responsabilidad civil y criminal de las personas que
atenten contra su vida o su integridad corporal, con motivo
del desempeño de sus funciones, o que, por dicho motivo,
los injurien o calumnien en cualquier forma.
La denuncia será hecha ante el respectivo Tribunal por
el jefe superior de la institución, a solicitud escrita del fun-
cionario, y cuando el afectado fuere dicho jefe superior, la
denuncia la hará el Ministro de Estado que corresponda.

Interpretación

90.1) DICTAMEN Nº 3.653, DE 1978

Interpretando el artículo 90 del Estatuto Administrativo, la jurispru-


dencia ha concluido, por ejemplo, en dictamen Nº 18.758, de 1966,
que su incorporación al texto de la Ley Estatutaria responde al espíri-
tu del legislador de velar por la respetabilidad de la función pública,
instituyendo para ello un procedimiento especial de acción en aque-

699
ARTÍCULO 90

llos casos en que a un funcionario se le (agreda), injurie o calumnie


“con motivo del desempeño de sus funciones”, situación en la cual éste
tiene el derecho a acudir formalmente ante su jefe superior o ante el
Ministro del ramo, según proceda, a fin de que se denuncie el hecho
ante los Tribunales de Justicia.
Dada la circunstancia de que corresponde a estas autoridades dar
curso a las denuncias, es también facultad de ellas calificar si concu-
rren en cada situación específica las condiciones requeridas para ha-
cer operar el mecanismo especial de resguardo de la función pública
que establece este precepto, ponderando las circunstancias que rodean
los hechos que se ponen en su conocimiento.

90.2) DICTÁMENES NOS 57.259, DE 1977; 35.243, DE 1982

Según el artículo 90, el empleado tiene derecho a exigir que se persi-


ga la responsabilidad civil y criminal de las personas que por escrito o
de hecho lo injurien, calumnien o lesionen en cualquier forma en el
desempeño de sus funciones. La denuncia debe ser hecha al Tribunal
respectivo por el jefe superior del servicio, a solicitud escrita del em-
pleado, y cuando el afectado fuere el jefe superior, por el Ministro de
Estado que corresponda.
Ahora bien, como esta norma descansa en el hecho de que sea el
empleado público en cuanto tal la víctima del atentado, no puede am-
parar al funcionario cuando ha sido él quien ha incurrido en un he-
cho de esta naturaleza en contra de un tercero, porque en esta
situación, obviamente, el servicio mal podría bregar por su defensa.
Por lo mismo, es improcedente que el servicio cancele las costas,
tanto personales como procesales, del juicio seguido en contra de un
empleado por el tercero afectado, por cuanto dicho funcionario no
ha sido objeto de agresión, injuria o calumnia en el desempeño de
sus funciones, de manera que no concurre uno de los elementos esen-
ciales para invocar el derecho previsto en el artículo (84) del Estatuto
Administrativo.

90.3) DICTÁMENES NOS 18.756, DE 1966; 57.259, DE 1977

El artículo 90 del Estatuto Administrativo amplió la disposición del ar-


tículo 20 del CPP –que dispone que la injuria y calumnia contra fun-
cionarios públicos en su carácter de tales deben ser perseguidas por
el Ministerio Público, a solicitud de parte interesada–, y con el mani-
fiesto fin de velar por la respetabilidad de la función pública ha regu-
lado para estos casos un procedimiento especial para poner en marcha
a la justicia.

700
ARTÍCULO 91

Por consiguiente, este artículo no se aplica cuando ha sido el fun-


cionario quien ha incurrido en un hecho que puede comprometer
eventualmente su responsabilidad penal y civil.

90.4) DICTÁMENES NOS 26.478, DE 1965; 49.071, DE 1976

La circunstancia de que el funcionario se haya acogido a jubilación


no obsta a su derecho a requerir que se persiga la responsabilidad de
las personas que presentaron una denuncia falsa en su contra por ac-
tuaciones producidas en la época en que desempeñaba su cargo.

90.5) DICTÁMENES NOS 11.834, DE 1966; 6.523, DE 1968

Por sus fundamentos, el artículo 90 no se aplica a las demandas que


particulares interpongan en contra del funcionario (6.523/68), y si el
autor de la agresión, injuria o calumnia es funcionario público, se hace
pasivo, además, a que se persiga su responsabilidad administrativa por
la correspondiente vía sumarial (11.834/66).

Artículo 91. El funcionario tendrá derecho a ocupar con su


familia, gratuitamente, la vivienda que exista en el lugar en
que funcione la institución, cuando la naturaleza de sus la-
bores sea la mantención o vigilancia permanente del recinto
y esté obligado a vivir en él.
Aun en el caso de que el funcionario no esté obligado por
sus funciones a habitar la casa habitación destinada al servi-
cio, tendrá derecho a que le sea cedida para vivir con su fa-
milia. En este caso, pagará una renta equivalente al diez por
ciento del sueldo asignado al cargo, suma que le será descon-
tada mensualmente. Este derecho podrá ser exigido, sucesi-
va y excluyentemente, por los funcionarios que residan en la
localidad respectiva, según su orden de jerarquía funciona-
ria. Sin embargo, una vez concedido no podrá ser dejado sin
efecto en razón de la preferencia indicada.
El derecho a que se refiere este artículo, no corresponde-
rá a aquel funcionario que sea, él o bien su cónyuge, propie-
tario de una vivienda en la localidad en que presta sus
servicios.

701
ARTÍCULO 91

Interpretación

91.1) DICTÁMENES NOS 20.547, DE 1990; 19.550, DE 1994

El derecho a arriendo funcionario consultado por el artículo 91 del


Estatuto Administrativo debe otorgarse conforme a las bases y exigen-
cias prescritas por él. El jefe de servicio no puede imponerle a los
funcionarios más obligaciones o modalidades que las autorizadas en
ese precepto. Por ello, por ejemplo, no puede entregarlo sometido a
un plazo extintivo, aunque esté prevista la futura enajenación del in-
mueble.

INCISO PRIMERO

91.2) DICTÁMENES NOS 62.738, DE 1961; 45.666, DE 1969; 31, DE 1972;


15.706, DE 1990

El derecho a ocupar casa habitación contemplado en el artículo 91


de la Ley Estatutaria requiere como supuesto previo que exista en el
servicio un inmueble para ser ocupado por los funcionarios, ocupa-
ción que según la naturaleza de las funciones prestadas por el emplea-
do, será gratuita o sujeta al pago de renta.
Conforme al inciso 1º, para que el funcionario tenga derecho a
ocupar gratuitamente el inmueble es indispensable que su labor con-
sista en la realización de funciones de mantención y vigilancia perma-
nente del recinto (15.706/90).
El derecho contemplado en el inciso 1º del artículo 91, beneficia
a aquellos empleados de mantención o vigilancia del edificio del ser-
vicio que no podrían legalmente ejercer las labores inherentes a sus
respectivos empleos sin vivir en el lugar, la sede o local en que mate-
rialmente funciona la repartición (62.738/61, 45.666/69).

91.3) DICTÁMENES NOS 93.733, DE 1975; 19.197, DE 1999

Como se desprende claramente de esta disposición, y así lo ha desta-


cado la jurisprudencia administrativa, el derecho a ocupar casa habi-
tación del servicio sin costo alguno para el empleado, asiste solamente
a aquellos servidores que desempeñan funciones (de mantención o
vigilancia, y que por ello) necesariamente deben vivir en el lugar en
que tiene su asiento el organismo público de que se trata.
Así, entonces, para que los funcionarios tengan derecho a vivir en
estas viviendas sin pagar renta alguna, preciso es que los inmuebles
estén ubicados en el lugar en que materialmente ellos deben realizar

702
ARTÍCULO 91

sus funciones y que por la naturaleza de esas labores (mantención o


vigilancia) deban, precisamente, habitar en ellas (93.733/75).
El derecho a ocupar casa del servicio sin pagar renta no conlleva gra-
tuidad, de modo que los consumos básicos de agua, luz, gas o teléfono
deben ser solventados por quien los utiliza y aprovecha (19.197/99).

INCISO SEGUNDO

91.4) DICTAMEN Nº 15.706, DE 1990

El derecho a ocupar casa habitación contemplado en el artículo 91


de la Ley Estatutaria, requiere como supuesto previo que exista en el
servicio un inmueble destinado a vivienda funcionaria.

91.5) DICTÁMENES NOS 53.662, DE 1965; 62.554, DE 1976; 31.837,


DE 1982; 1.998, DE 1987; 29.019, DE 1990; 23.350, DE 1991; 36.164,
DE 1993; 22.659, DE 1998; 13.916, DE 1999

Debe tratarse de una “casa habitación destinada al servicio”. Por ello,


las funcionarias de las Direcciones dependientes de la Dirección Ge-
neral de Obras Públicas no tienen derecho a ocupar viviendas de la
Subsecretaría de esa cartera, porque se trata de inmuebles que no per-
tenecen a esas Direcciones, como que tienen una organización y una
planta completamente distintas de las de la Subsecretaría de Obras
Públicas (29.019/90).
La jurisprudencia administrativa ha concluido, por ejemplo, en el
dictamen Nº 21.757, de 1969, que para la aplicación del artículo 91,
inciso 2º, no se requiere que la casa habitación sea de propiedad del
Fisco o de la institución empleadora, ya que basta con que haya sido
destinada al servicio, sea por cesión o arrendamiento (62.554/76,
23.350/91, 36.164/93), pues, en la medida que el servicio cuente con
disponibilidades presupuestarias, nada obsta a que arriende un inmue-
ble a terceros para darlo en arrendamiento funcionario interno
(13.916/99).
Por lo mismo, ha manifestado también que el porcentaje del 10%
del sueldo en que el Estatuto Administrativo fija el canon o renta del
arriendo funcionario, es independiente de que el bien raíz sea de pro-
piedad pública o arrendado por la repartición de que se trata, y que
de darse este último caso, el monto del arriendo que el servicio pa-
gue al tercero arrendador por el inmueble arrendado sea mayor a ese
porcentaje legal (53.662/65, 22.659/98).
En igual sentido, la jurisprudencia ha expresado que la locución
“casa destinada al servicio” tiene un alcance amplio y comprende tanto

703
ARTÍCULO 91

al inmueble de propiedad pública como al arrendado por la institución


empleadora para ser cedido a los empleados que tengan derecho a ocu-
parlo (1.998/87), y que nada obsta a que un servicio descentralizado,
contando con las disponibilidades presupuestarias que se requieren,
pueda celebrar un contrato de arrendamiento para destinar el bien raíz
a casa habitación del jefe superior de servicio (31.837/82).

91.6) DICTÁMENES NOS 24.229, DE 1990; 19.197, DE 1999

Para solicitar el derecho a habitar una casa destinada al servicio, el


artículo 91 sólo atiende a la jerarquía, que es el elemento que fija el
orden sucesivo y excluyente en que concurrirán las peticiones formu-
ladas para obtener el beneficio (24.229/90).
Debe otorgarse mediante un acto formal, o sea, dictando el res-
pectivo decreto resolución (19.197/99).

91.7) DICTÁMENES NOS 53.662, DE 1965; 31.026, DE 1987

El inciso 2º del artículo 91 es explícito en cuanto a que el funcionario


que se encuentra en la situación que describe, debe pagar como ren-
ta de arrendamiento sólo el 10% de su sueldo (53.662/65).
Lo anterior, independientemente de la suma que el servicio can-
cele por un inmueble que arriende y que entregue a sus funcionarios.
Tratándose de los servicios descentralizados, deben pagar una canti-
dad equivalente al 8% del avalúo fiscal, dividido en cuotas mensuales,
por las viviendas fiscales que con tal objeto obtengan en concesión de
uso. Así lo prescribe el artículo 57 del DL Nº 1.939, de 1977, que no
se ha visto modificado por la LOCBGAE (31.026/87).

91.8) DICTÁMENES NOS 27.479, DE 1958; 22.659, DE 1998

El Estatuto Administrativo ha fijado en un 10% del sueldo el límite


que por renta de arrendamiento funcionario deben pagar los emplea-
dos que habitan una casa del servicio, evitando con ello imponerles
una suma que exceda sus posibilidades económicas.
Es improcedente fijarla en una cantidad superior (22.659/98).

91.9) DICTÁMENES NOS 62.554, DE 1976; 50.211, DE 1977; 42.981, DE 1980

La jurisprudencia ha declarado en reiteradas ocasiones, por ejemplo


en el dictamen Nº 62.554, de 1976, que la contraprestación de pagar

704
ARTÍCULO 91

una renta equivalente al 10% del sueldo del cargo que establece el
inciso 2º del artículo 91, ha sido regulada con el carácter de única obli-
gación exigible al empleado por la ocupación de la vivienda.
Por esta razón, no procede gravar al empleado ocupante de un in-
mueble de esta naturaleza con el pago de una prima de seguro de la
vivienda en favor del servicio, porque la cancelación de dichas primas
debe ser de cargo del servicio contratante del seguro (42.981/80).
La única compensación económica que la ley ha impuesto a los
empleados ocupantes de este tipo de viviendas es el pago del 10% de
su sueldo. Por lo tanto, ni aun un reglamento presidencial podría im-
poner el pago de cantidades adicionales a ese porcentaje, porque se
contravendría el claro mandato de la ley (62.554/76, 50.211/77).

91.10) DICTÁMENES NOS 53.189 Y 68.512, DE 1970

La autoridad administrativa puede reconocer a varios funcionarios un


derecho parcial a hacer uso de una vivienda del servicio.
En este caso, los empleados que hacen uso simultáneo del inmue-
ble deben pagar una parte proporcional del 10% de sus sueldos, acor-
de con el derecho reconocido por el inciso 2º del artículo 91.
Así, si un inmueble es ocupado por tres empleados, cada uno debe
cancelar la tercera parte de dicho 10% de su sueldo.

91.11) DICTÁMENES NOS 1.998, DE 1987; 26.861, DE 1990

El derecho a ocupar casa fiscal emana del hecho de poseer el emplea-


do la calidad de funcionario público. Como esta condición se mantie-
ne durante el período en que se hace uso de un permiso sin goce de
remuneraciones, sus titulares tienen derecho a continuar gozando del
beneficio (1.998/87).
Por la misma razón, no puede asignarse casa habitación a un pro-
fesional contratado a honorarios, pues no inviste la calidad de funcio-
nario público (26.861/90).

91.12) DICTÁMENES NOS 20.547, DE 1990; 29.223, DE 1992

La cesión de un inmueble hace surgir entre el Estado y el funcionario


una relación jurídica patrimonial cuya fuente directa es la propia ley.
Por ello, dicho vínculo no puede verse modificado o extinguido
por decisión de la jefatura del servicio actuando en ejercicio de sus
potestades revocatorias, por cuanto el Estatuto Administrativo, al es-
tablecer el derecho, no ha previsto esta forma de extinción del acto

705
ARTÍCULO 91

de cesión y no existe norma legal alguna que faculte resolver la extin-


ción de esa franquicia (29.223/92).
No se ha ajustado a derecho la decisión tomada por la jefatura su-
perior del servicio, en orden a exigir a un empleado que haga deja-
ción de la casa habitación dada en arrendamiento, arguyendo que
estaría destinada al uso exclusivo del Director Regional, cargo que el
ocupante ya no desempeña, porque el inciso 2º del artículo 91, nor-
ma semejante a la del anterior Estatuto Administrativo, sólo admite
como causales de cese del referido beneficio la destinación del bene-
ficiario a otra localidad y su desvinculación del servicio, agregando
ahora, en su nuevo inciso 3º, la circunstancia de que el interesado o
su cónyuge sean propietarios de una vivienda en la localidad en que
presta sus servicios el empleado (20.547/90).
Por otra parte, la normativa vigente exige observar la jerarquía sólo
para los efectos de otorgar el goce del beneficio, pero no para su ex-
tinción.

INCISO TERCERO

91.13) DICTÁMENES NOS 24.229 Y 29.695, DE 1990

Si el funcionario o su cónyuge son propietarios de una vivienda en la


localidad en que trabajan, no tienen derecho a ocupar casa habita-
ción del fisco o del servicio, aun cuando el inmueble que posean haya
sido dado en arrendamiento para fines distintos de la habitación, por-
que el inciso 3º del artículo 91 del Estatuto Administrativo tiene por
finalidad favorecer solamente a los funcionarios que carecen de casa
habitación para ellos y su núcleo familiar en el lugar en que deben
desarrollar sus funciones.
Por lo demás, la regla estatutaria no está concebida atendiendo al
uso que el propietario dé o esté dando al bien raíz, pues repara úni-
camente en la naturaleza del mismo, esto es, que sirva para la vivien-
da, de modo que no cabe alegar, para salvar la limitación legal, que el
inmueble esté aplicado a fines distintos de la habitación.
El único caso en que no se aplica la restricción consultada en el
inciso último del artículo 91 es aquel en que la casa habitación es en-
tregada al personal encargado de la mantención o vigilancia perma-
nente del servicio, en virtud del mandato imperativo que contiene el
inciso 1º de dicho precepto, que permite a este personal a vivir gra-
tuitamente en ella (24.229/90).
El inciso 3º del artículo 91 favorece a los empleados que carecen
de vivienda en la localidad en que prestan sus servicios, pero es admi-
sible que aun teniendo casa habitación en ese lugar sigan gozando del
beneficio de casa fiscal, si su propiedad no está actualmente en con-

706
ARTÍCULO 91

diciones de ser usada como tal, por encontrarse, por ejemplo, someti-
da a obras de ampliación que la hacen inhabitable.
“Casa”, según el Diccionario de la Lengua, es “edificio para habi-
tar”, “piso o parte de una casa en que vive un individuo o una fami-
lia”, y la palabra “vivienda”, a su vez, aparece definida como “morada”
o “habitación”, de modo que la Ley Estatutaria, al limitar el derecho
a arriendo de una casa del servicio, lo hace en relación con quienes
sean propietarios de un inmueble que efectivamente sirva para ser ha-
bitado (29.695/90).

91.14) DICTÁMENES NOS 11.828, DE 1997; 22.659, DE 1998; 12.756,


DE 1999

Si el servicio desahucia un contrato de arrendamiento, devolviendo a


su dueño el inmueble que arrendaba y que se encontraba cedido en
arriendo funcionario, debe arrendar otra vivienda para que pueda se-
guir ocupándola, a menos que carezca de fondos presupuestarios para
hacerlo (11.828/97).
Con todo, si el servicio carece de fondos para seguir arrendando
el inmueble que ocupa un empleado y en razón de este hecho decide
poner término al contrato de arrendamiento funcionario, cesa el de-
recho del empleado a seguir ocupándolo. En abono de esta conclu-
sión, cabe citar el artículo 19 bis de la Ley de Administración Finan-
ciera del Estado, precepto conforme al cual las obligaciones de pago
de los servicios están subordinadas a que se consulten recursos en el
respectivo presupuesto (22.659/98, 12.756/99).

91.15) DICTÁMENES NOS 22.039, DE 1990; 3.992, DE 1996

El inciso 3º del artículo 91 niega el derecho a arrendar casa del servi-


cio a quien es propietario, o su cónyuge, de una vivienda en “la locali-
dad en que presta sus servicios”.
Si bien la ley no ha definido qué ha de entenderse por localidad,
de la norma señalada aparece que su intención es conceder la fran-
quicia a los servidores públicos que carecen de casa habitación para
ellos y su núcleo familiar en el lugar en que deben desarrollar sus fun-
ciones, con independencia de la división política o administrativa del
país.
Como previene el reglamento de viáticos, que puede considerar-
se ilustrativo para estos efectos, constituyen una misma “localidad” to-
dos aquellos conglomerados urbanos o suburbanos que por su cercanía
y equipamiento permiten trasladarse fluidamente entre ellos sin incu-
rrir en gastos extraordinarios de movilización, alojamiento y alimen-

707
ARTÍCULO 91

tación. Por ejemplo, Valparaíso y Viña del Mar no pueden estimarse


localidades distintas para estos fines estatutarios, aunque se trate de
comunas diferentes, porque están unidas por un circuito normal de
tráfico ciudadano.

91.16) DICTAMEN Nº 28.360, DE 1990

La jerarquía funcionaria debe observarse únicamente para conceder el


derecho a ocupar una casa en el lugar donde funciona el servicio, de
modo que una vez asignado el bien raíz el derecho a usarlo no puede
verse alterado en razón de ella. No constituye una causal de término
del beneficio que autorice requerir la restitución del inmueble, el que
con posterioridad a su otorgamiento aparezca un solicitante con ma-
yor grado que el del funcionario a quien se asignó la casa habitación.
La limitación establecida por el inciso 3º del artículo 91 para el
funcionario que posea, él o su cónyuge, una vivienda en la localidad
en que trabaja, alcanza a todos los funcionarios en condiciones de im-
petrar la franquicia, incluidos los jefes superiores de servicio, porque
la ley no ha formulado excepciones al respecto. En el evento de exis-
tir una vivienda destinada especialmente a servir de casa habitación
para las autoridades, éstas no pueden hacer uso del derecho estatuta-
rio si ellas o sus cónyuges poseen una vivienda en la localidad.

SUMINISTROS DOMICILIARIOS

91.17) DICTÁMENES NOS 81.155, DE 1966; 16.216, DE 1974; 20.260,


DE 1997

Los gastos de carácter domiciliario, como los consumos de luz, agua y


gas, son de cargo exclusivo del funcionario que goza del derecho a
casa habitación, sea que la use gratuitamente o con pago de renta de
arrendamiento, puesto que corresponde pagarlos a quien los utiliza y
aprovecha.

INSTALACIÓN Y PAGO DE TELÉFONO

91.18) DICTÁMENES NOS 29.840, DE 1978; 20.260, DE 1997

Las casas del servicio que son entregadas en arriendo funcionario pue-
den ser dotadas de teléfono, siempre que estos aparatos queden ins-
critos a nombre del organismo correspondiente, que ordenó y pagó
su instalación.

708
ARTÍCULO 91

Sin perjuicio de lo anterior, los funcionarios que las habiten tam-


bién pueden solicitar la instalación de teléfono, por supuesto con car-
go a ellos. Adquiriendo el aparato, nada obsta a que lo trasladen a su
nuevo domicilio al hacer entrega del inmueble público.
En todo caso, los consumos telefónicos mensuales deben ser
cancelados por los funcionarios beneficiados con el servicio telefó-
nico.

PAGO POR DERECHO DE ASEO DOMICILIARIO

91.19) DICTAMEN Nº 29.070, DE 1996

La Ley Nº 19.388 modificó la Ley de Rentas Municipales, eliminando


la exención del pago de aseo domiciliario que beneficiaba a los in-
muebles exentos del pago de impuesto territorial, como era el caso
de los bienes fiscales, según lo dispuesto por el artículo 2º de la Ley
Nº 17.235.
Desde la vigencia de dicha ley, entonces, la municipalidad está
obligada a cobrar el derecho que corresponda por el servicio de aseo
que se presta, el que debe ser pagado por el usuario del servicio, en
atención a que el hecho gravado por la ley es la generación de los re-
siduos que han de retirarse de cada domicilio.
Por lo demás, la asignación de casa habitación, pagando o no pa-
gando renta funcionaria, no comprende los pagos de agua, teléfono
y otros suministros domiciliarios, por constituir gastos propios de quien
los utiliza y aprovecha.

EL PERSONAL QUE TRABAJE EN LA CASA CEDIDA


O ARRENDADA NO PUEDE SER DEL SERVICIO

91.20) DICTAMEN Nº 16.803, DE 1983

Si bien es posible que un empleado del servicio cumpla las tareas de


chofer del automóvil asignado al jefe superior, sólo en relación con
las funciones propias del cargo, no es procedente, en cambio, acep-
tar que funcionarios realicen labores de mayordomo o jardinero en
el inmueble habitado por esa jefatura, ni como tales a quienes des-
empeñen en él cualquiera otra labor, porque estos trabajadores no
cumplen labores relacionadas con los objetivos de la repartición de
que se trata.
El personal de la casa cedida o arrendada a un empleado desem-
peña actividades particulares y no puede ser remunerado con fondos
públicos ni regirse por normas estatutarias.

709
ARTÍCULO 91

REPARACIONES LOCATIVAS, NECESARIAS Y MEJORAS


ÚTILES EN LAS CASAS CEDIDAS O ARRENDADAS

91.21) DICTÁMENES NOS 16.934, DE 1982; 6.223, DE 1992

El derecho que establece el artículo 91 no faculta al beneficiado con


la casa habitación para introducir modificaciones en las viviendas, toda
vez que dichos cambios sólo pueden disponerse por la autoridad com-
petente, de acuerdo con las atribuciones que la ley señale.
Con todo, el artículo 14 del DL Nº 3.001, de 1979, regulador de
la entrega, administración y uso de los inmuebles del servicio cedi-
dos o arrendados a los funcionarios, dispone que “las reparaciones
de estas viviendas, aun cuando éstas fueren proporcionadas a título
gratuito, serán de cargo del ocupante en los mismos términos en que
el Código Civil y el ordenamiento jurídico lo establecen para el arren-
datario”.
Acorde con esta disposición, tratándose de reparaciones y de sus
responsables, hay que distinguir entre las reparaciones locativas, que
deben ser sufragadas por el funcionario, y las reparaciones necesarias
no locativas, que gravan al servicio dueño del inmueble.
Se entiende por reparaciones locativas, según el artículo 1940 del
CC, las que según la costumbre del país son de cargo de los arrendata-
rios, y en general las que tienden a subsanar los deterioros que ordi-
nariamente se producen en un inmueble por culpa del arrendatario
o de sus dependientes, como los descalabros de paredes o cercas, ro-
tura de cristales y otros de la misma naturaleza.
Reparaciones necesarias no locativas, por su parte, son aquellas
indispensables para mantener la casa habitación en estado de servir.
Por lo tanto, corresponde que el ocupante sufrague por sí mismo
las reparaciones locativas, y que el servicio se haga cargo de las nece-
sarias no locativas.
Si el empleado procediere por su cuenta a efectuar estas últimas
reparaciones, no tiene derecho a reembolso, a menos que hubieren
tenido un carácter urgente que impidiera solicitar su realización al ser-
vicio o que de atenerse a este procedimiento resultaren perjuicios ma-
yores para el inmueble. Así resulta de la aplicación de las normas del
DL Nº 3.001, de 1979, y del artículo 1935 del CC.

91.22) DICTÁMENES NOS 16.934, DE 1982; 37.674, DE 1995

Mejoras útiles son las obras que no siendo necesarias para la conser-
vación del inmueble, significan un aumento de su valor comercial,
como ocurre con la construcción de una habitación o la plantación
de árboles.

710
ARTÍCULO 91

Este tipo de mejoras, realizado por el funcionario en la casa que


se le ha cedido o arrendado, no da derecho a reembolso y son de car-
go suyo, sin perjuicio de que al dejar el inmueble pueda llevarse los
bienes separables que le hubiere incorporado, solución que aunque
no se encuentra recogida en el DL Nº 3.001, de 1979, es un principio
ampliamente acogido por el ordenamiento jurídico, como lo demues-
tra el hecho de que lo hacen suyo el CC, en el artículo 1936, y el DL
Nº 1.939, de 1977, sobre adquisición, administración y enajenación de
bienes fiscales, en su artículo 61 (16.934/82).
Aplicando estos mismos conceptos, cabe concluir que la instala-
ción de un portero eléctrico en un edificio de departamentos de pro-
piedad del servicio debe ser financiado por los funcionarios que los
arriendan, por cuanto constituye un elemento complementario de se-
guridad para los moradores que no posee el carácter de una repara-
ción locativa o no locativa, que son las que debe cubrir el arrendador,
sino el de una mejora útil, de cargo del arrendatario (37.674/95).

RESIDENCIA EN CAMPAMENTOS

91.23) DICTAMEN Nº 93.733, DE 1975

Los trabajadores que viven en campamentos alejados de la ciudad no


están obligados a pagar renta alguna por su residencia en ellos; por
el contrario, el Decreto Nº 262, de 1977, de Hacienda, sobre viáticos,
les reconoce expresamente el derecho a percibir esta asignación eco-
nómica mientras desempeñan sus funciones en esos lugares.
En el evento que la residencia en campamentos no reúna estas con-
diciones y fuera necesario asignar casa habitación a los personales des-
tacados en esos sitios, preciso sería remitirse al artículo 91 del Estatuto
Administrativo.

DESTINO DE LAS RENTAS DE ARRENDAMIENTO


FUNCIONARIO

91.24) DICTAMEN Nº 10.533, DE 1986

Con la entrada en vigencia del artículo 14 del DL Nº 3.001, de 1979,


desde el día 1º de enero de 1979 las rentas de arrendamiento de las
viviendas o casas habitación proporcionadas por los servicios a sus em-
pleados, pasaron a constituir ingresos propios de esos organismos.
Con ello se ha perseguido dotar a los servicios públicos de ingre-
sos que les permitan solventar las necesidades que requiera su funcio-
namiento.

711
ARTÍCULO 91

91.25) DICTAMEN Nº 11.672, DE 1980

La norma del artículo 14 del DL Nº 3.001, de 1979, es de carácter gene-


ral, toda vez que regula el destino de las rentas de arrendamiento de
las viviendas proporcionadas por el Estado a los funcionarios públicos.

CESACIÓN DEL DERECHO A CASA DEL SERVICIO

91.26) DICTAMEN Nº 20.547, DE 1990

El inciso 2º del artículo 91 contiene una norma semejante a la del ar-


tículo 87 del DFL Nº 338, de 1960.
Según ella, sólo son causales de cesación del derecho a usar una
casa del servicio, la destinación del empleado a otra localidad y su des-
vinculación del organismo al que pertenecía.
Además, el Estatuto de 1989 ha incorporado, en el inciso 3º del
artículo 91, una tercera causal: poseer, el funcionario o su cónyuge,
una vivienda en la localidad en que presta sus servicios.
Cabe agregar que cuando la naturaleza del empleo no obliga a
vivir en el lugar de trabajo, la jefatura superior del servicio puede cam-
biar el destino del inmueble, caso en el cual procede suspender el de-
recho de que gozaba el empleado a utilizarlo como casa habitación.

91.27) DICTÁMENES NOS 66.949, DE 1966; 7.239, DE 1969; 20.940,


DE 1982

Un funcionario tiene derecho a ocupar casa del servicio mientras des-


empeña sus funciones en la localidad respectiva.
Si es destinado a otra localidad donde no es posible seguir habi-
tando esa vivienda, corresponde que haga entrega de ella a la autori-
dad correspondiente.

91.28) DICTÁMENES NOS 65.909, DE 1975; 29.019, DE 1990

Con arreglo al inciso 2º del artículo 91, un funcionario de la Dirección


de Vialidad debe hacer dejación de la casa que ocupa, toda vez que ese
inmueble pasó a ser de propiedad de la Dirección de Arquitectura, esto
es, de un servicio distinto, pues una y otra Dirección son organismos
diferentes, aunque dependan de un mismo Ministerio (65.909/75).
Las funcionarias de la Dirección de Contabilidad y Finanzas y de
la Dirección de Planeamiento no pueden ocupar inmuebles de la Sub-
secretaría de Obras Públicas, porque dependen de la Dirección Ge-
neral de Obras Públicas y son servicios del todo diferentes a aquélla,

712
ARTÍCULO 91

como que tienen planta y presupuestos propios. En estas condiciones,


una vivienda de la Subsecretaría no cumple con el requisito de ser “casa
habitación destinada al servicio”, que exige el inciso 2º del artículo
91 para hacer procedente el uso de esos bienes raíces (29.019/90).

91.29) DICTAMEN Nº 10.562, DE 1990

El mayordomo residente de un establecimiento de enseñanza supe-


rior que ocupaba una casa del servicio adjunta a la Escuela de Tecno-
logía, debe hacer entrega de ella sin derecho a compensación alguna,
al haberse trasladado la Escuela a un sitio diferente.
Ha desaparecido, así, la condición necesaria para que el mayor-
domo, por razones de servicio, tuviera que habitar gratuitamente di-
cho inmueble.

91.30) DICTÁMENES NOS 22.039, DE 1990; 3.992, DE 1996

Cuando el empleado, o su cónyuge, son dueños de una vivienda en la


misma localidad en que debe desarrollar su trabajo, el artículo 91, in-
ciso 3º, lo inhabilita como arrendatario funcionario de un inmueble
del servicio (22.039/90).
De esta manera, el funcionario de la Dirección de Vialidad del Mi-
nisterio de Obras Públicas que se desempeña en la ciudad de Santia-
go y que es dueño de una vivienda en la comuna de Maipú, no tiene
derecho a habitar un inmueble arrendado por el servicio para uso de
sus funcionarios, aunque la casa haya sido adquirida con sus herma-
nos para su madre, porque aparece registrada a nombre suyo en el
Registro Conservador de Bienes Raíces. Por lo demás, la expresión “lo-
calidad” de que se vale el Estatuto Administrativo para regular esta si-
tuación no es sinónima de comuna, sino que alude a un sector
territorial delimitado por la facilidad y fluidez de desplazamiento te-
rritorial que concurren en un lugar y que se precisa por la posibili-
dad de movilización de un punto a otro de él sin tener que incurrir
en gastos extraordinarios de traslado (3.992/96).

LA RESTITUCIÓN OBLIGADA DEL INMUEBLE


POR VÍA ADMINISTRATIVA

91.31) DL Nº 3.457, DE 1980, ARTÍCULO ÚNICO

Artículo único. Sustitúyese el inciso primero de la letra f) del artículo


26 del Decreto con Fuerza de Ley 22, de 1959, Ley Orgánica del Ser-
vicio de Gobierno Interior, por el siguiente:

713
ARTÍCULO 92

(Es facultad de los Gobernadores) “Exigir administrativamente la


restitución de cualquier bien de propiedad fiscal o perteneciente a
entidades del Estado con patrimonio distinto al del Fisco, o nacional
de uso público, que esté indebidamente ocupado. En caso de oposi-
ción, podrá hacer uso de las facultades que le otorga la presente ley”.

PROHIBICIÓN DE ADQUIRIR O CONSTRUIR CASAS


HABITACIÓN FUNCIONARIAS

91.32) Sucesivas Leyes de Presupuestos han venido reiterando la pro-


hibición de adquirir o construir edificios para destinarlos a vivienda
de su personal, excepto los casos que indica.

EL CASO ESPECIAL DE LOS INTENDENTES


Y GOBERNADORES

91.33) DICTAMEN Nº 24.101, DE 1995

Los intendentes y gobernadores tienen derecho a que se les conceda


casa habitación con cargo al fisco, aun cuando ellos o sus cónyuges
sean propietarios de una vivienda en la localidad en que ejercen sus
funciones, por cuanto el artículo 90 del DFL Nº 22, de 1959, que otor-
ga a estas autoridades el derecho a uso gratuito de casa habitación,
no se ha visto derogado en forma expresa o tácita por las disposicio-
nes que se han dictado con posterioridad a su vigencia.
Como dicho precepto establece una obligación para el fisco, sin
exigir que los inmuebles de que se trata sean de propiedad fiscal, bien
puede el fisco cumplir con ese deber que le impone la ley arrendan-
do los inmuebles necesarios para tal fin, si carece de viviendas pro-
pias en las localidades en que los intendentes y gobernadores ejercen
sus funciones.

Artículo 92. Los funcionarios tendrán derecho a solicitar la


permuta de sus cargos, siempre que no sean de exclusiva con-
fianza. La permuta consistirá en el cambio voluntario de sus
respectivos cargos entre dos funcionarios titulares de igual
grado de la respectiva planta, siempre que posean los requi-
sitos legales y reglamentarios para ocupar los respectivos em-
pleos, y la aceptación de las autoridades facultadas para hacer
los nombramientos.

714
ARTÍCULO 92

Los funcionarios que permuten sus empleos pasarán a ocu-


par en el escalafón el último lugar del respectivo grado, has-
ta que obtengan una nueva calificación.

Interpretación

92.1) DICTÁMENES NOS 32.468, DE 1963; 15.174, DE 1968; 77.120, DE


1969; 65.379, DE 1972

La permuta tiene el carácter de un acto formal y no meramente con-


sensual, en la medida que requiere la aceptación de las autoridades
facultadas para hacer los nombramientos, además del acuerdo de vo-
luntades de los funcionarios interesados.
En consecuencia, una permuta que ha sido aprobada por decreto
o resolución, no puede ser objeto de desistimiento unilateral de uno
de los funcionarios interesados.

92.2) DICTAMEN Nº 40.476, DE 1972

Como la permuta es una forma de nombramiento, dicha designación


sólo produce efectos a contar de la fecha de tramitación del respecti-
vo decreto o resolución, y los funcionarios permutantes deberán asu-
mir sus funciones el día en que les sea notificado el hecho de
encontrarse totalmente tramitado ese decreto o resolución.

92.3) DICTÁMENES NOS 15.527, DE 1962; 57.823, DE 1964; 28.588, DE 1991

La Contraloría General ha resuelto en forma invariable, por ejemplo


en el dictamen Nº 54.408, de 1962, que los funcionarios que permu-
ten sus empleos deben cumplir con los requisitos exigidos para des-
empeñar los cargos que están permutando.
No obsta a esta exigencia, el hecho de que por efecto de un enca-
sillamiento anterior hubieren podido ser designados titulares sin po-
seer los requisitos habilitantes para hacerlo y estén ejerciendo en esta
forma los respectivos cargos.

92.4) DICTAMEN Nº 16.697, DE 1972

Para dar curso a una permuta los solicitantes deben acreditar el cum-
plimiento de los requisitos exigidos por el artículo 92 del Estatuto Ad-
ministrativo.

715
ARTÍCULO 93

El concurso prescrito por la ley para designar a una persona en ca-


lidad de titular en un cargo público, sólo es exigible al proveerse un
empleo mediante nombramiento, pero no cuando se hace a través de
la permuta.

Párrafo 2º
De las remuneraciones y asignaciones

Artículo 93. Los funcionarios tendrán derecho a percibir por


sus servicios las remuneraciones y demás asignaciones adicio-
nales que establezca la ley, en forma regular y completa.

Interpretación

EL SISTEMA DE REMUNERACIONES DEL SECTOR PÚBLICO

93.1) DICTAMEN Nº 76.401, DE 1979

El Código del Trabajo, en su artículo 1º, excluyó de su ámbito de apli-


cación al Fisco, Municipalidades, empresas, entidades e instituciones
cuyos funcionarios y trabajadores se encuentren sometidos por ley a
un estatuto especial, como asimismo a las personas cuyas actividades
están regidas por leyes especiales.
Encontrándose reguladas en el Estatuto Administrativo las remu-
neraciones y asignaciones que pueden percibir los funcionarios de los
servicios afectos a sus normas, en materia remuneratoria no cabe apli-
car las disposiciones del Código del Trabajo.

93.2) DICTÁMENES NOS 8.415, DE 1983; 20.132, DE 1992; 17.846,


DE 1996

El principio del enriquecimiento sin causa impide a la Administración


beneficiarse con la labor desempeñada por un funcionario público,
sin que medie retribución pecuniaria (17.846/96).
El sistema de remuneraciones del sector público está establecido
sobre bases diferentes de las que rigen en el sector privado.
En efecto, en él, las respectivas asignaciones o estipendios cons-
tituyen beneficios específicos, regulados por el legislador en forma
previa a la incorporación de un funcionario al sistema público, sis-
tema que por lo demás está estructurado y ordenado en escalafones
y grados.

716
ARTÍCULO 93

Estas características no existen en el sector privado, toda vez que


en este régimen las remuneraciones se determinan en consideración
a los servicios realizados, de los cuales es su contraprestación, lo que
permite a las partes acordar el pago de las asignaciones que estimen
conveniente, entre ellas, las de título profesional o de responsabilidad
(8.415/83).

93.3) DICTÁMENES NOS 25.389, DE 1995; 3.389, DE 1998

En el sector público, las remuneraciones requieren de ley que las ins-


tituya y disponga su pago. Los funcionarios tienen derecho a impe-
trar sólo los beneficios pecuniarios que expresamente les conceden
los respectivos textos legales y por los períodos que establezcan
(3.389/98).
De conformidad con lo establecido en el artículo 3º, letras a), d)
y e) del Estatuto Administrativo, las remuneraciones de los emplea-
dos públicos deben ser fijadas en relación con los cargos que éstos ocu-
pan, los cuales han de encontrarse establecidos en la respectiva planta
de personal, guardando relación con el orden jerárquico asignado a
esos empleos (25.389/95).

93.4) DICTAMEN Nº 20.132, DE 1992

Las Escalas de Sueldos (ES), que se fijan por ley, contemplan el suel-
do base y las asignaciones especiales, como las de antigüedad, profe-
sional, de fiscalización, municipal, de zona, por trabajos nocturnos y
en días festivos, viáticos, etc.
Para reajustar estas rentas se requiere también de ley, la que nor-
malmente se dicta en el mes de diciembre de cada año. Este reajuste
se basa, generalmente, en la variación experimentada durante el año
por el índice de precios al consumidor.

93.5) DICTAMEN Nº 13.776, DE 1995

Las remuneraciones pueden ser permanentes u ordinarias, que son


las que se fijan en la normativa legal en atención al desempeño nor-
mal del cargo, como el sueldo; o eventuales o accidentales, que son
las que se pagan sólo cuando se cumplen ciertas condiciones estable-
cidas por el legislador como requisitos necesarios para su otorgamien-
to, como las horas extraordinarias, que constituyen una retribución
por el desarrollo efectivo de labores fuera de la jornada ordinaria de
trabajo.

717
ARTÍCULO 93

EL PAGO DE REMUNERACIONES ES UN DEBER LEGAL


INEXCUSABLE

93.6) DICTÁMENES NOS 20.287 Y 40.095, DE 1996; 10.843, DE 1999

No es admisible invocar dificultades de financiamiento para descono-


cer los requisitos que hacen procedente un estipendio (40.095/96) o
la falta de recursos presupuestarios como excusa para dejar de pagar
una remuneración (20.287/96).
Una vez devengadas las remuneraciones, no puede el servicio ofre-
cer una transacción a sus funcionarios para pagarles sólo una parte
de ellas, pues la Administración está obligada a pagar lo que corres-
ponde según lo prescrito por la ley (10.843/99).

93.7) DICTAMEN Nº 8.854, DE 1995

De acuerdo con lo establecido en la letra d) del artículo 98 del Es-


tatuto Administrativo procede pagar asignación por cambio de re-
sidencia al personal soltero de Gendarmería que vive en el
establecimiento penitenciario en que trabaja, cuando concurren las
exigencias que hacen procedente el beneficio, sin que resulte ad-
misible que el servicio pretenda exceptuarse de su pago aducien-
do razones financieras.

PERCIBIR REMUNERACIONES O INDEMNIZACIÓN POR EL


TIEMPO TRABAJADO A LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO, ES
UN DERECHO QUE ASISTE AL TRABAJADOR

93.8) DICTAMEN Nº 72.458, DE 1968

Los empleados tienen derecho al sueldo y demás remuneraciones des-


de que asumen sus funciones.
(Así lo dispone ahora, expresamente, el artículo 94 de este Esta-
tuto.)

93.9) DICTÁMENES NOS 28.615, DE 1992; 22.805, DE 1993; 7.636,


DE 1995

No corresponde prestar servicios sin retribución, pues el deber de des-


empeñar una función pública tiene previsto el pago de un sueldo a
título de contraprestación a que tiene derecho el empleado por los
servicios prestados.

718
ARTÍCULO 93

Este criterio general responde al principio retributivo que inspira


al Estatuto Administrativo de dar a cada uno lo que le corresponde,
el que de vulnerarse origina un enriquecimiento sin causa en favor
de la Administración y desconoce todo principio de equidad.
De aquí que el desempeño de hecho deba ser remunerado
(22.805/93) y que todo gasto que se origine en el desempeño de la
función deba ser indemnizado (28.615/92).
Si el Servicio Nacional de Menores decide encargar a Gendarme-
ría el traslado de los menores en situación irregular a los Centros de
Rehabilitación u Hogares de Menores donde han sido destinados, debe
celebrar un convenio con este organismo y financiar los gastos que
demande dicho traslado, incluidos los de personal, pudiendo pactar-
se en ese acuerdo de voluntades la obligación de rendir cuenta de ellos
o el reembolso de los gastos que no estén debidamente acreditados
(7.636/95).

93.10) DICTAMEN Nº 17.846, DE 1996

En efecto, el principio del enriquecimiento sin causa impide a la Ad-


ministración del Estado beneficiarse de la labor desarrollada por un
funcionario o persona sin que medie la correspondiente retribución
pecuniaria.

93.11) ÓSCAR ACUÑA MONDACA Y OTROS CON DIRECTOR DEL SERVICIO


DE SALUD A RAUCANÍA S UR, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN DE
PROTECCIÓN, 7 DE ENERO DE 1999, ROL Nº 4.426, DE 1998

2º. Que la resolución impugnada dejó sin efecto las resoluciones dic-
tadas –con anterioridad– que habían concedido a los recurrentes Asig-
nación Profesional en razón de los cargos que desempeñan, cumplién-
dose así el dictamen Nº 26.264, de 28 de julio de 1998, de la
Contraloría General de la República –según el cual– debía disponer-
se esa invalidación para regularizar una situación que, según la mis-
ma Contraloría, es contraria al ordenamiento legal aplicable.
7º. Que la invalidación que ha dispuesto la resolución que se im-
pugna debe estar limitada en sus efectos por el derecho de los recu-
rrentes a mantener en su patrimonio las sumas correspondientes a
asignación profesional que les fueron pagadas y que ellos percibieron
de buena fe, puesto que el vicio que convertiría en irregulares las re-
soluciones no les pueden ser imputables, atendido que sólo en virtud
del dictamen Nº 26.264, de 28 de julio de 1998, el Director del Servi-
cio se vio obligado, aun sin compartir la interpretación allí conteni-
da, a ordenar la invalidación.

719
ARTÍCULO 93

8º. Que lo percibido por Asignación Profesional ha ingresado al


patrimonio de los beneficiarios, de modo que la invalidación no pue-
de, en este caso, retrotraer sus efectos a un tiempo anterior al dicta-
men que estableció la interpretación obligatoria de la norma para el
servicio, ya que el error en el otorgamiento del beneficio ha sido de
la Administración, que por eso carece de base para invocarlo en per-
juicio de los destinatarios o terceros de buena fe, sin lesionar el dere-
cho consagrado en el Nº 24º del artículo 19 de la CPR –de manera que
la resolución de que se trata– es contraria al ordenamiento jurídico
en cuanto ordena la restitución de las sumas ya percibidas por los re-
currentes.

93.12) CELSA BECERRA PAVEZ Y OTROS CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE CHÉPICA, CORTE DE APELACIONES DE R ANCAGUA,
PROTECCIÓN, 8 DE JUNIO DE 1998, CONFIRMADA POR LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA EL 7 DE JULIO DE 1998, ROL Nº 2.026-98

6º. Que en cuanto a las cantidades ordenadas integrar –por concepto


de remuneraciones pagadas en contravención a la ley–, en cumplimien-
to de lo establecido en el informe de fiscalización –de la Contraloría
General–, si bien el Contralor, de acuerdo con el artículo 67 de la Ley
Nº 10.335, tiene la facultad de decretar tales descuentos, esta Corte,
atendido el mérito de los antecedentes y en atención a que los bene-
ficios y asignaciones cancelados a los funcionarios fueron percibidos
por éstos de buena fe y en virtud de decretos alcaldicios dictados por
las máximas autoridades de la Municipalidad, acogerá la petición de
los recurrentes sólo en orden a que no se les obligue a devolver las
sumas que en cada caso señala el decreto aludido.
7º. Que en estas condiciones, la acción cautelar de autos se hará
lugar en la forma determinada en el considerando anterior, toda vez
que las resoluciones que ordenaron los pagos objetados produjeron
todos sus efectos jurídicos para sus beneficiarios, incorporándolos a
sus respectivos patrimonios, y de esta manera, al pretender su devolu-
ción, se configuraría un acto arbitrario que corresponde enmendar
por la presente vía.

93.13) DICTÁMENES NOS 70.000, DE 1977; 10.794, DE 1996

Una reiterada jurisprudencia ha concluido que el empleado que por


un acto de autoridad se ve impedido de desempeñar su cargo o las
funciones para las cuales fue designado, tiene derecho a percibir el
sueldo y demás remuneraciones por el período durante el cual fue ile-
gítimamente separado de su empleo o impedido de ejercer sus labo-

720
ARTÍCULO 93

res, siempre que haya demostrado una oportuna y efectiva diligencia,


reclamando por escrito de la situación producida ante las autorida-
des competentes, considerando entre éstas a la Contraloría General
de la República (70.000/77).
La funcionaria a contrata designada bajo la fórmula “mientras sean
necesarios sus servicios” tiene derecho a percibir remuneraciones hasta
el día en que se le notifique que la resolución de término de servicios
se encuentra totalmente tramitada.
Por esta razón, procede cancelarse el lapso comprendido entre el
29 de septiembre, fecha dispuesta por la Superintendencia de Electri-
cidad y Combustibles como de término de la contrata, y el 6 de no-
viembre de 1995, día en que se le notificó dicha resolución, aunque
no lo hubiera trabajado, pues esta ausencia a sus labores obedeció a
una causal de fuerza mayor, como fue la decisión de la autoridad, y a
una determinación personal de la empleada (10.794/96).

93.14) DICTAMEN Nº 2.179, DE 1960

Un funcionario separado de su cargo por error y reincorporado al ser-


vicio, sólo puede percibir sueldo a contar de la fecha en que se rein-
tegra a sus funciones con motivo de la reincorporación.

93.15) DICTÁMENES NOS 15.469 Y 17.487, DE 1992

Atendida la causal prevista en el artículo 154 del Estatuto Administra-


tivo, el derecho a percibir la indemnización especial allí consultada
no favorece a quienes por mandato de la ley se les suprimió el cargo
por haber sido designados en otro servicio.

LAS REMUNERACIONES O INDEMNIZACIONES SÓLO


SE PAGAN REAJUSTADAS CUANDO LA LEY ASÍ LO ESTABLECE

93.16) DICTÁMENES NOS 31.539, DE 1990; 9.603, DE 1999

Conforme al principio de la legalidad contenido en los artículos 6º y


7º de la CPR, la Administración sólo debe hacer lo que la ley permite.
Por consiguiente, tratándose de obligaciones en dinero cuyo títu-
lo directo es la ley, su pago debe atenerse a lo que la ley disponga, de
modo que si ésta no consulta normas expresas sobre su actualización
o el pago de intereses, corresponde pagarlas en sus valores origina-
rios.

721
ARTÍCULO 93

EL CUMPLIMIENTO DE LAS CARGAS PÚBLICAS


NO ES REMUNERADO

93.17) DICTAMEN Nº 9.119, DE 1994

El artículo 19 de la Ley Nº 17.374, Orgánica del Instituto Nacional de


Estadística, contempla la facultad de este organismo de requerir a la
autoridad correspondiente la participación de cualquier funcionario
de los servicios fiscales, semifiscales, de empresas del Estado, munici-
pios, fuerzas armadas y carabineros, en las labores censales que reali-
ce. A su vez, el artículo 3º de la Ley Nº 19.116 impone a los empleados
municipales la obligación de realizar las actividades que demande un
levantamiento censal.
Por lo tanto, la participación de los funcionarios municipales en
el XVI Censo Nacional de Población y V de la Vivienda constituyó una
carga pública, único sentido que cabe asignar a las normas antes se-
ñaladas, deber que o se encuadra dentro de los conceptos de jornada
diaria de trabajo o de trabajos extraordinarios a que aluden los artícu-
los 59 y 60 y siguientes del Estatuto Administrativo.
En su carácter de carga pública, no corresponde que esta partici-
pación sea remunerada con descanso o recargo en las remuneracio-
nes por las horas trabajadas durante el Censo fuera de la jornada
ordinaria de trabajo.

CARACTERÍSTICAS DE LAS REMUNERACIONES

93.18) DICTAMEN Nº 26.752, DE 1962

Las remuneraciones se devengan por servicios efectivos, previo decre-


to o resolución de autoridad competente que justifique su percepción.
(Así lo dispone expresamente el artículo 94 de este Estatuto Ad-
ministrativo.)

93.19) DICTAMEN Nº 5.621, DE 1974

En los términos del artículo 95, las remuneraciones son inembarga-


bles.

93.20) DICTÁMENES NOS 4.292 Y 55.638, DE 1978

De las remuneraciones de los empleados públicos no pueden dedu-


cirse otras cantidades que las autorizadas expresamente por las leyes.

722
ARTÍCULO 93

(Así lo dispone expresamente el artículo 96 de este Estatuto Ad-


ministrativo.)

93.21) DICTÁMENES NOS 69.910, DE 1967; 653, DE 1990

Al tenor del artículo 97, las remuneraciones de los funcionarios pú-


blicos no admiten el pago de anticipos (69.910/67).
Los Servicios del Estado no pueden conceder anticipos de remu-
neraciones, porque es requisito esencial para que se devengue la re-
muneración, que previamente el trabajador preste los servicios
correspondientes (653/90).

93.22) DICTÁMENES NOS 2.179, DE 1963; 42.095, DE 1996

Los derechos estatutarios relativos al sueldo y otros beneficios pe-


cuniarios son irrenunciables, porque no sólo atienden al interés in-
dividual del renunciante sino que son de orden público (2.179/63).
Ello, aunque las condiciones que respaldan el derecho que se in-
voca sea de difícil justificación o el funcionario desee renunciarlo en
virtud de gozar de otro derecho alternativo que le resulta convenien-
te percibir, como la gratificación de zona, pues las asignaciones alter-
nativas a sueldos, así como los demás derechos económicos del
personal de la Administración Pública son irrenunciables, por estar
establecidos en razón de orden público y no mirar al solo interés pri-
vado del renunciante.
No obstante, y si bien no procede la renuncia anticipada al bene-
ficio, nada obsta a que su titular pueda renunciarlo una vez devenga-
do (42.095/96).

ALCANCE DE LA EXPRESIÓN GENÉRICA


“OTROS BENEFICIOS”

93.23) DICTAMEN Nº 3.185, DE 1993

Cuando la ley protege específicamente determinados derechos eco-


nómicos, como la renta del grado y los bienios, no puede sostenerse
que la expresión “otros beneficios” pueda extenderse a derechos no
remuneratorios, como serían las franquicias previsionales.

723
ARTÍCULO 93

LA PLANILLA SUPLEMENTARIA

93.24) DICTÁMENES NOS 17.099, DE 1992; 16.655, DE 1993

El pago de diferencias de remuneración por planilla suplementaria


es excepcional en nuestro ordenamiento jurídico administrativo
(17.099/92).
La planilla suplementaria favorece a los funcionarios de planta que
con motivo de un encasillamiento experimentan disminución en sus
remuneraciones. No beneficia a los empleados a contrata (16.655/93).

93.25) DICTAMEN Nº 21.552, DE 1993

La planilla suplementaria es un beneficio que consiste en el pago de


las diferencias de remuneración que se producen cuando un precep-
to legal así lo ha ordenado expresamente.
Para determinar las condiciones en que procede la planilla suple-
mentaria, hay que estarse a lo establecido en esa ley.

93.26) DICTÁMENES NOS 17.099, DE 1992; 26.192, DE 1995

La planilla suplementaria no participa de la naturaleza de las remu-


neraciones que compensa, rigiéndose por las normas legales que la
establecen.
Será procedente la absorción de la planilla suplementaria por pos-
teriores aumentos remuneratorios, en la medida que así lo haya dis-
puesto la ley que creó dicha planilla (26.192/95).
La planilla suplementaria es un beneficio de derecho estricto, de
modo que quien adquirió ese derecho mientras desempeñaba una pla-
za de planta podrá seguir gozando de él en la medida que mantenga
esa calidad, pero la pierde al expirar en sus funciones por una causa
legal, como es la renuncia o dimisión.
La cesación en el cargo trae consigo la pérdida del derecho a re-
muneraciones (17.099/92).

93.27) DICTAMEN Nº 17.099, DE 1992

El titular que renuncia a su cargo para asumir otro a contrata en el


mismo servicio, pierde su derecho a continuar percibiendo la planilla
suplementaria de que gozaba en su empleo de planta, ya que el cese
de funciones trae aparejada la pérdida del derecho a las remunera-
ciones de ese empleo.

724
ARTÍCULO 93

EL VESTUARIO PROPORCIONADO POR EL SERVICIO


NO CONSTITUYE REMUNERACIÓN

93.28) DICTÁMENES NOS 2.837, DE 1975; 70.285, DE 1979; 2.539


Y 11.024, DE 1982

Las remuneraciones se pagan en dinero. El vestuario o uniforme que


los servicios están autorizados para dar en comodato a su personal,
no constituye un beneficio patrimonial que pueda considerarse un in-
cremento de remuneraciones (70.285/79), ya que tiene como finali-
dad proyectar una imagen de orden y buena presentación del personal
que contribuya al mejor logro de los objetivos de la entidad (2.539/
82) y la propiedad de esas prendas de trabajo corresponde al servicio,
así como a su jefe superior establecer las condiciones en que proce-
derá su uso (11.024/82).
Respecto del personal de los servicios fiscales e instituciones se-
mifiscales, las normas sobre suministro de uniforme y elementos de
protección del vestuario, se contienen en el DFL Nº 58, de 1979, del
Ministerio de Hacienda, que fija las condiciones en que debe propor-
cionarse vestuario y equipo por cuenta fiscal al personal de la Admi-
nistración del Estado (2.837/75).

93.29) DICTAMEN Nº 2.621, DE 1993

En todo caso, para usar uniforme se requiere ser funcionario, de modo


que es improcedente reservarle ese derecho a un empleado que se ha
ausentado injustificadamente de sus labores y a quien se le ha aplica-
do la medida disciplinaria de destitución por la causal de la letra a)
del inciso 2º del artículo 125 del Estatuto Administrativo.

REMUNERACIONES IMPONIBLES

93.30) DICTÁMENES NOS 90.683, DE 1970; 14.600, DE 1992

Las remuneraciones imponibles están constituidas por aquellos esti-


pendios que por expreso mandato de la ley se hallan afectos a cotiza-
ciones previsionales, de acuerdo con el régimen remuneratorio a que
se encuentre sujeto el funcionario público (90.683/70).
Las cotizaciones previsionales son, según el DL Nº 3.501, de 1980,
artículo 1º, de cargo de los trabajadores, recayendo sobre el emplea-
dor sólo la obligación de deducirlas y enterarlas en la institución pre-
visional respectiva (14.600/92).

725
ARTÍCULO 93

93.31) DICTÁMENES NOS 20.132, DE 1992; 25.169, DE 1993

La normativa general sobre imponibilidad de las rentas de los funcio-


narios públicos y específicamente de sus asignaciones, se contiene en
el artículo 9º de la Ley Nº 18.675, que desde el 1º de enero de 1988
sujetó a cotizaciones previsionales las remuneraciones que anterior-
mente eran no imponibles.
Para calcular las imposiciones de este nuevo régimen, el artículo
14 del DL Nº 3.500, de 1980, entiende como remuneración la defini-
da como tal por el artículo 41 del Código del Trabajo (20.132/92).
La Ley Nº 19.200 modificó la Ley Nº 18.675 legislando, en gene-
ral, sobre materias relativas a imponibilidad para beneficios de pen-
siones, reemplazando, desde la fecha de su vigencia, determinadas
disposiciones de aquella ley (25.169/93).

93.32) DICTAMEN Nº 25.720, DE 1983

La incorporación a una Administradora de Fondos de Pensiones es


irreversible, a menos que se solicite la desafiliación, en los casos en
que la ley lo permite.
Atendida su naturaleza, todas las cuestiones que se susciten con
motivo de las incorporaciones y desafiliaciones dentro del Sistema de
Pensiones regulado por el DL Nº 3.500, de 1980, son de la competen-
cia de la Superintendencia de Fondos de Pensiones.

EFECTO DE LA PERCEPCIÓN DE REMUNERACIONES

93.33) DICTAMEN Nº 81.139, DE 1960

Los fondos públicos destinados a la cancelación de sueldos de los fun-


cionarios mantienen esta condición hasta el instante que son percibi-
dos por los empleados.
Los fondos destinados al pago de sueldos y depositados en cuen-
tas corrientes de los habilitados tienen, en consecuencia, hasta ese ins-
tante, el carácter de fondos del respectivo servicio público.

LOS DESEMPEÑOS AD HONORES

93.34) DICTÁMENES NOS 48.134, DE 1962; 79.533, DE 1976

Para que sea procedente la designación de funcionarios ad honores,


es preciso que la ley expresamente autorice un nombramiento de esta
naturaleza (48.134/62).

726
ARTÍCULO 93

Distinto es el caso de la realización de prácticas ad honores en las


oficinas de la Administración Pública, pues, como señalaron los dictá-
menes Nos 43.511, de 1971; 64.171, de 1974, y 20.022, de 1975, no existe
inconveniente legal para que los jefes superiores de los servicios de la
Administración del Estado puedan autorizar su realización, cuando los
respectivos establecimientos educacionales las consultan como requi-
sito para la obtención de determinados diplomas de estudios.
Ello, claro está, en el entendido que se trata de prácticas ad ho-
nores permitidas, esto es, que ni implican ni pueden implicar la de-
signación de los practicantes en un empleo dentro de la repartición
que autoriza su realización (79.533/76).

LAS SUMAS PERCIBIDAS EN EL EJERCICIO DE UN CARGO


PÚBLICO QUE POSTERIORMENTE NO SE SIGUE
DESEMPEÑANDO, SE MANTIENEN, AUNQUE EL
NOMBRAMIENTO HAYA ADOLECIDO DE ERROR

93.35) JULIO INOSTROZA MENDOZA CONTRA MUNICIPALIDAD Y


ALCALDE DE CONCEPCIÓN, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN EN
PROTECCIÓN, 1º DE DICIEMBRE DE 1997, ROL Nº 2.424-97

1º. Que los decretos de interés particular dictados por la Administra-


ción pueden ser dejados sin efecto cuando adolecen de un vicio de
nulidad, pues la autoridad administrativa tiene la facultad y aun la obli-
gación de restablecer el imperio del derecho, invalidando sus propios
actos cuando advierte que éstos son irregulares, situación que preci-
samente ocurrió en la especie –en que la interesada fue ascendida a
un cargo grado 9º, en circunstancias que por escalafón le correspon-
día ascender a esa plaza a otro empleado, lo que llevó a dejar sin efecto
ese acto y a regularizar la situación ascendiéndola a un cargo técnico
grado 11–, que es el que en derecho le correspondía.
2º. Que no obstante lo anterior, y como en el presente caso no
se ha probado que la recurrente haya actuado de mala fe, cabe apli-
car el principio de que los errores de la Administración sólo son
imputables a ella y no pueden afectar a terceros que han adquiri-
do de buena fe los derechos en razón de actos administrativos vi-
ciados. Así, frente a un error administrativo debido a una mala
interpretación del derecho aplicable o porque se calificaron erra-
damente los hechos, procede la invalidación del acto y, como con-
secuencia de ello, a la funcionaria deberá pagársele en lo sucesivo
la remuneración que legalmente corresponde al grado en que ahora
se le encasilló.
Sin embargo, ello no puede tener efecto retroactivo, de tal
modo que la funcionaria afectada no se encuentra obligada a de-

727
ARTÍCULO 94

volver las diferencias de sueldo mientras permaneció vigente –su


anterior ascenso–, esto es, entre los meses de enero de 1996 y fe-
brero de 1997.

Artículo 94. Las remuneraciones se devengarán desde el día


en que el funcionario asuma el cargo y se pagarán por men-
sualidades iguales y vencidas. Las fechas efectivas de pago po-
drán ser distintas para cada organismo, cuando así lo disponga
el Presidente de la República.
Si el funcionario para asumir sus funciones necesitare tras-
ladarse a un lugar distinto del de su residencia, la remunera-
ción se devengará desde el día en que éste emprenda viaje, y
si fuere a desempeñar un empleo en el extranjero, desde quin-
ce días antes del viaje.

Interpretación

DESDE CUÁNDO SE DEVENGAN LAS REMUNERACIONES

94.1) DICTÁMENES NOS 72.458, DE 1968; 22.876, DE 1999

El sueldo y las demás remuneraciones se devengan desde la fecha en


que la persona designada asume el cargo.

94.2) DICTÁMENES NOS 67.509, DE 1962; 29.483, DE 1964; 33.016, DE


1975; 65.326, DE 1978

La asunción del cargo es el elemento de hecho que perfecciona la re-


lación de empleo y, por lo mismo, es el que permite establecer que
efectivamente una persona ha pasado a hacerse cargo de la plaza en
que ha sido designada.

94.3) DICTAMEN Nº 7.276, DE 1983

La asunción de funciones puede expresarse de diversas formas y pue-


de importar una manifestación expresa o tácita de la voluntad del in-
teresado de hacerse cargo del empleo para el cual ha sido designado.
En todo caso debe ser manifiesta.

728
ARTÍCULO 94

volver las diferencias de sueldo mientras permaneció vigente –su


anterior ascenso–, esto es, entre los meses de enero de 1996 y fe-
brero de 1997.

Artículo 94. Las remuneraciones se devengarán desde el día


en que el funcionario asuma el cargo y se pagarán por men-
sualidades iguales y vencidas. Las fechas efectivas de pago po-
drán ser distintas para cada organismo, cuando así lo disponga
el Presidente de la República.
Si el funcionario para asumir sus funciones necesitare tras-
ladarse a un lugar distinto del de su residencia, la remunera-
ción se devengará desde el día en que éste emprenda viaje, y
si fuere a desempeñar un empleo en el extranjero, desde quin-
ce días antes del viaje.

Interpretación

DESDE CUÁNDO SE DEVENGAN LAS REMUNERACIONES

94.1) DICTÁMENES NOS 72.458, DE 1968; 22.876, DE 1999

El sueldo y las demás remuneraciones se devengan desde la fecha en


que la persona designada asume el cargo.

94.2) DICTÁMENES NOS 67.509, DE 1962; 29.483, DE 1964; 33.016, DE


1975; 65.326, DE 1978

La asunción del cargo es el elemento de hecho que perfecciona la re-


lación de empleo y, por lo mismo, es el que permite establecer que
efectivamente una persona ha pasado a hacerse cargo de la plaza en
que ha sido designada.

94.3) DICTAMEN Nº 7.276, DE 1983

La asunción de funciones puede expresarse de diversas formas y pue-


de importar una manifestación expresa o tácita de la voluntad del in-
teresado de hacerse cargo del empleo para el cual ha sido designado.
En todo caso debe ser manifiesta.

728
ARTÍCULO 94

94.4) DICTÁMENES NOS 39.185, DE 1966; 69.210, DE 1977

Para asumir el cargo es necesario que se notifique previamente al inte-


resado que el decreto o resolución de nombramiento ha sido dictado y
le ordena asumir en la fecha que indica o a contar de la total tramita-
ción del documento por la Contraloría General de la República.

94.5) DICTÁMENES NOS 9.364, DE 1969; 23.493, DE 1993

Sólo las personas que han sido objeto de nombramiento por autori-
dad competente y que han asumido las funciones para cuyo ejercicio
se les ha designado, adquieren la naturaleza jurídica de funcionarios
públicos.
Por tal razón, no pueden cancelarse remuneraciones a quien ha
fallecido antes de asumir las funciones de su cargo (9.364/69).
Por análogo motivo, tampoco puede sostenerse que una persona
que no asumió el cargo y cuyo nombramiento fue retirado de la Con-
traloría General, adquirió un derecho de propiedad sobre las remu-
neraciones del cargo para el cual había sido designada, ya que nunca
fue funcionario público (23.493/93).

94.6) DICTAMEN Nº 26.752, DE 1962

El empleado que ha prestado servicios efectivos sin que su desem-


peño haya sido autorizado por decreto o resolución de autoridad
competente y sin observar las formalidades establecidas para la vali-
dez de estos actos, no tiene derecho a remuneración alguna por el
período en que se ha desempeñado en estas condiciones, a menos
que se reúnan a su respecto las condiciones necesarias para consi-
derarlo un funcionario de hecho.

CÓMO SE PAGAN LAS REMUNERACIONES

94.7) DICTAMEN Nº 39.948, DE 1974

Conforme a los artículos 3º, letra e), y 94, las remuneraciones se pa-
gan en dinero y por mensualidades vencidas, esto es, por meses com-
pletos o por la fracción que corresponda en caso que el desempeño
sea inferior a ese lapso.
Por tanto, es improcedente cancelar remuneraciones a los emplea-
dos que se desempeñan como suplentes sólo los días de trabajo efec-
tivo cumplidos durante la semana, excluyendo los sábados, domingos

729
ARTÍCULO 94

y festivos, más aún cuando el artículo 4º previene que la remunera-


ción que deben percibir los suplentes es, precisamente, la del cargo
que sirven como tales.

94.8) DICTAMEN Nº 1.280, DE 1992

Las remuneraciones deben pagarse en su valor nominal. No existe nor-


ma alguna que establezca su reajustabilidad o el pago de intereses o
multas por su no pago oportuno.

94.9) DICTÁMENES NOS 27.090, DE 1994; 37.441, DE 1996; 43.853,


DE 1999

Los servicios públicos están autorizados para convenir con institucio-


nes bancarias el pago de remuneraciones de su personal, adoptando
los resguardos necesarios para asegurar la correcta utilización de los
fondos puestos a disposición de la entidad pagadora. Para ello bien
pueden poner a disposición del banco respectivo los fondos corres-
pondientes, mediante cheque o vale vista, a fin de que éste proceda a
ingresar las cantidades respectivas a las cuentas corrientes individua-
les de los funcionarios que voluntariamente deseen incorporarse a este
sistema de pago. Si no lo manifiestan así, continuarán ateniéndose al
sistema anterior de pago en el servicio, por cheque nominativo.

94.10) DICTAMEN Nº 64.959, DE 1968

La sola variación en el calendario mensual de pago de las remunera-


ciones de los funcionarios que autoriza el inciso 1º del artículo 94, va-
riación que en todo caso se produce dentro del respectivo mes, no
importa irregularidad alguna en el pago de esos emolumentos, por-
que el mandato legal es que se haga por mensualidades vencidas, per-
mitiendo variar sólo el día de su realización.

CUÁNDO SE PAGAN LAS REMUNERACIONES

94.11) DICTÁMENES NOS 26.858, DE 1993; 13.214, DE 2000

Las remuneraciones se pagan por mensualidades iguales y vencidas.


El efecto de las normas legales que se traducen en aumentos re-
troactivos de remuneraciones para los funcionarios públicos, sólo al-
canza a los emolumentos que por su propia naturaleza el legislador
pudo haber considerado afectos a aumento retroactivo, o sea, al suel-

730
ARTÍCULO 95

do, salvo norma expresa en contrario, de modo que no puede exten-


derse a otras rentas ya devengadas a la fecha de publicación del co-
rrespondiente texto legal (26.858/93).
Los beneficios remuneratorios adicionales han de pagarse en la
fecha de pago de las remuneraciones del empleado (13.214/00).

94.12) DECRETO Nº 159, DE 1982. MINISTERIO DE HACIENDA. FIJA


FECHAS DE PAGO PARA EL PERSONAL DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
DEL ESTADO

Nº 2. A contar del 1º de mayo de 1982, los sueldos del personal de la


Administración Pública del Estado que a continuación se señala, se
ajustarán mensualmente en las siguientes fechas:
Día 18: Servicios dependientes del Ministerio de Educación.
Día 19: Presidencia de la República, Poder Legislativo, Poder Ju-
dicial, Contraloría General de la República y Servicios dependientes
de los Ministerios de Interior, de Hacienda y Secretaría General de
Gobierno (Instituto de Normalización Previsional y Cajas de Previsión).
Día 21: Servicios dependientes del Ministerio de Defensa Nacional.
Día 22: Servicios dependientes de los Ministerios de Relaciones
Exteriores, de Economía, Fomento y Reconstrucción, de Justicia, de
Bienes Nacionales, de Vivienda y Urbanismo.
Día 23: Servicios dependientes de los Ministerios de Obras Públi-
cas, Agricultura, del Trabajo y Previsión Social, de Minería y de Trans-
portes y Telecomunicaciones.
Día 24: Servicios dependientes del Ministerio de Salud Pública.

Artículo 95. Las remuneraciones son embargables hasta en un


cincuenta por ciento, por resolución judicial ejecutoriada dic-
tada en juicio de alimentos o a requerimiento del Fisco o de
la institución a que pertenezca el funcionario, para hacer efec-
tiva la responsabilidad civil proveniente de los actos realiza-
dos por éste en contravención a sus obligaciones funcionarias.

Interpretación

95.1) DICTAMEN Nº 43.208, DE 1997

Del artículo 95 de la Ley Estatutaria se infiere el interés del legislador


por proteger los beneficios patrimoniales de los empleados públicos,

731
ARTÍCULO 95

interés que armoniza con el principio de que las remuneraciones no


admiten más deducciones que aquellas que se encuentren expresamen-
te autorizadas por la ley, sin facultar a las autoridades administrativas
para practicar otros descuentos que los que se hallen previstos por ella.
Si un funcionario acusa un faltante en las especies de propiedad
fiscal que se hallaban a su cargo, corresponde hacer efectiva su res-
ponsabilidad civil a través de la correspondiente acción jurisdiccional
y no por la vía de descontar su valor de los beneficios económicos a
que tuviere derecho.

95.2) DICTAMEN Nº 5.621, DE 1974

Los artículos 95 y 96 del Estatuto Administrativo prohíben tanto el


embargo de las remuneraciones de los empleados, a menos que sea
ordenado por resolución judicial ejecutoriada, cuanto la deducción
de esos emolumentos, salvo texto de ley que los autorice.
De ello se desprende que los jefes superiores de servicio se encuen-
tran inhabilitados para disponer la retención provisoria de remunera-
ciones de un funcionario público, cuando consideran dudosa la
efectividad de la causal invocada para ausentarse del servicio.
Ello sin perjuicio de las deducciones que procedan por la vía del
reintegro, una vez seguidos los procedimientos legales o las verifica-
ciones que corresponda realizar.

95.3) DICTAMEN Nº 72.787, DE 1971

La responsabilidad civil por perjuicios causados en bienes públicos o


fiscales no puede hacerse efectiva por la vía administrativa, sino por
medio de los tribunales, sean éstos de la Justicia Ordinaria o el Tribu-
nal de Cuentas.
Cuando esta responsabilidad aparece de la infracción de deberes
administrativos, se da lugar al juicio de cuentas y es entonces un Tri-
bunal el que se pronuncia sobre las consecuencias patrimoniales que
acarrea esa responsabilidad.

95.4) DICTÁMENES NOS 37.839, DE 1961; 30.502, DE 1971

Concluyentes han sido en esta materia los dictámenes Nos 10.464,


de 1961; 10.973, de 1962; 70.917, de 1963, y 10.379, de 1964, entre
otros, pues al pronunciarse sobre la inembargabilidad de las remu-
neraciones han concluido que es improcedente que los servicios
públicos formulen, por la simple vía administrativa, cargos pecu-

732
ARTÍCULO 96

niarios a empleados civilmente responsables con ocasión del irre-


gular desempeño de sus funciones, a menos que los detrimentos
que los originaron sean determinables por simples operaciones arit-
méticas (30.502/71).
En efecto, la autoridad administrativa o la Contraloría General sólo
pueden ordenar reintegros, esto es, restitución obligada de ciertas can-
tidades, en contra de funcionarios públicos, cuando el monto de lo
debido se desprenda de simples cálculos aritméticos que no constitu-
yan una apreciación estimativa del daño o del bien que origina la deu-
da; cuando no deba mediar una estimación o avalúo de lo debido, pues
de ser así y de requerirse una fijación del valor de lo debido, ha de
acudirse, necesariamente, a la vía jurisdiccional (37.839/61).

Artículo 96. Queda prohibido deducir de las remuneraciones


del funcionario otras cantidades que las correspondientes al
pago de impuestos, cotizaciones de seguridad social y demás
establecidas expresamente por las leyes.
Con todo, el jefe superior de la institución, el Secretario
Regional Ministerial o el Director Regional de servicios na-
cionales desconcentrados, según corresponda, y a petición
escrita del funcionario, podrá autorizar que se deduzcan de
la remuneración de este último, sumas o porcentajes deter-
minados destinados a efectuar pagos de cualquier naturale-
za, pero que no podrán exceder en conjunto del quince por
ciento de la remuneración. Si existieren deducciones orde-
nadas por el sistema de bienestar, el límite indicado se redu-
cirá en el monto que representen aquéllas.

Interpretación

LA REGLA ESTATUTARIA

96.1) DICTÁMENES NOS 4.292 Y 55.638, DE 1978; 62.889, DE 1978

El artículo 96 del Estatuto Administrativo contiene un principio ge-


neral de derecho en virtud del cual no se pueden efectuar de las re-
muneraciones de los funcionarios públicos otros descuentos que los
que estén expresamente autorizados por las leyes, de modo que de
no existir autorización que legitime un descuento, no procede practi-
car la deducción (4.292 y 55.638/78).

733
ARTÍCULO 96

En efecto, el carácter protector que en nuestro ordenamiento


positivo tienen las normas referentes a descuentos por planilla, per-
mite afirmar que sólo los descuentos que tengan su origen en ex-
presos mandatos de ley habilitan para efectuar deducción en las
remuneraciones de los empleados de cualquier servicio de la Ad-
ministración del Estado, quedando entregada a la ley la facultad
de determinar cómo hacer efectivos los créditos que se tengan con-
tra el funcionario. Este ámbito, normalmente, será el de la legisla-
ción civil (62.889/78).

96.2) DICTAMEN Nº 18.922, DE 1993

Según el artículo 40, inciso 2º, del Código Penal, el personal suspen-
dido judicialmente de sus cargos sólo puede ver afectado el 50% del
sueldo base correspondiente al cargo que desempeña.
No se ajusta a derecho deducir dicho porcentaje del total de las
remuneraciones del empleado ni afectar las cotizaciones previsiona-
les, las que en todo caso deben realizarse sobre el total de las rentas
imponibles, desde el momento que la ley es clara al afectar el sueldo
base.
(En el Estatuto Administrativo, el artículo 136 ordena deducir
al inculpado el cincuenta por ciento de sus remuneraciones cuan-
do en un sumario administrativo se prorroga expresamente la sus-
pensión preventiva que respecto de él ha resuelto el Fiscal instruc-
tor, porcentaje que se le devuelve en el caso de no aplicársele una
medida disciplinaria o aplicándosele, ésta sea inferior a la de des-
titución.)

LOS DESCUENTOS PERMITIDOS POR LA LEY


Y LOS DESCUENTOS AUTORIZADOS POR LA LEY

96.3) DICTÁMENES NOS 23.746, DE 1982; 5.466, DE 1987

La jurisprudencia de la Contraloría General ha precisado, v. gr., en


los dictámenes N os 21.676, de 1970, y 18.054, de 1986, ha sostenido
que en los descuentos autorizados por la ley debe distinguirse en-
tre aquellos que la ley establece expresamente y aquellos que la ley
autoriza practicar y que corresponden a deudas contraídas por el
empleado.
Los primeros, los descuentos establecidos directamente por la ley,
gozan de preferencia para su deducción, en tanto que los segundos,
los que la ley no establece específicamente sino que autoriza practi-

734
ARTÍCULO 96

car, han de realizarse en el orden en que las respectivas deudas han


sido comunicadas al habilitado de la institución.

96.4) DICTAMEN Nº 27.248, DE 2004

Está vigente el artículo 164 de la Ley Nº 14.171, modificado por el ar-


tículo 16 de la Ley Nº 15.364. Este precepto autoriza deducir de las
remuneraciones de los funcionarios públicos las deudas contraídas con
las Asociaciones de Empleados.
Cabe concluir, pues, que todos los descuentos a favor de estas Aso-
ciaciones están autorizadas por la ley y no son simplemente volunta-
rias. Por consiguiente, no se encuentran sujetos al límite del 15% que
establece el inciso 2º del artículo 96 del Estatuto Administrativo, que
regula los descuentos voluntarios.
Los descuentos autorizados por estas leyes incluyen los compro-
misos contraídos por los empleados públicos con terceros a través de
dichas Asociaciones.
(Por dictámenes Nos 18.371, de 1999, y 57.945, de 2003, la Con-
traloría General había concluido, con anterioridad a este dictamen
Nº 27.248, de 2004, que los descuentos por deudas contraídas en el
comercio por un funcionario sobre la base de convenios suscritos por
una Asociación de Empleados, requerían autorización del funciona-
rio y comprometían el 15% de las remuneraciones que el inciso 2º del
artículo 96 deja a la libre disponibilidad del empleado, y que los des-
cuentos a favor de las Asociaciones no estaban afectos al límite de ese
15% establecido por la Ley Estatutaria, respectivamente.)

LOS DESCUENTOS SOLICITADOS POR LOS FUNCIONARIOS

96.5) DICTÁMENES NOS 23.746, DE 1982; 5.466, DE 1987

A estas dos categorías de deducciones permitidas debe agregarse una


tercera: la de aquellos descuentos que no han sido establecidos ni au-
torizados por la ley, sino que han sido solicitados por el funcionario,
basándose en lo dispuesto por el inciso 2º del artículo (96) del Esta-
tuto Administrativo (5.466/87).
En efecto, el artículo único de la Ley Nº 18.143, de 1982, incor-
poró al Estatuto Administrativo las deducciones voluntarias, en los tér-
minos de que da cuenta el inciso 2º del artículo (96), manteniéndose
en vigencia esa normativa desde el 7 de julio de 1982 hasta ahora. Es-
tos descuentos solicitados, al igual que los que carecen de una fuente
legal especial que los ordene, se ciñen a las normas generales del
artículo (96) (23.746/82).

735
ARTÍCULO 96

96.6) DICTAMEN Nº 2.084, DE 1992

Según la parte final del inciso 2º del artículo 96, las deducciones que
ordene el sistema de bienestar reduce el límite del 15% de la remu-
neración de que ese precepto permite disponer al empleado.
Respecto de esta norma debe tenerse presente que al no esta-
blecer distinción alguna entre el tipo de servicios de bienestar cu-
yas deducciones autoriza practicar, abarca a todos ellos, tengan o
no personalidad jurídica y, además, que estos descuentos de bien-
estar pasan a ser de aquellos autorizados por la ley y no de los que
tienen el carácter de solicitados en forma voluntaria por el funcio-
nario.
Reducen el 15% de libre disponibilidad, pero no integran ese por-
centaje.

96.7) DICTAMEN Nº 27.407, DE 2003

Como puede apreciarse, al establecer el monto máximo de descuen-


tos voluntarios, el artículo 96 se remite a la remuneración del funcio-
nario definida en el artículo 3º, letra e), o sea, a la suma de los
emolumentos que corresponden al empleado de que se trate, sin con-
siderar descuento legal alguno.
La cantidad así determinada debe reducirse en el monto que re-
presenten las deducciones ordenadas por el servicio de bienestar.

96.8) DICTAMEN Nº 8.331, DE 1990

La jefatura superior de servicio no puede ordenar descuentos de re-


muneraciones para reunir fondos de celebración de la Navidad e in-
crementar los recursos depositados en una cuenta corriente como
“Ítem Damnificados”, porque tales fines no se relacionan con los ob-
jetivos propios del servicio y los descuentos no son de aquellos autori-
zados por la ley.
Las deducciones voluntarias deben practicarse según lo dispuesto
por el artículo 91, que reprodujo substancialmente la norma que en
esta materia contenía el DFL Nº 338, de 1960, que condiciona el des-
cuento a la voluntad inicial del funcionario, lo que no ha ocurrido en
este caso.
En efecto, las deducciones voluntarias requieren petición escrita
del empleado y autorización del jefe superior de Servicio.

736
ARTÍCULO 96

MONTO DE LOS DESCUENTOS

96.9) DICTAMEN Nº 82.588, DE 1969

Las deducciones que la ley autoriza practicar de las remuneraciones


de los funcionarios no están limitadas a un determinado monto de
sus estipendios, salvo que la misma ley disponga otra cosa.
Por lo mismo, eventualmente pueden llegar a cubrir la totalidad
de las remuneraciones del empleado.

DETERMINACIÓN DEL MONTO DE LOS DESCUENTOS

96.10) DICTÁMENES NOS 25.614, DE 1964; 88.397, DE 1975

Basadas en el artículo 96 del Estatuto Administrativo, que se remite a


las deducciones que autorizara la ley, diversas y sucesivas leyes permi-
tieron practicar deducciones en beneficio del Fisco, de instituciones
de previsión, de entidades de carácter gremial y de otras instituciones
que perseguían fines sociales (88.397/75).
Como esas disposiciones legales se limitaron a autorizar los des-
cuentos, sin regular su forma de cálculo ni la determinación del monto
global por descontar, operación anexa o complementaria de la de pa-
gar –toda vez que se vincula con el servicio de la deuda–, incumbe al
propio acreedor del empleado comunicar anticipadamente a la enti-
dad o habilitado que ha de pagar la remuneración la cantidad exacta
que por tal concepto se le debe deducir, sin que sea lícito excusarse
de hacerlo dando sólo datos generales que sirven para inferir el mon-
to de los descuentos mensuales o haciendo presente reglas de orden
legal o reglamentario que a juicio del acreedor rigen el cálculo o la
reajustabilidad de las cantidades por deducir.
Se basa esta conclusión, tanto en el hecho de ser la entidad acree-
dora la que posee todos los antecedentes sobre la situación individual
de sus deudores o afiliados cuanto en que de imponerse al servicio
esta determinación, se estaría imponiendo a los habilitados un deber
que no es propio de sus funciones (25.614/64).

ORDEN EN QUE DEBEN PRACTICARSE LOS DESCUENTOS

96.11) DICTAMEN Nº 16.998, DE 1968

La jurisprudencia de la Contraloría General ha concluido que las de-


ducciones de las remuneraciones de los funcionarios públicos deben
hacerse practicando en primer lugar los descuentos generales y obli-

737
ARTÍCULO 96

gatorios, tales como los previsionales, los tributarios, los de seguridad


social y otros semejantes; realizando en segundo término los de ca-
rácter judicial, y aplicando, por último, los que derivan de compromi-
sos contraídos por el empleado con instituciones cuyos créditos la ley
autoriza descontar de esas remuneraciones.
Respecto de estos dos últimos grupos, los de carácter judicial y los
voluntarios, su determinación constituye más bien una cuestión de
hecho, porque su concurrencia es el resultado paulatino y gradual de
obligaciones contraídas por el afectado al ejercer ciertos derechos o
de obligaciones que le son impuestas por sentencia judicial.
Debe tenerse presente que si hay concurrencia de varias deduc-
ciones, deben aplicarse preferentemente los descuentos legales, lue-
go los de carácter judicial, y después los restantes en el orden de las
fechas en que fueron presentados al Servicio, aun cuando ello deter-
mine que algunas no puedan realizarse o que el funcionario quede
sin alcance líquido a su favor.

96.12) DICTÁMENES NOS 11.070 Y 29.393, DE 1964

Las deducciones que correspondan al pago de impuestos o imposicio-


nes de previsión social, así como aquellas que obedezcan a órdenes
impartidas por la Contraloría General en uso de la facultad que le con-
fiere su ley orgánica, deben practicarse con preferencia a todo otro
descuento, ya que emanando directamente de la ley no pueden su-
bordinarse a créditos de carácter voluntario que puedan hacerse va-
ler en contra de un empleado público.
En lo que se refiere a los créditos que abarcan las demás deduc-
ciones, cabe aplicar las conclusiones del dictamen Nº 11.070, de 1964,
puesto que se basan en vínculos de carácter personal que unen al em-
pleado con terceros y a los que la ley no atribuye ninguna preferen-
cia especial (29.393/64).
A falta de norma legal o reglamentaria que establezca el orden de
prelación en que deben efectuarse los descuentos por créditos que
afectan a los funcionarios, debe estarse a la fecha en que los respecti-
vos descuentos fueron comunicados al habilitado del Servicio. De este
modo, tendrá siempre preferencia el crédito más antiguo.
Dicha conclusión resulta de la aplicación de los principios gene-
rales que rigen en materia de prelación de créditos en el régimen ju-
rídico chileno (11.070/64).
Si bien es cierto que los descuentos que autoriza la ley no tienen
señalado un orden de prelación fijo y estable al cual deban sujetarse
las oficinas pagadoras, es posible sostener que los embargos y reten-
ciones decretados por los Tribunales de Justicia traen consigo la inco-
merciabilidad de los bienes sobre los cuales recaen, de manera que

738
ARTÍCULO 97

dispuestas estas medidas, ya no podrían descontarse de las remunera-


ciones devengadas por un empleado sumas que tengan por objeto sa-
tisfacer deudas voluntarias del funcionario (29.393/64).

IMPROCEDENCIA DE DEDUCIR DE LAS REMUNERACIONES


SUMAS PAGADAS EN EXCESO POR LA ADMINISTRACIÓN

96.13) DICTAMEN Nº 4.065, DE 1999

Aunque exista una diferencia de remuneraciones en contra de una


funcionaria por haber percibido remuneraciones pagadas en exceso,
esa diferencia no puede ser retenida unilateralmente por el servicio,
ya que el artículo 95 del Estatuto Administrativo prohíbe el embargo
de remuneraciones y el artículo 96 prohíbe deducir de éstas otras can-
tidades que las ordenadas o autorizadas por la ley.
Por lo demás, según el artículo 67 de la Ley Nº 10.336, de 1964,
sólo compete al Contralor General de la República, en las condicio-
nes y con los resguardos que determina, ordenar el descuento de re-
muneraciones de los funcionarios de los organismos y servicios que
controla, por beneficios pecuniarios percibidos indebidamente.

Artículo 97. No podrá anticiparse la remuneración de un em-


pleado por causa alguna, ni siquiera en parcialidades, salvo
lo dispuesto en este Estatuto.

Interpretación

97.1) DICTAMEN Nº 69.910, DE 1967

El hecho de haber mediado una circunstancia extraordinaria, ajena a


la voluntad de la jefatura del servicio y de sus funcionarios, que impi-
dió confeccionar oportunamente las planillas de pago del personal,
no autoriza a la autoridad administrativa para otorgar un anticipo de
remuneraciones, ya que tal medida contraviene el claro mandato del
artículo 97 del Estatuto Administrativo.

97.2) DICTAMEN Nº 653, DE 1990

Los Servicios del Estado no pueden conceder anticipos de remunera-


ciones, porque es requisito esencial para que se devengue la remune-

739
ARTÍCULO 98

ración que previamente el trabajador preste los servicios correspon-


dientes.

Artículo 98. Los funcionarios tendrán derecho a percibir las


siguientes asignaciones:
a) Pérdida de caja, que se concederá sólo al funcionario
que en razón de su cargo tenga manejo de dinero efectivo
como función principal, salvo que la institución contrate un
sistema de seguro para estos efectos;
b) Movilización, que se concederá al funcionario que por la
naturaleza de su cargo, deba realizar visitas domiciliarias o labo-
res inspectivas fuera de la oficina en que desempeña sus funcio-
nes habituales, pero dentro de la misma ciudad, a menos que la
institución proporcione los medios correspondientes;
c) Horas extraordinarias, que se concederán al funcionario
que deba realizar trabajos nocturnos o en días sábado, domin-
go y festivos o a continuación de la jornada de trabajo, siempre
que no se hayan compensado con descanso suplementario;
d) Cambio de residencia, que se concederá al funciona-
rio que para asumir el cargo, o cumplir una nueva destina-
ción, se vea obligado a cambiar su residencia habitual, y al
que una vez terminadas sus funciones vuelva al lugar en que
residía antes de ser nombrado. Esta asignación comprenderá
una suma equivalente a un mes de remuneraciones corres-
pondientes al nuevo empleo; pasajes para él y las personas que
le acompañen, siempre que por éstas perciba asignación fa-
miliar, y flete para el menaje y efectos personales hasta por
un mil kilogramos de equipaje y diez mil de carga.
Las personas que deban cambiar de residencia para ha-
cerse cargo del empleo en propiedad al ingresar o cesar en
funciones sólo tendrán derecho a los dos últimos beneficios
señalados precedentemente. Las personas que ingresen ten-
drán derecho a que se les conceda un anticipo hasta por una
cantidad equivalente a un mes de remuneración, la que de-
berán reembolsar en el plazo de un año, por cuotas mensua-
les iguales. El traslado que se decrete a solicitud expresa del
interesado no dará derecho a percibir la asignación estable-
cida en esta norma;

740
ARTÍCULO 98

e) Viático, pasajes, u otros análogos, cuando correspon-


da, en los casos de comisión de servicios y de cometidos fun-
cionarios, y
f) Otras asignaciones contempladas en leyes especiales.

Interpretación

98.1) DICTAMEN Nº 18.582, DE 1995

El artículo 98 del Estatuto Administrativo establece una serie de asig-


naciones que sólo tienen en común el hecho de ser remuneraciones
adicionales o complementarias del sueldo o sueldo base.
Así lo confirma la letra f) de este artículo, que se remite a otras
asignaciones establecidas en leyes especiales, o sea, a remuneraciones
contenidas en otras disposiciones legales.

Letra a)

LA ASIGNACIÓN POR PÉRDIDAS DE CAJA

Concepto

98.2) DICTÁMENES NOS 94.866, DE 1966; 65.109, DE 1976; 8.103,


DE 1978

El artículo 98, letra a), del Estatuto Administrativo establece la asig-


nación por pérdida de caja exclusivamente en beneficio de aquellos
empleados que en razón de su cargo tengan manejo directo de dine-
ro efectivo como función principal.
A su vez, el decreto Nº 10.559, de 1960, del Ministerio de Hacien-
da, que reglamenta la asignación, dispone que “tiene por objeto esti-
mular la responsabilidad de los funcionarios que la perciben y
compensar las posibles pérdidas de dinero que se produzcan a estos
empleados en el largo plazo”.

98.3) DICTAMEN Nº 8.371, DE 1990

La asignación por pérdidas de caja tiene por objeto, además de esti-


mular la responsabilidad del funcionario, compensarlo por las posi-
bles pérdidas de dinero que pudieren ocurrir con ocasión del manejo
directo de dinero efectivo.

741
ARTÍCULO 98

Es inherente al cargo cuyo desempeño implique para el funcio-


nario cumplir ese tipo de función.

98.4) DICTÁMENES NOS 13.103, DE 1990; 6.357, DE 1992

El artículo 98, letra a), del Estatuto Administrativo posee un alcance


restringido en comparación con la normativa que regía con anteriori-
dad a su entrada en vigencia, pues limita la asignación únicamente a
quienes manejan dinero efectivo como deber principal (13.103/90).
El artículo 98, letra a), concede este beneficio “solo al funciona-
rio que en razón de su cargo tenga manejo de dinero efectivo como
función principal”, por lo que a partir de su vigencia esta franquicia
posee un alcance restringido comparado con la norma anterior que
la regulaba, al limitar dicha asignación únicamente a los funcionarios
que deben manejar dinero efectivo como labor principal, la cual se
determina conforme al ámbito de las tareas que se le encomiendan,
atendiendo al mayor o menor tiempo que demande el desempeño de
ellas dentro del mes calendario.
Los funcionarios que a la fecha de vigencia del Estatuto Administra-
tivo aprobado por la Ley Nº 18.834 percibían efectivamente la asignación
por pérdida de caja en los términos contemplados en la legislación ante-
rior, tienen derecho a mantenerla en virtud de la norma de protección
del artículo 3º transitorio, en la medida que continúen desempeñando
las mismas funciones. En este caso, las diferencias de remuneración de-
ben ser pagadas por planilla suplementaria (6.357/92).

98.5) DICTAMEN Nº 26.461, DE 1997

Por ello, la asignación por pérdidas de caja favorece, en el texto vi-


gente, a quienes tienen como función principal y en razón de sus car-
gos, el manejo de dinero efectivo, salvo que la institución contrate un
sistema de seguros para estos efectos.
Considerando la descripción de funciones de la oficina de Teso-
rería de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, el tesorero de esa ins-
titución tiene derecho a percibir esta asignación.

Requisitos

98.6) DICTÁMENES NOS 6.838, DE 1967; 73.624, DE 1976

Esta asignación debe ser reconocida mediante resolución dictada por


el jefe superior de servicio de acuerdo con lo prescrito por los artícu-

742
ARTÍCULO 98

los 10, 11 y 13 del Decreto Nº 10.559, de 1960, de Hacienda, recono-


cimiento que se halla exento del trámite de toma de razón.
Como es de carácter permanente, pues subsiste mientras se man-
tengan las causas que la originaron, no es necesario que su goce sea
prorrogado año a año.

98.7) DICTAMEN Nº 13.103, DE 1990

Para determinar cuál es la “función principal” que hace procedente


el pago de la asignación, debe atenderse al mayor o menor tiempo
que el empleado debe dedicar al desempeño de esas funciones du-
rante el mes calendario.
El hecho de rendir caución por tener a su cargo la administración
de bienes del Estado, no es índice válido para tener acceso a la fran-
quicia, por referirse a una materia de distinta naturaleza.

98.8) DICTÁMENES NOS 6.838, DE 1967; 86.605, DE 1975; 8.103, DE 1978

El funcionario a quien se le reconoce el derecho a percibir la asig-


nación de pérdida de caja, entra a percibirla desde que asume el car-
go que genera tal beneficio, puesto que se adquiere ipso jure,
incorporándolo desde ese momento a su patrimonio, y no desde la
fecha de la resolución que lo conceda, ya que ésta sólo tiene por ob-
jeto declarar que se han cumplido las condiciones exigidas para que
ella corresponda.

98.9) DICTÁMENES NOS 4.924, DE 1989; 19.020, DE 1990

La asignación por pérdidas de caja es inherente al cargo y se paga en


tanto se desempeñen efectivamente las funciones que la originan, sus-
pendiéndose durante los feriados, licencias, permisos o comisiones de
servicio.

Procedencia

98.10) DICTÁMENES NOS 94.866, DE 1966; 65.109, DE 1976; 8.103,


DE 1978

La jurisprudencia administrativa ha reiterado en una serie de dictá-


menes que la asignación en análisis sólo corresponde a aquellos fun-
cionarios que en razón de su cargo tienen manejo directo de dinero

743
ARTÍCULO 98

en efectivo, situación de hecho que corresponde verificar a la propia


Administración.
Asimismo, por dictámenes Nos 9.596, de 1962, y 78.620, de 1965,
se ha agregado que no corresponde pagar esta asignación cuando el
manejo de fondos se realice a través de cheques u otros documentos
que no constituyen moneda corriente, porque la exigencia legal que
hace procedente el pago de la franquicia, la condiciona al “manejo
de dinero efectivo”.

98.11) DICTÁMENES NOS 57.506, DE 1971; 8.103, DE 1978; 8.371,


DE 1990

Manejar dinero efectivo significa realizar operaciones que impliquen


riesgo en el cálculo de las cantidades correspondientes y no simple
traslado físico de dinero, puesto que en este caso no hay dicho mane-
jo en los términos legales y reglamentarios (57.506/71, 8.103/78).
Manejo directo de dinero efectivo debe entenderse como sinóni-
mo de manejo de moneda corriente o real, excluyéndose todos los va-
lores o documentos representativos de dinero (8.371/90).

98.12) DICTÁMENES NOS 4.330, DE 1962; 82.864, DE 1966; 86.605,


DE 1975

La determinación de si el empleado tiene o no manejo de dinero efec-


tivo es una cuestión de hecho que corresponde verificar a la autori-
dad concedente.

98.13) DICTAMEN Nº 8.368, DE 1990

Según el artículo 98, letra a), del Estatuto Administrativo, la asigna-


ción por pérdida de caja ha pasado a corresponder exclusivamente a
quienes, como función principal y en razón de sus cargos, tengan el
manejo de dinero efectivo, por lo que no puede otorgarse a los fun-
cionarios que por vía accesoria a sus propias funciones tuvieren res-
ponsabilidad en dicho manejo, aunque fuere directa.
Ello porque la expresión “sólo” que utiliza ese precepto, significa
que se ha excluido de la franquicia a quienes no cumplen con el re-
quisito antes señalado.
Con esta norma, la nueva Ley Estatutaria no ha modificado subs-
tancialmente la concesión de este emolumento, en relación a lo que
disponía el DFL Nº 338, de 1960, que se limitaba a exigir manejo de
dinero efectivo.

744
ARTÍCULO 98

98.14) DICTAMEN Nº 8.371, DE 1990

El funcionario auxiliar cuya función principal consiste en trasladar di-


nero en efectivo y otros valores desde el servicio hasta distintas insti-
tuciones financieras, no tiene derecho a percibir la asignación por
pérdidas de caja, porque este estipendio procede en el evento de que
las operaciones impliquen riesgos efectivos en el cálculo de las canti-
dades y no un mero traslado físico de dinero en que la operación del
empleado consiste en entregar las cantidades determinadas conforme
a operaciones y cálculos realizados por otros funcionarios.

98.15) DICTAMEN Nº 26.547, DE 1978

La Contraloría General ha declarado en reiteradas oportunidades,


v. gr., por dictámenes Nos 9.595, de 1962; 3.447, de 1965; 80.418 y
94.866, de 1966, que la asignación por pérdidas de caja se encuentra
establecida únicamente en favor de aquellos servidores públicos que
manejan dinero efectivo, por lo cual es improcedente extender su apli-
cación a empleados que manejan documentos o transportan dinero.
Los funcionarios encargados del pago de beneficios sociales, a quie-
nes se les producen diferencias en contra en sus resultados al elevar al
entero los centavos en las planillas individuales que registran la recep-
ción de esos dineros, tienen derecho a la asignación, ya que de aceptar-
se dicha práctica, sin devolución de las mayores cantidades producidas,
se les provocaría un perjuicio cierto y calculable de antemano, con el
consiguiente enriquecimiento sin causa de la Administración.

Monto de la asignación

98.16) DICTÁMENES NOS 73.624, DE 1976; 19.020, DE 1990

El artículo 98 del Estatuto Administrativo no señala el monto de la


asignación por pérdidas de caja. Corresponde remitirse, pues, al DL
Nº 249, de 1973, artículo 8º (sustituido por el DL Nº 479 y modificado
por los DL N os 1.608 y 2.072), norma según la cual esta asignación no
puede sobrepasar el 15% del grado 31 de la ES.
En todos los aspectos que no se contrapongan con la letra a) del
artículo 98 de la Ley Estatutaria, sigue vigente el Decreto Nº 10.559,
de 1960, del Ministerio de Hacienda (19.020/90).
La ubicación de los servidores públicos con derecho a asignación
en alguna de las categorías previstas en el Decreto Nº 10.559, de 1960,
debe ser efectuada por la autoridad administrativa, que deberá ponde-
rar en cada caso las circunstancias de hecho que dan lugar al goce del

745
ARTÍCULO 98

beneficio y el monto de los gastos extraordinarios que demande men-


sualmente el desempeño de las labores que lo causan (73.624/76).

Término de la asignación

98.17) DICTAMEN Nº 73.624, DE 1976

Cuando desaparecen los hechos que sirvieron de base al otorgamien-


to de la asignación por pérdidas de caja, procede dictar una resolu-
ción que ponga término al goce de dicho estipendio.

98.18) DICTAMEN Nº 13.103, DE 1990

Se ha conformado a derecho la suspensión del pago de la asignación


dispuesta por la autoridad administrativa, basada en que la funciona-
ria no tiene manejo de dinero efectivo como función principal.
En efecto, la funcionaria que tiene como labor principal la de ofi-
cial administrativo y además a su cargo una caja chica, no se encuen-
tra favorecida por la letra a) del artículo 98 del Estatuto Administrativo,
norma que rige a contar del 23 de septiembre de 1989.

Letra b)

LA ASIGNACIÓN DE MOVILIZACIÓN

Concepto

98.19) DICTAMEN Nº 19.335, DE 1978

Al tenor de lo dispuesto por la letra b) del artículo 98 de la Ley Esta-


tutaria, los empleados que por la naturaleza de sus funciones deben
realizar visitas domiciliarias o labores inspectivas fuera de las oficinas
del servicio, pero dentro de la ciudad en que desempeñan sus funcio-
nes, tienen derecho a una asignación mensual de movilización.
A su vez, el artículo 2º del Reglamento sobre pago de asignación
de movilización, Decreto Nº 10.559, de 1960, de Hacienda, establece
que “tendrán derecho a una asignación mensual de movilización, los
empleados que por la naturaleza de sus funciones deban realizar, re-
gular y continuamente, visitas domiciliarias o labores inspectivas fue-
ra de las oficinas del servicio, pero dentro de la ciudad en que
desempeñan su cargo, tales como médicos domiciliarios, visitadores
sociales, arquitectos, inspectores, etc.”.

746
ARTÍCULO 98

98.20) DICTAMEN Nº 9.756, DE 1996

Pese a que el Decreto Reglamentario que rige la asignación de movi-


lización se dictó para permitir la aplicación del artículo 76 del DFL
Nº 338, de 1960, mantiene su vigencia bajo la actual Ley Estatutaria,
en atención a lo dispuesto en la letra b) de su artículo 98.

Requisitos

98.21) DICTÁMENES NOS 80.934, DE 1960; 42.876, DE 1962; 9.233,


DE 1966

La asignación de movilización, de acuerdo con lo prescrito por el De-


creto Nº 10.559, de 1960, de Hacienda, debe concederse por el jefe
superior del servicio en una resolución que señale los cargos y fun-
cionarios que tendrán derecho a percibirla, previos los informes téc-
nicos que emitan las respectivas jefaturas.

98.22) DICTÁMENES NOS 6.838, DE 1967; 55.038, DE 1968; 26.547,


DE 1978

Desde el año 1966 rige la doctrina jurisprudencial según la cual la asig-


nación de movilización se devenga desde que el empleado asume efec-
tivamente las funciones inherentes al cargo que la genera y no desde
el día que se dicta la respectiva resolución, ya que este acto sólo tiene
por objeto declarar que se han cumplido las condiciones exigidas por
la ley para tener derecho a ella.

98.23) DICTÁMENES NOS 33.867, DE 1961; 51.224, DE 1962; 10.831 Y


53.780, DE 1963; 2.951, DE 1967; 57.087, DE 1978; 1.617 BIS, DE 1980;
19.020, DE 1990

Dada la circunstancia de que la asignación de movilización debe pa-


garse por el tiempo en que efectivamente se desarrollan las funciones
que dan derecho al beneficio, procede suspender su pago durante todo
período en que no se ejerza el empleo, como ocurre, v. gr., en los ca-
sos de feriado, licencia, permiso o suspensión preventiva resuelta en
un sumario administrativo (33.867/61, 53.780/63, 2.951/67, 57.087/78,
1.617 bis/80, 19.020/90).
La suspensión del pago debe hacerse efectiva por todo el período
que corre desde la cesación de desempeño efectivo hasta el día del

747
ARTÍCULO 98

reintegro a sus funciones, procediéndose al descuento proporcional


correspondiente (51.224/62, 10.831/63).

Procedencia

98.24) DICTAMEN Nº 19.335, DE 1978; 5.287, DE 1988; 25.725, DE 1990

Fluye de los preceptos a que se refiere el párrafo anterior, que la asig-


nación es inherente al cargo que se desempeña y que debe pagarse a
sus titulares durante el tiempo en que efectivamente desarrollen las
funciones que dan derecho al beneficio (19.335/78).
Como inherente al cargo, la asignación de movilización nace al
momento de la asunción efectiva de las labores correspondientes y
permanece en el patrimonio de su titular mientras las ejerza, de
modo que la resolución que autoriza su pago sólo tiene por objeto
declarar que se han cumplido los requisitos para percibirla. Por lo
tanto, corresponde acoger la solicitud presentada por los afectados,
pidiendo el pago retroactivo de la asignación, y cancelar lo debido,
sin perjuicio de tener presentes las normas sobre prescripción ex-
tintiva de las sumas mensuales adeudadas (5.287/88).
El hecho de que el empleado realice labores de oficina en forma
paralela a sus funciones de inspector, es un hecho que debe ponde-
rarse al determinar la categoría reglamentaria en que se le incluirá,
para los efectos de determinar el monto de la asignación (25.725/90).

98.25) DICTÁMENES NOS 16.334, 25.725 Y 27.335, DE 1990; 35.693,


DE 1995

El objeto de la asignación de movilización es resarcir los gastos en que deba


incurrir el funcionario cuando por la naturaleza de su trabajo necesita rea-
lizar visitas domiciliarias o desarrollar labores inspectivas (16.334/90).
Se trata de un beneficio de carácter compensatorio o indemniza-
torio, que, por lo mismo, sólo se paga mientras se ejercen efectivamen-
te las labores que hacen incurrir en el gasto.
Como el empleado que goza de licencia médica parcial sólo reali-
za parte de las visitas domiciliarias o labores inspectivas que normal-
mente debe efectuar, tiene derecho a percibir la asignación de
movilización reducida proporcionalmente en relación con la jornada
de trabajo que cumple (27.335/90).
Atendido el carácter compensatorio que presenta la asignación,
no procede cancelarla cuando el servicio proporciona el medio de
transporte (25.725/90). Así lo han expresado los dictámenes
Nos 54.141, de 1967; 10.107, de 1979, y 5.287, de 1988.

748
ARTÍCULO 98

Según la jurisprudencia recaída en esta materia, los servicios que


facilitan medios de movilización a sus empleados no pueden pagarles
la asignación de movilización, pues el personal que la percibe no debe
usar los vehículos de la institución en el cumplimiento de sus tareas
de visitas domiciliarias o labores inspectivas. Ello atendido el carácter
compensatorio de este beneficio económico, cuya finalidad es resar-
cir los gastos en que hubiere incurrido el empleado público con mo-
tivo de sus funciones (35.693/95).

98.26) DICTAMEN Nº 73.624, DE 1976

Conforme a una reiterada jurisprudencia, esta asignación tiene por


objeto resarcir los gastos en que deba incurrir el empleado que por la
naturaleza de sus funciones o por expresa disposición de ley debe de-
sarrollar labores inspectivas, realizar visitas domiciliarias o cumplir otras
funciones que específicamente le encomienda la legislación que le sea
aplicable, fuera de las oficinas del servicio, pero dentro de la ciudad
en que realiza su actividad funcionaria.
Si un empleado desempeña empleos compatibles, como es, por
ejemplo, el de empleado del Consejo de Defensa del Estado y de re-
ceptor ad hoc en los juicios de Hacienda, necesario es reconocerle el
derecho en todos los cargos que causen el beneficio, puesto que en
el ejercicio de todos ellos deberá incurrir en los gastos que la letra b)
del artículo 98 busca resarcir.

98.27) DICTÁMENES NOS 23.688, DE 1976; 5.846 Y 31.283, DE 1977;


24.000, DE 1980; 9.756, DE 1996

Por dictamen Nº 20.842, de 1975, se sostuvo que no sería lícito reco-


nocer esta franquicia a todos los personales que pertenecen a los es-
calafones de abogados, inspectores y tasadores del servicio, en forma
genérica, pues tal proceder podría significar extender la asignación a
empleados que no cumplen efectivamente labores de índole fiscaliza-
dora o inspectiva fuera de las oficinas del servicio.
La misma afirmación cabe hacer respecto del personal pertene-
ciente a los escalafones de técnicos ayudantes y oficiales, sin perjuicio
de que si la superioridad del servicio lo determina, realicen trabajos
relacionados directamente con las funciones inspectivas y fiscalizado-
ras de la repartición o que impliquen la realización de visitas domici-
liarias, que de acuerdo con la letra b) del artículo 98 traen consigo
los gastos que generan la franquicia (23.688/76).
Como señaló el dictamen Nº 37.844, de 1968, entre otros, los fun-
cionarios que en el ejercicio de sus cargos realizan diligencias judi-

749
ARTÍCULO 98

ciales o administrativas, no tienen derecho a la asignación de movi-


lización, porque esas diligencias no constituyen visitas domiciliarias
o labores inspectivas, que son las únicas causantes del beneficio
(5.846/77).
En una situación análoga se encuentran los terapeutas ocupacio-
nales que deben trasladarse desde el hospital al que pertenecen al con-
sultorio del mismo establecimiento en que han de ejercer sus
funciones, pues estos desplazamientos no constituyen visitas domici-
liarias ni labores inspectivas realizadas fuera de la oficina, que son los
únicos desempeños que autorizan su percepción. No obstante, y como
el gasto en que incurren, lo hacen por razones de servicio, tienen de-
recho a obtener el reembolso de esas expensas, ya que de lo contra-
rio se produciría un enriquecimiento sin causa para la Administración
(9.756/96).
Tampoco tiene derecho a percibir esta asignación, según los dic-
támenes Nos 63.697, de 1961; 21.683, de 1963; 84.469, de 1964; 67.203,
de 1968; 12.796 y 72.419, de 1974, el personal auxiliar o de servicios
menores, ya que no concurre a su respecto la causa que motiva la fran-
quicia, aunque tenga derecho a reembolso por la vía de los gastos de
locomoción debidamente comprobados (31.283/77, 24.000/80).

Monto de la asignación

98.28) DICTAMEN Nº 19.020, DE 1990

El Estatuto Administrativo no señala el monto de la asignación de mo-


vilización. Corresponde remitirse, pues, al artículo 8º del DL Nº 249,
de 1973 (reemplazado por el DL Nº 479, de 1974, y modificado por
los DL Nos 1.608 y 2.072), norma según la cual esta asignación no pue-
de sobrepasar el 40% del grado 31 de la EUS.
En todos los aspectos que no se contrapongan con la letra b) del
artículo 98, sigue vigente el Decreto Nº 10.559, de 1960, del Ministe-
rio de Hacienda.

98.29) DICTÁMENES NOS 12.278, DE 1963; 88.124, DE 1966; 19.798,


DE 1967; 37.790, DE 1980

Corresponde al jefe superior del servicio calificar las circunstancias de


hecho que dan derecho a percibir la asignación de movilización y la
determinación del monto a que debe ascender, considerando para es-
tos efectos la mayor o menor dedicación que un empleado con fun-
ciones inspectivas debe dedicar al trabajo de oficina que paralelamente
desempeña.

750
ARTÍCULO 98

98.30) DICTÁMENES NOS 88.124, DE 1966; 55.038, DE 1968; 84.427,


DE 1973

Desde la fecha del Decreto Nº 3.447, de 1965, que modificó el Regla-


mento que rige la asignación, este emolumento pasó a tener un ca-
rácter permanente y no anual, y, por lo tanto, al variar las circunstancias
que se tuvieron presentes al fijar los montos de la asignación, proce-
de modificar la resolución respectiva para adaptarla a las nuevas cir-
cunstancias.

Término del beneficio

98.31) DICTAMEN Nº 55.038, DE 1968

De cesar las circunstancias que hacen procedente el goce de la asig-


nación, debe dictarse una resolución formal que ponga término al be-
neficio.

Letra c)

98.32) EL ESTATUTO ADMINISTRATIVO REGULA LAS HORAS


EXTRAORDINARIAS EN EL P ÁRRAFO 2º: “DE LA JORNADA DE TRABAJO”, DEL
TÍTULO III: “DE LAS OBLIGACIONES FUNCIONARIAS”, ARTÍCULOS 66 A 70

Letra d)

LA ASIGNACIÓN POR CAMBIO DE RESIDENCIA

Concepto

98.33) DICTÁMENES NOS 83.132, DE 1975; 26.384, DE 1990; 3.342,


DE 1993

La asignación por cambio de residencia es el estipendio que se paga


al empleado titular que para asumir sus funciones se ve obligado a cam-
biar su residencia habitual, esto es, a trasladarse de la localidad en que
more con su familia, para desempeñar sus funciones en otro lugar
(83.132/75).
Tanto el inciso 1º de la letra d) del artículo 98, que regula los be-
neficios que corresponden a los empleados titulares que se ven obli-
gados a cambiar su residencia para asumir el cargo o dar cumplimiento
a una nueva destinación, como su inciso 2º, que señala los derechos
que asisten a quienes ingresan, se reincorporan o cesan en la Admi-

751
ARTÍCULO 98

nistración, se refieren, en efecto, sólo a los funcionarios titulares


(26.384/90, 3.342/93).

98.34) El inciso 1º del artículo 74 del Estatuto Administrativo dispone


que “cuando la destinación implique un cambio de residencia habi-
tual, deberá notificarse al funcionario con 30 días de anticipación, a
lo menos, de la fecha en que deba asumir sus nuevas labores”.

98.35) DICTAMEN Nº 16.997, DE 1990

Esta asignación tiene un carácter indemnizatorio. Su objeto es auxi-


liar económicamente al empleado que para asumir un cargo debe cam-
biar su residencia habitual, compensándole los gastos que irroga este
desplazamiento.

98.36) DICTAMEN Nº 16.208, DE 1995

La destinación del personal soltero del Servicio de Gendarmería a re-


cintos carcelarios ubicados en otra localidad, da derecho al pago de la
asignación por cambio de residencia, ya que para esos funcionarios el
nuevo establecimiento de destino constituye su habitación permanente
y su morada, en la cual alojan y permanecen durante sus horas libres.
En estas condiciones, no concurren los supuestos del dictamen
Nº 35.660, de 1979, que negó dicho estipendio al empleado destina-
do a una localidad determinada que viajaba diariamente desde su do-
micilio familiar al lugar de trabajo, caso en el cual es improcedente el
pago de la asignación de traslado.
En efecto, para que la Administración solvente el pago de este
emolumento se requiere que el traslado del empleado a la ciudad de
destino implique el cambio efectivo de su residencia primitiva a la nue-
va de destinación.

PROCEDENCIA DE LA ASIGNACIÓN

98.37) DICTÁMENES NOS 23.931, 24.374 Y 26.384, DE 1990; 23.215,


DE 1992; 3.342, DE 1993

La asignación por cambio de residencia sólo favorece:


– A los empleados titulares
– Que ingresan
– O cesan en sus cargos.

752
ARTÍCULO 98

98.38) DICTÁMENES NOS 23.931, 24.374 Y 26.384, DE 1990; 23.215,


DE 1992; 3.342, DE 1993; 22.141, DE 1995

Es inadmisible extenderla a los empleados a contrata, ya que este tipo


de personal no puede ser objeto de destinación alguna (23.931 y
24.374/90, 23.215/92).
Como los incisos 1º y 2º de la letra d) del artículo 98 se refieren a
los empleados de planta que tienen la calidad de titulares, debe con-
cluirse que al empleado a contrata no le asiste derecho a impetrar la
asignación por cambio de residencia (26.384/90, 3.342/93).
Nada impide, sin embargo, que se modifique la designación a con-
trata para cambiar en el nombramiento el lugar de desempeño o que
la deje sin efecto y se extienda una nueva para que se ejerza en la lo-
calidad que interesa cubrir (22.141/95).

98.39) DICTÁMENES NOS 44.439, DE 1977; 55.306, DE 1978; 57.105,


DE 1979; 21.392, DE 1996

En el DFL Nº 338, de 1960, la asignación por cambio de residencia era


un beneficio establecido en favor de los funcionarios que para asumir sus
funciones debían cambiar su residencia habitual. No estaba prevista para
quienes regresaran al lugar de su residencia con motivo de sus funcio-
nes, como lo establece ahora el artículo 98, en su letra d) (57.105/79).
Conforme se precisó por la jurisprudencia recaída en ese DFL, por
ejemplo, en los dictámenes Nos 17.265, de 1961, y 49.573 y 14.586, de
1962, el Estatuto Administrativo no contemplaba indemnización alguna
con motivo de la terminación de los servicios del trabajador para cos-
tear los gastos de regreso a su residencia anterior, de manera que no
cabía otorgar beneficio alguno por dicho concepto (55.306/78).
Según el inciso 1º del artículo 98 de la Ley Estatutaria, ahora la
asignación favorece también a aquellos funcionarios que al cesar en
sus cargos, cualquiera que sea la causal de término de servicios, vuel-
ven al lugar en que residían antes de ser nombrados o destinados, pero
no alcanza a quienes, dentro de la misma localidad, pasan a desem-
peñarse en otro servicio público (21.392/96).

98.40) DICTÁMENES NOS 28.910, DE 1995; 5.188, DE 1997

Para la procedencia de la asignación por cambio de residencia, se re-


quiere, según el inciso 2º del artículo 98, la concurrencia de los siguien-
tes requisitos:
1º. Que el funcionario sea enviado a prestar servicios a un lugar
distinto, sea para asumir un cargo, en caso de nombramiento, o para
cumplir una destinación, en caso de traslado.

753
ARTÍCULO 98

2º. Que en consideración a esta circunstancia, se vea en la obli-


gación de cambiar su residencia habitual, o sea, debe existir un des-
plazamiento físico del empleado, como exigencia propia del
cumplimiento de las tareas que se le han encomendado por la auto-
ridad.
3º. Que al cesar en sus funciones, si así lo estima conveniente, vuel-
va al lugar en que residía antes del nombramiento o destinación
(5.188/97). Como la ley estatutaria no hace distingos respecto de la
causal de término de servicios que autoriza la percepción de este emo-
lumento, los funcionarios exonerados por calificación insuficiente o
por medida disciplinaria tienen derecho a la asignación por cambio
de residencia que favorece a quienes se encuentran en la situación an-
tes descrita (28.910/95).

98.41) DICTAMEN Nº 17.306, DE 1990

Para que proceda la asignación, se requiere que al funcionario se le


envíe a prestar servicios a un lugar distinto al de su residencia habi-
tual, ya sea para asumir un cargo o cumplir una nueva destinación,
y que en virtud de esa orden se halle en la obligación de cambiar
residencia, esto es, debe existir desplazamiento físico.
Una vez que ha cesado en funciones, puede volver al lugar en que
residía antes de ser nombrado, y en este caso, según el Estatuto, tiene
derecho al goce de la asignación en los términos del inciso 2º de la
letra d) del artículo 98 de la ley: pasajes y flete.

98.42) DICTAMEN Nº 28.910, DE 1995

En caso de término de los servicios, la franquicia se limita a pasajes


y flete, como señala la letra d) del artículo 98 del Estatuto Adminis-
trativo.

98.43) DICTAMEN Nº 62.912, DE 1960

El derecho a asignación por cambio de residencia no opera de pleno


derecho. Es necesario que en cada oportunidad se conceda por el jefe
superior de servicio mediante una resolución que declare y reconoz-
ca el derecho.
Con todo, no hay inconveniente para que en una misma resolu-
ción se nombre, destine y reconozca el derecho a la asignación.

754
ARTÍCULO 98

98.44) DICTÁMENES NOS 35.660, DE 1979; 16.997, DE 1990

La autoridad administrativa debe examinar la efectividad del cambio,


pues es este desplazamiento el que permite percibir la asignación.

98.45) DICTÁMENES NOS 73.118, DE 1967; 17.787, DE 1969

La destinación se perfecciona en el momento en que el funcionario


se desplaza material o físicamente para asumir el nuevo cargo. La asig-
nación debe pagarse una vez que la respectiva resolución haya sido
notificada al interesado.
El aumento de remuneraciones producido durante la demora en
el cumplimiento de la destinación, motivada por razones de servicio,
da derecho a incrementar la asignación en el reajuste producido.

98.46) DICTAMEN Nº 16.208, DE 1995

Atendido lo expuesto, tiene derecho al pago de la asignación el fun-


cionario soltero del Servicio de Gendarmería que vive en un estable-
cimiento penal y es trasladado a un establecimiento penal de otra
localidad, concurriendo los demás requisitos legales, porque esos es-
tablecimientos deben considerarse respecto de él, que constituyendo
su habitación permanente, o sea, su lugar de residencia.

98.47) DICTÁMENES NOS 22.793 Y 26.190, DE 1995

Los Servicios de Salud pueden conceder derecho a pasajes y flete a


los profesionales funcionarios que contraten, cuando deban trasladarse
a una localidad diferente de la de su residencia habitual para asumir
sus funciones.
Ello porque el inciso final del artículo 29 de la Ley Nº 15.076, mo-
dificado por el artículo 24 de la Ley Nº 18.091, dispuso que los Servi-
cios de Salud podrán conceder los beneficios señalados en las letras
b) y c) del artículo 78 del DFL Nº 338, de 1960, o sea, los beneficios
de pasajes y flete, a los profesionales funcionarios que se encuentren
en dicha situación. Esta referencia debe entenderse hecha en la ac-
tualidad a la letra d) del artículo 98 del Estatuto Administrativo, que
regula tales beneficios, en virtud de la norma derogatoria contenida
en el artículo 163 de este mismo texto legal (22.793/95).
Conforme a lo dispuesto en esa misma disposición legal, sólo pro-
cede pagar el estipendio de un mes de remuneraciones correspondien-
tes al nuevo empleo a aquellos profesionales que deban cambiar su

755
ARTÍCULO 98

residencia habitual para iniciar su desempeño como general de zona,


beca primaria de especialización o ingreso en otra calidad al ciclo de
destinación.
Las posteriores destinaciones, según ese mismo inciso 2º del artícu-
lo 29 de la Ley Nº 15.076, sólo dan lugar a pasajes y flete (26.190/95).

98.48) DICTAMEN Nº 35.660, DE 1979

No tiene derecho al pago de la asignación por cambio de residencia


el funcionario que es destinado a otra localidad, distinta de su resi-
dencia habitual, pero a la cual no traslada físicamente su hogar, al pre-
ferir viajar diariamente a su nueva oficina.
En este caso, no hay un cambio efectivo de lugar de residencia que
justifique la asignación.

Beneficios que comprende la asignación

Un mes de remuneraciones

98.49) DICTAMEN Nº 15.501, DE 1990

La asignación por cambio de residencia comprende una suma equi-


valente a un mes de remuneraciones –inciso 1º– o un anticipo hasta
por una cantidad equivalente a esa suma –inciso 2º.
El concepto de remuneración que emplea la letra d) del artículo
98 se extiende a todos aquellos emolumentos propios del cargo que sirve
el funcionario objeto de una nueva destinación o, en su caso, del em-
pleo que pasará a asumir, incluyendo las bonificaciones de salud y de
pensiones establecidas por las Leyes Nos 18.566 y 18.675, que han sido
consideradas por la jurisprudencia como propias del grado de cada em-
pleado. Asimismo, debe comprender la bonificación única tributable de
la Ley Nº 18.717, pero no el incremento del DL Nº 3.501, por tener una
finalidad específicamente limitada por la ley que lo instituyó.

98.50) DICTÁMENES NOS 8.854 Y 13.200, DE 1995; 39.345, DE 1997

Por remuneraciones deben entenderse todos aquellos estipendios que


tienen características de habitualidad, permanencia e inherencia al
cargo que se asume, con exclusión de las que tienen carácter transito-
rio (8.854 y 13.200/95).
Son remuneraciones permanentes los estipendios que el emplea-
do percibe en forma habitual en razón de su cargo o función, vale

756
ARTÍCULO 98

decir, excluyendo aquellas que se pagan por plazos determinados o


bien eventual o accidentalmente, como los viáticos y las horas extraor-
dinarias, siempre que no sean de las que se efectúan de modo perma-
nente por requerirlo así el desempeño de los respectivos cargos
(39.345/97).

98.51) DICTAMEN Nº 17.144, DE 1990

La asignación de fiscalización de que goza el personal de la Dirección


del Trabajo se encuadra dentro del concepto de remuneración.

98.52) DICTAMEN Nº 83.132, DE 1975

El funcionario no puede condicionar su traslado a que se le pague pre-


viamente el mes de remuneraciones del nuevo empleo, contemplado
en el Estatuto Administrativo, ya que el hecho de que la autoridad ad-
ministrativa pueda ordenar el pago del beneficio antes que el emplea-
do asuma efectivamente en otra localidad, no implica que el goce de
la asignación constituya un requisito indispensable para llevar a efec-
to la destinación.

Pasajes

98.53) DICTÁMENES NOS 40.310, DE 1979; 34.211, DE 1998

El fin que persigue el legislador al otorgar la asignación por cambio


de residencia es compensar los gastos que supone un traslado, tales
como pasajes y flete de menaje y efectos personales.
Ahora bien, en el caso de que se trata, el funcionario fue destina-
do a otra región por el servicio, no impetró el pago de pasajes que le
reconoce la letra c) del artículo 93 del Estatuto Administrativo, sino
que utilizó su vehículo particular para efectuar el traslado, lo cual le
significó incurrir en gastos de bencina y peajes.
Atendida la finalidad que persigue la norma, es posible sostener
que se cumple con la letra c) del artículo 98, reembolsando al funcio-
nario el monto de los gastos efectivos en que hubiere incurrido hasta
un tope equivalente al valor de los pasajes que hubiere debido solven-
tar el servicio, para el empleado y las personas que lo acompañaron,
en cuanto por ellas percibiera asignación familiar.
Actuar de otra manera sería producir un enriquecimiento sin causa
para la Administración (34.211/98).

757
ARTÍCULO 98

Como aparece del tenor literal de la letra d) del artículo 98, y lo


ha consignado la jurisprudencia, el derecho a pasajes requiere que las
personas que acompañen al empleado a su nuevo destino sean cau-
santes de asignación familiar a la fecha de realizar el viaje, sin perjui-
cio de los derechos de la cónyuge funcionaria (40.310/79).

Flete

98.54) DICTAMEN Nº 3.126, DE 1979

El pago de flete que contempla el Estatuto Administrativo en favor del


funcionario y de las cargas de familia que le acompañen, no cubre los
gastos de exceso de equipaje, porque este gasto no forma parte de los
costos de traslado de los viajeros, sino que es un recargo en que vo-
luntariamente incurren los interesados al embarcarse.

98.55) DICTÁMENES NOS 68.661, DE 1962; 43.443, DE 1968; 16.331,


DE 1971; 4.833, DE 1972

El pago de flete no incluye los gastos de embalaje, por cuanto el flete,


según el Código de Comercio, es el precio que el cargador debe pa-
gar por la conducción de determinadas mercaderías, sin abarcar su
carga y descarga, las que el Código hace de cargo de quien ha contra-
tado el transporte, esto es, del funcionario.

98.56) DICTÁMENES NOS 29.769, DE 1969; 16.331, DE 1971

Si el transporte de carga debe hacerse necesariamente por vía aérea,


el número de kilogramos de carga a que tiene derecho el empleado
puede otorgársele en su equivalente en metros cúbicos de espacio, ya
que las líneas aéreas fijan sus tarifas en relación con esa medida.

98.57) DICTAMEN Nº 28.177, DE 1974

La jurisprudencia sentada en torno a la asignación por cambio de re-


sidencia, ha establecido que la elección del medio en que se han de
transportar las pertenencias de los funcionarios, se rige por el princi-
pio del que implique un menor gasto, como aparece manifestado, ade-
más, entre otros, en los Decretos Nos 1.373 y 1.964, de 1965, y 178, 273
y 776, de 1966, todos del Ministerio del Interior, que autorizan el tras-
lado de puerta a puerta.

758
ARTÍCULO 98

Aplicando estas conclusiones, es procedente utilizar los vehículos


del servicio para hacer el traslado, siempre que deban viajar o pasar
por razones de servicio a esa localidad y en la medida que signifique
una disminución de los gastos.

98.58) DICTÁMENES NOS 38.738, DE 1996; 17.854, DE 1997

El empleado que ha cesado en las funciones de su cargo y vuelve a su pri-


mitiva residencia contratando directamente la empresa de transportes que
hará el flete de sus bienes, sin contar con la autorización de su servicio,
contrae una obligación personal que es inoponible a esta institución, de-
biendo el empleado dar cumplimiento a las obligaciones así contraídas.
Ello por cuanto la autoridad administrativa, por razones de eco-
nomía, está sometida a la regla del menor costo al contratar la em-
presa de transportes que hará el traslado, de modo que, en este caso,
cabe que el servicio haga las cotizaciones respectivas y, de ser alguna
de ellas menor a lo pagado por el funcionario, le devuelva a éste esa
cantidad. De lo contrario se produciría un enriquecimiento sin cau-
sa para la Administración, que tiene la obligación legal de pagar al
empleado la asignación por cambio de residencia (38.738/96).
Según el artículo 98, letra d), del Estatuto Administrativo, los emplea-
dos públicos tienen derecho a percibir asignación de residencia cuando
deban cambiar su residencia habitual para asumir un cargo o cumplir una
nueva destinación, en los rubros y montos allí establecidos.
No obstante, es atendible lo expuesto por un técnico profesional
del Servicio de Gendarmería, en orden a que al no habérsele notifi-
cado la nueva destinación con treinta días de anticipación, como lo
prescribe el artículo 74 del mismo texto legal, y al concurrir otras cir-
cunstancias que justificaron su actuación, se vio en la necesidad de pa-
gar en forma particular los gastos de traslado, para lo cual acompaña
la documentación respectiva.
Por ello correspondería reembolsarle los gastos en que incurrió,
conforme al presupuesto de menor valor que obtenga el servicio por
ese traslado, de entre los que debe requerir, con tal objeto, del comer-
cio establecido.
De lo contrario se configuraría un enriquecimiento sin causa para
la Administración (17.854/97).

98.59) DICTÁMENES NOS 30.087, DE 1961; 83.483, DE 1964; 20.410,


DE 1970

El automóvil del funcionario está incluido entre los objetos que pue-
den ser transportados con cargo al flete que consulta la Ley Estatuta-
ria, al igual que los gastos de embarque y desembarque.

759
ARTÍCULO 98

La asignación en caso de ingreso a un cargo público o de cese en el empleo

98.60) DICTAMEN Nº 57.243, DE 1969

La asignación de un mes de remuneraciones que contempla el inciso


1º (letra d) del artículo 93) de la Ley Estatutaria y el anticipo reem-
bolsable de hasta un mes de remuneraciones que prevé el inciso 2º,
son incompatibles entre sí y responden a las circunstancias específi-
cas que en cada situación condicionan la procedencia del beneficio.

98.61) DICTAMEN Nº 50.812, DE 1962

Si se trata de empleados que deben cambiar su residencia habitual para


hacerse cargo de un empleo (cumplir una nueva destinación o volver
al lugar de su residencia anterior), la asignación comprende los be-
neficios del inciso 1º; en cambio, si se trata de personas que ingresan
(o cesan) en la Administración, el derecho sólo comprende los bene-
ficios del inciso 2º.

98.62) DICTÁMENES NOS 32.671, DE 1989; 4.479, 15.336 Y 23.048,


DE 1990

Conforme al inciso 2º de la letra d) del artículo 98, el funcionario que


ha cesado en su cargo por calificación insuficiente o por aplicación
de la medida disciplinaria de destitución, tiene derecho a percibir la
asignación por cambio de residencia –pasajes y flete–, porque la úni-
ca exigencia que formula la ley para hacer procedente su pago es el
cambio del lugar de residencia motivado por el cese de funciones ad-
ministrativas, sin distinguir la causal que haya provocado dicho cese
(32.671/89).
Por la misma razón, el funcionario de CORFO con residencia en
Estados Unidos, que ha renunciado voluntariamente a su cargo, tiene
derecho a la asignación (4.479/90); como lo tiene, también, el fun-
cionario titular que cesa en su cargo por el ministerio de ley, al acep-
tar un cargo incompatible que lo obliga a cambiar su residencia desde
Punta Arenas a Santiago (15.336/90), y el SEREMI de Antofagasta a
quien se le cursó su renuncia no voluntaria (23.048/90).

98.63) DICTÁMENES NOS 39.660, DE 1963; 27.810, DE 1970

Si un funcionario ha percibido el anticipo de un mes de remunera-


ciones y deja de pertenecer al servicio antes de completar el reembol-

760
ARTÍCULO 98

so de lo debido, procede descontarle de su último mes de remunera-


ciones o de los restantes emolumentos que tenga derecho a recibir, el
monto de las sumas debidas (39.660/63).
Puede descontarse la cantidad no reembolsada de las pensiones
de jubilación o del montepío, pero para ello es preciso hacerlo, se-
gún la Ley Nº 10.336, a través de una orden impartida por la Contra-
loría General de la República, la que se dicta previa petición del
servicio respectivo (27.810/70).

Efectos del traslado solicitado por el funcionario

98.64) DICTÁMENES NOS 6.557, DE 1977; 16.997, DE 1990; 13.264,


DE 1993

El inciso 2º de la letra d) del artículo 98, señala que “el traslado que
se decreta a solicitud expresa del interesado no dará derecho a perci-
bir la asignación establecida en esta norma”.
El hecho de que un funcionario postule a un concurso y sea de-
signado en un servicio distinto de aquel en que se desempeñaba, no
configura un traslado decretado a solicitud expresa del empleado, por
cuanto, si bien existió una manifestación de voluntad para optar a un
cargo determinado, sólo se hizo y refirió al llamado a concurso, pero
no al lugar de desempeño de la plaza concursada. Entenderlo de otra
manera sería privar del beneficio a todos aquellos funcionarios que
obtuvieran por concurso su designación en cargos ubicados en locali-
dades distintas a las de su trabajo habitual.
Esta es, por lo demás, la tesis que uniformemente ha sostenido la
jurisprudencia administrativa, v. gr., en los dictámenes Nos 23.191, de
1965, y 41.807, de 1971, al precisar que la concesión del beneficio no
atiende al origen o naturaleza del acto de designación, concurso, des-
tinación, etc., sino al hecho concreto del cambio de residencia.

98.65) DICTÁMENES NOS 6.890 Y 27.303, DE 1997

La circunstancia de que un funcionario solicite voluntaria y expresa-


mente su traslado a una determinada localidad, distinta de aquella de
su residencia habitual, basado en motivos particulares que no obedez-
can a razones de salud ni al mandato de una disposición legal expre-
sa, impiden la percepción de la asignación por cambio de residencia
(6.890/97).
En efecto, la destinación pierde el carácter voluntario cuan-
do se funda en motivos de salud calificados por el organismo com-
petente en la materia, esto es, por el respectivo Servicio de Salud,

761
ARTÍCULO 98

única circunstancia apta para privar a la solicitud de traslado de


la condición de voluntariedad prevista por la ley y, por consiguien-
te, la única también que autoriza percibir la asignación por cam-
bio de residencia, aunque haya sido pedida por el interesado
(27.303/97).

98.66) DICTAMEN Nº 20.418, DE 1997

Si el funcionario que ocupa un cargo adscrito a la planta necesaria-


mente debió dar su anuencia para el traslado, para los efectos del ar-
tículo 20 transitorio del Estatuto Administrativo, tiene derecho a la
asignación por cambio de residencia, pues no hay en ese caso una so-
licitud voluntaria de cambio de residencia, sino cumplimiento a un
mandato legal.
Tampoco puede considerarse que constituye una petición volun-
taria la opción a un concurso, ya que la manifestación de voluntad del
postulante al empleo público en el concurso, se reduce sólo a su deci-
sión de participar en el certamen y a ser designado en un cargo pú-
blico, y no alcanza a una posible destinación posterior que, en ejercicio
de sus funciones, determine la autoridad.

98.67) DICTÁMENES NOS 83.132, DE 1975; 16.998, DE 1995

El funcionario que solicita su traslado no tiene derecho a percibir la


asignación, dice la parte final del inciso 2º de la letra d) del artículo 98.
Sin embargo, si el funcionario solicita la destinación por recomen-
dación del respectivo Servicio de Salud, su solicitud pierde su condi-
ción de voluntaria y causa el derecho a la asignación, como lo han
reconocido los dictámenes Nos 36.165, de 1963, y 19.813, de 1964
(83.132/75).
Lo mismo cabe concluir cuando el empleado solicita el cambio
de residencia basado en la enfermedad de un hijo menor, debidamente
acreditada por la competente autoridad de salud, pues no tiene el ca-
rácter de voluntaria, atendido el hecho de que corresponde a los pa-
dres, por mandato legal, el cuidado de los hijos menores, hallándose
en el deber de adoptar las medidas tendientes a precaver su normal
desarrollo (16.998/95).

98.68) DICTAMEN Nº 49.470, DE 1963

El traslado subsiguiente a una permuta no da derecho a impetrar la


asignación por cambio de residencia, ya que la permuta es de carác-

762
ARTÍCULO 98

ter voluntario y constituye un cambio expresamente buscado por los


funcionarios que la han acordado.

Cuándo se puede impetrar el pago de la asignación

98.69) DICTAMEN Nº 18.465, DE 1990

Conforme al DFL Nº 338, de 1960, los funcionarios que para ejer-


cer sus funciones debían cambiar de residencia, podían solicitar el
pago de la asignación en una fecha distinta a la del traslado o des-
tinación y hasta dentro de 5 años contados desde que se hubiera
hecho exigible, según lo previsto en los artículos 78 y 382 de ese
cuerpo estatutario.
En el Estatuto Administrativo, el funcionario puede impetrar su
pago dentro del plazo de 6 meses que consulta su artículo 99, conta-
do desde que la respectiva asignación se hubiera hecho exigible.

Letra e)

El viático

98.70) DICTAMEN Nº 22.378, DE 1995

Según lo dispuesto por los artículos 98, letra e), del Estatuto Admi-
nistrativo, y 1º y 3º del DFL Nº 262, de 1977, del Ministerio de Ha-
cienda, el viático es un beneficio económico que favorece a los
empleados que en cumplimiento de sus funciones deben realizar una
comisión de servicio o un cometido funcionario fuera del lugar de
su residencia habitual, y con ocasión de ello deben incurrir en gas-
tos de alimentación y alojamiento, que por derivar precisamente del
cumplimiento de esas funciones oficiales, deben ser de cargo del ser-
vicio y no del empleado.
Lo que determina la procedencia de esta asignación, no es enton-
ces el desplazamiento obligado del funcionario fuera del lugar de su
residencia habitual, sino la circunstancia de que en cumplimiento de
la resolución que lo ordena deba incurrirse en gastos de alojamiento
o alimentación.
Por ello, quienes cumplen una comisión de servicio o un co-
metido funcionario en la misma localidad en que tienen su domi-
cilio, no tienen derecho a viáticos, si en su servicio el horario de
trabajo se desarrolla en doble jornada, porque en estas condicio-
nes el funcionario puede hacer colación en la misma forma en que
lo hace todos los días.

763
ARTÍCULO 98

98.71) DICTÁMENES NOS 12.858, DE 1992; 8.162, DE 1993

Del texto de la Ley Estatutaria se infiere que existen asignaciones adi-


cionales que no obedecen al concepto de remuneración que da su ar-
tículo 3º. Entre ellas se encuentra el viático, que se paga a los
funcionarios públicos por el hecho de tener que trasladarse fuera del
lugar habitual en que ejercen sus funciones, como consecuencia de
una comisión de servicio o de un cometido funcionario (8.162/93).
El viático es un beneficio compensatorio de los desembolsos rela-
tivos a alimentación y alojamiento en que incurre el empleado en co-
misión de servicios o en cometido funcionario fuera del lugar de su
desempeño habitual. Ello no ocurre en el caso de un funcionario de
servicios menores que desempeña funciones de estafeta dentro de la
misma localidad (12.858/92).
El objeto de esta asignación es sufragar los gastos de alojamiento
y de alimentación en que incurra el empleado, por lo que no tiene
derecho a percibirla quien recibe del propio servicio alojamiento y
alimentación.
En un caso parecido se encuentran los trabajos extraordinarios,
que conforme a los artículos 66 y siguientes están sometidos a com-
pensación de descanso o a recargo especial (8.162/93).

98.72) DICTAMEN Nº 33.316, DE 1995

Siendo el viático una franquicia compensatoria, en cuanto está esta-


blecido para atender los gastos de alimentación y alojamiento en que
deba incurrir un funcionario designado en comisión de servicios o en
cometido funcionario fuera de su lugar de residencia habitual, es im-
procedente pagarlo cuando existiendo ese desplazamiento no se in-
curre en tales gastos, por habérsele proporcionado esas prestaciones
en el lugar de cumplimiento de la comisión o cometido.
Esta regla es aplicable aun a falta de texto expreso que así lo dis-
ponga, pues emana de la naturaleza misma de este beneficio econó-
mico.

98.73) DICTAMEN Nº 8.906, DE 1996

En todo caso, y aunque el artículo 98, letra e), del Estatuto Adminis-
trativo atribuya al viático el carácter de asignación, no por ello deja
de pertenecer al orden genérico de remuneración, circunstancia que
confirma la jurisprudencia administrativa al haber concluido categó-
ricamente que dicho beneficio es una remuneración compensatoria
de los gastos de alojamiento y alimentación en que incurre el funcio-

764
ARTÍCULO 98

nario con motivo de una comisión de servicios o de un cometido fun-


cionario, teniendo a la vista el concepto de remuneración que contie-
ne el artículo 3º de ese Estatuto.

98.74) DICTAMEN DE 27 DE AGOSTO DE 1896, DE DON VALENTÍN


LETELIER

El hecho de que no exista una norma que reconozca el derecho a viá-


ticos a los funcionarios públicos no debe redundar en daño de aque-
llos empleados. Si los viáticos no se han instituido para aumentar las
remuneraciones de los funcionarios públicos, si se han instituido sim-
plemente para reembolsarles los gastos de viaje limitada a una suma
fija del reembolso, los peticionarios no pierden por causa de aquella
omisión el derecho a reclamar indemnización. A juicio del infrascrip-
to no se han instituido los viáticos en beneficio de los empleados; los
empleados tuvieron derecho al reembolso de sus gastos de viaje des-
de antes que se instituyeran los viáticos. Entonces ¿en beneficio de
quién fueron instituidos?
Fueron instituidos en beneficio del Fisco para limitar cada reem-
bolso a una suma prudencial, o sea, para librarle de tener que pagar
cuentas exorbitantes de gastos imaginarios.

98.75) EL VIÁTICO EN EL PAÍS ESTÁ REGULADO POR EL DECRETO Nº 262,


DE 1977, DEL MINISTERIO DE HACIENDA

98.76) DECRETO Nº 262, DE 1977, DEL MINISTERIO DE HACIENDA,


SOBRE VIÁTICOS DENTRO DEL TERRITORIO NACIONAL

Artículo 1º. Los trabajadores del sector público que en su carácter de


tales y por razones de servicio deban ausentarse del lugar de su des-
empeño habitual, dentro del territorio de la República, tendrán de-
recho a percibir un subsidio que se denominará viático, para los gastos
de alojamiento y alimentación en que incurrieren, el que no será con-
siderado sueldo para ningún efecto legal.
Artículo 4º. El monto diario del viático para la autoridad del grado
A, creado por el artículo 3º de la Ley Nº 18.675, corresponderá al 16%
de sueldo base mensual del grado A de la Escala Única de Sueldos;
para las autoridades de los grados B y C, creados por el mismo artícu-
lo 3º, corresponderá el 15% del sueldo base mensual del grado A de
la Escala Única de Sueldos, para los funcionarios de los grados 1 A a
4º de dicha escala, corresponderá el 12% del sueldo base mensual del

765
ARTÍCULO 98

grado 1 A; para los grados 5º a 10º corresponderá el 10% del sueldo


base mensual del grado 5º; para los de grado 11º a 21º, corresponde-
rá el 16% del sueldo base mensual del grado 14º, y para los de gra-
do 22º a 31º, corresponderá el 26% del sueldo base mensual del
grado 25º.
El monto del viático que corresponda a los personales de entida-
des cuyos trabajadores no estén encasillados en la Escala Única del
artículo 1º del Decreto Ley Nº 249, de 1974, se fijará de acuerdo a la
siguiente pauta:
a) Los funcionarios que ocupen alguno de los 5 primeros niveles
jerárquicos de la entidad respectiva, tendrán derecho a la misma can-
tidad que corresponda a los trabajadores de los grados 1 A a 4º de la
Escala Única antes aludida. No obstante, los funcionarios F/G y gra-
do 1-B de la escala del artículo 5º del Decreto Ley Nº 3.551, de 1981,
tendrán derecho al viático que corresponda a las autoridades del gra-
do B, a que se refiere el artículo 3º de la Ley Nº 18.675.
b) Los funcionarios que ocupen algunos de los 6 niveles jerárqui-
cos siguientes tendrán derecho a la misma cantidad que corresponda
a los trabajadores de los grados 5º a 10º de la Escala Única.
c) Los funcionarios que ocupen algunos de los 11 niveles jerár-
quicos siguientes al undécimo tendrán derecho a la misma cantidad
que corresponda a los trabajadores de los grados 11º a 21º de la Esca-
la Única .
d) Los funcionarios que ocupen algunos de los demás niveles je-
rárquicos tendrán derecho a la misma cantidad que corresponda a los
trabajadores de los grados 22º al 31º de la Escala Única.
Para los efectos del cálculo del viático que corresponda al perso-
nal municipal, conforme al inciso anterior, deberá estarse a los nive-
les jerárquicos que ocupen de acuerdo a la escala esquemática del
artículo 23 del Decreto Ley Nº 3.551 antes mencionado.
En lo que se refiere al personal regido por el Decreto Ley Nº 3.058,
de 1979, les corresponderá, según su grado, el viático de los funcio-
narios afectos a la Escala Única de Sueldos del grado que en cada
caso se señalan: grado I, el grado A; grado II, el del grado B; grados
III a V, el del grado 1 A; grados VI a IX el del grado 5º; grados X a
XXI, el del grado 11º y grados XXII al XXV, el del grado 22º.
Respecto del personal regido por los Decretos con Fuerza de Ley
Nº 1, de Guerra, y Nº 2, de Interior, ambos de 1968, les corresponde-
rá, según el grado jerárquico de la escala respectiva que invista el fun-
cionario, el viático del afecto a la Escala Única de Sueldos que en cada
caso se señala: grados 1º y 2º, el del grado B; grados 3º a 6º, el del
grado 1 A; grados 7º y 8º, el del grado 5º; grados 9º a 13º, el del gra-
do 11º y grados 14º al 20º, el grado 22º.
No obstante lo dispuesto en el inciso segundo, a los profesionales
regidos por la Ley Nº 15.076 les corresponderá, aun cuando su remu-

766
ARTÍCULO 98

neración mensual permanente sea inferior a la del grado 21º, el viáti-


co fijado en función de dicho grado.
Corresponderá el viático en función del grado 31º al personal a
que se refiere la Ley Nº 8.059, sea remunerado o ad honórem.
(Este artículo contiene las modificaciones incorporadas a su tex-
to por los Decretos supremos del Ministerio de Hacienda, Nos 1363,
de 1991, y 118, de 1992.)

98.77) DECRETO Nº 1, DE 1991, DEL MINISTERIO DE HACIENDA, QUE


FIJA EL MONTO DE VIÁTICOS EN DÓLARES PARA EL PERSONAL QUE DEBE
CUMPLIR COMISIONES DE SERVICIO EN EL EXTRANJERO

Artículo 1º. Fíjanse los siguiente montos básicos de los viáticos que co-
rrespondan a los trabajadores de las entidades del sector público re-
gidas por la escala del artículo 1º del Decreto Ley Nº 249, de 1974,
que viajen al extranjero en cumplimiento de comisiones de servicio:
Funcionarios de Grados A a C US$ 100 diarios
Funcionarios de Grados 1A al 1C US$ 70 diarios
Funcionarios de Grados 2 al 5 US$ 60 diarios
Funcionarios de Grados 6 al 15 US$ 50 diarios
Funcionarios de Grados 16 al 23 US$ 40 diarios
Funcionarios de Grados 24 al 31 US$ 35 diarios
Los montos básicos indicados se incrementarán en el porcentaje
de asignación de costo de vida que corresponda a los funcionarios de
la planta “A” del Servicio Exterior de Chile, según sea el país en que
deba cumplirse la comisión de servicio.
El viático podrá pagarse en dólares o su equivalente en otras mo-
nedas extranjeras.
Cuando el lugar de destino del funcionario comisionado se en-
cuentre a menos de 500 kilómetros de la frontera chilena o en cual-
quier punto de la República Argentina, con excepción de la ciudad
de Buenos Aires, Bahía Blanca y Comodoro Rivadavia, el viático dia-
rio correspondiente se reducirá en un 50%.
Artículo 2º. El monto del viático diario que corresponda a los per-
sonales de las entidades del sector público, cuyos trabajadores no es-
tén encasillados en la escala del artículo 1º del Decreto Ley Nº 249,
de 1974, será el siguiente:
a) Funcionarios que ocupen alguno de los 5 primeros niveles je-
rárquicos en la entidad respectiva: el que corresponde a los funciona-
rios de grados 2 al 5, según lo establecido en el artículo anterior.
b) Funcionarios que ocupen alguno de los 10 niveles jerárquicos
siguientes; el que corresponda a los funcionarios de grados 6 al 15,
según lo establecido en el artículo anterior.

767
ARTÍCULO 98

c) Funcionarios que ocupen alguno de los 12 niveles jerárquicos


que siguen: el que corresponda a los funcionarios de grados 16 al 23,
según lo establecido en el artículo anterior.
d) Funcionarios que ocupen alguno de los niveles jerárquicos res-
tantes: el que corresponda a los funcionarios de grados 24 al 31, se-
gún lo establecido en el artículo anterior.
No obstante lo establecido en este artículo, los grados I, II y III,
regidos por el Decreto Ley Nº 3.058, de 1979, y el funcionario fuera
de grado a que se refiere el Decreto Ley Nº 3.651, de 1981, gozarán,
cuando corresponda, del viático básico de US$ 100 diarios.
Artículo 3º. Los decretos que autoricen las comisiones de servicio
en el extranjero de los trabajadores a los cuales se aplica este decreto,
deberán establecer si éstos tienen derecho a pasaje y/o viáticos, el
monto de estos últimos e imputación que tendrá el gasto que deman-
den ambos beneficios.
Artículo 4º. Las disposiciones de este decreto no se aplicarán a los
funcionarios de la planta “A” del Servicio Exterior del Ministerio de
Relaciones Exteriores ni a los personales dependientes del Ministerio
de Defensa Nacional, los cuales seguirán regidos por las normas res-
pectivas en actual vigencia.

98.78) DICTÁMENES NOS 5.338, DE 1997; 26.259, DE 1998; 8.711,


DE 2000; 17.351, DE 2004

El artículo 7º del DFL Nº 262, de 1977, del Ministerio de Hacienda,


aprobatorio del Reglamento de Viáticos para el Personal de la Ad-
ministración Pública, dispone que los trabajadores que para realizar
sus funciones habituales deben trasladarse diariamente a lugares ale-
jados de los centros urbanos, como faenas camineras o garitas de pea-
je, según calificación que haga el jefe superior de servicio, gozarán
de un “viático de faena”, equivalente a un 20% del viático que les
corresponda percibir.
El derecho al pago de este viático exige la concurrencia copulati-
va de los siguientes requisitos: que el trabajador deba trasladarse a un
lugar alejado de los centros urbanos, según calificación que haga el
jefe superior de servicio; que deba hacerlo para cumplir sus labores
habituales, y que deba hacerlo diariamente en cada jornada de traba-
jo, esto es, que tanto la idea como el regreso al lugar de trabajo se
realice en el mismo día de desempeño.
En estas condiciones, la procedencia del beneficio no se sustenta
en el factor permanencia en el lugar de faenas, sino en el hecho de
que para cumplir sus funciones debe el empleado trasladarse diaria-
mente a lugares apartados de centros urbanos.

768
ARTÍCULO 98

Otros análogos

98.79) DICTÁMENES NOS 40.156, DE 1961; 22.110, DE 1964; 56.475, DE


1969; 7.743, DE 1990; 11.095, DE 1992

Los amplios términos en que está concebida la letra e) del artículo 98


del Estatuto Administrativo permite pagar a una funcionaria los gas-
tos de combustible en que deba incurrir cuando deba desplazarse en
su automóvil fuera de la ciudad en que trabaja, por entrar en la cate-
goría de “otros análogos” empleada en esa norma y porque al salir de
la ciudad para trasladarse a otra, es factible establecer el consumo del
vehículo considerando las distancias y el rendimiento estimativo, sin
confundirlo con el correspondiente al uso que hace de él para fines
particulares. La interesada, eso sí, debe demostrar la existencia del co-
metido y acreditar el gasto (7.743/90).
El artículo 98, letra e), permite reembolsar los gastos de combus-
tible y lubricantes en que haya incurrido el funcionario al movilizarse
en vehículo propio a cumplir una comisión de servicio o un cometi-
do funcionario, siempre que acredite fehacientemente los gastos rea-
lizados.
En ningún caso procede que el servicio arriende al empleado el
vehículo de su propiedad para su propio uso funcionario, por prohi-
birlo el artículo 84, letra b), del Estatuto Administrativo (40.156/61,
22.110/64, 56.475/69).

98.80) DICTAMEN Nº 7.192, DE 1999

El derecho a percibir asignación de viático, pasaje y otros análogos es-


tablecido en el artículo 93, letra e), del Estatuto Administrativo, está
concebido en términos amplios, lo que permite el reembolso de los
pasajes utilizados en cometidos funcionarios o comisiones de servicio,
los gastos de locomoción e incluso el mayor gasto en combustible uti-
lizado por el empleado que conduce su propio vehículo en cumpli-
miento de sus obligaciones funcionarias, gastos que de no ser pagados
importaría un enriquecimiento sin causa para la Administración del
Estado.

98.81) DICTAMEN Nº 45.543, DE 1980; 11.095, DE 1992

El reembolso de estos “otros –gastos– análogos”, responde a un prin-


cipio de equidad, por cuanto si esos gastos se hacen de cargo del em-
pleado que debe cumplir una comisión o un cometido funcionario se
le estaría causando un perjuicio y un consiguiente enriquecimiento

769
ARTÍCULO 98

sin causa para la Administración, toda vez que son consecuencia del
cumplimiento de una función pública y no de un acto personal y vo-
luntario del empleado.

Letra f)

98.82) DICTAMEN Nº 4.804, DE 1999

La letra f) del artículo 98 del Estatuto Administrativo se remite a otras


asignaciones contempladas en leyes especiales.
Por lo tanto, el artículo 99, que establece la prescripción del de-
recho al cobro de los emolumentos consultados en ese artículo 98, al-
canza también a las asignaciones reguladas en tales normas especiales.
En atención a lo expresado, el derecho a cobrar la asignación de
productividad establecida en el Decreto Nº 235, de 1987, de la Uni-
versidad de Chile, está sometido al plazo de seis meses que señala el
artículo 99 antes mencionado.

COMPENSACIONES NO CONSTITUTIVAS DE
REMUNERACIONES

98.83) DICTÁMENES NOS 28.615, DE 1992; 3.771, DE 1994

Las personas que ejercen funciones públicas sin ser empleados públi-
cos, como ocurre, por ejemplo, con los concejales de las municipali-
dades, carecen del derecho a percibir viático por los gastos de
alimentación y alojamiento en que incurran a raíz del ejercicio de fun-
ciones oficiales, pues este beneficio está establecido sólo en favor de
quienes ocupan cargos públicos.
No obstante, y como revisten un carácter oficial, derivado de la
CPR o de las leyes que contemplan tales desempeños, las actuaciones
que realicen en el ejercicio de sus funciones implica una actuación
protegida por el ordenamiento jurídico y no un acto personal y vo-
luntario de quienes las realizan, por lo que los gastos en que incurran
al cumplir una gestión de representación encargada por el respectivo
organismo, obliga al servicio a reembolsarles los gastos en que hubie-
ren incurrido con motivo del encargo que se les ha hecho. Para acce-
der al reembolso, los funcionarios de que se trata deberán acreditar
esos gastos con la documentación que corresponde.
Admitir lo contrario sería aceptar un enriquecimiento sin causa
para la Administración (28.615/92).
En relación con lo expuesto, cabe tener presente que una juris-
prudencia administrativa uniforme y constante –dictámenes Nos 20.968,

770
ARTÍCULO 99

de 1986; 5.739, de 1990, y 28.615, de 1992, entre otros– ha concluido


que no procede exigir que las personas que cumplen funciones pú-
blicas costeen de su propio peculio los gastos que le irrogue el cum-
plimiento de determinadas actuaciones que le haya encomendado la
autoridad respectiva, pues ello importaría un enriquecimiento sin cau-
sa para la Administración.
Por ello, los gastos en que incurra un consejero regional para cum-
plir las actuaciones que le ha encargado el consejo regional fuera del
lugar de su residencia habitual, deben ser pagados por el respectivo
Gobierno Regional, mediante el reembolso de sumas que el interesa-
do acredite haber empleado en el cumplimiento de su cometido ofi-
cial (3.771/94).

Artículo 99. El derecho al cobro de las asignaciones que esta-


blece el artículo anterior, prescribirá en el plazo de seis me-
ses contado desde la fecha en que se hicieron exigibles.

Interpretación

REGLA GENERAL EN MATERIA DE COBRO DE DERECHOS


ESTATUTARIOS

99.1) DICTAMEN Nº 37.617, DE 1996

Los derechos de los funcionarios pueden solicitarse y hacerse efecti-


vos en cualquier momento, mientras no prescriban.

LA PRESCRIPCIÓN

99.2) DICTAMEN Nº 19.647, DE 1990

La prescripción es una sanción que la ley impone a la inactividad del titu-


lar de un derecho al no haberlo ejercido durante un lapso determinado.

99.3) DICTAMEN Nº 27.024, DE 1996

La prescripción se ha establecido como una forma de dar certeza a


las situaciones jurídicas, castigando a quien no ha ejercido sus dere-
chos en la oportunidad que le brinda la ley.

771
ARTÍCULO 99

EL ARTÍCULO 99

99.4) DICTAMEN Nº 26.270, DE 1996

El artículo 99 del Estatuto Administrativo establece la prescripción ex-


tintiva del derecho al cobro de las asignaciones que integran de ma-
nera regular y permanente las remuneraciones del personal de la
Administración.
Se aplica en aquellos casos en que las remuneraciones de que se
trata se encuentran debidamente calculadas y determinadas en su mon-
to integral, razón por la cual no opera tratándose de situaciones naci-
das de una resolución errónea de la autoridad, como ocurre, por
ejemplo, cuando a un funcionario se le ha pagado una asignación cal-
culando mal su monto, perjudicándolo.

99.5) DICTÁMENES NOS 13.377, DE 1990; 1.347, DE 1993

El artículo 99 establece la prescripción del derecho al cobro de una


asignación, esto es, a su consecuencia económica, por lo que no afec-
ta al derecho en sí mismo. Procede respecto de cada una de las su-
mas mensuales en que se concreta la asignación (13.377/90).
Por eso, presentada la solicitud de cobro, la prescripción opera
respecto de las cantidades debidas durante ese período, que exceden
los seis meses contados hacia atrás desde la fecha de esa solicitud
(1.347/93).

99.6) DICTÁMENES NOS 13.259 Y 26.871, DE 1990; 28.750, DE 1992;


20.918, DE 1998; 29.812, DE 1999

El plazo extintivo comienza a correr desde el día en que conforme


al artículo 94 del Estatuto Administrativo se hacen exigibles las re-
muneraciones mensuales del personal, o sea, desde el día fijado
para su pago.
Tratándose de asignaciones periódicas, ellas se hacen exigibles
desde el día en que se paga cada estipendio, mensualmente, con-
forme al artículo 94, pues entonces se hacen exigibles (29.812/99).
En el caso de la asignación por cambio de residencia, desde que se
asume el empleo en el nuevo lugar (28.750/92, 20.918/98).
La asignación familiar no es remuneración, sino una prestación
social. En estas condiciones, le es inaplicable el artículo 99 del Estatu-
to Administrativo (13.259 y 26.871/90).

772
ARTÍCULO 99

99.7) DICTÁMENES NOS 20.251, DE 1991; 16.560, DE 2001

Por aplicación del principio de la legalidad, la administración no pue-


de renunciar a hacer valer la prescripción extintiva, salvo que exista
texto expreso de ley en contrario.

LA PRESCRIPCIÓN EN EL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

99.8) DICTÁMENES NOS 13.259 Y 26.871, DE 1990; 28.016, DE 1991;


1.280, DE 1992; 37.617, DE 1996; 29.812, DE 1999; 30.135, DE 2004

El Estatuto Administrativo contiene dos reglas de prescripción en ma-


teria de derechos funcionarios.
La primera de ellas se consulta en el artículo 99, y se refiere a las
asignaciones establecidas en el artículo 98; la segunda, en el artículo
161, y se refiere a todos los beneficios estatutarios que no sean las asig-
naciones del artículo 98.
En el primer caso, el plazo extintivo comienza a correr desde el
día en que conforme al artículo 94 del Estatuto Administrativo se pa-
gan las remuneraciones mensuales del personal, por ser la fecha en
que se hacen exigibles. Así, el derecho a cobrar la asignación por ho-
ras extraordinarias prescribe en el plazo de seis meses, contado desde
la fecha en que se hizo exigible, conforme lo dispone el artículo 99,
en concordancia con la letra c) del artículo 98.
El segundo caso, comprende, por ejemplo, los descansos comple-
mentarios a que da lugar el trabajo extraordinario, y por no ser una
asignación de las contempladas en el artículo 98, prescribe en el pla-
zo de dos años fijado por el artículo 161, que se cuenta desde la dicta-
ción del decreto o resolución que fijó dichos descansos, de acuerdo
con lo previsto en el inciso 2º del artículo 65 del Estatuto (1.280/92,
37.617/96).

99.9) DICTAMEN Nº 1.347, DE 1993

La prescripción estatutaria tiene tres elementos constitutivos:


–Obligación pendiente;
–Transcurso del tiempo, e
–Inactividad del funcionario acreedor.
Se extiende a las deudas pendientes, no a las que se hayan paga-
do con facilidades por determinación de la Contraloría General de la
República.

773
ARTÍCULO 99

99.10) DICTÁMENES NOS 1.532, 4.055 Y 34.793, DE 1998; 15.587,


DE 1999

Corresponde al respectivo servicio, en su calidad de prescribiente, ale-


gar en su favor la prescripción, negando lugar al pago solicitado (1.532
y 4.055/98).
La prescripción, en cuanto institución general de Derecho, se re-
gula sobre la base de ciertas características esenciales entre las cuales
se destaca la que, para aplicarse, necesita ser previamente alegada.
Esta exigencia nace del principio según el cual el impulso proce-
sal para actuar ha de surgir de las partes interesadas, de manera que
sólo por la vía de la excepción y en virtud de norma expresa quien
conoce de un asunto puede hacerlo de oficio, por iniciativa propia
(34.793/98, 15.587/99).

99.11) DICTÁMENES NOS 1.280, DE 1992; 26.339, DE 1994; 27.024


Y 37.617, DE 1996

La prescripción se interrumpe por vía administrativa cuando se pre-


senta la solicitud en que se pide el reconocimiento del derecho.

99.12) DICTAMEN Nº 12.208, DE 1992

Para que se interrumpa la prescripción de una asignación es necesaria


que se pida expresamente que se pague. La solicitud que se refiere a
un beneficio distinto de la asignación de que se trate, no interrumpe la
prescripción.

99.13) DICTAMEN Nº 16.608, DE 2004

La jurisprudencia contenida, entre otros, en los dictámenes


Nos 33.539, de 1996, y 39.052, de 1999, ha resuelto que el hecho de
que un funcionario haya reclamado oportunamente un beneficio, sin
que se haya perfeccionado por falta de pronunciamiento de la auto-
ridad, interrumpe indefinidamente la prescripción extintiva y, por
ende, no afecta la vigencia de la respectiva franquicia, ya que una
conclusión contraria a ésta atentaría en contra de la equidad natu-
ral, perjudicando a quien fue la víctima del error u omisión; a quien
actuó de buena fe y en el convencimiento de estar procediendo den-
tro del ámbito de la legalidad.
Sin embargo, para que opere esta interrupción, han agregado
esos mismos pronunciamientos, es indispensable, como contrapar-

774
ARTÍCULO 99

tida, que el funcionario afectado no se haya conformado con ellas,


sino que haya hecho uso de todos los mecanismos que le franquea
la legislación para poner en conocimiento de la autoridad dicho
error u omisión.

VIGENCIA DEL ARTÍCULO 99 DEL ESTATUTO


ADMINISTRATIVO

99.14) DICTÁMENES NOS 14.062, DE 1990

Desde la vigencia del Estatuto Administrativo, el 23 de septiembre de


1989, el derecho al cobro de las remuneraciones establecidas en el ar-
tículo 98 prescribe en el plazo de seis meses, contado hacia atrás des-
de la fecha en que se hicieron exigibles.
En consecuencia, todas las solicitudes de pago de beneficios eco-
nómicos que se presenten con posterioridad a esa fecha, se rigen por
dicho plazo (14.062/90).

BENEFICIOS SUJETOS A LA PRESCRIPCIÓN


DEL ARTÍCULO 99

99.15) DICTAMEN Nº 25.350, DE 1995

La prescripción establecida en el artículo 99 del Estatuto Administra-


tivo está referida sólo a las remuneraciones adicionales reguladas en
el artículo 98, y a las que se contemplen en leyes especiales.
Por esta razón, la prescripción aplicable a los sueldos de los em-
pleados públicos se rige por el artículo 161 de la Ley Estatutaria, que
la fija en dos años.

99.16) DICTAMEN Nº 18.582, DE 1995

El artículo 99 se refiere específicamente a las asignaciones estableci-


das por el artículo 98 del Estatuto Administrativo, que por ser muy
variadas y tener sólo en común su carácter de ser remuneraciones adi-
cionales o complementarias, requirieron, en concepto del legislador,
una norma especial de prescripción, distinta de la contenida en el ar-
tículo 161.
Por ello el pago del sueldo correspondiente a la subrogación en
un cargo vacante no se rige por la disposición del artículo 99, sino
por la del artículo 161 de la Ley Estatutaria.

775
ARTÍCULO 99

99.17) DICTÁMENES NOS 30.099, 31.284 Y 40.383, DE 1995; 4.202,


10.508, 19.607 Y 29.257, DE 1996

La bonificación compensatoria del artículo 26 de la Ley Nº 18.382 es


una asignación contemplada en una ley especial, por lo que se le apli-
ca en materia de prescripción el artículo 99 del Estatuto Administrati-
vo, que establece un plazo de seis meses para reclamar el derecho, a
menos que, en el intertanto, el interesado presente una solicitud pi-
diendo su pago, pues ésta interrumpe el plazo de prescripción que
está corriendo (29.257/96).
Similar situación se da en los casos de la asignación de jefatura
consultada en el artículo 10 del DL Nº 924, de 1975, conforme a lo
dispuesto por la letra f) del artículo (98) del Estatuto Administrativo
(30.099/95), en las asignaciones especiales que se establezcan en las
universidades estatales en ejercicio de su normativa propia, para el per-
sonal no académico, puesto que estos funcionarios se rigen por las
normas de este Estatuto (31.284/95), en el de la asignación de anti-
güedad reconocida por el artículo 6º del DL Nº 249, de 1973 (40.383/
95, 4.202/96) y tratándose de aquellas establecidas en favor de los pro-
fesionales funcionarios en la Ley Nº 15.076 (10.508 y 19.607/96).

99.18) DICTAMEN Nº 14.158, DE 1994

Según lo dispuesto por el artículo 99, la asignación por trabajos ex-


traordinarios, esto es, los realizados después de la jornada ordinaria,
en horas nocturnas o en días sábados, domingos o festivos, prescribe
en el plazo de seis meses, contado desde la fecha en que se hizo exigi-
ble, esto es, desde el día en que periódicamente se pagan las remune-
raciones, ya que ella se consulta entre las remuneraciones que
contempla el artículo 98 del mismo Estatuto Administrativo.
En cambio las horas extraordinarias que se pagan con descanso
complementario prescriben en el plazo de dos años desde que se hu-
bieren hecho exigibles, o sea, a partir de la fecha en que se hubiere
dictado el decreto o resolución que fijó los descansos suplementarios,
por no revestir ese carácter.

99.19) DICTÁMENES NOS 13.259 Y 26.871, DE 1990

La asignación familiar no es remuneración, sino una prestación social.


En estas condiciones, le es inaplicable el artículo 99 del Estatuto Ad-
ministrativo.
La facultad de impetrar la asignación familiar es imprescrip-
tible, sin perjuicio de que las sumas por pagar estén afectas a la

776
ARTÍCULO 99

prescripción general de cinco años establecida en el artículo 2515


del CC.
El plazo se cuenta desde el momento que se cumplieron los re-
quisitos que autorizan su pago.

99.20) DICTAMEN Nº 4.710, DE 1996

La planilla suplementaria no tiene la naturaleza de las remuneracio-


nes que compensa, porque no constituye asignación.
En tales condiciones, no se le aplica la prescripción de seis meses
que contempla el artículo 94 para esos estipendios, sino la de dos años,
regla general que establece el artículo 161 de la misma Ley Estatuta-
ria para todo derecho estatutario.

CÓMPUTO DEL PLAZO DE SEIS MESES ESTABLECIDO


EN EL ARTÍCULO 99

99.21) DICTÁMENES NOS 1.280, DE 1992; 25.350, DE 1995; 27.024, DE


1996; 4.055, DE 1998

El plazo de prescripción de seis meses establecido en el artículo 99


del Estatuto Administrativo se cuenta desde el día en que conforme
al artículo 89 se paguen periódicamente las remuneraciones.
Esta es la fecha precisa en que hace exigible la obligación de pago
de remuneraciones para la Administración por parte del empleado
(1.280/92).
En efecto, tratándose del pago de remuneraciones periódicas, és-
tas se hacen exigibles desde que se devengan (25.350/95), que corres-
ponde al día del pago (27.024/96).
La prescripción de las acciones para el cobro de las remuneraciones
se cuenta según el principio general desde que se hicieron exigibles, lo
que tratándose de emolumentos periódicos acontece desde el día que se
pagan por mensualidades iguales y vencidas (27.024/96, 4.055/98).

99.22) DICTAMEN Nº 19.647, DE 1990

El derecho a solicitar el pago de las sumas adeudadas prescribe en el


plazo de seis meses, según el artículo 99 del Estatuto Administrativo,
y en el caso de que se trata, debe contarse, excepcionalmente, desde
la fecha del presente dictamen.
En efecto, la prescripción es una sanción que la ley impone a la
inactividad del titular de un derecho al no haberlo ejercido durante

777
ARTÍCULO 99

un lapso determinado, lo que en la especie no ocurre, ya que sólo por


medio de este dictamen ha quedado en evidencia el derecho que asis-
tía a los reclamantes a percibir remuneraciones durante el período re-
clamado, quienes con anterioridad se encontraron ante una jurispru-
dencia de la Contraloría General que les era adversa y que en este acto
se reconsidera.

INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN

99.23) DICTÁMENES NOS 27.024 Y 29.257, DE 1996

La prescripción se interrumpe por la solicitud del interesado presen-


tada dentro de plazo ante la autoridad que debe reconocer el benefi-
cio de que se trata, pues si la prescripción se ha establecido como una
forma de dar certeza a las situaciones jurídicas, castigando con la pér-
dida del derecho a quien no ha ejercido sus derechos en la oportuni-
dad que le brinda la ley, precisamente la circunstancia de ejercerlo
en tiempo hábil expresa la voluntad del titular de hacerlo valer, res-
tando a la prescripción el fundamento en que descansa.
En efecto, la prescripción se interrumpe por la solicitud de pago
presentada ante la autoridad competente (29.257/96).

99.24) DICTÁMENES NOS 25.350, DE 1995; 17.664, DE 1996

La prescripción puede interrumpirse por la solicitud presentada por


el interesado ante la autoridad administrativa, pidiendo el reconoci-
miento de la asignación.
Esta solicitud puede ser presentada también por una Asociación
de Empleados, atendida la circunstancia de que el artículo 7º, letra
f), de la Ley Nº 19.296 confía a estas Asociaciones la representación
de sus afiliados, sea a petición del o de los interesados o de oficio. Para
que esta solicitud pueda favorecer a los interesados, es indispensable
que especifique los nombres de los funcionarios por los que pide el
beneficio, ya que en el ordenamiento chileno la interrupción de la
prescripción no produce efectos generales, sino relativos, como expre-
sa el artículo 2519 del CC, al preceptuar que la interrupción que ope-
ra en favor de uno de varios acreedores no aprovecha a los otros, ni
la que obra en perjuicio de uno o varios codeudores perjudica a los
otros (25.350/95).
Reclamado el beneficio dentro de plazo, no opera la prescripción
(17.664/96).

778
ARTÍCULO 99

99.25) DICTÁMENES NOS 4.496, 8.842 Y 16.334, DE 1990

Reclamada una asignación bajo el DFL Nº 338, de 1960, se interrum-


pió el plazo de prescripción de cinco años que contemplaba ese
cuerpo normativo, de modo que el beneficio debe cancelarse con-
tando esos cinco años desde la fecha de la solicitud hacia atrás
(16.334/90).
El funcionario que reclamó del no pago de horas extraordinarias
el 12 de julio de 1989, estando en pleno vigor el DFL Nº 338, de 1960,
se rige por el plazo de prescripción de cinco años que contenía ese
cuerpo estatutario, y no por el plazo de seis meses que establece el
artículo 94 de la Ley Nº 18.834.
Por ende, tiene derecho a los emolumentos que se le adeudan,
desde el 12 de julio de 1984, porque el nuevo Estatuto Administrati-
vo, aprobado por la Ley Nº 18.834, entró en vigencia y derogó el an-
terior a contar del 23 de septiembre de 1989 (4.496/90).
En igual situación se encuentra la funcionaria de la Dirección de
Vialidad que reclamó el no pago de horas extraordinarias el 9 de agos-
to de 1989 (8.842/90).

CONVERGENCIA DE LEYES DE PRESCRIPCIÓN

99.26) DICTÁMENES NOS 18.465, DE 1990; 4.055, DE 1998

El derecho al pago de la asignación por cambio de residencia que se


devengó bajo el DFL Nº 338, de 1990, sin que alcanzara a completar
los cinco años de prescripción establecidos en ese Estatuto al entrar
en vigencia la nueva ley estatutaria, da al prescribiente, o sea, al res-
pectivo servicio, el derecho del artículo 25 de la Ley sobre Efecto Re-
troactivo de las Leyes, según el cual puede escoger entre una y otra
norma de prescripción, pero eligiendo la última, la del artículo 94 de
la Ley Nº 18.834, la prescripción no empezará a contarse sino desde
la fecha en que esta ley comenzó a regir.

99.27) DICTÁMENES NOS 1.280, DE 1992; 14.158, DE 1994

La prescripción se interrumpe por vía administrativa desde el momen-


to que se presenta la solicitud en que se pide el reconocimiento del
respectivo derecho, sin necesidad de alegarla ante los Tribunales de
Justicia.
Además, la Contraloría General puede declararla por sí sola, de
oficio o a petición de parte.

779
ARTÍCULOS 100, 101 Y 102

Artículo 100. El funcionario conservará la propiedad de su car-


go, sin derecho a remuneración, mientras hiciere el servicio
militar o formare parte de las reservas nacionales movilizadas
o llamadas a instrucción. Lo anterior no interrumpirá la an-
tigüedad del funcionario para todos los efectos legales.
El personal de reserva, llamado a servicio por períodos in-
feriores a treinta días, tendrá derecho a que se le pague por
ese período el total de las remuneraciones que estuviere per-
cibiendo a la fecha de ser llamado.
Artículo 101. El funcionario que usare indebidamente los derechos
a que se refiere este párrafo, estará obligado a reintegrar los valo-
res percibidos, sin perjuicio de su responsabilidad disciplinaria.

Párrafo 3º
De los feriados

Artículo 102. Se entiende por feriado el descanso a que tiene


derecho el funcionario, con el goce de todas las remunera-
ciones durante el tiempo y bajo las condiciones que más ade-
lante se establecen.

Interpretación

CONCEPTO

102.1) DICTÁMENES NOS 25.475 Y 30.617, DE 1960; 63.945, DE 1963;


25.287, DE 1982; 14.573, DE 1990

El feriado es un descanso remunerado a que tiene derecho todo ser-


vidor público.

FUNDAMENTO DEL FERIADO

102.2) DICTÁMENES NOS 43.961, DE 1973; 27.961, DE 1996

La finalidad del feriado es la recuperación del desgaste físico que ha


sufrido el funcionario durante el año calendario como consecuencia
del trabajo diario.

780
ARTÍCULO 102

102.3) DICTAMEN Nº 4.009, DE 1979

Si bien el feriado se encuentra establecido en favor del empleado, in-


teresa también al servicio, porque tiene por objeto la recuperación de
las energías gastadas durante un año de trabajo y, por ende, su ejerci-
cio incide en su buen rendimiento.
En tales condiciones, es dable entender que las normas que lo re-
gulan constituyen un mandato de orden público que debe ser cum-
plido en la forma prevista por el legislador, de donde se infiere que la
autoridad no puede disponer ni aceptar el goce del feriado en una
forma distinta a la prescrita por las reglas que le son aplicables.
De acuerdo con lo expuesto, no procede que un funcionario se
reintegre a su trabajo antes de la expiración del feriado legal, toda vez
que ello significaría el incumplimiento de las normas estatutarias que
rigen el beneficio.

EN EL FERIADO NO EXISTEN DERECHOS PRIORITARIOS


EN BENEFICIO DE DETERMINADOS FUNCIONARIOS

102.4) DICTAMEN Nº 14.523, DE 1993

Ni la antigüedad ni la calificación de un funcionario configuran elemen-


tos que otorguen un derecho preferencial a un funcionario sobre los
demás empleados para determinar la época en que hará uso de su fe-
riado legal, por no hallarse establecido en el Estatuto Administrativo.

CARACTERÍSTICAS DEL FERIADO

102.5) DICTÁMENES NOS 9.662, DE 1991; 140, DE 1998

El feriado es una franquicia que aprovecha a los empleados regidos


por la Ley Estatutaria mientras invisten la calidad de tales, de modo
que al cesar en sus funciones pierden el feriado pendiente que pu-
dieren tener, a menos que se reincorporen a la Administración el mis-
mo año de su alejamiento.
Según el artículo 102 del Estatuto Administrativo, el feriado “es el
descanso a que tiene derecho el funcionario”, de lo que se infiere,
como consta del dictamen Nº 14.573, de 1990, por ejemplo, que sólo
aprovecha a los funcionarios regidos por ese cuerpo estatutario en tan-
to invistan tal calidad, de modo que cuando se cesa en funciones se
pierde el feriado pendiente a que se pudiere tener derecho, porque
se ha dejado de tener la calidad de empleado público, a menos que
se produzca la reincorporación a la Administración, ya que en tal caso
se recupera esa calidad y los derechos inherentes a dicha condición.

781
ARTÍCULO 102

Si la persona reincorporada se desempeñó durante más de un año


efectivo para la Administración en su anterior empleo, cabe aplicar el
artículo 103 del Estatuto Administrativo, que dispone que este dere-
cho “corresponderá al año calendario”, de manera que bien puede
hacer efectivo su derecho a feriado en cada año calendario (140/98).
De igual manera, el funcionario suplente que cumple con las condi-
ciones legales, puede hacer uso de feriado (9.662/91).

102.6) DICTAMEN Nº 9.091, DE 1992

El feriado es una franquicia estatutaria irrenunciable.


Por consiguiente, el hecho de que la jefatura superior fije perío-
dos para hacer uso de los feriados, no implica su pérdida para quie-
nes no puedan hacer uso de él durante tales lapsos, porque ese
procedimiento no tiene más alcance que establecer el orden que el
servicio considera conveniente para hacer uso del derecho en térmi-
nos que su funcionamiento no se vea afectado por la ausencia obliga-
da de determinado número de su personal.

102.7) DICTAMEN Nº 20.896, DE 1997

El otorgamiento del feriado no está sometido a más regulaciones que


las contenidas en los artículos 102 y siguientes del Estatuto Adminis-
trativo, que establecen los requisitos y condiciones de su procedencia
y goce.
Por lo tanto, su otorgamiento no está condicionado a plazo algu-
no que obligue a separarlo del goce del descanso complementario es-
pecial de diez días hábiles que contempla el artículo 3º de la Ley
Nº 19.264 para los funcionarios de hospital.
En estas condiciones, bien puede solicitarse el feriado a continua-
ción del descanso complementario, mas no así el caso inverso: pedir
el descanso complementario a continuación del feriado, pues el artícu-
lo 3º antes citado dispone que el goce de ese beneficio especial de diez
días a que tiene derecho dicho personal, no puede acumularse al fe-
riado, prescribiendo además que debe estar separado de él por un lap-
so no inferior a tres meses.

102.8) DICTÁMENES NOS 45.952, DE 1965; 73.619, DE 1967; 34.108,


DE 1971

Una de las características del feriado es su continuidad. Por tanto, no


puede suspenderse durante el período que ha sido concedido.

782
ARTÍCULO 102

Las licencias médicas que abarcan todo o parte del período de fe-
riado, no lo suspenden y sólo valdrán como tales si se prolongan más
allá del tiempo que dure.

102.9) DICTAMEN Nº 20.132, DE 1992

Según los artículos 72 y 102 del Estatuto Administrativo, durante


los feriados los funcionarios gozan de todas sus remuneraciones,
las que se fijan por mensualidades, incluyendo en su monto los días
festivos.

102.10) DICTAMEN Nº 27.961, DE 1996

El feriado debe gozarse en la forma prescrita por el artículo 102, si


por cualquier motivo no se hace uso de él durante el respectivo pe-
ríodo, se extingue el derecho.

PROCEDENCIA DEL FERIADO

102.11) DICTAMEN Nº 20.896, DE 1997

El feriado no está regido por más disposiciones que las contenidas en


los artículos 102 a 107 del Estatuto Administrativo.

102.12) DICTÁMENES NOS 34.395, DE 1960; 1.137, DE 1961; 12.348,


DE 1963; 35.649, DE 1982

El feriado se rige por la legislación vigente a la fecha en que se dictó


la resolución que concede el beneficio.

102.13) D ICTAMEN Nº 6.082, DE 1990

La funcionaria que en el mes de septiembre de 1989 cumplió 15


años de servicio, lo que le habría permitido acceder a un mayor
número de días de feriado, no tiene derecho a gozar de ese mayor
número de días de descanso, porque la resolución que le concedió
el feriado fue del mes de febrero de ese año, cuando inició el uso
del beneficio.
La duración del feriado depende de los años de servicio que ten-
ga el funcionario al ejercitar dicho beneficio.

783
ARTÍCULO 102

102.14) DICTAMEN Nº 14.523, DE 1993

Si bien es cierto que en virtud de la posición jerárquica que ocupa


dentro del servicio, corresponde al Gobernador Provincial resolver so-
bre las solicitudes de feriado del personal de su dependencia, nada
obsta a que dicha autoridad pueda encomendar a quien desempeña
las funciones de jefe de gabinete, que elabore, en calidad de proposi-
ción, un calendario para el uso del feriado del personal, en calidad
de tarea de apoyo a su gestión.

102.15) JUAN LARA CAMPOS CONTRA EL DIRECTOR NACIONAL DE


ADUANAS, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN DE PROTECCIÓN, 21
DE AGOSTO DE 1997, ROL Nº 639-97

1º. Que el artículo 97 del Estatuto Administrativo establece que “se


entiende por feriado el descanso a que tiene derecho el funcionario,
con el goce de todas las remuneraciones durante el tiempo y bajo las
condiciones que más adelante se establecen”.
2º. Que de lo anterior aparece que el feriado sólo aprovecha a
quienes invisten la calidad de empleados y mientras la mantengan,
de tal modo que si antes de gozar de dicho beneficio termina el des-
empeño del funcionario, éste no puede reclamar el derecho a ha-
cer uso del beneficio. No existe texto legal que permita a un
empleado reclamar el derecho de que no hizo uso en actividad, ya
que debió hacerlo mientras revestía tal calidad. En suma, el funcio-
nario público que no ha hecho uso de su feriado legal no tiene un
derecho adquirido sobre el mismo si cesa en su cargo, como tampo-
co tiene derecho a que se le indemnice por esta franquicia no soli-
citada oportunamente.

EL PAGO DE HORAS EXTRAORDINARIAS


DURANTE EL FERIADO

102.16) DICTÁMENES NOS 6.753, DE 1983; 25.233, DE 1990

El artículo 102 previene que durante el feriado debe mantenerse el


goce de todas las remuneraciones del empleado, de modo que cabe
mantener el pago de los trabajos extraordinarios que se desarrollan
en forma permanente y que en tal carácter se cancelan regularmen-
te, ya que según los dictámenes Nos 65.877, de 1961; 7.207, de 1963;
71.132, de 1967, y 11.147, de 1969, entre otros, corresponde conside-
rar para el feriado todos los estipendios que no tienen carácter acci-
dental.

784
ARTÍCULO 102

102.17) DICTÁMENES NOS 8.019 Y 13.776, DE 1995; 4.998, DE 1997

Corresponde pagar las horas extraordinarias durante las licencias, fe-


riados y permisos remunerados en aquellos servicios que funcionan
permanentemente, a los funcionarios que desempeñan en forma per-
manente labores fuera de la jornada ordinaria de trabajo, como un
sistema estable de cumplimiento de tareas públicas, derivado de la na-
turaleza de los cargos que sirven.
Tal ocurre con quienes se desempeñan en las plazas de peaje, con el
personal del Servicio de Gendarmería que sirve en las unidades penales
y con el que se desempeña en el Parque Metropolitano de Santiago.

102.18) DICTAMEN Nº 21.222, DE 1995

Los recargos que perciben los funcionarios por las horas extraordina-
rias que cumplen en forma permanente en sistema de turnos, están
incorporados al régimen remuneratorio regular de los respectivos
empleados.

PÉRDIDA DEL FERIADO

102.19) DICTÁMENES NOS 28.301, DE 1981; 265 Y 37.905, DE 1988;


16.938 Y 32.510, DE 1989; 14.573, DE 1990; 140, DE 1998

Como ha informado reiteradamente la Contraloría General, entre


otros, en los dictámenes Nos 37.637, de 1965, y 5.048, de 1972, el fe-
riado es “el descanso a que tiene derecho el funcionario”, de modo
que sólo puede aprovechar a quienes invisten la calidad de emplea-
dos y mientras la mantengan, de manera que si antes de gozar de la
franquicia termina el desempeño del funcionario, el afectado no puede
reclamar el derecho a hacer uso del beneficio.
De este modo, la concurrencia de cualquiera de las causales de
expiración de funciones que contempla la ley, significa la pérdida del
feriado pendiente y la de aquel cuyo goce se hubiera iniciado.

102.20) DICTAMEN Nº 16.085, DE 1990

El funcionario al cual se le declaró vacante su cargo mientras hacía


uso de feriado, tiene derecho a gozar los días que le faltaron para com-
pletar el período legal, si al acogerse el recurso de protección que in-
terpuso en contra de dicha declaración de vacancia, es repuesto en
su cargo.

785
ARTÍCULO 103

Ello por cuanto medió un hecho constitutivo de fuerza mayor que


le impidió ejercer plenamente el beneficio a que tenía derecho.

102.21) DICTÁMENES NOS 25.475, DE 1960; 47.367, DE 1961; 30.617 Y


88.415, DE 1970; 32.510, DE 1980; 40.639 Y 41.718, DE 1988; 14.573,
DE 1990

Conforme a una reiterada jurisprudencia, el feriado no disfrutado no


puede ser compensado en dinero, porque el Estatuto Administrativo
no contempla esta posibilidad.
Tampoco procede disponer en favor del empleado que ha cesado
en sus funciones sin hacer uso de feriado, el pago de una indemniza-
ción por el feriado no disfrutado.

102.22) D ICTAMEN Nº 265, DE 1988

La concurrencia de cualquier causal de expiración de funciones im-


plica necesariamente la pérdida del feriado pendiente y la de aquel
de que se estuviera disfrutando, sin derecho a indemnización alguna
por dicho concepto.

102.23) DICTAMEN Nº 28.982, DE 1988

No existe disposición alguna que permita a un funcionario reclamar


el derecho a feriado de que no hizo uso en actividad, por cuanto de-
bió haberlo ejercido mientras investía esa calidad, ni tampoco existe
norma alguna que permita compensar en dinero esa omisión. Así lo
han expresado, entre otros, los dictámenes Nos 88.415, de 1970; 6.442,
de 1974; 19.156, de 1975; 60.349, de 1976; 38.477, de 1981, y 12.143,
de 1987.

Artículo 103. El feriado corresponderá a cada año calendario


y será de quince días hábiles para los funcionarios con me-
nos de quince años de servicios, de veinte días hábiles para
los funcionarios con quince o más años de servicios y menos
de veinte, y de veinticinco días hábiles para los funcionarios
con veinte o más años de servicio.
Para estos efectos, no se considerarán como días hábiles
los días sábado y se computarán los años trabajados como de-

786
ARTÍCULO 103

pendiente, en cualquier calidad jurídica, sea en el sector pú-


blico o privado.

Interpretación

103.1) DICTÁMENES NOS 17.509, DE 1965; 46.648, DE 1980; 17.524,


DE 1990; 19.270, DE 1999

El feriado constituye un derecho que se devenga anualmente, esto


es, cada feriado dice relación directa con el respectivo año calen-
dario.
Por eso, si el jefe superior de servicio no llega a tomar conocimien-
to durante el respectivo año de una solicitud de acumulación presen-
tada por el funcionario en conformidad al artículo 104, inciso 2º, el
solicitante carece del derecho a acumular el feriado solicitado.

103.2) DICTÁMENES NOS 3.545, DE 1969; 6.082, DE 1990

El número de días de feriado que corresponde a un empleado queda


fijado por la fecha de la resolución que la concede y en que se inicia
el uso del beneficio.
La autoridad debe otorgar la franquicia fijándole una duración de
días determinada conforme a los años de servicio que tiene el funcio-
nario a la fecha de comenzar a disfrutar el beneficio.

103.3) DICTAMEN Nº 4.899, DE 1994

Para los efectos del feriado legal, los días que menciona el artículo 65
del Estatuto Administrativo deben computarse como hábiles y caba-
les, pues el artículo 98 de la misma ley regula la extensión del feriado
anual en función de días hábiles, expresando que el día sábado no se
considerará como tal, sin referirse a medios días.
La circunstancia de que el artículo 71 faculte a los empleados pú-
blicos para no trabajar en las tardes de los días 17 de septiembre, 24 y
31 de diciembre, no significa que haya asignado a esos períodos el ca-
rácter de festivos o inhábiles, ya que conforme a la legislación vigente
sólo los días enteros o cabales pueden ser hábiles o inhábiles.
Por ello, la jurisprudencia administrativa ha concluido que en esos
días la jornada ordinaria de trabajo se extiende sólo hasta las doce ho-
ras, debiendo asimilarse el resto del día a la jornada extraordinaria,
incluso para el pago de horas de sobretiempo.

787
ARTÍCULO 103

103.4) DICTÁMENES NOS 16.944, DE 1982; 39.545, DE 1995; 15.691,


DE 1996; 7.485, DE 1998

Para invocar el feriado basta comprobar los años trabajados, como


previene el artículo 103, sin que importe, como ha señalado la ju-
risprudencia, por ejemplo en el dictamen Nº 35.450, de 1962, que
ellos hayan dado origen a una pensión de jubilación (16.944/82).
Estos años deben corresponder a tiempo efectivamente servido,
por lo que no pueden computarse los correspondientes a los abonos
de tiempo que conceda la ley (15.691/96).
No obstante, debe tratarse de años trabajados en el sector pú-
blico o privado de Chile, ya que los servicios prestados en el ex-
tranjero se han desempeñado bajo un régimen jurídico distinto al
de la legislación nacional, lo que requeriría de texto de ley que
así lo permitiera (39.545/95). Dando respuesta a anteriores con-
sultas formuladas sobre la procedencia de considerar para el
cómputo indicado los servicios prestados en el extranjero, se ha
concluido, por ejemplo, en los dictámenes N os 20.027 y 21.430, de
1991, que “de los términos –del artículo 103 del Estatuto Adminis-
trativo– aparece que para los efectos del feriado, sólo correspon-
de considerar los desempeños cumplidos con sujeción a la legisla-
ción nacional, sin que proceda, por ende, hacer extensivo dicho
precepto a actividades efectuadas al amparo de otros regímenes ju-
rídicos, para lo cual se requeriría una disposición expresa que así
lo autorizara” (7.485/98).

103.5) DICTAMEN Nº 46.613, DE 1977

En pronunciamientos anteriores, la jurisprudencia administrativa ha


tenido oportunidad de reiterar que la duración del feriado no depende
de los años de servicios efectivos, sino que únicamente de la existen-
cia de un vínculo de trabajo entre el funcionario y su empleador suje-
to al pago de imposiciones.
Para los efectos de calcular los días de feriado, procede computar
todos los años de servicio, sin excluir los permisos sin goce de remu-
neraciones.
Con todo, no procede considerar los períodos de desafiliación,
aunque hayan sido reconocidos como válidos para los efectos previ-
sionales, pues en dichos lapsos no ha habido vínculo laboral alguno y
el Estatuto Administrativo exige que los años trabajados lo hayan sido
“como dependiente”.

788
ARTÍCULO 103

103.6) DICTAMEN Nº 17.849, DE 1982

Como señaló el dictamen Nº 12.849, de 1972, el medio probatorio de


los años trabajados como dependiente es el certificado de la respecti-
va institución previsional.
En estas condiciones, los años trabajados por el funcionario para
otros empleadores deben ser acreditados mediante dicha certificación,
en que conste el tiempo de afiliación por servicios efectivos, esto es,
por los años trabajados como dependiente.
En consecuencia, el retiro de imposiciones, v. gr., no ha implicado
borrar el tiempo servido ni la calidad en que se desarrolló el trabajo,
razón por la cual es válido para el feriado. Su único efecto es impedir
que esos períodos sean computados para efectos previsionales.

103.7) DICTÁMENES NOS 53.806, DE 1969; 21.522, DE 1972

El período de conscripción militar es válido para el cálculo de la du-


ración del feriado.

103.8) DICTAMEN Nº 7.125, DE 1997

El Programa Ocupacional de Jefes de Hogar (POJH), de absorción de


cesantía, se rigió por circulares y normas impartidas por el Ministerio
del Interior, de modo que quienes se incorporaron a él no revistieron
la calidad de funcionarios públicos ni de contratados a honorarios, sino
sólo el de personas que se adscribieron voluntariamente a un progra-
ma de absorción de cesantía para percibir un subsidio, el que, por lo
demás, no era considerado renta para ningún efecto legal.
Por lo tanto, el tiempo servido en tal carácter no sirve para calcu-
lar el feriado progresivo, porque para tal efecto se requiere que el tiem-
po trabajado lo haya sido en calidad de dependiente, cualquiera que
fuere la calidad jurídica de ese desempeño.
Las labores que se hayan desarrollado como trabajador indepen-
diente o las afiliaciones previsionales como imponente voluntario no
resultan útiles para el feriado.

103.9) DICTAMEN Nº 7.485, DE 1998

Según el artículo 103 del Estatuto Administrativo “el feriado corres-


ponderá a cada año calendario y será de quince días hábiles para
los funcionarios con menos de quince años de servicio, de veinte días
hábiles para los funcionarios con quince o más años de servicios y

789
ARTÍCULO 104

menos de veinte, y de veinticinco días hábiles para los funcionarios


con veinte o más años de servicios”, precepto que en su inciso se-
gundo dispone que “para estos efectos, no se considerarán como días
hábiles los días sábados y se computarán los años trabajados como
dependiente, en cualquier calidad jurídica, sea en el sector público
o privado”.
Aplicando este precepto, la jurisprudencia ha concluido que
este derecho sólo puede considerar los desempeños cumplidos con
sujeción a la legislación nacional, sin que pueda hacerse extensi-
vo a desempeños laborales regidos por una legislación extranje-
ra. Así lo manifestaron, v. gr., los dictámenes Nos 20.027 y 21.430,
de 1991.

Artículo 104. El funcionario solicitará su feriado indicando la


fecha en que hará uso de este derecho, el cual no podrá en
ningún caso ser denegado discrecionalmente.
Cuando las necesidades del servicio así lo aconsejen el
jefe superior de la institución, el Secretario Regional Minis-
terial o el Director Regional de Servicios Nacionales descon-
centrados, según corresponda, podrá anticipar o postergar
la época del feriado, a condición de que éste quede com-
prendido dentro del año respectivo, salvo que el funciona-
rio en este caso pidiere expresamente hacer uso conjunto
de su feriado con el que corresponda al año siguiente. Sin
embargo, no podrán acumularse más de dos períodos con-
secutivos de feriados.
Si el funcionario no hubiese hecho uso del período acu-
mulado en los términos señalados en el inciso anterior, po-
drá autorizarse la acumulación al año siguiente, de la fracción
pendiente de dicho feriado, siempre que ello no implique
exceder en conjunto un total de 30, 40 ó 50 días hábiles, se-
gún el caso.
Los funcionarios podrán solicitar hacer uso del feriado
en forma fraccionada, pero una de las fracciones no podrá
ser inferior a diez días. La autoridad correspondiente auto-
rizará dicho fraccionamiento de acuerdo a las necesidades
del servicio.

790
ARTÍCULO 104

Interpretación

104.1) ARTÍCULO MODIFICADO, EN LA FORMA QUE APARECE EN EL


TEXTO, POR LA LEY Nº 19.269, DE 29 DE NOVIEMBRE DE 1993, ARTÍCULO
20, QUE INTERCALÓ UN NUEVO INCISO A CONTINUACIÓN DEL INCISO 2º

INCISO PRIMERO

104.2) DICTÁMENES NOS 69.771, DE 1964; 31.131, DE 1968; 10.633,


DE 1993

El feriado es un derecho funcionario. Un jefe superior de servicio no pue-


de orientar a sus subordinados para que –en lugar de feriado– soliciten
permisos sin goce de remuneraciones, pues el derecho a feriado debe
ser ejercido exclusiva, espontánea y libremente (69.771/64, 31.131/68).
Debe ser solicitado al jefe superior de servicio, al respectivo Se-
cretario Regional Ministerial o al Director Regional del servicio nacio-
nal desconcentrado en que se trabaja, anticipada y oportunamente,
para que dicha autoridad adopte las medidas que requiera el normal
desarrollo de la función pública (10.633/93).

104.3) DICTAMEN Nº 59.107, DE 2004

De allí que el artículo 104 disponga en su inciso 1º que el jefe supe-


rior de la institución respectiva no puede denegar discrecionalmente
una solicitud de feriado, y sólo pueda, cuando las necesidades del ser-
vicio así lo aconsejen, anticipar o postergar la época de su goce, a con-
dición de que quede comprendido dentro del año respectivo, salvo
que el funcionario en este caso pidiere expresamente hacer uso con-
junto de su feriado con el que le correspondiere al año siguiente.

INCISO SEGUNDO

104.4) DICTÁMENES NOS 72.126, DE 1970; 27.025, DE 1971

La autoridad administrativa no puede negar el derecho a feriado soli-


citado por un funcionario.
Cuando las necesidades del servicio así lo aconsejen, sólo podrá
anticipar o postergar la época del beneficio, a condición de que que-
de comprendido dentro del año respectivo, salvo que el empleado, en
este caso, pidiere hacer uso conjunto de su feriado con el que le co-
rresponde al año siguiente.

791
ARTÍCULO 104

104.5) DICTÁMENES NOS 17.524, DE 1990; 19.270, DE 1999; 14.528 Y


38.110, DE 2002; 52.846, DE 2004

El feriado es una franquicia estatutaria que se devenga anualmente, esto


es, cada feriado dice relación directa con el respectivo año calendario.
La norma del artículo 104, inciso 2º, que permite al funcionario
solicitar la acumulación de su feriado con el del año siguiente, es un
precepto de carácter excepcional, que atendida su naturaleza debe ser
interpretado en forma restrictiva, por lo que para que opere esta fi-
gura es necesario que la autoridad llamada a pronunciarse sobre el
derecho, resuelva, por razones de servicio, anticipar o postergar la épo-
ca de goce del feriado pedido, y que ante esa decisión el funcionario
solicite expresamente la acumulación.
Si la autoridad no ha conocido de la solicitud de acumulación du-
rante el año calendario, el funcionario carece del derecho a acumu-
lar el feriado (17.524/90, 19.270/99).
Siendo el feriado de carácter anual, se extingue si el interesado
no hace uso de él durante el año correspondiente, a menos que se
proceda a su acumulación de acuerdo a la ley (14.528 y 38.110/2002,
52.846/2004).

104.6) DICTAMEN Nº 25.073, DE 1989

Una reiterada jurisprudencia, contenida, v. gr., en los dictámenes


Nos 11.733 y 13.529, de 1984, y 10.480, de 1986, ha expresado que los
empleados deben hacer uso del feriado dentro del respectivo año ca-
lendario, a menos que tenga lugar la acumulación, evento en el cual
es necesario que el interesado acredite que se cumplieron los trámi-
tes de anticipación o postergación por parte del servicio a expresa pe-
tición suya, y que disfrute de los beneficios durante el transcurso de
la segunda anualidad –a menos que concurra la situación prevista en
el inciso 3º del mismo artículo 99.

104.7) DICTÁMENES NOS 44.039, DE 1965; 4.093, DE 1992

El artículo 104, inciso 2º, otorga una facultad a las autoridades que
menciona, para anticipar o postergar discrecionalmente la época del
feriado por razones de buen servicio, con la sola condición de que
quede comprendido dentro del respectivo año calendario, lo que es
particularmente necesario cuando una dependencia trabaja por tur-
nos (4.093/92).
La anticipación o postergación del feriado debe contenerse en una
resolución formal que así lo disponga expresamente (44.039/65).

792
ARTÍCULO 104

104.8) DICTAMEN Nº 15.505, DE 1997

Postergado el feriado por resolución de la autoridad competente nace


para el funcionario el derecho a pedir su acumulación. Esta posterga-
ción es precisamente la circunstancia que conforme al inciso 2º del
artículo 104 del Estatuto Administrativo habilita para solicitar la acu-
mulación del feriado, derecho que bajo pretexto alguno puede ser
desconocido o postergado por la autoridad administrativa.

104.9) DICTAMEN Nº 4.064, DE 1997

Del análisis armónico de los tres incisos que componen el artículo 104,
en particular de su inciso 2º, se desprende que la acumulación consti-
tuye un derecho de carácter excepcional, razón por la cual las nor-
mas que lo regulan deben interpretarse en su sentido estricto. Ello
obliga a concluir que para que opere el derecho que consagra, es me-
nester que la autoridad, por razones de servicio, resuelva anticipar o
postergar la época de goce del respectivo feriado, y que el empleado,
a su vez, ante esa determinación, impetre en términos formales y ex-
plícitos la acumulación, todo ello dentro de la respectiva anualidad
en que debe disfrutarse del feriado. Así se concluyó, entre otros, por
dictámenes Nos 17.524 y 5.325, de 1960, y 25.213, de 1992.
Por consiguiente, no tiene derecho a gozar de esta acumulación
la funcionaria que pese a haberla solicitado para disfrutar de catorce
días al año siguiente, no se atuvo al procedimiento establecido por la
ley, ya que en ningún momento la autoridad anticipó o postergó la
época de su feriado, en atención a que la interesada se hallaba cum-
pliendo una comisión de estudios en la Pontificia Universidad Católi-
ca de Chile.

104.10) DICTAMEN Nº 19.270, DE 1999

La acumulación del feriado es un mecanismo destinado a evitar que


un funcionario se vea privado de hacer uso de su derecho por razo-
nes que no le son imputables, desde el momento que derivan de la
decisión de la autoridad de anticipar o postergar el feriado por él so-
licitado oportunamente, permitiéndole, entonces, gozarlo conjunta-
mente con el que corresponde al año que sigue.
Por consiguiente, puede acumularse todo o parte de un feriado en
las condiciones expresadas, con la limitación de no poder hacerlo por
más “de dos períodos consecutivos”, a fin de circunscribir a un año esta
postergación, evitando que llegue a abarcar tres lapsos de feriado, para
hacerlos efectivos durante la última de las respectivas anualidades.

793
ARTÍCULO 104

104.11) DICTÁMENES NOS 24.921, DE 1992; 30.471, DE 1997;


19.270, DE 1999

La acumulación del feriado consiste en el uso conjunto del que co-


rresponde al período anticipado o postergado por la autoridad, con
el del año siguiente, que determine el funcionario que se encuentre
en esa situación, de manera que debe gozarse antes de la expiración
de este segundo año, y en este sentido “no podrá acumularse más de
dos años seguidos”. Es un caso de excepción que ha de ser interpreta-
do restrictivamente (24.921/92, 30.471/97).
La expresión “no podrán acumularse más de dos períodos conse-
cutivos de feriado”, de que se vale el inciso 2º del artículo 104, persi-
gue únicamente fijar el límite de descansos anuales que el empleado
puede acumular, pero no negárselos, es decir, le prohíbe acumular un
determinado período con el del año subsiguiente y hacer uso conjun-
to de tres lapsos en la última de las anualidades.
Por consiguiente, si un empleado acumula su feriado de 1995
con el de 1996 debe necesariamente hacer uso del primero en 1996,
puesto que de lo contrario se extingue. No obstante, el feriado de
1996 puede acumularse total o parcialmente con el de 1997, siem-
pre que se cumplan los requisitos para tener derecho a la franqui-
cia, esto es, que el de 1996 sea anticipado o postergado por la
autoridad, por razones de servicio. Ello, porque cada feriado cons-
tituye una individualidad distinta, toda vez que se devengan inde-
pendientemente.
Se deja sin efecto toda jurisprudencia en contrario (19.270/99).

104.12) DICTÁMENES NOS 9.387, DE 1982; 5.869, DE 1987; 30.357/92

El feriado es un derecho que beneficia únicamente a las personas


que invisten la calidad de empleados y mientras mantengan este ca-
rácter.
Por consiguiente, si el feriado pedido por un empleado a contra-
ta es postergado para una fecha posterior al cese de funciones, la au-
toridad debe reconsiderar su decisión y postergarlo para una época
que quede dentro de la vigencia de la contrata, ya que en este perío-
do la persona mantiene su calidad de empleado público y puede ha-
cer uso del derecho (9.387/82, 5.869/87).
Otorgada una acumulación, el funcionario tiene derecho a hacer
uso de ella, aunque pase enseguida a desempeñarse en otro servicio,
siempre que lo haga sin solución de continuidad (30.357/92).

794
ARTÍCULO 104

INCISO TERCERO

104.13) DICTAMEN Nº 19.270, DE 1999

Si el funcionario no hace uso del feriado acumulado de conformidad


con el inciso 2º del artículo 104, puede autorizarse la acumulación al
año siguiente de la fracción de feriado de que no hubiere hecho uso,
siempre que no exceda de un total de 30, 40 ó 50 días hábiles, según
el número de días de feriado a que tuviere derecho.
Esta acumulación opera en forma independiente cada año, sien-
do posible entonces acumular todo o parte de un feriado con el del
año siguiente, y así sucesivamente.
Lo que prohíbe la Ley Estatutaria es la acumulación de feriados
de dos años con el tercer año, para gozar en este último de los tres
períodos que corresponderían, de admitirse esa posibilidad.

INCISO CUARTO

104.14) DICTAMEN Nº 35.649, DE 1982

A contar del DL Nº 3.650, de 1981, “los empleados podrán indicar que


harán uso del feriado en forma fraccionada, pero una de las fraccio-
nes no podrá ser inferior a diez días”.
De acuerdo con esta norma, un funcionario puede hacer uso de
su feriado por parcialidades, pero una de ellas no puede ser infe-
rior a diez días. El derecho a gozar del feriado queda determinado
en la resolución que otorgó inicialmente la franquicia, de modo que
si el empleado, entre una y otra fracción de feriado, cumple, por
ejemplo, quince años de servicios, no tiene derecho a aumentar su
feriado a 20 días hábiles, conforme a los tramos que señala el ar-
tículo 104, inciso 3º.

104.15) DICTAMEN Nº 20.014, DE 1981

El inciso 4º del artículo 104 no exige que el funcionario efectúe en su


solicitud de feriado una programación de las fracciones en que lo di-
vidirá, por lo que estos períodos pueden irse estableciendo en el trans-
curso del año respectivo, a petición del interesado, quien deberá
solicitarla con la debida anticipación y elevarla a la aprobación del jefe
superior del servicio.
Si esta autoridad anticipa o posterga uno de estos períodos, el em-
pleado puede conformarse con esa decisión o pedir la acumulación
de la fracción para el feriado del año siguiente.

795
ARTÍCULO 105

La única limitación que establece el inciso 4º consiste en que “una


de las fracciones no podrá ser inferior a diez días”, de modo que el
resto del beneficio puede dividirse en una o varias fracciones que pue-
den comprender un número de días inferior a esa cantidad.
Como el inciso 4º no formula distinciones, cabe concluir que rige
tanto respecto del feriado anual como del feriado acumulado, de modo
que uno y otro pueden ser objeto de fraccionamiento, si así se pide
en la solicitud respectiva.

104.16) D ICTAMEN Nº 6.557, DE 1987

El inciso 4º del artículo 104 faculta al empleado para hacer uso de


su feriado en forma fraccionada, en el número de fracciones que in-
dique.
El fraccionamiento de ese derecho es una modalidad prevista por
el legislador en beneficio de los funcionarios, de modo que no per-
mite a la autoridad interrumpir su goce, sea que el empleado se en-
cuentre disfrutando de la totalidad del feriado o de una de las
fracciones de éste.

104.17) DICTAMEN Nº 33.268, DE 1998

Del contexto del artículo 104 se desprende que en presencia de la


solicitud de un funcionario para hacer uso de feriado fraccionado,
la autoridad no puede denegar la petición, ni inducir ni imponer
una modificación en sus términos, invocando “razones de servicio”,
pues sólo se encuentra facultada para anticipar o postergar el uso
de esa fracción de feriado, criterio que guarda armonía con el signi-
ficado que a la referida expresión ha dado el legislador en el inciso
2º del citado precepto, sin que corresponda, por ende, atribuirle un
alcance diferente.

Artículo 105. Los funcionarios que se desempeñen en institu-


ciones que dejen de funcionar por un lapso superior a vein-
te días dentro de cada año, no gozarán del derecho a feriado,
pero podrán completar el que les correspondiere según sus
años de servicios. No regirá esta disposición para los funcio-
narios que, no obstante la suspensión del funcionamiento de
la institución, deban por cualquier causa trabajar durante ese
período.

796
ARTÍCULO 106

Interpretación

105.1) DICTAMEN Nº 4.042, DE 1975

Como los empleados a que se refiere el artículo 105 no gozan del de-
recho a feriado, sino a un descanso derivado del hecho de que los ser-
vicios dejan de funcionar, tienen derecho a disfrutar de él durante todo
ese tiempo sin necesidad de acreditar los requisitos que hacen proce-
dente el feriado, a menos que soliciten el que les correspondiere se-
gún sus años de servicio.

105.2) DICTAMEN Nº 3.940, DE 1992

Por lo mismo, este personal puede completar el feriado que le corres-


ponde según la ley, conforme a sus años de servicio computable para
estos efectos.

105.3) DICTAMEN Nº 41.802, DE 1995

La Junta de Jardines Infantiles puede disponer el cierre temporal de


sus establecimientos entre el 29 de enero y el 23 de febrero de 1996,
por cuanto las normas que los rigen, el Decreto Nº 1.574, de 1971, del
Ministerio de Educación, la autorizan para prolongar o acortar el pe-
ríodo de atención al párvulo.
Sin embargo, es improcedente que enseguida lo haga entre el 7 y
el 19 de julio, fijando turnos de atención en los Jardines, porque ello
significaría que una parte del personal no trabajara, en circunstancias
que el Estatuto Administrativo establece en su artículo 61, numeral 1º,
la obligación de laborar personalmente durante toda la jornada de tra-
bajo.
Por lo tanto, el derecho a descanso que establece el artículo 105
del Estatuto Administrativo sólo puede ejercerse en la medida que con-
curran los requisitos legales que permiten a un servicio público dejar
de funcionar durante más de veinte días.

Artículo 106. El funcionario que desempeñe sus funciones en


las comunas de Isla de Pascua, de Juan Fernández y de la An-
tártica, tendrá derecho a que su feriado se aumente en el tiem-
po que le demande el viaje de ida al continente y regreso a
sus funciones.

797
ARTÍCULO 106

Los funcionarios que residan en las regiones de Tarapacá,


Antofagasta, Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo, y de
Magallanes y de la Antártica Chilena, y en las provincias de Chi-
loé y Palena de la Región de Los Lagos, tendrán derecho a go-
zar de su feriado aumentado en cinco días hábiles, siempre que
se trasladen a una región distinta de aquella en la que se en-
cuentren prestando servicios o hacia fuera del país.

Interpretación

106.1) DICTAMEN Nº 24.191, DE 1997

El Estatuto Administrativo establece preceptos especiales sobre feriado


para aquellos funcionarios que trabajan en las comunas de Isla de Pas-
cua, Juan Fernández y la Antártida, disposiciones que deben aplicarse
con prescindencia de cualquier otra normativa que rija la materia.

106.2) DICTAMEN Nº 24.191, DE 1997

Desde la entrada en vigencia de la Ley Nº 18.834, de 1989, fueron de-


rogadas tácitamente las reglas contenidas en el artículo 2º de la Ley
Nº 16.441, sustituida por el artículo 22 de la Ley Nº 16.521, que esta-
blecía normas especiales de feriado para los funcionarios del continen-
te que fueran destinados a la Isla de Pascua.
Las disposiciones del Estatuto Administrativo deben aplicarse con
prescindencia de cualquier otra normativa, puesto que reconoce para
todos los personales las condiciones, modalidades y progresión del
beneficio del feriado, estableciendo normas específicas para aquellos
funcionarios que laboran en las localidades que señala el artículo 106.

106.3) DICTÁMENES NOS 4.351, 11.158 Y 24.807, DE 1993

Según concluyó la jurisprudencia administrativa recaída en el artículo 88,


inciso 7º, del anterior Estatuto Administrativo aprobado por DFL Nº 338,
de 1960, norma similar a la del artículo 106, la regla contenida en este
precepto es de carácter excepcional, lo que significa que opera solamen-
te una vez respecto de cada feriado anual, sea que se use fraccionado o
conjuntamente, y también cuando el funcionario hace uso de feriados
legales acumulados y correspondientes a distintos años.
Así, los funcionarios de las provincias beneficiadas con este pre-
cepto que acumularon sus feriados en un año determinado, no pue-

798
ARTÍCULO 107

den sumar un aumento adicional de tiempo cuando hagan uso efecti-


vo de su feriado, atendido lo dispuesto en el artículo 106.
Esto por cuanto el fin de dicha franquicia es otorgar días adicio-
nales a los trabajadores que residen en lugares situados en los extre-
mos del país para que puedan desplazarse a la zona central durante
sus vacaciones, sin perder parte de ellas en un viaje necesariamente
largo, atendida la configuración geográfica de Chile.
La referida jurisprudencia resulta plenamente aplicable en la ac-
tualidad, pues sus fundamentos no han variado.

106.4) DICTAMEN Nº 10.653, DE 1962

El derecho que otorga el artículo 106 no está condicionado a que el


funcionario haga uso de la totalidad del feriado fuera de la comuna o
región en que presta sus servicios.

Artículo 107. El funcionario que ingrese a la Administración


del Estado no tendrá derecho a hacer uso de feriado en tan-
to no haya cumplido efectivamente un año de servicio.

Interpretación

107.1) DICTÁMENES NOS 13.989 Y 24.476, DE 1961; 13.815, DE 1968; 79,


DE 1969; 94.825, DE 1975

La jurisprudencia administrativa ha declarado que el beneficio del fe-


riado se encuentra sujeto a modalidades distintas, según si el intere-
sado es empleado antiguo o si recién ingresa a la Administración
(24.476/61, 94.825/75).
El funcionario recién ingresado debe cumplir efectivamente un
año de servicio. Para ello son válidos todos los desempeños anterio-
res, continuos o discontinuos, que se hayan prestado a la Administra-
ción del Estado (13.989/61, 13.815/68, 79/69).

107.2) DICTÁMENES NOS 768, DE 1993; 18.710, DE 1995

Los funcionarios que cumplen un año de servicios efectivos en una


fecha próxima al término de un determinado año calendario tienen
derecho a hacer uso del feriado por ese año durante el período com-
prendido entre la fecha en que cumplen con ese requisito y el 31 de

799
ARTÍCULO 108

diciembre del mismo año, aunque no quede incluido en ese lapso todo
el tiempo de duración del beneficio.
La superioridad del servicio debe autorizarles para usar de la fran-
quicia en esos precisos términos, sin que pueda postergar su goce con-
siderando la imposibilidad de que en este evento el lapso de duración
del feriado quede comprendido dentro del año calendario respecti-
vo, lo que determina, además, que sea improcedente su acumulación
con el feriado del año correspondiente al año siguiente.

107.3) DICTÁMENES NOS 46.613, DE 1977; 25.073, DE 1989; 8.779,


DE 1991

Una vez cumplido el año de servicios efectivos, el funcionario, en los


años siguientes, puede gozar del beneficio del feriado en cualquier
período dentro del respectivo año calendario (25.073/89).
Por tratarse de servicios efectivos, no cabe considerar para el cómpu-
to del año los permisos sin goce de remuneraciones (46.613/77).
Por eso, el funcionario que perteneció a la Administración y lue-
go reingresa a ella, no tiene necesidad de dar cumplimiento al ar-
tículo 107 del Estatuto Administrativo para hacer uso de feriado
anual (8.779/91).

107.4) DICTÁMENES NOS 46.613, DE 1977; 17.621, DE 1989

Los lapsos de períodos laborales sin goce de sueldo no pueden consi-


derarse para enterar el primer año de servicios efectivos que exige el
artículo 107 para hacer procedente el derecho a feriado del funcio-
nario que ingresa a la Administración, por no revestir el carácter de
efectivos que exige la ley (46.613/77).
El Código del Trabajo también exige más de un año de servicio
para hacer uso de feriado cuando el trabajador ingresa a la empresa,
pero no establece que se trate de servicios efectivos, sino que basta el
simple tiempo de permanencia. Por eso, la norma laboral difiere de
la norma estatutaria, que exige servicios efectivos y permite que los
períodos de permisos sin goce de remuneraciones sean válidos en el
campo privado para enterar el respectivo año (17.621/89).

Párrafo 4º
De los permisos

Artículo 108. Se entiende por permiso la ausencia transitoria

800
ARTÍCULO 108

de la institución por parte de un funcionario en los casos y


condiciones que más adelante se indican.
El jefe superior de la institución, el Secretario Regional
Ministerial o el Director Regional de los servicios nacionales
desconcentrados, según corresponda, podrá conceder o de-
negar discrecionalmente dichos permisos.

Interpretación

EL ARTÍCULO 108 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

108.1) DICTÁMENES NOS 29.206, DE 1966; 71.643, DE 1971; 9.662,


DE 1991; 37.974, DE 1994; 41.002, DE 1996

Los permisos corresponden al ejercicio de un derecho funcionario.


Al igual que las obligaciones, son inherentes al desempeño de todo
empleo público. Por lo tanto, un funcionario suplente tiene derecho
a permisos (9.662/91; 41.002/96).
Como estos derechos y obligaciones se contienen en la normativa
estatutaria que regula la materia, las modificaciones al feriado que el
legislador incorpore al Código del Trabajo no alteran lo establecido
en el Estatuto Administrativo, salvo disposición expresa en contrario
(37.974/94).
Otorgar o negar los permisos solicitados es una atribución discre-
cional que corresponde ejercer a la autoridad administrativa señala-
da en el inciso 2º del artículo 108 (29.206/66, 71.643/71).

108.2) DICTAMEN Nº 2.621, DE 1993

De acuerdo con los artículos 109 y 110 del Estatuto Administrativo el


funcionario se limita a solicitar los permisos, correspondiendo a la au-
toridad, discrecionalmente, concederlos o denegarlos, como expresa
el inciso 2º del artículo 108.
Por lo tanto, se ajusta a derecho la destitución de un funcionario
que luego de hacer uso de feriado legal y de permiso facultativo de
seis días, comunica a su jefatura que a continuación de este último
tomará permiso sin goce de remuneraciones por seis meses, mante-
niendo su inasistencia al trabajo al margen de toda resolución de la
autoridad competente, porque tal conducta configura la causal de au-
sencia injustificada a sus labores prevista en el artículo 125, inciso 2º,
letra a), del Estatuto Administrativo.

801
ARTÍCULO 108

108.3) DICTÁMENES NOS 76.415, DE 1969; 28.731, DE 1999

El funcionario debe consultar si el permiso solicitado le ha sido o no


concedido. Si se ausenta y el permiso es rechazado, se configura una
inasistencia injustificada que obliga a practicar las deducciones corres-
pondientes, porque antes debió consultar si el permiso se le había con-
cedido o no.

108.4) DICTAMEN Nº 70.481, DE 1969

Procede descontar de las remuneraciones de un empleado los días que


faltó a sus labores basado en una autorización verbal del jefe respecti-
vo, por no haberse cumplido las formalidades previstas por la Ley Es-
tatutaria.

108.5) DICTÁMENES NOS 34.578, DE 1967; 84.931, DE 1972; 7.281,


DE 1991; 6.237 Y 12.956, DE 1992; 1.016, DE 1993

Una invariable jurisprudencia administrativa ha sostenido la proceden-


cia de otorgar permisos sin goce de remuneraciones al personal regido
por el Código del Trabajo que labora en la Administración Pública. Ella
se basa en que la concesión de estos permisos no significa ningún des-
embolso de dinero para el servicio al que pertenecen esos funcionarios.
Por consiguiente, las respectivas jefaturas pueden otorgar permi-
sos sin goce de remuneraciones a este personal, de acuerdo con las
facultades inherentes a sus potestades jerárquicas, aun cuando tales
beneficios no estén reconocidos en la legislación estatutaria que les
es aplicable.
Tal conclusión no implica, de modo alguno, sentar un preceden-
te respecto de que los jefes de los servicios públicos pueden otorgar
beneficios no establecidos en la ley, mucho menos el de seguridad so-
cial que constituye la indemnización por años de servicio, sino apli-
car, solamente, el principio de la jerarquía a un caso particular en que
es procedente hacerlo.

108.6) DICTAMEN Nº 26.220, DE 1987

El ordenamiento estatutario no permite la colaboración de los fun-


cionarios públicos con organizaciones particulares de socorro, con car-
go a la jornada ordinaria de trabajo.
Quien desee participar en esas actividades debe solicitar los per-
misos establecidos en el Estatuto Administrativo.

802
ARTÍCULO 108

LOS PERMISOS DEPORTIVOS DE LA LEY Nº 17.276, DE 1970

108.7) DICTAMEN Nº 11.002, DE 1999

De acuerdo con lo establecido en el artículo 28 de la Ley Nº 17.276,


la autoridad administrativa puede conceder permisos con goce de re-
muneraciones, previo informe de la Dirección General de Deportes y
Recreación, a los empleados que representen al deporte chileno en
torneos deportivos.

LOS PERMISOS DE LA LEY Nº 19.296, DE 1994, SOBRE


ASOCIACIONES DE FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN
DEL ESTADO

108.8) LEY Nº 19.296, DE 1994, ARTÍCULOS 1º, 25 Y 31, INCISO 1º

Artículo 1º. Reconócese, a los trabajadores de la Administración del Es-


tado, incluidas las municipalidades, el derecho a constituir, sin autori-
zación previa, las asociaciones de funcionarios que estimen convenien-
te, con la sola condición de sujetarse a la ley y a los estatutos de las
mismas.
Esta ley no se aplicará, sin embargo, a las Fuerzas Armadas, a las Fuer-
zas de Orden y Seguridad Pública, a los funcionarios de las empresas del
Estado dependientes del Ministerio de Defensa Nacional o que se rela-
cionen con el Gobierno a través de éste, ni a los trabajadores de las em-
presas del Estado que, de acuerdo con la ley, puedan constituir sindicatos.
Artículo 25. Los directores de las asociaciones de funcionarios go-
zarán de fuero, esto es, de inamovilidad en sus cargos desde la fecha
de su elección y hasta seis meses después de haber cesado su manda-
to como tales, siempre que la cesación en él no se hubiere producido
por censura de la asamblea de la asociación o mediante aplicación de
la medida disciplinaria de destitución, ratificada por la Contraloría
General de la República. Del mismo modo, el fuero no subsistirá en
el caso de disolución de la asociación, cuando ésta derivare de la apli-
cación de las letras c) y e) del artículo 61, o de las causales previstas
en los estatutos, siempre que, en este último caso, las causales impor-
taren culpa o dolo de los directores de las asociaciones.
Asimismo, durante el lapso a que se refiere el inciso precedente,
los dirigentes no podrán ser trasladados de localidad o de la función
que desempeñaren, sin su autorización por escrito.
Igualmente, no serán objeto de calificación anual durante el mis-
mo lapso a que se refieren los incisos anteriores, salvo que expresa-
mente la solicitare el dirigente. Si no la solicitare, regirá su última
calificación para todos los efectos legales.

803
ARTÍCULO 108

Los directores de las asociaciones de funcionarios tendrán dere-


cho a solicitar información, de las autoridades de la institución corres-
pondiente, acerca de las materias y de las normas que dijeren relación
a los objetivos de las asociaciones y a los derechos y obligaciones de
los afiliados.
Las autoridades de la institución deberán recibir a los dirigentes
y proporcionarle la información pertinente.
Igualmente, tendrán derecho a solicitar participación en el estu-
dio de las políticas relativas a los derechos y obligaciones del personal
de la institución respectiva.
Artículo 31, inciso 1º. La jefatura superior de la respectiva reparti-
ción deberá conceder a los directores de las asociaciones los permi-
sos necesarios para ausentarse de sus labores con el objeto de cumplir
sus funciones fuera del lugar de trabajo, los que no podrán ser infe-
riores a 22 horas semanales por cada director de una asociación de
carácter nacional, ni a 11 horas por cada director de una asociación
de carácter regional, provincial o comunal o que tenga como base uno
o más establecimientos de salud y por cada director regional o pro-
vincial elegido conforme al inciso segundo del artículo 17.
(El artículo 32 regula los permisos adicionales a los señalados en
el artículo 31 y el artículo 33 la posibilidad de convenir permisos sin
goce de remuneraciones por el tiempo que acordaren; consagra, tem-
bién, permisos con goce de remuneraciones para asistir a “eventos que
trataren materias relacionadas con la función pública”.)

LA LEY Nº 19.505, DE 1997, SOBRE PERMISO ESPECIAL POR


ENFERMEDAD GRAVE DE LOS HIJOS MENORES DE 18 AÑOS
DE EDAD

108.9) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULO 199 BIS

Artículo 199 bis. Cuando la salud de un menor de dieciocho años re-


quiera la atención personal de sus padres con motivo de un acciden-
te grave o de una enfermedad terminal en su fase final o enfermedad
grave, aguda y con probable riesgo de muerte, la madre trabajadora
tendrá derecho a un permiso para ausentarse de su trabajo por un
número de horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al
año, distribuidas a elección de ella en jornadas completas, parciales o
combinación de ambas, las que se considerarán como trabajadas para
todos los efectos legales. Dichas circunstancias del accidente o enfer-
medad deberán ser acreditadas mediante certificado otorgado por el
médico que tenga a su cargo la atención del menor.

804
ARTÍCULO 109

Si ambos padres son trabajadores dependientes, cualquiera de


ellos, a elección de la madre, podrá gozar del referido permiso. Con
todo, dicho permiso se otorgará al padre que tuviere la tuición del
menor por sentencia judicial o cuando la madre hubiere fallecido o
estuviere imposibilitada de hacer uso de él por cualquier causa. A fal-
ta de ambos, a quien acredite su tuición o cuidado.
El tiempo no trabajado deberá ser restituido por el trabajador me-
diante imputación a su próximo feriado anual o laborando horas ex-
traordinarias o a través de cualquier forma que convengan libremente
las partes. Sin embargo, tratándose de trabajadores regidos por esta-
tutos que contemplan la concesión de días administrativos, primera-
mente el trabajador deberá hacer uso de ellos, luego podrá imputar
el tiempo que deba reponer a su próximo feriado anual o a días ad-
ministrativos del año siguiente al uso del permiso a que se refiere este
artículo, o a horas extraordinarias.
En el evento de no ser posible aplicar dichos mecanismos, se po-
drá descontar el tiempo equivalente al permiso obtenido de las remu-
neraciones mensuales del trabajador, en forma de un día por mes, lo
que podrá fraccionarse según sea el sistema de pago, o en forma ínte-
gra si el trabajador cesare en su trabajo por cualquier causa.

108.10) SOBRE PERMISOS POR HORARIOS ESPECIALES,


VÉASE EL ARTÍCULO 65

Artículo 109. Los funcionarios podrán solicitar permisos para


ausentarse de sus labores por motivos particulares hasta por seis
días hábiles en el año calendario, con goce de remuneracio-
nes. Estos permisos podrán fraccionarse por días o medios días.
Podrán, asimismo, solicitar que los días hábiles insertos
entre dos feriados, o un feriado y un día sábado o domingo,
según el caso, puedan ser de descanso, con goce de remune-
raciones, en tanto se recuperen con otra jornada u horas de
trabajo, realizadas con anterioridad o posterioridad al feria-
do respectivo.

Interpretación

109.1) Artículo modificado por la Ley Nº 19.920, cuyo artículo 2º, nu-
meral 8º, le agregó el inciso 2º, en la forma que aparece en el texto.

805
ARTÍCULO 109

109.2) DICTÁMENES NOS 14.180, DE 1968; 24.770, DE 1995

El Estatuto Administrativo contempla como medio legítimo para que


un funcionario pueda ausentarse del servicio con goce de remunera-
ciones, un permiso de hasta seis días hábiles en cada año calendario,
a fin de atender asuntos particulares, permiso que puede concederse
si concurren circunstancias especiales que lo justifiquen (14.180/68).
Si un funcionario desea ausentarse del servicio durante el cum-
plimiento de trabajos extraordinarios, debe hacerlo recurriendo al sis-
tema de permisos que regula la Ley Estatutaria (24.770/95).

109.3) DICTAMEN Nº 21.733, DE 1974

El artículo 109 de la Ley Estatutaria señala que la autoridad adminis-


trativa puede otorgar al personal de su dependencia permisos fraccio-
nados o continuos por (días o medios días), por motivos particulares.
En consecuencia, no pueden concederse permisos con goce de remu-
neraciones por horas, ya que dicho artículo no contempla esa posibi-
lidad, refiriéndose expresamente a días y medios días.

109.4) DICTAMEN Nº 12.311, DE 1990

El artículo 109 del Estatuto Administrativo autoriza conceder permi-


sos fraccionados por días o medios días cuando ellos se solicitan con
goce de remuneraciones; por consiguiente, no es procedente otorgar
permisos por medios días sin goce de tales beneficios.
En efecto, el artículo 91 del anterior Estatuto Administrativo,
DFL Nº 338, de 1960, permitía conceder permisos con o sin goce de
remuneraciones: los primeros hasta por seis días hábiles en cada año
calendario, en forma fraccionada o continua, y los segundos, por mo-
tivos particulares, hasta por seis meses en el país y dos años para tras-
ladarse al extranjero, llevando a concluir a la jurisprudencia –dictamen
Nº 62.914, de 1971– que no existían impedimentos legales para otor-
gar permisos sin goce de remuneraciones por medios días, sin perjui-
cio, por cierto, de la facultad que asistía a la autoridad para denegar
la respectiva solicitud.
Ahora bien, el artículo 109 de la Ley aprobatoria del actual Esta-
tuto Administrativo, previene que los permisos con goce de remune-
raciones “podrán fraccionarse por días o medios días”, sin consultar
la misma posibilidad tratándose de aquéllos durante los cuales no se
perciben emolumentos.
En estas condiciones, y considerando que los artículos 109 y 110
del Estatuto Administrativo contienen disposiciones distintas de las

806
ARTÍCULO 109

que contemplaba el artículo 91 del DFL Nº 338, de 1960, en lo re-


lativo a otorgamiento de permisos, resulta forzoso concluir que no
procede conceder permisos sin goce de remuneraciones por me-
dios días.

109.5) DICTÁMENES NOS 25.831, DE 1990; 16.987, DE 1993; 54.952


Y 56.741, DE 2004

El fraccionamiento de los permisos con goce de remuneraciones en


medios días que consulta el artículo 109 del Estatuto Administrativo,
debe entenderse referido al período equivalente a media jornada dia-
ria de trabajo, cualquiera que sea la duración de ésta, según el cum-
plimiento de la jornada semanal ordinaria.
Ello por cuanto el artículo 109 dispone que los funcionarios pue-
den solicitar permisos para ausentarse de sus “labores”, lo cual es in-
dicativo de que para ese precepto la palabra “día” es sinónima de
jornada de trabajo, sea que se cumpla de lunes a viernes o bien bajo
el sistema de turnos, como jornada habitual.
En los Servicios de Salud, donde se labora por turnos, indepen-
dientemente de cuál sea el día de la semana, el otorgamiento de los
permisos con goce de remuneraciones debe disponerse atendiendo a
la jornada de trabajo que cumple el solicitante (25.831/90, 56.741/
2004), cualquiera que sea la jornada laboral del funcionario, sea que
el empleado se desempeñe en jornada completa o parcial, por cuan-
to la expresión “día” que emplea el artículo 109, es sinónima de jor-
nada diaria de labores (54.952/2004).
Los permisos con goce de remuneraciones no pueden extender-
se por horas, ya que el artículo 109 se refiere expresa y solamente a
días y medios días (16.987/93).

109.6) DICTAMEN Nº 26.384, DE 1990

No procede contar el día sábado como hábil para el cálculo de los


permisos con goce de remuneraciones que establece el artículo 109,
ya que en la Ley Estatutaria este día dejó de tener la calidad de hábil
o de trabajo, desde el momento que la jornada ordinaria de 44 horas
semanales se distribuyó de lunes a viernes. El artículo 66 confirma esta
conclusión, pues considera como trabajo extraordinario, y no normal,
el que se desarrolla en día sábado.
Además, al prescribir el artículo 109 que los permisos que consul-
ta son para “ausentarse de sus labores”, está precisando que para su
cómputo, día hábil es sinónimo de día de trabajo.

807
ARTÍCULO 110

A su vez, la expresión “medio día” que utiliza ese precepto, es equi-


valente a media jornada de trabajo, de manera que los permisos que
se concedan para los días 17 de septiembre y 24 y 31 de diciembre,
deben otorgarse por medio día y no por día completo, puesto que se-
gún el artículo 71, la jornada de trabajo en esos días es sólo hasta las
12 horas.

109.7) DICTAMEN Nº 45.985, DE 1970

El permiso con goce de remuneraciones se concede por motivos par-


ticulares y deben justificarse, siendo facultativo para la autoridad com-
petente otorgarlo o negarlo, según las razones de servicio que
concurran en cada caso.
La aplicación normal del artículo 109 puede verse perturbada
por la concurrencia de causas de fuerza mayor que impidan obte-
ner previamente la resolución de la autoridad concedente.
En estos casos, cuando concurre una causal de fuerza mayor que
ha impedido perfeccionar un permiso, no existe otra alternativa que
regularizar a la brevedad posible la situación anómala que se ha pro-
ducido, quedando a criterio de la llamada a concederlo ponderar la
naturaleza del impedimento y la procedencia de otorgar o denegar,
discrecionalmente, el permiso. En el primer evento, el otorgamien-
to posterior, basado expresamente en fuerza mayor, viene a subsa-
nar la situación de hecho que de lo contrario sería imputable al
funcionario; en el segundo caso, cuando no se acepta la causal que
impidió solicitar oportunamente el permiso y obtener su concesión,
puede estimarse justificada la inasistencia para efectos disciplinarios,
sin perjuicio de dar lugar, en todo caso, al descuento de remunera-
ciones que ordena practicar el artículo 72.

Artículo 110. El funcionario podrá solicitar permiso sin goce


de remuneraciones:
a) por motivos particulares, hasta por seis meses en cada
año calendario, y
b) para permanecer en el extranjero, hasta por dos años.
El límite señalado en el inciso anterior, no será aplicable
en el caso de funcionarios que obtengan becas otorgadas de
acuerdo a la legislación vigente.

808
ARTÍCULO 110

Interpretación

110.1) ARTÍCULO MODIFICADO, EN LA FORMA QUE APARECE EN EL


TEXTO, POR LA LEY Nº 19.154, DE 3 DE AGOSTO DE 1992, ARTÍCULO 2º,
Nº 8, QUE SUSTITUYÓ SU INCISO 1º

INCISO PRIMERO

110.2) DICTÁMENES NOS 13.655 Y 62.130, DE 1974; 10.333, DE 1982

El funcionario que disfruta de un permiso sin goce de remuneracio-


nes no pierde su calidad de empleado público. Mantiene su condición
de tal, pues en virtud del permiso sólo se encuentra liberado de la obli-
gación de concurrir a desempeñar el cargo.
Según lo ha entendido una reiterada jurisprudencia, los funcio-
narios que se encuentran disfrutando de un permiso sin goce de re-
muneraciones conservan su condición de trabajadores del organismo
al cual pertenecen durante todo el lapso que dure la franquicia, puesto
que el uso de ese derecho estatutario en nada afecta al vínculo jurídi-
co que los une al respectivo servicio, vínculo que permanece invaria-
ble, como concluyó el dictamen Nº 99.457, de 1973.

110.3) DICTAMEN Nº 30.802, DE 1996

La circunstancia de que un funcionario se encuentre haciendo uso de


permiso sin goce de sueldo no lo libera del cumplimiento de las nor-
mas estatutarias que rigen su relación laboral con la Administración
del Estado.

110.4) DICTAMEN Nº 12.311, DE 1990

El artículo 91 del anterior Estatuto Administrativo, DFL Nº 338, de


1960, permitía conceder permisos con o sin goce de remuneracio-
nes: los primeros hasta por seis días hábiles en cada año calenda-
rio, en forma fraccionada o continua, y los segundos, por motivos
particulares, hasta por seis meses en el país y dos años para trasla-
darse al extranjero.
Atendido lo anterior, la jurisprudencia –dictamen Nº 62.914, de
1971– concluyó que no existían impedimentos legales para otorgar
permisos sin goce de remuneraciones por medios días, sin perjuicio,
por cierto, de la facultad que asistía a la autoridad para denegar la
respectiva solicitud.

809
ARTÍCULO 110

Ahora bien, el artículo 109 de la Ley Estatutaria previene que los


permisos con goce de remuneraciones “podrán fraccionarse por días
o medios días”, sin consultar aquella misma posibilidad.
En estas condiciones, y considerando que los artículos 109 y 110
del Estatuto Administrativo vigente contienen disposiciones distin-
tas de las que contemplaba el artículo 91 del DFL Nº 338, de 1960,
en lo relativo al otorgamiento de permisos, resulta forzoso concluir
que no procede conceder permisos sin goce de remuneraciones por
medios días.

110.5) DICTÁMENES NOS 69.771, DE 1964; 31.131, DE 1968

Los permisos constituyen derechos funcionarios. No es admisible que


un jefe de servicio oriente a los empleados que dependen de él para
que en lugar de feriado soliciten permiso sin goce de remuneracio-
nes, porque este beneficio debe ser solicitado en forma exclusiva, es-
pontánea y libre por el funcionario, sin otra injerencia por parte de
la autoridad que la que significa su pronunciamiento sobre la petición
planteada (69.771/64).
El funcionario que presenta una solicitud firmada por él, pidien-
do hacer uso de un permiso sin goce de remuneraciones, no puede
argüir posteriormente que fue forzado a pedir el goce de ese dere-
cho (31.131/68).

110.6) DICTÁMENES NOS 73.072, DE 1966; 42.398, DE 1975; 38.921,


DE 1981; 11.779, DE 1990; 29.303, DE 1995

La circunstancia de gozar de un permiso sin goce de remuneraciones,


señaló el dictamen Nº 9.679 bis, de 1963, no obsta a la aplicación de
las reglas que establecen incompatibilidades, y, en consecuencia, aun-
que estos permisos concedan a sus beneficiarios la facultad de ausen-
tarse de su lugar de trabajo, no lo autorizan para desempeñar, durante
su duración, un empleo incompatible en otro servicio.
Ello porque durante los permisos se mantiene el vínculo estatuta-
rio que une al funcionario con el Estado y la consiguiente aplicación
de las normas que lo rigen.

110.7) DICTAMEN Nº 4.125, DE 1996

Como el funcionario que goza de un permiso sin goce de remunera-


ciones mantiene el vínculo estatutario que lo liga a la Administración
Pública, no procede que a los empleados del Ministerio de Relacio-

810
ARTÍCULO 110

nes Exteriores que han de ser designados en funciones diplomáticas


fuera de Chile se les conceda permisos de esta naturaleza para asumir
sus nuevas funciones, pues en tal caso corresponde aplicar el artículo
86 del Estatuto Administrativo, conforme al cual todos los cargos pú-
blicos son incompatibles entre sí.

110.8) DICTÁMENES NOS 18.068, DE 1974; 29.411, DE 1996

El funcionario que está haciendo uso de un permiso sin goce de re-


muneraciones está inhabilitado para percibir remuneración durante
el tiempo que abarca el permiso (18.068/74).
Sin embargo, como el permiso sin goce de remuneraciones man-
tiene el vínculo estatutario con el servicio, constituyendo precisamen-
te un derecho funcionario, no impide al empleado acceder a los
beneficios económicos que le correspondan en calidad de tal, en la
medida, naturalmente, que cumpla con los requisitos prescritos por
la ley para tal efecto. Así, el médico que hizo uso de permiso sin goce
de remuneraciones entre el 1º y el 31 de julio de 1995, puede perci-
bir el bono compensatorio establecido en el artículo 3º de la Ley
Nº 19.432 y calcularlo según las remuneraciones correspondientes a
ese mes, porque acredita hallarse en posesión de los requisitos habili-
tantes prescritos para acceder al beneficio, sin que obste a ello el he-
cho de haber gozado de ese permiso sin goce de remuneraciones, pues
durante dicho período mantuvo su calidad funcionaria (29.411/96).

110.9) DICTÁMENES NOS 66.803, DE 1974; 41.297, DE 1975; 29.648,


DE 1980

Los períodos de permisos sin goce de remuneraciones son válidos para


computar los beneficios estatutarios establecidos sobre la base de años
de servicios, ya que durante dichos lapsos el funcionario conserva vi-
gente su nombramiento y se encuentra sirviendo un cargo en calidad
de tal (66.803/74, 29.648/80).
El dictamen Nº 66.803, de 1974, dejó sin efecto la jurisprudencia
anterior sobre esta materia (41.297/75).
(Debe tenerse presente que esta jurisprudencia se refiere a “años
de servicios”, no a “años de servicios efectivos”.)

110.10) D ICTAMEN Nº 4.125, DE 1996

Conforme a lo prescrito por la letra b) del inciso 1º del artículo 110


del Estatuto Administrativo, no es procedente otorgar a una funcio-

811
ARTÍCULO 110

naria del Ministerio de Relaciones Exteriores un primer permiso por


dos años, a contar del 1º de marzo de 1993, y un segundo por el mis-
mo tiempo, pero a contar del 1º de marzo de 1995, porque para con-
ceder dicho beneficio en más de una ocasión, según lo dispuesto en
ese precepto, es necesario que medie una interrupción entre uno y
otro permiso, de modo que el segundo no sea una prolongación del
primero, ya que de obrarse así se estaría excediendo el tiempo máxi-
mo que para esa franquicia fija la ley.

110.11) DICTAMEN Nº 94.298, DE 1964

El permiso sin goce de remuneraciones concedido con efecto retro-


activo no legitima la infracción administrativa ya acreditada en contra
del funcionario sumariado por inasistencias injustificadas. Sólo impi-
de el descuento de remuneraciones que debía practicársele por el pe-
ríodo no trabajado, de acuerdo con lo prescrito por el artículo 72 del
Estatuto Administrativo.

110.12) DICTAMEN Nº 95.430, DE 1964

Procede aplicar la causal expulsiva de la letra a) del artículo 125, al


funcionario que hizo uso de un permiso sin goce de remuneraciones
y que posteriormente no reasumió las funciones de su cargo.

110.13) DICTÁMENES NOS 34.578, DE 1967; 84.931, DE 1972; 7.281,


DE 1991; 6.237 Y 12.956, DE 1992; 1.016, DE 1993

Una invariable jurisprudencia administrativa ha sostenido la proceden-


cia de otorgar permisos sin goce de remuneraciones al personal regi-
do por el Código del Trabajo, basada en que la jerarquía es un atributo
de la autoridad y en que la concesión de estos permisos no significa
ningún desembolso de dinero para el servicio a que esos funcionarios
pertenecen.
Esta circunstancia permite entender que la respectiva jefatura bien
puede otorgar permisos sin goce de remuneraciones de acuerdo con
las facultades inherentes a sus potestades jerárquicas, aun cuando ta-
les beneficios no estén reconocidos en la legislación estatutaria que
les es aplicable.
Tal conclusión no implica de modo alguno, sentar un precedente
respecto de que los jefes de los servicios públicos pueden otorgar be-
neficios no establecidos en la ley, mucho menos el de seguridad so-
cial que constituye la indemnización por años de servicio, sino aplicar,

812
ARTÍCULO 110

solamente, el principio de la jerarquía a un caso particular en que es


procedente hacerlo.

110.14) DICTAMEN Nº 31.446, DE 1999

El funcionario que hace uso de un permiso sin goce de remuneracio-


nes puede solicitar de la autoridad que lo concedió que suspenda el
permiso y le permita reasumir sus funciones anticipadamente. Corres-
ponde a esa autoridad decidir lo que en derecho corresponda. Con
todo si en el cargo se ha designado a un suplente para que reemplace
al titular durante toda su ausencia, ese suplente tiene derecho a ejer-
cer el empleo en la forma designada impidiendo la reasunción antici-
pada de funciones por parte del titular.

INCISO SEGUNDO

110.15) DICTAMEN Nº 13.538, DE 1990

No procede acceder a la petición de permiso sin goce de remuneracio-


nes solicitado para asistir como alumno oyente a una Universidad de la
República Federal Alemana, porque el inciso 2º del artículo 110 permite
extender estos permisos “acorde a la legislación vigente”, esto es, según
la normativa oficial vigente en materia de becas, constituida por el De-
creto Nº 1.326, de 1967, del Ministerio del Interior, Estatuto del Becario;
Decreto Nº 1.147, de 1977, del mismo Ministerio, sobre Reglamento de
Becas para Funcionarios Públicos, y DFL Nº 22, de 1981, del Ministerio
de Educación, que creó un programa especial de becas de perfecciona-
miento en el extranjero para egresados de los establecimientos chilenos
de educación superior, entre otros textos, y no consulta estos permisos
para hacer uso de becas basadas en convenios de amistad suscritos por
corporaciones privadas, como es la Asociación Alemana de Centros Uni-
versitarios y la Liga Chilena de Centros Universitarios Alemanes.

110.16) DICTAMEN Nº 26.471, DE 1990

Tratándose de becas otorgadas acorde la legislación vigente, procede


eximir al permiso sin goce de remuneraciones del límite general de 6
meses de duración establecido en el inciso 1º del artículo 110 del Es-
tatuto Administrativo.
(Según el artículo 76, inciso 2º, puede designarse en comisión de
servicio a un funcionario para realizar estudios en el país o en el ex-

813
ARTÍCULO 111

tranjero hasta por dos años, o cinco en su caso, sea o no beneficiario


de una beca.)

110.17) DICTAMEN Nº 43.164, DE 1997

Las becas otorgadas por la Academia Judicial habilitan al beneficiario


para hacer uso de los permisos sin goce de remuneraciones que exce-
den el límite de tres meses que establece el Estatuto Administrativo,
pues el alcance de la expresión “de acuerdo con la legislación vigen-
te” no puede ser otro que el de dejar claramente establecido que no
cualquier beca otorga el derecho a exceder el límite en cuestión, sino
que debe tratarse de una que tenga, por razones de certeza y serie-
dad, un respaldo o fundamento en una norma jurídica, que bien pue-
de ser, en este caso, la que consagra la capacitación de los servidores
públicos en general.

Párrafo 5º
De las licencias médicas

Artículo 111. Se entiende por licencia médica el derecho que


tiene el funcionario de ausentarse o reducir su jornada de tra-
bajo durante un determinado lapso, con el fin de atender al
restablecimiento de su salud, en cumplimiento de una pres-
cripción profesional certificada por un médico cirujano, ci-
rujano dentista o matrona, según corresponda, autorizada por
el competente Servicio de Salud o Institución de Salud Previ-
sional, en su caso. Durante su vigencia el funcionario conti-
nuará gozando del total de sus remuneraciones.

Interpretación

NATURALEZA JURÍDICA DE LAS PRESTACIONES


POR ENFERMEDAD

111.1) DICTÁMENES NOS 14.594, DE 1982; 26.051, DE 1983

La jurisprudencia ha tenido oportunidad de precisar, entre otros, por


dictámenes Nos 40.293, de 1980, y 32.448, de 1981, que las prestacio-
nes por enfermedad revisten el carácter de beneficios propios de la

814
ARTÍCULO 111

seguridad social y que han sido consideradas en nuestro ordenamien-


to como derechos previsionales de los trabajadores.

111.2) DICTÁMENES NOS 32.532, DE 1981; 26.051, DE 1983

Lo relacionado con reposo preventivo, licencias médicas y reposo pre


y posnatal, es una materia que de acuerdo con la doctrina sustentada
en el dictamen Nº 40.293, de 1980, debe incluirse dentro del concep-
to “derechos previsionales”.
La regulación de estos derechos es distinta según se trate de em-
pleados afectos al régimen del sector público o al régimen jurídico
del sector privado.

111.3) DICTÁMENES NOS 29.609, DE 1985; 9.367, DE 1986

Los servidores públicos regidos por el Estatuto Administrativo tienen


derecho a percibir el total de sus remuneraciones durante las licencias.
Las licencias no originan un subsidio propiamente tal, sino que obli-
gan a la empleadora, sea servicio centralizado o descentralizado, a pagar
al funcionario que se encuentra acogido a reposo el total de sus remune-
raciones, sin perjuicio de que esa entidad reciba, en su caso, del organis-
mo de salud que corresponda, la compensación que fuere procedente.
Por lo tanto, los servidores públicos afectos al Estatuto Adminis-
trativo conservan durante sus licencias médicas el total de sus remu-
neraciones.
A su vez, los funcionarios del Estado no afectos al Estatuto Admi-
nistrativo, se rigen, en materia de subsidios por licencias médicas, por
el DFL Nº 44, de 1978, del Ministerio del Trabajo, Subsecretaría de Pre-
visión Social, que dispone que dichos subsidios son de cargo de los
organismos de salud y que el pago de las remuneraciones no imponi-
bles corresponde al respectivo empleador.
Estos subsidios no son imponibles ni se consideran renta; sin em-
bargo, como el DFL Nº 44 considera el período de licencia como coti-
zado para todos los efectos legales, el artículo 22 de dicho cuerpo de
leyes impone a las entidades pagadoras de los subsidios la obligación
de hacer un aporte a las instituciones de previsión a que estén afilia-
dos los trabajadores subsidiados, con cargo al Fondo para Subsidios
por incapacidad que ellas administran.

111.4) DICTÁMENES NOS 4.776 Y 6.028, DE 1995

De conformidad con lo establecido en el artículo 11 de la Ley


Nº 18.769, los servicios e instituciones del sector público regidos por

815
ARTÍCULO 111

el DL Nº 1.263, de 1975, están obligados a integrar a rentas generales


de la nación, en el plazo que señala, las recuperaciones de fondos pro-
venientes de los pagos que les hagan los Servicios de Salud o las
ISAPRES, según corresponda, por las licencias por enfermedad o subsi-
dios de reposos maternales y permisos por enfermedad del hijo me-
nor de edad de que hayan hecho uso los empleados.
Esta obligación afecta también a los servicios descentralizados, esto
es, a los organismos públicos que tienen personalidad jurídica propia.
Así se desprende, por lo demás, de la historia fidedigna de la Ley
Nº 18.769, en la cual se dejó constancia que el ingreso a rentas gene-
rales previsto en su artículo 11, se justifica por constituir ingresos even-
tuales, no considerados en la aprobación de los recursos asignados,
que presionan para incrementar el límite máximo de gastos del servi-
cio o institución y distorsionan el análisis y proyección de los gastos
en personal y las correspondientes programaciones de caja.
Asimismo, en esa historia fidedigna se señala que tanto los subsi-
dios maternales como los por enfermedad del hijo menor, son cubier-
tos enteramente con los recursos del Fondo Único de Prestaciones
Familiares y Subsidios de Cesantía que se financia exclusivamente con
aporte fiscal, de modo que al integrarse esos dineros a rentas genera-
les de la nación se evita un doble pago fiscal.
Confirma lo expresado, el hecho de que cuando la ley ha queri-
do que determinadas sumas no ingresen a rentas generales de la na-
ción, así lo ha establecido expresamente, como ocurre con las
municipalidades, las corporaciones municipales y los profesionales de
la educación regidos por la Ley Nº 19.070 (4.776/95).
Los servicios públicos deben solicitar al correspondiente ente de
salud: Fondo Nacional de Salud o ISAPRE, el reembolso de los subsi-
dios por incapacidad laboral correspondiente a las licencias médicas
de sus funcionarios, en el plazo de seis meses desde que expiraron las
licencias o la última prórroga.
Vencido el plazo de seis meses, prescribe el derecho a reembolso.
Así lo dispone el artículo 24 de la Ley Nº 18.469, modificado por la
letra b) del artículo 25 de la Ley Nº 18.681 (6.028/95).

111.5) DICTAMEN Nº 11.802, DE 1997

El artículo 111 del Estatuto Administrativo preceptúa que durante el


goce de una licencia el funcionario tiene derecho a percibir el total
de sus remuneraciones.
Esta disposición debe entenderse en el sentido de que este pago
será procedente en tanto el funcionario mantenga su carácter de tal,
de manera que no rige en caso de que el empleado haya cesado en su
cargo por haber mediado una causal legal de expiración de funciones.

816
ARTÍCULO 111

111.6) DICTAMEN Nº 26.264, DE 1985

Como se precisó el dictamen Nº 19.098, de 1984, no es jurídicamen-


te aceptable pactar en un contrato a honorarios cláusulas que mo-
difiquen lo dispuesto en las leyes previsionales, aun cuando fueren
beneficiosas para el contratado, pues ello implicaría infringir el ar-
tículo 60, actual 65, Nº 4º, de la CPR , que dispone que todo lo refe-
rente al régimen previsional y de seguridad social –incluidas, por
cierto, las prestaciones que derivan de licencias médicas–, debe ser
materia de ley.

LA LICENCIA MÉDICA

111.7) DECRETO Nº 3, DE 1984, DEL MINISTERIO DE SALUD,


REGLAMENTO DE A UTORIZACIÓN DE LICENCIAS MÉDICAS POR LOS
SERVICIOS DE SALUD E INSTITUCIONES DE SALUD PREVISIONAL,
ARTÍCULO 5º

Artículo 5º. La licencia médica es un acto médico administrativo en el


que intervienen el beneficiario, el profesional que certifica, el Servi-
cio de Salud o ISAPRE competente, el empleador y la entidad previsio-
nal o Caja de Compensación de Asignación Familiar, en su caso.
Se materializará en un formulario especial que registrará todas las
certificaciones, resoluciones y autorizaciones que procedan.
Las licencias médicas de los trabajadores regidos por el Estatuto
Administrativo serán concedidas por resolución del Servicio a que el
funcionario pertenece.

111.8) DICTAMEN Nº 49.553, DE 1968

El certificado médico que acredita estarse prestando o haberse pres-


tado atención médica a una determinada persona, sólo da cuenta de
este hecho, pero no constituye una licencia médica.

TIPOS DE LICENCIAS

111.9) DICTÁMENES NOS 2.951, DE 1967; 75.805, DE 1968; 57.087,


DE 1978

Las licencias comprenden las de carácter médico para acogerse a re-


poso preventivo total o parcial, las concedidas por causa de enferme-
dad y las que corresponden a permisos pre y posnatal.

817
ARTÍCULO 111

CÓMPUTO DE LOS DÍAS DE LICENCIA

111.10) DICTAMEN Nº 18.375, DE 1997

El descanso derivado de una licencia médica debe contarse por días


corridos, incluyendo los días festivos.
Pero esta circunstancia dice relación con cada una de las licen-
cias que se extienda a un empleado público, correspondiendo al
profesional que extiende la licencia certificando la enfermedad que
se padece y ordena el descanso, determinar el período que éste ha
de abarcar, no existiendo inconveniente alguno para que se conce-
da hasta un día viernes y luego se renueve a contar del lunes si-
guiente.
La autoridad administrativa no está autorizada para cuestionar o
exigir justificación al empleado por los días sábados y domingos no
cubiertos por la licencia, porque en estos días los funcionarios públi-
cos no están en la obligación de trabajar, según lo dispuesto por el
inciso 1º del artículo 65 del Estatuto Administrativo.

REGULACIÓN GENERAL DE LAS LICENCIAS

111.11) D ICTAMEN Nº 9.931, DE 1998

Para que proceda el otorgamiento de una licencia médica, el funcio-


nario debe mantener su carácter de tal, de modo que es improceden-
te conceder una licencia médica a una persona que ha dejado de
pertenecer a la Administración.
Como la interesada cesó en su cargo por causal de declaración de
vacancia, no cabe dar curso a las licencias médicas que se hallaban pen-
dientes.

111.12) D ICTÁMENES NOS 19.159, DE 1983; 30.644, DE 1992

En virtud del mandato del artículo 111 del Estatuto Administrativo, la


jurisprudencia ha concluido, v. gr., en el dictamen Nº 38.616, de 1982,
que al otorgarse una licencia médica la institución empleadora debe
continuar pagando al funcionario la totalidad de sus remuneraciones
(19.159/83).
Con todo, si la licencia es rechazada o son reducidos los días de
reposo autorizados, la jurisprudencia ha sostenido que el empleado
está obligado a reintegrarse a sus funciones, y si no lo hace, debe re-
integrar las remuneraciones indebidamente percibidas durante los días
no cubiertos por la licencia definitiva.

818
ARTÍCULO 111

En caso de no reintegrar las sumas correspondientes, el servicio


puede ordenar su integro por la vía del descuento de remuneracio-
nes (30.644/92).

111.13) DICTÁMENES NOS 1.777, DE 1993; 14.242, DE 1996

Conforme a lo señalado por el artículo 111 del Estatuto Administrati-


vo y 1º, 17 y 60 del Decreto Nº 3, de 1984, del Ministerio de Salud, la
licencia médica constituye una justificación suficiente para ausentar-
se del trabajo manteniendo el derecho a percibir todas las remunera-
ciones del cargo.
Por ello, el funcionario a quien se le ha reducido su licencia mé-
dica por determinación del correspondiente organismo de salud, está
obligado a reintegrar el monto de remuneraciones percibidas duran-
te el período de ausencia más allá de las fechas autorizadas. Así lo es-
tablece, por lo demás, el artículo 63 del citado Decreto Nº 3, de 1984.

111.14) DICTAMEN Nº 35.696, DE 1997

El funcionario acogido a licencia médica tiene derecho a continuar


disfrutando de todas sus remuneraciones; por consiguiente, la emplea-
da del Hospital José Joaquín Aguirre que se encuentra en esta situa-
ción, debe mantener la asignación de productividad de que estaba
gozando, por constituir una remuneración en los términos del artícu-
lo 3º, letra e), del Estatuto Administrativo, aunque se genere de los
ingresos propios de cada organismo.

111.15) DICTÁMENES NOS 72.185, DE 1977; 2.058, DE 1978; 33.174,


DE 1994

La anotación que consigne el facultativo en el formulario de licencia mé-


dica respecto del lugar de reposo del empleado, ha de interpretarse en
concordancia con la enfermedad diagnosticada y con las demás circuns-
tancias de cada caso, de manera que dicha interpretación no contradiga
los principios terapéuticos, la lógica, la equidad o el natural sentido co-
mún que en último término gobierna la práctica administrativa.
Consignar como lugar de reposo “su casa”, no significa que nece-
sariamente haya de efectuarse en el recinto cerrado de su hogar, sino
que denota, más bien, como indica el Colegio Médico de Chile, que
no es menester hospitalizar al enfermo.
Por lo demás, en derecho, no configura por sí sola un uso indebi-
do de licencia médica, la simple circunstancia de que un funcionario

819
ARTÍCULO 111

aquejado de depresión nerviosa, neurosis de angustia o cualquier otra


enfermedad para cuyo tratamiento según la ciencia médica no se re-
quiera o se ha contraindicado el reposo en cama, se ausente por unos
días de su casa (72.185/77, 2.058/78).
Se ajusta a derecho la negativa de la autoridad administrativa a
permitir que una funcionaria continúe con el tratamiento de rehabi-
litación dentro de las horas de trabajo, pues de aceptar su solicitud
vulneraría el deber de los empleados públicos de desempeñar su em-
pleo permanentemente durante toda la jornada de trabajo.
Sólo podría darse esta autorización en caso de que la receta mé-
dica recomendara expresamente la reducción o ausencia parcial de
la jornada por parte del empleado para atender a la recuperación de
su salud (33.174/94).

111.16) DICTÁMENES NOS 83.471, DE 1965; 10.434, DE 1966; 57.659,


DE 1976

El empleado que se encuentra en comisión de servicio tiene derecho


a continuar percibiendo viáticos si debe acogerse a licencia durante
su comisión, siempre que con motivo de dicha licencia no regrese al
lugar de su desempeño habitual.

111.17) DICTÁMENES NOS 65.877, DE 1961; 25.147, DE 1969; 11.712,


DE 1983

La asignación por trabajos nocturnos y en días sábados, domingos y


festivos se mantiene durante las licencias médicas, cuando las tareas
que se desempeñan constituyen una modalidad permanente de desa-
rrollo del empleo, acorde con la naturaleza de las funciones que in-
cumbe cumplir a la institución.

111.18) DICTAMEN Nº 57.634, DE 1975

Un funcionario tiene derecho a mantener la asignación de zona du-


rante los lapsos en que ha estado gozando de licencia médica o de
permisos con goce de remuneraciones, mientras permaneció agrega-
do, por disposición informal de la autoridad, prestando servicios en
otras localidades.
En efecto, una reiterada jurisprudencia, contenida, v. gr., en los
dictámenes Nos 20.118, de 1963, y 23.196, de 1970, entre otros, ha
sostenido que el funcionario que goza de gratificación de zona no
pierde su derecho al beneficio por el hecho de acogerse a licencia

820
ARTÍCULO 111

médica, aunque durante ese tiempo no permanezca efectivamente


en la zona.
Por otra parte, el oficio Nº 68.168, de 1968, ha señalado que no
impide el goce de este estipendio el hecho de que el empleado, con-
servando la propiedad del cargo en el lugar de que se trata, perma-
nezca accidentalmente en otros puntos cumpliendo una comisión de
servicio o un cometido funcionario, porque para mantener dicha gra-
tificación basta con que se conserve la residencia en la localidad que
causa el beneficio y se entiende que la conserva cuando su familia si-
gue viviendo habitualmente en ese lugar.

111.19) DICTAMEN Nº 35.715, DE 1977; 21.015, DE 1987; 28.365,


DE 1995

En general, nuestra legislación estatutaria no concede inamovilidad


al personal que goza de licencia médica (35.715/77). Por lo mismo,
el otorgamiento de una licencia médica no impide el cese de los ser-
vicios de un empleado a contrata, sea por la llegada del plazo o por
decisión de la autoridad de poner término a sus servicios por no ser
necesarios (28.365/95), ni obliga, tampoco, a esa autoridad, a prorro-
gar una contrata que llega a su término mientras se hace uso de una
licencia médica (21.015/87).

111.20) DICTAMEN Nº 61.815, DE 1967

Los empleados que hacen uso de una licencia por enfermedad e in-
cluso aquellos cuya salud haya sido declarada irrecuperable, no se en-
cuentran al margen de la responsabilidad administrativa que pudiera
incumbirles en razón de las faltas en que hayan incurrido en el cum-
plimiento de sus deberes funcionarios.

111.21) PEDRO FONCEA NAVARRO CON ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD


DE T ALAGANTE, CORTE DE APELACIONES DE S AN MIGUEL, RECURSO DE
PROTECCIÓN, 2 DE JULIO DE 1993, ROL Nº 91-92, CONFIRMADA POR LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 22 DE JULIO DE 1993, ROL Nº 21.293

Quinto: Que la circunstancia de que el señor González Rivas haya es-


tado haciendo uso de licencias médicas, tanto al tiempo de terminar-
se el sumario administrativo que lo ha afectado, en el cual fueron oídos
sus descargos, como también al instante de dictarse el decreto de des-
titución, no importa un obstáculo para la prosecución de los procedi-
mientos administrativos en su contra, porque los ceses funcionarios

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ARTÍCULO 111

emanados de una autoridad sancionadora priman sobre cualquier clase


de inamovilidad que pudiera favorecer al funcionario. Esta doctrina
ha sido uniformemente aceptada por la jurisprudencia y en el Estatu-
to Administrativo no existe disposición alguna que impida que mien-
tras el funcionario goce de una licencia médica pueda ser afectado
por la sustanciación de un proceso de esta naturaleza.

111.22) DICTÁMENES NOS 27.460 Y 31.660, DE 1987; 35.069, DE 1997

No existe disposición alguna que autorice a un funcionario público


para percibir remuneraciones con posterioridad a la fecha de expira-
ción de funciones, aun cuando la causal de término de servicios se
haya producido durante el goce de licencias médicas continuas moti-
vadas por un mismo diagnóstico.
La circunstancia de que un funcionario público se encuentre ha-
ciendo uso de licencia médica, en caso alguno tiene como consecuen-
cia estatuir algún tipo especial de inamovilidad en favor del afectado,
por lo que no puede ser obstáculo para que se ponga término a sus
funciones por una causa legal (27.460 y 31.660/87).
Según el Estatuto Administrativo una licencia médica no da ina-
movilidad en el cargo. Por ello, nada obsta a que durante el goce de
una licencia se ponga término a los servicios de un empleado a con-
trata. En este caso, la cesación de funciones también pone término a
la licencia (35.069/97).

111.23) D ICTAMEN Nº 747, DE 1979

Desde la vigencia del artículo 28 de la Ley Nº 17.382, los funcionarios


de la provincia de Magallanes sólo pueden ser trasladados de locali-
dad en los meses de enero y febrero de cada año, a menos que se cuen-
te con la conformidad del empleado.
La jurisprudencia ha concluido que la destinación se perfecciona
con el traslado efectivo del empleado. De esta manera, el mandato de
la ley se cumple cuando en los meses de enero y febrero se produce
el traslado efectivo del funcionario desde la provincia de Magallanes
a otra localidad.
Si una funcionaria se halla haciendo uso de licencia médica hasta
después del mes de febrero, y en virtud de la enfermedad no pudo dar
cumplimiento oportuno a una destinación, no está obligada a trasladarse
a su nuevo lugar de desempeño, por estar fuera del plazo legal.
Como se señaló en el dictamen Nº 20.638, de 1979, la licencia mé-
dica constituye una causal de fuerza mayor que impide el cumplimien-
to de la destinación.

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ARTÍCULO 111

Corresponde, entonces, que el servicio regularice la situación pro-


ducida disponiendo que la funcionaria continúe desarrollando sus fun-
ciones en la ciudad de Punta Arenas y pagándose por medio de la
oficina en esa ciudad.

LA LICENCIA MATERNAL

111.24) D ICTÁMENES NOS 76.001, DE 1963; 41.797, DE 1971; 42.102,


DE 1978; 2.616, DE 1982

Como se desprende del artículo 89 inciso 2º del Estatuto Administra-


tivo, la intención del legislador ha sido la de hacer obligatorias las nor-
mas laborales generales para todas las mujeres trabajadoras.
Confirma esta constatación, el principio interpretativo de la especia-
lidad que consagra el artículo 4º del CC, pues estas disposiciones sobre
protección de la maternidad deben primar sobre toda otra norma legal
que autorice un cese de funciones en condiciones diferentes de las regu-
ladas por ellas, justamente por el carácter especial que ponen de relieve.

111.25) D ICTÁMENES NOS 76.348, DE 1977; 52.803, DE 1978

Según ha concluido la jurisprudencia, por ejemplo en el dictamen


Nº 38.096, de 1977, si bien la protección de la maternidad se rige por
las disposiciones laborales comunes, la aplicación de tales normas debe
hacerse en armonía con las que regulan sus relaciones de trabajo fun-
cionario, a fin de que su interpretación se ajuste a la lógica y a los prin-
cipios generales que informan la legislación estatutaria.

111.26) ESTATUTO A DMINISTRATIVO, ARTÍCULO 89, INCISO 2º

Artículo 89, inciso 2º. Asimismo –todo funcionario– tendrán derecho a


gozar de todas las prestaciones y beneficios que contemplen los siste-
mas de previsión y bienestar social en conformidad a la ley de protec-
ción a la maternidad, de acuerdo a las disposiciones del Título II, del
Libro II, del Código del Trabajo.

111.27) CÓDIGO DEL TRABAJO, DFL Nº 1, DE 2002, DEL MINISTERIO


DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL, SUBSECRETARÍA DEL TRABAJO,
ARTÍCULO 194

Artículo 194. La protección a la maternidad se regirá por las disposi-

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ARTÍCULO 111

ciones del presente Título –II del Libro II– y quedan sujetos a ella los
servicios de la administración pública, los servicios semifiscales, de ad-
ministración autónoma, de las municipalidades y todos los servicios y
establecimientos, cooperativas o empresas industriales, extractivas, agrí-
colas o comerciales, sean de propiedad fiscal, semifiscal, de administra-
ción autónoma o independiente, municipal o particular o perteneciente
a una corporación de derecho público o privado.
Las disposiciones anteriores comprenden las sucursales o depen-
dencias de los establecimientos, empresas o servicios indicados.
Estas disposiciones beneficiarán a todas las trabajadoras que de-
penden de cualquier empleador, comprendidas aquellas que trabajan
en su domicilio y, en general, a todas las mujeres que están acogidas a
un régimen previsional.
Ningún empleador podrá condicionar la contratación de trabaja-
doras, su permanencia o renovación de contrato, o la promoción o
movilidad en su empleo, a la ausencia o existencia de embarazo, ni
exigir para dichos fines certificado o examen alguno para verificar si
se encuentra o no en estado de gravidez.

111.28) DICTÁMENES NOS 6.332, DE 1998; 35.643, DE 2000

La licencia maternal tiene una naturaleza eminentemente protectiva.


Por tal motivo, la ley reconoce a las funcionarias una serie de dere-
chos, como el considerar efectivamente trabajado todo el período co-
rrespondiente, de manera que el amparo integral que les confiere la
ley está destinada a cautelar valores superiores y debe primar como
regla interpretativa por sobre los conceptos técnicos.

Requisito para hacer uso de la licencia maternal

111.29) CÓDIGO DEL T RABAJO, ARTÍCULO 197

Artículo 197. Para hacer uso del descanso de maternidad, señalado en


el artículo 195, deberá presentarse al jefe del establecimiento, empre-
sa, servicio o empleador un certificado médico o de matrona que acre-
dite que el estado de embarazo ha llegado al período fijado para
obtenerlo.
El descanso se concederá de acuerdo con las formalidades que es-
pecifique el reglamento.
Estos certificados se otorgarán gratuitamente por los médicos o
matronas a que se refiere el inciso final del artículo anterior (esto
es, a los que por cualquier concepto perciban remuneraciones del
Estado).

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ARTÍCULO 111

111.30) DICTÁMENES NOS 65.645 Y 90.644, DE 1975

Para disfrutar de las licencias, las empleadas deben presentar oportu-


namente el formulario de licencia, de acuerdo con lo preceptuado en
el Reglamento de Autorización de Licencias Médicas.

Derechos de la mujer embarazada

111.31) DICTÁMENES NOS 5.733, DE 1990; 32.269, DE 1993

Los derechos de las funcionarias que se encuentran haciendo uso de


licencias maternales, no se han visto modificados por las normas pos-
teriores que los han regido.
Contemplados inicialmente en el DFL Nº 338, de 1960, fueron rei-
terados luego en la Ley Nº 18.469, sobre prestaciones de salud, y han
quedado comprendidos en el artículo 106 del Estatuto Administrati-
vo, bajo la denominación genérica de licencia médica.
Este cuerpo estatutario no ha innovado en la materia (5.733/90).
La jurisprudencia de la Contraloría General ha señalado que el
fuero maternal no está referido solamente al período de embarazo
y a la protección del niño, sino que también protege a la madre, te-
niendo presente, fundamentalmente, que la ley, al establecerlo, no
ha exceptuado el caso de que el recién nacido no sobreviva al parto
(32.269/93).

Derecho a realizar trabajos compatibles con su estado

111.32) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULO 202

Artículo 202. Durante el período de embarazo, la trabajadora que esté


ocupada habitualmente en trabajos considerados por la autoridad
como perjudiciales para su salud, deberá ser trasladada, sin reducción
de sus remuneraciones, a otro trabajo que no sea perjudicial para su
estado.
Para estos efectos se entenderá, especialmente, como perjudicial
para la salud todo trabajo que:
a) obligue a levantar, arrastrar o empujar grandes pesos;
b) exija un esfuerzo físico, incluido el hecho de permanecer de
pie largo tiempo;
c) se ejecute en horario nocturno;
d) se realice en horas extraordinarias de trabajo, y
e) la autoridad competente declare inconveniente para el estado
de gravidez.

825
ARTÍCULO 111

Derecho a descanso maternal con el pago del total de sus remuneraciones

111.33) DICTÁMENES NOS 29.609, DE 1985; 9.367, DE 1986; 3.612,


DE 1990; 6.332, DE 1998

El personal regido por el Estatuto Administrativo tiene derecho de


acuerdo con el artículo 111, a percibir el total de sus remuneraciones
durante el reposo preventivo, la enfermedad común y las licencias
maternales (29.609/85, 9.367/86).
Esta normativa ha tenido como fundamento, por una parte, la na-
turaleza eminentemente protectiva que reviste el descanso maternal
y, por la otra, que en el ámbito de la función pública el legislador re-
conoce claramente el derecho de la funcionaria a considerar esos pe-
ríodos como efectivamente trabajados, de manera que el amparo
integral que le confiere debe primar, como regla interpretativa, por
sobre cualquier concepto técnico (3.612/90, 6.332/98).

111.34) CÓDIGO DEL T RABAJO, ARTÍCULO 195

Artículo 195. Las trabajadoras tendrán derecho a un descanso de mater-


nidad de seis semanas antes del parto y doce semanas después de él.
Si la madre muriera en el parto o durante el permiso posterior a
éste, dicho permiso o el resto de él que sea destinado al cuidado del
hijo, corresponderá al padre, quien no gozará del fuero establecido
en el artículo 201 de este Código, pero tendrá derecho al subsidio a
que se refiere el artículo 198.
El padre que sea privado por sentencia judicial del cuidado per-
sonal del menor, perderá el derecho a fuero establecido en el inciso
anterior.
Los derechos referidos en el inciso primero no podrán renunciarse
y durante los períodos de descanso queda prohibido el trabajo de las
mujeres embarazadas y puérperas.
Asimismo, no obstante cualquiera estipulación en contrario, de-
berán conservárseles sus empleos o puestos durante dichos períodos.
(El artículo 196 regula un descanso prenatal suplementario y un des-
canso puerperal prolongado, en los casos de enfermedad de la madre.)

Derecho a la mantención del empleo o puesto de trabajo

111.35) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULO 195, INCISO FINAL

Artículo 195, inciso final. Asimismo, no obstante cualquiera estipulación


en contrario, deberán conservárseles –a las madres o padres, según

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ARTÍCULO 111

los casos– sus empleos o puestos durante dichos períodos (seis sema-
nas antes del parto y doce semanas después).

Derecho a cuidar de la salud del hijo menor de un año

111.36) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULO 199

Artículo 199. Cuando la salud de un niño menor de un año requiera de


atención en el hogar con motivo de enfermedad grave, circunstancia que
deberá ser acreditada mediante certificado médico otorgado o ratificado
por los servicios que tengan a su cargo la atención médica de los meno-
res, la madre trabajadora tendrá derecho al permiso y subsidio que esta-
blece el artículo anterior por el período que el respectivo servicio
determine. En el caso que ambos padres sean trabajadores, cualquiera
de ellos y a elección de la madre, podrá gozar del permiso y subsidio re-
feridos. Con todo, gozará de ellos el padre, cuando la madre hubiere fa-
llecido o él tuviere la tuición del menor por sentencia judicial.
Tendrá también derecho a este permiso y subsidio, la trabajadora
o el trabajador que tenga a su cuidado un menor de edad inferior a
un año, respecto de quien se le haya otorgado judicialmente la tui-
ción o el cuidado personal como medida de protección. Este derecho
se extenderá al cónyuge en los mismos términos señalados en el inci-
so anterior.
Si los beneficios precedentes fueren obtenidos en forma indebida,
los trabajadores involucrados serán solidariamente responsables de la
restitución de las prestaciones pecuniarias percibidas, sin perjuicio de
las sanciones penales que por este hecho les pudiere corresponder.

111.37) D ICTAMEN Nº 4.685, DE 2004

El Código del Trabajo contempla una serie de normas de seguridad


social que otorgan beneficios a la madre funcionaria con el objeto de
proteger la maternidad desde el comienzo del embarazo y durante los
primeros años de vida del menor, derechos que se extienden incluso
al padre o a quien tiene al menor bajo su tuición o cuidado, con la
finalidad última de velar por la vida y salud tanto de la madre como
del menor, bienes protegidos por esa normativa.
En este contexto, los artículos 195 y 196 se refieren a épocas de
descanso pre y posnatal, los que pueden ser aumentados con los pe-
ríodos suplementarios o de plazo ampliado, durante los cuales la ma-
dre, según el artículo 198, recibe un subsidio equivalente a la totalidad
de las remuneraciones y asignaciones que percibe, con la sola deduc-
ción de las imposiciones de previsión y los descuentos legales.

827
ARTÍCULO 111

En lo que interesa, el artículo 199 prescribe que cuando la salud


de un niño menor de un año requiera la atención en el hogar por
hallarse aquejado de una enfermedad grave, acreditada por certifica-
do médico ratificado por el servicio que tenga a su cargo la atención
médica de los menores, la madre trabajadora o quien corresponda ten-
drán derecho al permiso a que se refiere el artículo 198, por el perío-
do que el respectivo servicio determine.
Aparece claro, entonces, como concluyó el dictamen Nº 17.406,
de 1986, que la licencia por enfermedad del hijo menor de un año
constituye asimismo una especie de “licencia maternal”, en cuanto au-
toriza a la persona que tiene a su cargo a ese menor a gozar del per-
miso o descanso por maternidad del artículo 198 del Código del
Trabajo.

Derecho a cuidar de la salud de un menor inferior a seis meses

111.38) CÓDIGO DEL T RABAJO, ARTÍCULO 200

Artículo 200. La trabajadora o el trabajador que tenga a su cuidado a


un menor de edad inferior a seis meses, por habérsele otorgado judi-
cialmente la tuición o el cuidado personal del menor como medida
de protección, tendrá derecho a permiso y subsidio hasta por doce
semanas.
A la correspondiente solicitud de permiso deberá acompañarse
necesariamente una declaración jurada suya de tener bajo su cuidado
personal al causante del beneficio y un certificado del tribunal que
haya otorgado la tuición o cuidado personal del menor como medida
de protección.

Derecho a alimentar al hijo menor de dos años

111.39) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULOS 206 Y 203, INCISOS 1º, 7º Y 8º

Artículo 206. Las madres tendrán derecho a disponer, para dar alimento
a sus hijos, de dos porciones de tiempo que en conjunto no excedan
de una hora al día, las que se considerarán como trabajadas efectiva-
mente para los efectos del pago de sueldo, cualquiera que sea el siste-
ma de remuneración.
El derecho a usar de este tiempo con el objeto indicado, no po-
drá ser renunciado en forma alguna.
Artículo 203, inciso 1º. Las empresas que ocupan veinte o más tra-
bajadoras de cualquier edad o estado civil, deberán tener salas anexas

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ARTÍCULO 111

e independientes del local de trabajo, en donde las mujeres puedan


dar alimento a sus hijos menores de dos años y dejarlos mientras es-
tén en el trabajo.
Inciso 7º. El permiso a que se refiere el artículo 206 se ampliará
en el tiempo necesario para el viaje de ida y vuelta de la madre para
dar alimento a sus hijos.
Inciso 8º. El empleador pagará el valor de los pasajes por el trans-
porte que deba emplearse para la ida y regreso del menor al respecti-
vo establecimiento y el de los que deba utilizar la madre en el caso a
que se refiere el inciso anterior.

111.40) D ICTAMEN Nº 2.546, DE 1981

El artículo (203) del Código del Trabajo tiene por finalidad solucio-
nar el problema de las madres que, teniendo un hijo menor de dos
años al cual es necesario alimentar y atender, deben, no obstante, con-
currir a su lugar de trabajo. Para ello, la norma ha consultado la exis-
tencia obligatoria de salas cunas donde las madres funcionarias
cuenten con las facilidades indispensables para alimentarlo y tenerlo
junto al lugar en que se desempeñan, pudiendo, de esta manera, cum-
plir normalmente sus funciones sin desatender al menor.
Es por ello que tratándose de proteger este derecho de la madre
a alimentar directamente a su hijo y velar por su bienestar, el legisla-
dor no lo ha condicionado a que el niño sea carga de familia de la
funcionaria, pues ello significaría dejar a quienes no invisten esa cali-
dad, como los niños que son carga del padre, por ejemplo, al margen
del beneficio, lo que no resulta procedente.

111.41) DICTAMEN Nº 16.738, DE 2003

En cuanto a su contenido, este precepto tiene por finalidad sustan-


cial velar porque el menor esté protegido y seguro mientras la perso-
na que se encuentra a su cuidado esté trabajando, ya que así se
garantiza su desarrollo síquico y físico en condiciones de seguridad y
al margen de los peligros a que estaría expuesto con motivo de la au-
sencia del hogar de la persona que lo cuida.
En atención a que el bien jurídico protegido por el artículo 203, es
la integridad física y síquica del menor, la interpretación de esta norma
debe hacerse en consonancia con su finalidad. Por ello, aun cuando en
ese artículo se menciona a la madre como beneficiaria del derecho a
sala cuna por sus hijos menores de dos años, cabe concluir que ese de-
recho asiste a toda trabajadora que tenga legalmente a su cuidado a un
menor, como se sostuvo en el dictamen Nº 25.787, de 1999.

829
ARTÍCULO 111

Como los nietos y bisnietos son causantes de asignación familiar,


conforme a las normas que rigen el Sistema Único de Prestaciones Fa-
miliares y regulan las Prestaciones Familiares, la abuela funcionaria del
menor por el cual percibe esa asignación, por tenerlo a su cargo al
ser abandonado por sus padres, tiene derecho a que su nieto haga uso
de la sala cuna del servicio.

111.42) DICTÁMENES NOS 13.959, DE 1989; 24.336, DE 2002; 63.007,


DE 2004

Considerando que el artículo 203 del Código del Trabajo obliga a las
entidades del sector público cuya dotación femenina nacional esté
constituida por veinte o más trabajadoras, a proporcionar el benefi-
cio de sala cuna en aquellos lugares en que no exista un establecimien-
to autorizado por la Junta Nacional de Jardines Infantiles, cabe
concluir que no corresponde que la madre funcionaria de un hijo me-
nor de dos años cuide de él en su casa habitación mediante la contra-
tación de una persona que la atienda, ya que el respectivo servicio está
obligado a dar cumplimiento a ese imperativo legal y, por consiguien-
te, debe crear una sala cuna propia, anexa e independiente al local
de trabajo.

111.43) D ICTAMEN Nº 7.997, DE 1988

Según se expresó en los dictámenes Nos 26.519, de 1966, y 3.196, de 1987,


el horario en que la funcionaria haga uso del derecho a permiso para
dar alimento a su hijo debe determinarse de acuerdo con las necesida-
des del menor y en coordinación con la jefatura superior del Servicio,
y no fijarlo según su conveniencia e imponerlo a la empleada.
Según la ley, ese permiso debe darse en dos porciones de tiempo
que en conjunto no excedan de una hora, de manera que es ilegal
dar a la funcionaria una hora, antes del término diario de la jornada
de trabajo, porque no es ese el horario permitido por la ley.

111.44) D ICTÁMENES NOS 5.849, DE 1982; 2.065, DE 1984

Debe destacarse, en todo caso, que la norma que faculta a la madre


para alimentar a sus hijos durante la jornada de trabajo, no establece
que deba hacerlo en la sala cuna del servicio, de manera que el dere-
cho puede ejercerse incluso en el domicilio de la madre en los dos
casos que ha precisado la jurisprudencia.

830
ARTÍCULO 111

Derecho a cuidar de la salud de un menor de dieciocho años

111.45) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULO 199 BIS

Artículo 199 bis. Cuando la salud de un menor de 18 años requiera la


atención personal de sus padres con motivo de un accidente grave o
de una enfermedad terminal en su fase final o enfermedad grave, agu-
da y con probable riesgo de muerte, la madre trabajadora tendrá de-
recho a un permiso para ausentarse de su trabajo por el número de
horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al año, distri-
buidas a elección de ella en jornadas completas, parciales o combina-
ción de ambas, las que se considerarán como trabajadas para todos
los efectos legales. Dichas circunstancias del accidente o enfermedad
deberán ser acreditadas mediante certificado otorgado por el médico
que tenga a su cargo la atención del menor.
Si ambos padres son trabajadores dependientes, cualquiera de
ellos, a elección de la madre, podrá gozar del referido permiso. Con
todo, dicho permiso se otorgará al padre que tuviere la tuición del
menor por sentencia judicial o cuando la madre hubiere fallecido o
estuviere imposibilitada de hacer uso de él por cualquier causa. A fal-
ta de ambos, a quien acredite su tuición o cuidado.
El tiempo no trabajado deberá ser restituido por el trabajador me-
diante imputación a su próximo feriado anual o laborando horas ex-
traordinarias o a través de cualquier forma que convengan libremente
las partes. Sin embargo, tratándose de trabajadores regidos por esta-
tutos que contemplen la concesión de días administrativos, primera-
mente el trabajador deberá hacer uso de ellos, luego podrá imputar
el tiempo que deba reponer a su próximo feriado anual o a días ad-
ministrativos del año siguiente al uso del permiso a que se refiere este
artículo, o a horas extraordinarias.
En el evento de no ser posible aplicar dichos mecanismos, se po-
drá descontar el tiempo equivalente al permiso obtenido de las remu-
neraciones mensuales del trabajador, en forma de un día por mes, lo
que podrá fraccionarse según sea el sistema de pago, o en forma ínte-
gra si el trabajador cesare en su trabajo por cualquier causa.

Derecho a sala cuna

111.46) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULOS 203 Y 205

Artículo 203, incisos 1º, 1ª parte; 2º y sgtes. Las empresas que ocupan veinte
o más trabajadoras de cualquier edad o estado civil, deberán tener salas
anexas e independientes del local de trabajo, en donde las mujeres pue-
dan dar alimento a sus hijos menores de dos años y dejarlos mientras es-
tán en el trabajo. Igual obligación corresponderá a los centros o complejos

831
ARTÍCULO 111

comerciales e industriales y de servicios administrados bajo una misma


razón social o personalidad jurídica, cuyos establecimientos ocupen en-
tre todos, veinte o más trabajadoras. El mayor gasto que signifique la sala
cuna se entenderá común y deberán concurrir a él todos los estableci-
mientos en la misma proporción de los demás gastos de ese carácter.
Las salas cunas deberán reunir las condiciones de higiene y segu-
ridad que determine el reglamento.
Con todo, los establecimientos a que se refiere el inciso primero,
y que se encuentren en una misma área geográfica, podrán, previo
informe favorable de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, construir
y mantener servicios comunes de salas cunas para la atención de los
niños de las trabajadoras de todos ellos.
En los períodos de vacaciones determinados por el Ministerio de Edu-
cación, los establecimientos educacionales podrán ser facilitados para ejer-
cer las funciones de salas cunas. Para estos efectos, la Junta Nacional de
Jardines Infantiles podrá celebrar convenios con el Servicio Nacional de
la Mujer, las municipalidades u otras entidades públicas o privadas.
Se entenderá que el empleador cumple con la obligación señala-
da en este artículo si paga los gastos de sala cuna directamente al es-
tablecimiento al que la mujer trabajadora lleve sus hijos menores de
dos años.
El empleador designará la sala cuna a que se refiere el inciso an-
terior, de entre aquellas que cuenten con la autorización de la Junta
Nacional de Jardines Infantiles.
El permiso a que se refiere el artículo 206 se ampliará por el tiem-
po necesario para el viaje de ida y vuelta de la madre para dar alimento
a sus hijos.
El empleador pagará el valor de los pasajes por el transporte que
deba emplearse para la ida y regreso del menor al respectivo estable-
cimiento y el de los que deba utilizar la madre en el caso a que se re-
fiere el inciso anterior.
Artículo 205. El mantenimiento de las salas cunas será de costo ex-
clusivo del empleador, quien deberá tener una persona competente a
cargo de la atención y cuidado de los niños, la que deberá estar, pre-
ferentemente, en posesión del certificado de auxiliar de enfermería
otorgado por la autoridad competente.

111.47) DICTÁMENES NOS 25.491, DE 1983; 2.377, DE 1987; 23.998,


DE 1998

El artículo 203 del Código del Trabajo establece la obligatoriedad de


que los establecimientos que ocupan veinte o más trabajadoras de cual-
quier edad o estado civil, tengan salas cunas anexas e independientes

832
ARTÍCULO 111

del local de trabajo, a fin de que las mujeres puedan alimentar a sus
hijos y dejarlos mientras están en el trabajo (23.998/98).
El derecho que reconoce la ley debe ser siempre concedido, dán-
dose los presupuestos legales que lo hacen procedente, sin que la au-
toridad pueda denegarlo u otorgarlo en forma parcial aduciendo
problemas presupuestarios, pues con ello se estarían estableciendo li-
mitaciones no consideradas en la ley.
El carácter obligatorio del artículo (203) exige que oportunamente
se consulten fondos para el otorgamiento pleno de los beneficios que
emanan de ese precepto (25.491/83).
Según el dictamen Nº 11.707, de 1984, la procedencia del beneficio
debe ser examinada en relación con el establecimiento en que trabajan
las respectivas funcionarias, lo que implica que si la empresa o institución
tiene más de un establecimiento, cada uno de ellos constituirá, para los
efectos del Código del Trabajo, una unidad separada e independiente,
no siendo posible considerar a la empresa, entonces, como un todo y a
su personal como constituido por la dotación total que tiene en el país.
A su vez, por dictamen Nº 158, de 1985, se concluyó que el vocablo
“establecimiento” está tomado en este caso en su concepto orgánico y fun-
cional, vinculado a la ciudad en que se encuentra la respectiva unidad
de la empresa, de modo que distintas dependencias no pueden ser esti-
madas como un solo establecimiento, aun cuando funcionen en la mis-
ma localidad, ya que cada una de ellas conforma una unidad separada
para la aplicación del artículo (203) del Código del Trabajo (2.377/87).

111.48) DICTAMEN Nº 27.206, DE 1989

Sin embargo, si alguna de dichas dependencias funcionara en luga-


res contiguos, dicho supuesto permitiría, para estos efectos, conside-
rarlos como una sola dependencia, con lo cual podría contabilizar, en
conjunto, el número de sus funcionarias y de esta manera enterar el
mínimo de 20 trabajadoras que exige la ley.
Así ocurre, v. gr., en el caso de varias dependencias municipales con
edificios propios que funcionan en lugares razonablemente cercanos.

111.49) D ICTÁMENES NOS 10.939, DE 1988; 30.646, DE 1992; 25.719,


DE 1994; 23.998 Y 30.506, DE 1998

Los servicios públicos que cuenten con 20 o más trabajadoras están


obligados a otorgar el beneficio de sala cuna o a pagar los gastos de
sala cuna en la forma autorizada por la ley, y no pueden reemplazarlo
con el pago de una asignación compensatoria por su no otorgamien-
to (10.939/88).

833
ARTÍCULO 111

Por el contrario, si no cuentan con veinte trabajadoras o más, es-


tán impedidos de conceder voluntariamente el derecho a sala cuna,
aunque se disponga de fondos para hacerlo. Ello sin perjuicio de que
esta ayuda pueda provenir del respectivo Servicio de Bienestar, en su
caso (25.719/94, 30.506/98).
Es improcedente exigir a las madres funcionarias que paguen la
sala cuna particular contratada por el servicio durante el tiempo que
no la utilizaron en razón de encontrarse con licencia médica, porque
según los artículos 203 y 205 del Código del Trabajo ésta es una obli-
gación que la ley impone a la institución, sea que la cumpla por sí o a
través de un tercero, y una prestación de carácter gratuito para las be-
neficiarias (30.646/92). Tampoco puede exigirse ese pago a las fun-
cionarias que no usaron la sala cuna durante los días de permiso de
que gozaron en conformidad al Estatuto Administrativo (23.998/98).

111.50) DICTÁMENES NOS 13.959, DE 1989; 13.860 Y 63.007, DE 2004

El principal deber impuesto al empleador por el artículo 203, ha de-


terminado la jurisprudencia, es el de “tener salas anexas e indepen-
dientes del local de trabajo”, obligación que puede cumplir “pagando
los gastos de sala cuna” en un establecimiento de éstos autorizado por
la Junta Nacional de Jardines Infantiles.
En aquellas localidades en que no funcionan salas cunas autoriza-
das por la Junta, sólo podrá cumplirse el mandato de la ley creando
una sala cuna en el propio servicio, como concluyó el dictamen Nº 158,
de 1985 (13.959/89; 63.007/2004).
La expresión “salas cunas anexas e independientes del local de tra-
bajo” está referida básicamente a recintos o establecimientos de carácter
físico que reciban a los menores y les presten atención integral propia
del nivel de sala cuna, 0 a 2 años, a través de personal especializado, que
se encuentren bajo el control y supervisión de la Junta Nacional de Jardi-
nes Infantiles, institución llamada a autorizar su funcionamiento.
Es improcedente que el servicio celebre un convenio con una em-
presa que otorga cuidados a menores, para que cuide del hijo menor
de dos años de sus funcionarias en sus propios domicilios, pues debe
atenerse a lo ordenado por el artículo 203 del Código del Trabajo
(13.860/2004).

111.51) DICTAMEN Nº 23.506, DE 1989

El derecho básico a sala cuna y a los beneficios que de él derivan re-


quiere necesariamente que la madre trabajadora esté efectivamente
concurriendo a sus labores de manera que si no lo hace por encon-

834
ARTÍCULO 111

trarse legalmente ausente, no corresponde que haga uso de la sala


cuna, ni al derecho al consiguiente pago de los pasajes de ida y regre-
so a ese establecimiento.

111.52) DICTAMEN Nº 26.119, DE 1980

Según manifestó el dictamen Nº 6.471, de 1979, los beneficios que la


ley consulta en favor de las madres de niños de hasta 2 años, no ad-
mite discriminación alguna, como sería la basada en el hecho de te-
ner el menor un impedimento físico.
No existe inconveniente pues para que el servicio celebre un conve-
nio con un jardín infantil particular especializado, a fin de que pueda
asistir a él el hijo de una funcionaria que sufre el síndrome de Down, en
la medida que disponga de los fondos necesarios para sufragar ese gasto.

111.53) D ICTÁMENES NOS 28.037, DE 1988; 13.318, DE 2001

Establece el artículo 203, inciso final, del Código del Trabajo, que el
empleador pagará el valor de los pasajes para la ida y la vuelta del me-
nor al respectivo establecimiento y los de la madre, también de ida y
vuelta, para alimentar al menor.
Este derecho se debe desde que se causa y no desde que se pide y
se reconoce, por lo que la autoridad puede disponer su pago con efec-
to retroactivo cuando sea procedente.
Los beneficios establecidos en favor del hijo alcanzan a todo niño
que se encuentre bajo tuición de quien corresponda (28.037/88).
Si bien el artículo 203 contempla el beneficio de sala cuna para
que las mujeres trabajadoras puedan dejar a sus hijos menores de dos
años mientras trabajan, cuando hay 20 o más de ellas, el ejercicio de
este derecho es facultativo para ellas.
A su vez, una reiterada jurisprudencia de esta Contraloría Gene-
ral ha señalado que la obligación legal del empleador se traduce en
otorgar a sus funcionarias esta franquicia a través de sala cuna de su
dependencia o contratando el servicio en la localidad, sin perjuicio
de que durante la enfermedad de los menores, acreditada con certifi-
cado médico, puedan gozar de permiso para alimentarlos en su do-
micilio, ampliando el tiempo de ida y regreso a su casa (aplica
dictámenes Nos 13.536, de 1992, 4.316, de 2000).
De este modo, no existe norma alguna que permita concluir que
las funcionarias que dejan de utilizan la sala cuna por razones de sa-
lud del menor, puedan tener derecho a una compensación económi-
ca por ese no uso de la sala cuna durante los días que dure la
enfermedad de sus hijos (13.318/2001).

835
ARTÍCULO 111

111.54) DICTAMEN Nº 27.252, DE 1997

El artículo 203 del CT señala que los establecimientos que ocupan a


20 o más trabajadoras deberán tener salas anexas e independientes del
local de trabajo en donde las mujeres puedan alimentar a sus hijos
menores de dos años y dejarlos mientras están en su trabajo, sin per-
juicio de que en caso de carecer de esta sala, se entienda que cum-
plen con esta obligación pagando directamente los gastos de sala cuna
al establecimiento que atienda al menor.
Si bien esta norma alude específicamente a los “hijos”, ella debe
ser interpretada y aplicada en el contexto de la legislación, que tien-
de a proteger la integridad, salud y adecuado desarrollo de los meno-
res y, por ende, alcanzar su atención y cuidado durante los períodos
en los cuales trabajan quienes los tienen legalmente a su cuidado.
En virtud de lo expresado, y al tenor de lo prescrito por el artícu-
lo 255 del CC , y como a los titulares de tuición compete el cuidado
personal de los menores que no pueden valerse por sí mismos, a fin
de prestarles la atención debida, los menores bajo tuición también los
favorece el derecho a sala cuna, pues, en el marco de la legislación
vigente, todos los menores poseen análogos derechos en lo que atañe
a su atención y cuidado.

111.55) D ICTAMEN Nº 3.050, DE 2003

La funcionaria a quien se ha reconocido por sentencia judicial ejecu-


toriada el derecho a tuición sobre un menor, tiene derecho a impe-
trar sala cuna y salidas diarias de alimentación.
Conforme a los artículos 224 y siguientes del CC, la tuición es el
conjunto de deberes y derechos que corresponde a ciertas personas
señaladas por la ley y reconocido por el juez, para proveer al cuidado
personal y a la educación de un menor de edad, quienes pasan a ejer-
cer el derecho de tuición sobre el menor.
Como precisaran los dictámenes Nos 19.566, de 1989, y 17.430, de
1993, el derecho a tuición nace con la inscripción de la respectiva sen-
tencia ejecutoriada al margen de la partida de nacimiento del menor
en la oficina del Registro Civil, ya que desde ese día se establece el
vínculo jurídico entre los sujetos participantes en la relación jurídica.
En estas condiciones, es improcedente acceder con efecto retro-
activo a esa fecha, al pago por concepto de sala cuna y de salidas dia-
rias para efectos de alimentación, que solicite una funcionaria que ha
pasado a tener la tuición de un menor de edad.

836
ARTÍCULO 111

El derecho a inamovilidad en el cargo o empleo

111.56) CÓDIGO DEL TRABAJO, ARTÍCULO 201

Artículo 201, incisos 1º y 4º y sgts. Durante el período de embarazo y


hasta un año después de expirado el descanso de maternidad, la tra-
bajadora estará sujeta a lo dispuesto en el artículo 174 (que permite
poner término a las funciones del empleado sólo con autorización ju-
dicial).
Si por ignorancia del estado de embarazo se hubiere dispuesto el
término del contrato en contravención a lo dispuesto en el artículo
174, la medida quedará sin efecto, y la trabajadora volverá al trabajo,
para lo cual bastará la sola presentación del correspondiente certifi-
cado médico o de matrona, sin perjuicio del derecho a remuneración
por el tiempo en que haya permanecido indebidamente fuera del tra-
bajo, si durante ese tiempo no tuviere derecho a subsidio. La afecta-
da deberá hacer efectivo este derecho dentro del plazo de 60 días
hábiles contados desde el despido.
No obstante lo dispuesto en el inciso primero, si el desafuero se
produjere mientras la mujer estuviere gozando del descanso maternal
a que aluden los artículos 195 y 196, aquélla continuará percibiendo
el subsidio del artículo 198 hasta la conclusión del período de descan-
so. Para los efectos del subsidio de cesantía, si hubiere lugar a él, se
entenderá que el contrato de trabajo expira en el momento que dejó
de percibir el subsidio maternal.

111.57) DICTÁMENES NOS 35.715, DE 1977; 55.190, DE 1978; 8.391, DE


1979; 24.984, DE 1982; 40.934, DE 1995; 12.908 Y 19.755, DE 1999

Una reiterada jurisprudencia ha informado que los ceses de funcio-


nes deben disponerse respetando las reglas sobre fuero, a menos que
la ley establezca expresamente lo contrario, como sucedió, por ejem-
plo, tratándose de los DL Nos 6 y 22 de 1973, o que lo señale en forma
tácita, como acontece cuando se preceptúa que sus normas prevale-
cerán sobre cualesquiera otras, generales o especiales, que le sean in-
compatibles, como fue el caso del artículo 28 del DL Nº 534, de 1974
(8.391/79, 24.984/82).
En todo caso, las normas sobre inamovilidad sólo operan en rela-
ción con aquella facultad de la autoridad de poner término discrecio-
nal a las funciones de un empleado, pero no se aplican respecto de
supresiones de cargos, cuya extinción la dispone la ley (55.190/78), o
respecto de situaciones en que la ley ordena el alejamiento del fun-
cionario, como ocurre con quien fuera calificado en lista cuatro de
eliminación (12.908/99, 19.755/99).

837
ARTÍCULO 111

Cualquier tipo de inamovilidad, legal o reglamentaria, que pudie-


ra tener vigencia y aplicación respecto de los servidores del Estado,
cesa cuando una norma legal dispone explícitamente la remoción
(35.715/77).
Por eso, la funcionaria que se desempeña en calidad de suplente,
debe hacer dejación de su cargo cuando se cumple el plazo de suplen-
cia o cuando haya terminado o desaparecido la causa que originó la
ausencia del titular.
En estos casos no hay discrecionalidad administrativa en la exo-
neración: es la propia ley la que pone término a los servicios del su-
plente, no obstante la inamovilidad de que pudiera estar gozando la
empleada en razón del fuero maternal.
Esta conclusión se funda en el principio jurisprudencial de que
los ceses de servicio que dispone la ley, como ocurre en el caso de las
suplencias, operan con independencia de las normas de inamovilidad
en el empleo contenidas en disposiciones legales generales o especia-
les, ya que sólo operan en relación con la facultad de poner término
a las funciones de un empleado que asiste a las autoridades adminis-
trativas, pero que no tienen cabida en las situaciones en que es la ley
la que ordena el alejamiento del servidor público (40.934/95).

111.58) DICTÁMENES NOS 8.475, DE 1998; 21.345, DE 1999

El Instituto Nacional de la Juventud debe renovar la contrata de una


funcionaria que vencía el 31 de diciembre de 1998, por todo el lapso
en que ella goce de inamovilidad en virtud de las normas sobre pro-
tección a la maternidad que contiene el Código del Trabajo, que son
aplicables a todo ámbito laboral, sea público o privado (21.345/99).
Por dictamen Nº 40.998, de 1997, se informó al respectivo Servi-
cio de Salud que debía reincorporar a una funcionaria a contrata que
cesó en sus funciones por vencimiento del plazo de nombramiento,
por cuanto gozaba de fuero maternal, era inamovible y no se había
obtenido autorización judicial que permitiera el término de servicios.
La afectada reclamó el incumplimiento de dicho dictamen, a lo
cual el servicio y su superioridad manifestaron que la reclamante no
tenía vínculo jurídico alguno con ese Servicio, que a la fecha tampo-
co gozaba de fuero maternal, por haber expirado el plazo contempla-
do para esos efectos por el artículo 201 del Código del Trabajo, y que
el dictamen que servía de fundamento a su reclamo debía entender-
se “como el imperativo de pagar a esta funcionaria las prestaciones
devengadas entre el 1º de diciembre de 1996 al 18 de julio de 1997”.
Ahora bien, considerando, por una parte, que la afectada desem-
peñaba un empleo a contrata con la fórmula “mientras sean necesa-
rios sus servicios”, y, por la otra, que la autoridad administrativa posee

838
ARTÍCULO 111

atribuciones para disponer la no continuación de éstos más allá de la


fecha de expiración del fuero maternal, no cabe sino concluir que la
reincorporación de la reclamante ya no resulta exigible, de acuerdo
con el criterio sustentado en los dictámenes Nos 76.001, de 1963, 19.913
y 21.536, de 1984, y 9.600, de 1990.
Ello, sin perjuicio, por cierto, del derecho que asistía a la ex fun-
cionaria para haber continuado ejerciendo sus labores durante todo
el período de inamovilidad, por lo que la no prórroga de su contrata
fue una omisión contraria a derecho.
Por consiguiente, el Servicio de Salud debe regularizar la situación
producida renovando la contrata de la reclamante hasta la fecha de
expiración del fuero maternal, reconociéndose ese lapso de tiempo
como efectivamente trabajado para todos los efectos legales y pagán-
dole las remuneraciones correspondientes, como lo ha reconocido in-
variablemente la jurisprudencia administrativa, contenida, entre otros,
en los dictámenes Nos 91.313, de 1974; 37.730, de 1979; 25.558, de
1987, y 23.310, de 1996 (8.475/98).

111.59) DICTÁMENES NOS 43.551, DE 1971; 76.348, DE 1977; 52.803 Y


61.322, DE 1978; 43.842, DE 1980; 8.619, DE 1983; 992, DE 1984;
13.227, DE 1993; 12.908, DE 1999

Al tenor de las normas contenidas en el Código del Trabajo, una


reiterada jurisprudencia ha concluido que las funcionarias públi-
cas no pueden ser removidas de sus cargos mientras hacen uso de
una licencia maternal, a menos que concurra una justa causa cali-
ficada por el juez.
Administrativamente, se entiende por justa causa sólo aquélla es-
pecíficamente contemplada por la ley, que obliga a la autoridad a po-
ner término a los servicios de la empleada durante el período de
inamovilidad, pero no la que faculta discrecionalmente a la autoridad
para poner término a esas labores, porque las facultades discreciona-
les de exoneración no pueden ejercerse durante los períodos con fuero
que ampara la ley (61.322/78, 8.619/83).
Es justa causa de término de funciones, por ejemplo, la llegada
del plazo en el caso de empleadas designadas como suplentes en un
cargo vacante o por reasunción de funciones del titular que se encon-
traba impedido de servir su cargo (992/84).
También constituye justa causa administrativa la aplicación de una
medida disciplinaria expulsiva (43.551/71, 43.842/80), y la exonera-
ción por calificación insuficiente, que tampoco constituye una causal
discrecional de despido, sino un procedimiento legal que obliga a la
autoridad a darle cumplimiento en los plazos preestablecidos por la
ley (76.348/77, 52.803/78, 12.908/99).

839
ARTÍCULO 111

En efecto, el hecho de que una empleada pública está gozando


de fuero maternal o haciendo uso de licencia médica, no impide que
se le someta a investigación sumaria o sumario administrativo y a que
se le aplique la medida disciplinaria que derive del mérito de ese pro-
ceso, incluyendo la destitución (13.227/93).

111.60) D ICTÁMENES NOS 19.913, DE 1984; 25.558, DE 1987

Acorde con lo anterior, la jurisprudencia ha expresado que si indebi-


damente se pone término a una relación laboral y la funcionaria debe
ser repuesta en su cargo, se le reconoce como efectivamente trabaja-
do todo el período cubierto con la inamovilidad, procediendo el pago
de remuneraciones como si hubiera estado en servicio (25.558/87).
Si la funcionaria hubiere percibido una indemnización por su ale-
jamiento forzado, deberá reintegrarlo, porque al ser reincorporada ha
cesado la causa que justificaba la percepción de esas sumas (19.913/84).

111.61) DICTAMEN Nº 47.550, DE 2005

De igual manera, cabe destacar que la invariable jurisprudencia de la


Contraloría General, contenida, por ejemplo, en los dictámenes
Nos 15.220 y 17.427, de 1982, 13.210, de 1987, 2.963 y 21.345, de 1999,
y 30.523, de 2005, ha sostenido que durante el período en el que la
mujer se encuentra embarazada y hasta un año después de expirado
el descanso de maternidad, la trabajadora está amparada por el fuero
laboral, cualquiera sea el estatuto al que se encuentra afecta en el de-
sempeño de sus funciones y con independencia, asimismo, de la cali-
dad jurídica que invista, razón por la cual la causal de vencimiento
del plazo convenido no autoriza omitir la autorización judicial que exi-
ge la ley para poner término a los servicios de la empleada.
Corresponde pedir autorización judicial para poner término por
cumplimiento de plazo, a los servicios a contrata de una funcionaria
designada por el término de un mes, al cabo del cual se encontraba
en estado de gravidez.
El derecho a la inamovilidad en el cargo o empleo se extiende a
solteros o viudos, adoptantes.

111.62) CÓDIGO DEL T RABAJO, ARTÍCULO 201, INCISOS 2º Y 3º

Artículo 201, incisos 2º y 3º. Tratándose de mujeres o de hombres solte-


ros o viudos que manifiesten al tribunal su voluntad de adoptar un
hijo en conformidad a las disposiciones de la Ley de Adopción, el plazo

840
ARTÍCULO 111

de un año establecido en el inciso precedente, se contará desde la fe-


cha en que el juez, mediante resolución dictada al efecto, confíe a es-
tos trabajadores el cuidado personal del menor en conformidad al
artículo 19 de la Ley de Adopción o bien le otorgue la tuición en los
términos del inciso tercero del artículo 24 de la misma ley.
Sin perjuicio de lo antes indicado, cesará de pleno derecho el fuero
establecido en el inciso precedente desde que se encuentre ejecuto-
riada la resolución del juez que decide poner término al cuidado del
menor o bien aquella que deniegue la solicitud de adopción. Cesará
también el fuero en el caso de que la sentencia que acoja la adopción
sea dejada sin efecto en virtud de otra resolución judicial.

Efectos de la licencia maternal

111.63) DICTAMEN Nº 35.970, DE 1988

En armonía con lo expuesto en el dictamen Nº 5.060, de 1988, nece-


sario es puntualizar que el desarrollo de una comisión de servicio en
absoluto puede significar una alteración de los derechos a la materni-
dad que protege la ley, debiendo adoptarse, en consecuencia, todas
las medidas necesarias que permitan a la favorecida con la protección
legal, el ejercicio de los beneficios que le corresponden, consideran-
do la especial situación en que se encuentra la madre que cumple una
comisión de servicios.

Sanción por infracción de las disposiciones del Título II del Libro II


del Código del Trabajo

111.64) DICTAMEN Nº 20.933, DE 1998

El artículo 208 del Código del Trabajo previene que “Las infracciones a
las disposiciones de este título se sancionarán con una multa de cator-
ce a setenta unidades tributarias mensuales en vigor a la fecha de co-
meterse la infracción, multa que se duplicará en caso de reincidencia”.
Su inciso final agrega que “La fiscalización del cumplimiento de
las disposiciones de este artículo corresponderá a la Dirección del Tra-
bajo y a la Junta Nacional de Jardines Infantiles”, de lo cual podría
estimarse en principio que estos dos organismos se encuentran facul-
tados para aplicar esas sanciones.
A juicio de la Contraloría General, del DFL Nº 2, de 1967, del Mi-
nisterio del Trabajo y Previsión, que rige a la Dirección del Trabajo es
suficientemente claro en cuanto a radicar en ese organismo la potes-
tad sancionadora por infracciones a la ley laboral, lo que no ocurre

841
ARTÍCULO 111

tratándose de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, puesto que ni


el Código del Trabajo ni la ley orgánica que la rige le reconoce este
tipo de atribuciones.
Admitir competencias semejantes en dos organismos públicos, re-
sulta inadmisible, además, al tenor del inciso 2º del artículo 5º de la
LOCBGAE, Nº 18.575, que consulta el principio de unidad de acción
de los órganos públicos, el cual postula precisamente que se evite la
duplicación o interferencia de funciones entre organismos de la Ad-
ministración del Estado.
Por consiguiente, corresponde a la Dirección del Trabajo aplicar
las sanciones establecidas en el artículo 208 del Código del Trabajo, y
no a la Junta Nacional de Jardines Infantiles.

RECHAZO E INVALIDACIÓN DE LAS LICENCIAS

111.65) D ICTAMEN Nº 830, DE 1998

Los artículos 14 y 16 del Decreto Nº 3, de 1984, del Ministerio de Sa-


lud, modificado por el Decreto Nº 306, de 1988, Reglamento para la
autorización de licencias médicas, corresponde la Comisión de Medi-
cina Preventiva e Invalidez, a la Unidad de Licencias Médicas o a la
respectiva ISAPRE, en su caso, ejercer de manera privativa el control
técnico de las licencias médicas que presenten los funcionarios, como
asimismo aprobarlas o rechazarlas, reducir o ampliar el período de re-
poso solicitado o cambiarlo de total a parcial o viceversa.
A su vez, el artículo 55 del mismo Decreto dispone que procede
el rechazo o invalidación de una licencia cuando se acredita “la reali-
zación de trabajos remunerados o no durante el período de reposo
dispuesto en la licencia”.
Por consiguiente, se ajusta a derecho el rechazo de una licencia
médica acordada por la respectiva Comisión de Medicina Preventiva,
al concurrir esta causal de rechazo o invalidación.

111.66) ALBERTO A RÉVALO R OMERO CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE SANTA BÁRBARA , CORTE DE APELACIONES DE
CONCEPCIÓN, PROTECCIÓN, 5 DE ENERO DE 1999, CONFIRMADA POR LA
C ORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 21 DE ENERO DE 1999, ROL Nº 206-99

8º. Que a mayor abundamiento, la medida de destitución se contem-


pla en la letra a) del artículo –119–, por ausentarse el funcionario por
más de tres días consecutivos sin causa justificada, pero está acredita-
do que el –destituido– se hallaba haciendo uso de licencia médica, que
aunque haya sido rechazada por la institución de salud previsional, es

842
ARTÍCULO 112

el medio idóneo para acreditar la ausencia justificada al trabajo por


enfermedad.

Artículo 112. La declaración de irrecuperabilidad de los fun-


cionarios afiliados a una Administradora de Fondos de Pen-
siones será resuelta por la Comisión Médica competente, en
conformidad con las normas legales que rigen a estos orga-
nismos, disposiciones a las que se sujetarán los derechos que
de tal declaración emanan para el funcionario.

Interpretación

112.1) DICTAMEN Nº 7.296, DE 1992

El artículo 112 del Estatuto Administrativo establece una relación di-


recta entre una declaración de salud irrecuperable y la preceptiva que
regula a las Administradoras de Fondos de Pensiones.
En estricto rigor, al mencionar la irrecuperabilidad se refiere a la
declaración de invalidez, única que efectúan las Comisiones Médicas
indicadas en el DL Nº 3.500, de 1980, artículo 11, y cuyo único efecto
previsional es la obtención de la pensión de invalidez que contempla
dicho decreto ley.
Ello porque la normativa del DL Nº 3.500, de 1980, como se des-
prende de sus artículos 1º, 4º, 83 y 84, está concebida con miras a otor-
gar una pensión precisamente derivada de una declaración de invalidez
y no para conceder franquicias concernientes a la atención de salud
de los afiliados al respectivo sistema.
Las demás declaraciones de salud irrecuperable, como la conteni-
da en el artículo 144, letra a), deben extenderlas las Comisiones de
Medicina Preventiva e Invalidez de los Servicios de Salud regidos por
el DL Nº 2.763, de 1979, aunque se refieran a funcionarios públicos
afiliados a las AFP, según lo dispone el artículo 221, letra b), del De-
creto Nº 42, de 1986, del Ministerio de Salud.

112.2) DICTAMEN Nº 21.204, DE 1999

En efecto, el artículo 112 incurrió en una imprecisión al utilizar el voca-


blo “irrecuperabilidad”, ya que conforme a la preceptiva del DL Nº 3.500,
de 1980, el término propio para referirse a esta situación, en el sistema
de las Administradoras de Fondos de Pensiones, es “invalidez”.

843
ARTÍCULO 113

Según este artículo 112 ha de resolverse “en conformidad con las


normas legales que rigen a estos organismos” y a ellas deben sujetar-
se, asimismo, los derechos que emanan de esa declaración.

Artículo 113. La declaración de irrecuperabilidad afectará a


todos los empleos compatibles que desempeñe el funciona-
rio y le impedirá reincorporarse a la Administración del Es-
tado.

Interpretación

113.1) DICTAMEN Nº 27.053, DE 2001

Conforme a lo dispuesto en este artículo 113, la declaración de irre-


cuperabilidad afecta a todos los empleos compatibles que desempeñe
el funcionario y le impide reincorporarse a la Administración del Es-
tado.
Acorde con esta normativa, la jurisprudencia ha señalado, por
ejemplo en el dictamen Nº 21.204, de 1999, que los funcionarios que
han sido declarados con salud irrecuperable no pueden reincorporarse
a la Administración, a menos que dicha declaración sea revocada por
la misma autoridad que la emitió, mediando nuevos hechos que justi-
fiquen la variación del criterio anterior.
De esta manera, la revocación debe disponerla la Comisión de
Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud que emitió la
anterior declaración de irrecuperabilidad, ya que este pronunciamien-
to tiene por objeto determinar si la peticionaria cumple con el requi-
sito de salud compatible con el desempeño del cargo que contempla
el artículo 11, letra c), del Estatuto Administrativo para ingresar a la
Administración, y según el artículo 12 del mismo Estatuto, tal decla-
ración debe emanar precisamente de ese Servicio.

113.2) DICTÁMENES NOS 24.476, DE 1972; 11.021, DE 1987; 4.231,


DE 1992; 1.270, DE 1993

Si bien el artículo 113 del Estatuto Administrativo, antiguo artículo 60


del DFL Nº 338, de 1960, dispone que la declaración de irrecuperabi-
lidad afecta a todos los empleos compatibles que desempeña el fun-
cionario, de manera que una persona cuya salud haya sido declarada
irrecuperable no puede volver a desempeñarse en la Administración,

844
ARTÍCULO 113

nada obsta a que el dictamen sobre el estado de salud de esa persona


pueda ser posteriormente modificado por la autoridad médica com-
petente, habilitando su reincorporación al servicio.
Este es un pronunciamiento esencialmente técnico; como examen
médico especializado no puede ser ponderado o calificado por la au-
toridad administrativa.
La pensión derivada de la declaración de irrecuperabilidad es un
beneficio irrenunciable, imprescriptible y amparado constitucional-
mente por el derecho de propiedad. La beneficiaria que accedió a ella
en su oportunidad lo hizo estando legalmente habilitada para obte-
nerla, de modo que su reincorporación a la Administración no afecta
el goce de la pensión concedida.

113.3) DICTÁMENES NOS 20.907, DE 1998; 12.631, DE 2004

Al respecto, una reiterada jurisprudencia, contenida, entre otros, en los


dictámenes Nos 24.476, de 1972, 11.021, de 1987, 4.231 y 24.157, de 1992,
ha concluido que la persona cuya salud ha sido declarada irrecupera-
ble, no puede volver a desempeñarse en instituciones estatales.
No obstante, como también se expresara en esos oficios, ello es
sin perjuicio de que la COMPIN del Servicio de Salud correspondiente
al domicilio del empleado, como precisa el artículo 219 del Decreto
Supremo Nº 42, de 1986, del Ministerio de Salud, pueda reconsiderar
su anterior pronunciamiento, declarando al afectado como apto para
el servicio, declaración que rige desde que es emitida por esa Comi-
sión y no tiene efecto retroactivo.

113.4) DICTAMEN Nº 30.257, DE 1996

Desde el 1º de marzo de 1995, fecha de vigencia de la Ley Nº 19.345,


los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales han pasado a
regirse por las normas de la Ley Nº 16.744, de modo que han perdi-
do su vigor los artículos 115 y 116 del Estatuto Administrativo.
Ello, sin perjuicio de que quienes sean declarados como de salud
irrecuperable, tengan el derecho que consulta el artículo 152 del Es-
tatuto Administrativo, que le permite seguir percibiendo remunera-
ciones durante seis meses sin obligación de trabajar, beneficio que le
corresponde sin perjuicio de las franquicias que a su respecto consul-
ta la Ley Nº 16.744, razón por la cual, vencidos esos seis meses, corres-
ponde otorgarle la pensión prevista en esta ley.
Por lo mismo, el artículo 71 de la Ley Nº 16.744, que obliga al
empleador a trasladar al dependiente que padece de alguna enfer-
medad profesional a otras faenas en donde no esté expuesto al agente

845
ARTÍCULO 114

causante de la enfermedad, sólo puede aplicarse en tanto no medie


declaración de invalidez total o parcial, puesto que el artículo 113
del Estatuto Administrativo establece expresamente que la declara-
ción de irrecuperabilidad afectará a todos los empleos compatibles
que desempeñe el afectado y le impedirá reincorporarse a la Admi-
nistración estatal.

113.5) VILLAGRÁN LILLO, RAIMUNDO CON DIRECTOR NACIONAL DE


INDAP, CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO, RECURSO DE
PROTECCIÓN, 27 DE JULIO DE 1993, ROL Nº 1.717-93, CONFIRMADA POR
LA CORTE S UPREMA DE JUSTICIA EL 11 DE AGOSTO DE 1993,
ROL Nº 21.434

Considerando 9º. Que está acreditado que el recurrente era un funcio-


nario que se regía por las normas contenidas en el Estatuto Adminis-
trativo aprobado por la Ley Nº 18.834, como también que se encontraba
con licencia médica a contar del 14 de octubre de 1992 y que por reso-
lución de la Comisión Médica de la Sexta Región, el 28 de abril de 1993
se declaró su invalidez total.
En estas condiciones, y teniendo asimismo en consideración lo dis-
puesto en el artículo 22 de la Ley Nº 18.469, de 1985, que regula el
derecho constitucional de protección a la salud, y que se concedió el
beneficio de la jubilación por invalidez con efecto retroactivo, remiti-
do a una fecha anterior a aquella en que el recurrido dispuso la va-
cancia del cargo del recurrente por calificación en lista deficiente, esa
resolución produjo retroactivamente sus efectos a contar de esa fecha,
por lo que el Director Nacional de INDAP no puede alegar inoponibi-
lidad de tal resolución, y al privar al funcionario del derecho a gozar
de sus remuneraciones por el término de seis meses como si estuviera
en actividad a contar de la fecha en que se le notificó su declaración
de invalidez total, como lo dispone el artículo 146 de la Ley Nº 18.834,
ha actuado en forma ilegal y arbitraria y vulnerado la garantía consti-
tucional del derecho de propiedad que garantiza el artículo 19, Nº 24º,
de la Constitución Política de la República, sobre las remuneraciones
ya devengadas y perturbado o amenazado el derecho a gozar de aque-
llas a que es acreedor hasta enterar el referido plazo de seis meses.

Párrafo 6º
De las prestaciones sociales

Artículo 114. En caso de que un funcionario fallezca, el cón-


yuge sobreviviente, los hijos o los padres, en el orden señala-

846
ARTÍCULO 114

do, tendrán derecho a percibir la remuneración que a éste


correspondiere, hasta el último día del mes en que ocurriere
el deceso.

Interpretación

114.1) EL R ÉGIMEN PREVISIONAL DE LA ASIGNACIÓN POR MUERTE SE


CONTIENE EN EL DFL Nº 90, DE 1978, DEL MINISTERIO DEL TRABAJO Y
PREVISIÓN SOCIAL, SUBSECRETARÍA DE PREVISIÓN SOCIAL

114.2) DICTÁMENES NOS 87.229, DE 1964; 8.571, DE 1993; 3.054,


DE 1994

La circunstancia de que el artículo 114 del Estatuto Administrativo


reconozca al cónyuge, a los hijos o a los padres del funcionario que
fallece en servicio activo, el derecho a percibir la remuneración del
causante hasta el último día del mes en que ocurra el deceso, no sig-
nifica que la causal de cesación de funciones del empleado que es-
tablece la letra g) del artículo 146 sea el 1º del mes siguiente al fa-
llecimiento, ya que dicho precepto no altera las reglas que gobiernan
la expiración de funciones, ni tampoco las que rigen la provisión de
la plaza correspondiente. Por esto, el pago que ordena el artículo
114 debe hacerse con cargo al ítem Imprevistos del presupuesto del
servicio (87.229/64).
El sentido del artículo 114 es establecer una prestación social para
los familiares del empleado que fallece estando en servicio, sin afec-
tar, naturalmente, la fecha del día de su muerte (8.571/93).
Abarca “la remuneración que a éste correspondiere hasta hasta el
último día del mes en que ocurriere el deceso”. Por consiguiente, no
se extiende a otras cantidades, como reajustes impagos, por ejemplo,
o diferencias de remuneración que se encuentren pendientes de pago
(3.054/94).

114.3) DICTÁMENES NOS 42.806, DE 1980; 1.259, DE 1989

El artículo 114 permite cobrar las remuneraciones pendiente del cau-


sante durante el mes completo en que ocurre el fallecimiento, inclu-
so por los días posteriores al deceso (42.806/80).
Estas remuneraciones no están sujetas a descuento alguno, por
constituir una franquicia especial de origen legal establecida a favor
de los familiares del empleado y no configuran remuneración
(1.259/89).

847
ARTÍCULO 115

114.4) DICTAMEN Nº 33.865, DE 1996

El cese de remuneraciones de una funcionaria fallecida en servicio el


11 de mayo de 1996 debe disponerse a contar del 31 de mayo de ese
año, de conformidad con lo establecido por el artículo 114 del Esta-
tuto Administrativo.

Artículo 115. El funcionario que se accidentare en actos de ser-


vicio o se enfermare a consecuencia o con ocasión del de-
sempeño de sus funciones tendrá derecho a obtener la
asistencia médica correspondiente hasta su total recuperación.
Se entenderá por accidente en acto de servicio toda lesión
que el funcionario sufra a causa o con ocasión del trabajo,
que le produzca la muerte o la incapacidad para el desempe-
ño de sus labores, según dictamen de la Comisión Médica de
Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud corres-
pondiente.
Se entenderá por enfermedad producida a consecuencia
del desempeño de las funciones aquella que según dictamen
de la Comisión Médica de Medicina Preventiva e Invalidez del
Servicio de Salud que corresponda, tenga como causa direc-
ta el ejercicio de las funciones propias del empleo. Su exis-
tencia se comprobará con la sola exhibición de este dictamen.
La asistencia médica señalada en el inciso primero, com-
prenderá el pago por parte de la institución empleadora, de
los gastos provenientes de la atención médica, hospitalaria,
quirúrgica, dental, ortopédica y de todos los medios terapéu-
ticos y auxiliares relativos al tratamiento prescrito para la re-
cuperación del funcionario, hasta que éste sea dado de alta
o declarado imposibilitado para reasumir sus funciones, por
la entidad de salud competente.
Los procedimientos, condiciones, modalidades y valor de
las prestaciones médicas, hospitalarias, quirúrgicas, dentales,
ortopédicas y de todos los medios terapéuticos y auxiliares re-
lativos al tratamiento prescrito para la recuperación del fun-
cionario serán determinados, sin ulterior reclamo, por el
Servicio de Salud pertinente, y la autoridad superior de la ins-
titución empleadora ordenará sin más trámite el pago seña-
lado por dicho Servicio.

848
ARTÍCULO 115

La ocurrencia de un accidente en acto de servicio deberá


ser comprobada por investigación sumaria, la que deberá ini-
ciarse a más tardar dentro de los diez días posteriores a aquel
en que se haya producido el hecho.
Se considerarán también accidentes en actos de servicio
los que sufra el funcionario en el trayecto de ida o regreso
entre su residencia y su lugar de trabajo.

Interpretación

LA LEY Nº 19.345, DE 1º DE MARZO DE 1995. CAMPO DE


APLICACIÓN. EFECTOS

115.1) DICTÁMENES NOS 40.774 Y 41.045, DE 1995; 23.135, DE 1996

Desde la vigencia del Estatuto Administrativo aprobado por la Ley


Nº 18.834, o sea, desde el 23 de septiembre de 1989, el personal de
los servicios fiscales y descentralizados pasó a regirse por el Estatuto
Administrativo en materia de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales, salvo aquel que pertenecía a servicios que con anterio-
ridad se regían por el Código del Trabajo y que estaba sometido a la
Ley Nº 16.744, y que por mandato especial de la Ley Estatutaria man-
tuvo ese sistema de cobertura de riesgos, en una norma especial de
protección de sus derechos (41.045/95).
A su vez, en 1995, la Ley Nº 19.345, de 1º de marzo de ese año,
dispuso que los trabajadores de la Administración Civil del Estado, cen-
tralizada y descentralizada, y de las entidades que indica, dejarían de
hallarse afectos a ese régimen jurídico, pues, ordenó, “quedarán suje-
tos al seguro contra riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales a que se refiere este último texto legal”, es decir, a la
Ley Nº 16.744, de modo, entonces, que la intención clara del legisla-
dor fue afectar imperativamente a esos personales a los términos de
esta ley, con exclusión de cualesquiera otras normas que regulen la
materia.
En estas condiciones, la Ley Nº 16.744 pasó a regir al personal de
la Administración Pública lo que ha importado, en dichas entidades
del sector público, la derogación de los artículos 115 y 116 del Estatu-
to Administrativo, lo que significa, por ejemplo, que no consultándo-
se en ella la sustanciación de procesos administrativos para establecer
la existencia de un accidente del trabajo, los servicios estatales a los
cuales se aplica no están obligados en la actualidad a instruir procedi-
miento alguno que acredite la existencia de un accidente en acto de
servicio.

849
ARTÍCULO 115

Las instituciones no sometidas a la Ley Nº 19.345, continúan regi-


das por los artículos 115 y 116 del Estatuto Administrativo o por sus
disposiciones especiales (40.774/95, 23.135/96).

115.2) DICTÁMENES NOS 41.045, DE 1995; 30.257, DE 1996

Desde el día 1º de marzo de 1995, fecha de vigencia de la Ley Nº 19.345,


las dotaciones de los servicios de la Administración Civil del Estado, tanto
central como descentralizados, así como de las entidades que esa ley in-
dica, han quedado protegidas por el seguro de accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales normado por la Ley Nº 16.744.
Por lo tanto, todo accidente o enfermedad profesional que se pro-
duzca desde el 1º de marzo de 1995 en adelante ha pasado a regirse
por la Ley Nº 16.744, en concordancia con la Ley Nº 19.345 (30.257/
96), que no exige la instrucción de ningún procedimiento adminis-
trativo que acredite la efectividad del accidente para franquear los de-
rechos que regula en su Título V.
Por lo expresado, cabe sostener que los artículos 115 y 116 del Es-
tatuto Administrativo se encuentran derogados, precisamente a con-
tar de aquel día.
Con todo, en el caso concreto de que se trata, los beneficios han
de regularse y otorgarse conforme a esos artículos del Estatuto Admi-
nistrativo, en atención a que el procedimiento que justifica el pago
de las prestaciones se inició y sustanció bajo las normas estatutarias
antes citadas (30.257/96).
Del tenor literal de la Ley Nº 19.345 fluye la intención de afectar
integralmente a la Ley Nº 16.744 a los personales civiles del sector pú-
blico, más aún si se observa que esa ley establece por vía excepcional
qué servidores quedarán marginados de sus disposiciones y los casos
específicos que se regularán de manera especial (41.045/95).

115.3) DICTAMEN Nº 7.694, DE 1997

Efectivamente, desde la vigencia de la Ley Nº 19.345, de 1995, los fun-


cionarios de la Administración Civil del Estado quedaron afectos a la
Ley Nº 16.744 en materia de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales.

115.4) DICTAMEN Nº 30.257, DE 1996

El artículo 152 del Estatuto Administrativo contempla un derecho


especial que favorece al funcionario cuya salud ha sido declarada

850
ARTÍCULO 115

irrecuperable por la respectiva Comisión de Medicina Preventiva e


Invalidez.
Como este artículo no distingue respecto de la invalidez que cau-
sa el beneficio, cabe concluir que una enfermedad profesional cau-
sante de invalidez autoriza gozar de los derechos consultados en ese
artículo 152 y, además, los que derivan de la Ley Nº 16.744.
Por lo tanto, si la Comisión antes indicada determina que la salud
de un funcionario es irrecuperable por padecer de una enfermedad
profesional, corresponde reconocerle el derecho consagrado en ese
artículo 152 y además, vencidos los seis meses allí señalados, otorgar-
le pensión en los términos de la Ley Nº 16.744.
Esta pensión rige, entonces, desde el día siguiente al vencimiento
de dicho lapso de seis meses, y conforme a lo previsto en los artículos
146, letra b), y 149 de la misma Ley Estatutaria, el otorgamiento de la
pensión constituye la causal de cesación de funciones del empleado,
desde ese mismo día siguiente al vencimiento del plazo.
El funcionario cuya salud ha sido declarada irrecuperable y que
se ha beneficiado con una pensión de invalidez total o parcial de la
Ley Nº 16.744, no puede seguir desempeñándose en otros empleos de
la Administración Pública, ya que por disposición expresa del 146 del
Estatuto Administrativo, declarada la irrecuperabilidad luego del pla-
zo de seis meses que establece, el afectado debe retirarse de la Admi-
nistración, agregando en su artículo 113 que la declaración de
irrecuperabilidad afecta a todos los empleos compatibles que desem-
peñe el funcionario e impide cualquier posterior reincorporación.
Ello significa, entonces, que el artículo 71 de la Ley Nº 16.744, que
obliga a la empresa a trasladar a otras faenas al empleado que padece
de alguna enfermedad profesional, no se aplica a aquellos funciona-
rios cuya salud ha sido declarada irrecuperable.

115.5) DICTAMEN Nº 34.016, DE 1996

Desde la vigencia de la Ley Nº 19.345, que dispuso la aplicación inte-


gral de la Ley Nº 16.744 a los trabajadores de las instituciones del sec-
tor público que indica, estos organismos se encuentran obligados a
pagar, además de la cotización básica, la adicional, en las condiciones
previstas en esta última ley.
En efecto, ella determina en su artículo 15 que el financiamiento
del seguro de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales pro-
vendrá de una cotización básica general del 0,90% de las remunera-
ciones imponibles a cargo del empleador y en una adicional,
diferenciada por actividad del empleador y su factor de riesgo, la que
es determinada por el Presidente de la República y no puede exceder
de un 3,4% de las rentas imponibles (artículo 15, letras a) y b)).

851
ARTÍCULO 115

Los artículos 15 y 16 de la Ley Nº 16.744 se encuentran regulados


por el Decreto Nº 173, de 1970, del Ministerio del Trabajo y Previsión
Social, Subsecretaría de Previsión Social, y la escala para la determi-
nación de la cotización adicional, por el Decreto Nº 110, de 1968, del
mismo Ministerio y Subsecretaría.

115.6) DICTAMEN Nº 35.541, DE 1996

Los representantes de los trabajadores en los Comités Paritarios de


Higiene y Seguridad del Servicio Nacional de Menores, a que se refie-
re el artículo 6º de la Ley Nº 19.345, están amparados por el fuero del
inciso 4º del artículo 243 del Código del Trabajo. Ello, porque la Ley
Nº 19.345 denota la intención manifiesta del legislador de afectar in-
tegralmente a los personales civiles del sector público, a la Ley
Nº 16.744, con todas las consecuencias jurídicas que derivan de esta
adscripción, entre las cuales está la aplicación del artículo 243 del Có-
digo del Trabajo, conclusión que se confirma cuando se constata que
la misma Ley Nº 19.345 señala qué servicios no pasan a regirse por las
normas de esta última ley.
Por lo demás, resulta improcedente estimar que los Comités Pari-
tarios constituidos en las diversas entidades del sector público en vir-
tud de dicha ley, puedan tener características diversas a los restantes
existentes en la materia, que se rigen por el Código del Trabajo.

115.7) DICTAMEN Nº 37.507, DE 1996

Los reembolsos que de conformidad con el inciso 1º del artículo 4º


de la Ley Nº 19.345 deben hacer las entidades administradoras de la
Ley Nº 16.744 a los servicios empleadores, constituyen entradas pro-
pias de éstos, imputándose al Ítem de ingresos, 79, “Otros ingresos”,
Asignación 005, “Reembolso art. 4º Ley Nº 19.345”, que se creó con
ese preciso objeto.

LA LEY Nº 16.744, SOBRE ACCIDENTES DEL TRABAJO


Y ENFERMEDADES PROFESIONALES, DEBE APLICARSE
AL SECTOR PÚBLICO CON ADECUACIONES

115.8) DICTAMEN Nº 16.042, DE 1997

Cabe anotar que del tenor literal del artículo 1º de la Ley Nº 19.345,
aparece la intención manifiesta de adscribir integralmente a los fun-
cionarios públicos a las normas de la Ley Nº 16.744, como se recono-

852
ARTÍCULO 115

ciera en el dictamen Nº 4.393, de 1997. Este propósito del legislador


debe entenderse con las naturales adecuaciones que sean necesarias,
atendida la circunstancia de que el contexto normativo de esa ley, es-
pecialmente su reglamentación complementaria, se halla implemen-
tado en relación con las labores que son propias del sector privado.
En lo que atañe a los dependientes del sector público, normalmen-
te bastará con las instrucciones generales que sobre el particular im-
partan los Servicios de Salud y los pertinentes Comités Paritarios de
Higiene y Seguridad, sin desmedro de dejar constancia, en armonía
con lo expresado, que tratándose de actividades que suponen un gra-
do de peligrosidad, ya sea para la salud o la integridad física del fun-
cionario, no existirían impedimentos para que el servicio público de
que se trate dicte un Reglamento Interno de Higiene y Seguridad,
manteniéndolos al día con arreglo al artículo 67 de la Ley Nº 16.744,
y además, por cierto, a la preceptiva estatutaria que regula el corres-
pondiente desempeño.
En lo que concierne a la aplicación de las sanciones previstas en
el artículo 20 del Decreto Nº 40, de 1969, de la Subsecretaría de Pre-
visión Social, forzoso resulta concluir, en atención a lo antes señala-
do, que es improcedente aplicar tales sanciones en el sector público,
sin perjuicio de la aplicación de la multa consultada en la letra b) del
artículo 121 del Estatuto Administrativo, previa investigación sumaria,
por incumplimiento de los preceptos reglamentarios de que se trata,
el que originara obviamente la correspondiente responsabilidad ad-
ministrativa.

REGULARIZACIÓN DE LA ADSCRIPCIÓN A LA LEY Nº 16.744

115.9) DICTAMEN Nº 41.045, DE 1995

Como el personal de la Junta de Jardines Infantiles se rigió por el Có-


digo del Trabajo hasta el 29 de septiembre de 1989, fecha de vigencia
del Estatuto Administrativo aprobado por la Ley Nº 18.834, en que pasó
a someterse a las normas de esta Ley Estatutaria, a raíz de lo dispues-
to por la Ley Nº 19.345, debió incorporarse al sistema de la Ley
Nº 16.744 en materia de accidentes del trabajo y enfermedades profe-
sionales.
A raíz de las normas protectoras de este Estatuto, bien pudo
mantener y nada obsta a que mantenga ese régimen especial con
posterioridad al 29 de septiembre de 1989, pero los funcionarios
que ingresaron al servicio desde esta fecha en adelante no pudie-
ron sujetarse a él, por serles aplicable imperativamente el sistema
funcionario regulado por dicho Estatuto, bajo el cual pasaron a de-
sempeñarse.

853
ARTÍCULO 115

Con todo, al disponer la Ley Nº 19.345 que las dotaciones de los


servicios centralizados y descentralizados de la Administración Civil del
Estado estarían sujetas a las disposiciones de la Ley Nº 16.744, sobre
accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, uniformó en todo
el sector laboral público el régimen jurídico aplicable en esas situa-
ciones, por lo que debe entenderse que la Junta de Jardines Infanti-
les se encuentra autorizada para invalidar el convenio que tenía
suscrito con la Asociación Chilena de Seguridad para todo su perso-
nal, en cumplimiento a la Ley Nº 19.345, de 1995.

CON TODO, LA LEY Nº 19.345, DE 1995, NO SE APLICA


AL PERSONAL REGIDO POR NORMAS ESTATUTARIAS
ESPECIALES

115.10) D ICTAMEN Nº 7.694, DE 1997

Si bien es cierto que a contar del 1º de marzo de 1995 los funciona-


rios de la Administración Civil del Estado pasaron a regirse por las nor-
mas de la Ley Nº 16.744 en materia de accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales, no es menos efectivo que por mandato
del artículo 1º, inciso 2º, de la misma Ley Nº 19.345 que les hizo apli-
cable ese régimen, hubo personales que quedaron al margen de ese
sistema, de modo que para ellos subsisten las normativas a que esta-
ban sujetos con anterioridad a dicha fecha y a esta ley, concretamente
los artículos 115 y 116 del Estatuto Administrativo.
Así ocurre, por ejemplo, con el personal de la Dirección General
de Deportes y Recreación, que se halla sometido en esta materia al
DFL Nº 1, de 1968, del Ministerio de Defensa Nacional.

115.11) DICTAMEN Nº 30.904, DE 1996

El personal de Gendarmería de Chile a que se refiere el artículo 1º


de la Ley Nº 19.195: Oficiales y Vigilantes Penitenciarios, y personal
directivo, profesional técnico, administrativo y auxiliar destinado en
forma permanente a unidades penitenciarias, se rige por disposicio-
nes especiales contenidas en la Ley Nº 18.961 y en el DFL Nº 2, de
1968, del Ministerio del Interior y sus modificaciones, de modo que
las prestaciones a que den lugar los accidentes en acto de servicio
son las indicadas en el artículo 55 del DFL Nº 1.791, de 1978, del Mi-
nisterio de Justicia, y no se le aplican las normas del Estatuto Admi-
nistrativo ni las de la Ley Nº 19.345, que cambiaron el sistema
accidentes en actos de servicio y enfermedades profesionales que se
contenía en aquél.

854
ARTÍCULO 115

En cambio, el personal de Gendarmería no comprendido en el


artículo 1º de la Ley Nº 19.195, se encuentra afecto a estas disposicio-
nes y, por ende, desde el 1º de marzo de 1995 ha pasado a regirse por
la Ley Nº 16.744.

EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA ESTABLECIDO


POR LA LEY Nº 16.744, NO ES DE CARGO FISCAL

115.12) DICTAMEN Nº 30.904, DE 1996

Las prestaciones médicas que derivan de un accidente en acto de ser-


vicio o de una enfermedad profesional, son de cargo, dentro de la Ley
Nº 16.744, de las entidades administradoras del sistema, sin que co-
rresponda al Fisco concurrir a financiar su costo.

CORRESPONDE A LA SUPERINTENDENCIA DE SEGURIDAD


SOCIAL RESOLVER LOS CONFLICTOS QUE SE PLANTEEN
ENTRE LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y LAS INSTITUCIONES
ADMINISTRADORAS DEL SISTEMA DE LA LEY Nº 16.744

115.13) DICTAMEN Nº 30.904, DE 1996

La Superintendencia de Seguridad Social, conforme a sus atribucio-


nes, es el organismo competente para resolver los eventuales conflic-
tos que puedan presentarse entre un servicio público y las entidades
administradoras del régimen establecido por la Ley Nº 16.744.

LAS COMISIONES MÉDICAS DE MEDICINA PREVENTIVA E


INVALIDEZ DE LOS SERVICIOS DE SALUD ESTÁN OBLIGADAS A
OBSERVAR LAS INSTRUCCIONES QUE IMPARTA EL
MINISTERIO DE SALUD

115.14) DICTAMEN Nº 37.507, DE 1996

Los artículos 16 del DL Nº 2.763, de 1979, y 3º del Decreto Nº 395, de


1979, del Ministerio de Salud, disponen que los Servicios de Salud y,
por consiguiente, las Comisiones Médicas de Medicina Preventiva e
Invalidez que forman parte de ellos, dependen jerárquicamente del
Ministerio de Salud para los fines del cumplimiento de las políticas,
planes y normas del sector.
Por consiguiente, y como las circulares son órdenes que imparte
la autoridad administrativa a los funcionarios o agentes públicos de

855
ARTÍCULO 115

su dependencia, relacionadas con el adecuado cumplimiento de las


normas administrativas, o para desarrollar una más eficaz y expedita
administración, las circulares que fijan procedimientos para otorgar
determinadas licencias en el caso de las COMPIN y las ISAPRES, deben
ser cumplidas obligatoriamente por las autoridades a quienes se di-
rigen.

EL ARTÍCULO 115 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

ANTECEDENTES

115.15) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO A DMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta consideró indispensable mantener, en esta nor-


ma y en la siguiente, toda la regulación que el actual Estatuto Admi-
nistrativo contempla para cubrir los riesgos de accidentes del trabajo
y enfermedades profesionales de los funcionarios.

NATURALEZA JURÍDICA DE LAS PRESTACIONES SOCIALES

115.16) D ICTÁMENES NOS 40.293, DE 1980; 10.614 Y 14.355,


DE 1986

Las prestaciones que se derivan de accidentes en actos de servicio y


que afectan por tanto a la persona del funcionario constituyen bene-
ficios propios de la seguridad social, que requieren de una regulación
específica de acuerdo con la CPR.
En efecto, los artículos 19, Nº 18º, y 60, Nº 4, de la Carta Funda-
mental, han señalado en forma expresa que las materias básicas rela-
tivas a seguridad social deben ser objeto de leyes de quórum calificado,
lo que implica que un servicio público no puede entrar a regular o a
alterar la protección que en materia de accidentes en actos de servi-
cio corresponde legalmente a su personal.
Tratándose de funcionarios públicos, recibe aplicación, a falta de
otra norma legal, la preceptiva general para los empleados públicos
contenida en los artículos 115 y siguientes del Estatuto Administrati-
vo, quedando entonces debidamente resguardados los funcionarios de
esos riesgos específicos, sin que sea admisible establecer o convenir
una protección diferente de aquella que corresponde con arreglo a
la ley, como sería la contratación de seguros destinados a cubrir even-
tuales riesgos que puedan amenazar a las personas o bienes de los di-
rectivos superiores del servicio.

856
ARTÍCULO 115

115.17) D ICTAMEN Nº 1.436, DE 1982

De acuerdo con la doctrina sustentada en el dictamen Nº 40.293, de


1980, integran el régimen previsional de un funcionario todas aque-
llas disposiciones jurídicas que han sido establecidas para “cubrir ries-
gos derivados del ejercicio de un empleo o de la disminución o pérdida
de la capacidad de trabajo y a procurar también el establecimiento de
una efectiva prevención de necesidades futuras”, ámbito en el cual re-
sulta necesario incluir a las normas sobre accidentes del trabajo y en-
fermedades contraídas en el ejercicio de la función, y, en general, a
todos los preceptos de carácter previsional, sin importar el cuerpo nor-
mativo que los contenga.

ÁMBITO DE APLICACIÓN

115.18) D ICTÁMENES NOS 40.774, DE 1995; 23.135, DE 1996

Las instituciones no sometidas a la Ley Nº 19.345, de 1º de marzo de


1995, que hizo aplicable a la generalidad del sector público el sistema
de la Ley Nº 16.744, sobre accidentes del trabajo y enfermedades pro-
fesionales, continúan regidas por los artículos 115 y 116 del Estatuto
Administrativo o por sus disposiciones especiales.

115.19) D ICTÁMENES NOS 14.425, DE 1983; 18.493, DE 1984

La protección que en materia de salud brinda el Estatuto Administra-


tivo a los empleados públicos, se mantiene respecto del funcionario
que se incorpora al sistema de AFP regido por el DL Nº 3.500, toda vez
que ese DL establece un sistema de pensiones que es compatible con
los derechos de salud de sus afiliados.
Por dictamen Nº 14.425, de 1983, se precisó que en cuanto a bene-
ficios de salud, los funcionarios públicos afiliados a una Administrado-
ra de Fondos de Pensiones tienen derecho a todas las prestaciones es-
tatutarias establecidas en el Estatuto, por cuanto estas prestaciones de
salud no dicen relación con las pensiones que puedan derivar de esos
accidentes en actos de servicio (18.493/84).
El funcionario afiliado a una Administradora de Fondos de Pen-
siones tiene los derechos que le franquea el artículo 115 del Estatuto
Administrativo en las mismas condiciones que si lo estuviera a una Caja
de Previsión, es decir, completos, por cuanto esos derechos no dicen
relación con las pensiones derivadas de aquellos accidentes.
En todo caso, las pensiones de invalidez y sobrevivencia derivadas
de accidentes en actos de servicio de funcionarios regidos por el Esta-

857
ARTÍCULO 115

tuto Administrativo y afiliados a una AFP, deben ser concedidas por la


Administradora de Fondos de Pensiones a que se encontraba afiliado
el empleado al ocurrir el siniestro. Esta es la opinión de la Superin-
tendencia de Administradora de Fondos de Pensiones y consta de los
oficios Nos 1.146 y 1.158, de 1983, de la Superintendencia de Seguri-
dad Social (14.425/83).

115.20) D ICTAMEN Nº 5.327, DE 1993

Los accidentes en actos de servicio deben acreditarse mediante una


investigación sumaria que establezca los hechos acaecidos, correspon-
diendo a la COMPIN del respectivo Servicio de Salud declarar su carác-
ter de tales, así como declarar, en su caso, la invalidez, conforme al
artículo 61 de la Ley Nº 18.899.

115.21) DICTAMEN Nº 26.249, DE 1993

El Estatuto Administrativo contempla reglas específicas que regulan


los accidentes en actos de servicio, de manera que un ente público
no está autorizado para celebrar un convenio que altere el régimen
legal en él establecido.
Si bien el artículo 29 del DL Nº 1.819 y el Decreto Nº 33, de 1978,
del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, Subsecretaría de Previ-
sión, permiten a las Mutualidades de Empleadores, en ciertos y deter-
minados casos y con autorización del Ministerio del Trabajo, extender
la atención médica que prestan a sus afiliados, ello no autoriza a los
órganos públicos –no incluidos en la Ley Nº 19.345– a ampliar su co-
bertura a los funcionarios públicos, porque éstos están impedidos de
solicitar tales servicios en la forma allí señalada al hallarse regidos por
estatutos que contemplan una protección integral y suficiente para los
referidos riesgos, dentro de una preceptiva propia del ámbito del de-
recho público, que es de aplicación estricta.

INCISO PRIMERO

EL DERECHO A LA ASISTENCIA MÉDICA

115.22) D ICTAMEN Nº 8.788, DE 1983

Atendido el claro tenor del artículo 115, la jurisprudencia ha conclui-


do que las obligaciones que pesan sobre el Fisco o institución emplea-
dora en esta materia, no se limita sólo a los desembolsos pecuniarios

858
ARTÍCULO 115

que origina el tratamiento médico propiamente tal, sino que debe cu-
brir todos los gastos que se relacionan con él de manera directa, com-
prendiendo los destinados a corregir o completar el estado físico del
empleado para restituirlo al estado en que se encontraba antes del ac-
cidente, sin importar que durante el tratamiento se ponga término a
sus funciones por una causa distinta del siniestro ocurrido. Así se ha
manifestado, entre otros, en los dictámenes Nos 80.277, de 1969; 20.327,
de 1972; 28.332, de 1974; 62.149, de 1975, y 76.589, de 1976.

115.23) D ICTÁMENES NOS 69.214, DE 1969; 28.332, DE 1974

La asistencia médica se extiende hasta que el funcionario sea dado


de alta.
Por lo tanto, el derecho a asistencia médica completa se mantie-
ne aunque se ponga término a sus funciones con posterioridad al ac-
cidente en acto de servicio.

115.24) D ICTAMEN Nº 8.788, DE 1983

El artículo 115, inciso 1º, establece la fecha hasta la cual el funciona-


rio tiene derecho a esas prestaciones, al decir que ellas se extienden
“hasta su total recuperación”.

INCISOS SEGUNDO Y TERCERO

CONCEPTOS CASOS

115.25) DICTÁMENES NOS 35.893, DE 1962; 21.406, DE 1969; 4.847,


DE 1996

Para los efectos del artículo 115 debe distinguirse entre una enferme-
dad, conduzca o no a la muerte, y un accidente en acto de servicio.
La enfermedad es un proceso patológico generado en el organis-
mo humano por sus propias reacciones internas, mientras que el ac-
cidente surge como un fenómeno externo al sujeto, afectándolo en
forma imprevista y violenta por la acción de agentes exteriores a su
propio organismo (35.893/62, 21.406/69).
Como la enfermedad profesional es un fenómeno patológico ge-
nerado por las propias reacciones internas del organismo humano, que
ocasiona una alteración de la salud, de desarrollo más o menos pro-
longado y cuyos síntomas pueden presentarse lenta o súbitamente, en
todo caso como consecuencia directa del ejercicio de funciones pro-

859
ARTÍCULO 115

pias de un cargo público, circunstancias todas éstas que deben ser es-
tablecidas por la respectiva Comisión de Medicina Preventiva en el co-
rrespondiente dictamen, no puede dejarse sin efecto el nombramiento
aceptado en su oportunidad por el interesado, por simple recomen-
dación médica que acredita que no puede sufrir cambios bruscos de
temperatura, debido a las dolencias de que padece, lo que ocurriría
en el lugar de desempeño en que ha sido nombrado.
Las recomendaciones médicas no obligan a la autoridad adminis-
trativa a disponer las sugerencias que contienen (4.847/96).

115.26) D ICTÁMENES NOS 2.359, DE 1966; 8.788, DE 1983

De acuerdo con la legislación estatutaria, corresponde a la Comisión


Preventiva y de Invalidez del Servicio de Salud Central dictaminar, sin
ulterior recurso, si un accidente ha tenido o no lugar en acto de ser-
vicio (8.788/83).
De igual manera, corresponde a ese Servicio determinar si una
enfermedad ha sido producida o no a consecuencia del desempeño
de las labores funcionarias (2.359/66).

115.27) DICTAMEN Nº 34.838, DE 1976

La jurisprudencia ha manifestado en múltiples dictámenes que acci-


dente en acto de servicio es toda lesión que el empleado sufra a causa
o con ocasión del trabajo, que le produce la muerte o la incapacidad
para el desempeño de sus labores y que se debe a un motivo externo,
imprevisto y violento. Así consta, v. gr., de los dictámenes Nos 65.815,
de 1962; 6.466, de 1963; 21.129, de 1964; 68.338 y 84.486, de 1967;
57.518 y 80.277, de 1969; 85.904, de 1971; 82.868, de 1973, y 1.352 y
38.809, de 1975.

115.28) D ICTAMEN Nº 9.782, DE 1985

Los informes médicos que acreditan que una determinada lesión es


constitutiva de accidente del trabajo, deben ajustarse a la ley vigente
al momento en que se emiten y no a la normativa en vigor al instante
de ocurrencia de los hechos.
Ello, tomando en consideración que las normas de derecho pú-
blico, carácter que invisten los preceptos que integran el régimen pre-
visional, por su esencia tienen eficacia inmediata, conforme al criterio
sustentado por la jurisprudencia, entre otros, en el dictamen Nº 48.411,
de 1969.

860
ARTÍCULO 115

115.29) D ICTAMEN Nº 1.352, DE 1975

Del artículo 115 se infiere que es esencial para que se configure un


accidente en acto de servicio que exista una relación de causalidad
entre el trabajo ejecutado y la lesión o muerte del empleado. Dicha
relación debe ser inmediata, clara y directa (a causa del trabajo) o no
tan clara ni inmediata (con ocasión del trabajo).
Por otra parte, la jurisprudencia ha establecido, por ejemplo en
el dictamen Nº 52.794, de 1969, que la legislación chilena relativa a
accidentes en actos de servicio consagra la teoría del riesgo profesio-
nal, la cual excluye del concepto de accidentes del trabajo únicamen-
te aquellos que derivan de una fuerza mayor extraña y sin relación
alguna con las faenas de que se trate o los que sean consecuencia de
la intencionalidad –dolo– de la víctima.
En estas condiciones, y como la lesión sufrida por el empleado ocu-
rrió mientras se encontraba realizando una labor propia del cargo para
el cual fue nombrado, en el recinto del servicio y con conocimiento
de su jefe inmediato, es constitutiva de accidente en acto de servicio,
aun cuando haya tenido lugar fuera de la jornada de trabajo.

115.30) DICTÁMENES NOS 44.077, DE 1964; 9.186, DE 1967; 34.838, DE


1976; 16.241, DE 1992

Para que se configure un accidente en acto de servicio es esencial que


exista una relación de causalidad entre el trabajo del empleado y la
lesión o muerte que ha sufrido con motivo del accidente.
Esta relación puede ser directa: “a causa del trabajo”, o indirecta
“con ocasión del trabajo” (9.186/67, 34.838/76).
Por eso, la circunstancia de que un funcionario haya fallecido en
el lugar mismo de su trabajo a causa de un infarto al miocardio, no
constituye legalmente un accidente en acto de servicio, por no existir
relación de causalidad entre el fallecimiento y el trabajo que desarro-
llaba el empleado (44.077/64).
Tampoco puede considerarse como accidente en acto de servicio
aquel que se produce con motivo de una actuación por completo aje-
na al desempeño de funciones inherentes al cargo, efectuadas por los
afectados en forma libre y espontánea (16.241/92).

115.31) DICTAMEN Nº 88.068, DE 1970

El accidente sufrido por un chofer dentro del horario de trabajo y


como consecuencia del mal estado del camino, y presumiblemente por
conducir en estado de ebriedad, constituye accidente en acto de ser-

861
ARTÍCULO 115

vicio, pues sólo quedan excluidos de este concepto los debidos a fuer-
za mayor extraña que no tengan relación alguna con el trabajo y los
producidos intencionalmente por la víctima.
Lo anterior es sin perjuicio del sumario administrativo que sepa-
radamente debe instruirse para determinar la responsabilidad que
pueda incumbir al chofer por manejar el vehículo en estado de in-
temperancia.

115.32) DICTAMEN Nº 11.033, DE 1986

Dentro de los derechos de los empleados está el relativo al sueldo, el


que incluye, desde luego, la percepción material del mismo.
De ello se sigue que los accidentes que se produzcan con moti-
vo del retiro personal de un cheque nominativo de sueldos, sea que
se efectúe en la jornada laboral o antes o después de ella, quedan
comprendidos dentro del riesgo profesional cubierto por el artículo
115.

115.33) DICTAMEN Nº 11.033, DE 1986

Los accidentes que pueden afectar a un funcionario que se desempe-


ña en dos establecimientos dependientes del mismo Servicio al térmi-
no del turno en uno de ellos y mientras se dirija al otro lugar de
trabajo, ubicado a una distancia apreciable, son accidentes en actos
del servicio, por haberse producido con ocasión del trabajo.

115.34) DICTAMEN Nº 43.426, DE 1970

El fallecimiento de un funcionario ocurrido con motivo del asalto que


sufriera al dirigirse de uniforme de regreso a su domicilio, después
de haber entregado su turno aproximadamente a las 24 horas, por dos
delincuentes que al verlo portando un maletín de mano presumieron
que transportaba dinero recaudado en su trabajo, guarda una eviden-
te relación con las funciones que desempeñaba el occiso y es consti-
tutivo de accidente del trabajo.

115. 35) DICTÁMENES NOS 615 Y 1.626, DE 1996

Las lesiones sufridas en una competencia deportiva constituyen acci-


dente en actos de servicio cuando el funcionario afectado participa
en ella en representación del servicio y no en forma independiente,

862
ARTÍCULO 115

aunque en este último caso haya solicitado y obtenido autorización de


su jefatura para hacerlo (615/96).
El solo hecho de participar en las actividades recreativas y depor-
tivas programadas para celebrar el aniversario del servicio, no confi-
guran como accidente en acto de servicio las lesiones que durante esos
actos sufra un empleado. Para que sean considerados como tales es
necesario que dichas actividades hayan sido autorizadas por orden su-
perior de la autoridad administrativa (1.626/96).

INCISO CUARTO

QUÉ COMPRENDE LA ASISTENCIA MÉDICA

115.36) DICTÁMENES NOS 48.254, DE 1980; 8.788, DE 1983

La jurisprudencia ha tenido ocasión de precisar, por ejemplo en


los dictámenes N os 80.277, de 1969, y 20.327, de 1972, que confor-
me al Estatuto Administrativo las obligaciones que incumben al Fis-
co y a las instituciones empleadoras en materia de accidentes en
actos de servicio, no se limitan sólo a los desembolsos pecuniarios
que origine el tratamiento médico propiamente tal, sino que se ex-
tiende a todas las medidas que tienen por objeto obtener la pron-
ta recuperación del afectado, comprendiendo cuanto sea necesario
para el restablecimiento de los órganos dañados y la adquisición
de elementos artificiales o prótesis tendientes a sustituirlos o com-
plementarlos.
Este criterio está de acuerdo con el sentido que la jurisprudencia
ha atribuido al artículo 115, v. gr., por dictamen Nº 20.327, de 1972,
en orden a que tales obligaciones se extienden a todas las medidas
“que tienen por objeto obtener la pronta, oportuna y eficaz recupera-
ción del empleado como unidad biológica que es”.

115.37) DICTÁMENES NOS 2.359, DE 1966; 8.788, DE 1983; 6.986,


DE 1995

De acuerdo con el artículo 115 del Estatuto Administrativo correspon-


de a la Comisión Preventiva y de Invalidez del Servicio de Salud dicta-
minar, sin ulterior recurso, si un accidente ha tenido o no lugar en
acto de servicio (8.788/83, 6.986/95).
De igual manera, corresponde a ese Servicio determinar si una
enfermedad ha sido producida o no a consecuencia del desempeño
de labores funcionarias (2.359/66).

863
ARTÍCULO 115

115.38) DICTAMEN Nº 82.873, DE 1976

De lo anterior se desprenden dos consecuencias: primera, que los be-


neficios que la ley otorga tienen como única finalidad solventar los
gastos necesarios para la recuperación del empleado, excluyendo el
pago de indemnizaciones relativas a otros rubros, como por ejemplo
la desvalorización monetaria que experimenten las sumas canceladas
por el funcionario hasta el momento de su reembolso, y, segunda, que
no es aceptable que la regulación del valor de las prestaciones pueda
ser revisada o modificada.
En todo caso, atendida la amplia facultad que la ley otorga a la
autoridad médica, nada obsta que los montos que determine los fije
considerando el valor que tienen las prestaciones al momento de re-
gular su monto para el reembolso que debe hacerse al funcionario, y
no al valor que tenían al instante en que se hicieron.

115.39) D ICTAMEN Nº 3.589, DE 1984

Como se señaló en el dictamen Nº 80.277, de 1969, entre otros, la Ley


Estatutaria no contempla una limitación en el valor a pagar por las
prestaciones médicas que hubiere requerido el empleado para volver
a su estado de normalidad.

115.40) DICTÁMENES NOS 9.324, DE 1964; 26.598, DE 1965; 17.222,


DE 1967; 7.964, DE 1992

El derecho a asistencia médica no cubre las indemnizaciones por


deterioro o pérdida de efectos personales sufrida por el empleado
al momento del accidente (9.324/64, 17.222/67), ni los gastos de
funeral subsiguientes al siniestro (26.598/65), porque los artículos
115 y 116 no los contemplan como parte del derecho a asistencia
médica.
La circunstancia de que el Clasificador Presupuestario de Ingre-
sos y Gastos contemple Gastos por Indemnizaciones, entre otras, por
pérdida de objetos personales, vestuario o equipos, producida en un
accidente en actos de servicio, no significa que esté autorizando reali-
zar este pago, pues, para que ello ocurra se requiere un precepto le-
gal de carácter sustantivo que disponga la procedencia de pagar estas
indemnizaciones (7.964/92).

864
ARTÍCULO 115

INCISO QUINTO

EL REEMBOLSO DE LOS GASTOS DE RECUPERACIÓN

115.41) DICTÁMENES NOS 82.873, DE 1976; 2.195, DE 1984

La determinación que adopte en su dictamen la Comisión Médica de


Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud correspondien-
te, aceptando la regulación del valor de las prestaciones por un acci-
dente en acto de servicio, no puede ser revisada o modificada, porque
es, según el artículo 115, sin ulterior recurso.
La amplia facultad otorgada a ese servicio le permite determinar
el monto de las prestaciones, no al valor que tuvieron al momento en
que efectivamente se cancelaron, sino al momento de la regulación
del reembolso de esos gastos que debe determinar aquella Comisión.

115.42) DICTÁMENES NOS 2.195, DE 1984; 26.249, DE 1993

El beneficio que establece el Estatuto Administrativo consiste en la


obligación que impone al servicio empleador de devolver al emplea-
do todos los gastos realizados para atender al restablecimiento de su
salud, según la regulación hecha por dictamen de la Comisión respec-
tiva del Servicio de Salud.
Esto significa que esos gastos deben ser inicialmente afrontados
por los propios afectados, sin que existan disposiciones que permitan
adelantar fondos antes de ese trámite previo. Por lo tanto, está prohi-
bido a los servicios hacer uso de fondos globales para operaciones me-
nores y viáticos, con tal objeto asistencial, porque estos recursos tienen
fijados objetivos distintos, precisados en las disposiciones que anual-
mente dicta el Ministerio de Hacienda.
Nada obsta a que el empleado, en caso de requerirlo, acuda al res-
pectivo Servicio de Bienestar en demanda de ayuda médica o econó-
mica (2.195/84).
De aquí que no pueda efectuarse gasto alguno de atención médi-
ca por parte del servicio antes que el Servicio de Salud competente
haya dado su conformidad a la existencia del accidente y reconocido
los gastos, los que deben incluir todos los que deriven de los tratamien-
tos autorizados según los diagnósticos establecidos (26.249/93).

115.43) D ICTAMEN Nº 2.195, DE 1984

Es opinión coincidente de la Contraloría General y de la Asesoría Ju-


rídica del Fondo Nacional de Salud, que el Servicio de Salud debe au-

865
ARTÍCULO 115

torizar el reembolso de todos los gastos producidos, si ellos se ajustan


al tratamiento autorizado, y como señaló el dictamen Nº 82.873, de
1976, bien puede dicho Servicio considerar, en la determinación del
monto de los gastos efectuados, el valor que tengan las prestaciones
médicas al momento de hacer la regulación de ellas y no el que tuvie-
ron al instante de cancelarse.

INCISO SEXTO

LA INVESTIGACIÓN SUMARIA COMO PROCEDIMIENTO


PARA ACREDITAR LA OCURRENCIA DEL ACCIDENTE
Y EL MONTO DE LOS GASTOS

115.44) D ICTAMEN Nº 1.436, DE 1982

Al tenor del artículo 115 del Estatuto Administrativo, la ocurrencia de


un accidente en acto de servicio debe ser acreditada mediante una in-
vestigación sumaria, requisito esencial para que puedan producirse los
beneficios que derivan de ese hecho.
(La de la enfermedad, con el solo mérito del dictamen de la Co-
misión de Medicina Preventiva e Invalidez del correspondiente Servi-
cio de Salud, dice el inciso 3º del artículo 115.)

115.45) D ICTAMEN Nº 1.902, DE 1990

El dictamen que debe emitir la Comisión de Medicina Preventiva e


Invalidez del Servicio de Salud es una diligencia esencial dentro de la
investigación sumaria que debe instruir la respectiva institución para
establecer un accidente en acto de servicio.

115.46) D ICTÁMENES NOS 76.420, DE 1969; 13.405, DE 1974

Investigar la causa del accidente, objetivo de la investigación sumaria,


significa indagar el origen del hecho para poder calificarlo como ocu-
rrido o no en acto de servicio y proceder al pago de los beneficios
consultados por la ley.
En caso de accidente del tránsito, la investigación estará dirigida
a investigar e indagar el origen del mismo y a reunir antecedentes que
permitan calificarlo como acto de servicio, sin que sea necesario es-
perar el resultado del proceso judicial.

866
ARTÍCULO 115

115.47) DICTÁMENES NOS 10.789, DE 1962; 6.466, DE 1963, Y 1.602,


DE 1990; 36.158, DE 1995

El plazo de 10 días que señala el artículo 115 de la Ley Estatutaria


para la iniciación de la investigación sumaria, es un plazo fatal
(10.789/62).
La investigación debe ser iniciada, a más tardar, dentro de los
10 días posteriores a aquel en que se haya producido el hecho
(1.602/90).
Conforme a los artículos 115 y 116 de la Ley Estatutaria, la ocu-
rrencia de un accidente en acto de servicio debe comprobarse por
medio de una investigación iniciada a lo más diez días después de ocu-
rrido el hecho. No obstante, si antes del vencimiento del plazo la au-
toridad no tiene noticia del accidente o el funcionario está impedido
de ponerlo en conocimiento de sus superiores, no existe impedimen-
to para que el procedimiento se instruya con posterioridad, pues la
inobservancia del plazo no deriva en este caso de la negligencia del
afectado (36.158/95).
Nada obsta a que la autoridad administrativa, en conocimiento de
lo ocurrido, disponga de oficio instrucción de la investigación admi-
nistrativa (6.466/63).

115.48) D ICTÁMENES NOS 42.163, DE 1963; 21.029, DE 1987; 28.922,


DE 1990

Los efectos que produce la no instrucción de la investigación sumaria


dentro del plazo de 10 días fijados por la ley, son distintos, según si
esa omisión es imputable al empleado que no avisó oportunamente
la ocurrencia del accidente, o al servicio, que teniendo conocimiento
del hecho fue negligente en su indagación.
Si la omisión es imputable al funcionario accidentado por no ha-
ber notificado con oportunidad la ocurrencia del hecho, pudiendo
hacerlo, pierde los derechos a asistencia médica previstos en el ar-
tículo 115 del Estatuto Administrativo, siendo innecesario instruir el
procedimiento administrativo consultado en ese artículo.
Si la omisión es imputable al servicio, el empleado mantiene
intactos todos sus derechos a asistencia médica, previa instrucción
de la investigación sumaria que corresponde, sin perjuicio del su-
mario separado que deberá instruirse para establecer la responsa-
bilidad de quien corresponda por la no iniciación oportuna de ese
procedimiento.
En todo caso, en el intertanto, el afectado puede hacer uso del
derecho a licencia médica por enfermedad común.

867
ARTÍCULO 115

115.49) D ICTAMEN Nº 1.159, DE 1996

La circunstancia de no haberse instruido oportunamente la investiga-


ción sumaria por no aviso del funcionario, pudiendo hacerlo, signifi-
ca la pérdida del derecho a las prestaciones médicas siendo improce-
dente, por lo tanto, sustanciar esa investigación.
Pero en aquellos casos en que no es imputable al afectado esa omi-
sión, procede que la institución empleadora disponga instruir tal proce-
dimiento, cualquiera que sea el tiempo transcurrido desde la ocurrencia
del hecho. Ello, porque si bien es cierto que el funcionario tiene el de-
ber de comunicar al servicio el accidente que lo afectó, ese deber no pue-
de exigírsele si se ha encontrado impedido de darle cumplimiento.
El servicio, por su parte, tiene la obligación de investigar las cir-
cunstancias de lo ocurrido, para no dejar en la indefensión al funcio-
nario, sobre todo si ha existido al menos un testigo de los hechos.
Correspondería visar las licencias médicas presentadas por la res-
pectiva ISAPRE, fundadas en que se trataría de un accidente en acto
de servicio, aun cuando no se haya incoado el proceso de determina-
ción de la naturaleza del accidente sufrido por el empleado.

115.50) DICTAMEN Nº 21.129, DE 1964

Si la autoridad tiene noticia del accidente antes de vencido el plazo


de 10 días fijado por el inciso 6º del artículo 115, o si el funcionario
se encuentra impedido de dar ese aviso, no existe inconveniente le-
gal para que la investigación sumaria sea sustanciada con posteriori-
dad a ese plazo, porque la inobservancia del término legal no deriva
de negligencia imputable al afectado.

115.51) D ICTÁMENES NOS 76.420, DE 1969; 13.405, DE 1974

El dictamen Nº 76.420, de 1969, concluyó que en aquellos casos en


que un funcionario que ha sufrido un accidente no se encuentra en
condiciones de pedir la instrucción de la investigación sumaria por
un imprevisto constitutivo de fuerza mayor, procede que la institución
empleadora disponga su tramitación sin considerar el tiempo trans-
currido entre su ocurrencia y el día en que se ordene substanciarla.

115.52) DICTÁMENES NOS 78.620, DE 1960; 41.325, DE 1967; 84.486,


DE 1967; 5.762 Y 15.423, DE 1993; 4.816, DE 1996

Evacuada la Vista Fiscal, los antecedentes del proceso administrativo


deben ser remitidos al Servicio de Salud para que la COMPIN emita su

868
ARTÍCULO 115

dictamen sobre la naturaleza del hecho que originó la lesión o la muer-


te y el monto a reembolsar (78.620/60; 41.325 y 84.486/67).
Si así no se hace, procede ordenar la reapertura del procedimien-
to para cumplir ese trámite y pedir que se emita el correspondiente
dictamen (5.762 y 15.423/93).
Expedido ese dictamen, corresponde que la jefatura superior del
servicio empleador dicte la resolución de término, declarando si el ac-
cidente ocurrió o no en acto de servicio y ordenando los pagos perti-
nentes.
Si de esta resolución derivan beneficios previsionales, la resolución
que la contiene debe ser sometida al trámite de toma de razón
(78.620/60; 41.325 y 84.486/67, 5.762/93).
En todo caso, debe tenerse presente que conforme a lo estableci-
do en la Resolución Nº 55, de 1992, las resoluciones que declaran ac-
cidentes en actos de servicio, por regla general no están afectas a
trámite en la Contraloría General y deben archivarse conjuntamente
con sus antecedentes en el respectivo servicio y quedar a disposición
de los fiscalizadores de este organismo para los efectos de su poste-
rior revisión (4.816/96).

115.53) DICTAMEN Nº 76.420, DE 1969

La circunstancia de existir un proceso criminal sobre los mismos he-


chos, no altera la obligación administrativa de instruir la investigación
sumaria, porque estos procedimientos legales persiguen diferentes fi-
nalidades.

INCISO SÉPTIMO

LOS ACCIDENTES DE TRAYECTO

115.54) DICTAMEN Nº 34.228, DE 1995

Los “accidentes de trayecto” fueron incorporados a la legislación esta-


tutaria por la Ley Nº 18.482, que en su artículo 60 modificó con tal
objeto el artículo 92 del anterior Estatuto Administrativo, contenido
en el DFL Nº 338, de 1960.
Para que exista un accidente en acto de servicio es requisito esen-
cial que medie una relación de causalidad entre la labor ejecutada y
la lesión o muerte sufridas, sea directa, a causa del trabajo, o indirec-
ta, con ocasión del trabajo, pero en todo caso esa relación ha de ser
indubitada, vale decir, que la causa generadora del accidente pueda
incluirse entre las diversas modalidades de riesgo previstas en la ley.

869
ARTÍCULO 115

Por eso, no procede indemnizar el accidente que sufrió una ma-


dre funcionaria al desviarse del trayecto entre su residencia y el lugar
de trabajo para dejar a su hijo en el colegio, porque no existe esa re-
lación de causalidad, desde el instante que el artículo 115, inciso últi-
mo, del Estatuto Administrativo, protege los siniestros “que sufra el
funcionario en el trayecto de ida o regreso entre su residencia y su
lugar de trabajo”, sin alcanzar a los que se producen en caso de des-
vío de ese trayecto directo que la ley define diciendo que debe ser “en-
tre su residencia y su lugar de trabajo”, norma que se explica porque
tiende a proteger al trabajador al ir y regresar de sus labores.

115.55) DICTAMEN Nº 11.033, DE 1986

El inciso último del artículo 115 del Estatuto Administrativo señala que
se “considerarán también accidentes en actos de servicio los que su-
fra el funcionario en el trayecto de ida o regreso entre su residencia y
el lugar de trabajo”.
El dictamen Nº 22.028, de 1985, pronunciándose sobre esta nor-
ma, afirmó que los atentados que sufra un empleado público duran-
te la jornada laboral o en el trayecto directo de ida o regreso entre
su casa habitación y el lugar de trabajo eran accidentes en actos de
servicio.
En consecuencia, dichos atentados y agresiones son constitutivos
de accidentes en actos de servicio y originan los beneficios del artícu-
lo 115 del Estatuto Administrativo.

EXTINCIÓN DEL DERECHO A LAS PRESTACIONES POR


ACCIDENTE EN ACTO DE SERVICIO O POR ENFERMEDADES
PROFESIONALES

115.56) DICTAMEN Nº 37.234, DE 1997

Según lo dispuesto por el artículo 115 del Estatuto Administrativo, la


asistencia médica a los funcionarios que se accidentaren en el desem-
peño de sus funciones “comprenderá el pago por parte de la institu-
ción empleadora de los gastos provenientes de la atención médica,
hospitalaria, quirúrgica, dental, ortopédica y de todos los medios te-
rapéuticos y auxiliares relativos al tratamiento para la recuperación del
funcionario hasta que éste sea dado de alta o declarado imposibilita-
do para reasumir sus funciones”, lo que significa que la concurrencia
de cualquiera de estas dos últimas circunstancias: alta o irrecuperabi-
lidad, extingue la obligación impuesta por la ley a la institución em-
pleadora de proveer asistencia médica a sus empleados.

870
ARTÍCULO 116

En estas condiciones, la empleada accidentada que se acogió a ju-


bilación no tiene derecho a los reembolsos previstos por el artículo
115 del Estatuto Administrativo, por cuanto no reasumió su empleo.
Ello, sin perjuicio de los derechos que le reconozca el sistema de sa-
lud a que se encuentre adscrita.

Artículo 116. Si se declarare la irrecuperabilidad del funcio-


nario con motivo de un accidente en acto de servicio o por
una enfermedad producida por el desempeño de sus funcio-
nes, éste tendrá derecho, cualquiera sea el tiempo servido, a
una pensión equivalente a aquella que hubiere percibido en
las mismas circunstancias de encontrarse cotizando en el Ins-
tituto de Normalización Previsional.
Los beneficiarios de pensiones de sobrevivencia de un
funcionario que falleciere a consecuencia de un accidente en
acto de servicio o por una enfermedad producida a conse-
cuencia del desempeño de dichas funciones, tendrán dere-
cho por partes iguales a una pensión de viudez u orfandad,
en su caso. La pensión será equivalente al setenta y cinco por
ciento de la que le habría correspondido al causante si se hu-
biera incapacitado como consecuencia del accidente o de la
enfermedad.
Las pensiones a que se refieren los dos incisos preceden-
tes serán de cargo del Fisco o de la respectiva institución em-
pleadora, pero la entidad previsional respectiva concurrirá
al pago con la cantidad que le corresponda de acuerdo con
la ley.
Cuando el accidente en acto de servicio se produzca fue-
ra del lugar de la residencia habitual del funcionario y hu-
biere necesidad, calificada por el jefe superior de la institu-
ción, el Secretario Regional Ministerial o el Director Regional
de servicios nacionales desconcentrados, según corresponda,
de que un miembro de la familia, o la persona que el funcio-
nario señale, se dirija al lugar en que éste se encuentra, la ins-
titución le pagará los pasajes de ida y regreso.
Si de la enfermedad o accidente derivare el fallecimien-
to, los gastos del traslado del funcionario fallecido, y de su
acompañante, si lo hubiere, serán de cargo de la institución
correspondiente.

871
ARTÍCULO 116

Lo dispuesto en los incisos anteriores y en el artículo pre-


cedente se aplicará a los funcionarios que no estén afectos a
las normas de la Ley Nº 16.744.

Interpretación

116.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO A DMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta le introdujo algunos cambios –al proyecto del


Ejecutivo– para establecer un sistema completo de beneficios en caso
de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, tal como está
previsto en el actual Estatuto Administrativo.

LA CAUSAL DE FALLECIMIENTO

116.2) DICTAMEN Nº 6.469, DE 1963

Para acreditar la causal de fallecimiento, aunque derive de un ac-


cidente del tránsito, se precisa del dictamen de la Comisión Médi-
ca de Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud corres-
pondiente, que debe ser emitido tan pronto como se le remita la
investigación sumaria, sin esperar el resultado del proceso judicial
que se encuentre en curso.
El investigador debe averiguar todos los hechos que le permi-
tan establecer si el accidente ha sobrevenido en acto del servicio o
si, por el contrario, no guarda relación alguna con el trabajo del
empleado.
Investigar la causa de un accidente significa indagar el origen
del hecho para poder calificarlo como ocurrido o no en acto de
servicio.

LA IRRECUPERABILIDAD

116.3) DICTAMEN Nº 31.799, DE 1990

En caso de irrecuperabilidad, la Comisión Médica de Medicina Pre-


ventiva e Invalidez del Servicio de Salud correspondiente, debe dictar
una resolución que declare la salud irrecuperable.
Esta resolución debe suscribirse por el Presidente y el Secretario
de esa Comisión, ya que en caso contrario impide que la Contraloría
General pueda darle curso regular a los antecedentes.

872
ARTÍCULO 116

116.4) DICTAMEN Nº 40.780, DE 1988

Si la Comisión Médica de Medicina Preventiva e Invalidez determina


que la salud del funcionario accidentado es irrecuperable, éste ten-
drá derecho a acogerse, desde luego, a los beneficios que sobre licen-
cia de seis meses contempla el artículo 152, inciso 1º, del Estatuto
Administrativo.
Debe precisarse que la licencia de 6 meses no constituye una in-
demnización, sino un derecho especial que la ley franquea al funcio-
nario, por lo cual no guarda relación alguna con el derecho a pensión
que le reconoce el inciso 1º del artículo 116.

LA INVESTIGACIÓN SUMARIA

116.5) DICTAMEN Nº 6.466, DE 1963

El procedimiento establecido en el artículo 116 sirve de base para de-


terminar, tanto los beneficios de asistencia médica que corresponden
al afectado cuanto los derechos de carácter previsional que puedan
corresponderle.

116.6) DICTÁMENES NOS 76.420, DE 1969; 13.405, DE 1974; 34.838,


DE 1976

El artículo 116 del Estatuto Administrativo establece que si la incapa-


cidad se produjere a consecuencia de un accidente en acto de servi-
cio o de una enfermedad profesional, circunstancia, la primera, que
deberá comprobarse en la respectiva investigación sumaria, el emplea-
do tendrá derecho, cualquiera que sea el tiempo servido, a una pen-
sión equivalente a aquella que hubiere percibido en las mismas
condiciones de encontrarse cotizando en el Instituto de Normaliza-
ción Previsional (34.838/76).
La jurisprudencia administrativa es extremadamente cautelosa para
los efectos de acreditar los hechos relacionados con accidentes sufri-
dos por los funcionarios, máxime en los casos en que se ha produci-
do la muerte de un servidor público (76.420/69, 13.405/74).
Por lo mismo, ha afirmado que no existe impedimento para que la
investigación destinada a establecer la naturaleza del accidente sea ins-
truida después de vencido el plazo fijado por el inciso 6º del artículo
115, con el único objeto de comprobar si al accidentado le asisten los
beneficios previstos en el artículo 116, vale decir, que el hecho de que
la investigación sumaria, en este caso, no se hubiera instruido dentro
del término legal, no impide que se practique posteriormente a fin de

873
ARTÍCULO 117

determinar si el hecho fue o no accidente del trabajo y para que el afec-


tado pueda solicitar los beneficios previsionales que le correspondan.
La circunstancia de que la autoridad no haya incoado la investiga-
ción sumaria, habiendo tenido oportuno conocimiento del hecho, no
puede privar al afectado de los beneficios que le otorgan los artículos
115 y 116 del Estatuto Administrativo, y sólo acarrea responsabilidad
administrativa para los funcionarios a quienes pueda imputarse ese in-
cumplimiento.
Basada en estas consideraciones, la Contraloría General deja sin
efecto el oficio Nº 94.064, de 1975, y requiere el envío a tramitación
de la resolución que concede a la afectada jubilación por incapacidad
física derivada de un accidente en acto de servicio de acuerdo con el
artículo 116 del Estatuto Administrativo.

116.7) DICTAMEN Nº 1.902, DE 1990

Devuelve resolución que declara accidente en acto de servicio el im-


previsto que sufriera una de sus funcionarias, porque se ha omitido
acompañar el dictamen de la Comisión Médica de Medicina Preventi-
va e Invalidez del Servicio de Salud en que debe constar su opinión
sobre la naturaleza del hecho.
Esta diligencia procesal constituye un trámite previo esencial den-
tro de la investigación sumaria, ya que conforme a ese dictamen se
analiza la legalidad de la resolución adoptada por la autoridad admi-
nistrativa y la procedencia de someterla al trámite de toma de razón.

LOS GASTOS DE TRASLADO

116.8) DICTAMEN Nº 932, DE 1964

El pago de los gastos de traslado de familiares, en el caso previsto en


el inciso 5º del artículo 116, se reduce sólo a los pasajes de un acom-
pañante.

Artículo 117. Los funcionarios tendrán derecho a afiliarse a


los Servicios de Bienestar, en los casos y condiciones que es-
tablezcan sus estatutos. Los organismos de la Administración
del Estado efectuarán los aportes de bienestar respecto de
cada funcionario, sin sobrepasar el máximo legal de los mis-
mos.

874
ARTÍCULO 117

Podrán establecerse, a iniciativa de los Intendentes, Ser-


vicios de Bienestar Regionales, regidos por las normas apli-
cables a las entidades de esta naturaleza, que admitan la
afiliación de funcionarios de cualquier organismo en que sea
aplicable el presente Estatuto.

Interpretación

117.1) DICTAMEN Nº 17.670, DE 1996

Conforme a lo prescrito por el artículo 117 del Estatuto Administrati-


vo, los organismos de la Administración del Estado deben consultar
fondos en sus respectivos presupuestos para efectuar al Servicio de
Bienestar los aportes que son de su cargo.
La forma verbal “efectuarán” que utiliza este artículo descarta cual-
quier discrecionalidad de la autoridad respecto de la procedencia de
realizar estos aportes, que son de carácter obligatorio.

117.2) DICTAMEN Nº 934, DE 1997

La Universidad de Chile está obligada a efectuar los aportes previstos


por la ley para financiar el Servicio de Bienestar.
Ello, porque el artículo 112 del Estatuto Administrativo es categó-
rico al precisar la obligación de los entes estatales de integrar los apor-
tes para Bienestar, respecto de cada funcionario.
Así se desprende de la forma verbal “efectuarán” que utiliza di-
cho precepto y que descarta cualquier discrecionalidad de la autori-
dad, en orden a efectuarlos o no.
A mayor abundamiento, el artículo 112 establece un sistema ar-
mónico que regla la participación del Estado en los Servicios de Bien-
estar, sea cual fuere su denominación, y que se halla incorporado en
el ámbito de la seguridad social, que por su naturaleza rechaza que el
financiamiento de los beneficios que comprende pueda quedar entre-
gado a la discrecionalidad del aporte.

117.3) DL Nº 249, DE 1973, ARTÍCULO 23, MODIFICADO POR LOS


ARTÍCULOS 3OS DE LOS DL NOS 2.078, DE 1977, Y 3.001, DE 1979

Artículo 23. Las entidades a que se refiere el presente decreto ley po-
drán otorgar como único aporte a los Servicios y Oficinas de Bienes-
tar, un monto anual equivalente al 100% del sueldo mensual del grado

875
ARTÍCULO 118

31 de la Escala Única por cada trabajador afiliado, cualquiera que sea


su calidad y grado de nombramiento.

Artículo 118. El funcionario tendrá derecho a asignaciones fa-


miliares y maternal, de acuerdo con la legislación vigente.

Interpretación

118.1) DFL Nº 150, DE 1981, DEL MINISTERIO DEL T RABAJO Y PREVISIÓN


SOCIAL, ARTÍCULOS 6º Y 7º

Artículo 6º. Los causantes no darán derecho a más de una asignación


familiar por cada uno, aun cuando el beneficiario estuviere acogido a
diversos regímenes previsionales y desempeñar trabajos diferentes y
aun cuando pudiesen ser provocados en dicha calidad por dos o más
personas.
Artículo 7º. Corresponderá percibir la asignación familiar y la ma-
ternal, por regla general, al beneficiario a cuyas expensas viva el cau-
sante. Las asignaciones familiares causadas por hijos menores se pagarán
directamente a la madre con la cual vivan, si ésta lo solicitare.
Igualmente procederá el pago directo a la cónyuge, a los causan-
tes mayores de edad o a la persona a cuyo cargo se encuentre el cau-
sante, siempre que lo soliciten.

118.2) DICTÁMENES NOS 13.259, DE 1990; 34.464, DE 1997

La asignación familiar es una retribución que no tiene carácter remu-


neratorio por constituir un beneficio de la seguridad social, como lo
demuestra el mismo Estatuto Administrativo que la trata separadamen-
te de las remuneraciones en un párrafo especial sobre la materia, en
el Párrafo 6º: “De las Prestaciones Sociales”, del Título IV de esa Ley
Estatutaria, dentro de los Derechos Funcionarios.
Si bien la facultad o derecho de impetrar esta asignación que asis-
te al beneficiario de ella es imprescriptible, al tenor de lo dispuesto
por el DFL Nº 150, de 1981, cada suma en que ese derecho se traduce
y que se adeude al beneficiario a título de asignación familiar no pa-
gada, ante el silencio guardado por el legislador de ese DFL, prescribe
conforme a las reglas generales del artículo 2515 del CC.

876
TÍTULO V

DE LA RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA

Artículo 119. El empleado que infringiere sus obligaciones o


deberes funcionarios podrá ser objeto de anotaciones de de-
mérito en su hoja de vida o de medidas disciplinarias.
Los funcionarios incurrirán en responsabilidad adminis-
trativa cuando la infracción a sus deberes y obligaciones fue-
re susceptible de la aplicación de una medida disciplinaria,
la que deberá ser acreditada mediante investigación sumaria
o sumario administrativo.

Interpretación

ANTECEDENTES

119.1) LOCBGAE , ARTÍCULO 46, INCISO 2º

Artículo 46, inciso 2º. El desempeño deficiente y el incumplimiento de


las obligaciones deberá acreditarse en las calificaciones correspondien-
tes o mediante investigación o sumario administrativo.

119.2) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE LEY DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

El artículo 114 (119) se sustituyó completamente –en el texto envia-


do por el Ejecutivo–, ya que la Comisión estimó conveniente armoni-
zar esta disposición con el efecto de las anotaciones de demérito en
la hoja de vida del funcionario.
Así, en su inciso primero se establece que la infracción de las
obligaciones y deberes funcionarios se hará efectiva mediante ano-

877
ARTÍCULO 119

tación de demérito o de medidas disciplinarias. La Comisión Con-


junta estimó que –por esta circunstancia– no se estaría en presen-
cia de una doble sanción. Consideró al respecto que el proyecto
persigue establecer una diferenciación clara entre el proceso de
calificaciones y las sanciones administrativas –de modo– que la com-
probación a través de una investigación sumaria o un sumario ad-
ministrativo de una infracción a las obligaciones funcionarias y la
aplicación de la correspondiente sanción no obsta para que ésta
quede debidamente consignada en las calificaciones y redunde en
definitiva en la ubicación de un determinado funcionario en el co-
rrespondiente escalafón.
Su inciso segundo es nuevo y obedece a la intención de la Comi-
sión Conjunta de precisar en qué circunstancias los funcionarios pú-
blicos incurren en responsabilidad administrativa y qué procedimiento
se empleará para aplicar una medida disciplinaria, salvando de esta
manera las observaciones que sobre esta materia planteara la Secreta-
ría de Legislación.

119.3) DICTAMEN Nº 26.608, DE 1998

Según lo dispuesto por el artículo 15 de la LOCBGAE , las normas esta-


tutarias que rijan la relación jurídica entre la Administración y sus fun-
cionarios contendrán disposiciones que regulen su responsabilidad.
De aquí, pues, que el personal de los servicios públicos ha de es-
tar sujeto a responsabilidad administrativa, lo cual importa reconocer
las potestades disciplinarias que asisten a la autoridad para hacer efec-
tiva esa responsabilidad.

FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA

119.4) V ALENTÍN LETELIER, DICTAMEN DE 20 DE JULIO DE 1896

En las Repúblicas no debe haber funcionarios irresponsables.


La responsabilidad de todos es una base fundamental e inomisi-
ble del régimen democrático.
La altura que ciertos funcionarios ocupan en la jerarquía del Es-
tado no les ampara. Si ningún hombre puede eximirse de responsabi-
lidad moral cuando ejecuta actos morales, tampoco ninguno puede
eximirse de responsabilidad jurídica cuando ejecuta actos jurídicos.
Seamos o no funcionarios, todos debemos responder de aquellos ac-
tos ejecutados deliberada y libremente, y por lo mismo, cuanto mayor
sea la autoridad de que estemos investidos, mayor será la responsabi-
lidad de que estaremos amenazados.

878
ARTÍCULO 119

119.5) ANDRÉS BELLO, RESPONSABILIDAD DE LOS JUECES DE PRIMERA


INSTANCIA, EL ARAUCANO , 1836

Ninguna institución es más provechosa para las sociedades que la res-


ponsabilidad de los funcionarios encargados de la ejecución y de la
aplicación de las leyes.
Sin ella, los abusos de poder en cualquier ramo de la administra-
ción no tendrían freno, y cuando esta absoluta arbitrariedad no des-
truyese la existencia misma de la nación, minaría los principios más
importantes de su vitalidad, que consisten en la libertad y seguridad
de los individuos.
Las monarquías constitucionales, del mismo modo que las repú-
blicas, no ven nunca en el ejercicio una prerrogativa más protectora
de los derechos del ciudadano, que la facultad de enjuiciar a un fun-
cionario por el mal uso de la autoridad que la ley ha depositado en
sus manos.

119.6) DICTÁMENES NOS 56.341, DE 1963; 19.108, DE 1983; 27.248,


DE 1990; 8.355, DE 1992; 2.887, DE 1993

En el Estatuto Administrativo no existe norma alguna que establezca


la irresponsabilidad administrativa (56.341/63).
Por el contrario, todo funcionario que infringe sus obligacio-
nes o deberes funcionarios debe ser sancionado, y si se ha incor-
porado a otro Servicio, sin solución de continuidad, o sea ininte-
rrumpidamente, deben remitirse los antecedentes sumariales al jefe
de ese Servicio para que materialice la medida impuesta. Así se ex-
presó, por lo demás, en los dictámenes Nos 467, de 1964, y l7.220,
de 1989 (27.248/90).
Si no se ha dictado el correspondiente acto castigo, debe enviár-
sele el expediente para que proceda a ejercer sus potestades discipli-
narias, de acuerdo con el mérito del sumario (8.355/92).
Sólo son irresponsables los funcionarios que por razones de sa-
lud carecen de capacidad para ser considerados aptos de respon-
der administrativamente de sus comportamientos, son inimputables,
caso en el cual la jurisprudencia, de manera uniforme, ha conclui-
do que deben remitirse los antecedentes a la Comisión de Medici-
na Preventiva e Invalidez del respectivo Servicio de Salud para que
se pronuncie si es efectiva la enfermedad y sobre la recuperabili-
dad o irrecuperabilidad de la salud del empleado (19.108/83,
2.887/93).

879
ARTÍCULO 119

LA INFRACCIÓN DE LAS OBLIGACIONES O DEBERES


FUNCIONARIOS

119.7) DICTAMEN Nº 16.312, DE 1996

Según el inciso 1º del artículo 119 del Estatuto Administrativo, el em-


pleado que infringe sus obligaciones o deberes funcionarios puede ser
objeto de anotaciones de demérito en su hoja de vida y además ser
sancionado con una medida disciplinaria.
Ello, por cuanto la anotación de demérito opera dentro del pro-
ceso calificatorio y la sanción administrativa dentro del proceso disci-
plinario.
(Véanse los artículos 43 y 44 de este Estatuto.)

119.8) DICTAMEN Nº 4.325, DE 1990

Conforme al Estatuto Administrativo, el empleado que ha infringido


sus obligaciones o deberes funcionarios incurre en responsabilidad
administrativa, la cual, acreditada a través de un sumario administra-
tivo o de una investigación sumaria, hace acreedor al infractor a una
sanción disciplinaria.

119.9) ALBERTO ARÉVALO ROMERO CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE SANTA BÁRBARA , CORTE DE APELACIONES DE
CONCEPCIÓN, PROTECCIÓN, 5 DE ENERO DE 1999, CONFIRMADA POR LA
C ORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 21 DE ENERO DE 1999, ROL Nº 206-99

3º. Que el artículo –119– señala en su inciso 1º que el empleado que


infringiere sus obligaciones o deberes funcionarios podrá ser objeto
de anotaciones de demérito en su hoja de vida o de medidas discipli-
narias. Por su parte, el artículo –121– establece cuáles pueden ser las
medidas disciplinarias: censura, multa y destitución;
4º. Que el recurrente fue sancionado por su negativa a cumplir
instrucciones, con la anotación de demérito en su hoja de vida, con-
formándose con esta sanción, sin que sea posible instruir un sumario
por los mismos hechos, ya que el artículo –119 del Estatuto Adminis-
trativo– contempla dos formas de sanción, que son excluyentes una
de la otra: la anotación de demérito en la hoja de vida o las medidas
disciplinarias.
Al haberse dictado el decreto que se impugna, se ha consumado
una acción ilegal y arbitraria, pues la ley administrativa autorizaba apli-
car sólo una sanción.

880
ARTÍCULO 119

La instrucción del sumario después de la anotación de demérito


en la hoja de vida del recurrente, significa la conformación de una
comisión especial para el juzgamiento de la conducta funcionaria que
la ley no autoriza, pues la fase administrativa sancionadora ya se ha-
bía cumplido y no cabía un nuevo pronunciamiento a este respecto
(por lo que el decreto sancionador vulnera la garantía constitucional
prevista en el artículo 19, Nº 3º, de la CPR).

119.10) DICTÁMENES NOS 10.494 Y 25.181, DE 1990; 21.219, DE 1992;


7.034, DE 1996

Los procesos disciplinarios, la investigación sumaria y el sumario ad-


ministrativo, tienen por objeto establecer la existencia de hechos cons-
titutivos de infracciones a los deberes estatutarios y determinar las
responsabilidades consiguientes (7.034/96).
A través de un proceso disciplinario, la autoridad administrativa
está facultada para ponderar los hechos concretos que impliquen in-
cumplimiento de los deberes u obligaciones funcionarias.
Por ello, es materia de sumario el hecho de que los miembros de la
comisión de apertura de propuestas en una licitación no cumplieran
con la obligación esencial de atenerse estrictamente a las bases de la
licitación (21.219/92), y no lo es, en cambio, el juzgamiento de una in-
fracción del tránsito, como no estar atento a las condiciones del flujo
vehicular, por ser materia de ponderación del juzgado de policía local
competente, a menos que el empleado, al conducir el vehículo, hubie-
re incurrido en una contravención a sus obligaciones o deberes funcio-
narios (25.181/90).
Si bien el Servicio de Registro Civil e Identificación tiene atribu-
ciones para procesar disciplinariamente y sancionar a un funcionario
perteneciente a su dotación, no puede hacerlo en aquellos casos en
que un Oficial Civil actúa en función de Notario, porque los Notarios,
de acuerdo con los artículos 539 y 440 a 445 del Código Orgánico de
Tribunales, están sometidos a la superintendencia de la respectiva Cor-
te de Apelaciones (10.494/90).

EL SUJETO RESPONSABLE

119.11) DICTAMEN Nº 62.218, DE 1977

La jurisprudencia ha distinguido el empleado del funcionario.


Empleado es quien ocupa un cargo o empleo público, de planta
o a contrata.

881
ARTÍCULO 119

Funcionario, quien desarrolla una actividad pública, investido para


ello por acto de autoridad competente.
Así, se ha estimado que los parlamentarios que han concurri-
do a la Asamblea General de las Naciones Unidas en misión espe-
cial, desarrollan una función pública, “ya que empleo no hay,
evidentemente”, y que “los Consejeros de las instituciones cuyos
personales se sujetan a las normas del Estatuto Administrativo, se
encuentran también sometidos a las disposiciones de este cuerpo
legal, en la medida que sean conciliables con la naturaleza espe-
cial que posee el ejercicio de esas funciones” (dictámenes
Nos 64.215, de 1961, y 11.307, de 1969).
“El Director General –de la Defensa Civil de Chile, dijo el dic-
tamen Nº 1.414, de 1977–, los consejeros y los miembros de los Co-
mités Locales que se desempeñan ad honórem, pueden ser consi-
derados como funcionarios en sentido amplio, por cuanto están
desempeñando una función pública no remunerada que lleva con-
sigo la posibilidad de manifestar oficialmente una voluntad orgá-
nica, de emitir o llegar a formar decisiones que son propias de la
competencia público-administrativa. Evidentemente no puede ha-
blarse en este caso de empleados públicos, ya que por tal debe en-
tenderse a la persona natural que desempeña un empleo público,
esto es, una función pública especificada por su cometido, de ma-
nera tal que debe realizarse en un organismo determinado, seña-
lándose en cada caso la naturaleza de la prestación de servicios, lo
que lleva a distinguir en cada institución los empleos directivos de
los cargos profesionales, técnicos, administrativos y de servicios
menores.”
De acuerdo con esta misma jurisprudencia, las personas naturales
que desempeñan una función pública son funcionarios públicos, y en
tal carácter les son aplicables las disposiciones del respectivo Estatuto
Administrativo en lo que sean conciliables con las características pro-
pias de la actividad que ejercen y de la investidura de que se hallan
revestidos.
Entre estas normas, se consideran de ineludible aplicación las con-
cernientes a la responsabilidad administrativa, ya que de otra manera
se llegaría al contrasentido de admitir, por un lado, el pleno ejercicio
de los derechos que confiere la función, y, por el otro, a consagrar la
irresponsabilidad personal en caso de uso abusivo o arbitrario de las
facultades que se poseen.
La persona designada para servir el cargo de Cónsul Honorario
de Chile en el extranjero, vale decir, para desempeñar específica e in-
definidamente una función pública en una repartición fiscal, está afec-
to a responsabilidad administrativa.

882
ARTÍCULO 119

119.12) DICTAMEN Nº 54.298, DE 1969

El control de asistencia diaria de los empleados en comisión de servi-


cio corresponde a las autoridades del servicio en el cual se desarrolla
la comisión.
Las solicitudes relativas a feriado, permisos y licencias deben diri-
girse y ser resueltas por el jefe superior del servicio al cual pertenece
el comisionado. A esta jefatura corresponde también pronunciarse so-
bre la responsabilidad administrativa que puede afectar a los funcio-
narios que se encuentren en comisión de servicio.

119.13) DICTAMEN Nº 30.018, DE 1993

Las personas contratadas a honorarios no son funcionarios públicos,


por lo tanto no están sujetas a responsabilidad administrativa y no pue-
de aplicárseles ninguna de las medidas disciplinarias contempladas en
el artículo 121 del Estatuto Administrativo.
Ello, sin perjuicio de que si infringen las estipulaciones conveni-
das, la autoridad administrativa recurra ante los tribunales ordinarios
para hacer cumplir aquello a que se han obligado.
Tampoco puede aplicarse el artículo 121 de la Ley Estatutaria al
personal regido por el Código del Trabajo, normativa según la cual,
como señala el artículo 154 de ese Código en sus Nos 10 y 11, corres-
ponde al reglamento interno de la organización fijar “las sanciones
que podrán aplicarse por infracción a las obligaciones, las cuales po-
drán consistir en amonestación verbal o escrita y multa de hasta el vein-
ticinco por ciento de la remuneración diaria”, y “el procedimiento a
que se someterá la aplicación de las sanciones referidas en el número
anterior”.

119.14) DICTÁMENES NOS 5.960, DE 1962; 28.388, DE 1965; 8.035,


12.185, 12.817 Y 13.463, DE 1990

No puede instruirse sumario en contra de un empleado que ha cesa-


do en sus funciones. El Estatuto Administrativo sólo permite, en su
artículo 147, inciso final, tramitar hasta su término legal el sumario
que se hubiere iniciado mientras todavía él se hallaba en funciones
(8.035, 12.185, 12.817 y 13.463/90).
La sanción administrativa debe hacerse efectiva en el empleo en
que se cometió el hecho contravencional.
No obstante, si el empleado ejerce cargos compatibles y los hechos,
por su naturaleza, comprometen las normas de probidad en todos los
empleos, como es el caso de los hechos que revisten caracteres de de-

883
ARTÍCULO 119

lito, el funcionario debe ser sancionado en todos los cargos compati-


bles que ejerce (5.960/62, 28.388/65).

119.15) DICTAMEN Nº 17.283, DE 1969

Si bien la responsabilidad que irroga la falta que puede cometer el sub-


alterno alcanza solamente a su autor, no excusa la responsabilidad que
a su vez pudiera corresponder a los superiores del infractor e incluso al
jefe del servicio por negligencia en las funciones de dirección, control
y supervigilancia que deben ejercer respecto de sus subordinados.

119.16) DICTÁMENES NOS 7.141, DE 1986; 14.067, DE 1992

No procede perseguir la responsabilidad administrativa de aquellos


funcionarios públicos que han pasado a desempeñarse en organismos
constituidos bajo formas jurídicas privadas, por presumibles hechos ilí-
citos cometidos como empleados de una persona jurídica de derecho
público integrante de la Administración del Estado que en su oportu-
nidad no fueron objeto de sumario, en virtud de que al pasar al nue-
vo organismo se ha producido una desvinculación entre ellos y el
Estado empleador.
Lo anterior, sin perjuicio de la responsabilidad civil y penal que
pueda afectarles, la que ha de perseguirse ante los tribunales ordina-
rios de justicia (7.141/86).
En efecto, las personas que se desempeñan en entidades del sec-
tor privado que sean filiales de una institución estatal, como ocurre
con las empresas filiales de la Corporación de Fomento de la Produc-
ción, no adquieren por ese hecho la calidad de funcionarios públi-
cos, puesto que esas organizaciones se han constituido como entidades
privadas sujetas al derecho común, aun cuando en su formación ha-
yan concurrido capitales y personeros del Estado (14.067/92).

LA IMPUTABILIDAD DEL SUJETO CONTRAVENTOR,


EFECTOS: EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD

119.17) DICTÁMENES NOS 19.108, DE 1983; 1.669, DE 1992; 2.887,


Y 16.673, DE 1993; 3.575, DE 1996; 15.712, DE 1999

El funcionario contraventor de las obligaciones estatutarias que se halla


sometido a sumario, requiere, para ser sancionado, tener la calidad
de sujeto imputable, lo que no ocurre cuando un empleado tiene afec-
tadas sus facultades síquicas.

884
ARTÍCULO 119

En efecto, la Ley Estatutaria consagra una serie de reglas que otor-


gan beneficios especiales a los funcionarios cuya salud se quebranta,
llegando incluso a la declaración de irrecuperabilidad. Acorde con la
especialidad de estas normas, debe concluirse, siguiendo la tesis de los
dictámenes Nos 13.371, de 1978, y 19.995, de 1982, que tratándose de
un funcionario que padece de trastornos síquicos, cualquiera sea su
origen, corresponde solicitar al Servicio de Salud competente que se
pronuncie acerca de si el estado de su salud es o no recuperable. En
el evento que no lo fuese, procedería otorgarle la licencia médica co-
rrespondiente y declararle vacante el cargo al vencimiento de este be-
neficio, sin perjuicio de las franquicias previsionales que le asistan.
En estas condiciones procede reconsiderar la jurisprudencia sen-
tada, entre otros, por los dictámenes Nos 3.569, de 1961; 38.855, de
1965, y 2.563, de 1979, en el sentido de que los funcionarios cuyo es-
tado síquico no es normal, no pueden ser sujetos de contravención
administrativa por ser irresponsables desde el punto de vista adminis-
trativo y previo informe del Servicio de Salud correspondiente deben
ser exonerados por declaración de vacancia basada en la pérdida de
un requisito de ingreso, como es el de salud compatible con el servi-
cio, y afirmar que lo procedente en estos casos es requerir ese infor-
me médico a fin de determinar la recuperabilidad o irrecuperabilidad
de la salud del empleado, en términos tales que si su salud es recupe-
rable se adoptarán las medidas que sean conducentes a ello y en caso
contrario se procederá a la declaración de vacancia por causal de sa-
lud irrecuperable (19.108/83, 1.669/92).
Si de los informes médicos y descargos que rolan en un sumario
administrativo se desprenden indicios de una enfermedad que pueda
afectar la imputabilidad del funcionario desvirtuando su responsabili-
dad administrativa, deben remitirse los antecedentes al COMPIN del Ser-
vicio de Salud competente, para que se pronuncie sobre la imputabilidad
del afectado, esto es, acerca de si la enfermedad de que padece el fun-
cionario ha podido atenuar su culpabilidad o eximirlo de ella. El dicta-
men debe declarar la recuperabilidad o irrecuperabilidad de la salud
del funcionario. En este último caso, procedería poner término a sus
funciones por causal de irrecuperabilidad (1.669/92). Alegado, duran-
te el sumario, un estado depresivo como justificativo de la contraven-
ción, debe requerirse el pronunciamiento de la COMPIN respectiva,
porque esa afirmación constituye un indicio de inimputabilidad que
podría desvirtuar su responsabilidad administrativa (3.575/96).
Constando en el sumario la certificación del COMPIN que acredita
que el inculpado padece de una lesión cerebral grave de carácter irre-
cuperable, el Servicio debió absolver en el sumario y poner término
de las funciones del empleado de acuerdo con lo previsto en la letra a)
del artículo 144 del Estatuto Administrativo (16.673/93).

885
ARTÍCULO 119

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA RESPONSABILIDAD


ADMINISTRATIVA

El principio de la legalidad

119.18) DICTAMEN Nº 28.268, DE 1966

Nuestro sistema jurídico descansa en una premisa básica de derecho


público, la legalidad. El gobierno republicano y democrático repre-
sentativo proviene de la soberanía, radicada en la Nación, cuyo ejerci-
cio ésta delega en las autoridades previstas en la Constitución. De ahí
que ni las personas, ni grupos de ellas, pueden usar el nombre o su
representación, arrogarse sus derechos ni hacer peticiones en su nom-
bre, como lo dispone la Constitución.
La igualdad ante la ley es una garantía constitucional asegurada a
todos los habitantes del país y las relaciones jurídicas que vinculan al
Estado con los funcionarios se regulan por un texto legal que garanti-
za esa igualdad, obligando al empleado a “comportarse con dignidad
en el desempeño de su cargo”, lo que equivale, esencial y fundamen-
talmente, a respetar y obedecer los mandatos de las leyes.
De ahí proviene la norma sobre responsabilidad que consagra el
inciso 2º del artículo 119 del Estatuto Administrativo.
Este principio de subordinación a la ley constituye el pilar funda-
mental en que descansa la disciplina social. Sin él, no sólo se engen-
draría el caos, sino que desaparecerían el funcionamiento armónico
de la administración pública, las jerarquías instituidas para hacerlo
posible y la distribución de funciones entre los numerosos encarga-
dos de atender las necesidades de la colectividad.
Nadie puede, en el servicio público, asumir por sí la función su-
perior, ni determinar según su propio criterio lo que conviene o co-
rresponde hacer en determinadas circunstancias, por extraordinarias
que sean, si no está autorizado expresamente por la ley. Y si no obs-
tante la prohibición y la falta de autorización expresa se actúa y se
compromete con ello el patrimonio del Servicio o el Erario Nacio-
nal, las obligaciones surgidas de semejantes actos nulos son de la ex-
clusiva responsabilidad del empleado. Es decir, surgen para el
infractor dos responsabilidades diferentes, una administrativa y otra
civil, independientes entre sí.

119.19) DICTÁMENES NOS 57.873, DE 1975; 16.527, DE 1976; 27.229,


DE 1983

Teniendo el Presidente de la República, por mandato constitucional,


la administración y gobierno del Estado, debe ejercer estas funciones
de acuerdo con la Constitución y las leyes.

886
ARTÍCULO 119

Por ello, las sanciones administrativas, de acuerdo con el sistema


jurídico al cual se someten, sólo pueden aplicarse de conformidad con
los preceptos que las establecen y por las causales que en ellos se con-
templan. De otro modo podría suceder que en determinadas circuns-
tancias la aplicación de una sanción pudiera importar la violación de
las garantías contenidas en la Carta Fundamental, que contempla los
derechos individuales (16.527/76).
De acuerdo con el ordenamiento jurídico debe encontrarse regla-
mentada la procedencia de la sanción y el sistema para su aplicación
y reclamo por el afectado (57.873/75).
Por lo demás, de acuerdo con el principio de la legalidad, la enu-
meración de medidas disciplinarias que contempla el Estatuto Admi-
nistrativo debe respetarse en forma estricta, pues esa enumeración es
de carácter taxativo (27.229/83).

119.20) DICTAMEN Nº 22.112, DE 2003

A contar de la dictación de la Ley Nº 17.902 –que derogó todas las


disposiciones legales que establecían la pérdida de los derechos pre-
visionales– se entiende que ninguna sanción, sea de carácter discipli-
nario o penal, puede significar la privación de las prerrogativas de la
seguridad social protegidas por el artículo 19 numeral 18º de la CPR.

El principio de debido juzgamiento

119.21) D ICTÁMENES NOS 56.160, DE 1969; 73.748, DE 1970

El ejercicio de los poderes sancionadores que posee el titular de un


órgano administrador debe conformarse a las ritualidades mínimas de
los procesos, tales como oír al inculpado, ponderar los hechos y re-
solver conforme a derecho y al mérito de autos. Estas ritualidades mí-
nimas que garantizan el legítimo proceso, emanan de la Constitución
Política del Estado y se aplican a todo acto de naturaleza punitiva, aun
cuando éste no tenga consultada específicamente una regulación o
procedimiento propios.
Es violatoria de tales normas toda decisión sancionadora carente
de esta ritualidad esencial. En este orden de ideas, debe considerarse
ilegítima, tanto la determinación de una sanción o castigo sin ceñirse
a los procedimientos mínimos, como el archivo sin justificación de las
causas que están sometidas al conocimiento y fallo de la autoridad pú-
blica (73.748/70).
Según el principio del debido juzgamiento, el ejercicio de la po-
testad sancionadora que asiste a los órganos administrativos debe so-

887
ARTÍCULO 119

meterse, por lo menos, a ciertas reglas procedimentales que garanti-


cen la defensa de la persona a quien se imputa la perpetración de un
hecho castigable, salvo que ese hecho, por su naturaleza, sea suscepti-
ble de ser acreditado en forma objetiva, mediante certificado o sim-
ple verificación (56.160/69).

119.22) DICTÁMENES NOS 48.844, DE 1960; 31.599, DE 1990; 7.034,


DE 1996

El sumario administrativo y la investigación sumaria son los procesos


disciplinarios que constituyen los medios idóneos para hacer efectiva
la responsabilidad administrativa del empleado que infringe sus obli-
gaciones y deberes funcionarios.
El DFL Nº 338, de 1960, también contemplaba ambos procedimien-
tos, los cuales, según la jurisprudencia, sólo diferían en cuanto a la
gravedad o naturaleza de los hechos a indagar, el plazo de sustancia-
ción y la entidad de las sanciones susceptibles de imponerse a través
de ellos (31.599/90).
Aplicando reglas generales de derecho, antes de la aplicación de
alguna de las sanciones contempladas en la ley, debe instruirse un su-
mario (o una investigación sumaria), con el objeto de reunir los ante-
cedentes de juicio que pueden determinar la aplicación de una sanción
(48.844/60).
Las normas que regulan la tramitación de los sumarios admi-
nistrativos contienen todos los elementos necesarios para confi-
gurar un debido proceso y asegurar la adecuada defensa de los
inculpados, y su cumplimiento es fiscalizado por la Contraloría Ge-
neral de la República al efectuar el trámite de toma de razón
(7.034/96).

119.23) BERTA GONZÁLEZ MORAGA CON DIRECTOR GENERAL DEL


SERVICIO DE REGISTRO CIVIL E IDENTIFICACIÓN, CORTE DE
APELACIONES DE SANTIAGO, PROTECCIÓN, 19 DE DICIEMBRE DE 1991,
ROL Nº 5.919-91, CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL
24 DE MARZO DE 1992

Considerando 4º. Como quedó consignado en las actas de la Comisión


de Estudio de la Nueva Constitución, “la garantía del debido proceso
legal –antes circunscrita al de naturaleza penal– se amplía a toda con-
troversia que se promueva en el orden temporal, tribunales ordina-
rios, administrativos, tributarios, Contraloría General de la República,
etc.” (Sesión 101).

888
ARTÍCULO 119

El principio de la inexcusabilidad

119.24) DICTAMEN Nº 20.184, DE 1993

De acuerdo con el artículo 8º del CC, la ley se presume conocida de


todos desde el día de su publicación.
No cabe aceptar como excusa modificatoria de la responsabilidad
de un funcionario el argumento hecho valer por el inculpado de que
desconocía las normas vigentes en la materia.

119.25) CIRCULAR Nº 81, DE 1967

Deben tomarse todas las medidas que fueren procedentes para impe-
dir que los funcionarios sometidos a sumario se alejen voluntariamente
de sus cargos y eviten la aplicación de medidas disciplinarias por la
comisión de hechos graves o delictuales y, por ende, impidan que se
hagan efectivas las responsabilidades administrativas que les afecten.

119.26) DICTAMEN Nº 13.227, DE 1993

El hecho de que una empleada pública esté gozando de fuero mater-


nal o haciendo uso de licencia médica, no impide que se le someta a
investigación sumaria o sumario administrativo y a que se le aplique
la medida disciplinaria que derive del mérito de ese proceso, inclu-
yendo la destitución.

119.27) DICTÁMENES NOS 1.098, DE 1967; 20.629, DE 1990

Teniendo a la vista la Constitución Política, puede afirmarse que la res-


ponsabilidad pecuniaria de carácter público no es susceptible de tras-
pasarse de un funcionario a otro, en el evento de que quien dispuso
el egreso deje de desempeñarse en la Administración.
De aquí, pues, que no pueda reconocerse validez a las actas que
se suscriban con dicha finalidad, desde el instante que no existe regla
alguna que lo permita, y en el campo del derecho público sólo puede
hacerse lo que la ley expresamente permite (1.098/67).
No existe disposición legal alguna que obligue a hacer entrega de
un cargo público mediante un “acta de entrega”.
Esta actuación corresponde a decisiones de carácter administrati-
vo que se realizan al amparo de la responsabilidad de los respectivos
jefes, pero que no importan una delimitación legal de las responsabi-
lidades que por ley pudieran afectarles.

889
ARTÍCULO 119

Por lo tanto, nada obsta a que el Jefe de Servicio que ha asumido


la dirección de una institución administrativa disponga una revisión
de dichas actas y ordene el levantamiento de un nuevo inventario, sin
perjuicio de la información que pueden proporcionarle los informes
de fiscalización emitidos por la Contraloría General con motivo del
cumplimiento de su programación anual (20.629/90).

El principio pro reo

119.28) DICTÁMENES NOS 45.905, DE 1976; 33.127, DE 1982; 4.830,


DE 1983

En virtud del principio de la irretroactividad de las normas legales y


muy especialmente de las sancionadoras, deberán imponerse al infrac-
tor aquellas medidas disciplinarias que se encontraban establecidas al
momento de cometerse la falta investigada, a menos que ésta, even-
tualmente, tuviere asignada una sanción menor en una nueva legisla-
ción, en cuyo caso, y salvo texto expreso en contrario, corresponderá
aplicar precisamente esta última medida, por cuanto la jurispruden-
cia administrativa ha consignado en más de una oportunidad que el
principio “pro reo” consagrado en materia penal opera igualmente en
el campo disciplinario.

El principio de la independencia de sanciones

119.29) D ICTAMEN Nº 2.450, DE 1982

El Estatuto Administrativo dispone en su artículo 120 que la sanción


administrativa es independiente de la responsabilidad civil y penal, de
manera que la condena, el sobreseimiento o la absolución judicial, no
excluyen la responsabilidad del empleado por esos mismos hechos.
Este principio constituye una de las bases de la potestad sancionado-
ra de que están dotadas las autoridades administrativas y no contempla
más excepciones que aquellas que el mismo legislador ha establecido,
pudiendo señalarse que sólo se ha instituido el derecho a la reincorpora-
ción del afectado tratándose de medidas de destitución aplicadas como
consecuencia exclusiva de hechos que revistan caracteres de delito cuan-
do en el proceso criminal se dicta sentencia de absolución o de sobresei-
miento definitivo por no constituir delito los hechos denunciados. En los
demás casos, sólo se autoriza la reapertura del sumario.
De esta manera, como regla general, los fallos de los tribunales
de justicia no obligan a las jefaturas administrativas a reconsiderar una
medida expulsiva.

890
ARTÍCULO 120

Esta norma de independencia se fundamenta, por lo demás, en


los distintos ámbitos en que operan las disposiciones penales y admi-
nistrativas, como se destacara en el dictamen Nº 66.724, de 1978. Debe
agregarse, por otra parte, que estando facultada la autoridad para san-
cionar por infracciones que pueden o no constituir delitos, es lógico
que se haya circunscrito el efecto de las sentencias judiciales favora-
bles a los procesados.

EL CÓMPUTO DE LOS PLAZOS

119.30) DICTAMEN Nº 50.967, DE 2004

El Capítulo V del Estatuto Administrativo, que regula la Responsabili-


dad Administrativa, contiene preceptos que contienen normas en las
cuales se contemplan diversos plazos relacionados con distintos aspec-
tos de la tramitación de esos procesos.
En esta situación se encuentran los artículos 126, 131, 132, 135,
137, 138 y 141, y a ellas se refiere el artículo 145, corolario que resul-
ta coincidente con lo dispuesto por el artículo 25 de la Ley Nº 19.880,
sobre Bases de los Procedimientos Administrativos, que señala que los
plazos del procedimiento administrativo de esa ley, son de días hábi-
les, entendiéndose que son inhábiles los días sábados, domingos y fes-
tivos. A igual conclusión arribó el dictamen Nº 29.734, de 2004, al
pronunciarse sobre el alcance del artículo 149 del Estatuto de los Fun-
cionarios Municipales, de idéntico tenor y contenido que el artículo
145 del Estatuto Administrativo general.

Artículo 120. La sanción administrativa es independiente de


la responsabilidad civil y penal y, en consecuencia, las actua-
ciones o resoluciones referidas a ésta, tales como el archivo
provisional, la aplicación del principio de oportunidad, la sus-
pensión condicional del procedimiento, los acuerdos repara-
torios, la condena, el sobreseimiento o la absolución judicial
no excluyen la posibilidad de aplicar al funcionario una me-
dida disciplinaria en razón de los mismos hechos. Si se le san-
cionare con la medida de destitución como consecuencia
exclusiva de hechos que revisten caracteres de delito y en el
proceso criminal hubiere sido absuelto o sobreseído definiti-
vamente por no constituir delito los hechos denunciados, el
funcionario deberá ser reincorporado a la institución en el

891
ARTÍCULO 120

cargo que desempeñaba a la fecha de la destitución o en otro


de igual jerarquía. En este caso conservará todos sus derechos
y beneficios legales y previsionales, como si hubiere estado en
actividad.
En los demás casos de sobreseimiento definitivo o senten-
cia absolutoria, podrá pedir la reapertura del sumario admi-
nistrativo y, si en éste también se le absolviere, procederá la
reincorporación en los términos antes señalados.
Si no fuese posible llevar a la práctica la reincorporación
en el plazo de seis meses, contado desde la absolución ad-
ministrativa, el empleado tendrá derecho a exigir, como úni-
ca indemnización por los daños y perjuicios que la medida
disciplinaria le hubiere irrogado, el pago de la remunera-
ción que le habría correspondido percibir en su cargo du-
rante el tiempo que hubiere permanecido alejado de la
Administración, hasta un máximo de tres años. La suma que
corresponda deberá pagarse en un solo acto y reajustada
conforme a la variación del índice de precios al consumi-
dor, desde la fecha de cese de funciones hasta el mes ante-
rior al de pago efectivo.

Interpretación

120.1) ARTÍCULO MODIFICADO EN LA FORMA QUE APARECE EN EL TEXTO


POR LA LEY Nº 19.806, CUYO ARTÍCULO 24, LE INCORPORÓ , AL INCISO
1º, LAS FIGURAS DEL NUEVO PROCESO PENAL QUE ALLÍ SE SEÑALAN CON
ANTERIORIDAD A LA MENCIÓN QUE EN ÉL SE HACE DE “LA CONDENA”

LA INDEPENDENCIA DE LAS RESPONSABILIDADES

120.2) DICTÁMENES NOS 27.689, DE 1983; 2.182 Y 12.243, DE 1990

El artículo 120 establece el principio de la independencia de la res-


ponsabilidad administrativa frente a las responsabilidades civil y pe-
nal (27.689/83).
Según este principio, la autoridad administrativa puede y debe apli-
car una medida disciplinaria al margen de lo que ocurra en el proce-
so penal que paralelamente esté instruyendo la justicia ordinaria
(2.182/90), y aun cuando en ese proceso no se hubiere dictado sen-
tencia (12.243/90).

892
ARTÍCULO 120

120.3) DICTAMEN Nº 15.587, DE 1999

Las motivaciones y propósitos son distintos según el tipo de responsa-


bilidad: en la responsabilidad civil, es el perjuicio e indemnización del
daño; en la penal, la concurrencia de un acto u omisión que la ley
configura como delito y lo sanciona; en la responsabilidad adminis-
trativa, una infracción a las obligaciones funcionarias que involucra
un castigo aplicado por la Administración en interés público.

120.4) DICTAMEN Nº 26.179, DE 1983

El sobreseimiento administrativo resuelto en un sumario sólo importa


la extinción de la responsabilidad administrativa, pero no así de la civil,
puesto que ambas son independientes entre sí, como expresamente lo
consagra el Estatuto Administrativo en su artículo 120, de tal modo que
para determinar si hay o no mérito para perseguir una eventual respon-
sabilidad pecuniaria habrá que estarse a cada caso concreto.

120.5) DICTAMEN Nº 24.100, DE 1962

Como se informó por dictámenes Nos 29.907, de 1965, y 81.252, de


1961, el proceso criminal y el sumario administrativo persiguen finali-
dades diversas, y por lo tanto son procedimientos independientes cu-
yos resultados no tienen que ser necesariamente similares.
En efecto, el juicio criminal pretende establecer si los hechos in-
vestigados constituyen delito, determinar quiénes han intervenido en
esos hechos y en qué forma o medida se encuentra comprometida su
responsabilidad, así como sancionar a los responsables.
El sumario administrativo persigue establecer la responsabilidad
administrativa de quienes han cometido hechos constitutivos de fal-
tas administrativas.
Como un funcionario, en el ejercicio de su cargo, puede cometer
faltas que no constituyen delitos, es posible, y con frecuencia ha suce-
dido, que un empleado sea sobreseído o absuelto en un proceso cri-
minal y destituido en el sumario administrativo por los mismos hechos
juzgados por la justicia.

120.6) DICTÁMENES NOS 4.005, DE 1990; 2.531, DE 2004

Tanto el anterior como el actual Estatuto Administrativo han consa-


grado el principio de la independencia de la responsabilidad admi-
nistrativa respecto de la civil y penal.

893
ARTÍCULO 120

No existe, pues, impedimento legal alguno para sancionar disci-


plinariamente a un empleado, no obstante haber sido condenado, ab-
suelto o sobreseído definitivamente por la justicia ordinaria por los
mismos hechos materia del sumario, si en éste se han acreditado, ade-
más, otras conductas constitutivas de faltas administrativas (4.005/90).
Asimismo, la circunstancia de comprobarse, durante la tramitación
de un sumario administrativo, que los hechos sujetos a investigación
en ese procedimiento están siendo conocidos por un Tribunal de Jus-
ticia, no afecta a ese sumario, ni restringe tampoco la facultad de la
autoridad administrativa para disponer, si no lo ha hecho antes, la ins-
trucción de un proceso disciplinario sobre los mismos hechos (2.531/
2004).

LA RESPONSABILIDAD CIVIL

120.7) DICTAMEN Nº 32.919, DE 1995

La responsabilidad pecuniaria que pueda afectar a un encausado en


un sumario administrativo debe ser establecida ante los órganos juris-
diccionales correspondientes, esto es, ante los tribunales ordinarios o
el juzgado de cuentas, debiendo destacarse, en este último caso, que
existe un plazo de caducidad para interponer y notificar la demanda,
que es de un año contado desde la fecha de notificación de la medi-
da disciplinaria.
No existe norma legal alguna que faculte a la autoridad adminis-
trativa para ordenar unilateralmente a un funcionario que reponga
un bien de su responsabilidad, que ha desaparecido.

120.8) DICTÁMENES NOS 30.410 Y 32.919, DE 1995

La responsabilidad pecuniaria o civil de los empleados públicos sólo


puede hacerse efectiva por los tribunales ordinarios o por el juzgado
de cuentas.
Es improcedente, pues, hacerla efectiva por disposición de la au-
toridad administrativa a través del descuento de remuneraciones o re-
posición del bien de que se trate.

120.9) DICTAMEN Nº 1.688, DE 2003

Acorde con lo dispuesto en el artículo 61 de la Ley Nº 10.336, Orgá-


nica de la Contraloría General, los funcionarios que tengan a su car-
go fondos o bienes del Estado serán responsables del uso, abuso o

894
ARTÍCULO 120

empleo ilegal y de toda pérdida o deterioro de los mismos, que sea


imputable a su culpa o negligencia.
Según lo establecido en su inciso 2º, la responsabilidad civil deri-
vada de hechos investigados en un sumario administrativo, cuando no
es asumida voluntariamente por el autor del daño, se hará efectiva en
la forma que establece el artículo 129, es decir, mediante las conclu-
siones de dicho sumario que serán consideradas como reparo para los
efectos de proseguir el juicio de cuentas que regula el Título IV de
esa ley.
Como se afirmó en el dictamen Nº 72.787, de 1971, el juicio de
cuentas es precisamente la forma en que debe perseguirse la respon-
sabilidad civil proveniente de pérdida o deterioro de los fondos o bie-
nes del Estado cuando esos daños aparecen relacionados con una
infracción de los deberes y prohibiciones funcionarios, cualquiera que
sea la cuantía de ese perjuicio.
Por lo tanto, es improcedente que el servicio formule cargos pe-
cuniarios para exigir por vía administrativa y coercitiva a un emplea-
do de su dependencia el pago de los daños causados por él a los
equipos y accesorios radiales de la institución.

120.10) DICTAMEN Nº 32.919, DE 1995

Cuando el funcionario sumariado es cuentadante, es decir, cuando está


obligado a rendir cuentas, la Ley Orgánica de la Contraloría General
de la República dispone que la obligación de rendir cuenta caduca
en un año, contado desde la notificación de la resolución que aplicó
la medida disciplinaria.
No existe norma alguna que faculte a la autoridad administrativa
para resolver por sí sola que un empleado reponga un bien que se ha
sustraído del servicio, según se estableció en el respectivo sumario ad-
ministrativo.

120.11) D ICTAMEN Nº 4.002, DE 1995

Las cauciones que están obligados a rendir los funcionarios a que se


refiere el artículo 7º del DL Nº 799, de 1974, tienen por objeto asegu-
rar el cumplimiento de los deberes derivados de la conducción de los
vehículos que se les asignen, como ha tenido oportunidad de expre-
sarlo en anteriores oportunidades esta Contraloría General, de modo
que sólo pueden hacerse efectivas cuando se ha acreditado, en el res-
pectivo sumario, que han contravenido esas obligaciones.
Por ello, es improcedente hacer efectiva la fianza si el empleado
es sobreseído en el procedimiento disciplinario.

895
ARTÍCULO 120

INCISO PRIMERO

120.12) DICTÁMENES NOS 27.689, DE 1983; 11.868 Y 23.810, DE 1995

Después de establecer el principio de la independencia de la san-


ción administrativa de las responsabilidades civil y penal, el Estatuto
Administrativo prescribe en su artículo 120 que excepcionalmente
sólo el sobreseimiento definitivo o absolución judicial fundados es-
pecíficamente en la causal de no constituir delito los hechos denun-
ciados producen el efecto de enervar lo resuelto por la autoridad
administrativa, y siempre, por cierto, que la medida disciplinaria se
haya aplicado como consecuencia exclusiva de hechos que revistan
caracteres de delito.
En cambio, con arreglo al inciso 2º, “en los demás casos de sobre-
seimiento definitivo o sentencia absolutoria”, esto es, cuando esas re-
soluciones judiciales se fundan en cualquiera otra causal que no sea
precisamente la de no constituir delito los hechos denunciados, el afec-
tado “podrá pedir la reapertura del sumario administrativo y si en éste
también se le absolviere, procederá la reincorporación en los térmi-
nos antes señalados”. La autoridad administrativa, en este caso, es pues
soberana para ponderar la resolución penal en relación con la san-
ción expulsiva.
En este sentido, no se encuadra dentro del inciso 1º la absolución
dispuesta por una sentencia judicial que resuelve: “No estando acre-
ditado el cuerpo del delito de defraudación contemplado en el ar-
tículo 239 del Código Penal, procede absolver al inculpado de la
acusación deducida en su contra”, porque no absolvió al funcionario
por no constituir delito el hecho denunciado, sino porque no estaba
acreditado el cuerpo del delito.

120.13) MAURICIO QUINTREMIL QUINCHAVIL Y OTROS CON


C ONTRALORÍA GENERAL DE LA R EPÚBLICA, CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, APELACIÓN DE PROTECCIÓN, 8 DE JUNIO DE 1998,
ROL Nº 1.545-98

1º. Que por sentencia ejecutoriada recaída en autos Rol Nº 132.405


del Sexto Juzgado del Crimen de Santiago, se absolvió a los encausa-
dos de la acusación librada en su contra como autores del delito de
malversación de caudales públicos, pues como se expresa en la re-
flexión cuarta del fallo de primer grado fechado el 25 de abril de 1996,
no fue “posible formarse la convicción de que ha acontecido un he-
cho punible con motivo de los hechos de autos”, al no existir, según
se afirma también, evidencia ni probanza alguna en cuanto a la venta
por los inculpados de vales o entradas anuladas;

896
ARTÍCULO 120

2º. Que, en consecuencia, la referida absolución se fundamenta


en que los sucesos verificados en la investigación no logran constituir
el ilícito denunciado, circunstancia precisamente comprendida en la
norma del inciso primero del artículo –120– de la Ley Nº 18.834; por
lo que habiéndose sancionado a los recurrentes en consideración ex-
clusiva a que eran delitos tales hechos, se hace obligatoria su reincor-
poración;
3º. Que de ello se sigue que el actuar de la recurrida –la Contra-
loría General de la República– al emitir el dictamen Nº 3.190, de 28
de enero de 1998 –por medio del cual concluyó que era improceden-
te la reincorporación porque en el juicio criminal no se había sobre-
seído definitivamente por la causal de “no constituir delito los hechos
denunciados”– y devolver sin toma de razón la resolución que dispo-
nía precisamente tal reincorporación, inaplicando una disposición le-
gal, el inciso primero del artículo 120, a un caso en que procedía
hacerlo, constituye una manifiesta arbitrariedad, ya que desconoce el
derecho de los recurrentes a recuperar en tal virtud su perdida cali-
dad de funcionarios administrativos.

120.14) D ICTAMEN Nº 2.214, DE 1990

Tanto el DFL Nº 338, de 1960, cuanto la Ley Nº 18.834, que aprobó en


1989 el Estatuto Administrativo, establecen que al sancionado con la
medida disciplinaria de destitución como consecuencia exclusiva de
hechos que revistan caracteres de delito, y que es absuelto o sobreseí-
do definitivamente por no constituir delito los hechos denunciados,
debe reincorporársele a la institución en el cargo que desempeñaba
a la fecha de la destitución o en otro de igual jerarquía.
Añaden esas normas que en los “demás casos” de sentencia abso-
lutoria o de sobreseimiento definitivo, el funcionario destituido está
facultado para pedir la reapertura del sumario, pudiendo ser reincor-
porado al servicio, si así se desprende del mérito de los nuevos ante-
cedentes.

120.15) DICTAMEN Nº 17.863, DE 1985

El artículo 120 comienza estableciendo el principio básico sobre in-


dependencia de la sanción administrativa respecto de la civil y la pe-
nal, de modo que la condena, el sobreseimiento o la absolución judicial
no excluyen la posibilidad de aplicar al empleado una medida disci-
plinaria en razón de los mismos hechos.
1) Sin embargo, la segunda parte del inciso primero de ese pre-
cepto contempla una excepción a este principio sobre la base de que

897
ARTÍCULO 120

concurran dos requisitos, como lo ha afirmado una constante juris-


prudencia:
a) Que el inculpado sea destituido como consecuencia exclusiva
de hechos que revistan caracteres de delito, de modo que la existen-
cia de otros cargos en el sumario, de cualquier naturaleza que sean,
no dan lugar a los beneficios de ese inciso primero, y
b) Que la justicia ordinaria, pronunciándose sobre los mismos he-
chos que motivaron la sanción administrativa, absuelva al destituido o
lo sobresea definitivamente por la causal precisa de no constituir deli-
to los hechos denunciados.
2) Del contexto del artículo 120 se desprende, como se ha con-
cluido uniforme e invariablemente por la jurisprudencia, v. gr., en los
dictámenes Nos 32.752, de 1972, y 25.369, de 1973, que tanto la situa-
ción que prevé el inciso primero como la que contempla el inciso se-
gundo, exigen, como requisito esencial para la procedencia de los
derechos que allí se establecen, que el funcionario haya sido sancio-
nado administrativamente “como consecuencia exclusiva de hechos
que revistan caracteres de delito”.
Por consiguiente, la regla de reapertura que contempla el inciso
segundo del artículo 120, es aplicable cuando quien ha sido sancio-
nado con una medida expulsiva es absuelto o sobreseído definitiva-
mente por una causal distinta de las que señala el inciso 1º, y siempre
que la sanción haya derivado de hechos que revestían caracteres de
delito.
3) Si en el sumario se han verificado hechos que revestían carac-
teres de delito y además otros constitutivos de falta administrativa, el
caso no se encuadra dentro de ninguno de los dos incisos del artículo
120, y respecto de estas situaciones la jurisprudencia ha establecido
que la autoridad, en ejercicio de las atribuciones generales que le son
propias, puede ordenar que se reabra el sumario, si lo estima proce-
dente de acuerdo con los antecedentes que se le hagan valer, a fin de
ponderar, en este nuevo sumario de reapertura del anterior, la inci-
dencia que el sobreseimiento definitivo o la absolución pudieran te-
ner sobre la medida aplicada.
Si como resultado de este nuevo sumario, el inculpado resultara
absuelto o sancionado con una medida disciplinaria meramente co-
rrectiva, la autoridad deberá reincorporarlo en el mismo empleo o en
otro de igual jerarquía a contar de la fecha de la resolución que re-
suelva el expediente, pero en este caso el interesado no tiene dere-
cho a impetrar beneficio remuneratorio alguno, ya que no concurren
los requisitos que para tal efecto exige el artículo 120 del Estatuto Ad-
ministrativo que se han reseñado anteriormente.
Este dictamen deja sin efecto todo otro pronunciamiento que con-
tenga una doctrina diferente.

898
ARTÍCULO 120

120.16) DICTÁMENES NOS 40.258, DE 1968; 6.362, DE 1990

Dos son los requisitos esenciales que deben concurrir para que opere
la norma del inciso 1º del artículo 120:
– Uno, que el empleado sea destituido como consecuencia exclu-
siva de hechos que revistan caracteres de delito;
– Dos, que en el proceso penal el funcionario sea absuelto o so-
breseído definitivamente porque esos mismos hechos no eran consti-
tutivos de delito.

120.17) D ICTÁMENES NOS 11.636, DE 1998; 23.070, DE 1999

Para que proceda la aplicación del inciso 1º del artículo 120, se re-
quiere que el funcionario sea sancionado como consecuencia exclusi-
va de hechos que revistan caracteres de delito y que en el proceso
criminal se le haya absuelto o sobreseído definitivamente por no cons-
tituir delito los hechos denunciados.
Sólo dándose estas dos circunstancias procede la reincorporación
al servicio con el reconocimiento de todos los derechos legales y pre-
visionales que le correspondan, como si hubiere estado en actividad
(11.636/98).
En estas condiciones, procede mantener la medida disciplinaria
de destitución aplicada a un funcionario que no obstante haber sido
sobreseído en el respectivo juicio criminal, acredita en el sumario ser
autor de numerosas faltas administrativas, desde contravenciones re-
glamentarias hasta la percepción de donaciones en dinero bajo el pre-
texto de que serían usadas en la reparación y mantención del inmueble
del servicio, porque en este caso no concurren las exigencias prescri-
tas por el inciso 1º del artículo 120 para hacer procedente el derecho
que allí establece (23.070/99).

120.18) DICTAMEN Nº 26.113, DE 1996

Es improcedente acceder a la solicitud de reincorporación fundada


en la sentencia absolutoria recaída en el juicio criminal, porque está
fehacientemente comprobado en el sumario administrativo que ade-
más de los hechos constitutivos de delito, el funcionario incurrió en
graves faltas administrativas, como contraer y mantener deudas impa-
gas con funcionarios y reos internos, y extender un certificado de an-
tigüedad con información falsa, de manera que no concurre el
requisito de tratarse de una sanción que fue consecuencia exclusiva
de hechos constitutivos de delito.

899
ARTÍCULO 120

120.19) DICTAMEN Nº 35.356, DE 1995

El funcionario que ha sido sobreseído por la causal del Nº 2 del ar-


tículo 408 del CPP, esto es, por no constituir delito los hechos denun-
ciados, tiene derecho a ser reincorporado al servicio, por cuanto esos
hechos fueron los únicos acreditados en el sumario.
No obstante, como el Ministerio de Educación carece en la actua-
lidad de establecimientos educacionales en los cuales reubicarlo, tie-
ne derecho a que se le pague la indemnización consultada en el inciso
3º del artículo 120 del Estatuto Administrativo.

120.20) D ICTAMEN Nº 8.017, DE 1997

No procede modificar una medida disciplinaria de destitución, por cuanto


la solicitud de reapertura se basa en un sobreseimiento decretado judi-
cialmente por causal de extinción de la responsabilidad penal por los de-
litos de distracción de caudales o efectos públicos y fraude en perjuicio
del Fisco, y no en el hecho de no constituir delitos los hechos denuncia-
dos, como lo exige el artículo 120 del Estatuto Administrativo.

120.21) DICTAMEN Nº 21.802, DE 1996

Luego de consagrar la independencia de las responsabilidades adminis-


trativa, civil y penal, el artículo 120 del Estatuto Administrativo prevé
los eventuales derechos que favorecen a quienes han dejado de perte-
necer a la Administración por causal de destitución y que luego hayan
sido absueltos o sobreseídos definitivamente por no constituir delitos
los hechos denunciados, a juicio del magistrado del orden criminal.
Por consiguiente, para hacer efectivos esos derechos se requiere
hacer valer ante la autoridad administrativa que aplicó la medida dis-
ciplinaria la correspondiente sentencia ejecutoriada dictada por el juez
que conoció de la causa criminal y en la cual se absuelve o sobresee al
inculpado en los términos antes expresados.
De conformidad con lo establecido en este artículo 120, no cabe
admitir otras causales de exoneración que den lugar a esos beneficios,
distintas de la destitución, como es, por ejemplo, el hecho de no ha-
ber sido encasillado en las nuevas plantas aprobadas para el servicio
en que se desempeñaba el exonerado.

120.22) D ICTAMEN Nº 4.005, DE 1990

Para producir los efectos que determina la Ley Estatutaria, la senten-

900
ARTÍCULO 120

cia absolutoria y el sobreseimiento definitivo a que se refiere el inciso


1º del artículo 120 deben estar ejecutoriados conforme a las normas
procesales generales (lo cual se prueba con la correspondiente certi-
ficación del tribunal).

120.23) DICTAMEN Nº 12.354, DE 1979

El artículo 408 del CPP contempla la causal de sobreseimiento defini-


tivo por no constituir delito los hechos denunciados. Por lo tanto, no
se conforma a lo prescrito por el inciso 1º del artículo 120, la aplica-
ción al inculpado de la causal del Nº 5 de ese artículo, que se refiere
a los sobreseimientos definitivos que se decretan por haberse extin-
guido la responsabilidad penal.
Ello, sin perjuicio de que sea procedente la aplicación del inciso
2º de dicho artículo 120.

120.24) D ICTAMEN Nº 4.158, DE 1992

El sobreseimiento temporal resuelto por el juez no impide la aplica-


ción de la medida disciplinaria de destitución, ya que sólo significa
que el procedimiento se ha suspendido hasta que se presenten mayo-
res datos de investigación, y porque de acuerdo con lo dispuesto por
el artículo 120, la destitución sólo puede ser enervada por la absolu-
ción o el sobreseimiento definitivo por no constituir delito los hechos
denunciados.
El eventual sobreseimiento definitivo por prescripción de la acción
penal que pudiera configurarse, tampoco favorecería a un funciona-
rio, por basarse en una causal distinta a la prevista en el artículo 120.

INCISO SEGUNDO

120.25) DICTAMEN Nº 25.560, DE 1975

El artículo 120 regula dos situaciones bien diferenciadas:


– La del inciso 1º, relativa a la absolución o sobreseimiento defi-
nitivo por no constituir los hechos denunciados respecto de un fun-
cionario destituido exclusivamente por hechos que revestían caracteres
de delito, y
– La del inciso 2º, que se refiere a ese mismo cuadro, pero en el
que la absolución o sobreseimiento se han dictado por otras causales.
Sin embargo, las reglas que regulan la reincorporación en uno
y otro caso son las mismas, es decir, si en cualquiera de ellos no es

901
ARTÍCULO 120

posible llevar a la práctica la reincorporación en el plazo de seis


meses contados desde la absolución administrativa o desde la apli-
cación de la nueva sanción disciplinaria, el empleado tiene dere-
cho a exigir como indemnización el pago de la remuneración que
le hubiera correspondido percibir en su cargo durante el tiempo
que debió permanecer alejado de la Administración, hasta un máxi-
mo de tres años.

120.26) DICTAMEN Nº 60, DE 1996

El sobreseimiento temporal permite aplicar la medida disciplinaria de


destitución, por no constituir una de las causales excepcionales que
impiden hacerla efectiva, según lo dispone el artículo 120 del Estatu-
to Administrativo.

INCISO TERCERO

120.27) DICTAMEN Nº 11.246, DE 1997

Siendo imposible reincorporar a los funcionarios que obtuvieron


sentencia absolutoria ejecutoriada en los términos del inciso 1º del
artículo 120 del Estatuto Administrativo, por cuanto la planta del ser-
vicio se encuentra totalmente provista, debe aplicarse el inciso 3º de
ese precepto, según el cual, si no fuere posible llevar a la práctica la
reincorporación en el plazo de seis meses, el empleado que se encon-
trare en esa situación tiene derecho a exigir, como única indemniza-
ción por los daños y perjuicios que la medida disciplinaria le hubiere
irrogado, el pago de las remuneraciones que le hubiere correspondi-
do percibir en el empleo que desempeñaba en la Administración, hasta
un máximo de tres años.

120.28) D ICTAMEN Nº 8.017, DE 1997

La reincorporación al servicio o el pago de la indemnización previs-


tos en el inciso 1º del artículo 120 del Estatuto Administrativo sólo pro-
ceden cuando concurren los dos requisitos establecidos en dicha
norma estatutaria.
Por consiguiente, no cabe disponer el pago de la indemnización
en favor de un ex empleado que no tuvo derecho a ser reincorpora-
do por habérsele sobreseído por una causal distinta de la señalada en
el inciso 1º, como es el sobreseimiento por extinción de la responsa-
bilidad penal derivada de los hechos denunciados.

902
ARTÍCULO 120

120.29) DICTAMEN Nº 24.118, DE 1996

No es admisible que un ex funcionario sea reincorporado al servi-


cio, por cuanto el Ministerio de Educación carece en la actualidad
de establecimientos educacionales en los cuales hacer efectivo el de-
recho otorgado por el inciso 1º del artículo 120 del Estatuto Admi-
nistrativo.
Por ende, corresponde que esa Secretaría de Estado pague la in-
demnización prevista en esa regla estatutaria.

120.30) D ICTAMEN Nº 1.303, DE 1988

En razón de la naturaleza indemnizatoria que tiene el pago de hasta


tres años de remuneraciones que consulta el inciso 3º del artícu-
lo 120, cabe entender que el cálculo debe efectuarse consideran-
do las últimas remuneraciones que habría tenido derecho a percibir
el afectado, o sea, las que le habrían correspondido, según su gra-
do, en los treinta y seis meses precedentes a aquel en que se efec-
túe el pago.
Si el servicio al que pertenecía el solicitante ya no existe, y por
consiguiente tampoco su cargo, la indemnización debe pagarse
atendiendo a las remuneraciones del grado de la ES que regía para
ese servicio.

LA INDEMNIZACIÓN DEBE PAGARSE EN UN SOLO ACTO Y


REAJUSTADA

120.31) DICTÁMENES NOS 35.356, DE 1995; 2.048 Y 24.118, DE 1996

Actualmente no corresponde aplicar la jurisprudencia recaída en


el artículo 176 del anterior Estatuto Administrativo, aprobado por
DFL Nº 338, de 1960.
Por lo tanto, la indemnización debe pagarse en un solo acto y re-
ajustada.
El reajuste es el que corresponde a la variación del índice de pre-
cios al consumidor que se hubiere producido desde la fecha del cese
de funciones hasta el mes anterior al del pago efectivo.
De esta manera, para realizar el cálculo del monto de la indemni-
zación debe atenderse a la remuneración del mes en que se produjo
la destitución; luego debe considerarse la de los meses posteriores hasta
completar tres años y, enseguida, proceder a reajustar tales rentas con-
forme a la variación que entre esas fechas hubiere experimentado el
índice de precios antes referido.

903
ARTÍCULO 120

LA CAUSAL JURISPRUDENCIAL DE REAPERTURA DE UN


SUMARIO

120.32) DICTÁMENES NOS 2.190, DE 1995; 24.320, DE 1999

Independientemente de la norma de excepción que consulta el artícu-


lo 120 del Estatuto Administrativo, existe una antigua jurisprudencia
mantenida en el tiempo, en el sentido de que, en general, un sumario
que se encuentra afinado puede reabrirse, en la medida que se acredi-
te fehacientemente que durante su tramitación se incurrió en un error
de hecho esencial al momento de aplicarse la sanción o que existen nue-
vos antecedentes que de haber sido conocidos en su oportunidad ha-
brían hecho variar la medida disciplinaria aplicada como consecuencia
de los hechos investigados en ese procedimiento (2.190/95).
Corresponde a la autoridad administrativa competente, que goza de
amplias atribuciones en esta materia, ponderar si los antecedentes in-
vocados por el peticionario tienen o no mérito suficiente para reabrir
el sumario, puesto que la reapertura de este procedimiento disciplina-
rio sólo procede cuando concurren hechos nuevos, no conocidos ni
ponderados en el curso del anterior proceso (24.320/99).

120.33) DICTAMEN Nº 20.697, DE 1997

En efecto, dadas las graves consecuencias que trae consigo una desti-
tución, la jurisprudencia ha reconocido la posibilidad de reabrir un
sumario en aquellos casos en que se advierte que la sanción aplicada
obedeció a un error de hecho que afecta de manera esencial su pro-
cedencia; cuando aparecen nuevos antecedentes que pueden alterar
sustancialmente lo resuelto o cuando se comprueba la comisión de ile-
galidades que afectan la validez de lo actuado en ese sumario.

120.34) D ICTAMEN Nº 3.651, DE 1984

El artículo 120 no se aplica al sobreseimiento definitivo o absolución


resueltos por la justicia ordinaria cuando la medida disciplinaria ex-
pulsiva se basó en hechos que revestían caracteres de delito y además
en hechos constitutivos de falta administrativa.
Ello, sin perjuicio de que conforme a lo resuelto por la jurispru-
dencia administrativa el funcionario destituido solicite reapertura del
sumario para ponderar “todos los antecedentes que rolen en el expe-
diente criminal” y “otros que logren desvirtuar los cargos administra-
tivos”, y en él logre la absolución o la aplicación de una pena menor.
En el sumario de reapertura no basta con acompañar copia auto-
rizada de la respectiva resolución judicial. Es necesario que durante

904
ARTÍCULO 120

su tramitación se desvirtúen las infracciones administrativas imputa-


das al sancionado, y si así ocurre, una vez resuelto el sumario, el fun-
cionario puede reincorporarse al servicio, aunque sin derecho a
remuneraciones por el tiempo intermedio.

120.35) DICTAMEN Nº 24.752, DE 1988

El funcionario que ha sido destituido, tanto por hechos que revisten


caracteres de delito, cuanto por graves faltas administrativas, no pue-
de verse favorecido con las normas del artículo 120 del Estatuto Ad-
ministrativo, porque este precepto sólo se aplica a los funcionarios que
hayan sido sancionados administrativamente “como consecuencia ex-
clusiva de hechos que revisten caracteres de delito”, lo que no ocurre
en este otro caso.
Sin embargo, la jurisprudencia, de manera uniforme, ha conclui-
do que la autoridad administrativa puede, si lo estima pertinente, dis-
poner la reapertura del proceso sumarial a fin de ponderar la
absolución o el sobreseimiento definitivo en relación con la medida
disciplinaria expulsiva impuesta en su oportunidad.
De este modo, una sentencia absolutoria dictada respecto de he-
chos de esta naturaleza, otorga al ex funcionario el derecho a solici-
tar a la autoridad la reapertura del proceso disciplinario incoado en
su contra, fundamentando su petición en que ese fallo judicial consti-
tuye un antecedente nuevo no ponderado al momento de resolver so-
bre la sanción aplicada. En igual sentido se pronunciaron los
dictámenes Nos 32.750, de 1972, y 483, de 1986, entre otros.

120.36) DICTÁMENES NOS 3.651, DE 1984; 17.863, DE 1985

Absuelto en el sumario de reapertura o aplicada como consecuencia de


él una medida no expulsiva, el funcionario tiene derecho a ser reincor-
porado en el mismo empleo o en otro de igual jerarquía, con posterio-
ridad o simultáneamente al decreto o resolución que afine el sumario,
pero sin derecho a impetrar beneficio remuneratorio alguno por el tiem-
po intermedio en que estuvo alejado de la Administración.

120.37) DICTÁMENES NOS 18.975, DE 1981; 4.831, DE 1990

La desvinculación del servicio por efecto de una medida disciplinaria


de destitución aplicada sobre la base de los antecedentes tenidos a la
vista en ese momento, no es un acto ilegítimo o ilegal, aun cuando
más adelante se deje sin efecto la destitución.

905
ARTÍCULO 120

Importa, pues, una verdadera pérdida de la calidad de empleado


y el desposeimiento de todos los derechos que son inherentes a ella.
En estas condiciones, el empleado destituido se ve privado de la
condición de imponente y queda desafiliado de su institución previ-
sional pública. Si es reincorporado, su régimen será el que corresponda
conforme a las reglas generales, pero no podrá invocar su calidad an-
terior para mantener un sistema que ya no le es aplicable.

120.38) D ICTÁMENES NOS 27.689, DE 1983; 13.649, DE 1999

Es facultad de la Administración activa ponderar los antecedentes reco-


pilados durante el transcurso del sumario de reapertura y sobre la base
de ellos decidir lo que considere adecuado al mérito de la documenta-
ción allegada por el Fiscal Instructor al proceso disciplinario (27.689/83).
Cabe destacar que es válida la designación como Fiscal del suma-
rio de reapertura del funcionario que tramitó el sumario anterior, ya
que el hecho de haberlo sustanciado no le hace perder imparcialidad
y objetividad. Con todo, el afectado tiene pleno derecho a impugnar
la actuación del Fiscal Instructor durante el curso de la tramitación,
acreditando, fundadamente, que él carece de esas condiciones
(13.649/99).

120.39) DICTAMEN Nº 11.638, DE 1998

Si como consecuencia de un sumario de reapertura se dispone la rein-


corporación del funcionario destituido, no corresponde pagar a éste
las remuneraciones no percibidas en razón de la destitución, ya que
durante ese lapso de tiempo no se prestaron servicios efectivos a la
Administración, debido a encontrarse fuera de ella por una medida
disciplinaria legalmente aplicada.
Al haberle sido imputable en su tiempo la conducta que motivó
la expulsión, no se configura a su respecto un caso fortuito que pu-
diera justificar el pago de esos emolumentos.

EFECTOS DE LA MEDIDA DISCIPLINARIA DE DESTITUCIÓN


MANTENIDA EN EL SUMARIO DE REAPERTURA

120.40) DICTÁMENES NOS 81.010, DE 1960; 61.808 Y 61.854, DE 1967;


68.693, DE 1969; 254, 2.182 Y 30.081, DE 1990

El funcionario destituido, a quien se le mantuvo la medida o cuya si-


tuación no permitía la reapertura del sumario y la subsiguiente posi-

906
ARTÍCULO 120

bilidad de modificar la sanción aplicada, sólo puede reingresar a la


Administración en los términos del artículo 12, letra e), esto es, cum-
plido el plazo de 5 años previsto por ese artículo, y siempre que cuen-
te previamente con decreto supremo de rehabilitación, como lo ha
manifestado la jurisprudencia, basada en el artículo 38, letra f), de la
LOCGR.
Su reincorporación es una facultad privativa de la autoridad lla-
mada a extender el nombramiento, que es la llamada a calificar dis-
crecionalmente la conveniencia de acceder a la reincorporación
solicitada.
La rehabilitación constituye un trámite administrativo cuyo único
objetivo es restituir el requisito de idoneidad moral con que debe con-
tar todo empleado público, y mediante él el Presidente de la Repúbli-
ca determina, discrecionalmente, si decreta la rehabilitación del
solicitante (81.010/60, 68.693/69).
Es una facultad privativa del Jefe de Estado; en tal carácter, no ad-
mite reclamo en contra de lo por él decidido. Por lo tanto, la negati-
va a cursar una petición de rehabilitación emanada del Jefe de
Gabinete de un Ministerio, es un acto ilegal que obliga a desestimar-
la, debiendo los antecedentes ser elevados a conocimiento del Presi-
dente de la República (30.081/90).
La rehabilitación debe pedirse a través del Ministerio del cual de-
penda o con el cual se relacione el servicio al que pertenecía el desti-
tuido o separado administrativamente de su cargo, no siendo necesario
acompañar una documentación específica de respaldo, porque el jefe
de servicio deberá informar al Ministerio sobre la situación del ex fun-
cionario, acompañando todos los antecedentes del caso (61.808/67,
254/90).
La rehabilitación no exime al favorecido de la obligación de cum-
plir con los requisitos de ingreso prescritos por la ley, ni confiere de-
recho alguno a reclamar la reincorporación como una medida
obligatoria que lo favorece. Tampoco lo autoriza para reclamar suma
alguna por el tiempo que estuvo alejado del servicio (61.854/67).

LA LIBERTAD INCONDICIONAL

120.41) D ICTÁMENES NOS 48.374, DE 1968; 5.181 Y 31.187, DE 1969;


19.823, DE 1983

La jurisprudencia ha señalado que la persona que queda en libertad


incondicional se encuentra en una posición más amplia y favorable
que quien ha sido sobreseído o absuelto por no constituir delito los
hechos denunciados.

907
ARTÍCULO 120

En un sumario en tramitación, este elemento de juicio tendría la


fuerza de desvirtuar el fundamento legal tenido en consideración al
instruirlo con base presuntiva para una destitución.

LA ABSOLUCIÓN

120.42) DICTAMEN Nº 27.689, DE 1983

El solo mérito de una sentencia absolutoria no basta para desvirtuar


el mérito de la medida disciplinaria aplicada al afectado. Debe ser por
no constituir delito los hechos denunciados.
De no ser así, es necesario, al tenor del artículo 120 del Estatuto
Administrativo, que la Administración analice la incidencia que la ab-
solución penal pueda tener en los hechos acreditados administrativa-
mente en el respectivo sumario.

120.43) DICTAMEN Nº 16.830, DE 1987

Compete a la Administración activa analizar la incidencia que la ab-


solución penal pueda tener respecto de la responsabilidad adminis-
trativa del destituido, ya que según lo previsto por el inciso 1º del
artículo 120 sólo la absolución judicial fundada en la causal de no cons-
tituir delito los hechos denunciados enerva lo resuelto por la autori-
dad funcionaria, sin sujeción a examen posterior de su parte.
Así se resolvió, también, en los dictámenes Nos 64.444, de 1979, y
27.689, de 1983.

LA AMNISTÍA

120.44) D ICTAMEN Nº 1.403, DE 1979

Por dictamen Nº 17.000, de 1972, se determinó que “la gracia de


la amnistía, por extinguir por completo la pena y de todos sus efec-
tos”, según el artículo 93, Nº 3, del Código Penal, “impide a la Ad-
ministración invocar la condena de un empleado por un delito de
acción pública como antecedente para aplicarle la medida discipli-
naria”.
A contar del 19 de abril de 1978, fecha de vigencia del DL Nº 2.191,
de 1978, de amnistía, procedería declarar la absolución del destitui-
do y reintegrarlo a sus funciones, conforme a la jurisprudencia sobre
fuerza mayor, aunque el afectado no hubiera reclamado en los térmi-
nos en que procedería exigirse en esos casos.

908
ARTÍCULO 120

120.45) DICTAMEN Nº 12.339, DE 1979

De acuerdo con la jurisprudencia, dictámenes Nos 86.299, de 1966;


82.293, de 1967, y 79.873, de 1971, la extinción de la pena y de todos
sus efectos que implica la amnistía, opera desde la fecha de su vigen-
cia hacia adelante, pero no tiene efecto retroactivo, ya que se entien-
de que este beneficio hace desaparecer la condena impuesta y sus
efectos de un modo ficto y hacia el futuro, lo cual deja inamovibles
las situaciones producidas con anterioridad.

EL INDULTO

120.46) D ICTAMEN Nº 2.521, DE 1970

Los funcionarios indultados mantienen el carácter de condenados para


todos los efectos legales.

120.47) D ICTÁMENES NOS 17.000, DE 1972; 89.832, DE 1979; 20.976,


DE 1980; 27.229, DE 1983

El indulto es una forma de extinción de la responsabilidad penal que


“sólo remite o conmuta la pena, pero que no quita al favorecido el
carácter de condenado para los efectos de la reincidencia o nuevo de-
linquimiento y demás que determinan las leyes”, según lo previene el
Nº 4º del artículo 93 del CP .
En estas condiciones, el indultado queda liberado del cumplimien-
to de las penas impuestas por la justicia ordinaria, pero no impide a
la Administración proceder en contra suya, sobre todo si se considera
que la medida de destitución provino de hechos que la ley sanciona
con la máxima sanción administrativa (20.976/80).
Como se concluyó en el dictamen Nº 89.832, de 1979, el solo te-
nor del artículo 93, Nº 4º, del CP, revela que el indulto no quita al fa-
vorecido el carácter de condenado. Su última frase: “y demás –efectos–
que determinen las leyes”, es suficientemente amplia como para com-
prender en su enunciado todo eventual efecto que determine cual-
quiera disposición del ordenamiento jurídico, sea de orden público o
privado, ya que no hace distinción en cuanto a la naturaleza, carácter
o clasificación de tales leyes.

120.48) D ICTAMEN Nº 7.689, DE 1968

El funcionario público que por la vía del indulto obtenga reduc-

909
ARTÍCULO 120

ción de su pena principal privativa de la libertad, sin que en el res-


pectivo decreto se haga mención de la pena accesoria de suspen-
sión para cargos y oficios públicos y profesiones liberales, sigue
sujeto a esta última sanción por todo el tiempo a que se refiere la
condena judicial.

EL SOBRESEIMIENTO TEMPORAL

120.49) DICTAMEN Nº 20.792, DE 1979

El artículo 120, inciso 1º, confiere el mérito de enervar la destitución


solamente al sobreseimiento definitivo y a la absolución, en tanto se
funden en “no constituir delito los hechos denunciados”.
De esta suerte si sólo una de las siete causales de sobreseimiento
definitivo tiene acogida en la norma de excepción del inciso 1º del
artículo 120, mal podrían extenderse los efectos de esa norma al so-
breseimiento temporal regulado en el artículo 418 del Código de Pro-
cedimiento Penal, que se limita a suspender el procedimiento hasta
que se presenten mejores antecedentes que permitan proseguir la in-
vestigación.
Es lógico que el legislador del Estatuto Administrativo haya exigi-
do que la justicia ordinaria declarara rotundamente que tal hecho no
constituía en verdad delito para pasar por alto una destitución y rein-
corporar al empleado, porque sólo así se puede afirmar que se ha ago-
tado la investigación y obtenido un pronunciamiento fundado sobre
el fondo de la imputación, lo que no asegura un simple sobreseimiento
temporal.

120.50) DICTAMEN Nº 20.863, DE 1986

De acuerdo con el artículo 120 del Estatuto Administrativo, sólo la ab-


solución y el sobreseimiento definitivos que se basen en no constituir
delito los hechos denunciados, pueden enervar la aplicación de la
medida disciplinaria de destitución.
En consecuencia, procede aplicar dicha medida expulsiva a un fun-
cionario que ha incurrido en hechos que revisten caracteres de deli-
to, aunque se haya sobreseído temporalmente la causa criminal, pues
esta medida, al tenor del artículo 409, Nº 1, del Código de Procedi-
miento Penal, sólo significa que el procedimiento se ha suspendido
hasta que no se alleguen mayores antecedentes.
La libertad decretada por el juez con motivo de un sobreseimien-
to temporal no puede asimilarse a la absolución o al sobreseimiento
definitivo a que se refiere el artículo (115), razón por la cual se deja

910
ARTÍCULO 120

sin efecto todo dictamen que contenga una doctrina contraria, en par-
ticular los dictámenes Nos 19.823, de 1983; 25.935, de 1984, y 1.015,
de 1985.

LA CONDENA A UNA PENA DE SUSPENSIÓN DEL CARGO


PÚBLICO

120.51) D ICTAMEN Nº 2.450, DE 1982

Procede reconsiderar la jurisprudencia según la cual la pena de sus-


pensión impuesta con el carácter de principal obliga a la autoridad
administrativa a dejar sin efecto la medida expulsiva que había adop-
tado.
Ello, por cuanto el artículo 120 del Estatuto Administrativo pres-
cribe que la responsabilidad administrativa es independiente de la res-
ponsabilidad civil y penal, sin impedir a la autoridad administrativa la
aplicación de una medida disciplinaria sobre los mismos hechos suje-
tos a juicio.
Este principio, que constituye una de las bases de la potestad san-
cionadora de que están dotadas las autoridades administrativas, no con-
templa más excepciones que las establecidas por el propio legislador,
fuera de las cuales no procede atribuir a los fallos de los tribunales el
efecto de enervar las medidas disciplinarias que se dispongan.
En consecuencia, reconsidérase la jurisprudencia vigente en el sen-
tido de declarar que la imposición de la pena de suspensión por par-
te de los tribunales de justicia, sea con carácter de principal, sea con
carácter de accesoria, no confiere a los afectados el derecho a ser re-
incorporados a sus cargos, porque la medida expulsiva es independien-
te de la sanción penal.

LA CONDENA A PENAS ACCESORIAS

120.52) DICTAMEN Nº 12.671, DE 1998

La Universidad de Tarapacá ha solicitado la reconsideración del ofi-


cio Nº 2.644, de 1997, de la Contraloría Regional de Tarapacá, en cuan-
to reitera una invariable jurisprudencia anterior, según la cual no
procede hacer efectiva la pena de suspensión del cargo u oficio públi-
co dispuesta como accesoria, cuando al funcionario afectado se le ha
remitido la pena principal.
En apoyo de su petición, expresa que en una situación similar los
tribunales de justicia, conociendo de un recurso de protección, resol-
vieron que en estos casos, mediando una sentencia judicial que remi-

911
ARTÍCULO 120

tía la pena principal sin mencionar la accesoria, sólo aquélla se en-


contraba en tal situación, correspondiendo a dichos tribunales, a pe-
tición del afectado, determinar la situación en que se encontraba la
pena accesoria.
Como puede advertirse, el problema radica en establecer cuál es
el órgano competente para pronunciarse sobre los efectos de una sen-
tencia judicial, el que debe resolverse en el sentido de reconocer la
facultad exclusiva de los tribunales de justicia para determinar los efec-
tos de sus fallos, más aún cuando la Constitución Política de la Repú-
blica amplió las potestades del Poder Judicial, confiándole, además de
la atribución de conocer de asuntos litigiosos, la facultad de “hacer
ejecutar lo juzgado”.
Siendo así, forzoso es concluir que no corresponde a esta Contra-
loría General de la República fijar el sentido y alcance de una resolu-
ción judicial, como lo indica la jurisprudencia hasta ahora vigente, que
establece que la remisión de la pena principal implica eximir al favo-
recido con ella del cumplimiento de la accesoria sobre la cual nada
se ha resuelto, pues tal pronunciamiento incide directamente en el
alcance de una sentencia dictada por los tribunales de justicia.
Por lo demás, el artículo 6º de la Ley Nº 10.336, de 1964, prohíbe
a este Organismo Fiscalizador intervenir en asuntos que tengan carác-
ter litigioso o estén sometidos al conocimiento de los tribunales de
justicia.
Déjase sin efecto toda jurisprudencia contraria a lo expresado en
el presente dictamen.

LA CONDENA A PENAS ALTERNATIVAS

120.53) D ICTÁMENES NOS 16.528, 16.529 Y 24.909, DE 1987; 21.304 Y


31.609, DE 1990

El mensaje de la Ley Nº 18.216, relativo al artículo 29, confirma que


el otorgamiento de alguno de los beneficios contemplados en ella:
remisión condicional de la pena, reclusión nocturna o libertad vi-
gilada, impide la aplicación de una medida disciplinaria expulsiva
basada en la condena por crimen o simple delito. En efecto, dijo
el mensaje, textualmente: “Por otra parte, el proyecto, con el obje-
to de facilitar la reincorporación del delincuente al medio laboral,
y sólo para los delincuentes primarios, contempla dos normas que
se contienen en –el artículo 29– y que disponen la omisión en los
certificados de antecedentes de las anotaciones que dieron lugar a
la encargatoria de reo y la condena, desde que por sentencia eje-
cutoriada se otorgue al reo alguno de los beneficios alternativos pre-
vistos en la ley y la eliminación definitiva de tales antecedentes

912
ARTÍCULO 120

prontuariales desde el término del cumplimiento satisfactorio de


la medida de que se trata”. Se agregó más adelante que con ello se
pretendía solucionar un grave problema social que afectaba a de-
lincuentes primarios de no gran peligrosidad que habían demos-
trado, sin embargo, condiciones positivas de adaptabilidad al medio
libre (16.528 y 16.529/87).
Estos argumentos permiten afirmar, además, que tampoco corres-
ponde sancionar con una medida correctiva a un funcionario que se
ha visto beneficiado con la aplicación del artículo 29 de la Ley
Nº 18.216, en la medida que el castigo derive exclusivamente del mis-
mo hecho que sea materia del juicio criminal, porque tal proceder
pugnaría con la finalidad protectiva que llevó al legislador a estable-
cerlo (16.528 y 24.909/87, 21.304/90).
El beneficio de la omisión de antecedentes prontuariales en certi-
ficados de antecedentes, alcanza también a las penas accesorias de in-
habilitación absoluta o temporal para cargos u oficios públicos a que
se refieren los artículos 27, 28 y 29 del CP. En verdad, no es proceden-
te hacer efectiva la pena accesoria si está suspendida la principal, pues-
to que se impone por el mismo período que dure el cumplimiento
efectivo de la condena, de modo que si ésta no se lleva a efecto en
virtud de la remisión condicional, mal podría exigirse la accesoria. Esta
conclusión no se aplica a las penas que deriven de delitos terroristas,
los cuales no causan los beneficios del artículo 29 de la Ley Nº 18.216
(31.609/90).

120.54) DICTAMEN Nº 20.294, DE 1990

En todo caso, el beneficio del artículo 29 de la Ley Nº 18.216 sólo pue-


de aplicarse cuando la responsabilidad administrativa deriva exclusiva-
mente de los hechos que han sido materia del juicio criminal, de manera
que si la formulación de cargos abarcó además la comisión de contra-
venciones administrativas, y la medida disciplinaria se impone por esos
dos tipos de conductas ilícitas, penales aquéllas, administrativas éstas,
no cabe beneficiar al ex funcionario con la reincorporación, porque no
es aplicable la Ley Nº 18.216.

120.55) DICTAMEN Nº 31.657, DE 1990

El artículo 29 de la Ley Nº 18.216 no favorece a los condenados por


conductas terroristas tipificadas en la Ley Nº 18.314, tanto por la je-
rarquía normativa y cobertura pública y privada que inviste el artícu-
lo 9º de la CPR, cuanto por lo dispuesto por el artículo 5º de esa misma
Ley Nº 18.314.

913
ARTÍCULO 121

Por consiguiente, el Servicio de Registro Civil e Identificación no


puede otorgar los certificados de antecedentes de esas personas, omi-
tiendo las anotaciones que derivan de la encargatoria de reo y de las
condenas por conductas terroristas.

Artículo 121. Los funcionarios podrán ser objeto de las siguien-


tes medidas disciplinarias:
a) Censura;
b) Multa;
c) Suspensión del empleo desde treinta días a tres meses, y
d) Destitución.
Las medidas disciplinarias se aplicarán tomando en cuen-
ta la gravedad de la falta cometida y las circunstancias atenuan-
tes o agravantes que arroje el mérito de los antecedentes.

Interpretación

121.1) La Ley Nº 19.653, de 14 de diciembre de 1999, en su artículo


5º, Nº 6, incorporó a este artículo 121 en la forma que aparece en el
texto, la medida disciplinaria de suspensión del empleo, para permi-
tir una mejor graduación de la responsabilidad administrativa, que en
el texto anterior del artículo contenía sólo los otros tres niveles de
medidas disciplinarias.
A su vez, en el Nº 7 del mismo artículo 5º, esta ley agregó al Esta-
tuto Administrativo un nuevo artículo, actual 124, en que define la
medida disciplinaria de suspensión del empleo.
Esta modificación hizo realidad una sentida aspiración gremial,
que desde 1989 aspiraba a ampliar la escala disciplinaria de sanciones
contenida en el Estatuto Administrativo aprobado por Ley Nº 18.834,
de ese año.

LAS MEDIDAS DISCIPLINARIAS

121.2) DICTAMEN Nº 29.382, DE 1993

Las medidas disciplinarias son los medios que la ley contempla para
castigar al funcionario que infringe sus deberes de tal, previo un pro-
ceso formal destinado a establecer su responsabilidad administrativa,
según decisión de la autoridad con potestad punitiva para imponer
esas sanciones.

914
ARTÍCULO 121

CARACTERÍSTICA ESENCIAL DE LAS MEDIDAS DISCIPLINARIAS

121.3) DICTAMEN Nº 3.838, DE 1997

El Estatuto Administrativo no describe tipos penales, ni asigna sancio-


nes a cada infracción cometida por los funcionarios públicos, sino que
señala un conjunto de obligaciones que éstos deben cumplir dentro y
fuera de la institución.
Excepcionalmente, el artículo 125 describe conductas que nece-
sariamente deben sancionarse con la destitución, dada la gravedad de
las mismas, pues obstan a que el empleado pueda seguir desempeñán-
dose en la Administración del Estado.

121.4) DICTAMEN Nº 34.817, DE 1996

La resolución que dispone el retiro temporal de un funcionario de


Gendarmería de Chile no es una medida disciplinaria, porque no se
origina en una contravención a sus deberes estatutarios, sino en una
facultad discrecional que la ley radica en el Director Nacional de ese
servicio y que tiene por finalidad facilitar la selección del personal que
constituye su dotación.

SÓLO PUEDE APLICARSE UNA MEDIDA DISCIPLINARIA POR EL


TOTAL DE LAS IMPUTACIONES FORMULADAS AL INCULPADO

121.5) DICTÁMENES NOS 27.108, DE 1969; 21.815, DE 1983

Es improcedente aplicar al inculpado en una investigación sumaria o


en un sumario administrativo dos medidas disciplinarias por unos mis-
mos hechos, ya que al afectado con un proceso de esta naturaleza sólo
puede aplicársele una medida disciplinaria por la totalidad de las im-
putaciones establecidas en su contra.

SÓLO PUEDE APLICARSE UNA SANCIÓN LEGALMENTE


ESTABLECIDA

121.6) DICTÁMENES NOS 41.294, DE 1962; 27.229, DE 1983

La enumeración de medidas disciplinarias que contempla el artículo


121 del Estatuto Administrativo tiene carácter taxativo (27.229/83).
No puede configurarse una medida disciplinaria por vía reglamen-
taria (41.294/62).

915
ARTÍCULO 121

121.7) DICTAMEN Nº 30.410, DE 1995

No puede aplicarse, adicionalmente a la medida disciplinaria de mul-


ta, un descuento de remuneraciones al empleado, por cuanto no es
una sanción contemplada en el Estatuto Administrativo.
La responsabilidad pecuniaria de un funcionario público por el
daño que hubiere causado a la Administración, sólo puede hacerse
efectiva por sentencia de los tribunales ordinarios o del juzgado de
cuentas.

121.8) DICTAMEN Nº 27.925, DE 1964

Todo decreto o resolución que aplica una medida disciplinaria debe


indicar la fuente legal en que se basa.
La medida disciplinaria de destitución debe señalar la causal por
la que se aplica.

121.9) DICTÁMENES NOS 29.653, DE 1989; 32.919, DE 1995

No puede darse curso regular a una resolución del Servicio de Salud


Metropolitano que aplica a un funcionario la medida disciplinaria de
amonestación, porque ese castigo disciplinario no existe en el texto
del Estatuto Administrativo (29.653/89).
Igual proceder ha de observarse en caso de aplicarse una “censu-
ra por escrito”, ya que el artículo 121 contempla la medida disciplina-
ria de “censura” (32.919/95).

121.10) MANUEL BELTRÁN ORELLANA CON ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE CONCEPCIÓN Y CONTRALOR R EGIONAL DEL BÍO-
BÍO, CORTE DE APELACIONES DE CONCEPCIÓN, RECURSO DE
PROTECCIÓN, 23 DE AGOSTO DE 1993, ROL Nº 35-93, CONFIRMADA POR
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1993,
ROL Nº 21.614

Considerando 3º. Que son hechos establecidos y aceptados por el recu-


rrente y los recurridos:
b) Que descubierta esta grave irregularidad –apropiación de di-
neros públicos– se le instruyó un sumario administrativo que conclu-
yó aplicándole una sanción consistente en una multa del 20% de su
sueldo, más una anotación en su hoja de vida funcionaria de 4 pun-
tos de demérito. La sanción fue cumplida y la Contraloría Regional
del Bío-Bío registró sin observaciones la resolución respectiva.

916
ARTÍCULO 121

d) Que comunicado el fallo criminal –consecuencia del proceso


judicial que paralelamente se instruyó al inculpado– a la Municipali-
dad y a la Contraloría Regional, la primera, previa consulta a la se-
gunda, reabrió el sumario administrativo con el propósito de aplicar
al empleado señor Beltrán la medida disciplinaria de destitución.
Considerando 6º. Que la resolución que aplica una medida discipli-
naria a través del procedimiento descrito, una vez firme por haberse
acatado por el funcionario respectivo o haberse confirmado por el su-
perior jerárquico, no puede decirse que produzca cosa juzgada en los
términos que la produce una sentencia de un tribunal de justicia, pero
cuando tal resolución o acto de orden administrativo genera derechos
subjetivos, es reglado, definitivo, porque no fue susceptible de recur-
so jerárquico alguno o siéndolo tales recursos fueron desestimados,
se dice que causa estado, concediéndosele el valor de inmutable.
Considerando 7º. Que el derecho a la carrera funcionaria y a la es-
tabilidad del empleo público que garantiza la Constitución Política en
su artículo 38, como también la Ley Orgánica Constitucional de Bases
Generales de la Administración del Estado, Nº 18.575, artículos –43– y
siguientes, y el Estatuto Administrativo, en cuanto el empleado no pue-
de ser privado de su cargo sino por las causales que la ley contempla
y conforme al procedimiento que en ellas se señala, importa una es-
pecie de propiedad garantizada como bien incorporal por el artículo
19, Nº 24º, de la Carta Fundamental.
En el caso de que se trata, tal garantía no ha sido respetada al re-
vivirse un sumario administrativo afinado con el propósito de aplicar
al empleado recurrente una nueva sanción por hechos que ya fueron
castigados administrativamente.
Resulta así, que tanto las disposiciones adoptadas por el señor Con-
tralor Regional como el señor Alcalde recurridos resultan arbitrarias
por cuanto persiguen castigar administrativamente hechos ya sancio-
nados e ilegales por cuanto tienden a activar un proceso administrati-
vamente afinado.

LA IRRADIACIÓN DE LA MEDIDA DISCIPLINARIA HACIA


OTROS EMPLEOS PÚBLICOS

121.11) DICTÁMENES NOS 5.960, DE 1962; 28.388, DE 1965

La sanción administrativa debe hacerse efectiva en el empleo en que


se cometió el hecho contravencional.
No obstante, si el empleado ejerce cargos compatibles y los hechos,
por su naturaleza, comprometen las normas de probidad en todos los
empleos, como es el caso de los hechos que revisten caracteres de de-

917
ARTÍCULO 121

lito, el funcionario debe ser sancionado en todos los cargos compati-


bles que ejerce (5.960, de 1962; 28.388, de 1965).

121.12) D ICTAMEN Nº 4.718, DE 1992

La medida disciplinaria expulsiva que afecta a un funcionario alcanza


a todos los cargos que ejerce en la Administración cuando las irregu-
laridades sancionadas revelan falta de idoneidad moral del empleado
para mantenerse en funciones, como sucede en el caso de hechos que
revistan caracteres de delito.
La medida disciplinaria de destitución por ausencia injustificada
de más de tres días al servicio, no constituye una circunstancia que
denote en el afectado la pérdida de la idoneidad moral, de modo que
le permite mantener las otras plazas que ocupe en la Administración.
No obstante, este derecho se limita únicamente a conservar el em-
pleo, ya que su ingreso para otros cargos en la Administración deberá
estarse a lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley Estatutaria.

121.13) D ICTAMEN Nº 6.564, DE 1997

No corresponde aplicar la medida disciplinaria de destitución a un fun-


cionario del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre por los hechos que
constan del respectivo sumario administrativo, porque se ha compro-
bado que ya fue destituido en el Servicio de Salud en el cual también
se desempeñaba, y por hechos sensiblemente idénticos, constitutivos
de graves faltas a la idoneidad moral.
En estas condiciones, es inoficioso este sumario, ya que la ley ad-
ministrativa ha consultado una vía más expedita para remover al fun-
cionario culpable, derivada de la irradiación de la medida de
destitución ya aplicada, la que implica su aplicación extensiva a todos
los cargos que él ocupa en la Administración, en consonancia con lo
dispuesto en la letra e) del artículo 12 del Estatuto Administrativo, más
aún cuando el artículo 150, letra b), de este cuerpo legal ordena dis-
poner la vacancia del empleo cuando se pierde uno de los requisitos
de ingreso establecidos en ese artículo 12.

EL ESTATUTO ADMITE LA CONCURRENCIA DE SANCIONES


ORIGINADAS EN DIFERENTES SUMARIOS

121.14) DICTAMEN Nº 26.077, DE 1969

Una nueva medida disciplinaria no impide el cumplimiento por el in-


culpado de una pena correctiva legalmente aplicada con anterioridad,

918
ARTÍCULO 121

excepto en el caso de que la nueva infracción signifique la elimina-


ción del servicio y la consiguiente imposibilidad de cumplimiento de
la medida anterior.
Así, una nueva multa no obsta a que pueda hacerse efectiva una
anteriormente dispuesta en otro sumario administrativo debidamen-
te tramitado.

121.15) DICTAMEN Nº 20.185, DE 1993

Para que puedan aplicarse dos medidas disciplinarias distintas a un


mismo funcionario con motivo de dos sumarios coetáneos, es necesa-
rio que las faltas imputadas al inculpado se refieran a distintas mate-
rias, pues si las contravenciones se refieren a una misma materia sólo
puede aplicarse una medida disciplinaria.
Así, no cabe dar curso regular a las resoluciones que aplican las
sanciones de multa de un 15% y de un 20%, respectivamente, de las
remuneraciones del empleado, porque ambas resoluciones se basan
en un mismo hecho: haber intervenido en razón de sus funciones en
asuntos en que estaba comprometido su interés personal, aunque se
haya establecido a través de dos sumarios.
En estos casos deben acumularse los expedientes para tramitarlos
como un solo sumario y aplicarse, de ser procedente, una sola san-
ción.

LA PONDERACIÓN DE LOS HECHOS Y SUS CIRCUNSTANCIAS

121.16) DICTAMEN Nº 13.570, DE 1993

De conformidad con el artículo 121, inciso 2º, las medidas disciplina-


rias deben aplicarse considerando la gravedad de la falta cometida y
las circunstancias atenuantes o agravantes que arroje el mérito de los
antecedentes.

121.17) DICTÁMENES NOS 19.307, DE 1969; 4.308, DE 1980; 2.030,


DE 1984

Corresponde a la autoridad competente según el artículo 140 del Es-


tatuto Administrativo, ponderar la gravedad de los hechos acreditados
y decidir sobre su sanción, a menos que los establecidos en el suma-
rio tengan asignada una medida disciplinaria específica, caso en el cual
debe aplicarse precisamente la sanción prevista por la ley.

919
ARTÍCULO 121

121.18) G ABRIELA ORMAZÁBAL MUÑOZ CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE PUDAHUEL, C ORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO ,
27 DE MARZO DE 1997, CONFIRMADO POR LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA EL 5 DE JUNIO DE 1997, ROL Nº 1.133-97

Fallo de la Corte de Apelaciones: 2º. Que la medida de destitución le


fue aplicada a la recurrente por infracción a lo establecido en el –ar-
tículo 61, letra c), del Estatuto Administrativo–.
3º. Que dicho precepto dispone que son obligaciones de cada fun-
cionario realizar sus labores con esmero, cortesía, dedicación y eficien-
cia, contribuyendo a materializar los objetivos de la institución.
4º. Que no se advierte en el actuar de la recurrente que hubiese
faltado a tales obligaciones, si se tiene presente el tenor de sus decla-
raciones de fs. 204 del sumario administrativo y su formulación de des-
cargos de fs. 421 del mismo sumario, en todos los cuales da razón de
los incumplimientos de que se le acusa, las que, en concepto de esta
Corte, aparecen revestidas de plausibilidad.
5º. Que por lo demás el mencionado artículo –61– no señala una
sanción determinada para el caso de infracción al mismo y los hechos
u omisiones que se imputan a la recurrente carecen de la gravedad
suficiente como para justificar la medida que se dispuso en su contra.
Fallo de la Corte Suprema de Justicia: 1º. Que no obstante que la
conducta funcionaria de la recurrente es reprochable, lo que se ad-
vierte de los antecedentes agregados en el sumario administrativo in-
coado en su contra, los cargos que en él se le imputan no son de la
entidad suficiente para justificar una medida disciplinaria tan drásti-
ca como lo es la destitución de su cargo, sobre todo si se tiene en con-
sideración la trayectoria funcionaria irreprochable de la actora, la cual
fue calificada de sobresaliente en los años anteriores, hecho que con-
figura una circunstancia atenuante de su responsabilidad.
(Se confirma la sentencia apelada con declaración de que se sustitu-
ye la medida disciplinaria de destitución por una de multa, que se fija en
un 20% de la remuneración correspondiente a un mes de sueldo.)

121.19) NORMA BELTRÁN BELTRÁN CONTRA DIRECTOR DEL SERVICIO DE


SALUD CONCEPCIÓN-ARAUCO, CORTE DE APELACIONES DE
C ONCEPCIÓN, PROTECCIÓN, 8 DE OCTUBRE DE 1996, CONFIRMADO, CON
MODIFICACIONES, POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 19 DE MAYO
DE 1997, ROL Nº 3.866-96

CAp.C.: 5º. Que las circunstancias –anteriores– dejan de manifiesto:


a) que el Servicio de Salud Concepción-Arauco, en cuanto a movimien-
to contable, es el más grande del país; b) existía una sola persona a
cargo que servía los cargos de boletinera, cajera y contadora y sólo a

920
ARTÍCULO 121

contar de 1994 se dispuso la contratación de otro funcionario conta-


ble; c) resalta de las propias actuaciones y comunicaciones la comple-
jidad del material examinado, incluso aparece un considerable retardo
representado por el Director a los investigadores; d) defectuoso con-
trol a cargo del Jefe de Servicio, carencia de instructivos sobre conci-
liación; e) innegable exceso de trabajo que obliga a la recurrente a
trabajar los días domingo y festivos. Circunstancia no discutida;
f) concurrencia (reconocida en el sumario) de dos circunstancias ate-
nuantes, aun cuando, inexplicablemente, se las pone en duda por el
sustanciador.
CSJ.: 2º. Que la misma norma legal –artículo 121, inciso 2º, del
Estatuto Administrativo– indica que las medidas disciplinarias se apli-
carán tomando en cuenta la gravedad de la falta cometida y las cir-
cunstancias atenuantes o agravantes que arroje el mérito de los
antecedentes. Y, tal como se dijo en la sentencia recurrida, concu-
rren en favor de la actora dos circunstancias que atenúan su respon-
sabilidad administrativa, por lo que esta Corte estima procedente que
a ésta se le sancione con multa, esto es, con la privación de un por-
centaje de su remuneración mensual, manteniendo su obligación de
servir el cargo, sanción que, atendidos los antecedentes del presen-
te caso y la entidad de las atenuantes acogidas, se regulará en un 20%
de su sueldo.

121.20) ENRIQUE CONCHA VALDERRAMA CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE SAGRADA FAMILIA, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
APELACIÓN DE PROTECCIÓN, 18 DE DICIEMBRE DE 1997, ROL Nº 1.182-97

1º. Que el artículo 20 de la CPR no concede el recurso de protección


para amparar el ejercicio del derecho al debido proceso, salvo en lo
que se refiere al inciso 4º del Nº 3º del artículo 19 de la propia Cons-
titución, por lo que la presente acción cautelar resulta improcedente
en cuanto se funda en la garantía señalada;
2º. Que del análisis del proceso no aparecen antecedentes suficien-
tes para tener por acreditado que el actor haya incurrido en falta de
probidad, conducta inmoral o incumplimiento grave de las obligacio-
nes propias de su cargo. En efecto, si bien es cierto que el actor, pro-
fesor del Liceo C-42 de la comuna de Sagrada Familia, tuvo un
comportamiento incorrecto en cuanto le faltó el respeto a otro do-
cente del mismo establecimiento frente a un apoderado de dicho li-
ceo, incluso profiriendo groserías, no lo es menos que dicho proceder
no reviste gravedad suficiente como para justificar la destitución o el
término de la relación laboral del mismo, pero sí la imposición de una
medida disciplinaria de menor entidad como lo es la aplicación de
una multa;

921
ARTÍCULO 121

3º. Que, por último, resulta evidente que la actuación impugnada


es arbitraria y ha afectado la estabilidad del empleo del recurrente,
vulnerando de este modo el derecho de propiedad sobre toda clase
de bienes que la CPR garantiza a todas las personas en el Nº 24º de su
artículo 19.
(Se sustituye la medida disciplinaria de término de la relación la-
boral “por la de multa, cuyo monto se regula en un cinco por ciento
de su remuneración mensual”.)

121.21) R UBÉN L ÓPEZ S EPÚLVEDA CONTRA DIRECTORA DEL TRABAJO


Y OTRO , RECURSO DE PROTECCIÓN , C ORTE DE A PELACIONES DE
S ANTIAGO, 30 DE MARZO DE 1998, ROL Nº 4.641-97, CONFIRMADA
POR LA CORTE S UPREMA DE JUSTICIA EL 27 DE MAYO DE 1998,
ROL Nº 1.009-98

Primero: Que una de las razones por las cuales la recurrida estima que
es justificada la sanción de destitución del recurrente es el hecho que
con anterioridad, mediante resolución Nº 520, de fecha 2 de octubre
de 1992, el recurrente fue sancionado con la medida disciplinaria de
censura por haberse acreditado su responsabilidad en ciertos hechos
ordenados investigar.
Sin embargo, ningún antecedente probatorio a su respecto se
acompañó por la recurrida, por lo que esta Corte no debe tomarlo
en consideración.
Segundo: Que la formulación de cargos que efectuó el Fiscal, de
fs. 220 a fs. 223, en contra del recurrente en el sumario administrati-
vo, no es sólida tanto en el hecho como en el derecho, pues se limita
a situaciones que no fueron debidamente comprobadas, aunque re-
flejan una cierta negligencia administrativa por parte del recurrente,
reconocida por éste.
Tercero: Que del análisis del sumario administrativo agregado al ex-
pediente, no se aprecian conductas que justificarían adoptar una
sanción tan severa como la destitución e, incluso, los documentos agre-
gados a título ejemplar a fs. 4 y 28, son favorables para el recurrente,
no obstante que en el resto de la documentación se pueden apreciar
velados o no comprobados cargos contra el recurrente.
Cuarto: Que, en opinión de esta Corte, si bien es cierto que el com-
portamiento del recurrente como Inspector Comunal del Trabajo de
Villarrica tiene ciertos reproches que se aprecian en el sumario admi-
nistrativo, ellos no justifican una sanción como la adoptada, pues no
se encuentran legalmente comprobados, siendo negados por éste,
quien sólo reconoce la omisión del cumplimiento en la normativa con-
templada en el Manual de Procedimientos de Reclamos y Comparen-
dos (“dejándose sin efecto la resolución exenta Nº 44 de la Dirección

922
ARTÍCULO 121

del Trabajo de fecha 29 de octubre de 1997, que aplica la sanción de


destitución al recurrente”, y “se le aplica la medida disciplinaria de
multa equivalente a un 10% de su remuneración mensual”).

121.22) CECILIA ULLOA CHACÓN CON ALCALDE DE CERRILLOS, C ORTE


DE APELACIONES DE SANTIAGO , PROTECCIÓN, 10 DE SEPTIEMBRE DE
1998, CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 7 DE
OCTUBRE DE 1998, ROL Nº 3.272-98

5º. Que si bien –el artículo 125– señala los casos en que puede apli-
carse la medida disciplinaria de destitución, no aparece en su enume-
ración la conducta atribuida a la recurrente, cual es no haber repre-
sentado los pagos que se dicen excesivos y, haberlos, por el contrario,
visado; por otra parte, tales conductas no pueden tampoco estimarse
comprendidas en la letra d) del citado precepto, que alude a los de-
más casos contemplados en este estatuto o en leyes especiales, sin que
el informe del recurrido precise cuál sería la que en relación con esta
letra d) permite imponer tan drástica sanción;
6º. Que, finalmente, el decreto aparece dictado con arbitrariedad,
puesto que el exceso que se hace notar respecto de los gastos del per-
sonal a contrata, además de exceder apenas en un 2.88%, el 20% per-
mitido por el Estatuto Administrativo, es cuestionable, según la
interpretación que la recurrente da a la norma, según la cual debe
considerarse el número total de los funcionarios de planta, en contra
de la interpretación de la autoridad recurrida, que estima que hay que
considerar sólo el número de funcionarios que efectivamente están
cumpliendo sus funciones;
7º. Que, en consecuencia, la remoción de sus funciones de la re-
currente afecta, por ser ilegal y arbitraria, sus garantías constituciona-
les contempladas tanto en el numeral 16º del artículo 19 de la CPR, al
privarle del trabajo que libremente eligió al incorporarse como fun-
cionaria, como en el Nº 24º del mismo precepto, de la propiedad de
su cargo (lo que hace que la sentencia deje sin efecto el decreto de
destitución y ordene la reincorporación de la funcionaria con el pago
de “las remuneraciones que dejó de percibir mientras estuvo separa-
da de su cargo, con costas”).

121.23) DICTAMEN Nº 18.462, DE 1992

Una contravención administrativa y su autoría pueden establecerse por


medio de presunciones fundadas, múltiples, precisas, directas, graves
y concordantes que configuren el hecho y la persona del funcionario
que lo cometió.

923
ARTÍCULO 121

INCISO SEGUNDO

121.24) DICTÁMENES NOS 9.697, DE 1967; 24.817, DE 1983; 13.570,


DE 1993; 9.042, DE 1999

Según el inciso 2º del artículo 121, las medidas disciplinarias deben


aplicarse considerando la gravedad de la falta cometida y las circuns-
tancias atenuantes o agravantes que arroje el mérito de los anteceden-
tes (13.570/93).
Las atenuantes que pueden favorecer a un inculpado han de de-
rivar de circunstancias relativas a su persona o a las circunstancias en
que se produjeron los hechos.
No pueden considerarse como circunstancias atenuantes los even-
tuales daños que una medida disciplinaria pueda ocasionar a un em-
pleado o a su grupo familiar (9.697/67, 24.817/83), como tampoco el
hecho de que el funcionario destituido por haberse apropiado de fon-
dos fiscales para su uso personal, hubiere procedido a reintegrar las su-
mas indebidamente apropiadas, porque su actuación como cajero
significó dañar gravemente la imagen del servicio ante la comunidad y
constituye una grave falta a la probidad administrativa (9.042/99).

121.25) D ICTAMEN Nº 2.182, DE 1990

No pueden considerarse como atenuantes los daños económicos que


le acarrearía al funcionario la medida disciplinaria que se le ha im-
puesto.

121.26) DICTÁMENES NOS 19.108, DE 1983; 1.669, DE 1992; 2.887 Y


16.673, DE 1993

Por dictámenes Nos 13.371, de 1978, y 19.995, de 1982, se concluyó que


el alcoholismo crónico era uno de los trastornos que podía configu-
rar una eximente de responsabilidad por inimputabilidad, autorizan-
do pedir dictamen a la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez
(COMPIN ) del correspondiente Servicio de Salud acerca de la recupe-
rabilidad de la salud del empleado.
Si se declarara irrecuperable la salud del funcionario, procedería
aplicarle las normas que rigen este estado de salud, sin perjuicio de
las franquicias previsionales a que pudiera tener derecho por esa mis-
ma circunstancia (19.108/83, 2.887/93).
Si de los informes médicos y descargos que rolan en un sumario
administrativo se desprenden indicios de una enfermedad que pueda
afectar la imputabilidad del funcionario, desvirtuando su responsabi-

924
ARTÍCULO 121

lidad administrativa, deben remitirse los antecedentes a la COMPIN del


Servicio de Salud competente, para que se pronuncie sobre la impu-
tabilidad del afectado, esto es, acerca de si la enfermedad de que pa-
dece el funcionario ha podido atenuar su culpabilidad o eximirlo de
ella. El dictamen debe declarar la recuperabilidad o irrecuperabilidad
de la salud del funcionario. En este último caso, procedería poner tér-
mino a sus funciones por causal de irrecuperabilidad (1.669/92).
En efecto, al aparecer del expediente una causal de inimputabili-
dad corresponde solicitar al respectivo COMPIN que informe sobre la
efectividad de la enfermedad y sobre la recuperabilidad o irrecupera-
bilidad del funcionario (2.887/93).
Constando en el sumario la certificación del COMPIN que acredita
que el inculpado padece de una lesión cerebral grave de carácter irre-
cuperable, el Servicio no pudo aplicar la medida disciplinaria de des-
titución y debió absolver en el sumario, poniendo término a las fun-
ciones del empleado de acuerdo con lo previsto en la letra a) del
artículo 144 del Estatuto Administrativo (16.673/93).

121.27) DICTAMEN Nº 29.944, DE 1998

Procede devolver sin tramitar la resolución del Servicio Nacional


de Menores que aplica la medida disciplinaria de destitución al fun-
cionario que indica, porque consta de los antecedentes que le sir-
ven de fundamento que la investigación no se encuentra agotada,
desde el instante que en ellos se indica que el infractor habría pa-
decido de una depresión reactiva calificada de grave, que habría
implicado una alteración de sus facultades mentales e influido en
su comportamiento.
De aquí que aunque los hechos contravencionales estén esta-
blecidos en el respectivo expediente sumarial, esta Contraloría Ge-
neral estima necesario que la superioridad del servicio ordene la
reapertura del sumario para que se remitan los antecedentes a la
Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud
que corresponda, a fin de que determine si al cometer las irregu-
laridades establecidas, el funcionario tenía el suficiente juicio y dis-
cernimiento como para que esas contravenciones le pudieran ser
válidamente imputadas.

121.28) DICTÁMENES NOS 35.991, DE 1965; 10.448, DE 1993; 5.411,


DE 1999

Según una reiterada jurisprudencia administrativa corresponde a


la autoridad sancionadora ponderar si las ausencias reiteradas han

925
ARTÍCULO 121

de ser castigadas con la medida disciplinaria de destitución u otra


sanción inferior, atendidas las circunstancias, pero dejando cons-
tancia en los vistos o considerandos de la resolución que afine la
investigación sumaria, de las razones por las cuales considera aten-
dible aplicar una medida disciplinaria simplemente correctiva y no
expulsiva.

EL MANDATO DE LA LEY Nº 18.216

121.29) D ICTÁMENES NOS 16.528, 16.529 Y 24.909, DE 1987; 20.294 Y


31.657, DE 1990

El mensaje de la Ley Nº 18.216, relativo al artículo 29, confirma que


el otorgamiento de alguno de los beneficios contemplados en ella:
remisión condicional de la pena, reclusión nocturna o libertad vi-
gilada, impide la aplicación de una medida disciplinaria expulsiva
basada en la condena por crimen o simple delito. En efecto, dijo
el mensaje, textualmente: “Por otra parte, el proyecto, con el obje-
to de facilitar la reincorporación del delincuente al medio laboral,
y sólo para los delincuentes primarios, contempla dos normas que
se contienen en –el artículo 29– y que disponen la omisión en los
certificados de antecedentes de las anotaciones que dieron lugar a
la encargatoria de reo y la condena, desde que por sentencia eje-
cutoriada se otorgue al reo alguno de los beneficios alternativos pre-
vistos en la ley y la eliminación definitiva de tales antecedentes
prontuariales desde el término del cumplimiento satisfactorio de
la medida de que se trata”. Se agregó más adelante que con ello se
pretendía solucionar un grave problema social que afectaba a de-
lincuentes primarios de no gran peligrosidad que habían demos-
trado, sin embargo, condiciones positivas de adaptabilidad al medio
libre (16.528 y 16.529/87).
Estos argumentos permiten afirmar, además, que tampoco corres-
ponde sancionar con una medida correctiva a un funcionario que se
ha visto beneficiado con la aplicación del artículo 29 de la Ley
Nº 18.216, en la medida que el castigo derive exclusivamente del mis-
mo hecho que sea materia del juicio criminal, porque tal proceder
pugnaría con la finalidad protectiva que llevó al legislador a estable-
cerlo (24.909/87).
Con todo, la Ley Nº 18.216 sólo favorece a quienes han sido san-
cionados como consecuencia exclusiva de los hechos que originaron
la pena alternativa en el juicio criminal (20.294/90), y no se extiende
a quienes hayan sido condenados por haber incurrido en conductas
terroristas penadas por la Ley Nº 18.314 (31.657/90).

926
ARTÍCULO 121

EFECTOS DE LAS MEDIDAS DISCIPLINARIAS

121.30) D ICTÁMENES NOS 16.893 Y 31.891, DE 1990; 30.016 Y 30.022,


DE 1993

El sumario administrativo se afina administrativamente con el decre-


to o resolución que emite la autoridad administrativa luego de resol-
verse los recursos interpuestos, proceso administrativo que con todos
sus antecedentes debe remitirse a la Contraloría General para su toma
de razón (16.893/90).
El decreto o resolución sanción debe remitirse con el expediente
original (30.016/93), debidamente ordenado y foliado en letras y nú-
meros (30.022/93).
Tomado razón, el acto castigo rige desde el día siguiente a aquel en
que se notifique al afectado la total tramitación del acto (31.891/90).

121.31) DICTAMEN Nº 19.868, DE 1997

La Junta Calificadora no actuó conforme a derecho al rebajar al afec-


tado el puntaje en dos oportunidades, como consecuencia de haber
sido sancionado con la medida disciplinaria de censura: en un subfac-
tor y luego en la ponderación final del factor, porque el artículo 122
del Estatuto Administrativo dispone que en estos casos corresponde
rebajar en dos puntos sólo el puntaje total del factor, lo que impide
que se afecten los subfactores de calificación.

121.32) ESTATUTO ADMINISTRATIVO, ARTÍCULO 12, LETRA E)

Artículo 12. Para ingresar a la Administración del Estado será necesa-


rio cumplir los siguientes requisitos:
e) No haber cesado en un cargo público como consecuencia de
haber obtenido una calificación deficiente, o por medida disciplina-
ria, salvo que hayan transcurrido más de cinco años desde la fecha de
expiración de funciones.

121.33) DICTAMEN Nº 13.575, DE 1998

La Contraloría General de la República ha concluido que el impedi-


mento para ingresar o reingresar a la Administración que contiene el
Estatuto Administrativo tratándose de los empleados que se han ale-
jado de ella por calificación insuficiente o por destitución, así como
la letra f) del artículo 39 de la ley orgánica de esa Contraloría, que

927
ARTÍCULO 122

condiciona el reingreso de un funcionario expulsado por medida dis-


ciplinaria a que se decrete la rehabilitación presidencial, tienen por
finalidad hacer efectivo, entre otros, el principio de probidad admi-
nistrativa consagrado por la LOCBGAE.
Dicho principio, según la jurisprudencia, por ejemplo en el dicta-
men Nº 29.309, de 1994, no sólo alcanza a los empleados o funciona-
rios públicos, sino también a las personas contratadas sobre la base
de honorarios, como quiera que también tienen el carácter de servi-
dores estatales, en la medida que prestan servicios al Estado en virtud
de un contrato suscrito con un órgano público.
Además, de contratarse con personas que se encuentran en estas
condiciones, se compromete el interés público, que sin duda puede
verse afectado al incorporar a trabajos de la Administración de quien
ha sido destituido de un empleo anterior.
En estas condiciones, es obligado entender que de lo indicado en
la letra f) del artículo 38 de la Ley Nº 10.336, de 1964, y en los Estatu-
tos Administrativos general y municipal, respectivamente, se despren-
de claramente la intención del legislador de impedir que pase a prestar
servicios como contratada a honorarios, sea asimilada a grado o a suma
alzada, una persona que en su anterior desempeño en la Administra-
ción observó una conducta que la hizo acreedora a la medida disci-
plinaria de destitución.
Si la autoridad administrativa actuase en sentido contrario al que
se ha expresado, viola los deberes de “cumplir fiel y esmeradamente
sus obligaciones para con el servicio” y de “observar estrictamente el
principio de la probidad administrativa”, al margen de que resulta ab-
surdo admitir que puedan burlarse los efectos propios de una destitu-
ción por la vía de pasar a prestar servicios a la Administración a través
de un contrato a honorarios.

Artículo 122. La censura consiste en la reprensión por escrito


que se hace al funcionario, de la cual se dejará constancia en
su hoja de vida, mediante una anotación de demérito de dos
puntos en el factor de calificación correspondiente.

Interpretación

122.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO RECAÍDO EN EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta acordó agregar la frase final (“mediante una


anotación de demérito de dos puntos en el factor de calificación co-

928
ARTÍCULO 122

rrespondiente”), a fin de que de la aplicación de la medida discipli-


naria de censura se deje constancia en la hoja de vida del funciona-
rio, mediante una anotación de demérito de dos puntos en el factor
de calificación correspondiente.

122.2) DICTAMEN Nº 29.382, DE 1993

El Estatuto Administrativo, en su artículo 122, regula la censura como


medida disciplinaria, que es diferente de los llamados de atención que
los superiores pueden hacer a sus subordinados.
En efecto, aun cuando no se produzca una infracción administra-
tiva, la autoridad jerárquica puede representar verbalmente a todo tipo
de personal que esté bajo sus órdenes, las conductas que le merezcan
observaciones.

122.3) DICTAMEN Nº 19.868, DE 1997

El artículo 122 del Estatuto Administrativo dispone que se practique


una anotación de dos puntos de demérito como consecuencia de una
censura, “en el factor de calificación correspondiente”.
Por ello, no se ajusta a derecho el proceder de la Junta Calificadora,
en cuanto afectó con dos puntos de demérito además uno de los subfac-
tores de calificación, porque duplicó el efecto de la anotación prevista
por la ley estatutaria, contraviniendo así el artículo 122 antes citado.

122.4) DICTAMEN Nº 15.477, DE 1993

No cabe aplicar una censura a un funcionario por causal de ausencia


injustificada, si consta en el expediente que presentó una licencia mé-
dica justificativa de su ausencia, aunque ésta no cumpliera con los re-
quisitos exigidos por la ley para su procedencia.
Si bien el rechazo de una licencia médica por parte del competen-
te organismo de salud impide al funcionario gozar de las remuneracio-
nes que le corresponden durante el período de reposo, constituye una
prueba cierta, para los efectos disciplinarios, de que no procedía acu-
sar al inculpado en los términos en que se hizo, sino orientar la investi-
gación hacia si hubo o no conducta fraudulenta en su obtención.

122.5) DICTAMEN Nº 8.905, DE 1993

No procede aplicar la medida disciplinaria de censura por ausencias in-


justificadas, como sustitutiva ponderada de una de destitución, a un fun-

929
ARTÍCULO 123

cionario que incurrió en esas inasistencias por hallarse detenido por pre-
sumible delito de giro doloso de cheques, ya que la situación de los em-
pleados públicos procesados por la justicia del crimen se define por el
contenido de la sentencia recaída en el proceso: si es condenado, las
ausencias serán injustificadas y habrán de ser administrativamente juz-
gadas; si es sobreseído o absuelto, las ausencias serán justificadas por
causal de fuerza mayor, de acuerdo con el artículo 45 del CC, pues sus
inasistencias se habrían originado en un acto de autoridad.

122.6) DICTAMEN Nº 12.813, DE 1992

La medida disciplinaria de censura o amonestación sólo puede aplicarse


al personal de la Administración regido por el Código del Trabajo cuan-
do está expresamente establecida en el Reglamento interno del servicio.

Artículo 123. La multa consiste en la privación de un porcen-


taje de la remuneración mensual, la que no podrá ser infe-
rior a un cinco por ciento ni superior a un veinte por ciento
de ésta. El funcionario en todo caso mantendrá su obligación
de servir el cargo.
Se dejará constancia en la hoja de vida del funcionario de
la multa impuesta, mediante una anotación de demérito en
el factor de calificación correspondiente, de acuerdo a la si-
guiente escala:
a) Si la multa no excede del diez por ciento de la remu-
neración mensual, la anotación será de dos puntos;
b) Si la multa es superior al diez por ciento y no excede
del quince por ciento de la remuneración mensual, la anota-
ción será de tres puntos, y
c) Si la multa es superior al quince por ciento de la re-
muneración mensual, la anotación será de cuatro puntos.

Interpretación

123.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO RECAÍDO EN EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

El inciso 1º regula la aplicación de la medida disciplinaria de multa.


La Comisión Conjunta determinó establecer un rango para la apli-

930
ARTÍCULO 123

cación de ésta, el que no podrá ser inferior a un 5 por ciento ni su-


perior a un 20 por ciento de la remuneración del funcionario, todo
ello con el fin de flexibilizar la aplicación de ella.
Además, se agrega un nuevo inciso segundo, en el cual se esta-
blece una escala para la aplicación de la multa, e indica el valor de
puntuación, que va de 2 a 4 puntos, que podrá darse a la anota-
ción de demérito a que dé lugar dicha sanción, dependiendo del
valor de la multa, de lo cual deberá dejarse constancia en la hoja
de vida del funcionario.

123.2) DICTAMEN Nº 13.667, DE 1996

La bonificación mensual otorgada por el artículo 21 de la Ley


Nº 19.429, debe ser considerada como remuneración para los efectos
de aplicar la medida disciplinaria de multa, pues es de carácter per-
manente a partir del 1º de enero de 1996 y no está restringida sólo a
quienes estaban en servicio a una determinada fecha, y la norma que
la creó estableció que tenía carácter imponible.
No obsta a lo expresado el hecho de que el citado artículo 21 es-
tatuya que no se considerará para determinar remuneraciones “ni para
ningún otro efecto legal”, porque en este caso no se trata de conside-
rar esa franquicia como base de cálculo para ningún fin específico,
sino de tomarla en cuenta como remuneración, sea para su percep-
ción íntegra o parcial.

123.3) DICTAMEN Nº 5.636, DE 1990

Es improcedente aplicar al sancionado una multa ascendente a un 5%


del “sueldo”, porque el artículo 123 dispone que la multa debe recaer
sobre las remuneraciones, y por remuneración debe entenderse cual-
quiera contraprestación en dinero que el funcionario tenga derecho
a percibir en razón de su empleo o función, como lo dice el artículo
3º, letra e).

123.4) DICTAMEN Nº 33.156, DE 1989

No se ajusta a la Ley Estatutaria la imposición de una medida discipli-


naria de multa ascendente a $ 4.551, equivalente a dos días de suel-
do, porque el artículo 123 dispone que se fije en un porcentaje de la
remuneración mensual.

931
ARTÍCULO 123

123.5) DICTÁMENES NOS 734, DE 1992; 7.628, DE 1993

Una vez dictada la resolución que aplica la medida disciplinaria de


multa debe ser notificada al afectado, dejándose constancia en el acta
de notificación de la fecha en que se efectuó la diligencia, a fin de
establecer si se le dio el plazo que le confiere la Ley Estatutaria para
impugnar esa medida (7.628/93).
La medida disciplinaria de multa sólo puede hacerse efectiva des-
de el día en que se notifique al funcionario sancionado el decreto o
resolución tramitado por la Contraloría General.
No puede aplicarse desde la fecha de notificación del decreto o
resolución dictado por la autoridad competente, pero sin tramitar
(734/93).

123.6) DICTAMEN Nº 28.137, DE 1977

El servicio público en que han ocurrido las irregularidades es el lla-


mado a instruir, tramitar y emitir la resolución de término del suma-
rio correspondiente.
Cuando este proceso lo lleva a cabo la institución en donde el em-
pleado es titular y termina con la aplicación de una multa, debe poner-
se tal situación en conocimiento del habilitado del servicio en que el
funcionario se desempeña a contrata, a fin de que proceda a materiali-
zar la sanción, considerando las remuneraciones de que gozaba el día
en que se le notificó la resolución de multa totalmente tramitada.

123.7) DICTÁMENES NOS 22.310, DE 1990; 29.179, DE 1997

El reintegro por concepto de multas debe efectuarse de una sola vez.


La ley no permite dar facilidades de pago para el cumplimiento de
esta medida disciplinaria (22.310/90).
Por lo mismo, es improcedente que la resolución que impone la
medida disciplinaria de multa disponga que su pago se hará prorratea-
do en cuotas mensuales, a contar de su total tramitación (29.179/97).

123.8) DICTÁMENES NOS 19.649, DE 1966; 64.199, DE 1967; 6.597,


DE 1996

El Contralor General no tiene facultades para condonar las sumas de que


puede verse privado un funcionario con motivo de una multa disciplina-
ria, como en cambio puede hacerlo con las que se hayan percibido inde-
bidamente, de buena fe y con justa causa de error (19.649/66).

932
ARTÍCULO 124

Tampoco puede otorgar facilidades de pago al funcionario sancio-


nado (64.199/67).

124.9) DICTAMEN Nº 37.581, DE 1981

Como se concluyó en los dictámenes Nos 32.091 y 53.131, de 1979, des-


de la vigencia del DL Nº 2.341, de 1978, la parte de la remuneración
de que se priva a un servidor público por efecto de la aplicación de la
medida disciplinaria de multa, debe ingresarse a rentas generales de
la nación, a menos que una ley especial permita considerarla entrada
propia del respectivo servicio.

Artículo 124. La suspensión consiste en la privación temporal


del empleo con goce de un cincuenta a un setenta y cinco
por ciento de las remuneraciones y sin poder hacer uso de
los derechos y prerrogativas inherentes al cargo.
Se dejará constancia de ella en la hoja de vida del funcio-
nario mediante una anotación de demérito de seis puntos en
el factor correspondiente.

Interpretación

124.1) ESTE ARTÍCULO FUE INCORPORADO AL ESTATUTO


ADMINISTRATIVO POR EL Nº 7 DEL ARTÍCULO 5º DE LA LEY Nº 19.653,
DE 14 DE DICIEMBRE DE 1999

La fuente de este artículo se encuentra en el artículo 181 del DFL


Nº 338, de 1960, que definía la suspensión diciendo: “la suspensión
consiste en la privación temporal del empleo sin goce de sueldo y
sin poder hacer uso de los derechos y prerrogativas inherentes al
cargo”.
Atendida la norma estatutaria de que el trabajo efectivo justifica
la percepción de remuneraciones, de manera que cuando un emplea-
do público no trabaja no gana, la suspensión del empleo imputable
al funcionario significa, en principio, la pérdida de las remuneracio-
nes a que tendría derecho de haber trabajado. De aquí la importan-
cia de que la ley regule los efectos de la medida disciplinaria de
suspensión: el DFL Nº 338, de 1960, privaba del total del “sueldo”; el
actual artículo 124, del cincuenta al setenta y cinco por ciento de las
remuneraciones, autorizando percibir el resto.

933
ARTÍCULO 125

124.2) DICTAMEN Nº 50.967, DE 2004

El Capítulo V del Estatuto Administrativo, que regula la Responsa-


bilidad Administrativa, contiene preceptos que regulan los proce-
dimientos administrativos para hacerla efectiva, normas en las cuales
se contemplan diversos plazos relacionados con distintos aspectos
de la tramitación de esos procesos, estableciéndolos en días hábi-
les entendiéndose que son inhábiles los días sábados, domingos y
festivos.
A igual conclusión arribó el dictamen Nº 29.734, de 2004, al pro-
nunciarse sobre el alcance del artículo 149 del Estatuto de los Fun-
cionarios Municipales, de idéntico tenor y contenido que el artículo
145 del Estatuto Administrativo general.
Por esta razón, esta regla de cómputo de los plazos ateniéndo-
se a los días hábiles, no es aplicable a la medida disciplinaria de
suspensión del artículo 122, letra c), que consiste en la privación
temporal del empleo con determinado rango de mantención de re-
muneraciones, porque esta regla es una norma sustantiva, diferen-
te de las adjetivas anteriormente indicadas, que son las sujetas a
dicho cómputo.

Artículo 125. La destitución es la decisión de la autoridad fa-


cultada para hacer el nombramiento de poner término a los
servicios de un funcionario.
La medida disciplinaria de destitución procederá sólo
cuando los hechos constitutivos de la infracción vulneren gra-
vemente el principio de probidad administrativa, y en los si-
guientes casos:
a) Ausentarse de la institución por más de tres días con-
secutivos, sin causa justificada;
b) Infringir las disposiciones de las letras i), j) y k) del ar-
tículo 84 de este Estatuto;
c) Condena por crimen o simple delito, y
d) En los demás casos contemplados en este Estatuto o le-
yes especiales.

934
ARTÍCULO 125

Interpretación

ANTECEDENTES

125.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

En su inciso primero, la Comisión Conjunta acordó eliminar la obli-


gación de fundamentar la aplicación de la medida disciplinaria de des-
titución, toda vez que ésta es consecuencia de una investigación o
sumario administrativo.
En cuanto al inciso segundo, la Comisión Conjunta mantuvo, en
general, el texto propuesto por el Ejecutivo, eliminando la causal de
destitución consistente en la aplicación de dos o más medidas disci-
plinarias de multa en los doce meses anteriores a la última infracción.
Por último, la Comisión Conjunta agregó una causal genérica, re-
lativa a los demás casos que contemple este Estatuto Administrativo o
leyes especiales, acogiendo de esta forma una sugerencia de la Secre-
taría de Legislación.

125.2) Este artículo fue modificado por la Ley Nº 19.653, de 14 de


diciembre de 1999, que en su artículo 5º, Nº 8, reemplazó el
encabezamiento del inciso 2º por el que aparece en el texto

LA MEDIDA DISCIPLINARIA DE DESTITUCIÓN

125.3) DICTAMEN Nº 3.838, DE 1997

El Estatuto Administrativo no describe tipos disciplinarios, ni asigna


sanciones a cada infracción cometida por los funcionarios públicos,
sino que señala un conjunto de obligaciones que éstos deben cum-
plir dentro y fuera de la institución.
Excepcionalmente, el artículo 125 describe conductas que nece-
sariamente deben sancionarse con la destitución, dada la gravedad de
las mismas, que obstan a que el empleado pueda seguir desempeñán-
dose en la Administración del Estado.

935
ARTÍCULO 125

CARACTERIZACIÓN Y PROCEDENCIA DE LA MEDIDA


DISCIPLINARIA DE DESTITUCIÓN. SENTIDO Y ALCANCE DE LA
MODIFICACIÓN INTRODUCIDA AL ARTÍCULO 125 POR LA
LEY Nº 19.653, DE 1999

125.4) La modificación introducida por la Ley Nº 19.653, de 1999, al


inciso 2º de este artículo, buscó precisar su redacción, para establecer
con exactitud cuándo la autoridad administrativa podía aplicar la me-
dida disciplinaria de destitución sin invocar una causal específica. Con
ello buscó restringir la interpretación uniforme que había hecho de
él la jurisprudencia administrativa, al aceptar como causal de destitu-
ción, de manera amplia, a cualquier hecho grave que a juicio de la
autoridad debiera reprimirse con la medida de destitución.
Esta conclusión jurisprudencial descansaba en la definición mis-
ma de destitución contenida en el inciso 1º, según la cual la destitu-
ción, de por sí, era la decisión de la autoridad facultada para hacer el
nombramiento “de poner término a los servicios de un funcionario”.
Con la nueva redacción, el legislador admitió esta forma de ejer-
cer la potestad sancionadora, pero limitándola “sólo –a los casos en
que– los hechos constitutivos de la infracción vulneren gravemente el
principio de la probidad administrativa”, sin perjuicio de mantener los
tipos específicos y la regla de la letra d) que consultaba el artículo así
modificado.
En efecto, la Ley Nº 19.653, de 14 de diciembre de 1999, sustitu-
yó el encabezamiento del inciso 2º del artículo 125 del Estatuto Ad-
ministrativo, reemplazando la frase que decía: “La medida disciplinaria
de destitución procederá siempre en los siguientes casos”, por la ac-
tual, que dice: “La medida disciplinaria procederá sólo cuando los he-
chos constitutivos de la infracción vulneren gravemente el principio
de probidad administrativa, y en los siguientes casos”, manteniendo
los descritos en las letras a) a d) de este precepto.
Esta modificación tuvo su origen en la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, según consta del Se-
gundo informe recaído en ese proyecto de ley, en segundo trámite
constitucional. La Comisión, teniendo a la vista la distinta posición asu-
mida por la jurisprudencia administrativa y la judicial, aceptó dos pro-
posiciones formuladas por el Poder Ejecutivo, en cuanto a hacer
procedente la destitución sujeta a una causal legal expresa de aplica-
ción, fuere específica o genérica, y a establecerla como sanción apli-
cable en caso de existir una infracción que vulnerara gravemente el
principio de la probidad administrativa.
Así consta del Segundo Informe de la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, Boletín Nº 1.510-07,
páginas 76 a 78.

936
ARTÍCULO 125

“Después de analizar esta materia –se lee en la página 77 de


este Segundo Informe–, la Comisión decidió dar a las causales que
se enumeran el carácter de taxativas, para lo cual reemplazó la
voz ‘siempre’ por ‘sólo’. Con ello se elimina todo grado de dis-
crecionalidad en la aplicación de la medida disciplinaria de des-
titución, la que sólo procederá cuando haya causa legal expresa,
con lo que se superarán los problemas interpretativos a que se ha
hecho mención, pues la autoridad administrativa estará impedi-
da de aplicar la destitución por hechos que ella, por sí, califique
de gravedad.”
“Sin perjuicio de lo anterior, la Comisión estimó necesario esta-
blecer que la medida disciplinaria de destitución será procedente
cuando los hechos constitutivos de la infracción vulneren el princi-
pio de probidad administrativa. De esta manera, se describe la con-
ducta sancionada, que admite diversas modalidades de ejecución,
haciéndose la exigencia de que la vulneración del bien jurídico pro-
tegido sea grave.”

JURISPRUDENCIA ADMINISTRATIVA ANTERIOR A LA


LEY Nº 19.653

125.5) DICTÁMENES NOS 905, DE 1990; 14.308, DE 1991; 15.035,


DE 1993

La enumeración contenida en el artículo 124 del Estatuto Admi-


nistrativo no es taxativa, ya que sólo señala los casos en que proce-
derá siempre la destitución, lo que no excluye que pueda aplicarse
en otras situaciones de infracción grave a los deberes funcionarios,
como sucede, por ejemplo, en el caso de un funcionario que auto-
rizó facturas de exportación a un contribuyente, sin que cumplie-
ran los requisitos legales, lo que permitió la devolución improce-
dente de IVA.

125.6) DICTÁMENES NOS 30.141, 33.443, DE 1989; 69, 8.445, 12.243,


12.385, 16.512 Y 21.473, DE 1990

Todo hecho que importe una grave infracción a las obligaciones y de-
beres funcionarios faculta a la autoridad administrativa para aplicar
la medida disciplinaria de destitución, ya que se encuadraría en la de-
finición del inciso 1º del artículo 119 (125): “Decisión de la autori-
dad de poner término a los servicios de un funcionario”.
Ello, sin perjuicio de los ilícitos administrativos tipificados en las
letras a) a d).

937
ARTÍCULO 125

125.7) DICTAMEN Nº 20.483, DE 1995

Aceptar la tesis del recurrente en orden a que la destitución procede


tan sólo en los casos taxativamente indicados en el artículo 125, signi-
ficaría no poder poner término a los servicios de un empleado res-
pecto del cual no se ha configurado una causal específica de
destitución, pese a estar suficientemente acreditada en el sumario ad-
ministrativo la infracción grave de sus deberes funcionarios, incluso
del principio de probidad administrativa consagrado en la LOCBGAE,
y obligar, consiguientemente, a mantener en servicio a funcionarios
cuya conducta reprochable, debidamente comprobada, exige alejar de
la Administración, a fin de asegurar el regular y eficiente funciona-
miento del servicio y permitir la adecuada, oportuna y cabal atención
de las necesidades colectivas.

LA JURISPRUDENCIA JUDICIAL SE PRONUNCIÓ EN SENTIDO


CONTRARIO A LA TESIS ADMINISTRATIVA

125.8) B RAHM YURASZECK, JORGE Y OTROS CON ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE PUERTO MONTT, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
APELACIÓN EN PROTECCIÓN, 24 DE ENERO DE 1991, ROL Nº 16.208/90

El derecho a gozar de la estabilidad en el empleo, que garantizan la


CPR y el Estatuto Administrativo, “importa una especie de propiedad,
garantizado como bien incorporal por el artículo 19, Nº 24, de la Cons-
titución Política del Estado, como ya lo ha resuelto esta Corte” (Con-
siderando 1º).
“Una interpretación adecuada” de la Ley Estatutaria lleva a la con-
clusión de que el Estatuto “regula los casos específicos en que puede y
debe aplicarse la medida de destitución”, y que la palabra “siempre”,
que emplea en el inciso 2º del artículo 119 (125) debe entenderse en
el sentido de que en estos casos no ha de considerarse “la existencia de
circunstancias atenuantes”, como lo ordena –en general, el artículo 125–,
para rebajar la medida consultada en el Estatuto Administrativo.
De esta manera, “para aplicar la medida disciplinaria de destitu-
ción, es necesario que esta pena esté expresamente contemplada como
sanción de una conducta ilícita determinada por la ley” (Consideran-
do 3º).
Una autoridad no puede “infligirla indistintamente por cualquier
falta, sino sólo puede aplicarla a los casos contemplados expresamen-
te por la ley” (Considerando 4º).
Se acoge el recurso de protección deducido en contra de la auto-
ridad sancionadora, dejando sin efecto la medida disciplinaria de des-
titución.

938
ARTÍCULO 125

125.9) GONZÁLEZ MORAGA, BERTA CON DIRECTOR GENERAL DEL


SERVICIO DE R EGISTRO CIVIL E IDENTIFICACIÓN, C ORTE DE
APELACIONES DE SANTIAGO, PROTECCIÓN, 19 DE DICIEMBRE DE 1991,
ROL Nº 5.919-91, CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL
24 DE MARZO DE 1992

Considerando 4º. Como quedó consignado en las actas de la Comisión


de Estudio de la Nueva Constitución, “la garantía del debido proceso
legal –antes circunscrita al de naturaleza penal– se amplía a toda con-
troversia que se promueva en el orden temporal, tribunales ordina-
rios, administrativos, tributarios, Contraloría General de la República,
etc.” (Sesión 101);
Considerando 10. Que el artículo 119 (125) de la Ley Nº 18.834
expresa: “La destitución es la decisión de la autoridad facultada para
hacer el nombramiento de poner término a los servicios de un fun-
cionario”.
“La medida disciplinaria de destitución procederá siempre en los
siguientes casos” y se señalan a continuación tres situaciones concre-
tas y una cuarta causal genérica: d) en los demás casos contemplados
en este Estatuto o leyes especiales”;
Considerando 11. Que como lo reconoce implícitamente el infor-
me de la Contraloría General de la República, la conducta incrimina-
da a la recurrente no encuadra en ninguna de las hipótesis que prevé
la disposición precitada;
Considerando 20. Que de acuerdo a lo razonado precedentemente
debe concluirse que la medida disciplinaria de destitución dictada en
contra de la recurrente, constituye un acto ilegal.
(La Excma. Corte, agregó: “se confirma la sentencia apelada, con
declaración de que la medida disciplinaria de destitución que se deja
sin efecto, queda sustituida por la multa de quince por ciento de su
remuneración por la falta cometida e investigada en los autos admi-
nistrativos tenidos a la vista”.)

EL ARTÍCULO 125 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

125.10) SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN,


LEGISLACIÓN, J USTICIA Y R EGLAMENTO DEL SENADO,
BOLETÍN Nº 1.510-07, PÁGINA 77

La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del


Senado, como se ha visto en el numeral anterior, rechazó la posibili-
dad de que la autoridad administrativa aplicara la medida discipli-
naria de destitución sobre la base de su sola calificación discrecional
de gravedad. Aceptó su procedencia, pero condicionada a una ley

939
ARTÍCULO 125

expresa que tipificara la conducta como sancionable con la destitu-


ción, sea en forma específica, como lo hacen las letras a), b) y c)
del artículo 125, o en forma genérica, como lo hace el encabezamien-
to del inciso 2º de este artículo 125 , al remitirse a “hechos constitu-
tivos de la infracción –que– vulneren gravemente el principio de la
probidad administrativa”, principio que está claramente regulado en
el nuevo Título III agregado a la LOCBGAE por la misma Ley
Nº 19.653, de 1999, o su letra d), que acepta como causal de destitu-
ción a “los demás casos contemplados en este Estatuto o en leyes es-
peciales”.
“Después de analizar esta materia, la Comisión decidió dar a
las causales que se enumeran –en el artículo 125 del Estatuto Ad-
ministrativo, dice el Informe– el carácter de taxativas, para lo cual
reemplazó la voz ‘siempre’ por ‘sólo’. Con ello se elimina todo gra-
do de discrecionalidad en la aplicación de la medida disciplinaria
de destitución, la que sólo procederá cuando haya causa legal ex-
presa con lo que se superarán los problemas interpretativos a que
se ha hecho mención, pues la autoridad administrativa estará im-
pedida de aplicar la destitución por hechos que ella, por sí, califi-
que de gravedad.”

125.11) D ICTÁMENES NOS 30.733 Y 32.339, DE 2000

La modificación que la Ley Nº 19.653 introdujo a este artículo 125 del


Estatuto Administrativo, ha determinado que la aplicación de la desti-
tución se restrinja “sólo” a las situaciones previstas en ese artículo, esto
es, les ha otorgado un carácter de taxativo. La mención incorporada a
su inciso 2º, en orden a que sólo procederá “cuando los hechos consti-
tutivos de la infracción vulneren gravemente el principio de la probi-
dad administrativa”, tiene por objeto describir una conducta reprochable
que admite diversas modalidades de ejecución, las que, en todo caso,
deben tener la calidad de graves para poder ser sancionadas con esa
medida disciplinaria. Por tal motivo, la destitución puede ser aplicada
por la comisión de distintas faltas que afecten al señalado principio, siem-
pre que ellas signifiquen una transgresión grave al mismo.

125.12) D ICTAMEN Nº 571, DE 2001

El incumplimiento de un dictamen conlleva no sólo el incumplimiento


del mismo, sino también el no cumplimiento de la norma interpreta-
da, por cuanto jurídicamente un dictamen consiste en la opinión ju-
rídica o juicio que se emite o forma acerca de la correcta aplicación
de un cuerpo normativo y es a la Contraloría General de la República

940
ARTÍCULO 125

a quien la Constitución Política del Estado y la legislación encomien-


dan ejercer el control de juridicidad de los actos de la Administración
y, en tal virtud, entre otras atribuciones, le otorgan la facultad de emi-
tir tales pronunciamientos en derecho, siendo éstos obligatorios tan-
to para la autoridad de respectivo servicio como para todos los
funcionarios afectados y aquellos encargados de su cumplimiento, con
arreglo a lo dispuesto en los artículos 9º y 19 de la Ley Nº 10.336 (aplica
dictamen Nº 39.570 del 2000).
Por ello, entonces, si en la especie la autoridad administrativa
continúa en su actitud en orden a no acatar los dictámenes emana-
dos de este Organismo de Control, está contraviniendo gravemente
el principio de probidad administrativa al cual se encuentran suje-
tos los funcionarios de la Administración del Estado, especialmente
lo dispuesto en el artículo 62 Nº 8 de la LOCBGAE, por cuanto el in-
cumplimiento de un dictamen es incumplimiento de la norma in-
terpretada, lo cual implica una vulneración del principio de la
juridicidad consagrado en los artículo 6º y 7º de la Constitución Po-
lítica y 2º de esa misma ley.

125.13) ORTEGA DÍAZ , ENRIQUE CARLOS Y OTRO CON


I. MUNICIPALIDAD DE MAIPÚ, CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO,
PROTECCIÓN, 8 DE MAYO DE 2001, ROL Nº 748-2001, CONFIRMADA POR
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 28 DE MAYO DE 2001

Cuarto: Que del mérito de la documentación agregada a estos autos,


cabe concluir que a don Enrique Carlos Ortega Díaz y a don Luis To-
rres Aguilera se les instruyó sumario administrativo a raíz de denun-
cias efectuadas en su contra. En este procedimiento, la parte recurrente
tuvo oportunidad procesal para presentar sus descargos, por lo que
no puede estimarse que en dicho procedimiento se haya actuado ile-
gal o arbitrariamente.
Quinto: Que así las cosas cabe concluir que la autoridad adminis-
trativa aplicó la medida disciplinaria de destitución –por grave vulne-
ración del principio de la probidad administrativa (realizar trabajos
particulares remunerados durante la jornada de trabajo empleando
reparaciones con material del servicio)– conforme a los preceptos le-
gales que rigen tal cometido y después que se tramitó el sumario ad-
ministrativo en contra de los recurrentes; y como el vínculo jurídico
que liga al funcionario público con el Estado u otro órgano público
es una relación estatutaria de derecho público, unilateralmente regu-
lada por el Estado, no otorga, en consecuencia, al funcionario, nin-
guna forma de propiedad sobre su empleo, de tal manera que el
recurso de protección debe ser rechazado.

941
ARTÍCULO 125

CAUSAL DE LA LETRA a)

125.14) DICTÁMENES NOS 29.338 Y 35.991, DE 1965; 22.180, DE 1990

El artículo 125, letra a), sanciona, previo sumario administrativo, una


ausencia injustificada del funcionario por más de 3 días, o sea, aque-
lla inasistencia prolongada al trabajo que no obedece a un feriado,
licencia, permiso, suspensión preventiva o fuerza mayor como dice el
artículo 72, inciso 1º (29.338/65).
El artículo 72 sanciona, en cambio, con la destitución, previa in-
vestigación sumaria, los atrasos o ausencias reiteradas, esto es, aque-
llos de dos, tres o más veces, correspondiendo al jefe superior de
servicio calificar su naturaleza y carácter (35.991/65).
Por eso, para determinar el procedimiento a seguir, debe distin-
guirse entre una y otra situación, ya que tratándose de ausencias rei-
teradas basta con la instrucción de una simple investigación sumaria
al tenor del artículo 72, en tanto que tratándose de una sola inasis-
tencia prolongada en el tiempo, necesariamente debe instruirse un
sumario administrativo, según el artículo 125, letra a).
Las normas sobre esta materia contenidas en el DFL Nº 338, de
1960, y la Ley Nº 18.834, de 1989, son similares a la actual, de manera
que la jurisprudencia sentada con anterioridad es plenamente válida
respecto de las nuevas normas estatutarias que entraron en vigor en
septiembre de 1989 (22.180/90).

125.15) DICTAMEN Nº 29.869, DE 1997

No procede aplicar la causal de destitución prevista en la letra a) del


artículo 125, si la inasistencia del funcionario es de sólo dos días, en-
contrándose justificado el resto del tiempo con licencias médicas.
Si éste, en razón de la resolución de destitución que se le ha noti-
ficado se hubiere alejado del servicio, corresponde adoptar todas las
medidas necesarias para proceder a su reincorporación, sin perjuicio
de reabrir el sumario para imponerle la sanción proporcional a los
dos días de ausencia.

125.16) D ICTAMEN Nº 2.621, DE 1993

De acuerdo con los artículos 109 y 110 del Estatuto Administrativo, el


permiso se solicita por el funcionario y corresponde a la autoridad,
discrecionalmente, concederlo o denegarlo. Así lo expresa el inciso
2º del artículo 108.

942
ARTÍCULO 125

Por lo tanto, se ajusta a derecho la destitución de un funcionario


que luego de hacer uso de feriado legal y de permiso facultativo de
seis días, comunica a su jefatura que a continuación de este último
tomará permiso sin goce de remuneraciones por seis meses, mante-
niendo su inasistencia al trabajo al margen de toda resolución de la
autoridad competente, porque tal conducta configura la causal de au-
sencia injustificada a sus labores prevista en el artículo 125, inciso 2º,
letra a), del Estatuto Administrativo.

125.17) DICTÁMENES NOS 11.401 Y 25.597, DE 1990

Se ajusta a derecho la aplicación de la medida disciplinaria de desti-


tución contemplada en la letra a) del artículo 125, al académico que
encontrándose en comisión de estudios en el extranjero desde el 1º
de octubre de 1984, no reasumió sus funciones el 8 de agosto de 1989,
aduciendo su convicción de que había expirado el contrato y el he-
cho de que su cónyuge había obtenido una beca en el país de resi-
dencia.

125.18) DICTAMEN Nº 82.362, DE 1972

La jurisprudencia administrativa ha sostenido que el sobreseimiento


resuelto en un sumario no autoriza al funcionario para reclamar el
pago de las remuneraciones durante la ausencia que dio origen al su-
mario por causal de inasistencia al trabajo, de modo que es improce-
dente restituir las sumas que se le descontaron por no asistir a la oficina
durante esos días.
Solamente se pueden percibir las remuneraciones propias de un
cargo público, al tenor del artículo 72, por el trabajo efectivamente
realizado o mediando causa legal, lo que debe acreditarse en cada caso.

125.19) DICTAMEN Nº 37.683, DE 1995

No constituye ausencia injustificada para los efectos de la letra a) del


artículo 125 del Estatuto Administrativo, aquella que deriva de la re-
tención indebida, por parte del jefe del servicio, de la renuncia que
el funcionario había presentado con anterioridad a esas ausencias, a
contar de una fecha cierta y determinada.
El servicio actuó prontamente al instruir el sumario, pero no así
en lo que respecta a la aceptación de la renuncia, como en derecho
correspondía, lo que es determinante en la apreciación de lo ocurri-
do, pues si la resolución de aceptación de renuncia se hubiera dicta-

943
ARTÍCULO 125

do oportunamente, el empleado no habría incurrido en tales inasis-


tencias, dada la circunstancia de que la presentó al salir de vacacio-
nes y las ausencias que le imputan se produjeron desde la fecha en
que presuntamente habría tenido que reincorporarse al trabajo de
vuelta de ellas.
En este sentido, la actuación de la jefatura del servicio ha impor-
tado, además, una vulneración del principio de eficiencia que consa-
gra la LOCBGAE, que impone a las jefaturas el deber de actuar con
rapidez, agilidad y expedición en la tramitación de los asuntos some-
tidos a su conocimiento y decisión.

125.20) ALBERTO ARÉVALO ROMERO CONTRA A LCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE S ANTA B ÁRBARA , CORTE DE A PELACIONES DE
C ONCEPCIÓN, PROTECCIÓN, 5 DE ENERO DE 1999, CONFIRMADA POR
LA C ORTE SUPREMA DE J USTICIA EL 21 DE ENERO DE 1999,
R OL Nº 206-99

Considerando 8º. Que a mayor abundamiento, la medida de destitución


se contempla en la letra a) del artículo –125–, por ausentarse el fun-
cionario por más de tres días consecutivos sin causa justificada, pero
está acreditado que el –destituido– se hallaba haciendo uso de licen-
cia médica, que aunque haya sido rechazada por la institución de sa-
lud previsional, es el medio idóneo para acreditar la ausencia justifi-
cada al trabajo por enfermedad.

125.21) DICTÁMENES NOS 9.191, DE 1982; 15.477, DE 1993

No configura la causal de la letra a) del artículo 125, la ausencia del


empleado que derive de la privación de libertad –detención y poste-
rior sometimiento a proceso– decretada por la justicia ordinaria.
Será necesario esperar el resultado del juicio para determinar si
la situación le es imputable o no, según si es condenado o absuelto, y
conforme a ese resultado establecer si las inasistencias registradas son
injustificadas, si es condenado, o justificadas por fuerza mayor, si es
absuelto (9.191/82).
Tampoco tipifica la causal de la letra a) de este artículo, la ausen-
cia por más de tres días observada por un funcionario cuya licencia
médica fue rechazada por el competente organismo de salud, pues ese
rechazo impide al empleado gozar de las remuneraciones del cargo o
de los subsidios, en su caso, pero constituye una prueba cierta de su
enfermedad y un principio de justificación de las ausencias laborales.
En este caso, no procedía acusar al inculpado en los términos que se
hizo, sino orientar la indagatoria a determinar si la causal de rechazo

944
ARTÍCULO 125

de la licencia fue imputable a una conducta incorrecta o fraudulenta


del afectado, y sólo si así fuera, formular correctamente el cargo e im-
ponerle la sanción que corresponda (15.477/93).

125.22) DICTÁMENES NOS 64.359, DE 1961; 50.847, DE 1964; 37.140, DE


1982; 1.519, DE 1996

Procede sobreseer de responsabilidad administrativa a un funciona-


rio sumariado por inasistencias injustificadas al trabajo, al comprobarse
que obedecieron a que se encontraba encargado reo y sujeto a pri-
sión preventiva.
Ello porque estas inasistencias serán justificadas o injustificadas se-
gún el curso que siga el proceso criminal. Si el funcionario no se ve
afectado por ese proceso, las ausencias deberán estimarse justificadas
por la orden judicial que le impidió desarrollar sus funciones, la que
constituye para él una fuerza mayor imposible de superar; si el fun-
cionario es condenado en el juicio criminal, las ausencias son injusti-
ficadas, porque han obedecido a una actitud personal suya, y autorizan
la aplicación de una medida expulsiva, previo sumario.
La sola circunstancia de ser encargado reo no autoriza proceder
en contra del funcionario, por tratarse de una resolución eminente-
mente transitoria.

125.23) D ICTÁMENES NOS 2.030, DE 1984; 2.621, DE 1993

Por dictamen Nº 76.415, de 1969, se precisó que “no puede estimarse


debidamente legalizada la inasistencia en que incurre un empleado
por haber ignorado que su solicitud de permiso había sido rechaza-
da, en atención a que antes de ausentarse debió haber consultado si
el permiso le había sido concedido o no”.
Asimismo, el dictamen Nº 28.162, de 1968, precisó que “debe
aplicarse la medida disciplinaria de destitución al funcionario que
sin esperar la confirmación del permiso que pidió a la Jefatura Su-
perior del Servicio, hace uso de él” por más de 3 días consecutivos
(2.030/84).
Procede, también, aplicar la medida de destitución al empleado
que se ausentó por más de tres días de sus funciones, en razón, sim-
plemente, de haberle avisado a su jefatura que se acogería a un per-
miso sin goce de remuneraciones, a continuación de su feriado legal
y del permiso con goce de remuneraciones que se le concediera
(2.621/93).

945
ARTÍCULO 125

EXCEPCIÓN A LA APLICACIÓN DE LA MEDIDA DISCIPLINARIA


DE DESTITUCIÓN POR AUSENCIAS INJUSTIFICADAS

125.24) DICTÁMENES NOS 27.085, DE 1990; 2.017, DE 1993; 2.017 Y


20.184, DE 1993

Si bien el Estatuto Administrativo autoriza la aplicación de la medida


disciplinaria de destitución a un funcionario que se ausenta por más
de 3 días de su trabajo, la superioridad del servicio puede aplicar una
medida disciplinaria de menor drasticidad basada en consideraciones
y ponderaciones que justifiquen debidamente dichas inasistencias, las
que deben consignarse en los considerandos de la respectiva resolu-
ción (27.085/90).
A los sumariados por conductas sancionables de acuerdo con
la letra a) del artículo 125 del Estatuto Administrativo, puede im-
ponérseles una medida disciplinaria de menor gravedad que la des-
titución, según lo determine la autoridad competente para aplicar
la sanción, pero debe dejarse expresa constancia de las razones que
fundamentan la rebaja de la medida disciplinaria, en los conside-
randos de la resolución que aplica el nuevo castigo disciplinario
(20.184/93).
Asimismo, y no obstante lo preceptuado en la letra a) del artículo
125, puede disponerse el sobreseimiento respecto de este personal,
siempre que se funde cabalmente esta determinación (2.017/93).

CAUSALES DE LA LETRA b)

125.25) ESTATUTO A DMINISTRATIVO, ARTÍCULO 84, LETRAS I), J), K)

Artículo 84. El funcionario estará afecto a las siguientes prohibiciones:


i) Organizar o pertenecer a sindicatos en el ámbito de la Admi-
nistración del Estado; dirigir, promover o participar en huelgas, inte-
rrupción o paralización de actividades, totales o parciales, en la
retención indebida de personas o bienes, y en otros actos que pertur-
ben el normal funcionamiento de los órganos de la Administración
del Estado;
j) Atentar contra los bienes de la institución, cometer actos que
produzcan la destrucción de materiales, instrumentos o productos de
trabajo o disminuyan su valor o causen su deterioro, y
k) Incitar a destruir, inutilizar o interrumpir instalaciones públi-
cas o privadas, o participar en hechos que las dañen.

946
ARTÍCULO 125

CAUSAL DE LA LETRA c)

Tesis judicial

125.26) RENATO JOFRÉ PAREDES Y OTROS CON A LCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE CONCEPCIÓN, C ORTE DE APELACIONES DE
CONCEPCIÓN , RECLAMO DE ILEGALIDAD, 30 DE OCTUBRE DE 1989,
ROL Nº 6.302-89, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CASACIÓN DE FONDO,
23 DE ENERO DE 1991, QUE DEJÓ A FIRME EL FALLO ANTERIOR

Considerando 24. Que fluye de los antecedentes, que en concepto del


Fiscal instructor y del Contralor se dio por establecido el delito de
“apropiación ilícita de recursos municipales” y lo deducen de las in-
vestigaciones llevadas a cabo por el señor Fiscal. Aparece claro que en
este sumario administrativo se usurparon funciones que la ley entre-
ga exclusivamente a la competencia de los tribunales de justicia. Lo
anterior queda más claro aun cuando se dispone la destitución… En
este aspecto cabe resaltar que cuando se envió el sumario administra-
tivo al señor Contralor, hacía varios meses que la causa criminal
rol 21.949 del 4º Juzgado, destinada a investigar los mismos hechos que
se investigaron en el sumario administrativo, había dictado sobresei-
miento temporal, sin encargatorias de reo en que el único detenido
es el señor Jofré puesto en libertad por no existir mérito para mante-
nerlo preso. Vale decir, libre incondicionalmente. La causa fue apro-
bada por la I. Corte;
Considerando 25. Que queda entonces en evidencia que quien ha
juzgado y “condenado” a los señores Renato Jofré, Luis Ernesto Gon-
zález e Idamor del T. Mirando, como autores del delito de apropia-
ción indebida de bienes municipales con grave daño fiscal (sic) ha sido
el Fiscal instructor del sumario administrativo.
Aparece clara la infracción a los artículos 7º, 19, Nº 13º, inciso 4,
y 73, actual 76, de la Constitución Política, ya que es ostensible que
en el sumario administrativo se invadieron normas reservadas por el
artículo 1º del Código Orgánico de Tribunales a los tribunales esta-
blecidos por la ley.
Considerando 28. Que en suma la destitución aplicada se basa en
un sumario carente de probanzas idóneas para concretar los cargos
que se atribuyen. El decreto de destitución al dar por sentado, no pu-
diendo hacerlo, de que el señor Jofré había sido “condenado”, cuan-
do no lo fue, no contiene fundamentos ni disposición legal en que
descanse la medida.
Considerando 38. a) Que se acogen las reclamaciones deducidas…
en contra del Decreto Nº 98 E-86 (86-65) de fecha 6 de febrero de 1986
que dispuso la destitución y se declara que tales decretos son nulos.

947
ARTÍCULO 125

125.27) SUAZO ROBLES, TOMÁS ÁLEX CON COREDE-REGIÓN DEL BÍO-


BÍO, CORTE DE APELACIONES DE CONCEPCIÓN, PROTECCIÓN, SENTENCIA
DE 21 DE FEBRERO DE 1991, ROL Nº 8.059-90

Considerando 21. Que la situación excepcional es la que dispone: “la


medida disciplinaria de destitución procederá siempre en los siguien-
tes casos: c) Condena por crimen o simple delito.
Considerando 22. Que del contexto de la disposición recién ci-
tada se desprende que la medida de destitución es obligatoria –en
ese caso–.
Pero caben hacer las siguientes reflexiones: 1. En la presente
materia nadie ha podido fundar la “destitución” que aplica el acuer-
do recurrido en “condena por crimen o simple delito”, desde que
es un hecho reconocido, no discutido, que el señor Alex Suazo Ro-
bles sólo se encuentra encargado reo en la causa rol 7.758-90 que
pende del conocimiento de esta Corte, en apelación de dicha re-
solución.
Por estas consideraciones (…) se acoge con costas el recurso de-
ducido (…) y en consecuencia se declara nulo y sin ningún valor el
acuerdo de que da cuenta el oficio de fojas 6, que aplica al recurren-
te la sanción de destitución, quien deberá ser repuesto en su cargo y
pagársele, por quien corresponda, todas las remuneraciones que ha
dejado de percibir con motivo de su alejamiento del cargo.

Tesis administrativa

125.28) DICTÁMENES NOS 1.454, DE 1984; 29.219, DE 1989; 4.158,


DE 1992; 60, DE 1996

De acuerdo con una sostenida e invariable jurisprudencia, represen-


tada entre otros dictámenes por los Nos 8.133, de 1964, y 80.066, de
1967, los órganos de la Administración del Estado están facultados
para apreciar administrativamente y sancionar por la vía sumarial la
comisión de hechos que revisten caracteres de delito sin esperar la
dictación de la respectiva sentencia judicial (1.454/84, 29.219/89,
4.158/92).
El sobreseimiento temporal no impide la aplicación de la medida
disciplinaria de destitución, pues esa resolución judicial sólo significa
suspensión del procedimiento hasta que se presenten mayores datos
de investigación.
Además, según el artículo 120, inciso 1º, la destitución sólo pue-
de ser enervada por la absolución o el sobreseimiento definitivo por
no constituir delito los hechos denunciados, de manera que ni aun
el eventual sobreseimiento por una causal diferente de la señalada

948
ARTÍCULO 125

por la ley estatutaria, como lo es, por ejemplo, por la prescripción


de la acción penal, podría favorecer al empleado destituido, por
no estar contemplado en tal carácter por el Estatuto Administrati-
vo (4.158/92).
El sobreseimiento temporal, pues, no obsta a la aplicación de la
medida disciplinaria de destitución, en la medida que sólo significa la
suspensión del procedimiento penal en tanto se presentan nuevos an-
tecedentes (60/96).

125.29) D ICTÁMENES NOS 29.219, DE 1989; 19.245, DE 1990

La comisión de todo hecho que revista caracteres de delito, autoriza


la aplicación de la medida disciplinaria de destitución, por la causal
de la letra c) del artículo 125 del Estatuto Administrativo.

125. 30) OFICIO Nº 20.504, DE 1995

En efecto, si bien el tenor literal de la letra c) del artículo 125 dispo-


ne que la destitución sólo opera una vez dictada la sentencia conde-
natoria, el sentido de esta norma queda claro al examinar el artículo
120 del mismo Estatuto, que al regular la situación que se produce
cuando un funcionario es destituido administrativamente y luego ab-
suelto o sobreseído definitivamente por no constituir delito los hechos
denunciados, se refiere a una destitución aplicada “como consecuen-
cia exclusiva de hechos que revisten caracteres de delito”, con lo cual
está admitiendo la competencia de la autoridad administrativa preci-
samente para ponderar en el respectivo sumario “hechos que revisten
caracteres de delito”.

Interpretación administrativa de la letra c)

125.31) D ICTÁMENES NOS 18.143, DE 1966; 52.190, DE 1979

Al tenor de lo establecido por la jurisprudencia, en particular por


el dictamen Nº 18.143, de 1966, al señalar el artículo 125, letra c),
la condena por crimen o simple delito como causal de destitución,
no ha atendido a la gravedad de la pena que lleva consigo la con-
ducta criminalmente punible, sino que, objetivamente, a la califi-
cación judicial del hecho, contenido en la sentencia condenatoria
ejecutoriada.
Es irrelevante, por tanto, que la pena asignada al simple delito hu-
biere sido una multa de $ 600.

949
ARTÍCULO 125

125.32) DICTÁMENES NOS 29.219, DE 1989; 10.195, DE 1990; 10.118,


DE 1995

El artículo 125, letra c), ha previsto como causal de destitución la con-


dena por crimen o simple delito, diferenciándose, así, de la norma
que establecía el DFL Nº 338, de 1960, que hacía aplicable esta medi-
da disciplinaria expulsiva cuando la condena recaía en delitos minis-
teriales, o sea, cometidos en el ejercicio de sus funciones.
Dada la amplitud de los términos de esta letra c), cabe concluir
que comprende el delito ministerial, de lo que sigue que en estos ca-
sos resulta plenamente aplicable la jurisprudencia sentada con ante-
rioridad, a propósito del antiguo Estatuto, según la cual, concurriendo
en un sumario administrativo hechos que revisten los caracteres de un
delito ministerial, procede aplicar al inculpado la medida disciplina-
ria de destitución sin que sea necesario contar con una sentencia ju-
dicial de condena.
En efecto, los fundamentos que tuvo la jurisprudencia recaída en
el artículo 188, letra b), del DFL Nº 338, de 1960, para admitir la desti-
tución sin esperar sentencia de condena, no fueron alterados por la
entrada en vigencia de la Ley Nº 18.834, de 1989.

125.33) DICTAMEN Nº 15.961, DE 1995

Conforme a la letra c) del artículo 125 del Estatuto Administrativo la


autoridad administrativa está facultada para sancionar la comisión de
hechos que revisten el carácter de delito sin esperar sentencia judi-
cial, dado que dicha norma debe relacionarse con la contenida en el
artículo 120 del mismo texto legal, que regula el sistema de reincor-
poración al servicio de quienes han sido destituidos como consecuen-
cia exclusiva de “hechos que revisten caracteres de delito”, o sea que
han sido destituidos antes que exista una calificación judicial de di-
chos hechos.

125.34) DICTAMEN Nº 32.637, DE 1997

No procede dar curso a la resolución de la Dirección General de De-


portes y Recreación que aplica una medida disciplinaria de multa, por-
que el proceso tuvo por objeto establecer la responsabilidad del
inculpado en graves irregularidades detectadas en su desempeño como
Jefe de la Unidad de Alto Rendimiento, que guardan relación con ano-
malías en la generación, evaluación y aprobación de proyectos, así
como en el manejo y administración de los recursos fiscales entrega-
dos para su financiamiento, infracciones que se encuentran fehacien-

950
ARTÍCULO 125

temente acreditadas y que en algunos casos presentan caracteres de


delito, lo que significa que procede sancionarlo con la medida de des-
titución, atendido lo preceptuado por la letra c) del artículo 125 del
Estatuto Administrativo, sin desmedro de practicarse la correspondien-
te denuncia a la justicia ordinaria.
Asimismo, la conducta del sumariado constituye una grave falta a
sus deberes y obligaciones funcionarios, que vulnera el principio de
la probidad administrativa consagrado en los artículos 7º de la LOCBGAE
y 61, letra g), de la Ley Nº 18.834, en términos que lo inhabilitan para
continuar ejerciendo un cargo público.

125.35) DICTÁMENES NOS 2.443, DE 1994; 10.010, DE 1995

La Contraloría General da curso a la resolución del Instituto de Nor-


malización Previsional que aplica a la inculpada la medida disciplina-
ria de multa, pero hace presente que si en definitiva se confirma la
sentencia de primera instancia que la condenó como autora de deli-
to, debe aplicársele la de destitución, conforme a lo previsto por la
letra c) del artículo 125 del Estatuto Administrativo (10.010/95).
De darse esta situación, debe ordenarse la reapertura del sumario
y durante su instrucción habrá de determinarse la procedencia de su
destitución (2.443/94).

125.36) D ICTAMEN Nº 7.468, DE 1968

No procede instruir sumario en contra de una funcionaria encargada


reo por falsificación y uso malicioso de instrumento privado mercan-
til y estafa, por cuanto el hecho de hallarse sometida a proceso no com-
promete necesariamente su responsabilidad en los hechos que lo han
originado, circunstancias que sólo quedarán establecidas en la respec-
tiva sentencia judicial ejecutoriada.
Si fuere condenada, esta condena será causal suficiente para apli-
carle la medida disciplinaria de destitución, conforme a lo prescrito
por la letra c) del artículo 125 del Estatuto Administrativo.

125.37) DICTÁMENES NOS 9.605, DE 1962; 75.819, DE 1968; 36.318, DE


1969; 5.590 Y 69.693, DE 1974; 70.000, DE 1977; 1.403, DE 1979

Conforme a una invariable jurisprudencia, no sólo tiene derecho a per-


cibir sus remuneraciones la persona que desempeña efectivamente su
empleo, sino también quien no puede desarrollarlo por una causal de
caso fortuito o fuerza mayor, en los términos del artículo 45 del CC.

951
ARTÍCULO 125

Tal es el caso del funcionario que ha sido detenido o declarado


reo, el que en definitiva recibirá el pago de las remuneraciones co-
rrespondientes al período de detención, si es absuelto o sobreseído
en el correspondiente juicio criminal.
Reviste esta calidad, también, la orden de las autoridades admi-
nistrativas, no imputable al funcionario, que le impide desempeñar su
cargo, siempre que el afectado haya sido diligente para reclamar en
forma oportuna y constante de la medida arbitraria.
Constituye, asimismo, un caso de fuerza mayor, la imposibilidad
en que se encuentran los trabajadores públicos de entrar al edificio
en que funciona el servicio, por haberse dispuesto por la autoridad
respectiva que permanezca cerrado.

125.38) DICTAMEN Nº 27.270, DE 1983

Se aparta del artículo 125, letra c), la aplicación de la medida discipli-


naria de destitución a un funcionario a quien se le ha acreditado un
faltante de caja de mil pesos, por no concurrir en autos circunstan-
cias que evidencien la intención de cometer un fraude.
Desde luego, el Fiscal instructor ha propuesto sólo una medida dis-
ciplinaria de multa, lo que denota su convicción de que la falta come-
tida no rebasaba el campo administrativo, y el mismo inculpado,
enseguida, ha hecho presente, en coincidencia con el mérito del su-
mario, que la infracción imputada obedeció más bien a su inexperien-
cia en funciones de cajero, demostrando la más amplia y decidida
colaboración para el esclarecimiento de los hechos, sin que existan
otras pruebas que lo inculpen.

125.39) DICTÁMENES NOS 16.528, DE 1987; 20.294, 21.304 Y 31.657,


DE 1990

Una reiterada jurisprudencia ha concluido que los funcionarios con-


denados por la justicia ordinaria que se ven favorecidos por la Ley
Nº 18.216, al aplicárseles alguna de las penas alternativas consulta-
das en ese texto legal: remisión condicional de la pena, reclusión noc-
turna o libertad vigilada, no pueden ser sancionados por vía
administrativa, por lo cual, al darse una situación de esta naturale-
za, procede absolver al funcionario inculpado dentro del respectivo
proceso sumarial.
No asiste este derecho a los condenados por conductas terroris-
tas (31.657/90), ni se aplica a aquellos casos en que la medida disci-
plinaria obedeció, además, a la comisión de faltas administrativas
(20.294/90).

952
ARTÍCULO 125

CAUSAL DE LA LETRA d)

125.40) ESTATUTO ADMINISTRATIVO, ARTÍCULO 72, INCISO FINAL

Artículo 72, inciso final. Los atrasos y ausencias reiterados, sin causa justi-
ficada, serán sancionados con destitución, previa investigación sumaria.

125.41) DICTAMEN Nº 11.785, DE 1981

De acuerdo con el artículo 11 del DL Nº 799, de 1974, sobre uso y cir-


culación de vehículos estatales, toda infracción a sus disposiciones será
sancionada con alguna de las medidas disciplinarias señaladas en el
Estatuto Administrativo, inclusive la destitución.
Según las instrucciones impartidas por Circular Nº 9.277, de 1975,
esas medidas se aplicarán cualquiera que sea el régimen jurídico a que
estén sometidos los respectivos servidores públicos, de modo tal que
para hacer efectiva la responsabilidad de los afectados, a los Servicios
sólo les corresponde dar cumplimiento a lo resuelto por la Contralo-
ría General, para cuyo efecto deberá proceder a la dictación del co-
rrespondiente documento basado en la resolución del Contralor
General que hace aplicable la medida, sin que pueda alterar lo resuelto
en ella.

125.42) LEY ORGÁNICA DE MINISTERIOS, DFL Nº 7.912, DE 1927,


ARTÍCULO 17, INCISO 2º

Artículo 17, inciso 2º. Ninguna oficina de Hacienda, Tesorería, Conta-


duría, etc., dará cumplimiento a decretos que no hayan pasado por el
trámite antes indicado –de firma, numeración y anotación–. El fun-
cionario público que no dé cumplimiento a esta disposición perderá
por este solo hecho su empleo. Para este efecto, los jefes de servicios
no serán considerados como tales.

125.43) D ICTAMEN Nº 2.890, DE 1998

La infracción del artículo 101, numeral 2, del Código Tributario, que


afecta a los empleados que permitan o faciliten a un contribuyente el
incumplimiento de las leyes tributarias, debe ser sancionada con la sus-
pensión del empleo hasta por dos meses.
El inciso 2º agrega que de comprobarse que el funcionario ha so-
licitado o recibido una remuneración o recompensa por esa infrac-
ción, debe aplicársele la medida disciplinaria de destitución.

953
ARTÍCULO 125

OBLIGATORIEDAD DE APLICAR LA MEDIDA DISCIPLINARIA DE


DESTITUCIÓN EN LOS CASOS CONFIGURADOS POR LA LEY.
EXCEPCIÓN

125.44) D ICTAMEN Nº 2.450, DE 1982

En algunos casos el Estatuto Administrativo señala de manera precisa


la sanción administrativa expulsiva a que debe dar lugar la comisión
de determinados hechos.
Frente a estas disposiciones, que son explícitas e imperativas, y que
tienden a regular la relación del funcionario con la Administración,
no cabe a la autoridad del servicio otra actitud que imponer las san-
ciones establecidas, ya que no existe precepto alguno que permita pres-
cindir de su consideración.

125.45) DICTAMEN Nº 35.083, DE 1990; 23.003, DE 2000

Tratándose de medidas disciplinarias que conllevan una sanción es-


pecífica de destitución, como ocurre con la destitución prevista en el
artículo 72, inciso final, del Estatuto Administrativo, por causal de atra-
sos reiterados sin causa justificada, la autoridad administrativa puede
rebajar la destitución y aplicar una medida disciplinaria menor, en tan-
to y en cuanto justifique adecuadamente esta decisión en los conside-
randos de la resolución que aplique la sanción.

125.46) DICTAMEN Nº 10.118, DE 1995

Si bien las sanciones que propone la Contraloría General de la Repú-


blica no son obligatorias para la autoridad administrativa, la que por
lo tanto puede rebajarlas e incluso absolver al afectado, excepcional-
mente, sin embargo, dejan de ser facultativas cuando se refieren a he-
chos que según la ley estatutaria deben ser sancionados con una
medida disciplinaria específica.
Así, en caso de haberse verificado en el sumario la existencia de
hechos que presentan caracteres de delito, la autoridad administrati-
va no puede apartarse de la proposición de destitución, ya que se ha-
lla en el deber de aplicar tal medida disciplinaria por mandato de la
letra c) del artículo 125 del Estatuto Administrativo.

AMPLITUD DE LA MEDIDA DISCIPLINARIA DE DESTITUCIÓN

125.47) DICTÁMENES NOS 5.960, DE 1962; 28.388, DE 1965


La sanción administrativa debe hacerse efectiva en el empleo en que
se cometió el hecho contravencional.

954
ARTÍCULO 125

No obstante, si el empleado ejerce cargos compatibles y los hechos,


por su naturaleza, comprometen las normas de probidad en todos los
empleos, como es el caso de los hechos que revisten caracteres de de-
lito, el funcionario debe ser sancionado en todos los cargos compati-
bles que ejerce.

125.48) D ICTAMEN Nº 4.718, DE 1992

La medida disciplinaria expulsiva que afecta a un funcionario alcanza


a todos los cargos que ejerce en la Administración, cuando las irregu-
laridades sancionadas revelan falta de idoneidad moral del empleado
para mantenerse en funciones, como sucede en el caso de hechos que
revisten caracteres de delito.
La medida disciplinaria de destitución por ausencia injustificada
de más de tres días al servicio, no constituye una circunstancia que
denote en el afectado la pérdida de la idoneidad moral, de modo que
le permite mantener las otras plazas que ocupe en la Administración.
No obstante, este derecho se limita únicamente a conservar el em-
pleo, ya que su ingreso para otros cargos en la Administración deberá
estarse a lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley Estatutaria.

PROHIBICIÓN DE APLICAR LA MEDIDA DISCIPLINARIA


DE DESTITUCIÓN EN PERÍODOS
PRE Y POSTELECCIONARIOS

125.49) D ICTÁMENES NOS 33.548, DE 1989; 28.780, DE 1993; 26.510,


DE 1996; 17.136 Y 41.363, DE 1997

Como ha reiterado la jurisprudencia, en dictámenes que se remon-


tan a la Ley Nº 8.715, cuyas disposiciones se incluyeron en el texto
refundido y sistematizado de la LOCCGR, desde 30 días antes y hasta
60 días después de una elección presidencial y desde treinta días an-
tes de una elección ordinaria o extraordinaria, dentro de la respec-
tiva circunscripción, el personal de la Administración del Estado se
encuentra al amparo de la norma protectiva recogida por el artícu-
lo 156 de la Ley Orgánica de la Contraloría General, que establece
la inamovilidad funcionaria y dispone que no puede decretarse en
contra de un funcionario la medida disciplinaria de destitución, a
menos que el sumario haya sido instruido por la Contraloría Gene-
ral de la República.
En estas condiciones, la autoridad administrativa no puede dispo-
ner ni aplicar esta medida disciplinaria sino una vez transcurrido el
plazo que corresponda, señalado por la ley.

955
ARTÍCULO 125

125.50) LEY Nº 10.336, DE 1964, ARTÍCULOS 156 A 161

Artículo 156. Desde treinta días antes y hasta sesenta días después de
la elección de Presidente de la República, las medidas disciplinarias
de petición de renuncia y de destitución señaladas para los funciona-
rios fiscales y semifiscales en el Estatuto Administrativo, sólo podrán
decretarse previo sumario instruido por la Contraloría General de la
República y en virtud de las causales contempladas en dicho Estatuto.
Treinta días antes de la elección de Presidente de la República,
los funcionarios públicos y semifiscales no podrán ser trasladados o
nombrados en comisión de servicio fuera del lugar en que ejercen sus
funciones, sin perjuicio de lo dispuesto en las leyes 9.280, 9.304, 10.616
y en el artículo 38 del decreto con fuerza de ley 262, de 1953.
Asimismo, desde treinta días antes de la elección de Presidente de
la República quedarán suspendidas todas las comisiones que estuvie-
ren desempeñando los funcionarios públicos y semifiscales a que se
refiere el inciso 1º, quienes deberán reintegrarse a las funciones para
cuyo desempeño estén nombrados en propiedad.
Artículo 157. Las disposiciones del artículo anterior se aplicarán,
asimismo, a las elecciones ordinarias y extraordinarias dentro de las
respectivas circunscripciones electorales, desde treinta días antes de
su realización.
Artículo 158. Además de las responsabilidades constitucionales y
legales que correspondan al Presidente de la República y a sus Minis-
tros, los funcionarios fiscales y semifiscales serán también personalmen-
te responsables por los daños que ocasionen por el incumplimiento
de los dos artículos que preceden, y el afectado podrá ejercitar en su
contra las acciones civiles correspondientes.
Artículo 159. Las infracciones a las disposiciones anteriores come-
tidas por los Vicepresidentes ejecutivos, Directores Generales, Jefes de
Departamentos o de Oficinas, serán penadas con presidio menor en
su grado medio y habrá acción popular para denunciarlas.
Artículo 160. Los artículos 156 y siguientes no serán aplicables a
los funcionarios públicos a que se refiere el artículo 72, Nº 5, de la
Constitución Política.
Artículo 161. Los artículos anteriores serán también aplicables a los
empleados de los Servicios de la Beneficencia Pública y a los que per-
tenezcan a las empresas de administración autónoma del Estado.

125.51) DICTAMEN Nº 40.226, DE 1997

De la normativa reseñada se desprende que el fuero contenido en el in-


ciso primero del artículo 156 de la Ley Nº 10.336, tiene por objeto prote-

956
ARTÍCULO 125

ger a los funcionarios públicos de la aplicación de medidas expulsivas por


parte de la autoridad, en los períodos que en él se mencionan.
Debe precisarse que el artículo 156 concierne a medidas discipli-
narias de carácter expulsivo contempladas en los respectivos sistemas
estatutarios, aunque no sean idénticas a la de destitución, como ocu-
rre con las causales de caducidad contempladas en el artículo 160 del
Código del Trabajo.
Ahora bien, por mandato del artículo 161 de la Ley Nº 10.336, la
norma protectora contenida en su artículo 156 se aplica a los emplea-
dos pertenecientes a las empresas de administración autónoma del
Estado. Por ello, la circular Nº 26.510, de 1996, de la Contraloría Ge-
neral de la República, hizo presente que las medidas expulsivas a que
están afectos los personales de estas empresas quedan sometidas tam-
bién a esa restricción, aunque no configuren propiamente una san-
ción disciplinaria.
Lo anterior permite sostener que durante el referido lapso pue-
den aplicarse otras causales de término del contrato de trabajo, cuya
naturaleza sea distinta de aquéllas y que se encuentren contenidas en
los regímenes estatutarios vigentes, como sucede con el desahucio pre-
visto en el inciso segundo del artículo 161 del referido Código, como
se indicara en el dictamen Nº 1.371, de 1990.
Por consiguiente, se ajustó a derecho el proceder de la Empresa
de Correos de Chile al proceder a desahuciar a un empleado durante
el período señalado por el artículo 156 de la Ley Nº 10.336, de 1964,
pues, al no constituir esa decisión una medida disciplinaria, le es inapli-
cable la norma protectora que contiene ese artículo 156.

LOS CESES DE FUNCIONES POR DESTITUCIÓN PRIMAN


SOBRE LAS NORMAS DE INAMOVILIDAD FUNCIONARIA

125.52) DICTAMEN Nº 13.227, DE 1993

La circunstancia de que una funcionaria esté gozando de fuero ma-


ternal o haciendo uso de una licencia médica no es óbice para que se
le instruya una investigación sumaria o un sumario administrativo, ni
para que se le aplique una medida disciplinaria incluso expulsiva, por-
que los ceses de funciones emanados de la potestad sancionadora pri-
man sobre cualquier clase de inamovilidad que pudiera favorecer en
un momento determinado a un servidor público, incluidas naturalmen-
te las normas de protección a la maternidad.
En lo relativo a licencia médica, debe destacarse que el empleado
acogido a ella está sometido a todas las disposiciones del Estatuto Ad-
ministrativo, pues no existe norma alguna que impida la aplicación
de su preceptiva durante el descanso por enfermedad.

957
ARTÍCULO 125

EL RECURSO DE PROTECCIÓN Y LA IMPUGNACIÓN JUDICIAL


DE LAS MEDIDAS DISCIPLINARIAS

Cómputo del plazo para interponer el recurso

125.53) CRISTINA SOLEDAD FUENTES CONTRA MUNICIPALIDAD DE


ARICA, CORTE DE A PELACIONES DE ARICA, PROTECCIÓN, 21 DE OCTUBRE
DE 1996, CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, EN FALLO
DE 10 DE OCTUBRE DE 1997, ROL Nº 4.060-97

4º. Qué, en consecuencia –habiendo la recurrente tomado conocimien-


to del decreto de destitución, con fecha 11 de julio de 1996–, el plazo
fatal de quince días concedido para entablar esta acción de tipo cau-
telar principió a correr el 11 de julio pasado, de tal manera que la
protección aparece ejercida extemporáneamente, ya que data del 9
de agosto de este año, según cargo de fs. 34. Hay que considerar que
el apartado primero del Auto Acordado sobre la materia es perento-
rio al computar el término para hacer valer este arbitrio, desde que el
interesado toma conocimiento del acto u omisión que lo lesiona. Por
lo tanto, es imposible esgrimir la existencia de un recurso de reposi-
ción administrativo para aplazar la fecha de interposición, pues ello
significa aceptar que un término fatal es susceptible de interrupción,
cuando es un principio general que si un acto debe ejercerse en o den-
tro de cierto plazo, se entiende que vale si se ejecuta antes de la me-
dianoche en que termina el último día del plazo.

Procedencia del recurso de protección

125.54) EDGARDO SEPÚLVEDA T ORDECILLA CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE EL BOSQUE, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
APELACIÓN EN PROTECCIÓN, 26 DE MAYO DE 1998, ROL Nº 1.035-98

2º) Que cabe tener presente que la estabilidad en el empleo es un prin-


cipio consagrado en la CPR, en su artículo 38, inciso 1º, que también
se encuentra reconocido en la LOCBGAE, y expresado estatutariamen-
te en el denominado “derecho a la función”, que puede definirse como
el derecho a permanecer en el empleo a que se ha accedido legalmen-
te, mientras no medie una causal legal de expiración de funciones;
de modo que la garantía para el funcionario consiste en que la cesa-
ción de sus labores no queda entregada a la discrecionalidad de la Ad-
ministración, sino a la determinación de la ley, y en este sentido es un
derecho incorporal que la ley otorga, comprendido entre los que ga-
rantiza el Nº 24º del artículo 19 de la Constitución; pero la propiedad
no recae sobre el cargo o empleo, sino sobre el derecho a permane-

958
ARTÍCULO 125

cer en él en tanto no se produzca una causal legal para la cesación de


sus funciones, y no deriva de un contrato sólo extinguible por acuer-
do de las partes, sino que se contiene en un “status” funcionario de
naturaleza legal al que se incorpora el interesado por un acto unilate-
ral, “status” en que están predeterminados los derechos, obligaciones,
responsabilidades y causales de cesación de funciones.

125.55) HELIA DEL CARMEN MANSILLA CHÁVEZ CONTRA CONTRALOR


REGIONAL DE AYSÉN, CORTE DE APELACIONES DE A YSÉN, PROTECCIÓN,
7 DE JULIO DE 1998, ROL Nº 23-98, CONFIRMADA POR LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA EL 28 DE JULIO DE 1998, ROL Nº 2.300-98

Duodécimo: Que –no– es admisible la alegación del señor Contralor


Regional en cuanto a que el acto reclamado no puede ser ni arbitra-
rio ni ilegal atendido que fue ejecutado por la Contraloría en ejerci-
cio de sus facultades constitucionales y legales, ya que el objetivo de
la acción de protección es precisamente mantener el necesario equi-
librio, requisito de todo Estado de Derecho, entre el poder y el de-
ber, y evitar, por este medio, que la autoridad administrativa, legislativa
y aun en ciertos casos la judicial, incurra en actos u omisiones ilegales
o arbitrarios, prive, perturbe o amenace el legítimo ejercicio de los
derechos establecidos en la Constitución Política, sea que tal situación
se genere por carecer de atribuciones para ello quien actúa o por ex-
cederse en aquellas que le otorgan las leyes, pues no existe organis-
mo ni persona alguna que goce del poder de la infalibilidad y siendo
el error una posibilidad cierta y muchas veces frecuente de los seres
humanos, ello implica que las instituciones u organismos por éstos in-
tegrados también son susceptibles de equivocación.
Decimotercero: Que, finalmente, no es tampoco sostenible la afirma-
ción de Contraloría en cuanto a –que– su accionar, en la medida que
se realiza en el ejercicio de sus potestades constitucionales y legales,
no puede ser objeto ni materia de un recurso de protección, toda vez
que esta acción de carácter tutelar y cautelar, a la vez, es admisible con-
tra todo acto u omisión de la autoridad pública o de un particular,
que en forma actual e inminente lesione, restrinja, altere o amenace
con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta los derechos o garantías re-
conocidos por la CPR.
La disposición constitucional contenida en el artículo 20 de ella,
es de carácter amplio y hace procedente el recurso de protección con-
tra todo acto u omisión arbitrario o ilegal que afecte los derechos que
ella misma indica, independientemente que tal acción u omisión ema-
ne de personas naturales o jurídicas, de autoridades políticas, admi-
nistrativas, legislativas, diplomáticas y aun judiciales en ciertos casos, y
de tal forma no existe autoridad ni persona alguna que no pueda ser

959
ARTÍCULO 125

sometida al control jurisdiccional que nace del recurso o acción de


protección respecto de las garantías y derechos que éste mismo am-
para, de forma tal que desde el Presidente de la República en adelan-
te, toda magistratura, autoridad, organismo o dependencia queda
sujeto al procedimiento señalado, incluidas las gestiones de adminis-
tración y actos que dicte o emita la Contraloría General de la Repú-
blica o una Contraloría Regional, pues, en primer término, expresión
alguna del texto constitucional establece tal pretendida inmunidad de
jurisdicción, la que, por otra parte, sería aberrante en un Estado de
Derecho, que no podría tolerar la existencia de alguna institución por
encima y al margen de sus reglas y dotada, por ende, de un poder om-
nímodo, criterio que por lo demás fue el que tuvo en vista la comi-
sión redactora de la Constitución Política de 1980, al decir el señor
Ortúzar Escobar, en la sesión Nº 214, que “le parece conveniente que
la disposición sea amplia y no sólo comprenda los actos u omisiones
arbitrarios de la autoridad política o administrativa, sino de quienquie-
ra, como expresa el proyecto”.
(Se declara: “I. Que el oficio Nº 2.530/30.12.97, de la Contraloría Re-
gional de Aysén, es arbitrario e ilegal y perturba y amenaza la garantía
constitucional del derecho de propiedad en el empleo de la recurrente.
II. Que… no puede ser removida de su empleo si no es por causa legal”.)

125.56) JULIA ÁLVAREZ A RCE Y OTROS CON CONTRALOR GENERAL DE LA


REPÚBLICA Y OTRO, CORTE DE A PELACIONES DE SANTIAGO,
PROTECCIÓN, 28 DE SEPTIEMBRE DE 1998, CONFIRMADA POR LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA EL 9 DE NOVIEMBRE DE 1998, ROL Nº 3.462-98

7º. Que en lo relativo al fondo de la cuestión planteada, sólo basta pre-


cisar que al decidir esta Corte en sede de protección que se deja sin
efecto un acto administrativo, dicho acto no puede hacerse revivir
mediante un nuevo acto de la Administración, a pretexto del efecto
relativo de las sentencias judiciales, por cuanto la declaración de nuli-
dad de un acto administrativo produce efectos erga omnes; lo que es
nulo en derecho público, es nulo absolutamente. Por tanto, no pudo
la Contraloría aclarar lo que es nulo, y al hacerlo mediante el dicta-
men impugnado se excedió en sus facultades;
8º. Que el dictamen Nº 5.061, de 1998 –que insistió en el criterio
de un dictamen anterior dejado sin efecto por sentencia judicial, y de-
volviendo nuevamente sin tramitar el decreto de nombramiento de
los recurrentes, argumentando el efecto relativo de los fallos judicia-
les–, constituye por lo tanto un acto arbitrario e ilegal que ha afecta-
do el derecho de propiedad de los recurrentes a mantener la
estabilidad en el goce de sus respectivos cargos, derechos que esta Cor-
te por imperativo constitucional debe proteger.

960
ARTÍCULO 125

125.57) ANDRADE HERNÁNDEZ, JUAN CONTRA CONTRALOR R EGIONAL


DE COYHAIQUE, C ORTE S UPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN EN
PROTECCIÓN, 18 DE AGOSTO DE 1998, ROL Nº 2.429-98

1º. Que del contexto del libelo deducido se desprende que la arbitra-
riedad e ilegalidad se encontraría en el contenido de la resolución en-
viada al Alcalde de la Municipalidad de Coyhaique por medio de la
cual se le comunica que se registra el decreto de nombramiento del
recurrente y además se le ordena la invalidación del llamado a con-
curso del cargo en que incide dicho nombramiento bajo los apercibi-
mientos que señala;
2º. Que, en síntesis, al informar la recurrida señaló que su enti-
dad se encuentra facultada para ejercer el control de la legalidad de
los actos que no están sujetos al trámite de toma de razón, como ocu-
rre en el presente caso, para que la autoridad municipal ejerza las
atribuciones que en esa materia le competen;
3º. Que el control de la constitucionalidad y legalidad de los ac-
tos de la Administración por la Contraloría General de la República
se realiza por el trámite de toma de razón, que difiere del mero regis-
tro, por cuanto este último importa sólo la anotación en un determi-
nado libro o archivo de la constancia de haberse dictado el acto sujeto
a este trámite. La diferencia que existe entre estos dos trámites y el
hecho de que las municipalidades estén exentas de la toma de razón
en sus resoluciones, deja sin sustento jurídico el “control de legalidad
de los decretos municipales sometidos a registro” que ha efectuado la
recurrida;
4º. Que en el recurso de protección se expresó que se había vul-
nerado el derecho de propiedad que tendría el recurrente sobre el
empleo, desde el momento que se le notificó el decreto de su nom-
bramiento;
5º. Que al respecto cabe tener presente que la estabilidad en el
empleo es un principio consagrado en la CPR, en su artículo 38, inci-
so 1º, que también se encuentra reconocido en la LOCBGAE , y expre-
sado estatutariamente en el denominado “derecho a la función”, que
puede definirse como el derecho a permanecer en el empleo a que
se ha accedido legalmente, mientras no medie una causa legal de ex-
piración de funciones; de donde resulta que la garantía para el fun-
cionario consiste en que la cesación de sus labores no queda entregada
a la discrecionalidad de la Administración sino que a lo que la ley de-
termine, y en este sentido es un derecho comprendido entre los que
garantiza el Nº 24º del artículo 19 de la Constitución;
6º. Que en el presente caso, la recurrida, careciendo de faculta-
des, procedió a dar por establecidas las supuestas infracciones, así como
para formular el requerimiento –de invalidación– incurriendo en un
acto ilegal que perturba la garantía constitucional contemplada en el

961
ARTÍCULO 125

artículo 19, Nº 24º, de la CPR (por lo que se declara que está a firme y
ejecutoriado el decreto que nombró al recurrente en su empleo, sin
que pueda ser removido de su cargo si no es por causa legal).

Improcedencia del recurso de protección

125.58) JULIO BAHAMONDES QUEVEDO CONTRA MUNICIPALIDAD DE


P EÑAFLOR, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, APELACIÓN DE PROTECCIÓN,
13 DE JULIO DE 1999, ROL Nº 1.945-99

2º. Que la naturaleza propia de la acción cautelar y el procedimien-


to inquisitivo dispuesto para su tramitación, determinan que no sea
procedente emplear este artículo para revisar la procedencia de lo
resuelto en el Decreto Alcaldicio número 91 dictado por la Alcaldía
de Peñaflor, que dispuso, después de haberse incoado un sumario
administrativo, la medida disciplinaria de destitución del recurren-
te Julio Enrique Bahamondes Quevedo; tampoco resulta adecuado
para acoger las excepciones alegadas por el recurrente, materias pro-
pias de la instancia administrativa o de un juicio de lato conocimien-
to, en que haya oportunidades de accionar, excepcionar, debatir,
fundamentar y probar;
3º. Que, por lo demás, la garantía establecida en el número 24º
del artículo 19 de la CPR, no contempla una supuesta “propiedad del
empleo o función”;
4º. Que, en efecto, el derecho constitucional relacionado con las
funciones y empleos públicos se encuentra contenido en el número
17 del citado artículo, y se limita a asegurar la admisión a tales ocupa-
ciones, cuando se cumplan los requisitos legales, pero no abarca a la
permanencia de esas funciones o empleos; siendo de destacar que esta
garantía no se encuentra cubierta por el recurso de protección, con-
forme a la enumeración que hace el artículo 20 de la Carta Funda-
mental;
5º. Que en cuanto a considerar afectado el derecho de propiedad,
conviene no confundir la titularidad de un derecho con la propiedad
sobre el derecho en sí, por ser instituciones jurídicas de muy distinta
naturaleza;
6º. Que, aun en el evento de que en todo caso así se hiciera, se
llegaría a la inconsecuencia de que derechos constitucionales –como
sería incluso el ya aludido del número 17 citado– que no gozan del
amparo del recurso del artículo 20 por no ser mencionados entre las
garantías cauteladas por la acción de protección, vendrían de hecho
a serlo –indirectamente– mediante el argumento de afirmar que esa
titularidad constituye un “bien incorporal” sobre el que existiría “una
especie de propiedad”;

962
ARTÍCULO 125

7º. Que, por lo demás, la destitución del recurrente se ordenó lue-


go de la instrucción de un sumario administrativo en el que se cum-
plieron las normas sobre tramitación de los mismos.
De conformidad, además, con lo que disponen el artículo 20 de
la CPR y el Auto Acordado de esta Corte Suprema sobre tramitación y
fallo del Recurso de Garantías Constitucionales, se revoca la senten-
cia apelada, de diez de junio último, escrita a fs. 57 y se declara que
se desecha el recurso de protección deducido en lo principal de fs. 3.
(Cabe tener presente que este es el primer fallo de la Corte Su-
prema de Justicia, a través de su Sala Constitucional, en que se acepta
distinguir “la titularidad de un derecho” de “la propiedad de un de-
recho”, orientación que ya se advertía en sentencias anteriores de la
misma Sala, en que dos votos de minoría afirmaban esta tesis jurispru-
dencial, la que han mantenido en el tiempo.)

REQUISITOS DE REINCORPORACIÓN DEL FUNCIONARIO


DESTITUIDO

125.59) DICTAMEN Nº 25.067, DE 2001

Los funcionarios públicos que han expirado en sus funciones por san-
ción expulsiva están inhabilitados para optar a otro empleo público
mientras no cumplan con el plazo de cinco años que contempla el
artículo 12, letra e) de la Ley Estatutaria, e intervenga decreto su-
premo de rehabilitación de conformidad con lo preceptuado en el
artículo 38, letra f), de la Ley Nº 10.336, Orgánica de la Contraloría
General (dictámenes Nos 30.991, de 1993, y 14.800, de 2000, entre
otros).
En efecto, aunque el artículo 12 del Estatuto Administrativo no
contemple este último requisito, sí lo hace el artículo 38, letra f), de
la Ley Nº 10.336, al establecer que no se podrá dar curso a ningún
nombramiento recaído en persona alguna afectada con la medida in-
dicada, a menos que intervenga decreto supremo de rehabilitación
(dictámenes Nos 32.291, de 1990, y 13.888, de 2000, entre otros). Es
dable puntualizar que los efectos de este artículo son de amplio al-
cance, ya que afectan a todos los servidores públicos destituidos o se-
parados de sus cargos, cualquiera sea la naturaleza jurídica del servicio
o institución a que ellos aspiren a reincorporarse y sea que las leyes
orgánicas o el estatuto del personal a que se hallen sujetos contengan
o no un procedimiento específico de rehabilitación (dictámenes
Nos 25.145, de 1987, 31.609 bis, de 1989, y 14.607, de 1990, entre otros).
La rehabilitación constituye un trámite administrativo cuyo único
objetivo es restituir el requisito de idoneidad moral a un ex funciona-
rio desvinculado de la Administración del Estado por aplicación de

963
ARTÍCULO 126

una sanción de carácter expulsivo y es una prerrogativa, privativa y dis-


crecional, del Presidente de la República, razón por la cual ha de re-
querirse a través del Ministerio de que depende o con el cual se
relaciona el servicio o institución al cual pertenecía el afectado (dic-
támenes Nos 5.869, de 1995, y 18.667, de 2001, entre otros).

Artículo 126. Si el jefe superior de la institución, el Secretario


Regional Ministerial o el Director Regional de servicios na-
cionales desconcentrados, según corresponda, estimare que
los hechos son susceptibles de ser sancionados con una me-
dida disciplinaria o en el caso de disponerlo expresamente
la ley, ordenará mediante resolución la instrucción de una in-
vestigación sumaria, la cual tendrá por objeto verificar la exis-
tencia de los hechos y la individualización de los responsables
y su participación, si los hubiere, designando para tal efecto
a un funcionario que actuará como investigador.
Las notificaciones que se realicen durante la investigación
sumaria deberán hacerse personalmente. Si el funcionario no
fuere habido por dos días consecutivos en su domicilio o en
su lugar de trabajo, se lo notificará por carta certificada, de
lo cual deberá dejarse constancia. En ambos casos se deberá
dejar copia íntegra de la resolución respectiva. En esta últi-
ma circunstancia, el funcionario se entenderá notificado cum-
plidos tres días desde que la carta haya sido despachada.
El procedimiento será fundamentalmente verbal y de lo
actuado se levantará un acta general que firmarán los que ha-
yan declarado, sin perjuicio de agregar los documentos pro-
batorios que correspondan, no pudiendo exceder la investi-
gación el plazo de cinco días. Al término del señalado plazo
se formularán cargos, si procedieren, debiendo el afectado
responder los mismos en un plazo de dos días, a contar de la
fecha de notificación de éstos.
En el evento de solicitar el inculpado rendir prueba so-
bre los hechos materia del procedimiento, el investigador se-
ñalará un plazo para rendirla, el cual no podrá exceder de
tres días.
Vencido el plazo señalado, el investigador procederá a
emitir una vista o informe en el término de dos días, en el
cual se contendrá la relación de los hechos, los fundamentos

964
ARTÍCULO 126

y conclusiones a que se hubiere llegado, formulando la pro-


posición que estimare procedente.
Como resultado de una investigación sumaria no podrá
aplicarse la sanción de destitución, sin perjuicio de los casos
contemplados en el presente Estatuto.
Conocido el informe o vista, la autoridad que ordenó la
investigación sumaria dictará la resolución respectiva en el
plazo de dos días, la cual será notificada al afectado, quien
podrá interponer recurso de reposición en el término de dos
días, ante quien emitió la resolución, apelando en subsidio
para ante el jefe superior de la institución. La apelación sólo
procederá en caso que la medida haya sido aplicada por otra
autoridad.
El plazo para resolver la reposición o el recurso de apela-
ción, cuando corresponda, será en ambos casos de dos días.

Interpretación

ANTECEDENTES

126.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO RECAÍDO EN EL PROYECTO DE ESTATUTO A DMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta acordó complementar el procedimiento a se-


guir en el evento de ordenarse una investigación sumaria, regulando
las notificaciones y plazos.
En efecto, en su inciso primero, la Comisión Conjunta consideró
necesario dejar establecido que la orden para instruir una investigación
sumaria debía efectuarla la autoridad correspondiente, mediante una
resolución. El resto de la disposición fue objeto de modificaciones for-
males para una mejor comprensión.
En su nuevo inciso segundo, se estimó necesario regular lo relati-
vo a las notificaciones y a la forma como éstas deben practicarse para
que se entienda válidamente emplazado el funcionario afectado. La
Comisión Conjunta estableció, como regla general, la notificación per-
sonal y si el funcionario no fuere habido en su domicilio o en su lu-
gar de trabajo, la notificación se hará por carta certificada.
En su inciso tercero se estableció que el procedimiento debía ser
verbal, con el fin de hacerlo aún más breve, agregando la obligación
de levantar acta de lo obrado.
Finalmente, sus incisos cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo, sólo
fueron objeto de modificaciones formales.

965
ARTÍCULO 126

TITULARIDAD DE LA POTESTAD DISCIPLINARIA

126.2) M IGUEL HORMAZÁBAL GÓMEZ CONTRA CONTRALORÍA GENERAL


DE LA R EPÚBLICA, CONTRALOR REGIONAL DE LA XI REGIÓN DE AYSÉN,
RECURSO DE PROTECCIÓN, CORTE DE A PELACIONES DE COYHAIQUE, 28
DE ABRIL DE 1998, ROL Nº 8-98, CONFIRMADA POR LA CORTE S UPREMA
DE JUSTICIA EL 25 DE MAYO DE 1998, ROL Nº 1.462-98

Sexto: Cabe hacer notar y como puede desprenderse de la simple lectu-


ra del dictamen objetado, que éste no se limita a hacer simples obser-
vaciones, alcances o reparos formales respecto al decreto dictado –por
la autoridad–, que sólo hizo uso de sus atribuciones, sino que está exi-
giendo, imponiendo, obligando a ésta a adoptar una decisión adminis-
trativa distinta a la ya dictada y que sólo a esta última le compete, puesto
que, como se dijo, le requiere perentoriamente exonere del cargo al
recurrente constriñendo a la autoridad a adoptar esta medida de inme-
diato y a comunicar a Contraloría que la infracción ha sido subsanada
y remitirle un decreto en tal sentido para luego expresarle que en caso
de no procederse como dicho organismo lo exige se procederá a adop-
tar las medidas correspondientes, lo que indudablemente, a juicio de
estos sentenciadores, no es posible aceptar, por cuanto dicha exigencia
emanada de la Contraloría Regional importa una vulneración a la ga-
rantía constitucional del derecho de propiedad, ya que es evidente que
significa una amenaza concreta y cierta al empleo que el recurrente ac-
tualmente ostenta, lo que en el hecho significará privarlo de tal bien
sin que exista causal legal declarada para ello.
Séptimo: Que en los términos que se han señalado, mediante dic-
tamen Nº 2.408, el señor Contralor ha incurrido en ilegalidad y arbi-
trariedad, perturbando y amenazando la garantía constitucional del
recurrente en cuanto al debido proceso, asegurado en el artículo 19,
Nº 3º, de la Carta Fundamental, al pretender invalidar una resolución
dictada por autoridad competente que falla un sumario administrati-
vo seguido en un proceso regular y legal en cuanto a sus trámites esen-
ciales y, además, como ya se dijo, constituye también una amenaza para
su derecho de goce de su empleo en tanto cumpla debidamente sus
obligaciones funcionarias, que le garantiza el artículo 19, Nº 24º, de
la CPR (por lo que se deja “sin efecto el oficio Nº 2.408, de 1997, de la
Contraloría Regional de Aysén, sólo en aquella parte en que ordena
a la autoridad que remita un nuevo decreto modificando” el anterior
en los términos antes reseñados).

126.3) DICTAMEN Nº 13.734, DE 1999

Si la autoridad que se halla investida de la potestad disciplinaria ha


delegado la facultad de instruir sumarios y aplicar medidas disciplina-

966
ARTÍCULO 126

rias al personal de su dependencia, es improcedente que él resuelva


la sanción aplicable a ese personal en un caso concreto, porque de
acuerdo con lo previsto por el artículo 41, letra e), de la LOCBGAE, el
delegante no puede ejercer la competencia delegada sin revocar pre-
viamente la delegación antes dispuesta.

126.4) DICTAMEN Nº 744, DE 1999

El hecho de que el jefe superior de servicio se encuentre haciendo


uso de permiso con goce de remuneraciones, no le hace perder su
condición de tal, de manera que en cualquier momento puede reasu-
mir sus funciones en plenitud y en ejercicio de sus atribuciones dis-
poner lo que en derecho corresponda respecto de las situaciones
pendientes.
Por lo tanto, se ajusta a derecho la resolución por medio de la
cual el Director de la Casa de Moneda ordenó la instrucción de un
sumario administrativo en contra de funcionarias de esa institución,
no obstante estar haciendo uso de un permiso con goce de remu-
neraciones.

126.5) DICTAMEN Nº 13.328, DE 1999

Si un empleado pasa a desempeñarse en otro servicio público, sin in-


terrupción de funciones, corresponde al jefe superior de este segun-
do organismo dictar la resolución sanción que aplique la medida
disciplinaria.

LOS PROCESOS DISCIPLINARIOS

126.6) DICTÁMENES NOS 40.806, DE 1967; 28.661, DE 1991; 7.034,


DE 1996

Los procesos disciplinarios, la investigación sumaria y el sumario ad-


ministrativo, tienen por objeto establecer la existencia de hechos cons-
titutivos de contravención de los deberes estatutarios y determinar las
responsabilidades consiguientes (7.034/96).
Los servicios públicos deben abrir y mantener al día un Libro de
Sumarios e Investigaciones Sumarias, que consigne los procesos disci-
plinarios que se sustancian en la institución, el cual deberá encontrarse
permanentemente al día para verificar el cumplimiento de los plazos
y especialmente el cierre y términos de estos procesos (40.806/67;
28.661/91).

967
ARTÍCULO 126

EL ARTÍCULO 126 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

126.7) DICTAMEN Nº 7.528, DE 1993

La orden de iniciar una investigación sumaria o un sumario adminis-


trativo que pueden impartir los jefes superiores de servicio, los secre-
tarios regionales ministeriales o los jefes regionales de los servicios
nacionales desconcentrados constituye una manifestación de la potes-
tad disciplinaria de que están investidas las jefaturas competentes de
los servicios públicos, sin perjuicio de que la ley pueda atribuir expre-
samente esta facultad a otra autoridad.

126.8) DICTAMEN Nº 7.007, DE 1993

Comprobado el hecho de que un funcionario ha sobrepasado e insul-


tado groseramente a un superior, no procede sobreseer en la investi-
gación sumaria, sino formular cargos y elevar los autos a conocimiento
de la autoridad competente, para su decisión.

126.9) DICTÁMENES NOS 26.643 Y 26.714, DE 1990; 7.007, DE 1993

Según los incisos 3º y 7º del artículo 126, es menester que agotado el


período indagatorio o de investigación de los hechos, se representen al
inculpado las eventuales faltas en que hubiere incurrido, formulándole
cargos, los cuales han de serle notificados, al igual que la medida disci-
plinaria que corresponda, si en definitiva se resolviere sancionarlo, toda
vez que en caso contrario se vulneraría el legítimo derecho de defensa
del afectado (26.714/90). Ello, aunque medie desistimiento del denun-
ciante, ya que el procedimiento disciplinario se ejerce de oficio por es-
tar comprometido el interés público (26.643/90).

126.10) DICTAMEN Nº 18.108, DE 2002

La petición de rendir prueba que consulta el inciso 4º del artículo 126


en las investigaciones, al igual que la consignada para los sumarios admi-
nistrativos, es obligatoria para el investigador, por tratarse de un derecho
establecido a favor del inculpado, sin que corresponda al investigador eva-
luar la procedencia o improcedencia de la respectiva solicitud.

126.11) DICTAMEN Nº 32.919, DE 1996

No corresponde dar curso a la resolución de la Dirección General


de Aguas, porque se ha omitido dar cumplimiento al inciso 3º del

968
ARTÍCULO 126

artículo 126 del Estatuto Administrativo, al no haberse notificado al


inculpado los cargos que le afectan, lo que significa dejarlo en la in-
defensión.

126.12) DICTAMEN Nº 13.824, DE 1991

Las notificaciones a que den lugar las investigaciones sumarias deben


ajustarse a lo previsto por el inciso 2º del artículo 126 del Estatuto Ad-
ministrativo. Es improcedente, por lo tanto, notificar los cargos que
formule el investigador mediante entrega del acto a una persona adulta
del domicilio del inculpado, puesto que contraviene las reglas de no-
tificación establecidas en dicho precepto.

126.13) DICTÁMENES NOS 4.243, DE 1990; 15.477, DE 1993

El Estatuto Administrativo no contempla la posibilidad de que en las


investigaciones sumarias se prorrogue el plazo de 5 días señalado en
el artículo 126 para concluir la etapa indagatoria, de manera que si
en dicho lapso no se puede dar término a la investigación, el proceso
deberá elevarse a sumario administrativo.

126.14) D ICTÁMENES NOS 18.239, DE 1990; 734, DE 1992; 2.621,


DE 1993

Conforme a la Ley Estatutaria, las medidas disciplinarias establecidas


en el artículo 125 no son recurribles ante la Contraloría General de
la República, ya que tanto el recurso de reposición como el de apela-
ción deben entablarse ante las autoridades expresamente señaladas en
los artículos –126– y 141 (18.239/90).
Respecto de las investigaciones sumarias y sumarios administrati-
vos no caben otros trámites o instancias distintos de los establecidos
expresamente por la ley (734/92).
Por lo mismo, tampoco procede respecto de ellos el recurso de
reclamo establecido en el artículo 160 del Estatuto Administrativo, ya
que no está contemplado entre los que los artículos 126 y 141 autori-
zan interponer en contra de una medida disciplinaria (2.621/93).
Con todo, la Contraloría General, en el trámite de toma de razón
o de registro de los decretos o resoluciones que aplican la medida dis-
ciplinaria, puede considerar como antecedente de la actitud que ha
de asumir ante ellos, las presentaciones que le hagan los afectados,
las que pueden llevarla a cursar o devolver el decreto o resolución en
trámite (15.477/93).

969
ARTÍCULO 127

126.15) DICTÁMENES NOS 72.589, DE 1962; 9.883, DE 1994; 2.101,


DE 2001

Una vez notificada la total tramitación de la resolución que aplica la


medida disciplinaria, el acto queda a firme y no puede ser dejado sin
efecto más que por la vía de la invalidación o anulación por razones
de ilegalidad, sea de oficio o a petición de parte, al igual que en el
caso de los sumarios administrativos (72.589/62). Constituye una ile-
galidad que vicia el procedimiento investigativo, la falta de fecha del
dictamen o vista fiscal, ya que tal omisión impide determinar si se res-
petó el plazo que tiene el inculpado para formular sus descargos, más
aún cuando ellos se dedujeron dentro del expediente (2.101/01).
La total tramitación ha de incluir el cumplimiento del trámite de
toma de razón por parte de la Contraloría General, del decreto o re-
solución que aplica la medida disciplinaria, así como del que dispone
el sobreseimiento o una absolución (9.883/94).

126.16) DICTAMEN Nº 10.550, DE 1971

La jurisprudencia ha concluido, de manera uniforme e invariable, que


la autoridad administrativa se encuentra en el deber de invalidar los
actos emitidos con violación de las normas preestablecidas, ya que exis-
te un interés general en el restablecimiento del orden jurídico altera-
do por los actos que adolecen de vicios.
(Sobre esta materia, véase la jurisprudencia citada en el artículo 40.)

Artículo 127. Si en el transcurso de la investigación se consta-


ta que los hechos revisten una mayor gravedad se pondrá tér-
mino a este procedimiento y se dispondrá, por la autoridad
competente, que la investigación prosiga mediante un suma-
rio administrativo.

Interpretación

127.1) DICTÁMENES NOS 3.765, DE 1970; 54.135, DE 1975; 3.480,


DE 1991

El acto administrativo por medio del cual se ordena elevar a sumario


administrativo una investigación sumaria debe materializarse en una
resolución del jefe superior de servicio o del funcionario en quien se

970
ARTÍCULO 128

encontrare radicada esta facultad (54.135/75), y atendida esta circuns-


tancia, puede consistir en una mera resolución interna dictada den-
tro de la misma investigación por la autoridad competente, en que se
dispone la apertura del nuevo procedimiento disciplinario (3.765/70).
El hecho de elevarse a sumario administrativo una investigación su-
maria le da a este procedimiento el carácter de un nuevo proceso, que,
por lo mismo, debe comenzar desde su inicio, con la constitución de
la Fiscalía (3.480/91).
Por disponerse mediante una resolución interna dentro de la in-
vestigación sumaria, la orden de elevarla a sumario no está sometida
a trámite en la Contraloría General de la República, organismo que
conocerá de ella al tomar razón del decreto o resolución que pone
término al sumario administrativo, absolviendo o sancionando al im-
putado (3.765/70, 54.135/75).

Artículo 128. Si la naturaleza de los hechos denunciados o su


gravedad así lo exigiere, a juicio de la institución, el Secreta-
rio Regional Ministerial o el Director Regional de servicios
nacionales desconcentrados, según corresponda, se dispondrá
la instrucción de un sumario administrativo.

Interpretación

CONCEPTO

128.1) DICTÁMENES NOS 31.245, DE 1961; 50.202, DE 1970

Los sumarios constituyen el medio formal de establecer ciertos hechos


sometidos a investigación, imputándolos a sus autores y deslindando
en definitiva las responsabilidades que ellos arrojan para los funcio-
narios implicados.

128.2) DICTAMEN Nº 12.667, DE 1993

Los sumarios administrativos son procesos específicamente reglados


por la ley y los actos sancionatorios que de ellos derivan no son sus-
ceptibles de otros recursos que los expresamente contemplados en la
preceptiva que norma su tramitación.

971
ARTÍCULO 128

QUIÉN ORDENA EL SUMARIO

128.3) DICTAMEN Nº 26.643, DE 1990

La orden de incoar un sumario administrativo constituye una mani-


festación de la potestad disciplinaria de que están investidos los servi-
cios públicos, potestad que se ejerce de oficio desde que se verifica la
existencia de hechos que puedan comprometer la responsabilidad ad-
ministrativa de uno o más funcionarios públicos.

128.4) Los sumarios pueden ser ordenados por las autoridades de la


Administración activa mencionadas en el artículo 128 o por el Con-
tralor General de la República, caso en el cual estos procedimientos
disciplinarios se tramitan por personal de este servicio, sea de acuer-
do con las normas del Estatuto Administrativo o con las propias del
Organismo Contralor, contenidas en la Resolución Nº 236, de 1998,
de 15 de junio de 1998, del Contralor General, que reglamenta esta
materia.
El dictamen Nº 9.257, de 1991, concluyó que la Contraloría Ge-
neral de la República gozaba de prioridad frente al respectivo servi-
cio público para instruir sumarios administrativos, cuando éstos aún
no se han iniciado, conforme a lo prescrito en los artículos 131 y 133
de su LOC, de manera que el servicio estaba obligado a poner en su
conocimiento todos los antecedentes que obren en su poder sobre la
materia. Si hubiere iniciado su tramitación, nada obsta, agregó el dic-
tamen Nº 20.711, de 2000, a la tramitación paralela de ambos suma-
rios, sin perjuicio de que la Contraloría General pueda ordenar la
suspensión del iniciado por el servicio, si por cualquier motivo inter-
firiere con el ejercicio de su función fiscalizadora. Ello por cuanto las
normas constitucionales que rigen a la Contraloría General prefieren
por sobre cualquier precepto de inferior jerarquía normativa, afirmó
este dictamen.

128.5) DICTAMEN Nº 13.570, DE 1993

La jurisprudencia de la Contraloría General ha establecido que la re-


solución del Contralor recaída en un sumario administrativo instrui-
do por personal de ese organismo, tiene sólo el carácter de sugerencia
para la autoridad administrativa llamada a decidir sobre la materia en
ejercicio de su potestad disciplinaria.
Con todo, ha precisado también que esta autoridad, al decidir,
debe someterse al ordenamiento jurídico y al mérito del sumario, de
manera que su resolución resulte concordante con los antecedentes

972
ARTÍCULO 128

que les sirven de fundamento y que se contienen en el mismo proce-


so, de modo que si la ley establece una medida disciplinaria determi-
nada para sancionar determinada infracción estatutaria la autoridad
administrativa se encuentra en el deber de aplicarla.

128.6) DICTÁMENES NOS 22.772, DE 1974; 13.734, DE 1999

El Estatuto Administrativo dispone que el jefe superior de servicio, el


Secretario Regional Ministerial o el Director Regional de servicios na-
cionales desconcentrados, debe calificar la naturaleza o gravedad de
la presunta infracción y según esa calificación disponer la instrucción
de un sumario administrativo de conformidad con las normas que el
propio Estatuto señala al respecto (22.772/74).
Si la autoridad que se halla investida de la potestad disciplinaria
ha delegado la facultad de instruir sumarios y aplicar medidas disci-
plinarias al personal de su dependencia, es improcedente que ella re-
suelva la sanción aplicable a ese personal en un caso concreto, porque
de acuerdo con lo previsto por el artículo 41, letra e), de la LOCBGAE ,
el delegante no puede ejercer la competencia delegada sin revocar
previamente la delegación antes dispuesta (13.734/99).

128.7) DICTÁMENES NOS 4.761 Y 21.676, DE 1990

Los Directores Regionales de los servicios públicos se encuentran fa-


cultados por la ley para disponer la instrucción de sumarios adminis-
trativos y para aplicar las medidas disciplinarias de censura, multa y
suspensión (puesto que según los artículos 125, inciso 1º, y 126, inci-
so 6º, la medida disciplinaria de destitución tiene predeterminado un
titular llamado a hacerla efectiva: sólo puede ser aplicada por la auto-
ridad que ha designado al empleado).

128.8) DICTAMEN Nº 28.137, DE 1977

El servicio público en que han ocurrido las irregularidades es el lla-


mado a instruir, tramitar y emitir la resolución de término del suma-
rio correspondiente.
Cuando este proceso lo lleva a cabo la institución en donde el
empleado es titular y termina con la aplicación de una multa, debe
ponerse tal situación en conocimiento del habilitado del servicio en
que el funcionario se desempeña a contrata, una vez que se encuen-
tre totalmente tramitada la resolución respectiva, a fin de que pro-
ceda a materializar la sanción, considerando las remuneraciones de

973
ARTÍCULO 128

que gozaba el día en que se le notificó la resolución de multa total-


mente tramitada.

PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS QUE SE APLICAN EN


CASO DE CONCURRENCIA DE ESTATUTOS ADMINISTRATIVOS

128.9) DICTAMEN Nº 22.100, DE 1998

La legislación en vigor no regula la forma en que ha de procederse


en los casos en que concurren funcionarios regidos por diversos cuer-
pos normativos.
No obstante, ello no es óbice para sustanciar los correspondien-
tes procedimientos disciplinarios, atendiendo a las siguientes conside-
raciones:
1. Cuando en los hechos que motivan la iniciación de un sumario
administrativo aparece comprometida la responsabilidad de un fun-
cionario afecto a las disposiciones de la Ley Estaturaria, el sumario ad-
ministrativo debe incoarse siguiendo las normas que ella establece.
2. Si se trata de un empleado sujeto a las normas del Código del
Trabajo, debe iniciarse una investigación sumaria que garantice el prin-
cipio del debido proceso que consagra el artículo 19, Nº 3º, de la CPR,
ya que el Código del Trabajo no contempla procedimientos ni sancio-
nes que permitan hacer efectiva responsabilidades laborales.
3. Si incoado un sumario en virtud del Estatuto Administrativo apa-
reciere involucrado en los hechos un empleado regido por el Código
del Trabajo, debe continuarse este procedimiento en la forma estable-
cida en ese Estatuto, atendida la circunstancia de que la regulación
en él establecida contiene normas que garantizan al empleado la ob-
servancia de un debido proceso.
No obstante, una vez notificados los cargos debe procederse de
manera diferente, según cual fuere el régimen laboral aplicable a cada
empleado.
– Si el funcionario está afecto al Estatuto, corresponde seguir el
procedimiento conforme a sus disposiciones.
– Si el empleado se rige por el Código del Trabajo, debe propo-
nerse, en su caso, alguna de las causales de despido que contempla el
artículo 160 de este cuerpo legal, y el afectado tendrá el recurso que
establece el artículo 168 del Código del Trabajo, dentro de los sesen-
ta días siguientes al despido, ante el tribunal competente.
La resolución que afine un sumario instruido conforme al Estatu-
to Administrativo deberá dejar expresa constancia del resultado alcan-
zado en él respecto de un empleado sujeto a las normas del Código
del Trabajo.

974
ARTÍCULO 128

– Si se ha ordenado la instrucción de una investigación sumaria


para determinar la responsabilidad de un empleado afecto al Código
del Trabajo y aparece comprometida la responsabilidad de un funcio-
nario afecto al Estatuto Administrativo, el procedimiento debe conti-
nuarse necesariamente de acuerdo con las disposiciones que contiene
la Ley Estatutaria para regular este tipo de procesos disciplinarios.

QUIÉN APLICA LA MEDIDA DISCIPLINARIA

128.10) ARTÍCULO 140, INCISO 1º

Artículo 140, inciso 1º. Emitido el dictamen, el fiscal elevará los antece-
dentes del sumario al jefe superior de la institución, al Secretario Re-
gional Ministerial o al Director Regional de servicios nacionales
desconcentrados, según el caso, quien resolverá en el plazo de cinco
días, dictando al efecto una resolución en la cual absolverá al incul-
pado o aplicará la medida disciplinaria, en su caso. Tratándose de la
medida de destitución, los antecedentes se elevarán a la autoridad fa-
cultada para hacer el nombramiento.

128.11) D ICTAMEN Nº 4.716, DE 1996

Procede invalidar la resolución dictada por el Subsecretario del Mi-


nisterio de la Vivienda y Urbanismo que aplicó diversas sanciones a
algunos funcionarios del Servicio de la Vivienda y Urbanismo, porque
de acuerdo con lo establecido por el artículo 12 del Decreto Nº 355,
de 1976, que contiene el texto refundido de la ley orgánica de estos
servicios, es su Director quien ostenta en ellos la calidad de jefe supe-
rior de servicio, disponiendo, además, en la letra i) del artículo 18,
que a dicha autoridad corresponde sobreseer o aplicar sanciones dis-
ciplinarias, con excepción de las que reserva expresamente al Minis-
terio del ramo.

CÓMO SE APLICA LA MEDIDA DISCIPLINARIA

128.12) DICTÁMENES NOS 16.893 Y 31.891, DE 1990; 26.196, DE 1993

El sumario administrativo se afina con el decreto o resolución defi-


nitivos que recaen en el expediente, una vez resueltos los recursos
que se deduzcan en contra de las medidas disciplinarias aplicadas o
transcurrrido el plazo para su interposición, sin que se hubieren de-
ducido.

975
ARTÍCULO 128

El respectivo decreto o resolución, con todo el proceso adminis-


trativo, debe remitirse a la Contraloría General de la República para
su toma de razón (16.893/90).
Tomado razón, la medida disciplinaria rige desde el día en que se
notifica al afectado el hecho de la total tramitación del decreto o re-
solución que la contiene y aplica (31.891/90). Esta notificación es de
responsabilidad del servicio respectivo, porque una vez cumplido el
trámite de toma de razón, la Contraloría General procede a devolver
al servicio de origen el decreto o resolución que aplicó la medida dis-
ciplinaria, acompañado del original del sumario, precisamente para
que se practique esta notificación y a archivar los antecedentes
(26.196/93).

CÓMO SE ORDENA EL SUMARIO

128.13) ARTÍCULO 129, INCISO 1º, PRIMERA PARTE

Artículo 129, inciso 1º, primera parte. El sumario administrativo se orde-


nará por el jefe superior de la institución, el Secretario Regional Minis-
terial o el Director Regional de servicios nacionales desconcentrados,
según corresponda, mediante resolución, en la cual designará al fiscal
que estará a cargo del mismo.

HASTA CUÁNDO PUEDE ORDENARSE UN SUMARIO

128.14) DICTAMEN Nº 22.993, DE 1990

Debe sobreseerse en el sumario instruido en contra de una persona


que ha dejado de ser funcionario público, porque para que estos pro-
cesos puedan continuarse con posterioridad a la cesación de funcio-
nes de un empleado, es necesario que su sustanciación se haya
ordenado con anterioridad a la época del cese en el empleo, según lo
dispuesto por los artículos 147, inciso final, y 157, letra b), del Estatu-
to Administrativo.
En efecto, la Ley Estatutaria no consulta la posibilidad de instruir
sumarios con posterioridad a renuncias ya aceptadas por la autoridad
competente.

128.15) D ICTAMEN Nº 4.325, DE 1990

Sólo el término legal de funciones extingue la responsabilidad admi-


nistrativa.

976
ARTÍCULO 128

En consecuencia, la circunstancia de encontrarse haciendo uso de


un permiso sin goce de remuneraciones no es obstáculo para hacer
efectiva la responsabilidad funcionaria de la autora de una contraven-
ción administrativa, por cuanto durante el uso de este derecho esta-
tutario subsiste el vínculo jurídico que la une a la Administración.

QUÉ TRÁMITES DEBE CUMPLIR UN SUMARIO

128.16) DICTAMEN Nº 38.647, DE 1996

En los sumarios administrativos no caben otros trámites o instancias


que los previstos en el DFL Nº 29, de 2004, del Ministerio de Hacien-
da, texto vigente del Estatuto Administrativo general.

HASTA CUÁNDO DURA UN SUMARIO

128.17) D ICTÁMENES NOS 8.035, 12.185, 12.817, 16.893 Y 23.870,


DE 1990

Aunque el funcionario involucrado en los hechos que motivaron la sus-


tanciación de un sumario cese en sus funciones, el proceso disciplina-
rio debe continuar su tramitación legal y concluirla mediante la
dictación del decreto o resolución que corresponda, acto formal sujeto
al trámite de toma de razón ante la Contraloría General de la Repúbli-
ca, si se hubiere iniciado mientras se encontraba en servicio activo.
Corroboran esta conclusión las normas de los artículos 147 inciso
final, y 157 letra b) del Estatuto Administrativo, que disponen que acep-
tada una renuncia voluntaria con sumario pendiente, éste “deberá con-
tinuarse hasta su normal término”, por mantener, en este caso, su
responsabilidad administrativa.

NORMAS QUE RIGEN LOS SUMARIOS

128.18) DICTÁMENES NOS 10.817, DE 1981; 9.633, DE 1983

No es válido el argumento que sostiene que el sumario administrativo


tiene la misma naturaleza que el juicio sumario regulado por el CPC,
para hacer valer en él defectos procesales que acarrearían una nuli-
dad procesal, porque los funcionarios públicos se encuentran regidos
por las disposiciones especiales contenidas en el Estatuto Administra-
tivo, no siéndoles aplicables, por ende, las normas consultadas en aquel
Código.

977
ARTÍCULO 128

128.19) D ICTAMEN Nº 5.154, DE 1990

Los actos administrativos se rigen por la ley vigente a la fecha de su


emisión.
Por ende, como las faltas administrativas en que ha incurrido un
funcionario le hacen acreedor a la medida disciplinaria de destitución,
debe considerarse, al aplicar la sanción, la normativa vigente en ese
momento.

EL SUMARIO ES UN PROCESO ADMINISTRATIVO REGLADO,


CUYO ACTO TERMINAL NO PRODUCE COSA JUZGADA, PERO
CAUSA ESTADO

128.20) MANUEL BELTRÁN ORELLANA CON ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE CONCEPCIÓN Y CONTRALOR REGIONAL DEL BÍO-BÍO,
CORTE DE APELACIONES DE CONCEPCIÓN, RECURSO DE PROTECCIÓN,
SENTENCIA DE 23 DE AGOSTO DE 1993, ROL Nº 35.93, CONFIRMADA POR
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1993,
ROL Nº 21.614

Considerando 5º. Que el sumario administrativo, por su naturaleza, pro-


cedimiento y consecuencias constituye, en esencia, una especie de jui-
cio parecido en su tramitación al proceso penal.
En efecto, existe un fiscal instructor del sumario que indaga y reúne
los antecedentes que acrediten la falta administrativa y que, al término
de la etapa indicada formula cargos al funcionario afectado, el que, a su
vez, tiene oportunidad de desvirtuarlos a través de descargos o defensas y
mediante la presentación de pruebas; posteriormente, el fiscal emite un
dictamen proponiendo la absolución o una sanción al funcionario, fina-
lizando la instancia con una resolución del jefe superior de la institución
o servicio que lo absuelve o le aplica una medida disciplinaria.
En contra de la resolución que aplica una medida disciplinaria
puede recurrirse de reposición y aun de apelación para ante el supe-
rior jerárquico que le impuso la medida (artículos 132 a 135 del Esta-
tuto Administrativo).
Considerando 6º. Que la resolución que aplica una medida dis-
ciplinaria a través del procedimiento descrito, una vez firme por
haberse acatado por el funcionario respectivo o haberse confirma-
do por el superior jerárquico, no puede decirse que produzca cosa
juzgada en los términos que la produce una sentencia de un tribu-
nal de justicia, pero cuando tal resolución o acto de orden admi-
nistrativo genera derechos subjetivos, es reglado, definitivo, porque
no fue susceptible de recurso jerárquico alguno o siéndolo tales re-

978
ARTÍCULO 128

cursos fueron desestimados, se dice que causa estado, concedién-


dosele el valor de inmutable.

EL DESISTIMIENTO DEL DENUNCIANTE

128.21) DICTAMEN Nº 66.557, DE 1963

El desistimiento de los denunciantes de un hecho ilícito administrati-


vo, no afecta la prosecución del sumario ordenado instruir para esta-
blecer la efectividad del hecho y determinar la persona del o de los
responsables de su perpetración.

128.22) D ICTÁMENES NOS 26.643, DE 1990; 29.871, DE 1992

No se ajusta a derecho disponer el sobreseimiento de un proceso dis-


ciplinario iniciado por denuncia de un particular, si citado éste a rati-
ficar la denuncia no concurre a cumplir esta diligencia.
El desistimiento del denunciante no impide la continuación del
expediente, ni provoca, por sí solo, el sobreseimiento del o de los even-
tuales participantes, porque la autoridad administrativa debe decidir
conforme al mérito de los autos, siendo la denuncia sólo uno de los
antecedentes a considerar (26.643/90).
Lo anterior, puesto que la orden de incoar un proceso adminis-
trativo es una manifestación de la potestad disciplinaria de que están
investidos los servicios públicos, la que se ejerce de oficio desde que
se verifican hechos que pueden comprometer la responsabilidad ad-
ministrativa de uno o más funcionarios públicos (29.871/92).

EL LIBRO DE SUMARIOS

128.23) CIRCULAR Nº 81, DE 1967

Se hace presente a los diferentes servicios públicos que sus Oficinas


de Personal deberán llevar, permanentemente al día, un Libro de Su-
marios, en el cual se consignen las resoluciones que ordenan instruir
estos procesos y en que aparezcan debidamente anotados el plazo de
duración y la fecha en que fueren terminados por resolución firme.
De esta forma será posible apreciar de una manera conjunta el es-
tado de tramitación de esta clase de expedientes, cuya fiscalización en
el futuro realizará esta Contraloría General mediante visitas inspecti-
vas a los Servicios, en conformidad a las facultades que le confiere la
Ley Nº 10.336, de 1964.

979
ARTÍCULO 129

LOS GASTOS DEL SUMARIO

128.24) DICTAMEN Nº 36.324, DE 1969

Los gastos que demande la instrucción de un sumario administrativo


son de cargo del servicio que ordena instruirlo.

Artículo 129. El sumario administrativo se ordenará por el jefe


superior de la institución, el Secretario Regional Ministerial
o el Director Regional de servicios nacionales desconcentra-
dos, según corresponda, mediante resolución, en la cual de-
signará al fiscal que estará a cargo del mismo. El fiscal deberá
tener igual o mayor grado o jerarquía que el funcionario que
aparezca involucrado en los hechos.
Si designado el fiscal, apareciere involucrado en los he-
chos investigados un funcionario de mayor grado o jerarquía,
continuará aquél sustanciando el procedimiento hasta que
disponga el cierre de la investigación.

Interpretación

INCISO PRIMERO

AUTORIDAD QUE ORDENA EL SUMARIO

129.1) DICTAMEN Nº 744, DE 1999

Corresponde ordenar la instrucción de un sumario a las autoridades


indicadas en el inciso 1º del artículo 129 del Estatuto Administrativo.
El hecho de que el jefe superior de servicio se encuentre hacien-
do uso de permiso con goce de remuneraciones, no le hace perder
su condición de tal, de manera que en cualquier momento puede rea-
sumir sus funciones en plenitud y en ejercicio de sus atribuciones dis-
poner lo que en derecho corresponda respecto de las situaciones
pendientes.
Por lo tanto, se ajusta a derecho la resolución por medio de la
cual el Director de la Casa de Moneda ordenó la instrucción de un
sumario administrativo en contra de funcionarias de esa institución,
no obstante que estaba haciendo uso de un permiso con goce de re-
muneraciones.

980
ARTÍCULO 129

129.2) RESOLUCIÓN Nº 236, DE 1998, DE LA CONTRALORÍA GENERAL


DE LA REPÚBLICA

Artículo 3º. El Contralor, o cualquier funcionario de la Contraloría es-


pecialmente facultado por aquél, podrá ordenar, cuando lo estime ne-
cesario, la instrucción de sumarios administrativos, suspender
funcionarios y formular denuncias ante los tribunales competentes. El
sumario se iniciará mediante una resolución que individualice al fis-
cal e indique los hechos que lo motivan.
Artículo 11. El sumario administrativo constará de tres etapas: in-
dagatoria, acusatoria y resolutiva.
La etapa indagatoria tendrá por objeto establecer la existencia de
los hechos materia del sumario y la participación de los funcionarios
que aparezcan comprometidos en ellos.
En la etapa acusatoria, el fiscal señalará mediante los cargos res-
pectivos, la conducta del funcionario que estima constitutiva de una
infracción de carácter administrativo, permitiéndole formular las ale-
gaciones que estime conducentes a su defensa.
La etapa resolutiva es aquella fase del sumario que tiene por obje-
to determinar el sobreseimiento, absolución o sanción que se propon-
drá a la autoridad correspondiente.

QUIÉN PUEDE SER DESIGNADO FISCAL

129.3) DICTÁMENES NOS 3.508, 16.114 Y 37.462, DE 1972; 8.658,


DE 1973

El empleado suplente reemplaza al titular con todas las facultades, pre-


rrogativas, derechos y deberes propios del cargo, pues es designado
por la autoridad precisamente para ejercer una plaza determinada
cuyo titular se encuentra imposibilitado de servirla.
Por la autoridad jerárquica que inviste, bien puede actuar como
Fiscal instructor en los sumarios que se le confíen, más aún si se tiene
en consideración que el artículo 129 no distingue respecto de la cali-
dad en que el Fiscal desempeña el grado que exige.

129.4) DICTÁMENES NOS 44.634, DE 1976; 19.914, 20.184 Y 25.592,


DE 1993; 39.016, DE 1995

No existe inconveniente para que los funcionarios contratados, asimi-


lados a grado, puedan ser nombrados fiscales en sumarios administra-
tivos.

981
ARTÍCULO 129

En efecto, la parte final del inciso 1º del artículo 129 del Estatuto
Administrativo sólo exige que el Fiscal tenga igual o mayor grado o
jerarquía funcionaria que quien aparezca inculpado, refiriéndose así
a la posición jerárquica que deben poseer tanto el investigador como
el o los otros inculpados, posición jerárquica que deriva, a su vez, de
los cargos que unos y otros ocupan en la dotación del respectivo Ser-
vicio, y al tenor del artículo 10 el empleo a contrata es un cargo que
debe “tener asignado un grado, de acuerdo con la función que (se)
desempeñe” (44.634/76, 20.184/93).
Tampoco existe inconveniente en designar en calidad de Fiscal a
quien desempeña un cargo adscrito a la planta, pese a carecer de je-
rarquía, si el funcionario que lo desempeña cumple el requisito de
tener “igual o mayor grado” que el empleado a quien se está some-
tiendo a sumario (19.914 y 25.592/93).
Tampoco existe inconveniente alguno para designar como Fiscal
instructor de un sumario administrativo al funcionario de otra reparti-
ción que se encuentre en comisión de servicio en la institución en la
cual se han cometido los ilícitos que han de investigarse (39.016/95).

129.5) DICTAMEN Nº 29.537, DE 1989

No corresponde designar Fiscal en un sumario administrativo a una


persona que se desempeña a honorarios, porque esta contratación sólo
constituye una prestación particular de servicios a la Administración
del Estado, constitutiva de labores accidentales y no permanentes de
la institución, que no reviste la calidad de empleo público.
Además, el Fiscal debe regirse por el mismo Estatuto jurídico del
sumariado, lo que obviamente no puede verificarse en el caso de la
persona contratada a honorarios.

ATRIBUCIONES DEL FISCAL

129.6) DICTÁMENES NOS 40.308, DE 1980; 9.262 Y 24.969, DE 1992;


7.626, DE 1993

En reiteradas ocasiones esta Contraloría General ha entendido que la


competencia del Fiscal instructor de un sumario administrativo no que-
da limitada por los términos de la resolución que ordenó iniciar el
proceso disciplinario y que lo designó, sino que se encuentra faculta-
do para ampliar su actuación a todas las irregularidades que aparez-
can durante el transcurso de la investigación.
Por ello, la circunstancia de haberse ordenado instruir un proce-
so administrativo en contra de un determinado funcionario, no obsta

982
ARTÍCULO 130

a que puedan formulársele cargos a otro que apareció implicado en


los hechos (40.308/80).
Es obligación del Fiscal instructor, incluso determinar también la
responsabilidad administrativa que pudiere afectar a los superiores je-
rárquicos del inculpado por posible negligencia en el desempeño de
sus funciones y en el debido control de sus subalternos (24.969/92).
En efecto, la competencia del instructor de un proceso disciplina-
rio no está limitada por los términos del acto que lo ordenó, sino que
puede abarcar todas las irregularidades que se detecten en el curso
de la indagatoria (9.262/92, 7.626/93).

EL CASO DEL INCISO SEGUNDO

129.7) DICTÁMENES NOS 6.060, DE 1970; 9.079, DE 1998

En virtud del inciso 2º del artículo 129, si durante el período de in-


vestigación aparece implicado un funcionario de mayor grado, debe
procederse a la designación de un nuevo Fiscal, pero una vez produ-
cido el cierre del sumario (6.060/70).
El propósito de esta norma es preservar o garantizar la objetividad
que debe regir en todas las actuaciones del Fiscal, la que podría verse afec-
tada de encontrarse el instructor subordinado al sumariado (9.079/98).

129.8) DICTAMEN Nº 24.969, DE 1992

La Contraloría General debe devolver sin tramitar un sumario trami-


tado por un funcionario de grado inferior al de la acusada, cualquie-
ra que sea la explicación jurídica en que haya basado su actuación,
porque el inciso 2º del artículo 129 es claro al disponer que sólo po-
día actuar hasta el cierre del sumario.
En estos casos debe darse cuenta al jefe superior del servicio para
que proceda a designar nuevo fiscal.

Artículo 130. La resolución a que se refiere el artículo ante-


rior será notificada al fiscal, quien designará un actuario, el
que se entenderá en comisión de servicio para todos los efec-
tos legales. El actuario podrá ser funcionario de cualquier ins-
titución de la Administración del Estado regida por este
Estatuto, tendrá la calidad de ministro de fe y certificará to-
das las actuaciones del sumario.

983
ARTÍCULO 130

Si hubiere que realizar diligencias fuera de la ciudad en


que se esté instruyendo el sumario, el fiscal podrá requerir a
la autoridad que ordenó la instrucción del sumario la desig-
nación de un fiscal ad hoc.
El sumario se llevará foliado en letras y números y se for-
mará con todas las declaraciones, actuaciones y diligencias, a
medida que se vayan sucediendo y con todos los documen-
tos que se acompañen. Toda actuación debe llevar la firma
del fiscal y del actuario.

Interpretación

130.1) DICTAMEN Nº 50.202, DE 1970

El actuario es el ministro de fe que debe suscribir conjuntamente con


el Fiscal la totalidad de las actuaciones que se lleven a cabo en el cur-
so de un sumario administrativo, debiendo ejercer estas funciones hasta
que quede completamente afinado el proceso disciplinario.
Para resolver los problemas que surjan de esta situación, el artícu-
lo 130 ha señalado que cuando el actuario se vea obligado a abando-
nar sus labores habituales para dedicarse a las funciones que se le han
encomendado, se entenderá en comisión de servicio para todos los
efectos legales hasta el término de la instrucción del sumario.

FACULTADES DE DESIGNACIÓN

130.2) DICTAMEN Nº 56.018, DE 1976

Una reiterada jurisprudencia, consignada entre otros dictámenes en


los Nos 66.957, de 1963, y 77.120, de 1966, ha señalado que la designa-
ción del actuario o ministro de fe que debe intervenir en el sumario
administrativo, es un asunto que la ley ha entregado exclusivamente
a la resolución del Fiscal a quien se ha cometido la instrucción del
proceso disciplinario.
Al hacer la designación, los Fiscales han de tener en cuenta las ne-
cesidades del servicio al cual pertenece el actuario, pese a que no se
encuentran obligados a consultar a autoridad alguna, porque el artícu-
lo 130 les entrega en forma exclusiva el ejercicio de esta atribución.
Esta jurisprudencia ha sostenido, además, que no habría impe-
dimento para que tanto el actuario como los jefes de quienes depen-
de, puedan hacer presente al Fiscal las razones que hagan inconve-
niente o inoportuna su designación en esas labores, a fin de que sean

984
ARTÍCULO 130

ponderadas por el Fiscal y lo muevan, en su caso, a designar a otro


actuario.
Sea como fuere, los Fiscales deben procurar conciliar el interés
que guía la instrucción de un sumario administrativo con los intere-
ses generales del servicio y evitar que la designación de actuario re-
caiga en funcionarios que al dejar de desempeñar normalmente sus
labores hagan que se resienta el funcionamiento de la repartición a
que pertenecen.

RÉGIMEN DE LABORES DEL ACTUARIO

130.3) DICTAMEN Nº 56.018, DE 1976

Los Fiscales tienen amplia libertad para designar al actuario que cola-
borará con ellos en la instrucción del sumario, pudiendo designar
como tal tanto a un empleado del mismo servicio cuanto a uno que
pertenezca a un organismo diferente de éste, a condición de que se
encuentre regido por el Estatuto Administrativo.

130.4) DICTÁMENES NOS 66.957, DE 1963; 61.407, DE 1969

La circunstancia de hallarse en comisión de servicio no significa que el


actuario quede relevado del desempeño de sus funciones (66.957/63), y
sólo tendrá derecho a percibir viáticos en la medida que concurran los
requisitos que hacen procedente el pago de este estipendio (61.407/69).

EL FISCAL AD HOC

130.5) DICTAMEN Nº 1.454, DE 1984

La Fiscalía ad hoc, de conformidad con lo preceptuado por el artícu-


lo 130, tiene aplicación cuando resulta necesaria la realización de di-
ligencias sumariales fuera de la ciudad en que se está instruyendo el
procedimiento disciplinario, para cuyo efecto la Ley Estatutaria auto-
riza nominar a otro funcionario que revista tal carácter.

130.6) DICTAMEN Nº 10.890, DE 1963

Resulta improcedente designar Fiscal ad hoc para continuar la sustan-


ciación de un sumario, ya que lo procedente, en caso de impedimen-
to del Fiscal titular, es disponer su reemplazo por otro Fiscal.

985
ARTÍCULO 131

130.7) DICTAMEN Nº 65.877, DE 1966

Es válida la designación de un Fiscal ad hoc dispuesta en el curso de


un sumario, aunque la persona designada para realizar las diligencias
no invista un grado jerárquico igual o superior al del inculpado.

EL EXPEDIENTE SUMARIAL

130.8) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

El inciso 3º fue incorporado por la Comisión Conjunta para los efec-


tos de determinar la forma como se lleva el sumario y corresponde al
artículo 197 del DFL Nº 338, de 1960.

130.9) DICTÁMENES NOS 16.449, DE 1969; 30.016 Y 30.022, DE 1993;


31.756, DE 2000

El expediente en que se tramita el sumario debe llevarse por escrito,


ordenado, foliado y firmado página por página (16.449/69).
Al terminarse el sumario, el decreto o resolución que aplica la
medida disciplinaria debe remitirse a la Contraloría General con el
expediente original (30.016/93), debidamente ordenado y foliado en
letras y números (30.022/93, 31.756/00).

Artículo 131. Las notificaciones que se realicen en el proceso


deberán hacerse personalmente. Si el funcionario no fuere
habido por dos días consecutivos en su domicilio o en su lu-
gar de trabajo, se lo notificará por carta certificada, de lo cual
deberá dejarse constancia. En ambos casos se deberá entre-
gar copia íntegra de la resolución respectiva.
Los funcionarios citados a declarar ante el fiscal deberán fi-
jar en su primera comparecencia un domicilio dentro del radio
urbano en que la fiscalía ejerza sus funciones. Si no dieren cum-
plimiento a esta obligación se harán las notificaciones por carta
certificada al domicilio registrado en la institución, y en caso de
no contarse con tal información, en la oficina del afectado.
El funcionario se entenderá notificado cumplidos tres días
desde que la carta haya sido despachada.

986
ARTÍCULO 131

Interpretación

INCISO PRIMERO

131.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta modificó el proyecto del Ejecutivo para esta-


blecer la notificación personal como regla general en materia de no-
tificaciones sumariales, de modo que sólo si el funcionario requerido
no fuera habido en su domicilio o en su lugar de trabajo por dos días
consecutivos, procederá notificarlo por carta certificada.

131.2) DICTÁMENES NOS 1.947, DE 1990; 41.363, DE 1997; 10.484,


DE 2001

Notificar es comunicar a una persona un hecho que le afecta, es de-


cir, una forma de poner en conocimiento del interesado un evento
que le concierne (10.484/01).
La notificación constituye un trámite esencial de los sumarios ad-
ministrativos, por cuanto es la única vía que permite al afectado to-
mar conocimiento oficial de los hechos que se le imputan y defenderse
de ellos, conforme a los principios del debido proceso.
Su no realización conforme a la ley, vicia el proceso disciplinario
(1.947/90, 41.363/97).

131.3) DICTÁMENES NOS 2.887 Y 23.352, DE 1993; 23.546, DE 1994

Para que sean válidas las notificaciones que recaen en un sumario ad-
ministrativo, deben practicarse personalmente, levantando un acta de
notificación, la que será suscrita por el actuario o por un funcionario
autorizado para practicarla y por el notificado, en la cual se deje cons-
tancia, en su caso, de la negativa de éste a recibir la documentación o
a firmar.
Sólo si no es posible notificar personalmente al funcionario suma-
riado la resolución de que se trata, puede recurrirse a la notificación
por carta certificada, siempre que conste el hecho de no haber sido
habido en su domicilio o lugar de trabajo por dos días consecutivos,
lo que debe certificarse así en el acta.
El acta de notificación debe incorporarse al expediente como cons-
tancia de haberse practicado la diligencia, así como el comprobante
de Correos, en su caso, en que conste el despacho de la carta al do-
micilio del sumariado, pues esta fecha permite establecer la de la no-

987
ARTÍCULO 131

tificación, que se entiende perfeccionada una vez cumplidos tres días


desde el despacho de esa carta.
La falta de notificación o el defectuoso cumplimiento de la dili-
gencia, vicia de nulidad el procedimiento sumarial (23.352/93). Es el
caso, por ejemplo, de una notificación practicada por el actuario en
que se limitó a dejar constancia en el acta respectiva, de haber dejado
en el domicilio del inculpado copia de la formulación de cargos
(28.279/92);
Para que proceda la notificación por carta certificada, es indispen-
sable que se haya practicado previamente la búsqueda por dos días
consecutivos que prescribe el inciso 1º del artículo 131 (2.887/93),
siendo esencial para la validez de esta diligencia que se deje constan-
cia en el sumario que esas búsquedas se han efectuado, ya que de no
constar esta circunstancia, procederá reabrir el procedimiento al es-
tado de notificar los cargos o la medida disciplinaria, según correspon-
da (23.546/94).

131.4) DICTÁMENES NOS 11.589, DE 1962; 26.711, DE 1990; 3.533,


DE 1994; 10.484 Y 19.462, DE 2001

Si bien las notificaciones deben practicarse en la forma prescrita por


el artículo 131, nada obsta a aceptar como válida a una notificación
tácita, considerando como tal a la que deriva de actuaciones del in-
culpado que permiten suponer inequívocamente su conocimiento de
los hechos, como es, por ejemplo, la presentación de un escrito por
parte de él, en que se solicita una determinada decisión de la autori-
dad sobre la base de lo actuado en esos autos sumariales (11.589/62,
26.711/90, 3.533/94).
En caso de reclamarse la omisión, la fecha de la notificación táci-
ta será precisamente la del reclamo (10.484 y 19.462/01).

131.5) DICTAMEN Nº 19.603, DE 1961

La falta de notificación no invalida lo actuado en un sumario cuando


la medida disciplinaria aplicada es sin ulterior recurso o cuando el san-
cionado se allana a los resultados del sumario, renunciando a los re-
cursos que la ley le franquea.
Esta renuncia puede ser expresa o tácita. Será expresa cuando así
lo manifieste formalmente. Será tácita cuando el afectado presente su
renuncia al cargo.

988
ARTÍCULO 131

131.6) DICTÁMENES NOS 19.603, DE 1971; 3.772, DE 1990

El funcionario que se encuentre fuera del territorio nacional debe ser


notificado por carta certificada (19.603/71).
No puede disponerse la destitución respecto de una funcionaria
que fue notificada por carta certificada dirigida al domicilio registra-
do por ella en la institución, por el cargo de no haber reasumido su
puesto al vencimiento de un permiso sin goce de remuneraciones, si
constaba que no se hallaba en Chile, sino en España, donde acompa-
ñaba a su marido becado en ese país.
Para asegurar el derecho a defensa de la encausada, esa notifica-
ción debió hacerse a su domicilio en el extranjero o, de desconocer-
se, haber oficiado a la Embajada de Chile en España para que lo
proporcionara.
Por lo tanto, debe reabrirse el proceso administrativo al estado de
notificar válidamente a la inculpada (3.772/90).

INCISO SEGUNDO

131.7) DICTÁMENES NOS 15.846, DE 1991; 16.811, DE 1997; 39.856,


DE 1999

Los funcionarios citados a declarar ante el Fiscal deben fijar, en su pri-


mera comparecencia, un domicilio dentro del radio urbano de la ciu-
dad en que la Fiscalía ejerza sus funciones; en caso contrario, las
notificaciones se le practicarán por carta certificada al domicilio que
tienen acreditado en el sumario (15.846/91, 16.811/97).
Es responsabilidad de esos funcionarios poner en conocimiento
del Fiscal cualquier cambio de domicilio, bajo el apercibimiento legal
antes indicado (15.846/91, 39.856/99).

131.8) DICTAMEN Nº 23.352, DE 1993

Debe devolverse sin tramitar el decreto o resolución que aplica la


medida disciplinaria de destitución a un funcionario que nunca pres-
tó declaración en el sumario y que fue notificado en la casa de su
suegro, donde se entregó la documentación objeto de la notificación
a un particular que salió a atender al funcionario encargado de prac-
ticarla.
La declaración del procesado es un trámite esencial del cual
sólo puede prescindirse si se demuestra que la no comparecencia
del funcionario es imputable a él mismo, lo que debe constar del
sumario.

989
ARTÍCULO 131

Para que la notificación tenga validez, debe ceñirse a lo dispuesto


en el artículo 131 del Estatuto, por lo tanto, debe hacerse personal-
mente, levantando un acta de notificación suscrita por el actuario o
por funcionario autorizado para practicarla y por el notificado, expre-
sándose en esa acta, si procediere, la negativa del funcionario a reci-
bir la documentación o a firmar.
La notificación que se practicó en este caso contraviene el artícu-
lo 131, incisos 1º y 2º, del Estatuto Administrativo, derivando en la
omisión de un trámite esencial del sumario, cual es la declaración del
inculpado, lo que vicia de nulidad el proceso, obligando a reabrirlo,
retrotrayéndolo al estado de practicar esa notificación.

131.9) DICTAMEN Nº 27.610, DE 1975; 12.026, DE 1994

No procede disponer la destinación de un funcionario sumariado a


un lugar distinto del de su residencia habitual, toda vez que esa deci-
sión implicaría infringir lo dispuesto en el artículo 131, inciso 2º, del
Estatuto Administrativo, precepto legal del cual se infiere la obligación
del inculpado de permanecer en el radio urbano en que la Fiscalía
ejerce sus funciones investigadoras.
El citado artículo 131 radica al inculpado en el lugar en que se
sustancia el procedimiento sumarial y mientras dure su tramitación,
de modo que no podría ser alejado de sus funciones en ese lugar por
una medida de destinación, a menos que dicho alejamiento se pro-
duzca por aplicación del artículo 136, que autoriza al Fiscal para or-
denar, por resolución fundada, el inmediato alejamiento del inculpado
del lugar en que se desempeña, dándole una destinación transitoria,
la que terminará automáticamente al dictarse el sobreseimiento o al
evacuarse la Vista Fiscal, según corresponda –a menos de tratarse de
la situación excepcional prevista en el inciso 3º de este artículo 136–.
Así lo ha determinado en numerosas ocasiones la jurisprudencia,
v. gr., en los dictámenes Nos 34.375 y 50.525, de 1966.

131.10) DICTAMEN Nº 12.026, DE 1994

Con todo, esta improcedencia de destinar a un empleado sometido a


sumario fuera del radio urbano de la ciudad en que el Fiscal ejerce sus
funciones, no rige cuando se ha emitido la vista fiscal, por cuanto esa
radicación sólo se aplica mientras se practican las investigaciones corres-
pondientes, con el fin de tener al implicado a disposición del fiscal.
(Salvo en la situación excepcional regulada por el artículo 136, in-
ciso 3º, en que termina por una de las dos resoluciones allí referidas, la
absolución o la aplicación de una medida disciplinaria no expulsiva.)

990
ARTÍCULO 132

INCISO TERCERO

131.11) DICTAMEN Nº 14.923, DE 1994

En atención a lo dispuesto por el inciso 3º del artículo 131, precepto


según el cual, “El funcionario se entenderá notificado cumplidos tres
días desde que la carta haya sido despachada”, el plazo de cinco días
que establece el Estatuto Administrativo para recurrir de reposición y
de apelación subsidiaria en su caso, para entender válidamente prac-
ticada la notificación, el plazo de interposición de esos recursos debe
contarse una vez transcurridos los tres días previstos en este inciso, y
que se cuentan desde que la carta fue despachada en la respectiva ofi-
cina de Correos.

131.12) D ICTAMEN Nº 4.322, DE 1998

Al establecer la ley que la resolución que aplica una medida discipli-


naria rige dentro de un número determinado de días de despachada
una carta certificada, está estableciendo una presunción legal, que,
como tal, admite prueba en contrario, al tenor de lo dispuesto por el
artículo 47 del CC.
Acreditado el hecho de un atraso en el despacho de la correspon-
dencia por parte de la Empresa de Correos, y que por lo tanto el inte-
resado o afectado realmente recibió en su domicilio la carta certificada
de notificación varios días después del término legal, cabe concluir que
la notificación se perfeccionó en la fecha acreditada por el interesa-
do y no en la que establece la ley en forma presuntiva, de modo que
los plazos han de empezar a correr para él desde el día de su efectiva
recepción en su domicilio.

Artículo 132. Los funcionarios citados a declarar por primera


vez ante el fiscal, en calidad de inculpados, serán apercibidos
para que dentro del segundo día formulen las causales de im-
plicancia o recusación en contra del fiscal o del actuario.

Interpretación

132.1) DICTAMEN Nº 19.532, DE 2000

Inculpado, para el artículo 132 del Estatuto Administrativo, es el fun-


cionario respecto del cual concurren presunciones fundadas, precisas

991
ARTÍCULO 135

Interpretación

134.1) DICTAMEN Nº 52.473, DE 1968

Formulada la recusación, el Fiscal o el actuario, según corresponda, debe


dejar de intervenir. Con todo, el sumario continuado por el Fiscal recu-
sado es válido en tanto se limite a la realización de las diligencias que
no puedan paralizarse sin comprometer el éxito de la investigación.

134.2) DICTÁMENES NOS 12.856 Y 30.036, DE 2000


.
La autoridad competente para pronunciarse sobre la recusación plan-
teada por el inculpado en contra del Fiscal, es la que ordenó incoar
el respectivo sumario (30.036/00).
Como la designación de Fiscal instructor es una atribución priva-
tiva de esa autoridad, la Contraloría General carece de atribuciones
para revisar su confirmación o sustitución del Fiscal resuelta por el jefe
superior de servicio, del Secretario Regional Ministerial o del jefe re-
gional de un servicio nacional desconcentrado, según corresponda
(12.856/00).

134.3) DICTAMEN Nº 18.079, DE 1962

La aceptación de las implicancias invocadas por los Fiscales sumarian-


tes y la designación de sus reemplazantes, así como la de los actua-
rios, son trámites procesales que han de resolverse dentro del propio
sumario administrativo.
La Contraloría General debe examinar la legalidad de los inciden-
tes de recusación o implicancia al momento de tomar razón del de-
creto o resolución que afina el proceso sumarial, en que conoce de
todo el sumario.

Artículo 135. El fiscal tendrá amplias facultades para realizar


la investigación y los funcionarios estarán obligados a prestar
la colaboración que se les solicite.
La investigación de los hechos deberá realizarse en el plazo
de veinte días, al término de los cuales se declarará cerrada
la investigación y se formularán cargos al o los afectados o se
solicitará el sobreseimiento, para lo cual habrá un plazo de
tres días.

994
ARTÍCULO 135

En casos calificados, al existir diligencias pendientes de-


cretadas oportunamente y no cumplidas por fuerza mayor, se
podrá prorrogar el plazo de instrucción del sumario hasta
completar sesenta días, resolviendo sobre ello el jefe superior
de la institución, el Secretario Regional Ministerial o el Di-
rector Regional de servicios nacionales desconcentrados, se-
gún corresponda.

Interpretación

INCISO PRIMERO

135.1) DICTAMEN Nº 50.202, DE 1970

El ordenamiento jurídico ha asegurado a la persona encargada de in-


vestigar los hechos dentro de un sumario administrativo el máximo de
libertad e independencia en su acción indagatoria, de modo que pue-
de disponer todas aquellas medidas que estime convenientes para in-
formarse de cuanto dato considere útil para la prosecución de la causa.
Por esta razón, los funcionarios que se nieguen a cooperar con
esta labor investigadora podrán ser objeto de las sanciones que corres-
pondan de acuerdo a las reglas generales que establece la Ley Admi-
nistrativa.

135.2) DICTAMEN Nº 58.592, DE 1966

En uso de sus facultades legales, bien puede el Fiscal instructor de un


sumario citar a declarar incluso al jefe superior del servicio.
En este caso, el hecho de prestar testimonio en el sumario no in-
habilita a ese funcionario para pronunciarse posteriormente sobre el
mérito del proceso sumarial.

135.3) DICTAMEN Nº 32.996, DE 1989

Es improcedente que una funcionaria de la Contraloría General con-


curra a una citación resuelta por el Fiscal instructor de un sumario,
porque no es obligatorio para los funcionarios de esta Entidad pres-
tar declaración en un proceso administrativo interno de un servicio
público fiscalizado por ella.
En efecto, no existe norma alguna que establezca ese deber y tra-
tándose de testimonios que deben prestar esos empleados ante la jus-

995
ARTÍCULO 135

ticia ordinaria en los procesos aludidos en el artículo 139 de la Ley


Nº 10.336, de 1964, han de rendirse mediante informe y sin compare-
cencia personal.
Por tanto, y teniendo presente el mejor ánimo de la Contraloría
General de colaborar al éxito de la investigación, pueden formularse
por escrito las preguntas que se desean efectuar, las que se contesta-
rán en la misma forma por el funcionario correspondiente.

INCISO SEGUNDO

135.4) DICTAMEN Nº 66.483, DE 1975

El inciso 2º del artículo 135 prevé dos situaciones:


– Una de ellas es aquella en que agotada la investigación, el Fiscal
instructor estima que hay mérito para formular cargos;
– La otra, en que considera que no hay mérito para formular cargos.
En este segundo caso, debe proceder derechamente a solicitar el
sobreseimiento.

135.5) DICTAMEN Nº 21.815, DE 1983

Si agotada la etapa de investigación de los hechos el Fiscal instructor


alcanza la convicción de que asiste responsabilidad administrativa a al-
gún funcionario por haber participado en la comisión de los hechos
contravencionales administrativos, debe proceder a formular cargos
en su contra.
La formulación de cargos es un trámite obligatorio dentro del su-
mario.

135.6) DICTÁMENES NOS 66.483, DE 1975; 18.791, DE 1994; 39.198,


DE 1995; 26.483, DE 1996; 3.346, DE 1999

Si agotada la etapa de investigación verifica que no existen ilícitos ad-


ministrativos o no hay funcionarios responsables de los que establez-
ca, debe proponer el sobreseimiento, por no existir mérito para
formular cargos a funcionario alguno (66.483/75).
Así, corresponde resolver el sobreseimiento en un sumario cuan-
do es necesario reconocer que nunca debió haberse incoado por no
existir mérito para iniciarlo (26.483/96), y sobreseer a un presunto
inculpado cuando no tenía la calidad de funcionario que se le supo-
nía al comenzar el sumario, atendida la circunstancia de que en la mis-
ma fecha medió una causal de cesación de funciones (18.791/94).

996
ARTÍCULO 135

Es improcedente sobreseer en un sumario basándose en la impo-


sibilidad de ubicar al funcionario sumariado (39.198/95).

135.7) DICTAMEN Nº 18.505, DE 1968

La Ley Estatutaria sólo contempla un tipo de sobreseimiento como fi-


gura legal destinada a poner término a un sumario administrativo. Este
sobreseimiento es definitivo.
No contempla, por consiguiente, el sobreseimiento temporal como
causal de suspensión del procedimiento, como ocurre, en cambio, en
materia procesal penal, de acuerdo con lo dispuesto por el CPP que
rige el antiguo procedimiento.
Por lo tanto, no es admisible, por ejemplo, suspender el procedi-
miento sumarial para luego reabrirlo, por ausencia del sumariado, ya
que lo procedente en este caso es solicitar prórroga del plazo de ins-
trucción del expediente en espera de la comparecencia del afectado,
solicitar la designación de un Fiscal ad hoc en el lugar donde presta
sus servicios o declarar su rebeldía, en caso de contumacia a presen-
tarse a declarar. Todas éstas son diligencias internas del proceso su-
marial, de responsabilidad del Fiscal instructor.

135.8) DICTAMEN Nº 11.775, DE 1962

Los plazos establecidos en el artículo 135 se refieren solamente a la


investigación de los hechos.
No comprenden, por lo tanto, la realización de las demás diligen-
cias y actuaciones que le compete realizar al Fiscal instructor de un
sumario después de terminada dicha investigación.
Si bien el Fiscal instructor debe extremar su celo para llevar a efec-
to la investigación, la autoridad que ordenó la instrucción del suma-
rio puede otorgar las prórrogas que sean indispensables para el buen
éxito de la investigación.

135.9) DICTAMEN Nº 11.775, DE 1962

Conforme a lo prescrito por el artículo 144, el incumplimiento de


los plazos señalados en la ley no afecta la validez del procedimien-
to sumarial, sin perjuicio de la responsabilidad en que pudiere in-
currir el Fiscal por falta de debida diligencia en la observancia de
las normas sobre plazo prescritas para la sustanciación de los su-
marios.

997
ARTÍCULO 135

135.10) DICTAMEN Nº 26.179, DE 1983

El sobreseimiento administrativo importa la extinción de la responsabi-


lidad administrativa, pero no así de la civil, puesto que ambas son inde-
pendientes una de otra, como lo consagra expresamente el artículo 120
del Estatuto Administrativo. De este modo, habrá que estarse a cada caso
concreto para determinar si hay o no mérito para perseguir una even-
tual responsabilidad pecuniaria del funcionario.

135.11) DICTÁMENES Nº 1.865, DE 1990; 30.016 Y 30.022, DE 1993;


9.883, DE 1994

No procede dar curso a la resolución del Director Regional Metropo-


litano de un servicio público en que se sobresee a sí mismo de toda
responsabilidad por el siniestro que sufriera el vehículo a su cargo,
porque una autoridad no puede dictar su propio sobreseimiento, sino
que debe elevar el expediente, en este caso, al jefe superior de servi-
cio, quien dictará la resolución que corresponda (1.865/90).
El decreto o resolución sanción debe remitirse a la Contraloría
General de la República con el expediente original (30.016/93), de-
bidamente ordenado y foliado en letras y números (30.022/93).
La aplicación de las medidas disciplinarias, los sobreseimientos y
las absoluciones que se dicten en los procedimientos disciplinarios es-
tán sujetas a toma de razón por la Contraloría General (9.883/94).

135.12) DICTÁMENES NOS 39.198, DE 1995; 3.346, DE 1999

Existiendo una falta administrativa, la autoridad está obligada a pronun-


ciarse sobre ella. Es improcedente sobreseer en un sumario basándose
en la imposibilidad de ubicar al funcionario sumariado (39.198/95).
El decreto o resolución que pone término a un sumario debe so-
breseer, absolver o sancionar, pero adoptar una sola decisión termi-
nal del procedimiento. Es improcedente, por tanto, sobreseer y
sancionar a un tiempo a un mismo funcionario(3.346/99).

INCISO TERCERO

135.13) DICTAMEN Nº 99.103, DE 1964

Las resoluciones de prórroga de los plazos de tramitación de un su-


mario constituyen un trámite interno, que no requieren, por tanto,
enviarse a trámite a la Contraloría General.

998
ARTÍCULO 136

135.14) DICTÁMENES NOS 22.079, DE 1991; 9.471, DE 2001

Los plazos que el ordenamiento jurídico fija a la autoridad adminis-


trativa no son fatales, sin perjuicio de las responsabilidades que el
retraso u omisión pueda acarrear a quienes incurrieron en ellos.

135.15) CIRCULAR Nº 81, DE 1967

Debe darse estricto cumplimiento a los plazos legales que reglan


la duración de los sumarios, ya que si bien su incumplimiento no
invalida estos procedimientos, sino tan sólo acarrean responsabili-
dad para el Fiscal infractor, es de toda conveniencia no retardar el
pronunciamiento definitivo que debe recaer en estos expedientes,
ni mantener en suspenso la precaria situación del sumariado más
allá de los plazos legales.

Artículo 136. En el curso de un sumario administrativo el fis-


cal podrá suspender de sus funciones o destinar transitoria-
mente a otro cargo dentro de la misma institución y ciudad,
al o a los inculpados, como medida preventiva.
La medida adoptada terminará al dictarse el sobresei-
miento, que será notificado personalmente y por escrito
por el actuario, o al emitirse el dictamen del fiscal, según
corresponda.
En caso de que el fiscal proponga en su dictamen la me-
dida de destitución, podrá decretar que se mantenga la sus-
pensión preventiva o la destinación transitoria, la que cesará
automáticamente si la resolución recaída en el sumario, o
en alguno de los recursos que se interpongan conforme al
artículo 141, absuelve al inculpado o le aplica una medida
disciplinaria distinta de la destitución. Cuando la medida
prorrogada sea la suspensión preventiva, el inculpado que-
dará privado del cincuenta por ciento de sus remuneracio-
nes, que tendrá derecho a percibir retroactivamente si en
definitiva fuere absuelto o se le aplicara una sanción infe-
rior a la destitución.

999
ARTÍCULO 136

Interpretación

136.1) LA LEY Nº 19.653, DE 1999, EN SU ARTÍCULO 5º, Nº 9, MODIFICÓ


ESTE ARTÍCULO 130, EN LA FORMA QUE APARECE EN EL TEXTO. SUPRIMIÓ
LA SEGUNDA PARTE DEL INCISO 1º Y AGREGÓ LOS DOS NUEVOS INCISOS
QUE LE SIGUEN

Señala el Segundo Informe de la Comisión de Constitución, Legisla-


ción, Justicia y Reglamento del Senado que “la Comisión –mantuvo–
la regla general del término automático de la medida cautelar que se
haya adoptado si se dicta sobreseimiento, que el actuario deberá noti-
ficar por escrito al inculpado para que se reintegre al desempeño de
sus funciones, o por el hecho de emitirse el dictamen del fiscal.”
“Enseguida, estimó oportuno consignar que, en caso de que el fis-
cal proponga en su dictamen la medida de destitución, podrá decre-
tar que se mantenga la suspensión preventiva o la destinación
transitoria decretadas en forma previa, las que cesarán automáticamen-
te si la resolución recaída en el sumario, o en alguno de los recursos
que se interpongan conforme al artículo –141–, absuelve al inculpa-
do o le aplica una medida disciplinaria distinta de la destitución. Cuan-
do la medida prorrogada sea la suspensión preventiva, el inculpado
quedará privado del cincuenta por ciento de sus remuneraciones, que
tendrá derecho a percibir en forma retroactiva si en definitiva fuere
absuelto o se le aplicara una pena inferior a la destitución propuesta
inicialmente. En el caso particular de la suspensión preventiva, se tuvo
presente por la Comisión, como antecedente, la norma del artículo
213 del Estatuto Administrativo aprobado por Decreto con Fuerza de
Ley Nº 338, de 1960.”
“Esa norma permite al fiscal extender cualquiera de las dos medi-
das que haya dispuesto durante el sumario hasta el cumplimiento de
una condición, cual es la absolución del inculpado o la aplicación de
una sanción diferente de la destitución.”
“Las sumas que hubieran sido retenidas deben ser restituidas en
forma retroactiva, es decir, comprendiendo todo lo que debió perci-
bir durante el período en que estuvo suspendido de sus funciones, ya
que en caso contrario, la privación temporal de una parte del sueldo
significaría una sanción anticipada.”

136.2) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO A DMINISTRATIVO DEL
AÑO 1989

La Comisión Conjunta acordó acoger en esta nueva norma, el artícu-


lo 212 del DFL Nº 338, de 1960, relativo a la facultad del Fiscal para

1000
ARTÍCULO 136

suspender de sus funciones o destinar transitoriamente al o a los in-


culpados, como medida preventiva para facilitar la investigación.

INCISO PRIMERO

136.3) DICTÁMENES NOS 46.157, DE 1961; 27.606, DE 1963; 11.068,


DE 1992; 16.567, DE 1993

El Fiscal sumariante es la única autoridad competente para decretar


la suspensión (o la destinación provisoria) de un funcionario dentro
de un sumario administrativo (46.157/61, 27.606/63).
Para disponer estas medidas no es necesario haber formulado car-
gos, basta la calidad de inculpado del suspendido o destinado. Es in-
culpado el funcionario respecto de quien concurren presunciones
fundadas, precisas y directas de su participación en la contravención
que se investiga (19.532/00).
Asimismo, es facultad del Fiscal poner término anticipado a estas
medidas preventivas, lo que debe hacer mediante resolución expresa
y fundada (11.068/92).

136.4) DICTAMEN Nº 16.567, DE 1993

Radicando la ley en el Fiscal instructor de un sumario la facultad de


suspender preventivamente dentro de él a un inculpado, es ilegal la
resolución de suspensión dictada por el jefe superior del servicio, por-
que carece de atribuciones legales para disponer esa medida.

136.5) DICTÁMENES NOS 12.593 Y 24.391, DE 1965; 14.815, DE 1970;


31.439, DE 1992

La suspensión preventiva debe materializarse en una resolución del Fis-


cal instructor del sumario (24.391/65). Esta resolución es interna, se
dicta dentro del sumario y no está sometida a tramitación en la Contra-
loría General; debe ser escrita, con indicación de la fecha desde la cual
empezará a regir, y notificarse al afectado (14.815/70, 31.439/92).
No es posible ordenar una destinación transitoria (o una suspen-
sión preventiva) mediante una simple orden verbal (12.593/65).

136.6) DICTAMEN Nº 14.815, DE 1970

Si bien corresponde al Fiscal de un proceso administrativo ordenar la


suspensión y destinación preventiva de los inculpados, la materializa-

1001
ARTÍCULO 136

ción de estas medidas, para los efectos de su tramitación ante la Con-


traloría General, debe hacerse efectiva a través de un documento sus-
crito por el Jefe Superior de Servicio, con indicación de la fecha desde
la cual rigen, correspondiendo con todo notificarlas a los afectados.

136.7) DICTÁMENES NOS 31.439, DE 1992; 16.567, DE 1993; 13.776,


DE 1995

El artículo 136 del Estatuto Administrativo, al establecer la facultad del


Fiscal de suspender a los sumariados, no autoriza privarlos de parte al-
guna de sus remuneraciones durante la suspensión preventiva de labo-
res, desde el momento que a diferencia de lo que disponía el artículo
213 del DFL Nº 338, de 1960, no hay en su texto disposición alguna que
permita retener o afectar las remuneraciones del empleado.
(Ello sin perjuicio de lo dispuesto en el nuevo inciso 3º del artículo
130, agregado por la Ley Nº 19.653, de 1999.)
El artículo 95, como se desprende de su simple lectura, regula una
situación del todo diferente a la del sumario, ya que se refiere a reso-
luciones judiciales. No autoriza, entonces, a la autoridad administrati-
va para “embargar” las remuneraciones del empleado sumariado,
cuando aparece comprometida su responsabilidad pecuniaria (31.439/
92; 16.567/93).
No obstante lo antes expresado, el funcionario suspendido no tie-
ne derecho al pago de horas extraordinarias, porque esta remunera-
ción es de carácter eventual o accidental y su percepción se halla
condicionada a que efectivamente el servidor público haya cumplido
el respectivo trabajo fuera de la jornada ordinaria, lo que no puede
ocurrir con un empleado suspendido de sus funciones.
Por lo demás, en aquellos casos especiales en que se autoriza la
mantención de la asignación por horas extraordinarias pese a no tra-
bajarlas, lo que sucede tratándose de servicios que funcionan en for-
ma permanente y en condiciones excepcionales, el fundamento de su
percepción está en el hecho de que en esos casos el funcionario se
halla ejerciendo un derecho estatutario, situación que no se da en la
suspensión de funciones de que se trata, que es una medida de res-
guardo de la Administración y no el ejercicio de un derecho por par-
te del sumariado (13.776/95).

INCISO SEGUNDO

136.8) DICTAMEN Nº 26.711, DE 1990

El contenido del artículo 136 es similar al del artículo 212, incisos 3º y


4º, del DFL Nº 338, de 1960, y según él, la suspensión preventiva termi-

1002
ARTÍCULO 136

na de pleno derecho por el hecho de evacuarse la vista fiscal, renacien-


do desde ese momento el derecho del sumariado de ejercer su cargo.
De esta manera, la notificación ha de referirse al “hecho” de ha-
berse evacuado la vista fiscal, ya que el reintegro del funcionario a sus
funciones es una consecuencia automática del término de la suspen-
sión, efecto sobre el cual no puede alegarse ignorancia, atendida la
presunción sobre conocimiento de la ley, desde que entra en vigen-
cia, que contiene el CC.
El no reintegro al trabajo obliga a practicar las deducciones co-
rrespondientes por el tiempo no trabajado.
Si el empleado ha tomado conocimiento del hecho de la dicta-
ción de la vista fiscal por otro medio que la notificación escrita, se no-
tifica tácitamente de su emisión. Notificación tácita es la que se
desprende de hechos inequívocos que revelen conocimiento del he-
cho, como sería, por ejemplo, hacer presentaciones escritas que así lo
manifiesten, realizar diligencias que así lo demuestren o la notifica-
ción de un acto posterior en el que se hace referencia al hecho no
notificado expresamente. Esta notificación es tan válida como la noti-
ficación formal.

136.9) DE CONFORMIDAD CON LO PRESCRITO POR EL ARTÍCULO 72 DEL


ESTATUTO A DMINISTRATIVO, EL TIEMPO NO TRABAJADO POR EFECTO DE
LA SUSPENSIÓN PREVENTIVA DEL ARTÍCULO 136, DA DERECHO A PERCIBIR
REMUNERACIONES, NO ASÍ SU MANTENCIÓN

El artículo 72 del Estatuto Administrativo permite percibir remunera-


ciones, pese a no haber desempeñado trabajo efectivo, durante “la sus-
pensión preventiva contemplada en el artículo 136”.
El artículo 136, a su vez, en su inciso 3º, regula la “suspensión pre-
ventiva” y la mantención de esa suspensión preventiva en el caso excep-
cional que establece, esto es, cuando el Fiscal propone en su dictamen
la medida disciplinaria de destitución, regulando sus efectos.
Ambas disposiciones, por consiguiente, guardan entre sí correspon-
dencia y armonía, pues el artículo 72 se refiere a la suspensión pre-
ventiva y no a la mantención de la suspensión preventiva, reguladas
como situaciones jurídicas distintas entre sí por el artículo 136.

136.10) DICTAMEN Nº 24.437, DE 1992

En efecto, las inasistencias al trabajo por causal de suspensión preven-


tiva dispuesta en un sumario deben reputarse justificadas por fuerza
mayor y dan derecho a percibir, íntegras, las remuneraciones del car-
go (24.437/92).

1003
ARTÍCULO 136

En cambio, no tiene derecho a percibir la remuneración íntegra


correspondiente a su cargo por el tiempo que se le mantuvo suspen-
dido por decisión del Fiscal con posterioridad a la Vista Fiscal con pri-
vación del 50% de sus remuneraciones, el ex funcionario a quien en
el respectivo sumario se le aplicó la medida disciplinaria de destitu-
ción, por cuanto el inciso 3º del artículo 136 subordina el pago retro-
activo de las cantidades retenidas durante la suspensión preventiva, sólo
a la absolución administrativa definitiva o a la aplicación de una me-
dida disciplinaria distinta de la destitución.

INCISO TERCERO

136.11) D ICTÁMENES NOS 3.858 Y 7.884, DE 2001

Si propone aplicar la medida disciplinaria de destitución, el Fiscal ins-


tructor, de acuerdo con lo prescrito por el artículo 136, inciso 3º, puede
resolver que se mantenga la medida preventiva de suspensión decre-
tada durante la tramitación del sumario, caso en el cual el afectado
queda privado del 50% de las remuneraciones que tiene derecho a
percibir en ejercicio de su cargo.
Esta privación de remuneraciones es una norma sustantiva que re-
viste claras connotaciones sancionatorias, y tiene el carácter de acce-
soria a la destitución.
Si en definitiva se le absuelve o se le aplica una medida disciplina-
ria inferior a la destitución, las sumas retenidas se le devuelven retro-
activamente (3.858/01).
Si se le aplica la medida disciplinaria de destitución, no tiene de-
recho a devolución alguna (7.884/01), pues la privación de remune-
raciones durante la suspensión tiene el carácter de medida disciplinaria
accesoria a la destitución (3.858/01).

SUSPENSIÓN PREVENTIVA, DETENCIÓN Y SOMETIMIENTO


A PROCESO

136.12) DICTÁMENES NOS 72.347, DE 1962; 1.454, DE 1984

El derecho a percibir remuneraciones por parte de un empleado sus-


pendido administrativamente y sometido a prisión preventiva por la
justicia ordinaria, se regula por los siguientes principios:
1) Si la detención judicial es posterior a la suspensión preventiva,
no altera el derecho del sumariado a continuar percibiendo sus re-
muneraciones, ya que la causa inmediata que le impide trabajar no es
la privación de libertad, sino la suspensión administrativa.

1004
ARTÍCULO 137

2) Si la detención judicial fue anterior a la suspensión administra-


tiva, no tiene derecho a remuneraciones mientras ella dure, ya que la
causa inmediata de la no concurrencia al trabajo es la privación de
libertad decretada por la justicia.
Sólo una vez que cese esta medida podrá cobrar sus remuneracio-
nes, ya que recién en ese momento entrará a regir la suspensión pre-
ventiva.

136.13) D ICTÁMENES NOS 73.102, DE 1959; 72.347, DE 1962

El funcionario detenido y encargado reo en proceso criminal que ha


obtenido su libertad bajo fianza, debe retornar al ejercicio de su em-
pleo y puede percibir las correspondientes remuneraciones. Sin em-
bargo, no será admitido en sus funciones en dos casos:
1. Si el Fiscal ha decretado la suspensión preventiva de su empleo,
de acuerdo con el artículo 136.
2. En caso de haberse decretado suspensión preventiva por el tri-
bunal ordinario, con privación de parte del sueldo (73.102/59).
Cuando el funcionario ha obtenido su libertad bajo fianza, el jefe
superior del servicio tiene plenas atribuciones para aceptar su reinte-
gro, con cancelación de todas sus remuneraciones, sin necesidad de
autorización o comunicación alguna a otra autoridad (72.347/62).

Artículo 137. En el evento de proponer el fiscal el sobresei-


miento se enviarán los antecedentes al jefe superior de la ins-
titución, el Secretario Regional Ministerial o el Director
Regional de servicios nacionales desconcentrados, en su caso,
quien estará facultado para aprobar o rechazar tal proposi-
ción. En el caso de rechazarla, dispondrá que se complete la
investigación dentro del plazo de cinco días.
El sumario será secreto hasta la fecha de formulación de
cargos, oportunidad en la cual dejará de serlo para el incul-
pado y para el abogado que asumiere su defensa.

Interpretación

INCISO PRIMERO

137.1) SOBRE EL SOBRESEIMIENTO ADMINISTRATIVO,


VÉASE EL ARTÍCULO 135

1005
ARTÍCULO 137

137.2) DICTAMEN Nº 24.119, DE 1990

El sobreseimiento debe ser dictado por medio de una resolución


formal emanada de autoridad competente, o sea, de alguna de las
señaladas en el inciso 1º del artículo 137 del Estatuto Administra-
tivo.

INCISO SEGUNDO

137.3) DICTAMEN Nº 20.680, DE 1994

De conformidad con lo prescrito por el inciso 2º del artículo 137 del


Estatuto Administrativo, el carácter secreto conferido por la ley a los
sumarios administrativos, rige solamente durante el período indaga-
torio, permitiendo una publicidad restringida al inculpado y su abo-
gado únicamente entre la formulación de cargos y la fecha en que se
concluye el procedimiento.
Por consiguiente, desde que se concluye el procedimiento disci-
plinario vuelve a aplicarse el principio de la publicidad de los actos
administrativos, que se encontraba simplemente suspendido por el
mandato legal contenido en dicho inciso 2º, lo que significa que una
vez concluido, cualquiera persona que tenga interés en esos procesos
sumariales puede tener acceso a ellos.

137.4) DICTÁMENES NOS 68.506, DE 1964; 30.629, DE 1969

La publicidad del sumario autoriza imponerse de él al funcionario in-


culpado o a su abogado, pero no obliga a la Administración a conce-
der copia de las piezas sumariales.

137.5) L A FORMULACIÓN DE CARGOS SE CONTIENE EN EL INCISO 3º


DEL ARTÍCULO 137, LA NOTIFICACIÓN DE LOS CARGOS ESTÁ
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 138 Y SU CARÁCTER ESENCIAL ESTÁ
ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 140, INCISO 4º, DEL E STATUTO
ADMINISTRATIVO

137.6) DICTAMEN Nº 12.813, DE 1992

La formulación de cargos es una diligencia procesal indispensable den-


tro de un sumario, pues tiende a asegurar el derecho a defensa del
inculpado, consagrado en la CPR.

1006
ARTÍCULO 138

Artículo 138. El inculpado será notificado de los cargos y ten-


drá un plazo de cinco días contado desde la fecha de notifica-
ción de éstos para presentar descargos, defensas y solicitar o
presentar pruebas. En casos debidamente calificados, podrá
prorrogarse el mismo por otros cinco días, siempre que la pró-
rroga haya sido solicitada antes del vencimiento del plazo.
Si el inculpado solicitare rendir prueba, el fiscal señalará
plazo para tal efecto, el que no podrá exceder en total de vein-
te días.

Interpretación

LOS CARGOS

138.1) DICTAMEN Nº 26.714, DE 1990

Una vez agotado el período indagatorio o de investigación, el Fiscal


debe proceder a representar al inculpado sus eventuales faltas a tra-
vés de la formulación de los cargos respectivos, los cuales le deben ser
notificados.
De omitirse este trámite se vulneraría el legítimo derecho a legíti-
ma defensa que favorece al inculpado.

138.2) DICTAMEN Nº 21.815, DE 1983

La formulación de cargos es un trámite obligatorio, según lo ordena-


do por el artículo 140, inciso 3º, del Estatuto Administrativo, cuando
a juicio del Fiscal le asiste responsabilidad a algún funcionario en los
hechos investigados.
Si no se formulan cargos, se priva a los procesados de la posibili-
dad de defenderse adecuadamente de las acusaciones que pudieren
desprenderse de la investigación.

138.3) DICTÁMENES NOS 20.792, DE 1979; 29.537, DE 1989; 33.336,


DE 2001

Los cargos deben estar referidos a hechos concretos, verificados, que


impliquen infracción de deberes u obligaciones del empleo (20.792/
79; 29.537/89).
Nada impide que una vez formulados, el Fiscal Instructor pueda
reformularlos con posterioridad, dándose las condiciones legales, pero

1007
ARTÍCULO 138

en tal caso debe cumplir nuevamente con el respectivo trámite de no-


tificación y con el deber de abrir la etapa de descargos a favor del in-
culpado (33.336/01).

138.4) DICTÁMENES NOS 27.526 Y 29.211, DE 1983; 12.667,


DE 1993

La reiterada jurisprudencia administrativa, contenida, v. gr., en dic-


tamen Nº 8.857, de 1980, ha establecido que los cargos deben for-
mularse en forma concreta, precisando específicamente la o las
infracciones en que habrían incurrido los inculpados, como única
manera de que éstos puedan asumir adecuadamente su defensa.
No es admisible formular cargos indicando que se han transgre-
dido determinados artículos del Estatuto Administrativo, menciones
que por su extensión e imprecisión no reúnen las características an-
tes señaladas.

138.5) DICTÁMENES NOS 32.274, DE 1989; 647, DE 1992

Los cargos deberán señalar en términos precisos y concretos la impu-


tación que formulan. El cargo único imputado a la afectada, consis-
tente en “abandonar sus funciones sin justificación”, resulta amplio y
ambiguo en cuanto no señala el período a que se refiere dicha ausen-
cia, lo que entraba el ejercicio del legítimo derecho de defensa de la
inculpada (32.274/89).
No cumplen con la condición de referirse a hechos concretos y
verificados, los cargos que no indican específicamente cuáles son las
actuaciones que se reprochan, que no precisan las infracciones en
que habría incurrido el infractor, único modo de que los afectados
puedan asumir adecuadamente su defensa (647/92).

138.6) DICTAMEN Nº 12.181, DE 1999

Si reabierto un sumario aparecen nuevos hechos de responsabilidad


del sumariado, éstos deben ser materia de cargos.
Si no se procede así, no cabe sancionarlo por esas circunstancias,
porque se afecta el derecho a defensa del empleado, de manera que
al darse esta situación procede reponer el sumario al estado de for-
mular cargos, a fin de salvar el vicio en que se incurrió con esa omi-
sión.

1008
ARTÍCULO 138

138.7) RUBÉN SEPÚLVEDA CONTRA DIRECTORA DEL TRABAJO Y OTRO ,


RECURSO DE PROTECCIÓN, CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO, 30
DE MARZO DE 1998, R OL Nº 4.641-97, CONFIRMADA POR LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA EL 27 DE MAYO DE 1998, ROL Nº 1.009-98

Primero: Que una de las razones por las cuales la recurrida estima que
es justificada la sanción de destitución del recurrente es el hecho que
con anterioridad, mediante resolución Nº 520, de fecha 2 de octubre
de 1992, el recurrente fue sancionado con la medida disciplinaria de
censura por haberse acreditado su responsabilidad en ciertos hechos
ordenados investigar.
Sin embargo, ningún antecedente probatorio a su respecto se
acompañó por la recurrida, por lo que esta Corte no debe tomarlo
en consideración.
Segundo: Que la formulación de cargos que efectuó el Fiscal, de
fs. 220 a fs. 223, en contra del recurrente en el sumario administrati-
vo, no es sólida tanto en el hecho como en el derecho, pues se limita
a situaciones que no fueron debidamente comprobadas, aunque re-
flejan una cierta negligencia administrativa por parte del recurrente,
reconocida por éste.
Tercero: Que del análisis del sumario administrativo agregado al ex-
pediente, no se aprecian conductas que justificarían adoptar una
sanción tan severa como la destitución e, incluso, los documentos agre-
gados a título ejemplar a fs. 4 y 28, son favorables para el recurrente,
no obstante que en el resto de la documentación se pueden apreciar
velados o no comprobados cargos contra el recurrente.
Cuarto: Que, en opinión de esta Corte, si bien es cierto que el
comportamiento del recurrente como Inspector Comunal del Tra-
bajo de Villarrica tiene ciertos reproches que se aprecian en el su-
mario administrativo, ellos no justifican una sanción como la
adoptada, pues no se encuentran legalmente comprobados, siendo
negados por éste, quien sólo reconoce la omisión del cumplimiento
en la normativa contemplada en el Manual de Procedimientos de
Reclamos y Comparendos (“dejándose sin efecto la resolución exenta
Nº 44 de la Dirección del Trabajo de fecha 29 de octubre de 1997,
que aplica la sanción de destitución al recurrrente”, y “se le aplica
la medida disciplinaria de multa equivalente a un 10% de su remu-
neración mensual”).

138.8) DICTÁMENES NOS 21.633, DE 1991; 28.279, DE 1992

Una vez formulados por escrito, los cargos deben serle notificados al
inculpado en la forma establecida en el artículo 131 del Estatuto Ad-
ministrativo (21.633/91).

1009
ARTÍCULO 138

La notificación de los cargos debe acreditarse con la firma del


sumariado estampada en el acta de notificación, con la constancia
expresa de haberse negado a firmar, o con el comprobante de re-
cepción de la carta certificada por la Empresa de Correos. No basta
con que el actuario deje constancia de haber dejado la resolución
correspondiente, en sobre cerrado, en el domicilio del inculpado
(28.279/92).

LOS DESCARGOS

138.9) DICTAMEN Nº 12.006, DE 1968

La vista fiscal no puede dictarse mientras se halla pendiente el plazo


para formular descargos.
Si se emite en esas condiciones, adolece de ilegalidad, pues signi-
fica que se ha dejado en la indefensión al sumariado, y obliga a re-
abrir el sumario.

LA RENDICIÓN DE PRUEBA

138.10) DICTÁMENES NOS 47.081, DE 1969; 25.594, DE 1993

En el texto del anterior Estatuto Administrativo, aprobado por DFL


Nº 338, de 1960, la petición de apertura de un nuevo término proba-
torio era una facultad del Fiscal instructor del sumario, quien podía
aceptar o denegar la solicitud (47.081/69).
En el Estatuto Administrativo vigente, la rendición de prueba en
el sumario es un derecho que el legislador ha establecido en favor del
inculpado para su debida defensa, de lo que se sigue, entonces, que
formulada una petición en tal sentido al Fiscal, a éste sólo le corres-
ponde proveerla y fijar el término dentro del cual deberán producir-
se las diligencias probatorias solicitadas, con sujeción al plazo máximo
que la misma norma legal prevé (25.594/93).

138.11) DICTAMEN Nº 37.683, DE 1995

El hecho de no darse lugar por el Fiscal a las diligencias probatorias


solicitadas por el inculpado, vulnera el principio del debido proceso
establecido en el inciso 5º del numeral 3º del artículo 19 de la CPR,
pues importa dejarlo en la indefensión.

1010
ARTÍCULO 139

138.12) DICTAMEN Nº 10.899, DE 1999

Devuelve sin tramitar la resolución del Instituto Nacional de Ge-


riatría, que aplica la medida disciplinaria de destitución a una en-
fermera a contrata de ese Instituto, por cuanto la Vista Fiscal carece
de fundamentos concretos y comprobables que de manera indubi-
tada permitan acreditar el real grado de participación y culpabili-
dad de la funcionaria en la mala atención a dos pacientes, con
resultado de agravamiento de su estado de descompensación y po-
sible deceso de uno de ellos, y porque el Fiscal instructor negó lu-
gar a la solicitud de rendición de prueba planteada conforme a lo
prescrito en el artículo 138.
Conforme al artículo 138 de la Ley Estatutaria, al Fiscal sólo le co-
rresponde fijar el término probatorio solicitado, con sujeción al plazo
máximo que fija el inciso 2º de ese mismo artículo, pues no está fa-
cultado para evaluar la procedencia o improcedencia de la prueba que
se le solicita.
Por consiguiente, ha de reabrirse el sumario, determinar el grado
de responsabilidad de la inculpada y las circunstancias modificatorias
de responsabilidad que concurran en el caso.

Artículo 139. Contestados los cargos o vencido el plazo del pe-


ríodo de prueba, el fiscal emitirá, dentro de cinco días, un
dictamen en el cual propondrá la absolución o sanción que
a su juicio corresponda aplicar.
Dicho dictamen deberá contener la individualización del
o de los inculpados; la relación de los hechos investigados y
la forma como se ha llegado a comprobarlos; la participación
y grado de culpabilidad que les hubiere correspondido a los
sumariados; la anotación de las circunstancias atenuantes o
agravantes, y la proposición a la autoridad correspondiente
de las sanciones que estimare procedente aplicar o de la ab-
solución de uno o más de los inculpados.
Cuando los hechos investigados y acreditados en el suma-
rio pudieren importar la perpetración de delitos previstos en
las leyes vigentes, el dictamen deberá contener, además, la
petición de que se remitan los antecedentes a la justicia ordi-
naria, sin perjuicio de la denuncia que de los delitos debió
hacerse en la oportunidad debida.

1011
ARTÍCULO 139

Interpretación

139.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

Esta norma corresponde al artículo 221 del DFL Nº 338, de 1960. Se


reemplazaron los términos “vista o informe” por “dictamen”, y “sobre-
seimiento” por “absolución”, en razón de que estos últimos son más
apropiados al efecto perseguido por la norma.

EL ARTÍCULO 139 DEL ESTATUTO

139.2) DICTAMEN Nº 16.313, DE 1991

Vencido el plazo que establece la ley al inculpado para contestar los


cargos, el Fiscal se encuentra en condiciones de dictar la Vista Fiscal,
que es un documento de carácter propositivo que se le eleva a consi-
deración de la autoridad que dispuso la apertura del sumario.

139.3) DICTÁMENES NOS 13.935, DE 1994; 10.899, DE 1999

La Vista Fiscal debe contener fundamentos concretos y comprobables,


respaldados por antecedentes precisos conformadores del mérito del
sumario, que acrediten sin lugar a dudas la participación y el grado
de culpabilidad del inculpado en los hechos investigados. No debe apo-
yarse solamente en presunciones generales que no descansan en esos
supuestos verificables en el expediente.

139.4) DICTAMEN Nº 39.447, DE 1994

El Dictamen o Vista del Fiscal es sólo una proposición que se eleva a


conocimiento de la autoridad titular de la potestad sancionadora, que
es la llamada a resolver el sumario, conforme a criterios de legalidad
y racionalidad, teniendo a la vista el mérito del expediente.

139.5) DICTAMEN Nº 10.899, DE 1999

Devuelve sin tramitar la resolución del Instituto Nacional de Geriatría,


que aplica la medida disciplinaria de destitución a una enfermera a
contrata de ese Instituto, por cuanto la vista carece de fundamentos
concretos y comprobables que de manera indubitada permitan acre-

1012
ARTÍCULO 139

ditar el real grado de participación y culpabilidad de la funcionaria


en la mala atención a dos pacientes, con resultado de agravamiento
de su estado de descompensación, y posible deceso de uno de ellos, y
porque el Fiscal instructor negó lugar a la solicitud de rendición de
prueba planteada conforme a lo prescrito en el artículo 132.
Por consiguiente, ha de reabrirse el sumario, determinar el grado
de responsabilidad de la inculpada y las circunstancias modificatorias
de responsabilidad que concurran en el caso.

139.6) CIRCULAR Nº 81, DE 1967

Es conveniente que los Fiscales sumariantes, al proceder a evacuar los


informes, dictámenes o vistas con que concluyen su labor investigado-
ra, determinen en dichas piezas sumariales las sumas de dinero en que
se ha comprometido el patrimonio fiscal o del respectivo servicio, con
el objeto de que esta Contraloría General pueda formular a los incul-
pados los cargos pecuniarios correspondientes en el momento de co-
nocer del expediente y posibilitar de este modo el descuento de esas
cantidades de los beneficios que pudieren corresponderles a los res-
ponsables.

139.7) DICTAMEN Nº 13.346, DE 1990

No existe disposición alguna que establezca la obligación de otorgar


al sumariado copia del informe emitido por el Fiscal instructor de un
sumario administrativo.
En estas condiciones, no cabe sino desestimar la reclamación for-
mulada por el afectado en contra del Fiscal por no haberle propor-
cionado la copia solicitada.
(Con todo, cabe tener presente que la LBPA, Nº 19.880, de 2003,
en su artículo 16, consagra el Principio de la Transparencia y de Pu-
blicidad, señalando en su inciso 2º que “Salvo las excepciones estable-
cidas por la ley o el reglamento, son públicos los actos administrativos
de los órganos de la Administración del Estado y los documentos que
le sirvan de sustento o complemento directo o esencial”, reiterando
así lo dispuesto anteriormente por el artículo 13, incisos 2º y 3º, de la
LOCBGAE; y consagrando, asimismo, en su artículo 17, letra a), como
Derecho de las Personas, “Conocer, en cualquier momento, el estado
de la tramitación de los procedimientos en que tengan la condición
de interesados, y obtener copia autorizada de los documentos que ro-
lan en el expediente”.
Estas normas han cobrado mayor importancia aun en nuestro De-
recho luego de la entrada en vigencia de la Ley Nº 20.050, de 2005,

1013
ARTÍCULO 139

de reforma constitucional, que incorporó a la Carta Política un nue-


vo artículo 8º, cuyo inciso 2º fue más categórico todavía que los textos
anteriores, pues exigió ley de quórum calificado para establecer la re-
serva o secreto de los actos “de los órganos del Estado”, de sus funda-
mentos y de los procedimientos que utilicen, descartando que esa
reserva o secreto pudiera establecerse por reglamento o por instruc-
ciones superiores, como lo admitía el Estatuto Administrativo.
Expresa este artículo: “Son públicos los actos y resoluciones de los
órganos del Estado, así como sus fundamentos y los procedimientos
que utilicen. Sin embargo, sólo una ley de quórum calificado podrá
establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la publi-
cidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de dichos ór-
ganos, los derechos de las personas, la seguridad de la Nación o el
interés nacional.”)

139.8) DICTÁMENES NOS 156, DE 1990; 30.410 Y 32.919, DE 1995

En un sumario administrativo no cabe ordenar a un particular que re-


integre la cantidad en que se estiman los daños causados a un ente pú-
blico a raíz de un accidente producido al interior de sus recintos, por
cuanto no hay norma alguna que permita dictar esa orden de reinte-
gro a una persona ajena a los cuadros de la Administración (156/90).
Tampoco es procedente ordenar este reintegro a un funcionario
que hubiere causado un daño a la Administración, porque la respon-
sabilidad pecuniaria o civil de los empleados públicos sólo puede ha-
cerse efectiva por los tribunales ordinarios o por el juzgado de cuentas.
Es improcedente, pues, hacerlo por disposición de la autoridad
administrativa a través de un descuento de remuneraciones que se con-
sidere por la Administración equivalente al daño causado, ya que no
existe norma alguna que autorice dictar esa orden y las remuneracio-
nes de los empleados no admiten más descuentos que los expresamen-
te autorizados por la ley, según lo establecido en el artículo 96 del
Estatuto Administrativo, entre los cuales no se encuentra consultado
este tipo de deducción (30.410 y 32.919/95).

139.9) DICTAMEN Nº 36.324, DE 1969

En conformidad con lo dispuesto por los artículos 84, Nº 3, del CPP, y


61, letra k), y 139, inciso 3º, del Estatuto Administrativo, los funciona-
rios públicos tienen la obligación de denunciar a la justicia ordinaria,
en la oportunidad debida, los crímenes o simples delitos de que to-
men conocimiento en el ejercicio de sus funciones o con ocasión de
la instrucción de un sumario o una investigación.

1014
ARTÍCULO 140

En consecuencia, si en la instrucción de un sumario, el Fiscal esti-


ma que los hechos que investiga pueden configurar un delito, debe efec-
tuar la denuncia respectiva ante el tribunal competente –sin perjuicio
de consignar en la vista fiscal la exigencia que le impone el artículo 139,
inciso 3º–, a menos que le conste que ya ha sido hecha por otro funcio-
nario o autoridad administrativa, pues en tal caso debe entenderse que
ha cesado su obligación por haberse cumplido la finalidad perseguida
por los preceptos legales citados.
De darse esta situación, el Fiscal debe dejar constancia en el su-
mario de no haber hecho la denuncia por efecto de esta precisa cir-
cunstancia.

Artículo 140. Emitido el dictamen, el fiscal elevará los anteceden-


tes del sumario al jefe superior de la institución, el Secretario Re-
gional Ministerial o el Director Regional de servicios nacionales
desconcentrados, según el caso, quien resolverá en el plazo de
cinco días, dictando al efecto una resolución en la cual absolve-
rá al inculpado o aplicará la medida disciplinaria, en su caso. Tra-
tándose de la medida de destitución, los antecedentes se elevarán
a la autoridad facultada para hacer el nombramiento.
No obstante, la autoridad correspondiente podrá ordenar
la realización de nuevas diligencias o la corrección de vicios
de procedimiento, fijando un plazo para tales efectos. Si de
las diligencias ordenadas resultaren nuevos cargos, se notifi-
carán sin más trámite al afectado, quien tendrá un plazo de
tres días para hacer observaciones.
Ningún funcionario podrá ser sancionado por hechos que
no han sido materia de cargos.
La aplicación de toda medida disciplinaria deberá ser no-
tificada al afectado.

Interpretación

LA REMISIÓN DEL EXPEDIENTE A LA AUTORIDAD


SANCIONADORA

140.1) DICTAMEN Nº 66.483, DE 1975

El artículo 140 del Estatuto Administrativo regula aquella situación que


se produce cuando el Fiscal, luego de haber agotado la etapa de in-

1015
ARTÍCULO 140

vestigación, de formular cargos y recibir descargos, ha emitido el dic-


tamen o vista fiscal en que propone la absolución o la sanción a uno
o más de los inculpados y procede a remitir, por oficio, el expediente
sumarial a la autoridad llamada a aplicar la medida disciplinaria.

140.2) DICTAMEN Nº 9.633, DE 1983

La circunstancia de que el Fiscal instructor remita el expediente a una


autoridad administrativa distinta de la competente, no configura una
irregularidad, atendido lo previsto en el artículo 144, para dejar sin
efecto el procedimiento seguido, como se concluyó por dictámenes
Nos 31.225, de 1978, y 39.826, de 1980, los que se dejan sin efecto.

140.3) DICTÁMENES NOS 467, DE 1964; 16.817, DE 1965; 4.830, DE 1983;


8.353, 8.355 Y 24.271, DE 1992

Si el empleado sometido a sumario ha cesado en funciones en su ser-


vicio de origen y se ha incorporado a otro sin mediar un día de inte-
rrupción, corresponde al jefe superior del servicio sumariante resolver
la situación disciplinaria sancionando o absolviendo al inculpado, y al
jefe superior del segundo servicio aplicar lo resuelto por aquél (467/
64, 8.353 y 24.271/92), a menos que el sumario esté pendiente de tra-
mitación, caso en el cual deberá remitírsele al actual jefe superior del
funcionario para que, en ejercicio de sus potestades punitivas, deter-
mine lo que correspondiere (8.355/92).
Ello aun cuando el empleado, en el nuevo servicio, haya pasado
a regirse por las disposiciones del Código del Trabajo (16.817/65,
4.830/83).

TITULARIDAD DE LA POTESTAD DISCIPLINARIA

140.4) M IGUEL HORMAZÁBAL GÓMEZ CONTRA CONTRALORÍA GENERAL


DE LA R EPÚBLICA, CONTRALOR REGIONAL DE LA XI REGIÓN DE AYSÉN,
C ORTE DE APELACIONES DE COYHAIQUE, PROTECCIÓN, 28 DE ABRIL DE
1998, ROL Nº 8-98, CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
EL 25 DE MAYO DE 1998, ROL Nº 1.462-98

Sexto: Cabe hacer notar y como puede desprenderse de la simple lectu-


ra del dictamen objetado, que éste no se limita a hacer simples obser-
vaciones, alcances o reparos formales respecto al decreto dictado –por
la autoridad–, que sólo hizo uso de sus atribuciones, sino que está exi-
giendo, imponiendo, obligando a ésta a adoptar una decisión adminis-
trativa distinta a la ya dictada y que sólo a esta última le compete, puesto

1016
ARTÍCULO 140

que, como se dijo, le requiere perentoriamente exonere del cargo al


recurrente constriñendo a la autoridad a adoptar esta medida de inme-
diato y a comunicar a Contraloría que la infracción ha sido subsanada
y remitirle un decreto en tal sentido para luego expresarle que en caso
de no procederse como dicho organismo lo exige se procederá a adop-
tar las medidas correspondientes, lo que indudablemente, a juicio de
estos sentenciadores, no es posible aceptar, por cuanto dicha exigencia
emanada de la Contraloría Regional importa una vulneración a la ga-
rantía constitucional del derecho de propiedad, ya que es evidente que
significa una amenaza concreta y cierta al empleo que el recurrente ac-
tualmente ostenta, lo que en el hecho significará privarlo de tal bien
sin que exista causal legal declarada para ello.
Séptimo: Que en los términos que se han señalado, mediante dicta-
men Nº 2.408, el señor Contralor ha incurrido en ilegalidad y arbitrarie-
dad, perturbando y amenazando las garantías constitucionales del
recurrente en cuanto al debido proceso, asegurado en el artículo 19, Nº 3º,
de la Carta Fundamental, al pretender invalidar una resolución dictada
por autoridad competente que falla un sumario administrativo seguido
en un proceso regular y legal en cuanto a sus trámites esenciales y, ade-
más, como ya se dijo, constituye también una amenaza para su derecho
de goce de su empleo en tanto cumpla debidamente sus obligaciones fun-
cionarias, que le garantiza el artículo 19, Nº 24º, de la CPR (por lo que se
deja “sin efecto el oficio Nº 2.408, de 1997, de la Contraloría Regional de
Aysén, sólo en aquella parte en que ordena a la autoridad que remita un
nuevo decreto modificando” el anterior en los términos antes reseñados).

140.5) DICTAMEN Nº 13.734, DE 1999

Si la autoridad que se halla investida de la potestad disciplinaria ha


delegado la facultad de instruir sumarios y aplicar medidas disciplina-
rias al personal de su dependencia, es improcedente que ella resuelva
la sanción aplicable a ese personal en un caso concreto, porque de
acuerdo con lo previsto por el artículo 41, letra e), de la LOCBGAE el
delegante no puede ejercer la competencia delegada sin revocar pre-
viamente la delegación dispuesta.

LA RESOLUCIÓN QUE APLICA LA MEDIDA DISCIPLINARIA

140.6) DICTÁMENES NOS 27.925, DE 1964; 27.229, DE 1983; 5.154 Y


23.130, DE 1990; 12.813, DE 1992

Los sumarios administrativos y las investigaciones sumarias en los cua-


les se haya comprobado la existencia de responsabilidad administrati-
va, deben concluir con la aplicación de alguna de las medidas

1017
ARTÍCULO 140

disciplinarias que taxativamente señala el artículo 121 del Estatuto Ad-


ministrativo, a la o las personas inculpadas, mediante una resolución
dictada por la autoridad de aquellas indicadas en el artículo 140 que
lo hubiere ordenado incoar.

140.7) DICTAMEN Nº 68.112, DE 1962

Las conclusiones alcanzadas en la Vista Fiscal no son obligatorias para


la autoridad que debe pronunciarse sobre el sumario administrativo,
pues dicha autoridad debe atenerse al mérito del sumario y decidir
conforme a él sobre la absolución o castigo que procediere.
Ello, a menos que la ley señale una sanción específica para la fal-
ta acreditada, caso en el cual debe aplicarse precisamente esa medida
al funcionario infractor.

140.8) DICTÁMENES NOS 18.079, DE 1962; 27.526, DE 1983; 20.367,


DE 1990; 37.776, DE 1996

Es útil hacer presente que un proceso sumarial ha de ser afinado le-


galmente a través de un solo documento de término, resguardándose
así el principio de unidad a que deben someterse los procedimientos
administrativos (27.526/83).
Es principio básico del procedimiento administrativo disciplinario que
los sumarios se afinen en un solo acto terminal. La resolución que se pro-
nuncia sobre el recurso interpuesto por el funcionario en contra de la me-
dida disciplinaria de multa, es un mero antecedente que debe agregarse
al proceso, pero no someterse a toma de razón (20.367/90). Igual cosa
cabe decir de los incidentes de implicancias y recusaciones (18.079/62).
Cuando diversos sumarios ordenados por una misma autoridad,
afectan a un mismo funcionario y se encuentran simultáneamente en
etapa resolutiva, basta la dictación de un solo acto administrativo que
se pronuncie sobre todos ellos, sin necesidad de dictar resoluciones
separadas para cada expediente (37.776/96).

140.9) DICTÁMENES NOS 27.925, DE 1964; 5.154 Y 23.130, DE 1990;


10.709 Y 18.463, DE 1992; 26.196, DE 1993; 32.919, DE 1995; 41.363,
DE 1997

La resolución sancionadora, en cuanto acto administrativo terminal


de un procedimiento administrativo, se rige por la ley vigente al mo-
mento de su emisión (5.154/90), debe individualizar claramente a los
sancionados (12.813/92), indicar la fuente legal en que se basa

1018
ARTÍCULO 140

(27.925/64), ordenar expresamente su toma de razón (23.130/90),


disponer su anotación en la hoja de vida del funcionario (10.709/92)
y su archivo (26.196/93), previa notificación conforme a lo prescrito
por el artículo 131 del Estatuto Administrativo (18.463/92).
No puede darse curso a la resolución que aplica una medida discipli-
naria si se ha omitido formular previamente los respectivos cargos
(32.919/95) o notificarla al afectado en la forma prevista por el artículo
131. La notificación es un trámite esencial dentro del proceso disciplina-
rio, porque permite al inculpado tomar conocimiento de una resolución
e interponer los recursos que le franquea el artículo 141 (41.363/97).
(Esta resolución es la primera que la autoridad sancionadora dic-
ta en el sumario, ya que pueden recaer en él dos nuevas resoluciones,
según el curso que siga el procedimiento.
Así, para decidir los recursos que deduzca el afectado, tanto la au-
toridad que ordenó instruir el procedimiento como su superior jerár-
quico, en caso de haberse deducido apelación en subsidio, deberán
dictar, cada uno de ellos, nuevas resoluciones pronunciándose sobre
esos recursos, las que serán internas dentro del sumario, a menos que
sustituyan la medida antes aplicada y pasen a ser la resolución final o
resolución de término del sumario.
Esta resolución terminal debe cumplir con los requisitos antes se-
ñalados por la jurisprudencia para la primera resolución punitiva y ser
dictada por la autoridad llamada por la ley a aplicar la medida disci-
plinaria o su superior jerárquico.
Todas estas resoluciones deben ser notificadas en la forma previs-
ta en el artículo 131.
El acto castigo terminal debe remitirse a la Contraloría General
para su toma de razón y registro, conforme a lo concluido en los dic-
támenes Nos 23.130, de 1990, y 10.709, de 1992, ya citados en este mis-
mo párrafo.)

140.10) DICTAMEN Nº 17.790, DE 1990

La medida disciplinaria debe ser impuesta por la autoridad que orde-


nó instruir el sumario. Si así no ocurre, la resolución de castigo no
puede sanearse por la convalidación posterior de la autoridad con po-
der disciplinario, porque se trata del acto terminal de un sumario y
necesariamente debe emitirse con estricta sujeción a la ley.
Por ello, es nula la medida disciplinaria aplicada por el Director
de Servicio de Salud que había delegado el ejercicio de esta atribu-
ción en el Director de un establecimiento hospitalario, lo que obliga
a reabrir el sumario.
En su caso, el funcionario separado por esta medida ilegal tiene de-
recho al pago íntegro de sus remuneraciones y a reincorporarse al servi-
cio hasta la notificación de una nueva medida expulsiva, si procediere.

1019
ARTÍCULO 140

140.11) DICTAMEN Nº 28.137, DE 1977

El servicio público en que han ocurrido las irregularidades es el lla-


mado a instruir, tramitar y emitir la resolución de término del suma-
rio correspondiente.
Cuando este proceso termina con la aplicación de una multa a un
empleado titular, la resolución debe ponerse en conocimiento del ha-
bilitado del servicio en que el funcionario se desempeña, a fin de que
proceda a materializar la sanción considerando las remuneraciones de
que gozaba el día en que se le notificó la resolución de multa total-
mente tramitada por la Contraloría General de la República.

140.12) CIRCULAR Nº 81, DE 1967

Dada la naturaleza de las sanciones administrativas, no es posible po-


ner término a un sumario por la vía de disponer el archivo del expe-
diente, ni dejar por un tiempo indefinido pendiente su decisión sin
un pronunciamiento definido y expreso de la autoridad competente
que deje a firme esta clase de procedimientos.

140.13) DICTÁMENES NOS 9.883, DE 1994; 22.100, DE 1998

Las resoluciones que aplican medidas disciplinarias, así como las que
disponen un sobreseimiento o absolución en un procedimiento disci-
plinario, deben remitirse a la Contraloría General de la República para
su toma de razón (9.883/94).
Si en la investigación que ha de instruirse para determinar la res-
ponsabilidad administrativa de un empleado regido por el Código del
Trabajo, aparece involucrado un funcionario afecto al Estatuto Admi-
nistrativo, el procedimiento debe proseguirse conforme a las normas
de los sumarios que contiene la Ley Estatutaria.
En este caso, la resolución que afina el sumario debe hacer ex-
presa mención del resultado del sumario respecto del personal regi-
do por el Código del Trabajo, al cual se le aplican los artículos 160 y
168 de ese Código (22.100/98).

140.14) DICTAMEN Nº 22.327, DE 1995

Una vez recibida en el servicio luego de su tramitación por la Contra-


loría General, la resolución que aplica la sanción debe ser notificada
al afectado y anotada en su hoja de vida.

1020
ARTÍCULO 140

LA FORMULACIÓN DE CARGOS ES UN TRÁMITE ESENCIAL

140.15) DICTÁMENES NOS 21.815, DE 1983; 29.537, DE 1989; 9.883,


DE 1994

La formulación de cargos es un trámite obligatorio cuando a juicio


del Fiscal instructor le asiste responsabilidad a algún funcionario en
los hechos investigados.
Si no se formulan cargos, se deja a los procesados en la indefen-
sión (21.815/83).
La no formulación de cargos, debiendo hacerse, obliga a reabrir
el sumario para practicar correctamente el trámite en que consiste
(29.537/89, 9.883/94).

140.16) DICTÁMENES NOS 23.461 Y 24.671, DE 1991; 33.336, DE 2001

La falta de formulación de cargos o su formulación tardía, después


de cerrado el sumario, es un vicio de procedimiento que atenta con-
tra el principio del debido proceso y obliga a ordenar su reapertura.
De acuerdo con el inciso 3º del artículo 140 del Estatuto Adminis-
trativo, ningún empleado puede ser sancionado por hechos que no han
sido materia de cargos, los que deben ser formulados en la etapa pro-
cesal que corresponde, esto es, hasta el cierre del sumario (23.461/91).
Es improcedente que una vez cerrado el sumario, formulados los
cargos y recepcionados los descargos, el Fiscal realice nuevas diligen-
cias –a menos que sean pedidas por el inculpado de acuerdo con lo
establecido en el artículo 138, inciso final–. Con todo, en caso de ser
necesario, deben ordenarse de acuerdo con lo dispuesto por el inciso
2º del artículo 140 (24.671/91).
Nada impide que una vez formulados, el Fiscal Instructor pueda
reformularlos con posterioridad, dándose las condiciones legales para
ello, pero en tal caso debe cumplir nuevamente con el respectivo trá-
mite de notificación y con el deber de abrir la etapa de descargos a
favor del inculpado (33.336/01).

140.17) D ICTÁMENES NOS 12.813, DE 1992; 24.525, DE 1997

La formulación de cargos es una diligencia procesal indispensable den-


tro de un sumario, pues tiende a asegurar el derecho a defensa del
inculpado (12.813/92).
Procede devolver sin tramitar la resolución sancionadora dictada
en un sumario con omisión de la formulación de cargos al inculpado
(24.525/97).

1021
ARTÍCULO 140

LA NOTIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN QUE APLICA LA


MEDIDA DISCIPLINARIA

140.18) DICTÁMENES NOS 1.947, DE 1990; 41.363, DE 1997

La notificación constituye un trámite esencial de los sumarios admi-


nistrativos, por cuanto es la única vía que permite al afectado tomar
conocimiento oficial de los hechos que se le imputan y defenderse de
ellos, conforme a los principios del debido proceso.
Su no cumplimiento válido, vicia el proceso disciplinario.

140.19) D ICTÁMENES NOS 18.463, DE 1992; 17.756, DE 1993

La notificación de la resolución sancionadora debe practicarse en la


forma dispuesta por el artículo 131 del Estatuto Administrativo.

140.20) D ICTAMEN Nº 4.322, DE 1998

Cuando la ley establece la vigencia de una resolución dentro de un


número determinado de días de despachada una carta certificada, está
estableciendo una presunción legal, que, como tal, admite prueba en
contrario, al tenor de lo dispuesto por el artículo 47 del CC .
Acreditado el hecho de que por un atraso en el despacho de la
Empresa de Correos, el interesado o afectado realmente recibió en
su domicilio la carta certificada de notificación varios días después del
término legal, cabe concluir que la notificación se perfeccionó en la
fecha acreditada por el interesado y no en la que establece la ley en
forma presuntiva, de modo que los plazos pendientes han de empe-
zar a correr desde ese día.

140.21) DICTAMEN Nº 17.756, DE 1993

Una vez dictado el acto castigo, debe ser notificado al afectado para
permitirle interponer el recurso de reposición regulado por el artícu-
lo 141 del Estatuto Administrativo.

140.22) DICTÁMENES NOS 20.466, DE 1990; 2.887, DE 1993

La Contraloría General no puede dar curso a una resolución que aplica


una medida disciplinaria, si se ha omitido notificarla previamente al
afectado, porque esta omisión le impide deducir el recurso de reposi-
ción que le franquea la Ley Estatutaria.

1022
ARTÍCULO 140

140.23) D ICTÁMENES NOS 45.391, DE 1960; 87.883, DE 1965; 49.610,


DE 1968

La notificación de la medida disciplinaria es una actuación adminis-


trativa que tiene por objeto afinar internamente la tramitación del res-
pectivo acto castigo, haciéndolo entrar en vigencia.
La notificación que adolece de vicios no anula el sumario ni la
medida disciplinaria, si el afectado ha tomado conocimiento de ella
oportunamente por otros medios cabales (87.883/65).

IRREVOCABILIDAD DE LAS MEDIDAS DISCIPLINARIAS

140.24) DICTAMEN Nº 70.493, DE 1969

Los decretos y resoluciones que aplican medidas disciplinarias, por


constituir actos terminales de un proceso reglado, una vez dictados y
totalmente tramitados se hacen irrevocables y no pueden ser modifi-
cados o extinguidos por la autoridad administrativa basada en consi-
deraciones de mérito u oportunidad, sino sólo por la vía de que
acreditar que padecen de un vicio de ilegalidad.

INVALIDACIÓN DE LAS MEDIDAS DISCIPLINARIAS

140.25) D ICTAMEN Nº 4.113, DE 1986

La jurisprudencia ha sostenido, entre otros dictámenes en el Nº 70.493,


de 1969, que los decretos y resoluciones que aplican medidas discipli-
narias, por constituir actos terminales de un proceso reglado, se ha-
cen irrevocables una vez dictados y tramitados totalmente, de manera
que no pueden ser modificados por la autoridad administrativa, salvo
por causal de ilegalidad, sea que el vicio de que adolece sea espontá-
neamente advertido por el órgano emisor del acto, sea que la irregu-
laridad sea representada por el afectado.
Esta posibilidad de recurrir ante la autoridad solicitando la reconsi-
deración de la medida disciplinaria es un recurso administrativo consa-
grado de antiguo por la jurisprudencia, v. gr., en los dictámenes Nos 16.604,
de 1960, y 14.024, de 1981, que entiende que por basarse en el derecho
de petición que garantiza la CPR no requiere de texto expreso que lo es-
tablezca, siendo siempre procedente, y que su efecto propio es el de obli-
gar a la autoridad que recibe la solicitud a pronunciarse sobre ella dentro
de los poderes o facultades que le confiere la ley.
(En la actualidad, este criterio está legislado en estos términos.
Primero lo estuvo en la LOCBGAE, artículo 10, desde el año 1986, y

1023
ARTÍCULO 140

enseguida, en materia disciplinaria administrativa en el artículo 141,


letra a), del Estatuto Administrativo, que estableció el recurso de re-
posición.)

140.26) D ICTÁMENES NOS 16.604, DE 1960; 91.355, DE 1965

Son invalidables, esto es, anulables por vicio de ilegalidad, tanto los
actos trámites cuanto los actos terminales, sea de oficio o a petición
de parte, no siendo procedente admitir su revocación, o sea, su extin-
ción por simples razones de conveniencia u oportunidad (16.604/60,
91.355/65).
La impugnación debe dirigirse contra el acto definitivo o termi-
nal, es decir, contra el decreto o resolución que aplicó la medida dis-
ciplinaria y ante la autoridad que dictó dicho decreto o resolución
(16.604/60).

140.27) DICTAMEN Nº 10.500, DE 1971

La jurisprudencia ha tenido oportunidad de manifestar en forma rei-


terada y uniforme que la autoridad administrativa se encuentra en el
deber de invalidar sus actos emitidos con violación de las normas pre-
establecidas, ya que existe un interés general comprometido en el res-
tablecimiento del orden jurídico alterado por los actos que adolecen
de vicios.

LA REAPERTURA DE UN SUMARIO ADMINISTRATIVO

140.28) DICTÁMENES NOS 63.825, DE 1962; 56.047, DE 1963; 94.569, DE


1965; 11.025 Y 13.346, DE 1990; 14.120, DE 1993

La reapertura de un sumario puede ordenarse mientras se encuentre


en tramitación o luego de aplicada la medida disciplinaria.
Mientras se encuentra en tramitación el proceso disciplinario, la
autoridad llamada a aplicar la medida disciplinaria puede ordenar que
se reabra el sumario para completar trámites, allegar antecedentes o
salvar cualquiera irregularidad que a su juicio se haya producido du-
rante la tramitación, como lo ordena en la actualidad el artículo 143.
Con posterioridad a la aplicación de la medida disciplinaria, la ju-
risprudencia ha admitido de antiguo que pueda ordenarse la reaper-
tura del sumario a petición fundada de parte, para revisar lo actuado,
a fin de establecer si los antecedentes considerados en el sumario ado-
lecen de alguna irregularidad que obligue a modificar la determina-

1024
ARTÍCULO 140

ción anterior. En este caso, corresponde a la autoridad administrativa


que aplicó la sanción pronunciarse sobre la reapertura y la posible in-
validación de la sanción disciplinaria antes aplicada (56.047/63).
La reapertura de un sumario afinado no implica necesariamente
la modificación de la sanción impuesta al afectado (13.346/90).
(Véase al respecto la jurisprudencia citada en el artículo 120.)

140.29) D ICTÁMENES NOS 63.825, DE 1962; 14.120, DE 1993

La reapertura de un sumario administrativo corresponde disponerla


–a la autoridad que ejerce la potestad disciplinaria– (13.346/90).
Para dar curso a la solicitud de reapertura, es necesario que el afec-
tado base su petición en antecedentes nuevos, no ponderados en el
curso del proceso anterior y que sean de tal entidad que su conside-
ración llevaría a alterar sustancialmente el criterio que se adoptó en
el sumario ya afinado (11.025/90).
El peticionario debe acreditar fehacientemente que al momento de
aplicar la medida disciplinaria se incurrió en un error de hecho esen-
cial o invocar hechos nuevos de tal entidad que pudieren alterar sus-
tancialmente lo resuelto por la autoridad sancionadora (14.120/93).
Para que proceda la reapertura de un sumario administrativo es
necesario que se acredite en forma fehaciente que al momento de apli-
car la sanción se incurrió en un error de hecho esencial o bien que
se aleguen hechos nuevos, no ponderados en el curso del proceso, y
que sean de tal entidad que al tomarse en cuenta pueden alterar sus-
tancialmente lo resuelto por la autoridad sancionadora.
Las reaperturas de sumario pueden ser múltiples, existiendo ra-
zones suficientes para disponerlas. No se encuentran limitadas en nú-
mero (63.825/62).

140.30) DICTAMEN Nº 13.649, DE 1999

Al conocer y pronunciarse en una reapertura de sumario, no puede


entenderse que el Fiscal haya perdido la imparcialidad y objetividad
por haber sustanciado el anterior sumario administrativo.

140.31) DICTAMEN Nº 39.133, DE 1994

El hecho de no haberse agregado al expediente sumarial los documen-


tos acompañados a sus descargos por el inculpado como fundamento
de su defensa, es una irregularidad que corresponde subsanar median-
te la reapertura del sumario, puesto que eventualmente esa omisión

1025
ARTÍCULO 141

pudo producirle indefensión, al impedir que tales antecedentes fue-


ran ponderados en las instancias revisoras.

140.32) DICTAMEN Nº 47.377, DE 1969

Se ajusta a derecho la invalidación de un decreto de destitución basa-


do en la ausencia injustificada del funcionario a sus labores, cuando en
el sumario de reapertura se acredita que presentó oportunamente la
renuncia voluntaria a su cargo y que el servicio extravió el documento.

Artículo 141. En contra de la resolución que ordene la aplica-


ción de una medida disciplinaria, procederán los siguientes
recursos:
a) De reposición, ante la misma autoridad que la hubiere
dictado, y
b) De apelación, ante el superior jerárquico de quien im-
puso la medida disciplinaria.
El recurso de apelación sólo podrá interponerse con el
carácter de subsidiario de la solicitud de reposición y para el
caso que ésta no sea acogida.
Los recursos deberán ser fundados e interponerse en el
plazo de cinco días, contado desde la notificación, y deberán
ser fallados dentro de los cinco días siguientes.

Interpretación

ANTECEDENTES

141.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

(Corresponde al texto propuesto por el Ejecutivo) con las modifica-


ciones que se detallan a continuación.
Se eliminó el recurso de apelación ante el Tribunal Contencioso-
Administrativo, por las razones expuestas en el Nº 7 de la letra B, de
este capítulo. (Este número Nº 7 se inserta en el párrafo siguiente.)
Se agregó un nuevo inciso segundo, que establece que el recurso
de apelación podrá interponerse sólo con el carácter de subsidiario
de la solicitud de reposición y en el caso de que ésta no sea acogida.

1026
ARTÍCULO 141

141.2) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

JURISDICCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA

El proyecto del Ejecutivo consideraba la posibilidad de recurrir a los


Tribunales Contencioso-Administrativos por parte de los funcionarios,
con el fin de resolver los reclamos que éstos presentaren en caso de
disconformidad con las resoluciones de la autoridad administrativa.
La Comisión Conjunta eliminó toda referencia a los Tribunales
Contencioso-Administrativos por dos razones fundamentales: en pri-
mer lugar, porque todas esas normas tenían carácter programático en
tanto el legislador no creara los mencionados Tribunales, situación que
es incierta y respecto de la cual existe discusión sobre el verdadero
alcance de las normas constitucionales pertinentes, en el sentido de
si es necesaria o no la creación de Tribunales especiales o bastaría la
creación de un “procedimiento” contencioso-administrativo; en segun-
do lugar, porque en tanto no se constituyeran los mencionados Tri-
bunales, la resolución de los conflictos pertinentes quedaba entregada
a la Contraloría General de la República, situación análoga a la ac-
tual (criterio que recoge el artículo 154).
En estas condiciones, se estimó más adecuado eliminar la referen-
cia a los señalados Tribunales y entregar a la Contraloría General de
la República el conocimiento de los reclamos de los vicios de legali-
dad que importaren la infracción de los derechos funcionarios, tal
como se expusiera con anterioridad.

EL ARTÍCULO 141 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

141.3) DICTAMEN Nº 3.575, DE 1996

El artículo 141 demuestra que la ley ha considerado la doble instan-


cia como un elemento propio y necesario en la tramitación de los su-
marios administrativos, en cuanto exigencia del debido proceso,
aunque al autorizar el recurso de apelación, se requiera, como supues-
to esencial, que exista un superior jerárquico, o sea, un vínculo jurí-
dico de subordinación o dependencia del órgano decisor respecto de
la autoridad revisora de segunda instancia, lo que no ocurre en toda
la orgánica de la Administración del Estado.
Así, aplicada una medida disciplinaria por un ministro de Estado,
la apelación subsidiaria ha de presentarse para ante el Presidente de
la República, a quien los ministros están subordinados jerárquicamen-
te, de acuerdo con lo previsto en los artículos 33 de la CPR y 23 y 40

1027
ARTÍCULO 141

de la LOCBGAE –lo que no ocurrirá, sin embargo, cuando la sanción


sea dispuesta por el jefe superior de un servicio descentralizado, que
no depende del Presidente de la República, sino que se relaciona con
él por un vínculo de supervigilancia o tutela, según lo dispuesto en
los artículos 29 y 36 de la LOCBGAE.

141.4) DICTÁMENES NOS 43.325, DE 1980; 21.104, DE 1995; 19.763,


DE 1996; 64.142, DE 2004

El Estatuto Administrativo, en su artículo 141, contempla el régimen


de recursos que consagra en contra de las medidas disciplinarias
(43.325/80).
Por lo mismo, no compete a la Contraloría General de la Repúbli-
ca conocer de las reclamaciones que se deduzcan en contra de un su-
mario, por no estar prevista esta posibilidad por la ley, que no admite
más trámites o instancias disciplinarias que los establecidos en dicho Es-
tatuto, cuyas disposiciones garantizan suficientemente el debido proce-
so y la defensa del afectado (21.104/95). Atendida esta circunstancia,
procede desestimar la reclamación interpuesta por un afectado basán-
dose en el artículo 154 de la ley estatutaria (19.763/96).
Sin perjuicio de mantener esta tesis y de reconocer que los sumarios
administrativos son procesos específicamente reglados que no admiten
otros trámites o instancias que los previstos en la normativa estatutaria, la
Contraloría General ha concluido que los funcionarios que se vean afec-
tados por un procedimiento disciplinario pueden hacer uso del derecho
de petición que consagra la CPR, mediante el derecho de reclamo que
franquea a ellos el artículo 160 del Estatuto Administrativo, en tanto y en
cuanto considera a este recurso como una extensión de la garantía cons-
titucional de hacer presentaciones a la autoridad constituida sobre cual-
quier asunto de interés público o privado, sin otra limitación que la de
proceder en términos respetuosos y convenientes, permitiéndole en este
caso ejercer de oficio sus facultades de control de legalidad de los actos
de la Administración (64.142/04).

141.5) DICTÁMENES NOS 38.894, DE 1988; 7.034, DE 1996

El artículo 10º de la LOCBGAE, al establecer los recursos administrati-


vos de reposición y jerárquico, ha perseguido consagrar un resguardo
mínimo para garantizar que las personas no queden desprotegidas
frente a las resoluciones de la autoridad que pudieren afectarlas.
Como el Estatuto Administrativo contiene todos los elementos ne-
cesarios para configurar un debido proceso y garantizar la adecuada
defensa de los inculpados, no puede sino concluirse que dicho artícu-

1028
ARTÍCULO 141

lo 9º no tiene cabida en los sumarios, desde el momento que en esta


clase de procesos se encuentran debidamente resguardados los dere-
chos de los inculpados (38.894/88).
A juicio de la Contraloría General de la República las normas que
regulan la tramitación de los sumarios contienen todos los elementos
necesarios para configurar un debido proceso y asegurar la adecuada
defensa de los inculpados, correspondiéndole precisamente a ella exa-
minar su aplicación al tomar razón del decreto o resolución que apli-
ca la medida disciplinaria (7.034/96).

141.6) DICTÁMENES NOS 20.913, DE 1992; 11.207, DE 1993

Notificado el decreto o resolución que aplica la sanción, corresponde


a la autoridad que aplicó la medida disciplinaria conocer y resolver,
dando lugar o denegando la reposición interpuesta por el afectado
en contra de ese acto.
Si niega lugar a la reposición, no es necesario que dicte otro de-
creto o resolución que así lo establezca; basta con dejar constancia en
el expediente del no ha lugar.
Si da lugar a la reposición, y en consecuencia modifica su ante-
rior decisión, debe dictar un nuevo decreto o resolución que materia-
lice esta determinación, notificándola al afectado.

141.7) DICTAMEN Nº 6.108, DE 1997

Acogida la reposición, debe dictarse un nuevo decreto o resolución


que formalice lo que se ha dispuesto por la autoridad.
Esta resolución debe enviarse a la Contraloría General para que
siga su tramitación normal. No es necesario remitir a toma de razón
el decreto o resolución anterior, pues constituye un documento inter-
no del respectivo sumario, que en tal carácter rola en el expediente
como una pieza más del procedimiento instruido.

141.8) DICTAMEN Nº 1.086, DE 2001

Denegada la reposición y deducida apelación en subsidio, deben ele-


varse los autos a conocimiento del superior jerárquico correspondiente,
quien puede modificar la medida disciplinaria aplicada en primera
instancia, sea disminuyéndola o aumentándola.
(Una vez resuelta la apelación, el superior debe devolver los au-
tos a primera instancia para que se dicte la decisión que ejecute lo
por él resuelto, de conformidad con lo establecido en el artículo 142.)

1029
ARTÍCULO 141

141.9) DICTAMEN Nº 21.139, DE 1990

La resolución de los recursos constituye una actuación procesal inter-


na del sumario que reviste el carácter de un antecedente más del le-
gajo sumarial que debe remitirse a la Contraloría General para la toma
de razón del acto formal que aplique la medida disciplinaria.

141.10) DICTÁMENES NOS 9.339, DE 1995; 21.797, DE 2002

Al notificar el decreto o resolución que aplica una medida disciplina-


ria, la autoridad administrativa no sólo debe acompañar copia de ese
acto, sino, además, señalar que el afectado tiene derecho a interpo-
ner el recurso de reposición apelando en subsidio.
Si no se consigna el derecho a apelar en subsidio se coloca al fun-
cionario en un estado de indefensión que le impide ejercer los recur-
sos que franquea la ley.

141.11) D ICTAMEN Nº 7.184, DE 1995

Aplicada una medida disciplinaria de destitución que luego es dejada


sin efecto por la vía de la apelación, la funcionaria que había cesado
en funciones tiene derecho a ser reincorporada en el mismo cargo
que servía o en otro de igual jerarquía, sin considerar los posibles as-
censos que hubiere podido alcanzar en el tiempo intermedio.
Ello, porque para ascender, el empleado requiere acreditar, al
momento de la promoción, determinados requisitos, según lo dispues-
to por el artículo 55 del Estatuto Administrativo, de modo que bien
pudo la afectada, aun estando en servicio activo, carecer de dichos re-
quisitos, que se acreditan caso por caso, y por ende no haber estado
en condiciones de ascender.
Esta reincorporación no da derecho a percibir las remuneracio-
nes no pagadas durante el período de desvinculación del servicio, por
haber mediado causa plausible que justificó la aplicación de la medi-
da disciplinaria de destitución, de manera que no existe un caso for-
tuito que justifique, por ese lapso, la percepción de remuneraciones
por parte de la empleada destituida y enseguida reincorporada.

141.12) DICTAMEN Nº 37.040, DE 1995

La interesada a quien se acogió la apelación deducida en contra de la


resolución de destitución, no tiene derecho a percibir remuneracio-
nes durante el tiempo que estuvo alejada del servicio, porque, por una

1030
ARTÍCULO 141

parte, en ese lapso no medió un desempeño efectivo de funciones y,


por la otra, la aplicación de la medida disciplinaria obedeció al méri-
to de los antecedentes que arrojaba el procedimiento disciplinario, de
manera que no puede calificarse de caso fortuito el efecto producido
por un acto que se ajustó a la ley.

141.13) D ICTÁMENES NOS 18.239, DE 1990; 734, DE 1992; 2.621,


DE 1993; 2.190, DE 1995; 19.763, DE 1996; 64.142, DE 2004

Conforme a la Ley Estatutaria, las medidas disciplinarias establecidas


en su artículo 121 no son recurribles ante la Contraloría General de
la República, ya que tanto el recurso de reposición cuanto el de ape-
lación deben entablarse ante las autoridades expresamente señaladas
en el artículo 141 (18.239/90).
Respecto de las investigaciones sumarias y sumarios administrati-
vos no caben otros trámites o instancias distintos de los establecidos
en el artículo 141 (734/92).
Por lo mismo, tampoco procede respecto de ellas el recurso de
reclamo establecido en el artículo 160 del Estatuto Administrativo, ya
que no está contemplado entre los que el artículo 141 autoriza inter-
poner en contra de esas sanciones (2.621/93, 2.190/95, 19.763/96).
Con todo, la Contraloría General, en el trámite de toma de razón
o de registro de los decretos o resoluciones que aplican la medida dis-
ciplinaria, puede considerar como antecedente de la actitud que ha
de asumir ante ellos, las presentaciones que le hagan los afectados,
las que pueden llevarla a cursar o devolver el decreto o resolución en
trámite (15.477/93). Asimismo, si se recurre a ella en ejercicio del de-
recho de petición, se la habilita, aun en este caso, para ejercer de ofi-
cio sus facultades fiscalizadoras de la legalidad de los actos de la
Administración (64.142/04).

141.14) DICTÁMENES NOS 17.105, 21.139, 23.999 Y 24.000, DE 1990;


13.572, DE 2000

La toma de razón del decreto o resolución que aplica la medida disci-


plinaria es el último trámite del proceso disciplinario y deja a firme el
castigo impuesto a un funcionario.
Por consiguiente, tanto la notificación de la medida disciplinaria
como los recursos que se interpongan en contra de ella, deben que-
dar resueltos antes de enviarse los antecedentes a la Contraloría Ge-
neral para su control preventivo de legalidad (17.105/90, 13.572/00).
La resolución de los recursos constituye una actuación procesal in-
terna del sumario que reviste el carácter de un antecedente más del lega-

1031
ARTÍCULO 141

jo sumarial que debe remitirse a la Contraloría General para la toma de


razón del acto formal que aplique la medida disciplinaria (21.139/90).
Ello determina la necesidad de que al remitirse a Contraloría los de-
cretos o resoluciones que ponen término a los procesos disciplinarios,
deba adjuntarse a los antecedentes una certificación en que conste el he-
cho de haber transcurrido el plazo establecido por la ley para interponer
el recurso de reposición y el subsidiario de apelación y la circunstancia
de no haberse ejercido dentro del respectivo término legal. En caso con-
trario, debe acompañarse el expediente completo, incluyendo los recur-
sos deducidos y la decisión recaída en ellos (17.105/90).
Estos decretos o resoluciones deben contener entre sus anteceden-
tes la certificación en que conste el hecho de haber transcurrido los
plazos para recurrir y la circunstancia de no haberlo hecho el incul-
pado dentro del plazo legal (23.999/90).
Si el expediente se remite a la Contraloría General pendiente el
plazo de impugnación de la medida disciplinaria, ésta procederá a de-
volver los antecedentes al servicio de origen para que remedie esa in-
fracción procedimental (24.000/90).

141.15) DICTÁMENES NOS 15.961, DE 1995; 6.373, DE 1999

Los sumarios instruidos por personal de la Contraloría General de la


República no se rigen por las normas del Estatuto Administrativo, ra-
zón por la cual en ellos no se aplica el artículo 141.
Estos sumarios se rigen por la Ley Orgánica de la Contraloría Ge-
neral, Nº 10.336, de 1964, y por su respectivo reglamento, teniendo los
inculpados, según estas disposiciones, sólo el derecho a formular ob-
servaciones por escrito para ante el Contralor, en dos oportunidades:
– Cuando se les notifica la vista fiscal y
– Cuando se hace lo propio con la medida disciplinaria que el jefe
de la división respectiva propone al Contralor General de la Repúbli-
ca para su aprobación.
Corresponde a la autoridad de Administración activa aplicar la
medida disciplinaria que corresponda o absolver a los funcionarios de
su dependencia.

EL CÓMPUTO DEL PLAZO PARA REPONER Y APELAR

141.16) D ICTAMEN Nº 2.812, DE 1995

Por disposición del artículo 65, inciso 1º, del Estatuto Administrativo,
el día sábado no es laborable, lo que hace físicamente imposible cum-
plir ese día con una obligación administrativa.

1032
ARTÍCULO 142

Por ello corresponde realizarla el día hábil inmediatamente si-


guiente.
Reconsidera dictamen Nº 22.120, de 1994.

Artículo 142. Acogida la apelación o propuesta la aplicación


de una medida disciplinaria distinta, se devolverá la resolu-
ción correspondiente con el sumario, a fin de que se dicte
en el plazo de cinco días la que corresponda por la autori-
dad competente.

Interpretación

LA RESOLUCIÓN QUE AFINA EL SUMARIO, EFECTOS

142.1) CORRESPONDE A LA AUTORIDAD COMPETENTE –LA QUE


CORRESPONDA CONFORME AL ARTÍCULO 140– DICTAR Y ORDENAR LA
NOTIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN POR MEDIO DE LA CUAL EN DEFINITIVA
SE ABSUELVE O CASTIGA AL INCULPADO

El artículo 141 permite recurrir en contra del acto que aplicó la san-
ción mediante el recurso de reposición, pudiendo, en el mismo escri-
to, apelar en subsidio.
El artículo 142 regula una tercera fase interna del sumario den-
tro de esta etapa decisoria, cual es la de establecer la forma de proce-
der en el expediente una vez resuelta la apelación por el superior
jerárquico. Dispone al efecto que los autos sumariales han de volver a
la autoridad que aplicó la medida disciplinaria apelada, a fin de que
en el plazo de cinco días ésta ejecute lo decidido por el superior, dic-
tando la resolución que corresponda.
Esta resolución es el acto terminal del procedimiento y el que debe
enviarse a la Contraloría General de la República para su toma de ra-
zón y registro.

142.2) RESPECTO DE LA RESOLUCIÓN SANCIONADORA, VÉASE EL


ARTÍCULO 140, Y DE LOS RECURSOS , EL ARTÍCULO 141

142.3) DICTÁMENES NOS 16.604, DE 1960; 91.355, DE 1965

Como los actos reglados que dicta la Administración deben ejecutar-


se y perfeccionarse con sujeción a las reglas que precisamente señala

1033
ARTÍCULO 142

la ley, no es procedente disponer su revocación por causas de conve-


niencia u oportunidad, sino únicamente en razón de afectarles un vi-
cio de ilegalidad (91.355/65).
Los actos punitivos son invalidables dentro de ciertos límites, de
oficio por la autoridad que los dictó, o a petición de parte, mediante
recurso interpuesto ante la misma autoridad. Pueden atacarse median-
te este recurso tanto los actos terminales cuanto los actos trámites, pero
la impugnación debe dirigirse contra el acto terminal, esto es, contra
el decreto o resolución que aplica la medida disciplinaria y ante el ór-
gano que lo dictó (16.604/60).
(Véase, respecto de la revocación e invalidación de las medidas dis-
ciplinarias la jurisprudencia citada en el artículo 140.)

LA TOMA DE RAZÓN DE LA RESOLUCIÓN QUE APLICA


LA MEDIDA DISCIPLINARIA

142.4) DICTAMEN Nº 10.754, DE 1966

Una vez notificadas las medidas disciplinarias y resueltos los recursos


interpuestos, los sumarios deben enviarse a la Contraloría General de
la República para la toma de razón de los decretos o resoluciones que
aplican dichas medidas.

142.5) DICTÁMENES NOS 16.893, 23.999 Y 31.891, DE 1990; 30.016 Y


30.022, DE 1993

El sumario administrativo se afina administrativamente con el decre-


to o resolución que emite la autoridad administrativa luego de notifi-
carse las medidas disciplinarias y resolverse los recursos interpuestos,
proceso administrativo que con todos sus antecedentes debe remitir-
se a la Contraloría General para la toma de razón de los decretos o
resoluciones que materializan las sanciones disciplinarias (16.893/90),
acompañado, en su caso, de una certificación que acredite el hecho
de haber transcurrido el plazo de interposición de los recursos sin que
se hayan presentado (23.999/90).
El decreto o resolución sanción debe remitirse con el expediente
original (30.016/93), debidamente ordenado y foliado en letras y nú-
meros (30.022/93).
Tomado razón, el acto castigo rige desde el día que se notifique
al afectado la total tramitación del acto (31.891/90).

1034
ARTÍCULO 142

142.6) DICTÁMENES NOS 16.893 Y 23.130, DE 1990; 4.716,


DE 1996

Los actos que afinan los sumarios administrativos están sometidos al


trámite de toma de razón. Este control previo de legalidad tiene por
fin, precisamente, verificar si en esos procesos se ha respetado la Ley
Estatutaria y cumplido las reglas de procedimiento que los regulan
(16.893/90).
Los decretos y resoluciones disciplinarios deben ordenar expresa-
mente el cumplimiento de este trámite legal (23.130/90), desde el
momento que no pueden dictarse como decretos o resoluciones exen-
tos de este trámite, al no estar contemplados en tal carácter en la re-
solución de la Contraloría General de la República que regula la
materia (4.716/96).

142.7) DICTAMEN Nº 13.563, DE 1990

Es indispensable que al remitirse a la Contraloría General el de-


creto o resolución que aplica la medida disciplinaria, se acompa-
ñe el expediente original del respectivo proceso, única manera de
que pueda practicarse el estudio de constitucionalidad y legalidad
en que consiste el trámite de toma de razón que le corresponde
realizar.
Si no se acompaña el expediente sumarial, la Contraloría Gene-
ral procederá a devolver sin tramitar el acto que se le ha remitido para
su examen de legalidad.

142.8) DICTAMEN Nº 47.326, DE 1961

Mientras el Contralor General no haya aprobado la medida discipli-


naria o la absolución del funcionario implicado en los hechos investi-
gados en un sumario administrativo, la autoridad competente puede
ordenar la reapertura del sumario que dio origen a la resolución que
se halla pendiente de toma de razón.

142.9) DICTAMEN Nº 17.105, DE 1990

La toma de razón del decreto o resolución que aplica la medida


disciplinaria es el último trámite del proceso disciplinario y deja a
firme el castigo impuesto a un funcionario –o la absolución, en su
caso–.

1035
ARTÍCULO 142

142.10) DICTÁMENES NOS 72.589, DE 1962; 6.511, DE 1990

Una vez notificada la total tramitación de los documentos, la medida


disciplinaria queda a firme y no puede ser dejada sin efecto más que
por la vía de la invalidación (72.589/62).
En efecto, la toma de razón sólo constituye una presunción de le-
galidad que puede dejarse sin efecto si se comprueba que se sustentó
en fundamentos irregulares (6.511/90).

142.11) MANUEL BELTRÁN ORELLANA CON ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE CONCEPCIÓN Y CONTRALOR R EGIONAL DEL BÍO-
BÍO, CORTE DE APELACIONES DE CONCEPCIÓN, RECURSO DE
PROTECCIÓN, SENTENCIA DE 23 DE AGOSTO DE 1993, ROL Nº 35.93,
CONFIRMADA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EL 6 DE SEPTIEMBRE
DE 1993, ROL Nº 21.614

Considerando 5º. Que el sumario administrativo, por su naturaleza, pro-


cedimiento y consecuencias constituye, en esencia, una especie de jui-
cio parecido en su tramitación al proceso penal.
Considerando 6º. Que la resolución que aplica una medida dis-
ciplinaria a través del procedimiento descrito, una vez firme por
haberse acatado por el funcionario respectivo o haberse confirma-
do por el superior jerárquico, no puede decirse que produzca cosa
juzgada en los términos que la produce una sentencia de un tribu-
nal de justicia, pero cuando tal resolución o acto de orden admi-
nistrativo genera derechos subjetivos, es reglado, definitivo, porque
no fue susceptible de recurso jerárquico alguno o siéndolo tales re-
cursos fueron desestimados, se dice que causa estado, concedién-
dosele el valor de inmutable.

142.12) DICTAMEN Nº 18.400, DE 1993

El decreto o resolución que aplica la sanción, una vez tomado razón,


debe ser notificado al funcionario a quien se refiere, dejándose cons-
tancia en el expediente de la realización de esta diligencia, ya que sólo
desde la fecha de la notificación rige el término de servicios del san-
cionado.
Por otra parte, cabe hacer presente que si no se cuenta con la re-
ferida acta de notificación, no puede iniciarse el juicio de cuentas para
perseguir la responsabilidad pecuniaria del afectado.
Si no ha mediado la antedicha notificación, debe ordenarse la re-
apertura del sumario para que se realice en forma legal, dejando cons-
tancia en los autos

1036
ARTÍCULO 142

142.13) D ICTÁMENES NOS 45.391, DE 1960; 46.610, DE 1968

La jurisprudencia ha concluido que los decretos o resoluciones que


aplican una medida disciplinaria rigen a contar de la fecha precisa en
que se haya notificado al funcionario la total tramitación de este de-
creto o resolución (45.391/60).
Esta notificación debe acreditarse con la firma del notificado es-
tampada en el acta respectiva, o de su negativa a firmar, o (en el caso
previsto por el artículo 131, inciso 1º) con el comprobante del Servi-
cio de Correos de haber despachado la respectiva carta certificada
(46.610/68).

142.14) DICTAMEN Nº 26.196, DE 1993

Las medidas disciplinarias surten sus efectos desde que se notifica a


los afectados el hecho de su total tramitación.
La responsabilidad de esta notificación corresponde al Servicio,
porque una vez cumplido el trámite ante la Contraloría General este
organismo devuelve el decreto o resolución, y el sumario con sus an-
tecedentes, a la autoridad que lo dictó para que practique esa notifi-
cación y proceda enseguida a archivar los antecedentes.

142.15) DICTAMEN Nº 27.528, DE 1993

No procede notificar los resultados de un sumario a los denunciantes


de los hechos ilícitos que dieron lugar a su instrucción.

142.16) DICTÁMENES NOS 12.185 Y 16.893, DE 1990

El servicio debe anotar en la hoja de vida del sancionado el decreto o


resolución que aplicó la medida disciplinaria y el hecho de su notifi-
cación, archivando el expediente.

142.17) D ICTAMEN Nº 6.511, DE 1990

La toma de razón del acto sanción le imprime una presunción de


legalidad al decreto o resolución que materializa la medida discipli-
naria.
Esta presunción es simplemente legal y la Contraloría General pue-
de dejarla sin efecto si con posterioridad a ella comprueba que se sus-
tentó en fundamentos irregulares.

1037
ARTÍCULOS 143, 144

Artículo 143. Vencidos los plazos de instrucción de un suma-


rio y no estando éste afinado, la autoridad que lo ordenó de-
berá revisarlo, adoptar las medidas tendientes a agilizarlo y
determinar la responsabilidad del fiscal.

Interpretación

143.1) EL LEGISLADOR ESTATUTARIO RECONOCE EN ESTE ARTÍCULO 143


QUE LA POTESTAD PUNITIVA QUE ASISTE A LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS, NO SÓLO LES PERMITE ORDENAR LA INSTRUCCIÓN DE
SUMARIOS , SINO TAMBIÉN REVISARLOS, AGILIZARLOS Y ENCAUSAR AL
FISCAL EN CASO DE NEGLIGENCIA FUNCIONARIA

143.2) DICTAMEN Nº 21.369, DE 1993

La excesiva demora en tramitar un sumario, compromete la respon-


sabilidad administrativa del Fiscal instructor.

Artículo 144. Los vicios de procedimiento no afectarán la le-


galidad de la resolución que aplique la medida disciplinaria,
cuando incidan en trámites que no tengan una influencia de-
cisiva en los resultados del sumario.

Interpretación

144.1) DICTÁMENES NOS 10.817, DE 1981; 9.633, DE 1983

No es válido el argumento de que el sumario administrativo tiene la


misma naturaleza que el juicio sumario regulado por el CPC, para ha-
cer valer en él defectos procesales que acarrearían una nulidad pro-
cesal, porque los funcionarios públicos se encuentran regidos por las
disposiciones especiales contenidas en el Estatuto Administrativo, en
este caso por el artículo 144, no siéndoles aplicables, por ende, las nor-
mas consultadas en aquel Código de Procedimiento.

144.2) DICTAMEN Nº 2.680, DE 1999

Se consideran trámites que tienen una influencia decisiva en los re-


sultados del sumario aquellos cuya omisión priva al afectado del dere-

1038
ARTÍCULO 144

cho a defenderse oportunamente, como ocurre, por ejemplo, con la


declaración del inculpado, la formulación de cargos concretos, la no-
tificación legal de los cargos o de la sanción que se pretende aplicar.
Por eso, la orden de sustanciar un sumario, emanada de autoridad
incompetente, no vicia un procedimiento sumarial regularmente lleva-
do, si la medida disciplinaria es impuesta por la autoridad competente.

144.3) DICTAMEN Nº 23.352, DE 1993

Debe devolverse sin tramitar el decreto o resolución que aplica la me-


dida disciplinaria de destitución a un funcionario que nunca prestó de-
claración en el sumario y que fue notificado en la casa de su suegro,
donde se entregó la documentación objeto de notificación a un parti-
cular que salió a atender al funcionario encargado de practicarla.
La declaración del procesado es un trámite esencial del cual sólo
puede prescindirse si se demuestra que la no comparecencia del fun-
cionario es imputable a él mismo, lo que debe constar del sumario.
Para que la notificación tenga validez, debe hacerse conforme a
lo dispuesto en el artículo 125 del Estatuto, por lo tanto, ha de ser
personal, levantando un acta de notificación suscrita por el actuario
o por funcionario autorizado para hacerla y por el notificado, expre-
sándose en esa acta, si procediera, la negativa del funcionario a reci-
bir la documentación o a firmar.
La notificación defectuosa que se practicó en este caso, contravie-
ne los artículos 131, incisos 1º y 2º, y 132 del Estatuto Administrativo,
derivando en la omisión de un trámite esencial del sumario, cual es
la declaración del inculpado.

144.4) DICTAMEN Nº 32.919, DE 1995

No procede dar curso a la resolución que aplica la medida disciplina-


ria, por cuanto no consta dentro del sumario que se hayan formula-
do cargos, trámite que la ley considera esencial, en tanto y en cuanto
su omisión significa dejar en la indefensión al funcionario castigado.

144.5) DICTAMEN Nº 23.461, DE 1991

La falta de formulación de cargos o su formulación tardía después de


cerrado el sumario, es un vicio de procedimiento que atenta contra
el principio del debido proceso y obliga a ordenar su reapertura.
De acuerdo con el inciso 3º del artículo 140 del Estatuto Adminis-
trativo, ningún empleado puede ser sancionado por hechos que no

1039
ARTÍCULO 145

han sido materia de cargos, los que deben ser formulados en la etapa
procesal que corresponde, esto es, antes del cierre del sumario.

144.6) LA FORMULACIÓN DE CARGOS SE MENCIONA EN EL INCISO 3º DEL


ARTÍCULO 137, LA NOTIFICACIÓN DE LOS CARGOS ESTÁ PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 138, SU CARÁCTER ESENCIAL ESTÁ CONSAGRADO EN EL
ARTÍCULO 140, INCISO 3º, DEL E STATUTO ADMINISTRATIVO

144.7) DICTAMEN Nº 37.683, DE 1995

El hecho de no darse lugar por el Fiscal a las diligencias probatorias


solicitadas por el inculpado de conformidad con lo previsto en el
artículo 138 inciso 2º, vulnera el principio del debido proceso esta-
blecido en el inciso 5º del numeral 3º del artículo 19 de la CPR, pues
importa dejarlo en la indefensión.

Artículo 145. Los plazos señalados en el presente título serán


de días hábiles.

Interpretación

145.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA DE


GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

–El Estatuto Administrativo establece en su artículo 48– que los pla-


zos contenidos en ese párrafo son de días hábiles, a fin de que las ac-
tuaciones que hayan de cumplirse con motivo de las calificaciones y
de las reclamaciones que pudieren suscitarse en esa materia, se reali-
cen durante la jornada laboral.

145.2) DICTAMEN Nº 2.812, DE 1995

Por disposición del artículo 65, inciso 1º, del Estatuto Administrativo,
el día sábado no es laborable para la Administración del Estado, lo
que hace físicamente imposible cumplir una obligación para con ella,
que venza ese día.
Por ello, corresponde que sea cumplida el día hábil inmediatamen-
te siguiente.
Reconsidera el dictamen Nº 22.120, de 1994.

1040
TÍTULO VI

DE LA CESACIÓN DE FUNCIONES

Artículo 146. El funcionario cesará en el cargo por las siguien-


tes causales:
a) Aceptación de renuncia;
b) Obtención de jubilación, pensión o renta vitalicia en un
régimen previsional en relación al respectivo cargo público;
c) Declaración de vacancia;
d) Destitución;
e) Supresión del empleo;
f) Término del período legal por el cual se es designa-
do, y
g) Fallecimiento.

Interpretación

MARCO GENERAL

146.1) DICTÁMENES NOS 48.701, DE 1961; 17.776, DE 1983; 559,


DE 1984; 1.897, DE 2001

El artículo 89, inciso 1º, del Estatuto Administrativo establece que “todo
funcionario tendrá derecho a gozar de estabilidad en el empleo”, con-
sagrando de este modo uno de los aspectos más importantes del Esta-
tuto: el “derecho a la función”, que es el derecho que le asiste al
empleado legalmente investido de tal, de permanecer en el cargo y
desempeñarlo conforme a los principios que rigen la prestación del
empleo público en nuestra legislación, en tanto no concurra alguna
de las causales de expiración de funciones enumeradas en el artículo
146 de ese cuerpo estatutario u otra que impida legalmente el desem-
peño del cargo (559/84, 1.897/01).

1041
ARTÍCULO 146

En efecto, un funcionario no puede dejar automáticamente de


investir la calidad de empleado público que ostenta, toda vez que
de acuerdo con los principios generales que informan la gestión
de la Administración el procedimiento para hacer efectiva una cau-
sal legal de expiración de funciones, cualquiera que sea la natura-
leza y el Estatuto que la contenga, consiste en que la autoridad
competente la declare expresamente a través de un decreto o re-
solución, según corresponda, instrumento que debe ser tramitado
por la Contraloría General y transcrito a la persona afectada, pues-
to que mientras ese acto administrativo no se encuentre totalmen-
te tramitado no puede estimarse que un funcionario ha cesado en
sus funciones.
Esta formalidad constituye el antecedente indispensable para que
el empleado pueda impetrar los derechos patrimoniales consecuen-
ciales a su alejamiento de la Administración del Estado (48.701/61,
17.776/83).

146.2) EDGARDO S EPÚLVEDA TORDECILLA CONTRA ALCALDE DE LA


MUNICIPALIDAD DE EL B OSQUE, APELACIÓN EN RECURSO DE
PROTECCIÓN, C ORTE SUPREMA DE JUSTICIA, 26 DE MAYO DE 1998,
ROL Nº 1.035-98

2º) Que cabe tener presente que la estabilidad en el empleo es un


principio consagrado en la CPR, en su artículo 38, inciso 1º, que tam-
bién se encuentra reconocido en la LOCBGAE , Nº 18.575, y expresa-
do estatutariamente en el denominado “derecho a la función”, que
puede definirse como el derecho a permanecer en el empleo a que
se ha accedido legalmente, mientras no medie una causal legal de
expiración de funciones; de modo que la garantía para el funciona-
rio consiste en que la cesación de sus labores no queda entregada a
la discrecionalidad de la Administración, sino a la determinación de
la ley, y en este sentido es un derecho incorporal que la ley otorga,
comprendido entre los que garantiza el Nº 24º del artículo 19 de la
Constitución; pero la propiedad no recae sobre el cargo o empleo,
sino sobre el derecho a permanecer en él en tanto no se produzca
una causal legal para la cesación de sus funciones, y no deriva de un
contrato sólo extinguible por acuerdo de las partes, sino que se con-
tiene en un “status” funcionario de naturaleza legal al que se incor-
pora el interesado por un acto unilateral, “status” en que están
predeterminados los derechos, obligaciones, responsabilidades y cau-
sales de cesación de funciones.

1042
ARTÍCULO 146

146.3) JULIO Á LVAREZ PINTO CONTRA EL PRESIDENTE DE LA


C ORPORACIÓN MUNICIPAL DE QUELLÓN Y A LCALDE DE ESA COMUNA,
CORTE DE APELACIONES DE PUERTO MONTT, PROTECCIÓN , 12 DE ABRIL
DE 1997, CONFIRMADO POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EN
SENTENCIA DE 13 DE AGOSTO DE 1997, ROL Nº 1.205-97

Teniendo presente:
1º. Que se ha interpuesto el presente recurso por estimarse que
se ha vulnerado su derecho al cargo de docente del Liceo Rayén Mapu
de Quellón, ganado en concurso público, al notificársele el término
de sus funciones fundado en “necesidades de la empresa”, según lo
dispuesto en el artículo 161 del Código del Trabajo.
5º. Que de las disposiciones antes indicadas –Estatuto Docente, apro-
bado por la Ley Nº 19.070, y el Decreto Nº 7.723, de 1981, del Ministe-
rio de Educación– aparece, ineludiblemente claro, que son profesionales
de la educación no sólo quienes poseen el título de profesores, sino tam-
bién aquellos que ejercen una labor docente en alguna asignatura téc-
nica para la cual están habilitados por haber obtenido un título en una
instancia educacional superior en el área respectiva.
8º. Que habiéndose concluido que el recurrente ha laborado como
profesional de la educación, no ha podido ser despedido de su cargo
aplicándose las normas que el Código del Trabajo estatuye para los
trabajadores en general, puesto que de acuerdo con lo previsto en el
artículo 52 de la Ley Nº 19.070, hoy artículo 72, según su texto refun-
dido publicado en el Diario Oficial de 22 de enero de 1997, los profe-
sionales de la educación sólo pueden dejar de pertenecer a las
dotaciones docentes por las causales que taxativamente establece, en-
tre las cuales no se halla la de “necesidades de la empresa” descrita
en el artículo 161 del Código del Trabajo, por lo que en la especie
esta legislación no le es aplicable.
(Se deja sin efecto el despido.)

146.4) DICTAMEN Nº 35.069, 1997

Los funcionarios a contrata, durante el tiempo que se desempeñan


como tales, tienen derecho a permanecer en sus cargos mientras no
opere alguna de las causales de cesación de funciones contempladas
en el artículo 146 del Estatuto Administrativo, a menos que el nom-
bramiento se haya resuelto bajo la fórmula “mientras sean necesarios
sus servicios”, caso en el cual la autoridad puede disponer el cese de
servicios cuando lo estime conveniente.
En este caso, la cesación puede disponerse aunque el empleado
esté haciendo uso de licencia médica y se produce desde el día en que
se le notifica la total tramitación del decreto o resolución de término
de contrata.

1043
ARTÍCULO 146

146.5) DICTAMEN Nº 29.276, DE 1987

De acuerdo con los artículos 9º del CC, y 10 y 154 de la LOCGR, los actos
administrativos, salvo texto legal expreso en contrario, sólo pueden sur-
tir efectos a partir de su total tramitación, entendiéndose incluida en ésta
la publicación de los actos de general aplicación o la notificación de aque-
llos de alcance individual, conforme lo ha declarado en reiteradas oca-
siones la jurisprudencia administrativa, contenida, entre otros, en los
dictámenes Nos 74.429, de 1977, y 14.289 y 25.205, ambos de 1985.
Los actos que hacen efectiva una de las causales de expiración de
funciones establecidas en la ley estatutaria, requieren, para cobrar efi-
cacia, ceñirse a esta regla general y, por consiguiente, es menester que
sean adoptados por la autoridad competente con las respectivas for-
malidades, que se tome razón del acto administrativo en que se mate-
rialicen y que se notifique al afectado el hecho de la total tramitación,
como se ha señalado, entre otros, en los dictámenes Nos 62.267, de
1968; 28.834, de 1970, y 41.810, de 1981.

EL MANDATO DE LA LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL


DE BASES GENERALES DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO

146.6) LOCBGAE , ARTÍCULO 46, INCISOS 1º Y 2º

Artículo 46. Asimismo, este personal –el regido por el Título II de la Ley–
gozará de estabilidad en el empleo y sólo podrá cesar en él por renun-
cia voluntaria debidamente aceptada, por jubilación o por otra causa
legal, basada en su desempeño deficiente, en el incumplimiento de sus
obligaciones, en la pérdida de requisitos para ejercer la función, en el
término del período legal para el cual se es designado o en la supre-
sión del empleo. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad que tiene el
Presidente de la República o la autoridad llamada a hacer el nombra-
miento en relación con el cargo de su exclusiva confianza.
El desempeño deficiente y el incumplimiento de obligaciones de-
berá acreditarse en las calificaciones correspondientes o mediante in-
vestigación o sumario administrativo.

TAXATIVIDAD DE LAS CAUSALES DE EXPIRACIÓN


DE FUNCIONES

146.7) DICTÁMENES NOS 62.267, DE 1968; 33.055, DE 1993

De acuerdo con el artículo 89, los funcionarios públicos se encuen-


tran amparados por el derecho a la función, que consiste en no po-

1044
ARTÍCULO 146

der ser alejado de sus empleos, sino en virtud de alguna de las causa-
les legales de expiración de funciones que contempla el Estatuto Ad-
ministrativo.
A su vez, para que dichas causales tengan eficacia, es menester que
sean aplicadas por la autoridad competente, previo cumplimiento de
las formalidades que procedan. Se requiere, además, que el decreto o
resolución que materialice tales medidas sea tramitado por la Contra-
loría General y transcrito a la persona a quien afecta (62.267/68).
Los funcionarios pueden permanecer en un cargo público en tanto
no concurra una causal legal de expiración de funciones (33.055/93).

146.8) DICTAMEN Nº 8.788, DE 1995

La enumeración contenida en el artículo 46 de la LOCBGAE es taxati-


va, según aparece del propio texto de la norma, ya que luego de esta-
blecer el principio de la estabilidad en el empleo agrega que el
personal “sólo” podrá cesar en él por las causales que indica.

146.9) DICTÁMENES NOS 28.905, DE 1966; 10.782 Y 28.230,


DE 1983

En razón de lo expresado, el retorno anticipado del titular de un


cargo que hacía uso de un permiso sin goce de remuneraciones,
no configura una causal legal de cesación de servicios, y el funcio-
nario no puede reasumir su empleo sino una vez que expire el “pla-
zo” del permiso concedido y durante el cual el funcionario que fue
designado para suplirlo tiene derecho a permanecer (28.905/66,
28.230/83).
La eliminación del nombre de una persona del decreto o resolu-
ción que dispone la prórroga de las contratas, no es causal legal de
cese de funciones. Una contrata legalmente prorrogada no puede ser
dejada sin efecto por esa vía (10.782/83).

FORMAS QUE DEBE REVESTIR UNA CAUSAL LEGAL DE


CESACIÓN DE FUNCIONES

146.10) D ICTÁMENES NOS 40.966, DE 1956; 70.970, DE 1970

Necesario es tener presente que la potestad de ejecución de que go-


zan las autoridades administrativas debe revestirse de ciertas formas
sin las cuales no tendría expresión externa. Los decretos y resolucio-
nes son, precisamente, las formas que el acto ejecutivo adopta en la

1045
ARTÍCULO 146

Administración del Estado, y la ley los somete a una tramitación de-


terminada para su plena eficacia (40.966/56).
Constituye un principio básico del procedimiento administrativo que
los actos de los servicios públicos sean esencialmente solemnes, ya sea
por razones de buena técnica administrativa o como una mejor garan-
tía de protección y amparo de los derechos de los administrados y, en
definitiva, de un fiel y exacto cumplimiento de la ley (70.970/70).

LEY QUE RIGE LA CESACIÓN DE FUNCIONES

146.11) DICTAMEN Nº 34.085, DE 1987

Los actos administrativos se rigen por la ley vigente a la fecha de su


emisión o dictación, de manera que la Contraloría General debe cur-
sarlos si se conforman a la ley vigente a ese momento.
La remoción de un funcionario, dispuesta con sujeción estricta a
la ley vigente al día de la emisión del respectivo decreto o resolución,
debe producir todos sus efectos jurídicos, aunque el trámite de la no-
tificación al afectado se cumpla después de derogada la norma en que
se basó la medida.

146.12) DICTAMEN Nº 23.206, DE 1995

Los derechos previsionales se determinan en relación al cargo efecti-


vamente desempeñado a la época de la expiración en funciones.

FECHA DESDE LA CUAL RIGEN LAS CAUSALES DE CESACIÓN


DE FUNCIONES

146.13) DICTÁMENES NOS 19.603, DE 1971; 25.183 Y 29.366, DE 1985

En general, las causales de expiración de funciones, como todos los


decretos y resoluciones de particular aplicación que dicta la autori-
dad administrativa, surten sus efectos desde que son notificados al
afectado.
En aquellos casos en que no es posible notificar personalmente el
acto administrativo que pone término a las funciones de un emplea-
do, corresponde que esa notificación se efectúe mediante carta certi-
ficada en la oportunidad y forma establecidas en el artículo 131, la
cual, como ha expresado la jurisprudencia, tiene igual valor que la
practicada personalmente.

1046
ARTÍCULO 146

146.14) D ICTAMEN Nº 8.483, DE 1998

Una reiterada jurisprudencia administrativa ha concluido que los ce-


ses de servicios que se fundamentan en un específico precepto legal
o reglamentario rigen con prescindencia de las normas legales que se
refieren a la materia.
La misma jurisprudencia ha declarado que la declaración de va-
cancia, derivada, por ejemplo, de calificación insuficiente, constituye
una excepción a la regla general sobre eficacia de los actos adminis-
trativos, pues rige desde la fecha que indica, que corresponde al ven-
cimiento del plazo que tenía la funcionaria para presentar la renuncia
a su cargo, y no desde su total tramitación, por hallarse precisamente
en uno de los casos de excepción a que se ha hecho referencia.

EFECTOS DE LA CESACIÓN DE FUNCIONES

146.15) DICTAMEN Nº 36.798, DE 1995

Una vez concretada conforme a la ley una causal de cesación de fun-


ciones, el vínculo estatutario que unía al funcionario con el servicio
en que se desempeñaba expira definitivamente y con él cesan también
los efectos de todos los actos administrativos que se hubieren dispues-
to en relación con el empleo que él desempeñaba en ese organismo
de la Administración del Estado.
Los nuevos actos que hayan de dictarse para hacer efectivos dere-
chos u obligaciones que lo favorezcan o le sean exigibles, requieren
de reincorporación al servicio y de la dictación de nuevos decretos o
resoluciones que los hagan efectivos.
Esto significa, en el caso de la asignación de antigüedad, que una
vez perfeccionada una causal de cesación de funciones expiraron tam-
bién las resoluciones que habían reconocido el estipendio y que, en
lo relativo al tiempo considerado con tal objeto, ese tiempo cumplió
también su función habilitante para percibir el beneficio en tanto se
mantuvo la relación estatutaria que autorizaba computarlo.
De este modo, toda asignación de antigüedad que pudiere reco-
nocerse a un empleado que se ha alejado del servicio, ha de corres-
ponder a un nuevo desempeño posterior a su reincorporación,
reconocido por nuevas resoluciones y en relación con los nuevos tiem-
pos que acredite en el cargo en que fue reincorporado.

146.16) D ICTAMEN Nº 4.241, DE 1998

Mediante oficio circular Nº 6, de 1975, el Ministerio de Hacienda im-


partió instrucciones para el pago y control del subsidio de cesantía para

1047
ARTÍCULO 146

los trabajadores del sector público consagrado en el DL Nº 603, de


1974, cuyo texto refundido se aprobó por el DFL Nº 150, de 1981, del
Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
En su artículo 62, este DFL dispone que cada servicio o institución
debe llevar un registro de cesantes ad hoc, en el cual consignará los
datos contenidos en las respectivas solicitudes.
Por consiguiente, para acceder a este beneficio es necesario inscri-
birse en este Registro de Cesantes que debe llevar el respectivo servicio.

INVALIDACIÓN DE UN DECRETO O RESOLUCIÓN


DE CESACIÓN DE FUNCIONES

146.17) D ICTÁMENES NOS 38.608, DE 1995; 23.449, DE 1996

No procede dejar sin efecto el decreto que suprimió el cargo de un


funcionario de la Universidad de Chile, porque es un acto reglado,
dictado por la autoridad competente actuando en ejercicio de las fa-
cultades que le confiere la ley precisamente, en este caso, para supri-
mir empleos, y que se encuentra debidamente tramitado.
El acto de cesación de funciones escapa, así, al principio general
de la revocación sostenido por la jurisprudencia administrativa, a me-
nos que se compruebe que adolece de ilegitimidad o que descansa en
antecedentes anómalos.

146.18) DICTAMEN Nº 23.449, DE 1996

Una ex funcionaria de la Universidad de Chile no cesó en sus funcio-


nes como consecuencia del sumario administrativo que se le instruyó
mientras se encontraba en servicio, como se ha afirmado, ya que en
él fue sobreseída por haberse acreditado que padecía de serios tras-
tornos siquiátricos, sino por la supresión de su cargo, dispuesta por la
rectoría de esa casa de estudios.
El decreto de supresión de un cargo es un acto reglado que no
puede dejarse sin efecto, a menos de comprobarse que lo afecta una
causal de ilegitimidad o que se dictó sobre bases irregulares.

LA ACEPTACIÓN DE RENUNCIA

146.19) D ICTÁMENES NOS 47.761, DE 1969; 14.911, DE 1999

La mera renuncia que un empleado presenta al cargo que ocupa, no


constituye por sí sola una causal de expiración de funciones que le per-

1048
ARTÍCULO 146

mita alejarse del Servicio. Las normas administrativas prescriben, para


su eficacia, la necesidad de que la autoridad administrativa acepte for-
malmente esa renuncia, ya sea a contar desde la fecha de tramitación
del respectivo acto o desde el día que en ella se señale (47.761/69).
La renuncia a un cargo público es un acto administrativo comple-
jo, porque requiere, para su perfeccionamiento, de la manifestación
de voluntad del funcionario de cesar en sus funciones, libremente ex-
presada, esto es, exenta de vicios, y de la aceptación de la autoridad
competente. Si la renuncia se presenta en el contexto de una patolo-
gía mental, corresponde dejar sin efecto la resolución que aceptó la
renuncia presentada en esas condiciones (14.911/99).

LA JUBILACIÓN

146.20) EL ARTÍCULO 149 DEL ESTATUTO A DMINISTRATIVO

Artículo 149. El funcionario que jubile, se pensione u obtenga una renta


vitalicia en un régimen previsional, en relación al respectivo cargo públi-
co, cesará en el desempeño de sus funciones a contar del día en que, se-
gún las normas pertinentes, deba empezar a recibir la pensión respectiva.

146.21) DICTAMEN Nº 23.208, DE 1995

Los derechos previsionales se determinan en relación al cargo efecti-


vamente desempeñado a la época de la expiración de funciones.

LA DECLARACIÓN DE VACANCIA

146.22) DICTAMEN Nº 81.599, DE 1975

La jurisprudencia de la Contraloría General ha concluido de manera


uniforme e invariable que el artículo 146 del Estatuto Administrativo
contiene la enumeración taxativa de las causales de declaración de va-
cancia que autoriza la Ley Estatutaria.

LA DESTITUCIÓN

146.23) EL ARTÍCULO 125, INCISO 1º, DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

Artículo 125.1. La destitución es la decisión de la autoridad facultada


para hacer el nombramiento de poner término a los servicios de un
funcionario.

1049
ARTÍCULO 146

LA SUPRESIÓN DEL EMPLEO

146.24) D ICTÁMENES NOS 36.190, DE 1961; 48.701, DE 1961

La supresión o fusión de empleos no significa la expiración automáti-


ca de las funciones de quienes los sirven a contar desde la publica-
ción de la ley o del acto administrativo que las ordena.
Para que tal efecto se produzca se requiere un acto formal de la
autoridad competente que ponga término a los servicios, tomado ra-
zón por la Contraloría General y notificado a los afectados.

EL TÉRMINO DEL PERÍODO PARA EL CUAL FUE DESIGNADO

146.25) ARTÍCULO 153, INCISO 1º, DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

Artículo 153, inciso 1º. El término del período legal por el cual es nom-
brado el funcionario, o el cumplimiento del plazo por el cual es con-
tratado, produce la inmediata cesación de sus funciones.

EL FALLECIMIENTO

146.26) DICTÁMENES NOS 5.523, DE 1969; 24.843, DE 1990

No obstante que el fallecimiento de un empleado es un hecho que


por sí solo constituye una causal legal de expiración de funciones –a
contar del día de su ocurrencia–, es preciso que la autoridad adminis-
trativa dicte una resolución declarando esa circunstancia y la envíe a
tramitarse a la Contraloría General de la República para su registro y
toma de razón (5.523/69).
La vacante del cargo se produce a contar del día siguiente al del
deceso (24.843/90).

PROCEDENCIA DE LAS CAUSALES DE CESACIÓN


DE FUNCIONES

146.27) DICTÁMENES NOS 52.175, DE 1961; 10.739, DE 1964; 55.423,


DE 1970; 8.312, DE 1995

El hecho de que un funcionario público se encuentre haciendo uso


de feriado no impide que opere a su respecto una causal legal de ex-
piración de funciones, ya que en este caso el término de servicios del
afectado también hace cesar el goce de ese beneficio (10.739/64).

1050
ARTÍCULO 146

El goce de licencia médica tampoco obsta a la expiración de fun-


ciones del empleado acogido a esa franquicia, cuando se produce por
alguna causa legal (55.423/70, 8.312/95).
La circunstancia de que un funcionario que desempeña un em-
pleo que tiene la calidad de exclusiva confianza del Presidente de la
República o de la autoridad llamada a extender el nombramiento, se
encuentre acogido a reposo preventivo, no impide el ejercicio de la
facultad de poner término a sus funciones cuando la autoridad lo es-
time conveniente, sin que sea necesario expresar causa (52.175/61).

TOMA DE RAZÓN DE LOS ACTOS QUE DISPONEN


LA CESACIÓN DE FUNCIONES

146.28) RESOLUCIÓN Nº 55, DE 1992, CONTRALORÍA GENERAL DE LA


REPÚBLICA

Párrafo I, DECRETOS Y RESOLUCIONES RELATIVOS A PERSONAL,


otras materias sobre personal

Artículo 1º, Nº 13. Término de servicios por cualquier causal respecto


del personal cuyos nombramientos están afectos a toma de razón.

146.29) DICTAMEN Nº 31.874, DE 1965

Al respectivo decreto o resolución debe acompañarse, en caso de re-


nuncia, la solicitud presentada por el interesado, y en todos los de-
más, los antecedentes que justifican la medida que se adopta.

EL ALCANCE DE LAS NORMAS DE INAMOVILIDAD

146.30) DICTÁMENES NOS 35.715, DE 1977; 8.391, DE 1979; 24.984,


DE 1982

Una reiterada jurisprudencia ha informado que los ceses de funciones


que se dispongan en virtud de autorizaciones conferidas a la autoridad
administrativa por leyes especiales, deben ordenarse respetando las re-
glas sobre fuero, a menos que la misma ley establezca expresamente lo
contrario, como sucedió por ejemplo tratándose de los DL Nos 6 y 22,
de 1973, o que lo señale en forma tácita, como acontece cuando se pre-
ceptúa que sus normas prevalecerán sobre cualesquiera otras, genera-
les o especiales, que le sean incompatibles, como fue el caso del artículo
28 del DL Nº 534, de 1974 (8.391/79, 24.984/82).

1051
ARTÍCULO 146

En todo caso, las normas sobre inamovilidad sólo juegan en re-


lación con una eventual facultad de poner término a las funciones
de un empleado, pero no tienen cabida respecto de supresiones de
cargos (55.190/78); sin perjuicio de que no deba aplicarse ningún
tipo de inamovilidad, legal o reglamentaria, cuando una norma ju-
rídica así lo disponga explícitamente (35.715/77).

146.31) D ICTÁMENES NOS 76.348, DE 1977; 52.803, DE 1978

El Estatuto Administrativo contiene una orden imperativa para el


empleado que ha obtenido una calificación insuficiente, de alejar-
se de la Administración, y otra para la autoridad, de declararle va-
cante el cargo.
Esta declaración de vacancia no constituye una causal discre-
cional de expiración de funciones, sino, por el contrario, debe apli-
carse obligatoriamente cuando se dan los presupuestos que la
misma ley prevé.

146.32) DICTAMEN Nº 36.409, DE 1998

La ley orgánica del Servicio de Registro Civil e Identificación fa-


culta al Director Nacional para fijar y modificar la organización in-
terna de la institución, pudiendo crear, fusionar y suprimir unida-
des, fijar su dependencia, asignarle funciones y el personal necesa-
rio para cumplirlas. Asimismo, permite crear o suprimir Oficinas y
Suboficinas, cuando las necesidades de la comunidad así lo requie-
ran.
Por consiguiente, una facultad cuya finalidad última es la de ra-
cionalizar la actividad de la institución en virtud de consideraciones
de bien común –que según el artículo 1º de la CPR debe ser promovi-
do por el Estado–, no puede verse limitada por una norma como la
del artículo 25 de la Ley Nº 19.296, destinada a amparar una activi-
dad gremial que, no obstante su importancia, resguarda esencialmen-
te sólo el interés de los afiliados a la respectiva asociación de
empleados, a diferencia de aquella que encuentra su fundamento en
el logro eficiente de las atribuciones de un servicio público, lo que
beneficia a toda la sociedad.
En este contexto, resulta necesario concluir que el fuero estableci-
do en el artículo 25 de la Ley Nº 19.296 no puede impedir la supresión
de una Oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación dispuesta
en conformidad a la ley, sin perjuicio de que quien la servía deba ser
destinado a funciones propias de su cargo dentro del servicio.

1052
ARTÍCULO 147

EL SUBSIDIO DE CESANTÍA

146.33) DICTAMEN Nº 16.745, DE 2003

El sistema de subsidios de cesantía aplicable a los trabajadores del sec-


tor público se encuentra regulado en los artículos 61 y siguientes del
DFL Nº 150, de 1981, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que
en su artículo 64, inciso 1º, establece que “el subsidio de cesantía se
devengará por cada día que el trabajador permanezca cesante, y por
un lapso máximo de trescientos sesenta días.”
Agrega el inciso 3º que “el subsidio de cesantía tendrá los siguien-
tes montos por los períodos que se indican:
a) Primeros noventa días $ 17.338.– por mes;
b) Entre los 91 y los 180 días $ 11.560.– por mes, y
c) Ente los 181 y los 360 días $ 8.669.– por mes.”
“El subsidio se pagará –agrega el artículo 65– desde le fecha de
prsentación de cada solicitud, siempre que se reúnan los requisitos
para ello, y se pagará por mes vencido.”

146.34) D ICTÁMENES NOS 32.450, DE 1982; 32.115, DE 1989; 28.375,


DE 1992; 26.866, DE 1993

Si se pone término a una designación a contrata, el exonerado no tiene


derecho a indemnización alguna por dicho cese, ni subsiste, de parte del
ente empleador, ninguna otra obligación a su respecto (28.375/92).
Ello, sin perjuicio del subsidio de cesantía que proceda confor-
me a los artículos 61 del DFL Nº 150, de 1981, del Ministerio del
Trabajo y Previsión Social, Subsecretaría de Previsión, y 32 y 33 de
su reglamento, que al establecer la procedencia del beneficio con-
sideran como causales la no renovación del contrato y la termina-
ción anticipada del mismo, por constituir hechos no imputables al
funcionario y de decisión de la autoridad administrativa (32.450/
82, 32.115/89, 26.866/93).

Artículo 147. La renuncia es el acto en virtud del cual el fun-


cionario manifiesta a la autoridad que lo nombró la volun-
tad de hacer dejación de su cargo.
La renuncia deberá presentarse por escrito y no produci-
rá efecto sino desde la fecha en que quede totalmente trami-
tado el decreto o resolución que la acepte, a menos que en

1053
ARTÍCULO 147

la renuncia se indicare una fecha determinada y así lo dispon-


ga la autoridad.
La renuncia sólo podrá ser retenida por la autoridad
cuando el funcionario se encontrare sometido a sumario
administrativo del cual emanen antecedentes serios de que
pueda ser alejado de la institución por aplicación de la me-
dida disciplinaria de destitución. En este caso, la acepta-
ción de la renuncia no podrá retenerse por un lapso
superior a treinta días contados desde su presentación, aun
cuando no se hubiere resuelto sobre la aplicación de la
medida disciplinaria.
Si se encontrare en tramitación un sumario administrati-
vo en el que estuviere involucrado un funcionario, y éste ce-
sare en sus funciones, el procedimiento deberá continuarse
hasta su normal término, anotándose en su hoja de vida la
sanción que el mérito del sumario determine.

Interpretación

FUNDAMENTO DE LA RENUNCIA A UN CARGO PÚBLICO

147.1) DICTAMEN Nº 15.178, DE 1997

La renuncia no sólo descansa en los artículos del Estatuto Adminis-


trativo que la reconocen como causal de cesación de funciones, sino
además en el artículo 19, Nº 16º, de la CPR, que consagra la libertad
de trabajo y la consiguiente opción de cada persona a mantener su
cargo o a cambiar de actividad.

EL ARTÍCULO 147 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

INCISO PRIMERO

147.2) DICTÁMENES NOS 42.467, DE 1960; 56.449, DE 1965; 5.030,


DE 1970; 7.090, DE 1982

El artículo 147 inciso 1º del Estatuto Administrativo señala que la


renuncia es el acto en virtud del cual el empleado hace libre de-
jación de su cargo, en forma expresa, ante la autoridad que lo
nombró.

1054
ARTÍCULO 147

147.3) DICTÁMENES NOS 11.572, DE 1971; 51.348, DE 1973

El mandato que confiere un poder general con administración y dis-


posición de bienes, negocios y juicios de cualquiera naturaleza, sin con-
templar facultad alguna relacionada con la situación funcionaria del
mandante, no autoriza al mandatario para ejecutar un acto tan califi-
cado como es la renuncia voluntaria al empleo público del cual es ti-
tular el mandante.
La función pública se encuentra regida, en especial y al margen
de preceptos de derecho privado, por normas de Derecho Adminis-
trativo. En consecuencia, no procede aceptar una renuncia presenta-
da sobre la base de un mandato general.

INCISO SEGUNDO

147.4) DICTÁMENES NOS 75.821, DE 1976; 14.911, DE 1999

La renuncia a un cargo público constituye un acto administrativo com-


plejo, pues requiere, por una parte, la manifestación de voluntad del
empleado libremente expresada por escrito, y, por la otra, la acepta-
ción de la autoridad por medio de un decreto o resolución de acep-
tación legalmente expedidos y tramitados.
Por esta razón, el artículo 146, letra a), considera como causal
de cesación de funciones a la aceptación de la renuncia y no a su
simple presentación. Ello significa que el empleado que ha presen-
tado su renuncia sólo puede hacer dejación de sus funciones una
vez que se ha producido esta aceptación, ya que de hacerlo antes
de esa fecha incurre en responsabilidad administrativa por aban-
dono de funciones.

147.5) DICTAMEN Nº 8.995, DE 1996

La renuncia puede presentarse pura y simplemente, en cuyo caso pro-


duce sus efectos desde el día en que se notifique al dimisionario el
hecho de la total tramitación del decreto o resolución que la acepta,
o a contar de una fecha determinada.
Cuando se presenta a contar de un día determinado, la autori-
dad puede aceptarla a contar de ese día o desde la total tramitación
del decreto o resolución de aceptación, aunque siempre surte sus
efectos desde la notificación que debe hacer el servicio del acto de
aceptación.

1055
ARTÍCULO 147

147.6) DICTÁMENES NOS 42.467, DE 1960; 56.449, DE 1965; 85.030,


DE 1970;7.090, DE 1982; 16.728, DE 1984; 19.715, DE 1993; 24.838,
DE 1995

La renuncia debe presentarse por escrito y no produce efecto algu-


no sino desde la fecha en que quede totalmente tramitado el decre-
to o resolución que la acepta, a menos que en la renuncia se hubiere
indicado por el funcionario una fecha de renuncia y así lo disponga
la autoridad, pues corresponde a la autoridad administrativa deter-
minar si aprueba la renuncia en los términos solicitados o a contar
de la total tramitación del acto de aceptación (42.467/60, 56.449/65,
85.030/70, 7.090/82, 19.715/93, 24.838/95).
Si una renuncia se presenta a contar de una fecha determina-
da y es aceptada en esos términos, el acto administrativo que ma-
terializa su aceptación rige desde su total tramitación, pero pro-
duce materialmente sus efectos a contar del día fijado por el di-
misionario para hacerla efectiva, fecha en que el renunciado deja
de ser funcionario público (42.467/60, 56.449/65, 85.030/70,
7.090/82, 19.715/93).
Ello aun cuando de hecho haya continuado desarrollando labo-
res más allá de ese día.
En consecuencia, no cabe aceptar que se modifique la fecha de
aceptación de renuncia consignada en la resolución de la autoridad
competente para prolongar un desempeño funcionario que cesó le-
galmente en la fecha fijada por el mismo interesado.
Con todo, si continuó desarrollando sus funciones con el co-
nocimiento y anuencia de las autoridades del servicio entre el 22 y
el 28 de febrero de 1983, le asiste derecho a percibir las remune-
raciones correspondientes a dicho período, tanto por imperio del
principio retributivo que caracteriza el desempeño efectivo de cual-
quier función pública, cuya vulneración implicaría un enriqueci-
miento sin causa para la Administración activa, cuanto porque de
no cancelarse el tiempo trabajado, se contravendría la equidad, se-
gún lo ha reconocido, entre otros, el dictamen Nº 37.975, de 1982
(16.728/84).

147.7) DICTAMEN Nº 4.903, DE 1990

No corresponde dar curso a un decreto que acepta la renuncia desde


una fecha anterior a la fijada por el dimisionario, ya que la autoridad
administrativa está obligada a aceptar una renuncia voluntaria desde
la fecha que indica el renunciante o a contar de la total tramitación
del decreto o resolución de aceptación.

1056
ARTÍCULO 147

147.8) DICTAMEN Nº 75.821, DE 1976

Las normas jurídicas que regulan la materia, especialmente el artícu-


lo 147 inciso 2º del Estatuto Administrativo, disponen que la renun-
cia sólo produce efectos desde la fecha de la total tramitación del
acto administrativo que la acepta o bien desde la fecha cierta que
haya indicado el interesado, y así lo haya dispuesto la autoridad
competente.
De lo anterior se desprende que la autoridad administrativa, al
aceptar una renuncia voluntaria con fecha de término de servicios, sólo
tiene dos posibilidades: una, aprobarla en los términos indicados por
el interesado; la otra, aceptarla a contar de la total tramitación del do-
cumento respectivo. No puede aceptar tal dimisión a contar de una
fecha posterior a la fijada por el renunciante.
Como quiera que en sus resoluciones la Subsecretaría de Hacien-
da no ha seguido los principios reseñados, sino que ha fijado unilate-
ralmente una fecha posterior a contar de la cual regirán las renuncias
de las funcionarias de que se trata, la Contraloría General se ha visto
en la necesidad de abstenerse de cursar tales resoluciones y devolver-
las con su documentación, a fin de que se reparen las situaciones ana-
lizadas.

147.9) DICTÁMENES NOS 15.178 Y 41.880, DE 1997; 14.924, DE 1999

La autoridad, al aceptar una renuncia voluntaria, puede aprobarla des-


de la fecha que señala el empleado, expresándolo así, o a contar de
la total tramitación del decreto o resolución de aceptación.
La sola circunstancia de que el funcionario presente su renuncia
a contar de una fecha determinada no significa que ésta sea la de su
cesación de funciones, pues para ello es necesario que la autoridad
administrativa la admita en esos términos (15.178/97).
Para que una renuncia rija a contar de la fecha indicada por el
empleado, es necesario que concurran dos requisitos copulativos:
que el funcionario señale una fecha determinada a contar de la cual
dejará su cargo y que la autoridad acepte la renuncia a contar de
esa precisa fecha; en caso contrario la dimisión rige a contar de la
total tramitación del decreto o resolución que acepta la renuncia
(14.924/99).
La renuncia sólo produce efectos desde que se notifica al emplea-
do el decreto o resolución de aceptación totalmente tramitado. Antes
de esta diligencia, no se encuentra perfeccionada la causal de cesa-
ción de funciones y procede cursar el desistimiento de la renuncia
(41.880/97).

1057
ARTÍCULO 147

147.10) DICTAMEN Nº 20.016, DE 1996

Las renuncias que tienen una fecha determinada aceptada por la au-
toridad rigen a contar de esa fecha, cualquiera que sea la de dicta-
ción del decreto o resolución que las formaliza.
Así, es plenamente válida la renuncia presentada por un conseje-
ro del Consejo de Defensa del Estado el 1º de marzo de 1996 a contar
del 30 de abril de ese mismo año, que fue aceptada en esta forma por
decreto del Ministerio de Hacienda del mes de mayo de 1996, el que
a su vez fue tomado razón el 18 de junio de ese año.

147.11) DICTAMEN Nº 12.201, DE 1998

La autoridad administrativa puede aceptar o no la renuncia a contar


de una fecha determinada, pero nunca desde una anterior a la de su
presentación, porque ello desnaturalizaría la figura misma de la re-
nuncia.

147.12) DICTAMEN Nº 21.051, DE 1995

La Contraloría General no cursa una aceptación de renuncia cuando


ésta se ha presentado a contar de una fecha anterior a la de su pre-
sentación.
Para proceder así tiene en vista dos razones: primera, que los ac-
tos administrativos no pueden tener efecto retroactivo; segunda, por-
que la autoridad administrativa requiere de un plazo prudencial para
resolver la dimisión presentada en esas condiciones, ya que debe pon-
derar razones de servicio para decidir si la acepta o no a contar de la
fecha fijada por el empleado.

147.13) DICTÁMENES NOS 48.741, DE 1964; 47.761, DE 1969; 12.903,


DE 1990

Si bien el Estatuto Administrativo permite al funcionario renunciar a


contar de una fecha determinada, ésta no puede ser anterior a la del
documento en que presenta dicha renuncia, por cuanto la autoridad
administrativa debe contar con un plazo prudencial para resolver so-
bre la dimisión presentada.
Corrobora esta conclusión el hecho de que los actos administrati-
vos no pueden producir efectos retroactivos, a menos que la ley les
conceda expresamente esta condición, de modo que no se ajustaría a

1058
ARTÍCULO 147

derecho admitir una aceptación de renuncia a contar de una fecha


anterior a la estampada en el documento en que se presenta.

147.14) D ICTÁMENES NOS 42.467, DE 1960; 56.449, DE 1965; 85.030,


DE 1970; 7.090, DE 1982; 19.715, DE 1993; 21.290, DE 1996

La renuncia produce sus efectos desde que se notifica el hecho de en-


contrarse totalmente tramitado el decreto o resolución de aceptación
(41.880/97).
Por lo tanto, desde esa fecha corresponde eliminar al empleado
de la planilla de funcionarios del servicio (21.290/96).
Ello sin perjuicio de que si la renuncia se ha aceptado a contar de
una fecha determinada, anterior a la de total tramitación del decreto
o resolución que la acepta, el cese de funciones se produzca a partir de
esa determinada fecha (42.467/60, 56.449/65, 85.030/70, 7.090/82,
19.715/93).

147.15) DICTÁMENES NOS 28.834 Y 49.126, DE 1970; 41.880, DE 1997;


37.526, DE 1998

Antes de aquella notificación no se encuentra perfeccionada la causal


de cesación de funciones y resulta oportuno y plenamente eficaz desis-
tirse de su presentación, lo que implica dejarla sin efecto (41.880/97).
En efecto, procede aceptar el desistimiento de una renuncia en tan-
to no se produzca la ruptura del vínculo jurídico que une a un funcio-
nario con la Administración del Estado (28.834 y 49.126/70, 6.967/95).
Si la renuncia se presenta a contar de un día determinado, el desis-
timiento procede hasta el día anterior. Ello porque fijado como día de
la renuncia el 31 de marzo, y aceptada en esta forma por la autoridad
competente, el funcionario cesa en su cargo desde que se inicia ese día
31, esto es, desde la medianoche del día anterior, aun cuando todavía
no haya sido notificado de la total tramitación del decreto o resolución
que la acepta, por lo que el dimisionario sólo pudo desistirse válidamente
hasta el día anterior. El desistimiento presentado el 31 de marzo es, pues,
extemporáneo y debe ser rechazado, porque a esa fecha el interesado
había dejado de ser funcionario público (37.526/98).

147.16) DICTÁMENES NOS 48.574, DE 1968; 79.734, DE 1969; 9.895,


DE 1970; 21.051, DE 1995

En lo que respecta a la fecha con que puede aceptarse una renuncia,


no existe razón jurídica alguna que impida a los empleados presentar

1059
ARTÍCULO 147

su renuncia a partir de una fecha futura y a la autoridad aceptarla en


esa forma, pero debe tenerse presente que ello no obsta a que en el
tiempo intermedio el afectado pueda alejarse del servicio por otra cau-
sal de término de funciones (48.574/68, 79.734/69, 9.895/70).
En todo caso, jamás la renuncia puede presentarse desde una fe-
cha anterior a aquella en que se presenta, pues la autoridad requiere
de un plazo prudencial para resolver la dimisión. La Contraloría Ge-
neral de la República no puede dar curso a un decreto o resolución
que acepta una renuncia presentada desde una fecha anterior a la con-
signada en el documento que la formaliza (21.051/95).

147.17) D ICTAMEN Nº 6.680, DE 1962

La renuncia produce efectos solamente desde la fecha en que el afec-


tado deja de desempeñar efectivamente el empleo por orden de la au-
toridad competente y no desde la fecha indicada por el empleado para
dejar el cargo.
La mera circunstancia de que el funcionario presente la renuncia
e indique una fecha determinada para hacer abandono del cargo no
determina necesariamente que sea esa la fecha en que opera la causal
de expiración de funciones, ya que para ello es menester que la autori-
dad competente acepte la renuncia presentada en esas condiciones.

147.18) DICTÁMENES NOS 75.821, DE 1976; 8.995, DE 1996

Una renuncia no se perfecciona sino por su aceptación por la Admi-


nistración. De esta suerte, un dimisionario está impedido de alejarse
efectivamente de sus funciones mientras no se produzca tal aceptación,
pesando sobre él, mientras tanto, la obligación de concurrir a desa-
rrollar sus funciones (8.995/96).
Ahora bien, si el renunciante abandona su cargo una vez presen-
tada la renuncia, sin esperar el asentimiento del servicio, se configura
un abandono de funciones, circunstancia que da lugar a responsabili-
dad disciplinaria, de conformidad a lo dispuesto en (la letra a) del ar-
tículo 119) del Estatuto Administrativo (75.821/76).

147.19) DICTAMEN Nº 37.683, DE 1995

Con todo, la autoridad debe pronunciarse oportunamente sobre la


renuncia presentada por el empleado, ya que no puede considerarse
injustificada la ausencia provocada por la retención indebida de la re-
nuncia presentada con anterioridad a contar de una fecha cierta y de-

1060
ARTÍCULO 147

terminada, puesto que no es admisible que a raíz de la retención de


una renuncia más allá de lo prudente pueda imputársele al emplea-
do abandono de funciones y sometérsele a sumario administrativo.
En este sentido, la actuación de la jefatura del servicio ha impor-
tado, además, una vulneración del principio de eficiencia que consa-
gra el inciso 1º del artículo 5º y el inciso 2º del artículo 8º de la Ley
Nº 18.575, LOCBGAE, que impone a las jefaturas el deber de actuar con
rapidez, agilidad y expedición en la tramitación de los asuntos some-
tidos a su conocimiento y decisión.

INCISO TERCERO

147.20) DICTAMEN Nº 37.683, DE 1995

La autoridad administrativa está obligada a dar curso a una renuncia


voluntaria.

147.21) DICTAMEN Nº 15.178, DE 1997

La autoridad administrativa no está facultada para retener una renun-


cia, salvo en el caso previsto en el inciso 3º del artículo 147 del Estatu-
to Administrativo.
Por ello, dejar transcurrir un tiempo más allá de lo que es razo-
nable para aceptar una dimisión es una actitud que no se ajusta a
derecho.
La renuncia no sólo descansa en los artículos del Estatuto Admi-
nistrativo que la reconocen como causal de cesación de funciones, sino
además en el artículo 19, Nº 16º, de la CPR, que consagra la libertad
de trabajo y la consiguiente opción de cada persona a mantener su
cargo o cambiar de actividad.

147.22) D ICTÁMENES NOS 13.463 Y 17.105, DE 1990; 10.488 Y 19.715, DE


1993; 35.056, DE 1995; 8.995, DE 1996

A diferencia de lo prescrito por el DFL Nº 338, de 1960, que faculta-


ba a la autoridad administrativa para retener la renuncia de un fun-
cionario sometido a sumario cuando existían antecedentes que
permitieran presumir su destitución, el artículo 147 inciso 3º del Es-
tatuto Administrativo, junto con mantener esa facultad, la ha limita-
do a un plazo máximo de 30 días, pasado el cual obliga a darle curso
legal, aun cuando los hechos investigados configuren una causal de
destitución.

1061
ARTÍCULO 147

El inciso 3º del artículo 147 no contempla, en efecto, posibilidad


alguna de rechazar una renuncia (13.463 y 17.105/90); al contrario,
sólo autoriza retenerla, por excepción, hasta por 30 días, transcurri-
dos los cuales debe darle curso regular, aunque no se haya resuelto el
expediente (19.715/93, 35.056/95).

147.23) DICTÁMENES NOS 10.488, DE 1993; 8.995, DE 1996; 15.178,


DE 1997

No existe norma alguna que faculte a la autoridad administrativa para


retener la renuncia de un funcionario que no se encuentra sometido
a sumario (15.178/97).
La renuncia sólo puede ser retenida, y hasta por treinta días no
prorrogables, cuando el funcionario se hallare sometido a un suma-
rio del que emanen antecedentes serios de que pueda ser alejado de
la institución por una medida disciplinaria expulsiva, como lo pres-
cribe el inciso 3º del artículo 147. Además, conforme al inciso final
de este artículo, el sumario debe haberse iniciado con anterioridad a
la fecha de presentación de la renuncia, porque la renuncia es un de-
recho estatutario que importa de por sí la manifestación expresa del
empleado de hacer abandono del servicio, y una vez hecha impide ins-
truir, con posterioridad a ella, un proceso disciplinario en contra del
renunciante (8.995/96).
No decidir dentro de un plazo prudente sobre la renuncia pre-
sentada a contar de una fecha determinada, es retención indebida de
renuncia, pues ha de tenerse presente que la renuncia no sólo consti-
tuye el ejercicio de la facultad que el Estatuto Administrativo recono-
ce a todo funcionario, sino, además, en el artículo 19, Nº 16º, de la
CPR, precepto que consagra la libertad de trabajo y la consiguiente op-
ción de cada persona a mantener o cambiar el oficio que se está de-
sempeñando, garantía que las autoridades administrativas necesaria-
mente deben respetar (15.178/97).
La Contraloría General debe dar curso a la aceptación de una re-
nuncia voluntaria que se presentó mientras estaba pendiente un su-
mario (10.488/93).

147.24) D ICTÁMENES NOS 37.683, DE 1995; 5.428 Y 14.831, DE 1996;


15.178, DE 1997; 4.887, DE 1999

Retener una renuncia voluntaria importa transgredir los artículos 6º


y 7º de la CPR, que establecen el deber de la autoridad administrativa
de someterse a las normas constitucionales y legales que forman el or-
denamiento jurídico chileno (14.831/96).

1062
ARTÍCULO 147

Constituye retención indebida toda medida que importe no dar


curso a una renuncia en un tiempo prudencial y exceder el plazo fija-
do por el artículo 147 (37.683/95, 5.428/96).
Si se ha presentado una renuncia y sesenta días después se instru-
ye un sumario en contra del dimisionario, corresponde dar curso a la
renuncia y sobreseer en el sumario por haberse iniciado extemporá-
neamente (4.887/99).
Con mayor razón es indebida la retención que se dispone para
mantener en funciones a un empleado con el objeto de someterlo a
sumario, como ocurre en el caso del funcionario que ha regresado al
país después de desempeñar una misión de estudio o perfeccionamien-
to y antes de la fecha de su reintegro al servicio renuncia a su cargo.
En este caso procede dar curso a la renuncia y hacer efectivas, de ser
procedente, las garantías rendidas para cubrir tal eventualidad, pero
no aplicar una medida disciplinaria (15.178/97).

147.25) DICTAMEN Nº 49.496, DE 1963

Aun cuando la autoridad administrativa se pronuncie sobre la renun-


cia presentada a contar de un día cierto y determinado, en una fecha
posterior a los 30 días que establece el artículo 147 inciso 3º, esta acep-
tación se retrotrae al día indicado por el empleado, puesto que existe
una clara y expresa manifestación de su voluntad en tal sentido y la
autoridad la ha aceptado en esos términos.
Por tanto, no procede dejar sin efecto el decreto que acepta una
renuncia en los términos fijados por la parte final del inciso 2º del ar-
tículo 147, aun cuando la autoridad haya tardado más de 30 días en
aceptarla.

INCISO CUARTO

147.26) DICTÁMENES NOS 14.088, 16.893 Y 31.891, DE 1990; 26.505,


DE 1998

La circunstancia de que un funcionario implicado en un sumario ad-


ministrativo cese en su cargo por concurrencia de una causa legal de
expiración de funciones, no significa el término del proceso discipli-
nario al tenor de lo previsto por el artículo 147 inciso último de la
Ley Estatutaria, ya que según el Estatuto Administrativo debe prose-
guir su tramitación hasta la dictación del acto formal que se pronun-
cie sobre los hechos, el que debe remitirse a la Contraloría General
para su toma de razón.

1063
ARTÍCULO 147

Corrobora lo expresado el artículo 157, letra b), según el cual la


responsabilidad administrativa de un servidor público se extingue “por
haber cesado en sus funciones, sin perjuicio de lo dispuesto en el in-
ciso final del artículo 147”, ya que él deja a salvo la prosecución de
los expedientes disciplinarios.
En estas condiciones, la expresión “hasta su normal término” que
utiliza el inciso cuarto del artículo 147, implica que el sumario debe
concluir su tramitación y que la medida disciplinaria ha de surtir to-
dos los efectos que le son propios, lo que significa:
– Que se refiere a la total tramitación del decreto o resolución que
afina el proceso disciplinario, luego de notificadas las medidas disci-
plinarias aplicadas y resueltos los recursos que se hubieran interpues-
to (16.893/90, 26.505/98).
– Que el afectado puede hacer valer durante la continuación del
procedimiento todos los derechos que le reconoce el ordenamiento
estatutario (14.088/90), y
– Que una vez aplicada la medida disciplinaria de destitución, se
produce la pérdida de un requisito de ingreso que imposibilita su per-
manencia en los demás cargos públicos que desempeñe, al tenor de
lo dispuesto en los artículos 12, letra e), y 150, letra b), del Estatuto
Administrativo (26.505/98).
Por lo tanto, es improcedente fijar la fecha de vigencia de una medi-
da disciplinaria, ya que los decretos y resoluciones que aplican una san-
ción administrativa rigen sólo desde la fecha en que se notifica a los
afectados la total tramitación de esos decretos o resoluciones (31.891/90).

147.27) D ICTÁMENES NOS 8.035, 17.068 Y 23.870, DE 1990; 21.214,


DE 1992; 10.488, DE 1993

No procede dar curso a un decreto o resolución que sobresee de res-


ponsabilidad administrativa a un funcionario basado única y exclusi-
vamente en el hecho de haber dejado de prestar servicios a la
Administración Pública.
Según el artículo 147 inciso final del Estatuto Administrativo, si
un sumario administrativo se encuentra en tramitación y aunque el o
los responsables de los hechos que se investigan cesan en sus funcio-
nes, el procedimiento deberá continuarse hasta su término, anotán-
dose en su hoja de vida la sanción que se aplique.

147.28) D ICTÁMENES NOS 16.893, DE 1990; 28.483, DE 1995

Comienza diciendo el inciso cuarto del artículo 147, que “si se encon-

1064
ARTÍCULO 147

trare en tramitación un sumario administrativo”, deberá proseguirse


aun cuando el implicado deje el servicio activo.
La expresión “se encontrare en tramitación” debe entenderse
en el sentido de que el sumario que afecta a un empleado está si-
guiendo el procedimiento establecido por la ley, procedimiento que
comienza con la resolución que ordena instruirlo, y desde esa fe-
cha, y no a contar de la constitución de la Fiscalía Instructora del
procedimiento.
Si la cesación de funciones se produce con posterioridad a la fe-
cha de esa resolución de inicio, el sumario se encontraba en trami-
tación.

147.29) DICTÁMENES NOS 12.185 Y 31.599, DE 1990

La expresión “sumario administrativo” que emplea el inciso final del


artículo 147 del Estatuto Administrativo incluye a la investigación su-
maria, porque el artículo 119 del mismo cuerpo normativo había ade-
lantado que ambos procesos disciplinarios eran los medios idóneos
para hacer efectiva la responsabilidad de los funcionarios públicos que
infringieren sus obligaciones y deberes estatutarios, y el propósito in-
equívoco del artículo 147 es establecer un mecanismo de responsabi-
lidad administrativa, al margen de la causal que la origine y de la
naturaleza del procedimiento ordenado sustanciar.
Aplicar un criterio distinto significaría aceptar que los empleados
sometidos a una investigación sumaria se hallan exentos de toda res-
ponsabilidad si cesan en sus funciones durante la tramitación de ese
procedimiento, lo que no se aviene con la finalidad perseguida por la
Ley Estatutaria.

147.30) D ICTÁMENES NOS 22.022, DE 1996; 17.321, DE 1999

De acuerdo con el inciso cuarto del artículo 147 del Estatuto Admi-
nistrativo, dándose la condición por él exigida, el sumario debe con-
tinuarse hasta su término y anotarse su resultado en la hoja de vida
del funcionario.

147.31) DICTAMEN Nº 38.647, DE 1996

Una vez iniciada la tramitación de un sumario administrativo, corres-


ponde aplicar el inciso final del artículo 147 del Estatuto Administra-
tivo, sea que se trate de funcionarios de planta o a contrata.

1065
ARTÍCULO 147

147.32) DICTÁMENES NOS 33.055, DE 1993; 22.002 Y 38.647, DE 1996;


26.505, DE 1998

El artículo 147, inciso final, se aplica a todos los funcionarios públi-


cos, incluyendo a aquellos que ocupan cargos de confianza exclusiva
del Presidente de la República o de la autoridad llamada a extender
el nombramiento (33.055/93), y cualquiera que sea la causal de tér-
mino de funciones que haya provocado el alejamiento del empleado
(26.505/98).
Lo mismo cabe decir de una funcionaria a contrata, pues el he-
cho de haberse puesto término a su desempeño no la exime de res-
ponsabilidad administrativa, si el sumario se inició antes del término
de funciones (38.647/96).

147.33) DICTÁMENES NOS 9.493 Y 22.002, DE 1996

No obstante que la ex funcionaria de que se trata cesó en sus funciones


por renuncia legalmente tramitada, se ha ajustado a derecho la continua-
ción del sumario que la afectaba, porque de acuerdo con lo prescrito por
el artículo 147, inciso final del Estatuto Administrativo, el procedimiento
disciplinario se inició mientras ella estaba en servicio activo.
Asimismo, corresponde que se haga efectiva y se anote en su hoja
de vida funcionaria la medida disciplinaria de multa aplicada como
consecuencia de ese sumario (22.002/96).
Por el contrario, no procede instruir un proceso sumarial en con-
tra de un ex funcionario de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pe-
cuarias de la Universidad de Chile, porque ya no existe vinculación
jurídica entre él y un determinado servicio público, salvo que se acre-
dite encontrarse en la circunstancia excepcional prevista en el inciso
final del artículo 147 del Estatuto Administrativo, esto es, cuando a la
fecha de su cesación de funciones se encontraba ya en tramitación el
respectivo sumario administrativo (9.493/96).

147.34) DICTAMEN Nº 22.002, DE 1996

Procedió aplicar la medida disciplinaria de multa a una empleada que


con anterioridad había cesado en sus funciones por causal de renun-
cia voluntaria, por cuanto el sumario en que se basó se inició antes
de la cesación de servicios, y el artículo 141 de la Ley Nº 18.834 dispo-
ne que no obstante mediar tal expiración de funciones, si el sumario
se inició con anterioridad a esa fecha, deberá continuar su tramita-
ción regular, anotándose en la hoja de vida del ex funcionario sancio-
nado la medida disciplinaria que en su consecuencia se le aplique.

1066
ARTÍCULO 147

147.35) D ICTAMEN Nº 3.728, DE 1996

No corresponde instruir sumario a un empleado público una vez que


éste ha dejado la Administración Pública por aceptación de una re-
nuncia totalmente tramitada, ya que según la letra b) del artículo 157,
la responsabilidad administrativa se extingue “por haber cesado en sus
funciones”, salvo que se encontrare en la situación prevista en el inci-
so final del artículo 141, lo que no ocurre en la especie.

147.36) DICTÁMENES NOS 22.993, 23.870 Y 34.568, DE 1990

Para que pueda sumariarse a un funcionario es necesario que esté vi-


gente la relación estatutaria.
En consecuencia, debe dictarse sobreseimiento en favor de
aquel empleado a quien se le aceptó la renuncia voluntaria por re-
solución totalmente tramitada, y contra quien se ordenó instruir
sumario administrativo con posterioridad a la fecha de su alejamien-
to del servicio.
El legislador estatutario no consulta la posibilidad de instruir su-
marios a ex funcionarios de la Administración del Estado, permitien-
do tan sólo que se prosigan los expedientes que se encontraban en
trámite al momento de la expiración de funciones.

EFECTOS DEL INCISO CUARTO DEL ARTÍCULO 147

147.37) DICTÁMENES NOS 29.730 Y 30.991, DE 1993

El inciso final del artículo 147 del Estatuto Administrativo no puede


tener otro objeto que aplicar el respectivo castigo al empleado que
ha cesado en sus funciones y hacer que esa medida disciplinaria surta
todos los efectos que le son propios.
De este modo, una destitución aplicada en las condiciones des-
critas en el artículo 147, aunque no constituya causal de cese de
funciones por haber mediado la aceptación de renuncia, debe pro-
ducir todos sus efectos, incluyendo la prohibición de desempeñar-
se en la Administración Pública hasta cinco años después de la
fecha de expiración de funciones, como lo previene el artículo 12,
letra e).
El alcance del artículo 147, inciso final, no puede ser, entonces,
sólo el de disponer una anotación en la hoja de vida funcionaria del
empleado sancionado; tal alcance significaría que la sanción no pro-
duciría efectos. No puede entenderse que al establecer esta norma, el
legislador haya perseguido que ella no surtiera la consecuencia inhe-

1067
ARTÍCULO 147

rente a la medida disciplinaria aplicada, más aún cuando ella armoni-


za con lo dispuesto en el artículo 157, letra b), que señala que la res-
ponsabilidad administrativa se extingue por el cese de funciones del
empleado “sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso final del artículo
147”, regla esta última que carecería de sentido si el precepto a que
se refiere tuviera únicamente por fin dejar una simple constancia en
la hoja de vida funcionaria.
Debe tenerse presente, por último, que al incorporarse esta dis-
posición al proyecto de Estatuto Administrativo se señaló expresa-
mente que por medio de ella se pretendía evitar que el funcionario
que renunciaba voluntariamente a su cargo durante la tramitación
de un sumario administrativo se viera liberado de la aplicación de
las normas sobre prohibición de reincorporarse a la Administración
en el caso de destitución, lo que constituía anteriormente una prác-
tica habitual.
Se reconsidera toda jurisprudencia en contrario, especialmente el
dictamen Nº 4.377, de 1992.

DESISTIMIENTO DE LA RENUNCIA

147.38) DICTÁMENES NOS 28.171, DE 1990; 6.967, DE 1995

El Estatuto Administrativo derivado de la Ley Nº 18.834, de 1989,


contiene, en los incisos 1º y 2º de su artículo 147, normas simila-
res a las que contemplaba en materia de renuncias el DFL Nº 338,
de 1960, por lo cual es aplicable en estos casos la jurisprudencia
establecida con motivo de la interpretación de dicho cuerpo esta-
tutario.
Así, es válido el desistimiento de una renuncia presentada a con-
tar de una fecha determinada, si se formaliza antes de esa fecha y el
interesado ha continuado en funciones.

147.39) D ICTÁMENES NOS 37.192, DE 1964; 63.696, DE 1968

Un funcionario puede desistirse de la renuncia voluntaria hasta antes


que se le notifique el decreto o resolución de aceptación totalmente
tramitado, puesto que hasta ese instante no se ha producido la ruptu-
ra del vínculo jurídico que le une con la Administración. Sin embar-
go, en el evento de comprobarse fehacientemente que el afectado ha
tomado conocimiento, por otros medios, de la resolución que le acepta
la renuncia, el desistimiento no produciría efecto alguno, en atención
a que se habría producido una notificación tácita.

1068
ARTÍCULO 147

147.40) D ICTÁMENES NOS 38.610, DE 1963; 49.126, DE 1970

Antes de notificar al interesado la resolución de aceptación de renun-


cia totalmente tramitada, la causal de cesación de funciones no se en-
cuentra perfeccionada, por lo que debe reconocerse que el desisti-
miento de la dimisión presentada hasta entonces es oportuno y tiene
plena eficacia para enervar las consecuencias de la renuncia primiti-
vamente planteada.
Como lógica consecuencia de lo anterior corresponde que la au-
toridad deje sin efecto la resolución de aceptación de renuncia, por-
que no procede que subsista formalmente una resolución que ha
perdido su eficacia,
Excepcionalmente no es posible atribuir validez al desistimiento
del empleado, cuando éste haya indicado una fecha determinada al
renunciar, la autoridad haya aceptado la renuncia en esas condicio-
nes y el interesado haya abandonado efectivamente el servicio en la
época fijada.

147.41) DICTÁMENES NOS 34.509, DE 1975; 7.398, DE 1992; 2.801,


DE 1999

La regla general en materia de desistimiento de una renuncia volun-


taria es que los interesados puedan desistirse aun después de haberse
dictado la resolución o decreto que las acepta, pero sólo hasta antes
del momento en que se les notifica la toma de razón de dichos docu-
mentos (34.509/75, 2.801/99).
En consecuencia, no procede dejar sin efecto una renuncia que
ha sido aceptada por la autoridad competente cuando el documento
de aceptación ha sido totalmente tramitado (7.398/92), o cuando, pre-
sentada la dimisión desde una fecha determinada y aceptada así por
la autoridad, el funcionario abandona efectivamente el servicio con
anterioridad al trámite de toma de razón (2.801/99).
Sin embargo, excepcionalmente, la jurisprudencia administrativa
ha admitido, entre otros, en el dictamen Nº 38.619, de 1963, que no
cabe atribuir eficacia al desistimiento del empleado, cuando éste ha
indicado una fecha determinada para su renuncia, la autoridad la ha
aceptado en esas condiciones y el interesado ha abandonado efectiva-
mente el servicio en la época fijada, pues sólo en estas condiciones la
renuncia produce el efecto de hacer cesar en el cargo al funcionario
a contar de una fecha anterior al término de la tramitación del res-
pectivo decreto o resolución que la acepta, por lo que el interesado
no puede desistirse.
El desistimiento producido con posterioridad a la fecha en que
la autoridad aceptó la renuncia y notificó su total tramitación, ca-

1069
ARTÍCULO 147

rece de validez, porque se trata de un desistimiento extemporáneo


(34.509/75).

147.42) D ICTAMEN Nº 2.598, DE 1996

No procede dejar sin efecto una renuncia voluntaria aceptada por la


autoridad competente y cursada por la Contraloría General de la Re-
pública, produciendo todos sus efectos.
Los actos de la Administración deben ajustarse y perfeccionarse
sujetándose a la normativa que señala la ley y sólo pueden invalidarse
cuando existen razones de ilegalidad, circunstancia que no se da en
la especie, por no existir antecedentes que justifiquen la alegación del
renunciante de haber sido presionado por la superioridad del servi-
cio para que presentara su renuncia.

EFECTOS DE LA ACEPTACIÓN DE RENUNCIA

147.43) D ICTAMEN Nº 2.598, DE 1996

La renuncia, una vez aceptada por resolución totalmente tramitada, no


puede ser dejada sin efecto por la autoridad administrativa, por tratar-
se de un acto reglado por la ley que ha producido todos sus efectos.
Los actos reglados de la Administración deben ajustarse y perfec-
cionarse sujetándose a la normativa establecida por la ley y sólo pue-
den invalidarse cuando existen razones de ilegalidad: la presión
ejercida sobre él para que renunciara, causal que alega el recurrente
para dejarla sin efecto, no constituye una razón de esta naturaleza.

147.44) DICTÁMENES NOS 11.878, DE 1956; 45.158, DE 1960; 72.181,


DE 1962

Es improcedente dejar sin efecto una renuncia aceptada por la auto-


ridad competente con decreto totalmente tramitado, porque ha pro-
ducido todos sus efectos legales. Con todo, si el funcionario afectado
estima que la autoridad administrativa ha lesionado sus intereses, pue-
de reclamar las indemnizaciones que estime procedentes ante los Tri-
bunales Ordinarios de Justicia.

147.45) D ICTÁMENES NOS 46.141, DE 1980; 19.108, DE 1983

La jurisprudencia uniforme de este Organismo de Control ha preci-


sado que la renuncia a un cargo público es un acto administrativo com-

1070
ARTÍCULO 147

plejo que requiere para su perfeccionamiento, entre otros requisitos,


de la manifestación de voluntad del funcionario de abandonar su de-
sempeño, libremente expresada, esto es exenta de todo vicio.
Ha señalado, igualmente, en el dictamen Nº 13.371, de 1978, que
si un funcionario se ha encontrado perturbado por un trastorno psí-
quico y por tanto ha estado incapacitado de presentar su dimisión en
forma válida, procedería dejar sin efecto la resolución que aceptó su
renuncia por haberse fundado en una declaración de voluntad vicia-
da, debiendo, en tal caso, el Servicio de Salud, pronunciarse acerca
de la salud mental del interesado a la data de renunciar a su cargo,
como asimismo, sobre el estado de recuperabilidad de éste, para los
efectos de las medidas administrativas y de las prestaciones sociales a
que hubiere lugar.

RÉGIMEN JURÍDICO DE LA RENUNCIA PRESENTADA


POR UN FUNCIONARIO REGIDO POR EL CÓDIGO
DEL TRABAJO

147.46) D ICTÁMENES NOS 12.083, DE 1984; 26.608, DE 1998

La renuncia del trabajador, según el Código del Trabajo, es un acto


unilateral en virtud del cual se extingue la relación contractual, sin
que el empleador pueda rechazarla, ya que constituye una expresión
de la libertad de trabajo, garantizada por el artículo 19, Nº 16º, de la
CPR (12.083/84).
Sin embargo, esta garantía constitucional no puede impedir que la
Administración haga efectiva la responsabilidad de sus empleados, de
acuerdo con el principio de la legalidad a que se encuentran afectos,
según lo establecido, entre otros, en los artículos 6º y 7º de la CPR, por
lo que si existen fundadas sospechas de que un funcionario ha incurri-
do en actuaciones que puedan comprometer su responsabilidad admi-
nistrativa, el respectivo servicio se encuentra en el imperativo de
determinar el alcance de la misma, lo que, como es obvio, no puede
verse afectado por la renuncia que pueda presentar el trabajador.
Como se informara por dictámenes Nos 71.688, de 1963, y 21.923,
de 1988, tratándose de personal regido por disposiciones especiales,
como es el caso del que se halla sometido al Código del Trabajo, la
presentación de la renuncia voluntaria no puede constituir un medio
que permita eludir la aplicación de las sanciones a que pueda hacer-
se acreedor por las irregularidades en que hubiere incurrido, ya que
admitir la solución contraria sería admitir que por la vía de la renun-
cia voluntaria un funcionario sometido al Código del Trabajo puede
eludir fácilmente que se haga efectiva la sanción que procediere, y ob-
tener, además, que eventualmente no opere a su respecto la inhabili-

1071
ARTÍCULO 148

dad prevista en el artículo 38, letra f), de la Ley Nº 10.336, de 1964,


de la Contraloría General, que impide el reingreso a la Administra-
ción de quien hubiere sido removido de ella por medida expulsiva, a
menos que medie decreto supremo de rehabilitación.
De lo anterior se desprende que el hecho de que el Código del
Trabajo no consulte norma alguna que permita retener una renuncia
voluntaria, ello no puede impedir a la Administración haga efectiva
su potestad sancionadora ni que dicha renuncia pueda extinguir la res-
ponsabilidad administrativa del renunciado.
Por consiguiente, a la interesada, funcionaria de un servicio pú-
blico y afecta al Código del Trabajo, sólo pudo retenérsele su renun-
cia hasta el 30 de junio de 1997, produciéndose su cese de funciones,
por ende, a contar del 1º de julio de ese año, sin perjuicio de que se
prosiguiera el sumario hasta su normal término, en la forma estable-
cida por el Estatuto Administrativo.

INVALIDACIÓN DE LA RENUNCIA

147.47) DICTAMEN Nº 14.924, DE 1999

Una renuncia totalmente tramitada no puede ser dejada sin efecto si


no por causales de ilegalidad cometidas al aceptar la renuncia o por
haberse basado en antecedentes irregulares.

Artículo 148. En los casos de cargos de exclusiva confianza, la


remoción se hará efectiva por medio de la petición de renun-
cia que formulará el Presidente de la República o la autori-
dad llamada a efectuar el nombramiento.
Si la renuncia no se presenta dentro de las cuarenta y ocho
horas de requerida, se declarará vacante el cargo.

Interpretación

NORMAS APLICABLES A LOS CARGOS DE CONFIANZA


EXCLUSIVA

148.1) En el Estatuto Administrativo, los cargos de confianza exclusi-


va están señalados en el artículo 7º, complementado por el artículo
13 transitorio; a su vez, el artículo 75 permite a la autoridad establecer
un orden de subrogación especial para esos empleos; el artículo 82, en

1072
ARTÍCULO 148

sus incisos 2º y 3º, faculta al funcionario nombrado en un cargo de


confianza exclusiva para optar entre las remuneraciones del cargo de
que es titular y las del que pasa a desempeñar en ese carácter, y el ar-
tículo 145, en su letra d), permite declarar vacante el cargo del fun-
cionario que no presenta su renuncia dentro del plazo de 48 horas
fijado por este artículo 142.

148.2) DICTAMEN Nº 55.931, DE 2004

La Ley Nº 19.882, del año 2003, eliminó del artículo 7º, letras b) y c), a
los empleos de jefes de departamento de entre los cargos de confianza
exclusiva, para configurarlos como cargos de carrera. Además, incorporó
un nuevo artículo 7º bis, actual artículo 8º, estableciendo que esos em-
pleos y los niveles de jefaturas equivalentes a ellos estarían sometidos a
las reglas especiales contenidas en dicho nuevo artículo, normas que
básicamente consisten en establecer un procedimiento concursal de pro-
visión de esos empleos.
A su vez, el artículo 7º transitorio de esa Ley Nº 19.882 dispuso en
su inciso 3º que “la modificación al artículo 7º y el 7º bis referidos, res-
pecto de cada ministerio y servicio, entrará en vigencia el día primero
del mes siguiente al de la publicación del correspondiente decreto con
fuerza de ley a que se refiere el inciso primero”, esto es, el día primero
del mes siguiente al de la publicación de los decretos con fuerza de ley
que este inciso 1º autoriza dictar al Presidente de la República para de-
terminar separadamente para cada uno de los ministerios y servicios re-
gidos por el Estatuto Administrativo, cuáles serán los cargos que pasarán
a tener la calidad prevista en el artículo 8º de la ley estatutaria.
Así, pues, las señaladas modificaciones incorporadas al Estatuto
Administrativo han de entrar en vigencia a contar del primero del mes
siguiente al de la publicación del respectivo decreto con fuerza de ley
que el Primer Mandatario debe dictar para cada ministerio y servicio
señalando las plazas de los jefes de departamento y de los cargos de
niveles de jefaturas jerárquicos equivalentes que tendrán la calidad de
empleos de carrera, concursables por consiguiente de conformidad
con lo preceptuado en el actual artículo 8º de la Ley Estatutaria.

CARACTERÍSTICAS DE LOS CARGOS


DE CONFIANZA EXCLUSIVA

148.3) DICTAMEN Nº 50.049, DE 2004

Un cargo de confianza exclusiva, de acuerdo con el artículo 49 inci-


so final de la LOCBGAE y el artículo 7º del Estatuto Administrativo, es

1073
ARTÍCULO 148

aquel que está sujeto a la libre designación y remoción del Presidente


de la República o de la autoridad facultada para realizar el nombra-
miento.
El artículo 148 de este último texto legal autoriza la remoción
de sus titulares mediante la declaración de vacancia, autorizando
un procedimiento consistente en pedirles la renuncia, la cual, de
no ser presentada en el plazo de 48 horas después de requerida,
importa autorizar la declaración de vacancia del cargo que ocupa
el funcionario. Ello porque estos empleados no se hallan ampara-
dos por el derecho a la estabilidad en el empleo que asiste a los
funcionarios de carrera y se mantienen en sus puestos sólo mien-
tras cuentan con la confianza de la autoridad que los designó en
ellos.

148.4) DICTAMEN Nº 33.055, DE 1993

Los funcionarios que ocupan cargos de confianza exclusiva están so-


metidos a las mismas normas sobre responsabilidad administrativa que
afectan a los demás funcionarios de planta, ya que la ley no los exclu-
ye de ellas.
Aceptar que los empleados de confianza exclusiva sólo pueden ce-
sar en sus empleos por renuncia no voluntaria y por declaración de va-
cancia, en su caso, significaría dejar de aplicar, sólo respecto de ellos,
las demás causales de expiración de funciones establecidas en el artícu-
lo 146 del Estatuto Administrativo, incluyendo la obtención de jubila-
ción o el fallecimiento.

148.5) DICTÁMENES NOS 14.604 Y 17.661, DE 1990

La Ley Estatutaria no contempló la renuncia no voluntaria como


causal de cesación de funciones de los empleados de confianza ex-
clusiva.
Por lo mismo, para efectos previsionales, debe entenderse que
cuando se remueve a uno de esos servidores de acuerdo con lo pres-
crito por los artículos 148 y 150, letra d), del Estatuto, esa remoción
produce los mismos efectos que producía la renuncia no voluntaria,
figura jurídica que en estos términos y para dichos efectos subsiste en
la nueva Ley Estatutaria (14.604/90).
Por lo tanto, podrán jubilar por expiración obligada de funciones
en los términos del artículo 12 del DL Nº 2.448, de 1978, si han man-
tenido el régimen previsional antiguo, según lo previsto en el artícu-
lo 14 transitorio, inciso 2º, del Estatuto Administrativo (17.661/90).

1074
ARTÍCULO 148

REGULACIÓN DE LOS CARGOS


DE CONFIANZA EXCLUSIVA

148.6) DICTÁMENES NOS 59.029 BIS, DE 1970; 25.928, DE 1996

La ley no reguló el procedimiento para pedir la renuncia a un em-


pleado que ha perdido la confianza de la autoridad que lo designó,
por lo que es necesario concluir que puede ser requerida en forma
verbal o escrita, directamente o por medio de algún funcionario a su
nombre (59.029 bis/70).
Por consiguiente, el hecho de remover a un funcionario de con-
fianza exclusiva sin contar con el informe o una petición previos de su
superior jerárquico, no afecta la validez de la remoción (25.928/96).

148.7) DICTAMEN Nº 36.730, DE 1971

Cuando se solicita la renuncia al cargo a un funcionario de exclusiva


confianza, éste debe presentarla dentro del plazo de 48 horas, proce-
diendo la declaración de vacancia si así no lo hiciere.

148.8) DICTÁMENES NOS 71.881, DE 1977; 8.312, DE 1995; 25.928,


DE 1996

La renuncia presentada por un funcionario de la exclusiva confian-


za, una vez aceptada, surte sus efectos a contar de la notificación al
interesado del decreto supremo o resolución que la aceptó.
Con todo, ha de tenerse presente que los funcionarios de confianza
exclusiva están sujetos a un régimen especial, pues carecen de inamo-
vilidad en sus plazas de trabajo y conservan sus cargos sólo en tanto y
en cuanto mantengan la confianza de la autoridad correspondiente,
la cual puede disponer su remoción a su entera voluntad, por ser fa-
cultad suya mantener o no en sus funciones a un empleado de con-
fianza exclusiva.
En estas condiciones, la petición de renuncia que en estos casos
provoca el alejamiento del empleado constituye el ejercicio de una fa-
cultad privativa de la autoridad que expresa la voluntad de removerlo
de la plaza que desempeña, de manera que una vez presentada la re-
nuncia o transcurrido el plazo para hacerlo, el decreto o resolución
que la acepta puede fijar el día de cesación de funciones que estime
conveniente, con la sola limitación de que sea posterior al día en que
se le pidió la renuncia al cargo (8.312/95).

1075
ARTÍCULO 148

148.9) DICTAMEN Nº 25.928, DE 1996

Atendida la circunstancia de que la permanencia en sus cargos por


parte de los funcionarios que ocupan empleos de confianza exclusiva
depende de la sola voluntad de la autoridad que los nombra, consti-
tuye una facultad privativa de la autoridad administrativa mantener-
los o hacerlos cesar en sus funciones.
En estas condiciones, bien puede la autoridad disponer una de-
terminada fecha de cese de funciones en el decreto o resolución que
acepta la renuncia o en el que declara vacante la plaza de que se tra-
ta, siempre que la fecha que fije sea posterior al día en que se le pidió
la renuncia al empleado. Procede, en este caso, declarar vacante el car-
go a contar del día de dictación de la resolución de vacancia.
Además, ese decreto o resolución debe ser válidamente notifica-
do al funcionario removido de su empleo, conforme a la regla gene-
ral, según la cual los actos de particular aplicación, o sea, los que
benefician o afectan a una persona determinada, requieren ser notifi-
cados para producir sus naturales efectos, aunque éstos se retrotrai-
gan a determinado día, como ocurre en este caso.

148.10) PATRICIO LARRAÍN DEL CANTO CONTRA UNIVERSIDAD


METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, CORTE SUPREMA DE
J USTICIA, APELACIÓN DE PROTECCIÓN, 27 DE MAYO DE 1997,
ROL Nº 522-97

3º. Que la declaración de vacancia del recurrente se fundó en el artícu-


lo –148– del Estatuto Administrativo, que establece que “en los cargos
de exclusiva confianza, la remoción se hará por medio de la petición
de renuncia que formulará el Presidente de la República o la autori-
dad llamada a efectuar el nombramiento”. El inciso 2º de la misma
señala que “si la renuncia no se presenta dentro de las 48 horas de
requerida, se declarará vacante el cargo”.
Y es el propio Estatuto Administrativo, en su artículo 7º, el que
indica cuáles son los cargos de exclusiva confianza del Presidente de
la República o de la autoridad facultada para efectuar el nombramien-
to, precisando en su letra c), que en los servicios públicos tienen esa
calidad “los jefes superiores de los servicios, los subdirectores, los di-
rectores regionales (y jefes de departamento o jefaturas de niveles je-
rárquicos equivalentes o superiores a dichas jefaturas), existentes en
la estructura del servicio, cualquiera sea su denominación”;
5º. Que por lo razonado en los fundamentos precedentes y lo pre-
visto en el artículo 7º, letra c), del Estatuto Administrativo, aparece
que –el cargo de que se trata es– de la exclusiva confianza de la auto-
ridad facultada para efectuar el nombramiento, por lo que el recurri-

1076
ARTÍCULO 148

do –el Rector de esa Universidad– estaba legalmente facultado para


pedirle la renuncia al actor, y, por ende, su actuar no fue ilegal o arbi-
trario, por lo que el recurso de protección en su contra deberá ser
rechazado.

148.11) DICTAMEN Nº 11.802, DE 1997

La cesación en el cargo, en el caso previsto en el inciso 2º del artícu-


lo 148 del Estatuto Administrativo, se produce desde que el cargo fue
declarado vacante por la autoridad competente. Así, declarado vacan-
te un cargo a contar del 5 de febrero de 1997, ese es el día que marca
la cesación de funciones y la percepción de remuneraciones.
El hecho de que el funcionario afectado se encuentre gozando de
licencia médica no impide hacer efectiva esta causal de cesación de
funciones.

148.12) D ICTAMEN Nº 8.312, DE 1995

En efecto, la circunstancia de hallarse el funcionario gozando de una


licencia médica, no impide a la autoridad competente pedirle la re-
nuncia al cargo de confianza exclusiva que ocupa, así como declarar
vacante el empleo, si no la presenta dentro del plazo de cuarenta y
ocho horas.

148.13) DICTAMEN Nº 48.499, DE 1979

Si se acepta la renuncia a un cargo en el entendido de que es un


empleo de confianza exclusiva y en verdad no lo es, este error bási-
co obliga a anular la aceptación de renuncia y a reintegrar al fun-
cionario a sus labores como si nunca hubiese estado separado de
ellas.

148.14) DICTÁMENES NOS 14.896 Y 36.618, DE 1997

Aun cuando es efectiva la existencia de un memorándum del jefe su-


perior de servicio en que conmina al funcionario que ocupa un car-
go de confianza exclusiva a hacer abandono del empleo, en los hechos
aparece que siguió desempeñando su cargo con posterioridad a esa
fecha con conocimiento y aceptación de aquella jefatura, lo que le otor-
ga el carácter de funcionario de facto y le autoriza para percibir las
remuneraciones que corresponden (14.896/97).

1077
ARTÍCULO 149

Por lo demás, el principio del enriquecimiento sin causa, que jus-


tifica pagar el tiempo trabajado para la Administración, opera sobre
la base de una situación fáctica, esto es, que la persona afectada por
una decisión de la autoridad administrativa, realmente haya prestado
servicios para la institución de que se trate durante un determinado
lapso de tiempo (36.618/97).

Artículo 149. El funcionario que jubile, se pensione u obten-


ga una renta vitalicia en un régimen previsional, en relación
al respectivo cargo público, cesará en el desempeño de sus
funciones a contar del día en que, según las normas pertinen-
tes, deba empezar a recibir la pensión respectiva.

Interpretación

149.1) DICTAMEN Nº 21.572, DE 1995

El artículo 149 del Estatuto Administrativo dispone que el funcionario que


jubile, se pensione u obtenga renta vitalicia en un sistema previsional en
relación al cargo público, cesará en el desempeño de sus funciones a con-
tar del día en que deba empezar a recibir la pensión respectiva.
Esta es una norma imperativa para los funcionarios públicos, no obs-
tante que el DL Nº 3.500, de 1980, en su artículo 69, establezca que el
personal afecto al nuevo sistema de pensiones puede seguir trabajando.
En todo caso, quien hubiere continuado desempeñando efectiva-
mente su empleo con posterioridad a la fecha de obtención de su pen-
sión, con la aceptación de la autoridad administrativa, tiene derecho
a mantener las remuneraciones percibidas, pues en caso contrario se
produciría un enriquecimiento sin causa para la Administración.

149.2) DICTAMEN Nº 31.327, DE 1990

Los artículos 149 y 146, letra b), establecen como causal de cesación
de funciones la obtención de una pensión previsional. Como no dis-
tinguen respecto de la naturaleza de la pensión que se obtenga den-
tro del sistema, resulta irrelevante la fecha en que se solicite la renta
vitalicia dentro del sistema del DL Nº 3.500, de 1980, para que el otor-
gamiento de esa renta opere como causal de expiración de funciones.
La causal opera a contar de la fecha de otorgamiento del benefi-
cio. De esta manera, el funcionario que ha continuado percibiendo

1078
ARTÍCULO 150

remuneraciones después de esa fecha debe proceder a la devolución


de las sumas indebidamente percibidas, sin perjuicio de su derecho a
solicitar de Contraloría General que le condone o facilite su pago, se-
gún lo previsto en el artículo 67 de su LOCGR.

149.3) DICTAMEN Nº 22.574, DE 1992

Dentro del sistema previsional administrado por el Instituto de Nor-


malización Previsional, o antiguo sistema, el cese de funciones del fun-
cionario que se encuentra en servicio se produce precisamente desde
el día que se le notifica el hecho de encontrarse totalmente tramitada
la resolución que le otorga la jubilación, ya que desde ese día entra a
percibir la respectiva jubilación.

Artículo 150. La declaración de vacancia procederá por las si-


guientes causales:
a) Salud irrecuperable o incompatible con el desempeño
del cargo;
b) Pérdida sobreviniente de alguno de los requisitos de
ingreso a la Administración del Estado;
c) Calificación del funcionario en lista de Eliminación o
Condicional, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 50, y
d) Por no presentación de la renuncia, según lo señalado
en el artículo 148, inciso final.

Interpretación

Letra a)

150.1) El artículo 152 regula los efectos de la declaración de irrecu-


perabilidad, otorgando al funcionario un plazo de 6 meses para reti-
rarse de la Administración. Si no lo hace, autoriza para declararle
vacante el cargo, medida que debe disponerse conforme a la letra a)
de este artículo 150.

150.2) DICTAMEN Nº 30.343, DE 1989

La autoridad competente para declarar la vacancia de un empleo es


aquella a quien corresponde proveerlo. Conforme al artículo 14, inci-

1079
ARTÍCULO 150

so 2º, en los servicios de la Administración del Estado esa facultad co-


rresponde a su jefatura superior.

150.3) DICTAMEN Nº 30.930, DE 1989

No hay inconveniente legal para que la misma resolución que conce-


de la licencia médica por 6 meses que prevé el artículo 152, declare
vacante el cargo a contar del término de ese plazo, si no se ha presen-
tado antes la renuncia.
En los vistos de estas resoluciones deben señalarse las normas vi-
gentes en que se basa la medida.

150.4) DICTAMEN Nº 7.296, DE 1992

El artículo 112 del Estatuto Administrativo establece una relación di-


recta entre una declaración de salud irrecuperable y la preceptiva que
regula las Administradoras de Fondos de Pensiones.
En estricto rigor, al mencionar la irrecuperabilidad, el artículo 112
se refiere a la declaración de invalidez, única que efectúan las Comi-
siones Médicas indicadas en el DL Nº 3.500, de 1980, en su artículo
11, y cuyo único efecto previsional es la obtención de la pensión de
invalidez que contempla dicho DL.
Ello porque la normativa del DL Nº 3.500, de 1980, como se des-
prende de sus artículos 1º, 4º, 83 y 84, está concebida con miras a otor-
gar una pensión precisamente derivada de una declaración de invalidez
y no para conceder franquicias concernientes a la atención de salud
de los afiliados al respectivo sistema.
Las demás declaraciones de salud irrecuperable, como la conteni-
da en el artículo 144, letra a), deben extenderlas las Comisiones de
Medicina Preventiva e Invalidez de los Servicios de Salud regidos por
el DL Nº 2.763, de 1979, aunque se refieran a funcionarios públicos
afiliados a las AFP, según lo dispone el artículo 221, letra b), del De-
creto Nº 42, de 1986, del Ministerio de Salud.

150.5) DICTAMEN Nº 5.012, DE 1990

Corresponde a los tribunales ordinarios de justicia pronunciarse so-


bre la indemnización de perjuicios que solicita una ex funcionaria cuyo
cargo fue declarado vacante por salud irrecuperable sobre la base de
diagnósticos clínicos erróneamente emitidos por la respectiva Comi-
sión de Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud, que lle-
varon a dejar sin efecto su declaración de irrecuperabilidad, porque

1080
ARTÍCULO 150

la Contraloría General carece de competencia para ponderar aspec-


tos técnicos y no se encuentra facultada, tampoco, para pronunciarse
sobre indemnizaciones o sobre asuntos que por su naturaleza son de
carácter litigioso.

150.6) DICTAMEN Nº 5.733, DE 1990

La salud incompatible con el desempeño del cargo que el jefe supe-


rior de servicio considere como tal, por haber hecho uso el funciona-
rio de licencias médicas durante un lapso continuo o discontinuo
superior a 6 meses, conforme a lo preceptuado por el artículo 151, es
causal de declaración de vacancia en los mismos términos que la sa-
lud irrecuperable, cualquiera que sea el sistema de pensiones a que
esté afiliado el funcionario.

Letra b)

150.7) DICTÁMENES NOS 19.108, DE 1983; 2.887, DE 1993

La jurisprudencia de esta Contraloría General, contenida, entre otros,


en los dictámenes Nos 3.569, de 1961; 38.855, de 1965, y 2.563, de 1979,
ha sentado la doctrina de que los servidores públicos cuyo estado psí-
quico no es normal, no pueden ser sujetos de contravención adminis-
trativa, por ser irresponsables desde el punto de vista administrativo,
sin perjuicio de la facultad que asiste a la autoridad de poner término
a las funciones del insano mental mediante la declaración de vacan-
cia del cargo que ocupa, por la causal de comprobarse que no posee
los requisitos de ingreso que exige el Estatuto Administrativo o por
haber perdido alguno de ellos, según que la enfermedad sea congé-
nita o sobreviniente.
De acuerdo con ese criterio, se ha entendido que en presencia de
antecedentes que conducen a estimar que un funcionario ha cometi-
do hechos irregulares en un estado de anormalidad psíquica, la auto-
ridad administrativa debe requerir al Servicio de Salud respectivo un
diagnóstico sobre la salud mental del inculpado, y si ésta es deficien-
te, declararle vacante el cargo en la forma antedicha, o bien, sancio-
narlo disciplinariamente, según corresponda.
Habiendo efectuado un nuevo estudio sobre la materia, este Or-
ganismo Contralor ha llegado a la conclusión de que procede recon-
siderar la jurisprudencia según la cual la pérdida sobreviniente de
la salud mental de un funcionario determina que se declare vacante
su cargo.

1081
ARTÍCULO 150

En efecto, el Estatuto, al ordenar que se declare vacante el cargo


al servidor que ha perdido cualquiera de los requisitos de ingreso exi-
gidos por el cuerpo legal citado, contiene una regla de orden general
que, como tal, y de acuerdo con principios básicos de hermenéutica
jurídica, debe aplicarse cuando la pérdida del requisito y las conse-
cuencias de la misma no se encuentren específicamente reguladas en
otras normas del Estatuto Administrativo.
En cambio, la Ley Estatutaria consagra una serie de reglas que otor-
gan beneficios especiales a los funcionarios cuya salud se quebrante,
siendo del caso mencionar la del inciso 1º de su artículo 152, que pre-
viene que si se declara que el estado de salud de un empleado no es
recuperable, éste debe retirarse de la Administración dentro del pla-
zo de seis meses, a contar de la fecha en que se le notifique la resolu-
ción por la cual se declara la irrecuperabilidad, y la del inciso 2º del
mismo artículo, que señala que a contar de la fecha de esta notifica-
ción, y durante el referido plazo de seis meses, el empleado no estará
obligado a trabajar y gozará de todas las remuneraciones correspon-
dientes a su empleo.
Acorde con la especialidad de estas normas relativas al estado de
salud de los empleados, debe concluirse, como lo ha manifestado esta
Contraloría General en sus dictámenes Nos 13.371, de 1978, y 19.995,
de 1982, que tratándose de un funcionario que padece trastornos psí-
quicos, cualquiera sea su origen, corresponde solicitar al servicio com-
petente que se pronuncie acerca de si el estado de su salud es o no
recuperable, de acuerdo con las normas del artículo (106). En el even-
to de que lo fuese, procedería otorgarle la respectiva licencia médica
y declararle vacante su cargo al vencimiento de este beneficio, sin per-
juicio de concederle luego las franquicias previsionales a que pueda
tener derecho como consecuencia de su estado de salud, conforme a
la normativa pertinente, por aplicación específica del artículo 150, le-
tra a).
El criterio expuesto armoniza con el que ha sustentado la jurispru-
dencia administrativa en torno al alcance del artículo 150, letra b), en
relación con otros preceptos de ese mismo cuerpo legal. En efecto, me-
diante dictamen Nº 259, de 1970, se informó que no corresponde de-
clarar vacante el cargo del funcionario que es condenado por crimen o
simple delito de acción pública, según la regla del citado artículo 150,
por haber perdido uno de los requisitos de ingreso –el de poseer ido-
neidad moral–, sino que procede aplicarle la medida disciplinaria de
destitución que para tal situación prevé el artículo 125, letra c), porque
este precepto contempla una regla específica que prevalece sobre la de
carácter general que contiene aquella disposición.
En armonía con lo anterior, estima la Contraloría General que tra-
tándose de funcionarios que padecen de alcoholismo crónico, hecho

1082
ARTÍCULO 150

que les impide servir adecuadamente sus empleos y determina que in-
curran reiteradamente en faltas administrativas en estado de anorma-
lidad psíquica, no obstante los tratamientos a que se les somete,
corresponde solicitar al Servicio de Salud competente un dictamen que
se pronuncie acerca de la recuperabilidad o irrecuperabilidad de esos
servidores. Dicho pronunciamiento servirá de base para resolver, se-
gún proceda, respecto del eventual cese de funciones de ese perso-
nal, en conformidad a los preceptos legales que se han citado.
En consecuencia, se reconsidera la jurisprudencia vigente que sus-
tente una doctrina diferente a la expresada en el presente dictamen y
se dejan sin efecto los pronunciamientos que la contengan (19.108/83).
En efecto, al aparecer en el expediente una causal de inimputabi-
lidad corresponde solicitar a la respectiva COMPIN que informe sobre
la efectividad de la enfermedad y sobre la recuperabilidad o irrecupe-
rabilidad del funcionario (2.887/93).
Constando en el sumario la certificación del COMPIN que acredita
que el inculpado padece de una lesión cerebral grave de carácter irre-
cuperable, el Servicio no pudo aplicar la medida disciplinaria de des-
titución y debió absolver en el sumario, poniendo término a las fun-
ciones del empleado de acuerdo con lo previsto en la letra a) del
artículo 150 del Estatuto Administrativo (16.673/93).

150.8) DICTAMEN Nº 13.019, DE 1974

Procede aplicar la norma del artículo 150, letra b), a los funcionarios
del Escalafón de Procuradores que han perdido los requisitos legales
que les permiten desempeñarse en tal calidad por haber dejado de
cumplir con los requisitos previstos en el artículo 7º de la Ley
Nº 15.566, según consta en los certificados de estudio que se adjun-
tan, pues según se infiere de los preceptos en examen, las exigencias
que contiene constituyen requisitos de ingreso al cargo de Procura-
dor, de manera que la pérdida de ellos es causal suficiente para de-
cretar la medida de declaración de vacancia prevista en dicho artículo.

150.9) DICTÁMENES NOS 259, DE 1970; 19.108, DE 1983

Interpretando la letra b) del artículo 150, la jurisprudencia adminis-


trativa ha sustentado la tesis de que no corresponde declarar vacante
el cargo del funcionario que es condenado por crimen o simple deli-
to basado en haber perdido uno de los requisitos de ingreso –el de
poseer idoneidad moral–, sino que procede aplicarle la medida disci-
plinaria de (destitución) que para tal situación prevé el artículo 125
del Estatuto Administrativo, atendida la circunstancia que este precepto

1083
ARTÍCULO 150

contempla una regla específica que prevalece sobre la de carácter ge-


neral que contiene aquella disposición.

150.10) DICTAMEN Nº 30.301, DE 1971

Si un funcionario es destituido de su cargo por una causal que por


mandato de la ley lo descalifica para ingresar a la Administración, debe
cesar de servir los cargos compatibles que desempeñaba a la fecha de
la destitución. Así lo dispone el artículo 150, letra b), del Estatuto Ad-
ministrativo.

Letra c)

150.11) LETRA MODIFICADA, EN LA FORMA QUE APARECE EN EL TEXTO,


POR LA LEY Nº 19.165, DE 1º DE NOVIEMBRE DE 1992

150.12) D ICTÁMENES NOS 35.509, DE 1970; 45.763, DE 1998

El funcionario que es calificado en definitiva en Lista 4 no puede per-


manecer en la Administración más allá del 1º del mes siguiente, con-
tado desde la fecha en que su calificación quedó afinada, como lo
dispone el artículo 50 del Estatuto. Si en el lapso indicado el funcio-
nario no abandona la institución a que pertenece, la autoridad debe
declararle vacante el empleo a contar desde el día que señala la ley.
La época de cese de funciones derivada de esa circunstancia debe
operar a contar de la fecha que señala el artículo 50, siendo posible,
en consecuencia, precisar el día exacto en que el funcionario afecta-
do deja de ser empleado público (35.509/70).
Ese día es el día siguiente al vencimiento del plazo dentro del cual
debe alejarse del servicio, perdiendo, desde esa fecha, su calidad funcio-
naria, haciendo así excepción a la regla general de que los actos admi-
nistrativos singulares rigen a partir del día siguiente a la notificación de
la total tramitación del decreto o resolución de que se trate (45.763/98).
En estas circunstancias, no es procedente que la autoridad admi-
nistrativa postergue el cumplimiento de la cesación de funciones, ni
aun invocando la existencia de un sumario pendiente por haber in-
currido el funcionario en conductas de tipo delictual.
En todo caso, si por una errada interpretación de las normas le-
gales aplicables en la materia, el afectado continúa desarrollando ta-
reas efectivas con el consentimiento expreso de la autoridad, debe
reconocérsele el derecho a percibir remuneración por el tiempo tra-
bajado en esas condiciones (35.509/70).

1084
ARTÍCULO 150

150.13) DICTAMEN Nº 38.751, DE 1968

La circunstancia de que un empleado que ha sido calificado en lista


de eliminación en su servicio de origen se desempeñe en un organis-
mo distinto a la fecha en que quedó a firme la calificación, no es obs-
táculo para que se le declare vacante el cargo, en caso de no presentar
su renuncia dentro del plazo legal.

Letra d)

150.14) DICTAMEN Nº 36.730, DE 1971

Cuando al funcionario que desempeña un cargo de confianza exclu-


siva se le pide la renuncia, debe presentarla dentro de las 48 horas,
conforme al artículo 148.
Si no lo hiciera, se le declarará vacante el cargo, según lo dispues-
to por el artículo 150, letra d).

Artículo 151. El jefe superior del servicio podrá considerar


como salud incompatible con el desempeño del cargo, haber
hecho uso de licencia médica en un lapso continuo o discon-
tinuo superior a seis meses en los últimos dos años, sin me-
diar declaración de salud irrecuperable.
No se considerarán para el cómputo de los seis meses se-
ñalado en el inciso anterior, las licencias otorgadas en los ca-
sos a que se refiere el artículo 115 de este Estatuto y el Título II,
del Libro II, del Código del Trabajo.

Interpretación

151.1) Artículo modificado, en la forma que aparece en el texto, por


la Ley Nº 18.899, de 30 de diciembre de 1989, artículo 63, letra c),
que reemplazó su inciso 1º.

151.2) DICTÁMENES NOS 18.468 Y 27.158, DE 1990

La facultad que el inciso 1º del artículo 151 del Estatuto Administra-


tivo radica en el jefe superior de servicio, permitiéndole declarar va-
cante el cargo del funcionario que ha hecho uso de licencias médicas

1085
ARTÍCULO 151

durante 6 meses en los últimos dos años, no es nueva en el texto es-


tatutario, desde el momento que ya estaba prevista en la letra c) del
artículo 233 del DFL Nº 338, de 1960, de modo que el Estatuto Ad-
ministrativo, luego de la modificación que le introdujo la Ley
Nº 18.899, no ha innovado sobre la materia.

151.3) DICTAMEN Nº 5.733, DE 1990

La salud incompatible con el desempeño del cargo que el jefe supe-


rior de servicio considere como tal, por haberse hecho uso de licen-
cias médicas durante un lapso continuo o discontinuo superior a 6
meses, según lo preceptuado en este artículo, es causal de declaración
de vacancia, cualquiera que sea el sistema de pensiones a que esté afi-
liado el funcionario, en los mismos términos que la salud irrecupera-
ble conforme al artículo 150, letra a).

151.4) DICTÁMENES NOS 10.664, DE 1995; 17.419, DE 1996

La calificación de los hechos que hacen procedente la declaración


de vacancia en el caso del artículo 151 del Estatuto Administrati-
vo, es una atribución privativa de la jefatura superior del respecti-
vo servicio, de manera que la Contraloría General carece de
competencia para pronunciarse sobre si cabe o no disponerla trans-
curridos que sean los seis meses de licencia médica establecidos en
ese artículo.

151.5) TELLO B ILBAO, G ONZALO CON DIRECTOR DEL H OSPITAL


P ADRE HURTADO , CORTE DE APELACIONES DE SAN M IGUEL,
ROL Nº 178-2005, DE 8 DE JUNIO DE 2005, CONFIRMADO POR LA
C ORTE S UPREMA DE JUSTICIA , EL 3 DE AGOSTO DE 2005,
ROL DE INGRESO Nº 2.975-2005

Considerando 7º. Que corresponde privativamente al jefe superior


de servicio calificar si el goce de licencia médica por parte de un
funcionario durante un lapso continuo o superior a seis meses en
los últimos dos años, sin mediar declaración de irrecuperabilidad,
importa o no tener salud incompatible con el desempeño del em-
pleo.
Considerando 8º. Que se desprende del estudio de la normativa
que rige la materia, que al jefe superior de servicio se le confirió
por ley una facultad o prerrogativa cuyo ejercicio le es privativo, y

1086
ARTÍCULO 151

no admite otras limitaciones que la atenta ponderación de las cir-


cunstancias que se previeron en el inciso 1º del artículo 151 del re-
ferido Estatuto, que básicamente consisten en que debe constatar
si el funcionario hizo uso de licencias médicas por un lapso conti-
nuo o discontinuo superior a seis meses en los últimos dos años,
además que no haya mediado declaración de salud irrecuperable y
por último que no se trate de licencias por accidentes del trabajo,
enfermedades profesionales o vinculadas a la protección a la ma-
ternidad.
Considerando 9º. Que por lo argüido precedentemente, se coli-
ge que los actos censurados no adolecen de ilegalidad, pues fue-
ron dictados por el recurrido en uso de sus prerrogativas y dentro
de la órbita de sus atribuciones que según la ley le son propias, ni
tampoco dichos actos pueden ser tildados de arbitrarios, entendién-
dose por tal aquél en que se actúa sin motivación racional, por an-
tojo o capricho, carente de toda lógica y sin que exista proporción
entre los motivos y el fin que se desea alcanzar, sino todo lo con-
trario, del estudio de los autos se infiere que las resoluciones que
declararon vacantes los cargos de los recurrentes en virtud de ha-
berse considerado su salud incompatible con el cargo que desem-
peñaban, observaron los fundamentos de hecho y de derecho que
le sirvieron de base de sustentación. A fortiori, las resoluciones ob-
jetadas fueron dictadas por la autoridad administrativa legalmente
facultada para ello y en su oportunidad sometidas a control de le-
galidad por la Contraloría General de la República, quien previa
comprobación de la concurrencia de los supuestos de hecho y de
derecho que las hacían procedentes, tomó razón de las mismas, lo
que se constata en autos.

151.6) DICTAMEN Nº 1.803, DE 1997

El plazo de seis meses, enterado por lapsos continuos o discontinuos


en los últimos dos años, que establece el inciso 1º del artículo 151 como
base para declarar vacante un cargo por causal de licencias médicas,
debe contabilizarse en meses, por ser cada una de las doce partes en
que se divide el año.
Los meses constituyen una unidad de tiempo distinta de la de días,
que comprenden el lapso transcurrido entre dos medias noches con-
secutivas.
Si es discontinuo, las licencias por medios días deben considerar-
se como de días completos, ya que no existe norma alguna que per-
mita distinguir entre licencias por medios días o días completos para
computar el plazo de que se trata.

1087
ARTÍCULO 151

151.7) DICTÁMENES NOS 17.480, DE 1992; 10.664, DE 1995; 17.419,


DE 1996

La sola circunstancia de hacer uso de seis meses de licencia médica


durante dos años no trae consigo necesariamente la declaración de
vacancia del empleado, ya que compete al jefe superior del servicio
resolver si esa situación justifica o no su permanencia en actividad.
En el supuesto de que se estime que la salud es incompatible con
el servicio, el funcionario tiene derecho a percibir remuneraciones
hasta el día en que se le notifique que la resolución de vacancia se
encuentra totalmente tramitada por la Contraloría General. No obsta
a esta declaración de vacancia la existencia de licencias médicas pen-
dientes de cumplimiento por parte del empleado (17.480/92).

151.8) DICTÁMENES NOS 26.722, DE 2002; 60.302, DE 2004

En todo caso, las licencias que cabe computar para los efectos de la
aplicación del artículo 151 del Estatuto Administrativo sólo pueden
ser las autorizadas por el competente Servicio de Salud o por la Insti-
tución de Salud Previsional que corresponda, ya que las licencias no
autorizadas no son útiles para configurar una salud incompatible se-
gún lo dispuesto por el artículo 111.
Debe tenerse presente, además, que la procedencia de la declaración
de vacancia que autoriza dictar el artículo 151 de la Ley Estatutaria se en-
cuentra condicionada a que previamente se obtenga un pronunciamien-
to de la Comisión Médica de Medicina Preventiva e Invalidez del
correspondiente Servicio de Salud que determine el estado de salud del
empleado o si se trata de una enfermedad profesional, en cuyo caso las
licencias no se considerarán para el cómputo de esos seis meses.

151.9) DICTAMEN Nº 13.647, DE 1999

Cabe desestimar la petición de no considerar dentro de las licencias


de que hizo uso el funcionario, dos de ellas que se basaron en tener
“septicemia falla orgánica severa” y “trastornos bipolares”, por cuanto
dichas dolencias no están comprendidas en los casos señalados por el
inciso 2º del artículo 151 del Estatuto Administrativo como excluibles
para enterar el plazo de seis meses.

151.10) DICTAMEN Nº 18.862, DE 1994

Las recomendaciones médicas no son obligatorias para la autoridad


administrativa, de manera que la excusa por licencias prolongadas,

1088
ARTÍCULO 151

basada en haber mantenido a un funcionario en una determinada lo-


calidad en contra de esas opiniones, lo que habría ocasionado las afec-
ciones que provocaron esas licencias, no es impedimento para que el
jefe superior de servicio pueda ejercer respecto de él la facultad que
le reconoce el inciso 2º del artículo 151 del Estatuto Administrativo.

151.11) DICTAMEN Nº 31.071, DE 1995

Para que sea admisible el reclamo interpuesto ante la Contraloría Ge-


neral de la República en contra de la resolución que declaró vacante
su cargo por aplicación del artículo 151 del Estatuto Administrativo,
es necesario que se interponga dentro de los diez días hábiles previs-
tos en el artículo 160 para tal efecto.

151.12) DICTÁMENES NOS 1.377, DE 1993; 38.351, DE 1995

Las normas sobre inamovilidad en el empleo, como por ejemplo las


del fuero maternal, sólo priman sobre los ceses de funciones cuando
éstos derivan de la determinación discrecional de la autoridad admi-
nistrativa, como ocurre justamente en el caso que prevé el artículo 151
del Estatuto Administrativo, que entrega facultativamente al jefe su-
perior de servicio la potestad de mantener o remover al empleado,
pero no cuando se producen por mandato imperativo de la ley, como
sucede con la calificación en lista de eliminación.
Si no obstante lo anterior, se pone término a los servicios del em-
pleado, éste tiene derecho a ser reincorporado en sus funciones con
el pago de todos los estipendios que no se le hayan pagado durante
su alejamiento del servicio (1.377/93).
La misma conclusión es válida para el dirigente gremial que se ha-
lla amparado por el artículo 25 de la Ley Nº 19.296, que le reconoce
fuero en razón de las actividades que desempeña, porque tampoco
puede ser exonerado por decisión discrecional de la autoridad admi-
nistrativa (38.351/95).

151.13) DICTAMEN Nº 13.647, DE 1999

No procede dejar sin efecto la resolución que declaró vacante un car-


go por salud incompatible con el servicio, tomada razón por la Con-
traloría General de la República, porque los decretos y resoluciones
sometidos a dicho trámite no pueden ser invalidados, salvo que se com-
pruebe que adolecen de un vicio de ilegalidad o que se fundaron en
supuestos irregulares.

1089
ARTÍCULO 152

Artículo 152. Si se hubiere declarado irrecuperable la salud de


un funcionario, éste deberá retirarse de la Administración
dentro del plazo de seis meses, contado desde la fecha en que
se le notifique la resolución por la cual se declare su irrecu-
perabilidad. Si transcurrido este plazo el empleado no se re-
tirare, procederá la declaración de vacancia del cargo.
A contar de la fecha de la notificación y durante el referi-
do plazo de seis meses, el funcionario no estará obligado a
trabajar y gozará de todas las remuneraciones correspondien-
tes a su empleo, las que serán de cargo del empleador.

Interpretación

INCISO PRIMERO

152.1) DICTAMEN Nº 5.733, DE 1990

El artículo 152 del Estatuto Administrativo concede al funcionario cuya


salud ha sido declarada irrecuperable por la respectiva Comisión de
Medicina Preventiva e Invalidez un plazo de seis meses para retirarse
de la Administración, lapso al cabo del cual, si no lo hiciere, se le de-
clarará vacante el cargo.
La causal de jubilación deriva de la declaración de irrecuperabili-
dad y el cese de funciones se materializa mediante la aceptación de
renuncia o la declaración de vacancia por la letra a) del artículo 150.
La Ley Estatutaria no ha incorporado modificaciones al procedi-
miento que establecía el DFL Nº 338, de 1960, sobre esta materia.

152.2) DICTÁMENES NOS 7.296, DE 1992; 41.389, DE 1996

Sólo las Comisiones de Medicina Preventiva e Invalidez de los Servi-


cios de Salud pueden declarar la irrecuperabilidad de la salud del em-
pleado, aunque se trate de funcionarios afiliados a una AFP, y esta
declaración surte efectos desde que es notificada al afectado. La noti-
ficación de la resolución de la COMPIN que declara la salud irrecupe-
rable de un funcionario, debe practicarse mediante la transcripción
de su texto hecha al empleado por el jefe superior del servicio, una
vez que se la haya comunicado la autoridad médica.
La declaración de invalidez que formulen las comisiones médicas
a que se refiere el DL Nº 3.500, de 1980, en su artículo 11, sólo acredi-
tan invalidez dentro del sistema regulado por ese decreto ley, pero no

1090
ARTÍCULO 152

producen efectos dentro del Estatuto Administrativo, como sería la


habilitación para declarar vacante el cargo, según lo dispuesto en la
letra a) del artículo 144 de ese texto legal, por ejemplo.

152.3) DICTÁMENES NOS 8.596, 25.478 Y 28.877, DE 1990

En virtud del artículo 152 del Estatuto Administrativo, los funcio-


narios imponentes del Sistema de Pensiones establecido por el
DL Nº 3.500, de 1980, tienen derecho a percibir por el plazo máximo
de 6 meses, el total de sus remuneraciones de cargo de su empleador,
si su salud ha sido declarada irrecuperable por la comisión médica
competente.
Ello porque dicho artículo, al conceder la franquicia, no distin-
gue respecto del tipo de afiliación que tenga el empleado público, y
el artículo 17 transitorio contiene una norma similar para el personal
afecto al DL Nº 3.501, de 1980 (8.596/90).
Esta fue una innovación en materia estatutaria introducida en 1989
por el Estatuto Administrativo aprobado por la Ley Nº 18.834, ya que
en el DFL Nº 338, de 1960, el personal afiliado al Sistema de Pensio-
nes del DL Nº 3.500, quedaba al margen del derecho al goce de 6 me-
ses de remuneraciones sin obligación de desempeño funcionario, en
caso de irrecuperabilidad (25.478/90).
Tal como en el caso de los empleados acogidos al sistema tradi-
cional, nada obsta a que durante el plazo de 6 meses, el funcionario
afiliado a una Administradora de Fondos de Pensiones pueda dejar el
servicio por la concurrencia de cualquier causal legal de expiración
de funciones. No configura una causal de esta naturaleza el cese de
actividades resuelto por la jefatura superior de servicio, basado en que
la resolución de la Comisión médica dispuso que “el cese de funcio-
nes será a contar del primer día siguiente a aquel en que haya queda-
do ejecutoriado este dictamen”, pues seguir literalmente ese
procedimiento, importaría desconocer el derecho a seis meses de re-
muneraciones que el inciso 1º del artículo 146 reconoce a los funcio-
narios con salud irrecuperable (28.877/90).

152.4) DICTÁMENES NOS 976, DE 1996, 34.287, DE 1997

Para la aplicación del artículo 152 es indispensable que el empleado


sea oportunamente notificado de la resolución de la Comisión de Me-
dicina Preventiva que declara la irrecuperabilidad, pues si antes de que
se practique esa notificación el funcionario cesa en su cargo por cau-
sal de destitución debidamente notificada, no tiene derecho al bene-
ficio establecido en él.

1091
ARTÍCULO 152

Así, la ex funcionaria del Fondo Nacional de Salud, destituida de


su cargo el día 8 de agosto de 1995, no tiene el derecho a gozar de
los seis meses con goce completo de remuneraciones establecido en
dicho artículo 152, porque la resolución de la Comisión de Medicina
Preventiva que declaró la irrecuperabilidad de su salud le fue notifi-
cada con posterioridad, esto es, el 1º de septiembre de 1995, cuando
había de ser funcionaria, conforme a lo previsto por el artículo 146,
letra d), del Estatuto Administrativo.
Ello sin perjuicio de su derecho a jubilar, pues según lo dispuesto
por el artículo 1º de la Ley Nº 17.902 la aplicación de la medida disci-
plinaria de destitución no afecta el goce de los derechos previsionales
a que tenga derecho el empleado destituido (976/96).
El artículo 152, que dispone el retiro de la Administración del per-
sonal con salud irrecuperable, otorgándole el beneficio que indica, sólo
puede hacerse exigible en la medida que el empleado se encuentre en
servicio activo al momento de notificársele la resolución que declara la
irrecuperabilidad, ya que a contar de este día se cuenta el plazo de seis
meses sin trabajar, pero con goce de remuneraciones, que reconoce al
funcionario el mencionado artículo 152 del Estatuto Administrativo.
Por eso, si se ha puesto término a los servicios de una funcionaria
por declaración de vacancia en razón de salud incompatible con el
servicio, no procede reconocerle el derecho del artículo 152 de la ley
estatutaria por salud incompatible resuelta por la Comisión de Medi-
cina Preventiva con posterioridad a esa fecha (34.287/97).

152.5) DICTÁMENES NOS 30.343 Y 30.930, DE 1989; 7.378, DE 1990

La declaración de salud irrecuperable se contiene en la resolución del


jefe superior de servicio que concede la respectiva licencia médica por
seis meses.
Nada impide que en el mismo acto se disponga la declaración de
vacancia, a contar del término de dicho plazo, para el caso de que el
afectado no presente la renuncia a su cargo (30.343 y 30.930/89).
Con todo, si el funcionario fallece antes de transcurrir los seis meses
contemplados por la ley, corresponde disponer la declaración de vacan-
cia a contar del día del fallecimiento, ya que en esa fecha dejó de ser em-
pleado público, de acuerdo con la letra g) del artículo 146 (7.378/90).

152.6) DICTAMEN Nº 15.284, DE 1990

Los seis meses de licencia por salud no recuperable deben conceder-


se desde la fecha en que el empleado toma conocimiento de la reso-
lución de irrecuperabilidad.

1092
ARTÍCULO 152

La vacancia del cargo se produce al día siguiente de transcurrido


el plazo de seis meses previsto en el inciso 1º del artículo 152 del Es-
tatuto Administrativo.

152.7) RAIMUNDO VILLAGRÁN LILLO CON DIRECTOR DE INDAP, CORTE


DE APELACIONES DE SANTIAGO, RECURSO DE PROTECCIÓN, SENTENCIA
DE 27 DE JULIO DE 1993, R OL Nº 1.717-93, CONFIRMADA POR LA
C ORTE SUPREMA DE JUSTICIA EN SENTENCIA DE 11 DE AGOSTO DE
1993, ROL Nº 21.434

Considerando 9º. Que está acreditado que el recurrente era un funcio-


nario que se regía por las normas contenidas en el Estatuto Adminis-
trativo, Ley Nº 18.834, como también que se encontraba con licencia
médica a contar del 14 de octubre de 1992 y que por resolución de la
Comisión Médica de la Sexta Región, el 28 de abril de 1993 se decla-
ró su invalidez total.
En estas condiciones, y teniendo asimismo en consideración lo
dispuesto en el artículo 22 de la Ley Nº 18.469, de 1985, que regu-
la el derecho constitucional de protección a la salud y que se con-
cedió el beneficio de la jubilación por invalidez con efecto retro-
activo, remitido a una fecha anterior a aquella en que el recurrido
dispuso la vacancia del cargo del recurrente por calificación en lis-
ta deficiente, esa resolución produjo retroactivamente sus efectos
a contar de esa fecha, por lo que el Director Nacional del Instituto
de Desarrollo Agropecuario no puede alegar inoponibilidad de tal
resolución, y al privar al funcionario del derecho a gozar de sus re-
muneraciones por el término de seis meses como si estuviera en
actividad a contar de la fecha en que se le notificó su declaración
de invalidez total, como lo dispone el artículo 146 de la Ley
Nº 18.834, ha actuado en forma ilegal y arbitraria y vulnerado la
garantía constitucional del derecho de propiedad que garantiza el
artículo 19, Nº 24º, de la Constitución Política de la República, so-
bre las remuneraciones ya devengadas y perturbado o amenazado
el derecho a gozar de aquellas a que es acreedor hasta enterar el
referido plazo de seis meses.

INCISO SEGUNDO

152.8) DICTAMEN Nº 26.356, DE 1997

Según lo dispuesto por el inciso 2º del artículo 152 del Estatuto Ad-
ministrativo, “a contar de la fecha de la notificación y durante el refe-
rido plazo de seis meses, el funcionario no estará obligado a trabajar

1093
ARTÍCULO 152

y gozará de todas las remuneraciones correspondientes a su empleo,


las que serán de cargo del empleador”.
Como el derecho pecuniario que otorga este precepto abarca “todas
las remuneraciones correspondientes a su empleo”, el funcionario acogi-
do al plazo de seis meses tiene derecho a percibir el valor de las horas
extraordinarias servidas en forma regular y permanente, atendida la na-
turaleza de las funciones propias de la institución a que pertenece, aun-
que no sean continuadas, pues forman parte de su sistema remuneratorio.
Así, la empleada del Instituto Traumatológico, cuyo cargo se de-
claró vacante a contar del 6 de mayo de 1997, tiene derecho a perci-
bir, durante los seis meses que le otorga la ley, el pago de las horas
extraordinarias realizadas en la forma antedicha, entre el 1º de enero
y el 31 de diciembre de 1996.
Si la asignación por horas extraordinarias, además de ser perma-
nente, era fija e invariable, estas remuneraciones han de correspon-
der a las del último mes; si han sido variables, por el promedio que se
obtenga de dividir por doce las remuneraciones correspondientes al
año anterior, al igual que tratándose del pago de dichas sumas duran-
te los feriados, permisos con goce de remuneraciones y feriados.

152.9) DICTAMEN Nº 241, DE 1995

Una vez que la resolución del Servicio de Salud que concedió la li-
cencia de seis meses por salud irrecuperable y declaró vacante el car-
go, se encuentra totalmente tramitada, no puede dejarse sin efecto por
razones de conveniencia u oportunidad.
Sólo podría ser invalidada por causal de ilegalidad, en caso de de-
mostrarse que adolecía de un vicio de esta naturaleza, pues en este
caso la autoridad administrativa bien puede dejarla sin efecto para res-
tituir el imperio de la legalidad.

DECLARADA IRRECUPERABLE LA SALUD DE UN


FUNCIONARIO, ÉSTE NO PUEDE VOLVER A DESEMPEÑARSE
EN SERVICIOS ESTATALES, A MENOS QUE LA DECLARACIÓN
DE IRRECUPERABILIDAD SEA DEJADA SIN EFECTO

152.10) DICTAMEN Nº 20.907, DE 1998

Al respecto, una reiterada jurisprudencia, contenida, entre otros, en


los dictámenes Nos 24.476, de 1972; 11.021, de 1987; 4.231 y 24.157,
de 1992, ha concluido que la persona a la cual se ha declarado como
de salud irrecuperable, no puede volver a desempeñarse en institu-
ciones estatales.

1094
ARTÍCULO 152

No obstante, como también se expresara en esos oficios, ello es


sin perjuicio de que la COMPIN del Servicio de Salud correspondiente
al domicilio del empleado, como precisa el artículo 219 del Decreto
Supremo Nº 42, de 1986, del Ministerio de Salud, pueda reconsiderar
su anterior pronunciamiento.

152.11) D ICTAMEN Nº 9.902, DE 1999

La Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación debe rein-


tegrar a sus funciones a un académico cuyo cargo fue declarado vacan-
te por salud irrecuperable, ya que la Superintendencia de Seguridad
Social, acogiendo el reclamo del afectado, concluyó que su salud era
recuperable con un tratamiento adecuado, por lo que cabía invalidar
la resolución que dispuso la irrecuperabilidad.
Ello porque al dejarse sin efecto la decisión del COMPIN desapare-
cieron las razones que justificaban aquella declaración de vacancia.
Al docente han de pagárseles todas las remuneraciones a que tuvo
y tiene derecho durante su alejamiento indebido del servicio, sin per-
juicio de que deba reintegrar las sumas percibidas por efecto del ar-
tículo 152 del Estatuto Administrativo.

152.12) DICTAMEN Nº 12.631, DE 2004

Una reiterada jurisprudencia , contenida, entre otros, en los dictáme-


nes Nos 19.982, de 1991; 20.418, de 1992, y 27.053, de 2001, ha con-
cluido que una vez declarada irrecuperable la salud de un funcionario
por la Comisión Médica competente, esa declaración mantiene su vi-
gencia mientras no sea revisada o rectificada por ese organismo, afec-
tando a todos los empleos compatibles que desempeñe el empleado,
quien, naturalmente, no puede ingresar o reincorporarse a la Admi-
nistración, salvo que medie un nuevo pronunciamiento de la misma
Comisión que lo declare apto para ejercer funciones públicas.
Por ello, bien puede postular a la Administración del Estado la fun-
cionaria cuya salud fue declarada irrecuperable el año 1999, después
de someterse a una delicada operación quirúrgica y a un complejo tra-
tamiento médico de rehabilitación, y que por efectos del avance en la
tecnología le permitió a la Comisión de Medicina Preventiva expedir
una nueva declaración expresiva de que la paciente se encuentra en
la actualidad con su salud apta para el servicio.
Con todo, la actual declaración no implica la reincorporación al
servicio de la persona beneficiada con ella, porque no reemplaza a la
anterior declaración de irrecuperabilidad ni tiene efecto retroactivo,
sino sólo la posibilidad de volver a ejercer un empleo postulando a él
conforme a las reglas generales.

1095
ARTÍCULO 153

Artículo 153. El término del período legal por el cual es nom-


brado el funcionario, o el cumplimiento del plazo por el cual
es contratado, produce la inmediata cesación de sus funcio-
nes.
Con todo, el empleado continuará ejerciéndolas, con los
mismos derechos y prerrogativas que los funcionarios en ser-
vicio activo, si fuere notificado, previamente y por escrito, de
encontrarse en tramitación el decreto o resolución que renue-
va su nombramiento o contrato.

Interpretación

153.1) DICTAMEN Nº 41.994, DE 1981

El Estatuto Administrativo previene en su artículo 146 que las funcio-


nes del empleado terminan, entre otras causas, por el “término del
período legal por el cual se es designado”, y el artículo 153 dispone
que “el término del período legal por el cual es nombrado el funcio-
nario, o el cumplimiento del plazo por el cual es contratado, produce
la inmediata cesación de sus funciones”, pudiendo continuar ejercién-
dolas, con los mismos derechos y prerrogativas que los funcionarios
en servicio activo, sólo si fuere notificado previamente y por escrito
de encontrarse en tramitación el decreto o resolución que renueva su
nombramiento o contrata.

153.2) DICTÁMENES NOS 15.040, DE 1991; 12.752, DE 1997; 5.305 Y


21.026, DE 2000

El término del período legal por el cual se es designado produce la


inmediata cesación de funciones. No le otorga al funcionario derecho
a percibir indemnización alguna, sin perjucio de que pueda impetrar
el subsidio de cesantía (15.040, de 1991, 21.026, de 2000).
El cumplimiento del plazo por el cual se es contratado pone tér-
mino inmediato a los servicios del funcionario por mandato legal, no
existiendo obligación alguna para la autoridad de recontratarlo
(12.752/97, 5.305/00).

153.3) DICTÁMENES NOS 17.696 BIS Y 31.993, DE 1962

La norma del inciso 2º del artículo 153 es aplicable sólo cuando el


decreto o resolución del nuevo nombramiento se encuentra en

1096
ARTÍCULO 154

trámite al momento del cese en el cargo anterior, de tal modo que


si el término de funciones del empleado se produce en determina-
da fecha y el nuevo decreto de nombramiento lleva una fecha pos-
terior, no se da cumplimiento al requisito exigido por el artículo
señalado.
En consecuencia, un decreto que valide, para todos los efectos le-
gales, el lapso que media entre la fecha de término de la suplencia y
el nombramiento en propiedad, no se ajusta a la norma estatutaria,
por cuanto el decreto de nombramiento fue dictado con posteriori-
dad a la expiración de funciones.

153.4) DICTÁMENES NOS 30.039, DE 1962; 59.818, DE 1968; 12.752,


DE 1997

Acorde lo dispuesto por el artículo 10º de la Ley Estatutaria, los em-


pleos a contrata durarán únicamente hasta el 31 de diciembre de cada
año y quienes los sirvan expirarán en sus funciones en esa fecha por
el solo ministerio de la ley, salvo que la prórroga se proponga con trein-
ta días de anticipación a lo menos. Asimismo, conforme a los artícu-
los 146, letra f), y 153 de la misma ley, el cumplimiento del plazo de
contratación es causal de término de funciones.
Por consiguiente, la autoridad administrativa no tiene obligación
alguna de recontratar a quien dejó de ser funcionario a contrata
(12.752/97).
El término de funciones que tiene lugar cuando a un funcionario
no se le renueva la contrata, no puede interpretarse como vencimien-
to del período legal, ni como supresión del cargo, ni como renuncia
no voluntaria, ya que las funciones expiran conjuntamente con el plazo
de nombramiento, sin renuncia del funcionario y por el solo ministe-
rio de la ley (30.039/62, 59.818/68).

Artículo 154. En los casos de supresión del empleo por proce-


sos de reestructuración o fusión, los funcionarios de planta
que cesaren en sus cargos a consecuencia de no ser encasilla-
dos en las nuevas plantas y que no cumplieren con los requi-
sitos para acogerse a jubilación, tendrán derecho a gozar de
una indemnización equivalente al total de las remuneracio-
nes devengadas en el último mes, por cada año de servicio
en la institución, con un máximo de seis. Dicha indemniza-
ción no será imponible ni constituirá renta para ningún efecto
legal.

1097
ARTÍCULO 154

Interpretación

154.1) LAS NORMAS GENERALES SOBRE ENCASILLAMIENTO SE


ENCUENTRAN ESTABLECIDAS EN EL ARTÍCULO 15 DEL ESTATUTO
ADMINISTRATIVO

154.2) DICTAMEN Nº 19.581, DE 1995

Las franquicias que otorga el artículo 154 del Estatuto Administrativo


derivan del hecho de existir una reestructuración o fusión de institu-
ciones de la Administración Pública cuyo personal se rige por sus dis-
posiciones, esto es, un proceso que afecta la permanencia o continui-
dad de un servicio público; por ende, no se extiende a aquellas
modificaciones de planta que descansan en el ejercicio ordinario o es-
pecial de atribuciones que la ley radica en algunas autoridades admi-
nistrativas.
Esta conclusión guarda armonía con la historia fidedigna de la ley
y con la jurisprudencia recaída en el artículo 154.
En efecto, consta de la historia fidedigna de este precepto que el
mecanismo indemnizatorio que consagra es excepcional, pues, se dijo
allí, “vino a sustituir a los subsidios de cesantía en los procesos de re-
estructuración y fusión de servicios públicos y se fue extendiendo pro-
gresivamente en su aplicación a través de múltiples leyes especiales”.
La jurisprudencia, por su parte, en forma invariable y uniforme
ha concluido que la indemnización consultada en el artículo 154 del
Estatuto Administrativo sólo puede percibirse cuando realmente exis-
te un proceso de reestructuración de servicios, pero no con motivo
de la supresión de cargos que puede ordenar una autoridad adminis-
trativa en ejercicio de sus atribuciones.

154.3) DICTÁMENES NOS 15.469, 17.487 Y 22.940, DE 1992

El beneficio contemplado en el artículo 154 del Estatuto Administra-


tivo corresponde solamente al personal que debe cesar en sus funcio-
nes como consecuencia de no haber sido encasillado en la nueva
planta dentro de un proceso de reestructuración o fusión de un servi-
cio público y que carece de los requisitos necesarios para jubilar.
Por lo tanto, no corresponde concederla a quienes por mandato
de la ley se les suprimió el cargo por haber sido designados en otro
servicio (15.469 y 17.487/92), ni a quienes deben dejar sus cargos por
disposición legal al ser asumidos por otras personas, como ocurrió con
los alcaldes designados que debieron resignar sus empleos al asumir
los alcaldes elegidos (22.940/92).

1098
ARTÍCULO 154

154.4) DICTAMEN Nº 16.722, DE 1990

El nombramiento de funcionarios en calidad de interinos, que consti-


tuía una forma de desempeño de un cargo de planta bajo el DFL Nº 338,
de 1960, no se contempla en la Ley Nº 18.834, cuyo artículo 5º tran-
sitorio los consulta temporalmente antes de desaparecer.
Esta extinción no reúne los supuestos del artículo 154 y, en con-
secuencia, no autoriza el pago de indemnización alguna.

154.5) DICTAMEN Nº 14.027, DE 1990

Los funcionarios que optan voluntariamente por no seguir desempe-


ñándose en el servicio no tienen derecho a la indemnización prevista
en el artículo 154, por cuanto su cese de funciones no obedece a ha-
ber sido marginados del proceso de encasillamiento, sino al válido ejer-
cicio de una opción individual.

154.6) DICTÁMENES NOS 30.624 Y 32.080, DE 1990; 29.203 Y 37.514,


DE 1995; 21.394, DE 1996

La supresión de cargos que la ley reconoce a los rectores de univer-


sidades estatales no se encuadra en los supuestos previstos por el ar-
tículo 154, por no implicar un proceso de encasillamiento al cual
pudiera haber tenido acceso el titular del empleo suprimido (30.624
y 32.080/90).
En todo caso, ha de tenerse presente que la facultad que la ley
confía a los rectores de esas universidades para aprobar plantas y crear
o suprimir cargos, responde a necesidades institucionales, de manera
que los respectivos decretos deben remitirse a la Contraloría General
de la República acompañados de un informe que acredite el funda-
mento de la medida adoptada, señalando inequívocamente que es ne-
cesario prescindir de los cargos que se suprimen (29.203 y 37.514/95,
21.394/96).

154.7) DICTAMEN Nº 19.581, DE 1995

El artículo 19 de la Ley Nº 16.752 faculta al Presidente de la Repúbli-


ca para fijar anualmente las plantas de personal de la Dirección Ge-
neral de Aeronáutica Civil, atribución que comprende la de crear y
suprimir empleos.
La aplicación del Estatuto Administrativo al personal de este ser-
vicio no afecta el ejercicio de esa facultad presidencial, porque su

1099
ARTÍCULO 154

ejercicio es conciliable con la normativa estatutaria, salvo en dos as-


pectos:
– Primero, en cuanto la estructura de las plantas que se fijen debe
ajustarse a lo dispuesto por el artículo 5º de la Ley Estatutaria, o sea,
distinguiendo las plantas de directivos, profesionales, técnicos, admi-
nistrativos y de servicios, y
– Segundo, en tanto desde la entrada en vigencia del Estatuto Ad-
ministrativo no cabe encasillar discrecionalmente a los funcionarios
en las nuevas plantas, pues según las normas del Estatuto Administra-
tivo los empleados públicos se ordenan dentro de cada servicio jerár-
quicamente solo por escalafones, sin consultar otra forma de
ordenamiento funcionario, por lo que el encasillamiento debe reali-
zarse precisamente conforme a ese orden de escalafón, que es el vi-
gente a ese momento para cada planta.
El personal que dentro de este proceso quede fuera del encasilla-
miento, no tiene derecho a los beneficios que establece el artículo 154
del Estatuto Administrativo, porque este precepto rige en casos de eli-
minación del empleo por causal de reestructuración o fusión de ser-
vicios, y el ejercicio ordinario de facultades administrativas, a fin de
establecer periódicamente las dotaciones de una institución según las
necesidades de operación existentes en una época determinada, e in-
cluso la creación o supresión de empleos en uso de atribuciones es-
peciales contempladas en la legislación, no constituyen un proceso de
reestructuración, en la medida que no alteran la permanencia o con-
tinuidad de una institución de la Administración del Estado, y por con-
siguiente, quienes en esas condiciones quedan fuera de las plantas o
aquellos a quienes se les suprime el cargo, no están habilitados para
impetrar las franquicias que la Ley Estatutaria estatuyó sobre otros su-
puestos.

154.8) DICTÁMENES NOS 29.276, DE 1987; 23.449 Y 38.608,


DE 1996

De acuerdo con los artículos 9º del CC, y 10 y 154 de la LOCGR, los


actos administrativos, salvo texto legal expreso en contrario, sólo
pueden surtir efectos desde su total tramitación, entendiéndose in-
cluida en ésta la publicación de los actos de general aplicación o
la notificación de aquellos de alcance individual, conforme lo ha
declarado la jurisprudencia administrativa, contenida, entre otros,
en los dictámenes Nos 74.429, de 1977, y 14.289 y 25.205, ambos de
1985.
Los actos que hacen efectiva una de las causales de expiración de
funciones establecidas en el Estatuto Administrativo requieren ceñir-
se a esta regla general y, por consiguiente, para que cobren eficacia,

1100
ARTÍCULO 155

es menester que sean dictados por la autoridad competente con las


respectivas formalidades, que la Contraloría General tome razón de
ellos y que se notifique al afectado su total tramitación, como se ha
señalado, v. gr., en los dictámenes Nos 62.267, de 1968; 28.834, de 1970,
y 41.810, de 1981.
Acorde con lo anterior, las supresiones de cargos dispuestas por
acto administrativo sólo pueden regir a contar de su total tramita-
ción, esto es, una vez que el acto que las contiene haya sido cursado
por la Contraloría General y notificado a los afectados (29.276/87).
En estos casos, la autoridad administrativa no puede dejar sin efecto
los decretos o resoluciones que suprimieron cargos, ya que se trata
de actos reglados, dictados por la autoridad competente en ejerci-
cio de sus funciones, que escapa al principio de la revocación y que
sólo puede ser invalidado en caso de demostrarse que en su dicta-
ción se incurrió en irregularidades que justifican su anulación (23.449
y 38.608/96).

154.9) DICTAMEN Nº 36.409, DE 1998

El fuero establecido en el artículo 25 de la Ley Nº 19.296, en favor de


los directores de las asociaciones de funcionarios públicos, no ampa-
ra a un dirigente que se desempeñaba como Oficial de Registro Civil
en una oficina suprimida por el Director Nacional en ejercicio de las
facultades que le otorgara el artículo 7º de la Ley Nº 19.477, ya que
esta norma, cuya finalidad última es racionalizar la actividad de la ins-
titución en virtud de consideraciones de bien común no puede ser li-
mitada por una norma destinada a amparar una actividad gremial que
no obstante su importancia resguarda esencialmente sólo el interés de
los afiliados a la respectiva asociación de funcionarios.

Artículo 155. El empleado que prolongare indebidamente sus


funciones no podrá reincorporarse a la Administración, sin
perjuicio de la responsabilidad penal en que pudiere incurrir.
En este caso, la autoridad correspondiente comunicará el he-
cho a la Contraloría General de la República.

155.1) La prolongación indebida de funciones tipificaba un delito en


el CP. La Ley Nº 19.645, de 1999, que se tramitó paralelamente con la
Ley de Probidad Administrativa, derogó los artículos 217 a 219 del
Código, que establecían esa penalidad.

1101
ARTÍCULO 156

155.2) DICTÁMENES NOS 7.526, DE 1985; 31.307, DE 1994; 602 Y 16.026,


DE 1996; 1.929, DE 1999

No constituye prolongación indebida de funciones el desempeño que ha


seguido prestando un funcionario que ya no se encontraba en funciones
por haberse perfeccionado una causal de cesación de labores, si lo hizo
con pleno conocimiento de la autoridad respectiva y sin que mediara ob-
jeción alguna de su parte a que el empleado continuara trabajando.
Esta prestación de servicios autoriza pagarle al ex funcionario el
total de las remuneraciones de su cargo, aunque no estuviera regular-
mente en servicio (7.526/85; 16.026/96; 1.929/99).
Constituye prolongación indebida de funciones, en cambio, el de-
sempeño en actividad que mantuvo el empleado que fue alejado de sus
labores por calificación insuficiente, según lo ordenado por los artículos
50 y 150 letra c) del Estatuto Administrativo, en tanto y en cuanto estaba
obligado a dar cumplimiento a lo dispuesto en la ley, que le impedía ex-
presamente seguir en servicio por haber tenido un desempeño deficien-
te. Por lo mismo, por carecer de justa causa, no procede cursar pago
alguno por los días que así hubiere trabajado (31.307/94, 602/96).

Artículo 156. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo ante-


rior, el empleado podrá continuar actuando, aun cuando sus
funciones hubieren terminado legalmente, si se tratare de un
órgano o servicio que no pueda paralizarse sin grave daño o
perjuicio y no se presentare oportunamente la persona que
debe reemplazarlo. En tal evento, la autoridad correspondien-
te comunicará inmediatamente lo ocurrido a la Contraloría
General de la República y adoptará las medidas pertinentes
para dar solución a la situación producida, en un plazo no
mayor de treinta días.
El empleado que en virtud de lo establecido en el inciso pre-
cedente prolongare su desempeño, tendrá todas las obligacio-
nes, responsabilidades, derechos y deberes inherentes al cargo.

Interpretación

156.1) DICTÁMENES NOS 63.336, DE 1964; 57.776, DE 1967

La autorización legal para que el empleado continúe actuando váli-


damente, pese a haber cesado en funciones, no puede operar en uni-

1102
ARTÍCULO 156

dades colectivas, puesto que en tal caso será reemplazado por la vía
de la subrogación, que opera de pleno derecho, aun cuando el em-
pleo se encuentre vacante.
Para los efectos de este artículo, es irrelevante que quien conti-
núa en funciones haya sido considerado o no ejerciendo una investi-
dura directiva por personeros, oficiales o privados, que se dirigieron
a él en tal carácter.

156.2) DICTAMEN Nº 28.906, DE 1990

El Secretario Regional Ministerial cuya renuncia fue aceptada y cursa-


da, tiene derecho a mantener las remuneraciones de su cargo duran-
te todo el mes de mayo de 1990, porque debió permanecer en
funciones en atención a que no hubo nadie que lo subrogara ni que
asumiera en propiedad dicho empleo.
Este desempeño funcionario, sin duda, ha reportado provecho a la
Administración, de manera que de no cancelársele los estipendios co-
rrespondientes se produciría un indebido enriquecimiento sin causa.
La prolongación necesaria de funciones no altera la fecha oficial
de cesación de funciones.

1103
TÍTULO VII

EXTINCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
ADMINISTRATIVA

Artículo 157. La responsabilidad administrativa del funciona-


rio se extingue:
a) Por muerte. La multa cuyo pago o aplicación se encon-
trare pendiente a la fecha de fallecimiento del funcionario,
quedará sin efecto;
b) Por haber cesado en sus funciones, sin perjuicio de lo
dispuesto en el inciso final del artículo 147;
c) Por el cumplimiento de la sanción, y
d) Por la prescripción de la acción disciplinaria.

Interpretación

ANTECEDENTE

157.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA


DE GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta consideró conveniente regular en el Título VII el


problema de la extinción de la responsabilidad administrativa, a fin de que
las acciones, derechos y responsabilidades de esa naturaleza tengan un cla-
ro término al cabo de un determinado período de tiempo, evitando que
se prolonguen innecesariamente situaciones de incertidumbre jurídica. El
Título correspondiente tiene tres artículos, del 151 (157) al 153 (159).

157.2) DICTAMEN Nº 40.050, DE 1981

Bajo la vigencia del DFL Nº 338, de 1960, la jurisprudencia adminis-


trativa informó, de manera uniforme e invariable, que no existía nor-

1105
ARTÍCULO 157

ma estatutaria alguna que estableciera la prescripción de la acción dis-


ciplinaria. Esta tesis traía como necesaria consecuencia la posibilidad
de que la autoridad administrativa pudiera perseguir en cualquier tiem-
po la responsabilidad administrativa de un empleado público, en tan-
to se mantuviera vigente el vínculo estatutario.

EL ARTÍCULO 157

Letra a)

157.3) DICTÁMENES NOS 5.523, DE 1969; 7.378, DE 1990

El fallecimiento produce la expiración de funciones del empleado a


contar del día del deceso (5.523/69).
Por producir la desvinculación jurídica de la Administración Pú-
blica, el fallecimiento obliga a poner término a las funciones del em-
pleado desde ese preciso día (7.378/90).

157.4) DICTÁMENES NOS 5.523, DE 1969; 24.843, DE 1990

Aunque la vacante se produzca por el hecho del fallecimiento del fun-


cionario, debe dictarse una resolución declarativa que deje constan-
cia de ello (5.523/69).
La vacancia del cargo debe declararse a contar del día siguiente
al del deceso (24.843/90).

157.5) DICTÁMENES NOS 13.621, DE 1998; 7.201, DE 2000

El ordenamiento jurídico no contempla un plazo para hacer valer la


causal de extinción de la responsabilidad administrativa, por lo que
es posible alegarla en cualquier instancia del proceso sumarial.

Letra b)

157.6) DICTÁMENES NOS 8.035, 12.187, 12.817 Y 13.463, DE 1990

No puede instruirse sumario contra quien no inviste la calidad de fun-


cionario público.
El Estatuto Administrativo sólo permite tramitar hasta su término
legal el sumario que se hubiere iniciado mientras el empleado que ha
cesado en funciones, se hallaba en ejercicio de su cargo, como lo es-

1106
ARTÍCULO 157

tablece el artículo 157, letra b), en concordancia con el artículo 147


inciso final del Estatuto Administrativo.

157.7) DICTAMEN Nº 34.314, DE 1975

Fue un principio reiteradamente recogido por la jurisprudencia ema-


nada del DFL Nº 338, de 1960, que la desvinculación del empleado con
la Administración conllevaba la extinción de su eventual responsabili-
dad disciplinaria.

157.8) DICTÁMENES NOS 467, DE 1964; 16.817, DE 1965; 4.830, DE 1983

Asimismo, la jurisprudencia concluyó bajo ese Estatuto Administrati-


vo, que el término legal de funciones extinguía la responsabilidad ad-
ministrativa y que si el empleado pasaba de un empleo a otro diferente,
sin interrupción de funciones, la responsabilidad subsistía y correspon-
día hacerla efectiva en y por el servicio en el cual pasaba a desempe-
ñarse ese funcionario (467/64).
Ello, aunque en la nueva repartición se encontrara regido por la
Ley Laboral común (16.817/65, 4.830/83).

157.9) DICTAMEN Nº 7.141, DE 1986

En todo caso, precisó esa doctrina jurisprudencial, no procedía per-


seguir la responsabilidad administrativa de aquellos funcionarios pú-
blicos que habían pasado a desempeñarse en organismos constituidos
bajo formas jurídicas privadas, por presumibles hechos ilícitos come-
tidos en una persona jurídica de derecho público integrante de la Ad-
ministración del Estado, ya que el desempeño en una sociedad civil o
comercial producía la desvinculación jurídica del Estado empleador.
Lo anterior, sin perjuicio de la responsabilidad civil y penal, en su
caso, que había y ha de perseguirse ante los tribunales de justicia.

Letra c)

157.10) DICTAMEN Nº 16.893, DE 1990

La medida disciplinaria se cumple una vez que el sumario ha termi-


nado su tramitación.
Se entiende por “normal término” de un proceso disciplinario la
notificación de la medida disciplinaria para los efectos de la interposi-

1107
ARTÍCULO 158

ción de los recursos que franquea la ley, seguida de la dictación del de-
creto o resolución que resuelve los recursos deducidos absolviendo o
sancionando al inculpado, de su toma de razón y de la notificación que
el servicio ha de hacer de ellos una vez devueltos por la Contraloría Ge-
neral al servicio de origen, acompañada enseguida por la respectiva ano-
tación en la hoja de vida funcionaria y el archivo de los antecedentes.

Letra d)

157.11) D ICTÁMENES NOS 10.972, 18.239, 18.823 Y 27.363, DE 1990

La extinción de la responsabilidad administrativa por prescripción de


la acción disciplinaria no se contenía en el DFL Nº 338, de 1960, cuer-
po legal que ignoraba una causal de esta naturaleza.
Por eso, la prescripción de la acción disciplinaria sólo es aplicable
a los sumarios instruidos con posterioridad al 23 de septiembre de
1989, fecha de vigencia de la Ley Nº 18.834, aprobatoria del texto ori-
ginal del actual Estatuto Administrativo.

157.12) D ICTÁMENES NOS 7.806, DE 1997; 13.621 Y 45.763, DE 1998;


15.587, DE 1999

Conforme a las reglas generales, la prescripción debe ser alegada en


cualquiera instancia sumarial (13.621/98, 15.587/99).
La Administración no puede declararla de oficio (7.806/97,
45.763/98).

Artículo 158. La acción disciplinaria de la Administración con-


tra el funcionario prescribirá en cuatro años contados desde
el día en que éste hubiere incurrido en la acción u omisión
que le da origen.
No obstante, si hubiere hechos constitutivos de delito la
acción disciplinaria prescribirá conjuntamente con la acción
penal.

Interpretación

158.1) Artículo modificado en la forma que aparece en el texto, por


la Ley Nº 19.653, de 14 de diciembre de 1999, artículo 5º, Nº 10, que

1108
ARTÍCULO 158

subió a “cuatro años”, los dos que contenía inicialmente su inciso


primero.
“En lo relativo a esta modificación –dice el Segundo Informe de la
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Sena-
do– se tuvo en cuenta la opinión favorable al aumento de plazo que
dio a conocer el Servicio de Impuestos Internos, en el sentido de que
la acción disciplinaria prescribiera en cuatro años. El señor Director de
ese Servicio advirtió que es frecuente que las infracciones administrati-
vas se detecten con ocasión de denuncias o actuaciones de fiscalización
efectuadas de oficio por ese organismo con posterioridad a los dos años
desde que se cometió la acción u omisión reprochable, ya que la ac-
ción de fiscalización ordinaria del Servicio caduca a los tres años, con-
tado desde el incumplimiento de las obligaciones tributarias”.
“Añadió que el inciso segundo del artículo 152 del Estatuto vin-
cula la prescripción de la acción disciplinaria a la prescripción de la
acción penal, cuando los hechos son constitutivos de delito, y que es-
tablecer un plazo de cuatro años permite concordar el plazo de pres-
cripción de la acción disciplinaria con el de la responsabilidad civil
extracontractual en que pueda haber incurrido también el funciona-
rio de acuerdo al artículo 2332 del Código Civil”.
“La Comisión estuvo de acuerdo en incrementar el plazo de pres-
cripción de la acción disciplinaria”.

EL ARTÍCULO 158 DEL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

158.2) DICTÁMENES NOS 60, DE 1996; 43.151, DE 2001

El artículo 158, en su inciso 1º, contempla la regla general en mate-


ria de prescripción de la acción disciplinaria, fijándola en el plazo
de cuatro años contado desde el día en que el funcionario hubiere
incurrido en la acción u omisión que dio origen al procedimiento
disciplinario.
En su inciso 2º, este artículo contempla como excepción a ese pla-
zo de cuatro años, la existencia dentro del sumario de hechos presumi-
blemente constitutivos de delito, caso en el cual la acción disciplinaria,
dice esta norma, prescribe conjuntamente con la acción penal.

INCISO PRIMERO

158.3) DICTÁMENES NOS 3.301, DE 1992; 32.600, DE 1993; 35.005 Y


39.391, DE 1997

El Estatuto Administrativo aprobado por DFL Nº 338, de 1960, no conte-


nía norma alguna en materia de prescripción de la acción disciplinaria.

1109
ARTÍCULO 158

Por ello no pudo iniciarse prescripción alguna bajo el imperio de


sus disposiciones. Todo plazo de prescripción de la acción disciplina-
ria sólo ha podido iniciarse desde el 23 de septiembre de 1989, fecha
de entrada en vigor de la Ley Nº 18.334.
Aceptar el cómputo desde una fecha anterior a la indicada, se-
ría atribuir al artículo 158 un efecto retroactivo que la ley no le ha
atribuido.

158.4) DICTÁMENES NOS 31.674, DE 1996; 31.609, DE 1998; 14.658,


DE 1999; 3.050, DE 2001

El plazo de prescripción del artículo 158 debe contarse desde el día


en que el funcionario incurrió en el hecho u omisión de que se trata
(31.674/96; 3.050/01); desde que se cometió la infracción adminis-
trativa (14.658/99); desde la fecha en que el inculpado incurrió por
última vez en la conducta irregular que se le imputa (31.609/98), no
desde la fecha en que se ordenó la instrucción del sumario adminis-
trativo (14.658/99, 3.050/01).
Si el hecho sancionable es el no pago de tributos de importación de
un automóvil que gozaba de liberación arancelaria, esa fecha es aquella
en que se le comunicó oficialmente al empleado que debía pagarlos.
En todo caso, cabe hacer presente que la formulación de cargos
suspende la prescripción (31.674/96).

158.5) DICTAMEN Nº 14.658, DE 1999

Si el Fiscal mantiene paralizado un sumario durante el tiempo es-


tablecido por la ley para que opere la prescripción de la acción dis-
ciplinaria, corresponde sobreseer en el respectivo proceso
disciplinario, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiere afec-
tarle por esa inacción.

LA PRESCRIPCIÓN DEBE SER ALEGADA

158.6) DICTAMEN Nº 7.806, DE 1997

158.7) DICTÁMENES NOS 7.222 BIS Y 34.793, DE 1998; 15.587 Y 34.793,


DE 1999

La prescripción, como institución general del Derecho, debe ser alega-


da, desde el momento que se regula en base a ciertas características bá-

1110
ARTÍCULO 158

sicas o esenciales, entre las que se destaca, precisamente, el que debe


ser alegada, por aplicación del principio procesal que dispone que el
impulso de la actución jurídica pertenece a las partes interesadas, per-
mitiéndose sólo por excepción y en virtud de norma expresa la actua-
ción de oficio de quien conoce del asunto jurídico de que se trata.
La prescripción de la acción disciplinaria en los sumarios admi-
nistrativos, por lo mismo, debe ser alegada por el sumariado, no pue-
de ser declarada de oficio por la Contraloría General de la República
en el trámite de toma de razón del acto sancionador.
Si no se alega la prescripción, corresponde cursar el decreto o re-
solución que aplica la medida disciplinaria, sin cuestionar tal hecho.

158.8) DICTAMEN Nº 13.621, DE 1998

Procede devolver sin tramitar la resolución que sobresee en un suma-


rio basada en el hecho de “encontrarse prescrita la responsabilidad
administrativa”, en atención a que los funcionarios sancionados no ale-
garon la prescripción de la acción disciplinaria.
En efecto, como afirmara el dictamen Nº 7.222 bis, de 1998, en
materia sancionadora es íntegramente aplicable la jurisprudencia re-
caída en materias remuneratoria y previsional, en las que se ha con-
cluido que conforme a lo prescrito por el artículo 2493 del CC, la
prescripción debe ser alegada por los interesados, pues sólo así podrá
ser considerada por la Administración.

INCISO SEGUNDO

158.9) DICTÁMENES NOS 24.969, DE 1992; 14.658, DE 1999

El Fiscal debe analizar si los hechos investigados revisten caracteres de


delito, porque en tal caso la acción disciplinaria administrativa pres-
cribe conjuntamente con la acción penal, de acuerdo con el inciso 2º
del artículo 158, y determinar si esta acción está vigente, según lo pres-
crito por el Título V del Libro I del CP.

158.10) DICTAMEN Nº 60, DE 1996

El artículo 158 señala la regla general en materia de prescripción de


la acción disciplinaria fijándola en cuatro años contados desde el día
en que el funcionario hubiere incurrido en la acción u omisión que
dio origen al procedimiento disciplinario, con la excepción que con-
templa su inciso 2º, esto es, cuando existen acreditados dentro del su-

1111
ARTÍCULO 158

mario hechos constitutivos de delito, caso en el cual la acción discipli-


naria prescribe conjuntamente con la acción penal.
Tratándose de simples delitos, este plazo es de cinco años.

158.11) DICTAMEN Nº 45.969, DE 1998

El hecho de que el inculpado haya colaborado en la fuga de internos


desde Gendarmería de Chile, configura el tipo descrito por el artícu-
lo 299 del CP, esto es, connivencia en la evasión de un preso cuya cus-
todia le estaba confiada, el que es sancionado con pena de simple de-
lito, caso en el cual, por la aplicación del inciso 2º del artículo 158, la
acción disciplinaria, al igual que la penal, prescribe en cinco años, pla-
zo que a la fecha aún no ha transcurrido, por lo que bien puede ha-
cerse efectiva la responsabilidad administrativa, aunque hayan trans-
currido dos períodos calificatorios.
No obstante, el otro caso: tener tratos económicos con un inter-
no en recinto penitenciario, es una falta administrativa, de modo que
prescribe en cuatro años contados desde el día en que se cometió el
hecho o se incurrió en la omisión.
Si no está establecida la fecha en que ocurrieron los hechos, cabe
disponer la reapertura del sumario a fin de precisarla.

158.12) DICTAMEN Nº 13.328, DE 1999

Cuando existen hechos constitutivos de delito, la acción administrati-


va prescribe conjuntamente con la acción penal, como ocurre en el
supuesto de que el inculpado haya permitido la comisión del delito
tipificado en el artículo 239 del CP.
De acuerdo con lo prescrito por el artículo 158, inciso 2º, no se
exige que el funcionario que puede invocar la prescripción aparezca
como autor del presunto delito, basta con que los hechos en que apa-
rezca involucrado presenten caracteres de delito. Corresponderá al tri-
bunal competente determinar la responsabilidad de cada participante
en los hechos.

158.13) DICTAMEN Nº 63.000, DE 2004

La condena por crimen o simple delito afecta a la idoneidad moral


de una persona, en términos que le impide tanto el ingreso a la Ad-
ministración del Estado, según lo dispuesto en el artículo 12, letra f),
de la Ley Estatutaria, como a su permanencia en ella, por efecto de

1112
ARTÍCULO 159

los artículos 54, letra c), y 64 de la LOCBGAE, de modo que si un fun-


cionario es condenado por hechos constitutivos de crimen o simple
delito, aunque hayan sido cometidos fuera del ejercicio de sus funcio-
nes, esta condena tiene carácter permanente, ya que la pérdida de un
requisito de idoneidad para mantenerse en la Administración no pue-
de verse salvada por el mero transcurso del tiempo.
Por consiguiente, no puede operar la prescripción de la acción
disciplinaria respecto de la condena por crimen o simple delito, en
su doble carácter de inhabilidad sobreviniente y de causal de desti-
tución.

NO CORRESPONDE ESTABLECER EN UN REGLAMENTO EL


PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DISCIPLINARIA

158.14) DICTAMEN Nº 44.385, DE 1994

No cabe aplicar en este caso el artículo 19 del Decreto Nº 40, de 1981,


del Ministerio de Defensa Nacional (I), que contempla una prescrip-
ción de seis meses a contar del día en que se cometió la falta, porque
no corresponde a un reglamento, sino a la ley, establecer plazos de
extinción de la acción disciplinaria.

Artículo 159. La prescripción de la acción disciplinaria se in-


terrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido, si el funcio-
nario incurriere nuevamente en falta administrativa, y se
suspende desde que se formulen cargos en el sumario o in-
vestigación sumaria respectiva.
Si el proceso administrativo se paraliza por más de dos
años, o transcurren dos calificaciones funcionarias sin que
haya sido sancionado, continuará corriendo el plazo de la
prescripción como si no se hubiese interrumpido.

Interpretación

159.1) DICTAMEN Nº 14.658, DE 1999

Según lo dispuesto por el artículo 159, la prescripción de la acción


disciplinaria puede interrumpirse o suspenderse.

1113
ARTÍCULO 159

Se interrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido, si el funcio-


nario cometiere una nueva falta administrativa.
Se suspende desde que se formulan cargos al afectado.
En el caso de que la investigación sumaria o el sumario administra-
tivo se paralicen por más de dos años o en el evento de que transcu-
rran dos calificaciones funcionarias sin que se afine, el plazo de
prescripción corre de nuevo como si no hubiera mediado interrupción.

159.2) DICTAMEN Nº 17.865, DE 1995

Prescribe el artículo 159, que “Si el proceso administrativo se paraliza


por más de dos años, o transcurren dos calificaciones funcionarias sin
que haya sido sancionado” el inculpado, el plazo de prescripción con-
tinuará corriendo “como si no se hubiese interrumpido”.
Está claro que la voz interrupción está mal empleada en este inci-
so 2º, porque claramente se desprende de los artículos 157 y 158, y
del propio artículo 159, que este inciso se está refiriendo a la suspen-
sión y no a la interrupción, porque tratándose de la interrupción, como
lo precisa el artículo 158, se pierde todo el tiempo transcurrido hasta
entonces, y el tiempo perdido no puede recurperarse, de manera que
no podría continuar corriendo.
En cambio, por su naturaleza, un plazo suspendido puede seguir
corriendo, en este caso, en las dos hipótesis que fija el inciso 2º del
artículo 159.

159.3) DICTAMEN Nº 3.301, DE 1992

No procede acoger la excepción de prescripción de la acción discipli-


naria de la Administración interpuesta por funcionarios a quienes se
les han formulado cargos en un sumario incoado por hechos ocurri-
dos el año 1988, porque el plazo de prescripción establecido en el Es-
tatuto Administrativo aprobado por la Ley Nº 18.334 se cuenta desde
el 23 de septiembre de 1989, fecha en que entró en vigencia, sin que
quepa aplicar la Ley sobre Efecto Retroactivo de las Leyes, desde el
momento que antes de esa fecha no pudo haber prescripción alguna
que pudiera entrar en conflicto con sus disposiciones, atendida la cir-
cunstancia de que el anterior Estatuto Administrativo, el DFL Nº 338,
de 1960, no contenía norma alguna relativa a esta materia.

159.4) DICTAMEN Nº 2.890, DE 1998

El plazo de prescripción que contempla el Estatuto Administrativo


para extinguir la acción disciplinaria debe contarse desde la fecha

1114
ARTÍCULO 159

en que el empleado incurrió por última vez en la conducta irregu-


lar que se le imputa, y se suspende, en todo caso, con la notificación
de los cargos.
Si desde esta notificación transcurren dos calificaciones sin que el
afectado haya sido sancionado, el plazo continúa corriendo desde la
notificación de la última calificación, de modo que si con él se com-
pleta el lapso de prescripción antes de notificársele la medida disci-
plinaria, la acción disciplinaria se encontraría prescrita, debiendo la
autoridad, en tal evento, ordenar su sobreseimiento en el proceso.

159.5) DICTAMEN Nº 33.463, DE 1996

No procede aplicar la medida disciplinaria de censura por medio de


una resolución fechada el año 1996, porque los hechos materia del
sumario acaecieron en el mes de octubre de 1993 y los cargos fueron
notificados en diciembre de ese mismo año 1993, lo que significa que
a 1996 han transcurrido los dos períodos calificatorios establecidos por
el artículo 153 del Estatuto Administrativo, como habilitantes de la
prescripción de la acción disciplinaria, si durante ellos no se ha dicta-
do la correspondiente resolución sancionadora.

159.6) DICTAMEN Nº 38.647, DE 1996

La prescripción de la acción disciplinaria, en el caso de que se trata,


se suspendió el 4 de abril de 1995, día en que al funcionario se le
formularon cargos dentro del sumario, sin que con posterioridad y
al año 1996, hayan transcurrido las dos calificaciones que exige el
artículo 159 para dar por configurada la prescripción de la acción
disciplinaria.

1115
TÍTULO FINAL

DISPOSICIONES VARIAS

Artículo 160. Los funcionarios tendrán derecho a reclamar


ante la Contraloría General de la República, cuando se hu-
bieren producido vicios de legalidad que afectaren los dere-
chos que les confiere el presente Estatuto. Para este efecto,
los funcionarios tendrán un plazo de diez días hábiles, con-
tado desde que tuvieren conocimiento de la situación, reso-
lución o actuación que dio lugar al vicio de que se reclama.
Tratándose de beneficios o derechos relacionados con remu-
neraciones, asignaciones o viáticos el plazo para reclamar será
de sesenta días.
Igual derecho tendrán las personas que postulen a un
concurso público para ingresar a un cargo en la Adminis-
tración del Estado, debiendo ejercerlo dentro del plazo de
diez días contado en la forma indicada en el inciso ante-
rior.
La Contraloría General de la República deberá resol-
ver el reclamo, previo informe del jefe superior, Secreta-
rio Regional Ministerial o Director Regional de servicios
nacionales desconcentrados, según el caso. El informe de-
berá ser emitido dentro de los diez días hábiles siguientes
a la solicitud que le formule la Contraloría. Vencido este
plazo, con o sin el informe, la Contraloría procederá a re-
solver el reclamo, para lo cual dispondrá de veinte días há-
biles.

1117
ARTÍCULO 160

Interpretación

160.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA


DE GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

Rol de la Contraloría General de la República

El rol de la Contraloría General de la República fue ampliamente de-


batido en el seno de la Comisión Conjunta, teniendo en considera-
ción los planteamientos formulados al respecto durante la tramitación
del proyecto.
En definitiva, en el seno de la Comisión Conjunta hubo consen-
so en que el rol de la Contraloría General está determinado por la
Constitución Política y por su propia ley orgánica constitucional, sien-
do improcedente determinar en un cuerpo legal de carácter sustan-
tivo reglas atinentes a las atribuciones propias del señalado órgano
del Estado. Sin perjuicio de lo anterior, se incluyó el artículo 154
(160), como norma genérica, que permite a los funcionarios recla-
mar por cualquier vicio de legalidad en que incurran los órganos de
la Administración, que impliquen la violación de sus derechos esta-
tutarios. Esta norma, que sustituye diversas disposiciones del actual
Estatuto que contiene reglas análogas para diferentes situaciones o
casos, tiene carácter de rango orgánico constitucional y de comple-
mentaria de las atribuciones normales que la Contraloría posee en
virtud de su normativa vigente.

Jurisdicción Contencioso-Administrativa

El proyecto del Ejecutivo consideraba la posibilidad de recurrir a


los Tribunales Contencioso-Administrativos, por parte de los fun-
cionarios, con el fin de resolver los reclamos que éstos presenta-
ren en caso de disconformidad con las resoluciones de la autoridad
administrativa.
La Comisión Conjunta eliminó toda referencia a los Tribunales
Contencioso-Administrativos por dos razones fundamentales: en pri-
mer lugar, porque todas esas normas tenían un carácter programáti-
co en tanto el legislador no creara los mencionados Tribunales, situa-
ción que es incierta y respecto de la cual existe discusión sobre el
verdadero alcance de las normas constitucionales pertinentes, en el
sentido de si es necesaria o no la creación de Tribunales especiales o
bastaría la creación de un “procedimiento” contencioso-administrativo;
en segundo lugar, porque en tanto no se constituyeran los menciona-
dos Tribunales, la resolución de los conflictos pertinentes quedaba

1118
ARTÍCULO 160

entregada a la Contraloría General de la República, situación análo-


ga a la actual.
En estas condiciones, se estimó más adecuado eliminar las refe-
rencias a los señalados Tribunales y entregar a la Contraloría General
de la República el conocimiento de los reclamos de los vicios de lega-
lidad que importaren la infracción de los derechos funcionarios, tal
como se expusiera con anterioridad.

160.2) INFORME COMPLEMENTARIO DE LA COMISIÓN CONJUNTA


DE LA H. JUNTA DE GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO
ADMINISTRATIVO

Respecto al artículo 154 (160), el Ministerio del Interior plantea la


necesidad de incorporar un derecho a reclamo ante la Contraloría
General de la República por parte de los postulantes en los concursos
de ingreso a la Administración del Estado.
La Comisión Conjunta acordó acoger esta sugerencia del Ejecuti-
vo incluyendo un nuevo inciso segundo al artículo 154 (160), estable-
ciéndose un plazo de diez días corridos para plantear este reclamo,
contado desde que se tuviera conocimiento de la situación, resolución
o actuación materia del mismo.

160.3) DICTAMEN Nº 23.623, DE 1996

De conformidad con lo prescrito por el artículo 160 del Estatuto Ad-


ministrativo, corresponde a la Contraloría General de la República
conocer y pronunciarse sobre las presentaciones de los empleados pú-
blicos o de las asociaciones de funcionarios en su representación, que
impugnen la resolución denegatoria de un derecho o reclamen por
haberse omitido su dictación o dilatado una resolución por parte de
la autoridad administrativa, habiéndola requerido el interesado, o bien
cuando se reclaman vicios de ilegalidad que afecten los derechos re-
conocidos por el Estatuto Administrativo.

160.4) DICTÁMENES NOS 8.132, DE 1993; 6.889, DE 2001

El reclamo de ilegalidad que consagra el artículo 160 de la Ley Esta-


tutaria debe ser presentado por el funcionario afectado en forma per-
sonal y directa. También puede serlo por una asociación gremial,
cuando el interesado haya solicitado expresamente su intervención.
Es improcedente que un empleado reclame por otros funciona-
rios, sin tener su representación.

1119
ARTÍCULO 160

160.5) DICTÁMENES NOS 25.750, DE 1993; 31.071 Y 38.608, DE 1995;


4.878, DE 2000

De conformidad con el artículo 160 del Estatuto Administrativo es ex-


temporánea la presentación que se haga a la Contraloría General de
la República una vez vencido el plazo de diez días hábiles que en él
se consulta, contado desde que se tuvo conocimiento de la situación,
resolución o actuación que motiva el reclamo, para impugnar una de
esas circunstancias, de modo que dándose esa extemporaneidad la
Contraloría General debe abstenerse de emitir el pronunciamiento que
se le solicita (31.071 y 38.608/95, 4.878/2000).
Como en todos los plazos administrativos, en estos diez días no
deben contarse los sábados, ni, por supuesto, los domingos o festivos
(25.750/93).

160.6) DICTÁMENES NOS 8.168 Y 9.512, DE 1990

Los vicios que pueden conducir a la invalidación del proceso califica-


torio deben alegarse en su totalidad en un solo acto, siendo inadmisi-
ble la interposición de reclamaciones sucesivas.

160.7) DICTAMEN Nº 19.736, DE 1990

No cabe requerir el informe que consulta el inciso 3º del artículo 160


del Estatuto Administrativo en aquellos casos en que la Contraloría
General ha tomado conocimiento de la situación que se le plantea a
través de la toma de razón, en cuanto control preventivo de constitu-
cionalidad y legalidad.

160.8) EN MATERIA CALIFICATORIA, VÉASE EL ARTÍCULO 49,


QUE SE REMITE EXPRESAMENTE A ESTE ARTÍCULO 160

160.9) DICTÁMENES NOS 14.308, DE 1991; 32.013, DE 1992; 2.621,


12.667 Y 15.035, DE 1993; 829 Y 2.190, DE 1995; 33.336, DE 2001

Este reclamo funcionario no puede hacerse extensivo a los procesos


disciplinarios, investigación sumaria y sumario administrativo, pues es-
tos procedimientos están específica y debidamente regulados en el Tí-
tulo V del Estatuto Administrativo, que no consulta, entre los recursos
que pueden interponerse en contra de una medida disciplinaria, el
de reclamo funcionario ante la Contraloría General.
En este tipo de procesos no caben otros trámites o instancias que
los previstos en la normativa del Estatuto Administrativo.

1120
ARTÍCULO 161

Lo anterior, sin perjuicio de que la Contraloría General pueda con-


siderar como un antecedente del estudio de la resolución sanciona-
dora la presentación que le hagan llegar los afectados con sus puntos
de vista sobre la decisión adoptada por la autoridad.

Artículo 161. Los derechos de los funcionarios consagrados por


este Estatuto prescribirán en el plazo de dos años contado
desde la fecha en que se hubieren hecho exigibles.

Interpretación

CONCEPTO

161.1) DICTAMEN Nº 19.647, DE 1990

La prescripción es una sanción que se impone a la inactividad del titular


de un derecho, por no haberlo ejercido durante un lapso determinado.

FINALIDAD DE LA PRESCRIPCIÓN

161.2) DICTÁMENES NOS 36.052, DE 1995; 25.983, DE 1996

La prescripción es una institución que persigue dar certeza a las si-


tuaciones jurídicas y sancionar la inactividad de quien no ha ejercido
sus derechos dentro de un determinado plazo.

161.3) DICTAMEN Nº 1.347, DE 1993

La prescripción extintiva es una institución de orden público cuyo ob-


jeto es evitar que las relaciones jurídicas se mantengan por largo tiem-
po en una situación de incertidumbre, constituyendo, además, una
sanción para el acreedor negligente en el ejercicio de sus derechos.

CÓMPUTO DEL PLAZO

161.4) DICTÁMENES NOS 18.582, DE 1995; 4.055, DE 1998

Conforme a la regla general del CC, el cómputo del plazo de la pres-


cripción de las acciones que derivan del Estatuto Administrativo co-

1121
ARTÍCULO 161

mienza a contarse desde que los derechos de los funcionarios se hi-


cieron exigibles ante la Administración.

161.5) DICTÁMENES NOS 11.986, DE 1971; 407, DE 1991; 13.223,


DE 1993

Igual criterio aplicaba el DFL Nº 338, de 1960, para ejercer el derecho


al pago de las remuneraciones, en cuanto ordenaba contar la prescrip-
ción desde la fecha en que la respectiva obligación se hizo exigible,
especificando que esa circunstancia ocurre sólo desde la época en que
la autoridad administrativa precisa de manera definitiva y regular el
monto de la diferencia adeudada a la peticionaria.
En consecuencia, si bien es efectivo que la interesada recabó el
pago de las diferencias de sueldo con fecha 28 de mayo de 1962, debe
considerarse que sólo con fecha 5 de julio de 1966 quedó determina-
do el monto del crédito que podía exigir por el concepto referido y,
en consecuencia, sólo desde esta última fecha debe contarse el plazo
previsto por el artículo 382 del DFL Nº 338, de 1960 (11.986/71).
Es también el criterio que aplica el Estatuto Administrativo, al pres-
cribir, en sus artículos 99 y 161, que los plazos de prescripción se cuen-
tan desde que la obligación o derecho se hizo exigible (407/91,
13.223/93).

LA PRESCRIPCIÓN BAJO EL ESTATUTO ADMINISTRATIVO

161.6) DICTÁMENES NOS 1.286, DE 1992; 30.135, DE 2004

El Estatuto Administrativo contempla dos regulaciones sobre prescrip-


ción en materia de derecho estatutario: la primera de ellas se contie-
ne en el artículo 99, y dice relación con la prescripción de las asigna-
ciones referidas en el artículo 98, que abarca las conferidas por leyes
especiales; la segunda, en el artículo 161, que se aplica a todos los be-
neficios que no sean las asignaciones antes mencionadas.

161.7) DICTÁMENES NOS 1.280, DE 1992; 18.582 Y 25.350, DE 1995;


2.825, DE 2000; 29.636, DE 2001; 30.135, DE 2004

Como la prescripción establecida en el artículo 99 del Estatuto Admi-


nistrativo está referida a las asignaciones o remuneraciones comple-
mentarias al sueldo reguladas en el artículo 98 y a las que se
contemplen en leyes especiales, y la del artículo 161 a los demás dere-
chos estatutarios (30.135/2004), la prescripción aplicable a los suel-

1122
ARTÍCULO 161

dos de los empleados públicos se rige por el artículo 161 de la Ley


Estatutaria(25.350/95), al igual que la que rige a los descansos com-
plementarios en el supuesto de trabajos extraordinarios (1.280/92,
2.815/00, 29.636/01).
En este caso se encuentra también el sueldo del grado superior
(18.582/95), sea que se trate de los que se perciben como titular o
como subrogante, pues los artículos que regulan la materia estable-
cen claramente que el subrogante percibe el sueldo del subrogado,
sin referirse a remuneración adicional alguna (18.582/95).

161.8) DICTÁMENES NOS 36.052, DE 1995; 25.983, DE 1996

La prescripción es una institución que persigue dar certeza a las si-


tuaciones jurídicas y sancionar la inactividad de quien no ha ejercido
sus derechos dentro de un determinado plazo.
Por eso, los actos de reclamación de derechos interrumpen la pres-
cripción, cuando los interesados y los beneficios que solicitan se indivi-
dualizan a través del escrito correspondiente al ejercicio de esa acción.
Excepcionalmente se produce la interrupción por las presentacio-
nes que hagan las asociaciones gremiales a nombre de sus asociados,
subsistiendo la necesidad de que los titulares del beneficio y las fran-
quicias que se reclaman, se especifiquen, ya que de acuerdo con el
artículo 2519 del CC., la prescripción no tiene efectos generales sino
particulares.

161.9) DICTAMEN Nº 1.347, DE 1993

En el caso del ascenso, se entiende que las diferencias de remunera-


ción se han hecho exigibles a la fecha de la notificación al interesado
de la resolución que ha dispuesto su promoción.

161.10) DICTÁMENES NOS 18.465, DE 1990; 4.055 DE 1998

Las asignaciones devengadas bajo una ley y reclamadas bajo otra pos-
terior, pendiente el plazo de prescripción, da al servicio prescribiente
el derecho de opción del artículo 25 de la Ley de Efecto Retroactivo
de las Leyes, pero si elige el plazo de la nueva ley, éste empezará a
contarse, como preceptúa ese artículo 25, desde la fecha en que ella
empezó a regir (18.465/90, 4.055/98).
Prescribiente es quien puede alegar en su favor el derecho que se
reclama en contra de él, no el funcionario que busca hacerlo exigible
(19.629/91, 4.055/98).

1123
ARTÍCULO 161

161.11) DICTÁMENES NOS 6.371, DE 1985; 22.941, DE 1987

La prescripción debe ser alegada.


Según lo ha señalado la jurisprudencia. v. gr., en dictamen Nº 23.480,
de 1977, la prescripción debe ser alegada por quien quiera aprovechar-
se de ella, tal como lo dispone el artículo 2493 del Código Civil, en con-
secuencia, la Administración no puede aplicarla si no en el caso que el
interesado la haya hecho valer expresamente (6.371/85).
En efecto, la jurisprudencia ha concluido, entre otros, los dictá-
menes Nos 1.435, de 1960; 23.488, de 1977, y 6.371, de 1985, que la
prescripción debe ser alegada, pues si no se hace valer formalmente
procede exigir al interesado el reintegro de las sumas adeudadas. Aho-
ra bien, esa misma jurisprudencia no ha exigido que la alegación de
la prescripción deba hacerse ante los Tribunales de Justicia, y más aún,
esta Contraloría General ha aplicado y aplica habitualmente la insti-
tución de la prescripción, tanto respecto de los derechos previsiona-
les como de los remuneracionales cuyo conocimiento le competa.
En consecuencia, la Contraloría General puede declarar por sí sola,
sin necesidad de pronunciamiento previo de la Justicia Ordinaria, la
prescripción hecha valer por los interesados en todas aquellas materias
que por ley están sometidas a su exclusivo conocimiento de acuerdo a
lo previsto en el artículo 6º de su Ley Orgánica Nº 10.336 (22.941/87).

161.12) D ICTAMEN Nº 8.479, DE 1998

La jurisprudencia administrativa ha dejado palmariamente estableci-


do que la prescripción debe ser invocada por los respectivos interesa-
dos y los entes de la Administración no pueden declararla o recono-
cerla de oficio.
Esa misma jurisprudencia ha sido explícita en afirmar que la au-
toridad administrativa puede declarar o reconocer la prescripción que
le haya sido alegada o invocada respecto de cualquier tipo de obliga-
ción que sea de su competencia o incumbencia, sin intervención de
la judicatura ordinaria y aunque no haya norma expresa que la auto-
rice para ello.

APLICACIÓN DE LAS NORMAS DE PRESCRIPCIÓN


DEL CÓDIGO CIVIL

161.13) DICTÁMENES NOS 8.238, DE 1992; 2.999, DE 2000; 30.135, DE 2004

La jurisprudencia de la Contraloría General había sostenido reitera-


damente, como lo reiteró en su dictamen Nº 8.238, de 1992, por ejem-

1124
ARTÍCULO 161

plo, que el plazo de dos años establecido en el artículo 161 del Esta-
tuto Administrativo regulaba únicamente la prescripción de los dere-
chos consagrados en él sin extenderse a los beneficios estatutarios
establecidos en otros cuerpos legales, los cuales, por lo tanto, se halla-
ban afectos al artículo 2515 del CC (8.238/92).
Sin embargo, con posterioridad y en relación con un tema del
todo similar, por dictamen Nº 2.999, de 2000, concluyó que la nor-
ma del artículo 161 era comprensiva, en forma amplia, de todos
los derechos estatutarios de los funcionarios, incluyendo a los que
integran el régimen estatutario, por lo que el plazo de prescripción
aplicable a los derechos de este carácter, agregó, era de dos años y
no de cinco años como se había resulto anteriormente, aplicando
el CC.
Déjanse sin efecto los dictámenes, Nos 8.238 y 23.772, de 1992, y
42.839, de 2000, como asimismo todo otro dictamen contrapuesto al
presente pronunciamiento (30.135/2004).

161.14) D ICTÁMENES NOS 685, DE 1992; 1.347, DE 1993; 25.110,


DE 1995

En todo caso, al no existir un plazo especial de prescripción para el


cobro de una indemnización, la jurisprudencia administrativa ha con-
cluido que debe recurrirse a las reglas del derecho común, específi-
camente al artículo 2515 del CC, que señala que todas las acciones y
derechos respecto de los cuales la ley no ha fijado un plazo diverso,
prescriben en el lapso de cinco años (685/92).
Tratándose de los créditos que tiene el Fisco en contra de los fun-
cionarios por concepto de remuneraciones mal percibidas, ni el Esta-
tuto Administrativo, ni ningún otro precepto legal, contienen normas
de prescripción del derecho del Fisco a formular esa reclamación, por
lo que cabe aplicar en ese supuesto las normas del CC (1.347/93,
25.110/95).

161.15) DICTÁMENES NOS 685, DE 1992; 36.128, DE 1993; 25.110,


DE 1995

En efecto, la prescripción de la acción para obtener el reintegro de


las sumas percibidas indebidamente por un funcionario, se rige por
el artículo 2515 del CC (25.110/95).
En igual situación se encuentran todos los beneficios que no tie-
nen carácter estatutario y que se encuentran regulados en leyes espe-
ciales (685/92, 36.128/93).

1125
ARTÍCULO 162

Artículo 162. Los funcionarios que ejerzan las profesiones y


actividades que, conforme al inciso segundo del artículo 43
de la Ley Nº 18.575, se regirán por estatutos de carácter es-
pecial, serán los siguientes:
a) Académicos de las instituciones de Educación Superior;
b) Personal afecto a la Ley Nº 15.076;
c) Personal del servicio exterior del Ministerio de Relacio-
nes Exteriores. Asimismo, el personal de la planta de Secre-
taría y Administración General del Ministerio de Relaciones
Exteriores y de los servicios públicos sometidos a la depen-
dencia del Presidente de la República, a través de este Minis-
terio, cuando cumplan funciones en el extranjero;
d) Personal de la planta de oficiales y vigilantes peniten-
ciarios de Gendarmería de Chile;
e) Personal que cumpla funciones fiscalizadoras en la Fis-
calía Nacional Económica, el Servicio Nacional de Aduanas,
el Servicio de Impuestos Internos, la Superintendencia de
Bancos e Instituciones Financieras, la Superintendencia de
Valores y Seguros, la Superintendencia de Seguridad Social,
la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pen-
siones y la Dirección del Trabajo, y
f) El personal que desempeña actividades directamente
vinculadas a la actividad televisiva en la Corporación de Tele-
visión de la Universidad de Chile.
Dichos funcionarios se sujetarán a las normas de este Es-
tatuto Administrativo en los aspectos o materias no regulados
por sus estatutos especiales.

Interpretación

162.1) Este artículo fue modificado, en la forma que aparece en el tex-


to, por las Leyes Nos 18.899, de 30 de diciembre de 1989, artículo 63,
letra d), que reemplazó su letra c), y 19.056, de 8 de abril de 1991,
artículo 4º, que agregó la letra f).

MARCO GENERAL

162.2) DICTÁMENES NOS 32.257, DE 1989; 24.378, DE 1990

Conforme al artículo 162 del Estatuto Administrativo, en concordan-

1126
ARTÍCULO 162

cia con lo dispuesto por el artículo 43, inciso 2º, de la LOCBGAE , la


enumeración de las actividades y profesiones allí enumeradas, es la
única que puede dar origen a una regulación especial (32.257/89).
El resto de los funcionarios del servicio, excluidos quienes desem-
peñan esas funciones, está sometido a las normas de la Ley Estatuta-
ria (24.378/90).

SE TRATA DE UNA ENUMERACIÓN TAXATIVA

162.3) DICTÁMENES NOS 32.775, DE 1989; 20.393, 4.411, 7.743 Y


30.568, DE 1990; 25.610, DE 1992

Conforme a lo prescrito por el artículo 4º transitorio, el personal


a que se refiere el artículo 162 continuará rigiéndose, en tanto
no se dicten los respectivos estatuto especiales, por las normas a
que estaban afectos al 23 de septiembre de 1989 y supletoriamen-
te por las del Estatuto Administrativo (32.775/89, 20.393/90,
25.610/92).
Una vez dictados esos cuerpos legales, el personal de todos los
órganos y servicios públicos, con la única excepción del que inte-
gra alguno de los señalados en el inciso 2º del artículo 21 de la
LOCBGAE, ha quedado íntegramente sometido al Estatuto Adminis-
trativo, salvo el que desarrolla alguna de las actividades señaladas
en el artículo 162, que lo estará a las disposiciones especiales que
lo rigen y sólo supletoriamente a las de la Ley Estatutaria (4.411,
7.743 y 30.568, de 1990).

162.4) DICTAMEN Nº 32.050, DE 1993

De los artículos 162 y 4º transitorio de la Ley Estatutaria se desprende


que el personal de la planta de oficiales y vigilantes penitenciarios se
rige por un estatuto de carácter especial, y que mientras este estatuto
especial no se dicte, seguirán aplicándoseles las disposiciones que los
regían al 23 de septiembre de 1989.
De acuerdo con estas normas, el funcionario de esa planta que
haya sido calificado por dos años consecutivos en Lista 3, cualquiera
que haya sido el antecedente que motivó esa calificación y aun cuan-
do derive de no haber desempeñado efectivamente el cargo, da lu-
gar a la eliminación del servicio. Por ello, se ajustó a derecho la
resolución de declaración de vacancia por calificación en lista de eli-
minación dispuesta por la jefatura superior del respectivo organis-
mo, ante la no presentación de la renuncia por la funcionaria
afectada.

1127
ARTÍCULO 162

Letra a)

162.5) DICTÁMENES NOS 32.775, DE 1989; 3.673, DE 1990

Los académicos de las instituciones estatales de Educación Superior


estarán sometidos a normas estatutarias especiales y supletoriamente
a las del Estatuto Administrativo.
De acuerdo con el artículo 4º transitorio, en tanto no se dicten
esas normas especiales continuarán regidos por las disposiciones en
actual vigencia, sin perjuicio de la aplicación supletoria del Estatuto.

162.6) DICTAMEN Nº 9.295, DE 1996

Tratándose de las instituciones de Educación Superior, sólo es posible


dictar estatutos especiales para los académicos, no para los directivos
como son, por ejemplo, los Decanos y Directores de Departamento, por
disponerlo así, en texto expreso, el artículo 162, letra a), del Estatuto
Administrativo.

162.7) DICTAMEN Nº 28.875, DE 1998

Las universidades estatales pueden dictar estatutos especiales que per-


mitan a sus autoridades disponer comisiones de servicio y de estudio
al extranjero respecto de sus académicos y rectores.
Si bien es cierto que el artículo 77 del Estatuto Administrativo dis-
pone que las comisiones de servicio al extranjero deben ser dispues-
tas por decreto supremo, suscrito, además, por el Ministro de
Relaciones Exteriores, no es menos efectivo que el artículo 43 de la
LOCBGAE, y 162 de aquel Estatuto, permiten que las relaciones jurídi-
cas entre las universidades y sus académicos puedan regirse por leyes
especiales, caso en el cual las normas del Estatuto general se aplica-
rán sólo supletoriamente.
Por eso, la jurisprudencia ha concluido, por ejemplo en los dictá-
menes Nos 22.647, de 1990, y 26.167, de 1991, que “la facultad de dic-
tar normas sobre personal, contemplada en la generalidad de los
Estatutos Orgánicos de las Universidades, se extiende en la actualidad
exclusivamente a los funcionarios académicos que laboran en ellas”.
Así, pues, tratándose del personal académico, las universidades
pueden dictar las normas que estimen convenientes para regular las
comisiones de servicio, de una manera distinta a la establecida por la
Ley Estatutaria.
Los rectores de estas instituciones de educación superior no se
encuentran en estas circunstancias, ya que no son académicos en el

1128
ARTÍCULO 162

sentido antes expuesto, sin embargo, por ser las autoridades supe-
riores de entidades que en conformidad a la ley gozan de autono-
mía académica, económica y administrativa, no resulta lógico afirmar
que las comisiones de servicio que tengan que cumplir, sea dentro o
fuera del país, deban ser autorizadas por el Presidente de la Repú-
blica, más aún cuando la Ley Nº 19.305 dispone que los rectores de-
ben ser autoridades elegidas por los académicos de cada universidad.
En estas condiciones, cabe concluir que las comisiones de servicio
de los rectores de las universidades estatales no requieren ser dispues-
tas por decreto supremo.

162.8) DICTAMEN Nº 7.000, DE 1995

La limitación establecida en el inciso 2º del artículo 10º del Estatuto


Administrativo respecto del número de personas admitido por la ley
para el desempeño a contrata, no rige respecto de los académicos de
las universidades del Estado, pues el artículo 162 de esa misma ley dis-
pone que este personal estará sometido a un Estatuto especial, estatu-
to que bien puede estar constituido por reglas de carácter legal o,
merced a la autonomía normativa de que gozan esas casas de estudios
superiores, a las de orden reglamentario.
Por esta razón, procede dar curso al Decreto Nº 2.333, de 1994, de la
Universidad de Chile, que dispone que el nombramiento de académicos
a contrata no estará afecto al límite fijado por el inciso 2º del artículo 10º
del Estatuto Administrativo, en cuanto al número o porcentaje de las de-
signaciones a contrata que se dispongan en esa casa de estudios.

162.9) DICTÁMENES NOS 29.098, 30.704 Y 32.661, DE 1989; 13.536,


17.309 Y 17.814, DE 1990

El personal no académico de las instituciones estatales de educación


superior está sometido in integrum a las normas del Estatuto Adminis-
trativo, en materia de ingreso, carrera funcionaria, derechos, obliga-
ciones y prohibiciones, responsabilidad y expiración de funciones.
Por consiguiente, no cabe dictar reglamentos universitarios que
tiendan a establecer modalidades especiales de aplicación para el de-
sempeño de estos personales, ni disposiciones que tiendan a hacerles
aplicables las normas del Código del Trabajo.

162.10) DICTAMEN Nº 30.808, DE 1995

Las disposiciones contenidas en el reglamento de incompatibilida-

1129
ARTÍCULO 162

des de la Universidad de Santiago, contenidas en el Decreto


Nº 11.218, de 1953, del Ministerio de Educación, deben aplicarse con
preferencia a las del Estatuto Administrativo, ya que luego de la vi-
gencia de esta ley estatutaria han continuado rigiendo para los aca-
démicos de la USACH, en atención a lo establecido en el artículo 162,
letra a), de ese Estatuto, sin perjuicio de las normas que en el futu-
ro pueda dictar esa casa de estudios para regular esta materia.

Letra b)

162.11) D ICTÁMENES NOS 11.446 Y 14.847, DE 1990

Al tenor de lo prevenido en el artículo 162, letra b), y 4º transitorio


del Estatuto Administrativo, el personal afecto a la Ley Nº 15.076,
Estatuto denominado de los Profesionales Funcionarios, se rige por
las normas actualmente vigentes y supletoriamente por la Ley
Nº 18.834, en tanto se dicta el Estatuto especial que ha de regir el
ejercicio de esas profesiones en el campo de la Administración Pú-
blica (11.446/90).
No es admisible, por ende, eximir a ese personal de la limitación
establecida por el artículo 10º, inciso 2º, del Estatuto, para los cargos
a contrata (14.847/90).

Letra d)

162.12) DICTAMEN Nº 11.458, DE 1992

Existiendo normas en el Estatuto especial por el que se rige el perso-


nal de oficiales y vigilantes penitenciarios de Gendarmería de Chile,
no corresponde aplicar supletoriamente en esa materia el Estatuto de
carácter general, para otorgarles beneficios no contemplados en las
normas que lo rigen directamente.

Letra e)

162.13) DICTÁMENES NOS 4.411, 7.743 Y 30.568,


DE 1990

El personal de todos los órganos y servicios públicos, con la única ex-


cepción del que integra alguno de los señalados en el inciso 2º del
artículo 21 de la LOCBGAE, está íntegramente sometido al Estatuto Ad-
ministrativo.

1130
ARTÍCULO 163

Sin embargo, la dotación de “fiscalizadores” de los organismos


mencionados en la letra e) del artículo 162 del Estatuto Adminis-
trativo sólo se sujetará a sus normas en aquellas materias que sean
complementarias de las disposiciones propias que han de regirla,
como lo corrobora, por lo demás, el artículo 4º transitorio del mis-
mo ordenamiento, al disponer que mientras no se dicten esas re-
glas especiales continuarán en vigor para ese personal las disposi-
ciones en actual vigor, aplicándose en forma supletoria la Ley
Estatutaria.

162.14) DICTAMEN Nº 40.583, DE 1995

El Estatuto especial que rige al personal de fiscalizadores del Servicio


de Impuestos Internos está constituido por el DFL Nº 7, de 1980, del
Ministerio de Hacienda, ya que la disposición cuarta transitoria del
Estatuto Administrativo prescribe que mientras no se dicten los nue-
vos estatutos continuarán rigiendo aquellos que se encontraban vigen-
tes a la fecha de publicación de la Ley Estatutaria, y a esa fecha los
fiscalizadores de Impuestos Internos estaban sujetos a las disposicio-
nes del citado DFL Nº 7, de 1980.

EL PERSONAL REGIDO POR ESTATUTOS ESPECIALES, ESTÁ


SUJETO A LAS NORMAS DE PROBIDAD ADMINISTRATIVA
CONTENIDAS EN LA LOCBGAE

162.15) DICTÁMENES NOS 47.597, DE 2000; 8.233, DE 2001

Como uno de los objetivos de la Ley Nº 19.653, de 1999, que incorpo-


ró a la LOCBGAE un título III sobre Probidad Administrativa, fue pre-
cisamente establecer la obligatoriedad de sus normas para todo el
personal de la Administración del Estado, los funcionarios regidos por
Estatutos especiales, en tanto empleados públicos, están sujetos in in-
tegrum a las disposiciones de ese título III.

Artículo 163. Derógase el Decreto con Fuerza de Ley Nº 338,


de 1960.
Toda referencia que las leyes vigentes efectúen al Decre-
to con Fuerza de Ley Nº 338, de 1960, se entenderá hecha a
las disposiciones correspondientes del presente Estatuto Ad-
ministrativo.

1131
ARTÍCULO 163

Interpretación

163.1) INFORME DE LA COMISIÓN CONJUNTA DE LA H. JUNTA


DE GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO ADMINISTRATIVO

Sobre la derogación del actual Estatuto Administrativo, la Comi-


sión Conjunta concordó con la Secretaría de Legislación en el sen-
tido que resultaba jurídicamente muy inconveniente mantener en
vigencia parcial –para determinadas entidades– dicho cuerpo le-
gal.
En consecuencia, adoptó la decisión de derogar pura y simple-
mente, y en forma expresa, el Decreto con Fuerza de Ley Nº 338, de
1960, señalando, en el artículo 157 del texto sustitutivo, que toda re-
ferencia legal a dicha normativa, se entenderá efectuada a la norma
equivalente que contempla el proyecto en informe. Se salvan así los
posibles vacíos que pueda generar la derogación total del actual Es-
tatuto, especialmente para aquellas instituciones que se remitan al
mismo como norma supletoria. Se tuvo en cuenta también, para los
efectos de adoptar esta decisión, la existencia de un órgano como la
Contraloría, encargado de resolver los problemas de interpretación
que pudieren surgir con motivo de la sustitución integral del Esta-
tuto Administrativo.

163.2) DICTAMEN Nº 22.037, DE 1990

El artículo 163 del Estatuto Administrativo sólo dispone la derogación


del DFL Nº 338, de 1960.
Basada en este precepto, la jurisprudencia ha entendido que man-
tienen su vigencia todas las normas especiales que no contradicen su
texto.

163.3) DICTAMEN Nº 31.463, DE 1990

El Estatuto Administrativo aprobado por la Ley Nº 18.834, en su ar-


tículo 5º, modificó sustancialmente el régimen de escalafones tipos
contenido en el DFL Nº 90, de 1977, del Ministerio de Hacienda, el
que mantendrá su vigencia sólo hasta la entrada en vigencia de las
plantas adecuadas al nuevo Estatuto que autoriza dictar su artículo
1º transitorio, las que contendrán, incluso, los requisitos generales y
especiales que se exijan para ocupar los nuevos cargos directivos, pro-
fesionales, técnicos, administrativos y de servicios menores que se es-
tablezcan.

1132
ARTÍCULO FINAL

163.4) DICTÁMENES NOS 26.384 Y 27.662, DE 1990

Como la Ley Estatutaria regula las horas extraordinarias, el DFL Nº 1.406,


de 1977, del Ministerio de Hacienda, ha sido derogado. Sin embargo,
como el artículo 62, inciso 2º, del Estatuto se remite al sueldo y a “las
demás asignaciones que determine la ley”, cabe entender vigentes los
artículos de ese DFL que establecen que el valor hora de trabajo ordina-
rio, base de cálculo de los recargos por hora extraordinaria, considera,
junto al sueldo, la asignación de antigüedad y la profesional.

163.5) DICTAMEN Nº 26.384, DE 1990

En lo que no se contraponen con el Estatuto Administrativo, mantie-


nen su vigencia las normas que rigen las asignaciones de pérdida de
caja y de movilización.

Artículo final. El cambio de régimen jurídico que signifique


la aplicación de este Estatuto, respecto de los trabajadores de
órganos y servicios del Estado, regidos a la fecha de su vigen-
cia por las normas del Código del Trabajo u otros estatutos
especiales, no importará supresión de cargo o término de re-
lación laboral, para ningún efecto legal, ni dará derecho al
pago inmediato de beneficio alguno, incluidas las indemni-
zaciones por años de servicio que pudieren corresponder a
tal fecha.
El pago de beneficios indemnizatorios que correspondie-
ren al personal referido, se entenderá postergado hasta el cese
de los servicios en la respectiva entidad empleadora, por causa
que otorgue derecho a percibirlo. En tal caso, la indemniza-
ción respectiva se determinará computando sólo el tiempo
servido hasta la fecha del cambio de régimen a que se refie-
re el inciso primero de este artículo y las remuneraciones que
estuviere percibiendo el trabajador a la fecha del cese.

Interpretación

ARTÍCULO FINAL 1. Artículo agregado por el artículo único de la Ley


Nº 18.842, de 19 de octubre de 1989.

1133
ARTÍCULO FINAL

INCISO PRIMERO

ARTÍCULO FINAL 2. DICTÁMENES NOS 12.616, 14.903 Y 25.365, DE 1990

La aplicación del nuevo Estatuto aprobado por la Ley Nº 18.834, de


1989, al personal de la Administración Pública, no implicó supresión
de cargos o término de la relación laboral vigente a la fecha de su en-
trada en vigor. Todo ese personal pasó a regirse por sus disposiciones,
que por ser de Derecho Público, rigieron in actum a contar del 23 de
septiembre de 1989, no existiendo más excepciones a su aplicación
que las que él mismo contempla dentro de su cuerpo normativo 12.616
y 25.365/90).
Por lo mismo, estos funcionarios no pueden invocar el cambio de
régimen jurídico que significó su aplicación para impetrar el pago in-
mediato de beneficio alguno que suponga la cesación de sus funcio-
nes como empleado público (14.903/90).

INCISO SEGUNDO

ARTÍCULO FINAL 2. DICTÁMENES NOS 276, DE 1992; 21.119, DE 1994;


34.372, DE 1995; 19.386, DE 1997; 9.132, DE 2000

Del tenor del citado precepto legal, se desprende el pago de los beneficios
a que los funcionarios en servicio al 23 de septiembre de 1989 por su aleja-
miento del servicio, quedaron postergados hasta el cese de funciones que
se produzca con posterioridad en el organismo en que trabajan (276/92).
Para ello debe mediar una “causa que otorgue derecho” al benefi-
cio, como lo señala el inciso 2º del artículo final del Estatuto Administra-
tivo, debiendo entenderse por tal todo cese de funciones que derive de
la voluntad del empleador y que no sea imputable al trabajador (34.372/
95), como, por ejemplo, la no renovación de la contrata (26.465/00); una
petición de renuncia no voluntaria (34.372/95), o la declaración de va-
cancia por declaración de salud irrecuperable o incompatible con el ser-
vicio (21.119/94, 19.386/ 97). No es causa que otorgue el derecho a
percibir el beneficio económico que corresponda, a su vez, el cese de fun-
ciones por aplicación de la medida disciplinaria de destitución, por serle
imputable al empleado contraventor (9.132/00).

ARTÍCULO FINAL 3. DICTÁMENES NOS 1.623, DE 1992; 13.459, DE 1995

El beneficio pecuniario que corresponda pagar al funcionario, dice


el inciso 2º del artículo final del Estatuto Administrativo, deberá in-

1134
ARTÍCULO 1º TRANSITORIO

cluir “las indemnizaciones por años de servicio que pudieren corres-


ponder a tal fecha”.
De esta frase se infiere que la franquicia indemnizatoria que tie-
nen derecho a percibir los servidores de que se trata no puede ser otra
que aquella de que habrían disfrutado de haber cesado en el cargo al
momento de producirse la sustitución de su régimen jurídico, quedan-
do, por ende, determinadas a esa fecha las condiciones de dicho be-
neficio, el que por lo mismo debe regularse por la normativa entonces
vigente, no obstante que por expresa disposición de la ley su pago que-
dó suspendido hasta que se produjera el cese efectivo de servicios por
una causal que otorgue el derecho a gozar de esa indemnización, como
son las derivadas de la voluntad del empleador.
Atendidas estas consideraciones, el personal de la Universidad
Metropolitana de Ciencias de la Educación que se encontraba contra-
tado conforme a las normas del Código del Trabajo al 23 de septiem-
bre de 1989, fecha de vigencia del Estatuto Administrativo, tendrá
derecho, en los casos que sea procedente, a una indemnización regi-
da por la Ley Nº 18.620, que los favorecía, sin que afecte a su aplica-
ción el hecho de haber sido derogada por la Ley Nº 19.010, pues su
artículo 159 sigue vigente y rige el pago de la respectiva indemniza-
ción por años de servicio.

ARTÍCULO FINAL 4. DICTÁMENES NOS 19.080, DE 1992; 3.193, DE 1996

El cálculo de la indemnización debe realizarse computando todo el


tiempo servido por el funcionario en la institución al amparo del Có-
digo del Trabajo o de estatutos especiales, hasta el día en que entró a
regir la Ley Estatutaria, hasta el 23 de septiembre de 1989, sobre la
base de aplicar a él las remuneraciones que el empleado esté perci-
biendo al momento del cese de funciones.

ARTÍCULOS TRANSITORIOS

Artículo 1º. Delégase en el Presidente de la República, por el


plazo de seis meses contado desde la publicación de la pre-
sente ley, la facultad de adecuar las plantas y los escalafones
establecidos por ley a lo dispuesto en el artículo 5º perma-
nente de este Estatuto, mediante uno o más decretos con fuer-
za de ley. El o los decretos correspondientes deberán ser
dictados por el Ministerio del ramo y suscritos, además, por
los Ministros del Interior y de Hacienda.

1135
ARTÍCULO 1º TRANSITORIO

La facultad que otorga el inciso anterior comprende la de


fijar los requisitos generales y específicos que deberán cumplir-
se para el ingreso y promoción en determinados cargos de las
plantas que se adecuen. Los requisitos referidos no regirán para
el encasillamiento que dispone el inciso final de este artículo.
Tratándose de plantas y escalafones que no hayan sido fi-
jados por ley, la autoridad administrativa correspondiente de-
berá adecuarlos a lo dispuesto en el artículo 5º permanente
de este Estatuto, dentro del mismo plazo señalado en el inci-
so anterior. En uso de esta facultad se podrá establecer plan-
tas separadas por unidades o establecimientos.
Los actuales escalafones se mantendrán vigentes, mientras
el Presidente de la República o la autoridad administrativa
correspondiente no haga uso de la facultad a que se refieren
los incisos anteriores.
El encasillamiento del personal en actual servicio procede-
rá de pleno derecho. Para el solo efecto de la aplicación prác-
tica de este encasillamiento, el jefe superior de la institución,
el Secretario Regional Ministerial o el Director Regional de ser-
vicios nacionales desconcentrados, según corresponda, median-
te decreto o resolución, dejarán constancia de la ubicación con-
creta que ha correspondido en las plantas a cada funcionario.

Interpretación

1º.1) Este artículo fue modificado, en la forma que aparece en el tex-


to, por la Ley Nº 18.899, de 30 de diciembre de 1989, artículo 63, le-
tras e) y f), que agregaron el inciso 2º y pasaron el inciso original a
3º, agregándole a éste la segunda parte.

1º.2) DICTAMEN Nº 4.016, DE 1990

El artículo 1º transitorio faculta al Presidente de la República para ade-


cuar las plantas y escalafones establecidos por ley, a lo dispuesto en el
artículo 5º permanente, que ordena que los Servicios a quienes se apli-
ca el Estatuto Administrativo sólo puedan tener plantas de directivos,
de profesionales, de técnicos, de administrativos y de auxiliares.
Conforme al inciso 1º de ese precepto, los actuales cargos de la
Administración deben incorporarse en esas plantas sin que pueda al-
terarse la naturaleza que poseen y que se encuentra determinada por

1136
ARTÍCULOS 2º Y 3º TRANSITORIOS

el escalafón de que forman parte, en armonía con la estructura bási-


ca que consagran los artículos 27 y 32 de la LOCBGAE.

1º.3) DICTAMEN Nº 7.252, DE 1990

Los DFL que se dicten de acuerdo con el artículo 1º transitorio consti-


tuirán el texto legal que fija la planta de los Servicios de la Administra-
ción del Estado regidos por el Estatuto Administrativo, por lo que deben
incluir todos los cargos que conforman esa estructura orgánica.

Artículo 2º. El personal en actual servicio que no desempeñe


funciones propias de la institución, de acuerdo con lo dispues-
to en el artículo 2º permanente, continuará en el desempe-
ño de sus cargos.
Las nuevas plantas que se creen en conformidad a esta ley
incluirán los cargos que no correspondan a funciones propias
de la institución, los que llevarán la denominación de “cargo su-
plementario”, cuando quienes los desempeñen no hayan podi-
do ser encasillados en cargos que correspondan a funciones
propias de la institución. Quienes desempeñen dichos cargos ten-
drán derecho a ascender, con arreglo a las normas vigentes, en
la respectiva planta. La supresión del cargo suplementario ope-
rará de pleno derecho desde la fecha en que quede vacante.

Artículo 3º. La aplicación de las normas contenidas en la pre-


sente ley no podrá significar disminución de remuneraciones
ni pérdida de cualquier otro derecho para el personal en ac-
tual servicio.

Interpretación

3º.1) INFORME COMPLEMENTARIO DE LA COMISIÓN CONJUNTA


DE LA H. JUNTA DE GOBIERNO SOBRE EL PROYECTO DE ESTATUTO
ADMINISTRATIVO

La Comisión Conjunta acogió la redacción sugerida por el Ejecutivo,


aclarando que la aplicación de las normas contenidas en la presente

1137
ARTÍCULO 4º TRANSITORIO

ley no podrá significar tampoco “pérdida de cualquier otro derecho


para el personal en actual servicio”. Con esta última modificación se
soluciona la observación planteada por el Ministerio del Interior, en
el sentido de que el inciso tercero del artículo 1º transitorio sería in-
suficiente porque no se garantizarían los actuales derechos de que go-
zan los funcionarios al ser encasillados.
Con motivo del análisis de esta modificación, la Comisión Conjunta
consideró necesario regular a través de una nueva norma transitoria
la situación de los funcionarios que en la actualidad, por el hecho de
cumplir determinados requisitos, están habilitados para jubilar por
aplicación del artículo 132 del DFL Nº 338, de 1960.
La norma aprobada por la Comisión Conjunta como nuevo artícu-
lo 15 (14) transitorio, establece que dichos funcionarios mantienen
esas condiciones habilitantes, no obstante los cambios que pudieran
producirse en su ubicación en el escalafón con motivo de la adecua-
ción de las plantas que deberá efectuarse por aplicación de los artícu-
los 5º permanente y 1º transitorio.

3º.2) D ICTAMEN Nº 24.111, DE 1990

El artículo 3º permite mantener los derechos que correspondan den-


tro de la situación que presenten dentro del marco estatutario. Así,
quienes carecían y carecen de los requisitos exigidos para desempe-
ñar los cargos que ocupan y los de su escalafón, y que fueron designa-
dos por la vía de la dispensa de tales exigencias, no pueden verse
favorecidos por el artículo 3º transitorio para ascender sin tener los
requisitos prescritos para desarrollarlos.

Artículo 4º. Mientras no se dicten los nuevos estatutos espe-


ciales a que se refiere el artículo 162, continuarán rigiendo
los actualmente en vigencia, aplicándose supletoriamente las
normas del presente Estatuto.

Interpretación

4º.1) D ICTAMEN Nº 31.081, DE 1990

Desde la vigencia del Estatuto Administrativo aprobado por la Ley


Nº 18.834, el personal de las universidades estatales ha pasado a regir-
se por sus normas, con la salvedad de su personal académico, el que,
merced al artículo 162, letra a), pasó a hallarse regido por estatutos

1138
ARTÍCULO 5º TRANSITORIO

de carácter especial y en los aspectos o materias no regulados por ellos,


por esta Ley Nº 18.834.
Según el artículo 4º transitorio, mientras no se dicten estos orde-
namientos especiales, el personal a que se refiere el artículo 162 con-
tinuará rigiéndose por las disposiciones vigentes al 23 de septiembre
de 1989, aplicándose supletoriamente el Estatuto Administrativo.

4º.2) DICTAMEN Nº 40.583, DE 1995

El personal de fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, que


según el artículo 162, letra e), de la Ley Estatutaria estará sometido a
las normas de un estatuto especial, se rige por el DFL Nº 7, Orgánico
de ese servicio, y supletoriamente por el Estatuto Administrativo, en
tanto no se dicte el Estatuto especial previsto en aquella letra e) del
artículo 162, por disponerlo así el artículo 4º transitorio.

Artículo 5º. El personal que actualmente cumple funciones en


calidad de interino, podrá conservar dicha calidad hasta el 31
de diciembre de 1990.

Interpretación

5º.1) Este artículo fue sustituido, en la forma que aparece en el texto,


sucesivamente, por las Leyes Nos 18.899, de 30 de diciembre de 1989;
19.103, de 11 de diciembre de 1991, y 19.182, de 9 de diciembre de 1992.

5º.2) DICTAMEN Nº 5.169, DE 1990

Desde la vigencia de la Ley Nº 18.834, se han suprimido en el Estatu-


to Administrativo las normas relativas a los empleados interinos que
consagraba el DFL Nº 338, de 1960.
No obstante esta supresión, el artículo 5º transitorio señala que el
personal que tenga esa calidad a la fecha de entrada en vigencia del
nuevo Estatuto Administrativo, podrá conservarla en los términos que
señala (5.169/90).
En efecto, desde la vigencia del Estatuto el desempeño de los car-
gos de planta sólo puede desarrollarse en las calidades que señala el
artículo 5º, como titular, subrogante o suplente, habiendo desapare-
cido el interinato (29.527/90).

1139
ARTÍCULOS 6º Y 7º TRANSITORIOS

Artículo 6º. El límite de personal a contrata establecido en el


artículo 10 permanente, inciso segundo, se aplicará a partir
del 1º de enero del año 2000. No podrá aumentarse la dota-
ción actualmente existente de personal que exceda de dicho
límite.

Interpretación

6º.1) La fecha de aplicación del límite de personal a contrata estable-


cido por el artículo 10 permanente, fue postergada por sucesivas Le-
yes de Presupuestos.

6º.2) D ICTAMEN Nº 14.847, DE 1990

No existiendo normas sobre regulación del personal académico a


contrata en los estatutos universitarios, cabe aplicar supletoriamen-
te el Estatuto Administrativo, sin perjuicio de que las Universidades
estatales, en ejercicio de la potestad reglamentaria autónoma que les
asiste y en atención a lo establecido en el artículo 162, a), dispon-
gan la supresión del límite que para esos empleos establece el artícu-
lo 6º permanente.

Artículo 7º. El requisito de haber aprobado la educación bási-


ca o de poseer el nivel educacional o título profesional o téc-
nico, establecido en el artículo 12 permanente, letra d), no
será exigible al personal en actual servicio.
En tanto no se adecuen las plantas de personal a lo dis-
puesto en el artículo 5º permanente, la validación de cur-
sos se ceñirá a las disposiciones de los artículos 3º y 4º del
Decreto con Fuerza de Ley Nº 90, de 1977, del Ministerio
de Hacienda.

Interpretación

7º.1) D ICTAMEN Nº 24.111, DE 1990

Para poder ascender en las plantas de los servicios públicos se requie-


re estar en posesión de los requisitos exigidos para el desempeño de

1140
ARTÍCULOS 8º Y 9º TRANSITORIOS

los respectivos empleos, como se desprende de la interpretación nor-


mal de las normas estatutarias y del artículo 1º transitorio.
El análisis del artículo 7º transitorio demuestra que es una norma
de protección destinada a permitir que quienes desempeñaban los car-
gos continúen ejerciéndolos, pero sin que su mandato pueda prolon-
garse a futuro en la carrera funcionaria de los servidores públicos.

Artículo 8º. Las viviendas ocupadas actualmente por funciona-


rios que, de acuerdo al presente Estatuto, no tengan derecho
a utilizarlas, deberán ser restituidas en el plazo de un año a
contar de la fecha de vigencia de la presente ley. Durante di-
cho período, el funcionario deberá cumplir las obligaciones
que le imponía la legislación bajo cuyo amparo sustenta la te-
nencia de la vivienda.

Interpretación

8º.1) DICTÁMENES NOS 22.039 Y 24.229, DE 1990

El artículo 8º transitorio regula especialmente la situación de las vi-


viendas del servicio ocupadas por su personal. Por lo tanto, esta nor-
ma prefiere al artículo 3º, que mantiene los derechos que tenían los
funcionarios públicos a la fecha de entrada en vigencia del Estatuto
Administrativo.
Del artículo 91 de la Ley Estatutaria se desprende que la inten-
ción del legislador en materia de uso de casa fiscal o del Servicio, es
que la franquicia favorezca a los empleados que carecen de casa habi-
tación para ellos y su núcleo familiar en la localidad en que se desem-
peñan, de manera que quienes son propietarios de un bien raíz en
esa localidad, deben restituir la vivienda que están habitando en el pla-
zo de un año contado desde el 23 de septiembre de 1989.

Artículo 9º. Las investigaciones y sumarios administrativos en


tramitación a la fecha de entrada en vigencia de este Estatu-
to, se ceñirán a las normas de procedimiento contenidas en
la legislación vigente al momento de su inicio, pero en lo re-
lativo a las sanciones aplicables se ajustarán a lo dispuesto en
el presente Estatuto.

1141
ARTÍCULOS 10 Y 11 TRANSITORIOS

Las sanciones administrativas de suspensión del empleo y tras-


lado, aplicadas con anterioridad a la vigencia del presente Esta-
tuto, producirán respecto del ascenso igual efecto que la medida
disciplinaria de multa prevista en el artículo 121, letra b).

Interpretación

9º.1) D ICTAMEN Nº 29.653, DE 1990

La Contraloría General ha aplicado uniformemente el artículo 9º tran-


sitorio del Estatuto Administrativo, estableciendo que los procesos dis-
ciplinarios en tramitación al 23 de septiembre de 1989 deben atenerse
al procedimiento previsto por el DFL Nº 338, de 1960, pero que las au-
toridades titulares de la potestad disciplinaria, al resolverlos, debe apli-
car las medidas disciplinarias establecidas en el artículo 121 del
Estatuto Administrativo aprobado por la Ley Nº 18.834, entre las cua-
les no se encuentra la amonestación.

Artículo 10. Los concursos pendientes a la fecha de vigencia


de este Estatuto, se regirán por las normas legales aplicables
a la fecha de publicación del respectivo llamado.

Artículo 11. No obstante lo dispuesto en el artículo 86, los fun-


cionarios que actualmente desempeñan empleos compatibles
que no se encuentren considerados en el artículo 87, man-
tendrán el derecho de continuar ejerciéndolos en las mismas
condiciones.

Interpretación

11.1) DICTAMEN Nº 30.288, DE 1990

Según el artículo 86, inciso 1º, del Estatuto Administrativo, los empleos
regidos por sus normas son incompatibles entre sí y con todo otro
empleo o función que se preste al Estado, aun cuando no se rija por
sus disposiciones.
Con todo, el artículo 11 transitorio permitió mantener sus empleos
a quienes desempeñaban cargos compatibles conforme al DFL Nº 338,

1142
ARTÍCULOS 12 Y 13 TRANSITORIOS

de 1960, al 23 de septiembre de 1989, fecha en que entró a regir el


Estatuto Administrativo aprobado por la Ley Nº 18.834.
Para los efectos de estas incompatibilidades no se consideran los
empleos servidos en el sector privado, aunque se trate de organismos
subvencionados por el Estado.

Artículo 12. Lo dispuesto en la letra a) del artículo 7º de


este Estatuto, referente a los Ministerios, sólo se aplicará a con-
tar de la fecha en que se produzca la adecuación de plantas,
en conformidad con el artículo 1º transitorio.

Interpretación

12.1) Este artículo fue modificado, en la forma que aparece en el tex-


to, por la Ley Nº 18.972, de 10 de marzo de 1990, cuyo artículo 2º,
Nº 2, derogó su inciso 2º.

Artículo 13. Las normas del Decreto con Fuerza de Ley


Nº 338, de 1960, y el artículo 12 del Decreto Ley Nº 2.448, de
1978, que actualmente rigen los derechos de desahucio, de
jubilación y otros beneficios considerados en el régimen pre-
visional antiguo, seguirán vigentes respecto de las personas a
las cuales se apliquen dichas disposiciones a la fecha de vi-
gencia de la presente ley.

Interpretación

13.1) DICTAMEN Nº 20.291, DE 1995

Atendida la circunstancia de que el artículo 163 del Estatuto Admi-


nistrativo derogó expresamente el DFL Nº 338, de 1960, su artículo 13
transitorio debió disponer que determinadas disposiciones del antiguo
Estatuto continuaran aplicándose a quienes estuvieran en funciones
al 23 de septiembre de 1989.
Quienes ingresaron este día a la Administración o se reincorpo-
raron a ella y quedaron afectos al régimen de la Caja Nacional de
Empleados Públicos y Periodistas deben regirse por la ley orgánica
de esta Caja, aprobada por el DFL Nº 1.340 bis, de 1930, modificada

1143
ARTÍCULO 13 TRANSITORIO

en lo pertinente por el DL Nº 2.448, de 1978, y demás normas sobre


la materia.
Esto significa que la mención que el artículo 13 hace al artículo
12 del DL Nº 2.448, de 1978, resulta innecesaria, desde el momento
que el nuevo Estatuto Administrativo no derogó este DL, limitándose
a dejar sin efecto sólo al DFL Nº 338, de 1960, según se ha dicho.

13.2) DICTÁMENES NOS 11.872 Y 34.901, DE 1995

Para que pueda aplicarse la norma de protección del artículo 13 tran-


sitorio de la Ley Nº 18.834, de 1989, es necesario que a la fecha en
que entró en vigencia el solicitante estuviera regido por las disposi-
ciones del DFL Nº 338, de 1960, lo que no ocurre si por estar desem-
peñándose en un establecimiento educacional particular, se hallaba
afecto al régimen de los empleados particulares y, dentro del antiguo
sistema, al sistema previsional propio de esos empleados.

13.3) DICTAMEN Nº 24.006, DE 1993

En lo relativo al desahucio fiscal, el artículo 13 transitorio de la Ley


Nº 18.834 protege únicamente los desempeños en plazas que se en-
contraban afectas a cotizaciones en el Fondo de Seguro Social a la
fecha de vigencia del nuevo Estatuto, y que se han proyectado inin-
terrumpidamente con posterioridad a su dictación, y esa protección
sólo puede incluir las extensiones horarias de esos mismos cargos o
funciones que se servían a dicha fecha con horario parcial, pero no
puede comprender aquellas situaciones funcionarias consolidadas
bajo el nuevo Estatuto Administrativo, como es el caso de los nuevos
empleos paralelos que se asuman a partir del 23 de septiembre de
1989.

13.4) DICTÁMENES NOS 14.604 Y 27.867, DE 1990; 4.069, DE 1999

La situación previsional de los funcionarios regidos por el DFL Nº 338,


de 1960, que se encontraban en servicio al 23 de septiembre de 1989,
se ha mantenido inalterable en el texto de la Ley Nº 18.834, por man-
dato de su artículo 13 transitorio (14.604/90).
Pero debe haber estado en servicio a esa fecha, pues la norma de
protección no favorece a quienes se incorporaron o reincorporaron a
la Administración con posterioridad a ella (4.069/99).
Por ello, la información de perpetua memoria que autorizaba el
artículo 261 del DFL Nº 338, para acreditar tiempo servido para efec-

1144
ARTÍCULO 14 TRANSITORIO

tos previsionales, mantiene su vigencia para el personal a quien se


aplica (27.867/90).

13.5) DICTAMEN Nº 28.031, DE 1989

A contar del 23 de septiembre de 1989 ha quedado derogado el


DFL Nº 338, de 1960, y con él, la incompatibilidad entre sueldo y pen-
sión que contenía ese cuerpo normativo, como quedó explícitamente
establecido en la historia fidedigna del establecimiento de la ley.
El artículo 13 transitorio, en ningún caso, puede servir de argumen-
to para mantener esa incompatibilidad, porque se trata de una norma
de protección de beneficios previsionales, carácter que no reviste el sis-
tema que contenía el artículo 172 de aquel DFL Nº 338, de 1960.

Artículo 14. Los funcionarios de los órganos o servicios públi-


cos regidos por esta ley, que a la fecha de su entrada en vigen-
cia hubieren cumplido veinte años de servicios computables
para jubilación y se hubieren desempeñado en el grado máxi-
mo de su respectivo escalafón de especialidad durante un pe-
ríodo de a lo menos un año, mantendrán estas condiciones
habilitantes para los efectos de lo dispuesto en el artículo 132
del Decreto con Fuerza de Ley Nº 338, de 1960, no obstante
las modificaciones que pudieren producirse en su ubicación
en el respectivo escalafón como resultado de la aplicación de
los artículos 5º permanente y 1º transitorio.

Interpretación

14.1) DICTAMEN Nº 12.206, DE 1992

El artículo 14 transitorio regula una situación funcionaria absolutamente


delimitada existente a la fecha en que entró en vigor la Ley Nº 18.834,
de 1989, y únicamente para los efectos que indica.
Esta norma constituye una disposición excepcional frente a la pre-
ceptiva general del Estatuto Administrativo aprobado por esa Ley
Nº 18.834, teniendo además el carácter de regla de derecho público,
de modo que en armonía con la reiterada jurisprudencia de la Con-
traloría General resulta obligado aplicar este artículo exclusivamente
en los casos expresamente previstos por el legislador.

1145
ARTÍCULOS 15 Y 16 TRANSITORIOS

De este modo, no sería aplicable a las modificaciones de escalafo-


nes que se produzcan en virtud de una ley posterior, como la Nº 19.020.

Artículo 15. Los funcionarios afectos al régimen previsional an-


tiguo que hagan uso de permiso sin goce de remuneraciones
podrán efectuar de su peculio, para los efectos del desahucio
y de la previsión, las imposiciones que correspondan.

Artículo 16. Corresponderá a la respectiva Comisión de Medi-


cina Preventiva e Invalidez pronunciarse acerca de si el esta-
do de salud de los funcionarios afectos a los regímenes de
previsión a que se refiere el Decreto Ley Nº 3.501, de 1980,
es o no recuperable. Si no lo fuere, el funcionario deberá re-
tirarse de la Administración dentro del plazo de seis meses
contados desde que el jefe superior de la institución le noti-
fique mediante la transcripción de la resolución de irrecupe-
rabilidad que le afecta, emitida por dicha Comisión, la que
deberá ser comunicada a la respectiva entidad.
A contar de la fecha de la notificación y durante el referi-
do plazo de seis meses el funcionario no estará obligado a tra-
bajar y gozará de todas las remuneraciones correspondientes
a su empleo, las que serán de cargo del empleador.

Interpretación

16.1) DICTAMEN Nº 8.596, DE 1990

El artículo 16 transitorio otorga el beneficio de la irrecuperabilidad a


los funcionarios afectos a los regímenes de previsión del DL Nº 3.501,
de 1980.
En concepto de la Contraloría General, el artículo 152 permanente
debe entenderse en armonía con este artículo 16 transitorio, lo que
permite sostener que al personal afiliado a los organismos del Siste-
ma regido por el DL Nº 3.550, de 1980, también le favorece este dere-
cho previsional, por cuanto dicha norma no contempla distingo alguno
respecto de la afiliación de los empleados a quienes beneficia la de-
claración de irrecuperabilidad de su salud.

1146
ARTÍCULOS 17 AL 19 TRANSITORIOS

Artículo 17. En el caso de fallecimiento de un funcionario con


derecho a desahucio, el cónyuge sobreviviente, los hijos o los
padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir el
desahucio que habría correspondido al funcionario si se hu-
biere retirado a la fecha del fallecimiento. Si no existieren las
personas indicadas, el derecho al desahucio integrará el ha-
ber de la herencia.

Interpretación

17.1) DICTAMEN Nº 28.925, DE 1995

Desde la fecha de vigencia del artículo 17 transitorio del Estatuto Ad-


ministrativo aprobado por la Ley Nº 18.834, o sea, desde el 23 de sep-
tiembre de 1989, los beneficiarios del desahucio de un funcionario
fallecido son:
– El cónyuge sobreviviente;
– Los hijos, y
– Los padres.
Estos beneficiarios se excluyen entre sí, de manera que hallándo-
se el cónyuge sobreviviente en primer lugar dentro de dicho orden
de prelación, para que accedan al desahucio los hijos o los padres es
necesario que previamente se acredite que dicha persona no existe.
A su vez, si ninguna de estas personas comparece a cobrar el
desahucio, este beneficio pasa a integrar el haber de la herencia.

Artículo 18. No obstante lo dispuesto en el artículo 76, estarán


exceptuados del límite del inciso primero de dicho artículo,
los funcionarios que estaban en comisión de servicios, para rea-
lizar estudios, al 23 de septiembre de 1989.

Interpretación

18.1) Este artículo fue agregado por la Ley Nº 18.899, de 30 de diciem-


bre de 1989, artículo 63, letra h).

Artículo 19. El tope máximo a que se refiere el inciso 4º del


artículo 10 permanente será el de sus respectivos escalafones

1147
ARTÍCULO 19 TRANSITORIO

en los órganos o servicios que no hayan efectuado la adecua-


ción dispuesta en el artículo 1º transitorio.

Interpretación

19.1) Artículo agregado por el artículo 2º, Nº 10, de la Ley Nº 19.154,


de 3 de agosto de 1992.

1148

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