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Teoría General del Proceso

La teoría general del proceso puede considerarse como la base del Derecho
procesal y estudia, principalmente, las instituciones, principios y conceptos que les
son comunes a todo tipo de procesos. Aunque, en apariencia reciente, la teoría
general del proceso estudia las diferentes figuras procesales que se conformaron
a partir del derecho romano, canónico y germánico.

Autodefensa

Consiste en la imposición que una de las partes del conflicto hace a la otra de su
interés, por la fuerza. En este caso, la "solución" del conflicto la impone una de las
partes a la otra (que somete sus intereses al dominante), mediante el empleo de
mecanismos de fuerza. Es la denominada justicia privada o justicia por mano
propia. Como entraña el grave riesgo de una reacción violenta, el ordenamiento
proscribe la autotutela: Los particulares no pueden solucionar sus conflictos
mediante el empleo de la fuerza, de modo que el arrendador no puede expulsar
por la fuerza al arrendatario que le debe las rentas, ni el pueblo puede proceder a
linchar en la plaza pública al sujeto que ha sido sorprendido cometiendo un hecho
punible.
La autotutela está generalmente proscrita por la falta de control de la
proporcionalidad de la reacción, es decir, no existe ningún control de lo
proporcionado o desproporcionada que puede ser la respuesta al uso de la fuerza,
y por ello es que todos los sistemas tienden a prohibir el autotutela. Además, el
empleo de la fuerza normalmente significa incurrir en una conducta antijurídica.
Sin embargo, hay ocasiones en que la garantía de proscripción de la autotutela
cede, por razones de eficacia, con autorización legal: Hay casos de autotutela
permitida, en que el ordenamiento autoriza a los sujetos, que en ciertas
situaciones, puedan resolver por sí mismos y empleando la fuerza o imponiendo
su interés al interés ajeno. Así ocurre, por ejemplo, con la licencia que tiene toda
persona de perseguir las abejas en suelo ajeno (no sería razonable exigir a ese
sujeto en esa particular circunstancia tener que esperar la orden de un tribunal) o
cortar las raíces o ramas de un árbol vecino. El mismo fundamento autoriza la
denominada legítima defensa, como causal de justificación en asuntos penales; o
la huelga en materia laboral; para algunos, la guerra, en las relaciones
internacionales.
En todo caso, y volviendo a la idea inicial, con bastante razón se sostiene que la
autotutela, realmente, no es un mecanismo de solución de conflictos, pues al
permitir la imposición forzosa de un interés sobre otro, deja latente el riesgo de
renovar el conflicto.
En todo caso, la fijación del concepto de autotutela es de gran utilidad para
comprender el rol o función que cumplen la jurisdicción y el proceso en un estado
democrático. La sentencia, como acto de decisión final del conflicto, dictada por la
jurisdicción, en el proceso, se legitima precisamente por haber permitido la
participación de los sujetos del conflicto, en un contradictorio regulado ante un juez
imparcial e independiente que construye la decisión en base a motivos racionales
y en un procedimiento adecuado al caso concreto.

AUTOCOMPOSICION

A través de la autocomposición las partes del conflicto mediante el uso de la


razón, el dialogo llegan a un acuerdo, componiendo, resolviendo el conflicto sin
necesidad de recurrir a un tercero o al órgano jurisdiccional. Se trata de un arreglo
pacifico del conflicto. Esta manera de dar solución a los problemas entre personas
se caracteriza por el hecho que en ella no existe una utilización de la fuerza como
sí ocurre en el caso de la Autotutela. Acá en cambio, lo que se busca es llegar a
un “acuerdo” entre las partes involucradas en el conflicto.

Se distinguen dos formas de de autocomposición: 1) Formas Unilaterales 


Allanamiento o reconocimiento  Desistimiento de la pretensión 2) Formas
Bilaterales  Conciliación  transacción Allanamiento y Reconocimiento 
Allanamiento.- El allanamiento viene a ser el acto procesal a través del cual el
demandado de manera expresa acepta el pedido del demandante, es decir,
acepta el petitorio dirigido en su contra.  Reconocimiento.- A través del
reconocimiento el demandado además de aceptar el petitorio, admite la veracidad
de los hechos expuestos en la demanda y sus fundamentos jurídicos. El
reconocimiento se regula por lo dispuesto para el allanamiento. La pretensión
procesal esta compuesta por:  Petitorio (petitum): Se le considera como el
elemento principal de la pretensión. Es el pedido concreto que formula el pretensor
frente al pretendido.  Causa del Pedido (causa petendi): Son las causas o
razones del pedido y esta conformado por: - Fundamentos de Hecho.- Son los
hechos que fundamentan la pretensión y que deben ser acreditados con medios
probatorios. - Fundamentación Jurídica.-

Es la norma sustantiva que regula la relación jurídica material. Desistimiento de la


Pretensión El desistimiento pude ser:

1) Del proceso

2) De algún acto procesal


3) De la pretensión El desistimiento de la pretensión es el acto procesal que pone
fin al conflicto, debido a que con él el demandante renuncia a su derecho a exigir
judicialmente el tema materia del litigio. El desistimiento de la pretensión procede
antes que se expida sentencia en primera instancia, salvo que sea convencional.
Con respecto al desistimiento de la pretensión, no se requiere la conformidad del
demandado porque se entiende que lo beneficia. La resolución que aprueba el
desistimiento de la pretensión, produce los efectos de una demanda infundada con
la autoridad de la cosa juzgada. El desistimiento de la pretensión no obstaculiza el
trámite de la reconvención. Conciliación La conciliación es una negociación
asistida, por lo cual es claro que existe un tercero imparcial que conduce la
conciliación, él puede ser en el derecho peruano un Juez o conciliador, y en este
último caso debe realizarse en un centro de conciliación.

La conciliación puede ser: 

Extrajudicial.- La conciliación extrajudicial es la que se realiza fuera de un proceso


judicial y puede darse en dos momentos, antes de iniciado un proceso y después
de iniciado éste. Es obligatorio intentar la conciliación extrajudicial en algunos
casos antes de recurrir al órgano jurisdiccional. Las conciliaciones después de
iniciado un proceso son las que se realizan luego de presentada la demanda ante
el juzgado correspondiente, y puede ser judicial o extrajudicial, siendo las primeras
las que se realizan ante el poder judicial (cuando ambas partes se lo solicitan al
juez), mientras que las segundas son las que se realizan en los centros de
conciliación.  Judicial.- La conciliación judicial es la que se realiza al interior de
un proceso solo cuando ambas partes (demandante y demandado) se lo solicitan
al juez. Puede conciliarse, por ejemplo, un cobro de arrendamientos, desalojo,
cobro de soles, indemnizaciones, entre otros.

Según el artículo 323 del C.P.C se podrá conciliar en cualquier estado del
proceso, incluso durante el trámite de segunda instancia. La norma permite que la
conciliación pueda darse incluso durante el trámite de segunda instancia, es decir,
que habiendo sido apelada la sentencia las partes aun tienen la posibilidad de
autocomponer su conflicto de intereses. Transacción La transacción es un acuerdo
a través del cual las partes haciéndose concesiones reciprocas, deciden sobre
algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o
finalizando el que está iniciado. La transacción pude ser:  Transacción Judicial.-
Realizado por las partes o sus representantes facultados para ello. Se presenta
por escrito, precisando su contenido y legalizando sus firmas ante el secretario. 
Transacción Extrajudicial.- Habiendo proceso abierto las partes transigen fuera de
este, debiendo presentar el documento que contiene la transacción, legalizando
sus firmas ante el secretario respectivo en el escrito en que la acompañan,
requisito que no será necesario cuando la transacción conste en escritura publica
o documento con firma legalizada. La transacción que pone fin al proceso tiene la
autoridad de la cosa juzgada. Las partes pueden transigir su conflicto de intereses,
incluso durante el trámite del recurso de casación.

Proceso

El proceso judicial es el conjunto de actos jurídicos que se llevan a cabo para


aplicar la ley a la resolución de un caso. Se trata del instrumento mediante el cual
las personas podrán ejercitar su derecho de acción y los órganos jurisdiccionales
cumplir su deber de ofrecer una tutela judicial efectiva.
Los actos jurídicos son del estado (como soberano), de las partes interesadas
(actor y demandado) y de los terceros ajenos a la relación sustancial. Estos actos
tienen lugar para aplicar una ley (general, impersonal y abstracta) a un caso
concreto controvertido para solucionarlo o dirimirlo.
El proceso judicial sirve a la satisfacción de los intereses jurídicos socialmente
relevantes, siendo el medio constitucionalmente instituido para ello.
En función del momento al que nos estemos refiriendo, el proceso tendrá diferente
significado:

 En el momento constitucional, el debido proceso es el instrumento


constitucionalmente previsto para la tutela de los intereses legítimos de las
personas.
 En el momento dinámico o procesal, el proceso tiene ya un contenido
concreto, y se trata de un proceso específico, que es la articulación concreta
que posibilita el rogado desarrollo de la función jurisdiccional.

Características del proceso

 La fase de prueba es, en un proceso jurisdiccional, aquella fase procesal en


que, por resolución judicial, se declara abierto o comenzado el período en que
deben proponerse y practicarse aquellas pruebas que convengan al derecho
de las partes.
 Objeto. El proceso judicial es unitario, en el sentido de que se dirige a
resolver una cuestión, pero que admite la discusión de cuestiones secundarias
al interior del mismo (véase incidente). En este caso, cada cuestión secundaria
dará origen a un procedimiento distinto al procedimiento principal. Por esto, el
proceso judicial puede envolver dentro de sí uno o varios procedimientos
distintos.

 Fundamentos. En un proceso se pueden discutir cuestiones de hecho o


cuestiones de derecho, o ambas simultáneamente. En el primer caso se
discuten los antecedentes de los cuales derivan los derechos reclamados por
las partes, mientras que en el segundo caso ambas partes están de acuerdo
en los hechos, pero discuten la interpretación jurídica que debe darse a los
mismos.

 Iniciación y resolución. El proceso puede abrirse cuando


el demandante ejerza su acción, o bien de oficio, por iniciativa del propio
tribunal. Y usualmente terminará en una sentencia judicial de término, aunque
también puede acabar por vía de auto. (Véase también recurso judicial).
En este aspecto resulta importante la distinción entre proceso civil y penal,
incluyéndose en el civil los procesos laboral y contencioso administrativo, por
cuanto en el primero de ellos rige el principio dispositivo o de justicia rogada y en
el segundo el impulso procesal recae en el juez.

Finalidad Del Proceso


Restablecer la paz social a través de la solución del conflicto, la restauración del
orden vulnerado y la búsqueda de una convivencia feliz.

Strictu sensu, la finalidad del proceso es: en lo civil restituir el orden o un derecho
o satisfacer una pretensión; en lo penal descubrir la verdad de la existencia de un
delito, un delincuente y relacionar el delito al delincuente; en lo político y social
combatir la delincuencia y educar jurídicamente al pueblo.

Funcion Del Proceso


Dirimir el conflicto de intereses sometidos a los órganos de la jurisdicción.

Naturaleza Del Proceso


Teoría Contractualista. Deriva de la litis contestatio (contrato de Litigio) que
supone, en forma expresa o implícita, un acuerdo de voluntades entre el actor y el
demandado donde fijan los puntos de conflicto de los cuales el Pretor no podrá
salirse en su arbitraje.
Entonces esta teoría dice, la naturaleza (fundamento) del proceso esta en
la Demanda y la Contestación . Existe un contrato donde están fijadas las dudas
litigiosas, de las cuales el demandado podrá aceptar, rechazar o combinar, pero
nunca cambiar algún punto de litigio.

CRITICA. Hay procesos que no necesitan demandado, por lo tanto no existirá


contestación, como por ejemplo el en el proceso de interdicción, en un proceso en
rebeldía, etc.

En materia penal el imputado no se presenta voluntariamente, mínimo se necesita


un Mandamiento de Comparecencia.

En materia civil aún queda su influencia, los jueces determinan una Tabla de
Traba de Relación Procesal, estableciendo los puntos a probar, de los cuales los
sujetos procesales nunca se salen en todo el proceso.

El derecho procesal

El derecho procesal es el conjunto de normas que regula el proceso judicial, es


decir, que regula los requisitos, el desarrollo y los efectos del proceso. 1
El derecho procesal es una rama del derecho público que incluye al conjunto de
actos mediante los que se constituye, desarrolla y determina la relación jurídica
que se establece entre el juzgador, las partes y las demás personas intervinientes.
Dicha relación jurídica tiene como finalidad dar solución al litigio planteado por las
partes, a través de una decisión del juzgador basada en los hechos afirmados y
probados, y en el derecho aplicable.2

Naturaleza jurídica del derecho procesal

El objetivo primordial que atañe al derecho procesal penal es el conflicto, en él


recae una trasgresión del orden jurídico existente en una sociedad. En este reside
la importancia de concebir el conflicto como un conjunto de elementos que han
propiciado una violación al orden jurídico, pues de este análisis y comprensión del
hecho se puede clarificar si se trata de un delito, su naturaleza y posibles
sentencias. El derecho procesal por lo tanto, debe comprobar o descartar la
existencia de un delito, así como identificar la responsabilidad del procesado en
cuestión. El derecho del procesado descansa sobre la posibilidad de ser sometido
a un proceso que compruebe o no la acusación que se le imputa. Este proceso
está dividido en diversas unidades que en sí mismo son independientes pero
constituyen una unidad que buscan comprobar la transgresión al orden normativo.
La naturaleza del derecho procesal penal radica en su carácter de positivo, pues
depende de derechos y obligaciones consagradas en los procedimientos
reglamentarios de la normativa local, el proceso en cada una de sus etapas debe
cumplir con diversos requisitos independientes pero que son necesarios para
identificar en su totalidad el delito imputable al procesado.

Características
El derecho procesal se considera una rama de derecho público, único,
instrumental y autónoma.
Es de derecho público, ya que regula la intervención, organización y competencia
del Estado en el proceso cuando interviene por medio de los Tribunales. Asimismo
tiene el carácter de publicidad debido a que es un derecho que no se ocupa de
regular directamente los intereses de los particulares sino los intereses generales
de la comunidad.911
Es un derecho de carácter instrumental, ya que no constituye un fin en sí mismo
sino que sirve como medio o instrumento para hacer valer el derecho
sustantivo mediante pretensiones procesales.9 Este carácter instrumental (también
llamado «formal» o «adjetivo») es el que lo diferencia de otras ramas del derecho
positivo; instrumentalidad que consiste en estar integrado por normas que regulan
el proceso jurisdiccional, medio a través del cual se busca eliminar la
insatisfacción jurídica y así asegurar la efectividad de los derechos «materiales» o
«sustantivos».12 Es decir, que si bien puede haber derecho sustantivo sin que
exista regulación procesal, en cambio, no tiene sentido concebir la idea de un
derecho compuesto únicamente de normas procesales.911
Es una rama autónoma pues no está subordinada conceptualmente a ningún área
del derecho (civil, mercantil, etc.). Esta autonomía se debe a que, si bien a
mediados del siglo XIX no era más que un apéndice de los derechos sustanciales,
hoy en día es toda una rama autónoma, ya que de acuerdo al grado de desarrollo
de la disciplina, posee conceptos propios (como el de «debido proceso»,
«jurisdicción» o la «cosa juzgada») e instituciones propias, y también posee
principios propios, los llamados principios del derecho procesal.91113
El derecho procesal se caracteriza también por su unidad: no hay un derecho
procesal por cada derecho sustantivo sino que hay un único derecho procesal.
Gracias a esta unidad, es posible aplicar a todo proceso principios, instituciones y
conceptos del derecho procesal a cualquier tipo de proceso sin importar que su
objeto esté vinculado a un derecho sustantivo determinado (como el derecho civil,
penal, laboral, etc.). Esta unidad no significa que, por ejemplo, se sigan los
mismos procedimientos en un proceso en el que se tramita un divorcio que en otro
que se condene al cumplimiento de un contrato, sino que lo que se establece es la
existencia de algunas normativas especiales en determinadas materias, en el
marco de un único derecho procesal.911
Si bien algún sector de la doctrina habla de una característica «formal» del
derecho procesal como la regulación de la forma de la actividad
jurisdiccional del Estado y el cumplimiento de ciertos requisitos o formalidades
para que sea procedente una cualquiera actuación judicial, algunas de estas
normas en sí no constituyen o están en la frontera de lo que es derecho procesal,
siendo en algunos casos decisión constitucional o de derecho administrativo.14

Fuentes del derecho Procesal

Son fuentes del derecho procesal todos aquellos criterios de objetividad que, en
razón de expresar la valoración de la comunidad, o de sus órganos, acerca de una
determinada realidad de conducta, pueden ser invocados por los jueces para
esclarecer

el sentido jurídico de las conductas que deben juzgar durante el desarrollo del
proceso.

En escala decreciente de obligatoriedad constituyen fuentes del derecho procesal:


1) la ley, la costumbre y la jurisprudencia obligatoria; 2) la jurisprudencia no
obligatoria; 3) la doctrina.

Conviene aclarar que utilizamos la palabra ley en sentido amplio, es decir,


entendida como toda norma general formulada en forma expresa y reflexiva por un
órgano competente. No obstante, al referirnos a las fuentes del derecho procesal
civil en particular, se deben analizar separadamente las normas contenidas en
la constitución, en las leyes procesales propiamente dichas y en
los reglamentos y acordadas judiciales.

Corresponde agregar que mientras la ley la costumbre son fuentes primarias,


la jurisprudencia y la doctrinaconstituyen fuentes secundarias, pues se hallan
subordinadas a géneros legales o consuetudinarios preestablecidos.
CLASES DE PROCESOS:

Recordemos la unidad del proceso, su clasificación en ningún momento desvirtúa


la misma, sino que pretende dividir los tipos procesales atendiendo a caracteres
especiales como el contenido, el fin, su estructura, su subordinación.

A. A. Por su Contenido: Los procesos se distingue por un lado conforme a la


materia del derecho objeto de litigio, así habrá procesos civiles, de familia,
penales, etc.

También puede dividirse atendiendo a la afectación total o parcial del patrimonio,


así encontramos procesos singulares, cuando afecta parte del patrimonio de una
persona, pudiendo ser un ejemplo típico las ejecuciones singulares (vía de
apremio, juicio ejecutivo, ejecuciones especiales) y procesos universales, que
afectan la totalidad del patrimonio como el caso de las ejecuciones colectivas
(concursos voluntario y necesario y quiebra) y la sucesión hereditaria.

B. Por su función: Es una clasificación muy importante de los tipos procesales,


que los divide atendiendo a la función o finalidad que persiguen, así los procesos
son:

1. 1. Cautelares: cuando su finalidad es garantizar las resultas de un proceso


futuro, aunque la ley no les reconoce la calidad de proceso, mas bien se habla de
providencias o medidas cautelares (arraigo, embargo, secuestro, etc.) reguladas
en el libro quinto del Decreto Ley 107, cuya finalidad es de carácter precautorio o
asegurativo de las resultas de un proceso principal ya sea de conocimiento o de
ejecución.

2. 2. De Conocimiento: También llamados de cognición, regulados en el


libreo segundo del Código Procesal Civil y Mercantil (ordinario, oral, sumario,
arbitral), que pretenden la declaratoria de un derecho controvertido, pudiendo ser:

a. a. Constituitivo: Cuando tiende a obtener la constitución, modificación o


extinción de una situación jurídica, creando una nueva, tal es el caso del proceso
de divorcio o de filiación extra matrimonial, cuyo proceso pretende a través de la
sentencia, la extinción o constitución de una situación jurídica, creando una nueva,
el casado se convierte en soltero y el que no era padre lo declaran como tal. La
pretensión y la sentencia en este tipo de proceso se denominan constitutivas.

b. b. Declarativo: Tiende a constatar o fijar una situación jurídica existente, la


acción reivindicatoria de la propiedad, que pretende dejar establecida el dominio
sobre un bien, es un ejemplo de esta clase de proceso de cognición. La pretensión
y la sentencia se denominan declarativas.
c. c. De condena: Su fin es determinar una prestación en la persona del
sujeto pasivo, el pago de daños y perjuicios, la fijación de la pensión alimenticia
son ejemplos de esta clase de proceso. La sentencia y la pretensión se
denominan condena.

C. Por su estructura: Conforme esta clasificación, encontramos procesos


contenciosos, cuando existe litigio y procesos voluntarios, es decir sin
contradicción. Ejemplo del primero será cualquier proceso de conocimiento o de
ejecución y en los cuales se ha entablado la litis, como ejemplo del segundo y
aunque existen dudas de su naturaleza de proceso, puede mencionarse los
procesos especiales regulados en el libro cuarto del CPCyM.

D. Por la subordinación: serán principales, los que persiguen la resolución del


conflicto principal o de fondo, comúnmente finalizan en forma normal a través de la
sentencia y los incidentales o accesorios, que son los que surgen del principal en
la resolución de incidencias del proceso principal. Como norma general, las
incidencias del proceso principal se resuelven a través de los incidentes tal y como
se establece en el artículo 135 de la Ley del Organismo Judicial. Los incidentes a
la vez se clasifican doctrinariamente en de simultánea sustanciación que son
aquellos que no ponen obstáculo a la prosecución del proceso principal y corren
paralelamente a él, en cuerda separada (art. 137 de la LOJ), como el incidente de
la impugnación de documentos por falsedad o nulidad que se regula en los
artículos 186 y 187 del Código Procesal Civil y Mercantil; y los de sucesiva
sustanciación, que son los que ponen obstáculo al mismo principal,
suspendiéndolo y se terminan en la misma pieza (art. 136 de la LOJ), caso típico
es el incidente de excepciones previas.

UNIDAD DEL DERECHO PROCESAL Y SUS DIFERENTES RAMAS

En general, es una rama del Derecho Público que abarca todo un conjunto de
normas que van a regular la actividad jurisdiccional del Estado; con relación a sus
órganos y formas de aplicación de las leyes en concordancia con la naturaleza de
las causas.
El proceso judicial, es una serie de actos que se desenvuelven progresivamente,
con el objeto de resolver, mediante un juicio el conflicto sometido a su decisión.
En definitiva, el proceso es un todo y el procedimiento es cada una de las
partes que desarrollan ese todo, presentando en materia jurídica las
siguientes características generales:
* Forma parte del Derecho Positivo.
* Es principalmente un Derecho Adjetivo.
* Es de orden público.
* Es instrumental - indica los pasos a seguir.
* Sus normas son de obligatorio cumplimiento.
Existen ciertas especificaciones según la clase de procesos o las finalidades de
los procesos, que resumimos de la siguiente manera:
A.- Por su finalidad puede ser:
De conocimiento: porque produce una declaración de certeza sobre una situación
jurídica.
De Ejecución o Cautelar: hay una sentencia y no se cumple, viene la etapa de
ejecución, que es un proceso que ejecuta lo juzgado.
B.- Es simple según su estructura, ya que las partes ponen en conocimiento de la
controversia, el Juez las oye a ambas y luego decide.
C.- Según la unidad o pluralidad de intereses puede ser singular o universal: Si los
intereses que se debaten son singulares, aunque comprenda más de una persona,
es singular.
* Si en cambio se debate una comunidad de intereses, es universal.
D.- Por el Derecho Sustancial al que sirven;
* Hay una gran variedad de procesos (civil, penal, constitucional, administrativo,
laboral agrario, etc.)
E.- Por la forma del procedimiento:
* Orales o escritos.
* Dentro del proceso (principal) - puede plantearse una cuestión accesoria que da
origen a un proceso incidental.
En lo que respecta al contenido general del proceso, se destaca la regulación de
la actividad de las partes que intervienen en el proceso, la institucionalidad de sus
normas, tanto al conformarse como al aplicarse, reflejando así, un aspecto real y
práctico del proceso jurídico.
RAMAS DEL DERECHO PROCESAL. Este contenido procesal se despliega de
un mismo tronco a sus diferentes ramificaciones, sentando las especificaciones
según la materia, haciendo más eficaz los procedimientos, y dejando en claro para
sus accionantes los límites, requisitos y aspectos en general del proceso a seguir
según la rama del Derecho en la que se actúe, como por ejemplo:
. Derecho Procesal Civil: Establece los requisitos y trámites a seguir en materia
civil.
. Derecho Procesal Penal: Establece los requisitos y trámites para la aplicación de
las penas y sanciones a imponer al trasgresor de la norma penal. Organiza la
administración de Justicia Penal.
* Derecho Procesal Administrativo: Fija los requisitos y formas para la aplicación,
impugnación, o revocatoria de los actos administrativos de efectos generales o
particulares.
* Derecho Procesal Tributario: establece los requisitos y trámites para hacer
efectivo los tributos de los contribuyentes frente al Fisco Nacional, Estatal y
Municipal y, además, para impugnar los actos de la administración en materia
tributaria.
* Derecho Procesal Penal Militar: determina la aplicación de las penas y sanciones
a las personas que están en los supuestos previstos en las leyes militares,
organiza la administración de justicia en materia penal-militar, regido
principalmente por el Código de Justicia Militar y el Reglamento de castigos
disciplinarios.
* Derecho Procesal Agrario: su objeto es dirimir los asuntos contenciosos que se
susciten con motivo de las leyes que regulan la propiedad de los predios rurales,
la actividad de la agroindustria, los recursos naturales renovables en los fundo, de
acuerdo a la ley.
* Derecho Procesal Laboral: Establece los requisitos para hacer valer los derechos
y deberes derivados de las relaciones entre los trabajadores y sus patronos.
Fuentes del Derecho Procesal
Se puede afirmar que fuente del derecho es todo lo que motiva, o donde se origina
el derecho. 78
Las fuentes del Derecho Procesal son las reglas o cánones, de que puede valerse
el Juez, en el proceso para valorar la significación Jurídica de las conductas
procesales, que debe juzgar y fundar la fuerza de convicción que ha de tener la
resolución que dicte. Clases de fuentes:
Las Fuentes Primarias o Vinculantes: son aquellas consideradas inmediatas,
que encierran en sí misma la norma jurídica y están conformadas por la ley
en cualquiera de sus planos de legalidad.

Importancia del derecho procesal

La Teoría General del Proceso es una parte muy importante del derecho ya que
esta realiza estudios técnicos jurídicos que tienen una estrecha relación con el
derecho, en sentido general es el como funciona la administración de justicia en
nuestro país y en cualquier otro que exista esta Teoría.
La necesidad del ser humano y de la sociedad en general es lo que ha logrado
que se tenga una teoría acerca del proceso así mismo un Derecho Procesal ya
que cada día la sociedad evoluciona a pasos agigantados y es por eso que se
necesita tener cuerpos legales e instrumentos para poder llevar a cabo una
buena administración e impartición de justicia.
En lo que a continuación se plasma se ve distintas definiciones de Teoría General
del Proceso así como también el concepto de Derecho Procesal, estás dos en la
antigüedad se decía que eran completamente distintas pero ya en nuestros
tiempos podemos decir que es lo mismo.
El Derecho Procesal regula la forma general y el orden exterior de las actividades
que deben cumplirse dentro de los órganos judiciales .
De esta manera en el trabajo se expone la definición de Derecho Procesal así
como de la Teoría General del Proceso y de tales definiciones partiremos para
llega a un estudio más profundo de estas.
En este trabajo se mencionara también la importancia del de la Teoría General del
Proceso en el ámbito procesal, las definiciones, al Derecho Procesal, así mismo
su autonomía, el deslinde de esta y sus fuentes del Derecho Procesal.
La Teoría General del Proceso es la base del Derecho Procesal aunque en la
actualidad se diga que es lo mismo.

LEY PROCESAL
Una ley procesal es la ley que regula los procedimientos legales, dentro de la
rama del derecho procesal. Este tipo de leyes regula los procedimientos mediante
los cuales se pueden reclamar ante los órganos jurisdiccionales pretensiones
basadas en derecho material (derecho civil, derecho penal, derecho mercantil,
etc.)
Dependiendo de cada país y de su ordenamiento jurídico habrá una o varias leyes
procesales. Lo habitual es que exista una ley procesal para cada jurisdicción.
También difiere su denominación según el país. En España se usa Ley de
Enjuiciamiento para los órdenes civil y penal y Ley reguladora de la
Jurisdicción para los órdenes social y contencioso-administrativo.

Clasificación de la ley procesal. La ley procesal se clasifica atendiendo a tres


esquemas:
1. Por su aplicación. –forma en que son empleadas-
a. Imperativas: no pueden apartarse ni renunciarse por las partes que intervienen
en el proceso.
b. Dispositivas: pueden ser evitadas por voluntad de las partes, eludiendo su
aplicación.
2. Por la materia queregulan.
a. Formales. Regulan la forma en que se realizan los actos procesales y el
procedimiento.
b. Materiales. Regulan determinadas figuras o instituciones procesales.
c. Orgánicas. Regulan la integración y organización de los órganos
jurisdiccionales.
3. Por su fijación. Por la forma en que se aplican en el proceso.
a. Estáticas. Fijan la organización de los órganosjurisdiccionales
b. Dinámicas. Fijan la forma en que se impulsa el proceso.

Interpretación de la ley procesal.


Interpretar es reconstruir el pensamiento del legislador, del creador de la ley. La
interpretación y su carácter principal de saber qué es lo que quiso el legislador al
crear la ley.

Para aplicar la ley procesal se consideran tres posibilidades:


1. Cuando la ley es clara einequívoca, no hay controversia o dificultad en su
sentido. La ley debe aplicarse por dura que sea (dura lex, sea lex).
2. Cuando la ley es dudosa; y
3. Cuando no exista ley que aplicar.

Objeto de la interpretación de la ley.


El objeto es ajustar su contenido al modo en que el legislador la creó, deslindando
su sentido y alcances. Se presenta, dependiendo del órgano o autoridad que la
creó, devarias maneras:

➢ Interpretación autentica. Esta tipo de interpretación la realiza el mismo órgano o


autoridad creador de la ley. Su finalidad estriba en despejar la obscuridad,
ambigüedad o deficiencia que contiene la ley. Se le denomina autentica porque
hay coincidencia entre el autor de la declaración y el autor de la interpretación.
➢ Interpretación judicial. La realizan los tribunales dejusticia cuando ejercen la
función jurisdiccional o cuando existe reiteración de cómo se entiende y aplica una
ley para los usos y practica del foro, lo que confiere, además la denominación de
interpretación usual.
➢ Interpretación doctrinaria. Esta interpretación la realizan los estudiosos del
derecho y aparece plasmada en las obras que escriben en las cuales examinan lo
que es la norma y ladescriben en contenido y espíritu.

Clasificación de la interpretación de la ley. Atendiendo a los efectos engendrados


por la interpretación de la ley, puede clasificarse como:

➢ Extensiva. Se produce cuando las palabras de la ley no se han empleado


adecuadamente, el significado de las palabras alcanza más de lo deseado por el
legislador.
➢ Restrictiva. Se produce cuando, en un caso no previstopor la ley, se omite
tomar en cuenta la ley general y se aplica únicamente la especial.
➢ Analógica. Se produce cuando, en un caso no previsto por la ley, son
aprovechadas o aplicadas otras leyes que tratan asuntos análogos o similares.
➢ Derogatoria. Se causa cuando, no obstante existir una ley vigente aplicable al
caso, se interpreta como si estuviera derogada o abrogada, porincompatibilidad
con otras, ocasionando desacuerdo con la ley principal.
➢ Declarativa. Con esta clase de interpretación se persigue fijar con mayor
claridad y exactitud la ley, apreciando su texto, el significado estricto de las
palabras ambiguas, obscuras o deficientes o que, siendo técnicas, no están
definidas con precisión en la ciencia o admiten varias consideraciones o
significados.

OBJETIVO

Es de carácter adjetivo ya que en ella se establecen los pasos a seguir o


procedimientos para, toda vez que haya sido conculcado un derecho consagrado
en una ley sustantiva, se activen dichos mecanismos para restituir la situación
jurídica violentada.

La Ley procesal formalmente es igual a cualquier otra ley. Su contenido es lo que


la diferencia
Respecto a la interpretación se acude a 4 elementos interpretativos: gramatical,
histórico, sistemático y lógico.
La Ley Procesal es obligatoria y vincula a todas las personas que intervienen en el
proceso
Las leyes procesales no son renunciables, es decir, el procedimiento no puede ser
modificado por las partes.
El ámbito personal de la ley procesal viene dado por el ámbito de la propia
jurisdicción
El ámbito temporal de la ley procesal. Con carácter general la ley procesal no tiene
efecto retroactivo, eso sin perjuicio de que en un determinado proceso el juez
tenga que aplicar una ley material ya derogada
En cuanto a la modificación, la ley procesal no tiene aplicación a los procesos
terminados. En los procesos no iniciados se rige conforme a la nueva ley y en los
procesos pendientes la nueva ley se aplicara a los actos por hacer
En cuanto al ámbito territorial, el proceso siempre se desenvuelve por las normas
procesales del Estado al que pertenece el órgano jurisdiccional.

Reglas de aplicación de la ley procesal


Las normas procesales no tienen una eficacia ilimitada ni en el tiempo ni en el
espacio. Situaciones pueden cambiar a lo largo del tiempo. Las normas jurídicas
procesales pertenecen a un Estado por lo que su eficacia debe de estar limitada.

En materia de aplicación de las normas procesales en el tiempo conviene


distinguir las del Derecho Procesal Penal, de las que regulan los demás procesos:

 En el proceso penal y en el procedimiento administrativo sancionador rige


el principio de irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no
favorables o restrictivas de derechos individuales (art. 9.3 CE), es decir, la
retroactividad de la norma procesal más favorable, por lo que la entrada
en vigor de una nueva norma procesal extenderá sus efectos al pasado,
siempre y cuando le sea más beneficiosa al imputado.

 Pero, en los demás procesos rige, como regla general, el criterio de


la irretroactividad de la norma procesal.

En materia de aplicación en el tiempo de la Ley procesal civil, lo decisivo es el


ejercicio del derecho de acción.

De las Disposiciones comunes de Derecho transitorio, previstas en la LEC,


interesa destacar que la regla general es la de que cada fase del procedimiento
(declarativo, impugnación o ejecución) ha de tramitarse con arreglo a la Ley nueva
o antigua en la fecha de la interposición del acto de iniciación (demanda, anuncio
de interposición del recurso o solicitud de ejecución).

Integración de la ley procesal

Hablamos de integración de la ley y no del derecho, por que éste es mucho más
amplio que la ley. La ley es sólo una fuente formal, una de las formas de expresión
que puede tomar el derecho. El derecho es el género y la ley la especie.

La ley es la fuente principal y constituye derecho preestablecido, el cual debe


utilizar el juez para resolver los casos que se le presentan. La ley es una fuente
abstracta, general y debe estar destinada a resolver conflictos de ordinaria
frecuencia; por lo tanto, la ley puede adolecer de vacíos o lagunas legales cuando
se trata de casos extraordinarios, no imaginados por el legislador, rodeados de
circunstancias especiales o de poca ocurrencia.

A pesar que la ley tenga vacíos, los jueces se encuentran obligados a fallar en
virtud del principio de inexcusabilidad. El conflicto, para garantizar la paz social,
debe ser resuelto y la falta de ley no debe ser un obstáculo. Con este fin recurren
a otras fuentes del ordenamiento, llenando estos vacíos. Esto es lo que se
denomina integración de la ley. Para ello se recurre a otras fuentes formales como
la costumbre, los principios generales del derecho y la equidad.

El derecho pre-establecido es una construcción humana y por lo tanto imperfecta.


Siempre existe la posibilidad de vacíos, injusticias, descordinaciones, etc.

1. INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN

La interpretación supone la existencia de una norma jurídica; en cambio, la


integración necesita la falta de ley que resuelva el asunto sometido a la decisión
del juez, o una ley con vacíos o lagunas. La interpretación supone una situación
regulada por el derecho preexistente; en cambio, la integración supone que el juez
se enfrenta al conflicto en ausencia de una norma preexistente que lo regule.

La ley procesal en el tiempo

Las leyes procesales tienen efecto hacia el futuro y su vigencia se extenderá en el


tiempo.

Dos excepciones a la regla:

•RETROACTIVIDAD: se aplica en situaciones con anterioridad a la vigencia de la


ley,la ley lo permite expresamente

•ULTRACTIVIDAD: se presenta cuando una norma derogada sigue presentándose


por determinado tiempo

Es importante señalar que por ningún motivo las normas procesales se pueden
aplicar al pasado, por el contrario rigen hacia el futuro, esta excepción se hace
para evitar poner en riesgo la seguridad jurídica
7.leyes procesales en el espacio:

la ley procesal es válida dentro del territorio, consagrado en el artículo 1 de la


constitución política es decir la ley procesal es legislada en el país Colombia y se
aplicara en todo el territorio.

8. ley procesal en relación a las personas: se aplica a todas las personas sin
excepción ninguna sea persona natural o jurídica, sin discriminación alguna.

AGENTES DIPLOMÁTICOS: GOZAN DE INMUNIDAD DIPLOMÁTICA

INCAPACES, SE LES NOMBRA UN CURADOR AD LITEM

9. Interpretación de la ley procesal: el derecho procesal al ser interpretado debe


servir y hacer efectivo los derechos (administrar justicia).

JURISDICCION

Del latín “jus”, derecho y, “dicere”, declarar: ‘dictar Derecho’.

La historia de la jurisdicción resume la evolución histórica de la solución de los


controversias. Véase mas en la Web o en su PC

Noción
¿Qué es la Jurisdicción? La Jurisdicción es una potestad, aunque se considera
insuficiente. La jurisdicción es un poder-deber por lo tanto es una función
pública. Véase mas...

Caracteres De La Jurisdicción
Son: la legalidad, es de orden publico y la indelegabilidad (LOJ 25 parrafo
II). Mas...
Naturaleza
Se siguen tres criterios para definir la naturaleza de la Jurisdiccion: el Criterio
Orgánico, el Criterio Formal y el Criterio Funcional. Mas...

Manifestaciones De La Jurisdicción
Se manifiesta a través de la:

EMISIÓN DE SENTENCIA. Llamada también: Función De Declaración De


Certeza. Consiste en dar la razón a una de los sujetos procesales.

EJECUCIÓN DE SENTENCIA. Es el poder de coacción que tienen el órgano


jurisdiccional. Cuando la sentencia ha sido ya pasada por autoridad de cosa
juzgada (verdad jurídica).

Elementos de la jurisdicción
Son potestades y aptitudes que tiene el juez u órgano jurisdiccional.

NOTION. Potestad de aplicar la ley al caso concreto.

VOCATIO. Aptitud de conocer la pretensión de un determinado sujeto procesal.

COERTIO. Potestad de precautelar los intereses sometidos a su decisión que


tiene, por ejemplo el arraigo, las anotaciones preventivas, etc.

IUDITIO. Potestad de dictar una sentencia (aplicación de la ley al caso concreto).


Es el elemento fundamental de la jurisdicción.

EXECUTIO Potestad que tienen un órgano jurisdiccional para ejecutar lo juzgado.

Clases de la Jurisdicción
La Jurisdicción No admite división, solo la competencia puede dividirse
(especialización en el trabajo jurisdiccional). Aquí por motivos pedagogicos
estableceremos: Clases de Jurisdiccion.

Las clases de Jurisdicción son: la Jurisdicción Ordinaria y las jurisdicciones


especiales como la Jurisdicción Militar, la Jurisdicción Arbitral, la Jurisdicción
Indígena, la Jurisdicción Constitucional, la Jurisdicción Electoral y la Jurisdicción
Agroambiental. Mas...
Funciones de la jurisdicción
Hemos señalado que los tres poderes del Estado en determinados momentos
cumplen también una actividad similar a la realizada por el Poder Judicial.
Inclusive este también cumple actividades administrativas, por ejemplo el Consejo
de la Judicatura, cumple el rol de administrar el Poder Judicial.

También el Poder Judicial cuando juzga a sus pares, o les quita el fuero 3] esta
cumpliendo una actividad jurisdiccional, no siempre cumple íntegramente su labor
legislativa.

Diferencias entre los productos de la Función Jurisdiccional y de la Función


Legislativa

 El producto de la función jurisdiccional es la sentencia. El producto de la


función legislativa es: la ley. La FL se concreta con la promulgación de una
Ley. La FJ con la emisión de una Sentencia.
 La ley es general. La sentencia es particular.
 La ley es previa, se dicta a priori. La sentencia es a posteriori, posterior al
conflicto.
 La ley es abstracta. La sentencia es concreta.
 La ley es autónoma por ser obligatoria para todos y emanar del poder
soberano del Estado a nombre de la Nación. La sentencia es
complementaria porque su fuerza provienen de la ley que previamente fue
dictada por el Poder Legislativo.

Como diferenciar los actos de la funciones Jurisdiccional y Administrativa


DIFERENCIA POR LA NATURALEZA DEL ACTO. (LEÓN DUGUIT Y GASTÓN
GEZÉ).

Si el contenido del acto se refiere a la reparación de un quebrantamiento legal,


estamos frente a un acto jurisdiccional. Si el acto simplemente pretende velar el
interés del Estado (material o económico) es un acto administrativo.

CRITERIO FORMAL O TEORÍA DEL ORGANO QUE LO EJERCE. (CARRÉ DE


MALBERG).

Si el acto es emitido por el Poder Judicial, es acto jurisdiccional. Si el acto es


emitido por el Poder Ejecutivo, es un acto administrativo.

CRITERIO FINALISTA O TEORÍA TELEOLÓGICA.


Si el acto pretende concretar el derecho objetivo (derecho sustantivo) será un acto
jurisdiccional. Si la finalidad es determinar actos particulares, atingentes a la
buena administración o a la convivencia urbana de los ciudadanos, será un acto
administrativo.

TEORÍA PSICOLÓGICA.

Si en el acto se ha utilizado raciocinio, recurriendo a las ciencias auxiliares como


la psicología, la lógica, la experiencia, etc., entonces será un acto jurisdiccional.

Si se ha aplicado simplemente normas de carácter técnico será un acto


administrativo. El acto administrativo es un acto de voluntad, no implica raciocinio.

Elementos Diferenciadores Entre Acto Jurisdiccional Y Administrativo


Un acto es jurisdiccional si existe los siguientes tres elementos: forma, contenido y
función (E. Couture):

FORMA. Existe forma cuando encima de las partes procesales esta un tercero
imparcial. El juez.

CONTENIDO. Si se va emitir una decisión (sentencia), consecuentemente se esta


aplicando el derecho sustantivo al caso particular, entonces se está en fren, te de
un acto jurisdiccional.

FUNCIÓN. Si la sentencia tiene la finalidad de restablecer la paz social entre las


partes procesales, aplica el derecho, y plasma los principios generales del dere,
cho, entonces es un acto jurisdiccional.

Suspensión Y Perdida De La Jurisdicción


La jurisdicción se suspende por:

 Acción penal contra el juez y,


 Por licencia.

La jurisdicción se pierde por:

 Sentencia condenatoria ejecutoriada 4] y,


 Renuncia del juez.

No se pierde por sola acción penal contra el juez, porque se violaría el Principio de
Defensa del imputado, y el Principio de Estado de Inocencia [5]. La jurisdicción se
pierde luego que en el proceso penal se le haya comprobado que cometió delito.
LA JURISDICCION ES UNICA

"El principio de unidad jurisdiccional es la base de la organización y


funcionamiento de los Tribunales."

Esta declaración vino a restablecer la norma, en contra de las "jurisdicciones


especiales" del antiguo régimen. Una Jurisdicción está informada por el susodicho
principio de unidad cuando la potestad jurisdiccional es encomendada
exclusivamente a los jueces y magistrados. Las Jurisdicciones especiales se
caracterizan y diferencian de los tribunales ordinarios por la concurrencia en ellas
de dos notas esenciales: desde un punto de vista formal no se rigen por las
disposiciones de la LOPJ, ni forman parte del Poder Judicial y, sobre todo, desde
el material, carecen de independencia frente a los demás poderes del Estado y, de
modo especial, frente al Ejecutivo. Las actuaciones que ante ellas transcurren no
pueden merecer la denominación de proceso, sino la de un mero procedimiento,
expresión formal de una solución autocompositiva.

El fundamento del principio de unidad, por consiguiente, es el mismo que el de la


propia legitimación del oficio judicial: "la independencia y la sumisión a la Ley de
los Juzgados y Tribunales". De nada serviría la proclamación de la sumisión del
Estado al imperio del Derecho, y la exigencia democrática de que las leyes
promulgadas por el Parlamento hayan de ser imparcialmente aplicadas a los
casos concretos, si aquella potestad pudiera ser sustraída del Poder Judicial y
encomendada a los funcionarios más sumisos del Poder Ejecutivo. El principio de
unidad jurisdiccional es, en general, consustancial a todo sistema democrático.

Competencia

COMPETENCIA
El vocablo competencia proviene del latín competere, que significa incumbir o
corresponder, en su acepción corriente se concibe como algo que se le esta
atribuido a alguien.

Desde el punto de vista jurídico, por competencia se entiende la forma en que se


distribuye la jurisdicción entre los diferentes juzgados.
1. Diferencias Entre jurisdicción y Competencia

2. Características

2.1 Improrrogabilidad:
se refiere a que solo el funcionario competente puede adelantar el proceso. Esta
regla tiene sus excepciones, enumeradas taxativamente en los correspondientes
códigos.

ejemplo: el juez competente es el del domicilio del demandado, pero si se le


demanda en un lugar diferente y este no invoca esta excepción o impedimento,
con el fin de que este juez no siga conociendo del proceso, entonces este juez
puede válidamente seguir tramitando el proceso y fallarlo.

2.2 Indelegabilidad:
significa que el funcionario judicial competente para conocer de un proceso no
puede facultar a otro para que lo tramite y falle. La única excepción que existe es
la comisión, la cual solo se limita a una actuación determinada.
2.3 Orden Público:
las normas que establecen la competencia son normas de carácter general, de
obligatorio cumplimiento, ya que de la competencia depende la correcta
administración de justicia en un estado.

2.4 Aplicación De Oficio:


la ley dispone que el juez debe verificar su competencia al avocar conocimiento de
un proceso, correspondiéndole rechazar la demanda en caso de carecer de
competencia, toda vez que la incompetencia determina la nulidad de la actuación.

Competencia objetiva, funcional y territorial.-


La competencia objetiva es la que se encuentra determinada por la materia o el
asunto, como la cuantía, elementos determinantes. Así tenemos que para los
asuntos civiles y comerciales en el país, son competentes los jueces
especializados en lo civil así como para los asuntos penales lo serán los
especializados en lo penal y para los asuntos laborales los que conocen de esta
especialidad, ahora incorporadas por tal razón dentro del Poder Judicialtotalmente
unificado.
El criterio de cuantía es determinante para la competencia de un juzgado, pues
mientras estas cuantía sea mínima, tendrá la competencia el juez de paz, mientras
que si pasa el limite señalado establecido por la ley, será competencia del juez de
Primera Instancia. En nuestro ordenamiento procesal, se dan las reglas para
determinar el valor del juicio, en ese caso de dificultad, contenidas en los nuevos
reglamentos procésales .
La competencia funcional, corresponde a los organismos judiciales de diverso
grado, basada en la distribución de las instancias entre varios tribunales, a cada
uno de los cuales le corresponde una función; cada instancia o grado se halla
legalmente facultado para conocer determinada clase de recursos (Primera
Instancia, Corte superior, Corte Suprema).
Sin embargo, puede ocurrir, por excepción, que originalmente puede iniciarse una
controversia directamente en la instancia superior o suprema, justificado por cierta
situación en el juzgado de personeros del estado a quienes se les da un trato
preferente, como es el contemplado en el articulo 114 de la L.O del P.J anterior.
Las disposiciones sobre competencia, son imperativas con lo que se quiere
explicar que deben ser atacadas necesariamente; si un tribunal carece de
competencia, debe inhibirse y los interesados en su caso están asistidos del
perfecto derecho de ejercer los recursos y acciones que creyeran convenientes.
Las normas pertinentes contenidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial, fijan en
nuestro país, los grados o instancias de los Juzgados de Primera Instancia, Cortes
Superiores y Corte Suprema.
Competencia Territorial.- Se justifica por razones geográficas o de territorio en la
que se encuentra distribuidos los juzgados y tribunales superiores de cualquier
país; se refiere a esta clase de competencia únicamente a los organismos de
primera instancia puesto que los tribunales superiores intervienen solo en razón de
su función. El Perú esta dividido en 20 distritos judiciales que no necesariamente
corresponde a la división política del país.
Antiguamente esta competencia se conocía con el nombre de fuero; había el fuero
general y el especial; el fuero general ha sido el domicilio del demandado en que
podía ser emplazado para cualquier clase de procesos; el fuero especial constituía
la excepción; a estos fueros se agregaban los fueros en razón de la persona o de
sus bienes.
En nuestro país, se acepta como norma general que el domicilio del demandado
es el componente para que se tramite legalmente un proceso civil o mercantil con
atingencias en cuanto al domicilio señalado en el Código Civil en sus artículos 33 y
siguientes, salvo la excepciones que pueden darse en los nuevos cuerpos legales
normativos.
Para los casos del fuero instrumental, o sea para la prestación de la obligación
contractual o cuasi contractual, se sigue la misma norma de ser competente el
juez del domicilio de la persona a la cual se demanda (domicilio del demandado),
pero en nuestro país puede a elección demandar ante el juez del lugar señalado
para el cumplimiento de la obligación; o ante el juez donde desempeña
la administración, en las demandas sobre rendición y aprobación de cuentas.
4.- Criterios para fijar la competencia.-
Siendo el principio de legalidad el determinante de la competencia; en los Arts 6 y
7 del Código Procesal Civil vigente los que señalan la irrenunciabilidad y la
indelegabilidad de las mismas salvo casos expresamente previstos en la ley o en
sus convenios internacionales respectivos.
Los criterios para fijar competencia según el C.P.C son:
Materia
Territorio
Cuantía
Grado
Conexión entre los procesos.
Competencia por razón de materia.-
Este factor se determina por la naturaleza de la pretensión procesal y por las
disposiciones legales que la regulan, resto es, se toma en cuenta la naturaleza del
derecho subjetivo hecho valer con la demanda y que constituyen la pretensión y
norma aplicable al caso concreto.
Competencia por razón de territorio.-
La razón de ser de este tipo de competencia es la circunscripción territorial del
juez recogiendo el vigente CPC el criterio subjetivo y objetivo; en primer caso tiene
en consideración el domicilio de la persona o litigante demandado o por excepción
demandante, como por ejemplo en procesos sobre prestaciones alimenticias. En
el segundo prima el organismo jurisdiccional de la sala o tribunal como por
ejemplo las salas de la corte suprema tienen competencia en toda la republica, en
tanto que una sala superior solo en el distrito judicial correspondiente y un juzgado
correspondiente y un juzgado de provincia tan solo ella.
Sin embargo este criterio territorial es flexible y relativo, admite por convenio que
sea prorrogado, a diferencia del criterio anterior que resultaba inflexible y absoluto.
El nuevo CPC contiene en relación al criterio de competencia territorial que
tratándose de personas naturales:
Si el demandado domicilia en varios lugares, pude ser demandado en cualquiera
de ellos.
Si carece de domicilio o este es desconocido, es competente el juez del lugar
donde se encuentre o del domicilio del demandante, a elección de este ultimo.
Si domicilia el demandado en el extranjero, es competente el juez del lugar del
ultimo domicilio que tuvo en el país.
Tratándose de personas jurídicas regulares demandadas es el juez competente el
del lugar en que la demanda tiene su sede principal sobre disposición legal en
contrario y si tiene sucursales en el domicilio principal o ante el juez de cualquiera
de esos domicilios.
Para casos de personas jurídicas irregulares o no inscritas es el juez competente
el del lugar en donde se realiza la demanda.
Hay, así mismo, reglas para los casos de sucesiones demandadas,
estableciéndose sobre el particular que es el juez competente el del lugar en
donde el causante haya tenido su ultimo domicilio en el país señalándose que esta
competencia es improrrogable.
Tratándose de expropiación de bienes inscritos es juez competente el del lugar en
donde el derecho de propiedad se encuentra inscrito y si se hallare escritos el juez
donde se halle el bien situado
En casos de quiebra y concurso de acreedores, si se trata de comerciantes, el
juez del lugar donde el comerciante tiene su establecimiento principal. Si no fuera
comerciante, el juez del domicilio del demandado
Si se tarta del Estado como demandado y no teniendo este privilegios de antaño
en que solo podía serlo ante jueces civiles de la Capital de la Republica, si el
conflicto de intereses tiene su origen en una relación jurídica de derecho publico,
es juez competente el del lugar donde tiene su sede la oficina o repartición
del Gobierno central , Regional o Local.
Si tiene su origen el conflicto de intereses en una relación jurídica de derecho
privado, se aplicara las reglas generales de la competencia por razón de territorio.
Si se tarta de órgano constitucional autónomo o contra funcionario publico que
hubiera actuado en ejercicio de sus funciones, se aplicaran las normas anteriores.
La competencia para títulos de ejecución (Art. 713) si se trata de ejecución de
resolución judicial firme (Art. 714) se ejecutan ante el juez de la demanda.
Sin embargo, como se homologa a los "laudos arbítrales firmes" tal ejecución en
caso de incumplimiento y teniendo el juez exclusivamente "Ius Imperium" Será
competente el juez especializado civil del lugar donde se deba ejecutar y
funcionando la mesa de partes única como sede en la Capital de la Republica el
que por racionalización resulte pertinente ya que el factor anterior del "turno" ha
sido eliminado.
Finalmente dentro del criterio de la competencia territorial, tratándose de procesos
no contenciosos, es juez competente el del lugar del domicilio de la persona que lo
promueve o en cuyo interés se promueve salvo disposición legal a pacto en
contrario.
Competencia por razón de cuantía.-
El criterio de la cuantificación del asunto o conflicto de intereses para fijar la
competencia, abarca de un lado de la cuantía propiamente dicha y de
otro procedimiento en que se debe sustanciar el caso en concreto.
Tratándose de sumas de dinero el índice de la Unidad Referencial Procesal (URP)
determina que hasta 50 URP es de competencia del juez de paz; sumas
superiores corresponden a los jueces especializados civiles.
Sin embargo como los procesos de conocimiento se subdividen en :
De conocimiento propiamente dicho cuando la estimación patrimonial sea mayor a
las 300 URP
Abreviado si la estimación patrimonial es mayor de 50 URP pero inferior a los 300
URP
Sumarísimos en relación a la cuantía según disposiciones que el CPC señala al
respecto
La cuantía también es factor de competencia en los procesos ejecutivos y el índice
referencial esta referido a montos inferiores o superiores a las 50 URP
También para loa procedimientos no contenciosos se tiene en cuenta tal limitación
cuantitativa referencial.
Competencia por razón de grado.-
Denominado este criterio competencia funcional se relaciona con el nivel o
jerarquía de los organismos jurisdiccionales pues existen juzgados de primera
instancia o especializados civiles; Salas Civiles o mixtas de las cortes superiores
(segunda instancia) y las salas civiles de la Corte Suprema que con fines
exclusivamente académicos llamamos "tercera instancia" que ejercen su función
dentro del marco de las otras competencias.
Por lo general están considerados gradualmente y órganos superiores revisores y
no originarios, pero para ciertos asuntos como el caso de las acciones
contenciosas administrativas y responsabilidad civil (de índole indemnizatorio) son
originarias.
La Ley Orgánica del Poder Judicial al respecto resulta conveniente consultarla y
prioritariamente la Constitución Política en cuanto a la organización básica del
Poder Judicial se refiere.
Competencia por razón conexión.-
Tanto respecto de las "pretensiones" conexas por razón de litis consorcio o entre
una principal y otras accesorias, se presentan los casos que el principio de
legalidad deba normarse cual es el juez competente.
El juez que debe conocer de los procesos a acumular también resulta de interés
para analizar la competencia por razón de conexión.
En todos estos casos orientan los principios de economía procesal y unidad de
criterio con la que deben resolverse los asuntos conexos .
Antes de ocuparnos de los cuestionamientos de la competencia , debemos señalar
que el nuevo CPC no regula ya como factor de competencia el criterio del turno
tan conocido antes en Lima y las principales ciudades del país, se ve el
funcionamiento de una mesa de partes única; se trata de una racionalización
interna y los medios informáticos y los medios informáticos así permiten así
eliminar un régimen no compatible ahora con los cambios tecnológicos vigentes
contemporáneos en la Administración de Justicia y al Proceso Civil.

LA ORGANIZACIÓN JURIDICA
LA ORGANIZACIÓN JURIDICA de todo Estado se basa en la identificación,
aseguramiento y protección determinados valores que son estimados los pilares
fundamentales de sus ordenamientos internos. Autoridades y sus atribuciones,
diversos niveles jerárquicos, servicios dotados de facultad adecuadas para
atender las necesidades públicas, deberes de los ciudadanos, estructuras
familiares, económicas, sociales y culturales están entre ellos. Es precisamente el
sistema legal del Estado el que tiene la finalidad de prescribir imperativamente a
los ciudadanos el respeto de esos valores esencial mente para el funcionamiento
organizado del Estado. A este sistema legal se le llama constitutivo y se compone
de las diversas ramas de legislación que tiene por objeto provocar una cierta
forma de organización social. Pertenecen a las leyes Constructivas.
Administrativas, Civiles, Comerciales, Laborales, Penales etcétera. Son esas
mismas ramas, llamadas por eso constructivas, las que establecen sanciones
normalmente apropiadas para aquellos que violen sus preceptos. Esas sanciones
consisten en general, en el cumplimiento forzado de la regla que fue
desobedecida, en la nulidad de los actos que no se ajustan a la ley, en la
reposición de las cosas al estado inmediatamente anterior a la infracción y en la
reparación de los daños causados. Sin embargo, una sociedad no se conforma
únicamente con ese tipo de sanciones. Por que existen formas particularmente
graves de violación de ley. Toda sociedad rige colectivamente por un cuerpo de
leyes, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos sus miembros, leyes basadas
en principios morales según sus tradiciones, sus características sus características
tipificantes y su idiosincrasia. Pero como sucede en todos los casos la
obligatoriedad se rompe en ocasiones y no faltan individuos que por una u otra
circunstancia vulneren las disposiciones legales unas veces premeditadamente,
otras culposamente, a los contraventores de la ley se aplican sanciones que la
misma ley señala, sanciones que tienen asignada cierta escala de rigor a la
intensidad del delito, condición moral del delito, cuanto grado de intención delictiva
y otros factores que pueden influir. Mediante la siguiente la cual será,
semanalmente daremos inicio y trataremos de explicar cuáles son las diferentes
ramas del derecho en nuestro Estado y en nuestro país, las cuales desglosaremos
y para qué sirve cada una de ellas, como ya se dijo anteriormente el Derecho Civil,
Penal, Mercantil, Laboral, Administrativo, Agrario, Amparo entre otras.

a) Publica: Toda vez que constituye una expresión de la soberanía del Estado, a
quien corresponde satisfacer el interés de la sociedad en la composición del
conflicto.
A ello se debe agregar que, su organización y funcionamiento, está regulado por
las normas de derecho público.
b) Única: La función jurisdiccional que se desarrolla a lo largo del territorio
nacional, es siempre la misma, independientemente del órgano jurisdiccional que
la ejercite del topo de proceso que se sustancie, ya sea esta civil, penal, laboral,
etc.; toda vez que la fuente de donde proviene y la actividad que cumple es igual
en toda las áreas.
c) Exclusiva: Esta característica tiene dos aspectos: una exclusividad interna,
referida a que la actividad jurisdiccional solo la pueden ejercer aquellos órganos
expresamente autorizados por la Constitución, y no así los particulares; y, por otro,
una exclusividad externa, referida a que cada Estado la aplica con prescindencia y
exclusión de los otros.
d) Indelegable: Mediante esta característica, se quiere expresar que el Juez
predeterminado por la ley no puede excusarse o inhibirse de administrar justicia y
delegar en otro el ejercicio de la función jurisdiccional.
1.2. Los Órganos Jurisdiccionales
El termino Órgano Jurisdiccional, está referido a aquellos magistrados que
cumplen función jurisdiccional en sentido estricto; es decir, a aquellos que
únicamente desempeñan las labores propias de un juez, mas no comprende a
aquellos que desempeñan otras labores como el nombrar jueces, fiscalizar la
actividad jurisdiccional, capacitar magistrados, etc.
En la actualidad, debido a que el marco constitucional ha otorgado función
jurisdiccional no solo a los magistrados del Poder Judicial, tenemos que la
denominación “órgano jurisdiccional” se refiere tanto a los magistrados del Poder
Judicial como también a los del Tribunal Constitucional, que es el máximo
intérprete de la constitución, el cual únicamente se va a avocar al conocimiento de
aquellos temas que constituyan atentados en contra de la norma fundamental; del
Tribunal Militar, que se encarga de procesar y juzgar a aquellos militares o
efectivos policiales que hayan cometido delitos de función; o del Jurado Nacional
de Elecciones, en tanto desempeñen labor jurisdiccional en sentido amplio.
En materia penal, el Art. 16º del Código Procesal Penal establece que la potestad
jurisdiccional del Estado, es ejercida por: 1) La Sala Penal de la Corte Suprema; 2)
Las salas penales de las cortes superiores; 3) Los Juzgados Penales, constituidos
en órganos colegiados o unipersonales, según la competencia que le asigna la ley;
4) los juzgados de investigación preparatoria; 5) los juzgados de paz letrados, con
las excepciones previstas por la ley para los juzgados de paz.

Partes procesales
Partes procesales. Son personas (individuales o colectivas) capaces legalmente,
que concurren a la substanciación de un proceso contencioso; una de las partes,
llamada actor, pretende, en nombre propio la actuación de la norma legal y, la otra
parte, llamada demandado, es al cual se le exige el cumplimiento de una
obligación, ejecute un acto o aclare una situación incierta.

En resumen partes son, solo:

1. el actor y
2. el demandado.

Este concepto es una consecuencia del Principio de Contradicción o Estructura


bilateral del proceso.

Partes principales y accesorias


Son partes esenciales o principales:
 el actor,
 el demandado y
 para el código procesal boliviano es parte, también, el juez (CPC, 50)

Son partes accesorias:

 los peritos,
 los auxiliares,
 los interventores (CPC, 51) El fiscal es parte accesoria sólo si el Estado es
actor o demandado.

Los Sujetos procesales. Son personas capaces legalmente para poder participar
en una relación procesal de un proceso, ya sea comoparte esencial o accesoria.
Es decir son sujetos procesales:

 las partes (actor y demandado),


 el juez,
 los auxiliares,
 los peritos,
 los interventores,
 los martilleros,
 los fiscales.

EI Código trata de la representación legal en el título relativo a la representación


procesal. La representación legal en los procesos se ha establecido también para
cubrir una necesidad, pues, de lo contrario, por ejemplo, los incapaces no tendrían
la posibilidad de que sus derechos sean defendidos en los casos que fuesen
violados o desconocidos por terceras personas. Es que los intereses de todas las
personas tienen que estar tutelados por el derecho. Por ello es que la ley también,
en determinados supuestos, impone la obligación de representar.
Las personas que no pueden actuar por sí, mismas en el proceso, es decir , que
carecen de capacidad procesal, lo deben hacer por intermedio de su
Representante Legal. El Representante Legal, según el artículo 45° del Código
Civil, es que ejerce los derechos civiles de los incapaces, según las normas de la
patria potestad, tutela y cúratela.
1.1 Representación de los incapaces
El ordenamiento procesal civil señala que las personas naturales que no tienen el
libre ejercicio de sus derechos comparecen al proceso representados según
dispongan las leyes pertinentes (Art. 632 CPC). Son incapaces absolutos, de
acuerdo al artículo 43° del Código Civil:
 Los menores de dieciséis años, salvo para aquellos actos determinados por ley.
 Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento.
 Los sordomudos, ciego sordos y los ciego mudos que no pueden expresar su
voluntad de manera indubitable.

Son incapaces relativos, de acuerdo al artículo 44° del Código Civil:


 Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad.
 Los retardados mentales.
 Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre voluntad.
 Los pródigos.
 Los que incurren en mala gestión.
 Los ebrios habituales.
 Los toxicómanos.
 Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

Menores de Edad:
Tratándose de personas naturales, el código Civil determina que son
representantes de los menores de edad los padres que ejercen la patria potestad
(Art. 4192 CC) y si no estuvieran sujetos a la patria potestad el tutor designado el
curador de bienes del incapaz representa en juicio a éste (Art. 603\! CC) .
b. Las personas jurídicas
Están representadas en el proceso de acuerdo a lo que dispongan la Constitución,
la ley y el respectivo estatuto (Art. 64Q CPC). Las personas jurídicas, en
conceptos genéricos, pueden ser:
b.1 De derecho público. A su vez, pueden ser:
De carácter externo, como la Cruz Roja Internacional, la Organización de Estados
Americanos, los Estados extranjeros, etc.; y
De carácter interno, como el propio Estado peruano, las universidades nacionales
del país, las Municipalidades,
b.2. Las personas jurídicas de derecho privado, Están constituidas por las
asociaciones, las fundaciones, los comités, las comunidades campesinas y
nativas, reguladas por el Código Civil, y las sociedades de carácter civil y
comercial, reguladas por la Ley General de Sociedades.
Estas personas jurídicas tienen capacidad de ser parte en el proceso, pero como
no tienen capacidad procesal -capacidad para ejercitar sus derechos en el
proceso-, por tratarse de personas ideales, pueden hacerlo a través de sus
representantes legales (personas naturales o físicas) señalados por la
Constitución, por la ley de su creación, por su respectivo estatuto o por su
documento de constitución. Naturalmente, tratándose de personas jurídicas de
derecho externo, su representación está determinada por sus propios
ordenamientos jurídicos.
Tratándose de personas jurídicas de derecho interno, éstas son representadas en
el proceso de acuerdo a lo que disponga la Carta magna, la ley y el respectivo
estado.
La Ley N° 26789, promulgada el 12 de mayo de 1997, establece que el
administrador, representante legal o presidente del consejo directivo, según
corresponda, de las personas jurídicas reguladas en la Sección Segunda del Libro
I del Código Civil gozan de las facultades generales y especiales de
representación procesal señaladas en los artículos 742 y 752 del Código Procesal
Civil por el solo mérito de su nombramiento inscrito en el registro correspondiente,
salvo disposición estatutaria en contrario, para cuyo efecto basta presentar al
proceso copia notarialmente certificada del documento donde consta el
nombramiento inscrito.
También debemos a0notar que la Ley General de Sociedades señala que el
nombramiento de administradores, de liquidadores o de cualquier representante
de la sociedad, así como el otorgamiento de poderes surten efecto desde su
aceptación expresa o desde que las referidas personas desempeñan la función o
ejercen tales poderes; además, que el gerente general o los administradores de la
sociedad, según sea el caso, gozan de las facultades generales y especiales de
representación procesal señaladas en el Código de la materia ( en este caso el
Código Procesal Civil), por el solo mérito de su nombramiento, salvo estipulación
en contrario del estatuto (Art. 142 LGS) .En este caso, para acreditar la
representación, bastará presentar el documento que pruebe el nombramiento.
Las personas jurídicas extranjeras, sus sucursales, agencias o establecimientos,
que realicen actividad en el Perú, están sujetas a las mismas exigencias de
representación que la ley señala para las personas jurídicas. Estas personas
jurídicas y sus dependencias, si ejercitan actividades en nuestro país, tienen que
sujetarse a las reglas nacionales sobre personas jurídicas peruanas. En materia
comercial es frecuente la celebración entre los Estados, entre ellos el Perú, de
convenios internacionales en los cuales se pueden establecer normas que regulen
la actividad de esas personas extranjeras en nuestro país, normas que tendrán
preferencia frente a las nacionales.
c. El Estado
En los procuradores de la República tienen su plena representación en juicio y
ejercitan su defensa en todos los procesos y procedimientos en los que actúe
como demandante y demandado (Art. 22 del Decreto Ley N 17537, que crea el
Consejo de Defensa judicial del Estado). Excepcionalmente el Poder Ejecutivo
podrá encomendar la defensa del Estado, en calidad de Procurador General de la
República ad-hoc, a letrado distinto del Procurador General titular correspondiente
(Art, 32 Decreto Ley N° 17537).
El mencionado Decreto Ley señala que los Procuradores Generales de la
República Titulares y Procuradores Adjuntos, su caso, podrán conferir poder en
juicio por acta o delegar su representación por simple escrito en favor de
abogados auxiliares (Art, 182 Decreto Ley NQ 17537). En efecto, los Procuradores
Generales de la República pueden delegar la representación , del Estado no sólo
en favor de Abogados auxiliares, sino también a favor de los denominados
Procuradores Adjuntos (Art. 16,segundo párrafo, Decreto Ley N° 17537).
Patrimonios Autónomos:
Es decir, cuando dos o más personas tienen un derecho o interés común respecto
de un bien, sin constituir una persona jurídica (una copropiedad, una sucesión), la
representación corresponde a cualquiera de sus partícipes si es demandante y si
es demandado la representación corresponde a la totalidad de los que lo
conforman (Art. 652 CPC) . La representación de la sociedad conyugal es ejercida
conjuntamente por los cónyuges, sin perjuicio de lo dispuesto por el Código
Procesal Civil "La sociedad Conyugal puede representada en proceso por
cualquiera de los cónyuges si es del1lan- dante y si es demandada la
representación recae ellos dos consortes" (Art. 652 CPC) .
2. La Representación Convencional en el Código Procesal Civil
La representación convencional, en términos genéricos, emerge de la voluntad de
aquel que quiere ser representado en la celebración de actos jurídicos, confiriendo
al efecto el poder correspondiente, en el que se figurarán los actos para los cuales
se confiere la representación y sus alcances. El acto jurídico, como está regulado
por el Código Civil, puede ser realizado mediante representante, salvo disposición
contraria de la ley; la facultad de representación la otorga el interesado o la
confiere la ley (Art. 1452 CC) . Puede conferirse representación a una sola
persona o a varias.

Clases de legitimación

CLASES DE LEGITIMACIÓN.-
2.6.1.- LEGITIMACIÓN ORDINARIA (AFIRMACIÓN DE TITULARIDAD DEL
DERECHO SUBJETIVO MATERIAL.-
Si la legitimación se refiere a quiénes deben ser parte en un proceso concreto
para que la actividad jurisdiccional se realice con eficacia, el punto de arranque ha
de consistir en tener claro lo que significa el principio de oportunidad en el proceso
civil. Ese principio, que responde a la concepción que da primacía a los intereses
individuales, supone:
1.- El proceso civil no es el único sistema posible para la actuación del Derecho
objetivo privado ni para la restauración del derecho subjetivo violado o
desconocido; aquél se aplica normalmente por los particulares y éstos, en caso de
violación o desconocimiento de su derecho subjetivo, pueden acudir a varios
medios para su restauración, uno de los cuales consiste en instar la tutela de los
órganos jurisdiccionales del Estado, ejercitando el derecho a la jurisdicción que les
reconoce el Art. I del Titulo Preliminar del C.P.C.
2.- La incoación del proceso civil queda a voluntad del titular del derecho subjetivo
que lo estima violado o desconocido, siendo este titular el que debe decidir si es
oportuno o no para la defensa de su derecho acudir a instar la tutela jurisdiccional.
A esta consecuencia se refiere el Art. IV del Título Preliminar del C.P.C. cuando
prevé que "el proceso se promueve sólo a instancia de parte".
El principio de oportunidad se basa en el reconocimiento de la autonomía de la
voluntad y de los derechos subjetivos privados y lleva a que la tutela jurisdiccional
de los mismos sólo puede actuarse, mediante la aplicación del Derecho Objetivo,
precisamente cuando alguien la inste. Si el derecho subjetivo existe o no, y si la
obligación correlativa existe o no, es algo que sólo podrá saberse al final del
proceso; pero, de entrada, el proceso sólo tendrá sentido si el que lo insta afirma
su titularidad del derecho e imputa la titularidad de la obligación al demandado.
Esta es la concepción que se encuentra en la base del Art. VI del T.P. del C.C.
cuando dice que "para ejercitar una acción es necesario tener legítimo interés
económico o moral" y del Art. IV del Título Preliminar del C.P.C. al referirse al
interés y legitimidad para obrar que debe invocar el que promueve el proceso.
En un ordenamiento, basado en la autonomía de la voluntad y en la libre
disposición, el único que puede formular la pretensión con legitimación es quien
afirme su titularidad activa de la relación jurídico – material. Si una persona que no
realiza esa afirmación interpone a pretensión en beneficio de quien ella afirma que
es el titular, el juez tendrá que declarar que se actúa sin legitimación activa y, sin
pronunciarse sobre el fondo del asunto, dictará una resolución meramente
procesal.
A estos efectos es indiferente que se trate de las llamadas legitimación originaria o
derivada. En la primera las partes comparecen en el proceso afirmando el
demandante que él y el demandado son los sujetos originarios del derecho
subjetivo y de la obligación, aquellos respecto de los cuales nació inicialmente la
relación jurídica. En la segunda, en la derivada, el demandante afirmará que una
de las partes o las dos comparece en el proceso siendo titular de un derecho
subjetivo o de una obligación que originariamente pertenecía a otra persona,
habiéndosele transmitido de modo singular o universal.
Esta legitimación derivada no es más que un caso de sucesión. La legitimación
consiste aquí en la afirmación del derecho y el tema de fondo constará de dos
cuestiones de derecho sustantivo. 1) la condición de heredero, y 2) la existencia
de la relación jurídica afirmada. El que estas dos cuestiones deban resolverse de
modo lógicamente separado, no convierte a la primera en tema de legitimación,
pues la atribución personal del derecho es siempre tema de fondo que se resuelve
conforme el derecho material. Por esto, se discrepa del Art. 425.4 del C.P.C.
cuando en él se exige presentar con la demanda "la prueba de la calidad de
heredero" separándola de los demás medios probatorios; se produce en él una
confusión entre lo que es actuar por representación (curador
de bienes, administrador de bienes comunes, albaceas) y lo que es actuar como
titular, aunque el derecho esté en su patrimonioporque se lo haya transmitido otro.
Adviértase que si la legitimación ordinaria viene referida en la mayoría de los
casos a la afirmación de la titularidad de un derecho y a la imputación de una
obligación, no siempre es así. Existen situaciones jurídicas respecto de las que no
pueden hacerse afirmaciones de titularidad de derechos y
de obligaciones simplemente porque éstos no existen; y respecto de las cuales, es
la ley directamente la que dice qué posición debe ocupar una persona para que
esté legitimada.
Este es el caso, por ejemplo, del Art. 583 del C.C., que dispone quién puede pedir
la interdicción del incapaz, o del Art. 587, que establece quién puede pedir la
curatela del pródigo o del mal gestor, o del Art. 588, respecto de la interdicción del
ebrio habitual y del toxicómano; o en la filiación, siempre del C.C. los Arts. 367,
368, 369, 372, 373, 399, 406 y 407; o en la separación de cuerpos, Art. 334. con lo
que el interés está implícito en la afirmación que debe hacerse en la demanda por
el actor de que él es uno de los legitimados por la ley.

Litisconsorcio: concepto y clases


El litisconsorcio tiene lugar en el momento mismo de la presentación de la
demanda (si el momento es posterior, se habla de intervención). Habrá
litisconsorcio cuando en la demanda se señalen (o se debieran señalar) como
demandantes o como demandados una pluralidad de sujetos que serán parte
principal en el proceso que se trate. Por lo tanto, con esta definición ya podemos
distinguir dos primeros tipos de litisconsorcio: el litisconsorcio activo y el
litisconsorcio pasivo, dependiendo de que la pluralidad de sujetos esté en el lado
activo (demandantes) o en el lado pasivo (demandados) en el procedimiento.
También se puede hablar de litisconsorcio mixto en los supuestos en los que la
pluralidad de sujetos se encuentre simultáneamente en ambos lados, activo y
pasivo.
Pese a la clasificación anterior, la distinción más importante es la que diferencia
entre el litisconsorcio voluntario y el litisconsorcio necesario. El litisconsorcio
voluntario es una facultad para el demandante y el necesario una carga para él. Lo
anterior viene a significar que, aunque en ambos supuestos se denomine
litisconsorcio, la regulación será diferente y también su fundamento.
Litisconsorcio voluntario
El 12.1 ,LEC se dedica al litisconsorcio voluntario (que también se denomina
litisconsorcio simple o litisconsorcio facultativo). El mencionado artículo dispone
que podrán comparecer en juicio varias personas, como demandantes o como
demandados, cuando las acciones que se ejerciten provengan de un mismo título
o causa de pedir. Esta referencia sobre el ejercicio de varias acciones, nos obliga
a poner en relación al litisconsorcio voluntario con la clasificación de la
acumulación de acciones.
En primer término, el 71.2 ,LEC, sobre la acumulación objetiva de acciones,
dispone que el actor podrá acumular en la demanda cuantas acciones le
competan contra el demandado, aunque provengan de diferentes títulos, siempre
que las acciones no sean incompatibles entre sí. Así, existirá un solo demandante
y un solo demandado pero varias acciones (no hay litisconsorcio, lo que lo
diferencia del 12.1 ,LEC en la que hay pluralidad de sujetos). En segundo término,
el 72.1 ,LEC, sobre la acumulación subjetiva de acciones dice que podrán
acumularse, ejercitándose simultáneamente, las acciones que uno tenga contra
varios sujetos (o varios contra uno), siempre que las acciones guarden una
relación en el nexo por razón del título o la causa de pedir. Aquí la similitud con la
norma del 12.1 ,LEC es evidente. Lo contenido en el 72.1 ,LEC en realidad trata
sobre una acumulación objetivo-subjetiva (aunque su rúbrica hace referencia tan
solo a la subjetiva), dado que se acumulan diferentes acciones frente (o a favor)
de varios sujetos.

LA ACCION PROCESAL

La acción se origina en los aforismos del derecho romano: nemo iudex sine
actore (no puede existir un proceso si no hay actor) y nemo procedat iudex iure ex
oficio (no puede existir un proceso de oficio). Es la evolución máxima del derecho
romano.

En la actualidad la acción tiene su fundamento en la iniciativa (que es de carácter


personal) y en el poder de reclamar (que es de carácter abstracto)

En términos generales: iniciativa + el poder de reclamar = acción.


Por lo tanto decimos que la acción procesal es un poder abstracto que da paso a
un derecho completo para reclamar ante un tribunal.

Todos los habitantes de una sociedad organizada tienen esa potestad de acudir
ante el órgano jurisdiccional para que se concrete la seguridad jurídica frente a un
derecho. Consecuentemente la jurisdicción, la acción y el proceso forman el
triángulo de la teoría del derecho procesal.

La acción es poder de reclamar la intervención de la justicia frente a la vulneración


de un derecho en particular. La pretensión es la concreción de esa potestad.
La demanda es el instrumento material que plasma el poder abstracto (la acción) y
el derecho concreto (la pretensión). La demanda es la presentación escrita de
esos dos aspectos ante órgano jurisdiccional.

La jurisdicción y la acción no pueden “caminar” por si solos, sino que tiene que
haber otra institución que permita el desenvolvimiento de ambos, nos referimos
al proceso. Este es el instrumento que permite concretar, en términos generales,
la marcha de la jurisdicción y de la acción. Esta es la importancia del proceso.

Significados
Actio deriva de agere, que significa obrar. En Roma el actor tenía que producir
mímicamente sus pretensiones, tenía actuar frente al tribunal, por eso la mayoría
de los tratadistas coinciden en señalar que acción deriva de estas dos voces
latinas.

Desde el punto de vista gramatical Carlos Arellano señala que la palabra acción es
un sustantivo femenino, que alude directamente a un movimiento, o a la
realización de una actividad.

Filosóficamente la palabra acción tiene dos significados: objetivo, que se la conoce


con el nombre de acción transeúnte y subjetivo, con el nombre de acción
inmanente. La acción transeúnte es el movimiento de un punto de partida a un
punto de llegada. La accióninmanente se refiere al movimiento interno del cuerpo
desde el punto de vista físico, químico y psíquico, por ejemplo el desarrollo
[crecimiento] del ser humano.

Desde el punto de vista jurídico el Adolfo Alvarado sistematiza cuatro


concepciones:

LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA ACCIÓN


La problemática más severa de esta cuestión es determinar la relación entre la
acción y el derecho sustancial. La naturaleza jurídica de la acción ha tenido
profunda evolución en la historia del pensamiento procesal, partiendo desde la
concepción romana que la comprendía dentro del derecho material, hasta las
modernas corrientes doctrinarias que la tienen como un derecho autónomo e
independiente, desligado del derecho privado de la persona en particular.
La teoría tradicional, la identifica en el derecho material protegido, que es el
criterio que se sostiene al considerarla como un medio que se da al titular de un
derecho para su debida protección que toma la misma naturaleza que el derecho
que protege, y para conocer la de aquella es menester precisar éste.
La primera concepción, es decir, la latina, tiene su génesis en el derecho romano
inspirado en la definición del jurisconsulto CELSO y las instituciones de GAYO,
que conceptúan la acción como el jus persequendi quo sibit debetur; o como se
afirma el medio legítimo para reclamar en juicio los derechos que nos pertenecen.
SAVIGNY, ha señalado que cuando se examina el derecho bajo la relación
especial de su violación, aparece un nuevo estado, el estado de defensa, y así la
violación de igual manera que las instituciones establecidas para combatirlas
recobran sobre el contenido y la esencia del derecho mismo, y así el conjunto de
modificaciones operadas en el derecho por aquella causa, se designa con el
nombre de acción.
Los elementos de la acción según SAVIGNY, son dos: el derecho protegido y su
violación. Si no hay derecho, no cabe violación y sin ésta, no puede tomar la forma
la acción.
La violación del derecho establece una relación jurídica entre el titular y el
causante de la lesión, que los coloca en una situación idéntica a la del acreedor y
del deudor. Estando constituido el contenido de tal relación por la reparación de la
violación y según SAVIGNY la relación que de la violación resulta, es decir, el
derecho conferido a la parte lesionada, se llama derecho de acción o acción.
La acción va indisoluble mente unida al derecho protegido, por lo tanto, no puede
ser enajenada, hipotecada, gravada o sumada, transmitida independientemente de
aquel derecho de donde brota.
La mayoría de los autores seguidores de la trayectoria latina, o sea, la línea
tradicional, funda la acción en el derecho que se reclama y es pretendido en el
juicio, bien sea de mera declaración, conservación o ejecución.
CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN
Las características de la acción, las podemos enunciar así:
La acción es un derecho subjetivo que genera obligación
El derecho potestad se concreta a solicitar del Estado la prestación de la actividad
jurisdiccional, y ésta se encuentra obligada a brindar la misma mediante el
proceso.
La acción es de carácter público
Es público en el sentido que su finalidad es la satisfacción del interés general
sobre el particular, mediante la composición de los pleitos y el mantenimiento del
orden y paz social, evitando la justicia por la propia mano del hombre.
La acción es autónoma
La acción va dirigida a que nazca o se inicie el proceso, no habrá este último sin el
ejercicio del primero, y se diferencia con el concepto de pretensión que se verá
más adelante.
La acción tiene por objeto que se realice el proceso
La acción busca que el Estado brinde su jurisdicción mediante un proceso, y como
se dijo, no habrá tal proceso sin una previa acción ejercida por el ciudadano que
busque la tutela que brinda el Estado.
La acción a diferencia de la pretensión como se verá, busca que se emita algún
pronunciamiento, que se dicte sentencia, bien sea favorable o desfavorable.
La acción es un derecho de toda persona, bien sea natural o jurídica.

TEORÍAS SOBRE LA ACCIÓN

Teoría Clásica o Monista


Esta constituye la primera tendencia relacionada con la teoría sobre la acción, la
cual la identifica con el derecho sustancial mismo, siendo ésta la teoría unitaria de
la acción y el derecho.
Según esta tendencia, la acción constituye solo un elemento del derecho
sustancial, relacionándose la idea de la acción con la de lesión de un derecho
sustancial, concibiéndosele, como expresa Echandía, como un poder inherente al
derecho subjetivo de reaccionar contra la lesión.
Entre los seguidores de esta doctrina encontramos a Oémolombe (1806), para
quien la acción no es ya lo primero y el derecho subjetivo lo segundo, por el
contrario, estos factores se invierten, pasando a convertirse el derecho subjetivo
en la entidad importante, donde no hay acción sin derecho.
Otros seguidores de esta corriente, fueron Garconnet y Savigny, este último, quien
incluyó un nuevo concepto de la acción, consistente en que la violación del
derecho sustancial daba origen a otro derecho que tenía por contenido una
obligación del violador de cesar la violación, dependiendo el derecho de acción, de
la existencia del derecho sustancial y de su violación.
Esta novedosa concepción sigue permaneciendo en la teoría monista, puesto que
el derecho como acción no fue dotado de autonomía, por el contrario, el derecho
de acción para Savigny, derivaba de la violación de otro derecho.
Teoría de la acción autónoma o autonomía de la acción
En un avance notable, y tras las críticas que se formularon a la doctrina clásica o
monista, dentro de las cuales se destacó fundamentalmente que la actuación de la
jurisdicción podía surtirse en su totalidad por la realización del proceso, y a pesar
de ello, no ser reconocido el derecho reclamado por el accionante, como resultado
de la sentencia adversa, se comienza a desligar conceptualmente la acción del
derecho sustancial, y al efecto, se trazan dos corrientes, la primera que trata la
acción como un derecho autónomo concreto, y la segunda, que la concibe como
un derecho autónomo abstracto.
Para el estudio de la teoría de la acción como un derecho autónomo concreto,
previamente debemos referimos a la polémica desatada entre Bemhard
Windscheid y Theodor Müther, donde tiene su origen las teorías autónomas del
derecho de acción.
En este sentido, el profesor Alemán Windscheid, influenciado por sus estudios
romanísticos y civilísticos, en el año de 1856 publica su obra in titulada "La "actio"
del derecho civil romano desde el punto de vista del derecho actual", donde
expresó que mientras en Roma la acción era el derecho, en Alemania, para la
época, el derecho era primero que la acción, pero además, esa actio romana era
el anspruch o pretensión material, concebida como el reclamo de la prestación
debida cuando ha de trasladarse al proceso.
Windscheid, sostuvo que toda violación o desconocimiento de un derecho
sustancial, producía una pretensión a favor del lesionado y en contra del violador,
para obtener de esta manera, el resarcimiento del daño o la satisfacción de la
obligación, pretensión que podía obtenerse en forma espontánea, cuando quien
había dado lugar a ella reparaba el daño o pagaba lo debido; o en caso contrario,
a través de la actuación de la jurisdicción, por lo que la pretensión material, se
convertía en acción.
De esta manera, Windscheid descubre el derecho de pretensión material, la cual
confundió con la acción, ya que la reclamación de la prestación debida, era el
equivalente a la actio romana.
Como expresa Azula Camacho, en la terminología jurídica alemana, se reconocía
el concepto de la actio y la Klage, entendida la primera como el derecho mismo o
la potestad de reaccionar contra su violación, en tanto que la Klage era el derecho
de poner en actividad la rama jurisdiccional, siendo que Windscheid, había
eliminado el primero de los conceptos y se había centralizado en el segundo, pero
entendida como aquella dirigida contra el demandado, para obtener una sentencia
favorable.
Por lo que en conclusión, toda violación o desconocimiento de un derecho,
originaba una pretensión (anspruch) a favor del afectado y contra quien lo había
ocasionado, la cual se proponía la obtención del resarcimiento del daño o la
satisfacción de la obligación.
Tras la teoría expuesta por Windscheid, en el año de 1857 el también profesor
Alemán de la Universidad de Kónisberg, Theodor Müther, quien era reconocido
como un científico de la ciencia procesal, publica su obra in titulada "La teoría de
la acción romana y el derecho moderno de obrar", la cual pretendía rebatir la
teoría que había expuesto Windscheid.
El trabajo de Müther, desliga en forma definitiva la acción del derecho civil,
pasando a formar parte del derecho procesal, concebido como un derecho
público subjetivo, mediante el cual se obtiene una tutela jurídica
(rechtsschutzanspruch), que se dirige, de una parte, contra el Estado, quien es el
obligado, para lograr una sentencia favorable, y de otra, contra el demandado, a
fin de obtener el cumplimiento de una prestación insatisfecha, por lo que la actio
romana no era algo equiparable a la Anspruch, era el derecho de obtener la
fórmula de manos del pretor o magistrado
La teoría desarrollada por Müther expresa, que la acción no es un anexo del
derecho originario ni un agregado a su contenido, sino que por el contrario, es un
derecho singular que existe junto al otro como protección, por lo que, con la
violación del derecho originario, se tienen dos derechos de naturaleza pública,
como lo son: 1) El derecho del lesionado hacia el Estado para la obtención de la
tutela estatal; 2) El derecho del Estado contra el autor de la lesión, para obtener la
reparación de la violación.

¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS DE LA ACCIÓN?


Existen varias subdivisiones de los elementos de la acción según el autor de
distintos libros, sin embargo, para este caso, considero que la mejor división de los
elementos de la acción, es la que aporta Giuseppe Chiovenda1, quien considera
que los elementos de la acción son: Sujeto, objeto y causa de la acción.
 ¿QUIÉNES SON LOS SUJETOS DE LA ACCIÓN?
Dentro de la división de los sujetos de la acción tenemos a 3 tipos distintos:

1. TITULAR DE LA ACCIÓN: Es el tutelar de la acción, quien acude a un


Órgano Jurisdiccional, estatal o arbitral a reclamar una prestación, con la
pretensión de obtener una conducta forzada determinada en el demandado.
Comúnmente se le puede denominar como actor o demandante.
2. ÓRGANO JURISDICCIONAL, ARBITRAL O ESTATAL: Es el sujeto que está
dotado de facultades para decidir sobre el derecho subjetivo del actor.
3. SUJETO PASIVO: Es el sujeto a quien se le reclama el cumplimiento de una
obligación de dar, hacer o no hacer en relación directa con el derecho
subjetivo del actor.
 ¿CUÁL ES EL OBJETO DE LA ACCIÓN?
Es la prestación o conducta que se reclama y se exige su cumplimiento al sujeto
pasivo o demandado.

 ¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA ACCIÓN?


Es la presunción de que un derecho subjetivo a favor del titular de la acción, ha
sido violado por el sujeto pasivo. Es decir, el hecho o acto jurídico que origina una
acción es la causa de la acción misma.

De lo anterior, Armando Porras López, señala que es causa de la acción: “el


elemento de naturaleza económica, patrimonial de la acción, aunque dicho interés
puede ser también de naturaleza moral”. 2
 NO LO OLVIDES
Una acción tiene por objeto que un Órgano Jurisdiccional ejerza sus facultades
como intermediario y juzgador, para decidir sobre el derecho subjetivo
como causa de la acciónmisma.
1. Citado por Ignacio Burgoa, El Juicio de amparo, Editorial Porrúa, S.A., México,
1975, p. 252.
2. Derecho Procesal del Trabajo, Editorial José M. Cajica, Jr., S.A., Puebla,
México, 1956, Méixco, 1957, p. 252.

ACCION PENAL

Se entiende por acción penal la facultad de perseguir o hacer perseguir las


responsabilidades por un delito. En nuestro país la acción penal puede ser pública
o privada. La acción penal pública es aquélla que puede ser ejercida de oficio - es
decir, de propia iniciativa, sin necesidad de petición previa - por los órganos
estatales encargados de la persecución penal, esto es, por los fiscales del
Ministerio Público; es más, los fiscales del Ministerio Público están obligados a
ejercerla, en virtud del principio de legalidad, salvo en los casos expresamente
previstos por la ley (véase principio de oportunidad, archivo
provisional, suspensión condicional del procedimiento, etc). Los delitos de acción
pública constituyen la regla absolutamente general en nuestro sistema. En algunos
pocos casos, el ejercicio de la acción penal pública está supeditado en su inicio a
que la víctima del delito al menos denuncie el mismo a los tribunales, a los fiscales
del Ministerio Público o a la policía; éstos son los llamados delitos de acción
pública previa instancia particular, y son, entre otros, los de lesiones menos
graves, violación de domicilio, etc. Por último, la acción penal privada puede ser
ejercida exclusivamente por la víctima del delito, quien, además, puede ponerle
término cuando quiera; son muy pocos los delitos de acción privada,
destacándose entre ellos los de calumnia e injurias. En estos casos el Ministerio
Público no juega ningún papel.

La Acción Penal
1.1. Concepto
La acción es una categoría pura y única desde el punto de vista de la teoría
general del proceso, que se encuentra íntimamente relacionada a la Jurisdicción,
ello en la medida que ambos forman parte del servicio de justicia que presta el
Estado. La acción es presupuesto necesario de la jurisdicción, ya que la función
jurisdiccional permanece inmóvil mientras no reciba un estimulo externo que la
ponga en movimiento.
El concepto de la acción penal ha sido objeto de diversas interpretaciones desde
que apareció en el derecho romano con el nombre de “actio”, hasta nuestros días,
en que, como resultado de la evolución en la doctrina procesal se han formulado
diversas proposiciones.
Una vez que se organiza el Estado, con la finalidad de asegurar el orden y la paz
social, prohíbe a la gente hacerse justicia con su propia mano, por lo cual crea la
acción en sentido jurídico, con la finalidad de que el Estado, a través de sus
órganos respectivos, sea quien sancione al culpable.
El concepto jurídico de la acción surge recién cuando nace el proceso. La facultad
de obrar se sustituye por la de hacer obrar o la de pedir que se obre. Con razón se
ha dicho que la acción viene a ser el sustituto civilizado de la venganza.
Ugo Rocco, señala que el derecho de acción es un derecho subjetivo individual,
frente al Estado, de pretender su intervención y la prestación de la actividad
jurisdiccional para la declaración de certeza de los intereses tutelados en abstracto
por el derecho objetivo.
Para Carnelutti, la acción es un derecho público y abstracto que tiene por objeto
una prestación. Es un derecho autónomo, en cuanto que el interés que el mismo
protege no es el interés sustancial deducido en la litis, sino que es el interés a la
justa compensación de la litis. Si el interés tutelado con la acción es un interés
esencialmente público, la acción debe concebirse como un ejercicio privado de
una función pública.
Nuestra constitución la consagra en su Art. 139º. 3, como un derecho de carácter
procesal “el derecho a la tutela jurisdiccional”. Asimismo, desde otra perspectiva,
el Art. 159º, en sus Inc. 1 y 5 de la Constitución, atribuye al Ministerio Publico
como misión sustancial la promoción de oficio o a petición de parte de la acción de
la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses públicos tutelados por el
derecho; y como encargo especifico, en materia penal, la persecución penal, el
ejercicio de la acción penal de oficio o a petición de parte.
En cuanto a las leyes infraconstitucionales, el Código de Procedimientos Penales,
al igual que el Código Procesal Penal de 2004, señalan: Primero, que la acción
penal es pública o privada; segundo, que la acción pública se ejercita por el
Ministerio Publico de oficio o a instancia de la parte agraviada, o por acción
popular en los casos autorizados por la ley; y tercero, que la acción privada se
ejercita directamente por el ofendido, conforme al procedimiento especial por
querella.
En consecuencia, la acción es el derecho público y subjetivo del accionante a
exigir, al órgano jurisdiccional, la emisión de una resolución motivada y congruente
que se pronuncie sobre la procedencia o no de su solicitud para iniciar el proceso.
Aunque la acción como concepto de la teoría general del proceso es unitario, en el
proceso penal adquiere características especiales, dado que su origen radica en la
configuración de un probable hecho delictivo.
En el proceso penal, el ejercicio de la acción permite que el Estado, en uso de
su ius imperium, pueda resolver el conflicto que surge por la comisión de un ilícito
penal.
La acción penal es la potestad jurídica de promover la decisión del órgano
jurisdiccional respecto a una determinada relación de derecho penal. El ejercicio
de la acción penal domina y da carácter a todo el proceso: lo inicia y lo hace
avanzar a su meta (la resolución del conflicto generado por el delito). El proceso,
sin el ejercicio legitimo de la acción penal, no puede surgir ni continuar.
La acción penal es ejercida, en los delitos públicos, a través denuncia formalizada
o de la disposición de formalización y continuación de la investigación
preparatoria, por parte del Ministerio Publico. En los delitos de acción privada, se
ejerce a través de la querella interpuesta por el agraviado.
A diferencia del proceso civil, el ejercicio de la acción en el proceso penal no
pretende una resolución sobre el fondo del asunto, ni mucho menos una
resolución de contenido concreto; sino que, ante la existencia de determinados
indicios racionales de criminalidad, se configura un ius ut procedatur, es decir, un
derecho de acceso al proceso que se satisface con la práctica de aquellas
diligencias encaminadas a la averiguación del hecho y a la identificación del sujeto
activo del delito.
En el proceso penal, la acción no puede concebirse como un derecho a que se
dicte una sentencia condenatoria o una pena determinada ni como un derecho a
que se realice todo el proceso y a que se dicte en él una sentencia de fondo; pues,
el derecho de acción puede darse por satisfecho, si solo se expide una resolución
motivada que deniegue la incoación del procedimiento preliminar o instrucción por
considerar, por ejemplo, que el hecho afirmado no es constitutivo de delito.
La acción penal no solo se manifiesta con el inicio de la investigación judicial, sino
que estará presente a lo largo de todo el proceso, en sus distintas etapas,
pudiendo alcanzar hasta tres momentos.
1.1.1. Momento Persecutorio, conformado por las actuaciones del órgano
encargad de ejercer la acción penal.
1.1.2. Momento Acusatorio, es el perfeccionamiento del ejercicio de la acción
que se manifiesta con la acusación.
1.1.3. Momento Punitivo, el cual constituye la culminación del conjunto de
actos procesales que ha generado el ejercicio de la acción penal.
1.2. Naturaleza Jurídica
El Ministerio Publico, ejerciendo el monopolio de la potestad persecutora y en
cumplimiento de un deber constitucional (Art. 159.5), tiene el poder de poner en
marcha la actividad jurisdiccional del Estado, a fin de obtener una resolución
motivada en un caso determinado; debido a ello, la acción penal es considerada
como la potestad jurídica de instar la actividad jurisdiccional.
Este concepto de acción penal está vinculado con la naturaleza pública y
obligatoria de la persecución de los delitos. Ello hace que la acción penal, en la
gran mayoría de casos, tenga también un carácter imperativo.
Cierto es que existen delitos cuya persecución queda a decisión de la persona
agraviada por el hecho delictivo. Sin embargo, estos casos se consideran como
excepcionales, pues la mayor parte de delitos previstos en el Código Penal son
peresguibles de oficio por parte del Ministerio Publico. Ello le otorga a la acción
penal un carácter imperativo u obligatorio, cuando la ley así lo prevea.
1.3. Características
a) Publica, pues es una manifestación del ius imperium del Estado.
b) Oficial, pues su ejercicio está asignado a un órgano oficial, con excepción de
aquellos delitos perseguibles por acción privada
c) Obligatoria, la cual se expresa en dos sentidos. El primero hace referencia a
la promoción de la acción penal: por mandato de la ley el funcionario que toma
conocimiento de la perpetración de un hecho delictivo, está obligado a promover la
acción penal. El segundo sentido, alude a la sujeción de los sujetos procesales a
los efectos producidos por el ejercicio de la acción penal.
Ello debe entenderse como la obligación de los órganos de persecución penal, de
promover y mantener el ejercicio de la acción penal, ante la noticia de un hecho
punible, siempre que así lo determine la ley en caso en concreto.
d) Irrevocable, Una vez ejercida la acción penal, esta no puede ser objeto de
revocación, suspensión, modificación o supresión; salvo que la ley lo permita
expresamente; es el caso, por ejemplo, del principio de oportunidad, que luego de
iniciado el proceso penal, permite al Ministerio Publico, en los supuestos
determinados en la ley y previo control jurisdiccional, retirar la acción penal
ejercida.
e) Indivisible, pues la acción penal es única, ya que constituye una unidad que
no se puede desagregar. En virtud a ello, la realización de un hecho punible no
genera distintas acciones para perseguir independientemente cada una de las
conducta o cada uno de los agentes que hayan participado en el evento criminal
f) Indisponible, pues el ejercicio de la acción penal no puede cederse ni
delegarse a persona distinta de la legitimada para ello.
2. El Principio de Oportunidad
La incorporación del principio de oportunidad, se dio mediante el Código Procesal
Penal de 1991. El código procesal penal de 2004, también lo ha regulado; sin
embargo, debido a la vigencia progresiva de este último, es que ambas normas
rigen sobre el territorio nacional, en los respectivos distritos judiciales donde cada
uno se aplica.
2.1. Concepto
Claus Roxín define el principio de oportunidad, como aquel mediante el cual se
autoriza al Fiscal a optar entre elevar la acción penal o abstenerse de hacerlo,
cuando las investigaciones llevadas a cabo conduzcan a la conclusión de que el
acusado, con gran probabilidad, ha cometido un delito.
Es un criterio de oportunidad que otorga al Ministerio Publico, la facultad de
abstenerse del ejercicio de la acción penal o de la solicitud de aplicación de la
pena, en determinados supuestos expresamente señalados en la norma. Este
principio tiene como fundamento la falta de necesidad de proceso y de pena, pues
se considera que existe una forma más eficiente y oportuna de solucionar el
conflicto generado por el ilícito penal, en lugar de recurrir a la incoación o
continuación del proceso penal correspondiente.
El principio de oportunidad surgió históricamente, ante la imposibilidad de
perseguir todos los hechos delictivos, lo que provocaría el colapso de la
administración de justicia penal o, en todo caso, la imposibilidad de perseguir la
gran criminalidad.
Conforme al derecho penal de mínima intervención, la aplicación de la pena solo
ha de tener un carácter subsidiario; esto es, dicha aplicación solo será idónea y
necesaria cuando los demás mecanismos, no hayan podido solucionar
satisfactoriamente un conflicto social.
Este planteamiento es concordante con la llamada justicia restaurativa, según la
cual el Derecho penal y procesal penal se orientan hacia una diversidad de
respuestas frente al conflicto jurídico penal, que permiten resolverlo no solo por
vías punitivas y/o retributivas, sino también por la vía de mecanismos de auto
composición.
En conclusión, en aplicación del principio de oportunidad, el Ministerio Publico, sea
de oficio o a pedido del imputado y con su consentimiento, puede abstenerse de
ejercitar la acción penal, en los casos previstos por la ley.
2.1.1. Criticas
Primero: La aplicación del principio de oportunidad pone en peligro la
seguridad jurídica y el efecto conminatorio de la pena.
En efecto, se cuestiona la compatibilidad del principio de oportunidad con el de
legalidad, en tanto que la aplicación del primero no garantiza el fiel cumplimiento
de la consecuencia jurídica establecida por ley: la pena.
Esta critica parte de considerar todo el delito como una infracción contra legem,
que solo puede solucionar mediante la intervención del Estado y, en la mayoría de
los casos, con la imposición de una pena privativa de la libertad.
Sin embargo, resulta necesario que el delito sea apreciado como un conflicto; es
decir, como un fenómeno plurisubjetivo de intereses en el cual la solución no
solamente compete al Estado, sino a todos los que tengan legitimo interés sobre el
particular: la víctima, el imputado y el tercero civilmente responsable.
Segundo: Respecto del ejercicio de la acción penal, el principio de
oportunidad vulnera la obligatoriedad y la irretractabilidad del ejercicio de la
acción penal.
La presente critica parte de la premisa equivocada de entender que el principio de
oportunidad es excepción del principio de legalidad y que, por tanto, vulnera las
reglas que de él se desprenden (la obligatoriedad y la irretractabilidad del ejercicio
de la acción penal); cuando, por el contrario, la discrecionalidad en el ejercicio de
la acción penal responde a otros fundamentos políticos.
Consecuentemente, el principio de oportunidad no es ninguna excepción al
principio de legalidad procesal, sino que tiene un fundamento autónomo y propio,
vinculado a una política criminal que gira alrededor de la solución de los conflictos,
minimizando la utilización estatal.
Tercero: El principio de oportunidad viola el principio de igualdad.
La critica parte erróneamente de afirmar que el principio de igualdad solo será
satisfecho a través de la aplicación de la ley a todas las personas por igual, sin
excepciones. Según esta posición, el principio de oportunidad no garantizaría
dicho tratamiento (igualitario), ya que frente a idénticos injustos penales, tanto la
persecución penal, como la imposición de las consecuencias jurídicas,
dependerían principalmente de la discreción que tenga el persecutor penal al
ejercitar o no la acción penal.
Sin embargo, en el principio de oportunidad, la discrecionalidad al ejercer la acción
penal va a permitir que la persecución penal sea racional y proporcional, dentro de
los límites legales, a la frecuencia y gravedad de los delitos cometidos. Lo que se
traduce en la búsqueda incesante del principio de igualdad material, ya que,
mediante el sistema se pretende brindar un trato igual entre los que se encuentran
bajo una misma situación jurídica y un trato desigual entre los que gozan de
distinta situación jurídica.
2.2. Presupuestos Para la Aplicación
Tanto el Art. 2º del CPP de 1991, como el Art. 2º del NCPP, coinciden en señalar
que la aplicación del principio de oportunidad exige el cumplimiento de los
siguientes presupuestos:

CUAL ES LA NATURALEZA JURIDICA DE LA PRETENSION


La naturaleza jurídica de la pretension en un proceso judicial es la de ser un acto
procesal que implica una manifestación de voluntad que realiza una parte en la
etapa de los actos postulatorios (el demandante con su demanda o el demandado
con la contestación) poniendo en conocimiento su petitorio legal y sus
fundamentos de hecho y derecho a fin de exigir tutela jurisdiccional al juez.

Caracteteres

La acción penal es aquella que surge a partir de un delito y que supone la


aplicación de una sanción al responsable de acuerdo a lo establecido por la ley.
Por consiguiente, puede afirmarse que la acción penal es el punto de partida del
proceso judicial.
No es posible hablar de una relación jurídica-material de naturaleza penal de la
que sean titulares activos un particular o el Ministerio Fiscal, por lo que éstos no
tienen y no pueden afirmar ninguna titularidad de un derecho a la condena del
autor del acto tipificado en el Código Penal como delito. Esto permite distinguir el
derecho de acción, del que todos los ciudadanos son titulares y el Fiscal (siendo
además su obligación) y el derecho de penar, que es competencia exclusiva de los
Tribunales.
Por consiguiente, la acción penal no sólo se atribuye al Ministerio Fiscal, sino
también a todos los ciudadanos, incluso a aquellos que no se han visto ofendidos
o agraviados por el delito cometido. Así pues, en el Ordenamiento jurídico
español, la acción penal se trata de una acción pública. No obstante, en el
supuesto de que el acusador, ya se trate del Fiscal o de un particular, no resulta
ser titular de un derecho subjetivo material, la acción no puede concebirse como
un derecho a la tutela judicial en el sentido de obtener una sentencia condenatoria
y de contenido determinado.
En el proceso civil el actor tiene derecho a que se lleve a cabo todo el proceso y
se dicte una sentencia sobre el fondo del asunto, sin embargo, en el proceso penal
no curre lo mismo si tenemos en cuenta lo dispuesto en el 24.1 ,CONSTITUCIÓN
ESPAÑOLA. Las disposiciones de este precepto, no son un derecho absoluto a la
apertura y plena sustanciación del proceso penal, sino únicamente a un
procedimiento motivado del juez en la fase de instrucción sobre la calificación
jurídica de los hechos.
En el proceso penal no puede hablarse de pretensión en un sentido estricto, sin
embargo, sí es imprescindible la existencia de una parte acusadora que impute
unos hechos a una persona determinada y que inste la apertura del juicio oral. De
lo anteriormente manifestado puede deducirse la necesidad de que alguien
sostenga la acción penal, sin embargo, esta no llegará a quedar vinculada a una
determinada pretensión.
El hecho de que el ofendido o perjudicado por un delito pueda ejercitar la acción
penal en el procedimiento penal español es de gran importancia, principalmente
cuando se trata de infracciones penales contra el patrimonio y el orden
socioeconómico, en los que con la acción penal se pretende la defensa de los
derechos económicos de las víctimas de estos delitos.
Ello es así porque en el procedimiento penal también se ejerce la acción civil,
salvo que se haya hecho expresa reserva de tal acción o se haya renunciado a la
misma. El que tiene la condición de ofendido o víctima de un delito, puede
intervenir en el procedimiento penal sólo como actor civil, sin ejercitar la acción
penal y sin actuar como parte acusadora. Sin embargo, no hay que olvidar que
para que haya lugar a la responsabilidad civil (reparación del daño e
indemnización de los perjuicios) resulta necesario que con carácter previo se
pruebe la comisión del delito y la autoría del mismo (Art. 109 ,Código Penal).
Desde un punto de vista eminentemente práctico, suele recomendarse que el
perjudicado por un delito contra el patrimonio o contra el orden socioeconómico
(ya sea un particular o una empresa) intervenga en el proceso penal desde su
comienzo como parte acusadora. El hecho de que así sea le permitirá realizar una
serie de intervenciones que, en el supuesto de no encontrarse personado, no
podría llevar a cabo.
Así pues, el perjudicado podrá intervenir en todas las diligencias de investigación
que se practiquen, proponer las que considere oportunas e impulsar el
procedimiento penal a través de su abogado. De igual modo, podrá solicitar
medidas de aseguramiento, tanto personales (prisión provisional del imputado),
como materiales (aseguramiento de la responsabilidad civil mediante fianzas o
embargos). Asimismo, podrá instar la apertura del juicio oral y formular escrito de
acusación contra los responsables penales y civiles, intervenir en el mismo así
como en la fase de ejecución de la sentencia, en el supuesto de que sea una
sentencia condenatoria. En caso contrario, es decir, en el supuesto de que la
sentencia sea absolutoria, el perjudicado que se persone en el proceso penal
podrá también recurrir contra la misma.
Por otra parte, la acción penal goza de una serie de características que, en suma,
se corresponden con las siguientes:

1. Publicidad: La acción penal corresponde, además de a los particulares, al


propio Estado, el cual tiene la obligación de restablecer el orden social
perturbado como consecuencia de la comisión de un delito.
2. Oficialidad: Como consecuencia de su carácter público, el ejercicio de la
acción penal se halla monopolizado por el Ministerio Público, el cual puede
actuar de oficio o a instancia de parte.
3. Indivisibilidad: Se trata de una acción indivisible, es decir, con una sola
pretensión que es la sanción que será impuesta a los que hubieran
cometido el delito.
4. Obligatoriedad: Esta característica hace referencia al compromiso del
Ministerio Público de ejercitar la acción penal ante la presunta comisión de
un delito.
5. Irrevocabilidad: Una vez instada la acción penal únicamente fue
desembocar en sentencia firme, la cual será condenatoria o absolutoria. No
obstante, también podrá concluir con un auto en el que se declare el
sobreseimiento, que no hay lugar al juicio oral o en el que se declare una
excepción fundada. Sin embargo, no existe posibilidad de desistimiento o
de transacción tal y como ocurre en el proceso civil o en los supuestos en
que el proceso penal es iniciado de modo privado.
6. Indisponibilidad: El derecho de la acción penal es intransferible, es decir,
no se puede delegar en otra persona. En el caso de la acción penal pública,
esta facultad está en manos del Ministerio Público y en caso de la acción
penal privada, corresponde al agraviado o a su sustituto legal.

Titularidad de la acción civil

El art. 43 del Código de Procedimiento Penal otorga la titularidad del derecho a


ejercitar la acción civil (en cualquiera de las jurisdicciones), en primer lugar a las
personas naturales o jurídicas perjudicadas o a sus herederos o sus sucesores, en
segundo lugar al Ministerio Público y, en tercer lugar, al actor popular.

Pero la realidad es que la acción "pertenece a toda persona material o jurídica, por
el sólo hecho de querer recurrir a la jurisdicción del Estado, pues existe siempre
un interés público que le sirve de causa y fin, como derecho abstracto que es."

3.4.1 El perjudicado

La acción no equivale a la legitimación en la causa, de la que se diferencia en que


ésta "es entonces la idoneidad de una persona para estar en juicio, inferida de su
calidad en la relación sustancial que es materia del proceso." O como enseña
Satta, es la titularidad del derecho mismo... La legitimación para obrar o en causa
determina lo que entre nosotros se denomina impropiamente personería
sustantiva, y es considerada por lo general como sinónima de la titularidad del
derecho invocado... Esa titularidad configura una posición del sujeto activo y del
sujeto pasivo de la pretensión anterior al proceso, y se examina en la sentencia.

La Corte expresa: "Lo concerniente a la legitimación en la causa es cuestión


propia del derecho sustancial y no del procesal, razón por la cual su ausencia no
constituye impedimento para desatar el fondo del litigio, sino motivo para decidirlo
en forma adversa al actor... la falta de legitimación en la causa de una de las
partes no impide al juez desatar el litigio en el fondo, pues es obvio que si se
reclama un derecho por quien no es su titular o frente a quien no es llamado a
responder, debe negarse la pretensión del demandante en sentencia que tenga
fuerza de cosa juzgada material, a fin de terminar definitivamente el litigio, en lugar
de dejar las puertas abiertas mediante un fallo inhibitorio, para que quien no es
titular del derecho insista en reclamarlo indefinidamente, o para que siéndolo lo
reclame indefinidamente de quien no es persona obligada".22

EJERCICIO DE LAACCION PENAL,

EJERCICIO DE LA. ETAPAS DEL PROCESO. El ejercicio de la acción penal se


realiza cuando el Ministerio Público ocurre ante el juez y le solicita que se avoque
el conocimiento de un asunto en particular; la acción penal pasa durante el
proceso, por tres etapas bien diferenciadas que son: investigación o averiguación
previa, persecución y acusación. La investigación, tiene por objeto preparar el
ejercicio de la acción que se fundará en las pruebas obtenidas, para estar el
representante social en posibilidad de provocar la actividad jurisdiccional, en esta
etapa basta con la consignación que del reo haga el Ministerio Público, para que
se entienda que este funcionario ha ejercido la acción penal, pues justamente es
la consignación lo que caracteriza el ejercicio de dicha acción, a reserva de que,
después y ya como parte dentro de la controversia penal, el Ministerio Público,
promueva y pida todo lo que a su representación corresponda; en la persecución,
hay ya un ejercicio de la acción ante los tribunales y se dan los actos
persecutorios que constituyen la instrucción y que caracterizan este período: en la
acusación, la exigencia punitiva se concreta y el Ministerio Público puede ya
establecer con precisión las penas que serán objeto de análisis judicial y, por lo
mismo, esta etapa es la que constituye la esencia del juicio, ya que en ella pedirá
el representante social, en su caso, la aplicación de las sanciones privativa de
libertad y pecuniarias, incluyendo en ésta la reparación del daño sea por concepto
de indemnización o restitución de la cosa obtenida por el delito. Por tanto, es
durante el juicio, en que la acción penal obliga a que se concreten en definitiva los
actos de acusación, al igual que los de defensa; de esa manera, con base en
ellos, el juez dictará la resolución procedente. Dicho de otra forma, el ejercicio de
la acción penal se puntualiza en las conclusiones acusatorias.

Pretensión procesal

s la “declaración de voluntad mediante la cual se solicita del órgano jurisdiccional,


frente al demandado, una actuación de fondo que declare, constituya o imponga
una situación jurídica y obligue a observar determinada conducta jurídica”.
La pretensión procesal se hace valer mediante el escrito de demanda el cual y de
conformidad con el ordenamiento jurídico debe contener la o las pretensiones. El
Numeral 4 del Artículo 82 del Código General del Proceso establece como
requisitos de la demanda “Lo que se pretenda, expresado con precisión y
claridad”.

En materia civil, son elementos de la pretensión que permiten identificar la Litis


objeto del proceso, los siguientes: (i) Sujetos, en virtud de que la controversia,
habrá de ser ventilada entre determinadas partes; (ii) Objeto, teniendo en cuenta
que la controversia girará con referencia a cierta ‘cosa’ –bien de la vida o conducta
ajena-; (iii) Causa, la controversia tendrá un fundamento especifico, esto es, un
conjunto de hechos de relevancia jurídica en que el actor ha fundado la ameritada
pretensión.

Con los anteriores elementos se obtiene la individualización del contenido litigioso


de cada proceso particular y tal y como se presenten esos elementos en la
realidad práctica, cada proceso tendrá su singularidad. Estos elementos no podrán
ser alterados en la sentencia, en virtud de normas de rango legal que establecen
que “la facultad del juez queda reducida a la apreciación en hecho y en derecho
del título especifico de la demanda tal como lo formuló el actor, y de sus efectos
con relación al demandado, por ser la causa petendi uno de los límites que se
establecen en la Litis contestación”.

Así las cosas, la pretensión debe plantearse, tal y como lo señala el numeral 4 del
artículo 82 del Código General del Proceso, de forma clara y precisa,
comprendiendo la situación de hecho aducida como las consecuencias jurídicas
que a esta misma situación le asigne el demandante, para evitar que se incurra en
excesos o desviaciones en los fallos judiciales.

Por lo tanto, en el título de la “pretensión” concurren razones de “hecho y otras de


derecho, entendiendo que las primeras vienen dadas por el relato histórico de
todas las circunstancias fácticas de las que se pretende deducir aquello que se
pide de la jurisdicción, mientras que las segundas son afirmaciones concretas de
carácter jurídico que referidas a estos antecedentes de hecho, le permiten al
demandante autoatribuirse el derecho subjetivo en que apoya su solicitud de tutela
a las autoridades judiciales, afirmaciones estas que, desde luego, no hay lugar a
confundir en modo alguno con los motivos abstractos de orden legal que se
aduzcan para sustentar la demanda incoada” (G.J. Ts. XLI, Bis, pág. 233 y XLIX,
pág.229).
El Art. 88 del Código General del Proceso señala los eventos en los cuales es
posible acumular pretensiones. Acumulación de pretensiones.- El demandante
podrá acumular en una misma demanda varias pretensiones contra el
demandado, aunque no sean conexas, siempre que concurran los siguientes
requisitos:

1. Que el juez sea competente para conocer de todas, sin tener en cuenta la
cuantía.
2. Que las pretensiones no se excluyan entre sí, salvo que se propongan como
principales y subsidiarias.
3. Que todas puedan tramitarse por el mismo procedimiento.

En la demanda sobre prestaciones periódicas podrá pedirse que se condene al


demandado a las que se llegaren a causar entre la presentación de aquella y el
cumplimiento de la sentencia definitiva.

También podrán formularse en una demanda pretensiones de uno o varios


demandantes o contra uno o varios demandados, aunque sea diferente el interés
de unos y otros, en cualquiera de los siguientes casos:

a) Cuando provengan de la misma causa.


b) Cuando versen sobre el mismo objeto.
c) Cuando se hallen entre sí en relación de dependencia.
d) Cuando deban servirse de unas mismas pruebas.
En las demandas ejecutivas podrán acumularse las pretensiones de varias
personas que persigan, total o parcialmente, los mismos bienes del demandado.

s la “declaración de voluntad mediante la cual se solicita del órgano jurisdiccional,


frente al demandado, una actuación de fondo que declare, constituya o imponga
una situación jurídica y obligue a observar determinada conducta jurídica”.

La pretensión procesal se hace valer mediante el escrito de demanda el cual y de


conformidad con el ordenamiento jurídico debe contener la o las pretensiones. El
Numeral 4 del Artículo 82 del Código General del Proceso establece como
requisitos de la demanda “Lo que se pretenda, expresado con precisión y
claridad”.

En materia civil, son elementos de la pretensión que permiten identificar la Litis


objeto del proceso, los siguientes: (i) Sujetos, en virtud de que la controversia,
habrá de ser ventilada entre determinadas partes; (ii) Objeto, teniendo en cuenta
que la controversia girará con referencia a cierta ‘cosa’ –bien de la vida o conducta
ajena-; (iii) Causa, la controversia tendrá un fundamento especifico, esto es, un
conjunto de hechos de relevancia jurídica en que el actor ha fundado la ameritada
pretensión.

Con los anteriores elementos se obtiene la individualización del contenido litigioso


de cada proceso particular y tal y como se presenten esos elementos en la
realidad práctica, cada proceso tendrá su singularidad. Estos elementos no podrán
ser alterados en la sentencia, en virtud de normas de rango legal que establecen
que “la facultad del juez queda reducida a la apreciación en hecho y en derecho
del título especifico de la demanda tal como lo formuló el actor, y de sus efectos
con relación al demandado, por ser la causa petendi uno de los límites que se
establecen en la Litis contestación”.

Así las cosas, la pretensión debe plantearse, tal y como lo señala el numeral 4 del
artículo 82 del Código General del Proceso, de forma clara y precisa,
comprendiendo la situación de hecho aducida como las consecuencias jurídicas
que a esta misma situación le asigne el demandante, para evitar que se incurra en
excesos o desviaciones en los fallos judiciales.

Por lo tanto, en el título de la “pretensión” concurren razones de “hecho y otras de


derecho, entendiendo que las primeras vienen dadas por el relato histórico de
todas las circunstancias fácticas de las que se pretende deducir aquello que se
pide de la jurisdicción, mientras que las segundas son afirmaciones concretas de
carácter jurídico que referidas a estos antecedentes de hecho, le permiten al
demandante autoatribuirse el derecho subjetivo en que apoya su solicitud de tutela
a las autoridades judiciales, afirmaciones estas que, desde luego, no hay lugar a
confundir en modo alguno con los motivos abstractos de orden legal que se
aduzcan para sustentar la demanda incoada” (G.J. Ts. XLI, Bis, pág. 233 y XLIX,
pág.229).

El Art. 88 del Código General del Proceso señala los eventos en los cuales es
posible acumular pretensiones. Acumulación de pretensiones.- El demandante
podrá acumular en una misma demanda varias pretensiones contra el
demandado, aunque no sean conexas, siempre que concurran los siguientes
requisitos:

1. Que el juez sea competente para conocer de todas, sin tener en cuenta la
cuantía.
2. Que las pretensiones no se excluyan entre sí, salvo que se propongan como
principales y subsidiarias.
3. Que todas puedan tramitarse por el mismo procedimiento.

En la demanda sobre prestaciones periódicas podrá pedirse que se condene al


demandado a las que se llegaren a causar entre la presentación de aquella y el
cumplimiento de la sentencia definitiva.

También podrán formularse en una demanda pretensiones de uno o varios


demandantes o contra uno o varios demandados, aunque sea diferente el interés
de unos y otros, en cualquiera de los siguientes casos:

a) Cuando provengan de la misma causa.


b) Cuando versen sobre el mismo objeto.
c) Cuando se hallen entre sí en relación de dependencia.
d) Cuando deban servirse de unas mismas pruebas.
En las demandas ejecutivas podrán acumularse las pretensiones de varias
personas que persigan, total o parcialmente, los mismos bienes del demandado.

Elementos de la Pretensión Procesal

Los sujetos: debe existir en la pretensión los sujetos procesales y el órgano


jurisdiccional competente que debe administrar justicia, abstenerse o recusarse,
en razón de su jerarquía o territorialidad:

El objeto: Este es el motivo o la causa de la pretensión que se solicita al órgano


jurisdiccional. El objeto ha de llenar requisitos como:
o Posible: tanto física como moralmente;
o Idóneo: porque debe deducirse o presentarse al órgano jurisdiccional
correspondiente y según el tipo de juicio. Ej. El divorcio que debe promoverse ante
un juzgado de familia y por vía ordinaria o voluntaria.
o Causal: porque debe fundarse en una ley, debe tener un motivo que la justifique
o, en último caso, un interés personal;
El lugar: debe promoverse ante un órgano jurisdiccional;

El tiempo: Debe darse conforme al procedimiento a la que pertenezca


concretamente, dentro de un trámite de horas hábiles o inhábiles, según el saco o
materia de que se trate. Ej. El proceso penal y el proceso de amparo y exhibición
personal, en los cuales todos los días y oras son hábiles, no así en los procesos
civiles; y
La forma: Debe realizarse y concretarse conforme lo exige la naturaleza del
proceso. Ej. El juicio oral para el caso de alimentos, escrito como el sumario o el
ordinario, etc.

REQUISITOS

requisitos de la pretensión. Para que la pretensión procesal satisfaga su


objeto debe reunir dos clases de requisitos: I) de admisibilidad y II)
de fundabilidad.

La pretensión es admisible cuando posibilita la averiguación de su contenido y, por


lo tanto, la emisión de un pronunciamiento sobre el fondo del asunto sometido a
la decisión del tribunal.

Es fundada, en cambio, cuando en razón de su contenido resulta apropiada para


obtener una decisión favorable a quien la ha planteado.

En consecuencia, el examen de los requisitos de admisibilidad es previo al de la


fundabilidad, pues la inexistencia de los primeros excluye la necesidad de
una sentencia sobre el mérito de la pretensión.

El siguiente cuadro ilustra acerca de las subclasificaciones que corresponden a


esos dos tipos de requisitos:

I) admisibilidad:

1) extrínsecos: a) procesales. B) fiscales.

2) intrínsecos: a) sujetos. B) objeto. II) fundabilidad.

Clases o tipos de Pretensión Procesal

Cognoscitiva: Por medio de esta se solicita al órgano jurisdiccional la emisión de


una declaración de voluntad, la que se puede actuar, rechazar o satisfacer por
medio de la sentencia. Ej. El proceso voluntario de identificación de nombre:

Declarativa: Por esta se solicita al órgano jurisdiccional la declaración de una


situación jurídica que existía con anterioridad a la decisión del mismo y se busca
su certeza. Ej. El reconocimiento de una servidumbre de paso y su lógica
constitución posterior.

Constitutiva: Por medio de esta se solicita al órgano jurisdiccional la creación,


modificación o extinción de una situación jurídica que no existía anteriormente
pero, se desea que produzca como estado jurídico. Ej. Es la declaración de unión
de hecho, la separación de cuerpos o el divorcio.

Condenatoria: Se produce cuando se solicita al órgano jurisdiccional la imposición


de una situación jurídica al sujeto pasivo de la pretensión. Se lleva a cabo
haciendo que pese sobre el sujeto pasivo una obligación que se pronuncia frente
al órgano jurisdiccional. Se caracteriza porque se solicita al órgano jurisdiccional
haga efectiva la pretensión del sujeto pasivo, para que, en el caso de que la
obligación impuesta sobre la condena, se cumpla y quede, también, expedita la
vía ejecutiva forzosa en el supuesto que el obligado no cumpla. Ej. El pago de una
suma de dinero líquida y exigible, el que si no se cumple, se puede hacer que se
cumpla con la ejecución de la sentencia.
Ejecutiva: Esta se solicita al órgano jurisdiccional, para obtener la manifestación
de voluntad o la realización de una conducta material o física que se concreta en
una obra o que se deshaga lo hecho indebidamente.

Principio de la acumulación).
Procede la acumulación de procesos en los siguientes casos:
lo. Cuando diversas demandas entabladas provengan de una misma causa, aun
cuando sean diferentes las personas que litigan y las cosas que sean objeto de las
demandas;

2o. Cuando las personas y las cosas son idénticas, aunque las pretensiones sean
diferentes;

3o. En general, siempre que la sentencia que haya de pronunciarse en un juicio


deba producir efectos de cosa juzgada en otro.

LA EXCPECION
El origen de la excepción esta en el procedimiento formulario del derecho
romano. La exceptio estaba entre la intentio y lacondenatio.

Couture dice que la exceptio era una institución con contenido garantista, trata de
que la condenatio sea justa y no vulnere los derechos del demandado.

De la exceptio derivan las modernas garantías y principios como:

 Garantías del Debido Proceso.


 Igualdad de las partes ante la ley.
 Las prescripciones pro reo.
 La indubio pro reo.
 La incompetencia y la prescripción.

En el derecho civil encontramos la exceptio conmitori y la exceptio


procuratoria que eran introducidas antes que la intentio, y después de esta, en
derecho penal. Ambas eran pactos que establecían las partes procesales antes
del vencimiento de la obligación. Estas tres instituciones han dado paso a la
creación de la excepción.

"La finalidad que busca la excepción es garantizar la libertad" (Couture : teoría de


que la acción es un derecho de petición). La excepción es una institucion
constitucional. ¿Porque razón ? Porque la excepción le permite defender su
libertad al ciudadano y porque cuando alguien acciona un pretensión a través de
una demanda contra otro ciudadano le están coartando la libertad. Y esta es un
derecho máximo consagrado en la CPE y por el Derecho Constitucional.

Su precedente está en las leyes inglesas del s. XIII que estabelcieron los
principios de igualdad a los sujetos ante la ley, del debido proceso y el de ser
jusgados por sus iguales. También esta en la Declaracionde Independencia del los
EE.UU. (1779).

Por eso la excepción siempre va estar junto a la acción como un medio eficáz para
lograra que el demandado esté en igualdad de condiciones al actor.

CONCEPTO
Deriva de exceptio que da origen a la voz exipiendo, desmembración o turbación.
Desmembración de la intentio, es decir tratar de contrarrestar materialmente
la intentio. Turbación en el sentido de turbar la acción ante juez.

Concepto excepcion. La excepción es un medio de defensa, de fondo y de


forma, por el cuál el demandado opone resistencia a la demanda del actor,
resistencia que tienen la intención. de destruir la marcha de la acción o la acción
misma.

La excepción es la oposición, que sin negar el fundamento de la demanda, trata


de impedir la prosecución del juicio paralizándolo momentáneamente o
extinguiéndolo definitivamente.

Concepto moderno. La excepción es un contra derecho en el sentido de que es


un poder de anulación contra el derecho del actor. No se debe confundir con
la reconvención [1] (CPC, 348).

DEFINICION
Couture, E. :" La excepción es un poder jurídico del que se halla investido el
demandado que lo habilita para oponerse a la acción".

Carnelutti, F:" Afirmación de hechos tendientes a destruir la razón de la


pretensión del actor".

Chiovenda, G.:" Oposición de algún hecho, impeditivo o negativo, que excluye los
efectos jurídicos y niega el fundamento de la pretensión".

Bescovi. E.: "La excepción es la contra acción".

Couture señala que la palabra excepción tiene tres sentidos :

La excepción es acción del demandado y es similar a la defensa, esta ultima


entendida como conjunto de actos legítimos tendientes a proteger el derecho.

La palabra excepción alude al carácter material o sustantivo : la excepción es


pretensión del demandado.

La excepción es un tipo de defensa de carácter procesal, no sustantivo ni dilatorio.

Vetonni señala que frente a la pretensión esta la contra pretensión, frente a la


demanda la respuesta. Frente a la demanda (concreción de la pretensión del
actor) emerge la excepción que se constituye en una respuesta material del
demandado en la que puede incluir: excepciones dilatorias o perentorias o una
simple negativa. En esta última la carga de la prueba esta en el actor.

La respuesta puede ser expresa (simple negación) o ficta, o no haber respuesta,


en este caso el juez lo declara rebelde y presume haberse presentado y que está
reconociendo los hechos alegados por el actor.
La respuesta también puede tener carácter puro: la reconvención. Doctrinalmente
se la considera una nueva demanda.

NATURALEZA
La mayoría señalan que cuando buscamos la esencia de la excepción debemos
recurrir a la naturaleza de la acción.

Inicialmente la excepción era un derecho independiente (derecho romano)


posteriormente se lo considera un derecho concreto (el derecho corresponde al
demandado) luego se lo considera un derecho abstracto (derecho de todos los
ciudadanos) y finalmente se lo considera un poder jurídico (potestad de todos
ciudadano para acudir al órgano jurisdiccional, en este caso de la excepción, para
contra demandar).

CLASIFICACION

Excepciones de fondo
Busca defectos en el derecho sustantivo alegado.

Excepciones de forma
Busca defectos al modo de ejercer ese derecho sustantivo.

Excepciones perentorias
Son acciones interpuestas por el demandado con la finalidad de dar por concluido
el proceso. Extinguen el derecho del actor o destruyen la acción principal. Buscan
excluir la acción del actor y, lógicamente su pretensión. No están en los códigos
de procedimiento sino están en el derecho sustantivo.

Son: El pago y la La cosa juzgada.

Excepciones dilatorias
Excepciones Previas (o dilatorias, del latin “dilatum”, ‘corregir’) Aquellos que
tienden a postergar la contestación en razón de carecer la demanda de requisitos
para su admisibilidad y andamiento que lleva a pedir al demandado que le
dispense de contestar la demanda hasta que cumpla con los requisitos.

Las excepciones dilatorias no tienen por objeto destruir la acción del actor solo
retardar la entrada en juicio.
El Código de procedimiento civil boliviano no suspende el plazo de contestación
(CPC, 341).

Son: (CPC, 336, incisos 1 - 6)

 La incompetencia.
 La incapacidad y falta de personalidad en el actor, el demandado o sus
apoderados.
 La litispendentia, juicio pendiente. O sea que se encuentra en tramitación
por no haber recaído sentencia firme. Se alega esta excepción cuando se
siguen dos o mas procedimientos iguales en cuanto a sujeto, objeto y
causa.
 Defecto legal. En la forma de proponer la demanda. El defecto legal es "un
vicio de obscuridad, omisión o imperfección de que adolece el escrito de
demanda" (Couture). La omisión de alguno de los requisitos exigidos por la
ley procesal en la redacción de la demanda da lugar a la excepción de
defecto legal, opuesta la cual, se suspende el término de contestación
hasta tanto se decida la excepción. Los jueces pueden rechazar de oficio
las demandas que no se ajusten a las reglas establecidas, expresando
el defecto que contengan.
 Citación previa al garante de evicción.
 Demanda interpuesta antes de ocurrido el vencimiento o el cumplimiento de
la condición.

Excepciones Mixtas
Tienen naturaleza de excepción dilatoria pero su efecto es de excepción
perentoria, estas excepciones mixtas paralizan el proceso en forma definitiva.

Son: La caducidad, La transacción, La conciliación, La prescripción, La cosa


juzgada (para algunos).

Consecuentemente el Art.- 336 del CPC tiene seis excepciones dilatorias (incisos
1 - 6), tres excepciones mixtas (incisos 7- 9) y 2 excepciones perentorias (incisos
10 - 11). El resto de las excepciones perentorias están en el código civil.

En el CPP as excepciones dilatorias tienen el nombre de: cuestiones


prejudiciales (Art.- 175 - 185) y las excepciones perentorias son nombradas como:
cuestiones previas (Art.- 186 - 188).

Las cuestiones prejudiciales se resuelven antes que el juez dicte sentencias, en


cambio las cuestiones previas se resuelven junto a la sentencia principal.
Excepción perentoria real
(O acción real). Pueden ser intentadas sobre objetos de contenido económico y
que pueden ser perseguidas en cualquier momento y frente a cualquier "mano" en
que se encuentre el objeto.

Excepción perentoria personal


(O acción personal). El sujeto de la pretensión es la persona. Nos referimos a las
acciones de carácter penal.

El proceso jurisdiccional

Es un instrumento indispensable para cumplir la función jurisdiccional.

Proceso: serie de actos coordinados y ligados entre sí que tienen como finalidad
un resultado específico.
Proceso jurisdiccional: conjunto de actos coordinados e interdependientes, que
tienen como finalidad obtener un pronunciamiento de fondo (sentencia) por medio
del cual se dirima una controversia o se le dé certidumbre a determinada relación
jurídica sustancial, mediante la aplicación de la norma al caso concreto.
Características: i) todo proceso implica una pluralidad de actos, ii) que tienen un
orden e interdependencia y iii) contribuyen a la finalidad de obtener un
pronunciamiento mediante sentencia que solucione la controversia.
Distinción entre los conceptos de litigio, proceso y procedimiento
Litigio: existe por el solo hecho de que haya un conflicto intersubjetivo de
intereses en virtud del cual una de las partes pretenda el cumplimiento de
determinada prestación, y la otra se resista a ello. El litigio surge con anterioridad
al proceso.
En virtud del litigio ha surgido una controversia entre las partes, mientras que el
proceso se constituye como el instrumento establecido en el ordenamiento jurídico
por medio del cual es posible darle solución al mismo.

Procedimiento: es la base sobre la cual se estructura el proceso y está


constituido por una serie de ritualidades que pueden constituir una particular forma
de resolver el litigio. La noción de proceso es esencialmente teleológica, mientras
que la de procedimiento es de índole formal.
Objeto del proceso: la relación jurídica sustancial que se debate en él, que no es
otra que la controversia o litigio planteado por el demandante.
Fin del proceso: ¿el proceso tiene como finalidad resolver el conflicto o proteger
intereses generales? El fin (motivo por el cual se ejecuta una conducta) del
proceso será el de servir de instrumento la composición del litigio o solución de la
controversia, mediante la aplicación de las normas sustanciales al caso concreto,
para procurar la protección de los derechos sustanciales, y por ende, preservar el
interés general que se reduce a la conservación de la paz y la armonía social.
Doble finalidad: fin inmediato, que corresponde a la solución del conflicto, y fin
mediato, que se traduce en el restablecimiento de la armonía y la paz social.
El contenido de la relación jurídica procesal: se reduce a los derechos,
deberes, facultades y cargas procesales.
Los deberes procesales: son imperativos normativos en virtud de los cuales se les
exige a los sujetos procesales el cumplimiento de una determinada conducta o su
abstención, so pena de que su incumplimiento hará incurrir a quien lo contravenga
en una sanción. Son una exigencia consagrada normativamente. Tienen deberes
procesales todos los sujetos procesales. V. gr., el deber de lealtad, buena fe o el
de colaborarle al juez.
Los derechos procesales: son prerrogativas que la ley procesal les otorga a las
partes o los terceros con el fin de defender sus intereses dentro del proceso. El
juez no tiene derechos, debido a que al ser titular de la función jurisdiccional, tiene
deberes dentro del proceso. V. gr., el derecho de contracción o el derecho a
interponer recursos.
Las cargas procesales: son conductas eminentemente voluntarias de las partes
(facultativas), que algunos sujetos procesales están en la necesidad de desplegar
si quieren obtener un eventual beneficio. V. gr., la carga de la prueba, la adecuada
presentación de la demanda o la contestación de la misma.
Las facultades procesales: son conductas potestativas, es decir, que dependen
exclusivamente del arbitrio y que pueden provenir del juez, las partes y los
terceros. V. gr., la facultad de decretar pruebas de oficio que tiene el juez.
Clasificación de los procesos:
1. Por la clase de pretensión aducida en el proceso
 Proceso declarativo o de conocimiento: tiene como finalidad que se declare
la existencia o no de un derecho a favor del demandante. El demandante
invoca la existencia de un derecho a su favor, obviamente tutelado por el
ordenamiento jurídico, pero aún no es reconocido como titular del mismo, razón
por la cual se afirma que en este tipo de proceso existe incertidumbre sobre la
titularidad de un derecho. Se pretende constatar la existencia de una norma que
consagre un derecho a favor de quien lo invoca en la pretensión, con la
finalidad de que sea reconocido por medio de la sentencia.
 Procesos declarativos puros o meros declarativos: tienen como finalidad
obtener simplemente la declaración de la existencia o inexistencia de un
derecho o relación jurídica, sin que se imponga algún tipo de condena,
prestación, ni se constituye o modifique una relación jurídica
 Procesos declarativos de condena: se pretende que se declare que el
demandado es responsable por la ejecución de una conducta que vulneró los
derechos de otro, y que por ende se le debe imponer una sanción (de tipo
patrimonial en materia civil, laboral y administrativa o de tipo personal en
materia penal.
 Procesos declarativos constitutivos: se pretende por medio de sentencia, la
constitución (creación), extinción o modificación de un determinado estado o
situación jurídica, por la ocurrencia de hechos que de acuerdo con la ley deben
producir esos efectos jurídicos. Hay mutación del estado de cosas existentes.
Características: a) existencia de una relación jurídica, b) existencia de un
interés de hacerle modificaciones a esa relación jurídica, c) transformación de
esa relación jurídica que opera con posterioridad a la declaración.
 Proceso ejecutivo: la pretensión va encaminada al cumplimiento de una
determinada prestación de dar, hacer o no hacer, aun en contra de la voluntad
del demandado. Es requisito indispensable para poderse iniciar este tipo de
procesos, que la obligación que se pretende ejecutar esté contenida en un
documento o providencia judicial. Características: a) el demandante es
reconocido como acreedor, b) la pretensión va encaminada a que se obtenga el
cumplimiento de la obligación, c) la obligación debe estar contenida en un
documento que preste mérito ejecutivo.
 Proceso cautelar: tiene como finalidad preservar o proteger determinados
derechos, aunque con ello se modifique una situación existente o se produzca
un cambio en ella.
2. Por la posición de las partes en la relación jurídica procesal
 Proceso contencioso: las partes están en contraposición de intereses, lo que
implica que la parte demandante pretenda que se imponga una condena y, por
ende, una prestación en contra del demandado y éste, a su vez, busca
desvirtuar o impedir que esa pretensión prospere, haciendo uso de los
instrumentos procesales que tiene a su disposición en ejercicio del derecho de
defensa.
 Proceso voluntario (de jurisdicción voluntaria): no se pretende imponer una
pretensión a otro sujeto, no existen intereses contrapuestos, hay ausencia de
litigio, razón por la cual se busca una declaración o autorización de determinada
situación jurídica que dada su importancia debe ser objeto de pronunciamiento
por parte del juez. Solo existe un peticionario. La crítica más relevante que se le
ha hecho a este tipo de procesos radica en su denominación, al indicar que es
inapropiado en la medida que no tiene nada de voluntario, porque el interesado
de manera obligatoria tendrá que acudir a la jurisdicción para obtener una
declaración, además que no es un verdadero proceso por no existir contraparte.
3. Por la naturaleza del derecho sustancial debatido: el criterio para esta
clasificación es precisamente la naturaleza de los derechos sustanciales que van a
ser objeto de debate, razón por la cual se estructuran procesos penales, laborales,
contencioso-administrativos y civiles.

Principios procesales y reglas técnicas

Se entiende por principios procesales las grandes directrices que expresa o


implícitamente brinda el legislador para que el método de enjuiciamiento pueda
operar eficazmente de acuerdo con la orientación filosófico-política de quien ejerce
el poder en un tiempo y lugar determinado.
Cada pregunta admite por lo menos dos respuestas. Y naturalmente, el legislador
optará por la que se halle acorde con la filosofía política que lo inspira.

Los principios y las reglas técnicas procesales


Los principios y las reglas técnicas procesales

El problema.

Se entiende por principios procesales las grandes directrices que expresa o


implícitamente brinda el legislador para que el método de enjuiciamiento pueda
operar eficazmente de acuerdo con la orientación filosófico-política de quien ejerce
el poder en un tiempo y lugar determinado.
Cada pregunta admite por lo menos dos respuestas. Y naturalmente, el legislador
optará por la que se halle acorde con la filosofía política que lo inspira.
Los principios procesales.

Los principios procesales son solo cinco:


 El principio de igualdad de las partes: Todas las constituciones del mundo
consagran de modo expreso el derecho de igualdad ante la ley, prohibiendo
contemporáneamente algunas situaciones que implican clara desigualdad:
prerrogativas de sangre y de nacimiento, títulos de nobleza, fueros personales,
etcétera, y admitiendo otras que permiten paliar la desigualdad: el libre acceso a
los tribunales de quienes carecen de los medios económicos suficientes para ello,
etcétera.
En el campo del proceso, igualdad significa paridad de oportunidades y de
audiencia.
La consecuencia natural de este principio es la regla de la bilateralidad o
contradicción: cada parte tiene el irrestricto derecho de ser oída respecto de lo
afirmado y confirmado por la otra. En otras palabras: igualdad de ocasiones de
instancias de las partes.
 El principio de imparcialidad del juzgador: Indica que el tercero que actúa en
calidad de autoridad para procesar y sentenciar el litigio debe ostentar claramente
ese carácter: para ello, no ha de estar colocado en la posición de parte
(impartialidad); debe carecer de todo interés subjetivo en la solución del litigio
(imparcialidad) y debe poder actuar sin subordinación jerárquica respecto de las
dos partes (independencia).
 El principio de transitoriedad del proceso: Su duración como medio de debate
debe estar adecuadamente equilibrada para lograr que actúe como remedio sin
ocasionar nuevo conflicto. Todo proceso debe ser necesariamente transitorio,
significando ello que alguna vez ha de terminar sin posibilidad de reabrir la
discusión.
Toda normativa procedimental debe estar regulada en orden a lograr la
terminación del proceso, al efecto de lograr el aquietamiento de las pasiones
enardecidas.
 El principio de eficacia de la serie procedimental: Es imprescindible que la
serie consecuencial que instrumenta el proceso sea apta para que en ella se
desarrolle armónicamente el dialogo querido por el legislador.
Una serie procedimental debe estar constituida por los pasos ya enunciados varias
veces en el curso de esta obra: afirmación, negación, confirmación y evaluación.
 El principio de moralidad procesal: La regla moral debe presidir el desarrollo del
proceso, al igual que debe hacerlo en todos los demás actos de la vida jurídica.
Un proceso solo es tal cuando se desarrolla conforme a la totalidad de los
principios enunciados.
Si las partes no actúan en pie de perfecta igualdad, o si el juzgador no es
imparcial, o si la actividad de procesar no tiene un punto final predeterminado, o si
la serie adoptada para su desarrollo no es eficaz para efectuar el debate o, si la
discusión se realiza al margen de la regla moral, se estará ante un simple
procedimiento y nunca ante un proceso.

Un principio siempre ostenta un carácter unitario y que, sin su presencia efectiva,


no puede hablarse seriamente de proceso.
Las reglas que corresponden al tema se relacionan con el medio de expresión en
el proceso, con sus formalidades, con su coste y rapidez de solución, con su
publicidad, con el orden de la discusión, con el desarrollo de la serie, con la
deducción de defensas y proposición de medios de confirmación y la utilización de
sus resultados, y con la presencia efectiva del juzgador durante su tramitación.
 Oralidad o escritura: Se vincula a la oralidad con la inmediación y con la
celeridad, en tanto que la escritura es relacionada con la mediación y con la
morosidad judicial. La escritura permite un cúmulo de corruptelas que difícilmente
se presenta cuando se aplica la regla de la oralidad.
 Libertad o legalidad de formas: Señala la mayor o menor potestad que tienen
las partes para establecer por si mismas como han de desarrollar el curso de la
serie.
En el mundo moderno coexisten ambas reglas.
 Economía procesal: El problema que genera el estudio de esta regla ya no pasa
por la onerosidad del proceso sino por decidir de manera equitativa quien debe
hacerse cargo de ella. Por supuesto, la respuesta es también alternativa: los
propios litigantes (beneficiarios directos del servicio) o el conjunto de la comunidad
(beneficiarios eventuales).
La adopción de una u otra respuesta es producto de aplicar una pauta política que,
como tal, es contingente.
 Celeridad: Indica que el proceso debe tramitar y lograr su objeto en el menor
tiempo posible, por una simple razón apuntada por Couture: “en el proceso, el
tiempo es algo mas que oro: es justicia”.
 Publicidad: Indica que el desarrollo de la serie procedimental debe hacerse
públicamente, en presencia de quien esta interesado en el seguimiento de su
curso.
 Preclusión: En la alternatividad de las respuestas jurídicas, el legislador puede
optar por dos soluciones diferentes: permitir o no el retroceso de los pasos que
exige el desarrollo de la serie. En otras palabras: posibilitar que las partes insten
cuando lo deseen (regla del libre desenvolvimiento o de la unidad de vista) o que
lo hagan solo y exclusivamente dentro del plazo prefijado al efecto (regla de
percusión).
La preclusión no solo debe operar por vencimiento del plazo acordado para ejercer
un derecho o facultad procesal sino también de otras dos formas:
 Por el ejercicio de un derecho o facultad incompatible con el que esta pendiente
de ser realizado.
 Por el ejercicio valido de la facultad antes del vencimiento del plazo acordado al
efecto.
 Perentoriedad: Un plazo acordado para cumplir una carga procesal puede vencer
automáticamente por el mero transcurso del tiempo sin que aquella sea cumplida
o, por el contrario, precisar de una nueva instancia de quien se beneficio a raíz del
incumplimiento.
Esto genera las reglas de perentoriedad y de no perentoriedad que aparecen en
las distintas legislaciones vigentes.
 Concentración: Otra regla que se relaciona con el orden de la discusión es esta
que indica que la serie procedimental debe desarrollarse íntegramente en un
mismo acto o en el menor numero posible de estos que, además deben estar
temporalmente próximos entre si.
Su par antinómico, la dispersión, se adecua a la regla de la escritura.
 Eventualidad: La adopción de la regla que establece un orden consecutivo con
carácter preclusivo para la presentación de las instancias lleva aneja la
imposibilidad de retrogradar el desarrollo de la serie.
Por esta razón, todas las defensas que deba esgrimir una parte procesal han de
ser propuestas en forma simultanea (y no sucesiva) a fin de que si la primera es
rechazada por el juez pueda este entrar de inmediato a considerar la siguiente.
Esta es la regla de la eventualidad que se aplica irrestrictamente a las
afirmaciones, defensas, medios de confirmación, alegaciones e impugnaciones,
cuando se intenta lograr un proceso económico y rápido.
 Inmediación: Indica la exigencia de que el juzgador se halle permanente y
personalmente en contacto con las demás personas que actúan en el proceso
(partes, testigos, peritos, etc.) sin que exista entre ellos algún intermediario.
 Adquisición: Indica que el resultado de la actividad confirmatoria desarrollada por
las partes se adquiere definitivamente para el proceso y, por ende, para todos sus
intervinientes.
Por virtud de su aceptación en un ordenamiento dado, la parte procesal que
produce un resultado que le es adverso no puede desistirlo.
 .

TEORIA DE LOS ACTOS PROCESALES

La doctrina suele conceptuar el acto procesal diferenciándolo del hecho procesal,


siendo decisiva la nota de la voluntariedad humana. Así, en general, puede
afirmarse que acto procesal es toda actividad encaminada a lograr la finalidad que
se propone el proceso. Pero a efectos de delimitar que concreto tipo de actividad
merece aquélla calificación, se hace necesario precisar:
1) Que ha de tratarse de una actividad humana, esto es, de una manifestación de
voluntad del órgano jurisdiccional o de las partes que, además, tenga repercusión
en el proceso, bien porque se ha realizado dentro del mismo (p. e., el demandado
contesta a la demanda), bien porque aún realizado fuera, luego ha de desplegar
su eficacia en él por afectar al objeto sobre el que versa (p. e., las diligencias
preliminares encaminadas a preparar el juicio, o la transacción). No obstante, ha
de matizarse que esa repercusión en el proceso ha de ser directa e inmediata, no
a través de otros actos (p. e., no serían actos procesales, el poder notarial
otorgado a procurador, que no necesariamente ha de ir encaminado a la apertura
de un proceso judicial).
2) Que, a sensu contrario, no son actos procesales, por ausencia de voluntad
humana, los hechos del mundo exterior que tienen repercusión en el proceso,
tales como: el transcurso del tiempo (que, p. e., puede determinar la caducidad de
la acción, o la firmeza de la resolución), la muerte de alguna de las partes o del
Juez (que, p. e., puede provocar la sucesión procesal o la sustitución del juez) o la
fuerza mayor (que, p. e., provoca la suspensión de los plazos).
En cuanto a las clases de actos procesales, en atención a su origen, se suele
distinguir entre actos del órgano jurisdiccional y actos de las partes. A su vez,
dentro de los primeros, ha de diferenciarse entre los actos del Juez o Tribunal, los
actos del Secretario y los actos del resto de personal que integra el órgano judicial.
Los actos de Juez o Tribunal encaminados a producir efectos en el proceso
reciben generalmente el nombre de resoluciones judiciales (providencias, autos y
sentencias), y los del Secretario diligencias de ordenación. No obstante, en
ocasiones la LEC se refiere a otro tipo de actividad procesal con expresiones tales
como "actuaciones", "diligencias", etc., y que, según los casos, se trata de
actividad del Juez o del Secretario Judicial. Finalmente, no se puede obviar la
actividad procesal de resto del personal judicial, especialmente del Oficial del
Juzgado y del Agente Judicial, a quienes corresponde por delegación del
Secretario la práctica de los actos de comunicación con las partes o terceros.

Los Actos procesales son Aquellos emanados de las partes, de los agentes de la
jurisdicción o aún de terceros ligados al proceso, susceptibles de crear, modificar o
extinguir efectos procesales.

Los Hechos procesales. Son los acaecimientos de la vida que proyectan sus
efectos sobre el proceso. Por ejemplo son hechos procesales la pérdida de la
capacidad, amnesia de un testigo. Cuando los hechos aparecen dominados por
una voluntad jurídica idónea para crear, modificar o extinguir efectos procesales,
se denominan actos procesales. Ejemplo declaración de testigo, suscripción de la
sentencia por el juez.

Clases De Actos Procesales


Los Clases de Actos Procesales son: los Actos de Tribunal, de las Partes y de
Terceros.

Entre los Actos de Tribunal se pueden citar los actos de decisión, de comunicación
y de documentación. Entre los Actos de las Partes tenemos los actos de obtención
y los actos dispositivos. Los Actos de Terceros son de prueba, de decisión y de
cooperación.

ACTOS DEL TRIBUNAL


Son actos emanados de los jueces y sus colaboradores. Se divide en:

1. ACTOS DE DECISIÓN. Son resoluciones judiciales dirigidas a dirimir el


proceso. Por ejemplo, La sentencia.

2. ACTOS DE COMUNICACIÓN. Son resoluciones dirigidas a notificar a las


partes. Por ejemplo, la citación.

3. ACTOS DE DOCUMENTACIÓN.
ACTOS DE LAS PARTES
Emanan del actor y del demandado con el fin de obtener la satisfacción de las
pretensiones.

Los actos de las partes se dividen en:

1. ACTOS DE OBTENCIÓN. Tienden a lograr del tribunal la satisfacción de la


pretensión. Se divide en:

1. Actos de Petición. Determinan el contenido de la pretensión.


2. Actos de Afirmación. Aceptan la pretensión del actor.
3. Actos de Prueba. Incorporan al proceso documentos o declaraciones.

2. ACTOS DISPOSITIVOS. Tienden a crear, modificar o extinguir situaciones


procesales. Y se da a través del Allanamiento (acto por el cual el demandado se
somete a la pretensión del actor), el Desistimiento y la Transacción (contrato por
el cual las partes se hacen recíprocas concesiones, CC, 945).

ACTOS DE TERCEROS LIGADOS AL PROCESO


1. ACTOS DE PRUEBA. Declaración de testigos, dictámenes de peritos, etc.

2. ACTOS DE DECISIÓN. Árbitros que deben decidir, en materia comercial, el


dolo o el fraude de los contratos.

3. ACTOS DE COOPERACIÓN. Son los actos de los martilleros.

Lugar de los actos y Real de las partes


El domicilio procesal (llamado también especial, de elección) es el elegido
voluntariamente por las partes, en un contrato o convención o, el elegido por una
persona para ciertos actos o asuntos procesales (CC, 29 párrafo II) que
generalmente va en el primer escrito.

El domicilio procesal del interesado sólo va en el primer escrito, y es una


obligación el establecerlo (CPC, 101) Es diferente del Domicilio real, que es el
lugar de residencia o el lugar de principal actividad.

El Domicilio Procesal es especial porque es sólo para las notificaciones del


proceso. Es voluntario, porque es el pretensionante quien elige. Y
es transitorio porque dura lo que dura el proceso.
Normalmente es la oficina del abogado defensor o la secretaría del juzgado donde
se lleva a cabo el proceso.

Escritos
El escrito es una solicitud o manifestación escrita de voluntad dirigida en proceso
al juez o tribunal que corresponda.

En Bolivia los escritos deben ser confeccionados:

A máquina de escribir, procesador de textos o manuscrita en papel tamaño oficio


adheridas de timbres de ley. Se derogò el uso de papel sellado (CPC, 92, I) pero
se hizo a través de un Decreto, se debía hacer a través de una Ley, ya que el
Código de procedimiento civil es una ley y este código dice que las demandas
deben hacer en papel sellado (CPC, 92, I).Una ley no puede ser derogado por un
decreto

En castellano Indicando:

 Juez.
 Personalidad de la parte.
 Descripción del hecho (sucinto o explicativo, dependiendo de las Teorías
De Descripción Del Hecho, CPC, 327 inc. 6).
 Basamento legal.
 El “petitum”, lo que pide al juez que se le otorgue.
 Fecha.
 Rubrica o firma y sello del abogado (excepto en los procesos sumarísimos).
 Rubrica (el garabato) y firma (nombre y apellido escritos por puño y letra)
del interesado.

El escrito debe llevar tantas copias como personas a citar (CPC, 92).

Cargo
Cargo. Certificación que en las secretarias judiciales se pone al pie de los
escritos, con indicación de día, fecha, y hora, que determinan si fueron en plazo.

A la presentación del escrito el auxiliar le pone el cargo: fojas (enumerar sobre los
anversos en numeral y literal), fecha y hora en literal al pie del escrito y firma del
auxiliar(CPC,96)

La importancia está en que algunos actos sin su presencia pueden ser


impugnadas de nulidad, especialmente en materia penal.
Cumplimiento De Las Normas Procesales
El orden público es un conjunto de condiciones fundamentales de la vida social
instituidas en una comunidad jurídica, las cuales, por afectar centralmente a la
organización de esta, no pueden ser alteradas por la voluntad de los individuos,
porque afectaría a la sociedad.

Las normas procesales son de orden público y por lo tanto de cumplimiento


obligatorio.

Este cumplimiento no es obligatorio cuando lo autoriza la ley, como ser:

1. Cuando se tiene que interpretar una ley,


2. Cuando luego de la interpretación aún existen dudas. En este caso la ley
permite que el juez se atenga a los principios constitucionales y a los
principios del derecho procesal no cumpliendo obligatoriamente la ley
insuficiente.(CPC, 1 párrafo II, 91, 193). Pero el juez nunca se debe atener
a los principios generales del derecho (CPC, 193). ¿Porque? Porque llevan
a la arbitrariedad, destruye el Principio De Legalidad Procesal y hace que el
juez se convierta en legislador.
3. Cuando las partes acuerdan expresamente por escrito que se abrevie una
plazo (CPC. 147) En este caso no se está cumpliendo obligatoriamente la
ley, porque la ley misma autoriza a que partes hagan uso del Principio de
Disposición[2].

Todo acuerdo que modifique las normas procesales o se pacte para no cumplirlas
obligatoriamente, hace que el acuerdo sea nulo (CPC, 90 párrafo II), a no ser que
la ley permita su incumplimiento, como en los tres casos arriba mencionados. Y si
el proceso llegó hasta juez de casación, este de oficio anulará todo el expediente
hasta el vicio más antiguo y los actos en las que hubo infracciones que interesen
al orden público. (CPC, 252).

Interpretación De Las Normas Procesales (CPC, 91)


La interpretación es la indagación del verdadero sentido y alcance de la norma
jurídica en relación con el caso que por ella ha de ser reglado. Véase mas...

Defectos de los actos procesales


a. errores del contenido y vicios de forma del juez y de las partes
b. vicios trascendentes e intrascendentes
c. simples irregularidades y motivos de anulación
d. nulidades expresas e implícitas
e. nulidades saneable e insaneables
f. nulidades absolutas y relativas
g. nulidades totales o parciales
h. nulidades extensibles y no extensibles al trámite posterior del proceso.

IMPERATIVOS JURÍDICOS-PROCESALES

Son todos los deberes, obligaciones y cargas impuestas que hay que
cumplir dentro del proceso

DEBERES PROCESALES

Establecidos a favor de una adecuada realización del proceso (decir la


verdad, la lealtad, la probidad que corresponde a cada parte) están los que
deben cumplir los terceros (deber de prestar declaración testimonial, actuar
como expertos o peritos.

OBLIGACIONES PROCESALES

Consisten en las cargas impuestas a las partes con ocasión del proceso. La
más acentuada de las obligaciones es la condena en costas.

CARGAS PROCESALES

Son una situación jurídica, instituida por la ley, es la compulsión para que se
ejerza un derecho y; en su caso, probarlo.
LA PRUEBA

La prueba, en Derecho, es la actividad necesaria que implica demostrar la verdad


de un hecho, su existencia o contenido según los medios establecidos por
la ley recae sobre quien alega algo, ya que el principio establece que quien alega
debe probar. El que afirma algo debe acreditar lo que afirma mediante un hecho
positivo, si se trata de un hecho negativo el que afirma deberá acreditarlo
mediante un hecho positivo. Peirano sostiene que la prueba recae sobre ambas
partes, se trate o no de un hecho positivo.

En síntesis, la obligación de probar dependerá de la situación adquirida por


las partes en un proceso. Cada una de ellas deberá probar los hechos sobre los
que funda su defensa, la prueba se podría definir como la actividad de las partes
dentro de un proceso judicial o procedimiento administrativo dirigida a convencer
al juez o al administrador de la veracidad de unos determinados hechos que se
afirman existentes en la realidad.

Ordenación lógica de los medios de prueba

La manera de agrupar los medios de prueba no es uniforme en la doctrina


podemos destacar diversas posiciones: Couture expone: que unos tienen carácter
directo por cuanto suponen contacto inmediato del Juez, en otros falta ese
contacto directo se acude a una especie de reconstrucción o representación de los
motivos de prueba y otros se apoyan a falta de comprobación directa o de
representación en sistema lógico de deducciones o inducciones.
En base a lo anterior hay tres formas de producirse la prueba atendiendo a que
esta llegue al conocimiento del Juez.
1 Por percepción (de modo directo) como en el Reconocimiento Judicial.
2 Por representación (representación mediante cosas) Prueba Instrumental.
3 Por deducción cuando se infieren de los hechos conocidos los desconocidos
mediante presunciones o las deducciones de aporte de terceros mediante su
ciencia prueba pericial. Guasp desarrolla el tema fijándose en los instrumentos
probatorios que encuentra el Juzgador que pueden ser personas, sean sujetos del
proceso, o no en cuyo caso debe hablarse de prueba personal, pueden ser cosas
y entonces se trata de prueba real, o bien puede que sea el acaecimiento de actos
(en sentido amplio) que sirvan para convencer al Juez según su existencia o
inexistencia presunciones.

En la prueba personal se usa a las mismas partes como ocurre en la confesión; o


bien a terceros como los testigos y los peritos. En las pruebas reales se obtienen
procesalmente pruebas de objetos muebles o inmuebles como en los documentos
o reconocimiento judicial. En la prueba de presunciones encontramos como
autentico medio de prueba las presunciones hominis que son las humanas. El
ART. 128 CPCYM sigue en términos generales este criterio.

Principios de la prueba

PRINCIPIOS GENERALES DE LA PRUEBA


Dada la naturaleza de los procesos constitucionales, los principios
generales de la prueba en los procesos ordinarios, sufren algunas adaptaciones
que conviene reseñar. En general, los principios que orientan la aplicación de la
prueba en los procesos constitucionales son los siguientes:

1. Principio de eficacia jurídica: postula que si la prueba es necesaria para el


proceso, en consecuencia debe tener eficacia jurídica, de manera que lleve al juez
constitucional al conocimiento real de los hechos en que se funda la pretensión del
actor.
2. Principio de unidad de la prueba: el conjunto probatorio forma una unidad, por lo
que debe ser analizada por el juez constitucional para confrontar las diversas
pruebas, establecer sus concordancias o discordancias y concluir sobre el
convencimiento que de ellas se forme.

3. Principio de comunidad de la prueba: este principio determina la inadmisibilidad


de renunciar o desistir de la prueba ya practicada, dado que quien aporte una
pruebe al proceso deberá aceptar su resultado, le sea beneficio o perjudicial. Este
principio está íntimamente relacionado con el de lealtad y probidad de la prueba.

4. Principio de interés público de la función de la prueba: Es evidente que existe


un interés público manifiesto en la función que desempeñan las pruebas en el
proceso a pesar de que cada parte persigue su propio beneficio. No obstante que
son los particulares los que ponen en movimiento los procesos constitucionales,
es claro que existe paralelamente un interés público en su resolución, por las
consecuencias jurídicas y de otra índole que una eventual sentencia estimatoria
podría significar para la Administración recurrida.
5. Principio de lealtad y probidad o veracidad de la prueba: Consecuencia de los
principios anteriores, ya que si la prueba tiene unidad y función de interés general,
no debe utilizarse para ocultar o deformar la realidad con el fin de inducir al juez a
engaño, sino con lealtad y probidad o veracidad, sea que provenga de la iniciativa
de las partes o de la actividad del mismo juez.
Como decía Couture “Las leyes del debate judicial no son sólo de habilidad
sino también de lealtad y probidad, de respeto a la justicia”. En consecuencia, este
principio rige tanto para las partes en los procesos constitucionales como para los
eventuales testigos, peritos y funcionarios que tengan relación con la evacuación
de la prueba.
6. Principio de contradicción de la prueba: Consecuencia lógica del anterior
principio, la parte contra quien se ofrece una prueba debe gozar de la oportunidad
procesal para conocerla y discutirla, incluido su derecho de ofrecer y evacuar la
respectiva contraprueba.
7. Principio de publicidad de la prueba: significa que debe permitirse a las partes
conocerlas e intervenir en su práctica.
8. Principio de legitimación para la prueba: este principio exige que la prueba
provenga de un sujeto legitimado para solicitarla, es decir, las partes o el juez
constitucional.
9. Principio de la preclusión de la prueba: se trata de una formalidad y oportunidad
para la práctica de la prueba y se relaciona con los principios de contradicción y
lealtad, persiguiéndose impedir que se sorprenda a la otra parte con pruebas de
último momento.
10. Principio de libertad de prueba: es indispensable otorgar libertad de la prueba
para que ésta cumpla su fin de lograr la convicción del juez constitucional sobre la
existencia o inexistencia de los hechos que interesan al proceso. Sin embargo, se
admite como limitación la de aquellas que la ley no permite investigar o que
resultan inútiles por existir presunción legal que las hace innecesarias.
11. Principio de pertinencia, idoneidad y utilidad de la prueba: este principio
implica una limitación de la libertad, pero su presencia es necesaria ya que el
tiempo y el trabajo de los tribunales constitucionales y de las partes no debe
perderse por la evacuación de prueba que por sí misma o por su contenido, no
sirve para la averiguación de los hechos base del proceso. De esta manera se
contribuye a la concentración y a la eficacia procesal de la prueba.
12. Principio de la carga de la prueba: postula que quien afirma un hecho en el
proceso debe probarlo. No basta, en consecuencia, con que le funcionario
recurrido rinda declaración bajo fe del juramento para tener por acreditada la
verdad de su dicho. Se trata, en este caso, simplemente de una presunción iuris
tantum que puede ser dejada sin efecto por prueba en contrario del recurrente o
por la aplicación de las reglas de la sana crítica por parte del juez constitucional.

JUICIOS Y HECHOS OBJETO DE LA PRUEBA

El objeto de la prueba es todo aquello que puede ser probado, es decir sobre el
cual puede o debe recaer la prueba, esto lo constituye en general los hechos es
decir todo aquello que puede ser percibido por lo sentidos. Se dice también que
por objeto de prueba debe entenderse la materialidad o tema sobre el que recae la
actividad probatoria.

El objeto de la prueba en el proceso son los hechos y no las simples afirmaciones,


toda vez que aquellos se constituyen en los supuestos de las normas jurídicas
cuya aplicación se discute en un determinado trámite, por lo que corría a cargo de
los extremos litigiosos buscar la comprobación de las pretensiones y las
excepciones, es decir, la carga de la prueba entendida como “una noción procesal
que consiste en una regla de juicio, que le indica a las partes la
autorresponsabilidad que tiene para que los hechos que sirven de sustento a las
normas jurídicas cuya aplicación reclaman aparezcan demostrados y que,
además, le indica al juez cómo debe fallar cuando no aparezcan probados tales
hechos.

Existe el objeto de prueba accesorio y secundario son aquellos hechos diversos


del hecho punible, pero que guardan conexidad con el mismo a través de los
cuales es posible deducir el delito.

Los estados o hechos psíquicos del hombre. Dentro de los hechos psíquicos
tenemos.

1) Auto psíquicos propios del individuos : el comportamiento de una persona


que este consiente de sí mismo, poseedor de una identidad propia

Las cosas materiales: Las cuales pueden presentarse materialmente o ser objeto
de una reconstrucción por medio del recuerdo, el arma de fuego, el arma blanca, o
la ruptura de una puerta.

Los lugares: Es importante la ubicación en relación con las personas,


acontecimientos o cosas, se piensa en un sitio del suceso como la casa la
habitación o donde se origino el problema en un proceso sea penal, laboral, civil

Los documentos: El documento tiene una gran utilidad probatoria porque en el


mismo podemos encontrar la narración de un acontecimiento realizado por un
individuo, la manifestación de una voluntad o pensamiento.

La identidad física de una persona: Puede ser sometida a observación por medio
de un reconocimiento judicial de personas o fotográfico practicado ante la
autoridad jurisdiccional. También se puede por medio de una disciplina
criminalística tal como la odontología forense, la dactiloscopia, análisis de sangre
en el laboratorio de criminalística.

Manifestaciones morales y físicas del individuo: Entre las cuales tenemos: la


cicatriz, la lesión o herida, el desajuste mental, alteración de las facultades.
Hechos que no pueden ser objeto de prueba.

Son conocidos como hechos evidentes o notorios: que tiene como principal
característica que produce en forma inmediata la certeza de algo es decir que no
generan duda. Los hechos notorios son todas aquellas cuestiones que
generalmente son conocidas por el hombre La notoriedad hace innecesaria su
prueba ya que no existe ningún tipo de duda en relación con su existencia. Es
importante tener presente que la notoriedad debe presentársele al juez en forma
clara, salvo que la parte contra quién se opone pruebe lo contrario.

Los hechos imposibles: Su imposibilidad de existencia impide ser objeto concreto


de prueba.

El derecho positivo: Un ordenamiento jurídico vigente no requiere ser probado, ya


que es de aplicación y conocimiento obligatorio de todos los ciudadanos de un
país determinado.

LA PERTINENCIA Y ADMISIBILIDAD DE LA PRUEBA

La admisibilidad o no de los medios de prueba es un juicio jurídico de valor que


realiza el juzgador en la audiencia preparatoria. Es en sí un acto de juez por el
cual se examina el cumplimiento de los requisitos legales previstos al efecto para
determinar luego los medios que obraran en el proceso.

Ahora bien, sin perjuicio de los requisitos de cada medio de prueba, en términos
generales ha de observarse estrictamente la legalidad, de modo tal que su
obtención y práctica igualmente esté apegada a la ley. A estos efectos el principio
de legalidad es determinante de la proposición, de la admisión y de la práctica; los
requisitos de admisibilidad, es decir, la pertinencia y la utilidad es aquí donde han
de desplegar su virtualidad.

Efectivamente, el principio de legalidad es determinante de la actuación del juez


en todo el espectro procesal. Además, en verdad, es cierto que el juez debe
ceñirse a lo establecido por la ley en materia probatoria. Sin embargo, debe
acotarse en este punto que la excesiva rigidez en los sistemas procesales
respecto a los medios que pueden taxativamente hacerse valer en el proceso, han
generado la interdicción irreflexiva de muchos que pudieran ser considerados
como perfectamente válidos. Este es un problema que atañe, sobre todo, al
sistema de valoración de prueba tasada donde se parte de una tarifa legal y es el
legislador quien constriñe el pensamiento del juzgador al momento de fallar.
Por lo anterior es que resulta atinado afirmar que lo relevante para un juez es
evaluar primeramente lo hechos, luego la idoneidad o no del medio y, finalmente,
lo relativo a la admisibilidad. Ésta supone entonces, a su vez, necesariamente la
evaluación prima facie de los hechos que serán objeto de la prueba y para este
efecto resulta importante que los mismos sean pertinentes a los fines del proceso.
Es decir, puede suceder que de modo subyacente a la pretensión se introduzca al
estrado una multiplicidad de hechos, más bien concomitantes y quizá hasta
irrelevantes, que pueden degenerar en la afectación de la economía procesal.

En cuanto a la pertinencia de la prueba, concepto correlativo, se exige que haya


un nexo entre el medio de prueba del que se pretende disponer y los hechos que
se pretenden probar. Por eso se señala, con tino, que la calificación de
impertinente recae sobre la prueba que no se refiere, ni indirectamente, a los
hechos alegados en el proceso. El CPCM expresamente se refiere a este
concepto en el artículo 318 al señalar que no deberá admitirse ninguna prueba
que no guarde relación con el objeto de la misma.

En el mismo contexto, y evaluándose otro concepto relacionado, se llama inútil a


la prueba que, aun en el supuesto de un resultado positivo, no tendría eficacia
para los fines del proceso en el que hubiera de practicarse.

LA CARGA DE LA PRUEBA

Carga de la prueba
[DPro] Principio del Derecho procesal en virtud del cual se obliga a una de
las partes a probar determinados hechos y circunstancias cuya falta de
acreditación conllevaría una decisión adversa a sus pretensiones.
La doctrina define la carga de la prueba como «regla de decisión o de juicio que
permite al juzgador resolver la controversia en favor de quien no está sometido a
ella, en caso de que la prueba aportada no sea concluyente» (GÓMEZ POMAR).
En el ámbito del Derecho penal, el principio de presunción de
inocencia consagrado en nuestro Derecho fundamental supone una mayor carga
probatoria sobre el Ministerio Fiscal o acusación particular.
LECiv, art. 217; STEDH Estrasburgo 20-03-2001.

Derecho Procesal

Una vez realizada la actividad probatoria, el juez debe prestarse a


dictar sentencia. Para ello deberá seguir un iter lógico (V. sentencia) en el que uno
de los pasos es establecer los hechos probados, sobre los que aplicar las
pertinentes normas, previa la valoración (V. valoración de la prueba) de dicha
actividad probatoria.

Declarados los hechos probados, positiva o negativamente, independientemente


de cuál de las partes haya convencido al juez, con base en el principio de
adquisición procesal, puede ocurrir que no haya hechos dudosos, en cuyo caso el
juez no se planteará más problemas probatorios. Pero si para él sigue existiendo
hechos sobre los que tiene dudas racionales, en cuanto le está prohibido el non
liquet, según los artículos 1.7 del C.C., 361 L.E.C.1881 y 11.3 L.O.P.J. así como el
448 C.P., debe plantearse el tema de la carga de la prueba.

La carga (V. carga de la aportación), que no obligación, de la prueba pesa sobre


las partes, según viene siendo contemplado en la L.E.C.1881 y en la mayoría de
los códigos procesales, aunque nada impide que el legislador, partiendo de la
carga de las partes de alegar los hechos, atribuya al juez las facultades necesarias
para que sea él el encargado de realizar la actividad probatoria de oficio.

Pero las partes son varias, al menos dos, ubicadas en las dos exclusivas y
excluyentes posiciones de parte: demandante y demandada, y, por ello, el tema de
la carga de la prueba se centra en determinar qué concreta parte debería (en
tiempo pasado, no en tiempo futuro o a priori) haber probado el hecho dudoso, y
así determinar en quién ha de recaer las consecuencias negativas de la
inactividad o ineficacia probatoria.

Desde antiguo, partiendo de reglas legales, se mantuvieron como realmente


eficaces principios recogidos en brocardos que, como «actore non probante reus
est absolvendus», «necessitas probandi incumbit ei qui agit, reus in excipiendo fit
actor, onus probandi incumbit actori, in dubiis reus est absolvendus», «incumbit
probatio qui dicit (affirmat), non qui negat», no siempre aplicables, en cuanto no se
les puede considerar como verdades absolutas; antes al contrario.

La regla general sobre la materia que estoy analizando está en el artículo 1.214
C.C. en el legislador intenta dar algunas pautas: «incumbe la prueba de
las obligaciones al que reclama su cumplimiento y la de su extinción al que la
opone». Pero, a pesar de las posibles buenas intenciones del legislador, estas
pautas son incorrectas e incompletas. Ciertamente, en este momento se haría
necesario un análisis detenido de los posibles hechos a probar, pero esa tarea en
este momento y lugar no es posible, por lo que baste decir lo siguiente:
a) Las reglas sobre la carga de la prueba son normas procesales, aunque puedan
estar ubicadas en normas no procesales.

b) Conviene no perder de vista, para poder dar debida respuesta a la pregunta, lo


que se denomina criterio de la normalidad y facilidad o proximidad probatoria.

c) Hechos constitutivos de la pretensión: realmente no se atribuye


al demandante la carga de todos los hechos de los que la norma deduce la
consecuencia pedida. Esto sería una carga insoportable, una probatio diabolica,
como ha establecido la doctrina y la jurisprudencia, en la forma vista. Se ha de
partir de los principios de normalidad y facilidad o proximidad probatoria, vistos,
así como del concepto que en su momento se dio del hecho constitutivo (V. hecho
constitutivo): hecho sobre el que se apoya la pretensión del demandante, cuya
carga de estos hechos corresponde a éste.

Distribución de la carga

Hablar de la carga de la prueba nos lleva a preguntarnos: ¿a quién le corresponde


probar un supuesto de hecho?, ¿Quién resulta afectado en el proceso por no
aparecer probado determinado hecho? Y, en este sentido, determinar qué debe
probar cada parte en el proceso para lograr el éxito de sus intereses.

Esta conducta impuesta a las partes para que acrediten la verdad de los hechos
formulados en el proceso constituye una exigencia derivada del interés de cada
litigante, cuyo incumplimiento deriva en la pérdida del litigio. En otras palabras, es
un llamado a actuar en su propio beneficio, que corresponde con el principio onus
probandi.

El Código de Procedimiento Civil preveía la noción de la carga estática de la


prueba en virtud de la cual: “incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de
las normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”, en
consecuencia, la parte que argumentaba determinado hecho como sustento de su
pretensión o excepción era quien debía probar el mismo.

Esta noción, morigerada por el Código General del Proceso (CGP), nos brinda la
oportunidad de contar con un desarrollo procesal más dinámico, toda vez que
orienta la actividad probatoria hacia la consecución de la verdad procesal
mediante la colaboración de las partes cuando, advertida la dificultad de una de
ellas para demostrar determinado hecho y la situación más favorable de la otra
para aportar las pruebas relacionadas con el mismo, autoriza al juez para distribuir
la carga de la prueba, por iniciativa propia o a petición de parte.

Tal dinamismo probatorio se logra gracias a los supuestos que el artículo 167 del
CGP, que, de forma ilustrativa, le indican al juez cuándo alguna de las partes está
en mejores condiciones de acreditar un determinado hecho, de tal forma que
puede en cualquier momento del proceso, antes de fallar, exigirle aportar las
evidencias o esclarecer los hechos controvertidos. Así, por ejemplo, se entiende
que está en mejor posición para probar el litigante que se halle en cercanía con el
material probatorio, tenga en su poder el objeto de prueba, por circunstancias
técnicas especiales, haya intervenido directamente en los hechos que dieron lugar
al litigio, o por el estado de indefensión o de incapacidad en la cual se encuentre la
contraparte, entre otras circunstancias similares.

Esta nueva concepción de la carga de la prueba en nuestro sistema procesal tiene


su origen en la teoría de las “cargas probatorias dinámicas”, en donde se tiende a
buscar la efectividad de principios como la solidaridad, igualdad de las partes,
lealtad y buena fe procesal, toda vez que se orienta hacia el aporte de la prueba
por la parte que puede hacerlo más que por la parte que alega el hecho objeto de
prueba.

Nuestra jurisprudencia, en especial en asuntos relacionados con responsabilidad


médica, en varias oportunidades ya había hecho referencia a la necesidad de
dinamizar la carga de la prueba, dadas las dificultades que tenían las partes para
probar ciertos hechos, como por ejemplo la parte demandante al momento de
probar la culpa o el nexo causal en la responsabilidad de los profesionales de la
salud.

Estando ya en un sistema procesal en donde es viable la distribución de la carga


de la prueba, se hace necesario distinguir si la norma impone al juez un deber o si
dicha autorización para distribuir la carga de la prueba es una facultad de la cual
puede hacer uso de forma discrecional.
Este planteamiento fue estudiado por la Corte Constitucional en la Sentencia C-
086 del 2016, en donde se precisa que la intervención del juez en la distribución
de la carga de la prueba tiene cabida gracias al ejercicio de su poder oficioso para
decretar y practicar pruebas y, además, como resultado de su pronunciamiento
ante la solicitud de las partes, en uno y otro caso analizando las circunstancias
especiales que justifiquen la distribución, sin que ello implique un deber impuesto
por el legislador para todos los casos.

Lo anterior, ya que, con lo dispuesto en el CGP, se busca garantizar el equilibrio


entre la función del juez y las cargas procesales de las partes, de tal forma que el
juez cuenta con una facultad que le permite hacer una ponderación de las
circunstancias que en cada caso le permiten hacer una distribución razonable de
la carga de la prueba.

En consecuencia el juez debe, en cada caso, hacer el análisis que le permita


concluir a cuál de las partes le queda más fácil probar y, de esta manera, proceder
a distribuir la carga de la prueba, teniendo como orientación la tutela judicial
efectiva de los derechos, la efectividad del derecho sustancial y la igualdad real de
las partes.

El Procedimiento Probatorio
Ofrecimiento de la prueba:
Antes de la audiencia del Art. 360 se ofrece prueba mediante un escrito, en el
plazo que determine cada juzgado (Generalmente son 10 días), plazo que
comenzará a correr desde que se dicte el auto de apertura a prueba, siempre que
este quede consentido por las partes dentro de los 5 días (que no fuera objeto de
algún recurso)
Apertura de la causa a prueba:
Art. 359. Contestado el traslado de la demanda o reconvención, en su caso, o
vencidos los plazos para hacerlo, resueltas las excepciones previas, y siempre
que se hayan alegado hechos conducentes acerca de los cuales no hubiese
conformidad entre las partes; aunque éstas no lo pidan, el juez recibirá la causa a
prueba procediendo de acuerdo a lo preceptuado en el art. 360.
Normas Generales
Art. 360. Apertura a prueba. [Según ley 24.573, art. 33]. A los fines del artículo
precedente el juez citará a las partes a una audiencia, que se celebrará con su
presencia bajo pena de nulidad en la que:
1. Fijará por sí los hechos articulados que sean conducentes a la decisión del
juicio sobre los cuales versará la prueba y desestimará los que considere
inconducentes de acuerdo con las citadas piezas procesales.
2. Recibirá las manifestaciones de las partes, si las tuvieren, con referencia a lo
prescripto en los arts. 361 y 362 del presente Código, debiendo resolverla en el
mismo acto.
3. Declarará en dicha audiencia cuáles pruebas son admisibles de continuarse en
juicio.
4. Declarará en la audiencia si la cuestión fuese de puro derecho con lo que la
causa quedará concluida para definitiva.
5. Invitará a las partes a una conciliación.
Art. 360 bis. Conciliación. [Agregado por ley 24.573, art. 34]. Sin perjuicio de lo
establecido en el art. 36, inc. 2, apart. a)(El juez podrá en cualquier momento del
proceso intentar una conciliación ), en la audiencia mencionada en el artículo
anterior, el juez y las partes podrán proponer fórmulas conciliatorias.
Si se arribase a un acuerdo conciliatorio, se labrará acta en la que conste su
contenido y la homologación por el juez interviniente. Tendrá efecto de cosa
juzgada y se ejecutará mediante el procedimiento previsto para la ejecución de
sentencia. Si no hubiera acuerdo entre las partes, en el acta se hará constar esta
circunstancia, sin expresión de causas. Los intervinientes no podrán ser
interrogados acerca de lo acontecido en la audiencia.
Art. 360 ter. [Agregado por ley 24.573, art. 35]. En los juicios que tramitan por
otros procedimientos, se celebrará asimismo la audiencia prevista en el art. 360
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, observándose los plazos
procesales que se establecen para los mismos.
Art. 361. [Según ley 24.573, art. 36]. Si alguna de las partes se opusiese a la
apertura a prueba en la audiencia prevista en el art. 360 del presente Código, el
juez resolverá lo que sea procedente luego de escuchar a la contraparte. (Según
Palacios la resolución es apelable, según el art. 242, inc. 3, que se refiere a la
providencia simple que causare perjuicio irreparable que es apelable)
Art. 362. Prescindencia de apertura a prueba por conformidad de partes. [Según
ley 24.573, art. 37]. Si en la audiencia prevista en el art. 360 del presente Código,
todas las partes manifestaren que no tienen ninguna prueba a producir, o que ésta
consiste únicamente en las constancias del expediente o en la documental ya
agregada y no cuestionada, la causa quedará conclusa para definitiva y el juez
llamará autos para sentencia.
Art. 363. Clausura del período de prueba. El período de prueba quedará
clausurado antes de su vencimiento, sin necesidad de declaración expresa,
cuando todas hubiesen quedado producidas, o las partes renunciaren a las
pendientes.
Art. 364. Pertinencia y admisibilidad de la prueba. No podrán producirse pruebas
sino sobre hechos que hayan sido articulados por las partes en sus escritos
respectivos.
No serán admitidas las que fueren manifiestamente improcedentes o superfluas o
meramente dilatorias.
Ver Arts. 365 y 366 ya transcriptos en hechos nuevos.

La Valoración de la Prueba
3.1) Concepto
Devis Echeandía señala que "por valoración o apreciación de la prueba
judicial se entiende la operación mental que tiene por fin conocer el mérito o
valor de convicción que pueda deducirse de su contenido" [13]. A su vez Paul
Paredes indica que: "La apreciación o valoración es acto del juez consistente
en medir la eficacia probatoria de cada medio de prueba, o de su conjunto,
según el precio o valor que le asigna la ley o le otorgue el juez, en relación al
grado de convicción que permita generar certeza en el juez de la ocurrencia
del hecho a probar[14]". Sobre el tema Carrión Lugo refiere que: "Podemos
sostener validamente que la apreciación y valoración de los medios
probatorios constituye la fase culminante de la actividad probatoria. Es el
momento también en que el Juez puede calificar con mayor certeza si tal o
cual medio probatorio actuado tiene eficacia para convencerlo sobre los
hechos alegados y si ha sido pertinente o no su actuación en el proceso"[15].
3.2) La Función Valorativa
Como se ha mencionado la valoración de la prueba es efectuada por el Juez,
quien debe tener presente tres aspectos, en primer lugar tendrá que percibir
los hechos a través de los medios probatorios, los cuales en este sentido
pueden ser directos, esto es, el Juez se encuentra en contacto inmediato con
el hecho a probar, como sucede con la inspección ocular. En segundo lugar,
el Juez deberá efectuar una representación o reconstrucción histórica de los
hechos en su conjunto, en este caso además de utilizar los medios directos
puede emplear los medios indirectos, los cuales sólo proporcionan datos, a
partir de los cuales el Juez elabora un argumento para deducir la existencia
de un hecho, como ocurre con los indicios. En tercer lugar, el desarrollará
una actividad analítica o de razonamiento mediante la cual se obtienen las
inferencias de los datos percibidos.
3.3) Sistemas para la valoración de la prueba
3.3.1) Sistema de la tarifa legal
También es conocido como el sistema de la prueba tasada o de la
prueba legal, en el mismo se establece la obligación del Juez de
mensurar la eficacia probatoria del medio de prueba indicado, según
el valor que previamente se ha asignado por la norma jurídica. Devis
Echeandía refiere que este sistema sujeta "al juez a reglas
abstractas preestablecidas, que le señalan la conclusión que
forzosamente debe aceptar en presencia o por la ausencia de
determinados medios de prueba..."[16]. Al respecto Carrión Lugo
refiere que "la ley le atribuye un valor a determinado medio
probatorio y el Juez no tiene otro camino que admitirlo así. En este
sistema la actividad del Juez se hace mecánica, en donde el
juzgador se encuentra impedido de formarse un criterio personal
sobre los medios de prueba y, consecuentemente, sobre los hechos
acreditados, encontrándose eventualmente obligado a aceptar
valoraciones en contra de su propio convencimiento razonado"[17].
Las desventajas que tiene este sistema según Devis Echeandía son
de tres tipos:
a) Mecaniza o automatiza al Juez, impidiendo que forme un criterio
personal, y obligándolo a aceptar soluciones en contra de su
convencimiento lógico razonado;
b) Conduce con frecuencia a la declaración como verdad de un
simple apariencia formal, esto es no permite la búsqueda de la
verdad real;
c) Genera un divorcio entre la justicia y la sentencia, ya que se
otorga preeminencia a fórmulas abstractas en desmedro de la
función primordial del derecho de realizar la armonía social
mediante una solución que responda a la realidad y que haga
justicia.
Este sistema tuvo una importante presencia en el antiguo Código de
Procedimientos Civiles de 1912, de esta manera en el Artículo 378
de este cuerpo de leyes se establecida que "La confesión prueba
plenamente contra el que la presta", precisándose en la respectiva
exposición de motivos que: "Finalmente, se ocupa el proyecto del
valor probatorio de la confesión. Establece, de acuerdo con el
principio universalmente admitido, que la confesión es una prueba
plena o completa contra el que la presta. No lo es, naturalmente, en
su favor"[18]. Al consignarse la nomenclatura de "prueba plena" se
hace referencia al valor absoluto que le otorgaba esta norma
procesal a la confesión, lo que implicaba un mandato al Juez para
que le otorgue dicho valor a esta prueba. Asimismo, el Artículo 393
del Código de Procedimientos Civiles señalaba que: "El juramento
decisorio pone término a la cuestión principal o incidente sobre que
versa, y el juez resolverá con arreglo al resultado del juramento". La
jurisprudencia desarrolló la valoración de este medio probatorio de la
siguiente manera: "Quien somete la decisión de un juicio civil al
resultado del juramento decisorio, no tiene derecho para iniciar
acción penal por perjurio contra el que prestó dicho juramento,
porque eso sería dejar a la voluntad de un parte convertir la ación
civil en criminal y permitir que el juramento sólo fuera decisorio contra
la parte que los presta"[19]. Se aprecia un respeto reverencial al valor
probatorio del juramento decisorio, que en última instancia es la
observancia puntual de lo previsto en el mencionado Artículo.
Sin embargo Paul Paredes señala que en el Código Procesal Civil
vigente coexisten normas propias del sistema tarifado, haciendo
referencia a la presunciones iuris tantum, sobre las que expresa: "Un
primer grupo de reglas normativas de prueba lo conforman las
presunciones legales...en el despliegue de sus efectos legales
inhiben la libre apreciación de las consecuencias que se puedan
derivar de ciertos hechos y, de esta manera, terminan facilitando el
trabajo judicial de apreciación de las pruebas visto en su conjunto. El
relevo de la apreciación judicial por la apreciación normativa con
fines ya de seguridad jurídica, o por vinculación al tema del orden
público, o de simple practicidad se constituye en fundamento de las
presunciones legales..."[20]
3.3.2) Sistema de la libre apreciación de la prueba
Este sistema también es conocido como el sistema de apreciación
razonada, el libre convicción o de la prueba racional. Al respecto
Carrión Lugo nos dice que en este sistema "el juzgador tiene libertad
para apreciar las pruebas actuadas de acuerdo a las reglas de la
lógica, a las reglas de la experiencia, a su propio criterio racional de
apreciación, a su observación crítica, a sus propios conocimientos
psicológicos y alejado, naturalmente, de la arbitrariedad"[21]. De su
lado, Paul Paredes indica que: "El sistema de la libre apreciación es
aquel por el cual el juez mide la eficacia probatoria de cada medio de
prueba, o de su conjunto, guiado por las reglas de la sana crítica,
autoconformando su propia convicción que le permita sentar por
ocurridos los hechos que representan los medios de prueba"[22].
Sobre el tema Devis Echeandía inserta este sistema como parte del
moderno sistema probatorio cuando expresa: "...el proceso moderno
debe ser oral, aunque con ciertas restricciones como la demanda;
inquisitivo para que el juez investigue oficiosamente la verdad, y con
libertad de apreciar el valor de convicción de las pruebas según las
reglas de la sana crítica basadas en los principios de la sicología y la
lógica y las máximas generales de la experiencia, quedando sujeto
únicamente a las formalidades que la leyes materiales contemplan
ad substantiam actus, o sea solemnidades necesarias para la
existencia o validez de ciertos actos o contratos"[23].
La aplicación de este sistema va de la mano con la motivación de la
sentencia, pues en la parte considerativa de la misma debe figurar el
proceso de convicción o certeza que las pruebas han creado en el
Juez, pues con ello se observaran los principios del debido proceso y
del derecho de defensa. Asimismo, se evita incurrir en la
arbitrariedad.
Este es el sistema adoptado por el Código Procesal Civil vigente
pues así se constata del contenido del Artículo 197 del mismo, el cual
prescribe que: "Todos los medios probatorios son valorados por el
Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin
embargo, en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones
esenciales y determinantes que sustentan su decisión". Por ello es
que Carrión Lugo refiere lo siguiente: "Conforme al sistema recogido
por nuestro Código Procesal Civil el juzgador tiene plena libertad de
atribuirle al hecho demostrado utilizando un mecanismo probatorio el
valor que su criterio racional le aconseje. El Juez, en esa tarea,
apreciará todos los medios probatorios actuados, los confrontará
unos con otros, establecerá la congruencia o incongruencia entre
unos y otros, hasta llegar al convencimiento de la certidumbre de los
hechos materia de la controversia"[24].

LA SETENCIA

La Sentencia.
Es la declaración del juicio y resolución del juez. Decisión de cualquier controversia
o disputa extrajudicial que da la persona a quien se ha hecho árbitro de ella para
que la juzgue o componga.
En el derecho procesal es el más importante de los actos del órgano jurisdiccional,
porque en el mismo y en virtud de la apreciación de lo alegado y probado en juicio,
el magistrado puede administrar la justicia, mediante la aplicación del derecho
invocado por las partes.
Las sentencias son las decisiones que estiman o desestiman la petición del
demandante.
La palabra sentencia tiene varias acepciones. Es el parecer o dictamen que una
persona puede seguir. A veces se denomina sentencia a un dicho breve y grave
que encierra …ver más…

Las sentencias definitivas producen los siguientes efectos: 1° tiene autoridad de


cosa juzgada; 2°desapoderan al juez en relación a lo fallado; 3°pueden impugnarse
por la vía de recurso procedente.
Conviene distinguir las sentencias definitivas de las irrevocables. La sentencia
definitiva puede retractarse por el ejercicio de un recurso mientras que las
sentencias irrevocables son todas aquellas que no pueden revocarse ni retractarse.
Cuando una sentencia es rendida en instancia única es a la vez definitiva e
irrevocable.
Sentencias Previas
Las sentencias previas son llamadas sentencias de “antes de hacer derecho”. Son
rendidas antes de decidirse el fondo. Se dictan en el curso del proceso o en ocasión
de una medida de instrucción o de una medida de provisional.
Se las puede su clasificar en preparatorias, interlocutorio y provisional.
Es preparatoria, sin dudas, la sentencia dictada para la sustanciación de la causa y
para ponerla en estado de recibir fallo definitivo.

FASES DE LA SETENCIA

De la disposición contenida en el artículo 243 del Código de Procedimiento Civil


venezolano vigente, se observa que la sentencia está estructurada de tres (3)
partes, a saber: narrativa, motiva y dispositiva.

Según un autor patrio, sobre las tres partes de la sentencia, narrativa, motiva y
dispositiva, en la primera el Juez se comporta como un Historiador, en la segunda
es un catedrático y en la tercera es un agente del Estado que dicta una orden. De
tal manera pues que la parte más importante de una sentencia es la Motiva donde
el Juez pone a prueba sus conocimientos del Derecho, el análisis de los hechos y
la subsunción del derecho a los hechos para poder expresar en la parte dispositiva
la decisión que le merece el proceso sometido a su consideración.
Narrativa: Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha
quedado planteada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que
constan de autos. (Art. 243 Ord. 3º).

Motiva: Los motivos de hecho y de derecho de la decisión. (Art. 243 Ord. 4º).

Dispositiva: Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión


deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda
absolverse de la instancia. (Art. 243 Ord. 5º).

Es preciso hacer mención acá, del principio de la unidad procesal del fallo,
conforme al cual la sentencia forma un todo indivisible, de modo que todas las
partes que conforman su estructura tradicional (narrativa, motiva y dispositiva) se
encuentran vinculadas por lo que se llama “un enlace lógico”.

Clasificación

Según el tratadista Humberto Cuenca (1998), las sentencias se dividen en:

Definitivas: Son las que ponen fin a la relación procesal en una determinada
instancia.

Interlocutorias: Son aquellas que sólo recaen sobre una parte de ella (instancia),
para hacer posible el curso del proceso apartando inconvenientes o estorbos
procesales.

También incluye, el citado autor, las sentencias de homologación, cuando


aprueban la composición procesal (transacción, convenimiento y desistimiento)
que alcanza autoridad de cosa juzgada.

Oportunidad para dictar Sentencia en Primera Instancia

El Código de Procedimiento Civil, en su Libro Segundo, Título III, Capítulo I,


denominado “De la Vista y Sentencia en Primera Instancia”, establece el momento
en que debe dictarse sentencia, en los siguientes términos:

Artículo 515. Presentados los informes, o cumplido que sea el auto para mejor
proveer, o pasado el término señalado para su cumplimiento, el Tribunal dictará su
fallo dentro de los sesenta días siguientes. Este término se dejará transcurrir
íntegramente a los efectos de la apelación.

Los Jueces procurarán sentenciar las causas en el orden de su antigüedad.


Diferimiento

De conformidad con el Artículo 251, del Código de Procedimiento Civil


venezolano. “El pronunciamiento de la sentencia no podrá diferirse sino por una
sola vez, por causa grave sobre la cual el Juez hará declaración expresa en el
auto de diferimiento, y por un plazo que no excederá de treinta días. La sentencia
dictada fuera del lapso de diferimiento deberá ser notificada a las partes sin lo cual
no correrá el lapso para interponer los recursos”.

Requisitos de la Sentencia

En el Código de Procedimiento Civil, la sentencia está desarrollada en el Capítulo


I, Título V del Libro Primero, bajo la denominación “De la sentencia”. El artículo
243 ibídem, determina los requisitos intrínsecos que debe contener toda
sentencia:

Artículo 243

Toda sentencia debe contener:

1° La indicación del Tribunal que la pronuncia.

2° La indicación de las partes y de sus apoderados.

3° Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado


planteada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan
de autos.

4° Los motivos de hecho y de derecho de la decisión.

5° Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las


excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse de la
instancia.

6° La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión.

Los requisitos intrínsecos de la sentencia contemplados en el artículo 243 del


Código de Procedimiento Civil, como se ha establecido en numerosos fallos, son
de estricto orden público. En este sentido, se ha señalado “que los errores in
procedendo” de que adolezca una sentencia de última instancia, constituyen-
como atinadamente expresa Carnelutti- un síntoma de injusticia que debe
reprimirse por medio de la rescisión de la sentencia, en cuanto que los errores de
tal naturaleza se traducen en violación del orden público, por en fin de cuentas
reconducirse en la vulneración de alguna de las garantías no expresadas en la
Constitución”. (Sentencia de fecha 13 de agosto de 1992, caso Ernesto Pardo
Morales contra Carlos Lanz Fernández, expediente Nº 91-169, Sentencia Nº
334)”.”

RESOLUCIONES CAUTELARES

Las medidas cautelares son aquellas que se adoptan en un proceso con la


finalidad de asegurar un resultado futuro que pueda producirse en el mismo. Su
objeto es preservar anticipadamente una consecuencia previsible que debe
realizarse en el curso del proceso.

Las medidas cautelares tienen una regulación genérica en la Ley de


Enjuiciamiento Civil que contiene una normativa de carácter general de las
medidas cautelares, que podrá utilizarse como supletoria para resolver dudas que
puedan surgir en la aplicación de las normas especiales que se ocupan de
determinadas medidas cautelares particulares y en la interpretación de sus
lagunas, porque todas las medidas precautorias participan, en principio, de las
mismas características generales, responden a unos similares principios y sirven a
unos fines comunes de aseguramiento del resultado futuro del proceso.

El Tribunal Constitucional destaca esa finalidad diciendo "todas las medidas


cautelares responden a la necesidad de asegurar, en su caso, la efectividad del
pronunciamiento futuro del órgano judicial, esto es, de evitar que un posible fallo
favorable a la pretensión deducida quede (contra lo dispuesto en el artículo 24.1
CE) desprovisto de eficacia" (sentencia 218/1994).

REQUISITOS GENERALES DE LAS MEDIDAS CAUTELARES

Los presupuestos imprescindibles que condicionan la adopción de las medidas


cautelares guardan íntima relación con el derecho material que se pretende
asegurar con su concesión. El artículo 728 enumera los principios a que ha de
responder la solicitud de medidas cautelares para que pueda ser acogida por el
Juez: a) peligro por la mora procesal, b) apariencia de buen derecho y c) caución.

1. Peligro por la mora procesal (periculum in mora)

Tiene su razón de ser este requisito en el transcurso de tiempo que


necesariamente ha de producirse entre la presentación de la demanda y la
resolución judicial definitiva del asunto, pues aunque contáramos con organismos
judiciales sumamente diligentes y eficaces, el cumplimiento de los trámites
procesales conlleva una dilación temporal de la decisión del litigio, cuyo transcurso
puede suponer un riesgo para la efectividad del resultado del mismo, que
convierta en ilusoria la legítima expectativa de quien acude a los tribunales con la
esperanza de ver reconocidos sus intereses que se resuelven en la sentencia.

No se trata de un presupuesto amparado en el principio constitucional del derecho


a un proceso sin dilaciones indebidas (artículo 24.2 Constitución española), sino
que responde a eventualidades que pueden afectar al derecho material discutido
en la litis y que previsiblemente conviertan en ilusoria una posible resolución
estimatoria del pleito, situación que se hace acreedora a la adopción de las
medidas protectoras tendentes a soslayar esa posibilidad atentatoria de la tutela
judicial que otorgue la sentencia estimatoria.

Este presupuesto admite una doble perspectiva que habrá de ser valorada por el
Tribunal a quien se solicite la medida cautelar.

Por una parte, tiene un marcado sentido objetivo atinente a la conservación los
bienes del deudor hasta la finalización del asunto y la posible efectividad de la
condena sobre los mismos.

Y, por otro lado, esa apreciación habrá de conectarse con la situación personal del
solicitante tendente a conseguir el propósito de que un retardo en la ejecución
forzosa resulte infructuosa por la desaparición de los bienes sobre los que pudo
haberse realizado.

Su objetivo inmediato es procurar que los bienes jurídicos -cualquiera que sea su
clase o naturaleza- que pertenecen al acervo patrimonial del sujeto pasivo
permanezcan integrados en él, para que desaparezca el riesgo de que se difumine
la efectividad de una eventual resolución favorable al instante de la medida.

La apreciación del peligro que puede suponer la tramitación del proceso deberá
justificarse por el solicitante de la medida, pues así lo dispone el artículo 728.1 Ley
Enjuiciamiento Civil "Solo podrán acordarse medidas cautelares si quien las
solicita justifica, que, en el caso de que se trate, podrían producirse durante la
pendencia del proceso, de no adoptarse las medidas solicitadas, situaciones que
impidieren o dificultaren la efectividad de la tutela judicial que pudiera otorgarse en
una eventual sentencia estimatoria".

COSTAS Y MULTAS

Artículo 633. (Costas y multa). Si el tribunal desestima el recurso o


considera que la resolución recurrida está arreglada a derecho, hará la
declaración correspondiente, condenando al que interpuso el recurso al
pago de las costas del mismo y a una multa no menor de cincuenta
quetzales ni mayor de quinientos, según la importancia del asunto. Los
insolventes serán penados con prisión de ocho días a tres meses. Estas
sanciones no son aplicables al Ministerio Público.
No procede la condena en costas ni la imposición de la multa, cuando el
recurso se hubiere fundado en violación de doctrina legal existente, si tal
doctrina es modificada por el fallo de casación.

EJECUCION DE LA SETENCIA

Una sentencia es la decisión oficial de un tribunal en una demanda. Una sentencia


final resuelve los puntos involucrados en la demanda, y determina los derechos y
obligaciones de cada parte en la demanda. En la ley penal, el gobierno ejecuta
una sentencia. La sentencia en un asunto penal con frecuencia da como resultado
la imposición de una sentencia, la cual ejecutan las autoridades del gobierno. Se
puede ordenar al acusado el pago de una multa, ser puesto en libertad bajo
palabra ó puede ser enviado a la cárcel. En la ley civil, la ejecución de una
sentencia se deja a las partes comprendidas en la demanda. Cuando una parte en
una demanda no cumple con la sentencia dictada por un tribunal, la otra parte
puede buscar alivio, esto es, obtener un arreglo otorgado por el tribunal. La
ejecución de una sentencia civil surge cuando una sentencia relativa a dinero ó
una orden de sostenimiento no se paga. Aunque la mayoría de la gente cumple
con una sentencia dictada por el tribunal, algunas personas simplemente ignoran
la sentencia y no pagan. Cuando una persona no paga, se requiere la ejecución
de la sentencia.

TEORIA DE LA IMPUGNACION

1. DEFINICIÓN.
La teoría general de la impugnación, sostiene el profesor HINOSTROZA
MINGUEZ[1] implica la fiscalización de la regularidad de los actos del proceso,
sobre todo aquellos concernientes al órgano jurisdiccional, representados a través
de las correspondientes resoluciones. Presupone el control de la actividad judicial
encaminado a corregir los actos irregulares o inválidos derivados de ella.
La teoría general de la impugnación trata el fenómeno de la denuncia referida a la
presencia de actos procesales imperfectos o ineficaces, así como el estudio de los
medios y procedimientos que el derecho positivo prevé con el objeto de rectificar
tales actos.
El ordenamiento jurídico procesal requiere para la vigencia constante de sus
normas de la existencia de medios idóneos que logren enmendar las
irregularidades cometidas en el proceso, poniéndoles término y restableciendo los
derechos vulnerados. Los medios en cuestión son precisamente los
impugnatorios, que no buscan sino el restablecimiento de los derechos materia de
quebrantamiento y la eliminación del agravio derivado del acto procesal irregular,
con el objeto de garantizar los derechos del sujeto perjudicado.
En suma, la teoría general de la impugnación abarca el estudio de las causas o
posibilidades impugnatorias, de los medios de impugnación aplicables y del
trámite respectivo.

CLASES O TIPOS DE ERRORES


Las causales de impugnación pueden ser clasificadas, siguiendo el criterio del
profesor HINOSTROZA MINGUEZ[13] en: i) Vicios (o errores) in procedendo; ii)
Vicios (o errores) in iudicando.
En efecto, siguiendo al maestro CALAMANDREI “… puede ocurrir que la conducta
de los sujetos procesales no se desarrolle en el proceso de un modo conforme a
las reglas del derecho objetivo, y que, por tanto, uno o más de los actos
coordinados en la forma antes indicada sean ejecutados de un modo diverso de
aquel querido por la ley, o, en absoluto, sean, contra la voluntad de la ley,
olvidados. Se produce entonces una inejecución de la ley procesal, en cuanto
alguno de los sujetos del proceso no ejecuta lo que esta ley le impone (inejecución
in omitiendo), o ejecuta lo que esta ley le prohíbe (inejecución in faciendo), o se
comporta de un modo diverso del que la ley prescribe: esta inejecución de la ley
procesal constituye en el proceso una irregularidad, que los autores modernos
llaman un ‘vicio de actividad” o un ‘defecto de construcción’, y que la doctrina del
derecho común llamaba ‘error in procedendo’…”.
9.1. VICIOS (O ERRORES) IN PROCEDENDO
Los vicios (o errores) in procedendo, llamados también vicios de la actividad o
infracción en las formas, constituyen, pues, irregularidades o defectos o errores en
el procedimiento, en las reglas formales.
El vicio in procedendo supone la inaplicación o aplicación defectuosa de las
normas adjetivas que afecta el trámite del proceso y/o los actos procesales que lo
componen.
Los errores in procedendo se dan en la aplicación de la ley procesal, la cual
impone una conducta al juez y a las partes en el desenvolvimiento del proceso.
Los errores de procedimiento producen la nulidad del proceso y se pueden dar en
la constitución del proceso (presupuestos procesales), en su desenvolvimiento, en
la sentencia y en su ejecución.
Sobre el error in procedendo expresa QUINTEROS VELASCO que “… consiste
cuando actúa (el juzgador) contraviniendo las formas prescritas por la ley para la
resolución, afectándose la forma de la sentencia (…). Con tal desviación o
contravención se disminuyen las garantías de la litis y se priva a las partes de una
eficaz defensa de sus derechos. Esta falla recae sobre la exterioridad de los
actos...[14]“
El vicio in procedendo o infracción a las formas acarrea, por lo general -si fuese
insalvable-, la nulidad del acto viciado. Ello conduce al “iudicius rescindens”, de
carácter negativo, que implica la declaración de invalidez del acto cuestionado y,
como efecto secundario, el retrotraer el proceso al estado inmediato anterior al de
aquel en que se produjo el vicio (siempre y cuando éste fuese determinante en el
proceso).
9.2. VICIOS (O ERRORES) IN IUDICANDO.
Los vicios (o errores) in iudicando, denominados también vicios del juicio del
tribunal o infracción en el fondo, configuran así irregularidades o defectos o errores
en el juzgamiento, esto es, en la decisión que adopta el magistrado.
ESCOBAR FORNOS destaca que los errores in iudicando “… se dan en la
aplicación de la ley sustantiva, que es la que resuelve el conflicto de derecho
planteado en el proceso“[15].
El vicio In indicando es aquel que afecta el fondo o contenido y está representado
comúnmente en la violación del ordenamiento jurídico (sustantivo) que tiene lugar
cuando se aplica al asunto controvertido una ley que no debió ser aplicada, o
cuando no se aplica la ley que debió aplicarse, o cuando la ley aplicable es
interpretada y -por ende- aplicada deficientemente. A la violación del derecho
(denominada también error de derecho) se suma el error de hecho que afecta
indiscutiblemente el fondo, formando también así parte del vicio in iudicando. El
último tipo de error tiene que ver con la apreciación de los hechos por el órgano
jurisdiccional, la cual, de ser deficiente (como cuando no se valora
apropiadamente un medio probatorio), afecta la decisión del Juez (esto es, la
declaración de certeza sobre los hechos) y causa, por consiguiente, agravio al
interesado.
El vicio in indicando genera la revocación, el “iudicium rescissorium”, vale decir, la
rectificación directa del vicio o error, dejándose sin efecto la decisión que ocasionó
el agravio y emitiéndose otra -esta vez adecuada y correcta- que la supla.
Ya sea que se trate de vicios in procedendo o de vicios in iudicando, las causales
de impugnación en general deben constituir vicios o errores trascendentes y no
irrelevantes, y tienen que ocasionar agravio a alguno de los sujetos procesales. En
todo caso puede afirmarse que es causal para acceder a la vía impugnativa la
injusticia de la decisión adoptada por el juzgador.

RECURSOS Ó REMEDIOS PROCESALES

Recurso Procesal es todo medio de impugnación en contra de una decisión


judicial, establecido por la Ley.
La doctrina los define como los medios que establece la ley para obtener la
modificación, revocación o invalidación de una providencia o decisión judicial, ya
sea del mismo juez que la dictó o de otro de superior jerarquía.
Al apreciar esta definición es posible extraer los elementos que contiene un
recurso procesal: en primer lugar debe haber una resolución judicial que sea
impugnable, es decir, que se encuentra afectada por vicios, quebrantamientos u
omisiones que ameriten su revisión y reforma; el órgano que la pronunció, llamado
tribunal “a quo”; el órgano que debe conocer del recurso, llamado también tribunal
“ad quem”; la parte que resultó agraviada por la sentencia impugnable y una
nueva decisión que va a modificar, revocar o invalidar a la recurrida.
Los recursos, generalmente se interponen ante el mismo tribunal que dictó la
sentencia contra la cual se recurre. Por vía de excepción, se interpone ante el
mismo tribunal que va a conocer de dicho recurso, como ocurre en los casos de
queja, de hecho y amparo de derechos y garantías constitucionales.
Generalmente quien va a conocer de los recursos es el superior jerárquico, pero,
Como excepción, le corresponderá conocer y fallar el recurso al tribunal que dictó
la sentencia, en aquellos casos en que se interponen recursos de revocatoria,
reposición, ampliación y aclaración.
Como regla general los recursos se interponen en contra de aquellos fallos que no
han quedado firmes o ejecutoriadas. Excepcionalmente se interponen contra
decisiones firmes y ejecutoriadas, en los casos del recurso de revisión y de
invalidación.
Los recursos procesales se hallan regulados por el principio de preclusión, lo cual
hace que deban interponerse dentro de un término legal, fuera del cual la
oportunidad para ejercer el recurso precluye fatalmente. No obstante no están
sujeto a un término para ejercerlos: la acción de amparo constitucional y las
acciones de nulidad.
Con respecto a la naturaleza del amparo en contra de la violación de los derechos
y garantías constitucionales, ésta es una acción cautelar autónoma, sin embargo
la doctrina le atribuye el carácter de recurso cuando es ejercida en contra de
decisiones o providencias judiciales dictadas por un órgano que actuó fuera de su
competencia o en franca y abierta violación de los derechos y garantías
constitucionales.
Los recursos procesales se clasifican conforme a lo expresado en el siguiente
cuadro.

RECURSOS PROCESALES
La apelación

La Apelación es un Recurso ordinario por el que unas actuaciones judiciales se


remiten a un órgano superior con la posibilidad de practicar nuevas pruebas para
que revoque la resolución dictada por otro inferior.
En las distintas jurisdicciones, esta palabra es sinónimo y abreviación del Recurso
de apelación.

LOS EFECTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN


Son las consecuencias que la interposición del recurso produce.
Estos efectos son:
1.- Efecto suspensivo, y
2.- Efecto devolutivo.

La apelación puede concederse en ambos efectos o en el sólo efecto devolutivo.


Este último es el trascendente y corresponde a un efecto esencial, ya que en su
virtud se otorga competencia al Tribunal superior para que conozca del recurso
El efecto suspensivo, en cambio es de la naturaleza del recurso de apelación y no
de la esencia, por eso el legislador puede modificarlo, eliminarlo y su eliminación
trae consigo la distinción entre la apelación concedida en ambos efectos y la
concedida en el sólo efecto devolutivo.

Cuando la apelación se concede en ambos efectos, hay un solo Tribunal


competente para seguir conociendo de la causa: es el Tribunal de alzada.
En cambio, cuando el recurso de apelación se concede en el sólo efecto
devolutivo existen dos Tribunales competentes para conocer del asunto:
a) El Tribunal de primera instancia puede seguir conociendo hasta que se cumpla
la resolución apelada, y/o hasta el término del procedimiento;
b) El Tribunal de segunda instancia, tiene competencia que le otorga la facultad de
conocer y fallar el recurso de apelación

En Chile la regla general es que la apelación se concede en el sólo efecto


devolutivo, esto es, la competencia del Tribunal de primera instancia permanece.

COMPETENCIA DEL TRIBUNAL DE SEGUNDA INSTANCIA: GRADO DE


COMPETENCIA Y FALLO

El efecto devolutivo traspasa competencia al Tribunal de segunda instancia y esa


competencia comprende la facultad de revisar tanto los hechos como el derecho.
No obstante, esa competencia no siempre es
Ilimitada o no constreñida
a) Primer grado:
“Las sentencias definitivas de primera o única instancia y las de segunda que
modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros Tribunales,
contendrán:
6º La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender
todas las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio: pero
podrá omitirse la resolución de aquellas que sean incompatibles con las
aceptadas―.

Existen, empero, ciertas excepciones a esta regla general :


1ª. El Tribunal de segunda instancia puede conocer todas las excepciones o
defensas desestimadas en la primera instancia y sobre las cuales no se haya
pronunciado la sentencia pronunciada por el Tribunal inferior jerárquico por ser
incompatibles con las acogidas.
2ª El Tribunal puede formular las declaraciones de oficio que según la ley le sean
obligatorias aun cuando el fallo apelado no las contenga ( art. 209), como por
ejemplo, su incompetencia absoluto, la nulidad absoluta, implicancia, etc.

3ª el Tribunal puede invalidar de oficio el fallo que no contiene todas las decisiones
que debía contener.
4ª el Tribunal puede enviar, en caso de falta de resolución respecto de una
pretensión o defensa, el expediente al Tribunal de primera instancia para que el
juez complete la decisión

b) Segundo grado
Es el caso contemplado en el art. 692 del C.P.C., incluido en el título dedicado al
juicio sumario. Este precepto extiende el ámbito de competencia del Tribunal de
segunda instancia a la posibilidad de que éste resuelva sobre las cuestiones
debatidas en primera instancia, aunque no las comprenda el fallo recurrido.

c) Tercer Grado
(La regla general en materia civil es que el Tribunal de segunda instancia no
pueda ir más allá de lo que ha sido apelado ni tampoco puede volverse el fallo de
segunda instancia en contra del apelante, salvo que exista adhesión a la
apelación)
En cambio, en materia penal el fallo puede volverse en contra del apelante. Asà lo
establece el art. 528 del C. P. P. consagrando el principio “Reformativo in
peius”, o sea reforma en perjuicio: “Aun cuando la apelación haya sido
deducida por el reo, podrá el Tribunal de alzada modificar la sentencia en forma
desfavorable al apelante
Segunda Instancia.

Las sentencias de segunda instancia contendrán un resumen de la sentencia


recurrida rectificándose los hechos que hayan sido relacionados con inexactitud;
los puntos que hayan sido objeto del proceso o respecto a los cuales hubiere
controversia, el extracto de las pruebas aportadas y de las alegaciones de las
partes contendientes; la relación precisa de los extremos impugnados en la
sentencia recurrida con las consideraciones de derecho invocadas en la
impugnación; el estudio hecho por el tribunal de todas las leyes invocadas,
haciendo el análisis de las conclusiones en las que fundamenta su resolución,
señalando cuanto confirma, modifica, o revoca de la sentencia recurrida.

Nulidad

La doctrina suele conceptualizar a la nulidad procesal como el estado de


anormalidad de un acto procesal debido a la ausencia o a la presencia defectuosa
de requisitos que condicionan su existencia regular, determinando la posibilidad de
ser declarado judicialmente nulo.

En base al concepto anterior se puede afirmar que la nulidad procesal es un medio


impugnatorio que sirve para declarar la invalidez de un acto jurídico procesal o de
todo el proceso.

CLASES DE NULIDADES PROCESALES


En el proceso tenemos tres clases de nulidades: la absoluta, la relativa y la
inexistencia del acto.

a) Nulidad Absoluta.
Es aquella que por carecer de un requisito esencial impide la formación del acto.
Es decir cuando los actos jurídicos viciados son insubsanables Puede ser
declarada de oficio por el juez o a petición de cualquier persona interesada.
Ejemplo: persona enajenada que pretenda iniciar un proceso.

b) Nulidad Relativa.
Esta se refiere a los requisitos accesorios, vale decir que los actos jurídicos
procesales son subsanables. La nulidad relativa puede ser pedida únicamente por
la parte. Ejemplo: notificación de demanda en parapente, el juez no lo puede
declarar de oficio, sólo las partes lo pueden pedir.

c) Actos inexistentes.
Son aquellos actos que, tal como se difiere de su nombre, no existen, por lo cual
no necesitan ser invalidados ni convalidados. Ejemplo: sentencia sin firma de juez,
no es un acto jurídico procesal, no existe.

PRINCIPIOS QUE RIGEN EN MATERIA DE NULIDADES PROCESALES


La doctrina moderna ha elevado a la jerarquía de principios algunas reglas que
rigen en materia de nulidades procesales, las cuales están dirigidas a limitar su
uso indiscriminado, es decir, que la nulidad sólo alcance a determinados
supuestos en los que la afectación al derecho al debido proceso resulta evidente.
Estos principios son los siguientes:

a) Principio de Legalidad o Especificidad.


El artículo 171 del CPC establece que “la nulidad se sanciona sólo por causa
establecida en la ley”. Ello quiere decir que la nulidad sólo se sanciona por causal
establecida en la ley procesal. No basta que la ley establezca una formalidad
determinada para la realización del acto procesal y que su omisión o defecto
origine la nulidad del acto. Y se llama también de especificidad porque no hay
nulidad sin texto legal expreso; por lo que no se admite la nulidad sino expresa la
causa legal en la que se funda.

b) Principio de Convalidación.
Frente a los actos procesales afectos de nulidad tenemos la figura de la
convalidación, que importa confirmar la validez del acto. La convalidación
constituye realmente un remedio, un elemento saneador para los actos afectos de
nulidad, en vez de invalidar el acto se sanea.

Existen dos clases de convalidación: expresa y tácita.


· Convalidación Expresa.- Cuando la parte perjudicada ratifica el acto viciado.
· Convalidación Tácita.- Cuando la parte afectada no impugna el acto defectuoso
dentro del plazo respectivo.

Este principio no opera tratándose de los actos inexistentes ni los afectado con
nulidad absoluta.

Nuestro código procesal civil señala en su artículo 172 que en los vicios de
notificación, la nulidad se convalida si el litigante procede de manera que ponga de
manifiesto haber tomado conocimiento oportuno del contenido de la resolución.
Por ejemplo: si el demandado ha sido emplazado de manera irregular; peor
contesta la demanda, demuestra que ha tenido conocimiento de la resolución, por
lo que el acto irregular ha sido convalidado. Hay también convalidación cuando el
acto procesal no obstante de carecer de algún requisito formal logra la finalidad
para lo que estaba destinado, este principio es conocido como el de
Aquiesciencia, por ejemplo en caso del aplazamiento de una persona a través de
su apoderado, el artículo 436 del código procesal civil indica que sólo puede
efectuarse si el representante estuviese facultado para ello y el demandado no se
encontrara en el ámbito de competencia territorial del Juzgado. Si en caso se
notificara al apoderado, sin tener facultad para ello debido a que se desconoce el
nuevo domicilio del demandado, y a pesar de ello, éste se apersona y contesta la
demanda. El emplazamiento a pesar de ser defectuoso ha cumplido su finalidad.

c) Principio de la Subsanación.
No hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de influir en el sentido de la
resolución o en las consecuencias del acto procesal (Art 172 CPC, cuarto párrafo).

Por esta principio no hay nulidad si el vicio no ha de influir en el sentido de la


resolución o en las consecuencias del acto procesal viciado, por lo que el pedido
de nulidad no tendría la importancia necesaria, porque dicho acto procesal puede
ser objeto de subsanación por el juzgador, distando una resolución que rectifique
dicho acto procesal. Así por ejmplo, si el juez se olvida de colocar el lugar en que
emite una sentencia, pese a que la sentencia tiene un elemento que la invalida
(Artículo 122-inc. 1º del CPC: las resoluciones deben contener el lugar y la fecha
en que se expide, de lo contrario será nula); sin embargo se trata de un vicio
subsanable, porque no podría obtener la nulidad del acto procesal, en virtud de
que se podría subsanar.

d) Principio de Protección.
La parte que solicita la nulidad no puede ser quien haya originado el acto nulo; por
lo que, quien alega la nulidad no debe tener culpa del vicio.

El código procesal civil no contempla este principio, mas si está establecido como
causal de improcedencia de la nulidad ern el artículo 175 en su inciso 1.

e) Principio de Causalidad.
La declaración de nulidad de un acto procesal no alcanza a los anteriores ni a los
posteriores que sean independientes de aquél. Asimismo, la invalidación de una
parte del acto procesal no afecta a las otras que resulten independientemente de
ella, ni impide la producción de efectos para los cuales el acto es idóneo, salvo
disposición expresa en contrario (Art. 173 CPC). La calidad de la independencia
de los actos procesales es tarea fundamental de los jueces para los efectos de
determinar la extensión de la nulidad declarada.

f) Principio de Trascendencia
Quien alega la nulidad tiene que demostrar encontrarse perjudicado con el acto
procesal viciado. El perjuicio debe ser cierto e irreparable, además que el acto
viciado no pueda subsanarse sino es con la declaración de sanción de nulidad.
Asimismo, acreditará interés propio y específico con relación a su pedido (Art. 174
CPC).

No basta afirmar que el acto procesal está viciado, pues el peticionante debe
precisar en que consiste el perjuicio o agravio que le produce el acto cuestionado,
además es necesario precisar cuál es la defensa que no se pudo realizar como
consecuencia del acto procesal viciado.

LA CASACION

Efectos de la casación de forma). Si el recurso se interpone por


quebrantamiento substancial del procedimiento, declarada la infracción
por el tribunal, casará la resolución y anulará lo actuado desde que se
cometió la falta y remitirá los autos a donde corresponda para que se
sustancien y resuelvan con arreglo a la ley, imputando las costas y
reposición de los autos al juez o tribunal que hubiere dado motivo al
recurso.

No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando el motivo alegado


consista en la falta de declaración en el fallo sobre alguna de las
pretensiones oportunamente deducidas, podrá la Corte Suprema
limitarse a ordenar al tribunal que emitió la sentencia, que la complete
dictando resolución sobre el punto omitido.

CLASES

El recurso de casación puede ser en la forma y en el fondo.


El RECURSO DE CASACIÓN EN LA FORMA, es aquel que procede cuando el
tribunal ha incurrido en vicios de procedimiento, ya sea al tramitar el juicio o al
pronunciar la sentencia.

El RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO, es aquel que tiene por objeto


invalidar determinadas sentencias cuando se han pronunciado con infracción de
ley, la que debe influir substancialmente en lo dispositivo del fallo.

Cosa juzgada

La cosa juzgada (del latín res iudicata) es el efecto impeditivo que, en un proceso
judicial, ocasiona la preexistencia de una sentencia judicial firme dictada sobre el
mismo objeto. Es firme una sentencia judicial cuando en derecho no caben contra
ella medios de impugnación que permitan modificarla. Este efecto impeditivo se
traduce en el respeto y subordinación a lo decidido sobre lo mismo, en
un juicio anterior. Por ello también se le define como la fuerza que atribuye
el derecho a los resultados del proceso. Habitualmente se utiliza como un medio
de defensa frente a una nueva demanda planteada sobre idéntico objeto que lo
fue de otra controversia ya sentenciada, y que le cierra el paso.

Res judicata es una expresión latina, del ámbito jurídico, que literalmente
traducida significa «cosa juzgada». Su significado, no obstante, es más profundo
aún, llega más lejos, en cuanto que es definitorio del «valor de la jurisprudencia»
en el sistema del derecho continental, y enlaza con importantes principios
jurídicos, tales como el de seguridad jurídica o el de certeza del derecho.
La presencia de la res iudicata impide que una misma cuestión sea juzgada dos
veces, por eso ante un segundo litigio, planteado sobre el mismo objeto, nos
permite alegar la «excepción de cosa juzgada» (res iudicata), y excluir con ello la
posibilidad de ser juzgados por segunda vez.

Clasificación
La doctrina ha realizado varias clasificaciones en torno a la cosa juzgada. Entre
ellas encontramos las siguientes:
Cosa juzgada formal y material[editar]

 Cosa juzgada formal: es aquella que implica la imposibilidad que una


determinada decisión sea recurrida, o sea, la improcedencia o cierre de
los recursos procesales contra ésta. En otras palabras, una resolución
judicial que goza de esta clase de cosa juzgada no puede ser objeto de
más recursos. Sus efectos se producen exclusivamente en el proceso en que
se ha dictado la sentencia, por lo que se considera precaria (pues sus efectos
podrían desvirtuarse en un proceso distinto).

 Cosa juzgada material: es aquella que implica la inatacabilidad de


un resultado procesal mediante el inicio de un nuevo juicio, al cerrarse toda
posibilidad de que se emita una decisión que se contradiga o se oponga a lo
antes dictado. Sus efectos se producen en el proceso en que se dictó
la sentencia y en otros futuros, por lo que se considera estable y permanente
(porque es eficaz dentro y fuera del respectivo proceso).
Cosa juzgada real y aparente

 Cosa juzgada real: es aquella que emana de un proceso válido, es decir,


aquél que ha respetado las normas del "debido proceso".

 Cosa juzgada aparente: es aquella que emana de un proceso en que ha


faltado uno o más requisitos de existencia o validez del mismo.
Cosa juzgada general y relativa

 Cosa juzgada general (res iudicata erga omnes): es aquella que produce
efectos respecto de todas las personas (erga omnes), aunque no hayan
intervenido en el juicio.

 Cosa juzgada relativa (res iudicata inter partes): es aquella que produce
efectos sólo respecto de las partes del juicio (y sus sucesores legales) y no en
relación a personas ajenas al mismo.

Efectos[editar]
Son las consecuencias jurídicas que surgen de la cosa juzgada, que se traducen
en la posibilidad de exigir el cumplimiento de lo resuelto (acción de cosa juzgada)
o en evitar un nuevo juiciosobre la materia (excepción de cosa juzgada).
Acción de cosa juzgada
Es el efecto de la cosa juzgada que permite el cumplimiento coactivo de un
derecho reconocido o declarado en juicio. Requiere de una sentencia, favorable al
que pretende ejercerla, firme (o que cause ejecutoria) y que imponga
una obligación actualmente exigible. En el ámbito penal, el Auto de sobreseimiento
libre tiene efectos de cosa juzgada. No es
Su titular es la persona a cuyo favor se ha reconocido o declarado un derecho, es
decir, el litigante que ha ganado (y eventualmente sus herederos) y se ejerce
contra el litigante perdedor (o, eventualmente, en contra de sus sucesores) para
reclamar lo obtenido en el juicio.
En general, es prescriptible y el procedimiento para exigir su cumplimiento
dependerá de si se trata de una sentencia emanada de un tribunal nacional o de
uno extranjero (en cuyo caso habrá que homologarla, utilizando el execuátur).
Excepción de cosa juzgada[editar]
Es el efecto de la cosa juzgada más típico (también conocido como non bis in
idem), en virtud del cual no puede volver a discutirse entre las mismas personas,
una misma materia e invocando idénticas razones. Es decir, permite hacer valer
los atributos de inmodificabilidad e ininmpuganibilidad que posee
una sentencia firme frente al inicio de un nuevo juicio.
Su titular es el litigante que se ha beneficiado por el resultado del juicio y por todos
aquéllos a los que, según la ley, aprovecha la decisión. Puede ser invocada por
cualquiera de las partes en el juicio, independiente de la calidad que hayan tenido
en éste (demandante o demandado).
Por lo general, esta excepción debe ser alegada en el juicio posterior, porque es
renunciable expresa o tácitamente y, habitualmente, sólo favorece a las partes que
han intervenido en el respectivo litigio (y a sus herederos). Además, es
imprescriptible, pues puede alegarse en cualquier tiempo.
Requisitos[editar]
La doctrina señala tradicionalmente que, para que sea procedente la excepción de
cosa juzgada es preciso que, en ambos juicios, concurran tres requisitos comunes:

 Identidad de persona (eaedem personae): debe tratarse del mismo


demandante y demandado, jurídicamente hablando. Para fijar este
requisito Eduardo Couture señalaba que hay que considerar tres
principios: identidad jurídica (la identidad de carácter legal y no
física), sucesión (a los causahabientes de una persona) y representación (la
posibilidad de actuación a nombre de otro). Por ello, las personas que actúan
en el litigio pueden ser físicamente distintas y existir identidad legal (por
ejemplo, entre un heredero del demandante ya fallecido y el demandado) o,
por el contrario ser físicamente idénticas y no existir tal identidad (por ejemplo,
entre el demandante y el ex-representante de una persona jurídica antes
demandada).

 Identidad de la cosa pedida (eadem res): el objeto o beneficio jurídico que se


solicita (no el objeto material) debe ser el mismo. O sea, lo que se reclama.

 Identidad de la causa de pedir (eadem causa petendi): el hecho jurídico o


material que sirve de fundamento al derecho reclamado debe ser el mismo. O
sea, el por qué se reclama.
Parte de la doctrina estima que la anterior teoría es errónea por incompleta. Estos
autores señalan que hay que distinguir tres elementos fundamentales, aunque
advierten que no se pretende reproducir con otros términos la teoría tradicional,
pues establecen ciertas subcategorías dentro de estos. Tales elementos son los
siguientes:

 Límite subjetivo (sujetos): es necesaria la identidad de los sujetos, o sea, que


sean los mismos en el anterior y el posterior juicio. Requiere de identidad física
y jurídica, pero en algunas ocasiones este se atenúa, bastando la identidad
jurídica (una misma calidad legal). Excepcionalmente no se presenta este
límite, tratándose de la cosa juzgada general (que opera contra toda clase
de personas).

 Límite objetivo (objeto): es necesario que ambos litigios tengan el mismo


objeto procesal. Habrá identidad objetiva cuando se esté ante una misma
pretensión procesal, que comprende tres caracteres: los sujetos; el objeto
corporal o incorporal en que recae la pretensión; y el título o petición delimitado
por los hechos invocados.

 Actividad en que el pronunciamiento consiste: es necesaria que la


actividad estricta, es decir, la modificación de la realidad que determina, sea la
misma. Dicha actividad comprende tres dimensiones: el lugar, normalmente
sólo el territorio nacional (salvo homologación de decisiones extranjeras
vía execuátur); el tiempo, o sea, las circunstancias temporales que
acompañaron y produjeron la decisión; y la forma, es decir, sólo el
pronunciamiento estricto que integra el fallo y no sus motivaciones o las
declaraciones que hayan sido omitidas (salvo conexión evidente, en cuyo caso
puede admitirse la equiparación de los extremos implícitamente decididos,
situación conocida como cosa juzgada implícita).
Límites Objetivos de la Cosa Juzgada
1.La obligación del Juez de no juzgar sobre lo que ya ha sido juzgado, tiene
límites.
2.La Cosa Juzgada Material es Ley entre las partes dentro de los limites del tema
litigioso objeto de la sentencia, y dentro de los límites subjetivos de la controversia
decidida.
3.El Art. 1395 del CC., Parte in fine establece que "La autoridad de la cosa
juzgada SOLO PROCEDE respecto de lo que ha sido objeto de la sentencia", es
decir, que el objeto de lo decidido por sentencia pasada en autoridad de Cosa
Juzgada, no puede o debe constituirse en el objeto de una nueva pretensión a
decidirse en otro proceso, entre las mismas partes, con el mismo carácter
o calidad y por la misma causa.
COMENTARIO: Sabemos que lo comentado en la parte ut supra no es así. La
Cosa Juzgada no sólo se refiere al objeto controvertido, sino que tiene toda una
serie de elementos que la configuran como: las partes, los sujetos que intervienen,
su carácter, la causa que dio origen al litigio.
COMENTARIO: En esta parte nos dice exclusivamente que los límites sólo
procede respecto de lo que ha sido objeto de la sentencia. El objeto de lo decidido
por sentencia no puede o debe convertirse en el objeto de una nueva pretensión.
Límites Subjetivos de la Cosa Juzgada
1.La Cosa Juzgada como resultado de la resolución de la relación procesal es
obligatorio para los sujetos de esta relación. Es decir, es Ley entre las partes. Esa
decisión es OBLIGATORIA para los sujetos de esa relación, de ese litigio.
2.EXCEPCIÓN: todo (Sentencia) acto jurídico que afecta a las partes que
interviene en él hacen que la decisión exista y es válida con relación a todos (erga
omnes).
COMENTARIO. ¿Por qué? porque cuando el Tribunal decide algo, decide un litigio
que le otorga a una de las partes un Derecho, y ese derecho debe ser reconocido
por todos (erga omnes), a menos claro está; que esa sociedad se sienta afectada
por esa decisión e intervenga en el proceso. Para reclamar el derecho que cree
que le es perjudicado. Independientemente de cómo se reclame el derecho, por
ejemplo: para reclamarle al tercero algo o para que este tercero reclame a su vez
un derecho. En cualquiera de las dos vías. Esto es lo que llama la Ley
"La tutela del derecho del tercero".
Entonces, la sentencia hace estado sólo entre las partes, pero resulta inadecuado
establecer esto como principio general, cuando lo cierto es lo contrario, es válido o
hace estado en relación a todos.
Pero, por otra parte, es necesario decir, que la sentencia no puede perjudicar a
otros que sean ajenos al litigio, ya que el ajeno puede ser el mismo condenado en
la sentencia.
Costas

Con frecuencia, cuando estamos estudiando la posibilidad de acudir a los


tribunales, nuestro abogado nos advierte de la posibilidad de que si perdemos el
pleito, el juez nos condene “en costas”, o por el contrario, nos anima a entablar
acciones, pues sin ganamos, el juez condenará al contrario a pagar nuestras
“costas”.

Pues bien, conviene tener claro exactamente a qué se refieren y qué cubren
las costasjudiciales, pues algunas veces su impacto económico es casi tan
importante como el del pleito en sí.

Así, tienen la consideración de costas ciertos gastos que se originan durante la


tramitación de un procedimiento judicial, exclusivamente por los siguientes
conceptos:

 Los honorarios del Abogado y derechos del Procurador, cuando su


intervención es obligatoria.

 La inserción de anuncios o edictos que obligatoriamente deban publicarse


durante la tramitación del procedimiento.

 Los honorarios de los peritos.

 Las copias, certificaciones, notas, testimonios y documentos que se


soliciten a los Registros Públicos, salvo que las solicite directamente el
juzgado, en cuyo caso, serán gratuitos.

 Los derechos arancelarios (gastos de notario)

En principio, cada parte debe abonar los gastos que vaya generando la defensa
de sus intereses en el juicio. Será la sentencia que ponga el fin al procedimiento la
que imponga al perdedor, la obligación de abonar al vencedor las costas que le
ha originado la tramitación del procedimiento, o lo que es lo mismo, la condena en
costas se contiene en la sentencia y debe abonarlas el que pierde el juicio.

En ocasiones las sentencias pueden contener una expresión similar a “sin hacer
especial pronunciamiento en costas” o bien, “cada parte abonará las costas
causadas a su instancia”, lo que significa que cada parte asumirá sus
propios gastos independientemente que haya ganado o no el pleito.

Los juzgados no suelen condenar en costas en los procedimientos de familia


(separación, divorcio, modificación de medidas… etc.) ni en los laborales.

El procedimiento para solicitar el pago de esta condena es el llamado “tasación


de costas”.

Se inicia mediante solicitud formulada por el abogado y procurador que han


intervenido en el procedimiento y a la que se acompañan sus minutas y
las facturas que justifiquen los gastos(de profesionales o por servicios) que
tengan la consideración de costas del procedimiento.

La tasación de costas la practica el Secretario Judicial y no incluirá en la misma


los derechos correspondientes a escritos y actuaciones que sean inútiles, ni las
partidas de las minutas que no se expresen detalladamente, se refieran a
honorarios que no se hayan devengado en el pleito o simplemente no se justifican.

También reducirá el importe de los honorarios de los abogados y demás


profesionales que superen los límites establecidos (el importe máximo de la
condena en costas es una tercera parte del importe que se reclamara en el
procedimiento)

Al condenado se le comunica el importe al que ascienden las costas para que, si


no está conforme, las impugne.

Los motivos que pueden alegarse son de dos tipos: que las costas
son excesivas, esto es, los honorarios presentados por los profesionales que
intervinieron están por encima de las normas orientadoras o aranceles de sus
respectivos Colegios o no responden realmente al trabajo efectuado, o bien, que
las costas son indebidas, esto es, se han incluido partidas de gastos que no
tienen el carácter de costas del juicio.

La impugnación de la tasación de costas se resuelve mediante una auto del


Tribunal por el que se determina con exactitud la cantidad que debe abonar el
condenado, dándosele un plazopara que las abone de forma voluntaria. Si
transcurrido éste no ha pagado las costas, se podrá iniciar contra el deudor la vía
de apremio o de ejecución sobre sus bienes.
Las costas se ocasionan en cada instancia procesal, esto es, si contra una
sentencia se interpone recurso de apelación la sentencia que ponga fin al mismo
puede contener a su vez una nueva condena en costas derivada de la tramitación
del recurso de apelación.

Liquidación de costas y su trámite

De acuerdo con el procedimiento para la liquidación de costas que contiene el art.


580 del Código, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
1 Para promoverlas en el juicio ejecutivo, debe estar firme la sentencia en la que
se haya declarado la condena al pago de costas, es decir, que haya causado
ejecutoria;
2 El ejecutante debe presentar un proyecto de liquidación ajustado al arancel
respectivo, en el que se incluirá capital, intereses y los gastos ocasionados; ante el
propio juez del proceso, quien es el competente para su aprobación;
3 El juez en incidente corre audiencia por dos días a quien deba pagarlas y con su
contestación o sin ella, resolverá lo procedente. Esto significa que examinará el
proyecto y si lo encuentra conforme a las constancias del proceso y la ley, lo
aprobará, o bien le hará las modificaciones que estime convenientes para su
aprobación;
4 En caso se presentaren objeciones por el obligado al pago, tendrá que probar
dentro del período de prueba del incidente las razones de su oposición. La
inconformidad, regularmente radica en los montos que fija el ejecutante y no
porque haya sido abonada alguna cantidad.
Es por ello que el juzgador al hacer sus operaciones matemáticas, tiene facultad
para introducirle variaciones al proyecto de liquidación, cuando no guarda relación
con el arancel. En caso se impugnaren las costas de Segunda Instancia, como el
juez de primer grado es ajeno a las actuaciones que se produjeron en aquélla,
pedirá informe por nota al Tribunal Superior para la confirmación de las costas
causadas.
5 En el auto que se apruebe la liquidación se expresará el monto a que asciende
la misma, el cual es recurrible por apelación, conforme lo regula el art. 334 del
CPCYM, que limita el recurso de apelación en el juicio ejecutivo, únicamente al
auto en que se deniegue el trámite a la ejecución, la sentencia y el auto que
apruebe la liquidación.
6 La certificación de este auto constituye título ejecutivo suficiente para el cobro de
las costas causadas.
En el caso del juicio ejecutivo debe tenerse presente que, conforme se señaló, la
sentencia que se dicta se convierte en título ejecutorio, en consecuencia, la
determinación de las costas se proyecta hacia la vía de apremio, ya fuere para
obtener, previo requerimiento, directamente del obligado su pago en metálico, o
con autorización judicial, para el caso que el embargo hubiere recaído sobre
dinero en efectivo, o bien para el remate y/o adjudicación del o de los bienes
embargados.
La condena en costas, dice Alsina, “crea una relación de crédito en virtud del cual,
el vencedor es acreedor del vencido por los gastos efectuados en la tramitación
del juicio, incluso los honorarios de su abogado”.

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