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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES

DE TAMAULIPAS A.C

GUÍA

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA

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OBJETIVO GENERAL DE LA GUÍA

En el marco de su misión, el INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES DE


TAMAULIPAS, A.C., (ICEST) procura la formación de sus estudiantes, por lo cual la
presente Guía se enfoca en el desarrollo y formación de conocimientos de ANATOMÍA Y
FISIOLOGÍA HUMANA. Los temas se presentan de forma sencilla y atractiva para el
alumno, con la finalidad de que crezca su interés por el estudio de esta ciencia. Este
manual ofrece descripciones claras y sencillas de temas, es por ello que se sugiere que
se conserve para su constante consulta y lectura.

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UNIDAD I

INTRODUCCIÓN A LA ANATOMÍA Y LA FISIOLOGÍA

Objetivo de la Unidad: Conoce e identifica la base de Anatomía y Fisiología, utilizando


conceptos relacionados con la célula, la importancia y su relación con la nutrición en el
desarrollo.

1.1 Definición de la Anatomía y Fisiología, Célula, Anatomía Macroscópica, Tejidos,


Aparatos y Sistemas

Anatomía

La anatomía humana estudia la conformación y la estructura del cuerpo humano.

Fisiología

La fisiología humana estudia las funciones de las estructuras del cuerpo humano.

Célula

La célula es la unidad anatómica y funcional del cuerpo humano, la estructura más


pequeña capaz de desempeñar todas las funciones vitales.

Anatomía Macroscópica

La Anatomía Macroscópica, estudia las estructuras que se pueden observar a simple


vista.

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La anatomía y fisiología tienen estrecha relación, ya que no es posible estudiar cómo
funciona una estructura si se desconoce cómo está constituida. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Tejido

Conjunto de células con las mismas características que realizan una función común.

Los tejidos básicos son:

 Tejido epitelial

Sus células están unidas por una mínima cantidad de sustancia intercelular y forman
membranas que cubren o revisten las estructuras; además constituyen las glándulas.

La forma de sus células varía, por lo que pueden ser planas o escamosas, cúbicas y
cilíndricas, y puedes disponerse en una o varias capas (epitelio simple o epitelio
estratificado).

El epitelio simple, se encuentra comúnmente en sitios donde generalmente se lleva a


cabo el intercambio de líquidos u otras sustancias realizando funciones de difusión,
filtración y absorción.

El epitelio simple formado por células poliédricas o cúbicas, es un poco más grueso y
sirve para realizar funciones de protección, absorción y secreción. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

El epitelio pseudoestratificado da la apariencia de tener dos capas, pero en realidad está


formado por una sola, pues todas sus células descansan sobre una estructura llamada
membrana basal.

Cuando el epitelio está formado por varias capas, recibe el nombre de estratificado.

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Existe un epitelio de transición que presenta células planas cuando se estira y
redondeadas cuando no lo hace, cómo la vejiga urinaria.

El tejido epitelial también se encuentra en los órganos de los sentidos; en estos casos
contiene también células especiales que captan estímulos y se llaman, neuroepiteliales.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

 Tejido conectivo o conjuntivo

Se caracteriza porque las células pueden estar muy separadas debido a que la cantidad
de sustancia intercelular es muy variable y su consistencia va desde líquida hasta sólida.
En términos generales mantiene unidos a los otros tejidos y sirve de sostén.

El tejido conectivo (conjuntivo) laxo o areolar se caracteriza por tener mucha sustancia
gelatinosa, fibras y células, éste tejido tiene muchas variedades:

El tejido adiposo que se caracteriza por tener predominio de células que almacenan
lípidos, llamadas adipocitos, que ayudan a conservar la temperatura del organismo y
almacenas sustancias de reserva. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez,
& Serrat Serrat, 2002)

El tejido elástico que se caracteriza por que predominan las fibras elásticas.

El tejido conjuntivo denso puede formar tendones, estructuras de color blanco nacarado
por medio de las cuales de fija el músculo al hueso, ligamentos, que son bandas fibrosas
que mantienen unidos a los huesos en las articulaciones, y las aponeurosis que son
envolturas fibrosas que rodean a los músculos.

El tejido óseo se encuentra en los huesos y puede ser de dos tipos: compacto y
esponjoso.

El tejido compacto está formado por osteonas o sistemas de Havers: en la parte central
de cada sistema se localiza un conducto llamado canal de osteona por dónde pasan los

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vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios, rodeados por capas de laminillas óseas, entre
los cuales hay unos espacios llamados lagunas óseas, dónde se encuentran los
osteocitos. Las lagunas se comunican entre sí por medio de unos pequeños canales
llamados canalículos. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat
Serrat, 2002)

El tejido esponjoso no tiene osteonas (sistema de Havers) y está formado por pequeñas
placas llamadas trabéculas, entre las cuales están las lagunas Oseas con los osteocitos.
Hay dos tejidos líquidos: la sangre, que está formada por glóbulos rojos o eritrocitos,
glóbulos blancos o eritrocitos y plaquetas que se encuentran en un líquido llamado
plasma, y la linfa, que está formada por linfocitos que están inmersos en líquido.

Las células de la sangre se originan en el tejido mieloide de la médula ósea y los linfocitos
en el tejido linfoide que se encuentra en la médula ósea, timo, linfonodos (ganglios
linfáticos), bazo y las tonsilas o amígdalas.

 Tejido muscular

Está constituido por células alargadas que reciben el nombre de fibras musculares y
responden a los estímulos por medio de la contracción. (Escudero Rodríguez, Sánchez
Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Aparatos y Sistemas

Un sistema es el conjunto de órganos que contribuyen a un mismo fin funcional. Por


ejemplo, el sistema digestivo está formado por boca, faringe, esófago, estómago, intestino
delgado, intestino grueso, hígado, vesícula biliar y páncreas.

Los sistemas pueden contribuir a tres grandes funciones:

 De relación (con el ambiente): sistemas ósea, articular, muscular, nervioso,


endócrino, y los órganos de los sentidos.

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 De nutrición: sistemas digestivos, circulatorio o angiológico, respiratorio y urinario.
 De reproducción: sistema reproductor y endócrino. (Escudero Rodríguez, Sánchez
Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

1.2 Célula: Definición, Importancia, Estructura, Núcleo, Mitosis, División Celular


Citoplasmática, Anatomía Macroscópica, Fisiología, Funciones Generales en el
Cuerpo Humano, Célula Animal, Célula Vegetal

Célula

La célula es la unidad anatómica y funcional del cuerpo, la estructura más pequeña capas
de desempeñar todas las funciones vitales; básicamente está constituida por:

 Citoplasma
 Núcleo

El citoplasma

El citoplasma está formado por una porción líquida llamada citosol y una matriz
citoplasmática que forman las proteínas. Contiene los organitos u organelos que son los
encargados de llevar acabo las funciones celulares.

Organitos Membranosos:

 Membrana Celular

La membrana celular plasmática protege y separa a una célula de otra. Contiene un


sistema de pliegues que forman canales y compartimientos, y regula el paso de
sustancias a su vez, por medio de dos mecanismos: transporte activo y transporte pasivo.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

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Éste último necesita la utilización de energía para concentrar algún compuesto. También
puede incorporar sustancias a través de un proceso llamado pinocitosis o fagocitosis para
lo cual forma una especie de vesícula o bolsita donde incorpora las partículas.

Ciertos tipos de células como las epiteliales se mantienen unidas entre sí por estructuras
llamadas desmosomas formadas por material filamentoso (parecidos a hilos muy finos).

 Retículo Endoplasmático

El retículo endoplasmático está formado por un sistema de canales y vesículas


conectados entre sí. Existe un retículo endoplasmático rugoso que se caracteriza por
tener ribosomas unidos a la membrana, encargados de sintetizar proteínas, y un retículo
endoplasmático liso, que sintetiza hormonas, lípidos, hidratos de carbono, transmite
impulsos y transforma sustancias tóxicas en sustancias no tóxicas. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

 Aparato de Golgi

El aparato de Golgi es un conjunto de vesículas, se considera como una continuación del


retículo endoplasmático rugoso y se continúa con los gránulos y glóbulos de secreción. Se
encargan de concentrar los productos que le llegan al retículo endoplasmático,
almacenarlos temporalmente, y en ocasiones de complementar su síntesis. Secreta
hidratos de carbono.

 Mitocondrias

Las mitocondrias son estructuras con aspecto de saco constituidas por dos membranas,
la exterior es lisa y la interior se pliega para formar crestas. En las mitocondrias se
produce la energía por que se encarga de la respiración de la célula.

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 Lisosomas

Los lisosomas son vesículas en forma de sacos que contienen sustancias que digieren los
alimentos, partículas extrañas que engloban las células como los glóbulos blancos y
estructuras celulares envejecidas. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez,
& Serrat Serrat, 2002)

Organitos No Membranosos:

 Ribosomas

Los ribosomas son estructuras redondeadas que pueden estar libres o unidas al retículo
rugoso y sintetizan las proteínas.

 Centríolos

Los centríolos son estructuras cilíndricas constituidas por nueve haces micro túbulos. Se
colocan cerca del núcleo para organizar la proteína de las fibrillas que formarán el huso
acromático durante la reproducción de la célula. Intervienen también en los movimientos
de los cilios y flagelos.

 Fibrillas, filamentos y túbulos

Las fibrillas, filamentos y túbulos son estructuras con aspecto de hilo. Las fibrillas dan
sostén a la célula al formar el citoesqueleto. En las vellosidades del intestino aumentan su
superficie de absorción y en los músculos intervienen en la contracción. Los filamentos
son similares pero mucho más pequeños, y los túbulos se encuentran en algunas células
nerviosas transportando sustancias de un lado a otro de las mismas. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

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 Inclusiones Citoplasmáticas

Con el nombre de inclusiones citoplasmáticas se designa a diferentes tipos de sustancias


no vivas que hay dentro de las células. Algunas son exógenas, es decir, vienen del
exterior, como los alimentos que se almacenan en forma de glucógeno, gotas de lípidos o
de caroteno, que es el pigmento de la zanahoria, etc. Otras son endógenas, es decir, allí
se forman, como los gránulos y glóbulos (enzimas y hormonas), el pigmento de los
glóbulos rojos de la sangre (hemoglobina) y el de la piel (melanina).

El núcleo

El núcleo es una estructura esférica u ovoide que generalmente ocupa la parte central.

Está constituida por:

 Membrana nuclear: Presenta la misma estructura que las otras membranas de la


célula, pero tiene numerosos orificios llamados poros nucleares a través de los
cuales se realiza el intercambio de sustancias en el citoplasma. Esta membrana
desaparece cuando la célula inicia su reproducción.

 Cromatina: Está formada por el material genético, que se organiza cuando la


célula se va a reproducir, constituyendo una especie de bastoncitos llamados
sexuales: XY para el varón y XX para la mujer. Los 44 restantes se denomina
autosomas y se encargan de la información hereditaria. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

 Nucléolo: Son estructuras redondeadas que tienen a su cargo la síntesis de los


ribosomas. En muchas ocasiones la cromatina se condensa tanto que dificulta su
observación al microscopio, independientemente de que desaparece cuando la
célula se va a reproducir.

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 Jugo nuclear: Es la sustancia donde se encuentra los nucléolos y la cromatina.
Recibe también el nombre de nucleoplasma. Las características del núcleo se
modifican durante la reproducción de la célula.

Las funciones de la célula son.

 Irritabilidad: Capacidad de responder a los estímulos.

 Conductibilidad: Formación de una onda de excitación en el sitio donde se recibe


estímulo, que luego sigue a lo largo de la superficie de la célula.

 Contractilidad: Capacidad de contraerse, disminuyendo algunas de sus


dimensiones al recibir un estímulo.

 Absorción y asimilación: Permite a las células captar alimentos y sustancias que


les son necesarios.

 Secreción: capacidad de elaborar y excretar sustancias útiles al organismo.

 Excreción: Capacidad para eliminar las sustancias de deshecho.

 Respiración: La célula absorbe oxigeno que utiliza para oxidar sustancias nutritivas
y producir energía.

 Crecimiento: Al sintetizar sustancias a partir de otras, generalmente más simples


que toman del medio, pueden aumentar su tamaño.

 Reproducción: Capacidad de multiplicarse para que el organismo pueda crecer o


reponer las células que mueren. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás
Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

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Mitosis

Es la fase del ciclo celular en la que la célula distribuye en cantidades equivalentes todos
los componentes del ADN duplicado durante la interfase, y a la vez divide el núcleo y el
citoplasma en dos células hijas.

La división del núcleo se denomina cariocinesis y la división del citoplasma citocinesis. La


mitosis es un proceso que se realiza de forma continua, aunque para su estudio se puede
dividir en fases.

Cariocinesis

La cariocinesis es la división del núcleo y consta de las siguientes fases:

 Profase

Es el comienzo de la división. En el núcleo se puede diferenciar claramente los


cromosomas, pues se encuentran en un estado de máxima condensación. Se hacen más
cortos y gruesos, y contienen dos filamentos enrollados o espirilizados que reciben el
nombre de cromátidas. También se hace visible el centrómero, un punto en el que
contactan ambas cromátidas. Los cromosomas inician un movimiento centrífugo, los
nucléolos llegan a desaparecer y el núcleo va adoptando una forma esferoidal, refringente
y viscosa. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Al mismo tiempo, en el citoplasma se va formando el huso mitótico, compuesto por una


serie de microtúbulos (integrados por moléculas de la proteína tubulina), que parten de los
centriolos (previamente divididos en la fase S).

Éstos se van rodeando de los microtúbulos, que en un principio son cortos y salen de
forma irradiada. Esta configuración recibe el nombre de áster. Uno de los centriolos, junto
con su áster correspondiente se desplaza 180°, situándose en el polo opuesto, y el otro se
queda fijo.

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 Metafase

Es una fase de corta duración en la que se produce la desintegración de la envoltura


nuclear y se pierde la membrana nuclear. Los microtúbulos formados en la fase anterior
se van alargando y extendiendo hasta unir los dos polos. Los cromosomas que estaban
desordenados empiezan a unirse a los microtúbulos y se fijan por los centrómeros.

Mediante movimientos oscilantes, los cromosomas se van poniendo en el plano central,


con su eje longitudinal perpendicular al eje del huso mitótico, hasta formar la denominada
placa ecuatorial. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat,
2002)

Al invadir el área central los microtúbulos se diferencian en dos tipos de fibras: las
llamadas fibras cromosómicas o cinetocóricas del huso, que tienen entre 4 y 10
microtúbulos, y que son las que se unen a los centrómeros participando en la formación
de la placa ecuatorial; y las fibras continuas o polares del huso, que están constituidas por
los microtúbulos que van de polo a polo.

 Anafase

Se inicia con la separación de las cromátidas de cada uno de los cromosomas, que se
dirigen hacia cada uno de los polos. Esta separación se produce por la tracción que las
fibras cromosómicas o cinetocóricas ejercen sobre los centrómeros. A su vez, los
microtúbulos de las fibras continuas o polares van aumentando su longitud.

La resultante de estas fuerzas es la escisión longitudinal del cromosoma con la


correspondiente emigración de una cromátida a cada polo opuesto del huso, y la posterior
separación de los polos. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat
Serrat, 2002)

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 Telofase

Comienza cuando las cromátidas alcanzan su polo correspondiente. Aquí empieza su


descondensación y se van desespirilizando hasta convertirse en una nueva y única fibra
de ADN que da lugar a la cromatina de las nuevas células formadas. Las fibras
cromosómicas desaparecen por completo y se va formando la envoltura nuclear que
contendrá la cromatina; también reaparecen los nucléolos.

Una vez que se organiza la envoltura nuclear y se ponen de manifiesto los nucléolos, con
la consiguiente síntesis de ARN ribosómico, se considera finalizada la cariocinesis.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Citocinesis

La citocinesis es la separación del citoplasma mediante una estrangulación que se inicia


en su región ecuatorial y que lleva a la separación de las dos células hijas. Comienza al
final de la separación de los núcleos y se identifica por la formación de un surco de
segmentación que va progresando hasta provocar la separación total.

Este surco se denomina anillo contráctil, y está formado por microfilamentos de actina y
miosina. La cariocinesis y la citocinesis son dos procesos independientes, hasta el punto
de que puede producirse una cariocinesis sin citocinesis, lo que da lugar a una célula con
dos núcleos. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

División Celular Citoplasmática

Las células se reproducen duplicando tanto su contenido nuclear como el citoplasmático y


luego dividiéndose en dos. La etapa o fase de división posterior es el medio fundamental
a través del cual todos los seres vivos se propagan.

En especies unicelulares como las bacterias y las levaduras, cada división de la célula
única produce un nuevo organismo.

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En especies pluricelulares se requieren muchas secuencias de divisiones celulares para
crear un nuevo individuo; la división celular también es necesaria en el cuerpo adulto para
reemplazar las células perdidas por desgaste, deterioro o por muerte celular programada.
(www.profesorenlinea.cl, 2016)

Así, un humano adulto debe producir muchos millones de nuevas células cada segundo
simplemente para mantener el estado de equilibrio y si la división celular se detiene el
individuo moriría en pocos días.

El ciclo celular comprende el conjunto de procesos que una célula debe realizar para
cumplir la replicación exacta del ADN y la segregación (separación o división) de los
cromosomas replicados en dos células distintas.

La gran mayoría de las células también doblan su masa y duplican todos sus orgánulos
citoplasmáticos en cada ciclo celular: De este modo, durante el ciclo celular un conjunto
complejo de procesos citoplasmáticos y nucleares tienen que coordinarse unos con otros.
(www.profesorenlinea.cl, 2016)

Las plantas y los animales están formados por miles de millones de células individuales
organizadas en tejidos y órganos que cumplen funciones específicas. Todas las células
de cualquier planta o animal han surgido a partir de una única célula inicial —el óvulo
fecundado— por un proceso de división.

En lo que respecta a la división o reproducción del núcleo celular (segunda etapa del ciclo
celular), existen dos variantes, dependiendo del tipo de célula que deba dividirse o
reproducirse: la mitosis y la meiosis. (www.profesorenlinea.cl, 2016)

Célula Animal

Todos los animales son organismos pluricelulares y su unidad básica es la célula


eucariota. Se diferencia de la célula procariota, propia de los organismos del reino
Monera, por la presencia de un núcleo diferenciado rodeado de una membrana nuclear.

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Los animales están formados por millones de células con formas diversas. Ejemplos de
células en los miembros del reino Animalia son las neuronas del sistema nervioso, los
leucocitos del sistema inmunitario y los óvulos y espermatozoides del sistema reproductor.
(www.bioenciclopedia.com, 2015)

Las células animales tienen un diámetro inferior al de las células vegetales y no poseen
pared celular ni cloroplastos.

Partes de la célula animal

Núcleo. El núcleo es a la célula como el cerebro es al animal. En pocas palabras, el


núcleo de la célula es el responsable de dictar las instrucciones para el funcionamiento
correcto de muchos procesos biológicos. Es un elemento muy importante ya que alberga
el ácido desoxirribonucleico (ADN) que contiene la información genética a heredar. El
ADN unido a proteínas forma la cromatina, la cual, al condensarse al momento de la
división celular, genera unas estructuras semejantes a hilos: los famosos cromosomas.

El núcleo es un orgánulo ya que se encuentra en el citoplasma. Ocupa hasta el 10 por


ciento del espacio del interior de la célula y es el componente más grande de la célula.
(www.bioenciclopedia.com, 2015)

Membrana celular o plasmática. Es una delgada capa que rodea el citoplasma y separa la
célula del exterior. Cuenta con unos poros o canales de proteínas que comunican el
interior con el medio externo, gracias a las cuales ocurre el ingreso de sustancias útiles
para la nutrición y la salida de aquellas que son desecho. Es una membrana
semipermeable.

Su composición se caracteriza por la presencia de una doble capa de fosfolípidos.

Citoplasma. Se trata de la materia gelatinosa donde se llevan a cabo las reacciones


químicas ya que contiene los orgánulos o partes especializadas de la célula y el citosol,
una sustancia incolora y de consistencia semilíquida en la que se encuentran numerosas
moléculas. (www.bioenciclopedia.com, 2015)

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Célula Vegetal

Los diferentes tipos de células vegetales pueden distinguirse por la forma, espesor y
constitución de la pared, como también por el contenido de la célula.

Una serie de características diferencian a las células vegetales:

 Cloroplastos

Son orgánulos rodeados por dos membranas, atrapan la energía electromagnética


derivada de la luz solar y la convierten en energía química mediante la fotosíntesis,
utilizando después dicha energía para sintetizar azúcares a partir del CO2 atmosférico.
(González , 2016)

 Vacuola central

Una gran vacuola en la región central es exclusiva de los vegetales, constituye el depósito
de agua y de varias sustancias químicas, tanto de desecho como de almacenamiento La
presión ejercida por el agua de la vacuola se denomina presión de turgencia y contribuye
a mantener la rigidez de la célula, por lo que el citoplasma y núcleo de una célula vegetal
adulta se presentan adosados a las paredes celulares. La pérdida del agua resulta en el
fenómeno denominado plasmólisis, por el cual la membrana plasmática se separa de la
pared y condensa en citoplasma en el centro del lumen celular.

 Pared celular

Es tal vez la característica más distintiva de las células vegetales. Le confiere la forma a la
célula, cubriéndola a modo de exoesqueleto, le da la textura a cada tejido, siendo el
componente que le otorga protección y sostén a la planta. (González , 2016)

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1.3 Piel y Anexos, (Uñas, Pelo, Glándulas, Sudoríparas, Sebáceas) Origen,
Estructura, Patologías más Frecuentes, Cambios Físicos y Químicos, Nutrición de
la Piel y Anexos

Piel

La piel es la cubierta externa del hombre y los mamíferos, que separa y protege su cuerpo
del ambiente y facilita la percepción y comunicación con el exterior. Envuelve todo el
organismo sin dejar soluciones de continuidad transformándose en los diferentes orificios
naturales en la mucosa correspondiente. Es el órgano más extenso del cuerpo humano,
con una superficie aproximada de 1.6 m 2 y un peso de unos 4 kg, lo que equivale al 6%
del peso corporal total.

La estructura general de la piel es compleja, microscópicamente podemos diferenciar tres


estratos:

 Epidermis: es la capa más externa y única en contacto con el medio externo.


 Dermis: está debajo de la anterior dándole soporte.
 Hipodermis: corresponde a la grasa subcutánea. Actúa a modo de almohadillado
entre la piel y el plano subyacente, que puede ser óseo, muscular o articular.

Embriológicamente, la piel presenta un triple origen. La epidermis y los anejos son de


origen ectodérmico, los melanocitos derivan de la cresta neural y la dermis del
mesodermo del dermatomo y del mesénquima de la placa lateral. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Funciones

Las funciones de la piel son múltiples y básicas para la vida.

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 Protección: Es sin duda su función más evidente: proteger al organismo de las
agresiones que recibe continuamente del mundo exterior. Éstas pueden ser
múltiples:

 Mecánicas: Las fuerzas mecánicas externas que con más frecuencia


actúan sobre la piel son: fricciones, contusiones, compresiones laterales,
vibraciones e intento de penetración de cuerpos extraños. En general, la
resistencia mecánica depende de la elasticidad y tono de las fibras
elásticas y colágenas de la dermis.
 Físicas: La luz (radiaciones ultravioletas) y electricidad son en gran parte
detenidas gracias a las propiedades aislantes de la capa córnea y a la
capacidad de absorción fotónica de la melanina. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)
 Químicas: La piel actúa como una barrera bidireccional: impide la salida
de agua y electrólitos del organismo y la absorción de sustancias
químicas del exterior. Esta función se realiza en la epidermis ya que la
dermis es completamente permeable. La capa córnea actúa como una
membrana impermeable. La impermeabilidad viene determinada por sus
características físico-químicas y no requiere energía.
 Biológicas (microorganismos): La piel se expone continuamente a la
colonización y/o penetración de agentes infecciosos. Destacan en esta
protección la ausencia de soluciones de continuidad, la exfoliación
incesante de la capa córnea y su gran sequedad, las secreciones
glandulares y la microflora saprofita que posee.

La piel tiene múltiples terminaciones nerviosas libres y receptores especializados, que le


permiten recibir del entorno diferentes estímulos: tacto, presión, calor y frío, dolor y prurito.
También contiene una importante red de terminaciones eferentes del sistema nervioso
autónomo. Inervan las glándulas sudoríparas, los músculos de las paredes arteriales y los
músculos erectores del pelo. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Regulación (Homeostasis)

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Influye de forma decisiva en el mantenimiento y regulación de dos constantes básicas
para la vida: temperatura corporal y equilibrio hidroelectrolítico. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Temperatura corporal

La piel es un órgano que controla la temperatura corporal contrarrestando las variaciones


de origen interno (fiebre) o externo (frío o calor ambiental).

Los mecanismos que utiliza son:

 Variaciones en el tono de la red vascular de la dermis, que es 20 veces mayor


de lo que necesita para nutrirse.
 Producción de sudor por las glándulas sudoríparas ecrinas.
 Aislamiento mediante la grasa del panículo adiposo.
 Producción de calor mediante la contracción de los músculos erectores del
pelo.

Metabólica

 Metabólica Síntesis de vitamina D3. La vitamina D 3 controla la absorción


digestiva y la movilización ósea del calcio y fósforo. Se sintetiza en la piel llegando
por vía sanguínea al resto del organismo. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)
 Función inmunológica: La piel es una de las principales barreras existentes entre
el organismo y el mundo exterior, entrando en contacto continuo con virus,
bacterias, hongos y agentes infecciosos y la producción de cánceres, sobre todo,
los inducidos por la radiación ultravioleta, es necesario que se produzca una
respuesta inmunitaria eficaz, tanto en su fase de inducción como de provocación.

La piel contiene todos los elementos de un sistema inmunitario intrínseco:

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1. Células de Langerhans en la epidermis y dendrocitos dérmicos en la
dermis, como células presentadoras de antígenos.
2. Queratinocitos que cuando están activados producen múltiples citoquinas
proinflamatorias.
3. Linfocitos T auxiliares/cooperadores específicos del tejido cutáneo.

 Función endocrina: Aparte de ser un órgano diana de múltiples hormonas actúa


directamente en el metabolismo periférico de las hormonas sexuales.

Color de la piel

Hay tres pigmentos, hemoglobina, melanina y carotenos, que dan a la piel una gran
variedad de colores. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

La melanina, es el pigmento más importante de la piel. Su color varía desde el amarillo


pardo hasta el negro y se encuentra principalmente en la capa basal de la epidermis; es
sintetizada por células especializadas de la epidermis, denominadas melanocitos.

Los melanocitos poseen unos gránulos pequeños denominados melanosomas, en los


cuales se sintetiza la melanina y su cantidad es idéntica en todas las razas humanas. Los
melanosomas, por su número, tamaño y patrón de distribución funcionan absorbiendo luz
ultravioleta y producen la pigmentación de la piel.

La melanina deriva del aminoácido tirosina y se sintetiza en los melanocitos,


especialmente por la acción de la luz ultravioleta, lo que explica el bronceado de la piel.

El grado de pigmentación varía en las diferentes regiones del cuerpo, por lo que existen
zonas de pigmentación más extensa, tales como axilas, genitales, pezón y aréola.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

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El caroteno es un pigmento amarillento anaranjado que da el color a las yemas de los
huevos. Es un precursor de la vitamina A y está presente en el estrato córneo de las
poblaciones de origen asiático, confiriendo un color amarillento a la piel.

La cantidad de sangre que circula por la piel, su contenido de hemoglobina y su grado de


oxigenación confieren a la piel un tinte que varía entre el rojizo, rosado o violáceo,
principalmente en individuos de piel blanca donde la epidermis es casi transparente
porque contiene muy poca melanina. Este color se debe a la hemoglobina, que lleva el
oxígeno en las sangre.

Anejos Cutáneos

Atravesando desde la hipodermis hasta la superficie cutánea están los anejos cutáneos.
Son estructuras epiteliales que tienen en común la fabricación, en su zona más profunda,
de las sustancias que segregan en la superficie de la epidermis: sudor, grasa, pelo y
uñas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués,
2009)

Glándulas Sudoríparas

Son glándulas exocrinas de tipo tubular. Tienen una estructura común constituida por un
ovillo secretor localizado en la dermis profunda o la hipodermis, y un ducto excretor que
transporta el sudor desde el ovillo hasta la superficie cutánea impregnando la capa
córnea.

Existen dos tipos de glándulas sudoríparas:

 Ecrinas

Se localizan en toda la superficie cutánea, excepto en el borde libre de los labios, lecho
ungueal, labios menores de vulva, glande y cara interna de prepucio.

22
La secreción es merocrina (no precisa la destrucción celular para producirse). El control
de la secreción es nervioso, no hormonal.

La misión local del sudor es hidratar la capa córnea, pero la misión fundamental es la
regulación de la temperatura corporal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Apocrinas

Son glándulas asociadas a los folículos pilosebáceos de ciertas regiones anatómicas: la


zona anogenital y periumbilical, las axilas y el vestíbulo nasal. Adquieren su actividad
funcional justo en la pubertad, por el estímulo de las hormonas sexuales; sin embargo, el
control de la secreción es nervioso por fibras adrenérgicas.

El tipo de secreción es apocrina, o por decapitación, es decir que el sudor apocrino está
constituido por trozos de citoplasma de las células secretoras.

Folículo Pilosebáceo

Glándulas sebáceas

Son glándulas presentes en toda la superficie corporal salvo las palmas y plantas.
Siempre están asociadas al folículo piloso, a un tercio de distancia de la superficie,
aunque hay zonas en las que se encuentran de forma independiente y drenan
directamente a la superficie cutánea: la semimucosa de los labios, la mucosa de la boca,
la aréola mamaria, los labios menores y zona clitoridiana y la cara interna de la piel del
prepucio. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

23
Folículo piloso

Se localizan en toda la superficie corporal excepto palmas, plantas y mucosas. Son


estructuras que originan el pelo y se dividen anatómicamente en tres partes:

 Infundíbulo: Se extiende desde la apertura en la epidermis (ostium) hasta la


desembocadura del conducto sebáceo.
 Istmo: desde la desembocadura del conducto sebáceo hasta la inserción del
músculo erector.
 Segmento inferior: se extiende hasta el extremo más profundo, que se dilata en
forma de bulbo para rodear una porción de dermis muy vascularizada que se
denomina papila del pelo. Es el lugar donde se produce el crecimiento piloso.

El pelo está compuesto por columnas de células muertas y queratinizadas, soldadas unas
a otras, que forman el tallo. La raíz es la porción del pelo por debajo de la superficie que
llega hasta la dermis o incluso al tejido celular subcutáneo. Tanto el tallo como la raíz
tienen tres capas concéntricas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La más interna se denomina médula y tiene dos o tres capas de células cúbicas
separadas por espacios de aire o líquido. Estas capas poseen queratina blanda.

La intermedia, denominada corteza, es la que forma la mayor parte de la porción exterior


del pelo. Es gruesa y posee queratina dura. Consiste en células alargadas que contiene
gránulos finos de pigmento que le dan el color, el cual es modificado por el aire que se
acumula entre los espacios inter celulares. El aumento de espacios aéreos entre las
células, junto a la pérdida de pigmento, genera el pelo canoso.

La cutícula es la parte más externa y está formada por una capa única de células
aplanadas escamosas que están intensamente queratinizadas. Las células cuniculares
se intercalan con otras como si formaran una estructura de ladrillos. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

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Morfológicamente hay tres tipos de pelo:

 Lanugo o vello fetal.


 Pelo velloso: tiene el segmento inferior situado en la dermis papilar y no tiene
médula. Origina vello fino, no pigmentado.
 Pelo terminal: con el segmento inferior profundamente situado en dermis reticular
o incluso la hipodermis. Producen pelo fuerte y pigmentado.

La función principal del pelo es la protección. Así el pelo de la cabeza la protege de las
heridas y de los rayos del sol, y también disminuye la pérdida de calor. Los pelos de las
cejas y de los párpados los protegen de las partículas extrañas o de pequeños insectos.

Cada pelo tiene un ciclo biológico con tres fases:

 Anagén o fase de crecimiento activo del pelo.


 Catagén o fase de involución.
 Telogén o fase de caída.

La morfología del folículo piloso normal se observa mejor en la fase de anagén.


(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Los pelos están en permanente estado de renovación y la pérdida diaria normal de un


adulto es de 70 a 100 unidades, pero dicha tasa de recambio puede alterarse en multitud
de circunstancias, como estrés emocional, enfermedades, dieta o efectos hormonales.

El control del folículo es hormonal y similar al de la glándula sebácea. (Fernández-


Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Uñas

La superficie cutánea del dorso de la punta de los dedos de las manos y de los pies forma
un anejo altamente especializado, la uña.

25
Son placas constituidas por células queratinizadas de la epidermis, fuertemente
empaquetadas, que forman una cubierta translúcida y sólida. Cada uña está formada por
un cuerpo, un borde libre y una raíz.

El borde libre y el cuerpo son visibles, mientras que la raíz se esconde bajo un pliegue de
la piel. El color rosáceo de la uña se debe a la circulación capilar subyacente. Dentro del
cuerpo puede verse un área semilunar blanquecina llamada lúnula y en el comienzo de la
raíz hay una banda de epidermis llamada cutícula. Su superficie dorsal es convexa,
determinando el hueso de la falange distal la forma y curvatura transversal de la uña.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Tiene forma rectangular, con el eje longitudinal mayor en las de las manos y el eje
transversal mayor en los de los pies. El tamaño varía según el dedo en el que asientan.

La función de las uñas es proteger los extremos de los dedos y ayudar a agarrar los
objetos pequeños.

Las uñas crecen durante toda la vida a razón de 1 mm a la semana desde la raíz, que va
empujando al cuerpo ungueal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Patologías

La patología más frecuente del tejido conectivo es su inflamación inespecífica, que


constituye la base de los reumatismos, con afectación generalizada y dolor articular. El
origen de estas inflamaciones puede ser infeccioso, inespecífico o, a veces,
autoinmunitario.

Aparte de la patología infecciosa de la piel (papilomas, herpes, tiña, impétigo…) también


son frecuentes patologías inflamatorias tales como psoriasis y eccemas.

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La psoriasis es un trastorno hiperproliferativo benigno crónico frecuente de la piel, a
menudo hereditario y, en ocasiones, asociado a alteraciones de las articulaciones y las
uñas.

Los eccemas tienen diversas causas, pero todos cursan con eritema, descamación y
prurito. Si el proceso es agudo, pueden cursar también con vesículas, incluso con grandes
ampollas. Son frecuentes en dermatitis atópica, seborreica, alergias de contacto.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La alopecia androgenética es la pérdida variable del cabello manteniendo el que se


localiza en las regiones parietal y occipital; suele estar genéticamente determinada.

Se trata de un trastorno muy frecuente en varones que también aparece en mujeres


(alopecia androgenética femenina), si bien en grado menor debido a la influencia
protectora de los estrógenos.

Otra patología muy frecuente en el pelo es el efluvio telogénico, que se trata de una
pérdida difusa y aguda del cabello que aparece tres o cuatro meses después de algún
trastorno médico.

El acné se debe a una hiperactividad de las glándulas sebáceas y a un bloqueo de su


conducto de secreción, que finalmente puede verse colonizado por diferentes
microorganismos. Dicha glándula se haya bajo control androgénico. Afecta
fundamentalmente a la cara y al tronco y puede presentar diferentes formas clínicas.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La Buena Nutrición y Salud de la Piel

La salud y el buen estado de nuestros órganos, depende en gran parte de la buena


alimentación. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y cuando se tiene una
alimentación deficiente, la piel muestra las señales que evidencian esto. Para mantenerla
en forma y prevenirla de su envejecimiento prematuro se debe optar por una dieta

27
equilibrada donde abunden las frutas y vegetales, así como las proteínas y grasas
esenciales.

Fundamentalmente el cuidado diario de la piel debe responder a tres pilares básicos: la


hidratación, ingerir alimentos saludables y tener una eliminación correcta de toxinas. En
cuanto a la hidratación debemos ingerir una cantidad de agua suficiente para mantener la
piel hidratada. La ingesta debe ser frecuente a lo largo de todo el día para evitar la
deshidratación, tan perjudicial para todos los órganos y, en especial, para la piel. El
estrés, la exposición al sol, las altas temperaturas, el ejercicio o la sudoración excesiva
pueden aumentar los requerimientos en el consumo de agua.

Para tener una nutrición adecuada que beneficie a la piel, se debe ingerir alimentos ricos
en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales tales como los Omega 3 presentes en
el salmón y otros alimentos. Las frutas y vegetales son las principales fuentes de
vitaminas y minerales. En adición se debe prestarle atención a las vitaminas del complejo
B, las cuales Intervienen en el buen estado de la piel y en los procesos de renovación
celular. Estas se encuentran en la mayoría de alimentos de origen vegetal: vegetales,
frutas frescas, frutos secos, cereales, legumbres, levadura de cerveza, y en los de origen
animal: carne magra, pescado y marisco, huevos y lácteos. (Miner, 2016)

El ácido fólico o vitamina B9 se relaciona con la renovación celular y se encuentra


mayormente en los vegetales de hoja verde, las legumbres, diversidad de frutas, los
cereales de desayuno enriquecidos, el hígado y la levadura de cerveza. La Vitamina B2 o
riboflavina actúa contra la seborrea, una enfermedad común de la piel. Se encuentra en la
leche y sus derivados (yogur, queso), huevos, carnes, pescados, hígado, legumbres y
frutos secos (almendras, nueces).La Vitamina B3 o niacina participa en la síntesis de la
queratina, la proteína que le da estructura a la piel. Esta se encuentra en: carnes,
pescados, vísceras y cereales integrales y frutas disecadas.

La vitamina A es probablemente la vitamina que más contribuye a mantener la piel sana y


ayudar al bronceado ya que favorece el desarrollo de pigmentos en la piel. El beta-
caroteno o precursor de la vitamina A no se acumula, es decir, el organismo sólo absorbe
la cantidad que necesita y el resto la desecha. Como fuentes vegetales de pro-vitamina A

28
encontramos la calabaza, china mandarina, zanahoria, tomate, albaricoques, zanahorias,
espinacas, yema de huevo, alga espirulina y la alfalfa germinada.

La vitamina C es muy necesaria para la salud de la piel ya que activa sus defensas e
interviene en la síntesis del colágeno, proteína que constituye el tejido cutáneo y le otorga
sostén. Las chinas o frutas cítricas, la papaya el perejil fresco, el pimiento crudo, los kiwis
y las fresas son excelentes fuentes de vitamina C. (Miner, 2016)

La vitamina E es la vitamina antioxidante por excelencia, protege y ayuda a mejorar el


tejido celular, contrarresta con eficacia el envejecimiento, ayuda a mejorar la circulación
sanguínea, un factor determinante para la salud de la piel. La vitamina E se encuentra
fundamentalmente en aceites vegetales, en el germen de los cereales integrales, semillas
de girasol, almendras y nueces.

Entre los minerales más importantes en encuentran el selenio, mineral con acción
antioxidante, relacionado con un menor riesgo de aparición de ciertos tumores, entre ellos
el de piel o melanoma. Se encuentra en: carne, pescado, marisco, cereales, huevos,
frutas y verduras. La vitamina E, el selenio y la vitamina A actúan en conjunto, por esta
razón es importante realizar una dieta muy variada que garantice la presencia de todas
las vitaminas antioxidantes a la vez. El Zinc es otro mineral que forma parte de la
epidermis y está presente en los siguientes alimentos: carnes, vísceras, pescado, huevos,
cereales integrales y legumbres.

Por ultimo preste atención a la eliminación correcta de toxinas en el cuerpo, esta acción
juega un papel imprescindible el correcto funcionamiento de nuestro intestino, tanto para
deshacerse de los restos innecesarios como para absorber correctamente los nutrientes
elementales. Se debe evitar el estreñimiento con alimentos como los kiwis, las ciruelas
pasas y los cereales integrales. (Miner, 2016)

Todos ellos tienen propiedades depurativas que eliminan las impurezas del cuerpo y de la
piel. En fin una ingesta adecuada de frutas y vegetales, carnes, pescado, huevos y sus
derivados y de lácteos, así como de legumbres, cereales y frutos secos, de acuerdo a los
criterios de dieta equilibrada, resulta fundamental para la renovación y buen aspecto de la

29
piel. Una dieta equilibrada es la mejor garantía para mantener la piel sana y bonita.
Combinar unos nutrientes con otros para aportar variedad a la alimentación es la regla de
oro para una nutrición adecuada. (Miner, 2016)

1.4 Sistema Óseo, Origen Formación, Desarrollo Composición, Función


Nutrimentos que Intervienen en el Desarrollo Óseo (Calcio, Magnesio, Vitamina D,
Vitamina A) Hueso Esqueleto Axial, Esqueleto Apendicular, Hormonas y Desarrollo
Óseo, Reparación del Hueso

Sistema Óseo

El sistema óseo está formado por el conjunto de los 206 huesos del cuerpo, que
constituyen un soporte rígido que da forma al mismo. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

El Hueso

El hueso está formado por un tejido vivo que forma el esqueleto humano, junto al tejido
cartilaginoso. El tejido óseo presenta tres componentes fundamentales: minerales, matriz
orgánica y células óseas.

El hueso proporciona forma y soporte al cuerpo, protege a los órganos internos frente a
los traumatismos, facilita la locomoción y actúa como lugar de almacenamiento de
minerales, especialmente calcio y fósforo, que a su vez pueden ser liberados para
mantener el equilibrio entre los líquidos corporales. Además, proporciona médula ósea,
imprescindible para el desarrollo y almacenamiento de las células sanguíneas.

El esqueleto humano está compuesto por 206 huesos, sin contar los dientes: 80 huesos
axiales, que incluyen los huesos de la cabeza, cara, hioideos, auditivos, del tronco, las
costillas y el esternón; y 126 huesos apendiculares, que incluyen los de los brazos,
hombros, muñecas, manos, piernas, caderas, tobillos y pies. (Instituto Omega 3, 2016)

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Existen dos tipos de hueso:

 Cortical o compacto. Forma la capa externa y más dura de los huesos, aunque la
mayor parte se encuentra en las diáfisis (parte central) de los huesos largos.
Supone el 80% de la masa esquelética. Proporciona protección, sostén y resiste
los esfuerzos que se producen en los movimientos.

 Trabecular o esponjoso. Forma la mayor parte del cuerpo vertebral, las epífisis
(extremos) de los huesos largos y está presente en otros lugares. Consta de unas
laminillas dispuestas en red llamadas trabéculas; dentro de cada trabécula se
encuentran las células que reciben directamente los nutrientes de la sangre que
circula por las cavidades medulares. Es la parte metabólica más activa del
esqueleto.

Componentes del Hueso

1. Matriz ósea o inorgánica: El componente mineral está principalmente compuesto por


los cationes calcio y magnesio y por el anión fosfato, en forma de hidroxiapatita. La
dureza del hueso se debe a las sales de calcio, que forman parte fundamental de su
estructura. (Instituto Omega 3, 2016)

2. Matriz orgánica: También se denomina osteoide; representa el 25% del peso y el 38%
del volumen del hueso adulto. La mayor parte de la matriz orgánica la constituye el
colágeno (94%); la otra parte, o sustancia fundamental, está formada por líquido
extracelular y complejo carbohidrato proteína. La osteocalcina es la segunda proteína
más abundante en los huesos después del colágeno; se cree que influye en la
mineralización ósea, uniéndose en parte el componente mineral del hueso, la
hidroxiapatita.

3. Células del hueso


 Osteoprogenitoras y osteógenas: células madre, las únicas con capacidad de
división cuyas células hijas se transforman en osteoblastos.

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 Osteoblastos: sintetizan las fibras de colágeno y suponen la sustancia fundamental
del hueso. Tienen la función de formar el tejido óseo.
 Osteocitos: son los osteoblastos ya incorporados a la matriz ósea ya calcificada y
son los encargados de mantener vivo el tejido óseo.
 Osteoclastos: son las células encargadas de la resorción y eliminación del tejido
óseo no deseado, imprescindible para el desarrollo, crecimiento, mantenimiento y
reparación normal del hueso.

Formación del Hueso

El hueso está formado por tejido activo que se forma y destruye continuamente, es decir,
parcelas de hueso viejo son destruidas y reemplazadas por hueso nuevo. Para favorecer
la formación de hueso nuevo (metabolismo óseo), es necesaria una ingesta adecuada de
nutrientes y minerales como el calcio y la vitamina D, aunque no sólo influye este aspecto,
ya que el metabolismo óseo está regulado por intrincadas interacciones entre el potencial
genético del individuo, el ambiente y, por supuesto, los factores nutricionales. (Instituto
Omega 3, 2016)

Se puede hablar de tres procesos formativos

 Modelado: En esta etapa el hueso adquiere y mantiene su forma. Está asociado al


crecimiento en la infancia y adolescencia.
 Reparación: Respuesta ante la fractura.
 Remodelado: Ciclo continúo de formación y destrucción que se produce a lo largo
de la vida.

Durante la infancia y adolescencia se produce el mayor crecimiento y maduración del


esqueleto, junto con una mineralización ósea que se consolida al final de la pubertad,
cuando se alcanza el ―pico de masa ósea‖. La calidad del hueso conseguida en ese
momento resulta fundamental para prevenir riesgos posteriores, ya que, a partir de
entonces, se mantiene durante parte de la edad adulta y va disminuyendo en la vejez.

32
Efectos de la Dieta Sobre la Formación y el Estado del Hueso

El hueso es una estructura viva y activa, que continuamente se está remodelando


mediante la formación de nuevo tejido y eliminación del antiguo. Esta remodelación puede
verse afectada por las deficiencias y excesos nutricionales, pudiendo dar lugar a la
aparición de alteraciones como la osteoporosis, el raquitismo o la osteomalacia que
afectan a un alto porcentaje de la población en todo el mundo.

El tratamiento de la osteoporosis y el de las fracturas asociadas representa uno de los


mayores costes sanitarios en los países occidentales. (Instituto Omega 3, 2016)

La gran cantidad de datos existentes sobre calcio, vitamina D y hueso han permitido
intervenir con éxito para prevenir las pérdidas de tejido óseo. No obstante, actualmente se
ha mostrado un gran interés sobre los efectos de un amplio grupo de nutrientes y
alimentos sobre el estatus del hueso. Entre éstos se incluyen macronutrientes como la
proteína, ácidos grasos y azúcares; minerales como el magnesio, potasio, cobre, zinc,
silicio y sodio; y vitaminas C, A, K y B12.

Además, alimentos y componentes de los alimentos como la leche, frutas y vegetales,


productos de la soja, bebidas carbonatadas, agua mineral, alcohol y fibra también se les
ha prestado gran atención recientemente. Estos nutrientes y alimentos pueden afectar a la
salud del hueso por diferentes vías, fundamentalmente actuando sobre la absorción del
calcio y/o sobre su metabolismo.

Minerales

 Calcio

El calcio es el principal mineral que forma parte del hueso (el 99% del calcio corporal se
encuentra en el hueso) y el tejido óseo es el principal reservorio de calcio en el
organismo; por tanto, un apropiado suministro de dicho elemento es esencial para
mantener la homeostasis o equilibrio del hueso en todas las etapas de la vida. El control
de la concentración de calcio en la sangre se logra al regular la velocidad de resorción de

33
los huesos y paso a la sangre y, a su vez, de la transferencia de calcio sanguíneo a los
huesos. (Instituto Omega 3, 2016)

Durante la niñez se requieren altas ingestas de calcio que permitan una correcta
acumulación y conduzcan a un alto pico de masa ósea. En las personas adultas, son
necesarias unas ingestas adecuadas para mantener el hueso y protegerlo de las pérdidas
durante las edades avanzadas. Existe una amplia literatura en la que se relacionan
positivamente la ingesta de calcio con efectos protectores, como una reducción de las
pérdidas óseas o el riesgo de fractura.

El control hormonal del metabolismo del calcio se debe a la acción conjunta y equilibrada
de varias hormonas sistémicas, como la parathormona, la calcitonina y la vitamina D.

Posiblemente el factor más importante en la regulación del intercambio de calcio entre


sangre y huesos es la parathormona (PTH). El descenso de los niveles plasmáticos de
calcio estimula la secreción de la PTH, que a su vez incrementa el número y actividad de
los osteoclastos (las células encargadas de eliminar el tejido óseo no deseado), lo que
acelera la resorción ósea con la liberación de calcio de los huesos al plasma sanguíneo y
normalización de su concentración. (Instituto Omega 3, 2016)

Cuando los niveles plasmáticos de calcio son mayores de lo normal, las células
parafoliculares de la glándula tiroides secretan calcitonina, hormona que inhibe la
actividad de los osteoclastos, acelera la captación de calcio sanguíneo y acelera su
depósito en los huesos. El resultado final es que esta hormona acelera la formación de
hueso y disminuye los niveles en sangre; por ello, la calcitonina es necesaria para que el
calcio se fije lo mejor y más rápido posible.

Esta hormona comienza a disminuir a partir de los 50 años, incluso antes, debido a
diferentes alteraciones metabólicas y/o hormonales a que es sometido el organismo.

Estudios observaron una disminución del riesgo de fractura del 50% en mujeres
premenopáusicas, en el momento de la menopausia y en los hombres y mujeres con

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masa ósea disminuida u osteoporosis, cuando se combinaba calcitonina con suplementos
de calcio. (Instituto Omega 3, 2016)

 Fósforo

Junto con el calcio, el fósforo es un elemento esencial para la mineralización del hueso,
por lo que se requiere un suministro adecuado de este elemento a lo largo de la vida. Una
depleción (o pérdida de mineral) en el fósforo sérico altera la mineralización del hueso y
compromete la función de los osteoblastos.

Pero cuando la dieta es alta en fósforo y baja en calcio, se estimula la secreción de la


hormona PTH, la cual incrementa la resorción ósea para recuperar los niveles en suero
sanguíneo del fósforo. Por ello es fundamental un adecuado equilibrio en la relación
calcio-fósforo.

Los estudios epidemiológicos han mostrado que el alto consumo de fósforo junto al bajo
de calcio, disminuyen la densidad de masa ósea en mujeres post y perimenopausicas y
hombres de edad avanzada. Además, se ha indicado que los patrones dietéticos basados
en el uso de alimentos altamente refinados y ricos en fósforo, muy frecuentes entre los
jóvenes, podrían ser desfavorables para el mantenimiento del hueso. (Instituto Omega 3,
2016)

 Flúor

El papel del flúor sobre la salud del hueso se encuentra en discusión; sin embargo, este
papel en la prevención de la caries dental no se discute. Aunque las altas dosis de flúor
incrementan la DMO (Densidad Mineral Ósea) al estimular la actividad de los osteoblastos
y prevenir la disolución de los cristales óseos, actualmente existen pocas evidencias de
que dicho elemento reduzca las fracturas.

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 Magnesio

Una adecuada ingesta de magnesio es esencial para un apropiado metabolismo del


calcio. El magnesio participa en el equilibrio del hueso, favoreciendo el crecimiento de los
cristales y su estabilización. El magnesio es uno de los nutrientes presentes en frutas y
verduras que contribuye a alcalinizar el medio y, por tanto, puede mejorar la salud del
hueso.

 Potasio

Se asocia significativamente con la DMO tanto en hombres como en mujeres, y su ingesta


muestra un efecto protector. La administración de bicarbonato potásico en cantidad
suficiente para neutralizar la carga ácida producida por las dietas normales, mejora el
balance de calcio y los niveles séricos de osteocalcina. (Instituto Omega 3, 2016)

La dieta occidental actual es deficiente en potasio y en precursores de bicarbonato; por


ello, se ha sugerido que un mayor consumo de frutas y verduras ayudaría a corregir esta
situación.

 Cobre y zinc

Cobre y zinc son dos cofactores esenciales para la síntesis de diferentes componentes de
la matriz ósea, cuya ingesta es deficitaria en un gran porcentaje de la población.

 Silicio

El tejido conectivo y el hueso contienen silicio y este mineral también interviene en la


formación del hueso. Además, el silicio es el mayor elemento de nuestra dieta; la ingesta
media diaria es de alrededor de 30 mg/día, siendo menor en la mujer que en el hombre.
Probablemente es como ácido ortosilícico la forma presente en la que afecta al hueso y al
cartílago. Se piensa que las poblaciones con bajos consumos de cereales y cerveza
presenten bajas ingestas de silicio. (Instituto Omega 3, 2016)

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 Sodio

Las elevadas ingestas de sodio incrementan la calciuria (presencia de calcio en la orina) y


los marcadores del remodelado óseo. Sin embargo, existen pocos estudios que hayan
examinado la relación entre la ingesta de sal y el hueso. Una revisión reciente concluye
que aunque una relación entre altas ingestas de sal y las pérdidas óseas son
biológicamente plausibles, sugieren que sólo un alto consumo de sal podría constituir un
factor de riesgo para la osteoporosis.

Se ha comprobado que el potasio puede atenuar los efectos negativos de la alta ingesta
de sodio, esta circunstancia apoya la idea de que las fuentes dietéticas de potasio, como
las frutas y los vegetales, pueden ayudar a paliar los efectos sobre el hueso del consumo
de sal.

Vitaminas

 Vitamina D

La vitamina D tiene un papel muy bien definido sobre la salud del hueso, debido a que
aumenta la absorción intestinal de calcio, moviliza el calcio y fósforo del hueso e
incrementa la reabsorción renal de calcio y fosfato. (Instituto Omega 3, 2016)

Existen tres tipos de deficiencia de vitamina D (sólo la primera puede ser completamente
tratada con una suplementación): primaria debida a bajas ingestas o exposiciones
solares, a ocasionada por un descenso de la producción renal y la resistencia a la acción
de ésta en los tejidos diana.

La deficiencia primaria de vitamina D es la causa más común de raquitismo. El


mantenimiento de unos niveles suficientes de vitamina D requiere la exposición al sol, ya
que las dietas normales generalmente son deficientes en esta vitamina. Por tanto, la
deficiencia es muy común en los extremos de la vida: en los niños que no andan y en los
mayores que no pueden salir (deficiencia asociada aun mayor riesgo de fractura de

37
cadera), aunque ésta puede aparecer en cualquier edad si no existe una exposición solar
suficiente.

La leche materna contiene niveles bajos de vitamina D o de sus metabolitos, por tanto, los
niveles de vitamina D en niños exclusivamente alimentados con leche materna
correlaciona con su exposición al sol, siendo esta última de gran importancia para evitar la
presencia de raquitismo en estos niños. (Instituto Omega 3, 2016)

Se ha demostrado que la suplementación con vitamina D reduce la pérdida de hueso y


que combinada con calcio reduce significativamente la incidencia de fractura ósea. Un
meta análisis reciente basado en 25 ensayos clínicos concluye que la vitamina D reduce
la incidencia de fracturas vertebrales y muestra una tendencia a reducir la incidencia de
las fracturas no vertebrales.

 Vitamina K

La vitamina K juega un papel muy importante en las proteínas denominadas vitamina K-


dependientes. Entre éstas, las más conocidas son las que participan en la coagulación,
pero también se han descrito tres en el hueso; una de ellas, la más conocida, es la
osteocalcina, que se encuentra en el tejido mineralizado y es sintetizada por las células
formadoras de tejido óseo.

Se ha sugerido que esta vitamina (osteocalcina) podría participar en el control de la


resorción ósea. Esto se podría traducir, según diferentes estudios, en que existe una
relación inversa entre la ingesta de vitamina K y la prevalencia de fractura de cadera y de
pérdida de densidad mineral ósea. (Instituto Omega 3, 2016)

 Vitamina C

El ácido ascórbico es un cofactor que interviene en la hidroxilación de la lisina y la leptina,


dos aminoácidos que son los mayores constitutivos del colágeno (principal ingrediente de
la matriz ósea); la hidroxilación es importante para la formación de enlaces entre las fibras
de colágeno y la formación de colágeno maduro. Por ello se deduce que la deficiencia

38
experimental de vitamina C causa alteraciones en el hueso, cartílago y tejido conectivo.
No obstante, se requieren muchos trabajos para clarificar el efecto de la ingesta de
vitamina C sobre el hueso y el riesgo de fractura.

 Vitamina A

Numerosos estudios en animales e in vitro han establecido una relación entre la ingesta
de retinol y el metabolismo del hueso. En diferentes especies animales, las altas ingestas
de retinol incrementan la resorción y disminuyen la formación ósea al estimular la
formación de osteoclastos. Se ha indicado que el retinol antagonizaría la acción de la
vitamina D.

La asociación entre altas ingestas de retinol y fractura de cadera es máxima entre las
mujeres postmenopáusicas que no usan estrógenos y con ingestas mayores a los 2.000
μg/día. Sin embargo, esta asociación no se ha encontrado entre las que usan estrógenos,
insinuándose un papel protector de los estrógenos frente a las altas ingestas de retinol.
(Instituto Omega 3, 2016)

 Vitamina B12

La vitamina B12 es un cofactor necesario para la síntesis de ADN. Se piensa que estimula
la formación del hueso al estimular la actividad de los osteoblastos. Además, el
tratamiento con esta vitamina a los pacientes con dicha anemia incrementa los
marcadores de formación del hueso y mejora la DMO.

Macronutrientes

 Proteína

Existe el acuerdo de que las dietas moderadas en proteínas se encuentran asociadas a


un metabolismo normal del calcio y presumiblemente no alteran el equilibrio del esqueleto.

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Un bajo consumo de proteína conduce a una reducción de la absorción intestinal de
calcio, ocasionando un incremento de los niveles séricos de PTH y calcitriol (regulador del
metabolismo del calcio). Las implicaciones de esta situación a largo plazo no son
conocidas, pero los estudios epidemiológicos indican un incremento en las pérdidas de la
masa ósea y fracturas de cadera en los individuos que consumen estas dietas.

A pesar de lo anterior, los potenciales efectos de las altas ingestas de proteína sobre el
riñón exigen prudencia al recomendar ingestas superiores a las raciones dietéticas
recomendadas. (Instituto Omega 3, 2016)

 Ácidos Grasos

La información referente a estos nutrientes y el esqueleto es reducida. En el caso de los


ácidos grasos poliinsaturados, se ha observado que el ácido linolénico podría ejercer una
acción antiinflamatoria sobre el hueso. Con respecto a los monoinsaturados, un estudio
ha demostrado una asociación positiva entre la ingesta de aceite de oliva y la densidad
mineral del hueso.

 Azúcares

Los azúcares pueden contribuir a incrementar las pérdidas urinarias de calcio. Estudios
realizados sobre el efecto del consumo de bebidas carbonatadas sobre el hueso indican
que la presencia de calcio observada no parece ser debida al contenido en ácido
fosfórico. Las observaciones epidemiológicas que asocian negativamente el consumo de
estas bebidas con la densidad de la masa ósea se ha atribuido a los azúcares, junto al
desplazamiento del consumo de bebidas más nutritivas, fundamentalmente la leche.

 Fibra

Si bien la fibra de la dieta interfiere con la absorción de algunos minerales (por esta razón
se creyó que la fibra podría tener un efecto negativo sobre la salud del hueso), estudios

40
posteriores concluyen que la suplementación con fibra no afecta a la salud del hueso.
(Instituto Omega 3, 2016)

Alimentos y Constituyentes de los Alimentos

 Leche

Constituye el mayor aporte de calcio en las dietas occidentales. Se conoce la importancia


del consumo de leche durante la niñez y adolescencia para posteriormente disminuir el
riesgo de fracturas.

Mientras que en algunos estudios sí se aprecia una relación significativa entre el consumo
de leche durante la niñez y adolescencia con la DMO en los adultos y tras la menopausia,
otros no encuentran esta asociación.

Por otro lado, se ha observado que el incremento del consumo de leche o derivados
lácteos en poblaciones con bajas ingestas habituales, en general, mejora los marcadores
de formación ósea, disminuye las pérdidas e incrementa la densidad mineral ósea.

Además, se ha indicado que el incremento de la ingesta diaria de calcio mediante el uso


de alimentos ricos en este catión, como la leche, se asocia de un modo más consistente
con las medidas óseas que cuando el incremento de la ingesta procede de suplementos.
(Instituto Omega 3, 2016)

 Frutas y Verduras

Los vegetales son alimentos que aportan a nuestra dieta altas cantidades de magnesio,
potasio, vitamina C y otros constituyentes que pueden contrarrestar la carga ácida
generada por las altas ingestas proteicas.

Estudios han relacionado las ingestas de frutas y verduras con una mayor densidad
mineral ósea: cada ración de fruta o verdura consumida por día se asoció a un incremento
de un 1% en la DMO.

41
 Soja

Actualmente existe un gran interés por los efectos protectores de la soja sobre el hueso,
pero no hay acuerdo sobre quién o quiénes son los constituyentes de la soja
responsables de la mejora sobre la salud del hueso que ocasiona este alimento.

Aunque gran número de autores ha asociado el efecto beneficioso (incremento de DMO y


descenso de la resorción ósea) a las isoflavonas presentes en la soja, los resultados
existentes sólo marcan una tendencia, requiriéndose más estudios que lo confirmen. Sin
embargo, otros autores encuentran que los efectos beneficiosos sobre el esqueleto
parecen deberse a la proteína de la soja. Asimismo, no se ha encontrado asociación entre
la ingesta de fitoestrógenos y DMO en mujeres premenopáusicas. (Instituto Omega 3,
2016)

 Bebidas carbonatadas

En las últimas décadas se ha producido un fuerte incremento del consumo de las bebidas
carbonatadas. Estas bebidas han desplazado a la leche y han introducido ácido fosfórico
sin calcio y, cuando la dieta es alta en fósforo y baja en calcio, se incrementa la resorción
ósea para recuperar los niveles séricos de este mineral.

Existen estudios epidemiológicos en los que se asocia el consumo de bebidas


carbonatadas a un mayor riesgo de fractura en niños, mujeres jóvenes y
posmenopáusicas y mujeres con alta actividad física. Sin embargo, en otros no se ha
podido relacionar el consumo de bebidas carbonatadas con la DMO en mujeres
posmenopáusicas.

 Agua mineral

Diferentes estudios realizados en poblaciones que consumen aguas minerales con alto
contenido en calcio ponen de manifiesto que en éstas poblaciones la ingesta del agua

42
mineral se encuentra relacionada con una mayor DMO. Se ha calculado que por cada 100
mg/día de calcio procedente del agua, la DMO femoral incrementaba un 0,5%. (Instituto
Omega 3, 2016)

 Alcohol

El efecto del consumo de bebidas alcohólicas sobre el hueso parece estar relacionado
con la cantidad de alcohol ingerida. El uso abusivo incrementa el riesgo de fracturas, al
incrementar el riesgo de caídas o estar asociado a malnutrición y uso de tabaco. Los
estudios realizados en estos pacientes muestran una reducción de la DMO y videncias
histológicas de osteoporosis.

Sin embargo, los estudios realizados en poblaciones que consumen cantidades


moderadas, muestran que incrementa la DMO y protege contra las pérdidas óseas. Se ha
sugerido que este efecto beneficioso podría estar relacionado con su efecto sobre los
niveles de andrógenos o estrógenos. También se ha indicado que el silicio presente en las
bebidas alcohólicas, en particular la cerveza, podría contribuir al mencionado efecto
positivo del alcohol sobre el hueso.

 Cafeína

La cafeína a altas dosis incrementa las pérdidas urinarias de calcio y magnesio. Los
estudios que revisan el efecto de la ingesta de cafeína sobre el hueso concluyen que una
ingesta moderada no tiene efectos negativos en las mujeres jóvenes y adultas, debido a
que las pérdidas urinarias se compensan con una mayor absorción. (Instituto Omega 3,
2016)

Sin embargo, las mujeres de edad avanzada no son capaces de compensar estas
pérdidas. Por estas razones, los efectos de las altas ingestas de cafeína parecen quedar
restringidos fundamentalmente a mujeres posmenopáusicas con una baja ingesta de
calcio. Así, 2 o más tazas/día de café se ha asociado con un descenso de la DMO entre
personas con bajo consumo de leche, pero no entre mujeres que tomen uno o más vasos

43
de leche al día. Efectos de Factores Asociados al Estilo de Vida sobre el Estado del
Hueso

 Edad

Durante los primeros años de la vida (hasta la adolescencia), la producción de hueso es


superior a las pérdidas por remodelación. En los jóvenes la formación y resorción son
semejantes; en la edad madura, como consecuencia de la caída de la concentración de
esteroides, sobre todo en mujeres postmenopáusicas, se reduce la masa ósea al
incrementar la resorción a la formación y en las edades avanzadas la pérdida de hueso
por resorción ocurre con mayor rapidez. Al ser los huesos de las mujeres más pequeños
los efectos del desgaste de masa ósea tiene mayor efecto en ellas.

Durante el envejecimiento se reduce la masa de los huesos y los hace más frágiles. La
disminución del volumen se debe a la pérdida de calcio y otros minerales de la matriz
ósea (desmineralización). Este proceso se inicia sobre los 30 años en las mujeres y se
pierde aproximadamente un 8% de masa ósea cada 10 años. En los varones el proceso
se inicia a la misma edad y se pierde un 3% por década. (Instituto Omega 3, 2016)

La fragilidad se debe a la disminución de la síntesis de proteínas, en particular de


colágeno, que confieren a los huesos la resistencia a la tensión. En consecuencia, los
minerales están cada vez en mayor proporción y la pérdida de resistencia a la tensión
hace que los huesos se vuelvan frágiles y propensos a las fracturas.

 Tamaño corporal, composición corporal y obesidad

El peso corporal y la altura son los mayores determinantes de la DMO. Los esqueletos
pequeños presentan un mayor riesgo de osteoporosis, mientras que los individuos altos
son más propensos a la fractura de cadera.

En los jóvenes y en los hombres una alta relación masa magra/masa grasa se ha
relacionado con una mayor masa mineral ósea, mientras que en las mujeres
posmenopáusicas, es la obesidad (una baja relación masa magra/masa grasa) la que se

44
asocia positivamente a la masa mineral ósea. Esta dicotomía se podría explicar por el
efecto osteogénico del músculo en los jóvenes, y en las personas de edad avanzada la
capacidad del tejido adiposo para amortiguar golpes y producir endógenos. (Instituto
Omega 3, 2016)

 Actividad física

La actividad física es un importante modulador de la masa ósea en todas las fases de la


vida. La inmovilización completa puede dar lugar a una pérdida de masa ósea de
alrededor del 40%. Aunque tanto en niños como en adultos, la actividad física asociada a
la rutina normal tiene poco efecto sobre la masa ósea, en mujeres posmenopáusicas la
práctica frecuente de ejercicio físico puede prevenir o revertir la pérdida de masa ósea en
casi un 1% al año.

Los efectos osteogénicos del ejercicio consisten en un incremento en la producción de


colágeno, depósito de sales minerales y secreción de calcitonina, que inhibe la resorción
ósea. Estos efectos se ejercen fundamentalmente sobre los lugares anatómicos donde se
realiza el esfuerzo. Las actividades que conllevan apoyo de peso, como caminar o
levantamiento de pesas moderado, ayudan a conservar y aumentar la masa ósea.

 Tabaco

El uso del tabaco se ha asociado a una pequeña pero significativa reducción en la DMO,
particularmente en los hombres pero también entre las mujeres. Los mecanismos por los
que fumar reduce la densidad ósea no están claros. (Instituto Omega 3, 2016)

 Trastornos del comportamiento alimentario

La anorexia y bulimia constituyen uno de los mayores problemas alimentarios entre


adolescentes y jóvenes en los países desarrollados. La primera parece conducir a
mayores trastornos sobre el hueso; en la mayoría de los casos se han detectado pérdidas

45
óseas y en un 50% de los pacientes la densidad ósea alcanza valores inferiores a las 2DS
de controles de la misma edad.

El déficit de estrógenos asociados a la amenorrea, probablemente juegue un papel más


importante en la pérdida de masa ósea. Otros factores que influyen son la malnutrición y
posiblemente exceso de ejercicio.

 Síndromes de malabsorción

Los síndromes de malabsorción como la fibrosis quística y la enfermedad celíaca se


asocian con un incremento en el riesgo de osteoporosis como consecuencia de la
situación de malnutrición que generan y la malabsorción de calcio y vitamina D. (Instituto
Omega 3, 2016)

La enfermedad inflamatoria intestinal también se asocia a un incremento de osteoporosis,


con aproximadamente un 50% de los pacientes sufriendo osteopenia. Esta situación
parece estar relacionada con la desnutrición, falta de ejercicio y uso de corticoesteroides.

La intolerancia a la lactosa se asocia a una menor ingesta de calcio, por tener que evitar
los derivados lácteos y de este modo se piensa que incrementa el riesgo de osteoporosis.
Sin embargo los resultados de los estudios sólo muestran una ligera tendencia a
incrementar el riesgo en algunos casos.

Nutrición y Salud Ósea en las Diferentes Etapas de la Vida

El desarrollo y crecimiento óseo es un proceso que tiene lugar desde el vientre materno
hasta los últimos días de la vida del individuo. Toda una vida para que el hueso pueda
fortalecerse o, por el contrario, para que no alcance su óptimo desarrollo y se vaya
debilitando paulatinamente. (Instituto Omega 3, 2016)

En este complejo proceso, el tejido óseo tendrá una serie de necesidades nutritivas que
se tendrán que cubrir merced a los alimentos que el individuo ingerirá. Desde este punto
de vista, la farmacología o la suplementación son poco importantes ya que, de ser

46
necesarias, únicamente lo serán durante cortos periodos de tiempo y, desde luego, nunca
podrá sustituir lo que los alimentos deberían haber aportado desde el nacimiento del
individuo o, incluso, desde antes.

Es sabido que organizar adecuadamente la alimentación desde la más temprana infancia


reporta grandes beneficios en términos de salud, incluida la ósea, y de calidad de vida.
Por ello, es necesario insistir siempre en la importancia de la educación alimentaria.

 Embarazo y lactancia

Durante el embarazo y lactancia se producen una serie de condicionamientos fisiológicos


y ambientales que hacen necesario adecuar los aportes alimentarios y otros estilos de
vida a esta situación de especial repercusión sobre la madre y el niño. (Instituto Omega 3,
2016)

El cambio en las necesidades nutricionales y, en concreto, las modificaciones en el


balance fosfo-cálcico, se deben en buena medida a los cambios hormonales que sirven
de sustrato a todos los procesos de síntesis y adaptación materno-fetal que se desarrollan
a lo largo del embarazo, maduración fetal y durante la lactancia para la alimentación del
niño, siempre con la prioridad de cubrir las necesidades del feto o del lactante.

Como consecuencia de los cambios que tienen lugar antes de la mineralización del
esqueleto fetal, se favorece la retención progresiva de calcio para satisfacer la creciente y
progresiva demanda del esqueleto fetal para su mineralización.

La mayor parte de los trabajos consultados indican que durante la lactancia se pierde
masa ósea; estudios evidencian que en los primeros meses de lactancia se reduce la
densidad ósea de la madre entre un 3 y un 5%, sobre todo en la columna y la cadera, que
se recupera al cesar la lactancia.

En esta etapa se aconseja el consumo de leche y derivados lácteos para asegurar unos
aportes dietéticos de calcio adecuados (3-4 raciones/día, preferiblemente semidesnatados
o adecuado contenido graso). Los productos lácteos son una buena vía de incorporación

47
de cantidades nutricionales de vitaminas y ácidos grasos poliinsaturados, especialmente
en mujeres con perfiles alimentarios incompletos. (Instituto Omega 3, 2016)

No es necesaria la suplementación farmacológica de vitamina D, ya que una dieta


habitual equilibrada y la exposición solar permiten una adecuada síntesis de esta
vitamina. Tampoco es recomendable la suplementación con vitamina A, ni la ingesta de
cantidades suplementarias de alimentos especialmente ricos en ella, como el hígado,
aceite de hígado de bacalao, etc., las recomendaciones para la vitamina A pueden
cubrirse a través del consumo de lácteos, huevos y alimentos vegetales ricos en
provitamina A. Además, es fundamental tomar diariamente cinco raciones de frutas o
verduras de temporada.

 Infancia y adolescencia

Durante la infancia y la adolescencia se produce el crecimiento del organismo con la


formación de hueso a partir de cartílago de crecimiento y osificación posterior,
fortaleciéndolo. Para adquirir un desarrollo óptimo, es necesario mantener un estado
nutricional adecuado. Con la prevención en la edad pediátrica se pretende alcanzar un
mayor grado de masa ósea y garantizar un hueso mejor osificado durante la etapa de la
vejez.

La pubertad es el periodo en que más aumenta la densidad ósea; y es en este periodo en


el que se consigue el denominado ―pico de masa ósea‖, cuya calidad resulta fundamental
para evitar riesgos posteriores.

La densidad mineral ósea puede ser modificable con la dieta y el ejercicio físico hasta un
20%. Cobra gran importancia un aporte equilibrado de proteínas (tanto el exceso como el
defecto en este sentido pueden contribuir a una resorción ósea), el aporte de vitaminas a
través de la fruta y verduras abundante, así como la ingesta de minerales como el calcio,
el fósforo y el magnesio. El calcio de la dieta debe obtenerse principalmente de los
alimentos lácteos, así como los fortificados. (Instituto Omega 3, 2016)

48
El ejercicio físico continuado constituye uno de los factores más importantes que
intervienen en la regulación de la masa ósea; éste va a mejorar la fuerza y resistencia del
hueso, que se somete continuamente a microtraumatismos. También favorece la síntesis
orgánica en el hueso, el depósito de minerales y una arquitectura ósea más resistente.

 Nutrición y salud ósea en la madurez

Se considera que una dieta es sana cuando consigue un aporte de nutrientes en cantidad
suficiente para satisfacer las necesidades del organismo. En la actualidad, además, se
requiere que ésta sirva para promocionar la salud, mejorar el bienestar y reducir el riesgo
de enfermedades; las de tipo crónico, como las cardiovasculares, cáncer y osteoporosis
son las que se benefician más de una dieta adecuada. Una dieta rica en lácteos y
ajustada en proteínas y sal puede mejorar la salud del hueso y evitar el desarrollo de
osteoporosis en el futuro.

Especial atención merece en este capítulo la menopausia en la mujer, proceso cuyos


cambios hormonales requiere una especial suplementación de calcio y vitamina D, así
como hábitos de vida saludables y la práctica de ejercicio físico para mantener el
equilibrio del esqueleto. (Instituto Omega 3, 2016)

 La senectud

La edad es el determinante más importante en la densidad ósea y se conoce que con ella
se produce una disminución global de la cantidad de hueso, originando la denominada
―osteopenia fisiológica‖ ligada a la edad. La pérdida acumulada a la edad de 80-90 años
es del 30% en el hombre y del 40-50% en la mujer.

A la disminución de la formación ósea, en parte relacionada con el envejecimiento general


del osteoblasto (la célula encargada de la formación de tejido óseo), se suma la
disminución de la absorción de calcio. Esta malabsorción podría estar relacionada con la
deficiencia de vitamina D, ya que la transformación de ésta se produce en el riñón y con la
edad la capacidad de función renal se deteriora. La actividad física, que disminuye
considerablemente con el envejecimiento, es un importante factor en la formación ósea.

49
Existen varios trabajos que manifiestan el papel del calcio, de la vitamina D y de las
proteínas en la prevención de las fracturas óseas. (Instituto Omega 3, 2016)

Patologías del Hueso

Por su propia naturaleza, el hueso, como tejido conjuntivo rígido y soporte de los tejidos
blandos del organismo, se encuentra sometido a factores de riesgo que pueden
condicionar su estabilidad y capacidad funcional. Además, existen desórdenes
metabólicos que condicionan la salud de los huesos a lo largo de nuestra vida, la mayoría
de los cuales se producen por el aumento del número y la actividad de los osteoclastos
(eliminan el tejido óseo), que excede la capacidad de compensación de los osteoblastos
(células formadoras del hueso).

Las acciones de muchas de las patologías que afectan al adulto, por ejemplo osteoporosis
y artritis reumatoide, son, bien consecuencia de un metabolismo y remodelado óseo
anormales, o bien el resultado de un proceso inflamatorio crónico que afecta a la
estructura y función del hueso.

 Osteoporosis

La osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente, manifestándose en el 40% de


mujeres y en el 11% de hombres con más de 70 años. Se caracteriza por una pérdida de
masa ósea, el deterioro de la microarquitectura del tejido óseo y el aumento del riesgo de
fracturas. El impacto relativo de los factores ambientales y genéticos en la osteoporosis
no está bien definido: estudios epidemiológicos parecen indicar que el factor ambiental es
el más determinante, mientras que los estudios sobre la masa ósea entre hermanos
(gemelos) validan el papel de los factores genéticos. Con el rápido avance del Proyecto
Genoma Humano y la biotecnología, será posible evaluar nuevos genes implicados en la
osteoporosis y calcular el riesgo de fracturas para cada individuo en el contexto de las
influencias ambientales. (Instituto Omega 3, 2016)

En las mujeres posmenopáusicas, el descenso de la concentración de estrógenos en


sangre (por el cese de la actividad ovárica) se acompaña de un balance negativo en el

50
remodelado óseo con pérdida de masa ósea. De todas formas, la cantidad de hueso
formado durante cada ciclo de remodelado óseo disminuye con la edad,
independientemente del sexo. En el caso de los hombres, los factores de riesgo son el
tratamiento con antiinflamatorios esteroideos, el tabaco, el consumo excesivo de alcohol y
el hipogonadismo.

También existen otras manifestaciones de la osteoporosis, como es la inducida por


glucocorticoides (el tipo de osteoporosis secundaria más frecuente), la idiopática juvenil
(caracterizada por fracturas de huesos largos y vértebras en pre pubertad de ambos
sexos), la osteoporosis en las enfermedades reumáticas, diabetes, hipertiroidismo,
cáncer.

 Raquitismo y osteomalacia

La deficiencia de vitamina D es la causa principal de raquitismo en niños y de


osteomalacia en adultos. Los defectos en la mineralización ósea por deficiencia de
vitamina D se asocian con el hiperparatiroidismo secundario, aumentando la movilización
de la matriz ósea y el riesgo de osteoporosis.

El raquitismo se debe a un fallo en el depósito de la sustancia mineral del hueso en el


osteoide (hueso joven y sin calcificar), y en el cartílago de las epífisis durante los primeros
años de vida. La osteomalacia es una enfermedad rara del hueso, caracterizada por un
trastorno generalizado de la mineralización ósea, que origina matriz ósea no mineralizada
en el esqueleto (hueso ―blando‖). En los niños se acompaña de raquitismo con
ensanchamiento de las epífisis (extremos de los huesos largos) y crecimiento óseo
anómalo. (Instituto Omega 3, 2016)

51
1.5 Articulaciones, Definición, Tipos (Fibrosas, Cartilaginosas, Sinoviales) Bolsas
Serosas, Lesiones más Frecuentes, Nutrimentos para el Desarrollo Articular,
Defectos Adquiridos

Articulaciones

Las articulaciones se definen como la relacione entre dos o más huesos en su punto de
contacto. La estructura de la articulación determina su función. Algunas no permiten
movimientos, otras permiten tipos limitados de movimientos, mientras que otras, en fin, no
ponen límites a los movimientos.

Clasificación de las Articulaciones

Según su estructura, las articulaciones pueden ser:

 Fibrosas: Este tipo de articulaciones se unen entre sí a los huesos por bordes
dentados que se engranan (suturas; por ejemplo las de los huesos del cráneo) o
por una membrana o un ligamento fibroso (sindesmosis: por ejemplo, las
articulaciones cúbito-radio y tibia-peroné).
 Cartilaginosas: Estas se unen, por medio de cartílago, dos partes de un mismo
hueso (sincondrosis; zonas de crecimiento de los huesos largos) o de dos huesos
distintos (sínfisis: discos intervertebrales y las de los huesos del pubis).
 Sinoviales: Son las más móviles del cuerpo: entre los dos huesos hay una cavidad
articular cerrada por la cápsula articular y llena del líquido sinovial. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Lesiones de las Articulaciones

La inflamación por causas diversas (traumatismos, infecciones, etc.) se denomina artritis y


es causa de supresión del funcionamiento de la articulación. Diversas enfermedades
degenerativas y autoinmunitarias producen dolor e inflamación de las articulaciones, y
reciben entonces el nombre de artrosis. Las lesiones inflamatorias pueden afectar a

52
estructuras anexas a la articulación, como por ejemplo a la sinovial, y entonces se llama
sinovitis, o a la capsula articular, por lo que reciben el nombre de capsulitis. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Alimentos para las Articulaciones

Existen alimentos y nutrientes con acción antiinflamatoria y antioxidante que ayudan a


prevenir algunas dolencias articulares y a mejorar sus síntomas.

Los trastornos articulares de distinta índole son un mal que aqueja a gran parte de la
población. La artrosis, uno de los más comunes y limitantes, se estima que ocupa el 10%
de las visitas al médico de atención primaria. La osteoartritis, la forma más común de
artrosis, afecta cada día a más jóvenes como consecuencia de lesiones deportivas graves
o de la obesidad.

La nutrición es clave en la prevención de algunos de estos trastornos y en la mejora de


sus síntomas si se priorizan los alimentos y los nutrientes con acción antiinflamatoria y
antioxidante. (Zudaire, 2013)

Los Nutrientes Indispensables para las Articulaciones

De entre todos los nutrientes que existen, hay algunos que sirven de manera específica a
la nutrición ósea, la metabolización, la regeneración de los huesos y su mantenimiento
saludable, así como al eje osteo-articular. Ellos son las proteínas, ciertas vitaminas (D y
C) y minerales como el azufre, el magnesio o el silicio, además del calcio y el fósforo. Los
minerales, de hecho, tienen un papel muy relevante, cada uno con una función específica
en el metabolismo óseo y articular, lo cual refleja su importancia.

 El magnesio es un elemento fundamental de la estructura ósea y de las


membranas celulares. Más de la mitad del magnesio del organismo se almacena
en el hueso. El valor sérico de magnesio se asocia de forma directa con la
proliferación de las células osteoblásticas, las que sirven a la regeneración ósea.
Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia conduce a

53
hipocalcemia e inhibe la síntesis de vitamina D activa, necesaria para la correcta
mineralización de huesos y dientes.

 El azufre en el organismo, en mayor medida, está en forma de condroitín sulfato y


de sulfato de glucosamina, sustancias que forman parte del colágeno. El colágeno
es materia prima de tendones, cartílagos y ligamentos, elementos que participan
en el funcionamiento de las articulaciones. (Zudaire, 2013)

 El silicio, a nivel articular, participa en la síntesis de elastina y de colágeno que


permiten la elasticidad de la membrana sinovial y contribuyen a reducir los
procesos inflamatorios. Este oligoelemento está implicado en el metabolismo óseo
al optimizar la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimular la
formación y mineralización ósea. La ingesta dietética de silicio se asocia de
manera positiva con la densidad mineral de los huesos en hombres y mujeres
premenopáusicas. En la naturaleza, el silicio está presente como óxido de silicio
sobre todo en los alimentos de origen vegetal (en particular, los cereales
integrales, ciertas aguas minerales y la cerveza).

 Equilibrio calcio/fósforo. Ambos minerales son contrarios en sus funciones


orgánicas, pero se complementan en la formación, desarrollo y mantenimiento de
huesos y dientes. Para ello deben estar en cantidades proporcionadas en el
organismo, ya que la abundancia o la carencia de uno afecta a la capacidad de
absorber el otro.

Complementos Dietéticos Seguros

El aumento de la prevalencia de las dolencias articulares, su cronicidad y la falta de


terapias eficaces explica el creciente interés en el uso de suplementos dietéticos como
agentes terapéuticos. La glucosamina y el sulfato de condroitina son dos de los
complementos nutricionales más conocidos por el colectivo de personas con algún tipo de
afectación osteo articular que curse con degeneración o dolor como la osteoartritis y la
artritis reumatoide. Sendas sustancias son esenciales para mantener lubricadas las

54
articulaciones y colaboran en la regeneración y reparación del cartílago dañado. (Zudaire,
2013)

1.6 Sistema Muscular, Importancia, Función, Estructura y Desarrollo que lo


componen

Músculos

Estructura general y clasificación

Los músculos del sistema osteomuscular están formados por tejido muscular estriado con
control voluntario de la contracción, que se dispone en forma de fibras y fascículos
musculares. La equivalencia de una célula en el aparato locomotor es la fibra muscular, y
aunque está dotada de varios núcleos, es la mínima unidad capaz de contraerse de forma
individual.

Las fibras musculares son muy largas y se agrupan longitudinalmente en forma de haz.

Cada uno de estos paquetes de fibras se denomina fascículo muscular. Los músculos del
aparato locomotor están formados por la unión de varios fascículos musculares. La mayor
o menor potencia de un músculo depende del número de fibras que contiene y del tamaño
de éstas.

Los músculos suelen ser alargados y fusiformes. Tienen un ensanchamiento central que
se denomina cuerpo o vientre del músculo y un extremo a cada lado que se suele
convertir en un tendón para poder insertarse en un hueso situado a cierta distancia.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

En ocasiones los músculos no terminan en un único tendón, sino que lo hacen en una
ancha membrana de tejido conjuntivo denominada fascia muscular. También puede ser
que la terminación sea por inserción directa del músculo en el hueso; esto es frecuente en
los músculos anchos y cortos que forman la musculatura de la cara, músculos que

55
además se insertan por el otro extremo en la piel con el fin de poder moverla (capacidad
para hacer gestos).

Existen músculos que tienen más de un cuerpo muscular y se denominan digástricos,


trigástricos o poligástricos según que tengan dos, tres o varios. Cada uno de estos
cuerpos musculares se une con los siguientes mediante una franja tendinosa.

Los músculos que por un extremo tienen dos puntos diferentes de inserción reciben el
nombre de bíceps, de tríceps si tienen tres y de cuádriceps si tienen cuatro.

El músculo destinado a realizar un movimiento debe insertarse por un extremo en un


hueso y por el otro en otro hueso diferente. El punto donde se inserta en el hueso que se
mantiene fijo durante el movimiento se denomina origen del músculo, mientras que el
punto donde se inserta en el hueso que se desplaza durante el movimiento recibe el
nombre de inserción del músculo. Los términos origen e inserción son relativos y si se
invierte el movimiento de manera que el hueso móvil quede fijo, éste será el punto de
origen muscular. Hay algunos músculos que no son longitudinales, sino que forman un
anillo. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La contracción de estos músculos no acorta la longitud y provoca el movimiento articular,


sino que disminuye el diámetro interior del anillo que forman. Estos músculos se
denominan esfínteres y suelen rodear orificios y cavidades para poder regular con su
contracción el paso por estos puntos. En un movimiento, normalmente, interviene más de
un músculo, y aquellos músculos que coinciden y colaboran en un movimiento se
denominan agonistas. Pero cada movimiento tiene su opuesto, para el cual también hay
una serie de músculos.

Aquellos músculos que se oponen a un movimiento determinado se denominan músculos


antagonistas. Un músculo será agonista o antagonista dependiendo del movimiento. Por
ejemplo, el bíceps braquial, que es el músculo principal para la flexión del antebrazo sobre
el brazo, es un agonista de la flexión del codo, pero se convierte en antagonista en el
caso de la extensión de éste.

56
En cambio, el tríceps braquial, que es el responsable principal de la extensión del
antebrazo sobre el brazo, es un antagonista de la flexión y un agonista de la extensión.
Para que se produzca el movimiento es necesaria la contracción de los músculos
agonistas y la relajación de los antagonistas, pero ésta no es una ley de todo o nada, con
movimientos muy bruscos y violentos, sino que la contracción de los agonistas es
mesurada y está en función de la fuerza necesaria, y la relajación de los antagonistas
también es progresiva y depende de la cantidad y calidad del movimiento. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

De esta forma es posible obtener una mayor precisión y gradación de la fuerza en el


movimiento articular.

Histología del Músculo Estriado

Para poder entender cómo y por qué se produce la contracción hay que profundizar en la
estructura de las fibras musculares. Las fibras musculares tienen una membrana exterior
que se denomina sarcolema. Al lado de ella se sitúan los núcleos celulares y el retículo
plasmático, que tiene forma de grandes túbulos y recibe el nombre de retículo
sarcoplasmático. El citoplasma muscular, o sarcoplasma, está ocupado en casi toda su
extensión por unas fibras que se disponen de forma paralela a lo largo de la fibra
muscular.

Se denominan miofibrillas y si se examinan con microscopio óptico se observa que tienen


unas bandas claras y otras oscuras, que son las que dan el nombre de estriado a este
músculo. Estas bandas claras y oscuras se deben a la superposición en una estructura
especial de unas proteínas que forman miofilamentos.

Dichas proteínas musculares son la actina, la miosina, la troponina y la tropomiosina. La


actina y la miosina son proteínas filamentosas que se agrupan en estructuras
denominadas sarcómeros. Si se observa un sarcómero se verá que está limitado por dos
líneas oscuras o líneas Z, en las que se anclan los filamentos de actina. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

57
Dado que la actina es una proteína más delgada, los segmentos de sarcómero donde sólo
hay actina se ven más claros con microscopia y se denominan bandas I (isocóricas).

En los puntos donde hay miosina, sola o entremezclada con la actina, la banda se tiñe en
un tono más oscuro, dado que es una proteína más gruesa, y se denomina banda A
(anisocórica). En el centro de las bandas A se puede apreciar una zona más clara
denominada región H. La troponina y la tropomiosina son proteínas globulares de mucho
menor tamaño que se colocan a lo largo del filamento de actina. La actina posee un punto
determinado, el locus, por el que tiene una gran avidez la miosina.

El acceso por parte de la miosina a dicho locus está obstaculizado por la presencia de
troponina y tropomiosina. Cuando estas proteínas no impiden el acceso de la miosina,
ésta se deforma para unirse a la actina, deformación que provoca el movimiento de la
miosina a lo largo de la actina.

Esto produce un mayor entrecruzamiento de los miofilamentos y el acortamiento de los


sarcómeros, que es la base de la contracción (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

1.7 Dientes, Glándulas Salivales, (Parótidas, Submaxilar, Sublingual) Estructura y


Funcionamiento, Importancia en la Nutrición

Dientes

Los dientes son unas estructuras duras distribuidas en dos arcos a lo largo de los
maxilares, en el plano anterior de la boca, justo por detrás de los labios. La arcada
superior (que sigue a los maxilares superiores) suele ser de mayor tamaño y más amplio
que la arcada inferior (implantada en el maxilar inferior), de manera que la recubre al
cerrarse una sobre otra.

58
Los dientes están colocados en unos orificios de los maxilares denominados alvéolos
dentarios. La porción del diente que está dentro del alvéolo se llama raíz y la porción que
sobresale del hueso, y que por tanto es visible, se denomina corona.

Los dientes están fijados al hueso maxilar por el alvéolo debido a la existencia de unos
haces de tejido conjuntivo muy fuertes denominados ligamentos periodontales. Los
dientes están formados por un material consistente, denominado dentina, que se halla
recubierto por una sustancia muy dura para limitar su desgaste. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Esta sustancia recibe el nombre de cemento en la raíz y de esmalte en la corona, donde


es muy lisa y resistente. En la porción central de cada diente existe una cámara en la que
hay vasos sanguíneos que nutren la dentina, así como terminaciones nerviosas. Esta
cámara se denomina pulpa dentaria o, vulgarmente, nervio del diente.

Los dientes se clasifican según su momento de aparición en primera dentición, también


llamada dentición primaria, decidua o caduca, dentición infantil o dientes de leche; y en
segunda dentición, o dentición permanente o del adulto.

La dentición primaria hace erupción (de forma variable) desde los 6-12 meses hasta los 3
años de vida, y está constituida por 20 piezas dentarias. Esta dentición no es duradera,
carece de piezas molares, y es sustituida por la dentición permanente en un proceso
progresivo que suele iniciarse hacia los 5 ó 6 años de la vida y continúa hasta el final de la
adolescencia, no siendo infrecuente que el tercer molar aparezca después de los 20 años.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Los dientes también se pueden clasificar por su forma, que viene determinada de modo
exclusivo por la función que desempeñan.

Así, se denominan dientes incisivos los dientes planos en forma de cuchilla, cuya función
primordial es cortar o roer; dientes caninos o monocúspides, los dientes en forma de
cono, cuya función básica es pinchar y desgarrar; y dientes molares (y premolares en su

59
forma más reducida), las piezas planas, cuya función es aplastar y triturar durante la
masticación.

El hombre, como animal omnívoro, está dotado de los tres tipos de dientes, pero en los
animales con alimentación especializada la dentición nos indica el tipo de alimentos que
ingieren: así los incisivos son característicos de los roedores, los caninos de los animales
carnívoros y los grandes molares de los animales herbívoros, especialmente los
rumiantes.

La Masticación

La masticación es el proceso por el cual los alimentos son troceados en pequeños


fragmentos por la acción de los dientes. La musculatura responsable de la masticación es
la que mueve el maxilar inferior, o mandíbula, que es el único hueso móvil de la cara.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Esta musculatura está constituida especialmente por los maseteros, el músculo temporal
y los músculos pterigoideos. Todos ellos son capaces de provocar un movimiento
complejo de la mandíbula, esencial para una correcta masticación. Durante la masticación
se produce una valoración del tamaño de los alimentos por terminaciones nerviosas
sensitivas del interior de la boca. De este modo, se decide de forma automática si el
tamaño del alimento es lo suficientemente pequeño como para poder deglutirlo, o debe
continuar la masticación.

La intensidad de la masticación varía mucho de un individuo a otro y forma parte del


proceso de educación en la edad infantil.

Glándulas Salivales

La salivación

A pesar de que en la mucosa bucal existen muchas células y pequeñas glándulas que
vierten su secreción acuosa al interior de la boca, el nombre de glándulas salivales se

60
reserva para tres pares de formaciones glandulares, independizadas de la mucosa bucal y
que se comunican con ella por unos conductos independientes. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La principal glándula salival es la parótida, situada en la región media y posterior de las


mejillas, que vierte la saliva a la boca a través del conducto de esternón.

La glándula submaxilar está situada en el suelo de la boca justo por detrás de la


mandíbula, y vierte su contenido por el conducto de Wharton.

Finalmente, las glándulas sublinguales están situadas también en el suelo de la boca pero
más atrás, en la base de la lengua, y su conducto excretor se denomina conducto de
Rivinus. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

La saliva está formada en su mayor parte por agua y se secreta de forma continua,
aunque hay estímulos que aumentan la secreción, especialmente antes y durante la
ingestión de alimentos.

La composición de la saliva varía bastante en función del estímulo que provoca la


secreción, pero posee algunas enzimas para iniciar la digestión, como las amilasas y
maltasas salivales, y compuestos enzimáticos de defensa, como la lisozima salival.

Al día se secretan entre 1000 y 1500 ml de saliva. Las funciones de la saliva son la
lubrificación y humectación continua de los labios y la mucosa bucal, y la eliminación de
restos alimentarios y células de descamación de la boca y de los espacios interdentales.

Además, humedece el alimento convirtiéndolo en líquido o semisólido y lo compacta


preparándolo para la deglución, es un elemento de defensa y, finalmente, tiene un papel
muy discreto en la digestión inicial de los glúcidos. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

61
Síntesis de la Unidad I

En la presente unidad se abordaron los conceptos principales de la materia de Anatomía y


Fisiología Humana, inicialmente describiendo los conceptos de anatomía y fisiología para
una mejor comprensión del alumno.

Se abordaron temas de vital importancia y se describieron los diferentes sistemas del


cuerpo humano, partiendo de lo singular que en este caso sería el concepto de célula
llegando a lo particular que es la conformación de los órganos y posteriormente la
composición de los sistemas.

Estos sistemas anteriormente mencionados en conjunto son la base para el


funcionamiento del cuerpo humano.

62
UNIDAD II

APARATO DIGESTIVO

Objetivo de la Unidad: Conoce e identifica las bases del aparato digestivo, así como las
funciones, la importancia de las glándulas y accesorios al igual que el desarrollo de la
nutrición (masticación, digestión, trasformación, absorción, aprovechamiento y excreción).

2.1 Estómago, Estructura e Importancia en la Nutrición

El estómago es un órgano impar, de aspecto sacular, formado por un ensanchamiento del


tubo digestivo y que está colocado en el centro (y ligeramente hacia la izquierda) de la
región superior del abdomen, en lo que se conoce como epigastrio.

Tiene forma de J, y consta de las siguientes partes:

 Cardias, es el punto de unión con el esófago.


 Fondo o cúpula gástrica, es la parte superior del estómago; frecuentemente se
almacenan en ella los gases generados en la digestión gástrica.
 Cuerpo, es la parte más importante y central del estómago.
 Antro, es la zona donde el cuerpo del estómago va reduciendo su diámetro antes
de llegar a su salida.
 Píloro, es el punto de salida del estómago y el lugar donde se conecta con el
duodeno, que es la primera porción del intestino delgado.

El píloro es un esfínter muscular muy potente que regula la salida del alimento hacia el
intestino. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

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Histología del estómago

El estómago, al igual que otras porciones del tubo digestivo, es un órgano con cuatro
capas en su pared: mucosa, submucosa, muscular y serosa. La mucosa gástrica es una
capa muy importante, que forma unos pliegues que hacen posible la distensión del órgano
cuando está lleno de alimento.

Además de estos grandes pliegues, las células de la mucosa gástrica se disponen en


unas formaciones tubulares muy profundas que reciben el nombre de glándulas gástricas.

Estas glándulas están formadas por células epiteliales de tipo cilíndrico, pero también se
pueden reconocer en ellas otros tipos de células, como las células productoras de moco,
unas células denominadas células principales que secretan una proenzima que se llama
pepsinógeno, y las células parietales, que son capaces de secretar a la luz del estómago
ácido clorhídrico (HCl) en una concentración elevada. (Escudero Rodríguez, Sánchez
Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La importancia del estómago en la Nutrición

Las sustancias que emplea el organismo para su nutrición se encuentran contenidas en


los alimentos, generalmente formando compuestos que no se asimilan y que han de
transformarse en cuerpos solubles en el agua, capaces de ser absorbidos en el tubo
digestivo.

Esta transformación se consigue mediante una serie de procesos mecánicos y químicos


que se desarrollan en el seno de las vísceras que constituyen el aparato digestivo.

En realidad, el proceso de la digestión empieza en el cerebro el cual envía la orden de


puesta en marcha al estómago en el mismo instante en que la vista o el olfato son
estimulados e incluso cuando se produce cualquier pensamiento referente a la comida.
(www.profesorenlinea.com.mx, 2016)

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El estómago es la bolsa donde van a parar los alimentos una vez masticados entrando en
contacto con el ácido clorhídrico, uno de los componentes del jugo gástrico.

El ácido clorhídrico es un líquido de gran poder abrasivo, cuya función es deshacer las
proteínas (carne, pescado, legumbres, frutos oleaginosos, etc.) Si nuestra dieta es muy
rica en estos alimentos producimos mayor cantidad de ácido clorhídrico y si fuera
excesivamente abundante en proteínas se podrían llegar a agredir las paredes del
estómago.

El bolo alimenticio, que así se denomina el alimento después de haber sufrido la fase de
digestión bucal, obstruye a su paso el conducto respiratorio, haciendo que la epiglotis
cierre la laringe para impedir su penetración en la tráquea, episodio que podría acarrear la
asfixia. (www.profesorenlinea.cl, 2016)

Al penetrar el alimento en el esófago, éste se contrae en forma de una onda que lo


recorre de arriba abajo, contracción que empuja el bolo alimenticio, haciéndolo descender
a lo largo del tubo.

Así llega al cardias, válvula de entrada al estómago. Esta se abre y permite la entrada del
alimento en la víscera por su parte superior, llenándola.

Al aumentar la cantidad de alimento, el estómago se dilata, poniéndose los alimentos


ingeridos en contacto con los jugos del estómago e iniciándose la segunda fase del
proceso digestivo. (www.profesorenlinea.cl, 2016)

Mientras los alimentos que se han colocado en la periferia, que son los que primero han
penetrado en la víscera, se ponen en contacto con las paredes que segregan el jugo
gástrico, los que han penetrado después permanecen en el centro de la masa sin que
penetre en ellos el jugo ácido, por lo que continúan sufriendo la acción de la ptialina.

Pero lentamente los zumos van actuando dentro de la masa que, sometida a los
movimientos del estómago, va macerándose y mezclándose conforme avanza hacia el
antro pilórico.

65
El jugo gástrico es el producto de la secreción de las glándulas de la mucosa gástrica y
contiene determinados fermentos digestivos de los cuales el primer lugar en importancia
lo ocupa la pepsina, que actúa provocando la desintegración de las proteínas, proceso
que solamente se realiza en un medio ácido lo que explica la necesidad del ácido
clorhídrico que en estado libre se encuentra también en el jugo gástrico.
(www.profesorenlinea.cl, 2016)

Asimismo, son importantes fermentos existentes en el estómago como la renina, que


cuaja la leche, y la lipasa gástrica, que actúa débilmente sobre las grasas. La mucina (o
mucus) cubre el interior del estómago, y por su poder para combinarse con los ácidos
protege la mucosa de la acción digestiva de los jugos.

La secreción de jugo en el estómago no es constante ya que, según se ha demostrado


por numerosos experimentos, se inicia al comenzar a comer por la acción de un
mecanismo reflejo, condicionado por estímulos síquicos y gástricos.

La digestión gástrica no se reduce a una permanencia inerte de los alimentos en el


estómago, sino que contribuye a ella de un modo importante la motilidad gástrica, que
hace posible se realice de un modo perfecto la mezcla de alimentos con el jugo
segregado.

La permanencia en el seno del estómago es muy variable, y depende, sobre todo, de la


composición de la comida, pues mientras que la leche ha pasado casi totalmente al
intestino al cabo de una o dos horas, una comida mixta corriente puede encontrarse en él
pasadas cuatro horas, y si es rica en grasas, hasta después de las cinco horas.
(www.profesorenlinea.cl, 2016)

66
2.2 Secreción Gástrica, Digestión, Absorción Movimientos del Estómago

Funciones Motoras del Estómago

El estómago tiene en el tubo digestivo una función de reservorio. Ésta no es simplemente


una función pasiva, sino que supone una importante actividad motora, de la que depende
en muchas ocasiones una buena digestión. En el estómago caben aproximadamente 1.5
litros de alimentos, aunque esta capacidad varía mucho dependiendo de la edad, tamaño
corporal y hábitos alimentarios.

El estómago sirve además para mezclar de una forma homogénea los alimentos ingeridos
durante la comida, junto con el agua y las secreciones digestivas del propio estómago,
hasta conseguir una sustancia homogénea semilíquida denominada quimo, el cual debe
pasar al intestino para completar la digestión y ser absorbido.

La última función motora del estómago es la liberación progresiva del quimo al intestino.
Esta liberación se debe hacer en las cantidades adecuadas para que el intestino pueda
recibir el quimo en las condiciones idóneas de solidez y consistencia, y a un ritmo
adecuado para una completa digestión. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás
Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Para desempeñar estas funciones motoras, la pared del estómago experimenta varios
tipos de contracciones musculares.

En primer lugar, puede haber contracciones de tipo tónico, es decir, de todos los
músculos de la pared gástrica. Este tipo de contracciones aumentan la presión global en
el interior del estómago y pueden cambiar sus dimensiones y aspecto.

Por otro lado, la disminución del tono de la pared aumenta la capacidad de la cámara
gástrica.

En segundo lugar, el estómago puede experimentar contracciones musculares de tipo


peristáltico, como las que se producen en el esófago. Estas contracciones, típicas del

67
proceso de mezcla y evacuación de los alimentos del estómago, sirven para hacer
progresar el alimento desde el cuerpo gástrico hacia el antro y la región pilórica.

Finalmente, existen unas contracciones de gran intensidad que se producen cuando el


estómago está vacío y el individuo necesita comer. Estos movimientos, que se denominan
contracciones de hambre, se inician cuando se retrasa el horario habitual de la comida y
cesan cuando el alimento llega al estómago. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

En ocasiones, estas contracciones son tan intensas que pueden provocar molestias; es lo
que se conoce como sensación de hambre dolorosa. El control del vaciamiento del
estómago se realiza en función de la fluidez del quimo en el estómago y de la receptividad
del duodeno.

Actividad motora gástrica tras una comida normal. En primer lugar, y como veremos
posteriormente, existe una preparación en la secreción del estómago antes de comer. El
alimento que llega al estómago desde el esófago se almacena en el cuerpo gástrico,
donde se mezcla con las secreciones de las paredes del estómago.

En el estómago se producen una serie de contracciones tónicas que sirven para mezclar
ligeramente el contenido gástrico. Cuando el estómago tiene un cierto nivel de llenado, se
inicia en la curvatura menor una primera contracción peristáltica que progresa hacia el
antro y la región pilórica, y hace que el contenido gástrico se desplace (como una ola) en
esa dirección. Normalmente, la digestión y mezcla de los alimentos y secreciones
gástricas no consiguen que el quimo sea suficientemente líquido como para continuar su
camino hacia el intestino, por lo que llega al esfínter pilórico en un estado semisólido que
le impide superar la estrechez de este músculo. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Entonces, el quimo realiza un movimiento de reflujo hacia el cuerpo del estómago,


mientras una nueva contracción peristáltica surge de la curvatura gástrica y vuelve a
producirse un movimiento de la masa gástrica hacia el píloro. Este fenómeno de

68
movimiento del quimo hacia el píloro y de reflujo hacia el cuerpo gástrico hace que los
alimentos se mezclen de forma homogénea.

Por otro lado, a medida que progresa la digestión gástrica, el quimo se va haciendo más
fluido. Cuando alguna porción del quimo es lo suficientemente fluida, consigue pasar a
través del esfínter pilórico y llega al duodeno.

La llegada de una porción de quimo al duodeno provoca un aumento transitorio del tono
del píloro que impide que el resto del estómago se vacíe, y hace que el alimento llegue en
pequeñas cantidades al intestino.

Aunque la ingestión de alimentos haya concluido hace mucho tiempo, el proceso de


mezcla y liberación progresiva se prolonga durante varias horas hasta que todo el
contenido del estómago ha pasado al intestino, y éste adopta una posición de reposo
hasta la siguiente comida. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat
Serrat, 2002)

Cuando pasa del estómago al intestino el quimo es mucho más líquido y recibe el nombre
de quilo intestinal.

La duración total del vaciamiento gástrico es variable, y depende de la cantidad de comida


y sobre todo del tipo de alimentos (y de otros factores externos), pero por término medio
sería de unas 3 horas. De esta forma, una comida de unos 15-30 minutos de duración se
convierte en un proceso de liberación al intestino de unas 3 horas, un tiempo suficiente
como para que el tubo digestivo pueda aprovechar al máximo el contenido alimenticio.

Si el alimento llegará al intestino a la velocidad que entra en la boca, el paso sería tan
rápido que la mayor parte de los alimentos no podrían ser digeridos adecuadamente y no
se aprovecharían. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat,
2002)

69
Secreción de Pepsina y de Ácido Clorhídrico

Las células parietales secretan H +, a un pH tan bajo como 0.8, a la luz del estómago por
un transporte activo primario (en el que participan transportadores que actúan como
ATPasas). Estos transportadores, contra un gradiente de concentración de un millón a
uno, hacia la luz del estómago, a la vez que transportan K + en la dirección opuesta.

Al mismo tiempo, la membrana basolateral de las células parietales (orientada hacia los
capilares de la lámina propia) capta Cl – contra su gradiente electroquímico acoplando su
transporte al movimiento a favor de gradiente del bicarbonato (HCO 3–).

El ion bicarbonato se produce en el interior de la célula parietal por la disociación del


ácido carbónico, formado por la anhidrasa carbónica a partir de CO 2 y de H O. Por lo
tanto, la célula parietal puede segregar Cl – 2 (por difusión facilitada) así como H + al jugo
gástrico, a la vez que segrega bicarbonato a la sangre.

Diversos factores estimulan la secreción de HCl por las células parietales, entre los que
se encuentran la gastrina, la histamina y determinados neurotransmisores. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La gastrina segregada por las células G es transportada en la circulación general a las


células parietales, donde estimula la secreción de ácido. Sin embargo, y es quizás más
importante, la gastrina estimula la secreción de histamina por las células ECL, y esta
histamina actúa como regulador paracrino y estimula la secreción de HCl por las células
parietales. La estimulación de las células parietales por la histamina está intermediada por
un receptor de histamina de tipo H 2, que es diferente del receptor de histamina de tipo H
1 de las reacciones alérgicas.

Las neuronas parasimpáticas del nervio vago estimulan ambas células parietales y ECL,
aunque el efecto más importante parece ser la estimulación de las células ECL. De nuevo,
la secreción de histamina por las células ECL estimula la secreción de HCl por las células
parietales.

70
Las personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico, un trastorno frecuente en el
que existe reflujo del jugo gástrico ácido al esófago, a menudo se tratan con fármacos
específicos (p. ej. omeprazol) que inhiben la bomba K + /H + en la mucosa gástrica.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Dado que la secreción de ácido gástrico es estimulada por la histamina liberada por las
células ECL, las personas con úlceras pépticas pueden tratarse con fármacos que
bloquean la acción de la histamina.

Los fármacos de este grupo como la cimetidina y la ranitidina, bloquean de forma


específica los receptores H 2 de histamina en la mucosa gástrica. Se trata de un subtipo
diferente del receptor que el que bloquean los antihistamínicos que se utilizan a menudo
para tratar los síntomas de resfriado y de alergia.

Las concentraciones elevadas de HCl de las células parietales hacen que el jugo gástrico
sea muy ácido, con un pH inferior a 2.

Esta acidez fuerte cumple tres funciones:

Las proteínas ingeridas se desnaturalizan a un pH bajo, es decir, se altera su estructura


terciaria, de forma que se vuelven más digeribles. En condiciones de acidez, las enzimas
débiles de pepsinógeno se digieren parcialmente entre sí. Esto libera la enzima pepsina,
totalmente activa, cuando se eliminan pequeños fragmentos inhibidores. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La pepsina es más activa en condiciones de acidez, su pH óptimo es aproximadamente


de 2. Como resultado de la activación de la pepsina en condiciones de acidez, la enzima
pepsina totalmente activa es capaz de catalizar la hidrólisis de los enlaces peptídicos en
la proteína ingerida. Por lo tanto, la cooperación entre las acciones de la pepsina y el HCl
permite la digestión parcial de las proteínas del alimento en el estómago.

El ácido fuerte y la acción digestiva de proteínas de la pepsina podrían dañar el


recubrimiento del estómago (producir una úlcera péptica, como se describe en breve). La

71
primera línea de defensa frente a un daño de este tipo es un gel estable de moco que se
pega a la superficie epitelial gástrica.

Esta capa de moco adherente contiene bicarbonato alcalino (HCO 3–), segregado desde
la membrana plasmática apical de las células epiteliales. Cuando el estómago secreta
más ácido a la luz, hay también más bicarbonato a disposición de las células epiteliales
para su secreción dentro del moco. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez,
& Serrat Serrat, 2002)

Como consecuencia de ello, el pH en la superficie epitelial se encuentra normalmente


cerca de la neutralidad. Además, la capa adherente de moco gástrico es la principal
barrera frente al posible daño del estómago producido por la pepsina. Históricamente se
ha prestado poca atención a la capacidad lesiva de la pepsina, pero hay pruebas de que
puede suponer una amenaza significativa.

Efectivamente, la lesión del esófago producida por el reflujo gastroesofágico podría


deberse a la pepsina más que al ácido. La capa de moco adherente del estómago protege
al recubrimiento gástrico de la pepsina aminorando su difusión de forma que normalmente
no alcanza las células epiteliales.

Aunque la capa adherente de moco alcalino es la primera línea de defensa frente al daño
del estómago por el ácido y la pepsina, hay otros mecanismos protectores importantes;
entre ellos la presencia de uniones intercelulares herméticas entre las células epiteliales
Aparato digestivo 605 adyacentes, que impiden que el ácido y la pepsina atraviesen la
barrera epitelial y destruyan los tejidos subyacentes.

También, la división rápida de las células epiteliales sustituye el epitelio completo cada 3
días, de forma que las células dañadas se sustituyen rápidamente. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

72
Digestión y Absorción en el Estómago

En el estómago, las proteínas sólo se digieren parcialmente por la acción de la pepsina,


mientras que los hidratos de carbono y las grasas no se digieren en absoluto por la
pepsina.

(La digestión del almidón comienza en la boca por la acción de la amilasa salival y
continúa durante algún tiempo cuando el alimento penetra en el estómago, pero la potente
acidez del jugo gástrico pronto inactiva la amilasa.)

La digestión completa de las moléculas del alimento se produce más tarde, cuando el
quimo penetra en el intestino delgado. Por lo tanto, las personas a las que se les ha
resecado parcialmente el estómago e incluso aquellas que han sufrido gastrectomías
totales siguen pudiendo digerir y absorber su alimento.

Casi todos los productos de la digestión se absorben a través de la pared del intestino
delgado; las únicas sustancias que se ingieren frecuentemente que pueden absorberse a
través de la pared del estómago son el alcohol y la aspirina.

La absorción se debe a la liposolubilidad de estas moléculas. El paso de la aspirina a


través de la mucosa gástrica se ha demostrado que provoca hemorragia, que puede ser
importante si se consume a dosis elevadas. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

2.3 Intestino Delgado, Estructura, Función, Aprovechamiento de Nutrientes,


Absorción y Peristalsis

Intestino Delgado

El intestino delgado es la porción del tubo digestivo situada entre el esfínter pilórico del
estómago y la válvula ileocecal que se abre al intestino grueso. El intestino delgado es la
parte más larga del tubo digestivo. Mide aproximadamente tres metros de longitud en una

73
persona viva, pero su medida es casi dos veces esa longitud en un cadáver, cuando la
pared muscular está relajada.

Se denomina delgado por su diámetro relativamente pequeño en comparación con el del


intestino grueso. La mucosa del intestino delgado está plegada en vellosidades que se
proyectan hacia el interior de la luz.

Además las células que revisten estas vellosidades tienen pliegues en su membrana
plasmática que se denominan microvellosidades. Esta disposición incrementa
notablemente la superficie de absorción. También mejora la digestión, puesto que las
enzimas digestivas del intestino delgado están incrustadas en la membrana celular de las
microvellosidades. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat,
2002)

Los primeros 20 a 30 centímetros a partir del esfínter pilórico constituyen el duodeno. Las
dos quintas partes siguientes del intestino delgado es el yeyuno, y los últimos tres quintos
el íleon. El íleon desemboca en el intestino grueso a través de la válvula ileocecal.

Los productos de la digestión se absorben a través del epitelio que reviste la mucosa
intestinal. La absorción de hidratos de carbono, lípidos, aminoácidos, calcio e hierro se
produce fundamentalmente en el duodeno y el yeyuno.

Las sales biliares, la vitamina B 12, el agua y los electrólitos se absorben sobre todo en el
íleon. La absorción es rápida como consecuencia del elevado grado de plegamiento de la
mucosa intestinal, que aumenta notablemente la superficie de absorción.

La mucosa y la submucosa forman grandes pliegues, denominados pliegues circulares,


que se pueden observar a simple vista. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás
Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La superficie aumenta todavía más por pliegues microscópicos de la mucosa,


denominados vellosidades, y por plegamientos de la membrana celular apical de las
células epiteliales (que sólo se pueden observar con el microscopio electrónico),

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denominadas microvellosidades. La lámina propia, que forma el núcleo de tejido
conjuntivo de cada vellosidad, contiene numerosos linfocitos, capilares sanguíneos, y un
vaso linfático denominado linfático central.

Vellosidades y Microvellosidades

Cada vellosidad es un pliegue de la mucosa similar a un dedo que se proyecta hacia el


interior de la luz intestinal. Las vellosidades están cubiertas de células epiteliales
cilíndricas, entre las cuales enzimas intestinales además de proporcionar una gran
superficie de absorción, las membranas celulares de las microvellosidades contienen
enzimas digestivas que hidrolizan disacáridos, polipéptidos y otros sustratos.

Estas enzimas del borde en cepillo no se segregan a la luz, sino que permanecen
ancladas a la membrana celular con sus lugares activos expuestos al quimo. Una enzima
del borde en cepillo, la enteroquinasa, es necesaria para la activación de la tripsina, una
enzima que digiere proteínas, que penetra al intestino delgado en el jugo pancreático.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Contracciones Intestinales y Motilidad

En el intestino delgado se producen dos tipos principales de contracciones: peristaltismo y


segmentación.

El peristaltismo es mucho más débil en el intestino delgado que en el esófago y el


estómago.

La motilidad intestinal (el movimiento del quimo por el intestino) es relativamente lenta y
se debe fundamentalmente al hecho de que la presión en el extremo pilórico del intestino
delgado es mayor que en el extremo distal. La principal actividad contráctil del intestino
delgado es la segmentación. Este término alude a unas constricciones muscula res de la
luz, que se producen de forma simultánea en diferentes segmentos intestinales.

75
Esta acción sirve para mezclar más a fondo el quimo. Las contracciones de segmentación
se producen en el intestino con mayor frecuencia en el extremo proximal que en el distal,
dando lugar a la diferencia de presión mencionada antes y ayudan a mover el quimo hacia
delante a través del intestino delgado.

Las contracciones de los músculos lisos intestinales se producen de forma automática en


respuesta a una actividad endógena de marcapasos, hasta cierto punto análoga a la del
latido automático del corazón. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, &
Serrat Serrat, 2002)

Sin embargo, en el músculo liso intestinal, el ritmo de las contracciones está marcado por
despolarizaciones graduadas que se denominan ondas lentas. Las pruebas existentes en
la actualidad sugieren que las ondas lentas son producidas por células peculiares, con
frecuencia asociadas a las terminaciones nerviosas autónomas.

Sin embargo, estas células marcapasos no son neuronas ni células musculares lisas; han
sido identificadas histológicamente como las células intersticiales de Cajal.

Estas células tienen largas prolongaciones que se unen entre sí y a las células
musculares lisas por uniones intercelulares comunicantes, que permiten la propagación
de la despolarización desde una célula a la siguiente.

Las ondas lentas se conducen entre las células intersticiales de Cajal interconectadas a
través de sinapsis eléctricas entre estas células. Los datos actuales señalan que sólo las
células intersticiales de Cajal pueden producir y conducir las ondas lentas.

Las células de músculo liso, aunque unidas eléctricamente entre ellas (a través de
sinapsis eléctricas denominadas nexos) y a las células intersticiales de Cajal, no pueden
hacerlo. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Las ondas lentas producidas y conducidas por las células intersticiales de Cajal sirven
para despolarizar las células adyacentes de músculo liso.

76
Cuando la despolarización de la onda lenta supera un valor umbral, desencadena
potenciales de acción en las células de músculo liso por la apertura de canales de Ca 2+
regulados por voltaje.

El flujo de Ca 2+ hacia el interior tiene dos efectos:

 Produce la fase ascendente de la despolarización del potencial de acción (la


repolarización se debe al flujo de K + hacia el exterior).
 Estimula la contracción.

La contracción puede verse reforzada por una liberación adicional de calcio desde el
retículo sarcoplasmático a través de un mecanismo de liberación de calcio inducida por el
propio calcio. Los nervios autónomos modulan estas contracciones del intestino. Cuando
la acetilcolina (de los axones parasimpáticos) estimula sus receptores muscarínicos de
AC en las células musculares lisas, aumenta la amplitud y la duración de las ondas lentas.

Por lo tanto, incrementa la producción de potenciales de acción y promueve las


contracciones y la motilidad del intestino. Por el contrario, los neurotransmisores
inhibidores hiperpolarizan la membrana muscular lisa, y de este modo disminuyen la
actividad del intestino (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat
Serrat, 2002)

2.4 Intestino Grueso, Recto, Ano, Estructura, Función, Alteraciones Comunes,


Defecación

Intestino grueso

El intestino grueso absorbe agua, electrólitos, y determinadas vitaminas del quimo que
recibe del intestino delgado. En un proceso regulado por la acción de los músculos
esfinterianos, el intestino grueso elimina entonces los productos de desecho al exterior del
cuerpo a través del recto y del conducto anal.

77
El intestino grueso, o colon, se extiende desde la válvula ileocecal hasta el ano,
enmarcando por tres lados al intestino delgado. El quimo procedente del íleon pasa al
ciego, que es una bolsa abierta sólo por un lado al comienzo del intestino grueso.

El material de desecho pasa entonces sucesivamente por el colon ascendente, el colon


transverso, el colon descendente, el colon sigmoide, el recto y el conducto anal. El
material de desecho (las heces) se excreta a través del ano, el orificio externo del
conducto anal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

La mucosa del intestino grueso, al igual que la del intestino delgado, contiene muchos
linfocitos dispersos y nódulos linfáticos, y está revestida por células de epitelio cilíndrico y
células caliciformes secretoras de moco. Aunque este epitelio sí que forma criptas, el
intestino grueso no posee vellosidades; por lo tanto, la mucosa intestinal tiene un aspecto
plano. La superficie externa del colon hace prominencia hacia fuera formando unas bolsas
o haustras. En ocasiones, la muscular externa de las haustras puede debilitarse tanto que
la pared forma una evaginación más alargada o divertículo. La inflamación de una o más
de estas estructuras recibe el nombre de diverticulitis.

El intestino grueso tiene una función digestiva escasa o nula, pero sí que absorbe agua y
electrólitos del quimo residual, así como varias vitaminas del complejo B y vitamina K.

Las bacterias que habitan en el intestino, fundamentalmente en el colon, denominadas en


conjunto flora microbiana intestinal o microflora producen cantidades importantes de
vitamina K y ácido fólico, que se absorben en el intestino grueso.

Existen unas diez veces más células bacterianas en el colon, de más de 400 especies
diferentes, que el total de células humanas en el organismo. La microflora normalmente
se describe como formada por bacterias comensales; el comensalismo señala una
relación en la que una especie se beneficia y la otra ni se beneficia ni se perjudica.

Sin embargo, el mutualismo puede describir mejor la relación entre la microflora intestinal
y su hospedador humano; el mutualismo tiene lugar cuando se benefician ambas

78
especies. Proporcionamos a Aparato digestivo 611 las bacterias los nutrientes y un hogar
anaerobio en nuestro intestino grueso, mientras que ellas nos proporcionan diversos
beneficios. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Esta microflora intestinal se origina en el nacimiento y realiza varias funciones de


importancia fisiológica. Además de producir vitaminas B y vitamina K, las bacterias del
colon fermentan (a través de la respiración anaerobia) algunas moléculas no digeribles del
quimo y del moco segregado. Producen ácidos grasos de cadena corta (con una longitud
de menos de cinco carbonos), que se emplean para suministrar energía a las células
epiteliales del colon, y que colaboran en la absorción de sodio, bicarbonato, calcio,
magnesio e hierro en el intestino grueso.

El equilibrio adecuado de las especies bacterianas de la microflora reduce la capacidad


de daño de las especies patógenas y produce síntomas como la diarrea.

Aunque la mucosa intestinal es una barrera inmunitaria eficaz de primera línea, algunas
bacterias patógenas pueden pasar a través de la mucosa, y algunas veces también a
través de los nódulos linfáticos mesentéricos, y producir inflamación. En cambio, el
sistema inmunitario innato y adaptativo impide que las bacterias comensales produzcan
inflamación. Existen pruebas de que una microflora intestinal normal ejerce un efecto
antiinflamatorio en el intestino, y evoca respuestas que ayudan a proteger del daño al
epitelio intestinal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

La capa epitelial del intestino sólo tiene un grosor de 20 μm, lo que representa una barrera
delgada de gran superficie para separar los tejidos más profundos de las toxinas y las
bacterias intestinales de la luz que podrían provocar una inflamación. Se necesita una
población normal de bacterias comensales para limitar la inflamación producida por las
bacterias patógenas y para originar la reparación adecuada del epitelio dañado.

79
Sobre esta base, puede suponer que el uso excesivo de antibióticos que reducen la
población normal de bacterias comensales podría conducir a un daño inflamatorio del
intestino.

En efecto, hay un incremento de la incidencia de enfermedad intestinal inflamatoria,


trastornos que implican la inflamación crónica del intestino, como la enfermedad de Crohn
y la colitis ulcerosa, asociadas con el incremento del uso de antibióticos. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Absorción de Líquidos y Electrólitos en el Intestino

Gran parte de líquido y los electrólitos de la luz del tubo digestivo se absorben por el
intestino delgado. Aunque una persona puede beber sólo 1.5 litros de agua al día, el
intestino delgado recibe de 7 a 9 litros por día de los líquidos segregados al tubo digestivo
por las glándulas salivales, el estómago, el páncreas, el hígado y la vesícula biliar.

El intestino delgado absorbe gran parte de este líquido y pasa de 1.5 a 2 litros de líquido
al día al intestino grueso. El intestino grueso absorbe aproximadamente el 90% de este
volumen residual, dejando menos de 200 ml de líquido para su excreción por las heces.

La absorción de agua en el intestino se produce de forma pasiva como resultado del


gradiente osmótico creado por el transporte activo de iones.

Las células epiteliales de la mucosa intestinal están unidas entre sí de forma muy
parecida a las de los túbulos renales, y lo mismo que los túbulos renales, contienen
bombas de Na + K + en la membrana basolateral.

La analogía con los túbulos renales se resalta todavía más por la observación de que la
aldosterona, que estimula la reabsorción de sal (sodio) y agua en los túbulos renales,
también parece estimular la absorción de sal y de agua en el íleon. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

80
El manejo de la sal y el transporte de agua en el intestino grueso se complican por el
hecho de que el colon es capaz de secretar agua, además de absorberla. La secreción de
agua por la mucosa del intestino grueso se produce por ósmosis como resultado del
transporte activo de Na + o Cl – desde el interior de las células epiteliales a la luz
intestinal.

La secreción de este tipo es normalmente menor comparada con la cantidad mucho


mayor de absorción de sal y de agua, pero este equilibrio puede alterarse en
determinados procesos patológicos.

La diarrea se caracteriza por contenido excesivo de líquido en las heces. Tres


mecanismos diferentes, ilustrados por tres enfermedades diferentes, pueden provocar
diarrea.

En el cólera, la diarrea grave y la deshidratación son el resultado de una enterotoxina, una


sustancia química producida por la bacteria infectante. La liberación de enterotoxina
estimula el transporte activo de NaCl a la luz del intestino, que va seguido de movimiento
osmótico de agua. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

En el esprue celíaco, la diarrea se produce por la lesión de la mucosa intestinal en las


personas susceptibles por la ingestión de alimentos que contienen gluten (proteínas de
cereales como el trigo).

En la intolerancia a la lactosa, la diarrea se debe al aumento de la osmolaridad del


contenido de la luz intestinal por la presencia de lactosa no digerida.

Defecación

Después de la absorción de los electrólitos y del agua, el material de desecho que queda
pasa al recto, provocando un aumento de la presión rectal, relajación del esfínter anal
interno, y necesidad de defecar.

81
Si se contraría la necesidad de defecar, se impide que las heces penetren en el conducto
anal por el esfínter anal externo. En este caso las heces quedan en el recto, e incluso
pueden retroceder hacia el colon sigmoide.

El reflejo de la defecación ocurre normalmente cuando la presión rectal se eleva hasta


cierto nivel, determinado en gran medida por el hábito. En este punto, el esfínter anal
externo se relaja para permitir que las heces pasen al conducto anal. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Durante el acto de la defecación, los músculos rectales longitudinales se contraen para


aumentar la presión rectal, y se relajan los músculos del esfínter anal interno y externo.

La expulsión está facilitada por las contracciones de los músculos esqueléticos


abdominales y pélvicos, que elevan la presión intraabdominal. La presión elevada impulsa
las heces desde el recto, a través del conducto anal, al exterior, por el ano.

2.5 Glándulas y Accesorios del Aparato Digestivo; Hígado, Estructura y Función,


Alteraciones Comunes, Importancia en la Nutrición. Vesícula Biliar, Estructura,
Función, Formación de Bilis. Páncreas, Estructura, Función, Enzimas Pancreáticas,
Digestión, Intervención de los Órganos en ella. Patologías más Frecuentes
Pancreáticas, Litiasis Biliar, Colédoco Litiasis

Hígado

El hígado es un órgano esencial para la supervivencia y realiza diversas funciones


además de la digestiva. Juega un papel fundamental en la regulación y en el metabolismo
de hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Sintetiza las proteínas plasmáticas, que
intervendrán en el transporte de moléculas y en la hemostasia. Es un lugar importante de
almacenamiento de vitaminas y otros tipos de sustancias, por lo que protege
temporalmente de una carencia en la dieta.

82
El hígado recibe sangre de la vena porta procedente del intestino, que ha recogido las
sustancias que han absorbido en los capilares intestinales y son llevadas al hepatocito
para que este las metabolice.

De todas las sustancias que llegan al hepatocito procedentes de la sangre, tanto portal
como arterial, los hepatocitos metabolizan unas, inactivan otras y elaboran moléculas
nuevas. Con respecto a la digestión, los hepatocitos secretan la bilis, que juega un papel
muy importante en la digestión y absorción de los lípidos, así como en la excreción de
colesterol, pigmentos biliares y en general de las sustancias liposolubles que no se
pueden utilizar. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

El hígado es el órgano de mayor tamaño del cuerpo (llega a pesar unos 1400 g). Es
impar, está situado en la parte superior derecha del abdomen (hipocondrio derecho), y
consta de cuatro lóbulos: el derecho, que es el de mayor tamaño, el izquierdo, que avanza
hacia el epigastrio, y dos más pequeños e inferiores denominados cuadrado y caudado.

De consistencia homogénea, suele ser liso y está recubierto por una membrana,
denominada cápsula de Glisson, que contiene terminaciones nerviosas sensibles a la
distensión, por lo que el aumento brusco de tamaño del hígado puede ser muy doloroso.

El hígado está formado por los hepatocitos, unas células muy ricas en enzimas y en las
que tienen lugar numerosos procesos metabólicos.

Las funciones más importantes del hígado son las siguientes:

1. Es el principal laboratorio de síntesis, metabolización y degradación de productos


del organismo.
2. Actúa como almacén de carbohidratos, especialmente en forma de glucógeno.
3. Es el órgano que recibe en primer lugar los productos absorbidos por el tubo
digestivo.
4. Es el órgano secretor de la bilis.

83
Como órgano receptor de los alimentos absorbidos por el tubo digestivo, especialmente
por el intestino delgado, el hígado actúa como una aduana y desempeña funciones de
defensa, desintoxicación de sustancias potencialmente tóxicas, y almacenamiento de
productos energéticos. Para entender mejor estas funciones, es preciso describir con un
poco más de detalle la vascularización y la estructura microscópica del hígado. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Los intestinos reciben la sangre de las arterias mesentéricas, que son unas ramas de la
aorta abdominal. La arteria mesentérica superior se encarga de irrigar el intestino delgado
y las porciones ascendente y transversa del intestino grueso.

La arteria mesentérica inferior, de menor calibre, aporta sangre oxigenada a la porción


descendente del intestino grueso, al sigma y a la parte superior del recto. La sangre
procedente de estos órganos es rica en sustancias absorbidas desde la luz intestinal, pero
también puede ser portadora de microorganismos y de sustancias potencialmente tóxicas.

Recogida por las venas mesentéricas, esta sangre no drena directamente a la circulación
venosa sistémica a través de la vena cava inferior, sino que junto con la sangre
procedente del bazo y el páncreas (recogida en la vena esplénica) forma la vena porta,
que irriga los capilares hepáticos.

Además de la vena porta, que lleva sangre muy rica en nutrientes pero de tipo venoso, es
decir, pobre en oxígeno, el hígado recibe sangre de la arteria hepática, una rama del
tronco celíaco que es a su vez rama de la aorta abdominal y que por tanto contiene
sangre rica en oxígeno. De esta forma, el hígado tiene una doble irrigación (arterial y
venosa) que se vierte en los capilares hepáticos que reciben el nombre de sinusoides.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La sangre de los sinusoides hepáticos se recoge por las venas centrolobulillares. Éstas
confluyen en las venas suprahepáticas, las cuales drenan en la cava inferior, desde donde
la sangre se dirige hacia el lado derecho del corazón.

84
Histología del Hígado

Las células hepáticas se distribuyen en unas formaciones hexagonales. Cada uno de los
hexágonos constituye un lobulillo hepático. En los vértices de los lobulillos existen unas
estructuras llamadas espacios porta que contienen tres tipos de vasos o conductos
diferentes. En cada espacio porta se puede distinguir una arteriola o rama de la arteria
hepática, que lleva sangre rica en oxígeno, una rama de la vena porta, que lleva sangre
venosa rica en sustancias absorbidas en el tubo digestivo y, finalmente, un canalículo
biliar que contiene bilis. En el centro del lobulillo hepático se puede reconocer una
estructura vascular denominada vena centrolobulillar.

Ésta es una rama de las venas suprahepáticas, cuya función es recoger la sangre de los
capilares hepáticos. Entre el espacio porta y la vena centrolobulillar se sitúan las células
hepáticas o hepatocitos a lo largo de los capilares o sinusoides hepáticos. La sangre que
fluye a lo largo de los sinusoides proporciona a los hepatocitos los nutrientes obtenidos en
el tubo digestivo, pero también hay microorganismos que pueden atravesar la barrera
intestinal, por lo que existen unas células de defensa, pertenecientes al sistema
reticuloendotelial (células de Kupffer), que son macrófagos modificados. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Vesícula Biliar

La vesícula biliar es un sáculo en forma de pera, de unos 8 cm de longitud, que


histológicamente consta de una mucosa, formada por un epitelio cilíndrico simple,
dispuesto en pliegues semejantes a los del estómago. Estos pliegues pueden expandirse
para dar cavidad a una cantidad de hasta 60 ml de bilis durante el periodo comprendido
entre comidas. La vesícula carece de submucosa. La capa muscular de su pared se
compone de fibras de músculo liso, cuya contracción permite que la bilis alcance el
duodeno a través del colédoco tras la apertura del esfínter de Oddi. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

85
Páncreas

El páncreas es un órgano retroperitoneal de gran tamaño, localizado en la región


epigástrica, con forma de cabeza de martillo, y en el que se pueden distinguir tres
porciones: cabeza, cuerpo y cola. La cabeza está rodeada por el marco duodenal y la cola
se dirige hacia el hipocondrio izquierdo, junto al bazo. Es una glándula doble, con una
porción dedicada a la producción de sustancias que se vierten al exterior (al tubo
digestivo), por lo que tiene carácter de glándula exocrina, y otra que fabrica sustancias
que se vierten a la sangre, por lo que se trata además de una glándula endocrina.

La porción endocrina se halla limitada a unos agregados celulares denominados islotes de


Langerhans, que secretan hormonas tan importantes como la insulina o el glucagón, y
que están rodeados por el páncreas exocrino. A partir de este momento nos dedicaremos
exclusivamente a la parte exocrina del páncreas, ya que el páncreas endocrino se ha
descrito en el capítulo correspondiente a la endocrinología.

El páncreas exocrino está formado por células secretoras que se reúnen en forma de
racimos, denominados acini pancreáticos alrededor de un canalículo donde vierten sus
secreciones. Los canalículos de los diferentes acini se van reuniendo hasta formar un
canal colector de mayor importancia que discurre por todo el páncreas (de la cola a la
cabeza) y vierte la secreción pancreática en la segunda porción del duodeno. Este canal
se denomina conducto de Wirsung. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez,
& Serrat Serrat, 2002)

En ocasiones existe un canal secundario de menor calibre que recibe el nombre de


conducto de Santorini. Tanto el conducto de Wirsung como, si existe, el de Santorini se
suelen unir al colédoco, que es la porción terminal del conducto excretor biliar, antes de
abrirse al duodeno por un orificio llamado ampolla de Vater.

Este orificio está controlado por un músculo circular que regula en parte el vertido del
contenido pancreático y biliar al duodeno y que se denomina esfínter de Oddi. La función
primordial del páncreas exocrino es la producción y secreción de enzimas al tubo

86
digestivo para completar la digestión iniciada en el estómago, y de bicarbonato sódico
para eliminar la acidez del contenido gástrico.

Composición de la Secreción Pancreática

El páncreas libera al día unos 1200 ml de secreción exocrina. Esta secreción contiene
bicarbonato sódico y enzimas pancreáticas, pero puede variar dependiendo de los
estímulos reguladores.

Las enzimas pancreáticas secretadas son de tipo proteolítico, como la quimotripsina, la


tripsina o las elastasas (entre otras proteasas); lipolítico, como la lipasa, o con acción
sobre los glúcidos, como la amilasa. El problema más importante que se plantea es, de
forma similar a lo que pasa en el estómago, cómo evitar que las enzimas pancreáticas
digieran el páncreas. Al igual que en el estómago la solución es la secreción por parte del
páncreas de formas inactivas de las enzimas, denominadas proenzimas, que no se
vuelven activas hasta que no están en la luz del duodeno. (Escudero Rodríguez, Sánchez
Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La sustancia que activa las diferentes proenzimas pancreáticas es la propia tripsina, que
elimina un fragmento de la cadena de la enzima dotándola de su potencial hidrolítico. Así,
la tripsina actúa sobre el quimotripsinógeno, la proelastasa, las prolipasas y las
proamilasas, y las convierte en las formas activas (quimotripsina, elastasa, lipasa y
amilasa) una vez que ya están en la luz duodenal. La activación de la tripsina, que
proviene del precursor pancreático tripsinógeno, se realiza en la luz intestinal por la acción
de la enterocinasa, una enzima secretada por las células de la pared duodenal.

El estímulo para la secreción de enterocinasa es la presencia de quimo gástrico en el


duodeno. La cadena de activación de enzimas quedaría, por tanto, así: la presencia de
quimo en el duodeno provoca la liberación de enterocinasa, que, en caso de que haya
proenzimas pancreáticas en la luz duodenal, convierte el tripsinógeno en tripsina activa, la
cual a su vez activa el resto de las proenzimas pancreáticas a las formas hidrolíticas.
Cuando este mecanismo de control falla y las enzimas pancreáticas se activan en el
interior de la glándula, aparece un cuadro muy grave de autodigestión pancreática que se

87
denomina pancreatitis aguda. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, &
Serrat Serrat, 2002)

Digestión

Digestión y absorción de glúcidos

Los glúcidos, o hidratos de carbono, son uno de los componentes energéticos más
importantes de la dieta, y se suelen ingerir en forma de polisacáridos como el almidón de
la pasta o de las patatas. Para que se puedan absorber deben reducirse al estado de
monosacáridos.

En primer lugar, los polisacáridos del tipo del almidón se reducen a maltosa (disacárido
formado por la unión de dos moléculas de glucosa) por la acción de la ptialina de la saliva,
el ácido clorhídrico del estómago, la amilasa pancreática o la amilasa intestinal.

La maltosa residual se fragmenta en dos moléculas de glucosa por la acción de una


maltasa intestinal. La lactosa de la leche y sus derivados es un disacárido que es
hidrolizado por una lactasa intestinal en sus dos monosacáridos, la glucosa y la galactosa.
Finalmente, la sacarosa del azúcar, que también es un disacárido, se transforma por la
acción de una sacarasa intestinal en una molécula de glucosa y otra de fructosa.

Tanto la fructosa, como la galactosa o la glucosa, mediante un mecanismo de transporte


activo, atraviesan fácilmente la barrera epitelial y pasan a los capilares y venas
mesentéricas. Desde allí, a través de la vena porta, viajan hacia el hígado, donde si no
hay requerimientos energéticos inmediatos pueden almacenarse en forma de glucógeno.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Digestión y absorción de las grasas

Los alimentos ricos en grasas constituyen un grupo de especial valor en la obtención de


energía, especialmente en los períodos de ayuno entre una comida y otra. Además, las
grasas son fundamentales para la síntesis de múltiples moléculas necesarias para el

88
organismo, como algunas hormonas, elementos de la coagulación o prostaglandinas,
entre otras sustancias.

El problema principal que presenta la digestión de las grasas es su carácter hidrófobo.


Cuando se encuentran en un medio acuoso, suelen agruparse en forma de gotas o
micelas de gran tamaño que impiden la ruptura enzimática de los enlaces químicos
existentes, ya que las diferentes enzimas sólo pueden actuar en la superficie de la micela.
Además, el tamaño de la gota grasa dificulta en gran medida su absorción. Por ello es
necesaria una sustancia que sea capaz de romper las micelas.

Esta sustancia con acción detergente está representada en el organismo por las sales
biliares secretadas por el hígado. Las sales biliares actúan emulsionando las grasas y
rompiendo las grandes gotas de grasa en gotas mucho más pequeñas y accesibles a las
enzimas lipolíticas. Sobre las micromicelas actúan las lipasas, unas enzimas secretadas
por el páncreas, pero también por la propia mucosa intestinal. Las lipasas fragmentan las
grasas en ácidos grasos, glicerol y glicéridos (mono, di o triglicéridos), que pueden ser
absorbidos por la mucosa intestinal. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás
Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

El glicerol y los glicéridos, junto con algún ácido graso de cadena corta, pueden atravesar
el epitelio intestinal y pasar al torrente circulatorio, y desde allí, a través de la vena porta,
dirigirse al hígado y a la circulación sistémica. Los ácidos grasos de cadena larga y
algunas grasas neutras pasan la barrera intestinal unidos a las sales biliares. Una vez
superada la mucosa, las sales biliares y la molécula grasa se vuelve a separar; la sal biliar
se dirige hacia el sistema porta y el hígado, mientras que la molécula grasa es captada
por un quilífero, que es el equivalente capilar de los vasos linfáticos.

En los quilíferos, las grasas, junto con el agua absorbida del espacio intersticial, forman la
linfa, que es drenada por los vasos linfáticos hacia un depósito retroperitoneal
denominado cisterna del quilo. En la linfa puede haber microorganismos que hayan
superado la barrera intestinal, por lo que, en su camino hacia la cisterna del quilo, la linfa
pasa por cúmulos de células linfoides, los ganglios linfáticos, que forman barreras
defensivas contra estos potenciales microorganismos.

89
Desde la cisterna del quilo, la linfa viaja hacia el conducto torácico, y posteriormente
drena en la circulación venosa sistémica a la altura de la vena cava superior.

Digestión y absorción de las proteínas

Las proteínas son las moléculas que dan plasticidad a los tejidos. Constituyen la base del
tejido muscular, así como la estructura fundamental de múltiples hormonas y compuestos
orgánicos, las enzimas y los anticuerpos. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás
Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La ingestión de proteínas con la dieta es primordial, pero para que puedan ser absorbidas
deben reducirse al estado de aminoácidos, o en algún caso aislado al de dipéptidos
(molécula con dos aminoácidos). Para ello, las proteínas han de someterse a sucesivos
procesos de hidrólisis que rompen los enlaces entre los aminoácidos para que el tamaño
de las cadenas peptídicas resultantes sea cada vez menor.

En la ruptura de las proteínas, la primera enzima que encontramos es la pepsina


secretada por el estómago, una enzima de gran potencia que reduce las proteínas
ingeridas a polipéptidos de cadena larga. A continuación, éstos son sometidos a otras
enzimas proteolíticas, como la tripsina, la quimotripsina o las elastasas de origen
pancreático, que suelen romper las cadenas polipeptídicas en cadenas de pocos
aminoácidos, denominados oligopéptidos.

También en el intestino se secretan enzimas proteolíticas, conocidas comúnmente como


proteasas o peptidasas, que consiguen reducir los oligopéptidos a dipéptidos y
aminoácidos. Estos aminoácidos pasan por un proceso de transporte activo hasta la
sangre a través de las membranas del epitelio intestinal, y por la vena porta se dirigen
hacia el hígado. Si no son captados por los hepatocitos, circulan por todo el organismo
hasta que llegan a la célula que los necesita. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

90
Síntesis de la Unidad II

En la presente unidad se mencionaron los órganos que se encuentran involucrados en el


proceso de digestión, el cual es muy importante para la asimilación de nutrientes que
requiere el cuerpo para sus funciones diarias.

Cada parte del sistema digestivo tiene una función, la cual complementa a la del resto de
los sistemas. Los órganos que son parte del sistema digestivo son de suma importancia
para las funciones básicas del cuerpo.

Se debe tomar en cuenta que toda la energía del cuerpo humano procede de los
alimentos que son consumidos, por lo que se debe cuidar la alimentación y darle al
cuerpo lo que necesita para el bienestar del mismo.

91
UNIDAD III

APARATO RESPIRATORIO

Objetivo de la Unidad: Conoce e identifica la estructura y funcionamiento del aparato


respiratorio, sus principales alteraciones. Aparato cardiovascular, la estructura y función
del aparato reproductor masculino y femenino y las hormonas que intervienen.

3.1 Órganos que lo Componen: Nariz, Faringe, Laringe, Tráquea, Bronquios,


Pulmones. Funciones y Alteraciones Patológicas más Comunes, (Asma-Bronquitis)

El Sistema Respiratorio

El sistema respiratorio está dividido en una zona respiratoria, que es donde tiene lugar el
intercambio de gases entre el aire y la sangre, y una zona de conducción a través de la
cual llega el aire a la zona respiratoria.

El intercambio de gases entre el aire y la sangre tiene lugar a través de las paredes de los
alvéolos respiratorios. Las paredes de estas diminutas cavidades respiratorias tienen el
grosor de sólo una capa celular y permiten la difusión rápida de los gases.

El término respiración incluye tres funciones distintas aunque relacionadas entre sí:

 Ventilación (respiración);
 Intercambio de gases, que tiene lugar entre el aire y la sangre de los pulmones, y
también entre la sangre y otros tejidos del cuerpo; y
 Utilización del oxígeno por parte de los tejidos en las reacciones de liberación de
energía que tienen lugar en la respiración celular. (Ira Fox, 2008)

92
La ventilación y el intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono) entre el aire y la
sangre se denominan en conjunto respiración externa. El intercambio de gases entre la
sangre y otros tejidos, así como la utilización de oxígeno por parte de los tejidos, se
denominan en conjunto respiración interna.

La ventilación es el proceso mecánico que desplaza el aire hacia dentro y hacia fuera de
los pulmones. Debido a que la concentración de oxígeno del aire es mayor en los
pulmones que en la sangre, el oxígeno difunde desde el aire hacia la sangre.

Por el contrario, el dióxido de carbono se desplaza desde la sangre hacia el aire de los
pulmones mediante la difusión correspondiente a su gradiente de concentración. Debido a
este intercambio de gases, el aire inspirado contiene más oxígeno y menos dióxido de
carbono que el aire espirado. (Ira Fox, 2008)

Además, la sangre que abandona los pulmones (a través de las venas pulmonares) tiene
una concentración mayor de oxígeno y menor de dióxido de carbono que la sangre que
llega a los pulmones a través de las arterias pulmonares. La razón es que la función de
los pulmones es el mantenimiento del equilibrio gaseoso entre la sangre y el aire.

Relación entre los alvéolos pulmonares y los capilares pulmonares. Se puede observar
que las paredes alveolares son muy estrechas y que están revestidas por células
alveolares de tipos I y II.

Los macrófagos pulmonares pueden fagocitar las partículas que se introducen en los
pulmones.

El intercambio de gases entre el aire y la sangre tiene lugar mediante difusión a través del
tejido pulmonar. Esta difusión se realiza de manera muy rápida debido a la gran superficie
que existe en el interior de los pulmones y a que la distancia de difusión entre la sangre y
el aire es muy pequeña. (Ira Fox, 2008)

93
Aparato Respiratorio

La mayoría de las células obtienen la energía que necesitan para vivir de reacciones de
oxidación en las que está involucrado el oxígeno (O 2), por lo que necesitan un aporte
constante de éste desde el exterior. Asimismo, como resultado de estas reacciones se
producen grandes cantidades de dióxido de carbono (CO 2), que debe ser eliminado.

En los seres unicelulares el intercambio de gases con el medio ambiente se produce de


manera sencilla, a través de la membrana celular que está en contacto directo con el
medio externo.

Cuando los organismos se hacen más complejos, y algunas de sus células dejan de estar
en contacto con el medio, es preciso que desarrollen sistemas de conducción para que en
todas ellas se pueda realizar el intercambio de gases.

En un organismo pluricelular tan complejo como el ser humano, el aparato respiratorio se


encarga de hacer que el aire entre desde el exterior y de ponerlo en contacto con la
sangre. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

El sistema circulatorio se encargará después de distribuirlo por todo el organismo, de


manera que todas las células reciban el O 2 que necesitan para su metabolismo y puedan
verse libres del CO 2 que se produce en ellas.

El término respiración puede tener dos interpretaciones. Una se refiere a la reacción del O
2 con las moléculas orgánicas; a esta respiración se le suele llamar respiración celular. La
otra se refiere a la entrada de los gases desde el medio ambiente hasta los capilares
pulmonares y a su salida.

94
Anatomía del Sistema Respiratorio

El aparato respiratorio está compuesto por:

 Nariz
 Faringe
 Laringe
 Tráquea
 Bronquios primarios
 Pulmones
 Mediastino
 Diafragma

Las vías respiratorias superiores, que conducen a los pulmones:

 Nariz
 Laringe
 Faringe
 Tráquea
 Bronquios primarios

Los pulmones, que a su vez contienen:

 Bronquios secundarios y terciarios


 Bronquiolos
 Conductos alveolares y alveolos

La Nariz

La parte externa de la nariz es una estructura osteocartilaginosa. Su parte interna es una


gran cavidad cubierta de epitelio. En su interior hay pelos que ayudan a evitar la entrada

95
de sustancias extrañas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

Las ventanas anteriores de la nariz son la entrada a la cavidad nasal. Dicha cavidad es
grande y está dividida por un tabique en dos fosas nasales. El tabique está formado en su
parte posterior por la placa perpendicular del hueso etmoides y por el vómer y en la parte
anterior por cartílago.

El suelo de las fosas nasales está formado por la cara superior del hueso palatino y su
techo por partes de los huesos frontal, etmoides y esfenoides. El maxilar superior
constituye la mayor parte de su pared lateral.

Cada fosa está revestida por mucosa, tapizada por epitelio cilíndrico ciliar y con un
abundante riego sanguíneo. La superficie de la mucosa nasal está muy aumentada por la
existencia de los tres huesos llamados cornetes (superior, medio e inferior), que se
proyectan hacia dentro desde la parte lateral de cada fosa. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Así, el aire, al pasar por las fosas nasales, se calienta gracias al abundante riego
sanguíneo, se humedece con el moco y se filtra. Las terminaciones nerviosas del sentido
del olfato están localizadas en la parte más alta de la cavidad nasal, de tal manera que las
sustancias químicas que acompañan al aire, estimulan dichas terminaciones a su paso
por las fosas nasales.

Algunos de los huesos que rodean la cavidad nasal son huecos y dan lugar a los llamados
senos paranasales, que aligeran los huesos y actúan como cámara de resonancia para la
voz. Estos senos están forrados de mucosa y se abren a la cavidad nasal. Las fosas
nasales comunican por la parte posterior con la faringe, a través de las coanas.

La Faringe

La faringe o garganta es un tubo de unos 12 cm de longitud. Está situada en la parte


posterior de la cavidad nasal, de la boca y parte de la laringe y por delante de las

96
vértebras cervicales. Sus paredes están formadas por músculo esquelético y el interior
está revestido por una mucosa. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La faringe está dividida en tres partes según su localización:

 Nasofaringe
 Orofaringe
 Laringofaringe

Laringe

Es una vía corta que permite el paso del aire desde la faringe a la tráquea. Además,
controla la salida del aire de los pulmones para la producción del sonido, por lo cual se le
llama también caja de la voz.

Se encuentra en la parte media del cuello, situada por delante del esófago a la altura de
las vértebras C4 a C6.

La laringe está compuesta por varios cartílagos irregulares, situados debajo del hueso
hioides y reunidos por ligamentos y membranas.

Los más importantes son: El cartílago tiroides es el de mayor tamaño y está formado por
dos alas laterales unidas en su línea media anterior para formar la prominencia laríngea,
también llamada nuez o bocado de Adán. Este cartílago es más grande en el hombre que
en la mujer. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

El cartílago cricoides está por debajo del cartílago tiroides y tiene forma de anillo de sello,
con la porción más ancha hacia atrás. Forma las paredes laterales y la pared posterior de
la laringe. La glándula tiroides se encuentra rodeando estos dos cartílagos.

97
La epiglotis es un cartílago en forma de hoja, situado en posición vertical entre la base de
la lengua y la abertura superior de la laringe. Su porción inferior se fija, por un ligamento,
al cartílago tiroides.

La principal función de la epiglotis es impedir la entrada de alimento a la laringe durante la


deglución, ya que al tragar la laringe se mueve hacia adelante y queda ocluida por la
epiglotis.

Al igual que las otras vías respiratorias, la laringe está revestida por una túnica mucosa
ciliada. El polvo u otras sustancias extrañas, que no hayan sido atrapadas en las vías
superiores, pueden serlo aquí y ser devueltas hacia la faringe, donde serán deglutidas o
expectoradas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

La túnica mucosa de la laringe tiene dos pares de pliegues, uno superior llamado pliegues
vestibulares o falsas cuerdas vocales, que no participan en la fonación, y otro inferior
llamado pliegues vocales o cuerdas vocales verdaderas.

La vía aérea que pasa entre los pliegues se llama glotis. Debajo de estos pliegues hay
bandas de cartílago elástico entre piezas de cartílago rígido, como cuerdas de una
guitarra. Hay músculos esqueléticos unidos al cartílago rígido y a los pliegues vocales,
que cuando se contraen estiran las cuerdas de cartílago elástico estrechando la abertura
de la glotis.

Esto es lo que hace que el aire choque con las cuerdas vocales, que vibran y producen
ondas sonoras que viajan a la faringe, la nariz y la boca.

Tráquea

Es un tubo de 12 cm de longitud y unos 2.5 cm de diámetro, que une la laringe con los
bronquios. Su mitad superior está situada en la línea media del cuello y su mitad inferior
en la cavidad torácica. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

98
Está por delante del esófago y termina a la altura de la vértebra D6, donde se divide en
los dos bronquios principales.

La pared de la tráquea tiene una serie de anillos cartilaginosos en forma de C, con el


borde abierto dirigido hacia la parte posterior. Estos anillos están unidos entre sí por tejido
conectivo y músculo liso.

La función de estos cartílagos es impedir que se cierre la luz del tubo, pero al mismo
tiempo, su parte posterior, no rígida, permite que los alimentos atraviesen el esófago sin
dificultad.

La tráquea está forrada con epitelio ciliado que contiene células caliciformes que secretan
moco. Los cilios barren el moco y las partículas extrañas que hayan podido llegar hasta
allí, hacia la laringe. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

Bronquios

La tráquea termina en el tórax, dividiéndose en dos bronquios primarios, que se dirigen


respectivamente hacia el pulmón derecho y el pulmón izquierdo.

El bronquio primario derecho es más vertical, más corto y más ancho que el izquierdo,
con lo que hay mayor probabilidad de que los objetos extraños que penetran en las vías
respiratorias se alojen ahí.

Al igual que la tráquea, los bronquios primarios tienen anillos cartilaginosos incompletos y
están revestidos por un epitelio ciliado y secretor de moco.

Pulmones

Son un par de órganos de forma cónica, envueltos en una membrana serosa llamada
pleura. Ocupan la mayor parte de la cavidad torácica. Los pulmones están separados por
el mediastino, que es un espacio que contiene el corazón y los grandes vasos, el esófago

99
y, en su parte superior, la tráquea. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Cada pulmón está dividido, por unos surcos o cisuras, en una serie de lóbulos. El pulmón
derecho tiene tres lóbulos: superior, medio e inferior, y el izquierdo dos: superior e inferior.
El pulmón tiene una cara mediastínica, que es la cara interna, y otro costal o externa que
contacta con la caja torácica, que está formada por las costillas, la columna vertebral, el
esternón, el diafragma y los músculos intercostales.

La parte superior del pulmón se llama vértice, se eleva en la base del cuello, unos 2.5 cm
por encima de la clavícula, y la parte inferior se llama base, es cóncava y está en contacto
con la cara superior del diafragma.

En la cara mediastínica de cada pulmón hay un orificio llamado hilio por donde penetran el
bronquio, la arteria y las venas pulmonares correspondientes. En esta cara, el pulmón
izquierdo tiene una profunda depresión donde se aloja el corazón. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Una vez que entran en los pulmones, los bronquios primarios se dividen en bronquios
menores llamados bronquios secundarios, uno para cada uno de los lóbulos que tienen
los pulmones (el pulmón derecho tres y el izquierdo dos).

Cada bronquio secundario se divide después en dos o cuatro bronquios segmentarios o


terciarios, más pequeños. Dentro de cada lóbulo pulmonar, el área ventilada por un
bronquio segmentario se denomina segmento broncopulmonar. Hay diez segmentos
pulmonares en el pulmón derecho y ocho en el izquierdo.

El árbol bronquial continúa ramificándose y se divide en tubos cada vez más numerosos y
de menor calibre llamados bronquiolos. Según se van ramificando, la cantidad de
cartílago y de glándulas mucosas va disminuyendo gradualmente y el músculo liso va
aumentando.

100
Cuando los bronquiolos alcanzan el diámetro de 1 mm aproximadamente, el cartílago
desaparece. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Cada segmento broncopulmonar se subdivide en lobulillos.

Un bronquiolo entra en un lobulillo y da origen a muchos bronquiolos terminales. En cada


lóbulo pulmonar hay entre 50 y 80 bronquiolos terminales, y son el extremo final funcional
de las vías respiratorias de conducción del aparato respiratorio.

Cada bronquiolo terminal da lugar a su vez a muchos bronquiolos respiratorios. La zona


del pulmón ventilada por un bronquiolo respiratorio se llama lobulillo pulmonar funcional.
Un lobulillo pulmonar funcional consta de un bronquiolo respiratorio que se ramifica en
conductos alveolares, que terminan en sacos alveolares o alveolos. A partir del bronquiolo
respiratorio, la membrana que forma estos conductos es capaz de intercambiar gases con
los capilares pulmonares, por lo que se le suele llamar membrana respiratoria.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Alveolos

Se ha calculado que hay aproximadamente 14 millones de conductos alveolares y 300


millones de alveolos en los pulmones. Esta enorme ramificación hace que la superficie
respiratoria total sea muy grande, aproximadamente entre 50 y 100 m 2.

La pared alveolar está formada por una capa de células epiteliales que se llaman
neumocitos. Hay dos tipos de neumocitos:

 Neumocitos I: Son muy aplanados para facilitar el intercambio. Son los más
numerosos.
 Neumocitos II: Mucho más escasos, son células cúbicas que secretan una mezcla
de fosfolípidos que recibe el nombre de agente tensoactivo o surfactante
pulmonar. Este surfactante pulmonar forma una fina película en la superficie
interna del alveolo, lo que disminuye mucho la tensión superficial en esta zona.

101
Lobulillos pulmonares funcionales también secretan elastina y colágeno.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués,
2009)

Además existen otro tipo de células libres en la luz alveolar que son los macrófagos
alveolares, unas células fagocitarias que tienen la misión de mantener los alveolos libres
de partículas extrañas. Las paredes de los sacos alveolares están rodeadas muy
estrechamente por los capilares pulmonares, formando la membrana alveolo capilar.

El aire del alveolo sólo está separado de la sangre capilar por una distancia muy pequeña,
por lo que el intercambio de gases respiratorios se produce de forma sumamente rápida.

Enfermedades obstructivas

Se caracterizan por la obstrucción de las vías respiratorias en distintas zonas. En el caso


de las enfermedades crónicas, los pacientes sufren tos crónica, escasa tolerancia al
ejercicio y alteraciones en el intercambio gaseoso.

Dentro de este grupo se encuentran la bronquitis crónica, el enfisema y el asma. La


bronquitis crónica es un aumento patológico de la secreción bronquial, lo que produce
tapones mucosos que limitan el flujo del aire. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Enfisema quiere decir pulmones llenos de aire. Se caracteriza por un aumento anormal y
permanente de los espacios aéreos donde se realiza el intercambio gaseoso, con
destrucción de las paredes alveolares, por lo que disminuye la superficie de intercambio
entre la sangre y los tejidos. Al igual que la bronquitis crónica afecta en gran medida a los
fumadores. El asma es la contracción exagerada del músculo liso bronquial tras ciertos
estímulos y se manifiesta por períodos de crisis que pueden durar desde minutos a horas.
Suele originarse por enfermedades alérgicas.

Si la entrada del aire se ve comprometida a través de la glotis, debido a inflamación,


secreciones, traumatismo, objetos, etc., el paso del aire a los pulmones se interrumpe.

102
Por tanto, también se interrumpe la respiración y es preciso realizar una traqueotomía,
que consiste en practicar un orificio bajo el cartílago tiroides (la nuez) para mantener
abierta la vía respiratoria. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda,
& Villanúa Bernués, 2009)

3.2 Anatomía y Función del Corazón: Estructura, Función Tensión Arterial,


Frecuencias Cardiaca, Pulso, Gasto Cardiaco, Elementos del Aparato
Cardiovascular, Complicaciones más Frecuentes y su Importancia en la Nutrición

El aparato circulatorio es el encargado de hacer circular la sangre por todos los tejidos del
organismo, llevando el aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos y recogiendo dióxido
de carbono y los productos derivados del metabolismo.

Está formado por un órgano central, el corazón, y un sistema de conductos vasculares de


diferente estructura que se ramifican por todo el organismo: las arterias, venas, capilares
y vasos linfáticos.

La circulación de la sangre se lleva a cabo gracias al trabajo del corazón y a un gradiente


de presiones en cuyo mantenimiento participan el propio corazón, los vasos sanguíneos,
la mecánica respiratoria y el tono contráctil de los músculos esqueléticos. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Para realizar un circuito completo, la sangre pasa dos veces por el corazón, una por las
cavidades derechas y otra por las cavidades izquierdas.

Por tanto, el aparato circulatorio se compone de dos circuitos vasculares conectados en


serie: uno situado entre el corazón y los pulmones, que corresponde con la llamada
circulación menor o pulmonar, y otro que conecta del corazón con los tejidos periféricos y
que constituye la circulación mayor o sistémica.

El corazón es un órgano hueco, eminentemente muscular, que actúa como una bomba
aspirante e impelente, impulsando la sangre a través de los vasos sanguíneos.

103
Está situado en el mediastino, envuelto en un saco serofibroso, el pericardio, que lo
separa de las estructuras adyacentes y le permite libertad de movimientos. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Pesa alrededor de 275 gramos en el hombre y algo menos en la mujer. Consta de cuatro
cavidades, dos posterosuperiores, las aurículas o atrios, derecha e izquierda, y dos
anteroinferiores, los ventrículos derecho e izquierdo. Cada aurícula comunica con el
ventrículo del mismo lado a través del orificio auriculoventricular, ocupado por un sistema
valvular.

Un tabique medio separa las cavidades derechas o corazón derecho que contiene sangre
venosa y las cavidades izquierdas o corazón izquierdo con sangre arterial.

Las aurículas son las cavidades que reciben la sangre que llega al corazón y los
ventrículos la expulsan. La aurícula derecha recibe sangre sin oxígeno procedente de
todo el cuerpo y la envía al ventrículo derecho, que a través del tronco de la arteria
pulmonar la proyecta hacia los pulmones.

Una vez oxigenada la sangre regresa al corazón mediante las venas pulmonares que
desembocan en la aurícula izquierda. El ventrículo izquierdo recibe la sangre oxigenada
desde la aurícula izquierda y la impulsa hacia todos los tejidos a través de la arteria aorta.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Situación, Forma y Posición

El corazón y el saco pericárdico están situados en la parte central del tórax, en un espacio
denominado mediastino medio la hoja fibrosa externa del pericardio, pericardio fibroso,
establece los límites de esta región. Detrás de ellos se encuentra el mediastino posterior,
por delante una región muy pequeña llamada mediastino anterior y por arriba el
mediastino superior.

104
La forma del corazón varía continuamente durante los movimientos de contracción o
sístole y relajación o diástole, pero para su descripción lo consideramos como una
pirámide formada por cuatro caras, una base y un vértice.

La base está orientada hacia arriba, atrás y a la derecha, y el vértice o punta del corazón
hacia abajo, a la izquierda y adelante. El eje del corazón, línea que lo atraviesa desde la
mitad de la base al vértice, es oblicuo hacia abajo, adelante y a la izquierda.

Las caras del corazón se nombran según las estructuras con las que se relacionan:

 Cara anterior o esternocostal está formada principalmente por el ventrículo


derecho, con una pequeña representación de las otras tres cavidades del corazón.
 Cara inferior o diafragmática constituida por los ventrículos, principalmente por el
izquierdo.
 Cara pulmonar derecha, formada principalmente por la aurícula derecha.
 Cara pulmonar izquierda, compuesta en su mayor parte por el ventrículo izquierdo.

El vértice o punta del corazón corresponde al ventrículo izquierdo y se localiza a nivel del
5º espacio intercostal izquierdo. La base es el lugar de entrada de los troncos venosos, y
está formada principalmente por la aurícula izquierda con menor contribución de la
aurícula derecha. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

Configuración Externa

En la superficie externa del corazón la separación entre las cuatro cámaras queda
reflejada mediante surcos. Estos surcos están cubiertos de grasa epicárdica y por ellos
discurren las arterias coronarias y sus ramas mayores. El límite entre ambos ventrículos
queda marcado por los surcos interventriculares, anteriores y posteriores.

El surco auriculoventricular o coronario separa las aurículas de los ventrículos, está


situado en un plano perpendicular al eje cardíaco y es visible en todas las caras del

105
corazón. Las separaciones entre las aurículas están señaladas por los surcos
interauriculares, anterior, mal definido, y posterior, oculto en parte por las venas
pulmonares.

La proyección del corazón sobre la pared torácica denominada área cardíaca, forma un
cuadrilátero delimitado por cuatro bordes:

 Borde derecho formado por la aurícula derecha, se extiende desde el tercer


cartílago costal derecho al sexto.
 Borde inferior representa la unión entre la cara esternocostal y la diafragmática,
está formado en su mayor parte por el ventrículo derecho y una pequeña
proporción del izquierdo. Situado entre el extremo inferior del borde derecho hasta
el vértice (situado en el 5º espacio intercostal izquierdo).
 Borde izquierdo corresponde a la unión de las caras esternocostal e izquierda del
corazón, está formado por el ventrículo y la aurícula izquierda, se extiende desde
el vértice hasta el segundo espacio intercostal izquierdo.
 Borde superior está formado por las aurículas y orejuela derecha e izquierda. De él
surgen la aorta ascendente, el tronco pulmonar y la vena cava superior.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués,
2009)

Cavidades Cardiacas

Cada cavidad del corazón tiene sus propias características y vasos asociados

 Válvula aórtica
 Válvula tricúspide
 Válvula pulmonar
 Válvula mitral

106
Aurículas

Son las cavidades que reciben la sangre que llega al corazón y la envían al ventrículo
correspondiente a través de un orificio auriculoventricular. Las aurículas forman la base
del corazón. Sus paredes son delgadas y elásticas, su interior es liso salvo en algunas
zonas que presentan pequeñas columnas musculares llamadas músculos pectíneos.

El tabique interauricular separa ambas aurículas, se sitúa oblicuamente, de modo que la


aurícula derecha ocupa una posición más anterior que la aurícula izquierda.

En el centro presenta una depresión oval poco profunda, la fosa oval de la aurícula
derecha, que marca la posición del agujero oval fetal, orificio embrionario que permanece
abierto hasta el nacimiento permitiendo el paso de la sangre de la aurícula derecha hacia
el interior de la aurícula izquierda, esta sangre evita los pulmones que en el feto no son
funcionales. Después del nacimiento el agujero oval se cierra y se convierte en fosa oval.

 Borde izquierdo corresponde a la unión de las caras esternocostal e izquierda del


corazón, está formado por el ventrículo y la aurícula izquierda, se extiende desde
el vértice hasta el segundo espacio intercostal izquierdo.
 Borde superior está formado por las aurículas y orejuelas derechas e izquierdas.
De él surgen la aorta ascendente, el tronco pulmonar y la vena cava superior.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués,
2009)

Aurícula derecha

Recibe la sangre venosa procedente de todo el cuerpo. Está formada por una cavidad
principal y un divertículo, la orejuela, que se prolonga hacia delante. La pared interna de la
aurícula es lisa en su parte posterior, el seno venoso, donde desembocan las venas
cavas, y rugosa en su parte anterior debido a la presencia de músculos pectíneos.

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El límite entre ambas zonas lo marca un reborde muscular llamado cresta terminal. En la
aurícula derecha se abren los orificios de las venas cavas superior e inferior, del seno
coronario y de las venas cardíacas mínimas.

 La vena cava superior, desemboca en la parte superior de la aurícula, su agujero


carece de válvula. Recoge la sangre de la mitad superior del cuerpo y gran parte
del dorso.
 La vena cava inferior, drena la sangre de la mitad inferior del cuerpo, desemboca
en la parte inferior de la aurícula derecha, su orificio está provisto de un pliegue
delgado, insuficiente para impedir el reflujo de sangre venosa, la válvula de la vena
cava inferior (válvula de Eustaquio) que durante el período fetal dirige la sangre
hacia el agujero oval.
 El seno coronario, vena que se sitúa en la parte posterior del surco coronario,
vierte la mayor parte de la sangre venosa procedente del corazón, su orificio
situado delante del orificio de la vena cava inferior, está protegido por una válvula
rudimentaria sin función, la válvula del seno coronario (válvula de Thebesio).
 Las venas cardíacas mínimas llevan sangre de la pared cardíaca, vierten mediante
pequeños orificios dispersos. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Desde la aurícula derecha la sangre pasa al ventrículo derecho a través del orificio
auriculoventricular derecho ocupado por la válvula tricúspide.

Aurícula izquierda

Es la cavidad cardíaca más posterior, forma la mayor parte de la base del corazón, por
detrás se relaciona con el esófago. Tiene una forma irregularmente redondeada, se
continúa hacia fuera con la orejuela izquierda, única zona de la aurícula que tiene
músculos pectíneos.

En su cara posterior desembocan sin válvulas cuatro venas pulmonares, dos procedentes
de cada pulmón. El tabique interauricular muestra una depresión ovalada que se

108
corresponde por su posición con la fosa oval de la aurícula derecha. Comunica con el
ventrículo izquierdo por el agujero auriculoventricular izquierdo protegido por la válvula
mitral o bicúspide. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

Ventrículos

Los ventrículos se sitúan delante de las aurículas, tienen forma piramidal con el vértice
orientado hacia la punta del corazón. Sus paredes son más gruesas que las de las
aurículas y en su cara interna presentan salientes musculares denominados trabéculas
carnosas.

Los músculos papilares son trabéculas de forma cónica en cuyo vértice se fijan pequeñas
cuerdas tendinosas de las válvulas auriculoventriculares. El tabique interventricular separa
ambos ventrículos. En un corte transversal su cara izquierda es cóncava y completa la
forma circular del ventrículo izquierdo, mientras su cara derecha convexa determina la
forma de medialuna del ventrículo derecho.

La parte superior del tabique, porción membranosa, está formada por tejido conjuntivo; la
parte inferior, porción muscular, es músculo cardíaco, representa las nueve décimas
partes del tabique y su espesor aumenta de arriba hacia abajo. La porción membranosa
del tabique no es totalmente interventricular, su parte más alta se encuentra entre el
ventrículo izquierdo y la aurícula derecha. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La base de cada ventrículo presenta dos orificios provistos de válvulas, un orificio de


entrada, el auriculoventricular, a través del cual el ventrículo recibe la sangre desde la
aurícula correspondiente y un orificio de salida, el orificio arterial, que comunica con el
tronco pulmonar en el ventrículo derecho y con la arteria aorta en el izquierdo.

Se distinguen dos zonas en las cavidades ventriculares, un tracto de entrada, trabeculado,


que recibe sangre de la aurícula y un tracto de salida, de paredes lisas, que dirige la
sangre hacia el orificio arterial.

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Ventrículo Derecho

En su base se encuentran los orificios atrioventricular derecho, ocupado por la válvula


tricúspide, que comunica con la aurícula derecha y el orificio del tronco pulmonar.

El interior del ventrículo tiene en su tracto de entrada numerosas trabéculas carnosas y


tres músculos papilares, anterior, posterior y septal. La trabécula septomarginal es una
cresta muscular que marca el límite inferior de la cámara de entrada y contiene una rama
del sistema de conducción del corazón. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La cámara de salida, infundíbulo o cono arterial, que conduce hacia el orificio del tronco
pulmonar es de paredes lisas, lo que facilita la eyección sistólica.

Ventrículo Izquierdo

Las paredes del ventrículo izquierdo son las más gruesas del corazón debido a que
impulsa la sangre a las arterias sistémicas de presión elevada. Presenta dos músculos
papilares, anteriores y posteriores. Es una estructura cónica, con su vértice hacia abajo, la
base está formada por el orificio auriculoventricular y aórtico, ambos provistos de sus
correspondientes válvulas.

Al igual que en el ventrículo derecho, en el izquierdo consideramos una cámara de


entrada trabeculada que recibe sangre de la aurícula izquierda y una cámara de salida o
vestíbulo aórtico, de paredes lisas, situada entre el tabique y la valva anterior de la válvula
mitral que dirige la sangre hacia el orificio aórtico. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Dispositivo Valvular del Corazón

Las válvulas cardíacas se sitúan en los orificios auriculoventriculares y arteriales de la


base de los ventrículos. Sólo permiten el flujo de sangre en una dirección. Se diferencian:

110
Dos válvulas auriculoventriculares, la izquierda llamada bicúspide o mitral y la derecha o
tricúspide.

Dos válvulas arteriales o semilunares, situadas en los orificios de salida de los ventrículos,
la válvula aórtica y la válvula del tronco pulmonar. Las válvulas auriculoventriculares
evitan el retorno del flujo sanguíneo a las aurículas durante la sístole ventricular. Constan
de un anillo fibroso, valvas, cuerdas tendinosas y músculos papilares.

El anillo fibroso ocupa el contorno del orificio, le da rigidez para que no se deforme
durante las contracciones cardíacas y sirve de soporte a la válvula. Las valvas o velos
valvulares son láminas membranosas unidas por sus bases al anillo fibroso.

Las cuerdas tendinosas se sitúan entre las valvas y los músculos papilares de los
ventrículos. Se unen a los bordes libres y a las caras ventriculares de las valvas, evitando
que sean empujadas al interior de las aurículas durante la sístole ventricular.

La válvula tricúspide está formada por 3 valvas o cúspides, anterior, posterior y septal. Se
originan en el anillo fibroso y su borde libre se une a través de las cuerdas tendinosas a
los músculos papilares. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

La válvula mitral o bicúspide está formada por 2 valvas, una anterior y otra posterior,
sujetas sobre el anillo fibroso y unido a los músculos papilares del ventrículo izquierdo por
medio de cuerdas tendinosas.

Las válvulas arteriales están situadas al inicio del tronco pulmonar y de la aorta. Están
formadas por tres pliegues membranosos con forma de bolsa, denominados valvas
semilunares.

Durante la sístole ventricular las valvas son empujadas contra las paredes de las arterias
respectivas permitiendo el paso de la sangre; en la diástole ventricular se llenan las valvas
de forma que entran en contacto por sus bordes formando una barrera que impide el
retorno de la sangre hacia el ventrículo.

111
La válvula del tronco pulmonar consta de tres valvas semilunares, anterior, derecha e
izquierda.

La válvula aórtica tiene tres valvas: derecha, izquierda y posterior sobre las que se
encuentran tres pequeñas cavidades, los senos aórticos. Las aberturas de las arterias
coronarias se localizan en los senos aórticos derecho e izquierdo, no se origina ninguna
arteria del seno aórtico posterior. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Vascularización del Corazón

La irrigación del corazón procede de las arterias coronarias derecha e izquierda, y su


drenaje lo realizan las venas cardíacas. Estos vasos rodean al corazón en círculo, de ahí
su nombre de vasos coronarios.

Arterias Coronarias

En general cada arteria coronaria riega el lado del corazón correspondiente, y contribuye
a la vascularización de alguna zona del lado opuesto. El tabique del corazón recibe ramas
de ambas coronarias.

La arteria coronaria izquierda se origina en el seno aórtico izquierdo de la aorta


ascendente y se dirige hacia delante entre el tronco pulmonar y la aurícula izquierda para
llegar al surco coronario.

Después de un corto trayecto se bifurca en una arteria interventricular anterior y una


arteria circunfleja. Riega gran parte de la aurícula y ventrículo izquierdos, la parte anterior
del tabique interventricular, las dos ramas del Vena coronaria mayor Vena cardíaca
anterior Vena interventricular. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La arteria interventricular anterior desciende por el surco interventricular anterior, llega al


vértice del corazón y pasa hacia el surco interventricular posterior donde puede

112
anastomosarse con la arteria interventricular posterior. Da ramas para ambos ventrículos
y para la parte anterior del tabique interventricular.

La arteria circunfleja es continuación de la arteria coronaria izquierda, discurre por el


surco coronario, da la vuelta al borde izquierdo y llega a la superficie diafragmática. Da
ramas para la aurícula y el ventrículo izquierdos.

La arteria coronaria derecha nace del seno aórtico derecho de la aorta ascendente.
Discurre por el surco coronario, donde emite ramas auriculares y ventriculares.

La rama ventricular de mayor calibre se denomina arteria marginal derecha. Finaliza en la


superficie diafragmática a nivel del surco interventricular posterior como arteria
interventricular posterior, que da ramas para el tabique interventricular. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

En resumen, la arteria coronaria derecha vasculariza la aurícula derecha, el ventrículo


derecho, la parte posterior de tabique interventricular, el nódulo sinusal, el nódulo
auriculoventricular, el tronco del fascículo auriculoventricular (de His) y la red
subendocárdica derecha.

Venas Cardiacas

En el drenaje venoso del corazón participan el seno coronario, las venas cardíacas
anteriores y las venas cardíacas mínimas.

La mayoría de las venas cardíacas drenan en la aurícula derecha a través del seno
coronario, un conducto venoso ensanchado situado en la parte posterior del surco
coronario. Las venas cardíacas anteriores proceden de la parte anterior del ventrículo
derecho y se abren directamente en la aurícula derecha.

Las venas cardíacas mínimas son pequeñas vénulas que drenan directamente en las
cavidades cardíacas y se localizan principalmente en las paredes de las aurículas.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

113
Generación y Conducción del Impulso Cardíaco

En condiciones normales, el impulso cardíaco se genera espontáneamente en el nodo


sinoauricular (NSA). Dicha estructura genera automática y rítmicamente impulsos entre 60
y 100 veces por minuto, más frecuentemente que ninguna otra estructura del sistema de
generación y conducción, por lo que actúa como el marcapasos fisiológico del corazón, y
por lo tanto es responsable de la frecuencia cardíaca.

Los impulsos generados en el NSA se propagan sin disminución alguna hasta que todas
las células cardíacas son excitadas; a esta propiedad cardíaca de responder o no con la
excitación de todas sus células cuando se genera un estímulo se denomina respuesta de
todo o nada.

La despolarización iniciada en el NSA se propaga radialmente a través de las aurículas y


a través de los tractos internodales, hacia el nodo auriculoventricular (NAV). (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

El impulso no puede pasar directamente de las aurículas a los ventrículos debido al tejido
fibroso aislante que los separa; el único punto a través del cual la despolarización alcanza
el ventrículo es el NAV a través de las vías internodales que unen el NSA y el NAV.

Debido a que la conducción en este último es lenta, hay un retardo cercano a 100
milisegundos denominado retardo nodal AV, antes de que el impulso se propague a los
ventrículos.

Dicho retraso permite que el impulso se propague a la totalidad de la superficie de las


aurículas, y que éstas se contraigan antes de que comience la excitación ventricular. Si no
se produjese este retraso, los ventrículos podrían empezar a contraerse durante la
contracción de las aurículas, y no existiría un correcto funcionamiento del corazón.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

114
Desde el NAV, el impulso se propaga a través de la rama común del haz de His y sus
ramas derechas e izquierdas hasta las fibras de Purkinje, a todas las partes de los
ventrículos en 80-100 milisegundos.

En condiciones normales, la despolarización del músculo ventricular se inicia en la porción


media del mismo, la onda de despolarización se propaga luego hacia la punta o ápex del
corazón y regresa a lo largo de las paredes ventriculares hasta el surco AV,
propagándose desde la superficie endocárdica a la pericárdica.

La rápida velocidad de conducción intraventricular (0.3-4 m/s) tiene como función permitir
que ambos ventrículos se contraigan de forma sincrónica en un corto espacio de tiempo,
algo esencial para que el corazón realice la función de bomba de manera eficaz.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Gasto Cardiaco

Se define como el volumen de sangre bombeado por minuto a los ventrículos (su valor es
similar en los dos ventrículos) por lo que también se denomina volumen minuto. El gasto
cardíaco depende del volumen de sangre que llega a la aurícula derecha procedente del
sistema venoso, que se denomina retorno venoso, por ello, en condiciones normales,
gasto cardíaco y retorno venoso deben ser iguales. El valor normal en un individuo adulto
es de unos 6 L/min.

Hay que destacar que el gasto cardíaco tiene como misión suministrar el caudal de
sangre necesario para satisfacer las necesidades del cuerpo en cada situación, y por
tanto aumentará o disminuirá a demanda de los requerimientos de éste.

Por ello, el gasto cardíaco no es un valor constante y existen modificaciones normales


asociadas a las características de la persona, la edad, la postura y la actividad física. Su
valor aumenta en relación con la superficie corporal, y disminuye en el período de sueño
nocturno, debido a que los requerimientos metabólicos son menores. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

115
Aumenta durante el ejercicio porque dichos requerimientos aumentan. En posición de
decúbito, el gasto cardíaco disminuye, ya que la sangre se almacena (dinámicamente) en
el sistema venoso. Sin embargo, caminando, aumenta porque la contracción de los
músculos esqueléticos de las extremidades aumenta el retorno venoso. En el embarazo
también aumenta el gasto, debido a un aumento de las necesidades del organismo.

Determinantes del Gasto Cardíaco

El gasto cardíaco se define como el producto de la frecuencia cardíaca y el volumen


sistólico o volumen de eyección, por lo que son los factores determinantes del gasto
cardíaco. A su vez, la frecuencia cardíaca y el volumen sistólico están regulados por
factores intrínsecos o extrínsecos al sistema cardiovascular. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

El volumen de eyección es igual a la diferencia entre el volumen diastólico final y el


volumen sistólico final; por ello, los factores que afectan a ambos volúmenes también
afectan al gasto cardíaco. Los factores que afectan al volumen diastólico final son el
tiempo y la presión de llenado ventricular, la distensibilidad del miocardio y la contracción
auricular.

El tiempo de llenado depende de la frecuencia, a medida que ésta aumenta disminuye el


tiempo de llenado y consecuentemente se reduce el gasto cardíaco. Sin embargo, el
volumen de llenado permanece constante en un amplio rango de frecuencias (50-180
latidos/ min). La presión de llenado ventricular depende de la diferencia de presión entre
las aurículas y los ventrículos; este gradiente de presiones depende de la presión
auricular o presión venosa central, que está determinada por el retorno venoso, de forma
que cuanto mayor sea éste, mayor será el gasto cardíaco.

Los factores que afectan al volumen sistólico final son la fuerza de contracción miocárdica
y la poscarga o presión en el árbol arterial. Cuanto mayor sea la primera, mayor será el
volumen sistólico y consecuentemente el gasto cardíaco. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

116
Los factores que aumentan la fuerza de contracción, son llamados factores inotrópicos
positivos y los que la disminuyen factores inotrópicos negativos.

El aumento de la presión arterial (poscarga), se opone a la eyección ventricular y tiende a


reducir el gasto cardíaco. Los aumentos moderados de la poscarga se superan
aumentando la fuerza de contracción, mediante la autorregulación homeométrica basada
en la Ley de Frank-Starling, manteniendo constante el gasto cardíaco.

Si la presión arterial aumenta mucho de manera permanente, se produce una pequeña


reducción del gasto, ya que el corazón no puede aumentar mucho su fuerza de
contracción para compensar el aumento de la poscarga. Si esta situación permanece a
largo plazo el corazón acaba adaptándose aumentando su masa muscular en un proceso
hipertrófico. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Presión Arterial

La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre sobre la superficie de la
pared arterial y se mide en milímetros de mercurio (mmHg). La máxima presión en el árbol
arterial se alcanza durante la eyección ventricular y constituye el valor de la presión
sistólica; el valor mínimo se produce antes de la eyección ventricular y constituye el valor
de la presión diastólica. Los valores normales de estas presiones en el individuo normal
son 120 y 80 mmHg, respectivamente.

La diferencia entre la presión sistólica y la diastólica es la presión diferencial o presión de


pulso, y normalmente es de 40 mmHg. La disminución de la elasticidad del sistema
arterial se asocia a un aumento de la presión diferencial; ello contribuye a que la presión
sistólica se eleve porque la pared acumula menos energía durante la sístole cardíaca,
mientras que la presión diastólica no aumenta como la sistólica, o disminuye, porque la
pared se retrae menos durante la diástole.

La expansión de las paredes arteriales durante la sístole genera una onda rítmica que es
la causa del llamado pulso arterial, que se transmite por el árbol arterial y es palpable en

117
determinados puntos de éste (arteria radial, carótida). (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Se denomina presión arterial media (PAM) a un valor promedio que no corresponde a la


media aritmética de las presiones sistólica y diastólica. La presión disminuye al ir
avanzando las ramificaciones vasculares, caída que es mayor en las arteriolas, donde se
encuentran la mayoría de las resistencias periféricas.

La presión arterial no es un parámetro constante, sino que presenta una alta variabilidad
tanto circadiana como asociada a modificaciones relacionadas a la edad, sexo, peso y
actividad física y mental.

A medida que avanza la edad, la presión arterial aumenta debido a una reducción de la
elasticidad de la pared arterial. Hasta una edad aproximada de 50-60 años, la presión
arterial, en general, es inferior en las mujeres. Sin embargo, los cambios hormonales
producidos durante la menopausia hacen que a partir de esa edad los valores se
aproximen bastante en ambos sexos. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La presión arterial tiene una cierta relación con el peso corporal por encima de ciertos
límites; los individuos obesos o incluso con sobrepeso tienen en general presiones
arteriales superiores a los que tienen un peso normal.

La pérdida de peso en estas personas obesas se acompaña de una reducción de las


cifras de presión arterial. La actividad física y mental y también el estado emocional
modifican la presión arterial; el ejercicio físico o las situaciones de estrés mental o
emocional elevan la presión arterial.

Regulación de la Presión Arterial

El objetivo de la regulación de la presión arterial sistémica, dentro de unos límites


fisiológicos óptimos, es el mantenimiento de la perfusión adecuada de los órganos y

118
tejidos del cuerpo. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

La regulación de la presión arterial se realiza a tres niveles:

1. Regulación nerviosa: es un sistema de acción rápida que corrige las desviaciones


de aquélla; actúa a corto plazo (segundos, minutos, algunas horas), pero no tiene
capacidad de corrección en plazos más largos (días). Se ejerce mediante
mecanismos nerviosos que implican la actividad de SNS y SNP.
2. Regulación renal: es una regulación del volumen circulante y por tanto del GC,
mediante la capacidad del riñón de regular la excreción de agua y electrólitos.
Actúa a largo plazo, y no es un mecanismo de corrección de la presión arterial
ante variaciones momentáneas.
3. Regulación hormonal/humoral: depende de la acción integrada de efectos de los
agentes vasodilatadores y vasoconstrictores sobre las arterias y arteriolas de
resistencia. Así un aumento de los agentes constrictores provocará un aumento de
la RPT, y por tanto de la PA, mientras que el predominio vasodilatador producirá
los efectos opuestos.

Patologías más Frecuentes

 Arritmias

Se denominan así las alteraciones del ritmo, la conducción del impulso y la frecuencia
cardíaca. Cuando aumenta la frecuencia, se denomina taquicardia y cuando ésta
disminuye, bradicardia. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

 Soplos

Son sonidos anormales que se pueden escuchar por auscultación cardíaca. La sangre
fluye silenciosamente mientras el flujo es uniforme, pero si golpea una obstrucción o pasa
a través de un orificio estrecho, se crean turbulencias que pueden originar sonidos

119
silbantes, denominados soplos. Las principales causas de los soplos son las alteraciones
valvulares.

 Cardiopatía isquémica

Conjunto de trastornos de diferente etiología en los que existe un desequilibrio entre el


flujo coronario y las necesidades de oxígeno. La causa más frecuente es la oclusión
parcial de las arterias coronarias por un proceso aterotrombótico o por vasoconstricción.

 Angina de pecho

Dolor cardíaco, consecuencia de un proceso isquémico miocárdico, generalmente cuando


el trabajo que ha de realizar el corazón resulta demasiado intenso en proporción al flujo
sanguíneo que recibe. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

 Infarto de Miocardio

Cuando la irrigación de una parte del miocardio se interrumpe por un proceso oclusivo
permanente de origen aterotrombótico, se producen cambios morfológicos y metabólicos
que pueden acabar en muerte celular (infarto de miocardio).

 Hipertensión

Es una elevación mantenida de la presión arterial, con cifras superiores a 140/90 mmHg.
El origen de la hipertensión es desconocido en la mayoría de los casos y sólo una mínima
parte está relacionada con alteraciones renales u hormonales. La hipertensión puede ser
causa de accidentes cerebrovasculares cardíacos e insuficiencia renal. Como
consecuencia del aumento mantenido de la poscarga, el ventrículo izquierdo puede
hipertrofiarse para intentar compensar dicho aumento.

120
 Vena varicosa

Se originan cuando la presión venosa se mantiene elevada durante períodos prolongados


de tiempo, lo que provoca un aumento del volumen de sangre, en las venas superficiales
y una dilatación permanente de la pared que provoca a largo plazo una incompetencia
valvular e insuficiencia venosa. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Edema

Es la acumulación excesiva de líquido en el espacio intersticial; se produce cuando la


cantidad de líquido filtrado es mucho mayor que el drenaje linfático. Esta situación se da
en circunstancias de baja presión oncótica capilar (desnutrición, pérdida de proteínas
plasmáticas por el riñón), aumento anormal de la permeabilidad capilar, aumento de la
presión hidrostática capilar en el extremo venoso (insuficiencia cardíaca, varices) o
drenaje linfático insuficiente. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Importancia del Aparato Circulatorio en la Nutrición

Formado por el corazón y los vasos sanguíneos. Se encarga de transportar:

1- Los nutrientes (desde el aparato digestivo) y el oxígeno (desde el aparato


respiratorio) hasta las células.
2- Las sustancias de desecho desde las células hasta el aparato respiratorio (dióxido
de carbono) y hasta el aparato excretor (sales minerales, agua y productos
nitrogenados).
3- Las hormonas desde las glándulas donde se fabrican hasta los órganos efectores,
donde ejercen su función. (web.educastur.princast.es, 2016)

La circulación sanguínea en el ser humano se dice que es cerrada, porque la sangre


circula por el interior de vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y corazón, es
completa, porque nunca se mezclan la sangre arterial y la venosa, y es doble, porque

121
tiene dos circuitos: el circuito de la circulación mayor (general o sistémico) y el circuito de
la circulación menor (pulmonar). (web.educastur.princast.es, 2016)

3.3 Sistema Reproductivo y Hormonal. Definición del Aparato Reproductor


Masculino y Femenino. Función, Estructura, Desarrollo e Importancia en la
Nutrición. Hormonas que Intervienen en el Desarrollo Reproductivo, Testosterona,
Estrógenos, Progesterona. Alteraciones más comunes

Regulación Endócrina de la Reproducción

Las funciones de los testículos y los ovarios se regulan por hormonas gonadotrópicas
segregadas por la hipófisis anterior. Las gonadotropinas estimulan en las gónadas la
secreción de sus hormonas esteroideas sexuales, y estas hormonas esteroideas, a su
vez, ejercen un efecto inhibidor sobre la secreción de las gonadotropinas. Esta interacción
entre la hipófisis anterior y las gónadas forma un bucle de retroinhibición.

Los testículos embrionarios son glándulas endocrinas activas durante el primer trimestre
de la gestación, segregando grandes cantidades de testosterona necesarias para
masculinizar los genitales externos del embrión y los órganos sexuales accesorios.

Por el contrario, los ovarios no maduran hasta el tercer trimestre del embarazo. Sin
embargo, la secreción de testosterona en el feto masculino declina durante el segundo
trimestre del embarazo, de modo que las gónadas de ambos sexos están relativamente
inactivas en el momento del nacimiento. (Ira Fox, 2008)

Antes de la pubertad, tanto los niños como las niñas tienen concentraciones igualmente
bajas de esteroides sexuales (andrógenos y estrógenos). Aparentemente, esto no se
debe a deficiencias de la capacidad de las gónadas de producir estas hormonas, sino a la
falta de una estimulación suficiente.

122
Durante la pubertad, las gónadas segregan cantidades crecientes de esteroides sexuales
como resultado de un aumento de la estimulación por las gonadotropinas de la hipófisis
anterior.

Interacciones entre el Hipotálamo, la Hipófisis y las Gónadas

La hipófisis anterior produce y secreta dos gonadotropinas, la FSH (hormona estimulante


del folículo) y la LH (hormona luteinizante).

Aunque estas dos hormonas reciben el nombre de acuerdo con sus acciones en la mujer,
las mismas hormonas son secretadas por la hipófisis del varón. (En el varón, la LH se
denomina a veces hormona estimulante de las células intersticiales y se abrevia ICSH;
como es idéntica a la LH de las mujeres, es más sencillo y habitual referirse a ella como
LH en ambos, varones y mujeres). (Ira Fox, 2008)

Las gonadotropinas de ambos sexos ejercen tres efectos fundamentales sobre las
gónadas:

 Estimulación de la espermatogénesis u ovogénesis (formación de los


espermatozoides o los óvulos).
 Estimulación de la secreción hormonal gonadal.
 Mantenimiento de la estructura de las gónadas (las gónadas se atrofian si se
extirpa la hipófisis).

La secreción de LH y de FSH por la hipófisis anterior se estimula por una hormona


producida por el hipotálamo y segregada a los vasos del sistema porta hipotálamo-
hipofisario.

Esta hormona liberadora recibe a veces el nombre de LHRH (hormona liberadora de la


hormona luteinizante). Dado que hasta la fecha han fracasado los intentos de encontrar
una hormona liberadora de FSH independiente, dado que la LHRH estimula tanto la

123
secreción de FSH como la de LH, a menudo la LHRH recibe el nombre de hormona
liberadora de gonadotropinas (GnRH). (Ira Fox, 2008)

Si se castra un animal macho o hembra (se extirpan quirúrgicamente sus gónadas),


aumenta la secreción de FSH y de LH muy por encima de sus niveles en el animal intacto.
Esto demuestra que las gónadas secretan productos que ejercen un efecto de
retroinhibición sobre la secreción de gonadotropinas. Esta retroinhibición la ejercen en
gran parte los esteroides sexuales: estrógenos y progesterona en la mujer, y testosterona
en el varón.

El efecto de retroinhibición de las hormonas esteroideas se produce por medio de dos


mecanismos:

 Inhibición de la secreción de GnRH por el hipotálamo, y


 Inhibición de la respuesta hipofisaria a una determinada cantidad de GnRH.

Además de las hormonas esteroideas, los testículos y los ovarios segregan una hormona
polipeptídica denominada inhibina. La inhibina se segrega por las células de Sertoli de los
túbulos seminíferos en los varones y por las células de la granulosa de los folículos
ováricos en las hembras. Esta hormona inhibe de forma específica la secreción de FSH
por la hipófisis anterior sin afectar a la secreción de LH. (Ira Fox, 2008)

Aunque las interacciones hipotálamo-hipófisis-gónadas son similares en ambos sexos,


existen importantes diferencias. La secreción de las gonadotropinas y de los esteroides
sexuales es más o menos constante en los varones adultos.

Por el contrario, en las mujeres adultas, la secreción de gonadotropinas y de esteroides


sexuales muestra variaciones cíclicas (durante el ciclo menstrual). Además, durante una
fase del ciclo femenino (poco antes de la ovulación) el estrógeno ejerce una retro
activación sobre la secreción de LH.

Los estudios han demostrado que la secreción de GnRH por el hipotálamo es pulsátil y no
continua, y por ello la secreción de FSH y de LH sigue este patrón pulsátil. Esta secreción

124
pulsátil es necesaria para evitar la desensibilización y la regulación por disminución de las
glándulas diana. (Ira Fox, 2008)

Parece que la frecuencia de pulsos de secreción, además de su amplitud (cuánta


hormona se segrega por cada pulso) afectan a la respuesta de la glándula diana a la
hormona.

Por ejemplo, se ha propuesto que en las mujeres una baja frecuencia de pulsos de GnRH
estimula de forma preferente la secreción de FSH, mientras que los pulsos más rápidos
de GnRH favorecen la secreción de LH.

El inicio de la pubertad

La secreción de FSH y de LH es elevada en el momento del nacimiento y permanece


relativamente alta durante los seis primeros meses de vida posnatal, pero luego cae a
niveles muy bajos hasta la pubertad. (Ira Fox, 2008)

La pubertad se desencadena por el aumento de la secreción de LH. La secreción de LH


es pulsátil y tanto la frecuencia como la amplitud de los pulsos de LH se incrementan en la
pubertad (la secreción es mayor por la noche que durante el día).

En los animales como las ratas y las ovejas, la baja secreción de LH antes de la pubertad
se debe a la alta sensibilidad del hipotálamo a los efectos de retroinhibición de las
hormonas gonadales.

La elevación de la secreción de LH en la pubertad se produce por un descenso de la


sensibilidad del hipotálamo a estos efectos de retroinhibición. Con menos inhibición, se
eleva la secreción de GnRH, lo cual produce el aumento de la secreción de LH (y FSH).
(Ira Fox, 2008)

Sin embargo, esto no parece ser así en los primates, incluidos los seres humanos. En
éstos, el aumento de la secreción de GnRH se produce con independencia de las
hormonas gonadales.

125
La pubertad en los seres humanos es pues el resultado de las modificaciones en el
hipotálamo que permiten el aumento de la secreción de GnRH para que estimule la
secreción pulsátil de LH. Los estudios en monos sugieren que antes de la pubertad la
secreción de GnRH está inhibida por neuronas que liberan el neurotransmisor GABA,
mientras que esta inhibición se reduce en la pubertad.

También en la pubertad, está aumentada la estimulación por el neurotransmisor


glutamato. Por medio de estas y otras modificaciones del hipotálamo, el aumento de la
secreción de LH (y FSH) desde la hipófisis anterior impulsa los demás cambios que
producen la pubertad. (Ira Fox, 2008)

Debido al aumento de los pulsos de LH en la pubertad, las gónadas secretan mayores


cantidades de hormonas sexuales esteroideas. A su vez, el aumento de la secreción de
testosterona por los testículos y de 17b-estradiol (el estradiol es el principal estrógeno u
hormona sexual femenina) por los ovarios durante la pubertad produce variaciones
corporales características de los dos sexos.

Estas características sexuales secundarias son la manifestación física de los cambios


hormonales que tienen lugar durante la pubertad.

Por ejemplo, la elevación de la secreción de estradiol en las niñas estimula las placas
epifisarias de crecimiento de los huesos, produciendo un estirón; éste es el primer signo
de la pubertad.

El estradiol estimula también el crecimiento de las mamas y, un poco después (a una


edad promedio de 11 a 13 años) la menarquia (el primer flujo menstrual). En los niños, el
incremento de la secreción de testosterona produce el crecimiento del pene y los
testículos, así como la mayoría de las demás características sexuales secundarias del
varón. (Ira Fox, 2008)

La testosterona estimula también el crecimiento en los niños (a través de su conversión


en estrógeno dentro de las placas epifisarias de crecimiento), pero el estirón del
crecimiento tiene lugar a una edad posterior al de las niñas.

126
Sin embargo, la testosterona estimula la adición de hueso nuevo bajo el periostio (la
membrana que rodea a los huesos) más que los estrógenos; esto da cuenta de los
huesos más gruesos y largos de los varones que los de las mujeres.

Curiosamente, el crecimiento del pelo en las regiones púbica y axilar en los chicos y las
chicas se estimula principalmente por un incremento de la secreción de andrógenos por la
corteza suprarrenal al comienzo de la pubertad. La maduración del eje hipofisario-
suprarrenal está separada de los cambios puberales del eje hipofisario-gonadal. (Ira Fox,
2008)

La edad a la que comienza la pubertad está relacionada con la cantidad de grasa corporal
y el nivel de actividad física del niño. La edad promedio de la menarquia (la primera
menstruación) es más tardía (a los 15 años de edad) en las niñas muy activas físicamente
que en la población general (edad de 12.6 años).

La causa de esto parece ser el requisito de un mínimo porcentaje de grasa corporal para
que se inicie la menstruación; esto puede representar un mecanismo favorecido por la
selección natural para asegurar que una mujer podrá terminar con éxito el embarazo y
alimentar al niño.

Los datos recientes sugieren que para la pubertad es necesaria la secreción de leptina
por los adipocitos. En etapas posteriores de la vida, las mujeres delgadas y físicamente
activas pueden tener ciclos irregulares y amenorrea (cese de la menstruación). (Ira Fox,
2008)

Esto puede tener también relación con el porcentaje de grasa corporal. Sin embargo,
también hay datos de que el ejercicio físico puede actuar inhibiendo la secreción de GnRH
y de gonadotropinas.

Glándula Pineal

Se conoce mal el papel de la glándula pineal (epífisis) en la fisiología humana. Se sabe


que la pineal, una glándula localizada en la profundidad del encéfalo, segrega la hormona

127
melatonina como un derivado del aminoácido triptófano y que la producción de esta
hormona está influida por los ciclos de luz-oscuridad.

La glándula pineal de algunos vertebrados posee fotorreceptores directamente sensibles


a la luz ambiental. Aunque en las glándulas pineales de los mamíferos no existen tales
fotorreceptores, se ha demostrado que la secreción de melatonina aumenta por la noche y
disminuye durante la luz del día. (Ira Fox, 2008)

El efecto inhibidor de la luz sobre la secreción de melatonina en los mamíferos es


indirecto. La secreción pineal se estimula por neuronas simpáticas posganglionares que
se originan en el ganglio cervical superior; a su vez, la actividad de estas neuronas se
inhibe por vías nerviosas activadas por la luz que accede a la retina.

Existen numerosas pruebas de que la melatonina puede inhibir la secreción de


gonadotropina y por lo tanto tener un efecto anti gónada en muchos vertebrados. Sin
embargo, todavía no se ha establecido con claridad el papel de la melatonina en la
regulación de la reproducción humana.

Aparato reproductor masculino

La LH estimula la secreción de testosterona por las células de Leydig del tejido intersticial
de los testículos. La testosterona, un potente andrógeno, actúa manteniendo la estructura
y función de los órganos sexuales accesorios masculinos y promoviendo el desarrollo de
las características sexuales secundarias masculinas. (Ira Fox, 2008)

Las células de Sertoli de los túbulos seminíferos son estimuladas por la FSH. Para iniciar
la espermatogénesis es necesaria la cooperación entre las acciones de la FSH y la
testosterona.

Los testículos constan de dos partes o compartimientos (los túbulos seminíferos, en los
que se produce la espermatogénesis, y el tejido intersticial, que contiene las células de
Leydig secretoras de testosterona).

128
Los túbulos seminíferos suponen aproximadamente el 90% del peso del testículo adulto.
El tejido intersticial es una fina malla de tejido conjuntivo que rellena los espacios entre los
túbulos.

Las células más abundantes en el tejido intersticial son las células de Leydig, pero el
tejido intersticial también tiene abundantes capilares sanguíneos y linfáticos para
transportar las hormonas a los testículos. (Ira Fox, 2008)

Con respecto a la acción de las gonadotropinas, los testículos están estrictamente


compartimentados. Las proteínas receptoras celulares para la FSH se encuentran de
forma exclusiva en los túbulos seminíferos, en los que están confinadas las células de
Sertoli.

Las proteínas receptoras de LH se encuentran exclusivamente en las células intersticiales


de Leydig. La secreción de testosterona por las células de Leydig se estimula por la LH
pero no por la FSH. En los túbulos, la espermatogénesis obedece a la estimulación por la
FSH. Sin embargo, la aparente simplicidad de esta compartimentación es una ilusión,
porque los dos compartimientos pueden interaccionar entre sí de formas complejas.

Control de la Secreción de Gonadotropinas

La castración de un animal macho tiene como consecuencia un incremento inmediato de


la secreción de FSH y LH. Esto demuestra que las hormonas segregadas por los
testículos ejercen un control por retroinhibición sobre la secreción de gonadotropinas.

Si se inyecta testosterona al animal castrado, la secreción de LH puede volver a los


niveles anteriores (previos a la castración). Esto constituye un ejemplo clásico de
retroinhibición, la LH estimula la secreción de testosterona por las células de Leydig y la
testosterona inhibe la secreción hipofisaria de LH. (Ira Fox, 2008)

En los toros y los carneros, un producto hidrosoluble (y por lo tanto un péptido y no un


esteroide) producido por los túbulos seminíferos suprime de forma específica la secreción
de FSH. Esta hormona, producida por las células de Sertoli, recibe el nombre de inhibina.

129
También se ha demostrado que los túbulos seminíferos de los testículos humanos
producen inhibina, que inhibe la secreción de FSH en los hombres. (Existen datos de que
también los ovarios producen inhibina, que puede actuar como una hormona y como un
regulador paracrino de los ovarios.)

Aparato Reproductor Femenino

Los ovarios contienen un gran número de folículos, cada uno de los cuales encierra un
óvulo. Algunos de estos folículos maduran durante el ciclo ovárico, y el óvulo que
contienen progresa a la fase de ovocito secundario de la meiosis.

En la ovulación, el folículo de mayor tamaño se rompe para expulsar del ovario un ovocito
secundario. El folículo vacío se convierte entonces en un cuerpo lúteo, que termina por
degenerar al final de un ciclo sin fecundación.

Los dos ovarios, tienen el tamaño y la forma de almendras grandes, y están suspendidos
de la cintura pélvica por ligamentos. Cada ovario está cubierto por extensiones de las
trompas de Falopio denominadas fimbrias. Los óvulos liberados del ovario en un proceso
que recibe el nombre de ovulación, son impulsados al interior de las trompas por la acción
del revestimiento epitelial ciliado que recubre las trompas. (Ira Fox, 2008)

La luz de cada una de las trompas se comunica con el útero (o matriz), un órgano
muscular en forma de pera sostenido por ligamentos en su lugar en el seno de la cavidad
pélvica.

El útero consta de tres capas:

 La capa externa de tejido conjuntivo es el perimetrio


 La capa media de tejido muscular liso es el miometrio
 La capa interna epitelial el endometrio

130
El endometrio es un epitelio escamoso estratificado no queratinizado que consta de un
estrato basal y de un estrato funcional más superficial. El estrato funcional, que se
engruesa cíclicamente como resultado de la estimulación por los estrógenos y la
progesterona, se desprende en la menstruación.

El útero se estrecha para formar el cuello que se abre a la vagina tubular. La única barrera
física entre la vagina y el útero es un tapón de moco cervical. Estas estructuras —la
vagina, el útero y las trompas de Falopio (constituyen los órganos sexuales accesorios de
la mujer). (Ira Fox, 2008)

Lo mismo que los órganos sexuales accesorios del varón, el aparato reproductor
femenino se afecta por las hormonas gonadales esteroideas. Las variaciones cíclicas de
la secreción ovárica, que se describirán en el apartado siguiente, producen modificaciones
cíclicas del revestimiento epitelial del aparato reproductor.

La abertura vaginal está localizada inmediatamente por detrás del orificio de la uretra.
Ambas aperturas están cubiertas por pliegues longitudinales, los labios menores internos
y los labios mayores externos.

El clítoris, una pequeña estructura compuesta en gran parte por tejido eréctil, está situado
en el borde anterior de los labios menores.

Los miomas uterinos (leiomiomas) son crecimientos no malignos (neoplasmas) que


incluyen también una matriz extracelular abundante. Los síntomas, incluyendo un
sangrado menstrual profuso y dolor pélvico, pueden ser producidos por miomas de entre
10 mm o 20 cm. (Ira Fox, 2008)

Las hormonas sexuales ováricas, estradiol y progesterona, estimulan su crecimiento y los


miomas uterinos tienen concentraciones altas de receptores de estradiol y progesterona.

Debido a que la mayoría de los miomas se producen dentro de la pared del útero, el
tratamiento quirúrgico suele requerir una histerectomía (eliminación quirúrgica del útero).
De hecho, la mayoría de las histerectomías se realizan debido a los miomas uterinos.

131
Ciclo Ovárico

Las células germinales que migran a los ovarios durante el desarrollo embrionario
temprano se multiplican, de forma que aproximadamente a los cinco meses de la
gestación (vida prenatal) los ovarios contienen en torno a 6 ó 7 millones de ovogonias. (Ira
Fox, 2008)

La mayoría de estas ovogonias muere antes del nacimiento a través de un proceso de


apoptosis. Las ovogonias restantes inician la meiosis hacia el final de la gestación, en
cuyo momento reciben el nombre de ovocitos primarios.

Lo mismo que la espermatogénesis en el varón, la ovogénesis se detiene en la profase I


de la primera división meiótica. Por lo tanto, los ovocitos primarios son todavía diploides.

Los ovarios de una niña recién nacida contienen unos 2 millones de ovocitos. Cada uno
de ellos está contenido en su propia bola hueca de células, el folículo ovárico. En la época
en que la niña alcanza la pubertad, el número de ovocitos y folículos se ha reducido a
unos 400 000.

Durante los años fértiles de la mujer sólo unos 400 de estos ovocitos ovularán y el resto
morirá por apoptosis. La ovogénesis cesa completamente en la menopausia (la época en
que se detiene la menstruación). (Ira Fox, 2008)

Los ovocitos primarios no estimulados a completar la primera división meiótica están


contenidos en diminutos folículos primordiales.

Los científicos han creído durante mucho tiempo que los ovocitos primarios y los folículos
primarios no podían renovarse después del nacimiento (que una niña nace con todos los
que llegará a tener y que los que se pierden no pueden reemplazarse).

Recientemente, se ha cuestionado este enfoque por una comunicación sorprendente que


demuestra la producción posnatal continua en los ratones de nuevos ovocitos y folículos
primarios.

132
Sin embargo, en el momento en que escribimos esto, no se ha demostrado en los ovarios
humanos la producción posnatal de nuevos ovocitos a partir de células madre como en
los ovarios del ratón (análoga a la producción continua de nuevos espermatocitos en los
testículos). (Ira Fox, 2008)

Aunque el estudio en el ratón debe considerarse en este momento como preliminar, se


presenta aquí debido a que ilustra muy bien la integridad de la empresa científica: los
científicos pueden publicar retos a las suposiciones mantenidas durante mucho tiempo y
otros muchos científicos están deseando evaluar las pruebas del reto. Si las pruebas son
suficientes, la comunidad científica modificará sus suposiciones mantenidas durante
mucho tiempo.

Los folículos primarios inmaduros constan de una única capa de células foliculares. En
respuesta a la estimulación de la FSH, algunos de estos ovocitos se hacen más grandes y
las células foliculares se dividen para producir numerosas capas de células de la
granulosa que rodean al ovocito y llenan el folículo.

Algunos folículos primarios serán estimulados para que crezcan todavía más y
desarrollarán algunas cavidades llenas de líquido denominadas folículos secundarios. El
crecimiento sostenido de uno de estos folículos irá acompañado de la fusión de sus
vesículas para formar una única cavidad llena de líquido denominada antro. En esta fase
el folículo se conoce como folículo maduro o de Graff. (Ira Fox, 2008)

A medida que se desarrolla el folículo, el ovocito primario completa su primera división


meiótica. Ésta no forma dos células completas, debido a que sólo una célula —el ovocito
secundario (recibe todo el citoplasma).

La otra célula formada en este momento se convierte en un pequeño cuerpo polar que
termina por fragmentarse y desaparecer. Esta división desigual del citoplasma asegura
que el óvulo será lo suficientemente grande como para convertirse en un embrión viable
en caso de que se produzca la fecundación.

133
El ovocito secundario empieza entonces la segunda división meiótica, pero la meiosis se
detiene en la metafase II. La segunda división meiótica sólo se completa por un ovocito
que ha sido fecundado. El ovocito secundario, detenido en la metafase II, está contenido
en un folículo de Graff. Las células de la granulosa de este folículo forman un anillo
alrededor del ovocito y un cúmulo que soporta el ovocito. Este cúmulo recibe el nombre
de cúmulo ovárico. El anillo de células de la granulosa que rodean el ovocito es la corona
radiada. Entre el ovocito y la corona radiada existe una capa de proteínas y polisacáridos
análoga a un gel que recibe el nombre de zona pelúcida.

La zona pelúcida es importante porque supone una barrera a la capacidad de un


espermatozoide de fecundar un ovocito ovulado. (Ira Fox, 2008)

Vaso Sanguíneo

Bajo la estimulación de la FSH de la hipófisis anterior, las células de la granulosa de los


folículos ováricos segregan cantidades crecientes de estrógeno a medida que crecen los
folículos. Es interesante que las células de la granulosa producen estrógeno a partir de
su precursor testosterona, proporcionada por las células de la teca interna, la capa
situada inmediatamente por fuera del folículo.

Ovulación

Habitualmente, entre el décimo y decimocuarto día desde el comienzo de la


menstruación, solamente un folículo ha continuado su crecimiento para convertirse en un
folículo de Graff plenamente maduro. Durante este ciclo otros folículos secundarios
experimentan una regresión y se vuelven atrésicos (un término que significa sin abertura)
y que alude a su incapacidad de romperse.

La atresia de los folículos, o degeneración, es un tipo de apoptosis consecuencia de una


compleja interrelación entre hormonas y reguladores paracrinos. Las gonadotropinas
(FSH y LH), así como diversos reguladores paracrinos y estrógenos, actúan protegiendo a
los folículos de la atresia. Por el contrario, diversos reguladores paracrinos, entre los que

134
se encuentran los andrógenos y el ligando de FAS, promueven la atresia de los folículos.
(Ira Fox, 2008)

El folículo protegido de la atresia y que ha evolucionado a un folículo de Graff se hace tan


grande que forma un relieve sobre la superficie del ovario. En condiciones hormonales
adecuadas, este folículo se romperá (de una forma similar al estallido de una ampolla) y
expulsará su ovocito a la trompa de Falopio en el proceso de la ovulación.

La célula liberada es un ovocito secundario, rodeado por la zona pelúcida y la corona


radiada. Si no se fecunda, degenerará en un par de días. Si un espermatozoide atraviesa
la corona radiada y la zona pelúcida y penetra en el citoplasma del ovocito secundario,
entonces el ovocito completará la segunda división meiótica.

En este proceso, ocurre de nuevo una división desigual del citoplasma; la mayoría queda
en el cigoto (el huevo fecundado) dejando otro cuerpo polar, el cual, lo mismo que el
primero, degenera. (Ira Fox, 2008)

Después de la ovulación siguen produciéndose modificaciones en el ovario. El folículo


vacío, bajo la influencia de la hormona luteinizante de la hipófisis anterior, experimenta
alteraciones estructurales y bioquímicas para convertirse en un cuerpo lúteo (cuerpo
amarillo).

A diferencia de los folículos ováricos, que sólo segregan estrógeno, el cuerpo lúteo
segrega dos hormonas esteroideas sexuales: estrógeno y progesterona. Hacia el final del
ciclo en el que no se ha producido fecundación, el cuerpo lúteo regresa para convertirse
en un cuerpo blanquecino no funcionante. El término eje hipófiso-ovárico alude a las
interacciones hormonales existentes entre la hipófisis anterior y los ovarios.

La hipófisis anterior segrega dos hormonas gonadótropas, la hormona estimulante del


folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH), ambas promueven variaciones cíclicas de la
estructura y la función de los ovarios. La secreción de ambas gonadotropinas, como se ha
descrito anteriormente, está controlada por una única hormona liberadora del hipotálamo,

135
la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) y por efectos de retroacción de
hormonas segregadas por los ovarios. (Ira Fox, 2008)

Dado que una hormona liberadora es capaz de estimular la secreción tanto de FSH como
de LH, cabría esperar variaciones paralelas de la secreción de estas gonadotropinas. Sin
embargo, no es esto lo que sucede.

La secreción de FSH es ligeramente mayor que la de LH durante la primera fase del ciclo
menstrual, mientras que la secreción de LH supera con mucho a la secreción de FSH
inmediatamente antes de la ovulación.

Se cree que estas diferencias son el resultado de efectos de retroalimentación de los


esteroides sexuales ováricos, que pueden modificar la cantidad de GnRH segregada, la
frecuencia de pulsos de la secreción de GnRH, y la capacidad de las células de la
hipófisis anterior para segregar FSH y LH. Estas interacciones complejas provocan un
patrón de secreción hormonal que regula las fases del ciclo menstrual. (Ira Fox, 2008)

Ciclo menstrual

Las variaciones cíclicas de la secreción de gonadotropinas por la hipófisis anterior


producen las alteraciones ováricas durante el ciclo mensual. El ciclo ovárico va
acompañado de alteraciones cíclicas de la secreción de estradiol y progesterona, que
interaccionan con el hipotálamo y la hipófisis para regular la secreción de gonadotropinas.

Las variaciones cíclicas de la secreción hormonal ovárica también dan lugar a


alteraciones del endometrio y del útero durante un ciclo menstrual. Los seres humanos,
los simios y los monos del Viejo Mundo tienen ciclos de actividad ovárica que se repiten
aproximadamente a intervalos de un mes; de ahí el nombre ciclo menstrual.

El término menstruación se utiliza para describir el desprendimiento periódico del estrato


funcional del endometrio, que aumenta de espesor antes de la menstruación bajo la
estimulación de las hormonas esteroideas ováricas. (Ira Fox, 2008)

136
En los primates (diferentes de los monos del Nuevo Mundo) este desprendimiento del
endometrio se acompaña de sangrado. No existe sangrado cuando la mayor parte de los
restantes mamíferos desprenden su endometrio, por lo tanto, sus ciclos no reciben el
nombre de ciclos menstruales.

En las hembras de los seres humanos y de otros primates que tienen ciclos menstruales,
el coito puede estar permitido en cualquier momento del ciclo. Por el contrario, las
hembras de los mamíferos no primates solamente son receptivas sexualmente (en celo o
en estro) en determinados momentos de sus ciclos, poco antes o poco después de la
ovulación.

Por lo tanto, se dice que estos animales tienen ciclos del estro. En algunos animales
(como los perros y los gatos) con ciclos del estro se produce sangrado poco antes de que
permitan el coito.

Este sangrado es el resultado de una elevada secreción de estrógenos y no está


relacionado con el desprendimiento del endometrio.

El sangrado que acompaña a la menstruación, por el contrario, está producido por la


caída de la secreción de estrógeno y progesterona. (Ira Fox, 2008)

3.4 Aparato Urinario. Riñón, Nefronas, Glomérulos, Depuración Renal, Uréteres,


Anatomía y Función. Enfermedades más Frecuentes, Vejiga y Uretra, Anatomía y
Fisiología

Funciones del Sistema Renal

Las funciones principales de los riñones, que junto con los uréteres, la vejiga y la uretra
forman el aparato urinario son:

137
 La regulación de la osmolaridad y el volumen de los líquidos corporales mediante
el control del volumen plasmático y del balance de la mayor parte de los iones del
líquido extracelular.
 La excreción de los productos de desecho producidos por el metabolismo celular y
de las sustancias químicas extrañas al organismo.
 La regulación de la presión arterial, entre otros mecanismos mediante la secreción
de factores vaso activos como la renina, que está implicada en la formación de la
angiotensina II.
 La regulación del equilibrio ácido-base, principalmente mediante la excreción de
ácidos. Esta acción es importante ya que muchas de las funciones metabólicas del
organismo son sensibles al pH.
 La regulación de la eritropoyesis, al secretar eritropoyetina que estimula la
producción de glóbulos rojos.
 La regulación de la vitamina D, ya que producen su forma más activa la
dihidroxivitamina, que participa en el metabolismo del calcio y fósforo.
 La gluconeogénesis, al sintetizar glucosa a partir de aminoácidos y otros
precursores en situaciones de ayuno prolongado, por lo que contribuye al
mantenimiento de la glucemia en esta situación. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Anatomía

Los riñones son un órgano par, de color pardo-rojizo que se hallan en la parte posterior
del peritoneo a ambos lados de la columna vertebral. Tienen forma de alubia con una
superficie lisa que presenta una profunda depresión en su borde interno que se denomina
el hilio renal, a través del cual pasan los vasos sanguíneos, los nervios y los uréteres.

El tamaño medio de un riñón adulto es de 10-12 cm de longitud, 5-7 cm de ancho y 3 cm


de espesor, con un peso aproximado de 115-155 g en mujeres y de 125-170 g en
hombres. El extremo renal superior se encuentra a nivel de la última vértebra dorsal, y el
inferior se extiende hasta la tercera vértebra lumbar (L3), encontrándose el riñón derecho
ligeramente más bajo que el izquierdo ya que el hígado ocupa un gran espacio en el lado

138
derecho. Están rodeados por una capa de grasa que se denomina grasa perirrenal y por
una cápsula fibrosa que engloba también a las glándulas suprarrenales, de las cuáles
están separados por una lámina fibrosa.

En una sección longitudinal de un riñón se distinguen dos regiones: la más externa o


corteza, situada debajo de la cápsula de color rojo-pardusco y de aspecto granuloso y la
más interna o médula de color más pálido y de aspecto estriado. La médula a su vez se
divide en médula externa, la más próxima a la corteza y en médula interna, la más alejada
de la corteza. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

La corteza renal no forma una capa separada de la médula, sino que existen
proyecciones hacia la médula que se denominan las columnas renales, hacia la corteza y
su vértice dirigido hacia el hilio, las pirámides renales separadas por las columnas renales
cuyo número varía entre 12 y 18.

Cada pirámide renal junto con la corteza renal asociada forma un lóbulo renal, por lo tanto
el riñón humano es multilobulado. El vértice de cada pirámide forma una papila renal que
se sitúa dentro de un cáliz menor.

La unión de varios cálices menores forman un cáliz mayor, y éstos se reúnen formando la
pelvis renal con forma de embudo, donde se recolecta la orina. La pelvis renal constituye
la región superior del uréter que es un tubo que sale del riñón en la zona del hilio y
transporta la orina hasta la vejiga urinaria, donde se acumula hasta su vaciamiento.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La nefrona (Estructura en el hombre)

Cada riñón contiene aproximadamente 1.2 millones de unidades funcionales


denominadas nefronas. Este número se reduce con la edad (aproximadamente 10% cada
10 años, a partir de los 40 años) ya que el riñón no tiene capacidad de regenerarlas.

139
La nefrona consiste en un grupo especializado de células que filtran la sangre, y modifican
posteriormente y de manera selectiva el líquido filtrado mediante la reabsorción y la
secreción de diferentes sustancias.

En cada nefrona se distingue dos componentes principales:

 El corpúsculo renal.
 El sistema tubular.

El corpúsculo renal

Presenta forma esférica con un tamaño de 100-150 μm de diámetro. Está formado por
una red de capilares interconectados, los capilares glomerulares, que forman el
glomérulo, y que se encuentran englobados dentro de la cápsula de Bowman. Los
capilares glomerulares se originan a partir de la arteriola aferente y se reúnen para formar
la arteriola eferente. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

La cápsula de Bowman constituye la parte inicial del sistema tubular de la nefrona que se
invagina para englobar el glomérulo dejando en su interior el espacio de Bowman, donde
se recoge el líquido filtrado en los glomérulos.

La capa interna (visceral) de la cápsula que está en contacto con los capilares del
glomérulo está formada por células epiteliales modificadas, los podocitos, con numerosas
proyecciones citoplasmáticas que se dirigen hacia las paredes de los capilares
glomerulares. En el corpúsculo renal hay además otras células, las células mesangiales,
que se encuentran localizadas entre los capilares glomerulares.

El Sistema Tubular

El sistema tubular se encuentra a continuación de la cápsula de Bowman, está formado


por una sola capa de células epiteliales que descansan sobre la membrana basal. La
estructura y la función de estas células varían mucho de unos segmentos a otros del

140
sistema tubular pero tienen en común la presencia de uniones estrechas entre las células
adyacentes. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

La porción tubular se divide en diferentes segmentos:

 Túbulo proximal.
 Asa de Henle.
 Túbulo distal.
 Túbulo colector.

El túbulo proximal se encuentra a continuación del corpúsculo renal, y en él se distinguen


dos zonas: Una cortical que presenta numerosos enrollamientos alrededor del glomérulo y
otra medular, la porción recta.

Las células tubulares de este segmento presentan las características propias de células
con una gran actividad metabólica, como son abundantes lisosomas y mitocondrias en el
citoplasma. Además contienen numerosas microvellosidades formando un borde en
cepillo que amplía la superficie de la célula.

A continuación se encuentra el asa de Henle formada por la rama descendente delgada,


cuyas células son aplanadas, presentan pocas microvellosidades y pocas mitocondrias, la
rama ascendente delgada y la rama ascendente gruesa, este último segmento está
formado por células de forma cúbica similares a las que se encuentran en el túbulo
proximal pero, a diferencia de éstas, tienen pocas microvellosidades pero contienen una
cantidad importante de mitocondrias. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La longitud de la rama descendente varía de unas nefronas a otras y depende de dónde


se encuentre situado su glomérulo. Los glomérulos situados en la parte más profunda de
la corteza, próximos a la médula, presentan un asa de Henle larga que se interna en la
médula e incluso puede llegar a la papila.

141
Este tipo de nefronas reciben el nombre de nefronas yuxtamedulares, que desempeñan
un papel importante en la formación de una orina concentrada. Sin embargo, las nefronas
corticales, cuyos glomérulos se encuentran en la parte más externa de la corteza
presentan un asa de Henle corta, éstas constituyen la mayor parte de las nefronas.

El asa de Henle se continúa con el túbulo distal que es más corto y más delgado que el
túbulo proximal. Está formado por células cúbicas con una estructura similar a la de la
rama ascendente gruesa. En su parte inicial presenta numerosos doblamientos similares
a los del túbulo proximal con los cuales se puede entremezclar. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Los túbulos distales de varias nefronas se unen por medio de los túbulos conectores para
formar los túbulos colectores que están formados por dos tipos de células: las principales
y las intercaladas. En cada túbulo colector cortical drenan de 8-10 nefronas, y se continúa
en dirección de la médula, con el túbulo colector medular externo y posteriormente con el
túbulo colector medular interno o papilar, que desembocan en los cálices de la pelvis
renal.

La circulación renal

El flujo sanguíneo renal (FSR) de un individuo adulto es de aproximadamente 1 200


ml/min, lo que representa alrededor de un 25 % del gasto cardíaco.

Este elevado aporte sanguíneo es necesario para que el riñón pueda llevar a cabo su
función de mantenimiento de la homeostasis del medio interno. La sangre llega a los
riñones a través de las arterias renales, que proceden de la aorta abdominal y se dividen
en una rama ventral y otra dorsal, antes de entrar en el riñón por el hilio renal. Dentro del
riñón, las arterias renales, que se dirigen hacia la periferia, forman las arterias
segmentarias (cinco por cada riñón).

Cada una de éstas, a su vez, se va dividiendo progresivamente en ramas cada vez más
pequeñas. Las primeras son las interlobulares que circulan entre las pirámides y las

142
columnas renales irrigando, por tanto, cada lóbulo renal correspondiente. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La estructura de las vías urinarias

La orina formada en los riñones se recoge en la pelvis renal y a través de las vías
urinarias que están formadas por los uréteres, la vejiga y la uretra sale al exterior, por lo
que la función de las vías urinarias es el transporte de la orina.

La nefrona es la unidad funcional del riñón y está constituida por dos componentes: el
corpúsculo renal (glomérulo y cápsula de Bowman) y el sistema tubular que está formado
por los uréteres.

Los uréteres son túbulos musculares retroperitoneales que descienden hacia la vejiga
adosados al músculo psoas. Tienen una longitud de unos 25-30 cm de largo en el adulto y
un diámetro que fluctúa entre 1 y 10 mm. A lo largo de su longitud, los uréteres presentan
estrechamientos donde los cálculos pueden quedar retenidos.

Los uréteres entran en la vejiga por su parte posteroinferior, atravesando diagonalmente


la gruesa pared en dirección anteromedial. Esta disposición hace que a medida que se
llena la vejiga, la presión en su interior comprime los orificios oblicuos de los uréteres e
impide el reflujo de la orina. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Las paredes de los uréteres están constituidas por tres capas que de dentro a fuera son:

 La mucosa
 La muscular
 La adventicia

La mucosa está formada por un epitelio de transición con células que varían su aspecto
desde pavimentosas hasta cúbicas y la lámina subyacente, la lámina propia. La mucosa

143
tiene pliegues longitudinales que permiten la distensión del uréter para favorecer el paso
de la orina.

En el epitelio existen células caliciformes que secretan moco que evitan el contacto de la
orina con la mucosa ya que la composición y el pH de la orina puede variar mucho.

La capa muscular está compuesta por dos capas de fibras musculares lisas, la capa
interna está en disposición longitudinal y la externa en circular. Esta disposición permite
movimientos peristálticos que favorecen el avance de la orina.

La capa exterior de los uréteres es la adventicia, de tejido conectivo laxo que se adhiere al
peritoneo parietal posterior. Esta capa contiene los vasos sanguíneos, los linfáticos y los
nervios. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Los uréteres reciben sangre de la arteria renal, de las arterias genitales (espermática u
ovárica) y lumbares, también recibe ramas de la arteria ilíaca así como de la vesical. El
retorno venoso acompaña a las arterias.

La inervación de los uréteres proviene de los plexos renal, genital e hipogástrico, y está
constituida por fibras simpáticas, parasimpáticas y sensitivas.

La vejiga

La vejiga urinaria es un saco formado por una membrana muscular que actúa como
reservorio de la orina. Tiene forma de pera, con el vértice en la parte anterior, detrás de la
sínfisis del pubis, y la parte ancha hacia abajo y atrás. Su tamaño y posición varía de
acuerdo con la cantidad de líquido que contenga. Se distinguen dos partes principales en
la vejiga urinaria:

 El trígono vesical, de forma triangular, en cuyos dos vértices superiores


desembocan los uréteres y de cuyo vértice inferior parte la uretra.

144
 El cuerpo vesical, de mayor tamaño y con capacidad de distensión para acumular
en su interior la orina. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La pared de la vejiga está formada, como en el caso de los uréteres, por tres capas que
de dentro a fuera son:

 La mucosa está formada por un epitelio de transición y una lámina propia además
de numerosos pliegues que permiten la distensión de la vejiga.
 La capa muscular recibe el nombre de músculo detrusor y está formada por tres
capas de fibras musculares lisas: la interna formada por fibras en disposición
longitudinal, la media en la que las fibras se disponen circularmente y la externa
donde las fibras se disponen longitudinalmente. Alrededor del orificio uretral las
fibras musculares forman el esfínter uretral interno.
 La capa más externa es la adventicia formada por tejido conectivo que es una
continuación de la de los uréteres. La vejiga recibe el riego sanguíneo de las
arterias vesicales superior e inferior, procedentes ambas de la arteria ilíaca
interna.

El retorno venoso es paralelo a las arterias. Las venas de la pared de la vejiga forman un
plexo venoso alrededor del cuello de la vejiga que desemboca en la vena hipogástrica. La
inervación de la vejiga proviene fundamentalmente del plexo hipogástrico, que conduce
fibras del sistema nervioso simpático; y del plexo pélvico, que conduce fibras del sistema
nervioso parasimpático. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

La uretra

Es el segmento final de las vías urinarias. La pared de la uretra está formada por las tres
capas similares a la de los otros componentes de las vías urinarias: la mucosa, la
muscular y la adventicia. La mucosa está formada por un epitelio estratificado o
pseudoestratificado, cilíndrico, con unas cuantas glándulas pequeñas que secretan moco.

145
La capa muscular está formada por dos capas de músculo liso, la más externa dispuesta
de manera circular y la interna en disposición longitudinal. Existen amplias diferencias
anatómicas entre la uretra femenina y la masculina.

En la mujer, la uretra tiene una longitud de aproximadamente 4 cm y está revestida por un


epitelio escamoso. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

En el hombre tiene una longitud aproximada de 20 cm y se distinguen 3 regiones:

 La uretra prostática.
 La uretra membranosa.
 La uretra esponjosa.

La primera de ellas tiene una longitud de unos 3 cm y, en ella desembocan la próstata y


los conductos deferentes pares. La uretra membranosa es la más corta, con una longitud
aproximada de 2.5 cm y en ella se encuentra el esfínter externo. El segmento más largo
corresponde a la uretra esponjosa que tiene 15 cm de longitud y termina en el meato
uretral.

El paso espontáneo de la orina desde la vejiga a la uretra no se produce por la existencia


de dos esfínteres, el esfínter uretral interno compuesto por fibras musculares lisas,
dispuestas en haces espirales, longitudinales y circulares, y el esfínter uretral externo que
está formado por músculo esquelético y se controla de manera voluntaria.

En la uretra predominan las terminaciones adrenérgicas y sobre las colinérgicas,


corresponden a la inervación simpática y parasimpática que procede de los nervios
hipogástricos y, en menor medida, de los pélvicos. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Además existe inervación somática que inerva el esfínter estriado, al igual que el suelo
pélvico a través de los nervios pudendos, recuerda; las vías urinarias están formadas por

146
la pelvis renal, los uréteres, la vejiga y la uretra. Su función es el transporte de la orina
formada por los riñones al exterior.

Fisiología

La principal función del riñón es la regulación del volumen y la composición del líquido
extracelular y la realiza a través de la constante filtración del plasma, y la subsiguiente
modificación del líquido filtrado, con objeto de recuperar las sustancias necesarias para el
organismo y excretar las que son dañinas o están en exceso. El líquido final que se forma
es la orina. Por tanto, la composición final de la orina es el resultado de tres mecanismos
diferentes:

 La filtración glomerular.
 La reabsorción tubular.
 La secreción tubular.

En condiciones normales el riñón reabsorbe el 99% del agua y sodio filtrado, así como
metabolitos importantes para el organismo como la glucosa y los aminoácidos.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La Filtración Glomerular

Es el proceso inicial en la formación de la orina y consiste en la filtración de una parte del


plasma que atraviesa los capilares glomerulares, a través de la membrana que separa la
sangre de los capilares glomerulares y la cápsula de Bowman.

El líquido filtrado se deposita en el espacio de Bowman pasando a continuación al túbulo


contorneado proximal. El filtrado glomerular en la cápsula de Bowman está constituido
principalmente por agua y por solutos de bajo peso molecular, en una concentración
similar a la del plasma, pero está casi totalmente libre de proteínas, ya que la barrera de
filtración es prácticamente impermeable a éstas.

147
La barrera de filtración está formada por tres capas:

 El endotelio del capilar glomerular


 La membrana basal
 Las células epiteliales, los podocitos, de la cápsula de Bowman.

La primera capa que tiene que atravesar el líquido filtrado son las células endoteliales de
los capilares que presentan numerosos poros o fenestraciones, de un tamaño (50-100 nm
de diámetro) que no permiten el paso de células sanguíneas. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La membrana basal, la segunda capa de la barrera de filtración, es una malla acelular


relativamente homogénea de glicoproteínas y proteoglicanos.

Esta capa impide el paso de moléculas grandes, especialmente proteínas, ya que


contienen ácido siálico y otros residuos aniónicos que proporcionan una fuerte carga
negativa, es decir, una resistencia electrostática al paso de macromoléculas negativas,
como es el caso de la mayor parte de las proteínas.

La capa más externa está constituida por los podocitos, células epiteliales. Los podocitos
presentan numerosas proyecciones citoplasmáticas que cubren los capilares
glomerulares, dejando espacios o hendiduras entre ellas de pequeño tamaño (20-30 nm
de diámetro), que impide el paso de moléculas de un peso mayor o igual a 100 000
daltons. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Asimismo, los podocitos están recubiertos de glicoproteínas aniónicas, que restringen aún
más el paso de sustancias cargadas negativamente.

En la región central del glomérulo, localizadas entre los capilares glomerulares, se


encuentran las células mesangiales.

148
Estas células no forman parte de la barrera de filtración, sino que juegan un papel como
elementos de soporte, como células con capacidad de fagocitosis de macromoléculas que
atraviesan el endotelio e incluso como reguladoras de la hemodinámica glomerular,
gracias a sus propiedades contráctiles, disminuyendo o aumentando el área de superficie
de filtración y el flujo sanguíneo glomerular.

La filtración glomerular depende de dos factores:

 La presión efectiva de filtración


 El coeficiente de filtración

La presión efectiva de filtración (PEF). Es la fuerza neta que produce el movimiento de


agua y solutos a través de la membrana glomerular. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Fisiopatología Renal

Las patologías renales más frecuentes en la práctica clínica son:

 Las glomerulopatías.
 El fracaso renal agudo (FRA).
 La insuficiencia renal crónica.

Las glomerulopatías son las enfermedades renales en las que la lesión renal y el fallo
funcional radican en el glomérulo, como la glomerulonefritis y el síndrome nefrótico. Las
características comunes a las glomerulopatías son:

1. Hematuria: frecuente, pero no constante. Ésta puede ser microscópica o


macroscópica.
2. Proteinuria: superior a 2g/24 horas.
3. Edema.

149
4. Hipertensión arterial consecuencia de una retención hidrosalina o de una
hipersecreción de renina.
5. Insuficiencia renal que se manifiesta por una disminución del filtrado glomerular y
oliguria. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Glomerulonefritis

Se produce por alteraciones inflamatorias en los capilares del glomérulo. Pueden dividirse
en función del tiempo de evolución en agudas (meses) y crónicas (años) y en función del
grado de afectación en glomerulonefritis focales y glomerulonefritis difusas. Se denominan
glomerulonefritis focales a aquellas en las que la lesión glomerular afecta tan sólo a un
grupo de glomérulos.

Suelen producirse durante la evolución de infecciones de tipo bacteriano, por lo que se


denominan intra infecciosas. Por el contrario, en las glomerulonefritis difusas el fallo
glomerular es extenso y se producen tras sensibilizaciones alérgicas, y son por lo tanto,
post-infecciosas. El daño glomerular puede ser permanente y la alteración evolucionar a
una insuficiencia renal crónica.

El Síndrome Nefrótico

Se caracteriza por una proteinuria masiva (mayor de 3.5 g/día), hipoalbuminemia, edema
así como dislipidemia. En algunos casos esto ocurre en presencia de un filtrado
glomerular normal, pero en la mayor parte de las situaciones se asocia con un cierto
grado de insuficiencia renal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La proteinuria es consecuencia de un aumento de la permeabilidad de la membrana


glomerular. La hipoalbuminemia se produce cuando el hígado es incapaz de compensar la
pérdida masiva de proteínas en la orina.

150
Dentro de las enfermedades que lo producen se puede incluir la glomerulonefritis crónica,
la amiloidosis, que se produce por el depósito de un material de naturaleza proteica
anormal en las paredes de los vasos, o la diabetes mellitus, que dañan seriamente la
membrana basal del glomérulo.

El Fracaso Renal Agudo

Se caracteriza por un deterioro rápido de la función renal que puede ser total o casi total.
El descenso del filtrado glomerular conlleva en la mayoría de los casos a oliguria. La
consecuencia más importante es la retención de agua y sodio y la consiguiente aparición
de edemas y acidosis. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

A menudo se asocia con anemia, ya que los riñones no producen suficiente cantidad de
eritropoyetina. El cuadro persiste hasta que el fracaso renal remite. Las causas pueden
ser múltiples e incluye: hipovolemia, lesión de los túbulos renales, cálculos renales, y la
administración de antiinflamatorios no esteroideos, entre otras.

La Insuficiencia Renal Crónica

Se produce por una pérdida progresiva de la filtración glomerular. El período de evolución


puede ser meses o años.

Entre las causas que lo provocan se encuentran la glomerulonefritis, la pielonefritis, la


pérdida traumática del tejido renal, ausencia congénita de tejido renal y la enfermedad
renal poliquística, que destruye las nefronas colindantes por compresión.

Existen diferentes grados de insuficiencia renal en función del número de nefronas


funcionales existentes, alcanzándose la fase terminal cuando el número de nefronas es
menor del 90%. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

151
La insuficiencia renal crónica se caracteriza por oliguria y un aumento de la concentración
sanguínea de productos de desecho del metabolismo celular.

Recuerda, diferentes situaciones patológicas pueden dañar los glomérulos renales de


forma directa o indirecta. Por lo general, la lesión afecta a la barrera de filtración con el
consiguiente aumento de la permeabilidad.

Las patologías renales más frecuentes en la práctica clínica son: la glomerulonefritis, el


síndrome nefrótico, el fracaso renal agudo y la insuficiencia renal crónica. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Síntesis de la Unidad III

En la presente unidad se abordaron diferentes sistemas de cuerpo humano, tales como: el


aparato respiratorio, urinario, cardiovascular y reproductivo. Cada uno de ellos está
constituido por los órganos que interfieren en su función.

El sistema respiratorio aporta al cuerpo los gases necesarios para su correcto


funcionamiento. El sistema urinario ayuda al cuerpo a la absorción de nutrientes y al
desecho de líquidos innecesarios para el mismo. El sistema cardiovascular regula las
funciones cardiacas. El sistema reproductivo aporta las hormonas necesarias para la
reproducción del ser humano.

152
UNIDAD IV
SISTEMA NERVIOSO

Objetivo de la Unidad: Conoce e identifica la estructura y desarrollo del sistema nervioso


y las alteraciones que se presentan.

4.1 Estructura y Función de los Elementos del Sistema Nervioso. Importancia de la


Nutrición en el Desarrollo del Sistema Nervioso. Alteraciones Patológicas más
frecuentes

Este sistema controla el funcionamiento de todas las células del cuerpo humano. Actúa
como una central de comunicaciones, en estrecha colaboración con el sistema endocrino.

Ambos sistemas transmiten información de unas partes del cuerpo a otras y pueden
modificar sus funciones. El sistema nervioso lo hace de forma inmediata a través de
impulsos, conducidos por los nervios, mientras que el sistema endocrino lo hace de forma
lenta a partir de las hormonas que circulan por la sangre, una vez secretadas por las
glándulas.

Ambos sistemas pueden activar o inhibir las funciones de las células de otros sistemas,
manteniendo la relación entre todos e intentando garantizar en todo momento la correcta
homeostasis del cuerpo humano.

El sistema nervioso está constituido por los órganos que forman el sistema nervioso
central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). A su vez todos ellos están formados
por tejido nervioso, con la neurona como célula básica y la conducción de los impulsos
como función principal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

153
Componentes del Tejido Nervioso

El tejido nervioso está formado por las células nerviosas, las neuronas (que provienen de
los neuroblastos), y las células que dan soporte a las neuronas y que provienen de los
espongioblastos, denominadas neuroglia.

Neuroglia

Comprende el conjunto de células de sostén incluidas en el sistema nervioso. Más de la


mitad del volumen del SNC está compuesto por células gliales. Éstas son más numerosas
que las neuronas y cumplen las funciones de sostenerlas, protegerlas y alimentarlas. Sin
embargo, no conducen impulsos.

Las células que forman la neuroglia son de tres tipos:

 Los astrocitos, que tienen forma de estrella, se encuentran entre los vasos
sanguíneos y las neuronas, y su función es la de nutrir a la neuroglia.
 La oligodendroglía también se encuentra entre las neuronas y su función consiste
en producir la mielina, así como en mantener unidas las fibras nerviosas.
 La microglía son células más pequeñas que los astrocitos, pueden moverse y
poseen mecanismos de fagocitosis, lo que las convierte en células defensoras;
además, se encargan de la limpieza del tejido nervioso cuando éste sufre
fenómenos inflamatorios o degenerativos. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Neuronas

Estas células son las unidades estructurales del SNC. Su función es conducir los impulsos
a grandes distancias y a gran velocidad.

Constan de las siguientes partes: el soma o cuerpo celular, en cuyo interior se encuentran
todos los organelos. Su tamaño depende del tipo de neurona. Las dendritas son

154
prolongaciones que salen del soma, cuya función es conducir los impulsos que provienen
de otras células hacia el soma (son las que mantienen el contacto con otras neuronas).

El axón o cilindroeje es una prolongación cónica del soma, pero más larga que las
dendritas. Es el encargado de transmitir el impulso desde el soma hacia otras neuronas o
a los efectores.

Posee una membrana celular y con frecuencia se encuentra recubierto por la vaina de
mielina, una túnica con una sustancia grasa de color blanco que sirve para proteger el
cilindroeje y mejorar la velocidad de conducción de los impulsos. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Las vainas de mielina se encuentran rodeadas por el neurilema, que es una capa de
aislamiento y protección que se forma a partir de las células de Schwann, que son las
responsables de regenerar el axón cuando sufre agresiones.

A lo largo del axón se identifica una serie de estrecheces, llamadas nódulos o nudos de
Ranvier, que son los sitios de unión entre segmentos mielínicos adyacentes y que se
forman a partir de las separaciones existentes entre las células de Schwann.

Tipos de Neuronas

Las neuronas se pueden clasificar, según el número de sus ramificaciones en:

1. Multipolares, cuando tienen muchas ramificaciones o dendritas (todas las


motoneuronas e interneuronas)
2. Bipolares, cuando sólo poseen un axón y una dendrita. Pertenecen a este grupo
las neuronas de la retina y del oído; y
3. Unipolares, cuando sólo tienen un tallo, que se divide en dos únicas
prolongaciones (entre ellas están las neuronas sensitivas). (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

155
Según el tipo de impulso que conducen se dividen en:

 Sensitivas o deferentes, que llevan los impulsos nerviosos de los receptores la


sistema nervioso central.
 Motoras o eferentes, que llevan los impulsos nerviosos del sistema nervioso
central a los efectores (músculos o glándulas)
 De asociación, intercalares o internunciales, que llevan los impulsos nerviosos de
una neurona a otra.

Las neuronas tienen propiedades fisiológicas muy particulares:

 Excitabilidad o irritabilidad, que es la capacidad para captar estímulos por medio


de las dendritas.
 Conductibilidad, que les permite llevar el impulso en forma de impulso nervioso a
lo largo de su superficie.
 Transmisión, por medio de la cual el impulso nervioso pasa el axón de una
neurona a la dendrita de otra.
 Plasticidad, que les permite reaccionar con más rapidez ante un estímulo
conocido.

En las estructuras del sistema nervioso se pueden observar dos tipos de sustancia, gris y
blanca. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

 La sustancia gris está formada por los somas (cuerpos) de las neuronas. Cuando
se encuentra dentro del sistema nervioso central, constituye núcleos o centro
nerviosos, y fuera de éste forma ganglios nerviosos.
 La sustancia blanca se forma por el conjunto de las prolongaciones de las
neuronas (dendritas y axones). Dentro del sistema nervioso da origen a los tractos
o vías nerviosas y fuera de este a las fibras nerviosas.

156
La unión funcional de dos neuronas recibe el nombre de sinapsis y se lleva a cabo entre
las dendritas de una y el axón de otra. Para que una neurona transmita el impulso
nervioso, una vez que éste llega al telodendron del axón tiene que pasar a las dendritas
de la siguiente neurona.

El telodendron tiene unas pequeñas bolsitas que dejan salir una sustancia química que
recibe el nombre de mediador y que puede ser acetilcolina, adrenalina u otras sustancias.

Las células de neuroglia se localizan entre las neuronas y presentan prolongaciones.


Algunas sirven de sostén a las neuronas y otras tienen propiedad de fagocitar o englobar
microorganismos y restos celulares. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Nervios

Están formados por fibras nerviosas que se mantienen unidas por tejido conjuntivo. De
dentro afuera encontramos: el axón, rodeado por tejido conjuntivo, formando el
endoneuro. La unión de varios axones con su endoneuro que conducen los impulsos en
una misma dirección (ascendente o descendente) forma los fascículos o haces.

Éstos, a su vez, están rodeados por otra capa de tejido conjuntivo, el perineuro.
Finalmente, los diferentes fascículos están incluidos en el epineuro, que da envoltura a
todo el nervio. La mayoría de las fibras nerviosas poseen una vaina de mielina, de color
blanco, y forman la sustancia blanca del SNP.

Anatomía Topográfica General del Sistema Nervioso

El sistema nervioso desarrollado es un todo funcional continuo desde el lóbulo frontal del
cerebro hasta las terminaciones nerviosas periféricas. Para facilitar el estudio de sus
funciones, a continuación se describe la anatomía topográfica fundamental del sistema
nervioso central. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

157
Todas estas estructuras del sistema nervioso están cubiertas por unas membranas
llamadas meninges, la más interna de las cuales, llamada piamadre, es muy fina y está
íntimamente pegada a los accidentes de dichas estructuras, y la más externa, más gruesa
y resistente, que es la duramadre.

El Cerebro

El cerebro es la parte más voluminosa del encéfalo humano. Está contenido en un


estuche óseo (el cráneo) y está formado por dos hemisferios cerebrales, derecho e
izquierdo, separados entre sí por un surco profundo: la cisura interhemisférica.

Cada hemisferio, a su vez, está dividido en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y
occipital.

La superficie del cerebro es arrugada, como doblada sobre sí misma, y entre los pliegues
(llamados surcos o cisuras) quedan las circunvoluciones cerebrales. De las cisuras es
importante recordar la cisura central, perpendicular a la interhemisférica hacia la mitad del
lóbulo parietal que limita, por detrás, el área motora de la corteza y, por delante, el área
sensorial cortical, de la sensibilidad somática. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Los pliegues permiten incrementar la superficie de la corteza cerebral que forma la capa
más externa del cerebro y está formada por materia gris: contiene los cuerpos de las
neuronas que se disponen en módulos.

Cada módulo es como una columna de células piramidales interconectadas entre sí y con
otros muchos módulos, dando lugar a una gran divergencia, tanto de entrada como de
salida. Por esta razón constituye una simplificación adjudicar funciones determinadas a
áreas determinadas de la corteza cerebral.

Las circunvoluciones se continúan por esa cara y en la parte más baja de las mismas
aparecen, cortadas de través, las fibras que unen a ambos hemisferios formando el
cuerpo calloso.

158
Debajo se aprecia la cara lateral del tálamo y del hipotálamo, que dan a la cavidad del III
ventrículo, el tronco cerebral (puente o protuberancia y los colículos o tubérculos
cuadrigéminos), que se continúa por abajo con el bulbo raquídeo. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Detrás de éste, un hueco: el IV ventrículo y, colgando de los pedúnculos cerebelosos, el


cerebelo.

Si se observa un corte horizontal (paralelo al suelo) aproximadamente por la mitad del


cerebro, se puede apreciar la sustancia gris superficial de la corteza cerebral, debajo de la
cual hay una sustancia blanca formada por las fibras nerviosas que llegan y salen de la
corteza.

Más profundamente, a modo de una tercera capa, se pueden ver, bilateralmente, diversas
masas de sustancia gris y los huecos dejados por los ventrículos cerebrales.

Las masas de sustancia gris son:

 Los ganglios o núcleos de la base o basales (claustro, estriado y caudado) y


 El tálamo.

Entre ambos grupos nucleares hay una parte de sustancia blanca que es la cápsula
interna. Los dos hemisferios están unidos por fibras nerviosas que corren de uno a otro
formando la comisura blanca anterior. Los huecos son los ventrículos cerebrales.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

El bulbo raquídeo continúa, hacia abajo, por la estructura más inferior o caudal del
sistema nervioso central: la médula espinal. Es una estructura situada dentro del canal
raquídeo o vertebral formado por la superposición de las vértebras de la columna
vertebral.

159
La Columna Vertebral

Es una columna flexible que sirve de soporte para el tronco y la cabeza, siendo el
resultado de la articulación de 26 vértebras superpuestas y separadas entre sí por una
especie de junta cartilaginosa llamada disco intervertebral.

Se distinguen 7 vértebras cervicales, (la primera de ellas se llama atlas y sobre ella se
articula la cabeza) que forman el esqueleto óseo del cuello; 12 vértebras dorsales que
forman el esqueleto central posterior del tórax; 5 lumbares, que se sitúan en el esqueleto
inferior del tronco; 5 sacras y 5 coxígeas, que en realidad son dos huesos, pues sus
vértebras están fusionadas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

El sacro ocupa la parte posterior de la pelvis ósea y la fusión de sus vértebras deja libre
los agujeros sacros por donde pasan los nervios.

Todas las vértebras tienen un cuerpo (excepto el atlas) de hueso esponjoso, un agujero
vertebral, para el alojamiento de la médula espinal y unas apófisis en las que se
encuentran las carillas articulares para unirse unas a otras. Lateralmente, al unirse dos
vértebras, dejan entre ellas el agujero intervertebral por el que salen del conducto
raquídeo los nervios espinales.

La Médula Espinal

La médula espinal ocupa los dos tercios superiores del canal raquídeo. Como la columna
vertebral, la médula espinal se divide en cervical, dorsal, lumbar y sacra, aunque, como es
más pequeña que el canal raquídeo, los segmentos medulares están más altos que sus
correspondientes vertebrales. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

De todos modos los nervios espinales salen por su correspondiente agujero intervertebral
aunque tengan que hacer un recorrido hacia abajo hasta encontrarlo.

160
Desprovista de las vértebras, la médula espinal parece un cilindro de color blanquecino
con varios surcos que la recorren de arriba abajo: dos laterales, dos posteriores y uno,
muy profundo, anterior.

De los surcos ántero y pósterolaterales salen filetillos nerviosos que forman las raíces
medulares: la anterior y la posterior. Al final de la posterior, antes de unirse las dos raíces,
hay un abultamiento que constituye el ganglio raquídeo, lugar donde se encuentran los
cuerpos de las neuronas sensoriales cuyos axones constituyen la raíz posterior.

En un corte transversal puede verse una zona de sustancia gris, con forma de mariposa,
que tiene los cuerpos de las neuronas medulares, cuyas alas son más anchas por la parte
anterior (astas anteriores de la sustancia gris medular) y más estrechas y alargadas por la
parte posterior (astas posteriores). (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Entre las cuatro astas quedan limitadas cuatro porciones de sustancia blanca llamadas
columnas o cordones medulares (columnas anterior, posterior y laterales) por donde van
las fibras que suben a tramos superiores y las que bajan a tramos inferiores.

En el centro de la sustancia gris se ve un agujerito que pertenece al conducto epéndimo,


por el que circula líquido cefalorraquídeo. Todo esto está rodeado por las meninges y, por
fuera de ellas, las vértebras.

Patologías del Sistema Nervioso

 Afasia: Alteración del reconocimiento, elaboración o utilización del lenguaje. Se


denomina motora si predominan los trastornos motores de expresión, y sensitiva si
predominan los trastornos de comprensión del lenguaje.

 Agrafia: pérdida de la capacidad de escribir.

 Alexia: pérdida de la capacidad para leer.

161
 Algia: sufijo que significa dolor.

 Amnesia: pérdida de la capacidad de recordar.(Fernández-Tresguerres


Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Ciatalgia: o ciática, es el dolor que se produce al pinzarse el nervio ciático, en la


zona lumbar. Suele estar provocado por artrosis o hernias lumbosacras.

 Coma: descenso del nivel de consciencia con ausencia de respuesta a estímulos


dolorosos

 Coma vegetativo: es un tipo de coma en el que se pierden todas las funciones de


la corteza cerebral, pero se conservan los reflejos del tronco y los ciclos sueño-
vigilia.

 Disartria: dificultad en la articulación de las palabras o sílabas.

 Discinesia: dificultad para realizar movimientos voluntarios de forma coordinada.

 Disestesia: percepción espontánea de ciertas sensaciones molestas en cualquier


parte del cuerpo.

 Dislexia: dificultad para aprender a leer o para realizar la lectura de los textos.

 Dismetría: alteración de los movimientos, por descoordinación, que impide o


dificulta realizar actos sencillos (abrocharse la ropa, llevar la cuchara a la boca...).
Suele deberse a alteraciones en el cerebelo. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Embolia: es la oclusión parcial o completa de un vaso por un coágulo (émbolo). Si


se da en una arteria del encéfalo, se produce un infarto isquémico que deja un
área del cerebro sin irrigación. Aparece un déficit neurológico súbito, motor y
sensitivo, por pérdida de las funciones del área cerebral isquémica.

162
 Estesia: percepción imprecisa de sensaciones sensitivas.

 Hematoma epidural: sangrado que produce un coágulo localizado entre el hueso


del cráneo y la duramadre de las meninges.

 Hematoma intraparenquimatoso: sangrado que produce un coágulo localizado en


alguno de los lóbulos cerebrales (es el de peor pronóstico).

 Hematoma subdural: sangrado que produce un coágulo situado entre la


duramadre y la aracnoides de las meninges. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Hidrocefalia: acumulación de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos, por


obstrucción de su circulación o por problemas de reabsorción del mismo. La
consecuencia es un aumento de la presión intracraneal.

 Lipotimia: disminución brusca del riego cerebral, que puede producir obnubilación
o desmayo.

 Lumbago o lumbalgia: dolor en la zona lumbar, por degeneración de las vértebras


o por la existencia de hernias discales.

 Mareo: malestar general con sudores fríos, vértigos, náuseas y pulso débil.

 Meningitis: infección localizada en las meninges.

 Parálisis: pérdida total de la fuerza y de la movilidad voluntaria de un músculo o


varios grupos musculares. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Paresia: pérdida parcial de fuerza, o parálisis incompleta de una zona del cuerpo.
Al igual que las plejías puede ser: mono, hemi, para o tetraparesia.

163
 Parestesia: alteración de las sensaciones, situación en la que un estímulo provoca
sensaciones molestas y distintas de las normales.

 Plejías: del griego plexía, este sufijo significa parálisis. Cuando la parálisis afecta a
una extremidad, es una monoplejía. Si afecta a la mitad del cuerpo, es una
hemiplejía. Si afecta a las extremidades inferiores, es una paraplejía. Si afecta a
las cuatro extremidades, será una tetraplejía. (Fernández-Tresguerres Hernández,
López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 Radiculalgia: dolor que sigue el trayecto de una raíz nerviosa. La ciática o ciatalgia
es la más frecuente.

 Radiculoneuropatía: enfermedad que afecta a un nervio periférico y a sus raíces.

 Trombosis: proceso en el que se forma un trombo (coágulo), que aparece por


alteraciones del endotelio o por cambios en el flujo sanguíneo o fenómenos de
hipercoagulabilidad. Si se suelta, se comporta como un émbolo.

 Vértigo: sensación de movimiento rotatorio de uno mismo o del entorno. La lesión


puede localizarse en el cerebelo o en el laberinto del oído medio (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Nutrición y Desarrollo Cerebral

El desarrollo del cerebro es un proceso complejo y de alta especialización porque se


encarga de recibir señales de diferentes órganos, integrarlas y emitir una respuesta. Con
esta dinámica asegura las funciones de control del organismo y controla las actividades
rápidas.

El sistema nervioso es el único que puede llevar a cabo el control de las reacciones más
complejas.

164
Las fases del crecimiento cerebral son:

1. Organogénesis
2. Multiplicación celular: en primer lugar ocurre en las neuronas del cerebro,
posteriormente en el cerebelo y por último en las células del hipocampo.
3. Organización celular
4. Desarrollo dendrítico
5. Mielinización

Impulso de Crecimiento Cerebral

Está determinado por la organización celular, desarrollo dendrítico y la mielinización. Este


período inicia en la gestación y se completa en la etapa post-natal, hacia los 2 años y
medio de edad, requiriendo para su completo desarrollo los estímulos externos. (Daza
Carreño, 2016)

Vulnerabilidad Cerebral

Cuando se presenta desnutrición severa en un adulto, el cerebro permanece intacto en


cuanto a su peso y composición. En el caso de los niños, es diferente: la desnutrición en
los primeros 2 años de vida es capaz de ocasionar alteraciones denominadas deficiencias
y distorsiones.

Las deficiencias se refieren a las disminuciones del número de células y de sinapsis;


pueden ser permanentes y ocasionar lesiones irreversibles. En la distorsión la alteración
se presenta en determinado tipo de neuronas.

El daño del cerebro depende de varios factores:

1. Período de la noxa
2. Amplitud
3. Duración

165
La disminución del tamaño no es uniforme en el cerebro; la región más afectada es el
cerebelo. Es menester recordar que el daño no consiste en destrucción del tejido cerebral
sino en las alteraciones ya mencionadas: deficiencia y distorsión. (Daza Carreño, 2016)

Teniendo en cuenta que el desarrollo cerebral implica acontecimientos encadenados y


complejos, existen pocas probabilidades de corregir cualquier perturbación y más aún
cuando se presenta en un estadio de desarrollo crucial como es el período de impulso de
crecimiento cerebral.

Los niños subalimentados y desnutridos tienen disminución de las aptitudes,


especialmente cuando la desnutrición se presenta en la primera infancia. Además, el
retraso del impulso cerebral no se puede recuperar, inclusive después de una mejoría del
estado nutricional.

La desnutrición puede ocasionar alteraciones del crecimiento del cerebro cualitativas y


cuantitativas. Algunos factores como ser hijo de adolescente, nivel socioeconómico bajo y
desnutrición materna pueden estar asociados con desnutrición en el niño. (Daza Carreño,
2016)

Los eventos neuro-ontogénicos son el resultado de la interacción de diferentes sustancias


como hormonas y del concurso de los macronutrientes y micronutrientes: carbohidratos,
proteínas, lípidos, vitaminas y minerales. Por lo tanto, el desarrollo del cerebro y su buen
funcionamiento no sólo van a depender de un adecuado suministro de oxígeno sino
también de una buena nutrición.

Cada uno de estos nutrientes y sustancias participan en procesos específicos del


desarrollo del cerebro, siendo los lípidos uno de los más relevantes conocidos hoy en día.
Los lípidos compuestos como gangliósidos y cerebrósidos son parte funcional del cerebro
y específicamente, son fundamentales en el desarrollo de sinapsis y de receptores.

Los ácidos grasos esenciales son linoleico (omega 6) y linolénico (omega 3). Estas
sustancias dan origen a otros ácidos grasos poliinsaturados de cadenas más largas por

166
intermedio de enzimas desaturasas y elongasas que se encuentran en el hígado del niño.
(Daza Carreño, 2016)

A partir del linoleico se obtiene el ácido araquidónico (AA) y el precursor del ácido
docosahexaenoico (DHA) es el ácido linolénico. Son sustancias necesarias en la síntesis
de membrana celular, especialmente a nivel del cerebro, de la retina y de la sustancia gris
cerebral.

Estos ácidos grasos le confieren la propiedad de plasticidad sináptica y a su vez son


determinantes de la celularidad, sinaptogénesis y mielogénesis.

El depósito de estos ácidos grasos poliinsaturados en el cerebro ocurre hacia el tercer


trimestre de la gestación, acumulando aproximadamente 18,8 mg de AA y 14,5 mg de
DHA por semana. (Daza Carreño, 2016)

La leche materna contiene ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LC-PUFA) en


cantidades adecuadas para el recién nacido; provee al lactante menor de AA y DHA.

Estas pruebas resultaron mejor cuando el prematuro se alimentó con leche materna.

No resulta difícil comprender por qué siempre se ha puesto tanto interés en saber si una
mala nutrición en la primera infancia puede afectar al cerebro humano y por ende, la
función que se le atribuye, es decir, la inteligencia. (Daza Carreño, 2016)

4.2 Órganos de los Sentidos. Gusto y su Relación con la Nutrición. Olfato y su


Relación con la Nutrición. Vista y Tacto y su Relación con la Nutrición

 La Vista

El órgano del sentido de la vista (frecuentemente mal llamado «visión» que es el «acto de
ver») es el ojo. Éste está diseñado para captar la luz emitida por los objetos, una imagen
invertida de los cuales ha de proyectarse sobre los fotorreceptores que se encuentran en

167
la retina. La luz, para llegar a la retina, tiene que atravesar una membrana llamada
córnea, que es la parte coloreada que se ve desde fuera en el centro del ojo, el humor
acuoso, el cristalino y el humor vítreo.

El ojo se mueve en todas direcciones gracias a sus músculos extrínsecos, inervados por
los pares craneales III, IV y VI. Para que la imagen sea nítida la córnea se mantiene en
estado óptimo gracias a las lágrimas, formadas por un líquido que es excretado
continuamente por las glándulas lagrimales que están situadas en el ángulo
superoexterno de la órbita ocular.

Las lágrimas contienen lisozima (sustancia bactericida) e inmunoglobulina A, que


defienden a la córnea de infecciones. Se distribuyen por medio del parpadeo y sirven,
además, para lubricar los párpados y eliminar partículas y sustancias irritantes que
pudieran tomar contacto con la córnea. Se drenan por los conductos lagrimales, el saco
lagrimal y el conducto naso-lagrimal. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

En el centro de la córnea se encuentra el orificio por el que pasa una cantidad variable de
luz gracias al iris, que es un músculo liso que funciona como el diafragma de una cámara
fotográfica. El iris está formado por fibras radiales (músculo dilatador de la pupila, que la
dilata —midriasis—) y fibras circulares (esfínter de la pupila, que la contrae —miosis—).
La dilatación se produce por actividad del sistema vegetativo simpático (adrenérgico) y la
contracción por activación parasimpática (colinérgica).

La forma esférica del ojo se mantiene gracias a la presión que el humor acuoso ejerce
dentro de una membrana resistente que es la esclerótica. Dicha presión intraocular, cuyos
valores normales están comprendidos entre 15 y 22 mmHg se mantiene constante gracias
a los mecanismos reguladores de la producción y drenaje del humor acuoso, el cual se
produce en los procesos ciliares de la cámara posterior del ojo (el exceso de producción
de humor acuoso y/o un defecto del drenaje dará lugar a una hipertensión intraocular o
glaucoma, enfermedad caracterizada por dolor y defectos de la vista).

168
El cristalino se encuentra suspendido, entre los humores acuosos por delante y vítreo por
detrás, de las fibras de la zónula que lo unen al músculo ciliar. Éste, junto con las fibras,
regula la forma, el poder dióptrico y el foco del cristalino (acomodación): cuando se fija la
vista en un objeto lejano el músculo ciliar se relaja, las fibras se tensan y el cristalino se
aplana, especialmente por su cara anterior. Si es en un objeto cercano, el músculo ciliar
se contrae, las fibras de la zónula se alargan y el cristalino se hace más esférico.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La parte interna de la esclerótica, la que da al humor vítreo, está cubierta por la retina.
Ésta contiene las células receptoras de la luz, los fotorreceptores, que son los conos y los
bastones que se disponen en una capa en contacto con la esclerótica.

Ambos tipos celulares tienen un segmento externo, a modo de discos de membrana


superpuestos, que contienen los pigmentos visuales fotosensibles. Por delante, los
fotorreceptores hacen sinapsis con las células bipolares y éstas, a su vez, conectan con
las células ganglionares, cuyo axón abandona la retina por un punto que no tiene
fotorreceptores (punto ciego) formando, junto con todos los demás axones de las células
ganglionares, el nervio óptico.

En la porción de la retina justo frente a la pupila se ve una depresión que sólo contiene
conos: es la fóvea central. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda,
& Villanúa Bernués, 2009)

Un rayo de luz que entra por la pupila atraviesa, sucesivamente, el humor acuoso, el
cristalino, el humor vítreo, una capa de axones de las ganglionares, sus somas, las
bipolares y, finalmente, los fotorreceptores.

Además de los tipos celulares mencionados, en la retina pueden verse numerosas células
amacrinas (neuronas sin axón), horizontales e interplexiformes que conectan entre sí a los
receptores, bipolares y ganglionares.

169
La mitad externa de la retina, que da a la nariz se llama nasal, y la interna temporal por
estar más cerca de este hueso. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Todos los rayos de luz que parten de un objeto se cruzan en el punto nodal del cristalino.
La línea que une dicho punto con la fóvea se llama eje visual, mientras que el eje
geométrico del ojo, es decir, la línea que une el punto nodal con el centro de la córnea se
llama eje óptico. Este último, cruza la retina nasalmente con respecto a la fóvea. El ángulo
formado entre ambos ejes es el ángulo B que en el hombre viene a medir unos 5° en cada
ojo.

Óptica del ojo

La función principal de las partes no nerviosas del ojo es formar una imagen adecuada de
un objeto en la retina. Para ello, el ojo se comporta como una cámara fotográfica cuyas
lentes son la córnea y el cristalino.

La córnea tiene un poder de refracción fijo de 43 dioptrías (D), mientras que el cristalino
puede ajustar su poder de refracción entre 13 y 26 D (acomodación) para cambiar el foco
del ojo: para la visión lejana (a partir de 5 m), el cristalino se aplana debido a la relajación
de los músculos del cuerpo ciliar, la distancia focal es mayor y se enfoca más lejos
(emetropía); para la visión de cerca, los músculos del cuerpo ciliar se contraen (por
estímulo parasimpático), las fibras de la zónula se alargan y el cristalino tiende a tomar
forma esférica, la distancia focal es menor y se enfoca más cerca. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

El diafragma del ojo es el iris, cuya contracción y relajación es capaz de modificar el


diámetro (de 1.5 a 8 mm) de la pupila determinando la cantidad de luz que llega a la retina
y la profundidad de campo.

La imagen del objeto se forma, invertida, sobre la retina, alrededor de la fóvea que
constituye el punto de fijación de la imagen. Y el color negro de las coroides y el epitelio
pigmentario evitan la dispersión de la luz y la difuminación de la imagen.

170
 El Oído

El sonido

El estímulo adecuado para el órgano del oído es la onda sonora que emana de una fuente
de sonido y se propaga por los gases (aire), líquidos o sólidos. En el aire, el más
importante medio en el que se propaga el sonido, a 0 º C, lo hace a una velocidad de 332
m/s. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués,
2009)

Como el sonido está producido por cambios de presión sucesivos, si se registra


gráficamente se obtiene una onda de una longitud (h) y una amplitud (A) determinadas
(Fig. 3.41). Si h aumenta o disminuye, se oirá un tono más agudo o más grave
respectivamente; si A aumenta o disminuye, el mismo tono se oirá más o menos intenso.

La cualidad de un tono viene dada por su frecuencia que indica las veces que una onda
sonora se repite en la unidad de tiempo (1 ciclo/s = 1 herzio —Hz—). El oído humano
puede detectar frecuencias entre 16 y 20 000 Hz, pero la frecuencia a la cual se comienza
a percibir el sonido (umbral) es de 1000 Hz, siendo más sensible para las frecuencias de
2000 a 5000 Hz.

Estructura y función del oído

El órgano receptor del sonido es el oído. Éste está constituido por el oído externo, medio
e interno. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

El oído externo lo forma el pabellón auricular (oreja) y el conducto auditivo que termina en
el tímpano que es una membrana que lo separa del oído medio. Las ondas sonoras son
conducidas por el pabellón auricular hacia el conducto auditivo externo por el que se
propagan hasta el tímpano que vibra a la misma frecuencia que las ondas sonoras.

171
Estas vibraciones se transmiten hacia el oído medio por la cadena de huecesillos
(llamados por su forma martillo, que se articula por un lado con el tímpano y por el otro
con el yunque, que a su vez se articula con el estribo que termina articulándose con la
membrana oval que cierra la ventana oval a partir de la cual comienza el oído interno.

La principal función del oído medio es transmitir el sonido desde un medio con una
impedancia baja para las ondas sonoras (aire) a otro de impedancia alta (líquido)
perdiendo la menor cantidad posible de energía.

El oído medio tiene también dos músculos: el estapedio y el tensor del tímpano cuyas
funciones consisten en mantener constante, por vía refleja, la intensidad de los sonidos
bajos, proteger el tímpano contra sonidos excesivamente altos, reducir los ruidos
producidos por las palabras del mismo individuo, amortiguar la resonancia de ciertas
vibraciones en el oído medio y reducir el enmascaramiento de los sonidos de alta
frecuencia por otros de baja. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

En el oído interno se encuentra el vestíbulo o laberinto estatocinético, que ya ha sido


estudiado anteriormente y la cóclea o caracol que es una estructura helicoidal hueca
labrada en el hueso temporal que contiene las células receptoras del sonido.

En un corte transversal pueden verse tres huecos: uno, en el centro, que es la rampa
media o conducto coclear, llena de endolinfa, donde se encuentran las células receptoras
del sonido que forman el órgano de Corti, otro superior llamado rampa vestibular, que
comienza en la ventana oval y cuyo suelo, la membrana de Reissner, constituye el techo
de la rampa media y un tercero, la rampa timpánica que comienza en la ventana redonda
y cuyo techo, la membrana basilar, constituye el suelo del conducto coclear. Las rampas
vestibular y timpánica están llenas de perilinfa y en el vértice del caracol comunican una
con la otra por un agujero llamado helicotrema.

El órgano de Corti está formado por células receptoras ciliadas externas e internas que se
apoyan en la membrana basilar. Del ángulo interno de la rampa media se origina la
membrana tectoria que, a modo de visera, se extiende por encima de las células ciliadas

172
en estrecho contacto con los cilios. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón
Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La vibración sonora transmitida por el estribo a la membrana de la ventana oval se


transmite a la perilinfa cuya vibración deforma a las membranas de Reissner y basilar
que son flexibles. La onda sonora las deforma a su paso como si fuera una ola,
deformación que se transmite a la endolinfa y a la membrana tectoria que, al moverse,
dobla los cilios de los receptores lo que constituye el estímulo adecuado que dará lugar a
la actividad eléctrica (potencial de receptor) en las células ciliadas que libera el
neurotransmisor (probablemente ácido glutámico) que estimula las terminaciones
nerviosas de la rama acústica del VIII par craneal que las inerva.

Vías auditivas

En el nervio acústico se codifican la frecuencia, intensidad, dirección y distancia de la


fuente del sonido. Las frecuencias están codificadas en la misma cóclea, ya que las
membranas basilares, de Reissner y tectoria vibran en diferentes zonas para diferentes
frecuencias lo que hace que respondan diferentes células ciliadas y fibras nerviosas.

La intensidad está codificada en una mayor cantidad de neurotransmisor liberada por el


receptor, que dará lugar a un mayor número de potenciales de acción en la fibra nerviosa
si el sonido es más intenso. La dirección del sonido viene dada por el retraso en la
estimulación en un oído con respecto al otro y la distancia, fundamentalmente, por la
pérdida de las frecuencias altas a medida que se aleja la fuente del sonido. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Las células ciliadas de la cóclea están inervadas por neuronas cuyo soma se encuentra
en el ganglio espiral. Los axones de las mismas forman el nervio acústico y terminan
haciendo sinapsis en las neuronas de los núcleos cocleares ipsilaterales del bulbo
(anteroventral, posteroventral y dorsal) en los que se distribuyen topográficamente en
razón de las frecuencias de los sonidos (distribución tonotópica). Ahí tiene lugar el primer
tratamiento de la información que suprime ruidos incrementando el contraste por
mecanismos de inhibición lateral.

173
Los axones de los núcleos cocleares se proyectan al núcleo olivar y accesorio ipsi y
contralateral, donde se compara la intensidad y la dirección del sonido. Los axones de
estos núcleos, por el lemnisco lateral, terminan en el tubérculo cuadrigémino inferior
(bilateral), que es, además, el núcleo motor de los músculos del oído medio. A este nivel
se comparan la información que viene del núcleo coclear con la del olivar superior y se
proyectan al núcleo geniculado medial del tálamo cuya neurona envía su axón a las capas
III y VI de la corteza acústica (temporal).

En los centros corticales tiene lugar el análisis y la diferenciación de sonidos complejos, el


almacenamiento de la memoria a corto plazo para la comparación de los tonos, la
escucha intencionada y la inhibición de respuestas motoras no buscadas. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 El Gusto

Los quimiorreceptores del gusto se encuentran en la lengua. La lengua es un órgano


muscular voluntario que interviene en la masticación, deglución y modulación de la
palabra. Está cubierta por un epitelio escamoso estratificado en el que se intercalan los
receptores del sentido del gusto. Éstos son células diferenciadas que se agrupan en unas
estructuras llamadas botones gustativos, a modo de barriles cuyas lamas son las células
que comunican con la superficie de la papila gustativa por el poro gustativo.

Los botones están inervados por fibras sensoriales aferentes que viajan con los nervios
cuerda del tímpano, glosofaríngeo y vago. Varios botones se sitúan en el epitelio de las
papilas gustativas.

Las funciones del gusto son, primero, la apreciación de ciertas características de los
alimentos y diversas sustancias químicas potencialmente peligrosas y segundas, junto
con receptores táctiles de la mucosa bucal, informar de la presencia y características de
los alimentos para iniciar la secreción salival y gástrica. (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

174
En función de los análisis de los receptores gustativos, se distinguen cinco sabores
básicos: salado, ácido o agrio, dulce, amargo y umami, nombre derivado de la palabra
japonesa que significa «delicioso». El umami es un gusto básico que aumenta el sabor
agradable de los alimentos y está asociado con el aminoácido glutamato y algunos
nucleósidos.

Los receptores responden a cada uno y no detectan sabores intermedios que,


teóricamente, pudieran ser el resultado de la mezcla de dos o más de ellos: las
sensaciones placenteras o displacenteras que producen los alimentos realmente se
deben a la estimulación de receptores olfativos.

Los receptores para cada uno de los sabores básicos se distribuyen desigualmente por la
lengua. El umbral de apreciación para la quinina (amargo) es de 4 mg/L y para la sal de 1
g/L, en ambos casos una concentración muy superior a la que necesitan los estímulos del
olfato. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués,
2009)

La transducción químico-eléctrica se realiza en la célula receptora del botón gustativo que


despolariza la terminación nerviosa dando lugar a potenciales de acción. Las neuronas
sensoriales se encuentran en los ganglios geniculado (de la cuerda del tímpano), petroso
superior (glosofaríngeo) y nodoso (vago), y sus axones hacen sinapsis con la segunda
neurona que se encuentra en el núcleo del tracto solitario. Esta segunda neurona se
proyecta al núcleo ventral posteromedial del tálamo y de ahí a la corteza cerebral parietal
gustativa.

 El Olfato

Los receptores olfativos son quimiorreceptores que se encuentran en las fosas nasales.

Las fosas nasales están formadas por los huesos propios de la nariz, el frontal, el
etmoides, el malar y el maxilar (paladar duro) que forma el suelo de las mismas. Los
cornetes forman vías para distribuir el aire que entra en las fosas. Están recubiertas por

175
un epitelio ciliado de tipo respiratorio con abundantes glándulas que secretan moco.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Los receptores olfativos están incrustados en la zona súpero-latero-posterior de cada fosa


nasal. El epitelio sensorial está formado por neuronas bipolares que tienen una dendrita
superficial con microvellosidades cubiertas por una capa de moco y un axón que se
proyecta, por la lámina cribosa del hueso etmoides, al bulbo olfativo, que es una
estructura intracraneal. Los axones de los receptores forman el I par craneal o nervio
olfativo y terminan haciendo sinapsis con las dendritas de las células mitrales del bulbo
formando el glomérulo olfativo.

Las funciones del olfato son: estímulo de las secreciones salival y gástrica en respuesta a
olores agradables de los alimentos; rechazo de comidas en mal estado o sustancias
potencialmente peligrosas debido a su mal olor; conciencia de la higiene corporal por el
olor del sudor y de los excrementos; información social a partir de olores familiares o
extraños; estímulo e inhibición del desarrollo y la conducta sexual y manifestación y
vivencias de estados emocionales.

Las sustancias odorables llegan a los receptores olfativos en el aire inspirado. En contacto
con el moco son «atrapadas» por una proteína que las transporta hasta la molécula
receptora que se encuentra en las microvellosidades de los receptores. La interacción
sustancia odorable-receptor despolariza la membrana de éste produciendo un potencial
de receptor que si es supraumbral origina un potencial de acción que se propaga hasta el
bulbo olfativo. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa
Bernués, 2009)

Contrariamente a los sabores, no se han podido determinar olores básicos, si bien la


respuesta eléctrica característica de ciertas sustancias sugiere que hay grupos de olores
«primarios» que tienen en común el tamaño y la forma de sus moléculas. Las sustancias
estimulantes del olfato son miles y la concentración necesaria para la estimulación es
mínima (del orden de 10 12 moléculas en una habitación de aproximadamente 18 m 3).

176
Cada receptor responde a muchos olores y cada olor puede estimular a muchos
receptores. En el bulbo olfativo, grupos discretos de glomérulos de determinadas zonas
responden a olores determinados. Estos dos últimos hechos hacen que el responsable de
la selectividad de los olores sea el tratamiento de la información en el bulbo y no el
estímulo de los receptores.

El glomérulo, que es la verdadera unidad funcional olfativa, recibe inervación eferente del
bulbo contralateral (para detectar la procedencia del olor) así como de diversos núcleos
motores y vegetativos centrales. Las aferencias de los bulbos olfativos se realizan a
través de los axones de las células mitrales y en penacho hacia el tubérculo olfativo y el
núcleo olfativo anterior sucesivamente.

Las neuronas de este último proyectan sus axones a: 1: la corteza prepiriforme


(discriminación olfativa, emoción asociada a los olores); 2: al tálamo y a la corteza
sensorial órbito-frontal (percepción de los olores y discriminación) y 3: hipotálamo, sistema
límbico y formación reticular (regulación conductual y neuroendocrina). (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

 El Tacto

La piel marca los límites externos del organismo, formando una superficie continua que
recubre a todo el cuerpo.

Percibe las sensaciones de calor, frío, dolor, etc., que mantienen al cuerpo alerta para su
protección.

La piel está constituida por tres capas de tejido superpuestas, que de fuera hacia dentro
son: epidermis, dermis e hipodermis. (Gutiérrez & Albánchez, 2010)

177
Alimentos en los Órganos de Los Sentidos

Los alimentos, además de aportar los nutrientes que el organismo precisa para su
funcionamiento y desarrollo saludables, proporcionan gusto y placer. Gracias a las miles
de papilas gustativas de que disponemos, percibimos y distinguimos los distintos sabores
de los alimentos, en gran medida unidos a otras sensaciones, debido a la coordinación del
gusto con otros sentidos, y en particular al del olfato.

Los compuestos químicos de los alimentos se disuelven en la boca y penetran en las


papilas gustativas a través de los poros de la superficie de la lengua, donde entran en
contacto con células sensoriales. Cuando un receptor es estimulado por una de las
sustancias disueltas, envía impulsos nerviosos al cerebro. La frecuencia con que se
repiten los impulsos indica la intensidad del sabor.

Factores de alteración

En determinadas circunstancias, el sentido del gusto se altera y la persona no es capaz


de percibir el sabor real natural del alimento, o el sabor que aprecia es otro distinto al real
o lo percibe con más intensidad, hasta el punto de resultarle desagradable. Las causas de
las alteraciones del gusto son muy diversas y suelen estar asociadas a lesiones en la
boca o en la lengua (donde se localizan las papilas gustativas), a afecciones del tracto
respiratorio alto (catarros, pólipos nasales, etc.) y a tumores localizados en la boca, el
cuello o la cabeza y sus distintos tratamientos. (Zudaire, www.consumer.es, 2008)

También el consumo de diversos fármacos puede afectar a la agudeza del gusto, como la
fenitoína (en crisis epilépticas), la colestiramina (en colesterol elevado) o el metotrexato
(en cáncer). Parece que el envejecimiento en sí mismo o asociado a deficiencias de
ciertos nutrientes, como las vitaminas A y E y minerales como el zinc, se asocia
igualmente a una alteración o pérdida del sentido del gusto, lo cual tiene un impacto
importante sobre la vida de quien lo sufre.

La sensibilidad del gusto puede alterarse de diferente modo y en mayor o menor medida.
Así, se define como hipogeusia la disminución de la sensibilidad gustativa; ageusia la

178
ausencia total del gusto por los alimentos, y disgeusia, como una alteración del gusto en
el sentido de que algunos sabores se perciben más que otros. (Zudaire,
www.consumer.es, 2008)

Envejecimiento y Pérdida de Gusto

Atendiendo al proceso natural del envejecimiento del organismo, se observa un deterioro


de las funciones de los sentidos del gusto y del olfato a partir de los 60 años, y de manera
más acusada a partir de los 70. Con los años se atrofian las papilas gustativas, lo cual
explica que se altere el gusto y se traduce en una mayor apetencia por los alimentos de
sabor pronunciado, ya sea dulce o salado. A esto se suma que muchos mayores llevan
dentadura postiza, factor que también interfiere en la sensación que produce saborear los
alimentos.

Estas circunstancias pueden influir de manera notable en el interés de las personas


mayores hacia el consumo de alimentos y les puede conducir a pérdida de apetito. De ahí
que sea esencial modificar la dieta, la elaboración de los platos y su presentación, para
que estos resulten más apetecibles.

En cualquier caso, la condimentación de los alimentos con especias y hierbas aromáticas


durante su preparación y elaboración ayuda a realzar el sabor y el aroma de las comidas,
haciéndolas más apetecibles. Por otra parte, si la persona tiene disgeusia, habrá que
identificar el gusto alterado, probando los alimentos que mejor acepta. En general, los
lácteos se aprecian normalmente por su sabor neutro, al igual que los alimentos que se
sirven fríos en caso de notar de manera exagerada el sabor de un alimento en concreto.
(Zudaire, www.consumer.es, 2008)

El café o el chocolate no suelen ser bien aceptados en caso de disgeusia porque se


aprecia un desagradable gusto amargo, si bien la percepción del sabor es algo individual,
y conviene que cada persona haga sus propias comprobaciones con los distintos
alimentos con el fin de no establecer limitaciones innecesarias. Cuando se vaya a adaptar
la dieta debido a alteraciones del gusto, también se deben evitar las temperaturas
extremas, ya que el sabor está más marcado en los alimentos calientes.

179
La falta de gusto al consumir la comida puede llevar a pérdida de apetito, con la
consiguiente menor ingesta de alimentos. Esto puede conducir a un empeoramiento del
estado nutritivo, lo que se asocia a un peor pronóstico de cualquier enfermedad y a una
peor respuesta al tratamiento, con el consiguiente enlentecimiento de la recuperación. A
ello puede sumarse el riesgo de toxiinfección alimentaria si se consume un alimento en
mal estado porque no se detecta que sabe mal. (Zudaire, www.consumer.es, 2008)

La Vista

Algunos trastornos de la vista están relacionados con la diabetes y la obesidad.


Afecciones como las cataratas o la degeneración macular -muy frecuentes en Occidente-
pueden acelerarse por no vigilar el sobrepeso, el colesterol y la hipertensión arterial. La
explicación es sencilla: los vasos sanguíneos de los ojos son muy pequeños y todas las
alteraciones continuadas en el sistema cardiovascular pueden dañarlos y perjudicar la
visión a largo plazo. La dieta es, por tanto, fundamental para preservar la salud ocular. En
el siguiente reportaje se explica de qué manera el estilo de vida puede ser un riesgo para
la vista y cuáles son los alimentos que mejor cuidan de nuestros ojos.

Los Alimentos que Mejor Cuidan de los Ojos

Del grupo de los vegetales, los alimentos que mejor cuidan de los ojos son fáciles de
recordar, ya que basta buscar aquellos que tienen los colores más llamativos:

 Las verduras y las frutas de color rojo y amarillo intenso, entre ellas, la famosa
zanahoria, esencial para la vista por su alto contenido en beta-carotenos, que el
organismo transforma en vitamina A. (Palau Ferré, 2012)
 Las verduras de color verde intenso y amarillo oscuro, como las verduras de la
familia de la col: la coliflor, las coles de Bruselas y el brécol, sobre todo.

Es importante recordar que, cuanto más madura esté una fruta, una verdura u hortaliza y
cuanto más intenso sea su color, mayor será la concentración de pigmentos y de
vitaminas.

180
La luteína y la zeaxantina se encuentran en elevadas cantidades en el maíz, las
espinacas y también en la yema de huevo. Y aunque el color no es tan intenso, también
son importantes los aceites del pescado y el marisco. Destacan el salmón, la anchoa, la
sardina, el arenque, la caballa, la trucha, el emperador, el atún y el mejillón, pero también
el tofu, las almendras y las nueces, así como algunos aceites vegetales como los de
linaza, nuez y colza, por su aporte de DHA y omega-3. (Palau Ferré, 2012)

4.3 Endocrino

El sistema endocrino está formado por el conjunto de glándulas que secretan las
hormonas. Estas sustancias se vierten a la sangre, desde donde llegan a cualquier tejido
o célula del cuerpo humano, modificando o alterando su funcionamiento, para conseguir
un determinado efecto, se integra dentro del sistema de relación porque las glándulas
endocrinas y las hormonas son controladas por el sistema nervioso central. Una vez
secretadas por las glándulas, según las necesidades fisiológicas, las hormonas son
transportadas por el sistema circulatorio y actúan como un mensajero químico sobre un
efector.

En conjunto es similar al sistema nervioso: establece comunicación entre las diversas


células y controla las funciones del organismo. Esta función de relación entre las
diferentes células del organismo y sus diferentes órganos es compleja, ya que la
regulación del sistema endocrino debe ser muy estricta y la cantidad de hormonas
secretadas muy precisa. Un exceso o un defecto de secreción puede tener consecuencias
en el funcionamiento de los diversos sistemas u órganos.

Las glándulas endocrinas carecen de conductos secretores, vierten sus secreciones


exclusivamente a la sangre y se encuentran distribuidas por todo el cuerpo. Cuando las
secreciones se vierten al exterior o a una cavidad a través de conductos secretores se
habla de glándulas exocrinas (como las sudoríparas, salivales o digestivas). (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

181
La importancia de este sistema radica en que actúa sobre casi todas las funciones del
organismo, regulando el metabolismo, el crecimiento y desarrollo, la reproducción y,
especialmente, la homeostasis al intervenir de forma directa en el equilibrio
hidroelectrolítico y acido básico y en la obtención de energía.

En su conjunto, el sistema endocrino es esencial para el mantenimiento de la salud y la


supervivencia de la especie.

Generalidades y Localización del Sistema Endocrino

El sistema endocrino está localizado en las glándulas endocrinas, unas estructuras


distribuidas por todo el organismo que se caracterizan por secretar las hormonas. Algunas
de estas glándulas se comportan también como exocrinas (p. ej., el páncreas, que es
capaz de secretar la insulina y también de producir jugos pancreáticos, que se secretan
por los conductos del páncreas al conducto de Wirsung y de éste al duodeno).
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Las hormonas pueden ser de naturaleza proteica (péptidos, proteínas o glicoproteínas),


compuestos aromáticos simples o esteroides (derivados del colesterol). Su tamaño es
muy variable, según la longitud de la cadena peptídica, y en general tienen un peso
molecular (PM) muy elevado (p. ej., la hormona del crecimiento tiene un PM de 20 500).
Todas ellas se sintetizan por anabolismo.

Las funciones de las hormonas son muy variadas. Intervienen en la regulación del
crecimiento y desarrollo de todos los tejidos y órganos, en la reproducción, en la
homeostasis, especialmente regulando los equilibrios hidroelectrolíticos, en la tensión
arterial, en el balance energético y en la inmunidad.

El sistema endocrino se encarga de relacionar muchas funciones y actuaciones celulares


en el organismo y por ello tiene mucha similitud con el sistema.

182
Las hormonas deben diferenciarse de otras sustancias que se pueden encontrar en la
sangre, como los reguladores químicos, las prostaglandinas y las endorfinas. (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Los reguladores químicos no son proteicos ni esteroideos. Por lo general, son moléculas o
iones inorgánicos con un peso molecular más pequeño (p. ej., el CO 2 tiene un PM de
44). Se encuentran en mayor cantidad y proceden de los residuos del catabolismo de las
células.

Las prostaglandinas son sustancias (ácidos grasos cíclicos) cuyo precursor es el ácido
araquidónico. Se producen en una gran variedad de tejidos y se difunden entre sus
células.

Las endorfinas son sustancias polipeptídicas que se localizan en el cerebro, con una
actividad parecida a la de los opiáceos (en un principio se creyó que eran morfina
endógena; de ahí que recibieran este nombre). Se han encontrado en el encéfalo
(hipotálamo y varios núcleos grises), en el sistema periférico, en la médula suprarrenal y
en las células mucosas del intestino. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-
Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Para realizar su acción se fijan a receptores específicos celulares (la naloxona es un


antagonista que evita esta fijación). Tienen diversos efectos sobre el sistema endocrino:
liberan STH, ADH y prolactina, inhiben la secreción de TSH y gonadotropinas, y pueden
intervenir en la liberación de insulina y estimular el apetito. Finalmente, aunque quedan
otras muchas acciones por descubrir, queda claro que no son hormonas.

Mecanismos de Acción de las Hormonas

Una vez secretadas por las glándulas endocrinas y vertidas a la sangre, las hormonas
deben desplazarse hasta los órganos o las células sobre los que deben actuar, los cuales
reciben el nombre de órganos o células diana.

183
La actuación de las hormonas sobre las células diana se describe como la teoría de los
mensajeros. Según esta teoría las hormonas esteroideas penetran en el citoplasma de la
célula diana y en él reconocen una proteína receptora con la que forman un complejo
proteico hormona-receptor que es capaz de entrar en el núcleo de la célula y producir
cambios en su material genético. Estos cambios pueden modificar las funciones y la
actividad de la célula. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

Cuando las hormonas no esteroideas llegan a la membrana plasmática se constituyen en


el primer mensajero. Éste reacciona con un receptor de la membrana de estirpe proteica y
forman con él un complejo hormona-receptor, que actúa sobre una enzima, la
adenilciclasa (localizada en el interior de la membrana).

Esta enzima es capaz de captar dos fosfatos del ATP (trifosfato de adenosina)
citoplasmático y transformarlo en AMP cíclico (monofosfato de adenosina, con el fosfato
en forma de anillo). El AMP cíclico penetra en el interior del citoplasma y se convierte en
el segundo mensajero, con capacidad de modificar los sistemas enzimáticos del
citoplasma y de alterar o variar las funciones y la actividad de la célula.

Actualmente se conocen otras muchas reacciones, que a partir de la entrada de la


hormona en la membrana plasmática ejercen el papel de segundos mensajeros.

Con independencia del mecanismo empleado por la hormona para entrar en el efector, se
pueden producir las siguientes modificaciones en la célula: aumento de la actividad
enzimática con aceleración de su tasa de producción, modificación de la membrana
celular para permitir la entrada de materias primas, aceleración de la secreción de
metabolitos en el interior de la célula, activación de mecanismos celulares específicos
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

184
4.3.1 Las Glándulas. Anatomía y Fisiología

Glándulas Endocrinas

Hipófisis o glándula pituitaria

Es la glándula endocrina más importante. Controla casi todas las demás glándulas, así
como su secreción, por lo que recibe el nombre de glándula maestra. Se encuentra
alojada en la silla turca del hueso esfenoides, es pequeña, tiene forma de pera con un
diámetro entre 1.0 y 1.2 cm, pesa 0.5 g y forma parte del hipotálamo.

La adenohipófisis es la que ocupa más espacio (un 85%). Está situada en la parte anterior
de la hipófisis y procede embriológicamente de la faringe del embrión, que se forma a
partir del endoblasto. Con el microscopio se ve que el tejido es adenoglandular y que sus
células son epiteliales. Es la parte de la glándula que produce más hormonas.

La neurohipófisis es la que ocupa menos espacio (un 15 %) y se sitúa en la parte


posterior de la hipófisis. Vista al microscopio está constituida por tejido nervioso con
células gliales. Secreta dos hormonas: la hormona antidiurética (ADH) y la oxitocina.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

La hipófisis cuelga del hipotálamo por el tallo hipofisario y está en relación con el quiasma
óptico (por delante), los pedúnculos cerebrales (por detrás) y los núcleos del hipotálamo
(por encima).

La glándula pituitaria está muy vascularizada, a partir de la arteria hipotalámica (que irriga
el hipotálamo) y las arterias hipofisarias superior e inferior, que se unen para formar los
plexos hipotálamo-hipofisarios o sistema por-tal. Estos plexos dan múltiples colaterales
para irrigar profusamente el tallo y la glándula.

185
Hormonas de la Adenohipófisis

La parte hormonas: anterior de la hipófisis secreta las siguientes:

 Hormona estimulante del tiroides, TSH o tirotropa. Es una glicoproteína y su


función es estimular la glándula tiroides para que ésta secrete las hormonas
tiroideas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

 Hormona estimulante de la corteza suprarrenal, ACTH o adrenocorticotropa. Es un


polipéptido y está encargada de estimular la corteza de la glándula suprarrenal
para que secrete las hormonas suprarrenales.

 Hormona estimulante de los folículos o FSH. Es una glicoproteína y en la mujer


tiene como función estimular los folículos primarios del ovario para producir su
maduración y que se conviertan en un óvulo. En el varón la FSH estimula el
crecimiento de los túbulos seminíferos y la producción de espermatozoides.

 Al actuar sobre las glándulas sexuales o gónadas forma parte de las hormonas
gonadótropas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

 Hormona luteinizante o LH. Es una glicoproteína y en la mujer tiene varias


funciones. Colabora en la maduración del óvulo, y es responsable de la expulsión
del óvulo del ovario durante la ovulación y de la formación del cuerpo lúteo que se
encargará de alimentar al embrión en sus primeras etapas. También es una
hormona gonadótropa.

 En el varón se denomina hormona estimulante de las células intersticiales o ICSH,


y es la encargada de estimular las células intersticiales situadas en los testículos,
lo que permitirá producir posteriormente testosterona. Es, por tanto, otra hormona
gonadótropa.

186
 Hormona estimulante de los melanocitos, MSH o melaninotropa. Es la hormona
responsable de la producción y distribución de los gránulos de melanina (pigmento
cutáneo) entre las células de la dermis y la epidermis. Da coloración a la piel y su
utilidad no está muy clara, aunque parece que protege de las radiaciones solares
muy intensas. (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

 Prolactina u hormona lactógena. Es una proteína de 198 aminoácidos, cuya


función es la secreción láctea cuando la mama está desarrollada y preparada al
final del embarazo. Está predominantemente inhibida a lo largo de la vida y hay
tumores que pueden estimular su secreción tanto en varones como en mujeres
fuera del parto.

 Hormona del crecimiento, somatotropina o STH (o bien GH, del inglés Growth
hormone). Es la hormona responsable del crecimiento de los tejidos del cuerpo
humano. Actúa sobre las células aumentando su volumen a expensas de
incrementar la velocidad de la mitosis. Sobre el metabolismo actúa como hormona
anabólica, ya que aumenta la síntesis de proteínas (aumentando la síntesis de
ARN y la oferta de aminoácidos a las células). (Fernández-Tresguerres
Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Es lipolítica porque moviliza las grasas para utilizarlas como fuente energética. Ahorra
glucosa, ya que disminuye la captación de ésta por las células y evita el uso de glucosa
como energía.

Es la hormona responsable del crecimiento en longitud y grosor de los huesos, mientras la


diáfisis y la epífisis se mantengan separadas (por el cartílago de crecimiento). Su falta
puede provocar enanismo y su exceso gigantismo. Si el exceso de la hormona se
empieza a secretar después de la pubertad (por tumores en la hipófisis) aparece la
acromegalia.

187
La secreción es más abundante durante las épocas de desarrollo, aunque se mantiene
durante toda la vida. Las situaciones de ayuno, hipoglucemia, ejercicio o excitación
favorecen su secreción en pocos minutos. Para ejercer su acción de forma correcta, se ha
observado que requiere la colaboración de la insulina y de otras muchas hormonas.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Hormonas de la Neurohipófisis

La parte posterior de la hipófisis secreta dos hormonas:


Hormona antidiurética, ADH o vasopresina. Es un polipéptido de 9 aminoácidos que se
sintetiza en los núcleos supraópticos del hipotálamo (en cuerpos celulares de neuronas
hipotalámicas). Desde el lóbulo posterior de la hipófisis va a la sangre y actúa sobre el
riñón, y en menor medida sobre el útero.

Su función es retener agua. Aumenta la permeabilidad de las células de los túbulos


distales y de los colectores, y su acción determina que la orina sea más o menos
abundante y más o menos concentrada.

La oxitocina en dosis muy altas puede provocar la contracción de los músculos lisos de
los vasos sanguíneos y elevar la tensión arterial (por este efecto también recibe el nombre
de vasopresina). (Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, &
Villanúa Bernués, 2009)

Su secreción viene determinada por los receptores de volumen y de la osmolaridad, que


producen estimulación o inhibición según las necesidades. Hay factores, neuronales y
farmacológicos (dolor, emociones, ansiedad, frío, nicotina, alcohol, cafeína), que pueden
variar su secreción.

Las alteraciones por defecto en la secreción pueden desencadenar una diabetes insípida.

Oxitocina. Es otro polipéptido de 9 aminoácidos (difiere sólo en uno respecto a la ADH).


Se sintetiza en el hipotálamo, en los núcleos paraventriculares, y desde el lóbulo posterior

188
de la hipófisis va a la sangre, que la lleva a las glándulas mamarias y a la musculatura del
útero.

Su función es provocar contracciones potentes del útero gravídico, participando en el


inicio del parto. También sirve para contraer el útero y evitar las hemorragias posparto.

Es esencial en la lactancia, ya que inicia la contracción de los conductos galactóforos,


permite la salida de la leche, y a la vez estimula y mantiene la secreción de prolactina.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Durante las épocas de ingravidez favorece la fecundación del óvulo, al facilitar la subida
del esperma con las contracciones del útero.

Por su cara lateral asciende la arteria carótida y desciende la vena yugular, y por su cara
posterior se encuentra el esófago y los nervios recurrentes.

Está profusamente irrigada por dos arterias tiroideas superiores y dos inferiores. Es la
glándula más voluminosa del sistema endocrino (pesa de 20 a 25 g). (Fernández-
Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

Embriológicamente procede del endoblasto y está formada por dos lóbulos laterales
unidos por el istmo (que puede faltar). De él nace un apéndice que forma el lóbulo
piramidal. Los lóbulos están formados por lobulillos de tejido glandular y recubierto por
una cápsula.

Con el microscopio se ve que el parénquima está lleno de folículos cerrados, formados


por células epiteliales cúbicas. Éstas son las células tiroideas principales, y contienen en
su interior una sustancia coloidea (tiroglobulina).

Además de estas células, se diferencian en la parte media e interna de los lóbulos


tiroideos otro tipo de células, denominadas células C (provienen de la cresta neural del
ectoblasto), que son las responsables de la secreción de la hormona calcitonina.
(Fernández-Tresguerres Hernández, López-Calderón Barreda, & Villanúa Bernués, 2009)

189
4.3.2 Hormonas y su Función

Control de la Secreción Hormonal

Los niveles de hormonas en la sangre dependen de la mayor o menor secreción por parte
de las glándulas endocrinas. Estas concentraciones deben mantenerse en unos límites
precisos, para que en cada momento las funciones de las células, tejidos y órganos
puedan llevarse a cabo de forma correcta.

Los mecanismos reguladores de la producción o inhibición de las hormonas se


denominan mecanismos de retroalimentación o de feedback y siempre están controlados
por el sistema nervioso central.

Estos mecanismos sirven para controlar la intensidad de secreción de cada hormona a


partir de su concentración en la sangre y de la necesidad de realizar una determinada
función en un momento concreto. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, &
Serrat Serrat, 2002)

Así, cuando se requiere una determinada actividad, por ejemplo, aumentar el metabolismo
basal, se envía la correspondiente orden desde el cerebro (hipotálamo) a la glándula
específica (hipófisis anterior).

Ésta incrementa la secreción de hormona estimulante del tiroides, que es transportada por
la sangre hasta el órgano diana (tiroides), donde actúa sobre las células tiroideas que
producen las hormonas T 3 y T 4 , que son llevadas por la sangre a las células que
modifican su función e incrementan su metabolismo basal.

Cuando la función fisiológica se ha restituido y no hace falta que la hormona siga


actuando, su concentración en la sangre informa al hipotálamo y éste ordena a la hipófisis
anterior que interrumpa la secreción hormonal; de esta forma se establece una
retroalimentación negativa. Si posteriormente, los niveles sanguíneos descienden y es
necesario que la hormona se vuelva a secretar, se establece una retroalimentación

190
positiva, y así sucesivamente según las necesidades fisiológicas. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Hormonas Tiroideas

Las hormonas tiroideas son aminoácidos yodados derivados de la tirosina, dispuestos en


anillos aromáticos. Se forman a partir del yodo (I) que se aporta con los alimentos. Éste,
una vez absorbido, se oxida (I 2) y se acopla a la tirosina, formándose la
monoyodotirosina.

La unión de varias moléculas forma la diyodotirosina, la triyodotirosina (T 3) y la


tetrayodotirosina (T 4 o tiroxina). Estas dos últimas serán las futuras hormonas tiroideas.
Una vez formadas se almacenan en el interior de los folículos uniéndose a la globulina en
forma de tiroglobulina, que constituye una sustancia coloide de aspecto gelatinoso.

Pueden mantenerse almacenadas durante meses hasta el momento en que se secretan a


la sangre. Entonces, una proteinasa libera el yodo por deshalogenación, que se elimina
en forma de T 3 (triyodotironina) y T 4 (tiroxina). (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

En la circulación las hormonas tiroideas pueden encontrarse en un 75 % en forma de T 4


y en un 25 % en forma de T 3. La T 4, una vez secretada, tiene una potencia de acción
inferior, pero al secretarse en mayor cantidad y tener un período de actividad superior al
de la T 3, alcanza una potencia equivalente.

Una vez secretadas, la T 3 llega antes a las células (2 días) que la T 4 (7 días). Allí se
fijan a sus proteínas y tienen un tiempo de latencia en el que no presentan efectos.
Posteriormente, éstos se inician y perduran durante días o semanas.

Las funciones de las hormonas tiroideas son múltiples y afectan, prácticamente, a todas
las células y tejidos del cuerpo humano. Aumentan la actividad metabólica de los tejidos
corporales y el metabolismo basal entre un 60 y un 100 %. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

191
Tienen efectos anabólicos sobre las proteínas y colaboran en el crecimiento. Estimulan
todas las fases de los hidratos de carbono y aumentan la glucemia en sangre. Tienen una
función lipolítica (consumen grasa para obtener energía).

Determinan el cierre de las epífisis, por lo que intervienen en el crecimiento de los huesos.
El exceso de hormonas provoca una pérdida de calcio y fosfatos.

Favorecen la eliminación del colesterol y los triglicéridos. Su falta favorece la obesidad y


la arteriosclerosis.

Interactúan con otras hormonas, como la insulina del páncreas, la parathormona de la


paratiroides, la ACTH de la suprarrenal y las hormonas gonadótropas.

Los efectos de las hormonas tiroideas son muy variados y se pueden resumir en la
aceleración del metabolismo basal, lo que conlleva un incremento de todas las funciones
orgánicas. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

El exceso de hormonas aumenta la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, el


gasto cardíaco y la sudación, activa el cierre de las epífisis, produce excitación, acelera
los procesos digestivos y causa diarrea. Por el contrario, cuando hay un déficit hormonal
todas estas funciones se enlentecen.

La alteración endocrinológica que incrementa la secreción de hormonas tiroideas se


conoce como hipertiroidismo, y las alteraciones por defecto reciben el nombre de
hipotiroidismo.

La regulación de la secreción depende de un mecanismo de retroalimentación.

La Calcitonina es un polipéptido de 32 aminoácidos que se produce en las células C del


tiroides. Una vez secretada, tiene una acción muy rápida. Su efecto es hipocalcemiante
(disminuye la concentración de calcio en la sangre) y además forma hueso. Ejerce su
acción sobre los huesos, el riñón y el intestino. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

192
En el hueso impide la formación de los osteoclastos, que son las células destructoras de
hueso, y disminuye la actividad de los que ya existen. Por el contrario, activa los
osteoblastos, que son las células formadoras de hueso.

En el riñón aumenta la eliminación de calcio por la orina (hipercalciuria) y en la mucosa


intestinal evita la absorción del calcio de los alimentos. Interviene en la homeostasis del
calcio y se secreta en las situaciones que se asocian con un exceso de calcio en sangre.

Glándulas Paratiroides

Son cuatro glándulas que se encuentran en la cara posterior del tiroides. Son de pequeño
tamaño (6 × 3 × 2 mm) y de color castaño, están formadas por tejido graso y son difíciles
de localizar. Como mínimo tiene que haber dos.

Están muy vascularizadas por las dos arterias paratiroideas superiores y las dos
paratiroideas inferiores. Con el microscopio se distinguen dos tipos de células: las
principales, productoras de la hormona parathormona y las oxífilas, que se consideran
células que han envejecido. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, &
Serrat Serrat, 2002)

Parathormona

Llamada también paratirina, es un polipéptido de 84 aminoácidos. Su efecto consiste en


aumentar la concentración de calcio en la sangre (es hipercalcemiante). Su acción se
ejerce en el hueso, el riñón y en el intestino.

En el hueso activa los osteoclastos, lo que incrementa la reabsorción ósea (el resultado
final es la destrucción del hueso). En el riñón aumenta la reabsorción del ion calcio por los
túbulos, impidiendo su pérdida por la orina.

El calcio, a su vez, se intercambia con el fósforo, que es eliminado; por tanto, produce
hipocalciuria e hiperfosfaturia. En el intestino actúa sobre la mucosa intestinal

193
favoreciendo la absorción del calcio de los alimentos. (Escudero Rodríguez, Sánchez
Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Su secreción está influida por los niveles de calcio en sangre, por lo que es
complementaria de la calcitonina; ambas intervienen en la homeostasis del calcio. El
embarazo, la lactancia y el raquitismo favorecen su secreción.

Mediante la calcitonina y la parathormona se consigue mantener los niveles de calcio en


la sangre entre 2.20 y 2.70 mm/L. El calcio es de vital importancia en la formación del
hueso e interviene en la coagulación sanguínea, y en la contracción cardíaca y muscular.
Además modifica la permeabilidad de las membranas neuromusculares.

El páncreas es una víscera situada en el abdomen, que se comporta como una glándula
mixta. Con el microscopio se ve que la parte exocrina está formada por células
pancreáticas que producen un jugo que se secreta por el conducto de Wirsung al
duodeno. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La parte endocrina está formada por los islotes pancreáticos o de Langerhans. Estos
islotes, cuyo número es de 1 a 2 millones, se encuentran distribuidos entre las células
pancreáticas.

Están formados por dos tipos de células diferentes: las células a (el 25 % y situadas en la
periferia) que secretan a la sangre la hormona glucagón, y las células b (el 75 % y
situadas en el centro, alrededor de los capilares), que son responsables de la secreción
de la insulina.

Estas últimas tienen en su interior unos gránulos llamados proinsulina donde se


almacenan unas 200 UI de insulina, que son liberados a la sangre a través de la vena
pancreática cuando la glucemia lo requiere. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

194
Insulina

El reconocimiento de la relación del páncreas con la diabetes mellitus data de 1889. La


insulina se descubrió en 1921 y en 1922 se obtuvo a partir del buey y del cerdo. Luego, en
la década de los ochenta, se obtuvo insulina humana por recombinación genética.

Esta hormona es una proteína de 51 aminoácidos formada por dos cadenas (la A con 30
aminoácidos y la B con 21) unidas entre sí por dos puentes disulfuro (varían en muy
pocos aminoácidos entre las diferentes especies animales).

La secreción de la hormona obedece a los niveles de glucosa en la sangre. Cuando la


glucemia aumenta, la secreción aumenta proporcionalmente, y cuando la glucemia
desciende, la secreción se detiene. Su misión es mantener las cifras de glucemia en los
niveles fisiológicos (entre 4.1 y 6.4 mmol/L). Aparte del nivel de glucosa en sangre, hay
otros factores que modifican su secreción. Puede aumentar con la ingestión de proteínas,
por la acción de otras hormonas (glucagón, hormonas tiroideas, parathormona,
estrógenos y progesterona), así como por efecto de algunos fármacos (antidiabéticos
orales). (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

En los obesos se encuentran cantidades elevadas de insulina en sangre. Por el contrario,


las situaciones de hipoglucemia y algunos fármacos pueden inhibir la secreción de
insulina.

La acción de la insulina consiste en aumentar la permeabilidad de las membranas


celulares, permitir la entrada de glucosa en su interior y estimular la síntesis intracelular.

Los efectos que se pueden observar son los siguientes:

 Efecto hipoglucemiante transitorio al entrar la glucosa en la célula, que finaliza


cuando la concentración de glucosa intracelular se iguala con la de la glucosa
extracelular.
 Estimulación de la síntesis de lípidos (lipogénesis), que favorece el depósito de
triglicéridos.

195
 Es anabólica. Aumento de la síntesis proteica, ya que favorece la entrada de
aminoácidos en la célula y acelera la formación de ARN.
 Potenciación de la acción de otras hormonas, en especial de la hormona del
crecimiento. Se ha demostrado experimentalmente que el crecimiento es mayor
cuando se inyecta insulina y hormona del crecimiento, e incluso últimamente se
piensa que la talla de los niños en los primeros meses de vida depende más de
factores hormonales placentarios y de la insulina fetal y neonatal (denominados
IGF, del inglés insulin growth factors) que de la somatotropina hipofisaria.
(Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La falta de insulina produce la diabetes mellitus. Cuando aparece en la niñez, se


denomina diabetes juvenil o de tipo I, mientras que si se presenta con la edad, por
agotamiento progresivo de su producción, se denomina diabetes del adulto o de tipo II.

La diabetes tiene tratamiento sustitutivo con insulina, cuyas dosis se expresan en


unidades internacionales (UI). Una unidad internacional es la cantidad de insulina
requerida para disminuir la glucemia en ayunas de 6.6 a 2.5 mmol/L en un conejo de 2 kg.

El exceso de insulina puede deberse a la existencia de tumores en el páncreas,


denominados insulinomas, que pueden producir hipoglucemias graves. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Glucagón

Es un polipéptido de 29 aminoácidos que se produce en las células a. Es una hormona


con capacidad glucogenolítica, y por tanto su efecto es hiperglucemiante. Su secreción
por el páncreas depende de la glucemia.

Cuando hay hipoglucemia (< 2.5 mmol/L, o durante el ayuno) se incrementa su secreción.
Actúa más lentamente que la insulina y no es una hormona vital. Su acción se desarrolla
en el interior de los hepatocitos, estimulando la degradación de glucógeno hepático.

196
Sus efectos son los siguientes:

 Glucogenólisis hepática. Es la función principal del glucagón y consiste en el paso


del glucógeno a glucosa mientras haya reservas hepáticas.
 Estimulación de la gluconeogénesis por el hígado a partir de los productos de la
glucólisis, de la proteólisis y de la lipólisis.
 En dosis elevadas puede aumentar la frecuencia y el gasto cardíaco, disminuir las
secreciones exocrinas del páncreas y aumentar la secreción biliar. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Aunque su efecto sea el contrario de la insulina, no son hormonas antagónicas. No se


conocen enfermedades por alteraciones del glucagón. Los diabéticos
insulinodependientes lo emplean como tratamiento ante una situación de hipoglucemia
grave.

Hormonas de la Corteza Suprarrenal

En la corteza se han aislado más de 40 hormonas esteroideas. Todas ellas provienen de


una estructura común, el colesterol, y una vez sintetizadas no se almacenan en la
glándula, sino que son secretadas a la sangre donde viajan fijadas a una a globulina
(corticoides y andrógenos) o libres (aldosterona).

Mineralocorticoides

Aldosterona

Los mineralocorticoides reciben este nombre por intervenir en el equilibrio


hidroelectrolítico, eliminando o reteniendo sodio (Na), cloro (Cl) y potasio (K). Se secretan
en la zona glomerular, y de todos ellos el más importante es la aldosterona. (Escudero
Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

197
La aldosterona actúa sobre los túbulos contorneados y colectores del riñón, modificando
la permeabilidad de las membranas celulares e incrementando la reabsorción del Na y del
Cl.

Como resultado se produce hipernatremia e hipercloremia, y aumenta la eliminación de K


por la orina (hipopotasemia).

Los efectos de la aldosterona se manifiestan del modo siguiente:

 En el riñón, el sodio y el cloro se reabsorben en todos los túbulos,


intercambiándose con el K.
 En las glándulas salivales y en las glándulas sudoríparas actúa reteniendo ClNa y
eliminando K por la saliva y el sudor.
 En la mucosa intestinal favorece la reabsorción de sal, evitando que se pierda.
 Sobre el volumen de agua (de forma indirecta), ya que ésta se elimina o retiene
por ósmosis siguiendo las modificaciones del sodio. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

La secreción de aldosterona depende de varios factores:

 La ACTH secretada por la hipófisis, que estimula la corteza suprarrenal (si falta la
ACTH la corteza se atrofia). Sin embargo, no es el mecanismo más importante.
 Las concentraciones de sodio y potasio en la sangre, que regulan la secreción de
la hormona; así, la hiponatremia y la hiperpotasemia aumentan la secreción de
aldosterona, mientras que la hipernatremia e hipopotasemia la inhiben.
 Las pérdidas de volumen, que favorecen la secreción de aldosterona con el fin de
recuperar sodio y, consecuentemente, agua.
 Finalmente, el sistema renina angiotensina. La renina es una enzima, secretada
por el aparato yuxtaglomerular del riñón, que activa la angiotensina, un potente
vasoconstrictor que estimula la producción de aldosterona. Actualmente se conoce
la implicación de este sistema en la génesis de la hipertensión de algunos
enfermos.

198
Glucocorticoides

Los glucocorticoides están formados por un gran número de hormonas esteroideas, de las
cuales las más importantes son el cortisol y la hidrocortisona, seguidas de la
corticosterona y la cortisona. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, &
Serrat Serrat, 2002)

Reciben el nombre genérico de glucocorticoides porque la primera y principal acción que


se descubrió es que son hormonas hiperglucemiante. Pero actualmente conocemos
muchas más funciones. Los efectos se consideran iguales, en general, para todos los
glucocorticoides. Las diferencias entre ellos radican en la rapidez con que actúan o en la
potencia que tienen.

Así, se pueden citar los siguientes:

 Efectos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono. Aumentan la síntesis de


glucosa a partir de los aminoácidos (neoglucogénesis), favorecen el
almacenamiento de glucosa en el hígado en forma de glucógeno y dificultan la
utilización de la glucosa por las células. El resultado final de todas estas acciones
es el incremento de glucosa en sangre, por lo que actúa como un antagonista de
la insulina (su exceso provoca la diabetes suprarrenal).

 Efectos sobre el metabolismo proteico. Son hormonas catabólicas que disminuyen


la síntesis de proteínas y desvían los aminoácidos hacia la neoglucogénesis.

 Efectos sobre el metabolismo de las grasas. Movilizan los ácidos grasos del tejido
adiposo hacia la sangre con el fin de obtener energía. (Escudero Rodríguez,
Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

 Efectos hidroelectrolíticos. En el riñón actúan como la aldosterona (reteniendo


sodio y eliminando potasio), aunque con menor intensidad. Incrementan la
eliminación de calcio y son los responsables de la osteoporosis.

199
 Efectos sobre la sangre. Su secreción aumenta la formación de glóbulos rojos y
plaquetas, y disminuye la de leucocitos eosinófilos y de linfocitos.

 Efectos sobre la inmunidad. En los procesos inflamatorios tienen la capacidad de


estabilizar las lisozimas en el interior de las membranas celulares y de disminuir la
permeabilidad de las mismas, disminuyendo con ello el edema que rodea la lesión.
Tienen además capacidad para reducir las consecuencias de la reacción alérgica.
Estos efectos hacen muy útiles los corticoides como tratamiento de muchos
procesos alérgicos e inflamatorios. Pero su efecto continuado o excesivo conduce
a la atrofia del tejido linfoide, y junto al descenso en la producción de linfocitos,
disminuye la inmunidad humoral. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás
Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

 Efectos sobre la mucosa gástrica. Aumentan la acidez de la secreción gástrica, por


lo que incrementan las posibilidades de aparición de úlceras de estómago.

 La secreción de glucocorticoides depende de la estimulación de la ACTH sobre la


corteza suprarrenal, hasta el punto de que si la secreción de ACTH se interrumpe,
los niveles de glucocorticoides descienden a valores ínfimos, y si se suprime
durante mucho tiempo, la corteza suprarrenal se atrofia.

A su vez, la secreción de ACTH depende del estímulo que producen sobre la hipófisis las
hormonas activadoras de la ACTH secretadas por el hipotálamo. El exceso de
glucocorticoides circulantes en sangre inhibe la secreción del hipotálamo y, en
consecuencia, la de la hipófisis. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, &
Serrat Serrat, 2002)

La secreción de glucocorticoides no es igual a lo largo del día y sigue un ritmo nictameral,


que controla el hipotálamo, con un pico máximo a las 6 horas y un valor mínimo a las 18
horas.

Finalmente el estrés físico, la ansiedad o las agresiones pueden aumentar los niveles de
secreción hasta 6 veces con el fin de obtener más energía.

200
Las principales alteraciones en la secreción de los glucocorticoides son dos.

 El síndrome de Cushing se debe a un exceso en la producción glandular, que


puede ser autónoma u obedecer a un exceso de estímulo de la ACTH, o bien
puede ser iatrogénico, secundario a un tratamiento con glucocorticoides en dosis
altas o de forma continuada.
 El síndrome de Addison se debe al descenso en la producción de glucocorticoides
y también de los mineralocorticoides. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Andrógenos Suprarrenales

Son las hormonas secretadas por la zona reticular. Se producen en escasa cantidad, y
tienen un efecto androgénico débil, si se comparan con las hormonas sexuales
masculinas secretadas por los testículos.

Sus efectos en el varón permiten desarrollar y mantener los caracteres sexuales


secundarios, y facilitan el crecimiento y el desarrollo de los órganos genitales.

Sus efectos son similares a los de la testosterona y parte de los andrógenos se


transforman en testosterona. En la mujer estos efectos son mínimos, pero el aumento de
la secreción de andrógenos (por tumores) puede conducir a un síndrome adrenogenital,
que produce la virilización de la mujer.

En ambos sexos favorecen la síntesis proteica, son anabolizantes y desarrollan la


musculatura. La supresión de estas hormonas no causa ningún problema pues son
suplidas por las secretadas por las glándulas sexuales. (Escudero Rodríguez, Sánchez
Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

201
Hormonas de la Médula Suprarrenal

Embriológicamente la médula suprarrenal deriva del tejido nervioso, y la síntesis y


almacenamiento de las hormonas se llevan a cabo en el interior de las células cromafines
de la médula, de una manera semejante a la de los ganglios del sistema simpático.

A la médula suprarrenal llegan impulsos nerviosos a través de los nervios simpáticos, y es


la glándula endocrina con mayor inervación.

Cuando se estimula por vía nerviosa, se secretan las hormonas almacenadas en sus
células, la noradrenalina y la adrenalina (la primera es precursora de la segunda), y se
vierten a la sangre.

Estas hormonas y sus metabolitos se conocen como catecolaminas y ejercen su actividad


sobre todas las células del cuerpo humano. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura,
Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Su principal efecto es aumentar y prolongar los efectos del sistema simpático, o dicho de
otra forma preparar el cuerpo para la lucha o la defensa. Actúan de forma similar a las
fibras adrenérgicas o posganglionares del sistema simpático, que también secretan
noradrenalina. El funcionamiento de la médula suprarrenal no es imprescindible para la
vida, pues en realidad sus hormonas sólo actúan reforzando el sistema simpático. Ambos
mecanismos se complementan: el sistema autónomo simpático desencadena la respuesta
y las hormonas de la médula suprarrenal la mantienen, puesto que su efecto es más
amplio y persiste durante más tiempo.

Los receptores de las células para las catecolaminas se encuentran en la membrana


plasmática y son de dos tipos: los receptores a son responsables de las respuestas de
excitación de una función, mientras que los b son responsables de las respuestas
inhibitorias. Las catecolaminas pueden actuar sobre ambos dependiendo de la dosis.

La secreción de la médula suprarrenal puede modificarse por múltiples circunstancias


como el frío, el dolor, el ejercicio, las emociones, la hipotensión arterial, la asfixia o la

202
hipoglucemia. Asimismo, muchos fármacos pueden aumentar su secreción
(simpaticomiméticos) o inhibirla (simpaticolíticos).

La relación entre la corteza y la médula suprarrenal es escasa, pero una cantidad no


despreciable de glucocorticoides pasan a la médula y activan las enzimas que convierten
la noradrenalina en adrenalina. Por otro lado, en esta glándula se vuelve a expresar la
relación continua y estrecha entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Así, en
situaciones de estrés, el sistema nervioso, a través del hipo- tálamo, pone en marcha la
hipófisis y ésta secreta ACTH para activar la corteza y disponer de glucocorticoides para
obtener energía. Por su parte, el sistema autónomo simpático estimula la médula, que
secreta catecolaminas, y mantiene la respuesta ante la situación desencadenante de la
reacción. (Escudero Rodríguez, Sánchez Segura, Borrás Pérez, & Serrat Serrat, 2002)

Síntesis de la Unidad IV

En la presente unidad se presentó el Sistema Nervioso, el cual es el más completo de


todos los que conforman el cuerpo humano, asegura junto con el Sistema Endocrino, las
funciones de control del organismo, es capaz de recibir innumerables datos procedentes
de los distintos órganos sensoriales para lograr una respuesta del cuerpo, el Sistema
Nervioso se encarga de controlar las actividades rápidas. Además, el Sistema Nervioso es
el responsable de las funciones intelectivas, unas de ellas son la memoria y las
emociones.

Su constitución anatómica es muy compleja, y las células que lo componen, a diferencia


de las del resto del organismo, carecen de capacidad regenerativa. Por lo que se hace
hincapié en la importancia de estos sistemas para el cuerpo humano.

203
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DE INFORMACIÓN

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intervienen en la función vital de nutrición:
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Zudaire, M. (27 de Marzo de 2013). www.consumer.es. Recuperado el 27 de Marzo de


2016, de Alimentos Para Las Articulaciones:
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/2013/03/27/216215.php

205
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

ACTIVIDAD DE APRENZIAJE 1

Cuadro comparativo sobre los tipos de articulaciones

Entiéndase por cuadro comparativo al esquema que ejemplifique y permita comparar e


identificar las diferencias entre cada aspecto.

INSTRUCCIONES:

1. En base a la Unidad I de la Guía proporcionada por el docente y complementado


con libros digitales o físicos u otros artículos en la red con terminación org, edu y
gob.

2. Deberá contar con los tres tipos de articulaciones:


• Fibrosas
• Cartilaginosas
• Sinoviales

3. Elaborar un cuadro comparativo que contenga lo siguiente:


 Definición de la articulación
 Clasificación de la articulación
 3 ejemplos de cada una

4. Seguir el siguiente formato:

Tipo de articulación Definición Clasificación Ejemplo


Fibrosa 1.
2.
3.

206
Cartilaginosa 1.
2.
3.
Sinovial 1.
2.
3.

5. Finalice la actividad realizando una conclusión.

FORMATO DE ENTREGA:

1. Debe ser elaborado en formato Word, letra arial 12 para títulos, arial 11 para el
contenido, interlineado 1.5
2. Incluir una hoja de presentación que contenga: Nombre del Instituto, nombre
del alumno, el título ―Tipos de Articulaciones‖; la ciudad y estado donde se
encuentra el alumno, y fecha.
3. La bibliografía y fuentes consultadas deberán estar citadas de acuerdo al
formato APA 5ª o 6ª edición.
4. Cuidar la ortografía.
5. Entregar la actividad de aprendizaje en el tiempo establecido al inicio del curso.
6. Enviar la actividad usando la plataforma.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 2
Paráfrasis sobre el Sistema Endocrino

Entiéndase por paráfrasis un discurso o un texto que pretende explicar y ampliar una
información, con el objetivo de hacer que los datos se vuelvan más fáciles de entender y
asimilar por el receptor.

207
INSTRUCCIONES:

1. La paráfrasis deberá contener lo siguiente:

 Generalidades y localización del sistema endocrino


 Glándulas endocrinas
 Control de la secreción hormonal

2. Consultar el contenido de la unidad IV de la Guía proporcionada por el docente.

FORMATO DE ENTREGA:

Hoja de presentación que contenga:

1. Logotipo de la Universidad en la parte superior izquierda


2. Encabezado centrado en la parte superior: LICENCIATURA EN NUTRICIÓN
3. En la parte media de la hoja el título bloque que corresponda a la actividad
4. Nombre del alumno
5. En la parte inferior derecha indicar: Ciudad y Estado (donde se encuentre el
alumno) y fecha de elaboración.

Desarrollo de la actividad

1. Letra tipo Arial, tamaño 11 para el cuerpo y 12 para los encabezados, los cuales
deberán estar en negritas. Interlineado 1.5
2. Deberá contener mínimo 2 cuartillas, máximo 3.
3. Correcta ortografía, gramática y redacción.

208
CUESTIONARIOS

1. ¿Cuál es la ciencia que estudia la conformación y la estructura del cuerpo humano?


a. Fisiología
b. Biología
c. Anatomía

2. Es la unidad anatómica y funcional del cuerpo humano.


a. Átomo
b. Célula
c. Microorganismo

3. ¿Cómo se le denomina al conjunto de células con las mismas características que


realizan una función en común?
a. Órgano
b. Tejido
c. Elemento

4. Se encuentra comúnmente en sitios donde generalmente se lleva a cabo el intercambio


de líquidos u otras sustancias realizando funciones de difusión, filtración y absorción.
a. Epitelio simple
b. Epitelio pseudoestratificado
c. Tejido epitelial

5. ¿Cómo se le denomina al conjunto de órganos que contribuyen a un mismo fin


funcional?
a. Tejido
b. Aparato
c. Sistema

209
6. Parte de la célula que está formado por una porción líquida llamada citosol y una
matriz citoplasmática que forman las proteínas.
a. Núcleo
b. Mitocondria
c. Citoplasma

7. Organito membranoso que se encuentra formado por un sistema de canales y


vesículas conectados entre sí.
a. Aparato de Golgi
b. Retículo endoplasmático
c. Membrana celular

8. Organito membranoso en forma de saco constituidas por dos membranas, se encargan


de la respiración de la célula.
a. Mitocondria
b. Lisosoma
c. Ribosoma

9. ¿Cómo se le conoce a la sustancia donde se encuentran los nucléolos y la cromatina?


a. Membrana nuclear
b. Jugo nuclear
c. Jugo celular

10. Es una fase de la cariocinesis de corta duración en la que se produce la


desintegración de la envoltura nuclear y se pierde la membrana nuclear.
a. Profase
b. Anafase
c. Metafase

11. Es la cubierta externa del hombre y los mamíferos, que separa y protege su cuerpo
del ambiente y facilita la percepción y comunicación con el exterior.
a. Dermis
b. Piel

210
c. Hipodermis
12. Es la capa de la piel que a modo de almohadillado entre la piel y el plano subyacente,
que puede ser óseo, muscular o articular.
a. Epidermis
b. Dermis
c. Hipodermis

13. Es el pigmento más importante de la piel.


a. Hemoglobina
b. Melanina
c. Carotenos

14. Glándula sudorípara que se localiza en la superficie cutánea, excepto en el borde libre
de los labios, lecho ungueal, labios menores de la vulva, glande y cara interna del
prepucio.
a. Ecrinas
b. Apocrinas
c. Todas las anteriores

15. ¿Cómo se le denomina a la fase de caída del pelo?


a. Anagén
b. Catagén
c. Telogén

16. Patología de la piel que se debe a la hiperactividad de las glándulas sebáceas y a un


bloqueo de su conducto de secreción, que finalmente puede verse colonizado por
diferentes microorganismos.
a. Psoriasis
b. Acné
c. Ampollas

17. Vitamina para la piel antioxidante por excelencia, protege y ayuda a mejorar el tejido
celular, contrarrestar el envejecimiento y ayuda a mejorar la circulación sanguínea.

211
a. Vitamina A
b. Vitamina E
c. Vitamina C

18. El sistema óseo está formado por un conjunto de 207 huesos.


a. Verdadero
b. Falso

19. Tipo de hueso que forma la capa externa y más dura de los huesos.
a. Cortical
b. Trabecular
c. Ninguno de las anteriores

20. ¿Cómo se le denomina al proceso por el cual los alimentos son troceados en
pequeños fragmentos por la acción de los dientes?
a. Deglución
b. Masticación
c. Descomposición

212

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