Professional Documents
Culture Documents
Hace días compartí un post en el cual expliqué qué es la apologética cristiana, por qué
importa y cuál es su propósito (Léelo aquí).
Ahora compartiré contigo algunos consejos valiosos al defender tu fe una vez que sabes
cuál es el propósito de eso.
La fe viene por el oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17), así que es bueno que ella
abunde en lo que hablamos porque tal vez Dios les conceda fe a las personas que nos
escuchen (2 Timoteo 2:25).
Lo que está mal es no explicar por qué confiar en la Biblia cuando usamos la Biblia para
defender nuestra fe.
Por ejemplo: Cuando la gente te pregunte por qué crees que Dios es el creador de todas
las cosas, no basta citar Génesis (si decides responder citando la Biblia). Necesitas
explicar por qué debemos creer lo que dice Génesis.
Muchas personas no-cristianas asumen que tratar de probar la realidad del cristianismo
citando la Biblia es como tratar de probar la existencia de Superman citando un comic, y
asumen eso porque nadie les ha explicado qué diferencia a la Biblia de todos los otros
libros.
Aquí explico brevemente qué hace a la Biblia única. Te será útil para aprender lo básico
que te servirá al explicar por qué debemos creer lo que dice la Biblia.
La palabra apologética deriva del término griego apología que significa defensa. Hoy
quiero mostrarte 3 razones muy importantes para que que aprendas apologética
cristiana, es decir, defensa de la fe cristiana.
Como de seguro ya sabes, hoy en día existen corrientes de creencias que afirman
erróneamente cosas como “Jesús jamás existió”, “Jesús no fue realmente el mesías”,
“no se puede confiar en la Biblia”, “Dios no creó el universo, la ciencia lo explica
todo”, y más. Este tipo de declaraciones muestra la necesidad de poder defender y
conocer la realidad realidad de las escrituras, y la veracidad y evidencias de Jesucristo
como redentor de la humanidad.
Sin embargo, existen también personas que profesan tener otra creencia distinta al
cristianismo y que no quieren saber nada de éste. Con dichas personas es mejor no
perder el tiempo.
Jesucristo nos ha mandado a hacer discípulos (Mateo 28: 19) Si la persona a la cual
estoy discipulando tiene una pregunta acerca de la fe cristiana que le impide avanzar en
su caminar con Jesucristo ¿Qué le voy a responder?
He visto como varios cristianos responder cosas como “No se deje confundir” ante las
dudas del prójimo. Ehhh… Esa respuesta no es correcta.
3. La fe ciega no existe.
Cuando acepté a Jesucristo como mi salvador, dejé de lado una serie de preguntas que
tenía sobre las evidencias de que Jesucristo existió, la veracidad de la biblia y cosas así.
Yo creía que ser cristiana era ignorar todo tipo de pregunta que pudiera hacer que mi
creencia se desplomara, debido a que pensaba que éstas preguntas no tenían respuesta.
Yo creía que ser cristiana era “tener una fe ciega”.
¡QUÉ GRAN ERROR!
La Biblia dice “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente” (Mateo 22:37). Así que, ¿cómo es posible amar a dios con toda mi
mente si tengo dudas acerca de él?
La apologética cristiana es útil para derribar toda duda en nuestra fe y así entregarnos de
lleno al Señor.
En los próximos posts sobre apologética, responderé con bases bíblicas, lógicas y
científicas, a muchas preguntas importantes sobre cristianismo que han influenciado mi
fe.
Espero que juntos podamos crecer conociendo un poco más lo real que es Jesús. :)
La apologética no solo es defensa. También involucra ofensa al demostrar que todas las
cosmovisiones no-cristianas son falsas.
Por eso me gusta esto que habla John Piper en un apéndice de su libroDeseando a Dios:
“Siempre que un cristiano conversa con alguien que no es cristiano acerca de la verdad
de la fe, cada petición de pruebas por parte del no-cristiano para demostrar el
cristianismo debería ir respondida con una petición igualmente seria de pruebas que
demuestren la filosofía de vida del no cristiano. De otra manera damos la falsa
impresión de que la cosmovisión cristiana es provisional e incierta, mientras que las
cosmovisiones más seculares son estables y seguras y no tienen necesidad de
justificarse desde el punto de vista filosófico o histórico. Pero no es así.
Muchas personas que exigen que los cristianos demostremos nuestras afirmaciones no
se exigen lo mismo a sí mismos. Se da por supuesto que el escepticismo secular es
razonable porque está extendido, no porque esté bien argumentado. Deberíamos insistir
sencillamente en que la controversia ha de ser dirigida con igualdad. Si el cristiano tiene
que proporcionar pruebas, igual los demás”
Lo que dice Piper es verdad. He aprendido que si nos preparamos bien para defender
nuestra fe y poder regresar la pelota al otro lado de la cancha de la conversación con
elegancia, no tendremos nada que perder. Más bien, tendremos mucho por ganar porque
Dios (y la Biblia, y nuestra fe) siempre tiene la razón.
Así que pon a prueba lo que creen los no-cristianos y escépticos luego de responder a
las preguntas y demandas que te hagan. Esta técnica de devolver la carga de defender la
posición que se tenga, me ha servido incluso en debates con otros cristianos sobre
algunos puntos doctrinales.
Muchas personas en realidad no saben por qué creen lo que creen. Con frecuencia he
visto como las personas, al tratar de defender sus malas posturas, se dan cuenta de sus
errores y, o tratan de disimularlo y abandonan el debate, o admiten que estaban
equivocados y se muestran abiertos a aprender la verdad.
Hace mucho tiempo me encontraba en una cena muy incómoda en casa de un amigo que
comparte mi fe. Fue incómoda porque, como por arte de magia, varias personas
sentadas con nosotros empezaron a discutir acaloradamente sobre religión (el tema más
polémico en todo el mundo). Digo que todo sucedió como por arte de magia porque no
sé cómo ni quien inició la conversación.
La discusión tenía que ver con cual religión es la correcta. A medida que la
conversación proseguía, se denotaron dos bandos muy claros: Un grupo que creía que
hay varios caminos a Dios y que nadie sabe cuál o quién es la verdad, y otro grupo que
cree que solo Jesús es la verdad.
Una mujer del bando que creía que hay varios caminos a Dios sabía que yo era
cristiano. En medio de la discusión que tenía con las personas del otro bando, giró hacia
mí y me preguntó: “Josué, ¿Crees que tus amigos cristianos tienen razón en esta
discusión? ¿En verdad eres tan de mente cerrada para creer que Jesús es el único camino
a Dios?”
Mi respuesta a su pregunta.
“Si decía que creo que Jesús es el único camino, ella
diría que soy de mente cerrada”
Si decía que creo que Jesús es el único camino, ella diría que soy de mente cerrada. Si
decía que yo no creía eso, estaría traicionando a Jesús y mintiendo. Así que dije la
verdad. Le dije que creo y sé que Jesús es todo lo que Él dijo ser.
Le respondí que lo que ella creía es falso, ya que por ejemplo, si alguien es cristiano
entonces no puede ser budista, si alguien es musulmán no puede ser budista ni cristiano,
y así…
Las religiones se excluyen mutuamente o son excluidas por otras, aunque algunas sean
muy parecidas, así que la afirmación de que todas (o varias) son válidas no es cierta.
Luego de decirle eso, tuve la oportunidad de compartirle el evangelio aprovechando su
curiosidad y respondiendo a sus preguntas.
Suelo conocer con frecuencia a personas que creen lo mismo que ella, que ser cristiano
es ser de mente cerrada.
Lee también:
Una frase que seguro has oído decir a algún evangélico es “el cristianismo es una
relación, no una religión”.
Confieso que a mí me encantaba esa frase. Nos resulta cool una vez que la escuchamos
por primera vez, ¿eh?
La razón por la cual es tan popular la frase, es porque hemos asociado la palabra
“religión” con algo malo. Para nosotros “religión” es reglas y un montón de cosas
religiosas (valga la redundancia) que nos parecen aburridísimas.
Vivimos en una época en donde nadie quiere lo que comúnmente conocen como
religión. Sin embargo, cuanto más leía la Biblia, más veía que el cristianismo en
realidad sí es una religión. También vi que si no tenemos esa religión, en realidad no
somos cristianos.
Tal vez ese párrafo anterior que acabas de leer resulta hasta desagradable para ti porque
te han enseñado que la palabra religión significa algo feo.
Quiero que sepas que lo entiendo. Para mí también fue raro en un comienzo saber eso
que te acabo de decir, así que sigue leyendo y déjame explicarte a qué me refiero.
La palabra religión viene del término “re-ligare”. “Re” indica intensidad y “ligare”
indica ligar o amarrar. Así que la palabra “religión” hace referencia a ligarnos de nuevo
a nuestro creador.
Una religión es un conjunto de creencias y prácticas que tienen que ver con asuntos
existenciales, sobrenaturales y morales. Tienen el fin de acercarnos más a los dioses de
alguna manera.
Ya que hemos definido lo que es una religión, y que el cristianismo de hecho es una
religión, tenemos que entender que el cristianismo tiene algunas características que lo
hacen distinto a TODAS las otras religiones que existen.
El cristianismo nos habla la verdad de que no podemos acercarnos a Dios por nuestra
cuenta porque hemos pecado y Él santo.
Nos dice también que no hay nada que podamos hacer para merecer que Dios quiera
estar con nosotros, y que Él requiere satisfacer su ira contra los pecadores. (Efesios 2:8-
6, Romanos 3:23-26)
Sin embargo, Él nos ama por amor a su propia naturaleza y envió a Su Hijo a morir por
nosotros para que todo aquel que de verdad crea en Él, no se pierda y tenga vida eterna
(Juan 3:16).
El cristianismo plantea que una persona que cree en el evangelio es alguien que ha
nacido de nuevo porque Dios le ha dado un nuevo corazón que reconoce su necesidad
de Dios y que es capaz de obedecerlo cada día más (1 Juan 5:1, Ezequiel 36:24-28).
Entonces tenemos esto que es muy interesante: Alguien que ha nacido de nuevo, no
tiene solo una nueva religión. Tiene una nueva vida. Esa vida es una relación con Dios
mediante Jesús. Él es nuestra vida. (Juan 14:6, 17:3)
Podemos amar a Dios porque Él nos amó primero y derrama amor en sus hijos para que
ellos amen cada día más (Romanos 5:5). Y (prepárate para esto)… el amor se expresa
mediante lo que hemos llamado religión.
La frase “el cristianismo no es religión, es relación”, da a entender que una relación con
Dios y lo que conocemos como religión son cosas opuestas. En realidad son cosas que
van de la mano en cierto sentido.
Toda la Biblia habla sobre religión, pero la carta de Santiago y la primera carta de Juan,
hablan mucho sobre la religión como expresión de una relación.
Todo lo que habla Santiago se puede resumir de esta manera: “Si eres cristiano,
entonces vive como tal”. Te invito a que leas su carta y la primera de Juan. Ambas
cartas son cortas y en general fáciles de entender.
Ese versículo que compartí contigo un par de párrafos atrás nos enseña tres cosas:
Nuestra religión no es verdadera si no procuramos vivir como Dios quiere que vivamos
(“La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre…”). En otras palabras, si no
vivimos cada día más como Jesús vivió, es porque no tenemos una relación Dios (1
Juan 2:6).
La religión tiene que ver con hacer buenas obras (“…consiste en ocuparse de los
huérfanos y de las viudas en sus aflicciones”). Estas buenas obras no las hacemos para
ser salvos y acercarnos a Dios, sino porque Dios se acercó a nosotros y nos ha salvado.
Derivan de tener una relación con Él y vivir en agradecimiento.
La religión tiene que ver con vivir en santidad (“… y no dejar que el mundo te
corrompa”). Si amamos a Dios nos apartaremos del pecado porque Dios es lo más
valioso y nos satisface realmente.
Entonces tenemos que lo que hemos llamado como religión, nos lleva a profundizar más
de alguna manera en nuestra relación Dios. Una relación que tenemos por gracia, no por
algo que hagamos. (En mi ebook hablo sobre cómo conocemos a Dios cuando amamos
a las personas; descárgalo GRATIS)
Puedes tener religiosidad sin relación, pero no puedes tener relación sin tener una
verdadera religión. Cuando tienes una relación con Dios, tienes religión. Una relación
con Dios en donde no se manifiesta amor en nosotros, no es una genuina relación con
Dios.
Yo llamo religiosidad a cuando una persona pretende acercarse a Dios mediante sus
obras (nótese que uso la palabra religiosidad; no religión). Eso es despreciar a Jesús, un
acto de orgullo terrible, y algo bastante tonto porque hagamos lo que hagamos jamás
merecemos a Dios.
Por otro lado, hay personas que dicen que viven “una relación, no una religión”, pero
parece que dijeran eso para excusarse porque nunca leen la Biblia, no se congregan, no
tienen una vida activa de oración, no tratan al prójimo como quieren ser tratados, aman
las cosas que ama este mundo corrompido, etc. Aunque ellos a veces hacen cosas que
Dios ordena que hagan, para ellos es una carga pesada y por eso son demasiado
inconstantes en su servicio. Hacen las cosas “buenas” por motivos incorrectos y no se
arrepienten de sus pecados. A pesar de todo eso, se creen en una relación con Dios
porque dicen que la tienen.
¿Lo ves? Esas personas han hecho de la frase “tengo una relación, no una religión”
una especie de religión y eso es religiosidad. Y en lo personal creo que esa es la
religión más estúpida en todo el mundo.
Si en verdad vivimos una relación con Dios, eso se expresa en la religión del amor (a
Dios y al prójimo) de manera creciente. Eso lo habla el apóstol Juan en su primera carta.
¡Así que en la verdadera religión no hay lugar para las excusas!
Esas son palabras mayores que debemos tomarnos en serio. Confieso que por mucho
tiempo me creí cristiano cuando en realidad no lo era y por eso hoy te animo a que
examines tu fe (2 Corintios 13:5).
Lee también: Cuando nos adoramos a nosotros mismos cuando creemos que adoramos a
Dios.
Es necesario que comprendamos que el amor que damos a los demás y a Dios, es la
consecuencia de estar siendo satisfechos por Él. Por eso amamos al prójimo y le
servimos, y por eso servimos a Dios y hacemos actos religiosos que Él nos ordena hacer
y que son para nuestra edificación espiritual.
Todo eso es amar, y tal y como dice Chesterton “Que vuestra religión sea menos una
teoría y más un idilio de amor”.
No sé exactamente quién es el autor de la siguiente analogía, pero tiene mucho que ver
con el hecho de pensar que todas las religiones o varias de ellas son válidas:
Cuatro hombres ciegos se encuentran con un elefante. Ninguno de ellos se había
encontrado con un elefante antes, así que empiezan a palparlo. Uno sujeta la trompa y
cree que se trata de una serpiente. Otro explora una de sus piernas y lo describe como un
árbol o algo así. El tercero encuentra su cola y dice que es una cuerda. El cuarto hombre
toca el lomo del elefante y dice que es una pared.
Esta analogía es usada por ateos, agnósticos y meros teístas para afirmar que lo mismo
sucede con las religiones y que los cristianos son de mente cerrada al ignorar que todas
las religiones (o varias) forman parte de un mismo elefante y que como somos “ciegos”
no podemos ver que es así.
La falla que destruye a la analogía es la siguiente: Cuando alguien dice que todas (o
varias de) las religiones son válidas, no solo demuestra ignorancia sobre las religiones al
no ver cómo ellas se excluyen mutuamente o son excluidas por otras, sino que también
afirma orgullosamente tener un conocimiento y una visión superior al del resto de la
humanidad, al decir que puede ver al elefante completo mientras otros son ciegos y solo
palpan partes del elefante.
Curiosamente, las personas que dicen que todas las religiones son iguales suelen decir
que Jesús es un buen maestro (¡al mismo tiempo que dicen dentro de ellos mismos que
Él está equivocado!). A esas personas les pregunto: “¿Cómo puede ser un buen maestro
alguien de mente supuestamente cerrada que dice que solo Él es el camino?”
Como he hablado antes, si alguien cree que Jesús es un buen maestro, esa persona
debería prestarle atención a la principal enseñanza de Jesús: Él es más que un maestro
(Lee más sobre eso aquí).
“¿Por qué solo tiene que haber un camino? ¿Por qué no pueden haber varios?” suelen
decir algunas personas al escuchar todo esto. Yo pregunto: “¿Por qué habría de haber un
camino?” Y la respuesta a esa pregunta la encuentro en la Gracia de Dios. No hay otro
lugar a donde mirar. Es Cristo o nada.
El cristianismo afirma que solo hay un camino por el hecho de que solo Jesús es
suficiente y más que suficiente. Dios no quiso que hubiera otros para que la Gloria sea
de Él. Podrás estar en desacuerdo con esto, pero no podrás eliminarlo del cristianismo.
Cuando los ojos de una persona son abiertos y contempla la verdad del evangelio,
también verá que nadie posee ni una sola razón para quejarse de que exista un solo
camino.
La apologética no tiene que ver solo con la respuesta que damos, sino también con
nuestra actitud y carácter al responder y vivir.
Recuerda que amar al prójimo es tratarlo como queremos que nos trate (cf. Gálatas
5:14).
Un buen maestro se adelanta a las preguntas o críticas que alguien pueda lanzar a lo que
él diga, y así demuestra sus argumentos con contundencia, además de que hace muy
difícil que los demás puedan usar falacias contra su posición.
En la Biblia vemos eso varias veces. Por ejemplo, mira la forma en que Pablo enseña en
la epístola a los Romanos (Dale un vistazo a los capítulos 3 y 9 de esa carta). Con
frecuencia ves a Pablo adelantarse a las preguntas que el lector pueda hacerse y
responderlas.
Cuando respondes las preguntas de alguien que te escucha, mientras te escucha, antes de
que te lance la pregunta que tiene en mente, estás un paso por delante de esa persona y
eso es bueno porque así le muestras lo sólida que es la fe cristiana.
Si este post te gustó, no olvides compartirlo en las redes sociales para que más personas
lo lean. Es mi oración que Dios nos conceda la sabiduría y el amor para defender la
verdad como Él quiere que lo hagamos.