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Marzo de 2018

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA


Microeconomía
Juan Pablo Rodríguez Cardona

El penalti al estilo Panenka

Economía de la racionalidad y del comportamiento

Sala I Martín comienza contándonos una anécdota de la final de la Champions league de


2009, pues su amigo Ignacio Palacios (economista) le mandó un correo con las estadísticas
del tiro penalti del equipo rival. Lo importante es el análisis del comportamiento humano en
la toma de decisiones: El angustioso momento que enfrentan tanto portero como delantero
respecto al tiro penalti, resulta un experimento que muestra el comportamiento del individuo.

A que se dedican los economistas?


La economía clásica predica que los economistas debemos analizar temas meramente
económicos y de nuestra materia, sin embargo hace poco más de 50 años, Gary Becker
propuso que además de los temas económicos, los economistas deben analizar el
comportamiento humano. Analizar cualquier tipo de decisión, incluso las que no son
económicas. Cada vez la economía se va acercando más a la sociología y psicología, además
de abrir nuevos campos de estudio. Esta evolución económica y expansión de la frontera de
estudio se vio reflejada con el premio Nobel Angus Deaton en su discurso de 2015.

Gary Becker y el hombre racional


La respuesta a la pregunta ¿Cómo analizamos los tipos de decisiones? Becker la responde
afirmando que los humanos pueden comportarse como un robot de forma racional, al que se
le llama Homo Economicus. El ejemplo que propone Sala I Martín es el número de hijos en
un hogar en distintas generaciones. Con este ejemplo dice que el número de hijos debería ser
mayor en la actualidad que en las generaciones de los abuelos, puesto que actualmente somos
más ricos que antes.
Sin embargo esto no pasa: Dejando actuar el Homo Economicus se calculan los costos
respecto de los beneficios de tener hijos. Al tener un rol más activo en la sociedad, se
incrementan cada vez más los costos de oportunidad de tener un hijo; además de esto las
sociedades se hacen tecnológicamente más complejas, por lo que se vuelven más caras y se
incrementan los costos de tener hijos. Siguiendo esta lógica, las generaciones
contemporáneas prefieren tener en promedio 1,2 hijos garantizándole una vida óptima.
Homer Simpson
Al contrario de cómo piensa Gary Becker, Dan Kahneman (psicólogo que gano el premio
Nobel de economía) propone que los humanos nos parecemos más a Homero Simpson que
al Homo Economicus, puesto que no todos los humanos se comportan racionalmente. Por
esta razón se creó una rama que se titula economía del comportamiento.

Nos cuesta tomar decisiones


Según los economistas que estudian el comportamiento humano, afirman que no resulta tan
fácil elegir de forma racional como lo afirma Becker. En este apartado Sala I Martín propone
varios ejemplo en los que muestra la indecisión y la no racionalidad de nuestras decisiones
dependiendo de la forma como nos presenten las propuestas. Por ejemplo cómo afecta el
porcentaje de donación de órgano dependiendo la pregunta del permiso a firmar (lo que hace
que Bélgica y Austria tengan altos porcentajes de donación de órganos al fallecer en un
accidente de trafico). Otro ejemplo es cómo hacer para apuntar bien al orinar, lo cual se logra
poniendo algún objetivo en el inodoro como una imagen de una mosca; además de esto las
estrategias que toman los supermercados para organizar sus productos dependiendo de su
demanda o necesidad.

Por el atajo es más fácil


Al entrar en una encrucijada, los seres humanos tendemos a tomar atajos que resuelvan
fácilmente los problemas anteriormente planteados. Por ejemplo cuando hay que opinar
respecto a temas sobre la inmigración, el IVA o reformas tributarias; para este caso resulta
más fácil seguir la opinión de la tertulia, pues si varias personas convergen en la idea significa
que es probablemente válida. Otro caso lo podemos ver reflejado en los precios puesto que
si los incrementamos, tendemos a demandar más porque tenemos la noción que entre más
caro resulta mejor (bienes de lujo) o simplemente seguimos lo que la mayoría dice o sigue,
como cuando queremos entrar a un restaurante que tiene bastante cola, se pensara que es
mejor porque varias personas lo quieren.

Los sentidos nos engañan


Cuando Sala I Martín nos muestra el dibujo de dos líneas, intuitivamente creemos que la que
tiene las flechas apuntando hacia dentro es más grande, incluso luego de saber que son de
igual longitud seguimos pensando lo mismo.
Por lo tanto si nos engaña un sentido tan desarrollado como la vista, cómo no errar en los
sentidos menos desarrollados o campos que no hemos experimentado como por ejemplo los
retornos de las inversiones. Por este motivo es necesario tener extremo cuidado con el sentido
común, pues seguir la lógica a veces resulta perjudicial, por ejemplo cuando las madres evitan
darle agua a sus hijos cuando tienen diarrea por el hecho de que ellas ven que expulsan agua
(sus consecuencias son devastadoras -3 millones de niños muertos cada año-).
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Y Panenka?
Respecto a los futbolistas, cuyo estudio revela que se debe lanzar el penalti un 70 % al lado
bueno y un 30% al centro o a al otro palo sin seguir un patrón especifico ya que resulta
fácilmente identificable. No obstante se demostró que los jugadores disparan de manera
aleatoria el 70% de las veces, además que es muy improbable que lo tiren por el centro
mostrando que son irracionales frente al estudio planteado.
Sin embargo esta conclusión es incorrecta puesto que además de hacer el gol, el futbolista no
quiere hacer el ridículo tirando el balón a las manos del arquero justo en la mitad del arco.
La conclusión recae en que así sea una manera segura de marcar el gol, lo más racional seria
no realizar el penalti al estilo Panenka.

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