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LECCIÓN 5 /// LIBERTAD DE INFORMACIÓN: DIFERENCIAS CON LA LIBERTAD DE

EXPRESIÓN Y UNIVERSALIDAD

En España, gran parte del derecho a la información carece de regulación legal, en parte porque
todavía es cercana la influencia de casi cuarenta años de dictadura. Por ello el Tribunal
Constitucional se encarga de solucionar y perfilar los diferentes problemas que surgen en torno a
esta desregularización.
Aunque e los Textos internacionales el derecho a la información está implícito en la libertad de
opinión y expresión, el TC distingue entre ambos conceptos: la libertad de expresión proviene de
juicios y valores subjetivos, mientras que el derecho a la información pertenece a la objetividad. El
TC también distingue ambos derechos por su titularidad: mientras que la libertad de expresión es
de cualquier persona, en el derecho a la información las facultades de investigar y difundir
pertenecerían a los profesionales de la información, mientras que la recepción de información
pertenecería a un sujeto universal. La tercera diferencia la podemos obtener a través de las
condiciones que hacen legítimos estos derechos: mientras que en la libertad de expresión el único
límite son las expresiones injuriosas, el derecho a la información tiene otros como la veracidad y la
relevancia de la noticia en la formación de la opinión pública. La última diferencia podría ser la
más obvia y es que, la libertad de expresión tendría un campo de actuación más abierto que el
derecho a la información.
Si es importante ver las diferencias entre ambos derechos, igual o más importante será apreciar sus
similitudes. Quizá lo más relevante en este aspecto es que ambos son derechos primordiales para el
sostenimiento de una sociedad democrática donde los gobernantes no controlen el flujo de
información a su antojo y no prohíben a los ciudadanos expresarse libremente. Además ambos
derechos comparten un fuerte carácter formativo, sin olvidar que, a pesar de sus diferencias, se
complementan el uno al otro, siendo de esta manera plenamente efectivos.
A continuación profundizaremos en las tres facultades ya nombradas que se extraen del derecho a la
información. En primer lugar la investigación: es necesaria para para que la noticia llegue al
ciudadano, es necesario buscar, verificar, contrastar la información para dar una visión lo más veraz
posible de la realidad. Igual de importante es que la noticia llegue a la mayor parte de la población
para que exista una opinión pública fuerte y que los ciudadanos no se dejen manipular. La facultad
de recibir información implica que el sujeto elija si quiere o no quiere recibir un mensaje
determinado, y la posibilidad de elegir una información de entre todas las que se le ofrecen. Para
que estas facultades se den en su totalidad es necesario que exista libertad a la hora de llevarlas a
cabo, ya que por el contrario este derecho perdería sus sentido. Dentro de este aspecto es importante
señalar conceptos como la clausula de conciencia o el secreto profesional, manifestación
fundamental de esta libertad por parte de los profesionales de la información y de la comunicación.
No podemos concluir sin hacer mención al carácter universal del derecho a la información. La
universalidad de los medios aparece explícita en la Constitución española, que expresa la
universalidad subjetiva y geográfica, además de hacer mención no sólo a formas de difusión
presentes, sino también las que aparecieran en un futuro. Así quedan protegidas las formas de
difusión de información provenientes de la red como puedan ser comunidades virtuales blogs, y las
nuevas plataformas que surgirán a lo largo de la era de la Sociedad de la Información.

SERGIO MORENO GUTIÉRREZ

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