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"La personalidad de Roca se define y se explica, por su condición militar". Así comienza Leopoldo Lugones
la biografía de Julio Argentino Roca. El sucesor de Nicolás Avellaneda en la presidencia de la Nación, fue
Julio Argentino Roca (1880/1886), artífice de la “conquista del desierto” y vencedor del levantamiento de
Buenos Aires. El candidato del Partido Autonomista Nacional (PAN), asumió la primera magistratura en
compañía de Francisco Madero. “Paz y administración” fue la consigna de su gestión, en un país próspero,
producto de un modelo agroexportador exitoso a causa de la fuerte y creciente demanda de materias
primas.
En el orden interno, durante el gobierno roquista se normalizó la vida institucional del país, con sólo dos
intervenciones federales registradas, en las que se depuso a los gobernadores de Santiago del Estero
(1884) y Catamarca (1885), cesando a su vez, las intervenciones dictadas por Avellaneda en Corrientes,La
Rioja y Buenos Aires.
Entre sus objetivos se encontraba la modernización de las instituciones, siguiendo los modelos europeos
exitosos. En ese sentido, durante su gobierno:
- Se federalizó la ciudad de Buenos Aires.
- Se sancionó el Código Penal y el de Minería.
- Se crearon las condiciones para el desarrollo de las inversiones extranjeras.
- Se propició la separación de la Iglesia del Estado.
- En 1884 el Congreso dictó la Ley de Educación Común, desatando el conflicto entre el Estado y la Iglesia
Católica.
- Consolidó la profesionalización del Ejército Argentino.
- Demarcó fronteras limítrofes con Chile.
El 12 de octubre de 1892 triunfa la fórmula Luis Sáenz Peña-José E. Uriburu. Sáenz Peña se destacó como
jurista y, hacendado porteño. Educado dentro de una familia tradicionalmente católica y federal. Es apodado
"El Pavo".
Merece recordarse que el voto obligatorio sancionado en 1912 por el Presidente Roque Sáenz Peña es una
iniciativa de su padre, don Luis, expuesta en la Convención Reformadora de la Constitución bonaerense de
1870 pero que en su momento fuera rechazada por la mayoría de los Constituyentes en desacuerdo con
una reforma democrática tan drástica.
Inicia su gestión en medio de una gran convulsión política que lo obliga a cambiar con frecuencia sus
ministros. Al carecer de partido propio gobierna con la oposición de los acuerdistas del Partido Autonomista
Nacional (PAN) y de los radicales. Por consejo de Carlos Pellegrini, nombra como ministro del Interior a
Aristóbulo del Valle de la UCR. Antes de que pueda llevarse a cabo una política pacificadora, los radicales
comienzan a sublevarse. La movilización política alcanza su punto crítico en 1893, cuando se produce un
movimiento revolucionario encabezado por Hipólito Yrigoyen, sobrino de Alem, el cual se extiende a
Tucumán, San Luis y el Litoral. El Presidente interviene estas provincias, pero no puede evitar la renuncia de
su ministro, Aristóbulo Del Valle y la designación de Manuel Quintana que significa el comienzo de una
represión muy enérgica.
Durante su corto período trata de regularizar las finanzas y acrecentar el progreso material de la Argentina.
Impulsa obras públicas suspendidas como la Casa de Gobierno, el Puerto Madero y el de Rosario y manda
construir puentes y caminos en el interior del país. Traslada el Colegio Militar a San Martín y la Escuela
Naval a un buque de guerra, pero la escuadra es reforzada con dos acorazados y elementos de combate.
En la Capital incrementa la edificación urbana y concluye la apertura total de la Avenida de Mayo que se
parece a un boulevard de París. Pone en vigencia el Código Rural para los territorios nacionales y crea la
Dirección de Estadística. La deuda pública desciende y aumentan las exportaciones; en 1894 la balanza
comercial deja un saldo favorable a la Nación. En 1895 los italianos constituyen el cuarenta y ocho por
ciento de los extranjeros residentes, Son en su mayoría agricultores. Estos aportarían al país varios oficios
especializados Debido a la crisis de 1893 la intranquilidad política subsiste. Se trata la ley de Amnistía en el
Congreso, a la que, Sáenz Peña se opone y esto provoca la renuncia de todos sus ministros. Ante la
imposibilidad de formar un nuevo gabinete, presenta su dimisión el 23 de enero de 1895.
En 1898, el candidato del Partido Autonomista Nacional, Julio Argentino Roca, se consagró vencedor,
iniciando su segundo mandato, el 12 de octubre de 1898. La vicepresidencia correspondió al Dr. Norberto
Quirno Costa.
Este nuevo período no encontró al país de la misma manera que el anterior. La deuda pública era enorme y
los acreedores extranjeros representaban un riesgo para la alicaída economía argentina, que debía hacer
frente a intereses y amortizaciones por más de 30 deudas contraídas. El Dr. Carlos Pellegrini fue
comisionado para tratar de negociar con los acreedores europeos para unificar las deudas, aunque la
exigencia fue extrema: la garantía del pago de la deuda, serían los ingresos fiscales.
Si bien no decreció el gasto administrativo, mejoraron las exportaciones, que arrojaron saldo favorable.
El Ministro de Relaciones Exteriores era el Dr. Luis María Drago, quien debió afrontar un serio conflicto de
límites con Chile, al no ponerse de acuerdo en cual elemento natural debía tomarse en cuenta en la
adjudicación del territorio, a cada país. Para Argentina el límite estaba dado por las más altas cumbres, y
para Chile por la divisoria de aguas. En este período, por iniciativa de Pablo Richieri, se estableció el
servicio militar obligatorio, para estar preparados ante una posible guerra.
El conflicto que pudo terminar en una guerra, se resolvió pacíficamente gracias a la intervención de los
ministros de relaciones exteriores de ambos países, Drago y Federico Errázuriz, quienes se reunieron el 7
de mayo de 1899, en Punta Arenas para discutir una salida pacífica.
En el mes de mayo del año 1902, se firmaron con Chile los Convenios de Mayo, que obligaban a someter el
diferendo limítrofe a la decisión arbitral de Eduardo VII de Gran Bretaña.
El Dr. Drago jerarquizó a nuestro país en el ámbito del Derecho Internacional, al ser el creador de la
denominada “Doctrina Drago” por la que sostuvo, en defensa de Venezuela, que era hostigada por la
agresión de Inglaterra, Alemania e Italia (bombardeaban sus ciudades) a pagar sus deudas, que ningún
estado podía ser obligado coactivamente, mediante el uso de armas, a responder por sus deudas.
En política exterior también se terminó con un problema de límites con Brasil, por medio de un Tratado en
1898, luego de la mediación arbitral del presidente estadounidense, Cleveland, que favoreció a Brasil
Durante esta segunda presidencia se restablecieron las relaciones con el Vaticano, interviniendo en la
solución del problema un apóstol salesiano de la Patagonia, Monseñor Juan Cagliero, quien viajó a Roma.
Debió soportar manifestaciones obreras sobre todo en 1902, cuando el resentimiento de la economía
movilizó a los trabajadores en defensa de sus intereses.
Considerados los anarquistas responsables de esas manifestaciones y huelgas violentas, se dictó la Ley de
Residencia, que permitía la expulsión de extranjeros no solo por delitos comunes, sino a los que atentasen
contra el orden público. Luego se sancionó la ley 4145 que impuso el estado de sitio.
Otro de sus destacados Ministros, fue el del Interior, Joaquín V. González, quien presentó un proyecto de
Código de Trabajo, que no logró ser aprobado por el Congreso, y que pretendía solucionar, a juicio de
muchos críticos, de manera demasiado engorrosa, la cuestión social.
A Julio Roca le sucedió en la presidencia el Dr. Manuel Quintana, quien comenzó su mandato el 12 de
octubre de1904.
El indiferentismo cívico alcanzó su máxima expresión al final de la segunda presidencia de Roca. El partido
Autonomista Nacional, apoyado por el gobierno, extendía su poder sobre todo el país.
Por su iniciativa, una “convención de notables”, compuesta por ciudadanos de actuación descollante,
designó candidatos a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente, a los doctores Manuel Quintana y
José Figueroa Alcorta. Estos triunfaron sin esfuerzo en las elecciones, asumiendo sus cargos, el 12 de
octubre de 1904.
El doctor Quintana poseía cualidades sobresalientes de estadista, abonadas por una larga vida pública.
Pero llegaba a la primera magistratura a los ochenta años de edad; el día de su proclamación como
candidato sufrió un desvanecimiento.
En su mensaje inaugural manifestó ser “conservador por temperamento y por principios”, aunque esto no le
impedía admitir la necesidad de una amplia reforma social.
El 4 de febrero de 1905 estalló una revolución, preparada por el partido Radical, con la colaboración de
algunos militares. El movimiento fue rápidamente sofocado en la capital, con mayor trabajo en Mendoza,
Córdoba, Santa Fe y otros puntos.
El malestar político, reflejado por este acontecimiento, contrastaba con la prosperidad material del país. La
cosecha de cereales de 1905 excedió en un millón de toneladas a la del año anterior; las cifras del comercio
exterior registraron la cifra más alta hasta entonces obtenida: cerca 528 millones de pesos oro, con un saldo
favorable de 117 millones de pesos oro.
El 12 de marzo de 1906 falleció Quintana, tras una breve enfermedad después de quince meses de
gobierno.
Su candidatura presidencial sigue las formalidades clásicas. Es el dedo de Figueroa Alcorta el que lo elige
mientras se encuentra como Ministro Plenipotenciario en Italia, ya que no necesita estar presente en la
campaña electoral de acuerdo a las prácticas existentes entonces. Su figura adquiere un gran prestigio
nacional cuando lucha como voluntario del lado peruano en la guerra del Pacífico y se distingue por su valor
en el Morro de Arica. A su regreso comprueba el clima de tensión social con huelgas y rumores de una
conspiración radical. En secreto se entrevista con Yrigoyen para ofrecerle dos ministerios, que el jefe radical
rechaza; finalmente se entienden sobre la base del voto para asegurar la concurrencia de todos los
ciudadanos a los comicios. Tiene casi sesenta años cuando llega a la presidencia, el 12 de octubre de 1910,
junto a Victorino de la Plaza como vicepresidente.
Estadista, diplomático y jurisconsulto. Elabora con su ministro del Interior Indalecio Gómez, el proyecto de la
ley Electoral conocida luego como Ley Sáenz Peña. Hasta su sanción por el Congreso, en febrero de 1912,
debe enfrentar la resistencia de los legisladores que temen su desaparición política al destruirse los feudos
tradicionales. Esta ley dispone la confección de listas de los ciudadanos varones habilitados para votar a
partir de los 18 años, mediante la presentación de una libreta de enrolamiento en base al padrón militar. El
voto es "Universal, Secreto y Obligatorio" con sistema de lista incompleta que permite la representación
parlamentaria de la mayoría y minoría opositora. Aplicada por primera vez en Santa Fe para la elección de
gobernador y vice, permite que el Partido Radical abandone su abstención de veinte años y, al participar en
dichos comicios, obtenga la mayoría. Por la minoría gana la Liga del Sur con Lisandro de la Torre. El triunfo
en la Capital Federal, donde se vota por primera vez en el cuarto oscuro, corresponde a la lista radical
mientras que por la minoría ingresan al Congreso los socialistas y el PAN es derrotado.
En cuanto a su acción de gobierno: se construye el primer tramo de subterráneo de Buenos Aires que une
Plaza de Mayo con Plaza Miserere; inaugura las obras de la Diagonal Sur y se procede a la apertura de la
diagonal Norte. Crea la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; propicia la
llegada al país de nuevos contingentes de inmigrantes y mejora la instrucción pública. Apodado "Roque I",
Sáenz Peña muestra su habilidad diplomática al resolver amistosamente los conflictos con Brasil y acuña la
frase "todo nos une, nada nos separa". Con la modernidad se introducen los deportes: el boxeo, el ciclismo,
el automovilismo, el remo y la navegación a vela; Jorge Newbery progresa con el aeroplano y el fútbol
empieza a jugarse en los terrenos baldíos. En 1913 Natalio Botana funda el diario Crítica que albergaría
años después en el suplemento literario a jóvenes como Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Conrado
Nalé Roxlo, Ulises Petit de Murat, González Tuñón, entre otros.
Desde 1913 solicita constantemente licencias por su enfermedad y fallece el 9 de agosto de 1914. Ese
mismo año fallece Roca, que ha dejado de ser el máximo referente de la política nacional. El país pierde dos
de los más destacados representantes de la generación del Ochenta. Lo sucede, su vicepresidente Victorino
de la Plaza.
Hipólito Yrigoyen
Fecha de Nacimiento: 12 de Julio de 1852
Lugar de Nacimiento: Buenos Aires
Fecha de Fallecimiento: 3 de Julio de 1933
Lugar de Fallecimiento: Buenos Aires
Primera Presidencia: 1916 - 1922
Período de la Presidencia: 12 de Octubre de 1916 - 12 de Octubre de 1922
Causa del cese: Fin del mandato
Orientación Política: Radical
Situación Anterior: Líder de la U.C.R.
Vicepresidente: Pelagio B. Luna
Yrigoyen fue el primer Presidente argentino elegido por sufragio popular. En las elecciones presidenciales de
1916 en Argentina, se puso en funcionamiento por primera vez, el voto secreto, universal y obligatorio para
todos los ciudadanos varones, establecido por la Ley Saenz Peña en 1912. El sistema anterior -fraudulento-
limitaba el acceso al poder a la elite oligárquica, había provocado insurrecciones armadas por parte de la
Unión Cívica Radical (UCR), en 1890, 1893 y 1905. El modelo político restrictivo estaba claramente agotado,
y las elecciones de 1916 significaron la primer oportunidad de elección de un presidente de manera
cristalina. En ellas triunfó el candidato de la UCR, don Hipólito Yrigoyen, iniciando una etapa de tres
presidentes radicales de manera ininterrumpida, la primera presidencia de Yrigoyen (1916-1922), la
presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear (1922-1928) y la segunda presidencia de Yrigoyen (1928-1930),
interrumpida por el primer golpe de Estado militar.
Política económica
En la gestión radical, el Estado se reservaba un rol de intervención decisivo, apartándose del liberalismo
clásico. El nacionalismo económico de Yrigoyen resulta claramente expuesto en los fundamentos al veto de
la ley ferroviaria que la oposición conservadora logró sancionar en 1920, donde dice:
“La política del P.E. es mantener en poder del Estado la explotación de fuentes naturales de riqueza, cuyos
productos son elementos vitales del desarrollo del país… El Estado debe adquirir una posición cada día más
preponderante en las actividades industriales que respondan principalmente a la realización de servicios
públicos.”
Pero la Argentina debió enfrentar los problemas derivados de la Primera Guerra Mundial. Se decidió
mantener la neutralidad, con el objetivo claro de continuar con el abastecimiento de los tradicionales
compradores europeos (en especial Gran Bretaña).
Pero la decisión más destacada del gobierno radical fue la creación en 1922 de la empresa estatal petrolera
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que en el futuro sería la más grande del país y llegaría a emplear
50.000 trabajadores.
Entre otras, las medidas más significativas del nacionalismo económico yrigoyenista fueron: la
reorganización del Banco Hipotecario Nacional, la creación de la Marina Mercante Nacional, el
fortalecimiento de los Ferrocarriles y la sanción de una serie de leyes que protegieron a los colonos y a los
chacareros que arrendaban la tierra.
Entre 1921 y 1922, Yrigoyen se propuso asegurar un nuevo triunfo radical en las elecciones presidenciales
de 1922, interviniendo en aquellas provincias que no tenían gobiernos radicales. El nuevo candidato radical
a la primera magistratura era Marcelo T. de Alvear.
PRESIDENTE YRIGOYEN, Hipólito
MANDATO 1928 - 1930
CAUSA DE CESE Depuesto
VICEPRESIDENTE MARTINEZ, Enrique
Yrigoyen aspira volver al poder una vez que culmine el período prescripto por la Constitución y con setenta y
cinco años genera un gran apoyo popular como resultado de la acción de los comités; el respaldo de las
distintas colectividades y de los jóvenes literatos. La conquista del voto de la clase media se enfatiza con el
alza de salarios de los empleados públicos y los obreros. El partido proclama la fórmula Hipólito Yrigoyen-
Francisco Beiró (quien fallece como vicepresidente electo siendo reemplazado por Enrique Martínez). Presta
juramento el 12 de octubre de 1928 en medio del entusiasmo popular pero con poca salud y debilitado en su
capacidad de acción.
Durante su segunda presidencia sanciona la ley que establece la jornada de ocho horas. El 12 de abril de
1930 decreta el 1º de mayo como feriado nacional. Se inaugura la primera línea de automotores-colectivos.
Se funda la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Se construye el edificio de la Academia Nacional de
Medicina. A fines de la década del veinte trabajan y exponen en el país los artistas plásticos Xul Solar, Lino
Eneas Spilimbergo, Raquel Forner, Antonio Berni y Héctor Basaldúa. Se crea la "Compañía Aeropostal
Argentina" a cargo del piloto y escritor francés Antoine de Saint Exupéry, autor de El Principito, quien se
casa con la argentina Consuelo Suncin.
En 1929 cae la Bolsa de Nueva York y comienza en Estados Unidos la "Gran Depresión" que provoca el
desmoronamiento del comercio y la producción mundial dejando a millones de trabajadores sin empleo. En
este clima sombrío los pueblos de las naciones en crisis son tentados por el totalitarismo. Los efectos de
esta catástrofe económica llegan al país justamente cuando Yrigoyen es combatido por la oposición
conservadora y la nacionalista, movilizando ésta el autoritarismo subyacente en la sociedad. Pierde prestigio
no sólo entre grupos civiles sino también en las Fuerzas Armadas que desde tiempo atrás se encuentran
promoviendo una Revolución, dando lugar al primer golpe de estado, el 6 de septiembre de 1930,
encabezada por el teniente general José Félix Uriburu.
El Presidente enfermo, y atacado su domicilio de la calle Brasil, delega el mando en Enrique Martínez y se
dirige a La Plata; allí firma su renuncia, es detenido en la isla Martín García. Lo indultan en 1932 pero fallece
en Buenos Aires el 3 de julio de 1933. El pueblo entristecido acompaña en un cortejo multitudinario, mientras
es testigo por primera vez de la pérdida del orden constitucional.