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1. Introducción.

El reconocimiento de las regularidades periódicas en las propiedades físicas


y en el comportamiento químico, así como la necesidad de organizar la gran
cantidad de información disponible sobre la estructura y propiedades de las
sustancias elementales, condujeron al desarrollo de la tabla periódica. Tal
desarrollo empezó en el siglo XIX, época en la cual los químicos tenían una vaga
idea respecto de los átomos y de las moléculas, y sin saber de la existencia de
los electrones y los protones, desarrollaron una tabla periódica utilizando su
conocimiento de las masas atómicas. Más adelante en 1869, se propuso una
nueva disposición de la tabla mucho más amplia para los elementos, basada en
la repetición periódica y regular de sus propiedades. Esta nueva tabla superaba
a la anterior porque agrupaba a los elementos de manera más exacta, de
acuerdo con sus propiedades, y además, porque hizo viable la predicción de las
propiedades de varios elementos que aún no se descubrían. A pesar de que esta
tabla periódica tuvo gran éxito, sus primeras versiones mostraron algunas
incongruencias. Dichas discrepancias sugirieron que otra propiedad diferente a
la masa atómica debería ser la base de la periodicidad observada. Años
posteriores, se descubrió que el número atómico, concepto desconocido
anteriormente, aumentaba en el mismo orden que la masa atómica. Este
descubrimiento dio sentido a las discrepancias que habían desconcertado a los
antiguos científicos. En actualidad la configuración electrónica es la explica la
periodicidad de los elementos.

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2. Aportadores al desarrollo de la TPEQ

En la actualidad la Tabla periódica de los elementos químicos es una


poderosa herramienta usada por la gran parte de los científicos.

Esta tabla empezó a desarrollarse en el siglo XIX, cuando los conocimientos


sobre los átomos, moléculas y partículas subatómicas eran escasos; por ende
los científicos de la época desarrollaron una tabla periódica utilizando su
conocimiento de las masas atómicas, lo cual parecía una idea lógica para
quienes pensaban que el comportamiento químico debería estar relacionado, de
alguna manera, con las masas atómicas.

2.1. John Alexander Reina Newlands.

Químico inglés. Precursor en la elaboración del


sistema periódico de los elementos. En 1864, el
químico inglés Jhon Newlands observó que cuando
los elementos se ordenaban según sus masas
atómicas, cada octavo elemento mostraba
propiedades semejantes. Newlands se refirió a esta
peculiar relación como la ley de las octavas. Sin
John Alexander Reina
embargo, esta ley resultó inadecuada para Newlands (1838 – 1898).
elementos de mayor masa que el calcio, por lo cual Químico inglés.

el trabajo de Newlands fue rechazado por la comunidad científica. Cinco años


más tarde el mérito de Newlands fue reconocido.

2.2. Dmitri Ivanovich Mendeleev.

Químico ruso. Su trabajo acerca de la


clasificación periódica de los elementos es
considerado por muchos como el logro más
importante en la química del siglo XIX. El sistema de
clasificación de Mendeleev superó sobremanera al
de Newlands, en particular en dos aspectos,
Primero, agrupó los elementos en forma más exacta,
de acuerdo con sus propiedades, y segundo, porque Dmitri Ivanovich Mendeleev
(1836 – 1907). Químico ruso.
hizo viable la predicción de las propiedades de

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varios elementos que aún no se descubrían. Por ejemplo Mendeleev planteó la
existencia de un elemento desconocido que llamó eka-aluminio y predijo algunas
de sus propiedades. Cuando se descubrió el galio cuatro años más tarde, notó
que sus propiedades coincidían significativamente con las propiedades que
pronosticó para el eka-aluminio:

2.3. Julius Lothar Meyer.

En 1869, el químico alemán Lothar Meyer


propuso de manera independiente a Mendeleev una
disposición en tablas mucho más amplia para los
elementos, basada en la repetición periódica y
regular de sus propiedades. Su primera obra sobre
el tema se produjo en 1864, cuando publicó el libro
Teoría modernas de la química. En la obra que
publicó ya se podía contemplar una tabla con 28
Julius Lothar Meyer (1830 –
elementos y varios espacios en blanco esperando el
1895). Químico alemán.
descubrimiento de otros, que Meyer adivinó que
debían existir. Después de este libro continuó mejorando su teoría y en 1869
tenía ya preparada una nueva versión de la tabla periódica. Fue entonces cuando
descubrió que otro científico, Mendeleev, había desarrollado una investigación
muy parecida a la suya, elaborando su propia tabla con bastantes coincidencias.

2.4. Henry Gwyn-Jeffreys Moseley.

En 1913, Henry Moseley, joven físico inglés,


descubrió una correlación entre lo que él llamó
número atómico y la frecuencia de rayos X que se
generaban al bombardear un elemento con
Henry Gwyn-Jeffreys
electrones de alta energía. Con muy pocas Moseley (1887 – 1915).
Físico inglés.

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orden que la masa atómica.

Fig. 1. Tabla cronológica del descubrimiento de los elementos. Hasta la fecha, se han identificado 118
elementos.
excepciones, Moseley encontró que el número atómico aumenta en el mismo

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3. Clasificación periódica de los elementos

En la fig. 2. Se muestra la tabla periódica junto con la configuración


electrónica en estado fundamental de los electrones externos de los elementos.
Empezando con el hidrógeno, observamos que los subniveles se llenan en el
orden que se parecía en la figura 3. De acuerdo con el tipo de subnivel que se
ha llenado, los elementos se dividen en categorías: los elementos
representativos, los gases nobles, los elementos de transición (o metales de
transición), los lantánidos y los actínidos.

Fig. 2. Configuraciones electrónicas de los elementos en estado fundamental. Para simplificar solo
se muestras las configuraciones de los electrones externos.

Fig. 3. Orden en el cual se llenan


los subniveles atómicos en un
átomo polielectrónico.

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Fig. 4. Clasificación de los elementos. Observe que los elementos del grupo 2B muchas veces se clasifican como metales de
transición a pesar de no presentar las características de dichos metales.

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4. Variaciones periódicas de las propiedades físicas

4.1. Carga nuclear efectiva.

La carga nuclear efectiva (Zefect) es la carga nuclear detectada por un electrón


cuando se toman en cuenta tanto la cargar nuclear real (Z) como los efectos
repulsivos (pantalla) de los demás electrones. En general, Zefect está dada por

𝑍𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡 = 𝑍 − 𝜎

Donde 𝜎 es la contante de apantallamiento. La constante de apantallamiento es


mayor que cero pero menor que Z.

Consideremos los elementos del segundo periodo de Li a Ne. Se observa que


moviéndose de izquierda a derecha encontramos una mayor carga efectiva
como se muestra a continuación.

La carga nuclear efectiva también aumenta conforme descendemos por un


grupo periódico en particular.

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4.2. Radio atómico

Numerosas propiedades físicas, incluidas la densidad y los puntos de fusión


y ebullición, se relacionan con el tamaño de los átomos, aunque es algo difícil
definir su dimensión.

El radio atómico se define como la mitad de la distancia entre los núcleos de


dos átomos metálicos adyacentes o de una molécula diatómica.

Fig. 5. Radios atómicos en picómetros de los elementos representativos de


acuerdo con su posición en la tabla periódica.

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4.3. Radio iónico

El radio iónico es el radio de un catión o un anión, el cual es posible medirlo


por difracción de rayos X. El radio iónico afecta las propiedades físicas y
químicas de un compuesto iónico. Por ejemplo, la estructura tridimensional de
un compuesto iónico depende del tamaño relativo de sus cationes y aniones.

Fig. 6. Cambios en el tamaño del Li


y F cuando reaccionan para formar
LiF.

Fig. 7. Comparación del radio atómico con el radio iónico. a) Metales alcalinos y
cationes de los metales alcalinos. b) Halógenos e iones halogenuro.

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5. Energía de ionización

La energía de ionización (EI) es la energía mínima (en kJ/mol) necesaria para


remover un electrón de un átomo en estado gaseoso, en su estado fundamental.

Cuando se desprende un electrón de un átomo neutro, disminuye la repulsión


entre los electrones restantes. Debido a que la carga nuclear permanece
constante, se necesita más energía para desprender otro electrón del ion
cargado positivamente. Así, las energías de ionización siempre aumentan en el
siguiente orden:

𝐸𝐼1 < 𝐸𝐼2 < 𝐸𝐼3 < . . .

Fig. 8. Variación de la primera energía de ionización con el número atómico. Observe que los
gases nobles tienen energía de ionización altas, en tanto que los metales alcalinos y los metal
alcalinos térreos tienen de ionización baja.

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6. Afinidad electrónica

Otra propiedad de los átomos que influye en su comportamiento químico es


su capacidad para aceptar uno o más electrones. Dicha propiedad se denomina
afinidad electrónica, que es el valor negativo del cambio de energía que se
desarrolla cuando un átomo, en estado gaseoso, acepta un electrón para formar
un anión.

Fig. 9. Gráfica de la afinidad electrónica contra el número atómico, del hidrógeno


al bario.

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7. Conclusión

La importancia y la utilidad de la tabla periódica radican en el hecho de que


mediante el conocimiento de las propiedades y las tendencias generales dentro
de un grupo o periodo, se predicen, con bastante exactitud, las propiedades de
cualquier elemento, aun cuando sea un elemento poco conocido.

Siendo la tabla periódica una herramienta utilizada por científicos, esta sigue
siendo objeto de constante desarrollo, ya sea por el descubrimiento de nuevos
elementos o para una mejor aplicación a otras ciencias.

Observamos que la tabla periódica de los elementos químicos muestra de


manera organizada a los elementos, pero en su estado fundamental. Esto último
limita la aplicación de TPEQ a ciencias en las cuales se estudia a los elementos
en sus formas iónicas, ya que estos presentan algunos comportamientos
distintos a los de sus estados fundamentales o basales.

8. Bibliografía
 Raymond Chang. Kenneth Goldsby. “Química”. 11 ed. Ed Mc Graw Hill.
2013
 Albert Cotton. Geoffrey Wilkinson. “Química inorgánica avanzada”. 2 ed.
Ed Limusa-Wiley. México 1969.
 Donald Andrews. Richard Jokes. “Química fundamental”. Ed Limusa-
Wiley. México 1964.

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