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LA ESPERMATOGENESIS EN MACHOS

La espermatogénesis, es el mecanismo encargado de la producción de


espermatozoides. Este proceso se desarrolla en los testículos, aunque la
maduración final de los espermatozoides se produce en el epidídimo. La
espermatogénesis (transformación de espermatogonias hasta
espermatozoides) tiene una duración aproximada de 64 a 75 días y consta
de varias etapas. Las espermatogonias permanecen en mitosis durante 16
días, dando lugar a los espermatocitos primarios. Estos invierten 24 días en
completar la primera meiosis y dar lugar a los espermatocitos secundarios
que tardarán horas en convertirse en espermátides. Las espermátides se
diferencian, empleando otros 24 días en este proceso.

Las espermátidas se convierten en espermatozoides: se produce una


reducción del citoplasma, el núcleo se alarga y se sitúa en la cabeza del
espermatozoide, las mitocondrias se colocan en el cuello y los centriolos
originan un flagelo o cola. Antes de salir por el pene para realizar la
fecundación, pasan por el epidídimo del testículo, donde se realiza la
espermiohistogénesis y obtienen el acrosoma, una especie de casco hecho de
enzimas (vital para la fecundación) y una capa que lo protege del pH de la
vagina (glicolema), la cual desaparecerá antes de llegar al óvulo para lograr
entrar en él con la fuerza del acrosoma. El proceso que incluye la serie de
cambios que experimentan las espermátides para su transformación en
espermatozoide se denomina espermiogénesis.

Cuando termina todo el proceso, los espermatozoides presentan zonas bien


diferenciadas: la cabeza, el cuello y la cola. La cabeza, contiene los
cromosomas de la herencia y lleva en su parte anterior un pequeño saliente o
acrosoma, cuya misión es perforar las envolturas del óvulo. En el cuello o
segmento se localiza el centrosoma y las mitocondrias, que garantizan el
aporte energético. La cola o flagelo es el filamento que se encarga de generar
la movilidad que le permite al espermatozoide "moverse" hasta el óvulo para
poder fecundarlo.

Los espermatozoides son células haploides, con la mitad de los cromosomas


que una célula somática, son móviles y muy diferenciadas. La reducción en
ellas se produce mediante una división celular, la meiosis, donde una célula
diploide (2n) experimentará dos divisiones celulares sucesivas sin un paso de
duplicación del ADN entre dichas divisiones, con la capacidad de generar
cuatro células haploides (n).
Las espermatogonias son células madre especializadas en diferenciarse
para dar lugar a los espermatozoides, a través del proceso de
espermatogénesis. A diferencia de los espermatozoides, que son células
haploides, móviles y muy diferenciadas; las espermatogonias son células
diploides, inmóviles y sin diferenciar. Las espermatogonias se localizan en la
base de los túbulos seminíferos del testículo, pegadas a la membrana basal
de los mismos y soportadas por las células de Sertoli. A medida que la
espermatogonias se va diferenciando, va ascendiendo hacia la luz del túbulo,
de manera que una vez alcanza la región luminal, ya se encuentra en estadio
de espermátida, pasando previamente por el estadio de espermatocito
primario y espermatocito secundario. El paso de espermatogonia a
espermatocito primario es llamado espermatocitogénesis. Hay tres tipos de
espermatogonias:
▪ Tipo Ad: con núcleo oscuro. Células madre que sólo se dividen cuando hay
una reducción drástica de espermatogonias asegurando el mantenimiento de
la población.
▪Tipo Ap : con núcleo pálido. Células que al dividirse dan lugar a nuevas Ap o
a dos tipo B.

Los primeros signos de actividad espermatogénica se ponen de manifiesto a


partir de la etapa embrionaria por las denominadas células germinales
primarias o primordiales (CGP). Estas células, situadas inicialmente en la
parte posterior del embrión emigran en su totalidad hacia la parte anterior en
el curso de los primeros dás de incubación. En el estadío de línea primitiva, de
20-40 CGP se ubican en forma de media luna en torno a la zona cefálica del
embrión. Entonces proliferan, se multiplican, penetran en el mesoblasto y a
continuación emigran por vía vascular hacia las crestas genitales a donde son
atraídas de forma específica.

Las CGP se siguen multiplicando de modo que al quinto día ya hay de 1000 a
1200, siendo más abundantes en la gónada izquierda que en la derecha. En
este estadío, a partir de las crestas genitales surgen los precursores de los
tubos seminíferos (cordones sexuales). Estos cordones contienen células de
Sertoli y en menor número gonocitos prevenientes de las CGP. Los gonocitos
se diferencian de la CGP por tener un menor tamaño, por carecer de
glucógeno y por ser incapaces de desplazarse por ameboidismo. Las células
de Sertoli y los gonocitos se multiplican. Hacia el vigésimo día los gonocitos
emigran hacia la membrana basal de los cordones sexuales y se diferencian
en espermatogonias que a su vez evolucionan al menos algunas de ellas a
espermatocitos. Estos últimos no superan el estadío cigotene durante la
eclosión.

Poco antes de este estadío aparece la luz central en los cordones sexuales
que a partir de ese momento pasan a denominarse tubos seminíferos. Existe
por tanto una regulación del número de células germinales primarias antes de
que el sistema hipotálamo-hipófisis sea funcional. Probablemente esta
regulación está asegurada por factores locales, asociados quizás a las
propias células germinales.

Por otra parte, la diferenciación morfológica de las gónadas hacia el tipo macho
o hembra tiene lugar estén o no estén las células germinales. Dicha
diferenciación, por contra, está claramente controlada por hormonas
esteroideas, presentes en las gónadas antes del cuarto día de incubación. Por
tanto, se puede decir que las CGP son ambivalentes ya que dependiendo del
estado hormonal evolucionan a oocitos o a gonocitos.

ESPERMATOGENESIS
Mencione y describa las tres fases del comportamiento reproductivo.

CICLO DEL COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO

A nivel general se puede decir cuando hablamos de comportamiento reproductivo, hacemos


caso a todos los procesos en el cual los animales buscan o pasan con el fin de reproducirse
y producir o aumentar su descendencia.
Algunos de los comportamientos animales más importantes implican el apareamiento. El
apareamiento es el emparejamiento de una hembra y un macho adultos para producir crías.
Los adultos que son más exitosos en atraer una pareja tienen más posibilidades de tener
crías. Las características que ayudan a animales a atraer a una pareja y tener crías aumentan
su adecuación biológica. Si los genes que codifican estas características se pasan al a
generación siguiente, las características serán más comunes en la población.

En los animales domésticos, el comportamiento reproductivo está muy condicionado por el


hombre, que elimina o minimiza gran parte de los comportamientos observados en las
especies silvestres (segregación de sexos por edades, jerarquización, estacionalidad
reproductiva, formación del nido, etc.).
En el comportamiento reproductivo se incluye el comportamiento sexual y el maternal.
El comportamiento sexual lo conforman los actos de machos y hembras conducentes a la
cubrición.
En la reproducción hay una serie de fases, similares en las especies domésticas, que se
pueden resumir en:
 Transmisión de estímulos
 Identificación del estro
 Cortejo
 Cópula
El conocimiento de los procesos involucrados en la pubertad, estación sexual y en el coito,
es imprescindible para la manipulación del proceso reproductivo de los animales.
Desde el punto de vista de la reproducción, y sobre todo de la utilización económica de la
hembra, es necesario establecer tres etapas: pre reproductivo, reproductivo y pos
reproductivo.
En la misma medida en que se persigue el mayor rendimiento económico de la ganadería
moderna, se le da mayor valor a las dos primeras etapas (pre reproductiva y reproductiva),
puesto que la cría intensiva implica eliminar las hembras cuando comienzan a declinar en
sus capacidades productivas y reproductivas.

Etapa pre reproductiva


El período que antecede a la vida reproductiva de los animales domésticos, específicamente
cuando estos se crían con fines económicos, tiene especial importancia por requerir
intensos cuidados, gastos de instalaciones y alimentos, así como para preservar su salud, y
no serán reintegrados hasta tanto entren en producción. Además, es el período idóneo para
iniciar el proceso de selección, tan necesario en la ganadería
moderna.
Los ovarios de la novilla pre púber son activos y contienen folículos en crecimiento antes
de que muestren actividad estral. En general estos folículos sufren regresión y atresia,
incluso hasta la pubertad continúan olas de desarrollo y regresión folicular.
Las gónadas de animales pre púberes son capaces de presentar respuesta superovulatorias
ante la estimulación exógena de gonadotropina, aun cuando se administre mucho antes de
la edad normal de pubertad, lo que resulta de gran interés en la transferencia de embriones,
cuestión que permite ganar tiempo en el avance genético. Más aún, la glándula hipófisis de
animales recién nacidos y hasta la de los fetos responde a la estimulación exógena de
GnRH secretando y liberando gonadotropinas, como lo haría un animal pos púber.

Etapa reproductiva
La etapa reproductiva se inicia al establecerse la pubertad y los ciclos estrales. Durante ella
se producen las gestaciones y los partos, eventos indispensables para que se inicien los
ciclos productivos, por lo que constituyen sin dudas la fase más importante, desde el punto
de vista económico.

Etapa post reproductiva


Se caracteriza la etapa post reproductiva por la declinación de las funciones reproductivas
del animal, aunque en ellos no se produce la menopausia con el cese completo de estas
funciones, como sucede en la mujer. No obstante, en la medida en que el animal envejece
disminuye su producción de hormonas gonadales, con lo que pierde el efecto anabólico de
las proteínas, causa de la emaciación de la edad avanzada.

BIBLIOGRAFIA

 HOPKINS, S. M.: «Patrones reproductivos del ganado bovino». Endocrinología


Veterinaria y Reproducción. (Ed.) L. E. Mc Donald. Nueva Editorial Interamericana.
Mc Graw-Hill, México D.F., 1991. pp. 388-403.

 PINEDA, M. H.: «Sistema reproductor de la hembra». Endocrinología Veterinaria y


Reproducción. (Ed.) L. E. Mc Donald. Nueva Editorial Interamericana. Mc. Graw-
Hill. México D.F., 1991a. pp. 294-344.

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